Documento de Marco Sectorial de Agua y Saneamiento

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PÚBLICO

DIVULGACIÓN SIMULTÁNEA

DOCUMENTO DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO

DOCUMENTO DE MARCO SECTORIAL DE AGUA Y SANEAMIENTO

DIVISIÓN DE AGUA Y SANEAMIENTO

DICIEMBRE 2021

Este documento fue preparado bajo la supervisión de Sergio Campos (INE/WSA), Jefe de
División, por un equipo liderado por Henry A. Moreno (INE/WSA) y compuesto por María Julia
Bocco, Manuela Velásquez y Diana Carla Champi (INE/WSA), quien asistió en la producción del
documento. Se contó con la colaboración de María Eugenia de la Peña, Magda Correal, Cristina
Mecerreyes, Alfredo Rihm, Marcello Basani, Javier García, Kléber Machado (INE/WSA) y Lourdes
Alvarez (consultora), con los insumos de los especialistas de la División de Agua y Saneamiento
y con la contribución de las autoridades sectoriales de los países, de revisores externos y de
especialistas de CSD/CCS, CSD/HUD, CSD/RND, IFD/CMF, IFD/CTI, IFD/ICS, IFD/FMM,
INE/ENE, INE/INE, INT/RIU, KIC/KLD, KIC/URC, SCL/EDU, SCL/GDI, SCL//LMK, SCL/SPH,
VPS/VPS, VPC/002, DSP/SPK y LAB/IEN.

De conformidad con la Política de Acceso a Información, el presente documento se pone a disposición del
público de forma simultánea a su distribución al Directorio Ejecutivo para su información.
ÍNDICE

RESUMEN EJECUTIVO

I. EL DOCUMENTO DE MARCO SECTORIAL DE AGUA Y SANEAMIENTO EN EL CONTEXTO


DE LAS REGULACIONES VIGENTES, LA ESTRATEGIA INSTITUCIONAL Y ACUERDOS
INTERNACIONALES ................................................................................................... 1

II. PRINCIPALES DESAFÍOS DE LA REGIÓN EN EL SECTOR DE AGUA Y SANEAMIENTO ....... 2

A. Bajos niveles de acceso a servicios de calidad con grandes desigualdades. 4


B. Sostenibilidad ambiental y resiliencia: un sector con vulnerabilidades ........ 10
C. Insuficiente flujo de recursos y debilidades en gobernanza ........................ 12
D. La gestión de los servicios puede mejorarse para avanzar en universalizar el
acceso a AyS de calidad ............................................................................ 18
E. La innovación en el sector es incipiente y no se aprovecha su potencial para
mejorar acceso, gobernanza, eficiencia y sostenibilidad ambiental. ........... 21
III. EVIDENCIA INTERNACIONAL SOBRE LA EFICACIA DE LAS POLÍTICAS Y PROGRAMAS EN
EL SECTOR DE AGUA Y SANEAMIENTO .................................................................... 23

A. Acceso y calidad de los servicios ................................................................ 25


B. Sostenibilidad ambiental y resiliencia. ......................................................... 27
C. Financiamiento y gobernanza sectorial ....................................................... 30
D. Gestión de los servicios y participación privada .......................................... 34
E. Innovación .................................................................................................. 36
IV. LECCIONES APRENDIDAS DE LA EXPERIENCIA DEL GRUPO BID EN EL SECTOR DE
AGUA Y SANEAMIENTO ........................................................................................... 39

A. Lecciones alineadas con el acceso y calidad de los servicios ..................... 40


B. Lecciones alineadas con la sostenibilidad ambiental y la resiliencia ........... 41
C. Lecciones alineadas con la gobernanza del sector ..................................... 41
D. Lecciones alineadas con la gestión de los servicios ................................... 42
E. Lecciones alineadas con la innovación ....................................................... 43
V. LÍNEAS DE ACCIÓN PARA EL TRABAJO DEL GRUPO BID EN EL SECTOR DE AYS ........ 43

A. Línea de Acción 1: Promover acceso universal a servicios de agua y


saneamiento de calidad, con equidad, inclusión y asequibilidad. ................ 44
B. Línea de Acción 2: El diseño de políticas y programas incorpora la gestión
del riesgo por desastres, cambio climático y promueve la seguridad hídrica.
................................................................................................................... 45
C. Línea de Acción 3: Mejorar el marco de gobernanza y de financiamiento ... 46
D. Línea de Acción 4: Mejorar la gestión para una prestación de los servicios
eficiente y sostenible y promover la participación del sector privado. ......... 47
E. Línea de Acción 5: Impulsar la innovación en el sector ............................... 48

ANEXO: RECUADROS, GRÁFICAS Y TABLAS


APÉNDICE 1
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- ii -

SIGLAS Y ACRÓNIMOS

ADERASA Asociación de Entes Reguladores de Agua Potable y Saneamiento de las


Américas
ANC Agua no Contabilizada
AP Agua Potable
APP Asociaciones Público-Privadas
AR Aguas Residuales
AyS Agua y Saneamiento
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BM Banco Mundial
CAESB Companhia de Saneamento Ambiental do Distrito Federal (Compañía de
Saneamiento Ambiental del Distrito Federal)
CC Cambio Climático
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
COPASA Companhia de Saneamento Ambiental de Minas Gerais (Compañía de
Saneamiento Ambiental de Minas Gerais)
CSD/CCS División de Cambio Climático
CSD/RND División de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Administración de Riesgos
por Desastres
EC Economía Circular
EPM Empresas Públicas de Medellín
FECASALC Fondo Español de Cooperación de Agua y Saneamiento para América
Latina y el Caribe
GEI Gases de Efecto Invernadero
GIRH Gestión Integrada del Recurso Hídrico
INE/ENE División de Energía
INE/WSA División de Agua y Saneamiento
IPCC Intergovernmental Panel on Climate Change (Panel Intergubernamental
en Cambio Climático)
IWA Asociación Internacional del Agua
JMP WHO/UNICEF Joint Monitoring Programme (Programa Conjunto
OMS/UNICEF de Monitoreo)
LAC Latinoamérica y el Caribe
NDC Contribuciones Nacionales Determinadas
ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio
ODS Objetivos de Desarrollo Sostenibles
OECD Organization for Economic Cooperation and Development (Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico)
OMS Organización Mundial de la Salud
OVE Oficina de Evaluación y Supervisión
OyM Operación y Mantenimiento
PBL Policy Based Loans (Préstamos de Apoyo a Reformas de Política)
PCR Informe de Terminación de Proyecto
PIB Producto Interno Bruto
PTAR Planta de Tratamiento de Aguas Residuales
RH Recursos Hídricos
RS Residuos Sólidos
SABESP Companhia de Saneamento Básico do Estado de São Paulo S.A
(Compañía de Saneamiento Básico del Estado de Sao Paulo S.A)
SCL/GDI División de Género y Diversidad
SCL/SPH División de Protección Social y Salud
SEDAPAL Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima
SFD Sector Framework Document (Documento de Marco Sectorial)
- iii -

SIASAR Sistema de Información de Agua y Saneamiento Rural


SISAR Sistema Integrado de Saneamiento Rural
SISS Superintendencia de Servicios Sanitarios
SWIT Tecnologías Inteligentes de Infraestructura de Agua
TAR Tratamiento de Aguas Residuales
UN Naciones Unidas
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
WSC Water and Sewerage Corporation of The Bahamas
RESUMEN EJECUTIVO

El Documento de Marco Sectorial de Agua y Saneamiento resalta la importancia que el


acceso y la calidad de los servicios de agua y saneamiento (AyS) tienen para el bienestar
y el desarrollo por sus impactos positivos sobre la salud, la educación y el crecimiento
económico, entre otros factores. A nivel mundial, el 88% de las enfermedades infecciosas
infantiles se relacionan con la falta de AyS y el 61% de la mortalidad infantil corresponde
a episodios de diarrea causados por parásitos intestinales. Una mejor salud resulta en
mejor educación, especialmente en los niños (por reducción de inasistencias y aumento
en capacidad de aprendizaje, desarrollo psicomotor y crecimiento) y productividad, lo que
a su vez incide en acceso a mejores oportunidades de empleo, mayores ingresos y mejor
calidad de vida, especialmente para poblaciones vulnerables que se encuentran en las
áreas rurales y los asentamientos informales más rezagados. Además, disponer de estos
servicios crea oportunidades de desarrollo de actividades productivas (e.g. incremento en
el turismo, mayor competitividad) y no productivas (recreación) –especialmente para
mujeres y niños, los más afectados por la falta de estos servicios. Desde el punto de vista
ambiental, la falta de saneamiento genera impactos negativos sobre la biodiversidad y la
seguridad de las fuentes de agua para uso humano, productivo y ecológico. Evitar la
sobreexplotación de los recursos hídricos, prevenir o mitigar su contaminación, y la
gestión adecuada de los residuos sólidos son elementos intrínsecos del concepto de
desarrollo sostenible.

El recrudecimiento de eventos hidrometeorológicos extremos en los últimos años, como


inundaciones y sequías, acentuados por los efectos del cambio climático y pandemias,
como el cólera hace unas décadas atrás y más recientemente el dengue y el COVID-19,
representa un riesgo importante sobre la calidad y la sostenibilidad de los servicios de
AyS, que a su vez impacta las actividades sociales y económicas. El carácter de bien
público, las economías de escala (que generan una situación de monopolio natural) y las
externalidades, asociados a los servicios de AyS, requieren un marco de gobernanza en
el que el Estado juega un rol protagónico en la definición de políticas, la planificación y la
regulación. La elevada descentralización de la prestación de los servicios y los distintos
ministerios vinculados con temáticas clave para el sector (medio ambiente, desarrollo
urbano, desarrollo rural, salud, entre otros) requiere que el marco de gobernanza del
sector contemple mecanismos e instrumentos de coordinación y compatibilización de
políticas para asegurar el mayor impacto en las intervenciones, a fin de que se capturen
las externalidades positivas y se mitiguen las negativas, se corrijan las fallas de mercado
que pueden conducir a ineficiencias e inequidades, y se maximicen los beneficios para
todos los miembros de la sociedad.

Este Documento de Marco Sectorial (SFD por sus siglas en inglés) está estructurado en
cinco secciones. En la Sección I se define la temática y el alcance de este SFD, así como
su alineación con las principales políticas del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo
(Grupo BID o “el Banco”). La Sección II presenta, cómo a pesar de los avances de la
región en los últimos años, aún persisten desafíos importantes relacionados con la
equidad en el acceso a AyS (poblaciones rural, indígena, afrodescendiente y periurbana),
rezago en el servicio de saneamiento, calidad de los servicios (potabilidad, continuidad y
presión del agua suministrada), eficiencia operacional y sostenibilidad financiera de los
prestadores, marco de gobernanza y articulación intersectorial, gestión de las
vulnerabilidades (e.g. riesgos climáticos, de desastres naturales), planificación de largo
plazo, disponibilidad de información, y la adopción de una agenda de innovación y
digitalización en todos los aspectos del sector.

La Sección III presenta evidencia empírica internacional y regional sobre las principales
políticas y programas que han sido exitosas y las buenas prácticas a tener en cuenta al
momento de diseñar intervenciones en el sector. Los principales aspectos que se resaltan
y se desarrollan en este capítulo son: (i) el incremento en el acceso y el mejoramiento de
la calidad de los servicios, incorporando las expectativas de los usuarios sobre las
soluciones y sobre la valoración de los servicios; (ii) la sostenibilidad financiera, soportada
en un flujo estable y suficiente de recursos provenientes de tarifas (ajustadas a la
capacidad de pago de los usuarios) y de fondeo de recursos públicos (con subsidios
focalizados), y el fortalecimiento de la gobernanza sectorial y la regulación del monopolio
natural; (iii) el aumento de la eficiencia en la gestión de los servicios, incluyendo cuando
las condiciones lo hagan factible, la asociación con el sector privado; (iv) la consideración
de aspectos de sostenibilidad ambiental y gestión del riesgo de desastres (especialmente
aquellos generados por el cambio climático); y (v) la incursión del sector en una agenda
de innovación para incrementar la eficiencia, mejorar la planificación sectorial y la
gobernanza, responder a las expectativas de los usuarios e incrementar la resiliencia
frente a eventos de riesgo y contribuir a reducir la generación de Gases Efecto
Invernadero (GEI). En cada uno de estos aspectos deberán abordarse las
consideraciones sociales asociadas para considerar la sostenibilidad de las
intervenciones. Asimismo, resalta los vacíos que enfrenta el sector en temas de
investigación, especialmente en temas de gobernanza sectorial y regulación.

En la Sección IV se presentan las lecciones de la experiencia del Grupo BID en el sector,


con base en las operaciones de préstamo, cooperaciones técnicas y productos de
conocimiento finalizados en los últimos años. Esta sección se nutre también de la
contribución de las experiencias, lecciones aprendidas y buenas prácticas de los países
aprovechadas por los especialistas de la División de Agua y Saneamiento (INE/WSA) en
la preparación y ejecución de operaciones.

Por último, la Sección V describe las líneas de acción que guiarán las actividades
operativas y de investigación del Banco. Este SFD propone que las actividades del Grupo
BID en AyS contribuyan a la eliminación de inequidades, logrando la universalización de
servicios eficientes, asequibles, sostenibles y de buena calidad. Se priorizan las
siguientes cinco líneas de acción: (i) promover acceso universal a los servicios de calidad
de agua y saneamiento; (ii) mejorar el marco de financiamiento y de gobernanza;
(iii) hacer más eficiente la gestión de los prestadores y promover la participación del
sector privado para lograr servicios sostenibles; (iv) incorporar consideraciones de gestión
de riesgos de desastres, cambio climático y promover la seguridad hídrica, en la definición
de políticas y programas para el sector; y (v) impulsar la innovación en el sector.
I. EL DOCUMENTO DE MARCO SECTORIAL DE AGUA Y SANEAMIENTO EN EL
CONTEXTO DE LAS REGULACIONES VIGENTES, LA ESTRATEGIA INSTITUCIONAL Y
ACUERDOS INTERNACIONALES

1.1 El Documento de Marco Sectorial de Agua y Saneamiento orienta el trabajo que


realiza el Grupo BID con los países de Latinoamérica y el Caribe (LAC) en el sector
de agua y saneamiento (AyS). La estructura y contenido de este Documento de
Marco Sectorial (SFD, por sus siglas en inglés) se guía de las directrices
establecidas en el documento “Estrategias, Políticas, Marcos Sectoriales y
Lineamientos en el BID” (GN-2670-5). El presente SFD reemplaza al Documento
de Marco Sectorial de Agua y Saneamiento (GN-2781-8) aprobado en diciembre
de 2017. El presente SFD es consistente con la Actualización de la Estrategia
Institucional, Soluciones de Desarrollo que Aceleran el Crecimiento y Mejoran
Vidas (AB-3190-2) y la Visión 2025 (AB-3266) las cuales reconocen como
desafíos estructurales para el desarrollo de la región a la exclusión social y la
desigualdad, los bajos niveles de productividad, innovación e integración regional
y los impactos de los efectos del cambio climático.

1.2 Para fines de este SFD, agua y saneamiento se entiende como un sector
económico que comprende la provisión de los servicios públicos de agua potable
(captación, aducción, tratamiento, almacenamiento y distribución, incluyendo la
gestión integral del recurso hídrico necesario para la provisión del servicio y como
receptor de residuos contaminantes) y de saneamiento para generar condiciones
de salubridad pública adecuadas mediante el manejo de aguas residuales
(recolección, tratamiento y disposición adecuada de aguas residuales) y la gestión
integral de residuos sólidos (recolección, transporte, transferencia, reciclaje,
valorización y disposición final). Este enfoque parte de análisis amplio del sector,
en el que su disponibilidad aporta al desarrollo urbano y rural, y exige la
preservación del agua, en la fuente y en la descarga, no obstante, la mirada
integral del agua como recurso no hace parte de este SFD 1 . Adicionalmente,
implica un cambio en el enfoque tradicional de considerar la dotación de
infraestructura como objetivo final, para incorporar aspectos relacionados con la
satisfacción de las expectativas y necesidades sociales sobre el servicio, el marco
de política y gobernanza, la eficiencia de los marcos regulatorios y el
financiamiento, los impactos y relaciones con el medio ambiente y el recurso
hídrico, la eficiencia en la gestión de los servicios y la incorporación de nuevas
tecnologías (en la parte de la infraestructura, en la gestión de los servicios, el
manejo de la información y la interacción con los usuarios).

1.3 El SFD de Agua y Saneamiento se alinea con la Estrategia de Infraestructura


Sostenible para la Competitividad y el Crecimiento Inclusivo (GN-2710-5) y con la
Estrategia Integrada de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, y de Energía
Sostenible y Renovable (GN-2609-1) al promover acceso universal a AyS,
desarrollar mecanismos de financiación innovadores y promover la vinculación del
sector privado (Recuadro 1). Por otra parte, este SFD está alineado con los
objetivos y principios de la Política de Servicios Públicos Domiciliarios
1 La mirada integral del agua como recurso no es parte de este SFD, pero está siendo abordada por un grupo
multidisciplinario entre las Divisiones de Agua y Saneamiento (INE/WSA), Medio Ambiente, Desarrollo Rural
y Administración de Riesgos por Desastres (CSD/RND), Energía (INE/ENE) y Cambio Climático (CSD/CCS).
-2-

(GN-2716-6) en tanto se busca suministrar el servicio en condiciones de eficiencia,


se promueven mejoras continuas en la institucionalidad y gobernanza sectorial y
se promueve la innovación para fomentar la eficiencia, el acceso y la
sostenibilidad, entre otros; y al Marco de Política Ambiental y Social (GN-2965-23)
en tanto busca promover un acceso equitativo e inclusivo a servicios resilientes al
cambio climático y a otros riesgos de desastres.

1.4 El SFD de AyS se encuentra estrechamente ligado y complementa la labor del


Banco establecida en otros SFD en aspectos como enfermedades asociadas a la
falta de AyS, cambios de comportamiento en la población, eficiencia en la gestión
y en el uso de recursos, ordenamiento urbano, enfoque multisectorial, actividades
turísticas, enfoque de género y diversidad, manejo integrado de recursos hídricos,
cambio climático, innovación y transformación digital. Para temas relacionados
con exclusión social, este SFD se relaciona con los SFD de: (i) Salud
(GN-2735-12); (ii) Vivienda y Desarrollo Urbano (GN-2732-11); (iii) Género y
Diversidad (GN-2800-8); y (iv) Protección Social y Pobreza (GN-2784-12). Para
temas relacionados con sostenibilidad ambiental y resiliencia, se complementa
con los SFD de: (i) Agricultura (GN-2709-10); (ii) Cambio Climático (GN-2835-8);
(iii) Medio Ambiente y Biodiversidad (GN-2827-8); y (iv) Turismo (GN-2779-7). En
temas de gobernanza y financiamiento, se complementa con los SFD
de: (i) Descentralización y Gobiernos Subnacionales (GN-2813-8); (ii) Vivienda y
Desarrollo Urbano (GN-2732-11); (iii) Desarrollo de Habilidades (GN-3012-3); y
(iv) Integración y Comercio (GN-3715-11). Para temas de gestión e innovación se
complementa con los SFD de: (i) Innovación, Ciencia y Tecnología (GN-2791-8);
y (ii) Respaldo para PyME y Acceso y Supervisión Financieros (GN-2768-7).

1.5 Sin acceso a AyS de calidad no se cumplen muchos de los Objetivos de Desarrollo
Sostenibles (ODS). El sector de AyS aborda el Objetivo 6 de los ODS, cuya meta
es “garantizar disponibilidad de agua, gestión sostenible, y saneamiento para
todos”, con el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles, a través de la gestión
de desechos municipales) y el ODS 12 (producción y consumo responsables,
aumentando la tasa de reciclaje). Adicionalmente, contribuye directamente con
ocho de los 16 ODS (Recuadro 2) e indirectamente con otros seis (Recuadro 3).

1.6 Este documento se organiza de la siguiente manera: la Sección II describe la


situación del sector de AyS en la región e identifica los principales desafíos. La
Sección III revisa la evidencia internacional y casos de estudio sobre la eficacia
de políticas y programas relacionados con los desafíos del sector identificados en
la Sección II. La Sección IV discute las lecciones aprendidas de la experiencia del
Grupo BID y la Sección V propone un conjunto de líneas estratégicas que guiarán
las actividades operativas, analíticas y de diálogo del Grupo BID para afrontar los
desafíos identificados en la Sección II.

II. PRINCIPALES DESAFÍOS DE LA REGIÓN EN EL SECTOR DE AGUA Y SANEAMIENTO

2.1 A pesar de los avances de la región en materia de acceso a servicios básicos de


AyS, aún persisten desafíos para cumplir los ODS relacionados con: (i) bajos
niveles de acceso de calidad a servicios de AyS con grandes desigualdades
territoriales, por nivel socioeconómico y por etnicidad; (ii) bajo flujo de recursos
que limita la expansión y mejora de los servicios, y débil gobernanza;
-3-

(iii) ineficiencia en la gestión de los servicios; (iv) debilidades del marco de


sostenibilidad ambiental y resiliencia; y (v) poca innovación y digitalización (DIA,
2020). Gran parte de las causas de los problemas del sector, a nivel global y no
sólo regional, están asociadas a sus características de bien público (más notorias
en los servicios de saneamiento y residuos sólidos, en los que la exclusión de los
individuos puede generar altos impactos sociales y/o ambientales) y de monopolio
natural (elevadas economías de escala que hacen más eficiente, por unidad,
construir para muy largos períodos de diseño, limitando la entrada de
competidores, e información asimétrica), a las grandes externalidades (en
especial en materia social y ambiental) y a la dispersión y carácter local de los
mercados (a diferencia de otros servicios por red, como telecomunicaciones o
energía, los altos costos de trasporte del agua –desde la fuente, dentro de la
ciudad/comunidad y para evacuar las aguas residuales– limitan su prestación
regional dadas las grandes infraestructuras, e inversiones, que se requerirían).
2.2 Estas características, por ejemplo, generan barreras a la provisión de los servicios
por parte de operadores especializados y del sector privado (por las restricciones
a la libre entrada y salida al mercado, la necesidad de marcos regulatorios sólidos
y a las altas inversiones que se requieren), demandan una fuerte participación del
Estado (en su prestación, planificación, regulación y control) el cual no siempre
responde con la eficiencia, agilidad y equidad que se requiere, incentivan
comportamientos oportunistas e ineficientes en los usuarios, y limitan la
transformación tecnológica y la innovación (contrario a lo que sucede con otros
servicios públicos como telecomunicaciones o energía, donde la posibilidad de
generar redes regionales y hasta internacionales, a menores costo por unidad,
incentiva a los prestadores a innovar para obtener mayores utilidades). Ante la
gran cantidad de factores que determinan el desempeño del sector, este SFD
propone que la búsqueda de los objetivos de acceso universal a servicios de AyS
de calidad, sostenibles y resilientes, se complemente con el desarrollo adecuado
del marco de gobernanza y gestión de los servicios, y aproveche las ventajas que
la innovación ofrece para ganar eficiencias y el desarrollo acelerado del sector.

2.3 Lograr acceso universal a servicios de AyS de calidad es clave para reducir
desigualdades y el desarrollo económico y social de los países. Con la
convicción de que el objetivo no es solamente proveer infraestructura, sino
también servicios de calidad, equitativos y asequibles (DIA, 2020), el estándar
mínimo de servicio que el Banco propone impulsar incluye (i) para el servicio de
agua, aspectos como continuidad del servicio, potabilidad y presión del agua, y la
ubicación de las instalaciones; (ii) en saneamiento, disponibilidad de un baño en
la vivienda, que no se comparta con otros hogares y donde las aguas residuales
(AR) no ponen en riesgo la salubridad de las personas; y (iii) en residuos sólidos
(RS), la continuidad de la recolección, la disposición final en rellenos sanitarios de
residuos no valorizados, y el aumento progresivo del reciclaje y la valorización.
Este estándar mínimo ha sido establecido por las Naciones Unidas (UN) en los
ODS a alcanzar al 2030, tras reconocer el impacto de los servicios de AyS en la
calidad de vida y bienestar (salud y ambiente), la equidad (de género, regional,
socioeconómica y étnica), la reducción de la pobreza (educación, productividad,
empleo e ingresos) y, por lo tanto, en el desarrollo económico. Lograr estos
objetivos representa un gran desafío para muchos países de LAC, dado que no
solo se requieren esfuerzos de priorización y comprometer mayores recursos
financieros a los históricamente canalizados, sino también de coordinación política,
-4-

de generación de información para evaluar las brechas de acceso, identificar


soluciones, informar políticas y monitorear el progreso (Bain et al., 2018).
A. Bajos niveles de acceso a servicios de calidad con grandes desigualdades

2.4 Bajos niveles de acceso de calidad de servicios de agua. Desde que se adoptó
el estándar de servicios de los ODS en el 2015, la región se ha mantenido en el
mismo nivel de cobertura de acceso a servicio de agua gestionada de manera
segura. De acuerdo con el Joint Monitoring Programme2 (JMP, 2020), 75% de los
hogares en LAC tienen acceso a este servicio, lo que implica que más de 160
millones de personas aún carecen del mismo. Acceso a agua segura implica que
todos los hogares tengan una fuente de agua in situ (en la vivienda, patio o
parcela), disponible cuando se necesita (hay agua suficiente disponible al menos
12 horas al día) y libre de contaminación (que cumpla las normas de
contaminación microbiológica y de sustancias químicas prioritarias). Con el
cambio del estándar de servicio establecido en los ODS, la región pasó, en
promedio, de una cobertura de acceso básico a agua potable (AP) de 97%, que
contabiliza “con servicio” a aquellas personas que tienen que caminar hasta 30
minutos para proveerse de agua3, a una cobertura de 75% de acceso a agua
segura. Debido a la falta de potabilidad del agua y a la baja continuidad del
servicio, 60% de los sistemas no ofrece servicio permanente, racionamiento que
afecta principalmente a poblaciones periurbanas y rurales4, que adicionalmente
disponen en menor proporción servicio de agua in situ y potabilización.

2.5 Gran heterogeneidad entre países. Sólo 11 países reportan al JMP acceso a
agua gestionada de manera segura (Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador,
Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Surinam) con coberturas
cercanas al 100% en Chile y bajas como del 43% en México. En Brasil y Costa
Rica, las coberturas están por encima del 80%, y en Paraguay, Colombia y
Ecuador, las coberturas están entre 64% y 75%. En Nicaragua, Guatemala,
Surinam y Perú, las coberturas de acceso a agua gestionada de manera segura
están entre 50% y 55%. Mejorar la información de las variables de calidad en la
provisión del servicio (continuidad, potabilidad y ubicación de las instalaciones),
las cuales no están disponibles en todos los países5, es un gran reto asociado a
este nuevo estándar de calidad de acceso. Las coberturas de acceso básico a AP
las reportan los 26 países (Gráfica 1). Al comparar las estadísticas sobre
coberturas de acceso básico y acceso gestionado de manera segura, se evidencia
la importancia de pasar a medir variables de calidad. Por ejemplo, en México, la
cobertura de acceso básico es de 100%, mientras que la de acceso seguro es de
43%, y en Guatemala estas coberturas son de 94% y 56%, respectivamente.

