Relatos Tehuacan

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INSTITUTO CULTURAL TEHUACÁN

MAESTRA: ANA LUISA OCHOA


LARA

GRADO Y GRUPO: 3ºB

ALUMNA: CAMILA AMAIRANY


RODRÍGUEZ SADOVAL.
RELATOS DE TEHUACÀN
INDICE
1- El trenazo de Tehuacán 1991
2- La cueva del Diablo de Tehuacán
3- Los Túneles del Ex Convento el Carmen
4- La llorona
5- El charro negro
6- El Ángel
7- Leyenda de Quetzalcóatl
8- El jinete misterioso
9- El cerdo encadenado
10- La mujer sin pies
11- Los duendes de Tehuacán
12- La Leyenda de la Dama de Rojo
El Trenazo de Tehuacán 1991

El 19 de noviembre de 1991 Tehuacán vivió uno de sus más trágicos y


espeluznantes  accidentes en que murió tanta gente de una forma horrible.
La vía ferroviaria corría desde Esperanza  hasta Tehuacán entrando por la
Avenida José Garci-Crespo y doblando hacia su derecha donde termina San
Nicolás Tetitzintla describiendo una curva que al cabo sería el fatal sitio del
desastre.
La máquina 1131 fue remolcada a Tehuacán el día 8 de noviembre de 1991 para
ser reparada por un problema mecánico en su sistema de frenado.
El día 18 de noviembre, al recibirla e inspeccionarla, el maquinista de patio
Rosendo Hernández recalcó a los oficiales de Ferrocarriles Nacionales el estado
crítico y riesgoso de dicha máquina. No obstante, su opinión, la máquina fue
destinada a realizar labores de patio. Ése mismo día la máquina sufrió una
quemadura en unos cables de alta tensión por lo que fue mandada a la ciudad de
Puebla para su reparación, pero solo del sistema eléctrico ante la “falta de
presupuesto”.

El fatídico día 19 de noviembre la máquina fue destinada a realizar un viaje de


Puebla a Tehuacán enganchándole 20 furgones con 2 mil toneladas de carga. El
maquinista encargado de manejarla fue el Sr. Antonio Sergio Castellanos
Conde alias “la chicatana”. Él y sus ayudantes sabían del mal estado de la
máquina pero sin hacer caso a las advertencias y protestas de sus oficiales, fue
terminantemente asignado a realizar el viaje sin pena de asumir sanciones
administrativas.

A la altura de la población de Santiago Miahuatlán los tripulantes del tren mortífero


decidieron saltar del monstruo de acero en movimiento a pesar de su velocidad de
unos 80 km/h, pues estaban ciertos que de todos modos de no abandonarlo les
esperaba una muerte segura. Saltaron al vacío con tan fuerte golpe al caer que “la
chicatana” perdió el sentido.

A las 12:45 pm del 19 de noviembre de 1991 el tren de la muerte entró


furiosamente a la ciudad de Tehuacán volcándose justo en la curva ya
mencionada. Los automovilistas, acostumbrados al paso del tren detuvieron su
marcha sin imaginar que la mole de acero con su carga de sorgo y cemento se les
iría encima con toda la devastadora energía cinética de sus mucho más de 2,000
toneladas netas a tan tremenda velocidad.
La máquina se salió de sus vías y fue a dar con un taller mecánico que justo allí se
encontraba dejando la tierra llana, pues a su paso cercenó incluso unos gruesos.
Los vagones se precipitaron uno sobre otro aplastándolo todo a su paso. Un alud y
nube de polvo y cemento sepultó a los infortunados automovilistas y peatones que
se hallaron en el lugar y en el momento inadecuado de aquel día.
Luego del estruendo ensordecedor todo fue horror y confusión, las vías estaban
retorcidas como frágiles alambres, los vagones yacían macabramente esparcidos
y encimados tal como si fueran los juguetes desordenados de un niño gigante, las
pesadísimas ruedas saltaron de sus vagones para ir a parar a gran distancia de la
curva, la tierra estaba como escarbada y removida.
Hubo testigos presenciales que describieron una multitud de quejas y alaridos que
poco a poco se fueron atenuando ante la muerte. Por doquier yacían restos
humanos mutilados como en un dantesco rompecabezas del diablo. Los soldados
acordonaron prontamente la zona pues hasta aún en casos lamentables como
éste suelen darse los casos de rapiña.
Cuando por fin se logró limpiar la zona flotaba en el ambiente un aire de
pesadumbre. Las vías fueron retiradas; a lo largo de su trayecto desde ese cruce
fatal hasta la estación se construyó el boulevard que llevaría el nombre Héroe de
Nacozari.
La cueva del Diablo de Tehuacán

