Tesis Matilde Pineda
Tesis Matilde Pineda
Tesis Matilde Pineda
MANIFESTACIÓN SIMBÓLICO-RELIGIOSA
EN ESPAÑA
ALICANTE, 2.012
MANUEL ALENDA SALINAS, Catedrático de Derecho Eclesiástico del
Estado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante,
CERTIFICA
INDICE
Abreviaturas…………………………………………………………………………………………………………………….………6
Introducción…………………………………………………………………………………………………………………………….7
2. Ministerio de la Presidencia………………………………………………………………………………….157
4. Ministerio de Defensa………………………………………………………………………………………….164
5. Ministerio de Justicia……………………………………………………………………………………………173
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Indice
1. Cataluña……………………………………………………………………………………………………………….194
2. Navarra…………………………………………………………………………………………………………………195
3. Galicia………………………………………………………………………………………………………………..…196
4. Castilla y León……………………………………………………………………………………………….……..199
5. Castilla-La Mancha………………………………………………………………………………………….……206
6. Aragón…………………………………………………………………………………………………………….…..208
7. Extremadura…………………………………………………………………………………………………….….214
8. Comunidad de Madrid……………………………………………………………………………………….…217
9. Andalucía…………………………………………………………………………………………………………...220
13. Asturias………………………………………………………………………………………………………………238
1. Administración Local…………………………………………………………………………………………….242
a) Administración Electoral………………………………………………………………………………….254
c) Universidades…………………………………………………………………………………………………..259
a) Colegios públicos………………………………………………………………………………………………268
b) Colegios concertados………………………………………………………………………………………..349
c) Colegios privados………………………………………………………………………………………………354
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Indice
a) Universidades públicas……………………………………………………………………………………..355
b) Universidades privadas……………………………………………………………………………………365
a) Colegios públicos……………………………………………………………………………………………...366
b) Colegios concertados………………………………………………………………………………………..399
c) Colegios privados………………………………………………………………………………………………401
2. “Policía de estrados”…………………………………………………………………………………………….415
3. Ambito municipal…………………………………………………………………………………………………418
4. Ambito laboral……………………………………………………………………………………………………..433
Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………….461
Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………….487
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Abreviaturas
ABREVIATURAS:
Art./arts. = artículo/artículos.
AA.VV.= Autores Varios.
BOE = Boletín Oficial del Estado.
CE = Constitución.
cit. = citado.
coord./coords. = coordinador/coordinadores.
dir./dirs. = director/directores.
edit./edits. = editor/editores.
L.O. = Ley Orgánica.
Núm.= número.
Pág/págs. = página/páginas.
Sig/sigs. =siguiente/siguientes.
TEDH = Tribunal Europeo de derechos humanos.
VV.AA. = Varios Autores.
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Introducción
INTRODUCCIÓN
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Introducción
Un bifaz (que se utilizaba como hacha de mano, tallado por sus dos
caras en cuarcita roja y marrón, un material poco frecuente en la sierra de
Atapuerca, y de una calidad excepcional) que apareció el verano de 1.998
en la Sima de los Huesos, se considera que tiene una importancia clave
para entender el comportamiento social de los homínidos que vivieron en
Atapuerca hace unos 400.000 años. Desde el momento de su hallazgo, los
tres codirectores de Atapuerca han venido sosteniendo que esta pieza
indica un hito representativo de alguna creencia compartida por todo un
grupo, y a la vez del comportamiento simbólico más antiguo conocido
hasta hoy. Apareció con los restos de una treintena de esqueletos, lo que
hace pensar que era un objeto simbólico, que habría sido aportado al
yacimiento, junto con los cuerpos humanos descubiertos, a modo de
ofrenda.1
1
Vid. el diario El Mundo, de 11 de junio de 2.011. Cfr. E.J. CARBONELL VAYÁ, X.P. RODRÍGUEZ
ÁLVAREZ, M. MOSQUERA, A. CANALS SALOMÓ y R. SALA, “Homínidos y comportamiento
complejo”, en Mundo Científico, núm. 208 (2.000), págs. 46 y sigs.
2
E. CASSIRER, La filosofía de las formas simbólicas, 3 vols., 1.923-1.929, cit. por O. Gómez-Gil,
“La filosofía de los tres símbolos”, en
www.libreonline.com/home/index.php?option=com_content&task=view&id=7888&Itemid=9
(11 de noviembre de 2.011).
3
Cfr. P. SÁNCHEZ GÓMEZ, Aspectos cognitivos de la función simbólica, Universidad
Complutense, Madrid, 2.002, pág. 246.
4
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: “(Del lat. signum). 1. m.
Objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza o convención, representa o sustituye
a otro. ‖2. m. Indicio, señal de algo. Su rubor me pareció signo de su indignación. ‖3. m. Señal o
figura que se emplea en la escritura y en la imprenta. ‖4. m. Señal que se hace por modo de
bendición; como las que se hacen en la misa. ‖5. m. Figura que los notarios agregan a su firma
en los documentos públicos, hecha de diversos rasgos entrelazados y rematada a veces por
una cruz. ‖6. m. Hado, sino. ‖7. m. Astr. Cada una de las doce partes iguales en que se considera
dividido el Zodiaco. ‖8. m. Mat. Señal o figura que se usa en los cálculos para indicar la
naturaleza de las cantidades y las operaciones que se han de ejecutar con ellas.
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Introducción
‖9. m. Mús. Señal o figura con que se escribe la música. ‖10. m. Mús. En particular, señal que
indica el tono natural de un sonido.
5
Para la distinción, no siempre clara, entre signo y símbolo: M. MELÉNDEZ VALDÉS NAVAS,
“Reflexiones jurídicas en torno a los símbolos religiosos”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 24 (2.010), del Portal Jurídico Iustel.com,
págs. 4-8.
6
“Simbología”: (De símbolo y -logía): ‖1. f. Estudio de los símbolos. ‖2. f. Conjunto o sistema de
símbolos.
7
O “Semiología”: Estudio de los signos en la vida social, según el Diccionario de la Real
Academia.
8
Acerca de los símbolos políticos, vid., con esa voz, el trabajo de F.J. BASTIDA FREIJEDO, en
Enciclopedia Jurídica Básica, IV, Civitas, Madrid, 1.995, págs. 6.215-6.216.
9
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, Serie A: Actividades
Parlamentarias, núm. 83, de 20 de diciembre de 2.004, pág. 2 y sig.
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Introducción
franquista de todos los edificios públicos del Estado donde aún persisten”,
señalando entre la motivación para tal propuesta que “hace más de 25
años que el dictador Francisco Franco murió, y los avances en la
investigación histórica han constatado las atrocidades cometidas por la
dictadura del general. Esta realidad contrasta con la pervivencia de
símbolos de la dictadura en edificios públicos (civiles, militares y
eclesiásticos). Gran cantidad de edificios públicos estatales mantienen
visibles símbolos falangistas y franquistas que ofenden a una buena parte
de la ciudadanía del Estado español. Con esta actitud, el Gobierno, la
Administración del Estado, tolera la exaltación pública de unos valores
fascistas que atentan contra la dignidad democrática del Estado en
general, de sus nacionalidades y de los millones de personas que sufrieron
sus efectos”.10
10
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-83, de 11 de
octubre de 2.004, pág. 22 y sig.
11
Como ejemplo, puede atenderse a la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo
Contencioso-Administrativo. Sección 4ª), de 17 de noviembre de 2.011 (Pte.: Sra. Picó Lorenzo)
que, en ejecución de Sentencia del propio Tribunal Supremo resolutoria del recurso núm.
701/2.003, había acordado se diera cumplimiento a la Ley 39/1.981, de Banderas, condenando
a la Administración demandada a dar cumplimiento a esta última; la cual colocó la bandera,
pero al mismo tiempo se añadió una placa que entre otras cosas recogía: "He ahí la bandera,
símbolo de esta situación, puesta; por quien no desea hacerlo, a la que el viento ondea con
ironía". Con lo que el alto Tribunal vuelve a pronunciarse, “ordenando la retirada de la placa
que acompaña a la bandera española en la sede de las Juntas Generales de Guipúzcoa, pórtico
del Palacio de la Diputación Foral”. Puede consultarse en la web del Poder Judicial (Id Cendoj:
28079130042011100633).
A nivel parlamentario, puede traerse a colación la diatriba habida sobre este tema, el
12 de diciembre de 2.007, en virtud de la interpelación urgente del Grupo Popular en el
Congreso, ‘sobre las medidas que ha adoptado y piensa adoptar el Gobierno para fortalecer los
valores y símbolos que unen a los españoles’. En la misma, el Sr. Fernández Díaz, llegaba a
poner en tela de juicio la actuación gubernamental en defensa de la ‘idea de España’: “el
Gobierno ha puesto en cuestión en esta legislatura algunos de los valores superiores
consagrados en nuestra Constitución. Los símbolos son importantes no por su contenido
material sino por su representación institucional, por su repercusión afectiva, por los
sentimientos y las realidades que representan”. Le contestó la Sra. Salgado, ministra de
Administraciones Públicas, sosteniendo que “el grupo interpelante crea falsas polémicas, aviva
enfrentamientos entre territorios y personas y eleva a la categoría de problema nacional las
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Introducción
anécdotas con los símbolos, que siempre han existido. Señala que en este momento no hay un
problema con los valores y los símbolos constitucionales que no se diera antes”, finalizando
por resaltar que “la actuación del Gobierno de España en este tema es el de absoluto respeto
por la legalidad y una confianza plena en el funcionamiento del Estado de derecho, apoyando
la persecución de delitos y velando por el cumplimiento de la Ley de Banderas”. Vid. Cortes
Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación permanente,
año 2.007 VIII Legislatura, núm. 307, pág. 15.305.
12
El vocablo “símbolo” tiene muchos significados, a tenor del Diccionario de nuestra Real
Academia: (Del lat. simbŏlum, y este del gr. σύμβολον): ‖1. m. Representación sensorialmente
perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención
socialmente aceptada. ‖2. m. Figura retórica o forma artística, especialmente frecuentes a
partir de la escuela simbolista, a fines del siglo XIX, y más usadas aún en las escuelas poéticas o
artísticas posteriores, sobre todo en el superrealismo, y que consiste en utilizar la asociación o
asociaciones subliminales de las palabras o signos para producir emociones conscientes.
‖3. m. Ling. Tipo de abreviación de carácter científico o técnico, constituida por signos no
alfabetizables o por letras, y que difiere de la abreviatura en carecer de punto; p. ej. N, He, Km
y $ por Norte, helio, kilómetro y dólar, respectivamente. ‖4. m. Numism. Emblema o figura
accesoria que se añade al tipo en las monedas y medallas. ‖5. m. ant. santo (‖ nombre que
servía para reconocer fuerzas como amigas o enemigas).
Y, además, en constante evolución, a tenor del “Avance de la 23ª edición del
Diccionario”, todo ello accesible en la Red, a través de la página de la Real Academia Española:
‖1. m. Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera
representativo de una entidad, de una idea, de una cierta condición, etc. La bandera es
símbolo de la patria. La paloma es el símbolo de la paz. ‖2. m. Forma expresiva que introduce
en las artes figuraciones representativas de valores y conceptos, y que a partir de la corriente
simbolista, a fines del siglo XIX, y en las escuelas poéticas o artísticas posteriores, utiliza la
sugerencia o la asociación subliminal de las palabras o signos para producir emociones
conscientes. ‖3. m. Ling. Abreviación de carácter científico o técnico, constituida por una o más
letras u otros signos no alfabetizables, que goza de difusión internacional, y que, a diferencia
de la abreviatura, no se escribe con punto pospuesto; p. ej., N, He, Km y € por Norte, helio,
Kilómetro y euro, respectivamente. Las acepciones 4 y 5 coinciden con las actuales.
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Introducción
13
Aparte de lo dispuesto en el art. 4 de la CE (1. La bandera de España está formada por tres
franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de
las rojas. 2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades
Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus
actos oficiales), puede aludirse a la Ley 39/1.981, de 28 de octubre, por la que se regula el uso
de la bandera de España y el de otras banderas y enseñas (BOE, núm. 271, de 12 de noviembre
de 1.981) y a la Ley 33/1.981, de 5 de octubre, del Escudo de España (BOE, núm. 250 de 19 de
octubre de 1.981).
Respecto al ámbito autonómico, entre otras: Ley de 4 de diciembre de 1.984, por la
que se regulan los símbolos de la Comunidad Valenciana y su utilización (BOE, núm. 23, de 26
de enero de 1.985), Ley 5/1.997, de 22 de julio, de Administración local de Galicia (BOE, núm
237, de 3 de octubre de 1.997), Ley 7/1.999, de 9 de abril, de Administración Local de Aragón
(Boletín Oficial de Aragón, de 17 de abril de 1.999), Ley Foral 24/2.003, de 4 de abril, de
símbolos de Navarra (Boletín Oficial de Navarra, de 11 de abril de 2.003; BOE, de 20 de mayo
de 2.003), que sustituye y deroga una anterior Ley de símbolos de 1.986; y Ley 6/.2003, de 9
de octubre, de símbolos, tratamientos y registro de las Entidades Locales de Andalucía (Boletín
Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 210, de 31 de octubre de 2.003).
14
BOE, de 14 de agosto de 1.985.
15
En la Sentencia del Tribunal Constitucional, Sala Segunda, 34/2.011, de 28 de marzo de 2.011
(BOE núm. 101, de 28 de abril de 2.011).
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Introducción
reclamado contra una empresa funeraria, en resarcimiento por daños morales, causados al
trasladar a la madre difunta de la actora, ambas de nacionalidad bosnia y religión islámica, en
un ataúd sin haberle retirado una gran cruz que llevaba en la tapa. Así en ‘La Nueva España’,
de 30 de octubre de 2.011 (Lne.es: www.lne.es/asturias/2011/10/30/funeraria-indemnizar-
musulmana-darle-ataud-cruz/1149776.html).
20
El símbolo de la Cruz Roja sobre un fondo blanco fue adoptado en la Primera Convención de
Ginebra, en 1.864, y corresponde a la inversión de los colores de la bandera de Suiza. La Media
Luna Roja, usada originalmente por el Imperio Otomano en la Guerra Ruso-Turca, 1.877-
1.878, fue incorporada como segundo emblema oficialmente en 1.929 por la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR). En algunos conflictos
hubo problemas con estos emblemas, al interpretarse que los mismos poseen un significado
religioso, lo que ha provocado una interpretación errónea de la naturaleza de la organización.
Ciertas sociedades nacionales como la Sociedad Magen David Adom de Israel, no se sentían
cómodas utilizando estos símbolos. Por ello, en la actualidad utilizan la Estrella de David Roja,
un símbolo que no ha sido reconocido por la FICR hasta 2.006. Esta situación fue el origen de
un debate sobre la necesidad y conveniencia de adoptar un tercer símbolo. Como resultado de
un largo proceso de consultas, el 8 de diciembre de 2.005, se aprobó un tercer emblema, el
cristal rojo, a través del Tercer Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra de 1.949 (cfr.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cruz_Roja#cite_note-2).
21
Con la consiguiente polémica, en su traslado a España: “En Madrid se cruzaron ayer
mensajes de ateos y cristianos en ocho autobuses de cinco líneas distintas. De un lado el
‘Probablemente Dios no existe’, que ya lució en Barcelona y en Londres y también lo hace
desde el pasado lunes en Málaga, y de otro, ‘Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo’, lema
de los cristianos evangélicos que circula por Madrid y Fuenlabrada. Además, otros vehículos
del transporte público lucieron ‘Cuando todos te abandonan, Dios permanece contigo’, pagado
por la organización católica E-Christians (S. HIDALGO, ‘Guerra de autobuses ateos y cristianos
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Introducción
por Madrid. Un conductor quiso objetar a circular con el mensaje que cuestiona la existencia
de Dios’, Publico.es, 27 de enero de 2.009).
22
“La junta directiva del FC Barcelona va tolerar l'exhibició de l'escut del club sense la creu de
Sant Jordi, en un acte oficial realitzat el passat divendres dia 16 a Tetuan. El presidente Joan
Laporta i un dels seus vicepresidents, Alfons Godall, van assistir a un acte amb més de tres-
centes persones a aquesta localitat marroquina. Allà, tant a la taula presidencial com al darrera
dels directius del club, hi van posar almenys tres grans banderes del Barça on hi faltava la barra
horitzontal de la creu de Sant Jordi, present a l'escut de l'entitat”. Vid. e-notícies, 23 de Gener
de 2.009.
23
Título con que publica su monografía L. MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, La afirmación de la
libertad religiosa en Europa: de guerras de religión a meras cuestiones administrativas (Un
estudio de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en materia de libertad
religiosa), Thomson-Civitas, Navarra, 2.007.
24
R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y Ley. Las objeciones
de conciencia (Cap. 9: “Libertad de conciencia y utilización de símbolos religiosos”), Iustel,
Madrid, 2.011, pág. 373.
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Introducción
25
J. TRILLA BERNET, “Religión: Asignaturas y Símbolos”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 345
(abril, 2.005), pág. 87.
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Introducción
Se ha escrito, así, que “hijab quiere decir en árabe ‘velo que cubre la
cabeza’, y viene del verbo hajaba que significa, ‘esconder’, ‘velar’ y
también ‘cortina’. El hijab es un pañuelo que cubre la cabeza y puede ser
de diferentes colores, llevarse con cualquier vestido, falda o pantalón
amplio que no muestre las formas, y se suele llevar en el Magreb y países
30
O “túnica larga” (prenda que cubre la mayor parte del cuerpo y que no permite mostrar el
contorno de brazos y piernas), cuyo problemático porte en la escuela inglesa ha sido tratado
por A. GARCÍA URETA, “El velo islámico ante los Tribunales británicos”, en Actualidad Jurídica
Aranzadi, núm. 666 (28 de abril de 2.005), págs. 5 y sigs. Vid., también, J. GARCÍA OLIVA, “La
cuestión de la simbología religiosa en el Reino Unido”, en Revista General de Derecho Canónico
y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 15 (octubre, 2.007) del portal jurídico iustel.com.
31
En España no se han suscitado, que sepamos, problemas con relación a este objeto. Para la
problemática judicial del mismo en Canadá: S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Simbología religiosa en
la escuela. Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo de Canadá Singh-Multani c.
Marguerite-Bourgeoys (Commission Scolaire), en en Revista General de Derecho Canónico y
Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 11 (mayo, 2.006), del portal jurídico Iustel.com.
32
La prohibición reglamentaria de la barba ha acontecido en particular en la universidad turca,
según pone de relieve L. MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, La afirmación de la libertad religiosa
en Europa: de guerras de religión a meras cuestiones administrativas…, cit., pág. 64.
33
Según S. CATALÁ RUBIO, “Libertad religiosa de la mujer musulmana en el Islam y uso del
velo”, en VV.AA. (A. Motilla de la Calle, coord.), El pañuelo islámico en Europa, Marcial Pons,
Madrid, 2.009, pág. 40: “el empleo en Europa del término “velo” para referirse al pañuelo que
usa la mujer musulmana para cubrir su cabeza no es del todo adecuado en tanto que aunque
resulte correcto desde el punto de vista semántico, es preciso hacer referencia a prendas bien
distintas, incluso a conceptos e ideas diferentes”.
34
De las que hemos nombrado, la única que recoge el Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua es “chador”: (del persa chaddar). 1. m. Velo con que las mujeres
musulmanas se cubren la cabeza y parte del rostro.
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Introducción
35
D. MOUALHI, “Mujeres musulmanas: estereotipos occidentales versus realidad social”, en
Papers [versión digital], núm. 60 (2.000), pág. 298, nota 10.
36
M. MORENO ANTÓN, “Proyección multicultural de la libertad religiosa en el ámbito escolar”,
en Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 10 (febrero,
2.006), del portal jurídico Iustel.com, p. 19. Acerca de esta materia, vid. también S. CATALÁ,
“Libertad religiosa de la mujer musulmana en el Islam y uso del velo”, cit., págs. 45-47.
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Introducción
Por otro lado, es conocido que la obligatoriedad del uso del velo
está discutida entre los propios musulmanes, dudándose al respecto si se
trata de una cuestión cultural o religiosa, y si, siendo de este último
origen, constituye un verdadero deber impuesto a la mujer o, por el
contrario, se trata de un precepto meramente dispositivo o permisivo 38.
Sea lo que fuere, lo cierto es que en el Corán, Sura XXXIII, aleya 59, puede
leerse: “¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas, a las mujeres creyentes, que
se ciñan los velos. Ese es el modo más sencillo de que sean reconocidas y
no sean molestadas”; y también: ¡”Permaneced en vuestras casas! ¡No os
adornéis con los dos adornos de la antigua gentilidad!” (Corán 33:33).39
37
M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas, con especial
referencia a la cuestión del velo islámico”, en Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado, núm. 9 (septiembre, 2.005), del Portal Jurídico Iustel.com., que trae a
colación el pasaje de la Primera Carta de S. Pablo a los corintios (11, 3-15): “quiero que sepáis
que Cristo es la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer, y Dios lo es de
Cristo. Todo hombre que ora o que profetiza teniendo la cabeza cubierta, deshonra su cabeza.
Al contrario, mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza, siendo
lo mismo que si se rapase. Por donde si una mujer no se cubre con un velo la cabeza, que se la
rape. Que si es cosa fea a una mujer cortarse el pelo o raparse, cubra su cabeza. Lo cierto es
que no debe el varón cubrir su cabeza, pues él es la imagen y gloria de Dios; mas la mujer es la
gloria del varón. Que no fue el hombre formado; sino la mujer, del hombre. Como ni tampoco
fue el hombre criado para la hembra, sino la hembra para el hombre. Por tanto, debe la mujer
traer sobre la cabeza la sujeción por respeto a los ángeles [...] ¿es decente a la mujer hacer
oración a Dios sin velo? ¿No es así que la naturaleza misma os dicta que no es decente al
hombre el dejar crecer su cabellera; al contrario, para la mujer es gloria el dejarse el pelo,
porque los cabellos le son dados a manera de velo para cubrirse?”.
V. PACILLO y J. PASQUALI CEROLI, I simboli religiose: Profili di Diritto Ecclesiastico
Italiano e Comparato, CUEM, Milano, 2.003, pág. 7, lo refieren también respecto de la mujer
judía casada, en cuanto que exigencia de la Ley hebraica.
38
Cfr. L. RUANO ESPINA, «Derecho e Islam en España», en Ius Canonicum, XLIII, núm. 86
(2.003), págs. 525 y sigs.
39
Vid. también sobre la cuestión A. MOTILLA DE LA CALLE, «La libertad de vestimenta: el velo
islámico», en VV.AA., Los musulmanes en España. Libertad religiosa e identidad cultural,
Trotta, Madrid, 2.004, pág. 107 y sig.
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Introducción
40
S. CATALÁ RUBIO, “Libertad religiosa de la mujer musulmana en el Islam y uso del velo”, cit.,
pág. 40.
41
V. PACILLO y J. PASQUALI CEROLI, I simboli religiose: Profili di Diritto Ecclesiastico Italiano e
Comparato, cit., pág. 7.
42
Para un mejor contraste de opiniones, vid., entre otros trabajos: M.A. FÉLIX BALLESTA, “El
régimen jurídico acordado en España sobre las peculiaridades culturales de las confesiones
religiosas minoritarias”, en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XVI (2.000), págs.
85 y sigs.; R. VÁZQUEZ GÓMEZ, “Aproximación al Derecho Islámico y su regulación del velo”,
en Ius Canonicum, XLVII, núm. 94 (2.007), págs. 591-615; C. DE MIRANDA AVENA,
“Perspectivas sobre el velo islámico: Especial referencia a la doctrina del margen de
apreciación en la jurisprudencia internacional”, en Anuario de Derechos Humanos. Nueva
Época., Vol. 11 (2.010), págs. 13-78; F.J. ZAMORA CABOT, “Europa entre las corrientes de la
multiculturalidad: Incidencia del velo islámico en el Reino Unido”, en Papeles el tiempo de los
derechos, núm. 14 (2.011).
Página | 21
Introducción
51
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», en la Base de Datos de
westlaw.es (BIB 2.008\2.397), pág. 9.
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Introducción
52
Juan José TAMAYO, “La escuela y los símbolos religiosos”. Fuente: El Periódico, según
WebIslam.com (2 de septiembre de 2.009).
53
Sobre esta Sentencia, en nuestra doctrina, entre otros trabajos: S. GONZÁLEZ-VARAS
IBÁÑEZ, «La polémica sentencia del crucifijo (Resolución del Tribunal Constitucional alemán de
16 de mayo de 1.995)», en Revista Española de Derecho Constitucional, núm. 47 (1.996), págs.
347 y sigs.; M.J. ROCA, “La jurisprudencia y doctrina alemana e italiana sobre simbología
religiosa en la escuela y los principios de tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el
Derecho español”, en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXIII (2.007), pág. 268 y
sig.
54
En el primer capítulo de este trabajo nos ocupamos de la regulación legal relativa al delito de
profanación de cosas sagradas. En el mismo se pone de relieve que no son coincidentes los
significados religiosos y estatales en todas las circunstancias.
Página | 25
Introducción
retirarse del sitio sin quebranto de la materia o deterioro del objeto, bien
porque tales signos religiosos sean portados por personas, todo ello
dándose la circunstancia de su concurrencia en ámbitos públicos.
58
Así las Sentencias del Tribunal Constitucional núms. 46 y 128, ambas de 2.001, entre otras.
59
Sentencia de 5 de octubre de 2.006, §57, Base de Datos Westlaw (TEDH 2.006/54).
Página | 27
Introducción
60
Parágrafo 67 del Informe presentado por Asma Jahangir, Relatora Especial sobre libertad de
religión o de creencias. Comisión de derechos humanos. Documento E/CN.4/2005/61, 20 de
diciembre de 2.004.
61
Parágrafos 4 y 10. Vid. Legislación eclesiástica (ed. a cargo de M.E. OLMOS ORTEGA),
Thomson-Civitas, 16ª ed., Madrid, 2.004, pág. 1.074 y sig.
Página | 28
Introducción
posibilita el párrafo 3 del propio art. 18 del Pacto. Por todo ello, el Comité
dirigió una Comunicación al Gobierno de Uzbekistán, que contiene
objeciones a la prohibición del uso del velo impuesta por tal Estado.62
Y, sin duda alguna, no es este un tema acabado, sino que aún tiene
por delante mucho camino por recorrer y avanzar, en aras a lograr
mecanismos estatales e institucionales que satisfagan a todos aquellos
62
Communication núm. 931/2.000. Documento CCPR/C/82/D/931/2000, de 18 de enero de
2.005. Puede consultarse en la página web de Naciones Unidas.
63
D. BASTERRA MONSERRAT, “¿Es neutro el Estado en materia religiosa?”, en VV.AA. (J.
Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa en España, Ministerio de
Justicia, Madrid, 2.008, pág. 827.
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Introducción
RAMÍREZ, coord.), Derecho y Factor Religioso, Tecnos, Madrid, 2.011; J.A. SOUTO PAZ y C.
SOUTO GALVAN, El Derecho de libertad de creencias, Marcial Pons, Madrid, 2.011.
67
R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y Ley. Las objeciones
de conciencia, cit., 2.011, pág. 297.
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Introducción
68
En cualquier caso, para hacerse una “composición de lugar”, pueden verse, entre otros: M.
ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad religioso-
culturales”, en VV.AA. (J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de Derechos Humanos de Donostia-San
Sebastián, vol. IV, Bilbao 2.003, págs. 39 y sigs. y “La presencia de símbolos religiosos en las
aulas públicas…”, cit.; S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del
Estado, cit.; R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y Ley. Las
objeciones de conciencia, cit., 2.011, págs. 297 y sigs.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
69
M.J. ROCA, “La jurisprudencia y doctrina alemana e italiana sobre simbología religiosa en la
escuela y los principios de tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el Derecho español”,
en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXIII (2.007), pág. 283: “ni a nivel central ni
en ninguna de las Comunidades Autónomas en particular, existe normativa alguna en la que se
prescriba qué símbolos deben estar presentes en las aulas escolares: ni banderas, ni retratos
del rey, ni crucifijos, etc., tampoco hay normas relativas a la posibilidad de que los docentes de
escuelas públicas lleven en su atuendo símbolos religiosos, como sí existe en otros Estados
europeos”.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
70
Vid. VV.AA. (F. Balaguer Callejón, coord.), Manual de Derecho Constitucional, vol. I, 6ª edic.,
Tecnos, Madrid, 2.011, pág. 447.
71
Así se manifiestan también J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad,
manifestaciones religiosas e instituciones públicas”, en Laboratorio de Alternativas
[Documento de trabajo 124/2.007 de la Fundación Alternativas, que hemos podido obtener en
la red a través de la página web de Dialnet], Madrid, 2.007, pág. 7.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
72
Nos estamos refiriendo a la Loi nº 2.004-228 du 15 mars 2.004 encadrant, en application du
principe de laïcité, le port de signes ou de tenues manifestant une appartenance religieuse
dans les écoles, collèges et lycées publics (Journal Officiel nº 65 du 17 mars 2.004). Aparte de la
publicación oficial, el texto de la misma, y diversos análisis, también en VV.AA. (T. Massis y C.
Pettiti, edits.), La liberté religieuse et la Convention européenne des drois de l´homme,
Bruylant-Nemesis, Bruxelles, 2.004. En España, para un estudio que relaciona igualmente la
jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo con el análisis del informe Stasi que, como es
conocido, está en la base de la vigente Ley francesa, vid. VV.AA. (I. Lasagabaster Herrarte, dir.),
Multiculturalidad y laicidad. A propósito del informe Stasi, Lete argitaletxea, Navarra 2.003.
Desde otras perspectiva: A. VALERO HEREDIA, “Apuntes críticos en torno a la Ley francesa
sobre los símbolos religiosos en la escuela pública”, en Boletín de Información del Ministerio de
Justicia, núm. 1.988 (1 mayo 2.005), págs. 1.973-1.982; C. INNERARITY, “La polémica sobre los
símbolos religiosos en Francia. La laicidad republicana como principio de integración”, en Reis,
Revista Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 111 (julio-septiembre 2.005), págs.
139-161.
73
Obtenido del apartado de noticias relativas a la voz “símbolos religiosos” de la Base de Datos
de Westlaw (www.westlaw.es). La cursiva es nuestra.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
74
Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Sección 2ª, de 3 de noviembre de
2.009, “caso Lautsi contra Italia”, (TEDH\2.009\115). Constituye la primera sentencia del
Tribunal de Estrarburgo del asunto Lautsi contra Italia, por la que se resuelve la demanda de la
ciudadana italiana Soile Lautsi contra la República de Italia, por la injerencia estatal
incompatible con la libertad de convicción y de religión, así como con el derecho a una
educación y enseñanza conforme a sus convicciones religiosas y filosóficas, que suponía la
exposición de la cruz en las aulas del instituto público al que asistían sus hijos. La misma fue
estimada a favor de la demandante.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
75
Diario del Vaticano, 4 de noviembre de 2.009.
76
Sentencia núm. 3.250/2.009, de 14 diciembre, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y
León (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª), F.D. 4º: 8. Pte.: Sr. Zatarain
Valdemoro (JUR\2.010\4.104).
77
O. CELADOR ANGÓN, “Símbolos religiosos en la escuela pública”, en Público.es, 22 de abril
de 2.010.
78
Cfr. A. GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, “Los actos religiosos en las escuelas públicas en el Derecho
español y comparado”, en VV.AA. (R. Navarro-Valls, J. Mantecón Sancho y J. Martínez-Torrón,
coords.), La libertad religiosa y su regulación legal (La Ley Orgánica de Libertad Religiosa),
Iustel, Madrid, 2.009, pág. 408, con cita de autores patrios y extranjeros.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
79
Para un marco aproximativo sobre el tema y sin ánimo exhaustivo, desde el ámbito jurídico
general, cfr. los distintos trabajos reunidos en la obra, colectiva (I.C. Iglesias Canle, dirª.),
Inmigración y Derecho, Tirant lo Blanch, Valencia, 2.006; desde el ámbito eclesiasticista: F.
PÉREZ-MADRID, Inmigración y libertad religiosa. Un estudio desde la Ley de Extranjería,
Thomson-Civitas, Navarra, 2.004.
80
El propio Reglamento del Congreso de los Diputados, desde luego que guarda un
significativo silencio sobre el particular, regulándose la materia en sus arts. 193 a 195,
limitándose a establecer: “Los Grupos Parlamentarios podrán presentar proposiciones no de
Ley a través de las cuales formulen propuestas de resolución a la Cámara” (art. 193). “1. Las
proposiciones no de Ley deberán presentarse por escrito a la Mesa del Congreso, que decidirá
sobre su admisibilidad, ordenará en su caso, su publicación y acordará su tramitación ante el
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
82
Más recientemente ACI DIGITAL (http://www.aciprensa.com) daba noticia, fechada el 28 de
julio de 2.004, de que el 10º Congreso del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) aprobaba
por unanimidad que los socialistas “procuren” la “supresión de los símbolos religiosos en todos
los actos del Estado”, aplaudiéndose, así mismo, la iniciativa de suprimir la figura del
“sacerdote castrense dentro del ejército español”.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Diputados insta al Gobierno a que adopte las medidas oportunas para que
en los centros docentes públicos la actividad educativa se desarrolle con
sujeción al principio de neutralidad ideológica y respeto de las opciones
religiosas y morales a que hace referencia el art. 27.3 de la C., e impida la
utilización de cualesquiera símbolos que pudieran violentar esos derechos
reconocidos constitucionalmente».83
85
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados. VIII Legislatura, Serie D:
General, núm. 148, 4 de febrero de 2.005, pág. 4. Lo destacado es nuestro.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Desde las filas del Grupo Popular, el Sr. Fernández Díaz se oponía a
la propuesta, al considerar que la realidad jurídico-sociológica era la
procedente de una aplicación ajustada a los principios constitucionales en
la materia, «y si aplicáramos el principio democrático, que no veo por qué
en este ámbito debería de quedar excluido, si los ciudadanos españoles en
este ámbito se definen a sí mismos, mes tras mes, año tras año, en un 80
por ciento como creyentes de una determinada religión, de una
determinada fe, parece que eso tiene alguna relevancia pública y que los
poderes públicos de ese Estado han de tener en cuenta esa realidad,
aunque solo fuera por un mínimo respeto al principio democrático de los
deseos manifestados reiteradamente por una abrumadora mayoría social
86
El debate habido al respecto en la Comisión Constitucional del Congreso aparece recogido
en Diario de Sesiones. Congreso de los Diputados, núm. 747, de 14 de febrero de 2.007, págs.
13 a 17. La cursiva es nuestra.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
87
Ibídem.
88
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-513, de 28 de
febrero de 2.007, pág. 10.
89
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados. VIII Legislatura, Serie D:
General, núm. 164, 3 de marzo de 2.005, pág. 114.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
90
La Respuesta, contenida en el Boletín identificado en la nota anterior, fue del siguiente tenor
literal: “La Comisión de Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados aprobó el 3
de noviembre de 2.004, una Proposición no de Ley en los siguientes términos:
"1º. Instar al Gobierno a que proceda a la retirada, en el plazo más breve posible a lo
largo de la presente Legislatura de los símbolos procedentes de la dictadura franquista, por su
carácter inconstitucional, que todavía perduran en los edificios del Estado, con atención a las
determinaciones legales vigentes en materia de protección del patrimonio histórico-artístico.
2º. Instar al Gobierno a que encomiende a la Comisión Interministerial para el
estudio de la situación de las víctimas de la guerra civil y del franquismo, la elaboración de las
propuestas que fueren necesarias para conseguir la desaparición de los símbolos
inconstitucionales que aún persisten en los municipios españoles."
Respecto al punto 1º, el escudo se encuentra integrado en la Cúpula de Cristal de la
Academia. El Ministerio de Defensa se atiene a lo estipulado en la Ley 33/1.981, de 5 de
octubre, donde se señala que "se mantendrán los escudos existentes en los monumentos,
edificios o construcciones de cuya ornamentación formen parte sustancial o cuya estructura
pudiera ser dañada al separar los escudos".
En todo caso, respecto a los símbolos interesados, el Ministerio de Defensa se
atendrá a las indicaciones que la Comisión Interministerial determine. Se da traslado del
interés de Su Señoría a la citada Comisión”.
91
Boletín Oficial de las Cortes Generales. IX Legislatura, Serie D, núm. 145, de 12 de febrero de
2.009, pág. 25. Y también Diario de Sesiones. Congreso de los Diputados. Comisión de Justicia,
núm. 190, de 3 de febrero de 2.009, pág. 3.
Cumpliendo parcialmente su promesa, presentó exactamente la misma proposición no
de ley, para su examen en Comisión, el 3 de febrero de 2.009 (Boletín Oficial de las Cortes
Generales. Congreso de los Diputados. IX Legislatura, núm. D-148, de 17 de febrero de 2.009,
pág. 23), que resultó caducada por disolución de la Cámara (Boletín Oficial de las Cortes
Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-648, de 28 de octubre de 2.011, pág. 58).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
94
J. PÉREZ ROYO, El País, 6 de noviembre de 2.009: “No hay ninguna Constitución digna de tal
nombre que puede carecer del reconocimiento de la libertad religiosa y, en consecuencia,
ningún Estado constitucional digno de tal nombre puede tolerar que los símbolos religiosos de
una determinada confesión religiosa puedan presidir la vida pública”.
95
En la doctrina eclesiasticista escasean los trabajos acerca de esta fuente. Apenas puede
citarse a B. GONZÁLEZ MORENO, “Aproximación a la costumbre como fuente del derecho
eclesiástico”, en VV.AA. (M. M. Martín, coord.), Entidades Eclesiásticas y Derecho de los
Estados (Actas del II Simposio Internacional de Derecho Concordatario. Almería 9-11 de
noviembre de 2.005), Comares, Granada, 2.006, págs. 469-480.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Parece, pues, que con esas palabras, al menos, se trataba más bien
de una apuesta por la aconfesionalidad cooperativa, de tipo positivo. Así
remataba el portavoz socialista: «Les hablo desde la reivindicación de la
laicidad, un movimiento que ha producido grandes conquistas de la
humanidad, desde la proclamación de los derechos del hombre a la
libertad de cultos, por ejemplo; la que nos trajo el matrimonio civil y, por
supuesto, el divorcio; la que nacionalizó la universidad; la que trajo la
escuela pública; la que secularizó los cementerios, y la que suprimió la
censura eclesiástica. La laicidad sí, pero la laicidad, señorías, no niega el
hecho religioso, lo respeta. Ahora, eso sí, exige igualdad ante la ley, que
nadie pueda ser discriminado por motivos religiosos, que ninguna
confesión goce de trato de favor en sus relaciones con el poder y que el
poder político sea, por tanto, absolutamente aconfesional. Esa es la
laicidad que reivindicamos».97
96
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación permanente. Año
2.008, IX Legislatura, núm. 10. Sesión plenaria núm. 10, celebrada el 27 de mayo de 2.008.
97
Ibídem.
98
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados. IX Legislatura, Serie D:
General, 16 y 20 de mayo de 2.008; núms. 15 y 16, págs. 10 y 9, respectivamente. Lo destacado
es obra nuestra.
99
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-15, de 16 de mayo
de 2.008, pág. 10.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
100
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-648, de 28 de
octubre de 2.011, pág. 137.
101
Para el debate parlamentario: Diario de Sesiones. Congreso de los Diputados, núm. 90, de 1
de octubre de 2.008, pág. 15. La Comisión Constitucional, en su sesión del día 1 de octubre de
2.008, adoptó el acuerdo de desestimar la Proposición no de Ley (Boletín Oficial de las Cortes
Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-88, de 21 de octubre de 2.008, pág. 13.
102
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados. IX Legislatura, Serie D:
General, núm. 119, de 5 de diciembre de 2.008, pág. 9. La cursiva es obra nuestra. En la misma
Exposición de Motivos se hace también referencia a «la reciente polémica sobre la colocación
de un símbolo religioso en el Congreso de los Diputados demuestra que éste es un asunto no
resuelto». Entendemos que, sin mencionarla, se refería al problema relativo a la “placa de Sor
Maravillas”: «La Mesa del Congreso de los Diputados decidió este mediodía *19 de noviembre
de 2.008] por unanimidad revocar su acuerdo de colocar una placa en sus dependencias en
memoria de la Madre Maravillas, la religiosa canonizada por Juan Pablo II, que nació en uno de
los edificios del Parlamento. - AGENCIA ATLAS» (elpais.com, 20 de noviembre de 2.008).
103
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-648, de 28 de
octubre de 2.011, pág. 153.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
104
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-148, de 17 de
febrero de 2.009, pág. 22.
