Poesias y Traducciones
Poesias y Traducciones
Poesias y Traducciones
P E R E Z B ( I U D E
POES
RECOPILC
I
fciuua uei oaruo m iartunaao, al tr a s u d a r en triunfo sus
restos m ortales a su n ativa urbe, le rindi la digna apo
teosis de que era acreedor.
II
ca cn la incruenta lucha de los partidos. Altivo ciuda
dano y frvido p atrio ta, nimo viril y resuelto, no avi
nindose con el am biente poltico y social que le circuye,
al presentir en marzo de 1870 el triunfo del futuro Ilus
tre Americano, en contra de quien siempre estuvo y a
quien desde un principio fustig con la pluma, ausntase
del pas y con decoro se impone a s mismo la to rtu rante
pena del destierro. Gracias al ostracismo, se alej a tiem
po de un medio hostil donde ta l vez se hubiese malo
grado y hall en regiones extraas, de superior cultura,
al contacto de nuevas orientaciones poticas, los elemen
tos necesarios p a ra desarrollar sus facultades intelectua
les y los medios p a ra poder d ar todo de cuanto e ra capaz
su potencialidad creadora.
III
domina el latn, ingls, francs, alemn, portugus e ita
liano; conocedor profundo de la mtrica, la que mane-,
ja con m aestra y sin vacilaciones; el talento artstico de
m ayor valor entre todos sus contemporneos, su produc
cin potica es la m s apreciable de aquella poca, en la
cual brillaron figuras de ta n elevada ta lla como las de
Jos Ramn Ypes, Miguel Snchez Pesquera, Francisco
Guaicaipuro Pardo, Jos Antonio Calcao y Jacinto Gu-
tirrez-Coll, astros todos de prim era m agnitud.
IV
flexin en sus estrofas, donde est contenida su alma
entera, lo g T a el justo equilibrio.
V
Grande y pura, la m s sentida y radiante y la de su
perior calidad esttica en el parnaso venezolano es la
obra potica original de Prez Bonalde. Eicas prenda3
de tan regia diadema son Bendita seas!, exquisita; sus
Nocturnos, impregnados de honda melancola; Semper,
llena de bellos pensamientos; los magnficos sonetos La
fe perdida y Naufragio, esplndida alegora de lo ef
mero del orgullo humano; Los das van pasando, de s?-
bor nrdico; Vida y Muerte, cuartetas pensadas y escri
tas a imitacin del rabe y en las cuales se palpan las
semejanzas y afinidades entre Heine, Prez Bonalde y
Becquer; Mensajeros, de espontnea y fresca inspiracin;
Magdalena, muy sentida y delicada; Prim avera, de her
mossimo lenguaje potico, en la que como acostumbra
ba, diluye el sentimiento en circunloquios y comparacio
nes y, en la que, canta ciertos estados de nimo y la
emocin que experimenta por la llegada de la m s po
tica de las estaciones del ao; la celebrada composicin
escrita con ocasin del deceso de G autier Bentez y la
soberbia oda Los Hroes del Deber, escrita en honor <Ie
los expedicionarios de la m arina americana que sucum
bieron en el delta del Lena.
VI
clidas estrofas, en las que se mezclan armnicamente
la bella descripcin, la nota fnebre por la muerte del
sr entre los seres ms queridos y el desahogo que brota
-del pecho del proscrito que tra s larg a ausencia al fin
vuelve a la patria. Es, como se ha dicho, sntesis armni
ca de la imaginacin con e! sentimiento y la reflexin. Be
llsima, superior a todas las de igual ndole, por s sola
bastara pa: a fundar la reputacin de enorme y excelso
poeta de que en justicia goza Prez Bonalde. Cantor de
la naturaieza y pensador profundo, poeta filsofo, se
m ostr en El Poema del N igara, himno levantadsi-
simo, pico-naturalista con determinado aspecto alegri
co; la obra potica ms atrevida y de ms am plia con
cepcin de Prez Bonalde, hecha de una sola pieza, co
mo lo declar M art, donde todo es grandioso: el motivo
.y el canto, y en la cual resaltan los sentimientos y los
conceptos del autor sobre el hombre y el mundo al sen
tirse impresionado en grado sumo ante ta n soberbio es
pectculo. Su musa, que vibra con la energa suficiente
p ara im itar el atronador ruido del torrente, tiene mo
mentos de dulzura y sencillez, tal como cuando describe
el ro en versos dignos de fra y Luis de Len. De este en
cuentro entre el hombre y la naturaleza surgi la subli
me inspiracin que rivaliza con la de Heredia y ante la
que no resplandece la oda Al N igara del mismo, quien
pareca haberse apropiado del tema.
VII
y elegancia como en el suyo. Sus estrofas en portugus
y los elicaaos poemas que compuso en ingls, al p ar que
las admirables versiones que hizo de Heine, Uhland, Le-
nau, Junqueiro, Herder, DAbreu, Shakespeare, Po.a y
Paul de Saint-Victor, lo demuestran.
VIII
Poeta congenial del sombro Poe, en form a melodiosa
y armnica, tradujo en su espritu ntegro y en todo su
intenso colorido El CueTvo. E sta versin, donde late y
habla el alm a melanclica y en extremo sensible de su
autor, la ms potica de las existentes en castellano, no
slo conserva la idea si no que logra la arm ona im ita
tiva del verso ingls y m antiene la cadencia y el ritmo,
de estilo trocaico, del original, no obstante haber diluido
el traductor en ocho los seis versos de que se componen
las estrofas del poema y de haber eliminado las rimas
internas que existen en el prim er y tercer verso de las
mismas.
Me su su rra al odo
Con m isterioso acento: Bienvenido.
All van los humildes pescadores
L as redes tender sobre la aren a;
Dichosos que no sienten los dolores
N i la punzante pena
De los que ljos de la p a tria lloran;
Infelices que ignoran
L a insondable alegra
De los que triste s del hogar se fueron
Y luego, ansiosos, al hogar volvieron!
