Lealtad vs. Deslealtad

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Lealtad vs.

Deslealtad

Las personas desleales provocan grandes heridas a los líderes en la iglesia, pero también los
producen en sus matrimonios, familias, empresas y por donde quiera que van. Por eso hoy
aprendemos a identificar a las personas de espíritu infiel. Analicemos las características de las
personas leales y las desleales, descubriremos la raíz de rebelión, y aprenderemos cómo
arrancarla para ser discipulados y líderes fieles.

¿Qué es la fidelidad?

Una persona fiel es alguien a quien se le puede confiar un trabajo, un ministerio, una posición,
una función, gente, riquezas, dinero, etc. Con la seguridad que no abandonará la función
encomendada. La fidelidad es muy importante en el Reino, y es digna de gran recompensa.

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:21

¿Qué es lealtad?

Lealtad es la palabra hebrea emuná, que significa “firmeza, seguridad, honradez, verdad, ser
genuino, permanecer”. Es “la habilidad de no traicionar, no abandonar o irse en tiempos de
crisis”.

¿Qué es deslealtad?

La persona desleal es alguien que hace todo lo contrario que una persona leal. La desleal no
ocurre de la noche a la mañana, sino que es un proceso.

¿Qué es rebelión y sedición?

La rebelión es un espíritu demoníaco que se manifiesta en rechazo a la instrucción y resistencia


a obedecer a la autoridad puesta por Dios.

La sedición conlleva además, que alguien se levante en discordia contra el líder. El ejemplo más
frecuente es que alguien se levante contra el pastor de la iglesia.

Sabrás que esta ciudad es ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias, y que de
tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones, por lo que esta ciudad fue destruida. […] Y
hallaron que aquella ciudad de tiempo antiguo se levanta contra los reyes y se rebela, y se
forma en ella sedición. Esdras 4:15,19

Cada vez que le damos lugar a la rebelión, estamos permitiendo que la destrucción entre en
nuestra vida.

¿Cuáles son las etapas que llevan a la comisión de un acto desleal?

1. La etapa de independencia
La independencia del ser humano es actuar separados de Dios; es tomar decisiones, juzgar y
obrar como bien le parezca. La persona que actúa así se convierte en su propio juez. Esta
etapa es tan sutil que muchos no la reconocen. La persona desarrolla una actitud
independiente, se convierte en autónoma dentro de la organización, y no se rige por sus
reglas. Este tipo de persona sirve en la organización con la intención de ser reconocida, o
utiliza su servicio como un escalón para ser promocionada.

2. La etapa de la ofensa
Muchos tropiezan entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mateo 24:10

La ofensa da origen al espíritu de traición o deslealtad. Por eso es importante el perdón y la


reconciliación, ya que la persona que permanece masticando las ofensas que le hicieron,
puede convertirse en un traidor(a).

3. La etapa de la pasividad
Cuando una persona vive en la etapa de la pasividad, no se involucra en nada. Sólo se sienta
y observa con indiferencia, espera la transición que lo lleve a otra etapa.

4. La etapa de la crítica
Junto a la pasividad, una persona también puede verse involucrada en la etapa de la crítica.
Esta consiste en notar y magnificar sólo las faltas de los demás. Dentro de la iglesia, la
persona critica encuentra fallas en la prédica, la alabanza, el orden del servicio, el liderazgo,
el edificio, y en casi todo. Un ejemplo bíblico, le ofrecen María y Aarón, quienes pese a ser
hermanos de sangre de Moisés, y haber apoyado su liderazgo desde que salieron de Egipto,
cayeron en la critica a su líder. La Escritura nos muestra que el espíritu de crítica se
manifiesta a través de la murmuración y las palabras de contienda.

María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque
él había tomado mujer cusita. Números 12:1

Cuando las ideas, planes y agenda de alguien que no es leal no son recibidos por el liderazgo,
su ego se hiere y usa sus propias ideas como un estándar para juzgar lo correcto, suponiendo
que el liderazgo está equivocado y que él o ella tienen la razón. Su propia opinión se
convierte en la mejor manera de guiarse, y como le parece estar bien ante sus propios ojos,
eso lo arrastra a la destrucción.

