TEMA 1. Antenas y Fundamentos de Radiocomunicaciones

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ANTENAS Y RADIOCOMUNICACIONES

Curso 2022/23

TEMA 1 - Antenas y fundamentos de los sistemas de


radiocomunicación.

Introducción y definiciones.

Radiocomunicación: Telecomunicación realizada por medio de ondas


radioeléctricas. Se basa en superponer la información que se desea transmitir sobre una señal
soporte, que se denomina portadora.

Onda radioeléctrica: onda electromagnética que se propaga por el espacio sin guía
artificial y cuyo límite superior en frecuencia es de 3000 Ghz (límite arbitrario por cuestiones
prácticas).

Radiocomunicación espacial: Radiocomunicación que hace uso de elementos


colocados en el espacio (satélites).

Radiocomunicación terrenal: Todo tipo de radiocomunicación que utiliza


elementos colocados en la superficie terrestre, o en la ionosfera.

Modulación: proceso mediante el cual se inserta la información a transmitir sobre la


onda portadora. Por ello, a la señal que contiene dicha información a transmitir se la llama
moduladora.

Onda modulada: señal resultante de modular la portadora con la moduladora. Su


espectro engloba un conjunto de frecuencias, más o menos amplio, en torno a la portadora. Al
conjunto mínimo de frecuencias que permiten que la información pueda ser recuperada de
nuevo por un receptor se le denomina ancho de banda.

Antena: Dispositivo transductor que convierte señales eléctricas en ondas


electromagnéticas para que sean enviadas al medio de propagación.

Estación transmisora: conjunto de equipos que permiten el tratamiento de la


información para ser transmitida (filtros, amplificadores, moduladores, antenas, lineas de
transmisión, etc..).

Transceptor: equipo con la capacidad de transmitir y recibir. Dependiendo del tipo


de comunicación y de su modo de explotación pueden ser acciones excluyentes (cuando se
transmite no se recibe y viceversa) o simultáneas (se transmite y recibe a la vez, en frecuencias
distintas, eso sí).

Estación repetidora: equipo compuesto por un receptor, a una cierta frecuencia, y un

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transmisor, en una frecuencia ligeramente distinta, que retransmite la información recibida por
el receptor. Puede hacerlo desmodulando la portadora para obtener la información en banda
base y de nuevo modular con ella simultáneamente otra portadora de distinta frecuencia (el
tipo de modulación puede ser el mismo o distinto; si es distinto al proceso se llama
transmodulación), o realizando el cambio de frecuencia directamente en RF, mediante un
proceso de mezcla.

En ciertas ocasiones también se pueden usar repetidores pasivos, que funcionan


simplemente rebotando las señales de radiofrecuencia para que cambien de dirección (como
lo haría un espejo para la luz).

Medio de transmisión, o canal de transmisión: medio que separa el transmisor del


receptor. Introduce pérdidas y otro tipo de perturbaciones (ruido e interferencias).

Señal interferente: Señal que alcanza al receptor, desde un destino no previsto o


deseado, que perturba la recepción de las señales deseadas.

Ruido: caso especial de señal no deseada que siempre está presente en el receptor.
Tiene naturaleza aleatoria y normalmente se debe a fenómenos naturales, aunque también
puede proceder de fuentes artificiales. El ruido es el responsable de que, en función del tipo
de radiocomunicación y la frecuencia empleada, sea necesario que la potencia recibida de la
señal deseada esté siempre por encima de un valor umbral, para cumplir con el mínimo
necesario de la relación S/N que permite la demodulación de la portadora modulada.

El alcance de un sistema de radiocomunicaciones depende del tipo e intensidad de las


perturbaciones que existan en el receptor. Cuando sólo interviene el ruido se habla de sistema
limitado por ruido, que es lo habitual. Si prevalecen otro tipo de interferencias ablaremos de
un sistema limitado por interferencia.

Servicio de radiocomunicación: servicio que conlleva la emisión y recepción de


ondas radioeléctricas para la transmisión de información en necesidades de telecomunicación
personal, industrial, científico, etc.. Dentro de ellos destacamos el servicio fijo, que es el que
se presta entre puntos fijos determinados, el servicio móvil, que se realiza entre estaciones en
la que, al menos una de ellas, es móvil, y el servicio de radiodifusión, en las que un emisor
difunde información destinada a la recepción directa por el público en general. El servicio fijo
es un servicio punto a punto, mientras que el móvil y el de radiodifusión son servicios punto
a zona, o zonales.

En función de su aplicación podemos distinguir los siguientes servicios de


radiocomunicación:

C Servicios de radiodeterminación, que incluyen los de radionavegación y radiolocalización,


C Servicios de exploración de la tierra por satélite.
C Servicios de radioastronomía e investigación espacial.
C Servicios de frecuencias patrón y señales horarias.
C Servicios de radioaficionados.

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Algunas clases amplias de servicios se desglosan a su vez en subcategorías. Por ejemplo, los
servicios móviles de subdividen en:

C Servicio móvil terrestre


C Servicio móvil marítimo
C Servicio móvil aeronáutico.

Modos de explotación: en cuanto a la forma de utilización de los equipos y el modo en


que hacen uso del medio de transmisión podemos hablar de:

C Explotación simplex, cuando la comunicación se establece con equipos transceptores


que pueden transmitir en ambos sentidos en el canal de radiocomunicación, pero
únicamente de forma alternativa (uno transmite y otro recibe).

C Explotación duplex, cuando ambos transceptores son capaces de emitir y recibir


simultáneamente, es decir, no hace falta intervención del usuario para alternar la dirección
de la comunicación. Es el modo al que tienden todos los sistemas de comunicaciones
modernos.

C Explotación semiduplex, que es cuando se utiliza el modo simplex en un tramo o tramos


del enlace y duplex en otro tramo. Es la situación habitual cuando se utilizan estaciones
repetidoras.

Fig. 1.1. Situación de comunicación semiduplex con transceptores usando una estación repetidora.

Muchos sistemas actuales de comunicaciones funcionan siempre en modo duplex, porque


es más cómodo e intuitivo para los usuarios. Para conseguir este modo de explotación del canal
de trasmisión existen varios tipo de acceso para “multiplexar” la información:

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C TDMA (Time Division Multiple Access): técnica que consiste en usar una sola frecuencia
para la comunicación bidireccional entre dos estaciones, pero dividiendo el tiempo en
ranuras, o “slots”, en las que cada estación hace uso del canal. Con el uso de buffers
adecuados puede establecerse una comunicación que parece duplex en un modo de
explotación tipo simplex. Sistemas como el GSM (Global System for Mobile
Communications), D-AMPS (Digital-Advanced Mobile Phone Systems) para telefonía
móvil, hacen uso de TDMA como modo de acceso al canal.

C FDMA (Frequency Division Multiple Access): Tipo de acceso al canal


tradicionalmente usado por los sistemas analógicos. Se utiliza una frecuencias de portadora
diferente para cada dirección en la comunicación de un modo de explotación duplex.
Usado por los primeros sistemas de comunicaciones móviles analógicos (1G) en la banda
de 470 MHz.

C CDMA (Code Division Multiple Access): Tipo de acceso en que todos los usuarios
comparten la misma frecuencia y la diferencia estriba en la “señal de ensanchamiento“ (el
código) de cada usuario, empleada para ensanchar la señal transmitida para ocupar todo el
ancho de banda disponible. Dichos códigos de ensanche para cada usuario deben ser
ortogonales, es decir, que en teoría no se interfieren entre sí.

En una comunicación duplex también es necesario que los equipos utilizados sean capaces
de transmitir y recibir simultáneamente. Un esquema de bloques simplificado que muestra un
ejemplo de comunicación duplex entre una estación base de telefonía móvil y un terminal sería
el mostrado en la figura 1.2.

Fig. 1.2. Ejemplo de comunicación duplex FDMA entre una estación base y un terminal.

Banda 800 Mhz Banda 900 Mhz Banda 1800 Mhz

F B Uso F B Uso F (MHz) B Uso


(MHz) (MHz) (MHz) (MHz) (MHz)

791-821 30 downlink 925-960 35 downlink 1805-1880 75 downlink

832-862 30 uplink 880-915 35 uplink 1710-1785 75 uplink

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Las frecuencias empleadas se incluyen en la tabla anterior, para las diferentes bandas.

Gestión del espectro: debido a que cada enlace radioeléctrico requiere una frecuencia (o
frecuencias) distinta, a la gran demanda de servicios de radiocomunicación y a los problemas
de interferencias que pueden surgir entre servicios, la asignación de frecuencias a las estaciones
de radio es un proceso complejo que debe estar sujeto a una cuidadosa planificación.

Por otra parte el espectro es un recurso limitado, que puede ser reutilizado en mayor o
menor medida en función de diversas condiciones, y más a frecuencias altas que a bajas (por
los mecanismos de propagación), pero en todo caso es un recurso limitado y caro. Por todo ello
existe un organismo internacional llamado “Unión Internacional de Telecomunicaciones”
(UIT, o más popularmente sus siglas en inglés, ITU, International Telecommunications Union)
que asume ese papel importante de la gestión del espectro. Por convención, el espectro se
divide en 9 bandas que se designan del modo indicado en la tabla de la figura 1.3.

Fig. 1.3. Denominación de las bandas de frecuencia disponibles en el


espectro radioeléctrico.

Como se ve, con esa numeración de bandas la banda N se extiende desde 0,3·10N hasta
3·10N Hz. Dicha división está basada a groso modo en las distintas propiedades de propagación
de señales en las diferentes bandas, aunque esa idea es menos cierta a partir de 3000 MHz
(banda 9). Cada país tiene atribuciones concedidas para la asignación de frecuencias, que deben
seguir la reglamentación internacional marcada por la ITU.

En general el ancho de banda asignado a un determinado servicio de radiocomunicaciones


es el de la portadora modulada (con la modulación correspondiente) más un cierto margen de

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guarda (lo más pequeño posible, eso sí) para facilitar el funcionamiento de los sistemas reales.
Si se trata de una estación espacial, se suma además el desplazamiento máximo previsto por
efecto doppler (v/8, donde v es la velocidad radial del satélite respecto al receptor y 8 la
longitud de onda de la señal transmitida).

Por convención, en general las frecuencias se expresan en KHz hasta 3000 KHz (banda 6,
MF), en MHz desde 3 MHz hasta 3000 MHz (bandas 7, 8 y 9, HF - High Frequency, VHF -
Very High Frequency y UHF - Ultra High Frequency) y en GHz a partir de 3 GHz. Para las
frecuencias por encima de 3000 GHz conviene usar el Teraherzio, THz (1 THz = 1000 GHz).

Dentro de esa división de bandas, para algunos márgenes de frecuencia asociados a servicios
concretos, se emplea una nomenclatura adicional. Por ejemplo, para los servicios de
radiodifusión y TV se utiliza la siguiente:

• Banda I: 41 a 68 MHz (antigua televisión analógica en AM-BLV)


• Banda II: 87.5 a 108 MHz (radiodifusión en FM)
• Banda III: 162 a 230 MHz (actual radio digital DAB, Digital Audio Broadcasting)
• Banda IV: 470 a 582 MHz (ocupada por la actual TV digital, TDT)
• Banda V: 582 a 960 MHz (ocupada por la TDT hasta los 690 MHz y el resto por la telefonía
móvil 5G actual, el llamado segundo dividendo digital).

En la banda de microondas aún se emplean las denominaciones de los años del desarrollo
de los sistemas radar:

• Banda L: 1 - 2 GHz
• Banda S: 2 - 4 GHz
• Banda C: 4 - 8 GHz
• Banda X: 8 - 12 GHz
• Banda Ku: 12 - 18 GHz
• Banda K: 18 - 27 GHz
• Banda Ka: 27 - 40 GHz
• Banda mm: 40 - 300 GHz

Cuadro de atribución de frecuencias: es el instrumento del Reglamento de


radiocomunicaciones que regula la utilización de las diferentes frecuencias y bandas. Divide
el mundo en tres regiones:

• Región I: Europa, África, Siberia y algunos países de oriente medio.


• Region II: América
• Región III: Australia, sur y sudeste asiático y parte del pacífico sur.

Como referencia, en España está en vigor la Orden ETU/1033/2017, de 25 de octubre, por la


que se aprueba el cuadro nacional de atribución de frecuencias. En la figura 1.4 se puede ver
un mapa con la división del mundo en esas tres regiones. Dentro de las mismas también
existen zonas de adjudicaciones especiales, como la Zona Europea de radiodifusión, la Zona
Africana de Radiodifusión, La Zona Tropical, etc.. Para minimizar la aparición de conflictos,

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en los cuadros de atribución de frecuencias se distingue entre servicios primarios, permitidos
y secundarios.

Fig. 1.4. División en regiones de la superficie terrestre, a efecto de la utilización de las frecuencias indicadas
en los cuadros de distribución de frecuencias de los diferentes países.

• Servicios primarios y permitidos: son los que primero se tienen en cuenta a la hora de
asignar frecuencias, si bien los catalogados como primarios tienen prioridad en la elección
de las mismas.

• Servicios secundarios: pueden usar las frecuencias que tienen asignadas, pero sin producir
interferencias a un servicio primario o permitido. Tampoco pueden reclamar protección
frente a interferencias procedentes de servicios primarios.

En los cuadros de atribución de frecuencias, los servicios primarios se denotan con


mayúsculas, los permitidos entre barras y los secundarios en minúsculas. La administración
española ha adoptado el cuadro de la ITU para crear el CNAF (Cuadro Nacional de asignación
de Frecuencias), en el que se han añadido notas específicas “UN” (Utilización Nacional) para
diferentes servicios en España. La versión actual del CNAF es la aprobada por la Orden ETD
1449/2021, de 16 de diciembre, que se publicó en el BOE del 24 de diciembre de 2021, y puede
encontrarse en:

https://avancedigital.mineco.gob.es/espectro/Paginas/cnaf.aspx

Un ejemplo de los cuadros de asignación contenidos en el CNAF se muestra en la figura


1.5.

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Fig. 1.5. Ejemplo de cuadro de asignación de frecuencias a servicios contenido en el CNAF.

Parámetros y características de una radiocomunicación.

• Clase de emisión: conjunto de características de una emisión, incluyendo tipo de


modulación, naturaleza de la señal moduladora y tipo de información que se transmite.

• Ancho de banda necesario de una emisión: banda de frecuencias estrictamente


suficiente para asegurar la calidad de la recepción cumpliendo los parámetros especificados
en la misma.