Son los mismos que un dia,
Siendo nio adm iraba yo en la playa,
Pensando, en mi inocencia,
Que era la hum ana ciencia,
La ciencia de pescar con la atarray a.
Bien os recuerdo, humildes pescadores,
Aunque no m vosotros, que en la ausencia
Los aos me han cambiado y los dolores.
Y vi en el alma, presta,
L a m ia disiparse,
Cual m ira en lontananza
T orcer el rumbo en direccin opuesta
E l nufrago al bajel que vi acercarse.
Bien recuerdo aquel dia
Que el tiempo en mi memoria no h a borrado
E ra de Marzo o tra m aana fria
Y los cielos cerraba otro nublado,
T riste, enfermo y sin calma,
E n t pensaba yo cuando me dieron
L a noticia fatal que hiri mi alma,
Lo que sent decirlo no s a b r a .. .
Solo s que mis lgrim as corrieron
Como corren ahora, m adre mia.
Despus, al mundo me lanc, agitado,
Y atraves ocenos y torrentes,
Y recorr cien pueblos diferentes;
Tnue vapor del huracan llevado,
Alga sin rumbo que la m ar flagela,
Viento que pasa, p jaro que vuela.
II
All est! Blanca, blanca
Como la nieve virgen que el potente
Viento del N orte de la cum bre ari-anca;
Como el lirio que troncha mano im pa
Orillas de la fuente
Que en refle jar su albura se engrea!
All e s t ! . . . La suave
P rim avera pas; pas el verano
Y la estacin potica en que el ave
Y las hojas se v an ; retorn el cano,
Plido invierno con su alegre arreo
De fiesta y de nios, y an la veo
Y la ver por siem pre! . . . All e s t . . . fra
E n tre rosas tendida, cmo ella
Blancas y puras y en botn cortadas
Al despuntar el d a ! . . .
Ay! en la hora aquella,
Dnde estaban las hadas
Protectoras del nio,
Que no vinieron con la clara estrella
De su vara de arm io
A tocar en la fren te a la h ija ma,
A devolver la luz a aquellos ojos,
Y a a rran ca r de mi pecho los abrojos
De esta inmensa agona,
De este dolor eterno, de esta angustia
Infinita, fatal, inmensurable,
De este mal implacable
Que deja el alma m ustia
P a ra siempre jam s que nada alcanza
A m itigar en este mundo in cierto !
N ada! ni la esperanza
Ni la fe del creyente
E n la ribera nueva, ___
E n el divino puerto r '
15
J. A. PEREZ BONALDE
Dedica,
E l Autor.
LA LIRA Y EL ARPA
II
EL RIO
III
EL TORRENTE
E l estruendo iracundo
Ensordece el espacio,
Y la agitada espuma
Me azota el rostro y por doquier me abrum a.
IV
SUB-UMBRA
V
EL ECO
VI
HOSANNA!
VII
HOMBRE Y ABISMO
As el nio mimado
Sale puro, inocente,
De bajo el ala m atern al; m as lugo,
El pecado lo a rra s tra en su corriente
De calcinante fuego,
Y vctim a del mal y las pasiones,
Rueda al fin, inconsciente,
Del dolor las lbregas regiones!
T tienes tu estridente,
Fatdico rugido,
Tus simas, tus cavernas,
E n donde el viento bram a,
E n donde da la ola
Con lgubre r id o ;
E n el alma del hombre.
Desesperada y sola,
Tienen tam bin su nido
La duda, las internas
Rebeliones sin nom bre;
El a ra hmeda y fra
De la apagada llama
Do la fe un tiempo ard a;
Cenizas de memorias
POESIAS Y TRADUCCIONES
Y en el silencio, indmito, r e tu m b a .. .
Jam s! jam s te alcanzar su ira ;
Todo tu s plantas m orir; t , en tan to ,
Te alzars inm ortal, como testigo
Solitario del f i n ! . . . As la lira,
A s del bardo el inspirado canto!
N i el tiempo, ni la neg ra tirana-
N i el m artirio, ni el llanto,
P odrn jam s helar la poesa
E n el alma del m undo;
Porque es ella, ella sola,
E l Ideal fecundo
D etrs del cual la hum anidad se lanza;
La infatigable ola
Que eternam ente gime
E n la arena del m ar de la E sp eran za;
El Cristo que redime,
E l H onor que enaltece,
L a V irtud que consuela,
L a L ibertad divina que ennoblece.
E s ella el A rte que al m ortal revela
La Belleza increada;
La Ciencia que debela.
L a som bra que los astro s oscurece;
La Luz que en la m irada,
Cuando la form a del Amor reviste,
Se refleja radiante
Y d consuelo al triste,
Descanso al cam inante,
Linfa p u ra al sediento,
Al desnudo, calor, pan al hambiento.
E s la eterna tendencia,
Es la constante aspiracin del hombre
A algo m ejor, m s puro,
Ms noble, m s hermoso, ms perfecto
Algo intangible que no tiene nombre,
Ms all de la ciencia,
32
POESIAS Y TRADUCCIONES
Ms all del afecto,
Ms all de lo claro y de lo oscuro:
Algo infinito que jam s se trunca,
Siempre ms, siem pre m s. . . el linde n u n ca!
Es el brillante prism a diam antino
P or el cual, en la tierra,
Todo se m ira del color del cielo,
El Ideal, en fin, puro y divino,
Que los sueos encierra,
Ancho, dorado, luminoso velo
Que en el alm a sin f, desesperada,
Benigno, oculta la m irada impa
El tenebroso abismo de la nada.
Tal es la Poesa!
Tal es el Ideal que en tu s raudales
Vi reflejado, N igara tre m e n d o !.. .
IX
DIES IRAE
Mas todo al cabo pasa, todo acaba
(Mnos la eterna, olmpica arm ona
Del bello dios del d a ) ! . . .