5. La etapa de la contaminación
Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te
oiga de parte del rey. 2 Samuel 15:3

Cuando una persona está contaminada, trata de involucrar a otros por medio de sus ideas y
críticas, tal como hizo Absalón, el hijo de David. Absalón fue lastimado (etapa de la ofensa),
pasó dos años en silencio (etapa de la pasividad), analizando la política de David (etapa de la
crítica), hasta que empezó a involucrar a otras personas en sus planes desleales (etapa de la
contaminación). Cuando una persona llega a esta etapa suele usar tres frases: Varias
personas están diciendo esto y lo otro… mucha gente está diciendo esto y lo otro… y todo el
mundo está diciendo esto y lo otro…

6. La etapa del engaño


No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará. Gálatas 6:7

La gente que se revela está seriamente engañada y termina destruyéndose. Hay gente
rebelde que se engaña a sí mima pensando que son mayores, más sabios, y hasta más
espirituales que sus superiores.
7. La etapa de la “rebelión abierta”
En esta etapa, la persona engañada pelea abiertamente contra su autoridad. Siente el
respaldo de quienes se le han aliado en su rebelión. Éste es el mismo espíritu en el que se
movió Lucifer cuando se rebeló contra Dios, y se llevó con él la tercera parte de los ángeles
del Cielo (Apocalipsis 12:3-4)

¿Cuáles son las señales que identifican a una persona desleal o traidora?

 Exige recompensa, reconocimiento y promoción por el servicio que ha prestado, a


su manera y en su tiempo.
Está bien esperar recompensa y una buena cosecha si servimos bien, pero está mal exigir
que esto venga en la forma que mejor nos parece, y que sea cuando nosotros digamos. Es a
Dios a quien le toca promovernos, cuando Él quiera (Salmo 75:6-7).

 Tiene una agenda o visión personal


Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿Quién os dará lo que es vuestro? Lucas 16:12
Si alguien anhela cumplir su visión personal de inmediato, no puede integrarse a la iglesia
con el propósito de imponer su visión al líder o pastor. Dios da una visión personal a cada
individuo, pero no para cumplirla como o donde quiera. Esa persona debe someter su visión
personal bajo la visión corporal de la iglesia, y servir a Dios allí, hasta que el pastor lo envíe a
cumplir un llamado específico.

 Resiste a la autoridad o el gobierno puesto por Dios.


 Se ausenta cuando la iglesia vive tiempos difíciles.

Muchos líderes permanecen cuando la iglesia está bien, fuerte y próspera económicamente.
Pero si alguna crisis viene y parece que ya no hay “oportunidad”, o si el nivel de trabajo y
demanda incrementa, ese mismo líder desaparece rápido con algún pretexto. Es en la crisis
que sale el verdadero carácter del líder; allí se conoce si de verdad es alguien leal y fiel.

Pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde
Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Hechos 15:38

 Abandona el servicio cuando hay problemas personales.


 Roba los diezmos y las ofrendas.

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos
robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malaquías 3:8

Todo ladrón es un potencial traidor. Si no tiene temor de robarle a Dios, ¡Cómo no pensar
que puede traicionar a sus líderes!

 Se cree indispensable e insustituible en el equipo.


 Tiene problemas en sus finanzas o matrimonio de forma continua.

Cualquier persona puede pasar por alguno de esos problemas, pero si esa persona vive en
continuo pecado, su cauca es rebelión contra Dios. No se puede confiar en quien no es capaz
de tener su hogar en orden, y vivir una vida recta delante de Dios.
Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad. 1 Timoteo
3:4

 Tiene amor al mundo y sus sistemas.


Muchos cristianos son seducidos por el poder, deseos, comodidades y placeres que el mundo
les ofrece, y prefieren vivir de manera mundana, antes que sujetarse a la Palabra de Dios.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro


entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta. Romanos 12:2

Al Apóstol Pablo le pasó con Demas, su discípulo. De la misma forma sigue pasando hoy con
las personas desleales.

Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. 2


Timoteo 4:10

 Se cree igual o mayor que el pastor principal de la iglesia.


Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te
oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quien me pusiera por juez en la tierra, para que
viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! 2 Samuel 15:3-
4

Este tipo de individuo se cree más ungido y más sabio que el pastor principal de la iglesia.
Incluso cree tener mayor revelación y perspectiva profética que todo el liderazgo de la
iglesia. En su corazón, no reconoce ni recibe la paternidad o cobertura de su pastor.

 El liderazgo no ha sido probado con el tiempo.


El tiempo es la prueba más grande de la lealtad. Algunas de las señales que hallamos en los
potenciales traidores son entre otras:

-Nunca dicen “amen” ni toman notas cuando el pastor predica o enseña.


-No están dispuestos a hacer trabajo físico de ningún tipo.
-Siempre están ausentes en los servicios importantes, viven desconectados del pueblo y de lo
que está pasando en la iglesia, y no se relacionan con los demás líderes.

¿Cuáles son algunos principios para protegerse contra la deslealtad?

 La lealtad demanda una convicción completa.


Debemos estar convencidos de corazón de lo que hacemos. Comprometerse con una iglesia o
ministerio requiere una completa convicción. Usted debe estar seguro que el líder a quien
decide serle leal es un hombre o una mujer que ama a Dios y que vive una vida recta ante Él,
aunque también debe entender que él o ella no son perfectos. ¿Son sus pastores personas en
quienes puede confiar? Si es así, ¡sígalos y sea leal!

 Nuestra lealtad debe ser, primero, para la máxima autoridad.


La escritura de nuestro ministerio, en orden de autoridad es: Apóstol (pastor principal),
profeta, ministros ordenados del ministerio quíntuple (Efesios 4:11), un equipo de ministros,
ancianos, diáconos y líderes de Casa de Paz. Veamos con un ejemplo cómo funciona este
gobierno. Supongamos que usted es un diácono y el ministro de su red por alguna razón
critica al apóstol, su lealtad debe ser, primero, para con el apóstol, no con el ministro de red.

 Una persona leal no oculta información importante que el líder debe saber.
Una persona leal es abierta con su autoridad, sobre cualquier asunto. Hay dos personas a las
cuales no se les debe esconder información, su conyugue y su pastor.

Tenemos el deber de no ocultar información importante que el pastor debe saber, ya que
esto puede ocasionar daño al ministerio. La lealtad está basada en principios no en
emociones. Por eso a veces ser leales nos costará relaciones y amistades.

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Santiago
4:4

 Es importante apartar a la gente desleal rápidamente.


Si alguno quiere irse de la iglesia es mejor bendecirlo y dejar que se vaya, sino causará
problemas.

 Es mejor trabajar sólo con personas dispuestas.


Una persona que no quiere estar con usted, es un traidor en potencia. Lo mejor es
presentarle la manera para que pueda salir pacíficamente.

Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo
que no tiene. 2 Corintios 8:12

 Enseñar contra la deslealtad


Muchos ignoran el proceso de la deslealtad. Enseñar esto ayuda a que la gente no caiga en el
error de involucrarse en actividades traicioneras sin saberlo. Tenemos que formar una cultura
de lealtad en la iglesia y el liderazgo.

¿Cómo cuidarnos para no caer en la tentación de la deslealtad?

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la
carne es débil. Mateo 26:41

Jesús nos dio la clave en Mateo 26:41, por eso debemos:

 Velar y orar
 No entretener pensamientos de deslealtad
 Rodearnos de gente que nos diga la verdad siempre
 Pedirle gracia al Espíritu Santo para ser leales, porque nuestra carne es débil.

¿Cuál es el final de un traidor?

El final de todo rebelde es la muerte y la destrucción. Absalón peleó contra su propio padre y
terminó asesinado (2 Samuel 18:9-10, 14-15). Judas traicionó a Jesús (Mateo 27:1-5) y acabó
suicidándose. Lucifer pensó que podía destronar a Dios, pero acabó condenado para siempre.

La lealtad tiene un precio, pero también tiene recompensa (Isaías 14:12-15). No permita que el
enemigo robe su lealtad.
ACTIVACIÓN

1. El maestro guiará a los estudiantes a arrepentirse por haber sido infieles a Dios y a otras
personas.
2. Luego los guiará a renunciar voluntariamente al espíritu de traición.
3. Por último, todos harán un compromiso de lealtad a Dios, a su pastor y a su familia.

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