La cueva del diablo de Tehuacán, este lugar está lleno de toda clase de leyendas
se ubica en el Cerro colorado específicamente en la cara que da San Diego
Chalma, mostrando en su interior diferentes estructuras rocosas que son el
corazón del cerro.
La Puerta de San Juan es una de las leyendas más populares señala que entre
los días 23 y 24 de junio se abre la puerta de san juan, sitio donde las personas
acuden para cambiar su suerte: el pobre se vuelve rico, la fea hermosa y muchos
deseos se convierten en realidad al hacer un pacto con algún del inframundo, pero
la aventura puede tener un precio muy alta, como quedar encerrada en esta cueva
para la eternidad.

Celedonio Gálvez originario de San Diego Chalma cuenta que de niño fue a ese
lugar, estaba cuidando chivos pero una mañana escucho un ruido que parecía un
temblor y aparecieron unos picos de piedra a la orilla del cerro, el con curiosidad
se acercó a ellas y encontró una puerta con colores dorados y se metió.

Ya adentro de la cueva vio cosas como una mesa muy elegante con cubiertos,
monedas, candelabros, todo de oro y unas chicas muy bonitas que lo llamarón,
dudando èl se dio cuenta de que había mucha riqueza y belleza y un horrible olor
a azufre que parecía olor a carne podrida.

Después de caminar por el lugar decidió no agarrar nada de la cueva y empezó a


buscar la salida, pero esta no aparecía, entonces en su miedo cerro los ojos para
dejar de mirar todos los tesoros que estaban a su alcance abrió los ojos y no había
nada, pero estaba la puerta abierta y entonces salió corriendo.

Cuando regreso a su casa no lo reconocían, en su pueblo lo daban por muerto


desde hace muchos años y ahora que volvía su mama no creía que lo estaba
viendo. El señor Gálvez duro 10naños perdido en lo que para él fueron solo unos
minutos, el piensa que al negarse a la tentación de tomar algo fue lo que le
permitió salir vivo de ese misterioso lugar.
Los Túneles del ExConvento el Carmen

La historia de ex convento el Carmen los franciscanos fueron los primero en iniciar


trabajos de evangelización en Tehuacán, comenzando sus labores desde
Tehuacán el viejo.

Se cuentan historias de que debajo del centro de Tehuacán había una red de
túneles que comunicaban los conventos de El Carmen con Catedral, San
Francisco y El Calvario.

Había gente que decía que esos túneles existían, aseguraban que habían llegado
a bajar y al haberse adentrado habían encontrado varios vestigios de otras épocas
e incluso hasta esqueletos. Pero solo eran historias que me contaban otros.

En 1994 cuando El Parque Ecológico estaba en una fase de adaptación muy


inicial pero ya se podía visitar y pasear por el parque.

Muy cerca de la zona que se ve en la foto, aun no estaban los arcos que hacen de
soporte de la estructura. En su lugar había un agujero enorme con una gran
profundidad. Era un hoyo cuadrado que en sus laterales se podían observar los
accesos tapiados a dos túneles. Estos accesos tenían forma de óvalo truncado,
esto se hace así para que resista el peso y no se venga abajo.