105
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-648, de 28 de
octubre de 2.011, pág. 58.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
106
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, Serie D, núm. 290, de 13
de noviembre de 2.009 (en Pleno), pág. 7 y sig.; y de 17 de noviembre de 2.009 (en Comisión),
pág. 16 y sig. Lo destacado es obra nuestra.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
puede proceder a una remoción de los símbolos religiosos sin vulnerar los
sentimientos de aquéllos que pertenecen a la Confesión a la que se los
retira, que normalmente serán de la religión católica. Si para contentar a
unos pocos, se ha de eliminar, en aras de la aconfesionalidad del Estado,
una simbología que se acepta con total normalidad por la mayoría (ya que
la sociedad española es en su gran parte católica)107, tampoco se estará
dando una solución al problema planteado, pues con dicha actitud sí se
lesionan los derechos de los creyentes de esa religión. En este sentido, el
Prof. Prieto Álvarez señala que «se otorga una prioridad a la libertad
religiosa negativa imponiéndose y restando virtualidad al principio
democrático, debiendo determinarse en cada ámbito público cuál es el
valor dominante, mayormente compartido», añadiendo que «si la
resolución de la cuestión la toma el Estado, estaríamos ante una actitud
nada neutral».108
107
Según datos del barómetro de septiembre de 2.011, del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS), el 73,4 por ciento de los españoles se declara católico
(www.psoe.es/cristianos/news/629726/page/desciende-numero-los-creyentes.html).
108
T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad, pluralismo, símbolos),
Civitas – Thomson Reuters, Navarra, 2.010, págs. 178 y ss.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
109
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, Serie D, núm. 290, de 13
de noviembre de 2.009 (en Pleno), pág. 7 y sig.; y de 17 de noviembre de 2.009 (en comisión),
pág. 16 y sig. Lo destacado es obra nuestra.
110
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-648, de 28 de
octubre de 2.011, pág. 171.
111
La postura de los distintos Grupos Parlamentarios, en el debate habido al respecto, en
Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Comisiones. Educación y
Deporte. Año 2.009. IX Legislatura, núm. 431. Sesión núm. 16, celebrada el 2 de diciembre de
2.009, págs. 19 y sigs.
112
Vid. Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados. IX Legislatura. Serie
D: General, núm. 316, 23 de diciembre de 2.009, pág. 23. El texto final de la Proposición No de
Ley fue el resultado de la aprobación, con modificaciones, por la Comisión de Educación y
Deporte, en su sesión del día 2 de diciembre de 2.009, de la Proposición no de Ley sobre
medidas para la retirada de los símbolos religiosos de los centros educativos públicos,
presentada por el Grupo Parlamentario Esquerra Republicana-Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya Verds y publicada en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los
Diputados, serie D, núm. 292, de 17 de noviembre de 2.009.
A dicha Proposición no de Ley se formularon dos enmiendas, la primera por el propio
Grupo proponente: Enmienda De adición.
Se añade un nuevo punto 4:
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
"4. Presentar en esta Cámara el Proyecto de Ley que debe reformar la L.O. de Libertad
Religiosa en el próximo periodo de sesiones."
La segunda, por el Grupo Parlamentario Socialista: Enmienda De sustitución.
"El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a trasladar la jurisprudencia
establecida por el TEDH respecto del art. 9 del Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales."
113
La conclusión alcanzada por la Sentencia Lautsi II, dejando sin efecto la dictada por la Sala,
vendría a darles la razón, en este sentido.
114
Cortes Generales. Diario de sesiones del Congreso de los Diputados. Comisiones. Educación y
Deporte, año 2.009, IX Legislatura, núm. 431.; Sesión núm. 16, 2 de diciembre de 2.009, pág.
19.
Página | 56
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
115
Ibídem.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
116
S. CAÑAMARES ARRIBAS, «La cruz de Estrasburgo. En torno a la Sentencia Lautsi v. Italia, del
Tribunal Europeo de derechos humanos», en Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado, núm. 22 (2.010), del portal jurídico Iustel.com, pág. 8.
117
Stefan MÜCKL, “Crucifijos en las aulas: ¿lesión a los derechos fundamentales?”, en Revista
General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 23 (2.010), del portal
jurídico Iustel.com, págs. 7 y 5, respectivamente.
118
Supuestos judiciales como los relativos al Cristo de Monteagudo, la Cruz oriolana de la
Muela y el patronazgo del Colegio de Abogados murciano atribuido a San Raymundo de
Peñafort, en los que la Asociación Preeminencia del Derecho ha solicitado su supresión;
cuestiones, todas ellas que atenderemos en el tercer capítulo de este trabajo. En cambio, la
misma Asociación abogó a favor de la letrada musulmana a quien el magistrado de la
Audiencia Nacional, Sr. Gómez Bermúdez, impidió que permaneciera en el estrado judicial con
el hiyab. Así resulta de la Sentencia del Tribunal Supremo núm. 5.910/2.010, de 2 de
noviembre, F. de D. 1º: “El 11 de noviembre de 2.009 la Asociación Preeminencia del Derecho
presentó otra denuncia ante el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial
por los mismos hechos *que la interesada+. En ella decía que le constaba que la Sra… "ha
estado en numerosos juicios portando el pañuelo que por costumbre cultural, usa de continuo
(...) ya que las normas reglamentarias en ningún caso impiden que una mujer pueda llevar su
pañuelo puesto en la cabeza". Luego, a la misma descripción de las palabras del presidente de
la Sala efectuada por la Sra…, añadió estas consideraciones: "El magistrado denunciado ha
quebrantado las obligaciones del cargo imponiendo sus deseos o caprichos por encima de las
normas; además da muestras de no conocer las costumbres de la justicia europea, ya que es
fácil ver en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo a los abogados de religión hindú,
procedentes del Reino Unido, que llevan sus turbantes llamativos alrededor de la cabeza y sus
pobladas barbas, sin que los jueces europeos pongan impedimento alguno". Asimismo, hacía
esta otra consideración: "Desacredita a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional una
conducta despótica de su presidente, que manifiesta su intolerancia, desacredita a la justicia y
a la propia sociedad que estos rasgos de visceralismo puedan compaginarse con el ejercicio de
importantes cargos públicos. En fin que es una vergüenza, para más claridad, que estas
conductas discriminatorias e ilegales se permitan a altos cargos de la judicatura como
"licencia" inherente al "goce" del cargo por su titular".
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
119
El Prof. Pérez Royo, en un artículo que titulaba ‘Libertad religiosa y Educación, publicado en
El País de 26 de junio de 2.010, escribía: “El próximo día 30 se inicia en la Gran Sala del TEDH el
debate para resolver el recurso interpuesto por el Estado italiano contra la sentencia de
noviembre del año pasado. En dicho recurso el Estado italiano es apoyado por 22 conferencias
episcopales nacionales, entre las que se cuenta la conferencia española. Nada que objetar.
Tanto el Estado italiano como las conferencias episcopales tienen derecho a interponer el
recurso el primero y a hacerse oír por el Tribunal las segundas.
Lo que sí cabe esperar es que, una vez que el TEDH haya resuelto el recurso, la
sentencia sea aceptada y no se intente torpedear su aplicación. En unas semanas vamos a
tener definidas a escala europea las relaciones entre la libertad religiosa y el derecho a la
educación y las obligaciones que para los Estados signatarios del Convenio se derivan de dichas
relaciones. Para todos y no solamente para Italia. Obviamente, me estoy refiriendo a la
obligación de los Estados de aceptar la decisión del TEDH y de no torpedear su aplicación.
Dicho de otra manera: las conferencias episcopales son libres de aceptar o no la jurisprudencia
del TEDH, pero los Estados no. Los Estados sí tienen que garantizar el cumplimiento de la
sentencia.
Me gustaría estar seguro de que los poderes públicos serán exactamente igual de
coherentes en el cumplimiento de la obligación que se desprenda de la decisión que adopte el
TEDH. Que los gobernantes democráticos sean tan coherentes como los obispos. Con esto
sería suficiente. Veremos”. ¿Seguirá sosteniendo lo mismo tras la denominada Sentencia Lautsi
II?
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
quisiera ser utilizado, por parte del Gobierno en perspectiva legal, para
justificar, paralelamente, una prohibición de símbolos estáticos.120
120
El debate parlamentario, en Cortes Generales. Diario de Sesiones del Senado, IX Legislatura,
núm. 85, Sesión del Pleno celebrada el 23 de junio de 2.010, págs. 4.540-4.553.
121
Algo más explícita que la normativa relativa al Congreso de los Diputados, aunque tampoco
excesivamente, resulta la regulación contenida en los arts. 174 a 181 del Reglamento del
Senado, relativa a “Las Mociones”, dado que en esta Cámara no se contempla la figura de la
proposición no de ley, pudiendo destacar, a los efectos que nos interesan, los siguientes
preceptos: “Las mociones deberán tener alguna de las finalidades siguientes: a) Que el
Gobierno formule una declaración sobre algún tema o remita a las Cortes un proyecto de Ley
regulando una materia de la competencia de aquéllas. b) Que se dé una determinada
tramitación a las cuestiones incidentales que surjan como consecuencia de un debate. c) Que
concluya una deliberación y se someta a votación, en su caso, la cuestión debatida de acuerdo
con el procedimiento que le corresponda. d) Que la Cámara delibere y se pronuncie sobre un
texto de carácter no legislativo” (art. 174). “1. El Presidente de la Cámara dará inmediata
cuenta al Gobierno o al órgano correspondiente de la aprobación de las mociones a las que se
refieren los apartados a) y d) del art. 174. 2. Dentro de los seis meses siguientes, el Gobierno o
el órgano correspondiente deberán informar sobre el cumplimiento dado a las mismas. Dicho
informe será publicado por la Cámara (art. 178). “1. Si, al amparo de lo dispuesto en el art.
174, aptdo. a, se aprobase una moción para que el Gobierno formule una declaración sobre
algún tema, la Mesa, oída la Junta de Portavoces, y de acuerdo con el Ministro afectado, fijará
la fecha en que ésta deberá producirse. 2. Tras el informe o declaración del Gobierno se abrirá
un debate en el que podrán intervenir el primer firmante de la moción, o el Senador en quien
delegue, y los Portavoces de los distintos Grupos Parlamentarios, por tiempo no superior a
diez minutos cada uno de ellos. 3. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, la Mesa, a
propuesta de la Junta de Portavoces, podrá acordar que el debate sobre la declaración del
Gobierno se efectúe en sesión posterior a aquella en que ésta se produzca” (art. 179).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
podrán trascender los fines que les son propios y equipararse a los
poderes públicos ocupando institucionalmente una igual posición jurídica.
2.- La neutralidad de los poderes públicos impide cualquier tipo de
confusión entre sus funciones y las religiosas o espirituales. En los actos
oficiales y en el protocolo de las Administraciones Públicas será respetado
el principio de laicidad. Los cargos públicos e institucionales deberán
abstenerse de participar en ceremonias o ritos de cualquier creencia en el
desempeño de sus responsabilidades, sin menoscabo de que a título
personal ejerciten los derechos y las libertades que como ciudadanos y
ciudadanas les reconoce la presente ley. 3.- Ninguna confesión tendrá
carácter estatal. Los valores o intereses de las confesiones no podrán
erigirse en parámetros para medir la legitimidad o la justicia de las normas
y actos de los poderes públicos; no podrá obligarse a éstos a trasladar al
ámbito jurídico-civil los valores o principios religiosos de la conciencia de
los fieles. Y el art. 16.1 (‘Formación religiosa y moral’): El Estado
garantizará un sistema de educación pública, aconfesional y coherente
con los valores democráticos. La educación escolar estará dirigida a la
creación de ciudadanas y ciudadanos libres, iguales, críticos y cultos.
Página | 62
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
125
Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación
Permanente, Año 2.010, IX Legislatura, núm. 190. Sesión plenaria núm. 179, celebrada el 21 de
septiembre de 2.010.
126
“He oído literalmente en la Cámara que se sigue trabajando en la preparación de un texto
que reúna las condiciones adecuadas, y a eso me referiré también a continuación. Lo que ha
dicho el Gobierno es que no considera prioritario en este momento el debate sobre el asunto.
Piense cada uno lo que considere más oportuno al respecto, pero convengamos en una cosa:
ese es el derecho del Gobierno; en cierto modo, su prerrogativa: acomodar las prioridades de
iniciativas legislativas a las circunstancias como considere oportuno. Por supuesto, eso incluye
el derecho a equivocar la valoración de esas circunstancias; piense cada uno lo que considere
oportuno al respecto, pero esa es la legítima valoración política del Gobierno y en ese sentido
convengamos que es su responsabilidad y también su riesgo. Eso, en definitiva, es la política y
el Gobierno ha venido indicando con reiteración que en este momento considera que las
prioridades están más en la zona de lo económico-social, dicho en sentido amplio, que en
otros aspectos de las iniciativas legislativas. Es por tanto una cuestión de oportunidad y así lo
quiero expresar. Tratándose, como se trata el asunto, del desarrollo, de la actualización de un
tema sensible —es un derecho fundamental pero además es un tema sensible—, es indudable
que la libre valoración del Gobierno para elegir el momento adecuado y la forma adecuada es
respetable. Insisto, libre juicio de valor de cada grupo parlamentario, pero esta es mi opinión.
Probablemente lo que no es forma adecuada para un tema sensible de estas características es
precisamente una iniciativa unilateral y en alguna medida sesgada”.
Página | 63
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
127
“Todos aquellos principios que suelen considerarse constitutivos de un Estado democrático,
como separación de poderes o vida judicial normalizada, fueron ignorados por las leyes
franquistas. En su lugar existió un control confesado del ejecutivo sobre el legislativo y del jefe
del Estado sobre ambos y, a su vez, todo el entramado judicial se hizo depender de los
ministerios”. (Texto extraído del libro de Historia de 2º de bachillerato, de Editorial Anaya, ed.
de 2.001).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
128
BOE, núm. 94, de 4 de abril de 1.939, pág. 1.931.
129
BOE, núm. 213, de 1 de agosto de 1.939, pág. 4.197.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Página | 67
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
130
BOE, núm. 172, de 10 de abril de 1.937, pág. 952. Por Orden de 12 de julio de 1.938 (BOE,
núm. 13, de 13 de julio de 1.938, pág. 188) se restablecieron en toda su integridad las Reales
Ordenes de 19 de abril y 28 de junio de 1.901, que proclamaron a la Santísima Virgen del
Carmen Patrona de la Marina de Guerra.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
131
Cfr. G. MORENO BOTELLA, “Crucifijo y escuela en España”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 2 (mayo 2.003), del portal jurídico iustel.com.
132
Dirección General de Primera Enseñanza.- Circular a los Inspectores de Primera enseñanza y
Presidentes de los Consejos locales, provinciales y universitarios de Protección escolar, de 12
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
de enero de 1.932 (Gaceta de Madrid, núm. 14, de 14 de enero de 1.932, pág. 383). Sobre este
particular: vid. G. MORENO BOTELLA, “Libertad religiosa y neutralidad escolar (A propósito del
crucifijo y otros símbolos de carácter confesional)”, en Revista Española de Derecho Canónico,
núm. 150 (2.001), pág. 201 y 211; M. M. DEL POZO ANDRÉS y B. HONTAÑÓN GONZÁLEZ, “El
laicismo en la escuela pública” en VV.AA. (J. de la Cueva y F. Montero, edits.), Laicismo y
Catolicismo, El conflicto político-religioso en la Segunda República, Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, 2.009, pag. 301.
133
Al respecto, vid. M. OSTOLAZA ESNAL, “La «guerra escolar» y la movilización de los católicos
en la II República (1.931-1.936), en VV.AA. (J. de la Cueva y F. Montero, edits.), Laicismo y
Catolicismo, El conflicto político-religioso en la Segunda República, Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, 2.009, pag. 331.
134
“En un periódico local de Reus de 1.932 se relata cómo, ante la disposición de quitar los
crucifijos de las escuelas, los padres acordaron que cada niño llevase el suyo, y lo ponía en su
pupitre o entre los libros. No hubo un crucifijo, sino cientos”. Vid. J. LÓPEZ MEDEL, Libertad y
derecho a la enseñanza de la religión, Dykinson, 3ª edic. actualizada, Zaragoza, 2.004, pág. 251.
135
La Profª. García Salmerón da cuenta de las dificultades para sacar el crucifijo de las aulas en
aquella época en diversas poblaciones conquenses, así como en Cuenca capital [vid. M.P.
GARCÍA SALMERÓN, «Repercusiones conquenses a algunas disposiciones político-educativas
emanadas desde la Dirección General de Primera Enseñanza durante el mandato de Rodolfo
Llopis», en Revista interuniversitaria de Formación de Profesorado, núm. 43 (abril, 2.002), pág.
69].
136
Revista El Magisterio Español, núms. 8.938 (28 de enero de 1.932), 8.939 (30 de enero de
1.932) y 8.950 (27 de febrero de 1.932).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
137
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», en la Base de Datos de
westlaw.es (BIB 2.008\2.397), pág. 9.
138
Vid. Cortes Generales, Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Comisiones.
Igualdad. IX Legislatura, núm. 818. Sesión núm. 28 (extraordinaria), celebrada el 11 de julio de
2.011, pág. 11 y sig.
139
Habría numerosos ejemplos de ello, y que parecen demostrar que, en algunos lugares, sí ha
habido un sentimiento interpretativo de ser signos a quitar; aunque quizás pueda ser como
dice el Prof. Ollero, porque faltan más católicos laicos… que “arrimen el hombro” y no “pasen
de todo”… (cfr. A. OLLERO, España: ¿Un Estado Laico? La libertad religiosa en perspectiva
constitucional, Thomson-Aranzadi, Navarra, 2.005, passim).
140
Algún episodio aislado de restauración o restablecimiento de símbolos previamente
retirados parece sin embargo que también se ha producido (así, al menos, se relata en diversos
medios de comunicación con relación a determinados supuestos, como los acontecidos en
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
144
No hay que olvidar que las mismas Leyes Fundamentales del franquismo establecían
claramente al respecto que “La profesión y práctica de la Religión Católica, que es la del Estado
español, gozará de la protección oficial. El Estado asumirá la protección de la libertad religiosa,
que será garantizada por una eficaz tutela jurídica que, a la vez, salvaguarde la moral y el
orden público (art. 6 del Fuero de los Españoles de 17 de julio de 1.945) y que “La Nación
española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina
de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la
conciencia nacional, que inspirará su legislación” (art. 2 de la Ley de Principios del Movimiento
Nacional de 17 de mayo de 1.958).
145
Por lo que respecta a la Enseñanza Primaria, la Ley de 17 de julio de 1.945, sobre Educación
Primaria (BOE, núm. 199, de 18 de julio de 1.945), aludía expresamente en su Exposición de
Motivos a la prohibición en las aulas de la imagen de Cristo en la etapa republicana, “por lo
que el Movimiento Nacional, desde el instante mismo en que se inició, consagró su más
decidida voluntad a restaurar en todo el ámbito de nuestra Enseñanza, y muy singularmente
en la Educación Primaria, la formación católica de la juventud. La nueva Ley invoca, entre sus
principios inspiradores, como el primero y más fundamental, el religioso. La Escuela española,
en armonía con la tradición de sus mejores tiempos, ha de ser ante todo católica”.
Consecuentemente, en su articulado, se establecía como caracteres de la Educación primaria,
el de la Educación religiosa, que “se ajustará a los principios del Dogma y de la Moral católica y
a las disposiciones del Derecho Canónico vigente” (art 5º); poniéndose todas las Escuelas bajo
la advocación de Jesús, Maestro y modelo de educación. Para celebrar anualmente esta
advocación se instituye una fiesta, cuya fecha será variable, según las distintas Escuelas y se
solemnizará con actos religiosos (art. 16). En la Primera de sus Disposiciones Finales y
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
146
BOE, núm. 187, de 6 de agosto de 1.970.
147
L.O. 2/2.006, de 3 de mayo, de Educación (BOE, núm. 106, de 4 de mayo de 2.006).
148
BOE, núm. 154, de 27 de junio de 1.980.
149
BOE, núm. 159, de 4 de julio de 1.985.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
150
BOE, núm. 238 de 4 de octubre de 1.990.
151
BOE, núm. 307 de 24 de diciembre de 2.002.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
párrafo, 55, 57, 58, 62, 66, y las disposiciones adicionales 2ª, 9ª, 10ª,
apartado 2º, y 16ª de la LOGSE. 5. Quedan derogados el capítulo II del
Título I, Título II, Título III y los arts. 35, 36, 38.1, 39, 40, 41, 42 y 43 del
Título IV y las disposiciones adicionales 2ª, 3ª, 5ª, 6ª y 8ª de la L.O.
9/1.995, de 20 de noviembre, de Participación, Evaluación y Gobierno de
los Centros Docentes. 6. Asimismo, quedan derogadas cuantas
disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto en la
presente Ley.
152
BOE, núm. 209, de 1 de septiembre de 1.983.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
153
BOE, núm. 307, de 24 de diciembre de 2.001.
154
BOE, núm. 89, de 13 de abril de 2.007.
155
Art. 18. 1 de la LODE: “Todos los centros públicos desarrollarán sus actividades con sujeción
a los principios constitucionales, garantía de neutralidad ideológica y respeto de las opciones
religiosas y morales a que hace referencia el art. 27.3 de la CE”.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
156
Lo que ha sido recordado expresamente por alguna Sentencia del Tribunal Supremo con
ocasión de la impugnación de un Real Decreto reglamentario. Así, por ejemplo, en el F.J. 4º de
sendas Sentencias de la Sala 3ª, Sección 3ª, de 9 de diciembre de 1.991. Pte.: Sr. Morenilla
Rodríguez (Ar. 9.564 y 9.565).
«La derogación tácita plantea siempre el inconveniente de que su conocimiento por
el conjunto de los ciudadanos se encuentra sujeto a una interpretación sistemática del
Ordenamiento jurídico. Dicha labor no siempre resulta sencilla ni siquiera para el experto en
Derecho, sobre todo cuando se dictan nuevos Reales Decretos en materias en las que ya
existía un variado conjunto de normas de diverso rango, muchas de las cuales regulaban
además aspectos puntuales». Vid. M. ESTEPA MONTERO, Régimen jurídico y control
jurisdiccional de los Reales Decretos Reglamentarios, Madrid, 2.004 (ISBN: 84-669-2485-X),
accesible en http://eprints.ucm.es/tesis/der/ucm-t27501.pdf.
157
«El Consejo de Estado ha mantenido respecto de la elaboración de normas finalmente
aprobadas mediante Reales Decretos que no resulta inconveniente derogar de modo expreso
un artículo de un reglamento ya derogado tácitamente por una norma de rango legal dado su
carácter clarificador del Ordenamiento jurídico vigente. En concreto, el Consejo de Estado
afirma en su Dictamen número 55.768, Sección 3ª, de 21 de enero de 1.991, Consideración 1ª,
que: “Se trata, en efecto, no tanto de extinguir una norma jurídica que se considera derogada,
sino de retirar su texto de los libros, por utilizar una expresiva forma de decir de los juristas
anglo-americanos”.» Vid. M. ESTEPA MONTERO, Régimen jurídico y control jurisdiccional… cit.
Página | 79
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
158
Se trata de la Circular de 22 de noviembre de 1.922 del Subsecretario de Educación Pública,
la Circular núm. 2.134, de 29 de mayo de 1.926 y los Decretos regios núm. 965, de 30 de abril
de 1.924 y núm. 1.297, de 26 de abril de 1.928. Acerca de la vigencia de estas normas: A.
GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, Confessioni religiose, diritto e scuola pubblica in Italia.
Insegnamento, culto e simbologia religiosa nelle scuole pubbliche, CLUEB, Bologna, 2.005, págs.
212 y sigs.
159
Así lo ha hecho nuestro Tribunal Constitucional, aun con ocasión de resolver recursos de
amparo: Vid. Sentencias 32/1.990, de 26 de febrero y 61/1.990, de 29 de marzo. Cfr. E. GARCÍA
DE ENTERRÍA, “La eliminación general de las normas reglamentarias nulas con ocasión de
recursos contra sus actos de aplicación”, en Revista Española de Derecho Administrativo, núm.
66 (1.990), págs. 288 y sigs. Recientemente ha vuelto a reiterar el Tribunal Constitucional, en
su Sentencia 34/2.011, de 28 marzo (BOE, núm. 101, de 28 de abril de 2.011): “si el resultado
de nuestro enjuiciamiento llevase a considerar que la raíz de la lesión del derecho fundamental
se ubica en el contenido mismo de la disposición, no por ello cabe olvidar que la depuración de
las normas infralegales por vicio de inconstitucionalidad es, en principio, competencia del
poder judicial (art. 117.3 CE). Por ello, si el restablecimiento en la integridad del derecho
fundamental pudiera obtenerse mediante la anulación de la resolución o acto administrativo
aplicativo de la disposición general, quedará reservada a la jurisdicción ordinaria su definitiva
expulsión del ordenamiento jurídico; y, excepcionalmente, la norma reglamentaria podrá ser
anulada por este Tribunal con motivo de un recurso de amparo cuando la vigencia de la
disposición, además de ser la causante de la lesión, impida el pleno restablecimiento en su
derecho al demandante (como entendieron las SSTC 7/1.990, de 18 de enero; y 32/1.990, de
26 de febrero).”
160
El número 3 de la Disposición derogatoria de la Carta Magna establece que “asimismo
quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Constitución”.
Página | 80
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
que propugna el art. 1.2 del propio Código Civil161. Ahora bien, no
existiendo disposición constitucional ni legal que se ocupe expresa y
específicamente de este tema, no parece que pueda extraerse una
conclusión lo suficientemente segura como para aseverar que se haya
producido la referida abrogación tácita, pues no parecen suficientes a
estos efectos lo dispuesto en los ya mencionados arts. 16 y 27.3 de
nuestra Constitución y el art. 18.1 de la LODE, aunque todo parece indicar
que depende de cómo se entienda e interprete la aconfesionalidad
estatal, constitucionalmente proclamada. Pero la necesidad de legislar en
esta materia –argüida por el Ejecutivo así como por las Cortes Generales a
través de las Proposiciones no de Ley, que hemos visto– es indicativa de
que hasta el momento no ha sido regulado; y, por otro lado, el basamento
en este sentido por parte de algunos en la primera Sentencia Lautsi del
TEDH tampoco es suficiente, pues, aparte de haber sido dejada sin efecto
por la Gran Sala del propio Tribunal, la misma ponía el acento, a nuestro
juicio más por la vía de la libertad religiosa negativa del alumno que por la
de la laicidad pública.
161
Cuestión también que no deja de ser importante, dada la diferencia entre una mera
derogación normativa que, en principio, no ha de tener eficacia retroactiva respecto de los
efectos jurídicos alcanzados durante su vigencia; y la nulidad de un precepto jurídico, que
debería conllevar la de las consecuencias jurídicas derivadas del mismo. Cfr. M. ESTEPA
MONTERO, Régimen jurídico y control jurisdiccional… cit.
162
M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, “Símbolos religiosos y Administración pública: El problema
en las aulas de centros públicos docentes”, en la obra colectiva (D. Llamazares Fernández, dir.),
Página | 81
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
167
Art. 62. 2 de la LODE: “Son causas de incumplimiento grave del concierto por parte del
titular del centro las siguientes: *…+ e) Lesionar los derechos reconocidos en los arts. 16 y 20 de
la CE, cuando así se determine por sentencia de la jurisdicción competente”.
168
Art. 6.3 de la LODE: “Se reconocen a los alumnos los siguientes derechos básicos: *…+ b) a
que se respeten su identidad, integridad y dignidad personales; *…+ e) a que se respete su
libertad de conciencia, sus convicciones religiosas y sus convicciones morales, de acuerdo con
la Constitución”.
Art. 6.4 de la LODE: “Son deberes básicos de los alumnos: *…+ f) Respetar la libertad de
conciencia, las convicciones religiosas y morales, y la dignidad, integridad e intimidad de todos
los miembros de la comunidad educativa”.
169
Art. 1. El sistema educativo español, configurado de acuerdo con los valores de la
Constitución y asentado en el respeto a los derechos y libertades reconocidos en ella, se
inspira en los siguientes principios: *…+ c) La transmisión y puesta en práctica de valores que
favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la
tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de
discriminación. *…+ k) La educación para la prevención de conflictos y para la resolución
pacífica de los mismos…”.
Página | 83
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
172
Ibídem, F.J. 5º; cursiva y añadido, que se pretende aclaratorio, contenido en el corchete,
nuestros.
173
BOE, núm. 101, de 28 de abril de 2.011.
174
Las iniciativas parlamentarias que, anteriormente, hemos examinado nos parece que lo
ponen claramente de relieve.
Página | 85
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
conflictos que pudieran surgir eran del consejo escolar del centro. Lo
vamos a ver más detenidamente al tratar de la problemática en los
ámbitos del poder ejecutivo y del judicial. No obstante, en los últimos
tiempos todo parece indicar que la sensibilidad sobre esta temática ha
cambiado, al menos para un sector social y político175, si tomamos en
consideración: primero, la proposición no de ley de Izquierda Unida y
otros, concordada posteriormente con el PSOE y aprobada en el Congreso;
segundo, el anuncio gubernamental de una nueva L.O. de Libertad
Religiosa, que contemplaría la materia relativa a la simbología religiosa en
lugares públicos; tercero, la incidencia de Ley 52/2.007, de 26 de
diciembre, de Memoria Histórica, que vamos a pasar a examinar.
175
Y así, en varias Comunidades Autónomas la lectura del principio constitucional de laicidad
que se ha hecho desde sus órganos de Gobierno, tal y como vamos a ver en el siguiente
capítulo de este trabajo, es la de la actuación contra símbolo en el seno escolar, al menos si
hay petición de parte al respecto.
176
Ley 52/2.007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra
civil y la dictadura (BOE, núm. 310, de 27 de diciembre de 2.007).
Página | 86
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
177
Lo destacado es nuestro.
178
Aunque a la fecha que se contraen no puede considerarse que el General Franco se hubiese
decidido en este tema, pues la confesionalidad no se plasmó legalmente hasta la promulgación
del Fuero de los españoles de 17 de julio de 1.945, “tras unos iniciales y fugaces titubeos
(provocados por el hecho de que Falange Española se manifestaba partidaria de la separación
entre la Iglesia y el Estado)”, según pone de relieve J.M. VÁZQUEZ GARCÍA-PEÑUELA,
“Evolución del Derecho eclesiástico español”, en la obra colectiva (D. García Hervás, coord.),
Manual de Derecho Eclesiástico del Estado, Colex, Madrid, 1.997, pág. 82 y sig.
Con mayor detenimiento respecto de la actitud franquista hacia la religión católica en
los primeros tiempos de su régimen: M.N. MONTESINOS SÁNCHEZ, “Notas sobre las relaciones
entre la Iglesia y el Gobierno del General Franco durante la guerra civil”, en Anales de la
Universidad de Alicante. Facultad de Derecho, núm. 5 (1.990), págs. 155 y sigs. Con
posterioridad, J. FERREIRO GALGUERA, Relaciones Iglesia-Estado en la II República española,
Atelier, Barcelona, 2.005, pág. 216 y sig., pone de relieve el discurso de Franco, de 1 octubre
1.936, en que se autoproclamaba Jefe del Estado, y en el que expresamente se afirmaba: “El
Página | 87
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Estado, sin ser confesional…” y sugería el acercamiento de los militares hacia la religión para
tratar de apoyarse también en ella a favor de la revuelta. Por otra parte, y con cita de
Callaham, se señala que, pese a anteriores recelos, porque no se mostraban muy piadosos o
católicos, el Cardenal Gomá empezó a ver a los militares con “mejores ojos” cuando se
adoptaron medidas pro católicas como el retorno de los crucifijos a las escuelas.
179
La cursiva es nuestra.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
180
Orden Cultura 3.190/2.008, de 6 de noviembre (BOE, núm. 269, de 7 de noviembre de
2.008). Por Orden CUL/459/2.009, de 19 de febrero, se crea y regula la Comisión Técnica de
Expertos para la valoración de los supuestos determinantes de la excepcionalidad en la
retirada de símbolos (BOE, núm. 51, de 28 de febrero de 2.009).
Página | 89
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
181
Así en www.feteugt.es/data/images/2008/Privada/Acuerdos/PRIConEscEstado31-01.pdf
(visita de 11 de diciembre de 2.011).
182
La Ley de Símbolos de Navarra de 11 de abril de 2.003, con consciencia o no al respecto,
establece en su Disposición Transitoria Única (Retirada de simbología franquista), que «en el
plazo de un año desde la entrada en vigor de esta Ley Foral, las autoridades en ella referidas
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
184
Sentencia del Tribunal Constitucional, Sala Segunda, 34/2.011, de 28 de marzo de 2.011, F.J.
4, ya referenciada anteriormente.
185
Sentencia de 14 de noviembre de 2.008 del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo núm.
2 de Valladolid F. de D. 4º (RJCA\2008\695): “En el escrito de contestación a la demanda,
señala el Letrado de la Administración que los crucifijos se encuentran en el centro desde su
inauguración, a finales de 1.930, vinculados de forma permanente, por voluntad de su titular,
al propio edificio, ajeno éste a todas las vicisitudes históricas y a los diversos ordenamientos
jurídicos”.
En la Gaceta de Madrid núm. 5.764, de fecha 12 de mayo de 1.850, pág. 4: TIFF
(Referencia 1.850/02.261): en su apartado de Noticias nacionales, se contiene la siguiente:
«Barcelona 8 de Mayo.- El Iltre. Sr. Alcalde constitucional de esta ciudad ha dispuesto muy
acertadamente el que en todas las escuelas de esta ciudad, sostenidas á expensas de los
fondos municipales, se coloquen una imagen del Crucificado y el retrato de S.M.»
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
186
A. ÁLVAREZ BOLADO, Para ganar la Guerra, para ganar la Paz, Universidad Pontificia
Comillas, Madrid, 1.995, pág. 392. En las págs. 47 a 50 de esta obra se contienen, sin ánimo de
exhaustividad, relatos sobre la concreta vuelta de muchos de estos crucifijos a la escuela, con
datos documentales y resoluciones al respecto.
187
A primeros del año 2.007, diversos medios de comunicación daban como noticia que el
consejo escolar del colegio público, de Educación Infantil y Primaria, San Agustín de Fuentes de
Nava había acordado, por mayoría de 5 contra 3 votos, reponer los crucifijos y demás símbolos
religiosos que habían sido retirados a raíz de una reunión del claustro de profesores (J.
BASTANTE, en ABC.es, 13 de enero de 2.007).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
188
C. FERNÁNDEZ-PACHECO ESTRADA, “La cuestión religiosa en el Código Penal desde el
franquismo hasta la actualidad”, en la obra colectiva (B. Souto Galván, dir.), Libertad de
creencias e intolerancia en el franquismo, Marcial Pons-Universidad de Alicante, Madrid, 2.008,
pág. 253.
Según el Prof. W. HASSEMER (traducción de Elena Larrauri), «Derecho Penal
Simbólico y protección de Bienes Jurídicos», en Varios Autores, Pena y Estado función
simbólica de la pena, Editorial Jurídica Conosur, Santiago de Chile, 1.995, págs. 23 y sigs.
(disponible en www.metajus.com.br/textos_internacionais/simbolismo-e-bem-juridico-
Hassemer.pdf): “El propio término *simbólico+ no ha sido objeto de estudio por la doctrina; no
he encontrado un concepto preciso y apto de «simbólico» o «legislación simbólica». Existe un
acuerdo global respecto de la dirección en la cual se busca el fenómeno de Derecho simbólico:
se trata de una oposición entre «realidad» y «apariencia», entre «manifiesto» y «latente»,
entre lo «verdaderamente querido» y lo «otramente aplicado»; y se trata siempre de los
efectos reales de las leyes penales. «Simbólico» se asocia con «engaño», tanto en sentido
transitivo como reflexivo. Así Hegenbarth opone el «fortalecimiento simbólico de las normas»
a la «seguridad de su cumplimiento»; Hill habla de leyes que «no están en situación de
efectuar cambios y las cuales sólo tienen funciones simbólicas»; Ryffel vincula «simbólico» con
«consecuencias latentes» de las leyes; Noll opone las intenciones del legislador a los efectos
reales de las leyes y Amelung contrapone «prestigio» a «efectividad».”
189
Partidas VII, 28, 5: “De fecho, obrando algunt home como en manera de denuesto alguna
cosa contra Dios ó contra Santa María, escupiendo en la majestad ó en la cruz, ó firiendo en
ella con piedra ó con cuchillo, ó con otra cosa cualquier, por la primera vegada haya toda la
pena el que lo ficiere que diximos en las leyes antes desta que debe haber por la tercera vegada
el que denuesta a Dios ó a Santa María: (Pérdida de bienes) et si aquel que lo ficiere fuere de
los menores homes, que non haya nada, mandamos quel corten la mano por ende”.
190
No. R. I, 1, 5: “Pues por la santa cruz fue redimido el humanal linaje, mandamos que
ninguno faga figura de cruz, ni de santo, ni de santa, en sepultura, ni en tapete, ni en manta, ni
en otra cosa, para poner en lugar donde se pueda hollar con los pies; y cualquiera que lo hiciere
pague ciento cincuenta maravedís, la tercera parte para la Iglesia, y la otra tercera parte para
el acusador, y la otra tercera parte para la ciudad ó villa donde esto acaesciere”.
191
Código Penal de 1.822:
Art. 235: “El que con palabras, acciones o gestos ultrajare o escarneciere manifiestamente
sabiendas alguno de los objetos del culto religioso en los lugares destinados al ejercicio de éste,
o en cualquier acto en que se ejerza, sufrirá una reclusión o prisión de quince días a cuatro
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
meses; doblándose esta pena si el reo fuere eclesiástico secular o regular, o funcionario público
en el ejercicio de sus funciones. Compréndese en las disposición de este artículo el ultraje o
escarnio manifiesto de dichos objetos hecho por medio de pinturas, estampas, relieves u otras
manufacturas de esta clase exponiéndolas en público, vendiéndolas o distribuyéndolas a
sabiendas de cualquier modo”.
Art. 236: “Igual pena sufrirá el que a sabiendas derribare, rompiere, inutilizare o destruyere
alguno de los objetos destinadas al culto público”.
Código Penal de 1.848-1.850:
Art. 131: “El que hollare, arrojare al suelo o de otra manera profanare las sagradas formas de
la Eucaristía, será castigado con la pena de reclusión temporal”.
Art. 132: “El que con el fin de escarnecer la religión, hollare o profanare las imágenes, vasos
sagrados u otros objetos destinados al culto será castigado con la pena de prisión mayor”.
Código Penal de 1.870:
Art. 240: “Incurrirá en las penas de prisión correccional en sus grados medio y máximo y multa
de 250 a 2500 pesetas …4. El que con el mismo fin profanare públicamente imágenes, vasos
sagrados o cualesquiera otros objetos destinados al culto”.
Código Penal de 1.928:
Art. 272: “El que hollare, arrojare al suelo o de otra manera profanare las Sagradas Formas de
la Eucaristía, será castigado con la pena de tres a seis años de prisión”.
Art. 273: “Los que, en ofensa de la religión del Estado hollaren, destruyeren, rompieren o
profanaren los objetos sagrados o destinados al culto, ya lo ejecutaren en las iglesias, ya fuera
de ellas, incurrirán en la pena de seis meses a seis años de prisión”.
192
Código Penal de 1.932:
Art. 235: “Incurrirán en las penas de arresto mayor y multa de 500 a 2.500 pesetas …3º. El que
escarneciere públicamente alguno de los dogmas o ceremonias de cualquiera religión que
tenga prosélitos en España. 4º. El que con el mismo fin profanare públicamente imágenes,
vasos sagrados ó cualesquiera otros objetos destinados al culto”.
193
Código Penal, Texto refundido de 1.944:
Art. 207: “El que hollare, arrojare al suelo o de otra manera profanare las Sagradas formas de
la Eucaristía, será castigado con la pena de prisión menor”.
Art. 208: “Los que, en ofensa de la Religión católica, hollaren, destruyeren, rompieren o
profanaren los objetos sagrados o destinados al culto, ya lo ejecuten en las Iglesias, ya fuera de
ellas, incurrirán en la pena de prisión menor”.
Ley 44/1.971, de 15 de noviembre de reforma parcial del Código Penal:
Art. 208: “El que ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos
legalmente tutelados, será castigado con la pena de prisión menor y multa de 20.000 a
100.000 pesetas. Se impondrá esta pena en su grado máximo si los hechos previstos en el
párrafo anterior fuesen realizados en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias del
mismo, oficialmente autorizadas, siempre que este requisito fuese necesario. Cuando el hecho
revistiere suma gravedad o relevante trascendencia, se aplicará la pena superior en grado”.
194
Ley Orgánica 8/1.983, de 25 de junio, de Reforma Urgente y Parcial del Código Penal:
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Art. 208: “El que ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos
legalmente tutelados, será castigado con la pena de prisión menor y multa de 100.000 a
500.000 pesetas. Se impondrá esta pena en el grado máximo si los hechos previstos en el
párrafo anterior fuesen realizados en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias del
mismo, oficialmente autorizadas, siempre que este requisito fuese necesario. Cuando el hecho
revistiere suma gravedad o relevante trascendencia, se aplicará la pena superior en grado”.
195
Así, según el vigente Diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Profanación”
(Del lat. profanatĭo, -ōnis). 1. f. Acción y efecto de profanar. “Profanar” (Del lat. profanāre).
