Tema 22

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Tema 22

EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS/AS. ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE


PLÁSTICO. OBJETIVOS, CONTENIDOS, ACTIVIDADES, ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y DE
EVALUACIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA. MODELOS Y ESTEREOTIPOS.
Como todos sabemos el fin de la educación es el desarrollo integral del niño para insertarse en la
sociedad que le ha tocado vivir. Nosotros como docentes debemos contribuir a la consecución de tal
fin. Por ello, si pensamos en la importancia de la expresión plástica como medio de comunicación y
expresión en el correcto desarrollo del niño, no es extraño que su estudio, planificación y educación
sea un tema básico en la escuela. Por ello, creo que es fundamental que conozcamos el presente
tema.
Viktor Lowenfeld, destacado investigador en el campo de la educación plástica infantil, decía: “Si se
observa que un niño está coartado en su expresión creadora y, sim embargo, está muy desarrollado
intelectualmente, debe facilitársele la oportunidad de alcanzar el equilibrio. El arte puede realizar
esta función a través de motivaciones apropiadas”.
Por ello, al preguntarnos sobre por qué deben familiarizarse los niños con las artes plásticas, la
respuesta estaría universalmente aceptada: el arte despierta la creatividad y provoca emociones, lo
que repercute en el desarrollo cognitivo. Ciertamente, la educación plástica en E.I. resulta
fundamental para el niño, ya que es un medio para expresar sus sentimientos, sus pensamientos y
sus intereses, mediante una actividad creadora.
Para el desarrollo de este tema he organizado los contenidos en el siguiente índice; en primer lugar,
haremos un estudio de la evolución de la Expresión plástica en los niños de E.I. en segundo lugar,
desarrollaremos los elementos básicos del lenguaje plástico: objetivos, contenidos, materiales,
actividades, estrategias metodológicas y evaluación. Finalizaremos el tema con una reflexión sobre
los modelos y estereotipos en la educación plástica.
Comenzaremos con la evolución de la expresión plástica en los niños. En la infancia, el arte es
fundamentalmente un medio de expresión. Los niños son seres en constante cambio y la
representación gráfica que realizan no es más que el lenguaje de su pensamiento. Por ello, a medida
que van creciendo, van percibiendo el mundo de forma diferente, y su manera de expresar su
realidad va cambiando. La expresión plástica se define como la manifestación que tiene como base la
representación figurativa o no figurativa de la realidad y cuya finalidad es lúdica o estética.
Existen numerosos autores que han estudiado la evolución de la expresión plástica en el niño; entre
ellos podemos destacar a PARSONS, diferencia cinco estadios. Nuestros alumnos se encuentran en el
denominado “FAVORITISMO”, en el que les llama la atención el tema, lo relacionan con sus propias
vivencias, y el color, al que son muy receptivos.
Otro de los máximos investigadores de la expresión plástica es LOWENFELD. Este autor en su obra
“Desarrollo de la capacidad creadora” establece una serie de etapas en el lenguaje plástico infantil. Y
estas etapas son; la etapa del garabateo (1-4 años) y la etapa preesquemática (4-7 años).
La etapa del garabateo implica la iniciación del niño en la actividad gráfica al año o año y medio.
Supone una gran cantidad de aprendizajes en el dominio de la coordinación viso-motora. La
evolución del garabato sigue las siguientes fases:
> Garabato desordenado. Este garabato desordenado no tiene ninguna finalidad representativa, son
trazos largos, sin sentido, ni orden, desarrollados a partir de movimientos torpes del brazo hacia
delante y hacia atrás. El niño todavía no tiene control visual ni motor. Es muy importante que el niño
tenga la oportunidad de garabatear por lo que le proporcionaremos los instrumentos que precise.
> Garabato controlado. En algún momento, el niño descubrirá que hay una vinculación entre sus
movimientos y los trazos que ejecuta en el papel. Es un paso muy importante, pues el niño ha
descubierto el control visual sobre los trazos que ejecuta, aunque aparentemente no haya diferencia
entre unos y otros dibujos, el haber logrado controlar los movimientos es una experiencia vital.
Puede trazar líneas horizontales, verticales y círculos.