T tam bin p asars: tu ronco estruendo
Ir, al fin, a perderse en las eternas
Regiones del vaco; tus caudales
Luego se secarn las internas
Convulsiones plutnicas del globo;
Y all donde adm iraba
El bardo altivo, en entusiasta arrobo,
Tu fragoroso abismo,
Tu remolino hirviente, tu s espumas
Y tu sin p ar belleza,
E ntre ominosas brum as
Y plidos despojos,-
Con am arga estraeza
Slo vern los conturbados ojos
Las huellas del horrendo cataclismo!
J. A. PEEEZ BONALDE
Julio 4, 1880.
C ataratas del N igara.
(Clifton, C anad).
HEROES DEL DEBER
II
PENUMBRA
Los dias han pasado. . . ; m iradla, qu abatida!
La frente de la diosa, ayer no ms erguida,
parece que hoy la oprime la mano del d o lo r.. .
Sus lgrim as revelan del alma la tristeza,
las rosas y los nardos que ornaban su cabeza
reposan sus plantas sin brillo y sin olor.
Qu tiene, por qu sufre la bella pecadora?
Qu recias tem pestades anublan hoy la aurora
que ayer no m as lanzaba fulgente c la rid a d ? ...
Porqu, porqu ahora llenos de lgrim as, y ro-
(jos,
relmpagos no tienen aquellos negros ojos
donde otra vez perdiera la luz su libertad?
42
POESIAS Y TRADUCCIONES
y casteis al suelo
mustias y sin olores! . . .
E n qu confin del cielo
has ido sepultar tu limpio rayo,
t, de mi edad prim era
esplendoroso y floreciente Mayo ? . . .
No has de tornar jams, o primavera,
o hermosa primavera de mi vida ? . . .
Ah! si fuera verdad que all en la calma
del sueo sepulcral encuentra el alma
la juventud p e rd id a !...
Y trs el rudo invierno,
al divino calor de un sol eterno,
se viste de esperanzas y de amores
como el rbol de ramas y de flores! . . .
Ilusin! ilu si n !..., la dicha cierta
de la fe y del amor, despus de muerta
no resucita ms. Vuelven las aves,
recobra el ire sus azules velos,
renacen en la m ar las brisas suaves,
vuelve la flor que las campias orna,
vuelve la primavera de los cielos,
la del alma jams, jams retorna!
NTJBES
Riega su luz la maana,
Abre sus flores el monte,
Y del azul horizonte
Se desprenden vapores de oro y grana.
Rompiendo el difano velo,
Van alzndose las nubes,
Cmo grupos de querubes
Que se dan cita en el azul del cielo;
Ledas, fugitivas hadas
Prendidas de oro y de rosas;
Enjambre de mariposas
Del regazo del iris escapadas.
Mirad como suben, bellas,
Por los tranquilos espacios
A encontrarse en los palacios
Donde mora la luz amiga de ellas!
Unas semejan guirnaldas
De vislumbres opalinas;
Otras, aves peregrinas
De niveo seno y alas de esmeraldas;
Estas, penachos de plumas
De suavsimos cambiantes;
Aquellas, velos flotantes,
Como en cerlea m ar sueltas espumas.
Ved como raudas se lanzan
A travs del ter blando,
Y la distancia acortando.
Una otras en tropel se alcanzan!
55
J. A. PEREZ BONALDE
Ya huyen y se retiran,
Ya se acercan y se abrazan,
Y luego se desenlazan
Y en fantstico baile en grupos g ir a n ...
Cmo de infinito anhelo
Se agita, al verlas, el alma,
Por volar en pura calma
De ellas en pos la regin del cielo!
Cmo de gratas quimeras
Y de sueos, dulcemente
Va poblndose la mente
Al contemplar las clicas v ia je ra s!...
Mas a y ! rfaga de hielo
De sbito las agita,
Y su esplendor se marchita,
Y en gotas sin color bajan al suelo!
As tambin la esperanza,
La gloria, las ilusiones,
Y las ureas ambiciones
Que el hombre nunca realizar alcanza:
Nubes de prpura y oro
Que se columpian en calma
Por los espacios del alma,
Su ventura formando y su tesoro;
Mas un da se desprenden,
Como helados aquilones,
Sobre ellas las decepciones,
Y resueltas en lgrimas descienden!
56
E N EL MAR
Nocturno
I
Ya es la hora solemne en que el espritu
por la abstraccin se aleja de la tierra;
la hora de los suspiros y las lgrimas,
de las memorias que el pasado encierra.
Ceida de sus cien constelaciones
la transparente bveda del Sur,
deja caer sobre el ocano en calma
rayos de tnue y misteriosa luz;
El mar, enamorado, con fosfrico
brillo responde al celestial arrullo,
y la nave gentil, ruda, deslizase
de la onda azul al rtmico murmullo.
Todo es amor, misterio y poesa
en los astros, las brisas y la mar,
y el pensamiento flota y se dilata
en el ter de luz del ideal;
De ese ideal en cuyas alas flgidas
ms all de la vida nos alzamos,
y contemplando el Universo, atnitos,
con un beso de amor lo saludamos.
Entonce el triste viajador, cargada
de visiones sin fin la insomne sien,
solo, en la popa de la frgil nave,
se entrega del recuerdo la embriaguez;
Y ve pasar en ilusin fantstica,
a travs del cristal de la memoria,
unas tras otras, dulces tristsimas,
las dichas y amarguras de su historia;
57
J. A. PEREZ BONALDE
Entonces no librara
esta batalla, esta lucha
del imponente deseo
contra el amor sin fortuna;
m
Ni surgiera ante mi vista
la realidad triste y muda
de mis desdichas presentes,
de mis pasadas venturas! . . .
4
Ay! quin pudiera este lecho
convertir en negra urna,
y esta sbana en sudario,
y esta almohada en piedra dura;
Y su recuerdo en tranquilo
rayo de plida luna
que por la noche alumbrase
la soledad de mi tumba!