2 El Programa Conjunto de Monitoreo (JMP) para el AyS de la OMS y UNICEF es el mecanismo oficial de las
Naciones Unidas encargado de monitorear el progreso hacia el ODS 6 desde 2016.
3 En acceso básico, el agua proviene de una fuente mejorada si el tiempo destinado a conseguirla no es mayor
a 30 minutos. Fuentes mejoradas incluyen: agua corriente, pozo excavado protegido, manantial protegido,
agua de lluvia, agua envasada o agua suministrada (carro cisterna o carreta con tanque pequeño).
4 En Brasil, 40% de la población con conexión de agua sufre cortes. En Nicaragua, 37% recibe agua menos
de seis horas por día y en Perú el promedio es 20 horas por día. (Cathala y Nuñez, 2016). En zonas rurales,
el 53% en Panamá no tiene servicio las 24 horas; uno de cada tres habitantes en Paraguay no recibe agua
las 24 horas (Cathala y Nuñez, 2016) y en Honduras el promedio es 16 horas diarias (BID y CEPAL, 2018).
5 En respuesta, el Banco ha venido analizando la información de encuestas de hogares en cada país e
identificando mejoras al reporte de datos para el adecuado monitoreo de los ODS (ver Apéndice 1).
-5-

2.6 Tres desigualdades principales en el acceso a agua potable (AP) son:


(i) urbano-rural; (ii) socioeconómica; y (iii) población indígena y
afrodescendiente. Las estadísticas agregadas esconden disparidades de acceso
entre regiones de un mismo país. En general, a medida que se incrementa el
acceso a nivel nacional, las brechas se concentran en zonas periurbanas y
rurales, que agrupan a la población de estrato socioeconómico más bajo (CEPAL,
2019; Queiroz et al., 2020). A nivel regional, la diferencia de acceso a agua
gestionada de manera segura entre la zona urbana y rural es de casi 30 puntos
porcentuales. El 81% de la población urbana tiene acceso gestionado de manera
segura, mientras que en la zona rural solo el 53%. En comunidades dispersas las
coberturas son incluso inferiores al rural concentrado y la provisión de AP, en
general, es más costosa (Care, 2015; Mejía et al., 2016; Smits, 2017; Hernández
et al., 2018). Así, por ejemplo, el área rural en la costa de Perú tiene cobertura de
agua 20 puntos por encima de las áreas rurales en el área de la selva, donde las
comunidades rurales son más dispersas (PAHO, 2011). En zonas urbanas, estas
cifras no revelan la realidad de los asentamientos urbanos informales (¶2.20).

2.7 El acceso también es desigual entre niveles socioeconómicos en la mayoría


de los países 6 . Haití presenta la mayor desigualdad en acceso básico a AP,
donde la cobertura del quintil más rico es 66 puntos porcentuales mayor que el
quintil más pobre (94% versus 28%), seguido de Nicaragua con 47 puntos
porcentuales de diferencia, y Colombia, Perú, Guatemala, Bolivia y Guyana con
diferencia entre 18 y 23 puntos porcentuales (Gráfica 2). Estas brechas también
se manifiestan por niveles educativos (el analfabetismo está asociado con
menores niveles de acceso a servicios mejorados7) y afectan en mayor medida a
las mujeres (¶2.10).
2.8 Los pueblos indígenas y afrodescendientes tienen menor acceso a servicio
de agua que la población no étnica; brecha que se profundiza en los contextos
rurales8. De acuerdo con el BID (2014), en materia de acceso a AP, las brechas
entre indígenas y no indígenas supera los 15 puntos porcentuales en Bolivia,
Ecuador, México y Panamá. En Paraguay, sólo 46% de la población indígena tiene
acceso a fuentes mejoradas de agua mientras que más de 90% del resto de la
población (clasificada según el idioma del jefe del hogar) lo tiene (MICS, 2016).
En muchos casos en que se dota de infraestructura a estas comunidades, se hace
sin pertinencia cultural, lo que puede resultar en el no uso o abandono de esta9.
Según datos de las Encuestas de Hogares de varios países de la región, existe
una brecha notoria de acceso a una fuente de agua de red entre la población
afrodescendiente y la población no étnica principalmente en las zonas rurales. En
Colombia y Ecuador, los hogares rurales con jefatura afrodescendiente presentan
un acceso a agua de entre 10 y 20 puntos porcentuales menos que los hogares
con jefatura no afrodescendiente ni indígena. En Centroamérica, la población
Garífuna en Honduras también carece de acceso a servicios básicos de AyS, ya
6 De 18 países de LAC que reportan al JMP, 11 tienen brechas mayores a 10 puntos porcentuales entre el
quintil más rico y el quintil más pobre. No hay mediciones para desigualdades en acceso seguro.
7 En Panamá existía en 2010 una brecha de 44 puntos en acceso a saneamiento, entre población alfabetizada
y no alfabetizada. La brecha en Ecuador alcanzaba 24 puntos (Heller, 2019).
8 La exclusión se incrementa al involucrar el ámbito geográfico. La población indígena en zonas urbanas en
LAC tiene 1,7 más acceso a servicios de agua en comparación con la de zonas rurales (BM, 2015).
9 Para el pueblo Kogi de Colombia, el agua es la sangre de la tierra y es prohibido manipularla sin necesidad;
la solución apropiada desde su cultura es la infraestructura mínimamente invasiva (pequeños estanques).
-6-

sea por falta de cobertura en sus comunidades rurales remotas o por la deficiente
infraestructura en los barrios urbanos más pobres a los que han emigrado.

2.9 Los hogares gastan más si no tienen acceso a un servicio formal, y afecta
de manera desproporcionada a mujeres y niñas. La falta de acceso seguro a
AP perjudica principalmente a las poblaciones vulnerables, dado que tienen que
buscar fuentes alternativas para abastecerse como carro tanques, agua
embotellada o caminar hasta un pozo o agua superficial. En zonas urbanas, los
hogares sin conexión pagan entre 10 y 20 veces más por abastecerse de agua,
que hogares de altos ingresos con conexión a la red (UN, 2019). De otra parte,
cuando no hay agua, o el acceso es limitado, son las mujeres quienes cargan con
la responsabilidad de proveer agua para el hogar. A nivel mundial, se calcula que
las mujeres y niñas son responsables del 72% de la recolección del agua para uso
doméstico (OMS y UNICEF, 2015), y que dedican un total de 125 millones de
horas al día a recolectar agua en recipientes que llegan a pesar hasta 20 kg
(water.org, 2015).

2.10 Bajo acceso a saneamiento. Hay una gran brecha de acceso entre el servicio de
agua y el de saneamiento, explicada principalmente en: (i) mayor expansión de
AP por facilidad de construcción y mayor priorización por la población; y (ii) falta
de capacidad técnica de los prestadores del servicio (WWAP, 2017). En LAC, 67%
de los hogares tiene acceso a alcantarillado, 17% a pozo séptico, 9% usa letrinas,
5% tiene acceso no mejorado10 y 2% practica defecación al aire libre. Acceso a
saneamiento seguro exige contar con una instalación hidrosanitaria no compartida
con otro hogar y tratar las excretas in situ o en otro lugar, sin poner en riesgo la
salud. La región pasó de 28% en 2015 a 34% en 2020, con lo cual más de 430
millones de personas carecen de este servicio, principalmente por el bajo
Tratamiento de Aguas Residuales (TAR). La medición de acceso seguro es
compleja por la poca información sobre manejo de AR en el hogar y TAR; sólo
trece países lo reportan al JMP. Chile es el país con mayor cobertura (79%),
seguido por Paraguay (60%) y México (57%). Brasil, Honduras, Argentina, Perú,
Bolivia y Ecuador tienen coberturas entre 40 y 50%, mientras que Venezuela,
Colombia, Surinam y Costa Rica están por debajo de 30% (Gráfica 3). Con el
estándar de calidad anterior a los ODS, que solo considera la disponibilidad de
soluciones básicas11 (no el TAR), la cobertura es 86% para LAC. Por ejemplo, en
Colombia, el acceso a saneamiento básico es de 94%, mientras que a
saneamiento seguro es de 18%. Para cumplir el ODS no es necesario tratar todas
las AR en plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), sino que las
soluciones no convencionales pueden ser una opción si se acompañan de una
correcta operación y mantenimiento (OyM); no obstante, tampoco existe
información sobre la calidad de las soluciones individuales, por lo que valores de
acceso como el indicado para Paraguay podrían ser inferiores. En el Caribe, la
situación de TAR es crítica por su impacto sobre las playas, pero únicamente dos
países lo estiman, aunque no lo reportan (Barbados con 3% y Jamaica con 8%).

2.11 Servicios de saneamiento desiguales. Existen brechas de acceso entre la zona


urbana y rural. Si bien no hay datos para acceso a saneamiento seguro en la zona
10 Letrinas de fosa simple sin losa o plataforma, colgantes o de cubo.
11 Instalaciones mejoradas que no se comparten con otro hogar, como inodoro conectado a alcantarillado, fosa
séptica o letrina de fosa simple, letrina mejorada ventilada, letrina de compostaje o letrina de fosa simple con
losa. Acceso mejorado y acceso básico los reportan los 26 países miembros del Banco (Gráfica 3).
-7-

rural, las brechas en el acceso básico son de 20 puntos porcentuales en LAC.


Casi 10 millones de personas aún practican defecación al aire libre, de los cuales
7.4 millones están ubicados en la zona rural. El 79% de estos hogares están
ubicados en Haití, Perú, Bolivia, Colombia, Brasil y Venezuela (Gráfica 4). En
particular, el acceso a saneamiento en zonas informales requiere de especial
atención (¶2.18). Asimismo, las desigualdades socioeconómicas son aún mayores
que en AP. Bolivia es el país con mayor desigualdad, donde la cobertura básica
del quintil más rico es 72 puntos porcentuales mayor que el del quintil más pobre.
En Guatemala, Panamá, Nicaragua, Perú, República Dominicana, Paraguay y
Honduras esta diferencia está entre 40 y 50 puntos porcentuales, mientras que en
Uruguay es de nueve puntos porcentuales (Gráfica 5).

2.12 Asequibilidad y conectividad al alcantarillado. Un problema recurrente es la


baja conexión de los usuarios a las redes de alcantarillado, sobre todo cuando las
familias ya disponen de una solución individual, debido al costo de la conexión o
adecuación intradomiciliaria (en Perú, por ejemplo, este costo fue de US$1.200
para una población con ingresos mensuales de US$285), altos costos del servicio,
o ausencia de obreros idóneos. En numerosos proyectos de saneamiento
financiados por el Banco y otros donantes se ha observado una tasa de conexión
del orden de 50% (Sturzenegger et al., 2020)12. Con baja conexión, los beneficios
esperados de inversiones en redes o PTAR no se capturan plenamente, limitando
el impacto en salud de los programas 13 . Las barreras principales para la no
conexión son: (i) financieras, relacionadas con el precio de la conexión, capacidad
de pago del hogar y sus posibilidades de financiamiento; (ii) falta de información
y conocimiento; (iii) barreras administrativas; y (iv) conducta y coordinación del
trabajo colectivo (Yarygina et al., 2020).

2.13 En la región persisten malas prácticas de higiene en el hogar. Sin


intervenciones en comportamiento y hábitos de la población en materia de higiene,
los beneficios de acceso a agua o saneamiento no se materializan. Si bien no hay
datos agregados sobre acceso a higiene básica14 para LAC, información de 13
países (Gráfica 6) muestra que varía de 22% en Haití a 91% en El Salvador (JMP,
2020), con diferencias entre hogares según ingreso. En República Dominicana,
sólo 24% de los hogares más pobres tienen acceso a infraestructura de lavado de
manos, mientras que más del 83% de los hogares más ricos lo tiene. El 41% de
la población rural en LAC carece de acceso a instalaciones de higiene con agua
y jabón (JMP, 2019); con altas disparidades frente a la urbana y rural. De los 13
países, en Colombia se observa la mayor diferencia; el 31% de los hogares rurales
tienen infraestructura para lavado de manos con agua y jabón, mientras que más
del 76% de los urbanos si la tiene. La gestión de higiene menstrual también es un
factor fundamental para mejorar la salud, el bienestar y la dignidad de las mujeres
(OMS y UNICEF, 2015), aunque con evidencia, normas y estándares mucho
menos desarrolladas que en el caso del lavado de manos (Mahon y Cavill, 2012).

12 Un análisis del BID en Argentina, Ecuador, Paraguay y México encontró que 12 meses después de instaladas
las redes de alcantarillado, sólo el 23% de los hogares se conectaron y 48 meses después pasó a 33%.
13 Una evaluación de impacto del programa de conexiones intradomiciliarias en Colombia (DNP, 2016)
encontró que estas intervenciones reducen en 33% la probabilidad de diarrea en niños menores de 5 años.
14 Los ODS definen tres niveles de servicio para higiene: (i) servicio básico si hay disponibilidad de una
instalación de lavado de manos en la vivienda con jabón y agua; (ii) servicio limitado si existe una instalación
de lavado de manos, pero sin jabón o agua; y (iii) hogares sin instalación de lavado de manos.
-8-

2.14 Acceso precario a AyS fuera del hogar. La OMS identifica el saneamiento
inadecuado de entidades públicas como hospitales, centros de salud y escuelas
como una de las principales causas de enfermedades diarreicas en LAC. En la
región, 78% de las escuelas tienen niveles básicos de saneamiento y 61% de
higiene15. Estudios regionales estiman en 59% la cobertura de AP en escuelas
rurales para nueve países analizados, con 35 puntos de diferencia con las
escuelas urbanas (UNICEF y OMS, 2018). Pese a la poca disponibilidad de
información se puede concluir que, incluso en aquellos casos en que las escuelas
acceden a servicio de agua, hay baja disponibilidad de materiales de higiene y
lavado de manos. La falta de acceso en escuelas a WASH implicó que los
estudiantes no pudieran retornar presencialmente a clase durante el COVID-19
(¶2.22). No se dispone de datos representativos sobre instalaciones de higiene en
los centros de salud. Estimaciones del JMP concluyen que solo el 15% de los
centros de salud en Paraguay disponen de instalaciones para lavado de manos,
siendo este porcentaje 26% para Honduras y 74% para Perú.

2.15 La deficiente gestión de residuos sólidos (RS) limita el desarrollo social de


la región. En la región persisten problemas de disposición final, el 28% del total
de los RS urbanos generados se disponen en sitios inadecuados (botaderos a
cielo abierto, cuerpos de agua, quemas), el 12% en vertederos controlados y el
56% en rellenos sanitarios, con una tasa de aprovechamiento inferior al 5%. La
región presenta una cobertura de recolección de residuos en el área urbana de
95% y en la rural de 74%, aunque con grandes diferencias en calidad y continuidad
entre los países (Tabla 1) y desigualdades con diferentes áreas (asentamientos
informales y rurales), población de menores ingresos y por pertenencia étnica. En
Surinam, por ejemplo, la cobertura de recolección urbana es 70% mientras que la
zona rural es 15%. En Bahamas, Barbados, Ecuador, Chile, Guyana, Panamá,
Trinidad y Tobago y Uruguay la cobertura de recolección urbana es mayor a 99%,
mientras que en la zona rural solo Bahamas alcanza este nivel. El país con menor
cobertura a nivel urbano y rural es Haití con 24% y 0,4% respectivamente.

2.16 La deficiente gestión de RS genera altos riesgos para la salud pública (Zibara et
al., 2016), impactando con mayor intensidad a las poblaciones más vulnerables.
Estos riesgos provienen de la contaminación del aire (emisiones de GEI,
partículas y gases tóxicos), del suelo y de las aguas superficiales y subterráneas.
Los vectores sanitarios, como insectos y roedores, pueden propagar
enfermedades como cólera y dengue (Goorah et al., 2009). La deficiente gestión
de los RS es parcialmente responsable de las inundaciones y bloqueos de
sistemas de drenaje urbano, debido a las prácticas de algunos generadores de
desecharlos en cuerpos de agua y cañerías o a la falta de servicio de recolección
y de barrido de vías y áreas públicas. Asimismo, la creciente contaminación por
residuos plásticos acumulados en los cuerpos de agua y en los océanos derivan
de una falta o una mala prestación de los servicios de manejo de RS (BID, 2020a).
Asimismo, la gestión inadecuada de los RS presenta un limitante para el
crecimiento del turismo (Plan Maestro de Turismo de Belice, 2030).

2.17 El acceso en asentamientos informales urbanos es un gran reto para LAC.


80% de la población en LAC vive en zonas urbanas. Tres factores de la
15 En Honduras, 41% de las escuelas no cuentan con infraestructura para higiene, 30% en México y 22% en
Perú. En Brasil, 61% de las escuelas cuentan con acceso a una higiene básica y 70% en Costa Rica.
-9-

urbanización han impacto el acceso a AyS: (i) aumento de población no se


acompañó de la infraestructura necesaria, en parte por el crecimiento hacia zonas
no urbanizables o sin planificación (UN, 2014); (ii) proliferación del número de
ciudades, que se sextuplicaron en las últimas cinco décadas, condujo a pérdidas
de economías de escala AyS; y (iii) crecimiento de asentamientos informales16, en
los que se estima habita el 21% de la población urbana, con casos extremos como
en Haití, con 70% (UN-HABITAT, 2016) 17 . En consecuencia, por ejemplo, en
Argentina se estima que más de 98% de los hogares en barrios informales carece
de alcantarillado y casi 94% a AP. La informalidad en la tenencia predial agudiza
la situación debido a la restricción (i.e. legal, administrativa o normativa) que
tienen algunos prestadores de dar servicio en estas áreas, llevando a la población
a adoptar soluciones alternativas más costosas o con problemas ambientales
(como en saneamiento y RS). Se estima que, en LAC, 29 millones de personas
en zonas urbanas utilizan una letrina y 67 millones una fosa séptica (UNICEF,
2017), que en muchos casos son compartidas y pueden presentar riesgos a la
seguridad, principalmente de niños y mujeres. La recolección de RS en estas
zonas presenta deficiencias y puede ser foco importante de contaminación.

2.18 La zona rural no ha sido priorizada. Las brechas se deben a: (i) aislamiento
geográfico y bajas economías de escala; (ii) falta de priorización de inversiones
en especial en áreas dispersas y remotas; (iii) menos formalización y capacidades
para prestar los servicios, y acceder a financiamiento; y (iv) debilidad o ausencia
de instituciones y poca información y asistencia técnica. Hay retos adicionales a
nivel ambiental y social (Carrasco, 2011), con consecuencias en sostenibilidad
(USAID, 2020). El uso de soluciones convencionales (redes de alcantarillado con
TAR), aún en poblaciones concentradas, ha demostrado baja sostenibilidad ya
que suponen altos costos de OyM 18 y conocimientos técnicos no siempre
presentes localmente, conduciendo a su rápido abandono19. En el otro extremo,
la aplicación generalizada de soluciones sanitarias individuales simples (como
letrinas), sin considerar preferencias y aspectos culturales no siempre ha sido
exitosa. Por tanto, las soluciones para LAC deben considerar las expectativas de
la población, su disposición y capacidad de pago 20 , y el uso de soluciones
innovadoras que consideren aspectos culturales, de género y sostenibilidad.

2.19 AyS y el COVID-19. La pandemia evidenció la importancia del acceso a agua,


saneamiento e higiene (WASH) para la lucha contra el COVID-19 (y otras
enfermedades infecciosas), y los retos que enfrenta LAC para asegurar calidad y
16 La ONU (2016) define asentamientos informales como áreas residenciales donde: los habitantes no ostentan
derecho de tenencia sobre las tierras o viviendas en las que habitan; los barrios suelen carecer de servicios
básicos e infraestructura urbana; y las viviendas podrían no cumplir con las regulaciones edilicias y de
planificación y suelen estar ubicadas geográfica y ambientalmente en áreas peligrosas.
17 El SFD de Vivienda y Desarrollo Urbano considera la informalidad como uno de los principales retos y que
se relaciona con exclusión social.
18 La dispersión de las comunidades eleva considerablemente el costo marginal de la infraestructura en
comunidades remotas. Para Honduras, los costos por conexión llegan al orden de US$2.000 (incluyendo
recolección y tratamiento, pero no la conexión intradomiciliaria), a lo cual se debe agregar la OyM, de unos
US$250 por año por conexión. En contraste, el costo de soluciones individuales es del orden de US$200.
19 En Chile, de 550 sistemas de TAR construidos en los últimos años, 80% tiene problemas o no funciona
(Naveas y Ducci, 2014).
20 Estudios de demanda en Guatemala, Honduras, República Dominicana y El Salvador, sugieren que en
muchos casos la disposición a pagar por estas instalaciones es menor que su costo, lo que hace esta
solución ineficiente como resultado de una falta de socialización apropiada del problema.
- 10 -

continuidad a la población (AWWA, 2020), especialmente a la más vulnerable


(WHO, 2020; US EPA, 2020), y en sitios públicos, como escuelas y hospitales 21.
Esto se reflejó en las medidas de la mayoría de los gobiernos para decretar como
servicios esenciales los de AyS, reducir o subsidiar parte de las tarifas, suspender
o diferir el pago de facturas, suprimir cortes del servicio, reconectar gratuitamente
los hogares, abastecer a poblaciones sin servicio con camiones cisterna y
asegurar la continuidad en la recolección de RS. Esas medidas, y la atención de
la propia emergencia, han limitado la capacidad financiera de los prestadores
(NACWA, 2020) por la disminución de ingresos y el aumento de costos operativos,
impactos que continúan en la etapa de recuperación de la pandemia.

B. Sostenibilidad ambiental y resiliencia: un sector con vulnerabilidades

2.20 El sector enfrenta varios desafíos de sostenibilidad ambiental, asociados a los


siguientes temas: (i) disponibilidad de Recursos Hídricos (RH) para el suministro
de AP, que en muchas ciudades se está viendo afectada por mayor competencia
en el uso del recurso por sectores agrícola e industrial y los efectos del Cambio
Climático (CC); (ii) conservación y mejoramiento de la calidad de los cuerpos de
agua, especialmente urbanos; (iii) falta de capacidad institucional, planificación y
coordinación entre actores del sector ambiental y otros sectores demandantes del
recurso; (iv) desaprovechamiento de oportunidades de economía circular (EC)
con miras a reducir la cantidad de AR no tratada y de RS; y (v) transición hacia
una economía de emisiones de GEI-cero, más resiliente al clima.

2.21 Disparidades en la disponibilidad de agua y Cambio Climático. Si bien LAC


cuenta con un tercio del agua global, su distribución espacial y temporal la hace
escasa en varias regiones22 y abundante en otras con baja demanda (53% de la
escorrentía la concentra el río Amazonas). La disparidad entre oferta y demanda
es crítica en el Caribe (Bahamas, Barbados, Haití, Jamaica y Trinidad y Tobago)
y regiones como el nordeste de Brasil, el norte de México, la costa de Perú y el
norte de Chile. En los ecosistemas alto-andinos (Bolivia, Chile y Perú), el riesgo
sobre RH (pérdida de glaciares, páramos y bofedales) es importante. Aún en
escenarios moderados resultan pérdidas de 78% a 97% del volumen de glaciares
antes del fin de siglo (Schoolmeester et al., 2018). Según el World Resource
Institute, cerca de 15% del territorio de LAC y 35% de su población están en áreas
con nivel moderado a extremadamente alto de estrés hídrico (Hofste et al., 2019);
para 2040 sería 43% (en Argentina, Chile y México podría ser 50%). El CC está
modificando patrones de precipitación e intensidad, generando eventos extremos
(inundaciones y sequias)23 que retan la capacidad de los prestadores de AyS de
satisfacer la demanda y dañan su infraestructura, obligándolos a acudir a fuentes
lejanas con mayores costos y riesgos al ciclo hidrológico (McDonald et al., 2016).
También, los impacta cambios en políticas y regulaciones (impuestos a emisiones
o de conservación del RH, o uso de energías limpias) al limitar la competitividad
21 La producción de las corrientes de residuos asociadas a las actividades de la salud resultó incrementada,
sin que muchos países estuvieran preparados para realizar una gestión diferenciada y segura.
22 Principalmente en islas del Caribe (Bahamas, Barbados, Haití, República Dominicana, Trinidad y Tobago y
Jamaica) y en regiones como el noreste de Brasil, el norte de México y la costa del Pacífico de Perú.
23 Por ejemplo, en el Caribe en 2009-2010, Argentina en 2011, México en 2011-2012, São Paulo en 2014-
2016, La Paz en 2017 y Chile en 2019. Los deslizamientos de tierra en Perú y Colombia, con impactos y
daños importantes, fueron causados por eventos climáticos extremos de altas precipitaciones en períodos
muy cortos.
- 11 -

de sus sistemas de producción de AP y TAR o reducir su acceso a recursos


financieros (Simpson N. et al., 2020; Gros D. et al., 2016).

2.22 La región enfrenta problemas de calidad en los cuerpos de agua. La


contaminación de fuentes de agua se ha extendido en la mayoría de los países
de la región y puede limitar su disponibilidad efectiva (UNEP, 2016). Se estima
que cerca de 25% de los ríos24 sufre procesos de contaminación25 por desagües
domésticos, industriales y muchos de ellos también por la minería y escorrentía
agrícola, así como por la disposición inadecuada de RS (incluidos plásticos)
(Kresch et al., 2019; Thebo et al., 2017), con niveles excesivos de bacterias
coliformes fecales, contaminación orgánica, sobrecarga de fósforo y nitrógeno, y
cianobacterias26. Las zonas turísticas, y en especial las playas, se ven afectadas
por la contaminación de RS. Las zonas rurales son mucho más sensibles a
cambios en la disponibilidad y calidad dado que dependen de una sola fuente.
Esta degradación del agua disponible genera un deterioro considerable de las
condiciones de la población, reduce la capacidad de aprovechamiento de las
aguas para consumo humano y actividad económica, encareciendo los costos de
provisión de AyS, limita las posibilidades de resiliencia climática en el largo plazo
e impacta la biodiversidad (Bates et al., 2008). El aumento de la temperatura,
producto del CC, puede multiplicar la degradación de las fuentes de agua, al
aumentar la aparición de cianobacterias (Aguilera A. et al., 2018).

2.23 Reducción de emisiones para mitigar la generación de Gases Efecto


Invernadero (GEI). A nivel mundial, los sitios de disposición final de RS son la
tercera fuente antropogénica más grande de emisiones de metano, responsables
del 14%, siendo por tanto responsables del 5% de las emisiones de GEI27. Se
estima que los prestadores de AyS contribuyen al CC, con entre 3% a 7% de las
emisiones totales de GEI (IWA, 2015). Si bien estas contribuciones son menores
a las de otros sectores (transporte o energía), las interdependencias existentes
son cada vez más relevantes. Se destaca la relación con energía, donde los
servicios de AyS demandarían el 4% del total de electricidad y, al mismo tiempo,
la generación de energía demandaría un 10% del agua disponible (IEA, 2016). El
sector tiene un potencial de reducción de emisiones que no está siendo
aprovechado; son reducidas las PTAR y rellenos sanitarios que capturan y
aprovechan el biogás (metano). El aumento de eficiencia energética de las
instalaciones y equipos, y la cogeneración de energía han sido poco utilizados por
las empresas de AyS (Ferro y Lentini, 2015), pese al potencial de aprovechar los
lodos y la energía potencial por la diferencia de altura en el transporte de agua
cruda, entre otros. Finalmente, el control de Agua No Contabilizada (ANC) y de
consumos excesivos de AP (por la cadena de procesos hasta llegar al hogar,
evacuación y TAR), y el reciclaje contribuyen a reducir el consumo de energía.

24 Río Tietê en São Paulo, río das Velhas en Belo Horizonte, río Bogotá en Bogotá, río Rímac en Lima, ríos
Reconquista y Matanza-Riachuelo en Buenos Aires, entre otros.
25 En México, entre el 10% y 30% de los sitios monitoreados contiene agua contaminada (Romero-Lankao et
al., 2014), situación que amenaza la disponibilidad del recurso, especialmente en zonas de estrés hídrico.
26 Una fracción significativa de los acuíferos en el norte y centro de Brasil, en Chile y el norte de Argentina y en
México son de poca profundidad, lo que les hace más susceptibles a la contaminación motivada por recargas
agrícolas o intercambios con fuentes de agua superficial contaminada.
27 La contribución podría llegar hasta cerca del 10% si se cuantifican efectos de otros componentes (como el
carbón negro) generados en las quemas incontroladas de residuos (Reyna et al., 2019).
- 12 -

2.24 Desaprovechamos oportunidades de Economía Circular. La adopción de


principios de EC significa sustituir el modelo lineal actual de tomar, producir,
consumir y desechar, por uno nuevo que promueva el uso eficiente de materiales,
agua y energía, tenga en cuenta los flujos de materiales y la extensión de su vida
útil. Más del 90% de los RS en LAC termina en sitios de disposición final, mientras
que en países como Bélgica y Holanda este valor es de 5% (BM) (Recuadro 4).
Por otro lado, en LAC se reúsa menos de 5% de las AR, mientras que en Israel
es más del 80% y en España más del 40%. Las AR se pueden utilizar para riego,
limpieza, o usos industriales, y reutilizarlas tiene un menor costo de inversión que
las plantas desaladoras (Broschek, Díaz y Galleguillos, 2017). Adicionalmente,
LAC desperdicia casi un tercio de los alimentos que produce (FAO, 2016 y 2019)
(UNEP, 2019), y los hogares contribuyen con el 61% de éstos. Un análisis
realizado por el BID identificó que en 16 países se cuenta con alguna norma
nacional que regula y/o promueve el reúso de las AR tratadas, siete países poseen
normas que prohíben y/o condicionan su aprovechamiento como fertilizante,
acondicionador de suelos y/o para uso agrícola, y 12 países en los que se limitaría
el aprovechamiento y comercialización de los biosólidos y/o lodos fecales (Castro,
2021). Sólo Colombia cuenta con normativa específica que incentiva el
aprovechamiento energético en el sector. En lo social, la EC significa crear nuevos
empleos y la posibilidad de formalizar el trabajo de los recicladores de base. Existe
un mercado a desarrollar entorno al saneamiento que puede representar ingresos
adicionales para los operadores mediante la venta de AR tratada, recuperación
de energía y nutrientes provenientes de lodos (Toilet Board Coalition, 2016).