• Ancho de banda ocupado por una emisión: banda de frecuencias tal que, por debajo de
la inferior y por encima de la superior se emite una potencia media igual a un porcentaje
especificado $/2 de la potencia media total. Por defecto ese valor es $/2 = 0,5 %.

• Tolerancia de frecuencias de una emisión: desviación máxima admisible entre la


frecuencia asignada y la frecuencia real de la portadora utilizada.

• Emisiones no deseadas: son emisiones que se producen en un equipo como consecuencia


de imperfecciones en el mismo. Tenemos de dos tipos:

- Fuera de banda: componentes generadas en una o más frecuencias muy próximas a los
límites de la banda necesaria (su eliminación mediante filtros puede afectar a la calidad
de la señal).

- No esenciales: se producen en una o más frecuencias suficientemente alejadas de los

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límites de la banda necesaria, como por ejemplo los armónicos de la frecuencia de
portadora (pueden eliminarse por filtrado sin afectar a la calidad de la señal).

• Potencia de emisión: en función de la emisión, se especifica de alguna de estas formas:

- Potencia de cresta de la envolvente (PEP, o PX): potencia aplicad a la antena durante


un ciclo de portadora cuando la envolvente de modulación es máxima (útil en
modulaciones de amplitud).

- Potencia media de la portadora modulada (Pm o Py): valor medio de la potencia


aplicada a la antena durante un tiempo sustancialmente mayor que el periodo de la
frecuencia más baja de la moduladora. Es útil en modulaciones de envolvente constante,
como la FM.

- Potencia de portadora (Pc o Pz): valor medio de la potencia de portadora sin modular.

C Polarización de la onda emitida: se distinguen los siguientes casos:

- Polarización vertical: el vector de campo eléctrico está contenido siempre en un plano


vertical.

- Polarización horizontal: el vector de campo eléctrico está contenido siempre en un


plano horizontal.

- Polarización oblicua: el vector de campo eléctrico tiene una inclinación de 45º respecto
a la horizontal. Es el resultado de combinar una polarización horizontal y vertical de igual
amplitud y fase.

- Polarización circular: el extremo del vector de campo eléctrico describe un círculo. Es


la suma de una polarización horizontal y una vertical de igual amplitud y desfasadas 90º.

C Denominación de las emisiones. La nomenclatura utilizada incluye información de la


anchura de banda necesaria, su clase y las características adicionales pertinentes. La anchura
de banda se expresa mediante 4 caracteres, divididos en 3 cifras y una letra, siendo esta letra
la que ocupa la posición decimal. El criterio para expresar la anchura de banda es el
siguiente:

- En Hz entre 0,001 y 999 Hz (letra H)


- En KHz entre 1,00 y 999 KHz (letra K)
- En MHZ entre 1,00 y 999 MHz (letra M)
- En GHz entre 1,00 y 999 GHz (letra G)

En la figura 1.6 se muestra una tabla con algunos ejemplos de denominación del ancho de
banda (columna ABN):

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Fig. 1.6. Ejemplo de nomenclatura de
diferentes valores de ancho de banda.

Después del ancho de banda se indica la clase de emisión, que se representa mediante tres
caracteres adicionales:

- El primero expresa el tipo de modulación de la portadora.

- El segundo hace referencia a la naturaleza de la moduladora.

- El tercero identifica el tipo de información transmitida.

En la figura 1.7 se muestran las tablas con los caracteres a usar para identificar la clase de
emisión.

Fig. 1.7. Nomenclatura para la clase de emisión.

Por último se incluyen las características adicionales. Se identifican con dos caracteres más:

- El primero proporciona detalles sobre la señal moduladora.

- El segundo identifica las características del multiplaje cuando la moduladora es una señal
múltiplex (contiene información de varias fuentes, multiplexada).

En la figura 1.8 se muestran las tablas con la descripción de los caracteres a usar.

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Fig. 1.8. Nomenclatura para las características adicionales de la moduladora.

Algunos ejemplos:

- Telefonía en doble banda lateral con ancho de banda 6 KHz y sonido de calidad
comercial:

6K00A3EJN

- Telefonía banda lateral única con portadora completa, ancho de banda 3 KHz y sonido
de calidad comercial.
3K00H3EJN

- Radiodifusión sonora en AM, con doble banda lateral monoaural, ancho de banda 8 KHz:

8K00A3EGN

- Radiotelefonía con modulación en frecuencia y calidad comercial, con ancho de banda


de 16 KHz:
16K0F3EJN

- Radiodifusión en FM y calidad estéreo, ancho de banda de 256 KHz:

256KF8EHF

C Características de la propagación. La propagación por el canal radioeléctrico de las


señales depende de la frecuencia y de las características eléctricas del terreno. En función de
la frecuencia distinguimos entre las siguientes modalidades de propagación:

- Onda de superficie (OS): se produce en frecuencias inferiores a 30 MHz. Tiene gran


alcance y estabilidad, pero es muy dependiente de las características del terreno.

- Onda ionosférica (OI): se produce en frecuencias entre 3 y 30 MHz y se produce por


reflexión de las señales en las distintas capas de la ionosfera, que funciona como repetidor
natural. Tiene un gran alcance pero es muy inestable.

- Onda espacial (OE): predomina a partir de frecuencias superiores a 30 MHz. La


propagación se produce a través de las capas bajas de la atmósfera (troposfera).

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- Onda de dispersión troposférica (ODT): producida por reflexiones dispersivas
ocasionadas por variaciones aleatorias del índice de refracción de la troposfera.

Fig. 1.9. Diferentes formas de propagación de las ondas electromagnéticas.

- Onda espacial (OE): se pueden distinguir tres submodos dento de éste:

- Onda directa (OD): la señal llega siguiendo el camino directo entre transmisor (TX)
y receptor (RX).

- Onda reflejada (OR): la señal llega al receptor tras producirse una reflexión de la
misma en el terreno o alguna otra superficie.

- Onda de multitrayecto (ORM): la señal llega al receptor tras sucesivas reflexiones


en diferentes capas u objetos.

La propagación por onda espacial (OE) suele ser estable, si bien en numerosas ocasiones
presenta inestabilidades debido a la influencia de la onda reflejada y a las ondas reflejadas
multitrayecto, que producen variaciones de fase y con ello desvanecimientos (cancelaciones
ocasionales).

La onda de dispersión troposférica (ODT) puede llegar a tierra más allá de la línea del
horizonte, pero tiene asociadas pérdidas muy elevadas y desvanecimientos profundos.

Por su lado, el medio y el terreno influyen en la propagación a través de los siguientes


fenómenos físicos:

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- Reflexión: las señales rebotan en el terreno, o en otras superficies (edificios, etc.),
produciéndose una atenuación de las mismas.

- Refracción: la onda electromagnética cambia de dirección debido a un cambio en el


índice de refracción de la troposfera, siguiendo una trayectoria curva. Este fenómeno
puede producir dispersión y con ello conseguir que las señales alcancen distancias más allá
del horizonte.

- Difracción: las ondas electromagnéticas curvan su trayectoria ante obstáculos que tienen
dimensiones comparables o menores a la longitud de onda.

- Absorción: El medio puede producir pérdidas más allá de las establecidas como normales
debidas exclusivamente al mecanismo de propagación.

Fig. 1.10. Ejemplo de posibles modos de propagación de la onda espacial.

El que predomine uno u otro fenómeno depende de multitud de factores, siendo los más
importantes la frecuencia de la señal y la naturaleza del terreno. Veamos estos mecanismos
para las diferentes bandas:

C En VLF (3 - 30 KHz): El suelo y la ionosfera se comportan como buenos conductores.


Como la distancia que separa suelo de ionosfera es comparable a la longitud de onda en esta
banda (100 - 10 km), la propagación se modela como en una guía esférica con pérdidas. las
antenas, aunque son físicamente grandes, eléctricamente son pequeñas y de bajo
rendimiento. Las aplicaciones de esta banda son telegrafía naval y submarina, navegación,
etc. Poseen cobertura global.

C En LF, MF y HF (30 KHz - 30 MHz): El mecanismo principal es por onda de tierra, o de


superficie, que se propaga en la discontinuidad tierra - aire. Las antenas habituales son
monopolos verticales, con alturas entre 50 y 200 metros, que producen polarización vertical.
Por este mecanismo se obtienen largos alcances y gran estabilidad en las señales, del

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siguiente orden:

- En LF (30 - 300 KHz): de 1000 a 5000 km


- En MF (300 - 3000 KHz): de 100 a 1000 km
- En HF (3 - 30 MHz): menos de 100 km

Se emplean estas frecuencias en sistemas navales y de radiodifusión. Además, en la banda


de HF (entre 3 y 30 MHz) también existe propagación por reflexión en la ionosfera
(realmente refracciones), al existir en ésta capas ionizadas que circundan la tierra a gran
altura. Se consiguen grandes alcances, aunque bastante inestables. Se utilizan antenas
elevadas, tanto con polarización vertical como horizontal. El alcance de un “salto” puede
llegar a los 4000 km, dependiendo del ángulo de incidencia y de la frecuencia. Se aplica en
multitud de servicios: radiodifusión, comunicaciones punto a punto, navales, etc.

C En banda VHF y superiores. El mecanismo principal de propagación es mediante onda


espacial. A frecuencias superiores a los 30 MHz la ionosfera se hace transparente y se asumen
condiciones de espacio libre modificadas por la influencia del suelo (reflexión y difracción)
y por la troposfera (refracción, atenuación y dispersión). Se emplean antenas elevadas y
directivas. El alcance es muy variable: desde decenas de kms a los casi 40.000 km que se
consiguen en comunicaciones por satélite. Incluso millones de kms en comunicaciones de
espacio profundo (como por ejemplo con las sondas Voyager). Este modelo se aplica en
radiodifusión de FM, TV, telefonía móvil, radioenlaces punto a punto, radar, satélites, etc..

En la tabla siguiente se muestra un resumen de las modalidades de propagación para las


diferentes bandas.

Banda Modo de propagación Alcance Disponibilidad Uso típico

VLF Guía onda tierra - Global Todas horas Radionavegación


ionosfera Servicio móvil
marítimo

LF Onda de superficie > 1000 km (en Todas horas Frecuencias patrón


agua)

MF Onda de superficie 100 km Todas horas Radiodifusión


Onda ionosférica > 500 km Noche Radiodifusión

HF Onda ionosférica
(3-8 MHz) < 300 km Día Servicio fijo
(3-12 MHz) > 500 km Noche Servicios móviles
(6-25 MHz) > 500 km Día Radiodifusión
Onda de superficie
(3 - 30 MHz) < 100 km Todas horas

VHF Onda espacial 50 km (visión Todas horas Servicios móviles


(troposférica) directa) Radiodifusión, TV
Radionavegación
Dispersión ionosférica Servicio fijo
(F<50 MHz) 2000 km

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UHF Onda espacial 40 km (visión Servicios móviles
(troposférica) directa) Radiodifusión, TV
Dispersión troposférica Radionavegación
(F<500 MHz) 600 km Servicio fijo
Telefonía móvil

C Parámetros y características de la recepción. El factor primordial en recepción es la


intensidad de campo o la potencia recibida. Ambos están relacionados, pero depende del
servicio se suele manejar uno u otro. Por lo que respecta a la intensidad de campo se
definen:

- Intensidad de campo mínima utilizable: valor mínimo de campo que permite


obtener una determinada calidad de recepción. Lo llamaremos campo mínimo o campo
a proteger. Dependerá de la sensibilidad del receptor, el rendimiento de la antena (su
ganancia) y del ruido existente.

- Intensidad de campo utilizable: es como la anterior, pero tiene en cuenta además


posibles señales interferentes que pudieran existir en la ubicación del receptor.

Para frecuencias inferiores a 1 GHz se suele especificar la señal en recepción a través de la


intensidad del campo eléctrico, medida en :V/m o su equivalente en unidades logarítmicas,
dBu, como 20·log de la cantidad en :V/m). En estas frecuencias por debajo de 1 GHz
predomina el uso de antenas lineales (construidas con elementos lineales). La tensión en
bornas de una antena está relacionada con el campo eléctrico incidente en ella a través de su
ganancia.

Para frecuencias superiores a 1 GHz se suele especificar la señal en recepción en términos


de potencia recibida, en dBW o más comúnmente en dBm (aunque muchos servicios en
banda VHF y UHF también lo hacen). También se usa a veces la densidad de flujo de
potencia, en dBW/m2 o dBm/m2. En esas frecuencias predominan las antenas de apertura.
En ellas la potencia que entregan en bornes se puede obtener multiplicando la densidad de
flujo de potencia incidente por la superficie eficaz de la antena.

- Condiciones de la recepción. En la planificación y realización de proyectos de sistemas


radioeléctricos se han de considerar los siguientes factores: la situación del emisor y
receptor (la propagación depende en gram medida de sus ubicaciones en relación con el
terreno), el tipo de transmisión (todos los tipos de señal no se ven afectados del mismo
modo por los distintos mecanismos de propagación ni por las interferencias o el ruido),
la banda de frecuencias (casi todos los parámetros de propagación dependen de la
frecuencia), y las condiciones de explotación (zona horaria, época del año, etc.).

C Interferencia:

- Efecto de una energía no deseada debida a una o varias emisiones, radiaciones,


inducciones o sus combinaciones, sobre la recepción de un sistema de
radiocomunicación.

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- Produce degradación de la calidad, falseamiento y/o pérdida de la información recibida.

- El análisis y control de la interferencia tiene gran importancia en la reutilización de


frecuencias. Esto es fundamental si tenemos en cuenta la gran demanda de servicios de
radiocomunicaciones y la congestión del espectro.

C Relación de protección en RF: es el valor mínimo de la relación entre la señal deseada


y la interferencia a la entrada del receptor que permite obtener una determinada calidad de
recepción. Normalmente se mide en dB, y además suele indicarse el porcentaje de tiempo
que ha de lograrse tal relación.

C Zona de cobertura de un transmisor: zona en la que la intensidad de campo producida


por el transmisor está por encima de un cierto umbral mínimo necesario para asegurar la
comunicación. Suele haber fluctuaciones debido a las condiciones cambiantes del medio,
puede variar del día a la noche o verse afectada por otros factores. Por ello siempre debe
especificarse el porcentaje de tiempo en el que se supera ese umbral mínimo necesario en
la zona de cobertura, que puede ser puntual, sectorial o aproximadamente circular,
dependiendo de las circustancias.