Los días siguientes a ese hallazgo, se tapó el hoyo y se dejó con el aspecto que
luce actualmente.
La llorona

La leyenda de la llorona se cuenta de generación en generación, hace muchísimos


años en este lugar existía “La Hortaliza”, esta era una gran casa de campo,
propiedad de la familia Díaz Ceballos.

En la casa había muchos árboles de todo tipo, lo que lo convertía en un hermoso


lugar. Junto a la casa había lavaderos públicos, donde mucha gente iba y podía
lavar su ropa o acareaban agua de una fuente que estaba en esa esquina.

Se cuenta que en estos lavaderos se aparecía la llorona y muchas personas


podían escuchar sus lamentos que dejaban paralizado a cualquiera.

La llorona de Tehuacán suele aparecer en los lugares donde corre agua, como los
ríos, presas, arroyos, etc.

Las familias que viven en Tehuacán aseguran escuchar a la llorona en estos


lavaderos y que incluso la han visto pasear por la casa.
El charro negro
La leyenda cuenta que en algunas madrugadas en la ciudad de Tehuacán se
aparecía un hombre que medía 1.80 mts., además tenía los ojos rojos y de él salía
vapor blanco.

Por las calles cuando alguien pasaba frente a él, lo seguía con la mirada. En
algunas ocasiones las personas creían que tenía una enamorada en la hacienda
“La hortaliza” y era nada más y nada menos que la llorona, por lo que a veces
regresaba para reunirse con su amada.

Se dice que un día el señor Melesio Tenorio, un hombre que tomaba mucho y se
conocía por ser muy valiente llegó a retarlo de una manera bastante particular,
pues un día se subió a lo alto de un pino y al ver que el charro negro apareció lo
comenzó a orinar y luego de eso, dejo de aparecer.

Se dice que se aparece en las noches oscuras y solitarias, atrayendo a los que por
ahí pasan.
El Ángel

En Tehuacán se encuentra el Manantial de Peñafiel el cual tiene una hermosa


leyenda.

En tiempos muy lejanos se dice que era un lago muy hermoso y de las entrañas
de la tierra saltaba el agua que lo alimentaba, a él llegaban muchas aves de
diferentes colores, mismas que entonaban sus cantos alrededor del lago; algunas
anidaban en los árboles de la orilla, otras en los más cercanos.

Contaban que al lado oriente llegaba un niño muy hermoso caminando en el lago;
éste niño tenía alas por lo que algunas veces se le veía flotar y otras volar por lo
que todos quedaban sorprendidos.

Hacía su recorrido por todo el lago y llegaba al recodo del cerro donde está el
manantial de Axoxopan. Aquí permanecía algunas horas durante el día, de éste
lugar se levantaba volando hacia el infinito, hasta perderse de la vista de los
pobladores.

A la llegada de los españoles ya no existía el lago, pues había dejado de existir


muchos miles de años atrás. Los señores González, de origen español, al saber
de la leyenda, quisieron perpetuar la existencia de aquel hermoso niño "ángel
celestial", según la leyenda conocida en San Lorenzo Teotipilco. En 1942
imprimieron, en una etiqueta de agua mineral, la imagen del ángel saliendo del pie
del manantial de Axoxopan.
Leyenda de Quetzalcóatl
Cuenta leyenda, que en San Lorenzo existieron dos imponentes serpientes
emplumadas, la hembra y el macho; seres que propiciaron los grandes y
fructuosos cuerpo de agua, no solo en la comunidad, sino en toda la región de
Tehuacán. Ambas criaturas, Vivian subterráneamente, creando túneles por donde
se movían con facilidad, de un lugar a otro, para de esta manera llevar “la
abundancia de agua” por toda la región.

Su morada se encontraba ubicada en una cueva, junto al cerro de “San Lorenzo”,


las entrañas de nuestra elevación terrestre, eran la morada de tan benévolas
criaturas. No sabe con exactitud su alimentación, tampoco se conoce su origen,
forma de reproducción, ni ningún dato biológico sobre las creaturas. Pero los
habitantes, confirman, que podían ser vistas al atardecer, en un día soleado, o al
peso de la noche; así mismo, emitían sonidos peculiares, que indicaban su
presencia.

