Tema 1 EDP
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DE DIAGNÓSTICOS MÉDICOS EN LA
DOCUMENTACIÓN CLÍNICA
ÍNDICE
1. SALUD Y ENFERMEDAD. DEFINICIÓN SEGÚN O.M.S.
1.1. Definición de salud por la OMS.
1.2. Limitaciones a la definición de salud de la OMS.
1.3. Necesidad de una reformulación.
2. FUENTES DE LA PATOLOGÍA. ETIOLOGÍA, FISIOPATOLOGÍA Y
SEMIOLOGÍA.
GRUPOS DE ENFERMEDADES.
2.1. Patología.
2.2. Etiología.
2.3. Fisiopatología.
2.4. Sintomatología (o semiología o semiótica).
2.5. Grupos de enfermedades.
3. EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD. FASES E INCIDENCIAS EN EL CURSO DE
LA ENFERMEDAD.
3.1. Evolución de la enfermedad.
3.2. Fases e incidencias en el curso de la enfermedad.
4. DATOS CLÍNICOS EN LA DOCUMENTACIÓN SANITARIA.
4.1. Concepto de dato clínico.
4.2. El dato clínico como dato científico.
4.3. Fuente documental.
4.4. Codificación clínica.
4.5. La documentación clínica como fuente de información para las bases de datos
hospitalarias.
5. INFORME DE ALTA HOSPITALARIA. DIAGNÓSTICO PRINCIPAL Y
DIAGNÓSTICOS SECUNDARIOS.
5.1. Informe de alta hospitalaria.
5.2. Diagnóstico principal y diagnósticos secundarios.
Todos los procesos anteriores no están aislados ni son independientes, sino que se
relacionan unos con otros, por lo que la salud depende en último término de la capacidad
de controlar la interacción entre el medio físico, el espiritual, el biológico y el económico
y social.
La idea de salud responde además a una condición histórica, pues en cada momento,
determinada sociedad puede tener una visión particular de la misma.
La definición más importante en la actualidad con respecto a lo que por salud se entiende
es la de la Organización Mundial de la Salud, que dice: “La salud es un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades”. (La cita procede del Preámbulo de la Constitución de la Organización
Mundial de la Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional,
celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio
de 1946 por los representantes de 61 Estados, y entró en vigor el 7 de abril de 1948).
En ese momento, este enunciado fue innovador por su amplitud y su ambición. Superó la
definición negativa de la salud como ausencia de enfermedad e incluyó las esferas física,
mental y social. Aunque la definición ha sido criticada durante todos los años posteriores,
nunca se la adaptó. Las críticas se están intensificando y a medida que las poblaciones
envejecen cambia esta definición puede ser incluso contraproducente.
A) COMPLETO
La mayor parte de las críticas hacia la definición de la OMS son sobre lo absoluto de la
palabra “completo” en relación con el bienestar. El primer problema es que contribuye
involuntariamente a la medicalización de la sociedad. La exigencia de completo bienestar
dejaría a la mayoría casi siempre con mala salud.
B) CAMBIOS P O BL A C I O N A L ES
El segundo problema es que desde 1948 la demografía de las poblaciones y la naturaleza
de las enfermedades han sufrido cambios considerables. En esa época las enfermedades
agudas representaban la mayor carga de enfermedad y las enfermedades crónicas
llevaban a la muerte prematura. Desde entonces, los patrones de enfermedad cambiaron,
con medidas sanitarias tales como mejor nutrición, higiene y saneamiento. La cantidad
de personas que viven con enfermedades crónicas durante décadas está en aumento. La
norma actual es envejecer con enfermedades crónicas.
C) O P E R A C I O N AL I Z A C I Ó N DE LA DEFINICIÓN
Es el tercer problema. La OMS creó varios sistemas para clasificar las enfermedades y
describir aspectos de la salud, la discapacidad, el funcionamiento y la calidad de vida.