Los parámetros de una comunicación radioeléctrica.

Consideremos el diagrama mostrado en la siguiente figura:

Fig. 1.11. Esquema general de un sistema de comunicaciones.

En ella se muestra un transmisor, conectado a una antena mediante una línea de transmisión
(linea paralela, cable coaxial, guía de onda, etc.), y un receptor también conectado a una antena
mediante otro tramo de línea de transmisión. Entre ellos está el medio de propagación, que

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alterará la señal recibida en los términos que ya hemos ido mencionando. Para hacer la
evaluación del enlace y poder estimar la calidad de la señal recibida tendremos en cuenta los
siguientes parámetros:

- PTX: potencia entregada por el transmisor en su conector de salida. Normalmente se


utilizará la potencia media, medida en W o en alguna unidad logarítmica, dBW o dBm.

- Z0: representará siempre la impedancia característica de la línea de transmisión empleada


para conectar el transmisor a la antena. Valores típicos son 50, 75 y 300 S.

- Al: es la atenuación que presenta el tramo de línea de transmisión que conecta la antena
al transmisor. Se manejará habitualmente en dB. Como es habitual disponer del dato de
atenuación de la línea en dB/m, en función de la frecuencia (lo proporciona el fabricante),
la atenuación total se calculará multiplicando el valor en dB/m por la longitud total del
tramo de línea, en m. Cuando se considere una línea de transmisión ideal, esta atenuación
será 0 dB.

- Pi: potencia incidente en la antena, que será la que proporciona el transmisor menos la
que se disipa en la línea de transmisión por efecto de la atenuación Al. Si la línea es ideal,
esta potencia coincide con la entregada por el transmisor.

- Pr: potencia reflejada en la antena que vuelve de nuevo al transmisor. Si la adaptación de


impedancias entre línea de transmisión y antena no es perfecta hay parte de la potencia
incidente que se refleja y no se aprovecha para generar campo eléctrico en la antena.

- Za: impedancia característica de la antena. Lo ideal es que coincida con la de la línea de


transmisión, para que haya adaptación de impedancias y conseguir así la máxima
transferencia de potencia, eliminando la potencia reflejada.

- Relación de Onda Estacionaria, ROE (o también SWR, Standing Wave Ratio): es un


parámetro que indica hasta que punto existe desadaptación de impedancias entre la línea
de transmisión y la antena. Ya veremos que, realmente, la adaptación de impedancias
perfecta sólo se puede conseguir a una sola frecuencia (a veces ni eso), aunque se puede
tolerar un cierto valor de desadaptación en un conjunto de frecuencias que serán las que
definan el ancho de banda de funcionamiento de la antena. La ROE es un parámetro
interesante para evaluar este ancho de banda.

- Ga: es la ganancia de la antena, normalmente medida en dB. Es un parámetro muy


importante, que servirá para saber como de eficaz es la antena como elemento transductor
de potencia en campo eléctrico (en transmisión) y viceversa (en recepción). Como es un
valor en dB hará falta una ganancia de referencia, y se pueden tomar dos: la ganancia de
la antena isotrópica y la ganancia de la antena dipolo. Por tanto, será conveniente añadir
a los dB un carácter que indique esa referencia, obteniéndose el dBi (para la referencia
isotrópica), o el dBd (para la referencia dipolo). También como notación, si sólo aparece
“dB”, sin referencia, supondremos que son dBi (la isotrópica). Mencionar también que,
para una antena determinada, la ganancia es la misma en transmisión que en recepción.

17
- PIRE (Potencia Isotrópica Radiada Equivalente): Potencia total radiada por antena, que
ya tiene en cuenta su ganancia isotrópica Ga, en dBi.

- PRA (Potencia Radiada Aparente): Potencia total radiada por la antena teniendo en
cuenta su ganancia Ga expresada en dBd, en vez de en dBi.

- Ap: Atenuación de propagación, normalmente expresada en dB. La propagación de la


señal por el espacio existente entre transmisor y receptor introduce una atenuación, que
restada a la PIRE (o PRA) nos permite obtener la potencia que llega hasta la antena
receptora. En las llamadas “condiciones de espacio libre” (hay visión directa entre TX y
RX y los obstáculos que puedan existir entre ellos cumplen ciertas condiciones que ya
veremos) es fácil de calcular, pero en otros casos (habituales en muchos sistemas de
comunicaciones) es un valor muy complejo de calcular con precisión, y se recurrirá a
métodos estadísticos.

- ERX: Campo eléctrico existente en la ubicación de la antena receptora. Este campo será
convertido en tensión eléctrica en bornas de la antena, y entre ellos habrá una relación
definida por la ganancia de la misma, Ga.

- Ta: temperatura de ruido de la antena, expresada en ºK. Es un valor importante en


recepción (no en transmisión), ya que hará falta para calcular el ruido existente en bornas
de la antena receptora (habrá que tener también en cuenta el ancho de banda de la
modulación empleada, que será tenido en cuenta por los filtros del receptor).

- SRF: potencia de señal que finalmente llega a bornas del receptor, que dependerá de todos
los parámetros mencionados.

- NRF: potencia de ruido que habrá que tener en cuenta en bornas del receptor. Lo
importante al final es la relación (S/N)RF, normalmente expresada en dB, que ya sabemos
que es el parámetro que define el funcionamiento del receptor, y que es la base del cálculo
de la relación (S/N) en banda base de la señal de información recuperada.

Comencemos por estudiar el funcionamiento de las líneas de transmisión como mecanismo


de unión entre el transmisor y la antena.

18
1. Líneas de transmisión. Conceptos básicos.

1.1. Introducción.

Las líneas de transmisión son los elementos utilizados para alimentar las antenas en los
sistemas de comunicaciones. Si bien en muchos casos prácticos pueden considerarse
dispositivos independientes sí que es cierto que muchas antenas básicas, principalmente
antenas lineales, pueden entenderse muy bien si se conocen los principios de funcionamiento
de las líneas de transmisión. Por ello en este tema comenzaremos por repasar los conceptos
fundamentales sobre líneas de transmisión que nos permitirán después configurar antenas y
sistemas de antenas.

1.2. Líneas de transmisión.

Para alimentar una antena se utiliza una línea de transmisión. Hablamos de líneas de
transmisión cuando la longitud empleada en el tramo que une el transmisor con la antena es
varias veces la longitud de onda de la señal que viaje por él. Una de las líneas más simples es
la constituida por un par de hilos conductores paralelos, y se denomina línea de pares o linea
bifilar. Este tipo de línea, con diversas variantes se utiliza extensamente en telefonía y
transmisión de datos, así como para la conexión de transmisores y antenas en las bandas de MF
y HF (300 Khz - 30 Mhz). Otro tipo de línea de transmisión de uso muy frecuente en sistemas
de banda ancha como la telefonía multicanal, televisión y sistemas de radiofrecuencia (en
adelante RF) hasta frecuencias del orden de 2 GHz, es el cable coaxial. A frecuencias superiores
se emplean guías de onda, constituidas por tubos huecos de material conductor de sección
rectangular, circular o elíptica.

1.2.2. Ecuaciones de la línea de transmisión.

El modelo de una línea de transmisión, cuya longitud suele ser mucho mayor que la
longitud de onda de la señal que transporta, debe establecerse en virtud de los conocidos como
parámetros distribuidos por unidad de longitud.

Consideramos un generador conectado a una línea de transmisión de longitud L y


terminada con una impedancia ZL. El modelo es el mostrado en la figura 1.12. El parámetro
“R” representa la resistencia serie por unidad de longitud (en S/m), “L” es la inductancia serie
por unidad de longitud (en H/m), “C” es la capacidad paralelo por unidad de longitud (en
F/m) y “G” es la conductancia en paralelo por unidad de longitud (en S/m). La resistencia
depende de la resistividad de los conductores y de la frecuencia. En altas frecuencias, la
resistencia aumenta con la frecuencia debido al llamado efecto pelicular, ya que la corriente
penetra sólo una pequeña capa cercana a la superficie del conductor.

La inductancia es consecuencia del hecho de que todo conductor por el que circula una
corriente variable tiene asociada una inductancia. Además, como la línea está formada por dos

19
o más conductores separados por un dieléctrico forma un condensador cuya capacidad
depende del área de los conductores, su separación y la constante dieléctrica del material que
los separa.

Fig. 1.12. Modelo de parámetros distribuidos de una línea de


transmisión y ecuaciones para el cálculo de la tensión y la corriente.

Por último, la conductancia es consecuencia de que el dieléctrico no es perfecto y tiene


resistividad finita, por lo que una parte de la corriente se “fuga” entre los conductores y junto
con la resistencia en serie contribuye a las pérdidas o atenuación en la línea.

La solución de las ecuaciones que relacionan la tensión y la corriente en la línea, en función


de la distancia “x” al generador se conocen como las “Ecuaciones del Telegrafista”, y se
expresan del siguiente modo:

[1.1]

siendo el parámetro ( la llamada “constante de propagación de la línea”, que en función de los


componentes del modelo se expresa como:

[1.2]

donde " es la “constante de atenuación”, expresada en nepers/m, y $=2B/8 la constante de fase,


en rad/m. La interpretación de las soluciones mostradas en [1.1], si nos fijamos por ejemplo
en la tensión:

[1.3]

20
que podemos volver a escribir en función del tiempo, en forma compleja:

[1.4]

En esa expresión de V(x), el primer término representa una onda de amplitud V0+ en el
extremo del generador, que viaja hacia la carga y que va decreciendo en amplitud según el
término e-"x. A esta componente de la onda se le llama onda incidente. Del mismo modo, el
segundo término representa una onda que viaja en dirección opuesta a la incidente, que
llamaremos reflejada, cuya amplitud en el extremo del generador es V0-. Vista desde el
generador es una onda cuya amplitud aumenta según nos desplazamos a la carga. Es importante
observar que las gráficas de la figura 1.13 están trazadas respecto a la distancia al generador,
indicada como x. Obviamente, la distribución de voltaje total en la línea es la suma de ambas,
lo que da lugar a la llamada “onda estacionaria”.

Fig. 1.13. Forma de la onda incidente y reflejada, en el caso general (">0).

1.2.3. Impedancia característica.

La llamada impedancia característica de la linea es una propiedad intrínseca de la misma


que no depende de su longitud, sólo de su tipo y construcción. Se obtiene como:

[1.5]

y a frecuencias altas, a las que suele cumplirse que R<<TL y G<<TC, la impedancia
característica se puede aproximar por:

[1.6]

que es un valor puramente real y que no depende de la frecuencia, sólo de la inductancia y


capacidad distribuidas. En la figura 1.14 se muestran las impedancias de líneas de transmisión

21
típicas en función de sus parámetros constructivos, siendo gr es la permitividad relativa, o
constante dieléctrica del medio empleado en la construcción de la línea.

Fig. 1.14. Impedancias características de líneas de transmisión habituales.

1.2.4. Coeficiente de reflexión.

Consideremos una línea de impedancia Z0 cargada en su extremo con una impedancia


genérica ZL. Si a las ecuaciones de onda de la línea, expresadas en [1.1] aplicamos las
condiciones de contorno siguientes (fig. 1.15):

Fig. 1.15. Linea cargada con una impedancia ZL

22
[1.7]

podemos encontrar la relación entre la onda incidente y la reflejada:

[1.8]

Se define el coeficiente de reflexión, DL, en el extremo de la carga como:

[1.9]

En función de éste DL en la carga puede calcularse el coeficiente de reflexión D(d) en


cualquier punto de la línea. Si tomamos la distancia “d” desde la carga resulta (fig. 1.16):

Fig. 1.16. Condiciones para el cálculo de D(d) en cualquier


punto de la línea de transmisión.

[1.10]

y también lo podemos expresar desde la distancia “x” al generador, teniendo en cuenta según
el diagrama anterior que x=l-d 6 d=l-x, luego:

[1.11]

23
donde “l” es la longitud total de la línea. Si la atenuación de la línea, " (que de forma natural
se medirá en nepers/m) es nula, el módulo del coeficiente de reflexión tiene el mismo valor
en toda la línea (sólo cambiará su fase en función de la distancia a la carga). Si " es distinto de
cero, el módulo del coeficiente de reflexión irá disminuyendo según nos alejamos de la carga
(acercándonos a generador), y en un caso extremo en que " sea muy alto, D(x) será muy
pequeño, y parecerá que hay adaptación en el otro extremo de la línea, pero será debido
exclusivamente a la atenuación de la línea. La adaptación en la carga no cambiará.

Normalmente el dato de atenuación de la línea viene dado en dB/m, una unidad mucho
más habitual que los nepers/m. En ese caso, el valor de " se obtiene como:

[1.12]

donde A es la atenuación en dB/m. Con ello, el módulo del coeficiente de reflexión a una
distancia d de la carga, D(d), se puede expresar como:

[1.13]

y desde el generador:
[1.14]

que es una expresión más práctica cuando el dato de atenuación A viene dado en dB/m.

1.2.5. Impedancia de entrada de una línea de transmisión para cualquier ZL.

Si la impedancia característica de la línea es Z0 y está cargada en el extremo con una


impedancia ZL, se puede comprobar que la impedancia de entrada de la línea en esas
condiciones es:

[1.15]

donde el seno y coseno hiperbólico se obtienen como:

[1.16]

24
Cuando la línea es sin pérdidas ("=0, (=j$), la impedancia se modifica de este modo:

[1.17]

Cuando ZL=Z0, la impedancia de entrada también es Z0, y existe adaptación a la entrada


de la línea. Si la línea tiene muchas pérdidas, es decir, "·l>>1, y tanh((l) .1, la impedancia
de entrada:

[1.18]

también se ve como Z0. Cuando la atenuación es grande, la onda reflejada tiene un valor muy
pequeño y parece haber adaptación, aunque obviamente también será muy pequeña la onda
incidente en la carga.

Otros casos interesantes son: cuando ZL=4, toda la onda incidente se refleja, es decir que
V0-=V0+ y la impedancia de entrada será:

[1.19]

valor que dependerá de la longitud de la línea, l. Y si ZL=0, la onda incidente se refleja y


cambia de signo, V0-=-V0+, y la impedancia de entrada:

[1.20]

también dependerá de la longitud l.

1.2.6. Constante de propagación.

Si desarrollamos la constante de propagación ( definida como:

[1.21]

podemos obtener el valor de la constante de atenuación " y la constante de fase $, elevando al


cuadrado ambos miembros de la ecuación e igualando parte real e imaginaria, resultando:

25
[1.22]

Línea de bajas pérdidas.