2.25 Resiliencia de las empresas en el sector. En la región, eventos climáticos como


sequías e inundaciones, desastres naturales como terremotos, o emergencias
sanitarias, como el COVID-19, además de causar daños económicos cuantiosos,
pueden afectar la capacidad de los operadores de proveer AyS. La mayoría de los
operadores no están preparados para enfrentar estos eventos, como sucedió
durante esta pandemia; responden de manera ad hoc, gestionando las crisis
cuando deberían estar gestionando el riesgo. Muchos no cuentan con áreas de
gestión de riegos, sistemas de alerta temprana o planes de contingencia para
enfrentar eventos extremos. Este es el caso de los planes de seguridad hídrica
para fuentes de abastecimiento que contribuyan a aumentar la resiliencia de los
sistemas frente a las consecuencias del CC. Medidas para la racionalización de
la demanda, como incentivos a reducción de consumo por incrementos de la tarifa
a consumos excesivos en el caso de la Compañía de Saneamiento Básico del
Estado de São Paulo S.A (SABESP) deberían ser presentados a la población de
antemano y aplicados ante la activación de las contingencias. Adicionalmente, en
LAC son poco utilizadas las soluciones de infraestructura verde tales como
humedales artificiales para regular la calidad del agua y los bosques, soluciones
como terrazas y espacios verdes para regular el agua de las tormentas. Para el
uso de infraestructura verde se debe fortalecer la planificación y estructurar
proyectos que contabilicen adecuadamente los beneficios y los costos (DIA, 2020).

C. Insuficiente flujo de recursos y debilidades en gobernanza

2.26 Un sector con baja prioridad política reflejada en la asignación de recursos


públicos. Una prioridad del sector es elevar su presencia en la agenda de
políticas nacionales. Para LAC, la inversión en AyS en 2012 alcanzó 0,33% del
- 13 -

PIB y para 2019 bajó a 0,31% 28 , con marcadas diferencias entre países
(InfraLatam, 2019). Estimaciones del Banco indican que al ritmo que se viene
invirtiendo, apenas en el año 2075 se estarían cumpliendo los ODS. Universalizar
el acceso a AyS en el 2030 requeriría cerca de US$27 billones anuales29, lo que
implica multiplicar casi por cinco la inversión de 2019. La necesidad de recursos
aumenta en US$14 billones por año al considerar las metas en RS (Faleiro, 2020).
Las fuentes de pago del costo de los servicios (inversiones y OyM) provienen de
los aportes públicos (fundamentalmente subsidios) y las tarifas. Un primer desafío
es incrementar la disponibilidad y estabilidad de largo plazo de los aportes
estatales, principalmente para ampliar el acceso, aún en momentos en que la
situación fiscal y macroeconómica de los países está fuertemente golpeada por
los impactos del COVID-19 (Informe Macroeconómico del BID, 2021).
2.27 Subsidios poco focalizados. Los gobiernos subsidian los servicios de AyS para
permitir que los hogares de bajos ingresos incrementen el acceso y/o aseguren
un consumo mínimo30 (Andres et al., 2019), con una variedad de subsidios a la
demanda, donde se financia parte del consumo, o a la oferta, donde se financia la
infraestructura o costos de OyM (se estima que 22% de los subsidios cubren
costos operacionales). Países como Chile, Colombia y Perú tienen subsidio a la
demanda para poblaciones vulnerables. A excepción de Chile, en la región
predomina la utilización de subsidios cruzados, y en general se observa un amplio
margen de mejora en el diseño, focalización y transparencia de los subsidios31. La
mala focalización está medida por errores de inclusión (se incluyen hogares que
por su ingreso no deberían subsidiarse) y errores de exclusión (no se incluye
hogares que sí deberían recibirlo). En Colombia se encontraron errores de
inclusión de 51% y de exclusión de 0,7% (Fedesarrollo, 2004). Los subsidios en
zonas rurales usualmente financian las inversiones y aunque, en general, se
promueven tarifas para recuperar costos de OyM, normalmente son insuficientes
para cubrir reparaciones mayores o expansiones. En RS, los subsidios otorgados
oscilan entre el 50% y 80% total del costo en la mayoría de los países, dado que
las tasas municipales son inferiores a los costos del servicio, los niveles de
recaudo son bajos o hay una alta porción de usuarios exentos de pago, como por
ejemplo en Chile donde el 80% de la población está exenta del pago de tasas para
el manejo de residuos (UNEP/ISWA, 2015). El desafío está en diseñar esquemas
de subsidio eficientes y equitativos, con fuentes suficientes y estables en el largo
plazo, sobre la base de tarifas que contemplen los costos totales del servicio.

2.28 Costos y tarifas de los servicios. La sostenibilidad de los servicios debe estar
en la tarifa, pero muchas empresas carecen de recursos hasta para operar. Países
como Chile, Colombia, Ecuador y Perú tienen modelos tarifarios nacionales que
permiten cubrir costos de inversión, OyM, y subsidios a población vulnerable,
buscando acceso y asequibilidad. En otros países la regulación tarifaria es
estadual (Brasil y Argentina), o local. En general, las tarifas envían señales
28 La inversión en AyS cayó de unos US$10.737 millones en 2012 a unos US$5.623 millones en 2019.
29 Gerencia de Infraestructura y Energía del BID con datos de cobertura del JMP y costos unitarios promedio
de la región. Estos datos no incluyen el costo del reemplazo de la infraestructura.
30 El tope de consumo mensual subsidiado es: en Chile 15 m3, en Colombia 20 m3 y en Lima (SEDAPAL)
10 m3. En el caso de la Companhia de Saneamento Básico do Estado de São Paulo, el cargo fijo da
derecho a un consumo mensual de 10 m3, y similar criterio se aplica en AySA (Área Metropolitana de
Buenos Aires), pero solamente para la categoría residencial con medición (Ferro y Lentini, 2013).
31 Un análisis a 10 países en el mundo encontró que 56% de los subsidios en promedio van al quintil más rico,
mientras que solamente el 6% van al quintil más pobre (Andres et al., 2019).
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inadecuadas a los usuarios (consumen más ante tarifas bajas) y ante la


imprevisibilidad en las mismas las empresas no invierten lo suficiente. Si bien la
mayoría de las empresas grandes cubren los costos, algunas, y la gran mayoría
de las intermedias y menores, no actualizan las tarifas, lo cual afecta su
sostenibilidad financiera, reduce la calidad y cobertura de los servicios o presiona
al fisco (¶2.22). Ineficiencias en los prestadores (¶2.32) eleva los costos y, por
ende, al nivel tarifario. Adicionalmente, hay una gran diferencia en el desarrollo
tarifario entre servicios, siendo el de AP el más evolucionado. Las tarifas de
saneamiento, en general, no cubren el costo del servicio, sino que se fijan como
un porcentaje de las de agua (usualmente menor a 100%; cuando por el rezago
de inversiones en saneamiento debería ser mayor). El servicio de RS también ve
su calidad afectada por la deficiencia de esquemas de cobro (BID, 2020), y por la
débil gestión de recaudo (BID, 2014c), que lleva a recuperar solo 50% de los
costos (OyM representa entre 60% a 80% del costo total (Faleiro, 2020)).

2.29 Asequibilidad. Se considera que los servicios de AyS son asequibles si el gasto
por hogar no supera el 5% del ingreso total (DIA, 2020) y del 1% para el servicio
de manejo de RS (UNEP/ISWA, 2015). La asequibilidad a estos servicios en LAC
difiere enormemente entre los usuarios conectados y no conectados a un sistema
formal. Para el primer grupo, gran parte del problema de asequibilidad proviene
del sobrecosto que deben pagar por abastecerse de formas alternativas (¶2.9 y
¶2.12). Para el segundo grupo, está determinada por varios factores: (i) la relación
entre consumo y gasto por hogar, ya que el consumo por hogar puede ser inferior
al mínimo necesario si las tarifas son elevadas, o ser excesivo, e ineficiente, y por
ello destinan más del 5% de sus ingresos a gastos en AyS; y (ii) la calidad
deficiente de los servicios (real o percibida), que genera sobrecostos de auto
provisión, que muchas veces no son contemplados. Esto es especialmente
palpable en el uso de agua embotellada para beber o, cuando por falta de
continuidad de servicio, se tiene que almacenar o bombear agua, o a pozos. En
la región existe una brecha de conocimiento debido a la falta de información sobre
el real nivel de las tarifas, la eficiencia y equidad de los sistemas de subsidio, el
consumo en los hogares y los costos de auto provisión, y la homogenización de
metodologías para realizar comparaciones entre ciudades o países. Por ejemplo,
la tarifa de agua en Bogotá puede ser más alta que en Tegucigalpa (según el DIA,
2020), el costo mensual puede llegar a ser casi cuatro veces más alto), pero en
Bogotá el servicio es continuo y de calidad, no hay necesidad de abastecerse de
fuentes alternas y existe un esquema de subsidios que busca que los hogares de
bajos ingresos puedan consumir lo que necesitan a un precio que puedan pagar.

2.30 Bajo acceso a fuentes de financiamiento. En la mayoría de los países, el


acceso de las empresas de AyS a recursos de crédito local es muy bajo, en parte
por la inestabilidad tarifaria y en otra por el poco desarrollo de los mercados de
crédito. Un desafío es fortalecer alianzas para aumentar el flujo de recursos
(apalancamiento; bien sea de cooperación internacional o préstamos, tanto al
sector público como al privado, o de aportes de capital) y también conocimiento
que refuerce y multiplique el impacto de las intervenciones. Aún del lado del
Estado, el financiamiento para cubrir las inversiones en el sector proviene de
fuentes multilaterales o bilaterales, y en pocos casos de mercados de capitales o
de crédito. LAC ha sido pasiva en la búsqueda de recursos de cooperación
internacional, fondos climáticos y otros recursos concesionales, a excepción de la
alianza del Gobierno de España con el Banco, materializada en el Fondo de
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Cooperación en Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe


(FECASALC). No obstante, la región ha tenido experiencias exitosas de diseño y
ejecución de inversiones cofinanciadas, así como de coordinación de donantes de
manera más estructurada32. En el caso de RS, las experiencias de financiación
basadas en resultados, así como la implementación de instrumentos económicos
de responsabilidad extendida del productor han sido escazas. Ante la falta de
inversión privada, han surgido mecanismos de financiación innovadores, muchos
de ellos relacionados a financiamiento climático, que apuntan a sobrepasar las
barreras mencionadas. Otros mecanismos incluyen fondos rotatorios,
micro-financiamiento, esquemas de ahorro, financiación basada en resultados
(Banco Mundial (BM), 2020), además de Asociaciones Público-Privadas (APP).

2.31 Debilidad institucional. El modelo institucional en LAC se empezó a reformar


hace casi 30 años y hoy la situación muestra países con entes sectoriales
consolidados (Chile, Colombia y Perú), otros donde la institucionalidad se creó,
pero aún es incipiente, frágil e inestable, y otros donde el grado de federalización
genera diversidad de condiciones (Brasil y Argentina)33. En general, las políticas
buscaron: (i) separación institucional para las funciones de rectoría (definición de
políticas y asistencia técnica), regulación y prestación; (ii) descentralización de la
prestación a órganos subnacionales; (iii) PSP; y (iv) marcos regulatorios para
mejorar la eficiencia. En muchos casos el proceso no se completó por falta de
reglamentación o asignación de recursos (monetarios y de recurso humano), o
por descoordinación entre agencias o niveles del Estado. La diversidad de
esquemas adoptados no muestra una clara correlación entre un modelo
determinado y un mejor desempeño del sector (Bertoméu y Serebrisky, 2018), por
lo que es necesario continuar los análisis de las coincidencias, divergencias y
conflictos observados para mejorar la institucionalidad del sector. La
reglamentación de la gestión de RS en muchos países de LAC se limita a la
recolección, transporte y disposición final, excluyendo las actividades de
tratamiento y valorización, lo cual limita la implementación de estos proyectos.
Recientemente ha surgido interés por incorporar en la legislación los principios de
EC y la prohibición de plásticos de un solo uso. La Responsabilidad Extendida del
Productor no se ha incorporado aún, salvo para algunas corrientes específicas en
países como Argentina, Chile, Colombia, Brasil y Uruguay. Adicionalmente, la
mayoría de los países no cuentan con organismos adecuados para la fiscalización
y monitoreo de los sistemas de gestión de RS.

2.32 Rectoría Sectorial. La rectoría recae sobre diferentes instituciones y es un tema


aún en evolución, pese a la importancia de contar con políticas, asistencia técnica
y programas nacionales 34 . En muchos casos, se encuentra en niveles no
jerárquicos y con poca visibilidad política. En algunos países como El Salvador,
Guatemala, Haití y República Dominicana, el ente rector suele ser también el
prestador de los servicios, resultando difícil garantizar neutralidad en la toma de
decisiones. Un rasgo de la debilidad en rectoría es la poca planificación y
32 Ejemplos exitosos: Grupo de Cooperación de Bolivia, Mesa de Donantes de Haití, Mesa de Donantes en
Honduras y Grupo Rural de Perú.
33 Estas reformas se plasmaron, en varios países, en leyes sectoriales específicas en materia de AyS, sea a
nivel nacional o subnacional, mientras que en otros se integraron en leyes sectoriales de salud, medio
ambiente o recurso hídrico (Nicaragua, Ecuador, Uruguay y varios países de habla inglesa del Caribe).
34 No obstante, la descentralización del sector, la región carece en los gobiernos regionales de capacidades y
recursos para apoyar a los municipios o entes prestadores de su jurisdicción.
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focalización en las zonas más rezagadas, como áreas periurbanas y zonas rurales
o de pueblos indígenas, o para equilibrar la brecha de acceso a saneamiento y
RS frente al de agua. En un relevamiento realizado por el BID se encontró que
solo la mitad de los países tiene un instrumento formal de planificación nacional
del saneamiento. En RS existe una marcada tendencia hacia la exigencia de
formular planes municipales de gestión integral de RS, sin embargo, éstos no se
implementan en una gran cantidad de casos y no se cuenta con planes nacionales
que orienten la definición de metas locales.

2.33 Regulación Sectorial. Las empresas de AyS necesitan una regulación de precio
y calidad cuando el mercado no es competitivo, por lo que un eje de las reformas
fue crear marcos regulatorios con entidades independientes 35 . Algunos con
alcance nacional como los de Costa Rica, Honduras, Ecuador, Paraguay, Perú y
Uruguay, y otros de jurisdicción provincial, como en Argentina y Brasil. No
obstante, varios países, como El Salvador, Guatemala, México y República
Dominicana no cuentan con entes de regulación. Algunos marcos se han
complementado con contratos o convenios entre el regulador y los prestadores,
con metas y mecanismos de monitoreo (Argentina, Brasil, Paraguay y Perú). Si se
mide por el avance de la región en los niveles de acceso y calidad, el modelo
regulatorio no ha tenido un desempeño eficiente. A pesar de los avances para
establecer tarifas, aún es necesario asegurar que las mismas se fijen sin injerencia
política y con criterios de racionalidad y eficiencia económica, con un horizonte de
largo plazo, incentiven el uso racional del recurso y con subsidios que garanticen
acceso y asequibilidad. Una brecha de conocimiento en la región es la falta de
información por parte de los reguladores sobre los costos de los servicios y de
instrumentos para su cálculo homogéneo entre empresas.

2.34 Elevada descentralización en la prestación del servicio. Producto del modelo


de delegación de competencias y recursos a los municipios, varios países
eliminaron sus empresas nacionales (Chile, Argentina y Venezuela) o regionales,
para crear entidades regionales o municipales (Perú, Colombia). En países de
poca población predomina un prestador nacional (Nicaragua, Costa Rica, El
Salvador, Barbados). Empresas provinciales existen en Brasil o República
Dominicana. La mayor descentralización ocurrió en países como Bolivia,
Colombia, Ecuador y Honduras, y en la gestión de RS cuya responsabilidad es
eminentemente municipal, aunque con ejemplos destacados de regionalización
de la disposición final entre varios municipios, optimizando el transporte mediante
el uso de estaciones de transferencia36. En todos los modelos coexisten otros
prestadores como cooperativas y operadores privados pequeños, y una gran
cantidad de prestadores rurales de base comunitaria (cooperativas, juntas de
saneamiento, etc.). Este proceso ha generado problemas asociados a la falta de
capacidad técnica, de gestión o financiera de la mayoría de los municipios para
sostener los servicios, a la pérdida de economías de escala y la posibilidad de
transferir recursos entre comunidades con y sin capacidad de pago. De otro lado,
dificulta la regulación y el control, especialmente por los costos que implica.

35 Los casos más exitosos en regulación son los de Chile, Colombia y Perú; crearon, entre 1990 y 1992,
entidades que regulan empresas públicas y privadas y recopilan y divulgan información.
36 En Colombia por ejemplo se disponen los residuos del 86% de los municipios del país (969) en 65 rellenos
sanitarios regionales, con lo cual se aprovechan las economías de escala de esta actividad.
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2.35 Transparencia, rendición de cuentas y control social. En LAC, el 40% de los


reguladores de la región muestra bajos niveles de transparencia y mecanismos
de rendición de cuentas débiles en los operadores (Andrés et al., 2013), el 29%
de los ciudadanos encuestados (reporte de Barómetro de Corrupción), han
pagado un soborno para obtener un servicio público, y de éstos, un 14% lo hizo
para obtener acceso a servicios, incluyendo el agua (Barreto-Dillon, 2019). Se
estima que en los países en desarrollo la corrupción puede elevar en un 30% el
costo de obtener la conexión a las redes de AyS. Si bien no existen estimaciones
confiables acerca de sobre costos, según Water Integrity Network (2016), cada
10% de inversiones en el sector que se pierden por la corrupción representa
pérdidas por más de US$75.000 millones al año a nivel mundial.

2.36 Disponibilidad de Información. Los ODS han visibilizado la debilidad de los


países para reportar información desagregada sobre acceso o calidad, lo cual
dificulta la planificación por zonas (periurbana y rural) para eliminar las brechas o
mejorar la calidad. Las causas son: (i) medición y sistematización no siempre
prioritaria en los países; (ii) falta de coordinación entre agencias generadoras de
información, más entre las sectoriales; (iii) falta de homogeneidad o claridad
metodológica; y (iv) información climática no valorada en su aporte a reducir
incertidumbres a los modelos de CC. La región enfrenta el desafío de mejorar y
armonizar la información dentro de cada país, teniendo en cuenta los avances de
los sistemas de benchmarking regional (Asociación de Entes Reguladores de
Agua Potable y Saneamiento de las Américas) e internacional (Asociación
Internacional del Agua); de gestión de cambio y transformación empresarial
eficiente y sostenible como el AquaRating (BID); y de monitoreo como el Sistema
de Información de Agua y Saneamiento Rural (SIASAR)37. En RS, la mayoría de
los países de LAC no dispone de sistemas de información, ni datos oficiales, ni
indicadores sobre la gestión de RS, lo cual limita la formulación y fiscalización de
las políticas públicas y reglamentaciones, con excepción de algunos casos como
el SINIR-Brasil, SUI-Colombia, SINADER-Chile, los Observatorios de Residuos
de Ecuador, Argentina y próximamente de Uruguay, entre otros.

2.37 Coordinación y articulación con otros sectores. Mejorar la coordinación entre


las instancias de política y planificación en áreas urbanas y rurales en temas como
salud, educación, energía y enfoque de género y diversidad, entre otros (¶3.12)
es un desafío para mejorar las intervenciones y gestionar los servicios. La
articulación con autoridades de gestión de recursos hídricos (RH) es un desafío
debido a que estas funciones se han delegado en niveles superiores de gobierno
mientras que las de AyS han sido descentralizadas. La gobernanza del sector
saneamiento está estrechamente vinculada con la gestión urbana (incluyendo
drenaje pluvial), de RH y de RS, por lo que se observan desafíos vinculados a la
coordinación entre sectores, que suelen derivar en superposición de políticas y
objetivos entre sectores, y/o arreglos ineficientes que restringen las posibilidades
de ampliar el acceso y mejorar la calidad del servicio de saneamiento.

37 La falta de datos desagregados por sexo que permita dimensionar las brechas en acceso es imprescindible
para realizar diagnósticos, proponer políticas públicas y proyectos con perspectiva de género.
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D. La gestión de los servicios puede mejorarse para avanzar en universalizar


el acceso a AyS de calidad

2.38 Oportunidades de ganancia en eficiencia en los operadores. En LAC


predomina la gestión por administración pública38 (municipal, regional o nacional)
o por empresas descentralizadas del ente territorial. En las ciudades grandes
existen empresas eficientes (Lentini, 2015), pero varias deben mejorar su
desempeño (ADERASA, 2018) para no limitar su sostenibilidad financiera39. La
información para empresas pequeñas refleja patrones similares. En muchos
casos se observan altos niveles de ANC en torno a 45-50%, en su mayoría por
pérdidas en red40, falta de medición (79% en promedio)41, falta de mantenimiento
y altos costos operativos (el de energía puede representar hasta 40% por
deficiencia de equipos electromecánicos). Otro indicador elevado es el número de
empleados por 1.000 conexiones de AP, con un nivel adecuado máximo de tres42.
A esto se suma falta de planificación técnico-financiera, atraso tecnológico,
catastro desactualizado, alta rotación de personal gerencial, insuficientes
profesionales calificados, bajos salarios y baja capacitación. El consumo por
habitante también mide la eficiencia y alcanza un promedio razonable de 159 litros
por día (lhd), con 317 lhd y 362 lhd en Argentina y Panamá, respectivamente, y
180 lhd y 113 lhd para Chile y Colombia. Si bien las tarifas inciden en el consumo,
un estudio encontró que a mayor micromedición éste también disminuye (en
Argentina y Panamá la medición promedio es de 23% y 55%, respectivamente,
mientras que en Chile y Colombia es de 98% y 86%) (Lentini, 2015). En LAC,
también hay modelos de prestación privados y mixtos, y hay casos exitosos en
cada modelo, sin embargo, no hay evidencia que concluya que un único modelo
se asocie con un mejor desempeño (BID, 2018d). En RS no se cuenta con
herramientas que midan el desempeño operacional, administrativo y financiero de
los operadores, ni con estándares de referencia y guías de buenas prácticas.

2.39 Participación del sector privado (PSP). El rol del sector privado en AyS es
relevante para varios objetivos de política sectorial, como el mejoramiento de la
eficiencia y el aporte de recursos. Los operadores privados pueden ser más
efectivos para reducir las pérdidas de agua, mejorar el cobro de facturas y elevar
la productividad laboral43. En los años noventa, la PSP se vio como posibilidad
para aumentar inversiones y mejorar la eficiencia de los servicios, pero la
distribución y manejo de riesgos en algunos casos no permitió obtener los
resultados esperados, con excepción de Chile. Procesos de privatización se
revirtieron en Argentina, Bolivia y Uruguay, y la participación privada aun genera
38 En Brasil, por ejemplo, 75% de la provisión del servicio está en manos de empresas estatales, Ferro et al.
(2014). En el otro extremo, en Chile sólo el 5% del mercado urbano está en manos de una entidad pública.
39 En 11 empresas de AyS en el Caribe se encontraron márgenes de EBITDA que varían entre -237% y 38%.
Cuando las empresas no obtienen márgenes de EBITDA suficientes, normalmente dependen de subsidios
de la administración pública para cubrir los déficits operativos (BID, 2020).
40 Ferro y Lentini (2013). Un análisis realizado por el BID (2021) sobre empresas del Caribe, encontró que el
ANC va desde un 23% hasta un 75%, con un promedio del 46% de ANC.
41 Si bien el porcentaje de micromedición es relativamente alto en la mayoría de los operadores, existen amplias
dispersiones, con mínimos de 19,0% y máximos de 100%.
42 Lentini (2015) encontró, de 63 operadores de la región, un promedio de 3,3 empleados por cada 1.000
conexiones, con un rango de entre 1 y 7,4 (ambos valores de Brasil), independientemente del tamaño de los
prestadores. En países del Caribe esta cifra puede llegar a 12 empleados por 1.000 conexiones.
43 A mejor servicio y operación más eficiente los clientes están más dispuestos a pagar su factura y aumenta
el flujo de caja. Con más ingresos y mejor calidad crediticia se puede expandir el servicio (BM, 2009).
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diferentes niveles de aceptación (Ballestero et al., 2015), a tal punto que en cuatro
países se han incorporado cláusulas constitucionales o legales que
específicamente prohíben la privatización del servicio (Bolivia, Ecuador,
Nicaragua y Uruguay). Según Ferro (2017), las intervenciones se hicieron con
deficiente base informativa, expectativas irreales, necesidades excesivas de
inversión para capacidades o disposiciones reducidas de pago, escasa
consolidación de la regulación y politización del entorno, entre otros problemas.
No obstante, en varios países la PSP está en aumento bajo distintos modelos. En
Brasil hubo un cambio regulatorio en el sector en 2020 que abre la puerta a una
mayor participación del sector privado (actualmente en el 6% de la participación
del mercado y el 20% de las inversiones)44. En Ecuador el sector privado cubre al
18% de la población urbana (por la concesión en Guayaquil). En México, Bahamas,
Trinidad y Tobago y Jamaica, la PSP se ha orientado a contratos de servicios
especializados para control de ANC con muy buenos resultados. Adicionalmente,
grandes proyectos de desalación se han desarrollado en los últimos años bajo
esquemas APP que han despertado un elevado interés entre sponsors
internacionales, la banca comercial y los bancos de desarrollo 45 . Del total de
inversiones privadas en infraestructura en la región, las destinadas a AyS son de
15% por número de proyectos o de 6% por monto invertido (BID, 2021a).

2.40 Brechas en términos de talento humano y empleo informal. Las metas de


acceso universal a AyS seguros requieren profesionales que lideren y acompañen
todo el ciclo de provisión de infraestructura (planificación, diseño y construcción)
y de prestación del servicio. Sin embargo, en el sector se presentan tres desafíos:
(i) cantidad insuficiente de recurso humano; (ii) calidad, tipo de perfil (profesional,
técnico); y (iii) retener y hacer más productiva la mano de obra existente. A nivel
mundial, la mayoría de los países reportan no contar con recursos humanos
suficientes 46 para llevar adelante sus planes de AyS. En Paraguay, por ejemplo,
donde la planificación de proyectos y los niveles de inversión han aumentado
significativamente en los últimos años47, la oferta de recursos humanos no ha
acompañado la demanda del sector 48 . Se requiere implementar planes y
estrategias para atraer más profesionales y técnicos, y mejorar las habilidades de
los existentes para retenerlos. Se estima que en LAC cerca de 1,8 millones de
personas trabajan como recicladores de base (Avina, 2020), mayoritariamente en
la informalidad, recolectando entre 25 y 50% de los RS reciclables (UN-Habitat,
2010). En la última década, esta actividad ha ganado el reconocimiento de
algunos gobiernos, y se han desarrollado reglamentaciones para su formalización
e integración al sistema de gestión de RS, como en Argentina, Brasil, Uruguay,
Ecuador y Colombia, donde se han formalizado a más de 140.000 recicladores.