Sin embargo, debido a la referencia a un estado de completo bienestar, la definición es
impracticable, porque “completo” no es operativo ni mensurable.”
El primer paso para emplear el concepto de salud como “la capacidad de adaptación y de
autogestión” es identificar y caracterizar este concepto para las tres esferas de la
salud: física, mental y social.
Salud física.
En la esfera física el organismo sano es capaz de “alostasis”, es decir mantener la
homeostasis fisiológica a través de circunstancias cambiantes. Frente al estrés
fisiológico, el organismo sano puede organizar una respuesta protectora para reducir la
posibilidad de daño y restablecer el equilibrio (adaptación). Si esta estrategia de
enfrentamiento fisiológica no tiene éxito el daño (o “carga alostática”) continúa y
finalmente se puede producir la enfermedad.
Salud mental.
En la esfera mental se menciona el “sentido de coherencia” como el factor que
contribuye a la capacidad de enfrentamiento, de recuperación de un fuerte estrés
psicológico y de prevención de los trastornos por estrés post-traumático.
Salud social.
Se pueden identificar varias dimensiones de la salud en la esfera social, como la
capacidad de las personas de cumplir con sus obligaciones, de gestionar su vida con cierto
grado de independencia a pesar de padecer alguna enfermedad y de participar en
actividades sociales, incluido el trabajo. La salud en esta esfera se puede considerar
como un equilibrio dinámico entre las oportunidades y las limitaciones, afectado por
condiciones externas, como los desafíos sociales y ambientales.
La palabra deriva de pathos, vocablo griego con muchas acepciones, entre las que están:
«todo lo que se siente o experimenta, estado del alma, tristeza, pasión, padecimiento,
enfermedad». En la medicina pathos tiene la acepción de «estado anormal duradero como
producto de una enfermedad», significado que se acerca al de «padecimiento». En este
sentido corresponde en latín a vitium.
La palabra griega usada para designar la enfermedad como proceso, es nosos; la latina,
morbus. Hoy se entiende por nosología la descripción y sistematización de las
enfermedades.
ENFERMEDAD Y SÍNDROME
Los signos y los síntomas carecen de valor cuando son considerados en forma aislada. Si
en cambio se consideran en conjunto, se conforma un Cuadro Clínico.
En algunas ocasiones este cuadro clínico (constituidos por la agrupación se signos
y síntomas que presenta el paciente) es exclusivo de una causa. Cuando esto
sucede se habla de Enfermedad: Conjunto de signos y síntomas, que evolucionan
a un mismo tiempo, definiendo un cuadro clínico cuya etiología (causa) es única.
Un síndrome es una agrupación de síntomas y signos, que puede tener diferentes
causas (aunque un mecanismo patogénico común). Un síndrome puede deberse a
varias enfermedades. O grupo de enfermedades debidas a una causa. Por
ejemplo: síndrome febril, síndrome hipertiroideo, síndrome meníngeo.
Los síndromes son cuadros clínicos que pueden ser ocasionados por diferentes
causas, pero cualquiera sea esta el cuadro clínico siempre es el mismo.
A. CRITERIO PATOCRÓNICO
Estudia las enfermedades según su duración.
B. CRITERIO ETIOPATOGÉNICO
Estudia las enfermedades atendiendo a su causa y a su mecanismo desencadenante.
Enfermedades inflamatorias
• Infecciosas. Producidas por la agresión de organismos vivos.
• No infecciosas. Producidas por agentes mecánicos, físicos o químicos.
Enfermedades degenerativas
Son ocasionadas por cambios químicos a nivel celular, produciendo una falta o un
desequilibrio en la regeneración de los tejidos (Enfermedad de Parkinson, Alzheimer,
etc.).
Enfermedades constitucionales
Afectan o radican en la totalidad del cuerpo y sin localización aparente. Su causa está
generalmente en una alteración cromosómica. En todas las enfermedades existe un
factor constitucional; sin embargo, en éstas el factor es claramente predominante.
