Derecho Internacional Publico

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Ed1ción en español

revi~ada.y anotada. por.


lJaúl E~. Yinuesa

Editor
Prefacio

La presente versión en castellano de la obra Diritto Internazionale


se basa en la traducción de la cuarta edición del año 1992, publica-
da en Nápoles por Editoriale Scientifica.
A la traducción de este libro se incorporan notas y comentarios
sobre la legislación, jurisprudencia y práctica argentinas vinculadas
al tratamiento de algunos de los temas desarrollados. Estas notas
aparecen dentro del texto mismo, identificadas entre corchetes.
Durante la lectura de pruebas de la traducción anotada, el autor
tuvo oportunidad de actualizar aquellos temas que sufrieron modi-
ficaciones sustanciales a partir de la fecha de la última edición en
italiano. Por este motivo, la presente traducción corresponde a una
nueva edición.
En razón de que la presente traducción anotada intenta cubrir las
necesidades básicas de los programas de enseñanza de derecho in-
© Copyright 1995, by Víctor P. de Zavalía S.A. ternacional de las universidades latinoamericanas, se decidió no in-
Alberti 835, 1223 Buenos Aires cluir los capítulos existentes en el texto original relativos a "La
Diseño de tapa: Gustavo Pedroza adaptación al Derecho Comunitario" y a "La adaptación al derecho
Corrección: Gabriela Tenner internacional y las competencias de las regiones".
Composición: Silvana Ferraro Finalmente queremos expresar nuestro reconocimiento al Sr. Da-
Impreso en la Argentma niel Rimoli por su participación en los trabajos de traducción y a
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723 los integrantes de la Cátedra de Derecho Internacional Público de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires por la aten-
ISBN: 950-572-301-6 ta lectura de pruebas. Un especial agradecimiento a la Licenciada
8 BENEDEITO CONFORT!

Alejandra Ayuso por el esfuerzo y paciencia empleados en la valiosa Abreviaturas


revisión y adaptación idiomática de modismos y tecnicismos.
Enero de 1995.

Raúl R. Vinuesa Benedetto Conforti


San Isidro Nápoles

ADI = Annuario di diritto internazionale


AFDI = Annuairefran9ais de droit.intemational
AIDI = Annuaire de l'Institut de droit international
AJIL = American Journalof International Law
ALR = Adelaide LawReview
Annali = Annali.di-diritto internazíonale
AV = Archiv des Volkerrechts
Bruns'Z = Zeitschrift für auslandisches óffentlichés Recht
und Vólkerrecht
BYIL = British Year Book of International Law
Cah. Dr. Eur. = Cahiers de droit européen
Calif. W. ILJ = California Western International Law journal
Can YIL = CanadianYearbook of International Law
CI = La, Gómunita internazionale
CIJ, Recueil = Cour International¡; de Justice, Recueil des arréts,
avis consultatifs .et ordonnances
Clunet = Journal du droitinternational
CMLR = Common MarketLqw Review
ColJTL = ColumbiaJournal of Transnational Law
Corn ILJ = Cornell International LawJournal
CS = Comunicazioni, ~. studi dell'Istituto di diritto .in-
ternazionale e,straniero dell'Universita di Milano
DCSI = Diritto comul)itario edegli scarnbi internazionali
ABREVIATURAS 11
10 BENEDEITO CONFORTI

DeD = Democrazia e diritto RC = Recueil des Cours de l' Académie de Droit Inter-
national de la Haye
DI = Diritto internazionale
DSI = Diritto degli scambi internazionali RDE = Rivista di diritto europeo
EdD = Enciclopedia del diritto
RDI = Rivista di diritto internazionale
RDILC = Revue de droit international et de législation
EG = Enciclopedia giuridica (Treccani)
comparée
EJIL = European Journal of International Law
PI = Il Foro Italiano
RDIPP = Rivista di diritto internazionale privato e preces-
suale
GC = Giustizia civile
Giur. Costo = Giurisprudenza costituzionale
RDISD = Revue de droit international et de sciences diplo-
matiques
Giur. It. = Giurisprudenza italiana
GU = Gazzetta Ufficiale della Repubblica italiana
RDP = Rassegna di diritto pubblico
GUCE = Gazzetta Ufficiale delle Comunitá europee REgDI = Revue égyptienne de droit international
GYIL = German Yearbook of International Law
REspDI = Revista española de derecho internacional
Harv ILJ = Harvard: Internationaf LawJ6urnal
RGDIP = Revue générale de droit international public
Hous. JIL = Houstoit joumal-of'Irrremational Law
RIAA = United Nations Repon of International Arbitral
Awards
ICLQ _ Ititernatiohalatld Comparative Law Quarterly
ILM = Intemational 'Legar Materials'
RITD = Revue international de la théorie du droit
ILR = International-Eaw Repdrts
RMC = Revue du marché commun
IndJIL = ItidiatiJoutfial6f Ihtettlational Law
RTDE = Revue tri mestri elle de droit européen
It. YIL = Italiarr'Yeárbook' ófltltettlational Law
RTDP = Rivista trimestrale di diritto pubblico
NDA Nuov6diritto agrario"
Schw. J = Schweizerisches jahrbuch für internationales
Recht
NDI = Nuovo Digest6 iItaliand
NILR = Netherla.ndsIntettlatioliMLa-{.v Review Syr JIL = Syracuse Journal of International Law and Com-
merce
Nord TIR = Nordisk Tiidsktift far Intsrnational Ret
Nss'DI Novissirri6 Digesto Italiah6
TILJ = Texas International Law Journal
NYIL = NetW!rlánsYeatbook'dfItiternational Law
Virg JIL = Virginia Journal of International Law
ODIL = Oceáti Devel6pmetitatid Ihternational Law
Yale JIL = Yale Journal of International Law
OZoRV Oster1:eíchi~che'Zeitséhtift 'fUr offentliclresRecht
YILC = Yearbook of the International Law Commission
urid Volketrecht
PdD = Politita del'diritto
PoI YIL = PóliSliYeárbó6kMIriterhati6nal Law
Rabels'Z; _ Rábels Zeitschrift:fut'á1.isliihdisches und interna!
tionáles Privátrecht
Raccolta di GiustiiiadelleuC6inunita europee. Rác-
cbi~¿ della' Gilitispríldetiiádella Corte
Revlie bélge 'de'droit inteftiátlonal
Introducción

1. Definición del derecho internacional.


Precisiones terminológicas

En una primera aproximación, el derecho Internacional puede ser


definido como el derecho (u ordenamiento) de la "comunidad de los
Estados". Este complejo de normas se forma en el ~ivel supraesta-
tal, y surge de la cooperación con otros Estados. Por su parte, el
mismo Estado con sus propias normas, incluso las dera~go consti-
tucional, se compromete a respetarlo (cfr., por ejemplo, el artículo
10, primer punto de la Constitución italiana [y los artículos 31, 116
y 118.de la Constitución <,lrgentinade 1853]). Se dice además que el
derecho internacional regula "las relaciones entre Estados".. Es ésta,
sin embargo, una expresión equívoca que puede usarse con la con-
dición de precisar que la misma describe sólo un dato formal, más
precisamente el hecho ..de que las no~mas, internacionales se dirigen
en línea general a los Estados y crean por tanto derechos y obÍiga-
cionespara eStOS últimos -. Sería en cambio totalmente erróneo, so-
bre todo hoy, I;lsar la misma ~xpresióI). si se;qllisiese indicar co~ ell~
lasmaterias de las cuales se ocupa el derecho internacio~al. En efec~
to, la característica más .relevante del derecho internacional actual
está dada jl;lstamente por la circunstancia de que éste no regula sólo
las materias. atinentes a relaciones interestatales, si~o que, ind~s() al
dirigirse funqamentalmenre a los Est¡ldos, el derecho internacional
tiende a disciplinar materias atinentes a las relaciones interindivi-
quales, es decir, a relaciones internas de las comunidades estatales.
Tales relaciones internas eran, en una época, de incumbencia casi
14 BENEDETTO CONFORTI INTRODUCCIÓN 15

exclusiva de! ordenamiento estatal, mientras que e! derecho interna- Por ejemplo, el artículo 17 dice: "El estado y la capacidad de las perso-
cional se ocupaba fundamentalmente de temas externos (inmunidad nas, así como las relaciones de familia, están regulados por la ley de! Estado
diplomática, alianzas, conducta de la guerra, etc.): e! derecho inter- al cual éstas pertenecen". Esto significa que si la persona es de ciudadanía
nacional era, en definitiva, un derecho, por así decirlo, para diplo- italiana, e! juez italiano aplicará a la capacidad de las personas o a las rela-
máticos. Hoy en día, las cosas son diferentes. Como todos pueden ciones de familia el Código Civil italiano y las otras normas privadas italia-
nas; en cambio, si la persona es extranjera, e! juez aplicará la ley nacional de
constatar, la vida moderna está dominada por e! internacionalismo;
lamisma. [En igual sentido, el artículo? del Código Civil argentino expresa:
en e! plano jurídico, esta característica se traduce en la tendencia a
"La capacidad o incapacidad de las personas domiciliadas en e! territorio de
transferir la disciplina de las relaciones económicas, comerciales, so-
la República, sean nacionales o extranjeras, seráiuzgada por las leyes de este
ciales del plano nacional al de! ordenamiento internacional; estas Código, aun cuando se trate de actos ejecutados o de bienes existentes en
materias están, en efecto, cada vez más reguladas por las convencio- país extranjero"; por su parte el artículo 7 establece: "La capacidad o inca-
nes internacionales, es decir, por las que pueden considerarse como pacidad de las personas domiciliadas fuera de! territorio de la República, se-
la categoría más importante y más numerosa de normas internacio- rá juzgada por las leyes de su respectivo domicilio, aún cuando' se trate de
nales. Para entendernos, e! derecho internacional es cada Vez menos actos ejecutados o de bienes existentes en la República".]
y
un de~ecHopara 'diplomiític~s cada vez ltiás un derecho destinado
a ser administ~adoy aplic~do (a tra~és de c~nales que estudiare- Por lo tanto, resulta claro por qué tiene escaso sentido oponer el
rpos)por losoperadoresjurídicos internOs, en primer lugar por los derecho internacional público al derecho internacional privado. No
juecés n'acidnar~:s. se trata de dos ramas del mismo ordenamiento, sino de normas que
pertenecen a ordenamientos totalmente diferentes: e! primero, al or-
denamiento de la comunidad de Estados en su conjunto y el.segun-
do, al ordenamiento estatal. Es cierto que, como se dijo, el.derecho
Derecho El derecho irítermicionaf es también llamado "derecho internacio- internacional público tiende a regular también las relaciones entre
internacional individuos y también relaciones que son objeto del derecho privado
nal público"; 'én cbntrapósiCión'al derechO' internacional privado. Sin
público y
derecho embargo,' entre estas dos disciplinas no hay demasiada afinidad. En (convenciones internacionales que cO,ntienen leyes uniformes, con-
internacional lo !queha¿e al)derechO internacioríallxivado, no estamos ya en 'e! ni- venciones del derecho internacionalprivado), pero esto significa so-
privado
velsupra~sta'tal, en el ámbito de la comunidád de Estados, sino por lam9nte,comoveremos, que el Estado tien~ la obligación de,traducir
debajo de este ríÍvel, en e! 'ámbito del ordenaltiientb estatal. El dere- en normas internas las normas internacionales que s,eoCUpan de
cho iriternacional privádo está forinado, precisamente, por aquellas tales relaciones (problema de la aqaptacióndel derecho, estatal al de-
n6inias estatalés que delirnitarle! derecho privado de un Estado yes- r~ch,o internacional).
tablécé cuándo sé debe!aplicar dicho derecho privado local y cuán-
do, en caltibio,los jueces de ese Estado deben aplicar normas extran- En e! derecho internacional privado, entendido obviamente en sentido Derecho
amplio, están incluidas todas las normas que delimitan las ramas públicas internacional
jeras de derecho privado. Las normas de derecho internacional privado y
del ordenamiento estatal respecto de otros Estados: por ejemplo, las 'normas derecho
privado italianóestán contenidas en las diposiciones preliminares del
que establecen en qué casos se aplica el derecho penal a delitosconi~tidos público
Código Civil (artículo 17 y siguientes) [mientras que las norinas de fuera del territorio o por extranjeros (cfr. los artículos 3 y siguientes del Có- extranjero
derecho internaCional privado argentino en materia de capacidad de digo Penal italiano), cuándo puede ejercerse jurisdicción civil con relación a
las persónas e~táh cbntenidas en los artÍcúlos 6, 7, 948 y 949 delCó- extranjeros (cfr. e! artículo 4 del Código de Procedimiento Civil italiano),
digo Civil]. etc. A diferencia de lo que sucede en el ámbito privado, en e! sector público
16 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 17

queda excluida la posibilidad de aplicar derecho extranjero. En todo caso, pecífica al derecho internacional general, entendiendo a éste como
incluso para: estas normasque delimitan Iassrarnas públicas del ordenamien- costumbre internacional general.]). Estas normas generales son las
to estatal vale 10 que hemos dicho hasta ahora, y por lo tanto se trata de normas consuetudinarias, formadas en el ámbito de la comunidad
normas internas' estatales que no tienen nada que ver, formalmente, con las internacional a través del uso: puede afirmarse la existencia de estas
norma:ss'urgidas de la comunidad deEstados. normas sólo si se demuestra que ellas corresponden a una práctica
constantemente seguida por los Estados. La característica de la cos-
Al no existir homogeneidad entre el derecho internacional priva- tumbre, que podemos considerar como la fuente primaria o de pri-
do y el llamado derecho internacional público, la calificación de pú- mer grado del ordenamiento internacional, es que ha dado lugar a
blico dada al derecho de la comunidad de los Estados no sólo resúlta un escaso número de normas. Como veremos, fuera de las normas
superflua sino inclusive ~rrónea; en realidad, el derecho de la cOl':rm- de carácter meramente instrumental (como lasque regulan los requi-
nidad internacional (que de ahora en adelante llamaremos simple- sitos de validez yde eficacia de los tratados y las que se limitan a dis-
mente derecq.o ínternacional) no es ni público ni privado, puesto que ciplinar una ulterior fuente normativa), no son muchas las normas
esta distinción sólo se desarrolla y tiene sentido en lo que respeCta al materiales, es decir, aquellas normas que imponen directamente de-
ordenamiento jurídico estatal. rechos y obligaciones al Estado.
Aunque también existen costumbres particulares, las normas típi- Acuerdo
cas de derecho internacional particular son aquellas impuestas por
acuerdos (o pactos, convenciones o tratados) internacionales, que
vinculan sólo a los Estados contratantes. A diferencia de las normas
n. Esquema sintéticó de las funciones de producción; determinación consuetudinarias, éstas son muy numerosas y constituyen la parte
.y aplicación coactiva del derecho internacional más relevante del derecho internacionaL En efecto, es a través de tra-
tados que hoy se tiende a regular muchas relaciones de la vida social,
relaciones que trascienden ya casi todos los .límites y las posibilida-
Demos una mirada al conjunto de las características del ordena- des del Estado individualmente considerado. El acuerdo internacio-
miento de la: comunid¡td· de Estados, para distinguir entre función nal está subordinado a la costumbre, así como en el derecho interno
normativ:i, función de determinación del derecho y función de apli- el contrato está subordinado a la ley. En otros términos, la norma
cación coactiva de las normas~ Nos ocuparemos luego de las particu- internacional pacta sunt servandatiene naturaleza consuetudinaria,
laridades correspondientes a cada función. así camota norma según la cual el contrato "es ley entre las partes"
Función En lo que respecta a la función normativa, es necesario distinguir tiene. naturaleza legislativa o estatal. Tienen además, como ya se di-
normativa jo, naturaleza consuetudinaria las normas que regulan los requisitos
entre el derecho internacional general y el derecho particular, es de-
cir, entre las norm~s que se dirigen a todos los Estados y aquellas de validez y eficacia de los acuerdos.
que ~inculan a un número restringido de sujetos, generalmente los El hecho de que los acuerdos internacionales que persiguen la co-
sujetos que han participado ~irectamente de su formación. . laboración entre los Estados (y que,por lo tanto, dependen en todo
Costumbre El artículo JO de la Constitución italiana se refiere a las normas
{ ~','" , , ' '. ;"" " , '" " ' " " " '" ¡ , , " ' , ,
y:para todo de la voluntad de colaboración de cada Estado), sean
de derecho internacional general ("El ordenamiento jurídico italiano mucho más numerosos que. las costumbres demuestra que tanto en
se conforma a las normas del derecho internacional generalmente re- laque hace a las normas jurídicas como a su producción, la comuni-
conocidas". [La Constitución argentina de 1853 no hace mención es- dad internacional tiene características totalmente diferentes a las de
18 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 19

las comunidades estatales. En otras palabras, justamente el hecho de las decisiones de la Comunidad Económica Europea, hoy llamada
que el derecho general sea extremadamente limitado y que casi todas "Comunidad Europea"). [Al contrario, el Tratado de Asunción del
la relaciones estén reguladas por convenciones da la idea de una co- 26 de marzo de 1991, que establece un Mercado Común para Amé-
munidad bastante... anárquica. rica del Sur (Mercosur), no prevé, en la etapa de transición, la crea-
Como derivación de los acuerdos (fuente de segundo grado, en ción de órganos comunitarios con capacidad para generar normas
cuanto subordinada a la costumbre) se encuentra otra fuente de nor- directamente vinculantes para los Estados miembros. La Constitu-
mas internacionales: los procedimientos previstos por los acuerdos, ción argentina de 1853, a partir de la reforma de 1994, estableció
llamados también fuentes de tercer grado. Estos procedimientos como atribución del Congreso la de aprobar tratados de integración
constituyen fuentes de derecho internacional particular. Toman su que deleguen competencias y jurisdicción' a organizaciones supraes-
fuerza de los acuerdos internacionales que los prevén, y vinculan so- tatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que respeten el
lamente a los Estados que adhieren a dichos acuerdos. orden democrático y los derechos humanos (art. 75, inc. 24). De esta
El fenómeno de las fuentes previstas por los tratados reviste parti- manera se prevé la posibilidad de que el Estado argentino participe
cular importancia en el derecho internacional actual porque en él:se de sistemas de integración aceptando que las normas secundarias
pueden ubicar muchos de los actos de las organizaciones internacio- creadas por órganos internacionales de integración sean directamen-
nales, es decir, de las distintas asociaciones de Estados, como la te aplicables en elordenamiento interno, con rango superior al de las
ONU, los organismos especializados de las Naciones Unidas, las Co- leyes de la Nación.]
munidades Europeas (CE, CECA y Euratom), etc., que han ido mul-
tiplicándose a partir del final de la Segunda Guerra Mundial.
Conviene referirnos ahora a estas organizaciones, cuyo examen
será retomado detalladamente más adelante. El problema principal En cu!mto a la función de determinación judicial del derecho in- Arbitraje

que plantean es justamente el de la sistematización de sus actos entre ternacional, es necesario decir que, en el ámbito de la comunidad in-
las fuentes internacionales. En realidad, las organizaciones interna- ternacional, dicha función es principalmente de carácter arbitral. A
cionales generalmente no tienen poderes vinculantes respecto de los diferencia dela jurisdicción, incluso en el campo del derecho estatal,
Estados miembros: el instrumento del cual se sirven normalmente es elarbitraje se apoya sobre el acuerdo de las partes en someter la con-
la recomendación, que tiene, justamente, el carácter de una mera ex- troversia a un determinado árbitro.' Mientras que, sin embargo, en el
hortación. No faltan, sin embargo, casos en los cuales las érganiza- derecho estatal el recurso al arbitraje es un hecho excepcional, en el
ciones promulgan decisiones vinculantes. Además, tienen fuerza vin- derecho internacional constituye la regla, ya que no existen instan-
culante los actos de las Comunidades Europeas. Veremos luego el cias jurisdiccionales institucionalizadas a las cuales pueda recurrir in-
valor de estos actos. Por ahora sólo es importante destacar que las dividualmente un Estado contra otro, amenos que este último haya
decisiones vinculantes de los órganos internacionales se encuentran aceptado de algún modo someterse a ellas.
por debajo de los acuerdos en la jerarquía de las fuentes, en cuanto
cada organización nace, precisamente, de un acuerdo (el llamado
tratado constitutivo). Por lo tanto, el Estado está obligado por la de-
cisión, dado que se comprometió a' respetarla en virtud del acuerdo Finalmente, en lo que respecta a los medios que se utilizan en el Autodefensa

constitutivo de la organización (así, por ejemplo, Italia, por haber derecho internacional, tanto para asegurar coactivamente la obser-
ratificado el Tratado de Roma de 1957, se comprometió a respetar vancia de las normas como para reprimir sus violaciones, es necesa-
20 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 21

rio reconocer que, en realidad, pese a los esfuerzos de numerosos au- prevén que el derecho internacional sea igualmente observado que
tores por demostrar lo contrario, tales medios pueden incluirse casi e! derecho interno: en Italia, por ejemplo, el artículo 10 de la Cons-
todos en la categoría de la autotutela. Una vez más, lo que consti- titución compromete e! respeto de las "normas del derecho interna-
tuye una excepción en e! derecho interno (ya que se puede hacer jus- cional generalmente reconocidas"; además, los tratados celebrados
ticia por sí mismo solamente dentro de ciertos límites y en determi- por Italia son normalmente objeto de una ley ordinaria que ordena
nadas condiciones, es decir, cuando no pueden intervenir los órganos su aplicación. [Si bien la Constitución argentina de 1853 no men-
estatales) es la regla en el derecho internacional. De aquí la observa- ciona a la costumbre internacional como generadora de obligacio-
ción siempre recurrente de que el derecho internacional se apoya me- nes vinculantes en e! ordenamiento interno, los tribunales argenti-
ramente en relaciones de fuerza. nos le han otorgado igual valor jurídico que al que se le asigna a
los tratados.] Así las cosas, la observancia del derecho internacional
reposa en la voluntad de los operadores jurídicos internos de utili-
zar, hasta el límite máximo, los instrumentos que el mismo derecho
Obligatoriedad Se ha discutido y se discute aún si, dadas las características que interno ofrece para garantizar tal observancia y, por lo tanto, de
del derecho
internacional hemos señalado, el derecho internacional es, en último análisis, un hacer prevalecer por esta vía las valoraciones internacionales por
verdadero derecho. La defensa del carácter obligatorio del derecho sobre las nacionales. En otras palabras, e! respeto de! derecho in-
internacional y la búsqueda de un fundamento para tal carácter obli- ternacionalestá asegurado en los límites dentro de los cuales los
gatorio comprometieron y comprometen a los especialistas más re- operadores jurídicos internos de los distintos. países determinan la
presentativos en la materia. Frente a estos esfuerzos, subsiste e! es- solidaridad internacional -que tan a menudo falta a nivel de los
cepticismo, que se manifiesta tanto a nivel científico como incluso a Gobiernos-:"""".por efecto de la innegable comunidad de ciertos valo-
nivel del hombre común y que pone el acento en la falta de medios res, básicos entre,los hombres, más allá de las barreras nacionales.
idóneos para obligar a los Estados, particularmente a las grandes po- [En ese sentido; la. Corte. Suprema dela Nación Argentina sostuvo
tencias, a respetar las normas internacionales. Obviamente, no se en el caso Ekmekdjian c/Sofovich (R. 64. XXIII. Recurso de Hecho,
niega -y sería imposible hacerlo- que las normas se formen a nivel sentencia del 7de julio de 1992) que "10 expuesto en. los conside-
supraestatal, ya sea en virtud de la costumbre o a través de la: cele- randos. precedentes .résulraiacorde con laa.exigencias de coopera-
bración de tratados entre los Estados mismos;.lo que se niega es que ción, armonizaciáne integración internacionales que la República
se trate de un fenómeno jurídico, capaz de imponerse (y además, im- Argentina reconoce, y previene la eventual responsabilidad del.Esta-
ponerse de manera continua y eficaz) a cada Estado individualmente do por losractos de sus órganos internos, cuestión a la que no es aje-
considerado. . na la jurisdicción de esta Corte en cuanto pueda constitucionalmen-
Derecho Según nuestra opinión, una solución al problema de la obligato- te evitarla. En este sentido el Tribunal debe. velar porque las
internacional
y operadores riedad del derecho internacional, o mejor aún de la .cap,+cidad de relaciones exteriores de la Nación. no resulten afectadas a causa de
jurídicos que tal derecho se aplique de manera concreta y estable, no puede actos u omisiones oriundas del derecho argentino que, de producir
internos
no pasar a través de los operadores jurídicos internos, es decir, aque- aquel efecto, hacen.cuestión federal trascendente".]
llos que en el ámbito de cada comunidad estatal tienen institucio- Lo que aquí se sostiene no es otra cosa sino una formulación en Observancia
del derecho
nalmente la tarea de aplicar y hacer respetar el Derecho, en primer términos modernos de la tan criticada tesis de la doctrina positivista internacional y
lugar, los jueces. Como veremos, a través de normas que son más o alemana del siglo pasado (Jellinek), que consideraba al derecho in- autolimitación
del Estado
menos parecidas en todos los países, los ordenamientos estatales ternacional como fnuto de una autolimitación de cada Estado. En
22 BENEDEITO CONFORTI
23
Il\TTRODUCCIÓN

realidad, ningún artificio dialéctico está en condiciones de negar tan- cuenta el hecho de que en distintos aspectos, el derecho interno ha
to la eterna verdad ínsita en la teoría de la autolimitación (observa-
avanzado más que el derecho internacional.
da, como ya se ha dicho, también por el hombre común) como el he-
cho de que la comunidad internacional en su conjunto no dispone de
medios jurídicos para reaccionar eficaz e imparcialmente en caso de
violación de las normas internacionales. Es necesario, sin embargo, Aspecto
La cooperación del derecho interno es indispensable para asegu-
superar la idea del libre albedrío de cada Estado (su libertad de des- rarle acabadamente al derecho internacional, a esta masa de normas
"político-
diplomático"
hacerse en todo momento de cualquier compromiso internacional), que se forman a nivel supraestatal, su valor y su fuerza en cuanto del derecho
ínsita también en la teoría de la autolimitación y perfectamente con- fenómeno jurídico. Pero el derecho internacional puede ser también
internacional

forme, por otra parte, a las concepciones políticas en uso en Alema- considerado teniendo en cuenta exclusivamente su existencia en el
nia durante la época en la cual la teoría fue formulada. Por los moti- ámbito de la comunidad internacional, al nivel de las relaciones in-
vos que citábamos, una correcta administración del derecho dentro ternacionales, y por lo tanto sin recurrir de ninguna manera a los
del Estado constituye, desde el punto de vista jurídico, el único freno ordenamientos jurídicos internos. Desde este punto de vista, esto
eficaz contra el ejercicio de un libre albedrío de este tipo. parece más bien un punto de referencia y de base de una sana diplo-
Permítasenos insistir sobre la observación de que los ordena- macia. El Estado que puede demostrar que su comportamiento se
mientos estatales mismos y, en nuestro caso particular, el ordena- conforma a las reglas del derecho internacional tiene un argumento
~iénto italiano [como así también en el ordenamiento argentino],
muy fuerte a su favor. El derecho internacional, en la puesta en
Imponen la observancia del derecho internacional incluso a nivel práctica de una función de este tipo, se presenta como una suerte de
constitucional. Además, la aplicación del derecho internacional por moral positiva internacional (Austin). Se trata de una función cuya
parte de los jueces italianos puede comprobarse dando una ojeada, importancia nadie puede desconocer, más aún ahora que en el pasa-
Jurisprudencia aun superficial, a los repertorios de jurisprudencia. No faltan, cierta- do, sise considera que las relaciones internacionales se desarrollan
mente, lagunas y errores en tal aplicación, a 'veces debidos a prejui- actualmente en-un clima que desalienta. la diplomacia secreta y que
cios nacionalistas pero más a menudo fruto de un escaso conoci- imponea los Gobiernos el deber de dar cuenta de sus acciones fren-
miento tanto de los instrumentos jurídicos internos que pueden
te a la opinión pública mundial.
utilizarse para alcanzar soluciones internacionales como de las nor-
mas internacionales apropiadas.
Debe insistirse aún sobre otro punto. La aplicación del derecho
internacional, que es el recurso más abierto a las fuentes internacio-
Pueden comprenderse a esta alturae1 objetivo y las líneas funda- Enfoque
nales en cuestiones que se susciten en el interior del Estado, no debe ti internista"
meritales de este libro. Se propone estudiar el derecho internacional del estudio del
llegar a comprometer valores fundamentales de la comunidad esta- así como se aplica y es aplicable en el interior del Estado; se dirige a derecho
tal, por 10 general garantizados constitucionalmente. Veremos cómo internacional
los actores jurídicos internos o mejor aún, entiende contribuir a la
se han presentado y se presentan problemas bastante delicados con
formación internacional de los futuros actores jurídicos internos,
respecto a la coordinación entre normas nadonales y normas inter-
particularmente de los jueces. El núcleo central estará constituido,
nacionales, especialmente aquellas promulgadas por organizaciones
por 10 tanto, por los problemas presentados por la adaptación del
internacionales (por ejemplo, las Comunidades Europeas). Y vere-
derecho interno al derecho internacional o, si se quiere, por la coor-
mos justamente que la coordinación no puede dejar de tener en
dinación entre normas internacionales y normas nacionales. Queda
24 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 25

claro, por otra parte, que sólo podrá llegarse al tratamiento de tales Según nuestra opinión, la única alternativa útil para indivíduali- Estado-
comunidad
problemas luego de una descripción de las normas internacionales y zaral Estado como sujeto internacional es la distinción entre Estado- y Estado-
de su contenido. comunidad, por una parte, y Estado-organización, Estado-aparato o organización
La óptica "internista" se revelará también en la solución de algu- Estado-gobierno, por otra. Incluso quien no se ocupa de problemas
nas cuestiones atinentes a las relaciones entre los poderes del Estado, jurídicos, al preguntarse qué es el Estado, ante todo se inclina a pen-
particularmente entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, en la saren una comunidad humana ubicada en cierta región de la super-
aplicación del derecho .internacional. Precisamente, el propósito es ficie terrestre y sometida a leyes que la mantienen unida. Es éste,
reaccionar contra la tendencia todavía difundida a afirmar una su- grosso modo, el fenómeno que la teoría general del derecho .llama
bordinación, aunque sea limitada, de los jueces al Poder Ejecutivo, la "Estado-comunidad". Otro fenómeno, evidente también de manera
que ciertamente no contribuye' a reforzarla "juridicidad" deldere- empírica, lo constituye el conjunto de los gobernantes, el conjunto
chointernadonal. de los órganos que ejercen -yen cuanto ejercen- el poder supremo
o imperium sobre cada uno de sus miembros. Siempre hablando des-
de la teoría general del derecho, a este fenómeno lo llamamos" Esta-
do-organización" o "Estado-gobierno". Ambos fenómenos son rea-
les. Pero ¿cuál de los dos resulta más relevante desde el punto de
III. El Estado como sujeto de derecho internacional. vista del derecho internacional?
Otros sujetos. Sujetos presuntos Nos parece que una visión global de la vida de relación interna- Atribución de
subjetividad
cional lleva a avalar la tesis que asigna el carácter de sujeto de dere- internacional
cho internacional al Estado-organización. En efecto, debemos refe- al Estado-
Hemos definido al derecho internacional como el derecho de .la rirnosal conjunto de los órganos estatales cuando, como veremos organización

comunidad de Estados; hemos dicho también que, si bien las nor- enseguida, la subjetividad internacional del Estado aparece ligada al
mas internacionales tienden hoya regular cualquier tipo de rela- criterio de la efectividad, es decir, del efectivo ejercicio del poder de
ción, incluso relaciones internas de cada una de las comunidades es- gobierno. Los órganos estatales son los que participan en la forma-
tatales, formalmente se dirigen a los Estados, es decir, crean ción delasnormas internacionales; a los órganos estatales se refiere
derechos y obligaciones para estos últimos. A esta altura, y a fin de el contenido .de las normas materiales internacionales, dirigidas to-
resolverlo rápidamente, vale la pena llamar la atención sobre uno das a disciplinar y limitar el ejercicio del poder del gobierno (v.p.
de los problemas al cual han dedicado análisis detallados tanto los 255 yss¡); y, por último, los órganos estatales, y sólo los órganos es-
estudiosos del derecho internacional como los de la teoría general tatales, son los que pueden generar con su conducta la.responsabili-
del derecho: nos referimos al problema de la definición de Estado y, dad internacional del Estado (v.p.419 y ss.),
más precisamente, del Estado como sujeto o destinatario de normas Debeql1edar bien claro que, cuando se habla de Órgano~ estatales, Noción de
internacionales o, si se quiere, como miembro de la comuI).idad in- se entiende hacer referencia a todos los órganos y, por lo tanto, a to- órgano
estatal
ternacional. Es necesario también preguntarse si, además de los Es- dos los que participan del poder .de gobierno en el ámbito del territo- para el
tados -que son, sin duda, los principales protagonistas de la escena riolen definitiva, no. se trata sólo de los órganos del Poder Ejecutivo derecho
internacional
internacional- existen otros. entes de los cuales se ocupa formal- (ni.siquierade aquellos órganos del Poder Ejecutivo que se ocupan
mente el derecho iI).ternacional y, por lo tanto, también puedan con- de las "relaciones exteriores") ni tampoco de los órganos del poder
siderarse como sujetos. central solamente. También las administraciones locales y los entes
26 BENEDEITO CONFORTI
INTRODUCCIÓN 27

públicos menores-que tienen generalmente una personería jurídica beración nacional que tengan sede en un territorio extranjero y que
distinta de la del Estado desde el punto de vista del derecho 'inter- hayan constituido en él, desde el primer momento, una suerte de or-
no,--se consideran, en virtud de la costumbre, componentes de la ganización de gobierno (por ejemplo, la Organización para la Libe-
organización del Estado en cuanto sujeto de derecho internacional, ración de Palestina).
como tendremos oportunidad de constatar cuando nos ocupemos de
los problemas relativos a la actividad, a la tutela y a la responsabili- En lo que respecta a la OLP, ésta es regularmente invitada a participar, Organización
dad internacional del Estado. Comúnmente se afirma que al derecho sin derecho a voto, en las sesiones de los órganos de las Naciones Unidas en para la
Liberación de
internacional no le interesa la organización estatal; que cuando tiene los que se debaten cuestiones que le interesan (cfr. Conforti, p. 27 Y p. 86 Y Palestina
necesidad de referirse a la organización estatal, se limita a referirse al ss.); participa además en los trabajos de otras organizaciones internacionales
derecho interno, o incluso que el derecho internacional presupone la y tiene "oficinas" (no representaciones diplomáticas) en varios países, inclui-
organización estatal. Para ser coherentes con lo que hemos dicho, só- da Italia. [En la actualidad, la OLP está negociando con el gobiernoargenti-
lo es posible compartir estas afirmaciones si se tiene en cuenta que la no e! establecimiento de relaciones institucionalizadas a nivel oficina de en-
participación en el poder de gobierno, distinta para cada clase de ór- lace o de representaéÍón con inmunidades y privilegios funcionales.
Argentina reconoce el derecho a la libre determinación del pueblo palestino,
ganos, debe fundarse en el ordenamiento .jurídico estatal o en otro
pero no reconoce un Estado Palestino.] Pero esto no significa que se esté en
ordenamiento que se derive de él.
presencia de un sujeto de derecho internacional.
Según e! Tribunal de Casación (sent. 28-6-1985 N° 1981, en RDI, 1986
p. 884 Y ss.), la OLP, así como todos los movimientos de liberación nacio-
nal -incluso aquellos que no tienen una organización de gobierno instala-
Efectividad Si acordamos que el derecho internacional se dirige al Estado-orga- da en e! territorio de un Estado- gozaría de una subjetividad limitada a la
del Estado-
organización
nización, debe subrayarse que, en tanto se tome en consideración la finalidad "de discutir, sobre bases de perfecta igualdad con los Estados te-
organización mencionada, en tanto ésta sea destinataria de las nor- rritoriales, los modos y los tiempos de la autodeterminación de los pueblos
mas internacionales y como tal pueda pretender que dichas normas se controlados políticamente por ellos, en virtud de! principio de la autodeter-
respeten en lo que a ella se refiera, en tanto y siempre que ejerza efec- minación de los pueblos, considerado tíñanorma consuetudinaria de carác-
tivamente su poder sobre una comunidad territorial, el requisito de la ter imperativo" (sobre la autodeterminación de los pueblos v. p. 37 Y ss.).
efectividad es esencial. Los "gobiernos que no gobiernan" no tienen En cambio, al excluir la subjetividad plena, e! Tribunal niega que al Jefe
pl'O tempore de la OLP, Yasser Arafat, lecorresponda la inmunidad acor-
intereses relevantes que administrar en el plano internacional.
dada por e! derecho internacional a los Jefes de Estado extranjeros '(v, p.
Gobiernos en Se niega, por lo tanto, la subjetividad de los gobiernos en el exi-
e! exilio y 291). Como es obvio, éste es e! núcleo central de la decisión, que aún está
comités de
lio (fenómeno que, si bien se verifica también actualmente, tuvo sus plenamente por aprobarse. En cuanto a la "subjetividad limitada", tiene es-
liberación manifestaciones más significativas durante la Segunda Guerra Mun- caso significado jurídico en los términos indicados por e! Tribunal (térmi-
con sede dial, cuando varios gobiernos de los territorios ocupados por los
en e! exterior nos que resultan interesantes, sin duda, desde el punto de vista de la cons-
nazis se refugiaron en Londres), a pesar de que a sus componentes trucción teórica) ..
se les hayan reconocido unilateralmente, por motivos políticos, cier-
tas prerrogativas soberanas por parte del Estado receptor. Es análo- Además del de ·Ia efectividad, se debe considerar necesario un se- Independencia
go al fenómeno de los gobiernos en el exilio y, por 10 tanto, no pue- gundo requisito a los fines de la subjetividad internacional del Esta- de! Estado-
organización
de ser evaluado de manera diferente desde el punto de vista do: el de la independencia o soberanía externa. Es necesario, por lo
jurídico, el fenómeno de las organizaciones, frentes o comités de li- tanto, que la organización de gobierno no dependa de otro Estado.
INTRODUCCIÓN 29
28 BENEDEITO CONFORTI

puestos en práctica por los Estados más fuertes frente a los más débi-
Estados En cuanto carecen del requisito de la independencia, no pueden considerar-
miembros les? ¿Dónde ubicar el límite más allá del cual no existe la indepen-
se sujetos de derecho internacional los Estados miembros de Estados federales.
de Estados dencia como requisito para la subjetividad y, por lo tanto, no existe
federales A veces, éstos son autorizados por la Constitución federal a estipular acuerdos
con terceros Estados, normalmente con el consentimiento del Poder central subjetividad internacional? A nosotros nos parece que, como regla
(cfr., por ejemplo, el arto 4, sección 10, N° 1 de la Constitución de Estados general, no se puede soslayar un dato formal: es independiente y so-
Unidos o el arto 9 de la Constitución suiza). Pero en esos casos actúan como berano todo Estado cuyo ordenamiento sea original, que tome su
órganos del Estado federal en su conjunto desde el punto de vista del derecho fuerza jurídica de una Constitución propia y no del ordenamiento ju-
internacional, como específicamente demostró Quadri, y de acuerdo con lo rídico, de la Constitución de otro Estado. Esto permite explicar, por
que ya hemos dicho respecto de la persona del Estado. otra parte, por qué se considera normalmente que no influyen sobre
Confederación El Estado federal, que es un Estado único, legislativa y administrativa- la subjetividad las dimensiones del Estado y, por lo tanto, se conside-
mente descentralizado, no debe confundirse con la Confederación, que es ran sujetos internacionales la República de San Marino, Liechtens-
una unión (internacional) entre Estados perfectamente independientes y so- tein, las islas Seychelles, etc. Puede admitirse quizá una sola excep-
beranos, creada con fines de defensa común y caracterizada por un órgano
ción, si accedemos a opiniones manifestadas por otros (Crawford):
de asamblea (a veces llamado Dieta), representativo de todos los miembros,
este dato formal no puede invocarse y debe ceder frente al dato real,
con amplios poderes en materia de política exterior. La Confederación es un
fenómeno que pertenece en gran medida al pasado, y se liga incluso a las Li- cuando en los hechos es total el control y la injerencia de otro Esta-
gas entre las ciudades medievales, como la famosa Liga Hanseática: los do en el ejercicio del poder de gobierno, en definitiva, cuando el go-
ejemplos más importantes están dados por la Confederación de los Estados bierno local es un verdadero gobierno "fantoche".
Unidos de América (1778-1787), por la Confederación Helvética (1815-
1848) Ypor la Germánica (1815-1871). Como se ve en estos tres ejemplos, Gobiernos fantoche, carentes como tales de subjetividad internacional Gobiernos
el estadio confederal puede ser una fase de transición hacia la constitución existieron, por ejemplo, en los territorios ocupados por los nazis durante 1~ fantoche

de un Estado federal. Puede darse, sin embargo, que ocurra lo contrario, es Segunda Guerra Mundial (Gobierno Quisling en Noruega, República Social
decir que un Estado federal se disuelva, sobreviviendo entre sus miembros, Italiana, etc.),
devenidos independientes, un vínculo de tipo federal. Es demasiado pronto
para decir si se desarrollará un vínculo de este tipo entre los miembros de la
novísima Comunidad de Estados Independientes (CEI), surgida a fines de
La organización de gobierno que ejerza su poder de manera efec- Reconocimien-
1991 sobre las ruinas de la Unión Soviética. Es, en cambio, un claro ejemplo to de los
tivae independiente sobre una comunidad territorial se transforma
reciente de co~federación la Confederación entre Senegal y Gambia (sobre Estados
éste cfr. RGDIP, 1982, p. 374 Yss.).
ipso facto en sujeto de derecho internacional. En efecto, no es nece-
sarioque sea reconocida por los otros Estados,
A menudo se oye hablar de'reconocimiento, incluso en lascróni-
El requisito de la independencia debe entenderse cum grano salis.
cascomunes de hechos internacionales: se sabe, .por ejemplo, que
Si se lo quisiera entender como absoluta posibilidad de determinarse
ItaliaixeconocióaJaRepública Democrática Alemana (y viceversa)
por sí mismo, se llegaría a la conclusión de que ningún Estado es un
recién en 1973; que los Estados Unidos y China se reconocieron.recí-
sujeto de derecho internacional (ni siquiera las grandes potencias),
procamente recién a principios de 1979;' queja mayor parte de los
ya que la interdependencia es hoy en día una característica cada vez
Estados Árabes no reconocen a Israel; que. Italia, [Argentina] yalgu-
más saliente de las relaciones internacionales. ¿Qué decir, entonces,
nosotros países han. reconocido, a principios de. 1992, aCroacia y
de los Estados satélites, de la soberanía limitada, de la presencia de
Eslovenia, que se proclamaron Estados independientes después de la
bases y; de tropas extranjeras, y de todos los otros condicionamientos
30 BENEDETTO CONFORTI INTRODUCCIÓN 31

división de Yugoslavia, etc. Sin embargo, todo esto tiene escasa rele- aun cuando estén de acuerdo sobre el valor que actuará como base
vancia jurídica. Según la opinión que nos parece corresponder mejor del reconocimiento, luego suelen tener opiniones divergentes sobre
a la práctica de los Estados, para el derecho internacional el recono- su aplicabilidad para cada caso en concreto (la mayoría de las veces,
cimiento es un acto meramente lícito, así como es meramente lícito por razones políticas).
el no reconocimiento: ninguno de los dos tiene consecuencias jurídi-
cas. En definitiva, el reconocimiento pertenece a la esfera de la políti- La tendencía de los Estados ya existentes acerca de la admisión inclusi- Declaraciones
ca (Quadri); no revela más que la intención de estrechar relaciones ve "s~ ~urocratiza": tal es el caso de las dos Declaraciones emitidas por de Bruselas
amistosas, de intercambiar representaciones diplomáticas y de posi- los MInistros de Relaciones Exteriores de los países de la CE en la reunión sobre el
reconocimien-
bilitar formas más o menos intensas de colaboración a través de la de Bruselas del 16-12-1991. En la primera Declaración, titulada "Directi- to de los
celebración de acuerdos. Por lo general, la mayor o menor intensi- vas sobre el reconocimiento de los nuevos Estados en Europa Oriental y en nuevos
dad que se quiere dar a la colaboración se subraya mediante la fór- la Unión Soviética", los doce países comunitarios se declaraban dispuestos Estados de
Europa
mula del reconocimento de iure, es decir pleno, y la del reconoci- a reconocer a los Estados que se formaran en la región "por medio de un Oriental
miento de (acto, respectivamente. proceso democrático", siempre que cumplieran con determinados requisi-
Vale la pena destacar un aspecto de la cuestión del reconocimiento tos, entre los cuales (y para limitarnos sólo a los princípales) se contarían
(que es un acto en relación al cual han sido sostenidas las más diver- e! respeto de la Carta de las Nacíones Unidas y del Acta Final de la Confe-
rencia sobre Seguridad y Cooperación Europea, en especial en lo que res-
sas teorías). Cuando se le niega valor jurídico al reconocimiento, lo
pecta a las normas sobre el principio de legalidad y sobre derechos huma-
que se está rechazando es, sobre todo, la tesis de que éste sea consti-
nos; el respeto de los principios sobre protección de minorías' la
tutivo de la personalidad internacional. Se está rechazando, enton- observancia de la regla de la inviolabilidad de las fronteras; la aceptación
ces, la tesis según la cual,al afirmarse una nueva organización de go- de las obl~gaciones relativas al desarme y a la no proliferación nuclear, y el
bierno con las características de efectividad e independencia ya compro~lso de resolver pacíficamente las controversias de carácter regio-
mencionadas, los Estados preexistentes pueden ejercer con respecto a nal. En virtud de la segunda Declaración, todas las Repúblicas yugoslavas
ella una suerte de poder de admisión en la comunidad internacional, que "deseen ser reconocidas", eran invitadas a presentar "solicitud" hasta
justamente a través del reconocimiento. Sin embargo, es necesario el 23 de diciembre de 1991, en la cual explicitarían, entre otras cosas, su
admitir que esta tesis tiene el mérito de recoger una tendencia que ha deseo de aceptare! contenido de las directivas mencionadas anteriormente.
estado siempre presente en la práctica internacional, aunque luego Las solicitudes serían evaluadas por una comisión específica hasta el 15 de
no haya logrado nunca traducirse en normas jurídicas precisas. En enero de 1992. Inmediatamente después de estas dos Declaraciones se ex-
efecto, los Estados ya existentes tienden a juzgar si el nuevo Estado tinguía la Unión Soviética y las Repúblicas consecuentemente indep~ndien­
tes comenzaban a recibir el reconocímiento de los otros países. En lo que
"merece" o no la subjetividad, y basan su juicio en determinado va-
respecta a Yugoslavia, presentaron su solicitud en los términos establecí-
lor o en determinada ideología: en el pasado se decía quena podía
dos: Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina. Pero solamente
ser reconocido un Estado no cristiano o, inclusive, no monárquico; Croacia y Eslovenia fueron reconocidas por los países comunitarios (ade-
en la época' actual, desde varios ámbitos se tiende a considerar que más d~ ot~os veinte países, entre los cuales no figuraban, por otra parte,
no deben reconocerse como sujetos del derecho internacional los go- potencias Importantes como Estados Unidos, al menos hasta el 16 de ene-
biernos que se han afirmado por la fuerza, los Estados "no democrá~ ro de 1992); Macedonia, cuya solicitud había sido considerada en regla
ticos", los Estados "no amantes de la paz", los Estados que violan por la comisión instituida por la Declaración de! 16 de dicíembre no fue
los derechos humanos, etc. En verdad, todo esto no se tradujo nunca reconocída a causa de la firme oposición de Grecia, oposición fundada so-
en normas internacionales, por' el simple motivo de que los Estados, bre motivos claramente políticos.
32 BENEDETTO CONFORTI INTRODUCCIÓN 33

Esta práctica demuestra claramente la naturaleza política del reconoci- En las ediciones precedentes de este libro indicábamos como única ex- Estados
miento. que practican
cepción la tendencia a negar un locus stand! en la comunidad internacio- el apartbeid
nal a aquellos Estados que practicaran el apartbeid, Agregábamos que, si
Otros Decíamos que los requisitos necesarios para que un Estado sea bien no se podía negar por el momento la personalidad internacional de
supuestos Sudáfrica, no podía tampoco excluirse la posibilidad de que esta tesis ne-
requisitos
considerado automáticamente sujeto de derecho internacional son
de la los de la efectividad y de la independencia. Todavía resta preguntar- gativa fuera sostenible en el futuro, si la mayor parte de los Estados inten-
personalidad
se si estos requisitos son suficientes, o bien si se necesitan otros. Di- sificaban las medidas para marginar a este Estado de la comunidad interna-
internacional cional. Los cambios que se han verificando en Sudáfrica, a partir del
cho de otro modo, estos requisitos (o algunos de ellos), a los que
abandono de la política del apartheid y la asunción del poder de un Go-
condicionan el reconocimiento los Estados ya existentes, ¿son requi-
bierno libremente elegido por el pueblo, hacen que esta previsión haya
sitos objetivos para la adquisición automática de la personalidad in- perdido actualidad.
ternacional, en virtud de principios de derecho internacional sufi- Diferente fue la situación del Gobierno de Rodesia del Sur, otro Gobier-
cientemente consolidados? Dejemos de lado las exageraciones, como no que practicaba elapartheid, y que desde su nacimiento, por separación
la de la Declaración de Bruselas del 16-12-1991 anteriormente cita- de Gran Bretaña en 1965, ha recibido la condena de la mayor parte de los
da, que incluye una larga lista de requisitos sin precedentes en la Estados. Rodesia del Sur fue objeto de medidas de aislamiento total (inte-
práctica. Limitémonos, en cambio, a los dos requisitos que hoy apa- rrupción de todo tipo de relaciones económicas y de todo tipo de comunica-
recen más frecuentemente, esto es, que el Estado nuevo no constitu- ción marítima, aérea, telegráfica, etc.), decretadas por el Consejo de Seguri-
ya una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y que no dad de la ONU (v. p.195), luego revocadas en 1979, al desaparecer el
viole los derechos humanos. ¿Es posible decir, efectivamente, que no régimen instaurado por la minoría racista del país. Respecto de Rodesia del
deben considerarse sujetos de derecho internacional aquellos Estados Sur (hoy Zimbabwe) se puede decir que en aquellos años se formó una nor-
ma ad hoc, que negaba la subjetividad internacional del Estado.
que se comporten en contra. de estos principios? En nuestra opinión,
la respuesta debe ser negatiya. En realidad, si desvinculamos estos
requisitos de la cuestión del reconocimiento, si los consideramos pre-
supuestos de la personalidad internacional, antes que condiciones Una vez esclarecido el hecho de que una organización de gobierno Rebeldes
para que un Estado ya existente instaure relaciones de amistad con se transforma automáticamente en sujeto de derecho internacional
un Estado nuevo y, por 10 tanto, si entendemos que en carácter de cuando ejerce de manera efectiva e independiente el propio poder so-
presupuestos deben subsistir no sólo para adquirir la personalidad bre una comunidad territorial, queda también resuelto el problema
internacional, sino también para no perderla, deberemos cbticluir de la subjetividad del Gobierno (o Partido) insurrecional, que ha si-
que tales requisitos no encuentran base alguna en la realidad; En la do sumamente debatido en la doctrina menos reciente. Los insurrec-
comunidad iIiternacional actual no faltan ni son pócos los Estados tos, en cuanto tales, ciertamente no son sujetos de derecho interna-
que, permanente o temporalmente, amenazan la paz o violan los de- cional, sino sólo súbditos rebeldes respecto de quienes el Gobierno
rechos humanos. Más bien es cierto que un Estado está obligado a que se dice legítimo puede realizar las acciones que considere más
no amenazar la paz (v. p. 444) y a respetar los derechos humanos (v. oportunas (salvo que se trate de movimientos de liberación nacional,
p. 313) en. virtud de principios generales del derecho internacional de los cuales hablaremos enseguida, cuando mencionemos el princi-
contemporáneo generalmente aceptados; pero también es cierto que pio de autodeterminación de los pueblos). Ahora bien, si estos insu-
estas obligaciones, en cuanto tales, no condicionan sino que presu- rrectos logran constituir una organización de gobierno que controle
ponen la personalidad jurídica de ese mismo Estado. efectivamente una parte del territorio, aunque sea durante unague-
34 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 35

rra civil, entonces nos encontramos frente a una forma, si bien em- se conecta estrechamente a la tendencia del derecho. internacional
brionaria, de Estado, al cual no puede negarse la personalidad inter- contemporáneo, ya mencionada, a ocuparse de cuestiones internas
nacional, independientemente del hecho de que dicha personalidad de cada comunidad estatal, e incluso de las relaciones entre el Estado
esté destinada a extinguirse si, finalmente, la insurreción no tiene y los propios súbditos. Esta tendencia surge, sobre todo, de las nor-
éxito. La doctrina tradicional tendía a limitar la subjetividad del go- mas convencionales que obligan a los Estados a tutelar los derechos
biernoinsurreccional, tanto subordinándola al reconocimiento por fundamentales del hombre (como, por ejemplo, las Convenciones de
a
parte de terceros Estados, comocircunsctíbiéndola las normas del Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, la Convención Europea
derecho internacional de guerra. Además de la cuestión del reconoci- de Derechos Humanos, etc.: v. p. 232 y ss.): a tales obligaciones de
miento, para la que vale lo que ya hemos dicho, esta limitación no los Estados corresponderían entonces derechos internacionales de los
tiene sentido (ni encuentra, confirmación en la práctica estadual c:on- individuos propiamente dichos: Debe agregarse que, si no se le reco-
temporánea) dado que, si se controla efectivamente el territorio, se noce el propio derecho, a veces el individuo puede recurrir a órganos
cumplen todos los requisitos para adquirir personalidad jurídica in- internacionales previstos especialmente (como es el caso, por ejem-
ternacional. plo, de la Comisión instituida por la citada Convención Europea: v.
p. 233); de este modo, la titularidad del derecho estaría acompañada
por la titularidad de un poder de acción. Además de los derechos hu-
manos, surgirían en otros campos derechos y obligaciones interna-
La vida del Estado puede sufrir cambios como consecuencia de sucederse cionales de los individuos, en particular cuando existen normas in-
diferentes organizaciones de gobierno en el ámbito de un territorio: un Esta- ternacionales o de origen internacional que toman en cuenta los
do puede desmembrarse en varios Estados, puede ser incorporado por otro comportamientos y: los intereses individuales: pensemos, por ejern-
Estado o fusionarse con él, puede sufrir la secesión de una parte de su territo- plo,en los Tratados Constitutivos y en las Actas de las Comunidades
rio, en la cual puede constituirse una nueva organización de gobierno, con su
Europeas, que tienden a disciplinar muchos aspectos de la vida eco-
consentimiento o luego de una insurrección victoriosa, y así sucesivamente.
nómicaysocialinteriridividual (v. p. 211 y ss.) y que además esta-
De este tema nos ocuparemos cuando hablemos del derecho de los tratados,
blecen que, en determinadas condiciones, las personas físicas o jurí-
dado que los problemas más importantes que suscitán estos asuntos se refie-
ren a la eventual sucesión de ún Estado a otro en el gobierno de un territorio, dicas pueden recurrir a la Corte de Justicia de las Comunidades (v.
a propósito de los derechos y las obligaciones derivadas de pactos celebrados p. 505); por citar otro ejemplo, pensemos en las normas emanadas
por el Estado predecesor (v. p. 149 Ysig.); nos referiremos también a la suce- de las organizaciones internacionales para· regular .las relaciones de
sión de Estados cuando tratemos la soberanía territorial y sus límites, bajo el empleo con sus funcionarios (v.p.310). El derecho consuetudinario
perfil de la sucesión en los derechos y en las obligaciones de derecho interno puede proveer también materia respecto dé la personalidad interna-
(v. p. 268 Y p. 278 Y s.). ciona.l de los' individuos: en este sentido cabría inoluir.. por ejemplo,
las normas sobre los llamados crimina iuris gentium, categoría en la
cual entrarían los crímenes contra la paz y la seguridad de la huma-
nidad (v; p. 27"0) y,por!otanto, aquellos delitos paratas cuales el
Además de los Estados, a los cuales se dirige fundamentalmente el Esrladopuede (yen ciertos casos, debe, al menos según algunos) ejer-
derecho internacional, ¿existen otros sujetos de derecho,internacio~ cer la propia potestad punitiva más allá de los límites habitualmente
nal? Gran parte de la doctrina contemporánea habla de una persona- estaBlecidos. Estas normas no harían otra cosa que imponer a los in-
lidadinternacional de los individuos, aunque limitada. Esta opinión dividuos la obligación de no cometer los delitos previstos por ellas.
36 BENEDETTO CONFORTI INTRODUCCiÓN 37

Negación de la Sin embargo, no resulta generalmente aceptada la tesis que pro- ternacional contemporáneo se ocupa. y preocupa. cada vez más por
subjetividad
internacional
mueve al individuo a la categoría de sujeto de derecho en el ámbito los intereses y los comportamientos individuales; pero también es
de los de la comunidad de Estados. En lo: que respecta a una parte de los cierto que la comunidad internacional permanece todavía estructura-
individuos
derechos y de las obligaciones que estamos considerando, precisa- da como Una comunidad de gobernantee y no de gobernados, que la
mente los que se derivan de los tratados.constitutivos y de las actas colaboración de los aparatos estatales-es aún indispensable para que
de las organizaciones internacionales, incluso los de las Comunida- puedan alcanzarse los objetivos que Se proponen las normas sobre el
des Europeas, no se niega que los individues: sean efectivamente titu- individuo, y que en este tipo de situaciones tiene poco sentido colo-
lares de' esos derechos y obligaciones en la mayor parte de los casos, car al mismo nivel jurídico de los Estádos a entidades cornpleramen-
pero la naturaleza misma de los verdaderos derechos y obligaciones te-sometidas-a éstos.
internacionales se opone a adjudicar la personalidad '.< internacional a
los individuos en virtud-de estas normas, ya que se trataría de situa-
cionesjurí dicas que-pueden considerarse ordenamientos particulares,
a los cuales darían lugar los tratados-constitutivosde cada organiza, Las mismas consideraciones valen para las normas internacionales Minorías
ción;diferentes,por lo tanto, del ordenamiento.de la comunidad in- qüest; ocupan del-individue en cuanto parte de un grupo, en lugar
ternacional. En cambio, en Io.querespectaaolos derechos y a las de ocuparse del individuo en particular. Hay numerosas normas con-
obligaciones no ligados al fenómeno de la organización internacio- vencionales que.peetegen, por ejemplo, a las minorías étnicas; lo cual
nal, se opone la misma titularidadporiparte<deJos individuos..Los no debe llevaraiconduir que las minorías tienen el rango de sujetos
Estados serían siempre .los <únicos destinatarios de las normas con, dederechointélrnacional, aunque sólo sea en cuanto a .los derechos
suetudinarias-o-conveneíonáles que se refieren a la situación del,in- que se .leslreeonocen•.Esto: significa, .simplemente, que el Estado al
dividuo. Las o bligacíonés-dé-los Estados i de tratariaLiridividuode scrnenda una determinada minoría tiene la obligación de
determinadamanerai(porejemplo,··reconocerlelos·.dere<::hos <funda- ordenamiento interno, el tratamiento conve-
mentales de la persona humana, o castigarlo si cometió crímenes con los otros Estados contratantes.
contra la humanidad)subsistiríanisiemprerespectodeotros\ ¡Estados: como también en los textos de los Pueblos
de. todos los: ottosEstádos'isiis~tr<1taidederechoconsllettldinario, O a,<::J!él,l"l:\OS íntemacionaíes, cada. vez más a menudo se habla de los
de los • . otros: Est~dos.'contratantes,<sise trata.déli dere.<::hQco~venciOr derecho de los pueblos ala autodetermi-
nal •. <Las<•• distintas·'situaci~nesjurídicas.correspondiellt~s'~iJas previ. disponer librémentede.Ios propios
sionesdel'plano <interestataLse; producirían.sóloenel<;írnbito .9él< los teClJn¡os.nat\.u:alt~siderecho, de toda . la- humanidad de. explotar los re-
ordenamientos internos de.cada.ullodeJCls<iEstadQs,.si~ll1PfeqHél.és­ fotl<:!C>silmarin.os, etc. En la mayor parte de estos dere-
tos adapten su propio derecho interno para hacer honorala,s obliga7 W~; .cuares tendremos ocasión de ocuparnos al tratar el con-
ciones mencionadas (v.p.376y ss.)« las normas intemacionales.í el término "pueblo" es usado
¿Qué! se puede decir de esta,.discusión, de.earácreresencialmente manera enfática y: puede ser tranquilamente sustituido por el
teórico? Siaquítambiéri adherimos a.unawisiónglobal de la vida de indicar al titular efectivo del derecho. Por
relación .internácionale no.p()derno.s.evitaralinearnos.CQ~.<lqlJellos compete la soberanía de los recursos natu-
que seniegan aatribuidepersona,lida,9a,L il1dividuQen el cierélFho in.- r1A¡; .... rAt~.A territorio (v, p. 264),asícomo la participación en la

ternacional, •. reservancloesecará¡;terpara Jos ·.ordélnamientosdél los recursos marinos (v, p.351). Claro que aquí
Estados·o de las ascciaoiónes.de.Estados •. Es.cierto que el derecho in- ~~"""AI...I"." puede .subrayarse en términos. jurídicos sólo sise parte de
38 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 39

la idea de que e! sujeto de derecho internacional no es e! Estado- miento de la mayoría de los súbditos y sean libremente elegidos por
aparato sino e!,Estado-comunidad, que no se identifica con los go- ellos; o que este avale las aspiraciones secesionistas de regiones o
bernantes sino con los gobernados. Ahora bien, ya hemos criticado provincias autónomas e incluso de regiones étnicamente diferentes
este tipo de ideas, desde un punto de vista general, por considerar- del resto de un país. Estamos lejos de una situación de este tipo, co-
las contrarias a la realidad, incluso respecto de las normas específi- rrío cualquiera puede fácilmente constatar'. El principio de autodeter-
cas a las cuales nos estamos refiriendo. En cambio, se trata de una minación, en cuanto principio ju.rídico que se. extrae de la práctica
cuestión diferente al hablar de derecho de los pueblos en relación efectiva de la mayor parte de los Estados y no en cuanto slogan pu-
con normas que se ocupan de! pueblo en contraposición con el Es- blicitado por ura agrupación u otra, tiene un campo de aplicación
tado, es decir, que se ocupan-de los gobernados por oposición a los más bien restringido. Se aplica solamente a los pueblos sometidos a
gobernantes; en definitiva, que tienden a proteger al pueblo respec- un Gobierno extranjero, en primer lugar a los pueblos (pocos) suje-
to de! aparato que 10 gobierna, como es el caso de las normas sobre tos a dominación colonial, en segundo lugar a las poblaciones de te-
los derechos fundamentales de los individuos. Las normas de este ti- rritorios conquistados y ocupadosporla fuerza (pensemos en los te-
po no son muchas y tal vez se reduzcan a un único principio gene- rritorios árabes ocupados por Israel luego de 1967). Como se lee en
ral, sobre el cual conviene detenerse un momento: el principio de las citadas Declaraciones de la ONU, y como fue confirmado por la
autodeterminación de los pueblos. Corte Internacional de Justicia, la autodeterminación comporta el
Autodetermi- El principio de autodeterminación es hoy una regla de derecho in- "derecho" de los pueblos sometidos a dominio extranjero a indepen-
nación de los ternacional positivo. No sólo está contenido en el texto de distintos dizarse, a asociarse d integrarse canotio Estado independiente,a
pueblos
acuerdos internacionales (por ejemplo, las ya citadas Convenciones elegir libremente el propio régimen político.
de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos), vinculantes sólo
para los' Estados contratantes, sino que ha adquirido carácter con- Precísar con exactitud e! caso previsto por el principio de autodetermina- Autodetermi-
suetudinario a través de una práctica que se desarrolló por obra de ción presenta notables dificultades cuando se trata de territorios en los cua- nación y
presencia de
las Naciones Unidas y que encuentra su base tanto en la misma Car- les .el Gobierno extranjero, aun estando presente masivamente con las pro- fuerzas
ta de la ONU (art. 1, párr. 2 yart. 55) como en ciertas solemnes De- pias fuerzas armadas, se apoya en un Gobierno local del cual tal vez recibió armadas
una solicitud de "ayuda" más o menos fraternal. Se podría decir que en este extranjeras en
claraciones de Principios de la Asamblea General de la Organiza- el territorio de
ción, tal como la Declaración de 1960 sobre la independencia de los caso -incluso cuando la presencia del Gobierno extranjero no llegue a ha- un Estado
. pueblos coloniales y la de 1970 sobre las relaciones amistosas entre cer que e! Gobierno. local parezca un Gobierno fantoche (v. p. 29)- el prin-
cipio de autodeterminación se aplica en e! sentido de imponer a ambos Go-
los Estados (v. p. 79). También la Corte Internacional de Justicia re-
biernos la cesación de la ocupación extranjera. Modificando parcialmente lo
conoció su existencia como principio consuetudinario en dos opinio-
dicho en otro ámbito (v. Conforti, p. 240), consideramos que en este sentido
nes dadas a pedido de la Asamblea General (sobre la función consul- podría interpretarse la práctica de la Asamblea General de la ONU, orienta-
tiva de la Corte: v. p. 499), la opinión 21-6-1971 sobre NatÍlibia da a'condenar, en nombre de! principio de autodeterminación, la presencia
(CIJ, Recueil, 1971, p.31 y ss.) y la opinión 16-10-1975 sobre el Sa- de la Unión Soviética en Afganistán hasta 1989 y la vietnamita en Camboya
hara Occidental (ibidem, 1975, p. 31 y ss:). Es necesario, sin embar- (paraJas referencias a la práctica, ibidem, p..241).
go, evitar dar al principio de autodeterminación un significado que . ,En lo que respecta a los territorios coloniales, e! principio de autodeter~i­
Autodetermi-
corresponda exactamente al significado común de esta pálabra. Es ón ha venido adquiriendo e! significado que tiene actualmente, o sea, e!
nación y
necesario evitar considerar que el derecho internacional pretenda ipio que impone la concesión de la independencia, a través de" una prác- descoloniza-
que todos los Gobiernos existentes en la Tierra gocen del consenti- tica que cambió el arto 73 de la Carta de las Naciones Unidas. Este artículo, ción
JlI

40 BENEDETTO CONFORTI INTRODUCCIÓN 41

en efecto, lejos de prever la independencia de las colonias, se limitaba a solici- gena sino "importada" desde la madre patria (como, por ejemplo, en el caso
tar a las potencias coloniales promover el progreso político, económico, so- de las islas Malvinas o de Gibraltar, sometidas a dominación inglesa). Tam-
cial y educativo de las poblaciones sometidas, proteger a estas últimas contra bién en este caso debemos preguntarnos en qué sentido y hasta qué punto
los abusos y favorecer su autogobierno. El arto 73 pareció a algunos incom- las pretensiones del Estado contiguo deben ser satisfechas. Según una opi-
patible con los citados arto 1, párr. 2 y arto 55 de la Carta, que asignan a la nión que parece bien fundada en la práctica de las Naciones Unidas
ONU la tarea de desarrollar entre los Estados "relaciones amistosas fundadas (Iovane), de la combinación de los dos principios no nace la obligación del
en el respeto del principio... de la autodeterminación de los pueblos". En Estado colonial de transferir e! territorio al Estado contiguo, sino la de acor-
nuestra opinión no existe un problema de compatibilidad, dado que, en la dar una solución orientada hacia la descolonización. En el caso de las Mal-
época de la redacción de la Carta, la autodeterminación tenía un significado vinas, los acuerdos de Madrid de 1989 y de 1990 entre la Argentina y el
diferente y más restringido: no era entendida en sentido positivo, es decir co- Reino Unido -acuerdos que señalaron una suerte de reconciliación entre los
mo obligación de un Gobierno que ocupaba un territorio no propio de dejar dos países luego de la guerra de 1982- han creado por ahora solamente el
que e! territorio mismo decidiese acerca de! propio destino, sino en sentido clima favorable para una definición de los vínculos relativos a estas islas (pa-
negativo, o sea, simplemente como obligación sobre todos los Estados de no ra e! texto de los acuerdos, V. ILM, 1990, p. 1291 y ss.).
interferir, mediante amenazas, acciones coercitivas o presiones eficaces, en las Notemos, finalmente, que, a fin de que sea configurable la obligación del Irretroactivi-
Gobierno que ocupa un territorio no propio de permitir su autodetermina- dad del
elecciones libres, con respecto a gobierno, constitución, leyes, etc., operadas principio de
en el ámbito de Estados extranjeros (pueden encontrarse indicios en este sen- ción (salvo, obviamente, el caso de los territorios coloniales), es necesario autodetermi-
tido también en los trabajos preparatorios de la Carta: cfr. Conforti, p. 240). que la ocupación no se remonte más allá de la época en que el principio de nación

Entendido de este modo, e! principio de autodeterminación venía a coincidir autodeterminación se afirmó en su sentido positivo, o sea más allá de la se-
con el de no injerencia en los asuntos de otros Estados (v. p. 292 y ss.). gunda posguerra. No puede reconstruirse, en efecto, una voluntad de la co-
Siempre a propósito de los territorios coloniales, es necesario también te- munidad internacional de rever todas las situaciones territoriales que se
ner en cuenta una regla que se formó en el ámbito de la ONU y que atribuye crearon en épocas anteriores, luego de eventos bélicos o mediante e! uso de
a la Asamblea General la competencia pata decidir, con efectos vinculantes la fuerza. No puede por lo tanto hablarse, por ejemplo, de un derecho a la
para todos los Estados, acerca de la suerte de los territorios mismos (v. p. autodeterminación de los territorios que fueron objeto de ocupaciones o
193). La Asamblea debe, sin embargo, conformarse al principio de autodeter- anexiones luego de la Primera Guerra Mundial, Tampoco podía hablarse (y
minación así como fue entendido más arriba; de lo contrario su decisión es por los mismos motivos), antes de los acontecimientos que a principios de
ilegítima e ineficaz. Según lo expresado por la Corte Internacional de Justicia setiembre de 1991 llevaron a la independencia de Estonia, Letonia y Licua-
en la citada opinión sobre el Sahara Occidental (CI}, Recueil, 1975, p. 33, nia....,..los tres países bálticos ocupados por la fuerza y anexados a la Unión
párr. 59), la Asamblea puede decidir, si circunstancias "especiales" lo requie- Soviética en 1940~, de un derecho de estos países a la autodeterminación.
ren, incluso sin consultar a los habitantes de! territorio y siempre que se al- Como se sabe, los Estados bálticos adquirieron la independencia con e! con-
cance igualmente e! objetivo de respetar su voluntad. sentimiento de la Unión Soviética; su reconstitución concreta una hipótesis
El principio de autodeterminación de los territorios coloniales debe ade- deformación de nuevos Estados por secesión (v. p. 157).
más coordinarse con e! principio de la integridad territorial, y la necesidad
de la coordinación se impone también a la Asamblea General de la ONU en Por 10 tanto, el derecho internacional general le impone al Estado
sus decisiones. Sobre la base del principio de la integridad territoriales nece- que gobierna un territorio no propio que permita su autodetermina-
sario tener en cuenta los nexos histórico-geográficos de! territorio a descolo-
ción. Puede incluso sostenerse, como veremos, que, frente a la viola-
nizar co~ un.~stado contiguo formado también, quizá precedentemertte, por
ción del principio, los otros Estados deben adoptar sanciones, como
descolonizacióm La esfera de aplicación de este principio es más bien incier-
ta: todo lo que puede decirse es que e! principio de autodeterminación debe el desconocimiento de cualquier efecto extraterritorial de los actos
cederle e! paso sólo cuando la población local no es mayoritariamente indí- de gobierno emanados en el territorio (v. p. 267). Es considerado lí-
42 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN, 43

cito además, siempre por e! derecho internacional general y siempre Tampoco se le da mayor importancia a los resultados de la Conferencia
de conformidad con una práctica desarrollada por obra de las Na- sobre e! Derecho Humanitario en los conflictos armados, que se llevó a cabo
ciones Unidas, el apoyo a los movimientos de liberación nacional. en Ginebra entre 1974 y 1977 para integrar las cuatro Convenciones de Gi-
nebra de 1949 sobre la protección, respectivamente, de los heridos y de los
Pero, establecido todo esto, ¿puede hablarse de un verdadero dere-
enfermos de las fuerzas armadas en campaña, de los heridos, enfermos y náu-
cho subjetivo internacional a la autodeterminación de los pueblos
fragos de las fuerzas armadas navales, de los prisioneros de guerra y de los ci-
sometidos a dominación extranjera? En realidad, también en este viles en tiempo de guerra (sobre la Conferencia v. The New Humanitarian
caso, e incluso con mayor evidencia que respecto de las normas co- Law 01 Armed Conflicts, a cargo de A. Cassese, Nápoles, 1979, vol. 1 y Ir).
rrespondientes a los individuos, fas relaciones de derecho interna- De acuerdó con e! 1 Protocolo surgido de la Conferencia y abierto a la ratifi-
cional se verifican de manera exclusiva entre los Estados. Es con cación de todOs los 'Estados, las normas contenidas en e! Protocolo mismo co-
respecto a todos los Estados o, como se dice, a la comunidad inter- /no así también en las citadas Convenciones, que son aplicables en caso de
nacional en su conjunto, que subsiste la obligación de! Gobierno ex- guerra entre las Partes contratantes, se extienden a los conflictos armados
tranjero de permitir la autodeterminación; es con respecto a la co- "en los cuales los pueblos luchan contra la dominación colonial y la ocupa-
munidad internacional que los Estados tienen la obligación de negar ción extranjera y contra los regímenes racistas en el ejercicio del derecho de
eficacia extraterritorial a Jos actos de gobierno cumplidos en el te- los pueblos a la autodeterminación... " (art, 1, párr. 4); esta extensión está
rritorio dominado; es en las relaciones entre e! Estado que gobierna condicionada, en primer lugar, a la circunstancia de que e! Gobierno colo-
nial, ocupante o racista, ratifique el Protocolo, transformándose en parte
el territorio y los otros Estados que el apoyo a los movimientos de
contratante de! mismo y, en segundo lugar, a una "declaración unilateral"
liberación no puede ser considerado ilícito. Nos parece arriesgado,
por par,te de I~ "A~to~idad representante del pueblo en lucha" .(art. 96,
en cambio" construir relaciones jurídicas internacionales entre el párr. 3) por la cual ésta se obligue a respetar, a su vez, las Convenciones y e!
pueblo qu~ lucha para liberarse y el Gobierno extr~njero que 10 Protocolo. Claro que el hecho de que se verifique la primera condición es to-
oprime. talmente in1p~obable y hace ocioso, por lo tanto, el argumento del significado
de diChá extensión desde el punto de vista jurídico-formal. Debe ponerse en
Movimientos No puede invocarse, en cambio, la así llamada naturaleza internacional evidencia, de todos modos, que a la "Autoridad representante del pueblo" no
y guerras de se le. atribuye la función de parte contratante (aunque la capacidad de cele-
de las guerras de liberación, siempre que con esto no se quiera insistir en e!
liberación
nacional hecho de que las luchas de los pueblos para la autodeterminacióil'conciernen brar'acuerdos sea un rasgo característico de la subjetividad internacional) y
al der'echo internacional con las limitaciones antedichas, sino sostener que se que esto se explica, una vez más, por la oposici~n de los países oc~i~entale~,
apliquen automáticamente las normas consuetudinarias de! derecho interna- manifestada también en el seno de la Conferencia, contra la automática equi-
cional bélico, válidas para la guerra entre Estados; á estas hichas,cuando paración qe las guerras de liberación a las guerras internacionales. ~sí las c~­
sean armadas. Esta tesis fue, en efectO, defendida repetidas veces en sede de S¡lS, sería siempre difícil sosten~r que, incluso en ,e!. caso de que debieran ven-

las Naciones Unidas y fue también recogida en algunas resohiciones no uná- ficarse las condiciones para aplicar las normas de Ginebra a una guerra de
nimes de la Asamblea de la ONU (las resoluciones de la Asamblea no tienen, ¡,¡ c¿i6n; ~~~re ~l pueblo que lucha y elGobierno opresor se instauren ver-

en sí, fuerzayinculanre: v. p. 192); sin embargo,Ia tesis mencionada encon- as r~la~iohes d~ derecho internacional convencional; debería decirse,
tró siempre op~sición en e! grupo de países occidentales. Se trata, por lo tan- m~~ bi~n, que e! Gobi~rno resultaría obligado a respetar dichas normas sólo
to, de una tesis cuyo valor político y mor<il difícilmente pueda desconocerse do de los demás Estados contratantes, Y que la declaración de acepta-
(la aplicación' de las normas internacionales de derecho bélico contribuiría ción por parte de losrepresentantes de! pueblo en lucha, o sea e! compromiso
tanto a dar mayor relieve a los J:Iióvimiento's deliberaCión cocio a húmani- a la reciprocidad, constituiría una condición para que surja dicha obligación.
zar él conflicto), pero, por no contar con e!'consenso de la generalidad de los ¡ Debemos al menos advertir que lo sostenido hasta aquí prescinde de la

Estados, nó corresponde al derecho vigente. hipótesis de que un movimiento de liberación nacional-logre controlar efecti-
44
BENEDEITO CONFORTI
INTRODUCCIÓN 45

vamente una parte del territorio, hipótesis en la cual su subjetividad a título


opinión del 20-12-1980 sobre la interpretación del ac~erdo del
de Gobierno insurreccional está fuera de discusión, tanto en el derecho béli-
co como en el derecho internacional de paz (v. p. 33 Y ss.), 25-3-1951 entre la Organización Mundial de la Salud y Egipto (CI],
Reateil, 1980, p. 89 Y ss., párr. 37). "La organización internacional
-se lee en la opinión- es un sujeto de derecho internacional, vincu-
lado en cuatltotal, por todas las obligaciones que se derivan de las
regl~s generales del derecho internacional, de su tratado constitutivo
Hasta aquí hemos considerado los entes sometidos al poder de
yde los acuerdos de los cuales forma parte". Debe notarse, por otra
gobierno de los Estados, excluyéndoles la subjetividad internacionaL
parte, que la mayoría de las obligaciones que normal~ente pes~n s.o-
Queda ahora por preguntarse si son sujetos de derecho internacional
bre los Estados presuponen el gobierno de una comunidad terntonal
ciertos entes que operan en el ámbito de la comunidad internacional
y, por lo tanto, se aplican poco a e~tes que, co~o las organizaciones
junto a los Estados, en posición de independencia respecto de éstos.
Organizacio- internacionales, no ejercen ese gobierno, o lo ejercen en casos total-
nes internacio- No obstante las dudas que aún manifiesta una parte de la doctri-
mente excepcionales (como sucedió, por ejemplo, en el caso de la
nales na, ~ modificando opiniones expresadas por nosotros en el pasado,
ONU en Nueva Guinea Occidental entre los años 1962-1963).
consIderamos que no se puede negar plena personalidad a las organi!
zaciones internacionales, o sea, a las asociaciones entre Estádos, do- No debe confundirse la personalidad internacional de las organizaciones Personalidad
tadas de órganos que persiguen intereses comunes (ONU, organis- interna de las
internacionales con su personalidad en el derecho interno. Si una organiza- organizaciones
mos especializad~s de las Naciones Unidas, Comunidades Europeas, cióninternacional adquiere inmuebles y contrae obligaciones en un Estado, internacionales
etc.). La personalIdad de las organizaciones, como sujetos diferentes el ordenamiento jurídico de ese Estado deberá establecer dentro de qué !ím~­
de los Estados miembros, ya es un dato indiscutible de la práctica in- tes ésta tiene capacidad para hacerlo. Normalmente los tratados constituti-
ternacional de hoy en día, en panicular, aunque no exclusivamente, vos de las organizaciones internacionalesprevén la obligación de los Estados
en 10 que res~ecta a los acuerdos que celebran estas organizaciones miembros de reconocer su capacidad jurídica en sus respectivos ordenamien-
en l~s distintos ámbitos ligados con su actividad (v. p. 116 y ss.): s~ tos, Y a menudo también dictan normas tanto con respecto al contenido y a
los límites de tal capacidad (y de la consiguiente capacidad de actuar) co~o
considera que estos acuerdos producen derechos y obligaciones pro-
a los órganos competentes para representara la organización en las rel.aclO'
pios de las organizaciones, quedando sin efecto en la esfera jurídica
nes de derecho interno: por ejemplo, el arto 104 de la Carta de las.Naciones
de los Estados miembros. Es sintomático al respecto que, cuando un Unidas establece que la ONU "goza, en el territorio de cada uno de s.us
Estado no miembro no entiende celebrar un acuerdo sólo éon la or- embros, de la capacidad jurídica necesaria para el ejercicio de sus funcio-
,
ganización sino que quiere involucrar también a los Estados miem- y para la obtención de sus fines"; el arto 211. del Trata.do CE p.reve,qu,e
bros, es frecuente solicitar la directa participación de estos últimos da Estado miembro la Comunidad tiene ~'la más amphacapaCldadjun-
en el acto. Sintomáticas son también aquellas disposiciones conteni- reconocida a las personas jurídicas por las legislaciones nacionales", en
das en algunos tratados constitutivos de organizaciones, como el arto 'cular, que ésta puede "adquirir o enajenar bienes inmuebles y presen-
228 del Tratado CE (v. p. 225), según el cual los acuerdos cele- e a juicio", y que a tal fin está "representada por la Comisión", etc. Es
brados porla organización vinculan también a los Estados miem- o que normas de este tipo son aplicables en caso de que se presente un
bros; no habría necesidad de disposiciones de este tipo si la regla lema relativo a la capacidad jurídicade la organización en el ámbito de
general no fuese la contraria. stado miembro; si, en cambio,el problema surge en un tercer Estado no
lado por el tratado constitutivo, será necesario referirse a las normas
La personalidad de todas las organizaciones internacionales fue
e en el ordenamiento de ese Estado regulan la capacidad jurídica de los
af~rmadarotundamente por la Corte Internacional de Justicia en la
tes colectivos extranjeros, y sólo se podrá hacer referencia al derecho in-
---------------.',

46 BENEDEITO CONFORTI INTRODUCCIÓN 47

ternacional si, eventualmente, son aplicables normas de derecho internacio- so de los dos entes de los cuales se ocupaban estas sentencias- de organiza-
nal general a la relación concreta que se debe regular. Sobre esta materia v ciones internacionales que, dado el número restringido de sus miembros y la
Conforti, en RDI, 1964, p. 566 Yss. yen RDIPP, 1970, p. 229 Yss. . naturaleza de la actividad desarrollada, se limitan a perseguir los intereses, o
Un p~oble~a, ~uy. importante que puede presentarse con respecto a la la suma de los intereses, de los Estados que forman parte de ellas y no fines
personalidad jurídica interna de las organizaciones internacionales es e! de la totalmente autónomos y superiores: no se escapa en este caso de! principio
e.ventual resp~nsabilidad ~olidaria de los Estados miembros por las obliga- cuius commoda, eius incommoda. Es necesario, sin embargo, ser cautos an-
ciones contraídas por los organos de la organización en la persecución de los tes de concluir que la limitación de responsabilidad no deriva de la norma
fines estatutarios. El problema es evidentemente diferente del mencionado de!' tratado constitutivo que prevé la capacidad interna de la organización.
más arriba, que consiste en preguntarse si los acuerdos internacionales cele- Parece, por ejemplo, que una fórmula como la utilizada por el citado arto
b.r:dos por la organización vinculan o no a los Estados miembros, y su solu- 211 del Tratado CE ("la más amplía capacidad jurídica reconocida por las
Clan no puede, por lo tanto, ser deducida de las normas que regulan esta se- legislaciones nacionales") tiende, justamente, a la limitación.
gunda cuestión. Se trata en este caso de un problema que debe resolverse a
la lu~ de las nor~as, internacionales o internas, sobre la capacidad de dere- Otro ente totalmente independiente de los Estados, pero activo en Iglesia
cho mterno: Dos mteresantes sentencias, una de la Cámara de los Lores del el ámbito de la comunidad internacional, es la Iglesia Católica. In- Católica
26-10-1989 (caso j.H, Rayner Ltd v, Department of Trade, en el ILR, vol.
cluso en e! período entre 1870 y 1929, en e! cual desapareció todo su
81, p.679 Y ss. yp. 714 Yss.) y la otra del Tribunal Arbitral 'de la Cámara
de Comercio Internacional del 5-3"1984 (ILR, vol . 80,p'612 Yss)
dominio territorial, siempre se le reconoció por tradición personali-
. ' . se ocu-, dad internacional a la Iglesia Católica. La personalidad de la, Iglesia
pan de! tema: en el primer caso se trataba de decidir si los Estados miembros
d.e la Orgartizació~ Int~rnacional de! Estaño, creada para estabilizar los pre- se concreta no sólo en e! poder de celebrar tratados internacionales
CIOS de esta matena pnma (v. p. 314 y ss.), debían responder parlas deudas (entre los cuales se encuentran, según la opinión más difundida, los
contraídas por la Organización que ésta no estaba en condiciones de pagar; mismos Concordatos), sino también, dada la existencia de! Estado
e~ e! segundo caso, se presentaba la misma duda con respecto a la Organiza- de la Ciudad de! Vaticano, en todas las situaciones jurídicas que pre-
CIÓn para la Industrial~zación. Arabe, creada por algunos Estados árabes pa- ponen e! gobierno de una comunidad territorial.
ra e! desarroll~ de la mdustna de las armas y lúego puesta en liquidación. Con la Iglesia Católica y las organizaciones internacionales, la lis-
Ambas sentencIas se apoyan en la tesis de que la existencia de una norma in- ta de los sujetos internacionales puede considerarse cerrada.
terna sobre la capacidad jurídica de una organización internacional, conteni-
da en su tratado constitutivo, no es decisiva para negar la responsabil'd d Una parte ele la doctrina italiana, seguida por la jurisprudencia de Italia, Orden de
'd' . d I I a
su bSI lana e os Estados miembros, dado que la absoluta limitación de res- retoHoce la calidad ele sujeto interhácional' también a la Soberana Orden Malta
ponsabilidad no es consecuencia necesaria de la personalidad. Pero, mientras Militatde Malta, 'orden religiosa dependiente de la Santa Sede. En éfécto, la
qué la seh~encia inglesa considera que 'río hay normas internacionales aplica- rden tiene como único nexo conlacoiminidadinténlacional el hecho de
bles y decIde e! caso á la luz de! propio ordenamiento, llegando a excluir la aber "gobernado" un tiempo en Rodas y luego, hasta fines de! siglo XVIII,
responsabilidad de los Estados miembros, la segunda considera 'que dada I Malta. Hoy está dedicada a obras de asistencia, función sumamente no-
", dI I "
onusron e tema en e tratado constitutivo, la responsabilidad subsiste sobre
a
le, pero que no justifica la 'posesión de personalidad internacional, la que
la base de un principio g:neral de derecho (como veremos, los principios ge- ormalmente se le excluye incluso a la Cruz Roja Internacional. La atribu-
n.erales de derecho constituyen una categoría de normas de derecho interna- ión de la personalidad a la Orden de Malta no haría mal a nadie si, siempre
~1O~al ge~eral: v. p. 60 y ss;), precisamente del principio según el cual e! caso de Italia, no diese lugar a la justificación para reconocerle a la Or-
quren se, ~om~romete en asuntos de naturaleza económica debe responder en todas las inmunidades que, como veremos, corresponden a los Estados
por las obhgaclOnes que de ellos deriven". Nos parece que debe preferirse el tranjeros y a sus órganos (v. p. 287 y ss. y 292 y ss.). Sobre todo, se le ha
resultado al cual llega la segunda sentencia cuando se'trata -como en e! ca- permitido a la Orden sustraerse al Fisco, en relación con los bienes poseídos
48 BENEDEITO CONFORTI

en Italia (incluidas las propiedades agrícolas), como así también a la jurisdic-


ción civil italiana en las controversias relativas a las relaciones con sus em- Primera parte
pleados, con el consiguiente avasallamiento, en este último caso, de derechos
individuales constitucionalmente garantizados. Se notó cierta inversión de La formación de las normas internacionales
tendencia en tiempos recientes, con dos sentencias del Tribunal de Casación
en Sesiones Unidas (sent. n, 960 del 18-2-1989, en PI, 1989,1, col. 667 y ss.,
y sent, n: 3374 del 19-7-1989, ídem, 1990,1, col. 2597 y ss.), sentencias que
llegan a afirmar, con todo, la jurisdicción italiana en materia de relaciones
de trabajo con la Orden a través de varias argumentaciones, no todas acep-
tables, pero que no reniegan de la tesis de la personalidad internacional de la
Orden. Debe de todos modos esperarse que esta tesis se abandone definitiva-
IV. El derecho internacional general.
mente y que cualquier problema se resuelva de raíz, de la manera jurídica-
La costumbre y sus elementos constitutivos
mente más correcta. [La Corte Suprema de Justicia de Argentina, en un re-
ciente caso concerniente a un sumario donde se investiga la presunta
comisión del delito de contrabando o eventualmente de una infracción adua- .,:1

nera, contra el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Soberana Las normas de derecho internacional general, es de~~r, las !1or'm~s .
Orden de Malta acreditado ante el Gobierno argentino, sostuvo la aplica- que vinculan a todos los Estados, tienen, como ya se dIJO, natu,raleza
ción del artículo 24, iric. 1°, último parágrafo del Decreto-ley 1285/58 a los consuetudinaria. Comenzamos, por tanto, a preg~ntarnos que~é~e
efectos de requerir la conformidad del demandado para ser éste sometido a entenderse por costumbre internacional, reservándonos para· mas .
jUicio por ante los tribunales nacionales. (Radziwill, Carlos s/causa N° 9439, adelante considerar si existen, además de ella, otras fuentes de nor-
Corte Suprema de Justicia de la Nación: R. 96. XXN. Originario Penal, ís
mas generales. . d'f' ' . d
de mayo de 1993.) La Corte en su sentencia confunde inmunidad y franqui- La noción de costumbre en el derecho internacional no 1: Iere. e
cias diplomáticas con inmunidad de jurisdiccióp del Estado. Sobre el parti- noción de costumbre elaborada por la teoría general del der~cho y
'lizada también en el derecho interno. De conformida~ con e~a ~o.-
cular debe recordarse que Argentina reconoció a la Soberana Orden de Mal-
ta como "entidad internacional independiente" y estableció relaciones
. , se considera que la costumbre internacional esta constituida
diplomáticas por Decreto N° 26.588/48. Este hecho no implica el reconoci-
miento de la OrdeJ,1 como un Estado,ni mu~ho menos conceder a sus repre-
Ion~n comportamiento constante y uniforme de los ~stados, es de-
sentantes diplomáticos idénticos privilegios e inmunid~des que a los repre- por la repetición de un determinado comporta~Iento, acompa-
sentantes diplomáticos de los Estados, regulados en la Convención de Viena a por la convicción de la obligatoriedad de ese mismo comporta-
sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.J
or '1 o tanto , son dos los elementos que caracterizan. a esta fuen-
. Elementos
a diuturnitas (o mejor, la praxis) y la opinio iuris siue nec:ssrta- de la
costumbre
na concepción de este tipo, llamada dualista, no tuvo, sm ern-
argo, unanimidad de consenso en la doctrina. Se sostuvo, por ot:a
arte, que la costumbre estaría constituida ~~lar.ne~te por la ~ra~rs,
a que si se admitiera la necesidad de la oprmo turtS,. se llegar~a me-
blemente a considerarla nacida de un error. Se dice que SI en el
mento en que se va formando la norma, el Estado cree .que deter-
ado comportamiento es obligatorio, es decir, requerido por el
50
BENEDEITO CONFORT!
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 51
derecho, mientras que en realidad el derecho no existe, porque se
halla en formación, es evidente que el Estado está en un error. La cessitatis. La obligatoriedad se confunde así con la nec~s~d,ad, es d~-
opinio iuris no sería, por 10 tanto, uno de los elementos constituti- , la obligación social. Al menos en el m,o mento inicial de for-
Clf,con , d bid
vos de la costumbre, sino más bien el efecto psicológico de la exis- maciónde la costumbre, el comportamiento no se SIente t~n e 1, o
tencia de la norma, presuponiendo por 10 tanto que ésta ya se ha jurídica como socialmente. Debe tamb,ién,observa~seque, ~l ,n,o se m-
formado. sistiese sobre la opinio iuns. ac.necessttatts, faltana, la posibilidad d,e
La crítica a la concepción dualista de la costumbre tiene el defecto istinguir entre el mero "uso", determinado, por ejemplo, por-motr-
de fundarse principalmente en argumentos lógicos. Si bien desde un os de cortesía, de ceremonial, yla costumb~e" p~~ductora de,nor-
punto de vista abstracto dichos argumentos pueden también resultar iuríditeas, Se ha obj erado a esto que la distinción se ba,sana
as jun 1 so-
convincentes, nos parece determinante en sentido contrario la obser- e otros elementos, más precisamente sobre el hecho de que e m,ero
vación de la práctica internacional. o consistiría en asuntos poco importantes desde ,el ~~nto de VIsta
Si se examina la práctica de los Tribunales internacionales, se cial incapacescoino tales de producir normas JUt1dl~as. Pero se
puede confirmar la tesis según la cual ambos elementos deben poner- ed: objetar también que ciertos usos dictados por mO:lvos ~e cor-
se de 'relieve en la deliCada obra de reconstrucción de la Costumbre ía "-por ejemplo, el uso de extender la esfera de las ,1n~umd~des
internacional. Esta orientación ha sido retomada por la Corte Inter- plomáticas- no reviste absolutamente dicha, catacrenstrca.y; SIno
nacional dé Justicia en la sentencia del 20-2-1969 sobre la cuestión concretan en costumbres jurídicas, se debe Justa y solamente ~ la
de la de1imitaCÍón de la plataforma continental en el Mar del Norte rcunstancia de que los Estados no están convencidos de su obliga-
(CI], Recú'eil; 1969;párrafo 76-78), como así también en las sucesi- riédad.
vas sentencias del 3-6-1985 por la delimitación de la plataforma
¿ontihentálentreLibiay Malta (CI], Recueil, 1985, párrafo 17) y Este punto se encuentra tratado en la sentencia del Tribunal de' Casa-
del27':6~1986 sobre las actividades militares y paramilitares contra n Penal, Secciones reunidas, 28-5-1955, en Giur. I~., 1955, Ir, 367, que
NicaragtIa (iaem,' '1986, párrafo 186-186). T~mbién fa jurispruden- la existencia de una norma de derecho internacIO~a,l general que ~x­
cia' interna es favorable al recondciinierito de ambos elementos (cfr. las inmunidades diplomáticas al personal de serVICIO de las em,baJa-
Cónforti,Cours général, p: 64'y ss~). Paralelamente ala práci:ica ju- . ~a Corte observa: " ... no puede desconocerse, ciertame~te,la :xIsten-
rispnidencial, los Estados siempre 'se pronunciaron en el sentido de de una costumbre internacional por la cual se acuerda la lllmum~~d de
qÚé la: ópinio iuris era indispensable: para la existeticiade la costuin:.. dicción incluso a las personas del séquito no oficia~ y a la fan;Iha del
breo Es sintomático al respecto el hecho de que, para evitar qu~1a _ mático incluido el personal doméstico, aunque solo sea a 'título de
cortesía. Por otra parte, si se determina el contenido de esta no~ma
praxis de por s{'éree derecho, muy a menudo lds'l:;Sranoneápür~na
etudinaria con el rigor necesario dada la falta de una corresp,ondIen-
déda:rárque UhCierto comportamiento que ellos entienden mantener , resu ltaeú
teie neoéssitatis, - 1ar que 'de ningún 'modo existe una
ta un'1 sena
está dietado pdr meras razones de cortesía, o bien que no puede ser acente obligación internacional de los Estados de observar esta norma
considerado capaz de "crear un precedente» a los firies de la forma:.. ndicionalmente y en cualquier caso". La sentencia e~amina luego al-
ción de tria norma consuetudinaria o de la abrogación de una nor- as prácticas en las cuales queda 'de manifiesto lo annenon ~n cuant~ ~
ma preexistente (desu'etudb). ' , urisprudencia extranjera, y siempre en el tema de la ex~enslO~ ~e las in
Costumbre
y normas de
cortesía
Por Otrá parte, es necesariono'sohrevalorarla objeción segun Iá idades diplomáticas al personal de servicio de los diplomáricos r:
cual, si se admitiera la opinio iuris,la costumbre se basaría sobre el 'emplo, la sentencia de la Corte Administrativa Federal de la Repubh-
'err6r. Eri'ré!alidad se habla y se habló siempre de opinio iuris ac 11e- ederal Alemana 22-1-1971 (en ILR, vol. 70,p. 402) Yde la Corte Su-
ma austríaca del 28-4-71 (ídem, vol. 71, p. 550),
52 BENEDErro CONFORT! LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 53
Costumbre y
práctica La existencia ano de la opinio iuris: ac necessitatis es el único Finalmente, el elemento dela opinio iuris. ac necessitatis sirve para Transforma-
convencional criterio utilizable para verificar la existencia de una norma consue- ción del
distinguir el comportamiento del Estado tendiente a .modificar el de- derecho con-
tudinaria a partir de la práctica convencional. Si se examina una recho consuetudinario preexistenre.-s-es . decir, el' comportamiento suetudinario
vez más la jurisprudencia interna, se verá que los tratados consti- tiende a modificar o a abrogar una determinada costumbre a
tuyen uno de los puntos de referencia más utilizados en la recons- vés de la formación de una costumbre nueva o simplemente de un
trucciónde una norma internacional consuetudinaria. Pero los suetudo»~ del comportamiento que constituye, en cambio, un
tratados pueden ser interpretados ya sea como confirmación de ro ilícito internacional. El tema es sumamente importante y puede
normas consuetudinarias existentes, o como creación de nuevas rse al vivo debate doctrinario que se desarrolló en Estados Uni-
normas, limitadas sólo a las relaciones entre los Estados contratan- (cfr. AJIL, 1986, p. 913 Y ss. Y1987, .p. 371 y ss.), originado por
tes; en este sentido sólo una indagación sobre la opinio iuris ac ne- unos casos, de jurisprudencia en los cuales se había presentado,
cessitatis, sólo la investigación orientada a establecer si los Estados e otros, el problema de si las Cortes estadounidenses podían cen-
contratantes han-entendido el vínculo contractual en el primer o en surar la eventual violación de normas del derecho internacional con-
el segundo sentido puede permitir o excluir la utilización de toda suetudinario por parte del Gobierno. Si el Ejecutivo, y en particular
una serie de tratados como prueba de la existencia de una norma el Presidente de Estados Unidos -se dijo- no son libres de violar el
consuetudinaria.
erecho consuetudinario, ¿esto no significa excluirlos, precisamente,
el proceso de transformación del derecho consuetudinario, dado
~o puede extraerse un principio consuetudinario de una práctica con- ue dicho proceso parte, justamente, de un comportamiento que só-
vencíonal, aunque sea constante y repetida en el tiempo, cuando es claro puede ser ilícito a la luz del derechoexistente y en el momento ini-
que dicho principio es fruto de las concesiones que hacen parte de los Es- 1 deformación de la nueva nqrma? La pregunta tuvo varias res-
tados contratantes con el único fin de obtener otras concesiones tal vez stas: algunos autores fueron contrarios a atribuir un "poder de
con respecto a relaciones diferentes. Es así como, por ejemplo, el Tribu- lación" al Ejecutivo y otros, partidarios; otros incluso se mostra-
nal Irán-Estados Unidos (Iráll-US Claims Tribullal), instituido por los propensos a requerir "una autorización para violar" por parte
acuerdos de A,rgel del 19-1-1981 para entender en los recursos presenta- ongreso. En nuestra opinión, el problema se resuelve si se tiene
dos por los CIUdadanos respectivos debido a las medidas tomadas en te, en este caso, que el procedimiento de formación del dere-
cuanto a sus bienes, se negó a deducir de la práctica de los llamados consuetudinario necesita de la opinio iurisac necessitatis, es
lump-sum agneemeuts el principio de "indemnización parcial" aplicable
s,de Jaopinio necessitatis. Es claro, por 10 tanto, que el Ejecutivo
a la expropiación y a la nacionalización de los bienes extra~eros. Los
e violar el derecho consuetudinario si demuestra (y si 10 recono-
lum~-sum agreemellts son acuerdos, bastante frecuentes en la práctica,
mediante los cuales el Estado nacional de los sujetos cuyos bienes han si-
Corte eventualmente Uamadaa censurar su actuación) que di-
do expropiados o nacionalizados en el extranjero acepta del Estado ex- 'olación está basada en la convicción de su deber social.
propiante o nacionalizan te una suma global, generalmente inferior a la
que debería corresponder si la indemnización cubriese el valor total de los
bienes (v. p. 276). Según el Tribunal Irán-Estados Unidos, los lump-sum
agreeme11ts serian de hecho fruto de negociaciones (bargaÍlt) y, por lo tan- Jo que respecta al elemento de la diuturnitas. (continuidad en el Tiempo de
to, no resultarían un indicativo de la existencia de norma alguna de dere- po), debe advertirse que el problema del tiempo deformación de formación de
la costumbre
cho internacional general. Para los datos relevantes, cfr. PelIompaa y Fitz- stumbre no se presta a soluciones precisas y unívocas. Si es ne-
rnaurice en NYIL, 1988, p. 108 y ss,
rio que transcurra cierto tiempo para que se forme-la norma, y si
---~------"""''''''''----IIIIIIIIiIIIIIIl!IIIIIIIII--_,.