44 Más de 34 millones de personas en Brasil no tienen AP y se debe invertir US$139 billones al 2033.
BNAmericas IntelligenceSeries. Opening Floodgates Private Investment in Brazil’s WaterSector. Ener, 2021.
45 Chile y Perú son ejemplos de estas inversiones. Para desarrollar estas obras, aumentar la eficiencia y el uso
de aguas subterráneas hay una tendencia de modalidades de APP (CChC, 2018 y BNAmericas, 2020).
46 Del total de países con planes de nacionales de AP (95), 14% cuenta con recursos humanos suficientes para
llevarlos adelante y en el caso de saneamiento urbano (94), solo el 11% (GLAAS 2019, ONU-Agua, 2019).
47 Según el Plan Nacional AyS, se requiere invertir US$6.000 millones hasta el 2030 para universalizarlos. Las
inversiones se han duplicado en los últimos dos años, pasando a US$648 millones.
48 En la rama de la ingeniería, la cantidad de egresados anuales es aproximadamente un 80% inferior a lo que
se estima requieren las necesidades de infraestructura del país.
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2.41 Capacidades de gestión de los operadores rurales. En general los sistemas


rurales son manejados por la comunidad (e.g. juntas, comités, cooperativas). Se
estima que existen más de 145.000 organizaciones comunitarias de servicios de
AyS en ALC que atienden a más de 70 millones de habitantes (cerca del 55% de
la población rural) (Zambrana, 2017). La mayoría de las juntas carece de
personería jurídica y, por tanto, de reconocimiento del Estado y otras entidades,
especialmente bancarias, dificultando su gestión (Barakzai et al., 2014). Sin
capacitación para operar, con rotación frecuente de los miembros del comité (los
cuales desarrollan sus actividades ad honorem) y sin estructura estatal que
proporcione apoyo, la calidad de los servicios es baja y los usuarios dejan de
pagar la tarifa. La falta de ingresos y capacidades, y la elevada rotación en la
gestión conlleva a falta de mantenimiento y mal uso del agua en la comunidad. El
principal desafío, por lo tanto, se relaciona con profesionalizar a los operadores,
generar esquemas de apoyo post construcción (Smits et al., 2012), implementar
tarifas adecuadas y promover incentivos para su pago. Entre el 30% y 40% de los
sistemas construidos en áreas rurales tienen problemas de funcionalidad (Álvarez,
2016) 49 ; si bien no existe información robusta a nivel regional. Es importante
también trabajar en esquemas de gestión comunitaria desde las estructuras de
gobernanza indígena para trabajar la sostenibilidad, y se deben hacer campañas
de comunicación a nivel comunitario y en alianza con las autoridades indígenas.

2.42 Promover la participación y capacidades de las mujeres. El diseño y ejecución


de proyectos, y la gestión de los servicios, no siempre toma en cuenta las
necesidades específicas de las mujeres y se limitan sus capacidades y derechos
de participación, representación y decisión en cuestiones asociadas a los mismos.
La misma dinámica se observa en el mercado laboral, donde las mujeres están
subrepresentadas. El porcentaje de mujeres en cargos gerenciales en las
empresas de AyS es de 23%. Según el SIASAR, los sistemas rurales que incluyen
al menos una mujer en el comité de gestión presentan mayores índices de
sostenibilidad. En LAC, se estima que sólo entre 15 y 20% de los puestos de
gerencia en las juntas de agua están ocupados por mujeres (Procoes, 2018; BID,
2017; Monje et al., 2016). A su vez, la gestión de RS en la región está
caracterizada por una baja participación de mujeres tanto en los puestos de
responsabilidad y toma de decisión como en las actividades de reciclaje informal50.

2.43 Participación social. La evidencia identifica comportamientos inadecuados como:


(i) baja apropiación de los sistemas de AyS, que desincentiva el uso y
mantenimiento adecuado y sostenible de las instalaciones; (ii) prácticas de higiene
inadecuadas (Wood y Neal, 2016; Clasen et al., 2014); (iii) baja conectividad a los
sistemas de AP y, sobre todo, a los de saneamiento (Buck et al., 2017); (iv) bajo
nivel de cloración (desinfección) de los sistemas51; (v) bajos niveles de pago de
tarifas; (vi) uso irracional del agua52; y (vii) falta de reducción de la generación,
separación y disposición adecuada de RS. Aún sigue siendo un reto para la región
que los gobiernos incluyan a la comunidad en la planeación, diseño, ejecución y
49 Saavedra, 2013. En Chile sólo el 20% de las PTAR en zonas rurales están operando satisfactoriamente.
50 Latitud R (Avina, 2019) estima que 11% del total de recicladores en LAC son mujeres.
51 Eso ocurre por rechazo al olor o sabor del agua tras el proceso de cloración, falta de información sobre los
beneficios de la cloración, entre otros, con impactos negativos en la salud de la población.
52 En Bogotá, Colombia, a través de campañas educativas y aumentos tarifarios, los usuarios disminuyeron el
consumo de agua. Datta et al. (2017) documenta resultados similares para Costa Rica. Ver también Allcott,
(2011) y Ferraro & Miranda (2013) para intervenciones similares en los sectores de energía y agua.
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mantenimiento de los sistemas de AyS. Esto cobra especial importancia en zonas


rurales donde, debido a la falta de participación de los beneficiarios, muchos de
los sistemas no son utilizados después de ser construidos. La falta de
participación es especialmente importante en comunidades indígenas, donde el
involucramiento de sus autoridades y la consideración de sus formas de
organización social para la gestión de AyS es todavía un desafío. Los beneficiarios
deben participar desde el inicio para crear conciencia sobre los beneficios de
acceder al AP y contar con un saneamiento adecuado y con pertinencia cultural,
con el fin de crear demanda por estos servicios. En algunos casos, como en RS,
la participación incluye a la población que trabaja informalmente en el sector.

E. La innovación en el sector es incipiente y no se aprovecha su potencial para


mejorar acceso, gobernanza, eficiencia y sostenibilidad ambiental

2.44 El sector AyS a nivel global está regulado debido, entre otros, al alto impacto que
estos servicios tienen en la sociedad. En consecuencia, el sector ha adoptado
históricamente un carácter conservador, en relación con otros sectores, ante los
cambios, y es notoriamente lento para implementar innovaciones, dado que se
inclina por la tradición y métodos probados para lograr sus objetivos (Minatta y
Basani, 2020). En un contexto de alta regulación, los prestadores de servicios
dirigen su esfuerzo a garantizar en primer lugar la salud pública cumpliendo los
requisitos reglamentarios, luego mantener los servicios en funcionamiento y en el
marco de las habituales restricciones financieras; así la innovación queda
rezagada en un cuarto orden de prioridad.

2.45 La innovación en AyS es incipiente. El desarrollo de la innovación en empresas


de AyS en la región es limitado en cuanto a iniciativas de innovación, indicando
un bajo nivel de desarrollo (Minatta y Basani, 2020). Estudios recientes del BID
muestran que la innovación contribuye a aumentar y mejorar el acceso a servicios
de calidad y más eficientes. En el sector de AyS, el tipo de innovación es
generalmente más incremental que disruptiva, y la innovación se observa más en
el sector privado y no tanto en el sector público, históricamente más conservador
(Kiparsky et al., 2016) y más lento53 cuando se trata de implementar una cultura
de innovación. Las soluciones innovadoras que han tenido mayor impacto en LAC
son el resultado de combinaciones creativas de soluciones sociales y
organizacionales con innovaciones tecnológicas (Mastrangelo, 2018). Los
desafíos para acelerar el desarrollo y la adopción de innovaciones en la región
son numerosos y están relacionados a tres ámbitos: de gobernanza; de
investigación, desarrollo e innovación (I+D+i); y de prestación de servicios.

2.46 Desafíos de gobernanza para la innovación. La gobernanza de la innovación


en el sector enfrenta las siguientes restricciones: (i) marcos jurídicos e
institucionales poco favorables a la innovación; (ii) alta fragmentación y dispersión
geográfica del sector que genera deseconomías de escala y desincentiva la
innovación; (iii) marcos regulatorios enfocados en aspectos sociales y técnicos del
servicio, desincentivando tomar riesgos y limitando la innovación; (iv) baja
participación sectorial en la política de innovación global; y (v) compleja
implementación de normativa sectorial sobre innovación.

53 La adopción de una tecnología en agua puede requerir más de 10 años (O’Callaghan et al., 2018).
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2.47 Desafíos en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Existen pocos


estudios académicos e investigación vinculados a la dinámica de innovación en
AyS (Wehn y Montalvo, 2017). Por ejemplo, mientras el número de solicitudes de
patentes de energía limpia presentadas aumentó dramáticamente en la última
década (particularmente en la Unión Europea, Japón y Estados Unidos), las
asociadas a AyS se mantuvieron relativamente constantes (Stanford Woods
Institute of the environment, 2014; Ribechini, 2018). Los desafíos en I+D+i son:
(i) escasa I+D concentrada en centros de investigación y con baja participación de
los prestadores; (ii) falta de objetivos comunes y poca comunicación que limita la
colaboración multidisciplinaria para una agenda de I+D relevante para el sector;
(iii) debilidad en los sistemas de información y falta de datos abiertos; (iv) limitada
oferta de servicios de asistencia técnica y/o capacitación en la gestión de
innovación enfocados al sector; (v) baja y fragmentada demanda de soluciones
y/o servicios que impulsen a las instituciones de I+D+i y a la creación de “start
ups”, debido en parte al perfil conservador y la atomización del sector; y (vi) falta
de financiamiento adaptado a las necesidades y características de cada paso del
proceso de I+D+i, (plazos de pago cortos, garantías elevadas y períodos de gracia
casi inexistentes para los centros tecnológicos que buscan comprar equipos).

2.48 Desafíos asociados a la prestación de los servicios de AyS. Los desafíos que
enfrentan las empresas para innovar y adoptar tecnología (digital) tienden a
relacionarse con temas de cultura empresarial, gestión gerencial, capital humano
y capacidad financiera, que se traduce en: (i) escasa cultura innovadora que se
refleja en baja actividad de innovación y bajas tasas de adopción tecnológica54;
(ii) falta de incentivos internos para promover actividades de I+D (reconocimiento
al personal); (iii) baja gestión de la innovación como un proceso de negocio;
(iv) fuerza laboral con bajos niveles de capacitación en tecnología digital
(Cespedes and Peleg, 2017); y (v) insuficiente financiamiento55 y baja asignación
presupuestal56 a actividades de innovación.

2.49 En la región se observa una tendencia a reducir las fallas de mercado que
inhiben la generación y adopción de soluciones y prácticas innovadoras.
Esto particularmente desde el lado de la oferta, a través de acciones de política
pública que promueven la coordinación entre actores, generan regulaciones y
forman agencias para impulsar la investigación (becas de estudiantes y patentes,
entre otras acciones), el desarrollo (financiando equipamiento y centros
tecnológicos, por ejemplo), la promoción del emprendimiento (brindando
asistencia técnica y capacitación, apoyando concursos científico-tecnológicos)57,
mecanismos de financiamiento (como subsidios, capital semilla y fondos de
inversión), y al sector productivo (pilotos y su escalamiento), como en los casos la
Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Uruguay, Corporación de
Fomento de la Producción en Chile, e Innóvate Perú a través del Ministerio de la
Producción de dicho país (Minatta y Basani, 2020). De otro lado, intervenciones
desde el lado de la demanda vienen siendo impulsadas en las políticas de
innovación implementadas en la región (Ospina et al., 2021). Entre estos
54 Menos de un 40% respecto al umbral internacional de referencia en el sector (Cubillo et al., 2019).
55 A nivel global, la inversión en innovación en agua es más baja que la del sector eléctrico (Ajami et al., 2014).
56 Nueve de los operadores que revelaron el monto que invierten anualmente en proyectos de innovación,
indicaron US$30 mil anuales o menos; cuatro afirman invertir US$100 mil o más (Cubillo et al., 2019).
57 En Brasil, SABESP impulsó el programa PITCH SABESP, el cual es un llamado público para seleccionar
las tecnologías más innovadoras que contribuyan a resolver los desafíos de la empresa.
- 23 -

instrumentos se encuentra el establecimiento de regulación y estándares, y


beneficios tributarios para estimular la demanda privada de innovación.
Específicamente, se ha impulsado la innovación desde la demanda, a través de
compras públicas innovadoras, incluyendo el sector de AyS, con efectos en
acelerar innovación y adopción de tecnología mayores que del lado de la oferta.

III. EVIDENCIA INTERNACIONAL SOBRE LA EFICACIA DE LAS POLÍTICAS Y PROGRAMAS


EN EL SECTOR DE AGUA Y SANEAMIENTO

3.1. Impacto de los servicios de AyS en el desarrollo. Disponer de AyS es


indispensable para mejorar la calidad de vida de la población, la salud, la inclusión
social y de género, la productividad, la sostenibilidad ambiental y el crecimiento
económico, especialmente en el contexto de pandemia del COVID-19 (Howard et
al., 2020). La rentabilidad socioeconómica de las inversiones en AyS está
determinada por esos impactos (Agênor, 2013) y para LAC se estima que, por
cada dólar invertido en agua, la rentabilidad sería de US$3 en áreas urbanas y
US$8,2 en áreas rurales, mientras que, en saneamiento, se elevaría a US$3,3 en
áreas urbanas y US$8,1 en áreas rurales (Hutton y Whittington, 2015).

3.2. Agua, saneamiento y salud. El agua –para beber, preparar alimentos e higiene–
y el saneamiento son clave para la vida, y su deficiencia eleva la propagación de
enfermedades (Howard et al., 2020), en particular en niños. Según estimaciones
(Prüss-Ustün et al., 2019), 1,6 millones de muertes al año en el mundo son
atribuibles a acceso inadecuado a WASH58; de ellas, 829.000 por diarrea, 297.000
de las cuales corresponden a niños menores de cinco años (5,3% de las muertes
para ese grupo de edad) 59 . La falta de AyS adecuados explica 60% de los
episodios de diarrea, 13% de infecciones respiratorias agudas y 16% de la
malnutrición infantil (Prüss-Ustün et al., 2019). A nivel global, proporcionar acceso
a AP en el hogar reduciría los episodios de diarrea en 75% (Wolf et al., 2018). Las
intervenciones en saneamiento que logran una cobertura alta (superior a un 75%
de la comunidad) reducen el riesgo de diarrea en 45%, y las soluciones por red
tienen un impacto mayor que las soluciones a nivel hogar (40% versus 16%). El
impacto positivo en salud se incrementa al contemplar medidas de higiene60 y de
educación sanitaria y comunicación (sobre lavado de manos e higiene menstrual,
personal y de los alimentos). La percepción sobre la importancia del lavado de
manos ha crecido dado que es una de las principales medidas para prevenir el
contagio del COVID-19, entre otras enfermedades (WHO-UNICEF, 2020). Los
impactos en salud del acceso a AyS tienen consecuencias en el largo plazo,
afectando la estatura, la masa corporal, los años de escolaridad, los salarios
58 Además de las diarreas infecciosas, la falta de agua segura se asocia a una larga lista de enfermedades.
Arnold y Colford (2007); Barreto et al. (2007); Galdo y Briceno (2005); Galiani et al. (2005); Rasella (2013);
Waddington et al. (2009); BM (2013); Setty et al. (2017); Brown et al. (2013) y Gyorkos et al. (2013).
59 Rocha y Soares (2015) encontró que el acceso a AyS ayudan a reducir la mortalidad infantil.
60 Estudios evidencian que el lavado de manos con jabón previene entre 30% y 47% de las diarreas infantiles
(Curtis et al., 2009), el 23% de las infecciones respiratorias (Rabie y Curtis, 2006), y que la promoción de la
higiene, incluyendo el lavado de manos con jabón, es la intervención más costo efectiva (Jamieson, Bremen
y Measham, 2006). En LAC, Gyorkos et al. (2013) hallaron que intervenciones en educación sanitaria e
higiene en escuelas primarias de Perú disminuyeron las infecciones por Ascaris lumbricoides en un 58%.
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futuros y la acumulación de riqueza 61 . La falta de AyS está relacionada con


enfermedades transmitidas por mosquitos, y explica 80% de los casos de malaria
en el mundo (Prüss-Ustün et al, 2019). El riesgo de contraer dengue es mayor en
la población sin AyS, por cuenta del almacenamiento de agua en el hogar
(Overgaard et al., 2016) y de AR al aire libre o encharcada62.

3.3. Agua, saneamiento y educación. La existencia de vínculos significativos entre


acceso a AyS y resultados en educación ha sido ampliamente documentada en
países en desarrollo (Agenor, 2011; Duarte et al., 2011). Buena salud y nutrición
son prerequisitos esenciales para un aprendizaje efectivo. La alta incidencia de
diarrea en niños impide la absorción de los nutrientes que necesitan para crecer;
con el tiempo, ello puede llevar a malnutrición e impactar irreparablemente su
desarrollo físico y mental (UNICEF, 2021). Investigadores encontraron además
que mejor acceso a AyS en escuelas tiende a elevar la tasa de asistencia 63
(particularmente de niñas64) y las habilidades de los niños para aprender65. En
conclusión, niños más sanos se desempeñan mejor en los colegios66.

3.4. Agua, saneamiento y productividad laboral. Existe también una relación entre
disponibilidad de AyS, productividad e ingresos. La falta de AyS implica una
pérdida de productividad de origen laboral como consecuencia del ausentismo por
enfermedad o por la necesidad de cuidar a los niños enfermos. También, el tiempo
destinado a obtener agua desde alguna fuente distante de la vivienda impacta el
potencial de generación de ingresos. En zonas de baja densidad y rurales, el
mayor beneficio económico de la disponibilidad de agua está dado por el ahorro
en el tiempo de acarreo que puede ser destinado a actividades productivas
capaces de generar ingresos para el hogar67.

3.5. Impactos económicos y empleo. El AyS resultan esenciales para las economías
de los países, al impulsar actividades productivas que favorecen la generación de
ingresos (y empleo). En LAC, por cada mil millones de dólares invertidos en
proyectos de infraestructura se pueden generar, en promedio, unos 35.000
empleos directos asociados a dicha inversión (Pastor et al., 2020)68. Sin embargo,
61 Zhang y Xu (2016) hallaron que los jóvenes de zona rural de China con acceso a agua tratada en la primera
infancia experimentaron más niveles de escolaridad que aquellos que obtuvieron acceso en etapas
posteriores. Bhalotra y Venkataramani (2013) encontraron impactos en estatura y la escolaridad en México.
62 En el mundo la incidencia de dengue creció un 700% en las últimas dos décadas y LAC es una de las
regiones más afectadas (Howard et al., 2020). AFD (2014), PAHO (2012), Magrin et al. (2014).
63 En Egipto, intervenciones en AyS en escuelas redujo el ausentismo por enfermedades similares a la
influenza, diarrea, conjuntivitis e influenza en 40%, 30%, 67% y 50%, respectivamente (Talaat et al., 2011).
Resultados similares se encontraron en Trinies et al (2016) y Nicholson et al (2014).
64 En Kenia, intervenciones de WASH en escuelas redujeron en 58% la probabilidad de ausencia de las niñas
(Freeman et al., 2014).
65 En Brasil, los niños en un hogar conectado a un sistema de AyS están dotados de 0,7 y 0,8 años escolares
más, respectivamente, en comparación con niños que carecen de estos servicios (Ortiz Correa et al., 2016).
66 Bleakley (2007) encontró que la desparasitación de niños en América del Sur tuvo efectos positivos en
resultados educativos. Bundy et al. (2006) hallaron que los programas de salud en escuelas pueden
aumentar la productividad durante la vida adulta no solo por mejores habilidades cognitivas, sino también
por su efecto en la participación escolar y años de educación alcanzados.
67 Galiani et al. (2005) encontraron que la expansión del servicio de “Aguas Argentinas” provocó una reducción
de la distancia recorrida para llevar agua al hogar, lo que se traduce en una mejora de productividad. Hutton
y Haller (2004), Pickering et al. (2012) y Aiga y Umenai (2002) encontraron resultados similares.
68 En Estados Unidos, se estima que por cada US$1 millón invertido en servicios de AyS se generan entre 10
y 20 puestos adicionales de trabajo, y por cada puesto de trabajo en empresas a nivel local se generan 3.7
puestos indirectos de trabajo que contribuyen a la economía nacional.
- 25 -

existen limitadas experiencias, información y herramientas para conocer y


fomentar las oportunidades y beneficios económicos a nivel local que generan las
inversiones en AyS. En el caso de la gestión de RS, el impacto en el empleo es
directo, dado que es una actividad altamente operativa, intensiva en la demanda
de empleo y que además genera oportunidades de formalización y capacitación
como por ejemplo de recicladores informales 69 . Cada tonelada de residuos
gestionada por día demanda 4,2 empleos (UNEP/ISWA, 2015).

3.6. Agua, saneamiento y género. Las intervenciones de WASH son herramientas


para reducir la brecha de género. Las mujeres y niñas sufren más la ausencia de
sistemas adecuados de WASH en comparación con los hombres y los niños70.
Esto se debe a factores biológicos, como el necesitar un baño privado con agua y
jabón para controlar la higiene menstrual71, como sociales, ya que en muchas
culturas las mujeres tienen la responsabilidad de recolectar agua o limpiar y cuidar
a los familiares enfermos. Por lo tanto, garantizar el acceso a servicios de agua
tiende a beneficiar en mayor medida a las mujeres, reduciendo su nivel de pobreza
y abordar las desigualdades de género (water.org, 2015).

A. Acceso y calidad de los servicios

3.7. La agenda internacional para AyS: acceso universal a servicios de calidad.


La importancia fundamental del agua para el desarrollo humano, el
medioambiente y la economía es reconocida por los ODS, los que han establecido
como meta alcanzar, en el año 2030, coberturas universales de AyS (UN-Water,
2015). En el mismo sentido se orienta la declaración de Naciones Unidas de
acceso al AyS como derecho humano, incorporando elementos de disponibilidad
efectiva de agua, niveles mínimos de consumo, calidad, continuidad, cercanía y
asequibilidad, la necesidad de incorporar segmentos de población marginal
urbana y rural, y la promoción del reciclaje y reúso del agua72. En cuanto a RS,
dada su transversalidad con el desarrollo económico y social, así como con el
ambiente, el manejo de RS se relaciona con 12 de los 17 ODS (UNEP/ISWA,
2015), lo que pone de manifiesto la necesidad de actuar para mejorar su gestión.
Por otro lado, varios de los objetivos del Acuerdo de París de la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el CC están relacionados con el sector de AyS.

3.8. Intervenciones en barrios informales. Las causas de carencia de servicios en


estas áreas responden a factores económicos, institucionales, espaciales,
sociales y políticos (Sinharoy et al., 2019). Según la experiencia internacional, las
intervenciones exitosas en barrios informales incluyen: (i) estrategias integrales
de mejoramiento de barrios y el uso de tecnologías alternativas, con cuidadoso
análisis de la capacidad de pago de los beneficiarios y definición de esquema de
subsidios (Satterthwaite et at., 2020); (ii) componentes de cohesión social con el
fin de mejorar la convivencia comunitaria, la participación y el fortalecimiento de
69 Los recicladores organizados formalmente incrementan sus ingresos entre 50%-100% (Gunsilius, 2010).
70 Mujeres nacidas durante años de sequía severa en zona rural de África sufrieron efectos durante toda su
vida, mostrando una menor estatura, recibiendo menos educación y acumulando menos riqueza (Damania
et al., 2017). Demie et al. (2016), en Etiopía, demostraron que entre 5,23 y 2,82 horas por día fueron gastadas
por niñas y mujeres en buscar agua.
71 Durante la menstruación, las niñas suelen disminuir su asistencia a la escuela si ésta no cuenta con
instalaciones adecuadas de AyS (Damania et al., 2017).
72 Asamblea de Naciones Unidas, Resolución 64/292 de 28 de julio de 2010.
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organizaciones comunitarias locales (BID, 2020b); y (iii) acciones orientadas a la


educación comunitaria en higiene (campañas para el mejoramiento de viviendas,
manejo de residuos, lavado de manos, etc.) y la organización comunitaria para la
autogestión de los servicios (Musoke et al., 2018), teniendo en cuenta el enfoque
de género (BID, 2014 y Getachew et al., 2016).

3.9. Mayor foco en la zona rural. Una de las medidas de mayor impacto promovidas
por países con grandes rezagos de acceso ha sido dar prioridad a la formulación
de políticas, planes y programas orientados a atender a la población rural, tanto
concentrada como dispersa (WHO, 2016). La experiencia internacional indica que
se deben considerar los siguientes aspectos: (i) el usuario debe tener injerencia
en elegir la solución más apropiada, y el enfoque de género es fundamental; (ii) las
soluciones efectivamente demandadas por la población, considerando la
capacidad de pago, son sostenibles y efectivamente utilizadas (BID, 2017) 73 ;
(iii) debe aplicarse un enfoque intercultural, con información sobre las
características socioeconómicas, culturales, conocimientos, actitudes y prácticas
de las comunidades sobre las soluciones que se pretende introducir
(UNICEF, 2012); y (iv) para el caso de saneamiento, la creación de demanda, la
educación en higiene y la promoción de oferta local de soluciones son clave
(WSP, 2016; ECOPSIS, 2014). Existen modelos de financiamiento que han
probado ser exitosos en el sector rural, como el uso de microcréditos para la
construcción de soluciones individuales (WSP, 2016). Diversos estudios han
demostrado que incluso soluciones individuales de bajo costo (como filtros de
agua) han sido efectivos para reducir tasas de prevalencia en enfermedades74.

3.10. La calidad del servicio es tan importante como el acceso. Invertir en mejorar
la productividad, eficiencia y calidad de los servicios de infraestructura en un
5% adicional respecto de los estándares actuales puede impulsar el crecimiento
regional en 3,5% del PBI en los próximos 10 años (BID, 2020). Entre las prácticas
más efectivas para mejorar la calidad se destacan: (i) definir en reglamentos y
marcos regulatorios los estándares de calidad esperados, diferenciando entre lo
urbano, periurbano y rural; (ii) disponer de herramientas técnicas, legales y
administrativas para asegurar que los operadores cumplan estándares de
calidad75; (iii) pasar de un enfoque orientado a inversiones en obras a uno de
prestación y calidad de los servicios (BID, 2020); (iv) implementar sistemas de
información y seguimiento de indicadores de la calidad del servicio; (v) incorporar
sistemas y tecnologías innovadoras en las inversiones y en la gestión de los
servicios; y (vi) desarrollar planes de mitigación de riesgos y la adopción de un
enfoque de resiliencia en la provisión de los servicios.

3.11. Incentivos innovadores a la conectividad. Un estudio sobre determinantes de


conectividad a redes de saneamiento en Uruguay encontró diferencias marcadas
en las características socioeconómicas entre hogares conectados y no
conectados especialmente en el nivel de ingresos del hogar, propiedad de la
vivienda y conocimiento de los beneficios del servicio. Dependiendo del origen del
desincentivo a la conectividad, se han aplicado metodologías de cambio de
73 Tiene especial relevancia cuando los beneficiarios son comunidades indígenas (Aecid, 2013; Reyna, 2011).
74 Aiken et al. (2011) y Stauber et al. (2019) presentan evidencia de su efectividad en República Dominicana;
Clasen et al. (2016) en Colombia; y Clasen et al. (2005), Clasen et al. (2007) y Lindquist (2014) en Bolivia.
75 Estadísticas de Chile, Perú y Colombia muestran que los indicadores de calidad han venido mejorando
notablemente en el tiempo (Informes anuales de la SISS en Chile, CRA en Colombia y SUNASS en Perú).
- 27 -

comportamiento para sensibilizar a la población sobre la importancia del


saneamiento76. Cuando la limitante para las familias es técnica o financiera, las
mejores prácticas incluyen: (i) brindar asistencia técnica y facilidades financieras
focalizadas en los usuarios que necesitan la ayuda económica, idealmente
utilizando programas de asistencia social operados por instancias
gubernamentales (como en Bolivia, Bancalari et al., 2016); (ii) otorgar
microcréditos que financien las conexiones intradomiciliarias (como en Perú,
Álvarez y Paez, 2020); y (iii) financiar en 100% las conexiones intradomiciliarias
como parte de un programa a mayor escala77. Asimismo, el involucramiento de la
mujer en la toma de decisiones es un factor determinante significativo para la
conexión a la red de saneamiento (Bancalari et al., 2016).

3.12. Saneamiento como negocio. Las grandes inversiones que requiere la región,
especialmente en asentamientos informales, abre una oportunidad para
generar oportunidades laborales y de negocios para poblaciones vulnerables,
con enfoque de género, tanto en la fase de obra como de prestación de los
servicios. En diferentes casos, el impulso privado ha llevado a contribuir en
toda la cadena de saneamiento, por ejemplo, mediante la creación de
mercados en la generación de fertilizantes, de metano o en la limpieza de
letrinas (Mara et al., 2010). Según Rosenboom y Ban (2017), para un hogar
de bajos ingresos la decisión de adoptar un adecuado saneamiento depende
en gran medida de la oferta, es decir, del diseño, el costo, la disponibilidad y
la variedad en las alternativas que ofrece el mercado. En muchas ciudades se
ha desarrollado de manera espontánea un mercado para la recolección y
transporte de lodos fecales domiciliares generados en soluciones individuales
de saneamiento, que necesita de instalaciones para su tratamiento y una
regulación, estandarización, formación y monitoreo para asegurar que la
gestión de lodos sea segura (casos de éxitos en Bolivia, Haití y Nicaragua).

