Cribas Nuba

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F1 - ÁREA DE CRIBADO

Las dimensiones de la criba en ancho y largo son muy importantes para determinar
la eficacia en la clasificación. El ancho de la criba determina la capacidad de
clasificación, regulando la altura de la cama de material. El largo de la criba incide en
la eficiencia de la clasificación permitiendo un mayor trayecto para que las partículas
del material se clasifiquen. Para esto el ancho y largo de la criba deben estar en una
proporción alrededor de 2,5 a 3 veces.

F2 – NUMERO DE PESOS (CORTES) DE LA CRIBA


El número de pisos de una criba influye mucho en la eficacia de producción de esta,
ya que el regular los tamaños de corte se puede ajustar la cantidad de material que
incidirá en los pisos inferiores, permitiendo aliviar el volumen de material a clasificar
en las luces que más se requieran, así mismo mejorar la eficacia del cribado y el
desgaste de mallas.
F3 – AMPLITUD Y FRECUENCIA DE LA CRIBA
La amplitud y frecuencia de la criba regulan el movimiento y la velocidad de las
partículas del material sobre la criba.
Se entiende por amplitud la excentricidad (Ɛ) de la criba, es decir el desplazamiento
de la criba sobre su eje, la cual se regula ajustando los contrapesos del motor –
vibrador. A mayor amplitud el material se separa más de la superficie de la malla,
aumentando el recorrido de la partícula, se suele establecer rangos entre 3 y 9 mm
dependiendo del tamaño y peso de la partícula.
La frecuencia es el número de revoluciones por minuto (rpm) del motor vibrador,
oscila normalmente entre 650 y 950 rpm, llegando a frecuencias de 4000 rpm cuando
se clasifican materiales ultra-finos. A mayor frecuencia, menor amplitud.
F4 – INCLINACIÓN DE LA CRIBA
La precisión del cribado tiene relación directa con la inclinación de la criba. Para una
mayor precisión, cuando menos inclinación exista mejor. No obstante, a más
inclinación, más caudal de alimentación.
Es importante tener en cuenta la inclinación de la criba para la selección de la
abertura deseada, el tamaño de abertura no es igual al tamaño de corte.
F5 – CLASE MATERIAL A CRIBAR
La forma de las partículas del material a cribar – redondeada en los áridos naturales
e irregular angulosa en los áridos triturados – influye en la facilidad de paso a través
de las aberturas de las superficies de cribado.
La cantidad de lajas (partículas alargadas) también es un factor a considerar, ya que
tienden a ser rechazadas.
F6 – GRANULOMETRIA Y DENSIDAD DEL MATERIAL A CRIBAR
La granulometría del material (porcentaje de material fino, de tamaño similar o
superior a la luz) que contenga el material a cribar influye en la capacidad del
cribado, siendo muy diferente clasificar el material con alto contenido de finos, que
pueden pasar rápidamente por la luz de la malla a un material con alto contenido de
partículas de tamaño similar a la luz que tardan en ser clasificados. La densidad del
material (Kg/m3) también va a ser un factor importante, ya que regula la cantidad de
material que se puede procesar. Es muy importante considerar este factor al calcular
la productividad de la criba, ya que de esto depende la cantidad de toneladas / hora
(T/h) a producir. Es muy diferente cribar 100 T/h de un material con densidad 1600
Kg/m3 como ciertos tipos de arenas, que un material con densidad 800 Kg/m3 como
algún tipo de carbón.
F7 – PORCENTAJE DE HUMEDAD DEL MATERIAL A CRIBAR
La existencia de humedad en el material a tratar produce una adherencia de los finos
en los alambres de las mallas. A su vez, también genera una adherencia de los finos
a las partículas más grandes, lo cual dificulta aún más el peso del material por las
aberturas y genera mayor número de finos desclasificados.
El contenido máximo de humedad permisible para no tener problemas en la
clasificación oscila entre el 3 y 5%, variando según el tamaño de abertura.

F8 – SISTEMA DE ALIMENTACIÓN DE LA CRIBA


El sistema de alimentación de la criba influye sobre la eficiencia de la criba y la
duración de sus mallas. La alimentación debe hacerse por un método constante,
homogéneo y debe rápidamente extenderse por todo el ancho de la criba, para
utilizar toda la superficie de cribado, debe tenerse en cuenta la altura de alimentación
para evitar impactos y así evitar la rotura innecesaria de las mallas.

F9 – TIPOS DE MALLAS Y SUPERFICIE ÚTIL


La malla o superficie cribante, se puede considerar como el elemento más importante
de una criba. Las hay de diferentes materiales (acero, poliuretano, goma, etc.),
geometrías de aberturas (cuadradas, rectangulares, anticolmantes, etc) y modos de
fijar a la criba (sistemas de tensión transversal, longitudinal, sistemas modulares,
etc.).
En todos los casos es una superficie con aberturas por donde pasa el material a
clasificar, la suma de la superficie de las aberturas se llama Superficie de cribado o
Superficie útil y se denomina como un % de la superficie del paño, al resto de la
superficie se le llama superficie ciega. El % de superficie útil es un factor muy
importante en el cálculo de capacidad de cribado: a mayor % de superficie útil, mayor
capacidad de crubado.

La geometría de la abertura también es otro factor muy relevante: una malla con luz
rectangular o anticolmante tendrá mayor superficie útil que una cuadrada o redonda,
por lo tanto también mayor capacidad de cribado.
El hecho de que las mallas tengan mayor capacidad de cribado no quiere decir que
sean más eficientes, siempre debería clasificar cada material con la malla que mejor
se ajuste a sus características. Si criba un material muy abrasivo con malla metálica,
tendrá una alta capacidad de producción pero tendrá mayor tiempo de parada de
máquina. De la misma manera si clasifican un material con malla rectangular o
anticolmante aumentará la capacidad pero disminuirá la precisión.

F – 10 FACTOR DE EFICIENCIA EN LA CLASIFICACIÓN


El factor de eficiencia indica cómo de completa ha sido la clasificación, analiza los
resultados de la clasificación indicando qué porcentaje de material se ha clasificado
en la realidad, sobre cuánto porcentaje de maetrial se debería haber clasificado
teóricamente.
Siendo la clasificación un proceso de probabilidad, esta nunca es eficiente al 100%.
Se calcula el factor de eficiencia con la fórmula:
% del material alimentado clasificado
Factor de eficiencia=
% de material alimentado que supuestamente debería pasar
Por ejemplo; si al clasificar 100 toneladas de un material , corte (0/5 mm) el 85% de
este producto es menor de 5 mm conseguiremos 80 toneladas. El factor de eficiencia
será de un 94,1%.
Cuando por problemas de falta eficiencia en el cribado, ocasionados por falta de la
superficie útil o bien por otras razones, se producen desclasificados que afectan
notablemente en la granulometría deseada.

F11 – CRIBADO CON RIEGO


Cuando se clasifican áridos sucios y se instala en la criba sistemas de riego que
lavan los áridos, la presión del agua que incide sobre la superficie de cribado
aumenta notablemente la eficacia en la clasificación.

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