Ultima Cena PDF
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En 1494, el duque de Milán encargó a Leonardo la que sería la más celebrada de sus
PRODIGIO DE LA PERSPECTIVA
La composición de La Última Cena
obedece a estrictas reglas de
perspectiva, con el punto de fuga
situado exactamente sobre la
cabeza de Jesucristo.
SCALA, FIRENZE
n 1494, Leonardo da Vinci sufrió la escultura ecuestre del duque Sforza. En 1493
y la posteridad. No sabemos quién movió los Sobre la pared opuesta, en una superficie
DE IZQUIERDA A DERECHA: BRIDGEMAN / ACI; ROYAL COLLECTION TRUST / BRIDGEMAN / ACI; BRIDGEMAN / ACI; DEREK BAYES / ALBUM; DAGLI ORTI / ART ARCHIVE
hilos para dar una nueva comisión a Leonardo, de 4,60 metros de altura por 8,80 metros de
quizá Cecilia Gallerani, la antigua amante de anchura, Leonardo plasmó una de las obras
Ludovico; tal vez el propio Moro, consciente maestras de la pintura occidental.
de que sólo él podría cumplir con el encargo,
o bien un amigo de Leonardo, Donato Bra- Dibujos y estudios preparatorios
mante, a quien se había encargado el proyecto Se conservan diversos dibujos de Leonardo
de renovación de la iglesia milanesa de Santa que ilustran el proceso de elaboración de la
Maria delle Grazie, donde Leonardo pintó el obra. De hecho, cuando aún residía en Floren-
fresco en cuestión: La Última Cena. cia ya dejó trazas en sus apuntes de una Cena, 1.
Santa Maria delle Grazie era un convento pero el encargo de 1494 le hizo replantearse
dominico que se había acabado de construir sus ideas sobre el tema.En un principio,Leo-
pocos años antes y que fue convertido por nardo permaneció fiel a la visión tradicio-
Ludovico Sforza en iglesia de corte y mauso- nal, que situaba a Judas separado del resto de
leo de su dinastía, siguiendo el ejemplo de la apóstoles, tal y como podemos observar en
fundación de San Lorenzo realizada por los los esbozos conservados en las colecciones
Médicis en Florencia. El propio duque co- de Windsor y Venecia. Pero, como en tan-
mía a veces en el refectorio del monaste- tas otras ocasiones, el pintor transformó sus
rio, y fue esta estancia la que quiso decorar ideas durante la propia ejecución de la obra.
con dos frescos en cada uno de sus laterales: Leonardo desarrolló una investigación es-
uno dedicado a la Última Cena y el otro a la pecial para ejecutarcadaunodelospersonajes
Crucifixión. Este último, una composición de la escena, con el propósito de resaltar su
considerada arcaica y mediocre, fue ejecu- verismo. Por ejemplo,se conservan hermosos
tado en 1495 por Donato de Montorfano. esbozos de las cabezasdesanFelipeySantiago
Los bocetos
previos a la
obra final
Antes de emprender la ejecución
1. San Pedro 2. Simón el zelote de La Última Cena, Leonardo realizó
Este boceto que se conserva Se representa con cejas diversos bocetos preparatorios de
en Viena es probablemente un prominentes, poco cabello
estudio de la figura del apóstol y barba sin rasurar. Algunos los personajes y su disposición en
Pedro, aunque en su pintura, estudiosos consideran que sus la obra. Aquí se muestran algunos
Leonardo lo representó de un rasgos son más malevolentes
modo más dinámico. que los del propio Judas. de ellos, dispersos por diversas
colecciones europeas.
3. San Bartolomé 4. Jesús
Este dibujo en la Real Este estudio de la cabeza de
Colección de Windsor Cristo (hoy en una colección
muestra la cara y el cuello de privada) muestra a un 4.
la figura con todo detalle. Se joven de largos cabellos,
ha sugerido que el modelo delicadas facciones y gesto
era Donato Bramante. compungido.
3.
LA ÚLTIMA CENA,
LOS RESTOS DEL MENÚ FRESCO DE DOMENICO
GHIRLANDAIO. 1480.
SOBRE EL BONITO MANTEL de lino que admirara Vasari reposa una vajilla
de peltre y las transparentes copas que contienen el vino consumido en la
Cena. Pero es difícil adivinar la comida que una vez se vio en los platos tras
la pérdida de las capas de pintura. Las copias que siguieron a la finalización
de la obra tampoco nos sacan de dudas.