SUB-UMBRA
Traedme una caja
de negro nogal,
y en ella dejadme
por fin reposar.
De un lado mis sueos
de amor colocad,
del otro mis ansias
de gloria inm ortal;
La lira en mis manos
piadosos dejad,
y bajo la almohada
mi hermoso ideal. . .
Ahora la tapa
traed y clavad,
clavadla, clavadla
con fuerza tenaz,
que nadie lo mi
me pueda robar! . . .
Despus una fosa
bien honda cavad,
tan honda, tan honda,
que hasta ella jams
alcance el ruido
del mundo llegar;
Bajadme su fondo,
la tierra juntad,
cubridme. . . y marchaos
dejndome en paz.
Ni flores, ni losa,
ni cruz funeral;
y luego. . . olvidadme
por siempre jams!
64
SOMBRA
La faz divina
De la adorada
E ntre las sombras
Sonre cndida,
Y entre los ruidos
Que el aire guarda
Se oye la msica
De sus palabras;
El impaciente
Deseo rasga
De lo futuro
La oscura g asa. . .
Oh! qu espectculo
De dicha el alma
Tras sus jirones
A ver alcanza!
Tierna, en el pecho
Que amor inflama
La sien reclina
La bien amada,
Y por su frente
Serena y casta
Fuente de besos
Dulce resbala;
En torno, alegre
Rumor levantan
De mansos nios
Las voces gratas,
Y sobre el grupo
Que el cielo ampara
Cirnense areas,
Cndidas alas.
!Qu hogar tan puro!
i Qu paz tan san ta ! ...
Qu desgraciados
Los que no am an!. . .
- 67 -
J. A. PEREZ BONALDE
III
El tiempo p a s a ... De emociones vida
lanzse el alma en pos de un ideal. . .
fugitiva deidad que vuela rpida
al quererla tocar.
Lumbre buscaron mis pupilas ridas,
goce supremo ansi mi corazon,
pero slo aspir las brisas clidas
de mentiroso a m o r...
IV
Triste, sin fe, cual moribunda lmpara,
el alma en sus recuerdos se fu hundir,
y entre gasas de luz tu imagen cndida
y triste alzarse vi,
Te vi en mis sueos, s, cual lumbre difana
que viene el corazon iluminar,
y de mi pecho desatse en lgrimas
la inmensa tem pestad...
V
Volv de nuevo adorarte,
volv doblar la rodilla
ante el santuario en que brilla
tu inocente corazon;
aromas regu en sus aras,
pero, abrigada en tu orgullo,
me negaste el blando arrullo
de tu primera pasin.
En vano fueron las splicas,
en vano el remordimiento,
y en vano fu mi tormento
y mi llanto y mi humildad;
de tu rigor nada pudo
quebrantar los fallos ciertos. . .
no resucitan los muertos
con tnta facilidad!
J. A. PEREZ BONALDE
VI
Eres para m una sombra
de vaporosa hermosura,
un ensueo de ventura
que se borra al despertar;
rayo de sol encantado
que alegre en los aires gira,
y que el espritu admira
sin alcanzarlo tocar
Adis, adis! y si un dia
hasta t llegan mis cantos,
de mis intensos quebrantos
ten divina compasin;
no indignada los rechaces,
no los lances al olvido,
mira que escritos han sido
con llanto del corazn!
WELCOME
A Amanda.
77
J. A. PEREZ DONALDE
Abordo, 1878.
MENSAJEROS
A una novia.
Guerrero de la vida,
Hoy vuelvo tu ribera, el alma herida,
El brazo sin vigor, roto el escudo;
Vuelvo, y renace al contemplar tu suelo
La memoria feliz de mi inocencia,
Y se descorre el misterioso velo
Que encubre los tesoros de ventura
De la primera, plcida existencia;
Y se olvida la pena y la amargura
Del oscuro presente,
Y se suea otra vez, y se desea,
Y el alma se adormece y se recrea
En los recuerdos que evoc la mente.
Mas, si todo pas, juegos y flores,
Ensueos de esperanza,
Madre y hogar, y juventud y amores,
Y gloria y bienandanza,
No as, bendita tierra,
La inmensa gratitud que mi alma encierra:
En breve, muy en breve,
Me llevar la nave de los mares
De la tierra del sol y los palmares
A la regin del hielo y de la nieve;
Mas conmigo en el alma ir guardado
Tu recuerdo inmortal, y all en la orilla
Del Hudson apartado,
Al hacer los mos de mis viajes
La relacin sencilla,
Les hablar del paraso indiano
Que, entre espumas y esplndidos celajes,
A la voz de las hadas bienhechoras
Surgi del corazon del ocano;
Donde los cielos de hermosura tien
Magnficas auroras,
Y prdigos de aroma y de frescura,
Valles y montes y praderas cien
Eternas flores y eternal verdura;
Do baa el sol las frtiles comarcas
POESIAS Y TRADUCCIONES
88
POBRE POETA!
A la memoria de mi amigo y
hermano muy querido el malogrado
poeta portorriqueo don Jos Gait-
tier y Benitez.
y cede la justicia
a la invencible ley del poderoso.
Ebria de sangre y vino,
y manchadas de fango
las blancas vestiduras,
blandiendo en una mano el asesino
pual, y en la otra la incendiaria tea,
la Libertad, cada de su rango,
a las turbas impuras
al exterminio y la vergenza gua;
y llorando la muerte de una idea,
piensa el poeta ante la vil orga:
Si esa es la Libertad, maldita s e a !..
El arte degradado se retira
de los altos y puros ideales;
en el vicio se inspira,
y en los negros, impuros lodazales
de la brutal m ateria se recrea;
el campo de la idea
Zola disputa Hugo,
y de la ciencia armnica verdugo,
a Beethoven divino
reta Offenbach con la cancin del vino! . . .