1. tr. Tratar algo sagrado sin el debido respeto, o aplicarlo a usos profanos. 2. tr. Deslucir,
desdorar, deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables.
196
Aprobado mediante la L.O. 10/1.995, de 23 de noviembre (BOE, núm. 81, de 24 de
noviembre de 1.995).
197
J.M. TAMARIT SUMALLA, “Comentario al art. 524”, en la obra colectiva (G. Quintero
Olivares, dir.), Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Aranzadi, Navarra, 1.996,
pág. 1.463.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
ceremonias del mismo; sin embargo, el art. 524 del actual Código Penal –
que mantiene la redacción dada en 1.995, salvo por lo que respecta a la
multa que, en principio, era de cuatro a diez meses– señala que “el que en
templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos
de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente
tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o
multa de 12 a 24 meses”.
198
La cursiva es nuestra. Fuente: Centro de Documentación Judicial (Id Cendoj:
41091370042004100354). En el caso concreto y según el propio Tribunal, eran «Hechos
Probados: el acusado, el día 26 de noviembre de 2.002, publicó, consciente y voluntariamente,
en su página web con Direccion000, con el propósito de agraviar los sentimientos de los
católicos, un artículo titulado 001, realizado y editado por el propio inculpado o por persona de
identidad desconocida pero con su consentimiento, en el que se incluían textos atentatorios
contra la imagen de la Virgen de la Esperanza de Triana, titular de la Hermandad del mismo
nombre, al señalar: ¿Te hubiera molestado menos si hubiera puesto a la Monalisa con una
polla al lado en vez de la estatua de la Esperanza de Triana?, o, Y la noche pasada volvía a ver a
mi [dirección de internet], pero esta vez en un sueño erótico orgásmico, con un pene sujeto a
una correa...». A dichos textos acompañaba una imagen de la Virgen de la Esperanza junto a
los órganos genitales de un varón.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
199
Vid., sin ánimo exhaustivo: J. FERREIRO GALGUERA, Protección jurídico penal de la religión,
Universidade da Coruña. Servicio de Publicacións, La Coruña, 1.998, pág. 249; M. J. REDONDO
ANDRÉS, Factor religioso y protección penal, Newbook ediciones, Navarra, 1.998, págs. 293 y
sigs.; F. SANTAMARÍA LAMBÁS, El proceso de secularización en la protección penal de la
libertad de conciencia, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Valladolid,
Valladolid, 2.002, pág. 363 y sig.
200
Conocida como Sentencia del Crucifijo (Krucifix-Urteil, BVerfGE 93, 1). Vid. J.M. RODRÍGUEZ
DE SANTIAGO, “El Estado aconfesional o neutro como sujeto “religiosamente incapaz”. Un
modelo explicativo del art. 16.3 de la CE”, cit., pág. 9. Hay una traducción parcial de la
sentencia, con selección y notas a cargo del Prof. Hernán V. Gullco (‘Fallo del Tribunal
Constitucional Alemán sobre la constitucionalidad de colocar crucifijos en escuelas públicas’),
en Revista Jurídica de la Universidad de Palermo, núms. 1 y 2 (abril 1.997), págs. 213 - 226,
accesible en www.palermo.edu/derecho/publicaciones/pdfs/revista_juridica/n2N1y2-
Abril1997/02%201y2Juridica12.pdf.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
201
Aranzadi, Repertorio de Jurisprudencia 1.993, marg. 3.152.
202
En igual sentido la Sentencia del Tribunal Supremo de 17 de junio de 1.876 (Gaceta de
Madrid, núm. 230, de 17 de agosto de 1.876).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
203
J.M. TAMARIT SUMALLA, “Comentario al art. 524”, en la obra colectiva (G. Quintero
Olivares, dir.), Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, cit., pág. 1.463.
204
Según el Diccionario de nuestra Real Academia de la Lengua: “La que tiene cuatro brazos
acodados como la letra gamma mayúscula del alfabeto griego. Se ha adoptado como símbolo
religioso, político o racista”.
205
Que, como es conocido, incorporan la denominada Cruz de la Victoria.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
206
Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación
permanente. Año 2.010, IX Legislatura, núm. 202, Sesión plenaria núm. 191, celebrada el 10 de
noviembre de 2.010, pág. 7 y sig.
207
“Presumiblemente PP, NNV y CIU votarían en contra y aseguran que la izquierda también,
por considerar el texto descafeinado. Una vez más el PSOE se ubicaría entre dos aguas que no
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
212
El País, de 14 de junio de 2.010 (Información de I. CEMBRERO y M. CEBERIO BELAZA).
213
P. PANIAGUA/ Redacción Sociedad Onda Cero / Madrid, 27 de enero de 2.010.
214
Los 37 artículos en preparación sustituirán a los ocho de la ley de 1.980. La vicepresidenta
Dª. María Teresa Fernández de la Vega preside la comisión encargada de redactar la ley, de la
que también es miembro el director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, D.
José María Contreras. Este catedrático consultó previamente algunos aspectos de la ley con las
confesiones religiosas reunidas en un foro informal.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
El Belén en Navidad
Los belenes y otros símbolos religiosos arraigados en la sociedad,
serán del ámbito privado. En el caso de lugares públicos, la decisión queda
al libre albedrío de cada Administración. Un ejemplo, la colocación de un
belén en una Plaza Mayor de cualquier localidad tendrá que ir autorizada
por el ayuntamiento que, en caso de conflicto, lo decidirá en pleno.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
216
Cfr. A. GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, “Los actos religiosos en las escuelas públicas en el
Derecho español y comparado”, cit., pág. 408.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
217
J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, cit., pág. 47.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Son, así, muchas las Autonomías que han dictado Leyes en materia
de educación, aunque ninguna de ellas dedica una regulación explícita a la
materia simbólico-religiosa. No obstante, hay Comunidades que sí han
establecido, en términos concretos, el carácter laico que ha de regir la
221
Fuente: www.europalaica.com/noticias/n051031_srv.html (visitada el 18 de diciembre de
2.011).
222
Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y
León (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª). Pte.: Sr. Zatarain Valdemoro, F. de D.
10º (RJCA\2008\109).
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
223
El art. 21.2 del Estatuto de Autonomía de Cataluña (L.O. 6/2.006, de 19 de julio, BOE, núm.
172, de 20 de julio) garantiza a los padres el derecho a que sus hijos “reciban la formación
religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones en las escuelas de titularidad
pública, en las que la enseñanza es laica”.
224
El art. 21.2 de la L.O. 2/2.007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para
Andalucía (BOE, núm. 68, de 20 de marzo de 2.007) establece que “Los poderes públicos de la
Comunidad Autónoma de Andalucía garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
La enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica.”
225
Sentencia 31/2.010, de 28 de junio de 2.010, F.J. 20 (BOE, núm. 172, de 16 de julio de
2.010).
226
BOE núm. 182, de 30 de julio de 2.011.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
228
“E o que é peor: tampouco compartimos que temas tan importantes como pode ser a
discriminación por cuestións de liberdade relixiosa poidan ter cabida nas vaguidades que esta
norma recolle a respecto da vestimenta. Entendemos que é obriga da consellería ser clara e
velar pola escolarización de todo o alumnado galego, –eu engado– nun ambiente laico pero
con respecto ás crenzas relixiosas individuais, que a norma non o fai, porque non recolle máis
nada que vaguidades.” (Diario de Sesións do Parlamento de Galicia, núm. 89, 26 de abril de
2.011, pág. 13).
229
Arts. 120 a 127 de la LOE.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
230
BOE núm. 20, 23 enero 2.008.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
231
Vid. al respecto, A. DE LA HERA y R.M. MARTÍNEZ DE CODES, (coords.), La libertad religiosa
en la educación escolar, Ministerio de Justicia. Dirección General de Asuntos Religiosos,
Madrid, 2.002.
232
Publicado en ibídem, pág. 428 y sig.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
233
Ibídem, pág. 382 y sig.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
234
En efecto, el art. 1 de la Ley 33/1.981, de 5 de octubre, del Escudo de España (BOE núm.
250, de 19 de octubre de 1.981) describe el mismo señalando su terminación “sumado de cruz
de oro”. El Real Decreto 2.964/1.981, de 18 de diciembre, regula el modelo oficial de tal
Escudo (BOE, núm. 303 de 19 de diciembre de 1.981). Por Real Decreto 1.465/1.999, de 17 de
septiembre, se establecen criterios de imagen institucional y se regula la producción
documental y el material impreso de la Administración General del Estado (BOE, núm. 230, de
25 de septiembre de 1.999). La Orden de 27 de septiembre de 1.999 aprueba el Manual de
Imagen Institucional de la Administración General del Estado y se dictan normas de desarrollo
del Real Decreto 1.465/1.999, por el que se establecen criterios de imagen institucional y se
regula la producción documental y el material impreso de la Administración General del Estado
(BOE, de 28 de septiembre de 1.999).
235
Boletín Oficial del Principado de Asturias y de la Provincia, de 9 de enero de 1.991, núm. 6,
pág. 82.
236
El art. 2 de esta Ley señala: El Escudo del Principado de Asturias es rectangular, cuadrilongo
y con los extremos del lado inferior redondeados y una punta o ángulo saliente en el centro de
dicho lado, con la proporción de seis de alto por cinco de ancho.
Trae sobre campo de azur o azul la Cruz de Asturias, que llama de la Victoria, de oro,
guarnecida de piedras preciosas de su natural color, y las letras alpha mayúscula y omega
minúscula, también de oro, pendientes de sus brazos diestro y siniestro, respectivamente; y en
sendas líneas, con letras de oro, la leyenda HOC SIGNO TVETVR PIVS HOC SIGNO VINCITVR
INIMICVS. La primera al flanco diestro y la segunda al flanco siniestro. Al timbre, corona real,
cerrada, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones
de hojas de acanto, visibles cinco, interpoladas de perlas, y de cuyas hojas salen sendas
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
241
Vid. Sentencia del Tribunal Supremo de 31 de octubre de 1.980 (RJ 1.980, 5.999), 7 de
febrero de 1.981 (RJ 1.981, 500) y 5 de diciembre de 1.985 (RJ 1.985, 5.999). Esta posición
jurisprudencial no es compartida por el Prof. Tamarit Sumilla, ibídem nota anterior, al preferir
una interpretación restrictiva que exija que por su emplazamiento la bandera desempeñe una
función de representación oficial y pública.
242
Cfr. Sentencia del Tribunal Supremo –Sala Segunda– de 25 de marzo de 1.993 (Aranzadi,
Repertorio de Jurisprudencia 1.993, marg. 3.152). El mismo Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua le señala hasta 16 acepciones diferentes.
243
Publicada en el "Diario Oficial de Galicia", núm. 120, de 23 de junio de 1.984 y en el BOE,
núm. 75, de 28 de marzo de 1.985.
244
Art. 2.2.
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
245
Art. 5.
246
Art. 7.
Página | 121
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
247
J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, cit., pág. 46 y sig.
Página | 122
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
248
J. MARTINEZ TORRÓN, «Una metamorfosis incompleta. La evolución del Derecho español
hacia la libertad de conciencia en la jurisprudencia constitucional», en Persona y Derecho,
núm. 45 (2.001), pág. 210 y sigs.
249
Cfr. A. OLLERO TASSARA, “Un Estado Laico. Apuntes para un léxico argumental. A modo de
introducción”, en Persona y Derecho, núm. 53 (2.005), pág. 51.
250
De la que existen numerosas muestras en la heráldica no solo española, sino en toda la
europea, tal y como pone de relieve L. VALERO DE BERNABÉ y MARTÍN DE EUGENIO, en su
Tesis Doctoral Análisis de las características generales de la Heráldica gentilicia española y de
las singularidades heráldicas existentes entre los diversos territorios históricos hispanos,
Madrid, 2.007 (ISBN: 978-84-669-3028-4), pág. 593, según visita realizada, el 11 de diciembre
de 2.011, a la página www.bne.es/opencms/es/ Micrositios/ Guias/ Genealogia/
resources/docs/Valero.pdf: “En todas las armerías europeas se da un número bastante
considerable de figuras heráldicas relacionados con la iconografía cristiana, desde personajes
bíblicos hasta objetos u ornamentos del culto religioso, pasando por cruces, ángeles, santos,
obispos, Vírgenes y hasta la imagen de Jesucristo, son bastante frecuentes tanto en las
armerías gentilicias como municipales. No obstante en todas ellas se diferencian claramente
dos tipos de figuras relacionados con la religión: Cruces y personajes religiosos o de culto. Las
Cruces son comunes en casi todas ellas, pues desde la primera Cruzada (1.095/1.098) se
convirtieron en el emblema común de todo el Occidente *…+ En lo que respecta a la heráldica
hispana las cruces son las figuras heráldicas por antonomasia dentro de este grupo, pues
suponen el 90% de todos los escudos con motivos religiosos, mientras que las demás figuras
religiosas aparecen escasamente; por lo que vemos se cumplen en general las constantes
comunes a la heráldica europea”.
Página | 123
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
251
Estas razones históricas no han servido para la comprensión foránea del Santiago
“matamoros”.
252
Boletín Oficial de Aragón, núm. 5, de 18 de abril de 1.984.
Página | 124
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
253
Art. 4. La cursiva es nuestra.
254
Art. 5.
255
Informativos Telecinco - Nacional - El escudo de Aragón puede perder las "cabezas de
moros cortadas" (www.telecinco.es).
La parte inferior izquierda del escudo porta "las cabezas de moro cortadas".
El Gobierno de Aragón está estudiando la posibilidad de modificar el escudo que se
muestra en la bandera para suprimir del mismo las cuatro "cabezas de moros cortadas".
La bandera autonómica aragonesa porta este símbolo que recuerda la conquista de
Huesca por Pedro I en 1.096, y que la comunidad islámica ha pedido que se retire.
El Ejecutivo aragonés podría aprovechar la reforma del Estatuto de autonomía para
introducir esta modificación en el escudo que acompaña la bandera autonómica de cuatro
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Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
barras rojas horizontales sobre el fondo amarillo, en vigor desde 1.984, según recoge una
información publicada por "Heraldo de Aragón".
Las cuatro cabezas de moro cortadas se encuentra en una de las cuatro divisiones
("cuarteles") del escudo, acompañando a la cruz de San Jorge, que rememora la batalla de
Alcaraz.
El propio presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, señala que aunque es
un asunto que deberán estudiar los expertos "este momento es ideal no sólo para aumentar el
autogobierno, sino también para revisar los símbolos" y aunque no se ha consultado al
Consejo Asesor de Heráldica y Simbología, no cree que dicho cambio vaya a suscitar ningún
problema.
A pesar de que ya se había barajado en alguna ocasión, la supresión de este símbolo ha
vuelto a ser tomada en cuenta tras una petición de la comunidad islámica de Zaragoza, cuyo
secretario general, Abdel Kader, asegura que las cabezas suponen "una violencia que no llama
a la tolerancia ni a la concordia" y que existen otras imágenes, como el agua, que
representarían mejor a Aragón.
"Es algo que nos concierne a todos por sensibilidad, y más teniendo en cuenta el
fenómeno de la inmigración que necesitamos integrar y favorecer para beneficiar a todos los
aragoneses", recalca Marcelino Iglesias.
Algunas voces ya han mostrado su discordancia con esta posibilidad al asegurar que el
escudo actual tiene más de cinco siglos, y que en el caso de eliminarse las cabezas, que no van
acompañadas de sangre, como ocurre en otras iconografías, se suprimiría toda referencia al
mundo islámico, que es también visible en los escudos de regiones como Cerdeña o Córcega.
En cualquier caso, la modificación del escudo requeriría un acuerdo mayoritario en el
seno de las Cortes de Aragón, lo que se traduce en el respaldo de 45 de los 67 diputados con
los que cuenta la cámara autonómica.
256
Vid. Boletín Oficial de las Cortes de Aragón, núms. 192 y 193, de 9 y 14 de febrero de 2.006,
respectivamente.
Página | 126
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
257
Boletín Oficial de las Cortes de Aragón, núm. 236.
258
BOE, núm. 41, de 17 de febrero de 2.006.
259
Boletín Oficial de les Corts Valencianes, núm. 248, de 29 de diciembre de 2.006 y BOE núm.
161, 6 de julio de 2.007.
Página | 127
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
260
Cfr. J. BONET NAVARRO, “La regulación del factor religioso en la Comunitat Valenciana”, en
el volumen, colectivo, (R. García García, dir.), La libertad religiosa en las Comunidades
Autónomas. Veinticinco años de su regulación jurídica, Generalitat de Catalunya. Institut
d’Estudis Autonòmics, Barcelona, 2.008, pág. 354.
Página | 128
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
Página | 129
Capítulo I: El Poder Legislativo ante la manifestación simbólico-religiosa
jo no tinc per què prometre el meu càrrec amb un símbol religiós que mai
ha presidit un acte de jurament o promesa… Vostés duga’s ací el que
vullga, i el que vullga dur-se el que vullga, la verge del seu poble, que se la
duga, però no tenen vostés per què imposar, perquè vostés són els que
estan imposant un símbol a tot el món, perquè la llibertat religiosa inclou
el dret a no confessar cap religió o a ser d’una altra religió, fins i tot una
religió no cristiana”.
Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Unida, la Sra. López
Barceló: “para no dañar la conciencia de nadie y porque estamos en un
estado de derecho democrático del siglo XXI, la separación de iglesia y
estado debe de estar también en la simbología que presiden las cámaras,
las cámaras legislativas y ejecutivas, las cámaras que tienen que
representar a todas y todos los ciudadanos del País Valencià, no
solamente a una parte de ellos. Y por si lo recuerda el señor President,
que parecía que no se acordaba, a mí me ofendió, a mí me ofendió esta
foto porque ofende a mi creencia, que es la de ser atea, la de ser atea.
El que permanezcan y se defiendan estas costumbres y estos
símbolos, presidiendo, repito, presidiendo y no solo en el acto de
juramento de un diputado o diputada correspondiente y concreto que así
lo decida, sino presidiendo aquí la cámara, es una reminiscencia, y
naturalmente que lo es, señoras y señores, es una reminiscencia del
nacional catolicismo que inundó el estado español durante cuarenta
años”.
261
Sessió plenària realitzada el dia 6 d’octubre de 2.011. Corts Valencianes. Diario de Sesiones,
núm. 14, VIII Legislatura, 2.011, pág. 395.
Página | 130
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Página | 131
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
262
A efectos de dar cumplimiento a lo dispuesto en el art. 9.3 de nuestra Carta Magna: 3. La
Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las
normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de
derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos. Por su parte, el art. 2.1 del Código Civil dispone que “Las
Leyes entrarán en vigor a los veinte días de su completa publicación en el Boletín Oficial del
Estado, si en ellas no se dispone otra cosa”.
263
Y más cuando hay supuestos que no han alcanzado otra forma de resolverse que la
administrativa. Cfr. R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y
Ley. Las objeciones de conciencia (Cap. 9: “Libertad de conciencia y utilización de símbolos
religiosos”), Iustel, Madrid, 2.011, pág. 301.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
264
Afirma el Prof. F. BALAGUER CALLEJÓN, “Las fuentes reglamentarias”, en VV.AA. (F.
Balaguer Callejón, coord.), Manual de Derecho Constitucional, vol. I, 6ª edic., Tecnos, Madrid,
2.011, pág. 184: “No es posible defender en nuestro ordenamiento la idea de una vinculación
positiva a la ley que exija siempre y en todo caso una ley previa para que el reglamento
intervenga. El principio de legalidad como vinculación positiva carece de sentido en un sistema
como el nuestro basado en la previsión de reservas de ley que resultarían inútiles si fuera
necesaria siempre una ley previa para que la potestad reglamentaria se ejercitara. Una
vinculación positiva del reglamento a la ley equivaldría a una reserva total de ley”.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
267
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, IX Legislatura, 7 de mayo
de 2.008; Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, IX Legislatura, 17
de febrero de 2.009.
268
Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación
Permanente, Sesión Plenaria núm. 10, celebrada el 27 de mayo de 2.008, y debatida en la
Sesión de fecha 1 de octubre de 2.008.
269
Real Decreto 707/1.979, de 5 de abril, por el que se establece la formula de juramento en
cargos y funciones públicas (BOE, núm. 83, de 6 de abril de 1.979).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
270
L. TOLIVAR ALAS, “Juramentos públicos y simbología religiosa”, en El Comercio, 2 de junio
de 2.008 (www.actuas.es).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
271
J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, en Laboratorio de Alternativas [Documento de trabajo 124/2.007 de la
Fundación Alternativas, que hemos podido obtener en la red a través de la página web de
Dialnet], Madrid, 2.007, pág. 56.
272
Cuestión que no ha de tenerse por nimia, si se discierne entre una Constitución normativa o
meramente nominal Según la clásica distinción del Prof. K. LÖWENSTEIN, Teoría de la
Constitución, Ariel, Barcelona, 1.976, págs. 216 y sigs. Cfr. J. DE ESTEBAN ALONSO, “De
Constitución normativa a nominal”, en Revista de la UNED. Teoría y Realidad Constitucional,
núm. 27 (2.011), pág. 190.
En su discurso de investidura el actual presidente del Gobierno, Sr. Rajoy, abogaba –
trayendo causa del programa electoral del partido popular– por la recuperación del recurso
previo de inconstitucionalidad.
273
Explicación, crítica, esgrimida por el Prof. F. AMÉRIGO CUERVO-ARANGO, La financiación de
las confesiones religiosas en el Derecho español vigente, Publicaciones de la UNED, Madrid,
2.006, pág. 288, contra el razonamiento del Prof. Alenda Salinas cuando éste ha defendido, en
su trabajo “La financiación directa de las confesiones religiosas por el Estado español”, en
Laicidad y libertades: escritos jurídicos, núm. 2 (2.002), págs. 31-55, que si la financiación
directa del Estado a la Iglesia Católica es contraria al principio de aconfesionalidad, lo es
siempre, y no tras el transcurso de un período de tiempo.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
274
Boletín Oficial de las Cortes Generales, núm. 115, de 3 de diciembre de 1.984; la cursiva es
nuestra.
275
Ibídem.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
276
M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración pública: El problema
en las aulas de centros públicos docentes», en la obra colectiva (D. Llamazares Fernández, dir.),
Libertad de conciencia y laicidad en las instituciones y servicios públicos, Dykinson, Sevilla,
2.005, pág. 298.
277
Vid. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación permanente, núm.
225, de 24 de marzo de 1.999, pág. 11.976 y sig. La cursiva es nuestra.
278
Lo cual no habría de extrañar con afirmaciones como las siguientes: “Sin laicidad no habría
nuevos derechos de ciudadanía, serían delitos civiles algunas libertades como la interrupción
voluntaria del embarazo, el matrimonio entre personas del mismo sexo, y dejarían de ser
delitos el maltrato a la mujer, la ablación o la discriminación por razón del sexo”, según puede
consultarse en la web del PSOE (www.psoe.es); la cursiva es nuestra.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
hacen más que reiterar lo que desde los años 90 viene estableciendo la
jurisprudencia del Tribunal Europeo de derechos humanos»279. Todo lo
cual, tal y como hemos aludido en el anterior capítulo, pretendía
concretarse en una nueva Ley Orgánica de Libertad Religiosa; que,
finalmente, fue aparcada por el propio Gobierno, y ello pese a la
proposición no de ley, objeto de transacción, entre los Grupos
parlamentarios de izquierda, que en este sentido solicitaban al Ejecutivo.
279
“Crucificando la libertad”. Del Consejo editorial http://blogs.publico.es, del 18 de agosto de
2.009 (visitada el 7 de septiembre de 2.009). La cursiva es nuestra.
280
Sentencia de 18 de marzo de 2.011, pronunciada por la Gran Sala del Tribunal Europeo de
derechos humanos (TEDH 2.011\31).
281
Sentencia del Tribunal Constitucional, Sala 2ª, núm. 34/2.011, de 28 de marzo de 2.011
(BOE, núm. 101, de 28 de abril de 2.011).
282
Nos referiremos a los Ministerios según su denominación y composición al tiempo que se
contraen, que, lógicamente, han variado a lo largo del tiempo. El actual Gobierno ha procedido
también, como suele ser habitual, a llevar a cabo una remodelación de los distintos
Ministerios. Vid. Real Decreto 1.823/2.011, de 21 de diciembre, por el que se reestructuran los
departamentos ministeriales y Real Decreto 1.824/2.011, de 21 de diciembre, sobre la
Vicepresidencia del Gobierno (ambos en el BOE, núm. 307, de 22 de diciembre de 2.011) y Real
Decreto 1885/2.011, de 30 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 1094/2.011,
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
de 15 de julio, por el que se reestructura la Presidencia del Gobierno (BOE, núm. 315, de 31 de
diciembre de 2.011).
283
Recordemos que el art. 54 de la CE configura la institución del Defensor del Pueblo, como
un alto comisionado de las Cortes Generales, designado por éstas, para la defensa de los
derechos comprendidos en el Título I de la Ley de leyes, a cuyo efecto podrá supervisar la
actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales. En relación con nuestra
disciplina pueden destacarse M.N. MONTESINOS SÁNCHEZ, “Defensor del Pueblo y derechos
fundamentales: la libertad religiosa en la Administración”, en Revista General de Derecho,
núms. 637-638 (1.997), págs. 12.141-12.164 y B. GONZÁLEZ MORENO, “El defensor del pueblo
y la defensa constitucional del derecho de libertad ideológica, religiosa y de culto”, en VV.AA.
(J. Martínez-Torrón, ed.), La libertad religiosa y de conciencia ante la justicia constitucional,
Comares, Granada, 1.998, págs. 509-524.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
286
A. SEGLERS GÓMEZ-QUINTERO, La laicidad y sus matices, Comares, Granada, 2.005,
especialmente pág. 45; la cursiva es nuestra. Vid., así mismo, el trabajo del mismo autor,
Musulmans a Catalunya. El repte de la integració i la llibertat religiosa, Barcelona, 2.004, págs.
80-83. Una referencia también al Informe Administrativo en el Informe anual del Defensor del
Pueblo correspondiente a la gestión realizada durante el año 1.994, en Boletín Oficial de las
Cortes Generales, núm. 50, de 21 de marzo de 1.995, pág. 7.
287
BOE, núm. 202, de 23 de agosto de 1.979.
288
Vid. Informe anual del Defensor del Pueblo correspondiente a la gestión realizada durante
el año 1.992, en Boletín Oficial de las Cortes Generales, núm. 51, 24 de febrero de 1.993, pág.
64. Cfr. M. ALENDA SALINAS, “Derecho de familia musulmán en un país de inmigración: entre
el desconocimiento y la normalidad del instituto matrimonial islámico en España”, en VV.AA.
(A. Castro Jover, ed.), Derecho de familia y libertad de conciencia en los países de la Unión
Europea y el Derecho comparado, Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco,
2.001, pág. 302
289
R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y Ley. Las
objeciones de conciencia, cit., pag. 352, nota 161, señalan que «según información oralmente
transmitida por Junta Islámica, la praxis al respecto es muy desigual en función de las distintas
comisarías».
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Por todo ello, el Defensor del Pueblo dirigió al Ministro del Interior
la siguiente recomendación: «Que por ese departamento se proceda a una
modificación de las normas que regulan la expedición del Documento
Nacional de Identidad y del pasaporte, en el sentido que se prevea en las
mismas, de manera expresa, las excepciones precisas, fundadas en
motivos religiosos o de otra índole, a la exigencia de que estos
documentos incorporen fotografías del rostro del titular con el cabello
cubierto».291
290
Vid. Informe anual del Defensor del Pueblo correspondiente a la gestión realizada durante
el año 1.994, en Boletín Oficial de las Cortes Generales, núm. 50, de 21 de marzo de 1.995, pág.
7 y sig.
291
Vid. Recomendación 10/1.994, de 11 de marzo, del Defensor del Pueblo, sobre aceptación
de fotografías en las que el cabello del titular aparece cubierto, por motivos religiosos, para la
expedición de documentos de identidad (Boletín Oficial de las Cortes Generales, V Legislatura.
Serie A. núm. 50, pág. 7). Para otras actuaciones sobre el particular, remitimos a G. MORENO
BOTELLA, “Libertad religiosa y neutralidad escolar (A propósito del crucifijo y otros símbolos de
carácter confesional)”, en Revista Española de Derecho Canónico, núm. 150 (2.001), pág. 197 y
sig. Cfr. S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado,
Aranzadi, Navarra, 2.005, págs. 32-34.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
292
I.M. BRIONES MARTÍNEZ, “El uso del velo islámico en Europa. Un conflicto de libertad
religiosa y de conciencia. Especial referencia a Francia, Alemania, Reino Unido, España e Italia”,
en Anuario de Derechos Humanos, vol. 10 (2.009), pág. 59.
293
Así consta en la recomendación dirigida por el Defensor del Pueblo al Secretario de Estado
de Seguridad, a la que puede accederse en la web del Centro cultural islámico de Valencia
(webcciv.org).
Posteriormente, se dicta una Circular, de 16 de octubre de 1.998, sobre características
exigibles a las fotografías para expedición del DNI y Tarjeta de Extranjeros en la que se
establece que “con la finalidad de clarificar consultas formuladas a esta Comisaría General y de
unificar criterios, en ocasiones contradictorios, en lo relativo a los rasgos fisonómicos visibles
en las fotografías que se aportan para la expedición del DNI y Tarjeta de Extranjeros, en
aquellos casos en que determinadas prácticas, creencias u órdenes religiosas obligan a la
ocultación del pelo y los lóbulos de las orejas, y tratando de conjugar el contenido de la
normativa legal al respecto y el más escrupuloso respeto a las mencionadas prácticas y
creencias religiosas, a partir de la fecha se seguirán las siguientes instrucciones:
1ª. Para la expedición del DNI o Tarjeta de Extranjeros se admitirán aquellas fotografías
en las que se visualicen determinados rasgos fisonómicos que permitan la identificación de su
titular, considerando suficiente, a tal efecto, la frente, cejas, ojos, nariz, labios y el mentón.
2ª. No se tendrá en consideración si el velo o hiyab cubre o no el pelo o el pabellón
auditivo”. Así en J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en materia de libertad
religiosa e integración del Islam”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-
Varas, coords), Derecho islámico e interculturalidad, Iustel, Madrid, 2.011, pág. 402, nota 840.
294
BOE, núm. 307, de 24 de diciembre de 2.005. Modificado por el Real Decreto 1.586/2.009,
de 16 de octubre (BOE, núm. 265, de 3 de noviembre de 2.009).
Página | 145
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
295
Paralelamente, el Real Decreto 896/2.003, de 11 de julio, por el que se regula la expedición
del pasaporte ordinario y se determinan sus características, establece en su art. 4.1 que “el
pasaporte ordinario será expedido a los españoles que lo soliciten ante los órganos o unidades
que se señalan en el artículo anterior, aportando los siguientes documentos: c) Una fotografía
del rostro del solicitante tamaño carné, en color y con fondo claro, liso y uniforme, tomada de
frente, y sin gafas de cristales oscuros o cualquier otra prenda que impida la identificación de
la persona” (BOE, núm. 166, de 11 de julio de 2.003).
296
Exigiendo rigor en la consideración en que es portado el hiyab, vid. F.J. DE LUCAS MARTÍN,
“La inmigración islámica: de nuevo religión y política en las sociedades multiculturales
europeas”, en Laicidad y libertades. Escritos Jurídicos, núm. 2 (2.002), págs. 231 y sigs.
297
El propio Defensor del Pueblo señalaba, en el Informe correspondiente al año 1.994, ya
citado: “esta institución tiene conocimiento de que por los propios servicios centrales del
D.N.I. a las religiosas españolas, que profesan la fe católica, sí se les permite, al parecer, la
presentación de fotografías con el cabello cubierto».
298
Mientras que en Italia, una Circular del Ministerio del Interior permite a las mujeres
musulmanas llevar el hiyab en las fotos para los documentos de identidad personal, al igual
que se les permite a las religiosas católicas; en Francia, se es estricto a la hora de cumplir lo
dispuesto en el Decreto 55-1.397, de 22 de octubre de 1.955, que exige la cabeza desnuda
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
para las fotos relativas a documentos de identidad, de manera que se rechazan las
instantáneas que no cumplan tal requisito. Cfr. la Sentencia de la Cour Administrative d’Appel
de Marseille, de 13 de abril de 2.007, que rechaza la demanda interpuesta por una señora a la
que no se le habían admitido fotos por aparecer cubierta con un foulard, porque, en virtud de
las disposiciones legales vigentes, “le port du voile ou du foulard, par lequel les femmes de
confesión musulmane peuvent entendre manifestar leurs convictions religieuses, peut faire
l’objet de restrictions notamment dans l’intérêt de l’ordre public”. Obtenida de la Red
(www.legifrance.gouv.fr/WAspad/rechercheSimpleJade.jsp).
299
Documentación a la que puede accederse a través de la web del Centro cultural islámico de
Valencia (webcciv.org, visita girada el 9 de diciembre de 2.011). Cfr. J. FERREIRO GALGUERA,
“Política del Gobierno en materia de libertad religiosa e integración del Islam”, cit., pág. 403 y
sig.
300
La cursiva es nuestra.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
301
Conforme a lo dispuesto en el art. 16.1 de nuestra Constitución (Se garantiza la libertad
ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus
manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la
Ley), art. 3.1 de la L.O. de Libertad Religiosa (El ejercicio de los derechos dimanantes de la
Libertad Religiosa y de Culto tiene como único límite la protección del derecho de los demás al
ejercicio de sus libertades públicas y derechos fundamentales, así como la salvaguardia de la
seguridad, de la salud y de la moralidad pública, elementos constitutivos del orden público
protegido por la Ley en el ámbito de una sociedad democrática) y concordantes Textos
internacionales: Art. 9.2 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales, de 4 de noviembre de 1.950 (La libertad de manifestar su religión o
sus convicciones no puede ser objeto de más restricciones que las que, previstas por la ley,
constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática para la seguridad pública, la
protección del orden, de la salud o de la moral públicas, o la protección de los derechos o las
libertades de los demás). Art. 18.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (La
libertad de manifestar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las
limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la
salud o la moral públicos, o los derechos y libertades fundamentales de los demás).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
302
Comentario general del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al art. 18 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (20 de julio de 1.993), punto 4. Se puede
acceder al texto a través de la propia web del Ministerio de Justicia
(www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1215197982506/Estructura_C/1215198071682/Detalle.
html).
Una aplicación práctica y real de esta doctrina se ha aplicado en el caso de una
estudiante uzbeka, que fue expulsada de sus estudios universitarios por negarse a quitarse el
hiyab; señalándose por el Comité de derechos humanos de Naciones Unidas, Dictamen relativo
a la comunicación núm. 931/2.000: Uzbekistán, 18 enero 2.005, CCPR/C/82/D/931/2000,
comunicación presentada por la Sra. Raihon Hudyberganova: “la libertad de manifestar la
propia religión comprende el derecho a llevar en público un atuendo que esté en consonancia
con la fe o la religión de la persona”.
303
S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Tratamiento de la simbología religiosa en el Derecho español:
propuestas ante la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa”, en VV.AA. (R. Navarro-
Valls, J. Mantecón Sancho y J. Martínez-Torrón, coords.), La libertad religiosa y su regulación
legal (La Ley Orgánica de Libertad Religiosa), Iustel, Madrid, 2.009, pág. 536.
304
J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en materia de libertad religiosa e integración
del Islam”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-Varas, coords), Derecho
islámico e interculturalidad, cit., págs. 385 y 389, so pena, dice el autor, de infringir lo
dispuesto en los arts. 53.1 y 81.1, ambos de la Carta Magna.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
305
Sentencia núm. 489/2.011, de 7 de junio de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña (Sala de lo Contencioso. Sección 2ª); Pte: Sra. Rovira y del Canto, F. de D. 3º (Id
Cendoj: 08019330022011100482).
306
BOE, núm. 46, de 22 de febrero de 1.992.
Página | 150
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Página | 151
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
las convicciones personales. Cfr. R. PALOMINO LOZANO, “El Área de conocimiento ‘Sociedad,
Cultura y Religión’: algunos aspectos relacionados con la libertad religiosa y de creencias.
Comentario al hilo de la Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de enero de 2.005”, en VV.AA.
(María Domingo, ed.), Educación y Religión. Una perspectiva de Derecho Comparado, Comares,
Granada, 2.08, págs. 59 y sigs.
309
Vid. J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en materia de libertad religiosa e
integración del Islam”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-Varas, coords),
Derecho islámico e interculturalidad, cit., pág. 404.
310
BOE, núm. 292, de 5 de diciembre de 2.011.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
311
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla (Sala de lo
Contencioso-Administrativo. Sección 4ª), núm. 272/2.011, de 25 de febrero de 2.011. Pte.: Sr.
Rodríguez Moral (Id Cendoj: 41091330042011100508).
312
F. de D. 3º.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
313
Sentencia núm. 10.166/2.010, de 19 de enero de 2.010, del Tribunal Superior de Justicia –
Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 6ª– de Madrid; Pte.: Sra. Luaces Diaz de
Noriega (Id Cendoj: 28079330062010101169).
314
F. de D. 1º.
315
Según el vigente Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, procesión
(Del lat. processĭo, -ōnis), en su segunda acepción, quiere decir “Acto de ir ordenadamente de
un lugar a otro muchas personas con algún fin público y solemne, por lo común religioso”.
Página | 154
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
consideró que tal servicio era conforme a Derecho, por lo que la petición
fue desatendida.316
316
El quejoso, Subinspector del Cuerpo Nacional de Policía, destinado en Sevilla en la Unidad
Especial de Caballería, conocedor de que anualmente se disponía la comisión de servicio de un
cierto número de miembros de la misma a la ciudad de Málaga, para acompañar durante la
estación de penitencia a la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús El Rico, dirigió
escrito al Inspector Jefe de aquélla, solicitando que, en el supuesto de que le correspondiera
en la Semana Santa de 1.998, se le dispensara de tener que asistir a dichos actos religiosos, por
considerar que, de obligarle a estar presente, se lesionaría su derecho a la libertad religiosa,
reconocido en el art. 16.1 CE. Vid. el Antecedente 2 de la Sentencia del Tribunal Constitucional
101/2.004, de 2 de junio (BOE, núm. 151, de 23 de junio de 2.004).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
317
Sentencia de la Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior
de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla, de fecha 7 de marzo de 2.002, recaída en el
recurso contencioso-administrativo núm. 1.767/1.998, por la que se desestima el recurso
interpuesto.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
2. MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA
318
BOE, núm. 188, de 6 de agosto de 1.980.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Por otro lado, la Secretaría General del Boletín Oficial del Estado
dirigió un escrito, datado el 15 de abril de 1.993, en cuya virtud se
conminaba a un trabajador de tal organismo a que retirara u ocultara la
reproducción de un dibujo aparecido en un diario de tirada estatal
expuesto en el exterior de su taquilla, ya que el mismo podía considerarse
ofensivo. El dibujo en cuestión consistía en una composición fotográfica
de la imagen del Papa, publicada en un diario de ámbito nacional, en la
que el mismo aparecía con un preservativo colocado en su nariz. Así
resulta de la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid –Sala
de lo Social– de 24 junio de 1.996319, conociendo del Recurso de
Suplicación interpuesto por dicho trabajador frente a la sentencia
pronunciada por el Juzgado de lo Social núm. 32 de Madrid, con fecha 30
de noviembre de 1.995, que dieron la razón a la Administración frente a la
denuncia de vulneración de la libertad de expresión.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
322
Boletín Oficial de las Cortes Generales, IX Legislatura, Serie D, núm. 557, de 8 de abril de
2.011, pág. 190.
323
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, serie D, núm. 400, de 31
de mayo de 2.010, pág. 243.
324
Por proximidad al relato, aunque su sede natural es en el marco relativo al Ministerio de
Justicia, reproducimos el texto del Informe (obtenido de webislam.com), pero de alguna forma
tan “oficial” como que, según el más propio interesado, le “costó el puesto”, aunque ha de
advertirse que no es absolutamente coincidente en su literalidad como el que publica el propio
Página | 159
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Prof. Ferreiro Galguera (“Política del Gobierno en materia de libertad religiosa e integración
del Islam”, cit., pág. 391 y sig.).
INFORME DE LA SUBDIRECCION GENERAL DE COORDINACIÓN Y PROMOCIÓN DE LA
LIBERTAD RELIGIOSA DEL MINISTERIO DE JUSTICIA:
“Tal como establece el art. 9.2 de la CE, los poderes públicos tienen el deber no sólo
de garantizar sino de potenciar el ejercicio de los derechos fundamentales, uno de los cuales
es la libertad religiosa. “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para
que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y
efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la
participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social” (art.
9.2).
Sin duda una de esas libertades es la libertad religiosa, reconocida en el propio
art. 16.1 “ Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las
Comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el
mantenimiento del orden público protegido por la ley”.
