Capítulo 15: Evolución del dibujo

1. Importancia del dibujo en el proceso de desarrollo integral del niño

De acuerdo con Delval, EL DIBUJO constituye la primera producción material concreta propia del niño, implica la
posibilidad de dejar una huella de relativa permanencia, a partir de la cual comienza a darse cuenta de su influencia
sobre el mundo que lo rodea y toma conciencia de que es posible copiar la realidad y modificarla.

También es definido como una representación simbólica bidimensional de una tridimensional y como un modo de
imitar la realidad. Esta esta forma de imitación del contexto circundante no es meramente una copia, ya que supone
la utilización de una imagen interna a partir de la cual el niño reproduce más lo que sabe del objeto que lo que ve.

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El dibujo es para el niño una actividad placentera plasmada en una producción material única e irrepetible (no se
encontraran 2 dibujos iguales, aunque los niños tengan la misma edad y pertenezcan a contextos similares).

En la toma de dibujos, es posible observar como los niños reaccionan de manera diversa ante la consigna de dibujo
libre:

 Algunos niños interrogan a los adultos sobre que tienen que dibujar, como hacerlo, que colores usar,


estereotipados.

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buscando constantemente la aprobación para seguir dibujando. Estos dibujos se caracterizan por ser más

También están aquellos niños que tienden a explayarse en la hoja de una manera más segura, libre,
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utilizando una amplia gama de colores, inventando personajes, etc.

Estas formas que el niño tiene de dibujar y el modo que se relaciona con otros mientras realiza sus producciones
graficas se asocia con los estilos de crianza paternos y con la concepción que los adultos tengan del niño.

Por su parte, Puleo Rojas plantea al DIBUJO como un medio socialmente aceptable para el niño, en tanto le permite
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comunicarse y expresarse con el mundo externo, a partir de las representaciones gráficas de sus vivencias.

Siguiendo a Piaget, el DIBUJO es una de las manifestaciones de la función semiótica, ya que para dibujar el niño debe
haber logrado la capacidad de representación característica del pasaje del periodo sensorio-motor al pre-
operacional. En este momento del desarrollo cognitivo, existen imágenes que se encuentran interiorizadas, a las que
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el niño accede mediante sus representaciones en una hoja, ya no es necesaria la manipulación de los objetos
directos.

Las manifestaciones de la función semiótica, no solo diferencian al hombre del resto de los animales, también


permite construir, interpretar y organizar la información que el ambiente proporciona, al mismo tiempo que
posibilita la comunicación con otros.

En esta línea Delval plantea que es posible advertir una relación estrecha entre el dibujo y las restantes
manifestaciones de la función semiótica. Así tanto la imitación diferida como el dibujo constituyen formas de imitar
la realidad. A su vez las imágenes mentales y el dibujo son formas a partir de las cuales el niño imita la realidad. Las
primeras mencionadas implican imitaciones interiorizadas, el dibujo es una imitación exteriorizada. Finalmente,
entre el lenguaje y el dibujo es posible advertir una relación en doble sentido asociada fundamentalmente con la
lengua escrita. Además el dibujo y la escritura exigen al niño un dominio motor parecido que de manera progresiva
implicara el paso de la motricidad gruesa a la fina.

Los niños al dibujar, además de expresar situaciones cotidianas, van adquiriendo distintas capacidades y habilidades
que contribuyen al desarrollo integral saludable involucrando:

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 o Desarrollo psicomotriz: el niño va obteniendo de forma paulatina control muscular del movimiento de su
mano hasta adquirir la motricidad fina (podrá llevar su mano por el camino que desee).
o Desarrollo cognitivo: a través del dibujo se plasman diferentes procesos mentales que reflejan la
comprensión que el niño tiene de la realidad, concepción del mundo, su esquema corporal, la relación de el
con su entorno, etc.
o Desarrollo psico-emocional y afectivo: el niño expresa y comunica a través de sus dibujos, cuales son sus
intereses, deseos por determinadas personas, objetos, cosas, preocupaciones, temores y conflictos.