Decimos que una línea es de bajas pérdidas si se cumplen las condiciones siguientes:

[1.23]

con lo que las constantes de atenuación y fase se reducen a:

[1.24]

donde la constante de atenuación " es independiente de la frecuencia. En general las líneas de


transmisión prácticas que tienen una atenuación apreciable tendrán una constante de
atenuación que sí dependerá de la frecuencia, como se observa en la expresión general [1.22]
y podrían introducir distorsiones importantes en la señal que transportan, sobre todo si ésta es
de banda ancha. Veamos un ejemplo.

Ejemplo.

Sea una linea telefónica bifilar, cuyos parámetros primarios son: R=0.0533 S/m,
L=6.21·10-7 H/m, C=3.85·10-11 F/m y G=9.32·10-10 S/m. Representar la constante de
atenuación desde 300 Hz hasta 3400 Hz si la línea tiene una longitud de 25 km. Cuál sería la
solución para corregir la distorsión introducida?

Sol.

Si obtenemos " utilizando la expresión [1.24] y obtenemos la atenuación, en dB, como


20·log(e"l), para l=25 km, y la representamos para frecuencias entre 300 y 3400 Hz resulta lo
mostrado en la figura 1.17. Se ve que, a 300 Hz, la atenuación es de 9.6 dB, mientras que a
3400 Hz es de 32 dB. Eso implicaría una atenuación mucho mayor de las frecuencias altas que
haría prácticamente ininteligible la voz. La solución es ecualizar, es decir, predistorsionar la
señal antes de aplicarla a la línea, con una respuesta inversa a la que impone la línea para que
la distorsión final sea nula. En el campo de la telefonía esta ecualización recibe el nombre de

26
“pupinización” y se realiza en los repetidores, que son amplificadores intercalados en la línea
para restaurar el nivel de la señal a lo largo de ésta.

Fig. 1.17. Respuesta en frecuencia de una línea telefónica de 25 km y su


ecualización.

1.2.7. Tramos de línea k·8/4 (k=1,3,5,..) como transformador de impedancia.

Una aplicación muy interesante de las líneas de transmisión es actuar como


transformadores de impedancia. Supongamos que debemos conectar una línea de impedancia
Z1 a otra línea, o a una carga, de impedancia Z2 y conseguir la adaptación para máxima
transferencia de potencia. Se puede usar para ello un tramo de línea adicional que sea múltiplo
impar de 8/4, de una impedancia Z0, del siguiente modo:

Fig. 1.18. Transformador de impedancias en 8/4

Un tramo de línea de longitud k·8/4, con k impar (1,3,5...) representa un desfase $l de


k·B/2, ya que:

27
[1.25]

y en tal caso, si nos fijamos en la ecuación [1.17], suponiendo línea sin pérdidas, obtenemos
que:

[1.26]

1.2.8. Diagrama de onda estacionaria y Relación de Onda Estacionaria (ROE).

Cuando una línea no está terminada en su impedancia característica (no hay adaptación),
parte de la energía incidente se refleja hacia el generador. La relación entre el voltaje de la onda
reflejada y la incidente es lo que definimos anteriormente como coeficiente de reflexión. Este
fenómeno produce una onda estacionaria, con máximos y mínimos de voltaje y corriente a
distancias fijas a lo largo de la línea. Definimos el parámetro llamado Relación de Onda
Estacionaria, ROE, o SWR en inglés (Standing Wave Ratio) como:

[1.27]

Se llama diagrama de onda estacionaria a la representación del módulo de la tensión


existente en la línea, |V(x)|, (siendo x la distancia desde el generador) normalizada respecto
a V0+. Dicha V(x) se puede obtener como (para el caso general, línea con pérdidas):

[1.28]

Inicialmente se entiende mejor la ROE en una línea sin pérdidas, así que comenzamos
particularizando para este caso ("=0):

[1.29]

donde l es la longitud de la línea. En la figura 1.19 se resume el origen de las expresiones


empleadas para obtener el resultado anterior (para el caso de sin pérdidas).

Como el coeficiente de reflexión D(x) varía de signo en función de la distancia considerada,


debido al término e-j2$(l-x), se tiene que:

28
[1.30]

De la expresión anterior se deduce que la ROE depende exclusivamente del coeficiente de


reflexión en la carga (cuando la línea es sin pérdidas), y es un parámetro más útil desde el
punto de vista práctico que el coeficiente de reflexión, ya que si desarrollamos la igualdad
[1.30] resulta:

[1.31]

Fig. 1.19. Valor de tensión en una línea de transmisión (sin pérdidas) en función del
coeficiente de reflexión DL y de la distancia al generador, x.

es decir, que se puede obtener a partir de los valores de la tensión incidente y reflejada en la
carga, Vinc y Vref, magnitudes que se pueden medir muy bien con un dispositivo llamado
acoplador direccional, cuya disposición se muestra en la figura 1.20.

El valor de la ROE (o SWR) será igual a 1 cuando el coeficiente de reflexión DL sea nulo,
y este será su valor mínimo. Cuando DL sea mayor que cero, la ROE siempre será mayor que

29
uno, siendo su valor máximo cuando la reflexión es total, DL=1, y ROE=4. Obviamente
también se puede expresar el módulo de DL en función de la ROE como:

[1.32]

Fig. 1.20. Medidor de ROE basado en un acoplador direccional.

Diagrama de onda estacionaria para una línea terminada en cortocircuito.

Si ZL=0, la línea está terminada en cortocircuito. En tales condiciones DL=-1, y la tensión


en la línea será:
[1.33]

donde l es la longitud total de la línea y x es la distancia medida desde el generador. Si


representamos su módulo normalizado respecto a V0+ obtenemos el diagrama de onda
estacionaria mostrado en la figura 1.10. Se ha utilizado una frecuencia de 50 MHz
(8=300/50=6 m) y una longitud de línea de 7 metros. Obviamente, en el extremo
cortocircuitado la tensión será nula. Y una propiedad que se cumplirá siempre es que los
máximos (y mínimos) de tensión están separados 8/2 de distancia, estando el primer máximo

30
desde la carga a 8/4. Se ve también que los mínimos son nulos, y la ROE será igual a 4.

Fig. 1.21. Diagrama de onda estacionaria para una línea


terminada en cortocircuito.

Diagrama de onda estacionaria para una línea terminada en circuito abierto.

Si en vez de un cortocircuito tenemos un circuito abierto, DL=1 y la tensión en este caso


será:
[1.34]

y si representamos su módulo normalizado (figura 1.22) podemos ver que ahora en el extremo
de la línea tenemos un máximo de tensión, y que a 8/4 tenemos el primer mínimo, que
también es un nulo, en este caso. La ROE también es 4.

Fig. 1.22. Diagrama de onda estacionaria para una línea


terminada en circuito abierto.

Para cualquier otro valor de ZL tendremos mínimos no nulos y la ROE estará comprendida

31
entre 1 e 4. Por ejemplo, en la figura 1.23 se indica la forma del diagrama para ZL=150 S y
Z0=50 S.

Fig. 1.23. Diagrama de onda estacionaria para una línea terminada en


ZL=150 S.

En este caso podemos ver que el máximo de tensión es de 1,5 V. mientras que el mínimo
es de 0,5 V. Eso corresponde a un valor de ROE=1,5/0,5=3. Lo podríamos calcular también
pasando por la obtención del coeficiente de reflexión: DL=(150-50)/(150+50)=0,5 y por tanto
ROE=(1+0,5)/(1-0,5)=3.

Pérdidas de transmisión en función de la ROE

El coeficiente de reflexión establece una relación entre la potencia incidente Pin, la reflejada
Pref y la transmitida PT (o lo que es igual, disipada en la carga), del siguiente modo:

[1.35]

es decir, la potencia disipada (o transmitida, si la carga es una antena) es la incidente menos la


reflejada. Y expresando DL en función de la ROE según [1.32] se tendrá que:

[1.36]

y el rendimiento definido como 0=PT/Pi será, en porcentaje:

32
[1.37]

Obviamente, cuando la ROE=1 (máxima adaptación) el rendimiento es del 100%, toda


la potencia incidente se transmite. Para valores de ROE mayores que 1 el rendimiento será
inferior. Se suele tomar el límite en una valor de ROE =2 en sistemas de alta potencia, siendo
el rendimiento del 88,8 %. Si los sistemas de transmisión trabajan a baja potencia puede llegarse
a un valor de ROE=3, siendo en este caso el rendimiento un 75%. Esto es así porque en el caso
de altas potencias incidentes, si la reflejada es muy alta puede dañar los componentes
amplificadores.

Pérdidas de retorno.

El concepto de “pérdidas de retorno” hace referencia a las veces que es mayor la potencia
incidente que la reflejada. Es otra forma de indicar las pérdidas por ROE, y suele ser un
parámetro útil cuando se caracterizan sistemas de banda ancha, como son las redes de
distribución. Por ejemplo, la normativa de ICT (Infraestructuras Comunes de
Telecomunicación) indica que, para el rango de frecuencias de 15 a 862 MHz las pérdidas de
retorno deben ser $10 dB, y para el rango 950-2150 MHz deben ser $6 dB. Eso quiere decir
que la potencia reflejada debe estar, como mínimo, 10 dB por debajo de la incidente en el
rango 15-862 MHz (y 6 dB en 950-2150 MHz).

Teniendo en cuenta que Pref=Pin·DL2, las pérdidas de retorno, Pret, se obtienen como:

[1.38]

Esta forma de medir la reflexión es interesante cuando se utiliza un analizador de redes, ya


que el parámetro de reflexión, S11, indica precisamente las pérdidas de retorno en dB, aunque
definida a la inversa de como se han escrito en [1.38], es decir, que en dB es el mismo
resultado, pero negativo.

Cuando la impedancia de generador, Zg, y de linea, Z0, no coinciden...

Lo normal es que empleemos líneas de transmisión de igual impedancia que la que tiene
el generador, pero en algunos casos nos interesa que no sea así, y en tal caso algunos de los
conceptos vistos necesitan algún comentario adicional. Por ejemplo, profundicemos un poco
más en el caso de tramos de línea en múltiplos impares de 8/4 como adaptadores de
impedancia. Supongamos un generador de Zg=50 S conectado a un tramo de línea sin
pérdidas de Z0=70.71 S y longitud 8/4, siendo la impedancia de la antena ZL=100 S. Si
calculamos la impedancia vista desde generador:

33
[1.39]

que coincide con Zg, es decir, que estamos en el caso de adaptación de impedancias usando un
tramo de línea de 8/4. En tales condiciones y en ausencia de pérdidas por atenuación, toda la
potencia disponible del generador se disipa en la carga, y por tanto el coeficiente de reflexión
en el extremo de generador es nulo:

[1.40]

Por otro lado, si aplicamos la relación vista para el coeficiente de reflexión en la antena, DL:

[1.41]

los que nos llevaría a pensar en que hay potencia reflejada en la antena, pero no es así, ya que
toda la disponible se disipa en ella. En este caso ya no coincide el hecho de que el módulo del
coeficiente de reflexión en la carga coincide con el de generador.

Si calculamos los valores de tensión en el extremo de carga, VL, y en el de generador, Vin,


resulta que:

[1.42]

y:

[1.43]

que nos indican que el diagrama de onda estacionaria tiene un máximo de tensión en la carga
de 7,071 V y un mínimo en generador de 5 V. Es decir, que sí que existe ROE en la línea, ya
que si aplicamos la definición de ROE que tiene en cuenta estos valores de tensión mínimo y
máximo:

[1.44]

34
y coincide con el valor de ROE que existe en la carga, obtenido con la expresión general. Luego
está claro que el coeficiente de reflexión en carga, DL, es útil para obtener el diagrama de onda
estacionaria, pero no para obtener una potencia reflejada. En la figura siguiente se resume todo
lo dicho para este caso.

Fig. 1.24. Diagrama de onda estacionaria para una línea terminada en ZL=150 S.

Las pérdidas de transmisión habría que calcularlas con Dg, o con la ROEg, en el extremo de
generador, mientras que la expresión [1.28] sigue siendo válida para representar el diagrama
de onda estacionaria.

35
2. Conceptos básicos sobre antenas

2.1. Caracterización de una antena como elemento transmisor.

Una antena transmisora es un dispositivo que, en su versión ideal, consigue radiar una
potencia igual a la que se le entrega. Desde el punto de vista eléctrico presenta una impedancia
de entrada compleja, que genéricamente expresaremos como:

[2.1]

donde Ra es la parte real y Xa es la parte imaginaria. A su vez, la parte resistiva se desglosa en dos
componentes:

[2.2]

donde Rp es la llamada resistencia de pérdidas y Rr es una resistencia ficticia llamada resistencia


de radiación. Si el valor eficaz de la corriente entregada a la antena es i, la potencia transmitida
por la antena, Pt, será:

[2.3]

en virtud de lo cual, el circuito equivalente de una


antena transmisora conectada a un generador es el
de la figura 2.1.

En general se supondrá que la antena está


sintonizada a la frecuencia de emisión, es decir,
que Xa=0, y que la antena está adaptada al
generador, es decir, que Zg=Ra=Rp+Rr. En esta
situación, la potencia disponible del generador,
Pd, se divide en dos partes: una es la potencia
disipada en la resistencia de pérdidas, Pp, y otra es
la potencia radiada, Pr.

[2.4]

Fig. 2.1. Circuito equivalente de una antena


conectada a un generador
Se denomina rendimiento de la antena como
transmisora al cociente entre la potencia radiada por la antena y la potencia entregada a la
misma (que en las condiciones mencionadas es la potencia disponible del generador):

36
[2.5]

y que si se multiplica por 100 expresará el rendimiento en porcentaje.

2.2. Propiedades de los campos electromagnéticos en el espacio libre.

Supongamos, como ejemplo, una antena lineal colocada en el origen de coordenadas (fig.
2.2). Cuando es excitada por un generador produce un campo eléctrico que se propaga
en dirección del eje y, ortogonal a éste, y un campo magnético , también ortogonal al eje
y y ortogonal a su vez al campo eléctrico. Ambos dependerán de la dirección considerada, y sus
propiedades son las siguientes:

Fig. 2.2. Campos eléctrico y magnético producidos por una antena lineal.