3.13. El cambio de comportamiento para mejorar el acceso. El cambio del


comportamiento de los usuarios, entendido como la adopción de conductas
adecuadas, es un componente crítico para mejorar el acceso y las prácticas de
WASH (Aunger y Curtis, 2016). Estas estrategias –en aspectos como reducción
de consumos de agua, lavado de manos, higiene menstrual, incremento de la
conectividad y pago de tarifas– se deben trabajar con actores tan diversos como
los gobiernos locales, las autoridades de salud y educación, los líderes locales,
las organizaciones de base o las familias. Los cambios de comportamiento
sostenibles se producen cuando las autoridades cuentan con estrategias sólidas
empleando diversos canales de comunicación y focalizando las estrategias en
grupos específicos. En Costa Rica se evidenció que, a través de campañas de
comportamiento en grupos específicos, el consumo de agua se redujo entre un
3,7 y un 5,6% con relación al grupo de control (Datta et al., 2015).

B. Sostenibilidad ambiental y resiliencia.

3.14. Los riesgos para el desarrollo futuro. El desarrollo sostenible implica


compatibilizar intertemporalmente el desarrollo económico y social, y el equilibrio
76 En El Alto (Bolivia) se implementó una estrategia de mercadeo social para incrementar la conectividad.
77 El Programa Nacional de Conexiones Intradomiciliarias de Colombia (2012-2017) se implementó en 20
municipios del país y se financiaron instalaciones hidrosanitarias las cuales fueron 100% subsidiadas.
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ambiental (Duran et al., 2015). Evitar la sobreexplotación de los RH, prevenir o


mitigar su contaminación, y la gestión adecuada de los RS son elementos
intrínsecos del mismo. La resiliencia implica contar con agua para satisfacer todos
los usos, la preservación de su calidad y la consideración de aspectos de CC y
gestión de riesgos por desastres naturales (como inundaciones y desastres de
origen geofísico)78 en la planificación de infraestructura.

3.15. Disponibilidad de agua y cambio climático. Entender el efecto de los impactos


del CC en la disponibilidad del RH es de suma importancia para asegurar la
sostenibilidad y continuidad de los servicios de AP, y para garantizar que los
proyectos cumplan sus objetivos operacionales, financieros y económicos
(OECD, 2021). Las prácticas exitosas en esta materia convergen hacia: (i) un
paradigma de la gestión integral de recursos hídricos (GIRH) que tenga en cuenta
todos los usos y usuarios del agua en la cuenca; (ii) planificación de obras de
infraestructura resilientes al CC, incluyendo soluciones de infraestructura verde
para la protección de fuentes de agua (por ejemplo, reforestación, protección de
bosques, riberas, humedales) 79 , que conserven los RH (IUCN, 2017), y la
preservación de los ecosistemas y la biodiversidad; (iii) incorporación de planes
de adaptación dentro de los planes de gestión e inversión sectoriales;
(iii) implementar estrategias de gestión de la demanda, concientizar y promover el
cambio de comportamiento de la población para reducir el consumo excesivo,
explorar alternativas de reúso y fomentar tecnologías de bajo consumo; y
(iv) niveles y estructuras de precios o tarifas adecuadas por los servicios de AyS.

3.16. Calidad del recurso hídrico y gestión del saneamiento. La contaminación


puede poner en riesgo la salud de la población y comprometer el uso efectivo de
los RH (UN-Water, 2021). Con ríos altamente contaminados, las regiones aguas
abajo pueden experimentar reducciones en el crecimiento económico (BM, 2019).
Se debe considerar que la calidad físicoquímica y biológica del agua se afecta por
desagües industriales, agrícolas y mineros, y también por el CC, además de las
descargas domésticas. En ese sentido, la expansión de la cobertura de
alcantarillado debe ser el primer elemento de los planes de saneamiento a fin de
disminuir los riesgos para la salud, el medio ambiente y el desarrollo económico.
Las buenas prácticas en esta materia contemplan (BID, 2020)80: (i) priorizar las
inversiones por el criterio de impacto en la salubridad para la población,
y programar las obras por etapas, dados los largos períodos de tiempo para
recuperarlas; (ii) definir planes integrales de saneamiento, con un esquema de
coordinación interinstitucional que involucre a todos los agentes; (iii) definir el
esquema de financiamiento 81 , contemplando tarifas asociadas al costo del
servicio; (iv) desarrollar APPs con costos y riesgos compartidos; (v) mejorar el
desempeño institucional con mejores políticas, normas y creación de
capacidades; y (vi) implementar soluciones técnicas innovadoras, incluyendo no
78 Los desastres de origen geofísico pueden afectar los servicios de AyS (terremotos, erupciones volcánicas),
e incluso afectar su sostenibilidad, si se diseñan y construyen sin considerar su posible afectación por éstos.
79 Según The Nature Conservancy (2017), en 81% de las ciudades analizadas la infraestructura verde redujo
sedimentos y contaminación por nutrientes en al menos 10% a través de protección de bosques,
reforestación de pastizales y buenas prácticas agrícolas.
80 BID (2020d), Iniciativa de Saneamiento Optimo, documento para discusión.
81 Modelos exitosos se han dado en países fuera y dentro de la región. En México, la cobertura de TAR creció
a 48% con una significativa inyección de recursos del Estado federal. Similar esquema se ha usado en Brasil
y en países desarrollados en América del Norte, Europa y Asia.
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convencionales, y basadas en la naturaleza. Un tema relevante por su impacto


sobre el adecuado funcionamiento del alcantarillado y TAR, es la coordinación con
los servicios de drenaje pluvial y gestión de RS (Ocean Conservancy, 2019).

3.17. Economía Circular en AyS. La EC está cada vez más presente en las agendas
de política pública de LAC82, en la agenda multilateral e incorporándose, aunque
de manera incipiente, en operadores de AyS. En el mundo hay experiencias que
demuestran la viabilidad del reúso de AR tratadas para fines agrícolas (caso
Israel, EPA, 2019), industrial (México, Sudáfrica, Brasil) (Rodriguez et al., 2020),
e incluso como AP (Namibia). También, hay experiencias en recuperación de
energía proveniente de lodos del TAR (Chile, Estados Unidos, Suecia, México83 y
Japón) (NSF, 2015), y recuperación del fósforo como fertilizante (Estados Unidos,
Países Bajos y Dinamarca) (IWA, 2016). Hay potencial de generación de nuevos
mercados, y oportunidades de empleo y recursos en torno al saneamiento, para
contribuir a su autosuficiencia (Toilet Board Coalition, 2016). En general, la
transición a una EC requiere: (i) fomentar la participación de la población,
trabajando en cambio de hábitos y comportamiento, en racionalizar consumos,
cultura de pago, reducción, reutilización y entrega de RS separados desde la
fuente; (ii) cambiar la percepción de los usuarios respecto al uso de agua de reúso
para actividades productivas y de soluciones basadas en la naturaleza para TAR;
y (iii) fortalecer marcos normativos (como la Hoja de Ruta de EC de Chile (MMA
Chile, 2020), instituciones, el control y monitoreo, y promover nuevas tecnologías.

3.18. El impacto de AyS en el cambio climático. En el caso de RS, existe un claro


potencial de mitigación al CC a través del uso de tecnologías bajas en generación
de GEI en la recolección de residuos y la captura activa de biogás en los rellenos
sanitarios. Siete países de la región han incorporado acciones de EC al actualizar
las NDCs (Platform for Accelerating the Circular Economy, 2021). Un instrumento
de política usado por ciudades para establecer programas y metas de reducción
de emisiones (incluyendo la gestión de RS y AR) es el Plan de Acción Climática.
En el sector se necesita que los países puedan: (i) generar capacidad institucional
para mejorar el reporte y monitoreo de emisiones; (ii) incorporar medidas de
mitigación de GEI en proyectos acordes a las realidades y capacidades locales
(incluyendo green skills) y en línea con las metas del país en sus NDCs; (iii) revisar
criterios, procesos y esquemas de ejecución y operación de los servicios;
(iv) explorar los vínculos del sector con otros sectores en términos de
contribuciones; y (v) coordinar con organismos directa o indirectamente
involucrados con el sector y vinculados con la problemática de CC (medio
ambiente, energía (IEA, 2018), agricultura (FAO, 2011), RS, industria, turismo,
minería, entre otros).

3.19. Gestión de riesgos de cambio climático y de desastres. Fenómenos como


sequías, inundaciones o incluso la pandemia por COVID-19, impactan la
capacidad de proveer el servicio84. Si bien se recomienda un enfoque de riesgo
82 Mulder y Albaladejo (2020).
83 La PTAR en San Luis Potosí, México, genera energía para consumo interno y para venta, habiendo generado
ahorros de US$18 millones en un período de seis años (BM, 2017).
84 La sequía experimentada de 2013 a 2015 en San Pablo (Brasil) causó impactos económicos considerables,
al igual que las recientes sequías en Australia y California. Ver Andrade (2016), Milano et al. (2018) y De Nys
et al. (2017) para análisis del caso Brasil; Lund et al. (2018) para California; y Buurman et al. (2016) para
manejo de sequías en 10 grandes ciudades del mundo.
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para hacer frente a estos eventos (OECD, 2013), la mayoría de operadores aún
responde de manera "ad hoc" con poca planificación (Buurman et al., 2016).
Algunas líneas son: (i) desarrollar herramientas de diseño de proyectos que
considere el CC en variables hidro-meteorológicas, mejore la información para
pronosticar riesgos, frecuencia e intensidad de eventos extremos (Hallegatte et
al., 2017); (ii) emplear nuevos enfoques para planificar infraestructura (e.g. Diseño
Robusto y Rutas dinámicas de políticas de adaptación) (Roson y Sartori, 2012);
(iii) comprender mejor el impacto físico y económico de los riesgos por desastres
y de CC, y de medidas de adaptación y mitigación85, a nivel territorial y por sector
económico86; (iv) incorporar la gestión del riesgo en las normas, planes maestros
y diseño de infraestructura (OECD, 2013); (v) definir indicadores de resiliencia
climática a nivel de proyecto y generar lecciones sobre las medidas
implementadas (Grunwaldt et al., 2021); y (vi) implementar medidas no
estructurales como sistemas de alerta temprana, planes de contingencia y gestión
de riesgos de desastres (incluyendo sequías), y fortalecimiento institucional87.

C. Financiamiento y gobernanza sectorial

3.20. Reforzar los mecanismos de fondeo sectorial de largo plazo. Existe consenso
internacional sobre la importancia de incrementar la inversión en AyS,
especialmente en saneamiento (¶2.1-¶2.3). Obtener los recursos necesarios para
alcanzar los ODS depende de la canalización efectiva de aportes del Estado (vía
recursos propios, de financiamiento de fuentes multilaterales y bilaterales o
privadas, o de donantes) y de los usuarios (vía el pago de tarifas). No obstante, el
llamado a mejorar la estabilidad y suficiencia de los subsidios públicos, evitando
que induzcan comportamientos e incentivos no deseados en las decisiones de las
empresas e injerencia política directa (Ducci y Krause, 2013), es clave adoptar
políticas tarifarias orientadas a cubrir por lo menos los costos de OyM. La
evidencia internacional muestra que la estabilidad y suficiencia de los aportes del
Estado dependen de: (i) prioridad del sector en las políticas de gobierno;
(ii) situación macroeconómica; (iii) capacidad de los prestadores y autoridades de
rectoría para planificar eficientemente las inversiones y desarrollar programas y
proyectos; (iv) capacidad de ejecución eficaz de los recursos; y (v) inclusión de
medidas de transparencia en el manejo de los recursos.

3.21. Tarifas adecuadas. La experiencia internacional muestra que la sostenibilidad del


servicio depende en gran medida de que las tarifas cubran paulatinamente el
costo eficiente de largo plazo de prestación de los servicios, especialmente en
zonas urbanas 88 , lo cual resulta factible combinándolas adecuadamente con
subsidios focalizados (Lentini, 2015). Un análisis en LAC (Ducci y García, 2013)
muestra que las empresas de AyS líderes son aquellas que tienen tarifas
adecuadas a sus costos, mientras que en las más rezagadas es notable la alta
significancia de transferencias directas del gobierno, no estables, para cubrir hasta
sus costos de OyM. La posibilidad real de incrementar esta fuente está dada por
factores como: (i) reducir la injerencia política en su definición y aplicación;
85 Plan de Adaptación de Recursos Hídricos en Chile y Plan Nacional de Adaptación al CC de Colombia.
86 Ver, por ejemplo, estudios de CEPAL (2009) en Chile.
87 En 2013, México puso en marcha el Programa Nacional contra la Sequía, acordando con autoridades locales
los programas y acciones para atender las condiciones en cada cuenca (Arreguín-Cortés et al., 2016).
88 En Colombia, los operadores de AyS que pertenecen a gobiernos subnacionales que se financian en mayor
medida con transferencias en lugar de ingresos propios, tienen peor desempeño (DIA, 2018).
- 31 -

(ii) marco regulatorio y de control bien desarrollado y efectivamente aplicado;


(iii) situación macroeconómica; y (iv) existencia de un sistema efectivo de
subsidios complementario. En el caso de RS, y también para usuarios industriales
de AR, el cobro del servicio se debe basar en el principio de “quien contamina
paga” y preferiblemente en función de lo generado. Experiencias exitosas de
cobro del servicio de RS se observan en Estados Unidos y la Unión Europea
(Morlock, 2017), así como en Colombia (sistema tarifario permite recuperar todos
los costos, provisiona el cierre futuro de sitios de disposición final e incluye un
componente de aprovechamiento al que pueden acceder los recicladores de
oficio, que se formalizan como prestadores de esta actividad). Los mecanismos
de cobro directo en RS permiten su administración directa por el prestador,
incentivan la reducción en la generación y mejoran la separación de residuos por
la población y, en muchos casos, ahorros en los presupuestos públicos.

3.22. Mejor focalización de los subsidios. La mayoría de los subsidios están dirigidos
a agua, zonas urbanas y servicios por red. Un mejor balance entre servicios (agua
y saneamiento), zonas geográficas (urbano y rural) y tipos de servicio
incrementaría los beneficios de los subsidios, mientras que la incorporación de
innovación tecnológica permitiría mejorar su focalización (Andres et al., 2019). Las
mejores prácticas en su diseño sugieren que89: (i) deben focalizarse en familias
con dificultades efectivas para pagar su factura (en comunidades indígenas se
recomienda focalizar por zona geográfica para no generar efectos adversos en el
tejido social); (ii) los mecanismos de focalización deben ser transparentes,
objetivos, definidos por actores externos al operador y actualizarse
periódicamente para minimizar errores de inclusión y exclusión; (iii) la
determinación del subsidio debe ser simple y comprensible para los usuarios;
(iv) los costos del sistema deben ser eficientes (por ejemplo, utilizar bases de
información y criterios de uso general para políticas públicas); (v) el financiamiento
debe ser suficiente y estable, pudiendo provenir tanto de usuarios de mayor
capacidad de pago (subsidio cruzado), o de presupuesto gubernamental (subsidio
directo a la demanda); y (vi) los mecanismos de financiamiento directo a la oferta
sólo son deseables si pueden focalizarse territorialmente (por ejemplo para zonas
rurales o peri-urbanas) o en aquellos casos en que se tengan externalidades por
problemas ambientales o de salubridad (programas de financiación basada en
resultados han demostrado mejorar el impacto de la inversión estatal
(SWA, 2020), como el Programa de Incentivos Municipales de Perú.

3.23. Acceso a crédito y mercados de capital. La región debe mejorar el acceso de


las empresas de AyS al crédito y a los mercados de capital no obstante las
limitaciones de acceso de muchas economías en desarrollo, y la capacidad de
absorber financiación y preparar propuestas "financiables" de muchos
prestadores (Alaerts, 2019). Hay casos exitosos, como el de las empresas en
Chile 90 y de empresas públicas en Brasil y Colombia, que han accedido a
mercados de capital local e internacional (caso de SABESP en Sao Paulo, que
cotiza en la Bolsa de Nueva York desde 2002, EPM en Medellín y COPASA en
Belo Horizonte) 91 . A medida que los prestadores mejoran su eficiencia e
89 Sistemas de subsidios con características como las que se indican han sido utilizados desde hace más de
20 años en Colombia y Chile. Ver Lentini y Ferro (2014).
90 Después de su privatización accedieron a la bolsa de valores y emitieron bonos de mediano y largo plazo en
moneda local, financiando de esta manera más del 80% de sus inversiones.
91 Ver el caso de Empresas Públicas de Medellín en Velez (2013) y de SABESP en Cuéllar (2009).
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incorporan mejores prácticas de gobierno corporativo, transparencia y rendición


de cuentas, son más elegibles a estos mercados, sin garantías soberanas (Vargas
y Cuellar, 2019). También se deben continuar desarrollando estructuras de Project
Finance que mitiguen los riesgos y atraigan inversores de mercados con apetito
de deuda a largo plazo y retornos estables. Para las inversiones que ofrecen
beneficios de adaptación y mitigación al CC, los fondos climáticos internacionales
(como el Fondo Verde del Clima, el Fondo de Adaptación, el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial o los Climate Investment Funds) representan una oportunidad
de acceso a recursos concesionales; el apetito de inversores institucionales ha
crecido rápida y sostenidamente hacia financiamiento climático y en 2019 se
emitió un récord de bonos verdes por US$259 billones 92 , principalmente en
Estados Unidos, China y Francia, siendo los sectores de agua y residuos
receptores de un 9% y 3% de los recursos, respectivamente (en la región, Aguas
Andinas y ESVAL (Chile) emitieron bonos verdes en 2019)93.

3.24. Mejor gobernanza para el sector. Las brechas de gobernanza son una de las
barreras más comunes en la implementación de políticas de AyS (Menard et al.
2018). En esa línea, Bayu et al. (2020) identificaron que, en países en desarrollo,
las dimensiones sociales y políticas de la gobernanza (por ejemplo, la efectividad
de los gobiernos), influyen en la desigualdad de acceso a saneamiento, mientras
que la desigualdad en el acceso a agua está fuertemente influenciada por
aspectos económicos de la gobernanza (como la absorción de fondos domésticos
o de recursos de donación). Ello ha ocasionado una priorización desigual entre
agua y saneamiento en los países en desarrollo. Por otro lado, los mecanismos
establecidos por la sociedad y los gobiernos para gestionar y manejar los RS no
se han desarrollado al mismo paso que los relacionados a AyS (Nichols y Smith,
2019). Un paradigma en la provisión de servicios públicos es la separación de
funciones y competencias del Estado, en diferentes entes; que los operadores se
concentren en la prestación de los servicios, y que otras entidades se encarguen
de formular políticas, dictar normas y regular los servicios94. La experiencia indica
que este concepto no ha sido exitoso en todos los casos, y que cada país debe
contemplar un modelo ad-hoc de organización, con ciertos elementos básicos95:
(i) respaldar el marco institucional en leyes sectoriales; (ii) lograr recursos
permanentes definidos en normativas de alto nivel; (iii) contar con programas de
formación de capacidades; y (iv) disminuir la injerencia de intereses particulares
(sindicatos, gremios, burocracias, políticos, contratistas, etc).

3.25. Fortalecer la rectoría y la regulación. Entre las funciones centrales del Estado
se encuentran las de establecer directrices para el desarrollo del sector, fijar
políticas y normas, planificar nacionalmente, establecer sistemas de
información96, asignar recursos y definir modalidades de gestión de los servicios.
Los países exitosos97 e ilustrativos de buenas prácticas del sector cuentan con
entidades bajo un marco jurídico y mandato claro, significativos y periódicos
92 El total acumulado desde su inicio en 2007 es de US$754.000 millones.
93 Aguas Andinas realizó en 2019, por segundo año consecutivo, la emisión de bonos verdes en moneda local,
por un monto de US$83 millones, con un plazo de 25 años a una tasa del 2%.
94 Este modelo ha sido exitoso, por ejemplo, en Chile, Colombia, Brasil, Perú y Jamaica.
95 Ver Hantke-Domas y Jouravlev (2011). Para reformas en Europa del Este y Asia Central ver OECD (2011).
96 Según OECD (2017), mejorando la calidad de la información disponible se mejora la eficiencia laboral.
97 Casos exitosos de rectoría sectorial son los de Colombia y Perú. En el caso de Chile las decisiones se
canalizan con éxito por el ente regulador o de la Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios, S.A.
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recursos presupuestarios, personal calificado y alta categoría dentro de la


estructura del Estado; estos aspectos determinan la prioridad del sector en la
agenda pública de los países y en la asignación de recursos. A su vez, es
necesario continuar apoyando la creación y fortalecimiento de los reguladores a
fin de que puedan contar con la autonomía y la capacidad técnica para aplicar los
reglamentos que aseguren la sostenibilidad general de los servicios, la
implantación de regímenes tarifarios técnica y rigurosamente sustentados, la
elaboración de planes óptimos de inversión, el mejoramiento de los sistemas de
información98 y el establecimiento de procesos de comunicación y participación
ciudadana como beneficiarios directos del servicio99. Ante el bajo desempeño de
los operadores públicos, y su prevalencia en la región, se debe apoyar la
búsqueda de una definición más clara del rol y esquemas de la regulación en estos
casos. Otro aspecto importante, especialmente para el sector rural, es contar con
un sistema de seguimiento y monitoreo de los niveles de acceso y la calidad de
los servicios, como se realiza en Chile, El Salvador y Honduras (Smits et al., 2013).

3.26. Se deben recuperar las economías de escala de los servicios. La alta


descentralización de los servicios, en particular hacia municipios, ha evidenciado
en muchos casos deficiencias de desempeño y pérdidas de eficacia, incremento
de costos de transacción, y dificultades de control y regulación 100 . Algunas
experiencias exitosas han promovido integrar los municipios en mancomunidades
(Bolivia, Smits et al., 2012) o regionalizar la prestación (Guajira, Colombia), crear
formas de asociación (Sistema Integrado de Saneamiento Rural, SISAR) en
Brasil, o entre juntas o comités comunitarios rurales101. En Reino Unido, Países
Bajos y Chile se crearon empresas regionales con buenos resultados. Brasil ha
tenido un proceso de consolidación incompleto en empresas regionales, y
Colombia, que tiene un sector muy fragmentado, ha intentado aglomerarlo en
varias ocasiones sin mucho éxito. En Perú, este tema ha sido materia de amplio
debate y llevó a recuperar empresas de carácter regional. La regionalización de
la gestión de residuos, donde dos o más municipios comparten los recursos e
instalaciones (un relleno que atiende varios municipios) ha sido el cambio más
notorio en los últimos 30 años en Estados Unidos, Japón y en la Unión Europea102.
De forma similar, Colombia ha mejorado la disposición final y el control de la
operación a través de la política de regionalización adoptada desde el año 2003103.

3.27. Transparencia y corrupción. La comunidad internacional viene examinando el


rol que la transparencia juega para la gestión del sector104. Una lección relevante
de las reformas en la región es la influencia que las prácticas de manejo de
información, transparencia y gobernanza tienen en la eficiencia y calidad del
servicio (Adam et al., 2020). La corrupción en AyS puede comprometer los
98 Andrés, Schwartz y Guasch (2013).
99 La sociedad civil tiene un rol clave en la gobernanza del sector, como ocurre en los comités de desarrollo y
control social de los servicios públicos domiciliarios, implementados en Colombia en los años 90.
100 Hankte-Domas y Jouravlev (2011), Ferro y Lentini (2010) y Mercadier et al. (2016) examinan empíricamente
el tema de las economías de escala en AyS, las que están presentes tanto en las obras como en la operación
y administración. Ferro (2017) presenta una revisión de literatura y casos de todo el mundo sobre el tema.
101 Varios países, como Paraguay con las Asociaciones de Juntas de Saneamiento o Ecuador con la Red de
Organizaciones Comunitarias Sociales y Comunitarias, han desarrollado con éxito este modelo.
102 Estados Unidos pasó de más de 10.000 sitios de disposición final en 1980 a cerca de 600 sitios regionales
en la actualidad, incrementando la calidad de la operación y aprovechando las economías de escala.
103 Colombia ha pasado de 776 sitios en 2005 a 308 sitios en 2018. (ANDESCO, 2021).
104 Consejo Ministerial de OCDE, junio de 2015 ratificó Principios sobre Gobernanza del Agua (OCDE, 2015).
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objetivos públicos en al menos tres formas: (i) distorsionando la estructura del


gasto y diseño del proyecto; (ii) inflando los precios; y (iii) demorando y bajando la
calidad de la infraestructura y del servicio; en casos extremos que no se complete
o se vuelva a contratar la misma obra varias veces. Un análisis de adquisiciones
públicas de AyS en seis países de LAC, entre 2006 y 2018, (Adam et al., 2020)
sugiere: (i) mejorar la calidad y alcance de la información de adquisiciones
públicas; (ii) introducir análisis de riesgo de corrupción en decisiones micro (por
ejemplo, auditorías) y a nivel de política sectorial (por ejemplo, para la supervisión
y control de los servicios); (iii) introducir esquemas de monitoreo de costos de
adquisiciones públicas; y (iv) invertir en reformas de los sistemas de adquisiciones
públicas para efectivamente bajar los costos de la corrupción.

D. Gestión de los servicios y participación privada

3.28. Mejorar la gestión de las empresas del Estado. El modelo generalizado de


prestación de los servicios de AyS es el de empresas del Estado, de nivel nacional,
regional o municipal. A través de las mismas, los Estados perciben los beneficios
que esta actividad genera, en materia económica, política y social, y deben asumir
los costos de su mala gestión o abuso (OECD, 2018). Numerosos estudios 105
demuestran que la buena gestión de una empresa pública depende en gran
medida de: (i) la autonomía de su administración (incluyendo de recursos
financieros); (ii) la claridad en los objetivos y el uso de mecanismos de gobierno
corporativo apropiados106; y (iii) de una adecuada transparencia y rendición de
cuentas (contabilidad regulatoria, participación de usuarios, etc.) 107 .
Adicionalmente, las empresas mejorarían su productividad transformando
procesos en aspectos de género, como los roles y normas de género instituidos,
y modificando las estructuras de toma de decisión108.

3.29. Mejorar la eficiencia en la prestación de los servicios. La experiencia


internacional demuestra que se pueden lograr mejoras en autonomía financiera y
de gestión con proyectos focalizados en temas como: (i) reducción de ANC109 y
mejora de medición y facturación, con el uso de contratos de gestión por
resultados110; (ii) mejorar la gestión comercial en los procesos de facturación y
recaudo111; (iii) uso eficiente de energía, en especial en sistemas intensivos en
bombeo de agua (potable y residual), de gran impacto en los costos en la región
Caribe (donde pueden representar hasta 50% de los costos operacionales), y la
implementación de medidas de eficiencia energética pueden reducir los costos de
energía entre 20% y 40% (Limaye y Welsien, 2019), lo que a su vez trae asociada
105 Cuellar (2019); OECD (2017); Andrés, Guash y Azumendi (2011); Hankte-Domas y Jouravlev (2011); Velez
(2013) compara la evolución de dos empresas públicas de agua en Colombia (EPM y EMCALI) con
desempeños muy diferentes debido en parte a la autonomía en las decisiones.
106 Andres et al. (2018) encontraron una correlación positiva entre gobierno corporativo y desempeño en
empresas estatales de agua y electricidad de LAC.
107 La calidad del gobierno corporativo y de la transparencia de las empresas proveedoras de AyS y de las
agencias reguladoras y de supervisión es uno de los determinantes de su desempeño (Cuellar, 2019).
108 Ver Hunt, Vivian et al. (2015); Ernst and Young (2016); Catalyst (2013); y Noland, Marcus et al. (2016).
109 Diferencia entre el agua producida y el agua facturada a los clientes.
110 Van den Berg (2014) analizó determinantes del ANC en 68 países. Wyatt et al. (2016 y 2018) analizaron la
efectividad de estos contratos en New Providence, Bahamas, encontrando que los contratos de gestión por
resultados son ventajosos cuando las pérdidas son elevadas, se necesitan grandes reducciones y el agua
es cara.
111 Ver una herramienta para este propósito en Jourdain (2011).
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la disminución de emisiones de GEI; (iv) mejorar la planificación técnica-financiera


de mediano y largo plazo, y promover la automatización de procesos; y
(v) promover políticas de gestión de activos y mantenimiento preventivo de la
infraestructura para maximizar su vida útil (EPA, 2011 y ADB, 2013).