El dibujo es de gran importancia y relevancia como técnica proyectiva y prueba psicométrica para el trabajo con
niños.

2. Etapas del desarrollo del dibujo

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 La perspectiva de Luquet:

Para el autor, el rasgo esencial del dibujo es su realismo (su intento de reproducir la realidad, imitarla), habla de
realismo porque rechaza la posibilidad de que el niño dibuje algo que no represente nada, incluso en los garabatos.

Plantea 4 fases sucesivas en su evolución:

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REALISMO FORTUITO (2-3 años): el parecido entre el dibujo realizado por el niño y el objeto real que busca
representar es casual y constituye una situación no intencionada. Los niños que atraviesan esta etapa no tiene la
finalidad de querer representar algo, esta actividad les produce placer funcional.
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Luquet llama a los primeros dibujos de los niños garabatos o barridos de papel, los cuales consisten en líneas y
trazos rectos o curos que el niño repite una y otra vez, mediante que exploran sus movimientos.

Estos dibujos constituyen una prolongación de la actividad motriz, en tanto surgen de la actividad motora del niño y
solo se limita a reproducir o imitar movimientos de su mano dejando una huella,
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Así como también una prolongación de la actividad lúdica.

Las características en los dibujos de esta etapa tienen que ver con el hecho de que la compresión de la realidad del
niño es de tipo sincrética (relacionada con el). El niño refleja en sus dibujos el aspecto visual, el movimiento, los
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sonidos y otras características del contexto que le llama la atención. Progresivamente, imitara los objetos y personas
que lo rodean, recogiendo aquellas características que le resultan llamativas e ira descubriendo el significado de su
dibujo mediante su realización. El niño comienza a notar ciertas semejanzas entre su dibujo y el objeto real, aunque
aún es casual, el niño intenta mejorarlo repitiéndolo, pero teniendo ya en mente lo que quiere dibujar, pasando de
una situación no intencionada a una intencionada (este logro comienza a observarse a finales de esta etapa).


REALISMO FRUSTRADO (4-5 años): el niño intenta dibujar algo preciso, se topa con ciertos obstáculos propios de su
desarrollo que le impide lograr el resultado que desea. Uno de ellos es el control motriz (no logra controlar
adecuadamente sus movimientos), otro se vincula con el carácter limitado y discontinuo de su atención (solo
reproduce algunos detalles del objeto que representa). El niño que atraviesa esta etapa incluye aquellos elementos
que le parecen importantes o le gustan (aunque para los adultos no lo sean) siendo representados en un tamaño
mayor y sin proporciones adecuadas en relación con el resto del dibujo.

Una de las características principales de esta etapa es la aparición de la primera representación de la figura humana:
“los cabezudos”, constituidos por una cabeza de gran tamaño con forma circular, le salen líneas que representan las
extremidades y poca importancia al tronco.

Rasgos principales, la incapacidad sintética o fala de síntesis (todavía no logran organizar en una unidad los
elementos del modelo que buscan representar) y puede ser reconocida a parir de estos indicadores:
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 o Desproporción de los cuerpos representados: ej. “Los cabezudos”

o Disposición inadecuada de los objetos representados: lo que debe estar junto aparece separado o al revés.

o Orientación inadecuada de los objetos representados: objetos pata para arriba, de costado, etc.

REALISMO INTELECTUAL (6-7 años): el niño dibuja lo que sabe del mundo, no lo que ve. Ya posee una imagen interna
que reúne las formas del objeto, incluso sus valoraciones e intereses y ello se refleja en el dibujo.
Rasgo más relevante es el exceso de síntesis, ya que el niño pretende mantener todos los puntos de vista posibles en
los objetos que representa. Los niños que atraviesan esta etapa comienzan a hacer uso de procedimientos subjetivos
de representación espacial mediante los cuales llevan a cabo sus producciones. Suelen ser:
Uso de transparencia o rayos X: el niño dibuja objetos que están ocultos o partes ocultas de objetos que en

