Trilce Teatro Guion Personajes y Publico
Trilce Teatro Guion Personajes y Publico
Trilce Teatro Guion Personajes y Publico
TRILCE / TEATRO
GUIÓN, PERSONAJES Y PÚBLICO
Pedro Granados
1ª Edição
Editora ABH
Série Hispanismo, v. 5
2017
1
PEDRO GRANADOS
Ph.D (Hispanic Language and Literatures), Boston University; Master of Arts,
Brown University; Profesor de Lengua y Literatura Española, ICI (Madrid);
Bachiller en Humanidades, PUC del Perú. Presidente de Vallejo sin Fronteras
)nstituto VAS)NF)N .
Dados para contato: Endereço: Av. San Borja Norte 160, apt. 501,
Lima 41, Perú. E-mail: [email protected]
2
ISBN
978-85-66188-09-7
Título
Trilce/teatro: guión, personajes y público
Autor
Pedro Granados
Capa
Aquarela de Norka Uribe
Edição
1ª
Tipo de Suporte
E-BOOK
Editora
ABH
Ano de edição
2017
3
TLC (Traducción, Lectura y Crítica)
Pedro Granados
5
INTRODUCCIÓN
PÚBLICO: COLÓNIDA
CONCLUSIONES
OBRAS CITADAS
6
INTRODUCCIÓN
1 Estudio que, de manera puntual, advirtió y dejó pendiente, verbigracia, Eduardo Neale-
2 Así como Vallejo corregía tenazmente sus poemas, también lo hacía con sus textos
dramáticos, sólo que, en estos, el trabajo no llegó a conformarse en obras plenamente
acabadas S)LVA SANT)STEBAN, , p. XVII). Por su parte, Antonio Cornejo Polar
intenta encontrarle una explicación a lo mismo: Detrás de esta frustración pueden
encontrarse razones de varia índole, pero sin duda las más significativas tienen que ver
con las indecisiones de Vallejo con respecto al destinatario real de su teatro y con la
7
teatral ( Notas sobre una nueva estética teatral , 1934), derivan del logro de Trilce
antes que de representaciones teatrales que hubiera sido imposible viera
montadas en Lima y que, una vez en Europa, las que vio o sobre las que se
documentó por lo general no lo convencieron del todo. Guiño o vínculo
dramático de Trilce muy pertinente (Neale-Silva, Zilio, Paoli), aunque con un
tanto más de opacidad, cual en otro famoso poemario peruano de la época; nos
referimos a 5 metros de poemas de su compatriota Carlos Oquendo de Amat:
Desde la portada, el libro nos avisa que estamos ante un evento
performativo: sobre un fondo negro se ve un cartel con cuatro máscaras de
teatro, anunciando que el espectáculo está por comenzar. […] A esta misma
teatralidad responde el intermedio del poemario: pausa en el espectáculo
teatral, pausa en la proyección de una película. (PUÑALES-ALPIZAR, 2012,
p. 102-103)
)ntermedio aquél, por lo demás, también observado en Trilce: resbala el telón
(Trilce XLII); y que divide este poemario en dos grandes actos 3. Mejor dicho,
carencia de vínculos orgánicos con la vida teatral europea de entonces [esto determina] el
desnivel entre poesía y el teatro de Vallejo y explican el carácter inacabado y ambiguo de
su ejercicio escénico y cinematográfico 1985, p. 15). Opinión aquella, la de Silva
Santisteban, la cual intenta apoyarla en la siguiente auto-crítica del propio Vallejo: Sin
duda hay que escribir un texto diferente de aquel que he escrito hasta aquí. Un texto
nuevo, concebido seg’n esta nueva concepción teatral [ Notas sobre una nueva estética
teatral ]. Las piezas que tengo no van en este sentido VALLEJO, , p. 513). Esto
quizá pueda ser cierto en cuanto a sus piezas teatrales propiamente dichas; pero, sin
duda, no de la escritura de Trilce. Ergo, su auto-crítica --ante un lector y un público de la
época-- se sitúa frente a un género histórico que quería revolucionar, pero no ante una
escritura que mucho antes de sus piezas ya revolucionara. Como bien apunta
intuitivamente, aunque con otro objetivo, Marta Ortiz Canseco Vallejo nunca deja de ser,
simultáneamente, cronista y poeta [y dramaturgo, añadiríamos nosotros]; ambas facetas
son inseparables […] el análisis de la modernidad no se desarrolla solo en el ámbito
literario, sino que impregna todo su pensamiento […] el poemario de actuaría a
modo de preludio intuitivo de las discusiones posteriores (2010, p. 10). Por nuestra
parte, reiteramos, Trilce como preludio también --el más logrado-- de todo su teatro .
ambos se superponen y fusionan, con lo cual se logra ver una sola imagen […] se trata,
siguiendo a Wilfred Bion, de una noción que describe un estado mental de percepción
ampliada, debido a que la conciencia y el inconsciente --realidad y fantasía, en Loewald--
no son dos instancias separadas e incomunicadas sino, más bien, capaces de correlación y
autorreferencia BETTOCHI y FATULE, 2014, p. 9).
4 Entre otras aseveraciones principistas vallejianas: Es que la verdad teatral es
independiente de la verdad real y, en un sentido cósmico e intemporal, más verdadera que
la verdad real VALLEJO, , p. 510). Ecos sin duda idealistas y románticos. Y sobre los
que, aunque es un tema pendiente de estudio, acaso no deberíamos subestimar la
gravitación puntual de los poemas de Tristan Tzara, ya que ambos compartían: ideas
universales que nos son comunes (GRANADOS, 2013b). En particular, aquello que leemos
por ejemplo en Advertencia , como preámbulo al poema de Tzara, Dictadura del
espíritu : La luz del día es opaca para nuestra razón; apreturas y barullos le echan velos
de niebla ante los ojos. El sueño es nuestra excursión, país de visibilidad perfecta Vallejo
1926: 10). Tzara o Izara a quien Vallejo conociera una vez llegado a Europa (1923); del
cual se hiciera amigo; sin duda leyera; publicara en su revista Favorables Paris Poema
(1926); e incluso intentara viniese al Perú a dar unas conferencias sobre cultura ancestral
americana. Trilce no es dadaísta; pero algunas ideas que Vallejo elabora en Notas de
9
invitarnos a leer Trilce como teatro o, por lo menos, impele a imaginarle también
un escenario característico. Trilce sería, ante Poemas humanos y España, aparta de
mí este cáliz, un caso de teatro mixto, tanto interior como exterior , en el sentido
que lo esboza aquí Roberto Paoli:
Los Poemas humanos poseen un vasto teatro interior, pero les falta la
respiración externa, natural, circunstanciada. En España encontramos de
nuevo un poco de escenario externo, pero en una dimensión totalmente
nueva: España, reemplazándosele al Perú originario, no será una presencia
idílica [Los heraldos negros], sino épica; no ya la ambientación casi
paradisíaca de una vida intrahistórica, sino el teatro desnudo y poderoso de
una acción PAOL), 1969, p. 12)
algún modo guardan un vínculo con los poemas o, aunque creemos menos, famosos
manifiestos Dada.
5 El profesor brasileño Amálio Pinheiro, apunta en el Prólogo del mismo libro: Ao nos
propor um con-viver performático com César Vallejo (não se trata já de apenas ler), a
partir de uma partitura de inscrições (não se trata mais de escrever) musicais (a marinera
e suas fugas e síncopes etc.) e sexuais (amores com Otilia e suas ramificações) vinculada
organicamente à cultura andino-mestiça dos arrabaldes festivos em formação e
movimento da Lima dos 1900 e poucos, Pedro Granados impugna, de chofre, as consabidas
interpretações político-essencializantes e nos abre, em leque risonho, o vaivém
diagramático de Trilce aos textos de antes e depois P)N(E)RO, , p. 11).
10
GUIÓN6: MITO DE INKARRÍ7
6 Junto a Patrice Pavis, entendemos que el guión es ante todo: un texto performativo o
ilocutorio), una etapa que precede a la realización escénica PAVIS, 1996, p. 249). Sin
embargo, ante el cual no debemos perder de vista que, contrariamente al libreto del film,
no tiene el estatus de blue print del guión que se borra ante la imagen: está destinado a ser
leído y actuado, a construir una ficción, a elaborar el modelo de una práctica imaginaria
[Esta sería, por ejemplo, la principal reticencia con respecto a la poesía en el espacio de
Artaud; de algún modo ésta, aunque radicalmente corporal, otra forma de blue print]. La
puesta en escena trabaja sobre el texto [guión] y la representación a la vez; convoca al
espectador a una actividad destinada a descifrar un espacio organizado en cuadros
(HELBO, 2012, p. 176-177).
7 )nkarrí --a contraction of the Quechua Word Inka and the Spanish Word rey [José María
Arguedas, Mitos quechuas posthispánicos . En: Ideología mesiánica del mundo andino.
Editado por Juan Ossio. Lima: Ignacio Prado Pastor, 1973] – is the mythical fusión of the
last two incas, who were publicly executed by the Spaniards: Atahualpa (strangled by
garrote in and T’pac Amaru beheaded in […] The )nca's head was severed
from his body, as Incaic social structure was undermined by acculturation. Native
populations lost their head or político-religious leader […] the )nca's head is growing
underground. Growth is a manifestation of liminality: the Inca is in an ambiguous
position: he exists, but in an incomplete, transitional stage. When the body is completed
(aggregation) Inkarrí will return and preside over final judgment (promise of the golden
age LÓPEZ-BARALT, p. 1979, p. Y otro tanto, aunque desde otra mirada: En esta
'Gran Noche' que es el Kali Yuga de los indúes, la Edad de Hierro negro de Hesíodo, la
imagen del Caos que se acerca a su culminación, la presencia del Inka queda como una
'presencia nocturna'. Esto significa que puede seguir manifestándose a través de sueños o
visiones, puede comunicarse de esa forma con 'su pueblo' --que no ha muerto-- consagrar
sacerdotes, mantener por medio de hombres vivientes una tradición transmisible,
constituir, a través de hierofanías, todos los elementos de una historia sagrada,
'subterránea' FERRERO, , p. 15).