54
BENEDEITO CONFORTI
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 55
es cierto que ciertas normas consuetudinarias -por ejemplo, y como
veremos,las·normassobre la soberanía territorial. y sus corolarios~ ruraleza privada, ha ido formándose a partir de la Primera Guerra
tienencarácterplurisecular, también es cierto que ciertas normas se Mundial por obra, precisamente, de la jurisprudencia de varios paí-
han'consolidado en pocos años """"'"'por ejemplo, la norma que somete ses y bajo el influjo inicial de la jurisprudencia ítalo-belga, derogan-
la ~lataforma' continental al pocfer del Estado ribereño..En realidad do así una vieja costumbre, expresada con el lema par in parem non
el. t¡empopuedesertanto más breve Cuanto más· difundido esté un
j habet iudicium, que sancionaba, en cambio, la inmunidad absoluta
determinado· COmportamiento entre .los ¡miembros de la comunidad de los Estados extranjeros. Ahora, la misma jurisprudencia está e/a-
internaCionaL'Sin embargo, la persistencia en el tiempo sigue siendo rando nuevas normas para regular un aspecto en particular de la
unfabtorineliminablej ya que la.s"costumbres instantáneas"· de las unidad de los Estadbs,el de las relaciones de trabajo con Estados
cuales inc1uso Hegan a ha-blar algunos, no sólo son una contradicción ranjeros (v. p. 298 Yss.). Además, en cuanto a las causas de nuli-
en los términos; sino.también. un. fenómenoque'en 'nuestra, opinión d ode terminación de los tratados (v. p. 171 Yss.) la [urispruden-
no puede generar normas jiu!ídicas, debido a la falta del carácter de a que debe aplicados puede contribuir ala evolución del derecho
estabilidad que está ínsito en el derecho no escrito. suetudinario. Por cierto, una función de' este tipo es desarrollada
especial autoridad por las Cortes Sdpremas. Aun cuando proce-
en defensa de los valores formalmente protegidos por los órde-
ientosinternos pero susceptibles de ser iíceptados también a ni-
Actos del
Estado que ¿(;uáles son los órganos del Estado que concurren en el procedi- internacional, para ser difundidos en la mayoría de los países, las
forman miento de·formación de la norma consuetudinaria? .. tes Supremas pueden tener una influencia; decisiva en la creación
costumbre
.Se,reconoce' generalmente que pueden. participar en él todos los derecho consuetudinario; y su tarea trente a costumbres antiguas
órganos estatales, no solamente los órganos que detentan el.poder e se oponen a'valores constituciónales fúridanier\.tales y difundidos
exterior. ,Ala 'formación de la costumbre pueden concurrir, por 10 promover, aunque con cautela, larevisi6n de tales normas consúe-
dinarias. ' .
tanto, no sólo actos "externos" de los Estados (tratados, notas- di-
plomáticas, comportamientos en los organismos internacionales) si-
no también actos "internos" (leyes; sentencias, actos' administrati-
vos); No existe ningún orden de prioridad entre todos estos actos,
sino que uno u otro reviste, en cada caso, una importancia mayor se'- Como sé dijo, la costunibre crea derecho general y éñrríb.tál se ün- Aplicabilidad
gún el contenido de la norma consuetudinaria de que se trate. á todos lós" Estados, hayan o fio participado en su formación. de la
Papel de la costumbre a
La jurisprudencia interna desempeña Un papel decisivo en la for- n'ló que corriúnmentese eriseña, las normas consuetudinarias se los Estados
jurisprudencia
interna en la mación de'ciertas normas consuetudinarias, precisamente de aquellas néntá'mbién á los Estados de reCiente formación-. Siñ' embargo, nuevos
formación de inéipio ha! sido puesto' eh'discusión por 'elhumerbso: giupode
la costumbre destinadas a recibir mayor aplicación internamente en el Estado.
Pensemos en el campo de las inmunidades de los Estados extranjeros nuevos sUrgidos del proceso de descolonización (¡qtie son la
con respecto a la jurisdicción civil (v, p. 292 y ss.) o de las inmunida- ía délos'riliembrbs actuales dé'la'ébmunidadintemacionál!). El
des de los agentes diplomáticos (v.p. 287 y ss.) Como veremos, la erecho internácionalconsuetudinario ..:.:.-diéen ellbs":':'- sefotmó
normaactuál sobre la inmunidad de los Estados Con respecto a la ju- época colonial, respondiendo a exigencias y a intereses total-
risdicción civil, que prohíbe el. ejercicio de. jurisdicción respecto de e diferentes de los dé nuestrotiempó; nó'puedepretender, por lo
los actos de naturaleza pública pero,loadmite respecto de los de na- , tinculara un Estado qúe nazca hoy, con 'exigencias einteréses
estos. Déáquíla pretensión de los huevos Estádos de respetar 150-
56 BENEDEITO CONFORTI
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 57
lamente aquellas normas consuetudinarias preexistentes "aceptadas"
libremente por ellos, y además, como es obvio, contribuir junto a los la consecuente inserción de sus miembros en e! grupo de los ~aí­
otros Estados en la formación de nuevas normas. industrializados o en e! de los países en vías de desarrollo~,sIm­
Mientras que ciertas normas consuetudinarias preexistentes -por fica las cosas (aunque, como es obvio, pueden fo~marse dIS~llltOS
ejemplo, la de la soberanía territorial (v. p. 261 Y ss.)- no se ponen os y asociaciones de Estados para cierta~ cuestIO~es partlcul~­
ni siquiera mínimamente en discusión, la objeción afecta a aspectos P P ro es cierto que, cuando una norma recibe una firme y repetí-
íntegros del derecho no escrito, como, por ejemplo, el del llamado S)~b':ción por gran parte de los Estados pertenecientes a un deter-
derecho internacional económico, en especial las normas internacio- naJo grupo, dicha norma no sólo no puede oponerse aquellos ~
nales para el tratainiento de los intereses económicos de los extranje- 1 bjetan sino que tampoco debe consid.erarse que existe como
ao , 1 " d
a consuetudinaria. Antes de llegar a la conc USIOn· e que un -
de
ros, y el derecho internacional del mar, en particular el régimen de
los recursos marinos. ¿Es aceptable este tipo de objeción que, por nado ámbito no está regulado, o ya no está regulado por nor-
otra parte, encuentra precedentes en actitudes pasadas de los países onsuetudinarias, e! intérprete debe esforza~se en tratar de en-
socialistas, sobre todo de la Unión Soviética luego de la Primera arunmlmm /. o común denomtríador en la actitud de los Est.ados.,
Guerra Mundial, cuando rechazó el derecho internacional consuetu- rr de reconstruir principios· tal vez generalísimos. Como v~ten::os,
dinario por ser "capitalista"?, ¿Dentro de qué límites deben tenerla síntesis de este tipo no debe excluirse tampoco en los ,ambltos
en cuenta quienes tienen que aplicar una norma internacional con- controvertidos, como. aquellos del tratamiento de los mtereses
suetudinaria, por ejemplo, el juez nacional que debe establecer si se nó¡nicos extranjeros y de! derecho de! mar. . , d
aplican o no a una nave de bandera de un Estado de reciente inde- .zá ~ea oportuno señalar desde ahora que los países. en vias e Costumbre y
resoluciones
pendencia las tradicionales normas no escritas relativas al mar terri- llo, aunque objetanel derecho no escrito "coloni~lista", en lo de las
Aplicabilidad
torial, a la jurisdicción deJas naves extranjeras en puerto, etc.P ace~Ja reconstrucción de! derecho general actual t~enden a so- Naciones
Unidas
de la Nos parece que la respuesta a estas preguntas, y más generalmen- lorar la importancia de toda una serie de resolucIO~es (rec~~
costumbre al te, al problema del "rechazo" de una norma consuetudinaria por adanes) de las organizaciones internacionales decaracte~um­
objetor
persistente parte de algún Estado, es la siguiente: debe considerarse irrelevante 1 particularmente de la Asamblea General de. las Naciones
la objeción, aislada o repetida, de un solo Estado (llamado persistent '. órgano del cual detentan la mayoría. A este respecto, no es
objector); y, más aún, tampoco es necesario probar la aceptación de ; tanto en la doctrina como en la práctica, que estamos frente
la norll)a consuetudinaria por parte; del Estado con respecto al cual ve:dadero derecho internacional general, o inclusive ~ue, e! pro-
se la invoca. Si esta prueba fuera necesaria, la costumbre debería iento clásico de formación de la costumbre fue sust~tU1do p~r
configurarse como acuerdo tácito, como de hecho. Ja configura una rocedimiento "cuasi legislativo", centrado en las Naciones Uni-
parte de la doc.~rina. Pero de este modo se negaría la idea misma de bi-Saab). Esta opinión debe rechazarse. Como tendremos
un derecho internacional general y común a varios sujetos interna- ad de ver dichas resoluciones no tienen formalmente fuer-
cionales, idea vigente en el ámbito de la comunidad internacional. ante, y. pdrcierto que las .normas contenidas en .ellas sólo
En cambio, no puede ignorarse la objeción cuando.proviene de un dquirir una- fuerza tal si son; transform~dase~ costumbre
grupo de países: se decía en una época todavía reciente que era rele- nal,o sea,' si son 'confirmadas por la dtu~urntt~sypor,la
vante cualquier objeción proveniente del grupo de los países indus- ris,. o bien sirson trartsfundidas. a convencIOnes, internacro-
trializa~os de Occidente, o bien de los países socialistas, o bien de r otra parte, como también tendremos oport,umdad de ver,
los países en vías de desarrollo. La. disgregación del grupo socialista xcluidoque de las recomendaciones internacIOnales, pued~n
algunos efectos jurídicos, rque no implican laoblrgatone-
58
BENEDEITO CONFORTI
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 59
dad, del comportamiento recomendado Se.di
de, las organizaciones int ' 1'" e IC(j que las resoluciones ácterregional, sino por el derecho. no escrito que puede formarse
do" ($oft law} término s (jrnaqona es p~rtenec,en al "derecho blan- O'modificación o abrogación de las normas establecidas por un
,. . umamente ambIguo e Imp' 1
por. atraparte se mantiene 1 . . " . recrso, con e cual minado tratado: en otros términos,es posible, y se verifica en
no obligatoriedad,a sa yo sucaractenstlca de base, o sea, su hechos, sobre todo en el caso de tratados constitetivos de organi-
iones internacionales, que las partes contratantes (y los órganos
la organización} den vida a una práctica que modifique las nor-
s pactadas en su momento. La capacidad de las normas consuetu-
arias así formadas de modificar o incluso abrogar los tratados
Si bien se eXcluye que la costumbre deba conf
to, puede compartirse la idea s ' 1 1 rgurarse como acuerdo táci· e suscitar reservas sólo cuando se trate de organizaciones inter-
egun a cua el derecho '
eh o de formación '~espontánea'~ '(Giuliano A ,no escnro es un dere- onales que comprenden un órgano jurisdiccional destinado a've-
usa sobre todo para destacar q Id h' go, Barde), Esta expresión se pOr el respeto del tratado constitutivo, como es el caso de las Co-
ue e erec o no ito dsrl
dera fuente en sentido formal' t 'b' ~ . escnto enva de una verda- nidades Europeas,
.. .. , . " y .am len esto puede com ' S'
go, no hay que exagerar co I " '. partIrse, III ernbar- . anto la costumbre particular como la general son por definición
, ' " ' , n, a espontaneIdad y d ' L di ,
tor, que el derecho no escritd' , . eClr como Ice algun au- fcnórnenode grupo, como tal no descomponible en relación a ca-
», • • ' , ' o nace e manera inconscí re e.t ' .
que vive en la "conciencia"d l' iernh "cIen e e Impensada, o tado.En otros términos, la costumbre regional, o la que se for-
e os miem ros de l 'd'd" "
o, más aún, que el intérprete sól ' ~ ,com ulll. a lllternacional OlUO modificación de un tratado, resulta siempre de los compor-
" ." "" o estaría en condlclOnes d ' 1 1
slIÍllsmandola propia'Cané" " '1" e sacar o a uz en-
, , . lenCla con a de la com 'd'd" ", entes en el seno de un grupo de 'Estados (los Estados de una
ras 'son afirmaciones bastant'" " '" uru a lllternaclOnal. Es-
" e mlstenosas que pro d'd ', ártlageográfica, las Partes contratarttesdeltratado},sin que sea
rnantica del derecho y q:uepud 11 .' ce en e una Vlstón ro-
lacostumbre nace de la di'uf e en egar a compartirs 'l' , '. iend . ioindagar o probar que cada Estado perteneciente al grupo
' 'd e 00 o SI ennen en qúe
urmfas y e la op ,., , ',' . ,
basta no 'olvidar que d corn ' mIO 11Irts. En otros terminas, ntríbuido' tlfectivamente a formarla. No nos parece,en cam-
portamlento uniforme s b ' 1 ue se pueda homologar: a la .figura de' costumbre particular el
costumbre internacional no ésta' ituid o re e que se basa la
COnstltUI o por m t ' 1 d'f
poco lo está en la costumbre de d h' ,a erra I uso (como tarn- deuna uniformidad de comportamientos entre un cierto rtúmero
10sEsrados preciso~ y claramenteindividuali
leyes, las sentencias e t c ' .
bt
, . erec omterno) no , b'
mas ten por actos de
za es, como los trqtados, las
t~dos rto ligados por tratados o por vínculosgeográfitos o de
i' ",), ,'/: ,,';':, ,.
raleza. Es mejor hablar, en estoscasos, de reciprocidad,

Costumbres
particulares Además deJas, normas consuetud' " normas consuetudinarias generales son susceptibles de aplica- Aplicación
habló hasta'.aquI' se f' . . 1 manas generqles, de lascuales..se analógica del
'gica. 'Como se sabe, Ía analogía,qile debe entenderseco-
. , ' , ' a mente l
a Irmagener '
a eXIstencia d' b , orma de' interpretacÍónextensiva, consiste en aplicar una
derecho con-
partIculares .esdecir 'que 'VI' 1 ' , e , costum res suetudinario
, " ncu an a ungr "d
el eJ'emp'10da" . 1 .' " upo restrmgl ode Estados' a un caso que ésta' no prevé peto cuyas características eseri-
" SICo en a matena: esta cons( 'd 1
t
g~Qnales o 10cales,ide las.cuales. se habla ItUl Q;POr s COstumbres re-
CIertas nOJ;h1as,que,se formaron entre los E~~~~se:r~~o,n r~p:cto a
'
son análogas a las del caso previsto. En el ámbito del derecho
tudinarió, y por lo tanto de un derecho no escrito, él recurso a
Debe admitirse,pot ciertola,f' dI" encaatma}. ogía'tiene s'entido,iobviami:mte, sólo con respecto a casos nue-
Su· ¡apliIcaolQnmásrelevante
., " 19ura e· a costumbre
t
está d d', '
'1
. partlcu aro normas consuetildinarias pueden ser aplicadas a relaCiones
a a, no tanto por, las. normas de ida social que nO existían en laépota de la 'formación de la
60
BENEDETTO CONFORTI
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 61

no~ma ..,Los ejemplo~ más banales en la materia están dados por la


erecho , y expresados aún hoy con las fórmulas de los antepasados
aphcaclOn (que se ~~lrmó e~ .la práctica enépocas lejanas) de las nor-
.
r ejemplo, nerno iude» in re sua, in claris non fit interpretatio, ne
ma~ ,sob~e navegaclOn mantlma a las relaciones atinentes a la nave- ín ídem, etc.).
g~clOn aenea, y hoy por la aplicación de las normas sobre navegación I tema del valor de los principios generales de derecho reconoci-
aérea al tema de la navegación espacial.
por las naciones civilizadas en el sistem~ de las fu~n~es interna-
ales ha suscitado vastas polémicas y diversas opimones en la
rina desde la constitución de la Corte Permanente de Justicia In-
o cional,que funcionó en la época de la Sociedad de las Naciones
yo Estatuto tenía una norma similar en todos los aspectos a la
V. Los principios generales de derecho reconocidos
por las naciones civilizadas arto 38 del Estatuto de la Corte actual. La variedad de opiniones,
existe aún hoy, puede ser determinada fácilmente: abarca desde
enes llegan a negar que los principios generales tengan valor de
as jurídicas internacionales (por lo tanto, la sentencia que los
¿Existen otras normas de derecho internacional además d 1
dí . ~ e as ase sería "dispositiva", en cuanto crearía la norma internacional
co~suetu manas. Comencemos por plantearnos el problema de si el caso), pasando por posiciones intermedias hasta llegar a
eXls~en ~tras fuentes no escritas de normas. Nos preguntaremos lue- es los ubican en el primer grado de la jerarquía de las fuentes,
go SI eXisten fuentes escritas de normas generales.
Art, 38 del cima de la costumbre y de los tratados. Objetivamente, no es
Estatuto de la El arto 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia cuenta
orientarse en la materia. Sin duda, todo ordenamiento jurídico
Corre entre sus ~uentes. '',l~s principios generales de derecho reconocidos
Internacional te el recurso a los principios generales a falta de normas especí-
de Justicia por la NaCIOnes c1Vlhzadas". (Como veremos la Corte que es u '
dI" ' , n or- y no queda claro por qué no deba admitirse lo mismo en el árn-
gan~, e as NaclOnes Umdas, tiene. función arbitral, precisamente la
funclO~ de resolver, sobre la base del derecho internacional, las con-
el ordenamiento internacional; sólo que aquí el problema se
lica por la circunstancia de que los principios no surgirían, por
tr~vers:as que los .~stados de común acuerdo decidan someterle.) Se- cción, de las normas internacionales mismas (esta abstracción,
gun lamterpretaclOn que comúnmente se da al art 38
d . '. " . , yargumen- s modos, sería difícilmente operable en el ámbito de las nor-
tan o que dichos pnnclplOS están indicados en tercer lugar, luego de
nsuetudinarias, dado su escaso número) sino de los ordena-
los tratados y la costumbre, se trataría de una fuente utilizable sólo
s de los Estados "civilizados" . ¿Dónde poner el acento, enton-
falta de normas convencionales o consuetudinarias aplicables a u:
s decir, ¿cuáles de los principios generales, más o menos
c.as~ ~oncreto. El recurso a los principios generales de derecho cons- es en todos los ordenamientos, serían aplicables a título de
tituirfa una suert~ de analogía iuris destinada a cubrir las lagunas del
derecho ~onvenclonal y consuetudinario, y debería efectuarse antes
generales del ordenamiento internacional? La terminología
"Naciones civilizadas") es equívoca; incluso fue considerada
de conclUir que no existen obligaciones internacionales relativas a un
ica y ofensiva en el ámbito de los países del Tercer Mundo
caso concreto. Por otra parte, este arto 38 codificaría una práctica
ejemplo, la opinión individual del juez Ammoun, anexa a
p~rmanente e~ las relaciones internacionales, ~specialmente de los cia de la Corte Internacional de Justicia del 20- 2~ 1969 sobre
tnbunales arbitrales, que revela J'ustamente un uso '
. " . ., , mas o menos forma continental del Mar del Norte, en ClJ, Recueil, 1969,
a~ph~ de pnnclplOs generales, en especial de los principios de justi- , opinión que no nos parece que podamos compartir total-
CIa o Simplemente de lógica jurídica, connaturales a la idea misma de
a que la expresión "naciones civilizadas" apunta, a 10 sumo,
62 BENEDEITO CONFORTI LA FORMACiÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 63

a entenderse sobre un concepto nuevo de "civilización", ya que exis- lunla r lae naturaleza internacionalista de aquellos principios,
r:
, ,
ten aún hoy Estados no civilizados (que torturan o que elevan la dis- 'dos universalmente, que apuntan a salvaguardar la digni-
criminación racial a sistema de gobierno). ay a poner, en marcha una mejor justicia social. Como ,ve-
Los principios En nuestra opinión, dos condiciones o requisitos deben subsistir rudiar el contenido del derecho internacional, yen pannou-
generales de para que puedan aplicarse principios estatales a título de principios beranía territorial, en un tiempo se decía -y aúnes cierto,
derecho
reconocidos generales de,derecho internacional. Es necesario, ante todo, que tales que el Estado, aunque tiene una serie de obligaciones ~es­
por las principios estatales existan y sean uniformemente aplicados en la ratamiento de los extranjeros, es internacionalmente libre
naciones
civilizadas mayoría de los Estados; en segundo lugar, y esta es la condición más los propios súbditos como mejor le parezca (lo que se lla-
como normas característica, es necesario que sean considerados obligatorios y ne- 'nio reservado del Estado"). Esta opinión corresponde cada
consuetudina-
rias cesarios incluso desde el punto de vista del derecho internacional, es a la realidad de las normas convencionales que, como ya
decir, que defiendan valores, e impongan comportamientos que los sión de subrayar, se ocupan hoy de muchos aspectos de la
Estados consideren que son defendidos o impuestos, o al menos ne- de la comunidad estatal, e incluso de su vida más "ínti-
cesarios, también en el plano internacional. Entendidos así, los prin- te pensaren toda la actividad convencional en defensa de los
cipios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas humanos (v. p. 312). La misma opinión, sin embargo, es
no son sino una categoría sui generis de normas internacionales con- avía en lo quese refiere al derecho consuetudinario, salvo
su~tudinarias, respecto de las cuales la diutúrnitas. está dada por su excepciones: por ejemplo,y siempre en el cam~o d~ losde:e-
previsión y aplicación uniforme por parte de los Estados dentro de manos "se considera que el derecho consuetudmanoprohlbe
sus respectivos ordenamientos (como se vio, los órganos legislativos las .~iolaciones graves (las llamadasgross violations) de los
mismos pueden concurrir a la formación de normas internacionales manos, tales como el genocidio,e1 apartheid, ,la t~rtura,
consuetudinarias). En 10 que respecta a la opinio iuris ac necessitatis, tratamientos inhumanos y degradantes, etc. Ahora bien, re-
está ciertamente presente en 10 que hemos llamado "antiguas normas s ',principios,generales de derecho reconocidos, por las Na-
de justicia y de lógica jurídica": se trata de normas que son entendi- ilizadaspuede sersumarnente útil para extender la esfera de
das por todos los órganos del Estado como "de valor universal", ne- ones entre el Estado y sus súbditos que están reguladas por el
cesariamente aplicables en cualquier ordenamiento jurídico y, por 10 consuetudinario.
tanto, también en el internacional. Para cualquier otra regla unifor-
i perspectiva que hemos delineado hasta aquí,losprincipio,s
me de derecho interno será necesario, en cada caso, determinar la s de derecho comunes a los ordenamientos estatales terrm-
opinio iuris desde el punto de vista internacional. p~rClersu característi~ade 'ser principios destinados sola-
Senecesitamuého rigor para determinar la opinio iurie a nivel in- brit las 1agun~s.del derecho internacional; su relació~ con
ternacional, de manera de no llegar a la conclusión de que cualquier S consuetudinarias propiamente, dicha~, es,la. rel~ciónnor­
uniformidad de normas generales estatales crea derecho internacional reglas de igualgrad? (lanormapo~teriorabroga la ante-
general (menos aún, en este caso, de que la opinio iuris pueda consi- llla especial deroga la norma.generalj. '
derarse implícita en la diutumitas). Con esta reserva, la categoría de
Principios los principios generales de derecho comunes a los ordenamientos es-
que protegen tatales le abre al intérprete nuevas perspectivas de reconstrucción de
la dignidad
humana normas internacionales. Aparte de las antiguas normas de justicia y os dicho que uno de los requisitos para que existaunprinci-
de lógica jurídica, dicha reconstrucción puede ser uno de los caminos eral de derecho común a losdistintós. ordenamientos. estata-
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 65
64 BENEDEITO CONFORTI

Principios , s que antes indicábamos, pero debe subrayarse mejor la falta


les es que esté uniformemente presente en la mayoría (por lo tanto, motiVO ce '1" d
generales de unis opinio respecto de la necesidad lllternaClOna e un
derecho no en la totalidad) de los Estados. De esto se deriva que la recons- m id
o de protección del trabajador contra los despi os. ,
reconocidos trucción de un principio de este tipo puede permitir que el juez de ' . stá fundamentada de manera sumamente exhaustiva la
por las b 10, e f 1
Naciones
un determinado Estado lo aplique, aun cuando por un motivo o
de la Corte Constitucional del 18-4-1967, N 48, que ~ r?nta e
civilizadas y cualquiera dicho principio no exista en el ordenamiento estatal, de la inconstitucionalidad del arto 11, 10 punto, del Código ~e­
los jueces
internos
siempre que el ordenamiento interno imponga la observancia del , la posibilidad de volver a someter a jU,icio en Ital~a a qUI~n
derecho internacional, como generalmente sucede. [En el sistema , gado en el exterior por delitos cometidos en Italta), en vir-
lUZ . . . . id f
jurídico argentino, al no existir una preeminencia del derecho in- . 10, 10 punto, de la Constitución. Se habí.a ,sostem, o~ e~ e ec-
ternacional general, es decir, de la costumbre, por sobre el derecho rt: 11 ,.. 10 pu.
.. nto.,.contrastaba . . el prinCIpIO ne bisln;
. .con id idem y
interno, no es posible argumentar que los principios generales de a un principio general de derecho (procesal) rec~noclo en to-
derecho, generalmente aceptados por la comunidad internacional denamientos Y citado como tal en el arto 10, 1 punto, de la
, La Corte rechaza la tesis de la inconstitucionalidad, fun-
pero no reconocidos por el ordenamiento interno argentino, tienen on.. , rn] ,
orrectamente en la circunstancia de que en mngun o casi en
fuerza vinculante para el Estado argentino.] Por ejemplo, los prin-
ordenamiento estatal está previsto el principio ne bis in idem res-
cipios generales de derecho comunes a los ordenamientos estatales
sentencias penales extranjeras (y, por lo tanto, en es~e caso, fal~a
forman parte del ordenamiento italiano, igual que las normas con- 'tas) Idéntica solución adopta la Corte en la sucesiva sentencia
suetudinarias internacionales propiamente dichas, en virtud del arto N°
;~76, 69, a propósito del art. 11, 2 0 punto, de,l Código Penal
10, 1° punto, de la Constitución ("El ordenamiento italiano se con- ibilidad de volver a someter a juicio en Italia, a pedido del
r, 1a pos , d Ií
forma a las normas del derecho internacional generalmente recono- o de Justicia, a quien haya sido ya juzgado en el exterior por e 1-
cidas"). Dado que, en virtud del arto 10 (y de conformidad con la tidos en el exterior).
dirección de la Corte Constitucional italiana, de la cual hablaremos
más adelante), la oposición de una ley ordinaria italiana al derecho
internacional general comporta la ilegitimidad constitucional de di-
cha ley, podrá declararse también esta ilegitimidad en el caso de de constatar que determinado principio esté uniforme-
que una ley sea contraria a un principio general de derecho recono- ente en la mayor parte de los ordenamientos estatale~ y
cido por las naciones civilizadas. rsmo tiempo, sea sentido como obligatorio en ~a esfera m-
I no parecen existir otras condiciones ó límites a la re-
El tema se trata rápidamente en la sentencia del Tribunal de Casación ió~ de un principio general de derecho reconocido por las
d~l 7-7-1971 N° 2134 (en FI, 1972 1 1, 1049-1052), en una controversia de ivilizadas. Se sostuvo con suficiente autoridad que no son
trabajo <l consecuencia de un despido. El trabajador había sostenido una bIes como tales los principios que disCiplinan "situaciones
excepciém de inconstirucionalidad del arto 2118 del Código Civil en el tema I derecho interno" (Quadri), por ejemplo, las relaciones en-
de ciespidos, a la luz, entre otras cosas, del arto 10, 1° punto, de la Constitu- o y los propios súbditos o incluso entre el Estado y, los
ción, afirmando que dicho arto 2118 era contrario a una ~orma de derecho s debiéndose limitar de todos modos esta categona a
internacional generalmente reconocida, que surge del hecho de que "el or- :más susceptibles de aplicación en las relaciones entre Es-
denamiento interno de muchos otros países protege en gran medida a los
luz de lo qué hemos dicho hasta ahora, nos ~arece q~e es
trabajadores contra los despidos arbitrarios". El Tribunal de Casación re-
le en una concepción moderna del derecho mternaclOnal
chazó la excepción y observó que en el ámbito internacional existen "sim-
ples recomendaciones" en la materia. Sin duda, la excepción era infundada
tación semejante del contenido de los principios generales.
66 BENEDEITO CONFORT!
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 67
Aparte de los ejemplos extraídos de la actividad internacional en de-
fensa de los derechos humanos, no es difícil demostrar que justamen- instituir fuentes ulteriores de normas internacionales, y
a l
icter material, ya que disciplinarían '
directamente re acio-
te muchas normas internacionales generales relativas al tratamiento
de los extranjeros (v.p. 269 y ss.) toman origen en principios inter- e Estados.
nos uniformes. rincipios formales serían dos: consuetudo est servanda y
servanda. La observancia de la costumbre y de los trata-
Respecto del hecho de que el 8° Mandamiento ("no levantarás falso testi- licaría, por lo tanto, en cuanto la req uieren e imponen
monio") no constituye un pi'incipio de derecho internaCional general, aunque s predominantes en el ámbito de la comunidad interna-
esté penado el falso testimonio en todas las naciones civilizadas, cfr. la sen- e este modo, tanto la costumbre como los tratados serían
tencia de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, 2" Circ., en el caso lIT e segundo grado. En cambio, en ·la doctrina común res-
and Others v. Vel1i::ap Ltd al1d Others (1975), en ILR, vol 81, p. 499, que la jerarquía de las fuentes internacionales en.:a cual nos
sostiene que son sólo normas internacionales aquellas que "... los Estados ado también nosotros (v.p. 16 y ss.; v.tamblen p. 244 y
usan para su común interés y/o en sus relaciones recíprocas". En realidad, en tümbre' es considerada una fuente primaria. que completa
este caso nos parece estar; precisamente, frente a una norma universal de jus- internacional general, mientras' que se considera que los
ticia, aplicable en cualquier ordenamiento, incluso el internacional.
5, fuentes secundarias, tomansu fuerza. de la costumbre (se
ra, por ende, que 1~t1orma pacta sunt servanda es una nor-
suetudinaria).
prIncipios materiales podrían tener cualquierco.ntenido, se-
combinen las fuerzas' predominantes para requenr que sere-
VI. Otras presuntas normas generales no escritas.
te Una determinada materia; como ejemplo más significativo,
cita el principio que (dUrante siglos) sancionó la libertad de
Printipios Una parte de la doctrina ubica por encima de las normas consue- res (sobre el cual v. infra, p. 326). '.'
constituciona-
tudinarias (y formalmente diferente de éstas) a otra categoría de nor- concepción de Quadri -que incluso nos~tros hablamos acogr-
les
mas generales no escritas, los principios. Se sostuvo así la existencia ndido en el pasado- nos parece inaceptable luego de un
de una serie de principios "constitucionales", ínsitos en (y que carac- más maduro. No son los principios formales,consuetudo est
terizan a) la I=omunidad internacional, los cuales también compren- da y pacta sunt servanda, los que suscitan reservas: como na-
denun principio que permitiría incluso ... ¡el recurso a la guer,ra! ga, el examen de la práctica internacional lleva a cons~atar la
ión de normas consuetudinarias y de normas convencionales
Pero el más .vigoroso, coherentcyoriginal partidario de la cate-
goría de los principios. es Quadri. Según el ilustre autor, que parte ivel supraestatal. Envezdeconsiderat ala costumbre fuente
de una concepción f4ertemen~e imperativa y realista del derecho, es- ia. ya los tratados fuentes 5ecundarias,este fenómeno puede
tqs principios con~tituirían las normas primarias del derecho inter- describirse si se quiere, poniendo tanto a una como a la otra
" ,

en el mismo plano y remitiendo ambas a dos superCpnnClpl?s.


. : ..
nacional, serian. "expresión iomediata y directa de la voluntad del
cuerpq social" y comprenderían, en definitiva, aquellas normas re- ces, tal como veremos en las conclusiones acerca de lasrelacio-
queridas e impuestas por las. "fuerzas predominantes". en el ámbito tre las fuentes internacionales (v. p. 244 Yss.), el hecho de que
de la comunidad internacional en un determinado momento históri- normas consuetudinarias tengan carácter imperativo, es decir,
co. Entre los principios, algunos tendrían carácter formal, ya que se o sean derogables por acuerdo de las partes, podría explicarse
bién diciendo que dicha inderogabilidad resulta sancionada por
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 69
68 BENEDEITO CONFORTI

un principio superior. Lo que, en cambio, no convence y lleva a re- s pertenecientes al grupo de los países industrializados como
chazar a toda la categoría de los principios de Quadri es la posibili- aíses en vías de desarrollo.
dad, por otra parte coherente, de reconstruir, independientemente de
las prácticas, principios materiales, y reconstruirlos hasta sus últimas
consecuencias. De este modo, si disponen de la fuerza necesaria, un
grupo de Estados o incluso un solo Estado -incluso, por ejemplo, cute si la equidad constituye fuente de normas internacio- \ Equidad

sólo Estados Unidos, para referirnos a las pretensiones hegemónicas endiendo por "equidad" el "sentimiento común de lo jus-
que este país ha ido adquiriendo en estos últimos tiempos- podría injusto". En especial, se debate si puede recurrir a la e~~i-
imponer la propia voluntad a todos los otros miembros de la comu- ez internacional o interno llamado a resolver una cuestlOn
nidad internacional. Es evidente que de esta manera podrían multi- ha internacional. Nos parece que, salvo el caso de.la llama-
plicarse los ejemplos de principios; a medida que se aliaran las fuer- ad infrao secundum legem, osea, la posibilidad de utilizar la
zas internacionales dominantes se crearían normas generales. Pero, como un recurso meramente interpretativo, y el caso en el
¿no se llega con esto a legitimar el abuso? Sin duda se cometen abu- tribunal arbitral internacional está expresamente autorizado
sos; pero resulta natural preguntarse cómo es posible legitimarlos exaequo et bono (v. p. 499), la respuesta debe ser negati-
desde el punto de vista jurídico, si, como creemos, existe siempre un quidad desarrolla un papel importante en el ordenamiento
elemento de estabilidad ligado a la idea de derecho. en los ordenamientos que se inspiran en él), en e! cual, por
La concepción de Quadri ya. no puede avalarse desde el punto de rte, tiene las características particulares de ese ordenamiento,
vista de un actor jurídico interno, por ejemplo, del juez que interpre- lo relativo al derecho material como en lo relativo al dere-
ta el arto 10, 1° inc., de la Constitución italiana. Tal como establece cesal.Pero la práctica internacional no avala una rransposi-
el arto 10, al tener que establece» cuáles son las normas internaciona- et simpliciter de la experiencia inglesa al derecho interna-
les aplicables en Italia, el intérprete interno debería preguntarse en ebe excluirse no sólo la equidad contra legem, es decir,
cada caso si no hay "imposiciones" por parte' de las fuerzas domi- ria a normas consuetudinarias o convencionales, sino tam-
nantes en la comunidad internacional, en una determinada materia. equidad praeter legem, que tiende a cubrir las lagunas del
Es cierto que una norma no escrita se basa a menudo en una im- o internacional: si el derecho internacional (incluyendo tarn-
posición y que las grandes potencias tienen siempre un papel prota- n, él los principios generales de derecho reconocidos por las
gónico en la formación del derecho internacional; pero la norma nes civilizadas) tiene lagunas, significa que los Estados no tie-
existe en cuanto se traduce en comportamientos reiterados de los Es- igacionesque observar o derechos que proteger, y la equi-
tados, acompañados del convencimiento del deber social de esos o es capaz de crearlos.
mismos comportamientos. En otros términos, si a la,imposición ini- a vez establecido esto, nos parece que la equidad debe encua-
cial no la sigue este elemento de estabilidad y de continuidad, no es en e! procedimiento de formación de! derecho consuetudina-
posible admitir que exista un principio. Para retomar el ejemplo del efecto, al examinar la jurisprudencia interna e internacional,
principio de la libertad de los mares, éste se basó, ciertamente, en la ue a menudo se recurre a la equidad como a una suerte de
acción y la imposición de Holanda primero y de Inglaterra después, iuris ac necessitatis, es más, de opinio necessitatis, en cuanto
pero finalmente, cobró vida a partir de los comportamientos de to- lugar en el momento en que una norma se está formando o
dos los Estados. Hoy, por otra parte, sería inconcebible unaflorma ificando. En lo que respecta a la jurisprudencia interna, sobre
general que no contara con la adhesión de la mayoría de los Estados, ones de equidad se basan, por ejemplo, los diversos cambios de
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
71
70 BENEDEITO CONFORTI

Unidas para las acciones de mantenimiento de la paz (v.


dirección -a los cuales ya nos hemos referido al tratar la formación
de la costumbre (v. p. 53 Y ss.)- que se han verificado en e! ámbito y en otros casos.
de la inmunidad de jurisdicción de los Estados extranjeros. Sobre
consideraciones de equidad se basan también numerosas decisiones
d: tribunales internacionales, en especial, varias opiniones y senten-
eras de la Corte Internacional de Justicia, que, por tener que tratar
encía de normas generales escritas
con reglas. co~suetudinarias incipientes o con fragmentos de reglas
c?nsuetudman~s, no dudaron en aplicar equidad. Esto sucedió, por
ejemplo, en vanos aspectos del derecho internacional del mar, como
de los acuerdos de codificación
la determinación del límite interno del mar territorial (v. p. 333) o la
delimitación de! fondo marino (v. p. 341 Y ss.); también en materia
eda ahora por examinar el problema de la existencia de
de reservas en los tratados (v. p. 131 Y ss.), etc.
ternacionales generales escritas. Este problema se presenta
Cuando una sentencia interna recurre a consideraciones de equi-
o con respecto a las grandes convenciones de codificación
dad en el marco del derecho consuetudinario, influye directamente
s por las Naciones Unidas.
sobre la formación de la costumbre: las decisiones de los Tribunales
meno de la codificación del derecho internacional general
internos constituyen, en efecto, una de las categorías más importan-
inario) data de fines del siglo pasado -, Hasta la Primera
tes de comportamientos estatales de los cuales debe deducirse la cos- al Jueron las normas del llamado derecho .internacio-
tumbre. La influencia es directa, pero relativa, por tratarse de una
las que se codificaron en textos escritos: así se celebra-
decisión que, aunque autorizada -en el caso de que haya sido toma-
venciones de La Haya de 1899 yde 1907 sobre la guerra
da por una Corte Suprema-, proviene de un Estado individual.
as que todavía se recurrió durante la Segunda Guerra
La cuestión es diferente para las decisiones de los Tribunales in-
las cuales se basó ampliamente la jurisprudencia Italia-
ternacionales. Aquí la influencia es indirecta (dado que no se trata nda posguerra para resolver toda una serie de proble-
de la "práctica de los Estados"), pero, por el contexto en el cual se ala ocupación del territorio nacional, tanto por parte
ejerce, sumamente incisiva. Cuando se pronuncia la Corte Interna-
nes como de.los aliados.
cional de Justicia, o sea, el "órgano judicial principal de las Nacio-
se. realizaron intentos de codificación en la época de la
nes Unidas" (art. 92 de la Carta de la ONU), la influencia es máxi-
e las Naciones, pero sin resultados. En cambio,conlas
ma. ¡La Corte expresa la opinio iuris ae necessitatis de la máxima
nidas la obra de codificación tomó fuerza efectiva, que se
organización mundial! Sin embargo, también esta opinión debe ba-
a serie de tratados multilaterales. Dado quena existe
sarse, tarde o temprano, en la práctica de los Estados. Sin duda co-
. . "

mo se VIO antenormente, decisiones y opiniones de la Corte han


de la comunidad internacional una autoridad dotada de
slativos (ya que, como veremos, la Asamblea General de
abierto e! camino hacia la formación de importantes· normas con-
s Unidas no tiene ese carácter), es obvio que el tratado es
suetudinarias. No faltan, sin embargo, casos en los cuales la Corte,
in,strumentoque se puede utilizar para transformar el dere-
apelando a la equidad y al mismo tiempo tratando de tomar ele-
o en derecho escrito.
mentos de la práctica existente, ofreció soluciones que luego fueron
desmentidas por la práctica subsiguiente. Esto ocurrió, por ejemplo
con los pronunciamientos de la Corte sobre temas de gastos. de la~
73
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
72 BENEDEITO CONFORTI
, 1. la Convención de Viena de 1978 sobre Su-
ternaClOna es, ., '
Comisión de El arto 13 de la Carta de las Naciones Unidas prevé que la dos en materia de Tratados; la Con~enclOn de ~Iena
derecho
internacional Asamblea General promueva estudios y haga recomendaciones para Sucesión de Estados en materia de Bienes, Archivos y
de las " ... impulsar el desarrollo progresivo del derecho internacional y su tales. De todas estas convenciones, las de 1958 sobre
Naciones
codificación... ". Sobre la base de esta disposición y mediante la Re- sido objeto de revisión por obra de la Tercera
Unidas M ar han h d 1M' .. d
solución del 21-11-1947, N° 174, la Asamblea constituyó la COI)1i- aciones Unidas sobre Derec o e ar, nuera a
e 1as N d f d
sión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas como órgano dio vida a una única Convención, adopta a y irrna a
subsidiario propio. Esta Comisión, integrada por expertos que se Estados en Montego Bay en 1982, que no ha entrado
reúnen a título personal (es decir, como individuos que no represen- iembre de 1994. La particularidad de la Tercer~ Con-
tan a ningún gobierno), tiene justamente la tarea de preparar textos ho del Mar radica en el hecho de que esta no
D erec 1 C ", d
que codifiquen las normas consuetudinarias relativas a determina- un texto preparado previamente por a omlSlO n e
das materias, para. lo cual realizan estudios, envían cuestionarios a nacional, sino que procedió directamente a elaborar el
los Estados, recogen datos de la práctica, y de esta manera esbozan onvención.
proyectos de convenciones multilaterales internacionales, que luego
-ya sea en el seno de la Asamblea General o en Conferencias especí-
ficas- generalmente se adoptan y por último se abren a la ratifica-
rdos de codificación, en cuanto son acuerdo~. internaeio-
Convenciones
ción y a la adhesión de los Estados mismos. La Comisión estudió de codificación
hasta ahora numerosos aspectos del derecho internacional y preparó , culan a los Estados contratantes. Sin embargo, y terceros
es, Vlil dif Estados
varias Convenciones de Codificación. Hecha la advertencia de que ende a decir que, justamente porq~e. se ~:oponen,~o ~ 1-
sólo algunas de estas Convenciones fueron ratificadas por un núme- general, dichos acuerdos de codlf!caclOn
,
tamblen vin-
~
ro considerable de Estados (como la Convención sobre Relaciones tados no contratantes. ¿Esto es CIerto.
Diplomáticas y la Convención sobre Relaciones Consulares), mien-
tras que la mayor parte no alcanza siquiera -o supera por poco- nivel interno tiene importancia la respuesta, porque: como se
las50 ratificaciones (téngase en cuenta que los Estados que compo- d' los problemas de la coordinación entre normas internas y
nen la Comunidad Internacional actual son alrededor de 180), recor- Iar anales en el ordenamiento italiano es diferente el ran~o de
c'1 , " a
Convenciones daremos solamente las principales: la Convención de Viena de 1961 suetudinarias generales del de las convenciones mternacion -
de codificación sobre Relaciones Diplomáticas; la Convención sobre Misiones Espe- el arto 10 de la Constitución italiana le da ran~o de normas
auspiciadas s o cuasi constitucionales al derecho interna~lOnal general,
por las ciales de 1969; la Convención de Viena de 1963 sobre Relaciones
Naciones
como ya lo afirmó la Corte Constitucional). VICeversa, como
Consulares; las cuatro Convenciones de Ginebra de 1958 sobre De-
Unidas asigna el mismo rango al derecho convenci~nal. [En el caso
recho del Mar, a saber, la Convención sobre Mar Territorial y Zona
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha ~phcado la costum-
Contigua, la Convención sobre Alta Mar, la Convención sobre Pesca cional reconocíéndole implícitamente el mismo rango qu~ la
y Conservación de los Recursos Vivos de Alta Mar,y la Convención Nacional le asigna a los tratados.} Desde este punto de,vlsta,
sobre Platafórma Continental; la Convención de Viena de 1969 so- tiene relevantes reflejos prácticos a nivel interno la teSIS que
bre Derecho de los Tratados, es decir, sobre las normas relativas a la s acuerdos internacionales de codificación contien~n derec~o o
formación, validez y eficacia de los tratados internacionales; la Con- ales y que, por lo tanto, se imponen a los Estados mde~:ndI~?­
vención de Viena de 1986 sobre Derecho de los Tratados celebrados ' , d e1 acuerdo . Además , si el acuerdo de codIÍlcacIOn
su ratiifIcaCIOn
por los Estados con Organizaciones Internacionales y entre Organi-
74 BENEDEITO CONFORTI
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 75

vale solamente como acuerdo, podrá ser aplicado en Italia sólo si nuestro
ue falseaba el sentido de la norma internacional pro-
E~tado lo ha ,ratificado y sólo con respecto a Estados extranjeros (o bien, se-
Comisión de Derecho Internacional, enmienda según
gun la mater~a de que se ocupe el acuerdo, con respecto a individuos o gru-
pos pertenccrenres a Esta.dos extranjeros) que a su vez hayan ratificado el 9) parecería quedar completamente al arbitrio del Es-
acuerdo. ejercer o no la propia jurisdicción sobre las naves ex-
1mar territorial.
un tercer motivo· que corresponde muy de cerca a
Si bien está fuera de duda la gran importancia de la contribució arto 13 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual
de las Naciones Unidas a la afirmación del derecho en el ámbito dn odificación sino también de desarrollo progresivo
la Comunidad Internacional, mediante esta obra de codificación e~ acional. En efecto, esta expresión fue invocada a
nuestra opinión hay que ser muy cautos al considerar que los ac~er­ traducir normas, bastante inciertas a nivel del deré-
dos de codificación corresponden al derecho consuetudinario general al general, tanto en el seno de la Comisión como en
y, por 10 tanto, al extenderlos a los Estados no contratantes. y ha erminadas Conferencias.
que ser cautos por varios motivos. y
, se puede afirmar que los acuerdos de codificación
Ante todo, no es el caso de confiar ilimitadamente en la obra de arse de la misma manera que los tratados internacio-
codificación desarrollada por la Comisión de Derecho Internacional ecuencia, vinculan sólo a las partes contratantes, es de-
de las Naciones Unidas. En la obra de reconstrucción de las normas amente para los Estados que los ratifican. Claro, tam-
internacionales no escritas, a menudo influye en gran medida la cuerdo de codificación constituye un punto de partida
mentalidad del intérprete y, por lo tanto, de aquellos llamados a for- intérprete que debe reconstruir normas generales con-
mar parte del reducido círculo de internacionalistas de que se com- en la materia que disciplina dicho acuerdo. Sin embar-
pone la Comisión. No es sólo una cuestión de mentalidad sino tam- e deberá realizar una verificación ulterior, .ya que
bién de la generación a la cual pertenecen. Mentalidad y ~eneración demostrar que las normas contenidas en el acuerdo
p~eden ~er entonces bastante determinantes para considerar que la práctica de los Estados. Y sólo si esta verificación
existen ciertas normas no escritas o para abolir otras.
, podrá aplicar la norma del acuerdo de codificación
En segundo lugar, tal como 10 demuestra, justamente, un exa- derecho general. En tal sentido también se expresó la
men objetivo de los trabajos de las Conferencias de Estados reali- ional de Justicia en la sentencia, ya varias veces citada,
zadaspéira. ~:aminar, aprobar y abrir a ratificación los proyectos sobrela cuestión de la delimitación de la plataforma
de la ComlslOn ~~ Derecho Internacional, se debe considerar que 1 Mar del Norte entre la República Federal de Alema-
los Estados tamblen hacen lo que siempre se hace durante las trata- os limítrofes (v. p. 342). La Corte, que había sido lla-
tivaspara celebrar acuerdos internacionales; es decir, los Estados i el arto 6 de la Convención de Ginebra de 1958 so-
tratan de hacer prevalecer sus propias convicciones y de asegurar- Continental (que establece la equidistancia como
se" sobre :odas las cosas, la salvaguardia de los propios intereses. itación del fondo marino entre Estados adyacentes o
ASl, por ejemplo, los trabajos relativos a la aprobación del texto de bía considerarse norma de derecho general (y que,
la Convención de Ginebra de 1958 sobre Mar Territorial, en lo culaba también a Alemania aunque no hubiera rati-
que respecta al ejercicio de jurisdicción penal y civil sobre naves ención), respondió negativamente. La Corte negó que
extranjeras por parte del Estado ribereño (arts. 17-19 de la Con- ntuviese una norma de derecho internacional general,
vención). En esta ocasión, Estados Unidos logró hacer aprobar una o que el criterio de la equidistancia adoptado por dicho
76
BENEDEITO CONFORTI
A FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 77
artículo no correspondía a una práctica de los Estados suficiente y
consolidada. jecimiento" de la convención de codificación se hace
al en un mundo que se desarrolla continuamente,
Para la jurisprudencia italiana, cfr. Trib. Nápoles 7-2-1974 (en It. YIL,
tra lo sucedido en materia de derecho de los tra-
vol. I, 1975, p. 268 Y ss.): la sentencia da por descontada la inaplicabilidad o en lo que respecta a la modificación de algunos
del arto 19, n. 1, letra d, de la Convención de Ginebra de 1958 sobre Mar Te- a~ reservas contenidos en la Convención de Viena
rritorial (que se refiere al ejercicio de la jurisdicción del Estado ribereño sobre de los tratados y que fue realizada en la práctica: V.
las naves extranjeras para reprimir el tráfico de estupefacientes) en una cues- aún más en e! ámbito del derecho internacional de!
tión relativa a una nave chipriota en aguas italianas, por no ser Chipre parte varios principios codificados en Ginebra en 1958
contratante de la Convención. Cfr. también Cons. de Estado (secc. VI), del principio que restringía solamente al mar te.rrito~al
14-11-1969 N° 718 (en RDI, 1972, p. 728 Y ss.), que distingue de manera ca en favor de los ciudadanos de! estado nbereno)
bastante neta las normas de las Convenciones de Ginebra de 1958 sobre De- s por la práctica (en el ejemplo dado, por la práctica
recho del Mar de las normas consuetudinarias en la misma materia. [A con- la Zona Económica Exclusiva: v. p. 344 Y ss.),
trario, Argentina y Uruguay, no siendo partes de la Convención de Ginebra
formalmente sustituidos todavía por otras normas
de 1958 sobre Mar Territorial y Zona Contigua, aceptaron la aplicación del
blecido esto, ¿cuál es e! valor de una norma que ya
artículo 13 de esa Convención en la Declaración Conjunta argentino-uru_
guaya de 1961 sobre el límite exterior del Río de la Plata.] más al derecho internacional general, aunque esté
acuerdo de codificación todavía en vigor? Obvia-
e surgir ninguna duda acerca de la inaplicabilidad de
te tipo a los Estados no contratantes; sólo puede d~­
cto que la posible evolución de! derecho consuetudi-
, Un tema l~gado estrechamente a la materia tratada hasta aquí, pe-
Recambio de
las normas
codificadas redacción de! acuerdo de codificación constituye un
ro que se refiere, sobre todo, a los Estados contratantes de un acuer-
rechazar cualquier equiparación simplista de!dere-
do de codificación, es el recambio de las normas contenidas en el
derecho general. ¿Quid en lo que respecta a los Es-
acuerdo; Incluso si se admite que el acuerdo de codificación se co-
ntes? La' falta de una autoridad en e! ámbito de la có-
rresponde perfectamente con el derecho internacional consuetudina-
ernacional impide que aquí se instaure esa relación entre
ri~ .del m~mento de su redacción, es muy posible que más tarde, qui-
suetudinario y derecho escrito típica de los ordenarnien-
za InmedIatamente después, dicho derecho consuetudinario sufra
que consiste en e! valor puramente auxiliar de! prime-
cambios por efecto del cambio de las prácticas de los Estados. Es ne-
es donde existe el segundo. Como veremos al tratar la
cesario decir que los mismos acuerdos de codificación toman escasa-
s fuentes (v. p. 244 Yss.), costumbres y acuerdos inter-
mente en cuenta una eventualidad dé este tipo: todos los acuerdos de
, en principio, derogables entre ellos y nada impide
codificación auspiciados por las Naciones Unidas se celebran con
consuetudinario sucesivo abrogue e! derecho conven-
una duración ilimitada, y sólo algunos de ellos (cfr. por ejemplo, el
: Tampoco parece el caso de apartarse de esta línea en
arto 30 de la Conv. de Ginebra de 1958 sobre Mar Territorial) pre-
'ere a las normas contenidas en los acuerdos de codifica-
vén que puedan ser puestos en marcha por los Estados contratantes
el objetivo principal de dichas normas consiste en cierto
procedimientos para revisar las propias normas, procedimientos que,
o de bloquear la tradición en pos de la certeza de las re-
por otra parte, son sumamente lentos y que constituyen, de todos
icas. Todo lo que se puede sostener es que e! intérprete
modos, la elaboración de un nuevo acuerdo, Sin embargo, el fenó-
extremadamente seguro acerca. de 'la práctica de ·Ia· cual
78
BENEDEITO CONFORT!
LA FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 79
entiende extraer la norma consuetudinaria abrogativa: además, en
caso en que no se especifique que el acuerdo de codificación can rimeros años de vida, pero cada vez con mayor fre-
núe aplicándose como derecho especial ratione personarum (v, timos años, la práctica de la Asamblea General ha
245), deb.e demostrar que la costumbre se formó mediante el conc orma más o menos solemne, declaraciones que con-
e normas que a veces se refieren a las relaciones en-
so de los Estados contratantes y que éstos la entienden aplicable
c1uso en las relaciones interse. Pero si se da esta demostración que generalmente se refieren a las relaciones inter-
acuerdo debe caducar. ' comunidades estatales, tal como las relaciones del
ios súbditos o con los extranjeros.
Sobre este punto cfr. la sentencia del 30-6-1977 de la Corte Arbitral, re sasdeclaraciones recordamos, además de la fa- Declaraciones
de principios
lativa a la delimitación de la plataforma continental entre Francia e Inglate niversal de los Derechos Humanos (Resolución adoptadas por
rra (en ILM, 1979, p. 397 Yss., párr. 45-48). La Corte reconoce, en princ. 2-1948), las siguientes Resoluciones: sobre el Geno- la Asamblea
del 11-12-1946), sobre los Derechos del Niño (Res. General de la
pio, que "un desarrollo del derecho consuetudinario puede, en cier
ONU
condiciones, evidenciar el consenso de los Estados interesados en la mod -11-1959), sobre la Independencia de los Pueblos
cación o también en la extinción de derechos precedentes y de obligaciones S14/XV del 14-12~1960),sobre la Prohibición
convencionales", incluso los derechos y las obligaciones derivados de Con- as Nucleares y Termonucleares (Res. 1653/XVI del
venciones de codificación (se trataba, en este caso, de la Convención de Gi- bre la' Soberanía sobre los Recursos Naturales (Res.
nebra de 1958 sobre Plataforma Continental); pero excluye que esto se haya 14-12-1962), sobre la Eliminación de todas las for-
verificado en este caso concreto.
inaciónRacial (Res. 1904/XVIII del 20-11-1963), so-
Para la jurisprudencia interna, cfr. la sentencia de la Corte de Apelacio-
ión de todas las formas de Discriminación contra la
nes de Rennes (Francia) del 26-3-1979 (en ILR, vol. 74, p. 144 Y ss.) que
considera que la Convención de Ginebra de 1958 sobre Pesca y Conserva-
3/XXII del 7-11-1967), sobre el Asilo Territorial
ción de los Recursos Vivos de Alta Mar ha sido abrogada por la costumbre del 14-12~1967), sobre el Progreso y el Desarrollo
sobre la Zona Económica Exclusiva, precisamente en las relaciones entre /XXIV dell1"124969),sobre·Relaciones Amisto-
Francia y España, ambos Partes contratantes de la Convención. ción entre los Estados (Res. 2625IXXV del 24-1 0-
égítnen del Fondo y Subsuelo de los Mares y de los
á de la Jurisdicción Nacional (Res. 2749IXXV del
re la Definición de la Agresión (Res. 3314/XXIX
sobre la No Injerencia en los Asuntos Internos de
VIII. Continuación .361103 del 9-12-1981), sobre la Solucióri Pacífica
(Res. 37/10 del 15"11-1982), sobre la Protección y
os ~iños, cod par~i~ular ~tención a los Niños da-
B) Las declaraciones de principios de la Asamblea General o en Adopción (Res. 41185 del 3-12-1986). Merecen
de la ONU nción,. además, la Declaración y el Program.a de AS-
taumciónde un ;Nuevo Orden EconónlÍcolnternaóo-
También se encuadra en el tema del derecho internacional general y 32Q2-S Vldel1-S-1974), la Carta de los,Derechosy
el problema del yalor de las declaraciones de .principios emanadas de micos de los Estados (Res. 32811XXIX del 12-12-
la Asamblea General de las Naciones Unidas. ación sobre el Derecho al Desarrollo (Res. 411128
la Declaración sobre la "Revitalización" del.Creci-.
E LAS NORMAS INTERNACIONALES
81
80 BENEDEITO CONfORTI AfORMACI 6N D

e! art 139 de la Ley Aduanera


, contraste con e11a · ,,
miento Económico y del Desarrollo de los Países en Vías de Desar este en sponde a la obligación de cauClOn para con-
4 (que corre , d )
110 (Res. 5/18 del 1-5-1990), que contienen las reglas en las cua " 1 1 xtranj ero detenido por delitos a uaneros ,
OVlSlOna a e , di d
debería inspirarse la acción de los Estados para eliminar, o al.me or otra parte, que esta cita se hace" prescm le~, o
atenuar, las graves desigualdades exisrentea.entre países ricos y p ega, P d 1 1 ' ídico" de dicha DeclaraClon.
, respecto e va or ¡un
ses pobres; en suma, las reglas fundamentales del nuevo derecho e ... n Cabrera c/Comisión Técnica Mixta de Salto Gran-
nómico internacional (v. p. 314 Y ss.), , del 5 de diciembre de 1983), la Corte Suprema
Carácter no tenéla
vinculante
Las Declaraciones de Principios no constituyen una fuente autó los considerandos de la minoría por los que se recono-
de las a la Declaración Universal de los Derechos J:Iu~anos
Declaraciones ma de normas internacionales generales. La Asamblea General de
t de asegurar la naturaleza denorma imperativa mter-
Naciones Unidas no tiene poderes legislativos mundiales (como ve
hoode la defensa en juicio. Ver asimismo, Corte Intera~:-
mos, el acto típico que puedeemanar según la Carta es la Recomen ' '0'n Consultiva sobre la InterpretaclOn
ción, es decir, un acto con mero valor de exhortación) y el carácter s Humanos, O prrn l
A ' a de Derechos YDeberes de! Hombre en e mar-
vinculante de sus Resoluciones, incluso de las Declaraciones de Prin rtmencan, , , Americana sobre Derec os um anos
h H
dela ConvenClOn rt
pios, es defendido con fuerza por un sector significativo de sus mie
bros, tal como los países occidentales. Si la Asamblea tuviera poder
legislativos, los,países del Tercer, Mundo, que tienen' mayoría en ell . t'o,'también es cierto que las Declaracio,nes
jseríanlosquedispondrían el derecho internacional general! Por o es cier . . .
1 sumamente importante (Similar, en Cierto
parte, es sintomático que a menudo se reivindique y subraye la lib
tad de conformarse o noa determinada declaración en el momento
d:s~::eñan los acuerdos de codificación) en de~a­ :1
ho internacional Y de su adecuación a las eXigenCia;
la adopción de dicha Declaración en el seno de la Asamblea, inclu c de interdependencia cada vez más presentes en e
por parte de los Gobiernos que le ;;1cuerdansu votó positivo: baste ci- No se trata, repetimos, de acordarles una fuerz.a
tar, a este respecto, las inequívocas reservas sobre el carácter obligato- e por sí no- tienen; se trata de reconocer la contri-
rio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, ación del derecho internacional que hace ~o,n ell:s
hechas por las mismas potencias que la habían propugnado. la ONU, aun en el marco de las fuentes típicas e
mo la costumbre y los tratados. En lo ~~e respecta
Parlo tanto, parece audaz la tesis sostenida por e! Tribunal de Casación Declaraciones
di . y a los fines de su formación, las De- y derecho con-
italiano (Secc. Vn., 31-7-1967, N° 2035, en RDI, 1969, p. 590), según la suetu manos d
uieren relevancia en tanto prácticas de [os Esta os, suetudinario
cual la Declaración. Universal de los Derechos Humanos tendría valor de
fuente de normas internacionales generales y como tal sería operativa en
elasactítudes de.los Estados queÍas adoptan, ~o
nuestro ordenamie~to jurídico, sobre la base del arto 10 de la Constitución.
ONU. Como generalmente se observa, esto que ,a
La Corte se refiere al arto 15 de la Declaración ("Todo individuo tiene dere- el hecho de que estas Declaraciones son tanto mas
cho a una ciudadanía") pala sostener quelos ex ciudadanos italianos libios táctica que forma costumbre si han sido votadas
que permanecieron en Italia luego de la Segunda Guerra Mundial no per- d o por consensus (v. p.188)0 al menos por una
dieron la ciudadanía italiana. Pero advierte también que llega a Una conclu- oría.
sión de este tipo sobre todo por meclio de la aplicación de normas italianas:
por lo tanto, la referencia al arto 15' debe considerarse hecha ad abul1dan- . id 1 Asamblea Y su
las diversas Declaraciones errun as por a l
t¡am. Cfr. también Corte Constitucional, 23.11.1967 N° 120, donde se cita ción puede advertir que muy a menudo sólo se llega a
la Declaración Universal, siempre a la luz del arto 10 de la ConstituCión, pa-
E LAS NORMAS INTERNACIONALES
83
LA FORMACI 6N D
82 BENEDETTO CONFORTI
, dos declaraciones poco serias o realizadas
os pnva ,
consenso de los Estados sobre principios "generalísimos", y a veces sólo s
bre los principios que informan la Declaración, mientras que se presenta t a mental. . 1 . b
bi i la Declaración considera que a mo -
da una serie de reservas de un número de Estados cada vez mayor, a me no cam la s , ., d 1 d h
, d principio es una vlOlaclOn e erec o
da que se pasa a normas que regulan casos más específicos y detallados; eterm ma o . 1
la Carta. También en este caso, me u-
menos que se trate (como sucede incluso bastante frecuentemente) de l genera,1 no d e ,
de la real existencia de una norma quecorre,s-
mera reproducción de normas ya Indiscutiblementevigentes como norm
. d n el derecho general, es legítimo presumir,
consuetudinarias. Valga para todos el ejemplo de las citadas Declaracion era a e '1 d d
de 1974 sobre el Nuevo Orden Económico y sobre los Derechos y Deber que subsiste una smcera va unta e
Económicos de los Estados, que contienen un catálogo sumamente vasto
normas relativas al crecimiento de los países en vías de desarrollo, pero
las cuales sólo puede recogerse una' opinión consensuada respecto de algu- . ' '1 puede deducirse la naturaleza obligato-
nos principios generalísimos como,por ejemplo, el principio que impone nsistrr en que so o ,f' 1 e
., d está en presencia de una orrnu a qu
evitar comportamientos que puedan poner en crisis toda la economía de raClOn cuan o se , ,1 '1-
'1 ' 'n de los principios enunCiados a a VIO a
otro país (principio, por otra parte, ya in nuce en la Carta de las Naciones ente 1a VIO acto 1 T d
del derecho general: pensemos en la fórmu a .un Iza a
Unidas). o , , de 1962 sobre Soberanía sobre los Recursos Na-
laracion 1 1 b 'a
al "la violacióp del derecho de todo pu:~ o a a so er~m,_
Las Pasando al derecho convencional, se puede considerar que ciertas recursos naturales es contraria al espmtu y a los prmci
Declaraciones
Declaraciones, o ciertas partes de ellas, tienen valor de verdaderos s ' u id "En cambio " y justamente por-_
de las NaCIOnes m as... .
basarse sobre la naturaleza interpretativa, de las Dec~ara
en tanto
acuerdos acuerdos internacionales. Nos referimos a aquellas Declaraciones
. voluntad autónoma de oblIgarse, no asta
que no sólo enuncian un principio sino que de manera expresa e ine- onstrUlr una , ." d n-
f rma vaga la Carta, autodeÍ1111en ose como co
quívoca equiparan su inobservancia con la violación de la Carta. Da- ne en f~ y a sus principios; es inútil subrayar que este
do que la Asamblea no tiene poderes interpretativos soberanos,es u a sus mes '1 " id
s' se encuentran en todos los preámbulos Y os, consr ~-
decir, no tiene poder para interpretar las normas de la Carta de ma- , , " SI' no en todos los actos de las NaCIOnes Uní-
nera obligatoria para cada uno de los Estados, desde el punto de vis- c1araClOnes, .
, las mismas Declaraciones deben mterpretarse
nces, q ue , II _
ta de la Carta, también esas Declaraciones siguen siendo meras reco- que se debe excluir la fuerza vinculante de aque as par
mendaciones; Nos parece, sin embargo, que en este caso las no tiende a cubrir. , '
Declaraciones tienen naturaleza de acuerdos y como tales vinculan a iones ¡que equiparan la inobservancia ~e los p~mcI­
los Estados, obviamente a los Estados que las apoyan con su voto. , b ' ia d la Carta o del derecho mternaclOnal
mo servanCla e .d'
Nos parece, en efecto, que si se equipara la inobservancia de un cier- , plo las citadas Resoluciones sobre el Gen~C1,~~' s~-
to principio a la inobservancia de la Carta, lo que se utiliza, en defi- enciade los Pueblos Coloniales, sobre, la ProhlblclOn e
, , '1 sobre la Soberama de los Recursos
nitiva, es un expediente verbal para sancionar lisa y llanamente que es y Termonuc eares,
ese principio ya es obligatorio; de lo cual resulta plenamente lícito
presumir, al menos hasta que aparezca una prueba clarísima en con-
trario, que los Estados que participan en el acto con su voto favora- ciones encuadrables como acuerdos deben con~ider:~
ble entienden obligarse. Y, en realidad, una de dos: o se admite dicha te, como acuerdos en forma simplificada, en vista e
presunción, o bien se debe concluir que este tipo de Declaraciones de e surgen (v. p. 97 Y ss.).
Principios que estamos examinando simplemente representan, para
84
BENEDEITO CONFORTI
FORMACI ÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 85
IX. Los tratados. Procedimiento de formación y competencia par
celebrarlos n conceSIiones recíprocas acerca , del tratamiento
l. de
d no en los territonos de los otros, os acuer
e ca a u ' . , '1 t
los trata do s , de cesión terntona , e c.
de alianza . ,
Una vez completado el examen de los problemas relativos a 1 t .dos
ntre tra a l 'tie- normativos y tratados-contrato no ,
formación del derecho internacional general, consideremos una i , sentI'do la oposición entre norma y re acton
o tiene , I lzui
portante fuente de normas particulares (v, p. 17): los tratados. L acto que sea obligatorio o que vincu eI a a guren
terminología usada para indicarlos es sumamente variada, hablándo ente por eso, una regla de conducta. (En o que 1 res-
se indistintamente de "acuerdo", de "tratado", de "convención", de s se diIce ca rnúnmente que "son ley entre as par-
"pacto", etc. También deben considerarse los casos en que se da de- : sentido decir que en ciertos acuerdos las partes
terminado nombre en razón de la materia de la cual se ocupa el tras e s , tunidas
a n , ya que en todos , los
, tratados
d se pre-e
d otro las dos situaciones, SI bien e manera qu
~llá
acuerdo o del procedimiento seguido para celebrarlo: por ejemplo, se
usa el término Carta o Estatuto para los tratados constitutivos de or- oe:t: identificables y clasificables, más del dato
ganizaciones internacionales; intercambio de notas para el acuerdo 'do por 1a va Iun ta d de obligarse. En realidad, se trata
resultante del intercambio de notas diplomáticas, etc. De todos mo- "
anacromca, como lo demuestra el hechob deDque hno
dos, aunque cambie el nombre, no cambia la naturaleza del acto, "
a en la Convención "de Viena de 1969 so re ,. ,erec, , o
que es, justamente, la naturaleza de los actos contractuales; un trata- e la.cual hablaremos seguidamente. La utilización
do internacional puede definirse como una "unión" o, mejor dicho, cuer do nor mativo o Vereinbarung, , sobre todo ,por_
un "encuentro" de las voluntades de dos o más Estados, a fin de re- fines de! siglo pasado, principalmente tuvo m~~Iv;
Los llamados
tratados glamentar una determinada esfera de sus relaciones. Por ser ambigua 1 Ya que deriva de la convicción de que so o a
normativos y o era,
tal como se expresa a traves . , de 1a Iey, . es c,apaz de
y por no responder exactamente a la práctica actual, no puede acep-
los llamados
tratado- tarse una distinción -que introdujo la doctrina alemana en el siglo or, 1o tant o, también en e! derecho' 1 internacional
' , d se 1
contrato pasado y que aún hacen algunos autores- entre tratados normati- '
go SImI ar'1 a la ley " algo que realice a, uruon e a_
Estados con fines legislativos, Los primeros trat\
o~rados co~
vos o tratados-ley, y tratados-contrato. Según esta definición, los pri-
en la segunda mitad de! siglo pasado e
con~~~tudma­
meros, considerados como los únicos que producen normas jurídicas
verdaderas, estarían caracterizados como un encuentro de volunes, e completar normas internacionales
des de contenido idéntico, tendientes a regular la conducta de un nú- araClOn" .de.Parfs de 1856 sobre la Abolición de la1
mero relevante de Estados; entre ellos debemos incluir los acuerdos rios y los Derechos de los Neutrales, ~l Acta Genera_
de codificación, los acuerdos constitutivos de organizaciones interna- a de Berlín de 1885<en materia colonial y las Confe
cionales, los acuerdos que contienen declaraciones solemnes de los a sobre e! derecho de guerra de 1889 y de 190?-
Estados, tales como la renuncia a la guerra, al empleo de cierto tipo su vez, e! material para este tipo de reconstruccron,
de armas, etc., etc. En el caso de los tratados-contrato, que serían
fuente de derechos y de obligaciones, o sea de relaciones jurídicas y ,
dirse la distinción entre tratados normativos y tratados- Normas
convencionales
no de normas, las partes partirían de posiciones contrastantes e in- l se hace referencia a la naturaleza del tratado, ~ s~a,
abstractas y
tercambiarían concesiones más o menos recíprocas; esto caracteriza- e normas, y no a las normas producidas- con I~ ~ls~:tnl'­ normas
ría, por ejemplo, a los acuerdos de establecimiento, con los cuales los ,
abstractas, que regulan una situación, , o una re l"aClOn, - convencionales
concretas
lan a 'los destinatarios que se encuen tra n en esa situación o
1

1
87
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
86 BENEDEITO CONFORTI FORMACI óN 1

" .A él está dedicada una de las gran~es con~e:cio-


relación, y normas concretas, que regulan una situación o una relación i 1
. 'das por las Naciones UOldas y e a ora-
vidual y determinada, distinción que, aunque también carece de consecu promoV1 71 ). la
, d Derecho Internacional (v. p. Y ss..
cias prácticas, al menos en el derecho internacional, sin embargo es cIar
on;e 1969 sobre Derecho de los Tratado~, en 1
comprensible. Es redundante decir que se encuentran normas abstracta
en: Y ratificada también por Italia (mediante
normas concretas en los acuerdos internacionales, así como también se 980 1
-. A ' l a ratificó con reservas el 5-12-1972,
cuentran en las fuentes del derecho interno, legislativas, adininistrativ 2) [ rgentma
contractuales, etc., pero la calificación de un acuerdo como tratado-le 19 865 del 30-8-1972]. Además de la Conven-
1
tratado-contrato no depende de la presencia de unas o de otras, por lo . d los acuerdos entre Estados, deben
se ocupa e 1b d
es necesario considerar que ciertamente hay normas abstractas en acuer s convenciones de codificación, ce e ra as,tam-
1
generalmente considerados tratados-cohtrato, como, por ejemplo, los acu o, n 1978 Y en 1986, pero que aun no
ectlVamente e '1 1
dos de establecimiento o de comercio. , fl'ere a un aspecto en partlcu ar, e
La primera se re , 1 1
, d Tratados [Argentma no a
tados en materia e d
Normas Los tratados, como todas las fuentes de normas jurídicas, pued }' la segunda se refiere a los tratadoscel~br~ os
1
convencionales
materiales y
generar tanto normas materiales, es decir, normas que disciplinan s~~izaciones internadonales o por las d~s~l~tas
normas rectamente las relaciones entre los destinatarios (en este caso, ent g , 1 t sí [Argentina la rat1f.lcO el
t rnaClOna es en re h 1
convencionales las partes contratantes del tratado) imponiéndoles obligaciones e Le N0 23.782 del 10-5-90]. No obstante a-
or
instrumentales
atribuyéndoles derechos, como normas formales o instrumentales; ¡~e varios años de trabajo en el seno de la
decir, hormas que se limitan a instituir fuentes para la ulterior cr a uego ' 1 la Convención de 1986 se ca- 1
echo InternaClOna' d ' '
ciónde normas. Entre los acuerdos que instituyen fuentes adquie ducir ciegamente Ysólo con algún agrega o ms~g-
hoy gran importancia los tratados constitutivos de organizado ro ., de 1969. Esto puede explicarse dado que as 1
internacionales, los cuales, además de disciplinar directamente cier C1?n,. 1 id y la extinción de los tratados
Cimiento, a Vl a ,1
ras relaciones entre los Estados miembros, demandan a los órgano 'ar de ser, sustancialmente similares, tanto. s~ os 1
sociales, en mayor o menor medida, ·la producción de normas ul c¡lebrados por los Estados o si en ellos partiC1pan
riores. Nos ocuparemos más adelante de los actos de las organizaci 'nternacionales. , , d V' 1
nes internacionales,· en cuanto fuentes previstas por los respectivos .d hablemos de "ConvenClOn e le-
ante, cuan o
tratados constitutivos, y en particular de los actos de las Comunida~ rse la Convención fundamental de 19~9: , 1
nvención de Viena establece: "Sin perJUlclO de l~
Esfera de
des Europeas (es decir, la llamada legislación comunitaria). aplicación de
les uiera normas enunciadas en la presente Con la Convención

lo;tratados estén sometidos en v~~tud ,del de,r;cho


de Viena
,~ '- *
de endientemente de la ConvenClOn, esta ~oo se
Convención
de Viena de
Así como en el derecho interno los contratos están sometidos a la ta~os que sean celebrados por Estados desp~es ~el~
ley, los tratados internacionales (además de estar sometidos a esa ca- de la presente Convención con respecto a ta ef sta
1969 sobre
Derecho de tegoría especial de normas consuetudinarias que son los principios de ver la primera parte del artículo se re iere a
los Tratados generales de derecho, de la cual hemos hablado en su momento) es- eonven~ión que simplemente reproducen las nor-
tán sometidos a una. serie de normas consuetudinarias que regulan nsuetudinariasen el tema de derecho de lo,s t~a~ados
tanto su procedimiento de formación como los requisitos para su va- ase bastante fea y redundante, enuncia un pnnclplO re-
lidez y eficacia. Este conjunto de normas forma el llamado "Derecho
89
'N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
88 BENEDEITO CONFORT! FORMACIü

· Convención Esta segunda interpretación


lativamente obvio, a saber, el principio de que dichas normas, s por la ' d
a la voluntad de los redactores e
corresponder justamente al derecho general, son válidas para to ás se con for ma . .' r
/ lo porque la cláusula si omnes, por ser 1-
los Estados y para todos los tratados. Obviamente, será el intérpr na, no so ' /
quien deberá establecer si una determinada norma de la convenci prenderse del texto del arto 4 de. ~anera mequi-
corresponde o no a la costumbre, y no es el caso de repetir aquí que el espíritu de la ConvenCIOn es el de am-
que dijimos en su momento acerca del valor que tienen los acuer o~ir el alcance de las normas contenidas en ella,
de codificación respecto de terceros Estados y de la evolución del del araumento que puede extraerse del arto 3,
recho codificado (v. p. 76 Y ss.), Desde un punto de vista basta e repudi=expresamente el principio si ~n111es en
general, y haciendo la salvedad de que volveremos más específi os en los cuales participen otras c~teg~nas ~e su-
,. 1 (p'or ejemplo '. las organIZaCIOnes mter-
mente sobre el tema cuando tratemos cada uno de los aspectos rnaCIOna' .
derecho de los tratados, puede solamente observarse que la Conv de los Estados vinculados por la~n.o:mas de Vle-
. d esto se deriva la poslblltdad de una
ción reproduce, en. efecto, el derecho consuetudinario, no obstan encla e ·
que no faltan en ella normas de carácter innovador y original (ent o no impracticable, en la normati,:,a de un mismo
ellas, mencionamos de manera especial, aunque no exclusivament 1 firmado luego de la entrada en vigor de la ?o~-
lgunas de las partes contratantes esten lí-
las normas que regulan aspectos de procedimiento, tales como lo cuando a .. / .
térrriinos para oponerse a las reservas, los procedimientos y los tér nción y otras no. Sólo podrá evitarse la eSCISlO n SI
minos para hacer valer eventuales causas de nulidad o de termin multilateral se desprende la voluntad de las par-
ción de los tratados, etc.). • na normativa uniforme en todo y para todo, qu.e
. d Viena o también la normativa consuetudl-
La segu~da parte del arto 4 se refiere a las normas que no reprodu- iva e l . · /
cen el derecho consuetudinario, al establecer que la Convención "... ,en ,efecto. , un acuerdo posterior a la ConvenClOn
sólo se aplicará a los tratados que sean celebrados por Estados des- ericacia en determinado caso. A este respecto,es
pués de la entrada en vigor de la.presente Convención con respecto a las numerosas dudas que surgieron en el seno de la
tales Estados". En esta frase están claramente expresados dos princi- ha Internacional de las Naciones Unidas durante
pios: el principio de que las normas innovadoras de la Convención no as normas sobre Derecho de los Tratad?s, co~ res-
tienen carácter retroactivo y el principio, por atraparte bastante ob- ncia de proceder a codificar esta matena medl~nte
vio ya que se trata de normas que no corresponden a la costumbre, de nal propiamente dicho, esto es, un texto que tiene
que las normas innovadoras son válidas sólo para los Estados respec- rmal dé la fuente a la que disciplina: la propuesta
to de los cuales "se encuentra en vigor" la Convención, o sea, respec- ormuló en esa ocasión pero que luego fue rechaza-
to de los Estados que la hayan ratificado. No queda demasiado clara, mitarse auna simple recopilación de las norm:s
en cambio, la única cosa que merecía ser aclarada, es decir, si para gentes. Quizá una recopilación de e.ste tipo habna
que puedan aplicarse las normas innovadoras de la Convención de ntehl runción principal que se le aSigna a la Can-
Viena, según el arto 4, es necesario que todos los Estados parte del es decir, habría constituido igualmente un punto de
tratado ulterior sean también parte de dicha Convención (la llamada ara reconstruir el derecho de los tratados y no ha-
cláusula si omnes), o si, en cambio, dichas normas deben aplicarse 'nútiles complicaciones rormales.
también a los tratados multilaterales de los cuales participen terceros
Estados, aunque obviamente sólo en lo que hace a las relaciones entre
90
BENEDEITO CONFORTI
Libertad de RMACI ÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 91
elección del ¿Cómo se llega a celebrar un acuerdo? ¿Cuándo puede dec
procedjmjento
de [ormacjón que se ha verificado el encuentro de voluntad de dos o más Esta t , , , firma ratificación, intercambio
(negoClacIOn" , , Negociaciones

de un tratado La opinión universalmente aceptada es que el derecho internaci as aún vigentes en la práctica mterna-
e encuentran , ia d 1Je-
deja la más amplia libertad en materia de forma y de procedimi diISmInUI
. ido la posición de preerrunenciaid e 1
de celebración de tratados y, por 10 tanto, un acuerdo puede res lasra diica 1es modificaciones produci as en dia
de cualquier tipo de manifestación de la voluntad de los Esta los poderes del Estado. Aún hoy el proce 1-
siempre que tengan idéntico contenido y que tengan la finalida eb . , de un acuerdo se abre con las. nego-
racion " ' 1 n-
obligarlos. De este modo, puede llegarse a celebrar un acuerdo s por los plenipotenciarios, quienes genera m~
tantáneamente o bien a través de complicados procedimientos; di e todos modos actúan por mandato) del Po er
acuerdo puede ser escrito u oral; puede estar consignado en un d
mento ad hoc o bien resultar de los procedimientos verbales de al
órgano internacional o de un intercambio de notas diplomáticas d Viena establece, en e1 parro
' 1 , que una persona es
así sucesivamente. Por lo tanto, al describir el "procedimiento V.teed e un Esta do" oo, si presenta los adecuados plenos
"

n e de los trabajos
. preparatorios. de la Convención
. y,
formación" de los tratados, no es posible hacer referencia a nor
rg ios d 1 Comisión de Derecho Internacional de
jurídicas precisas y vinculantes, y tampoco puede darse carácter rabaJos e a 38) 1 lenas
YILC 1959, n, p. 106, y 1962, n, p. ,os p ,
xativo a la descripción de dicho procedimiento, sino que es preci
" 'do emanan de los órganos competentes segun
necesariamente, limitarse a describir aquellos procedimientos que cuan d 1 Et _
roplOs de ca da pals.
. 'En la mayor parte , e os. s a
Estados practican más que otros. Por otra parte, tampoco tiene ~ gentina] la competencia es del Poder Ejecutivo, 1
rácter taxativo la enumeración de los modos de celebración cante yé rue ued~n representar al Estado sin pre~e~tar p e-
da en la: Convención de Viena (arts. 7-16), la que además está limi v \'st;do los Jefes de Gobierno y los Mmlstro~ .de
Procedjmiento
da a los acuerdos "celebrados por escrito." (v. arto 2, inc, a). :specto de todos los tratados; los jefes de las mlslO~
normal o Establecido esto, el procedimiento normal, también llamado s to de los tratados celebrados con el E~tado a~te e
solemne
lemne, de.celebración de un tratado constituye aún hoy un calco ~~os representantes ante organizaciones internaciona-
que se seguía hace varios siglos, en la época de las monarquías ab : tratados celebrados en ellas.
lutistas; En esa época, la celebración de tratados era competencia
c1usivadel Jefe de Estado. Los tratados eran negociados por los e ciación es tanto más compleja cuanto .~~s, nu- Negociación
de tratados
sarios del Soberano, definidos como "plenipotenciarios" por s Estados que participen en dicha negocla~lOn? multilaterales
titulares de "plenos poderes" para la negociación. Los plenipotenci la materia por reglamentar: por eJemp o
tante sea . . los trata-
rios preparaban el texto del acuerdo (el que debía ser aprobado p terales de particular importancia, como ..
unanimidad) y 10 suscribían. Seguía luego la "ratificación" por part ificación, etc., son negociados po~ los plenipoten-
del Soberano, con la cual éste determinaba si los plenipotenciarios se e conferencias diplomáticas regidas por normas
habían atenido efectivamente al mandato recibido. Finalmente, para reviamente acorda das y, amen udo , sumamente
»

que el tratado se formalizara era necesario que la voluntad última ue respecta a la adopción del texto, seg~n una
del Soberano fuese dada a conocer a las contrapartes, es decir, se en- ás frecuente en las conferencias i~ter.n~cIOnales,
contrase con las voluntades de las contrapartes, 10 cual se verificaba animidad va cediendo lugar al pnncipro d~ m~~
a través del intercambio de las respectivas ratificaciones. binan ambas reglas, como cuando se preve q
tación por mayoría sólo después de que se hayan
92
BENEDEITo CONFORTI
ORMACI ÓN D E LAS NORMAS INTERNACIONALES 93
realizado todos los esfuerzos posibles para adoptar un texto por
sentimiento.
de Esta d o sea ta m bién e! Jefe de Gobierno) ,como d
s le isla tivos, en e! caso de amplias cat,e~onas e
Art. 9 de la!Convención de Viena: "1. La adopción del texto de Un t o g I los tratados de naturaleza política ,o q,ue
do se efectuad' por consentimiento de todos los Estados participantes e lomp queo, respec ta al ordenamiento jurídico id italia- Normativa
' , , establece que e!" PreSI ente de la
elaboración, salvo 10 dispuesto en el párr, 2. 2, La adopción del texto d 8 de la Constitución
tratado en una conferencia internacional se efectuará por mayoría de ~f' ' los tratados internacionales, previa autonza
ratificación
en el
tercios de los Estados presentes y votantes, a menos que esos Estados 1 rca
cuando sea necesario; a su vez, e1 ar. t 80 de a
l- ordenamiento
dan por igual mayoría aplicar una regla diferente". jurídico
ues la autorrzacio, . 'n de las Cámaras, que se otorga italiano
Como ejemplo de combinación entre la regla de la mayoría y el prin , cua ndo se trate de tratados Ide natura-
necesana '
de la unanimidad puede citarse el arr, 37 del reglamento de procedimi ' 1 . diciales , o implican, ali teraciones
preven arreg os ¡U
adoptado por la Tercera Conferencia sobre Derecho del Mar (v. p, 323 y
1 obligaciones para las finanzas pu~ teas o rno-
según el cual las decisiones sobre cuestiones de fondó (o sea, todas las dec
Las dos normas se combinan ademas con,la re-
nes sobre las normas a incluir en la Convención sobre Derecho del Mar
C. st segun ' 1 a cua1 "ningún acto de! Presidente, ,
bían tomarse por mayoría sólo después de haberse constatado la imposibil
on ., irmad
ilido si no es contrafirma o por os I rmrustros
'1
de alcanzar un entendimiento general, Un anexo del reglamento reproduc
misma regla, sustituyendo el término entendimiento general por el tér
s vason 1 quienes asumen la responsa bilid 1 1 a d" . Final-
consensas (v, p. 188). Cfr. Treves, en It. YIL, vol. n, 1977, p. 39 y ss. ue, " comú n que la ratificación corresponde
opmron d a
Firma el Presidente de la República no pu: e ne~arse a
Las negociaciones concluyen con la firma (o con e! inicialado) ha a intervenido una delibéi'ációh gu ,er~~-
parte de los plenipotenciarios (cfr. el arto 10 de la Conv. de Vien que ~citar
su reexamen antes de la suscn~c,IOn
En el procedimiento normal, también llamado solemne, de form Est o demuestra que en Italia e! poder de ratifica-
ueda sol 1
d 1Ejecutivo en cuanto a I conteruido y, en as ca-
ooniu~ta de los =~;
ción de tratados -que es el que estamos describiendo_ la firma
comporta ninguna obligación para los Estados; su finalidad es aur .:. :ntes indicadas, es potestad
tlcar e! texto, que de esta manera se establece en forma definitiva Legislativo. [En el sistema argentmo, el Po ,
sólo podrá sufrir modificaciones luego de la apertura de nuevas n y 'finalmente ratifica un tratado, previa
gociaciones. ue negocia y , 11 d 1 Consti-
Ratificación
er Legislativo. El artículo 99, me. ',e ~
En cambio, la manifestación de voluntad Con la cual se compr enuncia las atribuciones de! Poder ,E¡~CUtIVO para
mete e! Estado se obtiene en la fase sucesiva de la ratificación (sobr tratados concordatos y otras negocraciones re~ue­
la cual cfr. el arto 14 de la Conv. de Viena). Cada Estado en partic , , it de buenas relaciones con las organiza-
nrenrmren o , I 86 n-
lar reglamenta la competencia para ratificar tratados mediante no les y las naciones extranjeras. El artícu ? .'a
mas constitucionales propias. Desde. un pUnto de vista comparativ e 1994, establecía , en su mc.
' 1 4, las atnbucIOnes
. .
y ampliamente aproximado, puede decirse que la ratificación es un ara concluir y firmar tratados de p~z, de co-
de las atribuciones de! Jefe de Estado, pero que la potestad de est .,P d e a lilanza, de límites , y de neutraltdad,
CIOn . , con- d
órgano, siempre que no se reduzca simplemente a una competencia ' id
negociaciones requen as para e! mantemrruento
ib '0-e
para declarar la voluntad de otros órganos, entra en competencia es Con las potencias extranjeras. Entre lasdatln CUCI
tanto con la potestad del Poder Ejecutivo (obviamente, salvo la hipó- , , 19 ciab
islativo, el antiguo artículo 67, mClSO e a lasons-
de
nal, antes de su reforma de 1994, enuncia a
95
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
FORMACl 6N
94 BENEDETTO CONFORTI Formación de
bi en la "gestión" de un tratado la voluntad del
, nc,alidad de1 G o lerDO , '
aprobar o desechar los tratados concluidos con las demás nacíon eClo d 1Parlamento tiene aplicaciones practl- Estado en el
utOrIza a por e 1 ámbito de las
a, 'de cuestiones (relativas a las reservas, a as
los concordatos con la Silla Apostólica. A partir de la reform de una serte 'd 1 par- relaciones in-
, , de examinar segul amente a ocu ternacionales Y
1994, el artículo 75, inc. 22, expresa que es atribución del Con dremo s ocaSlO n 1
erecho de los tratados. Al reso ver estas responsabili-
el aprobar o desechar los tratados concluidos con las demás naci spectos d e1 d " m- dad del Go-
, ' " a l e s es necesarIO mantener sie
y con las organizaciones internacionales y los concordatos e rl'nclplOS consutuclOn, ,
d I ' ro (y tam len e
bi 1 bierno frente

Santa Sede.] sperl f'le s ya mencIOna os: e prIme f " al Parlamento


" 'les) es el de la válida ormaClOn y
Clas lllternaClOna , '
en d d 1 Estado en el ámbito de las relaCIOnes mter-
lunta e , b en-
Relaciones En lo que respecta a las relaciones entre el Presidente de la Repúblic bilid d de los equipos gu ernam
es el de la responsa 1 1 a
entre el liana y el Gobierno, en la doctrina constitucional se discute acerca , f te al Parlamento Yde los controles que
Presidente los cargos ren d
exacta naturaleza de la intervención presidencia!. (Esta discusión no se r .' ior d 1 gobierno mediante instrument,os e
de la lítica exterIor e , ', )
República y el re a la ratificación en particular, sino a todos los actos que, aun siend , votos de confianza, acusaClOn, etc..
nes, mOCIOnes,
Gobierno en competencia ministerial, deben ser suscriptos por el Presidente.) Alg
el tema de la
sostienen que el Jefe de Estado participa en la formación de! acto media . . s sobre todo las Constituciones más
ratificación de nstituclone , . " t 'f a
los tratados la suscripción de la ratificación; otros consideran, en cambio, que perman adas recientemente, usan el térmmo ra.1 IC -
extraño a la providencia, limitándose a darlo a conocer y a ejercer un p mplean otros términos como alternativa o
de control que, como se dijo, se agota en la posibilidad de solicitar su ree e b " "(cfr por eJ'emplo, el arto 53 de la
meno Por no tener consecuencias internacionales, la cuestión no merece o "apro aClon· , 1 65
1958) "conclusión" (cfr. por ejemplo, e art., '
yor profundización. , e'l art 59 Consto alemana), etc., pero slem-
Respecto de las relaciones entre Parlamento y Gobierno, existe canse laca, ., f' , d
Relaciones 'a al procedimiento solemne de ormacion e
en considerar que, una vez que intervino la ley de autorización según e! arto
entre
de la Consr., el Gobierno puede establecer discrecionalmente el tiempo e
c~e términos completamente equivale~t:s, ~~ra
Parlamento y
icho hasta aquí sobre la ratlf¡caclon.
Gobierno en cual proceder a la ratificación (en sentido contrario, V. ord. Corte de Ap e 1lemas d " ( t Adhesión
el tema de la ciones de Milán del 3-12-1979, en RDIPP, 1980, p. 277, que, basándos la ratificación la adheslOn o acep a-
ratificación de rarse a b ' do
los tratados la cuestión de constitucionalidad, llega incluso a prever la contrarieda os tratados multilaterales, que se o tiene cuan
arto 80 de una ley de autorización que no fije un término preciso al Gob voluntad dirigida a conclu~r el acuerdo emana d~
no; la cuestión fue declarada inadmisible por la Corte Constitucional 'parte de las negociaclOnes. Para que tal va
diante ord. del 29-9-1983 N° 282, ídem, 1984, p. 122). Se discute, en cam
mo , ' 1tex-
, mente es necesario que este prevista en e,
si la discrecionalidad del Gobierno puede llevarse hasta un aplazamiento ,, el tratado de otros Estados ademas de
cron en " ")
ne die de la ratificación misma. La discusión es más bien académica, a fa 1 llamada "cláusula de a dh esion ,
de una práctica significativa. Además, carece de consecuencias internacion o e1 texto ( a d f " 1
rio que el tratado sea abierto. En e 1ll1tr:a, a
les dado que, si el Gobierno decide no ratificar, no se configura la volunt , la ratificación de un acuerdo reahzado
del Estado y el problema es sólo la eventual responsabilidad política del pr cosa smo bl d II las
nde por qué ni siquiera se ha a e e a en
pio Gobierno frente al Parlamento. [En cuanto a la situación en Argenti
e la competencia para adherir a tratados co-
una vez que el Poder Legislativo ha aprobado por ley un tratado, el Po
Ejecutivo se encuentra autorizado para ratificarlo. La ratificación, en la pr encia para ratificar tratados. 1
tica, se ha convertido en un acto discrecional del Ejecutivo, quien no sólo sión aprobación, aceptación, etc., son puestas a
neja los tiempos para la ratificación, sino que es quien, en definitiva, pue Con:ención de Viena (arts, 14, 2° inciso, y 15).
decidir no ratificar un tratado debidamente aprobado por el Legislativo.]
ORMAS INTERNACIONALES
97
96 BENEDEITO CONFORT! 1ACIÓN DE LAS N

ist dos no eran vinculantes, Pero ya en esa é~o-


La adhesión de la cual hablamos implica participación directa en el noregdls ra rido reductivo en la práctica, preclsa-
do multilateral (abierto) por parte de un Estado que no participó de era a en sen ,
, b'l'd d de los acuerdos ante los organos
a no ¡nvoca l l a
gociaciones. Diferente es el caso de la adhesión que se expresa a través
nuevo acuerdo entre los contratantes de' un determinado tratado y un
Estado, acuerdo que es formalmente autónomo y que necesita no sólo
ratificación del tercer Estado sino también de la de los contratantes d
mer tratado. Por ejemplo, es necesario un acuerdo de este tipo para a Procedimientos
a la Unión Europea, según el arto O, 3° inc. del Tratado de Maastri · h sta aquí es el procedimiento normal especiales de
escrIto a 1" d
1992. , mbargo que los Estados, va len ose formación
r, sm e , .' . de tratados
gozan en esta materia (v. p. 90), sigan
Una vez configurada la voluntad del Estado a través de las de e que s procedimientos alternativoos pueden
Canje o ente. L o if ., (u
depósito de las
raciones de los órganos constitucionalmente competentes, el pro boquen posteriormente en la ratí IcaCIOn
ratificaciones
miento de formación del acuerdo se concluye con el intercambio uivalente) y, por 10 tanto, no se apa~ten sus-
depósito de las ratificaciones. En el caso del intercambio, el acu ' . ·to normal, o bien se caracterIcen por
ed mnen
se perfecciona instantáneamente. En el caso del depósito, que manifestación de la propia voluntad por parte
procedimiento normalmente adoptado para los tratados multilate . 'meros pueden encuadrarse las nume.rosas
los pn ' " 1
les, a medida que se depositan las ratificaciones (ante un Gobier n en la práctica las fases de la negoclaclOn Y a
ante la Secretaría de un organismo internacional, etc.), el acuerd ue en el caso de muchos tratados preparados
ejemplo lasconven-
efectiviza entre los Estados depositantes; sin embargo, generalme nternacionales, como, por , hal d 1
se prevé en el texto del tratado que el mismo no entre en vigor, ni aradas por la OH (v. p. 200), muc as e ~s
quiera entre [os Estados depositantes, hasta que no se alcance d por las Naciones Unidas, por el Consejo
cierto número de ratificaciones. El arto 16.de la Convención de Vi ;:s la discusión y la aprobación por p~rte de
agrega al intercambio o al depósito de ratificaciones la notificació :n:eci~ Asamblea de la organización, su~tltuye a
los Estados contratantes o al depositario. tal Para dar otro ejemplo relativo a la firma, r~­
1 caso de acuerdos multilaterales, cada vez mas
'f' n el tiempo: una vez redactado
Registro Según el art, 102 de la Carta de las Naciones Unidas -al cual, ade la se· d mere-e f
de los tratados hace implícita referencia el arto.80 de la Convención de Viena- todo tra
· .
os, e 1 texto del tratado es "abierto" a la rrma
do o acuerdo internacional "debe" ser registrado ante la Secretaría de s Estados; de manera que, en el mome~to que
Naciones Unidas (v. p. 190) Ypublicado por cuenta de ella. Pero del mis da uno de los Estados puede firmar ~nmero y
arto 102 surge que la única consecuencia derivada de la omisión del regis sltar a ratrifIcaClOn.
· . la' ' , Como resulta
.. eVld.ente.,
. la
es la imposibllidad de invocar el tratado ante un órgano de las Nacion .. 'n de' autenticación del texto n.l re-
ene ya funcio d
Unidas. Por lo tanto, el registro no es un requisito de validez del tratado, , . "l'o'n del Estado en el trata .0,
mnguna parncipae 'd
tampoco la publicación es una forma de homologación para determinar or la ratificación; la firma cónstttuye una e"
una vez por todas la existencia y la validez del acuerdo, su eficacia obligar
disponibilidad. dd
ria, etc. Diferente era la norma correspondiente del Pacto de la Sociedad os procedimientdsen los cuales la volunt~. e
las Naciones, cuyo arto 18, con el fin de consolidar el principio de la abol idencia con la de otros Estados no se mamfIesta
ción de la "diplomacia secreta" que propugnaba el presidente Wilson, decla-
99
ACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
98 BENEDEITO CONFORT!
de la Asamblea General de la ONU (v. p. 82 Y
en una ratificación, es necesario tener en cuenta el fenómeno . del ConseJ'o de Europa (v. p. 214 Y s.), de
ClOnes . d
llamados "acuerdos en forma simplificada" (o acuerdos "inf representantes de los Estados en el Consejo e
les", según la terminología utilizada ya a fines del siglo pasad idades Europeas (v. p. 224), etc.
Acuerdos
da vez más frecuente en la práctica internacional. Según una argo subrayar un aspecto: para celebrar
mb , . 1 f en forma
Acuerdos ción corriente, el "acuerdo en forma simplificada" es el que en mplificada no es suficiente que se evite a ase simplificada
en forma
vigor por el solo efecto de la suscripción del texto por los pI que es necesario también que del texto del ynoacuerdosjurídicos
simplificada
tenciarios, que se produce cuando se desprende del texto mism tancias se deduzca una segura voluntad del :s-
los comportamientos de las partes que éstas entendieron atribuí Este punto es importante porque en la prac-
firma, justamente, el valor de una manifestación de voluntad pi ~ dado muchos casos de entendimientos entre
definitiva. Dice el arto 12 de la Convención de Viena: "El con ales a menudo se les da incluso el nombre de
miento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestar cierto no tienen carácter de verdaderos
por . h '
diante la firma de su representante: a) cuando el tratado dis de vista jurídico, ya que die o c~racter se
que la firma tendrá ese efecto;b) cuando conste de otro mo que pueda deducirse del texto o bl:n.de las
los Estados negociadores han convenido que la firma tenga e Uos que los suscriben. Estos en~endlmlentos,
to; c) cuando la intención del Estado de dar ese efecto a la f de naturaleza jurídica, valen mientras valen.
e notable importancia, éste es e! caso de! ~cta sobre la
Conferencia
desprenda de los plenos poderes de su representante o se haya
festado durante la negociación". ' d 1975 sobre la Cooperación y la Segundad Cooperación Y
la e l ' ki" la Seguridad
a también como "los Acuerdos de He sin Cl : v. en Europa
Como surge de la formulación del artículo, que corresponde a lo ,p 593. y ss.)
, como así también de .los acuerdos
'
cede en la práctica, el acuerdo puede también ser "mixto", es decir, s hasta ahora en el seno de las sucesivas reumones
brado en forma simplificada por algunos Estados y con ratificación po son acuerdos sumamente importantes desde el
te de otros. e han tenido un pape! determinante en las
co, qu d 1 'l'
.dente y los países del Este europe~ e os ~ n-
En la categoría de los acuerdos en forma simplificada pued ocupan, entre otras cosas, de cuestIOnes delica-
cluirse los intercambios de notas diplomáticas o de otros instr de los derechos humanos, pero que no pueden
tos similares, siempre que de los instrumentos mismos o de otr res de efectos jurídicos, tanto por su tenor co-
cuméntaoion se desprenda la intención de las partes de vincu nes que a menudo los acompañan. Por cierto,
inmediatamente (cfr. el arto 13 de la Conv. de Viena). Incluso no jurídicos están fuera de! tema qu: e.stamos.t:~­
decirse que esta categoría comprende, en definitiva, todos los reconocerse que en ciertos casos límite es dlf.1Cd
dos que celebren, de un modo u otro, los órganos del Estado imiento de este tipo de un acuerdo en forma sim-
gados de las relaciones con los otros Estados -para entender
simplificar, los órganos del Poder Ejecutivo- sin recurrir al pr
miento de la ratificación, comprometiendo directa y definitiva pero también el menos' frecuente, de entendimiento no
por lo tanto, la voluntad del Estado. A esta categoría correspo , e eI texto.mismo
' d e acuerdo entre dos o más Estados
Í

entre otros, los acuerdos celebrados íntegramente en e! seno nte " ... no constituir un tratado internacional" .En este
organizaciones internacionales, como es el caso de algunas Decl
100
BENEDETTO CONFORTI
RMACI ÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 101

sentido cfr. el arto 12 del Memorándum de Acuerdo entre EE.UU. y C Competencia


del 9-3-1984 sobre la cooperación en materia de legislación antitrust I brar acuerdos en forma simplificada, así para concluir
para ce e i.rezulad d
A]IL, 1984, pp. 659-661). ara ratificar tratados, esta regula a por ca a acuerdos en

En una zona límite entre los entendimientos no jurídicos y los ac ~s constitucionales propias. En otras p~labras, forma
simplificada
en forma simplificada se ubican los acuerdos sobre aplicación provis e los que comprometen al Estado mediante su
los tratados, que se dan cuando, en el texto mismo de un tratado so rdos son generalmente representantes del
e acue d E dIque
ratificación o en declaraciones separadas, las partes prevean que el 1 derecho constitucional de ca a sta o e
Aplicacion
provisoria dé entre provisoriamente en vigor a lit espera de la ratificación. Los acuer e 1Poder Ejecutivo puede celebrar un acuer-
los tratados aplicación provisoria Son considerados por algúnos autores como e .. ., D esde u n punto de
unto· eiento de la ratificación:
mientos carentes de carácter jurídico (según esta opinión, la aplicaci ced 1m , " ede
y tam bié len aquí con amplia aproximacron, .pu1
visoria Sería una ejecución de hecho que se legitimaría sólo si, ycua 'ibilidad abarca al menos los acuerdos sectona es y
produce la ratificación); por otros, como acuerdos en forma simpli
t' nes técnico-administrativas que se remontan a
por consiguiente vinculantes. Para encuadrar el tema, Picone, en L'ap
laS dilversa s ramas de la Administración, respecto,
zione in uia provvisoria degli accordi internazionali, Nápoles, 1973, p
cap. III (idem, cap. 1, la exposición de las otras tesis) propone la categ
a Administración dispone de p~dere.s no:matt:
nca c¿mo en este caso es imposible Ir mas a a
acuerdos jurídicos no vinculantes (que se debe considerar, justamente,
una categoría límite, que pertenece, sin embargo, al genus de los acuer ación, dado que es poco frecuente que las Car-
forma simplificada). Estos acuerdos, que compartirían con los entendi ntengan normas expresas al respecto (una de
tos sin carácter jurídico incluso la característica de poder ser revocado está dada por la Constitución Holandes~ que,
lateralmente en cualquier momento, deberían considerarse, sin embarg forma simplificada para amplias categonas de
mo acuerdos en sentido jurídico sobre todo dada su capacidad p as competencias . d e1 Poder EJ'ecutivo se . fueron
suspender la eficacia de convenciones precedentes (y plenamente vincul , tica de los Estados en tiempos relativamente
rac I . d '
tes) sobre el misrrio objeto, como así también dada la imposibilidad del , reconsolidando ya que esta ten encia no es
do de anular con eficacia retroactiva, en el momento de la revocació r aun, , id 1 G-
sa de la necesidad de actuar advertí a por os o
medidas de ejecución ya tomadas. La teoría de Picone, que produjo nu . 'a y a la indiferencia de los Parlamentos,
sos desarrollos ulteriores en distintas direcciones, no puede ser profund
a merci dy
en este momento. s límites a la competencia para celebrar ~cuera~s
Tratados d eden variar sensiblemente entre palS y P ,
Según Fois (P.), en RDI, 1990, p. 809 Yss., entre los entendimientos
ue el Ejecutivo ocupe, o haya 1ogra.d o ocu par" en
a pu
secretos
dicamente no vinculantes deberían considerarse también los tratados s
tos. Sin embargo, parece más apropiado considerar que la prohibición na, 1 segu'n la rigidez o no de ese Sistema, . . 1segun
lebrar tratados secretos es relevante en cuanto prohibición de dere con respecto a las normas con,stlt~cl~na es es-
interno y debe encuadrarse, por lo tanto, en el tema de la riulidad de los e respec t a al ordenamiento [úridicó Italiano, . , pa-
d Competencia
para concluir
tados firmados en violación de normas internas de importancia fundame tesis (Cassese) según la cual la celebración e acuerdos
(nos ocuparemos de este tema en breve: V. p. 105 y ss.). En otras palabt implificada debería excluirse de maner: absolu,ta simplificados
según el
los ordenamientos jurídicos internos de los Estados firmantes permiten 11 cuerdo pertenezca a una de las categonas previs- ordenamiento
órganos competentes para celebrar tratados hacerlo en secreto, y si la na ( as recordamos: tratados que tienen naturaleza po jurídico
raleza no. vinculante del acuerdo secreto no consta de otro modo, no par .
arbitrajes o arreglos.i
os JU direta
, 1es, qu e representan
" a l-- italiano
que pueda invocarse el derecho internacional para restarle validez o efica itorio, obligaciones para las finanzas pu?hca~ o
a dicho acuerdo.
e leyes); en todos los otros casos, el Poder Ejecutivo
102
BENEDEITo CONFORT!