3.30. Incremento en la productividad laboral. Un elemento crítico en el desempeño


de los operadores es la productividad laboral, dado que los costos de personal
suelen representar un porcentaje importante de sus costos operacionales112, lo
cual está relacionado con la necesidad de implementar programas de desarrollo
y consolidación de competencias funcionales del personal. Un caso exitoso es el
Programa de Acreditación de Competencias que se desarrolló en Colombia, y que
ayudó a profesionalizar los cargos técnicos y operativos base. Adicionalmente, el
desarrollo de tecnologías digitales requiere que los operadores de servicios de
AyS se adapten y adquieran nuevas habilidades (reskilling y upskilling). Además
de reclutar nuevos empleados con dominio de la tecnología, las empresas
operadoras necesitan capacitar a los empleados existentes para asegurar que se
adapten a los nuevos requerimientos de conocimiento, mantener la continuidad
del negocio, y evitar disrupciones en el servicio (Glenn et al., 2019).

3.31. Participación del sector privado. Potenciar la PSP en estos servicios es crucial
para incrementar el acceso y mejorar su calidad y eficiencia (incorporando nuevas
prácticas y tecnología)113. A pesar que en las décadas pasadas la PSP en AyS no
cumplió la expectativa inicial de financiamiento de las inversiones 114 , su
participación sí mostró mejoras de eficiencia y calidad115 de los servicios de AyS
(BID, 2021a). Las APP pueden ser eficaces para implementar tecnologías
innovadoras (por ejemplo, para reducir ANC). A nivel institucional, la existencia de
un marco regulatorio y de política claro e instituciones con alta capacidad de
supervisión son condiciones necesarias para el éxito de estos procesos (BID,
2021a). De las experiencias exitosas se extrae que su estructuración debe
considerar (BID, 2021a): (i) las fuertes demandas de capital en cortos períodos de
tiempo y las reales posibilidades para su aporte, bien por el Estado o el privado;
(ii) la volatilidad política, por el carácter descentralizado de estos servicios; (iii) la
percepción social, la capacidad económica y disposición al pago de la población,
especialmente en saneamiento y TAR; (iv) la adecuada distribución de
responsabilidades y riesgos entre los actores público y privado; y (v) niveles de
servicio e indicadores de desempeño medibles. Finalmente, estudios indican que
la PSP aumenta cuando se reduce la corrupción, con la vigencia del estado de
derecho y con la calidad de las regulaciones (Kogan y Bondorevsky, 2016). Más
allá del marco institucional y la adecuada estructuración del contrato, la
experiencia, confiabilidad y capacidad técnica y financiera del socio privado son
clave para cumplir las obligaciones contractuales y estándares de desempeño.

112 Empresas líderes en el mundo emplean del orden de un empleado por 1.000 conexiones, tercerizando una
gran cantidad de actividades. Se considera que entre dos y tres empleados/1.000 conexiones es razonable.
113 Con datos de más de 1.200 operadores de agua y electricidad en 71 países en desarrollo, Gassner et al.
(2009) encontraron que los operadores con PSP incrementaron en 12% y 19% las conexiones de agua
residenciales de AyS, respectivamente y un 41% las horas diarias de servicio.
114 Ver detalles sobre la actuación y salida de los operadores internacionales de América Latina en Ducci (2007).
115 Bonifaz e Itakura (2014) encontraron que las empresas de AyS privadas obtienen mejores resultados que
las públicas. Barrera-Osorio et al. (2009) encontraron efectos positivos de las privatizaciones en Colombia
para el bienestar del consumidor. Lambert (2019) estudia la privatización de AyS en Guayaquil, Ecuador.
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3.32. El rol de la comunidad en la prestación de los servicios en sistemas rurales.


Internacionalmente el modelo de gestión más usual en zonas rurales es el de la
comunidad como responsable por la OyM de los sistemas116. Estudios de caso
sugieren la importancia de que el modelo de operadores comunitarios cuente,
entre otros, con 117 : (i) reconocimiento legal; (ii) marco regulatorio apropiado;
(iii) esquemas de apoyo post-construcción mediante operadores municipales u
otros (Smits, 2014); (iv) monitoreo del desempeño; y (v) generación de
capacidades. El involucramiento de la comunidad en la planificación de las
intervenciones (como el diseño de esquemas tarifarios, selección de tecnologías
y localización de la infraestructura) es clave para un buen desempeño de la
gestión118. Existen mecanismos de participación y control social como audiencias
o consultas públicas para circunstancias especiales como aprobaciones de planes
de obra o aumentos tarifarios; también existen instancias de participación de
autoridades locales cuando se trata de empresas prestadoras nacionales,
regionales o estaduales, así como ONGs de defensa de los consumidores119.

E. Innovación

3.33. Gobernanza de la innovación en AyS. En diversas regiones se implementan


políticas que promueven la innovación en el sector, ya sea de manera directa120 o
como parte de una estrategia de innovación nacional 121 . Algunos países han
desarrollado normativa específica para impulsar tecnologías innovadoras para la
mejora de procesos122, teniendo los reguladores una enorme oportunidad para
definir normas, mecanismos e instrumentos que estimulen la innovación
(Sherman et al., 2020). Singapur, Países Bajos, Reino Unido e Israel son los
líderes mundiales en tecnología en el sector, así como en innovación de políticas,
ya que dan respuestas integradoras de ambos ámbitos a los desafíos locales123.

3.34. Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Un factor de éxito clave para


revertir la falta de investigación y desarrollo en el sector es incentivar la vinculación
entre actores del ecosistema de innovación. De la mano de otras reformas
(institucionales, regulatorias, etc.), Israel ha promovido la creación de un “triángulo
de innovación” donde interaccionan los emprendedores aportando nuevas ideas
y tecnología, el gobierno contribuyendo con financiamiento y los operadores en
un ámbito de prueba e implementación (Marin et al., 2017). El sector privado
puede jugar un rol en promover la prestación de los servicios con innovación y a
116 USAID (2020) presenta una revisión de literatura sobre gestión de sistemas de AyS rural.
117 Para un análisis completo con experiencias en países de LAC ver Mejía et al. (2016).
118 Ver DIA (2020) y BID (2019) para casos Paraguay y Perú.
119 Varios países, como Paraguay y Colombia, están fortaleciendo los procesos de consultas públicas antes del
inicio de las obras, asegurando la participación de la comunidad y la apropiación de la infraestructura
120 En Europa se han conformado las Asociaciones Europeas de Innovación, grupos de trabajo de alto nivel que
realizan recomendaciones en el diseño de políticas a la Comisión Europea y tienen por objeto definir
prioridades de I+D+i, concentrar esfuerzos, y evitar duplicidades. Uno de dichos grupos es EIP WATER.
121 España diseñó una Estrategia País de Ciencia, Tecnología e Innovación 2020 y el Ministerio de Economía y
Competitividad definió los objetivos estratégicos de innovación del agua.
122 La Ley de contaminación de aguas superficiales en los Países Bajos (Comisión Europea. 2018A) y la
propuesta de reglamento del parlamento europeo sobre reúso de agua están propiciando innovación en TAR
(Comisión Europea, 2018B). Europa cuenta con una estrategia para el tratamiento del plástico que favorece
a la innovación en diseño, producción, utilización y reciclaje (Comisión Europea, 2018C).
123 Ver McKinsey (2019) para el caso de Singapur y Israel Institute of Technology (2016) para el de Israel.
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través de modalidades como contratos basados en resultados, como fue el caso


de Bahamas para reducir el ANC (BID, 2018).

3.35. La innovación puede ayudar a reducir la brecha de acceso en áreas rurales


y periurbanas. La innovación técnica y social puede transformar los modelos de
provisión y de OyM de los servicios de WASH, especialmente en áreas informales
y rurales; con condiciones difíciles y pocas soluciones. En el mercado existen
tecnologías, modelos comerciales y productos financieros que contribuyen a
prestar los servicios de manera segura y asequible. Las innovaciones técnicas,
como una solución fuera de la red que utiliza energía solar para extraer agua del
aire y que se puede implementar en comunidades de difícil acceso en áreas muy
secas, ya se están usando en LAC. Productos innovadores y costo efectivos
diseñados para contextos no convencionales, pueden hacer que los servicios de
AyS sean asequibles para los más vulnerables 124 . Igualmente, los enfoques
innovadores del sector privado pueden ayudar a aliviar el estrés hídrico, en
especial durante emergencias y circunstancias especiales, como el COVID-19125.

3.36. Modernización de infraestructura a través de tecnología digital. Un agente de


cambio poderoso de la infraestructura es la tecnología digital. Ejemplos de ello
son la adopción de sensores remotos (satelital, drones), monitoreo de activos en
tiempo real (Karmous-Edwards y Sarni, 2018), fidelidad de clientes (acceso
continuo y comunicación estrecha), análisis predictivo de oferta y demanda (Timón
y Fontes, 2017), inteligencia artificial (gestión de activos), realidad aumentada y
virtual (reparación y entrenamiento) y ciber seguridad (acceso a información y
servicios de distribución) (Water, Finance and Management, 2018). Experiencias
exitosas de incorporación de estas tecnologías se encuentran en España y varios
países de Europa. En gestión de RS, a nivel de logística, seguimiento, control y
tecnologías, continuamente se están probando diferentes alternativas (Minatta y
Basani, 2020) que podrán cambiar las condiciones de operación y de competencia,
como el ruteo dinámico, el mantenimiento predictivo y preventivo, los sistemas de
control remoto o automatizados vía GPS (Global Position System) o Radio
Frequency Identification combinado con el apoyo de aplicaciones móviles,
robótica para separación en estaciones de reciclaje, vehículos autónomos para
disminuir accidentalidad y maximizar eficiencia de recolección.

3.37. Tecnologías con alto impacto en mejorar la eficiencia de la gestión de los


servicios. En general, para las empresas prestadoras de servicios públicos, como
las de AyS, la transformación digital tecnológica, tanto de sistemas como de
procesos, puede reducir los gastos operativos hasta en 25% (McKinsey &
Company, 2018). A nivel internacional, la digitalización en el sector ha potenciado
ganancias operativas de hasta 25%, reduciendo las fallas de suministro de agua
en cerca de 30% y el tiempo de reparación de roturas de tuberías en 8%, y
aumentando la confiabilidad de datos a casi 99%, gracias a lecturas precisas y en
tiempo real de sensores inteligentes (WaterWorld, 2020). También se están
implementando nuevos enfoques en la gestión de RS (para recolección, logística,
plantas de tratamiento de residuos, modelos de negocio y herramientas de datos)
124 Por ejemplo, SOIL brinda la forma más económica de saneamiento gestionado de forma segura a través de
un sistema basado en contenedores para poblaciones pobres de Haití, es (Coates y Gray, 2020).
125 En el caso de Caye Caulker, Belice, la empresa Zero Mass Water instaló hidropaneles antes del Covid-19 y
proporciona agua en periodos de escasez; solución parte de una iniciativa del BID con el Ministerio de
Turismo y Aviación Civil, para instalar 23 hidropaneles,que producen hasta 911 galones de agua al mes.
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(Sarc et al., 2019). Los sistemas con reciclaje inteligente están contribuyendo al
desarrollo de nuevos mecanismos para financiar la infraestructura y la gestión del
agua126. Otras innovaciones ocurren en tecnologías probadas y en uso, como es
el caso de la desalación, donde se esperan avances tecnológicos que podrán
resultar en una disminución significativa en los costos de producción de AP por
reducciones en consumo de energía (en 20 a 35%), y de los costos de capital (en
20 a 30%), mejorando la fiabilidad del proceso y flexibilidad (Glenn et al., 2019).

3.38. La gestión inteligente en AyS. Las tecnologías digitales pueden convertirse en


catalizador de la modernización de la infraestructura de AyS y mejorar la eficiencia
de los servicios (Glenn et al., 2019). El concepto de Internet del Agua permite
compartir datos sectoriales integrados de forma abierta, para facilitar procesos de
toma de decisiones (The Aspen Institute, 2017). Las innovaciones en la ciencia de
datos (big data) y las técnicas de “inteligencia aumentada”127 permiten conocer la
situación operativa o, casi en tiempo real, monitorear su calidad. La combinación
de medición inteligente e Internet de las cosas (IoT) es clave para desarrollar
sistemas de gestión de agua que sirvan a los consumidores y a las empresas a
fomentar la sostenibilidad y fortalecer procesos de detección de fugas, control de
consumos o monitoreo en tiempo real de la calidad del agua de los ríos o prever
su disponibilidad bajo escenarios de CC (O’Callaghan, 2020). Para los servicios
de recolección y gestión de RS, en Reino Unido y Japón existen sistemas basados
en IoT que reconocen a quien recicla, el tipo de residuos y cuando están llenos
los contenedores. En España, Italia y Corea del Sur hay contenedores inteligentes
que en su tapa reconocen al usuario a través de un lector (Radio Frequency
Identification128, Minatta y Basani, 2020). Corea del Sur dispone de contenedores
inteligentes, solares y con compactación automática, con reducción de costos de
hasta 80%. Además, instalaciones de valorización de residuos en Finlandia
incorporan la robótica en las plantas para separación más eficiente (ISWA, 2019).

3.39. La fuerza laboral digital. La región debe entender cómo la fuerza de trabajo
digital se incorporará a las empresas de AyS (Abbatiello et al., 2017). Robótica e
inteligencia artificial no implican desplazar trabajadores; la automatización
inteligente puede aumentar la productividad laboral (Glenn et al., 2019). Para
contribuir a desarrollar las habilidades que serán demandadas por los operadores,
de acuerdo con el BID (2020c), las tutorías, mentorías y el acceso a información
sobre trayectorias educativas y profesionales, oportuna y adaptada a la edad,
pueden ser muy valiosas. Los talleres intensivos de formación se han señalado
como un modelo prometedor para contribuir a superar de forma eficiente y
rentable los retos de perfeccionamiento y reconversión de aptitudes digitales.

3.40. Ciberseguridad. Las empresas de servicios públicos cuentan con infraestructura


esencial y crítica para el desarrollo humano. En este sentido, la ciberseguridad
será de alta prioridad en el avance de las empresas hacia la digitalización de sus
operaciones, y un elemento para mitigar su precepción de riesgo por el uso de
126 Barcelona implementó una iniciativa que busca adaptar los impuestos ambientales de los distritos urbanos
(cobrados a través de la factura de agua) de acuerdo con sus tasas de reciclaje (Minatta y Basani, 2020).
127 Inteligencia Aumentada se refiere al aumento de capacidades humanas al combinarlas con la tecnología.
128 Permite la lectura remota de medidores y con ellos operadores pueden obtener información a distancia,
mientras que los clientes pueden también ver su uso en línea y recibir alertas sobre cualquier problema.
- 39 -

soluciones basadas en la nube, aunque sea necesario fortalecer constantemente


sus operaciones con nuevas soluciones de ciberseguridad (Clark et al., 2017).

3.41. Nuevas tecnologías y cambio de comportamiento. Los medidores inteligentes


pueden promover cambios de comportamiento para conservar el agua al mejorar
la información y proporcionar retroalimentación sobre consumo de los hogares.
Beal y Flynn (2014) muestran cómo en Australia la implementación de medidores
inteligentes puede llevar a una reducción de la demanda de agua de hasta un 10%.
Daminato et al. (2021) encontraron que un programa de instalación de medidores
de agua con tecnología de medición inteligente en Tenerife (España), que permite
a los hogares acceder al consumo diario y retroalimentar en tiempo real, a través
de un portal en línea, indujo a los hogares a reducir el consumo en un 2%.

3.42. La cultura de la innovación en los prestadores de los servicios. El cambio de


paradigma implica un abordaje holístico incluyendo regulaciones, procesos
administrativos y culturales 129 , basados en incentivos y liderazgo compartido.
Considerando las necesidades y requerimientos específicos de I+D+i por los
operadores de AyS, la articulación con entidades proveedoras de bienes y
servicios con capacidad para apoyarlas en generación de innovación es central130.

IV. LECCIONES APRENDIDAS DE LA EXPERIENCIA DEL GRUPO BID EN EL SECTOR DE


AGUA Y SANEAMIENTO

4.1. El análisis de lecciones aprendidas recoge la revisión de 34 operaciones de


préstamo con garantía soberana y nueve donaciones de inversión de INE/WSA
finalizadas durante el período 2017-2020 (Tabla 2 y Tabla 3), tres operaciones de
BID Invest (Tabla 4) y dos operaciones de BID Lab (Tabla 5). Incluye además la
revisión de aprendizajes en el diseño y ejecución de 19 cooperaciones técnicas
asociadas a diversas iniciativas de INE/WSA (Tabla 6). Como lección general para
el financiamiento de operaciones de Garantía Soberana se resalta la importancia
de adoptar un enfoque integral, y no solo de construcción de infraestructura,
incorporando aspectos de equidad en el acceso, gobernanza, gestión de los
servicios, sostenibilidad financiera, social y ambiental, e innovación para mejorar
la sostenibilidad. Por parte de BID Invest se resalta la importancia de trabajar y
coordinar con el BID y las oficinas de país en apoyar con operaciones sin garantía
soberana a empresas estatales. Estas lecciones destacan el valor agregado que
el Grupo BID viene generando en el sector en aspectos como el mejoramiento del
marco de gobernanza y de gestión de operadores, la disponibilidad de información
para la formulación de políticas y la planificación de inversiones, la incorporación
en la agenda de políticas sectoriales y en el diseño de proyectos, de enfoques de
adaptación y mitigación de los efectos del CC, el impulso a la innovación y
transformación digital del sector y de su rol catalizador de recursos de otros
financiadores y donantes, y que provienen de su presencia en terreno en los
países, la asignación de recursos de cooperación técnica y el desarrollo de
herramientas y productos de conocimiento que permiten a los países formular
129 Tres de los cinco principales inhibidores internos para la adopción de innovación están directamente
relacionados con la cultura (Speight. 2015).
130 En Francia, las compañías de agua son miembros de “clusters de competitividad” (Dream: Eau & Milieux,
Aqua-Valley y Hidreos). Sydney Water es otro ejemplo en gestión de innovación. Otro ejemplo es Mekorot
WaTech, una plataforma de gestión de innovación abierta del prestador nacional en Israel.
- 40 -

políticas y desarrollar proyectos de manera más efectiva. El detalle de las


lecciones y las operaciones relacionadas se encuentra en la Tabla 7.

A. Lecciones alineadas con el acceso y calidad de los servicios

4.2. Para avanzar en el cierre de brechas se deben incrementar las inversiones


en saneamiento y extender el servicio más allá del hogar. Para cerrar las
brechas de acceso, el Banco ha impulsado el desarrollo de proyectos de
infraestructura, con especial atención al saneamiento, donde la región presenta
más desafíos. El acceso a saneamiento, incluyendo el TAR y la gestión adecuada
de RS, requiere no sólo de un incremento en las inversiones, sino también de una
planificación y acompañamiento de largo plazo, lo que implica que los gobiernos
prioricen de manera sostenida al sector, con un enfoque que considere la
integralidad de las inversiones, el fortalecimiento institucional y la sostenibilidad
financiera. La experiencia adquirida ha demostrado que las intervenciones más
efectivas son las ejecutadas en fases para poder lograr los objetivos esperados a
largo plazo. Adicionalmente, para el logro de la universalidad en el acceso, es
fundamental extender el alcance de los servicios más allá del hogar, atendiendo
escuelas, centros de salud y otros espacios públicos.

4.3. Los programas deben incluir medidas orientadas a mejorar la calidad de los
servicios. La mayoría de los programas en AyS incluyen intervenciones
orientadas a mejorar la calidad de los servicios, lo cual debe realizarse a través
de la rehabilitación de sistemas junto acciones para el fortalecimiento en la
gestión. La potabilidad es uno de los aspectos clave en el acceso seguro a los
servicios de agua, especialmente en programas rurales, por lo que es fundamental
incluir medidas específicas en este tema.

4.4. La atención a la población más vulnerable debe considerar los aspectos


socioeconómicos y culturales de los beneficiarios. El Banco ha focalizado sus
intervenciones en áreas rezagadas tanto a nivel regional (especialmente rural)
como socioeconómico. La adecuación de los programas a las especificidades
locales (culturales, sociales, económicas y políticas), permiten una mejor
selección de tecnologías y de soluciones, incentivando la apropiación de los
servicios y la sostenibilidad. En programas con reasentamientos, estas
consideraciones son clave para el éxito de los procesos.

4.5. Se deben introducir incentivos a la conectividad. Los proyectos que han


incluidos acciones a la conectividad al alcantarillado especialmente para
poblaciones de bajos ingresos, tienen tasas de conectividad efectiva más altas.
Los aspectos económicos, culturales y sociales deben ser analizados y guiar los
mecanismos propuestos. El financiamiento suele ser el incentivo a la conexión
más utilizado, pero otros incentivos pueden ser más apropiados según el contexto.
Asimismo, los aspectos institucionales deben estar claramente definidos para
maximizar el impacto, idealmente con programas directamente liderados por los
prestadores de los servicios para una implementación más eficiente o con
mecanismos de coordinación claramente establecidos.

4.6. La educación en higiene y la sensibilización social son clave para lograr los
impactos positivos de la inversión. Los programas tradicionales de educación
ambiental o sensibilización a los usuarios han evolucionado hacia programas de
- 41 -

cambio de comportamiento. Estos programas desarrollan estrategias para lograr


en el largo plazo el comportamiento adecuado de los usuarios en cuanto al uso
de las instalaciones, pago de tarifas, separación en origen y presentación
adecuada de residuos, lavado de manos, entre otros. La implementación de estas
acciones en escuelas ha tenido buenos resultados. Las consideraciones de
género en estas campañas son claves para garantizar su éxito, permitiendo
entender problemáticas y prioridades concretas para cada uno de los grupos de
la comunidad, y desarrollando soluciones que se adapten a sus necesidades.

B. Lecciones alineadas con la sostenibilidad ambiental y la resiliencia

4.7. Sostenibilidad ambiental de los servicios de AyS requiere planificación e


inversiones a través de una GIRH. En la planificación e implementación de
intervenciones de AyS es fundamental considerar la dimensión hídrico-ambiental
de la cuenca, especialmente introduciendo medidas para el mejoramiento y la
conservación de las fuentes de agua, las cuales pueden incluir desde mejorar la
planificación, la implementación de medidas puntuales y poco costosas, o la
realización de obras de infraestructura de saneamiento, como la rehabilitación de
PTAR y sistemas de alcantarillado para minimizar problemas de contaminación
de cuerpos de agua y asegurar la sostenibilidad ambiental a largo plazo.

4.8. Invertir en mejorar la resiliencia de los servicios es cada vez más crítico. El
apoyo a los operadores en la gestión de riesgos es clave, lo que normalmente
incluye la elaboración de planes de emergencia o contingencia y la capacitación
del personal en aspectos técnicos que contribuyan a mejorar la gestión en eventos
y de inseguridad hídrica.

4.9. Existe un fuerte vínculo entre gestión adecuada de AyS y cambio climático.
Cada vez más, los países están desarrollando líneas de trabajo sobre CC y
adaptación en el sector AyS. Estas acciones deben incluir la elaboración de leyes
para la protección ambiental que consideren aspectos de CC (como en Bahamas),
el diseño de regulaciones específicas para mitigar sus impactos, y la
consideración de estos aspectos en el diseño de las obras. En este aspecto, el
Banco ha tenido un rol central en apoyar a los países tanto en el análisis de los
impactos del CC como en su incorporación en la planificación de inversiones.

C. Lecciones alineadas con la gobernanza del sector

4.10. La solución de los problemas de AyS requieren un acompañamiento y


planificación a largo plazo. La prioridad política, junto con una planificación y
financiación a largo plazo, son clave para asegurar continuidad en las inversiones.
Los préstamos de política han sido un mecanismo adecuado para inducir cambios
reglamentarios e institucionales que fortalecieron al sector. Es clave socializar y
validar las medidas de reforma para lograr consenso entre los actores y mejorar
la coordinación entre instituciones. Asimismo, los programas de sucesivas fases
permiten la planificación a largo plazo y la maduración de las instituciones. La
definición de planes marco permite estructurar líneas generales y luego, por
etapas, implementar intervenciones, permitiendo una ejecución más eficiente.
Contrariamente, la falta de planificación estratégica resulta en subutilización de la
infraestructura con retos para su mantenimiento.
- 42 -

4.11. Debe apoyarse el fortalecimiento de las instituciones sectoriales. El


fortalecimiento de la capacidad institucional a todos los niveles es clave para la
implementación de las políticas, la estructuración y ejecución exitosa de los
programas y la sostenibilidad de los servicios. El apoyo debe incluir el
fortalecimiento de reguladores, instituciones para asistencia técnica y
prestadores. La experiencia indica que las debilidades en las capacidades,
especialmente a nivel municipal, repercuten en la consecución de resultados. El
valor agregado del Banco se ha reflejado en incluir en la agenda de reformas de
política temas de género y diversidad, CC e innovación. A través del desarrollo de
políticas y programas específicos en estos temas se ha logrado impulsar la
equidad de género y planificar con base en consideraciones climáticas.

4.12. Es importante contar con sistemas de gestión de la información y monitoreo.


El Banco ha apoyado el diseño y la implementación de sistemas de información,
los cuales son particularmente necesarios en las áreas rurales, donde la falta de
información es más evidente. Otra área donde existe mayores necesidades de
contar con información es en RS. En ese sentido, mantener el registro de
información a nivel nacional para poder monitorear la gestión de RS, permite
asimismo elaborar planes de gestión e inversión actualizados.

4.13. Debe impulsarse la implementación de acciones de integridad y


transparencia. La transparencia y rendición de cuentas legitiman los procesos y
las medidas tomadas. La aplicación de instrumentos de transparencia también es
clave en la difusión de estrategias, metas y logros sectoriales, y requiere la
asignación de presupuesto y la capacitación de personal para desarrollar estas
actividades de manera más generalizada en las operaciones del Banco.

4.14. Los aspectos de fondeo y financiamiento sectorial deben ser parte central
en el diseño de las intervenciones. Muchos de los programas han apoyado
estudios para la definición de esquemas de tarifas y subsidios que contribuyan al
autofinanciamiento de los servicios y, al mismo tiempo, aseguren su asequibilidad
por parte de la población más vulnerable. Es importante explorar alternativas de
recuperación de costos (tasas, por ejemplo) para el servicio de gestión de RS, así
como otorgar apoyo para su implementación. A su vez, el uso de instrumentos
financieros estructurados y bajo leyes y moneda locales ha demostrado que
facilita el financiamiento a operadores.

D. Lecciones alineadas con la gestión de los servicios

4.15. El fortalecimiento de operadores es clave para mejorar la eficiencia. El Banco


ha apoyado el fortalecimiento de operadores como estrategia para asegurar
gestión eficiente y sostenible, especialmente en área rural o de pequeñas
ciudades, si bien en algunos casos los resultados han sido limitados. Algunos
programas han incorporado el acompañamiento de empresas públicas con más
experiencia, lo cual ha incrementado la efectividad. Algunas de las áreas con más
debilidad son monitoreo de la calidad del agua, desarrollo de estrategias a largo
plazo para disminución de ANC, y planes de eficiencia energética. La adopción de
buenas prácticas de gobierno corporativo trae importantes beneficios, ya que
puede incrementar su acceso a opciones de financiamiento. Con el desarrollo e
implementación de Aquarating, el Banco ha dado un fuerte impulso a la agenda
- 43 -

de fortalecimiento de la gestión y gobierno corporativo de los operadores, con su


aplicación en más de 100 empresas en los últimos 6 años.