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o
realidad no se ven, haciendo que aquello que lo tapa sea transparente. Ej. Dibujar una casa en la que se ve
su interior.
o Abatimiento: los objetos son representados frontalmente, de manera alzada y perpendicular a la línea de
base, como si estuvieran proyectados sobre el suelo (como si se mirara desde arriba). Ej. Dibujar una mesa
vista desde arriba para mostrar lo que hay sobre ella.
Cambio, mezcla o superposición de enfoques o puntos de vista: el niño mezcla, modifica o superpone

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o
distintos enfoques en un mismo objeto representado. Ej. Dibujar una figura humana o animal
simultáneamente de frente y perfil.
o Tendencia a separar y destacar detalles de los objetos representados: el niño individualiza y destaca detalles
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de los objetos que gráfica, busca producir todos los detalles con independencia de la posición que tengan. Ej.
Dibujar las mejillas de una persona en formas de círculos.
REALISMO VISUAL (8-9 años): a partir de los 8 o 9 años el niño empieza a representar la realidad tal y como la ve. Sus
dibujos pierden la gracia que los caracterizaba, e inclusos algunos niños dejan de dibujar por pensar que sus dibujos
no tienen una aproximación adecuada.
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Los niños que transitan esta etapa comienzan a eliminar aquellos procedimientos subjetivos utilizados en la etapa
previa y adquieren nuevos logros, se destacan:

- Adopción de enfoques únicos.

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- Mantenimiento de las dimensiones y proporción de los objetos.

- Utilización de perspectiva.
- Caracterización y matización de colores.
- Uso de diferentes técnicas para el tratamiento del color. Ej. El sombreado.


 La perspectiva de Lowenfeld:

Comprende al DIBUJO como una experiencia de aprendizaje que posee un alto componente cognitivo, en tanto
permite al niño el desarrollo de su organización conceptual, la representación espacial y la comprensión de la
realidad. El dibujo también presenta un alto componente afectivo, debido a que las representaciones que los niños
plasman en sus dibujos dan cuenta de sus intereses y deseos.

El dibujo es un medio a partir del cual el niño relaciona su mundo interno con el mundo externo y constituye una
forma de comunicación con el medio que lo rodea. (Delval)

Lowenfeld propone esta serie de etapas:

GARABATEO (2-4 años): es de vital importancia para el desarrollo, fundamentalmente para el desarrollo de actitudes
del propio yo, los primeros trazos que el niño logre esbozar constituyen uno de los primeros medios reales de

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expresión y lo conducirán al dibujo y luego a la palabra escrita. Es importante que su entorno promueva un
sentimiento de confianza para la auto-expresión.

En esta etapa aún no existe una autentica motivación por parte del niño para representar algo, simplemente traza y
disfruta con sus movimientos. Los trazos que el niño realiza poseen un carácter exploratorio mediante los cuales va
conociendo al mundo y funcionan como una descarga motora. Garabatear es una actividad kinestésica y emocional.
Los garabatos comienzan con trazos desordenados y gradualmente evolucionan hasta convertirse en dibujos con
contenidos reconocibles para los adultos.

En lo que se refiere al significado y uso del color en esta etapa al principio el color tiene un papel secundario y en
general no existe relación entre los objetos y el color elegido. La elección del color puede incluso apartar la atención
del niño de la actividad del garabateo y concentrarla en jugar con los colores y más aquellos que le llaman la
atención. A fines de la etapa se inicia la percepción del color, cuando el niño es capaz de distinguir entre colores

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distintos.

Los garabatos tienden a clasificarse en 3 categorías principales:

 Garabato desordenado: sus primeros trazos consisten en líneas rectas y circulares caracterizadas por no
tener sentido, ser irregulares y descontroladas por su control motor y visual escaso. Ej. Realizan trazos tan
amplios que se salen de la hoja, con lo cual termina dibujando en la mesa.

