Consultor en Aduanas y Comercio Exterior
Consultor en Aduanas y Comercio Exterior
Consultor en Aduanas y Comercio Exterior
En nuestros días, el comercio exterior y el derecho aduanero jue- gan un papel primordial en el desarrollo de
la economía mundial y, sobre todo, en el crecimiento exponencial de las posibilidades de crecimiento de una
empresa, industria o sector, las operaciones de comercio internacional en términos generales, conforme al
Examen Estadístico del Comercio Mundial de 2018, realizado por la OMC, al cierre de 2018, las exportaciones
mundiales de mercancías fue de 17,570 billones de dólares, registrándose importantes variaciones en volumen
del 31.7% de 2014 a 2017, lo cual nos permite dimensionar el tamaño de nuestra misión con esta obra.
Si consideramos las cifras existentes, un 88% se focaliza en Asia, Europa y América del Norte, por lo que el
mercado dedicado al comercio exterior en América del Norte es uno de los más importantes y, en razón de ello,
la existencia de una obra técnico-operativos que contemple los aspectos más importantes y relevantes de las
operaciones de comercio exterior, resultará de gran ayuda a los empresarios y en general, a usuarios de la
obra que se presenta.
Adicionalmente a lo anterior, debe resaltarse que los aspectos técnico-operativos vinculados con el
comercio exterior y derecho aduanero representa una gran complejidad por la dispersión de áreas de estudio
que la engloban (Economía, Política, Derecho, Relaciones Internacionales, temas fiscales, contables y
Merceología, etc.), incluso, las disposiciones que regulan o contemplan todos los aspectos legales se
encuentran en diversos ordenamientos de distinto nivel.
Por todo lo anterior, es bastante difícil encontrar especialistas reales dedicados al comercio exterior y
aduanas, lo cual significa que una obra técnica como el Consultor en Aduanas y Comercio Exterior,
pretende abarcar un nicho de mercado que hasta ahora no ha sido abordado con la profundidad y seriedad que
se pretende, circunstancia que se traduce en una obra obligada para todas aquellas personas que, de una u
otra forma, se encuentran involucradas con el intercambio mundial de mercancías y servicios, en otras
palabras, esta obra está dirigida a estudiantes que pretenden especializarse en la materia, directores o
empresarios, que deseen involucrarse en el complicado proceso logístico y de cumplimiento a fin de identificar
oportunidades para hacer más competitiva su operación o incluso, profesionistas ya dedicados al comercio
exterior que buscarán un apoyo doctrinario en aquellas discusiones o litigios que se presenten ante las
autoridades, juzgados o tribunales del país.
Finalmente, esta obra también tiene como objetivo el dotar de todos los conocimientos al personal
involucrado en los procesos de importación y/o exportación para cumplir con los estándares de cumplimiento
fiscal y aduanero en las operaciones de comercio exterior y derecho aduanero, a un nivel tan detallado que les
permita realizar una auditoría interna de sus procesos y estándares, atender exitosamente una visita
domiciliaria practicada por la autoridad o, incluso, identificar el mejor procedimiento para su autocorrección con
los mayores beneficios, además de obtener un amplio espectro de los instrumentos jurídicos existentes para
hacer más eficiente y competitiva la actividad profesional.
A modo de resumen, la presente obra proporcionará al usuario:
• Aspectos legales, doctrinales, operativos, criterios y precedentes legales relacionados con cada una de las etapas en
los procesos de importación y exportación.
• Una guía en la ejecución de sus labores cotidianas de importación y exportación, coadyuvando con ello a afrontar con
éxito prácticamente todas las situaciones que generalmente se presentan durante esa actividad.
• Un manual amigable para la administración documental y electrónica de las operaciones, entendimientos operativos y
de adecuación funcional entre cada uno de los participantes en el área, todo ello, acorde a la legislación y normatividad
aplicable.
• Unificar en un sólo documento las funciones que deben desarrollar los funcionarios y empleados, identificando las
vinculaciones entre los diferentes departamentos para facilitar la adecuada coordinación y evitar con ello la duplicación
de actividades.
• Apoyar la inducción de los usuarios en el mundo del Comercio Exterior y Derecho Aduanero con la información
necesaria en forma muy esquemática y clara.
Presentar un documento práctico de consulta que permita a los estudiantes, funcionarios, empresarios y
ejecutivos dedicados a temas de comercio exterior, el contar con una herramienta amigable que les auxilie de
forma eficiente e inmediata a una mejor toma de decisión para la atención y resolución de los problemas
específicos que se presenten en cada una de las etapas operativas de importación y de exportación, o bien,
identificar procesos que les permita facilitar o hacer más competitivo y eficiente las operaciones de comercio
exterior vinculada a una empresa, sector o industria, accediendo a todos los beneficios aplicables, pues un
importante ejemplo de la gran aportación que esa noble institución ha realizado por más de 20 años al sector
de personas que hemos decidido dedicarnos a todas las actividades relacionadas con el comercio exterior.
Muchas gracias.
El Comercio Exterior es una materia rica y diversa que requiere de la participación de múltiples especialidades
que, en suma, alcanzan la sintonía adecuada para dar cumplimiento a un marco técnico y normativo que de forma
lógica y organizada logra el tránsito e intercambio de bienes y servicios entre las economías del mundo. Aquí
encontrarás todas las profesiones que puedas hoy conocer e incluso, algunas que no tenías idea de su existencia.
Distintos niveles de profundidad de conocimiento y de educación. El Comercio Exterior es por demás, rico y
diverso.
Durante el verano de 1986, México abrió sus puertas al mundo comercial de una forma timorata que pronto tomó
confianza en sí y se transformó en un acelerado recién ingresado al concierto comercial internacional, ingresamos
entonces al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio hoy conocido como Organización Mundial del
Comercio (OMC). Nuestro país decía así adiós al modelo de sustitución de importaciones que había prevalecido
como eje rector de la economía que se basa en sustituir las importaciones por la producción nacional y daba la
bienvenida a una paulatina incorporación a un modelo de integración económica global encausado por el
intercambio comercial.
Más de una década después del inicio de esta apertura comercial como parte de una nueva generación de
profesionales, en 1998 se fundó en México el primer instituto dedicado al estudio y la promoción del Comercio
Exterior, el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior, A.C., que ha buscado desde su fundación y
de forma consistente la integración de los Ejecutivos de Comercio Exterior más relevantes y comprometidos de
México, aquellos con un compromiso real con el Comercio Exterior.
A veinte años de su fundación, el IMECE integra en este compendio a un selecto grupo de ejecutivos, socios
todos, para verter de forma ordenada y simple sus conocimientos específicos como expertos que son en alguna de
las muchas aristas de la materia que nos ocupa. Se da forma así al presente título Consultor en Aduanas y
Comercio Exterior que es desde su concepción una bibliografía obligada para todo profesional, consultor,
académico, estudiante o interesado en tener una guía válida y sustentada de muchos de los temas que envuelven
al Comercio Exterior.
Estoy seguro de que este Consultor en Aduanas y Comercio Exterior será un documento de consulta
técnica obligado y confiable para los profesionales o simples interesados en la materia. Es una obra concisa,
ordenada, profunda y bien fundamentada, que guiará a sus lectores a tomar las decisiones adecuadas con la
información que se proporciona en los distintos capítulos que van desde el marco jurídico general los efectos
fiscales del Comercio Exterior.
No puedo más que invitar al lector a profundizar en cada capítulo del texto y cuestionar cada elemento en favor
de la profundización del conocimiento.
Es un honor tener la oportunidad de escribir estas líneas y saberme una simple astilla de una enorme arca de
conocimiento que busca sin cesar, el engrandecimiento de México, mediante el Comercio Exterior.
CAPÍTULO I
Sumario
1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
La intención de analizar los conceptos fundamentales del Derecho Aduanero y del Comercio Exterior es
trasmitir a los consultores la necesidad de conocer los principales ordenamientos jurídicos que regulan la
operación de comercio exterior (en sentido latu), lo cual le permitirá ser mucho más asertivo al momento de dar
un asesoramiento o, incluso, elaborar los argumentos jurídicos para la preparación de un medio de defensa.
Mientras más amplia sea la visión y análisis del espectro legal de la operación integral que se está
revisando, más eficiente y menos margen de riesgo tendrá la opinión expresada por el especialista.
Todo análisis del problema que sea planteado, sin pretexto alguno, deberá incluir un análisis de las
legislaciones internacional y nacional aplicables, en particular la Ley Aduanera y su Reglamento, las Reglas
Generales de Comercio Exterior y el Manual de Operación Aduanera. La fórmula debe ser muy estricta y
deberá también comprender con el análisis de todas las regulaciones, de modo tal que tendremos el control de
todas las consecuencia y las diversas interpretaciones jurídicas que sobre la institución analizada existan,
además de que la suma de conocimientos y experiencia obtenidos a lo largo de los años le permitirá al experto
empezar a distinguirse de entre los colegas, pues lo más importante siempre es mantener un estudio
constante de las normas jurídicas y no olvidar abarcar en el análisis la totalidad de éstas. De modo que el peor
error de un consultor o litigante es olvidar incluir en la opinión, argumento, agravio o concepto de impugnación
una disposición legal que, aun y con el mejor argumento, pueda ser fácilmente desechado, por lo claro que
resulta la interpretación con dicha disposición omitida.
Adicionalmente, si a las disposiciones legales, reglamentarias y criterios expedidos por la autoridad al
interpretar la ley incluimos la doctrina, jurisprudencia y precedentes existentes, entonces la opinión será
realmente completa.
Otro aspecto importante es el identificar de manera correcta el espacio competencial y aplicación de las
disposiciones legales que se pretenden aplicar, a efecto de no cometer errores al momento de intentar aplicar
una disposición de carácter internacional como si fuera nacional, sin reflejar antes los argumentos bajo los
cuales esa disposición se convierte en ley suprema nacional.
Para ejemplificar lo anterior, resulta útil analizar la siguiente imagen:
De ello podemos concluir que en la operación de comercio exterior existe la posibilidad de aplicar la
legislación extranjera, la cual no podemos invocar de manera directa en caso de violación o inaplicación a la
misma;1 tenemos también la legislación nacional que regula la operación una vez que la mercancía arriba a
territorio nacional;2 de igual modo, en el contexto de la operación de comercio exterior existe legislación
internacional, la cual fue suscrita por los países dentro del ámbito del Derecho Internacional Público, pero que
tiene efectos para los particulares y, en el ámbito local, la autoridad competente realiza las acciones legales
correspondientes para la implementación de ese compromiso internacional asumido; en este último caso se
aplica la legislación de comercio exterior.
2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El Derecho Aduanero nace como una necesidad de especialización para regular las conductas entre los
actores del comercio exterior, y de las autoridades que intervienen en la operación de ingreso y salida de
mercancías entre los diversos países y los particulares.
La esencia del Derecho Aduanero implica el control ejercido sobre las mercancías que se importan o
exportan en un territorio a través de un espacio dotado de imperio por un determinado país y, por tanto, las
autoridades competentes están facultadas para exigir actos y formalidades específicos para permitir el ingreso
y la salida de mercancías por un lugar concreto: la aduana.
De esta manera, el análisis girará en torno de la regulación de las actividades llevadas a cabo en las
aduanas, es decir, del control de tráfico de mercancías a nivel internacional ahora conocido como Derecho
Aduanero.
Resulta indispensable entender el antecedente histórico. En la Enciclopedia Universal Ilustrada de Espasa-
Calpe, etimológicamente, “aduana” proviene del árabe adayuán, (libro de cuentas) y del griego δοκανη (dokáne)
(lugar donde reciben las mercancías). Por otra parte, en el Diccionario UniversalFrancais et Latin de Trevoux,la
palabra doune viene del italiano duana o dogna, derivadas el árabe diwan.3
En Egipto, bajo la monarquía de los faraones, comprobamos las regulaciones comerciales perpetradas
registradas en escritos que reflejan la existencia de impuestos en el cumplimiento de derechos a pagar por el
cuidado de los caminos, canales y rutas comerciales dentro de los territorios de su gobierno.
Los impulsores del comercio griego eran los pertenecientes a la clase social de los comerciantes,
conocidos como “emporoi” (ἕμποροι); los impuestos indirectos eran bastante importantes para la subsistencia
del gobierno –existían en los puertos marítimos sobre buques que arribaban con mercancías de importación
cobrando la quincuagésima parte de su valor–, así los como derechos de aduana.
En Roma, las aduanas existen desde los primeros tiempos de la monarquía y su creación se atribuye a
Anco Marcio, quien, al hacerse dueño de Ostia, abrió aquel puerto al comercio con los extranjeros. De aquí sin
duda la denominación de portorium (a porto) a los impuestos. César reaviva las aduanas en las provincias
después de haber sido reprimidas por cónsules predecesores e incluye en sus reformas financieras la
generalidad de pago de impuestos por motivos de comercio internacional. El portorium comprendía también los
derechos de peaje.
Durante la forma económico-política del feudalismo (años 100 a 1240), por motivos de la desorganización,
inseguridad, violencia y represión se ve disminuida la comercialización de bienes con otras naciones y es así
como las primeras ideas del mercantilismo frenan la evolución del concepto “libre comercio internacional” e
imponen altos aranceles a los productos extranjeros.
Por su parte, en la Edad Media (años 476 a 1492) se vivió una proliferación del concepto del impuesto de
origen romano llamado tonlieu,percibido también por el traslado y venta de mercancías de origen extranjero.
Después, con el auge del comercio en la época del virreinato, en Europa existieron figuras que lo regulaban
y fomentaban, por ejemplo, en España y sus colonias aparecen las Casas de la Concentración, instituciones
originales del año 1503 con el propósito de controlar y fiscalizar el comercio y la navegación entre España y
distintas colonias.
La institución de la ruta mercantil entre Acapulco y Manila de 1521, mejor conocida con Nao de China, eran
naves españolas que cruzaban el océano de dos a tres veces al año; la Nao de China logra convertir a México
en uno de los vínculos comerciales de mayor importancia entre Asia, Europa y América del Sur.
El traslado de mercancías a la Ciudad de México debía pasar por la Real Aduana de Pátzcuaro, donde los
arrieros con sus recuas de mulas y carros hacían alto para las revisiones y el pago correspondiente de
impuestos. En el virreinato de la Nueva España se estableció el llamado “derecho de almojarifazgo” (impuesto
a la importación). La relevancia de este tributo fue de tal magnitud que la Corona española dictó sobre la
materia numerosas cédulas reales, decretos y ordenanzas, desde 1532 hasta 1817.
El primer documento legal del México independiente en materia de impuestos fue el Arancel General Interno
para los Gobiernos de las Aduanas Marítimas en el Comercio Libre del Imperio, inscrito en la Secretaría de
Estado y Despacho de Hacienda, publicado el 15 de diciembre de 1821. Éste designa puertos comerciales,
administradores de aduanas, resguardo de las mercancías, aquéllas prohibidas y las libres de gravámenes.
Con esta retrospectiva introductoria podemos concluir que la aduana no es un concepto nuevo, tampoco las
actividades de regularización y fiscales que rodean este espacio reconocido para el tránsito internacional de
mercancías; no obstante, el estudio del Derecho Aduanero es el resultado de un análisis específico de la
materia que seguiremos desmenuzando a continuación.
3.1. INDEPENDENCIA DEL DERECHO ADUANERO FRENTE OTRAS RAMAS DEL DERECHO
Regulando los vínculos que se establecen entre los individuos y las entidades de carácter privado con los
órganos relacionados al poder público y funcionarios públicos, se ubica un fenómeno de identificación de un
sector del Derecho Público dictado por el Estado y efectuado por particulares en relación con las aduanas y
actividades vinculadas a éstas.
El Derecho Aduanero es una vertiente del Derecho Público por la evidente intervención del Estado en el
control de tráfico internacional de las mercancías, el cual previamente concluimos que le da el carácter
esencial y especificidad de aduanero.
La normatividad en materia de comercio exterior tiene por objeto regular y promover el comercio exterior
mexicano, es decir, el intercambio de bienes entre México y el resto del mundo, de forma que se inclinará a
incrementar la competitividad, el uso de los recursos económicos y productivos, así como la defensa de éstos
en términos de comercio internacional.
De esta forma encontramos diferencias notorias en la definición de Derecho Aduanero y de Derecho al
Comercio Exterior. Mientras el Derecho Aduanero propondrá las reglas con las cuales se llevará a cabo el
despacho aduanero de las mercancías a exportar o importar en lo que refiere a las regulaciones y restricciones
arancelarias y no arancelarias aplicables, el Derecho al Comercio Exterior pretende impulsar el desarrollo
económico nacional y la protección de las cadenas de producción y sujetos relacionados de las distintas
mercancías para su exportación, así como aquellas mercancías de importación.
Al entender parte de las funciones de las autoridades aduaneras con un carácter eminentemente
recaudador, e incluso, entender que la aduana opera como una autoridad fiscal encargada de vigilar el
adecuado cumplimiento de pago de contribuciones vinculadas con el comercio exterior y que la normatividad se
encuentra en el derecho tributario, a lo largo del tiempo se ha concluido que el Derecho Aduanero forma parte
de la estructura del Derecho Fiscal, pero ello no es del todo cierto, pues las obligaciones en la aduana van más
allá de la parte recaudatoria, ya que implica también la tutela de cuestiones de índole administrativa, sanitaria y
de seguridad nacional, entre otras, por lo cual los autores reconocemos su independencia en relación con el
Derecho Fiscal.
A tal grado ha llegado el nivel de especialización, que la dispersión de las disposiciones legales que regulan
el Derecho Aduanero y del Comercio Exterior solamente puede ser conocida por aquellas personas que están
totalmente inmersas en esa normativa, y un especialista fiscal serio y responsable de sus conocimientos, en la
actualidad, no se atrevería a brindar un asesoramiento o a llevar un caso sin la participación de un especialista
en comercio exterior y aduanas.
4.1. LA COSTUMBRE
Por legislación positiva debemos entender aquel conjunto de normas que regulan las conductas del hombre
en sociedad en determinado tiempo y espacio; en otras palabras, nos referimos a las normas jurídicas
vigentes.4
Para que exista la legislación positiva, es necesario que ésta cumpla con todo un proceso legislativo, el cual,
en nuestro país, es el siguiente:
a) Iniciativa. Inicio del proceso con una propuesta de ley o reforma de ley.
b) Dictamen. Notificación al presidente de la mesa directiva para que se incluya la propuesta en el orden del
día.
c) Discusión. Argumentación de aprobación en términos generales y posteriormente específicos de la nueva
ley o reforma.
d) Votación. Visto bueno o negación en términos generales y posteriormente en términos específicos.
e) Sanción. Resolución final de la iniciativa.
f) Publicación. Decreto de aprobación del Congreso que pasará al Presidente de la Republica, quien podrá
realizar observaciones y promulgarlo para su publicación.
g) Vigencia. Inicio de la obligatoriedad y aplicación de la nueva ley o su reforma.
La razón por la cual se incluye esta información en la presente obra deriva de la necesidad de entender con
la mejor y mayor profundidad el espíritu o intención que el legislador quiere plasmar en la norma, por lo que un
análisis al proceso de su creación siempre será de gran ayuda, no sólo para saber cuál fue la exposición de
motivos de ésta, sino en general para conocer toda la discusión parlamentaria que se siguió con todo el
proceso de creación hasta su promulgación o publicación en el DOF.
4.3. JURISPRUDENCIA
Es una fuente formal de Derecho que consiste en utilizar como referencia las sentencias dictadas por
órganos jurisdiccionales relacionadas con el asunto en cuestión. Se conoce como tesis jurisprudencial al
conjunto de cinco sentencias ejecutorias5 cuya determinación haya sido en el mismo sentido e ininterrumpidas,
proclamadas por el mismo órgano jurisdiccional –en pleno o Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) o de los Tribunales Colegiados de Circuito–.
4.4. PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO
Se entiende que son ideas fundamentales que dan origen o entendimiento a las normas.
Roberto Esteva Ruiz afirmaba que los Principios Generales del Derecho no podían ser otros que por
inducción sean obtenidos de la propia ley; por su parte, la SCJN y otras legislaciones6 han reconocido en
diversas tesis jurisprudenciales que en casos de omisión o deficiencia de la ley se podrá acudir a los Principios
Generales del Derecho extraídos de la ley vigente y anteriores.
4.5. DOCTRINA
Estimados como estudios jurídico-científicos realizados por autores conocidos como “jurisconsultos”,7 de
todas las fuentes de Derecho, la doctrina en materia de Derecho Aduanero es una de las menos exploradas,
afortunadamente esta situación abre paso a un área del Derecho poco explotada.
Para la mejor comprensión de los temas a desarrollar dentro de este análisis y como apoyo en el
entendimiento de la legislación aplicable a desarrollar, encontramos la siguiente terminología jurídica aduanera y
de comercio exterior reconocida y sus definiciones:
Aduana. Espacio delimitado y autorizado por el Estado para realizar el despacho aduanero de las
mercancías. Se clasifica en:
a) Marítima. Ubicada en delimitación marítima.
b) Fronteriza. Ubicada en delimitaciones terrestres fronterizas con otro país.
c) Interior. Ubicada dentro del territorio nacional.
Agente aduanal. Persona física autorizada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en términos
del artículo 159 de la Ley Aduanera para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías a través de
una patente aduanal.
Agencia aduanal. Persona moral autorizada por el SAT para promover, por cuenta ajena, el despacho
aduanero de mercancías de comercio exterior bajo los diferentes regímenes aduaneros previstos, a través de
mecanismos encaminados a establecer mejores prácticas corporativas que contribuyan a un eficiente
funcionamiento de la agencia aduanal.
Apoderado aduanal. Persona física cuya actividad consiste en el apoyo de las obligaciones conferidas al
agente aduanal; no cuenta con una patente aduanal y es considerado un autorizado en el despacho de las
mercancías.
Aprovechamiento. Ingreso que percibe el Estado por funciones de Derecho Público distintos de las
contribuciones, de los ingresos derivados de financiamientos y de los que obtengan los organismos
descentralizados y las empresas de participación estatal.
Arancel. Contribución que percibe el Estado por concepto de importación o exportación.
Autoridad aduanera. Personas autorizadas y competentes en términos del Reglamento Interior de la
Secretaría y demás disposiciones para ejercer las facultades de la Ley Aduanera.
Aviso consolidado. Es una declaración en documento electrónico, generado y transmitido respecto del
cumplimiento de gravámenes y otras regulaciones no arancelarias que se relacionan con la importación de
diversas mercancías consolidadas en un solo pedimento.
Base gravable. Es el monto determinado sobre el cual se llevará a cabo el cálculo de contribuciones; en
esta materia estará integrado por el valor en aduana de las mercancías y los considerados como
incrementables.
Consignatario. Persona a quien se le consignan las mercancías, encargados también de los asuntos
administrativos relacionados con el manejo, almacenaje y custodia.
Contraprestación. Exclusión de pago de derechos por motivos de prevalidación de la operación de
comercio exterior realizada por un sujeto privado.
Contribución. Es el aprovechamiento económico que aportará al ejercicio de las actividades
gubernamentales.
Clasificación arancelaria. Relación de un código numérico específico y la descripción y uso de la
mercancía cuyos principios están establecidos en el marco de la Organización Mundial de Aduanas (OMA).
Derecho como contribución. Contribución que percibe el Estado establecida por la ley aplicable por el uso
o aprovechamiento de los bienes de dominio público y/o servicios prestados.
Despacho aduanero. Actos y formalidades relativos a la entrada y salida de mercancías del territorio
nacional.
Desperdicio. Residuos de las mercancías importadas después del proceso al que sean sometidas, así
como envases y materiales de empaque que se hubieran utilizado, rotas, desgastadas, obsoletas o inutilizables
y las que ya no puedan ser utilizadas con el fin con el que fueron importadas.
Destinatario. Persona a quien se le refieren las mercancías; podrá ser un obligado en términos de las
disposiciones de la Ley Aduanera por ser considerado también un importador o exportador.
Dictaminador aduanero. Autorizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del
reconocimiento aduanero.
Exportación. Acción de sacar definitiva o temporalmente mercancías del territorio nacional.
Exportador. Particular sujeto de las obligaciones relacionadas con la actividad de exportar las mercancías.
Fisco Federal. Potestad tributaria del Estado con personalidad jurídica para la recolección de recursos
económicos.
Importación. Acción de ingresar definitiva o temporalmente mercancías al territorio nacional.
Importador. Particular sujeto de las obligaciones relacionadas con la actividad de importación de
mercancías.
Impuesto. Contribución establecida en la ley aplicable pagada por personas físicas y morales que se
encuentre en la situación jurídica o hecho previsto en la legislación.
Infracción. Acción de infringir lo previsto en la ley; por tanto, acreedor a una amonestación igualmente
descrita.
Mercancía. Bien comercializable dentro o fuera de un territorio. Se clasifica en:
a) Común. Mercancía cuya transportación y logística no corre riegos mayores.
b) Peligrosa. Mercancía riesgosa, infecciosa, dañina, estéril, radioactiva, radiactiva o que requiera
instalaciones y manejos especiales.
c) Perecedera. Mercancía de fácil descomposición que generalmente se transporta en temperaturas y
tiempos controlados.
Merma. Parte de la mercancía que se consume o pierde en el desarrollo del proceso productivo y cuya
integración no pueda comprobarse.
Modulación fiscal o aduanera. Paso dentro del proceso de despacho aduanero de las mercancías que
consta en la determinación aleatoria de reconocimiento de las mercancías o desaduanamiento libre; es
también conocido como “semáforo fiscal”.
Muestra. Parte que se considera representativa del total de la mercancía tomada como objeto de estudio,
análisis y experimentación.
Patente aduanal. Dígito único designado al agente aduanal, el cual respalda su autorización para promover
el despacho de las mercancías en la aduana.
Pedimento. Declaración en documento electrónico respecto del cumplimiento de los ordenamientos que
gravan y regulan la entrada y salida de las mercancías del territorio nacional. Se clasifica en:
a) Pedimento. Es general y contiene toda la información referente a una operación realizada en determinado
momento en una aduana determinada.
b) Pedimento consolidado. Es el formato que recibe el nombre de aviso consolidado, ya que ampara el
cumplimiento de las obligaciones en la entrada o salida de diversas mercancías y diversas operaciones
relacionadas entre sí y despachadas en un periodo prolongado.
c) Pedimento simplificado. El que sólo incluye información general y no detallada de la operación para la
protección de los datos que contiene el pedimento general y completo.
Plazo. Temporalidad de acción prevista por la ley.
Poseedor. Aquel que en el momento tiene en su poder las mercancías podrá o no ser obligado en la
importación o exportación de éstas.
Prevalidación. Comprobación de datos asentados en el pedimento, previo el despacho de las mercancías,
que ampara con el objeto de dar motivo a la modulación fiscal; esta actividad representa a su vez un monto a
pagar en la liquidación de contribuciones al comercio exterior.
Propietario. Quien tiene propiedad comprobable de dominio de las mercancías podrá o no ser obligado en
la importación o exportación de éstas.
Reconocimiento aduanero. Examen de las mercancías, muestras que llevan a cabo las autoridades para
allegarse de elementos que cercioren la veracidad de lo declarado ante ellas por los sujetos de la importación o
exportación y la confirmación del cumplimiento de las disposiciones que gravan y regulan las operaciones de
comercio exterior.
Régimen aduanero. Destino aduanero de las mercancías representado en el pedimento o aviso de
importación de conformidad con lo enunciado en la ley.
Regulaciones y restricciones no arancelarias. Barreras y prevenciones de carácter no contributivo.
Remitente. Persona que envía las mercancías; podrá ser un obligado en términos de las disposiciones de
la Ley Aduanera por ser considerado también un importador o exportador.
Representante legal. Persona física y particular que está facultada por el importador o exportador para la
promoción del despacho aduanero.
Residente en territorio nacional. Persona física sujeta de las obligaciones fiscales y descrita en el artículo
9 del Código Fiscal de la Federación (CFF).
Territorio nacional. Porción de superficie terrestre que pertenece a los Estados Unidos Mexicanos.
Tráfico. Medio por el cual se transportan las mercancías. Los medios de transporte se clasifican, en el
artículo 11 de la Ley Aduanera, en: marítimo, terrestre, ferroviario, aéreo y fluvial.
En su mayoría, estas definiciones han sido parafraseadas o extraídas literalmente de la Ley Aduanera y
otras aplicables.
En materia aduanera y de comercio exterior prevalecen dos áreas importantes de dominio para los
especialistas, éstas giran en torno a problemáticas presentadas por el importador, exportador o cualquier otro
relacionado con sus actividades comerciales.
En el primer análisis, encontramos la consulta previa a una problemática de aduanas y comercio exterior; el
consultor es la persona a la que se acude con una interrogante de actuación con el objetivo de cumplir con lo
previsto en la legislación aplicable y prevenir la evasión de obligaciones tanto fiscales como procedimentales,
administrativas u otras.
El consultor en aduanas y comercio exterior deberá cumplir con un perfil profesional experto en ambas
subdivisiones (aduanas y comercio exterior), con capacidad de asesorar a sus clientes en el cumplimiento de
sus obligaciones, así como de realización de los trámites correspondientes en relación con los requerimientos
previos a una operación de importación o exportación.
Para el segundo análisis abordamos la orientación y solución de controversias entre el particular y la
autoridad relativa de aduanas y comercio exterior. El litigante es la persona que lleva a cabo el proceso jurídico
en nombre y representación del contribuyente para su defensa.
El litigante en aduanas y comercio exterior deberá cumplir con un perfil conocedor de pleitos y mediaciones
con las distintas autoridades administrativas y jurisdiccionales especializadas en ambas materias (aduanas y
comercio exterior). La tarea no sólo es defender a sus clientes, sino analizar estrategias de conciliación y
argumentación dominando el marco jurídico aplicable.
El Régimen Jurídico del Comercio Exterior forma parte del sistema jurídico mexicano, el cual está integrado
por normas y principios de Derecho nacional e Internacional relacionados entre sí, que regula de manera
directa o indirecta el intercambio de mercaderías, capitales o servicios entre los mercados nacional e
internacional. La regulación que conforma dicho sistema incluye no sólo el objetivo ya narrado, sino, además,
todos aquellos mecanismos para solucionar las controversias que se susciten entre las partes.
La principal característica de dicho régimen jurídico es que es muy dinámico, al tener que adecuarse a las
necesidades de los intercambios comerciales, por ello convergen distintas disciplinas que van desde aspectos
aduaneros, fiscales (impuestos), servicios, inversión, competencia económica y propiedad industrial intelectual
hasta los procedimientos de investigación en materia de prácticas desleales de comercio internacional.
Iniciando con la supremacía constitucional y de los tratados internacionales de los que el Estado mexicano
forma parte, encontramos que el artículo 133 constitucional reconoce que serán ley suprema en toda la Unión.
El artículo 49 de la Constitución establece la división de poderes que dará lugar a las facultades: legislativas,
al crear el marco jurídico en materia aduanera y de comercio exterior; judiciales, al redimir las controversias
entre los contribuyentes y las autoridades, y ejecutivas, en la realización de acciones administrativas relativas a
las importaciones y exportaciones.
El Poder Legislativo delimita facultades relacionadas con el comercio exterior. En el artículo 73, fracción IX,
impide restricciones comerciales entre entidades federativas; en la fracción X, legislar en materias
económicamente más relevantes y, finalmente, en la fracción XXIX, el establecimiento de contribuciones.
Las restricciones arancelarias y no arancelarias en relación con el tránsito de mercancías para su
comercialización son exclusivas del comercio internacional en términos del artículo 131, el cual
específicamente indica que será facultad privativa de la Federación gravar, aumentar o disminuir aranceles e
impuestos de las mercancías sujetas de importación y exportación, así como la debida reglamentación.
En ese sentido –ya que las restricciones arancelarias y no arancelarias han sido delegadas únicamente a la
Federación–, las entidades estatales son privadas en términos del artículo 117, fracciones IV (para imponer
gravámenes directos en el tránsito de personas), V (gravámenes indirectos en los estados de la República), VI
(gravámenes que ya hayan sido exentos en aduanas locales) y VII (impuestos o requisitos distintos a los
previamente requeridos), así como las enlistadas en el artículo 118, fracción I, todos ellos de nuestra Carta
Magna, los cuales señalan la prohibición de establecer derechos de tonelajes e impuestos sobre importaciones
o exportaciones.
De esta manera, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) da pie a legislaciones,
normas, reglas y reglamentos que detallan el marco administrativo de las aduanas y comercio exterior que
próximamente abordaremos.
Entrada en vigor:1
Nicaragua 1 de septiembre de 2012
El Salvador 1 de septiembre de 2012
Honduras 1 de enero de 2013
Costa Rica 1 de julio de 2013
Guatemala 1 de septiembre de 2013
Entrada en vigor:1
México 30 de diciembre de 2018
Australia 30 de diciembre de 2018
Canadá 30 de diciembre de 2018
Japón 30 de diciembre de 2018
Nueva Zelanda 30 de diciembre de 2018
Singapur 30 de diciembre de 2018
Vietnam 15 de enero 2019
Brunéi Pendiente
Chile Pendiente
Perú Pendiente
Malasia Pendiente
Estos 11 tratados y algunos acuerdos tienen aplicación suprema en materia aduanera y de comercio
exterior. Para una mejor referencia sobre los datos generales de los diferentes acuerdos comerciales suscritos
por nuestro país, sugerimos visitar la página del Sistema de Información de Tratados Comerciales
Internacionales de la Secretaría de Economía.11
Cada una de las leyes incluirá en sus primeros artículos las áreas específicas en las que se aplicará, así
como diversos objetivos de su existencia; la siguiente es una sencilla enumeración de las principales leyes que
se relacionan con la materia aduanal y de comercio exterior y detalle de su aplicación como se describe en
cada una de estas.
En la CPEUM se encuentra el marco jurídico del régimen de comercio exterior, siendo el artículo 131
considerado por muchos autores como la principal fuente interna de donde se desprende la reglamentación en
materia de comercio exterior y de Derecho Económico de nuestro país. Dicho precepto establece en la parte
medular lo siguiente:
Artículo 131. Es facultad privativa de la Federación gravar las mercancías que se importen o exporten,
o que pasen de tránsito por el territorio nacional así como reglamentar en todo tiempo y aún prohibir,
por motivos de seguridad o de policía, la circulación en el interior de la República de toda clase de
efectos, cualquiera que sea su procedencia; pero sin que la misma Federación pueda establecer ni
dictar en el Distrito Federal, los impuestos y la Leyes que expresan las fracciones VI y VII del artículo
117 Constitucional.
El Ejecutivo Federal podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar, disminuir o
suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación expedidas por el propio Congreso, y
para crear otras, así como para restringir y prohibir las importaciones, las exportaciones y el
tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio
exterior, la economía del país, la estabilidad de la producción nacional o de realizar cualquier otro
propósito en beneficio del país. El propio Ejecutivo Federal, al enviar al Congreso el presupuesto
fiscal de cada año someterá a su aprobación el uso que hubiese hecho de la facultad concedida.
El primer párrafo del artículo 131 señala como materia exclusiva de la Federación gravar el comercio exterior. Dicho
párrafo se puede dividir en tres partes:
a) Es de carácter eminentemente aduanal, otorga facultad exclusiva a la Federación para gravar la
importación, exportación o tránsito de mercancías.
b) Regula el comercio interior y prohíbe a la Federación, al actuar como gobierno del Distrito Federal, fijar los
impuestos alcabalatorios a que se refiere el artículo 117, fracciones VI y VII de la Constitución.
c) La Federación puede reglamentar y aun prohibir, por motivos de seguridad o de policía, la circulación de
mercancías en territorio nacional.
El segundo párrafo permite al Congreso de la Unión delegar en el Ejecutivo Federal facultades
extraordinarias para legislar, siempre y cuando exista urgencia para regular el comercio exterior, la economía
del país, la estabilidad de la producción nacional o para realizar cualquier propósito en beneficio del país,
teniendo su justificación, por razones de la dinámica del comercio exterior, en la protección de la balanza
comercial y en la protección de salud y la vida.
Es en el artículo 131 donde se establece la jerarquización de la norma jurídica en nuestro sistema, el cual,
ante la firma de diversos tratados internacionales en materia de comercio, nos vemos en la necesidad de
conocer en razón de su validez en nuestro sistema, como en los sistemas de nuestros principales socios
comerciales, específicamente en el que pudiera estarse dando mayor presencia comercial: TLCAN.
Por su parte, los artículos 25, 26, 27 y 28 presuponen el cuidado de nuestras garantías económicas que en
el trayecto histórico se han establecido, ya que contemplan la definición del desarrollo, el cual debe proyectarse
hacia una repartición equitativa de los frutos de los esfuerzos sociales, la disminución del margen diferencial
económico-social; la acción gubernamental en materia de planeación estableciendo el sistema nacional de
planeación democrática, en el que se persigue una reestructuración profunda del modelo de industrialización y
del comercio exterior de tal manera que éste sea capaz de generar las divisas necesarias para satisfacer los
requerimientos de la economía en su conjunto; la titularidad pública exclusiva de los recursos naturales por
parte de la nación mexicana, y las funciones estratégicas que el Estado mexicano debe cumplir en la función
de rectoría económica.
El artículo 73, fracciones X y XXIX de la CPEUM, establece las facultades del Congreso de la Unión para
legislar en materia de comercio y para fijar contribuciones sobre el comercio exterior.
Adicionalmente, este precepto se relaciona con el 31 constitucional, fracción IV, que impone a los mexicanos
la obligación de contribuir para los gastos públicos federales, estatales y municipales; con los artículos 49 y 74,
fracción IV, que otorgan facultad exclusiva a la Cámara de Diputados para aprobar el presupuesto anual de
gastos; con el 89, fracción XIII, que autoriza al Presidente de la República para establecer aduanas marítimas y
fronterizas y designar su ubicación, y con el 117, fracciones V y VI, y 118, fracción 1, que prohíben a los estados
la realización de algunos de los actos que el 131 reserva a la Federación.
Por lo que hace a la Cámara de Senadores, el artículo 76 determina las facultades exclusivas del Senado,
dentro de las que cabe mencionar la facultad para analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo
Federal, y para aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que celebre el Ejecutivo de la
Unión, en seguimiento de lo establecido en la fracción I, de dicho numeral.
Finalmente, es facultad del Congreso de la Unión establecer contribuciones al comercio exterior (artículo 73,
fracción, XXIX-A, de la CPEUM), por lo que todas las leyes que analizaremos en el presente capítulo son del
orden federal, pues al ser esta una facultad expresa de la Federación, las entidades federativas no pueden
expedir regulación alguna al respecto.
El propósito primordial de esta ley es la modernización de la estructura aduanal para hacer eficientes de los
mecanismos de promoción y fomento al comercio internacional.
Cabe mencionar que el pasado 25 de junio de 2018, mediante Decreto publicado en el DOF, la Ley Aduanera
fue reformada con los objetivos de facilitar y simplificar los procedimientos aduaneros, dotar de certeza jurídica
a los usuarios del comercio exterior, emplear los adelantos tecnológicos para impulsar la competencia en
diversos proveedores de servicios, y brindar herramientas y mecanismos que procuren la eficiencia en el
control y fiscalización aduaneros.
Textualmente, la Ley Aduanera establece en su artículo 1 lo siguiente:
Artículo 1. Esta ley, las de los Impuestos Generales de Importación y Exportación y las demás leyes
y ordenamientos aplicables, regulan la entrada al territorio nacional y la salida del mismo de
mercancías y de los medios en que se transportan o conducen, el despacho aduanero y los hechos o
actos que deriven de este o de dicha entrada o salida de mercancías…
De lo anterior, es claro que para efectos de la interpretación de la mencionada Ley Aduanera no solamente debe
analizarse el contenido de ésta, sino juntamente con la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación
(LIGIE) y demás leyes y ordenamientos aplicables, los cuales resulta difícil enumerar considerando el universo de
mercancías sujetas a regulaciones específicas.
En general, esta ley persigue los siguientes objetivos fundamentales:
a) Proporcionar seguridad jurídica, lo cual se materializa al evitar dispersión de la normatividad aduanera en
diversos ordenamientos jurídicos.
b) Promover la inversión y las exportaciones. Este objetivo se consigue al pretender consolidar a las
aduanas como un instrumento que facilite las exportaciones, así como la importación de insumos y bienes de
capital necesarios para la realización de inversiones productivas.
c) Cumplir con compromisos internacionales. Lo que se obtiene al incorporar normas que sean
consistentes con los tratados comerciales internacionales suscritos por México, básicamente la Organización
Mundial de Comercio (OMC), y los tratados de libre comercio de los que es parte.
Esta ley, y los demás ordenamientos aplicables regulan la entrada y salida al territorio nacional de
mercancías, así como los medios en que se transportan o conducen, el despacho aduanero y los hechos o
actos que deriven de esta actividad. Los sujetos obligados a su cumplimiento son aquellos que introducen o
extraen mercancías al territorio nacional, ya sean sus propietarios, poseedores, tenedores, consignatarios,
destinatarios, remitentes, apoderados, agentes aduanales, agencias aduanales o cualesquiera personas que
tengan intervención en la introducción, extracción, custodia, almacenaje, manejo y tenencia de las mercancías,
conforme a lo establecido en el artículo 1 de la LIGIE. De igual manera, establece los diversos regímenes
aduaneros y tráficos a los que puede destinarse la mercancía; las causales de embargo precautorio, retención,
infracciones y sanciones en la materia, y las facultades de las autoridades aduaneras.
A través de esta ley, se establece que las funciones relativas a la entrada o salida de mercancías al territorio
nacional son facultades exclusivas de las autoridades aduaneras, mismas que serán auxiliadas por los
funcionarios públicos federales y locales, así como por las autoridades fiscales y aduaneras de otros países,
conforme lo dispuesto en los tratados internacionales de los que México sea parte.
En el mismo sentido, establece los lineamientos relativos al despacho aduanero, entendido como el
conjunto de actos y formalidades referentes a la entrada y salida de mercancías al territorio nacional, que de
acuerdo con los diferentes tráficos y regímenes aduaneros, deben realizar ante la aduana las autoridades
aduaneras y quienes introducen o extraen mercancías del territorio nacional, ya sea los consignatarios,
destinatarios, propietarios, poseedores o tenedores en las importaciones y los remitentes en las exportaciones,
así como los agentes aduanales, empleando el sistema electrónico aduanero.
Tal y como se hizo mención en la primera parte del capítulo, el artículo 131 constitucional, al constituir uno
de los numerales que regulan de manera medular el comercio exterior, se vio en la imperiosa necesidad de
expedir la Ley de Comercio Exterior (LCE) con el objetivo de ampliar dicho precepto. Esta ley tiene como objeto
regular y promover el comercio exterior, incrementar la competitividad de la economía nacional, propiciar el uso
eficiente de los recursos productivos del país e integrar adecuadamente la economía mexicana con la
internacional, y contribuir a la elevación del bienestar de la población.
Su contenido se estructura de la siguiente manera:
a) Disposiciones generales.
b) Facultades del Ejecutivo Federal, de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y de las comisiones
auxiliares.
c) Origen de las mercancías.
d) Aranceles y medidas de regulación y restricción no arancelarias del comercio exterior.
e) Prácticas desleales de comercio internacional.
f) Medidas de salvaguarda.
g) Procedimientos en materia de prácticas desleales de comercio internacional y medidas de salvaguarda.
h) Promoción de exportaciones.
i) Infracciones, sanciones y recursos.
Por su parte, su Reglamento desarrolla y concreta aquellos aspectos relativos a las reglas de origen, los
tipos de aranceles, las medidas de regulación y restricción no arancelaria, procedimientos sobre prácticas
desleales de comercio internacional, medidas de salvaguarda, determinación de cuotas compensatorias y
promoción de exportaciones, así como los relacionados con la organización y funcionamiento de la Comisión
de Comercio Exterior (Cocex) y de la Comisión Mixta para la Promoción de las Exportaciones (Compex).
Del contenido del artículo 1 de la Ley Aduanera se desprende que el CFF se aplicará supletoriamente a lo
dispuesto en esa ley, lo que se traduce en un hecho relevante para el estudio de este ordenamiento respecto de
la materia de comercio exterior.
Derivado de que las personas físicas y las morales están obligadas a contribuir para los gastos públicos
conforme a las leyes fiscales respectivas, las disposiciones de dicho Código se aplicarán en su defecto y sin
perjuicio de lo dispuesto por los tratados internacionales de los que México sea parte.
Los diversos tipos de ingresos que percibe el Estado conforme lo estipulado en este Código son los
siguientes:
a) Contribuciones, las cuales se clasifican en: impuestos, aportaciones de seguridad social, contribuciones
de mejoras y derechos.
b) Accesorios de las contribuciones. Los recargos, las sanciones, los gastos de ejecución y la
indemnización por cheque devuelto a que se refiere el séptimo párrafo del artículo 21 (el 20% sobre el monto
del cheque) son accesorios de las contribuciones y participan de la naturaleza de éstas.
c) Aprovechamientos. Son los ingresos que percibe el Estado por funciones de Derecho Público distintos de
las contribuciones, de los ingresos derivados de financiamientos y de los que obtengan los organismos
descentralizados y las empresas de participación estatal.
d) Productos. Son las contraprestaciones por los servicios que preste el Estado en sus funciones de
Derecho Privado, así como por el uso, aprovechamiento o enajenación de bienes del dominio privado.
e) Créditos fiscales. Son los que tenga derecho a percibir el Estado o sus organismos descentralizados que
provengan de contribuciones, de aprovechamientos o de sus accesorios, incluyendo los que deriven de
responsabilidades que el Estado tenga derecho a exigir de sus servidores públicos o de los particulares, así
como aquellos a los que las leyes les den ese carácter y el Estado tenga derecho a percibir por cuenta ajena.
Por otra parte, respecto del tema de infracciones y sanciones, cabe señalar que toda vez que el artículo 76
del Código excluye a las contribuciones de comercio exterior, la Ley Aduanera establece su propio esquema de
infracciones y sanciones (artículo 5), cuyos montos se actualizarán conforme al artículo 70 del Código. En el
mismo sentido, cuando en la Ley Aduanera se señalen multas con base en el monto de las contribuciones
omitidas, la autoridad aduanera, para la determinación de dichas multas, deberá considerar las contribuciones
sin la actualización correspondiente.
En caso de facultades de comprobación, se entendería que la documentación aduanera tendría que ser
presentada de forma inmediata como parte de los libros y registros que conforman la contabilidad. También,
como parte de las facultades de comprobación de la autoridad, se establece la posibilidad de realizar revisiones
electrónicas a los contribuyentes. Dichas revisiones se basarán en la información y documentación que obre
en poder de la autoridad, y el alcance de la revisión podrá enfocarse en uno o más conceptos específicos de
una o varias contribuciones.
Por último, el Capítulo II del Código determina lo relativo a los acuerdos conclusivos. Éstos pueden ser
solicitados por el contribuyente cuando sean objeto del ejercicio de las facultades de comprobación en
revisiones de gabinete, visitas domiciliarias o revisiones electrónicas, y cuando no esté de acuerdo con los
hechos u omisiones asentados en la última acta parcial, el acta final o el oficio de observaciones o resolución
provisional.
Conforme a lo establecido en el subcapítulo anterior, será materia de análisis la Ley del Impuesto al Valor
Agregado (LIVA), la cual regula dicho gravamen en específico. Del contenido del artículo 1, fracción IV, de esta
ley, se desprende que las personas físicas o morales que importen bienes o servicios en territorio nacional
están obligadas al pago de dicho impuesto, mismo que se calculará aplicando a los valores señalados por la
ley la tasa del 16%.
En el capítulo V del referido ordenamiento se regula todo lo relacionado a la importación de bienes y
servicios, y de ahí se desprende que se considera como efectuada la importación de bienes y servicios la
actualización de los siguientes supuestos:
a) La introducción al país de bienes. También se considera introducción al país de bienes, cuando éstos se
destinen a los regímenes aduaneros de importación temporal para elaboración, transformación o reparación en
programas de maquila o de exportación; de depósito fiscal para someterse al proceso de ensamble y
fabricación de vehículos; de elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado, y de recinto
fiscalizado estratégico.
b) La adquisición por personas residentes en el país de bienes intangibles enajenados por personas no
residentes en él.
c) El uso o goce temporal, en territorio nacional, de bienes intangibles proporcionados por personas no
residentes en el país.
d) El uso o goce temporal, en territorio nacional, de bienes tangibles cuya entrega material se hubiera
efectuado en el extranjero.
e) El aprovechamiento en territorio nacional de los servicios a que se refiere el artículo 14, cuando se
presten por no residentes en el país. Esta fracción no es aplicable al transporte internacional.
Dentro de dicho capítulo también se regulan los supuestos en los cuales no se pagará el impuesto al valor
agregado (IVA); el cálculo de ese gravamen, la aplicación respecto de la importación de bienes tangibles en la
que se considerará el valor que se utilice para los fines del impuesto general de importación, adicionado con el
monto de este último gravamen y del monto de las demás contribuciones y aprovechamientos que se tengan
que pagar con motivo de la importación, y cuando las mercancías sean introducidas temporalmente.
Otro ordenamiento jurídico que tiene como objetivo principal el regular un impuesto en específico es la Ley
del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (LIESPYS), en la que se estipula que las personas físicas
o morales que realicen la enajenación en territorio nacional o, en su caso, la importación de los bienes
señalados en esta ley, deberán pagar el impuesto respectivo, en el entendido de que se entenderá como
importación la introducción de bienes al país.
Entre los bienes que sean importados que están sujetos al pago del impuesto especial sobre producción y
servicios (IESPYS) se encuentran las bebidas con contenido alcohólico y cervezas, tabacos labrados,
combustibles automotrices, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, combustibles fósiles, entre otros.
El contenido aplicable al comercio exterior se encuentra a partir del Capítulo III “De la importación de bienes”,
donde se hace mención del momento de la causación del impuesto, el cual puede ser cuando el importador
presente el pedimento para su trámite; en caso de importación temporal, cuando se convierte a definitiva, y en
el caso de bienes que hayan sido introducidos ilegalmente al país, cuando dicha internación sea descubierta o
las citadas mercancías sean embargadas por las autoridades.
De igual forma, se encuentran normadas las hipótesis normativas dentro de las que no se considera que
debe ser pagado dicho tributo, lo que se debe de considerar para el cálculo del impuesto, etcétera.
La multicitada Ley Aduanera señala que los impuestos al comercio exterior serán los establecidos en la
LIGIE. En el artículo 1 de dicho ordenamiento ubicamos lo que se denomina “tarifa”, que clasifica las
mercancías mediante un código numérico internacional, y en el artículo 2 identificamos las Reglas Generales
para la aplicación e interpretación de la tarifa o nomenclatura.
Se podría decir que el principal objetivo de dicha ley es codificar todas las mercancías y determinar su
clasificación en el comercio internacional mediante una nomenclatura, la cual es aceptada internacionalmente
para propósitos aduaneros.
En el caso de México, la tarifa de la LIGIE se estructura en 22 secciones, 38 notas legales, 98 capítulos,
partidas, subpartidas, notas legales y notas de subpartidas.
Las fracciones arancelarias son las que definen la mercancía y el impuesto aplicable a la misma dentro de
la subpartida que les corresponda, y estarán formadas por un código de ocho dígitos, de la siguiente forma:
a) El capítulo es identificado por los dos primeros dígitos, ordenados en forma progresiva del 01 al 98.
b) El código de partida se forma por los dos dígitos del capítulo seguidos de un tercer y cuarto dígitos
ordenados en forma progresiva.
c) La subpartida se forma por los cuatro dígitos de la partida adicionados de un quinto y sexto dígitos,
separados de los de la partida por medio de un punto.
d) La fracción arancelaria se forma por los seis dígitos de la subpartida adicionados de un séptimo y octavo
dígitos, separados de los de la subpartida por medio de un punto. Las fracciones arancelarias están ordenadas
del 01 al 99, reservando el 99 para clasificar las mercancías que no estén comprendidas en las fracciones con
terminación 01 a 98.
En términos generales, la estructura arancelaria establece diferentes tarifas, mediante distintos
instrumentos para una misma fracción arancelaria y entre productos similares o sustitutos clasificados en
múltiples fracciones arancelarias. De esta manera, el marco legal vigente prevé distintos regímenes por razón
de: el origen de la mercancía, según se cuente o no con acuerdos comerciales preferenciales; la cadena
productiva donde se utiliza; la permanencia de las mercancías en el país; el destino geográfico de las
importaciones (las mercancías que se destinan a franja o región fronteriza se encuentran total o parcialmente
desgravadas de los impuestos al comercio exterior); y los objetivos de protección y promoción de actividades
económicas específicas.
El artículo 1 constitucional hace alusión a que las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, y el artículo 31, fracción IV, se hace
referencia a que es obligación de los mexicanos contribuir al gasto público.
Para preservar tales derechos y proteger la esfera jurídica del contribuyente, el 23 de junio de 2005 se
publicó en el DOF la Ley Federal de Derechos del Contribuyente (LFDC), la cual tiene como principal objetivo
regular los derechos y garantías básicos de los contribuyentes en sus relaciones con las autoridades fiscales.
Los principales derechos que menciona dicha ley son: derecho a ser informado y asistido por las
autoridades fiscales; derecho a obtener, en su beneficio, las devoluciones de impuestos que procedan; derecho
a conocer el estado de tramitación de los procedimientos en los que sea parte; derechos a no aportar
documentos que ya se encuentren en poder de la autoridad fiscal, etcétera.
Este ordenamiento es de reciente creación, ya que fue publicado en el DOF el 1 de junio de 2016 con el
objetivo de regular la planeación, el establecimiento y la operación de zonas económicas especiales (ZEE) para
impulsar el crecimiento económico sostenible. En dicha ley se definen espacios geográficos para la instalación
y desarrollo de empresas e industrias, a partir de incentivos, ventajas competitivas y condiciones de
certidumbre para los inversionistas.
El objetivo del establecimiento de dichas zonas es el de impulsar, a través de la inversión productiva, el
crecimiento económico sostenible, sustentable y equilibrado de las regiones del país que tengan mayores
rezagos en desarrollo social.
La existencia de las zonas se logrará implementando medidas legales y administrativas, tales como
beneficios fiscales, establecimiento de un régimen aduanero especial, un marco regulatorio ágil y flexible,
infraestructura de primera calidad y coordinación entre los tres niveles de gobierno.
Dentro de los sujetos involucrados se encuentran el administrador integral, que es la persona moral o
entidad paraestatal que, con base en un permiso o asignación, es su operador, teniendo a su cargo la
construcción, desarrollo, administración y mantenimiento de ésta. Por otra parte, se encuentra el inversionista,
que es la empresa nacional o extranjera autorizada para realizar actividades económicas productivas en la
zona.
7.3.12. REGLAS GENERALES DE COMERCIO EXTERIOR
Estas reglas son emitidas por el SAT, conforme al artículo 33, fracción I, inciso g) del CFF, las cuales son
publicadas anualmente en el DOF.
Se pueden definir como aquellas disposiciones de carácter general aplicables al comercio exterior, dentro de
las cuales se encuentran las directrices que contienen información complementaria y específica sobre la
legislación aplicable en materia aduanera, así como los decretos y acuerdos expedidos en materia de comercio
exterior.
Con la finalidad de facilitar el manejo, identificación y consulta por parte de los contribuyentes, estas reglas
se agrupan por temas específicos regulados por la Ley Aduanera, la LIGIE y los demás ordenamientos
aplicables, utilizando el formato integrado por tres componentes: título, capítulo y número progresivo de cada
regla.
Se componen de siete capítulos: “Disposiciones generales y actos previos al despacho”, “Entrada, salida y
control de mercancías”, “Despacho de mercancías”, “Regímenes aduaneros”, “Demás contribuciones”, “Actos
posteriores a despachos” y “Esquema integral de certificación”, además de 30 anexos en los cuales se
encuentran los formatos de los avisos y solicitudes, los instructivos de llenado, etcétera.
Estas reglas y criterios en materia de comercio exterior encuentran su fundamento jurídico en el artículo 5,
fracción XII, de la Ley de Comercio Exterior (LCE), en la cual se faculta a la Secretaría de Economía (SE) para
emitir reglas que establezcan disposiciones de carácter general en el ámbito de su competencia, así como los
criterios necesarios para el cumplimiento de las leyes, acuerdos o tratados comerciales internacionales,
decretos, reglamentos, acuerdos y demás ordenamientos generales de su competencia.
Para facilitar su aplicación por parte de los usuarios, se agrupan en cinco títulos: “Disposiciones generales”,
“Aranceles y medidas de regulación y restricción no arancelarias del comercio exterior”, “Programas e
instrumentos de fomento”, “Sistema Integral de Información de Comercio Exterior (SIICEX)” y “Ventanilla Digital
Mexicana de Comercio Exterior”, así como cinco anexos que son de carácter complementario a diversas reglas
que tratan sobre permisos previos y avisos automáticos, Normas Oficiales Mexicanas (NOM), cuotas
compensatorias y requisitos del Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de
Exportación (Programa IMMEX).
En 1946, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó a una conferencia para considerar la
creación de la Organización Internacional de Comercio (OIC); en dicha reunión se estableció un Comité
Preparatorio encargado de redactar la Carta de la OIC.
Durante 1946 y 1947, el Comité trabajó en el proyecto de carta en la cual los miembros acordaron 45,000
reducciones arancelarias y después de ello, proteger dichas concesiones mediante la aceptación de normas
comerciales, todo ello se conoció con el nombre de “Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”
(GATT).
El GATT fue firmado por 23 países el 30 de octubre de 1947 en el Palacio de las Naciones, en Ginebra (1a.
Ronda de Ginebra), con el objetivo de establecer las reglas o principios a fin de lograr niveles de vida más altos,
empleo y un mayor ingreso real y de demanda efectiva, así como la utilización completa de los recursos
mundiales y al acrecentamiento de la producción y de los intercambios mundiales de productos, buscando la
reciprocidad y ventajas mutuas en “un comercio mundial equitativo y abierto”.
En noviembre de 1947, 56 países se reunieron en La Habana, Cuba, para considerar el proyecto de Carta de
la OIC. En marzo de 1948, 53 naciones firmaron el Acta Final por la que se autenticaba el texto de la Carta de
La Habana. Sin embargo, los gobiernos no se comprometieron a ratificarla y, finalmente, la OIC no vio la luz,
con lo cual el Acuerdo General quedó como único instrumento internacional que reglamenta el desarrollo del
comercio mundial.
Países que originalmente firmaron el GATT
• Australia • India
• Bélgica • Líbano
• Birmania (ahora Myanmar) • Luxemburgo
• Brasil • Noruega
• Canadá • Nueva Zelanda
• Ceilán (ahora Sri Lanka) • Países Bajos
• Chile • Pakistán
• China • Reino Unido
• Checoslovaquia • Rodesia del Sur (ahora Zimbabue)
• Cuba • Siria
• Estados Unidos • Sudáfrica
• Francia
El Código GATT de 1947 entró en vigor el 1 de enero de 1948 y está integrado por un sistema de reglas
destinadas a evitar que las concesiones mutuas sean anuladas por la adopción de medidas restrictivas del
comercio.
Artículo I. Trato General de la Nación más Favorecida.
Artículo II. Lista de Concesiones.
Artículo III. Trato nacional en materia de tributación y de reglamentación interiores.
Artículo IV. Disposiciones especiales relativas a las películas cinematográficas.
Artículo V. Libertad de tránsito.
Artículo VI. Derechos antidumping y derechos compensatorios.
Artículo VII. Valoración en aduana.
Artículo VII. Derechos y formalidades referentes a la importación y a la exportación.
Artículo IX. Marcas de origen.
Artículo X. Publicación y aplicación de los reglamentos comerciales.
Artículo XI. Eliminación general de las restricciones cuantitativas.
Artículo XII. Restricciones para proteger la balanza de pagos.
Artículo XIII. Aplicación no discriminatoria de las restricciones cuantitativas.
Artículo XIV. Excepciones a la regla de no discriminación.
Artículo XV. Disposiciones en materia de cambio.
Artículo XVI. Subvenciones.
Artículo XVII. Empresas comerciales del Estado.
Anexos:
Anexo A B, C, D, E Y F. Lista de los territorios.
Anexo G. Fechas fijadas para márgenes máximos de preferencias.
Anexo H. Porcentaje del comercio exterior para artículo XXVI.
Anexo I. Notas y disposiciones suplementarias.
Las rondas que los países miembros celebraron en el marco del GATT son las siguientes:
Ronda de Ginebra (1946). Establecer las reglas o principios a fin de lograr niveles de vida más altos,
empleo y un nivel elevado del ingreso real y de la demanda efectiva, así como la utilización completa de los
recursos mundiales y el acrecentamiento de la producción y de los intercambios mundiales de productos,
buscando la reciprocidad y de mutuas ventajas en “un comercio mundial equitativo y abierto”.
Ronda de Annecy (1949). Las partes contratantes intercambiaron unas cinco mil concesiones
arancelarias. En su tercer periodo de sesiones también se ocuparon de la adhesión de otros 10 países.
Ronda de Torquay (1951). Se intercambiaron unas ocho mil 700 concesiones arancelarias en esta ciudad
de Inglaterra, que significaron reducciones de un 25% aproximadamente con relación al nivel de 1948. Se
adhirieron cuatro países.
Ronda de Ginebra (1956). Se lograron reducciones arancelarias por valor de 2 mil 500 millones de dólares.
Se fija la estrategia para futuras políticas del GATT respecto de países en desarrollo, mejorando su posición
como participantes del tratado.
Ronda Dillon (1962). Tuvo como resultado unas cuatro mil 400 concesiones arancelarias que
representaban intercambios comerciales por valor de 4 mil 900 millones de dólares.
Ronda Kennedy (1967). 50 países participantes, que en conjunto realizaban el 75% del comercio mundial,
firmaron el acta final de la Ronda. En esta ronda cambiaron el método de negociación producto por producto y
se adoptó un método general o lineal para la reducción del 50% de los aranceles aplicables a los productos
industriales (40 mil millones de dólares).
Ronda de Tokio (1973-1979). 99 países participaron en la negociación de acuerdos sobre cuestiones
arancelarias y no arancelarias con reducciones y consolidaciones que representaban intercambios
comerciales por un valor superior a los 300 mil millones de dólares.
Ronda de Uruguay (1986-1993). 123 países. Se creó la OMC para reemplazar el GATT. Reducción de
aranceles y subsidios a la exportación, reducción de límites de importación y cuotas (a 20 años), acuerdo para
reforzar la protección a la propiedad intelectual, extendiendo la ley comercial internacional al sector de los
servicios y liberalización de la inversión externa. También se hicieron cambios en el mecanismo de
establecimiento de disputas del GATT.
En 1993 concluye exitosamente la Ronda de Uruguay12 y para el 14 de abril de 1994 se firma el Acta Final,
en Marrakech, Marruecos, sentando las bases para la creación de un sistema multilateral de comercio
integrado, más viable y duradero que abarque el “Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, los
resultados de anteriores esfuerzos de liberalización del comercio y los resultados integrales de las
Negociaciones Comerciales Multilaterales de la Ronda Uruguay, por lo que se decide crear la OMC.
La OMC constituye el marco institucional común para el desarrollo de las relaciones comerciales entre sus
miembros en los asuntos relacionados con los acuerdos e instrumentos jurídicos conexos incluidos en los
Anexos del Acuerdo, los cuales resultan vinculantes para las partes.
Las funciones de la OMC son:
• El comité económico fue el predecesor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
• El comité aduanero pasó a ser el Consejo de Cooperación Aduanera de Bruselas (CCA).
En 1952, entró en vigor la convención que establece formalmente el CCA, la primera sesión fue celebrada
en Bruselas el 26 de enero de 1953.
En 1994, el CCA adoptó el nombre oficial de Organización Mundial de Aduanas (OMA), su sede está el
Bruselas, Bélgica, y cuenta a la fecha con 182 países miembros, lo cual se traduce en la administración del
98% del comercio mundial.
Para efectos de operación, la OMA está dividida en seis regiones:
Misión
Establecer, aplicar, apoyar y promover instrumentos internacionales para la armonización de los
procedimientos y sistemas aduaneros simplificados y eficaces para movimiento de mercancías, personas y
medios de transporte a través de las fronteras aduaneras.
Asegurar el cumplimiento de su legislación, tratando de maximizar el nivel de cooperación entre los
Miembros, incluso con otras organizaciones internacionales, con el fin de combatir las infracciones aduaneras
y otros delitos cometidos a nivel internacional.
Ayudar a los miembros a enfrentar los desafíos del actual ambiente de negocios y a adaptarse a las nuevas
circunstancias, promoviendo la comunicación y la cooperación, así como la gestión aduanera y el intercambio
de mejores prácticas (facilitación del comercio).
Organización
La OMA constituye un foro donde los delegados pueden abordar los temas del ámbito aduanero, cada
miembro tiene un representante con derecho a voto y ello les permite acceder a una amplia gama de
convenciones, así como otros instrumentos internacionales, y obtener también beneficios de los servicios de
asistencia técnica y de capacitación.
La OMA opera a través de un Consejo, la Comisión de Política y el Comité de Finanzas (17 miembros). Esta
organización internacional trabaja a través de sus comités, entre los cuales se encuentran:
Sumario
En el presente capítulo se analizarán los diferentes instrumentos jurídicos que los distintos actores de
comercio exterior deberán observar en preparación a la materialización del acto de despacho aduanero. En la
medida en la cual se observen las obligaciones inherentes al tipo de operación de que se trate, se evitarán
problemas o irregularidades durante el desarrollo del despacho aduanero.
1. MANIFIESTOS DE CARGA
El Manifiesto de Carga2 es el documento emitido por el transportista internacional, contiene datos sobre el
medio de transporte, así como una descripción genérica de las mercancías en cuanto a su cantidad, unidad de
medida, número de bultos, peso, al igual que los datos del importador o exportador; su objetivo es registrar las
transacciones comerciales internacionales que entran y salen de determinado territorio aduanero, facilitando el
transporte mediante la transmisión de un formato simplificado para reducir trámites y documentos requeridos por
las autoridades aduaneras.
Hoy me voy a referir al caso marítimo, pues independientemente de que todos los tráficos aduaneros sean
relevantes, el caso marítimo, desde mi punto de vista, cobra vital importancia por los volúmenes de mercancías
que se transportan.
En materia aduanera, resultaba necesario contar con pautas mínimas de actuación, homogéneas y
transparentes para garantizar la seguridad de la cadena logística internacional y facilitar el comercio, con el objeto
de aumentar la certidumbre y la predictibilidad; por ello México adoptó las mejores prácticas que establece el
Marco SAFE de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), contemplando una gestión integral de la cadena
logística en todos los medios de transporte.
México incorporó desde hace algunos años en las Reglas Generales de Comercio Exterior (RGCE) la
obligación para las empresas de transportación marítima de proporcionar la información relativa a las mercancías
consignadas en el manifiesto de carga, mediante la transmisión electrónica de datos al sistema de la asociación o
cámara gremial a la que pertenezcan sus agentes navieros generales o consignatarios de buques o a través de
las personas que cuenten con la autorización para prestar servicios de prevalidación electrónica de datos, sin que
sea necesaria la presentación del Manifiesto de Carga ante la aduana correspondiente.
En el caso de la importación, dicha información se debe transmitir al Servicio de Administración Tributaria
(SAT) con 24 horas de anticipación a la carga de las mercancías en el buque.3
La información anticipada que se provee al SAT deberá ser tomada en cuenta por las autoridades aduaneras
para efectuar análisis de riesgos y hacer posible la identificación del envío, así como la detección de cualquier
interferencia no autorizada a lo largo de la cadena logística.
De conformidad con lo dispuesto por la Ley Aduanera, las mercancías que se introduzcan o que pretendan
extraerse del país quedarán en depósito ante la aduana en los recintos fiscales o fiscalizados destinados para ello,
con el propósito de destinarlas posteriormente a un régimen aduanero, esto normalmente en el caso de aduanas
de tráfico marítimo o aéreo.
Esta última limitante, es decir, la de introducir a depósito fiscal en el caso de aduanas de tráfico marítimo o
aéreo, se contemplaba en la Ley Aduanera; sin embargo, fue eliminada el 9 de diciembre de 2013, pues en
algunas aduanas de tráfico terrestre también se podía permitir el depósito fiscal,4 toda vez que ello podría implicar
reducción algunos costos logísticos.
Como ejemplo tenemos el traslado de mercancías de procedencia extranjera que se realicen de la aduana de
Ciudad Juárez a la sección aduanera del Aeropuerto Internacional “Abraham González”, en Ciudad Juárez,
Chihuahua; o el traslado de la aduana de Ciudad Hidalgo a la sección aduanera de “Puerto Chiapas”, o viceversa,
dependiente de la Aduana de Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Las mercancías que se encuentren en depósito ante la aduana podrán ser motivo de actos de conservación,
examen y toma de muestras, siempre que no se altere o modifique su naturaleza o las bases gravables para fines
aduaneros, incluso las autoridades aduaneras pueden autorizar la toma de muestras. También se pueden prestar
los servicios de almacenaje, análisis de laboratorio, vigilancia, etiquetado, marcado y colocación de leyendas de
información comercial, en cuyo caso el SAT tomará las medidas necesarias para proteger el interés fiscal y de las
propias mercancías.
En muchas ocasiones, se confunde incluso hasta por semántica, no sólo por la falta de claridad respecto de
los conceptos de “depósito ante la aduana” y el “depósito fiscal”.
Como ya se precisó, el depósito ante la aduana consiste en la introducción de mercancías a un recinto fiscal o
fiscalizado con la finalidad de llevar a cabo, en su caso, actos de conservación para posteriormente destinarlas a
un “régimen aduanero”, es decir, quienes introducen o pretenden extraer las mercancías aún no han destinado las
mismas a un régimen aduanero, en consecuencia, ni siquiera hay pago de contribuciones y, en ocasiones,
tampoco cumplen con regulaciones o restricciones no arancelarias o normas de información comercial.
Por su parte, el “depósito fiscal” es un régimen aduanero de diferimiento de aranceles, que consiste en el
almacenamiento de mercancías de procedencia extranjera o nacional en almacenes generales de depósito que
puedan prestar este servicio en los términos de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del
Crédito (LGOAAC) y, además, deberán ser autorizados por el SAT para que en dichos almacenes puedan ser
introducidas las mercancías bajo ese régimen. El régimen de depósito fiscal se lleva a cabo una vez
determinados los impuestos al comercio exterior, así como las cuotas compensatorias y, hasta que las
mercancías son extraídas del almacén general de depósito, se pagan las contribuciones al comercio exterior. Para
destinar las mercancías al régimen de depósito fiscal será necesario cumplir en la aduana de despacho con las
regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables a este régimen, así como acompañar el pedimento con la
carta de cupo.
De lo anterior se desprende que, en la figura del depósito ante la aduana, son introducidas las mercancías que
preponderantemente serán objeto de actos de conservación, como actuaciones “previas al despacho aduanero” y,
en el caso del depósito fiscal, el interesado ya habrá transmitido a través del sistema electrónico aduanero, en
documento en electrónico al SAT y se habrán sometido al mecanismo de selección automatizada, esto es, ya se
habrán presentado las mercancías para su despacho aduanero para destinarse a ese régimen aduanero.
Con la finalidad de vigilar la operación, el legislador consideró que el manejo, almacenaje y custodia de las
mercancías de comercio exterior compete a las aduanas, estableciendo áreas de servicios aduanales para
ejercer control, vigilancia y seguridad en la circulación de vehículos, así como en la carga, descarga y manejo de
mercancías que ingresan a la aduana, aun cuando no hayan sido sometidas a las formalidades del despacho
aduanero.
Los recintos fiscales5 son aquellos lugares en donde las autoridades aduaneras realizan indistintamente las
funciones de manejo, almacenaje, custodia, carga y descarga de las mercancías de comercio exterior,
fiscalización, así como el despacho aduanero de las mismas.
La Ley Aduanera también dispone que estos recintos fiscales puedan ser administrados por un particular, en
cuyo caso, el SAT podrá otorgar una “concesión” para que los particulares que cumplan con ciertos requisitos
presten los servicios de manejo, almacenaje y custodia de mercancías, en inmuebles ubicados dentro de los
recintos fiscales, los cuales se denominarán recintos fiscalizados concesionados. Vale la pena destacar que
esta concesión se otorgará mediante licitación y dentro de los requisitos se encuentran el uso, goce o
aprovechamiento del inmueble donde se prestarán los servicios.
Por otro lado, los particulares que tengan el uso o goce de un inmueble colindante con un recinto fiscal o de un
inmueble ubicado dentro o colindante a un recinto portuario, en el caso de que se trate de aduanas marítimas,
fronterizas, interiores de tráfico ferroviario o aéreo, podrán solicitar al SAT una “autorización” para prestar los
servicios de manejo, almacenaje y custodia de mercancías; en este caso el inmueble donde se presten dichos
servicios se denominará recinto fiscalizado autorizado.
En ambos supuestos, ya sea la figura de recinto fiscalizado concesionado o recinto fiscalizado autorizado, los
particulares que los administran se hacen cargo de los servicios de manejo, almacenaje y custodia de
mercancías, lo cual ha permitido a las autoridades aduaneras ejercer completamente su función de vigilar el
cumplimiento de los sujetos obligados en la entrada y salida del territorio nacional de mercancías, de los medios
en que son transportadas o conducen, así como del propio despacho aduanero y los hechos y actos de derivan
del mismo.
Las personas que hayan obtenido concesión o autorización para almacenar mercancías en depósito ante la
aduana deberán cumplir, entre otras, las obligaciones siguientes:
Los recintos fiscalizados deben permitir el almacenamiento y custodia gratuita6 de las mercancías, conforme
a los siguientes supuestos:
• En mercancías de importación, dos días, excepto en recintos fiscalizados que se encuentren en aduanas de tráfico
marítimo, en este caso el plazo será de siete días.
• En mercancías de exportación, 15 días, excepto minerales, que será de 30 días.
Los plazos se computan en días hábiles a partir del día siguiente a aquél en que el almacén reciba las
mercancías, independientemente de que hayan sido objeto de transferencia o transbordo; sin embargo, tratándose
de importaciones que se efectúen por vía marítima o aérea, el plazo se computará a partir del día en que el
consignatario reciba la comunicación de que las mercancías han entrado al almacén. Después de estos plazos,
las mercancías empiezan a generar costos por el almacenaje correspondiente.
Durante el plazo en el que se permita el almacenamiento y custodia gratuita de las mercancías, solamente se
pagarán el servicio de manejo de las mismas y las maniobras para el reconocimiento previo, en su caso.
Toda vez que la Ley Aduanera señala que el pago por la prestación de los servicios de manejo, almacenaje
y custodia de mercancías de comercio exterior se fija entre las partes, y dado que no existe algún tabulador en
el mercado que contemple costos mínimos por estos servicios, no resultan homogéneos en el país, lo que puede
implicar abusos o costos indiscriminados por parte de los particulares que cuentan con la concesión o
autorización correspondiente.
Por otro lado, cuando las mercancías no son retiradas por causas imputables a las autoridades aduaneras, el
servicio no se cobra al particular afectado; sin embargo, existe descontento en los importadores toda vez que, por
el tipo de mercancías, algunas son objeto de “revisiones previas” por parte de autoridades distintas de las fiscales,
tal es el caso de las peticiones que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) para la revisión de
mercancías que el Estado mexicano ha considerado de seguridad nacional, como los precursores químicos o las
que podrían atentar contra la propiedad intelectual, en tales casos las mercancías pueden permanecer en los
almacenes por tiempo indeterminado, pero cuando son liberadas por estas autoridades, se topan con altos costos
de almacenaje, pues la ley aduanera es clara al señalar que no se cobra al particular afectado, únicamente en los
casos imputables a las autoridades aduaneras.
2.3. ABANDONO
La figura del abandono de mercancías en favor del fisco federal ocurre en aquellos casos en que las
mercancías que se encuentran en depósito ante la aduana permanecen en este sitio, ya sea por el simple
transcurso del tiempo por ministerio de ley o porque de manera expresa el interesado manifieste que las
abandona en favor del fisco federal; en ambos casos las mercancías pasan a propiedad de éste. Veremos los
supuestos con mayor detalle a continuación.
Causarán abandono en favor del fisco federal las mercancías que se encuentren en depósito ante la aduana,
en los siguientes casos:7
a) Expresamente, cuando los interesados así lo manifiesten por escrito.
b) Tácitamente, cuando no sean retiradas dentro de los plazos que a continuación se indican:
• Por la interposición del recurso administrativo que corresponda conforme al Código Fiscal de la Federación (CFF) o la
presentación de la demanda en el juicio que proceda.
• El recurso o la demanda sólo interrumpirán los plazos de que se trata cuando la resolución definitiva que recaiga no
confirme, en todo o en parte, la que se impugnó.
• Por consulta entre autoridades, siempre que de dicha consulta dependa de la entrega de las mercancías al interesado.
• Por el extravío de mercancías que se encuentren en depósito ante la aduana.
Hemos mencionado los supuestos por los cuales las mercancías que se encuentran en depósito ante la
aduana pasan a propiedad del fisco federal; no obstante, el Estado mexicano ha considerado primero que no es
función principal de la aduana iniciar los procedimientos correspondientes para que se decrete por ministerio de
ley que las mercancías pasan a propiedad del fisco federal, pues en todo caso resulta más ágil
procedimentalmente entregar las mercancías y, toda vez que el objetivo que se persigue es recaudatorio,
entonces el interesado que acredite el interés jurídico puede retirarlas aun habiendo pasado a propiedad del fisco
federal, siempre que las mercancías se encuentren físicamente en los recintos fiscales o fiscalizados
correspondientes de la aduana de que se trate. Las RGCE9 establecen los requisitos y procedimientos para que
esto se pueda llevar a cabo, conforme a lo siguiente:
• La mercancía en depósito ante la aduana que ha pasado a propiedad del fisco federal conforme a lo establecido en el
artículo 32 de la ley, podrá ser destinada a cualquiera de los regímenes aduaneros previstos en la ley o en otras
disposiciones jurídicas aplicables, por aquellos que fueron sus propietarios o consignatarios, siempre que presente
solicitud de autorización para su recuperación, cumpliendo con lo establecido en las RGCE.
• Las personas que hubieran obtenido la autorización por parte de la aduana contarán con el plazo de un mes, contado a
partir del día siguiente en que surta efectos su notificación, para retirar las mercancías del recinto fiscal o fiscalizado en el
que se encuentren y presentarlas ante la aduana para su despacho, aun cuando se hubiera solicitado su transferencia al
Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), en cuyo caso deberá cancelar parcial o totalmente los oficios
de transferencia.
• Tratándose de mercancías explosivas, inflamables, contaminantes, radioactivas o corrosivas, así como de animales vivos,
que impliquen algún riesgo inminente en materia de sanidad animal, vegetal y salud pública, se podrá realizar el retorno de
la mercancía siempre que el interesado presente la solicitud de autorización correspondiente.
3.1. REQUISITOS PARA OPERAR COMO REPRESENTANTE ADUANAL Y SUPUESTOS DE DESPACHO DIRECTO
Su único trabajo consiste en la atención del despacho aduanero de las mercancías de su representado, el cual
requiere un conocimiento más profundo y especializado del tipo de mercancías que importa la empresa y del
costo fijo laboral de los embarques que tramite, independientemente del volumen de operaciones de que se trate.
Las personas físicas con actividad empresarial, las personas morales con carácter de importador o exportador,
las empresas de la industria terminal automotriz y/o manufacturera de vehículos de autotransporte, así como los
almacenes generales de depósito que cuenten con autorización para depósito fiscal, en este caso sólo para que
realicen la extracción de mercancías que se encuentren bajo este régimen deberán presentar solicitud y cumplir
con manifestar lo siguiente:
Los importadores o exportadores que hayan obtenido el número de autorización para transmitir pedimentos a
través del sistema electrónico aduanero tendrán la obligación de conservar en sus archivos los documentos con
los que hayan acreditado los requisitos de sus representantes legales, mismos que deberán poner a disposición
de las autoridades aduaneras cuando ésta los solicite.
De acuerdo con lo señalado en la Ley Aduanera, un agente aduanal es la persona física autorizada por el SAT,
mediante una patente, para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías, en los diferentes
regímenes aduaneros previstos.
Los interesados en obtener la patente de agente aduanal deberán cumplir con los lineamientos indicados en la
Convocatoria que al efecto se publique en el DOF, así como con los siguientes requisitos:
Adicionalmente, para poder operar, el agente aduanal deberá ocuparse personal y habitualmente de las
actividades propias de su función y no suspenderlas, dar a conocer a la aduana en que actúe el domicilio para oír
y recibir notificaciones, así como los nombres de los empleados o dependientes autorizados para auxiliarlo en los
trámites de todos los actos del despacho, y de los nombres de los mandatarios que lo representen al promover y
tramitar el despacho; contar con el equipo necesario para promover el despacho electrónico y utilizarlo en las
actividades propias de su función. Además, ocuparse, en su aduana de adscripción, por lo menos, del 15% de las
operaciones de importación y exportación que lleve a cabo.
La patente de agente aduanal le da derecho al titular para actuar ante una aduana de adscripción; sin embargo,
el agente aduanal podrá solicitar autorización para operar hasta en tres aduanas adicionales.
Como vimos en el apartado anterior, los agentes aduanales tendrán que competir con un nuevo actor en el
comercio exterior, en la figura delrepresentante legal. Esto resulta importante pues el agente aduanal se ha
diversificado y ofrece servicios adicionales que el importador podrá tomar en cuenta al momento de decidir cómo
realizar sus operaciones de comercio exterior, lo que genera que exista competitividad en México.
Las contribuciones de comercio exterior y demás que se pagan junto con éstas, mediante Pago Electrónico
Centralizado Aduanero (PECA).11 Dicho esquema que ha funcionado bastante bien en el comercio exterior; sin
embargo, recientemente fueron publicadas las “Reglas de carácter general para la recepción de información de
declaraciones fiscales y la recaudación de recursos federales por parte de las instituciones de crédito”,12 en las
que se establece la obligación de incorporar la recaudación de contribuciones provenientes de operaciones de
comercio exterior y demás que deban pagarse junto con éstas, conforme a las tarifas que convenga la Tesorería
de la Federación (Tesofe), según convenio de adhesión con las instituciones de crédito que opten por fungir como
auxiliares a que se refiere la Ley de Tesorería de la Federación (LTF).
4. PADRONES DE IMPORTADORES
De acuerdo con la Ley Aduanera, quienes importen mercancías deberán estar inscritos en el Padrón de
Importadores y, en su caso, en el Padrón de Importadores de Sectores Específicos o en el Padrón de
Exportadores Sectorial que están a cargo del SAT, siempre que estén inscritos en el RFC y al corriente en el
cumplimiento de sus obligaciones fiscales, además de los requisitos que el SAT ha previsto en las RGCE.
Quedan exceptuadas las importaciones efectuadas por pasajeros, por empresas de mensajería y paquetería y por
la vía postal.
El SAT, mediante RGCE, ha definido la política aduanera. Será necesaria la inscripción en el Padrón de
Importadores y en el Padrón de Importadores de Sectores Específicos cuando se trate de mercancías listadas en
el Apartado A, del Anexo 10. A partir de 2007, el Ejecutivo Federal dispuso que los sectores incluidos en las RGCE
fueran únicamente para mercancías de salud pública y seguridad nacional; sin embargo, aún existe la
problemática a la que se enfrentan otros sectores de mercancías que se han sensibles, tales como acero, textil,
confección, calzado e hidrocarburos.
• Las efectuadas por misiones diplomáticas, consulares, especiales del extranjero acreditadas ante el gobierno mexicano y
oficinas de organismos internacionales representados o con sede en territorio nacional.
• Las previstas en el artículo 61, fracciones IX, XI, XVI y XVII de la Ley Aduanera.
• Los aparatos ortopédicos o prótesis para uso de personas con discapacidad, así como los vehículos especiales o
adaptados que sean para su uso personal, siempre que obtengan la autorización a que se refiere el artículo 61, fracción XV,
de la Ley Aduanera.
• Las de vehículos realizadas al amparo de una franquicia diplomática, de conformidad con el artículo 62, fracción I, de la Ley
Aduanera.
• Las destinadas al régimen de tránsito en cualquiera de sus modalidades, de acuerdo con el Apartado D del artículo 90 de
la Ley Aduanera.
• Las que retornen al país conforme a los artículos 103, 116 y 117 de la Ley Aduanera.
• Las importadas temporalmente, conforme al artículo 106 de la Ley Aduanera.
• Las destinadas para exposición y venta en establecimientos de depósito fiscal a que se refiere el artículo 121, fracción I, de
la Ley Aduanera.
• Las efectuadas por pasajeros, de conformidad con las RGCE.
• Las de vehículos nuevos realizadas por personas físicas, siempre que se trate de un solo vehículo en un plazo de 12
meses.
• Los insumos y las mercancías relacionadas con el sector agropecuario de acuerdo con lo que señalen las RGCE, siempre
que el importador sea ejidatario.
• El equipo médico siempre que se trate de una pieza y sea para uso exclusivo del importador.
• Las efectuadas por personas físicas para su uso personal, hasta por el número de unidades por pedimento que se
encuentren contenidas en las RGCE y siempre que no se tramiten más de dos pedimentos por un mismo importador al
año.
• Las destinadas al régimen de depósito fiscal en almacenes generales de depósito.
• Las importadas por el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada de México, cuerpos o asociaciones de bomberos, la Secretaría
de Gobernación (Segob) y de los estados, autoridades federales, estatales o municipales y sus órganos desconcentrados,
PGR, Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el SAT o Administración General de Aduanas (AGA), para su
uso exclusivo en el ejercicio de sus funciones, con el objeto de destinarlas a finalidades de seguridad y defensa nacional,
así como seguridad pública, según corresponda.
• Las realizadas por empresas de mensajería y paquetería, cuyo valor no exceda de una cantidad equivalente en moneda
nacional o extranjera a mil dólares y las realizadas por personas físicas mediante pedimento, cuyo valor no exceda de una
cantidad equivalente en moneda nacional o extranjera a 5 mil dólares, siempre que en este último caso no se efectúe más
de una operación en cada mes calendario. Lo dispuesto en esta fracción procederá siempre que no se trate de mercancías
a que se refiera otra fracción de la presente regla.
• Los libros, esculturas, pinturas, serigrafías, grabados y, en general, obras de arte, los menajes de casa.
• Los materiales que importen las empresas extranjeras de la industria cinematográfica que se vayan a consumir o destruir
durante la filmación, siempre que se trate de materiales para las cámaras de videograbación o los aparatos para el grabado
y reproducción de sonido, material de tramoya, efectos especiales, decoración, construcción, edición y de oficina,
maquillaje, vestuario, alimentación fílmica y utilería.
• Medicamentos con receta médica, en las cantidades señaladas en la misma.
• Las adquiridas por remates realizados por almacenes generales de depósito en términos del artículo 22 de la LGOAAC.
El Padrón de Importadores es un requisito que deben cumplir los importadores previo al despacho aduanero y
resulta indispensable para poder llevar a cabo la importación de sus mercancías. El SAT ha establecido que los
importadores deben encontrarse al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y aduaneras.
Derivado de lo anterior, el SAT ha definido las siguientes causales por las que será motivo de suspensión del
Padrón de Importadores,13 y en su caso, del Padrón de Importadores de Sectores Específicos:
• El contribuyente no cuente con la e-firma vigente, no tenga registrado el correo electrónico para efectos del Buzón
Tributario o no hubiera presentado las declaraciones de los impuestos federales o cumplido con alguna otra obligación
fiscal.
• Los contribuyentes no realicen operaciones de comercio exterior en un periodo que exceda los 12 meses.
• El contribuyente presente aviso de suspensión de actividades en el RFC o aviso de cancelación.
• El contribuyente no registre en el RFC los establecimientos en los cuales realice operaciones de comercio exterior.
• El contribuyente realice cambio de domicilio fiscal o realice el cambio después del inicio de facultades de comprobación,
sin presentar los avisos correspondientes a la Administración Desconcentrada de Servicios al Contribuyente (ADSC).
• El contribuyente no sea localizado en su domicilio fiscal o el domicilio fiscal del contribuyente o el de sus establecimientos
esté en el supuesto de no localizado.
• El nombre, denominación o razón social o domicilio del proveedor en el extranjero o domicilio fiscal del importador,
señalado en el pedimento, en la factura o documento equivalente presentado y transmitido sea falso o inexistente o cuando
en el domicilio señalado en dichos documentos no se pueda localizar al proveedor en el extranjero; destinatario o
comprador, en el extranjero.
• El contribuyente presente documentación falsa o no cuente con la documentación que ampare las operaciones de
comercio exterior; incluso cuando altere los registros o documentos que amparen sus operaciones de comercio exterior.
• El contribuyente no lleve la contabilidad, registros, inventarios o medios de control a que esté obligado conforme a las
disposiciones fiscales y aduaneras o los oculte, altere o destruya total o parcialmente.
• Las empresas que cuenten con el Registro en el Esquema de Certificación de Empresas, modalidad de impuesto al valor
agregado (IVA) e impuesto especial sobre producción y servicio (IESPYS), así como los contribuyentes que garanticen el
interés fiscal, mediante fianza o carta de crédito, dejen de transmitir de manera electrónica, a través del Portal de Trámites
del SAT, la información a que se refieren las reglas 7.2.1., segundo párrafo, fracción IV, y 7.4.3., fracción II, en el plazo
establecido para tales efectos.
• Un contribuyente inscrito en el Padrón de Importadores o en el Padrón de Importadores de Sectores Específicos permita a
otro que se encuentre suspendido seguir efectuando sus operaciones de comercio exterior; el contribuyente tenga como
representante legal, socio o accionista a un miembro de alguna empresa o persona física que haya sido suspendida por
alguna de las causales establecidas en la presente regla y no la hubiera desvirtuado.
• El contribuyente tenga créditos fiscales firmes y/o créditos fiscales determinados que, siendo exigibles, no se encuentren
pagados o garantizados en alguna de las formas permitidas por el CFF, siempre que sea por más de $100,000 en cada
caso.
• Mediante resolución se determine un crédito fiscal firme y/o exigible a cargo del contribuyente por la comisión de
cualquiera de las infracciones previstas en los artículos 176, 177, 179 y 182, fracción II, de la ley, omitiendo el pago de
contribuciones y cuotas compensatorias por más de $100,000y dicha omisión represente más del 10% del total de las que
debieron pagarse y el crédito siendo exigible no se encuentre garantizado.
• Mediante resolución se determine que el valor declarado en el pedimento de importación es inferior en un 50% o más, al
precio promedio de aquellas mercancías idénticas o similares importadas dentro del periodo de 90 días anteriores o
posteriores a la fecha de la operación.
• Los particulares se encuentren sujetos a un proceso penal por la presunta comisión de delitos en materia fiscal, propiedad
industrial y derechos de autor.
• El importe de ingresos o el valor de los actos o actividades declarados en el periodo revisado por la autoridad sea inferior al
30% del valor de las importaciones realizadas durante el mismo periodo.
• El contribuyente incumpla alguna de las disposiciones establecidas en el decreto de vehículos usados, de conformidad con
lo establecido en el artículo 9 del mismo.
• Las autoridades aduaneras tengan conocimiento de la detección, por parte de las autoridades competentes, de mercancías
que atenten contra la propiedad industrial o los derechos de autor protegidos por la Ley de la Propiedad Industrial (LPI) y la
Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA).
• Tratándose de exportación definitiva o retorno de mercancía al extranjero, se detecte que dicha mercancía no salió del país
o se determine que no se llevó a cabo el retorno de al menos el 90% de las mercancías declaradas en la documentación
aduanera.
• El contribuyente introduzca al régimen de depósito fiscal en almacenes generales de depósito autorizados de conformidad
con el artículo 119 de la ley alguna de las mercancías a que se refiere la regla 4.5.9.
• El contribuyente inicie una operación de tránsito interno o internacional y no efectúe el cierre de la operación en la aduana
de destino correspondiente dentro de los plazos establecidos, sin existir causas debidamente justificadas para no
realizarlo.
• El contribuyente se oponga al ejercicio de las facultades de comprobación de las autoridades aduaneras.
• El contribuyente, dentro de las facultades de comprobación contempladas en el artículo 42 del CFF, no atienda los
requerimientos de las autoridades fiscales o aduaneras para presentar la documentación e información que acredite el
cumplimiento de sus obligaciones o lo realice en forma incompleta.
• Con motivo del dictamen de laboratorio o del ejercicio de las facultades de comprobación, las autoridades aduaneras
determinen una clasificación arancelaria diferente a la que el agente, apoderado aduanal, importador o exportador haya
declarado en el pedimento, cuando la inexacta clasificación arancelaria implique el incumplimiento de alguna regulación y
restricción no arancelaria en materia de seguridad nacional o salud pública, o la omisión del pago de cuotas
compensatorias, siempre que la fracción arancelaria determinada por la autoridad se encuentre sujeta a cuotas
compensatorias cuando sea originaria del país de origen declarado en el pedimento, o la fracción arancelaria determinada
por las autoridades aduaneras sea alguna de las señaladas por quienes realicen actividades vulnerables de conformidad
con la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI).
• Con motivo del reconocimiento aduanero o del ejercicio de facultades de comprobación, las autoridades aduaneras
detecten mercancías que ostentan físicamente alguna marca de origen correspondiente a un país que exporta mercancías
en condiciones de prácticas desleales de comercio internacional, estén sujetas al pago de una cuota compensatoria o a
una medida de transición, y el origen declarado en el pedimento sea distinto.
• Con motivo del reconocimiento aduanero o de la verificación de mercancías en transporte, las autoridades aduaneras
detecten la introducción a territorio nacional de armas o algún narcótico de los señalados en el artículo 193 del Código
Penal Federal (CPF), sin la documentación que acredite el cumplimiento de las regulaciones o restricciones no
arancelarias correspondientes, o se trate de mercancía prohibida.
• Con motivo del reconocimiento aduanero o de la verificación de mercancías en transporte, las autoridades aduaneras
detecten al contribuyente cantidades en efectivo, en cheques nacionales o extranjeros, órdenes de pago o cualquier otro
documento por cobrar o una combinación de ellos, superiores al equivalente en la moneda o monedas de que se trate a 30
mil dólares y haya omitido declararlas a las autoridades aduaneras al momento de ingresar al país o al salir del mismo.
• Se detecte que las empresas con Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación
(IMMEX) no tengan las mercancías importadas temporalmente al amparo de su programa en los domicilios registrados ante
el SAT de conformidad con el artículo 24, fracción VI, del Decreto IMMEX, o no cuente con la infraestructura necesaria para
llevar a cabo las operaciones de maquila de las mercancías importadas temporalmente.
• La Secretaría de Economía (SE) haya cancelado el Programa IMMEX de conformidad con lo establecido en el artículo 27
del Decreto IMMEX, salvo que el contribuyente tenga activo simultáneamente otro programa de promoción sectorial al que
hace referencia tal decreto.
• Tratándose de contribuyentes inscritos en el Sector 2 “Radiactivos y Nucleares” del Apartado A, Anexo 10, cuando la
Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias de la Secretaría de Energía (Sener) notifique a la Administración
Central de Investigación Aduanera (ACIA) que cualquiera de las licencias o autorizaciones, según sea el caso, señaladas
en el Apartado “Requisitos” de la ficha de trámite 6/LA fueron suspendidas o canceladas.
• Tratándose de contribuyentes inscritos en el sector específico de “Cigarros”, cuando la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) notifique al SAT que la licencia sanitaria otorgada a los importadores fue
suspendida, cancelada o revocada, o cuando el domicilio registrado por los importadores ante la Cofepris no sea el mismo
que el registrado ante el SAT.
• Para efectos de los sectores “Calzado” y “Textil y Confección”, cuando los Avisos Automáticos de Importación presentados
para el despacho de las mercancías no amparen las mercancías a importar o no se encuentren vigentes.
• Para efectos de los sectores “Calzado” y “Textil y Confección”, cuando estando obligado a presentar la cuenta aduanera de
garantía conforme a la Ley Aduanera, se omita su presentación o contenga datos incorrectos que representen un monto
inferior al que se debió de garantizar.
• Los contribuyentes inscritos en el sector “Hidrocarburos” no cuenten con los permisos vigentes a que se refiere la Ley de
Hidrocarburos (LH), así como que tales contribuyentes realicen o hayan realizado operaciones o contratado servicios con
sujetos que no cuenten con los permisos respectivos, tratándose de actividades reguladas en términos de la citada ley.
• Para efectos del sector “Minerales de hierro y sus concentrados”, cuando los documentos, autorizaciones o permisos
estén incompletos, presenten inconsistencias o no se encuentren vigentes.
• Los contribuyentes inscritos en el sector “Oro, plata y cobre” que exporten bienes clasificados en las fracciones
arancelarias 7404.00.01, 7404.00.02 y 7404.00.99 no cumplan con ciertos requisitos particulares del trámite del padrón de
exportadores.
Esta medida cautelar de suspender el padrón de importadores ha permitido a las autoridades aduaneras actuar
en consecuencia respecto de ciertas actividades que pretenden evadir el cumplimiento de las disposiciones
fiscales y aduaneras; sin embargo, sabemos que la suspensión del padrón de importadores provoca un grave
daño a las empresas que realizan operaciones de comercio exterior de manera lícita y que en algunas ocasiones
por algún descuido son suspendidas del padrón de importadores. Por ello, una vez que se desvirtúen los
supuestos por los que el SAT determinó llevar a cabo la baja del padrón respectiva, los contribuyentes pueden
solicitar que se deje sin efectos dicha suspensión, de conformidad con lo dispuesto en las RGCE vigentes.14
El SAT valora las pruebas, alegatos y elementos aportados por el contribuyente para reactivar, en su caso, el
Padrón de Importadores.
Existen algunos supuestos por los que las RGCE señalan que podría reincorporarse al interesado al Padrón de
Importadores, siempre que se cubra el crédito fiscal correspondiente, se paguen las multas y presenten un escrito
en el que manifiesten su allanamiento con la irregularidad detectada por la autoridad, para poder ser
reincorporados al Padrón de Importadores y al Padrón de Importadores de Sectores Específicos.
Otro supuesto de suspensión consiste en la presentación de documentación falsa para acreditar el
cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias al momento de la importación; sobre este
particular, podrán ser reincorporados en dichos padrones siempre que se allanen a la irregularidad, efectúen el
pago del crédito fiscal determinado, no se trate de reincidencia y obtengan el visto bueno por escrito de la
autoridad competente para la emisión de dicho documento, en el que manifieste su conformidad en la
reincorporación al padrón del que se trate.
Sobre estos dos supuestos en los que el SAT señala mediante reglas que podrán ser reincorporados al Padrón
de Importadores, el interesado podría interpretar que se trata de una medida demasiado dura para, en su caso,
reincorporar al interesado al padrón correspondiente; sin embargo, lo que la autoridad aduanera pretende con ello
es evitar el abuso por parte de quienes han tratado de evadir el cumplimiento de las disposiciones fiscales y
aduaneras.
El encargo conferido es una obligación de los importadores establecida en la Ley Aduanera15 de entregar al
SAT el documento que comprueba la encomienda al o a los agentes aduanales para realizar sus operaciones de
comercio exterior. Es el instrumento a través del cual los importadores le informan al SAT que agentes aduanales
pueden hacer despachos a su nombre y, una vez hecho esto, el agente aduanal puede transmitir al Sistema
Electrónico Aduanero (SEA) sus pedimentos a nombre y con el RFC del importador que realizó este aviso. En
caso de no haber dado el aviso, el agente aduanal no puede tramitar pedimentos con el nombre y el RFC del
importador, pues al enviar el pedimento al prevalidador y éste, a su vez, al SEA para su validación, no se generará
el acuse electrónico de aceptación que se declara en la impresión simplificada del pedimento, por lo que no se
podrá continuar con la operación de comercio exterior.
Actualmente, con los avances y la simplificación de procesos en el SAT, dicho encargo conferido se realiza a
través de su página de conformidad con las RGCE,16 ingresando a “Mi Portal”, “Servicios por Internet”,
“Padrones”, enviando de forma electrónica el formato “Encargo conferido al agente aduanal para realizar
operaciones de comercio exterior o la revocación del mismo”. Es importante aclarar que sólo pueden hacerlo
quienes estén inscritos en el padrón de importadores, evidentemente no siendo una obligación para operaciones
de exportación.
En el caso de una persona física, sólo puede tener 10 encargos conferidos simultáneos, mientras que una
persona moral puede tener hasta 30 encargos conferidos simultáneos. El agente aduanal, a su vez, debe ingresar
a su portal del SAT para realizar la aceptación del encargo conferido.
En resumen, el encargo conferido es una obligación de los importadores que se cumple mediante un aviso al
SAT realizado por Internet y que el agente aduanal debe aceptar igualmente por ese mismo medio para poder
realizar pedimentos de importación con nombre y RFC de determinado importador.
5. CARTA DE INSTRUCCIÓN
Conforme al artículo 19 del CFF, para que el agente aduanalrealice el despacho de las mercancías requiere
que el importador o exportador de las mercancías le extienda una Carta de Encomienda en la cual, bajo protesta
de decir verdad, lo encomienda para que efectúe el despacho aduanero y los trámites relacionados, a su nombre.
Asimismo, manifiesta que son responsabilidad del importador los datos correspondientes a cantidad,
descripción, composición y valor de todas las mercancías que le encomienda al agente aduanal para su despacho
aduanero, así como el pago en su totalidad de los importes que se generen por concepto de contribuciones y
honorarios.
La Carta de Encomienda no es una obligación propia del importador, aunque es una carta que él realiza y
entrega al agente aduanal para delegarle el despacho de determinadas mercancías y, a diferencia del encargo
conferido que se le da al SAT, sólo copia al agente aduanal. Esta carta, por lo general, se realiza a requerimiento
del agente aduanal para que él pueda comprobar que le encomendaron el despacho de esas mercancías, puesto
que un importador persona moral puede tener 30 encargos conferidos de manera simultánea. Luego entonces, si
dos o más agentes aduanales operan por la misma aduana, fehacientemente, resulta conveniente comprobar a
cuál de los dos le encargaron el despacho de esas mercancías, siendo que ambos tenían el encargo conferido
por parte del importador, incluso en el caso de una exportación en la que no hay obligación de hacer encargo
conferido resulta importante acreditarlo, entonces, con la Carta de Encomienda que el agente aduanal solicita al
importador o exportador ya sea por una operación o por varias, e incluso por la totalidad de operaciones que
arriben por una aduana se puede comprobar fehacientemente tal hecho.
La ausencia de la Carta de Encomienda no resulta en el incumplimiento de alguna obligación o actuación
previa para realizar el despacho aduanero; no obstante, los agentes aduanales las solicitan para su expediente a
efecto de comprobar que les encomendaron el despacho de determinada mercancía puesto que la Ley Aduanera
establece causales de suspensión y cancelación de patente al agente aduanal que intervenga en un despacho
que no le haya sido encomendado.
En conclusión, la Carta de Encomienda es un documento en físico que se le entrega al agente aduanal para su
expediente con el fin de que pueda comprobar que se le encomendó el despacho de esas mercancías de
importación o exportación y que él lo pueda acreditar ante el SAT cuando corresponda.
6.1. IMPORTACIÓN
Como lo iremos viendo más adelante, el despacho aduanero consiste en el conjunto de actos y formalidades
referentes a la entrada y salida de mercancías del país que, de acuerdo con los diferentes tráficos y regímenes
aduaneros, realizan ante la aduana las autoridades en la materia y quienes introducen o extraen mercancías del
territorio nacional, empleandoel Sistema Electrónico Aduanero (SEA).
Entre las formalidades17 está la de transmitir electrónicamente la información relativa al valor y demás datos
de comercialización de los bienes en las importaciones y exportaciones, como anexo al pedimento, la cual debe
tener el acuse generado con el que se tiene por transmitida y presentada tal información.
Ahora bien, como actuaciones previas al despacho aduanero tenemos que tomar en cuenta que debemos
contar con todos y cada uno de los documentos que en su oportunidad serán transmitidos electrónicamente al
SAT.
La obligación de exhibir la factura o el documento equivalente que exprese el valor o la comercialización de las
mercancías tiene que cumplirse mediante la transmisión del Comprobante de Valor Electrónico (COVE) por la
Ventanilla Digital de Comercio Exterior, sin que sea necesario acompañar al pedimento el comprobante. Para los
efectos del despacho aduanero se necesitará de la factura y ésta la representa el COVE para efectos del
despacho aduanero; a partir de lo manifestado en este documento digital es que se determinan las contribuciones,
el origen y las cantidades de mercancías que posteriormente son declarados. Por lo que corresponde a bienes
sujetos a inscripción al Padrón de Importadores de Sectores Específicos, identificados en el Anexo 10, Apartado
A, además de la transmisión se tiene que adjuntar la factura.
Una vez transmitido el documento, se recibirá un acuse de referencia emitido por la Ventanilla Digital
denominado e-document, el cual el agente o apoderado aduanal deberá indicar en el pedimento respectivo, sin
necesidad de adjuntar el documento de que se trate, salvo disposición en contrario (según las RGCE, esto sólo
ocurre en el caso de la importación definitiva de vehículos usados).
La autoridad aduanera en cualquier momento podrá requerir al contribuyente, a los responsables solidarios y a
terceros con ellos relacionados para que exhiban para su cotejo los originales de la documentación a que hacen
referencia las disposiciones jurídicas aplicables.
Las mercancías de comercio exterior deben estar amparadas con el documento que acredite su valor o datos
de comercialización, información que tiene que estar contenida en los comprobantes expedidos de acuerdo con la
normatividad aplicable y ser transmitida como anexo al pedimento, según las disposiciones aduaneras.
En el caso de importaciones, los contribuyentes deberán transmitir esos datos, integrados en la factura
comercial o documento equivalente, cuando el valor en aduana se determine conforme al valor de transacción, es
decir, si existe una compraventa de mercancías.18
La Ley Aduanera dispone que el importador deberá adjuntar al pedimento, entre otros documentos, el
conocimiento de embarque en tráfico marítimo o guía en tráfico aéreo.
El conocimiento de embarque es un documento propio del transporte marítimo que cumple varias funciones y
básicamente sirve para proteger el cargador frente a la empresa transportista marítima (naviera) y se utiliza como
contrato de transporte de las mercancías en un buque.
La función primordial del documento Bill of Lading (B/L)19 es certificar que el transportista ha tomado a su
cargo la mercancía para entregarla en el punto de destino a quien figure como consignatario de ésta o a quien la
haya adquirido por endoso total o parcial. Se convierte en un recibo de las mercancías embarcadas que certifica el
estado en que éstas se encuentran.
Los conocimientos de embarque son expedidos por el transportista marítimo y en estos documentos deben
figurar los nombres del cargador y del consignatario, el nombre y matrícula del buque y los puertos de carga y de
descarga; además, deben contar con una descripción detallada de las mercancías, la cantidad o el peso de las
mismas, el número de bultos y su estado aparente. También refleja el coste del transporte por vía marítima, la
moneda en que se ha calculado esta cifra y si el flete se ha abonado en origen o si se trata de un flete pagadero
en destino.
La guía aérea es el instrumento no negociable que sirve como recibo para el remitente y es emitida por la
aerolínea o por el consolidador; este documento o AirWay Bill indica que el transportista ha aceptado la mercancía
contenida en la lista y que se compromete a transportar el envío al aeropuerto de destino, de acuerdo con el
contexto anotado en el reverso del original de la guía.
El transportista no podrá llevar a ninguna parte de la consignación hasta que haya recogido toda la carga y
hasta que el exportador presente la AirWay Bill. Como se señala en el dorso del documento, los transportistas se
toman el derecho de transportar la carga de cualquier manera que pueda.
La guía aérea es el documento equivalente al conocimiento de embarque, pero utilizado en el transporte aéreo
de mercancías, en el cual la empresa reconoce el hecho del embarque de mercancías y expresa las condiciones
del transporte convenido, así como el cumplimiento de diversas documentaciones, entre las que se encuentran
contrato de transporte, comprobante de recepción de las mercancías y lista de embarque, en la cual se relacionan
todos los documentos que acompañan el embarque y se anotan las instrucciones especiales del usuario, factura
por el flete y los cargos cobrados.
Como ya se mencionó en el apartado relativo a “manifiesto de carga”, este documento de transporte también
resulta importante para la autoridad aduanera en cuanto a gestión de riesgos, por lo que es indispensable conocer
su información incluso “de manera previa” a que se realice el despacho aduanero de las mercancías, por lo que,
independientemente de ser obligación del importador adjuntar tal documento al momento de transmitir la
información para el despacho aduanero, también es obligación de los transportistas entregar la información
contenida en dicho documento.
La información sirve no sólo para conocer la carga que se transporta previamente, también constituye un
elemento que podría ayudar a la autoridad aduanera a conocer si el valor en aduana de las mercancías declarado
en el pedimento fue determinado conforme a las disposiciones legales.
• Regular, restringir o prohibir la exportación, importación, circulación o tránsito de mercancías cuando lo estime urgente el
Presidente de la República, mediante decretos publicados en el DOF, de conformidad con el artículo 131 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
• Regular o restringir la exportación o importación de mercancías a través de acuerdos expedidos por la SE o, en su caso,
juntamente con la autoridad competente y publicados en el DOF.
• Regular o restringir la circulación o tránsito de mercancías extranjeras por el territorio nacional procedentes del y
destinadas al exterior a través de acuerdos expedidos por la autoridad competente y publicados en el DOF.
Los certificados de origen son los documentos emitidos para demostrar que las mercancías que los amparan
son originarias de un país o región (dos o más países) determinado, de acuerdo con alguno de los criterios
establecidos en los tratados o acuerdos internacionales que para cada caso se hubiesen establecido.
En el caso de preferencias arancelarias, los certificados permitirán un preferencia arancelaria o exención en el
pago de aranceles por la importación del bien amparado en el certificado. También se pueden emitir certificados
de origen en los términos que se establezcan en las disposiciones legales, con el objeto de determinar que las
mercancías no provienen de un país sujeto al pago de cuotas compensatorias y así evitar su pago.
Son cuentas que se abren mediante depósitos en instituciones del sistema financiero para garantizar, en favor
del fisco, el pago de contribuciones y cuotas compensatorias, en los siguientes casos:
• En la importación definitiva de mercancías y declaren en el pedimento un valor inferior al precio estimado que dé a conocer
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por las contribuciones y cuotas compensatorias que correspondan a
la diferencia entre el valor declarado y el precio estimado por dicha institución.
• Para quienes efectúen el tránsito interno o internacional de mercancías, por el monto que corresponda a las contribuciones
y cuotas compensatorias que se determinen provisionalmente en el pedimento o las que correspondan tomando en cuenta
el valor de transacción de mercancías idénticas o similares, en los casos que señale el SAT.
Estas cuentas aduaneras de garantía son instrumentos que últimamente han sido utilizadas por el SAT en el
caso de la subvaluación de cierto tipo de mercancías consideradas sensibles para controlar la importación
definitiva de vehículos usados; en ellas se declaran valores por debajo del real, provocando distorsión de la base
gravable y daño a la economía nacional.
Por tal motivo, la SHCP publicó en el DOF20 los precios estimados (PE) de las mercancías, así como los
mecanismos que se deben seguir por parte de los importadores para garantizar las contribuciones que se dejan
de pagar, por la diferencia presumiblemente subvaluada, al realizar importaciones de mercancías declarando un
precio unitario inferior a dichos PE, mediante el depósito en cuentas aduaneras de garantía, en instituciones
bancarias autorizadas.
Dichas cuentas están a disposición de las autoridades aduaneras durante seis meses, a fin de que en ese
tiempo de estimarlo procedente, ejercite facultades de comprobación para acreditar o desestimar la presunta
subvaluación.
En algunos casos, las autoridades aduaneras establecen que las mercancías que se consignen en los
pedimentos, comprobantes de valor u otros documentos contengan datos que identifiquen las mercancías para
demostrar que coinciden físicamente con tales documentos. El ejemplo más evidente de un dato de identificación
es el número de serie. Sin embargo, será difícil de determinar esa correspondencia tratándose de bienes
fungibles.
La hoja de cálculo es el documento para determinar el valor en aduana y para demostrarle a la autoridad
aduanera, cuando ésta lo requiera, que su determinación estuvo correcta, y la manifestación de valor es el
documento que, según el resultado de la hoja de cálculo, sirve al agente aduanal para indicarle cuál es el valor en
aduanas, para que éste pueda formular el pedimento.
La manifestación de valor que proporcione el importador al agente aduanal que promueva el despacho de las
mercancías deberá cumplir con los requisitos que para tal efecto señala el formato denominado “Manifestación de
valor”.
Cuando la autoridad aduanera, en ejercicio de sus facultades de comprobación, así lo requiera, el importador
deberá proporcionar los elementos tomados en consideración para fijar el valor en aduana de las mercancías
mediante la presentación de la “Hoja de cálculo para la determinación del valor en aduana de mercancía de
importación”.
Cuando se importe mercancía que hubiera sido exportada en forma definitiva y no hubiera sido retornada al
territorio nacional dentro del plazo a que se refiere el artículo 103 de la ley, se podrá determinar como valor en
aduana el valor comercial manifestado en el pedimento de exportación, no siendo necesario formular la
manifestación de valor a que se refiere el primer párrafo de la presente regla.
Tratándose del retorno al territorio nacional de mercancías exportadas temporalmente al amparo del artículo
116, fracciones I, II y III de la ley, no será necesario presentar la manifestación de valor en aduana de las
mercancías de referencia.
En el caso de exportación definitiva de las mercancías nacionales o nacionalizadas, se podrán retornar al país
sin el pago del impuesto general de importación, siempre que no hayan sido objeto de modificaciones en el
extranjero ni transcurrido más de un año desde su salida del territorio nacional, de conformidad con el artículo 103
de la ley, no siendo necesario formular la manifestación de valor.
Estos documentos deben llenarse como un sustento detallado del monto que se declara como valor en aduana
de las mercancías.
El valor de transacción es el valor en aduana de las mercancías importadas, es decir, es el precio realmente
pagado o por pagar por las mercancías cuando éstas se venden para su exportación al país de importación,
siempre que se cumplan diversas condiciones que se establecen en la Ley Aduanera.
Es el primer método de valoración que se utiliza para determinar el valor en aduana de las mercancías; en
algunos casos, ese precio no incluye diversos conceptos que integran el “valor de transacción” y, en tal virtud,
deben agregarse al mismo, de ahí que se les conozca como “incrementables”. Esos incrementables pueden ser
comisiones, gastos de transporte, envases, embalajes, entre otros.
La incorrecta determinación de los gastos efectuados en el extranjero (incrementables), tales como transporte,
seguro (incluyendo pólizas de seguro global), regalías, manejo de mercancía, carga y descarga, entre otros,
puede llevar a omisiones en el pago de impuestos y contribuciones de comercio exterior, derivando en multas y
sanciones, por lo que resulta fundamental conocer y declarar correctamente los incrementables.
Si el valor de transacción no puede utilizarse por no cumplir las condiciones que establece la Ley Aduanera, el
importador debe utilizar uno de los otros métodos de valoración, en el siguiente orden sucesivo y por exclusión:
Para efectos aduaneros se establece que existe vinculación entre las partes (vendedor e importador) en los
siguientes casos:
Conocer lo anterior tiene como objeto determinar si la vinculación afecta o no el valor en aduana, esto es, si el
mismo fue determinado en condiciones normales de mercado, o bien, si la vinculación disminuyó el precio de las
mercancías sujetas a valoración.
6.1.7.4. CASOS EN LOS CUALES ES FACTIBLE EL RECHAZO DEL VALOR EN ADUANA DECLARADO
Cuando se han iniciado procedimientos administrativos con motivo de la importación de mercancías, las
autoridades aduaneras podrán rechazar el valor declarado y determinar el valor en aduana de las mercancías
importadas con base en los métodos de valoración antes citados, en los siguientes casos:
a) Cuando detecte que el importador ha incurrido en alguna de las siguientes irregularidades:
b) Cuando la información o documentación presentada sea falsa o contenga datos falsos o inexactos o cuando
se determine que el valor declarado no fue determinado de conformidad con lo dispuesto en la Ley Aduanera.
c) En importaciones entre personas vinculadas, cuando se requiera al importador para que demuestre que la
vinculación no afectó el precio y éste no demuestre dicha circunstancia.
Como ya hemos mencionado con anterioridad, es obligación de los importadores y exportadores entregar al
agente aduanal que promueva el despacho de sus mercancías una manifestación por escrito y bajo protesta de
decir verdad con los elementos que permitan determinar el valor en aduanas de las mercancías.
El importador está obligado a conservar copia de dicha manifestación y obtener la información, documentación
y otros medios de prueba necesarios para comprobar que el valor declarado ha sido determinado de conformidad
con las disposiciones aplicables en la materia y proporcionarlos a las autoridades aduaneras, a requerimiento de
éstas.
Recientemente, el Reglamento de la Ley Aduanera (RLA) sufrió modificaciones para señalar cuáles son los
elementos que deberán entregarse a la autoridad aduanera cuando ésta así lo requiera y que sustenten el valor en
aduana de las mercancías. El agente aduanal también deberá conservar estos documentos.
Los elementos que deberán ser proporcionados por el importador, anexos a la manifestación de valor, son los
siguientes:
• Factura comercial.
• Conocimiento de embarque, lista de empaque, guía aérea y demás documentos de transporte.
• El que compruebe el origen cuando corresponda, y de la procedencia de las mercancías.
• En el que conste la garantía a que se refiere el inciso e), fracción I del artículo 36-A de la ley.
• En el que conste el pago de las mercancías, tales como la transferencia electrónica del pago o carta de crédito.
• El relativo a los gastos de transporte, seguros y gastos conexos que correspondan a la operación de que se trate.
• Contratos relacionados con la transacción de la mercancía objeto de la operación.
• Los que soporten los conceptos incrementables a que se refiere el artículo 65 de la ley.
• Cualquier otra información y documentación necesaria para la determinación de valor en aduana de la mercancía de que se
trate.
Hay que tener en cuenta que, dentro de las actuaciones previas al despacho aduanero, resulta importante que
todos estos elementos se encuentren en poder del importador y deberán formar parte de su expediente, es decir,
antes de realizar el despacho aduanero de las mercancías, el importador ya debe contar con estos documentos y
elementos.
Ahora bien, algunos de estos documentos son exigidos al momento de realizar el despacho aduanero de las
mercancías y son transmitidos a la Ventanilla Única Digital, tal es el caso del conocimiento de embarque, del
certificado de origen y del que conste la garantía en su caso; sin embargo, se hace notar la inquietud de los
contribuyentes, pues han señalado como problemática para entregarle tal información al SAT lo relativo a los
contratos relacionados con la transacción de la mercancía objeto de la operación de comercio exterior, pues
manifiestan que entregar esta información podría violentar el secreto comercial y les restaría competitividad en su
negocio, ya que consideran que sería necesario entregar tal información al agente aduanal.
Derivado de lo anterior, la autoridad aduanera ha prorrogado tal obligación para realizar un análisis y verificar
qué información resulta indispensable conocer para comprobar que el valor declarado ha sido determinado de
conformidad con las disposiciones aplicables en la materia. En breve serán definidos los datos mínimos
indispensables que se requieren y se precisará para el tipo de mercancías o tipo de sectores o empresas por las
que resulta necesario contar, incluso en algunos casos de manera previa, o en ejercicio de facultades de
comprobación.
6.2. EXPORTACIÓN
El exportador debe acompañar al pedimento el documento que compruebe el valor de las mercancías.
Usualmente, se trata de una factura. El envío de tal documento genera un acuse, que deberá declararse en el
pedimento.
Por otra parte, quienes enajenan mercancías al extranjero tienen que expedir los Comprobantes Fiscales
Digitales por Internet o facturas electrónicas (CFDI) correspondientes y deberán transmitir el archivo electrónico
de esos comprobantes al agente aduanal para que asiente los números de folios fiscales en el campo
correspondiente del pedimento, con esto no tendrán que transmitir el COVE, excepto que se trate de pedimentos
consolidados.
En las exportaciones en las que no haya enajenación se deberá transmitir el COVE en los términos ya
manifestados con anterioridad en el apartado de documento de valor a la importación.
Ante la obligación de transmitir el archivo electrónico del CFDI en ventas al extranjero para que se anote el
número de folio en el pedimento, y con la implementación del complemento de comercio exterior para mercancías
que salen del país con pedimento de exportación definitiva, que sean objeto de enajenación o no lo sean, se está
cumpliendo con el objetivo del SAT: reemplazar al COVE, por tanto, los documentos de valor que se presentan
para su elaboración.
El artículo 29-A del CFF prevé la obligación de expedir los CFDI por los actos u operaciones que realicen los
contribuyentes, por los ingresos que perciban o por las retenciones de contribuciones que efectúen, siendo
obligatorio que contengan los siguientes datos:
• Emisor. RFC, régimen fiscal en el que tributa, domicilio (únicamente si tiene más de un local o establecimiento en donde
los expida).