Y la g lo ria... la gloria!. . . al que derrama
la sangre de su pueblo en fratricida
guerra, la imbcil multitud lo aclama
y lo colma de honores;
ante el dspota cruel, envilecida,
se postra y le alza bronces y loores;
el mrmol suntoso
en regios monumentos eterniza
la mezquina ceniza
del que en trfico ruin y mercenario,
costa del reposo
y la vida del triste proletario,
acumul millones, de repente
pasando de canalla poderoso! . . .
94
POESIAS Y TRADUCCIONES
Si la prdida os aflige,
De horas dulces que pasaron
Y en vos, punzante, dejaron
El recuerdo nada ms,
Como deja, al verse libre,
E ntre los dedos de un nio,
Sus galas de oro y armio,
La mariposa fugaz;
Si sois, por desdicha, uno
De esos seres desgraciados
Que callan desesperados
La muerte de su ilusin. . . ,
De aquellos que entre sonrisas
Llevan oculta la pena,
Mostrando la faz serena
Y rasgado el corazn. . .
Entonces solo os deseo
Lo que en vos, seora, abunda:
Una esperanza profunda
Y valor para s u frir;
Valor, s; valor y calma!
Fe suprema y alma fuerte
P ara luchar con la suerte
H asta vencer m orir. . . !
L u c h a r.. . ! ese es el destino
De las almas poderosas,
Cual la vuestra generosas
YJricas de ju v en tu d ...
Luchad, s, que para ello
Teneis en el alma aliento,
E n la cabeza talento,
Y en el corazon virtud.
POESIAS Y TRADUCCIONES
1867.
106
A UN AVE
A la seorita doa Mara Quesnel.
En el lbum de la seora
Cecilia Bentez de Gautier.
125
TEMPESTADES
Las olas se encrespan,
Luz rpida brilla
Y flota sin rumbo
La dbil barquilla.
En choque fulmino
La nube revienta
Y estalla impetuosa
La horrible torm enta.
Resueltos marinos
Se cubren de espanto;
Las tmidas gentes
Destanse en llanto.
Tan solo apoyado
Del borde en el filo,
Gallardo mancebo
Medita tranquilo.
Anciano Piloto
Se acerca y le m ira;
Del m ar le pregunta
No temes la ira?
Y el joven responde
Con lgubre calma:
A y! luchas ms fuertes
Agitan mi alma!
.
1892
126
HOJAS SECAS
A mi distinguido amigo el jo
ven poeta Andrs Antonio A rda.
Adis, primavera!
Verano gentil!
Adis esperanzas
Del seno infeliz!
Ya viene el invierno
Callado y glacial!
Ya viene la muerte,
Ya viene la paz!
127
DONDE ESTA DIOS?
A mi amigo l excelentsimo
poeta Jacinto Gutirrez Coll.
En el tiempo, en el espacio,
en la m ateria infinita,
donde la vida se agita
en la eterna evolucin,
all palpita,
se mueve Dios.
En la armona del mundo,
en los rayos siderales,
de la mar en los cristales,
y en el cliz de la flor,
all a raudales
se ostenta Dios.
En la hermosura soada,
en las notas de la lira,
en la idea en que se inspira
el arte revelador,
all se mira,
se siente a Dios.
En el amor que las almas
en lazo cndido prende,
en la virtud que se enciende
del m artirio en el crisol,
all se extiende
la ley de Dios.
La inspiracin misteriosa
del triunfo en la verde rama,
la fe que el valor inflama
y la heroica abnegacin,
eso se llama,
se llama Dios.
128
POESIAS Y TRADUCCIONES
129 -
LA F E PERDIDA
130 -
RESURRECCION
A Henrique P. tad.
131
DIA FATAL
A la seora doa Mara de
Haro Gad.
Berln.
142
TRIBUTO
(En un Album).
- 143
SEMPER!
Ensendome la onda
Que besar el arenal,
Amorosa, viene y vuelve
Sin fatigarse jams.
As es mi amor, me deca,
Como esa onda inmortal,
T eres la playa adorada
Eternamente, yo el m ar.
146
SUEO
_ 147
LA OCASION
Ms de una hora en el jardn sombro
estuvimos los dos,
y llenos de ternura, platicamos
de nuestro dulce amor.
Cien veces nos juramos uno a otro
nuestra eterna p a si n ...
Ms de una hora en el jardn sombro
estuvimos los dos.
Pas de la ocasin la diosa rara,
voluptuosa y veloz,
nos vi de pie, dicindonos ternezas,
y, riendo, se alej!
A LESBIA
Como rosas
son tus labios. . .
con su esencia
van sus dardos.
Son tus ojos
como el ray o . . .
iluminan
abrasando.
En tu pecho
m ar de encantos. . .
Quien lo surca
pobre nufrago!
Lo que digo
juzgas falso?
Crees, o Lesbia
que te engao?
Pues escucha:
soy el rbol
que incendiaste
con tus rayos.
Soy el pecho
lacerado
de tus rosas
por los dardos.
Soy la nave
del naufragio
de tus gracias
en el lago.
149
J. A. PEREZ BONALDE
Y ya, Lesbia,
que mis labios
mi secreto
revelaron,
No te enojes;
al contrario,
calma, Lesbia,
mis quebrantos.
P"-' W - ? ? m m -
TE AMO
152
AMQR
Yo feliz! . . . Yo en la a u ro ra! . . . Yo adorado
Oh! qu dulce m entira!. . . Nadie sabe
Que en este triste corazn no cabe
El tesoro de amor, sino soado!
Soar! siempre soar! y luego. . . luego
A la triste verdad abrir los o jo s !...
Soar con el placer, y hallar enojos,
Soar la luz, y despertarse ciego!
Yo dichoso y am ad o !... Si pudiera
Alguien bajar al fondo de mi alma,
Al verla aislada, sin amor, sin calma,
Perdida la ilusin, retrocediera!