El derecho fundamental de la libertad religiosa, garantizado en ese art. 16.1,
ha sido desarrollado por la L.O. 7/1.980, de 5 de julio, primera ley orgánica de la
democracia que desarrolló un derecho fundamental. Una manifestación del derecho
a profesar la libertad religiosa es el derecho de las personas a vestirse según sus creencias así
como a expresar las mismas. Por tanto, el Estado, en virtud del
art. 9.2 de la Carta Magna debe proteger esa opción personal.
Ahora bien, como ningún derecho fundamental (tampoco la libertad religiosa) es
ilimitado. La propia L.O. de libertad religiosa nos marca los límites a ese derecho
fundamental: los derechos fundamentales de los demás y el orden público… (art. 3.1).
Obviamente, que una alumna lleve un velo en una escuela pública no ofende los
derechos fundamentales de los demás, ni tampoco el orden público. El orden público es un
concepto vago que la ley dibuja como un triángulo con tres lados: la seguridad, la sanidad y la
moralidad pública. Aunque sea un concepto abstracto, la más clara concreción del orden
público es la ley vigente. Las expresiones de la libertad religiosa deben realizarse, pues, dentro
del marco de la ley.
No hay ninguna ley que prohíba a las alumnas portar el hiyab en la clase. El criterio
que las autoridades educativas han mantenido hasta ahora en los poquísimos casos
que esta costumbre ha planteado problemas es que el derecho a ser escolarizado
en condiciones dignas prima sobre cualquier otro tipo de consideraciones como el derecho del
centro público a imponer una normativa respecto a la vestimenta” (Juan Ferreiro Galguera.
Subdirector General de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa Ministerio de
Justicia).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
325
La Orden de Cisneros fue creada por Decreto de 8 de marzo de 1.944 (BOE, núm. 70, 10 de
marzo de 1.944), que fue modificado por Decreto 99/1.976, de 23 de enero (BOE, núm. 24, de
28 de enero de 1.976) y por el Real Decreto 1.024/1.977 de 26 de abril, por el que se modifica
la sede de la Orden de Cisneros (BOE, núm. 113, de 12 de mayo 1.977).
326
El art. 22 de la Ley 6/1.997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la
Administración General del Estado (BOE, núm. 90, de 15 de abril de 1.997), señala que “Los
Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas representan al Gobierno en el
territorio de aquéllas sin perjuicio de la representación ordinaria del Estado en las
Comunidades Autónomas a través de sus respectivos Presidentes […] Los Delegados del
Gobierno dependen de la Presidencia del Gobierno, correspondiendo al Ministro de
Administraciones Públicas dictar las instrucciones precisas para la correcta coordinación de la
Administración General del Estado en el territorio, y al Ministro del Interior, en el ámbito de las
competencias del Estado, impartir las necesarias en materia de libertades públicas y seguridad
ciudadana. Todo ello se entiende sin perjuicio de la competencia de los demás Ministros para
dictar las instrucciones relativas a sus respectivas áreas de responsabilidad.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
327
Sentencia núm. 267/2011 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid –Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 9ª– de 20 de abril de 2.011; Pte.: Sr. Massigoge Benegiu
(Id Cendoj: 28079330092011100241).
328
Que formaba parte del organigrama del Ministerio de Cultura en el último Gobierno del Sr.
Rodríguez Zapatero (Real Decreto 1.132/2.008, de 4 de julio, por el que se desarrolla la
estructura orgánica básica del Ministerio de Cultura; BOE, núm. 165, de 9 de julio de 2.008).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
329
Así por lo menos consta al 2º de los FF. de DD. de la Sentencia núm. 405/2.011, de 20 de
mayo de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 9ª). Pte.: Sr. Massigoge Benegiu (Id Cendoj: 28079330092011100384),
que es la que resuelve el asunto.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
4. MINISTERIO DE DEFENSA
330
Posición del Ejecutivo estatal que se obtiene del F. de D. 3º de la Sentencia núm. 405/2.011,
de 20 de mayo, referenciada en la nota anterior.
331
Institución jurídica que, en su día, fue declarada conforme a la Carta Magna por la
Sentencia del Tribunal Constitucional 24/1.982, de 13 de mayo (BOE, núm. 137, de 9 de junio
de 1.982): “El hecho de que el Estado preste asistencia religiosa católica a los individuos de las
Fuerzas Armadas no sólo no determina lesión constitucional, sino que ofrece, por el contrario,
la posibilidad de hacer efectivo el derecho al culto de los individuos y comunidades. No padece
el derecho a la libertad religiosa, toda vez que los ciudadanos son libres para aceptar o
rechazar la prestación que se les ofrece; tampoco se lesiona el derecho a la igualdad, pues no
queda excluida la asistencia religiosa a los miembros de otras confesiones, en la medida y
proporción adecuadas que éstos pueden reclamar fundadamente, de suerte que el Estado que
desoyera los requerimientos hechos en tal sentido incidiría en la eventual violación analizada”.
332
Un estudio del sistema histórico español de la asistencia religiosa de las Fuerzas Armadas,
realiza el Prof. J.M. CONTRERAS MAZARÍO, en su monografía El régimen jurídico de la
asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas en el sistema español, Ministerio de Justicia, Madrid,
1.989.
333
Por Real Decreto de 19 de abril de 1.893, se disponía por la regente María Cristina que “se
tributarán a la bandera del Santo Cristo de la ciudad de Igualada, en todas las solemnidades
que se ostente, los mismos honores que para los Capitanes Generales están consignados en las
Ordenanzas Generales del Ejército” (Gaceta de Madrid, núm. 110, de 20 de abril de 1.893). La
Orden de 3 de noviembre de 1.923 estableció que “procede adoptar por Santa Patrona a la
Virgen de Monserrat” (Gaceta de Madrid, núm. 309, de 5 de noviembre de 1.923). En el Real
Decreto de 21 de agosto de 1.929 se ordenaba tributar anualmente, en el día de su festividad,
a la imagen de la Virgen del Pino, de la villa de Teror, los mismos honores que para los
Capitanes Generales están consignados en las Reales Ordenanzas, cuando existan fuerzas
militares en el lugar de su residencia” (Gaceta de Madrid, núm. 239, de 27 de agosto de 1.929).
El régimen del General Franco dispuso, entre otros, los Decretos de 28 de abril de
1.939 concediendo los máximos honores militares a la imagen de Nuestra Señora de
Covadonga (BOE, núm. 119, pág. 2.293) y de 25 de mayo de 1.939, concediendo los máximos
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
honores militares a la Virgen de los Reyes que se venera en Sevilla (BOE, de 27 de mayo de
1.939).
334
Designada, en el año 1.810, Capitana Generala y Generalísima de los Ejércitos.
335
Sentencia del Tribunal Constitucional –Sala 2ª– núm. 177/1.996, de 11 de noviembre de
1.996 (BOE, núm. 303, de 17 de diciembre de 1.996).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
336
Cfr., los arts. 228 y 423 de las Ordenanzas del Ejército de Tierra (Real Decreto 2.945/1.983,
de 9 de noviembre –BOE, núm. 285, de 29 de noviembre–). En idéntico sentido los arts. 145 y
461 de las Ordenanzas del Ejército del Aire (Real Decreto 494/1.984, de 22 de febrero –BOE,
núm. 61, de 12 de marzo–) y los arts. 242 y 595 de las Reales Ordenanzas de la Armada (Real
Decreto 1.024/1.984, de 23 de mayo –BOE, núm. 129, de 30 de mayo–). Los arts. 416, 454 y
588 de las Reales Ordenanzas de los respectivos Ejércitos, en el orden que los hemos
nombrado, disponían que, entre otras, principales ceremonias militares se realizarían con
motivo… de las festividades de los Santos Patronos.
Todas estas disposiciones reglamentarias encontraban su cobertura legal en la Ley
85/1.978, de 28 de diciembre, de Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas (BOE, núm. 11 de
12 de enero de 1.979), Disposición hoy derogada por la L.O. 9/2.011, de 27 de julio, de
derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas (BOE, núm. 180, de 28 de julio de
2.011), según su Disposición derogatoria única, “en tanto en cuanto no lo estuviera ya por la
Ley 39/2.007, de 19 de noviembre, de la carrera militar”.
337
Boletín Oficial del Ministerio de Defensa, núm. 205, de 20 de octubre de 1.994 (Aranzadi,
Repertorio Cronológico de Legislación, 1.994, 3.043).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
338
BOE, núm. 107, de 4 de mayo de 1.984.
339
Por su parte, en el art. 59 se especificaba que “Toda fuerza formada que asista a la Santa
Misa adoptará la posición de “descanso” desde su iniciación hasta el Sanctus, de “firmes”
desde este momento hasta la Consagración. Terminada ésta se pasará a la de “presenten”
mientras se interpreta el Himno Nacional (primera parte completa), reintegrándose a la de
“firmes” hasta la comunión del sacerdote, para posteriormente adoptar la de “descanso” hasta
el final de la Misa.
No obstante, la fuerza armada podrá adoptar la posición de descanso a discreción y, si
las instalaciones lo permiten, la ocupación de asientos”.
340
A. CASTRO JOVER, «Símbolos, ceremonias, manifestaciones religiosas y poderes públicos»,
en VV.AA. (J. Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa en España,
Ministerio de Justicia, Madrid, 2.008, pág. 808.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
343
Así, al menos, lo pusieron de relieve distintos medios de comunicación. Cfr. la web de El
Plural.com, que, con fecha 2 de junio de 2.010, daba la siguiente noticia Carlos Iserte, desde
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
la ciudad imperial: “El alcalde socialista de Toledo reta a la ministra y la banda municipal
interpretará el himno nacional. Chacón prohíbe a los militares rendir honores a la Custodia
toledana en la procesión del Corpus.
El Real Decreto 684/2.010, de 20 de mayo, que ha cambiado el Reglamento de
Honores Militares, ha provocado una fuerte polémica en la sociedad católica de Toledo, que
no admite que los militares que desfilarán el jueves en la procesión del Corpus no se “cuadren”
al paso de la Custodia por las calles de la ciudad. Indignación también suscrita por el alcalde
socialista, Emiliano García-Page, que obligará a la banda municipal a interpretar el himno
nacional, mientras que la asociación Alternativa Laica pide a las instituciones públicas y a sus
máximos representantes que no formen parte del cortejo procesional”.
344
BOE, núm. 269, de 8 de noviembre de 2.011.
345
Es el Real Decreto 1.189/2.000, de 23 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de la
Real y Militar Orden de San Hermenegildo (BOE, núm. 156, de 30 de junio de 2.000), el que, en
la actualidad, regula esta materia. Según Wikipedia, “la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo es una distinción militar y una orden de caballería española creada por
Fernando VII al terminar la Guerra de la Independencia en 1.814. La finalidad era servir de
máxima condecoración a aquellos militares que, más allá de sus libertades, superando los
sufrimientos en la batalla, sirvieran a los Ejércitos. Dado el deseo del Rey de que fuera una
distinción de alto rango, comparable a otras de más larga historia, se decidió ponerla bajo la
advocación de un santo, San Hermenegildo, quien había sido Rey de Sevilla y mártir en defensa
de la fe. Su primer reglamento se publicó en 1.815”. La II República mantuvo el galardón: vid.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
5. MINISTERIO DE JUSTICIA
349
Aranzadi, Repertorio de Jurisprudencia 1.991, marginal 5.833.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
350
Según noticia que proporciona, y critica negativamente, M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, “La
presencia de símbolos religiosos en las aulas de centros públicos docentes”, en VV.AA., (J.
Martínez-Torrón, edit.), La libertad religiosa y de conciencia ante la justicia constitucional, cit.,
pág. 571 y sig.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
351
Tal y como puso de relieve J.M. MARTÍ SÁNCHEZ, “Las ceremonias religiosas en el Ejército”,
en VV.AA. (J. Martínez-Torrón, edit.), La libertad religiosa y de conciencia ante la justicia
constitucional, cit., pág. 617, nota 5.
352
El texto de la Resolución puede consultarse en S. CATALÁ RUBIO, El derecho a la
personalidad jurídica de las entidades religiosas, Servicio de Publicaciones de la Universidad de
Castilla-La Mancha y Aldebarán ediciones, S.L., Cuenca, 2.001, págs. 352 y sigs.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
353
Un estudio exhaustivo sobre el particular ha sido realizado por M. ALENDA SALINAS, El
Registro de Entidades Religiosas. La praxis administrativa tras la STC 46/2.001, Iustel, Madrid,
2.009.
354
A. CEBALLOS-ESCALERA y F. GARCÍA-MERCADAL, Las órdenes y condecoraciones civiles del
Reino de España. Centro de Estudios Constitucionales y Boletín Oficial del Estado, 2ª edic.,
Madrid, 2.003.
355
BOE, núm. 287, de 29 de noviembre de 2.011; corrección de errores en BOE, núm. 293, de 6
de diciembre de 2.011.
356
Su regulación jurídica se contiene en el Decreto de 2 de marzo de 1.945, por el que se
aprueba el texto refundido de las normas estatutarias de la Orden de la Cruz de San Raimundo
de Peñafort (BOE, núm. 87, de 28 de marzo de 1.945), en el que se señala que “por Decreto de
23 de enero de 1.944, se creó la Cruz de San Raimundo de Peñafort para premiar los
relevantes méritos contraídos por cuantos intervienen en la Administración de Justicia y en su
cultivo y aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas, así como los servicios
prestados sin nota desfavorable en las actividades jurídicas dependientes del Ministerio de
Justicia”. El mismo fue modificado por Decreto 9 de enero de 1.950 (BOE, núm. 21, de 21 de
enero de 1.950) y por Real Decreto 1.859/1.985, de 17 de julio, por el que se modifica el
diseño del reverso de la medalla del mérito a la justicia de la orden de la cruz de San Raimundo
de Peñafort (BOE, núm. 246, de 14 de octubre de 1.985), que tuvo por objeto suprimir el
escudo del anterior Jefe del Estado que venía grabado en aquél.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
357
Transcribimos la entrevista realizada al último ministro del Gobierno saliente, D. Angel
Gabilondo, realizada por D. Antonio M. Yagüe y D. Rafa Julve, según consta en la web
(ELPERIODICODEARAGON.COM, 2 de mayo de 2.010):
“¿Defiende que el Estado regule el uso del hiyab u otros símbolos religiosos en las
aulas? --Es un asunto complejo. Se trata de un debate sobre la libertad religiosa, los derechos
fundamentales, el derecho a la imagen, la competencia de los centros... Considero que no se
puede hacer este debate sobre la cabeza de un niño. Hemos de tener en cuenta su derecho a
la escolarización. Mover los niños de centro puede llevar a centros con pañuelo y centros sin.
--Acepta que se asista a clase con hiyab, pero ¿estaría de acuerdo con permitir a una
alumna ir a clase con burka? --No. Los límites de la libertad de expresión tienen que ver con los
derechos fundamentales y las garantías de seguridad. Me parece impresentable que alguien
vaya con la cara tapada. Ni tampoco voy a defender que en nombre de la libertad religiosa se
defienda la ablación. Debemos comportarnos sin situaciones de humillación o de sumisión.
--¿Falta regulación estatal? --Primero hay que cumplir las leyes que tenemos y luego
tener cuidado con los reglamentos de los centros educativos. La ley de libertad religiosa no
entrará en detalles, pero dejará claros los límites de la Constitución. No veo igual una cruz
colgada en un espacio público que en el cuello de una persona.
--Hay reglamentos que equiparan un pasamontañas con una gorra y un hiyab.
--La ley dejará claro que no es lo mismo. Los reglamentos deben aprobarse
legítimamente y cuidar las comparaciones.
--¿Debería prevalecer el derecho a la escolarización sobre el de ir a clase con burka? --
Los conflictos de derechos son consustanciales a la democracia. El problema es cuando entran
en colisión varios derechos. El derecho a la educación debe prevalecer, pero en espacios de
libertad”.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
358
Vid. G. MORENO BOTELLA, “Crucifijo y escuela en España”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 2 (mayo, 2.003), del portal jurídico
Iustel.com.
359
Así se relata en la Sentencia núm. 1.105, de 15 de octubre de 2.002, dictada por la Sección
9ª de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid;
Pte.: Sr. Quesada Varea, F. de D. 1º. Accesible en Base de Datos Westlaw Premium (JUR
2.003/168.749).
360
Vid. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Pleno y Diputación permanente, núm.
225, de 24 de marzo de 1.999, pág. 11.976 y sig.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
361
Ya circunstanciada dos notas atrás.
362
Cfr. M. LEAL ADORNA, “La regulación del factor religioso en las Ciudades Autónomas de
Ceuta y Melilla”, en VV.AA. (R. García García, dir.), La libertad religiosa en las Comunidades
Autónomas. Veinticinco años de su regulación jurídica, Generalitat de Catalunya. Institut
d’Estudis Autonòmics, Barcelona, 2.008, pág. 660.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
363
Diariosur.es: “El Ministerio de Educación y Ciencia obliga al colegio Severo Ochoa a admitir
a dos alumnas con 'hiyab'. Las adolescentes se reincorporarán hoy al centro «con
normalidad» (10 de octubre de 2.007 - J. SAKONA).
364
BOE, núm. 5, de 5 de enero de 2.007.
365
BOE, núm. 174, de 21 de julio de 2.007.
Página | 180
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
366
Respecto de los contenidos del Tercer curso: “Reconocimiento del pluralismo religioso.
Valoración positiva de la convivencia interreligiosa y entre creyentes y no creyentes. Análisis
de algunos ejemplos significativos históricos o actuales. Valoración critica de actitudes
integristas y fundamentalistas relacionadas con las creencias religiosas. Influencia de la religión
en la manera de ver el mundo, la moral, la vida cotidiana, las costumbres, etc. Secularización
de las sociedades actuales.
En cuanto a los contenidos de 4º Curso, podemos destacar: “Las religiones y el poder
político. La teocracia. El Estado confesional. La aconfesionalidad del Estado. El laicismo.
Tensiones y conflictos de raíz religiosa. Las religiones y el pensamiento científico y filosófico.
Interrelaciones entre ambos ámbitos. Coincidencias y diferencias en la interpretación del
mundo. La diversidad religiosa, factor de pluralidad en las sociedades actuales: religiones,
nuevos movimientos religiosos y creencias pararreligiosas. Convivencia plural, tolerancia y
juicio crítico. La religión y los derechos humanos. La religión en los tratados y acuerdos
internacionales ratificados por España. Las creencias religiosas en el marco de la Constitución
española: antecedentes históricos, consenso constitucional de 1.978 y situación actual”.
Página | 181
Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
367
Destacamos lo más significativo de la misma, respecto a los contenidos más concretos que
han de llenar los cuatro cursos de la Educación Secundaria Obligatoria:
“ En los tres primeros cursos de la etapa se parte de la diversidad de respuestas ante el
hecho religioso y del marco espacial y cuantitativo en la distribución de las religiones en el
mundo actual; el núcleo fundamental lo constituye la caracterización de las principales
religiones y el reflejo de las mismas en las manifestaciones artísticas y en el modo de vida.
Es curioso que en todos estos contenidos se silencie, por completo, la tradición
religiosa cristiana en España y, sin embargo, se llegue a destacar la islámica: “La importancia
de algunas religiones históricas concretas en la configuración de nuestra cultura y en la
caracterización del mundo actual exige profundizar en las grandes religiones monoteístas, en
particular, en aquéllas que se encuentran en la base de la cultura del mundo occidental o que,
como ocurre en España con la tradición musulmana, su presencia ha contribuido a configurar
en el tiempo su personalidad.”
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368
Recogida en Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados, núm. D-395,
de 21 de mayo de 2.010, pág. 25.
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369
Diario de Sesiones. Congreso de los Diputados. Comisión de Igualdad, núm. 552, de 19 de
mayo de 2.010, pág. 37.
370
http://www.observatorioreligion.es/upload/89/89/Guia_Hospitales.pdf.
371
Según la propia Guía, este apartado, contenido en sus págs. 27 a 29, resume la información
relacionada con los centros hospitalarios públicos contenida en la Guía sobre simbología
elaborada por los Profs. F. Amérigo Cuervo-Arango y J.D. Pelayo Olmedo, publicada en la
propia colección.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
372
La misma Guía los define, respectivamente, así: “elementos que utilizan las personas para
manifestar su adhesión a una determinada confesión o creencia religiosa” y “todos aquellos
signos que identifican a una institución religiosa y la diferencian de las demás”.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
373
En la elaboración de esta Guía se ha participado –aparte de representantes de otras
instituciones públicas– tanto desde el Área de Promoción de la Salud (Ministerio de Sanidad,
Política Social e Igualdad), como desde la Subdirección General de Relaciones con las
Confesiones (Ministerio de Justicia). Además, en la propia Guía se afirma que su contenido ha
sido revisado y validado por la Federación española de municipios y Provincias, la Organización
nacional de trasplantes, el Servicio de salud de Castilla-la mancha, la Fundación Pluralismo y
Convivencia, el Comité asesor de la Fundación Pluralismo y Convivencia (Generalitat de
Catalunya, Gobierno de Aragón, Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha, Generalitat
Valenciana, Junta de Extremadura, Gobierno de Ceuta, Gobierno Vasco), Ministerio de
Sanidad, Política Social e Igualdad, Ministerio de Justicia y, por parte de las Confesiones:
Federación de entidades religiosas evangélicas de España, Consejo islámico español,
Federación de Comunidades Judías de España, Testigos Cristianos de Jehová, Asamblea
episcopal Ortodoxa de España y Portugal, Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días
y la Federación de Comunidades budistas de España.
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374
Vid. la web de Elmundo.es, de 12 de enero de 2.012.
375
Muy recientemente se producía una polémica en Holanda por el hecho de que su Reina
había vestido el velo durante su visita oficial a Omán y Abu-Dabi. Polémica por el uso del velo
de Beatriz de Holanda. Elpaís.com daba, al respecto, el siguiente titular: «La extrema derecha
critica a la soberana y ésta enfurecida responde desde Abu Dabi: "Es un disparate" », firmado
por Isabel FERRER - La Haya – 12 de enero de 2.012.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
376
Según el art. 3 del Real Decreto 2.395/1.998, de 6 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de la Orden de Isabel la Católica (BOE, núm. 279 de 21 de noviembre de 1.998). En
el mismo se establece que “La Real y Americana Orden de Isabel la Católica fue creada por el
Rey don Fernando VII el 14 de marzo de 1.815, con la finalidad de «premiar la lealtad
acrisolada a España y los méritos de ciudadanos españoles y extranjeros en bien de la Nación y
muy especialmente en aquellos servicios excepcionales prestados en favor de la prosperidad
de los territorios americanos y ultramarinos». Por Real Decreto de 26 de julio de 1.847 se
reorganizó esta Orden, tomando el nombre de Real Orden de Isabel la Católica”.
A tenor de su art. 1, “La Orden de Isabel la Católica tiene por objeto premiar aquellos
comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y
extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a
favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación española con el resto de la
comunidad internacional”.
377
Caso, por ejemplo, del Real Decreto 1.375/2.011, de 7 de octubre, por el que se concede la
Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al señor Zaid Al-Lozi, Ex Embajador del Reino
Hachemita de Jordania en España (BOE, núm. 243 de 8 de octubre de 2.011).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
1. CATALUÑA
378
Para hacerse una “composición de lugar” acerca de la regulación jurídica en el marco
autonómico, con carácter general, de materias propias del Derecho Eclesiástico del Estado, se
consulta, provechosamente, la obra colectiva (R. García García, dir.), La libertad religiosa en las
Comunidades Autónomas. Veinticinco años de su regulación jurídica, Generalitat de Catalunya.
Institut d’Estudis Autonòmics, Barcelona, 2.008.
379
www.lavanguardia.es/lv24h/20080515/53463027633.html, 15 de mayo de 2.008.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
2. NAVARRA
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
ninguna directriz o directiva para quitar estos símbolos; es algo que tienen
que decidir los consejos escolares de cada centro".
3. GALICIA
382
Todo ello, según información de B. ARMENDÁRIZ, 11 de agosto de 2.009, en
diariodenavarra.es, donde también se recoge: «Los responsables de centros públicos
insistieron ayer en que la simbología religiosa no es la nota predominante en las aulas
navarras. "No creo que la medida vaya a tener una repercusión importante porque desde hace
ya tiempo esa simbología ha ido desapareciendo sin necesidad de ninguna norma", explicó
Juan Carlos Turumbay, presidente de ADIPNA, asociación de centros públicos de Infantil y
Primaria. Opinión que también comparte Javier Mangado, presidente de la Asociación de
Directores de Institutos.»
383
La Xunta, en octubre de 2.009, para defender el derecho de una alumna a llevar el hiyab en
un colegio de Lugo, empleó los siguientes argumentos: "Mientras que la joven cumpla con el
currículo educativo establecido no hay ningún problema para que la escolar acuda a clase con
el velo islámico", sostuvo de aquellas la Consellería de Educación, gobernada ya por el Partido
Popular.
Con su referencia al cumplimiento del currículo, la Xunta apelaba a su negativa a que
se exima a las niñas musulmanas de la clase de gimnasia. No era el caso de la alumna de Lugo.
La alumna no llegó a ser apercibida. Fueron directamente sus padres los que se opusieron a
que asistiese a clase ante la negativa de la dirección del centro a que llevase el velo en las
aulas. Este acto de protesta privó a la joven de educación durante un mes, hasta que la
Jefatura Territorial de Educación de Lugo decidió intermediar. Su máximo responsable, José
Ramos, se reunió con la directora del centro educativo y se resolvió que la alumna podría
acudir con el velo en el aula. "Debe prevalecer siempre el derecho a la educación", defendían
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
385
Según información de ANTARES PÉREZ (www.Laopinioncoruna.es, 26 de febrero de 2.011) y
de la Editorial de La Opinión de La Coruña.es, de 6 de marzo de 2.011
(www.laopinioncoruna.es). Las diferentes posturas adoptadas por la Xunta en casos similares
han suscitado una oleada de críticas de UGT y el PSdG. Sus portavoces hablan de
"desgobierno", de "decisiones arbitrarias" y acusan al Gobierno gallego de inhibirse en el
conflicto de Arteixo por "intereses políticos". Los socialistas reclamaron en varias ocasiones al
Gobierno gallego que establezca unas normas generales de indumentaria en los centros para
evitar este tipo de contradicciones.
386
BOE, núm. 182, de 30 de julio de 2.011.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
4. CASTILLA Y LEÓN
387
Vid. ANTARES PÉREZ, en laopinióncoruña.es, del 31 de diciembre de 2.011.
388
Diario Oficial de Galicia, de 25 de febrero de 2.010.
389
En su regulación de los ‘símbolos de las entidades locales’, se contiene la siguiente:
Art. 2º (Símbolos): 1. A los efectos de este decreto se entienden por símbolos de las
entidades locales, el escudo y la bandera. 2. De acuerdo con el art. 258 de la Ley 5/1.997, de
administración local de Galicia los municipios y demás entidades locales de Galicia podrán
adoptar escudos heráldicos y banderas propios y privativos, modificar los ya existentes o
rehabilitar los que históricamente hubiesen empleado. Se basarán en hechos históricos o
geográficos característicos y peculiares de su territorio, conforme a las normativas de
heráldica.
Art. 3º (Símbolos prohibidos): 1. Ninguna entidad local de Galicia podrá utilizar escudo
heráldico o bandera que no fueran aprobados por el Consejo de la Xunta de Galicia, sin
perjuicio de aquellos que fueron aprobados por la Administración del Estado con anterioridad
a la transferencia de competencias en esta materia a favor de la Comunidad Autónoma de
Galicia, según establece el art. 259 de la Ley 5/1.997, de administración local de Galicia. 2.
Quedan prohibidos aquellos símbolos que incorporen en su diseño siglas, anagramas o
logotipos de partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales y demás asociaciones
y entidades privadas, así como aquellos otros que impliquen vulneración de los principios
constitucionales o lesionen derechos fundamentales. 3. Igualmente se prohíben los símbolos
que fomenten o inciten la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y aquellos que
transmiten mensajes discriminatorios o degradantes de la imagen de la mujer. 4. Las entidades
locales no podrán adoptar símbolos que sean idénticos o induzcan a error o confusión con
otros válidamente adoptados.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
390
Fuente: www.europalaica.com/noticias/n051031_srv.html (VISITA 18/12/2.011).
Se trata de una extensa Resolución, en la que el Procurador del Común alcanza las
siguientes consecuencias: «la presencia de símbolos religiosos en los Centros docentes
públicos no implica necesariamente una vulneración del principio de aconfesionalidad del
Estado, y la existencia de símbolos religiosos en los citados Centros docentes no vulnera el
derecho a la libertad religiosa de las personas con distinta confesión, o que carezcan de
creencia alguna, en la medida en que los mismos se encuentren destinados al culto o a la
enseñanza religiosa, o se coloquen en lugares que individualicen a su portador.
»La existencia de símbolos religiosos en aulas donde se imparte enseñanza de
asistencia obligatoria puede vulnerar el aspecto o ámbito negativo del derecho fundamental a
la libertad religiosa de las personas. Teniendo en cuenta que el derecho a la libertad religiosa
de las personas debe ser objeto de protección fundamentalmente en las minorías, esta
Procuraduría considera que se deberían retirar los símbolos religiosos existentes en los
espacios destinados a actividad docente, cuando así lo solicitase alguna persona de las que se
consideren afectadas».
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Fuente: www.europalaica.com/noticias/n051031_srv.html (VISITA 18/12/2.011).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
392
Así resulta del F.J. 2º de la Sentencia núm. 63/2.007, de 27 de febrero de 2.007, del Juzgado
de lo Contencioso núm. 1 de Valladolid; Pte.: Sra. Lucas Lucas (JUR\2.007\80.046).
393
Cfr. el F.J. 2º de la recién nombrada, en la nota anterior, Sentencia 63/2.007, de 27 de
febrero, del Juzgado de lo Contencioso núm. 1 de Valladolid.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
394
En el escrito de contestación a la demanda, señala el Letrado de la Administración que los
crucifijos se encuentran en el centro desde su inauguración, a finales de 1.930, vinculados de
forma permanente, por voluntad de su titular, al propio edificio, ajeno éste a todas las
vicisitudes históricas y a los diversos ordenamientos jurídicos.
395
Vid. Sentencia 28/2.008, de 14 de noviembre de 2.008, del Juzgado de lo Contencioso núm.
2 de Valladolid; Pte.: Sr. Valentín Sastre (RJCA\2.008\695).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
396
Vid. F. de D. 1º de la Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre de 2.007, del Tribunal
Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid (Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 3ª); Pte.: Sr. Zatarain Valdemoro (RJCA\2.008\109).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
5. CASTILLA-LA MANCHA
397
F. de D. 1º de la Sentencia núm. 3.250/2.009, de 14 diciembre de 2.009, del Tribunal
Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid (Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 3ª); Pte.: Sr. Zatarain Valdemoro (JUR\2010\4104).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
398
Así, por lo menos, se manifestaba la consejera de Educación, Ciencia y Cultura de Castilla-La
Mancha, Dª. María Angeles García, en una entrevista concedida a la Agencia Europa Press (vid.
ABC.es, de 12 de julio de 2.010), defendiendo el uso del velo islámico en las escuelas, ya que
debe prevalecer «el derecho fundamental y básico a la educación» de las alumnas, y «luego
ellas, cuando están bien formadas, ya se lo quitarán, o a lo mejor no». De este modo se ha
pronunciado la responsable regional de Educación sobre la polémica generada en las sociedad
española en torno al uso del velo en los espacios públicos, una cuestión que ha tildado de
«demagógica» pues, a su juicio, en lo concerniente al ámbito de la educación «cuanto menos
bla-bla-bla, mejor».
La consejera ha asegurado que en Castilla-La Mancha este problema no existe, pues
tan solo se ha dado en un centro educativo de Toledo, «que se solucionó inmediatamente,
porque di una instrucción muy clara, y es que lo primero es el derecho básico y fundamental a
la educación. Si el velo en algún momento es un estorbo para hacer algo, vale, pero si no, no».
«A mí lo que me importa es que esa niña esté bien formada y no le quitemos un derecho
básico y fundamental», como es el de la educación, ha reiterado García, quien critica que se
haya montado este «revuelo político», pues «no es necesario darle tanta importancia», ha
sentenciado.
399
Durante el curso académico 2.005/06, el entonces consejero de Educación y Ciencia, José
Valverde, afirmó “que en los colegios públicos de Castilla-La Mancha donde no haya un deseo
expreso no deben retirarse los símbolos religiosos católicos. Valverde respondió así al ser
preguntado sobre si se deberían retirar los símbolos religiosos de todos los centros educativos
públicos de la región, como se ha ordenado hacer en el colegio público San Lucas y María de
Toledo ante las quejas de los padres de los alumnos (Fuente: webislam, 25 de abril de 2.006.
También aciprensa.com, 27 abril de 2.006). El consejero señaló que «lo básico» es respetar en
cada caso lo que dice la Constitución. «Nosotros partimos del respeto de todas las ideas y
manifestaciones sean del tipo que sean, siempre y cuando estén dentro de ese marco
constitucional», añadió.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
6. ARAGÓN
400
ABC.es, de 12 de julio de 2.010, que cita como fuente a la Agencia Europa Press (también
Larazon.es): «Al hilo del tema de la simbología religiosa, la consejera ha manifestado que la
nueva Ley de Educación regional no reconoce a la educación castellano-manchega como
«laica», tal y como pidieron algunos colectivos durante la elaboración del nuevo texto, “pero sí
incorpora el contenido de la palabra” pues contempla, según García, que “no se puede hacer
ningún tipo de proselitismo en favor de alguna religión, ni indoctrinar”.
“Por tanto, la escuela de Castilla-La Mancha será una escuela absolutamente laica,
aunque no hayamos utilizado esa palabra, por buscar un consenso” con el conjunto de
diversidades que presenta la comunidad educativa autonómica, apuntó la consejera de
Educación. La representante del Gobierno regional ha abogado por integrar la multitud de
culturas que llenan las aulas de la región, pues “ése es el mejor trabajo social que podemos
hacer de cara al futuro”, y porque todos los inmigrantes que llegan a Castilla-La Mancha en
busca de oportunidades “tienen derecho a mejorar sus condiciones de vida”.»
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
401
Según resulta de la respuesta dada al quejoso ‘Colectivo Escuela Laica’ por el mencionado
Comisionado en 5 de octubre de 2.000. Fuente:
www.europalaica.com/noticias/n051031_srv.html (visitada el 18 de diciembre de 2.011). En
este sentido, las palabras de la Sra. Mihi Tenedor, en nombre del Grupo socialista en las Cortes
de Aragón: “En octubre del año 2.000, a la queja planteada ante el Justicia de Aragón por parte
del Colectivo Escuela Laica, la consejera ya contestaba entonces que la legislación no es
dudosa al respecto. Los materiales que pueden presidir las aulas públicas no deben tener
sentido confesional. Y los inspectores velarán por que esto se cumpla”. Vid. Diario de Sesiones
de las Cortes de Aragón. Comisiones: Serie A., núm. 97 - 13 de abril de 2.005, pág. 2.171.
402
Proposición no de Ley núm. 2/2.005, sobre la exposición de motivos y símbolos en las aulas
e instalaciones de los centros educativos de la comunidad autónoma sostenidos con fondos
públicos, para su tramitación ante la Comisión de Educación y Cultura. Boletín Oficial de las
Cortes de Aragón, núm. 105, de 19 de enero de 2.005, pág. 4.640. Los Antecedentes y términos
de la Proposición eran del siguiente tenor literal: “ANTECEDENTES
La Legislación vigente no es dudosa respecto a la existencia y exposición de motivos
confesionales en las aulas e instalaciones de los centros educativos de la Comunidad
Autónoma sostenidos con fondos públicos, ya que regula con claridad meridiana los símbolos
que pueden y deben presidir dichas aulas e instalaciones para que éstos sean acordes con la
aconfesionalidad que constitucionalmente caracteriza al Estado.
Por todo ello, se formula la siguiente proposición no de ley:
Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón para que, a través del
Departamento competente, se dé orden expresa a la Inspección educativa al objeto de velar
por el cumplimiento de la normativa que determina la aconfesionalidad de los motivos y
símbolos que pueden presidir las aulas e instalaciones de los centros educativos de la
Comunidad Autónoma sostenidos con fondos públicos”.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
403
Aprobación por la Comisión de Educación y Cultura de la Proposición no de Ley núm.
2/2.005, sobre la exposición de motivos y símbolos en las aulas e instalaciones de los centros
educativos de la comunidad autónoma sostenidos con fondos públicos. Boletín Oficial de las
Cortes de Aragón, núm. 125, de 19 de abril de 2.005, pág. 5.461.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
404
Vid. para el ‘Debate y votación de la proposición no de ley núm. 2/2.005, sobre la
exposición de motivos y símbolos en las aulas e instalaciones de los centros educativos de la
comunidad autónoma sostenidos con fondos públicos’, el Diario de Sesiones de las Cortes de
Aragón. Comisión de Educación y Cultura. Comisiones. Serie A: Comparecencias. núm. 97 —
Año 2.005 — Legislatura VI, Sesión núm. 22. Celebrada el 13 de abril de 2.005, págs. 2.170-
2.175.
405
Cfr. VV.AA. (F. Balaguer Callejón, coord.), Manual de Derecho Constitucional, vol. II, 6ª edic.,
Tecnos, Madrid, 2.011, pág. 550 y sig.
406
Tal y como explicó a Heraldo.es, según publicación obrante en su web.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
407
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón, núm. 64, 6 y 7 de mayo de 2.010, págs. 5.772-
5.779.
408
Boletín Oficial de las Cortes de Aragón, núm. 206, Legislatura VII, 10 de marzo de 2.010, pág.
13.405.
409
Diario de sesiones de las cortes de aragón núm. 65, Fascículo 1.º, Año 2.010, Legislatura VII,
Sesión plenaria núm. 67, celebrada el 20 y el 21 de mayo de 2.010.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
7. EXTREMADURA
410
Se trata de la respuesta a la Pregunta núm. 1.438, relativa a las actuaciones del Gobierno de
Aragón en pro de la laicidad institucional (Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón, núm. 80,
de 16 y 17 de diciembre de 2.010, pág. 7.220): “¿qué actuaciones ha llevado a cabo el
Gobierno de Aragón en el último semestre en pro de la laicidad institucional y con qué
resultados concretos?”
411
BOE, núm. 149, de 23 de junio de 2.003; la cursiva es nuestra. El Decreto, extremeño, de la
Consejería de Economía, Comercio e Innovación 190/2.010, de 1 de octubre, por el que se
modifica el Decreto 65/2.003, de 8 de mayo, por el que se aprueban los Estatutos de la
Universidad de Extremadura (Diario Oficial de Extremadura, núm. 194, de 7 de octubre de
2.010), mantiene intacto el mencionado art. 5.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
412
Anteriormente se había procedido a la remoción de crucifijos directamente por la dirección
del Colegio General Navarro, en Badajoz; que llevó a cabo esa retirada a instancias de la Ampa,
y sin contar con el consejo escolar ni el claustro de profesores. Medida que fue criticada por el
Partido Popular en la Región. Vid. el periódico de Extremadura, de 30 de abril de 2.008.
413
En enero de 2.009, la dirección de la escuela solicitó a la Administración instrucciones sobre
el “procedimiento a seguir”, después de que un mes antes la madre hubiera pedido también
por escrito la retirada de los símbolos religiosos por “considerarlos lesivos de los derechos del
alumnado”.
414
El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha explicado que no ha emitido resolución
alguna ni se ha pronunciado "ni a favor ni en contra" de los crucifijos en el colegio Ortega y
Gasset de Almendralejo. Fuentes del alto tribunal han señalado a Europa Press que "nunca se
ha pronunciado la sala" que llevaba este asunto y que lo que hubo fue "un auto de archivo del
procedimiento". Han apostillado estas fuentes que la retirada de los crucifijos de dos aulas del
citado colegio se llevó a cabo por una decisión de la Junta de Extremadura.
Por su parte, la Junta de Extremadura niega que la Justicia le haya obligado a la
retirada de los símbolos porque, cuando compareció ante el Alto Tribunal, aceptó las
peticiones de los padres.
Vid. el diario Público.es (Vanessa PI, 10 de noviembre de 2.010), que, bajo el titular ‘La
Justicia manda quitar dos cruces de un colegio’, señala en el meollo de la noticia que la Junta
de Extremadura adoptó la Resolución el día anterior a la comparecencia judicial.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
retirada del crucifijo, pero sólo de las aulas en que estudiasen los hijos de
los padres demandantes. Parece ser cierto, no obstante, que dichos
padres habían pedido esa retirada hacía ya dos años, habiendo recibido el
silencio de la Administración, que no actuó –en los términos ya relatados–
hasta que los solicitantes acudieron a la vía judicial.
415
Según información de David VIGARIO, fechada el 10 de noviembre de 2.010, en
Actualidadextremadura.com (visita de 15 de diciembre de 2.011).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
8. COMUNIDAD DE MADRID
416
Información de M. OÑATE y E.G. ROBLES, 12 de diciembre de 2.010 (Web
andaluciaeduca.com).
417
Ibídem.
