Luci
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Objetivo:
Redactar el marco teórico de la investigación grupal.
Lectura principal: Analizar los dos documentos que se presentan de la semana 30 hata la
38.
José Martí
5.1. Concepto
Pero ya mencionábamos con anterioridad Bv. supra, 2.2B que ningún hecho o
fenómeno de la realidad puede abordarse sin una adecuada conceptualización. El
investigador que se plantea un problema no lo hace en el vacío, como si no tuviese la
menor idea acerca del mismo, sino que siempre parte de algunas ideas o informaciones
previas, de algunos referentes teóricos y conceptuales, por más que estos puedan no
tener todavía un carácter preciso y sistemático. Porque, muchas veces, es sólo durante el
propio proceso de investigación que se refinan y hacen más rigurosos los conceptos
existentes, a medida en que se penetra en las características de los objetos de estudio y
se los va conociendo mejor.
Teniendo en cuenta estas consideraciones y recordando el esencial carácter dinámico
del proceso de conocimiento, es que podrá juzgarse entonces la importancia de abordar
el trabajo de investigación teniendo como punto de partida una sólida perspectiva
teórica, que haga explícitos los conceptos y supuestos que dan origen a la investigación.
El marco teórico, también llamado marco referencial (y a veces, aunque con un sentido
más restringido, denominado asimismo marco conceptual) tiene precisamente este
propósito: dar a la investigación un sistema coordinado y coherente de conceptos y
proposiciones que permitan abordar el problema. Es decir, se trata de integrar al
problema dentro de un ámbito donde éste cobre sentido, incorporando los
conocimientos previos referentes al mismo y ordenándolos de modo tal que resulten
útiles en nuestra tarea.
El cometido que cumple el marco teórico es, pues, situar a nuestro problema dentro
de un conjunto de conocimientos Ben lo posible sólidos y confiablesB que permitan
orientar nuestra búsqueda y nos ofrezcan una conceptualización adecuada de los
términos que utilizamos. Por esta razón, el punto de partida para construir una marco de
referencia lo constituye nuestro conocimiento previo de los fenómenos que abordamos y
las enseñanzas que extraigamos del trabajo de revisión biblio- gráfica que
obligatoriamente tendremos que hacer. Es por ello que, en muchos proyectos de
investigación, no se presenta una sección aparte denominada Amarco teórico@ sino que
se exponen sus características dentro de lo que se denomina Arevisión bibliográfica@ o
Aantecedentes@.
Puede suceder, por tal motivo, que el marco teórico de un trabajo no aparezca en
forma explícita en el mismo, aunque es normal que toda investigación de cierto nivel
plantee estas referencias teóricas en sus capítulos iniciales. Cuando no se las formula es
porque estamos aludiendo a un sistema referencia lo suficientemente conocido como
para que el mismo no requiera de una exposición detallada, ya que se puede suponer,
razonablemente, que los lectores lo conocen con anterioridad. Este es el caso de las
teorías ampliamente aceptadas, de conceptos difundidos uniformemente en libros de
texto o de aportes bien conocidos por los especialistas de una disciplina. Tampoco es
usual que un investigador que se inscribe dentro de una escuela determinada de
pensamiento, como el psicoanálisis, por ejemplo, haga una exposición preliminar de los
fundamentos de dicha corriente: basta con que señale sus puntos de partida y que
puntualice, si es necesario, lo que comparte o no de la corriente mencionada Bpues es
frecuente que existan diversos matices dentro de un tronco comúnB para que se haga
clara la posición del investigador. En otras ocasiones, cuando se trata de una indagación
donde el marco refe-rencial se reduce, en realidad, a algunas pocas proposiciones, éstas
pueden insertarse al comienzo del trabajo sin merecer una aclaración mayor. Tal es el
caso de estudios aplicados o de investigaciones que buscan extender conceptos bien
conocidos a nuevos casos de estudios.
No es por tanto necesario que todos y cada uno de los informes de investigación
posean una sección específica denominada Amarco teórico@. Lo que sí es importante
es desterrar las fuentes de posibles confusiones aclarando al lector nuestros puntos de
partida, el sentido que damos a nuestros conceptos, la relación que establecemos entre
ellos de acuerdo a los antecedentes existentes y al problema que nos proponemos
investigar.
Tal vez la mayor preocupación de todo científico se refiera a las causas que originan
los fenómenos. El investigador desea responderse a preguntas tales como )por qué
algunos árboles crecen en climas húmedos y otros en zonas secas?, )por qué existe la
burocracia?, )por qué las radiaciones atómicas producen problemas genéticos?