• Cliente: RFC y sello digital.
• Lugar y fecha de expedición.
• Cantidad, unidad de medida y clase de los bienes.
• Valor unitario en número.
• Importe total (cómo se paga, exhibición única o parcialidades y el monto de impuestos trasladados por tasas).
• Ventas al exterior.
Quienes enajenen mercancías de exportación tienen que expedir los CFDI relativos y se debe acreditar queel
bien salió físicamente del país, es decir, destinarse al régimen aduanero de exportación definitiva, lo que implica
que en su oportunidad deberá cumplir todos los actos y las formalidades que demanda el despacho aduanero.
A partir del 1 de marzo de 2017, quienes efectúan exportaciones definitivas con clave de pedimento A1, en las
que haya enajenación de bienes, tienen la obligación de integrar en el CFDI la información correspondiente en el
complemento.21
CLASIFICACIÓN ARANCELARIA
Sumario
En este capítulo se realizará una explicación general sobre los antecedentes históricos e importancia del
Sistema Armonizado, así como la estructura jurídica de dicho Sistema. De igual forma se explica, de forma
detallada y con ejemplos sencillos, el procedimiento idóneo para clasificar con éxito cualquier tipo de producto o
mercancía que se encuentre en el comercio, utilizando las Reglas Generales y Complementarias, así como las
Notas Explicativas.
En México, la clasificación arancelaria consiste en ubicar las mercancías de comercio exterior en la fracción
arancelaria que les corresponde en la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de
Exportación (TIGIE). En otras palabras, clasificar es identificar la fracción arancelaria aplicable para cierto bien. Es
unir una mercancía con su fracción arancelaria.
Antes de continuar, debe aclararse que la clasificación arancelaria versa solamente sobre bienes tangibles, es
decir, aquellos que pueden ser percibidos a través de los sentidos. Los bienes intangibles, como los servicios,
derechos, los programas de cómputo, obras cinematográficas y musicales que viajan electrónicamente sin
soporte físico no son objeto de los impuestos al comercio exterior en México y no encuentran lugar en la TIGIE.
Identificar la fracción arancelaria en que debe clasificarse la mercancía es una cuestión de la mayor relevancia
para las operaciones de comercio exterior. En primer lugar, la clasificación arancelaria determina las tasas de los
impuestos generales de importación y de exportación, de conformidad con los artículos 80 de la Ley Aduanera y 1
de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (LIGIE).
La ubicación de la TIGIE en el marco jurídico tributario puede generar la impresión de que la clasificación
arancelaria ha perdido relevancia, en la medida en que los aranceles se han venido reduciendo durante los últimos
25 años. México ha celebrado múltiples Tratados de Libre Comercio de (TLC) 1994 a 2018.1 Además, el Gobierno
Federal adoptó una política de desgravación, que se mantuvo en boga durante la primera década de este
siglo.2Pero el impacto de la clasificación arancelaria va mucho más allá de los gravámenes.
La fracción arancelaria es una herramienta fundamental para controlar el comercio exterior. Los artículos 20 y
26 de la Ley de Comercio Exterior (LCE), respectivamente, establecen que las mercancías sujetas a restricciones
o regulaciones no arancelarias, así como las mercancías sujetas al cumplimiento de Normas Oficiales Mexicanas
(NOM), se identificarán en términos de las fracciones arancelarias y nomenclatura que les correspondan en la
TIGIE. Consecuentemente, diversas dependencias del Ejecutivo Federal han emitido acuerdos que listan las
mercancías reguladas, precisando su fracción arancelaria. Tal es el caso del “Acuerdo que establece la
clasificación y codificación de mercancías cuya importación está sujeta a regulación por parte de las
dependencias que integran la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas,
Fertilizantes y Sustancias Tóxicas”.3
Así, la clasificación arancelaria trasciende el ámbito tributario y alcanza el regulatorio, de tal suerte que su
inexactitud puede implicar el incumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias, así como de NOM en
el punto de entrada al país. Tal incumplimiento apareja una multa de hasta el 100% del valor de la mercancía, de
acuerdo con lo dispuesto por los artículos 176, fracción II, y 178, fracción IV de la Ley Aduanera. Además, la
mercancía puede pasar a propiedad del fisco federal en términos del artículo 183-A, fracción IV del mismo
ordenamiento.
Por otro lado, la clasificación arancelaria también es utilizada por las autoridades aduaneras para identificar las
mercancías cuya importación está sujeta a ciertos trámites y requisitos administrativos. Sirvan de ejemplo las
listas de fracciones arancelarias contenidas en los anexos 10, 21, 23, 28 y 30 de las Reglas Generales de
Comercio Exterior para 2018 (RGCE),4 que respectivamente identifican mercancías sujetas a padrones
sectoriales, mercancías que deben ser importadas por ciertas aduanas, mercancías peligrosas o que requieren
instalaciones y equipos especiales para su muestreo, mercancías sensibles y mercancías cuya importación está
sujeta a la declaración de marcas. Las autoridades de comercio exterior y aduanas también utilizan la
clasificación arancelaria para limitar el acceso a ciertos regímenes aduaneros. La Secretaría de Economía (SE)
expidió una lista de fracciones arancelarias que identifican mercancía que no puede ser importada temporalmente
al amparo del Programa de Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX),5 al
tiempo que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) identifica mercancía que no puede ser objeto de tránsito
internacional o depósito fiscal, así como mercancía que puede ser exportada temporalmente o importada en
tránsito interno, indicando sus fracciones arancelarias en el Anexo 17, la regla 4.5.9., el Anexo 12 y la regla 4.6.2.
de las RGCE, respectivamente.
Además, debe tomarse en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) controla las
estadísticas de comercio exterior con base en la clasificación arancelaria de las mercancías, de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 23 de la Ley del Sistema Nacional de Información, Estadística y Geografía.
La NCCA no pudo responder a los avances tecnológicos, la evolución de los patrones comerciales
internacionales y la creciente necesidad de los gobiernos de contar con información estadística detallada, precisa
y comparable. Por ello, el CCA inició los trabajos preparatorios del SA en la década de los setenta. En estos
trabajos participaron más de 20 países, entre los que se encontraban Australia, Canadá, los Estados Unidos de
América (EUA), Francia, India, Japón, México, Reino Unido y República Federal Alemana. También participaron
organizaciones internacionales intergubernamentales tales como la Comunidad Económica Europea, el Acuerdo
General Sobre Aranceles y Comercio (GATT, por su sigla en inglés), el Consejo de Cooperación Aduanera, la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) y diversas ramas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asimismo, participaron
diversas organizaciones internacionales no gubernamentales, como la Asociación Internacional de Transporte
Aéreo Internacional (IATA, por su sigla en inglés), la Cámara Internacional de Comercio y la Organización
Internacional de Normalización (ISO, por su sigla en inglés).
Los esfuerzos del grupo de trabajo del SA rindieron frutos en 1983, año en que fue aprobado por el CCA. A fin
de que las naciones se obligaran a implementar el SA en su legislación interna, se celebró la Convención
Internacional sobre el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías. El artículo 3 de la
convención establece que las partes contratantes se obligan a que todas sus tarifas aduaneras y nomenclaturas
estadísticas sean acordes al SA. El SA forma parte integrante de la convención al acompañársele como anexo, en
términos de su artículo 2.
Hoy en día, aproximadamente 200 países han suscrito la convención y operan bajo el SA. México se convirtió
en parte de la convención en 1991, pero ya había implementado el SA desde 1988 en las tarifas de la LIGIE.
3. ESTRUCTURA DE LA NOMENCLATURA
Las secciones se identifican con números romanos y un título. Por ejemplo, la séptima sección del SA lleva por
título “Plástico y sus manufacturas; caucho y sus manufacturas”.
Las primeras secciones se dedican a las mercancías en su estado natural y las subsecuentes se van
ordenando por grado de elaboración. Así, la Sección V corresponde a “Productos minerales”; la Sección XV, a
“Metales comunes y manufacturas de estos metales”, y la Sección XVI, a “Máquinas y aparatos, material eléctrico
y sus partes; aparatos de grabación o reproducción de sonido, aparatos de grabación o reproducción de imagen y
sonido en televisión y las partes y accesorios de estos aparatos”. Asimismo, encontraremos primero las
secciones que agrupan a los productos de origen animal, seguidas de las que agrupan a los productos de origen
vegetal y mineral. La Sección I se titula “Animales vivos y productos del reino animal”, la Sección II “Productos del
reino vegetal” y la Sección V “Productos minerales”.
Cada sección del SA agrupa diversos capítulos. Cada capítulo se identifica con números arábigos y un título.
Por ejemplo, el noveno capítulo del SA es Capítulo 9 “Café, té, yerba mate y especias”. Cabe señalar que la
numeración de los capítulos es independiente de la numeración de las secciones. Los capítulos del SA se
ordenan del 1 al 99 aunque se agrupen en distintas secciones, de tal suerte que no encontraremos un Capítulo 1
de la Sección I y otro Capítulo 1 en la Sección II. El primer capítulo de la Sección II “Productos del reino vegetal” es
el Capítulo 6 “Plantas vivas y floricultura”.
El orden de los capítulos también refleja el principio de grado de elaboración. Por ejemplo, el Capítulo 41 se
refiere a “Pieles (excepto la peletería) y cueros”; el Capítulo 42, a “Manufacturas de cuero; artículos de talabartería
o guarnicionería; artículos de viaje, bolsos de mano (carteras) y continentes similares; manufacturas de tripa”, y el
Capítulo 43, a “Peletería y confecciones de peletería; peletería ficticia o artificial”. Asimismo, los capítulos se
ordenan en atención al reino de la naturaleza, ubicándose primero capítulos que corresponden al reino animal,
seguidos por los que corresponden al reino vegetal y después por los del reino mineral. Por ejemplo, en la Sección
XI “Materias textiles y sus manufacturas” encontramos el Capítulo 51 “Lana y pelo fino u ordinario; hilados y tejidos
de crin”, seguido por el Capítulo 52 “Algodón” y después por el 54 “Filamentos sintéticos o artificiales; tiras y
formas similares de materia textil sintética o artificial”.
Cabe señalar que ciertos capítulos del SA no han sido utilizados. Específicamente el Capítulo 77 ha quedado
reservado para su posible uso futuro, lo cual podría suceder, por ejemplo, si se descubre o desarrolla un nuevo
metal. Asimismo, el sistema deja vacante los capítulos 98 y 99 para su uso especial por los países contratantes.
México utiliza el Capítulo 98 de la TIGIE bajo el título “Operaciones especiales”, permitiendo la clasificación de
mercancías tales como muestras, muestrarios, menajes de casa, ciertas mercancías para el sector pesquero,
para la fabricación de automóviles y para ser utilizadas bajo los programas establecidos por el Decreto que
establece diversos programas de promoción sectorial.7
A lo largo del SA encontramos que diversos títulos de secciones y capítulos van seguidos por notas. Tales
notas forman parte integrante del SA y precisan el alcance de la sección o del capítulo en el que se encuentran o
del subcapítulo a que se refieren. Son llamadas notas legales por formar parte del SA. Las notas de sección y de
capítulo logran su objetivo de diversas maneras, ya sea incluyendo o excluyendo mercancías expresamente,
definiendo ciertos términos, estableciendo analogías, listas limitativas o ejemplificativas, e indicando cómo
clasificar ciertas mercancías. En ese sentido, podemos identificar diversos tipos de notas de acuerdo con su
contenido.
Las notas incluyentes establecen que la sección, capítulo o partida correspondiente incluye cierta mercancía.
Por ejemplo, la nota 3 del Capítulo 4“Leche y productos lácteos; huevos de ave; miel natural; productos
comestibles de origen animal, no expresados ni comprendidos en otra parte”establece lo siguiente:
3. Los productos obtenidos por concentración del lactosuero con adición de leche o de materias
grasas de la leche se clasificarán en la partida 04.06 como quesos, siempre que presenten las tres
características siguientes:
a) un contenido de materias grasas de la leche superior o igual al 5%, calculado en peso sobre el
extracto seco;
b) un contenido de extracto seco superior o igual al 70% pero inferior o igual al 85%, calculado en
peso;
Las notas excluyentes establecen que cierta mercancía no se clasifica en la sección o capítulo correspondiente. Por
ejemplo, la nota 1 del Capítulo 8 “Frutas y frutos comestibles; cortezas de agrios (cítricos), melones o sandías” establece
que este capítulo no comprende los frutos no comestibles.
Las notas definitorias disponen lo que debe entenderse por cierto término, para efectos de la TIGIE, en la
sección, el capítulo o subcapítulo correspondiente. Por ejemplo, la nota 2 del Capítulo 3 “Pescados y crustáceos,
moluscos y demás invertebrados acuáticos” expresa que en este Capítulo, el término “pellets” designa los
productos en forma de cilindro, bolita, etc., aglomerados por simple presión o con adición de una pequeña
cantidad de aglutinante.
Las notas ampliatorias permiten clasificar ciertas mercancías en determinada sección, capítulo, subcapítulo,
partida o subpartida, estableciendo analogías con otras mercancías. Por ejemplo, la nota 2 del Capítulo 6 “Plantas
vivas y productos de la floricultura” señala que los ramos, cestas, coronas y artículos similares se asimilan a las
flores o follajes de las partidas 06.03 o 06.04, sin tener en cuenta los accesorios de otras materias.
Las notas taxativas limitan el alcance de cierta sección, capítulo o partida estableciendo una lista exhaustiva de
las mercancías que ahí se comprenden. Por ejemplo, la nota 2 del Capítulo 31 “Abonos” dispone lo siguiente:
2. Salvo que se presenten en las formas previstas en la partida 31.05, la partida 31.02 comprende
únicamente:
5) las sales dobles (incluso puras) o las mezclas entre sí de nitrato de calcio y nitrato de amonio;
6) las sales dobles (incluso puras) o las mezclas entre sí de nitrato de calcio y nitrato de
magnesio;
B) los abonos que consistan en mezclas entre sí de los productos del apartado A) precedente;
C) los abonos que consistan en mezclas de cloruro de amonio o de productos de los apartados A)
y B) precedentes, con creta, yeso natural u otras materias inorgánicas sin poder fertilizante;
D) los abonos líquidos que consistan en disoluciones acuosas o amoniacales de los productos de
los apartados A) 2) o A) 8) precedentes, o de una mezcla de estos productos.
Las notas ejemplificativas ilustran el alcance de cierta sección, capítulo o partida describiendo o listando, de manera
enunciativa, mas no limitativa, algunas de las mercancías que ahí se comprenden. Por ejemplo, la nota 3 de la Sección 33
“Aceites esenciales y resinoides; preparaciones de perfumería, de tocador o de cosmética” establece quelas partidas 33.03 a
33.07 se aplican, entre otros, a los productos, incluso sin mezclar (excepto los destilados acuosos aromáticos y las
disoluciones acuosas de aceites esenciales), aptos para ser utilizados como productos de dichas partidas y acondicionados
para la venta al por menor para tales usos.
Las notas clasificatorias disponen la manera en que deben clasificarse ciertas mercancías. Por ejemplo, la
nota 7 de la Sección XV “Metales comunes y manufacturas de estos metales” indica cómo deben clasificarse las
manufacturas que contengan varios metales comunes:
b) las aleaciones, como si estuvieran constituidas totalmente por el metal cuyo régimen sigan en
virtud de la aplicación de la Nota 5;
Debe tomarse en cuenta que ciertas notas pueden responder a diversos tipos simultáneamente, las cuales se conocen
como notas mixtas. Por ejemplo, el inciso b) de la nota 1 del Capítulo 10 “Cereales” excluye, por un lado, a los granos
trabajados y, por otro, incluye al arroz trabajado de diversas formas en los siguientes términos: Este Capítulo no comprende los
granos mondados o trabajados de otra forma. Sin embargo, el arroz descascarillado, blanqueado, pulido, glaseado, escaldado o
partido se clasifica en la partida 10.06.
Finalmente, cabe mencionar que el gobierno mexicano ha adicionado diversas notas a su TIGIE bajo el nombre
de Notas Nacionales o Notas Aclaratorias, para efectos de interpretar fracciones arancelarias. Por ejemplo, la
Nota Aclaratoria 1 del Capítulo 64 “Calzado, polainas y artículos análogos; partes de estos artículos” establece que
para efectos de las fracciones de ese capítulo debe entenderse por calzado para hombres, el de talla mexicana
igual o superior a 4-1/2 (equivalente a la talla 6 de E.U.A.).
Cada capítulo agrupa diferentes partidas. Las partidas se identifican por un texto y un código. El texto de las
partidas describe las mercancías que comprende. El código de las partidas está conformado por cuatro dígitos
arábigos. Los dos primeros dígitos reflejan el número del capítulo al que pertenecen y los dos siguientes indican el
orden de la partida en el capítulo. Así, los dos primeros dígitos del código de la partida 01.01 “Caballos, asnos,
mulos y burdéganos, vivos” indican que la partida pertenece al Capítulo 1 “Animales vivos” y los siguientes dos
dígitos indican que es la primera partida del capítulo.
El orden de las partidas puede reflejar el principio de grado de elaboración. Por ejemplo, en el Capítulo 76
“Aluminio y sus manufacturas” encontramos en primer lugar la partida 76.01 que se refiere al“Aluminio en bruto”, y
posteriormente se ordenan partidas agrupando productos con un creciente grado de complejidad, como la
partida76.04“Barras y perfiles”la 76.08 “Tubos de aluminio” y la 76.13 “Recipientes para gas comprimido o licuado,
de aluminio”.
Cada partida comprende una o más subpartidas de primer nivel. Las subpartidas de primer nivel se identifican
por un texto precedido por un solo guion. Las subpartidas de primer nivel pueden o no tener código.
Las subpartidas de primer nivel que no se desdoblarán en posiciones de segundo nivel tienen un código de
seis dígitos. Los cuatro primeros reflejan la partida a la que pertenecen, el quinto equivale al orden de la subpartida
en esa partida y el sexto será cero, señalando que la subpartida no se subdividirá. Por ejemplo, el código de la
subpartida 2616.10 “Minerales de plata y sus concentrados” indica con sus cuatro primeros dígitos que la
subpartida se ubica en la partida 26.16 “Minerales de los metales preciosos y sus concentrados”el quinto dígito
refiere que es la primera subpartida de primer nivel en la misma partida y el sexto dígito es cero, lo cual significa
que la subpartida no se romperá a niveles inferiores.
En algunos casos existen subpartidas cuyos últimos dos dígitos son ceros. Esto sucede cuando se trata de la
única subpartida comprendida por una partida. Por ejemplo, la partida 26.10 “Minerales de cromo y sus
concentrados” sólo cuenta con la subpartida 2610.00 “Minerales de cromo y sus concentrados”. Nótese cómo los
cuatro primeros dígitos del código de la subpartida reflejan el código de la partida a la que pertenece, el quinto
dígito cero indica que se trata de la única subpartida de la partida y el sexto dígito cero indica que la subpartida no
se desdobla en posiciones ulteriores. Por ello, en este caso, el texto de la subpartida no requiere mayores
precisiones y simplemente reproduce el texto de su partida.
Por otro lado, las subpartidas de primer nivel que se dividen no tienen código. El texto de estas subpartidas se
presenta simplemente precedido de un guion. Por ejemplo, “- Gases nobles”es la segunda subpartida de primer
nivel de la partida 28.04“Hidrógeno, gases nobles y demás elementos no metálicos”. La subpartida “- Gases
nobles” carece de código, indicando que se subdividirá en posiciones de segundo nivel.
Cuando una subpartida de primer nivel se desdobla en el SA, lo hace en subpartidas de segundo nivel. Las
subpartidas de segundo nivel se identifican por un código de seis dígitos y un texto precedido por dos guiones. El
código de las subpartidas de segundo nivel atiende a la misma lógica que el de las partidas y subpartidas de
primer nivel. Los cuatro primeros dígitos reflejan el código de la partida a la que pertenece, el quinto representa la
subpartida de primer nivel en la que se ubica y el sexto dígito señala su orden en esa subpartida de primer nivel.
Por ejemplo, la partida 28.26 “Fluoruros, fluorosilicatos, fluoroaluminatos y demás sales complejas de fluor” inicia
su desdoblamiento con la subpartida de primer nivel “Fluoruros”, que a su vez se divide en tres subpartidas de
segundo nivel, a saber: 2826.11 “- De amonio o de sodio”, 2826.12 “- De aluminio” y 2826.19 “- Los demás”. Ahora
bien, el código de la subpartida de segundo nivel 2826.11 “- De amonio o de sodio”indica con sus cuatro primeros
dígitos que se ubica en la partida 28.26, con su quinto dígito muestra que se ubica en la primera subpartida de
primer nivel de esa partida y con el sexto dispone que se trata de la primera subpartida de segundo nivel en su
orden.
Vale la pena reiterar que el quinto digito del código de las subpartidas de segundo nivel se refiere al orden que le
corresponde a la subpartida de primer nivel en que se ubican, aunque esta última no cuente con código
expresamente. Por ejemplo, la segunda subpartida de primer nivel de la partida 28.04 es “- Gases nobles” y no
cuenta con código, pues se subdivide en las subpartidas 2804.21 “- Argón” y 2804.29 “- Los demás”. Nótese cómo
el quinto dígito de estas subpartidas de segundo nivel es el número dos, pues se agrupan en la segunda
subpartida de primer nivel de la partida. De ahí la referencia a las subpartidas de primer nivel sin código como
textos intermedios o grupos generadores.8 También son referidas coloquialmente como partidas virtuales, según
el código de seis dígitos que les correspondería bajo la lógica del sistema; por ejemplo, la subpartida “- Gases
nobles” sería la “subpartida virtual 2804.20”.
Las subpartidas de segundo nivel son el último nivel de desdoblamiento del SA. Sin embargo, queda al arbitrio
de cada país parte de la convención el establecer niveles ulteriores al implementar el SA.
México desglosa los últimos niveles de codificación del SA en fracciones arancelarias. En otras palabras, en la
nomenclatura mexicana, las subpartidas de primer nivel codificadas y las subpartidas de segundo nivel se
desdoblan en fracciones arancelarias. La designación, codificación y orden de las fracciones arancelarias sigue
los principios que rigen el SA. De ahí que las fracciones arancelarias se identifiquen por un código y un texto. El
código de la fracción arancelaria está integrado por ocho dígitos, los seis primeros corresponden a la subpartida
en la que se ubica la fracción y los últimos dos, al orden de la fracción en esa subpartida.
Actualmente, las fracciones arancelarias constituyen el último nivel de desdoblamiento de la TIGIE. Sin
embargo, México podría establecer ulteriores divisiones de la nomenclatura, generando posiciones de hasta 10 o
más dígitos para fines estadísticos.9 Estos códigos estadísticos deberían seguir los principios del SA, es decir, se
identificarían con un texto y un código. Los ocho primeros dígitos corresponderían a la fracción arancelaria que
desdoblan y los últimos dos, a su orden dentro de la misma fracción. Los últimos dos dígitos del código
estadístico podrían ser “00” cuando no fuera necesario subdividir la fracción.
A lo largo de la TIGIE se encuentran subpartidas de primer nivel cuyo código termina en “90”, subpartidas de
segundo nivel cuyo código termina en “9” y fracciones arancelarias cuyo código termina en “99”, cuyo texto es
“Los demás”. Por ejemplo, en la partida 29.15 “Ácidos monocarboxílicos acíclicos saturados y sus anhídridos,
halogenuros, peróxidos y peroxiácidos; sus derivados halogenados, sulfonados, nitrados o nitrosados”
encontramos la subpartida de primer nivel 2915.90 “- Los demás”. En la misma partida, encontramos la
subpartida de primer nivel “- Ácido acético y sus sales; anhídrido acético”, que se subdivide en diversas
subpartidas de segundo nivel, incluyendo la residual 2915.29 “- Los demás”. La última fracción arancelaria de la
partida en comento es la 2915.90.99 cuyo texto es precisamente “Las demás”.
En posiciones residuales se agrupan todas las mercancías que no son llamadas por otras posiciones del
mismo grupo y nivel. Operan como “cajones de sastre” en los que cabe todo lo que no logre ubicarse en otro
grupo. Allá van las “las otras” mercancías, las que son distintas a las especificadas anteriormente. De ahí su texto
“Los demás”y su ubicación como las últimas de su grupo. Su codificación suele terminar con el número 9 para
dejar espacio en la nomenclatura, en caso de que se generen otras posiciones específicas en el grupo. En este
caso, no será necesario modificar la numeración de la posición residual, evitándose así las alteraciones
estadísticas que conllevaría su cambio de codificación.
Excepcionalmente, la posición residual se codificará con un el número 8 cuando el 9 se reserve a las partes de
ciertos productos. Por ejemplo, en la partida 84.77“Máquinas y aparatos para trabajar caucho o plástico o para
fabricar productos de estas materias, no expresados ni comprendidos en otra parte de este Capítulo”, la
subpartida de primer residual es la 8477.80 “- Las demás máquinas y aparatos”, mientras que la subpartida de
primer nivel 8477.90 se reserva a “- Partes”
El contenido del SA refleja el comercio mundial y los intereses de las naciones integrantes de la OMA y de
otros organismos internacionales. El sistema no permanece estático, sino que evoluciona con esos intereses y
con los avances de la tecnología. La OMA modifica el sistema periódicamente a través de enmiendas. El proceso
de cada enmienda toma alrededor de cinco años e inicia con la presentación de propuestas por parte de los
países miembros. Grupos de trabajo en el seno de la organización analizan las propuestas y, en caso de que
resulten viables, redactan los textos correspondientes y los someten a la aprobación del Consejo de la
organización, en el que se encuentran representados todos sus miembros.10 Las enmiendas aprobadas son
implementadas por cada país en su legislación interna. Desde su aprobación en 1983, el SA ha sufrido seis
enmiendas.
México puede implementar las enmiendas del SA simplemente reformando la LIGIE vigente o, si la enmienda lo
amerita, abrogándola y expidiendo una nueva. De ahí que nuestra LIGIE sea derogada y sustituida por una nueva
LIGIE cada seis o siete años. Como se mencionó anteriormente, México adoptó el SA en su tarifa de 1988, que ha
sido sucedida por las LIGIE de 1995, 2002 y finalmente por la de 2007, vigente hasta hoy. La LIGIE de 2007
sobrevivió la implementación de la quinta enmienda del SA aprobada en 2012, pues ésta fue tan escueta que
bastó una reforma. La sexta enmienda del SA fue aprobada por la OMA en 2017, y en 2018 se encuentra
pendiente de implementación por parte de México.
Para justificar la creación de una partida en el SA, el país solicitante debe acreditar que el comercio mundial de
la mercancía amparada por ella supera los 100 millones de dólares anuales. Para la creación de una subpartida,
basta acreditar un comercio mundial de más de 50 millones de dólares anuales. Los propios miembros de la OMA
pueden proponer nuevas partidas o subpartidas para ubicar mercancías de nueva tecnología, como las
luminarias led. También se pueden crear subpartidas a solicitud de organismos internacionales que desean
monitorear el flujo de ciertas mercancías por alguna causa que así lo justifique. Por ejemplo, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) puede solicitar la creación de una subpartida para cierta mercancía dañina para la
salud y la Interpol puede solicitar la creación de una subpartida para controlar cierto producto químico usado como
precursor de drogas.
El gobierno mexicano tiene criterios propios para la creación de fracciones arancelarias en la TIGIE. El umbral
de la SE para la creación de una fracción arancelaria es que su comercio exterior alcance un millón de dólares
anuales.11 La SE también genera fracciones arancelarias a solicitud de las cámaras y organizaciones
empresariales mexicanas. Así, en 2012 se creó la fracción arancelaria 2208.90.05 para amparar
mezcal.12Además, pueden crearse fracciones arancelarias para facilitar la regulación del comercio. Por ejemplo,
en junio de 2018, el gobierno mexicano creó la fracción 1601.00.02 para distinguir ciertos embutidos de puerco y
sujetarlos a aranceles de retorsión cuando sean de origen estadounidense, como respuesta a los aranceles
impuestos por los Estados Unidos de América (EUA) a productos de acero y aluminio mexicanos.13
Por otro lado, la obsolescencia y la disminución del comercio de cierta mercancía puede resultar en la
supresión de partidas o subpartidas. Por ejemplo, las manufacturas de henequén no cuentan con una posición
específica. En caso de que una partida o subpartida desaparezca, la mercancía caerá a la posición residual del
grupo. Tal es el caso de las máquinas de escribir mecánicas, que en la sexta enmienda del SA fueron suprimidas
del texto de la partida 84.69 y, por tanto, se clasificarán en la subpartida 8472.90, posición residual para máquinas
de oficina.14
A pesar de que la nomenclatura del SA está ordenada de manera lógica y de que sus textos son objetivos,
claros y precisos, por sí misma no puede garantizar su aplicación uniforme. La lectura y aplicación aislada de la
nomenclatura daría lugar a diferencias en su interpretación y en la metodología de clasificación. Por ejemplo, la
nomenclatura no indica cómo escoger entre dos partidas que merezcan consideración tratándose de artículos
compuestos o mezclados. Tampoco indica cómo clasificar los juegos que incluyan mercancías de diferentes
partidas. Tampoco indica si los estuches, envases y empaques deben considerarse parte de la mercancía que
contienen. El SA resuelve esa y otras cuestiones a través de reglas para su interpretación.
Las Reglas Generales para la Interpretación del Sistema Armonizado (Reglas Generales) sientan los principios
y la metodología que rigen la aplicación de la nomenclatura, garantizando su aplicación uniforme y facilitando el
proceso de clasificación. El SA se completa con las Reglas Generales, que son seis y serán comentadas más
adelante.
México incorpora las seis Reglas Generales del SA en la fracción I del artículo 2 de la LIGIE y, además, en la
fracción II del mismo numeral, establece 10 reglas complementarias para la aplicación de la TIGIE. A lo largo del
presente apartado se presentarán las principales reglas complementarias mexicanas.
La regla general 1 es fundamental para la clasificación en la nomenclatura, pues sienta las bases del proceso
de clasificación, al establecer lo siguiente:
1. Los títulos de las Secciones, de los Capítulos o de los Subcapítulos sólo tienen un valor
indicativo, ya que la clasificación está determinada legalmente por los textos de las partidas y de las
Notas de Sección o de Capítulo y, si no son contrarias a los textos de dichas partidas y Notas, de
acuerdo con las Reglas siguientes:
El texto transcrito refiere la importancia primordial de las partidas en el proceso de clasificación. Por ello, puede decirse que
el proceso de clasificación consiste primeramente en identificar la partida que corresponde a las mercancías y, posteriormente,
ya ubicados en la partida aplicable, descender a posiciones inferiores. Es decir, la clasificación arancelaria supone determinar y
pasar primero por la partida aplicable y después pasar por las subpartidas correspondientes y finalmente arribar a la fracción
arancelaria.
Si bien es cierto que la clasificación arancelaria consiste en unir una mercancía con una fracción, eso no
significa que atendamos directamente a los textos de las fracciones. Todo lo contrario. Clasificar atendiendo
directamente al texto de las fracciones arancelarias supone un error metodológico tan grave como común.
Debemos insistir en que primero debemos identificar la partida aplicable y descender a niveles inferiores
considerando sólo las posiciones que ella comprende.
Entonces, de conformidad con la regla general 1 para la interpretación del SA, el proceso de clasificación en la
nomenclatura supone determinar la partida que corresponde a la mercancía. Para esto es necesario encontrar las
partidas que llaman a la mercancía “objeto de clasificación”. Este ejercicio presupone dos extremos: uno es el
conocimiento de la mercancía y el otro es comprender el alcance de los textos de las partidas.
Pero la clasificación no sólo está determinada por los textos de las partidas, pues de acuerdo con la regla en
comento son igualmente determinantes las notas de sección y de capítulo. Esto significa que se deben tomar en
cuenta las notas de sección y de capítulo para confirmar –o descartar– que la mercancía puede clasificarse en
sus partidas.
Como se explicó anteriormente, las notas de sección y de capítulo pueden determinar la partida aplicable al
definir algunos términos utilizados en sus textos, ordenar cómo clasificar ciertos productos o al llamar o excluir
expresamente ciertas mercancías. Así, la determinación de las partidas susceptibles de aplicación debe pasar por
el tamiz de las notas legales.
Cabe señalar que la regla general 1 establece que los títulos de las secciones y capítulos tienen un valor
indicativo. Por ello, no pueden sostener por sí mismos una clasificación arancelaria. Es cierto que los títulos de
secciones y capítulos pueden orientar y simplificar el proceso de clasificación, al propiciar que se enfoquen las
partidas de algunos y que simplemente se ignoren las partidas de otros. Sin embargo, navegar a través de la
nomenclatura siguiendo la guía de los títulos de sección y de capítulo supone sentido común y conocimiento de la
nomenclatura; de lo contrario, puede pasarse por alto la partida aplicable. Por ejemplo, al clasificar una laptop sólo
tomando en cuenta los títulos de capítulo, probablemente sea más llamativo el Capítulo 85 “Máquinas, aparatos y
material eléctrico, y sus partes; aparatos de grabación o reproducción de sonido, aparatos de grabación o
reproducción de imagen y sonido en televisión, y las partes y accesorios de estos aparatos”que el Capítulo
84“Reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos; partes de estas máquinas o
aparatos”.Sin embargo, las computadoras en general deben clasificarse en la partida 84.71 “Máquinas
automáticas para tratamiento o procesamiento de datos y sus unidades; lectores magnéticos u ópticos, máquinas
para registro de datos sobre soporte en forma codificada y máquinas para tratamiento o procesamiento de estos
datos, no expresadas ni comprendidas en otra parte”. La ubicación de estas máquinas en el Capítulo 84 podría
parecer incorrecta, pues es obvio quelas laptops son aparatos electrónicos, pero a principios de la década de los
80 las computadoras aún eran aparatos mecánicos. La sola evolución de estos aparatos no ha justificado su
reubicación en la nomenclatura, quizás porque no es indispensable bajo las Reglas Generales y porque el cambio
de codificación podría generar distorsiones estadísticas indeseables.
Le existencia de los títulos de sección y de capítulo encuentra justificación como un espacio para las notas de
sección y de capítulo correspondientes. Por lo anterior, los títulos en comento no deben considerarse como una
herramienta para descartar partidas de antemano, sino como un marco de referencia para la búsqueda y lectura
de notas de sección y de capítulo determinantes de la clasificación.
4.2. REGLA GENERAL 2. ARTÍCULOS SIN TERMINAR, INCOMPLETOS, DESMONTADOS, MEZCLADOS Y COMPUESTOS
La regla general 2 del SA ordena una interpretación extensiva de los textos de las partidas para abarcar
artículos incompletos, sin terminar, desmontados, sin montar, mezclados y compuestos. El texto de la regla es el
siguiente:
b) Cualquier referencia a una materia en una partida determinada alcanza a dicha materia, incluso
mezclada o asociada con otras materias. Asimismo, cualquier referencia a las manufacturas de una
materia determinada alcanza también a las constituidas total o parcialmente por dicha materia. La
clasificación de estos productos mezclados o de estos artículos compuestos se efectuará de acuerdo
con los principios enunciados en la Regla 3
Como puede apreciarse, la referencia a un artículo alcanzará a otros artículos. El inciso a) de la regla incluye artículos que
aún no responden específicamente al texto de la partida porque no están completos o terminados. Por su parte, el inciso b) de
la regla incluye artículos que ya dejaron de responder al texto de la partida por haber sido mezclados o unidos a otros artículos.
La primera parte del inciso a) de la regla general 2 establece que los artículos incompletos o sin terminar serán
llamados por el texto de las partidas que se refieran a los artículos completos o terminados, siempre que aquéllos
ya presenten las características esenciales de estos últimos.
Esta disposición también se aplica a los esbozos de artículos. De conformidad con las notas explicativas de la
regla general 2 a), los esbozos son los artículos que no sean utilizables tal como se presentan, que tengan
aproximadamente la forma o el perfil de la pieza o del objeto terminado y que no puedan utilizarse, salvo a título
excepcional, para fines distintos de la fabricación de dicha pieza o de dicho objeto. Las notas explicativas ilustran
diversos casos de esbozos. Por ejemplo, las notas explicativas de la partida 70.15 “Cristales para relojes y
cristales análogos, cristales para gafas (anteojos), incluso correctores, abombados, curvados, ahuecados o
similares, sin trabajar ópticamente; esferas huecas y sus segmentos (casquetes esféricos), de vidrio, para la
fabricación de estos cristales”ordena que los esbozos para cristales de óptica médica, es decir, los trozos
simplemente moldeados pero sin trabajar ópticamente se clasifican en esta partida. Cabe señalar que la
identificación de esbozos es relevante, no sólo para la aplicación de la regla 2 a), sino para determinar el alcance
de ciertas partidas que los llaman expresamente, como la partida 82.12 “Navajas y máquinas de afeitar y sus
hojas (incluidos los esbozos en fleje)”.
La segunda parte del inciso a) de la regla general 2 establece que los textos de las partidas que se refieran a
cierto artículo completo o terminado alcanzarán también a los artículos cuando se presenten desmontados o sin
montar todavía. Aunque en principio las mercancías deben clasificarse como se presentan ante la aduana, esta
regla reconoce que en ocasiones las mercancías completas o terminadas pueden presentarse sin montar o
desmontadas, por la necesidad, comodidad o conveniencia de manejo, empaque, embalaje o transporte.
Para que los componentes que se presentan desmontados o sin montar puedan clasificarse como un artículo
montado, deben ser suficientes para ensamblarlo. Además, la operación de montaje tiene que consistir en el
ensamble de los componentes sin exceder el montaje propiamente dicho. Por ejemplo, puede consistir en el
ensamble mediante elementos de fijación como tornillos, pernos y tuercas, o mediante remachado o soldadura.
Finalmente, los diversos componentes que se presentan desmontados deben estar totalmente listos para el
montaje y no necesitar ninguna operación o trabajo de acabado. Por ejemplo, las notas explicativas del Capítulo 44
“Madera, carbón vegetal y manufacturas de madera”, establecen que los artículos de madera desmontados o sin
ensamblar todavía se clasifican con los mismos artículos montados o ensamblados, siempre que las diversas
partes se presenten juntas. Del mismo modo, los accesorios de vidrio, mármol, metal u otras materias, montados
o sin montar, presentados con los artículos de madera a los que pertenecen, siguen el mismo régimen que dichos
artículos.
El inciso b) de la regla general 2 extiende el alcance de las partidas a los artículos mezclados y a los
compuestos. De tal suerte que los textos de las partidas no sólo alcanzan a las materias que llaman cuando se
presenten puras o aisladas, sino que también alcanzan a los productos compuestos parcialmente por esas
materias. También alcanza a los productos integrados por manufacturas de diversas materias. En otras palabras,
la referencia a una materia en una partida sigue a la materia aun después de su mezcla o asociación con otra
materia. Nótese cómo esta regla se aplica a las partidas que mencionan materias o manufacturas de materias,
como, por ejemplo, la partida39.26“Las demás manufacturas de plástico y manufacturas de las demás materias
de las partidas 39.01 a 39.14”.
En la mayoría de los casos, la clasificación arancelaria puede determinarse con la sola regla general 1, es
decir, los textos de las partidas y las notas de sección y de capítulo correspondientes permiten identificar la partida
en la que debe ubicarse la mercancía. Sin embargo, existen casos en que dos o más partidas llaman a la
mercancía, sin que tales textos puedan determinar la clasificación. Tal puede ser el caso de artículos mezclados,
artículos compuestos y de juegos o surtidos acondicionados para la venta al pormenor.
La regla general 3 establece los principios para elegir la partida aplicable de entre dos o más que llaman a la
mercancía. El contenido literal de la regla general 3 es el siguiente:
3. Cuando una mercancía pudiera clasificarse, en principio, en dos o más partidas por aplicación
de la Regla 2 b) o en cualquier otro caso, la clasificación se efectuará como sigue:
a) La partida con descripción más específica tendrá prioridad sobre las partidas de alcance más
genérico. Sin embargo, cuando dos o más partidas se refieran, cada una, solamente a una parte de
las materias que constituyen un producto mezclado o un artículo compuesto o solamente a una parte
de los artículos, en el caso de mercancías presentadas en juegos o surtidos acondicionados para la
venta al por menor, tales partidas deben considerarse igualmente específicas para dicho producto o
artículo, incluso si una de ellas lo describe de manera más precisa o completa;
Así, la regla general 3 establece tres criterios para elegir la partida aplicable entre dos o más que merezcan consideración.
El primer criterio es dar prioridad a la partida más específica, el segundo es dar prioridad a la partida que se refiera a la materia
o artículo que le confiera carácter esencial a la mercancía y el tercer criterio es clasificar la mercancía en la última partida por
orden de numeración entre las partidas que merezcan tomarse en cuenta. Los criterios deben aplicarse en riguroso orden y por
exclusión, es decir, sólo ante la insuficiencia del primer criterio deberá aplicarse el segundo y sólo si éste no permite la
clasificación deberá atenderse al tercero. Es importante recordar que la clasificación bajo esta regla se encuentra subordinada a
la regla general 1, por lo que su aplicación no puede contravenir textos de partidas y notas de sección y de capítulo.
El criterio planteado por el inciso a) de la regla general 3) indica dar prioridad a la partida más específica sobre
la de alcance más general. No existe un principio riguroso para determinar cuándo una partida es más específica
que otra. Sin embargo, puede decirse que ello significa dar prioridad a las partidas que se refieran al artículo por
su nombre sobre aquellas que se refieran a la familia de productos a la que pertenece. La partida más específica
será la que describa de manera más clara, precisa y completa a la mercancía. Por ejemplo, los tapetes para
vehículos automóviles deben clasificarse en la partida 57.03 “Alfombras y demás revestimientos para el suelo, de
materia textil, con mechón insertado, incluso confeccionados” y no en la 87.08 “Partes y accesorios de vehículos
automóviles de las partidas 87.01 a 87.05”. En ese caso, la referencia “alfombras” se refiere con suma precisión a
la mercancía y la describe por lo que es, resultando así más específica que la partida que se refiere en términos
generales a los accesorios de vehículos automóviles.
Debe tomarse en cuenta que este criterio no puede aplicarse para comparar partidas que se refieren a
diferentes materias o partes de la mercancía objeto de clasificación. En caso de que cada una de las partidas se
refiera a una sola de las materias o partes que integran el producto, las partidas se considerarán igualmente
específicas respecto del producto. No importa si el texto de la partida de alguna materia o artículo que integra el
producto es más preciso que los textos de las partidas que se refieren a las demás materias y artículos del
producto. En otras palabras, si ninguna de las partidas consideradas se refiere al producto como un todo, sino que
cada una se refiere sólo a alguna de sus partes, no podrá resolverse la clasificación por especificidad y deberá
atenderse al siguiente criterio.
El inciso b) de la regla general 3 establece que las mercancías que no puedan clasificarse bajo el principio de
especificidad deberán clasificarse en la partida que se refiera a la materia o artículo que les confiera su carácter
esencial, cuando sea posible determinarlo. En primer lugar, debe reiterarse que este criterio sólo resulta aplicable
cuando la clasificación no pueda efectuarse bajo lo dispuesto por el inciso a) de la regla general 3.
El criterio para determinar el carácter esencial varía según la clase de mercancía. El carácter esencial de la
mercancía puede depender de la función, valor, cantidad, peso o volumen de las materias o artículos que la
componen. En cada caso, deberá identificarse el criterio más adecuado para determinar el carácter esencial de la
mercancía según su naturaleza. Así, el carácter esencial de un medicamento podría estar dado por la función de
sus ingredientes y no por su volumen, de tal suerte que deba darse prioridad a su sustancia activa. En el caso de
una preparación alimenticia, parecería adecuado privilegiar al ingrediente de mayor aporte nutricional. En algunas
mezclas se justificará dar prioridad al elemento que represente un mayor peso o volumen, pero en otras deberá
darse prioridad al elemento con mayor valor económico. Así, en cada caso debe identificarse el criterio más
adecuado para dilucidar la esencia de la mercancía en atención a su propia naturaleza.
Este criterio resulta aplicable a productos mezclados, manufacturas compuestas de materias diferentes,
manufacturas constituidas por la unión de artículos diferentes y mercancías presentadas en juegos o surtidos
acondicionados para la venta al por menor.
Cabe señalar que la referencia a manufacturas constituidas por la unión de artículos diferentes no se refiere
únicamente a mercancías cuyos componentes están fijados o adheridos unos a otros conformando un solo
cuerpo. También se refiere a las mercancías que cuentan con elementos separables, siempre y cuando estén
adaptados y se complementen unos a otros, constituyendo un todo que no pueda venderse por separado
normalmente. Por ejemplo, una olla exprés compuesta por la olla y su tapa.
Por su parte, los juegos o surtidos acondicionados para la venta al por menor, también
llamados sets o kits,deben reunir los siguientes requisitos para clasificarse como un todo: (i) estar constituidos
por artículos de partidas distintas; (ii) que todos los artículos que integran el juego o surtido estén destinados a la
satisfacción de una necesidad determinada o al ejercicio de una actividad específica, y (iii) que ya estén
acondicionados para su venta directa, sin que requieran reacondicionamiento para tal efecto. En caso de que el
juego o surtido no reúna alguno de esos requisitos, las mercancías que lo integran deberán clasificarse
separadamente. Las notas explicativas señalan como un ejemplo de juego o surtido acondicionado para la venta
al por menor el de un juego de dibujo compuestos por una regla (partida 90.17), un transportador (partida 90.17),
un compás (partida 90.17), un lápiz (partida 96.09) y un sacapuntas (partida 82.14), que se presenten en un
estuche de plástico en hojas (partida 42.02). El conjunto deberá clasificarse en la partida 90.17.“Instrumentos de
dibujo, trazado o cálculo (por ejemplo: máquinas de dibujar, pantógrafos, transportadores, estuches de dibujo,
reglas y círculos, de cálculo); instrumentos manuales de medida de longitud (por ejemplo: metros, micrómetros,
calibradores), no expresados ni comprendidos en otra parte de este capítulo”.
El inciso c) de la regla general 3 establece que cuando las mercancías no puedan clasificarse bajo los criterios
establecido en los incisos a) y b) de la propia regla, deberán clasificarse en la última partida entre las susceptibles
de tomarse en cuenta. Este criterio sólo resulta aplicable cuando no es posible incluirlos en los anteriores, lo que
es muy poco común. Consiste en ubicar la mercancía en la partida con la numeración más alta en la
nomenclatura, dando prioridad a la mercancía más sofisticada.
La regla general 4 establece que las mercancías que no puedan clasificarse aplicando las Reglas anteriores,
se clasificarán en la partida que comprenda aquellas con las que tengan mayor analogía. Como puede apreciarse,
la regla supone la inoperancia de las reglas anteriores, es decir, que el artículo objeto de clasificación no es
alcanzado por el texto de partida alguna, lo que resulta realmente excepcional. Parecería una regla de emergencia
para clasificar mercancía de reciente descubrimiento o creación.
Aunque la analogía claramente requiere la comparación de la mercancía con otras similares, la regla no
establece parámetros para conducir el ejercicio, por lo que podrá llevarse a cabo atendiendo a muy diversos
elementos, como las características y el uso de la mercancía.
Esta regla no es muy recurrida o utilizada en al contexto mundial, generalmente, las anteriores reglas son
suficientes para clasificar prácticamente todos las mercancías que se encuentran en el comercio, sin embargo,
existe la posibilidad de argumentar bajo algunas circusntancias la similitud, un ejemplo de ello, son los cigarros de
lechuga, mismo que lograron ser clasificados como cigarros de tabaco.
La regla general 5 regula la clasificación de estuches y envases, definiendo cuándo deben clasificarse con el
artículo que contienen y cuándo deben hacerlo con independencia del mismo. La regla en comento es del tenor
siguiente:
En este sentido, la regla general 5 extiende al alcance de las partidas para que abarquen también a los estuches o
empaques que contienen la mercancía llamada por su texto. Los continentes y envases que cumplan con las disposiciones de
la regla en comento perderán su individualidad y deberán clasificarse como un todo con la mercancía que contienen. Si no
cumplen con dichas disposiciones, deberán clasificarse por separado.
Podría decirse que los estuches y continentes similares señalados en el inciso a) de la regla se distinguen de
los envases a que se refiere el inciso b) de la misma regla en cuanto a que generalmente los primeros se
presentan con la mercancía y los otros se presentan conteniendo la mercancía. Dicho de otra manera, las
mercancías se presentan junto con los continentes a que se refiere el inciso a) y se presentan dentro de los
envases a que se refiere el inciso b).
Ahora bien, los estuches y continentes similares a que se refiere el inciso a) de la regla general 5 deben
cumplir los siguientes requisitos para clasificarse con los artículos a los que están destinados: (i) ser
especialmente apropiados para contener los artículos, es decir, que los artículos encuentren en ellos su lugar
exacto; (ii) ser susceptibles de uso prolongado o duradero, de tal manera que protegen a los artículos cuando no
están en uso durante su transporte o almacenamiento; (iii) ser presentados con los artículos a los que estén
destinados, aunque estén envasados separadamente para facilitar su transporte; (iv) ser de los tipos
normalmente vendidos con los artículos, y (v) no conferir al conjunto su carácter esencial.
Por otro lado, los envases a los que se refiere el inciso b) de la regla general 5 son aquellos del tipo de los
normalmente utilizados para las mercancías que contienen. Sin embargo, los envases que sean claramente
susceptibles de utilización repetida se clasifican separadamente, aunque sean de los normalmente utilizados para
las mercancías que contienen. Tal es el caso, por ejemplo, de los cilindros de acero para gas licuado.
Una vez ubicada la mercancía en la partida aplicable, deberá clasificarse en la subpartida que le corresponda.
La regla general 6 nos indica como clasificar las mercancías a nivel subpartida de la siguiente manera:
En primer lugar, la regla se refiere a la clasificación de mercancías en las subpartidas de una misma partida. Es decir, una
vez que la mercancía se ubica en cierta partida, sólo podrá clasificarse en las subpartidas de esa partida. Es obvio que las
subpartidas de otras partidas no serán aplicables y resultan irrelevantes en esta etapa del ejercicio de clasificación.
Por otro lado, la regla enfatiza que sólo pueden compararse subpartidas del mismo nivel. Esto quiere decir que
primero deben identificarse las subpartidas de primer nivel. Para llevar a cabo este ejercicio, debemos recordar
que las subpartidas de primer nivel se distinguen por el guion que precede a su texto, cuenten o no con código.
Las mercancías deben clasificarse entre las subpartidas de primer nivel de la partida, sin tomar en cuenta las
subpartidas de segundo nivel. Cuando las mercancías hayan sido clasificadas en la subpartida de primer nivel,
será el momento de tomar en cuenta si ésta se divide en subpartidas de segundo nivel y, en caso afirmativo, elegir
en la que deba ubicarse la mercancía.
Como puede apreciase, las Reglas Generales serán igualmente aplicables a nivel subpartida, entendiendo las
referencias a partidas como hechas a subpartidas. La expresión mutatis mutandis precisamente se refiere a
hacer los cambios necesarios. Así, los mismos principios que rigen la clasificación en las partidas igualmente
rigen la clasificación en las subpartidas.
Las Reglas Generales establecen la metodología para clasificar mercancías hasta nivel subpartida, pues éste
es el máximo nivel de desglose del SA. Sin embargo, México desdobla las subpartidas en fracciones arancelarias
y, por tanto, requiere reglas para la clasificación de mercancías a su nivel. La LIGIE establece esas reglas a través
de la 1a. regla complementaria, contenida en la fracción II de su artículo 2. La 1a. regla complementaria establece:
1a. Las Reglas Generales para la interpretación de la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales
de Importación y de Exportación son igualmente válidas para establecer dentro de cada subpartida la
fracción arancelaria aplicable, excepto para la Sección XXII, en la que se clasifican las mercancías
sujetas a operaciones especiales.
Continuando con la lógica del SA, esta regla complementaria establece que la metodología establecida por las Reglas
Generales es igualmente aplicable para elegir una fracción arancelaria dentro de cada subpartida. Es decir, de conformidad con
la regla general 1, la clasificación arancelaria estará determinada por los textos de las fracciones y las notas aclaratorias
correspondientes. Asimismo, de acuerdo con la regla general 2, el texto de las fracciones alcanza a las mercancías
incompletas o sin terminar, montadas y sin montar. Asimismo, la mención a una materia o artículo en una fracción lo alcanzará
aun mezclado o asociado con otro. En atención a la regla genera 3, cuando diversas fracciones de la misma subpartida resulten
en principio aplicables, deberá darse prioridad a la fracción más específica. Si esto no es operante, debe atenderse al carácter
esencial de la mercancía. Si no es posible determinarlo, debe clasificarse la mercancía en la última fracción en orden de
numeración. Si el texto de ninguna fracción de la subpartida alcanza a la mercancía, podrá clasificarse por analogía.
Para interpretar el texto de las partidas deben tomarse en cuenta las notas explicativas del SA generadas por la
OMA. Son una herramienta indispensable para la aplicación del SA. Las notas explicativas son una compilación
enciclopédica que ilustra el contenido y alcance de las secciones, capítulos y partidas del SA. Como su nombre lo
indica, tienen por objeto esclarecer los textos de las partidas a título meramente ilustrativo. Por ejemplo, las notas
explicativas de la partida 40.11 “Neumáticos (llantas neumáticas) nuevos de caucho”señalan que los artículos
comprendidos aquí se destinan a equipar las ruedas de los vehículos y aeronaves de cualquier clase, y también
las ruedas y ruedecitas de juguetes, de máquinas, de material de artillería, etc. Pueden estar provistas o no de
cámara de aire. Más aún, las notas explicativas de esa partida obsequian ilustraciones de determinados tipos de
neumáticos, que se clasifican en las subpartidas 4011.61 a 4011.69, las cuales se reproducen a continuación:
Las notas explicativas fueron generadas en inglés y francés, los idiomas oficiales de la OMA. Su traducción al
español se llevó a cabo bajo el auspicio del Convenio Multilateral sobre Cooperación y Asistencia Mutua entre las
Direcciones Nacionales de Aduanas de América Latina, España y Portugal (COMALEP). El texto final fue llamado
“Versión Única en Español de las Notas Explicativas del Sistema Armonizado” (VUENESA) y fue recomendado por
la OMA hasta 1995.
Si bien las notas explicativas son un documento sancionado por la OMA, se utilizan como una herramienta
orientadora. Sólo contados países han implementado las notas explicativas como obligatorias, tal es el caso de
México. La 3a. regla complementaria para la aplicación de la TIGIE, establecida por el artículo 2, fracción II de la
TIGIE, dispone lo siguiente:
3a. Para los efectos de interpretación y aplicación de la Tarifa, la Secretaría de Economía,
conjuntamente con la de Hacienda y Crédito Público, dará a conocer mediante Acuerdos que se
publicarán en el Diario Oficial de la Federación las Notas Explicativas de la Tarifa arancelaria, así
como sus modificaciones posteriores, cuya aplicación es obligatoria para determinar la partida y su
subpartida aplicables, así como la fracción arancelaria que corresponda.
Las dependencias mencionadas publicaron el“Acuerdo por el que se dan a conocer las notas explicativas de la tarifa
arancelaria” desde 2006. Como se desprende de la 3a. regla complementaria, las notas explicativas son obligatorias en México,
lo que debe tomarse en cuenta para la interpretación de los textos de las partidas.
Aunque las notas explicativas sean obligatorias, no debe perderse de vista que se han integrado al sistema
jurídico mexicano y, por tanto, también se convierten en normas objeto de interpretación. En este sentido, deben
reconocerse como un ordenamiento administrativo subordinado a la ley. De manera que las notas explicativas
pueden exponer e ilustrar el significado de los textos de las partidas, pero no pueden redefinirlos de tal suerte que
extiendan o restrinjan su alcance indebidamente. Por ejemplo, las notas explicativas de la partida 63.07“Los
demás artículos confeccionados, incluidos los patrones para prendas de vestir” establecen que esta partida
incluye los artículos confeccionados con cualquier textil, que no estén comprendidos en partidas más específicas
de la Sección XI o en otros Capítulos de la Nomenclatura y quecomprende en especial diversas mercancías,
entre las que se indican las bolsas para ropa sucia. Ahora bien, una correcta interpretación de la nota explicativa
en comento permite apreciar que la partida mencionada comprende las bolsas de ropa sucia que no deban
clasificarse en otras partidas más específicas de la nomenclatura, como podría resultar la partida 56.08 cuyo texto
se refiere a “Redes de mallas anudadas, en paño o en pieza, fabricadas con cordeles, cuerdas o cordajes; redes
confeccionadas para la pesca y demás redes confeccionadas, de materia textil” para las bolsas fabricadas con
redes.
Las Reglas Generales y complementarias mencionadas bastan para la correcta clasificación arancelaria. Sin
embargo, los criterios publicados por autoridades administrativas y judiciales siempre resultan de utilidad para
ilustrar el alcance de partidas, subpartidas y fracciones arancelarias.
La 4a. regla complementaria de la LIGIE establece que, con el objeto de mantener la unidad de criterio en la
aplicación de la TIGIE, las autoridades aduaneras publicarán criterios de clasificación arancelaria, cuya aplicación
será de carácter obligatorio. Dichos criterios no son publicados. El artículo 47 de la Ley Aduanera prevé la
publicación de los criterios de clasificación arancelaria que adopte un consejo de clasificación arancelaria
integrado por autoridades, cámaras empresariales e instituciones académicas. Lamentablemente, dicho consejo
apenas inició sus labores en 2018 y sus criterios aún no han sido publicados.15
La OMA cuenta con un compendio de opiniones de clasificación que vende al público. Diversas autoridades
aduaneras nacionales expiden criterios de clasificación que publican gratuitamente en la red, como la autoridad
aduanera norteamericana.16 Estos criterios no son vinculantes en México, pero ilustran cómo la nomenclatura
común se aplica alrededor del mundo y pueden reforzar el proceso de clasificación.
El artículo 2, fracción II de la LIGIE, establece otras reglas complementarias para la aplicación de la TIGIE. La
2a. regla complementaria explica la estructura de la TIGIE. La 5a. regla complementaria enlista las abreviaturas
utilizadas a lo largo de la TIGIE. La 6a. regla complementaria define que los límites de peso en la TIGIE se referirán
exclusivamente al peso de las mercancías. La 7a. regla complementaria establece que se publicará un apéndice
de la TIGIE para indicar las preferencias arancelarias aplicables a cada fracción, bajo los diversos tratados
comerciales celebrados por México.
La 8a. regla complementaria dispone que la SE podrá autorizar la clasificación excepcional de mercancías en
fracciones que no serían aplicables bajo las Reglas Generales del SA cuando dichas fracciones vayan a
destinarse a la fabricación por empresas fabricantes que cuenten con registro ante la SE. Específicamente: (i) la
primera parte del inciso a) de la 8a. regla complementaria prevé que ciertos artículos pueden clasificarse como
artículos completos o terminados, aunque aún no tengan las características esenciales de los mismos; (ii) la
segunda parte del inciso a) de la regla permite autorizar la clasificación de insumos, materiales, partes y
componentes, al amparo de fracciones designadas específicamente al efecto, y (iii) el inciso b) de la regla
complementaria permite clasificar como artículos montados los bienes desmontados y sin montar que se
importen en varias remesas o a través de varias aduanas. En la práctica, la aplicación de la 8a. regla
complementaria se enfoca en la clasificación de mercancías bajo las fracciones arancelarias previstas por el
Capítulo 98 de la TIGIE para los programas de promoción sectorial.
La 9a. regla complementaria establece un listado de bienes que no se considerarán como mercancías para
efectos aduaneros y arancelarios, en los siguientes términos:
b) Las piezas postales obliteradas que los convenios postales internacionales comprenden bajo la
denominación de correspondencia;
c) Los efectos importados por vía postal cuyo impuesto no exceda de la cantidad que al efecto
establezca la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mediante Regla de carácter general en
materia aduanera, y
d) Las muestras y muestrarios que por sus condiciones carecen de valor comercial. Se entiende
que no tienen valor comercial:
• Los que han sido privados de dicho valor, mediante operaciones físicas de inutilización que eviten
toda posibilidad de ser comercializados; o
• Los que por su cantidad, peso, volumen u otras condiciones de presentación, indiquen sin lugar a
dudas, que sólo pueden servir de muestras o muestrarios.
Cabe señalar que las autoridades aduaneras han limitado lo que debe entenderse como muestras o muestrarios, excluyendo
las mercancías de difícil identificación, a través de la regla 3.1.2. de las RGCE.
Finalmente, la 10a. regla complementaria faculta a las autoridades aduaneras para requerir a los interesados
los elementos que permitan la identificación arancelaria de las mercancías y establece que, vencido cierto plazo,
la autoridad deberá clasificar a partir de la información de que disponga. Como puede apreciarse, la autoridad no
puede dejar de clasificar mercancías bajo el pretexto de no contar con información suficiente, por lo que llegado el
momento deberá hacerlo y, si no cuenta con elementos suficientes, concluirá erróneamente en perjuicio del
importador y de su agente aduanal. Por ello, es del interés de importadores y agentes aduanales recabar y, en su
caso, presentar ante las autoridades aduaneras toda la información que permita la correcta clasificación
arancelaria de las mercancías.
CAPÍTULO IV
Sumario
A lo largo del presente Capítulo, se expondrá cómo el uso de la tecnología puede ser de utilidad para enfrentar
las necesidades y volúmenes actuales de mercancía que debe ser clasificada de la forma más rápida posible,
exponiendo un caso de éxito. Analizaremos a profundidad la forma en la cual operarán este tipo de herramientas
tecnológicas y cómo obtener de ellas el mejor provecho.
1. CONSIDERACIONES
Objetivo
Es indiscutible la importancia de la clasificación arancelaria de las mercancías para el debido cumplimiento de
nuestras obligaciones fiscales y aduaneras en materia de comercio exterior.
México tiene celebrados 13 Tratados de Libre Comercio (TLC´s) que involucran a más de 50 países, por tanto,
la legislación aduanera y de comercio exterior de México es muy amplia y compleja. Lo anterior implica, revisar
más de mil 200 documentos entre leyes, reglamentos, decretos, acuerdos circulares, memorándums, reglas,
normas y aquellas otras disposicones relacionados con el comercio exterior y la operación aduanera.
De todas estas leyes, la de mayor uso es la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación
(LIGIE) y su Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (TIGIE), la cual está
sustentada en el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA).
En el Capítulo III se estudió la parte técnica-doctrinal de la clasificación arancelaria, cuál es su trascendencia,
así como la estructura del Sistema Arminizado (SA). Y en este en apartado vamos a obtener los conocimientos
básicos para establecer tácticas avanzadas de clasificación arancelaria acordes a las necesidades que se
requieren para llevar a cabo un correcto control de las operaciones aduaneras y del comercio exterior (antes,
durante y después del despacho aduanero), así como sus posteriores auditorías.
La información del siguiente cuadro fue presentada por el licenciado Luis Eduardo Lara, Exadministrador
General de Auditoría de Comercio Exterior (AGACE) del SAT, en una sesión presentada en un foro de
actualización organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior, A.C. (IMECE).
El contenido anterior indica que en 2015 se realizaron 8.6 millones de operaciones de comercio exterior y se
estima que para finales de 2018 se llegue a 10 millones. Cada operación corresponde a un pedimento de
importación o exportación, según sea el caso.
Cada pedimento puede contener un gran número de mercancías, que deben ser clasificadas en forma
individual. Cientos de miles de mercancías deben ser clasificadas únicamente en 12 mil 398 fracciones
arancelarias de la TIGIE.
Una vez clasificada la mercancía, se deberá verificar y/o dar cumplimiento por lo menos a 14 bloques de
información que a continuación se indican:
• Aranceles.
• Normas oficiales.
• Cuotas compensatorias.
• Mercancías peligrosas.
• Preferencias arancelarias.
• Cupos.
• Impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS).
• Impuesto sobre automóviles nuevos (ISAN).
• Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX).
• Permisos previos de la Secretaría de Economía (SE).
• Secretaría de Salud (Ssa).
• Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
• Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
• Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) entre otros.
Del análisis de las cifras podemos concluir que se hacen 10 millones de pedimentos al año, es decir 833 mil
333 pedimentos al mes, 41 mil 666 diarios, cinco mil 208 por hora y 87 pedimentos por minuto. Si consideramos
que cada pedimento, en un escenario conservador, contiene 10 mercancías promedio, esto equivale a 870
clasificaciones arancelarias por minuto, por tanto, se realizan 12 mil 180 verificaciones por minuto de las
cuales se estima que un 50% se realiza en aduanas fronterizas.
Para poder auditar un número tan grande de operaciones aduaneras que incluyen miles de mercancías se
hace indispensable el uso de las tecnologías de la información (TI).
2011–Cambio de paradigma
Ante el gran número de operaciones aduaneras, el SAT no contaba con el suficiente personal para auditar las
operaciones de comercio exterior, por lo que se concentraba en grandes contribuyentes y en atender denuncias
específicas.
El SAT le apuesta al uso de las TI para lograr una mayor cobertura y alcance de las auditorías, destacándose el
Proyecto de Integración Tecnológica (PITA) y el Modelo de Administración Tributaria en el Comercio Exterior
(MATCE).
Es una iniciativa integral que plantea automatizar, facilitar y agilizar los procesos de entrada y salida de las
mercancías en las aduanas del país.
Esta nueva forma de auditar está obligando a las empresas a llevar a cabo el control de sus operaciones
aduaneras antes, durante y después del despacho aduanero.
Sin embargo, por la velocidad con la que se mueven las mercancías de comercio exterior a través de las
aduanas, así como por sus implicaciones de alto impacto para la empresa, se hace indispensable la
implementación de nuevas tácticas de clasificación arancelaria en donde se establezca la corresponsabilidad de
los ejecutivos de las empresas y el agente aduanal.
La clasificación arancelaria de las mercancías juega un rol muy importante al momento en que la AGACE inicia
los procedimientos para realizar las auditorías al comercio exterior de las empresas.
Según autoridades del SAT, uno de los principales detonadores de una auditoría se da por la inconsistencia en
la clasificación arancelaria de las mercancías, ya que es fundamental para la determinación correcta de
impuestos y contribuciones y de las Regulaciones y Restricciones No Arancelarias (RRNA). Si no es correcta la
clasificación arancelaria de las mercancías, las consecuencias pueden ser de alto riesgo por los problemas que
pueden afectar la logística y las finanzas de la empresa.
A continuación, presento un cuadro que muestra el análisis de riesgo que utiliza la AGACE, donde aparecen
como principal causa para detonar las auditorías de comercio exterior los errores en la clasificación
arancelaria.
Debido a la velocidad de las operaciones aduaneras y a que las importaciones se realizan por diversas
aduanas y por diferentes agentes aduanales, al realizar AGACE las rutinas de supervisión a través de TI, se
detecta que para un mismo producto existen diferentes fracciones arancelarias que están utilizando el importador
o exportador.
Como se muestra en el siguiente cuadro, es indiscutible el incremento en la recaudación fiscal a partir de 2012,
año en que inició operaciones la AGACE.
Si usted tenía alguna duda sobre el uso de las TI por AGACE en la recaudación fiscal, la gráfica muestra su alto
nivel de eficiencia.
• Conocimiento de las mercancías. Existen mercancías sencillas de clasificar y otras son sumamente complejas y
requieren de especialistas que apoyen a los clasificadores de las mercancías dentro de la agencia aduanal.
Para una correcta clasificación arancelaria de las mercancías se hace indispensable el conocimiento de éstas
con el apoyo de los importadores, exportadores y agentes aduanales.
La premisa es: “el que compra o vende mercancías es el especialista número uno en el conocimiento
de las mismas”.
• Conocimiento de los métodos de clasificación que faciliten la localización y consulta de la fracción arancelaria de las
mercancías para la determinación correcta de impuestos, contribuciones, restricciones, preferencias, etc. por funcionarios
públicos y privados para una correcta toma de decisiones.
Es más fácil capacitar a compradores y vendedores de las mercancías para que conozcan y entiendan el
método de clasificación, a través del conocimiento de seis Reglas Generales y 10 complementarias, a fin de
poder entregar la información precisa que requieren los agentes aduanales para realizar la correcta clasificación
arancelaria. El objetivo es disminuir considerablemente errores y omisiones, así como multas y sanciones que
puedan afectar la logística y las finanzas de la empresa.
• Utilización de soluciones informáticas legislativas. Ante la necesidad de una consulta rápida, precisa y altamente
confiable, se hace indispensable contar con herramientas informáticas especializadas para la clasificación arancelaria y su
administración, así como la consulta de las leyes, decretos y reglamentos que permitan el debido cumplimiento de las
obligaciones fiscales y aduaneras de las mercancías a importar y exportar.
• Apoderado aduanal.
• Gerencia de Compras.
• Gerencia de Importaciones o exportación.
• Gerencia de Tráfico.
• Gerencia de Administración y finanzas.
• El agente aduanal.
• Autoridades gubernamentales.
- AGA.
- AGACE.
Identificación de las mercancías. Como primer paso para llevar a cabo la clasificación arancelaria se
requiere identificar la mercancía con base en el examen de sus características para posteriormente pasar a la
clasificación arancelaria con base en el SA.
La estructura del SA está formada por una interrelación de secciones, capítulos, partidas y subpartidas con
tres principios básicos:
Sencillez. Denota su elaboración de lo más simple a lo más complejo, de lo menos elaborado a lo más
elaborado.
Precisión. La otorgan las partidas y subpartidas, así como las notas legales de sección, capítulo y subpartida.
Exactitud. La proporcionan las Reglas Generales y las Reglas Complementarias.
Los países miembros de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) que suscribieron el convenio del SA
tienen la obligación de aplicarlo íntegramente en sus tarifas aduaneras hasta el nivel de seis dígitos sin variaciones
ni modificaciones.
Para apoyar la identificación de las mercancías a clasificar, el importador o exportador debe proporcionar al
agente aduanal las características esenciales de la mercancía, las cuales se indican a continuación:
Con esta información el agente aduanal podrá llevar a cabo la correcta clasificación de las mercancías y, con
un curso de capacitación en clasificación arancelaria impartido para el importador o exportador, ambos
estarán en condiciones de validar la correcta clasificación. Esta corresponsabilidad permitirá la correcta
administración de la clasificación arancelaria antes, durante y después del despacho aduanero.
Las enmiendas al Sistema Armonizado acordadas en la OMA entran en vigor cada cuatro años
Actualmente, en México estamos operando con la Quinta Enmienda. Sin embargo, a partir de enero de 2017 se
iniciaron importantes trabajos para incorporarnos a la Sexta Enmienda en un proyecto muy ambicioso, ya que se
está reduciendo el número de fracciones arancelarias de ocho dígitos, se están reagrupando y se están creando
fracciones arancelarias a 10 dígitos (para efectos estadísticos). Por la importancia de esta enmienda, más
adelante la presento a detalle, sus alcances y nueva estructura.
Es importante mencionar que por lo complejo de la legislación aduanera y del comercio exterior de México se
requieren soluciones informáticas especializadas que permitan apoyar la toma de decisiones con la rapidez y
precisión necesarias para las clasificaciones arancelarias y la correcta determinación de impuestos y
contribuciones.
En México existen diversas Soluciones Informáticas Legislativas para apoyar la toma de decisiones de los
ejecutivos en comercio exterior, las cuales son proporcionadas por las autoridades gubernamentales,
asociaciones de agentes aduanales y las desarrolladas por la iniciativa privada, destacándose las siguientes:
Es una aplicación de acceso público proporcionada por la SE. Su página de Internet es http://www.siicex.gob.m
x/portalSiicex/
Permite la consulta de la nomenclatura de la TIGIE, sus regulaciones y restricciones, así como las preferencias
arancelarias de los TLC, partiendo de la clasificación previa proporcionada por el usuario.
Permite el desglose de la TIGIE por secciones, capítulo, partida, subpartida y fracción arancelaria. No cuenta
con el acceso a notas de capítulo y partida, Reglas Generales y complementarias y notas explicativas, por lo que
la clasificación arancelaria tiene sus reservas y complicaciones.
Es un sitio de internet de usos múltiples que cuenta con una sección de tarifa y se conecta con la aplicación
recortada de la base de datos de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República
Mexicana (CAAAREM). Su consulta es gratuita y se implementó a mediados de 2006.
Está dirigido a personas que requieran información de regulaciones y restricciones, TLC por fracción
arancelaria que manejen pocos volúmenes de importación y exportación al año.
Es una aplicación de acceso controlado para agentes aduanales y suscriptores y su funcionalidad depende del
ancho de banda del usuario y del acceso a través de Internet: http//www.caaarem.mx/
Permite la consulta de la nomenclatura de la TIGIE, sus regulaciones y restricciones, así como las preferencias
arancelarias de los TLC partiendo de la clasificación como principal acceso y uso por los agentes aduanales.
Presenta el desglose de la TIGIE por secciones, capítulo, partida y subpartida hasta llegar a la fracción
arancelaria. Cuenta con el acceso a notas de capítulo y partida, Reglas Generales y Complementarias y notas
explicativas para la clasificación arancelaria.
El método de clasificación utilizado es un poco complicado y requiere de procesos que resultan lentos en
operaciones de volumen.
Se considera un buen sistema de consulta legislativa ya que presenta leyes, decretos y acuerdos relacionados
con el comercio exterior y aduanas para consulta y análisis de los agentes aduanales y los suscriptores.
Es el sistema de información legislativa para el apoyo de las operaciones aduaneras y del comercio exterior de
México. En la versión 8.0, este importante sistema incorporó las últimas TI. Está desarrollada en .net y cuenta con
importantes mejoras en su interfaz.
Es una excelente herramienta para la clasificación arancelaria. Se actualiza diariamente y brinda gran certeza
en la información legislativa. Optimiza los tiempos de consulta y apoya en la prevención de errores u omisiones.
Además, facilita las auditorías de las operaciones aduaneras.
Ayuda a la eficiente administración y auditoría de las operaciones aduaneras a través de diferentes procesos
de control. Así también, permite llevar la correcta administración del expediente digital.
Entre sus beneficios destacan la certidumbre y la seguridad en las operaciones de comercio exterior, la
prevención de riesgos y disminución de multas y sanciones, la optimización de tiempos, la toma oportuna de
decisiones y detección de fraudes fiscales y aduaneros, entre otros.
COA se conecta con la Base de Datos Dia para realizar la auditoría de regulaciones y restricciones, además
puede detectar las mercancías vulnerables. Genera más de 250 reportes especializados.
Diaenlinea, Base de Datos Dia y COA son marcas registradas propiedad de Sistemas Dinámicos
Internacionales, S.A de C.V.
12. IMPACTO DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA SEXTA ENMIENDA DE LA TIGIE POR LA SECON. IMPLICACIONES EN EL
SECTOR ADUANERO MEXICANO (PREVALIDADORES, VALIDADORES Y DATA STAGE DEL SAT)
El objetivo del presente capítulo consiste en brindar al lector un panorama de la importancia de la clasificación
arancelaria en un entorno de competitividad, productividad y suministro dentro las cadenas globales de valor, así
como el impacto que tienen en la logística y las finanzas de la empresa y la corresponsabilidad de la clasificación
arancelaria entre ejecutivos de la empresa y los agentes aduanales a fin de disminuir al mínimo posible las multas
y sanciones motivadas por el incumplimiento de las obligaciones fiscales y aduaneras.
La Ley Aduanera y del Comercio Exterior de México se conforma por más de mil 300 documentos entre leyes,
decretos, acuerdos, entre otros.
De todas las leyes, la más consultada es la LIGIE y su tarifa conocida como TIGIE, seguida por la Ley
Aduanera, su Reglamento y las Reglas Generales de Comercio Exterior.
Es importante destacar que el método de clasificación arancelaria está perfectamente estructurado en una
relación de bienes, agrupados en 97 capítulos que corresponden a las actividades económicas más relevantes.
Las tarifas arancelarias de México están basadas en el SA de la OMA, que entró en vigor el 1 de julio de 1988.
La nomenclatura del SA es la enumeración descriptiva, ordenada y metódica de mercancías según reglas y
criterios técnicos y jurídicos, y su objetivo básico es servir de base para la aplicación de aranceles aduanales y la
recopilación de estadísticas sobre el comercio exterior.
Cada país, establece el nivel nacional de desglose conforme a sus necesidades de identificación y control; se
añaden al código del SA los dígitos necesarios para formar sus propias subdivisiones (fracciones arancelarias).
Dentro de las prácticas modernas de clasificación arancelaria se tiene la disyuntiva de capacitarnos para el
reconocimiento de las mercancías mediante el uso y aplicación de la merceología (miles de productos) o
partiendo de la identificación de la mercancía por el importador o tipo de exportador, capacitarnos en la aplicación
del método de clasificación arancelaria mediante el conocimiento de seis Reglas Generales y 10 complementarias
de la TIGIE.
Considerando la velocidad con que se mueven las operaciones aduaneras y la gran cantidad de clasificaciones
arancelarias de las mercancías que se incorporan en los pedimentos de importación y exportación, se hace
indispensable apoyar nuestro trabajo en soluciones informáticas legislativas profesionales, las cuales son
especializadas en la Ley Aduanera y del Comercio Exterior de México. Destacan las proporcionadas
fundamentalmente por autoridades gubernamentales, asociaciones de agentes aduanales y las desarrolladas por
la iniciativa privada.
Es importante la corresponsabilidad en la identificación de las mercancías entre el importador y exportador y el
agente aduanal, y debe ser controlada la clasificación arancelaria de los productos.
Se debe supervisar el método de clasificación arancelaria y el debido cumplimiento de las obligaciones fiscales
y aduaneras, y la coordinación con el agente aduanal es fundamental.
También resulta importante la selección del agente aduanal. Se debe verificar que cuente con TI que permitan
llevar a cabo un eficiente control de las operaciones aduaneras antes, durante y después del despacho aduanero
de las mercancías, así como la generación del expediente en digital de las operaciones y que apoye en caso de
una auditoría de comercio exterior.
Hay que recordar que las operaciones de comercio exterior ya trascendieron las operaciones en la aduana (se
revisa el 15%) y se audita electrónicamente el 85% restante por las autoridades del SAT (AGACE).
Las auditorías al comercio exterior han tenido un alto impacto en las finanzas de la empresa. México tiene
celebrados 13 TLC´s que cuentan con sus propias reglas de operación, cumplimientos y preferencias
arancelarias. De todos los tratados, el más consultado es el TLCAN.
Los errores en el pago de impuestos y contribuciones al comercio exterior impactan en la estructura de costos
de la empresa y, por tanto, en todas las contribuciones y obligaciones que debe cumplir ante el fisco. Es decir,
tienen implicaciones jurídicas y hasta penales.
El gobierno (SAT) requiere de mayores ingresos y se está apoyando en TI para llevar a cabo las auditorías
electrónicas que les permitan realizar una recaudación efectiva.
La tecnología está cambiando al cliente y éste, a su vez, está cambiando el negocio, no se debe permitir que la
tecnología nos sobrepase.
La única forma de competir es innovando y evolucionando.
La tecnología está posibilitando nuevos modelos de negocio y puede convertirse en el diferenciador, por lo que
es necesario asegurarnos de tener una organización capaz de adoptar las nuevas tecnologías.
Se deben auditar las operaciones aduaneras antes, durante y después del despacho aduanero para evitar
errores y omisiones que generarán multas y sanciones a la empresa.
El incumplimiento de las regulaciones arancelarias y no arancelarias tiene un alto impacto en la logística de la
empresa por retrasos en el envío y/o recepción de las mercancías, de modo que hay que recordar que la rapidez y
la precisión van de la mano.
CAPÍTULO V
Sumario
El presente capítulo tiene como finalidad abordar el tema de la valoración aduanera desde su concepto,
procedimiento, alcances y variantes que influyen en la determinación de la misma, en el entendido de que en
materia de comercio exterior es sumamente relevante tener pleno conocimiento de ello, pues así se
determinarán, entre otras cosas, pero primordialmente, las contribuciones y aprovechamientos que resulten
aplicables en los términos de las disposiciones aduaneras vigentes.
Para ello, vale la pena conocer ¿Qué es el valor en aduana?, ¿Cómo se conforma?, ¿Cuáles son las
variantes que lo integran? y, finalmente, ¿Cómo deben utilizarse estos elementos para determinar con certeza el
valor en aduana de una mercancía? para evitar una contingencia fiscal en el futuro.
Es importante, en primera instancia, dar un vistazo a los orígenes del concepto de “valor”, que permitan
determinar sus elementos integrantes, es decir, aquellos que son esenciales para su producción y
comercialización, cuyas fluctuaciones afectan el precio de venta y, consecuentemente, el valor en aduana al
momento de realizar su importación o exportación.
Lo anterior, debido a que el comercio internacional en las últimas décadas se ha convertido en un rubro
extremadamente dinámico y complejo gracias al mayor y mejor acceso a mercados internacionales a través de
los diferentes medios de comunicación y, por supuesto, tomando en consideración el nuevo concepto
denominado e-commerce o “comercio electrónico”, en el que se acortan distancias entre proveedores y
consumidores, pero continúa latente la barrera del espacio, es decir, la necesidad de transportar los bienes de un
lugar remoto a otro, aunado a lo diversos trámites que deben realizarse ante las aduanas de los distintos
gobiernos para el despacho o importación de las mercancías a determinado destino.
Por tal motivo, este capítulo tiene como objeto facilitar y brindar al lector las bases suficientes para conocer y
estar en posibilidad de determinar por sí mismo el “valor en aduana” de las mercancías, y con ello, estar en
aptitud de mejorar su entendimiento en cuanto al costo real de las transacciones comerciales internacionales
que, al final, repercuten y son el sustento para la determinación de la base gravable sobre la que se calculan las
contribuciones y aprovechamientos legalmente aplicables.
De igual manera, se hará una breve reseña, desde el punto de vista contable y fiscal, de cómo las autoridades
cuantifican y califican las operaciones de comercio exterior, en lo que respecta a la valoración aduanera y los
métodos que son comúnmente más empleados.
Finalmente, se harán ciertas observaciones de la valoración aduanera desde el punto de vista de las
disposiciones legales aplicables, refiriéndonos a gravámenes internos, tales como el impuesto sobre la renta
(ISR) e impuesto al valor agregado (IVA).
La valoración aduanera, en conjunto con las instituciones aduaneras de clasificación arancelaria y origen de
las mercancías, son temas en los cuales debe tenerse especial cuidado al momento de determinar un correcto
valor en aduana, pues cualquier error u omisión en los elementos que deben integrarse a la declaración de dicho
valor tendrá efectos muy importantes en la generación de contingencias fiscales en el futuro, motivo por el cual,
es sumamente importante conocer a profundidad los conceptos que resultan ser incrementables por
disposicipon legal, así como el procedimiento a seguir para arribar a la correcta valoración de las mercancías en
la declaración aduanera o pedimento.
2. LA VALORACIÓN ADUANERA
2.1. NACIMIENTO DEL ACUERDO GENERAL SOBRE ARANCELES ADUANEROS Y COMERCIO Y TRATO AL VALOR
ADUANERO DE MERCANCÍAS
Analizadas como lo fueron las principales corrientes de pensamiento económico, cuyos conceptos son
indispensables para conocer al día de hoy el alcance y razón del concepto de “valor” de las mercaderías, a
continuación, se estudian las disposiciones legales nacionales e internacionales que regulan el valor en aduana.
Para conocer un poco acerca de los sucesos históricos que llevaron a los Estados a adoptar medidas para
regular las operaciones comerciales internacionales, teniendo como resultado la creación de fórmulas para
determinar la base de los impuestos aplicables al comercio exterior, entre otras, aquella que prevé la
determinación del valor en aduana de las mercancías importadas o exportadas, es necesario hacer un pequeño
recorrido histórico para, posteriormente, adentrarnos de lleno al tema del valor.
Entre la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, el comercio internacional se desarrolló muy lentamente, ya
que, a efecto de proteger la industria nacional, los países introdujeron medidas restrictivas a las mercancías
comerciadas, elevaron aranceles y se establecieron controles de cambio. Al terminar la Segunda Guerra Mundial,
los países en guerra pasaron a una etapa de reconstrucción, para lo cual no resultaban suficientes los bienes
que se producían internamente, sino que era necesario adquirir bienes principalmente de consumo e insumos
para la producción, provenientes de mercados extranjeros.
En 1946 se firma la “Carta de la Habana para una Organización Internacional de Comercio”, la cual tenía
como principales objetivos crear el pleno empleo y fomentar el comercio internacional a través del impulso al
desarrollo económico y reconstrucción de la economía interna de los países, fomentando las condiciones de
igualdad de mercados internacionales, la reducción de obstáculos al comercio y la facilidad para solicitar
consultas a la Organización Internacional de Comercio (OIC).
Asimismo, en 1947, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Empleo celebrada en
Ginebra, comienzan las negociaciones a efecto de disminuir los aranceles siguiendo los principios en la Carta de
la Habana. Sin embargo, gracias a la rapidez con que disminuyeron los aranceles, los países miembros
decidieron poner en vigor parte de la Carta, tomando ésta el nombre de Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT, por su sigla en inglés).
A partir de ese momento, el GATT se vuelve el medio de regulación más efectivo para el establecimiento de
aranceles y controles a la importación y exportación de mercancías. Asimismo, actúa como órgano que
promueve el intercambio de mercancías y servicios a nivel internacional, protegiendo siempre a aquellas
naciones que se encuentran en una posición menos favorecida que las demás.
Ahora bien, con el fin de entrar de lleno al tema, debemos remitirnos al artículo VII del GATT denominado
“Valoración aduanera”, el cual describe los principios generales para la determinación del valor en aduana de
mercancías importadas y exportadas, respetando los preceptos de equidad y libre competencia. De conformidad
con el apartado b), párrafo 2, del artículo VII, el valor en aduana de mercancías será el siguiente:
Artículo VII. El valor real debería ser el precio al que, en tiempo y lugar determinados por la legislación
del país importador, las mercancías importadas u otras similares son vendidas u ofrecidas para la venta
en el curso de operaciones comerciales normales efectuadas en condiciones de libre competencia.
Tal como lo establecen las Notas Suplementarias contenidas en el Anexo I del GATT, habrá que suponer que el “valor real”
de las mercancías podrá ser el precio consignado en la factura comercial que se expida como comprobante a la operación
comercial dentro de prácticas normales de libre competencia, es decir, el precio al cual el vendedor efectuó la enajenación del
bien, obteniendo no sólo los costos de producción y comercialización del mismo, sino también un beneficio y demás gastos
realizados que se equiparen con el “valor natural” de dicho productos.
Asimismo, las Notas Suplementarias establecen que al precio consignado en la factura se deben agregar
todos los elementos correspondientes a gastos legítimos no incluidos en dicho precio, que formen parte del valor
real, así como todo descuento o reducción anormal calculados sobre el precio corriente de competencia.
Para lo sucesivo, es importante mencionar que la disposición antes transcrita, así como su Nota
Suplementaria, no definen en forma específica lo que debe entenderse por “gastos legítimos”; sin embargo, dicha
nota señala que deberán considerarse para el valor real los descuentos y reducciones anormales a los que
existan en condiciones de libre competencia. Es decir, no obstante que omite señalar el sujeto del cual provienen
los gastos legítimos (vendedor o comprador), es evidente que, derivado de una interpretación armónica de dicha
nota, podemos concluir que los gastos a que se refiere son aquellos que única y exclusivamente corren a cargo
del vendedor y que afecten el precio de comercialización de la mercancía, esto siempre en condiciones de libre
competencia, de forma tal que se vea obligado a cubrir dichos gastos con las ganancias obtenidas con la
enajenación del bien.
Si bien es cierto que la libre competencia se da a través de la relación existente entre el producto ofrecido por
el vendedor y el pago que a su vez ofrece el comprador, resulta claro que solamente los gastos que efectúe el
primero pueden influir positiva o negativamente en el precio de comercialización del producto (valor natural más
gastos de comercialización), pues los gastos realizados por el segundo solamente influyen en el costo de lo que
para él representa la operación comercial, ya que no tiene potestad sobre el precio del producto en venta.
En esa tesitura, el precio del producto y, en consecuencia, su valor real, será aquel que obtenga el vendedor
para solventar los costos de producción de la mercancía, gastos legítimos, demás beneficios y utilidades que
pretenda conseguir, incluyendo los gastos por él efectuados para poner la mercadería en el punto de venta.
De acuerdo con este principio establecido en el artículo VII, segundo párrafo del GATT, el valor en aduana
deberá ser el precio en el cual se enajene o venda realmente el producto, incluyendo los gastos que
exclusivamente corran a cargo del vendedor para sacar adelante la venta y que formen parte integrante del valor
de la mercancía. En tal sentido, los demás gastos que efectúe el comprador, posteriores a la compra del bien o
por servicios derivados de éste, solamente influyen en el monto que el comprador tuvo que pagar para
transportar, utilizar o incluso poner a la venta el bien previamente adquirido y, por tanto, dichos gastos no
formarán parte de la base impositiva para la determinación de impuestos al comercio exterior.
Lo anterior es reforzado con la Nota Suplementaria 4 contenida en el Anexo I del GATT, que establece que las
partes contratantes podrán determinar el valor en aduana sobre los precios fijados por el exportador en relación
con el precio de la mercancía importada o sobre la base del nivel general de precios correspondientes a los
productos similares.
Asimismo, el apartado a) del segundo párrafo del mismo artículo dispone que el valor en aduana de las
mercancías importadas deberá basarse en el valor real de dicha mercancía, evitando así valores arbitrarios o
ficticios que pudieran declararse por el importador, o ser decretados por la autoridad aduanera. En este sentido,
se combate, entre otros, la práctica del establecimiento de precios oficiales.
Finalmente, de acuerdo con Máximo Carvajal Contreras,1 encontramos otros principios que afectan la
valoración aduanera de mercancías, que se reducen a los siguientes:
Posteriormente, con base en el GATT, así como en los principios anteriormente establecidos, en 1979 en la
Ronda de Tokio, los países aprobaron el “Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, que para efectos prácticos internacionales sería denominado como
“Código de Valoración Aduanera”.
Este instrumento establece las bases conforme a las que se ha de determinar el valor en aduana de la
mercancía de importación y exportación, el cual prácticamente es copiado2 por nuestro legislador en la Ley
Aduanera y cuya explicación se observará en el siguiente rubro.
De acuerdo con el artículo 1 del Código de Valoración Aduanera, así como lo dispuesto por el artículo 64 de la
Ley Aduanera vigente, el valor en aduana se identifica con el valor de transacción, entendiéndose por éste el
precio realmente pagado o por pagar por las mercancías vendidas para su exportación en un mercado de libre
competencia. En estricto sentido, el valor de transacción se refiere al precio que real y efectivamente fue pagado
por el adquirente al vendedor, mismo que deberá aparecer consignado en la factura comercial expedida,
haciendo las veces del registro fiscal de la operación comercial.
Este valor o precio consignado en la factura no necesariamente contempla todos los elementos o conceptos
que integran el valor de acuerdo con la definición del GATT, pues no implica que deba equipararse con el costo de
producción de la mercancía, como algunos investigadores suponen.3
Dicho en otras palabras, como fue expuesto anteriormente, hay que distinguir entre el costo, valor o precio de
venta y monto total de la operación, ya que si bien es cierto que se trata de conceptos que puedan confundirse,
éstos no son iguales y pueden traer como consecuencia el establecimiento del pago de contribuciones sobre
valores ficticios e incluso arbitrarios.
Por “costo de producción” debemos entender los gastos que se generan con motivo del proceso productivo,
en otras palabras, el pago de salarios, de rentas e incluso el capital invertido para la obtención de insumos y pago
adelantado de gastos diversos, que a fin de cuenta son necesarios para la elaboración del bien.
El “valor y precio de venta” es el costo de producción más los beneficios que el capitalista obtiene o calcula
obtener derivado de la mercancía elaborada, beneficios que se reparten a su vez en distintos niveles de la
cadena productiva.
El precio es distinto al costo de producción, ya que depende en un mayor grado de las condiciones de venta
del producto, es decir, una vez asentado el valor de un bien, éste sufrirá ciertas fluctuaciones que aumenten o
disminuyan el monto al cual el productor o comerciante está dispuesto a poner a la venta el producto en el
mercado; sin embargo, el precio tenderá a un equilibrio basado en los elementos integrantes utilizados para la
producción de la mercancía, es decir, se aproximará e incluso equiparará a su valor natural.
Al conjunto de estos dos conceptos hay que denominarlo “valor natural”, propuesto por Adam Smith,4 el cual
fue posteriormente reconocido por Ricardo,5 Stuart Mill6 e incluso Marx.7
Finalmente, el “monto total de la operación” consistirá en el pago que realice el comprador por la adquisición
del bien (con los costos de producción y gastos de comercialización incluidos), más aquellos gastos que se
generen por trasladar, manejar, mantener, almacenar o por el pago de diversos servicios proporcionados
posteriores a la venta del bien.
Por otro lado, el valor en aduana será igual al valor de transacción, el cual será el precio pagado o por pagar
de la mercancía importada en condiciones de libre competencia, que puede ser distinto al valor de producción,
mayor o menor, dependiendo de la ley de la oferta y la demanda.
Sin embargo, es importante mencionar que el valor de transacción no es el único pago que el importador
realiza por la importación de sus mercancías, ya que tal como lo establece el Código de Valoración Aduanera, así
como la Ley Aduanera, existen otros gastos que, efectuados por el comparador-importador, no se consideran
dentro del valor de transacción; sin embargo, dada su naturaleza, no debieran considerarse como parte del valor
en aduana.
A efecto de obtener un mejor concepto del valor de transacción, es necesario remitirse a la Nota Interpretativa
al artículo 1 contenida en el Anexo I del Código de Valoración Aduanera, en relación con el artículo 64 de la Ley
Aduanera, los cuales establecen que el valor en aduana de la mercancía comprenderá el precio pagado o por
pagar; sin embargo, las demás actividades que por cuenta propia realice el comprador relativas a dicha
mercancía, que no constituyan un pago directo o indirecto al vendedor (salvo lo dispuesto por el artículo 8 del
Código de Valoración Aduanera), no deberán considerarse como elementos integrantes del valor, por lo que no
deberá añadirse al valor de transacción de las mercancías.
Es decir, conforme al artículo 66 de la Ley Aduanera, el valor en aduana no comprenderá los siguientes
gastos:
a) Los que realice el importador por cuenta propia.
b) Los gastos de construcción, armado, montaje, mantenimiento o asistencia técnica realizados en un
momento posterior a la importación.
c) Los gastos de transporte, seguros, manejo, carga y descarga de mercancías, efectuados con posterioridad
a su internación a territorio nacional.
d) Los derechos, impuestos y aprovechamientos aplicables, consecuencia de la importación o enajenación de
las mercancías.
e) Los pagos por dividendos del comprador al vendedor por asuntos que no se relacionen con la importación
de dichas mercancías.
Las excepciones contenidas en los primeros tres puntos anteriores evidentemente no podrán considerarse
como parte del valor en aduana de las mercancías, si se realizan en un momento posterior a gastos y costos
que no se relacionan con el valor de exportación de la mercancía adquirida.
Ahora bien, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 67 de la Ley Aduanera, el valor de transacción o precio
efectivamente pagado será válidamente considerado como el valor en aduana, excepto cuando ocurran las
siguientes circunstancias:
a) Que no existan restricciones para la cesión o utilización de las mercancías adquiridas, con la excepción de:
b) Que el precio o venta no dependa de alguna condición o contraprestación a cargo del comprador, cuyo
valor no pueda determinarse concretamente.
c) Que el total o parte del precio pagado no se revierta directa o indirectamente al vendedor.
d) Que no exista vinculación entre comprador y vendedor y que, existiéndola, no haya influido en el precio de
venta. Existe la vinculación en los siguientes casos:
En estos casos, el precio de venta entre personas vinculadas se aceptará cuando, con la documentación
presentada en el despacho aduanero, el importador demuestre que dicho precio se iguala o aproxima al precio
de venta de mercancías idénticas o similares efectuadas por compradores no vinculados o al precio de
mercancías idénticas o similares calculado conforme al método del precio unitario de venta o al valor
reconstruido de éstas.
Así las cosas, es claro que el valor de transacción, como acertadamente describe Carvajal Contreras, debe
tratarse de un valor neutro, es decir, no debe utilizarse para combatir el dumping que proteja la subvaluación
basándose en criterios sencillos y equitativos que no contravengan las prácticas comerciales internacionales.8
Finalmente, cuando no sea posible hacer uso del valor de transacción, al adecuarse en alguno de los
supuestos que prevé el artículo 67 de la Ley Aduanera o cuando no exista la enajenación de las mercancías, se
deberá utilizar alguno de los métodos alternativos para la determinación del valor en aduana consignados en los
artículos 2 al 7 del Código de Valoración Aduanera y 71 del ordenamiento legal antes citado, los cuales serán
analizados a continuación.
Es importante mencionar que se trata de métodos que deberán aplicarse de manera consecutiva, es decir,
que sólo en caso de que no sea posible utilizar el primer método alternativo, se utilizarán los demás en forma
sucesiva. Sin embargo, a solicitud del interesado, se podrá alterar el orden de los métodos alternativos de
valoración tratándose exclusivamente del método de precio unitario de venta y valor reconstruido de la
mercancía.
A continuación, se elabora un estudio de cada uno de los métodos alternativos de valoración aduanera, que
será de utilidad para la correcta interpretación del concepto de valor en aduana de la mercancía.
El método alternativo siguiente al valor de transacción para la determinación del valor en aduana es el
denominado “valor de transacción de mercancías idénticas”, el cual prevé que se tomará el valor de transacción
de una mercancía idéntica de exportación que se haya vendido al mismo país de importación y que sea
exportada al mismo momento del producto a valorarse.
Para tal efecto, es necesario acreditar que las mercancías con las cuales se comparan tienen iguales
características físicas, de calidad, marca y prestigio comercial. Asimismo, se tomará en cuenta el nivel comercial
y la cantidad de la mercancía.
De lo anterior se concluye que, con el fin de considerar a una mercancía como idéntica para efectuar la
comparación con la importada, es necesario que ambas sean de la misma especie o clase, lo cual implica que
pertenezcan a un grupo o gama de mercancías elaboradas por una rama o sector específico de producción.
Sin embargo, no se debe equiparar los conceptos de “especie” y “clase”, ya que el primero se refiere al
producto mismo, mientras que el segundo, a las características físicas de éste.
A efecto de establecer el valor en comento, será también necesario contar con datos objetivos, comprobables
y cuantificables, que permitan a la autoridad cerciorarse de la veracidad acerca del valor de la mercancía.
Finalmente, el valor de mercancías idénticas se sujetará a los ajustes que el Código de Valoración Aduanera y
la Ley Aduanera prevean como indispensables para determinar el valor real de las mercancías base del
impuesto.
En caso de que no sea posible la aplicación del método anterior, se deberá recurrir al método denominado
“valor de transacción de mercancías similares”. Éste conserva las características que el método de mercancías
idénticas, pero se observan algunos cambios que lo distinguen de dicho método.
Para su aplicación, se tomará como base para la comparación del precio pagado o por pagar, el valor de
transacción de una mercancía similar de exportación que se haya vendido al mismo país de importación y que
haya sido exportada al mismo momento del producto a valorarse. Sin embargo, en este método se deberán
ajustar las diferencias atribuibles al nivel comercial y/o a la cantidad de las mercancías sujetas a comparación.
Para determinar este valor, las mercancías similares deberán ser producidas en el mismo país de origen que
las mercancías a valorar y sus características y componentes deberán de ser al menos semejantes, cumpliendo
con las mismas funciones que le permitan ser intercambiables.
El siguiente método para la determinación del valor en aduana consignado en el artículo 74 de la Ley Aduanera
consiste en el precio unitario de venta de las mercancías, conforme al cual, de existir mercancías importadas
idénticas o similares que se vendan en el país de importación en el mismo estado en que son importadas, se
tomará el precio unitario a que se venda en las mismas condiciones la mayor cantidad total de las mercancías
importadas en el momento de la importación de las mercancías objeto de valoración.
Es decir, se tomará el precio unitario de las mercancías que se vendan al mayoreo, tomando en cuenta el
precio determinado para el mayor volumen de mercancías y de acuerdo con el mismo se aplicará el valor en
aduana. A este valor se le deducirán los siguientes conceptos:
a) Las comisiones pagadas o convenidas, los suplementos por beneficios y gastos generales cargados
habitualmente en relación con las ventas en dicho país de mercancías importadas de la misma especie o clase.
b) Los gastos habituales de transporte y seguros, así como los gastos conexos en que se incurra en el país
importador.
c) Los costos y gastos de transporte, carga, descarga y manipulación y costo de seguro efectuados
posteriores a la importación.
d) Los derechos de aduana y gravámenes nacionales pagaderos en el país importador por la importación o
venta de las mercancías.
En caso de no estar en posibilidad de aplicar el método antes descrito, se utilizará el método del valor
reconstruido de la mercancía, que se determinará tomando en cuenta la suma de los siguientes elementos:
a) El costo o valor de los materiales y la fabricación de las mercancías importadas.
b) Una cantidad por concepto de beneficios y gastos igual a la que suele añadirse tratándose de ventas de
mercancías de la misma especie o clase, efectuadas por productores del país de exportación.
c) El costo o valor de los demás gastos que se efectúen sobre los costos y gastos de transporte, carga,
descarga y manipulación y costo de seguro efectuados posteriores a la importación.
Es importante mencionar que el importador podrá solicitar a las autoridades que se invierta el orden de
aplicación de los métodos alternativos de valoración de precio unitario de venta y el valor reconstruido.
Finalmente, en el caso de que no sea posible aplicar alguno de los métodos referidos en los incisos
anteriores, se deberá utilizar el denominado “método del último recurso”, el cual prevé que han de utilizarse los
métodos anteriores con criterios más flexibles y razonables.
Para la determinación del valor aduanero con base en los métodos alternativos de valoración, se deben
respetar los principios que a continuación se describen:
a) No se podrá determinar el valor en aduana de la mercancía, comparándola con los precios internos
aplicables a dichos productos.
b) En el caso de existir dos valores distintos, se deberá establecer el más bajo.
c) El valor de la mercancía no podrá ser comparado con el de mercancías de distintos países a aquel de
donde es originaria la mercancía de importación.
Ahora bien, como se podrá observar, no se hizo referencia directa a los valores que se incrementan o se
añaden al valor en aduana de la mercancía, con motivo de que serán tratados por separado más adelante.
3. DISPOSICIONES EN MATERIA DE VALOR ADUANERO EN MÉXICO
Respecto de las disposiciones nacionales relativas al valor en aduana de la mercancía, basta mencionar que
la Ley Aduanera, su Reglamento y las Reglas Generales de Comercio Exterior prácticamente transcriben los
preceptos señalados en el Código de Valoración Aduanera, que aunque se aprecia una estructura distinta,
comprende los mismos elementos.
De un análisis que se efectúe a la legislación nacional, se establecen como obligatorios determinados
supuestos conforme a los cuales se presentan métodos similares a los dispuestos por el Código de Valoración
Aduanera, en especial por lo que respecta a la forma en que deben calcularse los valores incrementables
dependiendo del método que se utilice para la valoración aduanera.
En este sentido, la Ley Aduanera establece un capítulo completo (Capítulo III Base Gravable) para la
determinación de la base gravable del Impuesto General de Importación y del Impuesto General de Exportación,
tomando en cuenta el valor aduanero de la mercancía importada o exportada.
Por lo que respecta al valor en aduana de la mercancía, la Ley Aduanera dispone que se equipara al valor de
transacción, es decir, el precio pagado o por pagar, el cual se refleja en la factura comercial que al efecto expida
el vendedor con motivo de la venta de un bien. Dicho valor se tomará como cierto para calcular la base gravable
del impuesto general de importación y de exportación; sin embargo, estará condicionado a que el valor no se vea
afectado por alguno de los supuestos establecidos en el artículo 67 de la Ley Aduanera, los cuales ya fueron
explicados anteriormente.
En tales casos, y de cumplirse alguno de estos supuestos bajo criterios ciertos y comprobables, las
autoridades aduaneras podrán desechar el método de transacción utilizado para establecer el valor en aduana de
la mercancía importada, aplicando los métodos alternativos de valoración aduanera.
Dichos métodos, al igual que en la legislación internacional (Código de Valoración Aduanera), consisten en la
valoración de mercancías idénticas, similares, precio unitario de venta, valor reconstruido de la mercancía y
método del último recurso.
Sólo en el caso del precio unitario de venta y valor reconstruido de la mercancía podrá alterarse el orden de
aplicación, siempre que así lo solicite el contribuyente. Sin embargo, es necesario que para la utilización de los
métodos alternativos de valoración se cuente con datos ciertos y comprobables que permitan su cálculo
(cuantificables).
En tal sentido, a través de las disposiciones legales comprendidas en los artículos 64 al 79, se establecen las
reglas para la determinación del valor en aduana de la mercancía a importar o exportar.
A continuación, se hará una explicación de los principios y métodos bajo los que contribuyentes y autoridades
administrativas determinan la base gravable del impuesto general de importación y exportación, de acuerdo con
el valor en aduana de las mercancías, considerando el precio pagado o por pagar de las mercancías más los
gastos adicionales (incrementables) que corran a cargo del importador y que supuestamente deberán
adicionarse al valor en aduana de las mercancías importadas.
En 1995, México suscribió su incorporación a la Organización Mundial de Comercio9 (OMC), razón por la cual
de manera obligatoria debe aplicar estrictamente los principios en él enumerados. Por ello, la legislación nacional
tomó los conceptos previstos en el Código de Valoración Aduanera de 1979 derivados del GATT, conforme a los
cuales el valor en aduana se integra no sólo por el precio pagado o por pagar de la mercancía importada, sino por
aquellos gastos adicionales que haya efectuado el comprador con motivo de la importación de dicha mercancía,
que no necesariamente guardan una relación directa con el valor real o natural de la misma. Éstos serán
denominados “gastos incrementables”, que de acuerdo con la legislación nacional e internacional debemos
considerarlos como aquellos valores que han de añadirse al precio pagado o por pagarse de la mercancía
importada, toda vez que supuestamente alteran el precio de venta de la misma.
Dichos valores se encuentran enumerados en los artículos 8 del Código de Valoración Aduanera y 65 de la
Ley Aduanera, supuestamente respetando los principios establecidos en el GATT, los cuales se establecen
también en la legislación nacional de la cual se hará en seguida su estudio.
Los valores incrementables serán todos aquellos ajustes positivos que se implementen sobre el precio de las
mercancías, como la carga adicional que debe soportar el comprador-importador, con motivo de su importación
a territorio nacional.
Así, habrá que tomar en cuenta que el incremento está representado en el precio final de la internación de la
mercancía a territorio nacional y, en su caso, en el precio de venta de dicha mercancía, pero no debe aceptarse
que todos los valores “incrementables” influyen directamente sobre el valor natural de la mercancía, ya que esto
sería contrario a los principios del GATT.
Ahora bien, para que se permita el ajuste del valor en aduana de la mercancía, es necesario que estos valores
cubran ciertos requisitos tal como Witker10 lo indica, los cuales están contenidos en el artículo 65 de la Ley
Aduanera, correspondiendo a los siguientes conceptos:
Es importante resaltar que, de acuerdo con la disposición legal antes mencionada, para la determinación del
valor de transacción de las mercancías, el precio pagado únicamente se incrementará de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 65 de la Ley Aduanera, sobre la base de datos objetivos y cuantificables.
En este sentido, a continuación, se realizará una exposición de los ajustes incrementables contenidos en los
cargos antes señalados:
El artículo 100 del Reglamento de la Ley Aduanera ofrece una definición deficiente de las comisiones; no
obstante, podemos entender como tales el pago por la venta efectuada directa o indirectamente a un agente que
actúa por cuenta del vendedor, por los servicios que le presta para la venta de las mercancías objeto de la
valoración.
Tal como lo establece Witker,11 la comisión es el estipendio que cobra una persona por actuar como
representante de la otra. Asimismo, señala que dicha representación deriva de un contrato de mandato mercantil
regulado en el artículo 273 del Código de Comercio (Ccom) en relación con el artículo 2546 del Código Civil para
el Distrito Federal (CCDF).
Por su parte, conforme a la disposición aduanera antes mencionada, debemos entender por gastos de
corretaje aquellas retribuciones pagadas a un tercero por servicios prestados como intermediario en la operación
de compraventa de mercancías de importación.
Asimismo, de acuerdo con las disposiciones antes citadas, por gastos de corretaje se debe entender el
estipendio que cobra una persona por intervenir obligatoriamente en una operación mercantil.12
Es decir, los gastos de corretaje se refieren básicamente a los corredores o comúnmente llamados brokers, a
través de quienes se llevan a cabo las operaciones comerciales incluso a nivel internacional, cuya función
principal radica en poner en contacto a los negociantes, cerciorándose de su identidad y de la veracidad de las
condiciones en las que se efectuará la operación.
De conformidad con el artículo 65, fracción I, inciso a), serán incrementables al valor de las mercancías los
gastos por comisiones y corretaje, salvo las comisiones de compra.
Esto quiere decir que existen dos tipos de comisiones: venta y compra. La primera se referirá a todos
aquellos pagos que efectúe el vendedor en favor del comisionista o corredor (elegido por el vendedor), con quien
éste se compromete a realizar los actos necesarios para la venta de la mercancía. La segunda se referirá a
aquellos pagos sufragados por el comprador en favor de un comisionista o corredor (elegido por el comprador),
con el fin de que se obligue a realizar las actividades o trámites necesarios para adquirir un bien.
Cabe mencionar que estos incrementables también son considerados como obligatorios en términos de lo
dispuesto por el artículo 8 del Código de Valoración Aduanera, motivo por el cual forzosamente deberán añadirse
al precio pagado o por pagar de las mercancías de importación.
En relación con lo anterior, es necesario realizar las siguientes consideraciones.
De acuerdo con el Código de Valoración Aduanera, la Ley Aduanera y su Reglamento, para la determinación
del valor de transacción sobre una mercancía de importación, debemos añadir al precio pagado o por pagar de
ésta las comisiones de venta, es decir, los gastos efectuados por el vendedor en la contratación de agentes que
realicen la comercialización o labor de venta del producto importado.
Para tales efectos, debemos puntualizar que las comisiones son pagos realizados sobre un servicio prestado
por determinada persona para la consecución de cierto fin, en este caso, la venta de un producto.
Asimismo, el pago de la comisión o gasto de corretaje pudiera pactarse en un porcentaje indefinido o por la
prestación de diversos servicios, motivo por el cual se generaría un grave problema en cuanto a la determinación
del valor de dichos servicios calculados sobre datos objetivos y cuantificables.
En este sentido, como crítica al sistema, podría decirse que, tomando los principios estipulados en el GATT, el
valor real debiera ser el precio en que se ofrece una mercancía en condiciones de libre competencia, para lo
cual, si añadimos a dicho precio el pago de comisiones (que ya debería estar incluido en el valor del bien, a
través de las utilidades que el vendedor pretende obtener), estaríamos en presencia de precios subjetivos o
ficticios, ya que no dependen exclusivamente del valor del bien, sino de muchos otros gastos que no le son
propios a la mercancía.
Por otro lado, si el precio pagado por las comisiones o gastos de corretaje es desglosado del precio del bien,
indica que el vendedor está utilizando un sistema diverso para el pago de dicho servicio, por tanto, el valor del
bien se encuentra especificado de tal forma que es el único que debiera aplicarse para el cálculo del valor en
aduana, ya que los demás gastos representan servicios adicionales ofrecidos que no guardan relación con el
valor natural del bien.
Por “envases” debemos entender aquellos recipientes en que usualmente se guardan los productos, que
sirven para su presentación y protección y como recipiente de los mismos.
Los embalajes son aquellos elementos, totalmente independientes al producto, que no tiene como fin la
presentación para la comercialización de los productos; sin embargo, son utilizados para facilitar la
transportación y manejo de éstos con motivo de la importación.
Al igual que las comisiones descritas en el apartado anterior, de conformidad con la Ley Aduanera y el Código
de Valoración Aduanera, se deben considerar los gastos por envases y embalajes como obligatorios, es decir, se
añadirán forzosamente al precio pagado por la mercancía para la determinación del valor en aduana y, en
consecuencia, de la base gravable del impuesto al comercio exterior.
En tal sentido, establece el inciso b), fracción I, del artículo 65 de la Ley Aduanera, que será incrementable al
valor en aduana de las mercancías el costo de los envases o embalajes que formen parte de un todo con dichas
mercancías.
Para tal efecto, el Reglamento de la Ley Aduanera completa la definición antes mencionada, considerando a
los envases y embalajes como parte del todo de las mercancías cuando se importen y clasifiquen junto con las
mismas y que sean del tipo normalmente vendidos con ellas, sin que sean susceptibles de utilizarse en más de
una ocasión.
De acuerdo con lo anterior, es importante que se reflexione acerca de dichos costos incrementables.
Por lo que respecta a los envases, hay que tomar en cuenta lo que prescribe la Regla General 5a. b),
contenida en el artículo 2 de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE), la cual
prevé que los envases de las mercancías serán clasificados en ellas cuando sean del tipo de los normalmente
utilizados para dichas mercancías.
En este sentido, los envases evidentemente forman parte de la mercancía importada, toda vez que guardan
una función directamente vinculada con el producto a importarse, ya sea para su presentación, protección o
como recipiente del mismo, por lo que forman parte del valor real de la mercancía sujeta a valorarse.
Por tanto, es válido suponer que el costo que sufrague el vendedor por proporcionar al producto de un envase
debe en todo momento formar parte del valor del producto y, por tanto, considerarse como costo incrementable
al valor natural del bien.
Sin embargo, por lo que respecta al embalaje, al ser éste una actividad que no deriva directamente del
producto, sino que solamente es realizado para proteger al mismo durante el transporte y manejo de la
mercancía hasta su destino final, no es posible concebirlo como costos en función del valor de la mercancía y,
por tanto, parece que no debe incrementarse al valor para la determinación de impuestos al comercio exterior.
Asimismo, resulta complicado establecer que el costo de los embalajes, como la mano de obra utilizada para
su construcción, deba incrementarse al valor de la aduana, cuando estos costos no provienen directamente del
valor de la mercancía en sí, sino de ciertos gastos por servicios conexos que se realizan para la protección de la
mercancía de importación.
De tal modo que los gastos por embalajes se refieren a gastos extra que son sufragados por el importador
para que la mercancía trasladada no sufra accidentes, imperfecciones, descomposturas o destrucción, por lo
que no forman parte integrante del valor de la misma, en consecuencia, difícilmente deberá considerarse como
un valor incrementable al valor de transacción.
Además, hay que reiterar que el valor en aduana se enfoca en establecer una base cierta calculada sobre el
valor de la mercancía para determinar el impuesto al comercio exterior y no sobre los servicios adicionales
contratados para transportar a salvo la mercancía importada.
Así entonces, los envases por ser objetos normalmente utilizados en los productos para su protección,
comercialización o como simples recipientes, forman parte del valor natural del bien, por lo que su valor deberá
incrementarse a éste; sin embargo, los embalajes debieran considerarse como objetos derivados de la
prestación de un servicio adicional independientes a los elementos integrantes de producción y comercialización
del bien, por lo que, en mi opinión, y con el fin de agilizar el comercio internacional, dichos conceptos no deben
incrementar el valor en aduana de las mercancías importadas.
Estos gastos son aquellos efectuados ya sea por el vendedor o por el comprador, que derivan de la logística o
proceso operativo para el traslado de la mercancía de importación del punto de venta en el extranjero a su
destino final en territorio nacional.
Es importante mencionar que los gastos en cuestión únicamente se refieren a aquellos efectuados en el país
de exportación y hasta que se den los supuestos previstos en el artículo 56, fracción I de la Ley Aduanera, que
establece los siguientes:
a) Hasta el fondeo, amarre o atranque de la embarcación en el puerto de destino en territorio nacional, en el
caso de importación por vía marítima (incluso vía postal).
b) Hasta el cruce de la línea divisoria internacional, en el caso de transporte terrestre (incluso vía postal).
c) Hasta el arribo de la aeronave en el primer aeropuerto internacional, por lo que respecta al transporte vía
aérea (incluso vía postal).
d) Hasta el abandono, en el caso de que la mercancía pase a propiedad del Fisco Federal.
Asimismo, también debe mencionarse que, de conformidad con el Código de Valoración Aduanera, estos
gastos son “ajustes facultativos”,13 ya que el apartado 2 de su artículo 8 establece textualmente lo siguiente:
(Énfasis añadido.)
Así, nos encontramos ante la sorpresa de que el Código de Valoración Aduanera describe como potestativos o facultativos
dichos costos, es decir, que dependerán de la voluntad de los Estados para determinar si deberán añadirse o no al valor en
aduana de la mercancía de importación.
Parece que el Código de Valoración Aduanera reconoce que dichos costos no están relacionados con el valor
real de las mercancías y más aún, que no alteran sustancialmente el valor de éstas, sino que se trata del pago
de servicios contratados independientes a la mercancía y que solamente alteran el precio de traslado del bien a
territorio nacional.
Por tal motivo, considerar estos costos como parte integrante del valor real de las mercancías sería violatorio
a los principios establecidos en el GATT, ya que son gastos que no derivan del valor natural del bien (costo de
producción más beneficio del vendedor).
Asimismo, constituye una práctica que aumenta el valor de las mercancías en porcentajes de difícil
estimación, lo cual lleva a los contribuyentes a establecer valores ficticios derivados del cálculo erróneo de
dichos costos o incluso provocan la determinación en la aduana de valores arbitrarios, contraviniendo lo
dispuesto por el último párrafo del artículo 65 de la Ley Aduanera, que obliga a calcular los valores sobre datos
objetivos y cuantificables.
Reforzando lo anterior, el artículo 18 de la “Resolución por la que se establecen las reglas de carácter general
relativas a la aplicación de las disposiciones en materia aduanera del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte”14 (Reglas TLCAN) establece textualmente lo siguiente:
18. Para efectos de determinar los aranceles aplicables a los bienes originarios importados a
territorio nacional, el valor en aduana de dichos bienes comprenderá los gastos por concepto de
transporte, seguros y gastos conexos tales como carga, descarga, manejo y almacenaje que se
efectúen en el extranjero hasta el lugar de exportación.
Para los efectos del párrafo anterior, el valor en aduana de los bienes originarios importados a
territorio nacional no comprenderá los gastos por concepto de transporte, seguros y gastos
conexos tales como carga, descarga, manejo y almacenaje en que se incurra con motivo
del transporte de los bienes desde el lugar de exportación, siempre que se desglosen,
detallen o especifiquen en forma separada del precio pagado en la factura comercial o en
otros documentos comerciales.
Se entenderá como lugar de exportación, el último puerto, aeropuerto o frontera que toque el bien
en el país de exportación.
(Énfasis añadido.)
De lo anterior podemos observar que, de acuerdo con las Reglas TLCAN, sólo se incrementarán al valor aduanero los
gastos por concepto de transporte, seguros, carga, manejo, descarga y almacenamiento hasta el punto de embarque o de
exportación de la mercancía adquirida, por lo que si el embarque se efectúa en los almacenes del vendedor o de persona
ajena, en cualquier sitio del territorio del vendedor, los demás gastos por el traslado al territorio del adquirente no se incluirán al
valor en aduana de la mercancía, lo cual quiere decir que se utiliza el Incoterm15 de libre a bordo (FOB, por su sigla en inglés).
En este sentido, podemos observar que los gastos operativos que se efectúen por el transporte, manejo,
carga, descarga y seguros contratados en la venta internacional serán sufragados por el exportador o importador
dependiendo del Incoterm utilizado y, por tanto, de acuerdo con la legislación nacional, sólo se incrementará su
valor si se dan los supuestos en que el comprador realice el pago de dichos gastos.
La fracción II del artículo 65 de la Ley Aduanera establece que deberá incrementarse al valor de transacción el
valor repartido de los bienes y servicios que corran a cargo del importador directa o indirectamente y que sean
proporcionados por vendedor de forma reducida o gratuita, para su posterior utilización en la producción y venta.
Dichos bienes y servicios consisten en los siguientes:
a) Materiales, piezas y elementos, partes y artículos análogos incorporados a las mercancías importadas.
b) Herramientas, matrices, moldes y elementos análogos utilizados para la producción de las mercancías
importadas.
c) Materiales consumidos en la producción de las mercancías importadas.
d) Trabajos de ingeniería, creación y perfeccionamiento, trabajos artísticos, diseños, planos y croquis
realizados fuera del territorio nacional que sean necesarios para la producción de las mercancías que
posteriormente se importen.
