TDAH
TDAH
TDAH
“Un trastorno es una perturbación o desorden que altera el funcionamiento normal de una persona o de una situación”.
Los trastornos mentales o psicológicos pueden ser tanto genéticos, biológicos o por anomalías cerebrales.
Trastorno deriva del latín, compuesto por el prefijo tras-, que significa “al otro lado”, y el verbo tornare, que indica girar
o tornear.
ANTECEDENTES
Año 1798, Escocia, Gran Bretaña.
El médico Alexander Crichton realizó una descripción de una condición de algo muy parecido a lo que actualmente llamamos
TDAH. Le llamó `Mental Restlessness` (agitación o inquietud mental). Dos características resaltaba Crichton:
1. Inquietud
2. Incapacidad para atender a algo por tiempo adecuado y con constancia en la realización de las tareas.
1845, Heinrich Hoffmann.
Aún cuando Hoffman era psiquiatra, su trabajo en relación al TDAH no era científico sino literario. Sin duda los conocimientos
médicos de Hoffman influyeron en sus relatos.4
Hoffman describe un patrón conductual que podemos observar en niños con conducta dispersa, hiperactiva e impulsiva. Esto,
aunque en un tono literario, lleva la descripción detallada de un médico psiquiatra que muy probablemente observó y trató a
muchos niños con patrones conductuales similares.
Still, pediatra inglés, publicó en The Lancet un artículo en el que describe el patrón conductual de 43 niños que había
observado y que presentaban las siguientes características:
- Falta de atención
- Búsqueda de gratificación inmediata y poco control voluntario para inhibir su búsqueda
- Poca preocupación por la consecuencia de sus acciones
- La conducta no estaba vinculada a patrones de crianza
Denominó a este cuadro `Defecto del Control Moral`.
George F. Still es el primer profesor de pediatría del Reino Unido, su trabajo fue presentado como una serie de conferencias
impartidas el 4, 6 y 11 de marzo de 1902 en el Real Colegio de Médicos de Londres.
Dos cuestiones son importantes de señalar en el estudio de Still:
1. La descripción de los casos que realiza
2. La desvinculación de la conducta de cuestiones relacionadas con el ambiente o la crianza.
¿Qué ha pasado en los últimos años?
1992: la Organización Mundial de la Salud publicó el CIE-10 que reconoce al Trastorno de la Actividad y la
Atención como una entidad clínica y lo incluye dentro de los Trastornos del Comportamiento y de las
Emociones de comienzo en la infancia y la adolescencia, subgrupo de Trastornos Hipercinéticos.
1994: publicación del DSM-IV
2000: publicación del DSM-IV-TR
Se reconoce el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad e Impulsividad y se definen tres subtipos:
a) Inatento
b) Hiperactivo-impulsivo
c) Combinado (inatento, hiperactivo e impulsivo)
Los criterios quedan mejor definidos y una serie de instrumentos de apoyo al diagnóstico se elaboran a partir
de los mismos.
2013: publicación del DSM-5
Cambia el número de criterios necesarios para el diagnóstico en adultos (algo necesario considerando la persistencia de los
signos-síntomas en el tiempo), la edad de inicio de los síntomas se cambia de los 7 a los 12 años como dado de la historia, las
manifestaciones pueden experimentar mejoría e incluso desaparecer en determinadas circunstancias del ambiente y elimina los
subtipos dejando las posibilidades en: presentación combinada, presentación con predominio de la inatención y presentación
con predominio de la hiperactividad/impulsividad.
Mantiene, básicamente, los criterios del DSM-IV.
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
CON HIPERACTIVIDAD
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental que comprende una
combinación de problemas persistentes, como dificultad para prestar atención, hiperactividad y conducta
impulsiva.
Puede presentarse tanto en niños como adultos que resulta en una anormalidad en la función de control y
participación.
El TDAH en los adultos puede llevar a relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo o en la escuela,
bajo autoestima y otros problemas.
CARACTERÍSTICAS
TDAH en adultos, los síntomas comienzan en la primera infancia y continúan en la adultez. En algunos casos,
el TDAH no se reconoce ni se diagnostica hasta que la persona es un adulto. Los síntomas del TDAH en adultos pueden
no ser tan claros como los síntomas del TDAH en niños. En los adultos, la hiperactividad puede disminuir, pero los
problemas con la impulsividad, la inquietud y la dificultad para prestar atención pueden continuar.
Algunas personas con TDAH tienen menos síntomas a medida que envejecen, pero algunos adultos siguen teniendo
síntomas importantes que interfieren en su vida diaria. En el caso de los adultos, algunas de las características
principales del TDAH pueden ser dificultad para prestar atención, impulsividad e inquietud. Los síntomas pueden
oscilar entre leves y graves.