418
Vid. Elmundo.es, de 19 de noviembre de 2.010.
419
Diario Oficial de Extremadura, núm. 52, de 8 de mayo de 2.001.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
420
Vid. Las versiones digitales de los periódicos El Mundo, 15 de febrero de 2.002 y El País, de
16 de febrero de 2.002.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
423
Citando a la Agencia Europa Press.
424
Vid. S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad religiosa, simbología… cit., pág. 45.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
9. ANDALUCÍA
425
Su autoría se debe a D. José Chamizo de la Rubia, Defensor del Pueblo andaluz en funciones
a la fecha de su realización.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
426
Publicado, en parte, por M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de
signos de identidad religioso-culturales”, en Revista de la Facultad de Derecho de la
Universidad Complutense, núm. 98 (2.003), pág. 233 y sig.
427
Vid. Ginés DONAIRE, ‘Un grupo de docentes se opuso a la retirada de crucifijos de un
colegio de Jaén’, en El País, 26 de mayo de 2.006.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
428
Y ni que decir tiene respecto de las Órdenes franquistas …
429
Vid. ‘Crucifijos en las aulas’, en Adn.es, de 26 de noviembre de 2.008, que cita a la Agencia
Efe.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
430
Así, según el diario ABC, de 27 de enero de 2.011, en el que también se recoge que “Los
miembros del Consejo Escolar del Instituto Al-Zujayr de la localidad granadina de Zújar vivieron
ayer un situación absurda. Una vez reunidos para resolver –como había solicitado la Junta de
Andalucía– el conflicto que se generó en este centro después de que dos docentes obligaran a
la profesora de Religión, Susana Fernández de Córdoba, a retirar un crucifijo y el icono de una
Virgen que ella misma había colgado en la pared del departamento de Ciencias Sociales, la
votación no pudo celebrarse”.
Entre los comentarios que obraban en la edición digital, se contenía el siguiente:
“Casualmente, a estos profesores les molestaba que la profesora de religión tuviera en su
espacio personal del despacho un crucifijo y un icono oriental. Pero no les molesta que su
Instituto se llame igual que un sobrino de Aisha, la tercera mujer del profeta Mahoma”.
431
ABC.es, 27 de enero de 2.011
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
432
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 152, de 8 de agosto de 2.003. La cursiva es
nuestra.
433
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 22, de 22 de febrero de 2.000. En el
Preámbulo del Decreto se señala que “Solicitado el informe a la Real Academia de Córdoba de
Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes informó, mediante acuerdo de 11 de junio de 1.998,
favorablemente, al quedar demostrada reiteradamente la devoción del pueblo de Lucena,
Autoridades y Clero por la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Araceli desde su llegada a
Lucena y hasta nuestros días”.
434
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 90, de 10 de mayo de 2.004.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
435
De conformidad con las prerrogativas legalmente atribuidas: Estatuto de Autonomía para
Andalucía, aprobado por la L.O. 2/2.007, de 19 de marzo, art. 79.3.b): la Comunidad Autónoma
de Andalucía tiene competencia exclusiva en materia de Colegios Profesionales y ejercicio de
las profesiones tituladas sin perjuicio de lo dispuesto en los arts. 36 y 139 de la CE. Ley
10/2.003, de 6 de noviembre, reguladora de los Colegios Profesionales de Andalucía, art. 22:
aprobados los estatutos por el colegio profesional y previo informe del consejo andaluz de
colegios de la profesión respectiva, si estuviere creado, se remitirán a la Consejería con
competencia en materia de régimen jurídico de colegios profesionales para su aprobación
definitiva mediante Orden de su titular, previa calificación de legalidad. Reglamento de
Colegios Profesionales de Andalucía, aprobado por el Decreto 216/2.006, de 12 de diciembre
(art. 18), y con las atribuciones conferidas por el Decreto 167/2.009, de 19 de mayo, por el que
se establece la Estructura Orgánica de la Consejería de Justicia y Administración Pública. Por
parte de ésta última se han dictado diversas disposiciones, que constituyen actuaciones
posteriores en el mismo sentido, y entre ellas:
1) Orden de 8 de abril de 2.008, por la que se procede a la adaptación de los Estatutos
del Colegio de Procuradores de Málaga (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 84, de 8
de abril de 2.008), en cuyo art. 7 (Del Patrocinio del Colegio), se dispone: “El Iltre. Colegio de
Procuradores de Málaga es aconfesional. No obstante, respetando la tradición histórica, se
acoge desde el siglo XVIII, a la protección de la Virgen de los Dolores, Patrona de esta
Corporación. Durante el mes de julio, se organizarán los actos que se celebren con motivo de
la festividad de la Patrona, especialmente la Salve que en su honor se celebrará”.
2) Orden de 1 de septiembre de 2.009, por la que se aprueban los Estatutos del Colegio
de Abogados de Granada y se dispone su inscripción en el Registro de Colegios Profesionales
de Andalucía (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 185, de 21 de septiembre de
2.009), cuyo art. 5 (Escudo y Patrona), señala: “Se mantiene, por tradición histórica, el
patrocinio de Santa Teresa de Jesús”.
436
Sentencia de 13 de marzo de 2.003 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 1ª). Pte.: Sr. Frías Martínez (www.iustel.com).
437
Resolución, en cuestión, a la que hemos podido acceder merced a la amabilidad del propio
Letrado recurrente, Sr. Bosch Valero; nuestro agradecimiento.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
438
Además, tuvo al Ministerio Público en contra, solicitándose por el mismo la concesión del
amparo, al estimar que “La capacidad autonormativa que le reconoce la Ley de la Comunidad
Autónoma de Andalucía 10/2.003, de 6 de noviembre, de colegios profesionales, no exime al
Colegio de Abogados de Sevilla de la obligación de respeto a los principios del orden
constitucional.
El Ministerio Fiscal entiende que la advocación mariana tiene un significado religioso,
máxime al tratarse de un dogma de fe que entra en contradicción con las afirmaciones de los
órganos judiciales de que estamos ante un hecho histórico o tradición histórica que no
conlleva incorporar un dogma de fe a los estatutos del colegio. Entiende por ello que el
mandato de neutralidad es ignorado por el art. 2.3, inciso final, de los estatutos y por la Orden
de 23 de abril de 2.004 que declara su adecuación a la legalidad, ya que la declaración de
aconfesionalidad que se recoge en aquel precepto queda desnaturalizada por la declaración de
patronazgo que se realiza a continuación.
El Ministerio Fiscal concluye su escrito de alegaciones pidiendo al Tribunal la
estimación parcial del recurso de amparo por vulneración de los derechos a la libertad religiosa
(art. 16.1 y 3 CE) y a la igualdad (art. 14 CE); la declaración de nulidad de las Sentencias
recurridas en lo relativo a los pronunciamientos referidos a los citados derechos
fundamentales; y la retroacción de las actuaciones al momento anterior al de haberse dictado
la Sentencia del Juzgado para que se proceda a dictar otra, respetuosa con aquellos derechos”.
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439
Vid. Antecedente 9 de la Sentencia del Tribunal Constitucional núm. 34/2.011, de 28 de
marzo (BOE núm. 101, de 28 de abril de 2.011).
440
ABC.es, 21 de abril de 2.010: ‘... Y la Junta de Andalucía la emprende contra los crucifijos’ (P.
GARCÍA-BAQUERO): “El hecho sucedió hace poco más de una semana, cuando un paciente de
75 años de edad manifestó a la dirección que ese crucifijo «le molestaba». Fuentes de la
Delegación de Salud reconocieron a ABC que el crucifijo se retiró por la petición del usuario -
que lucía una bandera republicana en su solapa, según algunos testigos-, pero que se trata de
un «hecho aislado, que no se ha repetido en ningún otro centro». Sin embargo, en la plantilla
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
de Enfermería del centro de salud palmeño no ha sentado bien este incidente, ya que según
varios profesionales «el crucifijo no molestaba». De hecho, son varios los médicos y
enfermeros consultados por ABC indignados por esta medida adoptada por la Junta. El
incidente ha tenido gran trascendencia en la feligresía palmeña”.
441
‘El pasado 20 de septiembre el Observatorio denunció la presencia de crucifijos en este
Centro de Salud’. Documento de 30 de octubre de 2.011. Autor y Fuente: laicismo.org.
442
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, núm. 197, de 7 de octubre de 2.009.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
443
F. de D. 1º de la Sentencia núm. 948/2.009, de 30 octubre de 2.009, del Tribunal Superior
de Justicia de Murcia (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 2ª). Pte.: Sr. Sáez
Domenech (RJCA\2.009\853).
444
El Ministerio Fiscal se opone a la demanda. Después de hacer referencia a los preceptos que
considera aplicables (arts. 16. 1 y 3 CE; L.O. 7/1.980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa) dice
que el TC ha señalado en la sentencia 166/1.996, de 28 de octubre, que la libertad religiosa
entendida como un derecho subjetivo de carácter fundamental se concreta en el
reconocimiento de un ámbito de libertad y de una esfera de "agere licere" del individuo, es
decir, reconoce el derecho de los ciudadanos a actuar en este campo con plena inmunidad de
coacción del Estado y de cualesquiera grupos sociales (STC 24/1.982). Asimismo hace
referencia a la STS de 11 de febrero de 2.009 referente al art. 16.1 CE (se refiere a la enseñanza
del pluralismo que transmita la realidad social de la existencia de concepciones religiosas
diferentes, señalando que la exposición de esa diversidad debe hacerse con neutralidad y sin
adoctrinamiento, es decir dando cuenta de la realidad y del contenido de las diferentes
concepciones, sin presiones dirigidas a la captación de voluntades a favor de alguna de ellas).
Concluye afirmando que la colocación de un belén navideño no vulnera los derechos
reconocidos en el art. 16 CE en cuanto no supone adoctrinamiento alguno de la concepción
católica por parte del centro, ni declaración de confesionalidad de dicha religión o
favorecedora de la misma. La realidad social, el pluralismo religioso solamente tienen límite en
un estado democrático, en el mantenimiento del orden público y éste no se ve afectado por la
colocación de un belén en Navidad cuando es un símbolo generalizado a todos los niveles (en
centros de trabajo y establecimientos públicos), como también los son otros símbolos ajenos a
la religión católica asociados también a esas fechas. Se trata por tanto de una costumbre
aceptada socialmente como otras, que hacen que sea un hecho inofensivo para modular las
creencias religiosas en este caso de los alumnos de secundaria. Tampoco existe vulneración de
otros derechos en la medida de que el actor ha tenido acceso a los recursos judiciales en
relación con la tutela judicial efectiva.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
445
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia núm. 948/2.009, de 30 de octubre de
2.009, Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 2ª (Id Cendoj 30030330022009100763).
Pte.: Sr. Sáez Doménech.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
11.PAÍS VASCO
446
Así resulta del F. de D. 4º de la Sentencia núm. 405/2.011, de 20 de mayo, del Tribunal
Superior de Justicia –Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 9ª– de Madrid; Pte.: Sr.
Massigoge Benegiu (Id Cendoj: 28079330092011100384).
447
Según José Luis de LA GRANJA, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad
del País Vasco, la fórmula "ante Dios humillado", la creó el Partido Nacionalista Vasco para el
primer lehendakari, D. José Antonio Aguirre; y, en su opinión, no fue consensuada con el resto
de los grupos que formaban el Frente Vasco durante la guerra civil (‘La tarde en vivo’, 7 de
mayo de 2.009).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
448
Tal y como vamos a ver inmediatamente a continuación.
449
F. SEGURA, 15 de abril de 2.010, en diariovasco.com.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
culto de los componentes del Colegio ni a terceros ya que tal genérica tradicional advocación a
nada ni a nadie obliga ni condiciona para profesar o practicar cualquier religión o creencia, ni
para nada quedan restringidas o coartadas las libertades ideológica, religiosa y de culto”.
453
Diari Oficial de la Comunitat Valenciana [2007/4691].
454
Resolución de 25 de abril de 2.007, de la Directora General de Justicia de la Conselleria de
Justicia, Interior y Administraciones Públicas, por la que se resuelve inscribir la modificación de
los Estatutos del Ilustre Colegio Abogados de Orihuela, y se dispone su publicación en el Diari
Oficial de la Comunitat Valenciana (Diari Oficial de la Comunitat Valenciana , núm. 5.511, de
14 de mayo de 2.007 [2007/5913]).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
455
Resolución de 25 de septiembre de 2.007, del Director General de Justicia y Menor de la
Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, por la que se resuelve inscribir la
modificación de los Estatutos del Ilustre Colegio de Abogados de Elche, y se dispone su
publicación en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (Diari Oficial de la Comunitat
Valenciana, núm. 5.617, de 11 de octubre de 2.007 [2007/12134]).
456
Diari Oficial de la Comunitat Valenciana, núm. 319, de 16 de diciembre de 1.985.
457
Sentencia del Tribunal Supremo de 12 de junio de 1.990 (Aranzadi, Repertorio de
Jurisprudencia 1.990, marg. 5.184), que, aunque esté anulada por el Tribunal Constitucional,
resulta interesante su consulta en cuanto a los datos históricos que recoge sobre el escudo.
458
Sentencia del Tribunal Constitucional núm. 130/1.991, de 6 de junio; Pte.: Sr. Tomás y
Valiente (BOE, núm. 162, de 8 de julio de 1.991).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
459
J. MARTÍNEZ-TORRÓN, «Una metamorfosis incompleta. La evolución del Derecho español
hacia la libertad de conciencia en la jurisprudencia constitucional», en Persona y Derecho,
núm. 45 (2.001), pág. 209 ; la cursiva es nuestra. En igual sentido parece pronunciarse A.
SEGLERS GÓMEZ-QUINTERO, La laicidad y sus matices, Comares, Granada, 2.005, págs. 37 y
sigs.
460
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en AA.VV. (J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de Derechos Humanos de
Donostia-San Sebastián, vol. IV, Bilbao 2.003, pág. 67 y sig.
461
Art. 12.3 de los Estatutos. El art. 11.3 de los vigentes Estatutos de la Universitat de València
(Estudi General), aprobados por Decreto 128/2.004, de 30 de julio, del Consell de la
Generalitat Valenciana (Diari Oficial de la Comunitat Valenciana , núm. 4.811, de 3 de
agosto de 2.004), reproduce prácticamente en su literalidad el anterior precepto.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
462
Sentencia de 6 de septiembre de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad
Valenciana (Sala de lo Contencioso-Administrativo. Sección 5ª), Pte.: Sr. Bellmont Mora.
Obtenida, mediante visita de 10 de diciembre de 2.011, en la Red
(http://servicios.laverdad.es/servicios/textos/sentencia-cruz-muela-orihuela.pdf).
463
Decreto 118/1.984, de 31 octubre, por el que se desarrolla el contenido de la disposición
Adicional de la Ley 2/1.984, por la que se determina el Escudo del Principado y se regula su
uso. Decreto 59/1.985, de 13 de junio, por el que se aprueba el diseño simplificado del escudo
del Principado de Asturias y se normalizan los elementos gráficos externos de identificación de
la Comunidad Autónoma.
464
BOE, núm. 82, de 5 de abril de 2.010.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
468
ABC.es, 27 de septiembre de 2.005.
469
J.M. Irujo, en El País, de 27 de noviembre de 2.011
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
1. ADMINISTRACIÓN LOCAL
470
Según información de Elmundo.es y Minutodigital.com (ambas de 30 de marzo de 2.011),
20minutos.es, que cita como fuente a la agencia Europa Press (31 de marzo de 2.011) y
Hazteoir.org (2 de abril de 2.011). El cuadro se decía valorado en unos ocho mil euros.
471
Retirada de la cruz que presidía la entrada del cementerio de San Vicente de la Barquera –
Santander– ABC, 21 de febrero de 2.004, V. CORTABITARTE: “Es el tercer crucifijo que manda
retirar el regidor desde su elección el pasado mes de junio. Los otros estaban en el salón de
plenos y en la propia Alcaldía”.
472
“Valiente posición del Alcalde de Baena en defensa del crucifijo”: «El Alcalde de Baena y
senador del PSOE por Córdoba, Luis Moreno, rechazó en el pleno del pasado mes de julio
(2.009) la retirada del crucifijo –solicitada por IU– instalado en la mesa presidencial del salón
plenario del Ayuntamiento» (Ecclesia Digital ––www.revistaecclesia.com).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
475
Reglamento de 28 de marzo de 2.008 (Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza, núm. 133,
de 12 de junio de 2.008). Antes de proclamar su redacción definitiva, en el propio Boletín se
transcribe el acuerdo del Ayuntamiento de Zaragoza respecto de las alegaciones presentadas:
“La M. I. Comisión Plenaria de Presidencia y Acción Social, en sesión extraordinaria celebrada
el día 5 de junio de 2.008, en virtud del acuerdo de delegación del Excmo. Ayuntamiento Pleno
de fecha 28 de marzo de 2.008, acordó lo siguiente: 1º) Desestimar las alegaciones propuestas
por José María… y 123 más, y Miguel Angel, Jesús, Antonio y 1.000 más, en base a los
siguientes criterios:
1. Hace referencia a la pág. 8, párrafo 2º, y dice: “Considero que la leyenda Benedictus
Dominus Deus Israel, frase bíblica, debe ser eliminada o sustituida por otra en la que se vea
incluida la ciudadanía zaragozana en su conjunto, descartando cualquier fórmula que sea
propia de una confesión religiosa”.
No se considera oportuno extrapolar una leyenda como ésta de su contexto completo;
no se trata de una innovación, ni de una invocación religiosa, es la inscripción que figura en el
reverso del Sigillum Concilii Civitatis Cesaraugusta, “sello del Concejo de la Ciudad de
Zaragoza”, que es una reproducción del primitivo sello del Concejo de Zaragoza, del que
existen referencias, al menos, en dos ejemplares originales del siglo XIII. Tratándose de un sello
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
de tal antigüedad, recuperado para poder ser entregado como distinción de la ciudad de
Zaragoza, no parece oportuno cambiar en modo alguno su leyenda, sino respetar su integridad
histórica.
2. La 2ª de las alegaciones presentadas hace referencia a “la supresión del art. 4.6, pág.
11, por considerar que la Corporación municipal, como tal, no debe asistir a las procesiones
citadas en el artículo. La presencia del alcalde o de los o las concejales en estas celebraciones
religiosas debe ser exclusivamente a título personal, sin que en ningún momento la asistencia
de miembros de la Corporación a actos religiosos se produzca en representación del
Ayuntamiento de Zaragoza”.
Aclarar en primer lugar que el art. 4 hace referencia a la bandera de Zaragoza,
entendiendo, por tanto, que se ha cometido un error de transcripción y que es, en cambio, el
art. 8 , que se refiere a la asistencia de la Corporación municipal, determina en su párrafo
primero que “La Corporación municipal asistirá a los siguientes actos: a) Actos solemnes que
tradicionalmente se celebran con motivo de las festividades siguientes: San Valero (29 de
enero), Patrón de la Ciudad; Procesión del Santo Entierro, el Viernes Santo; Corpus Christi; Día
del Pilar, 12 de octubre, Día de la Hispanidad y Patrona de la ciudad; Rosario de Cristal, día 13
de octubre.
De su redacción debe colegirse que lo que el precepto dispone es el modo en que los
concejales que decidan libremente incorporarse a los actos deben hacerlo en Corporación. Es
decir, se trata de una potestad que ostentan todos los ediles por el hecho de serlo, sin que en
ningún momento se anuncie medida coercitiva alguna que obligue a los concejales a asistir a
los actos que en ese artículo se recogen, pero, si deciden hacerlo, deberán guardar las formas
que determinan la asistencia en Corporación.
Hay que señalar que el Reglamento actualmente vigente de fecha 28 de noviembre de
1.997 recoge, en su art. 2.º, la asistencia del Ayuntamiento en Corporación a los actos
solemnes, con una redacción prácticamente idéntica a la que ahora se redacta.
3. La 3ª de las alegaciones dice: “Solicito la supresión del art. 8.1.a), porque los actos
solemnes que se citan son festividades propias de una confesión religiosa, y la presencia de la
Corporación municipal como tal entra en contradicción directa con el art. 16.3 de la CE, que
establece que ninguna confesión religiosa tendrá carácter estatal. La redacción de este artículo
ataca la libertad de los miembros de la Corporación de asistir o no a unos actos que se
declaran solemnes, sin tener en cuenta que la relevancia social o pública de dichos actos
religiosos lo será en todo caso para los miembros de esa confesión religiosa concreta, pero
nunca para los poderes públicos, que deben velar por el respeto de principios como la libertad
religiosa y de conciencia y la aconfesionalidad del Estado”.
Aparte de lo señalado en el apartado anterior, no puede obviarse, en cualquier caso, la
redacción íntegra del invocado art. 16 de nuestra CE, que literalmente establece […] No
obstante, si la Constitución reconoce la “aconfesionalidad” del Estado español, es también
cierto que el Real Decreto 2.099/1.983, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Ordenamiento
general de precedencias del Estado, en su art. 5.2 dispone: “En los actos oficiales de carácter
general organizados por las Comunidades Autónomas o por la Administración local la
precedencia se determinará prelativamente, de acuerdo con lo dispuesto en el presente
ordenamiento, por su normativa propia y, en su caso, por la tradición o costumbre inveterada
del lugar”, y ello adquiere una gran importancia en las Corporaciones locales, precisamente
por su dilatada y arraigada tradición histórica.
Precisamente el origen de las celebraciones de la mayoría de las poblaciones tiene su
origen en alguna festividad religiosa, manteniéndose hasta nuestros días y coincidiendo las
principales fiestas populares de todas las ciudades con alguna festividad religiosa.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
4. La 4ª de las alegaciones dice: “Solicito la supresión del art. 13.1 por establecer la
obligatoriedad de que los miembros de la Corporación asistan a los actos oficiales solemnes,
los cuales, tal y como se han definido en el art. 8.1 a), son actos religiosos, y, por tanto, la
asistencia obligatoria a los mismos atentaría gravemente contra la libertad de conciencia”, en
base a los argumentos mencionados.
476
La Sentencia núm. 156/2.010, de 30 de abril, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo
núm. 3 de Zaragoza desestima la demanda de la ‘Asociación MHUEL, Movimiento hacia un
Estado Laico’. No nos consta que haya sido recurrida.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
477
Con la siguiente descripción, según el propio Informe: “Trabajado en plata y sobre cruz de
madera, los extremos de los astiles llevan también sobrecubierta del mismo metal noble. La
peana sobre la que se asienta el crucificado tiene doble cuerpo moldurado, placas en plata y
filigranas del mismo metal. El análisis minucioso de la pieza nos indica, que desde el siglo XVII
hasta nuestros días ha experimentado diferentes intervenciones propias de las vicisitudes
históricas que ha experimentado con el curso de los siglos, y que forman parte de su
autenticidad en la actualidad. La incorporación del rótulo INRI no es del momento original de la
obra artística así como la corona radiada que lleva Cristo en la cabeza. Igualmente la placa en
plata con la rotulación de la fecha de ejecución de la, obra artística, así como las funciones que
tenía asignadas el crucifico, tanto por el troquelado de las capitales como por el pautado
incorrecto de la escritura se puede fechar en el siglo XIX. De igual forma se observan finos
tornillos en los clavos del crucificado que también son posteriores al siglo XVII. Por lo tanto,
estamos en presencia de una de las obras artísticas más antiguas de la colección municipal.
Data del siglo XVII, y se le aprecian elementos añadidos en los siglos XVIII-XIX”.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
478
A tenor de la ya citada Sentencia núm. 405/2.011, de 20 de mayo, del Tribunal Superior de
Justicia –Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 9ª– de Madrid; Pte.: Sr. Massigoge
Benegiu (Id Cendoj: 28079330092011100384).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
479
Sentencia de 8 de febrero de 2.002 del Juzgado de lo Social núm. 2 de Palma de Mallorca,
confirmada por la Sentencia de 9 de septiembre de 2.002 del Tribunal Superior de Justicia –
Sala de lo Social, Sección 1ª– de las Islas Baleares (Base de Datos Westlaw Premium, AS
2.003/2).
480
Son otros los Ayuntamientos que han seguido estos mismos pasos: Barcelona, Tarragona, El
Vendrell, Manresa, L’Hospitalet de Llobregat, Mollet de Vallès, Cunit, Santa Coloma de
Gramanet, Roses y Martorell. Vid., al respecto: R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN,
Conflictos entre conciencia y Ley. Las objeciones de conciencia (Cap. 9: “Libertad de conciencia
y utilización de símbolos religiosos”), Iustel, Madrid, 2.011, Navarro y MT p. 361. También se
van conociendo algunos casos de otros Municipios fuera de Cataluña, por ej. el Ayuntamiento
mallorquín de Sa Pobla (Vid. Elmundo.es, 6 de septiembre de 2.011: “El acuerdo de
modificación de la ordenanza municipal de Buen Gobierno, Civismo y Convivencia Ciudadana,
defendida por el alcalde popular Biel Serra, fue adoptada anoche en un pleno municipal
y contó con los votos a favor de 13 de los 17 concejales de la corporación”).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
481
Auto de 12 de enero de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 2ª). Id. Cendoj: 08019330022011200001.
482
Sentencia núm. 489/2.011, de 7 de junio de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña (Sala de lo Contencioso. Sección 2ª). Id Cendoj: 08019330022011100482.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
A) ADMINISTRACIÓN ELECTORAL.-
483
Así mediante Sendos Edictos, 12.322 y 12.323, ambos de 3 de noviembre de 2.010 (Butlletí
Oficial de la Província de Lleida, núm. 159, de 13 de novembre de 2.010, pág. 54).
484
Cfr. J.A. MONTILLA MARTOS, “El Gobierno y la Administración”, en VV.AA. (F. Balaguer
Callejón, coord.), Manual de Derecho Constitucional, vol. II, 6ª edic., Tecnos, Madrid, 2.011,
pág. 542. También la Sentencia del Tribunal Constitucional, Sala Segunda, 34/2.011, de 28 de
marzo de 2.011, (BOE, núm. 101, de 28 de abril de 2.011).
485
La L.O. 5/1.985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (BOE, núm. 147, de 20 de
junio de 1.985) dispone que “1.- La Administración Electoral tiene por finalidad garantizar en
los términos de la presente Ley la transparencia y objetividad del proceso electoral y del
principio de igualdad. 2.- Integran la Administración Electoral las Juntas Electorales, central,
provincial, de zona y, en su caso, de Comunidad Autónoma, así como las Mesas electorales. 3.-
La Junta Electoral central tiene su sede en Madrid, las provinciales en las capitales de
provincia, y las de zona en las localidades cabeza de los partidos judiciales aludidos en el
apartado 6. 4.- Las juntas de zona de Ceuta y Melilla acumulan en sus respectivos distritos las
funciones correspondientes a las Juntas Electorales Provinciales. 5.- Las Juntas celebran sus
sesiones en sus propios locales y, en su defecto, en aquellos donde ejercen sus cargos los
respectivos secretarios. 6.- A los efectos de la presente Ley los partidarios judiciales coinciden
con los de las elecciones locales de 1.979” (art. 8), y que “1. Fuera de los casos en que esta Ley
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
prevea un procedimiento especifico de revisión judicial, los acuerdos de las Juntas Provinciales,
de Zona, y, en su caso, de Comunidad Autónoma, son recurribles ante la Junta de superior
categoría, que debe resolver durante los períodos electorales en el plazo de cinco días y, fuera
de ellos, en el de diez días, en ambos casos a contar desde la interposición del recurso. 2.- La
interposición tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas siguientes a la notificación del
acuerdo y ante la Junta que lo hubiera dictado, la cual, con su informe, ha de remitir el
expediente en el plazo de cuarenta y ocho horas a la Junta que deba resolver. Contra la
resolución de esta última no cabe recurso administrativo o judicial alguno” (art. 21). La
expresión “o judicial” contenida en el último inciso de este artículo fue declarada
inconstitucional, y consiguientemente nula, por sentencia 149/2.000, de 1 de junio, del Pleno
del Tribunal Constitucional.
486
Según campañas orquestadas desde el ‘Observatorio de la Laicidad’ y la ‘Asociación Europa
Laica’ (vid. www.Laicismo.org). En la misma se hallan datos como los siguientes: ‘Granada Laica
denuncia 36 Colegios Electorales en centros confesionales. Dos de ellos son parroquias, otros
colegios o residencias católicas, donde existen símbolos religiosos’: “La ubicación de Mesas
Electorales en edificios o locales confesionales supone la existencia de simbología religiosa, en
la propia mesa electoral o los espacios necesarios para acceder a ella. Tampoco las propuestas
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
a la Oficina del Censo Electoral para que no apruebe locales confesionales como sede de
Colegios electorales han sido efectivas, ya que acepta sin más las propuestas que le llegan de
los Ayuntamientos. Si en tu caso te encuentras con esa situación adjuntamos dos formularios:
uno para presentar ante la Mesa Electoral solicitando la retirada de los símbolos y que se
adjunte al acta nuestra protesta; otro para remitir una copia al Ayuntamiento, que propone los
locales, y otra a la Oficina del Censo Electoral, que es quien los aprueba, para que se elimine
ese local en futuras elecciones”. Documento con fecha 22 de abril de 2.011 (publicado el 31 de
agosto de 2.011). Autor: laicismo.org. Fuente: Granada Laica.
‘IU consigue que en un colegio de religiosas se tapen las imágenes el día de las
elecciones. Ahora grupos conservadores católicos critican la acción’: “Según publican varios
medios conservadores y la patronal de centros católicos, los interventores de IU en el colegio
electoral Cristo Rey de Granada, un centros confesional, denunciado por Granada Laica como
adecuado para ser un colegio electoral, por la presencia de símbolos religiosos, reclamaron a
las religiosas propietarias del centro que durante el acto electoral se tapasen las imágenes
religiosas que había en el espacio dedicado a las elecciones. Tras una intensa discusión sobre el
carácter concertado del centro, y por tanto costeado con fondos públicos, y ante la propuesta
de tapar las imágenes con papel, las religiosas accedieron a entregar unas sábanas para que los
interventores procedieran a ello”. Documento con fecha 31 de mayo de 2.011 (publicado el 31
de mayo de 2.011). Autor: laicismo.org. Fuente: Varias.
487
Puede consultarse en la página web de la Junta Electoral Central
(www.juntaelectoralcentral.es).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
488
Accesible en la web de la Junta Electoral Central (www.juntaelectoralcentral.es).
489
Puede consultarse en la pag. web del Congreso de los Diputados, en el apartado de
Resoluciones y Acuerdos.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
490
Así en www.imfegranada.es/cescuela/Laico/ColeElect.htm (28 de julio de 2.005).
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
Por lo demás, son varios los supuestos que se han judicializado. Los
letrados Sr. Mazón Costa y Sra. Martínez Segado, en su particular
“conflicto” contra la simbología de origen confesional492, y alegando
siempre en su apoyo la denominada Sentencia Lautsi I del Tribunal de
Estrasburgo, la emprendieron también contra el acto del Colegio de
Abogados de Murcia de 11 de enero de 2.010, por el que se dispuso la
celebración de las Fiestas de San Raimundo de Peñafort, así como la Santa
misa en memoria de los abogados murcianos fallecidos. El Consejo
General de la Abogacía Española rechazó el recurso de alzada mediante
Resolución de 6 de mayo de 2.011.
491
Según noticia contenida en la página web del propio Colegio de Abogados de Madrid
(www.icam.es/vernoticia.jspid=200403120011&seccion=&xml=/docs/20061222/0002.xml), la
admisión a trámite de las proposiciones presentadas por A.L.A. fue rechazada por 1.268 votos
frente a 257 en contra y 30 abstenciones.
492
Llega incluso a sorprender que estuvieran representados por una Procuradora de los
Tribunales apellidada Cruz, según resulta de los antecedentes de la propia sentencia
resolutoria del caso.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
C) UNIVERSIDADES.-
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
entonces vigente, sin que el respecto o el mayor grado de respeto a la tradición y a la historia
fuera el único criterio que válidamente pudieran tener en cuenta los claustrales al decidir, en
legítimo ejercicio de su autonomía, el escudo de la Universidad valenciana. Las evidencias
históricas y las razones heráldicas no bastan, sin más, para menoscabar el derecho
fundamental de autonomía universitaria ni, por ello mismo, para sustituir los símbolos libre y
voluntariamente decididos por el Claustro Constituyente por otros que como los propuestos
por la minoría disconforme, seguramente serían igual de lícitos y respetables, sólo que no han
sido los mayoritariamente votados.
En un Estado democrático de Derecho que proclama como valores superiores del
ordenamiento la libertad y el pluralismo político, la vía natural de expresión de la idea y del
contenido que la sociedad -en nuestro caso, la comunidad universitaria- tiene del interés
público vigente en cada momento, cuando se trata de la adopción de Acuerdos que llevan
consigo opciones de naturaleza primaria o prevalentemente política -como los adoptados por
el Claustro Constituyente en representación de la comunidad universitaria y en ejercicio de su
autonomía- lo constituye la voluntad mayoritaria de los órganos representativos formada en
debate público y a través de los procedimientos jurídicos establecidos, cuya observancia queda
sujeta en todo caso al control de Jueces y Tribunales. A éstos les corresponde asimismo la
revisión jurisdiccional de los poderes que la LRU otorga o reconoce a las Universidades de
forma que ni padezca la legalidad ni la autonomía universitaria. De ahí que este control
judicial, de una parte, deberá atenerse a la configuración legal de la autonomía universitaria
sin imponer a ésta límites que no quiso establecer el legislador de la LRU, y, de otra, habrá de
respetar el núcleo de libertad de la decisión, fruto de la autonomía, que en cada caso se
considere más conveniente o adecuada a los intereses de la propia Universidad; pero lo que le
está vedado al órgano judicial es situar el control de legalidad en los confines de la
oportunidad de la decisión libremente adoptada en ejercicio de la autonomía, y rebasarlos,
como ha sucedido en el caso que nos ocupa” (F.J. 5).
496
En cuyo Estatuto, el art. 10 establece que “El escudo de la Universidad de Alcalá responde a
la siguiente descripción: • Timbre heráldico de dignidad cardenalicia (capelo rojo con quince
borlas del mismo color, pendientes en cinco series a cada lado) […] • Cruz patriarcal
flanqueada con dos cisnes blancos afrontados y debajo del
timbre.
En la medalla propia de la Universidad de Alcalá, en su anverso se reproduce el Escudo
oficial de la Universidad y en el reverso, junto a la efigie de Cervantes figura la de Cisneros.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
497
Según noticia de La Razón digital, semana del 9 al 15 de marzo de 2.005, bajo el título “La
Universidad Complutense suprime la Biblia y el Crucifijo en sus actos públicos”.
498
José R. NAVARRO PAREJA, La Razón digital, 9 de marzo de 2.005.
499
El Rector de la Universidad complutense, en su día, señaló que «considero que la
universidad es una institución laica y que, por tanto, no debe dar cabida a ninguna religión, si
bien, por el pasado, la Universidad Complutense de Madrid tiene capillas católicas, pero eso
creo que no es lo deseable. Respetando a todos creo que la religión debe de profesarse en las
respectivas capillas o iglesias, fuera de su ámbito», según noticias de La Razón digital, 28 de
abril de 2.004.
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Capítulo II: La simbología religiosa ante las Administraciones Públicas
500
J.M. CONTRERAS MAZARÍO, “Principio de laicidad del Estado y asistencia religiosa en
centros universitarios públicos”, en Derechos y libertades, núm. 8 (2.000), págs. 99 y sigs.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Se han residenciado ante los Tribunales los casos del Colegio San Benito de Madrid y el del
Colegio Macías Picavea de Valladolid. En ambos supuestos se ha pretendido la remoción de
símbolos religiosos, si bien únicamente en el tema pucelano se ha llegado al fondo del asunto,
y no sin antes haber recorrido un buen tramo de “peripecias judiciales”, que más adelante
tendremos ocasión de examinar.
501
Son numerosos los episodios que la realidad viene deparando desde hace bastante tiempo.
A mero título colativo, pueden citarse supuestos como el relatado en el Suplemento de
Educación del rotativo El País, de 11 de marzo de 2.002: «El caso de Galicia mezcla crucifijo y
águila imperial franquista. 'El crucifijo lo quité yo y la gallina la tapamos con motivo de la
renovación de la fachada, con dos losas de un metro por 80', explica el director del instituto
Salvador Moreno, en Marín (Pontevedra). Suxo Portelas recuerda, fue hace dos cursos, cómo
algún grupo radical del pueblo se resistía y las tácticas dilatorias de la Administración
provincial, fruto de esas protestas. Ahora está satisfecho. 'No se trata de anular el pasado, sino
de tratarlo con coherencia'.»
Al parecer la Administración andaluza ha producido ya varios casos en que su
Consejería de Educación ha ordenado, sin más, la retirada de crucifijos ante ciertos
movimientos reclamando esa remoción, como en el caso del colegio San Juan de la Cruz de
Úbeda (Jaén), llevado a cabo a finales de mayo de 2.006 (vid., al respecto, el artículo
periodístico ‘¿Cuándo es religiosa la simbología según la Junta de Andalucía?’, del Prof.
ALENDA SALINAS, en el diario ABC, 27 de junio de 2.006); y, más recientemente, el supuesto
del IES Al-Zujayr de Zújar (Granada), según noticia del digital Ideal.es, de 27 de enero de 2.011.
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502
En concreto, la vigente L.O. 2/2.006, de 3 de mayo, de Educación (BOE, núm. 106, de 4 de
mayo) señala en su art. 108 (Clasificación de los centros): 1.- Los centros docentes se clasifican
en públicos y privados. 2.- Son centros públicos aquellos cuyo titular sea una administración
pública. 3.- Son centros privados aquellos cuyo titular sea una persona física o jurídica de
carácter privado y son centros privados concertados los centros privados acogidos al régimen
de conciertos legalmente establecido.
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a) COLEGIOS PÚBLICOS
503
En efecto, como es sabido, el Acuerdo sobre enseñanza y asuntos culturales, de 3 de enero
de 1.979, entre el Estado español y la Santa Sede regula esta materia. Posteriormente, los
Acuerdos con las otras Confesiones, de 10 de noviembre de 1.992, disponen esta posibilidad,
correlativamente, en sus respectivos arts. 10.
504
Si hemos de atender a disposiciones como las que se establecen en la Orden PRE/45/2.008,
de 21 de enero, por la que se da publicidad al Acuerdo de 11 de enero de 2.008, del Consejo
de Ministros, por el que se aprueba el Plan Nacional del Reino de España para la Alianza de
Civilizaciones (BOE, núm. 20, de 23 enero de 2.008), que, entre su ‘Catálogo de actuaciones’
señala que “La enseñanza de las religiones minoritarias en las escuelas se continuará
impartiendo de conformidad con lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación con la
Federación de Entidades Religiosas Evangélicas, la Federación de Comunidades Israelitas y la
Comisión Islámica y, en su caso, con los que en el futuro puedan suscribirse con otras
confesiones religiosas”.
Fomentando la “formación más acusada en el ámbito de la enseñanza preuniversitaria
y universitaria de los temas relacionados con la pluralidad religiosa y cultural; puesta en
marcha de programas de capacitación de profesores de religión, y del profesorado en general,
en cuestiones relacionadas con la pluralidad religiosa y cultural”.
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505
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense,
núm. 98 (2.003), págs. 219 y sigs.
506
Significativo al respecto el título, “¿es constitucional el crucifijo?”, empleado por el Prof. A.
SEGLERS GÓMEZ-QUINTERO en su artículo de opinión publicado en el periódico La Vanguardia,
de 6 de junio de 2.010.
507
J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, en Laboratorio de Alternativas [Documento de trabajo 124/2.007 de la
Fundación Alternativas, que hemos podido obtener en la red a través de la página web de
Dialnet], Madrid, 2.007, pág. 48.
508
Sentencia núm. 3.250/2.009, de 14 diciembre, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y
León (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª); Pte.: Sr. Zatarain Valdemoro
(JUR\2.010\4.104).
509
Punto 8 del F. de D. 4º.
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510
Ley 52/2.007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra
civil y la dictadura (BOE, núm. 310, de 27 de diciembre de 2.007).
511
Vid. www.foroporlamemoria.info/noticia.php?id_noticia=3296 (visita de 11 de diciembre de
2.011): “Desde el Sindicato de Estudiantes seguimos pensando que esto es una buena idea,
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
515
Sentencia núm. 1.105, de 15 de octubre de 2.002, del Tribunal Superior de Justicia (Sala de
lo Contencioso-Administrativo, Sección 9ª) de Madrid, F. de D. 3º (Id: Cendoj
28079330092002100497).