Encontrar las causas que producen determinados hechos o regularidades entre los
fenómenos conocidos es en realidad hallarles una explicación, incluirlos dentro de leyes
generales que regulan su comportamiento y de ese modo los hacen inteligibles.
En el área de las ciencias humanas tenemos que, en primer lugar, los fenómenos
ocurren en un marco muy complejo de variables interrelacionadas de tal modo que, al
acontecer el fenómeno en estudio, no sólo percibimos la presencia de una, dos o tres
variables, [Para una explicación del concepto de variable v., infra, 5.4.] sino de una
multiplicidad de ellas, que a su vez se modifican e influencian entre sí.
Lo que sucede es algo muy diferente: ocurre que, en cada operación en que se repite
un experimento, el investigador puede regular con relativa precisión el comportamiento
de las muchas otras variables que podrían intervenir: controla la presión, la composición
química del material a fundir y de la atmósfera en que se encuentra, el tamaño del
objeto, etc. Este tipo de control, que consiste en aislar el fenómeno de la influencia de
los muchos factores que no nos interesan como posibles causas, es lo que es
prácticamente imposible de realizar en todo el campo de lo social, precisamente porque
todo hecho en el que intervienen seres humanos es de una inmensa complejidad en
comparación con los del mundo puramente físico. [V. Los Caminos de la Ciencia, Op.
Cit., pp. 101 a 105, así como los puntos 6.4.1 y 6.4.2 de este libro.]
Como las explicaciones de tipo causal resultan inadecuadas, por su rigidez, para los
fenómenos sociales, es que los científicos dedicados a estas disciplinas se han
preocupado especialmente por el problema epistemológico que consiste en suplantar un
modelo de causalidad mecánico por otro que rescate la específica complejidad de lo
social.
En este sentido son varias las posiciones que existen. Desde la aceptación de modelos
estadísticos, propiciada ya por Emilio Durkheim a fines del siglo pasado, [V. Las Reglas
del Métodos Sociológico, Ed. Panapo, Caracas, 1990, cap. V.] hasta las proposiciones
de marxistas o estructuralistas, pasando por los aportes que puede proporcionar la
llamada Teoría del Caos [V. Gleick, James, Chaos. Making a New Science, Penguin
Books, New York, 1987.] son evidentes los intentos por flexibilizar la noción de
causalidad. Debemos destacar también aquí que las ciencias físicas han abandonado ya,
en gran medida los modelos mecánicos de explicación, a partir del comienzo de este
siglo y gracias a la obra de Einstein, Max Planck y Heisenberg.
En todo caso es preciso tener en cuenta que la noción estrecha de causa ha sido
suplantada con ventaja por el concepto más abierto de determinación. Decir que A
determina a B significa tan sólo expresar que ejerce una influencia, que es capaz de
modificar o alterar el comportamiento de B. No diríamos así que A es causa de B, Bpor
cuanto B puede estar determinado además por muchos otros elementosB sino que A lo
determina en alguna medida que es posible evaluar. Decir que el subdesarrollo es la
causa de los cinturones de miseria que se han formado alrededor de muchas ciudades
latinoamericanas resulta, a nuestro juicio, una aseveración excesivamente terminante y,
de algún modo, imprecisa, dado que Asub-desarrollo@ es una categoría demasiado
amplia y elástica, que no reúne los requisitos de rigor propios de la ciencia. Proponer, en
cambio, que dichas áreas Amarginales@ tienen cierta correlación con una determinada
forma de industrialización, con migraciones interiores y con problemas de tipo cultural
Bpor ejemploB nos parece introducir un enfoque más rico y matizado del problema. En
el primer caso tenemos una aparente precisión que sólo esconde una formulación en
esencia vacía; en el segundo, pese a la aparente ambigüedad, tenemos una propuesta
más atinada a partir de la cual es posible llegar a un afinamiento teórico que nos otorgue
la precisión deseada.
