La Adolescencia
La Adolescencia
La Adolescencia
UNIDAD 1
PSICOLOGIA EVOLUTIVA II
INTERCICLO I
1. Introducción
El ingreso en el mundo adulto exige una serie de cambios, de maduraciones en todos los
niveles del ser que desembocan en actitudes y comportamientos de madurez. Este
cambio pone de manifiesto que el verdadero sentido de la etapa adolescente es la
maduración de la autonomía personal. El adolescente en medio de su desorientación y
conflictos persigue tres objetivos íntimamente relacionados entre sí:
El desarrollo del ser humano en sus diferentes etapas, reconoce los diferentes procesos
que experimenta el ser humano desde la concepción hasta la muerte:Procesos de cambio
y características estables.
2. Adolescencia y Desarrollo
• En primer lugar, se relacionan con pares del mismo sexo, con quienes sienten
afinidad de criterio y acción.
• Luego se van fusionando con el sexo contrario, para, de esta manera ir
consolidando las relaciones de pareja.
En esta etapa, los adolescentes se encuentran ansiosos por independizarse de sus padres,
pero al mismo tiempo temen las responsabilidades de la vida adulta. La adolescencia va
cargada de cierto grado de estrés relacionado con la escuela, la familia y los pares, sin
embargo, no es homogéneo en los todos los adolescentes ya que influye en gran medida
la capacidad de cada individuo para afrontar diferentes situaciones (Morris &Maisto,
2005).
3. Cambios Físicos
Los cambios biológicos que señalan el fin de la niñez incluyen el crecimiento repentino
del adolescente, el comienzo de la menstruación en las hembras, la presencia de semen
en la orina de los varones, la maduración de los caracteres sexuales primarios y
secundarios. La adolescencia es un periodo de cambio continuo y se distingue en:
En ambos sexos las extremidades y el cuello crecen más rápido que la cabeza y el
tronco durante la pubescencia. En los varones se produce un notorio ensanchamiento de
la espalda, se vuelven más delgados, más angulosos y más musculosos. En las hembras
se dilata la pelvis, cambian las proporciones faciales, la nariz y la barbilla se hacen más
prominentes.
4. Pubertad
Algunas personas utilizan el término pubertad para indicar el fin de la maduración
sexual y el de la pubescencia para referirse al proceso. El comienzo de la pubescencia se
caracteriza por una aceleración en el ritmo del crecimiento físico y por el término de
latencia del crecimiento. Junto a este proceso de aceleración se producen cambios en las
proporciones faciales y corporales y la maduración de los caracteres sexuales primarios
y secundarios. En promedio, las niñas comienzan a mostrar el cambio de este período
hacia los 9 ó 10 años de edad y llegan a la madurez sexual hacia los 13 ó 14 años. La
edad promedio para que los niños entren en la pubertad es a los 12, alcanzando su
madurez sexual a los 14.
• Las Hormonas
Es el aumento evidente en la estatura y peso que por lo general comienza en las niñas
entre los 9 y 14 años y los varones entre los 10 y 12 años. En general dura cerca de 2
años y poco después que el crecimiento repentino termina, el adolescente alcanza la
madurez sexual. En ambos sexos el crecimiento súbito del adolescente afecta
prácticamente todas las dimensiones esqueléticas y musculares. Estos cambios son
mayores en los varones que en las hembras y siguen su propio cronograma, de modo
que las partes del cuerpo están en desproporción por un tiempo. A continuación se
expondrán las características sexuales Primarias y Secundarias.
Primarias
Las características sexuales primarias son todas aquellas en el cual está la
presencia de los órganos necesarios para la reproducción, como son:
• La Menarquia
Los primeros ciclos varían mucho entre las niñas, además suelen variar de un mes a
otro. En muchos casos los primeros ciclos son irregulares y anovulatorios, es decir, no
se produce el óvulo. La menstruación produce cólicos menstruales en casi la mayoría de
las adolescentes. La tensión premenstrual es frecuente y muchas veces se observan
irritabilidad, depresión, llanto, inflamación e hipersensibilidad de los senos. El signo
más evidente de la madurez sexual de una niña, es la primera menstruación.