A h ! t no lo comprendes. . . no imaginas
E n tu risuea juventud de lirio,
Que es para el alma roedor martirio
Rosas sembrar y recojer espinas:
Mas ay! tal vez un da infortunado
Sabrs, mi dulce bien, cunto te he amado! . . .
Sabrs entonces lo que nadie sabe:
Que en este triste corazn no cabe
El tesoro de amor, sino soado!
MI DICHA
154
CONSUELO
I
Naci en Oriente un sol esplendoroso,
en la verde arboleda un ruiseor,
en vibradora ctara un sonido,
y t en mi corazon!
II
Muri el astro en las sombras de la tarde,
en jaula de oro el ave pereci,
la melodiosa nota en el silencio,
y yo en tu corazon!
IN COELO
De amor y de congojas
yaca muerto,
sepultado en la tumba
de su recuerdo.
Un da en que vagaba
su pensamiento
por entre los sepulcros
que guarda el pecho,
Al acercarse al mo
pens un momento,
y derram una lgrima
sobre mis restos. . .
Alcme de improviso
de entre los muertos,
y en sus radiantes ojos
vi el cielo abierto.
158
PENSANDO EN TI
Como un meteoro que en raudo vuelo
pasa, de lumbre baando el cielo,
ante mis ojos apareciste
por vez primera, nia g e n til...
y al alejarte, quedme, triste,
Pensando en t.
Vi la sonrisa del sol naciente;
vi sus reflejos en Occidente,
cuando reclina la sien, rendido,
sobre cojines de oro y z a f ir ...
y ambas escenas me han sorprendido
Pensando en t.
Ah! no es de ahora que por ti el alma,
de amor henchida, perdi su calma;
que all en mis sueos, ntes de verte,
ya te adoraba mi alma feliz;
y as vivia, sin conocerte,
Pensando en t.
S ; te recuerdo desque era nio;
t eras el ngel de alas de armio
que me anunciaba la madre ma
cuando en sus brazos me iba a dormir.
Y, sin saberlo, me adormeca
Pensando en t.
Ah! si entre zarzas, oculta y fra,
junto una tumba pasas un dia,
y en ella miras mi nombre escrito,
di que mi alma, nia gentil,
tendi sus alas al infinito
Pensando en t.
159
TUS OJOS
165
A LA LIBERTAD DEL VIEJO MUNDO
Do estn de tu preclara
Y poderosa Francia, nunca vistas,
De Libertad y Gloria las conquistas?
El sol que te baara
Un da en sus fulgores,
Donde ha ido a ocultar sus resplandores?
Entonces, ya la nave
No sers en el puerto aprisonada,
Y por rfaga audaz tu lona hinchada,
Volars como el ave
Por las olas violentas,
El rayo desafiando y las tormentas!
Ah! rompe, rompe el yugo!
La Repblica, Europa,esa es la idea
Que Dios guard en su mente jigantea!
No ms, no ms verdugo!
Y libre de tiranos,
Titlanos, Europa, tus herm anos. . .
172
EPISTOLA
A l Redactor de El Federalista.
Cambi la su erte? V lgate la
(m aa
Adula al poderoso, intriga, sopla,
Y tendrs, Fabio mo, una cucaa,
M. Bretn de los Herreros.
(Salve Regina!)
Bendito seas, labrador heleno,
y bendita la azada
con que del hondo seno
de la tierra olvidada
la deidad arrancaste al mundo oculta
tras veinte siglos de ignorada fosa
do yaciera sepulta
la suspirada, vencedora diosa!
Merced a t, la idea
de la belleza augusta y soberana,
con su fulgente, luminosa tea,
a iluminar volvi la mente humana;
y el mundo de la plstica, que haba
casi olvidado el tipo de lo Bello,
volvi a encontrar su gua,
su Reina, ante la cual hoy dobla el cuello!
Cunto altar en ruina!
Cunto prestigio humano
resuelto en humo vano
ante su sola aparicin divina! . . .
Con el rostro en la tierra, desde el ara
los dolos cayeron en el templo,
y las que fueron de hermosura ejemplo,
la de Mdicis rara,
la radiante de luz del Capitolio
y la de Arls serena,de su solio
bajaron a rendir pleito homenaje
a la reina dos veces victoriosa,
179
J. A . PER E Z B O N A L D E
a la triunfante diosa
que al surgir de la tierra, en vasallaje
a todas las dems dej en el mundo.
(Gratia plena!)
Misterioso poder de la herm osura! . . .
Queris del mundo impo los enojos
y el engao olvidar y la a m arg u ra ?...
Vedla, miradla, contempladla en calm a..
Ved sus cabellos ondulantes, suaves,
con negligencia atados en dos graves
trenzas que cortan la apacible frente
en espejo laciente
do se refleja el alma
y la morada eterna
del pensamiento olmpico, sublime! . . .
Ved esos ojos, por la sombra tierna
de las cuencas veladas, que la externa
ceguedad de los dioses les imprime;
cuya m irada interna
el mundo de las formas abandona,
y recogiendo en flgido tesoro
toda su luz, con ella en rayos de oro
el invisible sr baa y corona.
Ved como, en lnea recta,
que es el rasgo feliz de la perfecta
belleza, a la faccin del alma asiento
se ju nta la nariz de castas lneas,
_ 180
POESIAS Y t r a d u c c io n e s
(Innominata)
La hermosura sublime es inefable ;
y para alzar, sin mengua,
de lo debido al numen innombrable,
ante su altar el himno de victoria,
J. A. PEREZ BONALDE
(U rania.)
. . . Oh, no manchis la fim bria de su veste
con semejante in sa n ia !...
Es la Venus Urania,
es la Venus Celeste! . . .
La siempre deseada, poseda
JAM AS!Fuerte y eterna
cual la atraccin generadora y tierna
de la cual es su sr numen sereno,
y absoluta y sin fin como la vida
cuyo fuego central lleva en su seno;
VENUS, cuya sandalia
besa Platn divino cuando suea
su ideal sin mancillay cuyo nombre
sirve de Santo y Sea
a aquel Sr mitad-nmen, mitad-hombre,
la vspera gloriosa de Farsalia!