> Garabato con nombre. El niño ya dibuja con una intención, aunque no sufra en sí demasiadas
modificaciones, espontáneamente le pondrá un nombre. El mismo trazo o signo puede servirle para
representar distintas cosas y también es posible que cambie en el transcurso de su tarea el nombre
de lo que ha dibujado.
Esta actitud de dar nombre a los garabatos es muy significativa, es el indicio de que el pensamiento
está cambiando. Tiene lugar alrededor de los 3 años y medio. Ahora el niño dibuja con intención,
aunque lo que comienza siendo un coche puede terminar siendo cualquier otra cosa.
Puede ser contraproducente que los padres, madres y maestros impulsen al niño a que de nombre o
encuentre explicación a lo que ha dibujado. Por el contrario, hay que inculcar confianza y entusiasmo
en este nuevo modo de pensar y abstenerse de hacer interpretaciones o de intentar enseñar a
dibujar o a copiar algo.
En la frontera entre el garabato y el esquematismo tiene lugar la etapa preesquemática.
En ella el niño crea conscientemente ciertas formas que tienen alguna relación con el mundo que le
rodea. Hacia los 4 años, el niño comienza los primeros intentos conscientes para crear símbolos que
tengan un significado. Los trazos son ahora más controlados y aparecen las primeras
representaciones de objetos y figuras reconocibles para un adulto, ya que, anteriormente, los niños
daban nombres a formas totalmente incomprensibles para los mayores.
Generalmente, la primera figura lograda es la humana, que el niño la representa con un circulo por
cabeza y dos líneas verticales que representan las piernas. Se le suele denominar monigote,
cabezudo, renacuajo. La importancia de la representación humana es fundamental durante toda la
infancia.
La causa de que sólo dibuje la cabeza y los miembros ha suscitado varias teorías, es probable que se
esté representando a sí mismo desde una perspectiva egocéntrica del mundo y que trate de dibujar
lo que ve de sí mismo sin mirarse en un espejo. Otro punto de vista afirma que el monigote es la
representación de lo que el niño sabe de sí mismo en ese momento.
Es importante destacar que las edades que aparecen son aproximativas, ya que el niño es un ser
único e irrepetible.
Los elementos básicos del lenguaje plástico para las composiciones plásticas de edades entre 3-6
años son: el color, la línea, la forma, el espacio y el volumen. Veamos cada uno de ellos:
COLOR. En cuanto a la elección del color, LOWENFELD afirma que los niños aprenden muy pronto a
nombrar los colores. Continuamente hacen observaciones sobre los colores de sus ropas, de los
objetos cotidianos. Pero el objetivo de la expresión plástica no es aprender el nombre de los colores,
sino descubrir sus posibilidades de uso. Durante la etapa del garabateo, el color desempeña un papel
secundario. Los colores atraen al niño en cuanto a estímulos visuales. Las primeras elecciones del
color parecen depender de intereses emocionales y no tienen por tanto relación objetiva con la
realidad, no relaciona el objeto con el color.
A medida que vaya avanzando la etapa preesquemática comienza a distinguir los colores de las
cosas. A partir de ahora, siempre que quiera representar un objeto determinado utilizará el mismo
color. Dejaremos que use el color de forma libre para no interferir en su expresión.
LÍNEA. Considerada como el elemento básico de todo grafismo y uno de los más usados. Es el
resultado de una orden motora, un movimiento de la mano que requiere coordinación y evoluciona
en la representación gráfica de forma paralela al desarrollo cognitivo y motor del niño.
Desde la primera etapa del garabateo, el niño utiliza la línea como primera forma de expresión.
Según KELLOG, existen veinte garabatos básicos que podemos encontrar en los niños de 2 años e
incluso menores. Al principio les dejaremos libertad para trabajar el trazo, respetando su ritmo,
posteriormente introduciremos limitaciones al trazado, para que estimule un control motor cada vez
más ajustado.
FORMA. Por lo que respecta a la forma, he de señalar que su función es la de informarnos de los
aspectos externos que configuran un objeto. Existen varias clasificaciones de este elemento gráfico;
así, según se pretenda o no dar sensación de movimiento, la forma puede ser dinámica o estática.
Igualmente, y según el tipo de representación, puede ser figurativa, simbólica o abstracta.
Finalmente, según el espacio donde se materialice, puede ser bidimensional o tridimensional.