Un fermento de Sol;
¡levadura de sombra y corazón!20 (VALLEJO, 1996, p. 67)
dios. Esta frase expresa además la idea de que el sol era algo más que el astro visible: era
el 'Dios' --con mayúscula-- de los 'indios', es decir un ser supremo y espiritual )T)ER,
2013, p. ; aunque no en tanto Creador o vinculado a 'crear' [significado que le dieron
los evangelizadores del Per’], sino en el de 'comunicar su ser a' o 'animar' )tier 10). Así
como, por ejemplo, tampoco podemos considerar las acepciones 'principio' y 'origen'
como auténticamente andinas (ITIER, 2013, p. 57). Por otro lado --y ya que en la antigua
concepción geográfica andina, la tierra se encontraba en medio del océano--, Wiraqucha se
refería explícitamente a la divinidad que personificaba aquel océano: Viracocha es el
océano [o el 'espíritu' del mismo]. Recordemos la observación de Polo de Ondegardo:
cuando tratan de la mar, lámanle Tiziviracocha [tiqsi wiraqucha] )T)ER, , p. 59). En
consecuencia, y por simple inferencia, si el Sol es Viracocha y este último es el Océano, el
Sol también es el agua subterránea [ que asciende al cielo para recaer sobre la
tierra )T)ER, , p. 60)] o el Océano. Dualismo religioso, podemos colegir, que tiene a
Viracocha como el dios de los agricultores de quebrada y de las aguas subterráneas; en
tanto el Sol protegía a los habitantes de las punas y personificaba los fenómenos
celestiales así como un principio de sequedad: Este dualismo religioso reflejaba una
peculiar organización socioeconómica a la vez que tenía por matriz la idea más general de
una bipolaridad del mundo )T)ER, , p. 64). Aunque cabe advertir, como el mismo
César Itier nos informa, que esta relación entre Viracocha y el Sol [divinidad
eminentemente agraria, la primera, frente a la dimensión propiamente política del culto al
segundo], la cual González (olguín consideró como de absoluta identidad: sigue siendo
hoy uno de los aspectos menos elucidados de la religión inca )T)ER, , p. 64-65). En
definitiva, y a modo de síntesis, lo que sí debe quedarnos claro es lo siguiente: Viracocha y
el Sol se distinguían por su envoltura corporal; el 'cuerpo' de Viracocha era el océano,
mientras que el de Inti era un astro que circulaba de noche por ese océano y de día por el
cielo )T)ER, , p. 71). Asimismo, que el papel del Sol en el plano cósmico era análogo
al que desempeñan los )ncas a nivel político; y, por ’ltimo, que Viracocha: era la potencia
divina, la fuerza acuática, que hacía que el sol saliera cada mañana del océano y ascendiera
hacia el mediodía )T)ER, , p. 80). Por lo tanto, y siguiendo esta lógica, Trilce
ilustraría como un ruido en este Viracocha, análogo a la representación de Inkarrí; un
problema de fluidez en el subsuelo que, por cierto, también afectaría al Inti o Sol que se
posa en lo alto. Interrelaciones corresponden, precisamente, con las que eran las
funciones sacerdotales y reales del )nka: mediador entre las tres zonas cósmicas (los
Pachas), en especial a lo referente a las relaciones entre Cielo y Tierra FERRERO, , p.
22).
11Creencia y práctica aquélla --finalmente relativa a la del control del imaginario-- usual y
constante entre españoles e indígenas para intentar moldear la historia : el )nca pierde
su cabeza y la unión de ésta con el cuerpo significa tanto la resurrección del Inca como la
reconstrucción del Imperio. Esto indica que no sólo los españoles sino también los
indígenas utilizaron el teatro para moldear la historia; mientras los españoles muestran a
Atahuallpa como usurpador y asesino, los indígenas valoran a sus jefes revolucionarios
(año 1781), mostrándolos como hermanos de Atahuallpa G)SBERT, , p. 252)
12 El Auto de los Reyes Magos : El drama lit’rgico más antiguo de la literatura española
(BEYERSDORFF, 1988, p. 25). En general, y tal como lo elabora un historiador como Juan
13
representa la manifestación de Cristo a los gentiles; por ello, los tres reyes
tradicionales simbolizan las razas del mundo: blancos, negros y cobrizos.
En función de los pueblos representados estaríamos ante europeos,
africanos y asiáticos […] Por eso es importante la inclusión de un indio, )nca
en este caso, en algunos lienzos de la Epifanía (GISBERT, 1999, p. 240)
14
síntesis, en Trilce se intentaría implementar, desde América Latina y aunque
parezca arcaico, una reforma a la contrarreforma en sus aspectos sociales,
políticos, culturales y religiosos a través del mito de Inkarrí14. Sin olvidar, por
cierto, que el catolicismo de la contrarreforma que llegó al Perú con los españoles
era él mismo ya sincrético en tanto: asimilación de la antigüedad grecolatina y de
los dioses orientales y bárbaros (PAZ, 2000, p. 341)15. En fin, todo lo anterior, en
la impronta de la efusiva misiva de César Vallejo a su amigo y mentor Antenor
Orrego, a raíz de la publicación del primer libro de este último, Notas marginales
(Ideología poemática). Aforismos, el mismo año de Trilce:
Figura, la de Inkarrí, que --a todo lo largo del poemario de 1922-- no sólo se
documenta o testimonia de modo fehaciente, sino que también se recrea o
15
encarna a la manera de un ritual. Ritual el de Trilce de ninguna manera
nostálgico o incaísta; y sí, más bien, de algún modo análogo al teatro de un
contemporáneo de César Vallejo como, por ejemplo, Luis Ochoa16: el cual profetiza
el nacimiento del Hombre Nuevo fruto de la alianza social y cultural entre
indígenas y mestizos LÓPEZ LENC), , p. 25). Es decir, millenarism que un
estudioso como Victor Turner reinterpreta de manera muy significativa en
términos de rites de pasagge o social drama : the world over, millenarian
16 Cuyo Manco II o la impotencia del indio (1921) constituyó, con un impacto popular
semejante a Ollantay (estrenada en 1906), la obra más representada en los años veinte y
treinta del siglo pasado y que, a contrapelo de una utopía del mestizaje armónico, aborda:
el antagonismo étnico entre blancos e indígenas y restituye el carácter de sujeto y de
protagonista histórico al indígena contemporáneo, que en el drama asume la figura del
Inca Manco II, el inca perseguido, y metaforiza al hombre andino asediado por la voracidad
del capitalista extranjero LÓPEZ LENC), , p. 24). En general, gravitación del teatro
andino en la ciudad de Lima de la época que podemos conectar no sólo a Trilce, sino
también a las simpatías del Grupo Colónida y, en particular, del líder de éste, Abraham
Valdelomar: En los primeros meses de 1917 se presentó en Lima la Compañía Incaica
Cuzco, dirigida por Luis Ochoa y Leandro Alvariño como director de orquesta. Su
presentación en Lima fue reseñada en El Comercio del 27 de febrero de 1917. Abraham
Valdelomar los calificó de 'revelación de un arte nacional' que traían 'el espíritu artístico de
una raza inmortal'.'Es la raza que resucita y se incorpora, el viejo Perú que se levanta, la
Patria que se yergue desde el fondo de los siglos'. A su retorno, la Compañía Incaica Cuzco
fue rebautizada como 'Compañía Nacional Dramática Incaica'. El Tiempo, Lima, 3 de mayo
de 1917 comentó: 'En Lima, a pesar de los esfuerzos de su intelectualidad, aun no se ha
conseguido formar un teatro propio, original, característico, profundo y representativo…
Nada hay en la producción teatral de nuestros literatos de antaño que tenga el valor
artístico de las obras presentadas por las compañías cuzqueñas
[http://elconsueta.blogspot.com/2011_02_01_archive.html]. Esfuerzos de la
intelectualidad y del ambiente teatral limeño --en competencia, ya desigual, con el auge del
cine en la época -- donde resaltan los recitales de José Santos Chocano, operetas, la visita
de Jacinto Benavente y una que otra zarzuela de, por ejemplo, Abelardo Gamarra
reseñados parcamente por S. R. S. La vida teatral en Lima en (S.R.S., 1923). Y sí,
por cierto, abiertamente vapuleados por una revista como Colónida, en su Quincena
teatral , página que por lo general firmaba Alfredo González Prada : 'Las Tapadas' [de
'Juan Chroniqueur', luego, José Carlos Mariátegui] no caracterizan teatro nacional. Una
serenata en falsete bajo balconcillo limeño o una zamacueca de negros en mitad de la calle,
no bastan para determinar un ambiente. Es infantil suponer lo contrario. Hace pensar en
Víctor Hugo imaginándose dar sabor local a sus espagnoleries porque las salpica de
profusos carramba [Colónida, Año 1, Tomo 1, No 1, p. 39]; o esta otra, incluso un tanto
más irónica y no menos racista: En el Per’ los actores nacionales son zambos. El arte
coreográfico y la buena dentadura son antípodas [Colónida, Año 1, Tomo 1, No 3, p. 42].
16
movements origínate in periods when societies are in liminal transition between
different social structures LÓPEZ-BARALT, 1979, p. 106).
El objetivo de Vallejo es, más bien [de modo semejante a Brassaï (Gyula
Halasz) y André Kertész], hacer folklore de lo moderno […] En los tres
prima la concepción de que el arte tiene --como lo pensaba Baudelaire-- dos
mitades. La modernidad era tan sólo una de esas mitades. La otra mitad
era aquello que era 'eterno e inmutable' PODESTÁ, , p. 16-17)
17
axial del libro de 1922. Y todo este repertorio, reunido, alude en lo fundamental --
a veces incluso de modo didáctico19-- al mito de Inkarrí y corolarios (Granados
2014: 80-81). Sin embargo, el actual repertorio solar de nuestro trabajo no sólo
luce aumentado y actualizado, o explicado más en detalle; sino también focalizado
en su dialéctica con el Mar (y la Tierra), su opuesto y complementario:
18
escena VALLEJO, , p. 512). Es decir, y una vez más, en característico
dualismo vallejiano se distinguen también en su teatro dos diferentes tipos de
escenas simultáneas y paralelas: una contingente, de hechos o motivos que pueden
estar presentes o no en la obra. Y otra constante o permanente, y en el caso
específico de Trilce: la recreación del mito de Inkarrí. En palabras del propio
Vallejo en torno a las leyes de su nuevo teatro en tanto sueño : el orden
esencial en el desorden de la superficie (VALLEJO, 1999, p. 505). Elementos y
organización de esta escena cerebro o escena matriz de Trilce/Teatro que
asimismo, como veremos luego, se entronca con una fuerte herencia conceptista.
Tal como lo observa Roberto Paoli, aunque refiriéndose sobre todo a la etapa
parisiense de la poesía de César Vallejo: Nadie como él le debe tanto a la
gramática conceptista, pero nadie como él ha logrado doblegarla, dislocarla,
incorporarla íntimamente a su carácter y personalidad creadora PAOL), 1988, p.
959).
Trilce I: Quién hace tanta bulla y ni deja/ Testar las islas que van quedando./ Un
poco más de consideración/ en cuanto será tarde, temprano, 21 / y se
21Se privilegia el instante , aunque aquí un tanto más sutilmente feérico, como en la
poesía de Octavio Paz o como en El Aleph de Jorge Luis Borges. Lo que habla es un
entusiasmo, es una energía; pero el sujeto no ha desaparecido en Trilce I, es incluso
múltiple. En este sentido, no es sólo el universo que habla o se dice a sí mismo a través del
poeta; es decir, Trilce I no es un poema romántico. El suyo es un saber público y político –
mítico o ancestral--; donde el sujeto poético, aunque colectivo islas , no es unívoco y,
por lo tanto, se expresan también de modo soberano otros locutores: aquél implícito en
quién ; y participan y act’an de modo diferenciado asimismo otros actantes: alcatraz ,
península . Es decir, respecto a esto ’ltimo, en la poesía de Vallejo incluso los objetos o
los animales se constituyen en agentes: Además de 'determinar' y servir como 'telón de
fondo de la acción humana', las cosas podrían autorizar, permitir, dar los recursos, alentar,
influir, bloquear, hacer posible, prohibir, etc. La TAR [Teoría del Actor-Red] no es la
afirmación vacía de que son los objetos los que hacen las cosas 'en lugar de' los actores
humanos: dice simplemente que ninguna ciencia de lo social puede iniciarse siquiera si no
se explora primero la cuestión de quién y qué participa en la acción, aunque signifique
permitir que se incorporen elementos que, a falta de mejor término, podríamos llamar no-
humanos LATOUR, , p. 107). A diferencia de Huidobro y Neruda, pues, Vallejo
dispersa la voz que escribe. Desdoblamiento que nos dice que la secuencia no es precisa,
tal como si estuviéramos ante un relato oral cuyo discurso, por lo general, lo comparten o
disputan un coro de voces distintas; lo cual sucede, precisamente, en el caso de los mitos.