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Los trazos parecen realizados al azar, son realizados con movimientos del brazo hacia adelante y hacia atrás,
con torpeza y distintas intensidades. Los niños a esta edad tienen una limitada atención mientras realizan los
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garabatos, no siempre miran el papel mientras dibujan y suelen estar poco tiempo haciéndolo.

En lo que se refiere al significado y al uso del color, el niño no muestra interés por los colores, tiene un papel
segundario y un carácter meramente exploratorio.

 Garabato controlado: los niños descubren que existe una relación entre sus movimientos y los trazos que
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realizan sobre el papel, logrando cierta coordinación viso-motriz, comienza a controlar y dirigir el
movimiento de su mano, a respetar los límites de la hoja y tienden a cerrar las líneas que trazan. Comienzan
a descubrir relaciones entre su dibujo y el ambiente (se dan cuenta que sus movimientos afectan el papel y
esto afecta a su entorno). Comienzan a prestar más atención mientras garabatea, a copiar formas simples
como un circulo o una cruz y empiezan a agarrar el lápiz como los adultos(como a los 3 años)
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 Garabato con nombre: entre los 3 y los 3 años y medio, el niño comienza a dar nombre y un significado a sus
garabatos. Suele anunciar o mencionar lo que va a representar. Ej.” Este soy yo en la pileta”, “mama y papa
paseando con migo”. Así aparece el acompañamiento verbal mientras dibuja, buscando la interacción con el
otro. En general el adulto no es capaz de identificar o reconocer los dibujos efectuados por el niño.


La actitud de dar nombre a los garabatos es un indicio de que el pensamiento del niño ha cambiado
del pensamiento kinestésico al pensamiento imaginativo-representacional, siendo capaz de dibujar con una
intensión.
Los niños de esta edad prestan más atención a lo que dibujan, la cantidad de tiempo que le dedican aumenta
y, por lo tanto, sus garabatos cambiaran de forma notable, mejor distribuidos en la hoja y a veces el niño
intenta escribir cosas en la hoja que está dibujando. A finales de esta etapa los niños comienzan a hacer
formas combinadas llegando a formar una persona.
En este momento el niño no tiene una idea preconcebida del aspecto que tendrá su dibujo cuando esté
terminado y el significado que le dan a sus garabatos es bastante personal e inestable (lo que comenzó
siendo un caballo puede convertirse a mitad de camino en una casa).
En lo que refiere al significado y uso del color, el niño comienza a utilizar y elegir los colores de forma
intencionada, aunque la mayoría de las veces no existe concordancia entre el color elegido y los objetos que
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 pretende representar. Ej. Pintar un árbol de color rojo. El color desempeña un papel secundario y
exploratorio.

PRE-ESQUEMATICA (4-7 años): esta etapa se asocia con el comienzo de la comunicación gráfica, aparecen los
primeros intentos de representación consciente. El niño crea conscientemente algunas formas que tienen alguna
relación con el mundo que lo rodea. A los 4 años ya es capaz de realizar formas reconocibles y su dibujo implica una
configuración representativa que se asocia estrechamente con el entorno circundante.

Una de las características esenciales de esta etapa es la aparición de la figura humana, en forma de “cabezón” o
“cabeza-pies”, una gran cabeza con extremidades pequeñas sin tronco, no hay todavía detalles en el dibujo de la
figura humana. Esto es el primer símbolo de hombre logrado por el niño alrededor de los 4 años, el cual es apenas
reconocible. En las primeras representaciones el niño suele dibujarse a sí mismo, se ubica como figura principal en el
medio de la hoja y puede o no estar acompañado de otros dibujos que aparecen desordenados y sin relación. El

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EGOCENTRISMO caracteriza esta etapa del desarrollo, se percibe a sí mismo como el centro de su ambiente.

Alrededor de los 5 años la representación de la figura humana se distinguirá claramente y será acompañada de otros
objetos (casa, arboles, auto, etc.). Hacia los 6 años le agregara detalles y dibujara figuras humanas más elaboradas.