. DE LAS NORMAS INTERNACIONALES


ACION 103
debería ser libre de decidir con las otras partes contratantes s'
da al acuerdo forma solemne y, por 10 tanto, es necesaria la ra diferente, el de la adaptación de! de-
ciónporparte del Jefe de Estado, o bien si se 10 celebra direct probl~ma
internaCIOna1 (para 'este aspecto de las sentencias,
un
te. Dado el silencio de la Carta Constitucional italiana, esta tes'
ge de una interpretación sistemática de los arts: SO y 87, párr. , , toridad (Giuliano, en RDIPP, 1982,
la Constitución y parece confirmada por los trabajos de la Asa uflCl:::ea::erdos celebrados por el Poder Ei,ecu-
Constituyente, durante los cuales se insistió sobre el principio e~:l Estado, siempre en cuestiones no prevlst;s
no todos los acuerdos deben sersómetidos a ratificación, sin ed delegación del Jefe de Estado en ca a
los más· importantes. e' una
' p1ícita .
' en e1 "acto mismo d e con feri
enr un
estaría
.. irn , id
) stán mvesti os.., en lo que respecta a
s Mmlstros e 'a" Esta te-
f ecífica de competencr .
Nos parece que debe hacerse una modificación a la tesis que estarn
minando, en lo que respecta a una de las categorías comprendidas en
as ens~o~e;::r:s~onstitucional a los acuerdos en
asmente, .
cuestiones . n o previstas por e1 ar,t 80 , parece en
80, más específicamente, la de los acuerdos que representan tina obli
para las finanzas públicas. Si un acuerdo no corresponde a ninguna
1 1 '1 dor italiano, reconoce la categoría de
otras categorías previstas por el arto 80 y representa gastos que pued que ,e egls a 1 11-12-1984 N0 345, al reor-
cluirse en el presupuesto ordinario de la rama de la Administración int pliflcada: la Ley de ' d e la República
' , , de los actos normativos " ,
da, se puede entender que sea posible celebrarlo en forma simplificad
cacion 1 inc f prevé que dicha publicación
puede considerar, entonces, que cuando el arto 80 habla de obligaciones ' 1 en e! art 1 • , bli
la ", 1 s acuer. d os en vir' tud de los cuales se oIga
d
las finanzas públicas, entiende referirse a obligaciones no presupuest
o ,
enes..:mternaciona les, incluidos aquellos
" celebra
b os d
¡Sería absurdo, por ejemplo, considerar sujeto a ratificación y a Una 1
' ublicación según los mcisos y
aprobación de la ratificación un acuerdo relativo a una visita de un J no necesitan P I . bl' ión de las le-
' segurada por a pu icac
Gobierno extranjero o de una misión técnica extranjera, erc., que repres
gastos por la correspondiente hospitalidad! t~se~:~ ;~e:idente de la República y de los actos
La tesis a la cual adherimos, que se basa en la interpretación misma nciernen)". iá d 1 Gobierno para celebrar acuer-
Constitución, parece preferible a la que fundamenta en Una costumbre c e a la competencia e 1 or parte de la doctri-
hibi " que a may
titucionalla competencia del Ejecutivo para concluir acuerdos en forma a la pro 1 ICIOn - , . , n de celebrar acuer-
plícitamente en la Constitució -
plificada (Monaco, Marchisio). En realidad, como veremQs en segui
Italia la práctica que corresponde a estos acuerdos tiende a sobrepasar 1
mites indicados y a invadir la esfera prevista por el arto 80. De allí se d
que, si se hace coincidir exactamente esta hipotética Costl;lmbre con la pr d en forma simplificada que, según se Difusión en la

ca, se llega a la conclusión de que la práctica deroga el arto 80, lo cu


acuer
f ' . /os en motivos de ce1enida d y p racticidad práctica de
IcaCIOn d f exten- los acuerdos
inadmisible; en cambio, si se la limita. a las cuestiones no previstas p necesiida d de los tiempos mo ernos, ue. 1 en fonna
simplificada
arto 80, se excluye parte ele la práctica, lo cual resulta metodológicam .
preSIOna nte en los últimos años.
. Por
, ejernp
d o,
injustificable cuando se trata de reconstruir una norma no escrita. úmero de acuerdos de este tipo fIrma bOS Pdor
señalarse que la Corte de Casación se pronúnció en favor de la tesis d articular los executrve, agreements ce1e ra os
costumbre constitucional eI11as sentencias del 22-3-1972 N0 867, en R
menos b~jo su responsabilidad, que nobson so-
1973, p. 588 Y ss. y del 17-4-1972 N° 1196, idem, p. 592; pero se trata
n sino que generalmente se f un dan so re una d 1
un pronunciamiento meramente casual, ya que estas dos sentencias se r
umamente genérica, contemida en un .. acta. e
ienen por objeto materias técnico-administrativas,
104
BENEDETTO CONFORTI , DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
IACTON 105

, ontraer empréstitos de dinero so-


como los servicios postales, las patentes, etc.; las relaciones c
ciales con el exterior, incluidas las tasas aduaneras, las facilida 'slat1vo,l~ de cOl l 'de arreglar definitivamente
" (inc 3 y a lP
rifarias, etc.; como así también varias cuestiones que correspo CIOn '"
d l Nación (ime, 14) . En los hechos, e o-l
los amplios poderes del Presidente como Comandante en Jefe e a , ' mente la aplicación textua
eclamado orgamca ' 4 0 15
Fuerzas Armadas y responsable de la política exterior) fue d ' . .3° Y 14) hoy artículo 75, mes, y
(mcs. 1994' Por lo tanto se consolidó una
:~;:c~~nes ex~luyentes
1930 Y era de 206 ya en 1968 (cfr. Whiteman, A Dígest of In
tional Law, vol. 14, Washington, 1970, p. 210). La situación del Ejecutivo en rna-
diferente en muchos otros países, incluso Italia, donde la celebr internacionales.]
de acuerdos en forma simplificada tiende a Superar los límites
materias técnico-administrativas, o aun de las cuestiones que e
ponden al poder reglamentario del Poder Ejecutivo, para invad
esfera cubierta por el arto 80 y donde resulta, por lo tanto, de p 1 rocedimiento normal y, por Tratados
que se respete e p " 'n y de ratificación, concluidos en
cular actualidad el problema de las consecuencias internacionale las fases de negoclacIO ,, , 1 violación de
las limitaciones constitucionales a la competencia para celebrar se por 1 brados en forma simplificada, e normas
s acu,erdos ce e f "de acuerdos interna- internas sobre
tados, problema del cual nos ocuparémos enseguida. [La Cons 1 ateria de orrnacion , competencia
ción argentina de 1853 nada dice respecto de los tratados cele en' m1órgano que ,celebra el acuerdo, es didecir, para celebrar
e: SI e de adherir al tratado me iante acuerdos
luntad del Estad~
en forma simplificada. En la práctica, el Poder Ejecutivo re
com etencia o no se atiene
constantemente este tipo de acuerdos sin intervención alguna.
tra manera, no t1en~ t spPor el,derecho interno,
Poder Legislativo. Si bien en principio los acuerdos en forma si di , t s prevts o
proce trnren o , ' P .Debe con-
ficada versaban sobre materias técnico-administrativas, en la prá d ' en el plano mternaciona . <:
envan , 1 n pre-
ca no está claramente definida, en razón de la materia, la facult do es válido de todos modos, a~enos ~ 1 0-
' h ue concluir que SI a v
del Ejecutivo para celebrarlos. Por ejemplo, las Declaraciones Ca
juntas Argentino-Británicas que se sucedieron a partir de noviem
unsta~c~as, o ble~ ar ¿erecho interno, lo está
está VICIada segun e , consecuencias?
de 1989 no fueron sometidas ala aprobación del Legislativo. Es echo internacional y con que dosl omenzó a
declaraciones son verdaderos tratados que crean derechos y obli petencla ' ,Para celebrar trata os c ,
com , ' de las monarquías.consti-
ciones en materias que tradicionalmente implicarían la intervenci do en la epoca , d
pasa,' • radualmente el principió e que
e fue aflrm:nd~ g
del Congreso Nacional (status qua territorial y marítimo, esquem
. 'las decisiones concer-
de conservación de especies ictícolas, medidas para el fortalecimie lativas debían.intervenir en con la consiguierí-
to de la confianza, seguridad, ayuda y salvatajes, etc.). Tamp ' ,. de «íerérrninados tratados, h bí
ion ' • ti mpo a ian
existe en la Constitución argentina una norma similar a la del poderes del Soberano, que en un le , ' 'el
culo 80 de la Constitución italiana. Sin embargo, la doctrina 1 ' S comprende. entonces por que
ta matena. e" 'durante
ha argumentado sobre la facultad irrenunciable del Legislativo, . " lanteó en un comIenzo, y
ompetencl~ se p 1, roblema de preguntar-
sólo en cuanto a la aprobación. o rechazo de ciertos tratados, si 'ó plantea~dose, com~l~d~ en todos los casos un
incluso en cuanto a sus facultades en materia de negociación de tra- a
o internacional era Vo 1 ,1 derecho internacio-
tados sobre límites Con otras naciones o sobre la contratación de
~mpréstitos públicos. El antiguo artículo 67 establecía entre otras
relJefe de Estado; SI para;ecía elius repraesen-
do seguía teniendo, como se ,
107
S NORMAS INTERNACIONALES
106 BENEDETTO CONFORTI CIÓN DE LA

tationis omnimodae en las relaciones con los otros Estados, ndres directamente por los plenipo~en­
en Lo" d Unidos Gran Bretaña, Italia y
cambio influían en la validez del acuerdo las limitaciones co de Esta os , , 1G -
cionales a la competencia del Jefe de Estado; Es claro tambi' '1' '1 EmbaJ'ador italiano ante e o,
de Ita la, e d ' h
más recientemente, han ido cambiando los términos del probl do entendido entre las partes que, IC, o
, ' d' tamente (el Memorandum,
si aún hoy no debe excluirse la posibilidad de que se presente e or ínrne la l" d f
en VIg , 'd d O imo que regu o e 1-
de un tratado celebrado por un Jefe de Estado más allá de los 1 or el Trata o e SI,' 1
p Italia y Yugoslavia, comportaba e a-
de las competencias que le reconocen las normas constituci
entre , "públicas, modificaciones de
(pensemos, sobre todo, en los países donde el Jefe de Estado ra las f, ¡nanzas , de
, 'd'e obligaciones sobre el tratamIento,
amplio poder de decisión en materia de política exterior, com sene ,',' ' ', d 1 it rio nacro-
Estados Unidos de América), actualmente la discusión se conc " bi n alteracIones e tern o
qUlza tarn le T' t a Italia)' la Declara-
en las relaciones entre Poder Ejecutivo y órganos legislativos y e 'lmente nes e ,
ía sustanCia, del 29-10-1956 sobre la abo-
acuerdos firmados por uno sin la participación de los otros. E ncÍa de Tanger ' 1 d T' er
" ',' n internaclOna e ang
nitiva, la.discusión corresponde a los acuerdos celebrados en f dmlms"a~o o d
a olítica).el intercambIO e notas
simplificada. Si el Poder Ejecutivo se compromete en forma aut claramente p :
o , de la frontera del
ma y definitiva a nivel internacional con respecto a cuestiones e 1 964 sobre la determ¡naclOn "
eración y de aSIstenCIa
cuales la Constitución requiere el concurso del Parlamento (y, e deacuerd~s, de coo~ , 551 nota 36) o de Acuerdos
que sólo formalmente, del Jefe de Estado), ¿qué valor tiene este MarchislO, arto cit., p. , sobre
1es, V. , 1 dos en forma secreta, concesión de
promiso desde el punto de vista del derecho internacional? a veces estIpU a , bases militares
ares, " una base militar a la marma
Casos de El problema reviste mucha importancia en Italia, aunque la si la,conceslO de n 1 b do en 1972 (para los
violación a
ción no es diferente en otros países, porque, como ya se tuvo oca 1 d M gdalena, ce e ra
normas s a', e a ' 5 4 ) ' y otros muchos
italianas dever, no faltan los casos en que el Gobierno italiano escogió la en RTDP, 1980, p. Y s~. 'd' 1979 para la
U' do a partIr e
on Esta os ~l os
sobre ma simplificada, por lo general-adueieado.motivos ligados a-la d as bases de los misiles
isilísticas, preclsam~nte 1 o, " del 19-9-1986,
competencia
para celebrar tica internacional, incluso para celebrar acuerdos que correspo
acuerdos claramente a las categorías previstas por elart. 80 de la Con orándum de "¡ntenClOn , o, '
lMem d ' vestigación clentlftca
eión, para los cuales eran necesarias, por lo tanto, la intervenció alianaal programa ": in tadounidens e (para
Parlamento, en la, forma de una ley de autorización para la rat tiva de Defensa Estrateglc~ es 151 ss.). ¿Qué
ción, y la ratificación por parte del Presidente .de la República. E Il trattato segreto CIt., p. Y dos?
,en , ' 1d destos acuer os.
los ejemplos más significativos recordamos: la solicitud deadmis validez internaclona ~ to o~e la competencia
de Italia en las Naciones Unidas (la Carta de la ONU es darame que se debe dar al pro ema
un tratado de naturaleza política y la participación de un Estad s?
la Organización representa obligaciones financieras deimportanc
que fue realizada mediante un acta del Ministro de Relaciones E eración y asistencia militar Y de
os acuerdos de coop 'd 1 Poder Eje-
rieres de17-S-1947 (y aceptada por la Asamblea General en 19 re ha sostem o e
litares, la tes~s que sle~f¿ad de ratificación Y de la co-
o o

el Memorándum de Entendimiento en la cuestión de Trieste, d cuerdos no tienen nece d "eJ'ecutivos" res-


S-10-1954, que atribuyó a Italia la "administración" de la zona , ., tratarse de acuer os .
autoflzaClOn, por 491) el que ha Sido
del territorio tries tino y a Yugoslavia la ¡'administración" de lazo Constitutivo de la OTAN (v. p. ,
108
BENEDEITo CONFORTI
CIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 109
debidamente ratificado y autorizado. Esta tesis no tiene fundamentos
.nterno: El arto 46 de la Con- Teoría
punto de Vista jurídico, dado que el Tratado de la OTAN (como fue
n del derecho I puede definirse receptada por
do, por otra parte, en el informe de mayoría a la Ley del 1-8-1949 l ' , que aunque el arto 46 de la
que autorizaba su ratificación, informe que está reproducido en Am e una so ucron , de la solución pu- Convención
' bastante cerca
argo esta a (que tiene orígenes suma- de Viena
Questioni eostituzionali e politica estera italiana dal1948 al 1953,
1953, p. 202) prevé, en el arto 9, que los representantes de los Estad . Esta norm
l da vanas. veces , en direcciones
f
cipantes en los dos órganos de la Organización, el Consejo y el Ca re ormu a de la Comisión . " de Derecho In-
Defensa, pueden adoptar solamente recomendaciones, o sea, actos n , en el seno bl ." 1) El hecho de que el
lantes para cada uno de los Estados miembros. Sobre esta cuestión, es Unidas) esta ece. tratado haya sido
sobre las referencias a la práctica, v. Marchisio, Le basi militari nel ado en ob.ligar~e. ~ord:nsu derecho interno
internazionale, Milán, 1984, p. 240 y ss. de una disposición • drá ser
' para celebrar tratados no po ra
Teorías sobre encla ., d su consennrruen . . t o, a menos
la validez o Frente a una práctica internacional' incierta y contradictori
invalidez de o como VICIO e d importan-
mayor parte de los escritores que se han ocupado del tema con . fecte a una norma e
los acuerdos anifiesta. y 2) a .
Una VIO a1 CI'O'n es manifies-
concluidos en dan en exCluir las soluciones radicales tanto en el sentido "int derech? interno. 1 uier Estado que proce-
violación a
normas
cionalista", por así decirlo, como en el sentido "internista": p ente eVlden:e ~arahc~~t qal y de buena fe" .
internas sobre parte, se excluye de este modo que para el derecho internacion orme a la practica a I u
competencia
tratados celebrados directamente pOr el Poder Ejecutivo sean vá
para celebrar , ecto de la relevancia
acuerdos en cualquier caso, es decir, se excluye que el Poder Ejecutivo te ue muestra este articulo resp tencia para celebrar
como se consideraba en un tiempo que tenía el Jefe de Estado, e constitucionales a la campe . "El hecho
', ativa de la norma.
repraesentationis omnimodae; y, por otra parte, se excluye que formulación neg. if t do en viola-
d h a Sido mam es a
quier vicio, aun solamente de forma, cualquier irregularidad de un Esta o:.. ay odrá ser alegado ... a
' dcha mterno... no p " l
cedimiento desde el punto de vista del derecho interno pueda in de su ere 'b" otro artícu o de la Convehciórí, e
, l
sobre la validez internacional de un acuerdo. Más allá del rechaz jada tam len en l 'es entre los tratados y
, ' de las re acron 7
estas soluciones extremas no hay ninguna concordancia entre 10 nencamente "Una parte -dice el art. 2 -
partes contratantes. h . t no como justificación
ternacionalistas, y se han Sostenido varias teoría nnedias isposiciones de su derec o m er
privilegian esta o aquella manifestación de la práctica. Según algu un tratado".
autores (más próximos a una solución puramente "internista"),
n,' algunos. da.t~s q,ue sU~a dar solución al pro"
esta materia el derecho internacional se atendría al reparto de e en de la práctica con-
petencias dentro del Estado que existiéra "de hecho" en el mome bastante slgmÍlcatlvobs.P .se comprometen a
de la estipula<;ión del acuerdo, o bien reenviaría' a la Constituci do l s Go remos
que,, cuan o o , den a la esfera de
"viva", que se forma en la práctica en contraposición a la Consti ionesbque correspon
. 1 d los Parlamentos,
ción formal, o incluso tendría en cuenta las perspectivas de reci ,eaesnones n· parncu ar e .
sorganos, Y, e , . 'd este compromiso
ejecución que no obstante subsistieran para un acuerdo celebra 1 t observancia e
ando, aexac a , ' ídicos internos que
por un órgano incompetente. Otros autores (más próximos a una s del uso de in,strun:entoGs Jb~nrnos generalmente
lución internacionalista) apuntan a la buena fe, sosteniendo que d d 1 OpIOS' o le ,
bil,ida ,.' re. os,. pr f de co nsentimiento o
acuerdo sería válido cuando las otras partes contratantes no pudie lguna orma
e o temprano, a . d Otro dato es que, en
r parte del órgano interesa o.
111
S NORMAS INTERNACIONALES
iACIÓN DE LA _
, na1. un acuerdo cele-
110 BENEDETTO CONFORT!
, del derecho internaclO . , oue le co-
, 11' de las competenCias ",
los casos en que a nivel diplomático se presentan solicitude utivo mas a a, .' d de todos modos,
sigue sien o,
alm ente es y 1 ' tras vale. Considera-
cución o denuncias de violaciones de acuerdos celebrados e 'd' que va e mlen d
mente por e! Poder Ejecutivo, es extremadamente difícil esta jnri ICO y . dquiere el valor e
de este npo a
tales presentaciones se realizan con la convicción de estar soli n acner do ' d ' ídico en el momento
, na·1 sentl o ¡un ,,
el respeto de verdaderos compromisos de carácter jurídico, o aClO . e~ de' ado de lado mal11Í1este
nándo) el or~a~o ¡, .1pre que éste utilice
hacen por motivos políticos o incluso de propaganda: en efect entlmlento, sIen . ,
vel diplomático se producen solicitudes de ejecución o denunc nteSU cons 1 Constitución prevé que 111-
formal con que ~ 'rídico italiano, la ley,
violaciones incluso respecto de acuerdos que no tienen carácte rdenamlento lU 'd 1
ecta a o1 t 80). El consentimiento e
dico. A este respecto, baste recordar las denuncias -que se s
umeradas en el,ar . 1 19unos de los casos
ron cada vez con mayor frecuencia a medida que se acercaba a r e¡emp o, en a , id
da de! bloque de Países Socialistas del Este europeo, a fines e o btuVO, P , " las Naciones Unic as,
1 admlslOn en ,
n el casa de a ' 1 "orden de ejecu-
años ochenta- sobre la falta de respeto de estos países a las n ° 847 ue contiene a
sobre derechos humanos incluidas en e! Acta Final de la Confe 957 N q" diferente de adaptar el dere-
e tiene la fun~lOn. 399)' en el caso del
de 1975 sobre Cooperación y Seguridad en Europa, de cuya falt
erdos internaclonalebs. ": p. de ley'es financieras
juridicidad ya hemos hablado. Un último dato, quizá e! más im 1 apro aclOn ,
tante, está dado por la jurisprudencia interna, en especial por la tieste, cona, ' ión del territorio triest1110
para la adm111lstracl190S5 ....10 172 Y N° 173); en
tidad de sentencias provenientes de diferentes Estados que se· d 1 26-3-· 1'1 ,

a aplicar tratados firmados por sus respectivos Gobiernos en N° 1 12 'y e " , d 1 Régimen internaclO-
.,. b la AbohclOn e ,
aclOn so re " robó" esta misma
ción a normas internas relativas ~ la competencia para celebra
la Ley del 23 c3-1958 que aPdos hayan resulta c
tados, sin preocuparse en modo alguno por la protección de las ,. estoS acuer
d.ifíctl negar que 1 tl'ml'ento del Parla-
partes contratantes (para una lista de las sentencias, v. Cónf 'd 'de cansen
taHa solo espuesdi fí '1 sostener que cuando no
LabeUa, en EJIL, 1990, p. 52 Y ss. Y Conforti, Cours général, c
ría igualmente I ICI , " en la forma de
párr. 12). Así las cosas, consideramos que el arto 46 de la C , ,.. . se 10 cons1gulO
sent11111ento, o no . , 'oón 'como es el ca.c
ción de Viena responde al derecho internacional general al ca ,. .la Constl tUCI \
stá prescnpto por, ' ). os encontremos frente
e! principio de que es causa de nulidad de un tratado la violaci /
bre las bases mlht~res , n impone respetar. Se
el derecho internaclOnal ~os
las normas internas en materia de competencia que sean de fu
dura11'Y de los
Nulidad de mental importancia. Consideramos que existe una violación de , ... duran mientras
d
e acuer os que do y como lo crea con-
un tratado en tipo cuando, y sólo cuando, no se haya pronunciado sobre el ac
caso de falta libre de deshacerse cuan
de interven- do uno de los órganos a los cuales la Constitución le asigna un e
ción del órga- tivo poder de decisión en el procedimiento de celebración; para m
no dotado del
efectivo poder
tenernos dentro del ámbito del ordenamiento jurídico italia rdos que subor dirnan expresa- ,
de decisión cuando haya faltado el concurso del Parlamento en las cuestio a menudo se dan acue, 1 d pósito de ratificaclO-
l' t rcamblO o a e
enumeradas en el arto 80 de la Constitución. Nos parece, en cam igor, no ya a m e bierno signatario, de que se
~ ,, parte de ca d a go "h cer
que en la parte en que enuncia e! principio de la buena fe (de! cua caClOn, por 1 d cho interno para a
edimientos prevlsístos por e ere
hace, por otra parte, escasa mención en la práctica internacional
arto 46 no merece seguirse, y que manifiesta una concepción est
112
BENEDEITo CONFORT!
IÓN DE LAS N O RM AS INTERNACIONALES 113
aplicable en el territorio del Estado" el acuerdo mismo, Tales acu-
en Italia, cuando tratan de cuestiones comprendidas en el arto 80, d le islativamente por el art, 4
bir, y en efecto reciben, el consentimiento del Parlamento por me
e reglamenta a g 1 Estado las funcio-
o 616 que reserva a .
ley de aprobación o bien de una ley que contenga la orden de ejec 7N 1 ,, '
internaciona l e s en las materras
.
Starace, en RDI, 1977, p. 393 y ss.) no pueden considerarse exacta s re acrones ' , 'o 2 prohíbe a las
y cuyo mcis
mo acuerdos en formá simplificada, dado que no declaran su entr las ReglOnes l exteri " sin
' romocionales en e exterior .
gor por efecto de la sola firma, Se trata de figuras intermedias tivldades p , el procedimue iento para solicitar
b'
acuerdos en forma simplificada y los acuerdos celebrados en forma 1 Go remo; 1 normas de ac-
I d su vez, por as
que confirman, sin embargo, 10 dicho más arriba, o sea el hecho d
Gobiernos, cuando celebran tratados en cuestiones que Son de ca
regu a o, dea la PreSIidenor'a del Consejo de ,
Decreto O N° .106) que, ademas,
de otros órganos, se preocupan de conseguir, tarde o temprano, el c ( GU 17-4-198 ,
miento de éstos, en ' 1 competencia , par a rnarn-.
ia del Consejo a funci s de direc-
1 econoce uncione
ntimie~to, .e ~ , , tivas regionales hacia el
e las dIVersas, lfilC,la 1 Corte Constitucio-
" legIslatIva a ,
tervenClOn "
Su sentencia má s significativa
Conviene detenerse un momento sobre algunos aspectos p 1
bre e 1tema. "
invierte 1a orien
ientación inicial y se
lares del problema de la competencia para celebrar tratados, n la cua se m b ido el previo con-
Acuerdos me está previsto en el ámbito del ordenamiento jurídico italia ' a vez o ten 1
s ReglOnes, un ,
concluidos por Una cuestión que se planteó en los últimos años es la posi 1 gun el.ci rt 4 inc. 2, de
CIt. a , ,
las Regiones rno centra ,se " cuerdos propiamente
. de que también las Regiones celebren tratados internacionales ueden estIpular ... a bilid d del Estado":
cuestión tuvo origen en ciertas iniciativas de diversas Regione la responsa I I a
prometer odrían re feni a las cues-
~: 7: ~onstitución) ~
d emrse
dientes a acordar con otras Regiones u otras circunscripcione
toriales extranjeras distintas formas de colaboración en secto tos t m800
ar ,
se refehrirbílan
ior de las cuales a a e
su respectiva competencia, tales como el turismo, la agricult moción en el ~xten, iento ligado por
organización de ferias y mercados. Se celebraron acuerdos " 1 ter comportam
ente: cua qu ' d e competencia re-
tipo,por ejemplo, entre Umbría y la Región de Potsdam en mental con las matenas lento dirigido al
entre Lombardía y la Región SomaIí de Benadir y entre el V 1 ier comportam l .
ctores, cua quie 1 itorio del ente 10-
Aosta y otra región somaIí, Bajo Shebeli, en 1976; entre el La '1 cultural en e ten
SOCIa y ""debían mantenerse separa-
el Estado de Sonora (México), en 1984; entre las Marcas y la "de promOClon " 1 "de impor-
vincia china de Shandong, en 1986; etc. Cuando la Corte Con ' idades reglona es
orte, las actlvl, id r el "intercambio
cional tuvo. que pronunciarse en ciertos recursos por conflict ' 1" consntui as po ,
naeiona ,. la "prof un diIzaCI'O'n de COnOCI-
~' ' o bien
atribuciones con el Gobierno central, tomó en un primer mo '
una posición drásticamente antirregionalista y, en principio, afi , por 'n" o aun por la "enunciación
rnteres comu territoriales ex-
la incompetencia de los órganos regionales en la "formulació '1 " con entes
dones ana ogas , mente internacional,
acuerdos con sujetos propios de otros ordenamientos", tarea des de importanCla,m~ra del Gobierno cen-
en nuestro sistema constitucional corresponde. excIllsivamente a ' ennmiento
an el prevIO cons , , no darían lugar a
órganos del Estado soberano" (cfr. la sentencia N0 170 de 19 ' id d de prornocton,
as act1Vl a es bT dad del Es-
s que comprometieran la responsa 1 I
~~-----1

1
115
~TORMAS INTERNACIONALES 1
114 BENEDETIO CONFORTI ÓNDELA S ,~
Acuerdos
d los acuerdos entre Regiones de concluidos por 1
tado (pero, como se ve, la diferencia es sumamente difíe' specto e / ara los acuerdos ce1ebra- entes públicos
blecer en cuanto a los contenidos). mayor raZO n, P / bli s tales distintoS de las
1,1
territoriales o entes pu lC~, , Regiones
Con el debido respeto por la Corte Constitucional, nos ~esd des los acuerdos interumverslta-
no puede siquiera plantearse el problema de una compete e C1U a ~eros programas destinados a \1
Regiones para celebrar, o incluso sólo para negociar, acue etr~ta d,~ n de actoS administrativos inter-
nacionales, dado que el mismo no encuentra asidero en nin la a opClO . 'do' se trate de ver- \1
ma constitucional; a diferencia de lo que sucede en algun ta su contem , / 1
do en cuen 1cual se planteara e
federales (v. p. 28), en este caso se trata de competencias q , do caso en e \1I
echo pnva " do de cuál sea la ley aplica-
ponden al Estado y sólo al Estado. Pero podemos pregunta nacional prdlva Les accords conclus entre
te es realmente el problema que surge de la práctica de las " eau, bl' dePaY5 d'¡¡'
un t o v . Bur t"eren t 5, \1
de la cual nos hemos ocupado sintéticamente más arriba; Ou orgamsmes pu tCS
/ 1981 P 103y ss, \1
preguntarnos si las iniciativas regionales orientadas a la r.:glOneS
Pan~, u na's . ~o deben con.fundirse

,
ción con entes extranjeros análogos están efectivamente conc rta la , 1 \
/ te por las Regiones con os
pueden considerarse seriamente iniciativas tendientes a cele ütonomamen . lícita VO"
daderos acuerdos regidos por el derecho internacional. Ten Estados diferentes que, por exp d ini '_
'¡estada en un trata o In el
cuenta las circunstancias, la naturaleza de las partes, las d tratantes rnantl- . .' o tratado
, ción de ese rmsm
nes oficiales y los textos suscriptos, la respuesta nos parece ueión,~' m¡:g~adrid del 21-5-1980 sobre
sin ninguna duda. Por otra parte, no se ve a qué ordenamien venCl0n , los ueden encontrarse en
dico podrían remitirse los acuerdos que estamos examinando, iza; otros eJemp P u fuerza ju-
, de acuerdos toman s
to que úna de las partes consienta sujetarse al ordenamiento j s.).'.: este tipO 1 'f' bles por 10 tanto, co-
de la otra. En realidad, se trata siempre de acuerdos, o mejor / son c aSl lca , ,
s preve Y / 1 1.25 de la Consutu-
18) [El arttcU o
de programas carentes en sí mismos de carácter jurídico y °f (v. P'd e~ 1994, establece, al igual que el
son una ocasión para que las Regiones interesadas adopten re arma a " ueden celebrar tratados
actos legislativos o administrativos, los que, como tales, sólo . "Las provmclas p /
ue. " , " la, de intereses econo-
. / n de JustiC
servir de punto de referencia a los fines de la interpretación admmlstraClo . . ' del Congreso
mismos actos. Creemos, en definitiva, que los únicos actos re idad común, con conoClmlento. .el 0-
. "Las provincias na eJercen P
para el ordenamiento jurídico italiano son exclusivamente ~26 a Sre::c1en celebrar tratados parc~ales de
legislativos o administrativos regionales que, tanto en la on, No p 1 l' al que los Organos
ción" del acuerdo como mediante disposiciones autóno doctrina en genera, a 19U l' f cultad de las
efectividad a la colaboración concordada. Aunque, por los deral,ha inter~retado ~ue li:a1a facultad de
expuestos, no merecen ser considerados ilegítimos por el solo r tratados parclales noS lmp. de que los tra-
, ' as e entlen
de surgir de un acuerdo"con sujetos de otros ordenamientos", potenCias extranJer . , . s han de-
, 'iales Las provmCla
actos deben estar sometidos, obviamente, a todas las norma atados mterprovmc . , . / la potestad
/ d la ConstltuclOn, .'
preceden a las competencias tegionales, incluso a las normas deral, a traves e . Sinembargo, las provm-
las funciones estatales de dirección y coordinación de las activ tratados con Estados. delegaron en el
de promoción de las Regiones en el exterior. do expresamente poderes que no
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 117
116 BENEDEITO CONFORT!
Acuerdos
gobierno federal. Cabría preguntarse si respecto a esosp con Estados miembros o bien con terce- de las
delegados al gobierno federal, las provincias conservaron confundirse con el fenómeno, ya exarni- organizaciones
dad de relacionarse con potencias extranjeras. Podría tarn la celebración de acuerdos entre Esta- internacionales
guntarse si el gobierno federal, en el manejo de las relacion iones internacionales). El poder para
res, tiene facultades para celebraracuerdos referidos a asu rarse incluso como la manifestación
exclusiva competencia de las provincias. En la práctica, las lidad jurídica internacional de las or-
han celebradoi en reiteradas oportunidades, acuerdos con Es (v. p. 44). Como ya se vio, a tales acuer-
tranjeros, En general, esta situación ha sido formalmente s a convención de codificación, la Conven-
algunos casos, subsumiendo la validez del acuerdo en un trat Derecho de los Tratados entre Estados y
coi preexistente (acuerdos de cooperación) relaciones cultura
les y entre Organizaciones Internaciona-
Estados, erc.). En este sentido, los acuerdos entreunaprovi te la Convención de Viena de 1969.
atuto, es decir al tratado constitutivo Competencia
Estado extranjero serían considerados como una forma de e' para celebrar
o de aplicación por delegación, de aquel tratado marco. blecer cuáles son los órganos compe- acuerdos que
patte,el hecho de que las provincias no tuvieran con anteri cuáles son las materias para las cuales tienen los
órganos de las
1994, capacidad para celebrar tratados con potencias ext ia. Análogamente a lo observado res- organizaciones
e ~ormas constitucionales en la cele- internacionales
en nada obstó a que aquellas hayan celebrado todo tipo
dos con Estados u organizaciones internacionales, no ya re ados, analogía que se justifica amplia-
el derecho internacional sino por el derecho interno. El arn práctica específica (hasta ahora, el
de la Constitución reformada en 1994 faculta alas provin uerdos celebrados por órganos incom-
lebrarconvenios internacionales en-tanto no sean incompati 'nternacionales jamás se presentó con-
la política exterior de la Nación yno afecten las facultades de decirse que una violación grave de
competencia para celebrar tratados
das al gobierno federal oal crédito públicodela Nación.]
uerdo. Dado que las normas conte-
n modificables por la costumbre,
nales (v. p. 59), la competencia pa-
Otro aspecto particular del problema de la competencia p rse también de normas desarrolla-
brar tratados en el ámbito del ordenamiento jurídico italia zación, siempre que se trate de una
fiere a las consecuencias que puede tener en Italia la compe or los órganos institucionales y acep-
los órganos comunitarios europeos para celebrar acuerdos , y siempre que no exista un órgano
cionales, competencia que en ciertos casos excluye la de los respeto del tratado constitutivo, co-
nacionales. Nos referiremos a este tema al tratar las Com unidades Europeas (v. p. 218), caso
Europe~s (v. p. 228) .. ha. ser el factor determinante de la
ncias originarias.
odo, su confirmación en el arto 46 de
de 1986, que reproduce el arto 46
Se halla también difundido en la práctica contemporánea
1969 y considera, justamente, causa
meno de los acuerdos celebrados por las organizaciones inter
1

119 1
IAS INTERNACIONALES
DE LASNOR lV

118 BENEDEITO CONFORT! etc) puede valer, gros- 1


, ·d los trata dos , .
orr e d' 1 cuales son parte las orga-
atadOs e os
de nulidad de un tratado la violación de una de las "norma 1
ganización" de importancia fundamental relativa a la com
ra celebrar acuerdos. A su vez, el arto 2, que especifica el sign 1
los términos utilizados por la Convención, precisa, en su i
deben entenderse por "normas de la organización" "las no 1
tutarias,las decisiones y las resoluciones adoptadas sobii terceros Estados.
specto de
esas mismas normas, y la práctica consolidada de la organi nvencionales 1
arma S co
Categorías de Una gran cantidad de acuerdos celebrados por las orga
acuerdos de las internacionales no reviste mayor interés para el jurista. Es
organizaciones Pactatertiis 1
internacionales llamados "acuerdos de conexión" que celebran entre ellas , es las normas convencionales nec IIDCel/t nec
s ocaSlO n , l iusta- pros/mt
zaciories para coordinar sus respectivas actividades, a trav derecho internacional genera I 1
cambios de información, de observatorios, etc. (por ej e ara aquellos Estados que las ~~n
acuerdos entre la ONU y los Organismos especializados;
cuales v. p. 197,0 los que puede concluirla CE con la ON
r::cionales vale lo mismo que
'nterno: éste es ley entre
1:: P
~r~ 1

reoh o l do dere-
ganismos especializados, el Consejo de Europa y otras org drán derivarse de un trata 1
nes, según los arts, 229-231 del propio tratado constitutivo) o po Estados a través de alguna form;
de acuerdos cuya naturaleza jurídica incluso puede poners eros d en dicho tratado. Pue e
terceros Esta os la llamada 1
y que, de todos modos, son intraducibles en términos de d d ' que contenga
obligaciones de las' partes contratantes. Existe, en cambio, t a abierto, es ecir "tamente la posi-
,, 1 ual preve, IUS , ,
1
serie de tratados celebrados por las organizaciones interna ptaclOnde~~s contratantes originales partl-
con los Estados miembros o con terceros Estados que no difi erentes, declaración de vol un-
uerdo medIante una ~ ( 95) la 1
nada de los acuerdos jurídicos internacionales normales. Alg " n de senalar v. p. ,
a"d'
se tuvo ocaSlO dif 'en nada d e la d e
éstos, como los acuerdos que fijan el régimen de la sede del ente no 1 iere
s lun tcam " b n el proceso de 1
nizaciones o que atribuyen inmunidades y privilegios a sus fu dh " se lllscn e e
rios (v.rp, 306 y ssl), se proponen asegurara las mismas orga s; la a es~on f ia que la ratificación
. l mIsma e lcac , 1
nes una necesaria.libertad de acción en los territorios estatale lene a . ' la única diferencIa
ntratantes onglll ales, Y" ' dica en
cuales están destinadas a.operar. Otros, en cambio, tienen po los contratantes onglllanOS ra. / del
reglamentar las relaciones directamente conectadas a las cu Y , . la elaboracI0 n 1
os no partiCIparOn en , 1 d dhe-
de competencia de la organización: de;estos acuerdos, sobre , falte una daus u a e a
aquellos celebrados por las Comunidades Europeas, por eje
camblO, que 1de un Estado 1
" ' 'plena Y farma
partlClpaClOn . / 1 sibilidad de
materia comercial,.·que· no sólo' nos interesan· tnás. de cercas rada por otroS, sino solo aPdo hos a su
, d 'dos erec 1
además presentan aspectos: peculiares y complejos (v.p. 22 ma se denven etermllla , b' én
tendremos ocasión de hablar más adelante; alltratar lasdiv o Ahora bien, tam le
SU
ligaciones a d ~a~g ~odo estoS derechos y 1
ganizaciones internacionales. ostrarse que e a gun
Laque digamos de ahora en más respecto de las distintas n
quereglamentarra los tratados entte Estados (en el tema de las:r 1

1
121
120 BENEDETTO CONFORTI N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

mpoco vale la obje-


obligaciones son aceptados por el tercer Estado y que la del tercer Esta d o. T a .
dad de dicha aceptación está prevista en el texto del acuer 1el hecho de que las ventaJas .qu~ se ~e-
manera implícita. Deberá demostrarse, en definitiva, que a dan ser revocadas no les quitan a a e~­
contiene una "oferta" y que del tercer Estado proviene u os derechos, así como no se puede decir
ción, determinándose así un encuentro de voluntades que e~d' est"tal el legislador no crea dere-
n lCO <', e anularlos mediiante 1eyes
rístico de los acuerdos internacionales. Fuera de tales hi do que pu ed , , ,
podrá hacerse otra cosa más que aplicar el principio de la . or ue no es posible msntulr
s capcIOsa, P qt tado a favor de terceros
de los tratados respecto de Estados no contratantes. Adem
cuestión puramente teórica preguntarse si la aceptación po
a
i
e interna Y un ra
tercer Estado las ventajas pactadas, as
. ' necesidad de celebrar un
1

tercer Estado representa efectivamente una participación (p tado no tienen ,


el tratado o bien la formación de un acuerdo paralelo. 't' tormalmente al primero,
ué o mo dtltque l'
Tratados Claro que las partes de un tratado siempre pueden comp . .en determinados casos, pue-
ellas ventajaS ( 1
a favor de se a mantener comportamientos que resulten ventajosos p . y reconocerlas en otros, etc. en e
as os
terceros
ros. Como ejemplos importantes de compromisos de este In laterra .Francia YAustria. po. díanI
esta-
,
Estados
den citarse los acuerdos en el tema de la navegación en río ~ o.n.o'defender a Turquía); en ca.mbio;
erua ' divid
'nadas casos in IVI ua les,
y estrechos internacionales (cfr., entre otros, el arto 18 del icarse en determI ,/
del 18~ 11 ~ 1903 sobre el Canal de Panamá y el arto 2 de a que su aplicación o su derogaclOn (o mo-
EE.UU.-Panamá del 7-9-1977 que lo sustituye y que entró
1-10-1979; el arto 1 de la Conv. de Montreux del 20-7-193
régimen del Estrecho de los Dardanelos; el arto 1 de la e do hasta aquí pueden menciona,rse las prácti-
. , en ríos internacIOnales, de las
de Belgrado del 18-8-1948 sobre el Danubio; el arto 5 de la bre navegacIOn ,
ontratantes proceden a revocar vental~s conce-
ción de EstrasburgodeI20-11-1963sobre el Rin, que inca
ces mediante acuerdos formales ulteno\es Yd~
tre otros el arto 356 del Tratado de Versailles, relativo a 1
1 rimer caso puede eit,ars e el Protoc~ o a 1
ción en este río), que aunque comprometen a un número li P , :, sensiblemente la libertad
im que restnnglO
países, en general estipulan la libertad de navegación para 1 , d los Estados no contratantes, mo-
s naves e .
a mencIOna d acr.
(f
de todos los Estados o, al menos, de todos los Estados ri ención de Estras b urg o y d .
Otros ejemplos están dados por los tratados que ks garanti 45 Y ss.), como ejemplo del seg,un, o tiPO,
7. ' . b' . limItarOn la
gridad territorial o status particulares a determinados países •Comisión para el Danu 10, que " 1-
el país interesado no participa. del acuerdo: al respecto, se h rmenté sancionada por la ConvenclOn de Be
tido en un caso clásico el acuerdo de París de 1856, por el e n hemos citado (ibid., p. 737).
Bretaña, Francia y Austria, únicas partes contratantes, se co Normativa de
tierona defender la integridad.territorial del Imperio Otoma
hasta que no se transformen en derechos a través de la partici
del tercer Estado en el acuerdo según una de .las maneras que
0:
, de Viena de 1969 sobre Derecho de los
1 el principio de la ineficacia de los t~atad
EstadOS y la norma consiguiente, envlrt;
la Convención
de Viena sobre
Derecho de los
Tratados
indicado más arriba, estas ventajas siempre pueden ser tevoc na forma de acuerdo para que el tercer. s-
libitum por las partes contratantes, lo que testimonia su carác erdaderos derechos o sea gravado con obliga-
12.2
BENEDETrO CONFORTI
LAS NORMAS 1NTERNACIONALES 123
cienes, Como regla general, el arr, 34 determina que "un
" del derecho interno al de-
e la adaptación
crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin
miento". El arto 35 especifica qUe una disposición de Un
origen a una obligación para un tercer Estado "si las par
tado tienen la intención de que tal disposición sea el med e aun encuadrándose en e1 Incompatibili-
dad entre
n tema qu " (por lo tanto, de normas
la obligación y si el tercer Estado acepta expresamente tados en el tiempo y, , ecto convencionales
esa obligación". A su vez, el arto 36 prevé que puede Surgi 172) presenta algun asp
cho en favor de un ter", E,tado solo ,i éste lo permite, pe
(v. uanto
p. se, conecta con la norma S
que se presume su asentimiento en la medida en que no n e Estados contratantes. e
en para los d" entre
cación en Contrario" y siempre que el tratado no disponga 1d la "incompatlibilid II a
en e e , " b 'o de
Esto parece un signo de excesiva "indulgencia" hacia el te stablecido el prrncipro o, VI lí '
vez de o deroga d o, explícita o Imp ICI-
'f' ,
escasa correspondencia, en cambio, Con los principios no
gún los cuales 10 mínimo que ~e
puede requerir del tercer
odl tead o con, posterion
e1ebra °d
, 'dad entre las mts-
los contratantes de uno y
hacerse partícipe mediante actos concluyentes. Es cierto , suce e SI un Estado
dulgencia del arto 36 se Ve equilibrada por la severidad en parte? Puede s;:7:~t~u:n virtud de
párr. 2, sucesivo, el cual autoriza a los Contratantes origi un cierto campar a Estados diferentes,
vacar cuando quieran el "derecho" aceptado por el terce uerdo con
nte otro ac , . o bien puede su-
menos que hayan establecido previamente su irrevocabili t miento contrano, 1'
significa r a r un tratado mu n-
en, esto? Como veíamos poca antes al criticar la o ados vinculados po "
' das disposiciones e
d dicho
Kels ¿qué clase de derecho es aquél, para ser revocable determina que esa mo dificación o de-
ul~enor
mente y en cualquier momento? Consideramos que, si se ' I
erdo y dichos Estados con el resto
de la terminología usada por los dos artículos, el 'arto 37 las relaciones de bi en estos casos y en
pretarse más bien como una norma qUe agrega' una ulteri ultilateral. Ahora llen, binación de dos
ción a las que prevé el arto 36 para que se originen verd. debe derivar de a com I , o
eho, a favor de tercero, E"ado" para que" origine ' , de los tratados en el tiemp y
sucesron t de terceros Esta-
derecho, no ,ólo es nce"ario que 1., pa"" tengau la e los tratados respec o dos prevalece el
conferirlos y que el te~cero los acepte, Como dice elart de ambos trata
bién que se entienda, que la propuesta ele los Contratante l E tados que sean parte de uno so-
tratantes
to
' a os, s ramente to d as las obligaciones ,
es irrevocable unilateralmente. Por otra parte, este tipo de tienen ínteg d obstante su rn-
de dichos trata o~' ::bos tratados se
está estrechamente vinculada a la idea de Contrato.
'tiva, el Estado p,art: e antiene fiel a los
No debe confundirse el problema de la eficacia de los trata de tener que elegir SI se m d o bien a los
de terceros Estados, que se presenta en el plano internacional, co n virtud del primer trata ha' ha esta elec-
ma de preguntarse si, Una vez ejecutada a nivel interno en los E d Una vez ec
egundo acuer o, ' l o tanto interna-
tratantes, la norma que crea la ventaja para el tercer Estado es in '1' ito y sera por
eter un IICI , E dos contra-
mo norma interna por dicho tercer Estado o por sus ciudadanos, S respectivamente
' h acia los sta
en del primer acuerdo.
125
AS INTERNACIONALES
DE LASNOR M .
124 BENEDETTO CONFORTI
03 de la Carta de las Naciones
merece el arto 1 d la Carta prevalecen por
Incompatibili- La elección puede verificarse de una vez por todas, incluso s' ,
ClOnes der ivadas e ,
do internaClOna. 1 S'
1
dad entre 1 uier otro acuer
cuando ambos acuerdos reciben ejecución dentro del Estado
normas de eua q, mpatl'b'l'd11 a
d entre normas . con-
convencionales tos legislativos o mediante actos normativos de grado equivale de 1a mcO ncionar la inefica-
en el derecho adaptación del derecho interno al derecho convencional v. . de.j tamente, sa
ue preten e, lUS id en la Carta- de-
interno
En efecto, en este caso deberá regir, a nivel interno en cad . . ' canten! os
los prlnCIPlOS 1 id d en cuanto norma
principio de la sucesión en el tiempo de los actos normativos, ve el a y,
e como una dos sucesivos, celebrados, por
do consecuente y automáticamente el segundo tratado. Si lu ulado por acuer ONU En cambio, lo CIerto
e miembros de :n el te~a del ills cogens, por
de los dos tratados es ejecutado internamente por ley, prevale l
virtud de una elección consciente del Poder Legislativo. Un e encuadrarse, " d able. Sobre este
más o menos se corresponde con esta segunda hipótesis es e! suetudmarla LU erog
norma eon
dos respecto de! Canal de Panamá, celebrados en el período
Primera Guerra MundiaL A pesar de haber celebrado en 1901 Normativa de
h . de los Tratados no se la Convención
con Gran Bretaña que, entre otras cosas, preveía un tratamie na sobre Derec o . , que se ocupa de de Viena sobre
con respecto al peaje para todas las naves que atravesaran el C 30 de la ConvenclOn, ' 3 .1
rt. · po sanClOn. a , en el parro ,a Derecho de los
namá, en 1903 Estados Unidos estableció que, las naves esta s en el tlem , 1 mismas par- Tratados
pudieran gozar de exención al peaje, en un acuerdo celebrad 1 brados entre as
má. En 1912, el Congreso acordó el Panamá Canal Act, que o
tratados ce el. dida en quesus.dispo-
aphca , so'1o.en .a me 1 . "Luego ene1
mente dicha exención a las naves americanas de pequeño calad 1 del tratado posterlOr "". '
algunos años, la disposición legislativa fue derogada a raíz de la n, a s . el tratado antenor no sean
inglesas. Sobre este caso v. Latane, en AJIL, 1913, p. 17 Yss, Y o las partes ~n ) las relaciones en.tre
d Posten or: a en '. d
1., p. 152. ta o . e ap l"1cara la . no.rma enunc1.a. a
s trata dos, s E. d que sea. parte en
, tre un sta o
laclO nes en . de el1oslos dere-
La mayoría de la doctrína apoya la solucíón que hemo '1 1 sea en uno ,
do que so o, ~ . or el tratado en e1que los
aquí y que, por sostener la plena validez y eficacia de los d rocos s.ereg1ran P. , ene . 1 parro
' 5'. "El pá-
dos, aunque sean incompatibles, salva laresponsabílidad d '. Elartículo contlnua, . 1 t 41 ni nin-
que haya contraído ambos compromisos. En cambio, me 1 di uestoen e ar .. ...
erjuiciode o 1Sp d ' curtir un Estado
crédito los intentos de reconstruir. principios ad hoc que b 'l'd d n que. pue a 1U
nsa 11 a .' e d as disposiciones
incompatibilidad entre normas convencionales, de otra . . , d un trata o cuy
pltcaclOn e, 'das con resp~cto a
no sea la combinaCión de los principios de la sucesión de lo las.obligacwnes contra1 . .los párr. Ay 5
en el tiempo y de la ineficacia de los tratados con respecto d " Como se ve,
otro trata o . 'mune.s en materia
Estados. En particular, nos referímos a la tesis según la cu 'd .' nes mas co
las conS1 eraclO . les .En lo que respecta
admitirse la nulidad del segundo tratado, por lo menos e tre n?rmas conv;.n~::tíc~loestá incluido en
primero de los tratados sea un acuerdo multilateral de not e}a a salv?, te a las modificaciones de
portancia desde el punto de vista económico, político o hum te a las enmiendas Yd ás, partes de un
No hay ejemplos de esta tesis en las prácticas adecuadas. As bl que os o m
ales, y esta ece cuerdo tendiente a
dicha tesis no condice con el carácter "anárquico" de la co o pueden" celebrar un a
internacional.
126
BENEDETTO CONFORTI

modificarlo, aun en SUs relaciones recíprocas, cuando dic DE LAS N O RMAS INTERNACIONALES 127
cación esté prohibida por el mismo tratado multilateral,
., los Estados por evitar situa- Cláusulas de
judique la posición de las otras partes contratantes, o CUa
e láau sulas que se inclu-
cupacion de CIertas
. "compatibili-
1 .
compatible COn la consecución del objeto y del fin del tr e ref eja en . a fin de salva- dad" o "su-
or frecuencia, bordinación
ez con m~y as de otros acuerdos. Son
)l

conjunto. La expresión "no pueden" es sumamente ambl


dría hacer pensar que el arto 41 retoma la tesis de la nulid ídicas derivad ibilid d" o de "su-
. de "compati 1 1 a
acuerdo ulterior, toda Vez que éste no pueda ejecutarse a claraclOnes l . , con otro o con
d en re acron
te sin violar las obligaciones asumidas respecto de las o n un trata.o l todos los tratados
del primer acuerdo (como sucede, justamente, en las hip jemp o, con l
tados, por e Es claro que con a
meradas por el artículo). Pero, como ya se ha señalado co d las partes. d
en a ' unal e e! pro blem a queda resuelto . e
(Capotorti), este tipo de interpretación se ve desmentida t e clausu as, ., d Viena vanas ve-
d i C nvencion e ,
los trabajos preparatorios, como por la circunstancia de rt. 30 e a ~. está subordinado a
COntrariedad del acuerdo parcial con el acuerdo multilater tratado especlflquedqbue ser considerado in-
casos previstos por el arto 41 no figure entre las causas de n ' que no e e d
ostenor o evaleceran , las disposiciones e
los tratados en la parte correspondiente de la Convención d
trata o, pr dos preexis , tentes , la declara-
(art. 46 y ss.) y, finalmente, por el hecho de qUe si media refiere a trata _ d de! compromiso de
d acampana a
41 efectivamente se hubiese querido adoptar una solución e e estar , es (lícitas) que sirvan para
cal y heterodoxa respecto a 10 que se sostiene comúnmente, s das las accron lomo la denun-
' 'patibles, ta es c
debido adoptar un texto que indicase "'0
en té"nino, ineq mlSOS incorn
1 pertura e neg
d ociaciones para a
,I
Por 10 tanto, no nos queda más que considerar que el arto iento o a a, Debe subrayarse, ademas,
bién resuelve el problema sólo en términos de ilegalidad y de orrespondlentes. r., lar en e! caso de
' ' y en parncu
sabilidad internacional de los Estados COntratantes del ac ria econorruca , iustarnente la riego-
ríor respecto de las otras partes del tratado multilateral y < importancia, es J ,
de gran un ' ento a cua l se recurre mas
. l
tanto, dicho artículo constituye simplemente una especifica
<

hoy e! mstrum
armonizar las normas convencionales in-
los párr. 4 y 5 del arto 30 (especificación con todo importa
referirse a acuerdos derogatorios, aparentemente limitados a 1
ciones entre las partes contratantes). , la de compatibilidad es e! Cláusula de
portante de clausu formulación es "compatibili-
la Comunidad EuropeTa, CtUa~: no perjudican dad" del
. d 1 resente ra Tratado CE
Una norma idéntica a la del arto 30, párr. 4, aparece en el arto 40, siCIOnes e' pd de convenCIiónés celebradas
en el tema de las enmiendas de un tratado multilateral que hayan si aciones denva as o más terce-
das solamente por algunas de las partes de dicho tratado; del mismo parte y uno
miembros por una d en vigor de di-
arto 58 contiene Una norma idéntica a la del arto 41, en el tema de la " ' 'd d a la entra a
con antenon a , n incompa-
sión" de la aplicación de un tratado multilateral mediante acuerdos par l nvenciones sea
a en que ta eS cOI Estados miembros
d e! Esta do o os
<

.. 1
Trata o,l , ten dilen tes a eliminar as,
dIOS <

No hay que dramatizar la situación que puede crearse cu a todos os me . l s Estados miern-
d S· s necesano, o . ,
asumen obligaciones convencionales incompatibles. En realida tata 'as. 1, e a para a lca nzar ese objetivo,
stencra reciproc < ' [El Trata-
"

una lmea
' d e ca nducta comun... .
129
ORMAS INTERNACIONALES
NDELA S N
128 BENEDETTO CONFORTI , iones que no siempre se co-
do a cíertas co nd1C: ' ente con las nor-
CE mas precisa m , ,
do de Asunción de 1991, que establece un Mercado Com Trata d a Y sto Y para síntetl-
(Mercosur), debió inscribirse como un Acuerdo de Alea mún, Tenien::n:~ ~~::t:e~ciones GATT-CE
correspon 1 d ir: que varías puntQs
dentro del tratado marco de la Asociación Latino America , odemo s eCl. ,
nos mteres a, P" d arrolladas en el am-
gración(Aladi), creada en Montevideo en 1980. La ne , .d OC¡actO/ teS es 1
traves e l1eg d 1 Acuerdo General a
compatibilizar los términos del tratado de Asunción con ntratantes e , d
las Fa.r tes ca , lares Y negan ose,
de Montevideo se fundamenta en la observancia de una , nes partlCU
aso sobre cuestlO f id d del Tratado CE
convencional establecida en este último. Los Estados d I na con ormi a
ola vez Ia pe, 'do inicialmente por
ía sido requen ,
miembros de la Aladi- que quieran que sus candidaturas como hab , ' , de respetar 1os comprom l-
sar al Mercosursean consideradas dentro de los cinco pri d' que la obhgaclOn , te del meneio-
, se ún la pnm era par ,
de su entrada en vigor deberán previamente dar por termi ATI _que" g os de la CE Y sobre los orga-
obligaciones respecto a su participación en otros esquema stados mlembr , _ f ue van'as veces afirmada
gración subregional o en una asociaciónextrarregional.] e terceros paises ¡(nea de principio
s Comunidades Euro~e~s e:r uitar gran parte
ráctica, la Corte termmo p las ~eglas del GATI
Tratado CE Hasta ahora, el problema de la compatibilidad del Tratado CE
yGATT de principio Ysostuvo q~ed danos de los Esta-
dos preexistentes se presentó sobre todo en relación con e! GA bl r los CIU a .
Agreemel1t on Tariffs and Trade - Acuerdo General sobre Aran noinvoca es po 1 .también recurre
entoS a os que "
mercio, del 30-10-1947). Este Acuerdo General, de! cual form n ello a arg um '. as "indeseadas
uiere aphcar norm 1
miembros de la CE junto con un gran número de otros Estados, co ndo no q . C Comunítaria, cfr. as
, d la . arte
base del proceso de liberalización del comercio mundial que tuvo 1 nto de vista e vol XVIII,p.1219},
de la Segunda Guerra Mundial. Por una parte, enuncia algunos
/24~72 (en Raccolta, 1972, . } ·16-3-1983,
dem, 1973, vol XIX, p. 1135 Y ss. Y
sustanciales en materia de liberalización, como el principio de la e
983· p. 801 Y ss.). . 'bTdad entre
la nación más favorecida (o sea, de la automática extensión a todas , rte) de mcompatl 11
contratantes de las concesiones hechas a una de ellas) en materia rtido, por otra pa. . 203} incluidas las en-
constitutiva del !TU (v, P'" ' Napoletano, en
aduaneros y de otras tásas o impuestos vinculados con la expo misma convenclOn, v.
d
va d os e la
importación (art. I); el principio de la igualdad de tratamiento fi
entre productos nacionales y productos importados (art: III), aco
por otra parte, de varias excepciones; el de la eliminación de las rest
cuantitativ.as a la importación y a la exportación (art. XI); el princi
discriminación entre los productos provenientes de, o dirigidos a, lo
rios de las otras Partes contratantes, siempre en materia de restriccion
tit¡ltivas (art. XIII), etc. Por. otra parte, en varias normas el Acuer
q~e tengan lugar consultas y reuniones periódic~s entre las Partes, '
cilitar la consecuci6n de 19s objetivos comunes. El Tr~tado CE pres
dables puntos de fricción con los principios del GATT, por estar fun if , una sensibl~ evolu-
s uerra se ven KO
UD:á unión' aduimera (eliminación dé las barreras aduiuleras dentro 11.d apo g . d 1 reservas en los tra-
ernacional en el tema e1a~ , en los artículos
comunitaria, institución de una tarifa aduanera'común ha~ia elexteri
amplio reflejo de esta evo UClOn
cierto, en su art: XXIV, el Acuerdo General reconoce la constitución
nes aduaneras, pero tambiért es cierto que el reconocimiento de dich
130
BENEDETTO CONFORTI 131
E LAS N OR MAS INTERNACIONALES

que la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratado ca so


E l segun do , la Corte Europea
, , ' de
la materia (árts, 19 a 23); pero incluso la Convención de s.). bié
n e la va lid
I ez
de otra declaración inter-
,,
luego superada por la práctica. len1 irr 1 del arto 6 d e la Convención
La reserva indica la voluntad del Estado de no ace iente a par . tener un proceso
d da persona a
cláusulas del tratado, de aceptarlas con algunas madi derecho e to 29-4-1988, en RDI, 1989,
una reserva (sent,
bien según una determinada interpretación (la llamada '
terpretativa"); de manera que entre el Estado autor de 1
los otros Estados contratantes, el acuerdo se formaliza
1 tados multilaterales, sobre todo
parte no afectada por la reserva, mientras que el tratado s n nosnumero
:ra , nificativo de Estados. En
tegramente entre los otros Estados. srg '_
u uiere asumir CIertos corn
Reserva tadoque no q rte excluirlos del
onera la contrapa b
interpretativa En el caso de una reserva interpretativa, es necesario suponer pro?, d la reserva tiene como o -
del Estado que la formula de no aceptar una o más cláusulas de el ínsntuto e d multilate-
., ió n n los trata os
no en un determinado significado, de manera que no puedan op partlclpaclOn e tó enormemente
nificados diferentes. En la doctrina (Mc Rae) se ha hecho una dis " ' mpos aumen
s últimos t I e , to del acuerdo
tre "declaraciones interpretativas calificadas", equivalentes en to . el instrumen .
endientes, que " y finalmente,
servas Y "meras declaraciones interpretativas": estas últimas c , en la practica ,
amphamente, . res mtenclO ' nes de participar en
sólo en la "propuesta" de determinada interpretación, que el Es
rante considera que podría ceder respecto de interpretacioñes diE
n,er las meJo 'especiales para no
d t er motivos
bre todo si provienen de Tribunales u órganos internacionales. Te ién pue e. en. .1 instituto de la re-
lidad, se advierte que e
es admisible esta distinción y tampoco debe excluirse la posibili
haya un Estado que se divierta en "proponer", y solamente prop rtancia. lá ' la POSIibilid
11 a
d.de formular Las reservas
pretaciones; es más, una eventualidad de este tipo se inscribe en nacional c asico, 1 f. e de la negocia- según el
' nte en a as derecho
de la práctica a la cual nós referíamos y que, como veremos en se da taxativame d 1tratado preparado internacional
tamente tiende a reducir cada vez más los efectos de las reservas a figurar en el texto .id ba . que un Esta- clásico
d II se consi era
servas en general, claro, no sólo de las interpretativas). Sin emba 'a falta e e o, 1 d Eran dos
' if r o no e . trata o.
donde sabemos, no existen ejemplos significativos de declaracione tiva' que rat~bl.cl~d
la pOSI 11 a
d de formular reservas: o
tativas no equivalentes a reservas. Se presentó este problema frent
ela... . ., a da.E a sta d o declaraba que no
ganas europeos de derechos humanos (v. p. 233), en los casos Te lanegoClaclon c hacía mención a
Be/itas, ambos resueltos, sin embargo, como casos de reservas pro ' 1 por lo tanto, se ., .
clausu as y, . 1 t preveía genenca-
dichas. En el primer caso, de 1982, la Comisión Europea de Dere 1 d . o bien e tex o . .,
de .trata 0, . . to d.e la ratifica-
manos consideró como una reserva propiamente dicha una decla el mamen
rmular reservas en Estado decidía si pre-
Suiza, emitida en el momento de la ratificación de 1aCónvención cada
de Derechos Humanos y formulada de esta manera: "El Consejo fe en ese momento . 1 n el segundo caso
' b rgo me uso e
zo declara que interpreta la garantía de la libre asistencia de u ltad•.Sin em a s . lá . 1 s.ro qué artículos
xto espeCIiflcase qu é c ausu a .
(en los juicios a extranjeros), prevista por el arto 6, párr. 3 (e), de.
ción, como que no implica la definitiva dispensa del pago de los erva. ho.i ' 1 crasi
lá 'ca no era admisi-
ciona
rrespondientes por parte del beneficiario" (para la decisión de la 1derec o mterna _ da de reservas
n tratado multilateral acampana

\
\\
133
INTERNACIONALES
bE LAS NORMAS
132 BENEDEITO CONFORTI "tados artículos sobre las
inspIro" , \o s ya CI 1 de los Trata dos,
no previstas en e! texto del tratado mismo en uno de 10 , obre Derec 10 ,
e VIena s I C nvencÍón tiene co-
indicados. La formulación de reservas no previstas en e te que Ia
Corte, a o
,
,
1" posible en os
1
día, según la doctrina clásica, la formación de! consens , ' , n mas amp la if
artiClpaclO ", de Viena codl lca
C nvenclOn
pone la perfecta identidad de! objeto de ese mismo con todo, 1a o reserva ,mientras
iarse una d
portaba, por lo tanto, un modo absoluto de excluir al puede orn:u'lidad del texto del trata ~
f
de la reserva del conjunto de los Estados contratantes nte esta poslbl t no sea incompatl-,
ue se tra e d
más bien a proponer un nuevo acuerdo. reserva d e q , o (art 19)'' Establece a e-
¿Cuál es la situación hoy? Como ya se vio, se ha ve el tratado mlsm d'l tratado la reserva
notable evolución en la disciplina del instituto, a fin de 1 texto e ' ,
prevista en, e ero agrega que SI
dúctil y, por lo tanto, más apto para facilitar la particip tra parte c, ontra~a~t:, ~entro de determi-
u obJeclO n ",
Estados en los acuerdos multilaterales. Señala una etapa tere ch azo , .la notificaclO n
igulenteS a
tal en esta evolución la opinión de la Corte Internaciona los doce meses s , de que la reserva ha
del 28-5-1951 (sobre la función consultiva de la Corte V. ) se" entlen d 1
contratantes, d la flexibilidad e a
nada a pedido de la Asamblea General y cuyo objeto era r, 5). Como signo e cho la opinión de
ción sobre Represión del Genocidio (esta Convención fue ón que exce de con mu rg de las d'is-
, , I norma que su e
por la ONU, aprobada por la Asamblea mediante Res. d ademas, a , 3' según esta
, " b 21parr.·
y abierta a la ratificación de los Estados). Justamente, la árr. 4\ mo. , Y " ide que ésta pro-
, ,P er va no lmp 1
requirió a la Corte si, aunque la Convención sobre el Ge ción a una res 1 el Estado que a
la form u a y
preveía la posibilidad de formular reservas, igualmente 1 e el Estado que, ' , .-nanifiesta expresa y
1a o bjeClOn no u' " ' ,
podían proceder a formularlas en el momento de la ratift P re, senta , 1, t' do entre en vIgor
, 'd' ue e tra a , ,
efecto, algunos Estados entendían orientarse' en ese sentí ónde lmpe Ir q n otras palabras, SI no
respuesta, la Corte afirmó un principio que fue considera los dos Estados. E " el Esta'doque
cionario, incluso por algunos jueces de la Corte misma que ente teonco,
un valor puram A continuación se con"'
en minoría, pero que hoy se encuentra totalmente consolid eGirlo expresamente. las relativas a la
principio consuetudinario: una reserva -dijo la Corte- bre diversos detalles, como la cual deben re"'
formulada en el acto de la ratificación, aunque la facult as (art. 22) y a la forma en
pondiente no esté expresamente prevista en el texto d , ladisdplina de las
siempre que "sea compatible con el objeto y fin del tra onv,en,ción de Vl~nda, d vez más, "libe-
.' entl o ca a, ' ,
, otras palabras, siempre que ésta no se refiera a cláusulas f donando en un s , l' o bien conf1rma-
" naClOna es 1
tales y características de todo el tratado. De todos modos sivas practicas 20 árr. 4 inc. b, Y 2 ,
la Corte, mitigando el alcance innovador de su afirmación-- de l,os citados arto , P di,' Con,vendón,
armas e a
tado contratante puede rechazar la reserva, planteando jus on important~S n " E,s tado formule
su incompatibilidad con el objeto y fin del tratado. En ese ca cer la pOSI'b'l'd
I l dade , que un d siempre que
if ' , del trata o,
se alcanza un acuerdo sobre el punto, no puede considerars ada la ra,ti lCaClO n bJ'edo nes enra-
resente o
el tratado en las relaciones entre el Estado "rechazante" y e artes contratant es P
autor de la reserva (cfr. CIJ, Recueil, 1951, p. 15 Yss.).
134
BENEDEITO CONFORTI
DE LAS NOR !vj 1\S INTERNACIONALES 135
zón del atraso (para esta y otras innovaciones cfr. Gaja, a
310 y sig). Pero la tendencia innovadora más significativ lpatibles con e1 o bi~e ro y fin de I trata d o, prohi-
al derecho internacional clásico, a la opinión de la Corte I na 1co ns uetudinan o,
nal de Justicia y a la Convención de Viena se desprende d Estado actual
lo que nos parece que es
tada decisión de la Corte Europea de Derechos Humal10s o centrarnos e~ 1 a de las reser- del derecho
di ano en e tern
Belilos: se trata de la tendencia a considerar que, si un E o consuetu
internacional

mula una: reserva inadmisible (porque está expresamente d lOS dlllecrr:


, . que las reservas son ad- , general en
s, po en "das or el tratado o son in- materia de
en el texto del tratado o porque es Contraria a su objeto amente pro,hlbI p do' que la aceptación reservas

declara que quiere considerarla como una conditio sine q f del mismo trata , d
y III anifestada en el mo o que
ra su participación en el tratado, la inadmisibilidad de la otro Estado, m i ' s entre el Estado
significa la exclusipn de ese Estado del tratado en cuestió ' d las re aClOne
-oversia e I objeción a una
10 la nulidad de1areserva. Por 10tánto, esta reserva deberá I cepta; que a
tado que a a tual entre el Esta-
rarse no presentada. Claro que, si se sigue esta línea, ya n ' culo contrae ,,
n de und vm e la o b'jeta, sólo si la objeclOn
una simple cuestión de. facilitar la participación en los el Esta o qu id . y que las re-
d i en ese senn o,
multilaterales, ¡sino de reducir casi a la nada los efectos t olunta e ar~, , , del Estado autor en
las reservas! De todos modos, esta decisión de la Corte I PartlClpaclOn ,
n a no e se canso lid 1 e la tendencia que
constituye un caso aislado y, además, limitado a Un de siempre qu autor haya manifestado su vo-
ámbito regional. He aquí porqué hablamos de tendencia dicho Estado
práctica consolidada.

En la sentencia del caso Belilos (para más datos v, p. 130) la


pea estaba llamada a decidir si una reserva interpretativa formula Competencia
za en el momento de la ratificación de la Convención Europea
figurar la voluntad del
rios órganos a con d r que la formula- para formular
Humanos, más precisamente con respecto a la norma del art. 6, d puede suce e reservas
um trata o, d stos órganos pe-
bre el justo proceso, era COntraria o no al arto 64 de la Convención d idid por uno e e
sido eCI 1 a I Poder Eje-
híbe "las reservas de carácter general". Luego de responder afirma ' e concurren son e
y declarar inválida la reserva, la Corte observa (párr. 60 de la s~ s 'organos qu suce d e en Italia en los casos
latlvo, como 2 ss) y en la ge-
RDI, 1989, p. 659) que "... está fuera de toda duda que Suiza está
de la Constitución (v. p. 9 y d~ ;special im-
sidera vinculada por la Convención", con independencia de la v I de acuer d os
reserva (en efecto, el gobierno suizo se había pronunciado en tal íses en e caso, cuenta una reser-
rante el juicio). Como señala exactamente Bourguigno arto cit, i el Gobierno no t1e~e ::a reserva que el
n, lamento o formu , ificó a me-
paso de la sentencia significa en este caso que, según la Corte, la d hi 'tesIS se ven 1
validada no anula la participación del Estado en el tratado y se ca ido? Esta segun a IpO itados por Ba-
f I diversos casos CI
por lo tanto, no presentada, si el Estado no la consideró Una condieió liana (c r. os bi a propósito de
cia1de su participación. 11) se verificó tam len h
ta 'y o es eI Pac to sobre Derec os
Lo que la Corte Europea afirma a propósito de las "reservas de c ortancIa, com , s Unidas (v. p. 239).
general", prohibidas en este caso por el mismo tratado, seguramente movido por las Nácione (L N0 881 del
n de la ratificación del Pacto .
137
ORMAS INTERNACIONALES
aNDE LAS N
136 BENEDETIO CONFORTT
ro qué significado se da
, rer~u Ita cla '
25-10-1977), en los arto 3 y 4, contenía dos reservas de c sle~P uede agregar reservas, asi co-
oblerno no P , derivan de que se
terpretativo, pero por iniciativa propia, el Gobierno ag
las co~secuenCIas
"
que
roblem a se resuelve so o
'1'
cuatro reservas a éstas, en el acto de depósito de la ratific stra oplUlO el P , n, to indica-
el Secretario General de la ONU (cfr. el comunicado del , Cl0n
" que en su momen
istlll ~ " nales sobre cele"
de Asuhtos Exteriores, en GU 23-11-1978, N~323). , inios constltuClO
s prInCIPIO entre formación y
, , de los tratados- b'l'
Entre las reservas agregadas hay una en que se dice que Slon , \. do y responsa I I-
d del EstadO, por un a , 94) Bajo el
párr. 5, del Pacto, que prevé el derecho de todo individuo or otro (v, p. .
instancia judicial en materia penal, no se aplica a los procesos l Parlamento, P es va 'l'da 'ya sea que
a 'de que una rese rva 1
( decrr, 'r que sea
ciones promovidas contra el Presidente de la Repúblic'a y los l. Padamento .res
ante la Corte Constitucional Italiana, que en ese caso se desar mente por e or el Gobierno), o que sea for-
única instancia. Se puede comprender cuál era la ocasión inmed se pero no p f to dado que las vo-
formulación de semejante reserv~ con solo pensar que mientra or el Gobierno:e~ e eC 'ce!.ebración de un
la
raba esta ratificación, estaba en pleno desarrollo el proceso co os debe,n concurnr en nta que uno de los
f tener en cue
nistros y otros imputados "laicos" por el escándalo Lockheed. so es orzo sO' , \. cOhdusión de que la
mente, los miembros del Parlamento no se habían dado cuen el acuerdo y negarnf~ a 0'10 en \.0 que res-
circunstancia. del Esta do se co , 19ura s
' a ,esta conc1USl.on " sena ,
La ún,ica alternatlVa d.de los dos órga-
Normativa de La delimitación recíproca de los poderes entre el Poder de lavalunta
la competencia trode concurso , I d a la manifestación de '
a formular
y el Poder Legislativo respecto de la formulación de reservas reserva, se torna nu a t~ \.0 que la ratifica-
reservas en el del sistema constitucional de cada Estado. Para limitarnos al debería decir, por e¡emP CivilesyPolí-
ordenamiento italiano, la mencionada práctica dio lugar a juicios doctrina ONU sobre Derec h,os
jurídico tode la , m'bargo nos parece
italiano contrados, que en algunos casos sostenían que el Gobierno 1 ) is que srn e , ,
nte nu a, test 'd' ctamente contra,no,
y en otros, que el Gobierno "no puede" formular reservas n "
practica e n sentl o exa
, i que res-
tasO por la ley de autorización (la otra hipótesis, de que el G ble. La cuestión es dl,ferente e~n~) del Go-
no tenga en cuenta una reserva formulada por el Parlamént 'l'd d'(política o lUduso P id
sab11 a, ' \. Gobierno decI e
fue discutida y, hasta donde sabemos, nunca se verificó en la 1P a \. mento: SI e
frente aar " 1tema de las reser-
ca durante el régimen republicano). Los que sostienen la pri dopar el Parlamento en he tomado luego de
sis se inspiran decididamente en el hecho de que el Gobier . d'
SIen o opor
tuna no se a
, , i t ta de reservas de
gestor de las relaciones internacionales, al menos en princip , f
y SI, lUa m
1 ente no se ra
, , ' or cierto, ma-
rno surge de la práctica; por orra-patte -dicen- así com nico o minoris gener~s, eXlsdte, P ti 01 del Par"
bierno puede no proceder a ratificar un tratado a pesar de la 1 caUlsmos e con r
naoperar os me , incluso los mecanis-
zación parlamentaria (v. p. 93), del mismo modo puede rest dopar el poder Ejecut,lvO, In " ) Desde este
alcance de las obligaciones que el Estado va a asumir a través f 'acusaCl0n .
oto de descon lanza, 'por otra parte,
reservas. Los que sostienen la segunda tesis parten de posicione mo se espera,
demos esperar, ca, pio interés en el
de contralor y de la necesidad de que sea efectiva la colabóracié queelPadamento actIve su pro
tre Parlamento y Gobierno que se menciona en el arto 80 de la
138
BENEDEDO CONFORT!
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 139
tema de celebración y conclusión de los acuerdos interna
de 10 que ha hecho hasta ahora. [En el ordenamiento arge de la ratificación o adhesión de cada
tá expresamente contemplado si el Poder Ejecutivo pued
ro de la ratificación, hacer reservas que no fueron previ ' ,
internaclOna les del tema en examen,
tidas a la aprobación del Poder Legislativo. El aníc as bilidad del Gobierno no pre-
responsa I 'sólo
Constitución Nacional establece que es el gobierno feder derecho internacional, sino qu; ,
obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con 1 1 voluntad del Estado. De con ~rml­
extranjeras por medio de tratados... Parecería entonces q sua mamento respecto de las relaciones di
celebración de un tratado un acto complejo en el cual pa derecho interno en cuanto al p~oce 1-
bierno federal, a través del Ejecutivo y del Legislativo, 1 y 95) ya la competencia para
atados (v. p. d por el
los tratados tendrían que ser aprobadas o rechazadas por 8) se Ira di , que la reserva agrega
,. "a '
va. En la práctica, el Poder Ejecutivo generalmente formul , del de ósito de la ratificación, SI es
vas a los tratados al momento de manifestar el consentimie 1 acto
' , 1 lo p serai-tambié
tam len para el dere-
tado en obligarse por Un tratado, sin previo conoci bastante teonco, de una reserva conté-
stltuclOna , "
Congreso Nacional. Así, la ley N° 23.054 de 1984, que la que el Gobierno no tenga en
n pero a ifi , , so
Convención Americana de Derechos Humanos, no coní" ' 1 acto de la rati rcacron, ca
declare en e 1 unto de vista de los
servas Y declaraciones interpretativas que el Poder Ejec
incorporó al texto del instrumento de ratificación del 1
precedente desde e, ? 1 1 ntad del
bre la configuraclOn de a va u
de 1984, que depositó ante el Secretario General de la O ,:~ la norma correspondiente a la compe-
rirse a la Convención. La reforma de la Constitución lO la parte cubierta por la reserva se
ta os: en , lo tanto,
1994 otorga jerarquía constitucional a: la Declaración A e del derecho interno y, por di
los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Univ Estado no que d a comp rometido
1grav , por
1" 1-
rechos Humanos; la Convención Americana sobre Dere el Parlamento revoque expresa o Imp ícita-
nos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, S
turales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Po

~ad, p -2-1979 sobre .larisdicción


Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevenció as or el Gobierno surgió en la ~~denan-
ción del·Delito de Genocidio; la Convención Internacion cuesnon Loe-
anal italiana del 6 . pro-
te rechazo as e~,c.
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Ra ' I epclOnes a su JU
" fundadas sobre el arto
vención sobre la eliminación de todas las formas de Dis los imputados laICOS y lati a la doble
COntra la Mujer; la Convención Contra la Tortura y Derechos Civiles y Polít~cos'5rel:t~ve~ensa debía
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Convenció der invocar el arto 14, parr. , d ) qu.e la
así surge imphcltame~ el Gobierno en el acto de
' ' t de la or enanza
Derechos del Niño (art. 75, inc. 22). La Comisión de Re
la Convención Constituyente limitó la supremacía cons , formulada p~r parte e bía considerarse como
cardaba anteriormente), de d I dicho
esas declaraciones y acuerdos, incluyendo en el texto la fó ,. bl b la base e o .
ra fácilmente critica e so r e de los efectos
las condiciones de su vigencia", a los efectos de asegurar '
cambio, prescm Irdi "del a lcanee..y a untar
de las reservas y declaraciones interpretativas producidas nacional" de la reserva del gobierno, y p d la
bilidad" del art. 14, parro
' 5 (so bre este punto e
S INTERNACIONALES
141
LASNOR IvIA
140 BENEDEITO COl\TfORTI Método
. todos los casos y a cualquier objetivo y
ordenanza, que se refiere a las relaciones entre derecho intern arJade~s partes en contraposición con método subjetivo de
recho interno, v, p. 384). ~. ese considera que, por regla gene- interpretación
Sobre la reserva italiana al arto 14, párr. 5, se pronunció t ,. id que evidencia su texto, el
1 sentt o 1
mité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (v, p. 239 . 'n lógica verificadas entre as
en relación a la cuestión Lockheed, en ~l caso Panali. A juic conexl~ on el objeto y la función
armontza c .,
"no hay duda alguna sobre la validez internacional de la rese ·· ... En este tipo de concepcIOn
te las pretendidas irregularidades desde el punto de vista de l texto. . 1 s cua-
s trabajos preparatonos, en o _
no" (United Natiolls, Report of the Human Rights Committ
efectiva de las partes: puede recu
en Gen. Ass. Off. Records, 38 th sess., Suppl. N° 40, p. 164).
de un texto ambiguo o con. lag~nas.
cfr. Milone, en RDIPP, 1984, p. 695 Y ss, [La Corte Interamer
bai preparatorIOS SIrven
chos Humanos en la Opinión Consultiva N° 2 del 24 de setie ica los tra aJos . .
respecto al "Efecto de las reservas sobre la entrada en vigenci rzar 'interpretaciones ya deduc~bles, ~~
vención Americana sobre Derechos Humanos" tuvo oportunid En efecto, es raro que a arn
se a los alcances de la validez interna de las reservas estableci ataddO. . ·la amebigüedad de los traba-
n a con . 1 .,
to de la Convención preparado por la Comisión Interamericana . ·empr.e hay una so ucion
arque CaSI SI
Humanos. El proyecto de la Comisión establecía que el Estad s,normas ambiguas~
formular reserva si una norma constitucional vigente en su terri
re en contradicción con alguna disposición de la Convención. E t do al Senado de Estados Unidos
Argentina observó que era inadmisible este texto, ya que restri to de s a l ' , proveniente del
· ' d de ac araClOn
tad soberana de los Estados de efectuar reservas. Habiéndose d a sol1C1tu .f do la Conven-
proyecto de la Comisión, la Corte observa que la referencia q e no obstante no ha~er rati 1C~r los arto 31 Y
75 de la Cónvención Americana hace a la Convención de Vien ebía considerarse. vm~ula~o pAJIL 1981, p.
recho de los Tratados implicaba el.aceptar un sistema de reser cho consuetudmano (c r. "d hecha
. ortante en cuanto ha Sl o
ral. Por lo tanta, los Estados que ratifiquen o se adhieran a 1 ente 1mp , d 1 'todo sub-
e había expresado en favor e me
" ... pueden hacerlo con cualesquiera reservas que no sean inco ., b Derecho de los Tratados.
su objeto y fin... " (OC-2/82, para. 26). A contrario, la Corte r V1ena so re
plícitamente la irrelevancia internacional de la ilicitud de una res
ria al derecho interno del Estado reservante.] . que regula la interpretación en
V lena,
el método o bi¡euvo. El art .
a en favor d b »Ó»

, , l: "un tratado de era inrer-


ClpIO genera. d atri-
me al sentido corriente que haya e. d
ratado en el contexto de éstos Y tenten o
., 1 vante a la norma
XII. La interpretación de los tratados '., la única excepcl on re e ' 'o un sen-
'1 1 "se dará a un termm
un a cua " El arto
tal fue la intención de las part:s . 1
. n medIO comp e-
Puede decirse que la tendencia que hoy prevalece en la ajos preparatonos son u del texto
en el sentido de abandonar el llamado "método subjetivo" ue debe usarse cuando el examen
en préstamo del régimen de los contratos del derecho intern
142
BENEDEITO CONFORTI LAS NORj\"IAS INTERNACIONALES 143

".oo deje ambiguo u oscuro el sentido" o bien "oo. lleve d ás especiíflC amente de los trata- ,
manifiestamente absurdo o irrazonable". En lo que r tl'ata ,os, m,
nes mternaoiona' l e s, estos jueces m-
33, se ocupa del caso de los tratados redactados en cm on los motivos que en se-
todas igualmente oficiales: en ese caso, si la compar eso opuesto, .P suelen interpretar
1 iueces mternos ,
diversos textos revela una diferencia de significado qu , o~ J rámetros que utilizan en la m-
eliminar con los instrumentos interpretativos cons n os pa, Si se examina,' p o r ejempló, la
arrs. 31 y 32 Y si no está previsto que un texto prev ternas, , ió.a.la Segunda
' dI· erío do que siguro a
otros, debe adoptarse "el sentido que mejor concilie es lf e ~ ueda del sentido literal, de la
bida cuenta del objeto y del fin del tratado". una busq o casi nunca el recurso a la
Aparte de recurrir al método objetivo, para la inte ~::tuar
alf" etdc: una interpretación res-
los tratados internacionales valen las reglas que ha el oa im ' .risprudencia ita '1'lana, so/ lo se, ve
d
ría general respecto de la interpretación de las norm o e ' a~ JUrestnctrva
" en el tema de la aplica-
general y que pueden considerarse vigentes más o rnen acron , ma tendencia se encuentra,
47 (esta mis . d 1 e-
ordenamientos jurídicos; en el ordenamiento internacio la .'urisprudencia
J alemana e p
mas rigen en cuanto principios generales de derecho (so da: "' d 1 Tratado de Versailles}; pero
OpOSltO e ..... . 76)
v, p. 60 Yss.), Nos referimos en especial a las normas ecial (sobre el punto v. p. 1 .
tación restrictiva o extensiva, a la norma por la cual, en
terpretaciones igualmente posibles, es necesario elegir la
favorable a la parte más obligada (principio del favor
contratante más débil (por ejemplo, en el caso de Un ac t ahora acerca de los medios normales d Teoría de
s, ~
los poderes
peración económica entre un país en vías de desarrollo I s tratados constitutivos e 01'-
blen par~ 0
implícitos
dustrializado, la más favorable al país en vías de des la Carta de las Na-
01' ejemp 1o, para id d
Interpretación
la que permite asignar una función a la norma, etc. s, p " d e las Cornuni a es
atados consntutrvos . desde
extensiva y Debe darse un énfasis especial a la posibilidad de qu : . io nadie desconoce esto; per.~
analogía
recurra a una interpretación extensiva de un tratado, nmcrp . mas de interpretación par-
reconstrmr nor , U 'das como
aquella especie de interpretación extensiva que consiste e la Carta de las Naciones 111. "
la analogía. Es tiempo, por lo tanto, de abandonar la a
tratados , ,
constitutlVOS d e o rganizaclOnes
~ m-
/n
predominó en una época en la doctrina y en la prácti léi una concepción comun, segu
cual,los tratados siempre debían interpretarse restricti os ref ejan ~l mo trata-
rían ser considerados s~ o co ~ _
cuanto supondrían una limitación de la soberanía y de 1 bre la base del pareCido entre los 01'
los Estados. Esta opinión resulta arcaica y superada si se es, so nizaciones internacionales y los
dato efectivo de que la colaboración entre Gobiernos o~ras o~ga do La Corte Interna-
'nistrativos, del Esta. d . amente
más intensa y que se recurre a los acuerdos como instru '
en esta dirección. / cu an o , .precls
resolver problemas que cada uno de los Estados no pu blemas de interpretación de la Carta
unilateralmente. Es un hecho que la tesis de la interpreta re pro d la Asamblea Gene-
opiniones pres~nta as; 1 llamada "teoría
tiva goza ya de escaso prestigio entre los jueces intetnaci 6 de la Carta), hizo uso e a
144
BENEDEITO CONFORTI 145
DE LAS NO R MAS INTERNACIONALES
de los poderes implícitos". Sobre la base de esta teoría ., n im- Aplicación de
implícitos, que fuera especialmente desarrollada por la 1 C mumida d Europea asurmo gra , , la teoría
a o s imp, 1"ICltOS. En el tratado consti-
35 de los poderes
d
ma de los Estados Unidos de América para extender 1 po ere . resa en 1a materia , el arto 2 . . implícitos al
ciasdel Estado federal en desmedro de las competenci P Tratado CE
.rma
, d exla Comuniida d resulte necesaria .
dos miembros, cada órgano dispondría no sólo de los on e ' d d en el funciona-
.' d 1 Comuríi a ,
atribuyen expresamente las normas constitucionales, si jetlvos e a Tratado hayatpre-
. , ue el presente " d
Aplicación de
todos los poderes necesarios para ejercer esos poderes ,S111 qeqmeren
. al efecto , el Consejo, de-
la teoría de atribuidos. Al aplicar la teoría de los poderes implici e se r . ., y luego e
la Comisión
los poderes nos de la ONU, la Corte Internacional de Justicia inel opues ta de 1 "
implícitos en pr 1 disposiciones de caso .
la Carta de la a ampliar notablemente su alcance y ha terminado po blea, toma as e para atribuir a los
ONU existencia de ciertos poderes de los órganos de la' ONU te de esta ~orma qu 1 Tratado e! único
IStOS por e ,
elusivamente de los fines de la Organización, los que res no prev ., inime de! Consejo, es
por ser indeterminados, como puede deducirse fácilment la deliberación unan t dos los Es-
1 I están represen a
tura superficial del art.! de la Carta, donde se enumera .o en e cu~ no ueden deducirse pode-
con,secuencla'd p mente interpretativa.
La más precisa y amplia formulación de la teoría de.los p . ida mera
deuha . ",acnv
d 1 s Comuni unid a des Europeas ha
tos se remonta a la opinión de la Corte Internacional de }usti
JUStlCIa e a deres implícitos directa-
a la Asamblea General en 1949, en relación a los, daños sufrid 235, recabando po
narios de las Naciones Unidas (opinión del 11-4-1949, en ratado.
1949, p. 174 ss., partic. p. 180: "... los derechos y deberes de
la Organización de las Naciones Unidas dependen de los fin . " d 'las decisiones corres pon-
ciones de ésta, enunciados o implícitos en su acta constitutiva especial,',intenslda en , les que implícita-
d 'nternaclOna ,
"... la Organización posee aquellos poderes que, aun sin estar celebrar trata os I l Srganos comunita-
ib yen a os o
previstos en la Carta, son ... esenciales en el ejercicio de funcio armas que atn u " a excediendo con
'1 " , comumtan ,
ella"); en ese Caso se trataba del poder de la ONU de ejercer de legis a~I,on d l Tratado respecto de la
las dispOSICIOnes e , 229 ss.
tección diplomática que normalmente ejercen los Estados sob
ta d os. Sobre este pun,to v. p. y
ciudadanos en el exterior, en caso de daños sufridos por los
cionarios en un Estado miembro (o incluso no miembro) (sobr
.', eÓ» : e coloca, por lo tanto, en el
v. p. 30,7 Y ss.). Cfr. también la opinión del 13-7-1954 (CJ], eres lmphcltos s, retaci ón restrictiva de
1954, p. 57), que justifica Con el recurso a la teoría deI?s pode d ia.ala interpre
ja ten encía a , limitativos de la
la creación, por parte de la Asamblea General, del Tribunal A anto 111strumentos .
es,' encub h
die a teori'a parece excesiva,
de la ONU para controversias laborales entre los funcionarios
zación (v. p. 310); Yla opinión del 20-7-1962 sobre los gastos
S111 em argo, 1 I transferir al plano
te cautos a, ,
tenimiento de las fuerzas de la ONU en Medio Oriente y en el er sumamen, de derecho consntu-
I doctrinaspartlculares I 'órganos de las
ReClleil cit., 1962, p. 168), opinión que deduce de los fines de "la ' 'nos estata es y
Unidas el poder de la organización para tomar todas las medid gla entre orga di utible si se piensa
l amente ISC ,
y hacer sufragar a los Estados miembros los gastos correspondi iona es es sum 'd' d d ' ponerse a los con-
canzar dichos fines. a efecrivaicapaci a , "~ 170 que respecta más
e los órganos estatales. n
146
BENEDETTo CONFORTI
147
específicamente a la teoría deJos poderes lmpliclt<OS,
utilizada siempre que se mantenga dentro de los límite , de éste, sino también
'0' n(auténtlCa) ' 1 aplicable
pretaciónextensiva, siemprequesÍl"va para garantizar el h internaciona ,
te de derec 0 "otras nor-
bi entre 1as
s". En eam I~, if do de una dispo-
pleno ejercicio de. las funciones que le asigna el tratad
de la organización" Dilatarla más allá de su l11edidan I sigm lea .
a aclarar e de derecho m-
justificable·jurídical11ente,sinotambién susceptible .d '1 las normas ,
no me uye, está prevista
traproducentedesde·.el·puntodeVista·político, ya qUe (ni tampoco
contratante ión) Esta omisión es
reacciones y oposiciones pOr parte de los Estados mi s de la ConvencIdon .'a en una época
organizaciones cuyos poderes se desea reforzar. De h id I ten enci , ,
onsi era a . partes de las JU-
opiniones de la . Corte Internacional de Justicia que. ha fl en diversas ,
aún a ora clave UnI'1 a teral (es decir,
teoría de. los poderes implícitos, las. que, según la Can
nterpretar en 'derecho) los trata-
no. tienen siquiera fuerza vinculante)(v. p. 499), setrans '1 al propio,
io, y so o . En efecto, es ne-
letra mUerta. La cuestión es totalmente diferente .en. elc ídi mternos. d
ico-jun ICOS, 'contra to as
delal>. Comunidades Europeas,.cuyasisentencias sonviri<.: dencia es mas,
tipo de ten , . das a interpre-
c1usosi losórganos.comUrlitariosno disponen de medios I o autoriza
unilatera es n por lo tanto, en
Páraimponerlasalos.• Estadosmiembros.
tratado mismo (y qUJ,eu'stificación en los
. iera una I
entren slqme ,. contra todas as
) f,
de InItIVa, d
tratado, en , ificado a todas y ca a
Interpretación ' 'o sigm I d '
darle un unlc '1' mal po nan
"unilateral" La Convención de Viena no avala interpretaciones " E tendencia
tratado. stas nto de encuen-
do, loprar.do,., ga"re q uo"a,la luz de la Convención; domo unpu
ea del trata o e d contratantes, y par-
c1uir, por 10 tanto, que una norma contenida en un acue d i Esta os I
~ioo.l púeda t;n;r·diferen,e. 'igtúnead~, segun el E,tad luntades e os
entemente e a
d 1 presuncion
., de que la vo un-
obligarse de mo o
d
te al cual, o dentro del cual, deba aplicarse, a menos que id dequerer , , I
en el senn o . , n subjetivista a
obviamente, no disponga 10 contrario. Al respecto result sea, de una interpretaclO
vas dos normas de la Convención. Una es la del arto 33
da, que, en el caso de textos redactados en varios idio
¡\r"i?Ude ténnirtó,' t;e:'~~:;:~, 6tdeo~mien'
•.. , ., 'dica s internos, Interpretación
que no sean concordantes, impone una interpretación q de los
todos esos textos, rechazando así la tesis que sostiene una ·fisadosdiferent~~:~ra~ados. celebrados . en .las
acuerdos de

t<ifsS··enel cdasocomercialesa los que pro:ege~


derecho
doctrina, según la cual para cada Estado valdría el texto uniforme
ernsu iilium""'b¡ o?,a" l. COntenida'"" o! páer. 3'do! art. 7\lPsiacuer os O en el cual se presento ca,
.etribarg el camp d. derecho(privad~).uru-
o,.
lo:que, eom0'Ya." vio; onuneia¡enel'pier. 1,la.norma gon
r.nle al, mé'odo'nbjO;ivo. Diee o¡'pár" 3 q,!"l' ,1';0ro,prot.. ás6 delosacuerdosleselosEstados se compr~-
mediante los cua .. •del derecho pn-
do!",o s» ooce,.,i o·, r;lU:,,: en... e U""ta . también. o,ra isrnamanera ciertos sec~ores l I a Convv de
internacionales en vigor entre las partes, no sólo cada acu
rior, expreso o deducible de la práctica de aplicación del
¡~:nal. privado (por eJedmpG7~ebra
la Conv. e
de 19.30
d
póliza .• d caOfl(g)a,, las dos Conv.deLa Haya e
ce'lI·u
149
LASNORMAS INTERNACIONALES

148 BENEDETTO CONFORT! ropio derecho, a


" mente a1 P ,
unir e:X:C1ustva r citar el ejemplo mas
1964 sobre la venta internacional de objetos muebles corp do mismo (co~O, po tenidas en todas las
úbhco, con " de
de Viena de 1980 sobre la compra-venta internacional de m re or d en P b reconocimiento
. 'do o so re li
y de los acuerdos bi o multilaterales de derecho procesal sobr ional pnva , lvaguardar la ap Ica-
. lmente a sa
rínclpa ' te
1) El interpre
cia jurisdiccional y el reconocimiento recíproco de sentencias nP ,fundamenta .
vil. Para el texto de los acuerdos de derecho internacional priv tales de car~cte.r, ado único y objetivo d~ la
cfr. el Codice delle convenzioni di dir. itii. privo e proc., a car cuál es el slgmh~ , 1 de un determ ma-
, . cldlr con e 1
Pocar y Treves, 2da. edición, Milán, 1981. Para las convencio que podra :om do puede concluirse que a
internacional privado y de derecho material uniforme en el te o si de algun rno o modelo para ese
. 'nterno com
cfr. Boschiero, Il coordinamento delle norme in materia di ordenamIento I ue se inspira la con-
zionale, Padua, 1990, cap. JI, párr. 1. ncipios generaledS en mql'entos de los Estados
1 or ena
La exigencia de evitar interpretaciones unilaterales fue adve munes a os f ible en el caso de una
. 1 so pre en , ',
la redacción de algunas de las más recientes convenciones de d 'n parece inc u t da investlgaclOn
, portuna o d
do y procesal. El ejemplo más interesante al respecto es la Ca .
También sera °
d 1 conven clOn
., por los jueces e
ib .
Bruselas del 27-9-1968 sobre competencia jurisdiccional y ejec interpreta a a e se pueda atn uir
un cuan d o no'. Parece qu 'dera la pOSIibiii 1 l-
siones en' materia civil y comercial (promovida por la CE y e a . I se cons l 1
todos los Estados miembros, incluida Italia), que fue completa valor indicatIVO, s n oposición con e
, id ntemente e
tocolo de Luxemburgo del 3-6-1971: este Protocolo le atribuye J'ero este eVI C e
"
d
emasl
'ado reductiva res-
Justicia de las Comunidades Europeas la competencia para pro na interpreta lOn l ' ón de claro signo
do, o bien adopte una so UCI
vía prejudicial sobre cuestiones relativas a la interpretación de
ción presentadas ante jueces nacionales (se trata de la misma
que, según los términos del arto 177 del Tratado CE, tiene la C
ria de interpretación del Tratado: v, p. 505). Es claro que si se
único juez la tarea de eliminar las dudas de interpretación con e
culante dentro de los Estados contratantes, está asegurada de ra
dad de interpretación de las cláusulas de la Convención. Una s
nos radical, pero igualmente orientada a desvincular la interpreta sucesión de
lantear~
ordenamientos internos individuales (ya que la solución adopta , 'de tratados pue de p , Estados y
caso de la Convención de Bruselas evidencia, obviamente, el cli n- enmatena . e aono en- el cambios de
E tado sustltuy ,, ' . soberanía
de cooperación y de integración que existe entre los países de la C uandoun- s . ' .de unacomUUl"
" preclsOS,
aparece en la Convención de La Haya dell-7~1964 relativa a la para ser mas 1 brados por su
me sobre venta internacional de objetos muebles corporales (inc po r los tratados ce e .
cu1a do , ' ? ", ,
Italia mediante la Ley N° 816 del 21-6-1971) [Argentina no es gor en, eS,e territ~r.lO. por las causas yde
en el arto 17 de la ley uniforme, establece: "Las cuestiones conce enhcarse, . .
tadOspue de» te del ternton o
las materias reglamentadas por la presente ley y no expresamente ue una par
Puede suceder q -e do ya existente,
por ella serán reglámentadas según los principios generales en lo , de otro J,.:-sta
ba}'o sobera,Ula tituya en Esta,-
inspira esta misma ley". Se trata, por otra parte, de casos esporá . bie que se cons
onqulsta, o len, d del cual se sepa-
que la mayor parte de las Convenciones de derecho privado y pr . " 't' del Esta o
dispone nada en materia de interpretaciones y de lagunas. ¿Cómo d el consentlm 1en o
glamentarse, entónces, al intérprete, y en especial al juez interno?
150
BENEDEITO CONFORTI 151
O RMAS INTERN ACIONALES
E LAS N ,
ra o como consecuencia de una revolución); puede s
, . una importancia práctica
parte, que el cambio de soberanía se refiera a todo rque adqUiere d En lo que respecta
Estado y, por 10 tanto, que toda una comunidad terri 1 trata os.
n con o~, de derecho interno, nos
parada o se funda con otro Estado, o bien se desme iones [urídicas , '1 Y sus límites (v.
a varios Estados nuevos, o finalmente (aunque esta la soberaníaterntorla
veremos, no es reconocida por todos como verdader
un Estado por otro) que se encuentre bajo un apara
-bajo un régimen_ radicalmente diferente, como e
acontecimientos revolucionarios.
Convención de
Debe quedar bien claro que todos estos casos están ' de trata d os "está dedicada Viena de 1978
s en matena 1 Comisión de De-
cunstancias de hecho, por la afirmación, la retracción o 'o'n preparada por, a en Viena en sobre sucesión
de la soberanía territorial, o sea, del efectivo ejercicio CI, id firma d a de Estados en

gobierno en el ámbito de un territorio (v, p. 265 Y ss.)