19
aquilatará mejor/ el guano, la simple calabrina tesórea/ que brinda sin
querer,/ en el insular corazón,/ salobre alcatraz, a cada hialoidea/
grupada./ Un poco más de consideración, y el mantillo líquido, seis de la
tarde/ DE LOS MÁS SOBERBIOS BEMOLES./ Y la península párase/ por la
espalda, abozaleada, impertérrita/ en la línea mortal del equilibrio
(VALLEJO, 1996, p. 170)
¿Para qué son las preguntas como si fuesen respuestas? Aporía, la respuesta es la
pregunta misma (Incorporando y debatiendo algunas ideas de Alicia Borinsky en sus
clases sobre Poesía Latinoamericana ; en Boston University, .
20
del Sol frente a la vaginal de Inkarrí. Con el sujeto poético mismo, cual un
voyeur, también penetrado o con el Sol sumergiéndose dentro de él. Si
matizamos, asumiendo aquél en el poema una actitud doble. Es decir, tanto
activa vv. -2) o semejante al Sol-Sujeto poético que se aplica a Testar
las islas v.2) 22; canjeando incluso el sujeto poético su voz con la del propio
22 De modo adicional, aunque puede resultar muy significativo, aquello del verbo Testar
en Trilce I puede conectarse a un famoso muñeco intelectual que creara Paul Valéry:
En torno a , entonces con años […] había comenzado a recopilar ideas para una
figura artística que reuniera en sí todas las características de una existencia
completamente intelectualizada. La audaz figura asumió el nombre de Monsieur Teste,
que tanto podría significar 'cabeza' como 'testigo' […] encarna una figura literaria en la
que el platonismo configura una síntesis completa con el dandismo SLOTERDIJK, 2013,
p. 107). Y ni de platonismo ni mucho menos de dandismo trata nuestro libro de ;
aunque sí, aquel segundo verso de Trilce ), con Testar en cuanto 'cabeza', 'testigo' y
propiamente 'toque': el toque tiene un elemento discursivo: conecta el lenguaje con la
materialidad y entiende el lenguaje como una concentración de poder que afecta a las
cosas, que pueden animar no solamente a los personajes de la novela, sino al lector
también. Se diferencia del discurso de la novela del llamado Boom que considera el
discurso como una propiedad del hombre político. La novela [El zorro de arriba y el zorro
de abajo de J. M. Arguedas] propone la concentración del aspecto afectivo del lenguaje, un
aspecto que comparte el sonido con otros seres, inclusive los cerdos y los perros –un
poder que 'hace bailar' RUBADO, , p. 102-103). Más inquietante aún es el hecho que
en Monsieur Teste: no existe ning’n lazo de unión consigo mismo ni con su historia vital
(SLOTERDIJK, 2013, p. 109); otro rasgo en las antípodas del sujeto poético en Trilce. Ni
mucho menos aquello de que todavía en 1934, cuarenta años después de la invención de
su figura experimental, anotara Valéry: Bien dijo Monsieur Teste . Lo esencial está
contra la vida SLOTERDIJK, 2013, p. 112). Es decir, si bien es cierto la relación Vallejo-
Valéry durante estos años --previos al viaje a París por parte del peruano-- no está
documentada; resulta muy tentador establecerla o construirla al menos en cuanto a este
punto. Y, de este modo, percatarse de la aguda y fina ironía de los dos primeros versos de
Trilce I; por cierto, ironía y desmarque ideológico, ironía y distanciamiento estético y
cultural. Vallejo debatiendo con Valéry, en el terreno del diario intelectual o de la
destreza lógica, para en Trilce proponernos un diseño distinto --o de otra calidad--, en las
antípodas del de Monsieur Teste. Aunque comparte con el poeta francés algo
fundamental: el haber roto con la ilusión del carácter definitivo del conocimiento […]
'Pensar es un tachar incesante' [Aunque de esto recién seamos testigos una vez miradas
las correcciones a los mecanografiados de Poemas humanos en la famosa edición de
Moncloa de ] SLOTERD)JK, , p. . Y donde aquél Un poco más de
consideración vv. y de Trilce ) nos brinda la pauta intelectual o la diferencia entre
Vallejo y Valéry. Es decir, acaso más que a ser testigo interior o a practicar alguna epojé, al
poeta francés se le invita a considerar mejor lo exterior o el paisaje --sin desvincular sus
sentidos ni alienar su cuerpo en ello-- de por sí vivo, también, en tanto cultura
(conocimiento local) y mito (saber actual). Por eso Trilce, frente a la aventura
veteroeuropea de la mortificación en pro del conocimiento puro que abarca una era de
casi dos milenios y medio SLOTERD)JK, , p. 112), comienza, termina y abunda en el
paisaje o en cierta geografía cultural que, por cierto, incluye las emociones y, no menos,
constituye por sí misma un giro político LARA y ENCISO, 2013, p. 106).
21
Sol (vv.1-2)23. Como también pasiva (vv. 3-10) o análoga al mar --y por
extensión la Tierra-- que, junto con las islas , recibe agradecida finalmente
del mismo Sol: la simple calabrina tesórea/ que brinda…/ en el insular
corazón,/ salobre alcatraz .
23A modo de un profeta que, a diferencia por lo menos de los dos primeros poemas de
Los heraldos negros, ya no está falto de orientación ; sino, aquí, muy consciente de su
identificación y poder solar. Tal como elabora Laurie Lomask para el poemario de 1918,
pero que nosotros ampliamos a Trilce: El profeta es un elemento fundamental del
bienestar común porque transmite la voluntad de Dios. Su profecía contiene tres
elementos: la proclamación de una acción de Dios, la explicación de los motivos por la
acción y una formulación de cómo realizar el mandato divino en el mundo real […] Por
lenguaje profético se entiende que las palabras no son vehículos para reflejar el mundo
exterior y comunicar las observaciones del poeta, sino que esas palabras promueven un
nuevo orden social . Obvio, con estas conexiones entre la poesía de Vallejo y el
Viejo Testamento, no se agotan las relaciones entre aquélla y la herencia judía: ¿hasta qué
punto exculpó Vallejo el pecado de sus abuelos, ambos sacerdotes católicos,
replegándose en su poesía del Nuevo al Viejo Testamento, origen tanto del judaísmo como
del cristianismo? ¿Es la tradición profética del Viejo Testamento acaso más afín con
Inkarrí que la orientación mesiánica en que se basa el Nuevo Testamento?
22
simultáneamente24. En síntesis, Trilce I y II son como un FUERA/ DENTRO,
poemas sucesivos y complementarios; aunque a la larga semejantes o,
acaso, incluso equivalentes: Pues no deis , que resonará al infinito./ Y no
deis 0, que callará tanto,/ hasta despertar y poner de pie al 1./ Ah grupo
bicardiaco Trilce V
Trilce ))): No me vayan a haber dejado solo,/ y el ’nico recluso sea yo vv. -30)
Sol-o [Símbolo (sol) e ícono (0) de Inkarrí, identidad asumida aquí por el
propio sujeto poético]. Asimismo, y el ’nico recluso sea yo [otra vez la
paradoja o el oxímoron de 'soledad' (reclus-) + el ícono del sol (0) no sólo
en recluso , sino también en ’nic- y y-0 ].
Trilce V)): Son los grandores,/ el grito aquel, la claridad del careo,/ la barreta
sumersa en función de / ¡ya! (vv.9-12)
23
Trilce X): Y por la misma desolación marchóse [la prima , aquí, del sujeto
poético],/ delta al sol tenebloso,/ trina entre los dos vv. 8-9)
Trilce X))): pienso en tu sexo/ ante el ijar maduro del día [pleno sol]./ …/ Oh,
escándalo de miel de los crepúsculos [Epifanía del sol] (vv. 2-3, 14)
Trilce X)V: Pero he venido de Trujillo a Lima/ Pero gano un sueldo de cinco soles
[Mayor protección, complicidad o acrecentada compañía solar]
(vv.10-11)
Por lo tanto, el propósito es que el público --sin dejar de estar aquí tal como
24
Trilce X)X: Oh, sangabriel, haz que conciba el alma,/ el sin luz amor, el sin cielo, lo
más piedra, lo más nada,/ …/ Mas si he de sufrir de mito a mito,/ y a
hablarme llegas masticando hielo,/ mastiquemos brasas vv. -10, 14-16)
Alternativa paradójica a que sangabriel permita el nacimiento o retorno
de Inkarrí [ el sin luz amor, el sin cielo, lo más piedra, lo más nada ]; de otro
modo, habrá un tremendo conflicto cultural.
Trilce XX: Ese hombre mostachoso, Sol […] el hombre guillermosecundario […]
engállase el barbado v. 4, 14, 18)
Hombre mostachoso , guillermosecundario , barbado --tal como la
canónica representación del Dios Padre-- yace, a semejanza de Inkarrí,
preso o encerrado aquí. Pero engallado henchido o tal como un gallo de
pelea), e incluso dentro de su celda, constituye un Sol para su pequeña hija.
En paralelo --o tal como lo es Inkarrí-- para el también encerrado sujeto
poético (poema de la cárcel, según Américo Ferrari). En este contexto, tal
como Dios Padre e Inkarrí, la niña y el sujeto poético resultan así
equivalentes.
Trilce XX): En un auto arteriado de círculos viciosos,/ torna diciembre qué
cambiado,/ con su oro en desgracia. Quién le viera:/ diciembre con sus 31
pieles rotas,/ el pobre diablo (vv. 1-5)
Tiempo cíclico, fin de un mal año. El oro (Sol) del propio sujeto poético está
en desgracia o en pieles rotas , semejante a Inkarrí.
Trilce XXII: Farol rotoso [Sol rotoso, )nkarrí], el día induce a darle algo/ …/
Ahora que chirapa [lluvia + sol] tan bonito/ en esta paz de una sola línea,
aquí me tienes,/ aquí me tienes, de quien yo penda,/ para que sacies mis
esquinas [actitud femenina o receptiva… de cuanto entra por otro lado o
aparentemente de modo no usual, místico, o contra-natura]./ …/ chirapado
eterno y todo,/ heme de quien yo penda [directamente del sol],/ estoy de
filo todavía. Heme! vv. 7, 11-14, 24-26). En síntesis, el sujeto pende de un
Sol rotoso , pero no por esto con menos poder. Asimismo, en tanto
chirapado eterno coexistencia de los opuestos fuego y agua , asume su
raigal androginia.
25
Trilce XX)V: El ñand’ desplumado del recuerdo v. [tal como el pichón de
cóndor desplumado por latino arcabuz en (uaco de Los Heraldos
Negros]. Poema del paralelismo y equivalencias entre la resurrección de
Cristo y de Inkarrí; a las cuales le corresponden dos marías vv. y
que, de modo simultáneo, primero lloran y luego cantan (vv. 2 y 10) según
el sepulcro se encuentre florecido o haya sido removido . El Lunes
[Luna] (v.11), inmediatamente luego de la resurrección, significa un nuevo
inicio o recomienzo. Por lo tanto, predomina en ambos una mirada cíclica
de la resurrección.
