Técnicas de Estudio Eficaces
Técnicas de Estudio Eficaces
Técnicas de Estudio Eficaces
«Pero para aprender a estudiar no basta con conocer las técnicas
más eficaces, es necesario ponerlas en práctica.»
Este trabajo de investigación también ha observado otras técnicas de estudio como:
La autointerrogación:preguntarse y tratar de explicarlo de la forma más detallada posible.
Mezcla de ejercicios:consiste en alternar diferentes tipos de ejercicios y materias con el
objetivo de mantener el cerebro despierto y evitar el cansancio o la monotonía.
Autoexplicación y relación de conceptos:relacionar conceptos ya aprendidos con los nuevos,
creando así estructuras conceptuales más complejas pero a la vez más só
Estas tres técnicas de estudio han mostrado también buenos resultados pero se mantienen
por detrás de la distribución temporal del contenido y de los ejercicios prácticos.
Esto no quiere decir que las técnicas que hemos utilizado hasta ahora sean completamente
inútiles. Subrayar, resumir y releer, en múltiples casos, colaboran a una mejor retención de los
conceptos; pero si buscas maximizar tu tiempo, los ejercicios prácticos son más útiles.
Además de las diferentes estrategias, las destrezas que más beneficios ejercen sobre el
rendimiento son:
Realizar pausas con frecuencia. Es recomendable realizar breves descansos con el objetivo
de reducir la monotonía y el cansancio, lo que influye sobre la concentración y la
productividad.
Establecer un hábito. Hace referencia a los momentos previos y posteriores, lo que ayuda a
generar una dinámica en la que el cerebro se va preparando para la tarea. Eso ayuda a ir
adentrándose en la dinámica de trabajo de forma progresiva
Evitar las distracciones. Es más fácil distraerse en los primeros minutos del estudio, por lo que
se recomienda retirar cualquier elemento que pueda distraernos de nuestra tarea (teléfono
móvil, televisión…).
Mantener un ambiente ordenado. El espacio de estudio debe cumplir una serie de requisitos
para facilitar la tarea, un mismo lugar de estudio (lo que permitirá asociarlo con esta actividad),
un asiento cómodo, una mesa adecuada y suficiente iluminación. También ayuda a una mayor
concentración el orden de los objetos que nos rodean.
Realizar autoevaluaciones periódicas. La puesta en práctica de forma continua de lo
aprendido permite conservar estos nuevos conceptos a lo largo del tiempo.
Pero para aprender a estudiar no basta con conocer las técnicas más eficaces, es necesario
ponerlas en práctica, diariamente, en todas las asignaturas hasta conseguir el hábito de
aplicarlas con naturalidad. La combinación de teoría y práctica hará que mejore el
rendimiento.
Por María Carmen Muñoz Galcerán
Psicóloga y Pedagoga.
Jefa del Departamento de Orientación del Colegio Helios.
Enviar comentario