ciones Uní as '!de la de 1969 sobre materia de
tratados
es complementana haber alcanza-
es derto cuando el suceso es consecuencia de un trata , vigor por no 1
no está aun en 'el) requerido por e
plo, de un tratado de cesión territorial o de Un acuerd ' ('qUInc
e ratificaCIOnes I .
varios Estados deciden fundirse en un único Estado),
tratados producen solamente efectos obligatorios y que, gor. " 1 9 7 8 y, por lo tanto,
la ConvenCIOn de , es indispensa-
si no se respeta un acuerdo de cesión o de fusión, si a s id d de CItar,
mas oportulll a , , mo lo dice ex-
no le sigue una retracción, expansión o afirmación de . L Convención, ca "" o
lógIca. a " o "sucesión com,
rritorial de acuerdo con sus cláusulas, se producirá una
una obligación, pero, en 10 que respecta a la situación cs. b , cyd , usa
" el terminsucesor " como equi-
"Estado .
Sucesión
en las
" y la expreslOn b¡ o de un terrtto-
involucrado, las casas quedarán como antes. En el plan n el go terrt , '
relaciones ustítuye a otro en do en sentido atecni-
internacionales presenta el problema de si, una vez verificado en los he " "es usa ,,
mino "sucesión d la sustituclOn y
stancia de he~ho e 'ndo- sucede el
bio de soberanía, pasan al Estado sucesor los derecho
ciones internacionales que tenía el predecesor. Por ciert la cuestión de SI -y cuapetando obliga-
"d' o sea, res
chos y las obligaciones internacionales que sean eventual a nivel jun ICO, id por el pre d e-
sucesión no pueden ser más que convencionales (o a de derechos convetu os me)' or hablar
fuentes previstas por acuerdos), dado que el derecho ca " ble: 'no era ,
minología es cntlca, . é ara evitar cualquIer
está dirigido a todos los Estados. Por otra parte, el te 1
e, o a go P or el estilo, p
sión de Estados en materia de tratados no agota la pro
la sucesión entre Estado y Estado. En efecto, se discute s
de una suce- Esfera de
internacional impone la sucesión de derechos y obligado Convención se ap litea ce " 'respecto
d a en vigor de la aplicación d:
raleza interna, y dentro de qué limites; si existe, por eje a , de la entra la Convención
cesión en la deuda pública. producido d:spues el Estado sucesor sea parte de Viena de
iere, en cambio, que e palabras, si un Estado 1978
Como se ve, la cuestión debería tratarse sistemática ' , En otras
de la sucesion. , a hasta e1 mom en-
' , s retroactlv
ámbito de la personalidad del Estado (v. p. 24 y ss.). SI C
e n , siempre que en ese mo mento la Conven-
ión
sucesión,
su adhesión e
153
NTERNAcrONALES
LAS NORMAS t ,
152 BENEDETIO CONFORTI , , de determ I-
d smilitarizaClOn ,
on a
Ponen, laI een en est a misma categ 1
ción ya esté en vigor. La ratio de la norma (como se aclara e e se ll10 u y inos 'incluso en e
. E dos veCll10 \
de! respectivo artículo del proyecto de la Comisión de De s entre sta E dos sucesores res-
, los sta
nal, en YILC, 1974, n,1, p. 182, n. 3) está en que en muc reve que ) pero nos parece
do que sustituye a otro en e! gobierno de un territorio es u , nalmente,
c o n v e n c I O n sobre su en-
por lo tanto, en muchos casos la Convención no podría a ue se expresa
s du d as q d En realidad, un
tendiese que e! Estado sucesor fuera ya parte contratante e ,lOn
, de Esta os.
suces 1 mo mento en que se
la sucesión.
s efectoS en e b etarse el trata-
El párr. 2 del arto 7 prevé que un Estado sucesor puede d o de e resp
o eua1 ya n , id por uno Y otro
re aplicar la Convención a una sucesión que se haya produci , rial ejerCl a , '
de su entrada en vigor. Pero una declaración de este tipo nía terntO deri de un princlplO
e se enVa ,
con respecto a aquellas partes contratantes que, a su vez, "a derech o qu mo tal subSIste
~ , ) que co ,
aceptarla. Todas las declaraciones deben resultar de acta es (v. p. 263 Y ss. y de cualquier hipótesIs
ente
deP9sitarío de la Convención, esto es, al Secretario General Pend ientem d La cuesción es diferen- ,
Unidas (art. 50). os en el trata o. do de delimlta-
, U 1 s del trata d
Como veremos, la Convención se aparta de! derecho int las c1aus a 'ales para e-
,Im enes especI
suetudinario en algunas cuestiones fundamentales. Por lo t n crear reg h'b' do fortíficarlas
nunca será necesario diferenciar -una vez que la Convenci , . lo pro 1 len 1 '
por ejemp .' , ente bajo e re-
go~- la esfera de los Estados contratantes de la de los Esta , las que recaen CIertam
tantes y, entre los primeros, la de los Estados cuya sucesión Se
do después de la entrada en vigor de la Convención o que ha Vti possidetis
.d dinternaeiona, 1 1a
declaradones previstas por el párr. 2 del arto 7.
ámbito de la comunlt a decesor. Salvo al-
1 ' d por e pre ,, 1
as estab eCI. a,s de la descolonizaclon a
países Surgtdos . fes de Estado Y deGo-
Sucesión Un principio, digamos, "pacífico" en la doctrina y en mblea General de ~f' na) reunida en El
en los n para la Unidad nca .s de Somalia y
en materia de sucesión de Estados aparece enunciado en 1 n las reserva
tratados rma solemne, ca mprometíana res-
localizables la. Convención de 1978 "
. ,.
(en el arto 12), entre las disposic'
",. . - .
,te,'
mbros se co ,
asEstados m d Estado" como asi
rácter general: se trata del principio (expresado por la
transit cum SUD onere) por el cual un Esta.dq que sustitu gridad territonal de de ca da 'ición
la a qu tS
de la inde-
s en elmbm ento , tica africana, al me-
el gobierno de una comunidad territorial en cualquier mo 1, p.129, 11). ~a pra; 1desmantelamiento
está vinculado por los tratados o por las cláusulas de trata endencia surgIdos, . ~. d AIU.érica Lati-
turaleza real o territorial o, como se llega a decir, localiza la practica e .. d'"
Corlecta con. ci io del utí possí etlS:
cir, por los tratados celebrados por el predecesor y que se lo pasado al prtn . .P . h brían "here-
, mencanos a 1
uso de determinadas partes del territorio. Pertenecen a e los EstadOS 1atm~a.... dministrativas de
, npCIones a , p
ría,: los tratados que instituyen servidumbres activas o p s de las cIrcu.nsc '1 . d.ependencla. or
1 nto de a III d
ejemplo, servidumbre de pasaje) con respecto a Estados tentes en e mome , 1 ar a dificultades,· e-
, "o a menudo dIO ug
acuerdos para el alquiler de ciertas partes del territorio; 1 pnnclpt
que prevén la libertad de navegación de ríos, canales y otras
154
BENEDEITO CONFORTI
NORMAS INTERNACIONALES 155

bido a lo incierto de las fronteras en la misma época colo


d arte del territorio para, in~ta-
los territorios deshabitados o inexplorados, Sobre el uti nee e~ p d erdos están elimina-
cher, en AJIL, 1933, p. 415 Yss, y Giuliano, Scovazzi, T tlpO e acu d 1
ss.; para su influencia en la práctica africana, Queneudec
este ' r e1 cita
' d o art . 12 e a
ucesono pO'd d 'que de una Ií-
p. 70 Y ss.; sobre la necesidad de que éste esté integr 3) En reali a ,mas ,
equitiltivos, Bardonnet, en Mélanges offerts a P. Reuter, .: 1 materia sucesoria el pnn-
Phcar a a d i-
y ss. En el sentido que el principio del uti possidetis es 1 1 un tratado o eterm
.in ecua
ral, lógicamente ligado al fenómeno del acceso a la ind , segu ' uen. Sli cambian
ca de manera ,
tiene por objeto "evitar que la independencia y la estabi se extmg t .de su celebración
tes en el mamen o
Estados sean puestos en peligro a causa de luchas fratric
chazo de fronteras, una vez retirada la potencia admi
sentencia de la Corte Internacional de Justicia (Cámara
en el caso de la Controversia Fronteriza _ Bttrkina Faso!
p. 678 Y ss., parto párr. 20.
El respeto de las fronteras, repetirnos, no es más que lo s tra t a dos no localízables, ,o sea,d la
'Qué suerte correran . despues e .un
del respeto de la soberanía y de la integridad territorial
dos, soberanía e integridad que se derivan de un principi
{, difícil dar una única respuesta,
hace en que un Estado sucede a otro
mo (v, p. 261 Yss.). Es cierto que en aquellos casos que
ces en los cuales un Estado nuevo reivindica territorios , ca::'or dicho, tal vez sea posible rde-
10. J d ba asumirse , como punto e
soberanía de otros, generalmente rechaza también los co 1
tados de delimitación: por ejemplo, Somalia declaró en e
enta que, e d de las hipótesis
' xammar ca a una ,, d
independencia -y siguió siempre declarando_ no querer ano ,e inicialmente (separaclOn, e~­
beranía etíope sobre los territorios de Hand y de Ogaden efenamos nu . d las hipótesis di-
orque en cada una ,e
principio de autodeterminación de los pueblos, rechazand , excepCIOnes.
los tratados sobre fronteras celebrados entre Inglaterra e 1 mperaclOnes y . . 'de la
Regla
mpre ha considerado la mayona . e
do, y Etiopía por otro, "sin el consentimiento y contra los i de la
mental que debe asurmrs tabula rasa
blo somaIí" (cfr. YILC, 1974, n, 1, p. 321 y ss.). Sin ern orma funda d no localízables es la
de cualquier juicio acerca de sus fundamentos jurídicos, esa
so de los trata os . el
a E· 1 Estado que sucede a otro ~nl
no parecen tener realmente por objeto los tratados sino la s ra~.' " . no esta"vmcua 1 do por ..... os
rial que se creó en los hechos.
fl. prmclplO ... . . Como ya sé vio
E d Predecesor .
Intransmisibili_
sta o
eficaz y de f nutrva" prue ba de lo contra- , e
dad de los La sucesiÓn de Estados en los tratados localizables ' exammar -
tratados de limitación que es común a todas las demás hipótesis (n dones y las exce~clO~::t~~: en sentido
ctica estadu~l esta o la (copiosa) prác-
naturaleza
política como veremos) en las que el derecho internacional ad
misión de derechos. y obligaciones convencionales. D' to la más antigua c~~ode nuevos Estados
1 , 1 formación ,
se refiere a los acuerdos de carácter predominanteme re atl.v'a a a t bajo iod oml'nación colonial.
decir que se vinculen estrechamente al régimen vig ahtenormen e, 1 id d" de. la Conven-
d' "partlcu an a
cambio de soberanía. Puede decirse, por ejemplo, que lcar una _ . de llevar a la
e sumamenteextrana y capaz
157
156 BENEDEITO CONFORT!
Estados contratantes de
conclusión de que varias normas de la Convencién
al derecho consuetudinario vigente. La Convenció
tuacióhde los Estados surgidos de la descoloniza
reciente independencia" ), Fa losque dedica una par
Separación
Illuart: 16'-'30), de la situación de cualquier otro E (Co
n respecto, .se entiende, a los de parte del
otro en eLgobiernode un territorio, a los que dedi n r ¡nci 1=>alm,e n 1te a la hipótesis de la territorio

te'IV,art., 31-38). Mientras.que en elprimercas Estado.


asume-como.normanfundamental en materia de .trat te-
bles la regla de la tabula rasa, en el segundo asumec cesión o 'de con-
da mental una opuesta, la de la continuidad de los tr ede verseüna aplicacióndelprinci-
de tratamiento diferenciado no se corresponde con
r os vlg ' "t'es'ell el Estado que sufredla
'd'«" ,en
suetudinario, dada la perfecta conformidad entre las dreon respecto al territorio separa o.
Estados surgidos de la descolonización y' las de los ~• ,.,.,. '"" 'a'u'to1l1átíca a éste los acuerdos
e/manera " . ,,' '
tanto porque" como ya se ha dichc..arnbas se orieht qtilere "" "'1e territorio . En definitiva, se esta
pio-de.la tabula rasa, comopdrque tantoen.una.co elosacuerdos del EstadO predece~or
Movilidad de
tica subsisten del mismo modo incertidumbres d,," "d'elEstado sucesor. Ladoctrma las fronteras
o S d ~
sentiddcontrario. d 'd"" ilas Ironteras de los trata os. de los tratados
a .ae l' " ' "d
' i l'n'clusoenlaConvenclOn e
enunCia
Como se aclara en el comentario a los correspondie 't',",.,."u''na parte (parte II, arto 15) y que
ene " d
Comisión de Derecho Internacional (en YILC, 1974, II, las transferencias de terntono e
p. 265, n. 25), la adopción del principio de la continuid en este punto se conforma con el
de la estabilidad) de los tratados, con respecto a los cas
descolonización, tiene como objetivo declarado contri bu Formación
separada se formen de nuevos
derecho internacional, más que codificar una norma de u este caso los acuerdos vigen- estados
dinario. Es necesario recordar también que en versione amb len en ,
eparación cesan de tener ,vI~or con res-
proyecto, la Comisión se había pronunéiado en contra d
continuidad, salvo algunas exéepciones (cft. sobre el punt la independencia. La practica estadual
uria eficaz crítica al tratamiento diferenciado entre cambio ese sennidO. Tanto en el caso de las
caso de descolonización y en otros casos,' Caggiano, en It. ' smdos Unidos de América luego ~de la
Y p, 82 y ss,). a luego de la secesión de Espana en
"de Colombia en 1903, etc.) como
Ion , B
vez establecido esto, examinaremos en se Bélgica separada de los Paises a-
o" 'G
de las hipótesis de cambio de soberanía, teniendo da de Rusia luego de la Pnmera ue-
recho internacional consuetudinario y, por lo tant ;a de Inglaterra en 1922, etc.) los ~sta­
Descoloni-
como punto de partida la norma de' la tabula rasa. todas las ocasiones -y la mayona de zación
de estas hipótesis indicaremos también la solució , " del principio de la tabula rasa.
ap 1roacion
Convención de 1978 que, en caso de diferencias
159
, DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
LA FORMACION
158 BENEDEITO CONFORTI
, ' los tratados cuya
bié los de los otros partiCIpantes en
o tarn len
La práctica estadual más reciente, que corresponde a los Estados
ad determina, d 1 cuerdos de transmisión vale a
gidos de la descolonización, no hizo otra cosa que mantener esa d' h respecto e os a
hemos 1C o , '1 terales de aceptación de los tra-
dencia. Y si se produce alguna manifestación en contrario, no l genéricas declaraCIOnes ido a s (cfr. el art. 9 de la Can-
incidir sobre la orientación general. de los Esta os nuevo
teS por par te

Un caso que no se encuadra en la tendencia general es el de Siria,


, ' mente a los Estados
después de haber constituido con Egipto la República Árabe Unida en d 1 ,tabula rasa se ap1Ka mtegra d
se separó en 1961. Después de la separación, Siria continuó aplicando t e a , , en lo ue respecta a los trata os
os por separaclOn, q, vi entes en el territorio
brados por e! predeceso~ y ~undo ~álidos sólo si se los
los tratados celebrados por la RAU entre 1958 y 1961 como los trat
que la misma Siria había estipulado antes de 1958, y así lo hicieron tam d odrán segUIr SIen
los otros Estados contratantes, No hay duda de que en este caso influ s trata os P d específico con la contraparte, e! que,
duración sumamente breve de la vida de la RAU. és de un acuer o, l ta'cito o sea resultar de
, podrá me uso ser , ' '1
nstanC,las, b deci d los tratados multi a-
L mismo de e ectrse e ,,
Debe considerarse, por lo tanto, que en esta segunda part uyentes. o d e no prevén la participaclOn
de los trata os qu
Convención de 1978 no se corresponde con el derecho consuet os:~ sea, 95) de Estados diferentes de los contratan-
na río, ya que, como se tuvo oportunidad de ver, admite el princi neslO n (v. p. 'sario un nuevo acuerdo
bi este caso sera nece ,,
de la tabula rasa para los territorios, coloniales separados de las s; ram len en bl también la, ConvenClOn
t s Así lo esta ece b
s contrapar e . ' " 2 4 ' 1 Y17 párr. 3), o -
tencias que los poseían (art. 16), mientras que enuncia el princi , los arts ,parr., '
opuesto de la continuidad de los tratados para todos los otros ca espectlvamente en 1 Est'ados ex territorios coloniales, a
sólo con respecto a os , " d la tabula rasa.
de separación seguida de la formación de uno o más Estados nue limita la aplicación de! prInCipiO e
(art.34).
ilaterales cfr. en la jurisprudencia italiana,
ito de los tratados b 797' exactamente, la Corte
En el problema de la sucesión de Estados no influyen los llamados acu
Acuerdos
va 26-6-1971, en RDlPP 1972 , p, . d 13-6-1930 sobre re-
de devolución dos de transmisión, de los cuales hubo varios ejemplos durante el proceso C ión ítalo-francesa e
abilidadde la onven~l 1 A l'aindependiente, aunque el
descolonización, en particular entre las ex colonias inglesas. En los acuer , d tenClaS a a rge 1 1
recIproco e sen " , 1 territorio argelino. En e
de transmisión celebrados entre la ex madre patria y el Estado de nueva ,, n ía su extensl on a 1
'cha Convenclo p~eve, , am lia a favor del principio de a
dependencia, este,último acuerda entrar en los tratados ya celebrados por
o(y con una motlVaClonp1uy O p RDl1981, p. 882 (yen It.
primera. Sin embargo, por no poder tener eficacia alguna respecto de 1 ARma 17-10-198, en " " l'
otras partes contratantes de los tratados transmitidos, estos acuerdos est cfr. C. pp. o , ' 'd B ttaglia) que excluye laap ica-
VI 168 y ss con nota, e, a " di " '
blecen solamente la obligación de la ex colonia de cumplir los pasos neces o.l "p. ' " , d 15-2-1873 sobre extra IClOn reci-
ca
Convención ítalo-bntalll ~ó, la jurisprudencia extranje-
riós para renovar dichos tratados; esta renovación puede darse también t'
lincuentes a la India., ~~X;_~~~;;9, en ILR, vol. 75, p. 107y
tamente, como veremos en seguida. La práctica estadual se orienta en e
em.plo,Trib,',federal SUIZ , • '1 ' ", de la tabula rasa, c,onsi-
sentido, y lo hace también la Convención de 1978 con una norma inclui , ' id obre e pnnclplO
uego de haber insistí ,o s , , dici ntre Suiza y Gran Bre-
en la parte general (art. 8}, que niega que los acuerdos de transmisión pu ' f ' ' " " r tado de extra IClon e d
dan tener el efecto de transmitir derechos y obligaciones convencionales d cable a Su a rica un ~ a"
d tad h bía sido tácitamente renova o
1 supuesto de que d,lcho trata o a
Estado predecesor. Claro que, por otra parte, el principio de la tabula rasa
y Sudáfrica.
no tiene un único sentido, esto es, no solamente protege los intereses del Es-
161 ,
IÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
LA FOR lvlAC
160 . BENEDEITO CONFORTI
'1 Un eJ'emplo típico de desmembra-
. ción marena -. ,
Notificación ons tltu ., 1 del Imperio Austro-Hungaro
En cuanto a los tratados multilaterales abiertos a la adhesió de separaclOn, es e caso e
de sucesión
Estados diferentes de los .originarios (v. p. 95), el principio de 1 Guerra Mundial, ya que ninguno ~e los Estados ~u
bula rasa sufre una atemperación. En lugar de adherir, el Esta . llos la República Austnaca- conservo la
n -entre e , , I 1 for-
reciente formación puede proceder a la llamada notificación de . , de gobierno del Imperio. Otro ejernp o es a ,
sión, Con este acto, su participación es retroactiva al momento zacI~~lica Federal Alemana y de la República Democra-
declaración de la independencia. En otras palabras, mientras q R~~;e las ruinas del Reich hitleriano, luego de la S~gun­
adhesión tiene efecto ex nunc, la notificación de sucesión tiene c s dial y hasta 1990. Otro ejemplo, sumamente reCIente,
ter retroactivo. Esta facultad reconocida a los Estados nuevos se : de la Unión Soviética a fines de 1991.
mó sobre todo, pero no exclusivamente, en la práctica relativa
descolonización y puede considerarse ya reconocida por la cos a Alemania hasta 1990, en la jurisprudencia de, Al~~a~~ ~~~-
breo En realidad, y como ya se ha señalado (Caggiano), más q , re la tesis -sustentada por la ConstltuclOn , "
uva siemp 1 R 'blica Federal era la continuación del viejo
un principio en materia de sucesión de Estados, se trata de una e- de que a epu , d 131-7-1973 en
, de la Corte ConstitucIOnal Alemana e , '
maespecial sobre celebración de tratados. La Convención de sentle6n~lay ss con referencias incluso a la jurisprudenCIa pre~e­
(arts. 17-23) contiene una disciplina detallada al respecto y disti p. ., , . ' ble desde la perspeCtiva
entre tratados ya en vigor y tratados aún no en vigor a la fecha se trata de jurisprud~ncla poco aprecIa lo tanto favorable a la
sucesión, estableciendo las modalidades de las notificaciones de nternacio~al. En tentldo ~;:;;~o~~o~urisprud:nciano alerna-
membramlento, e r, por e¡ " 1 74 113 Yss.
sión, etc. Aquí también la Convención se limita al caso de los Amsterdam de125-11-1975, ldem, va. ,p.
~~ d e .
dos ex territorios coloniales, dado que para los otros casos nop
el principio de tabula rasa sino el de sucesión automática. , . "a la sucesión en materia de tratados, el des-
ue conCIerne . d 1 Estados
iento debe asimilarse a la separación. A.to os os o ., _

e se formaron por desmembramiento (slempr,e, ~e. entren o

. rdosno localizables) es aplicable el prmclplo de la


Desmembra- Afín a la hipótesis de la formación de uno o más Estados nuev os acue . o • ' r e v é la facultad de pro-
miento de un atemperado por la norma que P . t. 'o,"'d'o, Ir' 0,0

por separación del territorio de un Estado predecesor se encuentra , " ." .. , 1 caso de los trata os mu 1-
Estado na notificación de sucesion en:, d 1918 ··(art 34) unifica
desmembramiento dé un Estado. Mientras que la separación no i bi También la ConvenclOn e. •.
plica la extinción del Estado que la sufre, la característica del de
. membramiento radica precisamente en el hech que un Estado
~p~::ts~:'enlapa~te destina9a a los Esta,d;:n:Ud:r~e~:e:
erritorios coloniales (es ObViO que el ferió iend a ambas
extingue y en su territorio se forman dos o m radas nuevos. Da to.nos e refiere a la descoloni~ación), sometlen o . '
que tanto en una como en otra hipótesis se verifica una división argo, al principio de la continUIdad de los tratados.
territorio dél Estado y de la población que reside allí, el único crit
apto para distinguir entre estas dos hipótesis (distinción que, por o ratados eh caso de desmembramiento, la
parte, no es fácil) es la continuidad o no de la organización de gobi uanto .a,la' suert:' de, los, t
o' . no faltan algunas manifestaciones
no preexistente: debe admitirse que se está ante un caso de desme respectiva ~s ~as bien mc~:r~:~ablllil rasa. Por ejemplo, cuando se
de lacontlnuldad en vez "AustriaChecoslovaquia
bramiento cuando ninguno de los Estados residuales tiene, ni siquier el Imperio Austro-~úngaro'bml~ntraS, queladas po; los acuerdos ce-
aproximadamente, la misma organización de gobierno, el mismo régi nia declararon no sentirse en a so uta vincu
men del Estado preexistente -por así decirlo, que no esté regido por
163
N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
162 BENEDEITO CONFORT!
RMACl Ó
id ch Conforti, p. 45 Y
d Naciones Ul1l as, .
lebradas por el Imperio, Hungría declaró lo contrario (en realidad, órganOS e 1as
parte de los tratados cayó bajo la previsión de los arts. 234-247 de
de .Saint-Gerrnain y de los arts. 217-230 del Tratado de Trianon).
No parece que, en número y en consistencia, estas manifestac
tales como para llevar a considerar que el derecho consuetudinari Incorporación
',' 'd por la forma-
ca la continuidad, incluso en el caso en que se desmembre un Esta l earaeion segul a , y fusión entre
ertomodo, a as p , d 1 desmembramien- Estados
tario, por ejemplo, un Estado federal. Tampoco parecen pertine
Estado e,n, la parte sepa~~ a/aaprimera se produce
ejemplos contrá el principio de la tabilla rasa que se dan en el, te , " la fUSlon. L 1
membramiento (cfr. YILC, 1974, II, 1, p. 260 Y ss., n; 3 y 7), que s incorp,orac,lon Y l' f parte de otro; a ,se-
d asa a ormar E
a la disolución de uniones entre Estados, como por ejemplo, la unió guirse;un Esta o P, 'uen' originan un sta-
cía y Noruega, disuelta en 1905, y entre Dinamarca e Islandia, di dos o más E"stados, se "ed~tl~g" eYntre las dos figu,ras
, " ,de' lStlnClon
1944. El hecho de que en estos casos los Estados que se separaron " n aquí el cnteno
ble, "f' '1 establecer- no
" siempre es' aCI , d
c1arado sentirse vinculados por los acuerdos celebrados por cad e p'or otra parte, no " d ' b'lerno: la hipótesl s e
ellos en nombre propio o bien por la misma unión (en este caso se tr
, " aClon e go ,
ferirse a la organl'z 1 f ' , n cuando eXlsta, con-
uniones personales o reales, caracterizadas por un Jefe de Estado y , 1 de a USIO d
debe prefenrse a a , de: o de los Esta os
encargados de las relaciones exteriores comunes) se explica más bie " ' d ' gobiernO e un , if
la drgalllZaCLOn e , ulta de la unl tea-
a que cada uno de los Estados miembros había conservado su pro , ' ' d g'obierno que res ,1
laorgalllZaClOn e , , d 1Reino de Itaha en e
rialidad internacional durante el período de la unión. Como otro
a ese , ' 1a form acLOn e , 'n' I de los otrOS E,s-
cnte,no,
contra el principio de la tabula rasa en el tema del desmembramiento opt , , ' corporacLO ,
uecle considerarse una tu 1" eunificación' de las dos
le presentar e! de la República Árabe Unida, disuelta en 1961. Efecti
o de Cerdeña). Igualmente, a r a incorporación de la
te, es un ejemplo que no está a favor de dicho principio. Sin emba
ejemplo remite a la hipótesis de la separación y no de! desmembrami 1990 debe considerarse com~bul~ ',Federal (el Tratado
n , ' l a R e p u tea d
propósito de la separación, ya se habló de ella), .dado que.fue Siria la emo,crática Al,em,anal a 8 1990 celebrado ,por los ~s
" de' 31- - , , ' 1 R pu-
separó de Egipto, ~l cual continuó teniendo la misma wganización d nidad A1emana , "bl' Democratica a a e
"de la Repu tea
"on·
bierno anterior a 1961. Tanto es así, que el problema de la sucesión o ade "adhesl
los tratados (y además de la necesidad o no de una readmisión forma isma norma
ral). , , r a tradicionalmente 1amlS
Naciones Unidas) se presentó, en la práctica, sólo en el caso de Siria. corporación ,se le ,a,P IC , f " 'as de territorios de un Es-,
En lo, que respecta al desmembramiento de la Unión Soviética, es 1.. trans erenCl d 1
Svisto aplicarse a as , 'lidad de las fronteras e, os:ra-
sifÍdo pronto para poder referirse a datos significativos de la práctica,
ro" o sea, la re,gla, de la, mom "tl'ngue cesan de tener vigor
señalarsesóhlmenteque el tonsejo de Seguridad de las Naciones , ,, , E d que se e", ' 'de
consideró 'que uno' de los Estados surgidos del desmembramiento,
os tratadOS del sta o 1E t do incorporante a traves
e sean 'confirmados, P?r. e~:n las otras Partes contratan-
podía suceder a la Unión Soviética en la barica permanente (v. p. 56
trata de una decisión claramente dictada por motivaCiones 'políticas, qu
cuerdos, expresos o taCltoS, , do se leextienclenlostrata~
puede evitar causar perplejidades a nivel jurídico. No es la primera vez, tras: que al terr,it,orio, incor,pora 'd' on',luego de la unidad;
A ' se'exten ler, , ".
otra parte, que los órganos de' las Naciones Unidas toman decisiones c stadoincorporante. ,s~ , r resto de Italia,mientrasque se
trarias al derecho internacional en el tema de los asuntos de Estado, d dos del Reino de Gerdena a, r nos Una vez más, para, los
siones cuya Hegitimidad es luego recompuesta'por el consenso de los Es ieronl a s de los otros Estado; lta~~efi~itiva, el principio de la
dos.miembros dé.Ia organización. Sobre la práctica en la materia; origin s del Estado incorporado va e, e
en deliberaciones correspondientes a la, acreditación de representantes. rasa.
165
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
164 BENEDEITO CONFORTI Incorporación
1 ode la incorporación como en el de la o fusión de
El mismo principio reglamenta los Casos de fusión: e cas , ' 1 .principio de la tabula rasa territorios que
na excepclOn a permanecen
surgido de la fusión, siempre que sea efectivamente un u o fusionadas conser- corno
va, siempre que no presente ninguna continuidad con un , n el ámbito del Estado incorpo- autónomos
Estados preexistentes, en lo que respecta a la organizació dQ<de auto~Omla :omo sujetos internacionales; en
bierno, nace libre de compromisos convencionales (obvi ~ttl1quese extl~gan , , o de la fusión se instau-
excepto .los.acuérdos.Iocalizados). [Un caso interesante pr iiclyspués de lamcorporaclOn Ivo al unas manifesta-
incorporación definitiva .del Estado de: Buenos Aires a la tipo feder~l. E~ ta\ caso;~:ade la ~ovilidad de las
ración Argentina en-l S59 ¡ El Estado de Buenos Aires, al ~riQ·. (por ele~?, o,· :c:~ón integral cuando en 1845
de su incorporación, exigió la no aplicación dentro de su~~
111 ~ratados recibió apl dos Unidos), la práctica esta-
formar parte de los Esta . . .d d de los
de los tratados celebrados por la Confederación con anteri ,i d se ha orientado a la contmul a
la fecha. crítica en la que se produjo la sucesión.de Estado l~lopasf~ Ocia limitada a la región incorporada,o fu-
vencionalmenre, ies> decir por el Tratado de San. José de, El e con e ica ibl el objeto Y
1 li ' .' 'n sea compatt e con .
11 denoyiembre.de1856, se acordó la modificación de 10 feique ta .. ~mlta;lO los .acuerdos celeb~ados por·l~s
ces territoriales de los tratados. celebrados por la Confed •. Así, .por ejernp o" los respectivos límites reo.
con anterioridad .a la fecha de efectiva, sucesión de Estados,.ii s. continuaron en vl~orfedn ... " .Helvética en 18.48;
> .', de la Con e eraClOn ...• ,
bilitandosel.íhaeerse extensivos: al territorio del ex Estado.d $?l:J.stttuclOn . 1 .:de la constitución del Impeno
nos. Aires; tad()sAlelUan~s, uego ;< Honduras,lueg?
Esrecondicionamiénto del, Estado de Buenos Aires déter
71'
......... los del Salvad()r, Nlcara?u~
18 ' ..... , . 1 Gran Repubhca ·C··.elltro·-America-
y.

reforma de la Constitución del añol 860 porla quese.agreg clyesto s paises en a . , .. d 1 s Repúblicas Trans-
tículo. 31 ,.queestablece la. supremacía de la Constitución, .1
i••
.~.•. R,usia blanca, de ugami/u~s; en 1923. rara pasar
dela Nación y los tratados. por sobre las constituciones y leye ego de su incorp~raclOn a di on los acuerdos celebra-
vinciales, "" salvo para la provincia de Buenos Aires.Ios tr }11ásrecientes, l~ ~llSm;g:;~~ ::a:do en 1958 se formó la
ratificados después del pacto del11denóvietnbre de.18 59" . t~rioridad por ma y , Zanzíbar reunidos en
Árabe Unida, o por Tangamca Y ,
En aplicación de este texto constitucional reformado, elEs
República de Tanzania.
argentino se opusoraJa pretensiónbntsileña,exPresada en una
de protesta, .deaplicaren.elRíodeJa Platalas normas •relativa comportó. la reconstitución,
a.J~re~l1ificación alelTI ana ~q~e··l 1Tratado ya mencio-
lib.ertaddenavegación.,acotdada.por eLTratado.·deJNavegación . ' d Alemania Onenta- e.. ....• .... '
~n el .terntopO . e . . . .•. . ... .·1···· .p.. tes "parten d.el prmcI-
de marzo de 1856yr por . 1a Convención Fll1vié'llrdel\20 de novie f'· art 11 que as ar . ... " ' d
990 a IrIlla enRsu)bl: .· • Federal se e~tiendenat territorio .e
.Ó;

jÓ.
de·1857; ·amboscelebradosr.eI1tteArgentíI1~/~lTmperio del ~tratados de la.epu . lea . • id ..... lbrados porésta,encam-
En esaoportunídad elEstadoargentino sostuv() que los. tratad ~l)~lllosráti~a;Piara tos. tts::dr:seexalIlinara '[ímro con las
navegacióriéelebra~ospórJa. C ()ufederaciónArgentina con aní' éstableceque e n~~~o~íSl1 posician acerca de los cursos de
ridadar.18S9 nos~ni~plicablesienelterritoriodela.a ctual prov COhtrata.n.tes y luego Ijar . dov. RGDIP 1991. p. 188 Y
.Ó:-:p.....·ltxtO del trata o v.
.Ó , , .d .
de. Buenos.Aires,ní en el •. Río. de la Plata, queestár·.bajo su ·juri e t~maran. ara e e ..19 el arto 12 implica que los trata os
ción,cQn/anterioridad a(la yfectiva incorporaciqndeBuenos· Ai m, en Clunet, 1991,?" '. 1 d los nuevOS Linder, al
DemC)Cnltlc:a contmuen vincu an o a
la Confederación (v.•nota>del1y1inisterio de Relaciones ExteriQ
Culto de fecha 21 de setiembre de 1976).]
1ACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 167

166 BENEDEITO CONFORTI tarasa (como a veces pretendieron los nuevos


de una sucesión del nuevo Gobierno en los de-
, ~especto a la Convención de 19 ciones contraídas por el predecesor? La prácti-
nstrcas de la reunión l 78, cualesquiera sean 1
,, y, por o tanto .' di , a ientars en este segundo sentido, con excepción
C10n y fusión y entre s b ' , ,sm istinguir entre l' e
u srstencra o d ' n patibles con el nuevo régimen (sobre todo, los

trata~o'
tre: as entidades reunida l no e vmculo de tipo f eza política o ligados estrechamente al régimen
l
continuidad de los en(doS arts. 31-33 adopta e! prin e
di s entro de 11' ' ya se ruvo ocasión de señalar, esta excepción es
pon lentes a varios Est d os rrnrtes territorial
., a os que se ' e hipótesis en las cuales el derecho internacional ad-
tension a todo el territorio di reunen y dejando a salv n de derechos Y obligaciones convencionales. Co-
notificaciones de sucesión} ; e rante acuerdos sucesivos
una vez más, del derecho c~ns:eetstde. mo?o, la Convención s
ijo, más que de una excepción se trata de la aplica-
u mano. io rebus sic stal1tibus en materia sucesoria, por el
e todos modos se extinguen si cambian de manera
to de la Comisión de Derech In s co~respondientes artículos d 1
Como surge del comentario a 10 stancias vigentes en el momento de su conclusión
o ternac 1( f e nqlus es posible sostener que, sobre la base de este
l~
y ss., n. 6 y ss.), la solución ad d iona e r. YILC, 1974 Ir o
mente en la práctica relativa a°fat;n a por ,Convención se ¿nda
erna que nos ocupa termina por establecerse una re-
que hemos citado. Pero se trata de ustaur~~I~n de vínculos de tipo rre
el
número de las normas convencionales que se
ra ~econstruir un principio de ,na practIca sectorial, no utiliz adicalidad del cambio revolucionario de gobierno,
de Incorporación o de fu'sIOn.i , cparacter
or o general
t ' válido para todo s lao ide e! cambio en la estructura del Estado, más mume:
re,con?ce (ídem, p. 259, n. 28)'que lr~ par~e,. en el mismo coment normas que no podrán considerarse compatibles con
poraciónt a, 1a cua l SIempre
si ,a menos
se le consi ' en
. 1o que respecta a la
dad de las fronteras de los t d dero aplicable la norma de 1 n.seque gran partede la doctrina considera que la
, . rata os) 1 luci , am
CrIterIOS de "justicia" y d e-Óccmo d er ida d"
so UCIOn
' adoptada co rrespo tado tan extingue por efecto de. cambios re~
consuetudinario. m a ,mas que al estado de de 1pocos e
de gobierno y que, por .10 tanto, no se trata en este
cuestión de sucesión de un sujeto internacional por
qonvencio nes siguen en vigor, meramente.como con~
e
.s
la continuidad.en la persona del Estado• trata de la
na de tratados cuando se vPr~f' ema de sucesión de Estados en
Cambios . Se presenta también un bl identifica al Estado. conta· comunidad estatal,· según
radicales
en el to d en rca un cambo d 'ón que rechazamOS (v.p. 24 Y ss.), o bien que reC\lfre
e una comunidad estatal . 10 e gobierno en e! á
'ones .superadas, como por ejemplo la configuración
Gobierno
ampliaciones o dismI'nu' ' srn que el território de! Estad
Clones Cu d i O
extralegales y se instaura u~ ' ~n o e cambio se verifica por
mo ente ternario compuesto por pueblo, territorio y
obierno.Es obvio que también la doctrina de la cual
ejemplo, la instauración del ,r:glmen radicalmente diferente
golpe de Estado en Chec l regIt1~en soviético en Rusia en 191
blando no puede negar que el cambioreyolucionariode
roduce la extinción de las normas incompatibles <con; el
Chile en 1973, etc.), debeo;oC::;:UIa en 1948, e! golpe de Estado
men, a través de la puesta en juego de la.cláAsula rebus
uso Desde eLpunto de vista práctico,por)o .tanto, losre~
recho internacional. En efect :rarse que cambia la persona de
de derec l10 mternacional
' se id t'f' que el Es ta d o, en tanto sUJo
o, VImos

antigg~ntaGrseb
p. 24 y ss.}. Es necesario,epren 1 rca con el aparato de gobierno son los mismoS. .
tratados celebrados por el ,entonces qué sucede con l
o o terno . e'0pera aqUI' también
169
LAS NORMAS INTERNACIONALES
168 BENEDETTO CONFORTI MACIÓNDE
Convención
o con otros sujetos de de Viena de
'das por un Estad '
La Convención de 1978 no se ocupa de la materia en examen. Es deudas contral ' t a de las ConvenclO- 1983
, hacer referencIa a o r
se remonta al proyecto preparado por la Comisión de Derecho Int es necesano , d 1983 sobre sucesión de Esta-
" de VIena e b"
de las Naciones Unidas, que justamente justificó la laguna hacien Conven Clon d E do" dispuesta tarn len
hi deudas e sta , ,
cía a las dudas presentadas por diversos sectores respecto de la pert nes are IVOS Y N' s Unidas Yque aun
, . ' 1 de las aClO ne
la cuestión al tema de la sucesión entre Estados y declarando, por recho InternaclOna mente favorables a los
us normas suma , o,
que no quería tomar posición sobre la cuestión teórica de la nat . A causa de s , , ' además neta opOSlClO n
undo, la ConvenclOn encontro su adopción en la
Estado como sujeto de derecho internacional (cfr. YILC, 1974, II, 1 ntra
a1eS, los cuales votaron co
ss., n. 66).
de 1983. , tener que ocuparse de
ón parecena d
ulo, la Conv enCI
o o

1 situaciones jurídIcas e
d Estados en as
la suceSlO n e
o ,

1 squema general prepa-


, t a parte con e e o

armollla, por o r , " Estados en matenas


d 1 "suceSlOn entre
, que es eI e a
o

Sucesión Como ya se vio, todavía está en discusión si en situacione dIque respecta a los ble-
de las deudas
cas de derecho interno existe una sucesión impuesta interna dos". Así, en efecto, trat~eu~a~ de Estado, un primiti-
contraídas por
mente. Si bien la discusión se refiere a varios temas, como laa En 10 que respecta a las o o, se ocupaba de toda la
medio de un d la Coml SlOn, 1
acuerdo ción de la propiedad de bienes públicos que ya perteneci odo en el seno e h b' ra sido contraída por e
internacional " sea que u le d
anera ullltana, ya o d bien con Esta os u
predecesor, el respeto de las concesiones administrativas ext , tdicas pnva as, o
nas físicas o jurr l bio tener en cuenta
por éste, etc., el tema más importante y debatido es el de la idi 1 go en cam ,
cionales. Se decI 10 ue "1 a ésta se refiere la Con-
en la deuda pública, dada la tendencia a rechazarla del Esta da categoría de deudas;,Y slo °de la presente parte -es-
sor, que se manifiesta desde siempre en la práctica estadual. d los arncu os
ara los ef ectoS e icada i t mente a tales deudas-
de un tema que no corresponde sistemáticamente al derecho IV dedIca a ¡US a d
ue abre la Parte, " , fi anciera de un Esta o
tratados y del cual nos ocuparemos en el lugar oportuno, q ' d obhgaclOn III 1
euda de Esta d o to a 'zación internaciona
ra con una orgam
de los límites a la soberanía territorial (v. p. 278). Puede suced on otro Esta d o, pa , íonal nacida de con-
o d derecho IllternaCI, 1
embargo, que la deuda no haya sido contraída por el Estado ier otro SUjeto e id t como también surge e a-
o1" Es eVI en e, C
cesar en el ámbito del propio derecho interno -la hipótesis echo interna ciona . h 1 ternacional (v. YIL ,
, "lon de Derec o n , '
es la emisión de títulos suscriptos por personas físicas o ju ajos de la Comls ,, o de ocuparse Ullltana-
1 C nvenClOn entren o

tanto nacionales como extranjeras-, sino que haya sido obje ss. y 81), que a o d edeceso r con otros sUjetos
Pr
as contraídas por el Esta °d d contraídas en el ámbi-
un acuerdo internacional celebrado con otro Estado o con una '1 de las eu as
or lo tanto, no so o E d extranjero puede ser ad-
nización internacional, por ejemplo, el Fondo Monetario Inter cho interno (incluso un sta ~ bl'e'n de las deudas
nalo el Banco Internacional de Desarrollo (v. p. 204). En este s d 'bl') sino rarn
un título de deu a p~ IC~ 'E uanto a esta última par-
do caso no hay motivo para apartarse de lo que hemos te un tratado internaclOna . n P es curioso que -tal
respecto de la sucesión en los tratados, desde un punto de vista ,, n este punto. ero
en consideraclO en " , los artículos relativos a ca-
ral: el principio fundamental también aquí es el de la tabula , d la ComlSlOn a
,, desmembraml en-
o
del comentano e
, ( , 'n separaclO n,
salvo las deudas localizables (o locales), o sea, las deudas contr ambio de soberama cesIO , ,, toda la disciplina
d la ConvenclOn-
con exclusiva referencia al territorio objeto del cambio de saber s luego incorpora os a en de la doctrina Y de
1 b se de un exam 1
por ejemplo, con el fin de financiar obras públicas en el territori á preparada so bre a a ode deuda pública, o sea, en a
bien contraídas por autoridades públicas locales). n el tema de sucesión en matena
171
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
MACI ÓN o

, hacer sobre la base de los prinCl-


o

170 BENEDETTO CONFORT] como sería necesano ,163 r ss.), según que el Es-
de tratados (v. p.
o )
matena su autonomía,
gran mayoría de los casos, de doctrina y práctica concerniente ionado mantenga o no
das ... ¡con personas físicas o jurídicas privadas! (cfr. YILC, 19
84 Y ss.)
Una vez establecido esto, la Convención, adoptando una línea
de la Convención de 1978 sobre la sucesión en materia de trata
el principio de la tabula rasa solamente con respecto a los Estado . ión de los tratados
te independencia surgidos de la descolonización. Insiste incluso e lidad y de termmac
pio de la tabilla rasa, hasta el punto de excluir la sucesión en la
deudas localiza bles, salvo acuerdo entre el Estado nuevo y e! p . ., d los tratados interna-
(art. 38). En esta parte la norma parece inspirarse en e! desarrollo pr
n
e nulidad y de termmaclO emás en general, a las
del derecho internacional -y justificarse en consideración de prin d 1 s contratoS y, , d d
ogas a 1as e o S disciplina esta a a
justicia, como así también en razón de las dificultades financieras de rídico s del derecho intedr~o.. u ad hoc, sino por ,esa
ses en vías de desarrol1o- en vez de codificar normas consuetudinar uetu manas , 1
to por normas cons d' 'as que constituyen os
solidadas. En la norma del arto 38 no entran, de todos modos, los ca etu man . .
de normas consu Por lo tanto, a conti-
aparecen sobre todo en la práctica del Banco Internacional de De
es de derecho (v, p. 6,,0 Yl ss.). as de nulidad yde
(v. p. 206), de concesión de créditos directamente al territorio colon . a as caus
de la independencia (yen consideración de la autonomía ya adquiri
ente nOS re f eriremo s ,. común de los con-
territorio con respecto a la madre patria), con la garantía prestada
nO difíeranen nada del ~e,glmelnexarnen'de algunas
, atenClOn a , . . l'
última mediante un acuerdo internacional con el sujeto acreedor. 'dedicaremo s rn,ad s .mternaclOna . les y cuya dlSClP Ir
de este tipo, por cierto que el territorio queda obligado con el Banco 'picas de los trata os . Nos ocuparernos luego
.d r la doctrma., '.,' d
después de la independencia, y la Potencia administradora queda vin tediscutl a po d" t en la rnatena,es e-
a su vez, por el acuerdo de garantía. En tal sentido cfr. el comentari / d . d proce lrnlen o .d d 1
Por ast CClr" e de
h
acerse
,valer la nuli ,a o a
1
Comisión~ eh YILC, 1981,II, 2, p. 102. os con los cua1es pue . ,uestíones atinentes a
En cuanto a las otras hipótesis de cambio de soberanía, con respe bi que vanas c . 1
dvertimos ram le~ d nosotros (por ejernp o,
cesión territorial, a la separación y al desmembramiento, la Convenci n ya fueron conSIdera aS~~~ebrados en violación de
sólo sigue el principio de la sucesión en las 'deudas localiza bies (más pr la validez de los acuerdos" ., ara' celebrar tratados
mente, en las deudas' referentes a los "bienes, derechos e intereses que 1 rnpetenCla P d
al Estado sucesor"), de conformidad con el dereého consuetudinario
iortaless obre a ca. "." de lbs acuerdos luego e
o la de la termmaclOn ., ',,', •consideradas
que prevé también que haya una sucesión "según una proporción eq .- , " , '-'-) o bIen seran
va" en las deudas generales del predecesor. El principio de la sucesió ranía -v. p,' 155 y ss", " ' as 'porejernp,lo, la
./ con otros tern \
gún una proporción equitativa" en la deuda pública a menudo ene ados, en re 1aClO n . . 1 'lmperativa,s,,' ta,les que
. aClOna es "
t t )

aplicación, aunque sólo en el plano puramente convencional, por eje xist,e"n,,' norrnas mtern 11', -v. P,' 24,6 Y sS'-.
t asten con e as 1
los acuerdos entre Estados surgidos de un desmembramiento. No pare u,erdos que con r . '. d a' car,,ácter residua ,
. ., e sIgue ten r. , " . b Causas
cambio,' que a falta de acuerdo, éste se vea impuesto por el derecho cons la exphcaclOn qu , 1 b t con referirse reve- de nulidad
tudinario. sas de nulidad a las cua eS as la más espec,ífica-
.. de 1a va u nt ad
,
En el' caso de la incorporación y de la fusión -hipórcsis que consid emos los clásicos VICIOS d' l' f\onvencióndeViena,so-
unitariamente la Convención, de manera análoga a la Convención .
01' esenetal, que e ar ,
1 t 48 e a \J
1978- el arto 39 prevé que todas las 'deudas de! Estado incorporado o de
Estados fusionados pasen al Estado incorporante o al Estado surgido de
173
LAS NORMAS INTERNACIONALES
172 BENEDETIO CONFORTf MACl 6 N DE
de Estados que coinciden
cuerdos celebrados po: ~rupos ateria de la sucesión de
bre Derecho de los Tratados define como un error acerca de " . roblematlco en m . .
1 úntCO caso p . d cuando nos refenmos a
cho o una situación cuya existencia diera por supuesta ese E hemos examma o
mpo Yque ya . les: 123 Yss.).
el momento de la celebración del tratado y constituyera u re nor ma
s convenClOna es. v. p.
esencial de su consentimiento en obligarse ... "; el dolo (
Conv. de Viena) al que puede remitirse, en relación de especi
nero, la corrupción del órgano que celebra el tratado (art.
Violencia
violencia, física o moral, ejercida sobre el órgano que celebra . dí do junto con los otros sobre el Estado
lid d hemos mica , id
tado (art. 51). En todos estos casos se trata de vicios que no s as de nu l a d 1 )la violencia ejercí a como causa de

cuentes y que, sobre todo en el caso del dolo y de la violencia e la voluntad (error :pu~d~ ~onsiderarse también nulidad

da sobre el órgano de celebración (de la violencia ejercida so J


celebra el t.rat~do .. sobre el Estado en su con-
Estado en su conjunto hablaremos en breve), por motivos obvi ad la violen~la e1ercl ~e violencia que se concreta
to esa espeCial forrn a ., de Viena res-
recen poco susceptibles de verificarse cuando el tratado no se c , 1 f ) La ConvenclO n
en forma simplificada (v. p. 97 Yss.), por ejemplo, cuando enl
el uso de a uerza: 1 t 5.2 que
al establecer en e ar.
elusión del acuerdo participa el Parlamento. te a esta pregunt~: hav' obtenido por la ame-
Causas de Como causas de terminación para las cuales basta una bre do cuya cel~bra~l,on seosaY~ncipios de derecho in-
terminación fuerza en vlOlaclOn a 1 p . U id s" (Co-
rencia recordemos: la condición resolutiva; el término final; la de las NaCIOnes . m a .
cía o el retiro, o sea, el acto formal con el cual el Estado deela orados en la Carta 1 uso de la fuerza para
s principios sólo a d. miten e
partes contratantes su voluntad de desvincularse del tratado, sie
e ar'mado de otros.) ., de Viena co-
que la posibilidad de denunciar o retirarse esté expresa o impl 52 de la ConvenclO n
mente prevista en; el mismo tratado (art. 56, Conv.de Viena); erar que el a r t . · . io al menos, al de-
cumplimiento de la contraparte, en aplicación del principio ge ha internacional consuel~ud~mda~se'después de la Se-
. . 1 mo fue canso l an
inadimplenti non est adimplendum (arn 60); la imposibilidad mano ra ca . d 1 idea de que el uso
d · 1 consecuencIa e a . na1
ejecución [art. 61); la derogación total o parcial, expresa o p un la, como .. 1 unidad internaclO .
compatibilidad, mediante acuerdo sucesivo entre las mismas part ser dejado de .lado p~r a clao:sis (en un tiempo su-
men sostIene
emb argo, q . '. bre el Estado es irrelevan-
Esta última causa de terminación encuentra su fundamento en el p ida) de que la vlOlen~a ~o normalmente los rra-
pio general sobre la sucesión de los actos jurídicos de igual grado en el ti oar~umento el, ~ec oN: ~~: parece que se trate de
po, según el cual el acto posterior deroga al anterior, En la Conv. de V conSIderados vahdos. 1 t do de paz aparece
.' .dera: que e tra a
se hace aplicación de este elemental principio en varias normas, no t cisivo, SIse conSI . . , de las ar-
ue ya no hay presión
contenidas en la parte relativa a la terminación de los tratados, tenién un momento en q .
. ., . de mtereses en a
1 cua1 tanto
en cuenta en cada caso la derogación total o parcial, las modificacione nta u~a composlCl0~ecí rocas concesiones, aun en
incompatibilidad, la enmienda de los tratados bí o multilaterales, etc. ( o venCIdos se hacen p. de'incluso no cele-
los arts: 30, n, 3; 39; 40, n. 1 y 3; 54, inc. b; 59, n. 1). A la terminación ída; que un tratado de ~st~ npo ~~ela Segunda Guerra
diante un acuerdo ulterior se asimila además la mera suspensión (cfr. uego.
(ver el caso de Alemama d 'do' que endefiniti-
arts. 57 y 59, n. l/. if d el Esta o vencicvs , .
ser ran tea o por situación de deSI-
Obviamente, aquí se tiene en cuenta el caso en que el acuerdo ulter ontratantes no se encuentran en una
vincule a todas las partes del acuerdo anterior. Diferente es el caso en el
175
' N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
174 BENEDETTO CONFORTI
FOR)VIA CIO
, 'una profunda diversi-
gualdad mayor que la que puede encontrarse en muchos trat icas no hay semela~zal' sino en oportunidad de la
cualquier otra naturaleza. Es cierto que, cuando hay efecti ' 1 1 Y que sena ar que ,
lo d 1C 10, l a , 1 aíses de reciente In-
una relación inmediata y directa entre la amenaza del uso d " n d VIena mUC10S P ,
nvenclO e
za y la celebración de un tratado, las dudas acerca de la n 1 t ,52 h"retese expresa referencIa .a
ron en que e ar . esta fue retirada, Sin
dicho acuerdo no tienen razón de ser. Al respecto, es sumame , . as' la propu
'cas Y economlC ,
I . , enenca de con dena que figu-
/'
nificativo el caso del Tratado de Berlín del 29-11-1938 (que si de una dec araclOnfg 'de Viena pero que no
famoso Acuerdo de Munich del mismo año), por el cual Chec f I d la Con erencia .
cta Ina e . , n. D' ha Declaración tle-
i C nvenClO IC .
quia aceptaba ceder el territorio de los Sudetes a la Alemani egrante de a o cierto para funda-
den sin duda dicho tratado fue considerado nulo en varias ., no es apta, p o r , .
xhortaClOn y d no encuentra nin-
ciasiholandesas de la posguerra, destinadas a resolver probl lid d d los trata os que .
de nu I a e ,.' n la práctica reciente
ciudadanía de ciertos habitantes de ese territorio (v. en Nap práctica estadual, m SIquiera e
ob. cit., p. 402 Y ss.). El caso es tanto más significativo -en
teria en la cual no es fácil separar los aspectos jurídicos de lo Uso
l' d d de los tratados debe enten- de la fuerza
cos- por cuanto se refiere a decisiones jurisprudenciales emir' erza como causa de nu: a , les o sea la violen- "internacional"
laci nesmternaclO
, na , '
un tercer Estado. Finalmente se debe tener en cuenta que la C fuerza en las re aClO ' n condiciones de cons- y uso de la
, d ' lencla esta e d fuerza
ternacional de Justicia se expresó en favor de la tesis de la nuli o. Sólo este trpo e vio , Diferente es el uso e
E d n su conjunto. , ¡linterna"
1
table para e sta o e " , del poder de gobIerno
los tratados celebrados bajo la presión de las armas, en dos , el ejercIClO ,
cias de 1973 correspondientes a pesqueros islandeses (se tra sí decirlo, mterna, o sea, ibl s medidas de caracter
uo s, incluidas todas ,la~ pos el 1'bertad a los ciuda-
1d

los mismos compromisos arbitrales que la habían avocado a t ICClOnes e a l .


Estado somete a res r , di h medidas constl tu-
troversia sobre pesca en los mares de Islandia): aun .recon b' nes Y SI IC as
tado o secuestra sus le" S internacionales sobre
que en ese caso la violencia no estaba probada, la Corte decl de las norma
incluso fl ag ran t e, ' ( p 269 Y ss.); esto
principio que " ... según el derecho internacional contemporán , , xtran¡eros v. .
'bditos y de organos e 1 de contenido análo-
do acuerpo celebrado bajo amenaza o uso de la fuerza es nul di da de autotute a
adopción de me I s d decir que esté viciado
Cl], Recueil, 1973; p. 14 Yp. 59). f · pero no se pue e f' 1
Estado a ecta d o, 1 b para poner m a
1 ente se ce e re
Violencia Que quede claro que cuando se habla de violencia sobre el E tratado que eventua m lalnentar las' relaciones
sobre el Estado
b' o para reg
como una causa de nulidad de un tratado, se hace referenc' del poder de go lerno. de dicho tratado fuera el re-
con otros
amenaza o al uso de la fuerza armada. No hay elementos de 1 'es aun cuando el sentldO , lo que se pueda con-
medios fuera , N ce por e¡emp ,
de la amenaza tica que autoricen ai inc1uirpresiones de otro tipo en la n tadO ofensor. o pare, 1 19-1-1981 entre Estados
id en Argel e .
o el uso de la
violencia, tales como las presiones políticas o económicas, aun c cuerdo conc1UI o . , n de carácter finanCIero,
fuerza . 1 mentaClO
e medIante una reg a d da restricción de dere-
do sean ilícitas (por ejemplo, la amenaza de violación o la viola . lmente con ena .
rga, ilícita y umversa d 1 s ciudadanos estadoum-
de acuerdos económicos para obtener su revisión, aprovechan , , contra e o d
del Gobierno irarn en. T h . n en noviembre e
debilidad de la contraparte). La doctrina es concordante al res b 'd mertcana en e era , 981
dos en la ern aja a a Relaziolli illter11azio lla1t, 1 ,
a excepción de algunas opiniones en disenso, como la de los xto del acuerdo de 1981, v.
consideran (Napoletano) que la norma sobre la violencia armad , 1 fuerza interna, v. p. 255 Y
dria aplüearse por analogía a esas presiones,cosa que nos parece tineión entre fuerza interna ciona y
debe excluirse, dado que entre la presión de las armas y las presio
NACIONALES
177
DE L'\.S NORMAS ¡NTER
!V1ACI6N '
176 BENEDETTO CONFORTI ntratantes no previeron el
cuando los Estados Cad 'nación del tratado.
Tratados Como puede deducirse de lo dicho hasta aquí, para que , causa e terrUl ,
inequitativos
unstanClas como 1 tratado termma, en
cia sobre el Estado se configure como causa de nulidad de ese caso e id
idera que aun en ' f ' mpre reconOCI .a
dos, debe hacerlo .sólo dentro de límites sumamente restri ns existenCia ue ste
a general cuya . d hayan surgido con-
problema de los tratados inequitativos, o sea, de los trata nque a menu o , 1 da
rnaciona 1 (au bio sustanCIa en ca
que una parte no haya dispuesto de amplio margen de e verificó realmente un cam 62 confirma esa
tractual, no se resuelve en el plano de la validez. La desigua s d V' na en su arto ,
de encontrar una corrección sólo en el plano interpretatl Convención e le, , 'nos restrictivos (se
, te en terml
examina la. juidsprudencia de los Estados vencidos respect resa preclsamen , pacta sunt serv.an-
P , . , ' d la norma
tratados de paz, por ejemplo, la jurisprudencia alemana de 1 tido, de la antlteSIS e licable sólo si las circuns-
ésta puede ser ap , 1 del consen-
ra posguerra fl;specto del Tratado de Versailles, y la italian o qu e . , 1 "base esenCIa
primeros tiempos de la segunda posguerra· respecto del Tr mbiado constituyen. a l m o para haber
ca ,,' 1 bio es ta ca ,
Paz de 1947 (incorporado al ordenamiento jurídico italiano partes , SI e cam de las obligaciones to?~~la
te el D.L. 28-11-1947 N° 1430), puede señalarse una tende dicalmente el alcance lt del hecho Il1Clto
terpretar restrictivamente ciertas cláusulas especialmente fa a 'cambio no resu a
", y si ese mIsmo
a los Estados vencedores. Esto, más que efecto de espíritu na 10 invoca.
ta, es quizá el modo más adecuado de aplicar un tratado desi
1 cambio de circuns-
de invocarse e ,,
bne además que no pue . ero la disposiclOn pare-
p. d que fijan fronteras, p 'd d de decir
so de acuer o s , se tuVO oportulll a
fa de lugar, si es Clerto lo t;~: de tratados (v. p. 153), es de-
Principio Una causa de terminación característica de los acuerdos i l
cesión de Estados en rna fa en el tiempo Y se agota en e
rebussic
cionales es la llamada cláusula rebus sic stantibus. Se conside . de tales acuerdos no du 1 to de las fronteras no
stantibus ~ . q~em~ "
10 tanto, que el tratado termina en todo o en parte en razón d trazada la frontera, y " . s de soberanla tern-
ue es . . d sino a los prInCipiO
bío de las circunstancias existentes de hecho en el momento de cho de los trata os
lebración, siempre que se trate de circunstancias esenciales, est
Especificación
de circunstancias sin las cuales los contratantes no habrían sid dído restrictivamente, del principio
ducidos a celebrar el tratado o, al menos, alguna parte de él. 'b aun enten 1 ,
rebt/s sic
. ' ebus sic stant¡ us, l' dado que vanas
ClplO r . , b rante amp la, . , stalttibus
Se habla de "cláusula" rebus sic stantibús, porque la doctrina esfera de aplicaclOn as 'tu en una especificaclon
sica refería esta causa de terminación a la voluntad de los contr el derecho de los tratad?s c~~s:\a~ual caen los acuer~?s
tes: consideraba .que el tratado terminaba por efecto del cambi n ejemplo, la norma :n, vlr~en todos los casoS de suceSlon
las circunstancias de hecho, en cuanto debía presumirse que los ~ibles con el nuevo r~gl~e derechos Y obligaciones conven-
mtrs contratantes subordinaban la eficacia del tratado a que per tado a otro en matena e. d la cual nos ocuparemos en
necieran esas circunstancias. La cláusula rebus sic stantibus est 155 Y ss.] o la norma, e bre los tratados. Tam-
(v. P '. d 1 guerra so )
por 10 tanto, reducida en sustancia a una tácita condición resolut lativa a los efectos· e a., sobreviniente (v; p. 172 Y s~.
En efecto, es claro que si las partes manifiestan expresa o implícI 'b'l' dad de la prestaClOn. ' s Se puedelll-
pOSl l i d ' 1 de las circunstancia . d
mente una voluntad en este sentido, nos encontramos frente a u
forma de, cambiod~ad:~:cho no escrito, que más que e nor-
condición resolutiva y, por lo tanto, no se plantea el problema aut decir, tratandos e
nomo del efecto de un cambio en las circunstancias. El problema
178
BENEDETTO CONFORTI ¡ D E LAS NORMAS INTERNACIONALES
IACIÓN 179

mas específícas se trata de aplicar a hipótesis típicas el mi términos ; la guerra determina sólo la sus-
cipio rebus sic stamibus. tros , , f oo te?
bién los termina de rnmvamen .
Principio rebus
os o tam 1 de la Segunda Guerra
sic stalltibus Muy importante es, además, el papel que puede desempeñar
presentó en Italia resp:clto elart 44 de! Tratado
o, '1 parCIa en o
y tratados
en examen en el tema de la incompatibilidad entre normas conv una soluclOn so o o, dentro de los seis meses
incompatibles
entre sí Frente a un acuerdo en virtud del cual las partes modifican co artículo estableclO que, o encedoras notifica-
1T do las Potencias v o
contraídos respecto de otros Estados, es oportuno preguntarse si r de rata , 'd' "mantener en vt-
d "bilaterales" enten lan o
promisos no desaparecieron a causa del cambio radical de las circu uer ' os dos no'ofo
notr tea dos serían considerados
antes de concluir en la responsabilidad internacional de las partes que acuer ", ' , prendía Jos acuer-
caso, por ejemplo, de los acuerdos con los cuales Italia y Yugosla uede ver,lanorl1'\a nocol1'\, , o' , a-
ron la cuestión de Trieste, procediendo, entre otras cosas, a partir p, 'f' la "mantener en, vigor- o' rest
s y, al usar la or:;u bilaterales debían considerarse
rio de Trieste (Memorándum de Londres del 5-10-1954, Tratado
zgaba si los acue= os dI t e! fin de la guerra y la
del 10-11-1975, incorporado por Italia mediante la L. 14-3-197 idos para e! período e en re
Los dos acuerdos derogan los arrs: 21 y 22 Y anexos VI-X del T
Paz de 1947 entre Italia y las Potencias aliadas y asociadas, que p cación. o o o de la materia según e! derecho
constitución de un Territorio Libre de Trieste administrado bajo la nces la dlsclPI~nad o que la regla clásica, que se
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y parten del supue era,l? Se pue e edclr o ación se" fue debili-
I ntido e la termm ,
cambio radical de las circunstancias, debido a la imposibilidad de te en oe se todo en los últimos tiempos. La
miento del Consejo de Seguridad. La constatación de la "imposib de este slg,lo, sobre de las excepcion,es: se " eg,o'
d más en f avor
traducir en acta las cláusulas del Tratado de Paz con Italia corres ca a vez o, los tratados multilaterales; pero,
al Territorio Libre de Trieste" está expresamente contenida en el erra de termma~o , "incluso en la jurispru-
Memorándum de Londres. Sobre el Memorándum cfr. Conforti en la jurisprudencia l~terna, oderar terminadas, so-
1955, p. 576 Y ss, (la tesis, que allí se sostiene, según la cual el e manifestó la tendencI,a a consi 1 za por la materia
dum habría procedido a ~na verdadera partición del territorio o
srcenvencrones que,
por su natura e ,
sean incompati-
losinteréses que protegen,
pan y por os mter~s
entre Italia y Yugoslavia derogando el Tratado de Paz es campa
b a esta altura es conve-
el Tribunal de Casación en la sent, del 6-6-1978, N0 2824, en R d d rra -Sin ern argo, I
ta o egue. do o li de los efectos de a
isma autonomía de la ,1~Clp mbalOertapor la llamada
p. 509); sobre el Tratado de Osimo, cfr. Caggiano, en It. YIL 1976, p.
o, '1 roblemática cu
la cuesnon °b a a pe!, sennido d e que'se deberá verificar
Efectos de la
stantt us, en ono un' cam
icrradetermirió carnbi
10 ra dicalen las circuns-
guerra sobre Se diScute si la guerra es causa de terminación de los trata en e! momento, d e-Ia celebración de! tratado.
los tratados
ma del cUál no se ocupa la Convención de Viena). Es obvio
vo ciertos tratados que son celebrados, precisamente, en raz
o 3-5-1957 N° 1494 (en RDI
guerra (convenciones sobre la conducta de la guerra, sobre dencia italiana, ,cfI. Cass · 971 N0 3147 (en DSI, 1972,
S Umte 8-11- 1 , ,
cambio de prisioneros,etc.) y que pertenece por 10 tanto, al . y Cass., ez. "f
' , ' d i extranjera, e r. 1a s numerosas sentencras
1
derecho internacional bélicb- los acuerdos celebrados por la Junspru ene a , 41 43 [En cuanto a os
' ' 5 8 notas - .
dos beligerantes antes de la guerra no encuentran aplicación m rti y Labella, arto CIt., p. '1 1 1 Malvinas entre Gran
1 fli to por as s as
duren las hostilidades. Pero ¿cuál es su Sllerte una vez restab1e stilidades en e con ,IC l C' '1 Comercial Federal, sala 1,
ntina, la Cámara Naciona IVI y
181
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

180 BENEDETIO CONFORT!


de manera imparcial la causa den~­
sostuvo: "El principio general de inmunidad de jurisdicción de
Iptf~rrrlm,lC1a claro si para aquellos que no~, -
extranjeros sentado por el. artículo. 24 del decreto-ley 1285/58 '1 es- un criterio apto para IS-
dhfa -y ~~~mático de las otras. Exi~t,e la
y
ción por vía de.decretos para los casos en que quepa prescindir
durida por decreto-ley ~015/63,con.tinÚaI1 en)'igencia aun e ~e e~top~r haber sentido el temor de ,1e~1tlr.nar
esta~o1~p~~i' .. ~obreel particular, l~ Sámara concluyó que .13 efo . o•. ' .1 arbitrarias, se esta slgUle~­
era Rlenamente vigente en época de hostilidfdes; " ... al hablar
unas umlatera es Y , de a exclUIr
,' . ..' or lo tanto, se t1en ,.
las relaciones entre los estados se alude no sólo a la necesidad plnca Y que, p lid d o terminación consiste
lascllaíldo dásten sitllaCiones normales,· sino de no errlpeorál!']
1 causa de nu 1 a . . .'
o a. de dudosa interpretación (es aSI, por
ll1ediaIlCohflietos de ctialc¡uiei íHdole" (Heiie, Juan C. c. probar o .. . icid d en' el caso de cual-
Gt<inBretañá e Irlarida del Norte; sentencia del 30 de abril de ea excluir la automatlCl a o en caso de gue-
yCom¡Fed:,'sala I);] ó idel as circfunstanc~~z~l:~;.la de la solución
's bien con usa, se 493 y ss.) y adolece más qU,e
éntre Estado~ (v. ,~'n jurisdiccional institucionah-
fáltade una uncí 1 tribuye a complicar-
Operatividad Cuando se produce una causa de terminación o de ~jnternacional. Inc uso con.. na parte .introdu-
Vfena}art. 65 :as~~;~;'::;e~ la nulidad, o ~a
automática de
las causas de
tratado, ¿cuáles son los medios de hacerla valer? ¿Debe ca
que la causa opera automáticamente, en el sentido de que
term1Uos,~a . para el derecho consuetudmano
nulidad y
terminación juez llamado a aplicar el tratado (incluso en uno de los Est nide.sconocl os . 1 .' 'de controversias
tratantes) pueda negarse a hacerlo, o es necesario un acto . preve
... 'un sistema de so UClon
denuncia de dicho tratado en el plano internacional? ¿Una eVitar los abusos. . d . lado la Con-
de este tipo es suficiente para liberar al Estado que la reali . dei do.'por el momento e
iót1(Y eJan o e en general la automaticidad, pe-
es necesario tener en cuenta las reacciones de los otros cont ebereconocers. d b . aplicar un trata-
yen qué sentido? El estado del derecho consuetudinario en uyacotado. CualqUIera que e a dores jurídicos
ria es objeto de controversias doctrinarias. Nadie descon Irt6senparticular ~ los ope,roanales....__ no puede
ciertas causas operan automáticamente, como por ejemplo '1 los Jueces nacr
értpartlcU al', a l' bilid d del tratado, si éste es-
no final o la derogación en virtud de un tratado ulterior; m
cha automaticidad está excluida por definición en el caso de
~raverific~~ la a:o~::e I;e :na causa de nulidad. El
sf,i7t1ca~ 10, ala práctica jurisprudencial interna,
sa especial de terminación que consiste, justamente, en la "
.estlmodmlos ~n s nacionales a resolver en sus sen-
de denuncia" que un tratado le puede llegar a atribuir a cada
contratante, quizá en determinados plazos. Pero en el caso de 1
yor parte de las causas tanto de nulidad como de terminació
tl..~~adeen:~i~:~ley de ,t::m~~~~~:s~:~~: ::;as:~~~
lite como (en os pals , . ada dependencia
ejemplo, para los vicios de la voluntad, para el cambio de ci '·, . por una marc
¡fi<ique se d Istmguen , . ' . materia deinter-
tancias o para la imposibilidad de la ejecución, la discusión t'respectodel poder EJe;utlvO enmidadcon . la opi-
abierta. Mientras hay quienes defienden la automaticidad, otro f
$aciónde.los trat~dos)su:t~::~:riores; pero de to-
tienen que siempre es necesario un acta de denuncia notificada ll.0sdestinados a os a 1 de denuncia en el plano
otros Estados contratantes; otros llegan a decir, incluso, que en iudiendo de actas forma es
de objeciones por parte de los otros Estados, el tratado continú
183
182 BENEDETTO CONFORTI LAS NORlvIAS INTERNACIONALES
Cl6ND E
lid d O de terminación, el rra-
internacional. Se trata, sin embargo -y es éste el límite sa d e nu 1 a , 1f
e Ia cau
,
b ' el 'lnternaClOna, ase
ti d m re a 11lV
maticidad-, de una decisión que vale sólo para el caso e de mcer 1. u. , represa l'las, etc·y
., de
decir, que no es vinculante en los otros casos sucesivos , d por retorSlO nes, "
enza a acuerdo o bien, SI· es
otros jueces o quizá por el mismo juez; así como es váli ólo mediante un nuevo ,
caso concreto la aplicación de. una norma jurídica cual . d··e un 'Juez internaclOnaL
nte nCla
también que la decisión acerca de la nulidad o la termin
d rnpe CompetenCia
está limitada al caso en particular en cuanto a los efec '1 n los órganOS del Esta o ca - para denunciar
ación de cua es so 1 poder de denun-
ner consecuencias de carácter internacional, dando luga n el caso en que e ,
tratado, tanto e 1 en que el Estado Hl-
a medidas de retorsión o de represalia, etc" por parte de 1 mismo tratado como en e caso 1"10 recurrir a los
tados contratantes que consideren que el tratado es, en , ' 'n es necesa
nulidad o de term¡naclO, o en el caso de la com-
fectamente válido y está en vigor. Pero también aquí se tr d Estado tanto corn
les d e ca a ' E Italia se discute (pero tam-
ni menos, que de 10 que puede suceder en cualquierap ratadOs (v. p. 92 Y ssr). n, ) i para la denuncia de
normas internacionales. '1 n otros paises s , d 1
cusión ana oga e , t s por el arto 80 e a
Entendida de este modo, la automaticidad no es una al tegorías prevlS a
Denuncia anden a 1as ca " , del mismo modo que
del tratado ley de autorlzacIOn, , d 1
procedimiento de la denuncia. La denuncia tiene objetivos ia o na una 1 baJ'os preparatoriOS e
, da por os tra ,
El acta formal de denuncia, notificada a las otras Partes-e práctlca, apoya f de una tesis negan-
9) expresa a aVal'
o al depositario del tratado, implica la voluntad del Estad oh, cit., p. 1 6 , se if 1 voluntad del Estado en
mani estar a Id )
cerse de una vez por todas del vínculo contractual. Este ti ente para farmar Y , (Ziccardi Capa o
, ti Como se vIO ,
nifestación.de la voluntad no es indispensable cuando el n es el poder EJecu lVO, d d 1 misma práctica itaha-
te prohm o e a l ) 1
voluntad en el Estado no es ejercicio de un poder de denun nálisis sumamen 'd países accidenta es, a
áctlca e otros
al examen d e 1a pr colaboración entre
to por el mismo tratado y ejercitable ad tibitu1n sino que se
j ' na cada vez mayor
arrollando h acia u di has países) y a favor, por
otra causa de nulidadlosde terminación; es decir, si el Estad Italia como en lC 1 '
rila (tanto en f rrna de aprobación de prlme-
a ella para enfatizar que,a su juicio, el tratado no es apli idad de que haya alguna o 1 denuncia, [La denun-
manera cierta y, definitiva o no es más aplicable en cuanto cisión del segun o
d con respecto a a
"como una faculta
d di
IS-
se ha extinguido. La denuncia, ¿es suficient~ para produci , ' tina se ejercIta d 1
en la practlca argen I 1 'Iones exteriores e a
'o de as re ac 4
ción del vínculo? La respuesta no puede darse en términos a el' Ejecutivo en e1 maneJ " por la reforma de 199
ue adqumero n ,
sino relativos. Si se tienen en cuenta los órganos del Estad so de los trata d os q , '1 odrán ser denuncla-
, 22 preve que so o P
ciantey todos aquellos que, dentro del Estado mismo, deb el art. 75, ¡nc., b " de las dos terceras
, na1 previa apro aCIOn d
servar y hacer observar el tratado, no hay duda de. que lad J'ecutivo NaclO b , de cada Camara. ' E n cuanto a la e-
1
lleva a la desaplicación; única condición a tal fin es que ésta dad de los miem ,r,os exi e la previa aprobación de a
de los, órganos competentes para manifestar .la voluntad del tados de integraclOn, se g d d Cámara.} No nos
1 'mbros e ca a
de la totalidad de os míe 1 menoS en lo que res-
en orden' alas relaciones internacionales. Si se tienen en cuen 11 gar a sostener, a , N
rgo , que se pue d a e d" a I a va l'd de la denunCIa. os
cambio, a los otros Estados contratantes, es igualmente ind I ez
le tal aprobación con IClO~ d b tener presente la distin-
que éstos no están vinculados parla manifestación unilateral , 1 ta materia se e e ,/
que me uso en es 3 7 ) entre formacIOn Y rna-
luntaddel Estado denunciante (y, pon lo tanto, sus órganos en su momento (v: p.
94 y p 1
'1 d
Y ss:
responsabilidad (po m-
r'
operadores jurídicos); de manera que, encasO de desacuerdo so la voluntad del Estado, por un a o, Y
185
NORMAS INTERNACIONALES
ACIÓN DE LAS 1
184 BENEDEITO CONFORT! ue debe ser suscripta por
a las otras Partes ~ q r el Ministro de
ca o incluso penal) del Gobierno con respecto al Parlamento, Po I Jefe de GobIerno o po
br e n plenipotenciario (v, p. 91),
Si, bajo el primer perfil, la competencia para denunciar corresp ib' emanar d e u ,65
o len , . T do o extingUIdo (art. ,
cutivo, los mecanismos de controlpor parte del Parlamento, de conside~arse mvab,l presentan objeciones,
blandos (interpelaciones, mociones, •etc.) •a I?s .m.ás radicales. (X .2) S· en cam 10, se
Irr; . . 1, d 1 d J' unto con la P arte o
confianza, puesta en..estado. de. acusa~iÓn) P?drán ser acciona~. .: d h
de es ace
rse e trata o
I ., n a la controversIa
,
mente, teniendo en cuenta las circunstancias concretas y la impb buscar una so UClO . , I
tratado en cuestión, cada vez que el Gobierno no proceda a lad es d e b en . " . la conciliaclOn, e
/ j". . la negoclaClon,
obstante una solicitud en tal sentido delParlamento, .0 bien no áClftcos como l." .debe verificarse dentro.
.... ' 3)· La so UClon .
mediatamente sobre ·Ia voluntad de denunciar un tratado queh 65,parr. .' . 'tilmente este plazo, cada parte
objeto en su momento de una autorización en virtud del arto ' Transcurrtdo mu
. r cado proce dimue iento de con-
siempre la posibilidad de que el Parlamento revoque por ley la or ovimiento un com~ ~, f m ada en el ámbito de
.Ó ComlS lOn or . .
cución(v; p. 399 y ss.) o incluso la autorización a la ratificaciónvr e ocupa una d mboca. sin embargo, en una
ya en sí misma suficiente para llevar a los operadores jurídicos int ·••d as,. Y que no ese . ' )
mplicacion es, como,.
aplicar el tratado. [En el sistema argentino, el Congreso, en el ejerc .•.. ..•. b tantetantas co " ',
rra(no o s. d .. tiones de conclhaclo n
facultad de.aprobar. o: desechar. un. tratado, .agota .las posibilidades . ,... 1· ue suce a en cues
norma q . f me con un mero va-
venir en eiproceso de celebración d~ ese tratado. A partir de la doct . 1 nte en un m or
tadaen el caso Ekmekdjiany depurada en el caso Fibraca, la Corte $ 'tisinoslmp eme . b Anexo a 11'1 cl'tado)', solamente
iort (art. 66, me. 'dY ,." obligatoria de la Corte
ha limitado las facultades del Poder Legislativo respecto a los alc¡¡ /. ·6·' a) una eClSlO n 1.
urialey posterior contraria al contenido de un tratado en vigor. En t.6 , inc. di . te recurso unilatera, para
. . .. " . ' mpre me lan . d .
tido, la reforma.Constitucional de 1994jerarquiza los tratados pots t'l/}Ustlcl.a, Sle . . 'd .1 .pretendida nuhda se
/ . al........ e que a l
leyes (art, 75,inc.22).] írt~nte exce~clOn ..... .246). No se dice en a
Lo dicho para la competencia para denunciár.vale también parato ~()rmade ~us~ogens ~vd:ia Comisiortde Concilia-
actos .internacionales que serefier~na la vida del tratado o que cons é>sucede SI el mfor~ . .'.1 > ulidad ola termina-
/ . ronunCle por a n . . '.5' .
el-ejercicio de Ios.podenesjque .• ~lmismoprevé,talescQmo la prórr almente se P I las .'p.artes contrartas. l-
... h· d por a o· a s
., da (More.11'1), q ue ,. . pototra parte,
participación en las deliberaciones dl'l órg<1!1osiIlternacionales, etc. oesrec aza o
.
irtlon autortza ., .. manifiestamente
/ rrud la ConvenClOn,
Procedimiento En el cuadro trazado someramente hasta aquí, y que nos onderal esplrttu e l • .'y por muy funda~
previsto por la '1· les . en ta caso,
Convención de
que corresponde al derecho internacional consuetudinario, s)rupturas unt atera, . . 'n. queda .paralizada
incluirse las reglas que la Convención de Viena dedica a la m
•••.. id' .. lidad o termmaclO .
Viena para pretendl a nu 1 a . . . ve que; sin embar-
hacer valer la uenclamUY graves ,
(arts. 65-68). En síntesis, el procedimiento previsto por la CA Es ésta una consec ' d idid «de la mayor parte
nulidad o la ... ' .. / ... reClsa y ecr 1 a d
terminación de ción para hacer valer la nulidad o la terminación de un trata en. una pOSlclOn p . . . d Viena en contra e
los tratados el siguiente: el Estado que invoca un vicio de consentimiento ....... . «del ConferenCIa e '.
bsenel·s eno e a d b'traJ' e obligatorio (la e.x-
motivo reconocido por la Convención como causa de termina ••. . ,/ d ... 'tema· e ar 1
maclO n e un SlS .se . d / en cierto modo, para
o de nulidad debe notificar por escrito su pretensión a las o tema de ius cog ens se aco~ 0, e contribuye a hacer
Partes contratantes del tratado en cuestión (art. 65, párr. 1, y un a consecuencIa qu d l'
able);yes .. 1 iunto de términos ymo a 1-
67, párr.1). Si transcurrido un término que no puede ser inferi tánte.artíficiosotodo e conJun
tres meses -salvo caso de particular urgencia- no son manif rocedimiento descrito.
das objeciones, el Estado puede declarar definitivamente, media
186 BENEDEITO CONFORTI
187
, N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
ORlvIACIOl

Como se ve, las normas de los arts. 65 y ss. de la Conve " efectivamente subsiste es otra cuestión) una de-
80n ,
Viena apuntan a disciplinar la materia de la denuncia de da a un caso concreto en partICular.
dos, En las relaciones entre los países que adhieren a la Co
y aunque en forma limitada a las causas de nulidad y de te
previstas por dicha Convención, el procedimiento de los
ss. sustituye al tradicional acto de denuncia, o sea, a un act
do sin observar formas, términos o modalidades particula das de tratados internacionales.
nos que esta sustitución esté excluida, o no se contemple o s organizaciones internacionales
dimiento en el mismo tratado objeto de la denuncia, dero
la Convención de Viena (v. p. 88 y ss.), Desde el punto de
tico, esta sustitución comporta que cualquiera que sea lla
aplicar el tratado, incluso dentro del Estado que entiende de
de él, nunca podrá considerar verificada una ruptura, nunc o ue los tratados pueden contener no sólo regl~s
considerar eficaz el eventual acto unilateral de la denuncia, ha qb" reglas formales o instrumentales, es . decir,
am len · · d "d
no se satisfagan las condiciones establecidas por los arts. 65 en procedimientos o fuentes de pro UCClOn ,e nor~
por lo tanto, hasta que no se allane cualquier protesta cor 1 ejemplo más importante en esta matena es e
diente a la ruptura misma. oy, e . . d 1 n .que el
, ' 'n internacional: en to os os casos e ,
¿Debe considerarse que los arts. 65 y ss, apuntan a dis IzaclO . ," ' 1 ( ue consti-
'd una organizaClOn mternaclOna Y q
a a ' lantes
también el otro aspecto de la materia que estamos estudiand ) la habilita a emanar decisiones que sean vmcu
la posibilidad de que la causa de nulidad o de terminación se , bros nos hallamos en presencia de .una fuente
s ratemr , d )
vada, con eficacia circunscripta a ese preciso caso concret atado (también llamada fuente de tercer, gra, o. ,
quien debe aplicar el tratado y, en particular, por un juez in examinaremos rápidamente las orgamzaClOnes m-
¿Debe considerarse que en las relaciones entre países que adh importantes que existen y en cad~ caso subraya~e­
la Convención de Viena y cuando se trate de causas previstas '. producir normas .internaCIOnales. Ademas,
cm para· . d '
ta, un juez interno no puede dejar de aplicar un tratado, aun bservación preliminar al respecto. Los Esta ~s, m-
termine su nulidad o su terminación? En definitiva, ¿debe ca oficialmente. se declaran dispuestos a pote~Clar las
rarse que la jurisprudencia interna de los países entre los cu , hoz esenCIalmente
ternacionales, se muestran aun . .
encuentra vigente la Convención está también condenada a la de efectivos poderes vinculantes a estas ?rgam~a­
sis? Nos parece que la respuesta debe ser negativa. Nos pare consecuencia, la propia soberanía. Es Impres lo-
una solución de este tipo debería surgir de una disposición ex , . sólo algunas de
eorganizaeiones eXIstentes, pero d
que no sería correcto extraerla de un sistema, como el de los a algunos casos- disponen de verdadero poder e
y ss., que claramente se preocupa sólo de las controversias en irlodeunmodogeneral, su tarea no ~~tanto pro-
tados y, por así decirlo, de los aspectos diplomáticos de la mat ernacionales sino facilitar la colaboraclOn entre los
que la posibilidad, reconocida por la Convención, de que tal ello se desprende que la actividad de, las orga-
b ros. De , o / t nte se
troversias se prolonguen hasta el infinito, justamente induce a
1uso d e 1a O N,U la máxima orgamzaClOn exis e ,
1 ' ,di e
ner que no es ilegítima in se (el problema de si luego la causa d r lo general en un estadio de escaso va or juri ICO, qu
189
AS INTERNACIONALES
DE LAS NO RM
Organización
188 BENEDEITO CONFORT[ Unidas fue fundada luego d~ la de las
NaCIO'17e~ d habían combatido Naciones

consiste en la simple preparación de proyectos de C011Vei'íf . 1 1 s Esta os que , .d d Unidas


ndla . por o d la disuelta SOCIe a '
luego los Estados miembros son libres de traducir o del Eje y tomó e\lFugarci:co elaboró en 19.451a
jurídicas a través de su ratificación. Otra actividad que ia de San ran.· . te
Gon ferenc f ndadores, SuceslVamen ,
llevan a cabo las organizaciones internacionales es la Gada. por los. ~~tad~~vi~to por el art. 4 de la cadr-
recomendaciones, es decir, de actos con valor de exhortad to de adml slOn P i rnd los Estados el
por ser tales, no vinculan a los Estados a los cuales se en miembros d~ en~,casi to os
esto se produce, repetimos,~nJílleasgenerales.Nofaltan ( <\rte de la orgaUlZaclO n,. '. les a la Asamblea Órganos dela
rt<1considera órganos?rl\~lP:ómitO y . Social, al
P
dones y, como vererrtqs,unejelllplqirrtportante de tales ex ONU

son los poderes vinculantes de las Comunidades Europeas. de Seguri~add, ~l ~on:e{: C~~te Internacional de
istración Fi UClana, órganos, los que tienen una
No debe subestimarse la importancia de la actividad de tasor qretaría. De entreesto.s . d Seguridad Yla Asamblea Consejo de
nes internacionales, aun cuando no se concrete en decisiones vi o
.a.rnentalson el Gons:l e . t por 15 miembros, Seguridad
P?Ieiemplo, la negoci~ciónde acuerdos Fn el seno de las or~anizá sejo de Seguridad esta com~;~s~ados Unidos, Rusia
ternacionalesrs unfeIlórrl.eno en?rUleUlente relevante, no sólo des on permanentes -se .t,r~ta . 162) China, Gran
t~.de vista cua~tftativo, . Entalesinstancias,.los Gobiernos se ven o s . , ".. U "SovletlCa: v. p. , ..."
negociar abiertamente, en un clima que propicia la superación del !~garde.la .. Ulodn . ' •. del llamado "derecho de ::to
gozan a emas . '. •..•.. .: .'. la a.dOpC10n d,e
rismoéstátal: Gracias ala obra de las organizaciones, en' defihitiv~
, •••••••• y.

tla . ' .. ",. . •. .. votO negativO .


tadostiendena consolidarsecadá' véz' más· como instrumentos ~hode impedir oO;:r: carácter procedimental. :os
ción ydesoIidaridad entre los Gobiernos, en el interés de los puebl ¡~\9tl. que no tenga orlaAsamblea y duran dos an.0s
i~mbros sO,n elect%pPetencia limitada ration~ n:atertc¿e
Según lo prescriban los respectivos estatutos, las resoluci f\\lnque.tlene cO'. .' es relativas al [11antenlml~ntj e
las organizaciones internacionales normalmente podrán ser ()\~rnente de, cuestl?n, lConsejo de Segunda es
das por mayoría, incluso calificada. Dado que, por otra parte ~~i~egurid~d interna~~o~:~~:~ ede la Organizació?, tanto
mo veremos más adelante, la mayor parte de los órganos de las ~.J.nayor lmportanCl . . es de su competenCia, com?
n
nizaciones están compuestos por Estados, y dado que, aun en án cia' evidente de las cuestlo dispone de poderes· de' decl- Asamblea

de recomendaciones y no de decisiones vinculantes, los Estad UnOS casos, comO veremos, ¡l e por el contrario, tiene General

quieren someterse a las decisiones de otros, no es raro que se b tes.EnlaAsamb¡e~ Ge;::;:eria: (ya
que en la práctica;
c:iáVástísima r,at
tone toda la Organización) pero caSI
alcanzar la unanimidad. Además, de unos años a esta parte,
ido difundiendo la práctica del consensus, que consiste en apro las competenCias de .dtodos los Estados, Y
rvitl~tllante, •. están t~pr~tett:ns~;oEco116micoy Social Económico y
Consensus Consejo
una resolución sin una votación formal, generalmente con una de
ración (no protestada, sino incluso concertada) del presidente d íg.~alderesho:~r~i~~idos por la Asamb.lea fa~a(tqr:: Social Y
Consejo de
gano que certifica el acuerdo entre los miembros. Esta práctic e~tolJor mlem. rr . . ... de Administración Flduclar~a .: Administración
consensus no merece ser considerada absolutamente positiva, ya é~te.Somo el.Sonse¡o .. o~sisteen. controlar la admlUlsbtia- Fiduciaria

termina por dar contenidos vagos y de compromiso alas resolu tando su funclOn,que e ., ··b rdinados a la Asam ea
.... ' l ' les) estan su o. . . di-
nes de los órganos internacionales. os territonos co oUla . -. . antodeben seguir sus
\.(a rt $ •. 60 y 87 de la Carta) por cu
~r .. *.*
191
'N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
RlvIACIOI