1. El vector de campo magnético es ortogonal al vector de campo eléctrico .

2. El cociente de los módulos de los vectores campo eléctrico y magnético es una constante
característica del medio de propagación, denominada impedancia característica del
medio:

[2.6]

cuyo valor en el vacío, y muy aproximadamente en el aire es de .

3. La velocidad de fase de la onda electromagnética depende de los parámetros :0 y g0 del


medio, como:

[2.7]

cuyos valores para el vacío, y muy aproximadamente para el aire son:

37
Y por tanto la velocidad de propagación es de vp=3·108 m/s.

4. El módulo del conocido como Vector de Poynting, M, representa la densidad de flujo


de potencia en la dirección (2, n), es decir, la potencia que fluye por unidad de
superficie, siendo esta superficie perpendicular a la dirección de propagación:

[2.9]

donde se ha tenido en cuenta la relación entre los campos eléctrico y magnético


expresada en la ecuación [2.6] y la relación entre las magnitudes de pico y eficaces,
siendo |Eef| el módulo del valor eficaz del campo. En lo sucesivo, a no ser que se
indique lo contrario, siempre que escribamos el campo eléctrico simplemente como “E”
consideraremos que es el valor eficaz, para simplificar la notación.

2.2.1. Características de radiación de una antena.

En general, una antena produce un campo de radiación que varía con la dirección. Dada
una antena en el origen de coordenadas, para reflejar este hecho se definen en un punto P
alejado de la antena una distancia “r”, los parámetros mencionados a continuación (figura 2.3):

Fig. 2.3. Geometría en coordenadas esféricas para establecer las características de radiación de una
antena.

38
Intensidad de radiación (w/sr).

Es la cantidad de potencia radiada por unidad de ángulo sólido. Así, para un ángulo sólido
elemental dS se puede expresar como:

[2.10]

Densidad de flujo de potencia (w/m2)

Es la potencia que fluye a través de una superficie elemental dS dispuesta ortogonalmente


a la dirección de propagación:

[2.11]

ya que dS=r2·dS. Si E(2,n) es el valor eficaz del campo en el punto P, se tiene asimismo que:

[2.12]

Se denomina antena isótropa a una antena ficticia, no realizable físicamente, que radia con
la misma intensidad en todas las direcciones. Su radiación carece de polarización. Aunque se
trata de una antena ideal abstracta es muy utilizada como antena de referencia. La intensidad
de radiación para una antena isotrópica que radie pt watts será:

[2.13]

y con ello la densidad de flujo de potencia a la distancia r=d, para una antena isotrópica, será:

[2.14]

Ganancia isotrópica de una antena.

Se denomina directividad, ganancia directiva, o simplemente ganancia de una antena ideal


cualquiera, sin pérdidas, con respecto a la antena isotrópica, al cociente entre la intensidad de
radiación producida en un punto del espacio por dicha antena y la intensidad de radiación que
produciría la antena isotrópica, excitadas ambas con la misma potencia:

39
[2.15]

por consiguiente, tal antena produce una intensidad de radiación:

[2.16]

y su densidad de flujo, a la distancia d, será:

[2.17]

Para una antena isotrópica, si nos fijamos en las ecuaciones [2.12] y [2.14], podemos
establecer la relación entre potencia transmitida y campo eléctrico a una distancia d, ya que se
cumple:

[2.18]

y si consideramos una antena cualquiera, de ganancia g(2, n), el campo E(2,n) será:

[2.19]

De esas relaciones también se puede obtener que:

[2.20]

relación que nos hace entender la ganancia como el cociente entre el cuadrado del campo que
pone una antena determinada a la distancia d y el cuadrado del campo que pondría una antena
isotrópica a esa misma distancia.

2.2.2. Diagramas de radiación de una antena.

La ganancia directiva g(2,n) de una antena contiene los efectos direccionales de radiación
de una antena. Llamaremos ganancia de la antena al valor máximo de la ganancia directiva, que
se producirá en una determinada dirección (20, n0) en la que serán máximos también tanto la

40
potencia como el campo eléctrico. Manteniendo fija la potencia aplicada a la antena se tendrá
que:

[2.21]

lo que indica que los diagramas de radiación representan el cociente entre campos,
generalmente en forma logarítmica (en dB), fijando uno de los ángulos y haciendo variar el
otro. Se obtienen así cortes del diagrama tridimensional de g(2,n). Con referencia a la figura
2.3 se definen usualmente dos diagramas de radiación:

1. Diagrama vertical, o de campo E, donde fijamos n y variamos 2. Se suele elegir el valor


de n que corresponde al máximo. Por ejemplo, suponiendo que sea n=0 (eje x):

[2.22]

2. Diagrama horizontal, o de campo H, donde fijamos 2 a un valor, normalmente al que


se produce el máximo (supongamos por ejemplo B/2) y variamos n:

[2.23]

2.3. Campo en condiciones de espacio libre.

2.3.1. Antena isotrópica. Concepto de PIRE.

Se llama Potencia Isotrópica Radiada Equivalente (PIRE) al producto de la potencia


suministrada a la antena por la ganancia isotrópica de ésta:

[2.24]

por lo que el campo eléctrico producido por cualquier antena podrá escribirse en función de
su PIRE como:

[2.25]

La PIRE depende de la dirección (2, n) pero en general, cuando se habla de PIRE sin
especificar la dirección se entiende que es el valor máximo (correspondiente al máximo de

41
ganancia de la antena). Una expresión con unidades más prácticas derivada de la [2.25] es:

[2.26]

y si trabajamos en unidades logarítmicas, el campo se expresa en dBuV/m, resultando :

[2.27]

o también:

[2.28]

2.3.2. Antenas lineales.

Se denomina antena lineal a un radiador constituido por una linea de transmisión abierta
excitada simétricamente en un extremo. Produce campos con polarización lineal (horizontal
o vertical), dependiendo de la posición de la antena. La familia de antenas lineales es muy
amplia y comprende dipolos, antenas yagui, paneles, etc. Son muy utilizadas en radiodifusión,
televisión y comunicaciones móviles. Comenzaremos por el estudio de dos tipos básicos, el
dipolo elemental y el dipolo 8/2.

Dipolo elemental.

El dipolo elemental, o dipolo de Hertz, es la antena con polarización lineal más simple.
Está formada por dos conductores con excitación central simétrica, siendo la longitud total L
muy pequeña en comparación con la longitud de onda 8. Esto permite suponer que la corriente
I que circula por la antena tiene un valor eficaz constante. El campo que produce esta antena
a la distancia d en la dirección (2, n) es:

[2.29]

Al producto l·I se le llama momento eléctrico del dipolo. Obviamente, el campo es máximo
en el plano ortogonal al dipolo (2=B/2):

[2.30]

A su vez, la densidad de flujo de potencia será:

42
[2.31]

siendo la densidad de flujo máxima para 2=B/2

[2.32]

Integrando la densidad de flujo de potencia de [2.31] en una superficie esférica de radio


d obtendremos la potencia total radiada:

[2.33]

donde se ha tenido en cuenta que, en coordenadas esféricas (ver geometría en fig. 2.3):

[2.34]

Ahora, igualando la potencia total radiada pt = Rr·i2 obtenemos el valor de la resistencia de


radiación:

[2.35]

Es más habitual expresar el campo en función de pt en vez de en función de i. Se tiene


entonces:

[2.36]

que en unidades más prácticas resulta:

[2.37]

Es interesante comparar la expresión [2.37] con la [2.26], comprobándose que el campo


creado por un dipolo elemental sigue la misma ley que el creado por una antena isotrópica.
Podemos obtener la ganancia del dipolo elemental como:

[2.38]

43
Dipolo 8/2. Concepto de PRA (o también PRE).

El dipolo 8/2 es una antena sintonizada cuya longitud teórica es precisamente 8/2. Puede
comprobarse que el campo producido por esta antena en un punto (d, 2, n) es el siguiente:

[2.39]

siendo i el valor eficaz de la corriente en el punto de alimentación donde es máxima (el punto
central del dipolo). Haciendo un desarrollo similar al anterior se obtiene que la resistencia de
radiación del dipolo es de 73,2 S y que el campo que produce a una distancia d resulta:

[2.40]

o también en unidades más prácticas:

[2.41]

y de la misma forma obtenemos su ganancia:

[2.42]

El diagrama de radiación de un dipolo 8/2 dispuesto a lo largo del eje z no depende de n,


luego es una antena omnidireccional y el corte en el plano H será una circunferencia. El corte
en el plano E es el mostrado en la figura 2.4.

En la práctica, para aplicaciones de radiodifusión, se utilizan antenas derivadas del dipolo


8/2 (paneles, yaguis, etc.) y para este tipo de antenas el dipolo constituye una referencia muy
adecuada, por lo que se especifica su ganancia tomando el dipolo como referencia. Tales
ganancias se indican con el subíndice “d”. Así, el campo producido por una antena con
ganancia gd será, en unidades prácticas:

[2.43]

Al producto pt·gd (potencia entregada a una antena por su ganancia respecto al dipolo 8/2)
se le llama Potencia Radiada Aparente (PRA), o también en ocasiones Potencia Radiada
Equivalente (PRE) y dependerá de la dirección (2, n).

44
[2.44]

Fig. 2.4. Campo E(2,n) normalizado de un dipolo 8/2 y ancho de haz


a 3 dB (10-3/20 = 0,71 veces en campo).

Para la dirección en que gd(2, n) es máxima también lo será la PRA (2, n), y se habla
simplemente de PRA. Una variante de las relaciones [2.27] y [2.28] teniendo en cuenta la PRA
en vez de la PIRE será:

[2.45]

o también
[2.46]

Como el dipolo 8/2 tiene una ganancia isotrópica G=2,15 dB, la relación entre la ganancia
isotrópica de una antena y la ganancia respecto al dipolo, Gd, en dB, será:

[2.47]

de donde se extrae también la relación entre la PIRE y la PRA:

[2.48]

45
2.4. Campo producido por antenas próximas al suelo.

Si las antenas están próximas al suelo, éste interviene en el diagrama de radiación, ya que
sólo existe flujo de potencia radiada en un hemisferio. Además se produce una variación en la
resistencia de radiación. La influencia del suelo permite construir antenas equivalentes a los
dipolos, pero más cortas, lo que es importante desde el punto de vista económico y de
construcción física, sobre todo a frecuencias bajas.

A continuación obtendremos el campo para los tipos de antenas más habituales, e


introduciremos una nueva clase. Se supondrá en todos los desarrollos que el suelo es un
conductor ideal para todas las frecuencias.

2.4.1. Radiador isotrópico próximo al suelo.

Si una antena isotrópica radia una potencia pt, como sólo lo hace en un hemisferio, la
densidad de flujo de potencia producido a la distancia d se dobla respecto al que se tendría en
espacio libre:

[2.49]

y si la igualamos a E2/120B resulta que el campo es:

[2.50]

y en unidades más prácticas:

[2.51]

valor de campo que resulta veces mayor que el obtenido en espacio libre y la ganancia
respecto a éste será de 3 dB.

2.4.2. Dipolo elemental próximo al suelo.

En la figura 2.5 se muestra esta disposición. El campo en cualquier punto del hemisferio
superior se calcula mediante la teoría de imágenes, como suma del campo producido por el
dipolo real y el campo producido por su imagen especular respecto al plano conductor infinito
(suelo).

46
Fig. 2.5. Dipolo corto próximo al suelo.

Sucede lo mismo que para el caso de la antena isotrópica, para puntos situados justo por
encima del suelo (2=90º), para la misma intensidad de alimentación se duplica la potencia
radiada respecto a las condiciones de espacio libre:

[2.52]

Ello significa que se ha duplicado la resistencia de radiación, que ahora será:

[2.53]

Y el campo eléctrico, en unidades prácticas:

[2.54]

y la situación es análoga a la obtenida para una antena isotrópica, para la misma potencia
radiada, el campo es veces mayor que en condiciones de espacio libre. Notar que la
ganancia isotrópica no varía, ya que habría que calcularla respecto a una antena isotrópica en
las mismas condiciones, próxima al suelo.

2.4.3. Antena monopolo elemental.

La teoría de imágenes permite la realización de antenas verticales con una longitud igual
a la mitad de su valor teórico, ya que la otra mitad la suple la imagen eléctrica. Así podemos
construir el llamado monopolo elemental, una antena de longitud mitad al dipolo y excitado
en el extremo (ver figura 2.6). Como funciona igual que un dipolo elemental, el campo
coincidirá con el creado por éste en espacio libre:

47
Fig. 2.6. Monopolo elemental sobre el suelo

[2.55]

Ahora, integrando la densidad de flujo en el hemisferio superior, se obtiene una potencia


de:

[2.56]

es decir, que la resistencia de radiación del monopolo elemental es:

[2.57]

Hay que tener en cuenta que en las expresiones anteriores, el valor de la longitud “l” es la
del dipolo equivalente (es decir, monopolo más su imagen). Si llamamos “h” a la altura del
monopolo elemental sobre el suelo, se tiene que (puesto que l=2h):

[2.58]

y la resistencia de radiación:

[2.59]

y eliminando la corriente “i” de [2.56] y [2.58] resulta un campo de:

[2.60]

48
es decir, el mismo que el producido por un dipolo en las mismas condiciones. Por tanto puede
sustituirse una antena dipolo vertical de longitud l por un monopolo de altura h=l/2 para
emisiones con polarización vertical y recepción en las proximidades del suelo.

2.4.4. Antena monopolo.

Extrapolando las conclusiones del apartado anterior se llega al concepto de antena


monopolo, como radiador real, de altura h, excitado entre su extremo y tierra. Puede
comprobarse que el campo producido por esta antena es:

[2.61]

donde se ha introducido el parámetro he, altura efectiva del monopolo, que en general difiere
de la altura real h. La relación entre he y h depende de la frecuencia y en general es compleja,
si bien hay dos casos prácticos para los cuales esta relación es simple: la antena vertical corta y
el monopolo en 8/4.

Antena vertical corta (AVC).

Se denomina antena vertical corta a un monopolo de altura h tal que h/8#0,1. Para esta
antena, la altura efectiva coincide con la real, y por tanto el campo eléctrico producido es:

[2.62]

En ocasiones esta antena vertical corta se usa como referencia para antenas monopolo. Si
una antena monopolo cualquiera tiene una ganancia gavc veces respecto a la antena vertical
corta, el campo producido será:

[2.63]

Monopolo en 8/4.