De lo anterior se puede observar que serán costos incrementables al valor de transacción, el valor de aquellos
bienes y servicios que se hayan utilizado para la fabricación de las mercancías de importación y que se hayan
proporcionado a un precio reducido o gratuitamente. Es decir, dicha disposición se refiere a todos aquellos
valores que se hayan utilizado, ya directa o indirectamente, en el proceso productivo del bien en cuestión y que,
en consecuencia, forman parte del costo de producción del mismo. Sin embargo, para que el valor de los costos
pueda incrementarse al valor de transacción de la mercancía, es necesario que cumplan con las siguientes
condiciones:
a) Que el importador los haya suministrado, directa o indirectamente, de manera gratuita o a precios
reducidos. En este punto deberá analizarse si el importador lo adquirió de un vendedor con el que no tenga
vinculación alguna, caso en el que el valor incrementable será el precio pagado por dicho producto.
Si el importador lo produjo o lo adquirió de un vendedor con el que esté vinculado, el valor será el costo de
producción. En el caso de que se haya utilizado el bien con anterioridad, se realizará un ajuste disminuyendo su
valor.
b) Que dichos bienes sean utilizados para la producción y venta para la exportación de las mercancías
importadas.
c) Que dicho valor no esté incluido en el precio pagado, puesto que se trataría de una doble imposición.
d) Que el valor quede debidamente repartido entre la mercancía de importación.
De acuerdo con el Reglamento de la Ley Aduanera, el valor se podrá repartir incrementando la totalidad del
valor del bien en la primera importación, repartiendo el valor entre el número de unidades producidas hasta el
momento del primer envío o repartiendo el valor entre el total de la producción prevista, cuando existan contratos
o compromisos en firme respecto de esa producción.
Finalmente, debemos mencionar que, de acuerdo con el Código de Valoración Aduanera, estamos en
presencia de ajustes positivos obligatorios.
Respecto de las regalías (cánones) y derechos de licencia, el Código de Valoración Aduanera establece que
serán costos incrementables obligatorios en el valor de transacción de la mercancía importada.
Se refieren a todas aquellas erogaciones efectuadas por el comprador con motivo de la utilización de marcas
comerciales, patentes, diseños, derechos de autor o incluso de tecnología (denominada know-how).
Para que puedan considerarse como costos incrementables, deben cumplir con los siguientes tres requisitos:
a) Que se trate de un gasto efectuado en relación con la mercancía importada.
b) Que el pago de la regalía sea considerado como una condición de venta de las mercancías.
c) Que su importe no se encuentre ya incluido en el precio de las mercancías.
En tal sentido, todo gasto que efectúe el comprador como pago por la utilización de un derecho intelectual
sobre un bien deberá considerarse como incrementable en términos de la Ley Aduanera.
Ahora bien, en cuanto a las modalidades para el cálculo del incremento de las regalías y licencias sobre el
valor de transacción, el maestro Rafael Herrera Ydáñez16 es quien mejor expone dicho punto, por lo cual sólo se
resumirán sus ideas. Para cuantificar el valor incrementable, se puede:
a) Realizar un pago único, tomando en cuenta el importe del canon e incrementándolo al valor de la
mercancía.
b) Efectuar el pago de una cantidad fija por unidad producida en el país de importación.
c) Hacer el pago sobre un porcentaje en relación con un concepto convenido.
d) Realizar un pago mixto, de acuerdo con dos modalidades distintas:
• Pago inicial de una cantidad fija por unidad vendida en el país de importación.
• Pago inicial adicionado con un porcentaje sobre un concepto determinado.
4.3.1.1. OPINIÓN RESPECTO DE LA NATURALEZA ECONÓMICA DE LAS REGALÍAS Y LOS DERECHOS DE LICENCIA
De acuerdo con la legislación nacional e internacional, para que un valor sea considerado como
incrementable, deberá guardar una relación directa con el valor de transacción de la mercancía importada, es
decir, con el precio pagado o por pagar. En este sentido, el valor incrementable supuestamente influye de tal
manera en el precio final de la operación comercial que será necesario aplicarlo sobre el valor de transacción.
Al respecto, dicho valor incrementable es contrario a las teorías económicas del valor postuladas por autores
clásicos como Smith, Ricardo o Marx, de acuerdo con las cuales el valor de una mercancía proviene de los
costos que por tierra, trabajo y capital hayan sido sufragados para su producción, así como por los beneficios
que el productor o vendedor calcula obtener por la venta del bien producido y comercializado.
Cualquier circunstancia externa al valor natural de la mercancía, que no afecte directa o indirectamente en los
costos de producción o en los beneficios obtenidos por la venta, correspondiente exclusivamente al valor del
producto, no debe considerarse como elemento integrante de su valor, sino como un estímulo o carga que
solamente afecta al valor en cuanto a su precio o costo final cubierto por el adquirente y que se refleja sólo en el
monto total de la operación de comercio exterior, variable que es independiente al valor natural del bien (costo de
producción más beneficios esperados).
En este orden de ideas, aquellos factores independientes a los elementos integrantes del valor, cuyos
cambios o modificaciones no influyan directamente sobre el bien, sino que se relacionen con aspectos externos
al producto y a su proceso de producción, no afectarán su valor natural y, por tanto, no deberán agregarse al
precio pagado por el bien.
Así las cosas, se debe considerar que las regalías o derechos de licencia no influyen en el valor real (natural)
de las mercancías, pues únicamente afectan las relaciones comerciales entre el vendedor extranjero y
adquirente nacional, quien, en su caso, pondrá el bien a disposición del consumidor final a un precio mayor que
cubra el valor natural del bien, así como los factores externos que de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda
afectan los precios de comercialización.
De igual forma, estos derechos deben ser considerados como servicios, toda vez sólo implican al comprador
el pago de una cuota por la utilización de un nombre comercial, patente, diseño o tecnología, mas no están
incorporados físicamente en la elaboración del producto, motivo por el cual no forman parte de su proceso
productivo y, por tanto, del costo de producción.
En tal sentido, el precio de adquisición en el extranjero del producto importado solamente comprenderá el
valor natural del bien afectado por las fluctuaciones del mercado, sin que lo anterior implique el pago por servicios
adicionales para estar en posibilidad de utilizar dicho producto en territorio nacional bajo ciertas condiciones.
Por tal motivo, creemos que el valor de las regalías y derechos de licencia, al consistir en factores
independientes y externos al bien, no debieran considerarse como valores incrementables para la determinación
del valor en aduana de la mercancía importada.
Las regalías y derechos de licencia comprenden los pagos realizados por el comprador al vendedor por la
utilización de marcas comerciales, patentes, diseños, derechos de autor o uso de tecnología.
Para que dichos gastos sean considerados como parte del valor en aduana, es decir, que sean agregados al
valor de transacción de la mercancía importada, deberán haber sido pagados por el importador directa o
indirectamente como condición de venta de las mercancías y que no estén incluidos en el precio pagado.
Por “condición de venta” se entiende aquel pago adicional que el comprador realice al vendedor por la reventa
en territorio nacional de los productos adquiridos e importados, lo cual difícilmente resulta un elemento
relacionado íntimamente con el valor natural del producto y, por tanto, es ajeno al valor en aduana del mismo.
Como se describió en el apartado anterior, las regalías y derechos de licencia deben ser considerados como
servicios proporcionados por el productor o vendedor, mediante los cuales proporcionan a los productos un
agregado comercial, es decir, una garantía de funcionalidad, comodidad, servicio, status quo, entre otros, que
permiten que los bienes se comercialicen con facilidad y a diversos precios en el mercado.
En tal sentido, las regalías y derechos de licencia son aspectos externos a la mercancía que no influyen de
manera directa o indirecta sobre su valor y, por ello, no forman parte del valor en que son adquiridas por el
importador. Únicamente constituyen un valor agregado aplicado al precio de mercado, que influye en la
comercialización posterior del bien.
Por tal motivo, es impreciso considerar que se trata de valores que constituyen una condición de venta de las
mercancías, ya que, en sí, derivan de un servicio adicional proporcionado por el vendedor que tiene su propia
naturaleza y carácter, e incluso pueden provenir de contratos mercantiles distintos a aquel con el que se verifica
la compraventa de la mercancía importada.
Así es como, al consistir en gastos adicionales a la operación comercial internacional –que no guardan
relación directa o indirecta sobre el valor natural del bien y que es improbable que se verifiquen como condición
de venta de los bienes importados–, su valor no debiera incrementarse al valor de transacción de dichos bienes.
4.3.1.3. CÁLCULO DE LAS REGALÍAS Y DERECHOS DE LICENCIA SOBRE EL VALOR DE TRANSACCIÓN
El pago realizado por el importador por concepto de regalías y derechos de licencia genera una problemática
muy importante en cuanto a la determinación y cálculo de dichos valores, lo cual dificulta su incremento sobre el
valor de transacción de las mercancías importadas.
Dicha problemática radica, principalmente, en que los datos ofrecidos para la determinación del valor de tales
incrementables sean objetivos y cuantificables, es decir, que sirvan para establecer de manera comprobable y
precisa los gastos o costos generados.
Por “objetivos” se entiende que los gastos realizados deberán comprobarse en todo momento con
documentos que permitan acreditar su veracidad, los cuales deberán cumplir los requisitos establecidos en ley,
así como aquellos derivados de contratos particulares para que sean considerados como válidos.
Los datos ofrecidos por el importador, entonces, deberán ser objetivos, lo que implica que se tiene que contar
con la documentación necesaria para demostrar el valor real de dichos gastos, esto en la práctica es complicado
toda vez que, con la velocidad en que se realizan las operaciones de comercio exterior, difícilmente el importador
está en posibilidad de contar con dichos documentos, máxime que algunas veces aún no están determinados los
costos de las regalías y derechos de licencia que el comprador debe sufragar en favor del vendedor.
A su vez, los valores deberán ser cuantificables, es decir, que se establezca una base sobre la que se
determine el costo preciso del servicio prestado, para entonces efectuar el cálculo exacto del costo real para
cada mercancía importada. Sin embargo, dichos los documentos que establecen el pago de regalías y derechos
de licencia, derivan de cláusulas corporativas definidas en contratos mercantiles realizados por las partes
contratantes, que en algunas ocasiones señalan diversas variantes en cuanto a los montos que deben ser
pagados y los porcentajes sobre los que se basa el pago de los servicios ofrecidos.
Por tal motivo, resulta complicado establecer con certeza los montos que deberán realizarse para cada
operación, porque generalmente dependen de diversas variantes que tienen que aplicarse, así como de la
cantidad, tiempo y métodos de distribución y venta de los productos importados, lo cual dificulta que los gastos
por regalías y derechos de licencia sean cuantificables.
En tal sentido, al no estar en posibilidad de establecer con precisión el monto pagado por concepto de regalías
y/o derechos de licencia, en la práctica se utilizan ciertos métodos de valuación con los que se determinan
valores ficticios e incluso arbitrarios que afectan sustancialmente la operación comercial internacional.
Así, dada la dificultad para obtener datos objetivos y cuantificables que permitan determinar el valor de los
gastos que no se encuentran directamente relacionados con el valor de la mercancía y que han de ser
incrementados al valor de transacción de las mercancías importadas, recayendo en valores arbitrarios y ficticios
prohibidos por la legislación nacional e internacional, consideramos que las regalías y derechos de licencia no
debieran asumirse como gastos incrementables al valor de transacción de las mercancías de importación.
Finalmente, el artículo 65 de la Ley Aduanera establece en su fracción IV que los valores que con motivo de la
realización de ciertas actividades por el comprador se revierten total o parcialmente al vendedor, deberán
ajustarse positivamente al valor de transacción de la mercancía de importación.
Es evidente que dicha disposición establece que los valores que regresen al vendedor con motivo de una
venta, cesión o utilización posterior del producto vendido en territorio de importación deberán integrarse al valor
en aduana de la mercancía.
Lo anterior constituye una deficiente y errónea interpretación de los principios postulados por el GATT, toda
vez que debemos distinguir entre el pago efectuado por la compra del bien y el pago de servicios o concesiones
derivadas de la comercialización del bien, pero no de su valor real.
Al igual que en el caso de las regalías y licencias, estos valores no forman parte integral del valor del bien, sino
que se establecen como una condición externa para la comercialización del mismo y, por tanto, un factor
influyente únicamente sobre el valor de compra o venta (comercialización) del mismo.
En tal sentido, por un lado encontramos el pago realizado para la compra del bien derivado de su valor real y,
por otro, las demás erogaciones que se efectúen por la prestación de un servicio.
A este pago lo consideramos un servicio, derivado de un contrato distinto a la compraventa del bien de
importación, ya que se trata de una práctica comercial mediante la cual se restringen las condiciones de venta de
un producto a un comprador en específico. Esto es, al establecer la reversión de una parte de las ganancias del
comprador al vendedor, por la enajenación, cesión o utilización del bien, posterior a su importación, es una
condición que contrata el vendedor para vender a dicho comprador la mercancía.
Por tal motivo, es evidente que no se trata de un elemento integrante del valor, sino una restricción para la
compraventa de dicho producto hacia un determinado comprador.
Solamente si se demuestra con datos objetivos que a condición de la compra y reversión se ha disminuido el
precio en que comúnmente se pone a la venta el producto en cuestión, dicho valor sí deberá incrementar el valor
en aduana de la mercancía y, consecuentemente, su base gravable.
El propósito de este apartado es reflexionar sobre el tema de valor en aduana y los alcances del concepto
objetivo y cuantificable en el ámbito contable y fiscal para determinar con precisión la importancia que tiene la
correcta integración de la base gravable del Impuesto General de Importación (IGI) y sus alcances y
consecuencias.
Así las cosas, resulta fundamental hablar del hecho imponible para que desde un punto de vista teórico se
pueda delimitar e interpretar el concepto de valor de transacción.
En este aspecto, Felipe Garre17 considera que el elemento objetivo es el más significativo para identificar
cada hecho imponible, donde la mercancía no constituye dicho elemento, sino, a lo mucho, un componente
material de tal hecho.
El elemento objetivo es siempre un hecho. El objeto del hecho imponible es la situación de hecho que hace
nacer la obligación tributaria, pues se trata de un acontecimiento o fenómeno de consistencia económica
tipificada por las normas tributarias (v.gr.: la importación, que ofrece una identidad objetiva).
Por tal motivo, el hecho imponible no sólo se conecta con el sujeto pasivo, generando a cargo de éste una
obligación, sino también con el sujeto activo para atribuirle la pretensión del tributo.
En este contexto se pueden identificar varios elementos que son fundamentales en la valoración aduanera:
Estos elementos objetivos constituyen las condiciones y peso específico de cada uno, dentro de la aplicación
de los métodos que integran la valoración aduanara según sea el caso que aplique.
Ahora bien, en el contexto de la determinación de la base gravable del impuesto, será pertinente hacerse una
pregunta: ¿qué método de valor es el más empleado?
El organismo internacional que tutela las operaciones comerciales internacionales y regula el actuar de los
países miembros es la OMC, la cual refiere:
(Énfasis añadido.)
Tal afirmación, al ser realizada por un organismo regulador del comercio y de los actores que intervienen en él a nivel
mundial, merece ser analizada a través de datos estadísticos y de acuerdo con la realidad de cada país.
Al estudiar en todo su contexto las operaciones de comercio exterior de un país, se puede dar cuenta que la
afirmación antes señala merece ser acotada en función de los diferentes regímenes aduaneros, ya que cada
economía tiene particularidades que podrían distorsionar el sentido de la afirmación.
En México, si analizamos lo anterior en el marco de la importación definitiva, es indudable que resulta
contundente la afirmación, pues más adelante se demostrará que un porcentaje muy importante de las
importaciones definitivas emplean valor de transacción como método para la determinación de la base gravable
del IGI.
Por otro lado, si se analizan las importaciones totales de México, la afirmación pierde contundencia, ya que es
bien sabido que la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) tiene una
participación destacable en la economía del país, pues representa el 38% de las importaciones temporales, más
el 15% de las operaciones virtuales, lo que suma un 53% del valor total de las operaciones de importación al
amparo de ese esquema; lo anterior de acuerdo con datos del Sistema Automatizado Aduanero Integral M3 (SAAI
M3), conforme a las claves contenidas en el apéndice 2 del anexo 22 de las Reglas Generales de Comercio
Exterior (RGCE) para 2018, con una muestra que corresponde a las operaciones totales realizadas del 1 de
enero al 22 de mayo de 2018.
Por lo anterior, es pertinente que antes de entrar en un análisis técnico del valor en aduana se analicen
estadísticamente los datos referidos y, en consecuencia, se pueda delimitar la aplicación del método de valor de
transacción para fines de la importación definitiva de bienes tangibles a México, atendiendo a que sólo se está
tocando el valor de transacción en términos del artículo 65 de la Ley Aduanera.
Los datos que a continuación se presentan tienen como fuente el SAAI M3 según las claves contenidas en el
apéndice 2 del anexo 22 de las RMCE para 2018; esta muestra corresponde a las importaciones definitivas
totales realizadas del 1 de enero de 2018 al 22 de mayo del mismo año.
Régimen Definitivo, operaciones de importación
Fuente: SAAI M3, con datos anonimizados sin considerar rectificaciones (Clave de ped. R1).
Como se puede apreciar en la tabla anterior, las importaciones definitivas representan el
35% de las operaciones totales de importación a México, de este universo el 98% utiliza el
método de valor de transacción.
Por esa razón el tema que se aborda será el del método de valor de transacción en importación definitiva,
haciendo especial énfasis en que para su correcta integración se deberá seguir la metodología idónea, aunada a
la importancia de comprenderen todo su contexto los conceptos “objetivo” y “cuantificable” a que refiere el último
párrafo del artículo 65 de la Ley Aduanera, en un ámbito contable y fiscal, para finalmente observar la validez de
las presunciones legales previstas en el artículo 110 de su Reglamento.
Cuando hablamos de valoración aduanera estamos en presencia de una actividad que implica la conjugación
de por lo menos tres elementos esenciales y un accesorio, que se definen a continuación.
Cuando hablamos de valor o precio, se debe entender que el mismo depende de diferentes circunstancias,
algunas ajenas al valor reflejado en la factura y pueden ser: la demanda, la oferta, el prestigio comercial, la
marca, la calidad, la calidad de las materias primas con las que fue elaborado el producto, el lugar donde se
comercializan, los proveedores que fabrican el bien o causas logísticas, entre otros.
Estas circunstancias muchas veces obligan a pagar al comprador montos adicionales al precio factura, o
bien, a pagar a terceros montos por la adquisición de productos que son necesarios para la fabricación del bien a
exportar y que le serán suministrado al productor extranjero para la fabricación del producto que finalmente se
importa.
Ocurre lo mismo al pagar derechos de autor por el uso de la marca, o pagar de una forma previa a la
importación del bien, por ejemplo, un estudio de ingeniería, un diseño industrial o un plano o croquis
indispensable para la fabricación de un bien a exportar por un proveedor extranjero, para ser importado a territorio
nacional por el comprador. Todos estos gastos adicionales no están incluidos en el precio factura, pero se
relacionan con el bien a importar y se pagan al extranjero por separado.
Lo anterior exige conocer cómo se integra esta cantidad ya que, en caso de realizar algún gasto adicional, el
mismo podrá ser parte del precio totalmente pagado por la mercancía, lo que nos podría generar contingencias
de orden fiscal.
Existen o se emplean diversas metodologías para la integración de la base gravable del IGI y, dado que todos
estos gastos se deben registrar contablemente, es necesario hablar de cómo se integra el costo de producción
de un bien.
Algunos métodos pueden ser, sólo por señalar dos, los siguientes:
a) Utilidad bruta y margen de contribución.
b) La página FundaPymes19 sugiere, para determinar el precio de venta, lo siguiente:
• Definir un margen de contribución que cubra los costos fijos y las ganancias deseadas.
• Calcular el precio de venta dividiendo el costo variable entre el margen de contribución.
• Realizar una investigación en el mercado para determinar qué productos compiten en calidad y servicio.
• Definir el precio final.
Además de conocer cómo se registran contablemente los gastos adicionales, también como importador debo
tener clara la finalidad o propósito para la que se importa un bien:
En la Ley Aduanera mexicana, parte de este concepto se recoge en el artículo 56, donde se precisa con
claridad ese momento; asimismo, y por tratarse de un concepto fiscal, es necesario señalar que también se
define la causación como la circunstancia jurídica de hecho, situación prevista en artículo 5 del Código Fiscal de
la Federación (CFF).
Adicionalmente, el elemento tiempo es fundamental al tutelar la seguridad jurídica del particular, pues permite
precisar el momento en que se origina la deuda impositiva para computar el plazo de pago. Al respecto, el
artículo 83 de la Ley Aduanera, primero y segundo párrafos referentes al momento en el que se debe efectuar el
pago, prevé el plazo para el pago en importación y su consecuencia por no realizarlo en tiempo. También el
ordenamiento retoma este concepto y lo emplea para computar el plazo para la extinción de las obligaciones
(caducidad o prescripción).
5.1.3. MERCANCÍA
Al elemento aduana se le considera accesorio, ya que no siempre existe, esto queda claro usando como
ejemplo las operaciones virtuales, tan comunes en la operación de empresas IMMEX, donde la ficción jurídica de
importación nos permite aplicar esta metodología. Como se puede observar en la siguiente tabla, es el tercer tipo
de operación más empleada:
Fuente: SAAI M3. Operaciones 2017 anonimizadas.
Por ejemplo, para facilitar la operación de las empresas IMMEX que adquieren bienes intermedios para la
elaboración de un producto final, al transferirlo a otra empresa IMMEX que ocupa ese bien para la fabricación de
otro, no le es exigible, al tramitar el pedimento de exportación virtual o el de importación virtual, la presentación de
las mercancías ante la aduana.
Otro ejemplo lo tenemos en las empresas que obtienen las certificaciones al amparo del artículo 100-A de la
Ley Aduanera, donde se les concede la facilidad administrativa del despacho a domicilio de conformidad con el
artículo 100-B, fracción III del mismo ordenamiento.
El siguiente cuadro tiene como propósito demostrar de una manera gráfica lo planteado en el apartado
anterior, ya que la falta de existencia de cualquiera de estos elementos en valor de transacción impide que
concurran todos los supuestos a que refieren los artículos 64, 65 y 66 de la Ley Aduanera.
• ¿Los términos “objetivo” y “cuantificable” son reconocidos por las Normas de Información Financiera (NIF)?
• ¿Existe alguna relación con conceptos contables y fiscales más que aduaneros?
En ambos casos la respuesta a estas preguntas es afirmativa, ya que diversas notas interpretativas y
explicativas del artículo VII del Código de Valoración del GATT hacen referencia a las NIF, otrora principios de
contabilidad generalmente aceptados.
Aunado a lo anterior, toda persona física o moral está obligada a llevar la contabilidad (excepto los no
obligados, asalariados, régimen de incorporación fiscal, entre otros).21 Partiendo de esta premisa y de un análisis
exploratorio a las operaciones totales de importación efectuadas en 2017,22 (31 mil 120 importadores), se puede
apreciar que 28 mil 445 fueron personas morales y dos mil 675, personas físicas (91.4 y 8.5%, respectivamente),
lo cual suma el 99% del total. De éstas, el 90% es obliga a llevar contabilidad.
Como ya fue señalado, dicha contabilidad debe de ser estructurada conforme a las NIF.
Al respecto, Amaro Yardín concibe a la contabilidad como un medio de conocer y estudiar la realidad
económica de la empresa y cuyo cometido no debe ser sólo el registro, sino también el análisis y la
interpretación de los datos obtenidos.23
Aunado a lo anterior, la recopilación sobre Valoración en aduana. Acuerdo del GATT, en sus notas
interpretativas señala:
Se entiende por “principios de contabilidad generalmente aceptados” aquellos sobre los que hay
un consenso reconocido o que gozan de un apoyo substancial y autorizado, en un país y un
momento dados, para la determinación de qué recursos y obligaciones económicos deben
registrarse como activo y pasivo, qué cambios del activo y el pasivo deben registrarse, cómo deben
medirse los activos y pasivos y sus variaciones, qué información debe revelarse y en qué forma, y
qué estados financieros se deben preparar. Estas normas pueden consistir en orientaciones amplias
de aplicación general o en usos y procedimientos detallados.
Por lo anterior, los conceptos que aparecen en el catálogo, previstos en el artículo 65 de la Ley Aduanera, son los gastos
que se adicionan al precio pagado o por pagar, siempre y cuando estén relacionados con los bienes objeto de valoración y no
estén comprendidos en el precio factura, además de que se hayan realizado en el extranjero y estén considerados en la
contabilidad del importador.
El pago o la deuda debe ser contabilizado, pues se trata del precio pagado o por pagar; más adelante se
podrá contar con una tabla que sugiere a manera de ejemplo en dónde se podrán encontrar estos conceptos
como registro dentro de la contabilidad.
Como ya quedó expresado en párrafos anteriores, el valor de transacción es el pago total, el precio
realmente pagado o por pagar es el pago total que por las mercancías importadas haya hecho o vaya a hacer el
comprador al vendedor o en beneficio de éste.24 Esta afirmación implica un conocimiento pleno de las
condiciones de adquisición del bien, es decir, si el pago total depende de elementos que no están reflejados en la
factura, como las comisiones o las contraprestaciones que el importador tenga que hacer al exportador de
manera directa o indirecta.
Un ejemplo de ello pueden ser los pagos adicionales que el importador hace al exportador de manera
periódica o al cierre del ejercicio por bienes commodities (petróleo, café, azúcar, metales etc.); otro ejemplo son
las regalías y derechos de licencia. Independientemente de que exista una transferencia monetaria o incluso
alguna otra forma de extinción de la obligación, en condiciones normales, estas circunstancias siempre se verán
reflejadas en los registros contables como ajustes al precio. También en este contexto se encontrarán las
rebajas (descuentos) que el vendedor haga el comprador por razones previstas en documentos privados, como
son los contratos o acuerdos pactados; sin embargo, éstos generalmente son posteriores a que se den los
supuestos referidos en el artículo 56 de la Ley Aduanera.
Las adiciones a la fracción I del artículo 65 de la Ley Aduanera son montos que en su totalidad se agregan al
precio factura (precio pagado) declarado; operativamente, es muy común que, si la totalidad de un embarque se
tenga que subdividir en más de un pedimento, estas cantidades sean ajustadas en su totalidad en la primera
remesa o pedimento.
Como excepción a lo anterior encontraremos que, en el caso de los seguros, el Reglamento de la Ley
Aduanera prevé en el artículo 116 la metodología aplicable para el incremento de este concepto; asimismo, el
artículo 117 considera la existencia de una póliza global que tiene como propósito proteger el riesgo de la
totalidad de las mercancías en embarques en un periodo determinado.
Para los casos previstos en el párrafo anterior, se establecen metodologías que permiten determinar de
manera estimativa los porcentajes que por concepto de seguros se deben incrementar a la base gravable, no
obstante sean de alguna forman contrarios al concepto objetivo y cuantificable, ya que, por tratarse de la base
gravable, su interpretación es estricta.
Costos de
producción o x x x x x x
fabricación
Gastos de
x x x x x x
operación
Inversiones x x x x x x
Costos de
producción o x x x x
fabricación
Gastos de
x x x x
operación
Inversiones x x x x
No hay que perder de vista que, para efectuar el registro contable de manera correcta, es importante conocer
para qué fin se adquiere la mercancía, es decir, si el bien es una materia prima para la producción o si es un bien
terminado para venta de primera mano, aunque también podremos estar en presencia de un activo fijo.
Un ejemplo consiste en comprar maquinaria, envases o bienes que formen parte de un activo, los cuales
serán registrados en inversiones.
Dentro de los ajustes al precio podremos encontrar aquellos a que refiere la fracción II del propio artículo 65 de
la Ley Aduanera, que también en su mayoría tiene que ver con gastos o costos asociados a la producción.
En tal caso, los conceptos de esta fracción admiten el prorrateo entre el número de unidades vendidas para la
exportación a territorio nacional (México), siempre y cuando el comprador los haya suministrado al vendedor a
precios reducidos o de manera gratuita.
Pero ¿qué significa esto? Las inversiones en activo que las empresas realizan son cuantiosas, no es raro que
una empresa, para la obtención del bien que posteriormente será importado, tenga que realizar el diseño previo
del mismo o la adquisición de una matriz que posteriormente entregará a su proveedor en el extranjero, para la
fabricación del bien, que posteriormente le será enviado.
Estos gastos deben ser tomados en cuenta e informados a su agente aduanal y/o representante legal, quien
realice las operaciones de importación, ya que de no hacerlo se puede caer en la omisión de impuestos total o
parcial, lo cual puede traer como consecuencia una infracción o inclusive una situación de orden penal.
La fracción III del artículo 65 de la Ley Aduanera comprende las regalías y derechos de licencia, que en la
recopilación Valoración en aduana. Acuerdo del GATT se mencionan como cánones. En este sentido ya existen
algunos criterios y pronunciamientos de los tribunales.
Cuando México firma su inclusión en el acuerdo generalizado de preferencias, su decisión fue como en la
mayoría de los países miembros de la OMC hacerlo acorde con sus disposiciones fiscales y en congruencia con
el hecho que da el nacimiento a la obligación tributaria, que es el momento de causación, introducción de bienes
al territorio nacional, toda vez que en México se venía aplicando el valor Bruselas, donde también todos los
gastos que se efectuaran en territorio nacional no estarían incluidos a esta base gravable del IGI.
De un análisis exploratorio a las operaciones de importación definitivas en 2017, el 55% manifiesta haber
negociado en términos de algún Incoterm, donde se presume la inclusión de algún gasto realizado en territorio
nacional. La siguiente tabla representa la afirmación hecha:
Cantidad de
Clasificación Incoterms Descripción % ∑%
pedimentos
hasta
DDP Entregada derechos 48,444 3
55
pagados
DAT Entregada en terminal 47,460 2
Sin/dato 72,721 4
De acuerdo con esta presunción y continuando con el tema de elementos objetivos y cuantificables, es
importante realizar de manera puntual un análisis del último párrafo del artículo 66 de la Ley Aduanera, el cual
señala que se considera que se distingue del precio pagado las cantidades que se mencionan, se detallan o
especifican separadamente del precio pagado en la factura comercial o en otros documentos comerciales.
Lo anterior obliga a que el vendedor distinga de manera detallada y precisa los gastos que se realizan en el
territorio de importación, pero es indispensable que dicho desglose se realice en el documento comercial,
entendiendo como tal aquel comprobante que se emplea en la actividad mercantil, como son: factura de venta,
orden de compra, nota de crédito, entre otros.
En el supuesto de que el vendedor no desglosara en la factura los gastos que se realizaron en el territorio de
importación y el comprador efectúe el desglose, deberá asegurarse de que éste no se realiza de manera
subjetiva, ya que un prorrateo que plasme en un papel de trabajo (manifestación de valor y hoja de cálculo)
deberá contar con un soporte emitido por su proveedor, asegurándose de que dicho documento obre como parte
del soporte de las pólizas contables, pues esa manifestación admite prueba en contrario.
En México, el valor total de la importación para personas morales y físicas, de acuerdo con su actividad, es
parte del costo de lo vendido; en este tenor se puede decir que el total de la factura será elemento que se utilizará
para los fines antes descritos.
Por lo que, de encontrar una inconsistencia entre la base gravable del IGI (valor en aduana) y los valores
registrados en la contabilidad para efectos de la deducción, puede dar como resultado una omisión parcial del
impuesto, ya que el elemento objetivo con el que se cuenta, en caso de una revisión preventiva o correctiva, es la
factura expedida por el proveedor, y lo declarado en el pedimento (valor en aduana) no tendría congruencia fiscal.
5.5. PRESUNCIONES DEL RECHAZO DE LA BASE GRAVABLE DEL IMPUESTO EN VALOR DE TRANSACCIÓN
Existen diversas prácticas que tienen como propósito evadir el pago de las contribuciones al comercio
exterior, o bien, las dirigidas a evadir el pago del ISR, tales como la subvaluación, la subvaloración, la
sobrevaluación o la sobrevaloración.
En este contexto y como ya quedó expresado en apartados anteriores, los elementos objetivos y
cuantificables son fundamentales para proceder a desestimar la base gravable del impuesto; se recuerda que
estos elementos obran en la contabilidad.
Por esa razón el legislador estimó pertinente establecer presunciones legales que permiten a las autoridades
desechar la base gravable del impuesto y establecer una nueva, utilizando los métodos subsecuentes previstos
en la Ley Aduanera.
El artículo 110 del Reglamente de la Ley Aduanera prevé los supuestos en los que la autoridad válidamente
podrá desestimarlos, la gran mayoría están asociados a la contabilidad; el otro supuesto es la oposición al inicio
de las facultades de comprobación; sin embargo, éste ya implica una acción, que podría calificarse de delictiva
en términos del artículo 40 del CFF, donde se establecen las medidas de apremio.
5.6. ALGUNAS CONSIDERACIONES FISCALES EN EL ISR RELACIONADAS CON LA VALORACIÓN ADUANERA
Para los fines de este apartado solamente se hablará de cuatro artículos de la Ley del Impuesto Sobre la
Renta (LISR): el 27 en su fracción XIV, el 31, el 104 y 182, esto sólo enfocado en los temas relacionados con la
base gravable del IGI.
Con el propósito de explicar los requisitos de las deducciones, es indispensable iniciar con la comprensión del
concepto “legal”.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define “legal” de la siguiente manera:
1.adj. Prescrito por ley y conforme a ella. 2.adj. Perteneciente o relativo a la ley o al derecho.
En esta tesitura, todo acto o actividad que se desempeñen conforme a la ley y en el marco de ésta, son legales. Por lo
contrario, también la institución académica antes señalada define como ilegal aquello contrario a la ley.
Una vez hecha esta precisión y en virtud de que uno de los principales postulados del hecho imponible es que
este hecho da nacimiento a la relación jurídico-tributaria entre el sujeto pasivo y sujeto activo e individualiza las
cargas tributarias, es pertinente que entremos a revisar lo que establece la LISR respecto de los bienes que son
importados al país y los requisitos de su deducibilidad, tanto por personas físicas como morales.
Al respecto, las adquisiciones de mercancías de procedencia extranjera se registran contablemente como
parte del costo, del gasto, del activo fijo o inversión, ya que éstas son compradas con un propósito o fin
previamente determinado. En este contexto, toda adquisición deberá reunir para su deducibilidad requisitos sin
los cuales dichas adquisiciones no podrían ser consideradas deducibles.
Asimismo y como ya quedó precisado, para personas morales el artículo 27, fracción XIV de la LISR exige que
la mercancía esté legalmente importada, por lo cual, si la base gravable del IGI está incorrectamente determinada
y esto arroja una omisión parcial de dicho impuesto, se está en presencia de la infracción prevista en el artículo
176, fracción I de la Ley Aduanera, lo que la coloca en un supuesto de ilegalidad, y, por tanto, en el
incumplimiento de un requisito de las deducciones autorizadas del citado artículo 27.
Ahora bien, en el caso de personas físicas y sólo en las deducciones de activos también aplica la premisa
anterior, ya que el artículo 103, en su fracción IV, en relación con el 105, exige que se cumplan los requisitos de la
deducibilidad a que refiere el artículo 27 del Título II “De las personas morales”, de la LISR.
Resulta paradójico que para personas físicas no establezca también que en el caso de mercancías de
importación que forman parte de las adquisiciones para la producción se cumpla con el principio de legalidad ya
mencionado (artículo 27 fracción XIV), dado que solamente exige que sean estrictamente indispensables y estén
efectivamente erogadas.
Las personas morales, respecto de la deducción, pueden incluir en el monto original de dicha deducción hasta
el valor en aduana de los bienes y el monto total del IGI, según lo que establece el artículo 31 de la LISR. En este
caso, si la base gravable del impuesto está incorrectamente determinada y el impuesto pagado es menor, por
colocarse en un supuesto de infracción, también el monto total de la deducción por inversión sería no deducible.
Respecto de los activos fijos importados al amparo del artículo 108, fracción III de la Ley Aduanera, en el caso
de empresas con programa IMMEX aplica el supuesto antes señalado; de conformidad con el artículo 182 de la
LISR se puede depreciar hasta el 6.9% las adquisiciones y los bienes que no siendo propiedad de la maquiladora
utilicen en la fabricación de bienes. En este orden de ideas, sí existe la obligación de pagar el IGI a la entrada, no
obstante sea importación temporal y la base gravable del impuesto no sea correctamente determinada, por lo
que se esté omitiendo parcialmente el IGI –lo que al igual que los demás casos nos arroja un supuesto de
ilegalidad conforme al artículo 176, fracción I del Ley Aduanera–, la deducción no será procedente.
A manera de resumen, y en consideración que el IVA atiende a una mecánica distinta para su pago o entero,
se deberá considerar que cualquier incorrecta determinación de la base gravable del IGI arrojaría una omisión
parcial de IVA y, por tanto, en el caso de bienes que se importen de manera definitiva o que sean propiedad de un
residente en el extranjero sin establecimiento permanente de conformidad con lo establecido en el artículo 5,
fracción I de la Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA) no podrían ser acreditables, ya que exige que cumplan
con los requisitos de la deducibilidad de la LISR.
MEDIDAS NO ARANCELARIAS
Sumario
En el presente Capítulo se abordará el estudio de los diferentes instrumentos jurídicos que se encuentran
previstos en la legislación a efecto de verificar que un producto cumple con los aspectos técnicos que aseguran
su calidad, seguridad, desempeño y la protección del medio ambiente, salud animal o vegetal o más
recientemente el evitar la proliferación en el uso de bienes de uso dual, las cuales, al igual que el pago de
aranceles y otros impuestos, serán exigibles en la aduana ya sea de entrada o salida.
A través de la historia del comercio internacional, ha existido la necesidad de conservar una serie de controles
que permita mantener en óptimas condiciones el intercambio de mercancías entre diferentes naciones.
Las Medidas No Arancelarias (MNA)2 abarcan una variedad de políticas y pueden tener distintos fines; por
ejemplo, uno de ellos es utilizarlas como instrumentos o herramientas de política comercial. Muchas pueden
originarse de objetivos políticos que no tienen que ver con el comercio, tales como las medidas técnicas que
aseguran la calidad, la seguridad, el desempeño y la protección del medio ambiente, salud animal o vegetal o
más recientemente el evitar la proliferación en el uso de bienes de uso dual.
La creciente importancia de las MNA respecto de lo relacionado con el acceso a mercados obedece, en
primer lugar, a la creciente evolución de las sociedades que gradualmente requieren de un mayor número de
normas y reglamentos impuestos a los productos en materia de salud, inocuidad alimentaria, protección del
medio ambiente, protección de la flora y fauna, seguridad de los usuarios, etcétera.
A la par,5 en la aplicación de medidas de política comercial que derivan de la apertura comercial como
fenómeno global en la mayor parte de las líneas de productos, a la reducción de los aranceles, como un objetivo
claro de conformidad con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de la Organización
Mundial del Comercio (OMC), y luego como consecuencia del incremento en la proliferación de acuerdos
comerciales preferenciales de carácter bilateral o regional.
Sin embargo, la sola liberalización de aranceles no da como resultado un verdadero incremento al acceso al
mercado de exportaciones de los países y la adopción de las MNA pueden tener fines proteccionistas y
discriminatorios, convirtiéndose hoy en un elemento clave de negociación para la integración de la economía
mundial, regional o bilateral.
Si bien las MNA pueden tener fines loables demandados por las sociedades y gobiernos, son una restricción
del comercio internacional. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)6 y
otras organizaciones han realizado diversos estudios cuyos resultados han denotado que esas medidas tengan
un gran impacto en el costo de las transacciones internacionales y que numerosas políticas surtan un efecto
mucho más restrictivo que los aranceles tradicionales.
Las MNA son un término amplio en que se pueden integrar las leyes, regulaciones o políticas de un país, con
un diseño muy particular que las diferencian de un arancel pero que mantienen un marco de control en las
actividades de comercio. Como ejemplos se encuentran una licencia obligatoria, una norma técnica, un derecho
compensatorio contra subsidios, un cupo, etcétera.
Con base en lo anterior, y en un análisis más preciso, de acuerdo con lo expuesto por la UNCTAD,7 se le
puede llamar Medida No Arancelaria a toda restricción que no sea un arancel, sea voluntaria u obligatoria, sea
pública o privada; en tanto que en términos académicos y legales los términos “regulación”, “norma” y “medida”
tienen connotaciones diferenciadas.
Cada vez hay más países en el mundo que establecen las instituciones necesarias para fomentar la calidad,
garantizar la equidad competitiva y controlar las condiciones sanitarias y al medio ambiente de los flujos
comerciales a nivel mundial, conceptos integrados a las Medidas No Arancelarias.
La tendencia era contraria a inicios del siglo XX, cuando únicamente los países desarrollados llevaban una
gran ventaja frente al resto de las economías en fases previas de desarrollo industrial por lo que, conforme
aumentan la tecnología en el sector de telecomunicaciones, aumentan las necesidades de mantener controles
nacionales que no afecten de manera indebida el intercambio comercial.
Fue en el GATT-1947 cuando los países establecieron que las medidas no arancelarias no deberían
menoscabar las concesiones arancelarias que se negociaran.8
A lo largo de las décadas siguientes, y para complementar las concesiones arancelarias y evitar su
menoscabo, surgieron códigos de conducta para la valoración en aduana, las medidas sanitarias y fitosanitarias,
las medidas antidumping, etcétera.
La Ronda Kennedy10 fue la primera del GATT en la que, además de los aranceles, se abordaron las medidas
no arancelarias como parte de las negociaciones multilaterales. Sin embargo, los resultados en este momento
fueron modestos, debido a la considerable reticencia de algunas partes negociadoras a asumir nuevos
compromisos en esta nueva esfera.
Al final de esta ronda, las partes contratantes sólo pudieron producir un código antidumping (el Código
Antidumping Internacional de 1967) que, sin embargo, solamente se aplicó a las partes que convinieron en
aceptarlo como vinculante.
Las partes contratantes también se esforzaron por identificar medidas no arancelarias mediante una labor de
notificación de los obstáculos que encontraban en sus relaciones comerciales.
El resultado fue una lista no exhaustiva de 18 categorías de medidas, que comprendía cuestiones como
cláusulas liberatorias, antidumping, valoración en aduana, políticas de contratación pública, restricciones
cuantitativas residuales, reglamentación administrativa y técnica, subvenciones, etc. Basándose en esa lista,
poco después de la Ronda Kennedy se elaboró un inventario de restricciones cuantitativas y otros obstáculos no
arancelarios.
Con la progresiva ampliación de la membresía del GATT y la notable disminución de los gravámenes
negociados, el tema de las MNA requería un tratamiento que correspondiera con el progreso de la desgravación
arancelaria.11
En la Ronda Tokio12 del GATT se decidió abordar la reducción o eliminación de las MNA, gracias a lo cual se
negociaron seis acuerdos plurilaterales (participación voluntaria) en torno a las normas técnicas, la valoración en
aduana, las subvenciones y sus medidas compensatorias, las compras del sector público y las licencias.
Un resultado de la imposición de disciplinas en estos temas fue el surgimiento de un nuevo tipo de MNA que
no estaba dentro de las normas acordadas: las restricciones voluntarias a la exportación se hicieron muy
comunes en el período entre la Ronda Tokio y la Ronda Uruguay13
La mayoría de los acuerdos de la Ronda Tokio no fueron adoptados multilateralmente y hubo que esperar a la
Ronda Uruguay14 para que su adopción fuera profundizada y generalizada a todos los miembros de la que para
entonces ya era la OMC.15
El GATT de 1994 incluyó regulaciones para las restricciones cuantitativas por balanza de pagos, las
medidas antidumping, las medidas compensatorias a los subsidios, las salvaguardias, las empresas
comerciales del Estado, los obstáculos técnicos al comercio (OTC), las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
(MSF), las licencias de importación, las normas de origen Y diversas formalidades aduaneras (valoración,
inspección previa), para mencionar sólo los temas que han merecido acuerdo, entendimiento o artículo
individualizado.
La continuación del proceso de desgravación arancelaria en el comercio mundial ha hecho más aparentes las
barreras no arancelarias. Como resultado de ello, en la negociación de la Ronda Doha17 se discutió el avance en
la desgravación de las MNA aún no reguladas, concentradas básicamente en el grupo de negociaciones sobre la
facilitación del comercio: procedimientos aduaneros y administrativos, transparencia, cooperación aduanera,
tránsito en aduana, etcétera.
El resultado fue que, en diciembre de 2013, la OMC dio a luz un acuerdo sobre Facilitación del Comercio,
donde se retoman los avances logrados en la negociación de Doha.
Teóricamente, es indispensable hacer una diferenciación entre las barreras y las medidas. En el lenguaje
común, el término “medidas” se aplica a regulaciones justificadas, en tanto que “barreras” se refiere a obstáculos
innecesarios o nocivos para el comercio.
La OMC, en su “Informe sobre el Comercio Mundial 2012”,18 dedica gran parte del documento a desarrollar
teóricamente los alcances de las MNA.
…en el derecho de la OMC, una norma es por definición no obligatoria…, mientras que para los
economistas las normas pueden ser obligatorias o voluntarias. …en el derecho de la OMC, por
ejemplo, por “medida” se entiende acciones y omisiones del sector privado y de organismos
públicos, mientras que el término “reglamentación” se refiere exclusivamente a una acción
gubernamental y excluye las medidas del sector privado.
En vista de la ambigüedad vigente, la OMC decidió usar en dicho informe el término “Medidas No Arancelarias” por el que
se entiende …las medidas de política distintas de los aranceles que pueden afectar al comercio de mercancías. …Cuando en
el análisis se excluye cualquier acción gubernamental se utiliza la expresión “medidas privadas”.19
Como lo demuestra la ruta histórica de las MNA, han pasado varias décadas en el que el concepto de éstas
ha ido madurando gracias al crecimiento y el desarrollo de las actividades comerciales alrededor del mundo.
El progreso económico e institucional de muchos países, en particular los subdesarrollados, es otra razón
que en la actualidad hace más evidente la importancia de las MNA.
Ahora, la posibilidad de establecer las instituciones necesarias para fomentar elementos como la calidad o la
seguridad de productos para garantizar la equidad competitiva y permitir el control de las condiciones sanitarias y
el medio ambiente de los flujos comerciales a nivel mundial ya no corresponde exclusivamente a las naciones
más desarrolladas del planeta, sino que regiones como América Latina o Asia están dando pasos en ese sentido
para poder equilibrar las relaciones comerciales con Estados Unidos o Europa.
Originalmente, con la reducción progresiva de los aranceles como consecuencia de las primeras
conferencias del GATT sobre el tema, los gobiernos comenzaron a plantear mecanismos como las MNA para
restringir el acceso a ciertos tipos de mercancías a los mercados y así proteger sus ramas de producción
nacional.
Si bien los socios participantes de los esquemas de libre comercio reconocían que los beneficios de la
eliminación de aranceles sólo serían efectivos si no quedaban socavados por la aplicación de otras medidas,
para una liberalización efectiva del comercio era necesario establecer acuerdos sobre disciplinas multilaterales
con el fin de abordar las MNA.
Entre esos acuerdos se ha establecido que el propósito de las MNA es coadyuvar a cumplir con objetivos
legítimos de la política comercial en los diferentes países, sin restringir ni distorsionar indebidamente el comercio.
Al contrario, desde la perspectiva comercial, las MNA deben convertirse en herramientas técnicas que faciliten el
acceso a los diferentes mercados internacionales.
Un ejemplo es la certificación de producto para normas técnicas, tanto nacionales como internacionales, que
permite que cualquier empresa nacional o extranjera pueda participar en un mercado específico con el
cumplimiento de este requisito.
Todo abona en el mismo sentido: una mayor reglamentación no es necesariamente negativa ni
indeseable para el comercio mundial.
Un ejemplo es la estandarización. Las normas internacionales proporcionan una base para la innovación y
consolidación tecnológica en diferentes sectores productivos.
Para que una tecnología innovadora deje su huella en el mundo, debe cumplir con una serie de requisitos
como el hecho de que los consumidores deben saber que dicha tecnología funciona y es segura, y que podrá
desplegarse en todo el mundo.
Los fabricantes de luminarios utilizan los estándares internacionales para demostrar los niveles de eficiencia
energética de los productos, y muchos países han establecido regulaciones técnicas para otorgar el acceso a
mercado.20 En este ejemplo se busca que una luminaria ofrezca a los consumidores la garantía de un menor
consumo de energía sin menoscabo de la calidad en la intensidad de iluminación generando con el tiempo un
ahorro relevante. Éste es solo un ejemplo de cómo las normas internacionales están facilitando el proceso al
brindar un marco confiable para inducir la eficiencia energética de productos tan básicos como son las
luminarias.
Estas soluciones ofrecidas por la estandarización incluyen la incorporación de nuevas tecnologías en códigos
y estándares para que un mayor número de empresarios tenga acceso a este tipo de herramientas técnicas que
pueden implementar en sus procesos productivos con el fin de ser más eficientes y poder competir de una mejor
manera.
Las MSF21 y los OTC22 son las más utilizadas y las que tiene mayor impacto en el comercio mundial.
Para los especialistas, es claro que las MSF y los OTC, integrados en reglamentos técnicos, así como las
normas y los procedimientos de evaluación de la conformidad pueden restringir el acceso de las mercancías a
los mercados.23
Los integrantes de la OMC reconocen que dichas medidas pueden ser necesarias para obtener objetivos
legítimos, por ejemplo, garantizar la inocuidad de los alimentos o proteger la vida o la salud de las personas y de
los animales o para preservar los vegetales.24 Sin embargo, también reconocen que algunas veces pueden ir
más allá de lo necesario para alcanzar dichos objetivos y ser utilizadas para proteger a los productores
nacionales de la competencia extranjera.25
El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias26 (Acuerdo MSF) y el Acuerdo sobre
Obstáculos Técnicos al Comercio27 (Acuerdo OTC) tratan de alcanzar un equilibrio entre la necesidad de recurrir
a dichas medidas para conseguir objetivos legítimos y la necesidad de evitar restricciones encubiertas u
obstáculos innecesarios al comercio internacional. En ellos se reconoce explícitamente el derecho de los
miembros de la OMC a buscar objetivos normativos legítimos, siempre que no se creen obstáculos innecesarios
al comercio y no se discriminen de manera injustificada los productos procedentes de otros miembros.
Es aplicable a cualquier medida con fines de protección dentro del territorio de un país miembro de la OMC
con los siguientes fines:28
a) para proteger la salud y la vida de los animales o para preservar los vegetales en el territorio
del Miembro de los riesgos resultantes de la entrada, radicación o propagación de plagas,
enfermedades y organismos patógenos o portadores de enfermedades;
b) para proteger la vida y la salud de las personas y de los animales en el territorio del Miembro
de los riesgos resultantes de la presencia de aditivos, contaminantes, toxinas u organismos
patógenos en los productos alimenticios, las bebidas o los piensos;
c) para proteger la vida y la salud de las personas en el territorio del Miembro de los riesgos
resultantes de enfermedades propagadas por animales, vegetales o productos de ellos derivados, o
de la entrada, radicación o propagación de plagas; 29 o d) para prevenir o limitar otros perjuicios en el
territorio del Miembro resultantes de la entrada, radicación o propagación de plagas.
Es importante especificar que para hacer efectiva la cobertura y la aplicación del Acuerdo MSF lo que importa no es el tipo
de mercancías en juego, sino más bien el objetivo de la medida y que afecte directa o indirectamente al comercio
internacional. Por tanto, el derecho de los miembros a adoptar MSF para conseguir el nivel de protección que consideran
adecuado está sujeto a ciertas condiciones, como son:30
i) sólo se aplique en cuanto sea necesaria para proteger la salud y la vida de las personas y de
los animales o para preservar los vegetales (párrafo 2 del artículo 2 del Acuerdo MSF); 31
ii) esté basada en principios científicos y no se mantenga sin testimonios científicos suficientes
excepto cuando los testimonios científicos pertinentes sean insuficientes (párrafo 2 del artículo 2 y
párrafo 7 del artículo 5 del Acuerdo MSF); 32 y que las medidas
El Acuerdo MSF promueve la armonización de las MSF de los miembros, pidiendo que las basen en las normas,
directrices o recomendaciones internacionales elaboradas por la Comisión del Codex Alimentarius (Codex), la Organización
Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) cuando existan (primer
párrafo del artículo 3 del Acuerdo MSF).34
No obstante, los Miembros podrán establecer o mantener medidas sanitarias o fitosanitarias que representen
un nivel de protección sanitaria o fitosanitaria más elevado que el que se lograría mediante medidas basadas en
las normas, directrices o recomendaciones internacionales pertinentes.
Sin embargo, estas medidas sólo se mantendrán si existe una justificación científica, de conformidad con las
disposiciones relativas a la evaluación del riesgo (párrafo 3 del artículo 3 del Acuerdo MSF).35
El acuerdo MSF también prevé que un miembro acepte una MSF de otro miembro como equivalente de la
suya; dicha medida logra el nivel adecuado de protección sanitaria o fitosanitaria (artículo 4 del Acuerdo MSF).36
El Acuerdo OTC es aplicable a todos los reglamentos técnicos, normas y procedimientos de evaluación de la
conformidad que se utilizan en el comercio de mercancías, es decir, tanto a los productos agropecuarios como
industriales (tercer párrafo del artículo 1 y Anexo 1 del Acuerdo OTC).37
Normas: medidas aprobadas por una institución reconocida, que prevén, para un uso común y
repetido, reglas, directrices o características para los productos o los procesos de producción
conexos y cuya observancia es voluntaria (es decir, no obligatoria). 40
El Acuerdo OTC no es aplicable a las medidas sanitarias y fitosanitarias definidas en el Anexo A del Acuerdo MSF (véase
el quinto párrafo del artículo 1 del Acuerdo OTC).42 Su principal objetivo es garantizar que los reglamentos técnicos, las
normas y los procedimientos de evaluación de la conformidad no creen obstáculos innecesarios al comercio
internacional.43 De esta manera, los reglamentos técnicos no restringirán el comercio más de lo necesario para alcanzar un
objetivo legítimo, teniendo en cuenta los riesgos que crearía no alcanzarlo, entre los que podemos encontrar:44
• La seguridad nacional.
• La prevención de prácticas que puedan inducir a error.
• La protección de la salud o seguridad humanas, de la vida o la salud animal o vegetal, o del medio ambiente (segundo
párrafo del artículo 2 del Acuerdo OTC).
Sin embargo, las medidas adoptadas para alcanzar esos objetivos legítimos se deben ajustar a las
disposiciones del Acuerdo OTC, en particular que no se apliquen en forma tal que constituyan un medio de
discriminación arbitrario o injustificado entre los países en que prevalezcan las mismas condiciones, o una
restricción encubierta del comercio internacional (preámbulo y primer párrafo del artículo 2 del Acuerdo OTC).45
La UNCTAD y las divisiones pertinentes de la Secretaría de la OMC revisaron la propuesta definitiva del EAMI.
La UNCTAD y la OTC probaron la clasificación en el terreno para recopilar datos. El trabajo se llevó a cabo entre
2007 y 2012. La versión que se presenta, de 2012, es el resultado de esos debates y pruebas.
En esta clasificación se incluyen medidas técnicas, como las sanitarias o relacionadas con la protección del
medio ambiente y otras que se suelen utilizar como instrumentos de política comercial (por ejemplo:
contingentes, control de precios, restricciones a la exportación o medidas especiales de protección del
comercio); se incluyen también medidas en frontera, como competencia, medidas en materia de inversiones
relacionadas con el comercio y restricciones a la contratación pública o a la distribución.
En esta clasificación no se evalúa si las intervenciones de política que se utilizan en comercio internacional
son legítimas, apropiadas, necesarias o discriminatorias.47
La intención de este esfuerzo es establecer un marco claro y asequible para todos los participantes en
actividades relacionadas con el comercio exterior, en el que se puedan basar los interesados al realizar los
trámites necesarios para acceder a un nuevo mercado.
La clasificación de las NMA es la siguiente:48
El listado definitivo de la UNCTAD nos brinda los detalles de cada una de las categorías:
Con el fin de evitar los efectos negativos innecesarios, los países pueden aplicar estándares internacionales
como los que establece la Comisión del Códex Alimentarius, la Oficina Internacional de Epizootias, etc. Incluyen
requerimientos de etiquetado y empaque, límites de tolerancia sustancias nocivas, prohibiciones de importación
para evitar pestes, requerimientos higiénicos, tratamientos de fumigación, irradiación, etcétera.
Entre países se pueden definir procedimientos, de manera que los productos reconocidos como aptos para
un mercado nacional puedan gozar del mismo reconocimiento en otro país.
Las medidas clasificadas de A1 a A6 son reglamentos técnicos; las clasificadas en A8 corresponden a
procedimientos de evaluación de la conformidad.50
En este rubro, las leyes y regulaciones técnicas también pueden tener sustento científico y ser necesarias
para garantizar la calidad de los productos en el mercado, para la protección del medio ambiente, de la salud
humana o animal y para la protección del consumidor y evitar prácticas que lo induzcan al error; las normas
privadas (voluntarias) pueden ser deseadas por los consumidores con el fin de determinar la calidad,
proveniencia y respeto del medio ambiente o cualquier otro objetivo deseado por ellos.
Los OTC incluyen condiciones en cuanto a la tolerancia a sustancias prohibidas, requisitos en el transporte,
etiquetado y empaque, límites de calidad, cumplimiento de procesos de evaluación de la conformidad (pruebas,
certificaciones, sellos, inspecciones, trazabilidad e historia), etcétera.
Entre las barreras no arancelarias incluidas en estos apartados se encuentran los requisitos de entrada de
una mercancía por un puerto específico y los requerimientos de inspección previa al embarque y de expedición
directa (sin paradas intermedias en el transporte).
Estas medidas suelen ser adoptadas como un arancel adicional ad valorem y por ello son su propio
equivalente arancelario. Tres tipos de medidas están incluidas aquí, a saber: las medidas antidumping, las
medidas de compensación a los subsidios y las salvaguardas.
Si las importaciones de una empresa están causando daño a la producción nacional al ser vendidas por
debajo del precio normal, se está en presencia de un caso de dumping; el mismo fenómeno puede tener por
causa un subsidio del que goce la empresa extranjera. Contra estos fenómenos los gobiernos pueden tomar
medidas para garantizar una competencia justa, imponiendo derechos antidumping en el primer caso y derechos
compensatorios en el segundo. Alternativamente y en vez de una imposición de sobre aranceles, se puede llegar
a una solución mediante un acuerdo sobre precios mínimos de venta.
Las salvaguardas son medidas temporales que intentan impedir el daño a la producción nacional generado
por incrementos en las importaciones que pudieran causar un daño permanente a la producción nacional, o
también frente a caídas de precio temporales con efectos potencialmente permanentes. Como en la aplicación
de estas medidas se genera también un espacio amplio para calibrarlas de manera proteccionista, los acuerdos
de comercio internacional incluyen cláusulas que las prohíben o regulan.
Los instrumentos más comunes de la regulación de las importaciones son las licencias.
Casi todos los países aplican estos métodos no arancelarios. Un sistema ley de leyes de licencias exige
normalmente una autorización oficial para las operaciones de comercio exterior de una lista de mercancías con
licencia. Una licencia que se concede de manera automática no se considera una barrera no arancelaria.
Hay muchos motivos válidos de la imposición de licencias, como el comercio de armas, narcóticos y otros
productos y sustancias peligrosas, insalubres o portadoras de pestes.
Casi todas las barreras no arancelarias están respaldas por la expedición de una licencia: MSF, OTC,
aranceles-cuotas, etc. En particular, las licencias a la importación respaldan medidas de restricción cuantitativa
por razones de seguridad nacional, religiosas, culturales, sanciones políticas, entre otras, así como todo tipo de
restricciones cuantitativas como aranceles-cuota, aranceles estacionales, restricciones voluntarias a la
exportación, etcétera.
Dentro de este tipo de barreras, tres en particular han tenido una importancia histórica que vale la pena
destacar: las cuotas, las restricciones voluntarias a las exportaciones y los embargos.
3.5.1. CUOTAS
La concesión de licencias ha estado estrechamente ligada a las restricciones cuantitativas (cuotas) a las
importaciones y exportaciones de ciertos bienes. Una cuota es una limitación en el valor o volumen a la
importación y exportación de determinados productos durante un determinado periodo. Esta categoría incluye las
cuotas globales en cuanto a países específicos, cuotas estacionales y las llamadas restricciones a la
exportación “voluntarias”.
Para efectuar los controles cuantitativos se requiere un sistema de administración de cuotas, normalmente
apoyado en licencias. Las restricciones cuantitativas están en general prohibidas en la regulación GATT-OMC.
Entre las exenciones permitidas sólo subsisten, luego de la Ronda Uruguay del GATT, los aranceles-cuota para
los productos agrícolas a los que se les arancelizó la restricción cuantitativa existente.
La consecuencia de una cuota se refleja en pérdidas para el consumidor debido a precios más altos y una
selección limitada de bienes; también genera sobrecostos para las empresas que emplean materiales
importados.
Un contingente de importación puede ser unilateral (impuesto por el país sin negociaciones con el país
exportador), bilateral o multilateral, cuando se impone después de negociaciones y acuerdos con el país
exportador.
Una cuota de exportación es una cantidad restringida de bienes que pueden salir del país, la cual puede
imponerse para garantizar el suministro de los productos que están en escasez en el mercado interno, con el fin
de manipular los precios en el ámbito internacional o controlar los bienes de importancia estratégica para el país,
entre otros motivos.
Un tipo particular de cuotas a la exportación se generaba cuando los países importadores solicitaban a los
países exportadores imponer restricciones voluntarias a la exportación, como se detalla a continuación.
Este tipo de acuerdos fue una medida muy usada antes de la Ronda Uruguay del GATT, la cual las convirtió
en medidas prohibidas (Acuerdo sobre Salvaguardias, artículo 11). A partir del año 2000 este tipo de medida
desapareció del panorama comercial mundial. Un acuerdo de limitación voluntaria de las exportaciones se le
imponía al exportador bajo la amenaza de sanciones.
Se establecieron precios mínimos de importación que debían ser estrictamente observados por las empresas
exportadoras; en caso de no hacerlo, el país importador imponía derechos antidumping. Esta medida afectó al
comercio de textiles, calzado, productos lácteos, productos electrónicos, automóviles, máquinas herramientas,
etcétera.
3.5.3. EMBARGO
El embargo es un tipo específico de cuotas que prohíbe el comercio. Los embargos51 pueden ser impuestos
a las importaciones o exportaciones de un tipo de bien particular, independientemente de su destino, o bien,
puede imponerse para ciertos productos suministrados a países específicos, o con respecto a todas las
mercancías enviadas y/o provenientes de determinados países. Aunque el embargo se introduce generalmente
con fines políticos, la consecuencia esencial es económica.
Incluyen sobrecargas, tarifas por servicios de inspección, otros servicios aduaneros, precios de referencia o
mínimos, aranceles variables y estacionales, etcétera.
En esta categoría caben los depósitos previos a la importación, requisitos de pagos por adelantado o de
porcentajes al contado, y los sistemas de tipos cambio: tipos de cambio múltiples, autorización para el uso de
divisas, requisitos para la financiación de las importaciones, etcétera.
La regulación de este tipo de medidas está a cargo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dentro de las distintas materias que regula el GATT, en su artículo XV regula las “disposiciones en materia de
cambio”.
Como primer numeral, en el artículo en cuestión encontramos la obligación general asumida por las partes
contratantes en colaborar con el FMI, a fin de desarrollar una política coordinada en lo que se refiere a las
cuestiones de cambio que sean de la competencia del FMI. Asimismo, los países contratantes se obligan a
realizar consultas ante el FMI en materias relacionadas con las reservas monetarias, la balanza de pagos o a las
disposiciones en materia de cambio.
En todo lo relacionado con las disposiciones en materia de cambio, las partes contratantes deben abstenerse
de dictar alguna medida que pueda contradecir lo establecido en el Convenio Constitutivo del FMI, por disposición
expresa del numeral cuarto del referido artículo.
Adicionalmente, la remisión textual que realiza el GATT al Convenio Constitutivo del FMI en lo atinente a
disposiciones en materia de cambio queda también establecido en el según do numeral del artículo XV, cuando
declara que las partes contratantes aceptarán las conclusiones que presente el FMI, y las determinaciones que
éste realice sobre la conformidad de las medidas (cuestiones de cambio, reservas monetarias y balanza de
pagos) adoptadas con el Convenio Constitutivo.
Vistas las disposiciones por las cuales tanto el GATT como el FMI permiten la aplicación de restricciones a
transferencias de pagos y de importaciones de bienes, que son excepciones a la libre circulación de capital,
cualquier país que las viole será denunciado ante el FMI para que éste lo sancione de acuerdo con las reglas
establecidas en el Convenio Constitutivo, independientemente de las sanciones de nulidad por ilegalidad o
inconstitucionalidad de las excepciones a la libre circulación de capital que no cumplan con todos los requisitos
de las leyes internas y de los tratados internacionales.
Se trata de medidas o acciones por las que se conceden preferencias o privilegios exclusivos o especiales a
un operador económico o a un grupo limitado de ellos.
Por ejemplo, entre los beneficiados se cuentan:
Se entiende como la obligación de comprar o utilizar como mínimo una cantidad o tipo determinado de
productos de fabricación o procedencia nacional o restricción de la compra o la utilización de productos
importados, en función del volumen o el valor de las exportaciones de productos locales.
Restricciones a la importación de productos utilizados en la producción local o en relación con ella, incluida la
cantidad de productos locales exportados, o limitaciones de acceso a las divisas utilizadas para dichas
importaciones en función de las entradas de divisas atribuibles a la empresa en cuestión.
La distribución de bienes en el interior del país importador se puede limitar mediante requisitos adicionales de
obtención de licencias o de certificación. En este apartado se pueden considerar:
Restricción que circunscribe la venta de algunos bienes a determinadas zonas del país importador.
Medidas por las que deben ser los fabricantes de bienes exportados quienes presten servicios de posventa en
el país importador.
3.12. SUBVENCIONES
Contribución financiera de un gobierno u organismo público, o realizada por encargo o siguiendo instrucciones
de un gobierno, a una entidad privada (transferencia directa o posible transferencia directa de fondos, por
ejemplo: donaciones, préstamos, aportaciones de capital, garantías; condonación de ingresos públicos; provisión
de bienes o servicios o compra de bienes; pagos a un mecanismo de financiación), o sostenimiento de los
ingresos o de los precios que otorgan un beneficio y son específicos (a una empresa o rama de producción o
grupo de ellas, o limitada a una región geográfica designada).
Medidas de control de la compra de bienes por parte de organismos oficiales, generalmente dando
preferencia a proveedores nacionales.
Medidas relacionadas con los derechos de propiedad intelectual en el comercio. La legislación en materia de
propiedad intelectual abarca patentes, marcas de fábrica o de comercio, dibujos y modelos industriales,
esquemas de trazado de los circuitos integrados, derecho de autor, indicaciones geográficas y secretos
comerciales.
Las normas de origen se refieren a leyes, reglamentos y decisiones administrativas de aplicación general por
las que las autoridades del país importador determinan el país de origen de los bienes.
Las normas de origen son importantes en la aplicación de instrumentos de política comercial como los
derechos antidumping y compensatorios, las marcas de origen y las medidas de salvaguardia.
Medidas aplicadas por las autoridades del país exportador a los bienes exportados, como son licencias,
contingentes y prohibiciones de exportación y otras restricciones cuantitativas, además de restricciones de la
cantidad de bienes exportados a un país o países concretos establecidas por el gobierno del país exportador por
motivos como la escasez de bienes en el mercado nacional, la regulación de los precios nacionales, para evitar
medidas antidumping o por motivos políticos.
Desde 2009, la OMC vigila las tendencias y la evolución de las políticas comerciales y publica informes
periódicos de vigilancia del comercio.53
El cumplimiento de las obligaciones de notificación de medidas OTC/MSF permite a los miembros de la OMC
mantener a los demás miembros plenamente informados sobre los nuevos reglamentos o las modificaciones de
los existentes que puedan afectar significativamente al comercio. Por consiguiente, el incremento del número de
notificaciones no entraña automáticamente un mayor uso de medidas proteccionistas, sino más bien un
aumento de la transparencia respecto de esas medidas.
Las notificaciones OTC/MSF recibidas por la OMC pueden subestimar el número real de medidas aplicadas,
dado que no hay obligación legal de notificar todas las medidas. De hecho, los miembros no están obligados a
notificar las medidas que son prácticamente idénticas a las normas, directrices o recomendaciones
internacionales. No obstante, se les recomienda hacerlo.
La gráfica siguiente indica el total de notificaciones formales hechas por los miembros de la OMC de 1995 a
2017.
La gráfica a continuación señala los países que mayor número de notificaciones han hecho a la OMC.
La gráfica siguiente segrega las notificaciones recibidas con base en el objetivo que persigue la regulación
establecida por los países miembros, donde se denota que la protección y seguridad a los humanos es la
principal causa para establecer MNA.
Finalmente, la gráfica a continuación establece el número de inquietudes que genera a los miembros el
establecimiento de una MNA por parte de otro miembro.
La finalidad de emitir las notificaciones es aumentar la transparencia en relación con la evolución de las
políticas comerciales y ofrecer a los miembros de la organización y a los observadores un panorama actualizado
de las tendencias generales en la formulación de políticas comerciales a nivel internacional y en la aplicación de
medidas restrictivas del comercio y medidas de liberalización del comercio.
Las medidas restrictivas del comercio incluyen el establecimiento de aranceles de importación o exportación
o aumentos de estos aranceles, la introducción de prohibiciones o restricciones cuantitativas a la importación, el
establecimiento de trámites aduaneros más complejos, medidas en materia de contenido nacional y la
introducción temporal o permanente de impuestos a la importación o exportación, así como otras medidas
comerciales notificadas por los miembros de la OMC.
Además de las medidas indicadas supra, los miembros deben informar a la OMC sobre las medidas
comerciales correctivas: antidumping, compensatorias y de salvaguardia.
Se trata de medidas que los países importadores aplican, en determinadas circunstancias y con arreglo a las
normas de la OMC, a las importaciones de un determinado producto cuando esas importaciones están
causando daño a los productores nacionales.
Fue en 1994 cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un tratado
innovador encaminado a la apertura y ampliación del mercado de los países firmantes.
Desde esa fecha y hasta 2017 este acuerdo venía eliminando sistemáticamente la mayoría de las barreras
arancelarias y no arancelarias del comercio y la inversión entre Canadá, Estados Unidos de América (EUA) y
México, dando origen a lo que fue un marco de estabilidad y confianza para las inversiones de largo plazo.
Ya integrado México como socio, el TLCAN generó una serie de mecanismos que permitieron un desarrollo
meteórico de los lazos comerciales entre los tres países, gracias a objetivos fundamentales como “promover
condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio” (artículo 102 b), lo que significa que se debe
distinguir el comercio realizado de manera leal del que se basa en prácticas desleales, según el propio tratado y
la OMC.54
Conforme al TLCAN, todas las barreras no arancelarias entre México y EUA se eliminaron el 1 de enero de
1994. En consecuencia, se suprimieron las principales medidas proteccionistas y de regulación del mercado del
sector agropecuario, como las licencias previas de importación que México aplicaba en productos muy
sensibles, como maíz, frijol, leche en polvo, papas, carnes de ave, cebada y grasas animales.56
Se señala al TLCAN como el primer acuerdo de libre comercio que contaba con un capítulo específico
dedicado a los OTC, lo que tuvo su origen en la experiencia del precedente Tratado de Libre Comercio (TLC)
entre EUA y Canadá de 1985.
En la Sección C del texto del tratado se incluye el apartado “Medidas No Arancelarias” en donde se
establece:57
Artículo 309. Restricciones a la importación y a la exportación. Salvo que se disponga otra cosa en
este Tratado, ninguna de las Partes podrá adoptar o mantener ninguna prohibición ni restricción a la
importación de cualquier bien de otra Parte o a la exportación o venta para exportación de cualquier bien
destinado a territorio de otra Parte, excepto lo previsto en el Artículo XI del GATT, incluidas sus notas
interpretativas. Para tal efecto, el Artículo XI del GATT y sus notas interpretativas o cualquier otra
disposición equivalente de un acuerdo sucesor del cual formen parte todas las Partes, se incorporan en
este Tratado y son parte integrante del mismo.58
En los casos en que uno de los socios adopte o mantenga una prohibición o restricción a la importación o exportación de
bienes de o hacia un país que no sea parte del tratado, no se impedirá:59
- limitar o prohibir la importación de los bienes del país que no sea Parte, desde territorio de otra
Parte; o
- exigir como condición para la exportación de esos bienes de la Parte a territorio de otra Parte,
que los mismos no sean reexportados al país que no sea Parte, directa o indirectamente, sin ser
consumidos en territorio de la otra Parte. 60
En caso de que un socio adopte o mantenga una prohibición o restricción a la importación de un bien de un país que no
sea parte del acuerdo, a petición de cualquiera de los socios restantes se realizarán consultas con el objeto de evitar la
interferencia o la distorsión indebidas en los mecanismos de precios, comercialización y distribución en otra parte.
Mientras que en el Capítulo VII se establece lo relacionado con las normas internacionales:61
1. Sin reducir el nivel de protección a la vida o la salud humana, animal o vegetal, cada una de las
Partes usará, como una base para sus medidas sanitarias o fitosanitarias, normas, directrices o
recomendaciones internacionales pertinentes, con el fin, entre otros, de hacer sus medidas
sanitarias o fitosanitarias equivalentes o, cuando corresponda, idénticas a las de las otras Partes.
Se establece que cualquiera de los socios que retome una medida sanitaria o fitosanitaria se considerará positivamente en
las actividades del acuerdo, ya que ofrecería un nivel de protección sanitaria o fitosanitaria equivalente a una norma, directriz o
recomendación internacional.
En el texto del TLCAN se indica que incluso los socios pueden establecer MSF más estrictas que el estándar
internacional sin ningún impedimento.
Además, el TLCAN estipula62 que cada uno de los miembros debe mantener una participación en las
organizaciones de normalización pertinentes internacionales y de América del Norte, incluyendo la Comisión del
Codex Alimentarius, la OIE, la Convención Internacional para la Protección de las Plantas, y la Organización de
América del Norte para la Protección de las Plantas (NAPPO), con la finalidad de promover el desarrollo y la
revisión periódica de las normas, directrices y recomendaciones internacionales.
Mientras tanto, en su artículo 714, el acuerdo también establece que los socios deben mantener una
equivalencia de sus respectivas MSF sin reducir el nivel de protección de la vida o la salud humana, animal o
vegetal.63
Mientras que, en lo que corresponde a las barreras técnicas al comercio, en la Tercera Parte del TLCAN,
Capítulo IX, se establece un Comité de Medidas Relativas a la Normalización:64
1. Las Partes establecen por este medio el Comité de Medidas Relativas a Normalización,
integrado por representantes de cada una de las Partes.
b) facilitar el proceso mediante el cual las Partes harán compatibles sus medidas relativas a
normalización;
c) ofrecer un foro para que las Partes consulten sobre temas vinculados con medidas relativas a
normalización, incluido el suministro de recomendaciones y asesoría técnica, de conformidad con lo
previsto por el Artículo 914;
d) fortalecer la cooperación en el desarrollo, aplicación y cumplimiento de las medidas relativas a
normalización; y
Se indica que el comité se reunirá cuando lo solicite cualquiera de las partes, a menos que éstas acuerden otra cosa, al
menos una vez al año, y se informarán los avances en la materia.65
El objeto principal de la Comunidad Europea como columna principal de la Unión Europea es el mercado
común,66 y fue necesario abolir todas las barreras arancelarias, y posteriormente, las barreras no arancelarias
para crear así un mercado único.
El marco de referencia del mercado único es la unión aduanera con un arancel común de todos los países de
la Unión hacia los países terceros como es México.
La unión aduanera, para hacerse efectiva internamente, está acompañada por la política de competencia y,
externamente, por la política comercial común.
En 1979, la Corte Europea de Justicia emitió su decisión en el caso Cassis de Dijon estableciendo una
solución muy práctica para garantizar el libre comercio de bienes a pesar de reglamentaciones diferentes en los
países miembros.
En su decisión, la Corte decidió que cualquier mercancía producida y comercializada legalmente en un país
miembro puede comercializarse también en cualquier otro país miembro.
La prohibición de importaciones solamente puede justificarse si ésta es esencial para proteger los intereses
públicos de los miembros y si no existen medidas menos agresivas para garantizar su protección. Estos
intereses están definidos como la moral pública, orden y seguridad, protección de salud y de la vida de humanos,
animales o plantas, la protección de tesoros nacionales de valor artístico, histórico y arqueológico, y la protección
de propiedad industrial y comercial (artículo 36 del Tratado de la Unión Europea).68 Además, la Corte reconoció
en esta sentencia otros de los “requisitos mandatorios” como la eficaz supervisión fiscal, la protección al
consumidor y la lealtad en transacciones comerciales.
Con base en esa sentencia, la Comisión (órgano central de la Unión Europea) empezó en 1985 a identificar
reglas nacionales de producción y de comercialización que se refieren a esos requisitos esenciales y a
regularlos definiendo estándares mínimos a través del instrumento jurídico de la Directiva, que es un instrumento
legal que obliga a los países miembros a implementar a través de su legislación nacional las disposiciones
contenidas en la misma dentro de un cierto plazo.
Para poder exportar sus productos a la Unión Europea, los empresarios deben considerar la Directiva sobre
la Responsabilidad para Productos, que establece los criterios para fijar la responsabilidad del productor o
importador para productos con defectos.
Esta Directiva dicta cierta responsabilidad del productor en el extranjero para asegurar que se cumplieron
todos los requisitos de seguridad, como es el caso de pruebas de laboratorio y del sello de Conformidad
Europea (CE).69
Dichas Directivas y normas europeas incluyen asuntos relacionados con la salud, seguridad y la protección
medioambiental.
Para implementarlas, la Comisión Europea junto con el Comité Europeo de Estandarización ha creado un
sistema de certificación CE de productos. Un producto que cumple con los requisitos de este sello tendrá
acceso al mercado de los países integrantes de la Unión Europea, así como de lo que se conoce como el
Espacio Económico Europeo (EEE).70
Por tanto, el cumplimiento de las normas que establecen el sello CE es esencial para el éxito de una
estrategia de exportación hacia al mercado europeo y reduce el peligro de problemas de responsabilidad con
productos por defectos, por lo que se disminuye la posibilidad de demandas y reclamaciones por parte de
clientes y consumidores.71
Podemos afirmar entonces que el sello CE se convierte en el pasaporte que permite a los productores la libre
circulación de sus productos en el mercado europeo.
De esta manera, los fabricantes y distribuidores están obligados a:
Suministrar productos que cumplan los requisitos generales de seguridad.
Informar a los consumidores sobre los riesgos que puede suponer un producto y las precauciones que deben
tomar.
Notificar a las autoridades nacionales pertinentes si descubren que un producto es peligroso y cooperar con
ellas sobre las medidas que se adopten para proteger a los consumidores.
Los países miembros de la Unión Europea llevan a cabo tareas de vigilancia del mercado y velan por el
cumplimiento de las normas de seguridad de los productos. Para lograrlo utilizan mecanismos internacionales
como RAPEX, el sistema de intercambio rápido de información entre los países de la Unión Europea y la
Comisión Europea sobre productos peligrosos.
Junto con las normas generales de seguridad de los productos, a determinadas categorías de productos,
como cosméticos y productos farmacéuticos, se les aplican normas específicas.
La Unión Europea anima a los países miembros a adoptar normas técnicas armonizadas.
A lo largo de los años, el enfoque hacia la armonización de las normas técnicas ha ido cambiando en cuanto
a las directivas técnicas y detalladas específicas para cada producto (el “antiguo enfoque”), que aún incluye
alimentos, vehículos a motor, productos químicos, cosméticos, detergentes, biocidas y productos farmacéuticos.
Esta transformación llega hasta lo que se conoce como el “nuevo enfoque”, en el que se establecen
requisitos esenciales de salud y seguridad, aplicables a sectores o familias de productos, que éstos deben
cumplir para poder comercializarse en la Unión Europea, con lineamientos muy específicos a cumplir en salud,
seguridad, protección de los consumidores, protección medioambiental, etcétera.
Esto permite la generación de especificaciones técnicas para productos determinados que son registradas en
normas armonizadas. De esta manera, los fabricantes ya conocen los lineamientos específicos que los guían en
la elaboración de sus productos para cumplir con la normatividad vigente.
Las normas armonizadas pueden ser redactadas por tres organismos de normalización independientes:
El 4 de febrero de 2016, México firmó el Acuerdo de Asociación Transpacífico72 (TPP, por su sigla en inglés),
junto con otros 11 países de la región Asia-Pacífico: Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, EUA, Japón,
Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, naciones que en conjunto representan casi el 40% del
Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el 25% del comercio internacional de bienes.
En el convenio se incluyen capítulos dirigidos a disminuir los aranceles al comercio entre sus socios, así
como mecanismos para prevenir o impedir que el comercio se vea innecesariamente obstaculizado por medidas
no arancelarias.
Otros capítulos del TPP aluden a una nueva generación de disciplinas relativas a pequeñas y medianas
empresas, comercio electrónico, coherencia regulatoria, empresas propiedad del Estado, competitividad y
facilitación de negocios. En general, el texto establece como uno de los objetivos …facilitar el comercio,
incluyendo mediante la eliminación de obstáculos técnicos al comercio, la mejora de la transparencia y la
promoción de mayor cooperación regulatoria y buenas prácticas regulatorias.73
En el TPP se incorporan elementos sustantivos del Acuerdo OTC de la OMC. Por ejemplo, en materia
regulatoria, en el Capítulo 25. “Coherencia regulatoria”, se presenta la definición de este concepto:74
(a) mantener y mejorar los beneficios de este Tratado mediante la coherencia regulatoria en
términos de facilitar el incremento del comercio de mercancías y servicios y el incremento de la
inversión entre las Partes;
(b) el derecho soberano de cada Parte para identificar sus prioridades regulatorias y establecer e
implementar medidas regulatorias para abordar estas prioridades, en los niveles en que la Parte
considere adecuados;
El TPP prohíbe a los países de la iniciativa adoptar o mantener prohibiciones o restricciones a la exportación o importación
de bienes provenientes de los otros países del TPP, excepto aquellas permitidas por el artículo XI del GATT de 1994.77
a) No podrán incrementar los aranceles aduaneros existentes o adoptar uno nuevo sobre bienes
originarios.
b) Podrán acelerar la eliminación de los aranceles aduaneros prevista en sus respectivos
calendarios de desgravación. Lo anterior, ya sea como resultado de un acuerdo entre las partes o por
decisión unilateral de una de ellas.
c) No podrán adoptar una nueva exención de aranceles aduaneros o ampliar una existente
cuando ésta esté condicionada al cumplimiento de un requisito de desempeño.
• Contenedores y pallets.
La primera acción del Gobierno de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos fue decretar la
retirada definitiva del tratado (23 de enero de 2017), lo cual motivó que los once países restantes decidieran
volver a reunirse para negociar un nuevo tratado, ahora conocido como Tratado Integral y Progresivo de
Asociación Transpacífico-TIPAT (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership-
CPTPP en inglés) o TPP-11, mismo que fue firmado en Santiago de Chile el 8 de marzo de 2018, el cual se
encuentra integrado por 7 Capítulos, uno de los cuales, incorpora el texto original del TPP, manteniéndose, en lo
general los términos del acuerdo original y suspendiendo 22 disposiciones sobre reglas que, en su momento, las
había negociado EUA.
Nuestro país posee un andamiaje jurídico que brinda una claridad a todos los actores interesados en
incursionar en actividades de importación de productos que parte desde la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM).
Respecto de la aplicación de las MNA, en la Ley de Comercio Exterior (LCE) se contemplan los siguientes
beneficios:78
• Para asegurar el abasto de bienes de consumo y materias primas; y para regular recursos naturales no renovables.
• Derivado de tratados internacionales.
• Productos cuya comercialización esté sujeta a restricciones específicas.
• Para preservar la flora y fauna en peligro de extinción o asegurar la conservación o aprovechamiento de las especies.
• Para conservar bienes de valor histórico, artístico o arqueológico.
• Para corregir de manera temporal desequilibrios de la balanza comercial.
• Para regular la entrada de productos usados, de desecho que carezcan de mercado sustancial en los mercados de origen
o procedencia.
• Conforme a lo dispuesto en tratados internacionales.
• Como respuesta a las restricciones a exportaciones mexicanas.
• Para impedir la concurrencia de mercancías que impliquen prácticas desleales de comercio internacional.
Situaciones no previstas por las normas oficiales mexicanas en lo referente a seguridad nacional, salud pública, sanidad
• fitopecuaria o ecológica.
Además, podemos dividir las MNA que pudiera establecer el gobierno mexicano mediante las categorías
cualitativas y cuantitativas. De acuerdo con los criterios señalados, se podrían conformar de la siguiente manera:
Cuantitativas:
• Prohibiciones.
• Embargo comercial.
• Salvaguarda.
• Limitaciones y restricciones voluntarias.
• Permisos o licencias previas.
• Cuotas, cupos o contingentes.
• Control de cambios.
• Requisitos de desempeño.
• Compras gubernamentales.
Cualitativas:
Cada uno de estos recursos se encuentra claramente establecido mediante todo un andamiaje jurídico que va
de lo general a lo particular, de la Constitución Política hasta los reglamentos específicos por industria, lo que
garantiza claridad y un sustento legal necesario para aplicarlas.
• CPEUM.
• LCE y su Reglamento.
• Ley Aduanera y su Reglamento.
• Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN).
• Leyes y reglamentaciones ejecutivas relacionadas.
Desde esta plataforma jurídica, los gobiernos mexicanos durante las últimas administraciones han podido
abatir los aranceles en su totalidad, pero han mantenido un esquema de MNA que permiten una operación
estable y responsable de nuestro mercado de productos.
Se han eliminado los mecanismos de protección arancelaria que se otorgaba a los productores nacionales,
que a su vez se sustentaban en el reconocimiento por parte del gobierno de las ineficiencias estructurales de la
economía mexicana, como son los costos financieros, tecnológicos, fiscales, de servicios, públicos y privados,
de energéticos, etc., que encarecían los procesos de producción.79 Sin embargo, bien llevada esta política,
permite que las autoridades mantengan una regulación sana que elimine los riesgos.
Desde una perspectiva más gráfica, podemos elaborar el siguiente esquema como una referencia de cómo
opera este sistema integral:
Todo parte del artículo 131 de la CPEUM,80 en donde se establece que será el Poder Ejecutivo el encargado
de determinar todo lo relacionado con estas herramientas técnicas.
Artículo 131. Es facultad privativa de la Federación gravar las mercancías que se importen o exporten, o
que pasen de tránsito por el territorio nacional, así como reglamentar en todo tiempo y aún prohibir, por
motivos de seguridad o de policía, la circulación en el interior de la República de toda clase de efectos,
cualquiera que sea su procedencia; pero sin que la misma Federación pueda establecer, ni dictar, en el
Distrito Federal, los impuestos y leyes que expresan las fracciones VI y VII del artículo 117.81
El Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar, disminuir o suprimir
las cuotas de las tarifas de exportación e importación, expedidas por el propio Congreso, y para
crear otras; así como para restringir y para prohibir las importaciones, las exportaciones y el tránsito
de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio exterior, la
economía del país, la estabilidad de la producción nacional, o de realizar cualquiera otro propósito,
en beneficio del país…
Información que se precisa con lo publicado en la Ley Reglamentaria del Artículo 131 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos en Materia de Comercio Exterior.82
Específicamente, en el Capítulo II, artículos 4 y 5, se define el manejo a lo relacionado con las restricciones a
la exportación e importación, en las que se establece que las medidas de regulación o restricciones a la
exportación de mercancías se establecerán en los siguientes casos:83
II. Cuando así lo requieran las condiciones de la economía nacional o disposiciones de orden
público o de interés social.
III. Para dar cumplimiento a tratados o convenios internacionales suscritos por México.
VI. Cuando el volumen de importaciones de una mercancía crezca a un ritmo tal y bajo
condiciones que causen o amenacen causar un serio daño a los productores nacionales de
mercancías similares.
VII. Cuando sean necesarias para dar cumplimiento a disposiciones sobre seguridad nacional
salud pública, sanidad Fito pecuaria o cualquier otro requerimiento de orden público.
Es interesante y muy claro que los preceptos definidos en nuestra Constitución respecto del artículo 131 se trasladan para
su operación y ejecución a la LCE.84
Mientras tanto, en la LCE,85 publicada en el DOF el 27 de junio de 1993, podemos ver que en el Título II se
establecen las Facultades del Gobierno Federal, así como en la predecesora de la actual Secretaría de
Economía (SE), conocida como la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, relacionadas con las MNA.
Específicamente, en el artículo 4 de la LCE se establece que el Ejecutivo Federal tendrá las siguientes
facultades:86
Artículo 4. …
Mientras tanto, en el Capítulo II, artículo 5, se detalla que la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, actual SE,
cuenta entre sus facultades:87
Artículo 5. …
En este documento podemos encontrar en el Título III, Capítulo II, el apartado específico relacionado con las MNA,
denominadas “medidas de regulación y restricción no arancelarias”.
En los artículos 15 y 16 de la Sección Primera se señala que las medidas de regulación y restricción no
arancelarias a la exportación de mercancías se podrán establecer:88
Artículo 15. …
II. Conforme a lo dispuesto en tratados o convenios internacionales de los que México sea parte;
III. Cuando se trate de productos cuya comercialización esté sujeta, por disposición
constitucional, a restricciones específicas;
IV. Cuando se trate de preservar la fauna y la flora en riesgo o peligro de extinción o de asegurar
la conservación o aprovechamiento de especies;
VI. Cuando se trate de situaciones no previstas por las normas oficiales mexicanas en lo
referente a seguridad nacional, salud pública, sanidad Fito pecuaria o ecología, de acuerdo a la
legislación en la materia.
Sin embargo, en el artículo 19 se establece una excepción para que otras dependencias del Gobierno Federal, además de
la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, puedan imponer MNA a la comercialización de ciertos productos, siempre
que:89
Artículo 19. …
III. Se publique en el Diario Oficial de la Federación, en los casos que proceda, mediante acuerdo
del titular de la dependencia respectiva, y
IV. Se limite la vigencia de la medida a un período máximo de 20 días a partir del primer acto de
aplicación de la medida, dentro del cual dicha medida y, en su caso, la expedición de la norma oficial
mexicana de emergencia, en los términos de la legislación en la materia, deberán someterse al
procedimiento establecido en el artículo 17.
Esto establece la obligación de establecer MNA a nivel fracción arancelaria conforme a lo establecido en los lineamientos
jurídicos.
Además, es importante destacar la importancia de los artículos 20 y 26 de la LCE, en donde se clarifican los
siguientes puntos, tales como la obligatoriedad de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y la identificación de
las fracciones arancelarias:90
La Secretaría determinara las Normas Oficiales Mexicanas que las autoridades aduaneras deban
hacer cumplir en el punto de entrada de la mercancía al país. Esta determinación se someterá
previamente a la opinión de la Comisión y se publicará en el Diario Oficial de la Federación.
Mientras tanto, en el artículo 36-A de la Ley Aduanera91 vigente se establece que los agentes aduanales y los
encargados del traslado de mercancías al mercado nacional:
Artículo 36-A. …están obligados a transmitir en documento electrónico o digital como anexos al
pedimento, excepto lo previsto en las disposiciones aplicables, la información que a continuación se
describe, la cual deberá contener el acuse generado por el sistema electrónico aduanero, conforme al
cual se tendrá por transmitida y presentada:
I. En importación:
Ya en un nivel práctico, en México contamos con las NOM establecidas en la LFMN,93 consideradas como el
conjunto de MNA más importante con que cuenta nuestro país.
Se trata de un sistema de estándares técnicos desarrollado para proteger la seguridad y la integridad de los
usuarios de los diferentes productos y servicios.
De acuerdo con el Capítulo II, Sección I de la LFMN:94
Artículo 40. Las normas oficiales mexicanas tendrán como finalidad establecer:
I. Las características y/o especificaciones que deban reunir los productos y procesos cuando
éstos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana,
animal, vegetal, el medio ambiente general y laboral, o para la preservación de recursos naturales;
II. Las características y/o especificaciones de los productos utilizados como materias primas o
partes o materiales para la fabricación o ensamble de productos finales sujetos al cumplimiento de
normas oficiales mexicanas, siempre que para cumplir las especificaciones de éstos sean
indispensables las de dichas materias primas, partes o materiales;
III. Las características y/o especificaciones que deban reunir los servicios cuando éstos puedan
constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana, animal, vegetal o el
medio ambiente general y laboral o cuando se trate de la prestación de servicios de forma
generalizada para el consumidor;
IV. Las características y/o especificaciones relacionadas con los instrumentos para medir, los
patrones de medida y sus métodos de medición, verificación, calibración y trazabilidad;
V. Las especificaciones y/o procedimientos de envase y embalaje de los productos que puedan
constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud de las mismas o el medio
ambiente;
VII. Las condiciones de salud, seguridad e higiene que deberán observarse en los centros de
trabajo y otros centros públicos de reunión;
XI. Las características y/o especificaciones, criterios y procedimientos que permitan proteger y
promover la salud de las personas, animales o vegetales;
XIII. Las características y/o especificaciones que deben reunir los equipos, materiales,
dispositivos e instalaciones industriales, comerciales, de servicios y domésticas para fines
sanitarios, acuícolas, agrícolas, pecuarios, ecológicos, de comunicaciones, de seguridad o de
calidad y particularmente cuando sean peligrosos;
XV. Los apoyos a las denominaciones de origen para productos del país;
XVI. Las características y/o especificaciones que deban reunir los aparatos, redes y sistemas de
comunicación, así como vehículos de transporte, equipos y servicios conexos para proteger las vías
generales de comunicación y la seguridad de sus usuarios;
XVIII. Otras en que se requiera normalizar productos, métodos, procesos, sistemas o prácticas
industriales, comerciales o de servicios de conformidad con otras disposiciones legales, siempre que
se observe lo dispuesto por los artículos 45 a 47. Los criterios, reglas, instructivos, manuales,
circulares, lineamientos, procedimientos u otras disposiciones de carácter obligatorio que requieran
establecer las dependencias y se refieran a las materias y finalidades que se establecen en este
artículo, sólo podrán expedirse como normas oficiales mexicanas conforme al procedimiento
establecido en esta Ley. 95
En el artículo 41 de la LFMN se establece que las NOM deben contar con una denominación con la que se les designe una
clave o código, así como su objetivo central. Por tratarse de documentos técnicos, tendrán que integrarse elementos como
son:96
• Identificación del producto, servicio, método, proceso, instalación o, en su caso, en que pueden aplicar.
• Especificaciones y características que correspondan al producto, servicio, método, proceso, instalación o
establecimientos que se establezcan en la norma en razón de su finalidad.
• Métodos de prueba aplicables en relación con la norma y en su caso, los de muestreo.
• Datos y demás información que deban contener los productos o, en su defecto, sus envases 97 o empaques, así como el
tamaño y características de las diversas indicaciones.
También deberá aclarar a los que la consulten el grado de concordancia que tiene esta norma con
lineamientos internacionales y con las normas mexicanas tomadas como base para su elaboración, así como la
bibliografía que corresponda.
Un elemento central es que cada NOM deberá especificar la o las dependencias que vigilarán el cumplimiento
de la norma.
En la elaboración de NOM (artículo 43) participarán las dependencias a quienes corresponda la regulación o
control del producto, servicio, método, proceso o instalación, actividad o materia a normalizarse.
Sin embargo, esas mismas dependencias deberán elaborar anteproyectos de dichas NOM y someterlos a los
comités consultivos nacionales de normalización. Los comités consultivos nacionales de normalización, con
base en los anteproyectos mencionados, elaborarán a su vez los proyectos de normas oficiales mexicanas, de
conformidad con lo dispuesto en el presente capítulo.
Para la elaboración de NOM se deberá revisar si existen otras relacionadas, en cuyo caso se coordinarán las
dependencias correspondientes para que se elabore de manera conjunta una sola NOM por sector o materia.
En México, diversas autoridades establecen regulaciones no arancelarias y para ello se crea, existe y opera el
Consejo Nacional de Normalización.
Su estructura se integra por las siguientes dependencias que tienen entre sus funciones la posibilidad de
desarrollar NOM:
• SE
• Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA)
Servicio Nacional De inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica)
• Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)
Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT)
• Secretaría de Gobernación (Segob)
• Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS)
• Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)
• Salud
Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y uso de Plaguicidad y Sustancias Tóxicas (Cicoplafest)
Comisión Federal para la protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)
• Secretaría de Marina (Semar)
• Energía
Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee)
Comisión reguladora de Energía (CRE)
Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)
• Secretaría de Educación Pública (SEP)
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)
A la par, los diferentes entes reguladores han publicado diversos acuerdos que sujetan al cumplimiento de
MNA en México como sigue:98
a) “Acuerdo que identifica las fracciones arancelarias de la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de
Importación y de Exportación en las que se clasifican las mercancías sujetas al cumplimiento de las normas
oficiales mexicanas en el punto de su entrada al país, y en el de su salida”.
b) “Acuerdo que modifica al diverso que establece la clasificación y codificación de las mercancías cuya
importación o exportación están sujetas a regulación por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
c) “Acuerdo que establece la clasificación y codificación de mercancías cuya importación está sujeta a
regulación por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación”.
d) “Acuerdo que establece la clasificación y codificación de mercancías cuya importación o exportación está
sujeta a regulación sanitaria por parte de la Secretaría de Salud”.
e) “Acuerdo que establece la clasificación y codificación de mercancías cuya importación y exportación está
sujeta a regulación por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales”.
f) “Clasificación y codificación de mercancías cuya importación y exportación está sujeta a regulación por
parte de la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas y Sustancias Tóxicas
(CICOPLAFEST)”.
g) “Acuerdo que establece la clasificación y codificación de mercancías cuya importación y exportación está
sujeta a regulación por parte de la Secretaría de Energía”.
h) “Acuerdo que establece la clasificación de los Monumentos Históricos o Artísticos cuya exportación
requiere permiso previo del INAH o del INBA”.
6.3. ÚLTIMO INFORME DE MÉXICO SOBRE POLÍTICA COMERCIAL A LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO
En el último Informe de Política Comercial que México hace a la OMC99 en febrero de 2017, se indica, por el
periodo 2012-2016, lo siguiente en relación con la aplicación de MNA:
13. México impone medidas no arancelarias para proteger la seguridad nacional, la salud pública,
la sanidad fito-zoosanitaria o el medio ambiente y por razones de balanza de pagos. Por
consiguiente, México prohíbe la importación de ciertos productos químicos y drogas (22 líneas del
SA de 2012 a nivel de 8 dígitos).
Estos productos no han variado desde el último examen. México también mantiene un sistema de licencias de
importación. A partir de 2013, México reintrodujo el uso de licencias automáticas de importación (permisos o avisos
automáticos), que habían sido eliminadas en 2005.
Por tanto, actualmente México impone tantas licencias automáticas como no automáticas (permisos previos).
Las licencias100 no tienen como objeto limitar la cantidad ni el valor de las importaciones. Las automáticas se
utilizan para monitorear los flujos comerciales y afectan a productos tales como el hierro, los textiles y el calzado;
mientras que las no automáticas tienen la finalidad de regular el comercio de productos específicos.
Durante el periodo examinado, el principal cambio en materia de normalización ha sido resultado de las reformas que se
llevaron a cabo en el sector de los hidrocarburos, el energético y el de las telecomunicaciones.
Anteriormente, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) emitían Normas de
Referencia (NRF) (normas industriales o sectoriales); éstas se dejaron de emitir en 2012 y están siendo
revisadas para convertirlas en NOM (reglamentos técnicos) y Normas Mexicanas (NMX) (normas). Asimismo, a
partir de 2013, el IFT, creado a raíz de la reforma constitucional, emite “disposiciones técnicas” obligatorias para
el sector de telecomunicaciones y de radiodifusión.
El análisis profundo y detallado de las prohibiciones, restricciones y licencias de importación se desarrollan en
el punto 3.1.6. del documento.
Esto representa un gran desafío para el futuro de finanzas nacionales, debido al costoso tratamiento que
deberán enfrentar millones de mexicanos ante enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión
e insuficiencia renal.
Ante este escenario, las autoridades tomaron la decisión de ofrecer el máximo nivel de información al
consumidor para que comprenda que lo que está comprando es un alimento alto en grasas, sales y calorías, de
modo que pueda hacer conciencia de lo dañino que puede resultar el producto mencionado.
La Cofepris es la entidad gubernamental encargada de hacer cumplir este lineamiento ante las diferentes
industrias a las que le aplicaban, de acuerdo con el “Manual de etiquetado frontal nutrimental”.102
Los principales ordenamientos que sustentan este etiquetado frontal nutrimental son el Reglamento de
Control Sanitario de Productos y Servicios y el “Acuerdo por el que se emiten los Lineamientos de Etiquetado”.103
La información deberá ser expresada en el área frontal de exhibición del envase de modo tal que sea
informativo, visible y legible, entendiéndose por área frontal de exhibición aquella en donde se encuentra la
denominación y la marca comercial del producto.105
• Grasa saturada
• Otras grasas
• Azúcares totales
• Sodio
• Energía
Se utilizan los siguientes valores de referencia sin que se pueda variar el orden o la expresión gráfica de los
mismos:106
Para realizar el cálculo correspondiente a “Energía” y “Energía por envase” se deberá considerar la suma del
aporte energético de los siguientes nutrimentos:
Los envases familiares deberán declarar la información nutrimental frontal conforme a lo especificado en el
manual, usando las leyendas siguientes:
En caso de declarar por poción:
Cuando se trate de productos que por su proceso de fabricación se imposibilite obtener un gramaje uniforme
en los mismos, el productor podrá utilizar el término “aproximadamente” o “aprox.” en la declaración de la
leyenda de contenido.
Las dimensiones de este paquete gráfico deberán establecerse de acuerdo con lo que indica la NOM-030-
SCFI-2006, Información comercial–Declaración de cantidad en la etiqueta–Especificaciones, y sus
actualizaciones, aplicándosele lo correspondiente al término “superficie principal de exhibición”.
Es importante señalar que, normativamente hablando, se estableció que el etiquetado frontal nutrimental es
independiente de la información nutrimental (tabla nutrimental). La información contenida en la declaración
nutrimental frontal puede o no corresponder a la contenida en la tabla.
Sobre los criterios de implementación del etiquetado frontal, la Cofepris estableció el 30 de junio de 2015
como plazo para que los alimentos y bebidas no alcohólicas comercializadas en nuestro país contaran con el
etiquetado frontal nutrimental.
Tomando en cuenta la rotación de los productos y las condiciones de mercado de las diferentes zonas
geográficas del país, se tomaron las siguientes consideraciones:
• La Cofepris verificará que, a partir del 30 de junio de 2015, el cumplimiento del Reglamento, Lineamientos de Etiquetado y
NOM 051 se dé en las líneas de producción de las plantas de producción de alimentos y bebidas no alcohólicas.
• La Cofepris otorgará, a solicitud de los interesados, prórroga de hasta por un año para el cumplimiento del etiquetado
frontal nutrimental.
Sin embargo, la diversificación del parque de generación mediante la introducción de energías no fósiles
seguirá siendo un factor clave en el combate al cambio climático. Actualmente, estas fuentes suministran
alrededor de una quinta parte del consumo mundial de electricidad y se espera que dicha participación continúe
aumentando. En el periodo 2000-2010, la capacidad de generación eoloeléctrica presentó un crecimiento del
27.0% en promedio anual.
Para 2015, datos del Banco Mundial indicaban que el consumo de energía eléctrica en México se ubicó en
2,090,18 kilovatios hora, mientras que el suministro de energía eléctrica creció un 2.8%, al extenderse la
cobertura a más de 36.4 millones de usuarios.
La Prospectiva del Sector Eléctrico 2013-2027,112 elaborada con base en las expectativas de crecimiento
económico y de evolución de los precios de los combustibles, establece que el desempeño económico tiene un
efecto directo en la dinámica del consumo de energía eléctrica.
Considerando este hecho, las estimaciones del desarrollo del mercado eléctrico realizadas por la CFE toman
como insumo fundamental los escenarios macroeconómicos, donde el crecimiento estimado del PIB durante el
periodo 2012-2027 se ubica en 3.6% en promedio anual, lo cual da como resultado un incremento promedio
anual del 4.5% en el consumo nacional de energía eléctrica.
Sin embargo, la demanda de energía podría dispararse luego de que los mexicanos cuentan con un acceso
mayor a una serie de nuevos dispositivos eléctricos y electrónicos que elevan el consumo.
Para contener la posibilidad de un “tsunami energético” al que nuestro país no pudiera hacer frente, desde
1995 se inició el desarrollo, la publicación y la implementación de una serie de NOM que debían ser cumplidas
por diferentes productos, empresas e incluso edificaciones, para mitigar el consumo y la creciente necesidad de
generar más energía.
Durante este lapso ha sido la CONUEE, como parte de la Secretaría de Energía (Sener), la encargada de
liderar este esfuerzo al convocar a empresas, autoridades, investigadores y expertos para trabajar en los
diferentes comités de normalización para limitar el consumo eléctrico.
Durante estos 23 años tales estructuras de trabajo compartido han dado frutos considerables al poner en
operación 31 NOM, cuyo cumplimiento es vigilado por las autoridades del Gobierno Federal, con dependencias
como la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco).
La CONUEE divide las NOM en las siguientes categorías:
a) NOM Acondicionadores de aire:
• NOM-011-ENER-2006, Eficiencia energética en acondicionadores de aire tipo central, paquete o dividido. Límites,
métodos de prueba y etiquetado.
• NOM-021-ENER/SCFI-2017, Eficiencia energética y requisitos de seguridad al usuario en acondicionadores de aire tipo
cuarto. Límites, métodos de prueba y etiquetado.
• NOM-021-ENER/SCFI-2008, Eficiencia energética, requisitos de seguridad al usuario en acondicionadores de aire tipo
cuarto. Límites, métodos de prueba y etiquetado.
• NOM-023-ENER-2010, Eficiencia energética en acondicionadores de aire tipo dividido, descarga libre y sin conductos de
aire. Límites, método de prueba y etiquetado.
• NOM-026-ENER-2015, Eficiencia energética en acondicionadores de aire tipo dividido (Inverter) con flujo de refrigerante
variable, descarga libre y sin ductos de aire. Límites, métodos de prueba y etiquetado.
b) NOM Edificaciones:
c) NOM Electrodoméstico:
• NOM-003-ENER-2011, Eficiencia térmica de calentadores de agua para uso doméstico y comercial. Límites, método de
prueba y etiquetado.
• NOM-004-ENER-2014, Eficiencia energética para el conjunto motor-bomba, para bombeo de agua limpia de uso
doméstico, en potencias de 0,180 kW (¼ HP) hasta 0,750 kW (1 HP). Límites, métodos de prueba y etiquetado.
• NOM-005-ENER-2016, Eficiencia energética de lavadoras de ropa electrodomésticas. Límites, método de prueba y
etiquetado.
• NOM-015-ENER-2012, Eficiencia energética de refrigeradores y congeladores electrodomésticos. Límites, métodos de
prueba y etiquetado.
• NOM-025-ENER-2013, Eficiencia térmica de aparatos domésticos para cocción de alimentos que usan gas L.P. o gas
natural. Límites, métodos de prueba y etiquetado.
• NOM-032-ENER-2013, Límites máximos de potencia eléctrica para equipos y aparatos que demandan energía en espera.
Métodos de prueba y etiquetado.
d) NOM Iluminación:
e) NOM Industria:
• NOM-001-ENER-2014, Eficiencia energética de bombas verticales tipo turbina con motor externo eléctrico vertical. Límites
y método de prueba.
• NOM-002-SEDE/ENER-2014, Requisitos de seguridad y eficiencia energética para transformadores de distribución.
• NOM-006-ENER-2015, Eficiencia energética electromecánica en sistemas de bombeo para pozo profundo en operación.
Límites y método de prueba.
• NOM-009-ENER-2014, Eficiencia energética en sistemas de aislamientos térmicos industriales.
• NOM-010-ENER-2004, Eficiencia energética del conjunto motor bomba sumergible tipo pozo profundo. Límites y método
de prueba.
NOM-014-ENER-2004, Eficiencia energética de motores de corriente alterna, monofásicos, de inducción, tipo jaula de
• ardilla, enfriados con aire, en potencia nominal de 0,180 a 1,500 kW. Límites, método de prueba y marcado.
• NOM-016-ENER-2016, Eficiencia energética de motores de corriente alterna, trifásicos, de inducción, tipo jaula de ardilla,
en potencia nominal de 0,746 kW a 373 kW. Límites, métodos de prueba y marcado.
• NOM-019-ENER-2009, Eficiencia térmica y eléctrica de máquinas tortilladoras mecanizadas. Límites, método de prueba y
marcado.
• NOM-022-ENER/SCFI-2014, Eficiencia energética y requisitos de seguridad al usuario para aparatos de refrigeración
comercial autocontenidos. Límites, métodos de prueba y etiquetado.
Este proceso se complementa con la acreditación, la aprobación y el inicio de operaciones de los organismos
de certificación cuyas actividades transparentes y siempre dentro del marco de la LFMN brindan seguridad y
confianza tanto a las empresas como a los consumidores.
Resultados exitosos
La CONUEE contrastó el consumo de electricidad de equipos en 1995 con los disponibles en 2017 en el
mercado mexicano, y detectó que las lámparas ofrecen un ahorro que alcanza hasta el 85%; lavadoras de ropa,
con un 75.8%; refrigeradores, 61.1%, y equipos de aire acondicionado, con una cifra del 37.7%.114
Año de Rango de
Ventas de Equipos
entrada en porcentaje de
Equipo equipos en normalizados
vigor de la ahorro
2017 acumulados al 2017
NOM incrementado
Acondicionador de aire tipo 1995 5.1 - 37.7 348 162 4 126 916
cuarto
Calentador de agua 1998 14.5 - 22.6 1 827 799 15 842 235
Gracias a la entrada en vigor de las NOM de Eficiencia Energética, podemos ver que los consumidores
pueden adquirir productos con ahorros de hasta el 85% en el consumo de energía, lo que confirma que ahorrar
energía es ahorrar dinero en beneficio de las familias mexicanas.
FUENTES DE CONSULTA
• https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/agrm9_s.htm
• https://www.wto.org/spanish/res_s/statis_s/itip_s.htm
• http://www.woessetpartners.com/BackOffice/manager/pdf/40.pdf
• https://europa.eu/european-union/business/import-export_es
• http://www.sice.oas.org/Trade/nafta_s/CAP03_1.asp#Sec.C
• http://www.sice.oas.org/Trade/nafta_s/CAP07_3.asp#A724
• http://www.sice.oas.org/Trade/nafta_s/CAP09_2.asp#A915
• https://www.forbes.com.mx/tpp-potencial-empresa/
• https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/86770/Capitulado_completo_del_Tratado_de_
Asociaci_n_Transpac_fico_en_espa_ol.pdf
• http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/35/4/RCE.pdf
• https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/86493/25._Coherencia_ Regulatoria.pdf
• http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4781604&fecha=13/01/1986
• http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4763631&fecha=27/07/1993
• http://www.sat.gob.mx/moa/Paginas/ley_aduanera.html
• https://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tp452_s.htm
• http://www.siicex.gob.mx/portalSiicex/CONTROL%20DE%20EXPORTACIONES/inicio.html
• https://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tp452_s.htm
CAPÍTULO VII
DESPACHO ADUANERO
Sumario
En el presente Capítulo abordaremos uno de los conceptos más importantes de la operación de importación y
exportación de mercancías “el despacho aduanero” que generalmente es entendido bajo 2 acepciones, la primera
en sentido amplio lo cual incluiría todas las formalidades previas y durante el despacho aduanero y la segunda que
se refiere en forma específica al hecho de someter las mercancías y la declaración o pedimento ante las
autoridades competentes y, en su caso se decida el reconocimiento o desaduanamiento libre, en este caso, en
virtud de que ya se analizó a profundidad en otro Capítulo los actos previos, nos referiremos más específicamente
a los actos vinculados con aquellas formalidades que se tienen que cumplir para estar en posibilidad de presentar
la declaración o pedimento ante la autoridad aduanera.
El despacho aduanero es el acto jurídico aduanero por antonomasia. Engloba todo lo que tiene que hacer una
persona física o moral con el fin de realizar la debida legalización de una mercancía si ésta proviene del extranjero,
o su legal salida, si su origen es nacional.
Para llevar a cabo el legal ingreso de una mercancía al país, los interesados deben acudir a la aduana y frente
a las autoridades aduaneras cumplir con las formalidades establecidas en las diversas normas para poder tener
legal acceso a la mercancía, y contar con la documentación que se requiere para que en todo momento se pueda
demostrar su legal estancia.
En el despacho aduanero toman parte una serie de sujetos, ya sea que por su actividad o por ministerio de ley,
intervengan directa o indirectamente, con conocimiento de causa o porque sean contratados ex professo por los
interesados para ese propósito.
Si bien, de una manera u otra, la autoridad aduanera participa en el despacho de las mercancías, el despacho
aduanero ha evolucionado. En un principio y hasta la década de los ochenta, la autoridad intervenía en
prácticamente todas las etapas del despacho, ocasionando lentitud, discrecionalidad y corrupción.
Las aduanas mexicanas tenían que prepararse para la apertura comercial y la firma del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN). Uno de los primeros y más importantes cambios que sufrió la
legislación aduanera a principios de los noventa fue precisamente la reconceptualización del despacho aduanero
de las mercancías, en cuatro sentidos: (i) la incorporación del principio de autodeterminación, (ii) la
automatización utilizando la tecnología asequible en ese momento, (iii) lo que nosotros llamamos la
“fronterización” de las aduanas y (iv) la participación activa de la iniciativa privada en tareas que se consideraban
exclusivas de la autoridad aduanera, o de sindicatos poderosos.
Esta reconceptualización del despacho tuvo importantes implicaciones en la actuación de las autoridades
aduaneras. Pasamos de una actividad altamente impactada por el quehacer de los funcionarios aduaneros y muy
discrecional, a una en la que actúan por excepción, dando paso a una intervención determinante de los
importadores y exportadores, así como de los sujetos “legitimados” para llevar a cabo el despacho, como son los
agentes aduanales, los apoderados aduanales o los representantes legales.
La autoridad aduanera actúa de diferentes maneras en el desarrollo del despacho aduanero y su actuación
depende mucho del tipo de tráfico en que se esté participando. Por ejemplo: no es lo mismo despachar una
mercancía en tráfico terrestre por una aduana fronteriza que por una aduana de tráfico marítimo o aéreo, en donde
la mercancía, por lo general, queda en depósito ante la aduana, pendiente a que se destine a un régimen aduanero
o, en el peor de los casos, a que se retorne al extranjero. El momento del despacho también es determinante para
la actuación de la autoridad como vamos a ver más adelante.
El artículo 35 de la Ley Aduanera define al despacho como:
Artículo 35. …el despacho aduanero es el conjunto de actos y formalidades relativos a la entrada de
mercancías al territorio nacional y a su salida del mismo, que de acuerdo con los diferentes tráficos y
regímenes aduaneros establecidos en el presente ordenamiento, deben realizar ante la aduana, las
autoridades aduaneras, y quienes introducen o extraen mercancías del territorio nacional, ya sea los
consignatarios, destinatarios, propietarios, poseedores, o tenedores en las importaciones y los
remitentes en las exportaciones, así como los agentes aduanales, empleando el sistema electrónico
aduanero.
Si analizamos a detalle esta especie de definición legal, tenemos que los elementos básicos de un despacho aduanero son:
Efectivamente, el despacho aduanero es muy formal. Es la voluntad de un importador o exportador que tiene
que cumplir con una serie de formalidades, cuasi sacramentales (al estilo del Derecho romano), ya que, de no
cumplir con esas formalidades, los sujetos que intervienen pueden ser sujetos de muchas y muy variadas
sanciones.
Tanto en la doctrina como en la práctica se ha discutido mucho en qué momento inicia y termina el despacho
aduanero, y no se trata de una discusión ociosa o bizantina, pues tiene una enorme importancia por las
consecuencias que se pueden derivar dependiendo del momento o por la realización de qué acto inicia o concluye
el despacho aduanero.
Esa voluntad del dueño de una mercancía de importarla o exportarla, la forma de manifestarse se materializa
con la presentación ante la aduana de una declaración, que en la práctica y en la ley recibe el nombre de
“pedimento” y en esto consiste el principio de autodeterminación. El importador o exportador declaran de manera
voluntaria (autodeterminan) la situación de comercio exterior de una mercancía cada vez que la presentan a
despacho y lo hacen sin la intervención de la autoridad, pero casi siempre con el apoyo de un especialista, ya sea
un apoderado aduanal, un representante legal o un agente aduanal.
La manera de procesar el pedimento y su formato son quizá los aspectos que más han evolucionado en el
despacho aduanero, pasando de un trámite y formato rígido y en papel a uno dinámico y paperless. De esto
daremos cuenta al hablar del SEA.
Para entender en qué momento comienza el despacho de una mercancía, debemos atender los diferentes
tráficos que, de acuerdo con el artículo 11 de la Ley Aduanera, son susceptibles de utilizarse para la entrada y
salida de mercancías. No obstante, hay un común denominador que aplica para todos los tráficos.
Podemos establecer que el proceso del despacho aduanero está conformado por las siguientes etapas:
a) Elaboración del pedimento.
b) Prevalidación electrónica y validación electrónica de datos contenidos en los pedimentos.
c) Pago de las contribuciones y aprovechamientos.
d) Activación del mecanismo de selección automatizado.
El artículo 81 de la Ley Aduanera establece que los importadores y exportadores deben manifestar, bajo
protesta de decir verdad (en el pedimento), los datos siguientes respecto de la mercancía que se estará
presentando a despacho:
a) Descripción, estado y origen.
b) Tratándose de importación: el Valor en Aduana, el método de valoración utilizado y si existe o no vinculación
entre el importador y el proveedor o el valor comercial, si se trata de una exportación.
c) La clasificación arancelaria de las mercancías.
d) El monto de las contribuciones o aprovechamientos causados con motivo de la importación o exportación.
Describir la mercancía es fundamental para evitar problemas de interpretación con las autoridades. Hay que
recordar que el pedimento tiene como propósito fundamental amparar la legal estancia de la mercancía en todo
tiempo y lugar, la cual tiene una “vida útil” de por lo menos cinco años. En muchas ocasiones, durante toda la
existencia de la mercancía a importar, como es el caso de los bienes de capital, tener una correcta descripción de
la mercancía puede evitar problemas y dolores de cabeza a los importadores.
Es imprescindible también recordar que en el único momento en que coincide la presentación física de las
mercancías con la documentación que ampara su legal estancia es precisamente en el reconocimiento aduanero
o en cualquier otro acto de fiscalización, donde la autoridad revisa documentos o mercancías; y es entonces
cuando se requiere de una buena descripción para que, en caso de una visita domiciliaria, por ejemplo, el
importador pueda demostrarle a la autoridad que la mercancía que tiene en su poder está amparada con el
pedimento de importación que le enseñe o entregue a la autoridad, y si está perfectamente descrita la mercancía,
la autoridad no tendrá problemas en identificarla y corroborar su legal estancia.
Ejemplo: el importador Aceros San Juanico, S.A. de C.V., importó por la aduana de Veracruz cinco mil tubos
de acero para la industria petrolera.
En principio podría declarar simplemente cinco mil tubos de acero, pero una adecuada descripción sería:
“tubos de acero, sin costura, sin alear, ni roscar para casing, de diámetro de 16 pulgadas”.
Las dos descripciones son válidas, pero la segunda nos ayuda a saber sin problemas de interpretación qué
clase de tubo de acero presentamos a despacho.
Lo anterior resulta de la mayor trascendencia en los procedimientos de suspensión y cancelación de patente
de agente aduanal.1
El estado de la mercancía también es importante, ya que se requiere distinguir entre las mercancías nuevas y
las que son usadas, por lo cual, conocer su estado resulta fundamental.
Hoy, más que en ningún otro momento de la operación aduanera, el origen es clave porque de su declaración y
comprobación depende el acceso a un tratamiento preferencial o el evitar pagar una cuota compensatoria.
Para que un importador pueda solicitar trato arancelario preferencial respecto de las mercancías que pretende
importar si aquéllas provienen y son originarias de un país con el que México haya suscrito un tratado de libre
comercio (TLC) o acuerdo comercial, tiene que demostrar al momento del despacho aduanero con un certificado
de origen o declaración en factura que la mercancía presentada a despacho proviene y es originaria del país
declarado en el pedimento.
