Resumen de Filosofía Tema 8

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TEMA 8: EL IDEALISMO TRASCENDENTAL, KANT.

1. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA: LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y LA POSIBILIDAD DE LA


METAFÍSICA COMO CIENCIA.

1.1 LA REVOLUCIÓN COPERNICANA


Con la teoría del conocimiento Kant pretende responder a las objeciones de Hume respecto del
fundamento del conocimiento científico, basado en la costumbre. Kant está de acuerdo con Hume en que
la universidad de nuestros conocimientos no puede proceder de la experiencia.
Hemos de suponer que son los objetos quienes tienen que adecuarse a nuestro conocimiento; esta es la
llamada ‘’revolución copernicana’’ de Kant. El entendimiento es pura actividad, configuradora (da forma) de
la realidad.
Para Kant el conocimiento es el resultado de la colaboración entre la razón y la experiencia: por la
sensibilidad recibimos los objetos, por el entendimiento los pensamos; mientras que filósofos anteriores
solo confiaban en la razón o en la experiencia, Kant afirmará que existen unas formas transcendentales
que son a priori y que no dependen de la experiencia, pero determinan los datos recibidos por la
experiencia y los formados por el entendimiento.
1.2 TEORÍA DE LOS JUICIOS EN KANT
Para Kant los juicios son una secuencia ordenada de proposiciones de las que se afirma algo. Los juicios
pueden clasificarse, de acuerdo con su independencia o dependencia de la experiencia en:
- Juicios a priori: no se derivan de la experiencia y poseen carácter de necesidad universal.
- Juicios a posteriori: sí están relacionados con la experiencia y proceden por generalizar.
- Juicios analíticos: el predicado está incluido en el sujeto.
- Juicios sintéticos: el predicado no está incluido en el sujeto, dan nueva información.
Para Kant los juicios a posteriori son todos juicios sintéticos, sirven para ampliar nuestra información. Los
juicios a priori o analíticos son universales y necesarios, pero no aumentan nuestros conocimientos.
Los juicios sintéticos a priori
Kant admite la existencia de ese tipo de juicios, que además de ampliar nuestro conocimiento, son
universales. Son juicios que dan nueva información, sin embargo, no deben ser determinados como a
posteriori, sino como a priori, porque su valor no es determinado por la experiencia sino por la razón pura.
Kant afirma que esta clase de juicios son los que hacen avanzar las ciencias. Investiga cómo son posibles
estos juicios en las distintas ciencias y trata de analizar si también son posibles en la metafísica, para
saber si esta se puede construir como una ciencia.