En lo que respecta al significado y uso del color, cuando el niño dibuja ya puede elegir algunos colores y comienza a
relacionar los mismos con lo que desea representar. Tanto el color como la concepción del espacio, están

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condicionados por los juicios afectivos y valorativos del niño. Hay poca relación entre el color y los objetos
representados y la hay es casual, es decir usa el color que le impacta, no el adecuado.
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ESQUEMATICA (7-9 AÑOS): En esta etapa aparecen los esquemas. Un esquema es el concepto que sobre el hombre y
el ambiente el niño ha llegado a dominar. Se caracterizan por ser flexibles, estar sujetos a cambios y variaciones,
además de estar ligados a la experiencia del niño. Estos son siempre personales y representan el conocimiento activo
del niño. Su presencia es un indicador que el niño ha dejado de pensar en sí mismo como centro del ambiente,
autoconsiderándose de una forma más objetiva.
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De acuerdo con Lowenfeld, es posible evidenciar 3 formas de desviación o variación en el esquema. Ellas son:

 Exageración de partes importantes (referidas al tamaño)

 Desprecio, supresión u omisión de partes no importantes (referidas al tamaño)
 Cambio de símbolos para partes afectivamente significativa (referidas a la forma)
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En esta etapa los niños comienzan a usar el esquema humano ampliando sus detalles. El niño desarrolla un
símbolo para representar un hombre y lo repite continuamente mientras no tenga una experiencia particular que
le haga cambiar este concepto. Su figura humana será fácilmente reconocible, a esta edad el esquema humano


consiste en líneas geométricas que cuando se separan del conjunto pierden el sentido.

En lo que alude al esquema espacial, Lowenfeld señala que uno de los principales logros de esta etapa es la
existencia de un orden definido en las relaciones espaciales. El niño en esta etapa ya disposicióna los objetos
relacionados entre sí.

Los niños de esta edad pueden utilizar la línea de base como indicación de movimiento, aunque el espacio todavía
es representado en dos dimensiones.

Como contraparte de la línea de base, suele aparecer la línea del cielo, trazada generalmente en la parte superior
de la hoja.

Por otra parte, Lowenfeld destaca el uso de procedimientos subjetivos que el niño hace para la representación y
del tiempo:

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 - Proceso de doblado: el niño dibuja los objetos perpendicularmente a la línea de base, dando la sensación
de que están esbozados de forma invertida.
- Mezcla de plano y elevación: el niño combina en su dibujo el plano con determinado objeto o persona y
eleva una parte el mismo con el propósito de mostrar algo que le interesa o que llamo su atención y que
de otro modo no se lograría ver.
- Representación del espacio y del tiempo en viñetas: aquellas representaciones en las cuales el niño incluye
en un mismo dibujo diferentes secuencia del tiempo o del espacio , busca señalar acontecimientos o
episodios que tuvieron lugar en distintos momentos y que fueron significativos para él.
- Dibujos en rayos X: el niño muestra simultáneamente el interior y el exterior de ciertos objetos como si
fueran trasparentes, aspectos que sería imposible percibir visualmente al mismo tiempo.

Lo que respecta al significado y uso del color, el autor señala que la etapa esquemática es el periodo del naciente
sentido realista de los colores. Se observa una clara relación entre el color y los objetos representados.

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REALISTA (9-12 AÑOS): “Edad de la pandilla”. En la etapa realista del dibujo, el niño rompe con el esquema
imponiéndose la realidad objetiva. Está interesado en caracterizar el ambiente que lo rodea tan y como es en la
realidad.

Los niños desarrollan en esta etapa una mayor conciencia visual, dejan de hacer uso de los procedimientos

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subjetivos de la etapa esquemática y buscan que sus dibujos sean proporcionados.

La figura humana adquiere características vinculadas con el sexo y la acumulación de detalles. La mayor conciencia
del niño respecto de los detalles hara que con frecuencia se sienta frustrado por sus representaciones.
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Logros de esta etapa:

- Descubrimiento del plano: este logro da cuenta de la conciencia de profundidad adoptada por el niño
proceso en el cual, de manera progresiva, la línea de base ira desapareciendo.
- La superposición de objetos o figuras: el niño descubre que un objeto puede cubrir a otro, logro de
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importancia en tanto implica reconocer la existencia del otro objeto.