Cada tratado establece sus propias formalidades con respecto a la certificación de origen. Hay unos tan
liberales como el TLCAN –en el que cualquier fabricante o exportador, con el conocimiento que tengan de que la
mercancía es originaria, puede libremente emitir un certificado de origen sin la participación de las autoridades
comerciales o aduaneras de su país– y otros como el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUE),
que requieren de la autoridad para que pueda ser válido el certificado de origen y exhibir el original si es requerido
por ésta en el momento del despacho aduanero.
La comprobación de origen también es importante en el caso de que una mercancía esté sujeta al pago de una
cuota compensatoria por ser originaria de un determinado país al que México determinó que opera en condiciones
de prácticas desleales de comercio internacional; por tanto, para que ese importador no se encuentre obligado a
pagar la cuota compensatoria, se tiene que demostrar fehacientemente ante la aduana que la mercancía
presentada a despacho no es originaria del país al que se le impuso la sanción comercial, y el momento de
demostrar el origen es en el despacho aduanero.
1.1.2. VALORACIÓN
En el capítulo V de esta obra se dio una explicación detallada de los conceptos “valor de transacción”, “precio
pagado”, “valor en aduana”, “métodos de valoración”, entre otros. Lo único que es importante destacar en este
apartado es que en el pedimento se debe declarar el valor en aduana tratándose de importaciones, y el valor
comercial, en las exportaciones. En el caso de una importación se debe declarar si existe vinculación entre el
importador y su proveedor, si ésta afecta o no el valor de las mercancías y el método de valoración adoptado por
el importador.
Debido a las imperfecciones de la economía nacional que derivan en un porcentaje elevado de informalidad
económica en el país, resulta crítica la valoración aduanera, ya que es uno de los principales elementos de
fiscalización por parte de las autoridades aduaneras y de ella depende la correcta determinación de la base
gravable de las contribuciones y/o aprovechamientos que se deben de pagar en la aduana.
Adicional a declarar en el pedimento el valor de las mercancías, es requisito legal el tramitar un comprobante
de valor electrónico (COVE), el cual tiene que acompañarse como documento electrónico con el pedimento de
importación. Ese comprobante de valor no es otra cosa más que la transcripción literal de los datos contenidos en
la factura comercial.2
Por último, no hay que olvidar que el importador tiene que emitir una manifestación de valor luego de hacer una
hoja de cálculo para la determinación del valor en aduana de las mercancías y entregarla al agente aduanal. En la
práctica, en la mayoría de las operaciones de comercio exterior, es el agente aduanal quien elabora la hoja de
cálculo y manifestación de valor y las entrega junto con la cuenta de gastos al importador, por lo cual, como se
podrá observar, carecen de utilidad.
La determinación de la fracción arancelaria es fundamental para identificar el arancel que se tiene que pagar y
saber cuáles son la regulaciones no arancelarias y normas oficiales mexicanas (NOM) que en su caso se deben
cumplir al momento de presentar las mercancías a despacho.
La clasificación arancelaria requiere de un conocimiento técnico muy profundo. Se debe clasificar
correctamente la mercancía para evitar sanciones.
Atendiendo a la trascendencia de determinar de manera correcta la fracción arancelaria de la mercancía y la
interpretación de la Tarifa de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (TIGIE) y sus notas, la propia
Ley Aduanera en su artículo 47 otorga la posibilidad a los importadores, exportadores y agentes aduanales para
que en aquellos casos en donde consideren que la misma puede clasificarse en más de una fracción arancelaria,
puedan formular una consulta, previo a llevar a cabo el despacho aduanero de la misma. La ventaja que otorga
este artículo es no tener que esperar a la resolución de la consulta para despachar la mercancía; sin embargo,
también se tutela el interés del fisco federal, pues en tanto se define la fracción arancelaria aplicable podremos
despachar la mercancía, siempre que se pague la tasa más alta de entre las que considere que se pueden
clasificar, así como pagar las cuotas compensatorias y cumplir con las demás regulaciones y restricciones no
arancelarias aplicables a las distintas fracciones arancelarias motivo de la consulta.
El primer beneficio que se obtiene bajo este artículo es que, durante el reconocimiento aduanero, la autoridad
aduanera no podrá pronunciarse respecto de la correcta clasificación arancelaria y en consecuencia no emitirá
resolución alguna. El segundo es que, si al resolverse la consulta resultan diferencias de contribuciones y cuotas
compensatorias a cargo del interesado, las mismas se pagan sin que proceda la determinación de sanciones y,
en caso de que la consulta tenga como consecuencia un saldo a favor del interesado, entonces podrá optar por
compensar o solicitar su devolución, según corresponda.
La base gravable del impuesto general de importación es el valor en aduana de las mercancías. Una vez
declarado el valor en aduana, el agente o apoderado aduanal o el representante legal debe declarar en el
pedimento el monto de las contribuciones y aprovechamientos a los que está afecta la mercancía, ya sea que se
paguen en ese momento si se trata de una importación definitiva, o que se determinen y se posponga el pago si
se trata de destinar las mercancías a un régimen de diferimiento de aranceles, como puede ser el depósito fiscal
o la importación temporal.
Regularmente, en una importación tradicional se determinan aranceles, que es el impuesto general de
importación (IGI), el impuesto al valor agregado (IVA) y el derecho de trámite aduanero (DTA). Sin embargo,
existen muchas operaciones en las que también la mercancía puede ser susceptible al pago de un
aprovechamiento (cuota compensatoria) o al impuesto sobre automóviles nuevos (ISAN), o el famoso impuesto
especial sobre productos y servicios (IEPS).
No hay que olvidar que cada contribución tiene sus particularidades, y la base gravable para su determinación
es distinta. El caso más claro es el del IVA, cuya base gravable no sólo es el valor en aduana, sino que hay que
adicionar los impuestos que se causen para determinarla.
Ejemplo:
Base gravable del IGI = VA3
Antes de iniciar el despacho aduanero, el sujeto responsable de llevarlo a cabo debe cerciorarse
fehacientemente de que tanto la mercancía que se va a presentar a despacho como la documentación que
amparará su legal estancia coincidan y cumplan los requisitos de ley.
El artículo 42 de la Ley Aduanera establece que, si quien debe formular el pedimento ignora las características
de las mercancías, las puede reconocer para ese efecto; a este reconocimiento en el argot aduanero se le conoce
como “previo” o “reconocimiento previo”, porque se hace antes de presentar las mercancías a despacho.
Finalmente, por lo que respecta al pedimento, es importante señalar que está definido en el artículo 2, fracción
XVI, de la Ley Aduanera y como premisa básica tenemos que en un pedimento sólo pueden manifestarse
mercancías para un mismo importador o exportador, un mismo destinatario y un mismo régimen aduanero, tal
como lo indica el artículo 65 del Reglamento de la Ley Aduanera (RLA). Si la mercancía que ampara nuestra
factura no será declarada en su totalidad en un pedimento, es factible subdividir la factura e importar el resto de la
mercancía en otro(s) pedimento(s). Lo mismo sucederá con el documento que ampare el transporte de la
mercancía.
Sin embargo, el pedimento únicamente puede amparar las mercancías que se presenten para su despacho en
un solo vehículo. Como excepción de lo anterior, es factible utilizar las modalidades previstas en las Reglas
Generales de Comercio Exterior (RGCE) para los siguientes casos:
a) Pedimento parte II, regla 3.1.18., segundo párrafo, fracción I.
b) Copia simple, regla 3.1.18., segundo párrafo, fracción II.
c) Pedimentos consolidados, artículo 37 de la Ley Aduanera.
Si bien es cierto que un pedimento sólo puede amparar un vehículo, salvo las excepciones mencionadas,
también es conveniente precisar que un vehículo puede consolidar carga amparada por varios pedimentos, como
en los casos previstos por las reglas 3.1.21., 3.7.27. y 4.1.2. de las RGCE.
En algunas operaciones de comercio exterior no será necesario utilizar el pedimento, por lo que debemos
atender al formato previsto en el Anexo 1 de las RGCE con el objeto de identificar si el ingreso o salida de nuestra
mercancía será documentado utilizando una autorización, aviso, constancia, declaración, cuaderno ATA u otro
formato reconocido por la normatividad vigente.
Hemos mencionado que uno de los elementos básicos del despacho aduanero es el uso del SEA, el cual está
definido en la fracción III del artículo 1 del RLA. Hoy no podemos concebir la operación aduanera en nuestro país
sin un proceso en el que México se vio inmerso desde que comenzó su apertura comercial, centralizando y
controlando la operación de todas las aduanas del país a través de un sistema automatizado que tuvo sus inicios
en 1993. Este sistema ha permitido el uso de la autodeclaración electrónica mediante la generación del pedimento
en un archivo electrónico, y al paso del tiempo se ha complementado con otros sistemas a través de los cuales
se comparte y valida información, tanto de otras unidades administrativas del Servicio de Administración Tributaria
(SAT) y dependencias del gobierno federal como de particulares que proveen información de la mercancía que
transportan, almacenan, certifican, entre otras actividades; sin omitir la gran y valiosa base de datos que genera
respecto de toda la información contenida en los pedimentos que se procesan diariamente a nivel nacional, base
que sirve como fuente de información estadística para diferentes instancias de gobierno.
En 2012 se suma a este sistema la Ventanilla Digital Mexicana de Comercio Exterior (VUCEM), creada por
decreto publicado en el DOF el 14 de enero del 2011 con el objeto de permitir a los usuarios de comercio exterior
realizar, a través de un solo punto de entrada electrónico, todos los trámites de importación, exportación y tránsito
de mercancías. Sin embargo, la autoridad aduanera también utiliza la VUCEM para integrar básicamente dos
procesos que se vinculan de manera trascendente en el despacho aduanero:
a) La digitalización de documentos que debían anexarse al pedimento para eliminar en la medida de lo posible
su impresión, y agregarlos en forma digitalizada en el archivo electrónico del pedimento, aportando las
herramientas tecnológicas para la revisión de la información en un ambiente paperless.
b) Sustituir la factura en el caso de importación por un comprobante de valor electrónico o acuse de valor, en el
cual se transmite la información de la factura, generado en la VUCEM, y también agregado al archivo electrónico
del pedimento. Tal como se ha mencionado en este capítulo, la generación de este comprobante ha resultado muy
cuestionado.
Es así que este SEA está en un proceso de constante actualización y adecuación a los nuevos esquemas de
revisión de la mercancía, toda vez que su función no solamente se limita a la generación de información digital,
electrónica o al procesamiento electrónico de datos contenidos en los pedimentos, sino que también se involucra
en un proceso de análisis de riesgo a fin de identificar aquellos embarques que requieren ser revisados por la
autoridad aduanera, e incluso operar de manera integral con otros elementos de revisión no intrusiva y en mediano
plazo con herramientas tecnológicas que sustituirán la impresión física del pedimento.
Tal como lo establece el artículo 36 de la Ley Aduanera, quien pretenda despachar mercancía deberá transmitir
el archivo electrónico del pedimento a la autoridad aduanera utilizando el SEA y para ello requerirá la firma
electrónica avanzada o sello digital, la cual equivale a la firma autógrafa del importador, exportador, agente aduanal
y su mandatario, es decir, se considera que el archivo será transmitido por la persona a quien corresponda esa
firma o sello digital.
Es aquí donde se presenta otra de las etapas mencionadas dentro del despacho aduanero, la cual consiste en
la prevalidación y validación electrónica de datos contenidos en los pedimentos, proceso previsto en el artículo 16-
A de la Ley Aduanera.
La prevalidación es un proceso electrónico que realizan personas morales autorizadas por el SAT. Estas
empresas reciben el archivo electrónico del pedimento, el cual es transmitido por el agente aduanal, apoderado
aduanal o representante legal, según sea el caso. El archivo se procesa a fin de revisar que cumpla con los
siguientes criterios:
• Sintácticos.
• Catalógicos.
• Estructurales.
• Normativos.
Estos criterios se comprueban considerando los datos previstos en el Anexo 22 y sus apéndices de las RGCE,
los cuales refieren a diferentes elementos para nuestro despacho, como país de origen, tipo de transporte, forma
de pago, unidades de media, entre muchos otros.
Una vez que la empresa prevalidadora comprueba dichos criterios, envía el archivo electrónico al validador de
la Administración General de Aduanas (AGA), es decir, al SEA, para que la autoridad aduanera también realice la
comprobación de algunos campos del pedimento y respecto de los cuales el prevalidador pudiera no tener acceso
a la información soporte. El SEA procesará el archivo electrónico y, en caso de que no encuentre algún error,
generará la firma electrónica, la cual es recibida por el prevalidador, quien la enviará al agente aduanal, apoderado
aduanal o representante legal, según sea el caso, para que proceda con el pago de contribuciones y
aprovechamientos que correspondan.
En el proceso diario de validación es muy común que por alguna falta de actualización del SEA o con motivo de
algunos controles administrados por el SAT en sus sistemas, aun cuando el archivo electrónico del pedimento se
encuentre correctamente generado, no se pueda obtener la firma electrónica. En estos casos, se requiere un
proceso comúnmente llamado “justificación”, que gestiona el prevalidador ante el personal de la aduana. La
autoridad aduanera realiza una revisión del error y, una vez que confirma que el archivo es correcto, procede a
generar una firma electrónica de manera manual, es decir, “justifica” el pedimento y así continúa con el proceso de
despacho aduanero.
Entramos ahora a la tercera etapa del despacho aduanero. Al tener nuestro pedimento validado por el SEA, el
siguiente paso es realizar el pago de las contribuciones y aprovechamientos cuando así corresponda y para tal
efecto debemos considerar lo previsto en la regla 1.6.2. de las RGCE para identificar el momento de pago,
quiénes son los sujetos que pueden realizarlo y los medios para hacerlo.
De conformidad con el artículo 83 de la Ley Aduanera, el pago debe realizarse previo a la activación del
mecanismo de selección automatizado, razón por la cual, en el caso de mercancía que ingrese a territorio
nacional en tráfico terrestre, el importador debe realizar el pago respectivo previo a cruzar la línea divisoria
internacional con el fin de que, en cuanto ingrese a territorio nacional, pueda dirigirse al módulo de selección
automatizado con su pedimento pagado.
Como se ha explicado, previo a destinar la mercancía a un régimen aduanero, puede encontrarse en depósito
ante la aduana. En estos casos, el pago debe efectuarse a más tardar dentro del mes siguiente a su depósito o
dentro de los dos meses siguientes cuando se trate de aduanas de tráfico marítimo. En caso de no realizar el
pago dentro de los plazos señalados, se causarán recargos conforme a lo dispuesto en el Código Fiscal de la
Federación (CFF) a partir del día siguiente a aquel en el que venza el citado plazo y también se deberán actualizar
los impuestos al comercio exterior en términos del artículo 17-A del CFF, a partir de la fecha a que se refiere el
artículo 56 de la Ley Aduanera y hasta que los mismos se paguen.
El artículo 83 de la Ley Aduanera en su tercer párrafo otorga la posibilidad a importadores y exportadores de
realizar el pago de las contribuciones de comercio exterior en forma anticipada, es decir, en una fecha anterior al
arribo de la mercancía al territorio nacional, considerando como fecha de arribo la señalada en el artículo 56 de la
Ley Aduanera. En este caso, las cuotas, bases gravables, tipos de cambio de moneda, cuotas compensatorias,
demás regulaciones y restricciones no arancelarias, precios estimados y prohibiciones aplicables serán las que
rijan en la fecha de pago o de la determinación (en el caso de mercancías que se destinen al régimen aduanero de
depósito fiscal). Se reconocerá el pago anticipado siempre que las mercancías se presenten a despacho a más
tardar al tercer día siguiente a aquel en que el pago se realice o al día 20 si se trata de mercancías que ingresen a
territorio nacional en tráfico ferroviario.
Esta opción de pago anticipado puede resultar muy útil en fluctuaciones cambiarias, la eminente publicación o
entrada en vigor de alguna regulación o restricción no arancelaria, por ejemplo.
En caso de que la mercancía no arribe en los plazos indicados, la consecuencia será que el pedimento deba
rectificarse para considerar las cuotas, bases gravables, tipos de cambio de moneda, cuotas compensatorias,
demás regulaciones y restricciones no arancelarias, precios estimados y prohibiciones aplicables exigibles en las
fechas de arribo referidas en el artículo 56 de la Ley Aduanera.
1.3.2. SUJETOS QUE PUEDEN REALIZAR EL PAGO DEL PEDIMENTO UTILIZANDO SUS CUENTAS BANCARIAS
REGISTRADAS ANTE EL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
• Importador.
• Exportador.
• Agente aduanal.
• Sociedad constituida por el agente aduanal para facilitar la prestación de sus servicios.
El SAT ha establecido algunas restricciones para el pago del pedimento, toda vez que específicamente para
determinadas operaciones exige que el pago se realice únicamente de la cuenta del importador o exportador. En
estos supuestos se encuentra la importación de cigarros (véase mercancías listadas en el Sector 9 “Cigarros”,
del Apartado A, Anexo 10 de las RGCE) y también las operaciones de las comúnmente llamadas “operaciones
vulnerables”, es decir, mercancías cuya fracción arancelaria sea alguna de las señaladas en el Anexo A de la
“Resolución por la que se expiden los formatos oficiales de los avisos e informes que deben presentar quienes
realicen actividades vulnerables” y se encuentren dentro de la acotación del artículo 17, fracción XIV, de la Ley
Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI) o
normalmente llamada ley antilavado.
Por lo que respecta a la limitante de operaciones vulnerables que hemos señalado, ésta no aplica en los
siguientes casos:
a) Importaciones temporales efectuadas al amparo de un Programa de Industria Manufacturera, Maquiladora y
de Servicios de Exportación (IMMEX).
b) Operaciones realizadas en términos de los artículos 61 y 62 de la Ley Aduanera.
c) Las efectuadas por las empresas certificadas previstas en el artículo 100-A de la Ley Aduanera y por la
industria terminal automotriz o manufacturera de vehículos de autotransporte.
d) Operaciones en las que no sea necesario estar inscrito en el Padrón de Importadores.
1.3.3. LUGARES O MEDIOS EN LOS QUE PUEDE REALIZARSE EL PAGO DEL PEDIMENTO
a) Pago Electrónico Centralizado Aduanero (PECA). Las instituciones que actualmente operan el PECA
son: BBVA Bancomer, Citibanamex, Banorte, HSBC y Santander, siendo un proceso muy eficiente y seguro para
el pago de contribuciones de comercio exterior. Básicamente, el pago se realiza en un lapso promedio de seis
segundos. Al tener el pedimento validado, se genera archivo de pago electrónico, el cual incluye identificador de
referencia de la cuenta a la que se debe hacer el cargo; el archivo es enviado por el prevalidador a la institución
bancaria y ésta realiza la afectación de la cuenta respectiva, registrando el pago en el SEA y generando la
certificación de pago en el pedimento impreso.
Mediante publicación del 22 de diciembre de 2016 en el DOF, la Tesorería de la Federación (Tesofe) dio a
conocer las “Reglas de Carácter General para la recepción de información de declaraciones fiscales y la
recaudación de recursos federales por parte de las instituciones de crédito”, estableciendo la obligación de que el
pago de las contribuciones provenientes de operaciones de comercio exterior se realice mediante pago
referenciado, o lo que comúnmente se conoce como línea de captura. El pasado 14 de septiembre se dio a
conocer en el DOF que este esquema entra en vigor el 1 de abril de 2019, por lo que habrá que estar atentos a
este nuevo proceso y su impacto en el despacho aduanero.
b) Módulo bancario o sucursal bancaria habilitada o autorizada (mediante cheque o efectivo cuando
así lo establezcan las RGCE). En cuanto al pago de contribuciones con dinero en efectivo, las instituciones
bancarias únicamente podrán recibir este tipo de pagos cuando se trate de las operaciones que a continuación se
mencionan:
• Pedimentos de importación definitiva de vehículos usados a la franja o región fronteriza norte, fabricados o ensamblados en
los Estados Unidos de América (EUA), Canadá o México (clave de pedimento VF).
• Pedimentos de importación definitiva de vehículos usados, fabricados o ensamblados en los EUA, Canadá o México (clave
de pedimento VU).
• Pedimentos de importación definitiva de vehículos nuevos, importación definitiva de vehículos nuevos con un peso bruto
vehicular no mayor de 8,864 kilogramos.
• Pequeña importación y exportación.
• Importación de pasajeros aplicando tasa global.
La cuarta etapa del despacho aduanero es la activación del mecanismo de selección automatizado. En esta
etapa debemos observar detalles operativos importantes, incluso algunos de ellos previo a seleccionar la aduana
por la que vamos a importar o exportar.
Las aduanas tienen horarios y días hábiles establecidos para podernos presentar a activar el mecanismo de
selección automatizado, lo cual se debe consultar en el Anexo 4 de las RGCE, horario que no necesariamente
coincide con el de prestación de servicios de otras dependencias cuya intervención e inspección pudiéramos
requerir para el despacho de nuestra mercancía, como es el caso de la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente (Profepa) y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). También
en el caso de aduanas con depósito ante la aduana debemos observar los horarios de los recintos fiscalizados
para el ingreso o retiro de la carga.
En el Anexo 21 de las RGCE encontraremos las fracciones arancelarias de las mercancías cuyo ingreso o
salida a territorio nacional está permitido únicamente por determinadas aduanas, considerando incluso el régimen
aduanero al cual serán destinadas, por lo que también debemos estar muy atentos a estas restricciones.
Tal como lo indica el artículo 43 de la Ley Aduanera, se presentarán las mercancías con el pedimento o
documento que corresponda ante la autoridad aduanera. Esta presentación normalmente la realiza el transportista
que traslada la carga para su ingreso o salida a territorio nacional o, en su caso, el dependiente del agente
aduanal, por ejemplo, en el caso de aduanas de tráfico aéreo en donde pudiera retirar la carga en transporte la
propia agencia o tratándose de bultos que son presentados peatonalmente. El transportista o dependiente se
presentará ante el módulo de la aduana y entregará al personal de la aduana que comúnmente es nombrado
“modulador”, quien utilizando una pistola lectora escaneará el código de barras del pedimento, activando el
mecanismo de selección automatizado; en consecuencia, el SEA indicará si el resultado ha sido
desaduanamiento libre o reconocimiento aduanero. Este resultado se mostrará impreso en el pedimento
indicando la hora y fecha en que se activó el citado mecanismo.
En el caso de mercancía que se exporta por aduanas de tráfico marítimo, y que se encuentre dentro del recinto
fiscalizado, no será necesario presentarla ante el mecanismo de selección automatizado para su activación. El
personal de la aduana definirá el proceso para la entrega de los pedimentos de exportación, los cuales modulará
sin necesidad de tener presente la mercancía. Si el resultado de la activación es reconocimiento aduanero, se
informará al recinto fiscalizado para que la posicione conforme a las indicaciones del personal de la aduana y se
pueda llevar a cabo su revisión. Concluida la revisión y siempre que no se detecten incidencias que impidan la
exportación, se podrá retirar la mercancía y ser cargada en el buque respectivo para su salida del país.
En 2017, con motivo del desarrollo del Modelo de Administración Tributaria de Comercio Exterior (MATCE), el
SAT comenzó una reingeniería de procesos que conlleva una transición tecnológica hacia una plataforma más
robusta y moderna que involucra los 21 sistemas informáticos que soportan el despacho aduanero de la carga.
En este proceso se ha implementado el uso de un nuevo documento denominado Documento de Operación
para Despacho Aduanero, mejor conocido como DODA QR, el cual no sustituye al pedimento, pero sí permite la
integración de uno o varios pedimentos dentro de este documento, sustituyendo únicamente la impresión de
pedimento. La sustitución de la impresión del pedimento tiene como consecuencia que la activación del
mecanismo de selección automatizado se realice con la lectura que el modulador realice del Quick Response
Code/ código QR que lleva impreso el DODA. Al leer el código QR, el SEA indicará el resultado, pero en este
proceso también tenemos un cambio significativo: en el DODA ya no se imprimirá el resultado de la activación, ya
que ahora el resultado es digital y conservado en el SEA. A partir de que se activa el mecanismo de selección
automatizado, se brinda trazabilidad del pedimento o pedimentos integrados en el DODA, a través del código QR.
De esta forma se permite al usuario un rastreo en tiempo real de sus pedimentos desde cualquier dispositivo
móvil con acceso a Internet.
Durante 2017 y 2018 el uso del DODA se ha implementado paulatinamente en diferentes aduanas del país,
continuando en un periodo de prueba y estabilidad.
También debemos prepararnos para otro cambio en el proceso de activación del mecanismo de selección
automatizado y el cual forma parte del Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera (PITA), en donde uno de los
objetivos principales es eliminar el uso del papel en su totalidad en el proceso del despacho aduanero, sin omitir
que el proyecto en general consiste en una iniciativa integral que plantea automatizar, facilitar y agilizar los
procesos de entrada y salida de mercancías en las aduanas del país.
En este proyecto, la eliminación del papel implica el uso de dispositivos tecnológicos colocados en los gafetes
de transportistas y personal de las agencias aduanales. Estos dispositivos de radiofrecuencia integrarán la
información de los pedimentos como actualmente ya se hace con el DODA. En este esquema, los módulos de
ingreso a las aduanas se encontrarán desasistidos, es decir, ya no se requerirá personal para modular los
pedimentos o DODA, sino que la infraestructura tecnológica estará preparada con lectores de corto y largo
alcance que permitirán leer la información de los dispositivos, facilitará el acceso del transporte a la aduana,
activará el mecanismo de selección automatizado, mostrará el resultado en un panel informativo y brindará las
indicaciones para el posicionamiento de la carga en caso de que ésta tenga que ser revisada.
Retomando el proceso actual, al activar el mecanismo de selección automatizado, el resultado puede ser el
siguiente:
a) Desaduanamiento libre. La carga no debe ser revisada físicamente. En caso de aduanas que cuenten con
equipo de revisión no intrusiva, el embarque se somete a revisión no intrusiva. Si no se detecta alguna presunta
irregularidad, el embarque puede abandonar la aduana. Si con motivo de la revisión no intrusiva se presume
alguna incidencia, se realizará la revisión física del embarque.
b) Reconocimiento aduanero. La carga tendrá que ser revisada físicamente, por lo que el embarque junto y su
documentación serán trasladados al área designada para la revisión. El artículo 2, fracción XV, de la Ley Aduanera
define al reconocimiento aduanero como:
Artículo 2. …el examen de las mercancías, así como de sus muestras que lleven a cabo las autoridades
para allegarse de elementos que ayuden a cerciorarse de la veracidad de lo declarado ante la autoridad
aduanera, así como del cumplimiento de las disposiciones que gravan y regulan la entrada o salida de
mercancías del territorio nacional.
La revisión no intrusiva actualmente se encuentra a cargo de dictaminadores aduaneros autorizados por el SAT, quienes
realizan el análisis de las imágenes generadas por los equipos no intrusivos, hecho desde centros ubicados fuera de las
aduanas, lo que les permite actuar de manera objetiva y transparente.
El personal de aduana que llevará a cabo la revisión documental y física del embarque es designado de
manera aleatoria por el propio SEA y se le conoce como “verificador”. El reconocimiento aduanero de las
mercancías se practicará en orden cronológico, dando prioridad a empresas certificadas, mercancía perecedera,
animales vivos y mercancía peligrosa. No podrá iniciarse en tanto no se encuentre presente el agente aduanal o
alguien que lo represente conforme las normas aplicables. El “Manual de Operación Aduanera” vigente ya no
indica el tiempo ni el porcentaje de carga que como premisa básica debe considerar el verificador, pero en la
práctica podríamos tener en cuenta los tiempos y porcentajes previstos en el “Manual de Operación Aduanera”
anterior, es decir, un tiempo máximo de tres horas para llevar a cabo el reconocimiento aduanero. En cuanto al
porcentaje de revisión, pudiera variar en función de las necesidades de fiscalización atendiendo a las
particularidades del embarque, lo cual puede ser desde un 10 hasta el 100%.
Resulta trascendente lo dispuesto por el artículo 200 del RLA, el cual prevé la posibilidad de que la autoridad
aduanera amplíe el reconocimiento hasta por cinco días, levantando para tal efecto actas parciales y una final
cuando concluya el mismo. Generalmente, esta ampliación de reconocimiento se materializa cuando el área
central requiere llevar a cabo la revisión a detalle de esa operación sobre datos relacionados con la correcta
clasificación arancelaria, el cumplimiento de regulaciones no arancelarias, el valor de la mercancía, el domicilio
declarado, o cuando existe alguna alerta derivada del tipo de mercancía, origen o actividad atípica del importador o
exportador.
Desafortunadamente, en la práctica, aun cuando el propio artículo 200 establece que, de no cumplirse con el
plazo de los cinco días, quedarán sin efectos las actuaciones de la autoridad aduanera, es común que la autoridad
se exceda de dicho plazo, en perjuicio de importadores y exportadores sin fundamento alguno. Estas malas
prácticas deben eliminarse brindando seguridad jurídica a los contribuyentes.
Si durante el reconocimiento aduanero la autoridad determinara que la fracción arancelaria declarada en el
pedimento es incorrecta y no se hubiera realizado consulta de clasificación conforme al artículo 47 de la Ley
Aduanera, y siempre que no se trate de mercancía de difícil identificación que requiera análisis del laboratorio, el
agente o apoderado aduanal, el importador o exportador podrá solicitar dentro de los 10 días para ofrecer pruebas
a que se refieren los artículos 150, quinto párrafo, y 152, quinto párrafo de la Ley Aduanera, la celebración de una
junta técnica consultiva de clasificación arancelaria, cumpliendo con lo dispuesto en la regla 3.7.5. de las RGCE,
con el objeto de proporcionar a la autoridad aduanera los elementos e información que se utilizaron para la
clasificación arancelaria de la mercancía, con lo cual la aduana pudiera resolver en favor del interesado.
También es recurrente que durante el reconocimiento aduanero la autoridad requiera tomar alguna muestra
para efecto de que la misma sea analizada cualitativamente por el personal del laboratorio adscrito a la AGA, y se
informe a la aduana si la descripción de la mercancía asentada en el pedimento coincide con el resultado de dicha
muestra, así como determinar si la fracción arancelaria declarada es correcta, de lo contrario puede derivar en el
incumplimiento de alguna regulación o restricción no arancelaria, o la omisión de contribuciones.
Las muestras se tomarán por triplicado, siendo un primer ejemplar para el laboratorio otro ejemplar que
conservará la aduana y el tercero, para el importador o exportador. Al tomar la muestra se levantará el acta de
muestreo haciendo referencia al nombre de la mercancía, número de pedimento y la fracción arancelaria
declarada en el mismo. Las muestras son enviadas para su análisis a las instalaciones del laboratorio adscrito a
la AGA ubicado en la Ciudad de México; sin embargo, en 2017 se inauguraron tres laboratorios regionales
ubicados en las aduanas de Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Veracruz, que son las aduanas cuyo volumen de
muestreo es el más alto, a fin de apoyar localmente en los análisis de determinadas mercancías y eficientizar el
proceso. La autoridad aduanera emitirá el dictamen correspondiente, el cual será remitido a la aduana para que lo
notifique al contribuyente. Esta notificación deberá realizarse en un plazo no mayor de seis meses contados a
partir del acta de toma de muestras antes mencionada, continuando en su caso con el procedimiento previsto en
el artículo 152 de la Ley Aduanera.
Para aquellos importadores o exportadores cuya mercancía sea estéril, radiactiva, peligrosa o que atendiendo
a su naturaleza requiera el uso de instalaciones o equipos especiales para la toma de sus muestras, deberán
tomar previamente una muestra para presentarla durante el reconocimiento aduanero, salvo que se encuentren
inscritos en el registro previsto en el artículo 45 de la Ley Aduanera.
Cabe la mención de que la toma de muestras durante el reconocimiento aduanero no debe tener como
consecuencia la retención de la mercancía o el que se impida que la mercancía continúe con el proceso del
despacho, pues no lo dispone la Ley Aduanera. Desafortunadamente, es una recurrente y mala práctica el que
algunas aduanas tomen la muestra y no permitan que la mercancía continúe con su proceso de despacho y sean
liberadas, en tanto no reciban el dictamen del laboratorio. Lo anterior vulnera los derechos del contribuyente, por lo
que esta práctica debe erradicarse toda vez que, si derivado del dictamen se determina la comisión de alguna
infracción, la Ley Aduanera prevé la posibilidad de que se le notifiquen al interesado las infracciones cometidas y
se le impongan las sanciones que correspondan, incluyendo aquella que considera el pago por el valor de la
mercancía si es que la infracción ameritara el embargo de la misma.
El nivel de reconocimiento aduanero que actualmente se realiza a nivel nacional se encuentra entre un 10 y un
12% del total de los embarques que son sometidos al mecanismo de selección automatizado y deriva de una
serie de factores que se evalúan en un análisis de riesgo, salvo tratándose de empresas reconocidas como
Operador Económico Autorizado (OEA) cuyo nivel de reconocimiento deberá ser de aproximadamente un 2 o un
5%. Estos factores pueden ser:
• Fracción arancelaria.
• Origen de la mercancía.
• Sector industrial o comercial.
• Contribuyente.
• Agente aduanal.
• Aduana.
• Conductas atípicas.
Dependiendo del tipo de incidencia, la autoridad aduanera dará inicio a los procedimientos previstos en la Ley
Aduanera, los cuales son objeto de estudio en otro capítulo de esta obra. El reconocimiento aduanero no limita las
facultades de la autoridad aduanera, por lo que, una vez que la mercancía abandona la aduana, esa mercancía
podrá ser objeto de una orden de verificación en transporte o ser revisada en una visita domiciliaria, o aun cuando
la mercancía ya no se encuentre disponible, los pedimentos o documentación aduanera podrán ser objeto de
fiscalización por parte de la autoridad aduanera.
El despacho aduanero ha sido comentado en este capítulo, dentro de las premisas generales; sin embargo,
pueden presentarse situaciones de índole operativo que ha llevado a la autoridad aduanera a otorgar ciertas
facilidades y normar aspectos específicos atendiendo a la naturaleza y volumen de la mercancía, eficiencia
logística, confiabilidad de determinados contribuyentes y a la simplificación de procesos, entre otros. De esta
forma encontraremos algunas modalidades en el despacho aduanero, a saber:
2. SUJETOS LEGITIMADOS PARA PROMOVER LOS TRÁMITES RELACIONADOS CON EL DESPACHO ADUANERO
De conformidad con lo dispuesto en la Ley Aduanera,4 únicamente los representantes legales de los
importadores o exportadores o los agentes aduanales son los únicos sujetos legitimados para promover el
despacho aduanero.
Hasta diciembre de 2013 existía también la figura del apoderado aduanal, que era una persona física que tenía
que tener relación laborar con el importador o exportador, y que mediante una autorización podía llevar a cabo el
despacho aduanero de las mercancías. Esta figura se derogó en la reforma de la Ley Aduanera que entró en vigor
el 10 de diciembre del 2013; sin embargo, los apoderados aduanales que a esa fecha tenían vigente su
autorización podían ejercerla en tanto no fuera cancelada por la autoridad aduanera, o revocado el poder otorgado
por la empresa que dio lugar a solicitar la autorización de apoderado aduanal, o ya no laborara para el importador
o exportador o hubiera fallecido.
Así las cosas, en la actual práctica aduanera, todos los días acuden ante las aduanas del país tanto
apoderados aduanales como representantes legales y agentes aduanales.
Históricamente ha evolucionado la figura del intermediario aduanal para promover el despacho,
específicamente la del agente aduanal, y hace exactamente un siglo, en la convulsa revolución mexicana, el
Ejecutivo Federal consideró importante regular precisamente la figura del agente aduanal, por lo que el 20 de
febrero de 1918 se publica en el DOF el “Decreto Reglamentando los Derechos y Obligaciones de los Agentes
Aduanales”.5
Es interesante estudiar las razones que justificaron la expedición de este decreto6 y en las que resalta definir
los derechos y obligaciones de los agentes aduanales, así como garantizar los derechos del fisco federal y de los
importadores y exportadores. Es curioso que estas razones o motivos, que hace 100 años justificaron la creación
formal de la figura del agente aduanal, sigan estando vigentes hoy en día.
Vamos a pasar al estudio formal de la figura del agente aduanal con el comentario de que el 25 de junio de
2018 se publicó en el DOF el “Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la
Ley Aduanera”, la cual, conforme al artículo Primero Transitorio, entrará en vigor el 22 de diciembre de ese mismo
año.
Es importante mencionar que esta reforma da vida a una nueva figura denominada “agencia aduanal” para la
cual, también en su artículo Cuarto Transitorio, establece que el SAT, en un plazo que no excederá de 12 meses
posteriores a la publicación del citado decreto, dará a conocer las reglas de carácter general en las que se
establecerán los mecanismos, formas y medios que deberán utilizar las agencias aduanales en la importación y
exportación de mercancías y demás operaciones aduaneras. Esta reforma va a impactar sustancialmente el
quehacer y la regulación de los agentes aduanales.
Consideramos que esta reforma es del interés del lector, por lo que hemos decidido hacer mención de ella al
final del apartado de los agentes aduanales.
La Ley Aduanera7 define al agente aduanal como la persona física autorizada por el Servicio de Administración
Tributaria (SAT), mediante una patente, para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías, en los
diferentes regímenes aduaneros previstos en esta Ley.
Los elementos que identifican a un agente aduanal son los siguientes: (i) se trata de una persona física, (ii) a la
que se le otorga una patente (iii) para llevar a cabo por cuenta ajena el despacho aduanero.
Mucho se ha discutido en México sobre la figura del agente aduanal. Hay quienes consideran que debe
eliminarse y que cualquier importador o exportador debiera tener el derecho de acudir directamente a la aduana a
retirar o extraer sus mercancías; otros consideran que es un “mal necesario”; otros más opinan que su existencia
es fundamental, pues se necesita de un profesional para llevar a cabo la nacionalización de las mercancías, y el
fisco federal, sin duda, considera que el agente aduanal debe ser un verdadero “coadyuvante” de la función
aduanera.
Nosotros sostenemos que el agente aduanal, como el único profesional de la función aduanera, es el sujeto
idóneo para llevar a cabo el despacho aduanero de las mercancías, considerando que en los últimos 30 años
México decidió convertirse en un país con vocación al comercio internacional.
Hay muchas razones para sostener lo anterior: por un lado, el paso de las mercancías por la aduana se
convierte en un aspecto fundamental de las operaciones de comercio exterior de las empresas; cada día es más
complejo8 el universo de disposiciones9 que se deben cumplir para importar una mercancía y en ocasiones hasta
para exportarla; el dinamismo del comercio internacional obliga a las empresas a un día utilizar una aduana y otro
día otra, y el contar con el apoyo de un profesional puede resultar en el éxito o el fracaso de la operación.
Ahora bien, desafortunadamente no todos los agentes aduanales operan con el mismo nivel de eficiencia,
profesionalismo y probidad; como en otros gremios de profesionales, se hace vigente el dicho “del bote de la
tamalera”, en el sentido de que en el gremio de los agentes aduanales, un universo de más de 800 agentes
aduanales que hoy operan en México, hay de todo tipo: empresarios y profesionistas; chicos, medianos y grandes;
profesionales y pillos; los que cuidan su patente y los que permiten que un tercero la explote (renta), y los que no
les interesa el negocio y tienen su patente guardadita en el cajón, lo cual hace muy difícil decidir a quién contratar,
porque un buen agente aduanal lo puede ser para una empresa mediana, pero es probable que no cumpla con las
exigencias de una empresa grande. Es por ello que nuestra recomendación siempre será que quien tenga la
necesidad de contratar los servicios de un agente aduanal, trate de entrevistarse con él, conocerlo personalmente
para poder tomar una mejor decisión.
La propia Ley Aduanera10 establece los requisitos que debe cumplir una persona para poder obtener una
patente.
La autoridad aduanera debe publicar una convocatoria14 en el DOF que establezca los lineamientos que se
deben cumplir, así como el día y hora de la celebración de los exámenes correspondientes.
Una vez que la persona interesada haya cubierto los requisitos, la patente deberá ser otorgada en un plazo no
mayor de cuatro meses.
Es importante comentar que, por su naturaleza, la patente es personal e intransferible.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través del Servicio de Administración Tributaria y por conducto
de la Administración General de Aduanas, es la autoridad facultada para otorgar la patente de agente aduanal.15
Una vez que inicia operaciones, es conveniente resaltar que, de acuerdo con la ley, el agente aduanal tiene que
cumplir con una serie de requisitos para poder operar,17 así como cumplir con determinadas obligaciones.
Al hacer un recorrido de la Ley Aduanera, nos vamos a dar cuenta de que el agente aduanal está mencionado
de diferentes maneras y con distintos matices durante el despacho aduanero, en los actos previos y en el post
despacho.
Por un lado, por ministerio de Ley Aduanera,18 el agente aduanal es representante legal del importador. Éste es
un aspecto de gran trascendencia y en muchas ocasiones no es sabido por los propios importadores, por eso
resulta relevante que las empresas sepan a quién van a designar como su agente aduanal. Por otro lado, como ya
lo hemos mencionado, es uno de los sujetos legitimados para llevar a cabo el despacho aduanero de las
mercancías, por tanto, es el responsable19 de revisar la documentación, cerciorarse de que la documentación
entregada por los importadores o exportadores cumple con la normatividad, realizar (en caso de ser necesario) el
reconocimiento previo de las mercancías, determinar la clasificación arancelaria y el valor en aduana de las
mercancías y finalmente cumplir con todas las formalidades del despacho.
Adicionalmente, la Ley Aduanera establece una serie de obligaciones muy puntuales que debe cumplir el
agente aduanal al explotar la patente.
Hemos dividido estas obligaciones: por un lado, tenemos a aquellas que tienen que ver con el despacho
aduanero, a las que les hemos denominado “obligaciones operativas”, por otro, se encuentran las que el agente
aduanal tiene que cumplir con independencia de las que corresponden al despacho aduanero, a las cuales
llamaremos “obligaciones formales”.
Obligaciones operativas:
a) En los trámites o gestiones aduanales, actuar siempre con su carácter de agente aduanal.
b) En los casos de mercancías sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias cuyo cumplimiento se
realice mediante documento electrónico o digital, anotar en el pedimento el acuse correspondiente.
c) Cumplir el encargo que se le hubiere conferido, por lo que no podrá transferirlo ni endosar documentos que
estén en su favor o a su nombre, sin la autorización expresa y por escrito de quien lo otorgó.
d) Declarar, bajo protesta de decir verdad, el nombre y domicilio20 fiscal del destinatario o del remitente de las
mercancías, la clave del RFC de aquéllos y el propio, la naturaleza y características de las mercancías y los
demás datos relativos a la operación de comercio exterior en que intervengan, en las formas oficiales y
documentos en que se requieran o, en su caso, en el sistema mecanizado.21
e) Formar un archivo electrónico de cada uno de los pedimentos con la información transmitida y presentada
en mensaje o documento electrónico o digital como parte de sus anexos conforme a los artículos 6, 36 y 36-A de
la Ley Aduanera.22
f) Tratándose de precios estimados, debe presentar la garantía por cuenta del importador, en el caso de
declarar un valor inferior a aquéllos.23
g) Manifestar en el pedimento o en el aviso consolidado el número de candado oficial utilizado en los vehículos
o medios de transporte que contengan las mercancías cuyo despacho promuevan.
Obligaciones formales
a) Aceptar las visitas que ordenen las autoridades aduaneras, para comprobar que cumple con sus
obligaciones o para investigaciones determinadas.
b) Rendir el dictamen técnico cuando se lo solicite la autoridad competente.24
c) Solicitar la autorización de las autoridades aduaneras para poder suspender sus actividades, en los casos
previstos en la Ley Aduanera.
d) Presentar aviso al SAT dentro de los 15 días siguientes a aquel en que constituya una sociedad de las
previstas en la fracción II, del artículo 163 de la Ley Aduanera.
e) Acreditar en su caso, ante cada aduana en la que ejerza la patente a un mandatario autorizado por la
autoridad aduanera.
f) Someterse a los exámenes a los que podrá convocar anualmente de manera general el SAT.25
Los derechos de los agentes aduanales, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 163 de la Ley Aduanera,
son:
• Ejercer la patente.
• Constituir sociedades que lo apoyen en el ejercicio de la patente.26
• Solicitar el cambio de adscripción a aduana distinta.27
• Designar hasta cinco mandatarios.
• Cobrar los honorarios que pacte con su cliente.28
• Suspender voluntariamente sus actividades previa autorización de las autoridades aduaneras.
Con independencia de las sanciones o multas pecuniarias que se pueden imponer a un agente aduanal en el
ejercicio de su función, ya sea por su responsabilidad solidaria o directa, la Ley Aduanera es muy estricta en
castigar errores u omisiones que se pueden generar al tramitar un pedimento.
Es así como la Ley Aduanera establece tres tipos de sanciones administrativas que pueden imponerse a un
agente aduanal: suspensión, cancelación o extinción de la patente.
La ley es hasta cierto punto benévola con el agente aduanal, ya que le otorga el beneficio de no suspenderlo
por el primer error cometido durante cada año de operación.
La cancelación de la patente es la sanción más grave a la que puede ser sujeto un agente aduanal, pues lo
restringe del derecho a explotar su patente a partir de la notificación del inicio del procedimiento de cancelación.
Las causales de cancelación más importantes son:34
• Constituir sociedades yendo en contra de las limitaciones a que se refiere la fracción II del artículo 163 de la Ley Aduanera.
• Declarar con inexactitud algún dato en el pedimento35 y en alguno de los siguientes supuestos:
Se omita parcial o totalmente el pago de los impuestos al comercio exterior, derecho y/o cuotas compensatorias, en
una cantidad mayor de $228,290.Se lleve a cabo el despacho aduanero, omitiendo el cumplimiento de una regulación o
restricción no arancelaria.Se trate de mercancía prohibida.
• Señalar en el pedimento el nombre, domicilio fiscal o el RFC de contribuyentes que no hubieran solicitado la operación al
agente aduanal36 o cuando estos datos resulten falsos o inexistentes.
• Declarar un valor distinto en el pedimento al proporcionado por el importador o exportador.
Finalmente, el artículo 167 de la Ley Aduanera regula el procedimiento de suspensión, cancelación o extinción
de la patente de agente aduanal; desde nuestra óptica, y a pesar de que los tribunales han confirmado el criterio
legal, consideramos inconstitucional el que los procedimientos comiencen con la imposibilidad del agente aduanal
de seguir operando, ya que inmediatamente después de su notificación, las autoridades aduaneras ordenan la
suspensión provisional de la patente, por lo que el agente aduanal ya no podrá seguir explotándola hasta que se
dicte la resolución definitiva si ésta es absolutoria, o bien, acuda al juicio de nulidad y hasta que obtenga sentencia
favorable.
En la reforma de la Ley Aduanera de 2013 se incorporó el concepto de “despacho directo”, esto es, que los
importadores o exportadores puedan despachar directamente las mercancías sin la necesidad de contratar los
servicios de un agente aduanal, a este nuevo esquema se le denomina como “despacho directo”.
Para poder hacer efectivo el despacho directo, el importador o exportador tiene que nombrar a una persona
como su representante legal, en términos de lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 40 de la Ley
Aduanera.
Los requisitos legales37 que tiene que cumplir el representante legal para poder ser acreditado como tal ante el
SAT son los siguientes:
De acuerdo con el artículo 53, fracción VIII, de la Ley Aduanera, el representante legal es responsable solidario
del pago de las contribuciones causadas, por su actuación en los trámites relacionados con el despacho
aduanero.
Si una empresa sigue operando a través de apoderado aduanal, a pesar de que la figura ya está derogada,
puede también designar a un representante legal y los dos estar en funciones en las aduanas encomendadas.
Como se puede apreciar, hoy en día los importadores y exportadores cuentan con varias opciones para el
despacho de sus mercancías de comercio exterior.
Los importadores y exportadores deben hacer un análisis minucioso de sus operaciones de comercio exterior,
para tomar la mejor decisión en cuanto a quién se encargará de llevar a cabo los trámites del despacho aduanero,
así como quién representará sus intereses ante las autoridades aduaneras y el fisco federal.
Nuestra recomendación es contratar los servicios de un agente aduanal, ya que además del conocimiento en
la materia, para poder dar un servicio adecuado, se requiere contar con sistemas, infraestructura y medios de
comunicación que cumplan y satisfagan las expectativas de los usuarios.
Los cambios más importantes de la reciente reforma a la Ley Aduanera publicada el 25 de junio de 2018 son
en materia de agentes aduanales.
Básicamente, la reforma considera la creación de una figura denominada “agencia aduanal”, esto es, una
persona moral que va a poder operar en la práctica bajo las mismas condiciones y obligaciones que un agente
aduanal e inclusive será responsable solidaria ante las autoridades aduaneras.
Para poder constituir una agencia aduanal, se requiere la participación de por lo menos un agente aduanal que
aportará su patente a la organización. La persona moral que se constituya deberá ser una sociedad civil. Esta
sociedad va a poder operar en las aduanas autorizadas al agente aduanal socio de la misma y podrá actuar en
otras aduanas, presentando una solicitud a la AGA en la que ponga a consideración de la autoridad un plan de
negocios para justificar el porqué de la necesidad de operar en otras aduanas.
Lo más importante de la reforma es el derecho que tiene la agencia aduanal de nombrar a una persona a la
que en caso de retiro, incapacidad o fallecimiento del agente aduanal, puedan otorgarle una patente en sustitución
del agente aduanal socio de la empresa.39
Se elimina, por otro lado, el derecho de los agentes aduanales a constituir sociedades.
Una vez que entre en vigor esta reforma, los agentes aduanales tendrán que optar si continúan operando como
lo han venido haciendo o deciden constituir una sociedad civil en los términos de la reforma.
En el fondo, la esencia de esta reforma consiste en darle a los agentes aduanales la oportunidad de continuar
con su negocio en caso de fallecimiento, con la gran diferencia de que quien va a decidir quién será el sustituto no
será el agente aduanal, sino el director de la agencia aduanal o uno de sus mandatarios.
Consideramos que, si bien era necesario que la figura del agente aduanal se revisara con el fin de adaptarla o
modernizarla de acuerdo con los requerimientos del comercio exterior, de la competitividad internacional y de los
retos de las aduanas modernas, la reforma se quedó muy corta.
Un número importante de agentes aduanales cuentan hoy en día con una empresa que funge en la práctica
como agencia aduanal y que tiene empleados, sistemas, y toda la tecnología e infraestructura necesarias para
darle servicio a los usuarios del comercio exterior mexicano.
Un primer paso pudo haber sido considerar esas agencias aduanales en la nueva figura de agencia aduanal
que se incorpora a la Ley Aduanera, sin las limitaciones legales, y crear una verdadera patente corporativa sin la
necesidad de que exista un agente aduanal persona física.
Una empresa responde de mejor manera ante las obligaciones y los retos del comercio exterior. Pensar que
una persona física puede enfrentar los retos de una operación aduanera cada día más compleja, con mayores
responsabilidades y exigencias, es como pensar que una sola persona puede mover un barco o jalar un tren.
La aduana moderna representa muchos retos. No sólo se trata de cumplir con las obligaciones aduaneras,
clasificar correctamente las mercancías, valorarlas, cumplir con las regulaciones no arancelarias, y hacerlo rápido
y sin errores. Las aduanas de hoy, y las mexicanas con mayor razón, atraviesan por un momento muy
complicado: la delincuencia organizada está muy presente en el tráfico ilegal de mercancías, armas y lavado de
dinero y los agentes aduanales están en medio de esta compleja situación.
Esperemos que en el futuro tengamos mejores leyes y reglas que protejan los intereses del fisco federal y den
seguridad jurídica a los usuarios del comercio exterior. Adrián Correa Sobrado
CAPÍTULO VIII
PROCEDIMIENTOS DE DESPACHO
SIMPLIFICADO EN MÉXICO
Sumario
En el presente Capítulo analizaremos los diferentes procedimientos simplificados que existen conforme a
las disposiciones internacionales Directrices para el levante inmediato de envíos de la OMA y el Convenio de
Kioto, así como los establecidos en la legislación nacional, los cuales permiten realizar el despacho de
mercancías, ya sea para la importación o la exportación, sin tener que cumplir con todas las formalidades
exigidas por regla general.
1.1. INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de Aduanas (OMA) desarrolló y publicó en 1990 las Directrices para el levante
inmediato de envíos, que son lineamientos para ayudar a las aduanas a expeditar la liberación de crecientes
volúmenes de pequeños envíos de bajo valor, primordialmente transportados por los servicios postales y de
mensajería y paquetería. Estos lineamientos fueron revisados en 2006 y 2014. Parten de la base de categorizar
las mercancías en cuatro grandes grupos o categorías, aplicando formas simplificadas de despacho aduanero
a tres de ellos.
Las Directrices se diseñaron asumiendo que las aduanas reciben información provista por los operadores
de comercio internacional a través de medios electrónicos y previamente a la llegada del medio de transporte.
Definen controles adecuados e identifican un conjunto de elementos mínimos que deben satisfacerse para
permitir el retiro o el despacho de las mercancías de la aduana, según la categoría a la que pertenezcan. De ahí
que el concepto de “despacho aduanero simplificado” sea aplicable a tres de las cuatro categorías de envíos.
Finalmente, las Directrices fomentan el diálogo y los acuerdos institucionales entre la administración aduanera
y el sector privado.
Las Directrices establecen que, bajo condiciones o circunstancias normales, las aduanas permitirán el
despacho inmediato de todos los envíos, siempre que se cumpla la normatividad aplicable y se presente la
información necesaria previamente a la llegada de éstos. La comunicación anticipada de dicha información se
realiza especialmente mediante el intercambio electrónico de datos.
No obstante, la OMA reconoce y establece que también se garantizará un despacho rápido a aquellos
envíos sobre los que se facilita información en soporte no informático con posterioridad a su llegada, tales
como los envíos postales. Las aduanas conservan en todo momento la facultad de ejercer sus facultades de
comprobación.
El Convenio de Kioto revisado recoge los principios esenciales que deben aplicarse al despacho de las
mercancías; sin embargo, como documento de alto nivel que es, no resulta el instrumento adecuado para
definir los datos que se deben exigir para el despacho de las diferentes categorías de mercancías ni para
establecer las condiciones que garanticen el despacho inmediato por parte de las aduanas. Por consiguiente,
fue necesario que las Directrices –siguiendo los principios establecidos en el Convenio de Kioto– establecieran
una lista indicativa de los datos mínimos necesarios para las diferentes categorías de envíos, y aunque
reconocen que cada administración aduanera nacional podrá precisar la lista de datos mínimos necesarios
para facilitar el despacho de las mercancías incluidas en cada categoría, se recomienda a las aduanas limitar
los datos exigidos sólo a aquellos que sean estrictamente necesarios para garantizar el cumplimiento de la
normatividad aduanera aplicable. Para determinar cuáles son los datos exigidos y el procedimiento exacto que
se debe seguir en cada caso, es necesario determinar la categoría aplicable de entre las cuatro categorías
establecidas.
Igualmente, las Directrices permiten a cada administración aduanera seleccionar el nivel de facilitación que
mejor se adecue a sus propias políticas comerciales y a sus requisitos en lo referente al cumplimiento.
Por último, y toda vez que las Directrices se basan en el principio de la mutua confianza, se recomienda que
las aduanas y los operadores del sector privado de los diferentes países suscriban acuerdos de colaboración.
1.2. ALCANCE
Las Directrices indican que los envíos o embarques internacionales se dividen en cuatro grandes
categorías. Las diferencias en alcances, criterios y recomendaciones se producen en función de la categoría
de que se trate. Por lo demás, una vez hecha la categorización, las Directrices son aplicables por igual –sin
perjuicio de la legislación nacional pertinente– a todos los envíos para los que se gestiona el despacho
aduanero, independientemente del peso, valor o tamaño de la mercancía, del tipo de operador o la empresa de
transporte (por ejemplo, empresas de mensajería y paquetería, compañías aéreas y marítimas, agentes de
carga internacional, y servicios postales) o del modo de transporte (incluido el transporte multimodal). En
particular, las mercancías siempre estarán sujetas a la aplicación de cualquier prohibición y restricción o de
requisitos concretos relacionados con los procedimientos detallados en la normatividad aplicable.
1.3. CATEGORIZACIÓN1
Esta categoría abarca la correspondencia y los documentos que no tienen valor comercial y que no están
sujetos a derechos e impuestos. Además,
• La correspondencia se limita a mensajes escritos que una persona envía a otra, postales y cartas con mensajes
personales.
• Los documentos se limitan a impresos en cantidades no comerciales.
No se incluyen en esta categoría los documentos contenidos en soportes informáticos, así como tampoco
elementos prohibidos, controlados o restringidos.
Para esta categoría, las Directrices de la OMA establecen que:
a) Se concederá el despacho aduanero inmediato sobre la base de una declaración consolidada, la cual
puede presentarse oralmente o por escrito (son aceptables el manifiesto de carga, conocimiento de embarque
o un inventario de datos semejantes; en México se acepta el documento aduanero conocido como “Formato de
declaración de documentos y correspondencia AGA-15”), o de la presentación ante la aduana de sacas,
especialmente ideadas para el transporte de dicha correspondencia o dichos documentos.
b) La declaración del valor en aduana del remitente o expedidor puede aceptarse para efectos del despacho
inmediato.
c) Al determinar el valor de estos envíos, pueden excluirse los gastos de transporte.
d) De acuerdo con la capacidad tecnológica, la declaración puede presentarse ante la aduana en formato
electrónico.
e) Cada administración aduanera, de acuerdo con el marco normativo aplicable, deberá especificar la lista
de datos mínimos exigidos para proceder al despacho de las mercancías incluidas en esta categoría.
f) La lista de tales datos y de los demás requisitos que deben satisfacerse deberán ser publicados y estar
disponibles de conformidad con los principios establecidos en el Capítulo 9 del Anexo General del Convenio de
Kioto revisado, teniendo en cuenta lo siguiente:
(i) Se recomienda a las administraciones aduaneras a limitar los datos exigidos sólo a aquellos
elementos que sean estrictamente necesarios para garantizar el cumplimiento de la normatividad
aduanera.
(ii) Para efectos de la prevención de riesgos, las administraciones aduaneras pueden fijar un
peso límite para los elementos incluidos en esta categoría.
1.3.2. CATEGORÍA 2. ENVÍOS DE BAJO VALOR POR LOS CUALES NO SE PERCIBEN DERECHOS NI IMPUESTOS3
• Materiales impresos para distribución masiva o en cantidades comerciales, cierto tipo de literatura para invidentes,
publicaciones impresas.
• Los envíos o mercancías de bajo valor de cualquier tipo y clase, cuyos derechos e impuestos se exentan, o a cuya
recaudación renuncia el Estado, primordialmente debido a que la cantidad efectivamente recaudada de derechos e
impuestos aplicables sería desdeñable y por debajo del costo mismo de cobrarlos, por ejemplo: obsequios no
solicitados por debajo de un valor definido o muestras comerciales.
• Las mercancías de bajo valor que no están sujetas a derechos ni impuestos por derecho propio.
(i) Por ejemplo, el valor de un envío deberá ser inferior a 50 Derechos Especiales de Giro (DEG,
equivalentes a aproximadamente 70 dólares) o los derechos e impuestos menores de 3 DEG
(aprox. 4.22 dólares), o el envío deberá ser ambas cosas, con un valor inferior a 50 DEG e inferiores
a 3 DEG en cuanto a derechos. En el caso de México, sólo se aplica el primero de estos criterios –
el que toma como base únicamente el valor del envío–, siendo los umbrales de 500 dólares para
pasajeros internacionales; 4 y 50 dólares para los envíos postales transportados por el Servicio
Postal Mexicano (Sepomex), y para los envíos de empresas de mensajería y paquetería. 5
(ii) Las administraciones aduaneras deberán examinar periódicamente el valor o los derechos
y/o impuestos por pagar, por debajo de los cuales se exentará el pago, teniendo en cuenta la
inflación y la necesidad de simplificar el tratamiento aplicable a las mercancías de bajo valor.
(iii) Cuando sea factible, estos valores umbrales y/o cantidades se deberán establecer en la
legislación nacional.
b) La declaración del valor en aduana del remitente o expedidor puede aceptarse para efectos del despacho aduanero.
c) Al determinar el valor de estos envíos, pueden excluirse los gastos de transporte.
d) Si la aduana exige información para efectos estadísticos, puede presentarse ante ella un manifiesto de
carga, un conocimiento de embarque, una declaración de carga o cualquier otro documento; esto puede
llevarse a cabo previa, simultánea o posteriormente al despacho en aquellos casos en que el mismo se
conceda sin necesidad de presentar ningún documento.
e) Se puede efectuar el despacho sobre la base de una declaración aduanera consolidada que puede
revestir la forma de un manifiesto de carga, un conocimiento de embarque, una declaración de carga o un
inventario de tales elementos (por ejemplo, en el caso de México se cumple esta Directriz mediante el
pedimento simplificado Clave T1). Tales documentos deberán contener la información necesaria para que la
aduana efectúe el despacho. Se pueden considerar los siguientes procedimientos:
f) Cada administración de aduanas, de acuerdo con la normatividad aplicable, deberá especificar la lista de datos
mínimos exigidos para proceder al despacho de las mercancías incluidas en esta categoría. La lista de tales datos y de
todos los requisitos que deben satisfacerse deberán ser publicados y estar disponibles de conformidad con los principios
establecidos en el Capítulo 9 del Anexo General del Convenio de Kioto revisado, teniendo en cuenta lo siguiente:
(i) Se anima a la aduana a que limite los datos exigidos sólo a aquellos pormenores que se
juzguen necesarios para garantizar el cumplimiento de las leyes aduaneras.
(ii) Los datos correspondientes a cada uno de los artículos de un envío consolidado deberán ser
objeto de un informe individual o deberán añadirse individualmente a cada artículo. De considerarse
necesario, cada artículo por separado se pondrá a disposición de la aduana cuando ésta así lo
solicite.
1.3.3. CATEGORÍA 3. ENVÍOS DE BAJO VALOR SUJETOS AL PAGO DE IMPUESTOS Y/O DERECHOS6
Esta categoría incluye los envíos cuyo valor está por encima de los límites o umbrales establecidos en la
categoría 2 y los que no reúnen los requisitos necesarios para que se produzca una exención de impuestos.
Quedan excluidas todas aquellas mercancías cuya importación esté prohibida, controlada o restringida.
a) Por ejemplo, el valor del envío deberá ser de 50 DEG (equivalentes a aproximadamente 70 dólares) o
más, pero inferior a 1,000 DEG (aprox. mil 400 dólares). El valor de estos envíos es superior a cualquier umbral
mínimo para exentar impuestos para la categoría 2, pero inferiores al valor establecido en la legislación
nacional, para los cuales se requiere una declaración completa de mercancías. En el caso de México, el límite
máximo establecido recientemente por normatividad que entrará en vigor el 1 de marzo de 2019 es de 5 mil
dólares para los envíos de empresas de mensajería y paquetería, pagando contribuciones a una tasa global del
20% cuando el destinatario es una persona física (mil dólares, pagando una tasa global del 16% cuando se
trata de una persona moral); 7 3 mil dólares en el caso de un pasajero internacional (4 mil dólares cuando el
pasajero transporta un equipo de cómputo). 8 El valor de los envíos postales transportados por Sepomex se
limita a mil dólares para ser despachado utilizando el formato denominado “Boleta aduanal”. 9
b) Cuando sea factible, estos valores umbrales y/o límites se deberán precisar en la legislación nacional.
Para esta categoría, las Directrices de la OMA establecen que:
a) Las administraciones aduaneras deberán asegurarse de que la información sobre el valor o sobre los
límites de los derechos y/o impuestos referidos a los envíos incluidos en esta categoría sea de fácil acceso
para el público.
b) Las administraciones aduaneras deberán examinar periódicamente el valor o los límites de los derechos
y/o impuestos utilizados para determinar si los envíos están comprendidos en esta categoría teniendo en
cuenta la inflación y la necesidad de simplificar el tratamiento aplicable a este tipo de mercancías.
c) Al determinar el valor de estos envíos, pueden excluirse los gastos de transporte.
d) De acuerdo con las Directrices de la OMA, se pueden considerar dos procedimientos de despacho para
las mercancías de esta categoría (la normatividad mexicana sólo contempla el primero de éstos):
(i) Liberación inmediata con despacho simultáneo.Se puede acordar la liberación inmediata de
los envíos con despacho simultáneo a reserva de cualquier examen selectivo de las mercancías, el
cual puede ser documental y/o físico, basado en técnicas de control de riesgos, y siempre que:
• La información exigida por la aduana sea provista antes de la llegada de las mercancías, con
el objeto de ser procesada, calcular los montos a pagar de derechos e impuestos y, si se considera
necesario, de seleccionar un envío para proceder a su examen documental y/o reconocimiento
aduanero físico.
• Se pagan todos los derechos e impuestos o se aceptan las condiciones del pago aplazado (en
México, no existe la opción de aplazar el pago de impuestos para las mercancías incluidas en esta
categoría).
(ii) Liberación inmediata con despacho ulterior. La OMA reconoce la posibilidad de liberar o
retirar las mercancías de la aduana (acto conocido en el argot internacional como “levante
aduanero”) antes de concluir las formalidades relativas al despacho, aun para este tipo de
mercancías categoría 3 (por ejemplo, de bajo valor despachadas mediante procedimientos
simplificados). Esta modalidad no se contempla en la normatividad mexicana. La OMA establece
que se puede permitir el levante (liberación o retiro) inmediato de las mercancías, completando las
formalidades del despacho posteriormente, siempre que:
• Se ofrezcan a la aduana las garantías financieras pertinentes que garanticen el pago de los
derechos e impuestos.
• Se paguen todos los derechos e impuestos o se acepten las condiciones para el pago
aplazado al concluir el despacho de los envíos de que se trate.
e) Cada administración de aduanas, de acuerdo con la normatividad nacional aplicable, deberá especificar la lista de
datos mínimos exigidos para proceder al despacho o liberación de las mercancías incluidas en esta categoría. La lista de
tales datos y de los demás requisitos que deben satisfacerse deberá publicarse y estar disponible de conformidad con los
principios establecidos en el Capítulo 9 del Anexo General del Convenio de Kioto revisado. Se anima a la aduana a que limite
los datos exigidos sólo a aquellos que se juzguen estrictamente necesarios para garantizar el cumplimiento de la
normatividad aduanera.
2. CONCEPTO EN MÉXICO
Atendiendo exclusivamente a la caracterización que hacen las Reglas Generales de Comercio Exterior
vigentes (2018) en su Capítulo 3.7., titulado “Procedimientos Administrativos Simplificados”, encontramos los
tipos de despacho que se describen a continuación.
Tanto la Ley del Servicio Postal Mexicano como el Reglamento para la Operación del Organismo Servicio
Postal Mexicano son omisos en señalar tratamientos o disposiciones relativas al despacho aduanero de las
mercancías transportadas por el correo. Por tanto, resultan plenamente aplicables las disposiciones de la Ley
Aduanera, su Reglamento y las Reglas Generales de Comercio Exterior.
La Ley Aduanera vigente (última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1 de junio de 2018)
establece, en sus artículos relevantes para este tema, lo siguiente:
a) Custodia. Los envíos postales quedan en todo momento confiados a Sepomex, bajo la supervisión y
control de la aduana de México.
b) Despacho. El ente obligado a abrir los bultos postales y presentar las mercancías contenidas en ellos a la
autoridad aduanera es Sepomex, así como las “declaraciones correspondientes” (las cuales se contienen en la
boleta aduanal) y, en su caso, la “clasificación arancelaria, valoración y determinación de créditos fiscales”. En
relación con este punto, cabe señalar que –en consonancia con las categorías 1 y 2 de las Directrices de la
OMA– los envíos postales con valor desde 0 hasta 300 dólares están exentos de presentar la declaración
mediante boleta aduanal (únicamente hasta 50 dólares a partir del 1 de marzo de 2019); de la necesidad de
determinar la correcta clasificación arancelaria; del pago del impuesto general de importación (IGI), del
impuesto al valor agregado (IVA) y del Derecho de Trámite Aduanero (DTA). Ésta es una diferencia esencial en
la simplificación concedida a los envíos postales, respecto de la concedida a las empresas de mensajería,
como veremos más adelante, ya que el despacho de los envíos comparables transportados por estas últimas
debe efectuarse mediante pedimento de importación. 12
c) Entrega a los destinatarios. Las mercancías sólo pueden entregarse a los destinatarios después de
cumplir con regulaciones y restricciones no arancelarias (en caso de ser aplicables, habida cuenta de la
exención expresa anteriormente señalada) y de que los destinatarios paguen al Sepomex los créditos fiscales
del caso. Para ello, el Sepomex podrá recabar del destinatario o interesado los documentos e información
necesarios.
d) Pago de impuestos. El pago de los créditos fiscales de los destinatarios importadores debe ser recibido
por el Sepomex, quien a su vez está obligado a enterarlos a la Tesorería de la Federación (Tesofe) dentro de los
30 días siguientes al despacho aduanero. Ésta también es una diferencia esencial en la simplificación
concedida a los envíos postales, respecto de la concedida a las empresas de mensajería, quienes deben pagar
las contribuciones y los créditos fiscales a la Tesofe previamente al despacho.
e) Rezagos. Cuando las mercancías transportadas por el Sepomex caigan en rezago, 13 es decir, cuando
no puedan ser entregadas a los destinatarios o devueltas a los remitentes, deben ser puestas a disposición de
la autoridad aduanera y pasarán a propiedad del fisco federal. 14
f) Exportación o remisión desde franja o región fronteriza. Por último, quienes remitan mercancías para
exportación por la vía postal o desde la franja o región fronteriza al resto del país están obligados a señalar esta
circunstancia en la envoltura.
Cabe señalar que la regla 3.7.1. establece que la boleta aduanal podrá utilizarse para importaciones
elegibles con valor de entre 50 y mil dólares, en cuyo caso deberá aplicarse al valor de las mercancías la tasa
global del 16% o las señaladas en las fracciones I y II de la regla 3.7.4., según corresponda, utilizando en este
caso el código genérico 9901.00.06 (lo que corresponde a la categoría 3 establecida por las Directrices de la
OMA), y sin límite de valor en las exportaciones. De lo anterior se deduce que no se podrá utilizar la boleta
aduanal para importaciones de valor superior a mil dólares, sin que se establezca cómo debe proceder en
dicho caso. Nuestra opinión es que en caso de recibir mercancía con valor mayor a mil dólares, esta debe
depositarse en algún recinto fiscal o fiscalizado, a fin de seguir con el importador o consignatario el proceso
estándar de notificación y despacho de cualquier mercancía.
Incluyen lo siguiente:
a) Deducibilidad. Las importaciones llevadas a cabo mediante este procedimiento no son deducibles.
b) Mercancías de difícil identificación. No se permite el despacho aduanero por la vía postal para mercancías
de difícil identificación, que, por su presentación en forma de polvos, líquidos o formas farmacéuticas, tales
como: pastillas, trociscos, comprimidos, granulados, tabletas, cápsulas, grageas, requieran de análisis físicos
y/o químicos para conocer su composición, naturaleza, origen y demás características necesarias para
determinar su clasificación arancelaria, independientemente de la cantidad y del valor consignado.
c) Mercancías prohibidas. Adicionalmente a las señaladas en la Tarifa de la Ley del Impuesto General de
Importación y Exportación (TIGIE), se consideran mercancías de importación y exportación prohibida o
controlada aquellas señaladas en los acuerdos internacionales en materia postal de los que México sea
parte(por ejemplo,la Lista de Artículos Prohibidos adoptada por la Unión Postal Universal en la Convención de
Bucarest de 2004–Regulación de Correspondencia y Regulación de Paquetes, artículo 15, RL 144, y artículo
15, RC 132, respectivamente).
d) Ausencia de factura comercial o comprobante de valor. No queda claro cómo se determinará el valor ante
la ausencia de factura comercial u otro documento, como es frecuente en el caso de los envíos postales.
Según nuestra opinión, dado el carácter supletorio de este ordenamiento, deberían aplicarse las Reglas de
Valoración Aduanera del artículo 153 de la Ley Aduanera.
Las empresas de mensajería están obligadas al cumplimiento de todas las disposiciones y formalidades en
materia de control, valoración, transmisión de información y otros requisitos (A6, A36-A, A59-A, A88).
No obstante, en consonancia con las “Directrices para el levante inmediato de envíos” por parte de la
aduana de la OMA, se les conceden las siguientes medidas de simplificación.
3.2.1. DOCUMENTOS
3.2.2. DE MINIMIS
Respecto de los envíos de la categoría 2 (envíos de bajo valor por los que no se pagan impuestos de
importación), se limitan a las mercancías con valor entre 0 y 50 dólares, siempre que no estén sujetos a
regulaciones o restricciones no arancelarias. A esta exención en el pago de impuestos se le ha dado en
llamarde minimis en la jerga del comercio exterior, partiendo del aforismo latino de minimis non curat lex, que
significa “de lo de menor (en referencia a cuantía o valor) no se ocupa la ley”. Los envíos de esta categoría
despachados por empresas de mensajería deberán pagar el DTA correspondiente (a diferencia de los envíos
postales de la misma categoría, a los cuales se exenta del pago de éste). Por último, para estas
operaciones no será necesario declarar en el pedimento el número del acuse de valor, siempre que el agente
aduanal (o representante legal para el despacho) manifieste en el pedimento que el valor de la mercancía no
excede de 50 dólares.
Respecto de los envíos de la categoría 3 de las Directrices (envíos de bajo valor por los que el Estado
percibe el pago de impuestos y contribuciones), en México este segmento incluye mercancías elegibles con
valores de entre 0 y 5 mil dólares, con algunas variaciones: podrán excluirse las mercancías de valor menor a
50 dólares que resulten elegibles para ser incluidas en la categoría 2 y gozar de la exención del pago de
impuestos. También se limitan, en la práctica, los envíos dirigidos a personas morales, los cuales tienen un
límite de valor de mil dólares por la aplicación de la fracción XVII, de la RGCE 1.3.1., de la que también se
desprende que el límite de 5 mil dólares se aplica únicamente a envíos elegibles dirigidos a personas físicas.
Para los casos descritos en los dos párrafos anteriores, la normatividad 16 concede además las siguientes
medidas de facilitación o simplificación:
Se espera que, de llegar a buen puerto la implementación del Tratado México – Estados Unidos – Canadá
(“T-MEC”), y en particular de los capítulos de “Simplificación de Comercio” y “Administración Aduanera”, las
disposiciones descritas en esta sección se vean significativamente modificadas.
3.4. PASAJEROS18
La RGCE 3.2.1. (establece que se considera pasajero toda persona que introduzca mercancías de
comercio exterior a su llegada al país o al transitar de la franja o región fronteriza al resto del territorio
nacional. Este concepto es especialmente amplio para incluir no solamente a los viajeros internacionales que
arriben por medios aéreo, marítimo y terrestre (incluyendo transmigrantes, diplomáticos, cineastas y
periodistas, y conductores, capitanes y tripulantes), sino también a los residentes en las franjas o regiones
fronterizas del país, siempre que introduzcan mercancías de comercio exterior. Mi metodología iniciará por
discurrir primero sobre los pasajeros como viajantes internacionales, y posteriormente abordaré el caso de los
residentes en las franjas o regiones fronterizas, y los casos especiales, en secciones posteriores.
De acuerdo con la normatividad vigente, al arribar al país por cualquier vía (aérea, marítima o terrestre), los
pasajeros (incluyendo transmigrantes, diplomáticos, cineastas y periodistas, y conductores, capitanes y
tripulantes) podrán presentar su declaración de aduanas (i) de manera presencial, ante la aduana que
corresponda, o bien, (ii) de manera anticipada, en forma electrónica, a través del Sistema Electrónico Aduanero
(SEA).
a) Si únicamente traen consigo su equipaje, o mercancías incluidas en la franquicia de pasajeros, se
deberán dirigir al carril señalado como “Nada que Declarar”, sin que sea necesario presentar ninguna
declaración ni activar el mecanismo de selección automatizado. (Sugiero revisar los conceptos de “equipaje” y
“franquicia de pasajeros” y sus alcances, en la sección 3.4.2. siguiente en este trabajo, así como la RGCE
3.2.3.).
b) En caso de traer consigo mercancías distintas al equipaje y franquicia, deberán dirigirse al carril señalado
como “Autodeclaración”, efectuar el correspondiente pago de contribuciones describiendo la mercancía, pero
sin que sea necesario presentar la declaración de aduana ni activar el mecanismo de selección automatizado
(analizaré el pago más adelante).
c) En caso de traer consigo dinero en efectivo, cheques u otros documentos cobrables, que amparen un
monto superior a 10 mil dólares, deberán declararlo en el formato “Declaración de Internación o Extracción de
Cantidades en Efectivo y/o Documentos por Cobrar (Español e Inglés)”, según establecen las RGCE 2.1.3. y
2.1.4.
Sin perjuicio de lo anterior, la propia normatividad reconoce que este sistema (y las instalaciones adecuadas
para ello) se irán implementando paulatinamente en las aduanas del país.
La revisión de equipaje de los pasajeros se llevará a cabo en las aduanas de arribo; sin embargo, en el caso
de pasajeros que arriben por la vía aérea, se podrá realizar en el primer aeropuerto de arribo o en el aeropuerto
de destino final dentro del país, siempre que la aerolínea cuente con la autorización específica para ello, emitida
por la autoridad aduanera. 19
El equipaje de los pasajeros internacionales está exento del pago de impuestos al comercio exterior. 20 La
normatividad otorga a los pasajeros el beneficio de importar una generosa lista de artículos específicos 21 como
parte de su equipaje, sin el pago de impuestos, así como otras mercancías diversas de las incluidas en dicha
lista, también sin el pago de impuestos. Estas mercancías adicionales se conocen como “franquicia de
pasajeros”.
La franquicia de pasajeros y el proceso simplificado para importar mercancías que excedan dicha franquicia
son compatibles con lo dispuesto por las “Directrices para el levante inmediato de envíos” por parte de la
Aduana de la OMA, para las categorías 2 y 3, respectivamente, a saber: mercancías de bajo valor por las que el
Estado no percibe impuestos de importación y mercancías de bajo valor por las que el Estado sí percibe el
pago de impuestos de importación, en ambos casos elegibles para ser despachadas de la aduana de manera
expedita; sin procedimiento alguno, en el caso de la categoría 2, y mediante un procedimiento simplificado, en
el caso de la categoría 3.
En efecto, si los pasajeros internacionales ingresan por vía terrestre, su franquicia será de 300 dólares, la
cual se eleva a 500 dólares durante los periodos del “Programa Paisano”, por la vía terrestre, o se mantiene en
500 dólares en cualquier momento del año, si los pasajeros ingresan por la vía aérea o marítima. El monto de la
franquicia varía en algunos otros casos, en función de las diferentes calidades de los pasajeros. Sugiero
referirse a las secciones 3.4.5. y 3.5. siguientes.
3.4.2.2. EXCEDENTE DE LA FRANQUICIA
Adicionalmente, los pasajeros tienen el derecho de utilizar un procedimiento simplificado para despachar las
mercancías que excedan los límites de la franquicia, hasta por un valor de 3 mil dólares (4 mil en el caso de
equipos de cómputo), utilizando un formato oficial. Este procedimiento se podrá utilizar siempre que las
mercancías de que se trate no estén sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias ni al pago de
contribuciones distintas a la tasa global equivalente al IVA o aranceles –por ejemplo, mercancías que estén
sujetas al pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) no serían elegibles para ser
despachadas mediante este proceso simplificado por los pasajeros–.
En caso de transportar mercancías distintas a su equipaje y franquicia, el pasajero podrá efectuar el
despacho de las mercancías por sí mismo pagando una tasa global del 16%, sin utilizar los servicios de agente
aduanal o representante legal, siempre que las mercancías tengan un valor comprobable que no exceda de 3
mil dólares (4 mil en caso de tratarse de equipos de cómputo, o sin límite de valor en caso de tratarse de
equipos y accesorios necesarios para el desarrollo de actividades periodísticas, cuando los pasajeros sean
corresponsales acreditados). También podrá importar hasta 6 litros de bebidas alcohólicas, hasta 40 cajetillas
de cigarrillos y hasta 50 cigarros puros, pagando las tasas especiales del caso (actualmente el 90, el 573.48 y
el 373.56%, respectivamente). Estas mercancías (bebidas alcohólicas y tabacos labrados) están sujetas al
pago de IEPS, por lo que no se incluyen en la franquicia, y en caso de exceder las cantidades establecidas en
la regla 3.2.3. para considerarlas parte del equipaje, siempre deberán importarse pagando la totalidad de los
impuestos correspondientes. Es menester señalar que, para calcular la base del impuesto por pagar, podrá
restarse el valor de la franquicia del valor total de la mercancía; de ese modo, el importador sólo paga
impuestos por el monto del valor excedente de la franquicia que le corresponda.
La importación de mercancías distintas de lo aquí descrito requerirá la intervención de un agente aduanal o
de un apoderado legal para el despacho. 22
La RGCE 3.2.2. establece que para efectuar el pago de impuestos, el pasajero puede hacerlo en la aduana
de entrada, mediante el formulario “Pago de contribuciones al comercio exterior (en Español, Inglés y Francés)”
o el formato electrónico simplificado “Pago de contribuciones federales”, disponible en la página del SAT. El
pago se considerará definitivo; no podrá deducirse ni acreditarse para efectos fiscales, ni dará lugar a
devoluciones ni pago de lo indebido y no exime del cumplimiento de las disposiciones que regulan y gravan la
entrada de mercancía al territorio nacional, ni de las infracciones y sanciones que correspondan por su
incumplimiento.
(ii) En Terminales Punto de Venta (TPV) operadas por el personal de las aduanas, con tarjeta de
crédito o débito.
(iii) Vía Internet, por transferencia electrónica de fondos, mediante pago con línea de captura, a
través de los bancos autorizados mediante publicación en el portal del SAT.
b) Si, por lo contrario, se utiliza el formulario “Pago de contribuciones al comercio exterior (Español, Inglés y Francés)” en
la aduana de ingreso al país, el pago podrá realizarse en TPV operadas por el personal de la misma aduana, con tarjeta de
crédito o débito.
Los pagos podrán efectuarse por anticipado, en cuyo caso tendrán una vigencia de 30 días naturales (como
la mayoría de pagos a la Tesorería de la Federación). Al arribar al país, el pasajero deberá entregar el formato
“Pago de contribuciones federales” y el recibo de pago correspondiente a la aduana de entrada.
El pasajero deberá contar con comprobantes del valor de las mercancías. No podrá utilizarse este
procedimiento para despachar mercancías sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias nimercancías
de difícil identificación que por su presentación en forma de polvos, líquidos o gases requiera de análisis físicos
y/o químicos para conocer su composición, naturaleza, origen y demás características necesarias para
determinar su clasificación arancelaria.
3.4.5. INFRACCIONES
La RGCE 3.2.2. también establece que cuando el pasajero omita declarar mercancía (i) distinta de su
equipaje, que (ii) esté sujeta al cumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias, y (iii) no cumpla
con las mismas, podrá declarar el abandono expreso de las mismas, una vez cubierta la multa
correspondiente. En caso contrario, si la autoridad detecta irregularidades al inspeccionar el equipaje del
pasajero, deberá iniciar el Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera (PAMA).
La autoridad está obligada a notificar al pasajero el acta de inicio del PAMA cumpliendo con todas las
formalidades del caso. Si la irregularidad detectada implica únicamente una omisión de contribuciones, la
mercancía no excede de un valor total de 3 mil dólares y el pasajero manifiesta su consentimiento, la autoridad
aduanera determinará la omisión de las contribuciones y la multa, que será de entre el 80 y el 120% del valor
comercial de las mercancías de que se trate. El pasajero deberá efectuar el pago de manera inmediata y
posteriormente la autoridad aduanera deberá poner las mercancías a disposición del pasajero para dar por
concluida la diligencia. Las contribuciones y la multa a que se refiere este párrafo en su conjunto no podrán
exceder del 116% del valor de la mercancía.
En caso de que el valor total de la mercancía exceda de 3 mil dólares, no procederá lo señalado en el
párrafo anterior, sino que deberá seguirse el procedimiento administrativo completo.
El tema de franja o región fronteriza es sumamente amplio; en este trabajo sólo me referiré a la porción del
quehacer aduanero a que se dedica este capítulo: el despacho simplificado de mercancías de uso personal de
sus residentes. 23
La normatividad establece que la franja fronteriza es el territorio comprendido entre la línea divisoria
internacional y la línea paralela ubicada a una distancia de veinte kilómetros hacia el interior del país,24 en tanto
que la región fronteriza se define como los estados de Baja California, Baja California Sur, Quintana Roo y la
región parcial de Sonora; la franja fronteriza sur colindante con Guatemala y los municipios de Caborca,
Sonora, Comitán de Domínguez, Chiapas, y Salina Cruz, Oaxaca. A su vez:
a) La región parcial del estado de Sonora (también conocida como región parcial de Puerto Peñasco) es la
zona comprendida entre la frontera internacional desde el cauce actual del río Colorado hasta un punto situado
en la frontera, a 10 kilómetros al oeste de Sonoyta; desde ese punto, una línea recta hasta llegar a la costa a un
punto situado a 10 kilómetros al este de Puerto Peñasco; de allí, siguiendo la costa hasta la desembocadura y
el cauce de ese río, hacia el norte hasta encontrar la línea divisoria internacional.
b) Por otra parte, la franja fronteriza sur colindante con Guatemala es la zona comprendida por el territorio
de 20 kilómetros paralelo a la línea divisoria internacional del sur del país, en el tramo comprendido entre el
municipio Unión Juárez y la desembocadura del río Suchiate en el océano Pacífico, dentro del cual se
encuentra ubicada la ciudad de Tapachula, Chiapas. Cabe señalar que, si bien la disposición legal incluiría
como parte de la franja fronteriza toda la franja de 20 kilómetros adyacente a la línea fronteriza entre México y
Guatemala, así como una pequeña fracción de la frontera entre México y Belice, en todo ese tramo no hay un
solo cruce fronterizo internacional oficial, ni aduanas, garitas o instalaciones aduaneras, y la población es
sumamente escasa. Por ello, para efectos jurídicos, el SAT ha definido como franja fronteriza sur el tramo entre
el municipio de Unión Juárez y la desembocadura del río Suchiate, incluyendo Tuxtla Gutiérrez y Ciudad
Hidalgo, donde se ubica la aduana que maneja la mayor parte del flujo comercial y de pasajeros entre México y
Centroamérica. En el otro extremo de la línea fronteriza se encuentra el estado de Quintana Roo, cuyo territorio
se considera íntegramente como región fronteriza, con la aduana de Subteniente López, en el poblado de Santa
Elena, justo en la frontera con Belice y cerca de Chetumal, capital del estado.
Serán sujetos de la normatividad los residentes de franja o región fronteriza que sean mayores de edad (18
años cumplidos, comprobables). La condición de residente se demuestra documentalmente. Esta acotación,
en el sentido de que sólo podrán efectuar la importación bajo franquicia los mayores de edad, sólo la
encontramos para el caso de residentes de franja o región fronteriza, ya que en todos los demás casos de
pasajeros la franquicia se aplica con independencia de la edad del sujeto, excepto tratándose de la importación
de bebidas alcohólicas y tabacos labrados, en cuyos casos sí se exige que el pasajero sea mayor de edad.
3.5.3. FRANQUICIA
El valor de las mercancías a ser importadas no debe exceder de 150 dólares diarios por persona o de 400
dólares por vehículo particular ocupado por al menos dos personas mayores de edad. La franquicia no es
aplicable a bebidas alcohólicas ni a tabacos labrados (en estos casos sólo se puede realizar la importación
mediante el pago de impuestos, en términos de la regla 3.4.2. y hasta por un valor de 50 dólares. Tampoco se
puede incluir en la franquicia la internación de combustible fuera del tanque propio del vehículo.
En el caso de vehículos de uso particular, exclusivamente los residentes de la franja o región fronteriza del
norte del país cuentan con el beneficio de poder importar algunos modelos, cuyo valor no exceda de 12 mil
dólares y no se trate de modelos deportivos, convertibles o de lujo, pagando únicamente el 50% del impuesto
general de importación que corresponda, y sin que sea necesario cumplir con el requisito de permiso previo por
parte de la Secretaría de Economía (SE); no obstante, estos vehículos sólo podrán ser destinados a
permanecer en la franja o región fronteriza de que se trate y deberán cumplirse otros requisitos antes de ser
conducidos o reexpedidos al resto del país.
c) Periodistas y cineastas. Los cineastas y los periodistas de prensa, radio o televisión podrán importar
hasta por 30 días como parte de su equipaje las mercancías que necesiten para el desempeño de sus
funciones, siempre que presenten ante la aduana, una relación de las mercancías, manifestando cantidad y
descripción de las mismas, anexando la constancia expedida por el consulado mexicano, en la que se señalen
los datos de identificación de los medios de difusión o la empresa a los que representen. En este caso no será
necesario utilizar los servicios de agente aduanal, ni pedimento.28 En caso de que se requiera exceder de los
30 días, deberá observarse lo dispuesto en la normatividad para importaciones temporales según lo dispone el
artículo 152 del RLA.
e) Estrategia “Somos Mexicanos”. Esta estrategia fue creada por la Secretaría de Gobernación (Segob) con
la finalidad de facilitar tanto el retorno al país como la reinserción social y económica de los emigrantes
mexicanos, de manera integral, coordinando los trabajos de múltiples dependencias y organismos públicos,
para canalizar o implementar apoyos y reforzar la comunicación entre las comunidades de origen y destino de
la emigración mexicana. En ese sentido, la Segob publicó en el DOF el 6 de julio de 2016 el “Acuerdo por el que
la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Relaciones Exteriores implementan la estrategia ‘Somos
Mexicanos’”. Como consecuencia de su formalización, la autoridad aduanera y fiscal mexicana determinó
apoyar a los emigrantes que retornan al país, mediante la ampliación de la lista de mercancías que componen
su equipaje, en términos de la RGCE 3.2.10., que se transcribe íntegramente al final de este trabajo.
f) Sobre los viajeros confiables. La RGCE 3.2.2. señala que los pasajeros que se encuentren inscritos en el
Programa Viajero Confiable, publicado por el INM en la página electrónica www.viajeroconfiable.inm.gob.mx,
podrán realizar la “Declaración de aduana para pasajeros procedentes del extranjero (Español e Inglés)” que se
encuentra disponible en los kioscos (sic.) habilitados para tal efecto en los diferentes aeropuertos
internacionales, y deberán presentarla en la aduana que corresponda. Este programa del Instituto Nacional de
Migración (INM) permite la entrada expedita a través de quioscos automatizados ubicados en algunos
aeropuertos; cabe subrayar que el programa se trata de una medida de facilitación migratoria y no aduanera,
por lo que la admisión de un pasajero al país vía el quiosco migratorio no le exime del cumplimiento de las
obligaciones contenidas en la normatividad aduanera.
A fin de atender correctamente las situaciones o condiciones particulares de algunos sujetos de derecho
particulares, la normatividad aplicable crea otras formas de despacho simplificado (entendido éste como
formas administrativas que de alguna manera hacen más sencillo el proceso de despacho aduanero, sea
eximiéndolo del cumplimiento de algunos requisitos o formalidades, o expeditándolo mediante alguna
disposición particular), al establecer lo siguiente:
a) Régimen de incorporación fiscal. La RGCE 3.7.2. señala que los contribuyentes afectos al régimen de
incorporación fiscal establecido por la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) podrán optar por efectuar la
importación o exportación de mercancías cuyo valor no exceda de 3 mil dólares o su equivalente en moneda
nacional o extranjera mediante pedimento simplificado, pagando una tasa global del 16% (salvo que sean
aplicables cuotas compensatorias, en cuyo caso se estará al procedimiento respectivo de clasificación
arancelaria y pago). El pedimento deberá tramitarse por agente aduanal o apoderado legal acreditado, utilizando
los códigos genéricos 9901.00.01 o 9901.00.02 cuando las unidades de medida utilizadas correspondan a
piezas o kilogramos, respectivamente.
No obstante, se requiere que la información de la factura comercial sea presentada y transmitida con toda
formalidad, es decir, mediante acuse de valor y cumpliendo con todos los requisitos fiscales. Tampoco se
exime del registro en el Padrón de Importadores. En todo caso, deberá darse cumplimiento a cualquier Norma
Oficial Mexicana (NOM) aplicable y conferirse el encargo correspondiente al agente aduanal para que gestione
el despacho aduanero de la mercancía. No podrá usarse este procedimiento para importar mercancías sujetas
a regulaciones y restricciones no arancelarias distintas de las NOM y cuotas compensatorias, o a impuestos
distintos del IGI o del IVA, ni mercancías que se clasifiquen en el Capítulo 87 de la TIGIE (vehículos, tractores,
velocípedos y otros vehículos terrestres), salvo cuando se trate de algunos tipos específicos de remolques y
semirremolques básicos.
b) Importación de bienes de seguridad nacional. La RGCE 3.3.1. establece que … las instituciones y
autoridades encargadas de preservar la Seguridad Nacional a que se refiere la Ley de Seguridad Nacional y
la AGA (Administración General de Aduanas) , podrán efectuar la importación de las mercancías necesarias
para llevar a cabo las acciones destinadas a la seguridad nacional dentro del marco de sus respectivas
atribuciones, sin que sea necesario tramitar un pedimento de importación, para lo cual deberán solicitar
autorización ante la ACAJACE, mediante el formato denominado “Autorización para importar mercancías con
fines de seguridad nacional” y cumplir con lo previsto en su instructivo de trámite, debiendo adjuntar la
documentación que exente del o acredite el cumplimiento de las restricciones o regulaciones no arancelarias y
de las NOM aplicables.
Si después de estudiar la solicitud (y eventualmente permitir al solicitante subsanar deficiencias) la
Administración Central de Apoyo Jurídico de Auditoría de Comercio Exterior (ACAJACE) resuelve en sentido
favorable a lo solicitado (incluyendo determinar si procede despachar las mercancías por un lugar designado
por la institución o autoridad solicitante, previa conformidad de la aduana respectiva), emitirá resolución y
notificará a la solicitante, remitiendo copia en documento electrónico o digital a la aduana por la que se llevará a
cabo el despacho. Corresponde a la solicitante coordinarse con la aduana respectiva para que un funcionario
autorizado presente la mercancía a despacho (junto con el original del oficio conteniendo la resolución de la
ACAJACE), previo pago de los impuestos y contribuciones (mediante el formato “Formulario múltiple de pago
para comercio exterior”) y los cargos por manejo, almacenaje y custodia que se pudieren haber generado.
c) Importación de menaje de casa para estudiantes e investigadores. La normatividad define el menaje de
casa como el ajuar y bienes muebles de una casa, que sirvan exclusiva y propiamente para el uso y trato
ordinario de una familia; ropa; libros; libreros; obras de arte o científicas, que no constituyan colecciones
completas para la instalación de exposiciones o galerías de arte; los instrumentos científicos de profesionistas,
así como las herramientas de obreros y artesanos, siempre que sean indispensables para el desarrollo de la
profesión, arte u oficio. / Los instrumentos científicos y las herramientas… no podrán constituir equipos
completos para la instalación de laboratorios, consultorios o talleres. 30 El menaje de casa está exento del pago
de impuestos al comercio exterior. La RGCE 3.3.4. dispone que los estudiantes e investigadores nacionales
que retornen al país después de residir en el extranjero por lo menos un año podrán solicitar autorización para
importar su menaje de casa ante la Administración Central de Normatividad en Comercio Exterior y Aduanal
(ACNCEA) de la Administración General Jurídica o Administración Desconcentrada Jurídica que corresponda,
siempre que las mercancías que componen el menaje hayan sido adquiridas con al menos seis meses de
anticipación a la fecha de arribo del solicitante al territorio nacional y cumplan con lo previsto en la ficha de
trámite 47/LA, sin que sea necesaria la presentación de la declaración certificada por el consulado mexicano
del lugar en donde residió, al que se refiere el artículo 101 del RLA.
f) Donación de mercancías en casos de extrema pobreza y desastres naturales. Aun cuando estos
conceptos son de uso común y relativamente fáciles de entender, para efectos de regular el despacho
aduanero simplificado de las donaciones de este tipo, es necesario remitirse a su definición legal. La
normatividad establece que las zonas de extrema pobreza son 1,115 municipios que se encuentran en 24
entidades federativas y que cumplen con alguna de las siguientes condiciones: son de Muy Alta o Alta
Marginación o tienen Muy Alto o Alto Grado de Rezago Social o el porcentaje de personas con al menos tres
carencias es mayor o igual al 50%, los cuales se enlistan en los anexos del decreto respectivo. 32 Por otra
parte, define desastre natural como …el resultado de la ocurrencia del fenómeno o de los fenómenos naturales
concatenados o no, que cuando acontecen en un tiempo y espacio delimitado, causan daños severos y cuya
periodicidad es difícil o imposible de proyectar, el cual es el resultado de algún evento generado por la
naturaleza, que por sus características extremas, atípicas o severas, condiciona o genera una situación de
Desastre Natural, caracterizado por la ausencia relativa de la participación directa o indirecta del ser
humano. 33
Una vez entendidos los ámbitos y sujetos indirectos a los que se puede aplicar la medida de facilitación
aduanera que nos ocupa, veamos en qué consiste: se trata de que en caso de necesidad de atender
situaciones de pobreza extrema o de desastre natural, la Federación, los estados, los municipios, y sus
órganos desconcentrados u organismos descentralizados, así como los organismos internacionales de los que
México sea miembro estén en posibilidad de recibir mercancías que se encuentren en el extranjero en
donación, sin el pago de los impuestos al comercio exterior, a través de una autorización sumamente expedita
que se tramita por medio de correo electrónico. 34 En efecto, la ACNCEA recibirá la solicitud mediante correo
electrónico y contestará por la misma vía, siempre que se cumpla con lo dispuesto en la Ficha de Trámite
54/LA.
Se consideran mercancías propias para la atención de desastres naturales, las siguientes: agua
embotellada; ambulancias y clínicas móviles para brindar servicios médicos o con equipos radiológicos;
artículos para el aseo personal; artículos para la limpieza del hogar; calzado nuevo; casas de campaña; carros
de bomberos; comida enlatada; equipo e insumos médicos; equipo de oficina y escolar; extinguidores; ropa
nueva; sillas de ruedas y material ortopédico; vehículos, maquinaria, material y equipo para protección civil, así
como toda aquella mercancía que, por su naturaleza, sea propia para la atención de desastres naturales.
4. CUADERNOS ATA
• Muestras comerciales.
• Equipo profesional.
• Equipo para ferias, exposiciones y congresos.
Es emitido por la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco CDMX). El trámite se
realiza vía correo electrónico o de forma física en las instalaciones de la Canaco CDMX.
El formato de solicitud, lista de mercancías y verificación de documentos para el trámite deberá obtenerse a
través de Internet 35 y enviarse adicionalmente por correo electrónico al contacto que aparece en la página; una
vez facilitada la información, se recibirá en la dirección de correo electrónico que se haya indicado la
notificación de la validez de los datos proporcionados.
• Solicitud original firmada (se entrega de manera física al recoger el Cuaderno ATA).
• Lista general de mercancías.
• Identificación oficial (INE, pasaporte, cédula profesional).
• Constancia de inscripción al RFC del SAT.
• Poder notarial o Acta Constitutiva (aplica sólo para personas morales; se debe presentar el original o copia certificada
ante notario al recoger el Cuaderno ATA, para cotejo).
• Pago por servicio y garantía.
Ahora bien, cuando existen mercancías amparadas por medio de un Cuaderno ATA, las aduanas extranjeras
tienen garantía de que los impuestos y obligaciones serán pagados en caso de que los bienes no sean
reexportados o exista un uso incorrecto del Cuaderno ATA, por lo cual es necesario cubrir un monto
determinado.
En el mismo sentido, se requerirá el monto en garantía del uso del Cuaderno ATA, que se devolverá una vez
que se deje de ocupar y se haya regresado a la Canaco CDMX. El monto de garantía va del 40 al 100% del
valor de los bienes declarados en la lista general, determinada por la Canaco CDMX, y tomando en cuenta el
tipo de mercancía y destino.
La garantía puede cubrirse de dos maneras: transferencia electrónica o fianza.
Además, existe una garantía adicional de $1,000, con el objetivo de garantizar que el portador del Cuaderno
ATA confirme que la autoridad aduanera valide (selle) correctamente los talones; en caso contrario, será
penalizado con este monto por costos operativos realizados por la Canaco CDMX.
4.3. CUADERNO ATA EN LAS REGLAS DE CARÁCTER GENERAL EN MATERIA DE COMERCIO EXTERIOR EN MÉXICO
Beneficios:
Restricciones:
5. CUADRO COMPARATIVO
En este cuadro sinóptico intento comparar los aspectos más relevantes del despacho simplificado del que
gozan los envíos postales, los envíos de empresas de mensajería y paquetería, y los despachos de pasajeros.
No incluye los demás casos especiales de despacho simplificado, así como tampoco los Cuadernos ATA.
Pretende ser una guía rápida que permita visualizar las principales diferencias entre los tres tipos principales.
Naturalmente, la única forma de hacer un estudio exhaustivo es remitiéndose a la normatividad aplicable,
mucha de la cual podrá encontrarse en seguida de este cuadro.
Importación
(Salvo mercancías de importación prohibida o controlada)
Envíos postales Envíos de mensajería Pasajeros
No es necesario manifestar a Los envíos de dinero, cheques, Los pasajeros que transporten
la autoridad aduanera los órdenes de pago y otros consigo dinero, cheques,
envíos de dinero, cheques, documentos por cobrar que órdenes de pago y otros
órdenes de pago y otros excedan de 10 mil dólares documentos por cobrar que
documentos por cobrar, sin deben manifestarse a la excedan de 10 mil dólares
importar la cantidad. autoridad aduanera, siempre deben declararlos a la
Este tipo de envíos está que los particulares a quienes autoridad aduanera, en el
limitado por la Unión Postal se preste el servicio de formato correspondiente,
Universal; sin embargo, ante su transporte lo hayan denominado “Declaración de
existencia, de hecho no se manifestado a la empresa de Internación o Extracción de
aplica normatividad alguna mensajería, debiendo llenarse Cantidades en Efectivo y/o
el formato denominado Documentos por Cobrar
“Declaración de Internación o (Español e Inglés)”
Extracción de Cantidades en
Efectivo y/o Documentos por
Cobrar (Español e Inglés)”
Exención de impuestos y DTA: Exención de impuestos de 0 a Exención de impuestos y DTA:
de 0 a 300 dólares (Se reduce 50 dólares (de 0 a 300 dólares de 0 a 500 dólares para los
de 300 a 50, a partir del 1 de para envíos remitidos por pasajeros en general.
marzo de 2019) mexicanos residentes en el (excepciones: de 0 a 300
extranjero, hasta el 28 de dólares para pasajeros que
febrero de 2018) ingresan al país por vía
terrestre; de 0 a 150 dólares
para mayores de edad
residentes en la franja o región
fronteriza; esta franquicia se
reduce a 50 dólares para el
caso de importación de
bebidas alcohólicas y tabacos
labrados)
Se exenta del pago del DTA Se paga el DTA (excepto en el Se exenta del pago del DTA
caso de envíos de mexicanos
residentes en el extranjero, en
que se exenta el DTA)
Se aplica tasa global del 16% Se aplica tasa global del 16% a Se aplica tasa global del 16% a
a envíos con valor entre 300 envíos con valor entre 50 y 5 mercancías con valor entre
(50 a partir del 1 de marzo de mil dólares (o tasas de la regla 500 y 3 mil dólares (4 mil
2019) y mil dólares (o tasas de 3.7.4., según sea el caso) A tratándose de equipos de
la regla 3.7.4., según sea el partir del 1 de marzo de 2019 cómputo o tasas de la regla
caso) se aplicará una tasa global del 3.7.4., según sea el caso)
20% a los envíos con valores
entre mil y 5 mil dólares
Se permite la importación sin Se tramita la importación Sin documento aduanero entre
documento aduanero para mediante pedimento de 0 y 500 dólares: mediante
mercancías con valor entre 0 y importación en todos los formularios simplificados entre
299.99 dólares, y con boleta casos, desde 0 dólares 500 y 3 mil dólares (4 mil
aduanal entre 300 y mil dólares tratándose de equipos de
Este límite se modificará cómputo). Adicionalmente, se
reduciéndose de 300 a 50 les concede la franquicia de
dólares a partir del 1 de marzo mercancías específicas a que
de 2019. se refiere la regla 3.2.2.
En caso de haberlas, las En caso de haberlas, las En caso de haberlas, las
contribuciones y cuotas contribuciones y cuotas contribuciones y cuotas
compensatorias aplicables son compensatorias aplicables son compensatorias aplicables son
determinadas por la autoridad determinadas por el agente determinadas por el pasajero,
aduanera (el SAT), sin aduanal o por el apoderado bajo su absoluta
responsabilidad para el legal designado por la responsabilidad
Sepomex. También puede empresa de mensajería, de
pedir el interesado efectuar los manera solidaria e
cálculos por sí mismo o ilimitadamente responsable
mediante agente aduanal con el contribuyente
Se utiliza el código genérico Se utilizan los códigos No aplica
9901.00.06 genéricos según la unidad de
medida aplicable a la
mercancía:
• 9901.00.01 para piezas
• 9901.00.02 para litros
• 9901.00.03 para kilos, y
• 9902.00.01 para todos los
casos de exportaciones
No se aplican regulaciones y Se observa el cumplimiento de Se observa el cumplimiento de
restricciones no arancelarias, regulaciones y restricciones no regulaciones y restricciones no
siempre que se trate de bienes arancelarias arancelarias
de consumo personal que por
su naturaleza o cantidad no
puedan ser objeto de
comercialización, y no
excedan mil dólares de valor (3
mil durante los periodos del
“Programa Paisano” –
disposición que se deroga a
partir del 1 de marzo de 2019)
El pago de impuestos El pago de impuestos El pago de impuestos
aplicables se exige hasta 30 aplicables se exige previo al aplicables se exige previo al
días después del despacho despacho aduanero despacho aduanero
aduanero. El Sepomex lo
cobra al destinatario y lo entera
a la Tesofe
Exportación simplificada Exportación simplificada Exportación libre
mediante boleta aduanal, mediante pedimento de
opcional exportación simplificado, o
bien, exportación formal
mediante pedimento de
exportación formal
6. NORMATIVIDAD PARA RÁPIDA CONSULTA
Artículo 21. Las mercancías que ingresen al territorio nacional, o que se pretendan extraer del mismo
por la vía postal, quedarán confiadas al Servicio Postal Mexicano, bajo la vigilancia y control de las
autoridades aduaneras. Para los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el Servicio Postal
Mexicano deberá:
I. Abrir los bultos postales procedentes del extranjero o nacionales para su exportación, en las
oficinas postales de cambio en presencia de las autoridades aduaneras, conforme al procedimiento
que establezca la Secretaría mediante reglas.
II. Presentar las mercancías y declaraciones correspondientes a las autoridades aduaneras para
su despacho y, en su caso, clasificación arancelaria, valoración y determinación de créditos
fiscales.
III. Entregar las mercancías una vez que se hayan cumplido las obligaciones en materia de
regulaciones y restricciones no arancelarias y pagado los créditos fiscales, independientemente del
tipo de envío postal.
IV. Recibir el pago de los créditos fiscales y demás prestaciones que se causen, tratándose de
importaciones y exportaciones, y enterarlo a la Tesorería de la Federación a más tardar treinta días
después de presentadas las mercancías a las autoridades aduaneras para su despacho.
VI. Proporcionar los datos y exhibir los documentos que requieran las autoridades aduaneras a
efecto de ejercer sus funciones, para lo cual quedan facultadas para recabarlos del interesado, en
su caso.
VII. Dar aviso a las autoridades aduaneras de los bultos y envíos postales que contengan
mercancías de procedencia extranjera que ingresen al territorio nacional y de los que retornen al
remitente.
Artículo 22. El remitente de los envíos postales que contengan mercancías para su exportación lo
manifestará en las envolturas. Igual obligación tiene el remitente de mercancías de procedencia
extranjera que las envíe desde una franja o región fronteriza al resto del país.
Artículo 50. En las importaciones y exportaciones de mercancías que efectúen los pasajeros, se
estará a lo siguiente. Los pasajeros están obligados a declarar si traen consigo mercancías distintas
de su equipaje. Una vez presentada la declaración y efectuado el pago de las contribuciones
determinadas conforme al procedimiento simplificado a que se refiere el artículo 88 de esta Ley y en
los términos y condiciones que establezca el Servicio de Administración Tributaria mediante reglas,
los pasajeros presentarán las mercancías ante la autoridad aduanera y activarán el mecanismo de
selección automatizado que determinará si debe practicarse el reconocimiento aduanero de las
mismas, conforme a lo señalado en el artículo 43 de la presente Ley.
Artículo 59. Quienes importen mercancías deberán cumplir, sin perjuicio de las demás obligaciones
previstas por esta Ley, con las siguientes:
I. Llevar los sistemas de control de inventarios en forma automatizada, que mantengan en todo
momento el registro actualizado de los datos de control de las mercancías de comercio exterior,
mismos que deberán estar a disposición de la autoridad aduanera.
II. Obtener la información, documentación y otros medios de prueba necesarios para comprobar
el país de origen y de procedencia de las mercancías, para efectos de preferencias arancelarias,
marcado de país de origen, aplicación de cuotas compensatorias, cupos y otras medidas que al
efecto se establezcan conforme a la Ley de Comercio Exterior y tratados internacionales de los que
México sea parte, y proporcionarlos a las autoridades aduaneras cuando éstas lo requieran.
III. Entregar al agente aduanal que promueva el despacho de las mercancías, una manifestación
por escrito y bajo protesta de decir verdad con los elementos que en los términos de esta Ley
permitan determinar el valor en aduana de las mercancías. El importador deberá conservar copia de
dicha manifestación y obtener la información, documentación y otros medios de prueba necesarios
para comprobar que el valor declarado ha sido determinado de conformidad con las disposiciones
aplicables de esta Ley y proporcionarlos a las autoridades aduaneras, cuando éstas lo requieran.
Tratándose de despachos en los que intervenga un agente aduanal, igualmente deberá hacer
entrega a la Administración General de Aduanas, junto a la documentación que se requiera para
cumplir lo dispuesto por la fracción IV del presente artículo, el documento que compruebe el
encargo conferido al o los agentes aduanales para realizar sus operaciones. Dicho documento
deberá ser enviado en copia al o los agentes aduanales para su correspondiente archivo, pudiendo
ser expedido para una o más operaciones o por periodos determinados. En este caso, únicamente
los agentes aduanales que hayan sido encomendados, podrán tener acceso electrónico al sistema
de automatización aduanera integral a cargo de la autoridad, a fin de utilizar los datos dados a
conocer en el padrón por los importadores, según lo establece el artículo 40 de la presente Ley. En
caso de que el agente aduanal no haya sido encomendado por un importador, pero actué como
consignatario en una operación, no se observará lo dispuesto en el párrafo anterior, para lo cual se
faculta al Administrador de la Aduana, por la que se pretenda despachar dicha mercancía, para que
bajo su estricta responsabilidad directa autorice la operación.
Lo dispuesto en este artículo no será aplicable a las importaciones efectuadas por pasajeros,
por empresas de mensajería y paquetería y por vía postal, cuando se efectúe el despacho de las
mismas conforme al procedimiento que se establece en el artículo 88 de esta Ley.
Artículo 82. La autoridad aduanera determinará las contribuciones relativas a las importaciones y
exportaciones y, en su caso, las cuotas compensatorias cuando se realicen por vía postal.
El interesado podrá solicitar que la determinación de las contribuciones y de las cuotas
compensatorias, la efectúe él mismo, o por conducto de agente aduanal.
Artí culo 88. Los pasajeros podrán optar por determinar y pagar las contribuciones por la importación
o exportación de mercancías distintas de su equipaje, mediante el procedimiento simplificado, caso
en el que aplicarán el factor que publique la Secretaría, sobre el valor en aduana de las mercancías o
sobre el valor comercial, según corresponda, utilizando la forma oficial aprobada por dicha
dependencia. Este factor se calculará considerando la tasa prevista en el artículo 1o. de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado; la correspondiente a los derechos de trámite aduanero y la mayor de las
cuotas de las tarifas de las leyes de los impuestos generales de importación o de exportación, según
se trate, sobre las bases gravables de las contribuciones mencionadas.
No se podrá ejercer la opción a que se refiere el párrafo anterior, tratándose de mercancías que estén
sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias, con excepción de las que señale la Secretaría
mediante reglas o que por su importación o exportación se causen además de las contribuciones
antes citadas, otras distintas. El pasajero pagará las contribuciones correspondientes antes de
accionar el mecanismo de selección automatizado.
Las personas que realicen exportaciones o importaciones de mercancías cuyo valor no rebase
al que se refiere la fracción, IX del artículo 160 de esta Ley, podrán optar por determinar y pagar las
contribuciones en los términos a que se refiere el primer párrafo de este artículo, cuando dichas
mercancías no estén sujetas a regulaciones y restricciones no arancelarias o cuando por su
importación o exportación no se causen además de las contribuciones antes citadas, otras
distintas, siempre que presenten el pedimento correspondiente. En el caso a que se refiere este
párrafo no será necesario clasificar arancelariamente las mercancías.
Las importaciones o exportaciones de los pasajeros a que se refiere el artículo 50 de esta Ley,
no serán deducibles para los efectos de la Ley del Impuesto sobre la Renta, cuando gocen de la
franquicia a que se refiere el artículo 61, fracción VI, de esta Ley o cuando se opte por el
procedimiento simplificado a que se refiere el primer párrafo de este artículo. Tampoco serán
deducibles las importaciones y exportaciones que realicen las empresas de mensajería en aquellos
pedimentos que utilicen el procedimiento simplificado que establezca la Secretaría.
Reglas
2.1.3. Para los efectos del artículo 9o. de la Ley, las personas obligadas a declarar el ingreso o
salida de cantidades en efectivo, en cheques nacionales o extranjeros, órdenes de pago o cualquier
otro documento por cobrar o una combinación de ellos, superiores al equivalente en la moneda o
monedas de que se trate a 10,000 dólares, deberán hacerlo a través del formato oficial “Declaración
de Internación o Extracción de Cantidades en Efectivo y/o Documentos por Cobrar (Español e
Inglés)”.
También podrán optar por presentar la declaración antes citada en forma electrónica,
transmitiendo la información requerida a la autoridad aduanera a través del Portal del SAT.
Una vez transmitida la información a que se refiere el párrafo anterior, el sistema generará un
acuse de recibo, el cual tendrá una vigencia de 30 días naturales, contados a partir de la fecha de
transmisión de la información y será presentado por el interesado ya sea impreso o a través de
cualquier dispositivo electrónico que permita su visualización, en lugar del formato “Declaración de
Internación o Extracción de Cantidades en Efectivo y/o Documentos por Cobrar (Español e Inglés)”,
ante la autoridad aduanera.
Se deberá efectuar una nueva transmisión o presentar el formato oficial con los datos
correspondientes ante la autoridad aduanera, antes de someterse al mecanismo de selección
automatizado, en caso de que al ingreso del obligado o la salida del mismo del territorio nacional, el
acuse de recibo carezca de vigencia o la información contenida en el mismo no pueda ser
visualizada por las autoridades en el sistema, o bien, cuando manifieste que el contenido de su
declaración ha cambiado.
Las personas que hubieran declarado en el formato “Declaración de aduana para pasajeros
procedentes del extranjero (Español e Inglés)” o “Declaración de dinero salida de pasajeros
(Español, Inglés y Francés)”, que llevan consigo cantidades en efectivo o documentos por cobrar
superiores al equivalente en la moneda o monedas de que se trate a 10,000 dólares deberán
entregar al ingresar o salir del territorio nacional en la aduana correspondiente, la declaración a que
se refiere el primer párrafo de la presente regla, o el acuse de recibo, tratándose de las
declaraciones presentadas en forma electrónica.
2.1.4. Para los efectos de lo dispuesto en los artículos 9o. de la Ley y 8o. del Reglamento, la
obligación de declarar a las autoridades aduaneras el ingreso o salida del territorio nacional de
cantidades en efectivo, cheques nacionales o extranjeros, cheques de viajero, órdenes de pago o
cualquier otro documento por cobrar o una combinación de ellos, también es aplicable a los
funcionarios, empleados de organizaciones internacionales, que lleven consigo, transporten o
tramiten operaciones, en las que implique el ingreso al territorio nacional o la salida del mismo de
las cantidades en efectivo o documentos por cobrar que para tales efectos la Ley señala que deben
declararse.
Para los efectos del párrafo anterior, se deberá por cada operación de importación o exportación
que se realice, anexar al pedimento correspondiente la declaración a que se refiere el primer párrafo
de la regla 2.1.3., o el acuse de recibo, tratándose de las declaraciones presentadas en forma
electrónica.
I. Los títulos de crédito o títulos valor regulados en los Capítulos I a VI del Título Primero de la
LGTOC, excepto los mencionados en el primer párrafo de la presente regla.
II. Cualquier otro documento similar a los señalados en la fracción anterior, que esté regulado
por leyes extranjeras, siempre que sean pagaderos a la vista y hubieren sido extendidos al portador,
se hayan endosado sin restricción, sean pagaderos a un beneficiario ficticio o que, de cualquier otra
forma, su titularidad se transmita con la simple entrega del título.
III. Cualquier documento de los señalados en las dos fracciones anteriores, que esté incompleto
al omitir el nombre del beneficiario, pero que se encuentre firmado.
IV. Aquellos títulos de crédito o títulos valor de carácter nominativo que hubieran sido expedidos
por una institución financiera tanto nacional como extranjera.
Franquicia de pasajeros
3.2.3. Para los efectos de los artículos 61, fracción VI, de la Ley, 98 y 194 del Reglamento, las
mercancías nuevas o usadas, que integran el equipaje de los pasajeros en viajes internacionales,
ya sean residentes en el país o en el extranjero, así como de los pasajeros procedentes de la franja
o región fronteriza con destino al resto del territorio nacional son las siguientes:
I. Bienes de uso personal, tales como ropa, calzado y productos de aseo y de belleza, siempre
que sean acordes a la duración del viaje, incluyendo un ajuar de novia; artículos para bebés, tales
como silla, cuna portátil, carriola, andadera, entre otros, incluidos sus accesorios.
II. Dos cámaras fotográficas o de videograbación; material fotográfico; tres equipos portátiles de
telefonía celular o de las otras redes inalámbricas; un equipo de posicionamiento global (GPS); una
agenda electrónica; un equipo de cómputo portátil de los denominados laptop, notebook, omnibook
o similares; una copiadora o impresora portátiles; un quemador y un proyector portátil, con sus
accesorios.
III. Dos equipos deportivos personales, cuatro cañas de pesca, tres deslizadores con o sin vela
y sus accesorios, trofeos o reconocimientos, siempre que puedan ser transportados común y
normalmente por el pasajero.
IV. Un aparato portátil para el grabado o reproducción del sonido o mixto; o dos de grabación o
reproducción de imagen y sonido digital y un reproductor portátil de DVD, así como un juego de
bocinas portátiles, y sus accesorios.
V. Cinco discos láser, 10 discos DVD, 30 discos compactos (CD), tres paquetes de software y
cinco dispositivos de almacenamiento para cualquier equipo electrónico.
VII. Cinco juguetes, incluyendo los de colección, y una consola de videojuegos, así como cinco
videojuegos.
VIII. Un aparato para medir presión arterial y uno para medir glucosa o mixto y sus reactivos,
así como medicamentos de uso personal. Tratándose de sustancias psicotrópicas deberá
mostrarse la receta médica correspondiente.
IX. Velices, petacas, baúles y maletas o cualquier otro artículo necesario para el traslado del
equipaje.
XIV. Para los adultos mayores y las personas con discapacidad, los artículos que por sus
características suplan o disminuyan sus limitaciones tales como andaderas, sillas de ruedas,
muletas, bastones, entre otros.
XV. Un juego de herramienta de mano incluyendo su estuche, que podrá comprender un taladro,
pinzas, llaves, dados, desarmadores, cables de corriente, entre otros.
Los pasajeros podrán importar con ellos, sin el pago de impuestos hasta 3 mascotas o
animales de compañía que traigan consigo, entendiéndose por estos: gatos, perros, canarios,
hamsters, cuyos, periquitos australianos, ninfas, hurones, pericos, tortugas, aves silvestres de
tamaño pequeño (excepto, rapaces), así como los accesorios que requieran para su traslado y
aseo, siempre que presenten ante el personal de la aduana el certificado zoosanitario para su
importación, expedido por la SAGARPA, en caso de tratarse de animales de vida silvestre, además
deberá presentarse el Registro de Verificación expedido por la PROFEPA, que compruebe el
cumplimiento de la regulación y restricción no arancelaria a que se encuentren sujetos.
