Relatos Tehuacan
Relatos Tehuacan
Relatos Tehuacan
La cueva del diablo de Tehuacán, este lugar está lleno de toda clase de leyendas
se ubica en el Cerro colorado específicamente en la cara que da San Diego
Chalma, mostrando en su interior diferentes estructuras rocosas que son el
corazón del cerro.
La Puerta de San Juan es una de las leyendas más populares señala que entre
los días 23 y 24 de junio se abre la puerta de san juan, sitio donde las personas
acuden para cambiar su suerte: el pobre se vuelve rico, la fea hermosa y muchos
deseos se convierten en realidad al hacer un pacto con algún del inframundo, pero
la aventura puede tener un precio muy alta, como quedar encerrada en esta cueva
para la eternidad.
Celedonio Gálvez originario de San Diego Chalma cuenta que de niño fue a ese
lugar, estaba cuidando chivos pero una mañana escucho un ruido que parecía un
temblor y aparecieron unos picos de piedra a la orilla del cerro, el con curiosidad
se acercó a ellas y encontró una puerta con colores dorados y se metió.
Ya adentro de la cueva vio cosas como una mesa muy elegante con cubiertos,
monedas, candelabros, todo de oro y unas chicas muy bonitas que lo llamarón,
dudando èl se dio cuenta de que había mucha riqueza y belleza y un horrible olor
a azufre que parecía olor a carne podrida.
Se cuentan historias de que debajo del centro de Tehuacán había una red de
túneles que comunicaban los conventos de El Carmen con Catedral, San
Francisco y El Calvario.
Había gente que decía que esos túneles existían, aseguraban que habían llegado
a bajar y al haberse adentrado habían encontrado varios vestigios de otras épocas
e incluso hasta esqueletos. Pero solo eran historias que me contaban otros.
Muy cerca de la zona que se ve en la foto, aun no estaban los arcos que hacen de
soporte de la estructura. En su lugar había un agujero enorme con una gran
profundidad. Era un hoyo cuadrado que en sus laterales se podían observar los
accesos tapiados a dos túneles. Estos accesos tenían forma de óvalo truncado,
esto se hace así para que resista el peso y no se venga abajo.
Los días siguientes a ese hallazgo, se tapó el hoyo y se dejó con el aspecto que
luce actualmente.
La llorona
La llorona de Tehuacán suele aparecer en los lugares donde corre agua, como los
ríos, presas, arroyos, etc.
Por las calles cuando alguien pasaba frente a él, lo seguía con la mirada. En
algunas ocasiones las personas creían que tenía una enamorada en la hacienda
“La hortaliza” y era nada más y nada menos que la llorona, por lo que a veces
regresaba para reunirse con su amada.
Se dice que un día el señor Melesio Tenorio, un hombre que tomaba mucho y se
conocía por ser muy valiente llegó a retarlo de una manera bastante particular,
pues un día se subió a lo alto de un pino y al ver que el charro negro apareció lo
comenzó a orinar y luego de eso, dejo de aparecer.
Se dice que se aparece en las noches oscuras y solitarias, atrayendo a los que por
ahí pasan.
El Ángel
En tiempos muy lejanos se dice que era un lago muy hermoso y de las entrañas
de la tierra saltaba el agua que lo alimentaba, a él llegaban muchas aves de
diferentes colores, mismas que entonaban sus cantos alrededor del lago; algunas
anidaban en los árboles de la orilla, otras en los más cercanos.
Contaban que al lado oriente llegaba un niño muy hermoso caminando en el lago;
éste niño tenía alas por lo que algunas veces se le veía flotar y otras volar por lo
que todos quedaban sorprendidos.
Hacía su recorrido por todo el lago y llegaba al recodo del cerro donde está el
manantial de Axoxopan. Aquí permanecía algunas horas durante el día, de éste
lugar se levantaba volando hacia el infinito, hasta perderse de la vista de los
pobladores.