516
Cfr. F. de D. 7º de la Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre del Tribunal Superior de
Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid, ya citada.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
cuenta la naturaleza del bien, de modo que «su presencia y, por tanto, su
salvaguarda corre paralela a la propia naturaleza del bien, de forma tal
que si se está en presencia de un bien cultural es esa naturaleza y no su
consideración ideológico-religiosa la que debe ser salvaguardada»,
apoyándose a este respecto en los arts. 14, 26, 27 y 36 en relación con los
arts. 2, 4, 9 y 13.2 de la Ley del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural.517
517
J.M. CONTRERAS MAZARÍO, Laicidad del Estado y asistencia religiosa en centros docentes,
Dykinson, Madrid, 2.002, págs. 235 y 243. En el mismo sentido: M.C. LLAMAZARES
CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración pública: El problema en las aulas de centros
públicos docentes», en la obra colectiva (D. Llamazares Fernández, dir.), Libertad de conciencia
y laicidad en las instituciones y servicios públicos, Dykinson, Sevilla, 2.005, pág. 296.
518
Aparece publicada en el BOE, núm. 188, de 6 de agosto de 1.980, y ya nos referíamos a ella
en el capítulo anterior.
519
G. MORENO BOTELLA, “Crucifijo y escuela en España”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 2 (mayo, 2.003), del portal jurídico
Iustel.com. En el mismo sentido: Cfr. B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos
fundamentales en la relación escolar”, en Revista Española de Derecho Constitucional, núm. 67
(2.003), pág. 110; M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración
pública: El problema en las aulas de centros públicos docentes», cit., pág. 296.
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520
Según la transcripción, que se dice literal, de la contestación –carta (datada en Sevilla, 6 de
agosto de 2.001) e informe– del Defensor del pueblo andaluz dirigida a D. Angel Ramírez
Medina, tal y como aparece en www. terra. es/
pv_obj_cache/pv_obj_id_1859F947AB992AADA423C8E9FD5C3E93BE7D0000/filename/Contes
tacion%20Defensor.pdf.
521
Una revisión crítica con esta postura contraria al estudio de la religión en la enseñanza
pública en T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad, pluralismo,
símbolos), Civitas – Thomson Reuters, Navarra, 2.010, pág. 188 y sigs.
522
El art. 2.2 de la Ley catalana 12/2.009, de 10 de julio, de Educación (BOE, núm. 189, de 6 de
agosto de 2.009) establece, entre sus Principios rectores del sistema educativo: “La formación
integral de las capacidades intelectuales, éticas, físicas, emocionales y sociales de los alumnos
que les permita el pleno desarrollo de la personalidad, con una enseñanza de base científica,
que debe ser laica, de acuerdo con el Estatuto, en los centros públicos y en los centros
privados en que lo determine su carácter propio”.
523
I. MARTÍN SÁNCHEZ, “Algunos supuestos controvertidos de objeción de conciencia”, cit.,
pág. 247 nota 55.
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524
M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración pública: El problema
en las aulas de centros públicos docentes», cit., pág. 296.
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525
Id. Cendoj: 28079330092002100497, ya circunstanciada anteriormente.
526
F. de D. 3º.
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527
RJCA\2.008\109, ya citada.
528
“La premisa inicial para comenzar a analizar el fondo del asunto, que debe circunscribirse a
verificar el órgano administrativo competente para decidir la retirada de cualquier símbolo
religioso, pasa por resaltar que hay un silencio legal en esta concreta materia” (F. de D. 7º).
“Desde luego pretender que una norma recoja en concreto las competencias de un
órgano administrativo para decidir "la retirada de los crucifijos y demás símbolos religiosos"
como sostiene la asociación apelada resulta en técnica legislativa claramente incorrecto.
Nunca la norma o reglamento desciende a un supuesto tan concreto al pergeñar el marco
competencial de cualquier órgano administrativo” (F. de D. 7º).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
533
J. MINOT, “Droits de l’Homme et neutralité de l’Etat: à propos de l’affaire du foulard”, en
Revue Administrative, núm. 253 (1.990), pág. 38; la cursiva es nuestra.
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534
L. MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, La afirmación de la libertad religiosa en Europa: de
guerras de religión a meras cuestiones administrativas (Un estudio de la jurisprudencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos en materia de libertad religiosa), Thomson-Civitas,
Navarra, 2.007, pág. 89 y sig.
535
Como dice E. GUILLÉN LÓPEZ, “La inescrutabilidad de los caminos del Señor. Comentario de
la Sentencia del Tribunal Europeos de Derechos Humanos Leyla Sahin c. Turquía”, en Revista
de Derecho Constitucional Europeo, núm. 2 (2.004), pág. 266: “el velo en el caso turco es
también, se quiera o no, el alineamiento con una corriente de pensamiento que es percibida
como amenazadora para el sistema constitucional por una parte de la población”.
536
Cfr. J.J. RUIZ RUIZ, “La prohibición del velo islámico en centros públicos de enseñanza y el
orden público constitucional español y europeo”, en VV.AA. (M. Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico
y J.J. Ruiz Ruiz, dirs.), Los símbolos religiosos en el espacio público, Centro de Estudios Políticos
y Constitucionales, Madrid, 2.011, pág. 91 y sig.
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539
Ibídem, pág. 571.
540
M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración pública: El problema
en las aulas de centros públicos docentes», cit., pág. 299.
541
Juan José TAMAYO, “La escuela y los símbolos religiosos”. Fuente: El Periódico, según
WebIslam.com (2 de septiembre de 2.009). La cursiva es nuestra.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
542
J. TRILLA BERNET, “Religión: Asignaturas y Símbolos”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 345
(abril, 2.005), pág. 87.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
543
I. MARTÍN SÁNCHEZ, “El modelo actual de relación entre el Estado y el factor religioso en
España”, en Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 16
(enero, 2.008), del portal jurídico Iustel.com, pág. 36 y sig.
En el mismo sentido: S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Tratamiento de la simbología religiosa
en el Derecho español: propuestas ante la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa”,
en VV.AA. (R. Navarro-Valls, J. Mantecón Sancho y J. Martínez-Torrón, coords.), La libertad
religiosa y su regulación legal (La Ley Orgánica de Libertad Religiosa), Iustel, Madrid, 2.009,
pág. 540 y sig.
544
Sentencia del Tribunal Constitucional –Sala 2ª– núm. 177/1.996, de 11 de noviembre de
1.996 (BOE, de 17 de diciembre de 1.996); Pte.: Sr. Viver Pi-Sunyer: Por su parte, el art. 16.3 CE
al disponer que «ninguna confesión tendrá carácter estatal», establece un principio de
neutralidad de los poderes públicos en materia religiosa que, como se declaró en las SSTC
24/1.982 y 340/1.993, «veda cualquier tipo de confusión entre funciones religiosas y
estatales».
Consecuencia directa de este mandato constitucional es que los ciudadanos, en el
ejercicio de su derecho de libertad religiosa, cuentan con un derecho «a actuar en este campo
con plena inmunidad de actuación del Estado» (STC 24/1.982, F.J. 1), cuya neutralidad en
materia religiosa se convierte de este modo en presupuesto para la convivencia pacífica entre
las distintas convicciones religiosas existentes en una sociedad plural y democrática (art. 1.1
de la CE).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
545
La Profª. M.T. ARECES PIÑOL, El principio de laicidad en las jurisprudencias española y
francesa, Servei de Publicacions Universitat de Lleida, Sevilla, 2.003, pág. 274, estima, en sus
consideraciones finales, que tanto la laicidad francesa como la española han de calificarse de
‘positivas’, de abiertas a lo religioso. Es curioso constatar que la modificación gala que se
produce posteriormente a la publicación de su monografía, con la Loi de 2.004, hace derivar a
la francesa hacia un tipo de laicidad que deja de cumplir con los atributos con los que la
profesora revestía a la aconfesionalidad con anterioridad: «Un Estado democrático y plural no
puede ser indiferente al hecho religioso. Como una realidad más los Estados deben tener en
cuenta a la religión. Así, el debate actual en torno a la laicidad, va en la dirección de saber cuál
es el lugar que las religiones deben ocupar en la sociedad moderna.
»El futuro de la laicidad debe apoyarse, como es evidente, en un espíritu de apertura
inteligente con una voluntad de diálogo y de tolerancia recíproca entre el poder político y el
poder religioso, debiendo realizar ambos poderes, un análisis de la situación actual situándose
en una realidad pragmática que nos muestra a un pluralismo cultural y religioso, que los
poderes públicos están obligados a tener en cuenta en su legislación y en sus acciones.»
546
Cfr. PRIETO ÁLVAREZ, T., Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad, pluralismo,
símbolos), cit., pág. 232.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
547
Según información elaborada por Ferran Balsells (Barcelona), Neus Caballer
(Valencia), Karim Asry (Bilbao) y Manuel Planelles (Sevilla), aparecida en El País, de 26 de
noviembre de 2.008: “Cada autonomía va abordando este problema según se va presentando
desde el final del franquismo. En Andalucía, la Consejería de Educación no tiene ningún plan de
retirada de los símbolos religiosos en los centros públicos. Sostiene que el modo de actuar en
este tipo de casos está fijado por la Ley de Educación de Andalucía, el Estatuto autonómico y
una resolución del Defensor del Pueblo Andaluz. Con que sólo un padre o una madre de un
colegio o instituto público pida que se retire el crucifijo se debe hacer, sin que la decisión tenga
que votarse en los consejos escolares. La Consejería andaluza no tiene registrado el número de
símbolos religiosos que se han retirado. Sólo les llegan estos casos cuando hay problemas.
En la Comunidad Valenciana, desde hace una década y media los colegios públicos han
ido retirando todos los símbolos religiosos. Uno de los pioneros, hace siete años, el Ballester
Fandos de Valencia lo hizo de manera mucho más casual. "El equipo directivo planteó, en el
primer claustro que tuvo, la retirada de las imágenes de vírgenes y algunos adornos religiosos",
explica el jefe de Estudios, Ximo Alpuente. Ni siquiera se llevó al consejo escolar. "Se hizo de
forma natural. Se dijo al personal que si alguien quería reclamar alguno de los objetos, pasara
a recogerlos. Sólo hubo una reclamación: eran unas cucharitas de plata con una cruz". En esta
comunidad no existe ninguna norma que obligue a retirar los símbolos religiosos de los
colegios.
El debate sobre los signos religiosos en los centros del País Vasco se hizo tras el
franquismo. A finales de los setenta se retiraron los crucifijos al mismo tiempo que los
símbolos de la dictadura. Las capillas que existían en algunas escuelas fueron reutilizadas como
aulas, según recuerda un portavoz de Educación del Gobierno vasco. No había ninguna
normativa al respecto, pero las escuelas fueron retirándolos (en algunos casos fueron los
mismos profesores quienes los quitaron, según recuerda Javier Nogales, de CC.OO.). Educación
no descarta, sin embargo, que algún centro mantenga algún signo religioso.
En las escuelas catalanas no hay crucifijos. Hace décadas que no se colocan en las
nuevas y en las antiguas se fueron retirando tras la dictadura. La enseñanza es laica en los
centros públicos, recuerda Educación, según la Constitución y el Estatuto catalán, aunque
existe el derecho a recibir enseñanza religiosa. Y si en algún centro hay símbolos nadie se ha
quejado. Otra cosa son los centros religiosos concertados, que tienen ideario propio y, por
tanto, signos cristianos en las aulas”. Tal vez todo ello se deba, como asevera, el Prof. A.
OLLERO, España: ¿Un Estado Laico? La libertad religiosa en perspectiva constitucional,
Thomson-Aranzadi, Navarra, pág. 181, a un “laicismo autoasumido”.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Esta cuestión suscita, de forma inmediata, otras dos, cuales son las
relativas a quién se hallaría legitimado a estos efectos, tanto en la
vertiente activa o peticionaria de la remoción, como la referente a qué
tipo de Administración u órgano de la misma, en la vertiente pasiva de la
legitimación, habría de ostentar la competencia en este tema. Una vez
solventados estos interrogantes, procedería que nos preguntáramos
cuáles habrían de ser las razones, de fondo, sustentadoras de una
pretensión de este tipo.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
548
Base de Datos Online.elderecho.com (EDJ 2.007/12.413).
549
Con amplia cita de jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, la
sentencia recuerda la doctrina sobre el particular en su F.J. 3º: «La legitimación, que constituye
un presupuesto inexcusable del proceso, según se desprende de la doctrina del TS (Sentencias
de 14 de octubre de 2.003, 31 de mayo de 2.006, y STS de 7 de junio de 2.006), así como de la
jurisprudencia constitucional (STC 105/1.995, de 3 de julio, FJ. 2; STC 122/1.988, de 15 de
junio, FJ. 4 y STC 1/2.000, de 17 de enero, FJ. 4), en el proceso contencioso-administrativo
impone la existencia de una relación material unívoca entre el sujeto y el objeto de la
pretensión deducida en el recurso contencioso-administrativo, en referencia a un interés en
sentido propio, identificado y específico, de tal forma que la anulación del acto o la disposición
impugnados produzca automáticamente un efecto positivo (beneficio) o negativo (perjuicio),
actual o futuro, pero cierto, que debe repercutir de manera clara y suficiente en la esfera
jurídica de quien acude al proceso y este criterio lo reitera la jurisprudencia constitucional (por
todas, en SSTC núms. 197/1.988, 99/1.989, 91/1.995, 129/1.995, 123/1.996 y 129/2.001, entre
otras), pudiéndose concretar algunos criterios interpretativos de la doctrina jurisprudencial en
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
los siguientes puntos: a) La importancia del interés, que desde el punto de vista procedimental
administrativo y procesal jurisdiccional es una situación reaccional, en evitación de un
potencial perjuicio ilegítimo temido, de modo que el interés se reputa que existe siempre que
pueda presumirse que la declaración jurídica pretendida coloque al accionante en condiciones
legales y naturales de conseguir un determinado beneficio material o jurídico o la persistencia
de la situación fáctica creada o que pudiera crear el acto administrativo al ocasionar un
perjuicio, como resultado inmediato de la resolución dictada. b) Ese interés legitimo, que
abarca todo interés que pueda resultar beneficiado con la estimación de la pretensión
ejercitada, puede prescindir de las notas de personal y directo y al diferenciar el interés directo
y el interés legítimo, éste no sólo es más amplio que aquél y también es autosuficiente, en
cuanto presupone que la resolución administrativa o jurisdiccional ha repercutido o puede
repercutir, directa o indirectamente, pero de un modo efectivo y acreditado, es decir, no
meramente hipotético, potencial y futuro, en la correspondiente esfera jurídica de quien se
persona, esto es, verse afectado por el acto o resolución impugnada».
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
550
Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla
y León, con sede en Valladolid (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª); Pte.: Sr.
Zatarain Valdemoro, F. de D. 5º (RJCA\2008\109).
551
Sentencia núm. 3.250/2.009, de 14 de diciembre, del Tribunal Superior de Justicia de
Castilla y León, con sede en Valladolid (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª);
Pte.: Sr. Zatarain Valdemoro (JUR\2.010\4.104).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
552
Sentencia núm. 1.105, de 15 de octubre de 2.002, del Tribunal Superior de Justicia (Sala de
lo Contencioso-Administrativo, Sección 9ª) de Madrid (Id. Cendoj: 28079330092002100497).
553
F. de D. 3º; la cursiva es nuestra. La reproducción literal completa del mismo es la siguiente:
“Los Consejos Escolares constituyen el vehículo para la participación de la comunidad escolar
en la actividad educativa que prevé el art. 27.7 de la CE, como así establecen la LODE, y la L.O.
9/1.995, de 20 de noviembre, de la Participación, la Evaluación y el Gobierno de los Centros
Docentes. La norma fundamental impone la intervención de los profesores, los padres y, en su
caso, los alumnos, en el control y gestión de los Centros, remitiendo a la ley para el
establecimiento de las modalidades y extensión de su participación. Las Leyes citadas califican
al Consejo Escolar como uno de los órganos de gobierno del Centro, y le otorga una serie de
atribuciones que se complementan y definen, en lo que ahora interesa, con las dispuestas en
el 21 del R.D. 82/1.996, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de las
Escuelas de Educación Infantil y de los Colegios de Educación Primaria.
»La exposición de símbolos de una determinada religión en los Centros puede analizarse
desde diversas ópticas, esto es, desde la más transcendente de la manifestación de la
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
554
Sentencia núm. 63/2.007, de 27 febrero, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo
núm. 1 de Valladolid; Pte.: Sra. Lucas Lucas (JUR\2007\80046).
El basamento para el Fallo se contiene en el F.J. 4º de la resolución, que transcribimos
literalmente: «En cuanto al fondo del asunto dos son las cuestiones que plantea el Letrado de
la Administración demandada: 1.- Falta de legitimación pasiva, como legitimación "ad causam"
de la Junta de Castilla y León, y 2.- Improcedencia de retirada de los símbolos religiosos por no
vulnerar derecho constitucional alguno.
»En cuanto al primero de estos alegatos estima la Junta de Castilla y León que carece de
legitimación "ad causam", esto es, no es responsable o destinatario de la obligación cuya
cumplimiento se le reclama, por que el inmueble en el que se ubica el Colegio es titularidad
municipal formando los crucifijos parte integrante de este desde su constitución en 1.930,
insistiendo en que la competencia para adoptar la decisión de retirada de estos símbolos es del
Consejo escolar órgano a través del cual participa la Comunidad Educativa en el gobierno de
los centros, estando dotados los centros de autonomía pedagógica, organizativa y de gestión
económica, y en el presente supuesto el Consejo Escolar resolvió por resolución firme de 3-10-
2.005 no acceder a la petición de retirada de estos símbolos por lo que ha de estarse a lo
resuelto en ella.
»Respecto de esta falta de legitimación "ad causam" lo primero que debe indicarse es que es
indiferente el que la Junta de Castilla y León no sea la titular del inmueble donde se ubica el
Colegio ya que la petición de la recurrente le es dirigida como Administración educativa que es
y para que ejercite sus competencias y facultades, no como titular del inmuebles, sino como
Administración organizadora de la política educativa dentro de la Comunidad Autónoma. En
segundo lugar ha de afirmarse que es cierto que el Consejo Escolar está concebido
normativamente como el órgano a través del cual participan los distintos estamentos de la
comunidad educativa en la actividad educativa, así el art. 81 de la L.O. 10/2.002, actualmente
derogada por la Ley 2/2.006, pero aplicable por razones temporales, lo define como el órgano
de participación en el control y gestión del centro de los distintos sectores que constituyen la
comunidad educativa, teniendo para ello las funciones que se especifican en el art. 82. Dicha
configuración es coincidente con la establecida en la legislación vigente en los arts. 119.2 y 127
de la LOE. De la lectura se estos preceptos se concluye que los Consejos Escolares tienen
competencias sobre la programación anual del centro, el proyecto educativo, elaboración de
informes sobre el funcionamiento y actividad del centro, admisión de alumnos, aprobación del
reglamento de régimen interior del centro, proyecto de presupuesto del centro y su
liquidación, promover la conservación y renovación de las instalaciones y equipo escolar,
proponer las directrices para la colaboración, con fines educativos y culturales, con otros
centros, entidades y organismos, etc. Ahora bien estas competencias no excluyen las de otros
posibles órganos directivos ni las de la Administración Educativa, en este caso Junta de Castilla
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y
León, con sede en Valladolid (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3ª); Pte.: Sr.
Zatarain Valdemoro (RJCA\2.008\109).
556
F. de D. 9º.
557
F. de D. 8º: “Quedando fuera del debate la injuzgada afectación de aquellos derechos
constitucionales por la exhibición de símbolos religiosos, junto a la progresiva secularización de
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
caso, cualquier valoración que se deba hacer del entorno escolar y de las
condiciones de los alumnos corresponde al Consejo Escolar.
»Se entienda que la configuración de cada aula y de los efectos
materiales y símbolos afecte o configure, directa o tangencialmente a la
educación que se imparta en ella -proyecto docente-, afecte a su
funcionamiento o a "aspectos relacionados con su actividad", deba ser
Por todo ello, termina el Tribunal señalando que «lo que no resulta
adecuado a derecho es la negativa de la Delegación Territorial a revisar lo
resuelto por el Consejo Escolar. Evidentemente, toda decisión adoptada
por el centro docente, sea por su dirección o por el Consejo Escolar es
revisable en vía administrativa, revisión que corresponderá, según los
casos a la Dirección Provincial de Educación, a la Delegación Territorial o a
los órganos centrales de la Junta de Castilla y León. Por lo tanto, la
abdicación de sus competencias que la resolución impugnada entraña la
convierte en parcialmente disconforme a derecho por vulnerar las
previsiones de los arts. 102 y siguientes de la L.O. 10/2.002».559
558
F. de D. 8º.
559
F. de D. 10º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
560
R. TEJÓN SÁNCHEZ, “Símbolos religiosos y escuela pública”, en Idem, D. Llamazares
Fernández y O. Celador Angón, Educación e ideología, Dykinson, Madrid, 2.010, pág. 182.
561
Postura, en su respuesta parlamentaria en su día –a la que ya aludimos en el primer
capítulo de este trabajo– del entonces ministro de Educación Sr. Rajoy. Parece que también
sería la postura de Administraciones Autonómicas gobernadas por el Partido Popular, como
Castilla y León, Madrid y últimamente Galicia.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
562
Así, según el diario ABC, de 27 de enero de 2.011, en el que también se recoge que “Los
miembros del Consejo Escolar del Instituto Al-Zujayr de la localidad granadina de Zújar vivieron
ayer un situación absurda. Una vez reunidos para resolver –como había solicitado la Junta de
Andalucía– el conflicto que se generó en este centro después de que dos docentes obligaran a
la profesora de Religión, Susana Fernández de Córdoba, a retirar un crucifijo y el icono de una
Virgen que ella misma había colgado en la pared del departamento de Ciencias Sociales, la
votación no pudo celebrarse”.
Entre los comentarios que obraban en la edición digital, se contenía el siguiente:
“Casualmente, a estos profesores les molestaba que la profesora de religión tuviera en su
espacio personal del despacho un crucifijo y un icono oriental. Pero no les molesta que su
Instituto se llame igual que un sobrino de Aisha, la tercera mujer del profeta Mahoma”.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
563
La Ley 4/2.011, de 7 de marzo, de educación de Extremadura (BOE, núm. 70, de 23 de
marzo de 2.011), nos lo recuerda en su art. 144. 2: Asimismo, los órganos de gobierno de los
centros públicos, en cuanto órganos administrativos de la Junta de Extremadura, se regirán de
conformidad con los principios y reglas previstos en las leyes de régimen jurídico de las
Administraciones públicas y de procedimiento administrativo.
564
M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Símbolos religiosos y Administración pública: El problema
en las aulas de centros públicos docentes», cit., pág. 299 y sig. Cfr., al respecto, el trabajo de B.
ALAEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”, cit.,
págs. 89-125. En el mismo, el Prof. Aláez –que posiblemente sea el que con mayor profundidad
ha atendido a la problemática que pueda representar la presencia del crucifijo en las distintas
clases de colegio–, sin embargo, no deja de resultar significativo que no estudie la cuestión con
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
referencia alguna al Consejo Escolar, sino que centra su análisis en el papel que juegan los
símbolos en el ejercicio de los derechos fundamentales dentro de la relación escolar.
565
Sentencia núm. 1.617/2.007, de 20 septiembre, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla
y León, ya citada (RJCA\2.008\109).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
566
F. de D. 9º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
567
Sentencia núm. 3.250/2.009, de 14 de diciembre, del Tribunal Superior de Justicia de
Castilla y León, ya citada (JUR\2.010\4.104), F. de D. 6º. La cursiva es nuestra.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
568
Aunque el Prof. J.A. SOUTO PAZ, “La laicidad en la Constitución de 1.978”, en VV.AA. (D.
Llamazares Fernández, ed.), Estado y Religión. Proceso de secularización y laicidad. Homenaje a
Don Fernando de los Ríos, Universidad Carlos III – BOE, Madrid, 2.001, págs. 215 y sigs., llegara
a afirmar el óbito de la laicidad, sugiriendo que tuviera unas “buenas exequias”, lo cierto es
que esta materia constituye una de las más prolíficas e inacabadas de nuestra disciplina. Sin
ánimo alguno de exhaustividad: J. CALVO ÁLVAREZ, Los principios del Derecho eclesiástico
español en las sentencias del Tribunal Constitucional, Navarra Gráfica ediciones, Navarra,
1.998, págs. 97 y sigs.; D. LLAMAZARES FERNÁNDEZ, “A vueltas con la laicidad”, en VV.AA.,
Estudios Jurídicos en homenaje al Prof. V. Guitarte, vol. II, Servicio de Publicaciones Diputación
Provincial de Castellón, Valencia, 1.999, págs. 489 y sigs.; R. NAVARRO VALLS, “Los Estados
frente a la Iglesia”, en su libro con R. Palomino, Estado y Religión, Textos para una reflexión
crítica, Ariel, Barcelona, 2.000, págs. 315 y sigs.; G. SUÁREZ PERTIERRA, “La laicidad en la
Constitución española”, en VV.AA. (J. Martínez-Torrón, ed.), Estado y Religión en la
Constitución española y en la Constitución europea, Comares, Granada, 2.006, págs. 11 y sigs.;
R. NAVARRO-VALLS, “El principio de cooperación y la laicidad del Estado”, ibídem, págs. 31 y
sigs.; I. MARTÍN SÁNCHEZ, “Laicidad e igualdad religiosa: algunas cuestiones debatidas”, págs.
179 y sigs.; A. OLLERO, “Igualdad, laicidad y religiones, págs. 205 y sigs. y A. RUIZ MIGUEL,
“Laicidad, religiones e igualdad, págs. 217 y sigs.; los tres trabajos en el Anuario de la Facultad
de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, núm. 13 (2.010).
569
R. TEJÓN SÁNCHEZ, “Símbolos religiosos y escuela pública”, en Idem, D. Llamazares
Fernández y O. Celador Angón, Educación e ideología, cit., pág. 187: “la neutralidad ideológica
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
y religiosa que la Constitución impone a los poderes públicos exige eliminar estos símbolos, sin
que para ello sea necesaria la petición expresa de quienes entienden que su presencia atenta
contra su libertad ideológica o religiosa. Sólo así será posible garantizar la libertad de
conciencia individual en condiciones de igualdad”. La cursiva es nuestra.
570
Cfr. M. ALENDA SALINAS, "El crucifijo en el aula", en diario Información, 22 de junio de
2.006.
571
Parece que la Sentencia del Tribunal Constitucional alemán también se basa en este
principio, aunque no sea en exclusiva. En este sentido, afirma el Prof. J.M. RODRÍGUEZ DE
SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto “religiosamente incapaz”. Un
modelo explicativo del art. 16.3 CE», en la Base de Datos de westlaw.es (BIB 2.008\2.397), pág.
9: “La cuestión alcanzó niveles de polémica en el caso de la Sentencia del Tribunal
Constitucional Federal alemán de 16 de mayo de 1.995 (conocida como Sentencia del crucifijo,
Kruzifix-Urteil, BVerfGE 93, 1), que declaró inconstitucional el precepto de una norma
reglamentaria de Baviera que establecía la obligatoriedad de que hubiera un crucifijo en las
aulas de las escuelas públicas. La Sentencia destaca el específico sentido religioso del crucifijo
(pg. 19) -«sería una profanación del crucifijo, contraria a la propia autocomprensión del
cristianismo y de las Iglesias cristianas (...), presentar este símbolo como simple expresión de la
tradición occidental o como signo de culto sin una específica referencia confesional» (pg. 20)-,
y estima incompatible con el principio de neutralidad estatal la decisión de dotar inmuebles
públicos con un signo de esta naturaleza (pg. 16)”.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
572
De quien hemos tomado la anterior traducción del italiano.
573
A. GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, “La simbología religiosa en los espacios públicos: problemas
generales y soluciones concretas en los Estados Europeos”, en la obra colectiva (I.C. Iglesias
Canle, dirª.), Inmigración y Derecho, Tirant lo Blanch, Valencia, 2.006, pág. 271 y sig.
574
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», cit., pág. 9.
575
Juzgado de lo Contencioso-Administrativo núm. 2 de Valladolid. Sentencia núm. 28/2.008,
de 14 noviembre (RJCA\2.008\695).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
576
F. de D. 4º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
las acertadas críticas del Prof. Cañamares Arribas, cuando afirma que «son
varias las objeciones que se pueden plantear a esta fundamentación
jurídica. De un lado, ¿puede afectar a la libertad religiosa un símbolo
secularizado que carece de carácter proselitista? Y de otro, ¿el hecho de
que un símbolo comparta junto a un significado cultural e histórico otro de
significado religioso lo convierte en una amenaza para la neutralidad
religiosa del Estado?».577
577
S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Tratamiento de la simbología religiosa en el Derecho español:
propuestas ante la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa”, cit., pág. 540. La
Sentencia del Tribunal Constitucional, Sala 2ª, núm. 34/2.011, de 28 de marzo de 2.011 (BOE
núm. 101, de 28 de abril de 2.011), parece que se vale de una argumentación en este sentido
respecto al significado del símbolo.
578
Según el Prof. T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad,
pluralismo, símbolos), cit., pág. 231, no son más que “hipótesis cargadas de subjetividad”; o, en
otras palabras: “sentimientos-impresión” (T. GONZÁLEZ VILA, “España: símbolos religiosos y
centros educativos públicos”, en Acontecimiento, núm. 92, págs. 3 y sigs.).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
579
Vid. ALENDA SALINAS, M., “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en AA.VV. (J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de Derechos Humanos de
Donostia-San Sebastián, vol. IV, Bilbao 2.003, pág. 70 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Sea o no también por todo este tipo de razones, que el Prof. Aláez
Corral, al analizar las consecuencias jurídicas en la relación escolar de la
simbología religiosa predispuesta en la instancia pública desde la
perspectiva de la neutralidad, lo hace aludiendo a su complementación o
reforzamiento con otro tipo de razones argumentativas, señalando al
respecto que la neutralidad religiosa del Estado, entendida en una
acepción pluralista y abierta, tiende a conciliar la exigencia de separación
entre Iglesia y Estado, y la garantía tanto negativa como positiva de la libre
formación y manifestación de las creencias, poniendo aquella separación
al servicio de esta garantía. Aplicado a la “escuela pública”, esto es a los
centros sostenidos con fondos públicos, este principio tiene como
consecuencia su neutralidad ideológica, con la finalidad de garantizar la
máxima protección; considerando necesario el mantenimiento de una
absoluta neutralidad respecto de símbolos religiosos en centros escolares
de titularidad pública; por lo que únicamente se admiten símbolos
580
M. SALGUERO, Libertad de cátedra y derechos de los centros educativos, Ariel, Barcelona,
1.997, pág. 170.
581
J.M. CONTRERAS MAZARÍO, Laicidad del Estado y asistencia religiosa en centros docentes,
cit., págs. 234 y sigs.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
582
Cfr. B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación
escolar”, cit., págs. 109 a 111, conteniéndose en esta última página lo entrecomillado de
nuestro texto.
583
Ibídem, pág. 111.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
584
G. MORENO BOTELLA, “Crucifijo y escuela en España”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 2 (mayo, 2.003), del portal jurídico
Iustel.com. La cursiva es nuestra.
585
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, cit., pág. 233 y sig., en relación con la pág. 226 y sig. En el mismo sentido,
entre otros, se pronunció el Defensor del Pueblo andaluz, en su Informe del año 2.001.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
586
Transcribimos, a continuación el contenido de estos preceptos. Art. 2 del Protocolo número
1: «A nadie se le puede negar el derecho a la instrucción. El Estado, en el ejercicio de las
funciones que asuma en el campo de la educación y de la enseñanza, respetará el derecho de
los padres a asegurar esta educación y esta enseñanza conforme a sus convicciones religiosas y
filosóficas».
Art. 9 del Convenio: «1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión; este derecho implica la libertad de cambiar de religión o de
convicciones, así como la libertad de manifestar su religión o sus convicciones individual o
colectivamente, en público o en privado, por medio del culto, la enseñanza, las prácticas y la
observancia de los ritos. 2. La libertad de manifestar su religión o sus convicciones no puede
ser objeto de más restricciones que las que, previstas por la Ley, constituyan medidas
necesarias, en una sociedad democrática, para la seguridad pública, la protección del orden,
de la salud o de la moral públicas, o la protección de los derechos o las libertades de los
demás».
587
Sentencia de 3 noviembre de 2.009 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (Sección
2ª). ‘Caso Lautsi contra Italia’ (TEDH\2.009\115).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
588
Reproducimos los Fundamentos de Derecho que nos parecen más relevantes de la
Sentencia:
§50 Para examinar esta cuestión, el Tribunal tendrá especialmente en cuenta la
naturaleza del símbolo religioso y su impacto en los alumnos de corta edad, en particular en
los hijos de la demandante. En efecto, en los países en los que la gran mayoría de la población
pertenece a una religión concreta, la manifestación de los ritos y símbolos de tal religión, sin
límite de lugar y de forma, constituye una presión sobre los alumnos que no practican dicha
religión o sobre aquellos que profesan otra distinta (Karaduman contra Turquía, Decisión de la
Comisión de 3 mayo 1.993).
§51 El Gobierno (apartados 34-44 supra) justifica la obligación (o el hecho) de exponer
el crucifijo haciendo referencia al mensaje moral positivo de la fe cristiana, que trasciende los
valores constitucionales laicos, el papel de la religión en la historia italiana y su arraigo en la
tradición del país. Atribuye al crucifijo un significado neutro y laico en referencia a la historia y
la tradición italianas, íntimamente vinculadas al cristianismo. El Gobierno sostiene que el
crucifijo es un símbolo religioso pero que puede igualmente representar otros valores (véase
Tribunal administrativo del Véneto, núm. 1.110 de 17 marzo 2.005, ap. 16, apartado 13 supra).
En opinión del Tribunal, el símbolo del crucifijo tiene una pluralidad de significados, entre ellos
el significado religioso es predominante.
§52 El Tribunal considera que la presencia del crucifijo en las aulas va más allá del uso
de símbolos en contextos históricos específicos. Asimismo, ha estimado que el carácter
tradicional de un texto, en el sentido social e histórico, utilizado por los parlamentarios para
prestar juramento no privaba al juramento de su naturaleza religiosa (Sentencia Buscarini y
otros contra San Marino [TEDH 1.999, 4] [GS], núm. 24.645/1.994, TEDH 1.999-I).
§53 La demandante alega que el símbolo hiere sus convicciones y viola el derecho de
sus hijos a no profesar la religión católica. Sus convicciones alcanzan un grado de seriedad y
coherencia suficiente para que ella entienda que la presencia obligatoria del crucifijo entra en
conflicto con éstas. La interesada ve en la exposición del crucifijo la señal de que el Estado se
alinea con la religión católica. Tal es el significado admitido oficialmente por la Iglesia católica
que atribuye al crucifijo un mensaje fundamental. En consecuencia, la aprensión de la
demandante no es arbitraria.
§54 La Sra. Lautsi alude asimismo, según sus convicciones, al impacto de la exhibición
del crucifijo en sus hijos (apartado 32 supra), a la sazón de once y trece años de edad. El
Tribunal reconoce que, tal y como se ha expuesto, es imposible no reparar en el crucifijo en las
aulas. En el contexto de la educación pública, se percibe necesariamente como parte
integrante del medio escolar y, en consecuencia, puede considerarse un «poderoso signo
externo» (Dahlab contra Suiza (dec), núm. 42.393/1.998, TEDH 2.001-V).
§55 La presencia del crucifijo puede fácilmente ser interpretada por alumnos de todas
las edades como un signo religioso y se sentirán educados en un entorno escolar marcado por
una religión concreta. Lo que puede ser estimulante para algunos alumnos religiosos, puede
ser emocionalmente perturbador para los alumnos de otras religiones o para aquellos que no
profesan ninguna. Este riesgo está particularmente presente en los alumnos pertenecientes a
las minorías religiosas. La libertad negativa no se limita a la ausencia de servicios religiosos o
de enseñanza religiosa. Se extiende a las prácticas y los símbolos que expresan, en particular o
en general, una creencia, una religión o el ateísmo. Este derecho negativo merece una
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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591
F. de D. 6º.
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592
F. de D. 7º.
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593
F. de D. 8º.
594
Cfr. R. TEJÓN SÁNCHEZ, “Símbolos religiosos y escuela pública”, en Idem, D. Llamazares
Fernández y O. Celador Angón, Educación e ideología, Dykinson, Madrid, 2.010, pág. 183 y sig.
En el mismo sentido O. SALAZAR BENÍTEZ, “Símbolos religiosos y espacio público: comentario
del asunto Lautsi contra Italia”, en VV.AA. (M. Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico y J.J. Ruiz Ruiz,
dirs.), Los símbolos religiosos en el espacio público, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, Madrid, 2.011, pág. 212: “La escuela no debe incorporar símbolos religiosos,
pero tampoco políticos o ideológicos, más allá de los identificativos del sistema constitucional
y de los expresivos de los valores democráticos.”
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
595
A. BARRERO ORTEGA, “El vía crucis judicial de unos padres quisquillosos”, en VV.AA. (M.
Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico y J.J. Ruíz Ruíz, dirs.), Los símbolos religiosos en el espacio
público, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.011, págs. 226 y sigs.
596
S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Los símbolos religiosos en el espacio público entre la amenaza
real y la mera sospecha”, en El Cronista del Estado Social y Democrático de Derecho, núm. 20
(2.011), págs. 60-67.
597
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (Gran Sala), Caso Lautsi y otros contra Italia.
Sentencia de 18 de marzo de 2.011 (TEDH 2.011\31).
598
Vid. § 65.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
599
§ 66. “El Tribunal no tiene ante él elementos que evidencien la eventual influencia que la
exposición en las paredes de las aulas de un símbolo religioso podría tener en los alumnos; por
tanto, no se puede afirmar, en forma razonable, que tenga o no un efecto en los jóvenes,
cuyas convicciones aún no han sido fijadas.
600
§ 66. “Se puede comprender que la demandante pueda ver en la exposición del crucifijo en
las aulas del instituto público al que asisten sus hijos una falta de respeto, por el Estado, de su
derecho a asegurar la educación y la enseñanza de éstos de acuerdo con sus convicciones
filosóficas. No obstante, la percepción subjetiva de la demandante no es suficiente para
caracterizar en sí una violación del artículo 2 del Protocolo núm. 1.
601
Cfr. §§ 74 y 75.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
602
Se ha llegado, así, a aseverar que si resulta constitucional, a tenor de la Sentencia del
Tribunal Constitucional 141/2.000, de 29 de mayo, establecer restricciones a la libertad
religiosa en su dimensión positiva de un progenitor, en pro o salvaguarda de la libertad
religiosa en su vertiente negativa de un hijo menor, mayor debería ser la razón respecto de
extraños… cfr. M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de
identidad religioso-culturales”, en AA.VV. (J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de Derechos
Humanos de Donostia-San Sebastián, vol. IV, Bilbao 2.003, pág. 72.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
603
Cfr. S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, Aranzadi,
Navarra, 2.005, págs. 60 a 65.
604
A. GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, “Los actos religiosos en las escuelas públicas en el Derecho
español y comparado”, en VV.AA. (R. Navarro-Valls, J. Mantecón Sancho y J. Martínez-Torrón,
coords.), La libertad religiosa y su regulación legal (La Ley Orgánica de Libertad Religiosa),
Iustel, Madrid, 2.009, pág. 407 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Desde luego que no nos parece fácil sostener que las paredes de un
colegio, si presentan el crucifijo al frente, por sí solas tienen un poder
educativo-proselitista sobre el alumnado, más si, como recuerdan los
Profs. Bueno Salinas y Gutiérrez del Moral, sólo “donde las creencias
cierran las conciencias a la libertad personal, el anuncio religioso se
convierte en proselitismo abusivo, impuesto cruenta o sutilmente”. Es
únicamente entonces, cuando –prosiguen los autores– “el Derecho tiene
por objetivo en este campo el levantar obstáculos para esa comunicación,
y a la vez proteger a la sociedad de los abusos que intentan convertir el
anuncio y la comunicación en dominación”606. Y, particularmente, cuando
muchos de los que sostienen el carácter proselitista del símbolo, sin
embargo también aseveran –y habrá que suponer que sin atisbo de
incurrir en contradicción alguna, en su concepción de las cosas– que una
profesora velada, aun funcionaria pública, en cambio no supondría
adoctrinamiento ninguno.
605
Cfr. la ya citada Sentencia del Tribunal Constitucional 34/2.011, de 28 de marzo.
606
S. BUENO SALINAS y M.J. GUTIÉRREZ DEL MORAL, Proselitismo religioso y Derecho,
Comares, Granada, 2.002, pág. 300.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
609
Cfr. las Sentencias del Tribunal Constitucional 34/2.011 y 46/2.001, en cuanto que no cabe
hacer, por regla general, un uso preventivo de la cláusula de orden público.
610
Para un exhaustivo análisis de estas materias, remitimos, entre otros a VV.AA. (M.J. Roca,
coord.), Opciones de conciencia. Propuestas para una Ley, tirant lo blanch, Valencia, 2.008 y R.
NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre conciencia y Ley. Las objeciones de
conciencia, Iustel, Madrid, 2.011.
611
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “neutralidad” quiere decir Cualidad o
actitud de neutral. Y “neutral” significa “que no participa de ninguna de las opciones en
conflicto”.