1.3 ‘’LA ESTÉTICA TRANSCENDENTAL’’. LA SENSIBILIDAD (CÓMO SON POSIBLES LOS JUICIOS
SINTÉTICOS A PRIORI EN LAS MATEMÁTICAS)
Para Kant sensibilidad es la capacidad de recibir representaciones. En estas representaciones podemos
distinguir una materia y una forma. La materia del fenómeno es lo que corresponde a la sensación, y la
forma ‘’aquello que hace que lo diverso del mismo pueda ser ordenado en ciertas relaciones’’.
En el caso de los objetos que representamos como exteriores a nosotros, como una mesa o una casa,
podemos prescindir de cualquier representación sensible. Por lo que respecta a la intuición de los estados
internos del sujeto podemos prescindir de todas sus características excepto de representárnoslo en
relaciones de tiempo.
¿Qué son el espacio y el tiempo?
Espacio y tiempo son formas puras a priori de la sensibilidad (no son conceptos y no tienen ningún
contenido empírico). Con ‘’a priori’’ quiere decir que son independientes de la experiencia y que, en cierto
sentido, la hacen posible.
Las matemáticas tratan las determinaciones del espacio y el tiempo, en la geometría y en la aritmética,
respectivamente. De este modo todos los conocimientos de las matemáticas han de ser universales y
necesarios, puesto que todos los fenómenos han de darse en el espacio y en el tiempo. Así, son posibles
los juicios sintéticos a priori en las matemáticas. Y son sintéticos pues nos dan una información nueva.
1.4 ‘’LA ANALÍTICA TRANSCENDENTAL’’. EL ENTENDIMIENTO (COMO SON POSIBLES LOS JUICIOS
SINTÉTICOS A PRIORI EN FÍSICA)
Si la sensibilidad nos ofrece los datos de la realidad, el entendimiento suministrará los conceptos.
El entendimiento es la actividad de pensar, pura actividad, frente a la receptividad de la sensibilidad. Esa
actividad se identifica con la formación de conceptos: cuando decimos que esto es una casa o una mesa,
lo que ocurre es que bajo el concepto ‘’casa’’ o ‘’mesa’’ el entendimiento ha unificado una pluralidad de
elementos procedentes de la sensibilidad bajo dichos conceptos, y esa conjunción es lo que produce el
conocimiento.
Si con el entendimiento separamos la materia de la forma, podremos distinguir dos tipos de conceptos: los
conceptos empíricos y los conceptos puros o categorías.
Los primeros son el resultado de generalizaciones tomadas de la experiencia. Los segundos no dependen
de la experiencia, son las estructuras a partir de las cuales se generan los conceptos empíricos y
podemos, por lo tanto, formular juicios.
¿Cómo podemos distinguir cuáles son esas categorías o conceptos puros del conocimiento? Pensar
equivale a formular juicios. Ahora bien, si determinamos cuáles son las formas del juicio, podremos
identificar cuáles son las categorías.
Todos los juicios pueden reducirse a los cuatro tipos siguientes, cada uno con tres posibilidades:
- Atendiendo a la cantidad: universales, particulares y singulares.
- Atendiendo a la cualidad: afirmativos, negativos e infinitos.
- Atendiendo a la relación: categóricos, hipotéticos, disyuntivos.
- Atendiendo a la modalidad: problemáticos, asertóricos y apodícticos.
Estamos ahora en condiciones de comprender cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las
ciencias naturales. El ejemplo que nos pone Kant ‘’Todo cambio ha de tener causa’’ es un juicio
sintético, ya que la noción de cambio no incluye la de causa; y es un juicio a priori, independiente de la
experiencia, y por tanto universal y necesario porque se funda en la categoría de causalidad y
dependencia.
Dado que las categorías unifican toda diversidad de la realidad ‘’fenoménica’’, no hay nada en ella que
no dependa directamente de las categorías. Cuando descubrimos en la realidad una ley o una regla
universal buscamos su causa, sin darnos cuenta de que esa regularidad se encuentra en la realidad
porque la hemos puesto nosotros, al configurar la realidad a través de las categorías.

1.5 FENÓMENO Y NOÚMENO: IDEALISMO TRANSCENDENTAL DE KANT.


Nunca vamos a poder conocer los objetos tal como son en sí mismos, es decir, como noúmenos, sino tan
solo tal y como se presentan a nosotros a través de estructuras transcendentales de la sensibilidad y del
entendimiento, como fenómeno.
1.6 LA DIALÉCTICA TRANSCENDENTAL: LA RAZÓN (CÓMO NO SON POSIBLES LOS JUICIOS
SINTÉTICOS A PRIORI EN LA METAFÍSICA)
¿Puede la metafísica formular juicios sintéticos a priori y ser, por lo tanto, una ciencia?
El razonamiento consiste en enlazar juicios mediante la formulación de silogismos. Con estos silogismos la
razón busca la construcción de juicios cada vez más generales, en busca de principios que abarquen el
mayor número posible de fenómenos. Esta búsqueda es llamada la búsqueda de lo incondicionado, ya que
se supone que es el principio último de la condición de todos los fenómenos y no depende de ninguna otra
causa. Estas son las ideas transcendentales.
Hay 3 ideas transcendentales: alma, mundo y dios.
- Idea del alma: mediante esta unificamos todos los fenómenos del psiquismo; es la condición
incondicionada de todos los fenómenos psíquicos.
- Idea del mundo: mediante esta unificamos todos los fenómenos de la experiencia; es la condición
incondicionada de todos los fenómenos de la experiencia.
- Idea de Dios: es la condición incondicionada de la existencia del alma y del mundo, su causa última.
Al no poseer intuición alguna de las realidades (Dios, alma, mundo), esas ideas transcendentales no nos
ofrecerán ningún conocimiento. Son conceptos puros que solo sirven para unificar los conceptos del
entendimiento.
La razón se cree capaz de alcanzar el conocimiento de sus principios últimos, y cae en todo tipo de
contradicciones: las antonimias y paralogismos de la razón pura.
La metafísica es imposible como ciencia: Para que haya conocimiento, un método empírico tiene que ser
subsumido bajo una categoría, pero de los objetos de la metafísica (Dios, mundo, alma) no poseemos
ningún contenido empírico.
Las ideas transcendentales no nos ofrecen ningún conocimiento. Pero si tienen un uso regulativo: unifican
los conocimientos del entendimiento. En su uso regulativo, las ideas transcendentales señalan,
negativamente, los límites que en conocimiento no puede traspasar; y positivamente impulsan al ser
humano a seguir investigando.
Para que haya conocimiento hay que tener datos y categorías. La metafísica tiene datos, pero no
categorías, por lo que no hay conocimiento.

2. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA: LA ÉTICA FORMAL KANTIANA.

2.1. CRÍTICA A LAS ÉTICAS MATERIALES


Kant considera que todos los sistemas éticos anteriores habían partido de una determinada concepción del
bien priori. Estas formas solo han contener la forma pura de la moralidad. En consecuencia, las leyes de la
moralidad han de tener un carácter universal y necesario.

Si la ética debe proponer unas leyes universales (a priori) no puede fundarse ni en la naturaleza humana ni
en las circunstancias humanas, sino que ha de ser a priori. De ahí la crítica de Kant a los sistemas morales
fundados en contenidos empíricos: éticas materiales. La crítica por 3 razones:
1. Todas ellas son a posteriori: todas ellas identifican el bien con la felicidad, y dependiendo de cómo
interpreten la felicidad la identifican con uno u otro bien. Además de no ponerse de acuerdo sobre lo
que es el bien, al estar basadas en la experiencia carecen de universalidad y necesidad.
2. Las normas que proponen tiene un carácter hipotético condicional: si quieres alcanzar la felicidad
has de comportarte de acuerdo con una norma. Al estar sometida esta norma a una condición solo
tiene validez si se acepta dicha condición, lo que significa que se activa por interés.
3. Estos sistemas éticos son heterónimos, el hombre recibe la ley moral desde fuera de la razón por lo
que no está actuando libremente, perdiendo la autonomía de la voluntad.

2.2. LA ÉTICA DEL DEBER


La moralidad no puede fundarse en nada empírico. Una norma moral ha de ser universal, y ha de ser
necesaria, ha de cumplirse por sí misma. Ha de ser, por lo tanto, de carácter formal.
Kant dice que una buena voluntad es la que obra por deber, es decir, no por interés o deseo. Obrar por
deber es obrar por reverencia o respeto a la ley moral.
Kant distingue entre obrar por deber y obrar conforme al deber:
- Obrar por deber: es cuando mi actuación no persigue ningún interés particular, ni el resultado de un
deseo, sino que esta movida solamente por respeto a la ley moral, independiente de que mi actuación
pueda tener consecuencias positivas o negativas para mi persona.
- Obrar conforma al deber: es cuando actúo por algún interés particular y esa actuación coincide con la
ley moral.
Para que esto sea posible, las órdenes o mandatos que imponen la moral deben ser categóricos, no puede
estar sometido a ninguna condición: imperativo categórico (es la máxima general y consiste en escogerlo
lo que TÚ CREES que cualquier hombre haría en tu misma situación, por lo que es universal y no tiene un
contenido empírico).

2.3. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO


Como la ley moral no puede contener nada empírico, el imperativo categórico en que se expresa tampoco
podrá tener ningún contenido empírico, sino solo la forma pura de la moralidad. Kant da 3 definiciones
distintas del imperativo categórico:
1. “Obrar haciendo algo que creas que debería ser universal.”
2. “Obrar como si ese acto tuviera que convertirse por ti mismo en ley universal.”
3. “Obrar de tal manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier
otro, siempre como un fin y nunca como un medio.”
Ninguna de estas formulaciones contiene nada empírico no nos dicen como tenemos que actuar. Al mismo
tiempo, contiene una exigencia de universalidad y necesidad, pero garantizando la libertad de la voluntad.

2.4. LOS POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA


Postulado: ideas que no se puede demostrar, pero ha de existir para que se produzca un hecho.
Para hablar de moralidad hay que suponer que los hombreas son libres: Kant diferencia la realidad en
fenómenos y noúmenos. Como fenómenos todos los objetos están sometidos a las leyes de la
naturaleza. En cuanto fenómeno, pues, el hombre no es libre.

Por otra parte, la posibilidad de conocer los noúmenos, las cosas mismas, quedaba rechazada en la
dialéctica trascendental ante la imposibilidad de construir la metafísica como ciencia, por lo que la
posibilidad de conocer algo acerca del alma quedaba eliminada.

Sin la libertad de la voluntad, la moral quedaría arruinada, y esto no es posible, por lo que Kant postula
que el hombre es libre.
Aunque ninguno de los objetos de la metafísica puede ser el objeto de demostración teórica, la razón
práctica exige su existencia. El hombre ha de ser libre para poder poner en práctica la moralidad; ha de
disponer de una vida futura como garantía de realización de la perfección moral; y ha de existir un Dios
que garantice todo esto (en el terreno de la ética Kant abre camino a la religión)

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