Los hermanos se reunían diariamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles, compartir la vida común, romper el pan y orar. Vivían en un profundo temor de Dios y compartían todas sus posesiones para ayudar a los necesitados. Cada día más gente se unía a su comunidad atraída por el amor y las maravillas de los Apóstoles.
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Los hermanos se reunían diariamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles, compartir la vida común, romper el pan y orar. Vivían en un profundo temor de Dios y compartían todas sus posesiones para ayudar a los necesitados. Cada día más gente se unía a su comunidad atraída por el amor y las maravillas de los Apóstoles.
Los hermanos se reunían diariamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles, compartir la vida común, romper el pan y orar. Vivían en un profundo temor de Dios y compartían todas sus posesiones para ayudar a los necesitados. Cada día más gente se unía a su comunidad atraída por el amor y las maravillas de los Apóstoles.
Los hermanos se reunían diariamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles, compartir la vida común, romper el pan y orar. Vivían en un profundo temor de Dios y compartían todas sus posesiones para ayudar a los necesitados. Cada día más gente se unía a su comunidad atraída por el amor y las maravillas de los Apóstoles.
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PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los apóstoles 2, 42-47 EVANGELIO
Los hermanos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas fracción del pan y en las oraciones. 24, 13-16. 28-35 Un santo temor se apoderó de todos ellos, porque los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. Todos los Aquel día, el primero de la semana, dos de los discípulos creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que entre ellos, según las necesidades de cada uno. había ocurrido. Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus sencillez de corazón; ellos alababan a Dios y eran queridos por ojos lo reconocieran. todo el pueblo. Y cada día, el Señor acrecentaba la comunidad Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo con aquellos que debían salvarse. ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate Palabra de Dios. con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba.» El entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces SALMO RESPONSORIAL SALMO 147, 12-15. 19-20 los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él R. El que coma de este pan vivirá eternamente. había desaparecido de su vista. Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras ¡Glorifica al Señor, Jerusalén, nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» alaba a tu Dios, Sión! En ese mismo momento, se pusieron en camino y El reforzó los cerrojos de tus puertas regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a y bendijo a tus hijos dentro de ti. R. los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!» El asegura la paz en tus fronteras Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el y te sacia con lo mejor del trigo. camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente. R. Palabra del Señor. Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos. R.