Los habitantes de la comunidad, no sentían miedo alguno al convivir con estas


creaturas; al contrario, les brindaban bienestar, seguridad, protección y respeto, a
cambio de las benditas “aguas”. Por ello, las serpientes emplumadas, vivían
plácidamente ofreciendo sus bendiciones a sus mortales servidores.

Al pasar los años, las nuevas generaciones se convirtieron en una raza ingrata,
ambiciosa, injusta y depredadora; los campos verdes, cuidados y cultivados, se
convirtieron en extensiones de tierra abandonadas, sucias, áridas. Entre más
crecía la población, los ancianos desaparecían, y con ellos sus sabios relatos, la
historia de las serpientes emplumadas ¡quedo en olvido!, por esta razón, las
criaturas míticas, decidieron ocultarse y comenzaron a menguar sus bendiciones
para la región. Bajo estas circunstancias, pasaron años; hasta que un día, tras dar
inicio la obra monumental, de la creación de la “autopista” ubicada entre los límites
de Madero y Tehuacán; después de un arduo día de labores en la construcción de
esta vía de comunicación terrestre, los maquinistas, albañiles y arquitectos, al
iniciar a escarbar el subsuelo, hicieron un increíble hallazgo “localizaron a una de
las dos serpientes emplumadas”, que se encontraba enroscada entre su cuerpo.

Narran los ancianos, que aquellos que presenciaron el hallazgo quedaron


anonadados, por la criatura, su gran tamaño, su hermoso y colorido plumaje, como
una diadema que engalanaba su majestuosa apariencia. No esperaron más
tiempo, así que notificaron a las autoridades, quienes enviaron remolques de gran
tamaño, capaces de soportan un gran peso; subieron con prisa a la creatura, pero
no pudieron evitar que algunos miembros de la comunidad de San Lorenzo, fueran
testigos de tan solemne acontecimiento (son esos habitantes, quienes han
difundido la leyenda por generaciones).
Es así, como la serpiente emplumada emitiendo grandes y profundos chillidos, fue
arrebatada de su hogar, dejando a su paso los vulnerables cuerpos de agua;
quienes no tardaron en menguar su volumen, ya que se cree, que la otra serpiente
emplumada desapareció al perder a su compañero (a). Otros cuentan, que
abandono la región en busca de su pareja, o quizá murió antes de que fuera
arrebatada la otra creatura, e inclusive pudo haber muestro de tristeza al verse
sola.
El jinete misterioso

Algunas noches o incluso por la madrugada, se escucha el trayecto de un jinete


con su caballo, cabalgando por lo que ahora es la entrada principal al municipio, la
calle Venustiano Carranza.

Anteriormente este hecho no provocaba miedo, ni asombro, toda vez que muchas
personas acostumbraban a usar el caballo como un medio de transporte, e incluso
a horas muy tarde de la noche o muy de mañana, por la actividad agrícola, expuso
el entrevistado.

Sin embargo y al paso de los años, este hecho poco a poco se fue convirtiendo en
un escalofriante suceso, luego de que la calle Venustiano Carranza fue
pavimentada y con el tiempo más personas llegaron a habitar este lugar.

Y es que actualmente son pocas las personas que siguen usando caballos, pero el
galope se sigue escuchando; quienes lo han percibido, aseguran que el trayecto
de este jinete misterioso recorre desde el puente ubicado en el acceso principal al
municipio, hasta la esquina de la calle Venustiano Carranza.
El cerdo encadenado

Otra leyenda terrorífica que ha marcado a Chapulco en Tehuacán y que personas


que actualmente narran, es la aparición de un cerdo, un animal extremadamente
grande que arrastra una cadena y que se aparece debajo del puente, hasta el
acceso principal al municipio.