- Uso de la perspectiva: a partir del cual el niño logra realizar representaciones de manera tridimensional.

Con respecto al uso y significado del color, inicialmente las relaciones entre el color y los objetos representados se
caracterizan por ser rígidas, pero luego se flexibilizan y el niño comienza a utilizar distintos matices, tonalidades y
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caracterizaciones del color para representar las cosas tal y como se ven en la realidad.

LOWENFELD Edades INVESTIGACIONES Edades

ACTUALES


Garabateo 2-4 años Garabateo 1-2 ½ años

Pre-esquemática 4-7 años Pre-esquemática 3-4 años
Esquemática 7-9 años Esquemática 4-6 años

3. La figura humana
La aparición de la figura humana como PRIMER SIMBOLO REPRESENTATIVO es de gran relevancia desde el punto de
vista del desarrollo, ya que da cuenta de ciertos logros alcanzados por el cómo: la noción de sujeto individualizado, la
progresiva comprensión de su esquema corporal, la relación espacial, a partir de esta el niño comprende que es
parte de un contexto, en el cual se vincula y puede ejercer su influencia Elizabet kopptiz : con el propósito de
determinar si los cambios en el dibujo de la figura humana debían al crecimiento y maduración del niño (aspectos
biológicos) o a cuestiones relacionadas con el aprendizaje (influencia del entorno) , tomo el dibujo de la figura
humana en niños como EVALUCION PSICOLOGICA y encontró que existen diferentes ítems evolutivos que componen

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la figura humana: cabeza, ojos, cejas, cabello, cuello, tronco, brazos, hombros, etc. También lo que hallo es que a
edades más tempranas la figura humana puede identificarse claramente en la hoja, pero esta solo presentara
cabeza, ojos, boca, brazos y piernas, careciendo de DETALLES IMPORTANTES (omiten el tronco, pies, etc.). En la
medida en que los niños vayan alcanzando: mayor desarrollo cognitivo, adquieran un mejor equilibrio emocional, y
adopten un adecuado desarrollo psicomotriz, completaran la figura humana considerando todas las partes y detalles
que la componen.

La representación de la figura humana según:

 LOWENFELD y BRITTAIN aparece en la “etapa pre-esquemática”, entre los 4 y 5 años y la llama a esta
primera representación que el niño realiza del ser humano “CEFALOPODO” O “CABEZUDO”.
 LUQUET aparece en la “etapa del realismo frustrado” entre los 4 y 5 años, este llama a esta primera
representación “RENACUAJO” “CABEZON” “CABEZA-PIES”.

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Esta primera representación consiste en una cabeza de forma circular de gran tamaño, de la que salen dos líneas que
representan las extremidades del cuerpo (brazos-piernas) sin darle importancia al tronco. Sin embargo, estudios más
recientes pusieron de manifiesto que ha habido un adelantamiento de la edad a partir de la cual el niño ingresa a
cada una de las etapas del dibujo, este tipo de representaciones podría aparecer más temprano entre los 2 y 3 años.
La explicación que dan los investigadores al respecto es que en el contexto actual el niño recibe una mayor y más

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temprana estimulación visual por parte de su entorno, más precisamente en el ámbito de la familia, escuela y a
través de los medios de comunicación, destacando la influencia de los estímulos visuales y digitales a los que los
niños están expuestos diariamente. A continuación, se expondrán 3 estudios efectuados en contextos diferentes
(España, Venezuela, argentina) que dan cuenta que el orden de sucesión de las etapas del dibujo planteadas por
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LOWENFELD se sigue observando en niños/as en la actualidad (garabateo, pre-esquemática, esquemática, realista),
pero también advierten que en los últimos años la entrada de los niños a cada etapa ocurre a más temprana edad,
acortándose el tiempo en que estas suceden.
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