Al pasar los años, las nuevas generaciones se convirtieron en una raza ingrata,
ambiciosa, injusta y depredadora; los campos verdes, cuidados y cultivados, se
convirtieron en extensiones de tierra abandonadas, sucias, áridas. Entre más
crecía la población, los ancianos desaparecían, y con ellos sus sabios relatos, la
historia de las serpientes emplumadas ¡quedo en olvido!, por esta razón, las
criaturas míticas, decidieron ocultarse y comenzaron a menguar sus bendiciones
para la región. Bajo estas circunstancias, pasaron años; hasta que un día, tras dar
inicio la obra monumental, de la creación de la “autopista” ubicada entre los límites
de Madero y Tehuacán; después de un arduo día de labores en la construcción de
esta vía de comunicación terrestre, los maquinistas, albañiles y arquitectos, al
iniciar a escarbar el subsuelo, hicieron un increíble hallazgo “localizaron a una de
las dos serpientes emplumadas”, que se encontraba enroscada entre su cuerpo.
Anteriormente este hecho no provocaba miedo, ni asombro, toda vez que muchas
personas acostumbraban a usar el caballo como un medio de transporte, e incluso
a horas muy tarde de la noche o muy de mañana, por la actividad agrícola, expuso
el entrevistado.
Sin embargo y al paso de los años, este hecho poco a poco se fue convirtiendo en
un escalofriante suceso, luego de que la calle Venustiano Carranza fue
pavimentada y con el tiempo más personas llegaron a habitar este lugar.
Y es que actualmente son pocas las personas que siguen usando caballos, pero el
galope se sigue escuchando; quienes lo han percibido, aseguran que el trayecto
de este jinete misterioso recorre desde el puente ubicado en el acceso principal al
municipio, hasta la esquina de la calle Venustiano Carranza.
El cerdo encadenado
Debido a que antes el camino era muy pedregoso, cada vez que este animal
enorme aparecía, el ruido de la cadena era algo que ponía “chinita la piel” de
quienes los escuchaban pasar.
Quienes dicen que han visto a este animal, afirman que quedan paralizados,
incapaces de moverse mientras el cerdo camina hacia el lugar que anteriormente
era conocido como ocote.
Don Cupertino Jiménez López narró también un hecho que vivió uno de sus
familiares muy cercano, su abuelo.Para quienes habitan en este lugar, no es nada
raro que quienes se dedican a la siembra de huertos familiares, tengan que salir
por la noche a regar sus cosechas.
El abuelo del cronista, con pala y machete, tenía que ir hasta una compuerta que
actualmente se ubica en El Diamante “a traer el agua”, se trataba de una actividad
cotidiana, pero en su retorno a su vivienda, justamente en el puente que está en el
acceso principal al municipio, sintió como si alguien lo fuera siguiendo, por lo que
volteó para ver de quién se trataba, pero no observó nada.
Dio unos pasos más y nuevamente volteó, percatándose de una mujer que lo
llamaba, pero su abuelo la ignoró. Siguió caminando hasta llegar a la famosa
“subidita” de Chapulco en Tehuacán, donde anteriormente existía un canal de
agua y en la que forzosamente se tenía que detener para verificar que el agua
estuviera pasando por el canal y no se desviara a otros ramales.
Al detenerse, la mujer se acercó más, y fue cuando su abuelo pudo observar que
era muy bonita, con un cabello muy largo, luciendo un vestido brillante, pero no se
le veían los pies. Al ver eso, sus piernas no le respondieron, y comenzó a sentir
escalofríos al tratarse de algo paranormal.
Como pudo, su abuelo utilizó la pala y el machete para formar una cruz, logrando
así mitigar el miedo que sintió, y caminar hasta la siguiente cuadra, donde se
encontraba su casa. Al llegar, su esposa le preguntó qué tanto había hecho, pues
era un trayecto que no le quitaba ni media hora recorrerlo, pero se había
demorado más de tres horas.