Debido a que antes el camino era muy pedregoso, cada vez que este animal
enorme aparecía, el ruido de la cadena era algo que ponía “chinita la piel” de
quienes los escuchaban pasar.

Quienes dicen que han visto a este animal, afirman que quedan paralizados,
incapaces de moverse mientras el cerdo camina hacia el lugar que anteriormente
era conocido como ocote.

Actualmente las personas cuentan este animal encadenado continúa apareciendo,


pero ahora solo ha cambiado su recorrido, en lugar de aparecer en el lugar del
ocote, ahora se ve en un terreno baldío, un predio que permanece deshabitado,
causando miedo y terror a quienes lo han visto o escuchado.
La mujer sin pies

Don Cupertino Jiménez López narró también un hecho que vivió uno de sus
familiares muy cercano, su abuelo.Para quienes habitan en este lugar, no es nada
raro que quienes se dedican a la siembra de huertos familiares, tengan que salir
por la noche a regar sus cosechas.
El abuelo del cronista, con pala y machete, tenía que ir hasta una compuerta que
actualmente se ubica en El Diamante “a traer el agua”, se trataba de una actividad
cotidiana, pero en su retorno a su vivienda, justamente en el puente que está en el
acceso principal al municipio, sintió como si alguien lo fuera siguiendo, por lo que
volteó para ver de quién se trataba, pero no observó nada.

Dio unos pasos más y nuevamente volteó, percatándose de una mujer que lo
llamaba, pero su abuelo la ignoró. Siguió caminando hasta llegar a la famosa
“subidita” de Chapulco en Tehuacán, donde anteriormente existía un canal de
agua y en la que forzosamente se tenía que detener para verificar que el agua
estuviera pasando por el canal y no se desviara a otros ramales.

Al detenerse, la mujer se acercó más, y fue cuando su abuelo pudo observar que
era muy bonita, con un cabello muy largo, luciendo un vestido brillante, pero no se
le veían los pies. Al ver eso, sus piernas no le respondieron, y comenzó a sentir
escalofríos al tratarse de algo paranormal.
Como pudo, su abuelo utilizó la pala y el machete para formar una cruz, logrando
así mitigar el miedo que sintió, y caminar hasta la siguiente cuadra, donde se
encontraba su casa. Al llegar, su esposa le preguntó qué tanto había hecho, pues
era un trayecto que no le quitaba ni media hora recorrerlo, pero se había
demorado más de tres horas.

Este inexplicable suceso se volvió a presentar no hace más de dos años, a una
mujer de la localidad quien se disponía abordar el carro de pasaje a las 3:20 de la
mañana para ir a vender sus productos de palma a la ciudad de Orizaba.
Al llegar justamente a la “subidita” de Chapulco, también vio a esa mujer
llamándola y debido a que su cuerpo no respondía, lo único que hizo fue sentarse
en unos escalones que había.Tres horas después reaccionó, luego de que
algunas personas que pasaban con sus hijos le preguntaron qué le había ocurrido.
Los duendes de Tehuacán

Después de una larga y divertida noche de borracheras, Hilario optó por irse a
casa a descansar. Pero para llegar, tenía que cruzar por el “Puente de los
duendes”, un viejo viaducto hecho de piedra.

Mientras Hilario cruzaba el puente, alcanzó a ver a una gallina blanca que
comenzó a caminar a la parte baja de la estructura. Hilario fue tras ella, pero para
su sorpresa, el pájaro se transformó en un pequeño ser con forma humanoide.

Rápidamente, Hilario se vio rodeado de un sinfín de seres similares, quienes lo


comenzaron a atacar sin piedad. De milagro, Hilario alcanzó a escapar para así
advertir a los vecinos de la horrible escena que presenció.

Hilario no fue la única víctima en el Puente de los Duendes. Cuenta otra historia
que un hombre al que se le conocía como Don Pablo, salió de casa para buscar
alimento. En su andar se percató que a lo lejos se encontraba una gallina. Sin más
opción, la siguió hasta llegar al Puente de los Duendes.