Enfermedades metabólicas
Son aquéllas en las que hay una alteración de los procesos de asimilación y desasimilación
(alteración del metabolismo). Muchas de ellas son hereditarias.
Enfermedades alérgicas
Producidas por reacciones exageradas del organismo ante estímulos externos
específicos.
Enfermedades autoinmunes
Son un grupo de enfermedades ocasionadas por el sistema inmune de la persona que no
reconoce como propias las estructuras biológicas de su cuerpo, actuando sobre ellas
lesivamente y ocasionando una alteración en la función de uno o varios órganos (ej.
Tiroiditis).
C. CRITERIO LOCALIZATORIO
• Localizadas, cuando afectan a un aparato o sistema determinado: enfermedades
del aparato digestivo, circulatorio, respiratorio, locomotor, o de los sistemas
nervioso, endocrino, etc.
• Generales (o sistémicas), cuando afectan a todo el organismo.
CLASIFICACIÓN DE LA CIE 10
Pero dado que el CFGS Documentación y Administración Sanitarias está orientado en
parte a la codificación clínica, usaremos la clasificación de grandes grupos de la
Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE 10, que las agrupa de la siguiente
manera:
1. Enfermedades infecciosas y parasitarias. Como las Infecciones infecciosas
intestinales, Tuberculosis, Zoonosis.
2. Neoplasias. Tumores malignos, Tumores no malignos o los Tumores de
comportamiento dudoso.
3. Enfermedades de la sangre, órganos hematopoyéticos y trastornos inmunitarios.
Anemias, Coagulopatías.
Toda enfermedad pasa por alguna de las fases. Es en las infecciosas donde, en su
evolución, podremos encontrarlas y explicarlas en su totalidad: incidencia de la causa,
periodo de incubación, pródromos, fase de aparición o incremento (o invasión), periodo
de manifestaciones clínicas (o de estado), fase de declinación y fase de terminación.
Período de incubación
El agente agresor actúa sin dar lugar a ninguna manifestación subjetiva ni objetiva. No
es una fase que está presente en todas las enfermedades. En las enfermedades
infecciosas, en esta fase la persona puede ser sospechosa de portar la enfermedad.
Las complicaciones pueden aparecer como resultado de una evolución normal de la propia
enfermedad, incluso habiendo recibido un tratamiento adecuado. Este tipo de
complicaciones debemos de saber diferenciarlas de las complicaciones de cuidados
médicos o quirúrgicos que, son aquellas que aparecen en el curso de la enfermedad, o
después de ésta, y tienen su origen en los procedimientos aplicados, debiendo estar
documentados.
Fase de declinación
La persona va mejorando poco a poco (si todo va bien).
A. Curación completa.
B. Curación incompleta. Quedan secuelas.
C. Muerte (defunción, fallecimiento, deceso, óbito, éxitus, +).
El concepto de dato clínico hace referencia a una información relevante sobre la salud
de la persona, su situación o su nivel de funcionamiento. Refleja información sanitaria de
la persona que debe poder ser medida de manera objetiva a través de una escala de
intervalos, y mediante la utilización de instrumentos objetivos de valoración (dato clínico
objetivo) o a través del juicio del profesional que lo evalúa de manera experta a través
de los informes recibidos de la persona y su propia observación de datos indirectos
relacionados (dato clínico subjetivo). Ejemplo: Agudeza visual alterada.
Los datos clínicos pueden valorarse en una doble vertiente, que son complementarias:
• La valoración del dato clínico como dato científico, como enunciado básico.
• La valoración del significado clínico del dato.
Los hospitales generan cantidades ingentes de información clínica que tiene usos
múltiples, con el asistencial como primordial. Para su correcta explotación, la información
clínica, que habitualmente está en las historias clínicas, se almacena en bases de datos
informatizadas, conjunto de datos clínicos digitalizados que permite su rápida
explotación.