190 BENEDETTO CONFORT! d steriorroente por la Asaro-


s de los Estados, aprloba ,~ POde Principios: v . p. 79); el
Dec araclOn rNUD
arma e1e una I D rroll de estructura
rectivas y, en ciertos casos, su tarea se limita incluso a la p , U idas para e e s ao), d
las NaCIOnes n I gramas nacionales e
de actos (recomendaciones, proyectos de convenciones) lu , I d aprobar os pro ,
ga en espeCia ed proveer Ios fon dos correspondlen-
tados formalmente por la Asamblea (art. 62, párr. 3, yar s por ca d a Esta o, n los programas,
Secretaría Carta). La Secretaría o, mejor dicho, el Secretario General ectos que compone
Cllción de Ios proy , 'almente a los orga-
de ella, que es nombrado por la Asamblea General a pro ' t s entidades, prmclp, 'd
e con fla a o ra d d I s Naciones Uní as
Consejo de Seguridad, es el órgano ejecutivo de laOrgani . el UNICEF (Fon o e a ,
(v. p. 199), " d de las Naciones Untdas pa-
Corte Corte Internacional deJusticia, compuesta por 15 jueces, t' CNUR (Alto ComISIOna o iones Unidas para la En-
Internacional
la función de derimir controversias entre Estados (v. p.4 UNITAR (Instituto de las ~a~l Naciones Unidas para
ción); el UNEP (Progr~m~ e ;;gionales (para Europa,
de Justicia
una función consultiva, ya que puede dar su opinión sobre
cuestión jurídica tanto a la Asamblea General como al Co y las Comisiones EconAonll/c~s Latina Ypara África) del
, t para dmenca
xtrem o o nen e, di d a la cooperación para
Seguridad, o bien a otros órganos conautorización de la / nos e lca os
y SociaL Los orga, cializados (v. p. 199),
(art. 96); sin embargo, estas opiniones no son obligatorias
rdinación con los organt.sm~s :~~:ctoS de acuerdo, reco-
laMes, y ningún órgano está obligado a solicitarlas o ade
unciones de tipo normatIVO P ro funciones operativas
ellas si las ha requerido (v. p. 499 y ss.). I UNCTAD, cuan
es el caso de a d ' tenda técnica, de ayuda,
jecución de programas e aSIS
Órganos El arto 7 de la Carta prevé que pueden establecerse los órganos
subsidiarios so delPNUD.
rios "que se estimen necesarios". Son numerosÍsimos los órganos d
po que se han establecido desde 1945 hasta hoy. Junto a los que ti
blea General, el Consejo Econó-
simpl~ carácter temporario y funciones limitadas en particular a ca Seguridad, la Asa~. . / F' duciaria son órganos
cretas, existe toda una serie de órganos permanentes, creados en s , d AdmllllstraClOn 1 .
1ConsejO e l ' dl'V'lduos que partl-
. 'flca que os III
parte por la Asamblea General y por el Consejo Económico y Social,
Estados. Esto slgm. d ,', /n colegiada son órga-
sempeñan relevantes funciones aun sin estar dotados de poderes vin ' / n de 1a eClSlO
f
en la o. rmaClO 1 l· t d de su propio Esta-
Estos órganos subsidiarios abarcan todos los campos en que operan 'festan a vo un a d
dones Unidas: desde el mantenimiento de la paz (Comisión para el D o Estado Ym.am l. 1 la Corte Internacional e
Comité Especial para las Operaciones para el Mantenimiento de la Pa el Secretano Genera, Y .. id dado. que tanto el
, por 111dIVl nos,
a la protección de los derechos humanos (Comisión para los Derech ganoscompuestos . argos puramente· a
es asumen sus c
manos del Consejo Económico y Social) y la codificación del derecho ralcomo los Juec. d.d· gún Estado Y sin re~
'f 1 volunta e nm /
nacional (Comisión de Derecho Internacional: V. p. 72 Y ss.), Pero sob sin mam estar a. ibi ). strucciones·de ningún
do en el área ~e la cooperación económica se procedió a crear una on la obligación deno recl ur .in
red de órganos d~stinados a promover el desarrollo de los países arras . m etencia ratiblle materiaede
Competencia
rafiol1e
la reducción de las diferencias entre países ricos y países pobres. Para s y, por lo tanto, la cO. p decir indeterl,nina-
ho s por no materhw de las
UNCTAD dar sólo los más importantes: la UNCTAD (Conferencia de las Na n son sumamente am P lo 1 no puede ocuparse Naciones
Unidas sobre Cómercio y Desarrollo); formalmente un órgano subsidiar de os cua es Unidas
fácil indicar los asuntos. d. ompetencias. En este
la Asamblea General, pero estructuralmente una suerte de "organizaci bi to e sus c
ción que los que son o je .2 / rr 7 de la Carta, en
la organización", dado que se compone, a su vez, de una Asamblea, ma del arto , pa ..,. . 1
ta relevante 1a no r .. deben intervemr en os
cual están representados todos los Estados miembros de la ONU, de
cual las Naeiones Umdas no
Consejo, de composición más restringida, de varias Comisiones y de una
cretaría (a la UNCTAD se le debe la preparación de la Carta de Derecho
193
192 BENEDEITO CONFORTI
ORMACI6N
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

asuntos "que son esencialmente de la jurisdicción interna d '1' ..,». v P 513 Y ss.) que sólo se resuel-
n conci latona . . .
tados" (sobre la noción de "jurisdicción interna" de! Estado ción derecomendadones. ,.
y ss.). Tal amplitud e indeterminación en cuanto a sus fine d -e decisiones vinculantes, clasifica-
raros casos ' l
la enumeración del arto 1 de la Carta. De todos modos, y mo fuentes norrnativas previstas por a
ente, ca
como base esta enumeración, pueden identificarse tres gran es Unidas? , Decisiones
tos de competencia de la ONU: e! primero es el mantenimie a a la Asamblea General, un caso muy ~mporta7- vinculantes de
t la Carta es el del art.)7,que atrIbuye a a la Asamblea
paz; el segundo es el desarrollo de las relaciones amistosas
~or . ti los gastos de la Organización propor-
General
Estados "basadas en el respeto al principio de la igualdad
e repar Ir --. - E ro proporcional,
chos y al de la libre determinación de los pueblos"; el terc los Estadosn;uembros, ste repar . - - - -,
cooperación en el campo económico, social, cultural y hum / __de dos tercios de Ios mIembros
por una mayona A
Aun cuando hasta el presente la ONU ha desarrollado activi - t- 18) vincula a todos los Estados. este
es (v. ar . , , d 1 A blea
todos estos ámbitos, puede decirse que en los años inmedi - - bi / 1 de la competencIa e a sam
rse tam len e 1 E
sucesivos al nacimiento de la Organización tuvieron una imp , 'siem re con eficacia·vinculante para os sta-
preponderante los problemas encuadrables en el primero Idlr, d 1Psmodalidades Y los tiempos para conce-
acerca e a o o s bajo dominio colonial. Esta
ámbitos; que entre 1950 y 1960 los resultados mayores se d ncia a los terntono
ron en e! tema de la descolonización y, por lo tanto, enmare e Asamblea General no encuentra su fundamento e~
la _, o _ n debe conSI-
/

el principio de autodeterminación de los pueblos; que luego a normaconsuetudmana que, segu f


fuerzas se concentraron en la cooperación económica y social, or~~do en el seno de las Naciones Unidas (v. Con or-
esperanza de eliminar, o al menos atenuar, las graves desigu
existentes entre los Estados y, por lo tanto, de asegurar a to
Problemas
hombres la misma dignidad y un mejor porvenir; y que hoy, ,d 'n el art 17, encuentra
ésufrag~r los f;st;:'v~;~:lt~e~~~:f~l Estad~ miembro que
del reparto de
caída de! bloque de los países del Este europeo y el fin de la gastoS para el
ca en e arto tas' de dos años completos no tiene derecho a mantenimiento
Fría, aunque todavía se busque la cooperación económica y de la paz
ora de las cuo , " astos de la Organización", re-
vuelve a manifestarse cierto compromiso de la Organización
blea. ¿Qué se entlend~ p~ gse ún el arto 17? Esta cuestión
que respecta al mantenimiento de la paz. amente entre los mlem ros g, Unidas entre 1961 Y
Sin embargo, esta amplitud de fines de la Organización no /' d áti cos en las N aClOnes /
n termmos rama I motivos ciertamente no econo-
rresponde con ninguna clase de poderes vinculantes con resp algunos países se negaron (p~r 1 ONU para el mantenimiento
los Estados miembros. Como ya se ha señalado al hablar de las icos) a sufragar los gastos : a U id (UNEF) en Medio
- , de las NaCIOnes ni as -.
nizaciones internacionales en general, la actividad principal de EmergencIa U id (ONDe) en el Congo, que
ONU es hacer recomendaciones y preparar proyectos de ca Fuerzas de las Nacio~es ni ral: Asamblea General. En ese
nes. Esto es válido, sobre todo, respecto de la Asamblea Ge porcionalmente repartIdos po b 1 UR5S un buen núme-
íses (entre los cuales se canta an a , ,. nía
que, por cierto, no es una asamblea de tipo legislativo, sino más . eialistas Y Fránda) sostuvieron que su ne~atlva te
un foro de discusión, aun de alto nivel y sobre cualquier asunt , s so no tratarse de gastos ordinarios smo extraor-
ICO, tanto por . or ue al menos algu-
corresponda a los objetivos -de la Organización. Por otra parte, nde no previstos por el arto 17, cuant:s~os habían sido toma-
bién el Consejo de Seguridad tiene una serie de competencias (pr habían dado lugar a esos g
ones q u e , '1 Asámblea se atribuía el poder
tas por el cap. VI de la Carta, en los arts. 33-38, que correspond ente y porque, fmalmente, SI a
195
, N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
ORMACI O ,
194 BENEDEITO CONFORT! 'f as radioeléctncas
, sta1es te1egra ic , l' d d
rítimas, aereas, po, 'di lomátícas. En rea 1 a ,
de decidir y luego repartir cualquier tipo de gasto, se terminaría po Ura de lasrelaclOnes p
' el ConseJo,
, paralizado por el
cerle funciones de supergobierno mundial, en evidente oposición a s ode la Guerra na, F das: siones decis,io l1 es
leza de órgano habilitado solamente para discutir y para hacer reco , " en conta as oca
de veto", emltlO d d 1 t 41' otras veces (¡,pero
nes, Esta negativa a contribuir se mantuvo no obstante la condena 'tu ' e ar. ,
los Estados en vir l ' medida de las pre-
de la mayoría de la Asamblea, no obstante la amenaza de recurrir a . , «áar a guna l'
s!) se limito a recome 1 EstadOs permanecieron, 1-
suspender el derecho de voto de los miembros morosos, y no obstan
41y por lo tanto, os luci nes N ° 180 del
nión consultiva del 20-7-1962 de la Corte Internacional de Justicia, t. , ' 1 las Reso UCiO
de la Asamblea (según el arto 96 de la Carta), que fue netamente d r la s, o no (por ejemp o,
1965 que recomen
"daron a todos los
/'
ble a la tesis de los Estados objetantes (v. p. 144). Estos últimos ter 218 de123-11-, al a causa de su pOhti-
por ganar sustancialmente la partida' cuando, para poner fin a la ca la venta d~ armas oa ~ot:~ 7-8-196 3, N° 191, ~el
sia que parecía atentar incluso contra la existenCia de la Organiza las ResoluclOnes N ~o 311 de14-2-1972, que hlcle-
Asamblea (que casi no había mantenido sesiones en 1964 para no t 2 82 de1 23-7-1970
,,
y S d'frica a causa de su
pectO a u a , 1
aplicar el citado arto 19) decidió por unanimidad que los gastos comendaclOn, con, res l' " es con las c,uales e
as rese UCLOn , d
UNEF y la ONUC serían sufragados mediante contribuciones ~olu theid). Entre laspO~ " , 1 Estados en virru
(Res. del 1-9-1965). Sobre toda esta cuestión V. Conforti, p. 257 Yss. di " lncular a os
amente enten 10 v , , d " /n y' no uria mera
s, , 19ó una' eClSIO "d 1
por 10 tanto, promu las Resoluciones N° 23~ e
Decisiones Las dedsiones vinculantes del Consejo de Seguridad están n recordamos ante todo f "adas por varias dlscu-
lrml'
vinculantes del
Consejo de
tas por algunas disposiciones del Capítulo VII de la Carta (ar N° 253 de129·5-196 8 (c~n d S d En la primera.de-
Rodes la e u. ,
Seguridad ss.), titulado" Acción en caso de amenazas a la paz, quebrant ., s) tomadas contra id ndos"·que,la S1tUa-
1va , d 1 "consl era
tos de la paz o actos de agresión" (v. p. 476 Yss.). El núcleo c o de haber afirma o en os ' , za a la paz y que, por
de! Capítulo VII son los arts. 41 y 42, que corresponden, respe . ,del Sud constituía una ame,na " 'oder de decisión
deSla ,. ricio de1prop10 p
mente, a las medidas que no implican y a las que implican uso tendía actuar en eleJeNlc 1 Consejo impuso a los E~-
fuerza contra un Estado aunque sólo haya amenazado la paz. losarts. 39 y41 de laCarta : la resolución se lee: "deCl-
más del arto 42, en virtud del cual el Consejo "puede ejercer" a · de la ONU (en el texto
ci hibi 'o'n de importar y
mbro S b ") la pro 1 lCl ,"
nes bélicas contra un Estado (o incluso dentro de un Estado, c Estados miemb,ros de en.» d ' ""En la segunda deqsLOn,
, ' de Ro eSla.
hizo en 1960-61 en e! Congo) y que, por lo tanto, difícilmente p de y hacia e1.terntono '.,"," la amenaza ala paz y tarn-
encuadrarse como una fuente de normas internacionales (las a constatado la perduraclo~. ~edecididas en 1966 por pa~­
nes pertenecen al dominio del "ser" y no al normativode1 "d a de aplicación de las me. 1 ibros fueron obligados a aplt-
ser"), merece atención aquí e! arto 41. Este artículo prevé las II nos países, 10sE,stados ~le~e.medidas, que iba,n desde
das "sanciones" y encuentra un precedente en e! arto 16 del serie mucho mas. amp la., ex ortación a la mterrup-
Pacto de la Sociedad de las Naciones (recuérdense las sanciones s prohibiciones de l~portac~~~ares y~elegráficas, al cierr~ de
cretadas contra ItaÍia en 1936). comunicaciones aereas, p. . ,una palabra, al alsla-
El arto 41 dice que e! Consejo de Seguridad decide qué medid as ,'1 'ud,ad,anos rodesLOS, etc.; en
eras a OSCl
que no impliquen e! uso de .Ia fuerza, armada deben ser adoptad otal de RodesiadelS~d. , ' udfueronrevocadas por el Con~
por los Estados miembros contra un Estado que amenace o haya vi edídas contra Rodesla del S . 'N0 640 del 21-12-1979,
lado la paz, y entre ellas indica, a título de ejemplo, la interrupci id d mediarite la Resol uclOn
e Segun a
total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones
197
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
RMACI6N
196 BENEDEITO CONFORTI
egar presuntos
l b' , puesto a-en tr
te Estado se la la o _ Francia' Y la Reso-
tras los acuerdos de Lancaster House, con los cuales las , GBretana y a '
S Umdos,a ran __ b' o de las ventas de ar-
conflicto en ese territorio aceptaron poner fin a la guer 9-11-1992, sobre el.e~ arg e estaba librando en
constituir un Gobierno representativo de la mayoría de la . , de la guerra CIVIl que s .
aslon
Debe mencionarse además la Resolución N° 418 del 4-11-
decidió el embargo sobre cualquier provisión de armas al
sudafricano (cfr. también la Resolución N° 591 del 28-11
la especifica).
Tras el fin de la Guerra FrÍá, el Consejo adoptó disti
luoiones en virtud del arto 41. Deben reoordarse algunas
soluciones tomadas contra Irak durante la crisis del Golf
en 1990, para reaccionar frente a la agresión perpetrada
Estado contra Kuwait, con las cuales comenzó a manif . '1' dos de las Naciones Unidas
os especIa Iza ..
renovado compromiso de la ONU en.el ámbito del rnante
, toda una serie de orgam-
de la' paz, del cual hablábamos más arriba: se trata, en parti económico y socIal ~pera , sal como regionaL
la Resolución N° 661 del 6-8-1990, aún en vigor a fines-d d' racter ürnven 1
donales, tanto e ca, 'universales llevan e
que obligó a los Estados a interrumpir cualquier relación anIZaCIOnes
g rO , l'
ortantes'd e 1as o 'Izaciones EspecIa 1-
mica con Irak (embargo) y de la Resolución N° 670 dell5- 'r
ismos EspecIa Iza
dos (u rgan
, ligadas a la ON ,
U
que obliga: a los Estados a prohibir el despegue, el aterriza ,d cuanto' estan 1
iones UnI as, por l' sobre ellas. Por o
sobrevuelo de su territorio a aviones sospechados de viol di . 'n-y contro d
Poder de coor, maclO , rgidas de trata os
mismo embargo. Como se puede ver, en 'el caso de Irak las utonomas, su
de organiZaCIOnes a N . nes Unidas, Y cuyos
das fueron más blandas que las que en su momento se ad e t de las aeto U'
entes de la ar a l m-I'embros de la ON .
contra Rodesia del Sud, ya que se limitaron a las relaciones , id con os ' Acuerdos de
o en general' comcl en , 'alizado y las NacIO- vinculación
micas y no comportaron, por ilo tanto, elaislamiento total d organIsmo especI '( 57
ción entre ca a _ 1 dos organizaCIOnes arto entre
objeto de las medidas, la ONUy los
ce de un acuerdo ~ntre as 01' arte de la ONU, es organismos
las Nadó,n~s UnI~as~ que, s~ciJ y aprobado por ,la especializados
Otras importantes resoluciones relativas a la crisis del Golfo, ent 1 Conse)o EconomlCo y . 'do- de cualqUIer
la Resolucíón N° 678 del 29-11-1990, que autorizÓ el uso de la fuerz e. . h el contenI .
ral (art. 63). Hast,a oy, f ando más o menoS a
traIrak para liberar el territorio kuwaití, no entran en el art.41 de la . .' h Ido con orm . . .
culación se a ven 'da'd de las conven-
y serán examinadas cuando tratemos más específicamente las accíon 1 946 n oportunI -
Consejo de Seguridad para proteger la paz (v. p.484).
pico, fijado en, e T la UNESCO y la FAO,
ad~s por la ONU, con la l~I , mbio de representan-
. é e mterca d
nte: este esquema prev a consultas en caso e
Como ejemplos, se deben 'recordar, también, la Resolución N°
ores, documentoS,·
el recursO
,
'1
servicios téCnICOS, e
del 3D-Se1992, que decretó tanto el embargo de las exportad , , d 1 s respectIvOS
a coordinacIOn e o . l' d de al menoS tomar en
importaciones, cuanto otras sancionesrécoñómiéas contra la Re , eCIa Iza o , '
o del organIsmo esp U Pero la ImportanCia
blica Yugoslava (Serbia"Montetiegro); la Resolución N° 748 , s de la oN , etc.
as recomendacIOne
31-3-1992, qtÍe dispuso la interrupción dehránsito aéreo con Lib
199
ÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
198 BENEDEITO CONFORT! LA FORM ACI
'1 . respecto a los
onsideraciones ana ogas con
de estos acuerdos de vinculación y de la correspondiente atri pueden .~acerse e I PNUD y los organismos especializados.
boraclOn entre e
del calificativo "organismo especializado", radica en especi Funciones
consiguiente aplicabilidad de las normas de la Carta que se N' s Unidas también los organismos espe- normativas de
de los organismos y que los someten al poder de coordi las. aClOne con;endacio nes o preparan proyec- los organismos
eralmente hacen r e c t i v i d a d e n una fase especializad os
control de la ONU, dentro de ciertos límites. Entre estas ., . 17 lo tanto, agotan su a .
deben destacarse el arto 58 que (en coordinación con el arto mo» y, po. . " Sin embargo, en algunos casos
sa relevancia lundlc~. 1 ra los Estados miern-
bilita a la Asamblea y al Consejo Económico y Social a hace / d ., s vincu antes pa .
mayona, ecrsronc d 1 OACI de la OMS, erc.), deC!-
mendaciones "con el objeto de coordinar las normas de ac
ún (como en el caso e a dos o.. manifiestan dentro
las actividades de los organismos especializados" (en el mis . 1 . los Esta os n
tido cfr. también los arts. 62, párr. 1, y 63, párr.2); el arto (\ ha~en vmcu antes ~Ide rechazarlas. Estas decisiones de-
atribuye al Consejo Económico y Social la facultad de solici
penodo su volunta .1 f entes derivadas de trata-
. nte entre as. u
ars e, preclsame , . . de la correspondiente 017-
los organismos "informes periódicos"; y el arto 17, párr, 3,
so, d el tratado constitutiVO
el cual la Asamblea "examinará los presupuestos administr
de los organismos especializados con el fin de hacer recomend Funciones
• . O normativo, los organismos especiali~a- operativas de
a,los organismos correspondientes:'. tas funCIOnes de np . d . nte funciones de ttpo los organismos
Las relaciones entre la ONU y los organismos especiali . 1 forma pre omma ,
también, e me uso en ' d e asistencia técnica, de especializados
fueron poco a poco haciéndose más intensas en el marco , . ' , de programas
eraciones Y e¡ecuclOn ha intensas vinculaciones con .los
cooperación al desarrollo de los países atrasados, articulánd tamos, etc.]. Al respecto, y . / para el desarrollo, partlCU-
la participación de estos organismos enslos programas de as . ONU dedicados a la cooperaclOnd vinculaciones que
191) De todos mo os, son
ciapromovidospor las Naciones Unidas y.dirigidospor ell? el PNUD (v. p. . ' . 's de convenciones que no se
(v; p. 191). Esta participación se efectúa también sobre una re una base eqUItativa, a trave
equitativa yse funda en convenciones específicas celebradas relaciones de dependencia.
el PNUD y dichos organismos especializados. . . , un es uema de los organismos espe-
mos a contmUaclOU q de su estructura Y sus
1. n s notas acerca
Se ha discutido en la doctrina acerca de la naturaleza de los acuerdo existentes (con a gu a que los actos de estas
. n los casos en
vinculación entre la ONU y los organismos especializados. Se han pres en el cual se consigna . b s es decir los actos'
, . 1 1 Estados mrern ro , , .
do dudas, que comparte quien escribe estas líneas, acerca de la posibili ones vincu an a os f tes de normas internaclO-
la utilidad de configurar tales convenciones como verdaderos acuerdos anismo s c1asificables como uen
nacionales, productores de derechos y obligaciones para las partes. N
. rece que se trata más bien de un conjunto de normas que, 'por voluntad
Carta y de los tratados constitutivos de los organismos, van a formar p FAO
integrante de una y de los otros y que se insertan, preCisamente, entre od and Agricultural Organizatio n)
normas que regulan las funciones de los respectivos órganos. Por lo ta
su violación -por parte de los órganos de la ONU o del organismo par bi las actividades del an-
1945 ha absorbido los lenes y . / d d 1905)
pante en el acuerdo de que se trate- no es configurable como un incum en , . d A ricultura (que exrsna es e ,
tituto InternaclO nal e g1b d tre los países que eran
miento de obligaciones contractuales, sino que adquiere relevancia corn
formidad con un tratado ce e ra o en
causa de ilegitimidad de las resoluciones ?e uno u otro de estos órganos (v
201
, N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
AfORMACIO
200 BENEDEITO CONFORTr 'IO
' n una vez aprobados
, tos de convenC. ,
1 DIchos proyec , son comunicados a
. , cría de dos terCIOS,
miembros de aquéL Sus órganos son: la Conferencia, comp a
nCl por may lib de proceder o no a su ra-
un delegado de cada Estado miembro, que se reúne cada do mbros, los cu;~~s s~~ 1 ::ssometerlo s a los órganos
sesión ordinaria; el Consejo, formado por 18 miembros e tienen la o IgaclOn . lazo determinado y de
el seno de la Conferencia y el Director General. Sus funci a ratificarlos dentro de lunr:Solución adoptada (art,
can desde la actividad de investigación e mformación: has ror General acerca de a a se intenta facilitar la
moción y ejecución' de programas. de asistencia técnica y de o puede verse, d,e esta maner ue se deje siempre la
uerdos internacIOnales, aunq " , Por lo
el ámbito de laagriculttira y de la alimentación. . b noa la OrgalllZacIOn.
1 Estado ,m,lem ro ,Y, d d de la OIT como fuente de
gado defmIr la actlVI '~erarque se trata simplemen-
orT 2; OIl(Organización Internacional del Trabajo) acionales, en vez d:, CO~SI as convencionales. Ade-
vidad. de preparacIOn e norm s ecto de un mismo
La Organización Internacional del Trabajo fue constituida do la Organización ap~~eba'darcet:do en términos más
de convenCIOn re ,
tratados de paz que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial un proyecto ,, . ntiene reglamentacIOnes
mO una recomendacIOn que co
dos de Versailles, de Sto Germain Yde Trianon, parte XIII, Tra
Neuilly, parte XII). En el momento de la disolución de la Socie .' ll de la protección de tos tra-
las NaCiones, en 1945, se hicieron necesarias varias modifiéaci acontribu. ido. a.l desa~ro 10 1 b ción de numerosas
h vido . a ce e ra
la constitución de lá 'OIT con el firi de terininar las vinculacio ado que a promo, 'rentré los Estados miern-
la antigua organización mundial y establecer nuevos vínculos s que hoy en día estanen VIgO.
ONU. Las enmi~npas fueron aprobadas por la Conferencia de
y,
treal de 1946 con posterioridad, en 1953 yen 1954.
UNESCO
El órgano de. asamb.lea de la OIT (la Conferencia General , if nd Cultural
(United Nations Educational SClentI IC a
una composición sui generis: cada Estado parti(2ipa en ella con
tro delegados, de los cuales dos representan al Gobierno y los n)
dos, a los empresarios, y. a los trabajadores, respectivamente. romover el desarrollo de los me-
que cada delegado dispone de un voto (art. 4, párr. 1, de la Co ne difundir la cuttur~; P " . distincióri de raza, de
1 1 mstruCcIOnsm
tución, de la Organización), en el seno de la Conferencia pued tivos y e acce,so ,a a '1 ,1 s Estados miembros; ase-
" 'nomlcao SOCia en o ,.
canzarse la mayoría por asociación de categorías Y grupos de de d
n rcron eco "artístico Y cientIfIco, etc.
OlllO
dos polítkamente afines,; en vez de lograrse por acuerdo entr nservación del patnm 1 l cada Estado miem-
'G ral en a cua
Gobiernos. Aunque se debe decir que actualmente la Confer os: la Conferencta ene..,... , de cinco delegados, pero
tiende a tomar sus decisiones por consenso, como en general es e hacerse representar por n~ ~~s t 'va compuesto de 18
de un solo voto; el Como ité [ecu 1 , , .
práctiéa de los órganos internacionales (v. p. 188). Sus otros órga ' la Secretarta.
son el Consejo de Administración, de composición más restringida elegidos por la Conf erenCla, y " . 1 UNESCO, así
, es preparados por a
la Oficina Internacional del Trabajo, con funciones de secretar oyectos de. conven.cIOn. metíid os d en t.
ro ·deundeterm ..inad.o
compuesta por funcionarios a cargo de un Director General. de la orr, debenser so . d 'ando siempre a salvo
los órganos estatales competentes, el
Las funciones más importantes. de la OIT consisten en hacer re
mendadones y preparar proyectos de convenciones multilaterales
203
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
202 BENEDEITO CONFORTI LA FORMACI ÓN
nveneiones multilaterales). Según el
la libertad del Estado miembro de proceder o no a su ratifi rar proyecto~ d~ co r mayoría de dos tercios la Asam-
(art. 4, NQ 4., del Tratado Constitutivo), erdo constitutIVO, po f a procedi-
" 1 titos" en lo que se re rere
omulgar reg ame d 1 'deml'as y a la nomencla-
. 1 d'f "n e as epI
prevemr a. 1, US.lO mortales o de características de
OACI 4. OACI (Organización de la Aviación Civil Internacional) meda~es, epldemlCasi:hos reglamentos entran en vigor
rmaceutiCOS, ere. D . , de aquellos que comu-
aíses miembros, a excepclOn
Respecto de este organismo especializado (estructurado a sp , do determinado (art. 22).
madamente como los otros, con una Asamblea, donde cada nso de~tro ~,e un per~? 1 de la Salud ha desarrollado Y
miembro tiene un voto, un Consejo, compuesto de 21 Estados la OrgamzaClOn Mun la , , .
, . t nsa labor de asistenCIa tecmca.
dos por la Asamblea sobre la base tanto de la importancia unam e
campo de los transportes aéreos como de la representatividad
diversas áreas geográficas del mundo, y un Secretario Genera OMI
, "Marl'tima
nlzaClO n Internacional)
necesario destacar sobre todo sus poderes, que surgen de 10 dis
ro en los arts. 37,54, inc. 1, y 90 del acuerdo constitutivo. Est . ornbre de OMCI, luego transforma-
tículos autorizan al Consejo de la organización a promulgar, da en 1957 (con el n d los problemas relativos a
anexos a la Convención constitutiva, toda una serie de dispo a partir de 1982) y s~ ocupa, ,e i bien hace recomen-
fi " . d 1 tráflco mantlmO, s ,
nes (denominadas standards internacionales o prácticas recom y e lClenCia e , "esp'ecto de los cuales m
t s de convenClOn r
das) relativas al tráfico aéreo, que van desde los sistemas de repara proyec o, ' , d los Estados miembros de so-
, nicación a las señales en tierra, a las características de las zon , revista la obhgaclOn e ..',
P, p'e tentespara la ratiflcaclOn.
aterrizaje, etc. Estos anexos, adoptados por mayoría de dos terc s organos com
entran en vigor para todos los Estados miembros tres meses desp
rru,WMO,
de ser adoptados (o bien después de un período más largo que e , , ) . 8) WMO (World
, na,
1 TelecommunicatlOn Umon , UPU
tualmente fuera prescripto por el mismo Consejo), si en ese lap rnatlO . ) . 9) UPU (Universal Postal Union)
mayoría de los Estados miembros no notificara su propia desa al Orgamz atlOn ,
bación. ados (o bien se insertaron en or-
Queda claro que en este caso nos encontramos frente a una ve s organismos fueron cref 'l'ento) desde hace alre-
, '1 aen unClOnam
dera fuente de normas internacionales, por tratarse de actos que mternaCl0na es y . d " contribución a la
li do una ecrsrva
culan a todos los Estados miembros, incluso a los disidentes. siglo. Han rea Iza 1 s sectores de su respec-
de las actividades estatales ~~ °de'textos'de convencio-
, ' d la preparaclO n
neta a traves e " Mientras ue los reglamen-
OMS 5. OMS (Organización Mundial de la Salud) ádopción de "reglamentos,' 1 al ~stado miembro
W M O y de laUPU no vincu an 1'" t 22 26 de
' d f '1 t 8 y os ar s. -
temente de su volunta (c r, e arr. 1 d la HU
La Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo principa , ' ') 1 s reg amentoS e
'vos Tratados constitUtiVOS, o , . ' n es) a
consiste en que todos los pueblos obtengan el nivel de salud más alt " d las radlOcomunlCaclO ,
posible, también dispone de un cierto poder vinculante con respec s telegráfico, telefonlco Y . e d radas por medio de la
las nuevas normas estatutanas a op
a los Estados miembros (además del poder de hacer recomendaci
204
BENEDEITO CONFORTI
LArOR lvIACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 205
Convención de Nairobi de 1982 (hecha ejecutiva en Italia me
la Ley del 9-5-1986 [Argentina la ratificó el 2-2-1987, aprob el caso de los llamados stand-by agreementss b~j?
a e:diciones que se fijan en cada oportunidad Las dlt-
Ley N° 23.478 del 31-10-1986]), Son aprobados por mayoría
culan.a los Estados miembros, porque se consic!era que Son o d ieren en la moneda nacional del Esta o que as
se a qUle, , d un eríodo que varía entre
d
del estatuto de la organización y que tienen fuerza de tratad ser restituidas dentro e p , , fii d
nacional. En especial, el reglamento de las radiocomunicacion contra 1a misma ' . moneda.
. Las condiciones, , IJ.a as
se actualiza peri~dicamente, es un acta muy importante, por rs,el Fon. d" o son o biJeto de una Carta de 111te.11c.l.on s.us-1
ta de reglamentar y coordinarel uso de las frecuencias de ra presentante' d e1 Estado solicitante (generalmente.,d e
la órbita geoestacionaria (v. p. 36,9 y ss.) .. 'C'" t'ra'1 o el Ministro de Finanzas) y pue en
1 Banco en . , 1 d sa-
" 1 . dopc.ió.n. de.precisos planes naciona es e
len en a a. . ... iurídi . stas Car-
" Es difícil encuadrar [un tcamente e .
FMI, BIRF, nomlco.. . '. d ponerse es
CFr,Aro 10) FMI (Fondo Monetario Internacional); 11) BIRF (Banco Inr "n' una tesis que nos parece que pue e pro
cional de Reconstrucció ll.YI:omeIlt(»); .12) ,CFI(Corporacióq F d:a~uerdos ell forma simplificada (v, p. 98 y ss.),
ciera Internacional); 13) ADI (Asociación para el Desarrollo Int
cioníll) .
arilcterísücas d~ est~
.
q~e
libi el examen de los muchos eintere.-
I ro . .' ión ha siclo objetada
de la vid~ del Fondo, uniqr~~~lzf:~I:anpartede él eitlduso
El Fondo Monetario. Internacional y el Banco Internacio desarrollo, los que, no o stan"., -, . • . " del Fondo en
I '., 'It'rrtosaños una ampha mtervencion , , .
Reconstrucción. y Fpmento fueron creados en 1944 en virtud ado enosu 1 . . • ..•.. '" . , id z de'lascondlclOnespata
acuerdos de Bretton Woods. arácterizada por una menor ngu e . res ectaala ponde-
Órganos principales del ¡Fondo: el C011Sejo de Gobernadores lospréstamos':~~:~~~¡ot~~t~:~~~n;~:res,Pcomo en lo rela-
es el órgano deliberativo de la Organización, está compuesto po tos. en
." d di . el seno.. e.. . de . dific
lbs Esta os en I ICU Itades (ambas situa.
, ,cienes,
Gobernador y por un suplente nombrados por cada Estado mie Ion e".IVlsas a . L
·1' . tade capitai suscnp , ' tal la Organización esta
y delibera, no sobre la ba~~ del principio "un Estado/un voto" ya se.VIO, aac.uO b.· f
nera que ene ICla
sobre todo a los países ricos. Estos
. . . , l
según mayorías correspondientes a la entidad delas Cuotas de ca e.una. ma h te a los avatares monetarios internaciona es, ,
culan estrec amen " r el abandono del patron
suscriptas y, por lo. tanto, Con el peso determinante de los paíse " d 1971 ue se caractenzo po ,
an cnsis e ' 'q1 cual preclsamen ' t e , había sido concebido
CQS en general, y de Estados Unidos en Píl.rticular, cUya Cl;lota es
cho,mayor que todi-l s las otras; el Consejo de Adminis~ración (E.
de referencia segun e , a recordar que el Est.. atu. to
d N r mitaremos aqui a re . ....
í

.ÓcÓ. ••

retto,?- Woo •s. . OS}, '. '.. virtud de la primera, que en-
Funciones del tiv.e Board), con funciones ejecutiv.as; el Director General. rió dos importantes e~mle~da~e~:chos Especiales.de Giro.. una
Fondo El Fondo. se propone promover la cooperación monetaria ínter en~9,69,~ueroIl ~dos crea oSs' ueden obtener, siempre .en rela-
Monetario
cional, la estabilidad de los tipos de cambi()l el equilibrio de los o~ed~ F~ndo ~~e}os
del
P
E t no es"directamente utilizable pero
d~ c~pltal uscr.l~.:
Internacional
versos balance.s de Pil .etc., y dispone, p¡1ra akat;lzar tales obi tal'qu. e .... u.n.amo..ne.cI.a..' cor.ri.e..n·.·.te en los pa-
a obtener e eqUlva ente aé
ota SI'
. , ... , ' , 'Imente
vos, ,de,.un capital su to pro ,quotq por los Estados miemb l ...¡'I .'1 .. de los Derechos Especiales de Giro, uncia
Cuando tienenne~esidad de obtener divisa extraJ;1je.ril para afro a.es;.e. hva.o.d. r .... 'n do' en. ".
re lacion
"'·'un··a"'canasta".de.cinco
'aloro, es oy e. t~rml a
a
' .. ' ,. ue se efectúa cada cinco
desequilibrios en su balance de pagos, los Estéldos miembros pue d ún una esnmacion q
ue·corresp.o.n en, seg .' ( .ahora dólar marco,libra
recurrir a las reserVíls del Fondo, siempre dentro de ciertos U xportaciones por , ,
que se relacionan C.011 la cuota au« haY(ln su~criPto, según reglas pr
países c.on mayores e. '. d 'da q'ue entró en vig.or en
' ) La segun a enmien ,
anco frances y yen. .' tit a los países en dificul-
entó las posibilidades del Fondo para asís •.
207
. E LAS NORlvlAS INTERNACIONALES
ACION D 1
. bros en as
206 BENEDEITO CONFORT! d 1 EstadOs mlem .
tiene cada uno e os d liberante de la org a-
tades, introdujo innovaciones en la estructura de la organizac en este caso el órganod e está controlado.
o, G b rna ores,
presentó una serie de modificaciones de carácter más estricta Consejo de o e 'ses de la OPEP, que ,
s
rio, que se habían hecho necesarias luego de la crisis de 1971: arrollo (entre ell.os'llo 'pla)1 que disponen cielas
Ita sOcia,. ·d·
sas, esta enmienda sancionó la abrogación del sistema de pari quintoS del cap ;. 'Por ro tanto, se ICe
verificada en los hechos, sobre la base del cual cada Estado mi optar deCISIOnes. . d 1 "n,uevo
para a d . b' el signo e
obligación de fijar oficialmente la propia paridad monetaria e organización p.aclda, )aJo. o no deberíamos ser
oro (o de dólares, entonces convertibles en oro) y de imponerla " ( p 315 , per .. .
ernaciona1 v.' 11 a cabo sus operaclO -
cienes de cambio efectuadas en el propio territorio, manteniend ara evar . de
. pensamos que, P . 1 contribucIOnes
una fluctuación del 1 % en más o en menos. l. debe recurnr a aS
Para una exposición clara y suficiente de la materia véase,
o slempre
Comba, Ilneo !iberismo ilttemaziollale, Milá~, 1987, p. 43 Yss.
ros más ricos.
01PI
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento ti . 1de la Propiedad Intelectual)
. . , n InternacIo na
table capital suscripto por los Estados miembros (además, IZaClO 1
. dad intelectua
tener capitales mediante la emisión de obligaciones) y su es roblemas de la prople 1 Unio-
sistemas, de votaciÓn~on sünílares a los del Fondo Monetar ocupa de 1os p . , ministrativa entre as
jetivo principal es la concesión de préstamos a los Estados gur a la cooperacIOn lon
ad P , de 1883 sobre Pro-
., de ans . .
(o bien al sector privad¿, pero cap. garantía de restitucióp.. n este sector (Un 86 sobre Propiedad ~iterana
nión de Berna de 18 . les proporcIOnando
tado miembro) para realizar inversiones productivas, a un dos internacIo na ,
interés variable, entre otros. criterios, según el grado de desa ipa en acuer
egal a los Estados, etc.
lativo del Estado miembro interesado. Existen otros dos or
especializados ton tareas similares que están afiliados al B ONUDI
Corporación Financiera Internacional y la Asociación Inter
para el Desarrollo.

/ subsidiario de la Asam- ,
FIDA 14.'FIDA (Fondo Internacipnal para el Desarrollo Agrícola) era considerado un orga:oda en un organismo e: pe-
ONU fue transform 197·9 que entro en
de 1a ' 1 brado en ' . d
, EíFondo Interna~ional para, él Desarrollo Ágrícola, cuyo t . rud de un tratado ce e
Vlr .d
A
una sam,
blea un ConsejO e
d'
constituti.~o se 'remonta a '1977, es también un ente financiero .E
stá constitul a por
..
. 'pales na son e tl})O
S· t reas prlUCl
p.ío}cional, 'destinado' a ~op.~ril:>uir <]J desarrollo de la agricultur Y
una Secretaría. us a
rogram as y
estudios y hace reco-
, d 1 aí-
los países pobres o dé#cits alimentarios notables, por medo nque promueve p d 1 industrializaóon e .05 P .
ayudas pero princ' ente de préstamos., Si bien su estructur ·bre los problemas e da . proporcionar aSlstenCI~
O . . (eClr, . l'
pia la del Fondo netario Internacional y del Banco Internac 0110) sino operatiVO es de las innovacionestecno ogl-
de Reconstrucción y Fomento (Consejo de Gobernadores, Ca esoramiento en el tema
de Administración, Presidente del Consejo de Administració
FIDAse contrapone claramente a estas organizaciones en lo
208
BENEDEno CONFORT!
209
OlEA AsNOR M AS INTERNACIONALES
Debe mencionarse aquí también el OIEA (Organis
d' "como un siste-
e esta blecio
Energía Atómica), que promueve el desarrollo y la dif cto An mo s, ' , Latino Americana
nes pacíficas de la energía atómica, El OIEA no tiene 1 de la ASOClaClO El Acuerdo de
nísrno especializado por cuanto tiene lazos tanto con 'deo e 1n960
n, 1
Montevl , d 1987. En reemp azo
el Consejo de Seguridad en raZÓn de los aSUntos de 1 1 d Q Uito e "
toco ' d e Integración
' o' , eInteramencana
como los organismos especializados, con la Asamblea oClaClOn
ca y Social. Sin embargo, ha celebrado un acuerdo d
Naciones Unidas en 1957, que 10 coloca en una situaci de libre comercio sobre
al' una zon,a ser implementa-
cho de la de los organismos especializados del sistema d es automáticas para

ara la integración gradual


ado marco, p , puesta por una
. omicas, com ,
ncias econ , nal (con parti-
d de alcance regio , 1
01' acuer os d d alcance parcia
XVII. Continuación acuer os e 1
mbros) y p,or b ) cuerdos de comp e-
Estados rmern ros , a

991 celebrado entre Ar-


26 de marzo de 1 " tema de integra-
C) Las Comunidades Europeas ' 'otro SIS
ay, se constituyo 'd Común del Sur
" d n Merca o
ormaClOn e u , parado al sistema
Las tres Comunidades Europeas (la Comunida entra mcor E)
'anal se encu " Económica (AC .
minada Comunidad Económica Europea hasta 1 de ComplementaclOn 'nl'cos órganos de
' bl ' on como u .
dad Europea del Carbón y del Acero y la Comun se esta ecier d Común, Dü-
G o Merca o
la Energía Atómica, llamada EURATOM) son las omún y un rup
el compromiso
' d e armonizar
internacionales dotadas de mayores poderes de deci s asumen 1 fortalecimiento del
Para lograr e , " 1
los Estados que forman parte de ellas. Los actos de 1 ntes,
. " del peno , d o de transrcion os
Europeas no se limitan a recomendar (aunque sie ínaliaáción lib ción comercial, un
de lera ,
figura de la recomendación, como ya veremos) sino e un progra~~ d troversias y clausu-
ema de solución e con
los destinatarios. Las Comunidades Europeas repres
tanto, el ejemplo más notable de las fuentes de norm
nales derivadas de tratados. . '.

En los tratados comunitarios se ha inspirado el Pacto An '. r anizaciones diferen- CECA,CE


por algunos Estados latinoamericanos, más pre~isamente p
ólo constituyen o g
bi f ron crea as e
d n momen- y EURATOM

lombia, Ecuador, Perú y VeneZuela. El Pacto, que fue rno . ; que tam le~ ue E la EURATOM en
ces (para lá última versión v: ILM, 1989, p, 1169 y ss.); e n 1,951, en Par, IS; l,a C y on doce Estados:
' . t gra d as p .
áduanera entre los Estados contratantes y, Como las Común] e Roma. Estan In e . ' Italia, Luxem-
' ,(B' 1 'aFranCla, ,
también tiene objetivos de integración económica. Los ór rinciplO' e gIC, , ) los otros (Ingla-
Andino son similares a los órganos comunitarios, pero están d bUca Federal Alemana y 1) adhirieron
. España y<Portuga
a, GreCIa,
210
BENEDEITO CONFORTI

ACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 211


posteriormente. Si bien son entidades diferentes y separa
munidades actúan a través de órganos comunes (los órg o revalece sustancialmente la ,regla
portantes, el Consejo y la Comisión, fueron unificados omumdades, ' p En cuanto a los asuntos mter-
tratado celebrado por los países miembros el 8-4-1965, votaclO~es'll'
las se
no va mas a a de la simple coordinación de
vigor en 1967). Por otra parte, cualquier órgano Común
para una Comunidad como para otra.
. , d d la más importante. La Objetivos
Se han introducido modificaciones· de cierta relevanci des, la CE es sin u a o 1 . la CECA tie- de las
tados constitutivos, a través de dos acuerdos denomi son organizaciones sectona es., Iitnitado al Comunidades
" n mercado comun I
er en pra~tlca ,u d
Europeas
Única Europea" (firmada en Luxemburgo en enero de 1 ición de las barreras
(1 ue Implica esapar
tró en vigor ello de julio de 1987) y "Tratado de la Unió o q , partición racional de la pro-
(firmado en Maastricht en febrero de 1992, que entró en n, de los preCIOS, re o d lograr un mercado
I EURATOM tren e a ,
de noviembre de 1993). Estos acuerdos representan una s ez, a , I roducción de energla
compromiso respecto del proyecto de Unión Europea, a equipamientos pa~~ ~~ la CE en cambio, se
'fo Con la creacron , ,
1984 por el Parlamento Europeo, pero rechazado por los acr ICOS.
'/ involucra to divida
a a económICO-SO-
'1
de los países miembros por estar claramente inspirado en aeion que I tado constitutivo de a
federalistas. De algún modo, el Acta Única y el Tratado miembros. En efecto, e ~ra, Europeo) prevé la
tricht han intentado reforzar y extender la integración enr le decir, del Mercado d o~:~ón aduanera", que
dos miembros. En especial, el Tratado de Maastricht ha e mercaderías (la llama a neras entre los Esta-
' " d las barreras a d ua
la "Unión Europea ", que, como dice el arto A del Trata o parieron e ' o t de tanif as aduaneras comunes
principalmente sobre las tres Comunidades preexistentes y el estableclmlen o 1 ' , aduanera contrasta
' ral a umon
en las acciones comunes en materia de política exterior, así s paises: en gene , , I mente en la desa-
' " que consiste so a ,
la cooperación entre los Estados miembros en materias d re comercro , d iembros); la li-
tre los Esta os m ,
de asuntos internos (orden público, inmigración provenien ras aduaneras en , 1 ción de los trabajado-
(lib t d de crrcu a
ses extracomunitarios, etc.). En verdad, las normas más im ersonas I er a d E tado miembro de
. iud dano e un s ,
del Tratado de Maastricht y de la Unión Europea son aqu alqUler
' 'd cm a
Iquier otro s E tado miembro); la li-
modifican los Tratados Comunitarios, en particular, el Trat ntono e c~a, , de realizar prestaciones pro-
Comunidad Económica Europea (a la que, como ya se dijo, s e servicios (poslblhdad '1 omercial etc., de un
el nombre de "Comunidad Europea" en Maastricht). Entre ades de carácte~ indu~t:la deecapitales: Además de
modificaciones, las más significativas son el fortalecimient troj y la libre clrculaclOn 1 1 Tratado de Roma
ib d fundamenta es, e
función del Parlamento -dentro de ciertos límites_; la creac atro li erta es , 's tendientes a asegu-
l / s comunttano
una "ciudadanía europea", que sin embargo tiene un valor m nes de os organo fii los principios genera-
bólico que práctico; y la constitución -en etapas sucesivas_ etencia (los arts. 85 y ss. ,I¡an ) a llevar a cabo una
d as antztrus t ;
unión económica y monetaria, caracterizada por un Banco las llama as norm Iítica común de los
38 ss ). una po I I
común yun moneda común, entre otras cosas. En 10 refere común (art. y., I " n de ayudas e in-
) lamentar e regime , I
política exterior, el Consejo Europeo decide las acciones ca 74 y ss. ; a reg ' d e seguridad socia;
las cuestiones
éste es el órgano de la Unión (v. p. 215 ) en el que, a diferen presas; a normar t rceros países, etc. Por
relaciones comerciales c~n e tantes las competen-
son además sumamente Impar
213
MAS INTERNACIONALES
CIóN DE LAS NOR
212 BENEDETIO CONFORTI
, 1 el principio de que
ínculo federal, enle~~::~~~ internO (v. p. 310).
cias atribuidas a los órganos comunitarios a fin de aseg eva1ece sobre e , 1 menoS en el
nización de las legislaciones de los Estados miembros ( id d su conjunto, a 1
mum a es en '. ' s in.ternacionaes,
del Tratado). A su vez, el Acta Única Europea y el Trat , d rgamzaClO ne 1
siguen SIen o o id rse que degradan a
tricht extendieron las competencias comunitarias (o de conSI . era
as y no pue , la en simple .auto~
competencias ya afirmadas en la práctica).a otros sect , b h sta convertir . . ,
s mje.m ros .\' cia comunitarIa.
plo, al sector de la investigación y el desarrollo tecno , de competen
uellas materras, el hecho de que incluso
protección del medio ambiente; al de la política econ inión aquísostemda . ·.laCE ya un e n
taria, al de la cultura, etc., y además fijaron el establee las Comunidades E~r~pe~S:r de d:cisión, co-
tivo del m~rcado único, o sea, la definitiva puesta en p egrac¡ión, el centr~. e, po~ nacionales .(lo que
previsiones del Tratado. os en los EJecutlv
verem '., "ternaciona,les)¡
.Debe señalarse que la mayor parte de las normas del las organIZaCIOnes In .'
~a· . .
son elásticas, genéricas y programáticas: estas normas p
formarse en letra muerta si los órganos comunitarios n
ponerlas en práctica por medio de sus propias acciones. Órganos
id des los órganos (o \ "ins-
.
ción de los órganos comunitarios depende, en gran medi ComunI a , 1 or- de las
uctura d e 1as .. son comunes a as tres Comunidades
luqtaQ política dé los Estados miembros para avanzar e les que, como se dIJo" 1 Asamblea (o Parla- Europeas
ción económica. ,
a ComISlOn, ' " el ConseJo, a .
Se sigue discutiendo acerca de la.naturaleza jurídica d
Naturaleza
de las
la Corte de JustiIC· ia
difusión, tomaba e1 Comisión
nidades europeas y, en particular, si se trata de verdaderas. ue en la CECA, antes· .e auesto por individuos
Comunidades
Europeas ciones internacionales -o sea, de organizaciones de Estqd . órgano comp
, ..' " . .
toridad) es u n ¡ to las personas que
nps cuyos poderes se originan en el derecho internacil d Por o tan ,. .
no por Esta os. 1 no reciben ms-
precisamente, en sus respectivos tratados constitutivos- título persona, . d
no lo hacen a . , 1 1 obligación. e no
de ernbriones o fragmentos de un Estado federal, que se c , n InC uso a
, .gobierno Y tiene . , de un órgano
por erosionar las soberanías es.tatales en las.materias de co gun La presenCIa
nes. de. gobierno alguno. " 1 comunidades de
dif enCla a as ,
comunitaria. Sin duda, las Comunidades presentan elemen o elemento que I ere N iones Unidas, orgams-
se encuentran en ninguna otra. orga,nización internacional, .' , 1 s ( aCIO 1
ciones internaClOna e 'anos que detentan os
mo los amplios poderes de decisión atribuidos. a sus órgan s etc.), en las cuales los org om'puestos por Esta-
pacidad de .sustituir a los Estados miembros en lo que res , 1 'rganos c
s sou,ge nera ment~ o mponen el. órgano
reglamentación de una serie de relaciones que se desarrolla' 'f" . que los ind.ivlduos que co , s Para des-
terior de cada Estado; la existencia de una Corte de Justici I sea . en sus instrucclOne . ,1
¡os Estados Y sIgU ,d des Europeas no so o
.da a controlar la conformidad .de los comportamientos de 1 , di e que las Comum a . .
cla, se, ~c 'ranacl0nales.
sup
nos y de. los Estados miembros con sus tratados constitutiv cionales, sino ademas,C , " n es el órgano de de-
Sin duda, tal como aparecen delineados en los tratados const . . ECA la omISIO
q ue, en la C 1
, d los casos para pro-
r parte e .
de las Comunidades, pero más aÚn como Se han venido af 'competente en a mayo, constituyen la llama-
.t anto en la práctica comunitaria como interna de los Estados como veremos, .
culantes, los que, .
bros, hay algunos principios de derecho comunitario que c
215
ACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

214 BENEDETTO CONFORT!


El Acuerdo de Luxemburgo no
burgo de 1966). 1A Única Europea
da "legislación comunitaria"; mientras que el Cons o tanto e cta , .
rmalmente, per d alcance al insistir
compuesto por los Estados miembros) tiene sólo po , h h atenua o su , ,
MaastrtC t .an d t r numerosas deci-
vos. En cambio, en la CE (como así también en la E ayoría calificada para a op a
está estructurada de idéntica manera que la CE), la re
tida: el órgano efectivamente deliberativo es el Canse
mente, la Comisión sólo tiene poderes ejecutivos y de i
lo tanto, con la CE (que es posterior, como ya se vio, a
poderes de decisión vuelven a manos de los Estados, q
órgano compuesto por individuos. Dado que los in
componen la Comisión, por .ser independierttes de los E
bros, buscan -o se supone que deben buscar- los i
Comunidades y no los de cada Estado miembro en par
este punto de vista, la CE representa una cierta regresión
la CECA, desde el punto de vista de la supranacionalida
parte, esto está equilibrado por el hecho de que atribuir
poderes de decisión aun grupo de individuos no pue
asombrar, o mejor dicho, esta atribución sólo puede ser
da con facilidad en el caso de una organización sectorial
como es el caso, justamente, de la CECA.
La Comisión es nombrada de común acuerdo entre I
miembros.
Consejo El Consejo es el órgano en el cual están representados I
tados miembros, el cual es presidido por turno por cada
miembros cada seis meses; generalmente forman parte d
vez; los ministros competentes en las cuestiones del orden
Relaciones Exteriores, de Agricultura, de 'Finanzas, de 1
etc.). Como ya se dijo, en la CECA el Consejo tiene princi
funciones consultivas; en la CE, en cambio, produce los a
importantes de la legislación comunitaria, en algunos ám
colaboración con el Parlamento Europeo. Además, si bien, e
de las normas 'del Tratado, el Consejo debe decidir a veces
nimidad y a veces por mayoría simple o calificada, existe un
celebrado entre los Estados miembros para poner fin a la gr
de la Comunidad provocada por De Gaulle en los años sese
compromete a los Estados a realizar todos los esfuerzos neces
fin de que las decisiones delCortsejo sean tomadas por unanim
217
LAS NORMAS ll"HERNAClONALES
216 BENEDETIO CONFORT! 06NDE
, t O del Tratado de Maas-
/ Europea \ar .
,IOn
ración y de codecisión, que fueron introducidos por
Europea y por el Tratado de Maastricht, respectiva la forma-
" ' / d 1 Parlamento en ,
do con el procedimiento de cooperación (el cual, d P artlC1paClO n e 1 fragmentaria e m-
, d ía resu ta 1
unitaria ro av
tricht, se aplica dentro de la CE, arto 189 C del Trata 'el ra en ca nJ'unto, tanto e
legislación comunitaria referida a ciertos sectores de r si se los cons: e d "/n no merecen
,,/ el de ca eClSIO ., /
aclon cuanto , ' / de ingemena
portancia, como por ejemplo, el del transporte, el Fa , ba]osa aCClO n
ropeo, el de la formación profesional, el de la inve trata de una tra 1 r ahora bastan-
. un pape po
ciertos aspectos-, el del medio ambiente -en ciertos na al Parlamento Gobiernos. Esto queda
de la cooperación con el desarrollo), la última palabra desconfianza de los , que pueda llegar
ne el Consejo. Si en el Consejo hay unanimidad, puede ha de que el parlame~to'aalUqnuier acto de legis-
do asi cu ,
to éomunitario, incluso en contra de la opinión del Par vista, b1oquean . gas pourparlers Y na-
lo tras lar /
esto sólo puede darse en un segundo momento, una ve 010 pue d e. h acer 'Agréguese, ademas,
1 ConseJo.
mento se haya expresado y se hayan examinado las eve el Parlamento y : uedan exduidos de am-
ficaciones propuestas por el Parlamento. De acuerdo ca ital importanCIa que q d política agríco-
amo por ejemplo, los temas e
miento de codedsión ~que, en el,ámbito de la CE (ar
Tratado) se aplica ta~bié~ a sectores importantes, com ialcomún.
plo, el de l~.libre cir~ulación de las personas, del libre es , 'do elegido por sufragio
to y de la libre prestación de servicios-, el Parlamento . E o aun slen 1
arlamento urape,.. ' 1 farmacia n d e os ac-
, . /' ma parte en a , 1
quearla acción del Consejo y rechazar los actos 1 t 'C l"p'eeh una mlm , , ," 'sobre los cua es
l " / mumtana \
adoptados por el Consejo, en virtud del mencionado pr llamada "leglslaClOn ca 'ncia de este argano
, 'f que la prese
de la cadecisión, y de acuerdo con una decisión adoptada evemente); no slgm ica d'nario. Este alcance apa-
i ance extra or l 1 que
ría absoluta de sus miembros. Este procedimiento es bas s carezca d e un a e id des Europeas como o
um
plicado, ya que se desarrolla a través de distintas etapas t se considera a las Com a e sofisticadas. En efecto,
qu
lograr un acuerdo entre el' Parlamento y el Consejo, inel zacio l1es internacionales, aun un órgano compuesto
d
, cian internacional consta fe , niversal Y directO.
eventual intervención de un Comité de Conciliación com Iza id or su raglq tI
los pueblos, elegl os P sentir directamente, e
miembros del Consejo o por sus representantes, por una p blos se h ace , ' d
izacian la voz de los pue '/ la idea original expresa a
el mismo número de representantes del Parlamento, por ot 'es Unidas (donde, segun f' / la Sociedad de las
Además deilos poderes que le otorgan estos procedimie aclOn , d se ormo
eamericano W¡\so~ cuan o reserÍtantes de los pueblos
cooperación y de la ca decisión, también hay que mencion Guerra MundIal, los rep "de los Gobiernos)
era '1 resentantes ,
de veto de que dispone el Parlamento europeo tanto en do sentarse junto a os :~p 'ter'lor o 'sea, los arganOS
Acta Única Europeaéuanto del Tratado de Maastricht. Es 1 ohtlca e x , "
s encargados d e a p , i son lbs únicos protago-
de veto se aplica a una serie de actos que, por su parte, sól oderes Eiécudvos naclo~: es I dé discusian en el se-
, / ' tamblen d,e a
adoptarse según una "opinión uniforme". Entre estos actos a fase de votaClO n sine emo s decir con esto que
E s palabras, quer '1 marca
yen los que determinan acuerdos de asociación (arts: 228 tos O ' rganoS, n otra, 'f' d Y ere d'b'l'dad 1 1l
sise o en '
Tratado CE), los acuerdos de cooperación que crean instan dquiete sigm ica o la "democratIza-
uropeo a , d 1 ue podría llamarse
tucionales (art. 228 del Tratado CE) Y los acuerdos de adhesi asas tentativas e o q
219
ORMAS INTERNACIONALES
CIÓNDE LAS N
218 BENEDETIO CONFORTI
4 del Tratado CECA, que pr~vé
ente es el ~~t. 1 las recomendaciones (y solo
ción de las organizaciones internacionales", En cambio, si n las declslones.y 'f 'son puram.e. nte
Las dI erenclas
una posición federalista; si se quiere entender a las Comuni o vinculante ) , . 14 1 CECA siempre
comp un fenómeno de tipo federal, aunque en estado embri , t d del art, , a .
'dad, en vir u den a los reglamen-
un fenómeno de transición hacia la formación de un Estado generales (que correspon nden a las deci-
nitiva, si se compara a las Comunidades Europeas con ese '1 (que correspo ,
nes partlCU ares ~ d las directIvas
nos que se verificaron en la realidad -pensemos en la unión , nes ( ue correspon en a 1
verein) que se constituyó entre los Estados alemanes en e ndaclo q d 1 reglamentos, de as
di acerca e os 1
pocos años antes de la transformación de Alemania en un Es lo que tremas , ara las decisiones genera es,
el ámbito de la cual operaba un Parlamento elegido por s directivas CE valdra p d ' es de la CECA, res-
(Zollparlament), con plena potestad legislativa pero con corn (:tilares Y las recomen acton
tadas a las cuestiones aduaneras-, entonces la presencia en
m ReglamentoS
des Europeas de un Parlamento que participa en menor medida· , 1'0 más importante y co -
ciónde las leyes parece ser reductiva y genera escepticismo, es e1 ac t o comumtar , " de sus competenCI 'as
1 1 en el eJercIcIo
través d eCua,
'1 1
d s comunitariOs, a e-
La Corte de Justicia de las Comunidades Europeas vel , por los trata o ,, ,
Corte de mites preVIstoS la legislacton mter-
Justicia
resp~ten los tratados constitutivos, tiene una serie de ca
, se superpone a 1
'taria sustItuye o , e alcance genera,
sumamente interesantes y novedosas, a la vez que, entre o b "El reglamento nen
miem ro. directamente aplicable en ~a-
también los individuos pueden recurrir a ella. Tal como es dos sus elementoS y 9 ' ) Para usar expresto-
en el Acta Única Europea, en 1988 se agregó a esta Corte , b "(art. 18 CIt.,
dos mlem ros 1 nto contiene normas
nal de primer grado, limitado. a determinado tipo de con se puede decir que el reg am~ por los Estados Y
Se trata de una cuestión que examináremos cuando hable deben ser observa as r lo .
ctas, que de los Estados miembros y, po
tribunales internacionales (v. p. 503 Yss.). e opere dentro 'd' iduos empresas, etc.-·
, '-In IVI , "
área comumtana tran en vIgor sim-
o 1 glamentos en
*** 91, punto 1, os re 1 B 1 tín Oficial de las Co-
' ión en e o e ,
és de su publ ícaci atio legis de vemte
Legislación Los actos de los órganos comúnitarios (la llamada "legisl , una vez transcurrida una uac id d
comunitaria len id da oportunt a .
muriitaria") tienen notable importancia en la formación del el límite establecl o en ca
1 Decisiones
cor\1Unitario, pór el hecho de que, como ya se dijo, muy a . . or no tener alcance genera
las normas de los tratados tienen carácter genérÍ¡:o y progra ión difiere del reglamento p ro a un Estado miem-
se ~emiten, justamente, al "legislador" comunitario: como no concreto. puede dirigirse tan . opere en el área ca-
se dijo, en la CE este legislador es principalmente el Consejo. na empresa que 1
nindivi d uo o a u .. inculante y, por o tan-
El arto 189 del Tratado CE (que se corresponde perfectame ta de un acto v b la
todo caso, setra . , " está obligado a o serva!;,'
el arto 161 del Tratado EURATOM) prevé los siguientes tipo al cual se dirige la ~e~lslo~ lamentode una decI-
tos pinculantes, clasifica bies como tales entre las fuentes de ca puede ser difícil dlstmgulr un reg, O nes la Corte de las
d 'teradas ocaSI (
internacionales: reglamentos, decisiones, directivas (el artículo lo ha expresa o en rel,. r en cuenta el nomen es
ga más adelante que los órganos comunitarios pueden emanar o es necesano tene
es Europeas, n .. .
mendadones y opiniones, aunque éstas carecen de carácter vine
220
BENEDEno CONFORTI
lACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 221
decir, el hecho de que los órganos comunitarios le d
glamento o de decisión a un acto suyo), sino la Sust r cuanto en algunos casos , esta
precisamente la naturaleza general y abstracta o bien cierto punto, po , Id, con la directiva, por
. a la directiva es de ta ~a-
id e vmcu a a 1
normas contenidas en ese mismo acto. de consi erars
as unto de! cual se Iocup ., , de! P' oder legis-
A diferencia de los reglamentos, las decisiones norm intervención
quieren eficacia con su publicación en el Boletín Oficia a necesariamente a,l 1 . . todos los campos
h bl s mvo ucra a l ' ,
nidadesEuropeas, sino con la notificación a sus desti e la cual a amo 1 te son o bile to de la legis acron
191,j:lUnto 2°). lo
s que genera rnen
11 d en particu ,
, lar en e! sector
Directivas en directivas. deta a as, d I derecho de. estable-
d) n e! tema e )
q La directiva es el más problemático y, por 10 tant ss: de! Trata o , e rte (art. 74 y ss, y
I
s.), en e. ámb.ito
, .' d.e! transpo (100
nacionales arto del
resante de los actos vinculantes de la legislación comUn
desde el punto de vista científico como desde el pUnto d iz~ción de las leglSlaClOne~, plemente con dar una
tico. 8 de! Acta Única Europe~). ,1m asible hacerse una
I a la legislación comurntana es p
Mientras que los reglamentos y las decisiones son obli
todos sus elementos, la directiva "vincula al EStado míe t;no. II d s son 1'1eginrn
" as para e!
ue las directivas deta a a " que surge del art,
se dirigeert 10 ie1ativoal resultado a alcanzar, dejand ' . por apartarse de la noción
no;
competencia de losótganos nacionales en lo qUe concier
ma ya los niedios" (art. 189 cit.). Según una modificació " 1'r entre aquellbs~suntos que, Directivas
nada por el Tratado de Maastricht en'e] arto 191 del tratá opinión de ..d lS.t.mg..u . bi t de diréctiv..as, y lo.s detalladas
di".tiva' que rigen pnra todó, los Estados miembro, (es tatado, sólo p~e d n ser o le o
e. '" ueden disciplínar, indlstmta-
" . legítimas

todas lasditectivas) entran en vigor, 'del mismo modo que órganosc<;>m.u.mtanos.p, 'o décisiories. En este
mentas, por el sólo efecto de su Publicación en el BOletín io •de reg ame~ I t
~
o.s " directivas. . '. " . de.ta-
. 'idad' de la directiva'
las Comunidades:' Las directivas qUe rigen para un' solo b.·. e. .r:,ía admitirse la legltldm,.; todos.lo..s Estados
' . d·'·· se mja a I
Directivas cambio, se notifican sólo al estado destinatario. ctiva..... detaIla, a que. I .' ge..n.eral (que es o que
detalladas S de a cance .... ,'. ,... .
e establezca norma .. .... icasos) es, en esencia, un
Se desprende claramente de la fórmula usada por el art,
la directiva de'bería limitarse a enunciar principios y criterio
.t.i.v,.as en la mayor
d
part~de ,o.s..·d·etallada que se dirija. a.
directiva . . ,
/", normas finales ("el resultado a áleanzar") destinadas a se 1 mismo mo O, una ,. hablando-enesencia,
. I es; stempre inaí , t
cidas en normas de detalle por cada Estado. Pero la práctic ' m'b ro en parncu
le " ar .d d '..cuan·ddo Se trate , .preclsam.en. .e,
6rganos comtinitarios " ha ido O,;eotando e/ammente en el De aquí su legltln:l a diante reglamentos o m~-
contrarío. Las directivas son cada vez más detalladas. Los ó ue puedan disciplmar. se incl ., .de este' tipo la. tests
1
es'Podría ava ar una conc . . USlOn ' . ida d-, es
~ostenido J~stlclean'te
de la CE maniSestan d"'ididameme una rendencia a indicar e " de las Comum
h
cisión las .normas internas que deben adoptar los Estados. a la Corte de y" Según la cual la
íamos antériorm , ,
~~to d~~';,jeto
contenido extremadamenre det¡¡jJado dda directiva, muy a m la que nos referíamos id e! órgano comunitano
la discre<ionalidad del Estado" reduce solamente a elegir la f :n del tipo de produci ydei contenido del
jurídica interna (legislativa, administrativa) que le dará a esa n del nomen utilizado, sm~ d d . ue podía presentars,e
' Iugar. '. La únicas u ala qpromoclOn . , d e u na "dl-
ya' estabI'Cida en el plano COmnn1' nr!0. Y esta discrec;ona en pnmer . de
auo ' 'do de Maastricht respecto , f ma de publicación
ata
reglamento' ierne laa sudiferente or
concierne
223
MAS INTERNACIONALES
¡ACIÓN DE LASNOR
222 BENEDEITO CONFORTl
1 directiva detallada es, en
r, el hecho de ~~e, a En definitiva, nos par~~e
que, como ya se vio, prescribía el Tratado para los regl ntO o una decl slOn. or subordinaclO n
una parte, y para las directivas, por otra. En el primer , bl cer una men
a quendo esta e" determinada mate-
blicación consistía en la aparición del reglamento en el unltanO en
oal órgano com , 1 directiva respecto
cial de las Comunidades y, en el segundo caso, en la n tenza a a l' .
nte lo q,ue carac, ' ( t 189) no es ict-
Gobierno o a los Gobiernos interesados. Pero podríam , ltano S' at . ,
os de actoS comun 'luntad expresada en
nos si realmente la argumentación fundada sobre la dis P " sos 1aye esta va
omunitano
ción era idónea en sí misma para hacerle una condena ir última ins-
. d sostener que, en "
ilegitimidad a la directiva detallada. Por otra parte, esta resultaría arne~ga o 11 d deriva de la practlca,
ha perdido importancia práctica, dado que -como hemo ad de la directIVa deta a a ncontraría, según es-
Tratado de Maastricht ha unificado el régimen de publica ormaconsuetu mar,
di ia que se e ' .como se decla ,
an-
reglamentos y de la mayor parte de las directivas. d Es Cierto que,
n cim a del Trata o. frecuentemente a es-
, ios recurren , '
órganos comumtano d 'do a nivel comumtano
Una vez establecido esto, es necesario recordar que no en tod
h pro UCl h
tiva; que no se an os Estados; Y que hasta a ?ra,
tos de acción el Consejo de la CE puede emitir otra clase de act cativas por parte de ~, la Corte de las Comunlda-
de las directivas, Esta posibilidad subsiste, por ejemplo, en el sec mas nunca se recurnO a ., n de ilegitimidad de una
(art. 43, N° 2: "... el Consejo ... establece reglamentos o directivas , . na cuestlO -
cisiones..."); también en los casos en que el Tratado no habla d
ar a que resolVIera u reguntarnos si todo esto se sos'
da . P ero podemos" p "sacnece 'ss/'tatis , necesana
ni de reglamentos u otros actos, sino que usa expresiones genér
mente en una opmlO tur~traparte, como ya se tuvo
mo "el Consejo delibera", "el Consejo establece normas", et
me una costumbre. por p 59) parece dudo-
:lar al hablar de la costumbre ~:~ ~orm~s de tratados
plo, el arto 75 en el sector de transportes). Por el contrario, en cier
-por ejemplo, el del derecho de establecimiento (cfr. los arts, 5
N° 2 Y57, N~ 2 del Tratado) o el de la política social (cfr. el art.
co~tuml del tipo de los trata-
Ser modificadas , porrnaClOna es,
Única Europea)-, la directiva es el único instrumento vinculant e organizaciones mte ,e caracterizan por la pres en-
ción del órgano comunitario; respecto de estos ámbitos, entonce es decir, de tratados que s es velar por el respeto
, , ano 'udicial cuya tarea
ce planteado el problema de la legitimidad de la directiva detallada dadero org J
arto 100 del Tratado, una de las cuestiones más importantes de las estatutarias. , " se ún la cual las directivas de-
es convincente la Opl~lOn g guirían vinculandoa~ Es-
mente podían ser objeto de directivas era la armonización de las r
legislaciones; ahora, con el Acta Única Europea (art. 18) esta arm
también puede ser objeto de cualquiera de las demás clases de act
a serían ilegítimas, s~fo r: :~cto, en este tipo de d~rec;
e respecta a ,los de~a eS~ncontrar una precisa regla f~na,~
algunas excepciones, que, por otra parte, no siempre son fácilme
dualizables. Cfr. sobre este punto, Rossi, JI buon fu1tzionamento d d1'f'icil,'
si no ImpOSIble,
" por enCIma
' d e las normas lild,1
1
o "resultado por alcanzar , '¡, gano comunitario, que en a
to comtme, Milán 1990, p. 19 Y ss.
de detalle formuladas ~or e on delo s completos de normaS
los casosconstltuyen mo'1 luntad del órgano co-
te de h de que a va ,
Directivas 'En cambio, nos parece que en los casos en que la directi ustamente por el he~ o disciplina particularizada, sen~
detalladas único acto vinculante que puede adoptar el órgano comunit
ilegítimas o se exprese a través , e,una la tarea del intérprete que qUl-
debería negarse legitimidad a las directivas detalladas. Al re modos mClerta
ay de to do S
to, nos parece bastante decisivo el argumento que indicáb
225
N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
RMACI Ó d
224 BENEDEITO CONFORTI , d la Corte e
f 1 sentenCia e «-
dos miembros, e r. a 141/78 en FI,
siera identificar, en medio de una disciplina de este tip a unidades del 4-10~19¡~~,'r::o~::ión" de La Ha-
que ésta se propone. y ss., que se ocu~~d e conservación de los re-
de
Saneamiento La única solución para atenuar la tesis sostenida po relativa a las me 1 as
de las te es, que en ciertos casos la directiva detallada es il
directivas
ilegítimas sea la siguiente: se puede sostener que dicha ilegitimid tEstados miembros fuera
s
sanada en el momento en que el Estado haya ejecuta tOS acuerdos celebrados po: °d 'ncidir en el funcio-
" destma os al , d tI
dentro del propio ordenamiento jurídico. En otras pal s comunltanOs, pero. d' d ti Statimembn e e
F' Gtl accor t . eg
sostener que la producción de actos internos de ejecució o común, v. OlS, RDIPP 1982, p. 694 Y ss.
tiva detallada comportac una renuncia, por parte del Es ilán 1968; lI)., en ,
cultadde elegir las formas y los medios, de los cuale
189, ya que es justamente dicha elección la que queda e
Relaciones
en la disciplina particularizada que contiene la directiva e Comunidades exteriores
, nacionales, 1as
las organizaciones lfiter dos internacionales de la CE
* ~} * , d d lebrar acuer " 1
la capaclda e ce E 1 cual se limitaran as
En lo que respecta a ,l~ C :c~rdos está ya prevista
d:
Actos A los reglamentos, decisiones y directivas (que son lo ue siguen, la celebraclO~, tanto especificas para
comunitarios
cos de la legislación comunitaria) y a las recomendacio rmas del 'tratado constltutlVO~d d corno de carácter
atípicos , id d d la Comunt a , '1
nes (que, como ya se dijo, carecen de eficacia vinculante) d s de la aCt1V1 a e 228 que en el parro ,
re d t ca el arto '
garse una serie de actos atípicos, algunos previstos por 1 estas últimas se es a 'dad competentes para
la Com unt , '
tratados, otres: afirmados en la práctica, que escapan a u on los órganos de ta a las negoclaCIO-
, lon,
" n 10 que respec 1
clasificación y a los cuales no siempre puede atribuírseles s (la Comls e 1 os casos- con a
, 1 Y -en a gun ,
dito. Este tema no puede ser profundizado aquí. Nos limita 'o preVia conSU ta specta a la rnant-
, bl en lo que re 1
ñalar aquellos actos qu.e adoptan los representantes de lo ab le" de la Asam' ea, ) esta bl' eelen
do además que a
miembros en su carácter de tales (fuera de los procedimient oluntad de ob lIgarse , d r llamada a dar, en
V
id d s pue a se d
nitaríos) y no' en cuanto componentes del Consejo, actos , de las Comunt a e 'b'l'dad de! acuer o
la b 1 compatl I 1
aprobados por unanimidad y que, como se deduce explícita va una opinión so re a , " de la Corte fuera ne-
, d (' la oplfilO n ,,
cítamentede su contenido, entienden tener fuerza vinculant dones de! 'trata o SI , 1 de una modlftca-
, en vIgor uego
características se encuentran en algunas "decisiones de los rdo sólo podra entrar , 2 del arto 228 agrega ~ue
tantes de los Gobiernos de los Estados miembros reunid 1 mismo 'tratado). El pa,r~. 'd'cadas más arnba
1 dlClO nes in I 1
Consejo" .(por ejemplo, en las llamadas "decisiones de acele celebrado~ e~ a~ con d las Comunidades y par~ o,s
con las cuales los Estados se comprometíeron a acelerar el r' s. para las lfiStltuClOnes: na excepción al prll1CI-
e sanClOna u . 'l
eliminación de las tarifas aduaneras en la etapa inicial de la c bro. s". Con estO, s.. . , iones internacl0na es, se-
d 1 rganlZaClo . '
ción del mercado común) y en otras resoluciones tomadas tan 1 v.álido para to asb asd os por una org anización internaclo-
. ' b
seno del Consejo como del Consejo Europeo (v. p. 214 y s.) 1los acuerdos cele ra o, 'd' de los Estados rmem ros
actos se consideran acuerdos en forma simplificada (v. p. 98 'leno s a la esfera }un ica
anecen a
celebrados entre los Estados miembros. Acerca de su eficacia
227
NORMAS INTERNACIONALES
CI6N DE LAS
226 BENEDETIO CONFORTI
. . rdos sobre productos básicos,
aso de va~lOs acu~e numerosos acuerdos comer-
(v. p. 44). Esta excepción hace que los acuerdos la comumd.ad, y en esencia, verdaderos
Comunidad constituyan, en cierto modo, una nue artIcular que son,
íses en P
tos comunitarios con eficacia vinculante. Convención
. 1 mención las Conven- de Lomé
., ecen especIa d 1
Acuerdos de Como se decía anreriorrnentecoiertas disposiei ociacl on, mer d e1 nte (la última es e
asociación
Tratado CE prevén la celebración de acuerdos. Se dieron desde 197~ enEa ;os africanos, del Ca-
d n varios sta d L
talmente, de las convenciones de asociación (arr, 2 elebr~ as ca ACP"). Las Convencione.s . e 0-
dad puede celebrar acuerdos que constituyan una a ados Estados d los prinCIpIOs del
. . , de algunos e
rizada por derechos y obligaciones neoíprocosj de apltcaclOn ). tre otras cosas,
315 Y ss.. en
rnaciona1 (v. p. . 1'requisito de la reci-
común y por procedimientos particulares,' tanto co 1 tanto srn e .
encia 1 (por o 'P' ACP' un mecam s-
do, con una unión de Estados<o con una organiz . de los alses ,
s provementes , fl' regular de finan-
Acuerdos nal"), y támbién de los acuerdos que corresponden . t s paIses un UlO
comerciales 'garantlzar a es o b" (mecanismo que se
mercial común y que, según la enumeración, ejem d cros aSlCOS ,
ción de los pro u d 1 Comunidad), como aSI
taxativa, contenida en el arto 113, comprenden los a arte e a .
ayu d as por P . 1 f anciera transferencIa
rios y comerciales, como así también los acuerdos liga cooperación industria y m ,
das de liberalización, a la política de exportación y
defensa comerciaL Los acuerdos de asociación y los Carácter
ciales ya forman una densa-red de relaciones convenc ran acuerdos internacionales, exclusivo
la CE para celeb d tiene carácter exclusivo. de la
ceros Estados, bajo la guía de laConiunidad. dos por el Trata o, , b1'lgados a no cele- competencia
. bros estan o . para celebrar
tados mlem , Dicha exc1USI- acuerdos
ismas matertas.
Segun la opinión 4-10-1979 N° 1/78 de la Corte Comun enta en esas mI' d 1Tratado; es una con- de la CE
ta 1979, p. 2871 y ss.), segun el arto 113 y, por lo tanto, seg , .ue de la etra e " d 1
mas q tl de la creaClOn e
cia para celebrar tratados de que goza la CE, en la política c u objetivo de qu~, a par I~ a la de los Es-
generalmente entran también los acuerdos sobre los pro I Comuilldad sustituya .
d
n e a d en varias ocasl O-
este caso, se trataba del acuerdo sobre caucho natural}, que
odos modos, f~e ,~xp~:~al1~11_1975N° 1175,
la cooperación al desarrollo y que, a través de mecanismos
'taria (cfr. la OpllllOn . " del 4-10-1979
tales como la forma<;ión de vigilancias, se proponen que 1 a citada OplillO n . .
gestionadas por un organismo interna~ional especialme 1355, y a Y bargo esta exc1USIVI-
. 2 871) S.III e m , .
otras cosas, para mantener el precio de las materias primas 1979, p.. . . ' ra los propios inte-
, t Y nOCIVO pa
tante, que sea remunerativo para los países exportadores cto para1Izan e d no contratar
Estado preten a
los países importadores (v. p. 316). cuando un tercer .d d o bien cuando en el
La distinción entre acuerdos de asociación y acuerdos e o no so'1 o ca n la Comuill d a 'ario l para '
rea Izar
1 uer o neces
fíeil de establecer y en la práctica puede considerarse super o se alcance e ac , rica que entra en
ros deberían diferenciarse de 'lós segundos por no sólo pre omún. De esto sur.. g e una pracue consiste' en que
obligaciones relativos' a los interca,mbios comerciales entre l a comercial comuilltarta'dY q 'embros prind-
, 1 Esta os mi ,
tambiéh "acciones en comun y procedimientos particulares", utorizaclon es a os E dos De aquí surge
citado arto 238. Sólo, que tales acciones comunes y procedirnis rar acuerdos con terceros sta .
lares a menudo también se hallan previstos en acuerdos cele
229
s NORMAS INTERNACIONALES
CIóNDE LA
Ampliación de
228 BENEDEITO CONFORTI
rte es la que se siguió en 10s la competencia
ue por otr;e~:ría ser negativa (recuérdese de la CE para
también otra práctica, la de los acuerdos mixtos, q la CE, d 1 tú de vista general
celebrar
o . linar des e el pun acuerdos por
do por su contenido, el acuerdo no corresponde, o lSClp fO lOS casos en que obra de la
so que corresponda enteramente a la competencia d s se re iere a 1
rar trata o , 1 lebración de jurisprudencia
d prevean a ce comunitaria
(esto ocurre, por ejemplo, en las convenciones de sente T rata o o ' , ha carn-
," or ue hoy la SlwaClO n o
celebración del acuerdo participan tanto la Comuni ebena P q o d 1 Corte comunitana
los Estados miembros. ua iurisprude~Cla fe::osa en el tema de la
una sentenCla ya a 22/70 en
o d 1 31-3-1971, causa ,
Es oportuno preguntarse qué consecuencias tiene este c
entenCla o~ luego por otras varias sen-
Consecuencias
en el derecho
de la competencia de la CE por sobre la competencia para ss.), segUl a b d la opinión del
interno de la
competencia que tienen los órganos de los Estados miembros. En otr o if t'va so re to o,
ita Slgm ica 1 , 741 Y ss.), que sostiene
de la CE para sucede si un Estado celebra por cuenta propia un acuerdo
celebrar Raccolta, 1977'0 P:, d la Corte se funda
acuerdos
una materia de competencia de la Comunidad, sin estar , t la opmlOn e o
Consejo? ¿Debe resolverse e! problema como un mero pr lcamen e, 1 competenClas co-
e un paralelismo entre as, n que la CE
patibilidad entre normas convencionales (v. p. 123 Y ss . odas las matenas e ,o
sostenerse la plena validez del acuerdo, manteniéndose, si xternas. en t d 1 '1ación comumtana
ponsabilidad de! Estado por haber violado e! derecho co ra em~na~ act~s ~ci~~:ente tiene también
puede dar lugar a un juicio de determinación ante la Cort constltutlvO, Imp Estados (sobre
rdos con terceros
la base de los arts, 169-171 del Tratado (v, p. S04)? ¿O bie brar acue " de tratados, v . p.
narnos, como hace una parte de la doctrina, por la nulida el tema de interpretaclO n e la corn-
, 1 C rte una vez qu
sobre qué bases? Hasta donde sabemos, este problema no s iempre segun a ?d 'oer'cida dentro de la .
hasta ahora en la práctica, pero no resulta inverosímil, sob . haya sr o el
a matena d 1 Tratado CE
ne en cuenta la tendencia que se aprecia en las jurisprudenc , chas normas e
e ha VIStO, m~ o ueden transformarse
dos miembros, de colocar al derecho comunitario en un niv o y programatlco, Y p de legisla-
ley. En Italia, esta tendencia se funda en el,art. 11 de la ducen en actos
práctica no se traunidad haya celebrado un
conferiría rango constitucional o cuasi constitucional al pr
na vez que la Com cia externa se hace
munitario. Claro que, si se llevara esta tendencia a las últ . t competen o
rentes consecuencias, debería deci~se que se ha modificado
a matena, es a , b En otros térml-
E t dos miem ros.
tucional interno en e! tema de la competencia para celebrar a de los s a l b acuerdos interna-
"b de ce erar
lo tanto, que un acuerdo celebrado por los órganos naciona ros son 11 res do a nivel interno o
omunidad no haya actua
teria de competencia exclusiva de la Comunidad es tambié
cionalmente, por hallarse en violación de normas constituc o o or tratarse de
o/ d la Corte comumtana, P
portancia fundamental (v. p. 105 y ss.). Ion e . . e de una Corte su-
o , que proVIen ,
ter vmcUlante o olspru d encía o d e la Corte
. m-
Además de los acuerdos cuya celebración aparece que actuar Ia., L
1
a lur , o'
las dlSpOSlc1one
s del Tra-
presamente en disposiciones específicas, es decir, ade or así declr o, con n podemos
,P b 1 ma en exame ,
acuerdos comerciales o de asociación, ¿puede la Comu al menos so re e te , les de mayor
brar acuerdos en cualquiera de las (tantas) otras materia prudencia comunitaria alcance mve
por ,el Tratado? La respuesta más conforme a una inte
230
BENEDETTO CONFORT[
ACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
231
certeza. En efecto, quedan varias Zonas OSCuras. Por ci
importante, resulta difícil entender cuáles son los límit
teriae de la competencia externa exclusiva, en relación
tencia ya ejercida: si la segunda cubre parte de un sect
plo, parte de la política de transportes, parte de la p pa y los organismos europeos de protección
libre competencia, erc.), la primera ¿se extenderá o no a os
tor? y; si la respuesta es negativa, ¿cómo dividir part
eventualmente vinculadas entre sí? Estas dudas son muc espués de la Segun d a . Guétra :M. un d I'a l, en el
. d s org anizaciones
ves en Cuanto es necesario tratar con terceros Estados y 't yeron o
pretender que los terceros Estados se transformen en fi ccidental se con~:1 u fortalecimiento de los
otablecontribuclOn al 'reageográfica: (1) la
de la jurisprudencia de la Corte para, saber hasta dónde p
dar con un Estado miembro. íses pertenecientes a e,s~ aEconómica (OECE),
1 Cooperación ,, el
Participación ea para a la Cooperación y
O
de la CE en la
Así se explica, por 10 tanto, la extensión y la complejidad d 60 en la rgamización .para . . mplió' a vanos 'OCDE
Convención oca a poco se a . '
tivas llevadas a cabo en el seno de la Tercera Conferencia de la ico (OCDE), que P d las relaciones econo-
no europeos (en el mdarco ~'Países de la OCUE"
sobre Derecho
del Mar Unidas sobre el Derecho del Mar, a fin de definir la partici
1 l
CE en la Convención de Codificación elaborada por la Confe hasta ahora. e grupo . e os . los p.aíses en vra , s
go adoptada en Montego Bay en 1982 (v. p. 324). La partici 'dente industria ' l'IZ ado opuesto a. tualmente cuenta Consejo de
CE era necesaria debido a la comp~tencia de la Comunidad en l. d E pa, que ao
(2) el Consejo e urolos' ue se cuentan los paises
,Europa

las materias del derecho internacional del mar, Como por ejem dos miembros, entre qd di .ar algunas palabras
d . 1 d en-'
ca. A<i" ,xplk, '""b;'n 1, compI¡ood, dl,dplin, que ,dop,ó, No se pue e meno s que e" IC , de la cua
la Convención de Montego Bay y que está contenida en el Ane ste. d la orgaruzacion " ,
Europa, por tratarse e" internacional orgamca, m-
ese mismo téxto. En síntesis, ese Anexo prevé que una organi ' de proteccion
xpenmento 1 d has humanos.
cual los Estados miembros "les hayan transferido competencias
er jurisdiccional, de os. er~~ el arto 1 del Tratado
del Consejo de Europa - I~~ .. entre sus miembros
rias regidás por esta Convención" (1éase:.1a CE) pueda transfor
una parte contratante; pero dicha organización debe declarar c ' . strecha umon . t'
las materias de su competencia, tanto en el momento de la firma btener una mas e id 1 los principios que cons l-
el de. la ratificación () adhesión. Análogamente, los Estados miem ar yprornover los I ea es y o reso económico y so-
se transformen en partes contratantes de la Convención deben de ' .común y favorecer su pr g 1 art 3~deben
amo .. ' . agrega e .
1 S Miembros del Consejo - h.y aquel en virtud
qué materias han transferido competencias ala organización. Lu s o . . " del Derec o d
ro la organización como los Estados miembros deberán notificar ' , -de la preemmenc.la
nClplO id . .juns isdicci
ICClOn 'debe gozar.·· e
modificaciones que se produzcan en el reparto de competencias uier persona some~1 a a;ufundamentales?? Com~ se
~
rado, Como así también deber¿n responder cualquier requerimi humanos y de las liberta. es t' uesto en que la ms-
en Ia m""" 1" P"'~n"" E",do 'On"at,nt, '''P''to de 00 uno y otro artículo, el acento el~:pPrincipios del Estado
C~mo
0"0
pecíficós. se puede ver, todo este Sistema se basa sobre el a ún d.e los paises' m iembros . son
. ., 1es 01' ga-
. los principa »Ó.
.
Órganos del
entre la CE y
va competencia. Estados miembros acerca de las materias de su res
los su estructura,
. En lo que respecta a "d Ministros, que es e organo Consejo de
. 1'
rganizacíó.nsort:. el Comité e 01' los Ministros de Rela- Europa
Sobre esté tema v. Gaja, en Ir. YIL, 1980-81, p. 110 y ss, d
ayores po eres, compuesto .p'. bros o por sus . sustitu-
'
nares de t~dos los Estados miem ,
232
BENEDEITO CONFORTI
FORMACl 6 N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 233
tos; la Asamblea consultiva (denominada en la práct'
parlamentaria), que expresa votos y recomendaciones a .. , C rte Europea de Derechos Hu-
la Comisión y la o,., d 1 Consejo de Euro-
Ministros, yen la cual, a partir de una reforma de 1951, ' . éd Ministros e
o con el Cor:ute e llano internacional el respeto
representantes de los Parlamentos nacionales (la Asambl os a garantizar en e P, d nvencionalmente.
va, primer órgano internacional Compuesto por losrepre lib d sanciona as co ,
de las I erta es , de la Comision y
los pueblos de los Estados miembros, no de los Gobiern .
s interesan so'1o las competencias
confundirse con el Parlamento Europeo,que es un órgan Corte, v. p. 506). H os está compuesta
munidades Europeas); la Secretaría,a cargo de un Secre d D echos uman ,, Comisión
uropea eE er de la Convención Europea de
ral. Acerca de sus funciones (quena dan lugar a actos d contratantes
ros como sta os, d ' dadano del mismo Derechos
fuera de 10 que diremos sobre las decisiones del Comité d d mas e un cm Humanos
ede compren er 1 id s por un período de
sobre el tema de los derechos humanos), debe destacarse Los miembros son e egcl o , de Europa (arts.
. " d e l onselo
ción de convenciones, sobre todo convenciones en materi I Comité de Ministros I e no representan a los
cas", tales como las relativas al derecho y alprocedimi a título personal, por o qu , funciones de ins-
(hay una serie que abarca desde la ConvenciónEuropead 23) E t órgano tiene
nales (art. . se que le son presen-
ción de 1957 hasta la Convención Europea para la Represi ', f te a los recursos d
conciliaclOn ren ,, arte de un Esta o
rrorismo de 1977 y la Convención Contra la Tortura de 19 laciones a la conven~lO~d~:rp;r otro Estado con-
derechos humanos, tanto económicosysociales como civiles s que pueden ser pro UCI l' dividuo o el grupo
cos.A estos últimos está dedicada la famosa Convención
sobre Derechos Humanos. 4) o bien direc~ame~tep~: e2;~ Los recursos indi-
víctimas de la violación ~a c~racterístico del sistema
nstituyen el aspecto mas roblemática de la per-
a vimos, se e~cu~d~an e~ a p 34 Y ss.), están condi-
l
Convención rnacional del mdlvldu~, ( . p. ífi a de la competen-
Europea de
La "Convención Europea para la Salvaguarda de los Dere 1 ptacrón especI IC
Derechos mbargo, a a ace d do ya sea por una
Humanos Hombre y de las Libertades Fundamentales", elaborada en d I Esta o acusa , li
isión por parte e inad ríodo: en la actua I-
del Consejo de Europa, fue solemnemente firmada en mitada o por un e
d terrnma o p e , if
h procedido a rnaru es-
1950; sucesivamente, le fueron agregados varios Protocolos os los Estados contratantes an
tre otras Cosas, aumentan el nÚmero de los derechos reco
ación. 1 d 'nadmísi isibles, por ejemplo, cuando no
Actualmente, son partes contratantes de la Convención los os son dec ara os I , (280) (art, 26) o, en
miembros del Consejo de Europa. internos v. p. ,
gotados los recursos, d d s anónima o maru-
Las normas de la Convención pueden dividirse en dos pa ' di id 1 s SI la eman a e 1
e.cursos m IVl u..a. e '. bi acepta el recurso, a
primera de carácter Sustancial (aás. 1-18) y la segunda de e 27) En cam 10, SI se
infundada (art.. , 1 partes o sea con
procedimental (arts. 19-56). En la primera está contenido el c ntencioso con as ,
struye. la causa en co indi id os parte en la controver-
de los derechos y de las libertades fundamentales, que cada 1 E d os y los m IVl u '" ,
o con os sta d f . " amistosa istosa-d e Ia misma , inspira-
Contratante se Compromete a asegurar a "todas las personas s e llegar a una e uucion mbre" (art.28). La concilia-
das a la propia jurisdicción" (art. 1); sobre el1a volveremos eto de.losd.. erechos de.1 hO . " que puede tener la
rarnos del contenido del derecho internacional. La segunda 1 'ica so l UClOn ,, 1
partes es . a un . . 1 la conciliación, a
la ante la Comisión; sino se a canza .
RMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 235
234 BENEDEITO CONFORTI

cana el 1° de marzo de 1984 (ley 23.054) y el


Comisión debe hacer un inf trum de ratificación fue firmado el 14 de
tras del Conse]o de E arme y transmitirlo al Cerniré ento
uropa (art. 31) e emás de prever el típico catálogo de los dere-
Competencia Cuando en un plazo d e tres meses . ea también una Comisión Y una Corte de Jus-
del Comité de pea e Derechos Hum no se recurra a la
d, anos, caso en 1 11 as similares a las de la Comisión y la Corte
Ministros del nunciarse pertenece a ésta (v 5 e cua a competenc
Consejo de
por mayoría de dos t ' d'p. 06), el Comité de Mini onvenó forman parte 25 Estados del conti-
Europa en ón
, ercIOS e sus ' b entre 10scua1es no figura Estados Unidos. [Son
materia de una vIOlación de la Con ', miem ros, si efectiva
derechos db veneren ya' , entina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Coloni-
e e ponerse fin a dich 1 ' , sIgna un termino de
o
humanos , a VIO aCIOn (art 32) ominica,Ecuado r, El Salvador, Grenada, Gua-
crr que la intervención del C "O • Justamente

n'd'ICO, dada la naturaleza ornrte


1 tl nee ' carácter polít
mas ' duras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá,
b y a comp .. , epúbtica Dominicana, Suriname, Trinidad Y To-
argo, es cierto que la dec' o, d 1 OSIClOn de este órga
o 'do isron e e ., d Venezuela.) En 1988 se agregó a la Convención
Jun ICOS relevantes por s o1 ormte e Ministros tie
, e r VInCU ante 1 an Salvador sobre los derechos económicos, so-
ge arto 32, párr. 4) Se t d para e Estado al cu
( o • rata e otro 1
o

mas Internacionales de t eJemp o de una fue


D o ercer grado ericano de protección de los derechos humanos se
por la Convención constitu e un ,e sI~tema de control e
ebldo a su carácter acabado . 1 . izado dentro del ámbito de la Organización de Esta-
resante en el ámbI'to d 1 Y expenmento extremadam (OEA).
h e a prote ' , ' anos principales de la OEA -como es el caso del
umanos, en el cual los E d cc;on Internacional de los e-
o bl'Igarse convencionalm sta os aun se muestran reacios n nte y de la Asamblea General- tienen cierta ing
1antes d e órganos internacente, 1como a someterse a decision
O
inculado con derechos humanos, el órgano con
s
, , diirectamente la CA lOna"es. En est a experiencia europ
piro o Hnidas en esa materia es la Comisión Interamericana
nvenCIOn Am '
nos, que entró en vigor en 1978 encana sobre Derecho manos.
y a la cual nos referiremos en n Interamericana fue creada en Santiago de Chile en
la V Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
funciones originarias eran muy modestas, limitándo-
io a producir informes sobre situaciones determina-
emitía a la consideración de la Asamblea General de
XIX. Continuación
",
liferencia Interamericana Extraordinaria, realizada en
o en 1965, se modificó el Estatuto de la comisión apro-
E) Otros órganos para 1a protección de I
osderechos humanos ,'ampliándose considerablemente sus funciones.
III Conferencia Ihteramericana Extraordinaria realiza-
Europea sobre Derechos H a, la e~períencia de la Conve
Convención Comodedamos más arrib Aires en 1967 se aprobó un Protocolo de reformas a la
Americana e-
o umanos s d o,
EA que estableció el carácter de la Comisión Interam
sobre regIOnal americano. La C ., rrvio e modelo en el á
Derechos H o o nvencton A o chos Humanos como órgano permanente de la organi-
Humanos umanos, fIrmada en San J 'd mencana sobre Der
entró en vigor el 18_7_19;;e[e~ Costa Rica el 22-11-1969
Congreso argentino apro
236
BENEDETTO CONFORT!
üRMACI ÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 237
Recién en el año 1969, la Conferencia Interamericana
da sobre Derechos Humanos celebrada en San José de de individuos tiene derec~o a pre-
ividuo o 'grupo la Cornisió , ión Interarnericana,
, la
adoptó la Convención Americana de Derechos Humano
como Pacto de San José de Costa Rica. o denuncias ante , te los requisitos para
la taxanvamen
icana contemp , , nes o denuncias,
La Convención Americana crea una Corte Interameric isibilidad de esas petlClo, dentro de los seis me-
rechos Humanos y amplía, para los Estados partes en 1 1 or escrito ,
eben formu arse P , tode los recursos m-
dón, las competencias y poderes de la Comisión Interam J: ' agotamien d
Derechos Humanos creada en 1959. fecha del electivo 1 del agotamiento e
donde la reg a d
uesto de casos en" las comunicaciones o e-
Es decir que la Comisión Interamericana tiene dos imposible cumplimiento, lazo razonable, a criterio
normativos alternativos para la protección de los derech presentarse dentro de un P
nos: uno, aplicable a todos los Estados miembros de la O
aplicable restrictivamente a los Estados parte en la C misión. 'atamiento
g de los recursos
del requisito del previo a isibilidad de las denun-
Americana de 1969. En prinoipin, para el primer sistema, ' ,
condicionamlent,o pa
ra la a d mlsl I
d
'1
ne de manifiesto e
tes principales de obligaciones estatales son la Carta de la t a Esta aspa
es formuladas con r , " .arnericano respecto a
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Ha ' de protección 1 d
diario del sistema d etar y garantizar os e-
Estatuto y el Reglamento de la Comisión Interamericana. rimaría de los Estados e resp
gundo sistema, a estas fuentes se Suma la Convención
de Derechos Humanos.
~ec
. ,
ursas internos funciona eamo un
del agotamiento de uede renunciarlo (conf. Caso
En el Sistema americano, la jurisdicción de la Comisión p t do P
a , or lo tanto este ' dp e Derec h os Humanos). Por
do Corte Interame~I~~nadd
bir denuncias de individuos Contra un Estado pa"e está est
tar los recursos inter-
en la misma Convención Americana de Derechos Humanos. ' , , ibilida ' e ago ,,
nexist,encia o impos , decuados ojefectívos-e-
que no se necesita acto posterior a la ratificación o adhesi' , M~Ma 1
ro hecho de. que estos , dividuo afectado a accionar a
Estados para que la Comisión prOCese. denuncias de particula
tra cualquier Estado parte. .
' 'te al m
'litar directamente, " 'IVI
( Velásquez Ro drí ng,uez,
1 Comisión caso )
ranacional ante a , .de.Derechos Humanos.
Por otro lado, la Convención Americana condiciona lafa Cruz Corte Interamencana t a"Est ados miembros
a las dénuncias prese~, A
de un Estado pa"e de formular. denuncias eo;'tr. otro Estado ' , radas con r
'cana de Derechos Hu-
ante la Estados.
Comisión, al previo reconocimiento de esa competenc I G encion men ,
ambos apartes en a ' .onv " conc1u ida, la etapa de inves-
laGomls~on
" . da por
ez que , , f rmefinal conreniendo-reco-
En el Sistema interamericano, la Comisión es la que, agota deberá producir un m o bservadas dentro de
instanCias previstas en la Convención, decide si remite O no u SI d iones.no sano , , f
' las recomen acto' ión ésta po d r a' p,ublicar su m, or-
determinado a la competencia contenciosa de, la Corte. Así es
COmisión cumple una función netamente política en CU'nto
'pulados por la C?~ISIO 'de la Comisión' operan como
blicación de las decisiones ,ceptar los cursos, de ac-
CUrsos de acción a seguir en cada caso particular para la ,ef 'n aplicada al Estado, renu:{te a :licaciónde los informes
protección de los derechos humanos.
endados, En los hechos, m, a::ostrado ser mecanismos
La Comisión Interamericana está dotada tanto de facultades íoa la Asamblea General ,ha~ le s derechos conculcados o
la promOción como para la protección de los derechos humanos. ara asegurar la observancia e o
rar sus efectos.
239
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
RMACIÓN
238 BENEDETIO CONFORTI
, , de los derechos hu-
, lados a la protecClOn
OS vmcU
Desde la entrada en vigor de la Convención Amerio Carta Africana
,, la Carta Africana de los De- de los
sión ha sometido ocasionalmente a la jurisdicción con en
ó envigar tambl o'rgano instituido por Derechos del
Corte situaciones generadoras de verdaderas violaciones bl s El.,·
único ,
sr de los. P ue o. . 'puede recibir cornu- Hombre Yde
humanos protegidos convencionalmente (por ejemplo, c l otras cosas, los pueblos
ión, que, entre ia Carta tanto prove-
volucraron a Honduras, Perú, Suriname; Colombia). a la violación de la pro P me n'tales, e indu-
Si bien la jurisdicción contenciosa de la Corte fue a id d o gub erna
amo' de entl a es n , ., n respecto de esas
mente por demandas presentadas por la Comisión resp , de la Coml Sl O . '
s competenCias tan en la POSI-
r: '. d Y se concre
número muy limitado de asuntos (con excepción del ca sumamente 11.mlt~ as , l' ". la Asamblea de
'Gallardo presentado por Costa Rica y finalmente desesti " nftdencla es a ,
tir inform~s cO O anización para la Unt-
Corte), la intensidad de las definiciones propuestas en ado Y de Gobierno d. e la rg
randos de las sentencias ha contribuido notablemente a Convenios de
. 491). ' 1 adquieren relieve los
titutos tales como el de la responsabilidad internaciona .P . 1 1 umvers a , id las Naciones
lana reglOna a 'veces promovl os por Unidas sobre
ción de reparar, el agotamiento de los recursos int , dos vanas, , 1
acionales, ya cita h Económicos, Socia es Y derechos humanos
relaciones entre el derecho interno y el derecho internacio re Derec os
idas uno so b , , P líticos' sus textos
derechos humanos. , h CIviles y O , d 1
o sobre Derec os bl General e la
En cuanto a los efectos de una sentencia de la Corte Int 6 or la Asam ea ,
el 16-12- 196 P renar de paises,
na, la Convención establece su carácter inapelable y definir 1 d d r de un cen
ificados por a re e o, d positó los instrumen-
nociéndole la misma fuerza ejecutiva que tienen las sentenci , rArgentma e d
e cuenta Ita1la. 1 '1 1 8 de agosto e
t naClOna es e
tribunales internos del Estado. Sin embargo, la Convención ón de los Pactos 1n er L N0 23.313 del 17
na no establece un mecanismo coactivo para asegurar la e ' b s PactoS por ey ,.,
so apro b o am .o . strument o s de ratiftcaclOn se
cución de las sentencias de la Gorte. La Corte simplement 6 v los respectiVOS m h e los Estados es-
su informe anual a la Asamblea General de la OEA,'señala l, 9861 Los derec os qu .
e J'unlO de 1 · , di 'duo s sometidos a su
recomendaciones del caso, aquellas situaciones· en las que d s los m IVI
a reconocer a to o amente extensoS Y
no haya dado cumplimiento a sus fallos (artículo 65). Es P ctos son sum 1
base de estos d os a blecid s para controlar a
frente al no cumplimiento dé una sentencia de la Corte Int , an os esta eCI o
cuanto a los org uí nos interesa par-
na por parte de un Estado, y ante la falta de poder coerciti el tema que aq ,
los Pactos, que e s , briHan ni por su nu-
Asamblea General de la OEA,en definitiva se vuelve a un , d ' que estos no d
necesano ecir ni siquiera pue e
miento político de las violaciones a los derechos humanos. or lo tanto, .
sus funciones y que, P , or las ConvenclOnes
. No obstante el limitado uso de la jurisdicción contencio , , dispuesta P ,.
on la reglamentaClOn h Civiles y Pohtlcos
Corte; diversos pedidos de opiniones consultivas, tanto prov sobre Derec os Comité para
mericana. E1 P acto " los Derechos Humanos los Derechos
de la Comisión como.de Estados parte, la han mantenido ca Comtte para , 1
.onamiento de un . ' miembros elegidos a titu o Humanos
mente' activa. Hasta el presente, la Corte emitió trece Op cho
compuesto por dleclO período de cuatro
Consultivas, que si bien 'carecen de fuerza obligatoria, preci , t s por un
los Estados ~ontrata~ \977, puede examinar los re-
marco de referencia particularizado a través de interpretacione mité que funclOna des e t nte por otros Esta-
ténticasotientadoras de la aplicación e implementación pOl; pa , n Estado contra a
esentados contra u
los Estados de los derechos reconocidos en la Convención Amer
241
MAS INTERNACIONALES
lACI6N DE LAS NOR
240 BENEDEITO CONFORTI
, rnOS internacionales
ones de los organlS
dos o individuos si, en el caso de los reclamos estatal
acusado ha declarado aceptar la competencia del C , , es el acto típico que tienen
teria (art. 41) o si, en el caso de los reclamos indi ue la recomendaciOn o Unidas (y de las or-
I NaCiOnes
Estado acusado ha ratificado un Protocolo opcion os órganOS de as o do aparte a las Comu-
uno y otro caso, sin embargo, el procedimiento no e ionales en general, ,deJan que la recomenda-
,o también varias veces
con: actos vinculantes, sino ene informes y en intento e d lJO r al Estado o a 1os Estados
ción .. Además de los. reclamos estatales e:individ ual e y en rigor, no ob 19a lento recomendado.
competente para recibir informes de los Estados .ac , 1 omportam 1
e a mantener e C o o internaciona no
cación del Pacto en sus respectivos territorios, para , , n d un orgarnsm d d
omendaclO e 1 fuentes deriva as e
para transmitir a los Estados contratantes y al Consej con exactitud entre as 'resulta totalmente
g untarse SI
y Social de las Naciones Unidas (v.p 189) "las observa rgo, queda por preo 'en cambio, pueden
tales que considere oportunas" (art, 40, párr: 4). . o rídlcas o SI,
nsecuenc~as JU e secundarios. Efectode
fectoS jurídICOS, au~~u ro duce un efecto que po- licitud de la
Si bien los actos con los cuales concluye la actividad d ue la recomendaciOn P lo tanto, que no comete recomendación
tienen mayor valor. desde el punto de vista jurídico por no t 'licitud" . Pensamos,' p~: e' ecutar una recom enda-
vinculante, sin embargo es necesario reconocer que es nota stadO que, con el fin oJ un comportamiento
bucióndel Comité a la consolidación de principios y norma o 1 mantiene di d
ismO internaciOna , d t mente por me 10 e
reclamos individuales ante organismos internacionales. E ,d prece en e , 1
hay que señalar esto en lo relativo a los principios tanto so
omisos asumi os, d s del derecho internacIOna
lidad y admisibilidad' de los recursos, como sobre la legit' a obligaciones, d,enva admitirse sólo en las re-
efecto de lICItud d:be , oón que hace la
actuar, sóbre el previo agotamiento de los recursos internos, El , b. de la organl'za Cl , 1
pendemia respecto de otras instancias internacionales, etc. En Estados mtem las a las recomendaCIOnes e-
la actividad del Comité, cfr. los informes que anualmente pre sólo en 10 que respecta excedan las compe-
d Ones que no l' '
órgano a la Asamblea General de la ONU (Gen. Ass. Off. Reco a las recomen acl0 o, de cualquier otro ImIte
W40). ' el órgano en cuestlOn Y t materia debe inter-
o . 'que en es a
t ado constItutIvO \ o nes d e 1os propios órganos.
El Pacto· sobre Derechos Económicos, Sociales y Cult tivamente) a las aCCI0 o . uede deducirse tanto
prevé la creación de órganos adhoc y se limita a establecer límites, el efecto de lIclt~d ~ 'n que está implícita
1 orgaUlZaClO , 1
22) que los Estados contratantes sometan informes periódic de cooperar con a o ' , n internaciona , co-
las medidas tomadas en observancia de este Pacto) al Cons d rgaUlZaCiO d
constitutivo e una o, d rse característico de to a
nómico y Social de las Naciones Unidas, que, a su vez, pue que debe también consi ,er;ines generales o que t~as­
mitirlos a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (v ernacional, de persegUIr 'dov10dualmente cons1de-
. mbros m 1 b
para que formule recomendaciones "de orden general", o inc 's de los Esta dos nnc ' 1 En otras pala ras,
lncU antes. o
meterlos alaatención de la Asamblea General. En 1985 el por medio de actoS no v 1 órganOS de una orgaUl-
Económico y Social creó el Comité de Derechos Económico nfido la posibilidad de ~ue os ué comportamientoS
les y Culturales para que lo "asista" en el ejercicio de sus ca , 1 Estados mIembros q
dlquen a os
das tal como están previstas en el Pacto.
243
DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
MACróN
242 BENEDEITO CONFORTI
. " d los acontecimientos v .
obierno (para la cromca e
son necesarios en el interés común, si esta posibilidad s,),
Efecto de
que el Estado renuncia a denunciar la eventual ilicitud , d e so'lo si la recomenda- licitud Y
portamientos recomendados, a la luz de normas difeten se pro uc . 1
ud, en cuanto , f estrictamente a as legitimidad
' h SI se con arma , d dela
tatutarias. mejor d K o, de a \icaó ón demasl a o recomendación
na tiene una esfera , p 'anales existentes
, ' es lllternacl
Contra el efecto de licítud, y sólo limitándolo a las reco n las orgamz~c~o~ d d de las recomendaciones
ltl ml a
las Náciones Unidas, fue invocado a contrario el arto 103 j.uzgue la leg amo verem ,
os la Corte co-
al sancionar sólo la preeminencia de las obligaciones estar unidades europeas, e las directivas Y las decisio-
las obligaciones derivadas de Otros acuerdos (v. p. 247), He ólo los reglamentos,. ' ' d este tipo le corres·
ue un JUICIO e , 1
que esa misma preeminencia pueda ser asignada a las reco e sostenerse q consecuenCIa, e
d e el acto; como ,
posible rechazar este argumento, si se tiene en cuenta que e gano que pro uc que"110s Estados mlem-
fim del arto 103 es pretender el respeto del Estado miembr lo podrá verificarse entre a o que de todos
1 men d aclOn ,
costos de las obligaciones estatutarias, mientras que, en el ca d
atado a favor e a reco .. cambio, con res-
mendación, el Estado miembro queda libre de no mantener , . guna reserva, en d
aprobado sin nm de la recomen a-
miento recomendado. En definitiva, el efecto de licitud no se t do en contra ,
dos que hayan va a d l' it d deberá exclUIrse
blema de si el Estado debe ejecutar o no la recomenda id 1 fecto e ici u ,
ayan abstem o, e e ." esada en ocasIones
problema (que nos parece justo resolver positivamente) de si e íf na OpllllOn expr ,,'
era madI lcamo s u , la abstenClOn esta
uanto en el voto ~ontrano Y ~:tensadel acto. Ade-
la haya ejecutado debe ser protegido o no.
Siempre en el ámbito de las Naciones Uniclas, un campo bi " mas o menos 1 . ,
efecto de licitud puede resultar relevante es el de las recomend ta una o jeClOn tado a favor, un or-
ue hayan va \' ,
Consejo de Seguridad cuyo objeto sea la adopción de medidas el caso de E sta d os q . li r el efecto de reí-
[qui onvo a ap Ka 1
pliquen el uso de lá fuerza, según el atto 41 de la Carta. Por mado por cua quier m d ' , es legítima o no, a a
, la recomen aClOn .
adoptar tales medidas, los Estados a los cuales se les requieren ntarse SI .
lar normas derivadas de otros pactos fuera de la Carta, o bie . estatutarias. .
derecho internacional general. La práctica ofrece un ejemplo qu . . ' d e l efecto dé licitud per-
. . t teSIS acerca '1'
viro para ilustrar lo dicho. Se trata de la decisión del Consejo d subrayar que nues ra. . d' , nes lIÍternaciona es; por
.. . . ' d . 1 recomen a c l O . .
del 9c4-1966, que retomaba la interdicción de la venta de petr' ro signifIca o a as .' o
.'. u de Estados que aprue-
"n . del 'efecto de liCitud al gr p. . ¿'da esta misma
sia del Sud, ya recomendada en actos precedentes, e "invitaba" clo . . 'Tb r en su Justa me I
taña a impedir mediante cualquier medio la llegada al puerto de 611 contribuye a equII r~ it ddada la cantidad realmen-
zambique) del petróleo destin~do a proseguir por tierra hacia R se excluye el éfecto de licIlu, ganizacio nes y dada, la-
ran as or
efecto, ya en los días previos, las autoridades británicas habían endaciones que gene . lo de algunas reso-
d . Has (por e]emp , ., d
alta mar, a la 'altura de Beira, la visita de la nave Joanna V de n calidad de algunas e e 'd' la clara inspiraclOn e
' Un! as con 1
griega; pero esto había encontrado la firme oposición del Gcibi amblea' de las N aClO nes '11 r 'ura y simplemente a a
'f 'l o ega P . 1
co, por cuanto era contrario a las normas internacionales consu nda de parte); es d.1 ICI n, 'ales
n no modifican e
ue las recomendaciones ¡nternaclo
sobre navegacíón marítima. Así establecido, parece tanto más s
a nuestros fines el hecho de que, habiéndose interpuesto la deci e se produjeron.
Consejo de Seguridad y habiendo sido luego interceptada e inspe
una segunda nave. griega, la Manuela, no se generó protesta algun
244
BENEDETTO CONFORTr
Incumplimien_
to reiterado Los que insisten, como s CIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 245
de la
cooperación ínsita en 1 e ha hecho aquí, en 1
recomendación , os tratados "
nes Internacionales 'd COnstItutIvos de 1 aciones entre estas tres fuentes? Las normas de
dIE ' cons¡ eran q '1' , derogar las normas de grado superior?
e stado que se ni b ue es liCItO el co
ci ega a o servar t d cuanto a las relaciones entre la costumbre y Relación
ones; ¡Esto equivale a d ' o a una serie
ecrr en e ' entre
~es, a1 ser reiteradas en 1 o' sencIa, que las ecesario señalar que, aunque las normas con- costumbre y
SIS es inaceptable p e tIempo, se harían obliga uicamente por debajo de las normas consue- tratados
1os Estados miembros' or cuanto el ' 'o
no prtncIpIO de la coo ifica en sí mismo que estas últimas sean inde-
subvertir la característi f pU;de ser defendido has imeras. Una norma de grado inferior puede
el destinatario al corrí ca un, amental del acto que e grado superior si esta última lo permite; por
, . pOrtamlento '
so mas tnaceptable ' , recomendado La o interno, un acto administrativo puede derogar
SI se conSIder .
co entre recomendacione 1 " a que no parece dist ituación está prevista por la misma ley. Por lo
s egItIma ' a consiste en preguntarnos si las normas in-
recomendaciones ileg't' s; o mejor dicho
h lImas' lo 1 . dinarias son tan fuertemente vinculantes que
asta ahora se señalab ' cua es InConciliab
1 a acerca de 1 ' das por medio de tratados.
as recomendaciones. a cantIdad y de
erales, la respuesta al problema que hemos plan- Flexibilidad
Según la opinión más comúnmente acept~da, las de las normas
consuetudina-
inarías se caracterizan por su flexibilidad y, por lo rias
idad de ser derogadas por medio de un tratado.
XXI. Lá jerarquía de las fuent. .
. es InternacIonales
d de la costumbre, y dado que las normas convenció- Flexibilidad de
los principios
particular ratione personarum(por cuanto sólo obligan
gerierales de
Pata' concluir' el tema de las . rat¡mtes) mientras q~e la mayor parte de las normas con- derecho
retomando conceptos expre d fuentes de normas inter n carácter general, el derecho convencional acaba tenien- reconocidos
aho sa os en las ' ... por las
ra trl;lza,r un esquema de 1 . pagmas anterior sobre el derecho consuetudinario; en efecto, se sabe que
El' . a Jerarq , r pr~valece sobre el general aun cuando éste sea anterior.
Naciones
. . ¡n.e, punto más alto de esa 'e . u~aentre dichas fuen
s
civilizadas
tudlnanas, in,c1uyendo 'e t "11J rarqula s~ sitúan las nOr no es el caso de las ~ostumbres que se forman,justamente,
co d o ' .. n re e as esa P . 1 . gación de las normas de determinado tratado (v. p. 59; v,
nsuetu marias que son los ' . .. al,"tICU ar sategprí
nes a ·los distintos ord opnncIpIOS generales de de .).
enamIentos' 'd' , . derogabilidad de la costumbre por medió de tratados es
es, por 10 tanto, la fuente de o ;Jun ICOs Internos. La
tmer. esa categoría particUlar de normas consuetudinarias que
normas génerales, que como tafe: grado y es.Ia única enerales de derecho comunes a los distintos ordenaniien-
gundo lugar de la jerarqu' .obltg an a todos los Esta
tríos, Un claro ejemplo de este tipo de derogación es el arto
t~an el fundamento de su I~bcl?rres~onde a los tratados q e la Carta de las Naciones Unidas. Esta norma prevé que
. '.' o Igatorled d I '
na pactasunt servtt11daE '. a en a norma con .o I)1iembrq del Consejo de Seguridad debe abstenerse de vo-
d . d . n tercer lu . ,
er~va as de tratados, es decir 1 gar .se encuentran la tión le compete, pero limita esta obligación de abstención a
naCIOnales. ' os actos de las organizacio casos de menor importancia; además, no está prevista esta
abstención en el caso en que se discuta una propuesta de ex-
ONU (art. 6 de la Carta) o bien la adopción de medidas coerci-
247
CI6N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