Al llegar al lugar y dar el primer paso en el puente, Don Pablo sintió cómo perdía el
control de su cuerpo mientras que era conducido a la parte baja del viaducto. Allí
comenzó a escuchar risas parecidas a las de niños. De un momento a otro, Don
Pablo vio a la gallina convertirse en un pequeño hombre.

Aterrado, y sacando hasta sus últimas fuerzas para recuperar el control en su


cuerpo, Pablo logró encomendarse a Dios. Fue en ese momento donde los
duendecillos se espantaron y huyeron entre chillidos y quejidos.

Tal fue el asombro que Pablo que se quedó inconsciente. Horas después se
despertó y vio su cuerpo mal herido. Ante relatos como este, los pobladores de
Tehuacán advierten a los incautos la misma cosa: Es mejor no detenerse durante
la noche en ningún puente de la región.
La Leyenda de la Dama de Rojo
Transcurrían los años cuarenta, cuando al Gran Hotel Garci-Crespo llegó una bella
y misteriosa dama de rojo. Era una mujer que vestía de forma sensual; su ropa
entallada y coqueta despertaba delirios inimaginables en todos los caballeros del
lugar. El joven gerente de ese lujoso hostal de Tehuacán; al verla quedó prendado
de ella y se propuso conquistarla.

Era un hombre atractivo que estaba dispuesto todo, sabía que ya no podría vivir
sin el amor de aquella hermosa mujer de rojo. Aquel caballero no pudo ocultar
más su embeleso y muy pronto le confesó sus sentimientos. La extraña mujer al
saberlo, se mostró sorprendida y un tanto renuente; no obstante, le propuso iniciar
una relación abierta sin ningún compromiso. Se dice, que el encargado del hotel
era demasiado posesivo; no soportaba que otros hombres le galantearan a la que
consideraba su mujer.

Esos celos descontrolados, pronto enfadarían a la bella joven y sin más, cortó de
tajo la relación. Por aquel entonces, el Hotel Spa Garci-Crespo era un lugar que
gozaba de gran prestigio.

En ese establecimiento se alojaban figuras tan reconocidas como María Felix y


Cantinflas. Se cree que fue allí donde nació una famosa bebida conocida como
«Margarita». En ese sitio se hospedaban distinguidos caballeros, uno de ellos se
convirtió en el amante de la dama de rojo. Se cuenta que la pareja, tenía
encuentros íntimos de forma secreta; hasta que un día fueron descubiertos, aquel
hallazgo pronto lo sabría el gerente. Alguien despechado se vuelve muy peligroso
y aquel hombre juró que se vengaría. Entonces, le pidió a un empleado de
confianza que los vigilara.

Un día, cuando pudo comprobar los rumores la furia nubló sus sentidos; su amada
estaba en brazos de otro. Algunas versiones de la leyenda de la dama de rojo
aseguran que el gerente, lleno de rabia y dolor arrojó por la ventana a la bella
joven. Cuentan, que el otro hombre huyó como un cobarde; abandonando a su
suerte a la desgraciada mujer.

Otras historias dicen, que aquel hombre embrutecido por los celos; golpeó
salvajemente a la mujer vestida de rojo. Mientras la maltrataba, ella le pedía al
amante que escapara, e imploraba perdón llorando. Sus súplicas no servirían de
nada, moriría estrangulada. Una versión dice, que el asesino la enterró en la
bodega de vinos; otra afirma, que fue sepultada en algún patio del hotel.

En ambos casos, se comenta que el gerente ya no pudo más con su conciencia y


terminó suicidándose, quizá para pagar su macabro pecado. Hoy en día el Hotel
Garci-Crespo es cosa del pasado; sin embargo, la leyenda de la dama de rojo
sigue viva.
En ese lugar, se construyó una escuela universitaria y por sus aulas y pasillos; un
alma en pena llora su desdicha. Se dice, que algunos estudiantes, han visto sus
sombras.

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