4.16. La gestión en el ámbito rural y en pequeñas localidades requiere apoyo


institucional. Para lograr sostenibilidad de los sistemas, en especial en ciudades
pequeñas y zonas rurales, la asistencia técnica y/o financiera de los municipios es
clave. Por ejemplo, se han obtenido resultados exitosos en el fortalecimiento de
mecanismos de apoyo técnico a las entidades operadoras rurales y
departamentales en varios países. Asimismo, a través de la conformación de un
fondo de inversión privado se ha generado financiamiento y asistencia técnica a
juntas de agua. A su vez, en países como Honduras, Paraguay o Perú, el Banco
ha promocionado la asociatividad de juntas de agua para crear economías de
escala y fortalecer la capacidad de gestión de los operadores, que generalmente
carecen de capacitación y bajo apoyo técnico de las municipalidades. La
capacitación de estos operadores rurales permite una operación eficiente de los
sistemas de AyS, contribuyendo a reducir la vulnerabilidad de las comunidades al
CC, particularmente relevante en zonas con bajos índices de precipitación.

4.17. La participación del sector privado tiene un elevado potencial. La PSP ha


tenido resultados positivos en gestión y expansión de los servicios, mejora de la
conectividad, desarrollo de pilotos en saneamiento, incorporación de innovación y
protección de fuentes (vía Fondos de Agua). En gestión de RS el potencial de
PSP es grande, pero su desarrollo es aún incipiente en muchos países. Para
potenciarlo, es clave una estrategia PSP de largo plazo, y que los proyectos estén
adecuadamente estructurados y operados por empresas con solidez técnica y
financiera, con una distribución clara de riesgos y beneficios. Los mecanismos de
obras por impuestos contribuyen al cierre de brechas del sector y para su éxito es
fundamental identificar los riesgos que la parte privada puede afrontar (físicos,
reputacionales o normativos). Adicionalmente, es importante desarrollar alianzas
para generar confianza entre el sector público y privado (por ejemplo, en Perú se
hizo una alianza con Proinversión para facilitar el diálogo y transferencia de
conocimiento a gobiernos locales, regionales y a nivel nacional). Por último, es
necesario sensibilizar a los privados de los impactos económicos y sociales de los
servicios de AyS en su área de influencia.

E. Lecciones alineadas con la innovación

4.18. El uso de innovaciones tecnológicas para la gestión de los servicios sigue


siendo un desafío. Si bien varios programas han integrado la innovación para
lograr la universalización del acceso al agua o saneamiento, o han incorporado
tecnologías innovadoras en sus procesos, la introducción de innovación sigue
siendo un reto en el sector. Como en el resto de los aspectos analizados, es
importante el acompañamiento y sensibilización social, ya que en algunos casos
la adopción de tecnología necesita la apropiación de los usuarios para su
adecuado funcionamiento y sostenibilidad.

V. LÍNEAS DE ACCIÓN PARA EL TRABAJO DEL GRUPO BID EN EL SECTOR DE AYS

5.1. Este SFD propone que las actividades del Grupo BID en AyS contribuyan a la
eliminación de inequidades, logrando la universalización de servicios eficientes,
- 44 -

asequibles, sostenibles y de buena calidad. Con base en el diagnóstico


presentado en la Sección II, la revisión de evidencia de la Sección III y las
lecciones aprendidas sistematizadas en la Sección IV, se proponen cinco líneas
de acción como referencia para el trabajo del Grupo BID, que deberán ser
contextualizadas según la realidad de cada país mediante diálogos de políticas,
diagnósticos sectoriales, discusiones de programación, asistencia técnica y
operaciones de préstamo.

A. Línea de Acción 1: Promover acceso universal a servicios de agua y


saneamiento de calidad, con equidad, inclusión y asequibilidad

5.2. Los países incrementan el acceso y la calidad en la prestación de los


servicios de agua potable promoviendo enfoques integrales. Las
intervenciones deben concentrarse no sólo en aumentar el acceso sino en mejorar
la calidad y continuidad del servicio de AP para garantizar que los beneficios se
sostengan en el tiempo. Para lograr políticas y proyectos efectivos se debe
mejorar la disponibilidad de información, que permita monitorear la calidad del
agua que llega a los hogares y las horas al día que la reciben. Se deben promover
intervenciones más allá del hogar, en escuelas y centros de salud, e
intervenciones integrales, que además de las inversiones en infraestructura
atiendan adecuadamente los aspectos sociales e incorporen enfoques amplios
multisectoriales, productivos y de habilidades, entre otros. Se trabajará con los
jóvenes y mujeres como agentes de cambio que permitan promover la
sostenibilidad y la equidad en el acceso a los servicios. Como parte del esfuerzo
para lograr un consumo racional, se promoverá una agenda de conocimiento
alrededor de estrategias de cambio de comportamiento, donde a través de
evaluaciones de impacto se pueda determinar qué factor influye más en la
decisión de los hogares de hacer un uso racional y pago de tarifas.

5.3. La región incrementa el acceso a saneamiento manejado de manera segura,


la higiene y la gestión integral de RS. Se promoverá una visión integral, a nivel
nacional, regional y local, que incorpore todos los aspectos que determinan la
problemática del saneamiento, que provea soluciones comprensivas y que
priorice las soluciones de manera progresiva según el riesgo sobre la salubridad
de la población. Se deben implementar proyectos que eliminen desigualdades
sociales, superen las barreras de conectividad al alcantarillado e incrementen el
TAR mediante soluciones por etapas. Con intervenciones de cambio de
comportamiento y trabajo en escuelas, junto con BID Lab, se buscará incrementar
la valoración del servicio, el uso racional del agua y promover buenas prácticas
de higiene, analizando las intervenciones para evaluar su efectividad. Por último,
se promoverán proyectos que incrementen la valorización y aseguren la
disposición adecuada de RS.

5.4. Se disminuye las brechas territoriales, socioeconómicas y étnicas en el


acceso a los servicios, especialmente para poblaciones diversas y con
discapacidad. Los países promueven intervenciones específicas para
incrementar el acceso de forma eficiente y sostenible en zonas rurales (incluyendo
comunidades indígenas y de afrodescendientes) y periurbanas, las cuales
requieren enfoques diferenciados tanto en su diseño como en su implementación,
en aspectos como el uso de tecnologías, participación social con enfoque de
género y diversidad, ordenamiento territorial, legalización predial, modelos de
- 45 -

gestión y monitoreo del servicio. Adicionalmente, se deben desarrollar esquemas


de focalización y priorización que permitan llegar a los hogares de bajos ingresos
y las poblaciones más vulnerables (población indígena, niños, población con
discapacidad), con un enfoque de género que mejore la efectividad de los mismos.

B. Línea de Acción 2: El diseño de políticas y programas incorpora la gestión


del riesgo por desastres, cambio climático y promueve la seguridad hídrica.

5.5. LAC debe preservar el agua bajo un enfoque de gestión de riesgos y


mejoramiento de la calidad. El Banco apoyará el desarrollo de instrumentos,
metodologías y modelos, cuantitativos o cualitativos, de diagnóstico y simulación
de la calidad y disponibilidad de agua (incluyendo acuíferos), así como de los
diferentes usos, para la planificación, diseño y operación de las infraestructuras
de AyS, incluyendo la gestión sostenible del drenaje pluvial y de RS.
Asimismo, LAC promoverá la preservación de la calidad de los RH, promoviendo
intervenciones novedosas de infraestructura verde (como reforestación,
conservación de bosques, promoción de prácticas agrícolas sostenibles, entre
otros) y soluciones priorizadas por el criterio de disminución de los riesgos de
salubridad para la población, para mejorar la calidad de los cuerpos de agua con
un enfoque de largo plazo y bajo criterios de EC que contemple las necesidades
en recolección, manejo y TAR.

5.6. Infraestructura que mitiga emisiones de GEI y es resiliente frente al CC. Las
empresas deben incorporar en su gestión medidas para mitigar emisiones de GEI
en sistemas de recolección, tratamiento y disposición de AR y RS, y para su
adaptación a los impactos del CC. En materia de adaptación al CC, LAC debe
incluir en los proyectos ejecutivos y planes maestros (y durante la OyM), las
medidas necesarias para incrementar la resiliencia de los servicios y de la
infraestructura a los riesgos de sequía, inundaciones y elevación del nivel del
mar131, a través de adopción de soluciones basadas en la naturaleza, entre otros
mecanismos innovadores. El Banco promoverá el desarrollo de sistemas de alerta
temprana y planes de contingencia para cubrirse adecuadamente de eventos
extremos, y acciones de fortalecimiento institucional en: (i) manejo de datos
hidro-meteorológicos, de calidad de agua y de clima que apoyen la GIRH;
(ii) identificación y análisis de riesgos de desastres y CC; (iii) plataformas para la
diseminación del conocimiento en la gestión del CC y coordinación con otros
sectores; y (iv) uso de métodos innovadores para apoyo en la toma de decisiones
y planificación del RH. Con la implementación de estas medidas se contribuirá
además a cerrar la brecha de conocimiento en relación a los efectos del CC y las
medidas para hacerle frente.

5.7. Economía Circular. Los gobiernos de LAC deben incorporar progresivamente el


enfoque de EC en el sector, viendo los residuos como un recurso con potencial
aprovechamiento. Se promoverán programas para el uso eficiente del agua (como
de reducción de ANC y consumos suntuosos con la instalación de macro y
micromedidores), reusar el AR tratada y los lodos generados, y usar soluciones
basadas en la naturaleza para el TAR. En RS, se incentivará la prevención en
generación de RS, el aumento progresivo de las tasas de valorización (entendida
131 Las actividades bajo esta línea de acción serán realizadas de manera consistente con la Política sobre
Gestión del Riesgo de Desastres (OP-704).
- 46 -

como el reciclaje y recuperación de los materiales y la energía contenida en los


RS) junto con la formalización de los recicladores, asegurar la disposición final
adecuada en rellenos sanitarios de los RS que no puedan valorizarse y eliminar
los botaderos a cielo abierto y otras prácticas no adecuadas.

C. Línea de Acción 3: Mejorar el marco de financiamiento y de gobernanza

5.8. La región debe incrementar el fondeo hacia el sector, proveniente de aportes


del Estado y pago de tarifas por los usuarios. Es clave consolidar mecanismos de
aporte estatal suficiente y estable en el largo plazo, que incorporen incentivos a la
eficiencia para las empresas prestadoras y el uso racional por la población, y
adecuadamente focalizados para cerrar las brechas e inequidades existentes. Así
mismo, junto con BID Invest, se debe impulsar el desarrollo de mercados de
crédito y de capitales que orienten recursos a inversiones en AyS, esquemas de
financiamiento conjunto y combinado que permitan aumentar el impacto de las
inversiones (bolsas de recursos, Blended Finance y cofinanciamiento) y el impulso
al uso de instrumentos innovadores e incentivos que promuevan la resiliencia de
las inversiones (fondos climáticos, fondos de agua, Nature Based Solutions,
financiación basada en resultados y bonos temáticos, entre otros). Se debe
incrementar el conocimiento sobre las causas de la baja priorización del sector y
la baja inversión, analizar aspectos específicos y transversales entre países, y
cuantificar las necesidades de inversión, incluyendo costos de reposición.

5.9. Los gobiernos deben fortalecer las funciones de rectoría, planificación,


coordinación y gestión de la información. Se deben fortalecer los procesos de
formulación, ejecución y evaluación de políticas en materia de AyS, y la definición
de planes y programas, que diferencien y prioricen las zonas vulnerables
(periurbanas y rurales), y atiendan el rezago del saneamiento y RS, con una visión
de largo plazo y programación de las inversiones por etapas. El fortalecimiento de
los sistemas de información debe ser una prioridad, dado que solo teniendo
información homogénea, confiable y oportuna se puede mejorar el diseño de
políticas, de soluciones adecuadas a las áreas rezagadas, y mejorar la calidad, la
regulación y el control. El Banco ha venido analizando la información de encuestas
de hogares en cada país, e identificando mejoras al reporte de datos para el
adecuado monitoreo de los ODS (ver Apéndice 1). Es necesario mejorar la
coordinación entre instituciones del nivel central y descentralizado y entre
agencias de cada uno de estos niveles, y desarrollar iniciativas multisectoriales
(con los sectores de salud, educación, desarrollo urbano, CC, género, entre otros).

5.10. Los marcos de regulación y transparencia del sector deben fortalecerse para
ganar eficiencia. Las normas, regulaciones y políticas deben generar incentivos
adecuados para acelerar el acceso, calidad y asequibilidad a los servicios para la
población más pobre, para concentrar la estructura de mercado y para aumentar
la participación del sector privado en el sector de AyS. Las regulaciones deben
tener visión de largo plazo y ser estables para dar seguridad a los distintos agentes
(prestadores, usuarios, inversionistas) y para atraer de manera eficiente la
participación privada. Es necesario mejorar el conocimiento sobre la efectividad
de los diferentes modelos institucionales, esquemas de subsidio (focalización y
beneficiarios), metodologías tarifarias y asequibilidad (para usuarios conectados
y no conectados), para poder ajustarlos a las necesidades específicas de cada
país, desarrollar instrumentos financieros y comerciales considerando la
- 47 -

capacidad de pago de los usuarios, especialmente las mujeres. Las empresas


deben mejorar el marco de gobierno corporativo y los reguladores reglamentarlo,
incluyendo aspectos relacionados con la lucha contra la corrupción y el aumento
de la transparencia.

5.11. LAC debe fortalecer el empleo en el sector. Las inversiones en AyS dinamizan
la economía por su aporte a la generación de empleo, gran parte de mano de obra
no calificada, y tienen el potencial de promover empleos con equidad de género
(mayor participación de mujeres en puestos directivos) y actividades de desarrollo
productivo local mediante negocios de servicios de OyM de la infraestructura,
mantenimientos de las facilidades y desarrollo de emprendimientos de plomería y
construcción en conexiones domiciliarias, entre otras. Se deben mejorar las
habilidades de los trabajadores del sector (con enfoque de género y diversidad),
tanto a nivel nacional (en agencias de rectoría sectorial, regulación y control) como
en los prestadores de los servicios, las firmas constructoras y de consultoría, con
el fin de acelerar la transformación tecnológica del sector y la inserción del sector
en la agenda de economía verde. Se deberá incrementar el conocimiento sobre
las causas de la falta de personal adecuado y suficiente, involucrando a la
academia para el mejoramiento de los programas de formación.

D. Línea de Acción 4: Mejorar la gestión para una prestación de los servicios


eficiente y sostenible y promover la participación del sector privado

5.12. Las empresas prestadoras deben mejorar sus niveles de eficiencia. Las
inversiones en expansión deben acompañarse por una gestión integral enfocada
en la eficiencia, promoviendo una mentalidad empresarial y de responsabilidad
corporativa en los operadores de los servicios. El control de ANC, el uso eficiente
de la energía, la gestión comercial y atención al cliente, la planificación técnica
(gestión de activos) y financiera a mediano y largo plazo, la gestión de riesgos,
ciberseguridad, la productividad laboral con enfoque de género y diversidad, y la
transparencia e integridad (con apoyo de herramientas digitales), entre otros, son
aspectos centrales para el logro de elevados estándares de desempeño. Se
promoverá la gestión del cambio y transformación empresarial eficiente y
sostenible, utilizando herramientas como AquaRating. Se promoverán buenas
prácticas de gobierno corporativo que contemplen mecanismos de transparencia
y de rendición de cuentas en los operadores de los servicios y agencias
sectoriales, mecanismos de participación ciudadana, comunicación y encuestas
de opinión pública sobre la calidad de los servicios, y de coordinación entre las
distintas entidades del sector.

5.13. Es necesario fortalecer la planificación de inversiones y el acceso a recursos


en las empresas prestadoras de los servicios. La calidad de la preinversión
(estudios de prefactibilidad, factibilidad y diseños detallados) debe mejorarse para
garantizar mejores inversiones. La visión de largo plazo y la priorización adecuada
de las inversiones son fundamentales no solo para mejorar la eficiencia sino
también para focalizar inversiones en la población más pobre, y hacer una mejor
gestión de los riesgos. Es necesario desarrollar esquemas financieros
innovadores, tanto para zonas urbanas como rurales, que garanticen
sostenibilidad a las inversiones. Mejorar la preinversión, es clave para incrementar
el acceso a más fondeo y mejores condiciones de financiamiento, y la
- 48 -

disponibilidad de información es fundamental para los procesos de diseño,


ejecución y monitoreo de las inversiones del sector.

5.14. Se debe fortalecer la prestación de AyS en zonas rurales. Se deben fortalecer


los esquemas de gestión comunitaria en zonas rurales y pequeñas localidades a
través de juntas o asociaciones, desarrollando esquemas de apoyo técnico y
financiero, y asociatividad de los operadores, especialmente en la fase de OyM,
buscando la autosostenibilidad de los sistemas. Se promoverá, junto con BID Lab,
el desarrollo de mecanismos innovadores para la sostenibilidad de los servicios.

5.15. La participación del sector privado puede tener un rol importante en el


sector. Junto con BID Invest, se impulsarán distintas modalidades que se pueden
adaptar a los diferentes contextos y peculiaridades, esta es una herramienta para
mejorar el acceso, calidad y eficiencia en la gestión operativa en la prestación de
los servicios, así como para acelerar la transformación tecnológica y digital de los
prestadores, además de una posible fuente de financiamiento.

E. Línea de Acción 5: Impulsar la innovación en el sector

5.16. Gobernanza de la innovación en el sector AyS. Promover políticas públicas a


través de la articulación de actores clave de la región, generar información
relevante y apoyos en su diseño. Contribuir al desarrollo de regulaciones y
herramientas que disminuyan la aversión al riesgo de innovar de los actores
públicos y privados del sector de AyS, así como ámbitos regulatorios específicos
para validar innovaciones, fomentar la equidad de género, así como estimular la
oferta y demanda de innovación en el sector.

5.17. I+D+i. Promover la investigación con perspectiva multidimensional, becas e


intercambio de talento humano. Impulsar el desarrollo e implementación de
pilotos, prototipos y tecnologías emergentes, buscando la reducción de brechas y
soluciones para poblaciones vulnerables. Desarrollar emprendimientos a través
de diversas iniciativas de apoyo. Articular actores del ecosistema de innovación
en el marco de un diálogo público privado, en coordinación con BID Lab.

5.18. Innovación para mejorar la eficiencia en la prestación de AyS. Promover la


adopción de la innovación en las empresas, para lo cual la colaboración con BID
Invest contribuirá a involucrar al sector privado. Difundir productos de
conocimiento respecto a la gestión de innovación y fortalecer capacidades al
talento humano, especialmente de la alta dirección de las empresas. Contribuir a
la asociatividad entre prestadores, facilitando la innovación abierta.

5.19. Aspectos transversales al ecosistema de innovación del sector. Promover un


contexto adecuado para catalizar innovación a través de la promoción de la cultura
de innovación, coordinación entre los diversos actores a nivel local y regional
respecto de la temática, así como desarrollar mecanismos de asignación de
recursos para implementar la innovación.
ANEXO
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ANEXO: RECUADROS, GRÁFICAS Y TABLAS


Recuadro 1. Alineación del SFD con las estrategias institucionales
Estrategia de Infraestructura Esta estrategia establece como principio promover la prestación de
Sostenible para la servicios básicos eficientes y sostenibles y el desarrollo de
Competitividad y el Crecimiento infraestructura que contribuya al crecimiento económico.
Inclusivo (GN-2710-5) Adicionalmente, concibiendo la infraestructura como un medio para
proveer servicios de calidad adecuada, plantea una nueva visión en la
cual la infraestructura se planifica, construye y mantiene en un marco
ambiental y socialmente sostenible, con una mejor gobernanza, con
más eficiencia e impulsando programas multisectoriales. Este SFD se
alinea con esta estrategia al promover el acceso universal de calidad a
agua y saneamiento, promoviendo una gobernanza sólida y una
gestión eficiente, construyendo infraestructura resiliente y sostenible,
desarrollando mecanismos de financiación innovadores y promoviendo
la vinculación del sector privado.
Estrategia Integrada de Este SFD se alinea con esta estrategia al promover líneas de acción
Mitigación y Adaptación al específicas para la definición de políticas y programas del sector que
Cambio Climático, y de Energía incorporen consideraciones de gestión de riesgo de desastres, cambio
Sostenible y Renovable climático y promueve la seguridad hídrica.
(GN-2609-1)

Recuadro 2. Contribución directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible


Objetivo 1 Fin de la Pobreza
Objetivo 3 Salud y Bienestar, el cual tiene como meta acabar con las enfermedades relacionadas
con el agua, especialmente por la falta de saneamiento.
Objetivo 5 Igualdad de Género, a través de la provisión equitativa de servicios básicos
Objetivo 10 Reducción de las desigualdades, a través de la provisión equitativa de servicios básicos
Objetivo 11 Ciudades y comunidades sostenibles, el cual busca reducir el número de muertes,
personas afectadas y pérdidas económicas provocadas por desastres, incluidos los
relacionados con el agua, así como reducir el impacto ambiental negativo de las
ciudades prestando especial atención a la gestión de los residuos sólidos municipales
y de otro tipo. Esto se logrará a través de intervenciones en drenaje urbano,
incorporando consideraciones de cambio climático y mejorando la GIRH.
Objetivo 12 Producción y Consumo Responsable, el cual busca lograr una gestión adecuada de
todos los desechos y reducir su liberación al agua. Lo anterior se logrará mejorando el
manejo residuos sólidos e incrementando el tratamiento de las aguas residuales.
Objetivo 14 Vida submarina, el cual busca prevenir y reducir la contaminación marina producida por
las actividades en tierra. Se logrará a través un manejo adecuado de residuos sólidos
y de aguas residuales
Objetivo 15 Vida de ecosistemas terrestres, el cual busca asegurar la conservación, restauración y
el uso sostenible de los ecosistemas y sus servicios. Lo anterior se logrará promoviendo
la infraestructura verde como solución innovadora para la seguridad hídrica

Recuadro 3. Contribución indirecta a los ODS


Objetivo 2 Hambre Cero, a través de iniciativas para evitar el desperdicio de alimentos en el
marco de la gestión de residuos sólidos
Objetivo 4 Educación de calidad, contribuyendo a dotar a las escuelas con infraestructura de
AyS y a través de mayor acceso a agua potable y saneamiento menor deserción
escolar.
Objetivo 8 Trabajo decente y crecimiento económico, mayor acceso a agua representa mayor
productividad
Objetivo 9 Agua, industria, innovación e infraestructura
Objetivo 13 Acción por el clima
Objetivo 17 Alianzas para lograr los objetivos
ANEXO
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Recuadro 4. Residuos sólidos


El manejo diferenciado y apropiadamente regulado por corrientes de residuos (por ejemplo, de atención
de la salud, peligrosos, eléctricos y electrónicos –ewaste– de demolición y construcción, plásticos, aceites)
es escaso a pesar de la tendencia creciente de generación de éstas. Un tema que ha cobrado cada vez
mayor importancia por sus efectos negativos en el medioambiente son los plásticos. En 2017 en el mundo
se produjeron 8.300 millones de toneladas de plásticos, donde 40% correspondió a plásticos de un solo
uso (Geyer, R., Jambeck, J., & Law, K. (2017, Jul 19). Production use and fate of all plastics ever made.
Sience Advances, 3(7), e1700782). Se estima que el total de residuos plásticos que pudieron ingresar a
los océanos en LAC durante el 2020 fue de 3,7 millones de toneladas (WBG, T. (2018). What a Waste 2.0:
A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050). La reglamentación en muchos países de LAC
se limita usualmente a las actividades de recolección, transporte y disposición final, excluyendo lo
relacionado con las actividades de tratamiento y valorización. Esto genera incertidumbre jurídica sobre el
alcance técnico y los instrumentos legales y financieros para la implementación de este tipo de proyectos.
Recientemente, se observa un marcado interés por incorporar dentro de la legislación los principios de la
EC y la prohibición de plásticos de un solo uso. Adicionalmente, la Responsabilidad Extendida del
Productor en general, y en especial para residuos de envases y empaques, no se ha incorporado aún,
salvo para algunas corrientes específicas en algunos países (Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Uruguay).
ANEXO
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Gráfica 1. Acceso a Agua Potable

Cobrtura (%)

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0

Acceso Seguro Acceso Básico

Fuente: JMP, 2020. Datos para Argentina son de 2016 y de Bahamas de 2019 (últimos datos reportados).

Gráfica 2. Diferencia de acceso básico a agua potable entre el quintil más rico versus el más pobre

(puntos porcentales)
70

60

50

40

30

20

10

-10

Fuente: JMP, 2017 (últimos datos disponibles).


ANEXO
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Gráfica 3. Acceso a Saneamiento

Cobertura (%)

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0

Acceso Seguro Acceso Básico

Fuente: JMP, 2020. Datos para Argentina son de 2016 y de Bahamas de 2019 (últimos datos reportados).

Gráfica 4. Población que practica defecación al aire libre en LAC

Población
2,067,651

2,000,000

1,450,026
1,500,000 1,315,569
1,143,176

1,000,000 859,859

646,453

449,925 413,636
500,000 362,539
244,337
180,928 159,683
124,364
24,485 23,618 19,289 7,441 7,154 6,448 4,799 2,264 - -
-

Fuente: JMP, 2020


ANEXO
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Gráfica 5. Diferencia de acceso básico a saneamiento entre el quintil más rico versus el más pobre

(puntos porcentales)
80.0

70.0

60.0

50.0

40.0

30.0

20.0

10.0

0.0

Fuente: JMP, 2017 (últimos datos disponibles).