246 BENEDETTO CONFORTI


, ' e cuando entre Estados
66, inc: al preve, ademas, ~u ecto de la nulidad
tlvas en mantenimiento de la paz (art. 39 y ss.). Se trata, en , una controversIa resp ,
e susclte .. , n al ius cogells, dicha
norma que protege a las grandes Potencias, porque, por dis hallarse en opOSICIO . d
o por 1 d .' , de la Corte InternacIonal e
cho de veto, éstas pueden bloquear un procedimiento de etida a a eCISlOn Es ésta
adopción de medidas. coercitivas relativo a sí mismas. Por 1 unilateral de cualqu\era de las part~s. .
rso , a ue no existe esta, mJsma pOSI-
evidente la derogación del principio generalllemo iudex in re r excepCIonal, Y q d l' d d o d~ términaeión
a de las' otras causas e nu 1 a
Ius cogens Si bien en general todos concuerdan con la idea d
flexible de las normas consuetudinarias, sin embargo, , ro de ningún
Viena habla de tUS cog ens, pe, 1
bla más en los últimos tiempos de un grupo de nor bai reparatorios tampoco ac a-
internacion'al general que excepcionalmente serían esto,Los tra ajos P, 1 id d de esta-
en ellos se afIrma a necesl a ,
También se pronuncia en tal sentido la Convención d efect~, bilidad del derecho internaCIOnal
elDerecho de los Tratados. En efecto, el arto 53 de la C e la lllderoga . , de cómo
, de'a indeterminada la cuestlO~
tablece que "es nulo todo tratado que, en el momento lempre J d d'chas normas imperativas. Tam-
ción, esté en oposición con una norma imperativa de r ca da una e " l, . ,en la d octn-'
recisa
arse nl ' nguna onentaClOn P emp l'f'
nacional general", debiéndose entender por norma 1 d a dar ejemplos (esto es, e
J' 1 I-

derecho intemaCional general "una norma aceptada y ente ~ro~e, e íbe el uso de la fuerza en JIIS cogens y
art, 103 de
por la comunidad internacional de Estados en su con n el pnnclpIO que proh, "que reflejan re- la Carta
, 1 con los pnnclplOS
norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo pu rnaclOna es o l ' h'b' 'o'n de la éscla- de las
lati a pro 1 ICl
dificada por una norma ulterior de derecho internacio , como los re, atIVOS a indica un criterio NacionesUnidas
que tenga el mismOca'rácter". Como resulta evidente, se inación raCIal, et~.), pero no de normas perte-
ermita homogeneIZar el grupo do las ob-
'artículo que no se destaca precisamente por su redacci " , y retoman
hace otra cosa que' repetir una y otra vei'el mismo con gens, En nuestra OPl,~O;'S hay que identificar
taaonü pueCl¿'detogar normas impúativas de derecho i as en otras oport~m a ;03 de la Carta de las
géneraL En efecto: es evidenté que una norma impeiativ as sobre la base"de arto d conflicto entre las
, 1 cual en caso e id
in'ternaci¿nal general no puede ser otra cosá sino una s, segun e iernb de las Naciones Uni as
c~an~ Co~unidad i~ternacional le atribq.ye ca~ácter i traídas por los mIembl~o:ciones contraídas en vir-
es lógico, además, que si la norma es imperativa y, por esente Carta y sus, o. g 'lpreva1eceran . , las
t o convenio InternaclO na , .
puede Se1¡ mo!iW<;adaporun tratado, sin.embargo; pued o r Carta" Ahora bIen, a pro-
cada o abrogada por una norma imperativa posterior! estas por la presente ... d . n'tro-
, nta un ato meo
la Convención también se ocupa delius cogens,a prop' 3 es necesano ,tener en cue fue desarrollando a
causas de terminación de los tratados; dicho artículo afir áctica internaclOnal, que se 'ente en el
. iste , preclsam ,
surge una nueva norma imperativa de derecho iriternacio da p osg uerra y que consi 'omportaron
do los Estados no sIempre se c
todo tratado existente que esté en oposición con esa nor n cuan U de diferentes maneras,
vettiráen nulo o terminará" , los órganos de la ON y, d ' d de la Carta,
las obligaciones enva as
raerse a , ibilid d y la superioridad de
Como rase tuvo ocasión de señalar cuando hablamos de l sto en duda la llltangI 1 1 a
procedimentales de la nulidad y de la terminación de los tratad
249
AS NORMAS INTERNACIONALES
248 BENEDEITO CONFORTI CIÓND E L

, ' 'n ue fue causa de su suspensión,


los principios contenidos en la Carta de las Nacion esado la obhgaclO q . . f ., d d del acuer-
. una (temporaria) me ecnvi a
f'respeto de los principios de la Carta" es considera se deriva . d d l Carta Y no su nulidad,
, . s deriva as e a ,
de las reglas fundamentales de la vida de relación i b119aclOne ., , s deba llevar a rechazar una
ue esta preClslOn nO . 'n de ¡liS eo·
en ese sentido es objeto de solemnes declaraciones .d que basa Ia nocio
Además, no existe ningún tratado constitutivo de n hemos s,oste~l o Y 1menos en el estado actual
debera decIrse que, a , l C _
zacion intútiaciónal que no haga mención a la Car n i ' Y de la disciplina dispuesta por a o~
preocupe de comprometer tanto a esa organización ino ~gla , l debe entenderse en términos e
e gens ¡nternaclOna
tados miembros a buscar los mismos fines que la m nulidad,
zación mundial: al respecto, resulta sintomático el
Tratado de la Comunidad Europea, donde no le da Esfera de
i Carta de las que se derivan ver- aplicación del
cia al logro de metas federalistas como al. propósit s normas d e a l den
1 Estados Y que, por o tanto, pue arr. 103
llar la prosperidad de los Estados miembros confor
pa:a ~~ d 1 rt 103 (mejor dicho, de la regla de la Carta
pios de la Carta de las Naciones Unidas". En est P hcacIOn e a . d d 1 u-
, '1) Se trata ante to o, e a g
regla de que las obligaciones derivadas de la Carta de espondlente a e . , d 1 mayores ám-
Unidas prevalecen por sobre las otras obligaciones in ales que son el fundamento e os que
termina por parecer, no ya una simple disposición a de las Naciones Unidas, (v: p.:92 ~ s:lrido u~
que se expresa en el arto 103 de la Carta, sino una n . la Carta, en la practica an a q , '
Idos en b' , n de carácter consuetudmano.
tudinaria a la cual inicialmente le dio fuerza ese mis , tam len so , "
CISO!, t de la paz nos referimos al prinCipIO
a~:e;~:::no~ligación d~ abstenerse de la am~naz~
que luego se fue consolidando con el correr de los a
parte, la prueba de que existe, una costumbre que le
laci s internacionales (art. 2, parro
rácter imperativo a los principios, de la Carta la presen rza en las re aClOne d f I'ndividual y colecti-
de la Convención de Viena sobre el Derecho de los " d la auto e ensa
xcepcIOn, e esta en caso de ataque ar-
al codificar la regla por la cual las normas posteriores tra parte, s~l~ ,a la res~u mpartida por la Corte
anteriores (v. p. 125)~ hace expresa reserva del arto 10 , opmIOn comun, co
gun una . del 27-6-1986 sobre la con-
ta de las Naciones Unidas. usticia en lEa sendtenUcl:idos por las actividades mili-
. ragua Y sta os 98
tea . (CI} Recueil, 1986, p. Y
Oportunamente se ha señalado (Sciso) que el arto 103 sancio res contra NIcaragua, ' d o por la
nencia de las obligaciones derivadas de la Carta por sobre las , . ' " , lmente sanCIOna
) este prinCIpIO, mrcre ' l o ue
derivadas de otros tratados y no, en cambio, la nulidad de esto ridocarácter consuetudinari~i·'Adem~s? ~~ " que
ta precisión es importante, no sólo desd~ el punto de vista teórl ," '0' .'s' cial nos refenmo s al prmclpIO q,
economlCO y, ' . " . , b" ( t 56)
bien del práctico, si se tiene en cuenta una hipótesis, que en real
E',sta
. d.. os
•. a'. "coo.,perar'"
,,'.... " en estos.: '.' . am ntosd art.do 'd'e
tante rara, en la cuallIna obligación derivada de la Carta ten hibi " , de comportarse e mo ..
temporario (pensemos, por ejemplo, en las obligaciones deriva xtraerse la pro, I ICIOn,," de otros países y, en con-
'Cisiones del Consejo de Seguridad en el tema de mantenimient ediablemente la t;conomla. " .. ,," 1, ue
" ibilid d de cooperacIOn. En o q
sobre las cuales volveremos en breve): es evidente que, en virtud uier ulterior po Si I l. a. ' .con un .principio
h 1 rmsmo ocurre
del arto 103, la preeminencia sólo puede durar mientras dure di rechos umanos" o ' ", 5) consolidado en la
ción, con la consecuencia de que el acuerdo incompatible volver rlaCarta (arn 1,parr.3 Yarto 5 Y
251
AS NORMAS INTERNACIONALES
ACIÓN DE L
, CS vol. XV, 1978,
250 BENEDETTO CONFORT! 75 Y ss.: Grandl, en ,
DI , 1977, p. ., ,
. opoma a
práctica, el del respeto de la dignidad humana; finalm or fundamento, que se
esta vez con may d d Amistad de 1921
respecta al tema de la descolonización, se puede me Y 6 del Trata o e 6
la fuerza el arto de 1979. El arto
pio de la autodeterminación de los pueblos (art. 1, , 'lll,
ado en mayo
Irán declaro term ' con sus tropas en
rno ya se vio, en la práctica no tuvo el significado URSS a lllterverur
derecho de 1a . 1 URSS fuera amena za-
literalmente a su nombre, sino otro, más restringido, este Estado fuera. invat~~v~o :onsentimiento de Irán.
sujeción de u.n pueblo a un Gobierno "extranjero" (v. na estaba sometlda a P, en cuestión, a causa de
Claro que, si nos quedamos en el ámbito de princ esis de la nulidad del artlRcul.o an en AJIL, 1980, p.
t " ca, v . elsm ,
rales, son escasas las aplicaciones que pueda tener , 'n automatl
ervenCIO rlls cog ell s
que es poco probable, aunque no inverosímil, que se f , . " del uso de la fuerza, debe re- e intervención
clOn
tados de carácter evidentemente agresivo o que autori especta a la prohlbl . 15 Abroad ThrotJgh Mili- minoritaria
. ' g NatlO l1a 1985
la fuerza fuera de los casos de legítima defensa, o bien R onzittl, ResctJlI1 d ofHumam't y, Dordrecht, ,
vel1tiol1 011 GroUI1 s h'bición del uso de la fuerza en
dientes a perjudicar irremediablemente la economía de egún la cual la pro I mbio no les ca·
o que obliguen a los Estados partes a violar los derec ., S ' pero en ca ,
ría carácter imperatlvO, ~ s humanitarias", o
de modo tal que constituya un atentado a la dignida '" tervenclO ne .
ter a las llama d as m 1 las vidas de los propIOS
otros casos por el estilo.· Por otra parte, se mostrar' ' de sa var
as con e1 ob¡eto l'ones (así coma ram-
mente arriesgado (¡aunque no del todo criticable!) un . , 445)' estas acc d 1
el otro pals (v. p. . . el citado arto IV e
quisiese considerar que los mencionados principios at . 1 preVIstas por d 1
nes; simtlares a ,as , rohibición del uso e a
los acuerdos que no se encuadren en estos casos-límite. ar a Chipre) vlolanan lay pconstl"rl'an tUl ,
por lo tanto,
ro norma de ius cogens, tras de que los tra-
el1eris, con la cons
ecuencia entre o ,
, ' erfectamente aplicab es.
1
rus cogens y Poi ejempló, tanto en los debates en las Naci~ries Unidas ca
tratados de estas intervenciones senan ~d ntales siempre han sos-
trina fúe considerado contrario al principio que prohíbe el us
garantía el hecho de que los Estado.s O~Cals ye que una norma de de-
fuera de los casos de legítima defensa (are 2, párr. 4 y arto 51 d , humarutan 1
arto IV del Tratado de Garantía del 16-8 w1960,
relativo a Chip e las intervencIOnes , si no es aceptada por a co-
uede considyrarse vIgente, 'endo sugerente, no
autoriza a Grecia, al Reino Unido y a Turquía, partes contratan no P ' E t teSIS, aun S I , ' '
cional en su con¡unto. s a . , fundamos el ius cogeltS en
do, "a emprender acciones" tanto conjuntamente como en form "h: hecho hasta aqUl, " h manita-
en caso de que se modifique la' situación de Chipre tal como qued i, como emos . " 'ue las intervenclOnes . u ,'_
Carta: la Carta no preve q d l' 'fuerza (da06 que l~ um.
en dicho Tratado. Debido al uso del término genérico "acción",
sen<;ia de., cláusulas de ,-ültervención militar,- .no nos parece hallar
alaprohl'b'IClOn " del uso e a , do)'y por lo tanto,
, taque arma,
, SI
1.
--
',"'," - .,.
'. . '
da es la respuesta a ~n a , virtud del arto 103, a
caso que contraríe el arto 2, párr. 4 de la Carta; más bien es nece
' ha prohibición es lmperatlva ,en acidad de quitarle
pretar el arto IVa la luz de los arts. 2, párr. 4, y 51 y, por lo tan dIC d E tados no tiene cap
mar que el Tratado autorice el uso de la fuerza por parte de los terminado grupO e s
l' dad de las disposiciones
iantes, "a excepc~ón de los casos de respuesta a ataques armados h lanteado la nu 1 d P ntre
a la isla. Y, obviamente, además de la hipótesis de las acciones de otro ejemplO, se, a PI 17-9-1978 y del TratadO e. az:e d
decir, del uso de la fuerza "interna"y no inteinacional (sobre la dis s de Camp DaVId de , , on la suerte de los habltan~es e
el del 26-3-1979, en rela~~on ~ dominio israelí, por conSIderar
p. 448), que éscapa al arto 2, párr. 4,de la Carta (ciertamente no "VIlest Bank ba¡o
considerar contrarios al arto 2, párr. 4, los tratados por los cuales un aza y d e 1a
acepta la "ayuda" de otro para mantener el orden en suiinreriot): So
252
BENEDEITo CONFORTI
[liS cogen, y FORMACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 253
tratados que se oponen a otro principio de la C . " ,.
opuestos a la principio de autodeterminación de 1 ~:a, especIÚcament Inderoga bili-
autodetermi_ IV 1978-79 P 22,)' P ., os pue os (cfr. Giardina n el tema de las relaciones entre la costumbre y los
, , " ' . ero tambten e " dad de las
nación de los
nado del Tratado de Garantía para ~:.ste caso, (:Sl como par derogabilidad o inderogabilidad de las normas con- normas sobre
pueblos
son, precisamente las dl'sp ,. d ípre) qurea sea preferi r obra de normas convencionales, es necesario hacer causas de
, OSIClOnes e estos d d ación, Las normas que regulan las causas de nuli-
nulidad y
son bastante ambiguas) las que d b .. " os ~cuer os (q terminación
principio de autodeterminación. e en reCIbIr una lnterpretaci ción de los tratados (esto es, normas sobre los vicios de tratados

Para un análisis detallado de todos los . obre la llamada cláusula rebus sic stantibus, etc.: v.
COn conclusiones diferentes, d I ' '. acuerdos menClon o no son derogables? ¿Los Estados pueden decir en
.' , , e as sostemdas aquí R '.
traria liarme imperative CI't' 227 ur, v. onzlttl, tado que incluso siendo éste fruto de violencia, de-
, " p, y ss.
erfectamente válido? ¿Los Estados pueden estable-
les Ean dreallidad, sólo si se desciende del nivel de los prin lícitamente en un tratado que cualquier cambio en
l e as normas que '. s no será considerado causal de terminación (por
, , ' aunque se InSpIren en ello
sos mas cIrcunscriptos y detallados, es posible d ;' re do, como a veces se hace, que la ulterior adaptación
Concreto a la cuestión del arÍ: 103 'E . ar e u uevas circunstancias de hecho sólo pueda ser objeto
este tipo, esto es n o r m ' . e xrsren en la Car negociada entre las partes)? Resulta evidente que nos
los Estados~ I i as ~e las cuales se deriven obli
quí frente a normas inderogables, El hecho de que es-
de la Carta . esn~, u;odexamInando superficialmente las
erales reglamenten la estructura del acuerdo y no su
bitos de c' aCI. arse cuenta de que el único de lo
, ompetenCIa de las Naciones U id aloca obligatoriamente en un nivel superior al del tra-
puede responder afirmativamente a esta m as respect cuanto a su fuerza en el plano formal. Toda cláusula
miento de la paz' en los de ' .pregunta es el e estableciera la derogación de estas normas siempre
ración económic~ y social 7:~:~::pe~Ia~ en el ámbit vez, sujeta a ellas (por ejemplo, una cláusula que pu-
de los órganos de la ONU d h e rrruta a reglame ntualmente, que todo cambio de las circunstancias no
éste esu d ' . e acer recomendaciones
•. . n po er que carece de eféctos vincula sa de la terminación de ese mismo tratado siempre
oblIgaCIOnes respecto de las cu'ales pa' , ntes). En jeta al principio general rebus sic stantibus).
," ' rece mas sus
CIon esta preeminen'cia de la'C ' .. . cept
, ' arta en VIrtud del t
. 11 as 1Igadas al poder de decisión del .. , ar .
por el ca VII dí" . Consejo de Segur
deCI'd" Ir me
P'd''d' e a Carta y, principalmente, al poder
1 as que n ' l' .. . especta a los actos de las organizaciones internaciona- Relaciones
ss) De . . . . o I~p Iquen el uso de la fuerz entre actos
., este modo, se veran afectados por el arto 10 lverse caso por caso el problema de los límites de las de las
cho, por la norma consuetudinaria correspondiente e estos actos de derogar las normas de los tratados organizaciones
mente, los que prevén su producción. En todo trata- internacionales
plo,IQs acuerdos comerciales celebrados con d
eter y sus tratados
contr,a l?s cuales el Consejo de Seguridad h d de una organización internacional pueden encontrar- constitutivos
economICas e incluso' t aya ecreta as derogables como imperativas. Entre estas últimas
incluidos en'las s ' en onces, en forma limitada a lo
anCIones. rarse las normas que prescriben las mayorías necesarias
los actos de la organización. La necesidad de que los
rganización se conformen al tratado constitutivo no
enderse en lo relativo a los actos propiamente clasifica-
254
BENEDETTü CüNFüRTI

bIes c.omo fuentes, de normas internacionales, es decir


nes VInculantes, SInO también com h" a
' I , o ya se a VIsto (p
que se refrere a as recomendaciones. .
Relaciones de las normas internacionales
entre actos Acerca· de las:relaciones entre dos actos de I
de las ternacionales y el derecho internacional .g I~s organ
organizaciones ces' db enera , nos P
internacionales auramenre e e extenderse a estas fuentes derivada
y derecho esa regla fundamental según·1a cual las
internacional den d . Id normasconvenc
consuetudi- . er~gar a .. erecho consuetudinario (con la exce ' ,
nario gens). SIn embargo, puede suceder,..--y en. d dPClO
derarse u . ' .. ,caso e uda tenido del derecho internacional entendido como un
q ,e aSles~que sea, precisamente, el Tratado c
límites al uso de la fuerza internacional e interna por
que. deba Imponer la observancia del derecho l' t '
los órganos d e aI · ' organización.
propia
n ernaclO stados

ido del derecho internacional actual -y al decir esto


s, obviamente,a las normas materiales, de las cuales se
ctamente derechos y obligaciones concretos de los Es-
posición a las normas formales o instrumentales, osea,
sobre procedimientos de formación, modifioáción y
el derecho internacional y sobre solución de centro-
n vasto- que no puede. ser descrito detalladamente en
e estas características. Gomo se ha señalado reiteradas
en en la actualidad convenciones que se ocupan de to-
de aquellos asuntos que antiguamente los Estados re-
osamentecomo un dominio de su propio derecho na-
realmente imposible profundizar en todo este material

es cierto, también lo es que el derecho internacional


el derecho consuetudinario como el convencional (in-
echo emanado de .fuentes derivadas de tratados), sigue
uctor, toma su forma de una idea directriz y, sobre la
dea, puede ser desorito, sintética pero sistemáticamente,
ue el contenido del dereoho internaoional está consti-
conjunto de límites al usode la fuerza por parte de los
trata tanto de los límites relacionados oon el uso directo
hacia el exterior, bajo.la.forma de violencia de tipo béli-
s demás Estados (la llamada fuerza "internacional" );00-
257
CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
256 BENEDEITO CONFORTI
zada de bienes, la ejecución de las condenas penales,
mo -:-y es es~a la función más importante que deben curn 1 palabras, el;ejercicio . de aquellas acciones que la doc-
mas mter~aclOna1es materiales (función que, como verem~ jona llama jurisdiction to enforce. A pesar de que una
en ~ete~ml~ar qué puede hacen-el-Estado en el propio tedi octrina sostenga esta tesis, aÍa .cual también nosotros
terntono
, ajeno, sobre naves ' aviones o medílOS espacia , 1es Ido en ediciones anteriores .de .estelibrq, aunque limi-
a¡e?os, etc.)- de los límites relativos al uso de la fuerz lt echo consuetudinario, a pesar de que el poder coerci-
tenor, en, relación con los individuos, personas físicas j ~ res.ulte relevante para el.d.erecho internacional, en es-
con sus bienes (la llamada fuerza "interna"). e hace a los límites que experimenta el Estadqen el
Fuerza ~ás p~ecisa~ente,h~blando, entendemos por fuerza int eJos extranjeros Y de sus bienes, después de maduras
internacional Ia-violenciatdé.tipo-bélico, acto''..q"uelmp' lilqueo orrqs parece que se pueda sostener que. las violaciones
,, .. ' o.seaanodo'
.. ". ."
rnilitaresccomo por ejemplo; el. cruce de una! frontera p 'tlternacional.derivan siempre Y sQlamentedel ejercicio
tropas regulares o de bandas armadas financiadas podel ~, coerción: también pueden constituir un comporta~
b~~bardeo de parte del territorio; el ataque contra naves o,>dentro
.... .. de los límites
. de Iqs que hablaremos inmedia-
. .
militares; el bloqueo de las costas o el establecimiento de ca sentencia dedaratiyade un juez (que someta, por eJem-
nado.s
1 a-lo largo
'. ' delasmismas,
,. etc" La no'. Cl'O' rí. defuei ,
. uerza-irr stado extranjero a.Ia jurisdicción de lo.s tribunales
na. puede.coiácidib .en.unayornoomendrsrnedidaoori 1 ···d f' o. una ley que contenga determinada disposición con-
',. ' a el
~greslOnconteUlda"~nla Declaración de ,. Principios de ·la ejemplo, una ley que nacionalice los bienes de .una corn-
General de las .Naeiones-Ilnidas (ResoluciónN°3314,'(~
njera). cu al
1442,.1974). de ¡;efuta¡;el hecho de. que el poder degobiern,oal
Fuerza Más co~p~ejo)es dar una definiciómde fuerza interna <e seLderec ho internacional se identifique con. la .coerción
interna
como ,"poder ~e) gobierno.'.' (o póderdeimperio;o sober~ mbiénes .necesarioevit:lrre1a.cionar este pode¡; dego-
tes~ad .de gobierno, o. [utisdietien; rsegúnrias doctrina ah las manifestaciones..deso ber:lnía delEstado,.e incluso
aphcad.oiSo.bre.losindividuosysusbienesi"'Q' ué dl b a.activid:ldnormaüvaabstracta, ya. sea expresada por
,~ deo-de: . " " . e . e e enten
poer, e gobler~o' [imitado. pcrpel derecho internacional ( eyeso. deactosí a.dministrativos. Sia .la:ordenabstract:l
es l~ ~IS~~, por poder de, gobierno cuyo: ejercicio puede e una aplicación.a.uncaso concreto, no se>pll.ede habla.r
una,vI~laclOn del derecho internacional) ?Entre las' tantasd lacióndelderecilo internacional propiamente dicho, Tal
nes indicadas por los filósofos y los teóricos del derecho • demllestra la . práctica, todacontroVersi:l, relativa auna
nOCl~n " de.upo
" d'd' ...
er e gobierno"csegúneLderechointernacio ' CC del, derecho internadonaL;essiempreun:l' cont¡;oyersi:l
t~~t~fde)u~ajnoción)que ha sido estudiada;principa1menteAe cistiones..c oncretas. '. L.aactividad nqrm:ltiva., :lbstracta.nq
cl.ion con eLpoderejercido por.elEstadó erielámbitod al derecho internaciqnal ni. siqll.iera cualldo es(aparente,.
d' h ". . esu
per~).! ue a, nooiémes.cérisiderada.sdesde un punto. de vista m bjetqde. una.convencióninternacionf11 .específica. Consi-,
r~l, ceJmo u~ concepto quesetexplisaxnorrnalmenre haciendo eLca'so de-las cqnvenciones de dereqho uniforme (v.,p.·.147)
claal poder de imperio del Estado. Iqu\erotracqnvenciónque prevea, queie1 Esrado regule
,»)G~~enc~mosipordecirque dicho poder de. gobierno ~ a.materiaa través de una ley .......como lo .hace, por ejem,.
Id.en.tlflcars.epuraysimplementeco
.. . . . ·.n; ebei¡erClClO:
" de·'1a coer ¡;t.. 1Q,párr. 3,.del rantas veces citado Pacto de las NacíO,.
cuant~; fuerza: material y ,.porende;' sostener que para el idas sobre .derechos económicos, sociales y culturales ("Lqs
ternaclOnalso1amentetienenre1evancia Ias acciones
258
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 259
Estados... reconocen que ... los niños deben ser protegido
cho de emplearlos en trabajos que perjudiquen su mora ho internacional, a menos que va Yea acompañada hde
recd rea1 y C0110'eta de actuar coercitiuamente para or a-
salud... debe ser penado por la ley"). Generalmente se
se verifica una violación de este tipo de convenciones si Esta posibilidad puede variar en mayor o men
etar. . pero se vincula siempre1 ad'la pre-,
'n las circunstancias,
con no promulgar la ley prevista por la convención. lnc
u Personas o de los bienes involucrados por a "ISPOSI-d 1
sostenido que, si el objeto de la convención es sólo qu
e se trata, en 1os 1ugares donde .se ejerce la coerción e
as
dos promulguen determinada ley, una vez promulgada,
la convención debería considerarse observada, incIuso si
cuestión no fuera aplicada por los jueces o los órgano
ich ede ilustrarse con un ejemplo extratído d e la prácti-
trativos. Por ejemplo, debería considerarse respetado el ntedic o pu ierre d 1 Misión de la Organización para
mencionábamos, aunque tras promulgar una ley que pen específicamente, de! cierre ,e a U id Con una ley de 1987,
1 , t las Naciones m as.
bajo abusivo de los niños, el Estado no procediera a pen n de ' ' Pa esnna an e reso norteamencano
t el Con icano pro
orohibi
I 10
"e! estableci-
tamente a aquel10s que no la aplicaran. Se trata de una te ortsrn Ac , g " d 1 OLP en Estados Unidos. Esta
dojal, pero, además de demostrar que no existen contr anteni~liento" of¡cm;l:ct~
de c:n las Naciones Unidas, ya que
' inmediatamente
' ' a la Cónvérícióñ qu e regula las relaciones entre, la
un con . ,
internacionales sobre cuestiones abstractas, deja en cI ero contrana , , , Ahora bien
tados Unidos respec~o
qué punto es discutible el punto de partida del razona ' de la sede de la OrgamzaclOn. ,
1 sumamente significativos para
decir, la idea de que para el derecho internacional pued
relevante la mera actividad normativa del Estado.
e!ones de :ste
'
clonfhct~ ~~~~l~:~
S' en pnmer ugar,
surgió en tanto la ley afectaba
, , ( ade-
ne - 1 N iones Unidas que ya extstia y que,
El poder de gobierno del que se ocupa el derecho inter
se ubica, pues, a mitad 'de camino entre la, actividad n
~e O~P, an~e O~~
,la ;: existente en el territorio horteamerica-
uruca o de lCma ' d e la ley)', en segundo
la entra d a en vigor , lugar,f . e l
abstracta y el ejercicio material de la coerción. Pero,¿exa mento , '1 osibilidad real de que dicha ley ue-
en qué punto? Para nosotros'no basta pata definirlo ni si mantuvo porque existía a p d toridad judicial; en tercer
' , t on un acto e una au , . ,
simple formulación de disposiciones concretas, legislati coercítrvarnen e e '" f ' l ' e tión del comporta-
fi 1" dejó S1l1 e ecto a cu s
diccionales o administrativas, como la ley que nacionali nflicto ma IZO y se laci , 1 Acuerdo de Sede con la
ito de Estados Unidos en re acicn con e . ias ¿, la interven-
ue, por cuestiones de caráct~r ~rocdesaNl y gra~ork de 1988 que
minados bienes u' ordena su bloqueo, o la orden del ju
funcionario administrativo) de exhibir determinados doc ' , d 1 Corte del Distrito e ueva
a sentencia e a 407) desapareció cual-
aplicable la ley (so~rle, estef:el~:t;¡e;;i:;mente' aplicada. ¡Sin ern-
de proveer al pago de determinadas tasas, etc. Nos parece
es la tesis de una parte de la doctrina anglosajona que sosti ilidad de que esta u tima .
el derecho internacional ya pone límites a la llamada jur ey está aún en vigor! ,
to prescribe o legislative jurisdictiol1; decimos que "nos s a cuestión v. Focarelli, en CI, 1989, p. 3 y ss.
porque no siempre queda cIaro si con esta terminología se
feiencia sólo a 'las órdenes concretas o también a la n tanto P uede llegarse a la conclusión de que el ~oderl d~ g~­
't do, por el derecho, 'iiitérriációna
-l o, '
SI se prefiere
" ' a ,Jurrs-l
~"'do dde e! punto de vista de!,dmeh? '~"rn"~:~::a'
abstracta. De todos modos, y a la luz de una extensaev
de la práctica internacional, nosotros entendemos que la e;
tividad de dar órdenes, aunque se dirija a personas determ " cual uier intervención concreta de ,argano " : ,
stltUldo por q. _' haya teru.d o naturaleza, coercitiva
esta intervención
trate sobre cuestiones concretas, por sí misma no tiene rel
asea que tible
suscep I de tener una. aplicación coercitiva. Desde este
261
NIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
260 BENEDETTO CONFORTI EECO NTE
. 1" del Estado de la mejor manera posible
punto de vista, puede decirse que el derecho internacional erza "int:rnac~o,na H h t ~claración, en adelante nues-
, ta slstematlCO. ec a es a bi
tes a la fuerza interna de los Estados. e vlls '1 para el derecho consuetudinario, sino ram len pa-
va e so o
erivadas de otras fuentes.

Si se tiene en cuenta que un principio fundamental de


ternacional prohíbe, en líneas generales, el uso de la violen
bélico, el tema de los límites al uso de la fuerza que hem
"internacional" se vuelve relevante en él aspecto relativo eranía territorial
ción a dicha prohibición, o sea, la legítima defensa. D
Orígenes
ocuparemos en la cuarta parte de este libro, a propósito .,' fundamental en materia de de la
ciones del derecho internacional y de sus consecuencias. consuetdudmabr~a pn~:;~~ado es la de la soberanía te- soberanía
territorial
ción examinaremos esquemáticamente los límites a la fu el poder e go terno l' d ' en la
, . f ' o en realidad, se conso 1 o,
soberama se a lrmo, , , ' e en el mo-
na", sobre todo en lo que respecta al derecho consuetud
por estar compuesto por un número limitado de norma
caída del Sacro Imperio y, por ,COnS,lg~lent
, toda' forma de dependenCIa -mc uso orma
i 1- de
mejor a un tratamiento sintético. e ceso d d 1P a . La so-
statales individuales del Ernper~ or Y e 1 ~p . a de la
,. . nceblrse -en a epoc
, rial comenzo entonces a co , d dd 1
Es importante aclarar también -y esta aclaración es fruto t na suerte de derecho de prople a e
xiones posteriores a las ediciones precedentes de este libro, com absoluta- como ib tenía por ohjeto el territo-
ior dicho del so erano, que , di i-
nas observaciones críticas que nos han hecho llegar- que cua eJ d Q dri: "El territorio era todo: los m IV
a observa. o. ua . . " t meus
que el derecho internacional limita el poder de gobierno no se h , al territorio (Quisquis in territorio m.eo es '1
cia a los fines que persiguen las nor,mas internacionales, que p tan 1 sobre as co-
El poder del Estado sobre as per~on~~ Y 1 der so-
los más vari~dos, sino al mqdo en que operan estas mismas 1 n
ás que una manifestación, una denvaclO de po t li
mente se ha señalado (por Condorelli, en Schw. J, 1990, p. 28
se les atribuye a las normas de derecho internacional consuetu ton .
'o" La' idea .del t.erritorí.O e..s.ta.b ..a. tan estrechalm~n ~.
.' . . .., if . e eJerCIcIO
t
. . ' " 'd,d 'b'ernoq'ue para JUStl rcar
jetivo de delimitar las esferas de poder estatal (como nosotros ue la potesta e go 1 . .' '. . ".,. . todo
anteriormente, o dábamos la impresión de sostener), se termi ' ,." má.s .a.l.lá '. de.l territorio, se decla que, en . l'
gb rerno .. . .... . . . ,
.h ¡ " .. 1 hablaha de as
a una visión "clásica" del derecho consuetudinario, o sea, a aba siempre de territorio{por eJempo,se

.~erritor. i o delEstad?). :. d" "'b' '. t, do en. ladoctrina


gún la cual el derecho consuetudinario aseguraría la mera "coe Contenido
tre los Estados. Esta objeción es válida si se considera que es c id ' ue discutien o, so re ..o deJa
valores de "cooperación y solidaridad" entre los Estados, cons scuti o y se Sl~ . . iurídi a" internaCional del territorio: soberanía
br~ la. "naturaeza JUfI IC U bieto de derecho territorial
balmente por medio de convenciones internacionales, han p uienesafirmanguese trata e uno. ) r , " ,

día también en el derecho consuetudinario. En realidad, ex ayq,.. "1 r a '1 apropIe


' dad', otros
. , por .el'contrano,
, en-
'
internacional comO un conjunto de límites al poder de gobi ta do,slrnl a . . 'en términospatnmoma-
significa utilizar un esquema (y un esquema que sólo tiene e e el territorionoy.e,ne rel~:~~: en el cual se extiende la
Estados son "entes provistos de poder de gobierno") dentro del
insertarse todas las normas internacionales materiales fuera de
t:egosObl,ame~tdeelu~~:~:
terno ,
ella ague constituiría por símisma el
263
LAS NORMAS INTERNACIONALES
ONTENID O DE
262 BENEDETIO CONFORTI
ivid d de los agentes diplomáticos
l' dos con 1a acnvi a
verdadero objeto del derecho de soberanía territori re aCl,ona U f rna de actividad jurisdiccional en el ex-
anJeros na or , " 1
hay. autores que realizan combinaciones. variadas de x t r. " ' id d es la ·que se ejerCIto en e
parucular mtenst a .' Régimen
Se trata de una discusión exclusivamente teórica y,po a con, laci . en base al cual algunos Estados consi- de las
e capltu aClOnes, . ' 1
téril: ya sea que se adopte una u otra posición,la ese la administración de justicia (como, por ~JemPdo, ca pitulaciones
1es .en 1 ser Juzga os
ma no cambia, es decir, no cambia el contenido de la la China) les permitían a os e~~qpeos , . , _
cional sobre la soberanía territorial; en definitiva, n ís El régimen delas capitulaCIOnes ces~ ~~casl to
pa " G.' Mundial y.. se dio deflmuvamente
los Estados pueden hacer en e! propio territorio y, p e la Pnmera. uerra
no pueden hacer en territorio ajeno. ¿Cómo se puede és de laSegunda,
contenido? Puede decirse que la norma atribuye a ca
recho de ejercitar de modo exclusivo su poder de gobi 1 dr de gobierno dél EstadO territorial no ~ólo es
comunidad territorial, es decir, sobre los individuos ( ~~nea otros Estados, sino que también es ,~bre,~n
estos individuos) que se encuentran en el ámbito de! t al modo de su ejercicio y de sus contenI os,, n
lelamente, todo Estado tiene la obligación de noej y ,. " é l Estado es libre de hacer
s dentro de su terntono
poder de gobierno en el territorio de otro (sin el ca e" desee de sus propios recursos natu-
e dIsponer como , '
soberano local)~ esto es, de no realizar acciones de n 1 comunidad territorial según los cntenos en
tiva o que sean susceptibles de recibir aplicaciónco ar a a .. ' .,' , " porque esta libertad de! Esta.-
irnos "en pnnclplO . , ',. ' id
propios órganós de gobierno. En todo caso, se verifi 'b t· d absoluta se ha visto restn,n.g.l. a a
de la soberanía territorial solamente si existe una p mo una l1 er a "1 d
ido desarrollando el derecho interna~lOna mo ~-
no autorizada de un órgano extranjero ene! territori normas internacionales que se han Ido f~rm,a~, o
aSd .:...-inclusive lasque slefienden valo~es deJustlcl~ y
Por ejemplo, fue una acción ilícita, aunque moralme ,. ·uebldscorrlO las normas rélatlvas a derec os
captura del criminal nazi Eichmann por parte de agentes d
e los p , / ,. , ' 1 compar-
o eración en materiaeconomlca y SOCia -:- , ' ,
que se produjo en 1960 en territorio argentino (posterio op . . . . ' 'd I'mites'cadavez mas ngldos al
enos que una sene e l . " . , . . . "b'en
fue procesado y ejecutado en Israel). El carácter ilícitod o aplicado sobre el territorio. Por ~o t~nto, SI Id
afirmado incluso por el Consejo de S~guridad de las Nacio , ' • ' 'todavía es que en suterntono él Esta o
didq :dela Argentina: con la Resolución del 23-6-1960, no mcrpio , " .' "· " 0
. .. vmeJ'or crea', 'y' si biene.s, C,l.erto,
se como , ,que, en cas'
la necesidad de perseguir q los nazis responsables de
, . ' , I'pio que siempre debe a,p,licarse, las excepcio-
contra los judíos y advirtiendo quede ningún modo des e1 prlllc d ,. ar que
lución "justificar los crí~enes odi~sosde los que Eich bIes Es importante,sin embargo, estac ,.' '
el Consejo de Seguridad pidió al gobierno israelí que ~alase~cepciones que provienendél derecho consue-
no argentino "~na reparación adecuada conforme a la ma atarte los límites a la libertad del Estado son
Unidas y a las normas del derecho consuetudinario". P co~ve~ionales y,; por lo' tanto, de, normas~ue los
infrecuentes los éásos oe acciones (ilícitas) de policía q 'tado libremente. De este modo permane~e intacta
guir criminales más allá de las propias fronteras. Para ~adode obligarse o no através de conve~c,lO~~S' d 1
y s.; para ejemplos más antiguos v. Pocar, op.cit;, p. 1 nes ueseafirmarOil primero; tanto en e am rto ,e
La presencia y el ejercicio de funciones públicas por p ,q , .' 1,' bito del derecho convenclO-
etudlllarlO como en e aro
tranjeros está autorizada en una s,crie de casos hipóteticQs
264
BENEDEITo CONFORTI
CONTENID O DE LAS .NORMAS INTERNACIONALES 265
nal, son las normas que imponen un cierto trato a los ex
sean personas físicas o jurídicas, a los órganos extranje d unto de vista estrictamente jurídico. En
al menos des e un p de la soberanía territorial, las ,afirma-
do a los agentes diplomáticos, y a los mismos EStad sobre el contenido . , te ya han influido, so-
(sobre la base de las normas sobre el tratamiento de ' d influir y en par
asta .aqUI tratan e.. . b' 'respecto del tratamiento
han desarrollado también las normas relativas al trate 1, · a la so erarua
ión de los Imites íarnos h t aquí' y como vere-
organizaciones ihternacionales). Los límites al poder ) ' .C mo decíamos as a ,
' de sus bIen.es. o . finmacionesiintentan
dcrivan de estas normas no sÓn, hoy en día, lós más i 273 ss ) estas a 1
tinuación (v. p..' y: ' . onómicosde los ex-
más, en 10 que respecta a 'la condición de los extranj 1 de: los intereses ec .
tiva :sobre e trato ión d los intereses del Estado terrr-
cíal a la protección de sus intereses económicos, vere ', d . y or proreccion
. e . ,
nudo· e ma do se trata de paises
impulso de las reivindicaciones de los países en desarr dos ver da deramente sacrosantos cuan
medida.estos límit,es se han ido. d~bi1itando. Mucho má
son los límites surgidos de normas que defienden valore
solidaridad entre los pueblos.
Sobre tpdos los límites de los que estamos
más adelante.
discut~end
, ., stá rotegida indirectamente por Soberanía
a territorial también e . p ional vale decir, por el territorial y
d I d cho mternaci ,
undamental e ere
.as ocasIOnes pero que trataremos
.
Soberanía prohibición de
territorial,
. d la amenaza o
En esta libertad del Estado en, el ámbito de su territorio a hemos CIta o en van , ) e prohíbe la amena-
países en d . . , (v P 444 Y ss, , qu del uso de la
desarrollo ha dicho, constituye desde hace varios siglos el contenido d a continuación . ' . . 1 Es evidente que fuerza
laci nternaciona es.
y soberanía soberanía territorial, se inspiran algunos principios del "nue fuerza en las re aciones 1 1 cciones de tipo bélico
sobre los . . 1 ente a as a
mico internacional", tan importante para los países en desa n se refiere pnnClpa m r casualidad el arto 2,
recursos . d Estado y no po .
naturales rimos, específicamente, al principio de la soberanía perman el territono e un 'd'
1 N iones Un¡ as, que
lo ha sancionado por pn-
. 1" d
sobre los recurs()s naturales, enunciado repetidamente por 1 artaladenecesidad
aca as aci de proteger "1a 1integridad territona e
nera1 de la ONU (para todas estas cuestiones, cfr. el arto
Carta de, Derechos y Deberes Económicos de los Estados,
Resolución N° 3281 (XXIX) del 12-12-1Q74, que enuncia e
el cual "todo Estado tiene y ejerce libremente soberanía pIe
sobre toda su riqueza, recursos naturales y actividades eco . . ., de la soberanía territorial,
la adquisición . es1 Adquisición
e respecta a . sin inrervenciohes e de la
referimos también al principio por el cual todo Estado ríe . , exclUSIvamente y léi soberanía
recho a ejercer 1 . . d la éectividad: es e ejer-
elegir su sistema económico, así como su sistema polític . b' le e cnteno e /' h d territorial
de go terno, va d origen al derec o e
del poder de gobierno 10 que ~ parcial que contiene
de acuerdo, con la voluntad de su pueblo... " (art. 1),
elegir sus objetivos y medios de desarrollo, de moviliza der La tauto logIa ' ,
ivamente ese p o . 1" de efectividad y. esta
te sus recursos, de llevar a cabo reformas económicas ística de cnteno . "
ón es una caracter . r. "ex tacto oritur tUS ,
y de asegurar la plena participación de su pueblo en el li ., de l prmClpIO /'
cios del desarrollo" (art. 7 de la misma Carta). Podría pa
ualquier . ap. icacron
t del erec o d e soberanía territorial
d h , (y
or al nacirmen o on el cual esta es-
sión de los países en desarrollo a estos principios o a otro 1 E d que es un tema C
o mismo de sta o, t tando: al respecto,
mo su tendencia a proclamarlos continuamente en todos 1 e 1·iga.da la cuestión que estamos ra
s.).
267
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
266 BENEDEITO CONFORTI
, Unidas para el Sudoeste Africano
1 Consejo de las NaciOnes, bros y asistido por un Comisa-
Muchos aspectos de la problemática de la adquisició
mpuesto por 11 ~stad,os mlUem d 'os actos de este Gobierno
beranía territorial, tan apreciados por la doctrina clásic , ecutIVaS no e t
U con funCiOnes eJ , ' f ' id d debido a la persistente
hacen eco de diversas concepciones de la teoría general '1 d '1 arecla de e ectivi a ,,
s inúti ecir o, e hibi 1 bu'squeda utilizaciOn Y
privado (entre ellas, además de la efectividad, la necesi ib: f pro I Ir a '
dafricana en Naml ~a" ue del país sin su autorización Y decla-
animus.possidendi por parte del Estado; la validez de 1 os los, r,ecursos econom, IC~S 'd" xportaciones no autoriza-
nes simbólicas de! territorio; la posibilidad, de que e! des so' de consta ta r e la
s eXistencia
, e e íi d s" en ínteres
, ' d e1
bí r "secuestrados y con isca o , ,
to constituya por sí mismo un, título preferencial para a ecursos de ran seo .del 27-9"1974 del Consejo para Namlb~a,
benaníaaterritoríal, etc.) 'carecen hoy totalmente de act biano (Decreto N 1 NU el 13-12-1974, en especial
realidad, se re!acionabancon la existencia de territori r la Asamblea General de la O
pertenecían a nadie (por ejemplo, pensemos en los territ , , ' " su inde endencia en 1990, después d~ una
fueron objeto de expansión colonial aún en el siglo pasa t"eNamlbIa adqumo P" d las Naci,ones U",nidas.
, d b con la aSistenCia e
vez territorios que todavía no habían sido descubiertos. ente lleva a a ca o: ' , " ' d 1 ind epende,ncia,' de los
,', , Namlbla antes e a
sucesos relapvos a ,,' , la Corte Interna-
-Ó:Ó:',

Adquisición existe este tipo de territorios, ni puede adquirirse soberaní , "d d 'de ocuparse en vanas ocaSIOnes
de la portunI,f ;
rial en el espacio cósmico descubierto o por descubrir. E ticia, v' Contorti? p, 243 Y ss,
soberanía
en violación, reviste actualidad elproblemadela adquisición de territo
de normas tlladáen violación de normas itlternacionalesde fundám li dos desde e! período de entregue-
fundamentales
poitahi::ia: 'Pensemos en aquellos tetiitori6sadqiJ.irido~en tante los esfuerzos rea l~a , , de efectividad Y desconocer
limitar el alcance de! pn~cllplO,
internacionales
de graves violaciones a
del arto 2;pa~t.4, de la Carta delaONU,queprohíbe el , '1 f uto de ViO encía o " , "
fuerza (por ejemplo, los territorios árabes ocupadosl'0r ón terntona r ' 1 11 d " doctrina Stimson ,
, ' 1 ( famosa a ama a
19671 0i en violación del principio de autodeterminaci rnaClOna es es , 1 Se'cretario de Estado
" n 1932 por e ,
en estoS termmo s e , ' nal parece esénclal-
pueblos,como en el caso de territorios coloniales cuya ind , h 1 ' tica mternaclO
cia ha sido declarada por la Asamblea General de las 'cano), aun oy ,a p~~c fectivo y consolidado del poder
tada a que el eJercIcIO e , ist do del modo que
Unidas, en ejercicio de competencias que le han sido asig " ' incluso conqUls a
o' sobre un terntono, /" l: Tratando de
virtud de normas consuetudinarias específicas formadas e , ' . / n d 1 oberama terntona . .
de la Organización (v. p. 193 l. da la adqUlslclO / , a s d 1 Naciones Unidas, rddó 10
r a partir de la practica e ads normaconsududina-
, . ' e ha forma o una , ' " '
Cuestión de Este ha sido el caso del Sq.doeste Africano, también llamado sostenerse es que s ' 1 ' 'f ti'vidad extraternto-
, ' '1' 'E d s a negar a e ec ",
Namibia ex colonia alemana transferida a Sudáfrica después de la Prime iga a todos os sta o 'b n territorio adqulfl-
,.. b' llevados a ca o en u
Mundial, bajo mandato de la Sociedad de las Naciones, y prá ctos de go ierno s r d' "1 ción del principio de
anexado por el gobierno de Pretoria algunos años después' de 1 " " "b' cupa o en VIO a
mamente (o len o ' p que esa adquisición se
Guerra Muridial. Frente a la p~rsistente negativa de Sudáfrica d , " d 1 pueblos) siern. re " 'd d
" mmaclOn e os
p rte 'd'¡ íembros de la comU111 a,
e os nuem
cori la Organización para que Namibia no permaneciera al marg zada por, la mayor a stad d / negarle su reconOCl-
cesó de descoloriizaci6n, la Asamblea General decidió, por medi , lo los Esta os po ran li
nal. Por eJemp, , d di ho territorio o no ap 1-
soludón N° 2145 (XXI) del 27,10 cl966, poner fin al mandato sud , onunCla as en lC ,
las sentenCias p~ d d echo internacional pnva-
y asignó a las Naciones Unidas la responsabilidad de la administra rtud de las propias normas e er ,
territorio con vistas a su independencia. A continuación (por medi eyes emanadas en e! mismo, etc.
Resolución N° 2248 S-V del 19-5-1967) se creó un órgano de gobier
269
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
268 BENEDETIO CONFORT!
, es desarrollados, De todos mod~s,
de los museos de 10spals f . ' a adopte la mencIO-
Sobre las resoluciones de los órganos de la ONU que obligan s d ue la Con erenCl ,
n votado en contra e q ' 1 mente incierto el destl-
dos a desconocer los actos de gobiernos realizados en territorio vuelve partlCU ar , '
ón (v. p. 169), 1o q u e . 'dad meramente teonca
ilegítimamente, v, Conforti, p. 191 Yss. , , ya que le ha c.onfendo una enti
cIOn,
contenida en el arto 15.

Adquisición Hay también adquisición y pérdida de la soberanía t


de la
soberanía
relación a las cuestiones relativas a la vida del Estado, de
territorial y ocupamos cuando nos referimos a la sucesión de Estados
cambios en de tratados (v. p. 149): cuando se verifica la separación d límites a la soberanía territorial
e! Estado
del territorio, con la consiguiente formación de un nuev
una cesión de territorio, o una incorporación, etc., siempr
ce una pérdida de soberanía territorial por parte de un Es iento de los extranjeros
adquisición por parte de otro. También en estos casos es "Ligamen" de!
lí ites clásicos a la libertad extranjero con
principio de efectividad, por cuanto, como ya dijimos, lo se ha destacado, ent~e l~s im ea conveniente está la comunidad
que fundamenten estas situaciones (por ejemplo, un acue t ntorIO como cr d territorial
Para gobernar
,
su er d
el Esta o es a
t'obligado a conce er a
1
sión) sólo producen efectos obligatorios y por sí mismos ido el tratamIento que , bi n a los órganos y a os
paces de originar un derecho de soberanía territorial. bi como aSI tam le ,
, ros Ya sus lenes, ,, 1 rganizaciones mter-
dí tamblen a as o
ranjeros (hoy en la, h d estos límites, teniendo en
Sucesión en La expansión de la soberanía sobre e! territorio de otro Estado ). Nos ocuparemos a ora e ias por los motivos ya
materia de
bienes de!
salvo disposiciones expresamente pactadas, que la propiedad púb bre todo, las normas consuetud.mana ,
Estado como vada de! Estado predecesor (con los relativos accesorios, pertene
consecuencia pase al Estado sucesor.
. . s en el tema del tratamien-
dela dos principios consuetudm:rlo al. extrani ero no puedan
adquisición de
Sobre el tema mencionaremos la Convención de Viena de 1 , l.ori o preve que
Sucesión de Estados "en materia de Bienes, Archivos y Deudas d eXtranJeros. E .pnmer . 'enerales no puedan re-
la soberanía , térmmos mas g ' f
territorial de! cual ya hemos tenido oportunidad de ocuparnos a propósito le prestacIOnes,Y en , 'stificados por una su 1-
' q u e no esten JU 1
sión en los trarados (v. p, 168). Además de contener normas de comportamIentoS . (o de sus bienes) a a co-
no serán examinadas aquí, esta Convención confirma el principi enencia" del mismo extranjero . o todas las nbrma S
propiedad de derecho interno c~rre la misma suerte que la sobera territorial. Esta norma, (~ue, corn iere de una delicada
. y elastlca y.requ
rial; sea en lo relativo a bienes (art. 7 y ss.) como en lo relativ . inarías, es muy vaga f: de aplicarla a cada caso
i ' , rete a m 1
(art. 19 y ss.). Entonces, y como puede comprobarse en el caso d ión por parte de lnterp., diciendo que la intensidad de
contraídas con otros Estados (v. p. 169); esta ConvencÍón pr ) puede expresarse tamble~ sobre sus bienes debe ser
miento especialmente favorable para aquellos países sometidos a obierno sobre el extranJero y 'social de la que ha-
g id d d la pertenencIa ,
colonial, ya que se les atribuyen no sólo los bienes existentes en el
ional a la intenSI a e 1 extranjero no podrán pedlr-
sino también los bienes, tanto muebles como inmuebles, que se en
anteriormente. Por lo t~nto, a naturaleza política -como
en el exterior y de los cuale's se hubiera apropiado la metrópoli d 'mportaml entos d e , 'f'ioan en
dominio colonial (art.15). Es evidente que si se aplicata al pie stacIOnes Y ca .' T _ que sólo se JUStl
.
ación, de prestar
. serVICIO rru rtar
una norma de este tipo, llegaríamos a poner en duda incluso la su
EL CON1ENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 271
270 BENEDETTO CONFORTI

ación de conceder la extradición del individuo hacia el Estado


presencía de aquella máxima "pertenencia social" que consti
a imponérsela. La situación es distinta' en el caso del derecho
vínculo de ciudadanía. No podrán pedírsele prestaciones de t
ional, ya que son numerosos los tratados (también en el caso
cal, excepto en la medida en que el extranjero ejercite una act
os que no sean siempre calificables como crimina iuris gen-
o posea bienes que justifiquen dicha imposición. No podrán
uecontienen la norma "o extráditar o juzgar" ("aut dedere
nérsele vínculos relativos a actividades comerciales, industrial
(o ejercicio de la jurisdicción civil) -pensemos en el respeto ·care").
reglas de la competencia (legislación antitrust) o en las prohib
inherentes al comercio internacional (v. p. 317 Yss.)- except r de la norma autdedere aut iudicare se pronuncia el arto 4,párr.
do estos vínculos se desarrollen o estén ligados de alguna royectode Código de Crímenes contra la Paz y ·laSeguridad· de la
d", preparado por el.Redactor especial Doudou Thiarn en e! seno
con el territorio. No podrán aplicársele sancíones penales si
.sión de Derecho Internacional (en Amiuaire de la Commissiol1 de
delitos que guarden alguna relación con el Estado territoria
tauonal, 1987, Ir, 1, p. 3). Pero se trata de una tesis que tiende so-
sus ciudadanos allí donde hayan sido cometidos, salvo que
1 desarrollo progresivo de! derecho internacional y no a la. codifi-
de delitos especialmente atroces, como, por ejemplo, los de derecho consuetudinario existente. Es posible hacer esta afirma-
paces de inquietar la conciencia de cualquier individuo medi considera que la práctica de varios Estados se orienta aún hoy
secuerttemente'ligados, en cierto modo, a cualquier corrtunid ti!ización de la noción de "delito político" (qtiecomúnmente se ex-
torial (principio de lá universalidad de la jurisdicción penal). acuerdos de extradición) en relación con los crímenes interna-
CrindlÍG A propósito del principio de la universalidad de la jurisd que es justamente la concesión de asilo a los responsables de crí-
iuris
gentium
riál, es importante señalar que este principio abarca tambi nacionales lo que ha provocado la práctica de las capturas
macros áiiizina iuris gentium o, para usar una' expresión territorio extranjero. Hay que considerar, también, que este
tía acroptada también por la Corrti'sión de Derecho lnte nde"a ampliar. enormemente la noción de crimen internacional,
las Naciones Unidas (v. p.n y ss.)qtie está trabajando' suart.l1,párr. laI3,que'puedan,.einc1uso deban, respon-
s crímenes ante los jueces de cualquier país los. órganos supre-
cación de esta materia, los crímenes contra la paz y la s
lquier Estado que agreda a otro o que interfiera en. sus asuntos
la humanidád. El núcleo esencial de estos crímenes son la
p. 292 Y ss.). Con esto se llega a la conclusión de que al señor
hés graves y atroces de los derechos humanos (genocidi
tonces Presidente de Estados Unidos, podría imponérse!e una pe,
tratamiento cruel o degradante de lbs prisioneros políti . r Estado, si es cierto que Estados Unidos ha recurrido ilegíti-
crirrtinales'comunes, 'etc.) ya sea en tiempo' de guerra ( fuerza y ha intervenido en los asuntos internos de Nicaragua
guerra) como en tiempo de paz. Entendemos que cada' a expresado la Corte Internacional de Justicia en e! caso de las
proceder a imponer una pena;a lo§individuos (taiito militdres y paramilitares en Nicaragua (CIJ; Recueil, 1986, párr.
éomo a los órganos 'de su propio Estado) que hayan .smo debería decirse de los órganos supremos de la URSS (ob-
clase de delitos; entendemos también que esta pena pu que subsistan en la actualidad) en razón de la .intervención en
aunque el culpable haya sido ilegítimamente captura aseen todos los casos de este tipo. ¡De este modo nos arriesga-
jero,es'decir, en violación de la soberanía territorial de el ridículo1 Es cierto que ....,-fuerade1a especial responsabilidad
que se'encontraba, y no obstante el heého de que, se del Estado por actosde agresión u otras violaciones graves. de!
acional (sobre 1:;1 cual y. p. 455)....,-laresponsabilidadindivi-
ción penal del Estado que juzga, el delito háya presc .
o estatal no puede ser afirmada sinoc~ando>esemismoórga-
mas, finalmente, que para el derecho consuetudinario
ión o no de actos de agresión, entiempodepazo en.tiempode
de pero nbdebe imponer una pena; y nisiquieta por
273
NTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
CO , Protección de
272 BENEDEITO CONFORTI
d bli ación del Estado terrt-: extranjero
ipio establece la llama a o g, 'pi'o el Estado debe
guerra (pensamos en los criminales nazis durante la Segunda G C , S ' este pnnn ,
r al extranjero. egun , 'eprinúr las ofensas
dial), haya cometido violaciones graves y atroces de los derecho d prevemr y 1 , h
'das adecua as para , iparándose die as
En lo referente a la tesis de que se aplique e! principio de la
na o los bienes del extran¡ero'f equ de todos los indi-
de la jurisdicción penal a los crímenes contra la humanidad, cfr. , h bit almente en avor d '
en la jurisprudencia interna, la sentencia de la Corte de Apelaci ue se rea 1Iza a 1 u didosl en un Esta o ci-
dos Unidos, 6ta. circ., en e! caso Demjanjule v. Petrowsky (1 de los ciudadanos compren 1 lmente las necesida-
, d " e cubra norma 1"
vol. 79, p. 544 Y ss. (en este caso, se trataba de establecer si el en un Esta o qu d t ba] o su contra
1 cieda pues a ,
rael podía imponerle una pena a un criminal nazi y, por lo tan seguridad d e a so , s obvio que deberan
d'das preventivas, e d
extradición a Estados Unidos, a pesar de no existir relación ent cuanto a 1as me 1 d concreto: de este mo o,
, de ca a caso 1
cometido ye! Estado de Israel). Siempre" hablando del caso de as circunstanCias 1d ha internaciona cons ue-
contra la humanidad, en lo referente a la posibilidad de impon speta e erec
te ese Esta d o re li , suficiente para mante-
aun si el culpable hubiera sido capturado ilegítimamente en e! e d rato de po icia d
ispone e un apa d u e le provea a ca a ex-
por ejemplo, la decisión del Tribunal de Casación francés del 6-1 I'ya que no puede preten erse qd gentes para evitarle
ILR, vol. 78, p. 125 y ss.), en el caso del criminal nazi Barbie. T \1 ' 'o un grupo e a d
entra en su rerntori d ') también es evi ente
ese mismo caso, el Tribunal de Casación afirmó el principio de mano arma a. , ,
anales o ro b os a , 1 s frente a Clrcuns-
criptibilidad de la acción penal (decisión del 26-1-1984 Y del 2 did 1'eialesespecla e ,
marse me 1 as po I , actoS de terrorIsmo
ídem, loe. cit.). Por el contrario, parece discutible si es imprescrip A , 1 ra prevemr
ción civil de la víctima o de sus herederos (en sentido negati ecial es (por ejemp o, pa . tuvieran especialmente a~e-
ejemplo, la decisión de la Corte de Distrito de Estados Unidos, grupO de extranjeros que ~si1 advertir que el derecho m-
California, en el caso Hcmdels 'and Others v. Artrecovic (1985), ambién en este oaso es fac, tante al intérprete que,
el muy Impar id d
79, p. 405 Y ss.). lle· conce d e un pap .. 1 ' 1 s medidas han SI o a e-
Represión del Entre las convenciones que contienen la norma aut dedere a caso concreto, debe estab ece~ SI a necesario que el Esta-
terrorismo did represIVas, es 1 1
deben destacarse principalmente las convenciones sobre represió especto de las me,l ~s,' 1 normal frente al cua e ex-
rismo en sus distintas formas. Recordemos, por ejemplo: la Conv ciOna
ga de un aparato JunsdlC btener justicia. Se llama
La Haya de! 16-12-1970 sobre Represión de la Captura Ilícita de
O
pued a hacer valer su demanda Y t al acto l'lícito del Estado Denegación
la Convención de Montreal del 23-9-1971 sobre Represión de Act ' ti 'a este even u d de justicia
te denegación d e /us ia , omete este ilícito cuan o
que Atenten contra la Seguridad de la Aviación Civil; la Convenci ífi Es obviO que se c " . di
ateria especl ica.: d f t s de la organizaciOn JU -
trasburgo del 27-1-1977 sobre Represión del Terrorismo, promov , de los e ec o ',
a J'usticia en razon delo la administraClon
Consejo de Europa; la Convención del 7-12-1979 contra la Captu iend o en cu enta como mo
d temen ,
henes, promovida por la Asamblea de la ONU; la Convención de . sta o, e cuenta todo Estado medIO.
10-3-1988 para la Represión de los Actos Ilícitos contra la Seguri la con qu
Navegación Marítima; etc. Por otra parte, hay que tener presente q
tos de terrorismo son calificables tomo crímenes contra la humani
Protección
si consisten en violaciones graves de los derechos humanos, lo que 1 h mas hablado hasta aquí se de inversiones
pre sucede. Pero puede también entenderse que, incluso cuando no s tos dos principios de los cua e~ e n desarrollo respecto de extranjeras
. ' . d los paises e d
ficables como crímenes contra la humanidad, hay actos similares q las reivindl.caciOnes e d en el "nuevo or en
. ue se encua ran ,
igualmente bajo el principio de la universalidad de la ley penal. En ta ersiones extranjeras, q ,. ob]eto la soberama per-
do se pronuncian las .Cortes de Estados Unidos (cfr. los casos citad . na1" .y que tjeneü por
mico internaclO
Lowenfeld, en AJIL, 1990, p. 444 Y ss.).
274
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 275
manente sobre los recursos naturales (v
conocer estas reivindicaciones dado . p. 2~4). No es posib la segunda posguerra, primero con las nacionalizaciones
grupo de Estados. Pero, debid~ a la que ?~~Vlenen de un nu s por los Estados de! Este europeo, y luego con las naciona-
poco es posible aceptarlas pura y si O~oslclonqUe encuentr de compañías petrolíferas por parte de los Estados árabes
más extremas esto es f Imp emente en sus form as las que se hicieron en los países de América Latina y en
, ,a lrmarque en m t ' d '
saparecido la tradicional p t ' , d a erta e Illversione es en desarrollo. En la actualidad, ha aportado una contri-
rea lid
1 ad, de lo que se tr t.
ro deCClOn . . e los bie nes. extranJe '
eresante sobre este tema la práctica del Tribunal Irán-Esta-
a a es e realIzar un f
una síntesis entre la posición de. 1 ' . . es uerzo para os (Iran-US Claims Tribunal), instituido en 1981 para en-
S
dencia es favorable a laabsolut l?b PaIdse.s en desarrollo, e los recursos de los respectivos ciudadanos por las medidas
, " alerta del Estad .
POslCIOn.
, , de los países ind us tri
na liIZa d os. . cuya tend o. te.rrltor
f ontra sus bienes, derechos e intereses,
maxImaprotecciónde la' ., ' . enCla es avo pone en duda la absoluta libertad del Estado para expro-
todevista de los paísese:l~;er~o~esextranjeras. En cuant ás específicamente, para nacionalizar bienes extranjeros, y
cía alart. 2 párr 2 ' . . abs de ..es.arroll0, puede hacerse alguna opinión en contrario, como,por ejemplo, la del árbi-
, . . ,mc. a y e la C d
Económicos de los Estados (v '.79. a~ta e Derechos y Dupuyen la sentencia arbitral del 19-1-1977 pronunciada
libre. para reglamentar las' . P', ), segun el cual. cada Esta o Libia contra algunas sociedades petrolíferas nortearnerica-
mverSlones "con a 1
g1amentos yde conformid d . .. " rreg o a sus le 11978, IV, coL 233 y ss.; con nota de Tesauro), es una api-
nales" y d d a con sus obJetIVOs y prioridad
e a optar todas las medidas necesari. . ada. Tampoco:existe controversia alguna- acerca de si dicho
glamentación sea respetada p I . . as a fmde qu a manos públicas deba justificarse en motivos de utilidad
Principio
de la igual
sociedades multinacionales U or os extranjeros, enespe ' , que es una cuestión relevante exclusivamente en los casos en
na
remuneración fin evitados abusos perpet' d nor~a de este tipo, que tie ropia un bien particular (en los cuales se resuelve afirmati-
los recursos de los territori:: b:;oe~ e. ~.~sadolco~el fin de
del capital
), ya que en el caso de las nacionalizaciones (que normal-
más débiles también p d . 0~1ll10 ca olll.al o de los barcan grupos enteros de empresas), e! interés público está in
, ue e serconsú:!erad 1
general de derecho interna' 1.. a como a actual En definitiva, en la actualidad la única cuestión importante O bligación de
· ciona en materia de . ,
que 1a libertad del Estado d' h . .mverslOnes, ese discute es la indemnización.· Según el derecho interna- indemnizar
m. it~ alguno uno. se eJ'er·.z "que lC a norma p.arece sancion eral, ¿el Estado expropiante debe otorgarlacorrespon-
, . a sm ofrecer una . 't. .
capital extranjero. equ¡ attua remu emnización?Supongamos que la respuesta deba ser afir-
incluso en el caso de las nacionalizaciones, por considerar:
ún Estado, ni siquiera los de régimen socialista,cuando han
o nacionalizaciones, se ha proclamado abiertamente contra
~n problema siempre abierto en el marc
Expropiación
y nacionaliza- . ción de indemnizar o ha declarado abiertamente no querer
ción de bienes las mversiones extranjeras es el de la lO de la r:?la~ent esa obligación; que esta obligación está reconocida en laDee
extranjeros
de las expropiaciones y demás medid reg a~e~tacIOn rnrer n de Principios de la Soberanía Permanente sobre los Recur-
derechos e intereses de 10 , a s restrIctIvas de la pro rales, adoptada por la Asamblea General de la ONU en
s extranjeros que bl
presentado sobre todo Íaci " es un pro ema u p. 79), y por el mismoart. 2 de la Carta de Derechos y De-
, , en re ación con las nacion l'
d Ial, con las grand
P~actIca en la materia se retrotrae al fin de 1 P'
'
es nacIOnalizaciones s
a Iza
a nmera Gue
-Ó»
nómicos de los Estados (en el párr. 2, inc, e), que hemos ci-
C0 antes; y que la necesidad de indemnización se relaciona
oVIetIcas, y .se enriqu
equitativa remuneración del capital que constituye el único lí-
276
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 277
mite a la libertad de! Estado en materia de inversiones extra
por los Estados desarrollados en cuant~ a la responsabí-
esto es cierro, es necesario reconocer también que en la pr
nacional del Estado que expropia propiedad extranjera.
por reflejo en la doctrina, reinan una gran confusión e incerti
ados para la promoción y protección de inversiones ex-
acerca de las modalidades de pago de la indemnización y, s
e1ebrados por la Argentina con una treintena de Estados
do, ~cerca ~e!,quantum que debe pagarse. La tesis de algu
fines de 1990, se contempla expresamente la obligación
dos llldustnalIzados, según la cual esta indemnización d
dos partes de no expropiar las inversiones extranjeras.
siempre "inmediata, adecuada y efectiva" (fórmula acuñ
ones extranjeras no podrán ser nacionalizadas, expro-
Esta~os Unidos en e! período de entreguerras), si bien pu
metidas a medidas que tengan un efecto equivalente a
parnrse cuando se trate de la expropiación de bienes partic
nalización o expropiación salvo por razones de utilidad
Acuerdos de
razones de utilidad pública, nunca ha podido sostenerse en
lacionadas con necesidades internas del Estado que toma
compensación de nacionalizaciones. La indemnización se establece de disti
global das, sobre una base no discriminatoria y a cambio de una
dos y muchas veces es objeto de negociación entre el Estado
ción pronta, adecuada y efectiva. Se estableció por estos
liza la nacionalización y el Estado cuyos nacionales son los
que e! monto de las compensaciones representará el valor
de los bienes expropiados (los así llamados "acuerdos de co
inversión expropiada tenía en el mercado al momento
ción global" o "lump-sum agreements", mediante los cual
anterior a la expropiación, o antes del. momento en que
mer Estado entrega una suma global al segundo, y este
iada se hizo pública, cualquiera de estas circunstancias
transforma en e! único agente competente para decidir ac
rior. Estas reglas se aplican incluso respecto de aquellos
distribución de dicha suma entre los sujetos dañados) o dir
ue una parte contratante expropie los bienes de una so-
entre el primero y las compañías expropiadas. Algunos
orporada o constituida de conformidad con las leyes vi-
(en~re ~~os, e! gobierno democrático chileno en la época d
u territorio y en la cual inversores de la otra parte con-
nalrzaclOn de! cobre y el iraní ante el citado Tribunal Ir
ngan participación (conf. artículo 5 Tratado del 11 de
Unidos) han s?sten~d~ que l,a indemnización debe ser tal q
du~c~ ~n enrIquecImIento llldebido del Estado que naci 1990 entre el Gobierno Argentino y el Gobierno del
do de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para .la.Promo-
pefJUIClO de las compañías extranjeras expropiadas, per
tección deInversiones __en vigor desde el 19 de febrero
cularla, también se debe tener en cuenta el enriquecimie
'artícúlo 5; délTratado del 22 de mayo de 1992 entre
de esa~ m~smas comp,añías como consecuencia de las g
Italia sobre .Promoción y Protección de Inversiones; ar-
traordlllanas consegUIdas por la: explotación de los recu
1Tratado del 14 de noviembre de 1991 entre Argentina
e
En estas ideas se inspira el arto 2, párr. 2, inc. c, de la
nidos de América sobre Promoción y Protección Recí-
chos y Deberes Económicos de los Estados que, a pesa
nversiones; artículo 4, Tratado del 2de agosto de 1991
e! deber del Estado de pagar una indemnización coro
cho, prevé que el Estado que nacionaliza determi~e di
ntinay Chile, etc.).] .
lusión, todo lo que podemos decir a partir de la práctica
c~ónsobre ~a base de "sus leyes y reglamentos aplicabl
al es: que subsiste la obligación de indemnizar; que sólo
CIrcunstancIas que el Estado considere pertinentes... "
Estado que nacionaliza sostiene inequívocamente su vo-
punto ha sido contestado por los países industrializa
no, indemnizar cornete, una violación. del derecho .interna-
de la década del noventa, los Estados en vías de des
e no puede hablarse de ilícito mientras pueda demostrarse
zaron a aceptar, en diversos acuerdos internacionale
voluntad de alcanzar un acuerdo con el particular expro-
278 BENEDEITO CONFORT!
o EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 279
piado o con el Estado de su nacionalidad, por el cual' se fije neg
demos que la materia de la deuda pública contraída con Estados
damente una indemnización o se someta a una instancia arbi
s también está reglamentada por la Convención de Viena de
determinación de la misma; que, si dicho acuerdo se realiza en re Sucesión de Estados en Materia de Bienes, Archivos y Deudas
tados, estos pueden incluso sacrificar los intereses del particu o. Pueden encontrar aplicación, en este caso, muchas de las consi-
propiado, a fin de obtener otras ventajas. Por otra parte, esto es que hemos desarrollado sobre esta Convención cuando nos
es una mera aplicación del principio que examinaremos den s de la sucesión de Estados en los acuerdos internacionales sobre
poco, por el cual cada Estado eslibre de proteger o no a un ci s, sobre todo lo referido a la posición de los países en desarrollo
no que haya sufrido una injusticia en el extranjero y, ade 8 Y ss.).
protegerlo del modo y dentro de los límites que considere má
venientes.

recho internacional consuetudinario no prevé ningún límite Admisión y


Respeto de admisión y la éxpulsiónde los extranjeros: en esta materia expulsión de
las deudas los extranjeros
lena vigencia la norma sobre la soberanía territorial, que
públicas El tema de la protección de los intereses patrimoniales
a la plena libertad del Estado para establecer su propia po-
extranjeros se relaciona con el problema del respeto de las
cuestiones; de inmigración, ya sea temporaria o definitiva,
públicas contraídas por el Estado predecesor, en los casos
rdenarles a ciertos extranjeros, o a ciertos grupos de ex-
dificación de hi soberanía sobre un territorio (por secesió
s, abandonar su propio territorio. Por cierto que, encaso
membramiento, incorporación, cambio radical de régime
lsión, ésta debe realizarse de la manera menos "ultrajante"
(v. p. 149). Frente a una práctica que ha sido siempre inc
para el extranjero, y que a dicho extranjero. debe concedér-
contradictoria, la doctrina tradicional se mostraba genera
lapso razonable para resolver sus asuntosy. abandonar el
favorable a la sucesión de la deuda pública, entendiendo
tal sentido se expresa la sentencia del 2"11-1987 del ya
respeto de los derechos adquiridos estaba contenido en el
protección de ·los extranjeros. Esta opinión, que ya en ces citado Tribunal Irán-Estados Unidos,en el caso Yeager
ic Republíc oflran, enAJIL, 1988,..p.3,55); pero todo esto
ha sido desmentida por la jurisprudencia interriacional (
ás que la aplicación del deber de protección del que hemos
pecto, es célebre la sentencia' arbitral dé118-4-1925, ex
hace poco, en especial de la obligación de establecer medi-
RIAA, 1; p.529 y ss., que excluye la posibilidad de r
entivas contra posibles ofensas a la persona del extranjero
deudas del desmembrado Imperio Otomano), encuentra
ienes.
menos apoyo eh la práctica y además se opone ala clara
posición de los países en desarrollo. Todo 10 que puede quedar claro también queeaunque laque hasta aquí hemos Convenciones
de estableci-
s el estado actual del derecho consuetudinario, por el con-,
que la: disciplina en la materia tiende a seguir los principio miento
Deudas isten numerosos acuerdos internacionales -las llamadas
localizables .r:,ara la sucesión en m ia de tratados: es decir, tiende a
iones de establecimiento"- en virtud de los cuales cada
sucesión en el caso d s deudas locaUzables (o sea, las d
traídas en exclusivo interés del territorio que es objeto del las Partes contratantes se obliga a reservar condiciones
rmentefavorables para las personas físicas o jurídicas
soberanía) yana admitirla en el de las deudas generales del
predecesor, obviamente a menos que, en este'último caso , s .entes a la otra u otras Partes, tanto en 10 que se refiere a
.
establecido convencionalmente otro compromiso. ión, como en lo que concierne al ejercicio de actividades
, riales, profesionales, etc. Son particularmente importantes

" " '. ~v

, '", .' • I

, \
280 BENEDErro CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 281
(de entre las normas relativas a la libre circulación de las pers
'tica, sacrificar el interés del ciudadano lesionado en razón de
las normas sobre el derecho de establecimiento contenidas
tereses, transigir con el Estado agresor, etc.
arts. 52 y ss. del Tratado CE, que tienden a lograr una casi
equiparación entre los propios ciudadanos y los extranjeros d
del área comunitaria, entendiendo por tales, obviamente, a los blema es otro si, desde el punto de vista del derecho interno, el Go-
danos de los Estados miembros. o está obligado a ejercer la protección diplomática respecto de .sus
s, En caso de silencio de las normas legislativas o reglamentarias,
rudencia interna se orienta en sentido negativo. Sirva a título de
para Italia, Cass., Sez. Un., del 8-10-1965, N° ?0~8 y ~el.12.-7­
Protección ° 2452, en Picone y Conforti, La giurisprudenza italiana di dir. int.
diplomática Si el Estado no respeta las normas sobre el tratamiento de 1 o Repertorio 1960-1987, Nápoles, 1988, p. 128 Y ss., donde, en una
tranjeros, incurre en un ilícito internacional frente al Estado del ¡va más general, se consideran plenamente discrecionales y total-
es nacional dicho extranjero. Además de todo lo que se dirá a era de control tanto jurisdiccional como administrativo aquellos ac-
de,las consecuencias de los actos ilícitos en general (v. p. 439 ados por el Estado para regular las relaciones internacionales; en el
es importante mencionar aquí la figura de la "protección dipl entido en Francia, Cons. de Estado del 25-3-1988, en RGDIP,
ca", que es un instituto característico de la materia que estam 258. Menos drástica es la decisión de la Corte de Apelación de la
tando. 22-11-1984, en NYIL, 1986, p. 299 Y ss., según la cual para el de-
andés subsistiría la discrecionalidad del gobierno, pero podrían in-
El Estado del extranjero "maltratado" podrá ejercer la pro
as Cortes si la asistencia prestada al propio ciudadano fuese menor
diplomática, o sea, asumir la defensa del propio ciudadano en
a de la que razonablemente pueda preverse.
no internacional: podrá actuar a través de protestas, propues
arbitraje, amenazas de (o recurso a) represalias (v. p. 449 Y ss.)
tra el Estado territorial, con el fin de obtener el cese de la violac "que destacar que, en el ámbito de las relacion~~ ec~nómi~~s Doctrina
Calvo
olucran a extranjeros, el instituto de la protección diplomáti-
el resarcimiento del daño causado al propio ciudadano. Sin e
bjeto de oposición por parte de los Estados en desarr~llo. E~­
go, antes de que el Estado ejerza la protección diplomática, es
basan en la doctrina Calvo, que toma su nombre del diplomá-
sario que el extranjero haya agotado todos los procedimient
internacionalista argentino que la enunció en el siglo pasado
ordenamiento jurídico del Estado territorial que tenga a su
Agotamiento
ción a fin de obtener justicia (ésta es la llamada "norma de reacción contra la pretensión de los Estados europeos de in-
previo de los
recursos militarmente en los países de América Latina con el pretexto
agotamiento de los recursos internos»). Es decir, es necesario
internos ger a sus propios ciudadanos), según la cuallas.controver-
acción, el proceder internacionalmente ilícito del Estado ter
tivas al trato de los extranjeros serían de excluslva compe-
sea definitivo o que, al menos, no exista un remedio adec
efectivo frente a ese proceder ilícito. de los Tribunales del Estado local. En una doctrina similar se Cláusula
Calvo
spirado casi siempre los Estados latinoamericanos, que ade-
Como se señala comúnmente, el Estado que ejerce la pr
diplomática ejerce un derecho del cual es titular él mismo , n elen incluir en los contratos celebrados con empresas extran-
na cláusula de renuncia por parte de estas últimas a la protec-
dadano, desde el punto de vista del ordenamiento jurídico in
ciona!. El Estado no actúa como mandatario o representante
propi~ Estado (la llamada cláusula Calvo). Enla misma
dividuo. Este hecho implica la posibilidad de que, en cu a se inspira el tantas veces citado arto 2 de la Carta d,e .Dere-
Deberes Económicos de los Estados, cuando, a propósito de
momento, el Estado pueda renunciar al ejercicio de la protecci
ionalizaciones de bienes extranjeros, establece (párr. 2, inc. c)
282
BENEDEITo CONFORTI
LCONTE NIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 283
que "oo. en cualquier caso en que la cuestión de la campe
motivo de controversia, ésta será resuelta conforme a la 1 t favor de la parte contratante o de una
odo efecto legal, a tf de seguro contra
an . dido una garan la
del Estado que nacionaliza y por sus Tribunales, a meno es que hubiera conce d uno de sus inversores
. fectua as por
los Estados interesados acuerden libre y mutuamente qu ciales por inversiones e f t do pagos en base a la ga-
h biera e ec ua . b
a otros medios pacíficos [de solución de controversias] s e la otra parte y u
' 1 7 d 1Trata o entre
d Argentina e Italia so re
. 1
(
de la igualdad soberana de los Estados". Para nosotros, n conf. artícu o . e s) ] En esa conv ención está prevista a
matizarse, como se ha hecho, el alcance de este tipo d tección de InversI,one. . d '1izado al particular, en
d haya m emn
nes, de la oposición al instituto de la protección diplomát tado exporta or que , dí haber propuesto
( . ) ue este pu lera
de derecho mterno , q os tendientes a
curso a la doctrina Calvo. En efecto, nadie puede o g, d Otorgar estos segur ,
a inversión as.e ura a. , 11 (demás de asistir a esos
Estado acusado de haber violado las normas sobre el tra 1 ' e n desarro o a .
rsiones en 1os paises , l' f vorablea las inversiones
los extranjeros a tratar esta cuestión a nivel internacion ear un CIma a 1 1
ara ayudar os a cr . la Garantía de as n-
verla mediante el recurso a un arbitraje, si dicho Estad I M IGA (Agencia para
objetivo de a " adoptada en 1985
mido previa y libremente ciertas obligaciones convenci . runa Convención ,,
aterales), prevista po , 1 de Reconstrucción
pecto. Pero, por otra parte, nadie puede negar al E d 1B o Internaciona
e Gobernadores e ,anc ,1978 (sobre ella trata Shihata,
nacionalidad del extranjero el derecho de protestar, de 206), que entró en vlgo~~IPP 1987, p. 1 Y ss.). Hay que
arbitraje o de amenazar con represalias (incluso si exist P · 95 y ss.; Treves, en,
. '" d d 1 ICSID (Centro'1 n ternacional para el arre-
la Calvo, dado que, como ya se ha dicho, por medio de 1 én la activida latí e a Inversiones iones) , co nstituido por la Conven- h
diplomática el Estado hace valer Un derecho que le es pro troversias re atrvas . igor entre unos oc en-
g 65 e se encuentra en v ,
ta de comportamientos referidos a la etapa de compraba ton. de 19 y qu1 l' [Argentina " aun'no e.s parte]: a traves
cación coactiva del derecho internacional y esa etapa, ta los que se cuenta ta la. " ' S do ti en RDIPP, 1969,
( 1h ferencia acer , d
mas en su motnento,se caracteriza por las iniciativas sobre el cua ace re lyss.) articula un sistema e
" , 1981 29 y ss. se .
reacciones de los Estados interesados. rnardim, .idem; 'P', - los inversores privados
1
rbitraje para a~ con ,ro . El ICSID hace uso de los .mstru-
t verstas entre .
Nuevos e reciben esas mverslOne~. . de tratamiento a los
instrumentos De todos modos, es cierto que tiende a desaparecer el institu " bi ale en materia
para de conciliación y ar rtr . , Tribunales -'que en
tección diplomática, siempre hablando en relación con la d . id por Comisiones y 1
garantizar e,stán constitui os . dos ntender en los rec a-
tereses económicos y, en particular,. de las inversiones en I ' " bil 1 s-e-.destina os a e
eactierdos 1 atera e . d 1 s Partes contratantes.
1'1'0110. En la práctica (yen un clima que poco a poco va m -, 1 iudadanos e a 1
directamente por os CI entra innumerab es
respecto de la época inmediatamente posterior a la descoloniz . tos que encu
iente de estos mstrum,en , d 1 brinda el tantas veces
tán difundiendo distintos instrumentos destinados a garanti ' , del Siglo pasa o, o ,,
cuIares contra los riesgos por inversiones ,en elextr~njero, l.,a pr..a'" c.t,IC,a a partir
'" "'d
1 Irárt-Estad,o"s. Um o s , .
..• l··'. t dos. sobre p,romocion y
[En' os tra a
;, on Estados desarro-
tra posibles nacionalizaciones, y a evitar una ra . b d or la Argentma c '" ,.
vers"i.o,n.es ce,le ra os p '11 tablecen meca 1lI.s.m.os
conflictos, en él plano internacional, tanto en interés d • " 'd desarro o se es d
n Estados en vías e., .. ,.. '. los mismos Esta os
dores como importadores de capitales. Uno de los instru ' . .,' surgieren entre
de c()ntroverslas que. ,.,' E t do parte y un inversor
es, por ejemplo, Una Suerte de seguro acordado" a los prop para las que surgieren entre un s a
Estado ~xportador, que funciona en coordinación con un
lebrada con el país importador. [En la mayoría de los trata ' , " tre un Esta lío y . un inversor del otro, la
las controversras en sIa.b ' ueda de soluciones a tra-
tía de inversiones celebrados por Argentina se contempla la ' a todos los tratados es la ,usq ,
u n , entre lal
tas 'amistosas as p artes en la controversia.
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
285
284 BENEDEITO CONFORT!

ernacional perpetradas en su contra gracias a la actuación


De subsistir la controversia, ésta deberá someterse a la jurisdicci
es del Estado territorial que a la acción de protección di-
nistrativa o judicial del Estado en cuyo territorio está situada la i
En caso de subsistir la controversia, luego de transcurrido un pl de parte de su propio Estado nacional. Si los jueces del Es-
meses desde la notificación del comienzo del procedimiento ante la rial administran justicia recta e imparcialmente Y si ac-
ciones nacionales, la controversia podrá ser sometida a un arbitra' n Estado que establece garantías para la observancia del
~ional. A ese fin, cada parte contratante acepta anticipadamente j ternacional (incluso de orden constitucional, como vere-
trrevocablesu sometimiento al arbitraje. En caso de recurrirse al a curre en Italia y en tantos otros países), están en mejores
i~verso: elegirá o rec~rrir al ISCID, cuando cada Estado parte se h s de proteger al extranjero que su mismo Estado nacional.
ndo a este, o a un tnbunal de arbitraje ad boc. En este caso, el a ión diplomática se relaciona con los órganos del llamado
efectuará de acuerdo al Reglamento Arbitral de la Comisión de las terno", que en general son órganos del Poder Ejecutivo, y
Unidas para el Derecho Mercantil Internacional. r, por lo tanto, fuertemente condicionada por motivos po-
A partir del momento en que se inicie un procedimiento arbi tivos a las relaciones internacionales. Por lo demás, éstas
una de las partes en la controversia adoptará todas las medidas n
eraciones ligadas a uno de los leit-motiv de este libro, esto
fin de desistir de la instancia judicial en curso. Las sentencias arbit
tra defensa de la tesis según la cual el derecho internacio-
definitivas y obligatorias para las partes en la controversia (conf.
Tratado entre Argentina e Italia sobre Promoción y Protección de
o el derecho en general, debe ser administrado por los
siones).
, En otros tratados de garantía de inversiones no se exige al in
l~:ente la vía judicial o administrativa del Estado en el que realiz
sion, como paso previo al recurso arbitral (conf. artículo VII, Tra
Protección .
Argéntina y Estados Unidos dé América sobre la Promoción y ueda implícito en lo dicho hasta aquí, la protección diplo- diplomática de
Recí~r~ca de Inversiones; artículo 8, Acuerdo entre Argentina y ede ser ejercida por el Estado nacional tanto en defensa de sociedades
3 de juho de 1991, en vigor a partir del 3 de marzo de 1993). a física como de una persona jurídica, en especial, de una
En razón de que todos los tratados sobre garantía de inversiones mercial. Debe aclararse, sin embargo, que la "nacionali-
tructurados en función al reconocimiento del principio de la nació personas jurídicas no es un concepto definido y definible
vorecida, en definitiva, el inversor podrá usufructuar de los recurso
las personas físicas, dado que no siempre surge con clari-
o ir directamente al arbitraje, según su conveniencia e independi
legislaciones internas cuál es la relación que determina la
de una norma expresa en el tratado de garantías aplicable al caso.J
de una persona jurídica a un cierto Estado. En lo que
las sociedades comerciales, se cuestiona aún hoy si, para
Además de las objeciones y las desconfianzas que rodea protección diplomática, se debe atender a criterios forma-
tuto de la protección diplomática, es necesario detenerse u es, como el lugar de constitución o de la sede central, a los
to en el hecho de .q~e, al actuar en su propio interés, el Esta ula tradicionalmente el concepto de nacionalidad de las
~jerc: puede, "negociar" como mejor leconvenga, puede s
rídicas; o si, por el contrario, es necesario atender a crite-
interes del ciudadano lesionado en atención a exigencias d
ciales y, por lo tanto, considerar que la protección pueda
Papel del juez externa, etc. Así las cosas, parece cobrar gran importanci por el Estado al que pertenecen la mayoría de los socios
del Estado
de los jueces internos en el tema del tratamiento a los extra ' ntrolan la sociedad (ya sean personas físicas o jurídicas).
territorial en el
tratamiento de otras pal,abras, y aunque pueda parecer paradójico a prime a primera tesis se ha pronunciado abiertamente la Corte
los extranjeros el extranjero puede estar más protegido contra las violacione
287
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
286 BENEDETIO CONFORT!
eil, 1970, párr. 92)-es muy importante si consideramos
Internacional de Justicia, en la sentencia del 5-2-1970 relati des multinacionales· realizan frecuentemente inversiones
so ~e la Barcelona Traction, Light andPower Co., Ltd. ( r mediante el recurso de constituir sociedades locales cu-
cueii, 1970, p. 3 Y ss.), Como ha señalado la Corte se trat en todo o en parte, pertenece a la sociedad madre. En
t~sis que no sólo corresponde al estado actual del derecho a el derecho de ejercer protección diplomática, a noso-
c~o~algene~al, sino q~~, en nuestra opinión, termina por t hace difícil negar que el Estado nacional del accionista
10gICa propIa en relación con la práctica actualmente tan r en ambas hipótesis.
entre los particulares, que consiste en adjudicar la existenci
una sociedad a Estados particularmente "complacientes" te, no pueden encontrarse argumentoS en favor de la tesis aquí
punto de vista fiscal, del control sobre la gestión social et la sentencia del 20-7-1989, pronunciada por la Corte Interna-
~os decir que no se puede dejar de tener en cuenta el riesg sticía (Cámara) en el caso de la Elettronica Sicula S. p. a. (EL5I)
inadecuada protección diplomática en el momento de con il, 1989, p. 15 yss.]. La ELSI era una sociedad italiana entera-
sociedad y elegir el Estado "nacional". lada por dos sociedades norteamericanas, y Estados Unidos
e había sido objeto de comportamientos internacionalmente ilí-
En e~ caso decidi~o por la Corte Internacional de Justicia, se t ttedel Estado italiano. La decisión partedel supuesto de que
una sociedad de n:cI~nalidad ~anadiense, la Barcelona TractiOl1 ( idóspodía .actuar, pero se funda exclusivamellte en el derecho
se, por cuanto habla sido constituida según las leyes de Canadá, ca
al, más precisamente, en el Tratado de Amistad, Comercio y Na-
~entral en Taranta).' que se había declarado en quiebra en Españ
lo_estadounidensedel2~2-1948yenel rélativó' Acuerdo de Inte-
I~nto con otras SOCIedades auxiliares, había ejercido actividades d
ción y distribución de energía eléctrica. La Corte desestimó que Bé 26-9-1951 (ídem, partic. párr. 68 y 106).
era, e,l Estado n~cional .de .la. mayor. p~rte de los accionistas, tuvie
sufICIentes como para ejercer la protección diplomática por los da
; dos por la declaración de quiebra y por uria seriedeprocedimient
se~ue~~ia de la' misma, que la parte belga consideraba que eran ca
pnnCIpIOS fundamentales de justicia y que habían sido ordenad
mente con la.finalidad de transferir, sin indemnización, los bienes
celonaTractlOn a manos españolas.