183
J. A. PEREZ BONALDE
(Praxisteles)
PRAXITELES!Borremos ese nombre
del zcalo sin mancha de la diosa!
El llen del sensual amor del hombre
el mrmol que de Fidias la grandiosa
inspiracin baara en lo divino! . . .
La llama es Ella que conserva y crea,
la que inspira la idea
de los heroicos hechos;
todo cuanto palpita
de noble y justo en los humanos pechos,
la chispa creadora,
la sublime molcula que agita
el barro terrenal de las pasiones,
la rauda luz de aurora
que, en la tiniebla de la mente humana,
nos revela y anima a las acciones
nobles y generosas, TODO emana
de su inefable centro: la Belleza! . . .
Venus celeste y santa
en torno de la cual, dejando rastros
de luz, gravitan rtmicos los astros,
y en curvas armoniosas de pureza,
gira el globo feliz bajo su p lan ta!
Oh, no!del Parthenn contempornea
y de prstino origen apolino,
es la sublime Venus coetnea
de las griegas deidades, a la vida
por concepcin espiritual nacida.
No hay un tomo, uno,
de carne vil en la gloriosa y pura
piedra de donde brota su hermosura;
jams modelo alguno
de humana criatura
sirvi de gua al venturoso artista
cuando al potente choque
del divino cincel surgi a su vista
la Belleza Ideal, del duro bloque;
184
POESIAS Y TRADUCCIONES
En aquella semblanza
ninguna semejanza
se refleja; aquel cuerpo en que se anuncia
la gracia por la fuerza revestida,
al surgir a la vida,
inmaterial generacin denuncia;
que oriunda es del lejano tiempo histrico
cuando el arte escultrico
tan slo produca,
en ideales, plsticos portentos,
tipos de perfeccin y de armona
y eternos inmortales pensamientos.
(Revelatrix.)
Oh, diosa! . . . oh, luz! . . . Consolacin del triste
. . . Gracias!Un slo instante
a los ojos del hombre en el radiante
fulgor de tu verdad apareciste
y dado nos ha sido
contemplar esa luz de un tiempo ido! . . .
T has levantado un ngulo del manto
que el Edn nos velaba de la Grecia,
cuando al temprano sol del arte santo
el hombre a las entraas de la recia
m ateria adormecida
arrancaba los dioses! . . . Qu avenida
de siglos, qu sendero
debiste recorrer, celeste Urania,
para as presentarte,
como feliz revelacin del arte,
ante el cerebro humano,
despus que el mismo Homero,
con olmpica insania,
tu augusta sombra desliz en la artera
red en que sorprendiera
a la consorte adltera Vulcano?
J. A. PEREZ BONALDE
As, t, recogida
dentro de tu propia esencia sacrosanta,
numen de Amor y perfeccin y vida,
serena ves girar y complacida
la esfera sideral bajo tu planta!
189
J. A. FEREZ BONALDE
192
RUINAS
FRAGMENTO DEL POEMA A MORTE DE D. JOAO
(Guerra Junqueiro)
O Jesucristo! O Sabio!
P ara valor la etem al ventura
Mataste sin piedad la flor del labio,
Mataste la sonrisa alegre y p u ra ! . . .
Si es cierto que eres vida y alegra,
Padre del desgraciado,
Si tu mano de luz y de esperanza
Sabe curar la lepra del pecado,
Arranca esta pasin del alma mia
Como se arranca el hierro de una lanza
Del pecho de un soldado.
Mas de qu sirves, dime, o flor del cielo,
De qu me sirves t si en este suelo
No probaste el amor que el cuerpo inflama,
Si en ese labio riguroso y triste
Nunca en vida sentiste
De un beso sensal la ardiente llam a! . . .
L evntase
II
(Del alemn).
(H erder)
Y entusiasmada, envala
Sonriendo al trovador
Temblando de coraje, levntase el tirano:
Mi pueblo has conmovido, prorrumpe furibun
do,
- Y ms, pretendes, prfido,
Mi esposa seducir,
La fuerte espada blande y el pecho le atraviesa,
Y all, de donde tanta cancin se deslizara,
La sangre, en ondas trmulas,
Fatal, se ve surgir.
Como del rayo heridos los cortesanos quedan,
Y en brazos del anciano maestro rinde el joven
Con sus postreros hlitos
Su espritu inmortal.
Entonces el maestro lo cubre con su manto,
Lo afirm a sobre el potro, callado, y se retira
Llevando paso fnebre,
Del diestro al animal.
Sale, y frente la puerta, severo, se detiene;
Descuelga de la espalda la ctara armoniosa
Aquella dulce ctara,
Cual otra no se vi;
Contra una de las altas columnas la revienta,
E irguindose, implacable, con voz atronadora
Que, ronca, por los mbitos
Del parque reson:
Maldito s, castillo! Maldito seas,dice,
Jam s bajo tus arcos, jams orse vuelva
De cuerdas ni de cnticos
El plcido rumor;
Jams! solo resuenen gemidos y cadenas,
H asta que, justo, ruinas y polvo te reduzca
De las eternas cleras
El Genio vengador!.
J. A. PEREZ BONALDE
Nueva-York, 1877.
208
LOS TRES AMORES
(DEL ALEMAN.UHLAND)
En el lbum de la seora Doa
Carolina de Vidal.
INSOMNIO
(Del alemn. Heine).
210
LA PRIMERA PIEDRA
(Del alemn)
A Raimundo Anduesa, hiji,
211
J. A. PEREZ BONALDE
SUPLICA
(Del alemn . Lenau).
A Cndida.
Miradme bien, negros ojos,
Vuestro poder emplead,
Serena, blanda, insondable
Noche de dulce soar!
Con vuestra mgica sombra
De m este mundo apartad,
Y, sola, sobre mi vida
Cernios siempre jams!