Acerca de los distintos significados de la neutralidad, vid. M. SALGUERO, Libertad de
cátedra y derechos de los centros educativos, Ariel, Barcelona, 1.997, págs. 176 y sigs.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Estado en esta materia. Lejos de una actitud neutral han asumido y potenciado una
determinada ideología –unas creencias no religiosas–, han actuado parcialmente en un intento
de eliminar o suprimir las creencias religiosas presentes en la sociedad. Esta postura es
claramente contraria al derecho de libertad religiosa”.
617
Ha llegado a afirmarse, a este respecto, que “una pared desnuda en la escuela… no es de
suyo más neutral que tener un crucifijo en la pared” (J.H.H. WEILER, “Il crocefisso a Strasburgo:
una decisione ‘imbarazzante’ ”, en Quaderni costituzionali, 2.010, pág. 153).
618
M.J. ROCA, “La jurisprudencia y doctrina alemana e italiana sobre simbología religiosa en la
escuela y los principios de tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el Derecho español”,
en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXIII (2.007), pág. 290 y sig.
619
T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos…, cit., págs. 223 y sigs.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
620
Publicada en el Boletín Oficial de Cantabria, de 9 de enero de 1.985; BOE, de 9 de febrero
de 1.985. Por cierto, que el mismo Preámbulo legal caracteriza al Escudo como “hagiográfico”,
por incluir esas cabezas de los mártires. Teniendo en cuenta que la “hagiografía”, según el
Diccionario de nuestra Real Academia Española de la Lengua, se ocupa de la “Historia de las
vidas de los santos”... no sabemos qué podrían pensar algunos.
621
Los eruvin son hilos similares a los de pescar que se colocan durante el Sabbath en los
aleros de los tejados de las casas judías para unir simbólica y religiosamente a los miembros de
la comunidad, de manera que puedan trasladarse dentro del recinto que aquellos hilos unen,
sin transgredir la ley judía, por pasar en otro caso por recintos no autorizados. Los mismos
dieron lugar en Quebec (Canadá) a un litigio entre una asociación laica, contraria a su
presencia en el dominio público y a una comunidad judía. El tribunal resolvió favorablemente a
las pretensiones de esta última. Nuestro agradecimiento por ilustrarnos al respecto al
malogrado Prof. A. SEGLERS GÓMEZ-QUINTERO, «Simbología religiosa y espacio público.
Comentario a la sentencia canadiense Petitioner’s (Orthodox Jewish) v. City of Outremont and
Mouvement Laïque Québécoise», en Ius Canonicum, XLIII, núm. 86 (2.003), págs. 697-713.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
622
Cfr. S. BUENO SALINAS y M.J. GUTIÉRREZ DEL MORAL, Proselitismo religioso y Derecho, cit.,
pág. 272.
623
El denominado caso Lautsi contra Italia, llamado así por haber sido iniciado por la madre de
dos menores, pasó a llamarse caso Lautsi y otros contra Italia cuando esos menores –que, por
tanto, no sucumbieron al influjo del no removido Cristo– alcanzaron, en el ínterin judicial la
mayor edad.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
624
Vid. Boletín Oficial de las Cortes Valencianas, núm. 233, de 21 de mayo de 2.010.
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625
Para este caso, y después de descartar motivaciones políticas de otros tiempos, puede
coincidirse con el Prof. ALENDA SALINAS, cuando aduce que es difícil encontrar razones
justificativas para el establecimiento de tal efigie religiosa, como no sea la histórico-tradicional
(“Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad religioso-culturales”, en AA.VV.
(J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián, vol. IV,
Bilbao 2.003, pág. 61). Aunque autores como A. OLLERO TASSARA, Un Estado Laico. La libertad
religiosa en perspectiva constitucional, Thomson-Aranzadi, Navarra, 2.009, passim, no lo ven
tan descabellado, si la consideración del fenómeno religioso no tiene porqué desmerecer
respecto de otros factores sociales.
626
No es ocioso recordar jurisprudencia de nuestro Tribunal Constitucional: “El art. 16.3 de la
CE proclama: “ninguna confesión tendrá carácter estatal” e impide por ende que los valores o
intereses religiosos se erijan en parámetros para medir la justicia de las normas y actos de los
poderes públicos. Al mismo tiempo, el citado precepto constitucional veda cualquier tipo de
confusión entre funciones religiosas y funciones estatales”. “El principio de libertad religiosa
reconoce el derecho de los ciudadanos a actuar en este campo con plena inmunidad de
coacción del Estado y de cualesquiera grupos sociales, de manera que el Estado se prohíbe a sí
mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto de actos o de
actitudes de signo religioso” (Sentencia núm. 24/1.982, de 13 de mayo).
627
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», cit., pág. 9; la cursiva es
nuestra.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
628
“La Cour admet qu’il est bien difficile d’apprécier l’impact qu’un signe extérieur fort tel que
le port du foulard peut avoir sur la liberté de conscience et de religion d’enfants en bas âge. En
effet, la requérante a enseigné dans une classe d’enfants entre quatre et huit ans et donc
d’élèves se trouvant dans un âge où ils se posent beaucoup de questions tout en étant plus
facilement influençables que d’autres élèves se trouvant dans un âge plus avancé” (Tribunal
Europeo de Derechos Humanos –XIIª Sección–, Décision sur la recevabilité de la requête nº
42.393/1.998 présentée par Lucia Dahlab contre la Suisse). La hemos podido consultar en el
sitio del propio Tribunal (www.echr.coe.int).
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629
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, cit.,
pág. 222 y sig.
630
Cfr. P.J. VILADRICH, “Los principios informadores del Derecho Eclesiástico español”, en
VV.AA., Derecho Eclesiástico del Estado español, 4ª ed., Eunsa, Navarra, 1.996. Y las Sentencias
del Tribunal Constitucional 24/1.982, de 13 de mayo, y 340/1.993, de 16 de noviembre.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
631
Vid. Jörg LUTHER, “La croce della democrazia (prime riflessioni su una controversia non
risolta)”, en Quaderni di Diritto e Politica Ecclesiastica, 1.996/3, pág. 685. Existe una versión
reelaborada de la anterior, en www.olir.it, maggio 2.004.
632
Cfr. T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos…, cit., pág. 223.
633
Además del principio de participación (art. 9.2 de la CE), en relación con el pluralismo, la
descentralización y el principio democrático. En este sentido, se ha afirmado que “es
importante tener presente que tanto el fenómeno de la descentralización, como el de la
desconcentración e incluso la participación son principios derivados de la naturaleza
democrática del Estado, cuyo fundamento axiológico reside en el pluralismo, recogido como
valor superior del ordenamiento” (A. LETURIA, “Educación en valores y centros públicos. ¿Cabe
hablar de tendencia ideológica en los mismos?”, en VV.AA., Educación como transmisión de
valores, Bilbao, 1.995, pág. 138).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
634
Y más si todos ellos gozan de reconocimiento legal de la suficiente autonomía, que “tiene
por objeto aproximar la solución de los problemas a aquellos que están directamente
interesados en ellos, suscitando nuevas capacidades de decisión y participación y, por lo tanto,
originando una multiplicación de los centros de decisión”, en palabras del Prof. L. SÁNCHEZ
AGESTA, según cita de J.A. Alonso de Antonio, “El principio de solidaridad en el Estado
autonómico. Sus manifestaciones jurídicas”, en Revista de Derecho Político, núm. 21 (1.984),
pág. 36.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
635
El relato de los hechos y las posturas enfrentadas surgidas de los mismos, aparecen bien
relatadas en el resumen ofertado al respecto por la Agencia Veritas (17 de diciembre de
2.006): “El Belén había sido realizado por los alumnos de primer curso de la ESO en compañía
de su profesora de Religión, «como un procedimiento educativo» que tenía como objetivo
«que el alumnado comprenda y valore los distintos elementos culturales y religiosos que
forman parte de las tradicionales fiestas de Navidad que se celebran en nuestra sociedad». Al
día siguiente de instalarlo, el Belén había desaparecido y la profesora lo encontró dentro de
unas bolsas de basura, donde, según supo más tarde, había sido arrojado por la directora del
centro. Al pedirle explicaciones por esta actitud, la directora le explicó su particular concepción
del Estado laico y le señaló que «este tipo de actividades no pueden tolerarse en un centro
público donde conviven alumnos de diferentes religiones que podrían sentirse ofendidos»,
según afirmó ayer uno de los profesores de Religión del colegio.
El vicepresidente de Apprece señaló que «actuaciones como las de este equipo
directivo nos traen a la memoria la de los talibanes que destruyeron las imágenes de los Budas
en Afganistán» y suponen «un flaco favor a la imagen de la escuela pública, la escuela de
todos, con esta actuación de intolerancia y nefasto ejemplo para los niños y jóvenes que deben
educarse en ella». Por su parte, el presidente de Concapa en Málaga, Eduardo Caro, expresó su
malestar y anunció que «llevarían el caso a los tribunales, si fuera preciso».
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
636
La Sra. Almunia mostró su preocupación porque «en el mundo globalizado en el que
vivimos, donde nuestras escuelas están recibiendo alumnos de distintos países y religiones,
sigamos pensando que tenemos que imponer por narices lo que alguno de nosotros creemos;
eso no se llama educar en valores, a eso no se les enseña a nuestros jóvenes, sino que lo que
se les enseña son los valores que son comunes, no los que algunos querrían que fueran
comunes».
637
Respecto de sucesos paralelos en los Estados Unidos de América, hace ya tiempo que la
Profª. G. MORÁN GARCÍA los puso de relieve, en su monografía La protección jurídica de la
libertad religiosa en USA, Universidad de Santiago, 1.989.
638
Tribunal Superior de Justicia de Murcia (Sala de lo Contencioso-administrativo. Sección 2ª),
Sentencia núm. 948/2.009, de 30 de octubre de 2.009; Pte.: Sr. Sáez Domenech
(RJCA\2.009\853).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
639
F.J. 3º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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educativa y dentro de los limites fijados por las leyes los centros tendrán
autonomía para establecer material [sic] optativas, adoptar los programas
a las características del medio en que estén insertos, adoptar métodos de
enseñanza y organizar actividades culturales escolares y extraescolares. En
el mismo sentido el art. 49 de la Orden de 29 de junio de 1.994 dispone
que de acuerdo con lo establecido en el art. 83 del Reglamento Orgánico,
el programa anual de actividades complementarias y extraescolares será
elaborado por el Jefe del Departamento de actividades complementarias y
extraescolares y recogerá las propuestas del Claustro, de los restantes
departamentos, de la Junta de Delegados de alumnos y de los
representantes de los padres. Este programa anual se elaborará según las
directrices del Consejo Escolar a cuya aprobación será sometido. Añade el
art. 50 de la Orden: las actividades complementarias y extraescolares
tendrán carácter voluntario para alumnos y profesores, no constituirán
discriminación para ningún miembro de la comunidad educativa y
carecerán de ánimo de lucro.
640
En este sentido, el Prof. L. MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, Estudios sobre libertad religiosa,
Reus, Zaragoza, 2.011, pág. 258, señala que “el caso del “belén” es del todo diferente. Cierto
que tiene una connotación religiosa diferente, pero también tiene muchos otros significados y
efectos. Sin duda, el centro de la representación lo constituiría el portal con el niño y María,
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
pero de hecho puede que los niños se fijen mucho más en la mula y el buey, en los camellos de
los Reyes Magos, en los corderos, en el molino, en el río o estanque, acaso con agua natural,
en las ocas y el pescador, o se fijen en el horno de pan y las gallinas o, incluso, según
costumbre en algunas zonas en el “caganè”. Aparte de su tan concreta duración temporal, es
una llamada a la plástica y a la representación –bien diferente pero comparable con lo que se
hará algunos meses después cuando llegue el carnaval y se invite a todos los niños a que se
disfracen-, no digamos si ellos mismos contribuyen a su instalación, excelente lección de
“manualidades”.”
No todo el mundo, sin embargo, está de acuerdo, así R. TEJÓN SÁNCHEZ, “Símbolos
religiosos y escuela pública”, en Idem, D. Llamazares Fernández y O. Celador Angón, Educación
e ideología, cit., pág. 183, critica la sentencia del alto Tribunal murciano, considerando que el
principio de laicidad estatal y el de neutralidad respecto del entorno escolar, impide la
presencia de símbolos estáticos sin necesidad de petición alguna de persona en este sentido.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
b) COLEGIOS CONCERTADOS
641
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense,
núm. 98 (2.003), cit., pág. 226 y sig. Según el Prof. J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado
aconfesional o neutro como sujeto “religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art.
16.3 CE», cit., pág. 10: “Distinta podría ser la cuestión si el Estado actuara a iniciativa de
ciudadanos o grupos sociales, de forma tal que el poder público, religiosamente neutro, se
viera instado a tener «en cuenta las creencias religiosas de la sociedad» (art. 16.3 CE).
Piénsese, por ejemplo, en la existencia de signos religiosos en la capilla de un tanatorio, de un
aeropuerto o de un cementerio públicos. En estos casos habría de atenderse también a la
libertad religiosa negativa de los demás y al dato, que -según creo- puede ser determinante, de
que por la ubicación del símbolo sea necesaria o sólo voluntaria para quien se encuentra en el
espacio público correspondiente la permanencia en el ámbito que se sitúa bajo la influencia
simbólica del signo religioso.”
642
Sobre el contenido, los requisitos y la eficacia potencialmente limitativa de derechos
fundamentales de terceros del «ideario» (término utilizado por la L.O. 5/1.980, de 19 de junio,
por la que se regula el Estatuto de Centros Escolares) o «carácter propio» (término utilizado
por la L.O. 8/1.985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación) sigue siendo de cita
obligada la doctrina de las Sentencias del Tribunal Constitucional 5/1.981, de 13 de febrero
(RTC 1.981,5), en especial, FF.JJ. 8-12; 47/1.985, de 27 de marzo (RTC 1.985, 47), en especial,
FF.JJ. 3 y 4; y 77/1.985, de 27 de junio (RTC 1.985, 77), en especial, FF.JJ. 7-10.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
643
No es ocioso recordar que el art. 27.7 de la CE establece que “Los profesores, los padres y,
en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos
por la Administración con fondos públicos, en los términos que la Ley establezca”.
644
Juan José TAMAYO, “La escuela y los símbolos religiosos”. Fuente: El Periódico, según
WebIslam.com (2/09/2.009).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
645
B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”,
cit., pág. 111 y sig.
646
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», cit., pág. 10.
647
Acerca de la misma: A. EMBID IRUJO, Las libertades en la enseñanza, Tecnos, Madrid, 1.983,
pág. 202 y sig.; J.M. DÍAZ LEMA, Los conciertos educativos en el contexto de nuestro Derecho
nacional y en el Derecho comparado, Marcial Pons, Madrid, 1.992, págs. 116-119; A.
FERNÁNDEZ-MIRANDA CAMPOAMOR y Á.J. SÁNCHEZ NAVARRO, en VV.AA. (O. Alzaga
Villaamil, dir.), Comentarios a la Constitución Española de 1.978, tomo III, Edersa, Madrid,
1.996, pág. 222.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Página | 352
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
648
P. LORENZO VÁZQUEZ, Libertad religiosa y enseñanza en la Constitución, BOE - Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.001, pág. 71.
649
Sentencia del Tribunal Constitucional 5/1.981, de 13 de febrero, F.J. 10º (BOE, núm. 47, de
24 de febrero de 1.981). Vid., no obstante la Sentencia del mismo Tribunal núm. 106/1.996, de
12 de junio (BOE, núm. 168, de 12 de julio), que concede el amparo a una trabajadora de un
Hospital confesional, que había sido despedida por criticar la actuación de un sacerdote que
llevaba la comunión a los enfermos.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
c) COLEGIOS PRIVADOS
650
Cfr. M. HOLGADO GONZÁLEZ, “Alcance y límites del derecho a la simbología religiosa”, en
VV.AA. (M. Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico y J.J. Ruiz Ruiz, dirs.), Los símbolos religiosos en el
espacio público, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.011, pág. 272 y sig.
651
Al tiempo que se contrae. Hoy la LOGSE se encuentra derogada por la LOE.
652
B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”,
cit., pág. 107 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
a) UNIVERSIDADES PÚBLICAS
656
Art. IV del Acuerdo.
657
Al parecer, no hace mucho tiempo que el entonces Presidente castellano-manchego, Sr.
Barreda, tenía que rectificar el propósito laicista llevado al calendario académico universitario
en dicha Comunidad, donde las vacaciones de Semana Santa habían sido sustituidas por un
“período de descanso” entre trimestres.
658
A. SEGLERS GÓMEZ-QUINTERO, La laicidad y sus matices, Comares, Granada, 2.005, pág. 48.
659
Campaña por una Universidad Pública y Laica. Documento Publicado el 12 de noviembre de
2011. Autor: Europa Laica. Fuente: laicismo.org.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
de los concretos daños materiales o humanos que pueda producir, se trata de una
manifestación de intolerancia que un Estado de derecho debe extirpar con firmeza. Los
documentos internacionales de derechos humanos son claros al recoger el principio de que
“no hay libertad para los enemigos de la libertad”. Es decir, no puede permitirse que se utilicen
las libertades constitucionales para destruir los derechos de otros.”
661
«Escudo o emblema que, cuando menos desde el año 1.771, fue utilizado como tal en toda
la documentación de dicha Universidad, con tradición secular e ininterrumpida, incluso
durante las numerosas vicisitudes políticas y religiosas por las que pasó el Estado Español, sin
que en ninguna de ellas, aun estableciéndose constitucionalmente la aconfesionalidad de éste,
se hubiera modificado dicho histórico Escudo o Emblema, hasta el punto de que dichas
circunstancias históricas, sin remontarnos a los nebulosos momentos de la fundación de dicha
Universidad, que se remiten al acto de aprobación por el Papa Alejandro VI, el 2 de enero de
1.500, seguido del Privilegio Real Fundacional dado por el Rey Fernando el Católico,
atendiendo las súplicas del Arzobispo de Valencia don Ludovico de Borja así como del Cabildo
de la Catedral y Jurados de la Ciudad, habiendo sido declarada de Santa Virgen María, bajo la
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
663
Sentencia del Tribunal Supremo de 12 de junio de 1.990, F. de D. 5º, ya citada; la cursiva es
nuestra.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
666
Tribunal Constitucional, en la Sentencia 130/1.991, de 6 de junio; Pte.: Sr. Tomás y Valiente,
F.J. 5º. La cursiva es nuestra.
667
F.J. 5º; cursiva nuestra.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
672
Cfr. STC 19/1.985, de 13 de febrero (BOE, de 5 de marzo de 1.985).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
b) UNIVERSIDADES PRIVADAS
673
J.M. CONTRERAS MAZARÍO y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, en Laboratorio de Alternativas [Documento de trabajo 124/2.007 de la
Fundación Alternativas, que hemos podido obtener en la red a través de la página web de
Dialnet], Madrid, 2.007, pág. 25 y sig.
674
Acerca del régimen jurídico de estas universidades: J.R. POLO SABAU, El régimen jurídico de
las universidades privadas, Ministerio de Administraciones Públicas, Madrid, 1.997.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
a) COLEGIOS PÚBLICOS
La mayoría de los problemas que se han producido en las aulas
públicas, a causa de la vestimenta de mayor o menor impronta religiosa,
han venido siendo causados por el denominado ‘hiyab’ o velo islámico; sin
desconocer que, a nivel de Derecho comparado, también han sido
conflictivas otras prendas propias del vestir de la mujer musulmana, como
el chador, el ‘jilbab’, niqaq o burqa. Otros signos religiosos, de distinta
confesionalidad, como la kipá, la sotana, el turbante o el ‘kirpán’, tampoco
han escapado a toda esta polémica. Y todo ello, sin desconocer que esta
‘vertiente dinámica’ podría, asimismo, integrarse por elementos tales
como una cruz, o [medallas de] vírgenes, santos, nombres que van allá
donde lo haga la institución…, etc.) en cuanto que son susceptibles de ser
llevados por miembros de la comunidad educativa y, por supuesto,
materiales aptos para una clase de religión (catecismo, Biblia, Corán…).
675
Cfr. S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Símbolos religiosos en un Estado democrático y plural”, en
Revista de Estudios Jurídicos, núm. 10/2.010 (Segunda Época) ISSN 1576-124X. Universidad de
Jaén (Versión electrónica: rej.ujaen.es): “En otras regiones de España la experiencia es materia
de velo islámico es mucho mayor. Tal es el caso de la Ciudad Autónoma de Melilla, donde se
concentra la mayor parte de la experiencia española en materia de indumentaria religiosa en
las aulas de los centros educativos. Los datos estadísticos apuntaban, hace ya algunos años,
que el alumnado musulmán alcanza aproximadamente el 50% de la matrícula de estos centros,
habiendo casos incluso en que este porcentaje se eleva al 100%, como es el caso de los
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
No hace muchos años que todavía escribía la Profª. Castro Jover que
«en el ámbito educativo, no ha habido conflictos por la utilización de
signos religiosos, como el chador, en la escuela».676 No es, pues, de
extrañar que no se halle rastro alguno acerca de esta temática en los
Acuerdos suscritos por el Estado, en el año 1.992, con las Confesiones
religiosas minoritarias., ni que el Prof. Martín Sánchez, haya afirmado que
«a diferencia de otros países, esta problemática no se ha planteado ante
los tribunales por lo que ha sido afrontada y resuelta mediante
resoluciones administrativas».677
colegios León Solá, o Juan Caro. En todos estos centros, se permite que las alumnas acudan a
clase con el velo, dado que su utilización no ocasiona ningún problema.”
676
A. CASTRO JOVER, “Las minorías religiosas en el Derecho español”, en AA.VV. (J. Soroeta
Liceras, edit.), Cursos de Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián, Vol. I, Servicio Editorial
Universidad del País Vasco, Bilbao 1.999, pág. 242.
677
I. MARTÍN SÁNCHEZ, “Algunos supuestos controvertidos de objeción de conciencia”, en
VV.AA. (I. Martín Sánchez y M. González Sánchez, coords.), Algunas cuestiones controvertidas
del ejercicio del derecho fundamental de libertad religiosa en España, Fundación Universitaria
Española, Madrid, 2.009, pág. 247.
678
El Mundo Digital, 15 de febrero de 2.002; El País Digital, 16 de febrero de 2.002.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
679
Vid. El País, 16 de febrero de 2.002.
680
La entonces Ministra de Educación y Cultura, Dª. Pilar del Castillo, declaró al respecto que
en España existen unas normas –luego, más tarde, diría que si el tema se generalizaba habría
que reglamentarlo, al no existir disposición explícita al respecto– que tenían base en la
Constitución y que eran para todos, incluidos los emigrantes, los cuales, además de derechos,
también tenían deberes, lo que les obligaba a adaptarse a nuestras normas (vid. ABC Digital, 15
de febrero de 2.002; El País Digital, 15 de febrero de 2.002; El País, 16 de febrero de 2.002,
pág. 22; ABC, 16 de febrero de 2.002, pág. 34; El Mundo, 16 de febrero de 2.002, pág. 8; El País
Digital, 16 de febrero de 2.002; La Razón, 19 de febrero de 2.002, pág. 16). Por su parte, el a la
sazón titular del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Sr. Aparicio, señaló que en nombre
de la pluralidad social no se pueden permitir actuaciones del tipo de la del velo o de la ablación
del clítoris (vid. El Mundo, 17 de febrero de 2.002, pág. 12; La Razón, 19 de febrero de 2.002,
pág. 16).
681
Cfr. S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, Aranzadi,
Navarra, 2.005, págs. 43-45.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
682
Cfr. los diarios ABC, de 2 de octubre de 2.007, pág. 27 y El País, de 4 de octubre de 2.007,
pág. 40.
683
Sobre este caso, cfr. los diarios ABC, de 11 de octubre de 2.007, pág. 27 y El País, de 11 de
octubre de 2.007, pág. 49.
684
Según información de la web Laopinioncoruna.es.
685
Según noticia difundida por J.M. IRUJO, en El País de 27 de noviembre de 2.011.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
686
Cfr. J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en materia de libertad religiosa e
integración del Islam”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-Varas, coords),
Derecho islámico e interculturalidad, Iustel, Madrid, 2.011, pág. 382 y sigs. Al Prof. Ferreiro
que, a la sazón era Subdirector General de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa
en el Ministerio de Justicia, le costó el puesto, según el mismo relata, por emitir un informe
favorable a la llevanza del velo.
687
“El abogado que defiende los intereses de la niña, de 13 años, está satisfecho. Iván Jiménez-
Aybar cree que de este modo el director del centro "verá que los actos que comete, amparado
en el paraguas de la Administración, puede acarrear consecuencias penales en el ámbito
personal". Según explicó el fiscal jefe de Burgos, Santiago Mena, la actuación es consecuencia
del escrito que entregó la semana pasada al fiscal de menores el abogado de la familia de la
niña. Aunque en ese documento no se hacía referencia a un delito concreto si se relataban
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
unos hechos y una serie de actuaciones que, de ser ciertas, pueden suponer una infracción
penal, recoge Efe” (El Mundo, 27 de octubre de 2.011).
688
Vid. El País, 4 de octubre de 2.011.
689
Vid. ANTARES PÉREZ, en laopinióncoruña.es, del 31 de diciembre de 2.011.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
690
Hace ya unos años que el Prof. Alenda trató de compendiar el panorama relativo a los
argumentos favorables y contrarios a la posible presencia del velo islámico en las aulas
públicas: Vid. M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas,
con especial referencia a la cuestión del velo islámico”, en Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 9 (septiembre, 2.005), del Portal Jurídico
Iustel.com., fundamentalmente págs. 5, in fine, a 11. El propio profesor señala que, en muchos
de estos supuestos, los argumentos se entremezclan o es necesario interrelacionarlos; y que
tampoco tienen todos el mismo alcance.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
691
Ibídem, pág. 7.
692
Cfr. D. LLAMAZARES FERNÁNDEZ, Derecho de la libertad de conciencia, vol. II Libertad de
conciencia, identidad personal y derecho de asociación, 2ª ed., Civitas, Madrid, 2.003, págs. 38
y sigs. y 352 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
que delimita el uso de los símbolos religiosos por los alumnos, y ello
porque es el derecho a la educación, precisamente, el que delimita la
libertad religiosa en el seno escolar. En consecuencia, se muestra
partidario de atender al caso concreto, a fin de poder determinar si tal uso
de símbolos religiosos menoscaba o no el correcto funcionamiento de la
función educativa del centro.696
696
Postura que le lleva a criticar al Consejo de Estado francés, en su Parecer emitido en 1.989,
pues los conceptos que señala el Conseil no siempre responden a esa función educativa, que es
lo único –entiende el Prof. Aláez– que puede justificar un límite a esos derechos de los
alumnos. Cfr. B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación
escolar”, cit., pág. 119 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
697
Con vehemencia defiende esta posición J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en
materia de libertad religiosa e integración del Islam”, cit., págs. 385 y sigs.
698
M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas, con especial
referencia a la cuestión del velo islámico”, cit., pág. 6.
Página | 376
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
699
Desde esta perspectiva: M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de
signos de identidad religioso-culturales”, en VV.AA. (J. Soroeta Liceras, ed.), Cursos de
Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián, vol. IV, Bilbao 2.003, págs. 39 y sigs. y S.
CAÑAMARES ARRIBAS, “Libertad religiosa del menor y simbología religiosa en la escuela”, en
VV.AA. (I. Martín Sánchez y M. González Sánchez, coords.), Algunas cuestiones controvertidas
del ejercicio del derecho fundamental de libertad religiosa en España, cit., págs. 331-359.
700
Así se sostiene, entre otros, en los siguientes trabajos: M.J. ROCA, “La jurisprudencia y
doctrina alemana e italiana sobre simbología religiosa en la escuela y los principios de
tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el Derecho español”, en Anuario de Derecho
Eclesiástico del Estado, vol. XXIII (2.007), pág. 290; A. CASTRO JOVER, «Símbolos, ceremonias,
manifestaciones religiosas y poderes públicos», en VV.AA. (J. Ferreiro Galguera, coord.),
Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa en España, Ministerio de Justicia, Madrid, 2.008,
pág. 811 I.M. BRIONES MARTÍNEZ, “El uso del velo islámico en Europa. Un conflicto de libertad
religiosa y de conciencia. Especial referencia a Francia, Alemania, Reino Unido, España e Italia”,
en Anuario de Derechos Humanos, vol. 10 (2.009), pág. 56 y sig.
701
El Prof. L. PRIETO SANCHÍS, “La escuela (como espacio) de tolerancia: multiculturalismo y
neutralidad”, en VV.AA. (A. López Castillo, ed.), Educación en valores. Ideología y religión en la
escuela pública, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.007, pág. 70, así lo
recuerda: “en ninguna norma se imponen condiciones especiales sobre uniformidad o
vestimenta en los centros públicos, por lo que los únicos límites serán los que con carácter
general rigen para la libertad religiosa y el conjunto de los derechos fundamentales, esto es, la
protección del derecho ajeno, de la salud y la seguridad, en suma, de todo lo que se suele
englobar bajo el concepto de orden público”.
Página | 377
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
702
A tenor del art. 1.5 del Código Civil y el art. 10.2 de la CE: Las normas relativas a los
derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de
conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Tratados y acuerdos
internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.
703
M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas, con especial
referencia a la cuestión del velo islámico”, cit., fundamentalmente págs. 8 a 11.
704
Cfr. al respecto los trabajos de J.T. MARTÍN DE AGAR, “Libertà religiosa e reciprocità”, en
VV.AA., Libertà religiosa e reciprocità, Giuffrè, Milano, 2.009, págs. 40 y sigs. Y J.M. VÁZQUEZ
GARCÍA-PEÑUELA, “Libertad religiosa y reciprocidad”, en VV.AA., Ius et Iura. Escritos de
Derecho Eclesiástico y de Derecho Canónico en honor del Prof. Juan Fornés, Comares, Granada,
2.010, págs. 1.079 y sigs.
Página | 378
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
705
Cfr. H. TORROJA MATEU, “El derecho internacional público y la reciprocidad en materia de
libertad religiosa”, en VV.AA. (F. Pérez-Madrid, coord.), La gestión jurídica de la diversidad
religiosa en el área mediterránea, Comares, Granada, 2.011, págs. 83 y sigs. Y, en el mismo
volumen: M. BLANCO, “Conclusiones acerca de la diversidad religiosa y cultural en el ámbito
mediterráneo”, pág. 206 y sig.
706
Y ello, aunque, como relatara Mons. Giuseppe Germano Bernardini, Arzobispo de Izmir, en
el Sínodo de Obispos de Europa, el día 13 de octubre de 1.999: «durante un encuentro oficial
sobre el diálogo islámico-cristiano, un reconocido personaje musulmán, dirigiéndose a los
participantes cristianos, dijo en un cierto momento con calma y seguridad: “Gracias a vuestras
leyes democráticas os invadiremos; gracias a vuestras leyes religiosas os dominaremos”.» (así,
en www.mercaba.org/Prensa/RAZON/spain_musulmana.htm).
707
En este sentido, el art. 3.2 de la L.O. de Extranjería señala que “Las normas relativas a los
derechos fundamentales de los extranjeros serán interpretadas de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales
sobre las mismas materias vigentes en España, sin que pueda alegarse la profesión de
creencias religiosas o convicciones ideológicas o culturales de signo diverso para justificar la
realización de actos o conductas contrarios a las mismas”.
Página | 379
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
708
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”. Un modelo explicativo del art. 16.3 CE», cit., pág. 11.
709
En Francia el debate se ha llevado a sus extremos, habiéndose llegado a señalar como
argumentos contra le voile, los siguientes: “1) Le port d’un foulard par une collégienne de
douze ans est inacceptable, car c’est une "profession de foi intégriste". 2) Le foulard est
incontestablement une marque de discrimination des femmes. 3) Le renvoi de ces élèves n’est
pas une sanction démesurée, puisque les jeunes filles ont toujours la possibilité de "suivre des
cours d’enseignement à distance", et que, par conséquent, "elles ne sont pas privées
d’instruction". 4) L’absence de règles livre une société et son école à la loi de la Jungle" (Gaye
SALOM et Alain SEKSIG, "Clarté, fermeté, laïcité", en Libération, 12 de diciembre de 1.999). En
estas circunstancias no es de extrañar que un amplio sector de la sociedad francesa diera lugar
al movimiento denominado ‘Ni putas ni sumisas’.
710
Chahdortt DJAVANN, Giù i veli!, Lindau, Torino, 2.004, pág. 7 y sig. (traducción del original
francés, Bas les voiles!, por Mara Giarriti). Existe traducción al español: (Susana Peralta, tr.),
¡Abajo el velo!, El Aleph Editores, 2.004.
Página | 380
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Es necesario admitir que habrá supuestos en que esto sea así, pero
¿puede generalizarse a todos los casos este tipo de consideración? ¿Cabe,
aquí, en esta temática una especie de prevención, una especie de
imposición a la fuerza de derechos fundamentales y libertades públicas?
¿Y si la mujer, ni siquiera ya no niña, ha decidido por sí sola y
libérrimamente llevar tal prenda? ¿Si no es musulmana también ha de
quitárselo? ¿La actuación pro libertatis, si es que hay algún asomo de duda
acerca de que la actuación de la mujer responda a una sincera convicción,
hacia dónde debe decantarse?712
711
Cfr. art. 162-1º del Código civil. Sobre el particular, y con su correlato del derecho a la
educación paterno-filial, entre otros: L.M. CUBILLAS RECIO, “La enseñanza de la religión en el
sistema español y su fundamentación en el derecho de los padres sobre la formación religiosa
de sus hijos”, en Laicidad y Libertades. Escritos Jurídicos, númº 2 (diciembre, 2.002), págs. 157
y sigs.; M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, cit., págs. 197 y sigs.
712
Como dicen los Profs., R. NAVARRO-VALLS y J. MARTÍNEZ-TORRÓN, Conflictos entre
conciencia y Ley. Las objeciones de conciencia…, cit., pág. 362, refiriéndose al velo integral,
pero pudiendo generalizar el razonamiento, “la real voluntariedad del uso del burka o niqab
por parte de las mujeres puede ser puesta en duda en muchas ocasiones, pero el derecho
tiene sus límites, y son evidentes los riesgos potenciales de invadir legítimas esferas de
privacidad aun con la loable intención de liberar a la mujer de yugos históricos”.
Página | 381
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
713
E. ORTEGA MARTÍN, «Libertad religiosa y actividad prestacional de las Administraciones
públicas. Especial referencia a la problemática del uso de símbolos religiosos en la escuela», en
la obra colectiva (E. Ortega Martín, dir.), Hacia un derecho unitario europeo en materia de
extranjería, en la colección Estudios de Derecho Judicial, núm. 81, Consejo General del Poder
Judicial, Centro de Documentación Judicial, Madrid, 2.006, pág. 93, nota 54, que cita como
Fuente el Centro de Noticias de la ONU.
714
En este sentido, la Sra. Prados, del Grup Socialista, en el debate habido en el Parlamento de
Cataluña, acerca de la propuesta presentada por el Partido Popular, señalaba: “Des del Grup
Socialista tornem a dir, i tornem a insistir, que nosaltres sempre hem manifestat que rebutgem
el burca o el vel integral perquè vulnera els drets de les dones. I això ho defensem aquí a
Catalunya o a qualsevol poble del món. Això forma part dels nostres principis, i, a més a més,
creiem i defensem que, per sobre de qualsevol pràctica religiosa o per sobre de qualsevol
pràctica cultural, hi ha els drets fonamentals de les persones, hi ha els valors i les normatives
constitucionals i democràtiques. Això és el que regeix la nostra convivència i, per tant, això és
el que tothom ha de respectar” (Diari de Sessions del Parlament de Catalunya, IX legislatura,
Sèrie C – núm. 50, 5 d’abril de 2.011, Comissió de Benestar, Família i Immigració, págs. 8-14:
‘Proposta de resolución sobre les reformes legals per a prohibir lautilització de peces de vestir
que impedeixin la identificació i la comunicació visual en llocs públics’).
Baste, a estos efectos, recordar también, los debates parlamentarios a nivel estatal en
la materia, que poníamos de relieve con anterioridad. Por todo ello, posiblemente, autores
como T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad, pluralismo,
símbolos), cit., pág. 149, no dudan en señalar que la ley de libertad religiosa no ha de tenerse
por instrumento legal idóneo para concretar una prohibición de este tipo de prendas, pues
dicha proscripción “se adopta prescindiendo del carácter religioso o no de cualesquiera
prendas que aniquilen la identidad de la persona”.
Página | 382
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
imposición paterna o familiar. Ahora bien, aunque pueda ser esa la causa,
al margen de ello, ¿puede considerarse tal prenda discriminatoria per se,
por el hecho de que los varones no llevan nada parecido? ¿O la
discriminación hay que referirla tomando como punto de comparación a
otras mujeres a quienes no alcance esa imposición? ¿Cómo se mide o se
sabe?715
715
Sobre esta cuestión, vid. A. MOTILLA DE LA CALLE, «El problema del velo islámico en Europa
y en España», en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XX (2.004), pág. 128.
716
Cfr. T. PRIETO ÁLVAREZ, Libertad religiosa y espacios públicos (Laicidad, pluralismo,
símbolos), cit., pág. 158.
717
Cuestión, sin embargo, muy discutida, tal y como ya reflejamos al principio de este trabajo.
Página | 383
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
718
J. TRILLA BERNET, “Religión: Asignaturas y Símbolos”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 345
(abril, 2.005), pág. 88.
719
S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, Aranzadi,
Navarra, 2.005, pág. 40 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
720
Parece que, si como dijera François Mitterrand “hoy para cambiar la sociedad no hace falta
tomar el cuartel de invierno, basta con tomar la escuela”, se hubiera impuesto –al menos en
Francia– una lectura del recinto escolar ajeno a toda religiosidad, del siguiente tipo: aquí no va
a entrar confesión alguna, no sea que la misma vaya a “tomar la escuela”.
721
Cfr. D. LLAMAZARES FERNÁNDEZ, en el prólogo al libro de A. Castro Jover, La utilización de
signos de identidad religiosa en las relaciones de trabajo en el Derecho de Estados Unidos,
Servicio de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid,
Jaén, 2.005, pág. 13 y sig.
Página | 385
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
722
J. TRILLA BERNET, “Religión: Asignaturas y Símbolos”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 345
(abril, 2.005), pág. 87: “Como escribió E. Morin, el sentido del laicismo es claro: “la
racionalidad crítica opuesta a los dogmas” y “la pluralidad opuesta al monopolio de la verdad”
(La mente bien ordenada. Barcelona: Seix Barral, 2.000, p. 139). Lo que sucede es que cabe
dudar de que los dogmas puedan combatirse eficazmente con prohibiciones y de que la
pluralidad se estimule mediante la uniformización. A veces parece como si la defensa de una
idea y de un discurso pudiese pasar por delante de derechos concretos de personas concretas.
Cuando esto ocurre es cuando uno puede empezar a sospechar indicios de una suerte de
laicismo fundamentalista.”
723
Sentencia de 13 de febrero de 2.003, en el denominado “caso Refha”. Acerca de esta
cuestión vid. las interesantes observaciones de M. J. ROCA, “¿La sharia como ley aplicable en
virtud de la libertad religiosa?”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-Varas,
coords.), Derecho islámico e interculturalidad, Iustel, Madrid, 2.011, págs. 45 y sigs.
724
Así sendas Decisiones de 3 de mayo de 1.993 (Karaduman contra Turquía y Bulut contra
Turquía).
725
Para un examen de esta jurisprudencia, pueden consultarse, entre otros, los trabajos de I.
LASAGABASTER HERRARTE, “Jurisprudencia europea sobre la prohibición de llevar el velo
islámico”, y de A. GARCÍA URETA, “Neutralidad del Estado y libertad religiosa en el artículo 9
del Convenio Europeo de Derechos Humanos”; ambos en la obra colectiva (I. Lasagabaster
Herrarte, dir.), Multiculturalidad y laicidad. A propósito del informe Stasi, Lete argitaletxea,
Navarra, 2.003, págs. 91-120 y 274 y sigs., respectivamente. Con posterioridad: I.
LASAGABASTER HERRARTE, “El velo islámico en la universidad turca. Nota a la sentencia del
Tribunal Europeo de derechos humanos de 29 de junio de 2.004, Sahin contra Turquía”, en
Página | 386
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
Revista Vasca de Administración Pública, núm. 70 (2.004), págs. 383 y sisgs.; E. RELAÑO
PASTOR y A. GARAY, “Leyla Sahin contra Turquía y el velo islámico: la apuesta equivocada del
TEDH. STEDH de 10 de noviembre de 2.005”, en Revista Europea de derechos fundamentales,
núm. 6 (2.005), págs. 213-238; Y. CACHO SÁNCHEZ, “La prohibición del uso del velo islámico y
los derechos garantizados en el CEDH afectados por la prohibición. Comentario a la STEDH de
10 de noviembre de 2.005, Leyla Sahin contra Turquía”, en Revista General de Derecho
europeo, núm. 9 (2.006), del Portal Jurídico de Iustel.com; L. MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, La
afirmación de la libertad religiosa en Europa: de guerras de religión a meras cuestiones
administrativas (Un estudio de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en
materia de libertad religiosa), Thomson-Civitas, Navarra, 2.007, págs. 57-90. J. MARTÍNEZ-
TORRÓN, “El Islam en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, en
VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A. González-Varas, coords.), Derecho islámico e
interculturalidad, Iustel, Madrid, 2.011, págs. 195 y sigs.