Para el monopolo 8/4 la altura efectiva es he=8/2B. Teniendo en cuenta que h=8/4 resulta
un campo producido de:

[2.64]

lo que significa que la resistencia de radiación es la mitad que la del dipolo 8/2, es decir,
Rr=36,6 S, de donde se deduce que el campo producido es:

49
[2.65]

Para antenas monopolo en las que su longitud cumpla que 0,1 #h/8 #0,25, la altura efectiva
es de:

[2.66]

2.5. Algunas antenas lineales clásicas.

La antena dipolo en 8/2 es una antena omnidireccional resonante de fácil construcción,


cuya impedancia característica es de 73 S. Tiene algunos inconvenientes que conviene
mencionar:

- No resulta del todo adecuada para sistemas de transmisión que utilizan cables coaxiales
de impedancia característica de 50 S, que es lo habitual en transmisión (sobre todo en
altas potencias),

- Presenta un ancho de banda de funcionamiento bastante estrecho.

- Es omnidireccional, lo que es una ventaja en sistemas broadcast (no en todos) y un


inconveniente en enlaces punto a punto o para conseguir coberturas localizadas en una
cierta zona.

Entendemos por ancho de banda el conjunto de frecuencias para las que la antena presenta
una ROE inferior a una dada. Se suelen usar los anchos de banda, a ROE=1,5 y a ROE=2. Si
tenemos en cuenta la relación entre la potencia incidente y la reflejada con la ROE y la
definición de las pérdidas de retorno (según la ecuación [2.35], que recordamos a
continuación):

[2.67]

tenemos que una ROE = 1,5 supone unas pérdidas de retorno de 14 dB, mientras que una
ROE=2 supone unas pérdidas de retorno de 9,54 dB, que suele redondearse a 10 dB.
Normalmente un valor de ROE superior a 2 no es admisible en ningún sistema de
transmisión, valor para el cual la potencia reflejada es ya un 11% de la incidente.

La estrategia es buscar modos de alimentar el dipolo que permitan mejor adaptación y


optimización del ancho de banda. Veamos algunos de ellos.

50
2.5.1. Dipolo en 8/2 alimentado descentrado a 50 S (alimentador “Gamma
Match”).

Una forma de alimentar un dipolo y conseguir una impedancia de entrada de 50 S es usar


una estructura como la mostrada en la figura (2.7). La idea es obtener en el punto de
alimentación una impedancia de entrada cuya parte real sea lo más parecida a 50 S, y cuya parte
imaginaria sea positiva (es decir, de carácter inductivo), que será cancelada con un condensador
en serie que proporcione la misma impedancia imaginaria y con ello conseguir la adaptación.

Fig. 2.7. Alimentación de un dipolo a 50 S mediante un


Gamma Match

2.5.2. Dipolo 8/2 alimentado en el extremo.

Una alternativa práctica para alimentar un dipolo es


hacerlo en el extremo. Como un hilo de longitud 8/2
tendrá una impedancia muy alta alimentado en el
extremo es necesario un sistema de adaptación a los 50
S de alimentación. Para ello se puede usar un tramo
de linea de transmisión paralela, quedando el diseño
según se muestra en la figura 2.8.

En principio se puede usar cualquier impedancia


característica para el tramo de línea de longitud 8/4, ya
que siempre existirá un punto de alimentación
cercano al extremo cortocircuitado que tendrá una
impedancia cercana a los 50 S. En la práctica las
longitudes dependerán de la impedancia Z0 de la línea,
y deben ser encontradas por simulación.

2.5.3. Antena “Ground Plane”


Fig. 2.8. Dipolo 8/2 alimentado en el
Una alternativa más para la construcción de un
extremo (antena J).
antena de longitud 8/2 es basarse en la idea de que un

51
monopolo 8/4 sobre un plano de masa se comporta en realidad como un dipolo 8/2. El plano
de masa se puede simular colocando varios hilos debajo del elemento radiante (figura 2.9).
Además se tiene la ventaja de que la impedancia del punto de alimentación varía en función
del ángulo de éstos hilos.

Fig. 2.9. Antena Groundplane


genérica..

El funcionamiento en la práctica es muy similar al de un dipolo, con la ventaja de poder


ajustar de forma sencilla la impedancia en el punto de alimentación.

2.5.4. El dipolo plegado.

Uno de los inconvenientes de las antenas vistas hasta ahora es el reducido ancho de banda
que presentan. Una forma de aumentarlo es construir un dipolo plegado, como se muestra en
la figura 2.10.

Debido a su estructura, la longitud resonante (a


la que se anula la parte imaginaria de la impedancia
de entrada) es ligeramente inferior a 8. Además esta
impedancia está en torno a los 300 S.

2.5.5. Antenas directivas: antena Yagui-


Uda.

Una manera de conseguir ganancia es añadir


elementos parásitos (no alimentados) en las
proximidades del elemento radiante. De esta manera
se consigue concentrar la potencia en una dirección
determinada. Un ejemplo se muestra en la figura
2.11.
Fig. 2.10. Dipolo plegado.

52
Fig. 2.11. Antena Yagui de tres elementos.

2.6. Ancho de banda de trabajo de una antena.

El ancho de banda en el que se puede utilizar una antena está definido en base a la ROE
que se obtiene cuando se conecta a una línea de transmisión. Lo deseable es que la impedancia
de entrada de la antena sea real y de igual valor que la impedancia característica de la línea,
siendo la ROE=1, pero normalmente eso se cumplirá sólo a una frecuencia. Al aumentar o
disminuir la frecuencia respecto a ese valor se produce un cambio en la impedancia (tanto en
la parte real como en la imaginaria) que produce un aumento de la ROE.

Se define el ancho de banda a ROE=1.5 como el conjunto de frecuencias a las que la ROE
está por debajo, o iguala, ese valor. Y del mismo modo se define el ancho de banda para ROE
=2. El de ROE=1.5 se suele usar cuando se manejan altas potencias, mientras que el de
ROE=2 puede ser adecuado para potencias medias-bajas. En las figuras 2.12 y 2.13 se muestra
la variación de impedancia con la frecuencia y el ancho de banda a ROE=1.5 y 2 de un dipolo
8/2 sintonizado a F=100 MHz. Observar que la impedancia de entrada es puramente real e
igual a 73 S para la frecuencia a la que está calculado (en la figura 2.12, la línea roja, que
representa la parte imaginaria de la impedancia se anula justo en 100 MHz, y en ese punto la
azul, que es la parte real, vale 73 S). En la figura 2.13, para el cálculo de la ROE y el
correspondiente ancho de banda se ha supuesto que la línea de transmisión también tiene una
impedancia de 73 S. Eso proporciona el mayor valor de ancho de banda de la antena. Sin
embargo es un detalle importante si tenemos en cuenta que en la práctica no existe
comercialmente un cable con una impedancia de 73 S, y el más próximo es de 75 S. Incluso
sería posible alimentar el dipolo con un cable coaxial de 50 S, si bien el ancho de banda se vería
reducido.

53
Fig. 2.12. Variación de la impedancia de entrada de un dipolo 8/2 con la frecuencia
(sintonizado a F=100 MHz)

Fig. 2.13. Ancho de banda para ROE=1.5 y ROE=2 de un dipolo 8/2 (sintonizado a
F=100 MHz)

2.7. Caracterización de la antena como elemento receptor.

Cuando la antena se coloca en una estación receptora, su misión es la extracción de energía


de la onda electromagnética incidente en ella y su transferencia al receptor conectado a la
misma. En radiocomunicaciones puede caracterizarse la antena en términos de potencia o
tensión. Normalmente se aplica el enfoque de potencia a antenas de tipo superficial, como son

54
las bocinas o paraboloides, mientras que el enfoque de tensión es el preferido para antenas
lineales. Los parámetros de caracterización se definen siempre en condiciones de adaptación
de impedancias entre la antena y el receptor a ella conectado. Supondremos también que existe
adaptación en la polarización.

2.7.1. Superficie equivalente de una antena receptora.

Supuesta una antena receptora, en el espacio libre, situada en un punto en el que la


densidad de flujo de potencia es M (w/m2), se define la superficie equivalente como el cociente
entre la potencia disponible que entrega y la densidad de flujo:

[2.68]

Para una antena isótropa, en condiciones de espacio libre, se demuestra en teoría


electromagnética que su superficie equivalente es:

[2.69]

y para una antena de ganancia isotrópica gr:

[2.70]

Si la antena está situada sobre un plano conductor ideal, la superficie equivalente resulta:

[2.71]

si bien ahora la ganancia gr es la ganancia de la antena respecto a la isotrópica puesta en las


mismas condiciones, es decir, sobre un plano conductor ideal.

Ejemplo 1:

La ganancia de una antena parabólica viene dada por:

[2.72]

donde D es el diámetro y k un factor de rendimiento. La superficie equivalente será:

55
[2.73]

donde sgeo= BD2/4 es la superficie geométrica de la parábola. De ahí también se deduce que k
es el cociente entre la superficie equivalente y la geométrica (siempre será menor o igual a 1).

Ejemplo 2.

Para una antena dipolo 8/2, cuya ganancia hemos visto que es gr=1,64, la superficie
equivalente será:

[2.74]

por lo tanto esta antena captará menos potencia a medida que la frecuencia aumenta.

2.7.2. Longitud efectiva y circuito equivalente de una antena receptora.

Las antenas lineales (dipolos, monopolos) suelen describirse mejor en términos de su


longitud efectiva de recepción, parámetro que describe la capacidad de la antena para
transformar el campo eléctrico incidente en tensión. Consideremos una antena ideal sin
pérdidas, cuya resistencia de radiación es Rr y su ganancia isotrópica gr. En virtud del teorema
de reciprocidad, la antena equivale a un generador de resistencia interna igual a la resistencia
de radiación Rr cuya tensión es:

[2.75]

Fig. 2.14. Circuito equivalente de una antena receptora


ideal, en condiciones de adaptación de impedancias.

donde E es el campo incidente y lef es la longitud efectiva de recepción de la antena (que


coincidirá con la de transmisión). Para obtener su valor partimos de la superficie equivalente,

56
e igualamos la potencia entregada por la antena a la potencia disponible en bornas de la antena,
según el circuito equivalente de la figura 2.14:

[2.76]

y como la tensión v debe ser igual a lef · e se deduce que:

[2.77]

También podemos escribir la potencia disponible en bornas de la antena como:

[2.78]

y obviamente, si sustituimos en esta expresión de la potencia disponible el valor de lef obtenido


en [2.77] obtenemos la relación entre la potencia entregada por la antena y su superficie
equivalente:

[2.79]

demostrándose así la equivalencia entre longitud y superficie efectiva. Recalcar que el concepto
de superficie equivalente va ligado a la potencia entregada a la carga por la antena en
condiciones de adaptación. De las ecuaciones anteriores se extrae la relación entre la superficie
y la longitud equivalentes:

[2.80]

2.8. Potencia recibida.

Se denomina potencia recibida en un enlace de radiocomunicación a la potencia disponible


en una antena adaptada. Considerando una antena receptora cuya superficie equivalente de
recepción es seq, situada en un punto donde la intensidad de campo eléctrico es E y la densidad
de flujo de potencia es M, la potencia recibida es:

[2.81]

57
y para una antena de ganancia isotrópica gr será (teniendo en cuenta, como vimos en [2.69],
que la seq de una antena isotrópica es 82/4B) :

[2.82]

expresión que relaciona la intensidad de campo y la potencia recibida, de gran utilidad práctica
en los cálculos de sistemas radioeléctricos. En unidades logarítmicas más prácticas resulta:

[2.83]

Por las condiciones de cálculo, esta expresión es válida para cualquier antena separada del suelo
y cualquier medio de propagación que pueda asemejarse al espacio libre.

2.9. Fórmulas de Friis para el enlace.

Con lo visto hasta ahora estamos en condiciones de establecer las relaciones que permiten
el cálculo de un radioenlace completo. Distinguiremos dos casos: espacio libre y un medio
cualquiera.

En un sistema de radiocomunicaciones siempre interviene de alguna forma el medio de


propagación. El caso ideal del espacio libre es el marco de referencia que indica las pérdidas
mínimas que se pueden obtener. Seguidamente se van añadiendo correcciones o atenuaciones
adicionales en función de las características específicas del medio de propagación, como son:
obstáculos, lluvia, desvanecimientos, gases atmosféricos, etc..

2.9.1. Enlace radioeléctrico en condiciones de espacio libre.

Comenzamos considerando antenas isótropas y luego añadiremos las ganancias


correspondientes. Se denomina pérdida básica de propagación al cociente pt/pr entre la potencia
transmitida y la recibida por otra antena similar, en condiciones de espacio libre (lo
señalaremos con el subíndice “f” de free space).

Como ya hemos visto, la potencia recibida es:

[2.84]

y a su vez el flujo de potencia N se obtiene en función de la potencia transmitida como:

58
y de ambas extraemos la pérdida básica de propagación en espacio libre, lbf (loss basic free-space):

que en dB y en unidades prácticas se expresa como:

[2.87]

Si ahora contemplamos dos antenas cualesquiera de ganancias gt y gr, en veces, resultan


unas pérdidas de transmisión en espacio libre ltf (loss tranmission free-space) de:

[2.88]

donde Gr =10·log(gr) y Gt =10·log(gt). Esta expresión también es utilizable cuando las antenas
están sobre un plano conductor.

2.9.2. Enlace radioeléctrico en un medio cualquiera.

Cuando las condiciones no son de espacio libre se produce un exceso en las pérdidas sobre
las de espacio libre, que llamaremos AE. Para identificarlo mejor comencemos por definir la
“pérdida básica” lb (ya sin referirnos a espacio libre), que será el cociente entre la potencia
transmitida por una antena isotrópica y la recibida por otra antena isotrópica teniendo en
cuenta el medio real de transmisión:

[2.89]

Expresamos ahora el valor de la potencia recibida en función del campo eléctrico existente
en el punto de recepción:

[2.90]

donde E0 es el campo que se recibiría en condiciones de espacio libre en dicha ubicación y E


es el campo que se recibe en condiciones reales en ese medio (no espacio libre). Entonces,
teniendo en cuenta la relación entre la PIRE y el campo producido a una distancia “d” en
espacio libre:

[2.91]

59
escribimos la potencia recibida como:

[2.92]

Al factor aE=(E0/E)2 lo llamamos “pérdidas en exceso”, y si identificamos en la expresión


anterior las pérdidas en espacio libre:

[2.93]

efectivamente se observa que lo que hemos llamado “pérdida básica en un medio cualquiera”,
lb, es la pérdida básica en espacio libre más la atenuación en exceso, aE, y estas últimas coinciden
con la atenuación que sufre el campo eléctrico en el camino de propagación. Calculada en dB
esta pérdida en exceso aE se obtiene como:

[2.94]

es decir, que la pérdida total de propagación en un medio cualquiera es igual a la pérdida que
se produciría en espacio libre por la atenuación de campo aE así definida. Por ello, muchos de
los métodos de predicción de la atenuación de propagación se limitan a la evaluación de aE, ya
que las pérdidas en espacio libre son siempre las mismas, para una frecuencia y distancia
determinadas.