Trilce XXV): aurigan orinientos índices v. ; Nudo alvino deshecho, una
pierna por allí,/ más allá todavía la otra vv. - ; Deshecho nudo de
lácteas glándulas v. ; la griega sota de oros tórnase/ morena sota
de islas, cobriza sota de lagos/ en frente a moribunda Alejandría,/ a cuzco
moribundo -38)
Aurigan orinientos índices [historia oral relacionada al Sol]. Todo lo
destacado en negritas constituye el retrato mismo de Inkarrí donde, si bien
destaca el adjetivo deshecho , no implica que sus lácteas glándulas no
continúen actuando y brindando alimento materno… aunque para un nuevo
escenario no sólo andino, sino también occidental o universal: frente a
Alejandría [Egipto y Grecia] y Cuzco moribundos. Como también español
( España , aparta de mí este cáliz donde, entre los otros locutores y al final
de aquel famoso, poema el sujeto poético (o Inkarrí) se hace madre él
mismo: [Niños] Si tardo GRANADOS, , p. 142-143)
Trilce XXV)): Rubio [Solar] y triste esqueleto, silba, silba [)nkarrí que da muestras
de vida] (v. 18)
Trlce XXIX: Acoraza [protege] este ecuador [el sujeto poético ante el cual el sol
cae directamente… )nca él mismo], Luna [ciclo benéfico, sombra o noche
cómplices: Un fermento de sol; ¡levadura de sombra y corazón! de
(uaco ] (v. 9)
Trilce XXX): ¿Se luden seis de sol? v. . Carta de la baraja española de los oros
que puede ser positiva, si está de pie, o negativa si está inversa. Estado de
expectativa; como también lo ilustra el pasaje bíblico contenido entre los
26
versos 7 al 10 de este mismo poema: Cristiano espero, espero siempre/ de
hinojos en la piedra circular que está/ en las cien esquinas de esta suerte/
tan vaga a donde asomo . Piedra circular que alude al Sol de los )ncas;
pero asimismo, y en primer lugar, a la que selló el sepulcro efímero de
Jesús.
Trilce XXX)): Baja [al sub-mundo]/ el sol empavado [ armado ] y le alborota
los cascos/ al más frío [Inkarrí] vv. -12). Ilustra la solidaridad o
conexión entre los dos soles , uno de Arriba y el otro de Abajo, semejante a
los personajes de los Zorros en la famosa novela de José María Arguedas.
Trilce XXXV))): Este cristal aguarda ser sorbido/ en bruto por boca venidera/ sin
dientes. No desdentada./ Este cristal es pan no venido todavía / …/ él
espera ser sorbido de golpe/ y en cuanto transparencia, por boca ve-/
nidera que ya no tendrá dientes./ Este cristal ha pasado de animal,/ y
márchase ahora a formar las izquierdas,/ los nuevos Menos./ Déjenlo solo
no más vv. 1-4, 14-20).
Este cristal , y en tanto transparencia , se conecta con el Sol del último
verso en negritas; sol-o . Es difícil que márchase ahora a formar las
izquierdas signifique aquí --en medio de este nuevo éxodo y esta meta-
utopía andina y no menos bíblica (luz o cristal en tanto pan o maná: no
venido todavía , y tal como sugiere recientemente William Rowe-- la
izquierda internacional: Where march obviously gives to form a sense of
social mobilisation ROWE, 2013, p. 5). Y sí, más bien, acaso refuerce la
lectura que sobre lo político en la obra de César Vallejo propone un autor
como Julio Ortega: no se trata de una 'revolución permanente', como dicen
los trotskistas, sino de una revolución que no pasa por las necesidades
autoritarias [aunque no desdentada , o sin dientes , como un bebé],
porque es tan radical que cambia las costumbres, el lenguaje, la política e
incluso las relaciones humanas ORTEGA, 2013, p. 219-220). Todo esto sin
desatender que el Sol --lo trascendente, lo sagrado, lo metafísico-- fue (y es)
en el origen un animal o algo análogo a éste.
Trilce XXX)X: Quién ha encendido fósforo v. 1) [se apela a un actor distinto al
sujeto poético]; Ni ese bueno del Sol que, al morirse ['Crepúsculo'] de
27
gusto,/ lo desposta ['descuartiza'] todo para distribuirlo,/ entre las
sombras, el pródigo (vv. 1, 7-9)
Donde encendido fósforo , en tanto intenso y efímero, es metonímicamente
análogo al crepúsculo (Inkarrí). Texto polifónico (voces) y performático
(cuerpos) semejante a lo que ocurre también en los versos 1-2 de Trilce I
[ Quién hace tanta bulla y ni deja/ Testar las islas que van quedando ].
Finalmente, situación o contexto de gozo compartido.
Trilce XL)): Esperaos /…/ Esperaos /…/ Esperaos [ Un poco más de
consideración , Trilce I, v.3] /…/ ¿Aspa la estrella de la muerte? /…/
Esperaos otro momento (vv.1, 2, 3, 10, 13) [Primera parte del poema, 13 de
26 versos: 'Expectativa'] Penetra reencarnada en los salones/ de
ponentino cristal/… / Primavera. Perú. Abro los ojos. / Ave!/… /
resbala el telón vv. 17-18, v. 21, v. 24).
Poema-escena que divide en dos partes al poemario de 1922; mejor dicho,
funciona como puente entre esta primera parte, donde resbala el telón , y
la que continúa propiamente hasta Trilce LXXVII. A su vez, Trilce XLII, se
divide también en dos partes. La primera presenta y crea expectativa por
aquella: ¿Aspa la estrella de la muerte? Verso donde, probablemente,
aspa es lo 'proscrito o condenado' si lo relacionamos, por ejemplo, con la
marca con que la Inquisición identificaba a sus víctimas; y el término
muerte asimismo señale, por paradoja o inversión semántica,
directamente a Inkarrí. Obvio, no pasa nada de esto en el poema; aspa
sería la 'estrella' la cual anuncia que ya ha acaecido el nacimiento de Cristo
El Salvador ; y, por lo tanto, Inkarrí tampoco significaría muerte aquí sino,
más bien, vida efectiva que renace. Por último, en la segunda parte de Trilce
XLII, observamos que aquella aspa o 'estrella' o buena nueva es la que
finalmente: Penetra [triunfal] reencarnada en los salones ponentinos u
occidentales, en el Perú y, por último --tal círculos concéntricos de mayor a
menor-- al interior del propio sujeto poético: Abro los ojos. / Ave!25/
25 En latín, 'ave' se utilizaba por los romanos como saludo (del verbo avēre, 'estar bien' con
el sentido de 'que estés bien'). Después, se introdujo en la oración del Ave María [una
tradicional oración católica dedicada a María como madre de Jesús. La oración se basa en
el Evangelio según San Lucas].
28
[situación consentida de epifanía y gozo] . Todo esto justo antes de resbala
el telón que, si dividiéramos todo el poemario en once partes equitativas
(cada una de éstas constituida por siete poemas), Trilce XLII correspondería
al último poema de la sexta parte del poemario o séptima escena --del sexto
acto-- de la obra teatral; quedando, a cada lado de esta bisagra o puente
estructural que constituye la sexta parte (Trilce XXXVI a XLII), cinco partes
de siete poemas o escenas cada una. Ahora, ¿a esta sintaxis de Trilce
corresponde su diferencial semántico correspondiente? Probablemente sí,
en cuanto consideremos cada uno y la totalidad de los poemas escenas
en su detalle; pero, no, en tanto aquí nuestro repertorio-guión refleja la
escena-cerebro o la acción principal de la obra. Se perciben sólo matices
de sentido --que abundan en la complejidad de Inkarrí--, pero no
divergentes o grandes diferencias semánticas.
Trilce XLV: Y si así diéramos las narices/ en el absurdo,/ nos cubriremos con el
oro de no tener nada (vv. 11-13)
Alude al famoso pasaje bíblico: 1 Corintios 1:18-31. El absurdo en Trilce
XLV connota todavía algo y alguna protección; frente a la fe que, si bien
constituye aquí nada , es oro y una efectiva forma de cobijo o protección.
Trilce XLV))): Tengo ahora soles peruanos v.
Momento de certeza cultural suma y plenitud espiritual. Pero que se
confunde o toca aquí con la idea bíblica del perdón ; aquello de tener que
perdonar 70 veces... (Mateo 18, 21-35). Por lo tanto, tener es no tener o,
más precisamente, recibir es dar: Di ahora soles peruanos .
Trilce LII: O querrás acompañar a la ancianía/ a destapar la toma de un
crepúsculo,/ para que de día surja/ toda el agua que pasa de noche vv. -
24)
Ancianía en tanto saber ancestral o tradicional; como sol, implícito en
crep’sculo Trilce ), v. : DE LOS MÁS SOBERBIOS BEMOLES ), en
tanto embalsamiento de agua dulce. Saber fundamental que hereda,
continúa y celebra el sujeto poético, trabajando en medio de lo oscuro u
opaco de un crep’sculo levadura de sombra y corazón de (uaco ,
[http://www.significados.com/ave-maria/]
29
para permitir que de día surja/ toda el agua que pasa de noche . Sujeto
poético en tanto un inca oculto, opaco o discreto. Fertilizadores: el sol y el
agua dulce a un tiempo.
Trilce L)V: y solloza la sierra del alma v.
Sol ('vida') + loza ('tumba'). Ícono del mismísimo Inkarrí, dios subterráneo,
o de Cristo antes de resucitar. Paqarina o lugar, simultáneo y oximorónico,
de origen tanto como de sepulcro: proceso de pensamiento andino como
categorías recíprocas y complementarias López Lenci . También,
dualismo al interior del propio yo poético: sierra del alma que, obvio,
implica su antítesis ('costa del alma') que, a su vez, implica al 'mar'26.
Dualismo a ser tomado muy en cuenta para leer el último verso del libro de
: canta, lluvia, en la costa a’n sin mar ; el cual, siguiendo esta misma
lógica, podríamos invertir del modo siguiente: Canta, mar, en la sierra aún
sin lluvia .
Trilce LV: la Muerte está soldando cada / lindero a cada hebra de cabello perdido
(vv. 3-4)
Muerte cómplice del sol y de )nkarrí; está sol-dando cada uno de los
fragmentos o linderos --sin descuidar cada hebra de cabello
perdido -- que por ahora lo constituyen.
Trilce LV): Fósforo y fosforo en la oscuridad/ lágrima y lágrima en la polvoreda
(vv. 20-21)
26 En nuestra tesis para Boston University (2003), publicada al año siguiente [Poéticas y
utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: Fondo editorial PUCP, 2004)], puntualizamos
que Trilce se abría y se cerraba en el espacio de la playa; es decir, en el mar; mas no sólo
como referente [Por ejemplo: El mar es una indeseable conjunción de opuestos y también
espejo de una interioridad conflictiva (Eduardo Neale Silva)], sino ante todo como
dinámica interna […] Los poemas de este libro parecieran estar cargados de
radioactividad, mutua atracción o curiosidad, y no se delimitan y suceden linealmente
enmarcados por títulos como en el libro de 1918. Por el contrario, tienden a la
simultaneidad, al coro, ya que el elemento temático que imprime este dinamismo y lo
ilustra con su relevante iconicidad es el mar GRANADOS, , p. 62). Importancia del
agua en Trilce, y consecuentemente de sus metamorfosis, que viene desde Ovidio y,
también, desde Luis de Góngora y su Fábula de Polifemo y Galatea. Es decir, de la
comprobación y meditación barroca por la cual, debajo o detrás de las apariencias
(Polifemo, Galatea, Asis), al final todos somos la misma agua; sólo un aspecto diferencial
efímero de ésta (GRANADOS, 1994).