El equipaje deberá ser portado por los pasajeros, y además podrán introducir las mercancías
que excedan de su equipaje como franquicia, conforme a lo siguiente:
I. Cuando el pasajero ingrese al país por vía terrestre: mercancías con valor hasta de 300
dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera.
II. Cuando el pasajero ingrese al país por vía aérea o marítima: mercancías con valor hasta de
500 dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera.
Los pasajeros acreditarán el valor de las mercancías que forman parte de su franquicia, con la
documentación comprobatoria que exprese el valor comercial de las mismas. Al amparo de las
franquicias previstas en el párrafo anterior, no se podrán introducir bebidas alcohólicas y tabacos
labrados, ni combustible automotriz, salvo el que se contenga en el tanque de combustible del
vehículo que cumpla con las especificaciones del fabricante.
Las franquicias de los integrantes de una misma familia podrán acumularse, si éstos arriban a
territorio nacional simultáneamente y en el mismo medio de transporte.
En los periodos que correspondan al “Programa Paisano”, publicados por el INM y la AGA, en la
página electrónica www.inm.gob.mx y en el Portal del SAT, los pasajeros de nacionalidad mexicana
provenientes del extranjero que ingresen al país por vía terrestre, con excepción de las personas
residentes en la franja o región fronteriza, podrán importar al amparo de la franquicia mercancía
hasta por 500 dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera, asimismo, los pasajeros
procedentes de la franja o región fronteriza al interior del país, podrán importar al amparo de la
franquicia mercancía hasta por 300 dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera.
Declaración simplificada de pasajeros del extranjero
3.2.6. Para efectos de los artículos 10, 11, 43, 50, 61, fracción VI, y 144, fracciones IV, VI, IX, XI
y XVI de la Ley, los pasajeros en tráfico terrestre, aéreo o marítimo, que introduzcan mercancías de
comercio exterior a su llegada al territorio nacional, para el despacho aduanero, estarán a lo
siguiente:
II. En caso que el pasajero traiga consigo mercancía adicional al equipaje y franquicia a que se
refiere la regla 3.2.3., deberá dirigirse al carril de “Auto declaración” y efectuar el pago de
contribuciones ante la autoridad aduanera, describiendo la mercancía, sin que sea necesaria la
presentación de la “Declaración de aduana para pasajeros procedentes del extranjero (Español e
Inglés)”, ni la activación del mecanismo de selección automatizado.
El pago a que se refiere el párrafo anterior, deberá realizarse en los términos de la regla 3.2.2.
III. Cuando se tengan que declarar cantidades en efectivo, en cheques nacionales o extranjeros,
órdenes de pago o cualquier otro documento por cobrar o una combinación de ellos, superiores al
equivalente en la moneda o monedas de que se trate a 10,000 dólares, deberán hacerlo a través del
formato oficial “Declaración de Internación o Extracción de Cantidades en Efectivo y/o Documentos
por Cobrar (Español e Inglés)”, de conformidad con lo establecido en la regla 2.1.3.
3.2.7. Para los efectos del artículo 106, fracción IV, inciso a), de la Ley, los transmigrantes que
lleven consigo mercancías que integren su franquicia y su equipaje por el que no deben pagar
impuestos al comercio exterior, en términos de la regla 3.2.3., en un solo vehículo incluso con
remolque, deberán cumplir con los requisitos a que se refiere el artículo 158 del Reglamento, y
podrán introducir dichas mercancías sin utilizar los servicios de agente aduanal por cualquier
aduana del país, documentando para tal efecto la importación temporal de su vehículo de
conformidad con la regla 4.2.7. En el caso de que el vehículo que lleve consigo el transmigrante,
sea distinto a los señalados en el artículo 158, último párrafo del Reglamento, deberá realizar el
tránsito internacional, tramitando para tales efectos, por conducto de agente aduanal, un pedimento
con la clave que corresponda conforme al Apéndice 2 del Anexo 22, que ampare el tránsito
internacional por territorio nacional, sin necesidad de utilizar los servicios de transportistas inscritos
en el padrón a que se refiere la regla 4.6.11.
Para los efectos de lo dispuesto en la regla 4.6.20., los transmigrantes que lleven consigo
mercancías que excedan su franquicia y su equipaje o vehículos que sean distintos a los señalados
en el artículo 158, último párrafo del Reglamento, deberán realizar el tránsito internacional,
tramitando para tales efectos, por conducto de agente aduanal, un pedimento con la clave que
corresponda conforme al Apéndice 2 del Anexo 22, que ampare el tránsito internacional por territorio
nacional, sin necesidad de utilizar los servicios de transportistas inscritos en el padrón a que se
refiere la regla 4.6.11., siempre que:
I. Presenten ante la aduana por conducto de agente aduanal la documentación oficial necesaria
para acreditar su nacionalidad, así como su característica de transmigrante. El agente aduanal
deberá conservar copia de dicha documentación.
II. Inicien el tránsito por la sección aduanera de Puente Internacional Lucio Blanco-Los Indios,
adscrita a la Aduana de Matamoros. Tratándose de los tránsitos internacionales de transmigrantes
entre los Estados Unidos de América y Guatemala, deberán concluir el tránsito en el Puente
Fronterizo Suchiate II de la Aduana de Ciudad Hidalgo o por la sección aduanera de Talismán,
Chiapas.
III. Los agentes aduanales que realicen el trámite del tránsito internacional de transmigrantes a
que se refiere la presente regla, deberán llevar un registro de las operaciones de tránsito
internacional de transmigrantes, el cual deberá contener los siguientes datos:
b) El número de pedimento.
3.2.9. Para los efectos de los artículos 61, fracción VI, y 106, fracción II, inciso a) de la Ley y
152 de su Reglamento, las personas físicas residentes en el extranjero que realicen actividades de
periodismo para la prensa, radio o televisión, así como actividades relacionadas con la
cinematografía, podrán importar temporalmente como parte de su equipaje, las mercancías que
necesiten para el desempeño de sus funciones, siempre que presenten ante la aduana, una
relación de las mercancías, manifestando cantidad y descripción de las mismas, anexándola
constancia expedida por el consulado mexicano, en la que se señalen los datos de identificación de
los medios de difusión o la empresa a los que representen. En este caso no será necesario utilizar
los servicios de agente aduanal, ni pedimento.
Los documentos aque se refiere el párrafo anterior, deberán presentarse a la salida del territorio
nacional.
Para los casos en que sea necesario que las mercancías a que se refiere el párrafo anterior,
permanezcan más de 30 días en territorio nacional, se estará a lo previsto en el artículo 152 del
Reglamento.
Para los efectos del artículo 155 del Reglamento, podrán ser exportadas temporalmente las
mercancías que necesiten los residentes en México que se dediquen a las actividades
mencionadas, siempre que acrediten ese carácter mediante credencial expedida por empresa o
institución autorizada por la SEGOB para el ejercicio de dichas actividades, sin necesidad de
utilizar los servicios de agente aduanal, ni pedimento.
Procedimiento por la implementación de la Estrategia “Somos Mexicanos”
I. Una aspiradora.
V. Un estéreo.
VIII. Un frigobar.
X. Un horno eléctrico.
XVIII. Un refrigerador.
XXI. Un tostador.
XXIII. Herramientas, que fueron indispensables para el desarrollo del oficio o profesión que el
mexicano repatriado a territorio nacional de los Estados Unidos de América ejercía en dicho país,
siempre que éstas no excedan de un valor de 5,000 dólares, o su equivalente en moneda nacional o
extranjera.
Lo anterior, aplica a la persona mexicana repatriada o a los integrantes de una misma familia de
personas mexicanas repatriadas al territorio nacional de los Estados Unidos de América, siempre
que éstos arriben a territorio nacional simultáneamente y en el mismo medio de transporte.
Asimismo, cuando la persona mexicana repatriada no haya retornado a territorio nacional de
manera voluntaria y no le sea posible aplicar lo dispuesto en la presente regla, éste podrá autorizar
a un tercero, el cual deberá realizar los trámites correspondientes ante el INM y la autoridad
aduanera. Además, durante la implementación de la estrategia “Somos Mexicanos” antes citada,
quienes ingresen por cualquier medio de transporte, podrán introducir mercancías adicionales a su
equipaje como franquicia cuyo valor no exceda a 1,000 dólares o su equivalente en moneda
nacional o extranjera, acumulables para los integrantes de una misma familia, si éstos arriban a
territorio nacional simultáneamente y en el mismo medio de transporte, conforme a lo establecido
en la regla 3.2.3., quinto párrafo.
De igual forma, las personas a que se refiere la presente regla, podrán acogerse al
procedimiento de importación de mercancías aplicable a pasajeros, previsto en la regla 3.2.2.
Para la aplicación de las facilidades a que se refiere la presente regla, las autoridades
aduaneras verificarán que las personas mexicanas repatriadas, en lo individual, como integrantes de
una misma familia repatriada, o como terceros autorizados, se encuentran registradas ante el INM.
3.3.1. Para los efectos de los artículos 36 y 61, fracción I, de la Ley, las instituciones y
autoridades encargadas de preservar la Seguridad Nacional a que se refiere la Ley de Seguridad
Nacional y la AGA, podrán efectuar la importación de las mercancías necesarias para llevar a cabo
las acciones destinadas a la seguridad nacional dentro del marco de sus respectivas atribuciones,
sin que sea necesario tramitar un pedimento de importación, para lo cual deberán solicitar
autorización ante la ACAJACE, mediante el formato denominado “Autorización para importar
mercancías con fines de seguridad nacional” y cumplir con lo previsto en su instructivo de trámite.
Una vez recibidos el formato y sus anexos, la ACAJACE procederá a su análisis y resolución
conforme a lo siguiente:
III. Determinará si procede despachar las mercancías por un lugar designado por la institución o
autoridad solicitante, atendiendo su naturaleza y circunstancias específicas, lo cual podrá autorizar
previa conformidad de la aduana respectiva.
Una vez obtenida la autorización, la institución o autoridad solicitante deberá presentar las
mercancías directamente ante la aduana o sección aduanera en la que se llevará a cabo el
despacho, previa coordinación con la misma, debiendo presentar el original del oficio emitido por la
ACAJACE. En el caso de que el despacho se autorice en un lugar designado por la institución o
autoridad solicitante, igualmente será necesario coordinarse con la aduana de que se trate, a efecto
de que el personal de la aduana se traslade al lugar autorizado en la resolución.
Despachadas las mercancías, se efectuará inmediatamente su entrega al funcionario autorizado
en la resolución para recibirlas, mediante constancia de hechos que al efecto emita la aduana,
previo pago a través del “Formulario múltiple de pago para comercio exterior”, de las contribuciones
que correspondan, en su caso, y de los gastos de manejo de las mercancías y los que se hubieran
derivado del almacenaje de las mismas, los cuales correrán a cargo de la institución o autoridad
solicitante.
En caso de que el funcionario autorizado en la resolución para recibir las mercancías no asista
en la fecha y hora previamente coordinadas con la aduana, esta última almacenará las mercancías
en el recinto fiscal o fiscalizado, y notificará a la institución o autoridad solicitante que cuenta con
un plazo de 15 días para retirarlas en los términos del párrafo anterior, apercibiéndola que de no
hacerlo, causarán abandono en términos de la legislación aduanera.
3.3.12. Para los efectos del artículo 61, fracción XVII, y último párrafo de la Ley, la Federación,
las Entidades Federativas, los Municipios, incluso sus órganos desconcentrados u organismos
descentralizados; los organismos internacionales de los que México sea miembro de pleno
derecho, siempre que los fines para los que dichos organismos fueron creados correspondan a las
actividades por las que se puede obtener autorización para recibir donativos deducibles de
impuestos; o demás personas morales con fines no lucrativos autorizadas para recibir donativos
deducibles en los términos de la Ley del ISR, que deseen recibir en donación mercancías que se
encuentren en el extranjero, sin el pago de los impuestos al comercio exterior, y sin utilizar los
servicios de agente aduanal, deberán solicitar, ante la ACNCEA, su autorización cumpliendo con lo
previsto en el formato denominado “Autorización para la importación de mercancías donadas al
Fisco Federal conforme al artículo 61, fracción XVII de la Ley Aduanera y su Anexo 1”, y su
instructivo de trámite, mismos que se encuentran disponibles en el Portal del SAT.
Se dará el tratamiento a que se refiere el artículo 61, fracción XVII, de la Ley, a las operaciones
en las que, como consecuencia de la donación, se establezca un valor simbólico para las
mercancías no mayor a un dólar o su equivalente en moneda nacional, por cada mercancía.
Para los efectos de la presente regla, se consideran mercancías propias para la atención de
requerimientos básicos de subsistencia en materia de alimentación, vestido, vivienda, educación y
protección civil o de salud de las personas, sectores o regiones de escasos recursos, las
siguientes:
I. Agua embotellada.
II. Ambulancias y clínicas móviles para brindar servicios médicos o con equipos radiológicos.
X. Comida enlatada.
XII. Equipo de cómputo nuevo y sus periféricos para instituciones educativas públicas y equipo
de cómputo usado y sus periféricos para instituciones de educación pública básica y media básica.
XV. Extinguidores.
XVII. Juguetes.
XVIII. Libros.
XIX. Medicamentos.
Asimismo, podrá aceptarse en donación, toda aquella mercancía que, por su naturaleza, sea
propia para la atención de los requerimientos básicos de subsistencia a que se refiere la propia Ley.
El donatario de la mercancía, por así convenir a sus intereses, podrá efectuar por sus medios
las gestiones y trámites necesarios para obtener la exención o cumplimiento de las regulaciones y
restricciones no arancelarias, así como las NOM’s aplicables.
Una vez obtenida la autorización a que se refiere la presente regla, los autorizados deberán
cumplir con lo siguiente:
I. Avisar a la aduana de ingreso por correo electrónico, la fecha de cruce de las mercancías
autorizadas, con al menos 5 días de anticipación.
Los autorizados podrán dar las mercancías recibidas en donación a un tercero, siempre y
cuando se trate de la Federación, las Entidades Federativas, los Municipios, incluso sus órganos
desconcentrados u organismos descentralizados; los organismos internacionales o demás
personas morales descritos en el primer párrafo de la presente regla.
Donación de mercancías por empresas que cuentan con el Registro de Personas Donantes
del Extranjero en materia de salud
3.3.14. Las personas morales que hubieran obtenido el “Registro de Personas Donantes del
Extranjero de mercancías para la atención de requerimientos básicos de subsistencia en materia de
salud” a que se refiere la regla 3.3.13., podrán solicitar ante la ACNCEA, autorización, por un año
calendario, para importar mercancías que se encuentren en el extranjero, sin el pago de los
impuestos al comercio exterior, para ser donadas al Fisco Federal y destinadas a la Federación, las
Entidades Federativas, los Municipios, incluso sus órganos desconcentrados u organismos
descentralizados; los organismos internacionales de los que México sea miembro de pleno
derecho, siempre que los fines para los que dichos organismos fueron creados correspondan a las
actividades por las que se puede obtener autorización para recibir donativos deducibles de
impuestos, o demás personas morales con fines no lucrativos autorizadas para recibir donativos
deducibles en los términos de la Ley del ISR, para la atención de requerimientos básicos de
subsistencia en materia de salud, sin que sea necesario utilizar los servicios de agente aduanal,
cumpliendo con lo previsto en el formato denominado “Autorización para la importación de
mercancías donadas al Fisco Federal para la atención de requerimientos básicos de subsistencia
en materia de salud”, y su instructivo de trámite, mismos que se encuentran disponibles en el
Portal del SAT.
Para los efectos de la presente regla, se consideran mercancías propias para la atención de
requerimientos básicos de subsistencia en materia de salud de las personas, las siguientes:
II. Ambulancias y clínicas móviles para brindar servicios médicos o con equipos radiológicos
IV. Medicamentos.
V. Prótesis diversas.
Asimismo, podrá aceptarse en donación, toda aquella mercancía que, por su naturaleza, sea
propia para la atención de los requerimientos básicos de subsistencia en materia de salud a que se
refiere la propia Ley.
El donatario de la mercancía, por así convenir a sus intereses, podrá efectuar por sus medios
las gestiones y trámites necesarios para obtener la exención o cumplimiento de las regulaciones y
restricciones no arancelarias, así como las NOM’s aplicables.
Quienes obtengan la autorización a que se refiere la presente regla, podrán destinar mercancía
donada para su importación a territorio nacional de manera paulatina en el periodo de un año
calendario, contado a partir de que se otorgue dicha autorización, siempre que la mercancía sea de
la enlistada en el Anexo 1, de la respectiva autorización, cumpliendo con lo siguiente:
a) El “Aviso de cruce de mercancías de conformidad con la regla 3.3.14., de las RGCE”, enviado
a la ACNCEA,
Los autorizados podrán dar las mercancías recibidas en donación a un tercero, siempre y
cuando se trate de la Federación, las Entidades Federativas, los Municipios, incluso sus órganos
desconcentrados u organismos descentralizados; los organismos internacionales de los que
México sea miembro de pleno derecho, siempre que los fines para los que dichos organismos
fueron creados correspondan a las actividades por las que se puede obtener autorización para
recibir donativos deducibles de impuestos, o demás personas morales con fines no lucrativos
autorizadas para recibir donativos deducibles en los términos de la Ley del ISR.
Donación de mercancías en casos de extrema pobreza y desastres naturales
3.3.15. Para los efectos del artículo 61, último párrafo, de la Ley, tratándose de los donativos en
materia de alimentación y vestido en caso de desastre natural o condiciones de extrema pobreza,
se considera:
I. Por desastre natural, la definición que señala el artículo 5o., fracción X, del “Acuerdo por el
que se emiten las Reglas Generales del Fondo de Desastres Naturales” vigente.
II. Por condiciones de extrema pobreza, las de las personas que habitan las poblaciones
ubicadas en las Zonas de Atención Prioritaria del país que determine el Gobierno Federal, de
conformidad con el “Decreto de la Declaratoria de las Zonas de Atención Prioritaria” vigente.
Donación de mercancías en casos de desastres naturales
3.3.16. Para los efectos del artículo 61, fracción XVII, y último párrafo de la Ley, en caso de
desastre natural, la Federación, las Entidades Federativas, los Municipios, y sus órganos
desconcentrados u organismos descentralizados, los organismos internacionales de los que
México sea miembro de pleno derecho, siempre que los fines para los que dichos organismos
fueron creados correspondan a las actividades por las que se puede obtener autorización para
recibir donativos deducibles de impuestos, que deseen recibir mercancías que se encuentren en el
extranjero en donación, no sujetas al cumplimiento de alguna regulación y restricción no
arancelaria, sin el pago de los impuestos al comercio exterior, deberán presentar su solicitud a
través del correo electrónico [email protected], dirigido a la ACNCEA y cumplir
con lo previsto en la ficha de trámite 54/LA.
Se dará el tratamiento a que se refiere el artículo 61, fracción XVII, de la Ley, a las operaciones
en las que, como consecuencia de la donación, se establezca un valor simbólico para las
mercancías no mayor a un dólar o su equivalente en moneda nacional, por cada mercancía.
Para los efectos de la presente regla, se consideran mercancías propias para la atención de
desastres naturales, las siguientes:
I. Agua embotellada.
II. Ambulancias y clínicas móviles para brindar servicios médicos o con equipos radiológicos.
V. Calzado nuevo.
XI. Extinguidores.
Asimismo, podrá aceptarse en donación toda aquella mercancía que, por su naturaleza, sea
propia para la atención de desastres naturales.
La información y documentación a que se refiere la presente regla, así como la ficha de trámite
54/LA, con las cuales se autorizó la donación, deberán ponerse a disposición de la autoridad
aduanera, a requerimiento de la misma, para efectos de su competencia e incluso para cotejo.
Mercancía de uso personal para residentes fronterizos
3.4.1. Para los efectos del artículo 61, fracción VIII, de la Ley, las personas mayores de edad
residentes en la franja o región fronteriza, que importen mercancías para su consumo personal,
deberán cumplir con lo siguiente:
I. El valor de las mercancías no deberá exceder diariamente del equivalente en moneda nacional
o extranjera a 150 dólares.
II. Los residentes que ingresen a territorio nacional en vehículo de servicio particular y en él se
transporten más de dos personas, el valor de las mercancías que importen en su conjunto no
deberá exceder del equivalente en moneda nacional o extranjera a 400 dólares.
a) Bebidas alcohólicas.
b) Cerveza.
a) Forma migratoria expedida por la SEGOB. En este caso, deberá acreditarse el domicilio con
copia del último recibo telefónico, de luz o del contrato de arrendamiento, acompañado del último
recibo del pago de renta que cumpla con los requisitos fiscales, previa identificación del interesado.
b) Credencial para votar y copia del último recibo telefónico, de luz o del contrato de
arrendamiento, acompañado del último recibo del pago de renta que cumpla con los requisitos
fiscales.
3.4.2. Para los efectos del artículo 137, segundo párrafo, de la Ley, tratándose de la importación
de cerveza, bebidas alcohólicas y tabaco labrado, cigarros o puros, realizada por los residentes en
la franja o región fronteriza, no se requerirá de los servicios de agente o apoderado aduanal, siempre
que:
En estos casos, se determinarán y pagarán los impuestos al comercio exterior aplicando la tasa
global que corresponda y asentando el código genérico correspondiente conforme a la siguiente
tabla:
EUA y Chile Colombia Comunidad Costa Uruguay Japón Israel Asociación Perú Panamá Alianza
Canadá Europea Rica, El Europea del
Salvador, de Libre Pacífico
Guatemala, Comercio
Honduras
y
Nicaragua
Bebidas 52.89% 52.89% 52.89% 76.09% 67.97% 70.77% 77.26% 76.09% 76.09% 54.06% 67.98% 54.06%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de hasta
14° G.L.
Bebidas 57.76% 57.76% 57.76% 57.76% 57.76% 75.67% 82.17% 80.96% 80.96% 65.93% 58.97% 72.19%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de más de
14° G.L. y
hasta 20°
G.L.
Bebidas 89.78% 89.78% 89.78% 112.98% 89.78% 107.90% 91.20% 112.98% 112.98% 98.16% 95.84% 104.42%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de más de
20° G.L.
Cigarros 492.55% 570.27% 570.27% 570.27% 570.27% 573.48% 573.48% 570.27% 570.27% 573.48% 495.76% 495.76%
Puros y 318.76% 370.96% 370.96% 318.76% 370.96% 373.56% 321.36% 370.96% 370.96% 373.56% 321.36% 321.36%
tabacos
labrados
3.4.3. Para los efectos de los artículos 138 y 139 de la Ley, los contribuyentes que reexpidan
mercancías de procedencia extranjera importadas a la franja o región fronteriza, deberán pagar en
cualquier aduana ubicada dentro de dicha franja o región, las diferencias que correspondan al IGI y
demás contribuciones que se causen, de conformidad con el artículo 58 de la Ley, cuando se
pretenda realizar la reexpedición de dichas mercancías procederá de acuerdo a los siguientes
supuestos:
I. Cuando se trate de mercancías importadas en forma definitiva en las que se haya aplicado
una tasa preferencial para la franja o región fronteriza, se deberá elaborar un pedimento para cubrir
las diferencias que correspondan al IGI y demás contribuciones que se causen, de conformidad con
los artículos 137 y 139 de la Ley, así como cumplir con los requisitos en materia de regulaciones y
restricciones no arancelarias.
II. Cuando se trate de mercancías importadas en forma definitiva por las que se hubieran pagado
las contribuciones, cuotas compensatorias y cumplido los requisitos en materia de regulaciones y
restricciones no arancelarias aplicables al interior del país y no sean objeto de elaboración o
transformación en la franja o región fronteriza, procederá la reexpedición sin que sea necesario la
elaboración de un pedimento, debiendo acreditar la legal estancia conforme al artículo 146 de la
Ley.
III. Cuando se trate de mercancías importadas en forma definitiva por las que se hubieran
pagado las contribuciones, cuotas compensatorias y cumplido los requisitos en materia de
regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables al interior del país y sean objeto de
elaboración o transformación en la franja o región fronteriza, procederá la reexpedición sin que sea
necesario la elaboración de un pedimento, ni de solicitar la autorización a que se refiere el artículo
196 del Reglamento, presentando en todo momento el CFDI correspondiente, especificando en el
mismo que la mercancía fue objeto de elaboración y transformación utilizando insumos importados.
Despacho de mercancías por vía postal
3.7.1. Para los efectos de los artículos 21, 59, último párrafo, 82 y 88 de la Ley, las operaciones
que se realicen por vía postal, se sujetarán a lo siguiente:
a) El valor en aduana de las mercancías a importar, por destinatario o consignatario, sea igual o
menor al equivalente en moneda nacional o extranjera a 50 dólares; y
II. Se podrá realizar la importación de mercancías utilizando el formato “Boleta aduanal”, sin los
servicios de agente aduanal, apoderado aduanal ni de representante legal acreditado, y sin el pago
del DTA, aplicando al valor de las mercancías una tasa global del 16% o las señaladas en las
fracciones I y II de la regla 3.7.4., según corresponda, utilizando en este caso el código genérico
9901.00.06., siempre que:
Las mercancías cuyo valor en aduana, por destinatario o consignatario, sea igual o menor al
equivalente en moneda nacional o extranjera a 50 dólares y éstas se encuentren sujetas al pago de
contribuciones distintas del IGI, IVA o DTA, deberán importarse al amparo del procedimiento
establecido en la presente fracción, pagando las contribuciones correspondientes.
Los datos contenidos en la “Boleta aduanal”, son definitivos y sólo podrán modificarse una vez
antes de realizarse el despacho aduanero de las mercancías, cuando proceda a juicio de la
autoridad aduanera, mediante la rectificación a dicha boleta, siempre que el interesado presente
una solicitud por escrito dirigida a la autoridad aduanera que efectuó la determinación para el pago
de las contribuciones o ante la oficina del SEPOMEX correspondiente y se trate de los siguientes
datos: descripción, valor o la cantidad a pagar de la mercancía. La rectificación se hará constar en
la propia boleta, debiendo asentarse la firma y sello de la autoridad aduanera que realiza dicha
rectificación.
a) Descripción de la mercancía.
b) Número de piezas.
c) Peso bruto.
d) Unidad de medida.
e) Valor declarado.
f) Moneda.
g) País de procedencia.
3.7.2. Para los efectos de lo dispuesto en los artículos 36-A, fracciones I y II, 43 de la Ley, las
personas físicas que tributen en los términos del Título IV, Capítulo II, Sección II de la Ley del ISR,
podrán optar por efectuar la importación o exportación de mercancías cuyo valor no exceda de
3,000 dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera mediante pedimento simplificado
conforme a lo siguiente:
II. La información que se declare en los campos del pedimento correspondientes a la clave en el
RFC, nombre y domicilio del importador o exportador, deberá corresponder a la información
declarada en el RFC.
V. Las mercancías sujetas a NOM’s deberán acreditar su cumplimiento de conformidad con las
disposiciones aplicables.
3.7.3. Para los efectos de lo dispuesto en los artículos 20, 43, 59, último párrafo y 88 de la Ley
y 240 del Reglamento, las empresas de mensajería y paquetería que cuenten con el “Registro de
Empresas de Mensajería y Paquetería”, a que se refiere la regla 3.7.36., podrán efectuar el
despacho de las mercancías por ellos transportadas, cuando el valor en aduana de las mercancías
no exceda de 1,000 dólares o su equivalente en moneda nacional o extranjera, por destinatario o
consignatario, para lo cual deberán tramitar un pedimento, por conducto de agente aduanal o a
través de su apoderado aduanal o representante legal acreditado, así como declarar el número del
acuse de valor, según sea el caso.
III. Las mercancías que se pretendan importar o exportar, deberán cumplir con las regulaciones
y restricciones no arancelarias que, en su caso, correspondan a la fracción arancelaria de las
mismas de conformidad con la TIGIE, independientemente de que en el pedimento se asiente el
código genérico, a que se refieren los incisos a) y b) de la fracción I.
V. Se podrá efectuar el despacho de las mercancías sin el pago del IGI y del IVA, siempre que:
c) Se pague la cuota mínima del DTA, establecida en el artículo 49, fracción IV, de la LFD.
Las empresas de mensajería y paquetería a que refiere la presente regla, deberán transmitir
electrónicamente de manera mensual, ante las autoridades aduaneras una relación detallada de los
pedimentos tramitados en el mes calendario anterior, dentro de los primeros 5 días del mes
calendario siguiente, cumpliendo con los lineamientos que establezca dicha autoridad, para lo cual
se deberá relacionar por cada envío, la siguiente información:
V. Unidad de medida.
VII. Moneda.
Ley 20, 43, 59, 88, Reglamento 240, LFD 49-IV, RGCE 1.3.1.-XVII, 3.7.1., 3.7.36., Anexo 22
Tasas globales aplicables en operaciones efectuadas por empresas de mensajería
3.7.4. Las empresas de mensajería y paquetería determinarán las contribuciones que se causen
con motivo de la importación de mercancías a que se refiere la regla 3.7.3., aplicando la tasa global
del 16%, excepto en los siguientes casos:
I. Tratándose de la importación de las mercancías que a continuación se enlistan, incluso
cuando las mismas ostenten marcas, etiquetas o leyendas que las identifiquen como producidas en
países que no sean parte de algún tratado de libre comercio, aun y cuando se cuente con el
certificado de origen, se asentarán los códigos genéricos y se aplicarán las tasas globales, según
corresponda conforme a la siguiente tabla:
II. Cuando las mercancías ostenten marcas, etiquetas o leyendas que las identifiquen como
originarias de algún país Parte de un tratado de libre comercio o se cuente con la certificación de
origen de acuerdo con dichos tratados y las mercancías provengan de ese país, además de asentar
el código genérico de conformidad con la fracción anterior, se deberá declarar la clave y el
identificador que corresponda conforme a los Apéndices 4 y 8, del Anexo 22 y aplicar la tasa global
que corresponda al país de origen, de conformidad con lo siguiente:
EUA y Chile Colombia Comunidad Costa Uruguay Japón Israel Asociación Perú Panamá Alianza
Canadá Europea Rica, El Europea del
Salvador, de Libre Pacífico
Guatemala, Comercio
Honduras
y
Nicaragua
Bebidas 52.89% 52.89% 52.89% 76.09% 67.97% 70.77% 77.26% 76.09% 76.09% 54.06% 67.98% 54.06%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de hasta
14° G.L.
Bebidas 57.76% 57.76% 57.76% 57.76% 57.76% 75.67% 82.17% 80.96% 80.96% 65.93% 58.97% 72.19%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de más de
14° G.L. y
hasta 20°
G.L.
Bebidas 89.78% 89.78% 89.78% 112.98% 89.78% 107.90% 91.20% 112.98% 112.98% 98.16% 95.84% 104.42%
con
contenido
alcohólico
y cerveza
con una
graduación
alcohólica
de más de
20° G.L.
Cigarros 492.55% 570.27% 570.27% 570.27% 570.27% 573.48% 573.48% 570.27% 570.27% 573.48% 495.76% 495.76%
Puros y 318.76% 370.96% 370.96% 318.76% 370.96% 373.56% 321.36% 370.96% 370.96% 373.56% 321.36% 321.36%
tabacos
labrados
3.7.35. Para efectos de los artículos 20, fracción VI, 35, 36, 36-A, 43, 81 y 88 de la Ley, en
relación con el artículo 240 del Reglamento, las empresas de mensajería y paquetería registradas
ante la AGA en términos de la regla 3.7.36., deberán efectuar el despacho de las mercancías por
ellos transportadas cuando el valor en aduana de las mercancías exceda de 1,000 dólares o su
equivalente en moneda nacional o extranjera, por destinatario o consignatario, tramitando un
pedimento por conducto de agente aduanal, apoderado aduanal o a través de su representante legal
acreditado, manifestando el RFC y domicilio fiscal del importador, la descripción, estado y origen de
las mercancía, su valor en aduana, la clasificación arancelaria, el monto de las contribuciones
aplicables y, en su caso, cuotas compensatorias causadas por su importación, cumpliendo con las
regulaciones y restricciones no arancelarias y demás formalidades previstas en las disposiciones
aplicables.
III. Deberán tramitar un pedimento de importación definitiva con las claves que correspondan
conforme a los Apéndices 2 y 8, del Anexo 22.
IV. La información que se declare en los campos del pedimento correspondientes a la clave en
el RFC, nombre y domicilio del importador o exportador, deberá corresponder a la información
declarada en el RFC.
VII. Las mercancías importadas conforme a la presente regla, deberán cumplir con las
regulaciones y restricciones no arancelarias y NOM´s que, en su caso, correspondan a la fracción
arancelaria de las mismas, de conformidad con la TIGIE, independientemente de que en el
pedimento se asiente el código genérico. No podrán ser importadas mediante el procedimiento
simplificado establecido en la presente regla, las mercancías que se clasifiquen en alguna de las
fracciones arancelarias del Capítulo 87 de la TIGIE.
En el caso de mercancías sujetas a cuotas compensatorias no será aplicable la tasa global del
20%, ni el procedimiento simplificado previsto en el segundo párrafo de la presente regla.
PROCEDIMIENTOS ADUANEROS
Sumario
A lo largo de este Capítulo abordaremos los diferentes procedimientos iniciados por las autoridades
aduaneras, con la finalidad de permitir a los usuarios conocer y atender las peculiaridades prodedimentales en
cada uno de ellos.
El objetivo de este Capítulo es proporcionar las herramientas para decidir y actuar ante alguno de los distintos
procedimientos que existen en la legislación aduanera, que cuente con los conocimientos para evitar el inicio de
algún procedimiento en su contra y, en caso de ya haberse iniciado alguno, conozca sus derechos y
obligaciones como contribuyente.
Los procedimientos aduaneros son actos llevados a cabo por las autoridades aduaneras, que surgen como
consecuencia de una revisión practicada a cualquier persona que intervenga en operaciones de comercio
exterior en México.
Estos procedimientos nacen con posterioridad a la revisión practicada por la autoridad y no deben confundirse
con los mecanismos que ésta tiene para descubrir las infracciones, los cuales se denominan facultades de
comprobación.
Por regla general, si no existe algún acto de comprobación por parte de las autoridades, sería imposible el
inicio del cualquier procedimiento aduanero.
Refiriéndonos al despacho aduanero de las mercancías, los pro- cedimientos aduaneros se detonarán
después de haberse practicado el reconocimiento aduanero, visita domiciliaria o verificación de mercancía en
transporte (VMT) y las autoridades descubran alguna conducta infractora, –lo cual daría inicio a alguno de los
procedimientos que más adelante abordaremos– será entonces cuando se dé inicio al procedimiento aduanero
correspondiente.
Existe entonces una clara diferencia entre las facultades que tiene la autoridad para revisar las operaciones
de los contribuyentes y los procedimientos que pueden emanar de dichas revisiones, siendo estos últimos los
que analizaré a lo largo de este capítulo.
Todo procedimiento deberá estar previsto en la legislación aduanera o en alguna norma supletoria y tendrá
que seguirse al pie de la letra, atendiendo al principio de aplicación estricta de las leyes fiscales, consagrado en
el artículo 5 del Código Fiscal de la Federación (CFF).
Los procedimientos aduaneros consisten en una serie de pasos que deberán agotarse para que las
autoridades puedan tener por confirmadas o desvirtuadas las infracciones que se imputen a los contribuyentes;
estos procedimientos se encuentran sujetos a múltiples formalidades que deberán ser vigiladas por parte de las
autoridades para que de esa forma sus actos se consideren válidos.
Tales formalidades pueden consistir, por ejemplo, en la correcta notificación del inicio y fin del procedimiento,
la designación de testigos, la valoración de las pruebas, las etapas y los plazos que deberán respetarse, así
como cuestiones específicas aplicables a cada procedimiento en concreto.
Por regla general, los procedimientos aduaneros constan de al menos tres etapas:
a) Inicio del procedimiento.
b) Participación del interesado.
c) Resolución del procedimiento.
El inicio de un procedimiento aduanero no implica necesariamente que el sujeto involucrado ha actuado en
contra de la ley; al iniciarse el procedimiento, las autoridades únicamente pueden presumir que se ha cometido
alguna irregularidad, pero antes de resolver, en definitiva, deberán agotar todas las etapas del mismo para
conocer la verdad de las cosas.
La naturaleza presuntiva de estos procedimientos implica que los involucrados tienen derecho de
manifestarse y ofrecer elementos de prueba con el fin de desvirtuar cualquier hecho u omisión que se les impute
y será hasta la conclusión del procedimiento –previa participación del interesado– cuando se tengan por
desvirtuadas o confirmadas las presunciones de la autoridad.
Entonces, el inicio de los procedimientos aduaneros tampoco implica que el interesado indudablemente será
sancionado, sino que son un mecanismo para que las autoridades puedan entablar contacto con los sujetos
involucrados para, primero, determinar si efectivamente se ha incumplido alguna obligación y sólo en caso
afirmativo, establecer las consecuencias aplicables.1
Ahora que hemos analizado qué son los procedimientos aduaneros, lo invito a identificar el motivo de su
existencia y la importancia que tienen en nuestro sistema jurídico.
Los procedimientos aduaneros son de suma importancia para las autoridades y para los contribuyentes, pues
a través de éstos es posible conocer la verdad de las cosas en caso de que las autoridades presuman la
existencia de alguna infracción a la normatividad aduanera, permitiéndoles resolver en definitiva lo que
corresponda conforme a derecho, derivado de los hechos, argumentos y pruebas conocidos durante el
procedimiento.
Constituyen mecanismos fundamentales para informar a los contribuyentes sobre posibles irregularidades en
sus operaciones de comercio exterior, siendo éstos los conductos oficiales para dar a conocer las supuestas
incidencias, evitándose así que los interesados se enteren de las observaciones por simples dichos de terceros
o por otras vías que pudieran distorsionar la información.
Para la autoridad, suponen mecanismos eficientes para allegarse de nuevos elementos que les permitirán
conocer las circunstancias acontecidas durante la operación, así como los derechos que el particular invoque
respecto del acto de autoridad, permitiéndoles obtener documentos y elementos adicionales a los presentados
por el contribuyente durante el despacho aduanero de las mercancías.
Por regla general, en los procedimientos aduaneros se prevén plazos específicos para que los interesados
puedan recabar elementos probatorios, recibir asesoría especializada y preparar su respuesta de la mejor
manera posible para lograr una resolución favorable a sus intereses. Gracias a estos procedimientos, los
contribuyentes tienen la oportunidad de aportar los elementos que a su derecho convengan, evitando o
reduciendo, lo que pudiera representar severas afectaciones en su patrimonio, tales como sanciones
pecuniarias (multas), en especie (confiscación definitiva de sus bienes), así como la pérdida de otros derechos
relacionados con la importación o exportación de mercancías a territorio nacional (suspensión del Padrón de
Importadores o de Exportadores, procedimientos en contra de la patente de agente aduanal o de las múltiples
autorizaciones y concesiones necesarias para intervenir en las operaciones de comercio exterior).
Durante dichos procedimientos, los contribuyentes, además de tener la oportunidad de desvirtuar
infracciones, también tienen la posibilidad de corregir su situación fiscal, gozando de reducción de sanciones, así
como de diversos beneficios administrativos contemplados en la legislación fiscal y aduanera. Tal es el caso de
los diversos supuestos de reducción de multas previstos en el artículo 199 de la Ley Aduanera, o bien, el derecho
de corregir la situación fiscal consagrado en los artículos 14 y 17 de la Ley Federal de los Derechos del
Contribuyente (LFDC), entre otros.
A través de los procedimientos aduaneros se otorga constancia por escrito de las diversas actuaciones
llevadas a cabo por parte de las autoridades aduaneras, brindando certeza jurídica a los contribuyentes al existir
datos circunstanciados que podrán ser objeto de debate y análisis ante las diversas instancias administrativas y
contenciosas en donde tendrán la posibilidad de hacer valer sus derechos en caso de considerarlos lesionados.
Al final del día, los procedimientos aduaneros reflejan y encarnan una de las garantías constitucionales más
importantes para todo gobernado, me refiero por supuesto a la garantía de audiencia, que sin duda es uno de los
pilares más fundamentales del Derecho Administrativo.
A continuación, daré a conocer los múltiples procedimientos que pueden iniciarse en contra de los actores
que intervienen en las operaciones de comercio exterior.
En nuestra legislación aduanera, existen distintos actores que intervienen en las operaciones de comercio
exterior. Tal es el caso, por ejemplo, de los agentes aduanales, los propios importadores/exportadores,
almacenistas, maniobristas, transportistas, entre muchos otros.
Para que todos ellos puedan convivir de manera ordenada y coadyuvar a las autoridades aduaneras para que
las operaciones lleguen a buen término, la legislación aduanera prevé el otorgamiento de distintas
autorizaciones, concesiones y licencias a dichos actores, por ejemplo, mediante patentes para el caso de los
agentes aduanales, padrones para los importadores y exportadores, concesiones para los prestadores de
servicios de almacenaje o autorizaciones para quienes procesan la información electrónica de los pedimentos.
Todas estas autorizaciones implican una carga importante de obligaciones que los diversos actores del
comercio exterior deberán cumplir.
En caso de que las autoridades consideren que alguna de las obligaciones no se está llevando a cabo
conforme lo marca la normatividad, podrán iniciar alguno de los procedimientos previstos en la legislación
aduanera, que menciono a continuación en estricto orden numérico conforme se encuentran previstos en la Ley
Aduanera, su Reglamento e incluso a través de RGCE:
Deberá usted recordar que cada uno de los procedimientos señalados con anterioridad tiene por objeto
informar a los interesados sobre alguna incidencia que está siendo observada por parte de las autoridades
aduaneras, permitiéndoles aportar los elementos que consideren necesarios para que entonces la autoridad se
encuentre en posibilidad de resolver lo que proceda conforme a derecho, ya sea absolviendo al interesado, o
bien, confirmando la irregularidad e imponiendo alguna de las distintas sanciones o consecuencias aplicables a
cada procedimiento.
Al establecer múltiples procedimientos e involucrar a los diversos actores del comercio exterior mexicano, el
legislador construye una especie de sistema de pesos y contrapesos, haciendo responsables del cumplimiento
de obligaciones a varios sujetos de manera simultánea; tal es el caso de los agentes aduanales, quienes
además de ser responsables solidarios de los importadores y exportadores, son responsables directos por el
pago de las multas derivadas de su actuación –tal y como lo prevé el artículo 195 de la Ley Aduanera– y,
consecuentemente, pueden verse implicados en los procedimientos de suspensión y/o cancelación de su
patente.
Para ejemplificar lo anterior, podríamos imaginar el siguiente caso hipotético:
Un importador llamado Raúl contrata los servicios de Don Gerardo –agente aduanal– para realizar
la importación de un equipo para la construcción, específicamente de una grúa montada sobre un
chasis de camión.
Raúl sabe que existen dos posibles posiciones arancelarias para este tipo de equipos: por una parte, la fracción
arancelaria 8705.10.01, aplicable a “camiones-grúa”,la cual se encuentra sujeta a una tasa del impuesto general de
importación del 15% y a la presentación de un aviso automático de importación ante la Secretaría de Economía (SE). Por otra
parte, la fracción arancelaria 8426.41.99, aplicable a “las demás maquinas sobre neumáticos”, misma que se encuentra exenta
del impuesto general de importación y no requiere ningún tipo de aviso o permiso para su importación.
Naturalmente, Raúl solicita a Don Gerardo que utilice la fracción arancelaria 8426.41.99por ser la
que resulta menos onerosa para su operación.
Don Gerardo analiza las características de la mercancía y concluye que legamente ésta debe
clasificarse en la fracción arancelaria 8705.10.01 por tener una descripción más específica para la
mercancía a importar y por haber encontrado expresamente mencionadas a las grúas montadas
sobre chasis en las Notas Explicativas aplicables a la partida 8705, es decir, a la grúa que se
pretende importar en realidad le corresponde la fracción arancelaria 8705.10.01 y no
la 8426.41.99, sugerida por el importador.
Si Don Gerardo no tuviera responsabilidad solidaria por el despacho aduanero de la grúa y, ello no
afectara su patente aduanal, seguramente estaría tentado a mantener feliz a su cliente y clasificar la
mercancía conforme a lo solicitado por él; después de todo, Don Gerardo siempre busca hacerse de
nuevos clientes y ésta sería una buena estrategia para lograrlo.
Por supuesto, lo anterior causaría una afectación al fisco por la diferencia de contribuciones que
deberían cubrirse en el pedimento de importación y provocaría un desajuste en la información
estadística que es considerada por la SE para restringir la importación de este tipo de grúas.
Sin embargo, toda vez que la legislación aduanera prevé causales y procedimientos para
sancionar no sólo a Raúl, en su carácter de importador, sino también a Don Gerardo mediante la
suspensión o cancelación de su patente, aunado al respectivo pago de multas que le
corresponderían a él como agente aduanal, Don Gerardo, desde luego, se niega a promover un
despacho en tales condiciones, pues entiende que hay un riesgo personal que va mucho más allá de
lo que un solo cliente puede representar, ya que de hacerle caso al importador podría inclusive
ocasionar la pérdida de su patente.
Bajo esa óptica, podemos decir que los procedimientos aduaneros conforman un sistema integral que busca evitar la
complicidad entre los actores del comercio exterior, pues de cometer actos contrarios a la ley, cada uno tendrá
responsabilidades y consecuencias independientes, sin que la sanción aplicada a alguno de ellos excluya de responsabilidad
al otro.
Así, mediante todos los procedimientos señalados en la tabla anterior, la legislación aduanera involucra a los
diversos actores del comercio exterior, independientemente de su lugar en la cadena logística.
Aun cuando no abordaré todos los procedimientos con lujo de detalle, con la simple mención de cada uno de
ellos y de los sujetos involucrados, usted ya debería tener una clara noción sobre lo que dichos procedimientos
buscan, así como de su importancia en nuestro sistema aduanero.
Por ahora, será momento de enfocar nuestro análisis únicamente en aquellos procedimientos que afectan
directamente a las operaciones de importación/exportación que realizamos todos los días, pues supongo que
serán los que más le interesan a usted como lector.
Como usted recordará, he señalado que los procedimientos aduaneros son una consecuencia de cualquier
acto de comprobación ejercido por las autoridades aduaneras, es decir, primero se da el acto de revisión y si la
autoridad presume que se ha cometido alguna infracción, deberá iniciar el procedimiento aduanero
correspondiente antes de tenerla por confirmada y sancionar al contribuyente.
Es importante mencionar que los procedimientos aduaneros emanan del Derecho Administrativo, que es la
rama del Derecho que se encarga de las relaciones entre autoridades y particulares; por tanto, técnicamente
todos estos procedimientos deberíamos conocerlos como “procedimientos administrativos” en lo general; sin
embargo, al llamarlos procedimientos aduaneros, entendemos que se trata de aquellos procedimientos
administrativos que versan sobre la materia aduanera y, más en específico, se les distingue así comúnmente a
aquellos que se desarrollan dentro de las aduanas.
Por supuesto que los procedimientos administrativos relacionados con temas aduaneros podrían iniciar con
motivo de cualquier facultad de comprobación realizada por la autoridad aduanera, ya sea que dicha facultad se
lleve a cabo dentro de la aduana o fuera de ésta, como es el caso de las facultades previstas en el artículo 42,
fracciones II, III, V y IX del CFF, que se desarrollan una vez despachadas las mercancías, consistentes en:
• Visitas domiciliarias.
• Revisiones de gabinete.
• Revisiones electrónicas.
A cualquier procedimiento iniciado con motivo de dichas facultades podríamos llamarlo procedimiento
aduanero, siempre que abarque cuestiones relacionadas con la importación o exportación de mercancías y el
cumplimiento de las obligaciones de la materia.
De hecho, no es extraño que durante la práctica de una visita domiciliaria se proceda al inicio de un
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera (PAMA)2 como mecanismo para el embargo precautorio de
mercancías de origen extranjero que no han acreditado su legal estancia o tenencia, siendo éste a todas luces
un PAMA.
No obstante, para efectos del presente estudio concentraré la atención en lo que considero procedimientos
netamente aduaneros, es decir, aquellos que se inician en las aduanas y que se encuentran directamente
relacionados con las operaciones de importación y exportación.
Dejaré fuera del análisis los procedimientos iniciados en contra de los almacenistas, maniobristas y hasta en
contra de los propios agentes aduanales, para enfocarme específicamente en aquellos procedimientos que
tienen relación directa con el desaduanamiento de las mercancías.
Para ello, naturalmente debemos identificar cuáles son los actos de comprobación que se pueden ejercer
dentro de los recintos, pues como he mencionado reiteradamente, la única forma de que exista un procedimiento
aduanero es después de algún acto de comprobación por parte de las autoridades.
Revisemos entonces las facultades de las autoridades relacionadas con lo anterior, previstas en el artículo
144 de la Ley Aduanera.
Artículo 144. La Secretaría tendrá, además de las conferidas por el Código Fiscal de la
Federación y por otras leyes, las siguientes facultades:
(Énfasis añadido.)
Así tenemos que las autoridades aduaneras tienen la facultad y el deber de vigilar el debido cumplimiento de las
disposiciones relativas a la introducción y extracción de mercancías en nuestro país; el artículo 144, fracción II, transcrito
arriba establece la obligación general de comprobar que las importaciones y exportaciones se lleven a cabo en cumplimiento
de todas las disposiciones aplicables.
A nivel más detallado, las autoridades reciben instrucción por parte del legislador de verificar:
a) Datos contenidos en la documentación aduanera. Como usted sabe, el pedimento es una declaración de
carácter fiscal que contiene una gran cantidad de información relacionada con las operaciones de los
contribuyentes. En éste se detallan los datos de importadores y exportadores, información sobre la mercancía y
su clasificación arancelaria, el régimen aduanero, pago de contribuciones, así como cualesquiera Regulaciones
y Restricciones No Arancelarias (RRNA) aplicables a cada operación.
De igual forma, en todo despacho aduanero deberá acompañarse al pedimento de diversos documentos que
conforman el expediente de la operación, tal es el caso de los comprobantes fiscales, documentos de transporte,
certificados de origen y cualquier documento que acredite el cumplimiento de las RRNA.
De ahí que sea fundamental para las autoridades aduaneras poder verificar durante el despacho de las
mercancías toda la información asentada en el pedimento y sus documentos anexos, pues de ahí emana el
cumplimiento de muchas de las obligaciones consagradas en la legislación aduanera.
b) Pago de contribuciones. Una de las principales funciones de las autoridades aduaneras es la de supervisar
la recaudación que se genera con motivo de las operaciones de comercio exterior. Dependiendo de la
clasificación arancelaria que corresponda a las mercancías, el régimen aduanero al que se destinen y la
aplicación de Tratados de Libre Comercio (TLC), programas de diferimiento o exención de aranceles, los
contribuyentes deberán determinar (calcular) las contribuciones por pagar en sus operaciones de importación o
de exportación, por tanto, corresponderá a las autoridades aduaneras comprobar que tal determinación y pago –
en su caso– sea correcto.
Es importante recordarle que en los pedimentos no sólo se determinan aranceles a la importación o
exportación, sino que también se deberán calcular y, en su caso, pagar otras contribuciones aplicables a las
operaciones de comercio exterior, como son el impuesto al valor agregado (IVA), el Derecho de Trámite
Aduanero (DTA) y el impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS), así como las cuotas
compensatorias (CC) que en su caso llegue a establecer la SE, cuya naturaleza es la de un “aprovechamiento”
en términos del artículo 3 del CFF.
Luego entonces, resulta sumamente importante que las autoridades se encuentren facultadas para verificar el
correcto cálculo y pago de todas estas contribuciones y aprovechamientos, facultades que pueden ejercer ya
sea durante o posterior al despacho aduanero de las mercancías.
c) RRNA. Por último, pero no menos importante, la fracción II, del artículo 144 de la Ley Aduanera faculta a las
autoridades a vigilar el debido cumplimiento de las RRNA.
Por RRNA debemos entender –además de las CC– cualquier trámite, permiso, aviso, registro u obligación
que regule o restrinja la entrada o la salida de mercancía en territorio mexicano.
La Ley de Comercio Exterior (LCE), en su artículo 17, establece en qué consisten dichas medidas:
• Permisos previos.
• Cupos máximos.
• Marcado de país de origen.
• Certificaciones.
• Cuotas compensatorias.
• Los demás instrumentos que se consideren adecuados para los fines de la LCE.
Por su parte, el artículo 52 de la Ley Aduanera señala que, aunado a las medidas previstas en la LCE,
deberán considerarse como RRNA a las Normas Oficiales Mexicanas (NOM).
Todas estas medidas tienen por objeto corregir desequilibrios en la balanza de pagos, regular la entrada de
productos usados, dar respuesta a restricciones unilaterales de otros países, impedir la concurrencia en nuestro
mercado de mercancías en condiciones que impliquen prácticas desleales de comercio internacional, así como
prevenir situaciones referentes a seguridad nacional, salud pública, sanidad fitopecuaria o ecología, tal como se
desprende el artículo 16 de la LCE.
Queda claro entonces que las autoridades aduaneras son las responsables de cerciorarse de que los
contribuyentes declaren correctamente la información en sus operaciones de comercio exterior, de que cubran el
pago de las contribuciones que les correspondan y con cualesquiera RRNA aplicables.
Para lograrlo, el mismo artículo 144 de la Ley Aduanera dota a las autoridades de dos facultades
indispensables que les permiten revisar dichos documentos e información por parte de los contribuyentes, a
saber:
Artículo 144. …
Evidentemente, la principal facultad de comprobación que se ejerce dentro de las aduanas es el reconocimiento aduanero,
acto por medio del cual las autoridades realizan una inspección físico-documental de las mercancías presentadas a despacho
aduanero en los términos señalados en el artículo 43 de la Ley Aduanera, básicamente practicando dicho reconocimiento una
vez que se ha presentado el contribuyente (normalmente por conducto de su agente aduanal), con un pedimento ya pagado a
desaduanar sus mercancías.
Como usted recordará, el contribuyente tiene la obligación de activar dicho semáforo (mecanismo de
selección automatizada) como último acto del despacho aduanero, mismo que determinará si las mercancías
pueden desaduanarse libremente (sin inspección) o, por lo contrario, si antes de su salida deberán ser
sometidas a revisión (reconocimiento aduanero).
En términos de la fracción VI, del artículo 144 de Ley Aduanera, el reconocimiento aduanero normalmente se
practicará en los recintos fiscales, es decir, en las propias instalaciones de la aduana; sin embargo, por
excepción se podrá practicar en lugares distintos cuando el contribuyente cuente con autorización especial para
hacerlo, como sería el caso de aquella autorización prevista en el artículo 10 del mismo ordenamiento, que se
refiere al “Despacho por lugar distinto al autorizado”.
De la transcripción realizada en párrafos anteriores se desprende que las autoridades tienen también la
facultad de solicitar apoyo a particulares autorizados para emitir un dictamen aduanero (dictaminadores
aduaneros), quienes utilizan tecnologías no intrusivas, como los rayos X o rayos gamma para identificar las
mercancías que se someten a despacho aduanero.
Además del reconocimiento aduanero, las autoridades cuentan con la siguiente facultad:
A esta facultad comúnmente la denominamos “verificación de mercancía en transporte” (VMT), acto que consiste en
detener a un vehículo que transporte mercancías de comercio exterior para solicitar a su conductor la documentación que
ampare la mercancía transportada.
Cuando a juicio de las autoridades dicha documentación resulta insuficiente, tendrán que solicitar al conductor
que regrese al recinto fiscal para practicar ahí la inspección físico-documental de las mercancías, exactamente
de la misma forma que lo harían al corresponder “reconocimiento aduanero” como resultado del “semáforo
fiscal”.
Muchos contribuyentes de hecho confunden estos dos actos de comprobación y piensan que aun cuando “les
tocó verde”, la autoridad “les puso rojo”, pues les piden regresar a una revisión; sin embargo, técnicamente lo
que sucede en estos casos es que el mecanismo de selección automatizado ha determinado “desaduanamiento
libre” de las mercancías y en un acto posterior se ejecuta una orden de VMT como facultad adicional que tienen
las autoridades, tal como acabamos de analizar.
Así pues, ya sea derivado del reconocimiento aduanero o de una VMT, las autoridades verificarán el
cumplimiento de las diversas disposiciones fiscales y aduaneras para proceder al inicio de algún procedimiento
aduanero en caso de detectarse irregularidades.
Le invito entonces a continuar leyendo para que juntos analicemos los tres principales procedimientos que se
llevan a cabo en las aduanas de nuestro país. A continuación, abordaré los procedimientos de retención y
embargo precautorio de las mercancías, así como el procedimiento aplicable a incidencias que no ameritan
embargo precautorio.
3. PROCEDIMIENTOS DE RETENCIÓN
Las aduanas son el punto de entrada de las mercancías al territorio nacional y, naturalmente, representan un
punto estratégico para la prevención de infracciones en materia de marcas y derechos de autor.
Por lo anterior, las autoridades aduaneras, aun sin ser especialistas en la materia, se ven obligadas a actuar
como auxiliares de las autoridades competentes en materia de derechos de autor y de propiedad industrial,
como el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Procuraduría General de la República (PGR).
Dichas autoridades han establecido diversos acuerdos con el Servicio de Administración tributaria (SAT) para
que la Administración General de Aduanas (AGA) realice una labor de apoyo en la identificación de mercancías
que ingresan a nuestro país ostentando marcas registradas.
Prueba de lo anterior es la creación del Anexo 30 de las RGCE, publicado en el DOF el 4 de julio de 2014, con
el cual se obliga a los contribuyentes a declarar en pedimento el nombre de la marca que ostentan determinadas
mercancías (identificadas según su clasificación arancelaria), así como la relación que tienen los contribuyentes
con dichas marcas, ya sean sus titulares, licenciatarios o alguna otra figura que les permita realizar la
importación de tales mercancías.
Con el paso de los años, los importadores y exportadores en México hemos generado una cultura de respeto
y vigilancia de las marcas registradas, al grado de que prácticamente en cualquier operación de comercio
exterior en la que una mercancía ostente una marca comercial, se ha vuelto costumbre verificar el portal de la
autoridad competente3 para identificar si la marca que ostentan los productos se encuentra o no registrada en
nuestro país y en su caso obtener las autorizaciones correspondientes antes de realizar el despacho de las
mercancías.
Así pues, el artículo 148 de la Ley Aduanera establece que cuando las autoridades aduaneras reciban una
resolución de suspensión de libre circulación emitida por la autoridad administrativa o judicial competente en
materia de propiedad intelectual, deberán proceder a la retención de las mercancías y ponerlas a disposición de
la autoridad competente para que sea ésta quien determine lo que proceda conforme a derecho, previa emisión
de un acta circunstanciada que reúna los requisitos previstos por el artículo en mención. Cuando esto sucede, el
procedimiento administrativo deja la esfera aduanera y pasa al ámbito de propiedad industrial, pudiendo llegar a
convertirse en un procedimiento de carácter penal si es que la conducta se encuentra tipificada como delito.
Ante ese tipo de procedimientos, el importador o exportador deberá acreditar ante la autoridad que hubiera
ordenado la retención de la mercancía (ya no ante la autoridad aduanera) que cuenta con algún derecho para
realizar la importación de las mercancías que ostentan marcas registradas, ya sea demostrando la titularidad o
licencia en el IMPI, o por contar con autorización del titular de la marca registrada en México.
En su defecto, el afectado, a pesar de no contar con derechos sobre la marca en México, podrá demostrar
que no se infringen disposiciones de propiedad industrial, por ejemplo, al haber realizado la compra de la
mercancía con un proveedor autorizado en el extranjero por el titular de la marca, o por haber comprado
directamente al titular de la marca en otro país, aun cuando en México el registro se encuentre a nombre de otra
persona.
El procedimiento a seguir dependerá en gran medida de la autoridad que solicite la retención a la autoridad
aduanera; sin embargo, es importante que usted tenga muy claro que para importar a México será necesario
contar con elementos que demuestren que las mercancías no infringen ninguna disposición en materia de
propiedad industrial y que en caso de una eventualidad por este tipo de circunstancias, será indispensable que
se apersone con la autoridad competente para demostrar que se cuenta con el derecho de realizar la
importación o exportación.
Desde el 28 de febrero de 1994, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó en el DOF la
actual “Resolución que establece el mecanismo para garantizar el pago de contribuciones en mercancías
sujetas a precios estimados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, que tiene por objeto obligar a los
contribuyentes que importen las mercancías señaladas en dicha resolución a exhibir garantía por la posible
diferencia de contribuciones, cuando sus mercancías tengan un valor inferior al establecido en la mencionada
resolución.
Dicha resolución se ha modificado en múltiples ocasiones a lo largo de los años, para actualmente sujetar a
este mecanismo a productos de la industria automotriz, textil y del calzado.
Cualquier importador de estos sectores deberá revisar su fracción arancelaria para determinar si se
encuentra sujeta a un precio estimado. En caso afirmativo, el contribuyente deberá determinar sus impuestos en
pedimento como normalmente lo hace, pero además deberá determinarlos con base en el precio estimado
aplicable a su fracción arancelaria.
Al conocer los impuestos determinados según el valor “real” de la mercancía, así como los impuestos según
el “precio estimado” de la misma, se deberá garantizar la diferencia de contribuciones en términos de lo previsto
en el artículo 86-A de la Ley Aduanera, normalmente presentando una constancia de depósito en una cuenta
aduanera de garantía abierta por el contribuyente ante una institución financiera autorizada por el SAT.
Así, en términos del artículo 158 de la Ley Aduanera, cuando un contribuyente se presente a despacho sin
exhibir la constancia de depósito en cuenta aduanera de garantía, estando obligado a ello, las autoridades
procederán a retener las mercancías presentadas a despacho, levantando al efecto un acta circunstanciada que
deberá notificarse al contribuyente afectado, para que dentro de los siguientes 15 días4 presente la constancia de
garantía faltante y con ella –previo pago de la multa correspondiente, prevista en el artículo 185, fracción I, de la
Ley Aduanera– solicite la liberación de sus mercancías.
Otra de las obligaciones de los importadores es el cumplimiento de las NOM a las que se encuentre sujeta la
fracción arancelaria de la mercancía objeto de importación.
Es importante distinguir en este punto que existen dos tipos de NOM que deben cumplirse en el punto de
entrada de las mercancías; por una parte encontramos a las NOM cuyo propósito es determinar las
especificaciones que deben reunir los productos de importación para evitar riesgos o daños a los consumidores
finales, y por otra parte, aquellas encaminadas a establecer los requisitos que deben contener las etiquetas que
ostentan dichas mercancías, con el propósito de informar al consumidor sobre las características de las
mercancías que está por adquirir.5
El incumplimiento del primer tipo de NOM (especificaciones de los productos) se considera de suma
gravedad y amerita el inicio de un PAMA que, como usted recordará, implica el embargo precautorio de la
mercancía, situación que analizaremos más adelante en este capítulo. Sin embargo, el incumplimiento de las
NOM de información comercial (requisitos de etiquetado) es una circunstancia no considerada de alta gravedad
por el legislador y únicamente amerita retención de la mercancía.
De forma similar al procedimiento de retención que revisamos antes, cuando se presenten a despacho
mercancías que no ostenten la información comercial en términos de la NOM aplicable, de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 158 de la Ley Aduanera, las autoridades aduaneras procederán a la retención de la
mercancía, concediendo al interesado un plazo de 30 días para que realice el pago de la multa prevista en el
artículo 185, fracción XIII, del mismo ordenamiento –2% del valor de la mercancía– y además, el cumplimiento a
los requisitos de etiquetado señalados en la NOM correspondiente.
Cabe aclarar que, en caso de detectarse el incumplimiento de etiquetado en cualquier facultad de
comprobación posterior al despacho aduanero, las autoridades procederán al embargo precautorio de las
mercancías y no así al procedimiento de retención que estamos analizando, pues éste únicamente resulta
aplicable durante la práctica del reconocimiento aduanero de las mercancías.
En conclusión, podemos decir que los procedimientos de retención de mercancías son relativamente
simples, pues únicamente se requiere al interesado para que dé cumplimiento al requisito faltante y al hacerlo se
procede a la liberación de la mercancía.
Como ya hemos visto, los procedimientos de retención se desarrollan de la siguiente forma:
O bien, en caso de que el interesado no cumpla con el etiquetado o constancia de depósito correspondientes:
Ahora que ya hemos visto estos procedimientos “simples” de retención, revisemos los procedimientos más
comunes en las aduanas del país, que implican un grado de complejidad más elevado.
Las autoridades aduaneras tienen la facultad de practicar el embargo precautorio de las mercancías cuando
los contribuyentes se ubiquen en alguno de los supuestos previstos en el artículo 151 de la Ley Aduanera, es
decir, cuando se configure alguna de las “causales de embargo precautorio” señaladas en dicho numeral.
El legislador contempla entonces que no todas las infracciones son de igual gravedad y distingue entre
aquellas infracciones “menores”,6 que sólo ameritan el inicio de un procedimiento sencillo, como es la retención
de mercancías o la imposición de sanciones económicas para los contribuyentes implicados, y las infracciones
“mayores”, que ameritan el embargo precautorio de la mercancía –independientemente de las sanciones
aplicables– los cuales podría incluir la pérdida de la mercancía en favor del fisco Federal.
Dada su importancia, analizaré una a una las causales de embargo precautorio, según aparecen en el artículo
151 de la Ley Aduanera:
Artículo 151. Las autoridades aduaneras procederán al embargo precautorio de las
mercancías y de los medios en que se transporten, en los siguientes casos:
I. Cuando las mercancías se introduzcan a territorio nacional por lugar no autorizado o cuando las
mercancías extranjeras en tránsito internacional se desvíen de las rutas fiscales o sean
transportadas en medios distintos a los autorizados tratándose de tránsito interno.
(Énfasis añadido.)
Esta fracción señala causales de embargo precautorio relacionadas con la transportación de las mercancías, estableciendo
tres supuestos distintos:
a) Introducción de las mercancías por lugar no autorizado. Se refiere a la entrada de mercancías al país por
un lugar distinto a alguna de las 49 aduanas con las que contamos en México.7 Básicamente, ésta es la
conducta que denominamos “contrabando”, pues supone la introducción ilegal y subrepticia de la mercancía a
nuestro país.
b) Mercancías en tránsito internacional que se desvíen de la ruta fiscal. En primera instancia, es importante
establecer que el tránsito internacional es un régimen aduanero8 que consiste en el traslado de mercancías que
solo están de paso en el país bajo el control de las autoridades aduaneras.
La manera en que la autoridad aduanera controla dichos tránsitos es mediante plazos de arribo
de las mercancías a la aduana de destino y rutas fiscales, las cuales deberán seguir los
transportistas autorizados para trasladar mercancías bajo el régimen de tránsito. 9
Así, en caso de que la autoridad aduanera detecte algún medio de transporte fuera de la ruta
establecida para el tránsito internacional, procederá al embargo precautorio de las mercancías que
sean indebidamente transportadas.
c) Mercancías en tránsito interno en transportes no autorizados. De forma similar al tránsito internacional, el
tránsito interno es un régimen aduanero que permite el traslado de mercancías de una aduana a otra mientras
éstas se encuentran “bajo control” de las autoridades aduaneras; la única diferencia entre este régimen y el de
tránsito internacional es que, tratándose del tránsito interno, las mercancías no estarán sólo de paso por nuestro
país, sino que serán despachadas a la importación o la exportación, por alguna aduana distinta a la de su
presentación por parte del contribuyente.
Por lo que respecta al transporte, para evitar el embargo precautorio de las mercancías, deberá
efectuarse por medio de prestadores de servicio que hubieran obtenido la “Inscripción en el registro
de empresas transportistas de mercancías en tránsito” prevista en el artículo 189 del RLA, el cual se
trata de un trámite10 relativamente sencillo, pero indispensable para que los transportistas puedan
ofrecer este servicio.
Veamos ahora la fracción II, del artículo 151 de la Ley Aduanera, que establece que las mercancías serán
embargadas precautoriamente:
Artículo 151. …
Tal es el caso de algunos especímenes, pieles y extractos del reino animal; productos químicos
específicos, así como cannabis y sus derivados, entre otros.
b) No acreditar el cumplimiento de RRNA. Ésta sin duda es una de las causales más importantes y comunes en las
operaciones de comercio exterior; este tipo de contingencias las vemos prácticamente todos los días en las aduanas del país
y es uno de los problemas más costosos para los contribuyentes que se ven involucrados, así que le sugiero que ponga
especial atención.
Cuando hablo de RRNA, me refiero por supuesto a cualquier permiso previo, cupo máximo,
marcado de país de origen, certificación, cuota compensatoria, NOM o cualquier otro instrumento
que resulte obligatorio para realizar el despacho aduanero de la mercancía, en términos de lo
dispuesto por el artículo 17 de la LCE.
La principal causa de incumplimiento de RRNA es la inexacta clasificación arancelaria de la
mercancía. Muchas veces, los contribuyentes clasifican incorrectamente sus mercancías, ya sea por
desconocimiento, o bien, por buscar una fracción arancelaria que resulte menos onerosa o que no
requiera permisos de ningún tipo.
Utilicemos nuevamente a Raúl y a Don Gerardo como ejemplo de este tema. ¿Recuerda que
mencionaba al principio del capítulo que hay dos posibles fracciones arancelarias para vehículos-
grúa? Bueno, pues digamos ahora que Raúl logró convencer –o engañar– a Don Gerardo para que
declarara en pedimento la fracción arancelaria correspondiente a “las demás máquinas, sobre
neumáticos”, es decir, la 8426.41.99, la cual se encuentra sujeta a lo siguiente:
IGI 15%
RNNA Aviso automático de
importación ante la SE
Además del ejemplo anterior, otro detonante común de esta causal de embargo precautorio
(omisión de RRNA) es la caducidad de los documentos presentados a despacho.
En ocasiones, por error o negligencia no se verifica que los permisos se encuentren vigentes al
momento de realizar la operación. Tanto el agente aduanal como el contribuyente deberían tener
mucha atención en los datos y fechas que ostentan todos los documentos presentados a despacho
aduanero, ya que un error en la información –o validez– de los documentos puede llevar a un
procedimiento administrativo por parte de las autoridades.
Peor aún, hay casos en los que el documento pareciera estar vigente, pero éste ha sido
cancelado por la dependencia responsable de su emisión, ya sea por falta de seguimiento en el
trámite correspondiente o por alguna causa de cancelación del documento.
Un ejemplo muy común de lo anterior son los certificados de conformidad con las NOM; estos
documentos se expiden después de practicar ciertas pruebas a la mercancía, con el fin de
determinar si ésta cumple o no con las especificaciones de la NOM que le corresponda.
Este tipo de certificados se expide por alguno de los organismos autorizados en nuestro
país, 12 con una vigencia normalmente de un año; sin embargo, su validez está sujeta a la práctica de
una visita de verificación, 13 con el fin de comprobar que la mercancía siga cumpliendo con los
estándares de la norma.
Cuando no se practica la visita de verificación, el organismo certificador genera un aviso
electrónico al SAT, informando a la autoridad que el documento ha sido cancelado antes del fin de su
vigencia. Esto provoca que el contribuyente cuente con un documento que parece vigente, pero que
en realidad ya no resulta válido para amparar la mercancía de importación, lo que provoca de igual
manera el incumplimiento de la RRNA y con ello se detona el embargo precautorio de la mercancía.
Claro que existen otros escenarios que detonarían el incumplimiento de las RRNA; sin embargo, los mencionados en estas
últimas líneas son las causas más comunes de dicho incumplimiento.
Por otra parte, la fracción III del artículo 151 señala como causal de embargo:
Artículo 151. …
III. Cuando no se acredite con la documentación aduanera correspondiente, que las mercancías
se sometieron a los trámites previstos en esta Ley para su introducción al territorio nacional o para
su internación de la franja o región fronteriza al resto del país y cuando no se acredite su legal
estancia o tenencia, o se trate de vehículos conducidos por personas no autorizadas. En el caso de
pasajeros, el embargo precautorio procederá sólo respecto de las mercancías no declaradas, así
como del medio de transporte, siempre que se trate de vehículo de servicio particular, o si se trata de
servicio público, cuando esté destinado a uso exclusivo del pasajero o no preste el servicio normal de
ruta.
Este numeral 151 también supone un par de escenarios distintos en los que procede el embargo precautorio de las
mercancías.
Analicemos el primero de ellos, que se trata de una causal de embargo muy común en nuestro sistema
aduanero, así que igual que antes, usted debería poner mucha atención a lo que sigue:
a) No acreditar la legal estancia o tenencia de la mercancía. Este supuesto se da cuando una persona tiene
en su poder mercancía de origen extranjero, sin contar con la documentación adecuada para demostrarle a las
autoridades que ésta se encuentra legalmente en nuestro país.
A este respecto, el artículo 146 de la Ley Aduanera establece cuál es la única documentación válida e idónea
para amparar la legal importación, estancia y/o tenencia de las mercancías son:
• Documentación aduanera que acredite su legal importación, es decir, pedimento y sus anexos
en donde se identifique plenamente la mercancía.
• Notas de venta o documentos que demuestran que la mercancía fue entregada por la propia
SHCP, es decir, documentación oficial que acredite que la adquisición de la mercancía se realizó
directamente de las autoridades.
Es importante señalar que las autoridades aduaneras no tomarán en cuenta ningún otro
documento con el que se pretenda amparar la legal tenencia o estancia de las mercancías. En más
de una ocasión, he visto contribuyentes que, no siendo dueños de la mercancía extranjera, al recibir
una auditoría de comercio exterior tratan de amparar su legal tenencia mediante contratos o facturas
de arrendamiento del equipo; sin embargo, como ya he mencionado, eso no resulta suficiente, pues
los únicos documentos válidos son los mencionados en el párrafo anterior.
Quizá el caso más común de contribuyentes que no logran acreditar la legal tenencia de sus bienes se da con mercancía
que tiene algunos años de antig✓ edad. Muchos contribuyentes establecen políticas de destrucción de documentos fiscales
cada seis años o más, toda vez que por regla general la documentación fiscal y aduanera debe conservarse por un periodo de
5 años.14 Esto provoca que, en caso de alguna auditoría de comercio exterior, no cuenten con la documentación
correspondiente y las autoridades aduaneras, al tener por no acreditada la legal tenencia de las mercancías, y procedan al
embargo precautorio de las mismas.
Aun cuando las políticas de destrucción de archivo son correctas para las operaciones que
fiscalmente han caducado, es importante que usted recuerde que el propio artículo 146 de la Ley
Aduanera, mencionado en párrafos anteriores, establece que la tenencia de mercancías deberá
ampararse en todo tiempo, por lo que, al tener en su poder mercancía de origen extranjero, la regla
de los cinco años no resulta aplicable y se vuelve obligatorio conservar la documentación durante
todo el tiempo que la mercancía permanezca en nuestro poder, tal como lo dispone el numeral en
cuestión.
Otra causa frecuente de embargo precautorio bajo el supuesto de no acreditar la legal tenencia
se da cuando, a pesar de sí tener documentación relativa a la importación de la mercancía, no reúne
los requisitos previstos en las disposiciones fiscales y/o aduaneras.
Es relativamente común ver pedimentos y acuses de valor que no describen plenamente las
mercancías, principalmente porque no contienen datos relativos a marca, modelo y número de serie
–datos de identificación individual–, los cuales son un requisito indispensable para demostrar la legal
tenencia específicamente de esa mercancía.
Cuando estos datos existen, pero no figuran en la documentación aduanera, las autoridades
tienen la atribución legal15 de presumir que la documentación no corresponde a la mercancía sujeta
a revisión.
El instructivo de llenado del pedimento16 establece que la descripción de las mercancías deberá
comprender …la naturaleza y características técnicas y comerciales, necesarias y suficientes para
determinar su clasificación arancelaria, por lo que resulta muy recomendable que el agente aduanal
y el contribuyente se reúnan para definir correctamente la descripción que se utilizará en los
pedimentos, considerando el punto de vista de clasificación arancelaria, pero también el punto de
vista del contribuyente, el experto en sus mercancías.
Por lo que hace al Acuse de Valor –o Comprobante de Valor Electrónico (COVE)–, la regla 3.1.7.
de las RGCE establece que la transmisión de los datos contenidos en la factura deberá incluir la
descripción comercial detallada de las mercancías y… números de identificación… En este caso, la
disposición nos obliga a transmitir la descripción de la mercancía, pero ya no desde el punto de vista
técnico de clasificación arancelaria, sino únicamente desde una perspectiva comercial, debiendo
declararse –por regla general– tal como aparezca17 en la factura del proveedor.
Por lo anterior, cuando veo un pedimento y un COVE que contienen la misma descripción
(normalmente copiada de la TIGIE), automáticamente identifico que se elaboró con
algún software especializado, que extrae la información de la tarifa para hacer un llenado más
automatizado de los documentos.
Claro que la automatización me parece excelente y aplaudo que existan sistemas tan robustos
que faciliten la operación aduanera; sin embargo, cuando se detectan inconsistencias entre la
tecnología y la ley, es responsabilidad de los usuarios solicitar a sus proveedores que realicen los
ajustes correspondientes. Cualquier desarrollador profesional hará caso de una solicitud fundada y
modificará el software para hacerlo todavía más útil para sus usuarios.
Volviendo al tema y para concluir este punto, no olvide entonces que la descripción en pedimento
debe ser suficiente para poder clasificar la mercancía, mientras que la descripción en el acuse de
valor debe corresponder a la factura o documento equivalente en la medida de lo posible.
Artículo 151. …
Presentar mercancía no declarada a despacho aduanero puede implicar omisión de aranceles, así como
incumplimiento de RRNA, actos que a su vez llevan a complicaciones para la patente19 del agente aduanal y
para el Padrón de Importadores20 del contribuyente.
Artículo 151. …
VI. Cuando el nombre, denominación o razón social o domicilio del proveedor en el extranjero o
domicilio fiscal del importador, señalado en el pedimento, o bien, en la transmisión electrónica o en
el aviso consolidado a que se refiere el artículo 37-A, fracción I, de esta Ley, considerando, en su
caso, el acuse correspondiente declarado, sean falsos o inexistentes o cuando en el domicilio
señalado, no se pueda localizar al proveedor en el extranjero.
Para comprender bien esta causal de embargo precautorio,21 es necesario separar y desglosar sus elementos.
Por una parte, se procede al embargo precautorio por indebida declaración de datos tanto en el pedimento
como en el acuse de valor, cuando alguno de éstos resulte falso o inexistente:
Datos del importador:
Domicilio fiscal falso. Se refiere a que el domicilio manifestado ante el RFC no reúne las características
previstas por el artículo 10 del CFF. En términos muy sencillos, este artículo dispone que el domicilio fiscal es
aquel en donde se encuentra la administración principal de los negocios del contribuyente. Por tanto, al
declararse un domicilio distinto –pensemos en una bodega o una sucursal– se incurre en indebida declaración
de los datos del RFC, pues la obligación consiste en declarar el domicilio fiscal, que debe corresponder a la
definición ya señalada.
Domicilio fiscal inexistente. Este supuesto se configura cuando el domicilio declarado no es consistente con
la ubicación geográfica de la localidad manifestada. Me refiero a que el domicilio no puede encontrarse, al no
existir, por ejemplo, la calle, el número o la colonia.
Datos del proveedor:
Nombre, denominación o razón social falso. Esta infracción se daría al declararse datos de un proveedor
distinto al que realmente corresponde a la operación.
Domicilio falso. Esta infracción está relacionada con el supuesto anterior y también se daría al declararse
datos de un proveedor distinto al que realmente corresponde a la operación.
Nombre, denominación o razón social inexistente. Se refiere a declarar datos de una persona o empresa que
no se encuentra legalmente registrada ante las autoridades de su país y que, por tanto, no se puede acceder a
ningún tipo de información sobre ella.
Domicilio inexistente. El domicilio declarado no es consistente con la ubicación geográfica de la localidad
manifestada.
Ahora bien, aun cuando los datos declarados en pedimento y acuse de valor pudieran ser correctos, no hay
que olvidar que también se incurre en infracción en el siguiente escenario:
• Cuando en el domicilio señalado no se pueda localizar al proveedor en el extranjero. Es relativamente común que las
autoridades mexicanas pidan el apoyo de autoridades extranjeras para localizar proveedores declarados en pedimento.
Esto implica que los importadores en México deberán cerciorarse de que los proveedores les proporcionen un
domicilio físico –no virtual– donde se les pueda localizar.
Siempre que usted se encuentre con un apartado postal declarado como domicilio del proveedor, será
importante revisar con él si en dicho apartado postal se le puede o no localizar físicamente y, en caso negativo,
será muy importante hacer la modificación a la factura comercial y declarar el domicilio físico del proveedor en
pedimento y acuse de valor.
Lamentablemente, al existir esta causal de embargo precautorio, se llega a extremos en donde las
autoridades buscan a proveedores en el extranjero y si éstos se ausentan, si salen de vacaciones, los visitan
fuera de su horario, se tendrán por no localizados y con ello iniciará el PAMA.
Sin duda, es recomendable que el importador tenga un contacto estrecho con sus proveedores extranjeros y
les haga saber cómo funciona nuestro sistema para que ellos estén pendientes de cualquier visita, nos avisen si
cambian de domicilio o si por alguna razón estarán ausentes.
La ley22 dicta que la actuación de los contribuyentes se debería presumir de buena fe; por tanto, las
autoridades deberían demostrar que se ha declarado un proveedor falso antes de imponer sanciones;
lamentablemente, veo en la práctica que muchas empresas son afectadas por este tipo de procedimientos aun
sin haber realizado ninguna conducta contraria a la ley.
Artículo 151. …
VII. Cuando el valor declarado en el pedimento sea inferior en un 50% o más al valor de
transacción de mercancías idénticas o similares determinado conforme a los artículos 72 y 73 de
esta Ley, salvo que se haya otorgado la garantía a que se refiere el artículo 86-A fracción I, de esta
Ley.
Esta causal de embargo es muy interesante; evidentemente está relacionada con la subvaluación y busca evitar que los
contribuyentes omitan el pago de impuestos al declarar un valor en aduana inferior al que realmente le corresponde a la
mercancía.
Por regla general, el pago de contribuciones se calcula con base en el valor de las mercancías23 y cuando
hablamos de compraventa internacional de mercancía, dicho valor debe corresponder al precio realmente
pagado por la compra.
Cuando algún verificador aduanero presuma que el valor de la mercancía no corresponde a la realidad,
solicitará de inmediato a la Administración Central de Investigación Aduanera (ACIA) que realice una búsqueda de
mercancías idénticas o similares a las que están sujetas a revisión, con el fin de determinar si existen otras
operaciones en donde se declaren valores mayores y así identificar posibles riesgos de subvaluación.
Si como resultado de esa búsqueda la ACIA detecta que el valor en aduana de la mercancía presentada a
despacho es 50% inferior al de otras mercancías de la misma clase, procederá a girar una orden de embargo
precautorio como mecanismo para identificar si se encuentra o no ante un caso de subvaluación.
Entonces, esta causal de embargo precautorio no implica que se hayan subvaluado las mercancías; a
diferencia de otras causales que hemos analizado, esta causal se activa simplemente porque la autoridad ha
encontrado valores más elevados en otras operaciones de comercio exterior y se utiliza al PAMA como un
mecanismo de investigación más profunda.
Es importante mencionar que, en la práctica, las autoridades comparan la información de las operaciones con
base en su clasificación arancelaria, acto que es contrario a derecho, pues en realidad deberían utilizar una
metodología mucho más específica para comparar valores de mercancía idéntica o similar.
Las mercancías idénticas o similares, para efectos jurídicos, se encuentran comprendidas en los artículos 72
y 73 de la Ley Aduanera, los cuales prevén una serie de condiciones para que en realidad las mercancías se
vuelvan comparables.
En términos de estos artículos, se requiere que la comparación se realice sobre mercancías que
estrictamente reúnan los siguientes requisitos:
Como verá, son muchos los elementos a considerar para poder comparar legítimamente el valor de
mercancías con otras operaciones; sin embargo, como ya he mencionado anteriormente, las autoridades
monitorean la información a nivel de clasificación arancelaria e inician procedimientos de embargo precautorio
aun cuando no se demuestra la comparativa con mercancías idénticas o similares en los términos ya apuntados.
Esta forma de comparar el valor de las mercancías debería ser demandada ante los tribunales para obligar a
las autoridades a realizar una debida valoración; sin embargo, son muy pocos los contribuyentes que deciden
iniciar un litigio en estos casos, principalmente porque el Padrón de Importadores llega a verse afectado en estos
casos y los importadores prefieren pagar las “diferencias” de impuestos y seguir trabajando.
He analizado ya las causales de embargo precautorio previstas en nuestro sistema aduanero; sin embargo, el
artículo 151 de la Ley Aduanera establece ciertas particularidades dependiendo de cada causal de embargo. En
algunos casos se requiere una orden de embargo; en otros, se retiene al medio de transporte o al resto del
embarque como garantía del interés fiscal.
Veamos a continuación un esquema que refleja cada una de estas condiciones especiales:
Los pasos que debe seguir la autoridad aduanera una vez descubierta alguna conducta que encuadre en
causal de embargo precautorio son regulados por los artículos 150 y 153 de la Ley Aduanera y deberán
respetarse al pie de la letra para que no se pueda cuestionar la validez del procedimiento.
En términos generales, un PAMA se desarrolla de la siguiente forma:
a) Emisión del acta de inicio del PAMA. Las autoridades deberán levantar un acta, mediante la cual asienten
todas las circunstancias de hecho y fundamentos de derecho aplicables al asunto.
El acta deberá reunir los requisitos formales previstos en el artículo 150 de la Ley Aduanera y ser notificada
inmediatamente al contribuyente afectado.
A partir de su notificación, el interesado contará con un plazo de 10 días hábiles para manifestar lo que a su
derecho convenga.
b) Ofrecimiento de pruebas y alegatos. Dentro de ese plazo de 10 días, el contribuyente deberá elaborar y
presentar un escrito respondiendo a las causales que se le imputen.
Para que el asunto se resuelva de manera favorable para el contribuyente, es muy importante que tenga una
adecuada participación en el procedimiento, aportando elementos que verdaderamente desvirtúen o corrijan la
situación.
En esta etapa del procedimiento no es muy recomendable argumentar cuestiones formales, como alguna
indebida notificación o fundamentación del acto de autoridad. El contribuyente debería centrarse exclusivamente
en dos aspectos:
• Desvirtuar las incidencias. Quiere decir que el contribuyente deberá demostrar,27 sin lugar a duda, que no se ha cometido
ninguna infracción que amerite el embargo precautorio de las mercancías. Le hará ver a la autoridad que los motivos que
dieron origen al embargo son incorrectos y deberá convencerla de que la operación se está realizando conforme a
derecho.
• Cabe mencionar que cuando el embargo precautorio se genere con motivo de una inexacta clasificación arancelaria, el
contribuyente tendrá derecho a solicitar una junta técnica consultiva, la cual permite que la autoridad y el contribuyente
se reúnan para determinar si es correcta o no la clasificación arancelaria declarada en el pedimento; la junta técnica
deberá celebrarse dentro de los tres días siguientes a su ofrecimiento.28
• Corregir su situación. Si se advierte que no hay forma de desvirtuar la incidencia, el contribuyente debería optar por algún
mecanismo de autocorrección. Nuestra legislación prevé diversos procedimientos simplificados 29 para una pronta
liberación de las mercancías, así como reducción en multas 30 si el pago se realiza de manera oportuna.
• Por regla general, el contribuyente tiene derecho a un 50% de descuento cuando cubra el importe de las multas antes de
que se emita la resolución del procedimiento.
c) Emisión de la resolución.
Una vez que el contribuyente ha participado en el procedimiento, o bien, transcurrido el plazo de 10 días para
hacerlo, la autoridad analizará las pruebas y argumentos planteados por el interesado.
Las autoridades aduaneras cuentan con un plazo de cuatro meses31 para dictar la resolución definitiva, en la
que se ordenará la liberación de la mercancía, o bien, se determinarán las multas y demás consecuencias
aplicables.
Es muy importante mencionar que, en caso de no emitirse la resolución en el plazo mencionado, el penúltimo
párrafo del artículo 153 de la Ley Aduanera prevé que quedarán sin efectos las actuaciones de la autoridad que
dieron inicio al procedimiento y en ese caso las autoridades deberán proceder a la liberación de la mercancía sin
la imposición de sanción alguna en contra del contribuyente.
En estricto sentido, si el contribuyente logra desvirtuar las irregularidades, las autoridades deberían emitir
resolución y ordenar la liberación de las mercancías de forma inmediata; sin embargo, en la práctica es más
común que la autoridad aduanera agote el plazo de cuatro meses para emitir resoluciones tanto favorables como
desfavorables bajo la justificación de que aún no analizan las pruebas aportadas, para estar en posibilidad de
determinar si resultan suficientes para ordenar la liberación de las mercancías.
Ésas son –en términos generales– las tres etapas de todo PAMA; cuando usted se involucre en uno de estos
procedimientos, deberá analizar las circunstancias específicas del caso para determinar correctamente los
pasos a seguir, ya sea que se cuente con elementos suficientes para desvirtuar las irregularidades, o bien, se
tenga que optar por corregir la situación del contribuyente.
En algunos casos, la mercancía objeto de embargo precautorio puede ser sustituida mediante alguna forma
de garantía. Esta facilidad permite al contribuyente cumplir con sus compromisos comerciales mientras se
desarrolla el procedimiento que, como ya he apuntado, puede demorar hasta cuatro meses con las mercancías
embargadas.
Las causales de embargo precautorio que admiten sustitución de la mercancía son las siguientes:
De la tabla anterior, los dos primeros supuestos aplicarán para sustituir la mercancía directamente
embargada al contribuyente, mientras que los dos últimos son para sustituir al resto del embarque o medio de
transporte, cuando éstos hubieran quedado como garantía del interés fiscal.
Cabe notar que la mayoría de los casos admite la sustitución mediante garantía “común”, conforme al artículo
141 del CFF, que consiste en:
De todas estas formas de garantía, la más recomendable siempre será la póliza de fianza, pues es
relativamente fácil de obtener, mientras que el resto requiere trámites y autorizaciones adicionales por parte de
las autoridades fiscales para ser aceptados como forma de garantía, lo cual les resta agilidad y las convierte en
mecanismos menos eficaces para sustituir rápidamente la mercancía embargada.
Note que la única forma de sustituir el embargo precautorio señalado en el segundo supuesto de la tabla
(fracciones IV, VI y VII) es mediante depósito en cuenta aduanera de garantía, es decir, depositando en el banco
el total correspondiente al valor de las mercancías, contribuciones omitidas y multas aplicables, lo cual sin duda
complica esta forma de sustitución en el entendido de que el contribuyente debe tener la liquidez necesaria para
depositar todos los montos aplicables.
Pasemos ahora al último procedimiento, que se da cuando la incidencia no se encuentra prevista en el
artículo 151 de la Ley Aduanera como causal de embargo precautorio.
Cuando se comete alguna infracción a las disposiciones aduaneras que no encuadre en los supuestos ya
analizados de retención o embargo precautorio, la autoridad dará inicio al procedimiento de incidencias previsto
en el artículo 152 de la Ley Aduanera.
Este procedimiento, a diferencia del PAMA, no goza de un acrónimo oficial y en el argot aduanero recibe
diversos nombres, como Procedimiento Administrativo de Incidencias (PADI), Procedimiento Administrativo de
Contribuciones Omitidas (PACO), Procedimiento de Escrito de Hechos u Omisiones (EHO) o, incluso, algunos
le llaman PAMITA.
Como sea, si usted escucha cualquiera de estas denominaciones ya sabrá que se trata precisamente del
procedimiento que no amerita retención o embargo de la mercancía y, por tanto, sería posible retirar las
mercancías de la aduana, aún después de haberse iniciado este procedimiento.
Es común pensar que la omisión de impuestos constituye causal de embargo precautorio; después de todo
cualquiera supondría que si le determinan una inexacta clasificación arancelaria y debe $2’000,000 al fisco por
contribuciones omitidas, no podrá retirar sus mercancías de la aduana; pero como usted se habrá percatado, la
omisión de contribuciones no se encuentra prevista en el artículo 151 de la Ley Aduanera (salvo que se trate de
subvaluación) y, por tanto, cae en el supuesto de PACO únicamente.
Sin temor a equivocarme, le puedo decir que la principal causa de contribuciones omitidas es la inexacta
clasificación arancelaria de la mercancía. No es que alguien vaya a pedirle al agente aduanal que no pague los
impuestos correspondientes y cruce los dedos para que le corresponda desaduanamiento libre al embarque.
Evidentemente, para que se genere una simple omisión de contribuciones se debió clasificar indebida o
incorrectamente la mercancía en una fracción arancelaria sujeta a un arancel menor, de ahí que sea oportuno
reiterar la importancia de una correcta clasificación arancelaria de las mercancías, sobre todo si consideramos
que la omisión de impuestos al comercio exterior amerita multa32 del 130% de los impuestos omitidos, o del
55% si se trata de IVA o DTA.33
Por supuesto que la inexacta clasificación arancelaria no es el único escenario en el que pueden omitirse
contribuciones, también se da el caso de preferencias arancelarias rechazadas por un mal llenado de los
documentos que demuestran el origen de las mercancías, así como otros errores que implican diferencia en el
pago de contribuciones.
Independientemente de la omisión de impuestos, estos procedimientos se inician, por ejemplo, cuando la
autoridad detecta algún dato inexacto en pedimento o en el acuse de valor transmitido al Sistema Electrónico
Aduanero (SEA), o bien, como resultado del dictamen de laboratorio34 en el que se detecte información distinta a
la declarada en el pedimento.
Cualquiera que sea el caso, la autoridad iniciará el procedimiento de incidencias en términos de lo dispuesto
en el artículo 152 de la Ley Aduanera.
Se trata de un procedimiento muy similar al PAMA, que consiste en las mismas tres etapas procesales:
a) Inicio del procedimiento
b) Ofrecimiento de pruebas y alegatos
c) Resolución definitiva
Básicamente, se aplican a este procedimiento las mismas formalidades que en el PAMA, es decir, se
levantará un acta circunstanciada, se le notificará al contribuyente y otorgará un plazo de 10 días para el
ofrecimiento de pruebas, y el procedimiento se sujeta también al plazo de cuatro meses para la emisión de la
resolución correspondiente.
Dada la similitud casi exacta con el PAMA, no ahondaré más en las formalidades de este procedimiento, pero
sí quisiera hacer notar que, a partir del 9 de diciembre de 2013, mediante reforma publicada en el DOF, se
incorporó un procedimiento simplificado al artículo 152 de la Ley Aduanera.
Dicho procedimiento simplificado consiste en la notificación directa de la resolución determinante, sin existir
emisión de acta circunstanciada previa o derecho del contribuyente a participar en este acto administrativo previo
a la emisión de la resolución.
Básicamente, el procedimiento se reduce a lo siguiente:
Esta versión simplificada del PADI está reservada para aquellos casos en donde no existe omisión de
contribuciones y únicamente se ha generado una sanción (multa) a cargo del contribuyente.
De esta forma, una multa por datos inexactos –por mencionar sólo alguna– actualmente se determina de
manera automática, sin necesidad de agotar las tres etapas del procedimiento que he mencionado
anteriormente.
La lógica detrás de esta reforma es clara: evitar procedimientos largos y costosos para el fisco y los
contribuyentes por multas administrativas simples; sin embargo, desde una perspectiva jurídica, esto no debería
suceder y el contribuyente debería tener el derecho de participar cualquier procedimiento administrativo previo a
la sanción, pues la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), en su artículo 14,
contempla la garantía de audiencia para todo gobernado, al señalar que nadie podrá ser privado de la libertad o
de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos…, lo que implica que ningún contribuyente debería ser sancionado sin antes haber sido oído en la
etapa previa a la emisión de la resolución definitiva.
No obstante, para modificar la ley se requeriría que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se
pronunciara sobre su inconstitucionalidad; sin embargo, dudo mucho que eso suceda, pues para cualquier
contribuyente es menos oneroso pagar una multa administrativa –aun cuando fuera injusta– que acudir a un
litigio constitucional. Seguramente usted también optaría por pagar una multa de exceso de velocidad en vez de
irse a un litigio que pueda llegar a la SCJN; simplemente no lo amerita.
Claro que el contribuyente siempre tendrá a su alcance los medios de defensa correspondientes, ya sea un
recurso de revocación o juicio de nulidad35 para defender sus intereses. En tales instancias podrá hacer valer
nuevos argumentos y todas las violaciones formales y procedimentales cometidas por la autoridad, de modo que
el contribuyente no se encuentra en completo estado de indefensión ante este tipo de procedimientos.
Me parece que, con la información vertida hasta ahora, usted tendrá un panorama más claro de lo que son los
procedimientos aduaneros, así como de sus derechos y obligaciones en torno al tema.
6. CONCLUSIONES
• Los procedimientos aduaneros emanan de algún acto de fiscalización por parte de las autoridades aduaneras.
• Sirven para darle a conocer al particular los posibles hechos u omisiones que entrañen incumplimiento a las
disposiciones de la materia.
• Son un mecanismo para que el contribuyente tenga un acercamiento con la autoridad y aporte elementos que le permitan
resolver la incidencia.
• Se detonan ante cualquier tipo de incidencia, pero algunas ameritan la retención o el embargo precautorio de la
mercancía.
• Durante su participación, el contribuyente tiene oportunidad de desvirtuar o corregir las incidencias.
• Existen múltiples mecanismos de facilitación que permiten la liberación o sustitución de la mercancía, reducción de
multas o conmutación de sanciones que puede hacer valer el contribuyente.
• Las autoridades aduaneras deben respetar las formalidades del procedimiento y resolver dentro del plazo de cuatro
meses para que éste se considere válido.
• En contra de las resoluciones definitivas proceden los medios de defensa al alcance de todo contribuyente.
• Liberación de mercancía excedente o no declarada. Mediante reforma al artículo 153 de la Ley Aduanera, publicada en el
DOF el 25 de junio de 2018, se permite la liberación de la mercancía cuando el contribuyente manifieste su
consentimiento y cubra las contribuciones y accesorios correspondientes.
• Liberación del medio de transporte cuando queda como garantía del interés fiscal. El contribuyente puede solicitar la
liberación del medio de transporte al exhibir la carta porte que ampare el servicio de ruta del auto transporte de carga.
• 50% de descuento en multas. De conformidad con el artículo 199 de la Ley Aduanera, el contribuyente tiene derecho a la
reducción de multas en un 50% cuando cubra su importe antes de la emisión de la resolución definitiva del procedimiento.
Este beneficio también se puede aplicar en el procedimiento de incidencias simplificado (regla 3.7.30. de las RGCE).
• Atenuantes en infracciones. Existe una regla muy útil cuando se inicia un procedimiento en contra de algún
contribuyente, me refiero a la regla 3.7.21. de las RGCE, la cual prevé una verdadera conmutación de sanciones graves
por multas administrativas menores. En términos del mencionado numeral, los siguientes supuestos gozan de los
beneficios que se mencionan a continuación:
Todos estos beneficios se encuentran sujetos a reglas específicas y a plazos fatales, no deje de revisar
detalladamente todos los fundamentos legales que he señalado a lo largo del capítulo para que pueda usted
identificar claramente los pasos a seguir en cada una de las distintas situaciones que se le presenten.
Espero que la información presentada en este capítulo efectivamente cumpla con el objetivo planteado al
inicio y que usted haya adquirido conocimientos valiosos que le permitan decidir y actuar correctamente al
enfrentarse a alguno de estos procedimientos.
Aprovecho para felicitarle por tener esta obra en sus manos y por llegar a este punto. Espero haberle aportado
algo y que la lectura haya valido la pena; le deseo éxito y todo lo bueno.
CAPÍTULO X
Sumario
En este Capítulo nos dedicaremos, en primer lugar, a explicar a qué nos referimos con el concepto de actos
posteriores al despacho aduanero, para posteriormente explicar las ventajas de llevar a cabo un proceso de
supervisión profunda y objetiva de la operación, lo anterior, a fin de identificar las ventajas de la autocorrección
en cualquiera de sus modalidades, regularización, cambio de régimen o rectificación, explicando desde luego,
las peculiaridades y procedimiento a seguir en cada uno de los casos.
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo del presente capítulo analizaremos los aspectos más relevantes que todo importador o exportador
deberá considerar para revisar el adecuado cumplimiento de las obligaciones fiscales, aduaneras y
administrativas de su operación de comercio exterior.
Hoy en día, una de las mayores contingencias en las operaciones de comercio exterior se encuentra en la
realización secuencial de operaciones incorrectas, lo cual, al ser identificado por la autoridad a través de un
acto de fiscalización, generará créditos fiscales tan grandes que pueden poner en riesgo incluso la
permanencia u operatividad financiera de la empresa.
Tomando en consideración lo anterior, es de suma importancia que una vez que las mercancías son
desaduanadas, es decir, cuando las mercancías salen del territorio físico de la aduana y son materia de
transporte para ser entregadas en el almacén o bodega de la empresa y ser objeto de todas las acciones
subsecuentes, los interesados tomen las medidas necesarias que les permitan, sin las presiones que trae
aparejada la operación y compromisos de entrega, realizar un análisis profundo sobre el cumplimiento de la
operación, a efecto de identificar omisiones, ya sea en el pago de contribuciones o el acreditamiento de
regulaciones o restricciones no arancelarias, o simplemente errores cometidos en el despacho de las
mercancías.
Desde luego, esa identificación de omisiones o errores tiene como objetivo realizar su corrección para
cumplir adecuadamente con las obligaciones inherentes y con ello evitar contingencias durante el desarrollo de
las facultades de comprobación a cargo de las autoridades fiscales y aduaneras, es por ello por lo que será
materia del presente Capítulo el proporcionar al usuario las herramientas legales existentes para corregir
cualquier situación irregular, incluso, ya estando dentro de las facultades de comprobación.
Tampoco forman parte del análisis del presente capítulo todos los actos preparatorios o previos al despacho
aduanero, los cuales también fueron abordados en el Capítulo 2, pues no obstante que al momento en que se
realice el correspondiente inventario e integración del expediente aduanero respectivo, se observarán los
documentos que formaron parte de esa etapa, la obtención o materialización de los mismos siempre deberá
efectuarse en forma anticipada al despacho, pues de otra forma el expediente estará incompleto y, por tanto,
susceptible de ser objeto de un procedimiento que tenga como consecuencia una demora en la liberación de
los mismos o incluso el establecimiento de multas o confiscación3 de éstas.
Para ejemplificar lo anterior se presenta un resumen del proceso de importación en la siguiente imagen:
Después de entender los conceptos de “actos previos al despacho aduanero” y “despacho aduanero”, será
más sencillo explicar lo que debe entenderse como “actos posteriores al despacho aduanero”, los cuales serán
todas aquellas actividades y formalidades realizadas por las personas que intervienen en el despacho aduanero
una vez que las mercancías fueron liberadas del recinto aduanero y con lo cual los particulares tienen libre
disposición de las referidas mercancías con las limitaciones establecidas en el régimen aduanero elegido.
En este sentido, los actos a los que nos estaremos refiriendo ocurrirán después de que la autoridad haya
autorizado su liberación del recinto físico de la aduana (recinto fiscal o fiscalizado),4 ya sea para dirigirse al
almacén o bodega del propio importador, al del cliente o simplemente en el trasporte o traslado de un almacén
a otro.
El concepto de “acto posterior al despacho aduanero” aparece por primera vez en el Título 6 de la
publicación de las Reglas Generales en Materia de Comercio Exterior (RGCE) para 2011,5 en donde, después
de un exhaustivo proceso de simplificación y modernización del referido instrumento, la Administración de
Normatividad de Comercio Exterior (ANCE) de la Administración General Jurídica del Servicio de Administración
Tributaria (SAT) fue el líder en el proyecto que permitiría la evolución de las RGCE, a fin de permitir la adecuada
distribución y estructura de las referidas reglas, facilitando su uso para los años subsecuentes.
Dentro de dicho proceso, se cambió prácticamente toda la nomenclatura de las reglas, y bajo un nuevo
concepto tendiente a facilitar a los usuarios la localización de la regla aplicable conforme al proceso natural de
la operación, se decidió dar al paquete de reglas la siguiente estructura:6
La anterior estructura, permitió dividir la operación de comercio exterior en tres grandes etapas:
La creación de un nuevo título que contemplaría las diversas regulaciones de los actos posteriores al
despacho aduanero tiene una finalidad loable, pues conlleva entender que con motivo del proceso de
importación o exportación de una mercancía es posible tener errores o irregularidades en las operaciones, por
lo que, en ese mismo sentido, debe permitirse la flexibilidad y las herramientas necesarias para otorgar a los
particulares las facilidades para cumplir espontáneamente con sus obligaciones una vez desaduanadas las
mercancías, e incluso en facultades de comprobación.
La resolución mencionada anteriormente entró en vigor el 31 de julio de 2011, por lo que a partir de esa
fecha los usuarios podrán acceder a los diferentes beneficios que otorga el mencionado Título 6. Con
independencia de lo anterior, el concepto de “actos posteriores al despacho aduanero” contempla más
beneficios de los descritos en las reglas que agrupa el mencionado título y es por tal motivo que en el presente
capítulo abordaremos la totalidad de acciones y los beneficios que existen derivados de una adecuada
identificación de errores o irregularidades en la operación de que se trate.
Con la finalidad de contextualizar los actos a los cuales nos estaremos refiriendo en esta parte de la obra y
no confundirlos con los que se presentan en otras etapas, a continuación, presentamos un cuadro comparativo
de los actos identificando la etapa en la cual se ubican, desde un punto de vista operativo y doctrinario:
Es importante considerar que el hecho de que una mercancía haya sido liberada por la autoridad,
independientemente de que se haya sujetado o no al reconocimiento aduanero por parte de las autoridades
aduaneras, ello no significa que la operación fue correctamente realizada, pues el hecho de que las autoridades
en esa etapa no hayan descubierto irregularidades no nulifica la posibilidad de hacerlo con posteridad y, por ello,
en el séptimo párrafo del artículo 43 de la Ley Aduanera se señala que …el reconocimiento aduanero no limita
las facultades de comprobación de las autoridades aduaneras respecto de las mercancías que se introduzcan
o extraigan del territorio nacional, no siendo aplicable en estos casos el artículo 36 del Código Fiscal de la
Federación. Si las autoridades omiten al momento del despacho objetar el valor de las mercancías o los
documentos o informaciones que sirvan de base para determinarlo, no se entenderá que el valor declarado ha
sido aceptado o que existe resolución favorable al particular..., por lo que el ejercicio de las facultades de
comprobación estará supeditado a lo establecido por el artículo 67 del Código Fiscal de la Federación (CFF).
Conforme a lo señalado por el artículo 67 del CFF, el plazo general con el que cuentan las autoridades
fiscales para determinar contribuciones o aprovechamientos omitidos y sus accesorios, así como para imponer
sanciones por infracciones a las disposiciones legales correspondientes, es de cinco años contados a partir
del día siguiente a aquel en que:
• Se presentó el pedimento.
• Se debió presentar el pedimento.
• Se cometió la infracción a las disposiciones legales.7 En caso de tratarse de infracciones de carácter continuo o
continuado.8
• Se levante el acta de incumplimiento de la obligación garantizada.
• Concluya el mes para realizar el ajuste que prevé el artículo 5 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), tratándose
del acreditamiento o devolución del impuesto al valor agregado (IVA).
Como excepción a la regla general, el segundo párrafo del artículo 67 del CFF dispone que el plazo se
ampliará a 10 años cuando el contribuyente se encuentre en alguno de los siguientes supuestos:
Artículo 67. …
• No se presente en la declaración del impuesto sobre la renta la información que respecto del
impuesto al valor agregado o del impuesto especial sobre producción y servicios se solicite en dicha
declaración.
En este sentido, después de presentar una declaración aduanal (pedimento) y con independencia de que la autoridad
aduanera en el despacho aduanero (per se) haya decidido liberar la carga y permitir su salida de la aduana, ello no limita las
facultades de las autoridades fiscales para verificar el adecuado cumplimiento de sus obligaciones fiscales y aduaneras,
pues para ello contará con un plazo de cinco años contados a partir de que:
• Se transmitió el pedimento.
• Se cometió la infracción
Tomando como punto de origen una nueva estructura de la normativa que involucra la operación de
introducción o salida de mercancías del territorio nacional, el jefe del SAT9 consideró adecuado modificar la
estructura de operación a efecto de crear una administración general que concentrara las diferentes
competencias y facultades de las autoridades existentes en las diversas administraciones generales, lo cual
les permitiría realizar con mayor efectividad y especialidad la fiscalización de los actos posteriores al despacho
o pos-despacho10 y fue así que se creó la Administración General de Auditoría de Comercio Exterior
(AGACE),11 con la siguiente estructura:12
Con la anterior estructura operativa y con un adecuado diseño y planeación de esquemas sofisticados de
análisis de riesgos, desde 2012, la AGACE ha sobresalido como un área que ha ejercido las facultades de
comprobación y verificación de forma sumamente efectiva, lo cual le ha permitido recaudar cantidades
históricas en los últimos años.
Desde luego, la sofisticación de la función fiscalizadora por parte de la autoridad obliga a los particulares a
tener mayores y mejores procesos de cumplimiento fiscal y aduanero, y ello, a su vez, también obliga a
mantener una gran supervisión de las operaciones de comercio exterior, en primer lugar en el proceso previo al
despacho y, finalmente, durante la etapa posterior al despacho, ya que solamente bajo una supervisión muy
estricta del cumplimiento fiscal y aduanero que resulta aplicable a cada operación será posible la eliminación de
riesgos o contingencias en el futuro.
Dentro de la operación diaria de cualquier importador, debe existir como una “buena práctica” el desarrollar
procedimientos de auditoría interna que permitan la revisión sistemática de una actividad o de una situación
para evaluar el cumplimiento de las reglas o criterios objetivos a que aquellas deben someterse.13
Desde luego, no existe una fórmula mágica para lograr regularizar todas las operaciones de comercio
exterior de una misma forma o bajo el mismo procedimiento, sino que partiendo de la base del conocimiento de
todas las herramientas existentes para corregir irregularidades, el especialista deberá implementar aquellas
opciones que resultan aplicables al caso, incluso, en algunas operaciones será necesario la combinación de
estrategias a fin de minimizar riesgos y/o contingencias, o bien, acceder a mayores y mejores beneficios.
4. ACTIVIDADES QUE SUCEDEN UNA VEZ QUE LAS MERCANCÍAS SON LIBERADAS POR LA AUTORIDAD
ADUANERA (“DESADUANAMIENTO”)
Una vez concluidas las formalidades del despacho aduanero, entre ellas, la del reconocimiento
aduanero14sin que la autoridad hubiere descubierto irregularidades en la declaración aduanal, podríamos
concluir que el proceso de importación o exportación prácticamente ha concluido; sin embargo, como ya se
apuntaba anteriormente, ello no significa que se deba desatender la operación, pues la operación posterior al
despacho resulta tan delicada como la de despacho, y el encargado deberá estar muy atento de las diversas
situaciones que se presentan una vez concluido el proceso ante la autoridad aduanera en el recinto fiscal.
Las situaciones que pueden llegar a presentarse después de que la mercancía abandona el recinto fiscal
son diversas y cada una de ellas deberá atenderse de forma específica para evitar que se llegue a causar una
contingencia mayor en la operación. Algunas de las situaciones que pueden llegar a presentarse a la
importación son las siguientes:
En todos los casos anteriores, es importante tomar en consideración ciertos procedimientos y formalidades
a seguir para evitar problemas con la autoridad que tengan como consecuencia el embargo precautorio o
retención de las mercancías, así como la generación de pago de contribuciones, multas o sanciones.
A continuación, abordaremos uno a uno los diferentes supuestos, señalando el origen normativo del acto de
molestia, así como algunas recomendaciones para simplificar el acto de molestia o la posible contingencia que
se podría presentar con posterioridad.
El robo, conforme a los señalado por el artículo 367 del Código Penal Federal (CPF), es el apoderamiento de
una cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo
a la ley. Por su parte, el extravío o pérdida es todo daño o menoscabo que sufre una cosa o bien; carencia y
privación de lo que se poseía. La diferencia entre ambos consiste en que la desaparición del bien tiene su
origen en un acto ilegal cometido por un tercero, en el caso del robo, y en el extravío, simplemente se
desconoce la correcta ubicación del bien y, por tanto, si la autoridad requiere cerciorarse de que se encuentra
en el domicilio de la empresa, no será posible presentarlo y, prácticamente para ambos casos, conforme a los
criterios actuales de la autoridad deberemos cumplir con las formalidades para realizar el pago de
contribuciones, tal y como se hubiera tratado de una importación definitiva, si bien, ese es el criterio de la
autoridad, en lo personal los autores no lo compartimos, pues respecto a la obligación de retorno, nos
colocamos ante una imposibilidad de hecho no imputable al importador.
Es importante mencionar que el robo o extravío son acontecimientos ajenos a la voluntad del importador y
que derivado de dicha circunstancia no debería tener mayores consecuencias para el responsable de la
introducción, pues existen argumentos jurídicos de defensa para controvertir una determinación de
contribuciones derivada del robo o extravío de la mercancía; sin embargo, debe mencionarse que conforme a la
disposiciones legales aplicables y bajo el argumento de defensa o tutela de los intereses del fisco federal, en un
acontecimiento de ese tipo prevalece la obligación del pago de los aranceles y demás contribuciones a
aprovechamientos correspondientes, de haberse elegido el régimen de importación definitiva.
La obligación del pago de contribuciones por robo la encontramos en lo dispuesto por las reglas 2.5.7. y
4.5.24. de las RGCE, las cuales analizaremos a continuación para poder concluir sus alcances y cumplimiento
adecuado.
En primer lugar, la regla 2.5.7. de las RGCE establece en forma general, y para los diversos regímenes que
más adelante señalaremos, el procedimiento a seguir en caso de presentarse el robo de la mercancía,
aclarando que tal procedimiento únicamente aplicará en aquellos casos en que no exista un procedimiento
específico.23 Esta regla señala que tratándose del robo de mercancías destinadas a los regímenes de
importación (temporal, depósito fiscal, tránsito de mercancías y de elaboración, transformación o reparación en
recinto fiscalizado), se podrá presentar el pedimento de importación definitiva de las mercancías robadas y
efectuar el pago del impuesto general de importación (IGI), de las cuotas compensatorias que en su caso
correspondan y demás contribuciones aplicables, vigentes a la fecha de pago, así como acreditar el
cumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias y normas oficiales mexicanas (NOM) a más
tardar dentro de los 30 días siguientes a aquel en que se levantó el acta ante la autoridad competente,
tramitando un pedimento con las claves que correspondan conforme a los Apéndices 2 y 8 del Anexo 22, en
donde se describa las mercancías que hubiesen sido robadas, y transmitir en el bloque de descargos conforme
al citado anexo el descargo de los pedimentos con los que la mercancía ingresó a territorio nacional.
Adicionalmente, se deberá anexar al pedimento correspondiente el acta levantada ante el Ministerio Público y
para el pago del IGI se podrá aplicar la tasa arancelaria preferencial prevista en los acuerdos comerciales o
Tratados de Libre Comercio (TLC) suscritos por México, siempre que las mercancías califiquen como
originarias y se cuente con el certificado o prueba de origen válido y vigente que ampare el origen de las
mismas de conformidad con el acuerdo o tratado correspondiente, o bien, la establecida en el Programa de
Promoción Sectorial (Prosec) que resulta aplicable.
La regla 2.5.7. de las RGCE también incluye el procedimiento a seguir en los casos de robos de:
a) Remolques, semirremolques o portacontenedores. En cuyo caso, el pedimento deberá presentarse
dentro del plazo otorgado en la importación temporal o a más tardar dentro de los 45 días posteriores al
vencimiento del mismo. No se requiere Padrón de Importadores y para determinar el valor en aduana podrá
optarse por considerar el 50% del valor contenido en la columna “Average Retail Value” (valor promedio para
venta al menudeo) de la edición del Primedia Price Digest Commercial Trailer Blue Book (Guía de precios de
autos usados-Libro azul), correspondiente a la fecha de importación del vehículo, o si la antigüedad es mayor
de 11 años, podrán considerar el valor con base en el valor del último año disponible de la edición antes
mencionada, correspondiente a la fecha en que se efectúe la importación del vehículo.
b) Chasises, contenedores o motogeneradores. En este caso, se deberá presentar el pedimento
correspondiente dentro del plazo de importación temporal o a más tardar dentro de los 30 días posteriores al
vencimiento del mismo, tampoco es necesario inscribirse en el Padrón de Importadores, y el valor en aduana
será el valor declarado en el pedimento de importación temporal. La copia del pedimento y del acta levantada
ante el Ministerio Público deberán presentarse en la aduana en la que se tramitó la importación temporal.
c) Envases importados temporalmente conforme a la fracción I, de la regla 3.1.26. En este supuesto,
el importador, dentro del plazo de importación temporal o a más tardar dentro de los 30 días posteriores al
vencimiento del mismo, deberá presentar el pedimento correspondiente, sin que sea necesario inscribirse en el
Padrón de Importadores, y el valor en aduana será el consignado en la factura correspondiente.
Independientemente de la presentación del pedimento para su importación definitiva, a efecto de cancelar la
obligación de retorno, el importador deberá presentar, mediante un escrito libre ante la aduana por la que se
haya realizado la importación temporal, copia del pedimento que ampare la importación definitiva de los
envases robados, anexando copia simple de la copia certificada del acta de robo levantada ante el Ministerio
Público.
Por su parte, la regla 4.5.24. de las RGCE establece el procedimiento que en caso de robo deberán seguir
las personas morales que cuenten con autorización para realizar la introducción de mercancías al régimen de
depósito fiscal, el cual podemos resumir de la siguiente forma:
a) Dentro de los primeros 10 días de cada mes, tramitar un pedimento de importación definitiva que ampare
las mercancías que hubiesen sido objeto de robo en el mes inmediato anterior, debiendo transmitir el descargo
de los pedimentos de introducción de mercancía nacional, nacionalizada o extranjera, según corresponda.
b) Efectuar el pago de las contribuciones y, en su caso, las cuotas compensatorias que correspondan y
acreditar el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias. Se considerará como fecha de
entrada de la mercancía, la fecha de pago del pedimento.
c) No será necesario presentar denuncia ante la autoridad competente, si el valor de las mercancías que
hubiesen sido objeto de robo representa menos del 1% de las ventas realizadas en el mes inmediato anterior al
mes en que se tramite el pedimento, en caso contrario se requerirá presentar denuncia, cuya copia se anexará
al pedimento.
En el caso de mercancía extraviada no existe fundamento que establezca específicamente la obligación de
pago; sin embargo, en las operaciones sujetas a diferimiento de aranceles, los interesados deben tener un
control absoluto de las mercancías y, por tanto, en caso de no ser localizadas en el lugar en donde deberían
estar, se actualiza el supuesto previsto por el artículo 182, fracción II, de la Ley Aduanera,24 pues de alguna
forma se estaría violando el régimen solicitado, de modo que antes de que dicha circunstancia sea descubierta
por la autoridad, resulta conveniente su regularización o, en caso de que la estrategia sea la defensa litigiosa,
tendría que esperarse la liquidación por parte de la autoridad fiscalizadora.
Al igual que en el robo, cuando se presente la destrucción o daño de las mercancías sujetas a los
regímenes aduaneros de importación o exportación temporal, depósito fiscal o tránsito, el artículo 94 de la Ley
Aduanera establece el procedimiento a seguir para cada uno de ellos, los cuales resumiremos a continuación:
4.3.1. DESTRUCCIÓN
En el caso de la destrucción de los bienes afectos a los regímenes antes mencionados, no se exigirá el
pago de los impuestos al comercio exterior ni de las cuotas compensatorias, pero los restos seguirán
destinados al régimen inicial, salvo que las autoridades aduaneras autoricen su destrucción o cambio de
régimen.
Para efecto de acreditar la materialización de la destrucción, el artículo 141 de Reglamento de la Ley
Aduanera (RLA) señala que el interesado estará obligado a dar aviso a la autoridad aduanera en un plazo no
mayor de 15 días contados a partir del día siguiente al del accidente, debiendo anexar copia del acta de hechos
levantada por autoridad competente.
Tratándose del régimen de tránsito, el aviso señalado anteriormente se turnará a la aduana de destino y
podrá ser presentado por la empresa transportista que conduzca las mercancías, o bien, por el importador,
exportador, representante legal, auxiliar, agente aduanal, mandatario, dependiente o empleado autorizado que
haya promovido el pedimento correspondiente.
Con independencia de la presentación del aviso, en caso de que existan restos, el interesado deberá señalar
el destino que quiera dar a los mismos, para lo cual la autoridad aduanera podrá autorizar su destrucción o
cambio de régimen.
4.3.2. DAÑO
Si la imposibilidad para llevar a cabo el retorno sobreviene por el daño de la mercancía, el interesado podrá
considerar como retornadas dichas mercancías, siempre que cumplan con los requisitos de control que
establezca el SAT mediante reglas.