213
MIS OCHO AOS
(Del portugus. D Abren).
Oh! Souvenirs! Printemps
Aurores!
V. Hugo.
Lisboa, 1876.
215
TRES SONETOS
De Shakespeare.
I
Ya de todo cansado,
Invoco de la muerte
El eternal reposo,
Que por mi dao veo
El mrito nacer en la miseria
Y entre dichas sin fin las nulidades;
Violada indignamente
La fe sencilla y pura,
Y la dorada honra
Puesta, para ignominia,
Donde estar no debiera;
La virginal pureza envilecida
Por la brutal pasin, y la intachable
Limpia virtud en deshonor tornada;
Observo que un poder inconsistente
Paraliza la fu erza;
Que enmordaza al saber el despotismo;
Que la locura, presumiendo ciencia,
Al talento esclaviza; que se toma
Por simpleza no ms, la ingnua y noble
Lealtad; que el Bien, cautivo,
Sirve al Mal, su Seor; y pues tal veo,
Desparecer quisiera de este mundo,
Si al m orir no temiera
Dejar en soledad desventurada
Al sr objeto de mi amor profundo.
216
POESIAS Y TRADUCCIONES
II
No hay nada que se oponga
Al simptico abrazo de las almas.
No es amor el amor que desconcierta
Un cambio pasajero, ni el que, duro,
Paga con un desvo otro desvo.
Oh, no! faro inmutable
Es el amor del alma, que contempla
Las borrascas pasar sin conmoverse;
F ija estrella guiadora
De toda nave que sin rumbo vaga;
Astro luciente cuya altura mdese,
Cuya fiel entidad es un misterio!
No es del tiempo juguete,
Por ms que ste destruya
Con su corva guadaa
Rseas mejillas y purpreos labios;
No cambia con las horas
Ni los fugaces das.
N o ! que ha de ser el mismo,
Siempre el mismo hasta el fin de las edades
Si es este juicio falso,
Si lo desmiente mi existencia triste,
Mi sufrimiento impo.
Jams sent el amor, jams tampoco
Lo lleg comprender el pecho mo!
III
Pobre alma, centro de mi inmundo barro
Juguete de la carne
Que, indcil, te aprisiona!
Por que as languideces escondida,
Y silenciosa y triste te consumes
Tan brilladoras galas ostentando
E n tus externos muros?
217
J. A. PEREZ BONALDE
1876.
_ 221
I NDI CE
INDICE
Pg.
Advertencia.
A M anera de Prlogo.
Vuelta a la P a t r i a ........................................................ 3
F l o r ................................................................................... 13
E l Poema del N i g a r a ................................................. 17
Hroes del D e b e r ........................................................... 35
M a g d a le n a ....................................................................... 41
F id e lia ................................... 7 ................................ 46
O r ie n ta l............................................................................ 48
Recuerdo de un v i a j e r o ................................................ 50
P r im a v e r a ....................................................................... 50
N u b e s ............................................................................... 55
En el m a r ........................................................................ 57
N o c tu rn o .......................................................................... 62
S u b -u m b ra ....................................................................... 64
S o m b ra ............................................................................. 65
C rep scu lo ....................................................................... 66
M e n s a je ........................................................................... 70
Ayer y Hoy ..................................................................... 72
W elco m e.................... ..................................................... 75
Al v o lv e r ......................................................................... 77
M e n sa je ro s ...................................................................... 79
Bendita S e a s ! ................................................................. 82
Los T r e s .................... ..................................................... 86
Pobre p o e t a .............. ..................................................... 89
G r a titu d .................... ...................................................... 96
N a u fra g io ........................................................................ 97
Rayos y Sombras ........................................................... 98
Pg.
Mi d e s e o ........................................................................... 99
Seamos B u e n o s ............................................................... 102
Ultim a p g i n a ........................................... ; ................ 103
Los das van p a s a n d o .................................................. 104
Flores y N u b e s .............................................................. 105
A un a v e .......................................................................... 10?
Las cuerdas r o t a s ......................................................... 112
Sombra o L u z ................................................................ 114
Tristezas de la l i r a ....................................................... 117
S u e o ................................................................................. 120
A K. L i s t o ...................................................................... 121
Nihil N o v u m !............................................................... 122
Memoria t r i s t e ................................................................ 123
E n f e r m o ........................................................................... 124
L g r im a s .......................................................................... 125
T e m p e sta d e s.................................................................... 126
Hojas s e c a s ..................................................................... 127
Dnde est D io s ? ......................................................... 128
La fe p e r d id a ........................... ..................................... 130
R e su rre c c i n .................................................................... 131
Da f a t a l .......................................................................... 132
P e rd n a lo s....................... ................................................ 136
Al autor de El Rayo de L u z ...................................... 137
A una nia a r t i s t a ........................................................ 138
A una a r t i s t a ........................... ..................................... 139
Lauro y c i p r s ................................................................ 140
Sin co n o c e rte ................................................................... 141
T r ib u to .............................................................................. 143
S e m p e r ...........................................*.................................. 144
S u e o ................................................................................ 147
La o c a s i n ........................................................................ 148
A L e s b ia .......................................................................... 149
Te a m o ..................................... ..................................... 151
A m o r ................................................................................. 153
Mi d i c h a .............. .. .. ............................................. 154
C o n su elo ......................................... ................................. 155
Luz r e f l e ja d a .................................................................. 15
Vida y M u e r te ............................................................... 15?
In coelo ......................... .................................................... 158
Pg.
IB L JO T E C A N A C IO N A L
CARACAS
FCNDO BIBLIOGRAFICO ESPECIAL
OE AUTORES VENEZOLANOS
Vs
*,v
0 D E L M t N i S T E R i O DH E D U C A C I .
AL. - D i R C C IQ N D C U L T U R A -
D E L M I N I S T E R I O D E T /D U C A C I O N N A C IO IC A L
jSIU U O C lftN D E CULTURA
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