La forma, con el color, es un modo de expresión de la personalidad. El niño, al dibujar, no tiene en
cuenta la proporción real de las cosas sino el valor que tiene para él. Con la forma intenta decir algo.
El niño cuando plasma algo en el papel no hace sino ampliar y materializar externamente el producto
de su pensamiento.
ESPACIO. Por su parte, el espacio es entendido como todo lo que rodea a la figura principal. Los
objetos secundarios representados, “flotan” alrededor de esa figura central porque el niño los
enumera y se sitúa él como centro de la organización espacial. Puesto que está en una etapa de
egocentrismo, las experiencias que están relacionadas con él mismo, son las que resultan más
significativas. En relación con la organización espacial, cuando representan, por ejemplo, a su familia,
la dibujarán primero en el centro, luego en el borde inferior, más tarde en una línea horizontal
situada en la parte baja de la hoja y, por último, puede aparecer otra línea paralela en la parte
superior, la línea de cielo, que sostendrá a los elementos celestes.
VOLUMEN. Por su parte, el volumen se representa mediante las transparencias de los dibujos en los
que aparecen, a la vez, la parte exterior e interior de las cosas. Son característicos los dibujos de tipo
“rayos X”.
La representación del volumen tiene su medio idóneo en el modelado, éste se inicia con las figuras
planas. De ahí se pasa a las figuras en tres dimensiones, en las que intervienen la propia corporeidad
y la del objeto. Así mismo, el volumen se puede expresar mediante plegados, modelados o collages.
En el modelado, a veces el niño comienza por construir figuras planas. Esto se debe a que intenta
representar las cosas como si las estuviera dibujando. Al intentar ponerlas de pie, ve que se caen y
esto, junto a la observación de la realidad, le lleva a dar corporeidad a los objetos.
Como hemos visto a lo largo del tema, la actividad plástica infantil sigue un trascurso evolutivo
gradual, en la medida en que los niños se ponen en contacto con el mundo de los objetos.
En cuanto a los objetivos, contenidos, materiales, actividades, estrategias metodológicas y
evaluación de la expresión plástica, comenzaremos prestando atención a los objetivos,
pretendiendo el desarrollo de la sensibilidad, la expresión y comunicación y la capacidad creadora.
Tal y como expone la Ley Orgánica 2/06 3 mayo de Educación, modificada por Ley Orgánica 8/13 9
diciembre para la mejora de la calidad educativa, en su art. 13, uno de los objetivos de etapa es
“desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión”.
Por otra parte, el D 4/08 11 enero por el que se aprueba el currículo de E.I. para Extremadura recoge
los objetivos del 2º ciclo de E.I., entre ellos podemos destacar como los más relacionados con la
educación plástica “Desarrollar habilidades comunicativas a través de la lengua oral y de otros
lenguajes y formas de expresión”.
En cuanto a los contenidos y teniendo en cuenta el RD 1630/06 29 diciembre de enseñanzas
mínimas para el segundo ciclo de E.I., podemos decir que se organizan en torno a tres áreas o
ámbitos de experiencias; conocimiento de sí mismo y autonomía personal, conocimiento del entorno
y los lenguajes: comunicación y representación, siendo esta la más relacionada.
En cuanto a los bloques de contenidos que se trabajan concretamente el bloque 3, lenguaje plástico,
donde se trabajarán aspectos como: materiales para la expresión plástica, producción de
elaboraciones plásticas para expresar hechos, sucesos, vivencias, fantasías y deseos, utilización de
técnicas como el dibujo, pintura, el respeto por las producciones de los demás…
La educación plástica contribuirá también al desarrollo de las competencias clave que aparecen
recogidas en la Orden ECD/65/15 de 21 enero y en la obra de Coll “Competencias en educación
escolar: algo más que una moda, mucho menos que un remedio”. Como todos sabemos son el
conjunto de destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes que los niños deberán desarrollar para
aplicarlos en su vida personal y social. Indican lo que todo europeo debe haber adquirido al finalizar
su formación obligatoria.
Aunque sabemos que no están prescritas en el currículo de E.I. es conveniente comenzar a
trabajarlas para garantizar la continuidad entre E.I y E.P. Potenciaremos especialmente la conciencia
y expresiones culturales.