Para orientar al lector en este complejo terreno es que veremos seguidamente una
clasificación de los distintos tipos de condicionamiento que, desde un punto de vista
estrictamente lógico, existen en diferentes circunstancias.
a) Condiciones necesarias: son aquellas sin las cuales es imposible que ocurra un
determinado fenómeno. Es imprescindible, necesario, que estén presentes para que se
produzca el hecho, aunque esto no quiere decir que cada vez que se encuentren ocurra el
fenómeno estudiado. Por ejemplo, para que en un país se produzca un golpe militar es
condición necesaria, obviamente, que exista un ejército organizado. Por supuesto no
siempre sucede que, habiendo un ejército organizado, éste provoque un golpe militar, es
más, lo normal es que no ocurra; pero para que suceda es necesario que exista la
condición mencionada. La presencia de oxígeno libre Ben el aire o en el aguaB es
también una condición necesaria para la existencia de los mamíferos.
Solamente en aquellos casos en que se pueda sostener que una condición es a la vez
necesaria y suficiente podemos decir que estamos en presencia de la causa de un hecho.
Dicho en términos más precisos, C es causa de F cuando siempre que se presenta C
aparece F, y cada vez que ocurre F, es que C está presente.
Una vez que alcanzamos un conocimiento relativamente amplio del tema a investigar,
de sus antecedentes, aspectos principales y enfoques más usuales, debemos abocarnos a
aislar, dentro del problema, los factores más importantes que en él intervienen. Para ello
habremos de delimitar las principales facetas y los subproblemas diferenciales que se
plantean, ordenándolos lógicamente y relaciónandolos de acuerdo a su propia
naturaleza. De allí surgirán las características y factores básicos que forman parte del
problema y a través de los cuales podremos explorarlo, describirlo o explicarlo.
Cuando es posible, llegado a este punto, encontrar que nuestro marco teórico puede
ser esquematizado como un conjunto de elementos interdependientes a los cuales es
posible medir (de alguna forma), convendrá apelar a la noción de variable para
organizar nuestros conceptos. No todos los problemas podrán ser enfocados de esta
manera, y tampoco es lícito afirmar que en toda investigación sea conveniente el uso de
tales instrumentos lógicos de análisis. Pero, en aquellos casos en que sea posible llegar a
un grado tal de aislamiento de los factores involucrados en el problema, resulta
indudable que un esquema de variables nos permitirá desarrollar mejor nuestro marco
teórico, haciéndolo ganar en precisión y en claridad y facilitando enormemente el
trabajo de verificación que es indispensable en la ciencia.
Las variaciones pueden producirse también para un mismo objeto, y no sólo entre
diferentes objetos considerados. Pero, en este caso, tampoco podemos expresar que es el
objeto mismo el que varía, pues esta modificación habrá de ser siempre la de alguna de
sus características (incluyendo dentro de ella a su misma Aexistencia@). Así, por
ejemplo, diremos que es una variable el caudal que posee un río y no el río en sí mismo.
El tiempo es siempre considerado como una variable, pues los hechos pueden
producirse en un momento o en otro, dentro de un continuo que va discurriendo
constantemente. Por ello, si los fenómenos pueden tener siempre un tiempo determinado
Bdiferente para cada casoB es que lo consideramos también como una variable.
La palabra valor, que hemos empleado hasta aquí, debe entenderse en un sentido
amplio y no en el más reducido de valor o magnitud numérica. De este modo, el color
de un objeto es para nosotros también un cierto valor, si consideramos la variable
Acolor del objeto@. Si decimos, por ejemplo, Acolor de una fruta@, en un trabajo
taxonómico de botánica, esta cualidad, Bel colorB puede evidentemente variar de un
objeto a otro, ya que puede haber frutas amarillas, verdes, rojas o de diferentes
tonalidades. Estos diferentes colores serán, en este caso, los distintos valores que puede
asumir la variable de referencia. Suele llamarse a estas variables, sobre la cuales no se
construye una serie numérica definida, variables cualitativas, para distinguirlas de
aquellas que sí admiten una escala numérica de medición y que se llaman, por lo tanto,
cuantitativas.
Todos los valores que llega a tener una variable pueden entenderse como una serie,
como una sucesión más o menos ordenada de posibilidades. Tales series son de dos
tipos básicos:
a) Continuas: cuando entre uno y otro valor existen infinitas posibilidades
intermedias. Por ejemplo, la altura de una persona, el peso de un objeto, el rendimiento
de un estudiante, etc.
Un caso particular de una serie discreta la constituye aquel en que la misma posee
solamente dos posibilidades. Ejemplo de ello serían categorías como Amuerto-vivo@ o
Apaíses con o sin salida al mar@, donde no cabe otra opción que las dos mencionadas.
En tal caso la variable se denomina dicotómica.