Por último se define la pérdida de transmisión lt para dos antenas cualesquiera a través de
un medio arbitrario como (en dB):

[2.95]

que es un valor de pérdidas que incluye también la ganancia de las antenas utilizadas. En la
tabla siguiente se resume el significado de las distintas pérdidas definidas hasta ahora.

Pérd. básica en espacio libre Lbf Antenas isótropas en espacio libre

Pérd. básica Lb=Lbf+AE Antenas isótropas en medio cualquiera

Pérd. transmisión en espacio Ltf=Lbf-Gt-Gr Antenas cualesquiera en espacio libre


libre

Pérd. transmisión Lt=Lb-Gt-Gr Antenas cualesquiera en medio cualesquiera

60
Relación entre la pérdida básica y la intensidad de campo.

Es habitual tener que calcular el campo eléctrico E en un punto en función de la potencia


transmitida Pt (o de la PIRE) y la pérdida básica de propagación, Lb. A partir de las anteriores
se puede llegar fácilmente a la siguiente relación:

[2.96]

En la figura siguiente se resumen las expresiones más útiles en el cálculo de enlaces


radioeléctricos.

Fig. 2.15. Resumen de expresiones útiles en el cálculo de un enlace radioeléctrico.

2.10. Agrupaciones de antenas. Arrays.

Para aumentar la ganancia o modificar algunas características del diagrama de radiación de


una antena se recurre a agrupar varias de ellas (normalmente iguales) ordenadas regularmente
y alimentadas con las fases adecuadas. Hay diferentes tipos de arrays, pero los más importantes
son los lineales, que agrupan las antenas en una línea, y los planos, que agrupan las antenas de
forma bidimensional.

Comencemos por estudiar el array más sencillo, que es el compuesto por dos antenas
isotrópicas colocadas a una cierta distancia, D, por ejemplo en el eje z. Si nos planteamos
calcular el campo a una distancia mucho mayor que la separación entre ambas, D, la geometría
a considerar sería la mostrada a continuación en la figura 2.16. Como se observa, la diferencia
de distancias que hay entre ambas antenas al punto lejano considerado en la dirección 2 es
D·cos(2), mayor para la antena 1 que para la 2. Esa diferencia de distancias se corresponde con
una diferencia de fases, ":

[2.97]

61
Fig. 2.16. Agrupación de dos antenas isotrópicas y diferencia
de fases entre ambas en un punto lejano.

y cuando esa diferencia de fases sea múltiplo de 2B se producirá una interferencia constructiva
que duplicará el campo eléctrico en esa dirección, mientras que cuando sea múltiplo de B se
producirá una interferencia destructiva que anulará el campo en esa dirección. Con referencia
a la figura 2.16, si ambas antenas son isotrópicas y están alimentadas con la misma amplitud
y fase, el módulo de la amplitud normalizada del campo en la dirección 2 se podrá expresar
como:

[2.98]

ya que la antena 2 recibe la señal con " radianes de adelanto respecto a la antena 1. La expresión
anterior recibe el nombre de “Factor Array”, FA. En las figuras siguientes se muestra la forma
del FA (plano xz) para diferentes separaciones entre antenas.

Fig. 2.17. FA para dos antenas separadas D=8/2

Fig. 2.18. FA para dos antenas separadas D=38/4

62
Fig. 2.20. FA para dos antenas separadas D=38/2

Fig. 2.19. FA para dos antenas separadas D=8

En general, para un array lineal de N antenas agrupadas en el eje z, separadas una distancia D,
el módulo del factor array se obtiene como:

[2.99]

siendo:

[2.100]

y D la separación entre antenas.

63
3. El ruido en comunicaciones

3.1. Introducción.

Las señales aleatorias constituyen un grupo muy importante a tener en cuenta en sistemas
de comunicaciones. La principal característica de una señal aleatoria es que el valor de tensión
que presenta en un instante determinado no puede ser conocido con exactitud.

El ejemplo más evidente de este tipo de señales es el ruido térmico, presente en todas las
comunicaciones. Pero no toda señal aleatoria tiene que ser considerada como ruido. En
ocasiones modelar perfectamente un determinado tipo de señal no es práctico, o simplemente
imposible, y es preferible tratarla como aleatoria. Por ejemplo, en numerosas situaciones nos
interesará tratar las señales de voz como aleatorias y caracterizarlas de forma estadística, más
que conocer los valores de tensión de la señal en un instante de tiempo concreto.

En este tema nos centraremos en el estudio del ruido y su caracterización en sistemas de


comunicaciones.

Repaso: unidades para expresar valores de tensión y potencia.

Es habitual que en sistemas de comunicaciones se manejen los valores de tensiones y


potencias en unidades logarítmicas. Tienen la ventaja de facilitar los cálculos, cambiando las
multiplicaciones por divisiones por sumas y restas. Además permiten el uso de un único valor
de ganancia/atenuación, expresado en dB. En la figura 3.1 se muestra el esquema de un
amplificador de ganancia en potencia ‘g’ veces, siendo la tensión de entrada vin, la potencia de
entrada pin, la tensión de salida vout y la potencia de salida pout.

Fig. 3.1. Magnitudes de entrada y salida en un amplificador de


impedancia de entrada y salida R (S) y ganancia en potencia ‘g’
veces.

64
Si la ganancia en potencia es ‘g’ veces, significa que:

[3.2]

si ahora tomamos logaritmos directamente para el cálculo de las potencias y tensiones resulta
lo siguiente:

[3.3]

donde los valores 10·log(pout) y 10·log(pin) representan las potencias de salida y entrada en
dBW, mientras que 10·log(g) es la ganancia en dB. De este modo se relaciona la potencia de
salida con la de entrada mediante una suma, no una multiplicación. Usando las tensiones en
lugar de las potencias resulta:

[3.4]

y se obtiene un resultado similar para las tensiones, ya que ahora 20·log(vout) y 20·log(vin) son
los valores de tensión de entrada y salida, en dBV, y la ganancia no cambia, sigue siendo
10·log(g). Esto se cumple cuando la impedancia de entrada y salida del amplificador es la
misma, situación habitual en amplificadores de alta frecuencia.

Tensiones y potencias en unidades logarítmicas respecto a una referencia.

Cuando se usan unidades logarítmicas es habitual expresar los valores de potencia y tensión
respecto a un valor de referencia, es decir, que en vez de expresar sólo en “dB” es más adecuado
hacerlo en “dBx”, siendo el carácter “x” el que identifica a la referencia utilizada. Se calcula del
siguiente modo:

[3.5]

donde la letra ‘x’ de las unidades cambia en función del valor de la tensión o potencia de
referencia. En la siguiente tabla se muestran los casos más habituales:

65
Tensión en V vref=1 V 6 dBV vref=1 mV 6 dBmV vref=1 :V 6 dB:V abreviado
(muy usado) (poco usado) dBu (muy usado)
Potencia en W pref=1 W 6 pref=1 mW 6 dBmW, abreviado dBm
dBW (muy usado)
(muy usado)

y la ventaja es que siguen cumpliendo las expresiones mostradas en [3.3] y [3.4] cuando se
utilizan estas unidades, es decir, que por ejemplo:

[3.6]

siendo G(dB) la ganancia de potencia de un amplificador (o atenuador) siempre calculada


como 10·log10(g), donde g es la ganancia en veces.

3.2. Una señal siempre presente en comunicaciones: el ruido.

El ruido es un señal tan importante como molesta en comunicaciones, ya que siempre está
presente en todos los sistemas electrónicos. Su origen es el movimiento de electrones en los
conductores y dispositivos activos. A principios del siglo XX, autores como Boltzman y Plank
demostraron que el ruido que aparece como señal en los circuitos dependía principalmente de
la temperatura y de la resistencia que atraviesan las corrientes eléctricas y en base a ello
plantearon el siguiente modelo: una resistencia de valor R (en S), que está a una temperatura
T (en º Kelvin), es un generador de ruido cuyo circuito equivalente de Thévenin es el
siguiente:

Fig. 3.2. Modelo de ruido de una resistencia de valor R


(S) sometida a una temperatura T (ºK)

es decir, es un generador de tensión en serie con una resistencia de ese mismo valor R, cuya
densidad de tensión, vn, es:

[3.7]

siendo:

66
R: valor de la resistencia, en S
T: Temperatura, en º Kelvin, siendo T(º K)=T(º C)+273
k: Cte. de Boltzman, 1'38·10-23 J/K

Insistimos en que las unidades de ese generador de tensión de ruido son las de una
densidad, V/%Hz, y no simplemente V, es decir, que para obtener la tensión en voltios habrá
que tener en cuenta el ancho de banda que el sistema en necesite para su correcto
funcionamiento.

Potencia disponible de ruido.

Normalmente, cuando se trata de transportar una señal de un punto a otro mediante un


cable, se trabaja en condiciones de adaptación de impedancia, es decir que la impedancia de
salida de generador y la impedancia de entrada del equipo al que se conecta es la misma. Esto
es así porque es en esas condiciones cuando se obtiene la mayor transferencia de potencia de
señal, y la potencia entregada se llama “potencia disponible de señal”. Y si esa señal es en
particular el ruido, hablaremos de “potencia disponible de ruido” (ver figura 1.6), que será:

[3.8]

Fig. 3.3. Potencia de ruido disponible (máxima potencia entregada a la carga)

De igual modo, la potencia de ruido se expresará en W/Hz, y al multiplicar por los Hz de


ancho de banda considerado resultarán los Watios totales de ruido. Esto es así por una
propiedad fundamental de este modelo de ruido, y es que su potencia no cambia con la
frecuencia, es decir que la distribución espectral del ruido es constante en todo el margen de
frecuencias (realmente no es del todo cierto, pero sí en el margen que resulta útil en los
sistemas de comunicaciones actuales). Gráficamente el espectro de potencia de ruido tendrá
el aspecto mostrado en la figura 3.4. De esta manera, si el ancho de banda de trabajo en un
determinado sistema es B (en Hz), entonces la potencia disponible de ruido que hay que
considerar es n=n0·B=KTB, (ya en watios, al multiplicar la densidad de ruido KT, en W/Hz,
por el ancho de banda B, en Hz).

67
En los sistemas de comunicaciones es muy importante la potencia de ruido que existe en
un determinado punto porque, conocida la potencia de señal S, sirve para establecer define el
valor de relación S/N, que es realmente el parámetro más importante para caracterizar la
robustez de los sistemas frente al ruido.

Fig. 3.4. Espectro de potencia de ruido (unilateral y bilateral)

Ejemplo 1.

Un micrófono dinámico de 600 S de impedancia está conectado a una mesa de mezcla de


esa misma impedancia de entrada a través de un tramo de cable de cobre de 100 metros cuyos
conductores tienen 1 mm de diámetro. Si la tensión media que entrega el micrófono es de 2
mV, representar el circuito equivalente para la señal y para el ruido y calcular la relación S/N
a la entrada de la mesa de mezclas. Dato: resistividad del cobre: r=0.017 S·mm2/m.
Resistencia=r·L/S, donde L es la longitud y S la sección del cable.

Solución:

Como la señal del micrófono precisa de dos cables, la resistencia del tramo de cable de 100
metros se puede calcular como:

[3.9]

y el circuito equivalente será el siguiente:

68
Fig. 3.5. Circuito equivalente.

donde la resistencia RT es la suma de la impedancia del micrófono más la resistencia del cable,
y RL es la impedancia de entrada de la mesa de mezclas. Aprovechamos para detallar el
procedimiento de notación: con letras minúsculas nos referiremos a magnitudes en unidades
naturales. Si es una potencia de señal, s; si es una potencia de ruido, n; si son tensiones
añadimos una v minúscula delante. El subíndice, si es necesario, servirá para identificar
tensiones y potencias en diferentes puntos del circuito. En este caso, por ejemplo, vsL es la
tensión de señal en la resistencia de carga, RL. Cuando la tensión y la potencia se indiquen en
unidades logarítmicas (dB:V, dBW, etc.) se indicarán con mayúscula, para distinguirlas.

Con ese criterio, la tensión y potencia de señal en la carga será:

[3.10]

y para el ruido tendremos que la tensión equivalente del generador será:

[3.11]

y por tanto la tensión de ruido y la potencia de ruido en la carga serán:

[3.12]

69
y por último, la relación S/N:

Caracterización del ruido introducido por amplificadores. Concepto de


temperatura equivalente de ruido y factor y figura de ruido.

Un amplificador es un dispositivo que amplifica la señal a su entrada. Cuando esa señal


incluye ruido también es amplificado, y además el amplificador genera su propio ruido, por
lo que se produce un incremento del ruido mayor del esperado a la salida. Esto es debido a que
los elementos activos introducen su propio ruido. El modelo que emplearemos para
caracterizar el ruido en un amplificador es el mostrado en la figura 3.6:

Fig. 3.6. Modelo de ruido para un amplificador.