SÍNTOMAS
Los profesionales de atención médica
utilizan las pautas de la quinta edición
del Manual diagnóstico y estadístico
(DSM-5), de la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría (APA)
para diagnosticar el TDAH.
○ No logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en las
actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.
○ Tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
○ Pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.
○ No cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas
del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo (p. ej., pierde la concentración,
se desvía).
○ Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
○ Evita, le disgusta o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental
durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares).
○ Pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales escolares,
lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos, teléfonos celulares).
○ Se distrae con facilidad.
○ Se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
2. Hiperactividad e impulsividad:
En la actualidad existen dos sistemas de clasificación internacional de criterios para diagnosticar el TDAH (Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad): DSM-5 (APA, 2013) y CIE-10 (OMS, 1992). A continuación se explican qué son los sistemas de
clasificación, se exponen los criterios de cada uno de estos sistemas y también se realiza una comparación entre ambos.
Se trata del conjunto de síntomas que deben presentarse para realizar un diagnóstico. En el caso del TDAH, existen dos
sistemas de clasificación que comprenden unos criterios diagnósticos específicos según han establecido la American
Psychiatric Association (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con estas clasificaciones, lo que se pretende es
establecer las condiciones y síntomas que se deben dar en los pacientes para poder realizar un diagnóstico.
1. Inatención
● a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras
actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
● b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en
clases, conversaciones o lectura prolongada).
● c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier
distracción aparente).
2. Hiperactividad e Impulsividad
● . Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
● b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo,
en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
● c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).
Déficit de atención
1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras
actividades.
2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
3. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones.
5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes escolares, que requieren un esfuerzo
mental mantenido.
7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar, libros, etc.
8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias.
Hiperactividad
1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en su asiento.
2. Abandona el asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.
5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del
entorno social.
Impulsividad
1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas.
2. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
TRATAMIENTO
Tratamiento
Los tratamientos estándar para el TDAH en los niños incluyen medicamentos, terapia
conductual, asesoramiento y servicios educativos. Estos tratamientos pueden aliviar muchos de
los síntomas del TDAH, pero no lo curan. Puede llevar un tiempo determinar qué funciona
mejor para tu hijo.
Medicamentos estimulantes
Actualmente, los medicamentos estimulantes (psicoestimulantes) son los más comúnmente
recetados para tratar el trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Los estimulantes
parecen elevar y equilibrar los niveles de las sustancias químicas del cerebro llamadas
“neurotransmisores”. Estos medicamentos ayudan a mejorar los signos y síntomas de falta de
atención e hiperactividad, a veces de manera eficaz en un período de tiempo breve.
Por ejemplo:
Anfetaminas. Algunos de estos son dextroanfetamina (Dexedrine), dextroanfetamina-anfetamina
(Adderall XR, Mydayis) y lisdexanfetamina (Vyvanse).
Metilfenidatos. Algunos de estos son el metilfenidato (Concerta, Ritalin, otros) y el
dexmetilfenidato (Focalin).
Los medicamentos estimulantes están disponibles en formas de acción corta y prolongada. Se
dispone de un parche de metilfenidato (Daytrana) de acción prolongada que puede usarse en la
cadera.
Algunos ejemplos de terapias incluyen:
Psicoterapia conductista. Los maestros y los padres pueden aprender estrategias de cambio de conductas, tales como
sistemas de recompensas simbólicas y técnicas de “tiempo fuera” o tiempo de reflexión, para lidiar con situaciones
difíciles.
Capacitación en habilidades sociales. Mediante este tipo de capacitación, los niños pueden aprender comportamientos
sociales apropiados.
Capacitación en habilidades parentales. Mediante este tipo de capacitación, los padres pueden desarrollar maneras de
entender y guiar la conducta de sus hijos.
Psicoterapia. Esta terapia permite que los niños mayores con trastorno por déficit de atención/hiperactividad hablen
sobre los temas que les molestan, exploren patrones de conducta negativos y adquieran maneras de lidiar con sus
síntomas.
Terapia familiar. La terapia familiar puede ayudar a los padres y hermanos a enfrentar el estrés de vivir con alguien que
tiene trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
Los mejores resultados ocurren cuando se utiliza un enfoque de trabajo en equipo, con maestros, padres, terapeutas y
médicos trabajando juntos. Infórmate sobre el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y los servicios disponibles.
Trabaja junto con los maestros de tu hijo y recomiéndales fuentes de información confiables para apoyar sus esfuerzos en
el salón de clases.