Consejos para Promover La Etica en La Empresa
Consejos para Promover La Etica en La Empresa
Consejos para Promover La Etica en La Empresa
La frase la pronunció el
profesor Antonio Argandoña durante una sesión de continuidad dirigida a antiguos alumnos. Porque una empresa
debe ser ética si quiere ser una buena empresa y un directivo debe ser ético si quiere ser un directivo, y “no hay
decisiones buenas si no son éticas”.
“Ser ético en la empresa no es fácil”, advirtió el titular de la Cátedra La Caixa de Responsabilidad Social de la
Empresa y Gobierno Corporativo del IESE. Esto se debe, en su opinión, a la naturaleza del trabajo y a que, en
muchos casos, la ética no se considera una cuestión relevante en los negocios.
Pese a todo, la ética está presente en cada decisión que toma un directivo. De ahí la importancia que tienen los
ejecutivos a la hora de promover la ética en las organizaciones en las que trabajan. Argandoña enumeró una serie
de consejos prácticos para fomentar la ética en la dirección:
Entender la realidad. El directivo debe aprender a valorar correctamente la realidad: lo que nos
gusta no siempre coincide con lo que nos conviene. “Has de tener en cuenta las consecuencias de tus acciones
sobre ti mismo, y sobre el resto de los empleados”, incide el profesor. Por ese motivo, las personas que ocupan
puestos de responsabilidad en las empresas deben esforzarse por descubrir las necesidades de los demás , y
tenerlas en cuenta. Esto también implica, llegado el momento, r econocer los errores y dejarse ayudar.
Ayudar al prójimo. Una misión fundamental de cualquier directivo es, además de conseguir unos
buenos resultados económicos, lograr que el lugar de trabajo sea un espacio en el que los trabajadores
puedan desarrollarse como personas. “Debemos fomentar la sensibilidad de la gente que nos rodea. También hay
que fiarse de los demás, y que ellos lo sepan: hay que saber darles responsabilidad, y dejar que se equivoquen”,
asegura Argandoña. Un buen ejecutivo debe eliminar las acciones que puedan mover a otros a actuar de manera
egoísta. Para ello es necesario desarrollar una cultura del diálogo en la compañía, y crear confianza con el resto del
equipo.
Complicarse la vida. No vale rebajarse a objetivos parciales. Es básico que los directivos superen
la tentación de lo cómodo y que huyan de la cobardía. Para conseguirlo, resulta esencial que todo líder haga cada
día lo correcto y lo que le corresponde. Así podrá llevar a cabo una adecuada gestión del riesgo, de los impactos y
de las prácticas del negocio. Si aprende a actuar y adquiere una serie de hábitos operativos, tendrá mucho
ganado. “Pregúntate qué es lo mejor en cada caso, y pon las medidas para que lo malo no vuelva a ocurrir” ,
recomienda el profesor.
Definir la misión de la organización y sus valores. En cada una de sus decisiones, los directivos
deben generar satisfacción en la organización en la que trabajan para mejorar los resultados futuros. Y han de crear
y difundir una cultura profesional y ética en la que los valores de la empresa estén alineados con la manera de
actuar en la misma. Para ello, es clave que los cuadros de dirección creen controles y revisen las estructuras, los
procesos, las rutinas y los incentivos. Otro aspecto igualmente importante es impulsar l a ética en las políticas de
Recursos Humanos: selección, formación, promoción…
“La ética del directivo es una condición para dirigir mejor. El directivo observa los valores de otra manera, busca
otros resultados, tiene otras motivaciones, se plantea otras alternativas… Pero esto solo lo ve el que se atreve a
ponerlo en práctica”, afirma Argandoña.