30
Fósforo es análogo a lágrima ; en tanto oscuridad lo es a polvoreda .
Describen un camino difícil y doloroso; pero donde felizmente no está
ausente el sol fósforo ni el agua lágrima que reconfortan y consuelan.
Trilce LVIII: En la celda, en lo sólido, también/ se acurrucan los rincones/…/ En
la celda, en el gas ilimitado/ hasta redondearse en la condensación,/ ¿quién
tropieza por afuera? vv.1-2, vv. 34-36)
Lo sol-ido celda ) no implica una negación o ausencia total del sol , es
por esto que se acurrucan los rincones allí; rincones en tanto sombras
propiamente dichas, pero también en tanto individuos (presos). Es más,
aquí la celda está abierta e incluso se halla disuelta y como entreverada
con toda la vía láctea: gas ilimitado . ¿Quién tropieza por afuera? sería
así una pregunta imposible o más bien una sutil respuesta incluyente
porque todos y cada una de las cosas constituimos la vía láctea; es decir, en
general, estamos presos . No existen entonces diferencias de encarcelados
o libres, tenemos un destino común; aunque puede que no nos hayamos
percatado de ello. Pregunta retórica que nos hace recordar a Trilce I
(¿Quién hace tanta bulla…? ; donde bulla , si acaso dificulta la experiencia
del sujeto poético, no sería propiamente antagónica al estado de epifanía
que aquel experimenta y sí, más bien, cómplice del mismo. Es decir, bulla
como alegría, felicidad o jolgorio también de otras voces, distintas a la del
yo poético, aunque igualmente partícipes de aquella epifanía. En fin, otros
locutores o heterónimos --nunca dilucidados del todo en Trilce-- que
anticipan aquellos un tanto más claros y distintos de, por ejemplo, España,
aparta de mí este cáliz (GRANADOS, 2014, p. 137-142). Paradoja, aquella entre
libres presos, que ilustra una vez más el modo en que debemos entender en Trilce la
dialéctica entre el Sol e Inkarrí.
Trilce LX): El poyo en que mamá alumbró/ al hermano mayor […] el poyo en que
dejé que se amarille al sol/ mi adolorida infancia… vv. - ; Callamos y n
nos ponemos a sollozar, y el animal/ relincha, relincha más todavía vv. -
30)
Alumbró acción solar) en tanto dar vida y en tanto brindar fortaleza o
consuelo. El sol-lozar es un estado de ánimo pasajero del sujeto poético
31
que el animal, en tanto naturaleza27, no acepta o con el cual no transige:
relincha más todavía . Ahora, este animal no tiene que ser
necesariamente algo ajeno al propio yo poético; sino, cual otro aspecto del
hondo dualismo de esta poesía, un alter-ego o heterónimo más del mismo.
Trilce LXIII: Cielos de puna descorazonada/ por gran amor, los cielos de platino
[no de oro], torvos/ de imposible vv. -8)
Otro momento de desánimo de parte del paisaje y, consecuentemente,
de parte de la confianza en la herencia cultural del sujeto poético puna
descorazonada . El cielo, con el sol tapado por las nubes, se ha tornado de
platino ; es decir, ha cambiado químicamente y aparenta ser ya otra cosa;
por esto lo de torvos/ de imposible
Trilce LXV)): Canta cerca el verano v. […] Canta el verano v. […] el gran
espejo ausente v. […] Si vendrá aquel espejo/ que de tan esperado, ya
pasa de cristal (vv. 21- […] sólo de espejo a espejo v.
Algo tan poco vanguardista como la presencia del verbo cantar lo hallamos
en varios poemas y, sobre todo, al comienzo y al final de Trilce. Aquí,
canta cerca )nkarrí, aunque parece restársele importancia al hecho que
venga como un personaje especial o particular. Eso sí, se pone énfasis
en que Inkarrí se trata del gran espejo ausente ; es decir, espejo que se
comunica desde ya a otros espejos y sólo de espejo a espejo v. .
Una vez más, Trilce se presenta no únicamente como una isla; sino como
un conjunto de islas o archipiélago28 o conjunto de actores no menos
32
sagrado: 'islas guacas' [waka=manifestación de lo sagrado] (Millones 20);
que nos hace aquilatar mejor también aquello de Trilce XXV: Desde las islas
guaneras/ hasta las islas guaneras vv. -18) Y, en consecuencia, Trilce
también constituiría un texto polifónico o de comunidad de espejos ; de
locutores o heterónimos si bien --en cuanto todos son sagrados--
esencialmente indistintos y, en el presente poscolonial, asimismo racial o
culturalmente marcados: la griega sota de oros tórnase/ morena sota de
islas,/ cobriza sota de lagos/ en frente a moribunda alejandría,/ a cuzco
moribundo Trilce XXV) .
Trilce LXV))): Y preguntamos por el eterno amor,/ por el encuentro absoluto .
Versos 18-19: Ab-sol-luto (ab: 'privación, separación' y solutus: 'suelto'.
La idea es de algo entero sin soltarlo en pedazos, DRAE). Con, a través de la
escritura anagramática en este caso, del encuentro de un Sol entero y no
en pedazos como actualmente se halla Inkarrí.
Trilce LX)X: Qué nos buscas, oh mar, con tus volúmenes/ docentes! Qué
lnconsolable, qué atroz/ estás en tu febril solana vv. -3)
Ícono (0h), escritura anagramática (inconsolable) y derivativa (solana) en
plan de testimoniar aquí el enganche, dialéctica o intersección entre el mar
y el sol. Lo cual otorga al primero la particular intensidad de su oleaje; y,
no menos, también la iconicidad semántica de este último con el Sol: olas
= rayos de agua = rayos de luz. Por lo tanto: Mar = Inkarrí. Y, en
consecuencia, se perfila también el símbolo del 8; con el Sol arriba y, valga
la redundancia, el Mar abajo que, en perspectiva o a la distancia, es la tierra
misma; tan redonda como el Sol. Adicionalmente, aunque de un modo más
opaco, pero con un significado yuxtapuesto al que otorgan los campos
semánticos de olas en tanto 'ondas marinas' o en tanto 'páginas de un
libro', tendríamos además el de olas en tanto pechos maternos. Es decir,
aunque enterrada como Inkarrí, la madre pugnaría igualmente por ser
docente para su hijo, el sujeto poético; atenta y ávida celebrando al dios
Sol (que sale para todos). Y maestra, además, en el sentido del paulatino
33
constituirse en 'madre' también su hijo, el propio sujeto poético29. Tal como
nos lo ilustra Lezama Lima: La madre viva puede ser uno mismo, que
encontramos en la madre o en Eros, en el amor y la madre muerta que es la
sabiduría, la cifra descifrable de cada persona. Quien no se convierte en su madre
y no busca a su madre, no ha vivido, no ha justificado el don que le dieran de vivir
(Caisso 90).
Trilce LXX: Los soles andan sin yantar? O hay quien/ les da granos como a
pajarillos? (vv. 4-5)
Semejante a Trilce LXVII, aunque se presenta con mayor claridad la
comunidad solar o de iniciados (heterónimos u otros personajes) en este
poemario. Hipotexto bíblico: Parábola del Buen Pastor.
Trilce LXX): Serpea el sol en tu mano fresca,/ y se derrama cauteloso en tu
curiosidad. vv. 1-2); Vanse los carros flajelados por la tarde v. ;
Calla también crepúsculo futuro, y recógete a reír en lo íntimo, de este
celo/ de gallos ajisecos soberbiamente,/ soberbiamente ennavajados/ de
c’pulas, de viudas mitades cer’leas vv. -17)
Inkarrí y el encuentro amoroso del sujeto poético. Sol aquí en cuanto pene
y semen: Poema contra-natura: 'm-ano', 'cauteloso', 'curiosidad',
'suculenta', 'cara atrás', 'crepús-culo', rec-ójete, 'c’pulas', 'cualquiera'
(Granados 2014: 47); aunque, a fin de cuentas: lo contra-natural en Trilce
LXXI es análogo al testimonio de la maravilla o, en fórmula de André Coyné,
la constatación de la supraconciencia de Vallejo [Medio siglo con Vallejo.
Lima: PUCP Fondo editorial, 1999, 619] (GRANADOS, 2014, p. .
Añadiríamos nosotros, supraconciencia de )nkarrí : carros flagelados por
la tarde [por la luz del Sol del crepúsculo] . Asimismo, los amantes son
c’pulas o mitades , viuda una de la otra, lo que recuerda asimismo el
mito platónico del andrógino y, además, explica el énfasis contra-natura
29En cuanto a esta paulatina metamorfosis y anagnórisis de lo materno --que va desde Los
heraldos negros, pasa por Trilce y llega hasta España, aparte de mí este cáliz-- ver mi
artículo Mujer fatal, compañera y madre en la poesía de César Vallejo GRANADOS,
2010ª, p. 11-27). Vallejo, al final de su obra poética, funge de aduana de este sentimiento
materno [ Niños, si tardo ]; es decir, permite que este sentimiento materno hable
directamente.
34
del poema en cuanto el ano es lo que tienen en común los amantes. De
algún modo, dos anos --el de ella y el de él-- a costa de estar los cuerpos
previa y sexualmente conectados: en su ’nica hoja el anverso/ de cara al
reverso Trilce LX)X ; dos Soles en 8, la radical --cotidiana para los
iniciados -- y siempre penúltima utopía del amor en la poesía de César
Vallejo30.
Trilce LXXV)): agua [lluvia]/ que surtiera de todos los fuegos [Lluvia = el fuego…
sol] /…/ Canta, lluvia [Sol], en la costa a’n sin mar [¿Llanto o sepulcro de
Inkarrí?] (vv. 8-9, 18)
En el contexto general de Trilce las olas del mar simbolizan el deseo por el
Sol, que se ubica en lo alto; o constituyen la propia manifestación del
subterráneo Inkarrí en tanto, y tal como apuntamos para Trilce LXIX: olas =
rayos de agua; es decir, en Trilce LXXVII tal como en todo este poemario,
el mar se halla animado en su constante movilidad y metamorfosis por el
sol 31 . Sin embargo, también la que aquí canta o debe cantar --
explícitamente-- es la lluvia (el Sol) para beneplácito del sujeto poético. Por
lo tanto, y aunque efímero en la línea mortal del equilibrio , de Trilce I,
35
con el que el poema LXXVII se toca), aquel verso final de Trilce también
apunta al instante de epifanía por antonomasia. Todavía no hay mar , no
hay frustración; la cual, históricamente, podría aludir también a un estado
de cosas social y cultural anterior al predominio europeo y cristiano (la
Conquista vino por el mar)32. Sin embargo, tal cual veíamos en Trilce LIV --
donde ensayamos una posible inversión semántica de este verso: Canta,
mar, en la sierra aún sin lluvia Sol -- también podemos considerar Trilce
invocando en la sierra a )nkarrí en tanto mar o agua subterránea) y ya no
precisamente en cuanto Sol (Lluvia).