Supondremos que el sistema se encuentra a la temperatura ambiente, T0=290 ºK. Si la


señal de entrada tiene una potencia sin y el ruido una potencia nin =KT0B, a la salida sería
esperable una potencia de señal de salida sout=sin·g y una potencia de ruido a la salida de
nout=KT0Bg, pero como hemos comentado hay un término añadido de ruido que se modela
suponiendo que el amplificador tiene a su entrada una resistencia a una cierta temperatura que
llamaremos Tamp y que genera una potencia de ruido añadida de KTampB, que a la salida
aparecerá multiplicada por la ganancia g. Al valor Tamp , responsable del ruido que genera el
propio amplificador, se le llama temperatura equivalente de ruido del amplificador. Es un
parámetro que uno esperaría encontrar en los catálogos de los amplificadores empleados en
comunicaciones, y sin embargo en vez de este aparece otro denominado “factor de ruido”, f,
o su equivalente en dB “figura de ruido”, F=10log(f), que se define del siguiente modo: el
factor de ruido de un amplificador es la relación entre las relaciones (s/n) de entrada y de salida
cuando la entrada está a la temperatura ambiente, T0. Según esta definición, su relación con la
temperatura equivalente Tamp será:

[3.14]

70
La utilidad del factor de ruido frente a la temperatura equivalente de ruido es que permite
determinar directamente la degradación, en veces, que sufre la relación (s/n) a la salida respecto
a la que hay a la entrada. Y trabajando en unidades logarítmicas es todavía más cómodo, ya que
la relación S/N a la salida es la que haya a la entrada menos la figura de ruido, porque según
la definición:

[3.15]

por eso los fabricantes incluyen el dato de figura de ruido de los dispositivos activos en sus
catálogos. Es muy importante insistir en este punto que esta expresión [3.15] es cierta cuando
el ruido existente en la entrada es generado a una temperatura igual a la temperatura
ambienteT0=290 ºK, que es la condición impuesta por la definición del factor de ruido.
Posteriormente veremos cómo cambia ligeramente esa expresión cuando esa condición no se
cumple.

Factor de ruido de un atenuador.

Un atenuador se puede considerar como un amplificador de ganancia en veces inferior a


la unidad (negativa en dB). Desde el punto de vista del ruido, un atenuador es un cuadripolo
pasivo que a su salida entrega una potencia de señal disminuida en “at” veces (expresada esta
atenuación en unidades naturales y con valores mayores que 1), mientras que a su salida
entrega el mismo ruido que tenía a su entrada. Eso es porque un atenuador no produce
desadaptación de impedancias y por tanto la impedancia del generador vista desde la carga no
cambia (su equivalente de thevenin tendrá como impedancia de salida la impedancia
característica). Por tanto se cumple lo siguiente:

Fig. 3.7. Comportamiento de un atenuador respecto al ruido.

[3.16]

es decir, que para un atenuador, el factor de ruido coincide con su atenuación. Para ilustrar los
conceptos de factor y figura de ruido en amplificadores y atenuadores veamos el siguiente
ejemplo:

71
Ejemplo 2.

Una antena de TDT entrega en sus terminales un nivel de señal de 50 dB:V a una
frecuencia de 800 MHz, siendo el ancho de banda empleado de 8 MHz. Esta antena está
conectada a un receptor de TV mediante un tramo de cable coaxial de 75 S que atenúa la señal
6 dB. La disposición y demás datos se muestran en la figura 3.8.

Fig. 3.8.

Suponiendo el sistema a temperatura ambiente, T0=290 ºK, se pide:

a) Representar el circuito equivalente de Thevenin para la señal y para el ruido, indicando los
valores de generador e impedancia, y calcular la relación S/N en la antena (en veces y en
dB) y a la entrada del receptor de TV. ¿Cuál ha sido la degradación en la S/N, en dB?

b) Calcular la relación S/N a la entrada del receptor de TV haciendo uso de la figura de ruido
del tramo de atenuación.

Solución:

a) En la misma figura 3.8 se muestra el circuito equivalente del esquema descrito y los
equivalentes de Thevenin obtenidos como se describe a continuación:

72
Un nivel de señal en bornas de la antena Vsa=50 dB:V se corresponde con un valor en
voltios de:

[3.17]

luego, suponiendo adaptación de impedancias, como es habitual, el generador del equivalente


de Thevenin parala señal tendrá un valor justo el doble, vs=0,632 V.

Para la tensión de ruido del circuito equivalente de Thevenin podemos utilizar


directamente la expresión ya mencionada en [3.7]:

[3.18]

es decir, que la tensión de ruido en bornas de la antena será la mitad de ese valor,
vna=3,1/2=1.55 :V. Y si lo expresamos en dB:V será:

[3.19]

Con esos datos, la relación (S/N) en la antena, en veces, será:

[3.20]

y en dB:

[3.21]

Observar que también habríamos llegado al mismo resultado más rápido empleando
directamente los valores en dB:V del siguiente modo:

[3.22]

Ahora, metiendo en juego el atenuador de 6 dB, la tensión en la carga vsL (entrada al receptor
de TV) será: un tramo de 40 metros del cable indicado a 800 MHz supone una atenuación de
0,15·40=6 dB. Por tanto, teniendo en cuenta esta atenuación en el circuito equivalente, la
tensión en la carga y la correspondiente tensión de generador en el equivalente de Thevenin
será:

73
[3.23]

es decir, justo la mitad de la que tendríamos sin el coaxial (es un resultado que aparece con
frecuencia, una caída en tensión de 6 dB supone reducir el valor de tensión a la mitad). Y muy
importante, respecto al ruido, el valor vnL no cambiará, puesto que el modelo es el mismo dado
que la resistencia de generador no cambia vista desde la carga. Por tanto la relación (S/N) a la
entrada del TV será:

[3.24]

b) Haciendo uso del concepto de figura de ruido y acordándonos de la expresión [3.15],


podríamos escribir directamente que:

[3.25]

de manera mucho más rápida e inmediata, que refleja la enorme utilidad del parámetro figura
de ruido.

Factor de ruido de elementos colocados en cascada.

Es habitual en los sistemas que las señales atraviesen cadenas de amplificadores y


atenuadores en cascada. Supongamos que se tienen n amplificadores en cascada, cada uno con
su ganancia gn y su factor de ruido fn:

Fig. 3.9. Parámetros a considerar en elementos en cascada para el cálculo de f.

y para cada amplificador se puede expresar su temperatura equivalente de ruido Tn como


Tn=T0(fn-1), por tanto a la salida de la cadena tendremos las siguientes potencias de señal y
ruido:

[3.26]

y ahora aplicando la definición de factor de ruido se deduce, tras simplificar el cociente, que

74
el factor de ruido total de la cadena es:

[3.27]

resultado muy importante en el cálculo de ruido cuando tenemos elementos en cascada, que
indica que si los valores de ganancia son grandes, el factor de ruido del primer amplificador de
la cadena es el que más influye en el ruido total. De hecho es así como debe ser siempre y por
eso hay que elegir uno que tenga un factor de ruido pequeño y una ganancia alta. Si el primer
elemento es un atenuador grande la situación sería desastrosa, porque un atenuador es un
amplificador pero con ganancia g1 menos que uno (negativa en dB), lo que haría muy elevado
el segundo término de [3.27].

La relación S/N a la salida de un cuadripolo cuando a la entrada no se tiene la


temperatura T0

Hemos visto que la principal ventaja de la figura de ruido F de un cuadripolo es que


permite obtener la relación S/N a la salida simplemente restando a la de entrada ese valor F.
Pero eso sólo es cierto cuando a la entrada del cuadripolo la temperatura de ruido es igual a T0.
Cuando no es el caso, la expresión cambia un poco respecto a la expuesta anteriormente en la
ecuación [2.13]. La situación de partida se muestra en la siguiente figura:

Fig. 3.10. Calculo del ruido a la salida de un amplificador cuando a la entrada la


temperatura es distinta a T0.

En este caso se cumple que la relación S/N a la salida es:

[3.28]

y si la expresamos en dB en función de la S/N de entrada y de las temperaturas T0 y Ta :

[3.29]

75
obtenemos una expresión genérica para el cálculo de la S/N a la salida, que obviamente debe
coincidir con la [3.15] cuando la temperatura de entrada Ta es igual a T0.

Esta expresión genérica [3.29] es útil por ejemplo cuando el primer elemento de la cadena
es una antena, cuya temperatura de ruido no siempre será T0 (hecho que sólo sucede a algunas
frecuencias) y además no es constante con la frecuencia. Depende incluso del entorno en el
que se encuentre instalada. Veamos como se adapta la definición de factor de ruido de una
antena.

Temperatura “Ta” y factor de ruido “fa” de una antena.

Una antena, como dispositivo de captación instalado en una ubicación determinada,


genera su propio ruido que caracterizaremos con una temperatura de ruido, que llamaremos
Ta. Esta temperatura depende de la frecuencia, del diagrama de radiación y del tipo de entorno
en el que se encuentra instalada.

Fig. 3.11. Figura de ruido en antena estimada para frecuencias desde 10 Khz a 100 MHz

76
En la figuras 3.11 y 3.12 se muestran valores prácticos de temperatura de antena a diferentes
frecuencias y para diferentes entornos.

Fig. 3.12. Figura de ruido en antena estimada para frecuencias entre 100 Mhz y 100 GHz

Observar que, como se muestra en las figuras anteriores, en el caso particular de una antena,
su factor de ruido fa y su figura de ruido Fa se definen como:

[3.30]

es decir, que la figura de ruido de una antena representa los dB’s que separan su temperatura
de ruido Ta de la de referencia T0. En general, a frecuencias bajas y entornos urbanos es cuando
se obtienen las temperaturas de ruido más altas, mientras que a frecuencias altas, en las que las
antenas además suelen ser más directivas, las temperaturas de antena suelen estar siempre por
debajo de T0. En la figura 3.13 se muestra una gráfica que permite estimar la temperatura de
antena de un reflector parabólico en función de su diámetro y del ángulo de elevación al que
está apuntado.

77
Fig. 3.13. Temperatura de ruido de antena para parabólicas, en función de su
diámetro y ángulo de elevación.

Para diámetros más pequeños se pueden interpolar los datos. Y para el cálculo de la S/N del
sistema habría que usar la expresión general 3.19.

Ejemplo 3.

La antena de un receptor de onda media que recibe una señal de frecuencia 1 Mhz y ancho
de banda B=15 KHz entrega en sus terminales una potencia de -35 dBm. Se pide:

a) Usando los datos de la figura 3.11 calcular la


potencia de ruido entregada por la antena y la
relación (S/N)a en la antena.

b) Si el primer amplificador que tiene el receptor


tiene una ganancia G=25 dB y un factor de
ruido F=20 dB, calcular la relación (S/N) a la
entrada del receptor. Fig. 3.14.

Solución.

a) Para calcular la potencia de ruido en la antena nos hace falta saber la temperatura de ruido
de la antena. Para ello nos fijamos en la figura 3.12 y vemos que para una frecuencia de 1
Mhz en una zona comercial, la temperatura de ruido de la antena (escala de la derecha) es
de aproximadamente Ta=9·109 ºK (una temperatura altísima a esas frecuencias). Por tanto,
la potencia de ruido generada en sus terminales será::

78
[3.31]

y con ello la relación señal ruido en la antena, (S/N)a, será:

[3.32]

b) Para obtener la relación S/N a la salida del amplificador (entrada del receptor) nos damos
cuenta de que a la entrada tenemos la temperatura de antena Ta y no T0, por tanto la
expresión que hay que emplear es la [2.27]. En virtud de la misma tenemos que:

[3.33]

es decir, que no ha cambiado, a pesar de que la figura de ruido del primer amplificador es
bastante alta. Eso es porque el ruido de entrada producido por la antena es muchísimo más alto
que el que genera el propio amplificador, por lo que éste último resulta despreciable (el factor
T0/Ta es tan pequeño que el argumento del logaritmo es prácticamente 1, luego su valor será
0).

Ejemplo 4.

El mismo receptor de onda media del ejemplo anterior tiene una antena con una ganancia
Ga=-10 dB a la frecuencia de 1 Mhz. Cuál debe ser la potencia mínima del transmisor, cuya
señal se atenúa 100 dB hasta el punto de recepción, si la relación S/N mínima que debe existir
a la entrada del receptor es de 20 dB estando éste en una zona comercial?

Solución.

Según hemos calculado ya, para una frecuencia de 1 Mhz en una zona comercial, la
temperatura de ruido de la antena es de aproximadamente Ta=9·109 ºK y por tanto, la potencia
de ruido generada en sus terminales será:

[3.34]

luego, para que la relación S/N a la salida de la antena sea de 20 dB, la señal entregada por ésta
debe tener una potencia de:

[3.35]

79
y con ello la potencia del transmisor debe ser:

[3.36]

que es una potencia altísima, necesaria para sobreponerse al tremendo ruido que hay a esas
frecuencias en zonas comerciales. Esa situación puede cambiar mucho por la noche, cuando
el ruido artificial es mínimo y el ruido atmosférico disminuye mucho a esas frecuencias tan
bajas.

Ejemplo 5

Lo contrario sucede cuando se trabaja a


frecuencias muy altas, como en comunicaciones
por satélite, en las que la temperatura de ruido de
la antena es muy baja, por lo que el factor de
ruido del amplificador que se utilice para
amplificar la señal recibida es muy importante.

Considerar el mismo esquema que para el


ejemplo 3, pero ahora la entena es un reflector Fig. 3.15. Valores típicos en recepción de TV por
parabólico de 90 cm de diámetro que trabaja a satélite.
una frecuencia de 12 GHz (B=27 MHz en TV
digital) y cuya elevación es de 40º. La temperatura de antena en esas condiciones es de
aproximadamente 90 ºK siendo más bien pesimistas (ver figura 3.13). Si consideramos una
señal media entregada por la antena de Sa=-90 dBm y la potencia de ruido a la salida de la
antena la obtenemos como:

[3.37]

la relación S/N en la antena es:

[3.38]

Para obtener la S/N después del primer amplificador, cuya figura de ruido es ahora de sólo
F=1 dB, hacemos:

[3.39]

y como se ve ahora se han perdido más de 2 dB de S/N, a pesar del factor de ruido tan bajo del
amplificador.

80
Ejemplo 6.

En la figura 3.16 se muestra un enlace completo por satélite, donde en recepción se tiene
una cadena de amplificación-atenuación como la que sería necesaria para la distribución de la
señal en un edificio de viviendas, por ejemplo.

Fig. 3.16. Esquema típico de recepción de TV por satélite en un edificio.

Cuál debe ser la ganancia de la antena para cumplir con el criterio de S/N al final de la cadena?

Sol.

Es necesario calcular la señal de antena Sa que debemos tener a la salida de la parabólica.


Para ello comencemos por calcular la figura de ruido del sistema formado por los bloques de
amplificación/atenuación:

[3.40]

es decir, que el factor de ruido total prácticamente coincide con el del primer amplificador.

Por otra parte, la potencia de ruido generada por la antena será:

[3.41]

Y ya podemos calcular Sa despejando de:

[3.42]

81
En sistemas de recepción vía satélite se usan siempre condiciones de espacio libre, luego las
pérdidas de propagación son las pérdidas básicas en espacio libre, Lbf:

[3.43]

Y el enlace completo debe cumplir que:

[3.44]

ganancia de antena que se corresponde con una parábola offset de 90 cm.

82

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