En las RGCE vigentes, encontraremos las disposiciones siguientes en relación con el daño de mercancías
sujetas a un régimen de diferimiento de aranceles:
Para efectos del cambio de régimen, los aranceles se causarán conforme a la clasificación arancelaria que
les corresponda en el estado en que se encuentren los restos al momento de efectuar dicho cambio, tomando
como base gravable el valor de transacción en territorio nacional. Las cuotas, base gravable, tipo de cambio de
moneda, regulaciones y restricciones no arancelarias y prohibiciones aplicables serán las que rijan en la fecha
de pago.
Para efectuar la destrucción de los restos de la mercancía dañada sujeta el régimen de importación
temporal, se deberá seguir el instructivo de trámite 78/LA.
Los contenedores y carros de ferrocarril, así como las locomotoras y equipo especializado relacionado con
la industria ferroviaria que hayan sufrido algún daño podrán destruirse o cambiarse de régimen a importación
definitiva por la empresa concesionaria del transporte ferroviario, la empresa naviera, el agente naviero o el
importador, para lo cual deberán presentar aviso por escrito libre, en los términos de la regla 1.2.2., a la
Administración Desconcentrada de Comercio Exterior de la Administración General de Auditoría de Comercio
Exterior (ADACE) que corresponda al lugar donde se encuentren físicamente los restos, o bien, a la
Administración Central de Planeación y Programación de Comercio Exterior de la Administración General de
Auditoría de Comercio Exterior (ACPPCE), con 15 días de anticipación a la fecha programada para su
destrucción, anexando una relación de los contenedores o carros de ferrocarril, así como de las locomotoras y
equipo especializado relacionado con la industria ferroviaria dañados y la lista de intercambio o la “Constancia
de importación temporal, retorno o transferencia de contenedores”, según corresponda.
En el caso de cambio de régimen, se requerirá el dictamen que acredite que las mercancías no son aptas
para utilizarse para el transporte de mercancías por el daño sufrido. Las contribuciones se causarán tomando
como valor en aduana el valor comercial de las mercancías en el estado en que se encuentren y conforme a la
clasificación arancelaria que les corresponda como tales. Las cuotas, bases gravables, tipo de cambio de
moneda, regulaciones y restricciones no arancelarias y prohibiciones aplicables serán las que rijan en la fecha
de pago.
Tomando en consideración los diferentes acontecimientos que pueden llegar a presentarse una vez
levantado el proceso aduanero en el recinto fiscal o fiscalizado, es importante que los interesados estén muy
atentos de las formalidades que deben seguir a efecto de no generar contingencias futuras.
Debe tomarse en cuenta que, derivado de la dinámica de la operación de comercio exterior y las
subsecuentes operaciones, aquellas acciones que en su momento no se ejecuten respecto de aquellas
mercancías que presentaron alguna eventualidad traerán consecuencias económicas para el importador,
motivo por el cual se recomienda establecer de manera anticipada los canales y procedimientos a seguir a fin
de identificar y ejecutar las formalidades aplicables para cada caso.
El sistema de control de inventarios constituye una obligación directa relacionada con la posibilidad de
realizar operaciones de comercio exterior, por lo que mantener un adecuado control de las operaciones de
comercio exterior será el mejor seguro que tiene un importador o exportador para tutelar la continuación
ininterrumpida de su operación y un futuro de la empresa a largo plazo.
Incluso, una de las primeras cosas que la autoridad aduanera solicitará durante el inicio de las facultades de
comprobación será exhibir los controles de inventarios, descargas, reportes o en específico acreditar el
cumplimiento de las obligaciones fiscales y aduaneras relacionadas con una o más declaraciones en
específico. El no contar con el archivo documental y controles le traerá a la empresa no sólo dolores de
cabeza, sino además importantes contingencias fiscales.
La obligación de contar con un sistema de control de inventarios lo encontramos en el artículo 59, fracción I,
de la Ley Aduanera, el cual establece que quienes introduzcan o extraigan mercancías de territorio nacional
deberán cumplir, entre otras, con la obligación de llevar los sistemas de control de inventarios en forma
automatizada, que mantengan en todo momento el registro actualizado de los datos de control de las
mercancías de comercio exterior, mismos que deberán estar a disposición de la autoridad aduanera.
Incluso, el propio numeral en comento, específicamente en el segundo párrafo de la fracción I, detalla que
las personas que introduzcan mercancías bajo los regímenes de importación temporal para elaboración,
transformación o reparación en programas de maquila o de exportación; de depósito fiscal; de recinto
fiscalizado estratégico, o de elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado, deberán contar
con un sistema automatizado de control de inventarios, por lo que el legislador fue claro en señalar que en una
operación de comercio exterior sujeta a la suspensión en el pago de contribuciones, los controles son y serán
un común denominador no sólo durante la permanencia del bien en territorio nacional, sino por el lapso en que
las autoridades competentes tengan la posibilidad de ejercer facultades de comprobación.
Dicho sistema permitirá a la empresa y, en su caso, a la autoridad tener elementos para:
a) Dar cabal cumplimiento o verificar el cumplimiento de las disposiciones establecidas en la Ley Aduanera,
su Reglamento y las RGCE, en lo relativo al control de inventarios de las mercancías importadas
temporalmente.
b) Contar con un instrumento para la comprobación de los retornos de las mercancías importadas
temporalmente y control de mercancías pendientes de retorno.
c) Generar reportes que permitan dar cumplimiento a los requerimientos de información establecidos en las
disposiciones aduaneras y de la propia autoridad.
Lo anterior debe realizarse de manera automatizada, es decir, a través de procesos informáticos que, al
procesar la información capturada en catálogos y/o módulos, permitirán tener la información solicitada en
cualquiera de los reportes de inmediato.
La obligación de llevar sistemas de control de inventarios no es exclusiva de las operaciones de comercio
exterior, pues también se encuentra regulado por los artículos 33 del Código de Comercio (Ccom); 28 del CFF;
59, fracción I, primer párrafo de la Ley Aduanera, y 76 de la LISR en vigor.
Este control se hace más estricto para las empresas que realizan operaciones de importación temporal (en
las que difieren los impuestos) y aún más en las empresas manufactureras que transforman materia prima en
producto terminado, ya que ésta es la única herramienta que tiene la autoridad (y la empresa para autoevaluar
el cumplimiento) para comprobar que la mercancía de comercio exterior cumplió con las formalidades para su
introducción, retorno o exportación, entre ellas el cumplimiento de las regulaciones arancelarias y las
regulaciones o restricciones no arancelarias a las que se encuentra afecta la misma.
El uso de esta herramienta debe de ser tomado con total responsabilidad e importancia, ya que un mal
registro puede generar resultados erróneos e incluso costosos para la compañía; en este sentido, no es
recomendable que se considere como único responsable del control de inventarios “un simple capturista”, sino
por lo contrario, para evitar errores o incluso identificar irregularidades, deberá participar en esa función un
especialista en comercio exterior.
Con base en lo anterior, resulta de suma importancia que las personas involucradas con las operaciones de
comercio exterior se responsabilicen totalmente del mando de la operación y no sólo se preocupen del arribo
de la mercancía al almacén o con el cliente final, sino que estén conscientes de que la captura del control de
inventario es una gran oportunidad para detectar irregularidades, permitiéndoles hacer una glosa26 y anticipar
errores con el objetivo de corregir la situación antes de que la autoridad aduanera la descubra.
El archivo de comercio exterior es otro de los puntos que la autoridad usa para medir el cumplimiento de la
empresa en sus obligaciones, pues como lo establecen los artículos 2 y 6 de la Ley Aduanera en vigor, la
información presentada ante el Sistema Electrónico Aduanero (SEA) deberá ser en documento electrónico o
digital (a partir del 10 de diciembre de 2013), mientras que del 1 de junio de 2012 al 9 de diciembre de 2013, en
un periodo que podríamos denominar “híbrido”, se debía presentar en papel y en electrónico, y en las
operaciones previas al 30 de mayo de 2012, la exigencia era totalmente en papel.
En este mismo sentido, es recomendable mantener dentro de los expedientes de comercio exterior por
ejercicio u operación, según corresponda, los siguientes documentos o informes que integren la contabilidad de
la empresa:29
El plazo para la exhibición de los documentos antes enumerados depende de su naturaleza y se sujetarán a
lo siguiente:30
a) Los libros y registros que formen parte de su contabilidad solicitados en el curso de una visita deberán
presentarse de inmediato, así como los diagramas y el diseño del sistema de registro electrónico, en su
caso.
b) Seis días contados a partir del día siguiente a aquel en que surta efectos la notificación de la
solicitud respectiva, cuando los documentos sean de los que deba tener en su poder el contribuyente31 y se los
soliciten durante el desarrollo de una visita.
c) 15 días contados a partir del día siguiente a aquel en que surta efectos la notificación de la
solicitud respectiva, en los demás casos.32, 33
La mayoría de los documentos antes citados, bajo un correcto y adecuado sistema de control y archivo, no
debieran originar un mayor problema para su entrega ante la solicitud de los auditores; sin embargo, uno de los
principales dolores de cabeza está relacionado con la integración de los expedientes de importación y
exportación, pues en la mayoría de los casos existe desconocimiento respecto de los documentos que deben
formar parte de dicho expediente y, tal y como lo mencionamos anteriormente, los documentos que deberían
formar parte del expediente de comercio exterior se encuentran dispersos.
Si a lo anterior le sumamos que, durante los años anteriores, los actores del comercio exterior hemos tenido
que convivir entre dos diferentes sistemas para realizar despachos de comercio exterior, la integración de los
expedientes de comercio exterior se complica aún más.
Nos referimos, desde luego, al sistema tradicional o documental (aplicable hasta el 31 de mayo de 2012), al
nuevo e-despacho a través de la Ventanilla Única de Comercio Exterior Mexicana (VUCEM) y, por qué no, a la
regresión al sistema tradicional en algunas operaciones al existir contingencias en el sistema electrónico. Ante
ello, es necesario tener muy claro cada uno de los escenarios, pues únicamente bajo dichas bases la empresa
podrá conocer en cada uno de los casos cómo debiera integrar su expediente.
Para el primero, es decir, las operaciones de comercio exterior tradicionales, la documentación que debe
integrar el expediente es la siguiente:
Documento
Original del pedimento de importación/exportación correspondiente, así como sus
respectivas rectificaciones con los siguientes anexos:
Copia de la factura comercial o documento que exprese el valor comercial en la exportación.
Conocimiento de embarque o guía aérea (operaciones realizadas por vía aérea y marítima)
Documentos que comprueben el adecuado cumplimiento de las obligaciones en materia de
regulaciones y restricciones no arancelarias, entre ellos:
• Permisos (en su caso)
• Autorizaciones (en su caso)
• Licencias (en su caso)
• Cumplimiento de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) o, en su defecto, cartas de excepción
conforme a lo dispuesto por el artículo 10 del Acuerdo de NOM
Documentos que comprueben el origen y procedencia de las mercancías (certificados de origen
conforme al formato autorizado en el tratado o acuerdo comercial correspondiente)
Documento en que conste la garantía prevista por el artículo 86-A de la Ley Aduanera (tratándose
de mercancía sujeta a precios estimados por la SHCP)
Certificado de peso o volumen (únicamente mercancías a granel en aduanas de tráfico marítimo)
En caso de mercancías susceptibles de ser identificadas individualmente, deberán indicarse en el
pedimento, factura, documento de embarque o documento anexo (firmado por el agente aduanal,
importador o exportador) los siguientes datos:
• Marca.
• Modelo.
• Número de serie.
Hoja de cálculo y manifestación de valor
Copia del documento presentado por el importador a la Administración General de
Aduanas (AGA) que compruebe el encargo conferido*
Carta o documentos en donde consten las instrucciones proporcionadas al agente
aduanal sobre la operación de importación o exportación a realizar**
* La integración de este tipo de documento no resulta ser obligatorio en cada uno de los
expedientes; sin embargo, es recomendable que la empresa lo mantenga perfectamente
localizable.
** La integración de este tipo de documentos tampoco resulta indispensable en cada uno de los
expedientes; sin embargo, es recomendable tenerlos para acreditar, en caso de conflicto, cuáles
fueron.
En el segundo supuesto, es decir, las operaciones realizadas a través de la VUCEM, con motivo de la
reforma publicada el 9 de diciembre de 2013, la documentación que debe integrar el expediente es la siguiente:
Documento
Pedimento simplificado34 y documento electrónico o digital como los siguientes anexos
al pedimento y sus rectificaciones, así como el acuse generado por el sistema
electrónico aduanero, conforme al cual se tendrá por transmitida y presentada:
La relativa al valor y demás datos relacionados con la comercialización de las mercancías
contenidos en la factura o documento equivalente, cuando el valor en aduana de las mismas se
determine conforme al valor de transacción, declarando el acuse correspondiente que se prevé
en el artículo 59-A de la presente ley
La contenida en el conocimiento de embarque, lista de empaque, guía o demás documentos de
transporte, y que requiera el SAT mediante reglas, declarando el acuse respectivo que se prevé en
el artículo 20, fracción VII, de la presente ley
La que compruebe el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias a la
importación, que se hubieran expedido de acuerdo con la Ley de Comercio Exterior (LCE),
siempre que las mismas se publiquen en el DOF y se identifiquen en términos de la fracción
arancelaria y de la nomenclatura que les corresponda conforme a la Tarifa de la Ley de los
Impuestos Generales de Importación y de Exportación (TIGIE)
La que determine la procedencia y el origen de las mercancías para efectos de la aplicación de
preferencias arancelarias, cuotas compensatorias, cupos, marcado de país de origen y otras
medidas que al efecto se establezcan, de conformidad con las disposiciones aplicables
La del documento digital en el que conste la garantía efectuada en la cuenta aduanera de
garantía a que se refiere el artículo 84-A de esta ley, cuando el valor declarado sea inferior al
precio estimado que establezca la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
En caso de mercancías susceptibles de ser identificadas individualmente, en la información
transmitida relativa al valor y demás datos de comercialización de las mercancías, deberán
indicarse los siguientes datos:
• Marca.
• Modelo.
• Número de serie.
Hoja de cálculo y manifestación de valor
Copia del documento presentado por el importador a la Administración General de
Aduanas (AGA) que compruebe el encargo conferido*
Carta o documentos en donde consten las instrucciones proporcionadas al agente
aduanal sobre la operación de importación o exportación a realizar**
(*) La integración de este tipo de documento no resulta ser obligatorio en cada uno de los
expedientes; sin embargo, es recomendable que la empresa lo mantenga perfectamente
localizable.
(**) La integración de este tipo de documentos, tampoco resulta indispensable en cada uno de los
expedientes; sin embargo, es recomendable tenerlos para acreditar, en caso de conflicto, cuáles
fueron.
Finalmente, por lo que se refiere a aquellos casos en que por razones de contingencia la trasmisión
electrónica de la operación no se pudo efectuar, resultará necesario remitirnos a la obtención de la información
mediante la presentación del pedimento en la forma tradicional y además aquellos que en su momento se
hubieran transmitido, pues con independencia de la contingencia para la realización del despacho electrónico,
previamente a ello, la empresa ya habría realizado todas las acciones necesarias para la obtención de los
documentos electrónicos y digitales.
Considerando lo anterior, es sumamente importante que las empresas dedicadas al comercio exterior sean
muy estrictas y puntuales en el hecho de que todos y cada uno de sus expedientes de importación o
exportación se encuentren perfectamente integrados e incluso resulta totalmente recomendable el realizar
ejercicios periódicos de auditorías preventivas practicadas por terceros.35
Lo anterior, aunado a la costumbre de archivar operación tras operación todos los documentos que resulten
obligatorios y mantener un registro de control de los mismos en una base de datos, dotará a las empresas de
las herramientas necesarias para atender y concluir de forma rápida y exitosa cualquier ejercicio de las
facultades de comprobación de las autoridades aduaneras.
La falta de alguno de estos documentos puede representar multas de $3,340.00 a $5,010.00,36 en caso de
omisión por cada uno de los documentos que falten, lo cual puede representar un gran monto para la compañía
si es que tiene muchas operaciones y/o pedimentos en los que le falten documentos.
Mantener un adecuado archivo electrónico, permitirá, al importador o exportador, no sólo atender con mayor
rapidez cualquier tipo de requerimiento de información solicitado por la autoridad aduanera, sino además el
acreditar el adecuado cumplimiento de las obligaciones fiscales y aduaneras, por lo que también
recomendamos dedicar recurso y esfuerzos a este proceso de la operación de comercio exterior, lo cual
permitirá a la empresa tener expedientes completos y correctos.
Dentro de los controles de inventarios que deberán mantener las empresas conforme a lo establecido por el
artículo 59, fracción IV, de la Ley Aduanera, en el caso específico de las operaciones realizadas por la Industria
Maquiladora, Manufacturera y de Servicios a la Exportación (IMMEX),37 es obligatorio que cumpla al menos con
los catálogos y módulos referidos en el Anexo 24, Apartado I de las RGCE. Tratándose de transferencias,
deberán cumplir con los apartados I y II del Anexo 24, según sea el caso.
Cuando se trate de operaciones realizadas bajo el régimen de depósito fiscal para la exposición y venta de
mercancías nacionales y extranjeras libres de impuestos (duty free),38 para los recintos fiscalizados en donde
se lleva a cabo elaboración, trasformación o reparación de mercancías,39 no será obligatorio llevar los registros
conforme los catálogos y módulos establecidos en dicho anexo.
Sin embargo, en el caso de operaciones bajo el régimen de recintos fiscalizados estratégicos,40 deberán
llevar un sistema de control de inventarios en forma automatizada y proporcionar acceso electrónico en línea a
éste a la autoridad aduanera de manera ininterrumpida. Para tal efecto, podrán utilizar el método PEPS41 y
optar por seguir los lineamientos establecidos en el Anexo 24, Apartado II de las RGCE.
Lo anterior con la finalidad de cumplir con los descargos de las mercancías (principalmente las materias
primas) importadas con diferimiento de aranceles y que son exportadas en productos terminados que elaboró,
transformó o reparó la empresa –dentro de su proceso productivo– para regresar al extranjero y con lo que se
cierra la temporalidad de las mercancías y la obligación del pago de los impuestos diferidos.
Es muy importante que la empresa mantenga los billetes de materiales, información con la que hace la
explosión de las mercancías (materias primas) integradas en los productos terminados, ya que de éstos
dependerá que los reportes y saldos emitidos por el sistema de control de inventarios del Anexo 24 sean
acordes con la realidad de la compañía, en caso contrario, tendrá saldos a favor o en contra, lo cual será
diferente a los inventarios físicos dentro de los almacenes o bodegas de la empresa.
México también debería hacer una evaluación adicional de los costos y beneficios de sus
numerosos regímenes especiales de tributación. Existen regímenes especiales para empresas
maquiladoras, empresas agrícolas y de transporte, cooperativas, así como empresas pequeñas y
medianas, las cuales se benefician de tasas reducidas, regímenes de contabilidad simplificada,
disposiciones de impuestos diferidos, depreciación acelerada y otras formas de desgravación fiscal.
Además de causar la pérdida directa de ingresos, los regímenes especiales complican el código
fiscal y facilitan que las compañías emprendan una planeación fiscal agresiva o la evasión fiscal
declarando indebidamente que tuvieron menos ingresos. Los regímenes especiales también pueden
distorsionar la asignación de recursos hacia sectores o áreas que no se benefician con los
mismos. Los costos y beneficios de todos los regímenes fiscales especiales para comercios
deberían evaluarse con cuidado y mantener sólo aquellos cuya eficacia se haya
comprobado.
En particular, el régimen de las maquiladoras (IMMEX) debe delimitarse y evaluarse, ya
que es probable que algunas de las concesiones fiscales sean ya en exceso generosas.
Además de corregir diversas fallas del sistema, una opción sería establecer una fecha fija
de expiración y reconsiderar el tamaño de las concesiones fiscales. No obstante, esto debe
hacerse pronto para que los negocios puedan tener mayor certeza sobre los impuestos
que potencialmente deberán pagar. Adicionalmente, la ampliación del régimen puede
haber abierto oportunidades de abuso, como el fraude en el IVA denominado “de
carrusel” mediante el cual empresas en el régimen de maquiladoras trasladan el
beneficio fiscal de importación a bienes que sí se comercian en el país y que por
consiguiente debieran pagar IVA. Para corregir esto, debería cobrarse IVA sobre todas las
importaciones y reembolsarse rápidamente cuando éstas sean reexportadas. Aunque
podría existir alguna justificación para mantener dicho régimen, el problema original de
doble imposición tributaria que había en Estados Unidos ya no está presente y la posición
internacional de México en cuanto a competitividad de costos ha mejorado. Más aún, las
tasas de los aranceles a la importación han bajado para todo tipo de empresas.
…42
(Énfasis añadido.)
Lo anterior trajo como consecuencia la publicación en el DOF, el 11 de diciembre de 2013, del “Decreto por el que se
reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la Ley del Impuesto
Especial sobre Producción y Servicios; de la Ley Federal de Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la Renta, y se
abrogan la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única, y la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo”.
Con esta información, podemos entender el porqué de la modificación a los artículos 25 de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado (LIVA) y 13 de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y el Servicio
(LIESPYS) en diciembre de 2013, así como el cabildeo realizado por Cámaras y demás organismos
participantes en el comercio exterior del país –durante 2014– con el fin de la inclusión de los artículos 28-A para
la LIVA y 15-A para la LIESPYS.
En cuanto a los artículos 25 de la LIVA y 13 de la LIESPYS, la modificación a la que se hace mención
corresponde a agregar el párrafo segundo en numeral I (de ambos artículos) y, como se mencionó, con base
en los cabildeos y negociaciones realizados por los interesados en el medio de comercio exterior, se agregan
los artículos 28-A a la LIVA y 15-A a la LIESPYS.
Los artículos 28-A de la LIVA y 15-A de la LIESPYS son el sustento para la creación del Sistema de Control
de Cuentas de Crédito y Garantía, mejor conocido como el Anexo 31 de las RGCE y que es el lineamiento por
el cual la autoridad fiscal controla los impuestos (IVA e IESPYS) que se causan por la importación de las
mercancías y que las empresas difieren.
Como podemos observar, la similitud entre los Anexos 24 y 31 de las RGCE es que sirven para controlar las
mercancías importadas en régimen temporal y que difieren el pago de contribuciones, es decir, el Anexo 24
controla mercancía en cantidades (kilogramos, piezas, metros, etc.) y el Anexo 31 controla valores de las
mercancías y los saldos de contribuciones pendientes de pago.
Existe en el mercado gran cantidad de sistemas de control de inventarios que cumplen con lo establecido en
los Anexos 24 y 31 de las RGCE, y su variación en costos es muy grande. Sin embargo, lo recomendable es
adquirir un sistema que se adapte a las necesidades de la compañía: si se toma la decisión de adquirir un
sistema pequeño, para una operación muy grande, éste será sobrepasado y su desempeño no será el óptimo;
por lo contrario, si se adquiere uno muy robusto, para una operación muy sencilla, quedará sobrado el sistema.
Pero lo más importante, como ya se señaló previamente, es que quien maneje estas dos herramientas sea
una persona capacitada y responsable de la información, ya que un error puede generar multas y sanciones de
dimensiones estratosféricas.
6. MERMAS Y DESPERDICIOS
• Retornarlos.
• Pagar los impuestos.
• Transferirlos.
• Destruirlos.
• Donarlos.
La compañía tomará la decisión de qué es lo que realizará con sus desperdicios, pero siempre debe hacerlo
antes de que el plazo de retorno se venza, ya que, como es desperdicio de mercancía importada
temporalmente, tiene el mismo plazo de permanencia que la materia prima importada y, en caso de que no se
le dé el tratamiento correspondiente, se tendrán que regularizar los desperdicios (con el pago de multas
correspondientes).
Como hemos podido observar, adquirir mercancías –objeto de comercio exterior– genera obligaciones,
mismas que, en algunos casos, el importador no cumple y, que pudrán convertirse en sanciones o
contingencias importantes desde el punto de vista económico o, incluso, en materia penal, por el
incumplimiento de las mismas. El principal error se encuentra en que “muchas veces” las compañías creen
que el área de tráfico (operativa) es suficiente y que no es necesario contar con una área de aduanas/comercio
exterior/compliance, etc. que supervise el cumplimiento de los extremos legales o regulatorios y ésa omisión,
puede costar muy caro a la empresa, bajo tales circuantancias, lo recomendable es realizar una análisis
objetivo de la situación y al momento de detectar irregularidades aplicar las estrategias necesarias para corregir
dicha situación, antes de que la autoridad las descubra, o incluso, también es recomendable hacerlo, en los
casos en que la autoridad hubiera iniciado facultades de comprobación.
Como lo hemos mencionado, los errores u omisiones cometidos en materia de comercio exterior tienen
graves sanciones que pueden rebasar cantidades de varios millones de pesos (incluso llegar a la materia
penal). Éste es el principal motivo por el cual se recomienda a todos los importadores/exportadores que
realicen revisiones y auditorías preventivas a sus operaciones, archivos y sistemas de comercio exterior, pues
al tener certidumbre de que se están realizando en cumplimiento con los lineamientos aplicables y de que se
identifican errores u omisiones, pueden resolverlos a la mayor brevedad.
A continuación, se presentan algunas de las sanciones que pueden ser subsanadas de manera espontánea,
cuando las detecta el importador/exportador antes de que la autoridad inicie facultades. Sin embargo, en primer
lugar, nos gustaría presentarles el texto del artículo 70, primer párrafo del CFF, para que vayamos normando
criterio al respecto:
Artículo 70. La aplicación de las multas, por infracciones a las disposiciones fiscales, se hará
independientemente de que se exija el pago de las contribuciones respectivas y sus demás
accesorios, así como de las penas que impongan las autoridades judiciales cuando se incurra en
responsabilidad penal.
Así que, como podemos observar, en caso de que la autoridad detecte que la compañía presenta problemas por
contribuciones omitidas, además de cobrar el monto de dichas contribuciones, buscará cobrar las multas y demás
sanciones aplicables (incluso penales), lo cual da motivo para que las compañías y sus representantes legales den la
atención correspondiente a este tema.
Esta infracción se tipifica conforme al artículo 176 de la Ley Aduanera y se sanciona con base en lo
señalado en el artículo 178 del mismo lineamiento jurídico, siendo una de las más altas, ya que va del 130 al
150% del valor de los impuestos al comercio exterior omitidos.
7.1.2. OMISIÓN DEL IMPUESTO AL VALOR AGREGADO Y DEL DERECHO DE TRÁMITE ADUANERO (DTA)
Esta infracción se rige conforme a lo señalado en el artículo 76 del Ccom en vigor, resultando aplicable una
multa que va del 55 al 75% de las contribuciones omitidas.
Las contribuciones y aprovechamientos, así como las devoluciones (a cargo del fisco federal), se
actualizarán por el transcurso del tiempo y con motivo de los cambios de precios en el país, tal como lo señala
el artículo 17 del Ccom en vigor.
De la misma forma que cuando las contribuciones o los aprovechamientos no se cubran en la fecha
correspondiente o dentro del plazo fijado por las disposiciones fiscales, el monto se actualizará desde el mes
en que debió hacerse el pago y hasta el mes en que éste se efectúe, además –de dicha actualización– deberán
pagarse recargos por concepto de indemnización al fisco federal por la falta de pago oportuno. Lo anterior se
realizará conforme a lo que señala el artículo 21 del Ccom en vigor.
7.1.5. MULTAS
Las infracciones y sanciones relacionadas con la importación o exportación de mercancías, de los medios
en que se transportan o conducen, el despacho aduanero y los hechos o actos que deriven de éste y/o de
dicha entrada o salida de mercancías se señalan en el Título Octavo de la Ley Aduanera, específicamente en
los artículos 176 al 199.
Sin embargo, sí es importante mencionar que existen diferentes lineamientos jurídicos que permiten la
reducción de las multas en diferentes porcentajes, llegando incluso, en ciertos casos, a ser superiores al 75%
de disminución.
7.2.1. CONTRABANDO
Las causales del delito de contrabando se señalan en el artículo 102 del CFF y las sanciones
correspondientes se refieren en el artículo 104 del mismo ordenamiento, ambos en vigor y entre los supuestos
regualdos se encuentra la importación de mercancías, omitiendo (total o parcialmente) el pago de las
contribuciones correspondientes; así, se presenta una situación legal delicada, ya que establece penas
privativas de la libertad (prisión) por periodos que van de los tres meses a los nueve años, por montos de
contribuciones omitidas de hasta $1.24 millones.
Entre las causales señaladas en el artículo 108 del CFF en vigor, por motivo del delito de defraudación fiscal
se detalla específicamente quien … con… aprovechamiento de errores, omita total o parcialmente el pago de
alguna contribución… y refiere penas de prisión que van de los tres meses a los nueve años, estableciendo
como monto base de lo defraudado $1.73 millones.
Sin embargo, la situación no termina ahí, ya que, si se considera que el delito es “calificado”, la pena
aumenta en un 50%. Y aquí es donde preocupa más, pues dos de las causales para que el delito se considere
“calificado” aplican al área de comercio exterior de la compañía:
• No llevar los sistemas o registros contables a que se esté obligado conforme a las disposiciones fiscales o asentar
datos falsos en dichos sistemas o registros.
• Utilizar datos falsos para acreditar o disminuir contribuciones.
Con base en lo anterior, es de suma importancia que el área de comercio exterior de la empresa mantenga
un intercambio de información total con las áreas de finanzas y fiscal de la compañía, para que –en caso de
que se detecte una contingencia– se actúe de inmediato a la resolución de la misma y se informe al
representante legal en turno para que tome la batuta de la atención a dicha contingencia y se resuelva con base
en los lineamientos legales aplicables y en el menor tiempo posible (ya que él es el principal afectado en esta
situación).
Después de que hemos observado las sanciones que puede aplicar la autoridad tras una revisión con base
en sus facultades de revisión, si el importador/exportador detecta esas irregularidades en las operaciones de
comercio exterior de la empresa, deberá implementar las acciones necesarias para corregir dichas
situaciones.
A continuación, se presentan las acciones que puede realizar la compañía para resolver tales supuestos
(algunos incluso válidos durante las facultades de comprobación).
(i) Preferencias arancelarias emanadas de acuerdos, convenios o TLC vigentes, suscritos por
México.
(vii) Un contrato en donde se desprenda que el precio final se podrá definir con datos que se
conocerán con posterioridad a la importación de hidrocarburos, productos petrolíferos, productos
petroquímicos, azufre y cualesquiera otras mercancías identificadas en el Anexo 14.
Si el proceso de importación está mucho más avanzado, y no sólo se elaboró el pedimento y se activó el
mecanismo, sino que además a éste le correspondió reconocimiento aduanero, independientemente de que ya
se hubiera iniciado o no, derivado de una reforma al artículo 89 de la Ley Aduanera en 2018,43 no se podrá
realizar rectificación alguna, a menos que el contribuyente se ubique en alguno de los supuestos de
autocorrección en facultades de comprobación y se cumpla con las formalidades correspondientes. Estos
procedimientos siempre deberán ser autorizados por la autoridad fiscalizadora que está practicando las
facultades de comprobación e incluso es recomendable que dichas autoridades estén en contacto con la
autoridad en la aduana para facilitar la justificación y procesos de la rectificación o autocorrección.
Existen dos situaciones importantes que debe conocer el importador/exportador, antes de aplicar una
rectificación:
Nuestra recomendación es que siempre estén muy atentos de las inconsistencias o errores de captura de
pedimento para efectuar la rectificación correspondiente antes de que la autoridad lo descubra, o incluso, una
vez descubiertos, se analice la mejor opción para corregir la situación fiscal y aduanera y se eviten sanciones
mayores, como la pérdida de las mercancías en favor del fisco federal o la multa por un valor equivalente, en
caso de sobrevenir la imposibilidad material para que las mercancías pasen a propiedad del fisco.
El Pedimento Global Complementario nace en 201144 como una necesidad para facilitar a los usuarios la
rectificación de operaciones masivas de pedimentos con motivos de diferencias en valor, principalmente
derivadas de estudios de precios de transferencia, en cuyo caso, al final del ejercicio deben realizarse ajustes,
muchos de ellos en valor individual mínimo, pero que sumado a lo largo del ejercicio resulta una cantidad
importante a pagar; sin embargo, lo importante es cumplir con las obligaciones inherentes al pago
correspondiente de las contribuciones y demás formalidades previstas en ley para su legal importación, pues
en caso contrario se corre el riesgo de perder su deducibilidad y demás efectos fiscales.
Existían casos extremos en los que durante un ejercicio determinado una empresa había tramitado
alrededor de tres mil operaciones de importación definitiva, y por ajustes derivados por un estudio de precios de
transferencia, por tratarse de empresas vinculadas, era necesario efectuar la rectificación de valor de las
referidas operaciones de importación, lo cual generaba elevados gastos por los honorarios para el agente
aduanal, que incluso resultaban (por operación) ser mayores a lo que implicaba el ajuste de valor.
Los importadores recurrieron a la presentación de los ajustes a través del “Formulario Múltiple de Pago de
Operaciones de Comercio Exterior”, lo que en principio debería solucionar el problema, en el sentido de que la
empresa se responsabilizaba de la diferencia y materializaba el pago al fisco federal a través de dicho
documento; sin embargo, la razón que llevó a las empresas a acercarse a la autoridad para buscar un mejor
esquema fue que, poco a poco, se volvió más complicada la presentación de los formularios, pues se requería
que el área legal de la aduana los autorizara previamente a su pago en las sucursales bancarias dentro de la
aduana y además el formulario no se transmitía a través de sistema aduanero, por tanto, solamente existían
dos comprobantes: el acuse, que conservaba el importador, y el formulario entregado a la autoridad, los cuales,
en caso de extravío, podían generar contingencias, ya que en caso de duda, la carga de la prueba se
depositaba en el importador.
Una vez decidida la necesidad de crear un mecanismo para realizar la rectificación global de operaciones de
importación efectuadas durante un ejercicio fiscal, se presentaron retos informáticos importantes, como el
hecho de que el sistema no pudiera relacionar más de una operación en una rectificación y, por tal razón, debía
conservarse la rectificación uno a uno. La Administración General Jurídica y la AGA no lo aceptaron del todo y,
fue así que se buscaron otras alternativas y entre ellas se decidió utilizar un identificador que permitiera a las
autoridades fiscalizadoras saber si un pedimento modificaba o rectificaba diversas declaraciones de
importación; así nació como una prueba piloto el Pedimento Global Complementario.
De conformidad con el Anexo 22, Apéndice 2 “Claves de Pedimentos”, la clave utilizada para este tipo de
pedimentos es la GC:
APÉNDICE 2 CLAVES DE PEDIMENTO
OTROS
Los casos y procedimientos para acceder al beneficio del Pedimento Global Complementario se encuentran
en las siguientes reglas, atendiendo al supuesto que regula:
En este supuesto, la regla 6.2.1. de las RGCE establece que la posibilidad de tramitar un Pedimento Global
Complementario únicamente puede efectuarse cuando se cumplan los siguientes requisitos:
• Ajuste del valor en aduana asentado en los pedimentos de importación definitiva tramitados durante un ejercicio fiscal.
• El pedimento GC deberá transmitirse antes de la presentación de la declaración anual del ejercicio o con motivo de la
declaración complementaria del ejercicio fiscal que corresponda.
• Aplicará este beneficio siempre que no existan saldos a favor de contribuciones de comercio exterior, es decir,
solamente en aquellos casos en que exista cantidad a pagar y no en los casos en que de ella genere una devolución o
un pago de lo indebido.
• Las contribuciones o aprovechamientos por pagar deberán ser actualizados de conformidad con el artículo 17-A del
CFF, desde la fecha de los pedimentos de importación definitiva y hasta que se efectúe el pago.
• Se deberán pagar recargos calculados desde la fecha de los pedimentos de importación definitiva, en su caso.
• Este beneficio podrá aplicarse, aun y cuando la empresa se encuentre bajo el ejercicio de facultades de comprobación,
siempre que el contribuyente: informe por escrito45 –a la autoridad que inició el acto de fiscalización– su voluntad de
efectuar el Pedimento Global Complementario, pague la multa prevista en el artículo 185, fracción II, de la Ley
Aduanera, por cada pedimento, y una vez presentado el escrito, entregue el pedimento en un plazo de 10 días.
Para las empresas que se encuentran en la necesidad de realizar ajustes al valor de forma masiva en todas
las operaciones del ejercicio, éste es un beneficio mayor, pues no sólo reduce significativamente los costos,
sino que además disminuye drásticamente los tiempos para efectuar la rectificación, ya que sólo se requerirá
un pedimento, por lo que deberá tenerse mucho cuidado al asentar en el campo “Bloque de descargos” el
listado de pedimentos a los cuales se realiza el ajuste, incluyendo los datos y cálculos correspondientes.
Una vez experimentados los beneficios de rectificación a través de un pedimento para ajustes de valor a la
importación, el sector manufacturero del país solicitó la creación de una regla similar para la exportación, y fue
así como nació la regla 6.2.2. de las RGCE, y los requisitos específicos para que opere son los siguientes:
• Ajuste del valor en aduana asentado en los pedimentos de exportación definitiva tramitados durante un ejercicio fiscal.
• El pedimento GC deberá transmitirse antes de la presentación de la declaración anual del ejercicio o con motivo de la
declaración complementaria del ejercicio fiscal que corresponda.
• Aplicará este beneficio siempre que no existan saldos a favor de contribuciones de comercio exterior, es decir,
solamente en aquellos casos en que exista cantidad a pagar y no en los casos en que de ella genere una devolución o
un pago de lo indebido.
• Las contribuciones o aprovechamientos por pagar deberán ser actualizados de conformidad con el artículo 17-A del
CFF, desde la fecha de los pedimentos de importación definitiva y hasta que se efectúe el pago.
• Se deberán pagar recargos calculados desde la fecha de los pedimentos de importación definitiva, en su caso.
• Este beneficio podrá aplicarse, aun y cuando la empresa se encuentre bajo el ejercicio de facultades de comprobación,
siempre que el contribuyente: informe por escrito46 –a la autoridad que inició el acto de fiscalización– su voluntad de
efectuar el Pedimento Global Complementario, pague la multa prevista en el artículo 185, fracción II, de la Ley
Aduanera, por cada pedimento, y una vez presentado el escrito, entregue el pedimento en un plazo de 10 días.
Cualquiera que sea el caso (importación o exportación), el uso del pedimento GC es una gran alternativa
para efectuar el ajuste de valor en un solo pedimento, por lo que el consultor especialista en la materia
aduanera y de comercio exterior siempre lo debe tener presente a fin de proponerlo a sus clientes o empresa.
El cambio de régimen se encuentra regulado por los artículos 93, tercer párrafo, y 106, segundo párrafo de
la Ley Aduanera, así como por el 140 y 170 del RLA y las reglas 1.6.8. a 1.6.12. y 2.2.8. de las RGCE.
Para la original Ley Aduanera de 1995,47 el cambio de régimen operaba exclusivamente en aquellos casos
que establecía la propia ley, limitándose éstos a las operaciones realizadas por las empresas maquiladoras y
no a los previstos en el artículo 106. En materia de facilitación, se tomó la decisión de permitir, mediante reglas
expedidas por el SAT, la regularización de las operaciones de comercio exterior de mercancías importadas
temporalmente, lo cual trajo como consecuencia que aquellos contribuyentes que por alguna razón hubieren
importado una mercancía bajo el régimen temporal y, por alguna razón, decidieron que ésta debía permanecer
por tiempo indefinido en el país, tuvieran que esperar a que venciera el plazo, se convirtiera en mercancía ilegal
y así acceder al beneficio de la regularización.
En la reforma a la Ley Aduanera de 2013,48 el legislador cambió de postura y ofreció a los importadores y
exportadores la posibilidad de realizar el cambio de régimen con la única obligación de cubrir las
contribuciones, aprovechamientos, regulaciones o restricciones no arancelarias y precios estimados aplicables
al nuevo régimen, lo cual constituye un gran avance en materia de facilitación y adaptación de la normatividad a
las necesidades comerciales y operativas de los usuarios al comercio exterior.
Un aspecto importante a considerar en el cambio de régimen previsto por el artículo 93, tercer párrafo de la
Ley Aduanera, es que al ser una disposición especial, no le resulta aplicable el régimen general de la
determinación de la base gravable, aplicación de cuotas compensatorias y regulaciones o restricciones no
arancelarias, así como los precios estimados vigentes a la fecha de introducción de la mercancía en los
términos de lo dispuesto por el artículo 56 del ordenamiento legal en comento, sino las que rijan en la fecha del
cambio de régimen.
Esa sutil diferencia podría pasar desapercibida, pero en operaciones de mercancías sujetas al pago de
cuotas compensatorias o con regulaciones sanitarias complicadas se puede traducir en el pago de cantidades
millonarias que no se tenían consideradas al momento de la importación, o incluso en la imposibilidad de
cumplir con la regulación.
En nuestra opinión, el cambio de régimen de las operaciones debe ser utilizado como el último recurso que
una empresa debe utilizar, pues resulta una opción que encarece la operación de importación por el simple
hecho de determinar y no pagar las contribuciones, aprovechamientos y derechos aplicables, actualizados y
con los recargos de ley, con independencia de los servicios del agente aduanal, agencia o representante legal,
por lo que una planeación adecuada deberá traer como consecuencia ahorros importantes en el pago de
dichos conceptos, al decidir importarlos bajo el régimen definitivo desde el inicio.
Una gran facilidad y en cuyo caso sí podría resultar benéfico el cambio de régimen aplica en el caso de
bienes de activo fijo, pues para efectos de la determinación y pago de contribuciones se deberá considerar el
valor en aduana declarado en el pedimento de importación temporal, lo cual disminuye la proporción que
representa el número de días que dichas mercancías hayan permanecido en territorio nacional respecto del
número de días en los que se deducen dichos bienes, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 34 y 35
de la LISR,49 lo anterior en los términos de la regla 1.6.10. de las RGCE.
En resumen, cambio de régimen aduanero de una operación no sólo exige el pago de las contribuciones
correspondientes, sino también que se cumplan las obligaciones en materia de cuotas compensatorias y
demás regulaciones y restricciones no arancelarias, así como precios estimados exigibles, para el nuevo
régimen solicitado en la fecha de cambio de régimen.
Al momento de realizar el pedimento de cambio de régimen y presentarlo ante la aduana (para modular) no
será necesaria la presentación física de las mercancías y, en caso de que el sistema aleatorio señale que le
corresponde “reconocimiento aduanero”, éste se efectuará únicamente de manera documental. Sin embargo,
si el cambio de régimen se presenta una vez iniciadas las facultades de comprobación (por parte de la
autoridad), será necesario que las mercancías se encuentren físicamente en los domicilios autorizados (en el
caso de empresas, con programa autorizado por la SE).
11. REGULARIZACIÓN
El fundamento legal para efectuar la regularización de las operaciones de comercio exterior lo encontramos
en el artículo 101 de la Ley Aduanera, que establece la posibilidad para aquellas personas que tengan en su
poder mercancías de procedencia extranjera, sin que cuenten con la documentación comprobatoria para su
legal importación50 o hubieran excedido el plazo de retorno (importaciones temporales), de regularizarlas
mediante su importación definitiva, para lo cual estarán sujetas al pago de las contribuciones, cuotas
compensatorias que correspondan y cumplimiento de las demás obligaciones en materia de regulaciones y
restricciones no arancelarias, además de las infracciones y sanciones que procedan cuando las autoridades
hayan iniciado el ejercicio de facultades de comprobación y sin que aplique la regularización cuando las
mercancías hayan pasado a propiedad del fisco federal.
Regla 2.5.1. Regla 2.5.2. Regla 2.5.3. Regla 2.5.4. Regla 2.5.5. Regla 2.5.6. Regla 2.5.7.
Las empresas que tengan posesión o tenencia de mercancías procedentes del extranjero, que no
cumplieron con las formalidades del despacho correspondientes al régimen aduanero aplicable, o cuando sean
mercancías que excedieron el plazo de retorno (en caso de importaciones temporales), podrán regularizarlas
importándolas definitivamente previo pago de las contribuciones, cuotas compensatorias que correspondan y
previo cumplimiento de las demás obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias.
Esto sin perjuicio del pago de una multa correspondiente, la cual, debe ser la prevista en la fracción II, del
artículo 183 de la Ley Aduanera, además de la aplicación de diversas infracciones y sanciones cuando las
autoridades, previamente a la regularización hubieran iniciado el ejercicio de facultades de comprobación.
Es importante mencionar que la regularización no podrá realizarse cuando se trate de mercancías que
hayan pasado a propiedad del fisco federal.
CAPÍTULO XI
REGÍMENES ADUANEROS
Sumario
En este Capítulo abordaremos de una forma simple, los diferentes regímenes aduaneros que nuestra
legislación prevé, lo cual nos permitirá conocer las diferentes opciones que existen para declarar el ingreso o
salida de mercancías del país y con ello, tener todas las herramientas (derechos y obligaciones) necesarias
para la adecuada planeación de la operación de comercio exterior, logrando la eficiencia esperada, evitando la
generación de contingencias innecesarias al elegir correctamente el régimen aplicable a la operación.
1. INTRODUCCIÓN
Para ubicar y poner en contexto el tema, comencemos por mencionar que a nivel internacional en las
últimas décadas ha habido un incremento considerable en el comercio. En México, cada año se incrementa el
valor de las importaciones y exportaciones, como resultado de la reducción de aranceles y disminución de
regulaciones no arancelarias, principalmente al amparo de los principios previstos en el “Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio” (GATT), actualmente Organización Mundial de Comercio (OMC) y los
diversos tratados internacionales suscritos por nuestro país.
En 2003, antes de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el valor
del comercio exterior de México (importaciones y exportaciones) ascendía a 117 mil millones de dólares; para
2000 llegó a 340 mil millones; en 2010, a 600 mil millones, y de enero a diciembre de 2011 alcanzó los 700 mil
millones de dólares. En 2017, el monto de importaciones ascendió a 409.3 mil millones de dólares y las
exportaciones, a 420.4 mil millones de dólares, lo que da un total de 829.7 mil millones de dólares en 2017.
Estas cifras muestran el dinamismo del comercio exterior de nuestro país.
Así, el valor del comercio ha aumentado significativamente, y una porción cada vez mayor de la economía
está vinculada al comercio exterior, por lo que la materia aduanera mantiene su importancia. Además, la
aduana se vincula actualmente no sólo con el pago de impuestos de importación, sino con la recaudación y
control de otras contribuciones, particularmente el impuesto al valor agregado (IVA), y con la protección de
aspectos relacionados con la salud, la educación, la seguridad de los consumidores, la seguridad nacional,
entre otros bienes jurídicamente tutelados.
Ahora bien, las modalidades jurídicas a las que se sujetan las mercancías para su entrada al territorio
nacional o su salida del mismo son los regímenes aduaneros, de los cuales me ocuparé en este capítulo. En
2017, el valor de las operaciones por régimen aduanero fue el siguiente:
De la tabla anterior se puede observar la importancia relativa de cada régimen aduanero en México: las
operaciones definitivas (importaciones y exportaciones definitivas, sumadas) representan el 37.48%, y las
operaciones temporales equivalen al 35.97%, que sumadas con las operaciones virtuales (vinculadas con la
categoría de las importaciones temporales) alcanzan el 49.62% del total de las operaciones del país por
régimen aduanero.
De esa manera, el régimen aduanero más importante de México, por el monto de sus operaciones, es el de
importaciones temporales y sus retornos.
Desde el punto de vista doctrinal, existen diversos conceptos de “regímenes aduaneros”. A continuación,
mencionaré algunos de ellos:
El Consejo de Cooperación Aduanera de Bruselas define los regímenes aduaneros como la destinación que
puedan recibir según las leyes y reglamentos aduaneros, las mercancías sujetas a control de la aduana.1
La Asociación Latinoamericana de Integración Económica (ALADI) definió los regímenes aduaneros como
el tratamiento aplicable a las mercaderías sometidas al control de la aduana, de acuerdo con las leyes y
reglamentos aduaneros, según la naturaleza y objetivos de la operación.2
Oscar Bernardo Reyes Leal los define como el estatus jurídico fiscal que adoptan las mercancías de
comercio exterior, el cual determina sustancialmente las obligaciones en las materias fiscal y de regulaciones y
restricciones no arancelarias.3
Las diferentes formas de destinación bajo control aduanero que los importadores o exportadores
les puedan dar a las mercaderías que se introduzcan al territorio nacional o salgan del mismo y que
se encuentren reconocidos y reglamentados en la legislación aduanera e identificada con una clave
de pedimento. También se define el régimen aduanero como el estado fiscal aduanero que guardan
las mercancías al ingresar al territorio aduanero, estado que determina las formalidades y requisitos
a que deban sujetarse las mercancías internadas y que podrá ser asignado dependiendo del sujeto
que las introduzca al territorio nacional. 4
Por otra parte, también se ha dicho que los regímenes aduaneros están constituidos por los tratamientos legales y
reglamentarios que la Aduana dé a las mercancías, de acuerdo con la naturaleza y objetivos de las distintas destinaciones
aduaneras conocidas.5
En la práctica aduanera se discute, por las muchas consecuencias jurídicas que tiene, si el
régimen aduanero es un tratamiento fiscal (de pago, de no sujeción, de franquicia o de suspensión)
que condiciona el tipo y duración de la estadía de la mercancía o, por el contrario, si el régimen
aduanero consiste en la finalidad de la introducción al país o extracción del mismo de las
mercancías y la duración de su estadía, con repercusiones fiscales. 6
Por mi parte, considero que el régimen aduanero es la modalidad jurídica a la que se destinan las mercancías para su
entrada o salida del territorio nacional, conformada por un conjunto de disposiciones previstas en la ley o demás
disposiciones aplicables, que establecen o pueden establecer (según se trate) cuestiones como: el destino de la
mercancías, obligaciones específicas propias de cada régimen, los sujetos que califican, el tipo de mercancías que califican
o que están excluidas del régimen, así como el tratamiento fiscal y las restricciones y regulaciones no arancelarias
aplicables.
En sentido estricto, considero que el régimen aduanero es la regulación aduanera relacionada con el
procedimiento para la entrada o salida de la mercancía del país, así como las obligaciones aduaneras
inherentes al mismo (por ejemplo, el tiempo de estancia en el país, el lugar en que debe permanecer, la
finalidad específica a la que se puede destinar), así como las disposiciones relacionadas con los sujetos y las
mercancías afectas al mismo. En sentido amplio, el régimen aduanero está conformado también por el
tratamiento fiscal previsto en leyes especializadas –Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA), Ley Federal de
Derechos (LFD), Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (LIESPYS), etc.– y el tratamiento
que le corresponde de conformidad con diversos ordenamientos administrativos que establecen las
restricciones y regulaciones no arancelarias aplicables al régimen de que se trata.
Asimismo, el régimen aduanero puede estar regulado parcialmente en disposiciones como tratados
internacionales; tal es el caso, por ejemplo, del artículo 303 del TLCAN, que establece mandatos sustantivos
que impactan en los llamados programas de devolución o programas de diferimiento de aranceles.7
De conformidad con el concepto de régimen aduanero antes mencionado, en este capítulo desarrollaré
principalmente aspectos de los regímenes aduaneros en sentido estricto, abordando también algunos temas
generales relacionados con el impuesto general de importación (IGI) aplicables a cada régimen.
Por otra parte, es importante mencionar que la utilización de ciertos regímenes aduaneros ha sido
considerada como un factor determinante del desarrollo económico de los países. Especialmente, ciertos
regímenes aduaneros se han identificado como un elemento que puede incidir en el crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB), así como en la posibilidad de dinamizar la economía mediante la vinculación de los
procesos productivos a la exportación de mercancías.
De ahí que se ha desarrollado el concepto de “regímenes aduaneros económicos”. En este sentido, Pedro
Coll explica que la aplicación del régimen de “zona franca” y el de “perfeccionamiento pasivo” favorecen la
producción y la competitividad.
El régimen de zona franca:
…se refiere a las áreas territoriales exentas fiscalmente de aranceles o cualquier otra restricción
a la importación, en las que se puedan ubicar empresas para someter las mercancías allí
introducidas a procesos industriales de ensamblado, confección, manipulación o transformación en
otras mercancías, ultimando el régimen con la exportación del producto obtenido. 8
El régimen de zona franca mencionado por Coll corresponde en Derecho mexicano al régimen de Zonas Económicas
Especiales (ZEE), que es el de más reciente creación en nuestro país, aunque aún no entra en aplicación.
El régimen de “perfeccionamiento activo”:
El régimen de perfeccionamiento activo corresponde en Derecho mexicano a la importación temporal con Programa de la
Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) o al régimen de Recinto Fiscalizado Estratégico
(RFE).
Entre las ventajas en el ámbito económico del régimen de zona franca y de perfeccionamiento activo se
encuentran la posibilidad de producir bienes de exportación a un costo menor que las producidas para el
mercado interno, debido principalmente a la posibilidad de utilizar insumos procedentes del exterior a mejores
precios y sin el pago de impuestos de importación. Adicionalmente, dichos regímenes incrementan la
productividad, promueven el empleo y permiten la acumulación de capital a la reinversión, todo lo cual puede
contribuir al desarrollo de un país.10
Coll refiere que los regímenes citados son frecuentemente utilizados por países en vías de desarrollo, con el
objeto de realizar procesos de transformación, por simples que sean, para después retornar las mercancías al
extranjero, y hace notar que las empresas que utilizan dicho régimen (principalmente, extranjeras o globales)
buscan reducir sus costos de producción.
En lo general, en Europa se ha utilizado el régimen de perfeccionamiento activo, mientras que en
Latinoamérica y Asia se ha recurrido con mayor frecuencia a la zona franca. En el caso de México, el régimen
de perfeccionamiento activo (regímenes temporales) es por mucho el más utilizado, ya que representa el
49.62% de las operaciones totales por régimen aduanero, principalmente por las operaciones temporales para
elaboración, transformación o reparación de empresas con Programa IMMEX.
Con relación al concepto de “regímenes aduaneros económicos” utilizado por Coll, en nuestro país existe
una vinculación directa entre algunos regímenes aduaneros y el incremento de la actividad económica,
especialmente en ciertas zonas. Así, por ejemplo, algunos datos generales que ponen de relieve la importancia
en nuestro país de las operaciones de empresas con Programa IMMEX (importación temporal para elaboración,
transformación y reparación, así como sus retornos al extranjero u otros destinos previstos en el marco jurídico
aplicable), en relación con el incremento de la actividad económica y sus respectivos beneficios, son los
siguientes:
Al 2018, existen 6 mil 700 empresas IMMEX registradas, de las cuales el 82% realiza procesos de
manufactura y el 17% corresponde a servicios. La ubicación territorial de las empresas IMMEX abarca
principalmente 24 estados del país, y participan en sectores industriales diversos, como el automotriz-
autopartes, el eléctrico-electrónico, el aeroespacial, el de equipo médico, el de aparatos electrodomésticos, el
de la agroindustria y alimentos, el textil y confección, el de joyería, entre otros. La generación de empleos
directos de dicha industria IMMEX es de más de 2.9 millones, que corresponden al 17% del empleo permanente
registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y más de siete millones de empleos indirectos. En
cuanto a remuneraciones, en promedio son más altas en un 30% que las pagadas por empresas mexicanas
en los mismos sectores sin Programa IMMEX. En 2017, las exportaciones del sector IMMEX alcanzaron 238 mil
millones de dólares, que corresponden al 58% de las exportaciones totales de México, con un superávit en la
balanza comercial de 62 mil millones de dólares.11
Todo lo anterior muestra el peso económico del régimen de importación temporal para elaboración,
transformación y reparación con Programa IMMEX, que tiene una participación preponderante en el comercio
exterior de México.
En el mismo sentido, el régimen de ZEE se ha señalado como un instrumento jurídico aduanero que incidirá
positivamente en el incremento de la actividad económica, con sus beneficios respectivos, en ciertas zonas del
país especialmente retrasadas desde el punto de vista comercial.
Con lo anterior podemos observar que los regímenes aduaneros no son simples estructuras jurídicas o
procedimentales a las que se someten las mercancías de comercio exterior, sino que pueden constituirse en
herramientas eficaces para dinamizar la economía y la generación de empleo e inversión, lo cual repercute en
el desarrollo del país.
Ya se dijo que el concepto de regímenes aduaneros incluye el tratamiento fiscal aplicable a cada régimen en
particular. Al respecto, en este capítulo incluiré también una mención general al tratamiento específico del IGI en
cada régimen aduanero.
A efecto de introducir el tratamiento en materia de IGI para cada régimen aduanero, conviene mencionar
brevemente el tema de los gravámenes al comercio exterior.
Al respecto, existen diversas cargas o gravámenes de naturaleza variada que pueden imponerse al
comercio exterior, dependiendo de la legislación de que se trate.
De manera genérica en la doctrina se les conoce como gravámenes al comercio exterior. En este término
se incluyen tanto los llamados derechos de aduana –en el caso de México corresponden a los impuestos de
importación o exportación– como otras contribuciones relacionadas con la importación –en el caso de México
son principalmente el IVA a la importación, el impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS) a la
importación o a la exportación, el Derecho de Trámite Aduanal (DTA) y las cuotas compensatorias (que tienen
carácter de aprovechamientos)–.
Con este término se incluyen también otras exacciones de diversa naturaleza, como podrían ser, por
ejemplo, tratándose de México:
Los aprovechamientos que deben pagar las personas autorizadas para prestar servicios de prevalidación (artículo 16-A
•
de la Ley Aduanera).
• El pago de la contraprestación por servicios de procesamiento electrónico de datos y servicios relacionados, que son
pagos de naturaleza privada (artículo 16 de la Ley Aduanera).
Con relación a este último punto, debemos tener en cuenta que de conformidad con lo previsto en el artículo
16 de la Ley Aduanera, en cuanto a la regla correspondiente de las Reglas Generales de Comercio Exterior
(RGCE) emitidas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el 92% del importe que se recauda como
DTA en realidad corresponde a contraprestaciones privadas por los servicios de procesamiento electrónico de
datos y servicios relacionados, incluyendo su IVA.
En otras legislaciones existen pagos de carácter gubernamental o privado, según se trate, por almacenaje
de mercancías, servicios de vigilancia o seguridad u otras exacciones relacionadas con el comercio exterior.
En conjunto, de manera genérica, todas las exacciones citadas se conocen como gravámenes al comercio
exterior y son prestaciones económicas de diversa naturaleza jurídica y distintos importes, que deben cubrirse
dependiendo de la legislación de cada país, pero que en conjunto impactan en el costo del comercio exterior.
Así, debemos tener en cuenta que la desgravación en el IGI que se presenta en la mayoría de las economías
no necesariamente implica la reducción de los otros gravámenes al comercio exterior ya citados.
En el tema de regímenes aduaneros, me ocuparé exclusivamente de lo relativo a los llamados derechos de
aduana, que equivalen, en el caso de México, al IGI.
En la doctrina y en el Derecho Comparado se conocen como derechos de aduana, derechos aduaneros o
rentas de aduana a los impuestos ocasionados con motivo de la importación para consumo de mercancías en
un país o territorio aduanero.
Tales derechos de aduana (contribuciones al comercio exterior) tienen las siguientes características:
El cumplimiento de varios de los elementos citados ha llevado a concluir a una parte importante de la
doctrina que los derechos de aduana son propiamente impuestos, ya que cumplen los requisitos de esta figura
jurídica.
No obstante, la otra parte de la doctrina se ha manifestado en sentido contrario, al sostener que los
derechos de aduana no cumplen todas las características de los impuestos y que constituyen otro tipo de
gravámenes.
En lo que respecta a nuestro país, los derechos aduaneros son claramente reconocidos como impuestos.
Así se expresa en la Ley Aduanera, en la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE)
y, del mismo modo, así lo han reconocido los Tribunales Federales al estudiar la naturaleza jurídica de esta
figura. En la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) se reconoce anualmente la naturaleza de los impuestos al
comercio exterior.
En cuanto a la denominación de los llamados derechos aduaneros, también se les conoce como aranceles
aduaneros.
Cabe mencionar que los derechos aduaneros pueden tener una finalidad distinta de la meramente
recaudatoria. En el caso de México, los fines extra-fiscales de los impuestos al comercio exterior están
claramente reconocidos. El segundo párrafo del artículo 131 constitucional prevé expresamente que el
Ejecutivo Federal podrá:
Artículo 131. …aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación,
expedidas por el Congreso, y crear otras; así como restringir y prohibir las importaciones, las
exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular
el comercio exterior, la economía del país, la estabilidad de la producción nacional, o de realizar
cualquiera otro propósito, en beneficio del país.
Adicionalmente, conviene también mencionar dos elementos que aparecen en el Derecho Aduanero Comparado: por un
lado, se ha atribuido al Ejecutivo Federal la facultad de ajustar las tasas impositivas (en vez de reservarlo exclusivamente
para el órgano legislativo), debido a la necesidad de realizar ajustes en condiciones de cierta urgencia. En el caso de
México, este principio está recogido en el segundo párrafo del artículo 131 constitucional.
En segundo lugar, la materia de derechos de aduana, es decir, la tributación sobre el comercio exterior está
reservada como competencia nacional o federal. En nuestro país, este principio se reconoce en el artículo 73,
fracción XXIX, primer párrafo, que se refiere expresamente a establecer contribuciones sobre el comercio
exterior; y en el primer párrafo del artículo 131 constitucional, que señala como facultad privativa de la
Federación gravar las mercancías que se importen o exporten.
El hecho imponible consiste en un supuesto de hecho previsto en la ley, el cual, al realizarse, ocasiona el
nacimiento de ciertos efectos jurídicos previstos en la norma.
Así, por ejemplo, en la legislación tributaria española se establece que el hecho imponible es el presupuesto
fijado por la Ley para configurar cada tributo y cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria
principal. En el mismo sentido, el artículo 6 del Código Fiscal de la Federación (CFF) refiere que las
contribuciones se causan conforme se realizan las situaciones jurídicas o de hecho, previstas en las leyes
fiscales vigentes durante el lapso en que ocurran…
En cuanto a la materia aduanera, el hecho imponible debe reunir todos los elementos subjetivos, objetivos,
temporales y espaciales, propios de dicha figura.
Los estudiosos de la materia aduanera han desarrollado diversas teorías en cuanto al hecho imponible en
los derechos de aduana. Las principales teorías son las que se abordan a continuación, siguiendo la
clasificación mencionada por Pardo Carrero, a las cuales incorporo las acotaciones conducentes en la
perspectiva de la legislación vigente.
El hecho imponible consiste en el cruce o traspaso de la línea fronteriza, ya sea para entrada o para salida
del territorio aduanero (artículo 56 de la Ley Aduanera). Es un concepto simple, claro y objetivo.
Esta teoría ha sido frecuentemente utilizada en diversas legislaciones y muchos autores la apoyan.
La Ley Aduanera mexicana se adecua a esta teoría, al prever en el artículo 52 que están obligadas al pago
de los impuestos al comercio exterior las personas físicas y morales que introduzcan mercancías al territorio
nacional o las extraigan del mismo… El supuesto normativo previsto para la causación de los impuestos de
importación o exportación es el simple cruce de la línea fronteriza, la entrada o salida del territorio nacional, sin
mayor distingo, lo cual no significa que todo cruce de la mercancía de la frontera produzca la obligación de
pago inmediato de la contribución, toda vez que existen otras disposiciones en la propia ley que regulan
aspectos como el momento de pago, o dependiendo del régimen aduanero elegido se dan circunstancias de
carácter “suspensivo o condicionante”, como indica Andrés Rohde. No obstante, independientemente del pago
inmediato del tributo, la causación se presenta en el cruce fronterizo.
En este sentido, se debe tener en cuenta que en el pedimento de importación (en el caso de la operación
aduanera mexicana), el agente o apoderado aduanal12 (o la agencia aduanal o representante legal, figuras
jurídicas establecidas en las dos reformas más recientes a la Ley Aduanera) debe determinar la contribución en
cantidad líquida, ya sea que dicha contribución se pague con motivo de la entrada al país (importación definitiva)
o aun cuando el pago queda suspendido o condicionado a algún hecho posterior (como sucede en la
importación temporal, en el régimen de depósito fiscal, el régimen de elaboración, transformación o reparación
en recinto fiscalizado, el régimen de tránsito, etc.). En todos esos casos, el hecho generador (entrada de la
mercancía al país) se ha realizado y el IGI se determina en cantidad líquida en el pedimento, aunque existan
circunstancias jurídicas conforme a las cuales el impuesto no se pague.
Una modalidad de la teoría del cruce fronterizo es la llamada “teoría de la entrada de las mercancías al
territorio aduanero”, la cual supone que la causación se presenta con la combinación del cruce de la línea
fronteriza y la presentación de la mercancía para su importación). Para esta modalidad, la introducción ilegal de
la mercancía no produce la causación, sino que el hecho ilícito estaría solamente afecto a diversas sanciones,
pero no a la obligación fiscal principal, que es el pago de las contribuciones.
La teoría del cruce fronterizo ha sido objeto de diversas críticas (muchas de ellas aplicables también a la
teoría de la entrada de las mercancías al territorio aduanero), principalmente por el hecho de que existen
numerosas excepciones en estos dos conceptos, en las cuales la mercancía ingresa al territorio aduanero,
pero no surge la obligación tributaria, por lo que se dice que la regla general no se cumple, ya que en el
momento en que entra la mercancía al territorio no siempre se genera la obligación de pago. De tal manera que
los críticos de esta teoría afirman que el cruce fronterizo se considera un requisito, pero por sí solo es
insuficiente para constituir el hecho generador de los derechos de aduana o el hecho generador de los
impuestos de importación o exportación. De ahí que se han desarrollado otras teorías que explican el hecho
imponible en materia aduanera.
Esta teoría ubica el hecho generador en el momento en que la mercancía introducida al país se
“nacionalice”, es decir, que adquiera un status de equivalencia con la mercancía nacional. Dicha condición de
equivalencia deriva del pago del impuesto de importación y le permite, en consecuencia, su inmersión plena en
el mercado interno.
La teoría referida aplica al régimen de importación definitiva –en el cual la mercancía se destina al mercado
interno–, no así a otros regímenes aduaneros (importación temporal, salvo en el cambio de régimen a definitiva,
depósito fiscal, tránsito, etc.) en los que existe una finalidad específica distinta de la incorporación de la
mercancía al mercado interno en la que, por consecuencia, el IGI no debe pagarse.
Entre las críticas a esta teoría destaca el hecho de que, si el pago de la contribución es lo que le da carácter
de “nacionalizada” y dicha nacionalización es el hecho generador del tributo, entonces el pago es un requisito
para la causación, lo que contraviene el principio de que el pago es la consecuencia de la causación.
Otra crítica a la teoría de la nacionalización de la mercancía consiste en que el supuesto de que el pago de
las contribuciones produce la nacionalización de la mercancía, pasa por alto el hecho de que no
habrá nacionalización si se omite el cumplimiento de las restricciones o regulaciones no arancelarias, por más
que el impuesto se haya cubierto. Así lo prevé la última parte del primer párrafo del artículo 83 de la Ley
Aduanera, al establecer que … el pago en ningún caso exime del cumplimiento de las obligaciones en materia
de regulaciones y restricciones no arancelarias…, lo que implica que si se paga la contribución, pero se omite
el cumplimiento de regulaciones no arancelarias, la mercancía adquirirá un carácter de “irregular”derivada de
una conducta infractora que no le permite adquirir la calidad de nacionalizada, supuesto que incluso puede
llevar a que la mercancía pase a propiedad del fisco federal, situación prevista en el artículo 183-A, fracción IV,
de la Ley Aduanera, aplicable a las mercancías que se introducen al país sin cumplir las regulaciones o
restricciones no arancelarias, las cuotas compensatorias o las normas oficiales, salvo cuando el infractor
cumpla el requisito dentro de los 30 días siguientes a la notificación del inicio del procedimiento administrativo.
Como se puede ver, el solo pago del tributo no necesariamente produce la nacionalizaciónde la mercancía, de
manera que la teoría referida carece de consistencia.
Para efectos de explicación, se abordan ahora de manera conjunta estas dos teorías, por lo cercanas y
similares que son una de la otra.
En la primera de las teorías mencionadas, el hecho generador se perfecciona precisamente con la
presentación de la declaración de importación, lo cual vincula el hecho imponible con un aspecto meramente
administrativo, de trámite, que es una de las formalidades que deben cumplirse para la legal introducción de la
mercancía.
La segunda teoría vincula el hecho generador a la aceptación por parte de la autoridad de la declaración de
importación presentada por el sujeto pasivo.
El principal inconveniente de estas teorías es que vinculan la causación del tributo con un aspecto
meramente procedimental, formal, como lo es la presentación de la declaración o su aceptación por parte de la
autoridad, pasando por alto que existen diversos casos en los que, sin cumplir tales formalidades, la
contribución de cualquier forma se causará; por otra parte, hay supuestos en los cuales, no obstante que se
presenta la declaración o la misma es aceptada por la autoridad, la contribución de no deberá pagarse.
Nuestra legislación prevé como infracción el introducir la mercancía al país sin someterse a los trámites
previstos para ello en la propia Ley Aduanera (artículo 176, fracción X) –entre dichos trámites evidentemente
está la presentación de la declaración de importación o pedimento aduanal–, supuesto en el que además se ha
causado el impuesto y deberá pagarse. Por ello, es claro que nuestro Derecho Positivo se aparta de las teorías
en comento.
Esta teoría se desarrolla sobre la base de que no toda mercancía que ingresa al territorio causa el impuesto,
sino que se requiere que tal mercancía esté destinada a consumo final en el propio territorio, pues de otra
manera nunca surge la obligación de pago, por ejemplo, en la importación temporal. Se explica que la
causación del tributo se presenta con la suma de varios actos, principalmente la introducción de la mercancía
al territorio y la manifestación de voluntad del importador de destinar la mercancía a consumo definitivo en ese
territorio. Se requiere entonces que el sujeto pasivo externe su voluntad de destinar la mercancía a consumo.
Una de las críticas más importantes de esta teoría consiste en que la realización del hecho generador, más
allá de la conducta objetiva realizada por el sujeto, que sería el ingreso de la mercancía al país, requiere el
elemento volitivo del importador, lo cual provoca una situación en la que se depende de la voluntad del particular
más que de la propia ley. Además, existen situaciones en las que la voluntad del sujeto evidentemente es
destinar la mercancía a consumo, pero como no lo declara, no existiría causación en los términos de esta
teoría y es el caso de la introducción ilegal de mercancía al país, donde el sujeto no externa su voluntad de
destinarla al consumo; sin embargo, el impuesto se causa y debe pagarse.
En esta teoría se basa el hecho generador de la legislación aduanera argentina, que establece que el
derecho de importación grava la importación para consumo. Para esta teoría se requiere, además de la
introducción de la mercancía al país, que dicha mercancía se destine al mercado interno para consumo.
Entre las principales características de este supuesto se encuentra el hecho de que no es necesario que se
cumplan formalidades administrativas ni otros requisitos para la legal importación, sino simplemente el hecho
de que la introducción se hace para su consumo, como realidad fáctica. En este sentido, si la mercancía
ingresa para consumo, se realiza el hecho generador, sin atender a la voluntad del sujeto ni al cumplimiento de
trámites legales.
El principal inconveniente de esta teoría radica en que, al igual que en la teoría de la nacionalización, la
introducción para consumo se perfecciona después de que la mercancía se ha importadoy los impuestos se
han pagado, lo cual es un contrasentido.
Como conclusión respecto de las teorías del hecho imponible en materia aduanera, podemos mencionar
que no existe un acuerdo en la materia, sino que cada legislación adopta su propia solución. Más aún, resulta
válido lo expresado por Germán Pardo, en el sentido de que para identificar la teoría que adopta cada
legislación, frecuentemente no basta revisar un solo precepto, sino que debe recurrirse a la legislación en su
conjunto para que, en la interpretación armónica de las normas, se identifique el hecho generador. Del mismo
modo sucede que una misma ley tiene inmersos preceptos en los que se destacan elementos de una u otra
teoría, haciendo más complejo el conjunto del ordenamiento aduanero de que se trate.
5. EL HECHO GENERADOR DEL IGI EN LA LEY ADUANERA MEXICANA, DE CONFORMIDAD CON LOS DISTINTOS
REGÍMENES ADUANEROS
Los impuestos al comercio exterior en México son el IGI y el impuesto general de exportación (IGE) (artículo
51 y artículo 2, fracción V, de la Ley Aduanera).
El IGE se causa sólo por excepción, por lo que abordaremos principalmente la importación de mercancías.
Con relación al hecho generador, la doctrina señala que por lo general no puede localizarse el hecho
imponible de los impuestos de importación con la lectura de un solo precepto en forma aislada, sino que es
preciso interpretar la legislación en su conjunto, considerar una amplia y compleja gama de disposiciones y
circunstancias que toman en cuenta los elementos objetivo, subjetivo, temporal y cuantitativo, para que, como
resultado del análisis integral de todos ellos, se acote el verdadero alcance del hecho imponible.
Del mismo modo, se debate en la doctrina si existe en cada legislación un solo hecho imponible de los
impuestos de importación, el cual está matizado por diversas circunstancias particulares, como exenciones,
condiciones suspensivas, etc., que se aplican según el régimen aduanero o las condiciones específicas
previstas en cada legislación, o si existen diversos hechos imponibles que deben identificarse individualmente.
Revisemos a continuación las disposiciones relativas al hecho generador y las diversas disposiciones de
excepción y condiciones relativas a la causación y pago del IGI en México, lo cual servirá de base para analizar
el IGI en cada régimen aduanero.
El artículo 52 de la Ley Aduanera establece que están obligadas al pago de los impuestos al comercio
exterior las personas físicas y morales que introduzcan mercancías al territorio nacional o las extraigan del
mismo… Esta disposición, como puede observarse, tiene un alcance muy amplio, ya que no establece
excepción o matiz alguno, no prevé ninguna limitante ni condición de ningún tipo. La noción en la cual se basa
es el mero hecho material, físico, de traspasar la línea fronteriza. A la luz de su texto, toda mercancía que
físicamente se introduce al país deberá pagar el impuesto.
Este texto en principio corresponde con la teoría del cruce fronterizo, conforme a la cual el simple cruce de
la línea fronteriza produce la causación del tributo.
No obstante, dicho precepto, si bien es la regla general del hecho generador, en realidad está vinculado a
otras disposiciones que establecen los elementos subjetivo, espacial, temporal y cuantitativo a una serie
compleja de excepciones y condiciones, que en conjunto conforman los alcances del hecho generador.
Veamos cuáles son los supuestos que matizan la regla general ya citada, prevista en el artículo 52 de la Ley
Aduanera.
El artículo 23 de la Ley Aduanera establece que las mercancías quedarán en depósito ante la aduana en los
recintos fiscales o fiscalizados destinados a este objeto, con el propósito de destinarlas a un régimen
aduanero… El depósito ante la aduana es entonces una situación jurídica en la que la mercancía ha ingresado
al país, pero está en espera de destinarse a un régimen aduanero y, por lo general, no ha llegado aún el
momento de cumplir diversas obligaciones formales, como la preparación del pedimento, su trasmisión
electrónica, su presentación ante la aduana, el momento de acreditar el cumplimiento de las restricciones no
arancelarias, y tampoco se ha presentado el momento de cumplir con la obligación principal de pago (aunque
en ciertos casos puede realizarse aun antes del ingreso de la mercancía al país).
Cabe mencionar que no existe ninguna disposición expresa que establezca que las mercancías en depósito
ante la aduana están temporalmente exentas del pago, o bien, que haya alguna exclusión del hecho generador.
Sin embargo, por interpretación de las disposiciones que regulan esta figura, se llega a la conclusión de que las
mercancías que se encuentran en depósito ante la aduana no están todavía sujetas al cumplimiento de la
obligación principal, el pago del impuesto.
El depósito ante la aduana está un paso antes del momento de cumplir con las obligaciones formales y
sustantivas mencionadas anteriormente, su existencia obedece a la necesidad de orden práctico de que las
mercancías se revisen y se prepare la documentación y se cumpla con todos los requisitos, antes de su
presentación a la aduana para su despacho.
En los casos en que las mercancías en depósito ante la aduana se retornen al extranjero (supuesto previsto
en los artículos 92 y 93 de la ley), lo cual necesariamente debe suceder antes de que se active el mecanismo
de selección automatizado, no surge nunca la obligación de pago, por lo que se considera que el impuesto de
importación no se causó.
El depósito ante la aduana es entonces una primera circunstancia que matiza el alcance del artículo 52 de la
ley, porque no obstante que la mercancía se ha introducido al país, no se producen aún las consecuencias
jurídicas respectivas.
Más adelante abordo lo relativo a cada régimen en la Ley Aduanera mexicana, en cuanto a la causación y
pago del IGI.
• De importación.
• De exportación.
b) Temporales:
• De importación:
• Para retornar al extranjero en el mismo estado.
Para elaboración, transformación o reparación en programas de maquila o de exportación.
• De exportación:
• Para retornar al país en el mismo estado.
Para elaboración, transformación o reparación.
c) Depósito fiscal.
d) Tránsito de mercancías:
• Interno.
• Internacional.
La determinación del régimen aduanero es un acto libre de cada importador o exportador. Para determinar el
régimen aduanero que se desea aplicar, el importador o exportador simplemente declara en el pedimento el
régimen aduanero elegido (artículo 91 de la Ley Aduanera). Trasmitido el pedimento, se somete a la
prevalidación (artículo 16-A de la Ley Aduanera) y a la validación correspondientes por parte del sistema
electrónico aduanero.
Una vez determinado el régimen aduanero, procederá su desistimiento únicamente hasta antes de que se
active el mecanismo de selección automatizado (artículo 93 de la Ley Aduanera), o en los casos de
desistimiento del régimen de depósito fiscal para retornar al extranjero las mercancías de esa procedencia o
reincorporar al mercado nacional las de ese origen (artículo 120 de la Ley Aduanera). Procede también el
desistimiento en exportaciones por aduanas de tráfico aéreo y marítimo, aun después de activado el
mecanismo de selección automatizado.
A su vez, el cambio de régimen procede únicamente cuando las disposiciones aplicables así lo prevean y
previo pago de las contribuciones y cuotas compensatorias que correspondan, así como una vez cumplidas de
las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables al nuevo régimen (artículo 93, último párrafo de la
Ley Aduanera).
Abordemos a continuación el análisis de cada uno de los regímenes aduaneros en la legislación mexicana
Los regímenes definitivos sumaron, en 2017, el 37.48% del total de las operaciones de comercio exterior en
México. Dicha participación relativamente baja, en comparación con otros países, se debe al porcentaje
creciente que representan las operaciones temporales en nuestro país (el 49.62% del total). A manera de
comparación, en los Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, el entry type con
mayor uso es el consumption entry, el cual equivale al 95% del total.
El consumption entry se refiere a bienes que son importados para uso interno y van directamente al
mercado interno en los EUA, sin ninguna restricción temporal o de otro tipo. El consumption entry corresponde
en México al régimen de importación definitiva.
Ya mencioné antes que los regímenes aduaneros están íntimamente ligados a otros temas que, sin
embargo, son distintos desde el punto de vista sustantivo, tales como el despacho aduanero (actos y
formalidades relativos a la entrada o salida de las mercancías del país, que realizan tanto las autoridades como
los importadores, exportadores, prestadores de servicios u otros involucrados, citados en el artículo 35 de la
Ley Aduanera), la base gravable del IGI (valor en aduana, referida en los artículos 64 y siguientes del mismo
ordenamiento) y del IGE (valor comercial, incluido en el artículo 79), los impuestos al comercio exterior, etc.
Dichos temas serán desarrollados a profundidad en otros capítulos.
Por ahora, mencionaré que hay diversos principios que aplican por lo general en materia de despacho
aduanero, causación y determinación de contribuciones, responsabilidad directa y solidaria, agentes y agencias
aduanales,13 apoderados aduanales, representantes legales para efectos del despacho aduanero, entre otros
temas que aplican por igual en los distintos regímenes aduaneros; en aquellos casos en los que alguno de
dichos principios generales no aplique, será especificado.
En la importación definitiva naturalmente aplica el principio general de que las contribuciones se determinan
y pagan antes de que se active el mecanismo de selección automatizada (artículo 83 de la Ley Aduanera).
Aplican también las disposiciones relacionadas con el despacho aduanero, como la introducción al país por
lugares autorizados, días y horas hábiles, la utilización de agente o agencia aduanal, apoderados aduanales14 o
representantes legales.
• El caso previsto en el artículo 103 de la Ley Aduanera, el cual dispone que se puede retornar la mercancía al país sin
pago del IGI, siempre que ésta no se haya modificado en el extranjero y no haya transcurrido un año desde su salida
del país.
• A su vez, el artículo 103 de la Ley Aduanera prevé que las empresas IMMEX que hubieran retornado al extranjero los
bienes producidos en México podrán hacerlo sin pago del IGI cuando sean rechazados en el extranjero por resultar
defectuosas o de especificaciones distintas a las convenidas. En tal caso sólo se pagará el IGI cuando al retornar al
país se destinen a importación definitiva (en cierta proporción).
Está claro que la regla general en México es que la mercancía nacional sí está sujeta al pago del IGI cuando
se importa a territorio nacional, salvo los casos de excepción antes mencionados.
A propósito de la causación del impuesto por mercancías nacionales, a fines de 2008 se estableció en
México un régimen jurídico específico para liberar del pago del IGI a mercancías del llamado “origen México” en
ciertos casos expresamente previstos. Esta liberación de pago está vinculada con la fracción arancelaria
9807.00.01., que se refiere a “Mercancías producidas en territorio nacional que retornen en el mismo estado en
que fueron exportadas o retornadas del territorio nacional, de conformidad con los lineamientos establecidos
por la Secretaría de Economía”.
Esta fracción arancelaria está regulada por reglas emitidas por la Secretaría de Economía (SE), que
esencialmente disponen que la liberación de pago del IGI procederá cuando se cumplan ciertos requisitos:
Como puede concluirse de lo anterior, esta regulación no conlleva una exención general para la importación
de mercancías nacionales, sino que está limitada sólo a mercancías originarias en los términos de cualquiera
de los tratados comerciales firmados por México, y se concede únicamente a ciertos sujetos (empresas IMMEX
y las que cuenten con Prosec), además de que para su aplicación se deben cumplir ciertos requisitos como el
contar con un certificado de origen válido.
En otras palabras, del texto de la fracción arancelaria aludida y de las reglas publicadas por la SE se deriva
que si la importación se realiza, por ejemplo, por una empresa comercializadora (sin Programa IMMEX o
Prosec), deberá pagar el IGI, aunque la mercancía sea nacional e incluso si la mercancía es originaria (en los
términos de alguno de los tratados), por cumplir en México la regla de origen prevista en tales tratados.
A reserva de profundizar más adelante en lo relativo al hecho generador de los impuestos al comercio
exterior, se puede decir que en la perspectiva del Derecho Aduanero nacional, toda introducción o salida de
mercancía genera efectos en el ámbito aduanero, independientemente de si la mercancía es nacional o
extranjera, si se cumplen o no las formalidades para su introducción o salida del país (despacho aduanero), e
independientemente de las modalidades jurídicas a que se destine la mercancía importada (regímenes
aduaneros). La simple introducción o salida de mercancías genera obligaciones que pueden ser (según el
caso) la obligación principal de pago o las obligaciones formales.
Sobre el particular, la legislación aduanera mexicana prevé un caso sui generis de causación del IGI, en el
que la introducción de la mercancía al país no es un evento material, físico, sino virtual. Esta circunstancia es
específica de México sin que encontremos equivalencia en el Derecho Comparado o en la doctrina.
Es el caso de las operaciones virtuales (exportación o retorno virtual e importación virtual) que se efectúa
entre las empresas IMMEX al amparo del artículo 112 de la Ley Aduanera, con pedimentos clave V1. En tales
supuestos, la empresa con Programa IMMEX que realiza la importación temporal formula un pedimento de
importación virtual, en los mismos términos en que se hace un pedimento correspondiente a una importación
con introducción física o material de la mercancía al país. El pedimento virtual contiene la declaración de origen,
procedencia, valor en aduana, tasa arancelaria, contribuciones determinadas y todos los demás elementos
correspondientes a una importación ordinaria. El IGI se determina en el momento de la importación temporal
“virtual”, y en caso de que el “importador virtual” cambie de régimen o exceda el plazo de la importación
temporal, deberá pagar las contribuciones causadas y determinadas en el pedimento. Sin embargo, se advierte
que en tales casos no existe ni salida del país de la mercancía transferida por quien realiza el pedimento de
exportación o retorno virtual, ni existe por consecuencia entrada de la misma mercancía al país. De ahí surge la
cuestión de si dichas operaciones virtuales causan jurídicamente el IGI, más allá del hecho de que se liquide el
impuesto en el pedimento de importación virtual, toda vez que el artículo 52 de la Ley Aduanera solamente
contempla la “introducción de la mercancía al país” como supuesto de causación, pero no refiere a las
operaciones virtuales referidas.
Teniendo en cuenta que de conformidad con el artículo 6 del CFF, las contribuciones se causan conforme se
realizan las situaciones jurídicas o de hecho, previstas en las leyes fiscales, y que el artículo 5 del propio código
establece que las disposiciones fiscales que establezcan cargas a los particulares y las que señalan
excepciones a las mismas, así como las que fijan las infracciones y sanciones, son de aplicación estricta. Se
considera que establecen cargas a los particulares las normas que se refieren al sujeto, objeto, base, tasa o
tarifa.
Cabe mencionar que el artículo 112 de la Ley Aduanera sólo se refiere al pago del IGI en los casos de
diferimiento del impuesto, por cuenta de quien realiza la exportación virtual; a su vez, dicho precepto menciona
al IGI a cargo de quien realiza la importación virtual, cuando éste asume solidariamente la responsabilidad por
el impuesto diferido por quien le transfiere la mercancía.
Retomaremos este tema al abordar lo relativo al hecho generador del IGI, particularmente en lo que se
refiere a la importación temporal.
Existen algunas modalidades especiales de importación definitiva, que a continuación mencionamos.
Se encuentra regulada en los artículos 98 a 100 de la Ley Aduanera, mismos que se ubican en la Sección
Primera “De importación”, del Capítulo II “Definitivos de importación y de exportación”, Título Cuarto
“Regímenes Aduaneros”. No obstante que los preceptos citados están dentro del capítulo de importaciones
definitivas, la Revisión en Origen puede otorgarse también para empresas IMMEX que realicen importaciones
temporales.
La importación puede realizarse mediante el procedimiento de Revisión en Origen (artículos 98 y siguientes
de la Ley Aduanera) que consiste esencialmente en lo siguiente: es un procedimiento especial que tiene por
objeto facilitar y agilizar la importación definitiva de mercancías, reduciendo el riesgo de sanciones por errores
en la importación.
Para ello, el importador formula el pedimento con base en la información de las mercancías recibidas del
proveedor. En estos casos el agente aduanal se encuentra liberado de cualquier responsabilidad, inclusive de
las derivadas por la omisión de contribuciones y cuotas compensatorias o por el incumplimiento de las demás
regulaciones y restricciones no arancelarias, siempre que declare en el pedimento los datos proporcionados
por el importador. Cabe mencionar que la excluyente de responsabilidad referida, contenida en las fracciones II
y III del artículo 98 de la Ley Aduanera, no fue modificada en la reciente reforma publicada el 25 de junio de
2018, lo cual deja dudas de si la intención del legislador fue sólo liberar de responsabilidad al agente aduanal y
no a la agencia aduanal. En dicha reforma sí se modificaron diversos preceptos relacionados con la
responsabilidad del agente aduanal, como por ejemplo el artículo 195 de la Ley Aduanera, que dispone (en el
texto ya reformado) que tratándose de infracciones derivadas de la actuación del agente aduanal o de la
agencia aduanal en el despacho aduanero, la multa será a cargo de los mismos, excepto en los casos
establecidos en el segundo párrafo del artículo 54 de esta Ley. Asimismo, el artículo 54 de la Ley Aduanera fue
reformado al incluir para la agencia aduanal la misma responsabilidad que la del agente aduanal, incluso para el
pago de contribuciones, cuotas compensatorias, multas y recargos, en diversos supuestos. Del mismo modo,
en la fracción II, del artículo 53 de la Ley Aduanera (texto reformado el 25 de junio) se estableció en el mismo
nivel la responsabilidad solidaria del agente aduanal y de la agencia aduanal.
Pues bien, si como resultado de la reforma a la Ley Aduanera del 25 de junio el agente y la agencia aduanal
tienen el mismo nivel de responsabilidad, llama la atención que el legislador no haya modificado las fracciones II
y III del artículo 98 de la Ley Aduanera para prever en favor de la agencia aduanal la misma excluyente de
responsabilidad prevista para el agente aduanal con motivo de la Revisión en Origen. O no queda claro si fue
una omisión involuntaria, que quizás se corrija más adelante en el RLA o en las RGCE.
En caso de revisión por parte de la autoridad, si se detectan irregularidades, se deberán pagar las
contribuciones causadas y sus accesorios, pero no serán aplicables las sanciones previstas en la Ley
Aduanera y en el CFF. En caso de que sea el propio importador quien detecta las irregularidades, podrá pagar
espontáneamente las contribuciones y cuotas compensatorias causadas.
Adicionalmente, el importador deberá calcular durante enero de cada año las contribuciones y cuotas
compensatorias correspondientes a las importaciones efectuadas en el ejercicio inmediato anterior, de acuerdo
con una fórmula que considera el margen de error en las importaciones a las que tendrá derecho el importador
(artículo 99 de la Ley Aduanera).15 Cabe mencionar que el procedimiento para el cálculo del impuesto anual es
relativamente complejo y requiere considerar eventos respecto de los cuales no se tiene un registro
automatizado (como el monto de pagos efectuados de manera espontánea, el monto de contribuciones
detectadas en actos de comprobación, como reconocimiento aduanero, verificación en transporte o visitas
domiciliarias), lo que complica el debido cálculo de dicha contribución tanto para el particular como para la
propia autoridad. De hecho, no tenemos conocimiento de casos en que las autoridades aduaneras hubieran
verificado el cumplimiento de obligaciones respecto del correcto cálculo del impuesto anual con base en la
fórmula referida.
Uno de los principales beneficios de la Revisión en Origen es poder rectificar los datos inexactos contenidos
en los campos del pedimento, previstos en la regla 3.7.31. Esta opción, que en su momento era la única para
rectificar ciertos datos del pedimento, a la fecha ya perdió importancia, toda vez que el artículo 89 de la Ley
Aduanera ya permite la rectificación de cualquier dato del pedimento, sujeto a cierta regulación ahí prevista,
incluso en lo que se refiere a la autorización del SAT para verificar ciertos campos del pedimento.
Entre los beneficios para las empresas IMMEX registradas en Revisión en Origen se encuentra corregir
espontáneamente los pedimentos de importación temporal, para destinar a ese régimen las mercancías
sobrantes o no declaradas (artículo 145 del RLA).
Los requisitos para obtener el registro de Revisión en Origen se encuentran en el artículo 100 de la Ley
Aduanera. El principal requisito es haber realizado importaciones por un cierto valor (superior a $106’000,000
en el ejercicio inmediato anterior, de acuerdo con el artículo 144 del RLA), pudiéndose establecer montos
diferentes según el tipo de actividad de las empresas o dependiendo del tipo de mercancía que se importe.
Se establece que las empresas de mensajería no podrán solicitar la inscripción en el registro de Revisión en
Origen.
A pesar de los beneficios otorgados mediante la Revisión en Origen (3.7.31. de las RGCE), son
relativamente pocos los casos de empresas que han solicitado y obtenido el registro correspondiente (artículo
100 de la Ley Aduanera).
Existe un procedimiento para regularizar la mercancía que hubiera ingresado al país sin someterse a las
formalidades del despacho aduanero, o bien, tratándose de mercancías importadas temporalmente que
hubieran excedido el plazo de retorno (artículo 101 de la Ley Aduanera). En estos casos, la mercancía se
regulariza destinándola a su importación definitiva, previo pago de las contribuciones causadas y previo
cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicados. El procedimiento aplicable se
encuentra en las reglas 2.5.1. (mercancía sin documentación necesaria para acreditar su legal estancia) y
2.5.2. (importaciones temporales vencidas).
En el primer caso (mercancía sin documentación de legal estancia) se prevé que las mercancías pueden
regularizarse mediante un procedimiento que incluye:
a) Presentar el pedimento de regularización correspondiente.
b) Cumplir las Regulaciones y Restricciones No Arancelarias (RRNA) aplicables a la fecha del pago.
c) Pagar el IGI, IVA, demás contribuciones y cuotas compensatorias; para ello, si puede determinarse la
fecha de introducción de las mercancías al país, se pagan las contribuciones y cuotas compensatorias
aplicables a esa fecha, más los accesorios correspondientes (actualización y recargos). Si en cambio no
puede determinarse tal fecha, se pagan las contribuciones y cuotas compensatorias causadas a la fecha de
pago; si el valor declarado es inferior al precio estimado, se deberá anexar al pedimento la garantía por las
contribuciones que pudieran causarse por la diferencia entre el valor declarado y el precio estimado. Se prevé
expresamente que no procede aplicar la tasa arancelaria preferencial prevista en los tratados firmados por
México, ni la tasa Prosec, entre otras. La regularización referida procede incluso iniciadas las facultades de
comprobación por parte de las autoridades aduaneras, para lo cual se requiere que el particular le informe por
escrito a la autoridad su voluntad de importar definitivamente las mercancías, así como pagar las multas que
correspondan.
En el segundo caso (mercancías temporales vencidas) la regla 2.5.2. dispone que se deberá presentar el
pedimento de regularización para su importación definitiva, cumpliendo con las RRNA aplicables. Se deberá
pagar el IGI, las cuotas compensatorias y demás contribuciones, con los accesorios respectivos, a partir de
que las mercancías se importen temporalmente y hasta la fecha de pago. En caso de que las autoridades
aduaneras hayan iniciado el ejercicio de facultades de comprobación, podrá regularizarse la mercancía
vencida, siempre que el particular informe por escrito a la autoridad su voluntad de importar definitivamente las
mercancías y de pagar las multas correspondientes. No procederá lo previsto en la regla que nos ocupa
cuando las mercancías hayan pasado a propiedad del fisco federal.
El artículo 88 de la Ley Aduanera establece un procedimiento simplificado para importación que efectúen los
pasajeros internacionales. Dicho procedimiento prevé lo siguiente:
a) Se realiza sin agente o agencia aduanal, utilizando una forma oficial, en vez del pedimento de
importación.
b) Para el cálculo de los impuestos causados, se aplica un factor que determina el SAT, considerando el IVA,
el DTA y la mayor de las cuotas de las tarifas de la LIGIE. La regla 3.2.2. establece la tasa global del 16%,
siempre que:
• El valor de las mercancías, excluyendo la franquicia, no exceda de 3 mil dólares (4 mil dólares en caso de equipos de
cómputo). Los corresponsales para actividades periodísticas podrán exceder este monto, cumpliendo las RRNA
correspondientes.
• Cuenten con documentación que acredite el valor de las mercancías.
• Las mercancías sujetas a RRNA no pueden someterse a este procedimiento. Este requisito, si se aplica estrictamente,
se convierte en un obstáculo insalvable, dado que una gran cantidad de productos de consumo final requiere el
cumplimiento de al menos una RRNA; además, no es fácil entender su alcance, dado que el equipo de cómputo
también precisa el cumplimiento de RRNA.
• No se trate de mercancías de difícil identificación (polvos, líquidos, gases que requieran análisis físicos o químicos para
su identificación).
• Se permite la importación de hasta 6 litros de bebidas alcohólicas, 40 cajetillas de cigarros y 50 puros, estableciéndose
para esos casos tasas globales específicas que incluyen el IESPYS.
De no cumplirse los requisitos señalados, no podrá aplicarse el procedimiento simplificado y deberá
realizarse una importación ordinaria.
El pago que se efectúe no podrá deducirse ni acreditarse para efectos fiscales, no dará lugar a devoluciones
ni al pago de lo indebido.
En la reciente reforma a la Ley Aduanera del 25 de junio del 2018, se prevé que el SAT mediante reglas
determine los supuestos en que no será necesario utilizar la forma oficial citada ni la activación del mecanismo
de selección automatizado, precisando que ello no limitará las facultades de revisión de la autoridad ni la
imposición de las sanciones que correspondan. Sobre esta reforma no hay más información, por lo que habrá
que esperar a conocer las reglas correspondientes.
La regla 3.7.3. establece el despacho simplificado de mercancía por empresas de mensajería y paquetería,
para lo cual se podrán declarar en un mismo pedimento mercancías de diferentes destinatarios, consignatarios
o remitentes.
Las principales características de este despacho simplificado son:
a) Las contribuciones pagadas no son deducibles para efectos fiscales para los importadores.
b) Se utiliza un código genérico en vez de fracción arancelaria.
c) Se utiliza el RFC de la empresa de mensajería o una clave genérica, salvo que se trate de un solo
importador y proporcione sus datos para ser declarados en el pedimento, en cuyo caso se declararán dichos
datos.
d) Se deberán cumplir las RRNA, independientemente de que se declare un código genérico en vez de
fracción arancelaria.
e) No se requiere que el destinatario o consignatario esté inscrito en el padrón de importadores, siempre que
el valor en aduana por pedimento no exceda 5 mil dólares y se cumplan otros requisitos aplicables.
Se podrá efectuar el despacho sin pago del IGI e IVA, siempre que el valor de la mercancía no exceda de 50
dólares y no esté sujeta al cumplimiento de RRNA. Al respecto, las importaciones del Servicio Postal Mexicano
(Sepomex) con valor de hasta 300 dólares están exentas del pago del IGI, IVA y DTA, por lo que en el medio se
ha planteado la pregunta de si existe un trato desigual, haciendo notar que las importaciones referidas
(mercancía, no correspondencia, con valor de hasta 300 dólares) no son parte de las actividades estratégicas
del correo, por lo que no deberían tener un tratamiento de ventaja competitiva respecto de las operaciones de
las empresas privadas de mensajería.
Adicionalmente (continuando con las importaciones de las empresas de mensajería), puede realizarse la
importación de mercancías remitidas por mexicanos residentes en el extranjero, conforme a lo siguiente:
a) El valor de las mercancías no deberá exceder de mil dólares por destinatario o consignatario.
b) En los periodos del Programa Paisano el valor citado podrá ser de hasta 3 mil dólares.
c) En vez de fracción arancelaria se declara un código genérico.
d) Cuando el valor sea de hasta 300 dólares, no se pagará IGI, IVA ni DTA. En el caso de que el valor exceda
al equivalente en moneda nacional o extranjera de 300 dólares, la determinación de las contribuciones que se
causen con motivo de la importación se calculará aplicando al valor de las mercancías una tasa global del 16%
y en el pedimento deberá declararse el número del acuse de valor.
e) No se podrá aplicar este procedimiento a mercancías de difícil identificación.
Cabe mencionar que en la opción citada (importación de mercancías remitidas por mexicanos residentes en
el extranjero) no está claro qué medios de prueba debe recabar y conservar la empresa de mensajería para
acreditar que la mercancía a importar le fue remitida por “mexicanos residentes en el extranjero”; esto es, para
recibir la mercancía y aplicar el trato que mencioné arriba, ¿la empresa de mensajería debe recabar y
conservar copia de las documentales que demuestren que el remitente es “residente en el extranjero”?, ¿qué
documentales son idóneas para este efecto?, ¿basta copia simple de las documentales o se requiere copia
certificada y apostillada, dado que la constancia de residencia en el extranjero es un documento emitido en el
extranjero que tendrá efectos en México? En este último caso, se estaría en un escenario muy poco probable,
poco práctico, dada la complejidad y costo del trámite para certificar y apostillar documentos sólo para enviar
mercancías por mensajería.
Como regla general, las empresas de mensajería y paquetería determinarán las contribuciones a la tasa
global del 16%, salvo ciertos casos previstos en la regla 3.7.4., como bebidas alcohólicas, cigarros y puros, a
los que aplican tasas distintas.
El régimen de exportación definitiva se perfecciona con la salida de la mercancía del territorio nacional para
permanecer en cualquier punto del extranjero por tiempo ilimitado (artículo 102 de la Ley Aduanera).
Una vez exportada en definitiva la mercancía, únicamente puede retornar al país sin el pago del IGI, siempre
que la misma no haya sido modificada en el extranjero y no haya transcurrido más de un año desde su salida
del país (artículo 103 de la Ley Aduanera). Cabe mencionar que de conformidad con el artículo 3 del RLA, el
plazo citado (así como otros plazos) pueden prorrogarse en ciertas circunstancias. Del mismo modo, el
artículo 149 del mismo ordenamiento establece un supuesto en el que la mercancía exportada puede
retornarse al país sin el pago del IGI. También procede el retorno cuando las mercancías fueran rechazadas por
la autoridad del país de destino o por el destinatario, cuando las mercancías resultaran defectuosas o distintas
a las convenidas.
Las importaciones temporales no están sujetas al pago de los impuestos al comercio exterior, salvo
tratándose de los supuestos previstos en los artículos 63-A, 105, 108 fracción III, 110 y 112 de la Ley Aduanera
(artículo 104 de la Ley Aduanera). Del mismo modo, sólo les aplican las regulaciones y restricciones no
arancelarias previstas específicamente para dicho régimen. En cuanto a las cuotas compensatorias, sólo le
aplican a la importación temporal, cuando en la resolución que establece la cuota compensatoria se prevé de
manera expresa su aplicación a las importaciones temporales.
Las importaciones temporales están sujetas a diversas condiciones respecto del sujeto que puede
aplicarlas, las mercancías que califican para el régimen, así como diversas condiciones como el hecho de que
la propiedad o uso de las mercancías sólo puede transferirse en los casos previstos en la propia ley (artículo
105 de la Ley Aduanera).
Existen dos modalidades de importaciones temporales: en primer término, las importaciones temporales
para retornar al extranjero en el mismo estado (artículo 106 de la Ley Aduanera). En este caso se permite
introducir la mercancía al país para permanecer por tiempo limitado y con una finalidad específica.
El artículo 106 de la Ley Aduanera establece los siguientes casos:
a) Importación de remolques y semirremolques, cuando transporten en el país las mercancías que con ellos
se hubieran introducido, o las que se conduzcan para exportación. El plazo de importación es de un mes
(artículo 106, fracción I, de la Ley Aduanera).
b) Importaciones que realicen residentes en el extranjero para ser utilizados por ellos o por sus empleados
(no aplican vehículos); envases de mercancías; vehículos de misiones diplomáticas y consulares extranjeras;
muestras y muestrarios que cumplan ciertos requisitos; vehículos importados por mexicanos residentes en el
extranjero. El plazo de la importación temporal es de seis meses (artículo 106, fracción II, de la Ley Aduanera).
c) Mercancías destinadas a convenciones y congresos internacionales; mercancías destinadas a eventos
culturales o deportivos patrocinados por ciertas entidades públicas o privadas; enseres, utilería y equipo de
filmación que utiliza la industria cinematográfica; vehículos de prueba; mercancías previstas en convenios
internacionales; mercancías destinadas a fines de investigación que importen ciertos organismos. El plazo
previsto para estos casos es de un año (artículo 106, fracción III, de la Ley Aduanera).
d) Vehículos propiedad de extranjeros con ciertas calidades migratorias; menajes de casa de mercancía
usada de residentes temporales. El plazo previsto para este caso es de mientras dure la comisión de estancia
del extranjero (artículo 106, fracción IV, de la Ley Aduanera).
e) Contenedores; aviones, avionetas y helicópteros utilizados por líneas aéreas con concesión o permiso;
embarcaciones para el transporte de pasajeros, de carga y pesca comercial, así como embarcaciones de
recreo y deportivas; casas rodantes importadas por residentes en el extranjero; locomotoras, carros de
ferrocarril y equipos de la industria ferroviaria. El plazo previsto en este caso es de 10 años (artículo 106,
fracción V, de la Ley Aduanera).
En caso de que el importador exceda los plazos previstos sin retornar la mercancía al extranjero, se
considera que la misma se encuentra ilegal en el país y estará sujeta a las sanciones correspondientes
(artículos 182 y 183 de la Ley Aduanera).
Por otra parte, la segunda modalidad de importaciones temporales es para elaboración, transformación o
reparación en programas de maquila o de exportación.
Esta modalidad de operación temporal constituye el régimen aduanero de mayor volumen de operación en
México, dado que en 2017 alcanzó el 49.62% del total de las operaciones de comercio exterior en el país
(incluyendo las operaciones “virtuales”). Las operaciones de importación y exportación temporales alcanzaron
el 35.97% del total, mientras que las operaciones virtuales (que forman parte de las operaciones temporales)
alcanzaron el 13.65%, y sumadas alcanzan el 49.62%.
Este régimen aduanero permite a las empresas con Programa IMMEX efectuar la importación temporal de
materiales productivos para producir bienes de exportación que retornarán al extranjero.
El artículo 108 de la Ley Aduanera permite la importación temporal de:
a) Combustibles, lubricantes y otros materiales consumibles; materias primas, partes y componentes para
producir mercancías de exportación; envases y empaques, y etiquetas y folletos. El plazo de estancia de estas
mercancías es de 18 meses (artículo 108, fracción I, de la Ley Aduanera). El plazo de la importación temporal
es mayor para las “empresas certificadas”.
b) Contenedores y cajas de tráiler. Plazo de estancia: hasta por dos años (artículo 108, fracción II, de la Ley
Aduanera).
c) Maquinaria, equipo, herramientas, instrumentos, moldes y refacciones destinados al proceso productivo;
equipos y aparatos para el control de la contaminación, investigación o capacitación de seguridad industrial, de
telecomunicación y de cómputo, de laboratorio, de medición, de prueba de productos y control de calidad;
equipo para el desarrollo administrativo. El plazo de estancia es por la vigencia del Programa IMMEX (artículo
108, fracción III, de la Ley Aduanera).
Para efectos de control, la empresa IMMEX está obligada a llevar un sistema de control de inventarios
automatizado (Anexo 24) que mantenga control sobre los materiales importados temporalmente, los bienes
producidos y los retornados al extranjero, así como sobre sus respectivas mermas y desperdicios (artículo 59,
fracción I, de la Ley Aduanera). Adicionalmente, las empresas IMMEX deben presentar cada año una
declaración con la información de sus importaciones temporales, los retornos y los cambios de régimen
destinados al mercado nacional (artículo 109 de la Ley Aduanera).
Las mercancías importadas temporalmente pueden cambiar de régimen a importación definitiva, siempre
que paguen las cuotas compensatorias vigentes al momento del cambio de régimen y el IGI actualizado desde
la fecha en que las mercancías se importaron temporalmente y hasta la fecha del cambio de régimen.
Las mermas y desperdicios que resulten del proceso productivo están libres del pago del IGI, siempre que
los desperdicios se destruyan o se retornen al extranjero (artículo 109 de la Ley Aduanera).
Al efectuar la importación temporal de maquinaria y equipo, deberán pagar el IGI correspondiente (artículo
110 de la Ley Aduanera).
Las mercancías importadas temporalmente pueden transferirse a otras empresas con Programa IMMEX
mediante la formulación de pedimentos virtuales de exportación y de importación por ambas empresas que
efectúan la transferencia (artículo 112 de la Ley Aduanera). Al momento de la transferencia, quien efectúa la
exportación virtual debe pagar el IGI correspondiente a los materiales importados temporalmente respecto de
los cuales haya aplicado el diferimiento de pago del impuesto, salvo que al momento de la importación temporal
haya pagado dicho impuesto en definitiva, o bien, la empresa que formula el pedimento de importación virtual
asuma la responsabilidad solidaria para el pago del IGI.
En lo que se refiere a la causación del IGI en las importaciones temporales, tenemos las siguientes
consideraciones:
La regla general en materia de causación del impuesto de importación para importaciones temporales se
encuentra en el artículo 104 de la ley y dispone que …I. No se pagarán los impuestos al comercio exterior ni las
cuotas compensatorias… Es decir, en principio las importaciones temporales están exceptuadas del pago del
impuesto, lo cual corresponde a la teoría de la importación para consumo, por lo que el gravamen sólo se
causará cuando la mercancía se destine al consumo en el territorio aduanero. En el caso de las importaciones
temporales, dicha importación para consumo no se presenta, ya que en el caso del artículo 106 se trata de las
importaciones para retornar en el mismo Estado, y en el artículo 108, de las importaciones temporales para
elaboración, transformación y reparación por parte de empresas IMMEX. En todos estos casos la importación
está condicionada a un plazo y a una finalidad específica, y una vez cumplidos se debe retornar al extranjero o
cambiar de régimen (cuando la ley lo autoriza) para destinarse, ahora sí, a la importación definitiva, previo pago
de los gravámenes y previo cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias.
Cabe reiterar que la importación temporal está sujeta a diversas condiciones, como el hecho de que no
pueden ser objeto de transferencia o enajenación, excepto entre empresas con Programa IMMEX, cumpliendo
los requisitos respectivos (artículo 105 de la ley), además de que deben permanecer en territorio nacional
solamente por tiempo limitado y para una finalidad específica (artículo 106).
Existen varios casos en los que la exención del IGI deja de tener efecto en las importaciones temporales,
para dar lugar a la obligación del pago del impuesto. En algunos de esos casos el sujeto pasivo voluntariamente
se somete a dicho pago del impuesto, mientras que en otros la obligación de pago surge por ministerio de ley,
por encima de la voluntad del obligado. Se revisarán a continuación tales supuestos.
El último párrafo del artículo 93 de la Ley Aduanera (reformado en junio de 2018) establece que:
El cambio de régimen aduanero procederá siempre que se paguen las contribuciones y las
cuotas compensatorias, según corresponda, las regulaciones y restricciones no arancelarias y los
precios estimados exigibles, para el nuevo régimen solicitado en la fecha de cambio de régimen.
En tales supuestos, como en el caso de las mercancías afectas a la importación temporal de empresas IMMEX, para
elaboración, transformación o reparación cuando se efectúa el cambio de régimen, surge automáticamente la obligación de
pago del impuesto.
El artículo 109 de la Ley Aduanera establece que las empresas con Programa IMMEX podrán convertir la
importación temporal en definitiva,
Artículo 109.
…siempre que paguen las cuotas compensatorias vigentes al momento del cambio de régimen,
y el Impuesto General de Importación actualizado en los términos del… Código Fiscal de la
Federación, a partir del mes en que las mercancías se importaron temporalmente y hasta que se
efectúe el cambio de régimen…
Los párrafos primero y tercero del artículo 109 de la ley hacen referencia al tratamiento de las mermas y
desperdicios (definidos en las fracciones XI y XII del artículo 2 de la ley y en el segundo párrafo del artículo 1 del
RLA). Las mermas y desperdicios no causan el impuesto, pero es importante subrayar que la carga de la
prueba para la demostración de ambos supuestos (mermas y desperdicios) recae en el importador, quien
deberá acreditarle a la autoridad (en caso de requerimiento) las razones y circunstancias que acreditan la
naturaleza de tales mermas y desperdicios. El importador también deberá darles el destino legal a los
desperdicios, ya sea mediante exportación, destrucción o transferencia, cumpliendo para cada caso los
requisitos aplicables. Todo esto para que no se paguen impuestos por las mermas y desperdicios en la
importación temporal.
6.3.1.3. IMPORTACIÓN TEMPORAL DE MAQUINARIA Y EQUIPO CON RESPECTO AL HECHO GENERADOR DEL
TRIBUTO
La maquinaria y equipo que importen temporalmente las empresas IMMEX en los términos del artículo 108,
fracción III de la ley, no está sujeta a la exención prevista en el artículo 104, fracción I, por lo que el IGI debe
pagarse desde el momento de la importación definitiva o temporal (artículo 110 de la ley). En tales casos, las
empresas IMMEX normalmente aplican la tasa Prosec, la regla octava o el trato arancelario preferencial para
reducir o eliminar el impacto fiscal, pero lo importante aquí es dejar asentado que el impuesto se causa y debe
pagarse desde la importación temporal de la maquinaria y equipo.
El IVA, sin embargo, sigue sujeto a la exención tratándose de importaciones temporales para empresas
certificadas para IVA-IESPYS, por lo que se pagará sólo en el cambio de régimen o en otros supuestos
previstos en ley.16
Las mercancías que se retornen al extranjero sin efectuar la transformación, elaboración o reparación
(tratándose de empresas IMMEX), están exceptuadas del pago del IGI, no obstante que no se haya cumplido la
finalidad de la importación temporal, que es precisamente realizar dichos procesos productivos; este supuesto
está previsto en el artículo 111 de la Ley Aduanera. En el mismo sentido, el artículo 303 del TLCAN exceptúa de
la obligación del pago del impuesto a las mercancías que retornen en la misma condición, es decir, sin haber
sido transformadas.
Se refiere a los casos donde la mercancía se envía mediante transferencia (pedimento virtual) a otra
empresa IMMEX. El artículo 112 de la Ley Aduanera establece para las importaciones temporales un
supuesto sui generis en el que el impuesto de la importación de los materiales debe pagarse en el momento del
retorno efectuado mediante la exportación virtual inherente a la transferencia. Este precepto evidentemente está
relacionado con el artículo 303 del TLCAN, mismo que como sabemos, establece restricciones a la exención o
devolución de impuestos de importación, cuando la mercancía no originaria importada temporalmente se
destina finalmente al mercado de Norteamérica (los EUA o Canadá). El artículo 112 de la ley establece que
quien efectuó la importación temporal de la mercancía deberá pagar el impuesto de importación al realizar el
retorno a través del pedimento de exportación virtual en la transferencia a la exportación; recordemos que las
transferencias son aquellas operaciones en las cuales una empresa IMMEX envía a otra las mercancías
producidas en México en una cadena de producción y para la empresa que hace la exportación o retorno
concluye ahí su obligación.
El segundo párrafo de este artículo 112 describe una opción para que quien recibe la transferencia asuma la
responsabilidad solidaria por el pago de los impuestos de importación causados por quien inicialmente realizó
la importación temporal de la mercancía. Esta opción es explicable debido a que quien efectuó la primera
importación temporal no puede dar puntual seguimiento ni mantener el control del destino final de los materiales
no originarios; por ello, se permite que quien recibe la transferencia se ocupe de tal control y en su caso del
pago del impuesto causado por la importación temporal de las mercancías. Esta mecánica de diferir el pago del
impuesto puede continuarse hacia los siguientes eslabones de la cadena productiva. Cabe mencionar, sin
embargo, que este precepto, al estar vinculado al artículo 303 del TLCAN, no dará lugar al pago del IGI si
finalmente la mercancía es destinada a un país distinto de los EUA o Canadá (en el caso del tratado con
Europa, existe una disposición equivalente). Por último, obsérvese que el segundo párrafo del artículo 112
determina la responsabilidad solidaria, no sustituta, por lo que el importador original y quien recibe la
transferencia se mantienen como sujetos pasivos obligados al pago del impuesto. Es preciso mencionar que
las reglas 16.3. a 16.5. de la “Resolución por la que se establecen las reglas de carácter general relativas a la
aplicación de las disposiciones en materia aduanera del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”
(reglas TLCAN), así como las reglas relativas emitidas por el SAT en materia de comercio exterior, describen
mayores detalles en lo relativo a las transferencias a las que me he referido, pues aquí solamente abordé lo
referente a la causación del impuesto.
El caso del artículo 112 sólo establece la causación del IGI respecto de las mercancías importadas
originalmente, que después son transferidas a otra empresa. Pero dicho numeral no especifica el supuesto de
causación de las mercancías cuando son recibidas por la segunda empresa IMMEX, que está haciendo una
importación virtual y para ello presenta el pedimento correspondiente.
Se podría decir que, por tratarse de un pedimento de importación, aunque sea virtual, evidentemente se
causa el impuesto a la importación. No obstante, se debe tener en cuenta que las mercancías transferidas no
provienen del extranjero, sino de México, de modo que no se presenta el supuesto de “introducción al territorio
nacional” previsto en el artículo 52 de la ley, lo que debe llevar a la reflexión acerca de cuál es entonces el
precepto normativo con base en el que la segunda empresa está obligada al pago del impuesto.
Con relación a los pedimentos virtuales, en la reforma a la Ley Aduanera más reciente (25 de junio de 2018)
se estableció en la fracción X, del artículo 53 un nuevo supuesto de responsabilidad solidaria, consistente en
que quienes transfieran mercancías serán responsables solidariamente en el pago del IGI causado por las
mercancías transferidas. La situación jurídica para quienes realicen pedimentos virtuales de exportación, a
partir de esta reforma, tendrá entonces una doble responsabilidad fiscal: por un lado, la derivada de la
importación temporal de los materiales utilizados para producir el bien de exportación, y además, la
responsabilidad solidaria por el IGI causado por las mercancías que transfiera, es decir, esta última
responsabilidad es por el IGI y “demás contribuciones” que se causen por la importación temporal que realice el
siguiente eslabón en la cadena productiva, es decir, por quien formule el pedimento virtual de importación
temporal. Este nuevo supuesto de responsabilidad solidaria tiene por objeto fortalecer el control sobre las
transferencias virtuales; no obstante, esta modificación fiscal podría desincentivar fuertemente las operaciones
virtuales, que por su volumen conforman más de una tercera parte del total de las operaciones temporales. Se
espera que, mediante reglas, el SAT establezca algunos límites o condiciones a esta nueva responsabilidad
solidaria, ya que el texto legal, de aplicarse en sus términos, desincentivaría fuertemente el uso de los
pedimentos virtuales, los cuales son una herramienta de promoción de la inversión productiva y generación de
empleo en el país.
Cuando las mercancías exceden el plazo de la importación temporal sin retornar al extranjero, el último
párrafo del artículo 106, así como el último párrafo del artículo 108 establecen que se entenderá que las
mercancías se encuentran ilegalmente en el país, al haber concluido el régimen de importación temporal.
El hecho de exceder el plazo autorizado o destinar la mercancía importada a finalidades distintas de las
previstas, constituyen por una parte infracciones establecidas en el numeral 182 de la ley (infracciones para el
caso de exceder el plazo autorizado o no retornarlas al extranjero, así como otras infracciones relacionadas
con el destino de las mercancías). Sin embargo, también se ha considerado como un supuesto de causación
del IGI (impuesto de importación) en los términos del artículo 63 de la Ley Aduanera, particularmente su tercer
párrafo, el cual destaca que, cuando las mercancías sean enajenadas o destinadas a finalidades distintas de
las que motivaron la exención, franquicia o estímulo fiscal, las autoridades procederán al cobro de los
impuestos de importación.
Ese numeral tiene entonces una importante cláusula general de control de la causación, que se refiere a que
el incumplimiento o inobservancia de las condiciones o supuestos a que está sujeta la importación temporal u
otros regímenes en los que la exención del impuesto se condiciona al cumplimiento de ciertos supuestos –
como por ejemplo el régimen de importación temporal, de elaboración, transformación o reparación en recinto
fiscalizado, o el recinto fiscalizado estratégico– dará lugar al pago del impuesto.
El tercer párrafo del artículo en comento explica que en los casos de incumplimiento de las condiciones del
régimen, por ejemplo, cuando la mercancía importada temporalmente se enajene a terceros no autorizados, se
dará lugar al cobro del impuesto general de importación y de las cuotas compensatorias causados desde la
fecha en que las mercancías fueron introducidas a país, actualizándose conforme al Código Fiscal de la
Federación. Lo anterior significa que la causación del impuesto no se presenta al momento en que la
mercancía se enajena o se destina a una finalidad distinta de la autorizada, sino que la ley prevé que en tal caso
el efecto de la inobservancia a las condiciones del régimen es revertir la exención de la que se beneficiaba en el
pasado, hasta el momento de la introducción de la mercancía al país, cuando se causó originalmente el
impuesto. Por ello, el precepto mencionado señala que el impuesto se pagará actualizado desde la fecha de la
introducción de la mercancía al país.
Otras cuestiones importantes vinculadas con el supuesto mencionado son:
• El adquirente de la mercancía adquiere también la obligación de pago del impuesto junto con quien realizó la
importación temporal.
• La causación y cobro del impuesto es independiente de las sanciones que procedan por la comisión de las infracciones
derivadas del incumplimiento a las condiciones del régimen.
Para concluir lo relativo a la causación del IGI en las importaciones temporales, procedo a continuación a
cubrir el caso previsto en el artículo 63-A de la Ley Aduanera, relativo al diferimiento o devolución de aranceles.
Como primer punto, es importante precisar que si bien este tema no está referido exclusivamente a
importaciones temporales –ya que se relaciona también con casos como importaciones definitivas que
retornan al extranjero y recuperan el IGI pagado (draw-back), así como diversos regímenes de importación en
los que no se paga el IGI en México a condición de que la mercancía se exporte, como por ejemplo el régimen
de depósito fiscal, elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado, o bien, el recinto fiscalizado
estratégico–, el principal supuesto de aplicación en razón del volumen de operaciones es la importación
temporal, por lo que incluyo dicho tema relacionado con el diferimiento de tales gravámenes, en esta parte de
importaciones temporales.