De esta manera, un sol tutelar está presente en Trilce desde el inicio del
libro hasta el final del mismo. Presencia en tanto Sol propiamente dicho o, de
modo indistinto, en tanto Inkarrí; es decir, protección en la costa y en la sierra, en
lo alto y en lo bajo. De modo paradigmático en Trilce LXX: Los soles andan sin
yantar? O hay quien/ les da granos como a pajarillos? Donde el yo poético y
allegados --otros sujetos indeterminados a modo de islas (Trilce I) o
archipiélago-- son ellos también soles ahora mismo alimentados como
pajarillos por alguien:
Cada viracocha aparece, pues, como un fragmento, un desdoblamiento o un
retoño de Viracocha unitario o primigenio […] eran hermanos o hijos y
padres unos de otros, constituyendo una especie de familia. Era
probablemente una de las maneras de representarse la naturaleza a la vez
unitaria y múltiple de esta figura divina )T)ER, , p. 48)
Representación o retablo que asimismo reelabora --de modo conjunto-- varios
pasajes bíblicos: al maná que cae del cielo; aquello de que lo primero es buscar el
Reino y de que Dios es el que proveerá las necesidades; la parábola del Buen
36
Pastor; que somos coherederos del Reino de Dios; etc. El sincrético mito de
Inkarrí, obviamente, el mismísimo Crisol Cristo + Sol de Trilce )V33.
33 Hipotexto bíblico no sólo de Trilce y, no menos, de toda la poesía de Cesar Vallejo; sino
también del mismo Inkarrí y, junto con éste, acaso de toda la tradición o mitología andina:
es posible que lo que los indios de hoy en día den como primitivas tradiciones, fueran
relatadas a sus antecesores por los españoles, especialmente por los sacerdotes, y de
acuerdo a los datos conservados por escritores del siglo XV) URBANO, , p. 151). Sin
embargo, tal como intenta hacer el poemario de 1922, proceso de cristianización que será
necesario reconstruir para quitarle, a la tradición precolombina, el ropaje que le pusieron
tanto cronistas como evangelizadores (ITIER, 2013, p. 13). Y, aunque sea todavía un tema
poco estudiado, quitárselo un tanto también al culto solar de la tradición imperial incaica y
serrana con respecto a la costa que es el lugar desde donde propiamente se escribe Trilce:
los incas, el ’ltimo estado panandino mantuvo una relación agresiva con los estados
costeños sometidos no mucho antes de la llegada de las huestes de Francisco Pizarro. Esto
explica la disgregación del 'reino' Chimú, que se fragmentó para evitar cualquier intento
de rebeldía y cuyo último descendiente de su nobleza fue llevado al Cusco para ser
reeducado en los parámetros de la cultura quechua. Lo mismo podría decirse de las etnias
agrupadas durante los Chinchas, al sur de la actual ciudad de Lima. Hay noticias
fragmentadas de su capacidad naviera y comercial, pero todavía no tenemos un estudio
completo M)LLONES, 2013, p. 19-20). En todo caso, y esto de por sí ya constituye un
documento valioso por sus implicancias incluyentes o integradoras, Trilce sería la
escritura de un andino tanto serrano (por nacimiento) como yunga o costeño (por
aclimatación); es decir, dicho poemario describiría una suerte de continuidad mítica o
sagrada de la sierra a la costa, y viceversa. Continuidad, entre lo serrano y lo costeño o
afro-peruano en la poesía de César Vallejo, que en un estudio anterior Trilce: muletilla
del canto y adorno del baile de jarana ), ya hemos ventilado (GRANADOS, 2007a).
34Performance en tanto: Conocimiento construido y transmitido mediante actos
corporales. Se trata, pues, no de un saber letrado, sino de un saber social y cultural [a
manera de Judith Butler que emplea este concepto] para respaldar su tesis de que la
identidad de género se construye a través de gestos, movimientos y actos corporales cuya
37
gravitación de la improvisación o del acontecimiento o de lo efímero --implícitos
en el término performance-- corresponde a la escena cerebro de Trilce/ Teatro
salvaguardar su texto o su archivo35.
Es más, aquellos personajes se pueden hasta mutuamente ignorar. Eso sí, se
puntualiza que --en cuanto para César Vallejo el teatro es un sueño 36-- los
personajes deben actuar como independientes del mundo real. Independencia,
esta última, que trae consigo también el concurso de varios heterónimos no
explícitos o deberíamos decir quizá, más bien, apócrifos del sujeto poético en tanto
la problematización del nombre aquí no implica el de la identidad 37. O, incluso, nos
que hace las veces también de aquel coro omnisciente (tiempo, espacio,
intimidad de los personajes); sobre todo en cuanto a anunciar o visualizar el
porvenir: la actuación y la promesa implicadas en el mito de Inkarrí. Recordando
que Trilce/ Teatro constituye, ante todo, la escenificación de un ritual simultáneo y
39
paralelo; para ser más descriptivos: cómo el Sol e Inkarrí --aunque sean finalmente
equivalentes o al menos semejantes-- se acercan, se tocan y proceden, tal como Inti
y Viracocha, a hollarse mutuamente.
Sin embargo, y una vez hecha esta salvedad, en nuestro guión-repertorio
son más bien conceptos39 que seres de carne y hueso los que asumen el
protagonismo durante la escena cerebro que constituye Trilce/Teatro. Un tanto
a la manera de lo que apunta, José Ortega y Gasset, sobre el desmarque y
gravitación --para la estética del drama -- de una obra como Seis personajes en
busca de autor (1921) de Luigi Pirandello:
Nos propone el teatro tradicional que en sus personajes veamos personas y
en los aspavientos de aquéllos la expresión de un drama 'humano'. Aquí,
por el contrario, se logra interesarnos por unos personajes como tales
personajes; es decir, como ideas o puros conceptos. Cabría afirmar que es
éste el primer 'drama de ideas', rigurosamente hablando, que se ha
compuesto. Los que antes se llamaban así no eran dramas de ideas, sino
dramas entre seudopersonas que simbolizaban ideas [Probablemente
Ortega y Gasset esté aludiendo aquí a la denominada ficción sentimental
medieval donde, por ejemplo en Cárcel de amor, sus personajes dan vida o,
más bien, ilustran o corroboran un silogismo por demás conocido por todos
y de invariable carácter didáctico]. [1925] (1962, p. 38)
Conceptos que debemos inferir y los cuales, además, en principio forman pares
binarios (A/ B); cada uno opuesto al otro y, a su vez, complementario. Es decir,
39 O deberíamos decir más bien símbolos: El vehículo del mito no es el concepto, sino el
símbolo, y es la conciencia simbólica la que nos abre al mito PANIKKAR, 2002, p. 49).
Por su parte, Jes’s Martín Barbero, detalla al respecto: Lacan no nos deja escapatoria: si el
hombre habla es porque el símbolo lo ha hecho hombre. Y su etimología le da la razón:
sím-bolo en griego significa algo partido en dos, y de las que una parte es dada a otro como
prenda de reconocimiento. Cada trozo no es nada aisladamente, pero puede ser todo unido
al otro. Es en el encaje de las partes que los portadores de cada mitad se encuentran y se
re-conocen. Símbolo dice pues pacto, alianza. El acercamiento a la vida profunda del
lenguaje como comunicación nos lo descubre hecho de preguntas esencialmente ansiosas
de respuesta. Es esa textura de relaciones que lo constituyen en acta y acto del pacto
colectivo BARBERO, 2008, p. 26). Por lo tanto, desde esta perspectiva, Trilce/ Teatro
hace explícito un doble pacto de los símbolos. El primero, entre ellos mismos, al anudar o
desanudar su androginia; el segundo, entre estos andróginos y el lector-espectador,
sacudiéndolo a este último de la inercia y devolviéndolo a la vida profunda del lenguaje.
40
pares binarios que van a derivar en paradojas o androginias conceptuales (A-B).
Pero cuyo planteamiento en el contexto, debemos advertirlo, no es lógico, sino ante
todo --en términos de Gregory Bateson-- ecológico : Bateson creía firmemente
que somos parte de un mundo viviente y que nuestra pérdida del sentido de la
unidad de la biosfera y de la humanidad y la pérdida de la noción de que esa
unidad última es estética constituye un desastroso error epistemológico
(DONALDSON, 2006, p. 20). De este modo, y estableciendo para ello un esquema,
los conceptos-personajes de Trilce/Teatro serían los siguientes:
41
Trilce LII : Fuego-Agua
Trilce LIV : Sierra-Costa
Trilce LV : Muerte-Vida
Trilce LVI : Fuego-Agua
Trilce LVIII : Cerrado (Preso)-Abierto (Libre); Individuo-Comunidad
Trilce LXI : Hombre-Animal
Trilce LXIII : Oro-Platino
Trilce LXVII : Individuo (Espejo)-Comunidad (Espejos)
Trilce LXVIII : Unidad-Fragmento
Trilce LXIX : Mar-Sol; Mar-Madre
Trilce LXX : Individuo-Comunidad
Trilce LXXI : Él-Ella
Trilce LXXVII : Costa-Sierra
42
cuanto consideremos los estilos o más bien los paradigmas literarios presentes en
su estructura: uno vanguardista fragmentario o caótico , en su apariencia o
aspecto más inmediato; y otro conceptista o barroco (densamente paralelo y
simétrico en su profundidad. Donde este ’ltimo, la escena cerebro o el retablo
barroco propiamente dicho, actúa cual flujo o matriz de lo que ocurre en la
superficie .
43
PÚBLICO: COLÓNIDA
41Motivo, el del Perú y los incas, que en particular en sus crónicas se avivará sobre todo a
partir de año 1931 y al cual Vallejo se dedicará, por entero, en el año : Recientes
descubrimientos en el país de los )ncas , Los andes y el Per’ , El hombre y Dios en la
escultura incaica PUCC)NELL), 2002, p. 1130).
42 Las fronteras y las lindes constituyen un tema recurrente en T [Trilce], que se descubría
ya en HN [Los heraldos negros] y se extenderá por los Poemas de París Ferrari .
Concepto cuya pertinencia y dialéctica ya evaluamos, por ejemplo, en el análisis de Trilce I
y Trilce L))): son poemas complementarios, como dos caras de una misma moneda. Uno
44
hallará esta vez frente al Perú --o más específicamente ante su capital, Lima, en los
años 20--; una frontera socialmente compleja y culturalmente heterogénea.
¿Intentó Vallejo en Trilce imaginarse una nación? Si así fuera, en consonancia con
el autor de los Siete ensayos43, Vallejo hubiera replicado a Luis Alberto Sánchez --en
La polémica del indigenismo -- acaso con términos semejantes: no es mi ideal un
Per’ colonial ni el Per’ incaico sino un Per’ integral RODRÍGUEZ REA, 2002, p.
82). Aunque, lo que sí resulta acaso más seguro en la posición de Vallejo, también
en consonancia con la de Mariátegui, sería lo siguiente: el indigenismo atiende a lo
actual de la población indígena, en franca oposición a quienes, como Sánchez, ven
en la evocación histórica de lo incaico una de las fuentes de la literatura nacional
(RODRÍGUEZ REA, 2002, p. 79).
46
pensamiento de Mariátegui y de Sánchez 45. Del primero, en tanto es muy
elocuente el rescate en Trilce de un mito como el de )nkarrí lo indígena , su
reivindicación, como algo pendiente o actual). Del segundo, en tanto aquél no es
aquí un mito pasatista ni chauvinista; sino post-orientalista (Said), que es la mejor
manera de dialogar con aquello del 'bon sauvage' argüido por Sánchez.