La selección y utilización de materiales debe cuidarse constatando el grado de maduración de los
alumnos para poder o no utilizar distintos materiales. Entre los criterios de selección señalar:
- El material debe ser variado y estar presente en cantidad para todos los niños
- Introducir los materiales más fáciles al principio para pasar posteriormente a los más
complejos
- Debe ser económico
- De buena calidad y resistente a la manipulación
- Procuraremos que sea atractivo en colores y presentación
- No debe ser tóxico ni peligroso
- Debe ser fácilmente limpiable
- Ha de adaptarse a la edad de los usuarios
- Debemos tener en cuenta tanto el material como el soporte
Vamos a clasificar los materiales de la siguiente manera:
 Receptores de expresión plástica
Papel: charol, celofán, seda, pinocho
Materiales moldeables: plastilina, arena mágica, playmais, masa filmo
 Productores de trazos
Ceras blandas y duras, tizas, rotuladores
 Materiales intermediarios
Pinceles, tijeras, punzones, pegamento, cola, masilla, y materiales como telas, lanas, hojas,
perforadoras
Es conveniente aclarar que antes de emplear una técnica concreta se debe dejar un tiempo para la
libre manipulación.
Las actividades deben estar adaptadas al ritmo y el nivel de los alumnos. Tendremos en cuenta la
diversidad del alumnado. Serán actividades flexibles, que desarrollen su creatividad. Podemos
clasificarlas en técnicas bidimensionales y tridimensionales.
Las principales técnicas bidimensionales son el dibujo y la pintura; existen instrumentos de trazos
gruesos (dedos, cera) y de trazos finos (cartulina, pizarra). Conviene empezar por formatos grandes.
Realizar un mural colectivo, rellenar zonas de color…
El collage consiste en pegar sobre una superficie plana diferentes objetos formando una
composición.
El mosaico es un collage de trazos pequeños de un mismo material.
El estampado consiste en dejar sobre una superficie la huella de un objeto.
La vidriera es un mosaico de piezas traslúcidas.
Conviene comenzar por el uso directo de las manos y avanzar hacia el uso de instrumentos como el
punzón o la tijera.
Entre las técnicas tridimensionales destacamos el modelado; es la manipulación de materiales
blandos (volumen). Conviene pasar de la manipulación espontánea a la representación de formas y
más tarde a la de figuras. La arcilla, la plastilina, la arena mágica son los materiales que más se
utilizan en el modelado.
En cuanto a las estrategias metodológicas, a la hora de realizar las actividades tendremos en cuenta
los principios metodológicos recogidos en el D 4/08 11 enero destacando:
- Actividades globalizadas, lúdicas, relacionadas con sus vivencias
- Que promuevan el conocimiento del patrimonio artístico y cultural
- Que estimule la creatividad
- Que desarrolle la autonomía e iniciativa personal
- Normas de utilización y de trabajo en grupo
- Organizaremos el espacio y los materiales para promover la autonomía de los alumnos, el
orden y la limpieza.
- Presentaremos el material de forma atractiva
- Promoveremos la educación en valores, educación ambiental, para el consumidor
- Las actividades partirán en primer lugar de experiencias con su propio cuerpo,
posteriormente en papel
- Fomentaremos la confianza en sí mismos y no interferiremos en sus producciones
- Evitaremos el uso de estereotipos
La evaluación debe entenderse como un proceso que permite tomar todo tipo de decisiones. No se
evalúa solo el resultado, sino que evaluaremos todo el proceso y nuestra propia actuación docente.
Evaluar consiste en recoger información para señalar el grado en que se han alcanzado los diferentes
objetivos, así como poder introducir cambios o medidas de refuerzo.
Según la orden 27 de febrero 2009 por la que se regula la evaluación del alumnado en E.I., la
evaluación debe ser:
Global, a través de la expresión plástica, se evaluarán capacidades cognitivas, motrices, socio
afectivas, referidas al conjunto de la personalidad del niño.
Continua, un trabajo plástico de un alumno debe evaluarse en relación con los anteriores y
posteriores, así los trabajos de los niños se fecharán para una mejor evaluación.
Formativa, se pretende obtener información sobre la evolución del niño y la detección precoz de
posibles dificultades. Se evaluará a través de unos indicadores entre los que podemos señalar:
- ¿Tiene iniciativa en sus trabajos?
- ¿Comprende e interpreta el trabajo de los demás?