Este inexplicable suceso se volvió a presentar no hace más de dos años, a una
mujer de la localidad quien se disponía abordar el carro de pasaje a las 3:20 de la
mañana para ir a vender sus productos de palma a la ciudad de Orizaba.
Al llegar justamente a la “subidita” de Chapulco, también vio a esa mujer
llamándola y debido a que su cuerpo no respondía, lo único que hizo fue sentarse
en unos escalones que había.Tres horas después reaccionó, luego de que
algunas personas que pasaban con sus hijos le preguntaron qué le había ocurrido.
Los duendes de Tehuacán
Después de una larga y divertida noche de borracheras, Hilario optó por irse a
casa a descansar. Pero para llegar, tenía que cruzar por el “Puente de los
duendes”, un viejo viaducto hecho de piedra.
Mientras Hilario cruzaba el puente, alcanzó a ver a una gallina blanca que
comenzó a caminar a la parte baja de la estructura. Hilario fue tras ella, pero para
su sorpresa, el pájaro se transformó en un pequeño ser con forma humanoide.
Hilario no fue la única víctima en el Puente de los Duendes. Cuenta otra historia
que un hombre al que se le conocía como Don Pablo, salió de casa para buscar
alimento. En su andar se percató que a lo lejos se encontraba una gallina. Sin más
opción, la siguió hasta llegar al Puente de los Duendes.
Al llegar al lugar y dar el primer paso en el puente, Don Pablo sintió cómo perdía el
control de su cuerpo mientras que era conducido a la parte baja del viaducto. Allí
comenzó a escuchar risas parecidas a las de niños. De un momento a otro, Don
Pablo vio a la gallina convertirse en un pequeño hombre.
Tal fue el asombro que Pablo que se quedó inconsciente. Horas después se
despertó y vio su cuerpo mal herido. Ante relatos como este, los pobladores de
Tehuacán advierten a los incautos la misma cosa: Es mejor no detenerse durante
la noche en ningún puente de la región.
La Leyenda de la Dama de Rojo
Transcurrían los años cuarenta, cuando al Gran Hotel Garci-Crespo llegó una bella
y misteriosa dama de rojo. Era una mujer que vestía de forma sensual; su ropa
entallada y coqueta despertaba delirios inimaginables en todos los caballeros del
lugar. El joven gerente de ese lujoso hostal de Tehuacán; al verla quedó prendado
de ella y se propuso conquistarla.
Era un hombre atractivo que estaba dispuesto todo, sabía que ya no podría vivir
sin el amor de aquella hermosa mujer de rojo. Aquel caballero no pudo ocultar
más su embeleso y muy pronto le confesó sus sentimientos. La extraña mujer al
saberlo, se mostró sorprendida y un tanto renuente; no obstante, le propuso iniciar
una relación abierta sin ningún compromiso. Se dice, que el encargado del hotel
era demasiado posesivo; no soportaba que otros hombres le galantearan a la que
consideraba su mujer.
Esos celos descontrolados, pronto enfadarían a la bella joven y sin más, cortó de
tajo la relación. Por aquel entonces, el Hotel Spa Garci-Crespo era un lugar que
gozaba de gran prestigio.
Un día, cuando pudo comprobar los rumores la furia nubló sus sentidos; su amada
estaba en brazos de otro. Algunas versiones de la leyenda de la dama de rojo
aseguran que el gerente, lleno de rabia y dolor arrojó por la ventana a la bella
joven. Cuentan, que el otro hombre huyó como un cobarde; abandonando a su
suerte a la desgraciada mujer.
Otras historias dicen, que aquel hombre embrutecido por los celos; golpeó
salvajemente a la mujer vestida de rojo. Mientras la maltrataba, ella le pedía al
amante que escapara, e imploraba perdón llorando. Sus súplicas no servirían de
nada, moriría estrangulada. Una versión dice, que el asesino la enterró en la
bodega de vinos; otra afirma, que fue sepultada en algún patio del hotel.