El segundo distanciamiento de César Vallejo frente a Colónida y los
colónidas, aunque estrechamente vinculado a la mezquina práctica democrática
que Vallejo cuestiona en el punto anterior, es que Trilce trasciende un
cosmopolitismo entendido por nosotros --en contraste a como lo expone Mirko
Lauer-- no únicamente en tanto censura al empleo de extranjerismos en sus
poemas: Vallejo ve el cosmopolitismo como una fragmentación desintegradora de
la experiencia, y se constituye en tácito defensor de la identidad experiencia-
lenguaje […] Como si aquí se pudiera aplicar la idea que más adelante desarrolló
Jacques Lacan según la cual en realidad somos hablados por el lenguaje LAUER,
2012, p. 147). Con la consecuente conclusión, a manera de corolario, que Trilce --y
a través de una escritura en mero español 46-- parecería ser hablado por el propio
Inkarrí. Sin embargo, lo inmediatamente anterior es casi cierto; es decir,
constituye ante todo un espejismo. Nosotros nos animamos a explicar este asunto
desde un punto de vista cultural más que lingüístico; sobre todo si nos apoyamos
en lo pensado por el mismo César Vallejo para la fórmula de su nuevo teatro:
Tomar una pieza teatral de otro autor Karamazov, por ejemplo y dar, a partir de
cierto pasaje, una dirección o sesgo teatral diferente. Rehacer esta pieza del modo
como un sabio edifica sobre la obra de un sabio precedente VALLEJO, , p.
513). Es decir, no existe temor al palimpsesto ni --implícita la traducción-- tabú
45De modo análogo a como --de acuerdo a Eugenio Chang-Rodríguez, biógrafo del
Amauta-- en 1928 José Carlos Mariátegui fundó el Partido Socialista del Per’: una mezcla
de aprismo y comunismo 1983, p. 28).
46Famosa frase irónica y no menos post-colonial de J.L. Borges; pero que no quiere
confundirse aquí, ni mucho menos, con la mono-glosia, simplicidad o unidimensionalidad
de la escritura de Trilce. Más bien, según reflexiona Martin Lienhard sobre la obra de José
María Arguedas, Vallejo de modo semejante: escribe en español, pero en un español
bastante particular, difícil de definir. En los textos de Arguedas, en rigor, hay todo tipo de
lenguas y lenguajes: el lenguaje del narrador, el de los diferentes personajes, el que
corresponde a los numerosos cantos transcritos, etcétera. Arguedas trabaja, me parece, a
partir de una realidad lingüística sumamente amplia L)EN(ARD, , p. 305).
47
ante lo foráneo; aquel rehacer evoca aquí, ante todo, potente memoria cultural y
creatividad47. Como, asimismo, Vallejo no tendrá reparos en usar el francés para
algunos de sus poemas póstumos, como por ejemplo Calor, cansado voy con mi
oro (1996, p. 369). Ni tampoco en hacer que, adrede, su lengua toda luzca en
Trilce como extranjera .
Finalmente, Vallejo supera el positivismo en crisis de la época no a través de
la intuición de Bergson o el idealismo o el arielismo de la Generación del 90048--
en reacción a la radicalidad del pensamiento de Manuel González Prada--
predominantes en el Perú en los años 20 del siglo pasado; sino, más bien, a través
de una crítica y consecuente desmontaje de la metafísica occidental e ideología
colonial soy la gracia incaica que se roe… de (uaco ). Es decir, a favor de una
convivencia social incluyente y utópicamente multicultural a través de --en
términos de Arjun Appadurai-- la imaginación social colectiva; o, en este caso
específico, un re-actualizado mito de Inkarrí. Crítica cultural y política, la de César
Vallejo, que también incluiría --frente a imaginación y en tanto fantasía
(APPADURAI, 2001, p. 23)-- la del esoterismo u ocultismo tan recurridos por
los intelectuales y artistas anteriores --poetas románticos y simbolistas europeos--
y también por los de su propia época: en lengua francesa (Baudelaire, Rimbaud,
Mallarme, André Breton), en lengua inglesa (William Blake, William Butler Yeats,
Aleister Crowley, Charles William, James Joyce), en lengua española (Rubén Darío,
47 La memoria es más, es mucho más, ¿lo sabes? La memoria verídica conserva también
lo que está por venir. Y hasta lo que nunca llegará, eso también conserva. Imagínate.
Nada más imagínate CALVO, 1981, p. 29).; enfatiza, de modo muy sugestivo, el escritor
peruano César Calvo en Las tres mitades de Ino Moxo. Tal como, aquí mismo, nos permite a
establecer una muy particular vinculación entre el poema (uaco de César Vallejo – [Yo
soy] Un fermento de sol;/ ¡levadura de sombra y corazón! -- y lo que vamos analizando de
la relación Trilce-Inkarrí, con el acierto de calificar a Túpac Amaru, como la Serpiente-
Dios CALVO, 1981, p. 80). La poesía de César Vallejo constituiría también, a su modo,
otro Tupac Amaru; una discreta serpiente actuando entre las sombras.
48 Compuesta principalmente por jóvenes miembros de la oligarquía [Víctor Andrés
Belaúnde, Francisco García Calderón, José de la Riva Agüero, etc.] nacidos después de la
guerra (en la década del ochenta del siglo XIX), los miembros de esta generación se
propusieron rehacer los colores y costumbres del país para, en el camino trazado por el
progreso, llegar a la imagen y semejanza de los países avanzados […] Frente a la
radicalidad de González Prada, estos jóvenes propusieron la tolerancia, el individualismo y
el idealismo como valores supremos (por eso fueron llamados también arielistas) [En la
madurez, según Luis Alberto Sánchez, los miembros del 900 pasaron todos de la tolerancia
al dogmatismo, escepticismo y religiosidad extrema] MONTOYA UR)ARTE, , p. 22).
48
Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Gabriela Mistral, César Vallejo, Vicente
Huidobro, Juan Ramón Jiménez, José Lezama Lima) y en lengua portuguesa,
Fernando Pessoa VEGA, 2015, 135-136). El Inkarrí de Trilce, por lo tanto, se
perfila como respuesta poscolonial múltiple. Por un lado, contra el racionalismo o
el positivismo; por otro, contra la Iglesia oficial; y, por último, contra el propio
esoterismo por considerarlo inadecuado o culturalmente exógeno y,
adicionalmente, individualista y elitista. Aunque el esoterismo , en tanto ligado y
difundido por asociaciones masónicas o paramasónicas: desde el punto de vista
político sedujo tanto a sectores conservadores y monárquicos, como socialistas
fabianos y revolucionarios VEGA, 2015, 135). Colónida, junto a su líder Abraham
Valdelomar, no fue la excepción; y por lo tanto también a este nivel --aunque de
modo implícito-- debatió César Vallejo con sus contemporáneos49. Un Vallejo,
debemos reconocerlo, que incluso en Los heraldos negros (1918) --por influencia
directa de Rubén Darío y en general del Modernismo-- parecería a ratos otro
iniciado más en ciencias ocultas .
50
PÚBLICO: NOSOTROS AHORA
51
el segundo, inferido del anterior, «Los heraldos blancos», al que
denominaremos texto B Granados, , p. 16)
Es decir, al teatro vallejiano le correspondería también llamar la atención sobre
nuestros pliegues o dobleces sin fin; propias, autónomas, o en comunión o catálisis
con la de los demás: madre-hijo, amada-amante, realidad rusa-realidad española,
etc. No sólo el cuerpo del actor conlleva capas de identidades: la del actor, la del
personaje, la de sus antecedentes artísticos y mitológicos, y ahora el reflejo de
otros cuerpos a su alrededor Lamask, , p. ; sino que estas
yuxtaposiciones son las de cualquier individuo o colectivo. Sí o sí estamos ya en
comunidad o comunidades; aunque no seamos conscientes que participamos de
ello. Estado latente de intersección ecológica generalizada (humana y
posthumana) que, a nuestro juicio, supera los alcances de los conceptos de
lenguaje corporal o cinestesia : )gual que el efecto comunicativo del cine mudo,
la cinestesia atraviesa las divisiones lingüísticas entre diversas culturas Lamask,
, p. ; y de la misma empatía en tanto elaboración freudiana o lacaniana:
talento intrínseco, don que se puede aprovechar, pero que no se puede enseñar
(Lamask, 2016, p. 254). En constituir la anagnórisis de un ritual simple y cotidiano
--y no la lejanía de un mito ni propiamente la promesa de una utopía-- allí
mismo se comprueba la eficacia de Trilce/ Teatro. Por ejemplo, cómo el sol --a
cierta hora del día-- se vuelve anfibio; o cómo una ola del mar puede ser una
edición en pie,/ en su ’nica hoja el anverso/ de cara al reverso . Trilce/ Teatro
nos convida a participar activa e imaginativamente en este juego inagotable de
intersecciones --y a la larga gratificaciones-- que constituye nuestra cotidianidad.
Con el añadido de que esta invitación trilceana, en tanto su cronotopo es solar-
andina, tiene un sesgo cultural específico y, no por ello, menos universal.
Trilce/Teatro, en suma, nos convida a ser parte de un múltiple y complejo
archipiélago .
Por otro lado, resulta tentador e incluso pertinente conectar Trilce con las
tecnologías y epistemologías más recientes 51. Por ejemplo, considerarlo teatro
52 El Tawantinsuyo no está aquí como tiempo histórico sino como tiempo arquetípico.
No se refiere a lo que aconteció en determinados siglos, en contradicción con el signo de la
irreversibilidad del tiempo histórico, sino a lo que aconteció –según la significativa
expresión de Ananda Coomaraswani una vez para siempre --y sigue existiendo --aunque
sea en la latencia y oscuridad-- para volver a existir en una nueva forma FERRERO, ,
p. 18)
53
uno de nosotros: Tengo un miedo terrible de ser un animal , precisará en este
sentido, en los Poemas Póstumos I, César Vallejo (1996: 398). No por casualidad,
Arguedas percibió, rescató y publicó esta impronta de Vallejo frente al destino del
Perú y, asimismo, para su propia obra literaria: Quizá conmigo empieza a cerrarse
un ciclo y a abrirse otro en el Per’ […] el del dios liberador, Aquel que se
reintegra [subrayado nuestro]. Vallejo era el principio y el fin ARGUEDAS, ,
p. 270). Ergo, por lo menos en Trilce/Teatro, Vallejo representa también aquel
que se reintegra ; y aquel en el cual podemos reintegramos. No de modo gratuito,
finalmente, y tal como en el caso también de Huamán Poma de Ayala, estamos ante:
un yo y un agente amerindio, que integra al otro como parte de su pensamiento
cultural. Estamos, por lo tanto, ante una posibilidad de fusión entre identidad/
alteridad difícil de imaginar y de aceptar para el pensamiento occidental, pero que
parece proponer el texto andino QU)SPE-AGNOLI, 2006, p. 265).
Un tanto más en cuanto a nuestras alienantes y autoritarias
diferenciaciones dualistas en nuestra forma dominante de pensar, Trilce/Teatro es
un testimonio perfecto --vía la multidimensional y ubicua androginia de sus
símbolos o, en términos de Gregory Bateson, ecología de la mente 53-- de la
superación de estos hábitos alotecnológicos (opresivos) y de la sintonía con un
pensamiento más acorde con la complejidad y las alteridades que exige nuestro
presente o reino (emancipador) de la homeotecnología (SLOTERDIJK, 2003, p. 9).