Gráfica 6. Acceso a servicios de higiene

Cobertura (%)

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Haití Bolivia República Colombia Surinam Guatemala Guyana Paraguay Costa Rica Ecuador México Belice El Salvador
Dominicana

Servicio Básico Servicio Limitado No hay facilidades de lavado de manos

Fuente: JMP, 2020. Datos de Guatemala y México son de 2019 y de El Salvador y Guyana de 2018 (últimos datos disponibles).
ANEXO
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Tabla 1. Cobertura y Manejo de Residuos Sólidos


VERTEDERO
Generación Generación TASA DE RELLENO VERTEDERO
COBERTURA COBERTURA A CIELO
Indicador RSU RSU VALORIZACIÓN SANITARIO CONTROLADO
URBANA (%) RURAL (%) ABIERTO
ppc (kg/hab-día) (M Ton/año) (%) (%) (%)
(%)
Año 2018 2018 2020 2020 2018 2018 2018 2018
Argentina 1.11 18.04 95% 34% 6% 63% 9% 23%
Bahamas 1.89 0.28 99% 99% 5% 53% 15% 29%
Barbados 1.73 0.18 99% 86% 9% 90% 0% 1%
Belice 0.77 0.11 90% 80% 0% 34% 0% 66%
Bolivia 0.61 2.5 85% 6% 13% 32% 0% 56%
Brasil 1.07 82.26 98% 92% 2% 53% 22% 23%
Chile 1.18 7.86 99% 73% 1% 85% 0% 14%
Colombia 0.69 12.53 97% 24% 17% 79% 0% 4%
Costa Rica 0.8 1.46 96% 81% 4% 89% 0% 7%
República
1.1 4.37 87% 39% 8% 0% 0% 92%
Dominicana
Ecuador 0.91 5.59 99% 63% 13% 53% 0% 34%
El Salvador 0.82 1.92 80% 82% 0% 78% 0% 22%
Guatemala 0.49 3.1 92% 74% 0% 15% 10% 75%
Guyana 0.79 0.22 99% 85% 1% 44% 55% 0%
Haití 0.63 2.55 24% 0% 0% 0% 10% 90%
Honduras 0.67 2.29 79% 46% 0% 11% 60% 29%
Jamaica 0.86 0.91 67% 28% 0% 0% 64% 36%
México 0.94 45.59 95% 93% 5% 74% 0% 21%
Nicaragua 0.81 1.86 98% 87% 0% 0% 0% 100%
Panamá 1.06 1.6 100% 54% 0% 42% 16% 42%
Paraguay 0.77 2.49 77% 12% 0% 36% 40% 23%
Perú 0.75 9 95% 38% 4% 24% 16% 56%
Surinam 0.42 0.09 70% 15% 0% 0% 0% 100%
ANEXO
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VERTEDERO
Generación Generación TASA DE RELLENO VERTEDERO
COBERTURA COBERTURA A CIELO
Indicador RSU RSU VALORIZACIÓN SANITARIO CONTROLADO
URBANA (%) RURAL (%) ABIERTO
ppc (kg/hab-día) (M Ton/año) (%) (%) (%)
(%)
Trinidad y Tobago 1.5 0.75 99% 89% 1% 0% 12% 87%
Uruguay 1.04 1.31 99% 78% 0% 59% 19% 22%
Venezuela 0.55 6.45 99% 99% 5% 53% 15% 29%
Total Países 0.97 215.3 95% 74% 4% 56% 12% 28%
Fuente: Faleiro (2020)

Tabla 2. Operaciones de préstamo con garantía soberana analizadas para las lecciones aprendidas
Número de Operación Nombre de la Operación
AR-L1025 Solid Waste Management Program for Touristic Municipalities
AR-L1031 CCLIP: Water and Sanitation for Small Communities
AR-L1122 Water and Sanitation for the Buenos Aires Metropolitan Area
BH-L1028 WSC Support Program - New Providence Water Supply and Sanitation Systems Upgrade
BO-L1028 Drainage in the Municipios of La Paz and El Alto
BO-L1034 Water and Sewerage Program in Peri Urban Areas Phase I
BO-L1065 Water and Sanitation Program for Small Localities and Rural Communities
BO-L1200 Policy reform program for the water, sanitation, solid waste, and water resources sectors in Bolivia
BR-L1006 Macambira-Anicuns Urban Environmental Program
BR-L1081 Porto Alegre Integrated Socio Environmental Program
BR-L1166 Tiete River Cleanup Program, Stage III
BR-L1216 Tietê Várzea Program
BR-L1314 Mauês Integrated Sanitation Program - PROSAIMAUÉS
CO-L1028 Water and Sanitation Program for the Municipio of Pasto
CO-L1034 Medellin River Sanitation Program - Phase II
EC-L1081 Rural Sanitationand Water Infrastructure Program
ES-L1046 Rural Water and Sanitation Program
GY0055 Georgetown Solid Waste Management
GY-L1025 Georgetown Sanitation Improvement Program
HA-L1007 Rural Water and Sanitation Program
HA-L1039 Water and Sanitation for Intermediate Cities (II)
HA-L1044 Port-au-Prince Water and Sanitation Project
HO-L1207 Central District Water and Sanitation Services Reform Program
ANEXO
Página 8 de 15

Número de Operación Nombre de la Operación


ME-L1147 Sustainability of Water Supply for Rural Communities
NI-L1029 Water Supply Program for Managua
PE-L1060 Cajamarquilla, Nievería y Cerro Camote - Expansion of water and sanitation
PN-L1012 Multi-Phase Program of the Colon Province Sustainable Development - Phase I
PN-L1053 Panama City and Bay Sanitation Project Supplemental Financing
PR-L1022 Water and Sanitation Program for Rural and Indigenous Communities (PAySRI)
SU-L1018 Water Supply Infrastructure Rehabilitation
UR-L1063 Montevideo Sanitation Program (PSU IV) Supplementary Financing
UR-L1069 Drainage and Environmental Sanitation
UR-L1081 Second Program of Ciudad de la Costa

Tabla 3. Donaciones de inversión analizadas para las lecciones aprendidas


Número de Operación Nombre de la Operación
CH-G1005 Meaningful Innovation: Water to All
HA-X1014 Rural Water and Sanitation Program (II)
HO-G1005 Intervention Models in Water and Sanitation for Rural Dispersed Area in Honduras
HO-X1017 Rural Potable Water Program
ME-G1003 Intervention Model for Provision of Water & Sanitation in Rural Communities
PE-G1002 Pilot Project: Access to Water and Sanitation to dispersed Rural Communities
PE-X1004 Water and Sanitation Improvement Program
RG-X1011 Testing a Prototype Caribbean Regional Fund for Wastewater management GEF
RG-X1142 Regional Platform for Water Resource Management

Tabla 4. Operaciones BIDInvest analizadas para las lecciones aprendidas


Número de Operación Nombre de la Operación
13069-01 Sabesp Green Capex Facility
BR-L1425 Aegea Corporate Loan
EC-L1159 Interagua Corporate Loan

Tabla 5. Operaciones BID Lab analizadas para las lecciones aprendidas


Número de Operación Nombre de la Operación
PE-T1378 PERÚ INVIERTE AGUA. Plataforma de Inversiones para Comunidades Resilientes
ES-T1276 / ES-Q0001 Capital Mobilization to Promote Resilience in Water Services
ANEXO
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Tabla 6. Cooperaciones técnicas analizadas para las lecciones aprendidas


Número de Operación Nombre de la Operación
BR-T1295 ABES BID Technical Cooperation for Regulation of Water and Sanitation Sector
RG-T2390 Decision Theater for an Effective Water Resources Management in Latin America
PE-T1340 Implementation of Hydro-BID at the National Level
RG-T2642 Water and Sanitation as a Human Right: practical application in LAC, dissemination, and knowledge change
RG-T2704 Update of the Latin-American and the Caribbean Urban Solid Waste Sector Regional
RG-T2645 Development of Strategic Plans for the Stormwater Drainage Subsector
RG-T2050 Regional Initiative for the Economic and Social Inclusion of Recyclers
CO-T1396 Support to regulation studies of reservoirs to mitigate effects caused by climate change
RG-T2660 Development of Case Studies of the Water-Energy-Food Nexus in Latin America
RG-T2601 Development of Action Plans of Commercial Management and Corporate Governance
RG-T2883 Support of the implementation of the AquaRating Program
ME-T1326 Wastewater Treatment and Management of Non-Revenue Water
BR-T1305 System to Reduce Drought Vulnerability and Enable to Adapt to Climate Change in Pernambuco
CO-T1417 Support to the Water and Sanitation Sector Through the Application of AquaRating in Colombia
RG-T2456 Support of the Start of Operations of the AquaRating Entity
CH-T1177 Water Scenarios 2030
RG-T2659 Development of High-Resolution Remote Sensing Data Sets and Applications for Water Security and Climate Adaptation in LAC
RG-T2624 Supporting the Development and Implementation of Optimal Sanitation Solutions
RG-T2744 Transparency and information management in the water & sanitation sector

Tabla 7. Lecciones específicas y operaciones relacionadas

Eje Tema Operación


Acceso y Calidad de Intervenciones más efectivas son las ejecutadas en fases Por ejemplo, UR-L1005/UR-L1063 para redes de alcantarillado y TAR, y
los Servicios (¶4.2) PE-L1092/PE-L1153 para disposición final de residuos sólidos.
ANEXO
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Eje Tema Operación


Es fundamental extender el alcance de los servicios más Escuelas rurales (UR-X1007) e inclusión de escuelas y centros de salud
allá del hogar (¶4.2) (HA-X1014, HO-X1017 y ES-L1046).
La mayoría de los programas en AyS incluyen
intervenciones orientadas a mejorar la calidad de los Como los programas NI-L1029 y SU-L1018.
servicios (¶4.3)
La potabilidad es uno de los aspectos clave en el acceso El programa HO-X1017 desarrolló con éxito “bancos de cloro” que
seguro a los servicios de agua (¶4.3) garantizaban el suministro de este insumo.
El Banco ha focalizado sus intervenciones en áreas
PR-L1022/PR-X1003, HA-L1039/HA-X1013, HA-L1044/HA-X1021,
rezagadas tanto a nivel regional (especialmente rural)
PE-L1060, BR-L1314, entre otras.
como socioeconómico (¶4.4)
En el programa de AyS en Pasto (CO-L1028), las intervenciones no se
La adecuación de los programas a las especificidades
adaptaron al contexto rural, lo que limitó su ejecución. El programa
locales, permiten una mejor selección de tecnologías y de
PR-L1022/PR-X1003 consideró aspectos de género en las JASS e
soluciones, incentivando la apropiación de los servicios y
introdujo metodologías adaptadas a las necesidades de las comunidades
la sostenibilidad (¶4.4)
indígenas.
Como el caso de BR-L1006, BR-L1216 o UR-L1005/UR-L1063. Por
En programas con reasentamientos, estas ejemplo, en el programa en Porto Alegre (BR-L1081) dos de las tres fases
consideraciones son clave para el éxito de los procesos del reasentamiento fueron canceladas por la falta de participación de los
(¶4.4) afectados en el proceso y, por lo tanto, la aceptación de las soluciones
propuestas.
Los proyectos que han incluidos acciones a la conectividad
al alcantarillado especialmente para poblaciones de bajos
ingresos, tienen tasas de conectividad efectiva más altas. UR-L1063.
Los aspectos económicos, culturales y sociales deben ser
analizados y guiar los mecanismos propuestos (¶4.5)

El financiamiento suele ser el incentivo a la conexión más AR-L1031 y BR-L1081.


utilizado, pero otros incentivos pueden ser más apropiados Como la estrategia de comunicación con arte social en BO-L1034/BO-
según el contexto (¶4.5) X1004.
Los aspectos institucionales deben estar claramente Ver BR-L1081, BR-L1166 y UR-L1081.
definidos para maximizar el impacto, idealmente con
programas directamente liderados por los prestadores de En el caso de PE-L1060, la definición de soluciones financieras para los
los servicios para una implementación más eficiente o con hogares y el trabajo coordinado entre instituciones y organizaciones
mecanismos de coordinación claramente establecidos sociales, lograron en el área periurbana de Lima niveles de conectividad
(¶4.5) del 98%.
ANEXO
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Eje Tema Operación


La educación en higiene y la sensibilización social son
clave para lograr los impactos positivos de las inversiones Como en BO-L1028, HA-L1039/HA-X1013, AR-L1025 y NI-L1029.
(¶4.6)
Una medida que ha tenido buenos resultados es la
implementación de estas acciones en escuelas para el BR-L1081 o BR-L1216.
cambio de comportamiento (¶4.6)
En la planificación e implementación de intervenciones de Por ejemplo, en BR-L1216 con el Plan de Manejo de las Várzeas de
AyS es fundamental considerar la dimensión hídrico- Tieté. En El Salvador, se trabajó con el Ministerio de Medio Ambiente en
ambiental de la cuenca (¶4.7) el mejoramiento de fuentes y conservación de suelos.
Realización de obras de infraestructura de saneamiento,
como la rehabilitación de PTAR y sistemas de
alcantarillado para minimizar problemas de contaminación AR-L1122.
de cuerpos de agua y asegurar la sostenibilidad ambiental
a largo plazo (¶4.7)
Como en Brasil (BR-L1314), donde se elaboraron planes de emergencia y
se capacitó a pequeños operadores con el apoyo de CAESB. En BO-
Sostenibilidad L1200 se apoyó la elaboración de planes estratégicos de sostenibilidad
ambiental y la El apoyo a los operadores en la gestión de riesgos es de las fuentes de agua para operadores y planes de contingencia para
resiliencia clave (¶4.8) contribuir a la seguridad hídrica. El Banco también ha implementado
cooperaciones técnicas para apoyar a instituciones sectoriales en la
planificación del uso del agua, como el HydroBID (RG-T2828, RG-T3602),
o en resiliencia a las sequías en Brasil (BR-T1305).
Cada vez más, los países están desarrollando líneas de En Colombia (CO-T1396) se diseñó la regulación de reservorios con el
trabajo sobre CC y adaptación en el sector AyS. Estas objetivo de disminuir los impactos del CC.
acciones deben incluir la elaboración de leyes para la
protección ambiental que consideren aspectos de CC En el caso de Argentina (AR-L1025) la rehabilitación y construcción de
(como en Bahamas), el diseño de regulaciones específicas sitios de disposición final de RS consideró aspectos de CC en la obra,
para mitigar sus impactos, y la consideración de estos especialmente respecto a las áreas de inundación en la localización de
aspectos en el diseño de las obras (¶4.9) las instalaciones.

Los préstamos de política han sido un mecanismo


El PBL BO-L1200 priorizó el desarrollo de marcos normativos y la
adecuado para inducir cambios reglamentarios e
implementación de sistemas de información.
institucionales que fortalecieron al sector (¶4.10)
Gobernanza del Sector
Es clave socializar y validar las medidas de reforma para
lograr consenso entre los actores y mejorar la coordinación PBL PN-L1145/PN-L1159.
entre instituciones (¶4.10)
ANEXO
Página 12 de 15

Eje Tema Operación


Los programas de sucesivas fases permiten la Como el programa de descontaminación del Río Tieté en Brasil, el
planificación a largo plazo y la maduración de las programa rural PROSSAPYS en México o los programas rurales en
instituciones (¶4.10) Paraguay.
La definición de planes marco permite estructurar líneas
generales y luego, por etapas, implementar intervenciones, Como BR-L1166 o PN-L1053.
permitiendo una ejecución más eficiente (¶4.10)
La falta de planificación estratégica resulta en
subutilización de la infraestructura con retos para su Como en el caso de la PTAR Ciudad de la Costa (UR-L1081).
mantenimiento (¶4.10)
Debe apoyarse el fortalecimiento de las instituciones
sectoriales. El apoyo debe incluir el fortalecimiento de Como en todas las operaciones en Haití (reguladores).
reguladores, instituciones para asistencia técnica y AR-L1122, BO-L1065/BO-G1002, EC-L1081 y PE-L1092 (prestadores).
prestadores (¶4.11)
AR-L1025 en la gestión de residuos, HA-X1014 en la gestión de los
La experiencia indica que las debilidades en las servicios a nivel rural o PN-L1012 a nivel regional/provincial. En el caso
capacidades, especialmente a nivel municipal, repercuten del programa CreW (RG-X1001) la falta de experiencia en fondos
en la consecución de resultados (¶4.11) revolventes por parte de las instituciones limitó la ejecución de los
proyectos en algunos países.
A través del desarrollo de políticas y programas En Honduras, por ejemplo, a través del diseño de la política de género en
específicos en estos temas se ha logrado impulsar la el prestador de agua que se está creando para Tegucigalpa, se logró
equidad de género y planificar con base en incrementar el número de mujeres en los puestos directivos que se están
consideraciones climáticas (¶4.11) contratando.
El Banco ha apoyado el diseño y la implementación de
sistemas de información, los cuales son particularmente
PE-X1004.
necesarios en las áreas rurales, donde la falta de
información es más evidente (¶4.12)
Mantener el registro de información a nivel nacional para
poder monitorear la gestión de RS, permite asimismo BR-T1392, PE-L1092.
elaborar planes de gestión e inversión actualizados (¶4.12)
La transparencia y rendición de cuentas legitiman los
EC-L1081.
procesos y las medidas tomadas (¶4.13)
La aplicación de instrumentos de transparencia también es
clave en la difusión de estrategias, metas y logros BR-L1006, BR-L1081 y BR-L1216.
sectoriales (¶4.13)
ANEXO
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Eje Tema Operación


Muchos de los programas han apoyado estudios para la
definición de esquemas de tarifas y subsidios que PE-X1004 y HO-X1017 como casos de éxito y PN-L1053 donde no hubo
contribuyan al autofinanciamiento de los servicios y, al apropiación por parte del IDAAN por no haber estado implicado en todo el
mismo tiempo, aseguren su asequibilidad por parte de la proceso.
población más vulnerable (¶4.14)
Es importante explorar alternativas de recuperación de
costos (tasas, por ejemplo) para el servicio de gestión de
AR-L1025 y BL-T1067.
RS, así como otorgar apoyo para su implementación
(¶4.14)
El uso de instrumentos financieros estructurados y bajo
SABESP -13069-01- y Brookfield/BRK Ambiental -12249-01- en Brasil, e
leyes y moneda locales ha demostrado que facilita el
Interagua - EC-L1159- en Ecuador).
financiamiento a operadores (¶4.14)
BH-L1028, CO-L1081, CO-L1034, EC-L1081, HA-L1039/HA-X1013,
El Banco ha apoyado el fortalecimiento de operadores HA-X1004, HA-L1007, HA-L1044/HA-X1021, PR-L1022/PR-X1003.
como estrategia para asegurar gestión eficiente y
sostenible (¶4.15) BO-L1065/BO-G1002, HO-X1017, PE-G1002, HO-G1005, ME-G1003,
PE-X1004 y HA-L1007 (con limitados resultados).
Algunos programas han incorporado el acompañamiento
de empresas públicas con más experiencia, lo cual ha En el BR-L1314 se realizó un convenio con CAESB.
incrementado la efectividad (¶4.15)

Gestión de los servicios Algunas de las áreas con más debilidad son las de AR-L1122 y GY-L102 (calidad del agua).
monitoreo de la calidad del agua, el desarrollo de
BH-L1028 (ANC).
estrategias a largo plazo para disminución de ANC, y los
planes de eficiencia energética. (¶4.15) NI-L1029 (planes de eficiencia energética).
La adopción de buenas prácticas de gobierno corporativo
en los operadores trae importantes beneficios, ya que
Ver operación de SABESP -13069-01- con BID Invest.
puede incrementar su acceso a opciones de
financiamiento (¶4.15)
Desarrollo y la implementación de Aquarating (¶4.15) RG-T2883, RG-T2456, CO-T1417.
ANEXO
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Eje Tema Operación


EC-L1081 con apoyo a las JAAP y GAD. En la misma línea, el programa
PE-X1004 incluyó con éxito la capacitación de las Áreas Técnicas
Se han obtenido resultados exitosos en el fortalecimiento
Municipales para apoyar a las Juntas de Agua. Sin embargo, el diseño e
de mecanismos de apoyo técnico a las entidades
implementación del apoyo de operadores ha sido un reto en el programa
operadoras rurales y departamentales en varios países
de Haití en Puerto Príncipe (HA-L1044/HA-X1021), donde existe un
(¶4.16)
contexto de operadores informales que limitan la ordenación y
sostenibilidad del sistema.
A través de la conformación de un fondo de inversión
https://www.worldwaterweek.org/event/9908-azure-blended-finance-for-
privado se ha generado financiamiento y asistencia técnica
small-scale-operators-young-professionals-perspective
a juntas de agua (¶4.16)
En países como Honduras, Paraguay o Perú, el Banco ha
promocionado la asociatividad de juntas de agua para
crear economías de escala y fortalecer la capacidad de
HO-X1017, PR-L1022/PR-X1003, PE-X1004.
gestión de los operadores rurales, que generalmente
carecen de capacitación y bajo apoyo técnico por parte de
las municipalidades (¶4.16)

La PSP ha tenido resultados positivos en gestión y HA-L1039/HA-X1013 (gestión y expansión).


expansión de los servicios, mejora de la conectividad, PE-L1060 (conectividad).
desarrollo de pilotos en saneamiento, incorporación de
innovación y protección de fuentes (vía Fondos de Agua) RG-X1011 (innovación)
(¶4.17) RG-X1142 (protección de fuentes).
En gestión de RS el potencial de PSP es grande (¶4.17) HA-L1106.
Es clave una estrategia PSP de largo plazo, y que los
proyectos estén adecuadamente estructurados y operados
BRK Ambiental (12249-01) con BID Invest.
por empresas con solidez técnica y financiera, con una
distribución clara de riesgos y beneficios (¶4.17)
Es necesario sensibilizar a los privados de los impactos
económicos y sociales de los servicios de AyS en su área Operación de BID LAB PE-T1378 ATN/ME-16515-PE.
de influencia (¶4.17)
ANEXO
Página 15 de 15

Eje Tema Operación


Ver BR-L1166 para soluciones innovadoras de saneamiento. En Brasil
(BR-L1314) y Honduras (HO-X1017) se desarrollaron sistemas autónomos
de abastecimiento de agua con baterías solares en los sectores rurales y
en comunidades indígenas.
Varios programas han integrado la innovación para lograr
la universalización del acceso al agua o saneamiento, o En la PTAR de Medellín (CO-L1034) se implementaron procesos
han incorporado tecnologías innovadoras en sus procesos innovadores para el tratamiento de lodos y el reúso de metano para
(¶4.18) autoabastecimiento de energía. En Brasil (SABESP -13069-01) se
Innovación
emprendió un programa de Generación Solar Distribuida en las PTAR
que producen un 4,5% de la energía consumida por el operador. La
Plataforma #SinDesperdicio impulsa soluciones innovadoras para la
reducción de residuos orgánicos (RG-T3229).
La adopción de tecnología necesita la apropiación de los
usuarios para su adecuado funcionamiento y sostenibilidad CH-G1005 con la tecnología Plasma Water Sanitation System.
(¶4.18)
APÉNDICE 1
Página 1 de 3

APÉNDICE 1. TRABAJO REALIZADO POR EL BID PARA EL MEJORAMIENTO DE LA DISPONIBILIDAD


DE INFORMACIÓN

En 2019 la División de Agua y Saneamiento decidió armonizar las encuestas de hogar más
recientes disponibles de los países de la región con el propósito de mejorar la disponibilidad de
información sectorial. Para hacerlo, se unió a la iniciativa de datos que las divisiones del sector
social habían emprendido con el fin de armonizar las encuestas de hogares que los gobiernos de
la región emprendían. Se decidió utilizar estas encuestas ya que tienen una periodicidad constante
anual o bianual, permiten desagregar datos por variables sociales y económicas y son
representativas de cada país.

Metodología

Se analizaron las 18 encuestas de hogares más recientes disponibles realizadas por los institutos
censales de cada país. En primera instancia se estratificaron de acuerdo con las metodologías
estadísticas de cada encuesta y se validaron comparándose con datos censales. Una vez hecho
esto, se clasificaron las preguntas de área geográfica (urbana y rural), ingreso del hogar, género
del jefe de familia y en los casos donde estuvo disponible etnia o cultura.

Posteriormente se clasificaron las preguntas de agua y saneamiento con el fin de poder crear las
siguientes variables:

a. Agua entubada al hogar: en esta categoría se clasificaron las viviendas que tenían agua
proveniente de la compañía de agua, una cooperativa rural o una empresa privada,
distribuida al hogar por medio de tuberías y con destino a una llave dentro del hogar. Si
bien, esta no es una categoría que internacionalmente se mida se encontró que era una
brecha importante entre los hogares más ricos y más pobres de la región. 16 de 18 países
permitían clasificar esta dimensión.
b. Agua entubada al terreno: en esta categoría se clasificaron las viviendas que tenían agua
proveniente de la compañía de agua, una cooperativa rural o una empresa privada,
distribuida al hogar por medio de tuberías y con destino a una llave fuera del hogar, pero
dentro del terreno. En este tema se encontró que muchas estadísticas internacionales
publicadas no clasificaban correctamente la fuente del agua y únicamente tomaban como
criterio si el destino era dentro del terreno. Todas las encuestas estudiadas permiten
clasificar esto.
c. Fuentes de agua mejorada no entubada: en esta categoría se clasificó el agua proveniente
de un pozo protegido, perforaciones, agua de lluvia y manantiales protegidos. En muchos
casos se encontró que las encuetas no distinguían correctamente entre fuentes protegidas
y no protegidas. Por ende, de tomaron dos intervalos de datos: uno donde todas las
categorías que no especificaban si eran protegidas o no se tomaban como mejoradas y
otra donde se tomaban como no mejoradas, con el fin de estima run intervalo de esto.
Sólo 3 encuestas clasificaban correctamente todas las fuentes.
d. Alcantarillado: en esta categoría se mide si el hogar contiene un sanitario conectado al
drenaje o alcantarillado. Sin embargo, no podemos estimar si el agua es tratada
correctamente una vez que se va del hogar de la persona. 17 encuestas permitían
clasificar esto correctamente.
e. Fosa séptica: en esta categoría se mide si el hogar contiene un sanitario conectado a una
fosa séptica. 17 encuestas permitían clasificar esto. Sin embargo, en 15 de estos países,
no podemos estimar si dicha fosa está recubierta o se le da el tratamiento adecuado.
f. Letrina mejorada: estima la proporción de hogares que no encuentran con un sanitario,
pero tienen una letrina recubierta, y cuyo destino final de excretas se encuentra protegido
o recibe algún tipo de tratamiento. Sólo 5 países permitían clasificar esto correctamente.
APÉNDICE 1
Página 2 de 3

En los países donde esto no se podía se estimó un intervalo de acceso donde se tomaron
como mejoradas todas las letrinas donde no se especificaba su cubierta o destino de
excretas y donde se tomaron todas como no mejoradas.
g. Baño compartido: en esta categoría se calcula si las instalaciones sanitarias son de uso
compartido entre varios hogares. Sólo 12 países permiten estimar esto.
h. Defecación a cielo abierto: en esta categoría se clasificaron los hogares que reportan no
tener ninguna instalación sanitaria ni utilizar instalaciones prestadas lo cual es un
problema en ciertas zonas rurales de la región. 17 de los países permitían estimar esto.
i. Continuidad del servicio: si el hogar recibe agua los 7 días de la semana. 7 países tenían
datos al respecto y uno más medía si se tenía agua las 24 horas del día, pero sin
especificar número de días.

Validación

Una vez calculadas todas estas variables se compararon contra datos oficiales publicados,
estadísticas internacionales y otras fuentes con el fin de determinar si los datos calculados eran
correctos y podían ser validados. Esto se hizo por dos consultores de forma independiente con el
fin de constatar la calidad de los datos.

Estadísticas de desigualdad

Una vez creadas estas variables se crearon dos dimensiones sociales y una geográfica con el fin
de entender mejor las brechas de acceso. En este caso se separaron los hogares de acuerdo con
el ingreso per cápita del hogar en 5 quintiles, así como por el género de su cabeza de hogar. Y se
separaron también de forma urbana y rural. Esto permitió entender mejor las estadísticas de cada
país de acuerdo a sus contextos.

A continuación, se enlistan las fuentes de datos utilizadas:


APÉNDICE 1
Página 3 de 3

Tamaño de la
País Año Encuesta Agencia muestra de Representatividad
hogares
Instituto Nacional de Estadística y 39.980 Urbana
Argentina 2018 Encuesta Permanente de Hogares
Censos (INDEC)
Instituto Nacional de Estadística 11.195 Urbana-Rural-Nacional
Bolivia 2018 Encuesta de Hogares
(INE)
Pesquisa Nacional por Amostra de Instituto Brasileiro de Geografia e 163.386 Urbana-Rural-Nacional
Brasil 2019
Domicílios Contínua Estatística (IBGE)
Encuesta de Caracterización Ministerio de Desarrollo Social y 70.948 Urbana-Rural-Nacional
Chile 2017
Socioeconómica Nacional Familia

Gran Encuesta Integrada de Departamento Administrativo 58.243 Urbana-Rural-Nacional


Colombia 2018
Hogares Nacional de Estadística (DANE)

Instituto Nacional de Estadística y 10.942 Urbana-Rural-Nacional


Costa Rica 2018 Encuesta Nacional de Hogares
Censos (INEC)

República Encuesta Nacional Continua de 6.539 Urbana-Rural-Nacional


2018 Banco Central
Dominicana Fuerza de Trabajo

Encuesta Nacional de Empleo, Instituto Nacional de Estadística y 30.023 Urbana-Rural-Nacional


Ecuador 2017
Desempleo y Subempleo Censos (INEC)

Encuesta de Hogares de Dirección General de Estadística y 20.840 Urbana-Rural-Nacional


El Salvador 2018
Propósitos Múltiples Censos (DIGESTYC)

Encuesta Nacional de Empleo e Instituto Nacional de Estadística 5.191 Urbana-Rural


Guatemala 2018
Ingresos (INE)
Encuesta Permanente de Hogares Instituto Nacional de Estadística 6.151 Urbana-Rural-Nacional
Honduras 2018
de Propósitos Múltiples (INE)
Planning Institute of Jamaica (PIOJ) 1.734 Urbana-Rural-Nacional
Jamaica 2015 Survey of living Conditions Statistical Institute of Jamaica
(STATIN)
Encuesta Nacional de Ingreso y Instituto Nacional de Estadística y 74.647 Urbana-Rural-Nacional
Mexico 2018
Gasto de los Hogares Geografía (INEGI)
6.850 Urbana-Rural-Nacional
Encuesta Nacional de Hogares
Nicaragua 2014 Instituto Nacional de Información de
sobre Medición de Nivel de Vidas
Desarrollo (INIDE)

Encuesta de Hogares de Instituto Nacional de Estadística y 11.692 Urbana-Rural-Nacional


Panama 2018
Propósitos Múltiples Censos (INEC)
Instituto Nacional de Estadística 9.594 Urbana-Rural-Nacional
Paraguay 2017** Encuesta Permanente de Hogares
(INE)
Encuesta Nacional de Hogares 37.462 Urbana-Rural-Nacional
Instituto Nacional de Estadística e
Peru 2018 sobre Condiciones de Vida y
Informática (INEI)
Pobreza
Instituto Nacional de Estadística 42.282 Urbana-Rural*-
Uruguay 2018 Encuesta Continua de Hogares
(INE) Nacional

*En Uruguay la encuesta toma áreas rurales como aquellas con menos de 5 mil habitantes y no 2 mil como lo hace el censo.
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