Una variable puede ser continua y sin embargo, de acuerdo a nuestras posibilidades
concretas de medición, medirse sobre una escala discreta. Esto no le cambia su carácter,
puesto que refleja más bien nuestra incapacidad para efectuar una discriminación más
exacta de los valores. Lo mismo sucede, en otros casos, cuando el investigador no cree
apropiado hacer un esfuerzo suplementario para obtener información más precisa. [V.
infra, 8.2.]
Sucede en la práctica que muchas de las características que nos interesa estudiar no
son tan simples como las de algunos ejemplos anteriores. Resulta muy sencillo medir y
comprar la variable Acantidad de hijos que posee una persona@, pero nos enfrentamos
a una dificultad mayor si pretendemos conocer el Arendimiento@ de un estudiante o el
grado de patriarcalismo que presenta una sociedad. Esto es frecuente especialmente en
las ciencias sociales, donde la complejidad de los fenómenos y de los actores que
intervienen en ellos hace que normalmente nos encontremos con conceptos de suma
complejidad. Cuando nos hallamos frente a variables de este tipo, que son complejas de
por sí ya que resumen o integran una multiplicidad de aspectos diversos, debemos
recurrir a subdividir o descomponer a la variable en cualidades más simples y por lo
tanto más fáciles de medir. A estas sub-cualidades que en conjunto integran la variable
las llamamos dimensiones.
Una misma cualidad puede considerarse como una variable en sí o como una
dimensión de una variable mayor según el enfoque y propósitos que guíen cada
investigación, pues se trata de definiciones de carácter instrumental que el científico
realiza de acuerdo a la naturaleza del problema planteado. Si, por ejemplo, nos interesa
conocer y distinguir a las personas de acuerdo a su nivel socio-económico, esta variable
tendrá, a su vez, dos dimensiones distinguibles: el nivel social, y el nivel económico.
Pero si estamos estudiando el ingreso de las familias debemos manejar el mismo
concepto de Anivel económico@ como una variable en sí y no como una simple
dimensión, y nos veremos en la necesidad de descomponer esta variable en algunas de
las dimensiones que la integran.
En general podemos afirmar que una cualidad interviene como variable en una
investigación cuando nos es útil relacionarla como un todo con otra u otras variables; en
cambio, debemos tomarla sólo como una dimensión cuando su sentido como cualidad
aislada sea poco significante y deba agruparse con otras cualidades para poder ser
relevante. Dentro de cada trabajo cada cualidad deberá asumir su papel fijo de variable
o de dimensión, sin alterar este carácter a todo lo largo del mismo, pues de otro modo se
producirían evidentes confusiones y contradicciones lógicas.
Posteriormente, cada una de las variables y dimensiones que hemos aislado debe ser
definida con la mayor rigurosidad posible, asignándole un sentido unívoco y claro para
evitar que se originen ambigüedades, distorsiones e innecesarias discusiones sobre
terminología.
Además de estas tres posiciones básicas que las variables pueden adoptar al
relacionarse entre sí existe una cuarta posibilidad, que se refiere al caso de variables que
ejercen una influencia de tipo difuso y general sobre todo el conjunto de los hechos
investigados. Designaremos a este tipo de variables con el nombre de contextuales,
porque nos indican precisamente el medio, el contexto o ámbito general donde se
desarrollan los fenómenos que se estudian. Los valores presentes en una sociedad, el
tipo de estructura económica y conceptos que tienen, en general, este amplio nivel, son
las más de las veces considerados como variables contextuales.
Los esquemas de variables que acabamos de mostrar son los más simples que cabe
concebir, constituyen por así decir la Acélula básica@ con que luego se estructuran
sistemas más complejos. Es normal que una variable no sólo afecte a otra más sino a
varias simultáneamente, así como que una variable dependiente sea influida por dos,
tres o más variables independientes. Este tipo de entrelazamiento corresponde mucho
más a los temas de la realidad social, donde no es raro poder distinguir 10 ó 20 variables
jugando un importante papel en un cierto problema.
