Plan de Redacción
Plan de Redacción
Plan de Redacción
org/bitstream/handle/11362/3753/
S2009834_es.pdf
Definieron además su modelo de cálculo que fue aplicado a países con alto
grado de desarrollo concluyendo que éstos presentaban importantes déficits
ecológicos, dado la necesidad que tienen de recursos de otros países para
solventar la carencia de recursos internos en función de su población (Rees,
1996). El concepto fue diseñado como una herramienta de planificación para
medir la sostenibilidad ecológica con el propósito de estimar la magnitud del
consumo humano que excede la capacidad de regeneración de la biosfera
(Carballo et al., 2008a).
Por otro lado, ya cada vez más se observan iniciativas enfocadas a introducir
el tema del cambio climático en las agendas del comercio internacional que
podrían generar restricciones al comercio basadas en los procesos de
producción y al contenido de carbono. De acuerdo a un estudio de Managi et
al. (2008) citado por Tamiotti et al. (2009), la apertura del comercio reduce
las emisiones de CO2 de los países de la OCDE porque el efecto tecnología
predomina sobre los efectos de escala y composición, pero tiene un efecto
desfavorable en las emisiones de dióxido de carbono de los países que no
pertenecen a la OCDE, donde los efectos de escala y composición
prevalecen sobre el efecto tecnología.
Estos autores observaron también que las repercusiones a largo plazo del
comercio en las emisiones de CO2 son considerables, aunque a corto plazo
sean escasas (Tamiotti et al., 2009), por lo que quiénes se comprometieron
a reducir emisiones y cuyos procesos productivos son, aunque
energéticamente más eficientes, intensivos consumidores de energía,
pueden sentirse en desventaja ante un escenario de competencia con los
países que no asumieron este tipo de compromiso.
https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/4101/
S2013998rev1.pdf
América Latina ya está sufriendo los efectos directos del calentamiento global,
con sequías, deshielos, inundaciones y fenómenos climáticos extremos. Todo
esto repercutirá gravemente en la agricultura, la seguridad alimentaria, el
abastecimiento de agua, la salud pública, la calidad de vida y de los
ecosistemas. Parece fundamental entonces tomar más en serio:
i) las inversiones en eficiencia energética y en energías renovables no
convencionales
ii) contener la deforestación, particularmente en las selvas tropicales
iii) gestionar adecuadamente los cultivos de biocombustible para evitar la
desertificación y el daño a la biodiversidad.
iv) el desafío radica en ir gestando un modelo de producción y consumo
más sostenible, caracterizado por energías limpias y empleos verdes.
La huella de carbono no sólo es amenaza. También puede ser fuente
de oportunidades competitivas. En el curso del proyecto que está
desarrollando la CEPAL sobre “Huella de carbono y exportaciones de
alimentos”, se ha percibido que para los empresarios de los países que
directa o indirectamente participan en el proyecto (Colombia, Ecuador,
Nicaragua, República Dominicana, Argentina, Perú y Uruguay), la
denominada “agenda positiva” del cambio climático que apunta a la
sostenibilidad de los negocios, es tan importante a la hora de definir
estrategias empresariales como el riesgo de tener que hacer frente a
posibles barreras y requisitos ambientales en los mercados de los
países industrializados.
Para los empresarios, los beneficios más directos de los proyectos de cálculo y
reducción de huella dicen relación con la propia sustentabilidad del negocio y
con la detección de ineficiencias en los procesos productivos de las empresas.
Por otra parte, el contar con procesos y productos que generen menos
emisiones constituye un factor de diferenciación en los mercados
internacionales y también se generan oportunidades de avanzar en otros temas
medioambientales como la gestión de los residuos y del agua. Incorporar estas
variables requiere de un esfuerzo importante, pero las oportunidades de
ganancias que se abren pueden compensarlo.