726
Loi n.º 2.004-228 du 15 mars 2.004 encadrant, en application du principe de laïcité, le port
de signes ou de tenues manifestant une appartenance religieuse dans les écoles, collèges et
lycées publics (Journal Officiel n.º 65 du 17 mars 2.004).
727
El texto del Avis se halla publicado en L’Anée Canonique, XXXII (1.989), págs. 363-367, con
nota de J.P. DURAND, “L’affaire des foulards islamiques”, págs. 349-354. También en Quaderni
di Diritto e Politica Ecclesiastica, 1.990/1, págs. 510-515, con nota de G. CAPUTO, “La
questione del ‘velo islamico’ ”. Igualmente en Revue Française de Science Politique, núm. 41/1
(1.991), precedido de un trabajo de J.C. WILLIAM, “Le Conseil d’Etat et la laïcité (Propos sur
l’avis du 27 novembre 1.989)”. Sobre las diversas reacciones que provocó el Dictamen, vid.
entre otros: G. KOUBI, “De la laïcité à la liberté de conscience: le port d’un signe
d’appartenance religieuse”, en Les Petites Affiches, 5 janvier 1.990, núm. 3, págs. 6-13; J.
MINOT, “Droits de l’Homme et neutralité de l’Etat: à propos de l’affaire du foulard”, en Revue
Administrative, 1.990, págs. 32-39; J. RIVERO, “Laïcité scolaire et signes d’appartenance
religieuse: l’avis de l’Assemblée Générale du Conseil d’Etat du 27 novembre 1.989”, en Revue
Française du Droit Administratif, 1.990, págs. 1-6.
Página | 387
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
728
P. RIVAS PALÁ, “Laicismo y sociedad liberal. Notas sobre la prohibición del foulard islamique
en las escuelas francesas”, en Revista del Poder Judicial, núm. 73 (2.004), págs. 217 y sigs.
Página | 388
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
729
P. RIVAS PALÁ, ibídem, pág. 226.
730
Cfr., al respecto, entre otros: A. MOTILLA DE LA CALLE, «El problema del velo islámico en
Europa y en España», en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XX (2.004), pág. 104 ;
M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas, con especial
referencia a la cuestión del velo islámico”, en Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado, núm. 9 (septiembre, 2.005), del Portal Jurídico Iustel.com, pág. 26; M.J.
ROCA, “La jurisprudencia y doctrina alemana e italiana sobre simbología religiosa en la escuela
y los principios de tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el Derecho español”, cit., pág.
285; F. REY MARTÍNEZ, “El problema constitucional del hijab”, en Revista General de Derecho
Constitucional, núm. 10 (2.010) , del portal jurídico Iustel.com.
731
Un buen número de autores ha puesto en “sobreaviso” acerca de la dificultad de
compaginar el derecho personalísimo del menor a su libertad de creencias con el derecho
atribuido a los padres para que sus hijos reciban la educación conforme a sus convicciones.
Puede destacarse al respecto la monografía de V. PUENTE ALCUBILLA, Minoría de edad,
Religión y Derecho, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2.001. Cfr. M. ALENDA
SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad religioso-culturales”,
en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, núm. 98 (2.003), págs.
194-200 y A. CASTRO JOVER, «Símbolos, ceremonias, manifestaciones religiosas y poderes
públicos», en VV.AA. (J. Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa
en España, Ministerio de Justicia, Madrid, 2.008, págs. 800 y sig.
Página | 389
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
732
J.M. Rodríguez de Santiago, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto “religiosamente
incapaz”, cit., pág. 11.
Página | 390
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
733
Vid. las Sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 25 de mayo de 1.993
(caso Kokkinakis) y 24 de febrero de 1.998 (caso Larissis), entre otras.
Página | 391
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
734
S. CAÑAMARES ARRIBAS, «El empleo de simbología religiosa en España», en www.olir.it,
aprile, 2.005, pág. 11 y sig.
Página | 392
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
2.- Existe, por otro lado, un sector doctrinal que, pese a considerar
que el símbolo religioso estático no puede estar presente en el aula
pública, por contraste con la laicidad estatal, sin embargo sostiene que la
vestimenta religiosa es perfectamente llevable, sin que exista ninguna
razón para no hacer factible el ejercicio de la libertad religiosa, y ello
aunque se trate de una profesora, como no exista alguna razón más
poderosa para impedir esa llevanza; que no puede ser otra, a estos
efectos, que la de un proselitismo o adoctrinamiento indebido hacia los
alumnos.
735
S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, Aranzadi,
Navarra, 2.005, pág. 49 y sig.
736
Entre otros: S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado,
cit., págs. 48-51. M.J. ROCA, “La jurisprudencia y doctrina alemana e italiana sobre simbología
religiosa en la escuela y los principios de tolerancia y laicidad. Crítica y propuestas para el
Derecho español”, cit., pág. 290. J. FERREIRO GALGUERA, “Política del Gobierno en materia de
libertad religiosa e integración del Islam”, en VV.AA. (Z. Combalía, M.P. Diago Diago y A.
González-Varas, coords), Derecho islámico e interculturalidad, Iustel, Madrid, 2.011, págs. 394
y sigs., señala que “debiera prevalecer la libertad responsable de la profesora, que se podría
modular con el diálogo en supuestos concretos en los que se generase una conflictividad
especial. Esto es, en el caso de que concurriesen factores reales (el contexto social concreto
donde esté situado el instituto, una especial sensibilidad de los alumnos de los alumnos de ese
curso por acontecimientos determinados, etc.) se podría apelar a la flexibilidad de la profesora
mediante el diálogo en aras al interés supremo de la enseñanza. Sólo en esos supuestos cabría
una interpretación estricta de la neutralidad. Pero en ningún caso por razones caprichosas o
por meros prejuicios hacia una religión”.
Página | 393
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
737
Cfr. A. CASTRO JOVER, La utilización de signos de identidad religiosa en las relaciones de
trabajo en el Derecho de Estados Unidos, Servicio de Publicaciones de la Facultad de Derecho
de la Universidad Complutense de Madrid, Jaén, 2.005, págs. 33 y sigs.
738
A. CASTRO JOVER, «Símbolos, ceremonias, manifestaciones religiosas y poderes públicos»,
en VV.AA. (J. Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa en España,
Ministerio de Justicia, Madrid, 2.008, pág. 813 y sig. En idéntico sentido, con intertextualidad
incluida, sin cita alguna: M.C. LLAMAZARES CALZADILLA, «Algunas reflexiones sobre el derecho
de libertad religiosa de los inmigrantes en España», en la obra colectiva (M. Balado Ruiz-
Gallegos, dir.), Inmigración, Estado y Derecho, Bosch, Barcelona, 2.008, pág. 302.
Página | 394
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
739
Entre otros autores, la Profª. A. CASTRO JOVER, «Símbolos, ceremonias, manifestaciones
religiosas y poderes públicos», en VV.AA. (J. Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas
sobre Libertad Religiosa en España, cit., pág. 794, señala que «hay que distinguir entre las
personas que realizan una función pública que como tales personas deben ser amparadas en el
ejercicio de su libertad religiosa con las modulaciones exigidas por la función que desempeñan
y los edificios públicos que en cuanto cosas deben expresar la más absoluta asepsia».
Página | 395
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
740
M. ALENDA SALINAS, “Libertad de creencias del menor y uso de signos de identidad
religioso-culturales”, en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense,
núm. 98 (2.003), cit., pág. 234. En el mismo sentido: M.J. CARAZO LIÉBANA, “A vueltas sobre la
jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia en torno a los símbolos religiosos en las
escuelas públicas: aplicación de la principal doctrina del TC y del TEDH”, en VV.AA. (M.
Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico y J.J. Ruiz Ruiz, dirs.), Los símbolos religiosos en el espacio
público, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.011, pág. 297 y sig. También
la Profª M. Moreno Antón, Multiculturalidad y libertad religiosa del menor de edad, Fundación
Universitaria Española, Madrid, 2.007, pág. 163: “aunque ciertamente la neutralidad se predica
de la institución y no de las personas que la integran, si se considera que el profesor es un
miembro representantivo de la comunidad educativa, se le debe exigir una conducta personal
acorde con la neutralidad, lo que conlleva discreción en los atuendos indicativos de su
ideología, religión o creencias. Así parece entenderlo además el TC cuando dice que la
neutralidad de los centros públicos prohíbe a los docentes cualquier forma de adoctrinamiento
ideológico a los alumnos como única actitud compatible con el derecho de los padres a elegir
la formación de sus hijos. Aunque es discutible que la forma de vestir, por sí sola, pueda ser
calificada de acto proselitista o de adoctrinamiento, ya hemos visto que el TEDH califica el uso
del velo islámico por una docente como interferencia en las creencias religiosas de sus
alumnos incompatible con la imparcialidad de la escuela pública. Por eso, entendemos que el
juego conjunto de la neutralidad de los colegios públicos y la prohibición de adoctrinamiento
ideológico como garantía del derecho de los padres a elegir la formación de sus hijos,
justificarían la prohibición a los profesores de portar prendas ostensibles de pertenencia a una
determinada religión”.
Página | 396
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
741
Así, por lo menos, lo vienen haciendo distintas Comunidades autónomas. A título de
ejemplo, entre las últimas puede verse la Ley 7/2.010, de 20 de julio, de Educación de Castilla-
La Mancha, en su art. 16.4. (BOE núm. 248, de 13 de octubre de 2.010) y la Ley 2/2.011, de 1
de marzo, de autoridad del profesor y de la convivencia en los centros educativos de la
Comunidad Autónoma de La Rioja (BOE, núm. 66, de 18 de marzo de 2.011).
742
Cfr. su trabajo “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”, cit.,
especialmente las págs. 118 a 122, donde trata extensamente la cuestión, concluyendo que “el
uso de símbolos religiosos por los docentes de los centros públicos resultará amparado por su
libertad religiosa siempre que el mismo no distorsione el cumplimiento de la función educativa
en los términos de una neutralidad abierta y pluralista impuestos por los arts. 27.2 y 3 de la
CE”.
743
Así S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, cit., pág.
48, aunque sostiene que la imagen del profesor hacia los alumnos no interfiere en la libre
formación de la conciencia del menor, a no ser que se “valga de su condición de superior
jerárquico” para adoctrinar.
744
J.M. RODRÍGUEZ DE SANTIAGO, «El Estado aconfesional o neutro como sujeto
“religiosamente incapaz”… cit., pág. 11 “no puede ser misión de la enseñanza transmitir a los
niños una imagen de «sociedad cerrada» que, de hecho, ya no existe. La neutralidad religiosa e
ideológica del Estado no puede entenderse como un distanciamiento negativo de éste frente
al fenómeno religioso, sino -en parte, al contrario- como un mandato positivo dirigido al sujeto
estatal de asegurar el espacio suficiente para el desenvolvimiento activo de la personal
convicción religiosa y de la realización del libre desarrollo personal en el ámbito religioso e
ideológico. Aunque sea innegable que la profesora imputa su actividad docente a la
organización jurídico-pública en la que se integra, es discutible que, en concreto, el uso del
pañuelo en las clases, como manifestación externa de una creencia religiosa personal, pueda
imputarse a alguien distinto de ella misma y, por ello, pueda entrar en conflicto con el
principio de neutralidad que excluye que el poder público imponga signos específicamente
religiosos.”
Página | 397
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
745
M. ALENDA SALINAS, “La presencia de símbolos religiosos en las aulas públicas, con especial
referencia a la cuestión del velo islámico”, en Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado, núm. 9 (septiembre, 2.005), del Portal Jurídico Iustel.com., pág. 24 y
sig. Acompaña en su razonamiento, el citado autor, los Autos de la Audiencia Provincial de
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
b) COLEGIOS CONCERTADOS
749
M. HOLGADO GONZÁLEZ, “Alcance y límites del derecho a la simbología religiosa”, en
VV.AA. (M. Revenga Sánchez, G. Ruiz-Rico y J.J. Ruiz Ruiz, dirs.), Los símbolos religiosos en el
espacio público, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.011, pág. 276 y sig.
750
Ibídem.
751
B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”,
cit., pág. 124.
752
S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa, Simbología y Laicidad del Estado, cit., pág. 51 y
sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
c) COLEGIOS PRIVADOS
753
B. ALÁEZ CORRAL, “Símbolos religiosos y derechos fundamentales en la relación escolar”,
cit., págs. 113 y sigs.
754
B. ALÁEZ CORRAL, ibídem, pág. 116 y sig. Cfr. S. CAÑAMARES ARRIBAS, Libertad Religiosa,
Simbología y Laicidad del Estado, cit., pág. 46.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
755
Se han ocupado del estudio de esta problemática, entre otros: M. MORENO ANTÓN,
“Proyección multicultural de la libertad religiosa en el ámbito escolar”, en Revista General de
Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 10 (febrero, 2.006), del portal
jurídico Iustel.com; J. MARTÍNEZ-TORRÓN, “La cuestión del velo islámico en la jurisprudencia
de Estrasburgo”, en Derecho y Religión, Vol. IV (2.009), accesible en
www.deltapublicaciones.com/derechoyreligion/gestor/archivos/07_10_41_980.pdf; L.
MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, Estudios sobre libertad religiosa, Edit. Reus, Zaragoza, 2.011,
págs. 201-217.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
756
Pueden consultarse en el sitio del Osservatorio delle libertà ed istituzioni religiose
(www.olir.it).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
757
Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 6ª), de 16
de noviembre de 1.994, en Base de Datos Westlaw Premium (RJ 1.994/8.822).
758
F. de D. 4º.
759
Resolución de 14 de junio de 2.003, de la Directora General de Justicia de la Conselleria de
Justicia y Administraciones Públicas, por la que se resuelve inscribir en el Registro de Colegios
Profesionales y Consejos Valencianos de Colegios Profesionales, la modificación de los
Estatutos del Ilustre Colegio de abogados de Valencia. (Identificador en el Diario Oficial de la
Comunidad Valenciana: 2.004/X6.836).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
760
De lo que ya dejamos constancia suficiente en el Capítulo II de este trabajo.
761
Según noticia procedente de la Agencia EFE, fechada el 27 de enero de 2.004, el decano del
Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, defendió hoy el mantenimiento de la
Inmaculada Concepción como patrona de la entidad porque lo es desde 1.706 y aseguró que la
Junta de Gobierno "ha medido con exactitud jurídica y sociológica" la nueva redacción de sus
estatutos.
762
Agencia EFE, 2 de febrero de 2.004.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
763
Y no de 18 de marzo, como equivocadamente consta en la Base de Datos de Westlaw
Premium (RJCA 2.005/275), dato que podemos contrastar al haber manejado el original de
esta resolución judicial por cortesía del Letrado Sr. Bosch Valero; nuestro agradecimiento por
su muy amable atención hacia nosotros. La Base de Datos induce también a confusión [en la
que parece haber incurrido, si bien hay que advertir que no señala fuente de consulta, J.
BUXADÉ VILLALBA, “La objeción de conciencia en la función pública”, en VV.AA. (I. Sancho
Gargallo, dir.), Objeción de conciencia y función pública, Estudios de Derecho Judicial, núm. 89,
Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2.007, pág. 177] acerca de si quien resuelve es el
Juzgado o el Tribunal Superior de Justicia.
764
Sentencia de 13 de marzo de 2.003 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede
en Sevilla (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 1ª). Puede consultarse en la Base de
Datos de Iustel (www.iustel.com).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
765
F. de D. 2º.
766
Resolución, en cuestión, que hemos podido manejar por gentileza del Letrado recurrente,
Sr. Bosch Valero; nuestro agradecimiento.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
767
F. de D. 1º.
768
Tribunal Constitucional, Sala Segunda. Sentencia 34/2.011, de 28 de marzo de 2.011 (BOE,
núm. 101, de 28 de abril de 2.011).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
769
F.J. 6.
770
J.M. CONTRERAS y O. CELADOR ANGÓN, “Laicidad, manifestaciones religiosas e
instituciones públicas”, cit., pág. 45 y sig.: «Salvo en los supuestos en que el símbolo haya
resultado “secularizado” en su uso institucional, la presencia de símbolos religiosos en centros
públicos debe reputarse inconstitucional por vulnerar el derecho de la libertad de conciencia
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
de las personas que no se identifican con la religión del símbolo religioso; amén de la
confusión que se produce entre fines estatales y religiosos y que resulta contraria al principio
de laicidad del Estado (cfr. SSTC 24/1.982, FJ 1, y 177/1.996). Por nuestra parte, entendemos
que la presencia de simbología religiosa estática en los centros públicos […] habría que
retirarlo, toda vez que podría interpretarse como una adhesión de los centros públicos a una
determinada y concreta cosmovisión religiosa, produciéndose una confusión entre fines
religiosos y estatales que resultaría contraria al principio de neutralidad de las estructuras
públicas ante los contenidos ideológicos, así como al principio de libertad de conciencia, que
impone el respeto por las convicciones de los demás».
771
En sus monografías, respectivamente: Un Estado Laico. La libertad religiosa en perspectiva
constitucional, Thomson-Aranzadi, Navarra, 2.009 y Libertad religiosa y espacios públicos
(Laicidad, pluralismo, símbolos), Civitas – Thomson Reuters, Navarra, 2.010.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
772
Entre otros: M. ALENDA SALINAS y M. PINEDA MARCOS, “La manifestación de religiosidad
como motivo de conflictividad”, en Cuadernos de Integración Europea, núm. 7 (diciembre,
2.006), pág. 91.
773
No deja de resultar paradójico que a los quejosos no les haya importunado estar
representados causídicamente por una Procuradora apellidada “Cruz”, según consta en la
sentencia del caso.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
774
Tribunal Superior de Justicia de Murcia (Sala de lo Contencioso-Administrativo. Sección 2ª)
Sentencia núm. 832/2.011, de 25 de julio de 2.011; Pte.: Sra. Martín Sánchez (Id Cendoj:
30030330022011100829).
775
Una referencia a la misma en L. RUANO ESPINA, “Supuestos de intolerancia y discriminación
contra los cristianos en España”, en documento que hemos hallado en la Red y se data en
Bruselas, Parlamento Europeo, 16 marzo 2.011, pág. 3 y sig.
776
Sentencia núm. 405/2.011 del Tribunal Superior de Justicia –Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 9ª– de Madrid, de 20 de mayo de 2.011; Pte.: Sr. Massigoge Benegiu
(Id Cendoj: 28079330092011100384), que resuelve el denominado caso del Cristo de
Monteagudo.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
777
En la Declaración sobre la exposición de símbolos religiosos cristianos en Europa, de 23 de
junio de 2.010, realizada por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (a
la que se puede acceder en
www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/SimbolosReligiosos.html), se señala,
entre otras cosas: “las sociedades de tradición cristiana no deberían oponerse a la exposición
pública de sus símbolos religiosos, en particular, en los lugares en los que se educa a los niños.
De lo contrario, estas sociedades difícilmente podrán llegar a transmitir a las generaciones
futuras su propia identidad y sus valores. Se convertirían en sociedades contradictorias que
rechazan la herencia espiritual y cultural en la que hunden sus raíces y se cierran el camino del
futuro. Ponerse en contra de los símbolos de los valores que modelan la historia y la cultura de
un pueblo es dejarle indefenso ante otras ofertas culturales, no siempre benéficas, y cegar las
fuentes básicas de la ética y del derecho que se han mostrado fecundas en el reconocimiento,
la promoción y la tutela de la dignidad de la persona”.
778
Acerca de la posibilidad de objeción de conciencia, en el ejercicio de la función del
ministerio fiscal y judicial, pueden verse los trabajos de A. DEL MORAL GARCÍA, “La objeción de
conciencia de los miembros del Ministerio Fiscal” y C. PÉREZ DEL VALLE, “Prevaricación judicial
y objeción de conciencia”, ambos en el volumen colectivo (I. Sancho Gargallo, dir.), Objeción de
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
2. “POLICÍA DE ESTRADOS”
conciencia y función pública, Estudios de Derecho Judicial, núm. 89, Consejo General del Poder
Judicial, Madrid, 2.007, págs. 233 y sigs. y 283 y sigs., respectivamente.
779
Posibilidad que apuntamos, por cuanto en el caso concreto se afirma –frente a lo que
aducía la denunciante– que no ejercía defensa de ninguno de los acusados.
780
Los datos, que resumimos, se obtienen de la Sentencia del Tribunal Supremo núm.
5.910/2.010 (Sala 3ª de lo Contencioso-Administrativo, Sección 8ª), de 2 de noviembre de
2.010; Pte.: Sr. Lucas Murillo de la Cueva (Id Cendoj: 28079130082010100177).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
781
Ibídem.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
«No tiene duda la Sala de que se trata de una decisión adoptada por
quien presidía el juicio en el ejercicio de las funciones de policía de
estrados que le confiere el art. 684 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y
que, según explica con acierto el Ministerio Fiscal, constituye una
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
3. ÁMBITO MUNICIPAL
782
F. de D. 7º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
783
Sentencia de 13 de marzo de 2.003 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 1ª). Pte.: Sr. Frías Martínez. La hemos consultado en la
Base de Datos de Iustel (www.iustel.com).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
784
F. de D. 3º.
785
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Málaga (Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 1ª). Sentencia núm. 3.307/2.003, de 17 noviembre. Pte.: Sra. Cardenal
Gómez (Id. Cendoj: 29067330012003101511. También en JUR\2.004\66.370).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
788
F. de D. 2º.
789
Sentencia núm. 156/2.010, de 30 de abril de 2.010, del Juzgado de lo Contencioso-
Administrativo núm. 3 de Zaragoza, dictada por el Sr. Martín Osante, en recurso instado por la
Asociación ‘MHUEL, Movimiento hacia un Estado Laico’, siendo Administración demandada el
Ayuntamiento de Zaragoza.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
790
Sentencia núm. 405/2.011 del Tribunal Superior de Justicia –Sala de lo Contencioso-
Administrativo, Sección 9ª– de Madrid, de 20 de mayo de 2.011; Pte.: Sr. Massigoge Benegiu
(Id Cendoj: 28079330092011100384).
791
F. de D. 8º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
792
F. de D. 9º.
793
F. de D. 10º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
794
Vid. Sentencia de 6 de septiembre de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana (Sala de lo Contencioso-Administrativo. Sección 5ª), Pte.: Sr. Bellmont
Mora. Obtenida, mediante visita de 10 de diciembre de 2.011, en la Red
(http://servicios.laverdad.es/servicios/textos/sentencia-cruz-muela-orihuela.pdf) y Sentencia
núm. 832/2.011, de 25 de julio de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 2ª), Pte.: Sra. Martín Sánchez (Id Cendoj:
30030330022011100829).
795
Relevantes al respecto resultan las aportaciones realizadas por la Profª. V. CAMARERO
SUÁREZ, en la Mesa Redonda sobre la utilización de símbolos religiosos en los espacios
públicos, habida en la Universidad de Alcalá, el 25 de mayo de 2.011, en el Seminario Científico
sobre Derecho Internacional y Comparado, Aspectos de carácter público y privado relacionados
con los derechos humanos (en prensa).
796
Acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Lleida de fecha 8 de octubre de 2.010, que aprueba
definitivamente la modificación de tres artículos de la Ordenança Municipal de civisme i
convivència publicada en el BOP de 13 de marzo de 2.007, y aprueba inicialmente la
modificación de los Reglamentos que regulan el Archivo municipal, el servicio de transporte
urbano de pasajeros y el de funcionamiento de los centros cívicos y locales sociales
municipales.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
797
Auto de 12 de enero de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 2ª) Id. Cendoj: 08019330022011200001.
798
F.J. 2º.
799
Sentencia núm. 489/2.011, de 7 de junio de 2.011, del Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña (Sala de lo Contencioso, Sección 2ª); Pte.: Sra. Rovira y del Canto (Id Cendoj:
08019330022011100482).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
800
F. de D. 2º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
801
Cfr., entre otros, los trabajos de E. CARMONA CUENCA, “El velo islámico, la libertad religiosa
y la igualdad de género”, págs. 157-163 y M. MACÍAS JARA, “El velo islámico: diversidad
cultural y derechos de las mujeres”, págs. 133-155; ambos en VV.AA. (M. Revenga Sánchez, G.
Ruiz-Rico y J.J. Ruiz Ruiz, dirs.), Los símbolos religiosos en el espacio público, Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, Madrid, 2.011.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
802
F. de D. 2º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
4. ÁMBITO LABORAL
trabajador el respeto de sus convicciones personales por parte del empresario. La doctrina del
Tribunal Constitucional, rechazando la vulneración alegada, puede servir de referencia
respecto de aquellos supuestos en que el dejarse la barba o el cabello sin cortar pueda
considerarse una exigencia de tipo religioso.
805
Pte.: Sr. Muñoz Jiménez. Base de Datos Westlaw Premium (AS 2.003/2). Id Cendoj:
07040340012002100242. Un comentario a esta sentencia fue realizado, en su día, por J.
ROSSELL GRANADOS, “Improcedencia de sanción laboral por uso de vestimenta religiosa:
Comentario a la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, de 9 de septiembre de
2.002”, en Aranzadi Social, núm. 1 (2.003), pags. 2.809-2.812.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
806
La Sentencia del Tribunal Supremo, en concreto, es la de 23 de enero de 2.001, dictada por
la Sala de lo Social, Pte. Sampedro Corral [Base de Datos Westlaw Premium (RJ 2.001/2.063)].
En la misma se declara ajustada a Derecho la previsión contenida en el denominado Manual de
Uniformidad del Personal de Atención al cliente de AVE, según la cual en la prestación de
servicios de carácter laboral en dicho tren, el personal masculino debe usar pantalón y
calcetines, mientras que la mujer debe vestir falda dos centímetros por encima de la rotula y
medias; sin que se aprecie la discriminación denunciada por el Sindicato Federal Ferroviario de
CGT, en el sentido de que a la mujer no se le dejaba elegir entre falda y pantalón, «pues la
obligación de uniformidad parece razonable en una empresa pública, que, con la instauración
de un novedoso y moderno medio de comunicación, como es el AVE, trata de “uniformar” a
quienes de manera constante y habitual proyectan sobre los clientes la imagen de la
Compañía, en condiciones de igualdad con otras empresas dedicadas a idéntica o semejante
actividad, por lo que existe una justificación objetiva y razonable que priva a la “uniformidad”
de la empleada de carácter discriminatorio» (F. de D. 4º).
807
F. de D. 2º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
808
F. de D. 2º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
autoritarismo, que hiere, sin provecho para sí, los sentimientos religiosos
de uno de sus empleados constitucionalmente tutelados».809
En esta sentencia, el tema parece que se resuelve concediendo
preponderancia al derecho fundamental de libertad religiosa, estimando
que la práctica externa de la misma no incurre en contravención alguna
del orden público, sin que a estos efectos se considere soliviantada la
libertad del empleador en cuanto a la organización y productividad
empresarial810, ni tampoco la nota de laicidad opuesta por la Empresa –en
cuanto que la misma es de naturaleza pública– recurrente; pues frente a
tal alegato, lo que entiende el Tribunal es que la solución pro libertatis es
procedente, “máxime cuando la demandada es una empresa municipal y
por tanto perteneciente al sector público, y puede que, por ello, más
comprometida que las de puro carácter privado con el cumplimiento
efectivo de los valores constitucionales”.811
809
F. de D. 2º. Para la Profª. A. CASTRO JOVER, La utilización de signos de identidad religiosa en
las relaciones de trabajo en el Derecho de Estados Unidos, Servicio de Publicaciones de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Jaén, 2.005, pág. 41: “Es de
destacar que esta sentencia plantea el problema en clave constitucional. El juicio de
ponderación sobre los derechos constitucionales en conflicto se advierte en la valoración de
ausencia de daño a la empresa (juicio de necesidad) que sólo hace que la medida, el despido,
no sea adecuada para conseguir el fin que se propone (juicio de proporcionalidad), evitar el
daño a la imagen. Por el contrario se produce un daño a la libertad religiosa del demandante
sin que con ello evite ningún otro daño”.
810
Según el Prof. S. CAÑAMARES ARRIBAS, “Tratamiento de la simbología religiosa en el
Derecho español: propuestas ante la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa”, en
VV.AA. (R. Navarro-Valls, J. Mantecón Sancho y J. Martínez-Torrón, coords.), La libertad
religiosa y su regulación legal…, cit. pág. 534, el conflicto se resuelve atendiendo en exclusiva a
la regla del derecho al acomodo, sin tomar en consideración el tiempo de antigüedad en la
empresa ni el tiempo de utilización de la gorra. Por nuestra parte, no puede compartirse esta
conclusión, pues la sentencia sí que hace referencia a tales elementos a la hora de valorar el
derecho a la libertad religiosa del empleado, recogiendo expresamente en su F. de D. 2º «que
está probado que la empresa vino consintiendo durante años que el actor se cubriera con
gorra, sin que [la empresa] haya explicado, ni siquiera mínimamente, a qué responde su
reciente y brusco cambio de actitud y su actual intolerancia», recogiéndose (en el primero de
los Antecedentes de Hecho de la propia Sentencia) como hechos probados de la Sentencia de
instancia que «el demandante trabaja para la EMT como conductor desde el 29-07-1.985 y que
durante la prestación de servicios realizada ha venido cubriéndose la cabeza con gorra»;
relación fáctica que la Sentencia de alzada declara inalterada frente a la pretensión en
contrario deducida por la entidad recurrente (F. de D. 1º).
811
F. de D. 2º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
812
Base de Datos Westlaw Premium (AS 1.997/3.751).
Página | 438
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
813
Cfr., en este sentido M.J. ROCA, La declaración de la propia religión o creencias en el
Derecho español, Universidade de Santiago de Compostela, La Coruña, 1.992, págs. 111 y sigs.
Cfr. J. FERREIRO GALGUERA, “El derecho a no declarar las creencias: reflexiones a la luz de la
jurisprudencia reciente y de la ley orgánica de calidad de la educación”, en Anuario da
Facultade de Dereito da Universidade da Coruña, núm. 7 (2.003), págs. 289-314. Sin embargo,
la Profª. CASTRO JOVER, La utilización de signos de identidad religiosa en las relaciones de
trabajo en el Derecho de Estados Unidos, cit., pág. 39, se muestra en contra, al señalar que
«quien juzga el caso parece olvidar que el art. 16.2 de la CE establece que nadie podrá ser
obligado a manifestar su religión».
814
Cfr. I.M. BRIONES MARTÍNEZ, “El uso del velo islámico en Europa. Un conflicto de libertad
religiosa y de conciencia. Especial referencia a Francia, Alemania, Reino Unido, España e Italia”,
cit., pág. 57 y sig.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
818
F. de D. 6º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
819
Sentencia del Tribunal Supremo de 19 de abril de 2.011, F. de D. 6º; referenciada dos notas
antes.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
820
F. de D. 7º.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
821
F. de D. 9º.
822
En concreto, señala el mismo que “Los miembros de las Comunidades Islámicas
pertenecientes a la Comisión Islámica de España que lo deseen, podrán solicitar la interrupción
de su trabajo los viernes de cada semana, día de rezo colectivo obligatorio y solemne de los
musulmanes, desde las trece treinta hasta las dieciséis treinta horas, así como la conclusión de
la jornada laboral una hora antes de la puesta del sol, durante el mes de ayuno (Ramadán). En
ambos casos, será necesario el previo acuerdo entre las partes. Las horas dejadas de trabajar
deberán ser recuperadas sin compensación alguna”.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
823
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia –Sala de lo Social– de la Comunidad de Madrid,
de 24 junio de 1.996; Pte.: Sr. Peral Ballesteros (Repertorio de Jurisprudencia Aranzadi, AS
1.996, 2.529).
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
824
No está de más recordar lo que dicen estos preceptos: art. 20 de la CE: “1. Se reconocen y
protegen los derechos:
A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la
palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
A la libertad de cátedra.
A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el
ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de
censura previa.
3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de
comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el
acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el
pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este
Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al
honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia”.
Y el art. 19 de la Declaración Universal de derechos humanos de Naciones Unidas:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el
de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y
opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Página | 446
Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
825
No puede dejar de hacerse referencia a la enorme repercusión internacional que hace unos
años tuvo el denominado affaire de las viñetas de Mahoma. Sobre este particular, entre otras:
J. FERREIRO GALGUERA, “Los límites a la libertad de expresión en la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de los Derechos Humanos: a propósito de las caricaturas sobre Mahoma”, en VV.AA.
(J. Ferreiro Galguera, coord.), Jornadas Jurídicas sobre Libertad Religiosa en España, Ministerio
de Justicia, Madrid, 2.008, págs. 691 y sigs.
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
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Capítulo III: La simbología religiosa en la doctrina jurisprudencial
826
Según relato del propio Tribunal Constitucional, en la sentencia que conoce el recurso de
amparo: «Mediante Auto de 14 de julio de 1.994, la Sala Quinta del Tribunal Supremo
confirmó en apelación el dictado previamente por el Magistrado Instructor, de 17 de mayo de
1.994, reconociendo la competencia de la jurisdicción militar para conocer del asunto y
declarando que los hechos denunciados no eran constitutivos de delito».
827
Sentencia del Tribunal Constitucional –Sala 2ª– núm. 177/1.996, de 11 de noviembre de
1.996; Pte.: Sr. Viver Pi-Sunyer (BOE, de 17 de diciembre de 1.996). El Tribunal aclara, en el F.J.
8 de la sentencia, que lo que se impugnaba en el proceso de amparo no eran las medidas
disciplinarias impuestas al demandante en relación con su conducta y el incumplimiento de la
orden de no abandonar la formación, sino, única y exclusivamente, la decisión de los órganos
jurisdiccionales de archivar las diligencias previas instruidas a resultas de la demanda
presentada por el actor contra sus superiores, por entender aquél que habían incurrido con tal
proceder en conductas tipificadas como delito. En consecuencia, el recurso de amparo
quedaba limitado al Auto de archivo de las actuaciones penales y a la ulterior Sentencia del
Tribunal Supremo que lo confirmaba, a las que el recurrente imputaba una doble vulneración
de su derecho a la libertad religiosa, consistente en un entendimiento erróneo del contenido
de este derecho que lleva a los órganos judiciales a denegar la imposición de las sanciones
penales solicitadas.
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828
F.J. 9.
829
F.J. 10.
830
F.J. 10.
831
Especialmente crítico se mostró I. MARTÍN SÁNCHEZ, “Celebración por las Fuerzas Armadas
de festividades religiosas y principio de laicidad”, en VV.AA., (J. Martínez-Torrón, edit.), La
libertad religiosa y de conciencia ante la justicia constitucional. Actas del VIII Congreso
internacional de Derecho Eclesiástico del Estado. Granada, 13-16 de mayo de 1.997, Comares,
Granada, 1.998, pág. 666, para quien «la celebración por las Fuerzas Armadas de festividades
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atenderse a la solicitud del actor de ser relevado del servicio, en tanto que
expresión legítima de su derecho de libertad religiosa.834
834
Cfr. F. de D. 10 de la sentencia en examen.
835
Sentencia del Tribunal Constitucional (Sala Primera) núm. 101/2.004, de 2 de junio de
2.004; Pte.: Sr. Jiménez de Parga y Cabrera (BOE, núm. 151, de 23 de junio de 2.004).
836
Resoluciones de 21 de julio de 1.998, de la Dirección General de la Policía, y de 29 de marzo
de 1.998 del Comisario Jefe de la Brigada Provincial de Sevilla, y la Sentencia de la Sección 2ª
de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con
sede en Sevilla, de fecha 7 de marzo de 2.002, recaída en el recurso contencioso-
administrativo núm. 1.767/1.998, por la que se desestima el recurso interpuesto contra
aquéllas.
837
En concreto, señala el alto Tribunal: «resulta evidente, sin la menor duda, que un servicio
de las características del que aquí nos ocupa –unidad de caballería, uniformidad de gala, armas
inusuales como sables y lanzas, etc.– no es un servicio policial ordinario que tenga por objeto
cuidar de la seguridad del desfile procesional; servicio que, por otra parte, no se presta con
estas características a otras hermandades. Se trata, más bien, de un servicio especial cuya
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poder público, por lo que nada puede pretenderse contra ella a través de
un recurso de amparo (art. 41.2 LOTC), independientemente de que el
eventual acto de aceptación pueda ser impugnado en la vía
procedente».839
839
F.J. 5.
840
Según www.público.es: "Nosotros no ponemos en cuestión dicho patronazgo, sino que
solicitamos la retirada de un símbolo religioso expuesto en unas dependencias oficiales de la
Administración Pública", afirman fuentes de la defensa.
841
Sentencia núm. 10.166/2.010, de 19 de enero de 2.010, del Tribunal Superior de Justicia –
Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 6ª– de Madrid; Pte.: Sra. Luaces Diaz de
Noriega (Id Cendoj: 28079330062010101169).
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«Por lo que a la falta de legitimación respecta, debemos recordar, de acuerdo con lo dicho
en la STS de 1-10-1.997, que: “La legitimación es uno de los presupuestos esenciales para la
admisibilidad del proceso. La legitimación permite que el demandante concrete su derecho a
ser parte en el pleito: El presupuesto procesal de la legitimación, ha sido –y es– entendido por
nuestra jurisprudencia con un criterio amplio y antiformalista, tal como expresa la
representación procesal de la parte demandante. Tanto la jurisprudencia como la doctrina
científica, se han detenido en precisar cómo debe ser entendido el concepto de interés
directo, al que se refiere el art. 28.1, a) de la Ley Jurisdiccional. Y es evidente que sobre tan
importante cuestión, se aprecia una clara y evidente evolución en la jurisprudencia y en la
doctrina científica. La evolución jurisprudencial y doctrinal sobre el concepto de legitimación
en el ámbito de la jurisdicción contencioso-administrativa, obliga a distinguir y precisar los
siguientes conceptos: interés legítimo; interés directo; intereses colectivos o difusos, y el mero
interés por la legalidad. A través de los conceptos interés legítimo e interés directo, se
garantiza una utilidad sustancial al interesado: y es que frente a las potestades administrativas,
el administrado es titular de una esfera jurídica cuyo contenido no es otro que un conjunto de
utilidades a través de las que se satisface el interés propio (derechos subjetivos).
»Pero junto a ello, hay que situar los intereses colectivos o difusos, que caen dentro
del ámbito del derecho a la tutela judicial efectiva: por esta vía se amplía el concepto de
interés directo, pero sin que dentro de dicho concepto quepa incluir a quien se limita a actuar
en defensa de la legalidad (SSTS, entre otras de fechas 14 julio 1.988, 7 febrero 1.989, 12 junio
1.989, y 19 julio 1.991). La Sentencia de esta Sala de fecha 31 mayo 1.990 , precisó que “no
puede confundirse el interés directo con el mero interés de la legalidad, que sólo legitima en
aquellos campos de la actuación administrativa en que por ley esté reconocida la acción
pública”, criterio recientemente reiterado por la STS de 13-11-2.000».
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Sentencia núm. 272/2.011, de 25 de febrero de 2.011, dictada por la Sección 4ª de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en
Sevilla; Pte.: Sr. Rodríguez Moral (Id Cendoj: 41091330042011100508).
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F. de D. 4º.
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quien dice que tal símbolo le molesta; y puede que, en ese sentido, sea
sincero respecto a la transmisión de sus sentimientos si atendemos a
determinados símbolos a los que hemos hecho referencia como más
significativos, tales como la bandera y escudo asturianos y el escudo
gallego, aragonés, cántabro o riojano… algunos tan representativos de
religiosidad (supuesto del escudo oficial de Galicia) que hasta en su
descripción gráfica tiene que valerse de nomenclatura católica.
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A no ser que, como algunos sugieren, haya de entenderse que se trata de un precepto
constitucional materialmente inconstitucional. Cfr. J.R. POLO SABAU, Estudios sobre la
Constitución y la libertad de creencias, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga,
Málaga, 2.006, págs. 224 y sigs.
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R. GUERRA GONZÁLEZ, “Signos Religiosos en las Salas de Audiencia, en Abogados de
Valladolid. Desde el Foro, julio de 2.010, pág. 19, accesible en
www.icava.org/revistas/jul10/foro.pdf.
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El art. 23 del Real Decreto 96/2.009, de 6 de febrero, por el que se aprueban las Reales
Ordenanzas para las Fuerzas Armadas (BOE, núm. 33, de 7 de febrero de 2.009) dispone que el
militar “conservará y transmitirá el historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para
perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu de unidad y reforzar las virtudes
militares de sus componentes”.
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como para remover como para colocar símbolos–, era del consejo escolar
del propio centro. Y, por otra parte, además, que la presencia del símbolo
religioso en lugares e instituciones públicos no vulneraba el carácter
aconfesional del Estado.
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