A falta de una práctica cierta, existen dudas respecto de


tenga excepciones la norma que establece que sólo el Estad
n.al de la sociedad puede ejercer la protección diplomática. ión con los agentes diplomáticos, el derecho consuetudi~
cIal, es dudoso saber si el Estado al cual pertenece el accio límites especiales de la potestad de gobierno en el ámbito
sea una pers~na física o jurídica, puede ejercer dicha pr ódo;Dichos límites se concretan a través del respeto de
cuando la SOCiedad ya se ha extinguido o bien cuando la s s "inmunidades diplomáticas" . Esta cuestión también se
cuestión tenga la misma nacionalidad del Estado contra el reglamentada por una Convención Codificadorá promo-
ría ejercerse la protección. Esta segunda hipótesis -sobre la a Naciones Unidas (v. p; 72), la Convención de Vienadel
declarado expresamente no querer pronunciarse la sentenc . Esta Convención., que entró en vigor en 1965 y que fUe
Corte Internacional de Justicia en el caso de la Barcelona
288 BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 289

ratificada por un número relevante de Estados, entre ellos Itali iolabilidad personal consiste también, y de un modo ?rinci-
Ley N° 804 del 9-8-1967) [y Argentina (ratificada el 10-10-63 en no hacer objeto al diplomático extranjero de lll.n~~na
bada por Decreto-Ley N° 7672 del 13-9-63)], sin lugar a du e policía (detención, arresto, allanamiento, etc.) dirigida
rresponde al derecho consuetudinario,. tal como Jo ha afir persona.
Corte Internacional deJusticia en.la sentencia del 24-5-19
caso de los diplomáticos norteamericanos mantenidos como labilidad del domicilio
en Teherán (CIJ, Recueil, 1980, p. 3 y ss.).
La llamada
Las inmunidades se otorgan a los agentes diplomáticos a nde por domicilio tanto la sede de la misión diplomática " extraterrito-
dos ante un Estado territorial y acompañan a dicho agente ivienda particular del agente diplomático. Antiguamente se rialidad"
a que la sede de la misión era "extra,territorial", o, sea, de la sede
momento en que entra en el territorio de ese Estado a fin de diplomática.
cabo sus funciones hasta. el momento en quejo abandona. C ba parte del territorio del Estado acreditante. En r~ahdad,
de cualquier extranjero, la presencia del agente está subordi de extraterritorialidad en sentido estricto (por ejemplo,
todo y para todo a la voluntad del Estado territorial, la que uo nacido en la sede de la. Embajada de Francia en Roma
Aceptación sa a través de la a¡:;eptClción (que precede a la acreditación), e rará nacido en Italia): la sede de una misión diplomática
se refiere a la admisión, y, en lo que se refiere a la expulsión, sigue siendo territorio del Estado rece?t~r, pero éste no
Retiro del del llamado retiro del pasaporte y. la orden de abandonar el rcer allí actos coercitivos sin el consentImIento del agente
pasaporte
un determinado lapso.
En síntesis, las inmunidades diplomáticas son las siguiente
unidad de jurisdicción penal y civil
a) Inviolabilidad personal
caso es necesario distinguir entre los actos realizados por
Protección El agente diplomático debe estar protegido contra posibl ático en su carácter de órgano del Estado al que representa
de la persona
del agente
sas a su persona mediante especiales medidas preventivas y s realizados como particular.
La llamada
diplomático vas. En este punto, la obligación del Estado receptor de gar 'meros no son imputables al agente diplomático, sino al Es- "inmunidad
inviolabilidad personal del agente diplomático se confund itante. El agente no puede ser sometido a juicio para :es- funcional"

deber genérico de proteger a los extranjeros, protección q nalo civilmente, no porque se le reconozca una determina-
veremos, debe ser adecuada a las circunstancias y, por lo t idad, sino porque no se trata de actos propios. Incluso una
tiva a la importancia del extranjero. Por otra parte, es ca a cesado en sus funciones, el diplomático nunca puede ser
que en nuestra época la persona del agente haya perdido ara responder por dichos actos. Por ejernploc.si un, ~g~nte
rácter de "cuasi sacralidad" que tuvo en otros tiempos y tico presenta una nota verbal que contenga insultosdmgldos
que la falta de protección a un agente diplomático parecie receptor o a sus órganos, el juez del Estado receptor nunca
las máximas ofensas que se podían inflingir a un Estado e meterlo a ningún tipo de procedimiento penal, no p~rque ~l
Hoy en día, herir, tomar en calidad de rehén O asesinar a u oce de inmunidad (aunque comúnmente se hable de mrnuru-
dar, todos ellos hechos perpetrados en condiciones de grav ás específicamente de inmunidad funcional, esto es, relativa
lidad por parte del Gobierno local, en la mayoría de lo os cumplidos en ejercicio de sus funciones), sino porq~e se
provocan ni siquiera la ruptura de las relaciones diplomátic un acto del Estado acreditante. Así como tampoco podra ser
290 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 291

sometido personalmente a juicio un agente que ha ya adquirid iénes corresponden las inmunidades diplomáticas? Se ha ha- Personas que

tos par~ la embajada y no los haya pagado, o que haya tenid gozan de
asta aquí de agentes diplomáticos. Con frecuencia se adopta inmunidad
porterruenros a consecuencia de los cuales se haya desenca ominación para referirse a los jefes de misión (Embajadores, diplomática
una controversia de carácter civil (en este caso se examinará s Plenipotenciarios y Encargados de Negocios). Pero las in-
bilidad d~ llevar a juicio al Estado extranjero, que es un pr es se extienden a todo el personal diplomático de las misio-
que exammaremos cuando nos refiramos, precisamente,a la . njeras (Ministros, Consejeros, Secretarios de Embajada,
dad de los Estados extranjeros en materia de jurisdicción civil . ismo, estas inmunidades se extienden a la familia de los
Inmunidad
por los actos Precisamente en relación con los actos que el agente reali de todos los que forman parte de dicho personal diplorná-
privados carácter de particular, está prevista la verdadera inmunidad onvención de Viena (art. 37), con una norma que dudamos
dicción civil y penal. L.a ratio de esta inmunidad se expresa en 1 ponda al derecho internacional consuetudinario, extiende
ma j.urídica "ne impediatur legatio": el agente debe poder eje nidades incluso al personal técnico y administrativo de la
funCIones con la máxima libertad y en las condiciones más favo a excepción de los empleados que sean ciudadanos del Esta-
Exist~n excepCiones a la inmunidad de jurisdicción civiL toria!'
ellas se mcluyen: las acciones reales y posesorias respecto de .
~les sit~ados en el territorio del' Estado receptor; las acciones I
nas abIertas en dicho territOrio; las demandas de reconvenció
acci~ne~ relativas a eventuales actividades comerciales o prot 'deramos que, para el derecho internacional consuetudina- Inmunidad de
otros órganos
les ejercidas por el agente diplomático. nniunidades descriptas alcanzan también a los Jefes de Esta- fuera de los
Naturaleza do se encuentren en el exterior en forma oficial, a los Jefes agentes
procesal de la Una cuestión fundamental es que la inmunidad de jurisdicci
diplomáticos
inmunidad por n~l (absoluta) y Civil (con las excepciones consideradas) es una erno y a los Ministros de Relaciones Exteriores.
los actos
privados ll1~~ddeprocedi1niento,nounainmunidad de ley: el agente
~atlc~ no está exceptuado de observar la ley del Estador las inmunidades de los Ministros de Relaciones Exteriores v. re-
silla SImplemente es inmune a su jurisdicCión mientras see te Trib. Roma, ard. 18-2-1987 (en RDIPP, 1988, p. 359 Yss.), que
que existen "por costumbre" y por "extensión analógica" de las
en el territorio del Estado receptor y esté ejerCiendo sus tunc
bre inmunidad diplomática. El Tribunal, aplicando en este caso
plomáticas. Por lo tanto, una vez que haya desaparecido su
pios válidos para los diplomáticos, excluye la posibilidad de que la
de.diplomátic.o, podrá ser sometido a juicio incluso por los
ad de jurisdicción penal pueda invocarse una vez que la función ha-
d.eIrt~s. cometIdos cuando era diplomático, mientras que dur o, incluso en lo relativo a los actos privados realizados por el órga-
eJerCICIO de susfunCiones'no podrá ser sometido a proceso, ni nte el ejercicio de sus funciones (en ese caso, se trataba del Ministro
ra por los actos o delitos cometidos con anterioridad al peri aciones Exteriores de la República de San Marino).
sus funciones.
erecho internacional no prevé inmunidades especiales para nin- Cónsules
d) Inmunidad fiscal tro órgano estatal. Ni siquiera los cónsules gozan de las inrnuni-
diplomáticas (se considera que solamente es inviolable el archi-
Es válida exclusivamente para lós impuestos personales dire sular, mientras que no se asigna ninguna extraterritorialidad o
ilidad a la sede del Consulado). Por 10 demás, es obvio que
odos los órganos de un Estado extranjero vale lo que corriente-
292
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 293
mente se denomina inmunidad f ' 1
unCIOna y que .como vi
te en 1a inimputabílidad del individ 1 l' vvunos, c el tratamiento de los extranjeros y el tratamiento de los ór-
, uo a cua se le asrgn '
órgano estatal, por las actividades qu ' a cara ales extranjeros, nos ocuparemos ahora de las obligacio-
Para los ór ano ' e Son propIas de su Estad do en el tratamiento de los Estados extranjeros mismos.
cialmente en ~ te s ,ext~andJeros que se encuentren oficiala e cipio, podemos preguntarnos cuáles son los límites al po-
rntono e un Estado 1 1
;::~~ntt~:~::~:~ ~:;:;ee~~:~;,o~:t~;"~:é:na:~l:~r;~:rc
tado territorial que se derivan de un principio frecuente-
[izado en el lenguaje diplomático y también en el lenguaje
bajo las que opere. organo y a as ClrCUnst s decir, el principio de no intervención en los asuntos ínter- No
intervención
maciana les de otro Estado. Este es un principio cuyo exac- en los asuntos
Inmunidad
de los
La Convención de 1969 sobre M' , , . ido, en cuanto principio jurídico, es difícil de precisar, ya de otro Estado
miembros
Naciones Unidas (v p 72) iend tSI~nes EspecIales, promovida eneral, los Estados lo enuncian sólo a fin de realizar propa-
de misiones los órganos y a las ~er~ona; ::~:~a~a:s~:m~~idades dip~omáticas d lítica. No se desprende ninguna claridad sobre este tema de
especiales enviados por un Estado ant t mISIOnes especIales, que
e o ro para trata d t inad ación de Principios de la Asamblea General de las Naciones
particular, cfr. los arts. 29 y 31 b ' , r, , e ermma as cuestion
v. p. 78) dedicada a la materia y contenida en la Resolución
nidad de jurisdicción, respectiv~;~n:: m;lOl
ablhdad
personal y sobre
la Convención que hasta hoy h 'd)' I,n embargo, no parece que e
03 del 9-12-1981: esta Declaración se ocupa de casi todos
, a SI o rati f,Icada p , tos reglamentados por el derecho internacional, desde la au-
tre ellos por Argentina, ratificación del 13-10-72 or ubnos pocos país
N° 19.802 del 23-8-72J ,apro ada por Decre inación de los pueblos hasta los derechos humanos, la insta-
, se corresponda ca 1 d ho !
ral. En el caso Tabatab;i l í d l " ,n ,e ~rec o mternacion e bases militares en territorio extranjero, etc. En realidad, el
' er
Alemania y acusado de haber introd ido cipo meo tran¡ envIad ' " o de no intervención en los asuntos fuera de las propias fron-
uCI ,o en rrusron es
torio de la República Federald Al o,cl erta cantIdad de opio en ido perdiendo paulatinamente su propia esfera de aplica-
, e ernarua la Cort S d
que mtervino luego dé largas y corn Ieías " ~ ~~rema e est medida que se afirmaban otras normas generales más "urgen-
-prescindiendo de la ConLar id 'dP ¡dmanlObras judiciales, conclu ue, en cierto modo, absorbieron el principio en cuestión. La No
l' rm a o no e la C ' 'd
eho internacional general la' id d d onvenclOn e 1969 a portante de estas normas-s-eque de todos modos no interesa
intervención y
- mmuru a e l ' d ' prohibición de
resultar de un acuerdo, aunque sól f ' , os envía O'S especlale caso, ya que se refiere a los límites al uso de la fuerza interna- la amenaza o
el Estado receptor lo q '" °d luer~ taCIta, entre el Estado de uso de la
, ue a JUICIO e Tnbun 1 d b' f' de los Estados- es la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza
(esta sentencia del 27-2-1984 _ a e la a irmarse en
, , aparece resenada en ILR, vol. 80, p. 418 (v. p. 444): las intervenciones en los asuntos internos o inter-
nales. de otro país, realizadas a' tra vés .de la amenaza o del uso
erza de tipo bélico, hace un tiempo eran las principales figuras
isciplinaba este principio del que estamos hablando.
XXVI. Continuación
respecto, es sintomático lo que afirma la Corte Internacional de Justi-
n la ya citada sentenciade127-6-1986 en el caso de las actividades mili-
C) El tratamiento de los Estados ext ranjeros
' y paramilitares contra Nicaragua (v. p. 249), a propósito de una de las
as comúnmente relacionadas con el principio de no injerencia, esto es,
Siguiendo con el tema de los límites istencia prestada por un Estado a fuerzas rebeldes que actúan en el terri-
torial para el' " d que encuentra el Estado t de otro, bajo la forma de provisión de armas, de asistencia logística,
eJerCICIO e su poder de imperio, después de haber c
A pesar de que la Corte no considera que dicha figura esté incluida en el
294 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 295

principio que prohíbe la amenaza o el uso de la fuerza, sin embargo ca iones de condena o de crítica al sistema político o régimen eco-
dera "salomónicamente" que la asistencia a este tipo de fuerzas reb social, etc., de un Estado extranjero; pero cuando se trata
es contraria tanto a uno como a otro principio (cfr. CIJ, Recueil, 1 ~ortamientos más incisivos, como la ?~~paganda subv::siva,
par. 205; cfr. sin embargo, par,228, donde la Corte establece que e alación de mensajes de radio y televlSlon, la preparaclOn de
vía de fondos a los rebeldes constituye una violación al principio d terrorismo, etc., las opiniones son disímiles y la práctica in-
intervención). nal resulta tan confusa, que es imposible separar en ella los
jurídicos de los políticos. Para nosotros.' ~o es po.si~le enun-
No En cuanto a las posibles aplicaciones del principio de no inte norma general que rija este tipo de actividades similares; lo
intervención y ción que interesan en este punto, o sea, las aplicaciones que det excluye, obviamente, que puedan haberse formad? o se f~r-
medidas de
presión nan límites al poder de gobierno que ejerce el Estado en el á n el futuro normas particulares relativas a determmadas cir- Preparación de
económica de su territorio, tienen una relevancia particular las intervencion ncias. Probablemente, la única norma consuetudinaria cuya actos
terroristas
un Estado con el fin de condicionar las opciones de política inte cia puede afirmarse con seguridad es laque impone la prohi- dirigidos
internacional de otro Estado. Pensemos, en particular, en las de preparar actos de terrorismo dirigidos contra otros Esta- contra Estados
extranjeros
das de carácter económico, ya que se trata de medidas efectiva do el resto pertenece a la esfera del derecho convencional.
capaces de incidir sobre dichas opciones. Es difícil determinar
do ocurren estas intervenciones. Según la Corte Internacional d
ticia, que ha tenido oportunidad de pronunciarse también sob Jurisdicción
punto en la tantas veces citada sentencia de 1986 relativa a 1 el tema del tratamiento de los Estados extranjeros, el proble- sobre Estados
extranjeros
troversia por las acciones de Estados Unidos contra Nicaragua 's interesante es si éstos pueden someterse a la jurisdicción civil
interrupción de un programa de ayuda al desarrollo, ni la red tado territorial. ¿Puede un Estado ser sometido a juicio en los
o prohibición de las importaciones del país al que se pretende p nales de otro Estado, por ejemplo, por incumplimiento de un
nar alcanzan para concretar una hipótesis de intervención ilíc ato o porque ha despedido a un empleado contr~tado para t,r,a-
los asuntos de otro Estado (CI], Recaeil; 1986, par. 244). Para n una de sus representaciones diplomáticas, o bien en relación
tras, sin embargo, si estas medidas se adoptan contemporáne alquier otra cuestión privada? , .
Inmunidad
temáticamente, y además tienen como único fin influir sobre l siglo pasado, y aun en los inicios del nuestro, la teoria uní-
absoluta e
ciones del Estado extranjero (es decir, que no sean una re ente aplicada en relación con el tratamiento de 108 Estados inmunidad
jeros, que se inspiraba en el principio "par in parem non habet relativa de la
frente a comportamientos ilícitos de ese Estado extranjero), jurisdicción
No considerarse prohibidas. Pero incluso en este caso debemos en 1" se mostraba favorable a la inmunidad absoluta de los Es- civil de los
intervención y
que el principio de no intervención no tiene autonomía propi xt:anjeros respecto de la jurisdicción civil. Las j.urisprude~­ Estados
autodetermi- extranjeros
nación de los que se encuentra contenido en el principio de la autodetermi liana y belga del período inmediatamente postenor a la Pri-
pueblos de los pueblos, entendido en sentido negativo (v. p. 40). Guerra Mundial (aunque no faltan sentencias promulgadas ya
Resta finalmente por preguntarse si la obligación del Esta del siglo pasado) dieron inicio a una inversión de esta tenden-
impedir que dentro del propio territorio se realicen acci e llevó luego a la revisión de la norma de la inmunidad abso-
puedan perturbar, indirectamente, el orden público o el dicionalmente sostenida y a la elaboración de la teoría de la
normal de la vida de un Estado extranjero deriva del princi idad restringida o relativa. Hoy en día, esta teoría puede con-
intervención. Nadie duda de que son perfectamente lícitas la se generalmente admitida y correspondiente al estado actual
297
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
296 BENEDETTO CONFORT!

situaciones en los tribunales de! Estado demandado. El Estado


del derecho internacional consuetudinario (se han con respecto al cual se ha hecho tal declaración quedará sometido
n~tivamente a ella Estados Unidos, con su Foreing Souereing lecÍónargentina: Decreto-Ley 9015 del 9 de octubre de 1963. Has-
mty Act de 1976, y Gran Bretaña, con el State Immunity me, en' ningún~aso el Poder Ejecutivo ha hecho una declaración
1978, aun siendo ambos países de tradición "inmunicista": pa ocidad a pesar de que en reiteradas oportunidades, al invocar el Es-
texto de ambas leyes, cfr. 1LM 1976, p.1388, y 1978, p. 1123 ntino inmunidad de jurisdicción ante tribunales extranjeros, fue fi-
gúnlateoría de la inmunidad restringida, la exención de los Est sometido a la jurisdicción de esos tribunales(conf.Caso Hercaire
extranjeros de la jurisdicción civil del. Estado local se limita a lo Aérea Argentina, Cortedel Circuito de Miami; Caso Waltover Inc.
Actos del tos iure, imperio (es decir, a aquellos .actos a través de los cua lica Argentina Y Banco Central. de. Argentina, Corte Suprema. de
Estado iure
imperii y actos
ejer~en .las-funcíones públicas estatales) y no se extiende, por el Unidos, sentencia N° 91.763 de!.12 de junio de 1992).
iure gestionis trano, a los actos iuregestionis o iure priuatorum, o sea, a los;á uanto a la renuncia expresa a la.inmunidad de jurisdicción del Esta"
con carácter privado (como ·la compra. de un: inmueble a títulod andado, el artículo 24, inc, 1, parágrafo segundo, expresa que no se
versión). Obviamente.vaun cuando esté prevista, entado mamen drsoa la demanda contra un Estado extranjero, sin requerir previa-
inmunidad puede ser •renunciada por· el Estado extranjero; per esu representante diplomático, por intermedio del Ministerio de Re-
puede ser exceptuada en relación Con las demandasreconvencioh s Exteriores Y Culto, la conformidad de aquel país para ser sometido
cada vez que el Estado extranjero se presente como actor en juicí (conf. sentencia en e! caso Heinse, J. C.c. Reino Unido de Gran Bre-
rlanda del Norte s/indemnización de daños y. perjuicios del 30 de
.La tendencia a revisar la inmunidad absoluta, que se afirmó después
1987,CNCIV y Como Fed. Sala1).]
Prlmera Guerra Mundial, tuvo su origen' en eifenómeno que comenzó
rificarse por entonces de.laparticipadóncadavez mayor del Estado en~
iendo en cuenta las dudas que se plantean frente a la distin-
vidades empresariales,.comerciales, etc. ALtespectoresulta significatiy
ntre derecho público y derecho privado, na siempre es fácil
caso de las representaciones soviéticas.que comenzaron a funcionar ene
talos distintos casos concretos la distinción entreactos iure
teribrporesaépoca y que tenían el: mbnbpoliode! comercio exterior actos iure gestionis.También aquí elderechoconsuetudi-
URSS.]ustalllentefuela jurisprudérrcia' italiana laque comenzó a pone
deja un amplio ma.rgen al intérprete, en este caso el juez in-
du~a que.la antigua norma internacionaLsobrein1nunidadabsolutai.pu incluso puede sostenerse quejen caso de duda, deba decidir-
aplIcarse.mcluso en caso de controversias relativas a .las.acrividades co
tes. por la ínmunidad-' que por.' el sometimiento del Estado
cialesde los Estados.extranjeros, y á mostrar cómo dichas actividades
jera (a la. jurisdicción local, ya. .que esta segunda alternativa
se~ deestricto carácter privado, no tenían.nada encomúnconeLejercici
itüye una suerte de excepción a la primera. Por lo demás, esto
poder estatal, para cuya.protección había sido concebida la-ínmúnidá
ntra su confirmación en. la jurisprudencia interna;' que, por lo
solúta.tA. pesar de la aceptación generalizada a nivel iinrernacionals de al,tiende. mása arnpliar.que·.arestringirla.esfera.·de los actos
tende~ciafavorable akreeonocirhienro deila inmunidad restringida•del
'mperii y, por lo tanto, de-la inmunidad.
do,Jos tribunales argentinos continúan. otorgando a.losEstados .·extranj
los~enefi~ios de la.inm~nidad de jurisdicción absoluta. Las únicas exce Trabajos de la
tendeI1ciaa tOl1siderar que la inmunidades la norma y el ejercicio de Comisión de
nesa la inmunidad de jurisdiccióncontempladas por/la legislación arge
isdiccióri la excepción, es el fundamento del Proyecto de artículos sobre Derecho
son: la renuncia expresa del.Esradoldemandado (artículo 24 .del Decrer Internacional
tnunidades jurisdiccionales de los Estados y de susbienes", adoptadoen delaONU
1285/58),· y ladedaraci6ndel· Poder Ejecutivo -e-pórvdecrero del)id~lmf nda lectura por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones
fundadbde falta de reciprocidad en el:tratamiento del:Estado
298 BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 299
Unidas en 1991 (cfr. UN General Assembly, Official Records, 46th
SuppL N° 10, par. 17 y ss.). El proyecto no formula expresamente la 9N° 3063, en FI, 1979, I, 1713), encargados de prensa (v,
ción entre actos iure imperii y actos iure gestionis, pero, tras afirmar Un. 16-1-1990 N° 145, en RDI, 1990, p. 402 Y ss.), etc.
cipio de la inmunidad de jurisdicción, en la tercera parte menciona ca ;ntex~o, la jurisprudencia argentina, en materia de inmuni-
cepciones los casos en los que un Estado extranjero puede ser som isdicción de los Estados frente a demandas laborales pre-
juicio, que en su mayoría se refieren al segundo tipo de actos. La e ur d . 1
or empleados de embajadas no ha adrniti o excepciones a
ción comprende las controversias relativas a contratos comerciales (a p 1 / .
de inmunidad de jurisdicción fundadas en e caracter tute
a daños causados a personas o a cosas (art.12), a la propiedad, a la po
iuregestionis de las tareas realizadas por los demandante.s.
ya otros derechos reales (art.13), a la propiedad industrial (art.14) y
nales argentinos han reiterado que, sin mediar una renuncra
situaciones similares. Básicamente, esta distinción entre actos iure im
el Estado demandado a su inmunidad, no procede que los
iure gestionis inspira el arto 11, en los temas referidos a las relaciones I
les, como veremostnejor a eontinuación. s del trabajo ejerzan su jurisdicción en materia de demandas
e'
Spl d o
(conf. "Samuel. . Gómez e . Embajada
. / Británica",. senten-
.
Inmunidad de
Uno de los campos en los que hoy en día adquiere frecuente la Corte Suprema de Justicia de La Nación del 24 de Juma, ~e
los Estados
extranjeros en relevancia el problema de la inmunidad de jurisdicción y en el e "López, Elsa Carmen C. Depto Cultural y de Cooper~cIOn
materia de ca de la Embajada de Francia s/despido", CSJN, sentencia del
relaciones
difícil aplicar la distinción entre actos iure imperii y iure gestiol1
laborales el ámbito de las controversias laborales. En general, se tratab nio de 1976; a contrario, ver voto del Dr. Goyena en "Rol-
juicios iniciados por trabajadores nacionales del Estado territ undo Blas, c. Embajador de la República de Vietnam del Sur
por trabajos prestados en Embajadas, Institutos de Cultura u espido" sentencia del 4 de octubre d.e 1974, S~l~ IV de}a Ex-
oficinas establecidas por Estados extranjeros. Es difícil establec mara Nac. de Apelaciones del TrabaJo. Ver asrrnrsmo, Papa-
estos casos (y se presentan las mismas dificultades en el caso d €. S. Gildec. Embajada de la República Sudafricana s/co-
trabajos realizados para orgánizaciones internacionales: v, p. 'pesos"',Corte Suprema de Justicia de la Nación del 18 de
qué aspectos de la relación laboral deben ser tenidos en cuenta ede1973). . ..
¡ii r ser calificados como de derecho público o de derecho privado, realidad cuando comenzó a reaccionarse contra elpnnClpIO
fines de la inmunidad de jurisdicción. Hasta no hace muchos a - nmünidad absoluta, no fue pensada esta distinción entre actos
jurisprudencia italiana tenía en cuenta el tipo de tareas realiza perii y iuregestionis para referirse a las' relaciones laborales,y
reconocía la inmunidad cuando dichas tareas implicaban una pa able su aplicación a este tipo de situacion~s,o sea, a u~a ma-
pación del trabajador en el ejercicio de "funciones soberan la que los valores en juego hoy son corísideradósde Impor-
también .en "actividades públicas" del Estado extranjero; sigu' fundamentaLEs importartteteneren cuenta, entonces, este
esta línea. de razonamiento y entendiendo esa participación e o de tendencia que se ha ido afirmando en la práctica:eci.en-
sentido amplio, finalmente se le asignaba una esfera casi ilimita luso ciertas manifestaciones de la práctica jurisprudenClallta~
la inmunidad de jurisdicción, tal como lo testimonia toda una s que consisten en buscar soluciones más a~ropiadas a la. :sen-
de sentencias del Tribunal de Casación que excluyen la jurisdicci la materia-que se debe disciplinar. En particúlat, nos refe.nmos
italiana en el caso de las relaciones laborales de bibliotecarios \ConvencionEuropea sobre Inmúiiidad de los Estados, del Convención
Europea sobre
-Cass., Sez. Un., 25-11-1971 N° 3441, en RDI, 1972, p. 483 y 1972, auspiciada por el Consejo de Europa (v: p. 2~ 1), que ~a
Inmunidad de
secretarios, telefonistas, contadores (v. Cass., Sez. Un., 23-11-1 ya ratificada 'por varios pa.íses,entre los cuales no fIgura. Ital.la, los Estados

N° 3803, en RDI, 1975, p. 597 y ss.); auxiliares (v. Casse, Sez. e entró en vigor el 11~6-1976. Esta Convención, que se rnspira
istinción iure tmpetii y iure gestionisen otras materias, para el
300 BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 301

caso de las relaciones laborales (art. 5) adopta el criterio de la n al Supremo volvió a su primitiva orientación (Cass. Sez. Un.
nalidad del trabajador, sumado al del lugar de la prestación: si e 90 N° 145, en RDI, 1990, p. 402 Y ss.). Por último, en una
bajador tiene la nacionalidad del Estado extranjero que lo con sentencia el Tribunal de Casación ha reconocido nuevamente
se mantiene la inmunidad de jurisdicción en todos los casos; si e bilidad de que se ejerza jurisdicción en cuestiones patrimonia-
bajador tiene la nacionalidad del Estado territorial, o reside cuando aporte una limitación a dicha posibilidad, negando
tualmente en él aunque sea ciudadano de un tercer Estado, lmente que el juez nacional pueda entender en las reivindica-
trabajo debe ser realizado en el territorio del Estado receptor, , incluso de carácter patrimonial (como, por ejemplo, la in-
ces está excluida la inmunidad de jurisdicción. También de ción por un despido ilícito), que impliquen una investigación
mencionado el Proyecto de Convención propuesto por la Or volucre en modo directo los poderes públicos del Estado ex-
ción de los Estados Americanos (v. p. 490), que es aún más f o relativos a la organización de sus oficinas y servicios ... "
ble a los intereses del trabajador, ya que, en su arto 6, inc, a, e ez. Un. 28-11-1991 N° 12.771, ined.). ¡Debemos esperar que
incluso la inmunidad de jurisdicción cuando el trabajo se prest a orientación se consolide! Es de esperar, además, que la dis-
territorio del Estado acreditante (para el texto, V. ILM, 1983, p entre los aspectos patrimoniales y no patrimoniales de las re-
y ss.). Otro dato digno de mención es que la norma del arto 5 es laborales reemplace por completo 1<1 distinción entre relacio-
Convención Europea ha sido retomada -si bien es cierto que c re imperii y iure gestionis, con el fin de superar, con vistas a la
gunas limitaciones atinentes al personal diplomático y con ción de una mayor justicia social, los criterios de la ciudadanía
por el ya citado State Immunity Act inglés de 1978, que preten a residencia habitual del trabajador (v, sobre el punto Gaja, arto
ner vigor frente a todos los Estados extranjeros y no sólo frente RDI 1991). [V. asimismo la jurisprudencia argentina citada
Estados firmantes de la Convención. Finalmente, en algunos a: Caso Samue1 Gómez C. Embajada de Gran Bretaña y "Pa-
como España, que no están obligados .convencionalmente y lau, C.S. Gil de e/Embajada de la República Sudafricana" .]
que este problema no está resuelto legislativamente, de todos
la jurisprudencia va orientándose en este mismo sentido (v. 1 e la base de las consideraciones expuestas, y desde el punto de vista
I,¡I tencias citadas por Cataldi, arto cit., p. 702). Es claro que, arrollo progresivo del derecho internacional, parece criticable el arto
dentes motivos de justicia, todas estas manifestaciones de 1 citado Proyecto de la Comisión de Derecho Internacional de 1991.
rompen con la tradición, así como rompieron con ella las j a parte, este artículo prevé que no pueda invocarse inmunidad de ju-
dencias itaUana y belga de la primera posguerra; creemos que ón si se trata dé trabajadores que tenganla ciudadanía del Estado 10-
menío es propicio para que todos sigan este ejemplo. ue. residan habitualrhenteen su territorio, pero,· por otra,: renace la
'n entre relaciones iure imperii y relacionesiure gestionis, al estable-
En 10 que respecta a la jurisprudencia italiana, una senten
no puede ejercersejurisdicción cuando el trabajador haya sido em-
Tribunal de Casación de 1989 se alineó con esta nueva tenden
para tareaS "estrÍctamente lígadas al ejercicio del poder dé gobierno
negarse a conceder la inmunidad de jurisdicción en relacíón
nce publiqúe)" .Es correcta, por el contrario, la excepción a la inmií-'
trabajo prestado en Italia por ciudadanos italianos (Cass. Se de jurisdicción, prevista por ese mismo arto 11, para las acciones no
15-5-1989 N° 2329, en RDI, 1989, p. 687 y ss.); de todos ol1iales.
esta decisión se refirió solamente a los aspectos patrimoniale almente, queremos destacar que todo lo dicho hasta aquí se refiere al
relacíón laboral (retribución, indemnización por despido, etc actual del derecho internacional. Otra pregunta que se plantea es si el
exclusión, por lo tanto, de las acciones que tuviesen por obj cimiento de la inmunidad de jurisdicción de los Estados extranjeros
obtención o reincorporación al puesto de trabajo. Posteriormen ateria de relaciones laborales atenta contra principios fundamentales de
302 BENEDEITO CONFORT[ EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 303

la Constitución italiana, y con qué consecuencias. Este problema, corn ey N° 1621 del 30-8-1925, convertido en Ley N° 1263 del
todos los casos de inmunidad de jurisdicción civil, se refiere al tópico d 26, sobre la base del cual "no se puede proceder al secuestro
relaciones entre derecho consuetudinario y derecho constitucional; so go y en general a actos ejecutorios sobre bienes muebles o
tema v. p. 394 Y ss.
es, naves, créditos, valores o cualquier otra cosa pertenecien-
Estado extranjero sin la autorización del Ministro de justi-
s disposiciones antedichas se aplican sólo a aquellos Estados
Inmunidad de
iten la reciprocidad, la cual debe ser declarada a través de
las personas
Dentro de los límites que le prevén los Estados, también se reto ministerial". La disposición agregaba: "contra el rnencio-
jurídicas nace inmunidad de jurisdicción civil a los entes territoriales y ecreto y contra aquel que rechace la autorización no se adrni-
públicas fuera personas jurídicas públicas. Esta es una prueba más de que n
del Estado so ni por vía judicial ni por vía administrativa".
los órganos del poder central,. sino todos aquellos que ejerci ste modo, la ley ponía en acción una dependencia (hoy inad-
poder de gobierno en el ámbito de una determinada comunida ) del Poder Judicial respecto del Poder Ejecutivo: el derecho
tal, forman la persona del Estado, desde el punto de vista del acional, como todo el derecho en general, debe ser aplicado, de
cho internacional (v. p. 24).
, directamente por el juez, y no por el Poder Ejecutivo, en to-
s casos de juicios internos.
r lo tanto, hay que congratularse por la tarea de desmantelar la
Inmunidad del e 1926, que ha sido desarrollada progresivamente entre 1963 y
Estado
La teoría de la inmunidad restringida se aplica tanto al pr por la jurisprudencia italiana, tanto de la Corte Constitucional
extranjero en miento de conocimiento como a la ejecución forzada de los bie del Tribunal de Casación, y por la cual se les han devuelto a
materia de
ejecución
Estados extranjeros: debe admitirse esta ejecución forzada si se eces las funciones que les son propias.
forzosa ce sobre bienes que no estén destinados a una función pública, ió esta tarea la Corte Constitucional, en la sentencia N° 135
ejemplo, sobre inmuebles adquiridos a título privado por un Es -7-1963, que anuló aquella parte de la ley que excluía la.posi-
extranjero para realizar una inversión, etc.
de actuar por vía jurisdiccional contra el decreto del Ministro
ricia, por considerarla contraria al art.l13de la Constitución,
No siempre es fácil establecer si .un bien está destinado o no a un
el cual todos los actos de la Administración Pública pueden
ción pública. Un cuestión que se ha pre~entad9 ~uchas veces ante. los
narse siempre, en razón de la protección de derechos o intere-
nales internos es si pueden pedirse medidas de ejecución sobre dinero
sitado en cuentas corrientes bancarias: en ausenc;ia de un destino esp ítimos.
para la cuenta, la jurisprudencia se orienta a considerar que esa cu rvino luego el Tribunal de Casación, con dos decisiones en Se-
inejecutable, ya que, en principio, se supone que está destinada a fin onjunta(cfr.laya mencionada sentencia N° 2085de14-5-1989
fines institucionales. Cfr., por ejemplo, en la jurisprudencia italiana, entencia N° 2502 del 25-5-1989, en: RDI, 1989, p. 692 y ss.),
Sez. Un. 4-5-1989 N° 2085, en RDI, 1989, p. 416,y ss.; en otras ju s cuales la Corte consideró que no debía solicitarse autorización
dencias: Corte Constitucional alemana del 13-12-1977 en ILR, vol. itipa1 en los casos de bienes destinados a la función pública,
146 y ss.; Corte Suprema de Austria de13-4-1986, idem, vol. 77, p. 48 o que para estos bienes, el derecho internacional general-men-
nado en el arto 10, inc. 10, de la Constitución-e- prevé sin ninguna
Sobre la ejecución forzada de los bienes de Estados extranj da la inmunidad y, por ende,un acto-ministerial no puede quitar
existía una disposición legislativa acuñada en Italia. Se trata del ueconcede el art.l0 de la Constitución.
304 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 305

Después de ·la toma de. posición de la Corte Constitucio ¡Ol1lanC¡a política en la época de las nacionalizaciones cuba"
1963 y del Tribunal de Casación en 1989, la ley de s años sesenta, debido a que la posición de la jurispruden-
mantenía por la parte referida a la autorización para ava eamericana fue negarse a controlar la legitimidad interna-
bre bienes de carácter privado, que el Ministro podía deo esas nacionalizaciones y, en consecuencia, a reconocer los
no inmunes, según la reciprocidad. Sin embargo, ésta era sde las sociedades norteamericanas expropiadas. Es famoso
tuación claramente ilegítima, por oponerse a derechos gae temad caso Sabbatino, resuelto por la Corte Suprema en
dos por la Constitución (en primer lugar, el-derecho a la AJIL, 1964, p. 9 yss.}, que dio lugar a una reacción del le-
ción jurisdiccional de todo acreedor .de: un-Estado extn onel fin de exceptuar a las nacionalizaciones de la aplica"
fijado en el arto 24dela Constitución)yqueno se justific doctrina del Act ol State (la Ilamada Second Hichenlooper
por lo menos,yano.sejustificaba) según el. derecho intern ¿ltt).Tambiénel1otros países la doctrina aflora esporádi-
general, Cada vez más contrario a la inmunidad absoluta. en la jurisprudencia (para el caso de Italia, cfr. por ejem-
cltovesta parte de -Ia ley ha terminado por derogarse y ha si S¡,Sez. Un., 10-11..1976 N° 4116, en RDIPP, 1978, p. 98 Y
claradainconstiruciortal,· justamentepórlos motivos que calidad, más que una doctrina impuestaporelderecho in-
indicado, •en la seritencia N° 329 de ·laCorte Constitucioh i(jrtal (imposición que de todos modos habría que negar, por
15-7-1992. De este modo se convirtieron en derecho norma é>deuna tendencia que no está difundida. en la generalidad
cierto, anacrónicas. países), esta posición es considerada como una suerte de
io. (de derecho interno) de autolimitaciónde.los Tribunales,
::. ada por la necesidad de no crearle problemas al propio Go-
el1 sus relaciones con los Gobiernos extranjeros. y es preci-
Doctrina del Además de los límites a la jurisdicción civil que hemos con e por esto que dicha tesis es condenable, ya que se resuelve
Act of State Ita de aplicación del derecho internacional por parte de los
do hasta aquí -los que, como hemos visto, se refieren excl
mente al caso en que un Estado extranjero sea llevado a juici locales.
jurisdicción del Estado territorial no encuentra ningún otro lí
materia de tratamiento a los Estados extranjeros. No tiene f
mento en el derecho internacional la doctrina del Actol State;
cual un Tribunal local no podrá negarse a aplicar una ley u otr
de soberanía extranjera, por ejemplo, una ley derivada de nor
derecho internacional privado (v. p. 15), por ser contraria al d
internacional ni tampoco por haber sido promulgada ilegítima
según los principios de su ordenamiento de origen: en otras pal tratamiento de las organizaciones internacionales
los Tribunales de un Estado, incluso en los juicios entre particu
no podrán controlar la legitimidad internacional o interna de 1 plímite a .la soberanía. territprial del Estétdo surge. de las .nor-
yes, sentencias y actos administrativos extranjeros que de un mo obre el tratamiento. de las. organizacionesinternacionales, que
otro intervengan en los juicios en cuestión. yrnenprincipalmente>alEstadoen el que tiene su sede la .orga-
La doctrina del Act al State surgió y es aceptada sobre tod ión, pero que pueden aplicarse también a problemas> surgidos
los países del common law; en Estados Unidos, esta doctrina tros .Estados, .toda vez que .Ios órganos de una organización in-
306 BENEDETTO CONFORT!
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 307
ternacional deban operar ocasional o permanentemente en s
ecuentemente, este tipo de normas se refieren a funcionarios de
torios.

::. ::. ::.


Unidos (país sede de la ONU) adhirió a la citada Convención ge-
en 1970. Antes de esta fecha, la única norma que lo vinculaba
almente en cuanto a las inmunidades y privilegios de los funcio-
Inmunidad de En lo .referente al tratamiento de los funáonariosde
los
ONU era la del arto 105, párr. 2, de la Carta. Sin embargo, la
funcionarios nizaciones internacionales, no existen normas consuet ba regulada por leyes internas, tanto federales como del Estado
internacionales que les ímpongan a los Estados la obligación de canee ork, entre ellas la International Organizations Immunities Act
munidades especiales, mucho menos la inmunidad dipl s sucesivas enmiendas.
de modo que el Estado sólo puede estar obligado a ello en se refiere a los funcionarios de las Comunidades Europeas, Inmunidad
lo del 8-4-1965 sobre Inmunidades y Privilegios de las Co- de los
tratados. No faltan disposiciones convencionales respecr funcionarios
munidad de los funcionarios de cada una de las organ anexado al Tratado sobre Fusión de los Poderes Ejecutivos de las
s, que se encuentra en vigor desde el 1-7-1967, aparecen nor- Comunidades
internacionales: algunas veces, esas normas aparecen en Europeas
munidad más o menos similares a las previstas para los fun-
tratado constitutivo dedaorganización;.otras, en acue
e la ONU.
bradospor esa misma organización con Estados, miem unidades de los representantes de los Estados, además de estar re- Inmunidad
miembros, en especial conel Estado sede; finalmente, ot s acuerdos de cada una de las organizaciones, han sido objeto de los
estas normas aparecen en tratados celebrados entre los mi representantes
vención Codificadora, auspiciada por las Naciones Unidas: nos de los Estados
tadosmiembros. la Convención de 1975 sobre Representación de los Estados en dentro de las
Del mismo modo,. el derecho internacionaLconvencio organizaciones
nes con las Organizaciones Internacionales de Carácter Univer-
las inmunidades de los representantes de los Estados en 1 e a los acuerdos de cada una de las distintas organizaciones, es-
de las organizaciones internacionales. n les reconoce inmunidades diplomáticas a los miembros de las
manentes ant~ las organizaciones internacionales.
Inmunidad En el caso de los funcionarios de las Naciones Unidas, en e nidades y los privilegios de los funcionarios se acuerdan en inte-
de los
párr. 2, la Carta se limita a enunciar un principio general relati anizaciones a las que pertenecen. En cualquier caso, la organi-
funcionarios
munidad (" ... los funcionarios de la Organización gozarán... de I e renunciar a tales beneficios. Por ejemplo, en el caso de la
de la ONU
gios y de las inmunidades necesarias para el ejercicio independie mpetencia del Secretario General renunciar a los privilegios e in-
funciones... "), delegando en la Asamblea General la tarea de pro en determinados casos (art. V, seco. 20, de la citada Convención
Estados miembros la celebración de acuerdos para reglamentar
tión en detalle (art. 105, párr, 3). Entre los acuerdos actualment
merecen una mención especial la Convención general del 13-2-1
privilegios e inmunidades de las Naciones Unidas, de la que s
gran número de Estados, y la Convención del 1-7-1946 entr o en cuyo territorio actúe oficialmente un funcionario in- Protección
Suiza, que no es miembro de la Organización pero en cuyo ter al que no tenga su nacionalidad está obligado a protegerlo de los
funcionarios
su sede varias dependencias de la Organización. Generalmente,
edidas preventivas y represivas previstas por las normas internacionales
dos' contienen dos tipos de normas: las qúe describen en detalle
inarias sobre tratamiento de extranjeros. Se mantiene di-
alcance de la inmunidad acordada, o bien las que se refieren a L
ción respecto del Estado del cual sea nacional el funciona-
de derecho internacional consuetudinario relativas a las inmunida
o vimos en su momento, el incumplimiento de esta obliga-
308 BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 309'

ción da lugar al ejercicio de la llamada protección diplomá ediador de la ONU entre árabes e israelíes, había sido asesina-
parte del Estado de la nacionalidad (v, p. 280 Yss.). un colaborador por obra de extremistas judíos en 1948 en je-
¿Se mantiene también esa obligación de protección de! ecretario General había acusado abiertamente al gobierno is-
rio respecto de la organización a la que pertenece? Consecu aber adoptado las medidas destinadas a prevenir los dos
te, ¿la Organización puede ejercer la protección diplomátic Asamblea General deseaba saber si la ONU podía actuar in-
de que el Estado territorial no adopte las medidas para pre nte para exigir el resarcimiento de los daños, en caso de que
primir las ofensas conferidas al funcionario? otorgado protección a un funcionario. La Corte respondió
Resarcimiento En realidad, no se puede decir que en este tema exista u nte, sosteniendo además que la organización tenía derecho a
de los daños el resarcimiento de los daños infligidos a la función, sino tam-
conferidos a consuetudinaria consolidada, ya que son contados los cas
la función
fridos por el propio individuo. Con todo respeto, la tesis de la
que se ha presentado este problema. En e! estado actual
rece escasamente y mal motivada; se basa fundamentalmente en
tión, se puede afirmar que la obligación de proteger al func ad internacional de la ONU, que no era un tema que tuviera
mantiene respecto de la organización, pero que ésta sólo n este caso, y no intenta profundizar el tema de la posibilidad de
tuar contra el Estado territorial en el ámbito internacional Italógicamellte la obligación de protección que existe en las rela-
ner e! resarcimiento de los daños que se le hayan conferido los Estados extranjeros a las organizaciones internacionales, y
nización (la llamada "protección funcional"), no de los qué límites (para encontrar una crítica más detallada sobre esta
hayan infligido al individuo como tal. Normalmente, e! E r. Conforti, p. 111 Yss.).
cional que ejerce la protección diplomática de un individu
más, actúe como un órgano suyo, puede accionar por la tot
los daños sufridos, tanto los conferidos al individuo como l
hayan ocasionado a las funciones, a través de los daños a ganizaciones internacionales son inmunes a la jurisdicción Inmunidad
ra bien, es posible extender por analogía las normas sobre de las
Estado territorial. con las mismas limitaciones que losEsta- organizaciones
a los súbditos extranjeros a las organizaciones internacion njeros. La inmunidad de jurisdicción de las organizaciones a la
que circunscribiéndolas a los eventuales daños ocasionados a aplicarse en virtud de una interpretación extensiva de la jurisdicción
civil
ciones que desarrollen los individuos (esta analogía es posi bre la inmunidad de jurisdicción de los Estados, pero puede
e! individuo desarrolla una función por. cuenta del propi arse hoy en día que está prevista por una norma consuetudi-
que es equivalente al hecho de que, la ejerza por Cuenta de tónoma, y hay numerosas sentencias de distintos Estados
, I nización internacional); por e! contrario, no es posible exte a han admitido. Esta norma también está expresada (con el
Resarcimiento
de los daños lógicamente dicha norma de modo que e! Estado quede ob ramente declarativo del derecho consuetudinario) en nume-
conferidos a la te la organización a resarcir los daños ocasionados al indi rrnas convencionales (por ejemplo, e! arto 105, párr. 1, de la
persona del
funcionario este sentido, la sumisión sobre la que se basa la protección la ONU, o e! arto 28 de! citado Tratado de 1965 sobre Fu-
tica normal, ciertamente no puede considerarse equivalente los Poderes Ejecutivos de las Comunidades Europeas).
ción laboral que existe dentro de una organización internac
munidad de jurisdicción de las organizaciones internacionales
La Corte Internacionalde Justicia se ocupó de esteproblema, a proclamada muchas veces por los tribunales internos, incluso los
Caso
Bernadotte la Asamblea Generalde la ONU, en una famosísima opinión del 1 s, respecto de las controversias laborales entre la organización y
a propósito del caso Bemadotte (Cl], Recueil, 1949, p. 174 Y ss.). sana!. Sobre este punto valgan las consideraciones desarrolladas
310
BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 311

en su momento a propósito de la inmunidad de jurisdicción d s Estados extranjeros, el derecho internacional contem-


d.os (v. p. 298 Y ss.). Debemos destacar que las organizacion onoce (incluso, se caracteriza por reconocer) toda otra
ciona les más importantes disponen que sus cuerpos orgán ites a la libertad del Estado de gobernar su territorio
normas sobre relaciones laborales y que se instituyan tribuna onveniente. Como ya hemos tenido oportunidad de se-
les de la organización, destinados a dirimir las controversias s límites están previstos en normas que defienden los
d.e tales relaciones laborales: por ejemplo, en las Naciones cooperación, la solidaridad y la justicia entre los pue-
Clona un Tribunal Administrativo expresamente creado en 1 bien, por detrás de la defensa de estos valores se mani-
Asal11blea General; en las Comunidades Europeas, las contro tendencia de! derecho internacional contemporáneo de
borales son de competencia de los órganos judiciales norm n cuestiones internas de cada comunidad estatal: en
Comunidades (Tribunales de primer grado, Corte de Justicia). ras, estos valores atañen a toda la comunidad estatal,
[La Corte Suprema de Justicia Argentina sostuvo, en el caso ón entre nacionales y extranjeros. Como también se ha
~a~r~ra. ~/Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, que la inm nteriormente, estas normas tienen principalmente carác-
¡uflsdlCclOn de una Organización Internacional establecida por ional.
(Acuerdo de sede) no puede oponerse al derecho de la defensa en j d de la consolidación de estos límites a la soberanía terri- Dominio
sagrado por la Constitución Nacional. El voto de la minoría, tom os que estamos hablando, se ha ido desdibujando progresi- reservado
suyo por la mayoría, consideró al derecho de la defensa en juicio 1 así llamado "dominio reservado" o "competencia ínter-
derecho reconocido por una norma imperativa del derecho interna stado (domain reservé, domestic jurisdiction), expresión
presada en convenciones internacionales sobre derechos humano se pretende identificar todos aquellos asuntos de los cua-
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
upa ni e! derecho internacional consuetudinario ni e! can-
Con motivo de esta sentencia de la Corte Suprema Argentina es decir, aquellas cuestiones en las que, por consiguiente,
nos de Argentina y Uruguay acordaron crear un Tribunal Arbit:al está libre de obligaciones. Tradicionalmente se incluían en
entendiera, entre otras materias, en ~emas laborales referidos a la etencia interna las relaciones entre e! Estado y sus propios
T. M. de Salto Grande. En igual sentido, ambos Estados acordara s, la organización de las funciones de gobierno, la política
ción de: un Tribunal Arbitral para la Comisión Adniinistradora del y social de! Estado, etc. Claro que la noción de domes tic .
guay.} .
¡¡todavía puede tener vigencia en e! derecho consuetudina-
s que ha perdido todo significado en e! derecho conven-

z admitido esto, por cierto que no es posible dar cuenta de-


todas las normas convencionales que en la actualidad limi-
XXVIII. Continuación
rtad de acción de! Estado dentro su territorio. A continua-
aremos de esbozar un esquema sintético de los principales
en los que se. han generado normas convencionales. yde in-
E) Los límites al llamado "Dominio reservado del Estado" qué casos también e! derecho consuetudinario plantea lími-
oberanía territorial.
.Además de los clásicos límites a la soberanía territorial d
do en lo que respecta al tratamiento de los ciudadanos, de lo
312 BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 313
Movimiento
convencional a Comenzaremos por la protección de los derechos hum
vinculada también por otros acuerdos multilaterales para la
favor de los sultan' conocidas para todos las iniciativas internacionale
derechos derechos humanos: la Convención para la Prevención y
das a promover la protección del individuo en cualquier
humanos de Genocidio del 9-12-1948 (Ley italiana N° 153 del
se encuentre, incluso ~y de modo respeoial-s- en relaci 'áprolbac1a en Argentina porDecreto-L~y l'J°6286 del 9 de
Estado de su nacionaliderd.Además de la suscripción de en vigor el 12 de enero de 1951]; la Convención del
tos muy importantes desde el punto de vista político, pe N° 722 del 24-7-1954) [aprobada en Argentina por
tes de o con escaso valor jurídico, tales como la Declara de setiembre de 1959, entró en vigor el 22 de abril de
versal-de Derechos Humanos de 1948 (v. p. 79) o e! Act orocolo del 31-1-1967 (Ley italiana N"95 de114-2-1970)
la Conferencia de Helsinski sobre Seguridad y Cooperaci ~rgentina por Ley N° 17.468 del 3 de octubre de 1967, entró
topa (v, p. 99 ),en este ámbito la acción de.los gobiernos de octubre de 1976] sobre Refugiados; la Convención sobre los
ducidoenla' e!aboraciónde numerosas convenciones. P6Úticos de la Mujerde120-12-1952 (Ley italiana N° 326 del
sólo las más importantes, recordemos la Convención EurCl ¡;[aprobada en Argentina por Ley N° 15.786 del 7 de diciembre
la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertade ritró en vigor el 7 de julio de 1954]; la Convención sobre el Esta-
Apátridas del 28-9-1954 (Ley italiana W 306 del 1-2-1962)
mentales (v.p. 232); la Convención Americana sobre Dere
en Argentina. por LeyN° 19.510 del 2de marzo de. 1972, entró
manos (v: 1'.234);108 dos Pactos de la Naciones Unidas s
16. de junio de 1969]; la Carta Social Europea del 18-10-1961
rechos Civiles y Políticos y sobre Derechos Económicos,S aN° 929 del 3-7-1965); la Convención Internacional sobre la Eli-
Culturales. (vsp. 239); la Carta Africana sobre Derechos e rodas las Formas de Discriminación Racial, del 21'-12-1965 (Ley
ydelosPueblos (v. p.239). Como veremos a su debido 54 del 13-10-1975) [aprobada en Argentina por Ley N° 17.722
además. de constituir los órganos destinados a velar poros abril de 1968, entró en vigor el 4 de enero de 1969]; la Conven-
vancia, • todas estas .convenciones contienen •. un catálogo I~E:liminación .de 1"9das las.For 111as. de.Discriminación cOfltra la
chos humanos, que. muchas v'ecesresultamucho más ay ~8.-12-1979.(Leyitaliana N° 13~ del 14-3-1985)[aprobada en
detallado de!quenormalmenteprevénlas Constitucione¡; l'orLey N° 23.179 del 8 de mayo de 1985, entró en vigor el 3 de
más·rnodernas;. Por ejemplo, conformealos • dos. Pactos d de 1981].
ci°eesUnidas,son muyampliós los derechos que los Estad
obligados a reconocerles' a todos los individuos sometidos
·a'~.·hoy en día puede afirmarse que en el campó de losdere- Respeto de
~rios se han venido consolidando normas consuetudinarias,
der,. sin distinción de sexo.i de raza,dere!igión, de opinión
Jos derechos
etc. (cfr. e! arto 2, párr. 2, y e! arto 3 de! Pacto sobre Derech humanos
específico que hemos llamado "principios generales de dere- según el
nómicos y.el. art.2,párr. 1,yelart.3delPacto sobre D
nocidos por las naciones civilizadas" (v. p. 62). A diferencia derecho con-
Civiles y. Políticos): entre otros, .10sderechoseconómiCO suetudinario
tatados, que incluyen catálogos de derechos humanos suma-
1'renxlenel gere<:ho.al. trabajo]. a percibir una retribuciónj
seguro y demás Jormasde asistencia y seguridad' social; el
a formar sindicatos libresyel.derecho de-huelga, En lo
ª etallados, el derecho consuetudinario se limita a establecer la
iÓn de un núcleo fundamental e irrenunciable de derechos hu-
Básicamente, el derecho internacional consuetudinario prohí-
pectasa.los derechos. civiles, y políticos, queda allí ampliado
madasgross uiolations, osea, las violaciones graves.y.gene-
cifícado el catálogo habitual de las libertades individuale
as de los derechos humanos, categoría. a la que en general se
ellas l~ libertad personal, la libertad de pensamiento, de c()
cia y de religión, de asociación, etc. haquellas prácticas de. gobierno. especialmente. inhumanas .y
,como e! apartheid, el genocidio, la tortura, las ejecuciones en
314 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 315

masa, el trato cruel y degradante a prisioneros políticos y eptúa el tema de tratamiento de los extranjeros (v. p. 269
les comunes, y otras por el estilo. Todos los Estados conc sea el derecho internacional económico la rama del de-
afirmar que estas prácticas son contrarias al derecho inte acional en la cual se verifique menos la formación de
general, más aún, al ius cogens internacional (v. p. 249). suetudinarias. Se trata de un aspecto regulado princi- Cooperación
para el
ha pronunciado en este sentido, aunque sólo sea incidenta normas convencionales. En lo que respecta específi- desarrollo
Corte Internacional de Justicia (en su sentencia del 5-2-1 s relaciones entre países industrializados y países en
caso de la Barcelona Traction, Light and Power Co., Lt s cierto que la Asamblea General de las Naciones Uni-
Recueil, 1970, p. 32), y, además, existe una práctica sign TAD (v. p. 190) u otros órganos tanto de la ONUco-
a?~ndante de las Naciones Unidas. Por 10 tanto, no queda s organizaciones internacionales de carácter universal
bilidati más que acordar con estas afirmaciones. ado esporádicamente una serie de principios, como los
en la Declaración sobre el Nuevo Orden Económico In-
En 10 que se refiere a la práctica de las Naciones Unidas, cfr. 1, en la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de
p. 147 Y ss. Y p. 231 Y ss. y en la Declaración sobre el Fortalecimiento del Creci-
Obviamente, no se debe confundir la obligación que tiene e nómico de los Países en Desarrollo, que son todos ellos
respetar los derechos humanos con el poder que tienen todos s de la Asamblea General (v. p. 79). También es cierto
para castigar a los individuos que hayan cometido gross violati laración sobre el Derecho al Desarrollo,igualmente
chos derechos humanos, ya sea que formen o no parte de órgano la Asamblea General de la ONU (v. p. 79) considera
(v. p. 270).
echo es un tipo especial de derecho del hombre, referido
uellos individuos que componen el pueblo de un país
Entre las normas consuetudinarias sobre derechos huma llado. Pero también es cierto que -a excepción de las
se corresponden con las normas convencionales establecid examinadas sobre relaciones entre el Estado territorial y
dos Pactos de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y ros y del principio muy general que prohíbe al Estado
y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art; 'ones que puedan producir una crisis en laeconomía de
bién debe incluirse el principio de la autodeterminación d 1cual ya hablamos en su momento (v.p. 249)-la pro-
blos (v. p. 38). Por imponerle el deber de retirarse a todo derecho al desarrollo no se ha traducido en normas
g?~ierne una comunidad territorial que no sea la propia, d inarias que generen derechos y obligaciones concretos
CIpIO representa la limitación máxima, más aún, constituy tados. En definitiva, todos estos documentos enuncian
decirlo, la negación de la soberanía territorial. de carácter programático, que describen el modo en que
lamentarse convencionalmente las relaciones económicas
países en desarrollo y los países industrializados. Justa-
bre la base de estos principios se apoya toda una serie de
Derecho
Existen numerosísimos límites a la soberanía territorial ilaterales y multilaterales orientados a brindar coopera-
internadonal
económico do en aquella rama del derecho internacional denominada e el desarrollo aunque aún no resulten suficientemente
internacional económico", cuyo aspecto más interesante e s, los que han venido planteando límites a la libertad de
mativa de las relaciones entre países industrializados y país o de reglamentar sus relaciones económicas recíprocas del
sarroIlo. lo crean más conveniente.
316
BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 317
Acuerdos
sobre materias Al respecto, recordemos: los acuerdos sobre materias prim
primas S, que en materia económica, el pod~r d~ gobierno del
plo, los acuerdos de 1982 sobre el yute, de 1976 y 1983 sobr
1977 y de 1984 sobre el azúcar, de 1986 sobre cereales) que ti cuentra límites de derecho consuetudinario fuera de los
bilizar el precio del producto, por breves períodos de tiempo y n al tratamiento de los extranjeros o de los Estados ex-
versos mecanismos (algunos muy simples, como la consulta ent efecto, la doctrina hizo varios intentos de individuali-
y otros más sofisticados, como la restricción o el control del itesde carácter general, fuera de las normas sobre el
exportaciones, la formación de stocksreguladores, erc.), de m los intereses extranjeros. Los más interesantes de es-
precio estable sea tanto remunerativo para los países productQ n los que se refieren a las sanciones aplicadas en vir- Legislación
neral son países en desarrollo, cuanto justo para los países consu slación antitrust (por ejemplo, sanciones contra las e~- antitrust y
Sistema de legislación
preferenel., convenciones comerciales basadas en el principio de! tratamien celebren acuerdos para establecer una competencia sobre comercio
cial a los países en desarrollo, por e! cuallasconcesiones tarifari la legislación referida al· comercio internacional (~or internacional
quier otro tipo que se otorguen a estos países no quedan sujeta
medidas de boicot, o sea, medidas coercitivas para im-
dad conel Estado desarrollado que las concede ni se extienden
ortaciones o las importaciones hacia o desde determina-
a través de la cláusula de la nación más favorecida (por el ca
cláusula, que implica que todos los Estados firmantes del acuer De este modo (y repitiendo las fórmulas de algunas sen-
está contenida tienen la obligación de extender sucesivamente a t ribunales internos), se ha afirmado que el Estado no
más Partes e! eventual tratamiento más favorable que le conce rir en los intereses económicos esenciales de Estados ex-
ellas o a terceros. Estados, es la regla de las relaciones comerci uzzatto), o que dichos intereses deben ser "ponderados"
países de igual desarrollo económico relativo, que, además, que os, si se considera que merecen más protección que los
da en e! GATT: v, p. 128); los acuerdos que prevén conceder a ci~nales (Meessen), o que cada Estado debe ejercitar su
nica, ayuda, financiamiento, etc., a países en desarrollo. Ade eren materia económica dentro de 1Imites , · " razona bl" es
otros sectores en los que hasta hoy no se ha logrado consolidar ; Se" ha dicho todo esto: como reacción contra la preterí-
vencionales, o bien se ha logrado sólo en una mínima parte, per ados Unidos (manifestada en su legislación antitrust y en
por el contrario, abundan iniciativas, proyectos de regulacione el comercio proveniente de países enemigos) de imponer
nales y actos no vinculantes de orgimizaciones internacionales,
Transferenda es a las empresas de todo el mundo, utilizando, obviamen-
de tecnología. te de las Naciones Unidas. Nos referimos, por ejemplo, a las in
za de bloquear sus bienes e intereses en territorio esta-
Actividad de dientes a facilitar la transferencia de tecnología (licencias,
las sociedades experiencia técnica de cualquier tipo) de las empresas de los paíse . Por cierto, semejante pretensión -que en algunos casos,
multinadonales mente en el caso del embargo aplicado en razón de la
lizados a las de los países en desarrollo. No es e! mismo caso e! d
tivas para establecer "códigos de conducta" para las actividades 'n del gasoducto siberianoentrdaURSS y Europa (198~­
presas multinacionales. después de las protestas de la CE y de o~ros E.st~dos OCCI-
es condenable por ser un fenómeno de imperialismo; por
n lo jurídico; pero en este oaso.rdicha condena puede e~­
Además de lo que ya hemos dicho en otras partes de es
bre la base de (y, por lo tanto, se justifica sólo en la rnedi-
incluso dejando de lado los acuerdos de cooperación para e
dicha pretensión'contraría)' normas consuetudinarias: que,
lIo, la libertad de los Estados en materia económica está lim
s, prohíben ejercitar la autoridad estatal sobre los.extran-
numerosísimos acuerdos comerciales, aduaneros, de inte
las respectivas economías, etc., sobre los cuales no hace f do no existe un contacto adecuado con la comunidad te-
. En cambio, ninguna de las expresiones que hemos mencio-
nerse. En cambio, vale la pena discutir algo que afirmába
's arriba puede considerarse' apoyada en la práctica.
318 BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENroO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 319

Lo que hemos dicho hasta ahora coincide con la tesis (Picone) q si existe responsabilidad (que deba tomar forma de resar-
ne que en lo referente a las medidas de! Estado en materia económ por daños causados fuera de los propios límites territoria-
recho internacional general sólo tendría (y simplemente como ten
sponsabilidad aparece en caso de la comisión de un acto
. rácter instrumental y se limitaría a imponer a los Estados obli
existe también en los casos en que la actividad nociva sea
información y consulta respecto de esas medidas. Como ejempl
obligaciones, señalemos e! acuerdo sobre cooperación en mater ente, si la responsabilidad tiene carácter absoluto o pre-
entre Estados Unidos y Australia de 1982 (en AJIL, 1982, p. 86 lpa del Estado territorial.
Memorándum de Entendimientoen esa misma materia entre Esta mas el tema de la responsabilidad del Estado en el lugar
y Canadá de 1984 (ídem, 1984, p. 659 y ss.), destinados a evita en este punto, simplemente interesa ver si el derecho inter-
en la aplicación de las respectivas legislaciones sobre protecció suetudinario impone la obligación de no realizar áctivi-
petencia. Por otra parte, el Memorándum entre EE.UU. y Cana as. Claro que, si la respuesta es positiva, la responsabili-
acuerdo internacional propiamente dicho (v. p. 100). deriva de violar esta obligación se entenderá como
idad (ya sea absoluta o al menos por culpa) por un ilícito;
sta es negativa, quedará por establecer si puede configu-
nsabilidad a partir de actos lícitos.
En este punto, merece al menos una mención una clase de a cipio, el problema que estamos considerando surgió en el Relaciones
cada vez más afecta a las distintas ramas del ordenamiento estat de vecindad
las relaciones de vecindad, en especial, referido a la utiliza-
so, en el derecho civil y comercial, de los acuerdos sobre dere s ríos internacionales que modifique el caudal de las aguas
uniforme, sobre propiedad industrial, literaria y artística, etc.; e hacia el Estado limítrofe y a las emisiones de gases y sus-
financiero, los acuerdos para evitar la doble imposición fiscal; e icas por actividades industriales realizadas en zonas fron-
laboral, las convenciones establec.idas por la üIT (v. p. 148); etc
to se plantea hoy con particular agudeza respecto de la Contaminación
atmosférica
ción atmosférica que se deriva de actividades ultrapeligro-
s de producir daños incluso a distancia considerable: por
actividad- de las centrales atómicas (pensemos en el inci-
Usos nocivos También es muy actual el tema de los límites a la lib hernobyl en 1986), los experimentos nucleares, las indus-
del territorio plotación (mejor dicho, de la regulación de la explotació 'cas, etc. A este tipo de actividades se refiere el principio
cursos naturales del propio territorio del Estado, en es la Declaración adoptada en Estocolmo en 1972 por la
dos a las actividades contaminantes. Es' innecesario sub a de Estados sobre Ambiente Humano, convocada. por las
libertad de explotación de los propios recursos naturale Unidas, según el cual" ... los Estados tienen el derecho so-
los contenidos más importantes de la soberanía territorial explotar sus recursos naturales de acuerdo con su política
Comenzaremos por preguntarnos si esta libertad de tienen la obligación de asegurar que las actividades rea-
encuentra límites en el derecho internacional cOl1suetudi ro de los límites de su soberanía o bajo su control no
¿Es cierto, como se sostiene comúnmente, que el Esta - s ambientales a otros Estados ... ". La Declaración de Es-
obligación deievitar que su territorio sea utilizado para c atiene, de por sí, carácter vinculante. La obligación que
. al territorio (o a las naves y aeronaves que navegan o so (¡no sin antes haber puesto el énfasis en el derecho a la ex-
alta mar) de otros Estados? Normalmente el problem de los recursos!), ¿puede decirse que corresponda al dére-
desde la óptica de la responsabilidad del Estado territoria rnacional consuetudinario?
320 BENEDETTO CONFORTI EL COl\'TENlDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 321

Para nosotros, es bastante riesgoso plantear limitaciones muy circunscripto, y no es posible derivar de él una obliga-\
zación del territorio a partir del derecho internacional gen requeriría de muchas más pruebas, especialmente dada la',
bablemente pueda exceptuarse el caso específico de las agu importancia que tienen hoy los fenómenos relacionados con
nes (ríos, lagos), en el cual puede considerarse prohibida inación, sobre todo a causa de la utilización de la energía
utilización que pueda perjudicar a los demás usuarios (de De hecho, y justamente en lo que respecta a la utilización
sustracción, emisión de sustancias contaminantes). En est gía atómica, los Estados se han mostrado. siempre reacios
existe una práctica internacional difundida y significativa, s ir 1u propia responsabilidad por daños, y si alguna vez han
falta alguna antigua manifestación en contrario, como la indemnizar a las víctimas (como en el caso de los daños a
ción del Procurador General Harmon, en 1895, sobre el pI res japoneses, causados en 1954 por los experimentos nu-
cho de Estados Unidos de desviar las aguas del Río Gran de Estados Unidos en las islas Marshall), al mismo tiempo
juicio de México, o como una sentencia reciente del C garon de subrayar el carácter voluntario de dicha indernni-
Estado francés del 18-4-1986 (en Revue juridique de fe Además, hay que tener en cuenta la posición de los países
ment, 1986, p. 296 Yss.) relativa a la contaminación del Rin rollo, que adhieren fuertemente al principio de la sebera-
blemente pueda decirse también que en la actualidad, el der anentesobre los recursos naturales (v. p. 264), principio
ternacional consuetudinario prevé la obligación de info tolera interferencias con el pleno aprovechamiento de los
demás Estados sobre inminente peligro de accidentes (o s . Finalmente, es necesario no confundir las obligaciones del
dentes que estén ocurriendo), de modo que puedan adopta 'a nivel internacional con las de los individuos, personas fí-
sarias medidas de prevención. Pero... jhasta aquí! Por 10 de jurídicas, oen última instancia, del mismo Estado, a nivel
tan puntos de referencia que permitan justificar la conc1usió : si una industria, pública o privada,provoca daños en el te-
los Estados están efectivamente obligados a impedir el uso de otro Estado, puede ser llamada a responder ddantede
Arbitraje su territorio. En realidad, el único caso que se puede citar es de este Estado '-siempre que se cumpla con el debido
en el caso
de la hecho siempre se cita- de este tipo de obligación es la sen y que lo permitan las reglas sobre responsabilidadcivil-e-
Fundlcíén de bitral emitida para el diferendo entre Estados Unidos y C arco del normal ejercicio de la soberanía territorial; o bien
"
Trail
1941, por la Fundición de Trail, fundición canadiense que ustria puede ser llamada a responder, siempre cumpliendo
próxima a la frontera y que, por sus emisiones de gases, h reglas procesuales y de acuerdo con las normas sobre res-
do seriamente los cultivos de campesinos estadounidens idad civil, frente a los jueces del Estado de cuyo territorio
los principios del derecho int.ernacional, y según el ordena la contaminación'.
rídico de Estados Unidos -observó la Corte- ningún Est
el derecho de usar o permitir que se use el propio territorio
anta a la tesis de que el derecho internacional general prevé la obli-
tal de provocar daños por emisiones de gases al territorio d e informar a los demás Estados en caso de accidentes o de peligro
tado o a las personas y a los bienes que allí se encuentre accidentes, cfr. Gaja, en RDI, 1986, p. 828 Y ss. Y también la sen-
RIAA, vol. III, p. 1965). La importancia de esta sentencia la Corte Distrital (Amtsgericht) de Bonn, del 29-9-1987, confirma-
una nueva dimensión si se considera que, como surge de los sentencia de la Corte Provincial (Lal1dgericht) de la misma ciudad,
del compromiso arbitral (idem, p. 1907 Y ss.), Estados Uni vol. 80, p. 377 Y ss.
nadá ya estaban de acuerdo en que correspondía efectuar u distinguir entre responsabilidad internacional y responsabilidad in-
miento, al menos por un cierto tiempo. De todos modos, s es ilustrativo el caso resuelto por la Corte Distrital de Rotterdam
322 BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 323
(sentencia del 1~c12-1983, en NYIL, 1984, p. 471 Y ss.) Y despu
Corte de Apelación de La Haya (sentencia del 10-9-1986, idem, 19 entes nucleares (que el Estado al que se reclama decide si es-
y ss.), La Corte Distrital entendió que la responsabilidad de u iciones de prestar o no).
fr~ncesa en la contaminación del Rin -contaminación que prove os mencionar además las convenciones sobre responsabili-
rritorio francés- existía tanto en virtud del derecho holandés co
ontaminación (v. p. 475) que, por lo dernász'no se ocupan
rech.o internacional; por el contrario, la Corte. de Apelación co
onsabilidad internacional de los Estados, sino que se limi-
pertmente la referencia al derecho internacional, afirmando la exi
onera los Estados contratantes la obligación de disponer
responsabilidad únicamente sobre la base del derecho holandés.
cuado sistema de responsabilidad civil a nivel de su legisla-

Cooperación
contra la
. ,Sin em~argo, y siempre dentro del tema que nos Ocupa,
contaminación cron eambiá en lo que respecta al derecho internacional e
na l. En los últimos años se han ido multiplicando los acue
1'0 bilaterales como multilaterales en materia de cooperaci
la contaminación. Rara vez estos acuerdos establecen es 1 derecho internacional del mar. La libertad de los mares.
mente la prohibición de realizar determinadas actividades de los estados ribereños sobre los mares adyacentes a sus
nantes (un eíemplo de este tipo de acuerdos es la Conve
Bonn del 3-12-1976, sobre Protección del Rin contra la Co
ción, que prevé, entre otras cosas, dos listas de sustancias
d~ contaminar las aguas del río y que impone la obligació aquí hemos descrito lasriormas sobre soberanía territorial
mmal' la contaminación por las sustancias de la primera 1 mitaciones.¡. respecto de la tierra firme. Ahora debemos
reducir la que se deriva de las sustancias de1a segunda li ral' las normas (sobre todo, las normas consuetudinarias)
general, estos acuerdos se limitan a establecer obligaciones itan el poder de gobierno de los Estados en los espacios rna-
peración (en especial, en forma preventiva), de informaei ablaremosdespués de las normas sobre los espacios aéreo
consulta entre las Partes contratantes. Cfr. por eíemp o.
marco de la Comisión Económica de las Naciones Unidas ámbito del derecho internacional del mar existen, como ya Codificación
del derecho
ropa (v. p. 191), la Convención de 1979 sobre Contaminac .p. 72), cuatro convenciones de codificación adoptadas en internacional
mosfé.rica a Distancia, que prevé una obligación genérica de en 1958. Sin embargo, cada una de ellas ha sido ratificada marítimo
cambIO. de información, consulta, investigación y contro pequeño número de Estados: la Convención sobre Mar Terri-
combatIr la contaminación (art. 3) Y una obligación espe Zona' Contigua, la Convención sobre Alta Mar, la Conven-
consulta entre las Partes contratantes interesadas cuand bre Pesca y Conservación de los Recursos Vivos de la Alta
". " " " "

mas Partes se vean períudicadas o gravemente amenazada Convención sobre Plataforma Continental. Dejandórde lado
contaminación atmosférica que provenga del territorio de o ntade si todas lasnorrhas contenidas en estas convenciones
(art: 5); ene! marco de la OIEA (v. p. 208), las dos Conve ndenefectivamente al derecho internacional general, y de-
del 26-9-1986 que tratan, respectivamente, sobre la inmedia e lado el irrelevante número de Estados que las han ratifica-
ficación de los accidentes nucleares (con obligación de infor e puede omitir el hecho 'de que entre 1974 y 1982 se desarro-
y consulta a través de la misma OIEA) y sobre la asistencia e hueva Conferencia de las Naciones Unidas (la tercera) para
codificar el derecho del mar; que de estaConfeténciasurgió
324 BENEDEITO CONFORT! EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 325

una nueva y única Convención (compuesta de 320 artículos ión y explotación económica de la zona, tal como la produc-
anexos) firmada en Montego Bay el 10-12-1982, Y que, h ergía derivada del agua, de las corrientes y de los vientos.
depositado el décimo sexto instrumento de ratificación nto a la plataforma continental, la Ley 23.968 determina
Convención de Montego Bay, entró en vigor en noviembre adoejerce "soberanía" y no meramente "derechos sóbera-
A pesar de que persisten divergencias respecto de la seccié la exploración y explotación de recursos vivos y no vivos"
a fondos oceánicos (especialmente por parte de Estados expresa en el texto de la Convención de Montego Bay. La
América), la gran mayoría de las normas contenidas en las a continental comprende el lecho y subsuelo de las áreas
tes de la Convención han sido aceptadas en la práctica por as que se extienden más allá de su mar territorial ya tOdo
gobiernos.] Por ende, el estado actual del derecho del mar e la prolongación natural de su territorio hasta el borde ex-
dinario sólo puede reseñarse a través de un esfuerzo de sínt 1margen continental, o bien hasta una distancia de 200 mi-
viejas y nuevas posiciones. [Argentina, si bien firmó la Co . as medidas a partir de las líneas de base desde donde se
de Montego Bay, aún a mediados de 1994 no la había ratifi nchura del mar territorial,en los .casos en que el borde ex-
embargo, la Ley 23.968, publicada en el Boletín Oficial llega a dicha distancia;
ciembre de 1991, incorpora las reglas básicas para las distin establece asimismo que, en los espacios marítimos sobre los
marítimas sobre las que el Estado argentino ejerce su jurisdi isla, el Estado
. conserva el derecho exclusivo de construir,
plena conformidad con la Convención de Montego Bay. y reglamentar la construcción, el funcionamiento y la utili-
Por la Ley 23.968 se establece un mar territorial de 12 todo tipo de instalaciones y estructuras, ejerciendo sobre
didas desde las líneas de base rectas o normales definidas e as su jurisdicción exclusiva, inclusive en materia de leyes y
ma ley. El artículo 3° expresa que la Nación Argentina po tos fiscales, aduaneros, sanitarios y de inmigración.
soberanía plena sobre las aguas, lecho y subsuelo y espaci 23.968, si bien confirma respecto de las bahías históricas
reconoce el derecho de paso inocente a los buques de ter vigencia del Decreto-Ley 17.094 de 1966, modifica sustan-
dos de conformidad con el derecho internacional y las le su contenido.
mentos que la Argentina dicte en su condición de Estado ri reto-Ley 17.094 establecía la soberanía argentina sobre el
Esta ley extiende la zona contigua a 24 millas, medida cente a su territorio hasta una distancia de 200 millas rnari-
líneas de base rectas o normales desde donde. se mide la a rvando en dicha zona la libertad de navegación y sobrevue-
mar territorial. El Estado podrá en esta zona prevenir y san el' Ejecutivo se reserva el derecho de reglamentarIas for-
infracciones a sus leyes y reglamentos en materia fiscal, ndidones .en que podrán desarrollarse .las actividades de
aduanera y de inmigración que se cometan en su territo . / n yexpldtación de losrééursos naturales del mar por par-
mar territorial. ques extranjeros, dentro de esta zona de 200 millas (ver
Se establece por el artículo 5° una zona económica exclu N° 5106 publicado en el Boletín Oficial elA de enero de
extiende más allá del mar territorial y hasta una distancia de pesca N°17.500 de1.25 de octubre de 1967; Decreto
llas marinas medidas desde las líneas que definen el límite i /67 del 22 de noviembre de 1967; Ley 20.136 del 15 de.fe-
mar territorial. El Estado ejerce derechos soberanos para 1 1973; Ley2L514 yLey 22.018 del 28'de junio de 1979).
ción y explotación, conservación y administración de los eto_Leynodefine esta zona como. mar territorial, a pesar
rurales, tanto vivos como no vivos, de las agllas supraya egislación posterior hace reiteradas referencias al "mar te-
cho del mar, y con respecto a otras actividades con m establecido por aquel Decreto-Ley. Así,por ejemplo, el Có-
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 327
326 BENEDETTO CONFORTl

s Estados y, en general, de las comunidades que dependen de


digo Aduanero (Ley 22.415, publicado el 30 de marzo de 19
adoso La utilización de los espacios marinos, que de ese rno-
va los recursos extraídos del mar territorial. El Código Adua
garantizada para todos, encuentra un límite intrínseco a
ce referencia, en su exposición de motivos, al Decreto-Ley 1
·men de libertad, que consiste en el respeto de la igualliber-
considerar como mar territorial a la zona de 200 millas d
s demás. Un Estado no puede ejercer esta libertad hasta el
nía. Independientemente del hecho de que esta zona repre
liminar toda posible utilización por parte de los demás
su momento un reclamo de mar territorial, dentro de las
r lo tanto, en un régimen de libertad es inadmisible que un
marinas de sus costas -es decir, en la zona económica ex
sustraiga permanentemente a los demás los recursos marí-
el Estado ribereño tiene hoy día derecho a gravar la explo
r ejemplo, agotando o comprometiendo las especies ictíco-
los recursos extraídos de ésta. La Ley 23.968 modifica e
a determinada zona, o pretendiendo que ciertos sectores del
Aduanero a los efectos de asegurar la aplicación de graváme
anezcan cerrados a la navegación.
neros: a las extracciones de la zona económica exclusiva y
sición a esta libertad de los mares, los Estados siempre han Control
taforma continental. De esta manera no es necesario hacer de los mares
do su pretensión de asegurarse cierto control de las aguas
pretación forzada del viejo texto, que solamente gravaba lo adyacentes
es a sus propias costas. Pero,hasta fines del siglo pasado y,
extraídos del mar territorial, si bien se entendía que éste
os aspectos, hasta la primera mitad del presente, dicha pre-
una zona hoy comprendida dentro de la zona económica ex
o había podido imponerse casi nunca al principio de la li-
En cuanto ala plataforma continental, el Decreto-Ley de
é los mares. Esencialmente, la orientación de la práctica in-
producía la definición contenida en la Convención de Gi
al era que el principio de libertad se extendiera también a
1958 sobre esa zona, expresando que la soberanía de la
adyacentes, reservándole al Estado ribereño la posibilidad
gen tina se extiende al lecho y subsuelo de las zonas sub
r poderes excepcionales sobre naves extranjeras en materia
yacentes a su territorio hasta una profundidad de 200 me
entación de pesca y de represión del contrabando. Incluso
allá de ese límite, hasta donde la profundidad de las agu
unda mitad del siglo pasado era totalmente extraña a la
centes permita la explotación de los recursos naturales de
temacional (aunque noa la doctrina) la figura del mar te-
ntendido como una franja de mar adyacente a la costa,
a al territorio del Estado y, por lo tanto, sujeta en princi-
lusivo poder de gobierno del Estado ribereño, igual que la
Durante varios siglos el derecho internacional del mar
e. Desde entonces, la tendencia se fue invirtiendo y la pre-
bernado por el principio de la libertad de los mares. Ta
los Estados ribereños por controlar los mares adyacentes
afirmó en el curso de los siglos XVII y XVIII. Sobre tod
a ganar cada vez más terreno, hasta encontrar en el dere-
holandeses los que promovieron la observancia de est
nacional de nuestros días una protección sin precedentes; en
indujeron poco a poco a Inglaterra, España, Portugal y
encia, el antiguo principio de la libertad de los mares no
Estados menores a abandonar sus pretensiones de obten
e en la actualidad la norma primer'} y general, sino una de
dominio de los mares.
as que componen el derecho internacional del mar. Las eta-
Libertad de los ¿Qué significa la libertad de los mares? Significa
mares y su roceso de erosión del régimen de libertad de los mares pue-
no puede impedir ni perturbar la utilización de los espa
significado izarse como sigue: enprimer1ugar, desde fines del siglóípa- Mar territorial
(navegación, pesca, explotación de cualquier recurso
fUe difundiendo en la práctica la figura del mar territoriál
parte de los demás Estados, o, mejor dicho, de las nav
328
BENEDEITO CONFORT[
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 329
como una zona sujeta en todo y para todo al régimen territ
Estado. En los años inmediatamente posteriores a la Segund el Mar, la Convención "sobre Mar Territorial y Zona
Mundial se advirtió una evidente ampliación de los poderes " ratificada también por Italia por la Ley N° 1658 del 8-
Plataforma
continental do ribereño, dada la aceptación general de la doctrina de la [Argentina, al igual que los demás Estados .latinoa~erica­
ma continental enunciada por el presidente Truman en un a ratificado ninguno de los cuatro Convenios de Gmebra
discurso de 1945: ese discurso (que fUe seguido por medid cho del Mar]. La Convención de Montego Bay que, como
gas de todos los Estados ribereños) reivindicaba para Estado icho, fue preparada por la Tercera Conferencia (v. p. 73),
el control y la jurisdicción sobre los recursos de la platafor su mayor parte las normas de la Convención de Ginebra,
es, de aquella parte del fondo y subsuelo marino, que a ve modificaciones sustanciales o cuestionamientos por parte
tiende a lo largo de cientos de millas marinas, que constitu tados. Por lo tanto, pueden emplearse las normas formula-
longación de la tierra emergida y, por lo tanto, que se ma nebra en 1958, con las limitaciones propias de los acuerdos
profundidad constante antes de precipitar en los abismos. D ción (v, p. 75), como un útil ,Punto de referencia para re-
tonces la práctica internacional se ha orientado paulatina el derecho internacional consuetudinario vigente en la ma-
favor de una nueva figura, propiciada inicialmente por los Convención de Montego Bay contaba en el mes de noviern-
Zona 93 con sesenta ratificaciones, por lo tanto, de acuerdo a su
económica América Latina y después por la mayor parte de los países
exclusica rrollo, esto es, en favor de la llamada zona económica exclu 08, entró en vigor en noviembre de 1994. En razón de que
tendida hasta las doscientas millas marinas de la costa: tod la mitad de los Estados firmantes ha ratificado la Conven-
todos los recursos de la zona, no sólo los del fondo o del ún hoy día relevante rescatar el valor consuetudinario que
marino, sino también los de las aguas suprayacentes, se c contenido de las normas de esta Convención. No sólo res-
que pertenecen al Estado ribereño. e las normas que se reiteran de las Convenciones de Ginebra,
El cuadro que hemos trazado hasta aquí nos pareció nece ncipalmente respecto de los nuevos consensos logrados a ,r,ar-
ra comprender mejor los distintos institutos del derecho del a' Tercera Conferencia, corisolidados como derecho POSItIVO
ahora en más trataremos en detalle el mar territorial, la pla ráctica de los Estados.
continental, la zona económica exclusiy;a y los espacios, m los 19 Estados latinoamericanos y del Caribe que ratifica-
los que aún puede decirse que se aplica íntégramente el antig Convención, encontramos a Brasil, México y Uruguay. Los
cipio de la Iibeztad de los mates. De este'examen detallado ausentes son los Estados desarrollados. Solamente los Esta-
también los motivos políticos y económicos que están det apeos, de Islandia, Malta y Yugoslavia habían ratificado la
nuevas tendencias de la práctica internacional contemporá ción al momento de producirse la ratificación número sesen-
sta ese momento se habían producido también 27 ratificacio-
Estados africanos y 11 de Estados asiáticos.]

ra de las Iimitaciorres "que vamos a examinar enseguida, el mar Soberanía


del Estado
,Del mar territorial se ocup'a la primera de las cuatro c rial está sujeto a la soberanía del Estado ribereño del mismo
ribereño sobre
'de codificación surgidas de la Conferencia de Ginebra de 19 que iloi está la tierra firme. Laadquisició~ deJa soberanía :s el mar
ática: la soberanía ejercida sobre la costa implica-la soberanía territorial
330 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 331

sobre el mar territorial. Al respecto, el arto 1 de la Convenci óndeGinebra de 1958, cuyo arto 24 establece: "En una zo-
nebra establece: "La soberanía del Estado se extiende m' mar contigua a su mar territorial, el Estado ribereño pue-
. . d ' as el control l1ecesario con vistas a: a) prevenir la violación
terntono y ~sus aguas internas, a una zona de mar adyac
costas denominada mar territorial". ias leyes de policía adual1era, fiscal, sanitaria o· de inmi-
b) reprimir la violación de esas mismas leyes, haya sido
, Al admitir la existencia del mar territorial a la luz del derec en su territorio o en su mar territoriaL ..". El mismo arto 24
cional consuetudinario,
. estamos abandonando
. una p OSIClOn
" , q 12 millas marinas la. extensión máxima de la zona conti-
mosencar~Izada~ente en varios estudios anteriores, comenzand o a que dicha extensión es la que hoy se le reconoce al
bro JI regm:e gltl.rí~~co dei marí, Nápoles, 1957, cap. V. S rial, a la luz del arto 24 debe entenderse que la zona conti-
e~tonces la ImpOSIbIlIdad de equiparar el mar territorial al t 'do absorbida por el mar territorial. Sin embargo, el arto 33
d Iii ., b er
CIen o ; I~caple, so re todo, en la falta de acuerdo entre los Esta rtvención de Montego Bay... restablece las distancias ante-
to del Ir,mlte externo del mar territorial (la misma Convención
lleva la zona contigua hasta las 24 millas. Pero, ¿cuál es la
no ~ontlene ~eg!a alguna al respeCto), que ciertos Estados desea
efectiva, desde el punto de vista del derecho internacional
tuviera restringido a 3 millas desde la costa; otros, extendido a
15... ¡hasta llegar a las 200 millas marinas! Nos parecía realme
bl~ o al menos extremadamente contradictorio describir un terri e hemos sostenido y continuamos sosteniendo que, según Vigilancia
aduanera
rmtes, Y sosteníamos entonces que en los mares adyacentes internacional consuetudinario, en materia de vigilancia
costas el Estado ejercía un poder que no estaba limitad p ~ el poder del Estado ribereño encuentra un límite funcional
'1 f ' o es acta
so o unclOnalmente y que, por lo tanto, podía ejercerlo en e cial: el Estado puede hacer todo lo que es necesario (y sólo
en el luga~ donde ,tuviera que garantizar el desarrollo pacífico d necesario) para prevenir y reprimir el contrabando en las
las comumdades ribereñas. yacentes a sus costas. La distancia desde la costa al lugar
El motivo de nuest~o cambio de posición es, precisamente, realiza la represión del ilícito es escasamente significativa:
T nos llevaba a defenderla en su momento'. uno de 1os resu lta
que ede ser superior a las 12 o 24 millas, mientras que no se
erce:a Confer~ncia sobre Derecho del Mar, presente ya en los
a distancia tal que diluya toda noción posible de adyacen-
las primeras sesiones, fue la aceptación general del límite de las
ra el mar territorial. ue se necesita es que subsista algún contacto entre la nave y
que puede ser: el trasbordo de mercaderías de contrabando
Límite exterior e a embarcaciones locales; que la carga esté destinada a ser
del mar Sobre la base de un principio que debe considerarse co
territorial y que está contenido incluso en la Convención de M rcada en el territorio' del Estado ribereño o se dirija a él; o
la particular "peligrosidad social" de la mercadería (como es
(a~t. 3), el, mar territorial puede extenderse hasta un má
millas marinas desde la costa. las drogas), etc; Enrealidad, la práctica de todos los tiem-
tra una clara tendencia a no tener en cuenta las distancias
nterés en la represión del contrabando; mejor dicho, esta
ráctica .internacional revela la tendencia a reglamentar las
S~gún ~na doc~rina surgida en el período de entreguerras
Zona contigua s en función de este interés.
do ribereño tendna el derecho de ejercer poder de vigilanc'
ra en una "zona contigua" al mar territorial. Esa doctrina bio, con respecto alarepresión del tráfico: de drogas no puede ci-
tada ---:y extendida a la vigilancia sanitaria y de inmigración atto 17 de la Convención de Viena del 19-12-1988 (ratificada por va-
332
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 333
rios Estados, entre los que se encuentra Italia [y Argentina]) sobre
del Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Psicotrópicas. Es cien las de soberanía. Por Io tanto,mas ~ qeu una . . ~ del. CÓ-
. modificación e
arto 17 subordina al previo consentimiento del Estado de la ban e hace Ia Ley 2"..J. 968 es redefinir los
. ~ espacios de aplicación, p ro

CJ,ue la visita o captura de naves que ejerzan dicho tráfico, pero, uro de una zona de idéntica extensión.]
párr. 11 se dejan expresamente a salvo los derechos y obligacione
tados ribereños, esta disposición debe considerarse aplicable sola ~¡. ~:. ::-

mares no adyacentes. '


Si bien comúnmente se hablade "vigilancia aduanera", y aun 'untos de la costa se mide la distancia de las 12 mi- Límite
24 y 33 de las Convenciones de Ginebra de 1958 y de Mont
1982, respectivamenté, le atribuyen al Estado ribereño" ... el ca
q:~ Problema del límite interno o línea de base del m~r te- interno del
mar territorial
elPpasado,este problema ha dado lugar a una sene de
rio con vistas... a prevenir la violación de sus propias leyes de
nera ... ", debe entenderse que las medidas que consiente el der ias (es famosa la controversia entre Noruega y Gran Bre-
ósito de las pesquerías noruegas, que fueresu~lta por la
~acional
cional consuetudinario son, como ya se ha dicho, tanto la
preventivas (visita y allanamiento) como las represivas (captura de Justicia en 1951) y constituye el objeto de va-
punición de los miembros de la tripulación). La tesis sostenida sde la Convención de Ginebra de1958 (ar:. 3 y ss.);. e~tas
autores, según la cual sería necesario que el Estado ribereño se li . . .en una práctica hoy en día consolidada, origina-S
mspiran
al primer tipo de medidas, se ha visto claramente desmentida por ta d a sentencia
. de' la Corte
' . También-se e..ncuentran 5norma.)
internacionaL Por otra parte, sería absurdo que el Estado ribereñ imilares en la Convención de Montego Bay (a.rt. y ss..
de haber constatado, mediante la visitay~ílanamiento de la nave os SI 1 .. ..
delaCol1vertciónde Ginebra fija e pn~Clp.lO ge~e
ral de
cia' de mercadería de contraba~do, se vi~ra' obligado a liberarla de base que sirve para medir el mar terntonal esta deter-
rar" su (múy eventual) ingreso en el propio mar territorial para . s·m em b argo, es. más importante el
r la línea de bajamar: .. .
reprimir el ilícito. Lo absurdo de esta conclusión permite entend
e reconoce 1a POSI. ibilídad
I I d
de dejar de lado ese. p.nnClpl.o. y •re-
so los citados artículos 24 y 33 no usan la expresión "prevenir'
istema de las líneas rectas, cuya legitimidad fue reconocí ,a
técnico, sino para indicar genéricamente la finalidad de la institu
Límite ,. en 1a ya mencionada sentencia
rte Internaciona1 d e J usticra
exterior del Sobre la base de todo lo dicho hasta el momento, debe cons
mar territorial está en conformidad con el derecho internacional consuetudina
italiano
liana N° 359 del 24-8-1974, arto único, que ha modificado el fdo con el sistema de tú líneas rectas, el trazo de la línea Sistema de las
líneas rectas
digo de Nayegación, extendiendo el mar territorial italiano a 1 1 mar territorial no sigue las sinuosidades de la costa, co-
mencionado art, 2 había adoptado la distancia de las 6 millas). P d bajamar sino que une las salientes de la costa o, en
ha quedado absorbido por la ley de 1974 el arto 33 deja Ley, :e e:istan gr~pos i~las
de o escollos próx~mos l~ cost~,
a
25~9-1940 (art. 29 T. U. sobre aduanas) que fijaba la zona itali, untqs extremos. de esas islas o escollos. ¿Cual es la dlstan~la
lancia aduanera en las 12 millas. [En Argentina, la Ley23.968 a. que se traza cada línea de base recta 0,10 que es ~o mls~
dificó el Código Aduanero extendienclo a la ZOna económica excl es la máxima anchura de una línea de base re~t~? E ar:.
plataforma continental los alcances dé las regulaciones en materia a resp uesta .precisa, sino que se limita a prescnbl.r un ente-
tación y exportación de "extracclones de ;nercaderías originaria
tico al establecer que la línea de base no d e be "epararse
s .
dentes de esas zonas", que con anterioridad reglaban solamente 1
ciones del mar territorial. Cabe recordar que cuando el viejo
le~ente 'de la dirección general de la costa", que l.as aguas
Código Aduanero se refería a mar territorial, hacía referencia al
. . de la línea deben estar "lo bastante ligadas
ene1 intenor . , al
N° 17.094, que,estableció una zona de mar adyacente á las costas terrestre para estar sujetas al régimen de las aguas mteno-
que, para determirtarciertas líneas ele base, se pueden tener
334 BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 335
en cuenta los "intereses económicos ... respaldados por
longado" de las regiones ribereñas. ya veremos, pertenecen al Estado ribereñ~ (la zona econó-
Bahías lusiva y la plataforma continental). Una línea de b~se d:s-
Otra norma importante en relación con el límite interno
territorial es la del art. 7 de la Convención, relativo a las ba r adentro aumenta las posibilidades del Estado nbereno
a , E
bre la base de los parágrafos 4 y 5 de! arto 7, si la distancia rar estos recursos. Por esta razón, últimament,e vanos sta-
extremos naturales de la bahía no supera las 24 millas, e! rocedido a "cerrar" bahías y golfos de considerables pro-
torial se mide a partir de la línea que une dichos puntos y . Estos comportamientos son incompatibles ~~nto co~ e!
aguas de la bahía son consideradas aguas'interiores; si la o con el arto 4 -ya citados- de la Convención de Cine-
excede las 24 millas, dentro de la bahía. puede trazarse una como ya se ha dicho, han sidoreconfirmados por la Con-
base recta, siempre de 24 millas, de modo tal de dejar com de Montego Bay) y puede entenderse incluso que son ,con-
interiores la mayor superficie posible de mar. Sin embargo, l derecho internacional consuetudinario. Pero, en realidad,
considera bahías (párr. 2) sólo las ensenadas que penetran pr 'ca internacional en la materia evoluciona continuamente.
mente en la costa, más precisamente, aquellas cuya superfici
lomenosigual o superiora la de un semicírculo cuyo diáme as episodios de cierres de bahías, recordemos el de la ,Bahíade Pe-
línea de entrada a la bahía. Sólo a este tipo de bahías se le ande por parte de la Unión Soviética; el del Golfo de SIrte y ~I Gol-
regla de las 24 millas. Por lo tanto, la conclusión que sed bes, por Libia y por Túnez, respectivamente; el caso de vanas ba-
que los golfos, las bahías y cualquier otra ensenada que te ernenre amplias de la zona del Río de la Plata, cerradas por
extensa línea de entrada pero no penetren profundamente e ~ Uruguay; el de todas las bahías de Gabón y,Guinea; el de la Ba~
no entran en. e! arto 7 y pueden cerrarse por completo, en v wana cerrada por Kenia; el Golfo de Panama, cerrado por Pana
G lfo de Tarento cerrado por Italia.. [Argentina y Uruguay, en una
arto 4, sise cumplen los requisitos necesarios para adoptar e
de las líneas de base rectas. ció~ Conjunta del 'año 1961, fijaron el límiteex~eri~r del Río de la
iderando su desembocadura no como una bahía smo como un es-
nSI , d G' b d
Bahías en conformidad con el artículo 13 de la Convencion e ~ne ra ,e
"históricas" El arto 7 (párr. 6) menciona a continuación el régimen de las ba
Ili re Mar Territorial y Zona Contigua. Cabe recordar que III Ar~entI-
tóricas", esto es, bahías sobre las cuales un Estado ribereño pue
uguay eran parte en la Convención d~ ;Ginebra, a la que menciona-
derechos exclusivos, por estar éstos consolidados en el tiempo d
o fundamento jurídico de su Declaración.] ,
aquiescencia de otros Estados y que, por lo pronto, deben con
s de estos cierres (entre ellos, el del Golfo de Tar:nto,sobre,:1 que
aguas interiores sea cual sea su superficie. (Algunos ejemplos clásic
os enseguida) se justificaron calificando a la bahla en cuestión ~o­
hías históricas son la bahía de Chaleur, Chesapeake, Delaware, etc.
íahistórica", pero sin ofrecer pruebas serias al respecto; En la prac-
gentina, él Decreto-Ley N° 17.094 definió como bahías históricas a
ndo se quieren justificar estos episodios de cierre, se habla cad~ vez
fas San Matías, Nuevo y San Jorge. La Ley N° 23.968 confir
ahías"vitales",ya que con esta expresión se pretende hacer h,mca-
definición, que encuentra un valioso antecedente en la Ley N0
as necesidades económicas y de defensa que fundamentan el CIerre.
1914 y en el Decreto del 26 de diciembre de 1914, que considerab
smodos, no parece que esta noción de "bahía vit~~", por el mornen-
Golfos de San Matías, Nuevo y San Jorge como mar territorial, inde
temente de la distancia de su escotadura.] sido reconocida por el derecho internacional p~SItIVO.

La importancia de determinar las líneas de base no consist ia adoptó ~I sistema de las líneas de base rectas a lo largo de Límite
interno del
utilidad para delimitar el mar territorial sino las zonas cuyos las costas peninsulares y de las islas mayores con el Decreto mar territorial
esidente de la República N° 816 del 26-4-1977, enGU N° 305
336
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 337
del 9-11-1977. [Argentina adoptó en la Ley N° 23.9G8 de
sistema de líneas de base rectas para su frente marÍtimo,inc e cualquier Estado, ya sea para atravesarlo como para entrar
las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sud, y reservan uas interiores de dicho Estado o para salir de ellas (art. 14,
neas de base d~l Sector Antártico Argentino para una poste 2). El arto 14, párr: 4, dice que el paso es inocente "si no
nición, Las línelas de base rectas adoptadas siguen los pará la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño".
" bl \ ieh, si el paso no es inocente, entonces el Estado ribereño
cntenos esta eddos por la Convención de Montego Bay. (
ces de las líneas de base rectas en "Cheog Yang Fisheries C ornar todas las medidas necesarias para impedirlo (art. 16).
otros el Prefectura\Naval Argentina", Corte Suprema de la mas sobre paso inocente rigen para todo tipo de naves y, por
sentencia del 6 de aBril de 1993 ).] iente, se aplican también a las naves de guerra, con la salve-
que para hacer uso de este derecho al paso inocente, los.sub-
s extranjeros tienen la obligación de navegar en superficie.
egunda limitación se refiere al ejercicio de la jurisdicción pe- Jurisdicción
Poderes del
Estado Con respecto a los poderes que se reserva el Estado ribere 1 Estado ribereño sobre naves extranjeras. Puede considerarse penal sobre
naves
ribereño en el mar territorial, podemos afirmar que, en términos generales, te límite aún hoyes respetado en la práctica (no sólo en la extranjeras
mar territorial
mismos poderes que ejerce en el ámbito del territorio, obv' a europea, sino también en la anglosajona, aunque sea más
con las mismas limitaciones de la soberanía territorial que co otivos de cortesía que jurídicos). No puede ejercerse jurisdic-
mas en su momento. Y decimos "en términos generales", por penal en relación con actos internos de la nave extranjera, es
de las limitaciones del poder de gobierno del Estado ribereñ , actos que no tengan repercusión externa alguna ó que, en
el mar territorial son características del régimen del mar terr palabras, no sean capaces de perturbar el normal desarrollo de
sirven para distinguirlo del régimen de las aguas interiores. a de la comunidad territorial del Estado ribereño.
este punto, la Convención de Ginebra sobre Mar Territorial
Incluso esto sólo es válido hasta cierto punto, ya que, como ve taun poco del derecho internacional cdrtsuetudinario; Dado
seguida, la limitación al ejercicio de la jurisdicción penal del Estad e hecho, el arto 19 de laConverttiónselimita a prescribir que
sobre naves extranjeras se aplica también a las naves en puerto. do ribereño "no deberÍa"ejercer jurisdicción sobre actos in-
parece dejar al arbitrio del Estado ·la decisión deejercet ono
Derecho
de paso La primera limitación es el llamado derecho al paso ino±: piopoder punitivo: Sin' embargo, el ptoyectoptesentaddpór
inofensivo paso inQcente de las naves extranjeras, que es el último resa misión de Derecho Internacional en la Conferenáa de Ginebra'
por eso menos importante-,- de una época. en que se consid a en este punto el derecho internacional consuetudinario, pero
diferencia de lo que se entiende hoy en día, que en las agu a adopcioh, profundamente discutida por cierto, de una en-
centes el principio general era la libertad de los mares y que a propuesta por la delegación de Estados Unidos,la expre-
chos de los Estados ribereños, por el contrario, eran excepcio condicional "no debería" pasó al texto definitivo' de la Con-
Los arts: 14 al 17 de la Convención de Ginebra se ocupan
recho al paso inocente. Luego de establecer que toda nave extr
tiene la obligación de cumplir las leyes y reglamentos del Es lo que concierne al ejercicio de la. jurisdicción penal, la jurisprudencia
bereño, en especial los relativos a la navegación (art. 17), se na se atiene ala distinción entre actos externos y actos internos: cfr.
el derecho de las naves extranjeras al paso inocente por el mar ncia del Tribunal de Casación del 30-10-1969 enMassimariodella
s.pena/e, 1971, p.161 Y ss, (también Senr. del .Trib. de Cas.: deI29-2~
338
BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 339

1951,28-10-1953 Y 15 41955 ' d as uminio y pequeñas cantidades de níquel, cobre y cobalto, así como
del 30-10-1985 en PI ;9~6 JI' cl ibidem); cfr. Sent. del Trib.
o , , : ' " va.lta1 y ss. equeñísimas cantidades de otros varios elementos.
Esta dlstmcIOn también se aplica a las naves en uerto
es más difícil pensar en revueltas que t P , ' aunque en
rrera por acaparar recursos marinos determinó la tendencia
válido, sin embargo, para el caso d:olaen~an rePoercusIO~es, e~tern
miembros de la tripulación) Pa 1 o o s mdfrac~¡~ne~ d¡sc¡plmari tados con litoral a extender su control más allá de su propio
S dIo' . ra a junspn¡ encra italiana efr itorial, e incluso más allá de las aguas adyacentes a sus cos-
ent, e Tnb. de Nápoles del 7-2-1974 I YOl , . por
1 o odi o ,en t. n, 1975 p 268 Y o ya se ha señalado (v. p. 328), esta tendencia ha determi-
ga a jurrs iccióri local sobre el delito d t ia d "o ss.
, e enencJa e estupefac¡ent ceptación general de la doctrina de la plataforma continen-
ve e;t~:nJera e~ puerto italiano; Trib. Trieste 3-5-1988 RDIPP 1;~;
ss., n . Venecia 21-6-1989 RDI 1990 168 " ás recientemente, la institución de la llamada "zona
del 26-1-1990, N° 11, RDIPP 1990 ,p. y ss., y Tnb, de Caso ica exclusiva": puede decirse que tanto la primera (que fuera
clusión respecto a la tenencia 'de ar~~' ~~s~~y ss., que lIe~a~ a la mi da por primera vez en 1945, en una Declaración de! Presi-
parte de la tripulación del buque. adas a la policía de a b orteamericano Truman) como la segunda (de origen más re-
ya que fue aceptada por la Tercera Conferencia sobre Dere-
Mar, iniciada. en 1973) se encuentran avaladas por el
internacional consuetudinario.