• La Espermarquia
Se presenta entre 12 y 13 años ymedio. Sobre los 12 años empieza eldesarrollo de los
conductosseminíferos que se ensanchan yla espermatogénesis se haceevidente con la
emisión de semencuando se presenta la primeraeyaculación o con presencia
deespermatozoides en la orina.
Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición de
la sexualidad. Iniciado el proceso de la pubertad se acentúan los caracteres físicos, el
despertar sexual y el comienzo de la genitalidad adulta, dichos cambios son una parte
consciente del adolescente, a pesar que este proceso se presenta emocionalmente
confuso para sí mismo. A esto contribuyen las novedades fisiológicas y psicológicas de
la evolución propia de la edad, el descubrimiento del placer en el trato y frecuentación
con personas de otro sexo, comenzando a definirse la identidad sexual.
Hoy en día, los jóvenes están alcanzando la madurez sexual a edades más tempranas, lo
que tiene implicaciones a largo plazo en la conducta sexual, incluyendo el coito. Las
estadísticas indican que el primer coito, tanto en varones como en mujeres, ocurre uno o
dos años después de la aparición de la menarquia y espermarquia (Morris, 1992;
Haffner, 1995).
La iniciación prematura de la actividad sexual sin madurez cognitiva puede llevar a los
jóvenes a estrés emocional. Los jóvenes tienden a iniciarse sexualmente durante los
años de la adolescencia intermedia (entre los 15 y 19 años), una etapa de desarrollo en
la que comparten tiempo con sus pares. Tienen sentimientos de omnipotencia e
inmortalidad, lo que les lleva a adoptar conductas de riesgo, con el consiguiente
aumento del embarazo adolescente, ITS e infección de VIH.
6. Identidad
Para formar una identidad los adolescentes deben establecer y organizar sus habilidades,
necesidades, intereses y deseos de forma que puedan ser expresados en un contexto
social, de acuerdo a Erikson, los adolescentes forma su identidad modificando y
sintetizando identificaciones anteriores (Papalia, et. al., 2005).
7. Etapas de la Adolescencia
Jean Piaget está considerado como el padre de la psicología evolutiva porque fue el
primer psicólogo que estudió, de manera profunda y con mucho rigor, la evolución
psicológica de las personas, desde que nacen hasta que llegan a la edad adulta. Después
de Piaget, la psicología evolutiva ha conocido un gran desarrollo y muchos psicólogos
se han dedicado a estudiar la evolución psicológica de la persona desde puntos de vista
diferentes.
Las características del crecimiento pueden ser apreciadas en las diferentes etapas de la
adolescencia temprana, media y tardía.
Otra disposición que aparece en esta compleja etapa de la vida, vinculada a la anterior,
es la capacidad de poner en tela de juicio ciertos presupuestos aceptados de un modo
inconsciente durante la infancia.
Todo este juego de ganancias y limitaciones es lo que quizás podría explicar lo que se
ha venido en llamar el egocentrismo adolescente. Distinto, obviamente, del
egocentrismo del bebé y del niño, pero igualmente real. Es un egocentrismo idealista o
metafísico o racionalista, pero egocentrismo al fin y al cabo.
Muchos problemas cognitivos y afectivos del adolescente se deben a que no son capaces
de utilizar simultáneamente dos sistemas en mutua interacción que no pueden reducirse
el uno al otro. Tampoco pueden entenderse como una mera suma o agregación de
ambos, sino más bien como un sistema incluyente que engloba a los dos subsistemas
mediante un mecanismo de compensación dinámica y multiplicativa.
Problemas como éste son los que inclinan a pensar a muchos que para prosperar
intelectualmente se necesita el concurso de una lógica distinta de la lógica formal. El
pensamiento formal al basarse en la lógica formal no admite la contradicción ni se
preocupa de los presupuestos metateóricos. El pensamiento no formal, o dialéctico,
acepta la contradicción y la dificultad de su superación; se preocupa o intenta
desentrañar los presupuestos implícitos; reconoce la existencia de múltiples marcos de
referencia y, por tanto, acepta la incertidumbre y, en último término, la imposibilidad
de un conocimiento absoluto.