Para finalizar el tema hablaremos sobre los modelos y estereotipos. Cuando un niño hace un dibujo,
se expresa con los recursos de que dispone. A veces, el garabato es sólo eso y el adulto el que fuerza
una interpretación. La discrepancia entre el gusto del adulto y el modo en que se expresa el niño dan
como resultado graves restricciones a la creatividad plástica. El niño con libertad expresiva elige
formas, manchas y temas o ausencia de éstos en función de su gusto personal.
Así, señalaremos que en la etapa de educación infantil es muy importante desarrollar la imaginación
y la creatividad, contrarrestando estereotipos y evitando la copia de modelos para favorecer la
expresión libre y personal. Se debe aceptar cualquier forma de expresión de los niños.
Los estereotipos más comunes que aparecen en los dibujos infantiles suelen pertenecer a estas
categorías:
- La figura humana, pecas en la cara, niña pelo largo, niño pelo corto, boca en línea curva hacia
arriba para representar la sonrisa…
- La casa, se dibuja de frente con una puerta y ventanas con rejas, el tejado a dos aguas, la
chimenea con humo en espiral
- El tren, máquina y vagones rectangulares, con una larga estela de humo
- Los colores, sexismo en la dominación de las gamas de rosa, azules y amarillos en los dibujos
femeninos, y rojos y marrones en los dibujos masculinos.
Isabel Cabanellas, en uno de sus artículos en la Revista Aula, señala que los principales obstáculos
que se presentan en el contexto general de la educación plástica son:
- Abundancia de dibujos estereotipados en los libros de texto
- Copia de láminas
- No valoración de la auténtica y libre expresión infantil.
En definitiva, el papel del profesor será el de favorecer el lenguaje plástico espontáneo y sólo utilizar
los modelos en momentos puntuales del proceso educativo.
Para finalizar, como conclusión, citar a Einstein, quien dijo en cierta ocasión “Si no puedo dibujarlo
es que no lo entiendo”.
Como hemos visto, en la infancia, antes de aprender a leer y escribir, comenzamos a dibujar. Con
simples garabatos, con manchas, líneas, plasmamos sobre el papel aquello que pasa por nuestra
mente: un objeto, una fantasía, un sentimiento.
El dibujo es, por tanto, una de las primeras formas que encontramos para “conectar” con nuestro
mundo, para “expresar” nuestros sentimientos. Y aunque con el tiempo la palabra y la escritura se
conviertan en el medio fundamental de expresión, la imagen será siempre un referente de
comunicación. Por ello, debemos favorecer la expresión plástica de nuestro alumnado, con la certeza
de que, de este modo, favoreceremos su desarrollo integral, objetivo primordial de la etapa.

No quiero finalizar el tema sin antes mencionar las fuentes legislativas, bibliográficas y webs que he
empleado para la elaboración del mismo.
En cuanto a la legislación me he apoyado en:
- Ley Orgánica 2/06 de 3 de mayo de Educación
- RD 1630/06 de 29 de diciembre, de enseñanzas mínimas del segundo ciclo de infantil
- Ley 4/2011, de 7 de marzo de Educación de Extremadura
- D 4/08 de 11 de enero, por el que se aprueba el currículo de Educación infantil para la
Comunidad de Extremadura.
- D 228/2014, de 14 de octubre, por el que se regula la respuesta a la diversidad del alumnado
en Extremadura.
- Orden 27 de febrero de 2009 por la que se regula la evaluación del alumnado de EI.
- RD 132/2010 de 12 febrero, por el que se establecen los requisitos mínimos de los centros
que impartan las enseñanzas del segundo ciclo de la educación infantil, primaria y secundaria
- Orden ECD/65/15 de 21 enero por la que se describen las relaciones entre las competencias,
contenidos y criterios de evaluación de E.P., ESO y bachillerato.
En cuanto a las fuentes bibliográficas he consultado autores como:
- Carmen Ibáñez Sandín: El Proyecto de Educación Infantil y su práctica en el aula.
- Coll, Palacios y Marchesi (2001): Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid, Alianza.
- Coll (2007): Competencias en educación escolar: algo más que una moda muchos menos que
un remedio. Aula de innovación educativa.
- Marta Sadurní y otros: El desarrollo del niño paso a paso. Barcelona, 2002.
Webs:
- www.redesparalaciencia.com
- www.gobex.es
- www.educaweb.com

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