Asimismo, y continuando con Peter Sloterdijk, en Trilce/Teatro el observador
puro ha muerto. El sujeto poético se halla allí, más bien, localizado, identificado
con su cultura y en plenitud de un actuar y pensar --performance en suma--
desalienado, postcolonial y amigablemente emotivo.
53O Epistemología con mayúscula), cuya finalidad central es proponer una unidad
sagrada de la biosfera: (emos perdido el sentido de la totalidad del ser que mantenía
unidos 'este' lado y el 'otro' lado. No digo que el cerebro de la fantasía, el cerebro del
proceso primario sea lo sacramental. Creo que lo sacramental está sufriendo daño de
continuo. El daño consiste en la separación. Lo sagrado es la unión. Lo sagrado es el
empalme, el empalme total y no el producto de la división BATESON, , p. 380).
54
hay que superar LATOUR, 2008, p. 27). El convivir performático al que nos
invita Trilce/ Teatro resulta algo así como una muestra, palpable y fehaciente, de
aquello.
55
CONCLUSIONES
56
del Perú en el contexto general de su modernización y, en específico, en el ámbito
metafórico de una jarana limeña. Es decir, un nicho popular, incluyente y
multicultural (y tratándose de la zamacueca, sobre todo, afro-peruano).
Ilustran aquello, además, la dialéctica y fusión constante de sus
protagonistas y, finalmente, figuras también equivalentes: el sol y el mar. Esto
último sería la armonía fundamental de la desarmonía de Trilce: cómo el sol (el
padre) toca --de aquel toque hechizado de Trilce I-- y pisa la superficie del mar
(la madre) y juntos se inter-penetran e inter-proyectan y constituyen una radical –
aunque fugaz-- cíclica unidad. Coincidencia y concierto de opuestos que, en tanto
percepción mítica, lo ilustraría icónicamente el número 8. Pero de cuyo
contundente poder de animación del Sol también co-participa el sujeto poético, y
nosotros mismos co-participamos en tanto lectores/ espectadores.
Trilce/ Teatro no es adánico ni asume esencialismo alguno; la fuerza de su
mito --de su actualidad-- es fruto, aparte de la potencia de su memoria o
posmemoria cultural (SZURMUK, 2009, p. 226) --para nada melancólica-- sobre
todo de su capacidad dialógica e incluyente; y antes que nada de su lenguaje. Aquel
modo único de hacer convivir intensa y creativamente vanguardia con un núcleo
barroco --el de los fragmentos con una escena-cerebro de signo marcadamente
conceptista--; novedad y eco. Un Cri-sol adicional, entonces, u otra androginia en
tanto el sol --o el Inti-- se sumerge como tal en el mar y emerge, a través de un
intercambio de roles, cual Inkarrí o Wiracocha. El Inkarrí de Trilce, por lo tanto,
más que apuntar a una utopía específica, ilustra sobre todo un ritual o una epifanía
muy extendidas. Y donde, en tanto Trilce/Teatro, el contacto entre los cuerpos, no
sólo el intercambio de discursos --es decir, el performance entre los personajes y
los de estos con el público-- constituye parte fundamental de su propuesta y, en
consecuencia, asimismo de su eficacia artística y social. Palabra y contacto entre
los cuerpos, aprendemos en Trilce/Teatro, intensamente localizado; y, no por este
motivo, menos a la altura de la complejidad y creatividad de los fascinantes años
20 del siglo pasado. Y, como parte de esto mismo, de la interconectada,
intercultural y desafiante vida cotidiana de nuestros días.
Por último, urdimbre la de Trilce/ Teatro que nunca se termina de
57
desmadejar y queda, en respuesta a nuevas preguntas, como un reto o tarea
pendiente para las nuevas generaciones de lectores-espectadores. Acaso, entre
estos nuevos retos, se halle el de continuar observando la fecunda poética Sol-
Inkarrí gravitando también en la Poesía Póstuma de nuestro autor (Poemas de
París I y II). En su dialéctica, por cierto, con contextos sociales, culturales,
literarios y políticos asimismo nuevos.
58
OBRAS CITADAS
Appadurai, Arjun
2001 La modernidad desbordada. Dimensiones culturales de la globalización.
Buenos Aires: Trilce/ FCE.
Arguedas, José María
1975 El zorro de arriba y el zorro de abajo. Buenos Aires: Losada.
Abuín González, Anxo
2008 Teatro y nuevas tecnologías: conceptos básicos . Revista Signa, núm. 17,
UNED, 29-56
Bateson, Gregory
2006 Una unidad sagrada. Pasos ulteriores hacia una ecología de la mente.
Barcelona: Editorial Gedisa.
2014 Una visión binocular. Psicoanálisis y filosofía. Lima: PUCP Fondo Editorial.
Beyersdorff, Margot
1988 La adoración de los Reyes Magos. Vigencia del teatro religioso español en el
Perú andino. Cusco: Bartolomé de las Casas.
Cabel, Jesús
Caisso, Claudia
59
1996 La lengua altanera de Lezama: artesanía, areteia y hermetismo Remate de
males. S.P., Brasil, 16: 81-91.
Calvo, César
1981 Las tres mitades de Ino Moxo y los brujos de la Amazonía. Iquitos, Perú:
Proceso Editores.
Colónida
Conil, Alberto A.
Chang-Rodríguez, Eugenio
De Bragança, Maurício
[http://www.coneco.uff.br/sites/default/files/institucional/681-1683-1-
dr.pdf]
Donaldson, Rodney E.
2006 )ntroducción . En: Gregory Bateson, Una unidad sagrada. Pasos ulteriores
hacia una ecología de la mente. Barcelona: Editorial Gedisa. 15-26.
Driskell, Charles B.
1978 César Vallejo y el mito del indio en un poema de Trilce. Mester : ,
60
9-19. [https://escholarship.org/uc/item/99c857b3#page-2]
El Consueta
[http://elconsueta.blogspot.com/2011_02_01_archive.html]
Ferrari, Américo
1996 Notas . Américo Ferrari coordinador César Vallejo. Obra poética. Madrid:
Colección Archivos.
Ferrero, Onorio
2013 El señor del mar y el espacio sagrado prehispánico. La isla Sal Lorenzo. Lima:
Fondo Editorial del Congreso del Perú.
Gisbert, Teresa
1999 El paraíso de los pájaros parlantes. La imagen del otro en la cultura andina.
61
Granados, Pedro
[http://vallejosinfronteras.blogspot.pe/2013/03/trilce-el-pez-de-oro-e-
inkarri.html]
[http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2013/04/01/c-sar-vallejo-y-
luis-e-valc-rcel-un-mismo-derrotero-ind-gena-miguel-pachas-almeyda/]
[http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2010/05/18/poesia-y-accion-
el-caso-de-trilce-de-cesar-vallejo/]
[http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2008/08/08/8-8-8-dia-de-la-
utopia-vallejiana/#more-925]
2007a Trilce: muletilla del canto y adorno del baile de jarana . Lexis, Vol. 31, No.
1- 2 (2007) 151-164
2004 Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo. Lima: PUCP Fondo Editorial.
Gruzinski, Serge,
62
2007 El pensamiento mestizo. Cultura amerindia y civilización del
Renacimiento.Barcelona: Paidós. Trad. E. Floch González
[1.ª ed. en francés, 1999].
Helbo, André
2012 El teatro: ¿Texto o espectáculo vivo? Buenos Aires: Galerna
Itier, César
Latour, Bruno
2008 Reensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red. Buenos
Aires: Manantial
Lauer, Mirko,
2012 César Vallejo y la vanguardia en las fronteras del idioma . Kipus. Revista
Andina de Letras, 31, 1er semestre, 143-155.
Lienhard, M.
2004 La danza del otro zorro: viaje por la narrativa arguediana (entrevista con
Martín Lienhard . En: Carlos (uamán, Pachachaka: puente sobre el mundo:
narrativa, memoria y símbolo en la obra de José María Arguedas. México:
Colegio de México. 303-316.
63
Lomask, Laurie
2016 Teoría y espectáculo del cuerpo en el teatro de César Vallejo . En: Vallejo
2016. Actas del Congreso Internacional Vallejo Siempre. Gladys Flores
Heredia y Andrés Echevarría (editors). Lima: Editorial Cátedra Vallejo.
247-257.
López-Baralt, Mercedes
Menczel, Gabriella
[http://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/16/aih_16_2_251.pdf]
Millones, Luis
2013 Prólogo . El señor del mar y el espacio sagrado prehispánico. La isla Sal
Lorenzo. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú. 19-21.
2002 Entre fronteras. Convivencia multicultural, Lima siglo XX. Lima: CONCYTEC/
Sur.
Neale-Silva, Eduardo
Orrego, Antenor
64
2004 Antenor Orrego. Modernidad y culturas americanas. Páginas escogidas.
Eugenio Chang-Rodríguez (ed.) Lima: Fondo Editorial del Congreso del
Perú.
Ortega, Julio
[https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/10314/52406_Ortiz
_canseco_marta.pdf?sequence=1]
Ortega y Gasset, José
Panikkar, Raimon
Paoli, Roberto
1969 Vallejo prosista en los años de Trilce . En: Homenaje Internacional a César
Vallejo. Washington Delgado y Carlos Milla Batres (eds.). Lima: Milla
Batres. 9-12.
Pavis, Patrice
65
Paz, Octavio
Pinheiro, Amálio
2014 Prólogo . Pedro Granados, Trilce: húmeros para bailar. Lima. 11-12.
Podestá, Guido
1994 Desde Lutecia. Anacronismo y modernidad en los escritos teatrales de César
Vallejo. Berkeley, CA: Latinoamericana Editores.
1985 César Vallejo: su estética teatral. Minneapolis: Institute for the Study of
Ideologies & Literature.
Quispe-Agnoli, Rocío
Rowe, William
2013 The Political in Trilce . En: Politics, Poetics, Affect: Re-visioning César
Vallejo. Chapter One. Stephen M. Hart (ed.) Cambridge: Scholars
Publishing. 3-20.
66
2008 Sobre las matrices culturales . En: Jesús Martín Barbero. Comunicación y
culturas en América Latina. Anthropos, No 219, 168-172.
Rubado, Annete
Sloterdijk, Peter
Sobrevilla, David
S. R. S.
67
1923 La vida teatral en Lima en , El Tiempo. Lima, lunes 1 de enero.
Swidersky, Liliana
Szurmuk, Mónica
Urbano, Enrique
Valdelomar, Abraham
2001 Obras Completas. Tomo IV. Ricardo Silva-Santisteban (ed.). Lima: Petróleos
del Perú.
Valenzuela Martínez, Carolina
2007 La recuperación del legado incaico precolombino en Los Heraldos Negros
de César Vallejo y en la obra pictórica de Fernando de Szyszlo . Crítica.
[http://critica.cl/artes-visuales/la-recuperacion-del-legado-incaico-
precolombino-en-los-heraldos-negros-de-cesar-vallejo-y-en-la-obra-
pictorica-de-fernando-de-szyszlo]
2002 Artículos y crónicas completos. Jorge Puccinelli (ed.). 2 vols. Lima: PUCP.
68
1996 César Vallejo. Obra poética. Américo Ferrari (coordinador) Madrid:
Colección Archivos.
69