Tan sólo los redondos panes se perciben
con nitidez. No obstante, sí hay dos alimen-
tos que aparecen con claridad: rodajas de
naranja y una anguila troceada. Los lunetos
PANES Y
sobre la escena nos dejan un muestrario de VAJILLA
las frutas que, en su día, acompañaban los En el detalle de
platos: peras, manzanas y quizá granadas. la imagen de la
Vino, pan y pescado poseían un sentido li- izquierda, vemos
túrgico, pero la anguila más bien indica los una vajilla de
gustos de la época y, posiblemente, los de peltre (aleación
Leonardo, que con este menú introducía de cobre, estaño,
una nota propia y realista en la composi- antimonio y
plomo) y una gran
ción: «Cada pintor se pinta a sí mismo».
hogaza de pan,
colocadas justo
delante de Mateo.
MONDADORI / ART ARCHIVE
pués hacer a Cristo nunca pudo dar cumpli- del maestro.Por ello,éste habría querido ven-
miento y perfección a aquel Santo rostro […]. garse de un modo parecido a como hizo Mi-
Fue a pedir consejo a Bernardo Zenale, quien guel Ángel en la capilla Sixtina,donde pintó a
Sedicequeparalacabezade Judas,Leonardopensóeninspirarseenelpriordel
monasterio,Vicenzo Bandello,quiense había quejadodesu lentitud enacabarlaobra
El modelo y la copia, frente a frente
La Última Cena de Domenico Ghirlandaio La copia de Marco d’Oggiono
Leonardo partió de la tradición florentina para realizar Contaba Paolo Giovio que cuando el rey francés Luis XII «vio
su obra. Un ejemplo es La Última Cena de Domenico la Cena la ambicionó y preguntó ansiosamente cómo podría
Ghirlandaio, en el convento de San Marcos. Era la quedársela y si podría ser separada del muro y transportada
representación más avanzada artísticamente que se consigo a Francia». Este proyecto fallido pudo impulsar al
podía contemplar y, sin embargo, queda muy lejos de la condestable de Montmorency a encargar una copia de la ya
emotividad de la obra maestra de Leonardo. Los apóstoles deteriorada Cena a Marco d’Oggiono, un posible colaborador
de Ghirlandaio casi no gesticulan y el fresco pierde su unidad de Leonardo en la obra original. La copia, que pasó al Louvre
compositiva al recrearse en detalles como el pavo real junto en 1807 y que hoy se conserva en el Museo de Ecouen, es
a la ventana o el gato al lado de Judas, que, separado del una de las más fieles al original, con detalles especialmente
resto del grupo, desvían la atención del espectador. cercanos, como se observa en el tensionado cuello de Judas.
¿POR QUÉ FALLÓ LA NUEVA
TÉCNICA DE LEONARDO?
PARA PINTAR La Última Cena, Leonardo utilizó una técnica de imprima-
ción. En lugar de pintar directamente sobre yeso húmedo, el artista
florentino cubrió el yeso con albayalde (carbonato de plomo), una
preparación sobre la que podía pintar más despacio, que es lo que
pretendía. Sin embargo, a los pocos años se comprobó que el mé-
todo había fallado clamorosamente,
por razones que aún no están claras.
Los investigadores piensan que po-
MORTERO
siblemente la humedad del edificio
LADRILLO
SOPORTE
afectó al yeso e impidió que el alba- INESTABLE
yalde y la pintura se adhiriesen. Por PINTURA
La técnica
otra parte, durante los años en que ensayada
Leonardo pintó su obra, los inviernos por Leonardo
IMPRIMACIÓN
fueron excepcionalmente secos. Tal consistía en pintar
vez el yeso se secó demasiado rápi- encima de una
do y provocó que la imprimación de capa de albayalde
albayalde se agrietase y arrastrase colocada sobre
YESO el yeso, como
la pintura con ella.
muestra el dibujo
junto a estas
líneas.