Cuando afirmamos que existe una cierta relación entre dos variables estamos
suponiendo que una cierta característica de la realidad influye sobre otra. Si enunciamos
esta relación de un modo explícito, afirmando que X afecta el comportamiento de Y, y
si además le damos a tal afirmación un carácter condicional, de enunciado sujeto a
prueba o verificación, estaremos elaborando un tipo de proposición fundamental en el
avance de toda ciencia: la hipótesis. La hipótesis es así una afirmación, aún no
verificada, que relaciona dos o más variables de una manera explícita. Lo que allí se
enuncia puede o no ser confirmado por los hechos, por los datos que se recojan, pero en
todo caso sirve como punto de partida para organizar el conjunto de las tareas de
investigación. Llegar a comprobar o rechazar la hipótesis que se ha elaborado
previamente, confrontando su enunciado teórico con los hechos empíricos, es el
objetivo primordial de todo estudio que pretenda explicar algún campo de la realidad.
[V. Selltiz et al, Op. Cit., pp. 52 a 58.]
Para que una hipótesis cumpla con su cometido esencial debe reunir una serie de
características básicas, entre las que pueden destacarse: [V. Goode y Hatt, Metodología
de la Investigación Social, Ed. Trillas, México, 1970, pp. 80 a 82.]
Clara conceptualización, que permita identificar sin lugar a dudas cada uno de los
términos que involucra desterrando, hasta donde sea posible, toda vaguedad en el
enunciado.
Referentes empíricos, que posibiliten encontrar hechos concretos sobre los cuales se
podrá luego corroborarla o refutarla.
Los trabajos de índole descriptiva generalmente presentan hipótesis del tipo Atodos
los X poseen, en alguna medida, la característica Y@. Por ejemplo, podemos decir que
todas las naciones poseen algún comercio internacional, y dedicarnos a describir,
cuantificando, las relaciones comerciales entre ellas. También, y ya con un grado más
alto de complejidad, podemos hacer afirmaciones del tipo AX pertenece al tipo Y@,
como cuando decimos que cierto compuesto químico es un éster o que una tecnología es
capital-intensiva. En estos casos describimos, clasificándolo, al objeto de nuestro
interés, incluyéndolo en un tipo ideal complejo de orden superior.
Por último podemos construir hipótesis del tipo AX produce (o afecta) a Y@, donde
estaremos en presencia de una relación entre variables similar a la que mostrábamos en
los ejemplos del punto anterior.
Finalmente debemos advertir, para evitar las demasiado frecuentes confusiones que
se producen en la práctica docente, que sólo en los casos de investigaciones explicativas
es necesario formular claramente cuáles son las hipótesis de la investigación. En las
investigaciones descriptivas y, con más razón, en las exploratorias, es posible omitir las
hipótesis, ya sea porque éstas son tan amplias y poco definidas que dicen muy poco a
quien lee el informe de investigación, o porque Bpor la naturaleza de la indagaciónB no
es posible o necesario verificarlas. También debemos diferenciar las hipótesis en sentido
estricto, que acabamos de analizar, de ciertos supuestos generales que aparecen en las
investigaciones pero que éstas no se dedican a verificar. En una indagación sobre el
modelo organizativo de una empresa es lógico suponer que ésta tiene fines de lucro,
pero cualquier afirmación que se haga al respecto no constituye en sí una hipótesis, sino
un supuesto o precondición que utilizamos para interpretar los datos que vayamos
obteniendo.
Por último recomendamos realizar la mayor parte de esta tarea por escrito, ya sea que
estos borradores o apuntes iniciales corran luego el destino de ser desechados como
simple instrumental de una fase de trabajo, o que Bconvenientemente organizados y
redactadosB pasen a integrar el cuerpo expositivo final de la obra. En todos los casos ir
describiendo nuestras sucesivas aproximaciones al problema tiene el valor inestimable
de otorgarnos un punto de apoyo para la crítica y la autocrítica, para la sistematización
de las ideas y para eliminar innecesarias confusiones.
Ejercicios
Conflictos sindicales
Deserción escolar
Consumo de drogas
5.4. Ejemplifique una relación en que dos variables independientes afecten a una
dependiente.
5.6. La ruptura o daño de nervio óptico )es una condición de qué tipo para producir el
fenómeno Aceguera@?
5.7. Para el tema escogido en el tema 4.1: haga una delimitación apropiada; formule el
marco teórico que permita estudiarlo.
5.9. Trace un esquema de variables (según lo que se expone en 5.6.) para estudiar
alguno de estos problemas:
Taller
Muestra
sobre Diseño de la Investigación, Población y
http://paginas.ufm.edu/sabino/PI-cap-6.htm
uso del Cabri Geómetra en el aprendizaje de Geometría por parte de los alumnos del
colegio, en que realiza la Práctica Docente, resolver personalmente las siguientes
interrogantes: