La Opinión de Los Niños Sí Vale
La Opinión de Los Niños Sí Vale
La Opinión de Los Niños Sí Vale
Ramón Cordero G.
1. ¿Recuerda usted aquellos tiempos en los que la opinión de la gente menor no tenía ninguna importancia?
Para muchos parece que todo esto pertenece al pasado más remoto; sin embargo, existen familias y lugares donde todavía
se sigue pensando y actuando de esta manera. Mire a su alrededor y podrá identificar a conocidos, amigos y familiares que
mantienen la costumbre de hacer que los niños coman en lugar u horario diferente al de los adultos para que “no molesten”,
sin oportunidad de intercambio o charla que propicie el encuentro de ideas. Personas que deciden la inscripción de los hijos
en una u otra escuela, sin permitir que la niña o el niño opinen, o siquiera conozcan las posibles alternativas. Padres que aman
entrañablemente a sus hijos, pero con los cuales ni se les ocurre siquiera intercambiar puntos de vista. Mamás que suponen
conocer cuáles son los gustos y necesidades de sus criaturas, pero que no escuchan las protestas cuando a los pequeños les
desagrada algún alimento, ropa o costumbre. Papás que deciden qué deporte será el favorito del hijo o la hija.
2. Seguramente no existe maldad o arbitrariedad voluntaria, pero el hecho es que hasta en los menores actos de
la vida cotidiana el descrédito a lo que la gente muy joven puede pensar, sentir o querer, es una constante.
Por costumbre o porque ni siquiera se nos ocurre que pueda ser de otra manera, continuamente tomamos decisiones sobre
los niños y niñas, sin pensar que ellos pueden tener un punto de vista distinto o incluso opuesto al de los adultos, y que al
menos sería importante conocer y valorar.
3. Reiterando, seguramente sin maldad o arbitrariedad voluntaria. Más bien por costumbre que, a fuerza de repetirse una y
otra vez, hace que al igual que los ferrocarriles, transitemos siempre por la vía conocida y segura. Regresando a los viejos
tiempos: ¿Qué opinaban los jóvenes sobre la forma en que se tomaban las decisiones, cuyas consecuencias recaían
directamente sobre ellos? ¿Qué sentía o pensaba la niña obligada a vestir o usar el cabello de la manera que a sus padres les
gustaba? ¿Cómo vivía el niño la manera en que era reprendido o castigado? ¿Qué efectos tenía el ser obligado a comer hígado,
cuando quizá con gusto lo habría cambiado por una pieza de pollo? Cómo saberlo si ni siquiera había oportunidad de externar
estas inquietudes...
4. Puede pensarse que, “siendo por su bien”, todo se vale. Hay quien cree que son cuestiones secundarias y ya habrá tiempo,
cuando sean adultos, en que puedan tomar sus propias decisiones con base en una opinión propia. Aquí cabe una pregunta:
¿cuándo y cómo es que se aprende a reflexionar, cuestionar, valorar, opinar y decidir?
¿En qué párrafo del ensayo se cuestiona sobre el momento de la vida en el que se aprende a tomar
decisiones?
A) 1
B) 2
C) 3
D) 4
Esta maravillosa especie es considerada como el ave nacional del Perú. Su hábitat son los bosques de montaña de
la región amazónica, entre los 1500 y 2500 m.s.n.m., y se lo puede encontrar en el Santuario Histórico de Machu
Picchu. Su tamaño es el de una gallina pequeña y de plumaje escarlata, el macho lleva en la cabeza una cresta en
forma de abanico, su color es más intenso que el de la hembra. Su principal alimento es la fruta.
El gallito de las rocas es de gran importancia para el bosque, pues dispersa las semillas de muchas especies de
árboles. Por tener los colores tan vistosos se lo ha definido como "cometa de fuego" y "llamarada en vuelo",
construye su nido en sitios de penumbra, empleando barro y espinos, donde pone solo dos huevos.
El barro de su nido mezclado con vinagre cura la sarna y la tiña. Se dice que los indios, antiguamente, utilizaban
las plumas para realizar brujerías y que, si las llevaban consigo, eran invencibles en la guerra pues podrían aplacar
la ira del enemigo.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se dirige a los gobiernos de las naciones miembros de la ONU
(Organización de las Naciones Unidas) con la finalidad de promover, mediante la enseñanza y la educación, el
respeto a estos derechos y libertades, y asegurar su aplicación universal y efectiva.
Esta Declaración, adoptada y proclamada por la resolución de la Asamblea general 217 del 10 de diciembre de
1948, cuenta con algunos artículos esenciales:
Artículo 27.- Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de
las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Toda persona tiene derecho
a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28.- Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos
y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29.- Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo con ella pueden desarrollar
libre y plenamente su personalidad. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona
estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y
el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden
público y del bienestar general en una sociedad democrática. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún
caso, ser ejercicios en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30.- Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado,
a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión
de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
http://www.un.org/es/documents/udhr/index.shtml#a27
5. Según el artículo 28, los derechos y libertades de las personas están enmarcadas dentro de:
A) El respeto fiel y único de su individualidad.
B) La regulación única y exclusiva de la ley.
C) La participación de la comunidad para establecer los límites que apoyen el bienestar general en una sociedad
democrática.