WILLIAM H. BOND / NGS
varias horas delante de la obra, con los brazos una técnica diferente, consistente en formar
cruzados, examinando y sopesando ensilencio unanuevabasecondoscapasdeestucosobrela
las figuras». En ocasiones todo lo quehacíaera que se aplicaban los colores a la tempera con
dar dos pinceladas: «También lo vi –sigue di- la inclusión del óleo, lo que le permitió traba-
ciendo Bandello–, movido por algún impulso jar a su ritmo. Se trataba de un procedimiento
arriesgado, que se reveló muy sensible a ciertas una bomba aliada destruyó prácticamente la
condiciones atmosféricas, en particular a una iglesia de Santa Maria delle Grazie. Milagro-
humedad excesiva. Para horror de sus admi- samente, los muros del refectorio quedaron
radores, en pocos años los colores originales en pie y la obra de Leonardo se salvó. La re-
se alteraron y la pintura empezó a degradarse. construcción del edificio, a partir de 1947,
eliminó el problema de la humedad e hizo po-
De la ruina a la recuperación sible la aplicación de métodos más adecuados
En 1517, Antonio de Beatis ya hablaba del de- para la conservación de la pintura.
terioro sufrido y en 1566 Vasari afirmaba que Finalmente, entre 1978 y 1999 se llevó a
la Cena estaba «tan perdida que lo único que se cabo una restauración integral, dirigida por
distingue es una mancha oscura». El proceso la restauradora Pinin Brambilla Barcilon, que
continuó e incluso se llegó a destruir su parte logró recuperar los fragmentos del color origi-
inferior para abrir una puerta. A ello se aña- nal de la obra y puso a nuestra disposición una
dieron las deficientes restauraciones e inter- visióndelaextraordinariapaletaqueLeonardo
venciones que se realizaron en el siglo XVIII, aplicó en su genial composición. Las vicisitu-
así como el estado de abandono de la sala, que des por las que ha pasado esta obra maestra
en 1796, durante la campaña de Napoleón en parecen acrecentar el interés y la curiosidad
Italia, llegó a utilizarse como establo. de los visitantes, que, tras una larga espera,
A principios del siglo XX se realizó la pri- contemplan en recogido silencio los frutos
mera restauración con una base científica, de la reflexión artística de Leonardo, quien,
centrada en fijar las partes que se despren- quizá presintiendo esta gloria póstuma, es-
dían, pero manteniendo todos los retoques cribió: «Quien siembra virtud, fama recoge».
sufridos hasta el momento. En 1924 se inten-
tó fijar la capa suelta de pintura, pero siguió Para ENSAYO
Leonardo da Vinci
O. LOUIS MAZZATENTA / NGS
sin resolverse el problema de la invasión del saber F. Zollenr y J. Nathan. Taschen, 2012.
más Leonardo, el primer científico
estuco por la humedad. Con todo, el momen- Michael White. DeBolsillo, Barcelona, 2002.
to más dramático en la historia de La Última La última cena de Leonardo
J. W. von Goethe. Casimiro Libros, Madrid, 2012.
Cena llegó un día de agosto de 1943, cuando
En busca de la
obra original
LA RESTAURACIÓN DE LA ÚLTIMA CENA numerosos retoques con cola y es-
fue calificada en su momento como tucos sufridos a lo largo del tiempo.
«la restauración del siglo» por su A pesar de las críticas, la interven-
complejidad y duración, veintiún ción se llevó adelante con las más
años, desde 1978 hasta 1999. El avanzadas técnicas de la época. Se
ingente trabajo, realizado por un hizo una meticulosa limpieza y se
equipo interdisciplinar que incluyó reintegró la acuarela donde falta-
a expertos en química, física y bio- ba; el resultado fue la reaparición
logía, fue dirigido por la prestigiosa del original y la recuperación de las
restauradora italiana Pinin Brambi- expresiones de los personajes, que
lla Barcilon, y no estuvo exento de pasadas intervenciones habían de-
polémicas. Muchos consideraban formado. También surgieron otros
que la obra de Leonardo era irre- detalles, como el modo en que la
cuperable debido al deterioro cau- mesa estaba puesta, e incluso el
sado por el polvo, la suciedad y los contenido de platos y copas.
EL ARTE DE
LA PUESTA
EN ESCENA
Sabemos que a finales de 1494
Leonardo compró un ejemplar
de la Biblia, seguramente en una
traducción italiana. Cabe suponer
que lo hizo a fin de «documentarse»
para la realización de La Última Cena,
una composición que revela un
sus brazos (también la de los pies, aunque ésta ha explicación C, a Juan juntando sus manos
quedado borrada) evoca la próxima crucifixión.
B
en signo de tristeza D, etcétera.
SCALA, FIRENZE