En primer lugar recordemos que los términos de “programa de devolución” y “programa de diferimiento” de
aranceles están definidos en las fracciones IX y X del artículo 2 de la Ley Aduanera y se encuentran vinculados
a lo previsto en el artículo 303 del TLCAN, siendo aplicables las definiciones de arancel aduanero, exención de
aranceles aduaneros y programas de diferimiento de aranceles señalados en el numeral 318 del mismo
TLCAN; con relación a ello hago notar que la definición de programas de diferimiento de aranceles
aduaneros incluye medidas como las que rigen zonas libres, importaciones temporales bajo fianza, almacenes
de depósito fiscal, maquiladoras y programas de procesamiento interno.
Cabe mencionar que el análisis integral del artículo 303 del TLCAN no forma parte de nuestro tema, por lo
que solamente analizaremos aquí la relación entre el hecho generador del impuesto general de importaciones,
y el artículo 303 referido, así como las disposiciones legales incorporadas a la Ley Aduanera como
consecuencia de dicho artículo 303.
Como recordamos, el principio general de causación del IGI es la introducción al territorio nacional de
mercancías. Sin embargo, tratándose de importaciones temporales, por lo general aplica la exención prevista
en la fracción I, del artículo 104 de la ley. Pues bien, el artículo 303 del TLCAN, tal como lo indica su título,
establece “Restricciones a la devolución de aranceles aduaneros sobre productos exportados y a los
programas de diferimiento de aranceles aduaneros”, es decir, limita a las partes (México, los EUA y Canadá) la
posibilidad de devolver o exentar aranceles cuando el bien no originario se destina al mercado de Norteamérica.
Como sabemos, el bien jurídico que tutela el artículo 303 es que los materiales no originarios de la región no
ingresen a ésta sin pagar al menos el arancel más bajo entre el país al que se importan inicialmente, al amparo
de algún programa de diferimiento de aranceles, y el país al que se destinan para su importación definitiva. De
otra forma se les estaría ampliando los beneficios del tratado, al permitir, por ejemplo, la entrada de materiales
productivos para maquila en importación temporal a México (sin impuestos por ser importación temporal) y,
posteriormente, la importación a los EUA o Canadá sin impuestos, si el bien final producido por la maquiladora
en México logra calificar como originario, por cumplir la regla de origen respectiva.
Pues bien, ante esta situación, el artículo 303 del TLCAN establece disposiciones que obligan a gravar las
importaciones temporales de materiales no originarios, cuando se utilizan para producir bienes
subsecuentemente exportados a los EUA o Canadá. Con base en el texto de dicho numeral, México estableció
el artículo 63-A de la Ley Aduanera, así como las referencias a diversos preceptos como son: los artículos 52,
104 en su fracción I, 108, 112 (supuesto relacionados con la importación temporal), 121 (depósito fiscal), 135
(régimen de elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado) y 135-B (recinto fiscalizado
estratégico). El artículo 63-A dispone al efecto que:
Artículo 63-A. …
En relación con dicho texto, es conveniente tener en mente que, de conformidad con el principio de legalidad incluido en
el artículo 31, fracción IV, constitucional, y el artículo 6 del CFF, las contribuciones necesariamente deben imponerse
mediante ley, no mediante reglas, por lo cual debe tenerse en cuenta que dicha referencia a reglas, en el precepto
mencionado, no da lugar a que en las mismas se incluyan elementos esenciales de la contribución.
Lo relevante para nuestros efectos es que:
a) Las disposiciones del artículo 303 sólo aplican a bienes no originarios (los bienes originarios están
exceptuados en el artículo 303, párrafo 6, inciso e) del TLCAN).
b) Existen otras excepciones en el párrafo 6 del artículo 303 del TLCAN, así como en las reglas 16 a 16.5.
de las Reglas TLCAN y en el artículo 15 del “Decreto para el fomento de la industria manufacturera,
maquiladora y de servicios de exportación” (Decreto IMMEX).
c) La exención permitida para los programas de diferimiento de aranceles aduaneros es el resultado de la
fórmula del “menor de ambos”, en los términos del artículo 303, última parte del párrafo 1 del TLCAN, y las
reglas derivadas de éste. Cabe mencionar que, para efectos de la fórmula del menor de ambos, se requiere
prueba suficiente que demuestre dicho pago, conforme a la definición de prueba suficiente prevista en el
artículo 318 del TLCAN.
d) El momento del pago del IGI que resulte de la aplicación del artículo 303 del TLCAN y las reglas aplicables
será dentro de los 60 días a partir de la fecha de exportación (párrafo 5 del artículo 303, en relación con las
reglas aplicables del TLCAN y reglas de carácter general del SAT), mediante pedimento “complementario”,
aunque las reglas mexicanas permiten que dicho IGI se pague desde el momento de la importación temporal, o
con el pedimento de retorno.
e) El supuesto del artículo 303 solamente aplica para mercancías no originarias que sean posteriormente
exportadas a territorio de otra de las partes. Para estos efectos, se entiende que “posteriormente exportadas”
también incluye cuando el bien no originario es utilizado como material en la producción de otro bien
posteriormente exportado a territorio de otra parte, o sustituido por un bien idéntico o similar utilizado como
material en la producción de otro bien posteriormente exportado a territorio de otra parte, en los términos de los
incisos a) al c) del párrafo 1 del mismo numeral.
f) Es importante mencionar que los supuestos de aplicación del artículo 303 solamente proceden cuando los
bienes se exportan a los EUA o Canadá, siempre que sean importados en definitiva en esos países. Así lo
establece la fracción I, de la regla 11 del TLCAN, al señalar que el bien no se considerará exportado al territorio
de esa otra parte en tanto no se destine al régimen de importación definitiva en el territorio de esa otra parte.
Esta cuestión es de suma importancia, ya que no basta con que el bien se importe a los EUA o Canadá, sino
que se requiere además que la importación a esos países sea en el régimen de importación definitiva.
Como consecuencia de todo lo anterior, tenemos que el hecho imponible, tratándose de importaciones
temporales, es particularmente complejo, dado que confluyen diversos supuestos de exención y condiciones
específicas que determinan los casos en que sí o no debe pagarse el impuesto, destacando por su complejidad
el supuesto del artículo 303 del TLCAN, vinculado con el numeral 63-A de la Ley Aduanera.
Cabe mencionar que el artículo 14 del Anexo III de la Decisión No. 2/2000 del Consejo Conjunto del “Acuerdo
Interino sobre Comercio y Cuestiones Relacionadas con el Comercio entre los Estados Unidos Mexicanos y la
Comunidad Europea” es el equivalente al artículo 303 del TLCAN.
El numeral 14 citado se denomina “Prohibición de devolución o exención de los aranceles de importación” y
establece esencialmente que los materiales no originarios de la Comunidad o de México, que se utilicen en la
fabricación de productos originarios, no se beneficiarán de la devolución o exención de aranceles de
importación.
El cuarto párrafo del artículo 14 dispone que el exportador deberá estar preparado para demostrarle a las
autoridades aduaneras, en caso de requerimiento, los documentos que demuestren que no se obtuvo ninguna
devolución respecto de los materiales no originarios y que se pagaron efectivamente todos los aranceles de
importación aplicables a esos materiales.
En consecuencia, tenemos que tanto para el TLCAN como en lo relativo al Tratado de Libre Comercio con la
Unión Europea (TLCUE) aplican prohibiciones a la exención o devolución del IGI para materiales no originarios
que se utilicen en la producción de bienes originarios que se exporten a la región de que se trate. Estas
disposiciones acotan también el alcance del hecho generador del IGI de mercancías a México.
Este régimen aduanero permite la salida de mercancías del país por un tiempo limitado y para una finalidad
específica. En dicho régimen no se pagarán los impuestos al comercio exterior y sólo se cumplirán las
regulaciones y restricciones no arancelarias establecidas para este régimen (artículo 113 de la Ley Aduanera).
Se podrá cambiar el régimen de exportación temporal a definitiva previo cumplimiento de los requisitos
aplicables. Si las mercancías exportadas temporalmente no retornan al país dentro del plazo previsto, se
considerará que la exportación se convierte, en definitiva, debiendo pagarse el IGE correspondiente, en su caso
(artículo 114 de la Ley Aduanera).
Las mercancías destinadas a este régimen deben permanecer en el extranjero por el plazo previsto y
retornar al país sin modificación alguna (artículo 115 de la Ley Aduanera).
Existen distintos plazos para este régimen, que van desde tres meses, seis meses o hasta un año (artículo
116 de la Ley Aduanera).
El plazo previsto para este régimen es hasta por dos años, que podrá ampliarse hasta por un plazo igual. Al
retorno de las mercancías, deberá pagarse el IGI por las materias primas extranjeras incorporadas, así como el
precio de los servicios prestados en el extranjero para el proceso productivo (artículo 117 de la Ley Aduanera).
6.4. RÉGIMEN DE DEPÓSITO FISCAL
Este régimen representó en 2017 el 11.64% del total de las operaciones de comercio exterior del país.
Consiste en introducir mercancías para ser guardadas en almacenes generales de depósito que cuenten
con autorización para operar en el régimen citado. Para destinar la mercancía al régimen se debe determinar el
IGI y, en su caso, las cuotas compensatorias (artículo 119 de la Ley Aduanera).
Los almacenes generales de depósito autorizados para operar el régimen están sujetos a cumplir diversas
obligaciones, tales como: sus almacenes e instalaciones deben reunir especificaciones de control y seguridad
sobre las mercancías que establezca el SAT; deberán contar con equipo de cómputo para trasmitir al SAT las
operaciones sujetas al régimen; deberán cumplir las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables al
régimen, así como acompañar el pedimento con la carta de cupo que emita el almacén; las mercancías
quedarán bajo la custodia, conservación y responsabilidad del almacén general de depósito, desde el momento
en que se emita la carta de cupo (artículo 121 de la Ley Aduanera).
Las mercancías en depósito fiscal podrán sujetarse a exhibición, etiquetado, empaquetado, examen,
demostración y toma de muestras (previo pago de las contribuciones que correspondan en este último caso).
El almacén general de depósito informará al SAT, dentro de los 20 días naturales siguientes a la expedición
de la carta de cupo, los sobrantes o faltantes de las mercancías declaradas en el pedimento respecto de las
efectivamente recibidas. En caso de no rendir el aviso citado dentro del plazo referido, se entenderá por
ministerio de ley que recibió las mercancías declaradas en el pedimento.
Los residentes en el extranjero podrán promover el régimen que nos ocupa para destinar las mercancías al
almacén general de depósito.
Cuando se destinen mercancías nacionales al depósito fiscal, se entenderán exportadas definitivamente.
En la reciente reforma a la Ley Aduanera, se estableció en el artículo 119-A un plazo límite de 24 meses para
mantener la mercancía en dicho régimen. En el mismo numeral se prevén diversos supuestos de cancelación
de la autorización, en caso de competer ciertas irregularidades.
Las mercancías en depósito fiscal podrán retirarse del mismo para importarse definitivamente, exportarse
definitivamente, retornarse al extranjero o importarse temporalmente por empresas con Programa IMMEX.
Los almacenes generales de depósito deberán recibir las contribuciones causadas y enterarlas al fisco
federal al día siguiente al en que la reciban.
Las mercancías que se encuentren en el depósito fiscal podrán ser enajenadas a terceros, inclusive con
residencia en el extranjero (artículo 122 de la Ley Aduanera).
Mediante reglas del SAT pueden identificarse mercancías que no podrán ser objeto de este régimen, así
como las medidas de control a la que se sujetarán estos almacenes (artículo 123 de la Ley Aduanera).
En el artículo 121 de la Ley Aduanera se prevén modalidades especiales de depósito fiscal:
• Para exposición y venta de mercancías extranjeras y nacionales en puertos aéreos, fronterizos o marítimos
(tiendas duty-free).
• Para establecer temporalmente locales para exposiciones temporales de mercancías.
• Para procesos de ensamble y fabricación de vehículos por parte de empresas de la industria automotriz terminal (IAT).
Esta modalidad conocida como depósito fiscal automotriz tiene gran importancia por el volumen de
operación y valor de los vehículos que se producen y exportan. Las mercancías que se hubieran ingresado al
depósito fiscal automotriz estarán sujetas al pago del IGI en términos del artículo 63-A de la Ley Aduanera
(programas de diferimiento o devolución de aranceles), al extraer los vehículos para su retorno al extranjero.
La regulación de mayor detalle del depósito fiscal automotriz está en disposiciones administrativas y en las
RGCE. Entre las principales ventajas de este régimen se encuentra la utilización de un “aviso” para la
importación de las mercancías, que requiere sólo una declaración muy general de los productos como
“material de ensamble” para la IAT, así como la utilización de una fracción arancelaria genérica (98030001 y
98030002).
Del mismo modo, la mercancía que la IAT recibe de sus proveedores empresas con programa IMMEX, se
controla y documenta para efectos aduaneros con la llamada Constancia de Transferencia de Mercancía
(CTM), regulada también en las RGCE (reglas 4.3.9. y siguientes). En esta publicación no hay espacio
suficiente para cubrir ese tema, pero en otra ocasión profundizaré sobre la IAT, y en específico en lo relativo a la
CTM.
Abordemos a continuación lo relativo al hecho generador del IGI en el régimen de depósito fiscal.
De conformidad con lo previsto en el artículo 119 de la Ley Aduanera, el régimen de depósito fiscal consiste
en el almacenamiento de mercancías de procedencia extranjera o nacional en almacenes generales de
depósito que… sean autorizados para ello por las autoridades aduaneras.
Para efectos del hecho generador del IGI, los elementos relevantes del régimen de depósito fiscal son los
siguientes:
a) El impuesto se causa con la introducción de la mercancía a territorio nacional, es decir, aplica la regla
general prevista en el artículo 52 de la Ley Aduanera. En este sentido, el artículo 119 del mismo ordenamiento
establece que …el régimen de depósito fiscal se efectúa una vez determinados los impuestos al comercio
exterior, así como las cuotas compensatorias…
b) El envío de la mercancía, desde la aduana de introducción de la mercancía al país hasta la bodega
autorizada para mantener la mercancía en el régimen de comentario, se realiza bajo el control de la llamada
“carta de cupo”.
La carta de cupo la emite el Almacén General de Depósito previamente al despacho de las mercancías para
destinarlas al régimen citado. De hecho, ese documento debe presentarse anexo al pedimento de importación.
Por mandato de la ley (artículo 119, quinto párrafo de la Ley Aduanera), se entenderá que las mercancías se
encuentran bajo la custodia, conservación y responsabilidad del almacén general de depósito en el que
quedarán almacenadas bajo el régimen de depósito fiscal, desde el momento en que éste expida la carta de
cupo mediante la cual acepta almacenar la mercancía.
El control consiste en que, dentro del término de 20 días siguientes a la expedición de la carta de cupo, la
mercancía deberá llegar al Almacén General de Depósito, y el titular del mismo deberá informar a la autoridad
de los sobrantes o faltantes.
Si la mercancía no arriba, se deberá informar a más tardar al siguiente día en que transcurran los 20 días ya
citados, y de no rendirse dicho aviso, se entenderá que la mercancía se recibió en los términos descritos en el
pedimento (artículo 119 de la Ley Aduanera).
En caso de que la mercancía no arribe al Almacén General de Depósito, se causará el impuesto a cargo de
quien destinó la mercancía al régimen (importador), y será responsable solidario el titular del almacén cuando
no rinda el aviso referido, de conformidad con lo previsto en el artículo 53, fracción VI, de la Ley Aduanera.
c) En caso de faltantes detectados al momento de recepción de las mercancías en el Almacén General de
Depósito, será responsable del pago de los impuestos el importador de las mercancías. Pero el almacén será
responsable solidario si no presenta los avisos del penúltimo párrafo de la ley, tanto por los sobrantes como por
los faltantes, según lo ordena el artículo 53, fracción VI, de la ley.
d) El impuesto de importación deberá pagarse al retirar las mercancías para su importación definitiva. El
impuesto se pagará actualizado en los términos del artículo 17-A del CFF, o bien, conforme a la variación
cambiaria del peso frente al dólar de los EUA, en el periodo transcurrido entre la entrada de la mercancía al país
y el retiro del almacén (artículo 120, segundo párrafo de la Ley Aduanera).
e) Los impuestos los debe pagar el Almacén General de Depósito al siguiente día en que los reciba del
importador (artículo 120, tercer párrafo).
f) De los impuestos que deriven de los faltantes de inventario en el Almacén General de Depósito,
responderá de ellos el titular de dicho almacén.
g) En caso de que la mercancía se enajene a terceras personas mientras se encuentra en el depósito fiscal,
el adquirente queda subrogado de los derechos y obligaciones correspondientes (artículo 122 de la Ley
Aduanera).
h) En caso de desistimiento del régimen de depósito fiscal, la mercancía retornará al extranjero, en cuyo
caso no se paga el IGI (artículo 120, fracción III, de la Ley Aduanera, en relación con el último párrafo del mismo
numeral).
Como resumen, podemos afirmar que en el régimen de depósito fiscal se aplica la teoría del cruce de la
línea fronteriza y la de importación para consumo, toda vez que por una parte el IGI se causa al introducir la
mercancía al país, pero se paga hasta el momento en que se retire del almacén para destinarse a consumo
dentro del territorio nacional.
En el régimen de depósito fiscal existen tres modalidades adicionales, que se mencionan a continuación, en
lo que respecta al hecho generador del IGI.
En este caso no se paga el IGI, siempre que las mercancías se les enajenen a pasajeros que salgan
directamente al extranjero. Sobre el particular, aunque el impuesto se ha causado desde el momento de la
introducción de la mercancía al país, no se pagará si la mercancía nuevamente sale al extranjero al ser
enajenada al pasajero internacional (artículo 121, fracción I, de la ley).
Adicionalmente, los titulares de la autorización de tiendas “libres de impuestos” son responsables, por
mandato de ley, de los faltantes de inventarios, es decir, mercancía registrada como ingresada al depósito
fiscal, sin que se pueda acreditar su destino legal. Por ello, la ley establece controles estrictos sobre los
establecimientos y la mercancía, como un sistema automatizado de control de inventarios, la instalación de
sistemas de circuito cerrado, trasmisión electrónica de las ventas hacia el sistema de la autoridad, así como
cumplir con mecanismos de control de ventas y de entrega de las mercancías a los adquirentes, entre otras
medidas de control, todo ello conforme a lo previsto en los incisos a) al h) de la fracción I, del artículo 121 de la
Ley Aduanera.
Tratándose de las llamadas “tiendas libres de impuestos de llegada”, el impuesto está a cargo del pasajero
que adquiere dichas mercancías, para lo cual, sin embargo, es aplicable la franquicia de pasajeros
internacionales, como si la mercancía se hubiera adquirido en el extranjero (segundo párrafo de la fracción I, del
artículo 121 de la ley).
En el caso de estas importaciones para exposiciones, se requiere que los organizadores del evento asuman
la responsabilidad solitaria en el pago de las contribuciones (artículo 121, fracción, III de la Ley Aduanera, en
relación con el artículo 166 de su RLA). La mercancía deberá retornarse al extranjero después de ser exhibida,
o deberá pagarse el IGI por la mercancía que no retorne, salvo excepciones previstas en la propia ley (por
ejemplo, mercancía de valor reducido que se utilice para promocionar el evento, conforme al segundo párrafo
del artículo 165 del RLA).
En este caso, las empresas de la industria automotriz terminal son responsables del pago del IGI por las
mercancías que se retiren del depósito para destinarse a su importación definitiva, o bien, cuando el producto
final se destine al extranjero, serán responsables del impuesto en los términos previstos en el artículo 63-A de
la ley.
Sin embargo, existe una excepción para los casos en que se utilicen las CTM, conforme a lo previsto en
reglas de carácter general emitidas por el SAT, en cuyo caso el responsable del pago del IGI será la empresa
de autopartes que haya enajenado la mercancía a la empresa de la industria automotriz terminal.
En efecto, de conformidad con lo previsto en reglas del SAT, cuando la empresa de la industria de
autopartes enajena partes y componentes a la empresa de la industria automotriz terminal, ésta última debe
emitir una CTM en la que señale las mercancías destinadas a territorio nacional (apartado “A” de la CTM), o
bien, las mercancías destinadas a la exportación (apartados “B” y “C” de la CTM); al respecto, el responsable
del pago del IGI será en este caso la empresa IMMEX de la industria de autopartes, respecto de las mercancías
que aparezcan en el apartado “A” de la CTM, debiendo formular el pedimento de cambio de régimen junto con
el pago del IGI y demás contribuciones causadas en un plazo que no excederá de 15 días a partir de la
recepción de la CTM, salvo que la empresa IMMEX de autopartes hubiera pagado el IGI desde el momento de la
importación temporal, en cuyo caso, al efectuar el cambio de régimen, solamente pagará el IVA
correspondiente.
Del mismo modo, la empresa de la industria de autopartes deberá formular pedimento de retorno de las
partes y componentes o insumos que correspondan a las partes y componentes del apartado “C” de la CTM,
en un plazo no mayor de 60 días naturales contados a partir de la recepción de la constancia, y con dicho
pedimento se deberá pagar el impuesto general de importación por los materiales no originarios respectivos.
Sin embargo, si al tramitar el pedimento original de importación temporal de las mercancías, se optó por
efectuar el pago correspondiente del IGI, respecto de todas las partes y componentes o insumos importados
temporalmente bajo el Programa IMMEX, que se consideren no originarias, no se estará obligado a tramitar el
pedimento de retorno a que se refiere este párrafo.
Estos casos, relativos al pago del impuesto general de importación por las mercancías que se destinen al
territorio nacional (apartado “A” de la CTM), o bien, las no originarias utilizadas para producir las mercancías de
exportación (apartado “C de la CTM), son supuestos en los que la empresa IMMEX de la industria de autopartes
sustituye a la empresa de la industria automotriz terminal en la obligación de pago del IGI; la empresa de la
industria automotriz terminal solamente es responsable solidario con la empresa IMMEX de autopartes, en caso
de no cumplir con las reglas respectivas, pero por lo demás el responsable directo del pago de la contribución
es la empresa de la industria de autopartes, por más que esta última ya le haya entregado las mercancías a la
siguiente fase en la cadena productiva (esto es, la empresa de la industria automotriz), por lo que en este caso
se trata de una excepción a la regla general en cuanto a que cada fase de la cadena productiva asume su
propia responsabilidad en el pago del IGI.
Como consecuencia de todo lo anterior, se puede concluir que, por lo general, en el régimen de depósito
fiscal, el hecho generador del IGI es la introducción de la mercancía al territorio nacional, aunque el momento
del pago será normalmente al retiro de la mercancía del depósito fiscal para destinarla a su importación
definitiva, es decir, para su incorporación al mercado interno. En este sentido, predomina la teoría del cruce de
la línea fronteriza y la de Importación para consumo.
Este régimen consiste en el traslado de mercancías de una aduana a otra, bajo control fiscal (artículo 124 de
la Ley Aduanera).
El tránsito interno de mercancías podrá realizarse:
• Para enviar mercancía extranjera, desde la aduana de entrada hasta la del despacho para su importación.
• Para enviar mercancía nacional o nacionalizada desde la aduana de despacho hasta la de salida para su exportación.
• Para enviar mercancía importada temporalmente por empresas IMMEX, desde la aduana de despacho hasta la aduana
de salida, para su retorno al extranjero (artículo 125 de la Ley Aduanera).
Para destinar bienes de consumo final al régimen de tránsito interno para su importación, requerirá cumplir
términos y condiciones previstas en el RLA (artículo 127 de la Ley Aduanera).
Al promover el régimen de tránsito interno para la exportación, se deberá efectuar el pago de las
contribuciones correspondientes (en su caso) y cumplir las regulaciones y restricciones no arancelarias en la
aduana de despacho.
A su vez, para promover el tránsito interno, se requiere formular el pedimento correspondiente, determinar
provisionalmente las contribuciones (aplicando la tasa máxima de los impuestos que se causen), cumplir las
regulaciones y restricciones no arancelarias y se deberán utilizar los servicios de empresas transportistas
registradas ante el SAT (artículo 127 de la Ley Aduanera). Adicionalmente, el traslado se deberá efectuar dentro
de los plazos máximos que establezca el SAT.
Si las mercancías no arriban a la aduana de despacho en el plazo referido, tratándose de importación, la
determinación provisional de las contribuciones y cuotas compensatorias se determinarán como definitivas; a
su vez, tratándose de tránsito interno a la exportación, si las mercancías no arriban a la aduana de salida en el
plazo previsto, las mercancías no se considerarán exportadas, con las consecuencias legales
correspondientes. Cuando las mercancías no arriben en los plazos previstos, se deberá avisar a las
autoridades aduaneras, señalando las razones que impiden el arribo oportuno, y podrá permitirse el arribo
extemporáneo dentro del plazo máximo de traslado establecido para la ruta de que se trate (artículo 128 de la
Ley Aduanera).
Se prevé la responsabilidad solidaria en el pago de las contribuciones y cuotas compensatorias, accesorios
e infracciones para el transportista que efectúe el tránsito interno, así como el agente o agencia aduanal, por las
irregularidades que deriven de la formulación del pedimento (artículo 129 de la Ley Aduanera).
Este régimen tiene por objeto enviar la mercancía desde la aduana de entrada hasta la de salida del país,
tratándose de mercancías extranjeras que ingresen al territorio con destino al extranjero, o bien, enviar
mercancías nacionales o nacionalizadas desde la aduana de salida del país hasta la de su reingreso al territorio
nacional (artículo 130 de la Ley Aduanera).
Para promover el régimen se requiere formular el pedimento de tránsito internacional y determinar
provisionalmente las contribuciones, debiendo efectuarse por las aduanas autorizadas y rutas fiscales
previstas en reglas del SAT (artículo 131 de la Ley Aduanera).
El traslado deberá efectuarse dentro de los plazos máximos previstos, en el entendido de que, si las
mercancías no arriban a la aduana de salida en el plazo previsto, la determinación provisional de las
contribuciones se considerará como definitiva. Cuando las mercancías no puedan arribar en los plazos
autorizados, se deberá presentar aviso a las autoridades aduaneras, en cuyo caso se permitirá el arribo
extemporáneo por un plazo igual al máximo establecido (artículo 132 de la Ley Aduanera).
El responsable del pago de los créditos fiscales será quién promueve el régimen, y se constituirá en
responsable solidario el agente aduanal cuando acepte expresamente la responsabilidad, o la empresa
transportista registrada (artículo 133 de la Ley Aduanera).
Este régimen tiene muy poca aplicación, y en 2017 representó solamente el 0.000008% del total de las
operaciones de comercio exterior del país.
Este régimen consiste en la introducción de mercancías extranjeras o nacionales al recinto fiscalizado para
someterse a procesos de elaboración, transformación o reparación, para su posterior exportación o retorno al
extranjero. Aplica el mismo tratamiento para mermas y desperdicios que en la importación temporal de
mercancías para empresas IMMEX.
Los faltantes de mercancías extranjeras destinadas al régimen causarán los impuestos al comercio exterior
correspondientes.
Podrá destinarse al régimen la maquinaria y equipo que se requiera para el proceso productivo, siempre que
se pague el IGI y se cumplan las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables al régimen (artículo
135 de la Ley Aduanera).
En 2017, las operaciones destinadas a este régimen representaron el 0.08% del total de las operaciones de
comercio exterior del país. Probablemente, la razón por la que este régimen mantiene un porcentaje reducido
respecto del total de regímenes aduaneros es que su costo de operación resulta mayor al de la importación
temporal de empresas IMMEX.
Este régimen consiste en la habilitación de recintos fiscalizados estratégicos en favor de un administrador
del recinto (artículo 14-D de la Ley Aduanera), para que en su interior un tercero obtenga su propia autorización
para operaciones de manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación
o reparación de mercancía (artículos 135-A y 135-B de la Ley Aduanera). La mercancía que se destine al
régimen no pagará impuestos al comercio exterior, salvo en los casos de diferimiento o devolución de
aranceles previstos en el artículo 63-A de la Ley Aduanera, o cuando la mercancía se retire para destinarse al
mercado nacional, y se sujetarán a las regulaciones y restricciones no arancelarias previstas para el régimen.
Las mermas y desperdicios tendrán el mismo tratamiento que en las importaciones temporales de las
empresas IMMEX.
El plazo de permanencia de las mercancías será de hasta dos años, según el texto de ley. Tratándose de
maquinaria, equipo, herramientas, instrumentos, moldes y refacciones, el plazo será no mayor al previsto al de
la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) para su depreciación (artículo 135-C de la Ley Aduanera). No
obstante, en la RGCE 4.8.2. se permiten plazos de hasta 60 meses, y tratándose de maquinaria y equipo, el
plazo será por la vigencia de la autorización. Es decir, el plazo de permanencia que se otorga al RFE es el
máximo permitido, incluso por encima de las importaciones temporales que realicen empresas con Programa
IMMEX certificadas; para maquinaria y equipo, el plazo es equivalente al de las empresas IMMEX.
Las mercancías sujetas al régimen podrán retirarse para: importarse definitivamente, exportarse
definitivamente, retornarse al extranjero o reincorporarse al mercado nacional, importarse temporalmente por
empresas con Programa IMMEX o destinarse al régimen de depósito fiscal.
El administrador y las personas que hubieran introducido las mercancías al régimen responderán
solidariamente por los créditos fiscales que se determinen (artículo 135-D de la Ley Aduanera).
La autorización como administrador podrá otorgarse hasta por 20 años, prorrogable por un plazo igual,
previo cumplimiento de ciertos requisitos. El administrador deberá cumplir diversas obligaciones en materia de
custodia (artículos 15, 26 y demás relativos de la Ley Aduanera). El SAT cancelará la autorización al
administrador cuando deje de cumplir los requisitos para la autorización, o cuando se incurra en las causales
de cancelación correspondientes.
Cabe mencionar que el RFE es probablemente el régimen al que más beneficios se le han otorgado
recientemente tanto en RGCE como en un decreto especial que emitió el Ejecutivo Federal en febrero de 2016
para promover la figura.
Entre los principales beneficios del régimen podemos mencionar:
a) Realizar la importación mediante pedimentos consolidados que podrán ser semanales o mensuales
(RGCE 4.8.4.). Al realizar la introducción de mercancías al país, se presenta el “Aviso electrónico de
importación y de exportación”, que permite una declaración muy general y sencilla de las mercancías. Éste es
probablemente uno de los mayores beneficios operativos del RFE, junto con la fracción arancelaria genérica
para este régimen (98060009 y 98060010), que les equipara a las enormes facilidades operativas otorgadas a
la IAT.
b) Se establece un procedimiento amplio para el retiro de mercancías del RFE para su importación
definitiva, destacando la opción de que se pueda declarar las mercancías que fueron ingresadas al RFE, o bien,
la mercancía producida dentro del RFE mediante procesos de elaboración o transformación (RGCE 4.8.6.).
c) Se establecen procedimientos especiales para transferencia o traslado de mercancías sujetas al RFE
(RGCE 4.8.7.), para ingreso al RFE de mercancías importadas temporalmente por empresas IMMEX (RGCE
4.8.9.), traslado para reparación (RGCE 4.8.10.), certificación inmediata para el IVA y el IESPYS (RGCE
4.8.12.), para regularizar mercancías excedentes o no declaradas (4.8.13.), para determinar el IGI de
maquinaria y equipo que se extrae del RFE para su importación definitiva, reconociendo depreciación (4.8.14.),
entre otros.
Algunas de las principales obligaciones del RFE es llevar un sistema de control de inventarios de manera
automatizada –tratándose de RFE no colindantes con recinto fiscal o fiscalizado, el sistema deberá cumplir con
el Anexo 24-II, es decir, el Anexo 24 para empresas certificadas en el Sistema Electrónico para el Control De
inventarios de Importaciones Temporales (SECIIT) y con la RGCE 4.8.3.–.
En cuanto al hecho generador del IGI en el RFE, el artículo 135-A de la Ley Aduanera dispone lo siguiente:
Artículo 135-A. …
…
…las personas que tengan el uso o goce de inmuebles ubicados dentro del recinto fiscalizado
estratégico habilitado en los términos del Artículo 14-D de la Ley, podrán solicitar la autorización
para destinar mercancías al régimen de recinto fiscalizado estratégico...
A su vez, de conformidad con lo previsto en el primer párrafo del artículo 135-B del mismo ordenamiento, este régimen
consiste en la introducción, por tiempo limitado, de mercancías extranjeras, nacionales o nacionalizadas, a dichos recintos,
para ser objeto de manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación…
Los elementos relevantes del hecho generador relativos a este régimen son los siguientes:
a) No se pagarán los impuestos al comercio exterior, salvo tratándose de los casos previstos en el artículo
63-A de la ley, esto es, cuando se importen al régimen de comentario materiales no originarios que se utilicen
para producir mercancías que posteriormente se exporten a territorio de los EUA, Canadá o la Comunidad
Europea (fracción I, del artículo 135-B).
b) Las mermas y desperdicios no dan lugar a pago del IGI, siempre que tratándose de estos últimos se
demuestre que fueron destruidos o retornados al extranjero (artículo 135-B, fracciones III y IV de la propia ley).
Al igual que en la importación temporal y en el régimen de elaboración, transformación y reparación en recinto
fiscalizado, el importador tiene la carga de la prueba para acreditar que efectivamente se trata de mermas y
desperdicios, y que éstos últimos se destruyeron.
c) Tratándose de maquinaria y equipo, se limita su estancia en el país al plazo de su depreciación (primer
párrafo del artículo 135-C), aunque por otra parte la ley no establece la obligación de pagar el IGI al destinar
dichas mercancías (la maquinaria y equipo) al régimen, a diferencia de los regímenes de importación temporal
y de elaboración, transformación y reparación en recinto fiscalizado, en los cuales siempre debe pagarse el
impuesto por la importación de la maquinaria y equipo.
d) Las mercancías podrán retirarse del régimen mencionado para destinarse a su importación definitiva
(artículo 135-D, fracción I), en cuyo caso deberá pagarse el IGI.
e) Existe una cláusula especial de causación del IGI, otras contribuciones que se causen y cuotas
compensatorias, que se relaciona con la inobservancia a las obligaciones del régimen que nos ocupa.
Al efecto, el último párrafo del artículo 135-D señala expresamente que:
Las personas que hayan obtenido la autorización a que se refiere el Artículo 135-A de esta Ley,
responderán directamente ante el Fisco Federal por el importe de los créditos fiscales que
corresponda pagar por las mercancías que sean retiradas del recinto fiscalizado sin cumplir con las
obligaciones y formalidades que para tales se requieran o cuando incurran en infracciones o delitos
relacionados con la introducción, extracción, manejo, almacenaje o custodia de las mercancías…
Establece también que dicha responsabilidad comprenderá el pago de los impuestos al comercio exterior y de las demás
contribuciones, así como de las cuotas compensatorias que en su caso se causen, y sus accesorios, así como las multas
aplicables…
Cabe mencionar que esta disposición tiene un alcance bastante amplio, ya que comprende cualquier desvío
en el destino de la mercancía e incluso cualquier infracción o delito relacionado con la introducción, extracción,
manejo, almacenaje o custodia de las mercancías, y en cualquiera de tales casos se deberá pagar el IGI, así
como las otras contribuciones causadas o cuotas compensatorias.
De manera que dicho último párrafo del artículo 163 tiene una cláusula de causación para casos de
actuación ilegal del importador, que es distinta y significativamente más amplia que lo previsto para todos los
demás regímenes con excepciones de pago del IGI, en los que la cláusula de control que prevé la causación
del IGI en casos de irregularidades se encuentra en el artículo 63 de la Ley Aduanera, la cual dispone que
procederá el cobro del IGI actualizado cuando (las mercancías) sean enajenadas o destinadas a finalidades
diversas de las que motivaron el beneficio…, por lo que el alcance de la cláusula de control de causación, en
caso de actuación ilegal, resulta más amplia para el régimen de recinto fiscalizado estratégico que para los
otros regímenes, tales como la importación temporal, depósito fiscal, tránsito o elaboración, transformación o
reparación en recinto fiscalizado.
FACULTADES DE COMPROBACIÓN Y
REVISIONES ELECTRÓNICAS
Sumario
A lo largo del presente Capítulo analizaremos los aspectos más importantes en relación al ejercicio de las
facultades de las autoridades aduaneras para verificar el adecuado cumplimiento de las obligaciones a que se
encuentran afectas las mercancías de procedencia y origen extranjero, así como la implementación de las
tecnologías de la información en la identificación de irregularidades y el procedimiento a seguir ante las nuevas
revisiones electrónicas.
1. ANTECEDENTES
Las facultades de comprobación en materia de comercio exterior por parte de las autoridades aduaneras y
fiscales en México no pudieron tener mejor momento histórico que las circunstancias de tiempo y de
normatividad en la creación e inicio de actividades de la Administración General de Auditoría de Comercio
Exterior (AGACE), por una parte, y las obligaciones fiscales electrónicas para los contribuyentes, por otra,
iniciando con la firma electrónica avanzada (FIEL), con vigencia obligatoria desde 2012, además de contar con
las condiciones normativas, de facilitación del comercio exterior en las aduanas, capital humano competente y
un mejor análisis de riesgo a posteriori del despacho aduanero y las herramientas tecnológicas para la
explotación de bases de datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) o fuentes externas, elementos
que se conjugan para esta fascinante intersección histórica en las auditorías de comercio exterior.
Por otro lado, México –con 32 años de apertura comercial desde su ingreso al Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)– y varios países inmersos en una tendencia mundial de liberalismo
económico han introducido en sus administraciones aduaneras una paulatina adaptación y redefinición de su
rol en el comercio mundial, ya no sólo como autoridad en la materia, sino como facilitador de las operaciones
de las transacciones internacionales. El mayor crecimiento en los operadores de comercio internacional como
son los importadores, exportadores, empresas logísticas, agencias aduanales, entre otros, demandó servicios
y tiempos más ágiles en las gestiones antes y durante el despacho aduanero, para que sus entregas
cumplieran con los estándares del mercado industrial o de consumo general.
El concepto de control tradicional de la aduana se transformó en muchos países, principalmente en los que
forman parte de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), en medio de una paradoja coyuntural: por un lado,
la función recaudadora de la administración aduanera cambió debido a los convenios multilaterales como
aquellos negociados en la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde, entre otros temas, por sólo ser
miembro de la organización, se obtiene acceso a los aranceles preferenciales que otros países miembros han
establecido a sus mercados (cláusula de nación más favorecida); o bien, por los diversos acuerdos
comerciales regionales (ACR), que en los registros de la OMC1 sumaron 284 en 2016.
Esta transformación, respecto de la desgravación arancelaria, se observa en el caso del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que de nueve mil 311 fracciones arancelarias utilizadas en las
importaciones a México provenientes de los Estados Unidos de América (EUA) y Canadá en 2016 se declaró,
en los pedimentos, el identificador “TL USA/CAN”; el 96% (ocho mil 947) de esas fracciones se encontraba
exento por desgravación en el acuerdo comercial y el restante 4% correspondía a fracciones arancelarias con
una tasa ad valorem superior al 0%,2 lo que comprueba que se trata de un acuerdo comercial maduro en el
intercambio comercial.
Esto significa que el papel recaudador de las aduanas en el mundo ha disminuido sustantivamente, en gran
medida por estos beneficios arancelarios de accesos a mercados entre países socios. Actualmente, por
diversas causas relacionadas con seguridad nacional, salud pública, medio ambiente, entre otras, la función de
la aduana moderna se ha convertido en un filtro de entrada y salida de mercancías. Inclusive, esa actividad se
realiza sin la necesidad de una revisión intrusiva, dada la implementación de tecnología de rayos gamma o
rayos X por parte del personal técnico (debidamente capacitado para interpretar las imágenes), así como por el
marco normativo que lo permite.
La redefinición de las aduanas modernas implica de facto ser un facilitador de las operaciones de comercio
exterior, pero cuidando minimizar los riesgos para obtener tal fin. Es entonces cuando los controles previos y
posteriores al despacho aduanero deberán cubrir plenamente y con mediciones el nivel de riesgo de las
operaciones por periodos, sectores, contribuyentes, fracciones arancelarias, regímenes aduaneros,
temporalidad y un sinnúmero de factores de los cuales disponga, principalmente de manera electrónica y con
fuentes de datos institucionales.
No obstante, el Convenio de Kyoto tuvo que ser revisado para adaptarse a una nueva realidad de finales del
siglo XX (para entonces sólo 61 países lo habían suscrito), con tres factores clave: el primero de ellos fue el
incremento del comercio internacional, que al menos en los últimos 30 años había sido una constante
sostenida:
El comercio mundial lleva varios decenios creciendo, en promedio, casi el doble de rápido que la
producción mundial. Ello es reflejo de la creciente importancia de las cadenas internacionales de
suministro; de ahí la importancia de medir el comercio en valor añadido. 4
El segundo factor que consideraron importante fue la reciente creación de la OMC, que el 1 de enero de 1995 consolidó
muchos años de esfuerzos para regular un comercio multilateral más armonioso, por lo que un pilar importante sería, sin
duda, contar con administraciones de aduanas mejor comunicadas (y con el rol de facilitadoras del comercio) y asertivas en
la fiscalización de la evasión tributaria y de regulaciones.
El tercer factor fue el uso de la tecnología para conjugar los dos primeros, es decir, la explotación de la
información suministrada en las aduanas, la promoción de documentos electrónicos (paperless), la
comunicación con los usuarios del comercio exterior –Ventanillas Únicas de Comercio Exterior (VUCE)– y las
revisiones de mercancías con tecnologías no intrusivas, que permiten a los gobiernos tener un control más
detallado de las operaciones de importación y de exportación, sin que eso represente mayores cargas
administrativas para los usuarios en las aduanas.
Por todo lo anterior, la OMA elaboró una nueva versión revisada del Convenio de Kyoto, la cual entró en vigor
el 3 de febrero de 2006, con las siguientes consideraciones:5
De todos estos elementos, es la administración de riesgos y controles por auditoría en la que se enfocará
todo el capítulo.
3. ARTÍCULO VIII DEL ACUERDO GENERAL SOBRE ARANCELES ADUANEROS Y COMERCIO DE 1994 (DERECHOS Y
FORMALIDADES REFERENTES A LA IMPORTACIÓN Y A LA EXPORTACIÓN)
El artículo VIII del GATT de 1994 tiene dos peculiaridades: la primera, contenida en el numeral 1, inciso c),
que se cita a continuación:
Artículo VIII.
1.
c) Las partes contratantes reconocen también la necesidad de reducir al mínimo los efectos y la
complejidad de las formalidades de importación y exportación y de reducir y simplificar los
requisitos relativos a los documentos exigidos para la importación y la exportación.
En este contexto, los tiempos, los procesos y las responsabilidades de las operaciones de importación y exportación
deberán estar claras para no obstruir el flujo de las mercancías por las instalaciones aduaneras, facilitando así el comercio
internacional en las aduanas.
En cambio, será en el análisis de riesgo de las operaciones citadas, con antelación o con posterioridad al
despacho aduanero, donde se deberán enfocar las autoridades aduaneras para predeterminar las operaciones
que deberán pasar a reconocimiento aduanero, ya sea para identificar malos comportamientos recurrentes, o
bien, para enviar la información a otras unidades administrativas de los servicios tributarios.
La segunda peculiaridad del artículo VIII del GATT, donde se establecen los derechos y formalidades
referentes a la importación y a la exportación, es que se conceptualizan los análisis e inspección de las
operaciones y las formalidades en el despacho aduanero. De ahí que el resultado de un mejor análisis de las
operaciones de mercancías que cruzan por las aduanas se registre en una gran base de datos que sirve como
herramienta en la toma de decisiones respecto de las auditorías de comercio exterior.6
Es importante considerar que el DOF publicó el 21 de agosto de 2018 el Protocolo de Enmienda del
Convenio Internacional sobre la Simplificación y Armonización de los Regímenes Aduaneros, hecho en
Bruselas el 26 de junio de 1999 (Convenio de Kyoto).7
De acuerdo con el Fondo Fiduciario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD), la auditoría a posterior se define como:
La auditoría posterior al despacho consiste en un control o una auditoría que realiza la
administración de aduanas después del levante de las mercancías del depósito aduanero. Este
control puede tener en cuenta transacciones individuales o abarcar las importaciones/exportaciones
llevadas a cabo durante un periodo determinado. La auditoría puede tener lugar bien en una oficina
de aduanas bien en las instalaciones de la empresa auditada. 8
Sin duda, el que las aduanas cuenten con procesos expeditos para el despacho de mercancías es un beneficio para las
operaciones de comercio exterior; a cambio, los operadores del comercio deberán observar sus procesos a fin de asegurarse
de que su operación está acorde con las normas fiscales y aduaneras, pues en un plazo de cinco años después de haber
despachado la mercancía, las autoridades aduaneras pueden revisar las operaciones de comercio exterior, incluso sin que
hubiera sido verificada la operación.
El espectro de actuación que antes era limitado a los datos del pedimento, y de los documentos que lo
acompañan y amparan las mercancías de importación y de exportación, ahora se amplía mediante una visita
domiciliaria o revisión de documentos no sólo aduaneros, sino contables, financieros y comerciales, en las
oficinas de las autoridades fiscales y aduaneras. Lo anterior se debe en gran medida al uso de nuevas
tecnologías de la información (TI) que registran las bases de datos de instituciones en cada una de las
administraciones de aduanas, reduciendo a un número limitado las inspecciones físicas de las mercancías
durante el despacho por motivos razonados de evasión fiscal y de incumplimiento de obligaciones aduaneras.
Los beneficios de estas acciones son tanto para la autoridad como para la comunidad de comercio exterior,
medibles en ahorro de tiempo, recursos monetarios y capital humano, y consistentes en la disposición de la
mercancía por parte de los importadores con pocos días en depósito ante la aduana; los precios del producto
de importación, ya en el mercado no se incrementan por sobrecostos relacionados de comercio exterior. Otro
aspecto relevante de este esquema de facilitación comercial es que los contribuyentes pueden tener más
comunicación abierta en lo individual o como agrupación de comerciantes o productores con los servidores
públicos que representan al área del post-despacho en las aduanas dentro de la administración pública. En
consecuencia, los gobiernos incrementarán sus ingresos bajo esta óptica de percepción de riesgo,
acrecentando la recaudación primaria en las aduanas y elevando el cumplimiento voluntario de las obligaciones
aduaneras y fiscales.
Aurelio Acosta9 cita que, en la actualidad, no existe unanimidad para ubicar los antecedentes de la función
de fiscalización de recursos en México. Algunos investigadores ubican su origen antes de la Conquista; otros
opinan que su verdadero desarrollo se da durante la Colonia (ASF, 2009), en el momento en que la Corona
Española decide crear en la Nueva España el Tribunal Mayor de Cuentas en 1524, cuya finalidad era revisar
los ingresos y gastos del conquistador Hernán Cortés, así como administrar y recaudar las cuentas, de
acuerdo con los mismos procedimientos de la Contaduría Mayor de Cuentas de España.
Además, menciona que en México el tema de la fiscalización ha cobrado relevancia a partir del siglo XXI, y
no sólo por su importancia como mecanismo de control en la administración pública federal y medio para el
fortalecimiento de la rendición de cuentas, sino también como una herramienta en nuestra moderna
democracia, elemento coadyuvante de la legitimidad de los gobiernos, ya que es a través de ella y sus
resultados como la ciudadanía está empezando a exigir gobiernos eficientes y transparentes.10
Con lo anterior se puede afirmar que una conciencia ética respecto de la fiscalización no es nada nuevo;
resulta importante atender al autor respecto del concepto amplio como una herramienta de control que legitima
a los gobiernos. Ya que, según Márquez Gómez, D.11 para Guillermo Cabanellas la fiscalización es
la inspección a personas, entidades o actividades para comprobar si pagan impuestos o examinar, controlar o
criticar las acciones de otros, por lo que uno de los significados de la palabra fiscalización es control. Así,
“fiscalización” es equivalente a “control”.
Sin embargo, con la creación de organismos internacionales donde se aglutinan naciones para establecer
normas y procedimientos uniformes con el fin de regular el libre comercio, es muy lógico que las instituciones
al interior de cada país también evolucionen para especializarse en las funciones de fiscalización, sin olvidar las
aportaciones de cada una de las unidades administrativas de las que proviene el capital humano, con los que
se forma la unidad naciente.
Fuente: INEGI y Trade Map.
La gráfica arriba señalada permite ver el crecimiento exponencial de las operaciones de comercio exterior a
partir de que México inicia su cambio de política comercial, a su vez, da un panorama de la creación de las
unidades administrativas y de la carga post-despacho derivada de la facilitación por la aplicación de un sistema,
en principio, aleatorio y posteriormente automatizado, para luego dar entrada, en los últimos años donde se ven
las cúspides en el crecimiento de las operaciones de comercio exterior, a la AGACE.
Lo anterior, asociado al mayor y mejor uso de herramientas tecnológicas con aplicativos para el desarrollo
de sistemas de administración de riesgos que cumplían estándares internacionales para ser más asertivos.
En ese orden de ideas, se puede comentar que las unidades de fiscalización en materia de comercio
exterior fueron ubicándose en distintas unidades administrativas, como la Administración General de Aduanas
(AGA), otrora Dirección General de Aduanas (DGA), 1977 a 1991, y la Administración General de Auditoría
Fiscal Federal (AGAFF), de 1991 a 2013, con su Administración Central de Comercio Exterior, que
posteriormente da nacimiento a la actual AGACE.
Por otro lado, hay que mencionar que en esos 23 años, dentro de las administraciones generales, se fueron
creando sus propias unidades administrativas especializadas para atender los requerimientos de la nueva
fiscalización, un ejemplo de ello es la Administración Central de Auditoría Fiscal Internacional, dependiente de la
Administración General de Grandes Contribuyentes (AGGC), misma que se crea con el propósito de fiscalizar
las Reglas de Origen de los tratados y acuerdos internacionales firmados por México.
Finalmente, el 13 de julio de 2012 se publicó la creación de la AGACE, con sus cinco administraciones
centrales y seis administraciones regionales hoy (en 2018) desconcentradas, y entró en vigor el 13 de agosto
del mismo año.
18. Las órdenes de visita, son los únicos instrumentos legales que facultan al personal
designado a realizar inspecciones domiciliarias, a establecimientos industriales, comerciales o de
cualquier otra índole. Dichas órdenes sólo serán expedidas en los términos y condiciones que fija el
artículo 5. del Código Aduanero y por los funcionarios a que el mismo precepto se refiere.
Por otro lado, el numeral 17 de dicho documento facultaba a los visitadores al uso de armas para el ejercicio de sus
funciones: … sólo portará armas en aquellas comisiones del servicio que por su naturaleza así lo requiera, a juicio y bajo la
responsabilidad del Comandante o encargado del servicio.
Con lo anterior, podemos imaginar los fenómenos que se pretendían atacar y los riesgos que presuntamente
corrían los visitadores.
Para 1986, México empezaba a salir de una crisis económica muy importante y en ese mismo año se
adhiere al GATT. Esto provocó grandes cambios en nuestra economía, al sujetarnos a los diversos códigos de
conducta que en el marco de dicho acuerdo se firmaron.
La eliminación de licencias de la importación, así como de los precios oficiales y el establecimiento de
aranceles máximos, partiendo de la cláusula de la Nación Más Favorecida (NMF), cambiaron de manera
sustancial los flujos comerciales entre México y los demás países.
Por otra parte, lo que se explica en el párrafo anterior obligaba ahora a atacar nuevos fenómenos respecto
de las formas de evasión, tales como: inexacta clasificación, subvaluación, sobrevaluación y subvaloración;
estas prácticas, entre otras razones, originaron que para 1990 se crearan la Dirección General de Auditoría
(DGA) y la Revisión Fiscal de la Subsecretaría de Ingresos, una unidad de fiscalización en materia de comercio
exterior que posteriormente sería la AGACE.
Con este cambio, se provocó de manera indirecta que gran parte del personal que se incorporó a desarrollar
estas funciones tuviera conocimientos de auditoría en impuestos internos, lo que a la postre permitiría que la
AGACE contara con personal técnico en materia de auditoría en comercio exterior con una visión del auditor de
impuestos internos.
Como lo hemos señalado anteriormente, la decisión de crear la AGACE como una unidad administrativa
especializada en la fiscalización en materia de comercio exterior fue muy atinada por varios motivos, entre ellos
destacan: ser una autoridad aduanera encargada de establecer las estrategias para prevenir y combatir las
conductas ilícitas relacionadas con el comercio exterior, dentro y fuera de las instalaciones aduaneras, antes de
que se consume la importación o después de que la mercancía haya sido desaduanada; comprobar que la
mercancía de comercio exterior que se encuentre en tránsito por territorio nacional tenga el soporte documental
que acredite la legal estancia, tenencia o posesión conforme a las leyes fiscales correspondientes; colaborar
con otras autoridades dentro del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Administración Pública de los
tres niveles de gobierno, o bien, con autoridades extranjeras, proponiendo o atendiendo temas de comercio
exterior relacionados con sus competencias.
En este contexto, las facultades de auditorías post-despacho, conforme al Código Fiscal de la Federación
(CFF), la Ley Aduanera y los Tratados de Libre Comercio (TLC), son las funciones más relevantes que esta
unidad administrativa tiene como misión para provocar el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales y
aduaneras de los contribuyentes o, de lo contrario, sancionar a aquellos que incumplieron dichos mandatos.
De tal suerte que en 2012, como una estrategia de política pública del SAT, se creó la AGACE con recursos
humanos de otras administraciones generales, como la AGA, la AGAFF y la AGGC, atrayendo casi por
literalidad las facultades que éstas tenían conferidas, constituyéndose como una nueva autoridad aduanera
enfocada en las auditorías a contribuyentes con operaciones de comercio exterior.
El 13 de julio de 2012 se publicó en el DOF una modificación al Reglamento Interior del Servicio de
Administración Tributaria (RISAT), concretamente al artículo 36-Bis, en el cual se menciona la competencia de
la AGACE, así como las unidades administrativas que estarían adscritas a la misma y los servidores públicos
que auxiliarían en el ejercicio de sus funciones al administrador general.
Sin embargo, debido a las necesidades y requerimientos de la operación por parte de la AGACE, se
determinó crear en el reglamento dos unidades administrativas centrales adicionales a las existentes en 2012,
por lo que el 24 de agosto de 2015 se publica el nuevo RISAT en el DOF, considerando a partir de ese momento
las siguientes unidades administrativas de conformidad con los artículos 25, último párrafo, en correlación con
el 26 de dicho Reglamento Interior:
4.1.3.2. ADMINISTRACIÓN CENTRAL DE PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN DE COMERCIO EXTERIOR
Esta administración central se encarga de: planear, organizar y dirigir estrategias de investigación de
operaciones de comercio exterior; ejecutar labores de investigación e inteligencia; intercambiar información con
autoridades extranjeras, y coordinar a los representantes de la AGACE en el extranjero, contando con nueve
oficinas de representación en los EUA, Colombia, Panamá y Hong Kong.
Esta unidad administrativa se encarga de: participar de manera conjunta con otras unidades administrativas
hacendarias, en temas aduaneros y de comercio exterior en las negociaciones de convenios y tratados
internacionales; autorizar y, en su caso, renovar y cancelar la certificación del impuesto al valor agregado (IVA)
y del impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS), así como la inscripción en los registros de
empresas certificadas como operadores económicos autorizados (OEA) y de registros de despachos de
mercancías.
También mantiene comunicación y colabora con autoridades fiscales, aduaneras o de comercio exterior de
otros países y participa en la celebración de convenios de intercambio de información en materia aduanera.
Éstas ordenan y practican actos de fiscalización para comprobar el cumplimiento de las obligaciones
fiscales y aduaneras de los contribuyentes, responsables solidarios y demás obligados en materia de
contribuciones, a través de visitas domiciliarias, revisiones de gabinete, escritos de hechos u omisiones,
verificación de mercancías y revisiones electrónicas.
Concretamente, la ACAOCE se especializa en llevar a cabo verificaciones de origen para comprobar el
carácter originario de las mercancías y la correcta aplicación de beneficios arancelarios.
Por lo que hace a la ACOECE, ésta efectúa operativos de comercio exterior de alto impacto, y su presencia
fiscalizadora sirve para el combate de ilícitos aduaneros, entre ellos el contrabando.
Respecto de las administraciones desconcentradas, hoy en día pueden ejercer sus facultades en todo el
territorio nacional, aunque en la práctica se enfocan prioritariamente en las regiones o entidades federativas que
pertenecían a su anterior circunscripción territorial.
a) Administración Desconcentrada de Auditoría de Comercio Exterior (ADACE) del Pacífico Norte:
Baja California, Baja California Sur y Sonora.
b) ADACE del Norte Centro:
Chihuahua, Coahuila de Zaragoza, Durango y Zacatecas.
c) ADACE del Noreste:
Nuevo León y Tamaulipas.
d) ADACE del Occidente:
Sinaloa, Jalisco, Aguascalientes, Nayarit y Colima.
e) ADACE del Centro:
Hidalgo, Estado de México, Morelos, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Guerrero y Ciudad
de México.
f) ADACE del Sur:
Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
La fiscalización del comercio exterior en México no es exclusiva del SAT. El combate a la introducción ilegal
de mercancías y vehículos a territorio nacional requiere del fortalecimiento en los diferentes niveles de gobierno:
federal y estatal.
En este sentido, es importante señalar que desde 1980 se creó la Ley de Coordinación Fiscal (LCF), cuya
creación obedeció a la necesidad de organizar el sistema fiscal de la Federación con las entidades federativas,
fijar las reglas de colaboración administrativa entre las autoridades fiscales y sentar las bases de organización
y funcionamiento, entre otras. No es menos importante señalar que esta ley, en su Capítulo II, considera que las
entidades federativas pueden adherirse al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNCF), el cual les brinda
la posibilidad de celebrar convenios en materia fiscal federal con la SHCP, conforme lo establecen los artículos
13, 14 y 15 de la LCF.
Bajo este esquema, es de indicarse que entre los diversos anexos considerados en el Convenio de
Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal se encuentra el Anexo 8, el cual permite la colaboración
de las entidades federativas con el Gobierno Federal en la vigilancia de mercancías y vehículos de procedencia
extranjera y hace posible practicar embargos precautorios, sustanciar el procedimiento administrativo en
materia aduanera, formular la declaración de abandono de mercancía, ordenar y efectuar visitas domiciliarias,
revisiones de gabinete y revisiones electrónicas.
Laverde, C., & Celina, C.12 señalan que la principal preocupación de las entidades y sus auditorías internas
era proteger la confiabilidad de la información financiera, el acatamiento de las leyes y regulaciones, y por sobre
todas las cosas proteger los activos físicos y financieros.
En la segunda fase, ante una oferta que supera la demanda de los consumidores, cuidar de activos tales
como la clientela, la calidad, los niveles de satisfacción y ahora –con los problemas ambientales– de la ecología
resulta crucial.
En este contexto, para los órganos fiscalizadores del Gobierno Federal o las entidades federativas que
hayan signado el Convenio de Colaboración Administrativa entre el Gobierno Federal y la entidad, en lo
particular el Anexo 8, los principales conceptos a fiscalizar versan sobre cinco grandes rubros:
Todos ellos con una repercusión directa en los impuestos interiores cuando los fiscalizados en sus
actividades se dedican a la producción, comercialización y exportación de bienes a los que incorporan
productos importados.
Como ya se refirió en el apartado de valoración aduanera del presente libro, la nueva forma de fiscalizar
atiende a un concepto transversal.
Siempre, al hablar de fiscalización en materia de comercio exterior, se está en presencia de aspectos
aduaneros, contables y fiscales, ya que los importadores y exportadores son entidades físicas o morales que a
su vez están obligados a llevar contabilidad.
La función de fiscalizar obliga a conocer el marco jurídico, normativo, políticas y procedimientos en un
contexto de la entidad pública o privada, y de acuerdo con los valores éticos de dichas entidades.
Para la actividad de fiscalizar al ente privado, lo primordial para el auditor será conocer las normas de
control interno que la empresa aplica y, si dicho control está siendo eficiente, para la mejora continua.
Al respecto, Mauricio Lefcovich13 menciona que la auditoría interna está concebida como una actividad
independiente y objetiva de aseguramiento y consulta, diseñada para agregar valor y mejorar las operaciones
de una organización para que ésta pueda cumplir con sus objetivos, aportando un enfoque sistemático y
disciplinado con el fin de evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión, control y gobierno.
En el caso del sector público, el desarrollo de manuales normativos como guías para la fiscalización
permiten contar con una fuente que uniforma los procedimientos para el desahogo de dicha actividad,
resultando indispensable para quien ejerce dicha función el conocimiento de cada uno de los cinco conceptos
señalados en el diagrama anterior.
Dentro de la fiscalización, las normas sustantivas y las de procedimiento son el marco a través del cual se
deben desarrollar dichas actividades; para ello se tendrá que contar con una claridad respecto de la
metodología aplicable.
Es decir, si se quiere auditar un puesto fijo, semifijo o en la vía pública, la orden para el acto de fiscalización
debe ser la idónea y, por tanto, los procedimientos a desahogar para cumplir con dicho acto tendrán que ser
acordes a éste.
La Ley Aduanera, en su artículo primero, señala que el CFF se aplicará supletoriamente a lo dispuesto en
esa ley. A lo largo de este ordenamiento legal se encuentran diversos artículos que hablan del ejercicio de las
facultades de comprobación.
Ahora bien, dentro de los actos de comprobación se localiza la visita domiciliaria en cualquiera de sus
modalidades, la revisión de gabinete o escritorio, la revisión electrónica, la verificación de mercancías en
transporte y la verificación de vehículos; sin embargo, la Ley Aduanera no comprende las normas de
procedimiento que permitan el puntual desahogo de esas acciones de fiscalización.
Por tal razón, supletoriamente es empleado el CFF, de donde se están tomando los procedimientos
aplicables para el correcto desahogo de las normas sustantivas, así como las de procedimiento para este tipo
de acciones.
Es así como para la correcta notificación de los actos de la autoridad se emplea lo previsto en el Capítulo II
“De las notificaciones y la garantía del interés fiscal”.
De los artículos 134 al 140 del CFF destaca la notificación mediante el Buzón Tributario, la cual tiene
diversos beneficios para el contribuyente y la autoridad, es una forma expedita de hacer la notificación y permite
optimizar recursos, tutelar la seguridad del personal y dar certeza jurídica al contribuyente. Sin embargo, se
puso en duda su constitucionalidad, resolviendo lo propio en los tribunales mediante la Jurisprudencia de la
Décima Época, registro 2012918, de la Segunda Sala, en la que se resuelve constitucional de acuerdo con lo
siguiente:
Con lo que los procedimientos que encuadran en la modalidad antes descrita son más expeditos y eficientes.
Los requisitos generales de la orden están previstos en los artículos 38 y 43 del CFF; la norma sustantiva
que permite delimitar los alcances de dicha orden se encuentra prevista en el artículo 42, principalmente en las
fracciones II, III, V, VI y IX; también existe una visita muy acotada que está prevista en el artículo 22 del
multicitado código, cuyo principal objeto es verificar la procedencia de las devoluciones. La traemos a colación,
ya que muchas ocasiones la devolución tiene que ver principalmente con el IVA, resultado de bienes que se
exportan.
Es prioritario destacar que, cuando se esté practicando un acto de autoridad en el domicilio fiscal,
invariablemente deberá asentarse el nombre de la persona a la que va dirigida dicha acción; sólo existe una
excepción que está prevista en el artículo 43, fracción III, del CFF: …excepto cuando se trate de órdenes de
verificaciones materia de comercio exterior y se ignore el nombre del mismo… Esta situación se puede
presentar, ya que en el mismo domicilio puede estar dado de alta más de un contribuyente.
La vista domiciliaria por sí sola es un acto de molestia como tal y porque esta acción permite que el personal
ingrese al domicilio. Se deben atender a dos preceptos fundamentales: el alcance del objeto de la orden y los
procedimientos para su correcto desahogo. En este contexto se deberá diferenciar el tipo de vista que se está
realizando, ya que los alcances son muy diferentes.
He aquí una diferencia sustancial con las obligaciones tributarias en general, en las que una vez
comprobada la realización del hecho imponible (mediante el correspondiente juicio existencial) se
puede pasar directamente a su valoración cuantitativa, mediante la aplicación de las normas
relativas a la determinación de la base imponible y del tipo a aplicar (juicio cuantitativo). En la
obligación aduanera no se puede pasar directamente del juicio existencial al juicio cuantitativo, se
ha de pasar antes por un juicio cualitativo de muy distinta naturaleza a los anteriores.
1. Ser una obligación de dar, pues consiste en la entrega de una suma de dinero a la Hacienda.
2. Ser una obligación personal, pues impone un deber al sujeto pasivo al margen de la
mercancía.
3. La mercancía interviene en el nacimiento y determinación de la deuda, pero una vez que ésta
ha nacido se independiza de ella.
Con lo anterior podemos afirmar que, generalmente, la visita domiciliaria profunda en materia de comercio exterior tendrá
como principio verificar la integración de la base del tributo aduanero en primera instancia, pero también busca comprobar la
legal estancia de los bienes, el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los regímenes aduaneros, como por ejemplo,
los plazos de permanencia o el lugar en el cual deberán permanecer los bienes, pasando por la correcta identificación del
bien para verificar la clasificación arancelaria que le corresponde.
5.3.1.2. VISITA DOMICILIARIA RÁPIDA
La fracción V, del artículo 42, originalmente fue creada para la verificación de expedición de comprobantes
fiscales; sin embargo, como ésta señalaba que el propósito era solicitar la exhibición de los documentos que
acreditaran la legal propiedad y posesión de mercancías, se utilizó para verificar la legal estancia y tenencia de
bienes de comercio exterior y posteriormente fue reformada para incluir la frase: el cumplimiento de
obligaciones en materia aduanera derivada de autorizaciones o concesiones o de cualquier padrón o registros
establecidos en las disposiciones relativas a dicha materia.
Lo anterior permitió, de una manera más puntual, ejercer las facultades de comprobación mediante un
mecanismo ágil, dirigido principalmente a la tenencia y estancia de mercancías presuntamente ilegales.
Finalmente, sufrió una subsecuente modificación para delimitar la materia a la que estaría dirigida la acción de
fiscalización, quedando en los incisos e) y f) lo relativo al cumplimiento de las obligaciones en materia de
comercio exterior.
Esta modalidad tiene su norma de procedimiento regulada en el artículo 49 del CFF. Contrario a la fracción
III, la fracción V permite desarrollar el acto de autoridad en el domicilio fiscal, pero además en puestos fijos y
semifijos, establecimientos, sucursales, locales y en vía pública, en lugares donde se almacenen o en donde
se realicen actividades relacionadas con las concesiones o autorizaciones o de cualquier padrón o registro en
materia aduanera.
De dicho párrafo se puede apreciar que al amparo de esta orden se puede verificar el cumplimiento de una
autorización para prestar servicios de almacenaje, las obligaciones que deriven de una autorización del
Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) y la legal estancia
y tenencia de bienes de comercio exterior, por ejemplo.
Otra diferencia entre la visita respecto de la fracción III, de dicho artículo, es que no se tendrá que dejar un
citatorio, además de atender con cualquier persona que se encuentre al frente del negocio, independientemente
de que sea o no el representante legal.
También es importante señalar, respecto de los plazos, que el artículo 49 no le aplican los plazos previstos
en el numeral 46-A, salvo que se esté actuando en el domicilio fiscal; por otra parte, para desvirtuar las
irregularidades detectadas en el ejercicio de facultades se otorga un plazo de tres días.
Esta situación es sólo para las observaciones detectadas respecto del cumplimiento de obligaciones
derivadas de concesiones, ya que, de detectarse mercancía ilegal, será embargada en términos del artículo
155 de la Ley Aduanera; así, al momento de levantar el acta, ésta dará pie a que todos y cada uno de los
subsecuentes procedimientos se desahoguen conforme a lo regulado en el artículo del ordenamiento citado.
El siguiente diagrama permite ver con claridad el procedimiento para el desahogo de una revisión de
escritorio o gabinete y recoge los preceptos del artículo 48 del CFF.
Este método permite verificar documentos, libros y registros contables; no es el método idóneo para revisar
mercancías, ya que el alcance de la norma sustantiva no comprende la verificación de éstas.
La notificación de la orden de revisión puede efectuarse mediante Buzón Tributario, o bien, personalmente;
la entrega de la información solicitada deberá ser de manera personal en las instalaciones de la autoridad, y la
documentación puede ser sólo cotejada o certificarse en el momento por la autoridad que la requiera.
De este procedimiento jamás se podrá derivar un Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera
(PAMA), ya que el objeto de la norma sustantiva es sólo la verificación de documentos, informes y registros
contables.
El antepenúltimo párrafo del artículo 42 del CFF prevé el procedimiento para que las personas físicas o
morales, sus representantes legales o sus órganos de dirección se presenten ante la autoridad previo a que les
sean notificado el oficio de observaciones o última acta parcial, para conocer las irregularidades encontradas;
esto tiene como propósito que la alta dirección evalúe los resultados de la auditoria y pueda tomar las
decisiones pertinentes.
En esta reunión se levanta una minuta que permite que se expongan de manera detallada todas las
circunstancias que dieron origen a las observaciones y permite que en la misma se expongan los
razonamientos que pudieran solventarlas.
En el periodo de 2013 a 2018 se realizó una serie de reformas, así como la publicación de decretos y
modificación a las Reglas Generales de Comercio Exterior (RGCE) que tenían como propósito facilitar el
cumplimiento de las obligaciones fiscales y aduaneras. Resulta obvio que dichas reformas también ayudaron a
aliviar cargas administrativas de las autoridades y a economizar recursos por las implicaciones que éstas
tenían.
Respecto de la creación de los artículos 69-C al 69-H, se iniciará esta reforma relativa a los acuerdos
conclusivos, la cual permite que el contribuyente acuda ante un organismo que tiene como principio la defensa
del contribuyente, destacando el diálogo para encontrar un punto de acuerdo entre el contribuyente y la
autoridad, con la posibilidad de condonar hasta el 100% de las multas que se generen por el incumplimiento de
la obligación fiscal.
En este contexto, esta disposición en algunos casos alivió la carga que las multas significan para los
contribuyentes.
6. LEY ADUANERA
Otra reforma importante fue la de la Ley Aduanera, específicamente la del artículo 101, para dar entrada a la
regularización de mercancías importadas temporalmente, además de permitir que las que se encontraran en
ejercicio de facultades de comprobación y previo a la emisión de la liquidación también pudieran regularizarse.
La medida fue aparejada de una reforma a la regla 2.5.2. de las RGCE, para establecer de alguna manera
los procedimientos para materializar dicha regularización.
Esta situación permitió que muchos contribuyentes a quienes les interesaba regularizar su situación fiscal y
conservar los bienes objeto de un PAMA o embargo en vistas domiciliaria pudieran recuperar el bien con el
único pago del impuesto debidamente actualizado y recargado.
Con esta medida disminuyó la extracción de bienes de los domicilios de los contribuyentes para después
ser entregados al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), con debido impacto en cuanto al
costo administrativo que le significaba al Gobierno Federal.
Otra reforma a la Ley Aduanera fue la que se realizó al artículo 199, donde se establece disminución de
multas muy importantes, que van desde el 20 al 66%, según corresponda; con ello se pretendía incentivar el
pago en aquellos casos que no aplicara lo previsto por otros ordenamientos.
Ahora bien, otra facultad que tiene la autoridad aduanera es la que se encuentra en el artículo 152 del
referido ordenamiento, donde se estipula que, después de hacer una revisión de los pedimentos y documentos
anexos presentados al despacho aduanero y de sus datos, y una vez que la autoridad tenga conocimiento de
que existen contribuciones omitidas, aprovechamientos, incumplimiento de Regulaciones y Restricciones No
Arancelarias (RRNA), inexacta clasificación, entre otros, se procede a determinar las infracciones y sanciones
según corresponda sin necesidad de estar en presencia de un PAMA.
Lo anterior aunado a la notificación al agente aduanal sobre esta situación como representante legal de los
importadores y exportadores, de conformidad con el artículo 41.
La verificación de origen respecto de las mercancías que ingresan a México con una preferencia o
descuento arancelario es una facultad del SAT, que le permite, con base en los tratados y acuerdos
comerciales regionales (ACR) de los cuales sea parte, actuar como órgano fiscalizador para el cumplimiento
de las reglas de origen que fueron negociadas en su momento con sus contrapartes o socios comerciales
(gobiernos de otros países), en el contexto de las rondas de negociaciones, encabezadas por la Secretaría de
Economía (SE) a través de la Subsecretaría de Comercio Exterior, mediante la Dirección General de Comercio
Internacional de Bienes15 y con apoyo de otras dependencias del Gobierno Federal, de agrupaciones
empresariales e industriales.
De tal suerte que la importancia de las reglas de origen, que cubran todos o la mayoría de los intereses de
los operadores económicos, siendo éstas ofensivas o defensivas,16 con estrictos requisitos de integración
regional, de salto arancelario o de valor de contenido regional (VCR), con procesos condicionados para calificar
como originarios los productos que se fabriquen, son un parámetro fundamental para considerar junto con
otras variantes de riesgo en las operaciones de importación con preferencia arancelaria a México.
Una vez identificados los productos de importación respecto del cumplimiento de las reglas de origen,
deberá determinarse entonces cualquiera de los tres métodos para llevar acabo la verificación de origen (VO):
por visita a las instalaciones u oficinas, por solicitud de información mediante un cuestionario al exportador o al
productor del bien originario, o bien, por medio de la autoridad competente del país de exportación, mediante
sus criterios propios.
Países con las autoridades relacionadas con la emisión de certificados de origen y verificación de
origen
Este doble rol de hacer cumplir las normas o reglas de origen, que representan en una buena proporción los
intereses de la industria nacional, de los sectores específicos o del comercio, y a su vez cuidan el interés fiscal
como autoridades competentes, coloca a la SE y al SAT (SHCP) en la función de autoridades ante otras
autoridades extranjeras para llevar acabo dichos procesos.
Particularmente sobre la VO, llevada a cabo por la AGACE, mencionaremos que, como todo acto de
fiscalización, se deben seguir parámetros de análisis de riesgo como autoridad aduanera para aumentar la
recaudación, la eficiencia y evitar la discrecionalidad en la toma de decisiones por parte del personal
encargado. Los modelos de riesgo pueden tomar diversas fuentes de alimentación de manera sistemática,
desde los datos que se declaran en los pedimentos de importación y exportación en las aduanas hasta la
información manifestada en los documentos que comprueban el origen de las mercancías, complementándolo
con otras fuentes externas de información de tendencias del comercio internacional por productos o por países.
El certificado de origen (CO) es un documento que avala quien exporta o produce los productos que
solicitan preferencia arancelaria en el marco de un ACR o TLC, para calificar como originara dicha mercancía,
asumiendo que conoce a detalle la regla de origen, la clasificación arancelaria y las Reglas Generales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID)17 establece que por “Certificado de Origen” se entiende lo
siguiente:
El certificado de origen constituye el documento por el cual su emisor informa a las autoridades
competentes y a los operadores económicos que lo reciben, que el producto reúne y cumple con
las condiciones establecidas en un acuerdo para que un producto adquiera la condición de
originario. El emisor puede variar y cada acuerdo atribuye la responsabilidad de su emisión.
El objetivo de un CO es similar al pasaporte para un individuo que viaje a otro país. El pasaporte suministra datos e
información sobre su portador, lo que permite a las autoridades competentes migratorias identificar y registrar a un ciudadano
de un país en el proceso de ingreso a otro.
Por su parte, el CO incluye datos e informa a las autoridades aduaneras y operadores económicos del país
importador sobre las condiciones de producción de un bien que ha sido elaborado en otro, información que
contribuye a definir las circunstancias y los tratamientos que recibirá la mercancía al ingresar en el Estado
importador, tanto desde el punto de vista tributario como también en aspectos relacionados con procedimientos
y otras normativas aplicadas en el comercio exterior.
Anteriormente, se mencionó que los datos obtenidos en las declaraciones o pedimentos en aduanas, con el
identificador “TL/AL”, según corresponda,18 facilita a las autoridades visualizar aquellas operaciones que
obtuvieron alguna preferencia arancelaria al ingreso al territorio nacional, con base en algún ACR del que
México sea parte. A partir de este identificador, se pueden hacer las explotaciones necesarias para llegar a una
presuntiva de omisión de impuestos de importación, Derecho de Trámite Aduanero (DTA) y su IVA
correspondiente, por el incumplimiento de la regla de origen o demás obligaciones que tienen los exportadores
o productores que emitan u obtengan un certificado de origen. En este último caso, el CO es el documento que
identifica las mercancías y las condiciones para que éstas califiquen como originarias del TLC que les
corresponde, así como los datos del exportador y productor de la mercancía, pudiendo ser un CO de libre
reproducción en el que éstos asuman la veracidad de los datos que lo integran, o bien, un CO por autoridad, en
el que se formalice una serie de documentación, registros y requisitos que deben cumplir los exportadores o
productores de las mercancías originarias, y la autoridad, con base en esa autodeclaración de particular, en un
formato preestablecido emite un CO con sellos y firmas oficiales.
Con esa información de los CO, el modelo de análisis de riesgo y con las facultades que confieren a las
autoridades aduaneras para actuar con otros actores económicos fuera de las jurisdicciones tradicionales o de
competencia ordinaria, por medio de los TLC, la AGACE puede ejecutar tres métodos para comprobar el origen
de las mercancías que fueron importadas a México:
a) Solicitud de información o cuestionario. Una vez que se conoce el TLC y el exportador o productos que
vendió a México mercancía originaria, que tuvo preferencia arancelaria a su importación, la autoridad deberá
elaborar una serie de cuestionamientos y solicitud de documentación soporte de la mercancía en comento. Una
revisión muy minuciosa de las facturas o comprobantes de compra de productos originarios a proveedores
regionales o locales, billetes de materiales, certificados de origen del productor de materiales, control de
inventarios, descripción técnica del producto, descripción del proceso productivo, entre otros.
b) Visita. Con antelación a la fecha y lugar propuesto por la autoridad del país importador, se deberá enviar al
productor o exportador una solicitud por oficio de la propuesta de vista en la que se da a conocer la intención de
visitar las instalaciones u oficinas para comprobar in situ la elaboración o producción de la mercancía que se
certificó y vendió como originaria de conformidad con algún TLC, por las operaciones o por el periodo
específico con algún o algunos importadores (para ellos, clientes).
c) Solicitud de información a la autoridad. La autoridad importadora envía un oficio de solicitud de
información en el que solicita a la autoridad competente de la parte exportadora realizar procedimientos de
verificación de origen para que determine si un bien califica como originario; la autoridad competente de la parte
exportadora realiza el procedimiento de verificación de origen al exportador y una vez concluido el
procedimiento emite un oficio en el que determina si el bien cumple o no con las disposiciones del tratado.
A continuación, considerando dos de los principales TLC de México, como son el TLCAN y Decisión 2/2000
con Europa, se presentan diagramas de flujo de los procedimientos citados en los numerales anteriores.
7.4. RESOLUCIÓN EN MATERIA DE VERIFICACIÓN DE ORIGEN
La autoridad que lleva a cabo la VO deberá proporcionar, una vez que concluya este procedimiento, una
resolución escrita al exportador o al productor, la cual estará debidamente motivada y fundada conforme a cada
ACR o TLC, determinando si el bien objeto de la verificación califica o no como originario de la región y
señalando que se le conceden plazos conforme a la legislación nacional para recurrir a cualquier medio de
defensa.
Para generar mayor certeza jurídica a los importadores que tuvieron una operación comercial con los
exportadores o productores que exportaron al amparo del TLC, se les notifica, sólo para efecto de su
conocimiento, el inicio del procedimiento de origen y la resolución citada en el párrafo anterior.
Para el caso de la Comunidad Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), no existe
fundamento jurídico que establezca que se deba emitir una resolución de origen al exportador; no obstante, una
vez terminado el procedimiento de VO, la autoridad competente de la parte exportadora comunica mediante
oficio a la autoridad aduanera de la parte importadora las conclusiones de la verificación en las que se
determina el cumplimiento del origen de los bienes sujetos a verificación. Por otra parte, las reglas en materia
aduanera para la interpretación del tratado, según corresponda, determinan que la autoridad aduanera de la
parte importadora deberá emitir resolución al importador de las mercancías objeto de la verificación, con base
en la información y documentación proporcionada por la autoridad competente de la parte exportadora.
Ahora bien, como ya se observó, la manera de efectuar los procesos de VO por parte de la autoridad
aduanera tiene diferentes connotaciones por diversas razones, una de ellas se vincula con el sistema de
certificación como ya se ha mencionado. A continuación, se presenta un cuadro comparativo de los
procedimientos de VO de los TLC suscritos por México.
Procedimientos de verificación de origen dentro de los Tratados de Libre Comercio suscritos por
México
Se
Valor de
contemplan
Capítulo Contenido Certificado libre,
VO los métodos
No. Acuerdo/Tratado Reglas de Regional por autoridad o
Autoridad/Directa de
Origen autocertificación
cuestionario
V.T. C.N. y visita
Artículos Se
Tratado de 401 al Certificación contemplan
1 Sí Sí Directa
Libre TLCAN 415 del libre los dos
TLCAN métodos
Tratado de
Libre Comercio
Artículos Se
entre los
6-01 al 6- Certificación por contemplan
2 Estados Unidos Sí N/A Directa
26 del autoridad los dos
Mexicanos y La
TLCC métodos
República de
Colombia
Tratado de
Libre Comercio
Se
entre los Artículos
Certificación contemplan
3 Estados Unidos 4-01 al 4- Sí Sí Directa
libre los dos
Mexicanos y la 18
métodos
República de
Chile
4 Acuerdo de Artículos Sí N/A Certificación por Por autoridad N/A
Asociación 1 al 13 autoridad y Verificación
Económica, del Anexo declaración en a través de
Concertación III de la factura la autoridad
Política y Decisión de la parte
Cooperación 2/2000 exportadora
entre los
Estados Unidos
Mexicanos, por
una parte, y la
Comunidad
Europea y sus
Estados
miembros
Tratado de
N/A
Libre Comercio Artículos
Certificación por Verificación
entre los 1 al 13
autoridad y a través de
5 Estados Unidos del Anexo Sí N/A Por autoridad
declaración en la autoridad
Mexicanos y I del
factura de la parte
los Estados de TLCAELC
exportadora
la AELC
Tratado de
Libre Comercio
Artículos Se
entre los
3-01 al 3- Certificación contemplan
6 Estados Unidos Sí Sí Directa
018 del libre los dos
Mexicanos y el
TLCI métodos
Estado de
Israel
Tratado de
Libre Comercio
Artículos
entre los Se
4-01 al 4-
Estados Unidos Certificación por contemplan
7 18 del Sí Sí Directa
Mexicanos y la autoridad los dos
TLC
República métodos
Uruguay
Oriental de
Uruguay
Acuerdo para
el
fortalecimiento
de la Se
Artículos Directa (dando
Asociación Certificación por contemplan
8 22 al 38 Sí N/A aviso a la
Económica autoridad los dos
del AAEJ autoridad)
entre los métodos
Estados Unidos
Mexicanos y el
Japón
9 Acuerdo de Artículos Sí N/A Certificación por Directa Se
Integración 4.1 al autoridad contemplan
Comercial 4.17 del los dos
entre los AICP métodos
Estados Unidos
Mexicanos y la
República de
Perú
Tratado de
Libre Comercio
entre los
Estados Unidos
Artículos Se
Mexicanos y
4.1 al Certificación contemplan
10 las Repúblicas Sí Sí Directa
4.26 del libre los dos
de Costa Rica,
TLCCA métodos
El Salvador,
Guatemala,
Honduras y
Nicaragua
Tratado de
Libre Comercio Artículos
Se
entre los 4.1 al Directa (dando
Certificación por contemplan
11 Estados Unidos 4.17 del Sí Sí aviso a la
autoridad los dos
Mexicanos y la TLC autoridad
métodos
República de Panamá
Panamá
Tratado de
Libre Comercio
entre los
Estados Unidos
Artículos Directa Se
Mexicanos y la
4.1 al Certificación por (notificando a contemplan
12 República de Sí Sí
4.16 del autoridad través de la los dos
Colombia, la
TLCAP autoridad) métodos
República de
Chile y la
República del
Perú
Nota: La información que por este medio se proporciona tiene carácter meramente informativo,
para cualquier referencia deberán consultarse los acuerdos y reglamentaciones
correspondientes.
9. REVISIÓN ELECTRÓNICA
Con la creación de la factura electrónica, Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) o factura
electrónica, la mejora en la ventanilla única y el proyecto de mejora en pedimentos de importación, el SAT creó
el andamiaje tecnológico suficiente para la implementación de la revisión electrónica en materia de comercio
exterior. Éste es un mecanismo ágil que permitirá corregir irregularidades muy claras generadas en las
operaciones de comercio exterior.
La implementación de este método puede también resultar disuasivo al incrementar la percepción de riesgo
de los contribuyentes.
Al respecto, Lavalle y Rendón19 señalan:
…En el caso particular de México, se han realizado acciones pertinentes para incrementar dicha
percepción en contribuyentes que invierten en paraísos fiscales, desde acciones preventivas, actos
de fiscalización y acciones de intervención.
Sin embargo, así como exigieron voces en favor del mecanismo, también éste se encontró con algunos criterios que
buscaban como inconstitucional el hecho de enviar una preliquidación.
Al respecto, en la gaceta del Semanario Judicial de la Federación se publicó la Jurisprudencia en la cual se
declara constitucional al mecanismo;20 es así como el 9 de diciembre de 2013 se creó la fracción IX, del
artículo 42 del CFF, la cual da el sustento jurídico a la revisión electrónica, y su norma de procedimiento prevista
en el artículo 53-B del mismo ordenamiento.
La revisión electrónica aplica cuando las autoridades fiscales y aduaneras, del intercambio de información,
cruce de información con otras autoridades, investigación de campo, glosado de documentos, ejercicio de
otras facultades de información etc., descubran presuntas irregularidades que entrañan el incumplimiento de
las disposiciones fiscales.
En este contexto, la norma de procedimiento del artículo 53-B prevé que mediante el mecanismo del Buzón
Tributario se le hará llegar al contribuyente una resolución provisional en donde se indicará de manera puntual la
irregularidad detectada y también se podrá anexar una preliquidación.
Lo más destacable de este procedimiento es que, para que la autoridad pueda enviar la resolución
provisional o las preliquidaciones al contribuyente, deberá estar comprobado. Este método funcionará muy bien
cuando nos encontramos en presencia de observaciones prácticamente indubitables, como es la de
documentos presuntamente falsos o apócrifos, negativa de trato arancelario preferencial por verificación de
origen, diferencias de impuesto por inexacta clasificación arancelaria, datos generales inexactos, entre otros.
En estos casos, por tratarse de un rubro específico y al que a juicio de la autoridad no sea necesario aplicar
otro método de fiscalización más profundo, la misma autoridad podrá aplicar por esta vía una solicitud de
aclaración.
Dentro del procedimiento y también por Buzón Tributario las autoridades podrán compulsar las
documentales aportadas, es decir, las autoridades podrán consultar en México o en el extranjero las pruebas
aportadas por el particular para verificar, entre otras, su contenido o autenticidad.
9.1. PLAZOS
Los plazos para su conclusión y desahogo están contenidos en el artículo 53-B y no en el 46-A, y en las
fracciones II, III y V del artículo 42.
El primer plazo es de 15 días para presentar información con el fin de recibir las pruebas o aceptar la
irregularidad y corregir su situación, obteniendo un beneficio del 20% de las contribuciones omitidas.
El segundo plazo es de 10 días para que la autoridad analice las pruebas y, en caso de no estar satisfecha,
solicitar más información al contribuyente, o realizar una compulsa con un tercero.
El tercer plazo deriva del anterior, ya que se otorgarán 10 días más al contribuyente cuando le sean
requeridas más pruebas, o bien, para que el tercero entregue las pruebas solicitadas por la autoridad.
El cuarto plazo deriva de la aportación de pruebas del tercero, ya que la autoridad deberá de correrle
traslado al particular en un plazo de 10 días para que éste manifieste lo que a su derecho convenga.
El quinto plazo está relacionado con la manifestación referida en el párrafo anterior. Es muy importante que
el contribuyente pueda argumentar lo necesario derivado de la aportación de un tercero; en todo momento se
salvaguarda el derecho de audiencia del particular.
La autoridad contará con un plazo máximo de 40 días para emitir la resolución correspondiente, con base en
la información y documentación con que se cuente en el expediente; finalmente, la misma autoridad deberán
concluir dicha revisión en un plazo que no podrá exceder de dos años, de conformidad con el artículo 53-B del
CFF.
10. CONCLUSIONES
Las operaciones de comercio internacional están regidas por legislación nacional e internacional, donde las
autoridades aduaneras competentes tienen la facultad de revisar su cumplimiento, de allí que las auditorías
aduaneras permitan conocer si las operaciones se apegan a dicha legislación, asegurándose de que los
actores del comercio cumplan con las obligaciones que de ellas derivan.
Todas las operaciones de comercio exterior tienen connotaciones aduaneras, fiscales y contables, por lo
que es indispensable conocer a fondo el propósito por el cual se realiza la operación. La empresa no puede ver
a la operación segmentada, sino que es indispensable tener una visión transversal de las operaciones.
Los avances tecnológicos aplicados, junto con el mayor uso de los convenios de intercambio de información
entre los actores nacionales e internacionales, están cambiando las formas de fiscalizar en el país. A partir de
los sistemas de administración de riesgo que esta información genera, los actos de fiscalización son más
certeros, lo que a la larga desalienta las conductas irregulares.
Las reformas efectuadas tienen como propósito facilitar el cumplimiento, incrementar de manera sustancial
la recaudación y disminuir los costos de administración del Gobierno Federal de créditos fiscales, muchos de
ellos incobrables, haciendo más expedita la captación de recursos al evitar litigios interminables y los gastos
que implican para el Estado y el contribuyente, con base en dos postulados: “cumplir es fácil” y “no cumplir
tiene consecuencias”.
CAPÍTULO XIII
Sumario
En el presente Capítulo se proporcionará al usuario conocimientos sobre los conceptos fundamentales que
le permitirán identificar los diferentes medios de defensa permitidos por la legislación mexicana, así como los
requisitos procesales que deberán cumplirse para intentar el medio que corresponda, incluyendo aspectos
prácticos que harán más eficiente la elección del medio idóneo o incluso optar por la no presentación de la
impugnación y realizar el pago con los beneficios aplicables.
Comúnmente, hemos escuchado conceptos como “litigio”, “medio de defensa”, “impugnación”, “acción”,
“garantía de audiencia”, “proceso” o “procedimiento de defensa” como vocablos que identifican la posibilidad
que tiene un contribuyente de poder sujetar a revisión la legalidad o ilegalidad de un acto ante un órgano
superior facultado, pero realmente no todos esos conceptos son utilizados de manera correcta, por lo que a
continuación profundizaremos en lo que realmente es un medio de defensa o de impugnación en materia
aduanera y en comercio exterior.
Es importante aclarar que no toda posibilidad de dirimir formalmente una situación concreta con la autoridad
debe entenderse como un medio de defensa, ya que el Derecho Humano de audiencia2 es mucho más amplio
que la interposición de los medios ordinarios y extraordinarios de defensa, pues para ello es necesario estar
frente a un acto de autoridad definitivo.
Para entender a mayor profundidad el concepto de medio de defensa y el conjunto de actos que se
desarrollan dentro de éste, es recomendable acudir a la teoría general del proceso, rama del Derecho que nos
permite identificar las diferentes formas de dirimir un conflicto y conocer a mayor profundidad los siguientes
principios básicos:
En términos generales, los medios de defensa son la acción procesal establecida en ley en favor de los
particulares9 para impugnar un acto jurídico que no se ajustó a derecho y, permite a las partes involucradas en
el conflicto (contribuyente, agente, apoderado aduanal, representante legal, y por supuesto, la autoridad)
presentar los argumentos y pruebas existentes para llegar a la verdad de los hechos y aplicar las disposiciones
jurídicas aplicables al caso.
Trasladando lo anterior a palabras más simples, el medio de defensa es el derecho otorgado a los
particulares y, excepcionalmente, a las autoridades, para iniciar un procedimiento (serie de actuaciones o
diligencias sustanciadas o tramitadas según el orden y la forma prescritos en cada caso por el legislador y
relacionadas y ligadas entre sí por la unidad del efecto jurídico final que permita verificar si el acto de autoridad
se ajustó o no a las disposiciones jurídicas aplicables, convirtiéndose en la activación de gatillo que permite
suspender los efectos del acto hasta en tanto las autoridades administrativas o jurisdiccionales competentes
deciden.
Por el solo hecho de contar con un acto definitivo expedido por la autoridad, dicho acto en forma automática
es susceptible de ser impugnado, siempre que se cumpla con los diversos requisitos para su procedencia; sin
embargo, a efecto de que el medio de defensa sea efectivo y, por tanto, se traduzca en un medio de defensa
que tenga como resultado su revocación, anulación o protección constitucional, el medio de defensa deberá
estar aparejado de argumentos, agravios, conceptos de impugnación o violación, lo suficientemente
sustentados y acreditados para que prospere la instancia intentada.
En este sentido, para determinar la viabilidad o no del medio de defensa, deberá realizarse un análisis legal
muy estricto que permita determinar si el acto es legal o ilegal, para lo cual resulta ser necesario tener las
bases técnicas y conocimientos generales que permitan conocer si el procedimiento se ajusta o no a la norma
jurídica, es decir, si el acto de autoridad cumple con las formalidades para que sea considerado como legal –
artículo 38 del CFF– o si se cumple con todos y cada uno de los extremos previstos por la normatividad
aplicable (Constitución, tratados o convenios internacionales, leyes, reglamentos, decretos, acuerdos,
circulares, Reglas Generales, manuales operativos o cualquier otra disposición relacionada con las
obligaciones tributarias o administrativas establecidas para la operación de que se trate.
Si como resultado de la valoración realizada por el especialista no se logran identificar argumentos sólidos
formales o de fondo, en estos casos no es recomendable intentar un medio de defensa, pues lo único que
provocará es el alargamiento de la obligación de pago y con ello, el incremento del adeudo fiscal, el cual, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 17-A y 21 del CFF, se incrementará o actualizará por el
transcurso del tiempo y con motivo de los cambios de precios en el país, desde el mes en que debió hacerse el
pago y hasta que el mismo se efectúe.
Considerando lo anterior, si los argumentos que se hagan valer en el medio de defensa no resultan ser
idóneos o eficaces, lo único que se provocará es hacer más cuantioso el adeudo, lo cual no es recomendable
en ninguna circunstancia.
Si, por lo contrario, se identifican argumentos sólidos, eficientes o con un sustento legal que pueda ser
defendido ante la propia autoridad administrativa –Servicio de Administración Tributaria (SAT)– o una autoridad
jurisdiccional (juzgado, tribunal o corte), se deberá intentar sin duda el inicio del litigio o controversia.
A modo de resumen, la radiografía de un medio de defensa la encontraremos en el siguiente diagrama.
Como podemos observar, la experiencia y el conocimiento del litigante especialista le permitirle definir la
mejor estrategia para concluir si el acto de autoridad que causa perjuicio al contribuyente debe o no ser objeto
de impugnación a través de un litigio, por lo que el análisis previo y profundo del acto es indispensable para
conocer las probabilidades de éxito y con ello la definición del costo beneficio de acudir a un medio de defensa.
Existe casos en los cuales el pago del crédito fiscal es el mejor camino para elegir, sobre todo en aquellos
casos en los cuales los argumentos legales no son del todo fuertes, o bien, cuando no se cuenta con las
pruebas idóneas para acreditar los extremos y hechos manifestados. Cuando el litigante se enfrenta a casos
de este tipo, lo más ético será reconocer la inexistencia de elementos para acudir al medio de defensa y
hacerle saber al contribuyente que existen beneficios por pronto pago, como lo es el descuento del 20% en las
multas, así como evitar la actualización y recargos que se generen durante los 24 meses que
aproximadamente dura un medio de defensa, aunado al costo de la garantía del interés fiscal de la Federación,
el cual deberá cubrirse durante el tiempo en que se encuentre controvertido el crédito fiscal.
Otro elemento para considerar previamente al pago es el consentimiento del acto con el cual, si la empresa
deja precluir el derecho de impugnación por el vencimiento de los plazos para ello, traería como consecuencia
el hecho de que la irregularidad detectada en una resolución causa firmeza y, por tanto, se asume que el
contribuyente los acepta.
Es muy importante no confundir como medios de defensa aquellos plazos que la autoridad otorga a los
particulares para brindar una garantía de audiencia previa a la determinación de las irregularidades, pues suelen
confundirse, y propiamente éstos últimos, si bien tienen por objeto obtener por parte de los contribuyentes
información tendiente a conocer si se cumplieron o no las obligaciones tributarias, son actos previos dentro del
proceso administrativo que no pueden ni deben ser considerados como un medio de defensa formal.
El tratadista Ignacio Burgoa Orihuela, en su obra Las garantías individuales, transcribe diversos criterios
jurisprudenciales, entre los cuales destaca el siguiente:
(Énfasis añadido.)
La obligación por parte de la autoridad de otorgar la garantía de audiencia la encontramos prevista en el artículo 14 de la
CPEUM e impone la ineludible obligación a cargo de las autoridades para que, de manera previa al dictado de un acto de
privación, cumplan con una serie de formalidades esenciales, necesarias para oír en defensa a los afectados, por lo que,
dichas autoridades se encuentran obligadas a otorgar al particular el derecho humano (antes garantías individuales) de
permitir que exprese todos los argumentos y ofrezca las pruebas necesaria para su defensa, ello, antes de emitir la
resolución definitiva que resuelva el procedimiento administrativo de que se trate.
Algunos autores en diversas obras, e incluso, instituciones académicas dentro de sus programas de
estudios, han considerado al Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera11 (PAMA) y al Escrito de
Hechos y Omisiones12 (EHO) como acciones que tienen los particulares en materia de medios de defensa; sin
embargo, por el momento procesal en que se presentan y su naturaleza jurídica, dichas oportunidades no
pueden observarse en sentido estricto como verdaderos medios de defensa.
El procedimiento previsto en los artículos 150, 153 y 155 de la Ley Aduanera y, por tanto, el plazo de 10 días
establecido para ofrecer pruebas y alegatos en contra de las irregularidades detectadas durante el
reconocimiento aduanero o en revisión de mercancías en transporte no constituye un medio formal de defensa,
sino únicamente el respeto de la autoridad aduanera al dar la oportunidad al agraviado de ofrecer pruebas y
manifestar lo que a derecho conviene como salvaguarda del Derecho Humano de audiencia previa.
Al igual que en el caso anterior, el plazo de 10 días para ofrecer pruebas y alegatos en el procedimiento
previsto por el artículo 152 de la Ley Aduanera tampoco debe considerarse como un medio de defensa, pues
únicamente tutela el Derecho Humano de audiencia previa, permitiendo que el agraviado manifieste lo que a
derecho convenga y defienda su pretensión.
Las diversas oportunidades que se otorgan a los contribuyentes para presentar manifestaciones o pruebas
en el ejercicio de las diversas modalidades de las facultades de comprobación,13 establecidas en el artículo 42
del CFF, tampoco deben ser consideradas como medios de defensa formales, ya que, al igual que en los
anteriores supuestos, no son más que la oportunidad que otorga la autoridad a los sujetos obligados para
exponer la defensa de sus intereses, en una etapa previa a la contienda o litigio.
El acuerdo conclusivo, establecido por el artículo 69-C del CFF, es un medio alternativo de solución de los
procedimientos de fiscalización, a través del cual la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon)
puede dirimir las diferencias o irregularidades detectadas por la autoridad fiscal o aduanera en relación con las
obligaciones del contribuyente y cuya finalidad es la de firmar un acuerdo que termine anticipadamente la
revisión, suspendiendo los plazos legales del procedimiento de que trate hasta buscar esa “amigable
composición”.
Es un medio realmente eficiente para evitar un litigio y por ello es sumamente importante entenderlo para
iniciar su trámite en aquellos casos en que se requiera no sólo tiempo para el análisis de las pruebas, sino una
mayor argumentación jurídica y concatenación de pruebas.
Asimismo, es una herramienta útil para reducir sustancialmente la contingencia fiscal, pues a través del
acuerdo conclusivo se permite a los contribuyentes la autocorrección con multas reducidas (20%) y se evita,
en algunos casos, la sanción establecida en el artículo 183-A de la Ley Aduanera.
Independientemente de que esta herramienta o medio alternativo de solución sea muy efectiva, no
constituye una instancia o un medio de defensa.
Es la posibilidad, establecida en el artículo 36 del CFF, que faculta al superior jerárquico del funcionario que
emitió el acto para que discrecionalmente14 revise las resoluciones administrativas no favorables a un
particular, y después de comprobar fehacientemente que fueron dictadas en contravención a las disposiciones
fiscales, por única ocasión, pueda modificarlas o revocarlas en beneficio del contribuyente, siempre que:
En aquellos casos en que la acción procesal se promueve para controvertir actos jurídicos o resoluciones
definitivas, ya sea de índole fiscal-aduanera o de comercio exterior, se habla propiamente de los medios de
defensa en materia aduanera y de comercio exterior.
Para identificar si se trata de acto en materia fiscal-aduanera o de comercio exterior, es importante tomar en
consideración la competencia de la autoridad que lo emite, así como la naturaleza del acto que causa agravio al
contribuyente.
Por competencia, debemos entender facultad, imperio o atribución que una ley vigente otorga a una
dependencia gubernamental para generar actos que creen, modifiquen o extingan situaciones jurídicas de los
contribuyentes, es por esta razón que los ordenamientos legales señalan la procedencia de los medios de
defensa correspondientes cuando se trata de las resoluciones que sean dictadas por las autoridades
aduaneras, quienes al individualizar la norma en un caso particular podrán incidir en situaciones jurídicas
adversas que provoquen perjuicio al gobernado y ante ello será necesario poner en práctica los principios y
reglas procesales aplicables a los medios de defensa en materia aduanera y de comercio exterior.
Además de la competencia, es sencillo identificar que se trata de un acto de naturaleza aduanera o de
comercio exterior, cuando nos ubiquemos en alguno de los siguientes supuestos:
En términos generales, los medios de defensa en materia aduanera son la acción procesal que la ley prevé
en favor de los contribuyentes que le permiten impugnar los actos de autoridad dictados en contravención a la
norma jurídica (fundamentación y motivación) o derivados de una apreciación equivocada de los hechos o de
una inadecuada valoración de las pruebas. Se agrupan de la siguiente forma:
Al formar parte de un proceso legal, el medio de defensa intentado, ya sea a través del recurso de
revocación, demanda de nulidad o juicio de amparo (instancia constitucional), involucran un estricto control y
seguimiento de los siguientes plazos:
• Plazo de presentación.
• Plazo de admisión.
• Plazo exhibición pruebas.
• Plazo para cumplir requerimientos específicos.
• Plazo de contestación.
• Plazo de ampliación.
• Plazo de contestación a la ampliación.
• Plazo desahogo de pruebas.
• Plazo audiencia.
• Plazo de resolución/sentencia.
Uno de los principios fundamentales del litigante es el tener muy claro que todos los plazos son
fatales,principio que indica que aun y cuando tengamos los mejores argumentos y pruebas para la adecuada
defensa de un caso, si no vigilamos de forma muy celosa y estricta los plazos, ello es motivo suficiente para
perder el medio de defensa.
En este sentidoun error común en los litigantes se presenta al momento del cómputo17 del plazo, pues el
simple hecho de contarlo de forma inadecuada trascenderá en la eficacia y sobre todo procedencia del medio
de defensa. Bastará que no se cumpla en forma estricta con los plazos legales establecidos para perder el
medio de defensa y tener que asumir la responsabilidad que conlleva la procuración de la impugnación en tutela
del contribuyente afectado.
Esta es una de las razones de mayor peso que obliga a las personas que tienen bajo su control y decisión el
direccionamiento del medio de impugnación en aquella persona que cuenta con los conocimientos, experiencia
y ética probada para confiar el manejo del caso, ya que una mala decisión puede provocar el hecho de perder la
oportunidad de adecuada defensa y tener que pagar no sólo el crédito determinado, sino además los
accesorios correspondientes, tales como actualización y recargos o intereses, ello aunado al costo de los
servicios legales y financieros en caso de haber optado por la presentación de una garantía a cargo de un
tercero.
Las fechas establecidas en ley para la interposición de los medios de defensa son los siguientes:
Por regla general, el cómputo de los plazos es determinado conforme a la ley que rige el proceso del medio
de defensa y, en especial, tomando en consideración el acto de notificación y del surtimiento de efectos de
dicho acto y de los días considerados inhábiles por el legislador.
En el caso específico del recurso de revocación, el cómputo del plazo para la presentación del medio de
defensa está regulado por el artículo 121 del CFF, el cual otorga un plazo de 30 días siguientes a aquel en que
haya surtido efectos su notificación.18, 19 Las notificaciones surtirán sus efectos al día hábil siguiente en que
fueron hechas (artículo 135 del CFF).
Dentro del plazo otorgado para la interposición del recurso de revocación no se contarán los días
inhábiles20ni los días en que tengan vacaciones generales las autoridades fiscales federales (artículo 12 del
CFF).
El periodo de vacaciones generales y el señalamiento de días inhábiles para el SAT están contenidos en la
regla 2.1.6. de la Resolución Miscelánea Fiscal (RM).
Tratándose del juicio de nulidad, el procedimiento para el cómputo del plazo lo encontramos en el artículo 13
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo (LFPCA), el cual otorga un plazo de 30
días21siguientes a aquel en que haya surtido efectos su notificación, la cual se regirá conforme a la ley aplicable
de la resolución o acto que se impugna. Bajo este supuesto, rigen las mismas reglas del surtimiento de efectos
que se han mencionado para el recurso de revocación, con excepción del periodo específico de vacaciones y
suspensión general de labores del Tribunal (artículos 12 y 135 del CFF). El periodo de vacaciones generales y
señalamiento de días inhábiles para el Tribunal están referidos en los artículos 9, 16, fracciones IX y XII, y 65 de
la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (LOTFJA), así como en el artículo 6 del
Reglamento Interior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (RITFJA).22
Finalmente, para el caso de la demanda de amparo, el cómputo del plazo se regula en el artículo 17 de la
Ley de Amparo,23 el cual concede un plazo de 15 días cuando se impugna una norma heteroaplicativa y 30 días
cuando se trata de una norma autoaplicativa o procedimiento de extradición,24 los cuales iniciaran a partir del
día siguiente a aquel en que haya surtido efectos su notificación conforme a la ley del acto que se impugna o a
partir del día de su entrada en vigor (artículo 18 de la Ley de Amparo) sin contar los días inhábiles para el Poder
Judicial25 (artículos 19 de la Ley de Amparo). El periodo de vacaciones generales y señalamiento de días
inhábiles para el Tribunal los encontraremos en los artículos 159 a 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación (LOPJF).26
A modo de resumen, los plazos establecidos en los ordenamientos legales que regulan los tres diferentes
medios de defensa que hemos estado comentando se regulan de la siguiente forma:
Como su nombre lo indica, son aquellos medios que la legislación ordinaria prevé a efecto de dotar a la
autoridad de las facultades y proceso a seguir para su admisión, estudio, desahogo de pruebas y resolución.
• Recurso de revocación tradicional. En este medio de defensa se pueden hacer valer todo tipo de argumentos de
defensa (forma y fondo).
En el caso específico del recurso de revocación en materia aduanera, por disposición expresa de lo
señalado en los artículos 120 y 125 del CFF, resulta optativo el interponer el recurso de revocación o acudir
directamente al juicio de nulidad ante el TFJA, por lo que es importante conocer en qué casos resulta
conveniente acudir a esta instancia y en qué casos es recomendable ir directo al juicio de nulidad.
a) Ofrecer pruebas no exhibidas en el procedimiento de origen. Lo primero que deberá tomarse en
consideración es la aplicación del principio de litis abierta en relación con la oportunidad de ofrecer pruebas que
el interesado debía exhibir en el procedimiento de origen, pues con motivo de la contradicción de tesis 528/2012
sustentadas entre el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado del Circuito del Centro Auxiliar de a Segunda Región, con residencia en San Andrés Cholula,
provocó que se modificara la jurisprudencia 2a./J. 69/200130 cuyo rubro es CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO. LAS PRUEBAS DEBEN ADMITIRSE EN EL JUICIO Y VALORARSE EN LA
SENTENCIA, AUN CUANDO NO SE HUBIERAN OFRECIDO EN EL PROCEDIMIENTO por la
Jurisprudencia 2a./J. 73/201331 bajo el rubro: JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. EL PRINCIPIO DE
LITIS ABIERTA QUE LO RIGE, NO IMPLICA PARA EL ACTOR UNA NUEVA OPORTUNIDAD DE
OFRECER LAS PRUEBAS QUE, CONFORME A LA LEY, DEBIÓ EXHIBIR EN EL PROCEDIMIENTO DE
ORIGEN O EN EL RECURSO ADMINISTRATIVO PROCEDENTE, ESTANDO EN POSIBILIDAD LEGAL DE
HACERLO.
Como resultado de lo anterior, ya no podrán ofrecerse dentro del escrito de demanda de nulidad pruebas
que no fueron exhibidas en la esfera administrativa (procedimiento de origen o recurso de revocación), lo cual
obliga a realizar un análisis exhaustivo de las pruebas con las cuales se cuenta para soportar la defensa del
acto, y si después de ese análisis se considera que hace falta exhibir pruebas no ofrecidas en el procedimiento
de origen, será imperativo acudir a la instancia del recurso de revocación y en esa etapa exhibir las pruebas
necesarias para acreditar la ilegalidad de la resolución y buscar una resolución o sentencia favorable a los
intereses del contribuyente.
Adicionalmente al hecho de que el recurso de revocación es la última oportunidad para ofrecer pruebas,
también existen una serie de ventajas que deben analizarse previamente a la elección del medio de defensa
que se pretenda intentar, pues probablemente las circunstancias particulares del caso, aunado a las ventajas
que ofrece este medio de defensa, serán la clave que permitirá elegir la mejor opción de impugnación.
b) Contar con la posibilidad de exhibir pruebas adicionales (después de la presentación del
recurso). Como resultado de la reforma al CFF para 2009,32 el legislador consideró apropiado adicionar un
último párrafo al artículo 123 y un párrafo al artículo 130, a efecto de que se prevea la posibilidad de establecer
un plazo adicional al señalado para la presentación del recurso de revocación, con el fin de que los
contribuyentes puedan ofrecer y exhibir pruebas adicionales a las ya presentadas en el procedimiento de
origen.
c) Excepción para ofrecer garantía. De conformidad con lo señalado por el artículo 141, párrafos cuarto y
quinto del CFF, los contribuyentes cuentan con un plazo de 30 días hábiles siguientes a aquel en que surta
efectos la notificación de la resolución correspondiente para ofrecer la garantía del interés fiscal de la
Federación.
Cuando se opta por la impugnación a través del recurso de revocación, acorde a lo señalado por el artículo
144, segundo párrafo del CFF, no se estará obligado a exhibir la garantía correspondiente hasta en tanto sea
resuelto el recurso por la autoridad competente.
Si el medio de defensa es resuelto en favor del contribuyente, desde luego, el crédito fiscal deberá ser
cancelado y no se requerirá contar con garantía alguna. Sin embargo, si el recurso de revocación se resuelve
confirmando la resolución recurrida, el contribuyente aún contará con un plazo de 10 días siguientes a aquel en
que haya surtido efectos la notificación para exhibir la garantía. Lo anterior, con independencia del plazo
aplicable para la presentación de la siguiente etapa procesal, por lo que, a efecto de evitar el inicio del
procedimiento administrativo de ejecución tendiente al pago o embargo por el monto del crédito fiscal, es
necesaria la obtención de garantía correspondiente o, en aquellos casos en que el particular tenga los medios
financieros para hacerlo, efectuar el pago, y al obtener la resolución definitiva que anule el crédito, solicitar la
devolución del monto pagado vía un procedimiento de devolución de “pago de lo indebido”.
d) Resolver la controversia dentro de la esfera administrativa. Este beneficio es de considerarse, pues
a partir de la substanciación del recurso es factible buscar mesas de trabajo con las autoridades fiscalizadoras
e incluso con aquellas relacionadas con la determinación del fondo del asunto, e intentar el recurso de
revocación puede evitar liquidaciones en cascada partiendo del mismo razonamiento.
Un ejemplo son las liquidaciones que emiten las aduanas en materia de inexacta clasificación arancelaria,
en cuyo caso es altamente probable que el producto extranjero en controversia no haya sido importado en una
operación aislada, sino por lo contrario, tratarse de una mercancía de línea que se importa en forma recurrente
y, por tanto, la autoridad en cada operación buscará la forma de hacer toma de muestras o incluso buscar el
iniciar procedimientos tendientes a liquidar diferencias; en este tipo de casos es altamente recomendable
intentar el recurso de revocación e iniciar con las autoridades relacionadas reuniones tendientes a resolver el
fondo, evitando la generación de liquidaciones paralelas que necesariamente tendrán que ser impugnadas para
evitar consentir el acto.
e) Posibilidad de agotar todas las instancias de defensa. Existen litigantes que consideran apropiado
agotar todas las instancias de defensa para tener mayores oportunidades de ganar el caso, lo cual no es del
todo acertado. Hay casos en los que, si se tienen las pruebas y argumentos adecuados, es factible obtener una
resolución favorable en la esfera administrativa. Existen otros en los que, si la definición de caso depende de
una interpretación jurídica muy concreta y los criterios que se conocen de la autoridad han sido en sentido
contrario a las pretensiones del contribuyente, difícilmente se logrará tener éxito al intentar el recurso de
revocación y resulta ser mucho mejor opción acudir al juicio de nulidad o de amparo según aplique.
Otros litigantes también consideran válido acudir al recurso de revocación en todos los casos, a fin de fijar
de una forma más especifica la litis, es decir, después de que en el procedimiento de origen se determina una
irregularidad atribuible al particular y se determina la contingencia, acuden al recurso de revocación para
exponer los argumentos de legalidad y pruebas que consideran aplicables, lo cual obliga a la autoridad a
valorarlos y emitir la resolución que corresponda. Una vez fijada la postura de la autoridad, en la siguiente
instancia únicamente se ataca la invalidez de los argumentos y ante ello consideran que el medio de defensa
podría ser más efectivo.
f) Posibilidad de contar con una resolución más rápida. Atendiendo a los establecido por el artículo 131
del CFF, existe obligación de la autoridad de dictar y notificar la resolución al recurso de revocación en un plazo
que no deberá exceder el plazo de tres meses contados a partir de la fecha de interposición del recurso de
revocación.
Con independencia de lo señalado por el dispositivo en comento, no en todos los casos se cumple con
dicho plazo para expedir la resolución, pues ésta depende de los argumentos y pruebas ofrecidas, además de
la profundidad analítica y de estudio que las autoridades encargadas realicen previamente a su resolución.
En mi experiencia, solamente un pequeño número de recursos son resueltos dentro de los tres meses y de
esos recursos, la mayoría es resuelta rápidamente, pues es más fácil para la autoridad confirmar los actos
recurridos que revocarlos, por lo que la fundamentación y motivación de una resolución adversa a los intereses
de contribuyente es más sencilla y rápida que una que la revoque.
Lo anterior ha traído como consecuencia que, en el argot jurídico, se denomine al recurso de revocación
como “recurso de confirmación”, aludiendo al hecho de que en un gran número de resoluciones la autoridad no
profundiza en el análisis del medio de defensa y la tendencia es confirmar la resolución.
La Administración General Jurídica ha intentado cambiar esa percepción desde hace poco más de siete
años y muchos de los litigantes hemos experimentado esa diferencia, pues logramos resoluciones favorables
incluso con montos importantes, pero ello no ha sido suficiente, pues aun el común denominador en asuntos
trascendentes es confirmar el acto recurrido.
Ante esa circunstancia, mi recomendación es que en la etapa litigiosa se le dé mayor prioridad al análisis
que al plazo de respuesta de tres meses, pues es preferible que la resolución al medio de defensa sea un poco
más demorada, pero que se le permita a la autoridad realizar un verdadero análisis de los argumentos y
pruebas para que el poder de revisión de la legalidad del acto sea real, evitando con ello litigios jurisdiccionales
innecesarios.
Vencido el plazo de los tres meses, el particular, a través de su asesor-abogado, deberá tomar la decisión
de acudir a demandar la negativa ficta por ese silencio de la autoridad o esperar la resolución expresa. La
recomendación ante esa circunstancia es intuir el sentido de la resolución si consideran que existe oportunidad
de obtener la revocación o esperar la resolución o, en su defecto, no perder más tiempo y acudir a la siguiente
instancia de defensa.
A efecto de explicar en términos generales la regulación que aplica a la interposición del recurso de
revocación, en primer lugar, me referiré a las disposiciones comunes que rigen en general todo el proceso y,
posteriormente, me enfocaré en las particularidades que tiene el recurso de revocación de fondo.
4.3.1. PROCEDENCIA
El plazo para la interposición del recurso de revocación, por regla general, es de 30 días hábiles contados a
partir del día siguiente a aquel en que haya surtido efectos la resolución recurrida.
Con independencia a lo anterior, de conformidad con el artículo 127 del CFF, el plazo general de 30 días
tiene las siguientes excepciones:
Artículo 127. …
b) En el caso del Avalúo, el plazo también será de 10 días hábiles posteriores a la notificación
del mismo.
c) En la tercería excluyente de dominio, cuando el tercero que afirme ser propietario de los
bienes o negociaciones, o titular de los derechos embargados, podrá hacer valer el recurso de
revocación en cualquier tiempo antes de que se finque el remate, se enajenen fuera de remate o se
adjudiquen los bienes a favor del fisco federal en cualquier tiempo antes de remate, enajenación
directa, adjudicación fisco.
d) Tercero acreedor preferente, podrá hacer valer el recurso de revocación cualquier tiempo antes
de que se aplique el remanente a cubrir el crédito fiscal.
4.3.3. PRESENTACIÓN
Se propone reformar el artículo 121, primer párrafo, del Código Fiscal de la Federación, a efecto
de establecer como única vía para presentar el recurso de revocación, el buzón tributario,
reduciendo el plazo de 45 a 30 días siguientes a aquél en que haya surtido efectos la notificación de
la resolución impugnada, o bien a través de los medios electrónicos que la autoridad fiscal
establezca mediante reglas de carácter general, en las cuales se señalarán los medios alternos
que tendrán los contribuyentes para promover sus recursos, en los casos que, por
contingencias tecnológicas, no sea posible la presentación mediante el buzón tributario.
(Énfasis añadido.)
Como podrá apreciarse de lo anterior, dentro de la exposición no existe una justificación real de la razón por la cual se
elimina la posibilidad de presentar el recurso por la vía presencial; sin embargo, la intensión del legislador era seguir la
iniciativa de eliminación de papel en los expedientes y contar dentro del ambiente electrónico con todos los antecedentes
que sirvieron como sustento para emitir la resolución respectiva.
Independientemente de la reforma, fue hasta el 4 de enero de 2017 cuando se hizo obligatoria la
presentación del recurso de revocación a partir del Buzón Tributario y para ello se debe contar con lo siguiente:
Requerimientos generales:
Es recomendable acceder a los siguientes enlaces a efecto de conocer a mayor detalle las guías rápidas
del SAT para la aplicación del recurso de revocación en línea, adjuntar documentación posterior y atender
requerimientos:
file:///C:/Users/barajas/Downloads/Registro+de+Recurso+de+Revocaci%C3%B3n+en+L%C3%ADnea%20
(1).pdf
file:///C:/Users/barajas/Downloads/Adjuntar+documentaci%C3%B3n+posterior+al+registro+de+la+solicitu
d%20(1).pdf
file:///C:/Users/barajas/Downloads/Atender+requerimiento+de+la+Autoridad.pdf
4.3.5. EXCEPCIONES
Considerando que los medios tecnológicos no están disponibles en todos los lugares, además de que
existen casos especiales, existen excepciones a la presentación del recurso de revocación a través de medios
electrónicos, en cuyo caso podrá presentarse a través de las oficialías de partes de las administraciones
generales, centrales contenciosas o desconcentradas jurídicas o de grandes contribuyentes del SAT o por
correo certificado con acuse de recibo.
Los supuestos de excepción son los siguientes:
• Los que no se encuentren obligados a inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
• Personas a quienes las autoridades en entidades federativas le determinen créditos fiscales.