Así como contamos con determinadas características físicas,a nivel intelectual contamos
con características propias queinfluyen en la manera en que nos desarrollamos.El
estímulo temprano en actividades diversas como eldibujo, el lenguaje y el juego
contribuyen a desarrollar lainteligencia y la capacidad de que concibamos y
apliquemossoluciones a problemas que a lo largo de la vida variarán
encomplejidad.Existen muchas definiciones del concepto “inteligencia”. La mayoríade
las personas la relaciona, exclusivamente, con actividades de ordenmental. Sin embargo,
dependiendo de la edad lo que llamamos inteligencia se expresa de diferentes maneras.
En la contemporaneidad que vivimos han surgido varias teorías que llaman la atención
sobre una concepción diferente de la inteligencia, así, la teoría de las inteligencias
múltiples, inteligencia emocional y la teoría triárquica de la inteligencia.
J. Piaget considera que a los 15 años todas las capacidades están ya desarrolladas y que
a partir de entonces lo único que hacemos es perfeccionarlas. En definitiva La medida
de la inteligencia es una actividad compleja ya que en ella intervienen multitud de
factores.Además de los aspectos cuantitativos es necesario considerar los aspectos
cualitativos y dimensionales de la inteligencia de manera acorde a la evolución de la
persona.
Los adolescentes no saben muy bien lo que quieren o a qué aspiran. Pueden llegar a
parecer adultos muy pronto (físicamente), por lo que desean ser tratados como tales por
sus padres; sin embargo la concepción social de la adolescencia alarga enormemente
este periodo, por lo que aún les queda un largo camino por recorrer para conseguir el
estatus de adulto. (Coleman J., 1980)
El salto generacional que existe entre padres e hijos, y las nuevas necesidades de
autonomía de los adolescentes, provocan ciertas tensiones familiares, pero el hecho de
que existan algunos conflictos inevitables no quiere decir que las relaciones entre padres
e hijos estén continuamente deterioradas. Existen investigaciones que demuestran que
un comportamiento paternal de orientación igualitaria, democrática y liberal favorece
que no aparezcan conflictos graves, contribuyendo al dialogo y la comunicación
familiar, y pacificando las relaciones con los hijos. (Bobadilla E., Florenzano R., 1981)
a. La Socialización.
c. El grupo
No todas las palabras con las que se designan a los grupos (pandilla, banda, grupo,
asociación, sociedades de adolescentes,...) significan lo mismo.
La banda, igual que las pandillas, forman jóvenes espontáneamente; estos jóvenes que
componen la banda, suelen vivir al margen de la sociedad, aunque no cometan
necesariamente actividades delictivas. Mientras que las bandas no están organizadas
desde fuera, el grupo si puede estar organizado o institucionalizado; de hecho hay
grupos a los que pertenece el adolescente aunque él no quiera, como son por ejemplo el
grupo familiar, el grupo escolar, o el grupo de trabajo.
El adolescente espera del grupo que le permita la conquista de su autonomía, pero una
vez que llega a ser independiente abandona el grupo porque la noción de autonomía y la
de grupo se oponen. Es normal que el adolescente se salga del grupo para
comprometerse en relaciones personales, y en relaciones con el otro sexo.
d. La Familia
Hay que señalar que a medida que avanza la sociedad actual se va concediendo mayor
libertad e independencia a los adolescentes, que, por su parte cada día exigen más. De
igual modo cada día se van aproximando más las diferencias entre los sexos, mucho
más difuminadas que hace unas décadas. En este sentido hay que señalar que la posición
económica y el nivel sociocultural que tenga la familia, va a determinar la
independencia otorgada a los hijos.
Así se afirma que los adolescentes que mantienen una comunicación abierta con sus
padres, tanto en temas sociales como en temas personales o íntimos, se identifican con
ellos más que los adolescentes que no logran alcanzar un buen grado de comunicación
socio-personal con los padres.
Bibliografía.