Este sistema de información hospitalario puede abarcar desde la lista de espera
quirúrgica hasta la HC electrónica, pasando por las agendas de consultas externas, los
resultados del laboratorio o cualquier base de datos departamental que se haya unido a
la red.
Aunque el médico no alimenta directamente las bases de datos hospitalarias, muchas
veces es el responsable de generar la fuente primaria de la información: un informe de
alta, un informe operatorio o una hoja de tratamiento. Por ello, es fundamental su
colaboración para poder registrar los datos con rigor y fiabilidad. Entre las bases de
datos centralizadas hay varias relevantes que se describen a continuación.
A. C O N JU N T O MÍ N I M O B Á S I C O DE D A T O S (CMBD)
Es una base datos con información de los pacientes del área de hospitalización que, por
ley, todos los hospitales, públicos o privados, deben recoger. La ley, además, obliga a
recogerlos en un formato electrónico normalizado y a enviarlos periódicamente al
Departamento de Sanidad de cada comunidad autónoma y, desde éste, al Ministerio de
Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Cada registro se refiere a un episodio de ingreso, es decir, a información del período
que va desde el día del ingreso en una cama de hospitalización hasta la fecha del alta
hospitalaria.
Además, la ley obliga a recoger los datos clínicos (los diagnósticos, intervenciones y otros
procedimientos) codificados con la Clasificación Internacional de Enfermedades 9ª
revisión (CIE-9-MC) hasta ahora; y a partir de enero de 2016 la CIE-10.
Sin embargo, la utilidad más importante del CMBD no son búsquedas de información, sino
la explotación mediante el sistema de clasificación de pacientes Grupos Relacionados por
el Diagnóstico (GRD). Se trata de una herramienta muy usada en el mundo de la gestión
hospitalaria para medir lo que hace cada hospital y cada servicio médico.
B. G RU P O S R E L AC I O N A D O S P O R EL D I A G N Ó S T I C O (GRD)
Es un sistema de clasificación de pacientes ampliamente difundido en los hospitales
españoles, de igual forma que en otros países de nuestro entorno. Sirve para conocer la
casuística hospitalaria, es decir, el tipo de pacientes que asiste cada hospital, y es de
gran utilidad en la gestión y la financiación de los hospitales. Los GRD clasifican a los
pacientes hospitalarios en grupos homogéneos en cuanto a consumo de recursos.
El paciente y su familia
El beneficiario principal del IA es el paciente y, de manera subsidiaria, los familiares.
Desde la perspectiva del paciente, el IA sirve para informar y acreditar lo sucedido
durante el ingreso, precisar el diagnóstico y concretar el tratamiento y las
recomendaciones de estilo de vida, de manera que no haya lugar a posibles
interpretaciones o errores. Otro aspecto de interés crucial para pacientes y familiares
es quién, cómo y cuándo tiene que hacer el seguimiento en caso de que éste se considere
necesario.
Sin embargo, el IA sólo complementa la información verbal y el intercambio que se
produce a lo largo de toda la hospitalización o del proceso asistencial.
El médico especialista
En general, los especialistas hacen el informe para ellos mismos, y lo hacen para reflejar
su «buen hacer» y orientados a facilitar la toma ulterior de decisiones. El IA refleja el
rigor en el abordaje diagnóstico y terapéutico, la estructura del razonamiento clínico y,
de alguna manera, la personalidad y la formación del médico redactor.
El codificador clínico
El codificador realiza la labor de trasladar los diagnósticos, pruebas diagnósticas e
intervenciones quirúrgicas recogidas en la historia clínica a códigos de la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-9-MC o CIE-10), lo que permite tratar
estadísticamente dicha información y realizar una triple lectura sobre la casuística
atendida por un servicio clínico u hospital: complejidad de los casos atendidos, eficiencia
en su resolución y calidad de los resultados clínicos en términos de mortalidad,
complicaciones o reingresos.
Generalmente, la codificación no se realiza con la historia clínica completa, sino con los
IA. Los clínicos deben conocer que las comparaciones entre servicios y hospitales se
basan, en última instancia, en la información contenida en los IA, por lo que un hospital
con informes de alta exhaustivos tendrá códigos diagnósticos más complejos y con
mejores indicadores de calidad y eficiencia que otro con igual funcionamiento, pero
informes incompletos.
NORMATIVA LEGAL
En España el contenido mínimo del IA está regulado desde hace años por varias normas
legales de ámbito nacional y otras de carácter autonómico. Entre las más importantes
están:
1. Ley 41/2002 reguladora de la Autonomía del Paciente y de los Derechos y
Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica.
2. Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales
y garantía de los derechos digitales.
3. Ley 14/1986 General de Sanidad.
4. Orden Ministerial de 6 de septiembre de 1984 reguladora del Informe de
Alta.
5. Real Decreto 1093/2010, de 3 de septiembre, por el que se aprueba el
conjunto mínimo de datos de los informes clínicos en el Sistema Nacional de
Salud.
De ellas podemos resumir que el IA es un derecho del paciente y una obligación del
médico que lo atiende y que, al igual que todos los documentos de la historia clínica, son
datos de especial protección, tanto cuando se conservan en papel como en ficheros o
bases de datos informatizadas, cuyo uso y acceso está limitado.
El IA tiene que cumplir con unos requisitos mínimos de información que constituyen el
conjunto mínimo básico de datos (CMBD).
DIAGNÓSTICO PRINCIPAL
Es el proceso patológico o circunstancia que después del estudio pertinente y al alta
del paciente, y según criterio del facultativo, se establece como causa del ingreso (o
contacto con el centro hospitalario).
Siempre debe secuenciarse en primer lugar y es independiente de la aparición de otros
procesos o complicaciones de mayor duración o gravedad que puedan surgir durante el
episodio de atención.
DIAGNÓSTICOS SECUNDARIOS
Son aquellos diagnósticos o circunstancias que, no reuniendo las características del
principal, coexisten (comorbilidades) con él en el momento del ingreso (atención) o
aparecen durante la estancia hospitalaria (complicaciones) influyendo en la duración de
la misma o en el tratamiento administrado. Deben excluirse los diagnósticos relacionados
con atenciones previas y que no interfieren de forma alguna en el actual episodio
asistencial (de ingreso o de atención). Los diagnósticos secundarios van secuenciados
tras el diagnóstico principal.
CÓDIGO DE COMBINACIÓN
Un código de combinación permite clasificar en un solo literal:
• Dos diagnósticos.
• Un diagnóstico con un proceso secundario asociado (manifestación).
• Un diagnóstico con una complicación asociada.
• Un diagnóstico con otras circunstancias.
Los códigos de combinación se identifican consultando los modificadores esenciales del
IAE y leyendo las notas de inclusión y exclusión de la LT.
Cuando la CIE-10-ES Diagnósticos proporciona un código de combinación que identifica
claramente todos los elementos documentados en el diagnóstico, no se debe utilizar la
codificación múltiple.
A. Afecciones resueltas
Algunas veces los clínicos incluyen entre las expresiones diagnósticas afecciones
resueltas y estados posteriores a procedimientos de ingresos previos que no tienen nada
que ver con el episodio actual. Tales afecciones no se deben codificar. Sin embargo, se
pueden utilizar códigos de historia (categorías Z80-Z87) como diagnósticos secundarios
si dicho historial personal o familiar tiene impacto en los cuidados actuales o influye en
el tratamiento.
B. Resultados anormales
Los resultados anormales (laboratorio, radiología, anatomía patológica y otros resultados
de pruebas diagnósticas) no se codifican ni se registran a menos que el clínico indique
que son significativos.