III Bases Del Discipulado
III Bases Del Discipulado
III Bases Del Discipulado
Qué bueno que continuemos juntos apartando este tiempo de ayuno y oración, dispuestos a escuchar
la voz de Dios por medio de su Palabra y su Espíritu hablando a nuestro corazón.
Hemos enumerado diferentes razones por las que el Discipulado es de gran importancia.
Una cuarta razón es que Toda iglesia Iglesia que crece de forma saludable es el resultado natural de
discípulos saludables.
Si has estado sintiéndote atrapado por el activismo y la ansiedad que genera, deja de culpar a
otros por los compromisos y actividades con las que te comprometes una y otra vez, como incapaz de
decir “no”, porque cuando dices “no” te semientes culpable.
Se imagina que podamos abrir nuestro corazón de esta manera ante los hermanos de nuestro grupo o
microgrupo de cuidado.
16 Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados.
Santiago 5:16
Reconozca que está tratando de obtener aceptación y aprobación de todos, todo el tiempo.
Los programas, actividades y proyectos llenan nuestras vidas en lugar de las relaciones.
Esta ha sido una de mis luchas personales por años, y reconocer y confesar estos asuntos me ha
llevado a ser más consciente de mis compulsiones en este sentido.
Pero no se queda allí, requiere de hacer cambios, pues esto es conectar la confesión al
arrepentimiento.
Identifique los patrones esclavizantes o fortalezas negativas que lo atan, por los engaños que vienen
del mundo, la carne y el diablo. Derríbelas usando las armas del espíritu (oración, fe, esperanza,
amor, la Palabra de Dios).
Comprométase a un nuevo estilo de vida simple, esto que Jesus describe en Mateo 6 cuando habla de
no afanarnos, y en especial en el versículo 36 cuando dice:
33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará
todo lo que necesiten.
Mateo 6:33
Jesus dice:
1 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Él corta de mí toda rama que no produce fruto
y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más.
Juan 15:1–2
B. La segunda razón por la que descuidamos el Discipulado es por nuestra Orientación a eventos.
a) Necesitamos hacer de nuestros servicios del domingo un proceso, meditando en lo que hemos
recibido por medio de la predicación en nuestro devocional diario, respondiendo las preguntas de
aplicación y preguntándonos además
1 Corintios 14:26
Dice “uno de ustedes...” , luego dice “otro...”, “y otro”. Significa que todos pueden participar para
fortalecer a cada uno de los que se reúnen.
Para eso debemos prepararnos, de tal manera que en nuestro tiempo a solas con Dios podríamos
aprender algo que podamos enseñar una vez que lo hemos aplicado, o recibir una revelación especial
del Señor y contarla para el beneficio de todos.
c) Por eso debemos hacer de nuestro tiempo a solas con Dios un proceso, donde llevemos
anotaciones que el Señor habla a nuestra vida y damos seguimiento para asegurarnos que lo hayamos
puesto en práctica.
Así también, las anotaciones no permiten repasar lo que el Señor nos ha hablado en el pasado a través
de su Palabra y su Espíritu y como se conecta con lo que nos habla hoy.
Muchos de nosotros, debido a nuestros logros o a nuestras capacidades, podemos pensar que no
necesitamos ser discípulos o ser discipulados o mentoreado a por nadie.
A veces, nos vemos a nosotros mismos como personas fuertes que no necesitamos ayuda, esto ocurre
principalmente con personas han estado liderando ayudando a otros. Piensan que hablar de sus
necesidades y flaquezas es debilidad, o que nos descalifica para mantenernos en una posición de
dirección.
Independientemente de la posición en la que nos encontremos o del cargo que ocupemos en la iglesia
o en el trabajo, todo cristiano necesita ser discipulado.
Un ejemplo de esta disposición, lo observamos en uno de los mejores predicadores de la iglesia del
primer siglo, Apolos.
En Hechos de los Apóstoles capítulo 18:24–26 leemos de un acontecimiento que nos muestra su
disposición de aprender::
24 Mientras tanto, un judío llamado Apolos —un orador elocuente que conocía bien las
Escrituras— llegó a Éfeso desde la ciudad de Alejandría, en Egipto.
25 Había recibido enseñanza en el camino del Señor y les enseñó a otros acerca de Jesús con
espíritu entusiasta y con precisión. Sin embargo, él sólo sabía acerca del bautismo de Juan.
26 Cuando Priscila y Aquila lo escucharon predicar con valentía en la sinagoga, lo llevaron
aparte y le explicaron el camino de Dios con aún más precisión.
Hechos de los Apóstoles 18:24–26
Por más que Apolos fuera un orador elocuente, por más conociera muy bien las Escrituras, por más
que enseñara con entusiasmo y precisión y predicará con valentía, él necesitaba que Priscila y Aquila
le explicaran los asuntos más allá del arrepentimiento como el impacto de la resurrección de Cristo en
nuestra vidas y el regalo del Espíritu Santo. Apolos es un ejemplo de la sumisión en amor.
Necesitamos someternos a otros en amor para ser enseñados, corregidos, mentoreados, rendir cuentas
y ser ministrados en oración.
Escoja la humildad que reconoce su necesidad de otros, en vez del orgullo que precede a la caída.
D. La última razón por la que descuidamos el Discipulado (no pretendo haberlas mencionado todas)
son Heridas y malas experiencias:
En un modelo militarizando debes demostrar o aparentar que eres bueno, porque de no hacerlo
serás desaprobado, esto genera en muchos Desconfianza.
Así que, movidos por el temor al rechazo, la descalificación, el maltrato, muchos terminan
cerrándose a la transparencia y la vulnerabilidad inherente en el discipulado para evitar ser
heridos.
El ejemplo que Pablo nos muestra es el de alguien que expresa afecto paternal y maternal y
propicia una atmósfera de cuidado y nutrición.
7 Como apóstoles de Cristo, sin duda teníamos el derecho de hacerles ciertas exigencias; sin
embargo, fuimos como niños entre ustedes. O bien, fuimos como una madre que alimenta y
cuida a sus propios hijos.
8 Los amamos tanto que no sólo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también
les abrimos nuestra propia vida.
Personas heridas por estos modelos de discipulado y liderazgo abusivo necesitan aprender a
abrirse en grupos donde den y reciban gracia y verdad, donde den y reciban aceptación y
corrección en amor. Un grupo de cuidado es clave para recuperar la conexión.