• Las que no se encuentren obligadas a tramitar la FIEL.
Además del escrito en el cual se expresen agravios y se ofrezcan pruebas, el contribuyente deberá
acompañar lo siguiente:
I. Los documentos que acrediten su personalidad cuando actúe a nombre de otro o de personas
morales, o en los que conste que ésta ya hubiera sido reconocida por la autoridad fiscal que emitió
el acto o resolución impugnada o que se cumple con los requisitos a que se refiere el primer párrafo
del artículo 19 de este Código.
III. Constancia de notificación del acto impugnado, excepto cuando el promovente declare bajo
protesta de decir verdad que no recibió constancia o cuando la notificación se haya practicado por
correo certificado con acuse de recibo o se trate de negativa ficta. Si la notificación fue por edictos,
deberá señalar la fecha de la última publicación y el órgano en que ésta se hizo.
Los documentos podrán presentarse en copia simple; sin embargo, es importante tener en cuenta que la autoridad podrá
exigir al contribuyente la presentación del original o copia certificada cuando tenga indicios de que tales documentos no
existen o son falsos. Incluso, tomando en consideración que los documentos son digitalizados y trasmitidos a la autoridad
como copia fiel del original, cualquier irregularidad o falsedad detectada podrá considerarse que es atribuible al contribuyente,
por lo que es muy importante verificar que la documentación sea real.
Si las pruebas documentales no obran en poder del contribuyente o no hubiere podido obtenerlas a pesar de
tratarse de documentos que legalmente se encuentran a su disposición, en el escrito de recurso de revocación
(capítulo de pruebas) deberá señalar con toda precisión los documentos y, tratándose de los que pueda tener a
su disposición, bastará con que acompañe la copia sellada de la solicitud de los mismos o, en su defecto, el
archivo o lugar en que se encuentren, lo anterior a fin de que la autoridad requiera su remisión cuando ésta sea
legalmente posible.
En el caso de que se acompañe alguno de los documentos antes mencionados, la autoridad requerirá al
promovente para que los presente dentro del término de cinco días. En caso de omisión de los documentos a
que se refieren las fracciones I a III, se tendrá por no interpuesto el recurso; si se trata de las pruebas a que se
refiere la fracción IV, éstas se tendrán por no ofrecidas.
El contribuyente podrá ofrecer toda clase de pruebas, excepto la testimonial y la de confesión de las
autoridades mediante absolución de posiciones, con la única salvedad de que éstas sean ofrecidas y
presentadas en dos momentos muy precisos:
a) A la fecha de presentación del escrito de recurso de revocación.
b) Tratándose de pruebas adicionales, éstas deberán ser anunciadas dentro de los 15 días siguientes a la
presentación del recurso de revocación y exhibirlas dentro de los 15 días contados a partir del día siguiente al
de dicho anuncio, todo ello a través del Buzón Tributario.
El término “improcedencia” se refiere a la falta de oportunidad de hecho o por derecho que impide a la
autoridad entrar al estudio y resolver el caso planteado. Los supuestos sujetos a esta sanción procesal deben
estar previstos por la norma y, en el caso específico del recurso de revocación, los supuestos que generarían,
ya sea el desechamiento34 del recurso o el sobreseimiento35 por improcedente, están contenidos en los
artículos 124 y 124-A del CFF, respectivamente.
Improcedencia. Son causales de improcedencia cuando se actualice alguno de los siguientes supuestos:
III. Que hayan sido impugnados ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
IV. Que se hayan consentido, entendiéndose por consentimiento el de aquellos contra los que
no se promovió el recurso en el plazo señalado al efecto.
V. Que sean conexos 37 a otro que haya sido impugnado por medio de algún recurso o medio de
defensa diferente.
VII. Que hayan sido dictados por la autoridad administrativa en un procedimiento de resolución
de controversias previsto en un tratado para evitar la doble tributación, si dicho procedimiento se
inició con posterioridad a la resolución que resuelve un recurso de revocación o después de la
conclusión de un juicio ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
VIII. Que sean resoluciones dictadas por autoridades extranjeras que determinen impuestos y
sus accesorios cuyo cobro y recaudación hayan sido solicitados a las autoridades fiscales
mexicanas, de conformidad con lo dispuesto en los tratados internacionales sobre asistencia mutua
en el cobro de los que México sea parte.
III. Cuando de las constancias que obran en el expediente administrativo quede demostrado que
no existe el acto o resolución impugnada.
IV. Cuando hayan cesado los efectos del acto o resolución impugnada.
Como ya lo hemos apuntado, la autoridad legalmente cuenta con un plazo de tres meses para resolver el
recurso de revocación (artículo 131 del CFF); sin embargo, dicho plazo no se cumple realmente, pues se trata
de una norma imperfecta que, al no establecer una verdadera sanción a la autoridad, provoca que no se
cumpla, y en el peor de los casos, el silencio implica una respuesta en sentido negativo, es decir, considerando
que la autoridad confirmó el acto reclamado, el particular tiene la posibilidad de demandar la nulidad por
negativa ficta de la autoridad.
Independientemente de que dicho plazo no se cumple o, atendiendo a un tema de indicadores internos del
propio SAT, que se considere resolver el recurso dentro del plazo, sin un análisis real y profundo a los
argumentos de defensa, la defensa a través del recurso de revocación es mucho más rápida que mediante una
demanda de nulidad, cuyo promedio de respuesta es de 12 a 16 meses.
4.3.10. RESOLUCIÓN
Las autoridades, al momento de expedir la resolución, deberán fundarla en derecho y examinar todos y cada
uno de los agravios hechos valer por el recurrente, teniendo la facultad de invocar hechos notorios; pero
cuando se trate de agravios que se refieran al fondo de la cuestión controvertida, a menos que uno de ellos
resulte fundado, deberán examinarlos todos antes de entrar al análisis de los que se planteen sobre violación
de requisitos formales o vicios del procedimiento (artículo 132 del CFF).
En la esfera del recurso de revocación, la suplencia en la deficiencia de la queja (errores al fundamentar el
recurso al expresar los agravios que debía) es posible, pues el segundo párrafo del artículo 132 del CFF habilita
a la autoridad para que corrija los errores que advierta en la cita de los preceptos violados, examinándolos en
conjunto con los agravios esgrimidos, al grado tal que podrá revocar los actos administrativos cuando advierta
una ilegalidad manifiesta y los agravios sean insuficientes, y basta que funde de la forma más cuidadosa
posible los motivos bajo los cuales consideró ilegal el acto y precisar el alcance de su resolución. La única
limitación a la suplencia es la prohibición de cambiar los hechos expuestos en el recurso, en cuyo caso no
podrá revocar o modificar los actos en la parte no impugnada por el recurrente.
La resolución que emita la autoridad deberá señalar lo siguiente, con base en el CFF:
Artículo 133. …
III. Mandar reponer el procedimiento administrativo o que se emita una nueva resolución.
IV. Dejar sin efectos el acto impugnado. Cuando se deje sin efectos el acto impugnado por la
incompetencia de la autoridad que emitió el acto, la resolución correspondiente declarará la nulidad
lisa y llana.
V. Modificar el acto impugnado o dictar uno nuevo que lo sustituya, cuando el recurso
interpuesto sea total o parcialmente resuelto a favor del recurrente.
La resolución expresará con claridad los actos que se modifiquen y, si la modificación es parcial, se indicará el monto del
crédito fiscal correspondiente. Asimismo, en dicha resolución deberán señalarse los plazos en que ésta puede ser
impugnada en el juicio contencioso administrativo. Cuando en la resolución se omita el señalamiento de referencia, el
contribuyente contará con el doble del plazo que establecen las disposiciones legales para interponer el juicio contencioso
administrativo.
4.4. DISPOSICIONES DEL RECURSO DE REVOCACIÓN EXCLUSIVO DE FONDO
Esta propuesta siguió por buen camino y el decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones al CFF y
a la LFPCA fue publicada en el DOF del 27 de enero de 2017, agregando los artículos 133-B al 133-G dentro de
la Sección Cuarta del mencionado código.
Es por ello que, a partir del 27 de febrero de 2017, entró en vigor una nueva modalidad de recurso
administrativo de revocación exclusiva de fondo y por lo que hace al juicio de nulidad exclusivo de fondo, éste
entraría en vigor al día siguiente en que iniciaron sus funciones las Salas Especiales del Tribunal.
A efecto de que proceda esta modalidad, deberá tratarse de resoluciones definitivas que deriven de una
visita domiciliaria, revisión de gabinete o revisión electrónica, y la cuantía del asunto debe ser mayor a 200
veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), elevada al año, vigente al momento de emisión de la
resolución combatida (artículo 133-B del CFF).
El contribuyente sólo podrá hacer valer agravios que tengan por objeto resolver exclusivamente sobre el
fondo de la resolución que se recurre, sin que obste para ello que la misma se encuentre motivada en el
incumplimiento total o parcial de los requisitos exclusivamente formales o de procedimiento establecidos en las
disposiciones jurídicas aplicables. Una vez elegida esta modalidad, no se podrá modificar la elección (artículo
133-C del CFF).
Se considera que son agravios de fondo aquellos que se refieran a los elementos esenciales de las
contribuciones (sujeto, objeto, base, tasa o tarifa) en los siguientes supuestos:
III. Los efectos que haya atribuido la autoridad emisora al contribuyente, respecto del
incumplimiento total o parcial de requisitos formales o de procedimiento que impacten y trasciendan
al fondo de la resolución recurrida.
IV. La valoración o falta de apreciación de las pruebas relacionadas con los supuestos
mencionados en las fracciones anteriores.
Cuando se omita alguno de los requisitos, la autoridad requerirá para que cumpla con dichos requisitos
dentro del plazo de cinco días contados a partir de que surta efectos la notificación del citado requerimiento. De
no hacerlo, o si se advierte que únicamente se plantean agravios relativos a cuestiones de forma o
procedimiento, el recurso de revocación se tramitará de forma tradicional.
Si se incluye la mención expresa de que se opta por el recurso de revocación exclusivo de fondo o en su
escrito de recurso formule agravios de fondo y forma o de procedimiento, estos dos últimos se tendrán por no
formulados y sólo se resolverán los agravios de fondo.
Cuando se ofrezca como prueba el dictamen pericial, la autoridad administrativa que resolverá el recurso
tendrá la más amplia facultad para valorar no sólo la idoneidad y el alcance del referido dictamen exhibido, sino
también la idoneidad del perito emisor, pudiendo citarlo para que, en audiencia especial, en la cual se
desahogará en forma oral, responda las dudas o los cuestionamientos que se le formulen; el perito será citado
con un plazo mínimo de cinco días anteriores a la fecha fijada para la audiencia.
En la audiencia de desahogo podrán participar el promovente, la autoridad emisora de la resolución
impugnada (para efectos de ampliar el cuestionario respectivo) y la autoridad resolutora (a fin de formular otras
repreguntas).
La autoridad resolutora podrá ordenar el desahogo de otra prueba pericial a cargo de un perito distinto y la
valoración de ambos dictámenes periciales atenderá únicamente a razones técnicas referentes al área de
especialidad de los peritos, lo anterior para un mejor conocimiento de los hechos controvertidos.
4.4.2. AUDIENCIA
4.4.3. RESOLUCIÓN
La resolución del recurso de revocación exclusivo de fondo se emitirá en cualquiera de los siguientes
sentidos:
El juicio de nulidad es un medio de defensa a través del cual se impugnan resoluciones definitivas o actos
dictados por autoridades fiscales federales que causen agravio de los contribuyentes, pero a diferencia del
recurso de revocación, en este caso la revisión se somete ante una autoridad jurisdiccional competente, es
decir, en el TFJA, lo anterior de conformidad con lo dispuesto por los artículos 1 y 2 de la LFPCA.
A diferencia del recurso de revocación en este caso estamos ante un verdadero proceso jurisdiccional en
donde la autoridad emisora de la resolución es Parte al igual que el contribuyente y el órgano revisor es un
cuerpo colegiado diferente e independiente del SAT.
• Demandante.
• Demandados.
Autoridad emisora.Particular (lesividad).Jefe del SAT en resoluciones de autoridades.SHCP puede apersonarse en
cualquier tiempo.
• Terceros.
4.4.4.1. MODALIDADES
Las modalidades para la admisión y seguimiento de la demanda de nulidad son los siguientes:
Las ventajas de acudir a la demanda de nulidad como mecanismo de defensa son las siguientes:
a) Sujetar la litis a un verdadero proceso jurisdiccional ante un tribunal que actúa con imparcialidad e
igualdad procesal
En el juicio de nulidad, la autoridad encargada de revisar que los actos de las autoridades administrativas se
hayan ajustado a los requisitos de legalidad es un tribunal de lo contencioso administrativo, el cual ha sido
dotado de plena autonomía para dictar sus fallos.
Al someter el conflicto ante un tribunal independiente e imparcial, dota al proceso de un equilibrio procesal
que debería traer como consecuencia que las sentencias sean dictadas con total apego a derecho y, por tanto,
a tutelar la anulación de los actos ilegales expedidos por las autoridades administrativas.
En el recurso de revocación, la valoración de las pruebas es todo un problema. Toda vez que ello queda
totalmente al arbitrio de la autoridad administrativa, y aun y cuando en el escrito se ofrecen y exhiben pruebas
idóneas, no necesariamente son analizadas a profundidad, por ejemplo, el desahogo de las pruebas periciales
tampoco se realizan bajo un proceso formal en donde se confronten los dictámenes del particular y la autoridad
y en caso de controversia se solicite la intervención de un perito tercero; en el juicio fiscal existe un mucho más
estricto análisis y desahogo de las pruebas, lo cual trasciende en el sentido de la resolución final (sentencia).
El TFJA, al contar con tres Salas Especializas en materia de comercio exterior, dota a la contienda de
características valiosas para que todo el proceso sea llevado a un nivel mucho más especializado y el estudio
sea también mucho más profundo, lo cual constituye una gran ventaja frente al recurso de revocación, en
donde las autoridades jurídicas no necesariamente son especialistas en materia aduanera y de comercio
exterior.
Artículo 141. …
I. Depósito en dinero, carta de crédito u otras formas de garantía financiera equivalentes que
establezca la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mediante reglas de carácter general que se
efectúen en las cuentas de garantía del interés fiscal.
III. Fianza otorgada por institución autorizada, la que no gozará de los beneficios de orden y
excusión.
IV. Obligación solidaria asumida por tercero que compruebe su idoneidad y solvencia.
VI. Títulos valor o cartera de créditos del propio contribuyente, en caso de que se demuestre la
imposibilidad de garantizar la totalidad del crédito mediante cualquiera de las fracciones anteriores,
los cuales se aceptarán al valor que discrecionalmente fije la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.
También el artículo 141 del CFF señala que la garantía deberá comprender, además de las contribuciones adeudadas
actualizadas, los accesorios causados, así como los que se causen en los 12 meses siguientes a su otorgamiento. Al
terminar este periodo, y en tanto no se cubra el crédito, deberá actualizarse su importe cada año y ampliarse la garantía para
que cubra el crédito actualizado y el importe de los recargos, incluso los correspondientes a los 12 meses siguientes.
4.4.5. PROCEDENCIA
En la vía sumaria será procedente en los siguientes casos, siempre que su importe sea menos de 15
UMA39elevado al año al momento de la emisión:
• Dictadas por autoridades fiscales u organismo fiscal autónomo, fijando en cantidad líquida un crédito.
• Sólo impongan multas por infracción a normas administrativas federales.
• Exijan pago de créditos fiscales (sin que exceda el monto).
• Requerimientos de garantías.
• Recaídas a recursos administrativos en contra de las anteriores.
También procederá el juicio en la vía sumaria, sin sujetarlo a un monto, cuando se trate de aquellos actos
dictados en violación a:
El juicio fiscal en la vía ordinaria es procedente en contra de los siguientes actos (artículos 2 de la LFPCA y
3 de la LOTFJA):
VIII. Lesividad.
4.4.6. PLAZOS
Los plazos para la presentación de la demanda son de 30 días hábiles siguientes a aquel en que:
El plazo de 30 días antes mencionado se suspenderá en caso de fallecimiento sin representante para la
sucesión (hasta por un año); en procedimientos de solución de controversias en tratados internacionales y en
incapacidad o declaración de ausencia (un año o hasta que exista representante).
En el caso del juicio de lesividad, el plazo será de cinco años contados a partir de la notificación de la
resolución favorable al particular.
4.4.7. PRESENTACIÓN
En los términos de lo previsto por el artículo 13 de la LFPCA, el demandante podrá presentar la demanda, ya
sea mediante juicio en la vía tradicional, mediante su presentación física (oficialía de partes común) de la Sala
regional competente o en línea, presentando el escrito a través del sistema de justicia en línea; para este último
caso, el demandante deberá manifestar su opción al momento de presentar la demanda.
Si el demandante no manifiesta su opción al momento de presentar su demanda, se entenderá que eligió
tramitar el juicio en la vía tradicional.
Para la presentación de una demanda de nulidad es necesario cumplir con muchas más formalidades que
en el recurso de revocación, las cuales no únicamente se relacionan con los documentos que deben exhibirse,
sino con el propio escrito de demanda, el cual deberá contener al menos la siguiente información, de acuerdo
con la LFPCA:
Artículo 14. …
I. El nombre del demandante, domicilio fiscal, así como domicilio para oír y recibir notificaciones
dentro de la jurisdicción de la Sala Regional competente, y su dirección de correo electrónico.
II. La resolución que se impugna. En el caso de que se controvierta un decreto, acuerdo, acto o
resolución de carácter general, precisará la fecha de su publicación.
V. Las pruebas que ofrezca. En caso de que se ofrezca prueba pericial o testimonial se
precisarán los hechos sobre los que deban versar y señalarán los nombres y domicilios del perito o
de los testigos. En caso de que ofrezca pruebas documentales, podrá ofrecer también el expediente
administrativo en que se haya dictado la resolución impugnada.
VIII. Lo que se pida, señalando en caso de solicitar una sentencia de condena, las cantidades o
actos cuyo cumplimiento se demanda.
Adicionalmente, como documentos anexos a la demanda se debe acompañar en original o copia certificada40 los
siguientes documentos (señalados en la LFPCA:
Artículo 15. …
i. Una copia de la demanda y de los documentos anexos para cada una de las partes del juicio
(autoridades demandas y tercero en su caso).
iv. En la impugnación de una negativa ficta, se deberá acompañar una copia en la que obre el
sello de recepción de la instancia no resuelta expresamente por la autoridad.
v. El cuestionario que debe desahogar el perito, el cual deberá ir firmado por el demandante.
vi. El interrogatorio para el desahogo de la prueba testimonial, el que debe ir firmado por el
demandante en el caso señalado en el último párrafo del artículo 44 de esta Ley.
vii. Las demás pruebas documentales que ofrezca.
La omisión de presentar los documentos antes mencionados tendrá como consecuencia que el magistrado instructor
requiera al promovente para que los presente dentro del plazo de cinco días. En caso de continuar la omisión y se trate de
los documentos a que se refieren las fracciones I a IV, se tendrá por no presentada la demanda. En los demás casos, la
sanción de la omisión será que los mismos se tendrán por no ofrecidos.
Si la intención de presentar la demanda de nulidad es la de alegar que la resolución impugnada no fue
notificada o que la notificación fue ilegal, siempre que se trate de las impugnables en el juicio contencioso
administrativo federal, deberá observarse lo siguiente:
a) Si el demandante afirma conocer la resolución administrativa, los conceptos de impugnación contra su
notificación y contra la resolución misma deberán hacerse valer en la demanda, donde manifestará la fecha en
que la conoció.
b) Si el actor manifiesta que no conoce la resolución administrativa que pretende impugnar, así lo expresará
en su demanda, señalando la autoridad a quien la atribuye, su notificación o su ejecución. En este caso, al
contestar la demanda, la autoridad acompañará constancia de la resolución administrativa y de su notificación,
mismas que el actor deberá combatir mediante ampliación de la demanda.
c) El tribunal estudiará los conceptos de impugnación expresados contra la notificación, previamente al
examen de los agravios expresados en contra de la resolución administrativa.
Si la Sala resuelve que no hubo notificación o que fue ilegal, se considerará que el actor fue sabedor de la
resolución administrativa desde la fecha en que manifestó conocerla o en la que se le dio a conocer, según se
trate, quedando sin efectos todo lo actuado con base en dicha notificación, y procederá al estudio de la
impugnación que se hubiese formulado contra la resolución. En este caso, el actor contará con un plazo de 10
días siguientes a aquel en que surtió efectos la notificación para ampliar la demanda con los conceptos de
impugnación y pruebas que considere oportunas.
Si la Sala resuelve que la notificación fue legalmente practicada y, como consecuencia de ello, la demanda
fue presentada extemporáneamente, sobreseerá el juicio en relación con la resolución administrativa
combatida.
Con independencia de que las medidas cautelares no se soliciten en el escrito inicial de demanda, ya
iniciado el juicio contencioso administrativo, es factible solicitar al magistrado instructor que decrete la
suspensión de la ejecución del acto impugnado, a fin de mantener la situación de hecho existente en el estado
en que se encuentra, así como todas las medidas cautelares positivas necesarias para evitar que el litigio
quede sin materia o se cause un daño irreparable al actor.
Dichas medidas cautelares se tramitarán en el incidente respectivo (expediente o cuadernillo independiente
al de la demanda), cuyo escrito de solicitud deberá cumplir con lo siguiente:
• La promoción en donde se soliciten las medidas cautelares señaladas deberá contener los siguientes requisitos:
El nombre del demandante y su domicilio para recibir notificaciones, el cual deberá encontrarse ubicado dentro de la
región de la Sala que conozca del juicio, así como su dirección de correo electrónico, cuando opte porque el juicio
se substancie en línea a través del sistema de justicia en línea.
Resolución que se pretende impugnar y fecha de notificación de la misma.
Los hechos que se pretenden resguardar con la medida cautelar.
Expresión de los motivos por los cuales solicita la medida cautelar.
• El escrito de solicitud de medidas cautelares deberá cumplir con lo siguiente:
Acreditar la necesidad para gestionar la medida cautelar.Adjuntar copia de la solicitud, para cada una de las partes,
a fin de correrles traslado.
Dentro de las 24 horas siguientes a su interposición, al incidente deberá recaer un acuerdo solicitando a las
autoridades demandadas un informe que deberá rendir en un plazo de 72 horas siguientes a aquel en que surta
efectos la notificación del acuerdo respectivo. Si no se rinde el informe o si éste no se refiere específicamente a
los hechos que le impute el promovente, tales hechos se tendrán por ciertos. En el acuerdo a que se refiere
este párrafo, el magistrado instructor resolverá sobre las medidas cautelares previas que se le hayan
solicitado.
En el plazo de cinco días contados a partir de que haya recibido el informe o que haya vencido el término
para presentarlo, el magistrado instructor dictará la resolución en la que, de manera definitiva, decrete o niegue
las medidas cautelares solicitadas y decida, en su caso, sobre la admisión de la garantía ofrecida, la cual
deberá otorgarse dentro del plazo de tres días. Cuando no se otorgare la garantía dentro del plazo señalado, las
medidas cautelares dejarán de tener efecto.
También derivado de las formalidades que revisten las actuaciones en el juicio de nulidad, cuando nos
subsista cualquiera de las siguientes cuestiones, por el principio de previo y especial pronunciamiento, existirá
un incidente específico:
4.4.11. PRUEBAS
Ante esta instancia de defensa, atendiendo a lo dispuesto por el artículo 40 de la LFPCA, el actor tiene la
obligación de presentar las pruebas idóneas para acreditar los hechos de los que deriva su derecho subjetivo y
la violación del mismo, ello cuando se trate de hechos positivos. La autoridad también deberá probar sus
excepciones. No obstante lo anterior, las autoridades deberán probar los hechos que los motiven cuando el
afectado los niegue lisa y llanamente, a menos que la negativa implique la afirmación de otro hecho (artículo 42
de la LFPCA).
Para ello, será admisible toda clase de pruebas, excepto la de confesión de las autoridades mediante
absolución de posiciones y la petición de informes, salvo que los informes se limiten a hechos que consten en
documentos que obren en poder de las autoridades.
El magistrado instructor, hasta antes de que se cierre la instrucción, para un mejor conocimiento de los
hechos controvertidos, podrá acordar la exhibición de cualquier documento que tenga relación con los mismos,
ordenar la práctica de cualquier diligencia o proveer la preparación y desahogo de la prueba pericial cuando se
planteen cuestiones de carácter técnico y no hubiere sido ofrecida por las partes.
El magistrado ponente podrá proponer al Pleno o a la Sección que se reabra la instrucción para los efectos
señalados anteriormente.
Las pruebas supervenientes42 podrán presentarse siempre que no se haya dictado sentencia. Se ordenará
dar vista a la contraparte para que en el plazo de cinco días exprese lo que a su derecho convenga.
Prueba pericial. La prueba pericial se sujetará a lo siguiente, de acuerdo con el artículo 43 de la LFPCA:
Artículo 43. …
…
III. En los acuerdos por los que se discierna del cargo a cada perito, el Magistrado Instructor
concederá un plazo mínimo de quince días para que rinda y ratifique su dictamen, 43 con el
apercibimiento a la parte que lo propuso de que únicamente se considerarán los dictámenes
rendidos dentro del plazo concedido.
IV. Por una sola vez y por causa justificada, las partes podrán solicitar la ampliación del plazo
para rendir el dictamen o la sustitución de su perito, señalando en este caso, el nombre y domicilio
de la nueva persona propuesta. La parte que haya sustituido a su perito conforme a la fracción I,
excepto en el caso previsto en la fracción III.
V. El perito tercero será designado por la Sala Regional de entre los que tenga adscritos, si no
hubiere perito adscrito en la ciencia o arte sobre el cual verse el peritaje, la Sala designará bajo su
responsabilidad a la persona que deba rendir dicho dictamen. Cuando haya lugar a designar perito
tercero valuador, el nombramiento deberá recaer en una institución de crédito, debiendo cubrirse sus
honorarios por las partes. En los demás casos los cubrirá el Tribunal. En el auto en que se designe
perito tercero, se le concederá un plazo mínimo de quince días para que rinda su dictamen.
El magistrado instructor, dentro del plazo de tres días posteriores a la notificación del acuerdo que tenga por rendido el
dictamen del perito tercero, podrá ordenar que se lleve a cabo el desahogo de una junta de peritos, en la cual se planteen
aclaraciones en relación con los dictámenes. Dicho acuerdo deberá notificarse a todas las partes, así como a los peritos. En
la audiencia, el magistrado instructor podrá requerir que los peritos hagan las aclaraciones correspondientes, debiendo
levantar el acta circunstanciada correspondiente.
Prueba testimonial. Para desahogar la prueba testimonial, se requerirá a la oferente para que presente a
los testigos, y cuando ésta manifieste no poder presentarlos, el magistrado instructor los citará para que
comparezcan el día y hora que al efecto señale, levantando acta pormenorizada, y podrán formularse
preguntas que estén en relación directa con los hechos controvertidos o persigan la aclaración de cualquier
respuesta.
Los funcionarios o autoridades tienen obligación de expedir con toda oportunidad, previo pago de los
derechos correspondientes, las copias certificadas de los documentos que les soliciten. Si no se cumpliera con
esa obligación, la parte interesada solicitará al magistrado instructor que requiera a los omisos (artículo 45 de la
LFPCA).
La valoración de las pruebas se hará de acuerdo con las siguientes disposiciones (artículo 46 de la LFPCA):
Artículo 46. …
I. Harán prueba plena la confesión expresa de las partes, las presunciones legales que no
admitan prueba en contrario, así como los hechos legalmente afirmados por autoridad en
documentos públicos, incluyendo los digitales; pero, si en los documentos públicos citados se
contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos de particulares, los documentos
sólo prueban plenamente que, ante la autoridad que los expidió, se hicieron tales declaraciones o
manifestaciones, pero no prueban la verdad de lo declarado o manifestado.
III. El valor de las pruebas pericial y testimonial, así como el de las demás pruebas, quedará a
la prudente apreciación de la Sala.
I. Que no afecten los intereses jurídicos del demandante, salvo en los casos de legitimación
expresamente reconocida por las leyes que rigen al acto impugnado.
III. Que hayan sido materia de sentencia pronunciada por el Tribunal, siempre que hubiera
identidad de partes y se trate del mismo acto impugnado, aunque las violaciones alegadas sean
diversas.
V. Que sean materia de un recurso o juicio que se encuentre pendiente de resolución ante una
autoridad administrativa o ante el propio Tribunal.
VI. Que puedan impugnarse por medio de algún recurso o medio de defensa, con excepción de
aquéllos cuya interposición sea optativa.
VII. Conexos a otro que haya sido impugnado por medio de algún recurso o medio de defensa
diferente, cuando la ley disponga que debe agotarse la misma vía.
XI. Cuando de las constancias de autos apareciere claramente que no existe la resolución o
acto impugnados.
XII. Que puedan impugnarse en los términos del artículo 97 de la Ley de Comercio Exterior,
cuando no haya transcurrido el plazo para el ejercicio de la opción o cuando la opción ya haya sido
ejercida.
XIII. Dictados por la autoridad administrativa para dar cumplimiento a la decisión que emane de
los mecanismos alternativos de solución de controversias a que se refiere el artículo 97 de la Ley de
Comercio Exterior.
XIV. Que hayan sido dictados por la autoridad administrativa en un procedimiento de resolución
de controversias previsto en un tratado para evitar la doble tributación, si dicho procedimiento se
inició con posterioridad a la resolución que recaiga a un recurso de revocación o después de la
conclusión de un juicio ante el Tribunal.
XV. Que sean resoluciones dictadas por autoridades extranjeras que determinen impuestos y
sus accesorios cuyo cobro y recaudación hayan sido solicitados a las autoridades fiscales
mexicanas, de conformidad con lo dispuesto en los tratados internacionales sobre asistencia mutua
en el cobro de los que México sea parte.
XVI. Cuando la demanda se hubiere interpuesto por la misma parte y en contra del mismo acto
impugnado, por dos o más ocasiones.
XVII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de esta Ley o
de una ley fiscal o administrativa.
Por otro lado, operará el sobreseimiento total o parcial del juicio en los siguientes casos:
II. Cuando durante el juicio aparezca o sobrevenga alguna de las causas de improcedencia a
que se refiere el artículo anterior.
IV. Si la autoridad demandada deja sin efecto la resolución o acto impugnados, siempre y
cuando se satisfaga la pretensión del demandante.
VI. En los demás casos en que por disposición legal haya impedimento para emitir resolución
en cuanto al fondo.
Las Salas Regionales serán competentes para conocer de los juicios por razón de territorio, de conformidad
con lo previsto en el artículo 34 de la LOTFJA (artículo 30 de la LFPCA). En caso de duda, será competente por
razón de territorio la Sala Regional ante quien se haya presentado el asunto.
Cuando una sala esté conociendo de algún juicio que sea competencia de otra, el demandado o el tercero
podrán acudir ante el presidente del tribunal exhibiendo copia certificada de la demanda y de las constancias
que estime pertinentes, a fin de que se someta el asunto al conocimiento de la Sección que por turno le
corresponda conocer.
5.1.1. CONTESTACIÓN
Admitida la demanda, deberá correrse traslado de ella a las autoridades demandadas, para efecto de que
conteste dentro de los 30 días siguientes a aquel en que surta efectos el emplazamiento.
El plazo para contestar la ampliación de la demanda será de 10 días siguientes a aquel en que surta efectos
la notificación del acuerdo que admita la ampliación. En el caso de que la autoridad no conteste en tiempo y
forma, o contestando no se refiera a todos los hechos, se tendrán como ciertos los que el actor impute de
manera precisa a las autoridades demandadas, salvo que por las pruebas rendidas o por hechos notorios
resulten desvirtuados.
Cuando no se señale una autoridad que debiese ser parte, la Sala de oficio correrá traslado de la demanda
para que la conteste en el plazo de 30 días.
Es importante considerar que con motivo de la contestación de la demanda la autoridad no podrá cambiar
los fundamentos de derecho o mejorar la fundamentación o motivación de la resolución impugnada.
En la resolución negativa ficta, la autoridad demandada expresará los hechos y el derecho en que se apoya
la misma.
Con independencia de que lo haga en la contestación, la autoridad demandada podrá allanarse a las
pretensiones del demandante o revocar la resolución impugnada.
5.1.2. ACUMULACIÓN
La acumulación es la unión material de dos o más juicios de causas afines o conexas que, en caso de
seguir su propio proceso, generan el riesgo de que sus resoluciones o sentencias sean contradictorias y una
vez acumuladas, las causas se substancian de forma conjunta para resolverse en una sentencia única.
Conforme a lo dispuesto por el artículo 32 de la LFPCA, procederá la acumulación de dos o más juicios
pendientes de resolución cuando:
Artículo 32.
II. Siendo diferentes las partes e invocándose distintos agravios, el acto impugnado sea uno
mismo o se impugne varias partes del mismo acto.
III. Independientemente de que las partes y los agravios sean o no diversos, se impugnen actos
o resoluciones que sean unos antecedentes o consecuencia de los otros.
El magistrado instructor que esté conociendo del juicio en el cual la demanda se presentó primero será quien solicitará la
acumulación a los otros, para lo cual, en un término que no exceda de seis días, solicitará el envío de los autos del juicio. En
caso de que ello no suceda, la acumulación también podrá tramitarse de oficio, es decir, sin que se requiera una acción del
magistrado instructor que conoció de la demanda en primer lugar.
El magistrado que conozca de la acumulación, en el plazo de cinco días, deberá formular proyecto de
resolución que someterá a la Sala, la cual dictará la determinación que proceda. La acumulación podrá
tramitarse de oficio.
5.1.3. ALEGATOS
Conforme a lo dispuesto por el artículo 47 de la LFPCA, dentro de los cinco días siguientes de que haya
concluido la substanciación del juicio y/o no existiere ninguna cuestión pendiente que impida su resolución, el
magistrado instructor notificará a las partes que tienen cinco días para formular alegatos de lo bien probado por
escrito.
Los alegatos presentados en tiempo deberán ser considerados al dictar sentencia; dichos alegatos no
pueden ampliar la litis fijada en los acuerdos de admisión a la demanda o de admisión a la ampliación a la
demanda, en su caso.
Es una etapa muy importante dentro del proceso contencioso administrativo, pues con él se da cuenta de
que todas las acciones previas para integrar el expediente del litigio quedaron concluidas y, por tanto, la
siguiente etapa es la emisión de la sentencia respectiva.
Al vencer el plazo de cinco días para presentar alegatos, con alegatos o sin ellos, quedará cerrada la
instrucción del juicio, sin necesidad de una declaratoria expresa, y a partir del día siguiente empezarán a
computarse los plazos previstos en el artículo 49 de la LFPCA.
5.1.5. SENTENCIA
La sentencia se pronunciará por unanimidad o mayoría de votos de los magistrados integrantes de la Sala,
dentro de los 45 días siguientes a aquel en que haya quedado cerrada la instrucción en el juicio.
Para este efecto, el magistrado instructor formulará el proyecto respectivo dentro de los 30 días siguientes al
cierre de instrucción. Para dictar resolución en los casos de sobreseimiento, por alguna de las causas
previstas en el artículo 9 de la LFPCA, no será necesario que se hubiese cerrado la instrucción.
Cuando la mayoría de los magistrados estén de acuerdo con el proyecto, el magistrado disidente podrá
limitarse a expresar que vota total o parcialmente en contra del proyecto o formular voto particular razonado, el
cual deberá presentar en un plazo que no exceda de 10 días.
Si el proyecto no fue aceptado por los otros magistrados del Pleno, Sección o Sala, el magistrado ponente o
instructor engrosará el fallo con los argumentos de la mayoría y el proyecto podrá quedar como voto particular.
Cuando se hagan valer diversas causales de ilegalidad, la sentencia de la Sala deberá examinar primero
aquellos que puedan llevar a declarar la nulidad lisa y llana. En el caso de que la sentencia declare la nulidad de
una resolución por la omisión de los requisitos formales exigidos por las leyes, o por vicios de procedimiento, la
misma deberá señalar en qué forma afectaron las defensas del particular y trascendieron al sentido de la
resolución.
Las Salas podrán corregir los errores que adviertan en la cita de los preceptos que se consideren violados y
examinar en su conjunto los agravios y causales de ilegalidad, así como los demás razonamientos de las
partes, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada, pero sin cambiar los hechos expuestos en la
demanda y en la contestación.
Artículo 51. …
I. Incompetencia del funcionario que la haya dictado, ordenado o tramitado el procedimiento del
que deriva dicha resolución.
II. Omisión de los requisitos formales exigidos por las leyes, siempre que afecte las defensas
del particular y trascienda al sentido de la resolución impugnada, inclusive la ausencia de
fundamentación o motivación, en su caso.
III. Vicios del procedimiento siempre que afecten las defensas del particular y trasciendan al
sentido de la resolución impugnada.
IV. Si los hechos que la motivaron no se realizaron, fueron distintos o se apreciaron en forma
equivocada, o bien si se dictó en contravención de las disposiciones aplicadas o dejó de aplicar las
debidas, en cuanto al fondo del asunto.
Para los efectos de lo dispuesto por las fracciones II y III anteriores, se considera que no afectan las defensas del
particular ni trascienden al sentido de la resolución impugnada, entre otros, los vicios siguientes:
a) Cuando en un citatorio no se haga mención que es para recibir una orden de visita domiciliaria, siempre
que ésta se inicie con el destinatario de la orden.
b) Cuando en un citatorio no se haga constar en forma circunstanciada la forma en que el notificador se
cercioró de que se encontraba en el domicilio correcto, siempre que la diligencia se haya efectuado en el
domicilio indicado en el documento que deba notificarse.
c) Cuando en la entrega del citatorio se hayan cometido vicios de procedimiento, siempre que la diligencia
prevista en dicho citatorio se haya entendido directamente con el interesado o con su representante legal.
d) Cuando existan irregularidades en los citatorios, en las notificaciones de requerimientos de solicitudes de
datos, informes o documentos, o en los propios requerimientos, siempre y cuando el particular desahogue los
mismos, exhibiendo oportunamente la información y documentación solicitados.
e) Cuando no se dé a conocer al contribuyente visitado el resultado de una compulsa a terceros, si la
resolución impugnada no se sustenta en dichos resultados.
f) Cuando no se valore alguna prueba para acreditar los hechos asentados en el oficio de observaciones o
en la última acta parcial, siempre que dicha prueba no sea idónea para dichos efectos.
La incompetencia de la autoridad para dictar la resolución impugnada o para ordenar o tramitar el
procedimiento del que derive y la ausencia total de fundamentación o motivación en dicha resolución podrá
decretarse de oficio, por ser de orden público.
Artículo 52. …
c) Declarar la nulidad del acto o resolución administrativa de carácter general, caso en que
cesarán los efectos de los actos de ejecución que afectan al demandante, inclusive el primer acto
de aplicación que hubiese impugnado. La declaración de nulidad no tendrá otros efectos para el
demandante, salvo lo previsto por las leyes de la materia de que se trate.
Artículo 53. …
II. Admitiendo recurso o juicio, no fuere impugnada, o cuando, habiéndolo sido, el recurso o
juicio de que se trate haya sido desechado o sobreseído o hubiere resultado infundado,
III. Sea consentida expresamente por las partes o sus representantes legítimos.
Las autoridades demandadas y cualquier otra autoridad relacionada están obligadas a cumplir las
sentencias del TFJA, dentro del plazo de cuatro meses contados a partir del acuerdo de firmeza.
Si es necesario realizar un acto de autoridad en el extranjero o solicitar información a terceros para
corroborar datos relacionados con las operaciones efectuadas con los contribuyentes, en el plazo de cuatro
meses no se contará el tiempo transcurrido entre la petición de la información o de la realización del acto
correspondiente y aquel en el que se proporcione dicha información o se realice el acto.
Asimismo, tratándose de la reposición del procedimiento, si se presenta alguno de los supuestos a que se
refiere el tercer párrafo del artículo 46-A del CFF, tampoco se contará dentro del plazo de cuatro meses el
periodo por el que se suspende el plazo para concluir las visitas domiciliarias o las revisiones de gabinete,
previsto en dicho párrafo, según corresponda.
El juicio de lesividad es un medio de defensa especial para las autoridades fiscales y aduaneras para revertir
los efectos de una resolución expedida en favor de un contribuyente y que, por alguna razón, se dictó en
contravención a las disposiciones legales aplicables, por lo cual causa perjuicio al Estado.
Su fundamento legal lo encontramos en el artículo 36 del CFF al señalar que las resoluciones
administrativas de carácter individual favorables a un particular sólo podrán ser modificadas por el TFJA
mediante juicio iniciado por las autoridades fiscales.
La substanciación es similar al juicio contencioso administrativo como medio de defensa para los
particulares, pero con las siguientes diferencias:
• El actor o demandante es la autoridad fiscal o administrativa que emitió la resolución favorable para el particular.
• El demandado es el particular al cual se le notificó la resolución favorable que la autoridad pretende anular.
• También participará la SHCP, derivado del interés en proteger el perjuicio al Estado.
El único medio de defensa extraordinario que existe es el juicio de amparo, un medio de control de
constitucionalidad que se encuentra regulado por los artículos 103 y 107 de la Carta Magna y tiene como
finalidad otorgar al quejoso la protección de los Derechos Humanos establecidos en la propia Constitución y los
que se encuentren en los tratados internacionales de los que México sea parte.
Procede en contra de normas que afectan al individuo por su sola entrada en vigor o su primer acto de
aplicación (normas autoaplicativas y heteroaplicativas); en contra de actos u omisiones que provengan de
autoridades distintas a tribunales judiciales, administrativos o del trabajo; en contra de actos, omisiones o
resoluciones que provengan de un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio; en contra de actos
de tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo realizados fuera o después de un juicio que
afecten a una persona o a un extraño, entre otro (artículo 107 de la Ley de Amparo):
I. Contra normas generales que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de su
aplicación causen perjuicio al quejoso.
Para los efectos de esta Ley, se entiende por normas generales, entre otras, las siguientes:
II. Contra actos u omisiones que provengan de autoridades distintas de los tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo;
b) Actos en el procedimiento que sean de imposible reparación, entendiéndose por ellos los que
afecten materialmente derechos sustantivos tutelados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
IV. Contra actos de tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo realizados fuera
de juicio o después de concluido.
Si se trata de actos de ejecución de sentencia sólo podrá promoverse el amparo contra la última
resolución dictada en el procedimiento respectivo, entendida como aquélla que aprueba o reconoce
el cumplimiento total de lo sentenciado o declara la imposibilidad material o jurídica para darle
cumplimiento, o las que ordenan el archivo definitivo del expediente, pudiendo reclamarse en la
misma demanda las violaciones cometidas durante ese procedimiento que hubieren dejado sin
defensa al quejoso y trascendido al resultado de la resolución.
En los procedimientos de remate la última resolución es aquélla que en forma definitiva ordena el
otorgamiento de la escritura de adjudicación y la entrega de los bienes rematados, en cuyo caso se
harán valer las violaciones cometidas durante ese procedimiento en los términos del párrafo anterior;
V. Contra actos en juicio cuyos efectos sean de imposible reparación, entendiéndose por ellos
los que afecten materialmente derechos sustantivos tutelados en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte;
VI. Contra actos dentro o fuera de juicio que afecten a personas extrañas;
VII. Contra las omisiones del Ministerio Público en la investigación de los delitos, así como las
resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción penal, o por suspensión de
procedimiento cuando no esté satisfecha la reparación del daño;
Procede contra sentencias definitivas que pongan fin a un juicio dictadas por tribunales judiciales,
administrativos agrarios o del trabajo, entre otros (artículo 170 de la Ley de Amparo):
Artículo 170. …
I. Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, 44 dictadas por
tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, ya sea que la violación se cometa en
ellos, o que, cometida durante el procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascendiendo al
resultado del fallo.
Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos ordinarios que se
establezcan en la ley de la materia, por virtud de los cuales aquellas sentencias definitivas o laudos
y resoluciones puedan ser modificados o revocados, salvo el caso en que la ley permita la renuncia
de los recursos.
Cuando dentro del juicio surjan cuestiones sobre constitucionalidad de normas generales que
sean de reparación posible por no afectar derechos sustantivos ni constituir violaciones procesales
relevantes, sólo podrán hacerse valer en el amparo directo que proceda contra la resolución
definitiva.
Para efectos de esta Ley, el juicio se inicia con la presentación de la demanda. En materia
penal el proceso comienza con la audiencia inicial ante el Juez de control;
II. Contra sentencias definitivas y resoluciones que pongan fin al juicio dictadas por tribunales de
lo contencioso administrativo cuando éstas sean favorables al quejoso, para el único efecto de
hacer valer conceptos de violación en contra de las normas generales aplicadas.
Para efectos prácticos, el juicio de amparo indirecto procede contra actos administrativos y normas, así como contra
resoluciones que no pongan fin a un juicio, y el juicio de amparo directo únicamente procede cuando exista una sentencia
definitiva que pone fin a un juicio.
6.4. PARTES
Artículo 5. …
I. El quejoso. 45
IV. El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos que
señala esta Ley, y los existentes en amparos penales cuando se reclamen resoluciones de
tribunales locales, independientemente de las obligaciones que la misma ley le precisa para
procurar la pronta y expedita administración de justicia.
6.5. PLAZOS
El plazo para presentar la demanda de amparo es de 15 días hábiles, salvo en lo señalado en el artículo 17
de la Ley de Amparo:
Artículo 17. …
III. Cuando el amparo se promueva contra actos que tengan o puedan tener por efecto privar
total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus
derechos agrarios a los núcleos de población ejidal o comunal, en que será de siete años, contados
a partir de que, de manera indubitable, la autoridad responsable notifique el acto a los grupos
agrarios mencionados;
IV. Cuando el acto reclamado implique peligro de privación de la vida, ataques a la libertad
personal fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro,
desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o
Fuerza Aérea nacionales, en que podrá presentarse en cualquier tiempo.
Al igual que en el juicio de nulidad, los plazos se computarán a partir del día siguiente a aquel en que surta
efectos la notificación del acto o resolución que reclame al quejoso, conforme a la ley del acto, o a aquel en que
haya tenido conocimiento o se ostente sabedor del acto reclamado o de su ejecución, salvo el caso de la
fracción I, del artículo anterior en el que se computará a partir del día de su entrada en vigor (artículo 18 de la
Ley de Amparo).
En los juicios de amparo que se promuevan, se considerarán días hábiles todos los del año, con excepción
de los sábados y domingos, 1 de enero, 5 de febrero, 21 de marzo, 1 y 5 de mayo, 14 y 16 de septiembre, 12
de octubre, 20 de noviembre y 25 de diciembre, así como aquellos en que se suspendan las labores en el
órgano jurisdiccional ante el cual se tramite el juicio de amparo o cuando no pueda funcionar por causa de
fuerza mayor (artículo 19 de la Ley de Amparo).
Los plazos se contarán por días hábiles, comenzarán a correr a partir del día siguiente al en que surta sus
efectos la notificación y se incluirá en ellos el del vencimiento, inclusive para las notificaciones realizadas en
forma electrónica a través del uso de la FIEL, salvo en materia penal, en donde se computarán de momento a
momento (artículo 22 de la Ley de Amparo).
Si alguna de las partes reside fuera de la jurisdicción del órgano de amparo que conozca o deba conocer del
juicio, la demanda y la primera promoción del tercero interesado podrán presentarse, dentro de los plazos
legales, en la oficina pública de comunicaciones del lugar de su residencia, en la más cercana en caso de no
haberla, o bien, en forma electrónica a través del uso de la FIEL (artículo 23 de la Ley de Amparo).
6.6. PRESENTACIÓN
• Por escrito.
• Por comparecencia.
• Medios electrónicos.
Por ambas vías, la presentación de las demandas o promociones de término podrá hacerse el día en que
éste concluya, fuera del horario de labores de los tribunales ante la oficialía de partes correspondiente que
habrá de funcionar hasta las 24 horas del día de su vencimiento.
La demanda de amparo indirecto deberá formularse por escrito o por medios electrónicos en los casos que
la ley lo autorice, en la que se expresará (artículo 108 de la Ley de Amparo):
Artículo 108. …
I. El nombre y domicilio del quejoso y del que promueve en su nombre, quien deberá acreditar
su representación;
II. El nombre y domicilio del tercero interesado, y si no los conoce, manifestarlo así bajo
protesta de decir verdad;
V. Bajo protesta de decir verdad, los hechos o abstenciones que constituyan los antecedentes
del acto reclamado o que sirvan de fundamento a los conceptos de violación;
VI. Los preceptos que, conforme al artículo 1o de esta Ley, contengan los derechos humanos y
las garantías cuya violación se reclame;
VII. Si el amparo se promueve con fundamento en la fracción II del artículo 1o de esta Ley,
deberá precisarse la facultad reservada a los estados u otorgada al Distrito Federal que haya sido
invadida por la autoridad federal; si el amparo se promueve con apoyo en la fracción III de dicho
artículo, se señalará el precepto de la Constitución General de la República que contenga la
facultad de la autoridad federal que haya sido vulnerada o restringida; y
En el escrito de demanda de amparo directo se expresará lo siguiente (artículo 175 de la Ley de Amparo):
Artículo 175. …
…
V. La fecha en que se haya notificado el acto reclamado al quejoso o aquélla en que hubiese
tenido conocimiento del mismo;
VI. Los preceptos que, conforme a la fracción I del artículo 1o de esta Ley, contengan los
derechos humanos cuya violación se reclame; y
La demanda de amparo deberá presentarse por conducto de la autoridad responsable, con copia para cada una de las
partes.
Son competentes para conocer del juicio de amparo (artículo 33 de la Ley de Amparo):
Artículo 33. …
I. La Suprema Corte de Justicia de la Nación; podrán conocer por atracción, de manera oficiosa
o a solicitud del Procurador General de la República de un amparo directo que corresponda resolver
a los tribunales colegiados de circuito, cuando por su interés y trascendencia lo ameriten, de
conformidad con el siguiente procedimiento:
a) Planteado el caso por cualquiera de los ministros, o en su caso hecha la solicitud por el
Procurador General de la República, el pleno o la sala acordará si procede solicitar los autos al
tribunal colegiado de circuito, en cuyo caso, previa suspensión del procedimiento, éste los remitirá
dentro del plazo de tres días siguientes a la recepción de la solicitud;
b) Recibidos los autos se turnará el asunto al ministro que corresponda, para que dentro del
plazo de quince días formule dictamen a efecto de resolver si se ejerce o no dicha facultad;
c) Transcurrido el plazo anterior, el dictamen será discutido por el tribunal pleno o por la sala
dentro de los tres días siguientes.
II. Los tribunales colegiados de circuito, quienes conocerán del juicio de amparo directo.
III. Los tribunales unitarios de circuito; quienes sólo conocerán de los juicios de amparo
indirecto promovidos contra actos de otros tribunales de la misma naturaleza.
V. Los órganos jurisdiccionales de los poderes judiciales de los Estados y del Distrito Federal,
en los casos previstos por esta Ley
La competencia de los tribunales se fija de acuerdo con la residencia de la autoridad que haya dictado el acto reclamado
y, en su caso, atendiendo a la especialización por materia.
IV. Contra resoluciones dictadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación;
VII. Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso Federal o de las Cámaras que lo
constituyen, de las Legislaturas de los Estados o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones
Permanentes, en declaración de procedencia y en juicio político, así como en elección, suspensión
o remoción de funcionarios en los casos en que las Constituciones correspondientes les confieran
la facultad de resolver soberana o discrecionalmente;
VIII. Contra normas generales respecto de las cuales la Suprema Corte de Justicia de la Nación
haya emitido una declaratoria general de inconstitucionalidad en términos de lo dispuesto por el
Capítulo VI del Título Cuarto de esta Ley, o en términos de lo dispuesto por la Ley Reglamentaria de
las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
IX. Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o en ejecución de las mismas;
X. Contra normas generales o actos que sean materia de otro juicio de amparo pendiente de
resolución promovido por el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el propio acto
reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean diversas, salvo que se trate de normas
generales impugnadas con motivo de actos de aplicación distintos. En este último caso, solamente
se actualizará esta causal cuando se dicte sentencia firme en alguno de los juicios en la que se
analice la constitucionalidad de las normas generales; si se declara la constitucionalidad de la
norma general, esta causal no se actualiza respecto de los actos de aplicación, si fueron
impugnados por vicios propios;
XI. Contra normas generales o actos que hayan sido materia de una ejecutoria en otro juicio de
amparo, en los términos de la fracción anterior;
XII. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos o legítimos del quejoso, en los términos
establecidos en la fracción I del artículo 5o de la presente Ley, y contra normas generales que
requieran de un acto de aplicación posterior al inicio de su vigencia;
XIII. Contra actos consentidos expresamente o por manifestaciones de voluntad que entrañen
ese consentimiento;
XIV. Contra normas generales o actos consentidos tácitamente, entendiéndose por tales
aquéllos contra los que no se promueva el juicio de amparo dentro de los plazos previstos.
XVIII. Contra las resoluciones de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de
las cuales conceda la ley ordinaria algún recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, por
virtud del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas.
Se exceptúa de lo anterior:
a) Cuando sean actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal
fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro,
extradición, desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al
Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales;
XIX. Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso o medio de defensa
legal propuesto por el quejoso que pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto
reclamado;
XX. Contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda contra ellos
algún juicio, recurso o medio de defensa legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados
o nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los efectos de dichos actos
de oficio o mediante la interposición del juicio, recurso o medio de defensa legal que haga valer el
quejoso, con los mismos alcances que los que prevé esta Ley y sin exigir mayores requisitos que
los que la misma consigna para conceder la suspensión definitiva, ni plazo mayor que el que
establece para el otorgamiento de la suspensión provisional, independientemente de que el acto en
sí mismo considerado sea o no susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta Ley.
XXII. Cuando subsista el acto reclamado pero no pueda surtir efecto legal o material alguno por
haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo; y
Artículo 63. …
II. El quejoso no acredite sin causa razonable a juicio del órgano jurisdiccional de amparo haber
entregado los edictos para su publicación en términos del artículo 27 de esta Ley una vez que se
compruebe que se hizo el requerimiento al órgano que los decretó;
III. El quejoso muera durante el juicio, si el acto reclamado sólo afecta a su persona;
IV. De las constancias de autos apareciere claramente demostrado que no existe el acto
reclamado, o cuando no se probare su existencia en la audiencia constitucional; y
La autoridad responsable decidirá, en el plazo de 24 horas a partir de la solicitud, sobre la suspensión del
acto reclamado y los requisitos para su efectividad (artículo 190 de la Ley de Amparo).
6.10. SENTENCIA
Artículo 73. Las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo sólo se ocuparán de los
individuos particulares o de las personas morales, privadas u oficiales que lo hubieren solicitado,
limitándose a ampararlos y protegerlos, si procediere, en el caso especial sobre el que verse la
demanda.
El Pleno y las Salas de la SCJN, así como los Tribunales Colegiados de Circuito, tratándose de resoluciones sobre la
constitucionalidad o convencionalidad de una norma general y amparos colectivos, deberán hacer públicos los proyectos de
sentencias que serán discutidos en las sesiones correspondientes, mínimo con tres días de anticipación a la publicación de
las listas de los asuntos que se resolverán.
Los efectos de la concesión del amparo serán (artículo 77 de la Ley de Amparo):
Artículo 77. …
i. Cuando el acto reclamado sea de carácter positivo se restituirá al quejoso en el pleno goce del
derecho violado, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación; y
ii. Cuando el acto reclamado sea de carácter negativo o implique una omisión, obligar a la
autoridad responsable a respetar el derecho de que se trate y a cumplir lo que el mismo exija.
CAPÍTULO XIV
Sumario
En el presente capítulo se abordarán los temas relacionados con los efectos fiscales de las principales
operaciones de comercio exterior, especialmente aquellos que tienen que ver con el impuesto sobre la renta
(ISR), el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS), pues
la implementación adecuada de las operaciones de comercio exterior permitirá asegurar que los contribuyentes
realicen sus actividades sin contingencias fiscales.
Antes de abordar los temas de Derecho Fiscal, daré una breve explicación de la naturaleza de las
contribuciones y para ello debo explicar el origen de éstas para luego acudir al concepto de Derecho Financiero
y Fiscal.
El hombre, para poder subsistir, requiere satisfacer sus necesidades, siendo las más elementales el
alimento, el vestido y un albergue para mantenerse seguro. Algunos hombres tendrán más habilidades que
otros para poder sobrevivir, pero en general éstos son los tres elementos mínimos que denominaré
“necesidades mínimas individuales”.
Sin embargo, en la medida en que se organizaron los humanos en grupos, esas incipientes sociedades
demandaron mayor número de satisfactores, pues como en cualquier colectividad, surgieron requerimientos
que no existían en el aislamiento de cada individuo. Así, quedó claro que el grupo requiere de una organización
compleja para lograr satisfacer las necesidades mínimas de la comunidad con independencia de las
individuales.
En las primeras sociedades, aun en las más rudimentarias, fue necesario que los grupos se organizaran para satisfacer
los tres elementos mínimos de la comunidad, que curiosamente son los mismos que hasta hoy cualquier Estado debe
proveer, los cuales son: elementos para garantizar el orden interno del grupo que originalmente pudo ser la propia colectividad
que desarrolló los medios para proteger unos sobre otros y que en la actualidad ha evolucionado hasta formar cuerpos
policiacos; elementos que garanticen seguridad ante los ataques externos, que es la misma comunidad de hombres
organizados para protegerse de otros grupos que pretendieran afectarlos y que hoy en día se llaman ejército; y elementos
que garanticen resolver las controversias entre sus habitantes, que en un principio pudo ser un consejo de ancianos y hoy en
día ha evolucionado hasta tener la figura de los tribunales.2
Según la filosofía política que el Estado decida adoptar, podrá incrementarlos y otorgar más beneficios para
el grupo. Por tanto, no existe un límite a las necesidades sociales que el Estado puede elegir satisfacer, ya que
depende de la filosofía política que adopte. Al respecto, Dino Jarach señala: El concepto de necesidades
públicas proviene de los fines que el Estado persigue de acuerdo con las decisiones de quienes representan
las fuerzas políticas dominantes.3
En términos muy generales, observamos dos tipos de filosofías políticas: (i) las que podríamos llamar
“orgánicas”, en las cuales la sociedad es considerada como un organismo y los individuos son importantes con
respecto a la función que desempeñan dentro de la colectividad y en la medida en que contribuyan a la
consecución de las metas del organismo social; y (ii) las “mecánicas”, en las cuales el Estado es un mero
instrumento o maquinaria cuyo fin es precisamente la consecución de los medios para que los individuos
logren sus metas. Por tanto, en las teorías mecánicas no es la colectividad sino el individuo el que tiene
relevancia y hacia dónde van dirigidas las acciones del Estado.4 Así, podemos decir que en las sociedades con
fines organicistas se privilegia la sociedad sobre los intereses individuales, en tanto que en las mecánicas se
privilegian los intereses individuales sobre los de la sociedad.
En virtud de estas circunstancias, es natural que aquellas naciones que adopten formas mecánicas tengan
una menor intervención del Estado, pues es el propio individuo quien debe satisfacer sus necesidades y el
Estado no debe infringir los derechos de los individuos para ello, a menos que sea estrictamente indispensable.
En contraste, los Estados que adopten filosofías políticas más orgánicas pretenderán satisfacer el mayor
número de necesidades sociales o colectivas, requiriendo para ello obtener un mayor número de recursos
humanos, económicos y materiales precisamente de sus miembros.
Así, la filosofía política está íntimamente ligada con la actividad del Estado que le permita obtener recursos
para satisfacer las necesidades colectivas. Para ello, deben procurarse los recursos económicos. Si bien
existen varias formas para obtener tales recursos, la más natural y ordinaria que se tiene son las
contribuciones.5 Cada Estado debe tener fuentes económicas, gestionar su cobro y erogarlas según la forma
que más convenga. En otras palabras, los Estados deben: (i) identificar las fuentes económicas que
explotarán; (ii) decidir la forma en que obtienen los recursos económicos para satisfacer las necesidades que,
según su propia filosofía política, han determinado indispensables, y (iii) elegir la forma de administrar los
recursos económicos obtenidos de sus habitantes.
El Estado cuenta con diversas alternativas para financiar sus actividades, las cuales van desde el
endeudamiento hasta la aportación económica consensuada y coactiva que hace la sociedad y que
conocemos como contribuciones. Así, las contribuciones son una de las tantas formas con las que cuenta el
Estado para obtener recursos y fondear sus obligaciones.
Estas aportaciones que hacen los miembros de la sociedad son consensuadas, pues en estricto sentido
sus representantes acuerdan las razones por las que se efectuará su pago, la forma de calcularlo y su cuantía.
Decimos que son coactivas, pues los propios miembros de la sociedad han acordado que tienen una
naturaleza obligatoria y en caso de incumplimiento, el Estado puede obligar a sus miembros a realizarlas.
Según lo dispuesto por el artículo 2 del Código Fiscal de la Federación (CFF), las contribuciones se
clasifican en cuatro tipos: (i) impuestos, que son las contribuciones establecidas en ley y deben pagar las
personas que se encuentren en la situación jurídica prevista por la norma y que sean distintas a los otros tipos
de contribuciones;6(ii) aportaciones de seguridad social, que son las contribuciones establecidas en ley a cargo
de personas que son sustituidas por el Estado en el cumplimiento de las obligaciones fijadas por la ley en
seguridad social o de personas que se beneficien en forma especial por servicios de seguridad social que
otorga el Estado; (iii) contribuciones de mejoras, que son aquellas contribuciones establecidas en ley a cargo
de personas físicas y morales que se beneficien de manera directa por una obra pública, y (iv) derechos, que
son las contribuciones establecidas en ley por el uso o aprovechamiento de los bienes del dominio público de la
Nación, así como por recibir servicios del Estado en sus funciones de derecho público, salvo que se presten
por organismos descentralizados u órganos desconcentrados cuando no se prevean en la Ley Federal de
Derechos (LFD), así como las contribuciones a cargo de los organismos públicos descentralizados por prestar
servicios exclusivos del Estado.
Tomando en cuenta todo esto podemos definir el Derecho Fiscal como el conjunto de normas jurídicas y
principios de Derecho Público que regulan la actividad del Estado como fisco7 (determinación, liquidación,
recaudación y administración de las contribuciones), y obligación tributaria puede definirse como el vínculo
jurídico por el que el Estado tiene derecho de exigir al deudor el cumplimiento de una prestación pecuniaria y
excepcionalmente en especie.
Los elementos de la relación tributaria son el sujeto, objeto, la base, la tasa o tarifa y la época de pago. A
continuación, analizaremos cada uno de ellos.
2. ELEMENTOS DE LOS IMPUESTOS
2.1 SUJETO8
Es quien tienen derecho de recibir el pago de las contribuciones y son, según la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos (CPEUM): la Federación, los estados y los municipios (artículo 31, fracción IV).
Ahora bien, el sujeto activo tiene una obligación principal y obligaciones secundarias.
a) Principal. En la relación tributaria, la principal obligación que tiene el Estado es el cobro de la prestación
tributaria a los deudores de la obligación. No es un derecho porque no es potestativo el cobro, sino que el
Estado tiene un mandato expreso para cobrar, lo que lo convierte en obligatorio. Si el Estado dejara de cobrar
una contribución, estaría concediendo una exención, lo cual, en principio, está prohibido por la CPEUM. De
manera que el Estado tiene como obligación primaria el cobro de las contribuciones.
b) Secundarias. Por lo que se refiere a las obligaciones secundarias, se pueden dividir en obligaciones de
hacer y obligaciones de no hacer.
• Hacer. Entre las obligaciones de hacer encontramos: fijar las bases para la liquidación del crédito fiscal, formular la
liquidación en los casos en que sea necesario y ejercer las facultades de comprobación (visitas, revisión de dictamen,
etc.) cuando sea necesario.
• No hacer. Entre las obligaciones de no hacer se encuentran: abstenerse de ciertas acciones como gestionar el cobro si
el sujeto pasivo no se encuentra en el supuesto de ley para el pago de la contribución y realizar ciertos trámites cuando
no se comprueba el cumplimiento de obligaciones fiscales, por ejemplo, la cancelación de un crédito fiscal.
Es la persona que legalmente tiene la obligación de pagar la contribución. Pueden ser personas físicas,
personas morales –artículo 25 del Código Civil Federal (CCF)– y la Federación cuando se señale
expresamente, e incluso los Estados extranjeros cuando ellos graven al Estado mexicano (artículo 1 del CFF).
Es importante hacer una distinción entre sujeto pasivo del impuesto y el pagador del impuesto. El primero es
quien legalmente se identifica como deudor en la obligación tributaria, en tanto que el segundo es quien de
factopaga la contribución. Si bien por lo general ambos coinciden en la misma persona, por diversos
fenómenos puede ocurrir que en ocasiones no sea el caso.
Derivado de lo anterior, llegamos a las siguientes conclusiones:
• La relación tributaria se genera entre el sujeto activo (Estado) y el pasivo (persona que tiene la obligación de pagar la
contribución).
• No hay relación tributaria entre sujeto activo y el pagador del impuesto, pues este último no es sujeto de la obligación
tributaria.
• Pueden existir relaciones de carácter privado entre el sujeto del impuesto y el pagador.
• La ley tributaria puede regular las relaciones entre el sujeto del impuesto y el pagador.
2.1.3. OBLIGACIONES
Puede haber ocasiones en que el sujeto pasivo sólo tenga obligaciones secundarias, como lo confirma el
artículo 1 del CFF. En otras ocasiones, los terceros pueden tener obligaciones fiscales; sin embargo, éstas no
pueden ser el sujeto principal de la relación, sino sólo secundarias, por ejemplo los patrones están obligados a
presentar declaraciones informativas respecto del pago de sueldos y salarios de sus trabajadores.
2.2. OBJETO
El objeto del impuesto es la situación que la ley señala como hecho generador del crédito fiscal, es decir, la
circunstancia debido a la cual da lugar al pago del impuesto; por ejemplo, la generación de un ingreso, tenencia
de activos, enajenación, importación, prestación de servicios, otorgar el uso y goce temporal, etcétera.
2.3. BASE
Es la cuantía sobre la que se determina el impuesto a cargo de un sujeto; por ejemplo, monto de la renta
percibida, el valor del bien importado, el valor de la contraprestación pagada, etcétera.
Son las unidades o cuotas correspondientes para un determinado objeto tributario. Las tarifas tributarias
pueden ser de los siguientes tipos:
A continuación, daré una breve explicación de los principales impuestos federales que impactan en la
materia de comercio exterior.
Los residentes en México están obligados a pagar el ISR respecto de todos sus ingresos,
independientemente de su fuente, es decir, sin importar el lugar donde se originen.
Las personas morales están sujetas al impuesto sobre sus ganancias (resultado fiscal) a una tasa del 30%,
la cual se calcula restando del total de sus ingresos las deducciones autorizadas y el reparto de utilidades a los
trabajadores, y a ese resultado llamado “utilidad fiscal” se le disminuyen las pérdidas en que haya incurrido el
contribuyente en ejercicios anteriores por los últimos 10 años (se entiende como año fiscal el periodo
comprendido del 1 de enero al 31 de diciembre).
Los ingresos gravados incluyen los obtenidos en efectivo, en especie, en servicios, en crédito o de cualquier
otra forma durante el año fiscal correspondiente. Sin embargo, por excepción, algunos ingresos no se
consideran tales, como son las aportaciones de capital, los dividendos recibidos de otros contribuyentes
mexicanos o la revaluación de activos, entre otros.
Entre otras deducciones que pueden llevar a cabo los contribuyentes se encuentran: el costo de lo vendido;
las inversiones; las devoluciones, descuentos y bonificaciones; los gastos; los créditos incobrables; las
pérdidas por caso fortuito y fuerza mayor, entre otras.
Todas las deducciones requieren cumplir con ciertos requisitos, algunos de ellos genéricos, es decir,
aplicables a todas las deducciones; y en algunos casos existen requisitos específicos que solamente deben
cumplir las deducciones de algún tipo en particular.
Algunos de los requisitos genéricos de las deducciones son: (i) que las erogaciones sean estrictamente
indispensables para los fines de la actividad del contribuyente; (ii) estar amparadas con un comprobante fiscal
que ampare el pago y cuando el pago exceda de $2,000 que su pago se realice por transferencia electrónica
cheque nominativo, tarjeta de crédito, débito o de servicio; (iii) que se encuentren debidamente registrados en
la contabilidad, entre otras.
Igualmente, existen requisitos específicos para algunas deducciones. En el caso particular de las
adquisiciones, se requiere, además de cumplir con los requisitos genéricos de las deducciones, que el costo
declarado corresponda al de mercado sin que el excedente sea deducible. En el caso de adquisición de
mercancías de importación, se exige que se compruebe que se cumplieron los requisitos legales para su
importación.
Por lo que se refiere a las inversiones9 (que incluye los activos tangibles e intangibles), la Ley del Impuesto
sobre la Renta (LISR) considera bajo su ámbito de aplicación de los activos fijos, los gastos diferidos y los
cargos diferidos. En este sentido, sólo se permite deducir un porcentaje de la cantidad original de la inversión
de cada año.
En el caso de las importaciones, tiene efectos sobre el ISR para obtener una deducción de las compras de
importación, ya sea como costo de lo vendido o como inversión.
El IESPYS se causa por la enajenación de ciertos bienes o la prestación de ciertos servicios. La tasa del
impuesto varía según los bienes o servicios; sin embargo, éstos se pueden dividir en dos grandes rubros: (i) el
IESPYS, que grava la importación o venta de bienes, incluyendo el alcohol y la cerveza, los cigarros y el tabaco,
la gasolina, el diésel, las bebidas energéticas, las bebidas saborizadas, los combustibles fósiles, los pesticidas
y los alimentos no básicos de alta densidad calórica; y (ii) el IESPYS sobre servicios, como son la agencia,
comisión y distribución de alcohol y cerveza, cigarros y tabaco, bebidas energéticas, pesticidas y alimentos no
básicos de alta densidad calórica, así como juegos y sorteos, y servicios de telecomunicaciones prestados por
redes públicas de telecomunicación.
Se aplicará la tasa del 0% a la exportación de ciertos bienes o servicios cuando sea definitiva.
En algunos casos, al igual que el IVA, se puede acreditar el impuesto trasladado contra el que se le haya
trasladado al contribuyente.
Sujeto. Quien presta ciertos servicios o importe al territorio nacional ciertos bienes.
Objeto. La importación de ciertos bienes, que para efectos de comercio exterior es el aspecto relevante
para el IESPYS.
Base. La base es variable dependiendo del bien; por ejemplo, la medida por combustibles es por litro, en
tanto que en algunos combustibles fósiles es por tonelada.
Tasa. Distinta según el bien que se importa.
La Ley Aduanera establece en su artículo 64 el IGI y el impuesto general de exportación (IGE). Están
obligados al pago de este impuesto las personas que ingresen mercadería al territorio nacional o las extraigan
del mismo, según la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE).
La base gravable de este impuesto se determina conforme al valor en aduanas de las mercancías, que
incluye no sólo el valor de las mercancías, sino muchos otros conceptos, dependiendo de cuales sean
pagados por el importador y además que sean objetivos y cuantificables, conocidos como incrementables.
Una vez determinada la base sobre la cual se calculará el impuesto general a la importación, el monto
aplicable dependerá del tipo de mercancía, es decir, su clasificación en la Tarifa de los Impuestos Generales de
Importación y Exportación (TIGIE).
La TIGIE contempla impuestos en forma de porcentajes calculados sobre la base gravable, llamados ad
valorem o aquellos de cuota fija, e inclusive cabe la posibilidad de un arancel mixto que será el conjunto de
un ad valorem y una cuota fija.
Sujeto. Quien importe bienes al territorio nacional.
Objeto. La importación de ciertos bienes, que para efectos de comercio exterior es el aspecto relevante
para el IESPYS.
Base. Como se señaló previamente, el valor en aduana.
Tasa. Distinta según el bien que se importa.
El Derecho de Trámite Aduanero (DTA) está referido en la LFD y se aplica cuando se realiza un trámite, ya
sea de importación o exportación a través de un pedimento. Supuestamente, lo recaudado por este derecho se
utiliza para la modernización de las aduanas.
No se trata de un impuesto, sino de una contribución que se aplica por realizar operaciones aduaneras
utilizando un pedimento o documento aduanero.
No existen impuestos locales relacionados con el comercio exterior, es decir, directamente con la
importación o exportación de mercancías. Sin embargo, algunos bienes pueden estar sujetos a tributación
particular, como al impuesto sobre la tenencia o uso de vehículos, que establecen las entidades federativas, el
cual deben pagar los importadores al momento en que los vehículos importados queden a su disposición en la
aduana.
Por lo que se refiere al ISR, debe cuidarse la deducción no sólo de la compra de las mercancías de
importación, sino los costos de importación y, en su caso, transporte.
Para que una mercancía de importación sea deducible se debe cumplir con varios requisitos:
a) Que sea estrictamente indispensable para los fines de la actividad del contribuyente, es decir, que su
adquisición le permita cumplir su objetivo, ya sea como activo fijo o como inventario.
b) Estar amparadas con un comprobante fiscal y que los pagos que excedan de $2,000 se efectúen
mediante transferencia electrónica, cheque nominativo, tarjeta de crédito, débito o monederos electrónicos.
c) Por lo que se refiere a los comprobantes fiscales, en México existe una serie de requisitos formales que
deben cumplir los comprobantes fiscales; sin embargo, según los artículos 29 y 29-A de la Ley del Impuesto
sobre la Renta (LISR) y la regla 2.7.1.16 de la Resolución Miscelánea Fiscal (RM), los contribuyentes podrán
deducir o acreditar fiscalmente usando los comprobantes emitidos por residentes en el extranjero siempre que
contengan lo siguiente:
(i) En la medida en que corran a cargo del importador y no estén incluidos en el precio pagado por las
mercancías, como son: las comisiones y los gastos de corretaje, salvo las comisiones de compra; el costo de
los envases o embalajes que, para efectos aduaneros, se considere que forman un todo con las mercancías
de que se trate; los gastos de embalaje, tanto por concepto de mano de obra como de materiales; los gastos
de transporte, seguros y gastos conexos tales como manejo, carga y descarga en que se incurra con motivo
del transporte de las mercancías hasta su importación.
(ii) El valor, debidamente repartido, de los siguientes bienes y servicios, siempre que el importador, de
manera directa o indirecta, los haya suministrado gratuitamente o a precios reducidos para su utilización en la
producción y venta para la exportación de las mercancías importadas y en la medida en que dicho valor no esté
incluido en el precio pagado: los materiales, piezas y elementos, partes y artículos análogos incorporados a las
mercancías importadas; las herramientas, matrices, moldes y elementos análogos utilizados para la
producción de las mercancías importadas; los materiales consumidos en la producción de las mercancías
importadas; los trabajos de ingeniería, creación y perfeccionamiento, trabajos artísticos, diseños, planos y
croquis realizados fuera del territorio nacional que sean necesarios para la producción de las mercancías
importadas.
(iii) Las regalías y derechos de licencia relacionados con las mercancías objeto de valoración que el
importador tenga que pagar directa o indirectamente como condición de venta de dichas mercancías, en la
medida en que dichas regalías y derechos no estén incluidos en el precio pagado.
(iv) El valor de cualquier parte del producto de la enajenación posterior, cesión o utilización ulterior de las
mercancías importadas que se reviertan directa o indirectamente al vendedor.
Este tema es de suma relevancia puesto que en muchas ocasiones incrementa el valor de los bienes con
otros conceptos que no son ni objetivos ni cuantificables, generando una tributación excesiva, pues se tributa
sobre una base ficta.
No serán deducibles los pagos por servicios aduaneros, salvo los honorarios de agentes aduanales y de
gastos que incurran los agentes o los gastos relacionados con operaciones a nombre del importador cuando
en esas operaciones participen los agentes aduanales como mandatarios o consignatarios.13
Una vez habiendo aclarado los requisitos y prohibiciones genéricas en el caso de la importación de bienes,
procederé a analizar las formas en que se puede llevar a cabo la deducción de su adquisición, que
básicamente son dos, los cuales se encuentran referidos en el artículo 26 de la LISR: (i) si se trata de la
adquisición de mercancía para revenderlos, ya sea en el estado o después de su transformación, como costo
de lo vendido; y (ii) si se trata de bienes que se destinan para el uso por el propio contribuyente, como una
inversión.
La deducción del costo de lo vendido se basa en el principio que el costo de las mercancías que se
enajenan se puede deducir hasta el ejercicio en que se acumule el ingreso por la enajenación por la venta de
los bienes sobre la base de costeo absorbente sobre costos históricos o predeterminados. Para tales efectos,
los contribuyentes que se dediquen a la compraventa de mercancías podrán considerar dentro del costo el
importe de las adquisiciones de las mercancías y los gastos incurridos para adquirir las mercancías,
excluyendo la no enajenada en el ejercicio, así como la producción en proceso al cierre de cada ejercicio.
A diferencia del costo de lo vendido, las inversiones se deducen aplicando en cada ejercicio hasta los
porcentajes máximos autorizados por la ley al monto original de la inversión.14 Según el artículo 32 de la LISR,
por inversiones debemos entender cuatro conceptos: activos fijos, gastos y cargos diferidos, y gastos
preoperativos. El activo es el conjunto de bienes tangibles que utilicen los contribuyentes para la realización de
sus actividades y que se demeriten por el uso en el servicio del contribuyente y por el transcurso del tiempo,
cuyo propósito es la utilización de éstos para el desarrollo de las actividades del contribuyente y no para ser
enajenados dentro del curso normal de sus operaciones.
Como lo señalé anteriormente, el IVA se causa por cuatro actividades, entre las que se encuentra la de
importar bienes o servicios a México.
El artículo 24, fracción I, de la Ley del Impuesto al valor Agregado (LIVA), indica que se considera como
importación de bienes a su introducción al país, independientemente de que éstos se destinen a los regímenes
aduaneros, los bienes (i) de importación temporal para programas de maquila o de exportación, (ii) de depósito
fiscal para ensamble y fabricación de vehículos y (iii) de elaboración, transformación o reparación en el recinto
fiscalizado estratégico.
5.4. EFECTOS EN MATERIA DEL IMPUESTO GENERAL DE IMPORTACIÓN
En las importaciones definitivas se causa el IGI y su determinación dependerá del valor en aduana de las
mercancías, el cual está determinado conforme lo anteriormente señalado, por lo que es indispensable
determinar el valor de la transacción.
Igualmente, en las importaciones definitivas se causará el DTA y dependerá de las mercancías que se
importan.
Uno de los requisitos para la deducción de mercancías de importación es que se compruebe que se
cumplieron los requisitos legales. Por tanto, aun cuando se trate de importación temporal, es posible llevar a
cabo su deducción.
Se encuentran exentas de IVA las importaciones temporales, salvo aquellas que se destinen a los
regímenes aduaneros de importación temporal para elaboración, transformación o reparación en programas de
maquila o de exportación; de depósito fiscal para someterse al proceso de ensamble y fabricación de
vehículos, y de elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado estratégico.
Esta circunstancia en la que las importaciones temporales están exentas provoca una disrupción en las
operaciones y entró en vigor el 1 de enero de 2014. Sin embargo, en muy poco tiempo fue visible que esta
forma de operar generaba un problema para las operaciones de maquila –industria manufacturera, maquiladora
y de servicios de exportación (IMMEX)–, pues tendrían que desembolsar grandes cantidades de recursos para
el pago del IVA para después a su exportación solicitar el reembolso de dicho gravamen. Por tanto, este
esquema de operación hacía poco competitiva la operación de maquila.
Derivado de ello fue que a partir del 1 de enero de 2015 se propuso adicionar a la LIVA un artículo 28-A que
permite a las personas que introduzcan bienes a los regímenes fiscales de importación temporal para elaborar,
transformar o reparar en programas de maquila o de exportación de depósito fiscal, aplicar un crédito fiscal en
un monto equivalente al 100% del IVA que deba pagarse por la importación, el cual será acreditable contra el IVA
que deba pagarse por las citadas actividades siempre que se obtenga una certificación por el Servicio de
Administración Tributaria (SAT).
Esta acreditación se puede obtener siempre que se compruebe que se cumple con un adecuado control de
las operaciones y debe renovarse anualmente. Ahora bien, para aquellas empresas que no logren certificarse,
pueden en su lugar garantizar el interés fiscal mediante una fianza. Este nuevo esquema resulta burocrático y
engorroso, pues está destinado a mantener un control sobre las operaciones de maquila.
El régimen fiscal de las exportaciones tiene implicaciones sobre el IVA, el IGI/IGE y el IESPYS.15
Desde el punto de vista del ISR, no existe un régimen de excepción para el caso de operaciones de
exportación. En otras palabras, las ventas, sean en del mercado interno o en el mercado de exportación, no
están sujetas a una tributación en particular. En todo caso, el contribuyente será quien obtenga un ingreso no
por su importación o exportación, sino por la venta de los bienes. Para ello será necesario contar con la
documentación que acredite que se exportaron los bienes.
7.2. EFECTOS EN MATERIA DEL IMPUESTO AL VALOR AGREGADO
Uno de los principales aspectos de política fiscal en el ámbito del IVA consiste en determinar si ese impuesto
debe ser gravado por la jurisdicción de origen o por la de destino. Bajo el principio de destino, el impuesto se
aplica al consumo final que ocurra dentro de la jurisdicción de origen; en cambio, bajo el principio de origen el
impuesto se aplica a los diferentes factores donde el valor fue agregado.
Bajo el principio de destino, no se grava el IVA a las exportaciones; al contrario, el IVA asociado con el IVA
que se haya generado se reembolsa al exportador (llamado indebidamente “exento de impuesto”), en tanto las
importaciones se gravan sobre las mismas bases y tasas que las operaciones domésticas. Por tanto, este tipo
de operación da como resultado que el impuesto total pagado en relación con la operación se determine por
reglas del país de destino.
Los sistemas bajo los principios de destino en el IVA logran la neutralidad en el comercio internacional, pues
no existe ventaja en la compra de un país con baja imposición ni de países con alta imposición. En contraste,
los países que se rigen bajo el sistema de origen deberán gravar el IVA con el valor que hayan agregado dentro
de sus fronteras. En el caso de exportaciones, los Estados regidos bajo el principio de origen deberán gravar
las mismas como si se tratara de operaciones nacionales, mientras que a las jurisdicciones que importan
deberán otorgar un acreditamiento contra el IVA causado por un monto equivalente al que hubiesen pagado
cuando se importó. Este principio de origen va en contra de los principios generales de los impuestos al
consumo en donde el ingreso se debe gravar en la jurisdicción donde se da el último consumo. Bajo el principio
de origen, los ingresos de la tributación son compartidos entre todas las jurisdicciones donde se agrega valor.
Al imponer gravamen a distintas tasas según las diversas jurisdicciones donde se agrega valor, el principio de
origen podría estar influyendo en la estructura geográfica y económica de la producción en la cadena de valor,
rompiendo con el principio de neutralidad que deben tener todos los impuestos.
En el caso de México, se sigue claramente el principio de destino, generándose el impuesto en el lugar
donde el consumo final ocurra.
Como lo señalé anteriormente, el IVA se causa por cuatro actividades cuando éstas se realicen dentro del
territorio nacional: (i) enajenar de bienes, (ii) prestar servicios independientes, (iii) conceder el goce temporal
de bienes y (iv) llevar a cabo importación de bienes o servicios a México. Como se advierte, no es objeto de
este impuesto la exportación de bienes; sin embargo, la exportación de bienes y servicios está regulada en la
LIVA, pues tiene un efecto muy importante dirigido a reducir cualquier impacto de ese impuesto en la
exportación.
A continuación, explicaré cómo se implementa el principio de destino en el IVA en el caso mexicano. Cabe
indicar que el principio de destino en los países que aplican este principio no es uniforme. Cada Estado debe
implementar los mecanismos para identificar el destino de los adquirentes. Generalmente, lo que ocurre es
que, como el IVA se aplica transacción por transacción, generalmente se usan reglas para definir el lugar de la
transacción y que pueden variar según se trate de bienes tangibles, intangibles o servicios.
El artículo 29 de la LIVA establece en sus distintas fracciones los supuestos en que se considera que existe
exportación de bienes o servicios respecto de las actividades gravadas. Cuando ello ocurre, los contribuyentes,
en lugar de aplicar la tasa general del 16% por la operación de que se trate, aplicarán la tasa del 0% a esa
operación. El efecto de aplicar la tasa del 0% sobre el IVA acreditable contra el impuesto que le hayan
trasladado al contribuyente será un saldo a favor, el cual puede ser devuelto o acreditado contra otro IVA a
cargo.
En el caso de enajenación de bienes se consideran exportados cuando se exporten definitivamente en los
términos de la Ley Aduanera. De esta forma se evita que el IVA sea un factor disuasivo para las operaciones de
exportación, pues de lo contrario se tendría que cargar un IVA al adquirente extranjero.
Es importante distinguir entre la aplicación de la tasa del 0%, operación exenta y operación no gravada.
a) La operación exenta es aquella en la cual el sujeto tiene la calidad de contribuyente, pues se coloca en
el supuesto hipotético de causación del impuesto, pero por alguna razón no está obligado a pagar el impuesto.
El efecto de la exención es que el contribuyente del IVA a quien le trasladan ese impuesto no puede acreditar en
contra de éste las cantidades que se hubiesen generado por las operaciones exentas, por lo que no generará
un saldo a favor.
b) La operación no gravada se trata de casos en los que el sujeto ni siquiera se coloca en los supuestos
de causación, por lo que no existe impuesto. En este caso, para el cálculo del impuesto tampoco se
consideran las operaciones no gravadas porque no existen.
c) La operación a la tasa del 0%. Sí existe causación del impuesto, sólo que se aplica una tasa disminuida
en lugar de la general, lo cual ocasiona que el contribuyente pueda acreditar el IVA que le hayan trasladado
contra el que trasladó al 0%, esto le generará un saldo a favor que, como mencioné anteriormente, puede ser
acreditado o solicitarse su devolución.
8.1. ANTECEDENTES
La maquiladora es una empresa industrial que surge como un programa del Gobierno Federal mexicano en
1964 para hacer frente al desempleo que se podía generar por los afectados con la terminación del Programa
Bracero.
Los primeros incentivos consistían en permitir la importación temporal de maquinaria e insumos a la zona
fronteriza para la manufactura y posterior exportación, exclusivamente. Con el paso del tiempo, se
establecieron las maquiladoras fuera de la zona fronteriza y también se pudo vender un porcentaje de su
producción en territorio nacional, que poco a poco se fue incrementado.
Cabe indicar que no sólo en México sino en todo el mundo la manufactura de bienes ha sido un elemento de
generación de empleo y bienestar. Es por ello que el sector maquilador se ha convertido en un factor importante
para el desarrollo de nuestro país. En la actualidad, esta industria genera más de dos millones de empleos
directos y seis millones de indirectos; las regiones con mayor número de maquiladoras son Baja California
(964) y Chihuahua (750).
Adicionalmente, el modelo original se ha modificado y transformado dando lugar a otros programas también
tendientes a promover las exportaciones, con sutiles diferencias, por ejemplo, se crea el Programa de
Importación Temporal para Producir Artículos de Exportación (PITEX), el Programa de Empresas Altamente
Exportadoras (ALTEX) y el Programa de Comercio Exterior (ECEX).
Con la finalidad de hacer más competitiva la operación en México en comparación con otros países y así
fortalecer las operaciones de exportación, el 1 de noviembre de 2006 se publicó en el DOF el “Decreto para el
fomento de la industria manufacturera, maquiladora y de servicios” (IMMEX), con el cual se integran en uno solo
los programas para el Fomento y Operación de la Industria Maquiladora de Exportación y el PITEX.
Por medio del Programa IMMEX se permite importar temporalmente los bienes necesarios para ser
utilizados en un proceso industrial o de servicio destinado a la elaboración, transformación o reparación de
mercancías de procedencia extranjera importadas temporalmente para su exportación o a la prestación de
servicios de exportación, exentándolas del pago del IGI, del IVA y, en su caso, de las cuotas compensatorias.
El decreto permite a las empresas mexicanas tener las mismas condiciones que ofrecen los competidores
internacionales que usan jurisdicciones de baja imposición fiscal, ante la competencia que se vive actualmente
en los mercados globales, por ello resulta fundamental que se les permita posicionar con éxito sus mercancías
y servicios en la arena del comercio internacional.
A partir de 2014 se modificó sustancialmente el régimen del IMMEX, pues con el paso del tiempo los
diversos programas de incentivo a la exportación generaron distorsiones económicas y afectaciones hacia los
productores del mercado nacional.
Una revisión del régimen de maquila mostró que los requisitos para obtener el registro
correspondiente habían sido flexibilizados con el transcurso del tiempo y el esquema fiscal no se
había ajustado a esos cambios, lo que propició diversas planeaciones. Como resultado del
relajamiento del régimen, se beneficiaron del tratamiento preferencial empresas que no cubrían con
el perfil para el que fue diseñado el programa, como aquellas que no eran netamente exportadoras,
o se ubicaban fuera de la zona fronteriza o incluso aquellas que únicamente prestaban servicios.
También se consideró que los factores que justificaron la creación del régimen habían desaparecido,
así como que la amplia red de tratados para evitar la doble imposición garantizaba, el
acreditamiento de los impuestos pagados en México en el país de origen del residente en el
extranjero, tratamiento que antes no era posible aplicar. 16
Para eliminar las distorsiones que se habían generado (por ejemplo, el hecho de que se flexibilizó el objetivo del programa
a tal grado que en un momento podía no exportarse la manufactura), se requirió que el 100% de la producción se tuviese que
exportar. Asimismo, se establecieron los casos específicos en los cuales se considera que no existe un establecimiento
permanente en caso de maquila.
Así, el Programa IMMEX se ha adaptado y modernizado para hacer frente a las nuevas circunstancias de
competencia de un mundo globalizado. En esencia, esta figura permite importar temporalmente los bienes
necesarios para ser utilizados en un proceso industrial o de servicio destinado a la elaboración, transformación
o reparación de mercancías de procedencia extranjera importadas temporalmente para su exportación o a la
prestación de servicios de exportación, sin cubrir el pago del IGI, del IVA y, en su caso, de las cuotas
compensatorias.
La Secretaria de Economía (SE) establece las distintas categorías que tiene el Programa IMMEX, que se
enuncian a continuación:
• Controladora de empresas. Cuando en un mismo programa se integren las operaciones de manufactura de una empresa
certificada denominada “controladora” y una o más sociedades controladas.
• Industrial. Cuando se realice un proceso industrial de elaboración o transformación de mercancías destinadas a la
exportación.
• Servicios. Cuando se realicen servicios a mercancías de exportación o se presten servicios de exportación, únicamente
para el desarrollo de las actividades que la SE determine, previa opinión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP).
• Albergue. Cuando una o varias empresas extranjeras le faciliten la tecnología y el material productivo, sin que estas
últimas operen directamente el programa.
• Tercerización. Cuando una empresa certificada que no cuente con instalaciones para realizar procesos productivos
realice las operaciones de manufactura a través de terceros que registre en su programa.
La vigencia de los Programas IMMEX estará sujeta a que el titular de éstos continúe cumpliendo con los
requisitos previstos para su otorgamiento y con las obligaciones establecidas en el decreto.
Respecto de los plazos de permanencia, los bienes importados temporalmente al amparo del Programa
IMMEX podrán permanecer en territorio nacional por los plazos establecidos en el artículo 108 de la Ley
Aduanera.
Para las mercancías comprendidas en los Anexos II y III del decreto, cuando se importen como materia
prima, el plazo de permanencia será hasta por 12 meses. Tratándose de las mercancías que se encuentran
comprendidas en el Anexo III, cuando se importen como materia prima, únicamente cuando se destinen a
actividades bajo la modalidad de servicios, el plazo de permanencia será de hasta seis meses. No podrán ser
importadas al amparo del programa las mercancías señaladas en el Anexo I del decreto.
Es de vital importancia saber que, para poder gozar de los beneficios del programa, se deberá dar
cumplimiento a los términos establecidos en el decreto en la materia. La autorización del programa se otorgará
bajo el compromiso de realizar anualmente ventas al exterior por un valor superior a 500 mil dólares de los
Estados Unidos de América (EUA), o su equivalente en moneda nacional, o bien, facturar exportaciones,
cuando menos por el 10% de su facturación total.
Para cumplir con lo antes mencionado, el beneficiario del programa deberá presentar un reporte anual de
forma electrónica, respecto del total de las ventas y de las exportaciones, correspondientes al ejercicio fiscal
inmediato anterior, a más tardar el último día hábil de mayo, conforme al formato que mediante las Reglas y
Criterios de Carácter General en Materia de Comercio Exterior (RGCE) dé a conocer la SE.
Es importante indicar que el Programa IMMEX ha evolucionado desde su origen hasta el día de hoy, teniendo
los cambios más importantes en 2014. Para entender mejor este régimen, señalaré los beneficios que se
otorgaban hasta 2013 y sus cambios a partir de 2014.
Principales beneficios de las IMMEX hasta 2013:
• Exención del IVA e impuestos de importación cuando se llevaban a cabo importaciones bajo el régimen de importación
temporal.
• Eliminación de la caracterización como establecimiento permanente por operaciones con partes relacionadas
extranjeras.
• Safe harbor del ISR y también del impuesto empresarial a tasa única (IETU), evitando que se genere un establecimiento
permanente.
No debemos olvidar que el objetivo del Programa IMMEX consiste en impulsar el sector exportador sin que
se generen distorsiones con manufactureros nacionales. Es por ello que el programa ha sufrido una serie de
cambios para lograr ambos propósitos.
Las empresas IMMEX son parte de las cadenas manufactureras de empresas multinacionales y su objetivo
es mantener los costos bajos, pero que no compitan con el mercado nacional. Así, las empresas con
Programa iMMEX suelen ser subsidiarias de empresas extranjeras que reciben una contraprestación muy baja
por los servicios de manufactura que brindan, incluso por debajo de lo que podría considerarse el mercado
nacional, pues su contraprestación estaría basada en los costos más una pequeña ganancia marginal. Sin
embargo, el artículo 2 de la LISR señala en su quinto párrafo los casos en los que un agente independiente –es
decir, un tercero que jurídica y económicamente no tenga subordinación con respecto al extranjero, como
podría ser una subsidiaria mexicana con Programa IMMEX– puede constituir un establecimiento permanente
para el residente en el extranjero y ello ocurre cuando este agente independiente no actúa en el marco ordinario
de su actividad.
El propio artículo 2 de la LISR en sus diversas fracciones señala los casos en los que se considera que un
agente independiente no actúa en el marco ordinario de sus actividades. En la fracción VI indica que ello ocurre
cuando efectúe operaciones con el residente en el extranjero utilizando precios o montos de
contraprestaciones distintos de los que se hubieran usado entre partes no relacionadas en operaciones
comparables.
Si consideramos que la naturaleza propia de las empresas con Programa IMMEX es actuar como centros
de costos de las empresas extranjeras a las que les manufacturan, se puede advertir que sus operaciones con
sus matrices extranjeras serán por debajo del valor de mercado. Para que esto no ocurra se establecieron
excepciones en la propia LISR, como lo es el llamado safe harbor.
En efecto, el artículo 182 de la LISR refiere que se considera que las empresas que llevan a cabo
operaciones de maquila cumplen con las condiciones para que sus operaciones se consideren a valor de
mercado y que, por tanto, los residentes en el extranjero para quienes actúan no tienen establecimiento
permanente en el país cuando las empresas maquiladoras determinen su utilidad fiscal con la llamada regla
del safe harbour y que consiste en que la utilidad fiscal del ejercicio de la maquiladora representó al menos la
cantidad mayor que resulte de comparar el 6.5% de los costos y gastos relacionados con la operación de
maquila y el 6.9% sobre el valor de los activos utilizados en la misma operación.
Independientemente de lo anterior, es posible que las reglas aplicables al safe harbor puedan estar por arriba
de lo que pudiera en esas circunstancias pagar la industria. Por ello, adicionalmente es posible solicitar y
obtener un Advance Price Agreement (APA) que sustente la utilidad fiscal, en cumplimiento con las reglas de
precios de transferencia.
Es importante mencionar que la opción de un APA siempre es de mayor beneficio para una empresa
maquiladora porque se trata de una resolución particular emitida por la Auditoría y Fiscalización de Precios de
Transferencia (ACAFPT), tomando en cuenta las situaciones financieras y económicas del sector e industria,
así como aquellas que tengan un impacto en el resultado de la empresa maquiladora; el resultado será con
base en dichos aspectos. Por otro lado, el safe harbor consiste en una facilidad administrativa que no toma en
cuenta ninguna circunstancia particular de la empresa maquiladora.
Además, el artículo 2 de la LISR contiene en sus diversas fracciones otros supuestos en los que las
empresas con Programa IMMEX pudieran generar un establecimiento permanente para el residente en el
extranjero al que le manufacturan. Para evitar esta situación, el artículo 181 de la misma ley establece un
régimen de excepción para la constitución de un establecimiento permanente respecto de las empresas
extranjeras por las relaciones de carácter jurídico o económico que mantengan con empresas que lleven a
cabo operaciones de maquila. Así pues, permite, por ejemplo, tener bienes o mercancías y efectuar entregas
por cuenta del residente en el extranjero, lo que permite entonces la transferencia de mercancías entre
maquiladoras, no así su venta. Es importante hacer esta aclaración, ya que algunos han pretendido ver en esta
excepción la posibilidad de que los residentes en el extranjero vendan parte de su producción en México sin
generar un establecimiento permanente. Esto no es así puesto que, como lo señala este numeral, el alcance
de la excepción es para las relaciones de carácter jurídico o económico con la maquiladora, exclusivamente.
Después de 2015 el régimen fiscal de las maquiladoras cambió sustancialmente a partir de las
recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este organismo
recomendó eliminar este régimen. Derivado de ello se propusieron una serie de medidas que fueron
flexibilizándose pues, por ejemplo, en un principio el sistema de IVA sería sustituido por un mecanismo de
devolución cuando las mercancías fuesen exportadas. Claramente esta circunstancia vulneraba este régimen
por lo que fue necesario modificarlo por un mecanismo que otorgara mayor control y transparencia a los
contribuyentes.
El artículo 28-A de la LIVA permite a las empresas con Programa IMMEX aplicar un crédito fiscal equivalente
al 100% del IVA que deba pagarse por la importación, el cual será acreditable contra el IVA que deba pagarse
por las actividades de maquila siempre que obtengan un certificado del SAT con el que se compruebe el
cumplimiento de los requisitos de control de las operaciones de maquila. Este certificado tendrá una vigencia
anual y podrá ser renovable 30 días antes del término de su plazo de vigencia.
Otra alternativa que ofrece la ley a las empresas con Programa IMMEX es que no se certifiquen para no
pagar el IVA en la importación es garantizar el interés fiscal mediante fianzas.
Rafael de Pina indica que el régimen de depósito fiscal consiste en el almacenamiento de mercancías de
procedencia extranjera o nacional en lugares generales de depósito autorizados para ello y bajo el control de las
autoridades aduaneras, el cual se efectúa una vez determinados los impuestos a la importación o a la
exportación.17
De la lectura del párrafo anterior, podemos notar que será la autoridad aduanera quien regule el régimen de
depósito fiscal. El artículo 119 de la Ley Aduanera establece que el mencionado régimen consiste en el
almacenamiento de mercancías de procedencia extranjera o nacional en sitios generales de depósito que
puedan prestar este servicio en los términos de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del
Crédito (LGOAAC) y además sean autorizados para ello por las autoridades aduaneras. Asimismo, el régimen
de depósito fiscal se efectúa una vez determinados los impuestos al comercio exterior, así como las cuotas
compensatorias.
El mismo artículo estipula que los almacenes generales de depósito que cuenten con la autorización para
ser depositarios fiscales deberán cumplir, en cada local en que mantengan las mercancías en depósito fiscal,
con los siguientes requisitos:
• Contar, dentro del almacén, con instalaciones que reúnan las especificaciones que señale la SHCP para mantener
aisladas las mercancías destinadas al régimen de depósito fiscal de las mercancías nacionales o extranjeras que se
encuentren en dicho almacén.
• Contar con equipo de cómputo y de transmisión de datos que permita su enlace con el de la Secretaría, así como llevar
un registro permanente y simultáneo de las operaciones de mercancías en depósito fiscal, en el momento en que se
tengan por recibidas o sean retiradas; dicho equipo deberá vincularse electrónicamente con la dependencia
mencionada.
Para destinar las mercancías al régimen de depósito fiscal será necesario cumplir en la aduana de
despacho con las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables a este régimen, así como acompañar
el pedimento con la carta de cupo. Esa carta será expedida por el almacén general de depósito o por el titular
del local destinado a exposiciones internacionales y en ella se consignarán los datos del agente o apoderado
aduanal que promoverá el despacho.
Se entenderá que las mercancías se encuentran bajo la custodia, conservación y responsabilidad del
almacén general de depósito en el que quedarán bajo el régimen de depósito fiscal, desde el momento en que
éste expida la carta de cupo mediante la cual acepta resguardar la mercancía, debiendo enviar la carta de cupo
mediante su sistema electrónico al del SAT. Las mercancías que estén en depósito fiscal, siempre que no se
altere o modifique su naturaleza o las bases gravables para fines aduaneros, podrán ser motivo de actos de
conservación, exhibición, colocación de signos de identificación comercial, empaquetado, examen,
demostración y toma de muestras. En este último caso, se pagarán las contribuciones y cuotas
compensatorias que correspondan a las muestras.
El almacén general de depósito o el titular del local destinado a exposiciones internacionales que haya
expedido la carta de cupo informará dentro del plazo de 20 días siguientes al de la expedición de dicha carta,
los sobrantes o faltantes de las mercancías manifestadas en el pedimento respecto de las efectivamente
recibidas en sus instalaciones procedentes de la aduana del despacho.
En caso de que dichas mercancías no arriben en el plazo señalado, se deberá informar a más tardar al día
siguiente en que venza el mismo. De no rendir tal aviso, se entenderá que recibió de conformidad las
mercancías descritas en el pedimento respectivo.
Las personas físicas o morales residentes en el extranjero podrán promover el régimen de depósito fiscal
por conducto de agente o apoderado aduanal, conforme a los requisitos de llenado del pedimento que se
establezca mediante reglas. En caso de cancelación de la carta de cupo, deberá realizarse por el almacén
general de depósito o por el titular del local destinado a exposiciones internacionales que la hubiera expedido,
quien deberá comunicarlo a la autoridad aduanera dentro de los cinco días siguientes al de su cancelación.
Respecto de las mercancías que se encuentren bajo depósito fiscal, se podrán extraer en su totalidad o
parcialmente para la importación pagando los impuestos y servicios acordados, de igual forma se pueden
retornar al extranjero mediante tránsito interno.
Asimismo, se pueden importar definitivamente las mercancías en depósito si son de procedencia extranjera,
al igual que la mercancía nacional puede exportarse definitivamente. Los particulares también pueden desistir
del régimen y retornar al extranjero las mercancías extranjeras o reincorporar al mercado las mercancías de
origen nacional.
También se autoriza el establecimiento de depósitos fiscales para la exposición y venta de mercancía
extranjera y nacional en puertos aéreos internacionales, fronterizos y marítimos de altura, generalmente
conocidos como duty free.
En el caso de duty free, las mercancías no pagan cuotas de comercio exterior ni pagos correspondientes al
almacenaje, siempre y cuando al realizarse la venta de estos productos a los extranjeros, salgan
inmediatamente del país y la entrega de la mercancía se realice en los puntos de salida del territorio nacional.
Deben ser lugares autorizados como duty free para poder vender la mercancía de este modo.
Ahora bien, no podrán ser objeto del régimen de depósito fiscal las armas, municiones y las mercancías
explosivas, radiactivas y contaminantes ni los diamantes, brillantes, rubíes, zafiros, esmeraldas y perlas
naturales o cultivadas o las manufacturas de joyería hechas con metales preciosos o con las piedras o perlas
mencionadas ni los artículos de jade, coral, marfil y ámbar.
Tratándose de relojes y artículos de joyería hechos con metales preciosos o con diamantes, brillantes,
rubíes, zafiros, esmeraldas y perlas naturales o cultivadas, solamente podrán ser destinados al régimen de
depósito fiscal para la exposición y venta de mercancías (duty free).
De igual modo, las mercancías que se clasifican en las fracciones arancelarias de manteca y grasas;
cerveza; cigarros; madera contrachapada (triplay); pañales; textil; accesorios para la industria del vestido,
maletas, zapatos y otros; calzado; herramientas; electrónicos, y bicicletas y juguetes, podrán ser destinadas al
régimen de depósito fiscal para la exposición y venta (duty free), así como para exposiciones internacionales de
mercancías.
Solamente aquellos almacenes generales de depósito que obtengan autorización previa de la Administración
General de Aduanas (AGA) podrán destinar las mercancías descritas en el párrafo anterior al régimen de
depósito fiscal.
Se entenderá que las mercancías se encuentran bajo la custodia, conservación y responsabilidad del
almacén general de depósito en el que quedarán almacenadas bajo el régimen de depósito fiscal, desde el
momento en que éste expida la carta de cupo mediante la cual acepta resguardar la mercancía.
Finalmente, en caso fortuito, la mercancía destinada a dicho régimen aduanero que no arribe al almacén
general de depósito no podrá considerarse como importada y, por ende, no causa las contribuciones al
comercio exterior ni las regulaciones ni restricciones no arancelarias. Sobre el mencionado, es aplicable la
siguiente tesis:
Amparo directo 488/2004. Milemiglia, S.A. de C.V. 7 de marzo de 2005. Mayoría de votos.
Desidente: Clementina Flores Suárez. Ponente: Adriana Leticia Campuzano Gallegos. Secretaria:
Rebeca Nieto Chacón.
Como podemos observar, es muy importante conocer tanto los beneficios como las obligaciones que otorga el régimen de
depósito fiscal a los contribuyentes, ya que se pueden obtener diferentes tratos para las mercancías, que van desde una
venta como la llevan a cabo las mencionadas tiendas duty free, hasta un retorno, una importación parcial o incluso una
exposición, también para empresas con programas de fomento a la exportación.
Jurisprudencia
Amparo en revisión 674/2012. Electrodos Infra, S.A. de C.V. 6 de febrero de 2013. Cinco votos.
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Jorge Jiménez Jiménez.
Recordemos que para efectos de la LISR se considera cualquier lugar de negocios en el que se desarrollen,
parcial o totalmente, actividades empresariales o se presten servicios personales independientes.
Sin embargo, el artículo 3 de la LISR excluye de considerar como establecimiento permanente, entre otros,
los depósitos fiscales de bienes o de mercancías de un residente en el extranjero en un almacén general de
depósito y la entrega de estos para su importación al país.
Sin embargo, para la entera comprensión del porqué el ingreso de mercancías al régimen de depósito fiscal
no genera obligaciones tributarias en materia del ISR y del IVA, abordaré el siguiente análisis dentro de la LIVA.
Dentro de la LIVA se logra confirmar en su artículo 9 que no se pagará el impuesto por causas de
enajenación de mercancías efectuada entre residentes en el extranjero, siempre que se encuentren en régimen
de depósito fiscal, entre otros supuestos que contempla en su fracción IX.
Asimismo, el artículo 30 de la ley en cuestión especifica que tratándose de bienes que se encuentren dentro
del régimen de depósito fiscal, el exportador de bienes o servicios calculará el impuesto aplicando la tasa del
0% al valor de la enajenación o prestación de servicios. Además, procederá el acreditamiento cuando las
empresas residentes en el país exporten bienes tangibles para enajenarlos o para conceder su uso o goce en
el extranjero.
Aunado a lo anterior, el acreditamiento se realizará cuando las empresas residentes en el país retornen al
extranjero los bienes que hayan destinado a los regímenes aduaneros de importación temporal para
elaboración, transformación o reparación en programas de maquila o de exportación; de depósito fiscal para
someterse al proceso de ensamble y fabricación de vehículos; de elaboración, transformación o reparación en
recinto fiscalizado, y de recinto fiscalizado estratégico, siempre que dicho impuesto no haya sido acreditado en
los términos de la LIVA.
No es común que una zona franca comprenda un territorio tan grande como para albergar a un núcleo
poblacional, como algunas zonas libres en México, de manera que el consumo interno es imposible. Por lo
regular, las zonas francas operan en complejos industriales y de almacén, rodeados de estructuras de
contención que evitan el contrabando.
En consecuencia, es importante recordar que en México no hay zonas francas según las define la práctica
internacional; las zonas libres mexicanas no tienen un administrador ni son tan eficaces como para excluirlas
del territorio; han sido simples perímetros geográficos definidos por el Poder Ejecutivo, donde hay gran cantidad
de franquicias sin un encargado de su administración. El régimen que más se asemeja a una zona franca es el
recinto fiscalizado estratégico, con la diferencia de que éste debe colindar con los recintos fiscales de las
aduanas y estar bajo su control.19
Hasta 2013 había una regulación especial para los regímenes fiscales preferentes. En ese entonces la LISR
otorgaba un estímulo fiscal a los contribuyentes que destinaran mercancías al régimen de recinto fiscalizado
estratégico para ser objeto de elaboración, transformación o reparación. Sin embargo, es una figura que al
competir con las IMMEX es ahora poco utilizada, máxime que a diferencia de las IMMEX no tiene un régimen
especial.
Las importaciones de bienes que se destinen a los regímenes aduaneros de importación temporal para
elaboración, transformación o reparación en recinto fiscalizado, y de recinto fiscalizado estratégico estarán
gravadas como lo hacen las IMMEX.
Las personas que introduzcan bienes a través de dichos regímenes aduaneros podrán aplicar un crédito
fiscal equivalente al IVA que deba pagarse por la importación, eliminando así el efecto de flujo de efectivo. El
crédito fiscal lo podrán aplicar aquellas personas que obtengan la certificación del SAT, acreditando que
cumplen con los requisitos de adecuado control de operaciones bajo estos regímenes, con base en las reglas
que emita el propio SAT.
Alternativamente, las personas que no se certifiquen podrán no pagar el IVA en la introducción de
mercancías a los regímenes mencionados, siempre que se garantice el interés fiscal mediante una fianza de
acuerdo con lo que establezca el SAT mediante Reglas Generales.
El régimen de los recintos fiscalizados estratégicos tiene su antecedente en las zonas francas y es un
modelo de excepción aduanera en el cual se permite introducir mercancías extranjeras en un área delimitada
sin el pago de impuestos, cuotas compensatorias o restricciones no arancelarias (excepto las relacionadas
con la salud pública o la seguridad nacional) para que se distribuyan en el mercado interno o global (en el caso
de servicios de logística y transporte) o se sometan a procesos de transformación.
El 29 de septiembre de 2015, el Ejecutivo Federal envió a la Cámara de Diputados la “Iniciativa de Decreto
por el que se expide la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales”, la cual, después de pasar por las
Cámaras del Congreso de la Unión, fue publicada en el DOF el 1 de junio de 2016.
Dentro de los razonamientos de la propuesta de iniciativa destacan que el crecimiento económico es una
forma de generar empleo y abatir la pobreza, lo cual se traduce a la larga en bienestar para la población, como
ha ocurrido con Corea del Sur, China y Chile, pero también dentro del territorio mexicano.
Implementadas correctamente este tipo de zonas, llamadas en algunos países “zonas de libre comercio”,
se genera un incremento de la competitividad regional, economías de aglomeración que atraen inversión
productiva nacional y extranjera y crean nuevos empleos con un beneficio en las localidades donde se instalan.
La primera zona franca se estableció en 1959 en Shannon, Irlanda, y ese tipo de estructuras ha demostrado
ser muy buena, pues fue replicada en gran número de países de manera exitosa, como es el caso de
Shenzhen en China (1980), Incheon en Corea del Sur (1970), Polonia (1994), India (2000), Manaos en Brasil y
Colón en Panamá, entre otras.
Así, los estados mexicanos en donde las zonas francas tienen mayor crecimiento económico son también
los que tienen mejores tasas de empleo y han mejorado sustancialmente los niveles de bienestar social de sus
habitantes. En contraste, están aquellos estados con estancamiento económico estructural y social, mayor
desempleo y pobreza y que se encuentran primordialmente en la zona sur del país. Se trata de Chiapas,
Guerrero y Oaxaca.
Los estados con mayor rezago económico presentan barreras estructurales que inhiben su desarrollo
económico como son: (i) un ambiente de negocios débil que genera incertidumbre sobre retorno de las
inversiones, (ii) carencia de infraestructura, (iii) menor nivel de capital humano que limita las actividades
económicas más sofisticadas, (iv) escasa innovación, (v) ausencia de sectores altamente productivos; entre
otros.
Derivado de ello se propuso desplegar una política de fomento económico y desarrollo industrial en zonas
económicas rezagadas consistente en el establecimiento de Zonas Económicas Especiales (ZEE), que son
territorios con una ubicación geográfica estratégica, delimitados y sujetos a un régimen especial caracterizado
por la provisión de estímulos fiscales, financieros y administrativos, entre otros muchos, en favor de las
empresas que se establezcan físicamente dentro de ellas para realizar actividades de manufactura,
procesamiento, transformación y almacenamiento y para la prestación de servicios de soporte a dichas
actividades.
Para la implementación de las ZEE es necesario contar con un marco jurídico adecuado que regule su
planeación, establecimiento y operación y que contribuya a su crecimiento y desarrollo económico sostenible,
fomentando la inversión, productividad, competitividad y el empleo.
Para crear las ZEE se deben considerar varios aspectos:
a) Administrador integral. Puede ser del sector público o privado quien construirá, desarrollará, administrará
y mantendrá la infraestructura interna de la ZEE, como son los sistemas de urbanización, electricidad, agua
potable, drenaje, tratamiento de aguas residuales, saneamiento, telecomunicaciones y seguridad.
b) El Ejecutivo Federal tiene facultades para: (i) crear las ZEE; (ii) establecer los beneficios fiscales en
materia de contribuciones, las formas de pago y plazo, manteniéndose en un mínimo de ocho años, durante los
cuales no podrán modificarse en perjuicio de los beneficiarios; (iii) establecer el régimen aduanero creado por
el Ejecutivo para la introducción y extracción de mercancías con las facilidades, requisitos y controles que
indique.
c) Se crean Consejos Consultivos integrados por representantes de instituciones de educación superior e
investigación, organizaciones sociales, cámaras empresariales, administradores integrales e inversionistas
para asesorar en cada ZEE.
d) Hay dos tipos de títulos habilitantes para llevar a cabo la construcción, desarrollo, administración y
mantenimiento de las ZEE que se otorgan por licitación o concurso público:
(i) Permiso para los administradores integrales del sector privado (sociedades mercantiles
mexicanas, que se otorga hasta por 30 años prorrogables por uno o dos periodos más).
e) Los inversionistas, por su parte, deben construir edificaciones e instalar maquinaria y equipo para realizar actividades
económicas.
f) Las ZEE pueden establecerse de dos formas:
(i) Unitaria, es decir, con un solo conjunto industrial delimitado y administrado por un solo
administrador integral.
(ii) Secciones, con varios conjuntos industriales ubicados dentro de un polígono más amplio,
cada uno desarrollado por un administrador integral.
g) Incentivos y facilidades. Los beneficios serán temporales y el monto de desgravación o descuento se otorgará de
manera decreciente en el tiempo.
h) IVA. Tasa del 0% a los bienes que se introduzcan a las ZEE al igual que los servicios que se aprovechen
en las ZEE.
(ii) Si se extraen los bienes de las ZEE para introducirse al resto del país estarán afectos a la
tasa general del IVA. Cuando la introducción de los bienes se haga por enajenación el impuesto se
pagará por la introducción y no por la enajenación. La base del impuesto será distinta según se
trate de una enajenación o una simple introducción a territorio nacional.
(iii) Si la introducción se debe a una enajenación la base será el valor establecido por la venta,
pero si es por introducción será el precio de bien a valor de mercado.
Las actividades al interior de las ZEE no estarán afectas al pago del IVA y las empresas que las realicen no serán
contribuyentes de ese impuesto por tales actividades. Los inversionistas o el administrador integral tendrán derecho a la
devolución del IVA que le hubieren trasladado los contribuyentes fuera de la ZEE cuando los bienes se introduzcan a dichas
zonas.
Las operaciones no se considerarán como exportación para efectos del IVA. Por lo que se refiere a
servicios, los contribuyentes de ese impuesto ubicados fuera de las ZEE pueden aplicar la tasa del 0% si
prestan servicios vinculados con la construcción, administración y mantenimiento de la ZEE o las productivas.
En cuanto al uso y goce temporal, se aplicará la tasa del 0% del IVA si los bienes se introdujeron a la ZEE.
i) ISR. Dependiendo de la ZEE, se lleva a cabo una desgravación que nunca puede ser menor de ocho
ejercicios y con disminuciones progresivas. Esta disminución no afecta la distribución de dividendos o
utilidades. Se concede una deducción adicional del 25% sobre el gasto por capacitación.
j) Régimen aduanero especial de las zonas que regule la introducción y extracción de las mercancías
estableciendo facilidades, requisitos y controles.
Las personas físicas y morales residentes en México y extranjeros con establecimiento permanente en el
país que tributen en los Títulos II y IV, Capítulo II, Sección I “Actividades empresariales y profesionales” de la
LISR, que perciban ingresos en efectivo, bienes, servicios o en crédito generados dentro de las ZEE, podrán
disminuir el ISR durante los primeros 15 ejercicios.
Quienes empleen los porcentajes de disminución podrán acreditar contra el ISR a cargo el impuesto que
hubiesen pagado en el extranjero según el numeral 5 de la LISR, esto es, a partir del ejercicio 11.
Para determinar la utilidad fiscal los contribuyentes radicados en las ZEE, podrán aplicar las deducciones
correspondientes contra los ingresos obtenidos en dicho lugar si están relacionadas con la actividad por la que
se otorgue el permiso o autorización para operar en esa área, y cumplir con los requisitos de la LISR.
Asimismo, se concede una deducción adicional equivalente al 25% del gasto efectivamente erogado por
concepto de capacitación para los trabajadores dentro de la ZEE.
Se aplicará la tasa del 0% al valor de la enajenación de los bienes cuando sean adquiridos por los
administradores integrales o inversionistas ubicados en la ZEE, si se expide el Comprobante Fiscal Digital por
Internet (CFDI) o factura electrónica y se tiene copia de la documentación comprobatoria que acredite la
introducción de los bienes a esa área. Estas operaciones no se considerarán como una exportación para
efectos del IVA.
Los administradores integrales o los inversionistas ubicados en la ZEE que adquieran bienes de personas
físicas o morales residentes en México localizadas fuera de dicha zona y los introduzcan a aquélla, podrán
obtener la devolución del IVA que se les hubiese trasladado, ya sea de forma mensual en 20 días o mediante
acreditamiento contra el impuesto, dependiendo del caso en particular de los sujetos involucrados.
Las personas físicas y morales mexicanas ubicadas fuera de las ZEE aplicarán la tasa del 0% a los
servicios prestados al administrador integral o inversionista, si se trata de los de soporte vinculados con la
construcción, administración y mantenimiento del esas zonas privilegiadas al otorgamiento del uso o goce
temporal de bienes tangibles otorgados al administrador integral o a los inversionistas, si se cuenta con la copia
de la documentación comprobatoria que acredite la introducción de los bienes tangibles a la ZEE.
No se considerará importación la introducción de bienes provenientes del extranjero a las ZEE, ni la
adquisición de intangibles, ni el uso o goce temporal de intangibles y tangibles, cuando sean enajenados o
proporcionados por personas no residentes en el país y adquiridos, usados o aprovechados por los
administradores integrales o los inversionistas para construcción, desarrollo, administración, operación y
mantenimiento de las multicitadas áreas.
Los bienes extraídos de las ZEE, para ingresarlos al resto del territorio nacional, pagan el impuesto a la tasa
general, excepto que se trate de productos que no sean objeto del tributo, o cuando sean afectos a la tasa del
0%. Si la entrada de bienes se deriva de su enajenación, sólo se causará el gravamen por la introducción y no
por la venta.
Los actos o actividades gravados, realizados y aprovechados al interior de las ZEE no pagarán el IVA, y las
personas físicas o morales que los lleven a cabo no son contribuyentes sólo por aquéllos, empero, se deberá
llevar un registro de estas operaciones en su contabilidad.
Los actos o actividades realizados por los administradores o inversionistas junto con otros, ubicados en la
ZEE, no son objeto del impuesto, siempre que se efectúen en dicha zona.
Si un administrador o inversionista cuenta con establecimientos en dos o más ZEE, la extracción de bienes
de ese lugar a otro también con beneficio no causa el tributo si se cuenta con la documentación que acredite el
origen y el destino de los productos.
BIBLIOGRAFÍA