.xXXI. Plataforma continental . Zona economlca


' . exc Íusi
usrva

Posibilidad de segunda Convención de Ginebra de 1958 se dedicó a la plata- Plataforma


explotación de . . ~osdañt s que siguieron a la Segunda Guerra Mundial rna ontinental, y puede considerarse que esta Convención recoge e!
continental
los recursos
rmcro e a carrera PQr acaparar los recursos marinos L internacional consuetudinario en la materia. Pero, por lo de-
marinos
mos progresos de la técnica permiten conocer las po~ib~;d: salvo algunas modificaciones necesarias para coordinar e! régi-
explotar, y luego dan concretamente la oportunidad d 1 e la plataforma continental con e! de la zona económica exclusi-
notable variedad de recursos naturales sobre tod .. e eXP ot
c b l' id . , o rmnera les ( . 348), las normas establecidas en la Convención de Ginebra
ar uros IqUl os y gaseosos) allíd d h
bí 1 ' . on e asta entonces sólo etomadas por la Convención de Montego Bay (art. 76 y ss.).
tan exp orado los rec.;ursos ícticos.
osible resumir de la siguiente manera las normas relativas a la Derecho del
Estado
orma continental: aun sosteniendo e! principio de que todos ribereño a la
Pueden ser útiles algunos datos respecto d 1 d
d 1 o, . e esta o actual y del p tados son libres de utilizar las aguas y el espacio atmosférico exploración
e exp otacIOn de los recursos marinos (fuera de la ) exclusiva
Ha t 1 ' . pesca . 3 de la Convención de Ginebra sobre Plataforma Continental),
s a e . IIl:0mento, del agua del mar se extrae
magnesio y compuesto; de magnesio de mo''d re~ul~rmente sal, tado .ribereñe tiene e! derecho exclusivo de explotar todos los
t D 1f d ' ' o econom¡camente ca rsos de la plataforma más allá del mar territorial (art. 2, párr. 1
e. e on o marino se extraen petróleo y gas natural.
Entre los recursos potenciales se destacan los nód 1 d e la Convención), entendiendo por tal la porción de suelo rnari-
se a~on~onan en abundancia sobre el fondo de los Oc~::os~m~;gan ntiguo a las costas que constituye la natural prolongación de la
ca e IndiCO. Estos nódulos tienen forma esférica a~¡ reo, a emergente y que, por lo tanto, se mantiene a una profundidad
pocos gramos hasta 3 kilos. E n ' y su peso oscIla ent
tante (alrededor de los 200 metros) hasta precipitarse en los
trelos '4.000 y los 6000 general, s~ encuentran a una profundi
. metros. Ademas de manganeso, pueden con Ismos.El Estado ribereño adquiere este derecho exclusivo de ex-
340
BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENJDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 341

plotación O, mejor dicho, e! derecho de ejercer en forma exclu


. d s os,ribereños un poder verdaderamente enorme e ilimitado.
propIO po er de gobierno sobre las actividades de explota
iguiente, esta norma fue superada con la institución de la
forma automática (como es el caso de la soberanía sobre el
nómica exclusiva, como veremos dentro de poco.
rritorial, según ya hemos visto), esto es, con prescindencia
quier t~po de ?cupación efectiva de la plataforma (art. 2, párr
. A ~¡fetencla de la soberanía sobre el territorio y sobre e!
Naturaleza
funcional del
derecho rrltotJaI, los derechos de! Estado ribereño sobre la plataform
del Estado la amplitud de las áreas marinas sometidas al poder de los Delimitación
ribereño nental tienen naturaleza funcional. En la plataforma contin de la
ribereños sobre los recursos de la plataforma continental, un
~stado ribereño no puede ejercer su propio poder de gobiern plataforma
a muyimportante (que, porlas mismas razories, se presenta conrinentaI
ricamente, para reglamentar todos los aspectos de la vida so entre Estados
en e! caso de la zona económica exclusiva), es la delimita-
mo en ~I caso de! territorio o de! mar territorial, sino sólo en enfrentados o
la plataforma continental entre Estados enfrentados entre s~ adyacentes
sea estrictamente necesario para controlar y explotar los recur
la plataforma. os, por-ejemplo; en el caso del: Adriático, cuyo fondo esta
Límite uido enteramente por una plataforma continental), o bien, en-
exterior de la Esta doctrina de la plataforma continental, que sólo ti
plataforma
dos adyacentes.
cuenta la conformación geográfica de las Costas, resulta ba
continenral rt. 6de láConvención de Ginebra-que contiene.una.ínorrná Criterio de
perversa. Baste pensar que mientras algunos Estados poseen un equidistancia
a la de la Convención sobre Mar TerritorialyZona,Contigua
tensa plataforma, hay otros que carecen de ella en toda la exte
2) en cuanto a delimitación del mar territorial-« establece que
de sus costas (como por ejemplo, Perú, Chile, etc.) y que, en
recurrirse al criterio de la equidistanoia, tanto en e! caso de la
casos, existen profundas fosas que separan la plataforma conti
itación frontal como en e! de la delimitación lateral. Este crite-
de la costa (como en el caso de la fosa noruega). A fin de obvi
nsisteen trazar una línea cuyos puntos sean equidistantes de
tos inconvenientes, la Conferencia de Ginebra de 1958 de¿idió
ntos de las respectivas líneas de base de! mar territorial(v.p.
tarse de los criterios puramente geográficos y adoptar e! crite
ss.}; en otras palabras, consiste en atribuirle a cada Estado ~1
la explotabilidad, es decir, atribuirle al Estado ribereño derech
de plataforma que esté más próximo a un punto de su propaa
~re los recur,sos del suelo marino, incluso a notable profund e base que a un punto de la línea de base de otro Estado; Na-
sIempre que estos sean explotables. Por lo tanto el arto 1 de la
entewccmo.lo advierte el mismo arto 6, los Estados son libres
venc.ión de :inebra establece que debe entend~rsepor plaraf
unciar al principio de la equidistancia y de acordar otra forma
contmen~al .... e! suelo o subsuelo de las regiones marinas ady
imitación (son numerosos los acuerdos de.delimitacióh de pla-
tes a las costas... hasta una profundidad de 200 metros [hasta
ma continental que derogan parcialmente e! principio de.Ia
encontramos la noción geológica] o bien, más allá de ese límite,
istanoia: en los que se refieren a Italia, recordemos .la-Convens
ta donde la profundidad de las aguas permita la explotación d
con Yugoeslaviadel8,1-1968 y la Convencióndek20-8-1971
recursos naturales de esas regiones ... ". Fuera de la incertidumbre
Túnez); pero a, falta, de acuerdo, y (continúa e! arto 6) "a menos
crea este tipo de norma, y sin contar el hecho de que esta norma
otras' circunstancias no justifiquen otro método de delimita-
se corresponde con el derecho internacional consuetudinario d
" . elmétiodo recomendado sigue siendo el de la equidistancia.
señalarse que, dados los rapidísimos progresos de la técnica q~e
cen cada vez menos utópica la utilización incluso de los abismos
I~ que respecta a Argentina, e! Tratad? ~el Río,~e la Plata~su
úte.Marlcimo de 1973 establece como límite mannmo argentino-
rinos, este criterio de la explotabilidad terminaría por atribuirle
uguayo, a la línea perpendicular que parte del punto medio de la
342
BENEDEITÜ CONFORTI

EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 343


línea imaginaria que une Punta Rasa del Cabo San Antonio
ta del Este. Esta línea no es una línea de equidistancia.
versia (sobre este punto no es suficientemente con~u:~:n~e
Asimismo, en el Tratado de Paz y Amistad entre Ar
Chile de 1984, se establece corno línea convencional par
83 de la Convención de Montego Bay, que, en ~ p d d'
rt.. ue en tanto no se haya llegado a un acuer o e e-
tar espacios marítimos, sin correspondencia alguna con
pio de equidistancia, una línea que parte del punto occid
na, d.~~~
, ~st;dos deben "concertar arreglos provisionales de
ráctico" !).
tremo definido en el laudo Arbitral de su Majestad Britá
año 1977 (cuestión del 'Canal del Beagle), y que llega
punto al sur del Cabo de Hornos -sobre el meridiano ' d 1969 (en Cl] Réaieil, , 1 969 , p. J~ Y ss.) se pronunció
I Inconvenientes
ntencia e , id entre la República Federal de A ema- del criterio de
de Horilos-'- que se encuentra a doscientas millas marina e una controversia surgl a e d bido a la negativa de equidistancia
rritorio argentino, I d Dinamarca, por otro, e I e
n lado, y Ho an ,a '! ' 1 taforma según el criterio de la
enla
delimitación
En la zOna de influericia. de las Islas' Malvinas existe entre de acceder a delimitar su proPdla P a Justamente en estos Casos entre Estados
d I Estados a yacentes.
na yel Reino Unido de Gran ,Bretaña un modus vivendi qu cia respecto e os
s 'o hacer notar que la línea de equidistan-
contiguos
rado bajo la fórmula del llamado "paraguas de sobera s adyacentes, es nece an I 's paradójicos: un Estado cuyas
d I resulta d os d e o ma ,,
Acuerdos entre Argentina y el Reino Unido de octubre de ar ' ugar a forma convexa pue d e ver aumentada su porcion ,
brero y noviembre de 1990, junio de 1991' y julio de 1993)~ én dispuestas ' en
t Iya que Ia límea de delimitación tiende a abrirse I
la zona 'económica argentinacbn la llamada zona de 'canse rma continen
' a, iene costas.d
i el Estado tiene costas e forma cóncava, a
británica, sin prejuzgar sobre plataforma continental.] ancho; mversamente, s I h cia adentro reduciendo su
Criterio de
" , d á a rep egarse a , ,
eqUldlstancla ten erar , I ostas de Alemania so-
delimitación Según la! Sentencia de la Corte Internacional de ]usti f tinental. MIentras que as e ,
basado en el
20-24969 en el caso de la delimitación de la plataforma con , N ormaf con n una conca VIida d , Ia s de Dinamarca y Holanda,
e plata ,
principio de Marl del orte orma P I tanto resulta evidente que SI se
equidad del Mar del Norte, el 'criterio dé la equidistancia (que, al pr ' f ma convexa. or o ' 1 d
era, tienen d or I I taforma connnen , .t a I alemana respecto de os, , os I
proyecto de los artículos posteriormente aprobados en Gi o

a delimita
,

o, a Ip a'te ' de la equtidiistancra, el proceso habría res u _


'
Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas écinos ' segun e cn la eno
Repurblitea Fed era.I En consecuencia, es posible
a otros, corno el de la perpendicularidad, a, las Costas o la svenrajoso para iférénc! d Dinamarca y Holanda no
' Al 'que a di erencla e ,
o

ción deHímite terrestre, sobre todo por motivos de oportu r porque emama, . ' de Gihebra
te contratante de la Convención l , se opuso a que se utili-
está avalado por la costumbre y, por lo tanto, no puede im
urlEstado que no 'sea parte de la Convención de Ginebr e criterio.I' ' , la delimitación fron t a I, el criterio de la equidis-
o , , ,
... yen la
consecuencia de que,en ese caso, la delimitación sólo podrá uso en re aciori con , . d ejemplo, si uno de .los delimitación
d dar lugar a efectos distorsiona os, por _ de
entre Estados
por' acuerdo entre los Esta.dos interesados, el cual, según la pue e , bre una isla o un pequenogrupo
enfrentados
enfrentados posee soberanía s() ' d l otro Un caso de este tipo
deberá inspirarse en el principio dda equidad. También la ' dades de las costas e " .
o , '
uadas en las proxlml <. " 1 '1 '(en la Sentencia del 30-6-
ción de Mbiltego Bay(art. 83) se remite expresamente al crit I C t A bitral Franco- ng esa , ,
cidido por a or e ~97 r Y ss) encarga da de delimitar la plataforma
acuerdo entre los Estados interesados y ala equidad, Y, aun 979
, en lLM, 1 , p. J • , d I Canal de la Mancha donde
motivos particulares inherentes al caso la. sentencia de 1969, n I d aíses en ese sector e ,
nental entre os os P, , I 1 l Normandas) se encuentran pro-
sidereesté plmto,se debe entender que, hasta que se celebre el . d b 'a británica (as s as , lcu-
s Islas e so erarn
f La Corte trazo'1 a Iíriea de equidistancia, ca cu-
do de, delimitación, en sus relaciones con los Estados vecinos a las costas rancesas. 1I N andas sino de las costas
' d I tas de las s as orm ,
Estado puedepreterider el uso exclusivo de las plataformas o . a no a partir e as cos. , I . I sólo una pequeña porción de
madre patria; la Corte atnbuyo a as IS as
forma.
344 BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNAcrONALES 345

En ulteriores decisiones (por ejemplo, en la sentencia ciaron a favor .de esta zona en el marco de la Tercera Con-
delimitación de la plataforma continental entre Túnez y s obre Derecho del Mar; además, numerosos países (entre los
24-2-1982, en CIJ, Recueil, 1982, p. 18 Yss.; en la sentenci figura Italia) han procedido a instituirla por ley, íntegra-
plataforma (y sobre la zona de pesca) entre Estados Unidos lo con respecto al control de los recursos ictícolas, sin en-
en el Golfo de Maine, del 12-10-1984, idem, 1984, p. 246 osición. [Argentina legisló sobre su zona económica exclu-
sentencia de delimitación de la plataforma continental enr Ley N° 23.968 de 1991. Con anterioridad a la sanción de
Malt~, del 3-6-1985, ibid, 1985, p. 13 y ss.), la Corte Il1te s jueces argentinos aplicaban las leyeS nacionales de pesca
de Justicia confirmó la tesis según la cual la delimitación oscientasmillas (Decreto-Ley Ni ·17.094/67) entendiendo
f~rma continental debe realizarse por acuerdo entre las part ,ti jurisdicción sobre la zona.ecqitórnica exclusiva, aceptan-
dicho acuerdo debe inspirarse en el principio de equidad. forma la distencia de una norma consuetudinaria general
hemos negado ~odo carácter vinculante al criterio de la equi para el Eltado argentino (v. sentencia de primera Instan"
no podemos dejar de estar de acuerdo en el primer punto. P aso Cheog.Yang Fisheries Ca. Ltd, y otro e/Prefectura Na..
Irrelevancia
del recurso
sentido tiene subordinar dicho acuerdo al principio de la do Nac.jde Primera Irist..en lo Contencioso Administrativo
a la equidad Prácticamente ninguno. Una vez que se celebra un acuerdo Por ello podemos-decin que hoy en día nos encontramos
tación, éste sigue siendo válido, sean o no equitativos los cri 'nstitución de derecho consuetudinario. La Convención de
se h~ya:n aplicado; a menos que se cOnsidere que en este cas Bay se ocupa de ella en losart. 55 y ss.
dad opera como una norma de ius cogens (v. p. 246), opini económica puede extenderse hasta las 200 millas marinas Límite
duda nos parece que debemos dejar de lado. Y es difícil ima s desde la línea de base del mar territorial y corre, por los exterior
de la zona
los Estados ya estén obligados a llegar a determinada soluc ya expuestos (v. p. 333 y ss.), a lo largo de esta línea.
de cel~brar ,e! acuer.do. Ademá~, h¡ly que reconocer que, al
la'lequl~ad: y: al te~er, en cuen,ta las particularidades geogr que es tan extensa, en el caso de la zona económica exclusiva tam-
pueden incidir, en dl1itmta medIda en la delimitación, la CA me gran importancia la delimitación entre Estados enfrentados o ad-
po~ indicar una serie. de criteriqs prácticos (tales como la. que, como en el caso de la plataforma continental, queda sujeta al
nalrdad entre la extensiórt de plataforma atribuida a cada. tre ambos Estados (cfr.. e1 art, ·74 de. la CQnvención.deMontego
Estados y la extensión de sus respectivas costas; la e1imin idéntico al citado arto 83 sobre la plataforma),
di~torsión provocada por la presencia de islas pertenecien
otro Estado; ladivisiónel1 partes iguales de las zortas de oder puede ejercer. e! Estado en la zona econémicaéxdlusi! Poderes
que se superponen; 'etc;)'quepueaen Ser tenidos en cuenta ientación prevaleciente en la TerceraConferencia,'quecon~ del Estado
ribereño
cho (¡lunquenó obligatoriamente) por aquel -árbitro apoyo especial de los países en desarrollo y que ,informa esa en la zona
dor- que deba realizar la delimitación'
;,-¡' ;; • órt interna ala que hacíamos referencia más arriba,. es-atri-
¡Estado ribereño; el control exclusivo sobre todos los recure
ómicos i de .la zona; tanto biológicos como sminerales; provéií-
Zona uelo, del subsuelo .0 de las -aguas supnayacentes.Estepoder
económica En los últimos años, a este derecho del Estado ribereñ se le .reconoceal Estado ribereño incluso en lo i referente, a
exclusiva plataforma continental se le ha ido superponiendo el que sos de mayor importanclaviesrdecirc-la pesca: como-estable-
cer en el ámbito de la zona económica exclusiva. Todos los art. 61y 61 de la' Convención. de Montego Bay, que. éoincil
346 BENEDETTO CONFORT!
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 347
den con las leyes' internas que se han promulgado hasta el
le compete al Estado ribereño fijar la cantidad máxima exp s casos en los que sea necesario decidir sacrificar los inte-
recursos ícticos; determinar su propia capacidad de explot uno o de los otros: por ejemplo, decidir si en un área que
se: la de sus nacionales) y, sólo si esta capacidad está por e una ruta usual de las naves debe primal' el interés del Es-
máximo explotable, permitidepescar a los extranjeros,' sob ño de establecer pozos petroleros o el del resto de los Es-
de acuerdos celebrados con los Estados desu nacionalidad. ue el área quede libre). Por otro, tambiénhay quien con-
trata de los países en desarrollo,que el poder del Estado
Vale la pena destacar que la Tercera Convención de Gi y, po~ lo tanto, su soberanía) es la regla y la "libertad" de
1958 sobre Derecho del Mar estaba dedicada a la pesca fuera s la excepción.
mitesdelmar ttencieoniai, pero que resta: Convención tuvoesc u~stra opinión, resulta difícil definir la situación de los otros Zona
económica
tados;ya que sólo fue ratificada por una treintena de Esta n la zona económica en términos de la libertad de los ma-
e • . exclusiva y
Convención no fijaba límites precisos de las zonas adyacentes ecesario reconocer que al establecerse una zona econorruca libertad
de los mares
rritoríal, dentro-de las cuales les atribuía, commucha cautel a, se .r;ompe definitivamente con la normativa tradi<;:ional de
ciones, ciertos poderes de control a los Estados ribereños. De iones entre el.Estado ribereño y los demás Estados que hacen
dad con lo que decíamos sobre las relaciones entre los ac mar. Efectivamente, esa normativa se caracterizaba por el ca-
codificación y el derecho general sobreviiüente (v. p. 76), de cepcionalque tenía la protección de los,intereses del Estado
derse que esta Tercera Convención de 1958 se ha extinguido y por la aplicación del principio de la lrber:ad de. los mares
Estados contratantes que hayan instituido o reconocido la exis del principio según el cual todo Estado podfa usar los espa-
la zona económica exclusiva. 'rítimos como mejor creyera,con el único límite. de preservar
bertad para los demás), incluso en los mares pró~imosa l~
. p. 327). En la actualidad, la situación está cambIando. ra~I-
te y todo lo que se puede decir es que en la zona econorruca
Poderes de los
¿Qué queda en el ámbito de la zona económica exclu ' alece una norma sobre otra. Por un lado, está el derecho del
Estados que no
sean el Estado otros Estados que no sean el Estado ribereño? La opinión ribereño. de explotar total, exclusiva y racionalmente los re-
ribereño blemente defendida por las potencias de tradición marítima, marinos; por el otro, se mantiene la posibilidaddelosdel11ás
ha sido rechazada por la mayor parte de los Estados, es que s de navegar, sobrevolar, tender claves submarinos, en una
buirle los recursos al Estado ribereño no debe perjudicar la a,usar la zona económica exclusiva segúnlo e:ldgen las comu-
pación de otros Estados en el resto de los usos posibles de ones y el tráfi<;:omarítimo y aéreo. No obstante, se trata de u~
Se.afirmá que todos los demás Estados continuarán gozan en que no se encuadra ni en la libertad de todos los Estados III
"libertad" de navegación, de sobrevuelo, de instalación de soberanía del Estado ribereño. Tanto los derechos del Estado
tos y de excavaciones submarinas. Sin embargo, existe una ño como los del resto de los Estados tienen carácter funcional,
diferencia en 10 que podría llamarse la jerarquía de las norma e tanto a uno como a otros se les permiten sólo aquellas activi-
cables en la zona económica. Por un lado, hay quien sostiene indispensables para la explotación de los rec~rsos y para las
viejo principio de la libertad de los mares debe seguir siendo nicaciones y el tráfico marítimo y aéreo, respectivamente.
ma primera y fundamental, aplicable como tal, en caso de
las relaciones entre el Estado ribereño y los demás Estados ( c1usive, la Convención de Montego Bay no adopta ni el principio de la
tad de los mares ni el de la soberanía del Estado como norma funda-
348 BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 349

mental, aplicable en caso de duda. La Convención se limita a establ impulsaron esta tendencia, obtendrán efectivamente un be-
59), sólq respecto de las lagunas de la Convención: "En los casos e sus propios actos, dado que, por el momento, no disponen
Convención no atribuya derechos o jurisdicción al Estado ribereño dios necesarios para explotar autónoma e intensivamente
Estados en la zona económica exclusiva, y surja un conflicto entre
ctivas zonas económicas. En realidad" la posición de estos
ses de! Es~ado.ribereño y los de cualquier otro Estado o Estados, e
eceestar determinada por su necesidad de al menos reali-
debería ser resuelto sobre una base de equidad y a la luz de ro
specie de "secuestro conservacionista" de los recursos de
c~nstancia.s pertülentes, teni~ndo en cuenta la importancia respect
vistan los intereses deque se trate para las partes, así como para I adyacentes a sus costas y es una reacción justificada contra
dad internacional en su conjunto". en, como el de la libertad de los mares, del cual, en definiti-
beneficiaban los Estados desarrollados.

bio, la institución de la zona económica exclusiva se puede conci- Estados en


Relaciones co con los intereses de los países, desarrollados o, en desarrollo, condiciones
Extendidos a los recut'sosdel suelo y subsuelo marino geográficas
entre zona
deres del Estado ribereño en el ámbito de la zona económic enen acceso al mar (los llamados land-loched States)oque ,se en- desventajosas
económica
exclusiva y en condiciones geográficamente desventajosas (Estados con míni-
va se confunden con los que puede ejercer según la doctr
plataforma sión de costas, Estados ribereños de mares cerrados o semicerra-
continental plataforma continental. Por 10 tanto, sólo fuera de las 200
especto~ la Convención de Montego Bay no es muy pródiga: los
siempre que la plataforma se extienda geológicamente má
70 prevén que los Estados pertenecientes a una o a otra categoría
ese límite, se plántea el problema de si el Estado ribereño p derecho a participar, sobre una hase equitativa, en la explotación
mantener su propia jurisdicción. La Convención de Mon rte apropiada del excedente de recursos vivos [¡no se habla de re-
(art. 76y ss.), que también en este aspecto se correspon inerales!J de las zonas económicas exclusivas de los Estados riberé!
communisopinio, establece que sí puede hacerlo y agrega, mismasubregión o región", pero remiten el establecimiento de las
que parte de 10 que obtenga el Estado ribereño por la explot 'ones y modalidades" de esa participación». [a acuerdos entre los Ese
las zonas situadas entre las 200 millas y el límite extremo de 1 teresados!
forma (el llamado "margen continental") debe ser entrega
AtIt~ridad Internacional de los Fondos Marinos que se co
en vIrtud de lá Convención (v. p. 351). De todos modos de
derárs.e superado definitivamente el límite de la explot~bil
ehunclaba el art. l' de la Convención' de Gil1ebra sobre PI . El mar internacional y la zona internacional-de los fondos
Continental (v.p. 340).

os espacios marinos situados fuera de la zona económica ex-


Zona
económica
Como ya hemos dicho en varias oportunidades, la acepta cesa, finalmente, la protección de los intereses de los Estados
exclusiva y neral de la extensión de la zona económica exclusiva hasta fios, ¿Cómo se llaman estos espacios y cuál es su régimen jud-
países en
millas manifiesta una tendencia a ampliar desmesuradament La tantas veces citada Convención de Montego Bay adopta la
desarrollo
trol de los Estados ribereños sobre las aguas adyacentes a s ología clásica y usa la expresión "alta mar" (art. 86 y ss.): Pe-
Quedapor:preguntarse si: lbs países en desarrollo, que han SI to parece absurdo si se considera que se hablaba de alt~ mar
350
BENEDETTO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 351

cuando era impensable ue dí libertad de sobrevuelo...". Una norma más o menos similar está
rrol del Est d 'b - q p~ rese extenderse a 200 mill
a o n ereno, que solo se cont '1 n el arto 87 de la Convención de Montego Bay, aunque debe con-
territorial y que, en la actualidad ha rapoma a alta ma las disposiciones de la Convención relativas a la Autoridad Inter-
e importancia, por ejemplo, del Mar ~~~res ~nteros, de 1 los Fondos Marinos, de la que hablaremos a continuación.
totalmente absorbidos por las z e Ite,rra,neo, que s
Estados ribereños Ad' onas economlcas exc1u
,, . emas, creemos qu ' ipio de la libertad, en el aspecto negativo que señalába- Los recursos
sron "mar libre" ( e es equIVoco us del fondo
aunque sea c1ás'lca, ) d d riormente, asume una importancia especial en lo que res-
la libertad de los mares (d h d a o que ciertos marino
erec o e tod 1 E s recursos minerales del fondo y subsuelo del mar interna- internacional
establecer conductos y bl b ,os os sta dos a COlno
ca es su rnan )' ue, hasta donde alcanzan los conocimientos científicos
so, dentro de la zona e " nos, etc. tIenen e patrimonio
conomlca exc1 ' D bi consisten casi exclusivamente en los nódulos de manganeso común de la
bablemente ha llegad I usrva, e Ido a tod humanidad
, , o e momento de b d os sobre los fondos oceánicos. Debido a que, a diferencia
c1aslca y hablar de " , , a an onar la te
mar mternaclOnal" 1 ecursosbiológicos,estos recursos minerales son agotables, a
se corresponde con la SI'tu ' , ,1 ' que es a expresi
aCIOn rea y qti d f 1 e ese mismo principio de libertad no puede admitirse que
mos fuera del control tot 1 '1 e e me os espad
Libertad ' , a o parcIa, de un solo E d stados (leáse: ciertos Estados industrializados que dispongan
del mar
El mar mternadonal es la ' . sta o.
' unica zona en la Ii ología necesaria) se apropien de los mismos a su antojo: es-
internacional 1
e antIguo principio de la l'b d d I q u e se ap 1 e apropiación automáticamente representaría excluir a los
dos los Estados tienen igu:1 ~:::choe /s mares. dEsto signi tados del acceso a esos mismos recursos. Desde este punto
todos los b f e extraer el mar i
ene IClOS que les pueda f debe entenderse que no se aparta del derecho internacional
pesca, el tendido de cabl h 1 o recer, desde la na
, ,
1OgICOS es, asta a explot ' , d 1 inario la famosa Resolución de la Asamblea General de la
y minerales etc C _ acion e os r
' , . orno ya senalamos ( 32 °27491XXV del 17-12-1970, en cuanto declara que los re-
d e 1a lIbertad tiene rambí , v. p. 7),
len un sentido ne ' , , de los fondos marinos y oceánicos fuera de los límites de la
tado no puede utilizar 1 ' gatlvO: ImplIca
, os espacIOS rnarfn h ión nacional son "patrimonio común de la humanidad" (cfr.
rmnar toda posibilidad d '1' " Irnos asta el pu
, e UtI rzacion por d el arto 136 de la Convención de Montego Bay). Por otra
ejemplo, no puede agot parte e otros
tícolas, o acaparar tod arlO comprometer la existencia de 1 principio de patrimonio común (¡res aommunis on1nium!),
, os os recursos m' 1 d do por los países en desarrollo, ha sido aceptado en líneas
area, En defin 't' mera es e una d
1 rva, se trata de lo qu d ' 1 por todos los Estados, incluso con las diversas interpreta-
derar al mar (a todo e l ) e ecian os antiguos,
mar como res communis omnium. e enunciaremos más adelante.
rgido precisamente de esta Resolución de las Naciones Uní- Autoridad
internacional
El principio de la libertad de I del principio del patrimonio común de la humanidad- una de los fondos
os mares qued' , a que, si se aplicara, representaría una notable evolución, si
cuatro Convenciones de G' b d o sancIOnado en o marinos
me ra e 1958 1 C "
Según el art, 2 de dI'cl C ', ,a onvenCIOn sobre 1 revolución, del régimen del mar internacional. Nos referimos
, la onvenclon' "L 1
naciones y ningún Estad d ,. a a ta mar está abiert a, que se afirmó rápidamente en el. seno de 1;1 Tercera, Confe-
, , o pue e pretender 1 '(
rariía cualquier parte de él L l'b ,egl Imamente som "de constituir una organización internacional (la ll;1mada "Au:
, . alertad de la alta '
ClOnes establecidas parlo' , mar se eje d Internacional de los FondosMarinos") destinada a supervi-
del derecho internacional E s presentes artIculo' 1
' 1 s y por e resto de 1
. n especIa esa l'b d' , explotación .de los recursos del fondo y subsuelo del mar
navegación; 2) libertad de p . 3) l'b' I erta ImplIca ...: 1) 1
esca, I ertad de tender tuberías y cional. Por 10 tanto, la Autoridad Internacional debía asegu-
352
BENEDEITo CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 353
rar que dicha explotación se realizara en beneficio de lah
'C' ~ Al·' . U strializados. También se reglamentan en detalle (art. 159 y ss.) las
é amo. unque a competencIa normativa de la Autoridad la estructura de la Autoridad, cuyos órganos principales son: la
ha discutido, en cambio ''fn el seno de la Conferencia se l Consejo, la Secretaría y la Empresa. Se trata de un diseño muy
fuertes oposiciones sobre ~os aspectos operativos de este atribuye a una organización de carácter universal poderes que
me? Por un lado, los país~s en desarrollo querían reservar recedentes en organizaciones de carácter regional, como las Co-
tondad. I~ter~~cional toda actividad de exploración, exp Europeas. Cuando la Convención entre en vigor en 1994, esto
comerclahzaclOn de los recursos de los fondos marinos y n presentar problemas, aunque sólo sean de caráct~r, formal:. por
lo; por el otro, los Estados económicamente desarrollado un cierto número de Estados no ratifica la Cónvencíón y no mte-
pedmos, son ·los únicos que por ahora disponen de la te nsiguiente, la Autoridad, ¿cómo podrá ésta ejercer sus poder:s,
. cn
cesarnrpara explotar los fondos oceánicos) insistían e initiva consisten -y tienen sentido en cuanto consisten- en adju-
régimen mucho más laxo, en el cual el papel de la Autorid el suelo que subyace al mar internacional?
jera ala distribución de permisos y licencias de explotaci '
distintos Estados o empresas públicas o privadas con sed:
Sistema de
explotación a la recaudación de impuestos. Finalmente se impuso una
de c~mpromiso, que figura en la Convención de Montego
paralela nsecuencia los recursos de la zona internacional de los fon- Explotación
unilateral de
rinos han sido declarados patrimonio común de la humani-
conslsteen dividir "salomónicamente" cada área explota los recursos
partes iguales,. una asignada al Estado que hubiera ide el consenso de todos los Estados. Decíamos poco antes que, del fondo
rse de recursos agotables, sería ilegítimo que un determina- marino
área' de explotación y la otra, explotada· directamente po internacional
dad .a t~~vés de s~ órgano operativo,la Empresa, proba
o (industrializado) realizara una explotación ilimitada de
aSOClaCIon con parses: en desarrollo. Sin embargo, todavía os precisamente a la luz del principio de la libertad de los
er;, ¿qué significa esto? ¿Cuáles son los límites dentro de los
do superadas las diferencias surgidas en el seno de la Terce
r~ncia,· sobre to~o· en cuanto a la composición' de los órg de considerarse lícita una explotación unilateral? ¿O hay que
r que los recursos de los que estamos hablando sólo pueden
srsrema de voracíoaes dentro de ellos;másaún, ciertas dec
de los gobiernos de países industrializados (algunos de los se. mediante el establecimiento (y el control por parte) de la
a Autoridad Internacional? Esta es la posición asumida por
mo, por ejemplo, Estados Unidos, ni siquiera han firmad
vención)le dejan la puerta abierta a cualquier especulación blea General de la ONU, sometida a la presión de los países
'.
que se termine por revisar esa parte de la Convención que s
, de desarrollo, en la citada Res. N° 2749/XXV y, más especí-
te en la Res. N° 2574/XXX D del 15-12-1969, que declara
este temajaun estando envigar la Convención para dete , ". .
Estados. mente: " ... a la espera de que se establezca un regimen mter-
1 [caracterizado por la presencia de la Autoridad] ... los Esta-
s personas, físicas o morales, están obligados a abstenerse de
La .?onvención (art. 150 y ss. y Anexo III) reglamenta el régi ier actividad de explotación de los recursos ... " (la llamada
p!ota~lOn en paralelo (que aquí hemos descrito en términos por de ria). Se opone a esto el hecho de que los países ind~strializa­ Moratoria
X¡matlvos); además, se preocupa por evitar que la explotación de
Occidente incluso habiendo votado por la moratona,se ha-
sos d~ los fondos marinos comprometa la explotación de esos
gado siempre a reconocerla y hayan llegado a crear leyes in-
recursos en tierra y trata de asegurarle a la Autoridad la transfe
tecnología que necesita para explotar la parte que le corresponde, s (por otra parte, que no han sido aplicada.s todavía) ;ue
tten una explotación unilateral (en el caso de Italia, la Ley N 41
354
BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 355
del 20-2-1985). Para Occidente; este principio del patrimoni
de la humanidad tendría sólo un carácter programático y c de los intereses generales que persigue el principio de. pa-
meramenteuná base de máxima para negociar un régime ;gcoomún de la humanidad y hacer participa~ a la comuill~,ad
cional debidamente acordado; si fracasara la negociación, . 1 su con]' unto de los beneficios de dicha explotación,
lOna en , . . , de la
o menor medida cada Estado podría retomar su propia sde el punto de vista econormco (por ejemplo, a tra:es
acción.
De la n de parte de lo obtenido a las organizaciones destmadas, a
explotación En nuestra opinión (que difiere hoy en dí~ d~ la que he . y al desarrollo) o técnico, teniendo en cuenta, además,
unilateral
sadq en ocasiones precedentes)'<llo existeningún fundamen cla·ones que puede tener esta explotación sobre la produc-
efectuada en el
interés de la para la tesis tercermundista según la cual debería considera c~:ercio mundial, en especial sobre la estabilidad y la renta-
humanidad lada toda explotación de recursos de los fondos marinos i de los precios de las materias primas, etc.
nales, a la espera de que se establezca la Autoridad. Si es c
esos recursos son patrimonio común de la humanidad segú
cho internacional general, si es cierto que deben ser explotad
neficio de todos, eso no significa que la (eventual) celebrac'
tratado constitutivo de una organización internacional s l. La navegación marítima
medio para alcanzar ese fin (que sea el mejor, nadie 10 dud
estructura de la comunidad internacional, esto' es, de una
que no está organizada institucionalmente, que no dispon
nos propios que puedan imponerse a los Estados y que, en
les confía a los Estados la aplicación de sus normas, habla e
contrario. Por otra parte, tampoco se puede compartir la tesi
cidente, que pretende que una vez que se constate la imposibi Nacionalidad
constituir. el ente gestor internacional, cada uno de los Est de la nave

dría prácticamente las manos libres para hacer 10 que crea


Esta tesis no sólo reduce arbitrariamente' ell alcance de -Ia n
patrimonio común de la humanidad, sino que tambiénc
comoyahembs dicho tantas veces, el antiguo principio de 1
de los mares, que no implica acaparar y monopolizados rec
rinos. Nos parece que, en el estado actua]. de las·cosas, la ú
c1usión posible, la única que se armoniza con lascaracterí
tructuralesde la comunidad internacional arriba señalad
representa· una síntesis entre las posiciones opuestas,'si se qui
síntesis entre lo viejo y 10 nuevo, es la siguiente: a falta o a 1
de que se constituya un ente gestor internacional, sólo sea
exp.lotación unilateral de los recursos de los fondos marinos y
suelo si se hace en beneficio de la humanidad. Eh Estado de
356 BENEDEITO CONFORTI EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 357

tatis mutandis, son obligaciones análogas a las que limitan e exista ese derecho; no se puede decir con certeza que deri-
nía territorial). ráctica de los Estados y, si existiera, sería fuente de graves
a que todo podría justificarse sobre la base de los intereses
El arto 6 de la Convención de Ginebra de 1958 sobre Alta M les" o "vitales". Sólo hay un caso, al que suelen referirse
"Los buques navegarán bajo el pabellón de un solo Estado y, es que defienden la tesis de la self-defence, en el que puede
casos excepcionales previstos de modo expreso en los tratados i
ue el derecho internacional córisuetudinario admite el dere-
les o. en esta Convención, estarán sometidos, en alta mar, a la
isita o de captura de buques extranjeros fuera de los límites Contrabando
exclusiva de dicho Estado". Idéntico es el arto 92, párr. 1, de la de guerra en
de Montego Bay. pia jurisdicción. Este caso puede llamarse "contrabando de tiempo de paz
Tanto la Convención de Ginebra (art. 10) como la de Mont tiempo de paz". El Estado en cuyo territorio tiene lugar
94) prevén una serie de obligaciones del Estado del pabellón: llev rra civil puede visitar y capturar, incluso en aguas interna-
tro de buques, en el que figuren los datos de las naves; y adopta , cualquier buque que se proponga brindar ayuda a los insu-
medidas necesarias para garantizar la seguridad en la navegación n armas o en tropas). En este sentido se orienta la práctica
respecta a la construcción de los buques, a las condiciones de tr ional.
tripulación, a las señales a bordo, etc.
ras dos excepciones que hemos indicado aquí, la Convención de Gi-
Excepciones bre Alta Mar prevé sólo la relativa a la piratería, en los arto 14-21
al poder
De acuerdo con la zona en que se encuentre, el princi
exclusivo del metimiento de! buque a la jurisdicción exclusiva del Estad 107 de la Convención de Montego Bay),
Estado llón encuentra varias excepciones, que son más numeros ién es digno de recordarse el arto 22 de la Convención de Ginebra Derecho de
nacional de la Conv. de Montego Bay), que admite, para los buques de visita
que el buque avanza hacia las costas de otro Estado y di
n limitado derecho de visita de los buques en alta mar. Ese artícu-
ción se enfrente con los derechos, cada vez más amplios
ece que, salvo en los casos previstos por tratados, "un buque de
ribereño en materia de ejercicio de jurisdicción.
Piratería
ue'encuentre en alta mar un buque extranjero no tendrá derecho de
Comencemos por la hipótesis de que el buque Se e menos que haya motivo razonable para sospechar que el buque: a)
aguas internacionales. Una excepción firmemente arraiga aa la piratería; o b) se dedica a la trata de esclavos; o e) tiene en
recho internacional consuetudinarió, pero que en la act la misma nacionalidad que el buque de guerra, aunque enarbole
una importancia limitada, es la que se refiere a la pira ter 'n extranjero o se niegue a izar su pabellón ¡ . . Si las sospechas no
pirata, es decir, e! buque que comete actos de violencia c fundadas, y siempre que el buque visitado.no haya cometido nin-
buq'ues con fines de saqueo o con otros fines que no sea que las justifique, dicho buque será indemnizado por .todo perjui-
puede ser capturado por cualquier Estado y sometido a o sufrido",
presivas, como la detención y castigo de los miembros de tres casos en los cuales el arto 22 acuerda el derecho de visita, a sa-
ción o de los que han participado en el acto de piratería, la de esclavos, piratería, uso f~audulento. de pabellón extranjero, el
ción de! buque o de la carga, etc. yel tercero no tienen mucha importancia: la posibilidad de visitar y
Self-defence apturar un buque pirata o un buque de la misma nacionalidad que
La doctrina, sobre todo los autores 'anglosajones, disc
e guerra que lo Capture se deriva de las normas ya indicadas sobre
excepción, esto es, si es lícito, en tiempos de paz, e! derec
sobre sometimiento de la comunidad naval al poder de gobierno
y de captura de buques fuera de los propios límites, por del pabellón. En cambio, se debe subrayar el primer caso, el de la Trata de
'self-defence oself-protectiol1, es decir, para defender intere esclavos: en este caso, a la luz del derecho internacional consuetudi- esclavos
ciales" de! Estado. En líneas generales, la mayor parte de 1 se debe negar el derecho de visita reconocido por la Convención. De-
358
BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 359
be destacarse que el buque de guerra que procede a visitar un b
do a transporte de esclavos noestá autorizado a caprurarln en ~qu ateria de recursos vivos, el arto 73 de la Convención de Montego Bay
22· ' , d b ' . vrrtu
. " mas au~, e e negarse toda posibilidad de captura debido a "1, El Estado ribereño, en el ejercicio de sus derechos de soberanía
cion exclUSIva que se le reconoce al Estado del p b 11' l ploración, explotación, conservación y administración de los recur-
. C ., ae on en e art
misma onvencion de Ginebra, respecto de la trata de esclavos . en la zona económica exclusiva, podrá tomar las medidas que sean
te. Toda vez que, luego de la visita, se comp,ruebe la existen . 'dP para garantizar el cumplimiento de las leyes y reglamentos dicta-
bordo Iícar» , . " cla e
, se ap reara ulllcamente, aunque sea por analogía 1 nformidad con esta Convención, incluidas la visita, la inspección, el
13 ' l t ' "1 ' , a no
,u . parr., se,gun a cual "el esclavo que se refugie en un bu u iento y la iniciación de procedimientos judiciales. 2, Los buques
ra sea su pabellon, quedará libre ipso (acto". q y sus tripulaciones serán lib~rados con prontitud, previa constitu-
El arto 109 de la Convención de Montego Bay prevé ad ' na fianza razonable u otra garantía, 3. Las sanciones establecidas
Estados distintos del Estado del p'abellón b . " " ~n:as, tado ribereño por violaciones de las leyesy los reglamentos de pesca
' . , , ' ajo ciertas condlclOn
I~tervelllr en alta mar en los casos de buques que difunda ., na económica' exclusiva no podrán incluir penas privativas de liber-
dIO t i " ' . n errnsm
o e eVISlOn no autOrIzadas (las llamadas "r di . o acuerdo en contrario entre los Estados interesados, ni ninguna otra
a lOS pIratas")
nos parece que esta norma se corresponda con el derecho' t .. e castigo corporal. 4. En los casos de apresamiento o retención de bu-
t di . Cf m ernac¡
sue u mano. r., en este sentido, la sentencia de la Cort S tranjeros, el' Estado ribereño' notificará con prontitud' al Estado del
desa del 24-1-1984 , en NYIL" 1985
p. 380
. e upre 'n, por los conductos apropiados, las medidas tomadas y cualesquiera
Otra exce?ció~ al principio del control exclusivo del Estado del es impuestas subsiguientemente".
e~ la lcosntbammaclOn producida por accidentes ocurridos en el ma materia de recursos minerales, el arto 60 de la Convención de Mon-
cronaí, o re el punto v: p. 366. ay, en el párr, 4, autoriza.al Estado ribereño a establecer zonas de
ridad alrededor de las, instalaciones construidas sobre e! fondo de!
Situación y luego, en el párr. 6, prevé: "Todos los buques deberán respetar di-
de la nave Cuando un buque e~tra enla zona económica exclusiva onas de seguridad y observarán las normas internacionales general-
extranjera Estado, a estas excepCIOnes al principio de la jurisdicción
en la zona
aceptad¡¡s cOn respecto a la navegación en la vecindad de las islas
económica va del Estado del pabellón que hemos considerado hasta iales, instalaciones, estructuras y zonas de seguridad... ". Si bien, a
exclusiva les agregan las que favorecen el control del Estado rib _ cia del citadO arto 73, e! arto 60 no prevé expresamente la capaci-
zo » 1 I eren
na econormca exc usiva, el Estado ribereño puede ejerc el Estado ribereño de adoptar medidas coercitivas en caso de que no
su poder de reglamentar la explotación de 1 speten estas zonas de seguridad, dichas medidas deben considerarse
" os recursos s
ques extranJer,os: por ejemplo, puede visitar y capturar bu e ipsa,
su correspondIente carga; o aplicar sanciones penales a los
bros de la tripulación por haber cometl'do inf ' n cuanto al mar territorial, ya tuvimos ocasión de precisar las li- Situación
b . In raCCIOnes a su
so re pesc~ Y, s~bre cO,nservación de los recÍlrsos vivos; así
de la nave
acianes al ejercicio de la jurisdicción del Estado ribereño respecto
extranjera en
puede reprtml~ InfraCCIOnes en materia de explotación de 1 buques extranjeros, a saber, el derecho de paso inocente (v. p. el mar
cursos submarInOS, por ejemplo, no respetar las zonas de s ) Y la excepción a la jurisdicción penal del Estado ribereño en e! territorial

dad establecidas alrededor de determinadas inst 1 ' o de los actos puramente internos a la comunidad naval (que vi-
T d ' " a actortes
o o esto Sigue el prInCIpio funcional que consideramos en que rige aun en e! caso de buques en puerto) (v. p. 337). En re-
men~o (v. p. 347), sobre la base del cual no se J'usti'f' 'n con dichos actos se mantiene, por ende, la jurisdicción de! Es-
med d ' . Ican aqu
i ~dS coerCitivas que sean desproporcionadas a las infracci o del pabellón.
come tI as.
360
BENEDETTO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 361
Derecho de
persecución Es tambi~n ~n~ excepción al principio del someti .
~~ql~es ada JUrISdICción exclusiva de! Estado del pabe~~en encia fue afirmada por la Corte Internacional de Justicia
osa decisión del 6-4-1966 en el caso Nottebohm, en Cl],
ama o derecho de persecución que de al ú n
todos los espacios marítimos. Los bu' g n modo, s 955, p. 4 y ss.) que prevé la necesidad del genuine link pa-
funciones públicas (vigilancia aduaner;u::n7t:~~er:a )0 des r nacionalidad a los individuos. Inclusive, esta norma apa-
can al Estado ribereño odrán '. ' e c. qu 1arto 91 de la Convención de Montego Bay y fue especifica-
haya violado las leyes d:es Est:;rse~ulr un buque extr riormente por la Convención de las Naciones Unidas sobre
e
ya comenzado en las aguas interio;;ssIempre que la ~ers.e ones de Matriculación de Buques, de 1986 [Argentina no es
ser en e! mar territorial, en la zona c~n:~:~~a;~errItotI . que (en sus arts. 7-9) requiere que tengan parte en la propie-
p. 330), ya condición de que dicha per " e stado n 1 buque un número de ciudadanos del Estado de matricula-
P id o. So bre e1 b uque capturado podránsecucion
.
no se haya
,<
suficiente" como para asegurarle a este último un efectivo
petencias que se pueden ejercer en 1 ejercerse solo. aque 1 sobre el buque, o bien que una cuota «satisfactoria" de la
cución. Por lo tanto, esta persecució: ~:na en qu~ se mició ción sean ciudadanos o residentes habituales del Estado de
el mar territorial de otro Estad be cesar SI e! buque lación.
o.
Con la institución de la zona eco ' . . o qué sucede si el Estado de matriculación no respeta la nor-
debe admitirse e! derecho de per n?~lca exclusIva, por bre el genuine link? La única solución seria a este problema
. seCUCIOn también . tiría que, en ese caso, los demás Estados queden autorizados a
zona y siempre en ejercicio de aquellas comp t . a partIr
rnos vist· 1 e encías que ocer el carácter «nacional" de dicho buque y a ejercer juris-
o, se e reconocen al Estado ribereño. '
sobre él. Sin embargo, ésta es una solución sin fundamento
ráctica, que también resulta desmentida si se examinan las
Sobre el derecho de persecución cfr l
nebra de 1958 sobre Alta M S· b l' e arto 23 de la Conven ciones mencionadas. Al respecto, es sintomático que al re-
ar. o re a exte ., d
na económica exclusiva, cfr. el arto 111 ~slOn2 e ese derec el citado artículo 5, la Conferencia de Ginebra de 1958 haya
Montego Bay. ' parr. ,de la Con do un inciso del primitivo proyecto de la Comisión de Dere-
ernacionalde las Naciones Unidas (v. p. 71 y ss.}, que se pro-
~:. ~:. * a a favor de la desnacionalización del buque en ausencia del
e link; tampoco existe ningún indicio del tema en la Conven-
PabelIón e Montego Bayo en la Convención de 1986.
"faotasJna H al tos Estados, ¿son libres de conceder su nacionalidad s
. uque que deseen? Sobre este tema el art S d 1 C" este sentido, de que la falta de un genuine link no comporta la posibi-
Gmebra sobre Alt M ' . . e a on
. a ar establece que todo Estad foo 1 e intervenir sobre buques extranjeros en alta mar, cfr. la Corte de
nes de matrIculación de buques e .. () IJa a
ro agrega que «d b " , n sus PropIOs registros n iones de La Haya, en su sentencia del 29-5-1986, en NYIL, 1989, p.
el Estado y el bueq:e~,Xylstlr ~n vmcu!f~ sustancial (genuine ss. (en este caso, se trataba de la captura, por parte de autoridades ho-
. , mas espeCI lcamente 1E sas, de un buque panameño que efectuaba radiotransmisiones "pira-
ejercer efectivamente su poder d bí ' que e st rente a las costas de los Países Bajos).
. . e go ierno y su contr 1
co, a dmmlstrativo y social" sobre el b D b o a III necesario distinguir del problema que estamos examinando, respecto
ta norma se corres d uque. e e entenders intervenciones en zona de mar internacional, el problema del ejercí-
que de todos pon e con el derecho internacional gen la jurisdicción del Estado territorial sobre aquellos buques extranje-
, modos, puede deducirse por analogía de la nor
e pabellón «fantasma" que se encuentren en sus puertos. Este problema
362
BENEDETTO CONFORT!
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 363
-especialmente agudo en materia de intervenciones del Estado
por razones de seguridad y de sanidad a bordo- puede resolvers gentina es parte: instrumento de aceptación de! 30-2-76, aprobada Acuerdos
r 1 "
21.353 de! 8-7-76] y enmendada varias veces; a Convención so- universales y
do con los principios sobre trato a extranjeros y sobre jurisdicción regionales para
nal respecto de buques extranjeros (v. p. 337). En cambio, hay ción de la Contaminación Marina por la Descarga de Residuos y la protección
que pueda ejercerse jurisdicción por el solo hecho de tratarse de I teriales, del 18-12-1972 [Argentina es parte: aprobada por Decre- del medio
ambiente
"fantasma". A menos que existan obligaciones especiales en vír 21.947 del 6-3-1979]; la Convención de Londres sobre Preven-
marino
dos en la materia: por ejemplo, e! arto 4 de la Convención N° 14 Contaminación causada por Buques, del 2-11-1973 [Argentina es
(v. p. 200) prevé que el Estado de! puerto pueda tomar "todas la strumento de adhesión del 31-8-1993, aprobada por ley N° 24.089
necesarias para poner fin a cualquier situación a bordo que constit 1992]. Entre los acuerdos regionales, para nosotros es mu,>' im?or-
mente un peligro para la seguridad y la salud". Convención de Barcelona sobre Protección del Mar Mediterráneo
Contaminación, del 16-2-1976 (Ley italiana N° 30 del 25-1-1979),
mbién un marco nOIIllativo, pero que se completa con una: serie de
os tanto simultáneos como sucesivos.

XXXIV. La protección del ambiente marino ás de la obligación de brindar cooperación, muy importan~e Inexistencia de
obligación de
punto de vista social pero de escaso interés jurídico, la pn- no contaminar
regunta que puede plantearse en relación con la protección según el
derecho con-
io ambiente marino es si el derecho internacional impone la
La lucha contra la contaminación del mar, es decir, con suetudinario
n de no contaminar las aguas de mares y océanos, y en qué
gradación de mares y océanos, que cada día se torna más dr
no puede encontrar otro fundamento que la estrecha coope
'que respecta al derecho consuetudinario, nos parece que la
nivel internacional. Esto explica porqué dedica al tema del
esta no es otra que la negativa que dimos en su momento,
minación más de cuarenta artículos (Parte XII, art.192 y ss.
o hablamos de la existencia o no de la obligación de no produ-
vención de Montego Bay, que en otros temas pretende bri
os por contaminación al territorio de otros Estados (v. p. 318
un marco normativo y dejar los detalles para aquellos acue
En realidad, no existen elementos de la práctica internacional
se ocupen específicamente de cada una de las materias. N
rmitan afirmar que exista este tipo de obligación, tampoco en
se destacan entre esos artículos, justamente, los que compro
alosespaeios marinos. Por lo tanto, cuando el artículo 192
los Estados (art, 197-206) a cooperar entre sí y con las orga
(ÉonvencióndelVrontego Bay,que es la introducción de la Parte
nes internacionales competentes en la formulación de norm
dicadaa la contaminación, declara que "los Estados tienen la
protección del medio ambiente marino; a mantenerse recípr
ción de proteger y preservar el dmbiente marino"; no está ca-
informados sobre los datos científicos relativos a la contami
ndo sino estableciendo' un principio, tendiente al desarrollo
disponer programas comunes de lucha; a asistir a los países
rrollo a nivel científico y técnico, etc. ivo del derecho internacional. Por lo demás, no parece que ni
a la Convención le otorgue a este prindipio unvalorfundacio-
esde el punto dé vista jurídico, ya que en el art: 235 sobre la
Son numerosos los acuerdos tanto universales cuanto regiona
!nsabilidad de los Estados !porcontaminación,despuésde hacer
protección del medio ambiente marino. Entre los primeros, reco
Convención sobre Preservación de Aguas del Mar contra la Cont ímida referencia ala responsabilidad de los Estados "conforme
con Hidrocarburos (que es la más antigua), firm,ada en Landre recho internacional'\ el texto de la Convención se preocupa so-
todo por establecer que sean los sistemas jurídicos internos de
364
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 365

los Estados los que ofrezcan los recursos que permitan ind del Estado ribereño estará circunscripta a aquellas activida-
adecuadamente los daños ocasionados Tambl'e' ,
. n aqui, ca taminantes que sean susceptibles de dañar los recursos natu-
cas~, de la contaminación fuera de las propias fronteras, se nque en la práctica, dado que los recursos vivos son los más
capte en la responsabilidad civil de derecho interno. y esto os por la contaminación, el Estado ribereño estará capacitado
da con las Convenciones que reglamentan, específicamente optar medidas análogas a las que puede adoptar en el mar te-
de la responsabilidad por los daños derivados de la e t '
'( ... on a 1.
man~a, v. p. 475), que hacen referencia exclusiva a la resp
dad civil.
onvención de Montego Bay presenta normas distintas para limitar,
Con respecto a,l derecho convencional, más precisame amente, la jurisdicción del Estado ribereño y del Estado del pabe-
a~uerdos t~nto umversales como regionales que ya tuvimos general, aparece mucho más limitada la jurisdiccióndel Estado ribe-
nielad de CItar, es obvio que contienen toda una serie de pr materia de prevención y represión de la contaminación de la zona
nes de contami~~r ,las aguas del mar, en algunos casos muy ica exclusiva, el Estado ribereño sólo puede legislar, según el arto 211,
das. Estas ,prohIbIcIOnes están referidas principalmente a los de acuerdo con las normas y los criterios internacionales "general-
pero tarnbién a los individuos, personas físicas o J' urídicas :ceptados" (¿cuáles?), y puede aplicar medidas coercitivas sólo si el
tr t d '" , cu se detiene en uno de sus puertos (art. 220, n" 1), a menos que se trate
a a e contamlllacIOn de origen terrestre. Paralelamente a
ocu~re en el tema de la responsabilidad, estas prohibicione s graves (art, 220, n" 5 y 6). En compensación, en ciertos casos y ba-
tas condiciones, la Convención le reconoce al Estado del puerto la po-
destinadas a actuar a nivel de los ordenamientos jurídicos '
d~ los Estados contratantes y en la medida en que dichos ad de intervenir sobre un buque que se detenga en él, aunque la activi-
ntaminante no se haya desarrollado en zonas sujetas a su jurisdicción
mlen,tos se adecuan a las Convenciones que prevén las prohib
refendas.

s normas de los tratados internacionales sobre protección del


o ambiente marino se corresponden, grosso modo, con estos
Delimitación ios de derecho internacional consuetudinario, toda vez que
del poder E~ segun~o proble~a que se plantea respecto de la prote cen cuál de las Partes contratantes tiene derecho a controlar
de gobierno de
los Estados en
~edIO a~blente marino, y que es el único relevante para el respeten las prohibiciones de contaminar que se prevén en su
materia de lllternaclOnal consuetudinario, consiste en establecer cu '1 Estos acuerdos también le confían este control exclusivamente
d d' a es
contaminación o que pue e ejercer jurisdicción sobre los buques a fin de tado del pabellón o, en el caso de contaminación que se verifi-
que se produzcan fenómenos de contaminación.
Poderes del n zonas sometidas a jurisdicción nacional o que tenga origen te-
Estado de Desde el punto de vista del derecho consuetudinario la re, al Estado ribereño.
la bandera debe adecuarse a los principios que ya hemos expuesto ~l co
e~ ~erecho inter~acional ~el mar. Estará autorizado a impon
y del Estado
ribereño
blcIOnes y a aplicar sanciones el Estado del pabellón y 1
id " ,en a
some;l .as a J~n~dicción nacional, el Estado ribereño. Este onviene hacer referencia a un último tema, esto es, a la posibili-
podra ejerce~ Junsdi~ción sobre buques extranjeros sólo con de que un Estado intervenga excepcionalmente en un buque ex-
t? de preve~lr ~ repnmir actividades que contaminen sus agu ero que se encuentre en zona de mar internacional, a fin de to-
nares o terntonales; dentro de la zona económica exclusiva 1
, rlas medidas (estrictamente) necesarias para impedir o atenuar
366
BENEDEITO CONFORTr
Medidas EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 367
excepcionales los daños que puedan haberse ocasionado a su '.
contra la PIO
de algún accidente ya ocurrido. El art 221 dProl lItar dos principios que se han desarrollado, respectivamen-
contan1inación Mont B drni . . e a Con
sobre naves . ego ay a mite esta posibilidad y m' '1 . principio de la extensión de la soberanía del Estado
extranjeras en mente 1 bre¡ ' as aun, a remi
el mar
a a costum re mternacional. En efecto la " ares ribereños y sobre el principio de la libertad de los
nal desde l ' d 1f ' practIca
internacional a epoca e· amaso accidente de la Torre
1967, fr:nte a las costas británicas, confirma este PUnt~ se habla de soberanía extendida al espacio atmosférico Soberanía del
tema esta reglamentado también en otro acu ritorio, básicamente se hace referencia a que el Estado te- Estado sobre
Bruselas del 29-11-1969 s b I . ., erdo, la Conv el espacio
d ". . o re ntervencIOn en Alta M ne la capacidad de reglamentar el sobrevuelo, es decir, de atmosférico
e Acc,ldentes que Provoquen o Puedan Provocar Con a uézonas no pueden sobrevolarse, de indicar qué rutas sobre su
territorio
con HIdrocarburos, que también fue rat'f d . ta ir los aviones e, inclusive, de impedir el sobrevuelo del
Ley N° 185 del 6-4-1977)" [. ., ". . I.lca a por Ital
no aSI por Argentma]. itorio por aviones de nacionalidad de (o sea, matriculados
tados, a menos que exista una obligación internacional
rlo. En todo lo demás, rige el mismo principio que se apli-
uques dentro del mar territorial (v, p. 337): tanto cuando
extranjero sobrevuela el territorio de un Estado como
XXXV. Los espacios aéreos y cósmicos ntra en él o sobrevuela las aguas adyacentes a las costas de
o, todo.do relativo a la vida delacomuriidad aérea, todo
o representa algún contacto con la comunidad territorial,
Siempre dentro del marco de las normas consuetud' , is; la vida de a bordo escapa a todo derecho de control del
;ale~ o, ~o que es 10 mismo, de los límites al poder de I;:~. ecritorial.
OSI sta os,. aho~a es necesario darle una ojeada a lo le ás,se debe señalar que la oposición entre la territoriali-
en os espacios aereos y cósmicos. que espado aéreo sobre el territorio y la libertad del espacio
Navegación
aérea
s
t
breLt :orn~as obre navegación aérea se han ido desarroll
a ase e as normas sobre navegación marítima' e
obre alta mar no es 'rígida. De hecho, después de la apari-
los motores a reacción que han aumentado notablemente
momento, se las dedujo del derecho del m le ~ u ídad de los aviones, se ha desarrollado una práctica de las Zonas de
., h' , ar, por ana ogla
pues Se an vemdo consolidando en virtud d 1 bre. as "zonas de identificación", que se extienden incluso a identificación
En el tema d I ' , e a costum re. aérea
, " e a navegaclOn aérea, siempre se h'an afirm sde millas dentro del espacio aéreo sobre la alta mar alrede-
prmclplos generales. El primero' incluido 1 las costas. Los Estados ribereños les imponen a los aviones
vención de Chi d ' cm e arto 1 de 1
, icago e 1944 que constituye la OACI jeras que entren en estas zonas y que se dirijan hacia sus
preve que la soberanía del Estado se extiend 1 ' (v.,P la obligación de someterse a la identificación, localización y
cad b '. a a espacIO aer
~ so lre su t~rntono y su mar territorial; de acuerdo ca medidas de control desde tierra. Los aviones que intenten
gun o, e espacio que no se b estas obligaciones se exponen a diverso tipo de sanciones,
territorial de al ' E d encuen,tre so re el territorio o
gun sta o"es deCIr; el espacio. aéreo s b erinterceptados en vuelo y obligados a aterrizar o,incluso,
mar y sobre los territorios no apropiados o no ' hl o ibados.
tado alguno, como hoy la Antártida (v apropIa es sta práctica de las zonas de identificación aérea es posible de-
3 72
libre a la utilización de todos los Est d' P'C ), debe perm una limitación del principio de la libertad del espacio aéreo ex-
a os. amo puede apre
rritorial, dado que se admite este tipo de jurisdicción sobre avio-
368
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 369
nes extranjeros. por. estar estrechamente vinculado con ex'
defensa. rbons,lDlUUdU, tanto del Estado nacional como del Estado
o territorio se lance un objeto espacial (satélite, nave espa-
daños causados por actividades cósmicas (arts. VI y
almente, le atribuye al Estado ene! que se encuentra regis-
Libertad de
navegación en En cuanto a la navegación cósmica,fundamentalmente
n ,
bjeto la plena "jurisdicción y control" sobre die ho o biJeto.
los espados
gía se le. aplicael.principio de la libertad desobrevolarJ
sdernás convencíones,recordem~s:el Acuerdo del 22-4"1968 •s.o-
cósmicos
nullius•.AsÍ como existe la libertad de navegar los espació
sobre alta mar y territo.rios 1zullius,<existelalibertad. de vamento y la Devolución de Astronautas y la Restitución de Oble-
e~pa~ios cósmicos. El Estadd que Ianza. Un satélite o unan as al Espacio Ultraterrestre; el Convenio del 29~3" 1972 • sob,re la
bilidad Internacional por Daños Causados por Objetos Espaciales;
. clalttenee!de:echoexc1usivo de "gobernarlos", sin que.n¡
Estado pueda. Interferir. nio del 12-11-1974 sobre elRegistro de Objetos lanzados al Espa-
:até:rfé:stre; el Acuerdod.elS-12-1979 que debe. regir las Actividades
, Po~ el. contrario, en lo que respecta al espacio cósmicos en la.Luna y otros Cuerpos Celestes.
mtono, no. parece aplicable el. otro principio. de la naveg' •••.
. " d aCI
est?es, e1pnnclplO e la extensión. de la soberanía del Es
toríal. En realidad, como ha .señalado Quadri,ni siquiera ti
do hablar de i"sobrevuelo" de un territorio por medios cós
das las: características técnicas (velocidad, carácter orbit bién puede hablarse de recursos naturales relativos a los, es- Recursos del

rutas) d: e~te t,ipo de navegación. Es un hecho, de todoSlIl


espacio
atmosféricos y cósmicos, delmismo modo que de los relativos
en la practIca mternacionalnunca se:hacdnsiderado que.u nos referimos a la capacidad de utilizar estos-espacios para
que. hay~ lanzad~al espacio satélites; astronaves, etc.; esté údmunicaciones' y telecomunicacionesren especial, a las fre-
a.requenr el prevIO consentimiento de.otros Estados iasde onda y a las órbitas utilizadas por los satélites con ese
Elré~imen de l.osespacioscósrnicosha. sido objeto d6
Convenciones
sobre el
o. En lo que respecta a los espacios cósmicos y al espa~io aéreo
régimen de los convenCIones:multI1aterales, auspiciadas y .elaboradaserl e e alta mar y sobre territorios no apropiados y no apr,opI~bles, la
espacios
la ONU, que se inspiran en el principio de la libertad que he tadde utilizar el espacio para las radio y telecomunlcaclOne~ es
cósmicos
sa~ro~l~dohastaaquL Es básico el Tratado: del27~14967sd [érrienteun aspecto de la libertad más general de tales. espacl~s,
PrmclpIOS quedebeniregir las Actividades de losEstadosf: vale también para la navegación. La .misma libertad se ha afír-
ploración y.Utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso 1
i
dd, sin' embargo, desde la 'época posterior a la Primera Guerra
otros Cuerpos Celestes",. ratificado por unos ochenta Estad ndial y en relación con las radiocomunicaciones en e~ caso ,de~ e~­
lüscualesse cuenta Italia [y iArgentina, :ratificadd· e12 io aéreo sobre el territorio del Estado, derogandoasf el pnncipro
aprobad9iP9r:LeY:iN°·.17.989 del:4-12-1968].: Adel11ásdeco ometirniento de estos espacios a la:soberanía territorial.
q~e :1 espacio ultraterrestre no puede ser sometido:a .lasober La libertad de laque estarnos hablandoencuentraun límite en el Ondas de

peto por la libertad de los demás Estadosc.Como ya seha vis:~en


radio y órbita
n.l?gun Estado (arts. 1 y Ir),,este Tratado establece la ddlluC geoestacio-
c~on (~rt. IV); define: ~ •. losastronautaSbomo:"~nviados del Caso de los recursos de! mar internacional (v. p. 350), la utiliza- naria

nldady com~rornete a.losEstadosaprestarles todo tipo n de los recursos por parte de un-Estado, en régimen de libett~d,
encaso. de accIdente, pelIgro. o aterrizaje de emergencia puede llegara suprimir toda posibilidad de ~tilizac,ión·. ulten~r
parte de otros Estados. Este límite asume partícular unportancra
370
BENEDETIo CONFORTI
EL COl\.1TENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 371
cuando se trata de recursos limitados, cuya utilización no
pirarse en e1criterio de que "el primero que llega recíb d rmern ros. v. p204)
, bros: . , se ha desarrollado
d progresiva-
li y
os,
normatIva sumamente d etallada que tien e a Imitar
parte" (prior in tempare, potio¡ in iure), sino que necesari
s actividades de los Estados.
be coordinarse con la utilización que realicen los demás.
las radio iytelecomunicaciones se entiende. que actualm
, múnmente se produzcan confusio-
limitado (jsi no agotado!) tanto el espectro de ondas de ra rio difere. nciar -aunq~e ca I . aciones y el problema de
' I radio y te ecornuruc
nos en el estado actual del progreso técnico, que no, perm del espacio
' , , para as , mensajes de radio
, del espaCIO .e o televisión al
plotación integral) como la llamada órbita geoestacionar dde dirigir, a traves . ,.'.. .Esteproblema aludea.la no
d ' consennrmento.
la órbita circular en torno del ecuador en la cual rotah 1 otros Esta os sin s u , ' 1 de otros Estados, de la
n los asuntos internos e mternaciona es
siguiendo el mismo período de rotación de la Tierra y ma os en su momento (v. p. 293 Y ss.)
se prácticamente fijosrespectode ella. La órbita geoestacio
se estima puede "COntener" un máximo de' 1800 satélites
tualidad existen sólo unos Cientos) es la indicada para las
mcaCIOnes.

Por sus características, la órbita geoestacionaria ha sido


una reivindicación de soberanía por parte de varios países e
(Brasil; Congo, Ecuador,· Indonesia, Kenia,. Uganda, Zaire y
, , .res deben considerarse espacios no s,ometidos
en una solemne declaración, la Declaración de Bogotá del 1 egiones palaI f ' o suscepnibl es de ser sometidos) a la.
Esta declaración ha encontrado oposición en la mayoría de l u n.a.tura eza isica; n "d / ... lo que respect.a a.I, Con.ti,-
no ha teñido ninguna aplicaci6n concreta y no parece tener fun / d 'i in Estado. A emas, en . .. " d
jurídico alguno. la /e' nmgupue d e h a bl arse de territorio internacionñlizado,
, da-
ntartlco
/1 ' /' d
un reglmen e I er lib tad sino un conjunto e
quee renge,
s en glamnoentan su utt'1"IzaCIOn,
/ con las características que
El principio según el cual debe utilizarse la órbita geoesta
y el espectro de ondas de radio de modo de tener en cuenta s enseguida. deoei . soberanía sobre las regio-
am faltadopretensIO.nes e eJle~cer .. n lo que respecta a la
' i
Teoría de los
reses de todos los países, por tratarse de recursos limitados, secrores
' , lmeíite. (pero· a 'menos e
forzado por el arto 33 del Estatuto del UU, modificado par res;prmCIpa men e -. b . l b e de la teoría de los "sec-
vención de Nairobi de 1982 (v. p. 203). Específicamente, e a, no exclusivamente) so re a ,as vez enreladón con la.s
/ f f .lada por pnmera
establece que los Estados se "esforzarán" por limitar el n/ . Esta teona ue ormu d 1 Estados cuyos territorios seiex-
frecuencias y por utilizar tanto dichas frecuencias com es. i.ártic.·as,
» 1/ .por.
del«. alg.
/ . unos
1 po. lear:osso b're esta 'base , 'estos. E.st,ad.os.. ,d..e-..
geoestacionaria "de manera eficaz y económica... con la . nrnas' al, a ,e, circu o , en to d os Ios esp'a'cías , 'táritó terrestres
. bias
rellA' . / f orhnado princijialmentepon
permitir un acceso equitativo... a los diversos países o grupos 011SIderar,se so eran.
/ ' (i rtrco esta
ses, teniendo. en cuenta las necesidades especiales y la situaci mannmos. ,aunque » ti'
. ," / ulo con· ver Ice. en, el Polo Norte y con
gráfica de los países en vías de desarrollo". Sobre la bas incluidos en un tn~ng I ' xtremos de sus' costas., En
1, 1 ra os puntos e
prinCipio, por obra de la misma ITU y a través de sucesivas en una mea
l e ti ente Antáotico, es teoría de los sectores ha
que un e / , ta
o~ ~n,
' ,/
cionesdel "Reglamento de las radiocomunicaciones" (vincula licación ar . .d e bid
o algunas modificacionesl loa que hasta ahora han presen-
372
BENEDEITO CONFORTI
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 373
tado reclamos de soberanía siete '
Nueva Zelanda. Francia G Bpals:s (Argentina, Chile, nucleares (art. V); la libertad de investigación científica
' . , ran retana y N· ) 1
cua 1es sin contigüidad ge ifi .. oruega , a g bleciendo, no obstante, que el Estado que la realiza tiene
. ogra ICacon dicho C .
ContInente Ant' ( . ontInente, de informar a todas las demás Partes contratantes acer-
Polo, y aunque :nl~~ se extIende entre el paralelo de 6
de expediciones o del establecimiento de bases destina-
nen, ..lossiete países ~~:~~n~~notsohs las r.ei:idn~icaciones
s estigación en la Antártida (art. VII, n. 5); la cooperación
base. en .e.l paralelo 60 0 (s '1 G an rervm icado '
. .. B _ un tr.1 idades de investigación científica, con intercambio de in-
1o 50 o ) Yvértice en el P l· o. Oran retana pr ef rere
'
partIr y de personal científico entre las respectivas bases, etc,
o o,

ha~~:d~r:::~~~::sd;~~~:ranía s~bre los territorios pola


sometimiento delpersonal que opera enla Antártida a la
n exclusiva del Estado de la nacionalidad (art. VIII).
pecra al Ar't í '1 mayona de los Estados yen
ICO, rnc uso por p , .' tado Antártico distingue dos categorías de Estados contra- Status de
allá del círculo p 1 aises cuyos terntorios se exti Parte
o ar, como Estados Unid S ' s Partes Consultivas, que poseen claramente un status de consultiva
pretensiones son infundad rn os. e consIder respecto de las demás, y las Partes No Consultivas. Son
ción efectiva y, en el caso a¿e ~:r:Ot ~st~r condicionadas a nsultivas los firmantes originarios del Tratado [Argentina,
sumamente importantes no '1 n ártida, por tratarse , Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega,
so o por sus dIm' ,
por sus recursos, que son objeto de bi enslOnes SIn de África del Sur, la Unión de Repúblicas Socialistas Sovié-
am IClOnes colonialista
y Rusia-', el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Para encontrar un examen más f stados Unidos de Américal, así como aquellos Estados que
ranía sobre el Continente A t.' . produndo de las reivindicacio! stren su interés en la Antártida mediante la realización en
n artlco y el
den basarse, cfr. Conforti en A.A V V as razones,sobre las cu investigaciones científicas importantes, como el establecí-
tica cit., p. 249 Yss. . . " The Intemat¡onal Regime
una estación científica o el envío de una expedición cientí-
Partes Consultivas tienen el derecho de decidir (por una ni-
ero con efectos vinculantes) sobre todas las cuestiones que
to del Tratado y sobre otras cuestiones conexas,talescomo
Internaciqna_
lízacrón de la La Antártida ha ' d ' " ión de la flora y de la fauna marina (art. IX); además, son
Antártida W as himgton d el 1-12-1959
SI o InternaclOnahzada en virtud del
d 1 s que tienen. derecho a realizar inspecciones de buques,ba-
cuar~nta países interesados ~n ;as ~:~i~~dn Jartes contrat~ onal y materiales de otros Estados,con. el fin de controlar el
ContInente entre los 1 a es que se real iento del Tratado (art. VII,n. 1-4).
, ' cua es se cuentan las
dIales y los siete países que re' . di mayores pote
mant: States) It l' rvm rcan soberanía (los lla
. a la es parte del T t d A ' .
N° 963 del 29-11-1980) L ra a o ntartIco desde problema jurídico interesante que se ha presentado en la práctica in- Procedimiento
. a norma clave d 1T d ' onal es si el Estado que lleva·a cabo una investigación científica im- para lograr el
ra en el art IV que ca l, 1 e rata o Antar status de Parte
" 1Zge a tanto os r ec1 d en la Antártida automáticamerite tiene derecho al status de Parte
contestación permitiendo d d amos e soberanía consultiva
, e este mo o f ' iva, o si su candidatura debe ser aceptada por las otras Partes Con-
ternacional. que unClOne el ré
~ a través de una decisión de reconocimiento. La primera opinión pa-
Las características de t ' . ás adecuada a la letra y al espíritu.del art: IX, con la consecuencia de
ción de las actividade d es a, Intern~~lonalización son: 1
s e caracter mIlItar (art " 1) en especr. s Controversias sobre la importancia de la actividad científica del can-
o serán resueltas con los mismos medios previstos por el Tratado en su
375
EL CONTENIDO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
374 BENEDEITO CONFORTI

'da de conformidad con el tratado de 1959 ha .provo.~~~ l~


arto XI (arbitraje libremente aceptado por las Partes, conciliac l. de los Estados no partes en cuanto a la imposi I I a
ción, etc.). En cambio, en la práctica ha prevalecido la segunda
cta 1 uier tipo de actividad en la zona, fuera del marco
Hasta hoy, las Partes Consultivas son 26. Italia adquirió ese r cua q . N uede desco-
y desde hace algunos años, en ejecución de la Ley N° 284 d r el sistema convencional preexistente. o P d 1
ha emprendido una intensa actividad de investigación científic 1~lecho de que toda la actividad esta dual ~esa~rolla a en o:
nente Antártico. está regulada dentro del esquema normatiVO Impues~o P
Para terminar de esbozar e! sistema internacional de! Trat a /' . d r los Estados partes consultivos
a jundlCo organiza o po / .
recordemos finalmente que se han redactado otros acuerdos la entrada en vigencia del tratado Anrarrico.l
rios: específicamente, la C~nvención sobre Protección de las Fa
tártida, &11-6-1972, y la Convención sobre la Conservación
sos Vivos Marinos de la Antártida, del 20-5-1980. Otro
Convención de Wellington de 1988 sobre Explotación de los R
nerales de la: Antártida, no sólo no ha entrado nunca en vigor,
sido sustituida por e! Protocolo sobre Protección Ambiental d
1991. Este Protocolo, auspiciado por las asociaciones ambient
la por 50 años la explotación minera y somete toda actividad
da a.mecanismos de valoración de impa¡;to ambiental. Este Pro
poco ha entrado en vigor [Argentina lo firmó el 4-10-1991 y 1
28:10-1993]. .. .

Inrernaciona- . El régimen internacional de la Antártida, por estar es


Iización de la
Antártida y
un Tratado (que, por lo demás, está abierto a todos los
terceros vinculante sólo para las Partes Contratantes. En lo que
Estados terceros Estados, rige el régimen de la libertad. En al
ciones adoptadas por mayoría, la Asamblea General de 1
declarado que los· recursos del Continente Antártico son
ñio común de la humanidad" (entre otras, la Res: N°
21-1-1986). Al respecto pUeden hacerse las mismas consi
que hicimos en su momento sobre el régimen de los recub
fondos marinos fuerade los límites de la jurisdicción naci
351y ss.), las cuales nos llevan aco.nduir que, en un rég'
bertad, la ~xplotación de los~~cursos pue~e s~r rea1íz~
unilaten,.lmentf por un Estado o por .ungrupo de Estado
que se realice en interés de toda la h,Umanidad. [En cont
posición se ha sostenido que a partir de la vigencia del Tra
tártiéd se ha generado una situación jurídica objetiva oponi
ceros Estados. El régimen jurídico territorial aplicado y obs
delas normas internacionales dentro del Estado

.A(la¡:tta,ciÓn del derecho estatal al derecho internacional

cómo se forman las normas internacionales y cuáles


'do. Ahora. debemos ocuparnos de los medios a través de
estas normas alcanzan aplicación.
erdo con.lo ,que venimos sosteniendo desde el principio
ibro (v. p. 20.y ss.), .debe considerarse que la observancia
cho internacional por parte de un Estado se halla confía-
rirner.Iugar, a los agentes jurídicos y, en especial, a 16s ór-
tatalesde dichoEstado:pbr lo tanto, la observancia del
'uternacionalpasa,por las normas, existentes en casi to-
rdénamientos jurídicos estatales, por-las cuales..comoge-
te se dice, se procede.a, adaptar elderechointerndalde-
ternaciona l..En consecuencia, debe considerarse que
la verificación judicial, del derecho internacional; .ique .es
os momentos de la.aplicaciórr.de.las normas intérnaciona-
euentra confiada, en primer lugar, a 16s jueces nacionales.
paración,a estos medios internoscson. sumamente. escasos e
ctos los medios de que-dispone la cómunidadinternacio-
méj or- dicho, los; medios de quei.dispone un Estado .para
r a otro a observar el.derecho. internacional-en sus irelacio-
utuas, o paraobteneruna satisfaccióncuandd ha sido viola-
erecho suyo; así como .tarnbién- son escasos e imperfectos,
raras. excepciones, los medios de verificación judicial- que
n erí el,plano.internacional,
378
BENEDEITo CONFORTI
LA APLICACION DE LAS NORMAS Il\TTERNACIONALES 379
En esta perspectiva, parece clara la im ortanc¡
~ara nosotros reviste la adaptación del: h ~ su fundamento en el derecho internacional; los dualistas
InternacionaLo en otros t'·. ' 1'. erec o Intern que e! ordenamiento jurídico estatal es originario y, por lo
ternaciona1es e~ el orden er~Inos: ~ I~tr~ducciónde/la linentediferenciado y separado de! ordenamiento de la co-
con las ..normas de origenamJe~to }lundlco Interno y su a e Estados en su conjunto. Ya sea que se adopte uno u otro
nuestra atención. naclOna ,Ae est t erna d edircar
ista,la sustancia no cambia: lo que es importante es des-
Cise aplican las diferentes categorías de normas .internacio-
eterminado ordenamiento estatal, y cómo se coordinan és-
normas internas.
Fijemos algunas cuestiones preliminares
Ante todo, nuestra exposición se . f ,',. / ' .' ó

namiento jurídico italiano [ , re enra pnnclpahne


derecho italiano [y argentin~t~f~:~n~, ~s decir, ,a la ada de todos lospróblemasde esta adaptación, debe réali-
sario, por Cuanto deberemos.refe -: ee o l~t~rnaClOna1. JS en cuenta una distinción/ general, por así decirlo; de
internos propios de nuestroderec:~rn;,s /a CIertos datos técnico. Dicha/ distinción se refiere. al medio por el cual se
cuenta que los problemas de.ad . t',., In el11bargo, hayq iza e! derecho internacional o, si se quiere, ;se. introduce e!
ta.ncialme.nte Óoó"""" • ieno-f apa.clon.. seresue.1vende.. '. rernacional. en.el-ordenamiento jurídico estatal Se trata de
aunque.no/ orma1· .. ' . . . .
ses.PorJo:tanto.. . 1 '. mente~ Igual en casi tO ión. entre' procedimientos ordinarios y procedimientos espe-
. . ' en a gunos aspectos podrá. ' .. , '1
1~/quesucede en otrosfiaíses. ser un teher ~daptación.
Además, es sumamente i .... : ._ aso de! procedimiento ordinario, la adaptación se .venifica,a Procedimiento

el problema de' laadaPtació:Pd~~:nt~os~n~la~q~e en. todó


ordinario de
normas (constitucionales, llegislativas, administrativas). que adaptación
en cuenta tanto las exi e .' .. . . e ena~ resolver nte 110 se distinguerí.eru nada de las normas estatales sino
de..r:echo>interno.. No 'segpn.clda~ df~l dere.cho 1.' nternaciona1cQ otivopor elicual-se emiten (occasio legis),quees,justamen-
. . ·.ue era Irmarqu //' / '1 . >
carsé/elderecho\imerriacionaka 'cual u' e, a n~ve .estatal, normas que se correspondan con determinadas normas in-
deqe Ser; capaz de defe d . ci .. q rer precIO;. el derec ñales, Eh otras/ palabras; las /normas' internacionales son .re-
titueio .: nal, incluso- a c:staerdcelertos'f~alor1es,. sancionado.s a das dentro: del-Estados-Por, ejemplos-el, art.l 2 del Código. de
. sacn ICar' a·· /·1' " n . ··d ....
ternacional,.'si fuena, .. el caSO,Lero
... P . . .'. .. t 'ap.lcaclO
'po' , . . r el ció n italiano, que dice que el mar territorial se extiende a 12
afirmar /queestaL~efensade x l ' 1 ro ~a parte,tampot (.y.: p.332),constituyeun procedimiento ordinario deadapta-
cualquier precio (comü/q.uer.r·l' os ~a ores Internos deba; ve lderechointernoalas normas' consuetudinarias. Internaciona-
. anclertas'tend·' . .: .
presentes en 'p.. artede.la ' '" .d'enciaj,
' . ..'. encl.a.s e los poderes del Estado ribereño; el Decreto.,Ley.N9·247.del
, . .. }unspru '1.naclO.n ,
clonillesLsonigualment.d' .r d . ' ya que. os valor 90, convertido en Ley: N° 298fde! 19c1Od990, cuyo arto 1
lores>.dela;cooperación~/. ~:~os . ~. ser, defe?didos,/ sobre to 16 los tráficos.oomerciales.y las comunicaciones hacia rerrito-
Finalmente.' déb bY. a sohdandad mternacionalesi quí,. constituye un procedimiento ordinario de ada pración alás
, e.su rayarsequ '. /' ,
~anirrelevantes para .d .. ·1. e CIertas,POSICIOnes teóti contenidas en la, Resolución Nq .661 del '. Consejo..de .Seguri-
. arunaBO u " , .' , /
ad qpta9PiQUlde .ambo .id h ... clOn. p.ractlca. a. Jos proble as. Naciones Unidas deI6c~.,1990,relativa al embargo contra
.. > . ' .. s. erec OS"nos' . f · ' . . ..'
monistas Y dualistas, Los , ' . re,enmosalqs dispa Y:p¡196}.[En igual sentido, para el caso argentino ver la, Ley
rnorusras consrderanqueelderecli
0.968 sobre.líneascde base de las zonas-marítirñass: que reitera
381
Al'I,'U"'-'l'-H' DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
380 BENEDETTO CONfORTI
abJru un tratado no necesariamente transcriben su
l~~ norm~sbásicasdel derecho internacional del
e: ba n
ítíi::acllón por parte del. Poder Ejecutivo Y la plena vigen-
~~~::6tl~:;;r3~e_generó apa~tirdel Decreto del el orden. internacional confieren plena vigencia a
,,' . 8 1990, que hizo operativa ara
~
ntro de! derecho ínternoargentino. En definitiva, lo
solución, de! Consejo de-Seguridad dela N carse es el tratado per se, y no la ley que lo aprueba. De
En 1 .d .. . s aciones.U
P
~w)' Ia',nmmam"madonal no ,efom>uJa . n¡
Procedimiento ' . e caso ,eLprocedimiento especial (o rocedi sistema argentinoencuaara dentro de los procedimien-
especial de
¡,.
fre~te r~nts
adaptación
se
o: acierta. norma internacional, a cier:: e ode reenvío.] Ventajas del
te hay que señalar que resulta preferible el procedi- procedimiento
categoria de normas internacionales que d b ,g po 'al, desde el punto de vista del derec1?ointemaciollaly especial
de ' iurídi e en introdu
namiento
, jun reo estatal ' 1os organos
' encargad a .. aplicación dentro del Estado. En efecto, en el caso. del
normatl:as se limitan a ordenar la observancia deo:a e to ordinario, e!intérprete se encuentra frente a una nor-
normas internacionales de n ifiere en nada de las otras normas estatales salvo por e!
o' el órgano. ad ' , . ' que se trata. El constituyente

& . ~"~Í1 r~e~


, . mnustranvo realizasim leme la inspira (occasio legis): no. puede hacer otra cosa salvo
ma".m"waciona!e'¡ .dándoles-a éstas
~encla orma interna Ysólo podrá tener en cuenta la norma inter-
"punt~ ~e
do. Como ejemplos: eLart10 i pena ae
que establece que eL"o a' 1, la-Constituc uefue ocasión para que se emitiera la norma interna si se

Iássnormas del,derecho.:nt:::~:,:.;~~~:::~~::!;:nb'~Il
dudas acerca de su exacta. interpretación..Si quien emitió
terna (en e! caso más común de las normas legislativas, el
mo.veremosmejoren se uida
adaptación a todas las n~rma; ~:e~~r:~pr?ceaimi~nt~.
' . reco
~n elcaso de reglamentos u otros actos administrativos; el
pordo. inistrativo) no interpretóexaetaniente la norma interna-
, tantota , m. b..rerua
, l..as normas
. consuetudinari
e o mternacIO.Il. ..•.•. debía introducirse en el ordenamiento estatal; si hizo réfe-
ve.r, elc. onstituyente no-refórmul •. 1.. . nas (co
.. 1 • 1.. . . . a as normas de derech hormas internacionalesjl1rídicamente inexistentes (por
~aL.rne~a,smo que reenvía a ellas al ordenar su.aplí) <tuna decisión de un organismo internacional que· sea ilegí-
e ~ta o) [en el derecho argentino existen le ....••••. cuerdo con el tratado constitutivo de la organización); si la
reenvlanalderechointernacionalgeneral. J yes na
~hointernacionaLconsuetudinarib form' pero as nor~ ternacionals e extinguió; todo esto no tiene relevancia,ya
t:érprete se encuentra siempre frente a una simple norma in-
Internointleperídientemented... .••.• . ,anparte del or
yarn sido formuladas. en coste eseree~VI~j en ,tanto yen
umbres intérnacionales e
pletamente formulada y,por lo tanto; no le queda más que
". J . La situación es diferente en el caso de! prdceaimiento espe-
partlCIpauo"-=act' . '. . '. n
~rgentI
.•.. .•.••. .• . .. rva ojpasivamente-ecel-Estado ..' ila norma interna realiza simplemente un reenvío a lanor-
10sB.J
..,..Y. 6.•.•. .de,la,Le
..... y... N?...2 3986)].·
'. ,o .1a>.ordenaee
" . .
'C' lasnormasinternacional~s.Aquí el constituyente, ellegisla-
:~r,.e~(1amIsma
tauo,quegeneralmenteseda... .1 ... .. .. ¡eCUCIO
ratificaciónde!tbtradó) Y> .. leyqJ-le 6rgano' administrativo no formulan normas' completas, sino

;j,~l:'ra,~dd'f¡'e~be,"fi~~:,~~Q:~:::;l;:e:~:~:s
(No debeconfunalrseestaúltI·ma·· ··s't·· .,
'niitana ordenar la observancia de ciertas normas internacio-
or ejemplo, las normas consuetudinarias, las normas conteni-
, .•.. . , . . . . 1 uaCIOn que se d liüatadb, las:normas corítenidasendeterminada .decisiónde
rrneruo ltalnmo;conlbsiefed:bs aeunaJe ) . ... . ' ".. aen
el sistema 'atgentino: la' ley/qiiea· ruéb' y ug qu.e~prueba anizacián internacional), de! modo en que rigen y mientras
'gentes en e! ordenamientoillternacionaLEI centro .deaplica-
altratadoaprobadoender .h .'P .... a n,o mcorpora-nr.•
.. '.. . . . ...' ec omterno,smoques' 1 elanormainternacionabsedesplaza de! legislador (o de! cons-
'rIza alPoaerEjecutivo a ratif'1car•.. , ese..... . Imp e
tratado. Aun
382 BENEDEITO CONFORTI LA APLlCACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 383

tit~yenteodeLórgano administrativo) al intérprete. Es ampliamente no sólo en Italia sino también en otros


quien debe reconstruir íntegramente el contenido de la caso de las normas consuetudinarias como de los
nacional, .quien debe establecer .si una. norma efe:ctiv;:¡mp,h sea a nivel legislativo o administrativo COmo a nivel
gente, si .nose extinguió,si no fue emitida IlegítimanleIlte anal (cfr. por ejemplo, elart. 9dela Constitución austrfa-
plo, .en el.caso de decisiones de organizaciones mternacio 28,párr. 1, delaConstitucióIlgriegá; el art.8;párr. 1, de
El intérprete podrá equivocarseen -la reconstrucción 't:llción portuguesa y elart;25 de la Constitución alemana,
ternacional, pero el error tendrá valor sólo para ese cas s o menos similares al art.vl O, 1° punto, de la Constitución
En todo caso, estará mejor asegurada la aplicación exac cibienelart. VIde la Constitución de Estados Unidos, se-
cho internacional. ~llos: tratados debidamente .ratificados constituyen "la ley
Si bien escierto que eLprocedimiento de reenvío es nuí 'Ldel paísj: el arto 31 de la Constitución .argentina,· que dice
asegurar que se observe el derecho. internacional. sin emb cambio, una excepción: importante es Gran.Bre-
biénes cierto que en algunos casos el.procedimienro ordin en lo que respecta a los tratados, .se utilizanorrnalmen-
r~sultarindispensable.;Porejemplo, el procedimiento ordirl
dIspensa~le. cuando la Jnorma internacional no esaplieabl
mente o, como suele decirse, sel¡'executing:.con. esta: eXPF
bre lacual;v~lveremos en breve), nos referimos a las ndrrn
prevéri-todos los detalles de los casos que reglamentan y:c¡ introducidas en el ordenamiento interno, las normas in- Idoneidad de
las normas
renuna actividad integradora por parte de los órganos; es. ales son fuentes de derechos y obligaciones para los órga- internacionales
el.caso, por ejemplo; dela.norma del art, 4delaConven' ales y para todos los sujetos públicos y privados que actúan para producir
nebra de 19S8sobre;MarTetritoriaLque[aliguaI que el el Estado, al mismo nivel que cualquier norma de origen na- derechos y
obligaciones
dela Co~ven:ión de MontegoBaysbbreDerecho del mar] sto es muy evidente cuando la adaptación se ha hecho me- internas luego
Estado riberefio: para adoptar e1sistema de las líneas rectas 1 procedimiento ordinario, dado que en este caso incluso de- deta

dir la ,1í~ea.de·.base del mar territorial, \siempte que la con'


adaptación
la norma internaoional, No obstante, debe sostenerse lo
geografIcade lascostas .presentedeterminadas.característi on respecto a las normas introducidas dentro del ordena-
vio,. a~emás,que p uedencoexistir el-procedimiento especial jurídico del Estado por medio del procedimiento especial o
cedirnienro erdinario, integrándose;recíprocamente,.como{c ío: es claro que el objetivo de ese tipo de procedimiento es,
promulga; JaJorden de ejecución de un tratado y, .sucesiva nte, atribuir valor formal a las normas internacionales desde
llevan;. ~. cabolos;actosdeil1tegración de las normas- cont de vista del derecho interno y, por 10 tanto, equiparadas en
ese mismo tratado que no sean self.,executing,.o .al-menos s normas internas. Las normas internacionales así "naciona-
menteself·executing (porejemplo, el Estadoitaliano;lue no son aplicables en sí mismas a menos que (y sólo en los
puesto en .vigorilaci tadaiConvenciónmediante . Ley que) dejan amplios márgenes de libertad al Estado respecto
1961; sevalió.de ilafacultadideadoptarelsistema •de las ecución (normas no self-executing).
portante detenerse en la distinción entre normas self-exeeuting Normas
self-executing
lf-executing, que puede prestarse -yen varios países se y no
Insistimos en qúe, si no median las circunstancias indie a una inadmisible reducción de la esfera de aplicación de self-executing
duda que es preferible el procedimiento del reenvío. Por otr rrnas internacionales, en especial de los tratados. La noción
384
BENEDEITO CONFORT!
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 385
de norma que 110 sea self"exectltil1g (o que no sea dire
aplicable) debe circunscribirse rigurosamente a dos casos ecutillg está dado por aquellas normas interna~ion~~es que requie-
' ' tos legislativos impuestos por la Constitución del
dImlen fi Estado,
,
cisos: el caso en que Una norma simplemente les atribuya
de suceder para las normas que imponen obligaciones inancieras
nadas facultades a los Estados; o bien, el caso en que u
aunque imponga obligaciones, no pueda recibir ejecuci'
existir los órganos o los procedimientos internos il1dispel
ra aplicarla. En uno y otro caso, e! carácter no self-exec bio es necesario reaccionar contra las tendencias a utilizar
verificarse a través de los criterios normales de interp ió~ entre normas internacionales self-executing y no sel]-
siempre a partir de la idea de que, una vez que adquie COIl fines "políticos" en sentido amplio, o sea, para poder
formal dentro de! Estado, el derecho internacional es de plicar normas "indeseadas" por estar opuestas a eventuales
mismo nivel que e! derecho interno. Por cierto que incluso nacionales, quizá por ser progresistas o ,inc,lu.so s.olamente
ma de origen puramente nacional, por ejemplo, una nOr bjeto de la desconfianza del operador jurídico interno a
tiva, puede no ser autoejecutiva si necesita de la activid suproveniencia.. . .
gración de otros órganos estatales, por ejemplo, de los tedicho vale. principalmente, para aquel sector de la juns-
administrativos. . de distint~s
~. . países que excluye la aplicabilidad
d direc.ta
.
convención debido a su contenido "vago" o "in eterrmna-
Además de las normas que atribuyen simples facultades a los E sea, de un acuerdo específico que, en .lug~r de no~mas d.e
mo la norma, varias veces citada, relativa al sistema de las líneas
contenga principios generales. Este cnteno de .la irnpreci-
medición del mar territorial, o como la norma del arto 20 de la
usa en algunos países, por ejemplo, en Alemania, para ex-
Europea, acuerdo internacional de 1961 que vincula también a 1
directa aplicabilidad de los principios del GATT (v..p, 128)
da a cada Estado Contratante la posibilidad de elegir cinco artíc
Carta y de considerarse obligado solamente a ellos), como un caso s a la liberalización del: . comercio internacional. dEs suma-
..
noself-executing podemos mencionar aquel del cual se ocup udosoque en este caso se trate, efectivamente, e FnncI-
Constitucional (integrada) en la Ordenanza del 6-2-1979 (asunto gas, corno lo demuestra e! hecho de que en ?tros paises, .en
La Corte éonsideró, justamente, que no era aplicable a los juicios lar en Italia, esos mismos principios -por ejemplo, ~l p~m­
ción en virtud del arto 96 de la Constitución (mientras el legislado la igualdad de tratamiento fiscal para l~s mercaderías irn-
glamentara el modo de desarrollar una segunda instancia de tales ju asy las rnercaderfas.lnacionales-é- se aplican nO,rmal ! -:
arto 14, párr. 5, del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de las mente. De todos modos, nos parece quena existe nmgun
Unidas (v. p. 312), según el cual todo individuo tiene derecho a la o .aunque sea generalísimo, al cual el intérprete no pueda
tancia jurisdiccional en materia penal. En el mismo sentido, cfr., e
tra:le aplicaciones concretas,a\:mquesólo sea ,desde e,l p~~to
prudencia holandesa, Corte Suprema de los Países Bajos del 1
ta de la fuerza abrogativa (vis abrogansi de dicho pnncipro.
NYIL, 1982, p. 367, n. 150. [En el caso Ekmekdjian, la Corte Su
to que. frecl,l.et).temente los. Tribunales. internos recurren al
gentina, reconoció que el artículo 14 de la Convención Americana
chos Humanos, no era operativo y que la falta de reglamentación p
nto del carácter indeterminado o. de la naturaleza pro,gr~­
del gobierno implicaba una violación de la Convención. En consecue y no preceptiva de la norma, incluso con respe~toapnncl­
Corte decidió "hacer operativa" es decir, reglamentar para el caso acionales, por ejemplo, alas principios (p:ogreslstas) de las
lar, el contenido "no autoejecutivo" del artículo 14 de la Convenció itudones, cuya aplicación se quiere exclUl: antes que e! le-
ricana sobre el derecho de rectificación o respuesta.] Otro ejemplo orlos traduzca en normas de-detalle; pero Igualmente se tra-
e una práctica que debe condenarse.
386
BENEDEITo CONFORT!
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 387
Sobre la jurisprudencia alemana sobre el
Robe.rts, ob. cit.,.
p . 69 . P , CdA T
araIa 'Junspr " T, cfr. Frowein
tencias citadas en Pican C f ' u enCla italiana v. las nu co puede considerarse, como 10 hace a veces la jurispru- Valor de las
"cláusulas de
bbli e y on orn, La giurisp 't li , erna, que es un impedimento para la aplicación directa de
pu leo, Repertorio 1960-1987 N' r. I a lana di diri ejecución"
, apoles, 1988, p. 304 Yss. el hecho de que éste contenga una "cláusula de ejecu-
use o] implementation), o sea, que prevea que los Estados
Ademas,' d e be rechazarse la o ini' , es "adoptarán" todas las medidas de orden legislativo o
es autoejecutivo si preve' ( I p h on segun la cual un en, incluso en forma progresiva, para dar efecto a sus dis-
como o ace p . 1
en caso de suspensión d f 1 d ~ 01' ejernp o, el G s. Este tipo de cláusulas aparecen en muchas convenciones,
aplicación de sus norm:s ~ : ta e a~ltcación o de dific
s, en las Convenciones sobre Derechos Humanos: basta re-
liación (v. p. SÜ9y s ) , e a recurnrse a procedimien
s. o a otros med" . este sentido, al arto 2, párr. 2, del Pacto de las Naciones
de controversias que a d ' lOS InternacIOnales
, e m a s tengan en c 1 . bre Derechos Civiles y Políticos y al arto 2, párr. 1, del Pac-
ta do que suspendió o n Ii uenm as eXlgenc Derechos Económicos, Sociales y Culturales (v. p. 312). Pe-
cirse la "flexibilidad" d: s:~ ;0 el ~r~tado, de 10 cual de
lidadse trata de cláusulas de las que nos parece absurdo de-
xibilidad" a tratad ISPOSlclOnes. Se atribuyó id
. . os que expresament b . s que la voluntad y la expectativa del tratado de recibir
aplIcaCión a la reciprocid d. '1 . , e su ordInaran ón. Además, estas cláusulas "-lejos de provocaren sí la di-
tado de aplicar o no el tr:t~~: reclpr~~ldad dejaría libre
aplicabilidad del tratado--- se justifican sólo cuando el 'tra-
ción del tratado por su co t' ,expomendose, por ende,
. n raparte! . ntiene efectivamente normas que no sean autoejecutivas (o
En realIdad, en este tipo de casos todo 1 as que no pueden ser aplicadas a causa de la inexistencia
el Estado Contratante tiene 1 id o que puede de os y procedimientos indispensables para su ejecución) y que
a capacI ad d d
sean conformes al tratad d e a Optar medi etenal Estado a tomar las providencias legislativas y adrni-
prevé el GAnf o:,pue e adoptarlas, en casos com
, rente a CIertas dif 1 d as apropiadas para aplicar esas normas.
dejando a salvo elproced' . d ICU ta es de orden econ
, Imlento e co T ' ,
clOnal; en el caso de 1 ' . nCI laClOn en el plan 'cláusulas,de ejecución" sonconsideradas una prueba de la no aplica-
a recIprocIdad p d d
otra parte contratante hay '1 d { ue e a optarlas directa de un tratado, en especial por la jurisprudencia de: Estados
vez que el Estado hato a VIO a ~ e tratado. Es evident pero también, aunque con menos frecuencia, por la de otros países; en
rnado este trpo d d'd
g1amentarias), el operador j 'd" e me I as (legislati en Bélgicala tendencia es favorable a la aplicabilidad del tratado. Cfr.
bién es evidente que . un IcO Interno debe aplicarlas.P te punto Conforti, Cours géllérc¡l, p. 45 y ss, [En ese sentido parece
debe recibir aplicación ' mIentras no se to en
dentro del Estad: esas medidas, se la jurisprudencia argentina a partir de 1992 (caso Ekmekdjian),]

La Corte de Justicia de las Com 'd .


ció más de una vez e'n rel ' , urn ades Europeas (v. p. 129) amente las normas internacionales, como todas las demás Esfera de
I ación con qu I d
menteapIicable debido a la "fl 'b'l'ded~' trata o CATT no se s jurídicas, pueden utilizarse a nivel interno del Estado, dentro aplicación
eXI II a de sd" . de la norma
por 1as cláusulas que prevé d" us ISPOSlcion límites concretos en los qúe se verifica el caso abstracto previs- internacional
cultades de un Estado co t n,proce Imlentos de conciliación en c introducida
· n ratante. Para el e dI' ~l1as. En el caso del procedimiento de adaptación por medio
d e 1os tratados subordinados a la reci .aso e a dl,recta no apli en el
nvío, la determinación del caso abstracto por obra del intér- ordenamiento
1986 Schw. J., 1985, p.154 Yss. eClprocldad cfr. Tnb. Federal S
la consiguiente aplicación de la norma a las relaciones ínter- interno

ueden resultar complicadas debido a la formulación de la nor-


389
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
388 BENEDETIO CONFORTI
. t el Estado y las naves de otros Estados, no entre el Esta-
ones en re . l L
ma, que es, y sigue siendo, una formulación internacional' En el ordenamiento interno argentmo a ey
ves d e su b an d er a . [
todo, puede revelarse complicada la investigación tendie sobre líneas de base, establece la jurisdicción del Estado e~ mate-
blécer a qué sujetos debe aplicarse la norma y, en particu sobre la zona económica exclusiva Yla plataforma contmental.
aplicarse solamente a relaciones en que estén involucrad restrictivamente que dicha jurisdicción a~uanera sola~ente es
tranjeros o bien puede utilizársela también en las relacion a dentro de las jurisdiccIOnes reconocidas por
en cuanto se sub surn ., .,
tes nacionales públicos y privados. Se ha dicho que la , I'onal al Estado ribereño (conservación, admlll1straclOn Y
mternac
por reenvío requiere una transformación del contenido d ón de recursos).]
internacional, a fin de hacerla aplicable a las relaciones i
e un acuerdo comercial mediante el
realidad, no se trata tanto de transformación como, en es os a h ora e1 easo d . 1d
exacta determinación de los límites dentr.o de los cual tado se comprometa al llamado "tratamiento n~clOna e
aplicar la norma y, por lo tanto, de la interpretación de la n aderías importadas desde otros Estados", es deCir: que ~e
Veamos algunos ejemplos. Tomemos en consideració eta a igualar el tratamiento fiscal de esas mercadenas al de
consuetudinaria que pr.ohíbe al Estado ejercer poderesd derías italianas de la misma natural~za: No hay duda e
á invocable ante lós jueces Italianos por parte de
aduanera fuera de los mares adyacentes a las propias co cuer do ser d .' ., F 1
331 y ss.). Una vez introducida en él ordenamiento jurídic s importadoras italianas contra la A mlmstra~lOn lsca_
esta norma puede ser invocada ante los jueces italianos po no obstante la circunstancia de que el comproml s.o fue aslu
ciones de naves extranjeras que hayan sido capturadas po n respecto a un Estado extranjero Y que, en can: blO, la re a-
dad italiana de policía aduanera a considerable distancia re la empresa italiana Y la Administración pública es de na-
"doméstica" No hay duda, en efecto, de que
En cambio, no puede ser invocada por las tripulaciones purament e . d'
italianas, porque la norma sobre vigilancia aduanera de de casos se hallan previstos por estos ac~er os comer~la-
tarse en coordinación con la norma por la cual el Estado n iderando que, al protegerse a la empresa lmportador~ ~ta­
mites en el ejercicio del poder de gobierno sobre las propias logra el objetivo de la norma internacional, que es faCilitar
aguas internacionales. cambios comerciales entre los Estados contratantes.

t por lo tanto la jurisprudencia italiana que, como ya se tuvo


El ejemplo corresponde a un caso sometido a la Corte Con
italiana y decidido mediante la sentencia N° 67 de1.22-12-1961:
re~ ~e ver, aplica ~ormalmente el principio de la igualdad de trata-
a la Corte se le había sometido la cuestión de si debía considerats al
'o;'.
contenido
- ,;,
en el
-.
GATT. '
al derecho internacional consuetudinario (y, por lo tanto, violaba e Acuerdos
' f' lmenteque un acuerdo internacional, cuya or- internacionales
1° punto, de la Constitución), el arto 1 de la Ley N° 1409 del 13- suceder, l i l a , di " introducidos
que impone la obligación, sancionada penalmente, de que los ca 'ecución se haya promulgado en Italia, contenga ISPOSIClO-
en el
aquellas naves ital/a11as que transporten tabaco exhiban a la Gua 'osas ara un Estado que no sea parte en el acuerdo o para ordena¡niento
nanzas el manifiesto de carga prescripto pór la ley aduanera, ~anosp(por ej~mplo, el arto 77 del Tratado d~ Pa~ entre Ita- interno y
terceros
de la zona de vigilancia aduanera marítima'; de 12 millas, La . All'adas y Asociadas, que se hizo ejecutiVO por un Estados
s Potenclas " l .
legitimidad de esta ley había surgido al considerarse que los pod o legislativo del 28-11-1947, prevé, en su parro 4, ,a r~nuncla
tado, en particular la potestad punitiva, para el derecho internaci , . b en nombre de los ciudadanos Italianos, a
la "en su nom re y
naban en los límites del mar territorial y de la zona contigua, olvi ier demanda contra Alemania y los ciudadanos alemanes pre-
como justamente se pone de relieve en la sentencia, que esto es váh
390
BENEDEITO CONFORTI
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 391
cedente al 8-5-1945 ... "[A contrario. e1p 3 d 1 D
~~:taddedl~ ~epública Argentina y el 'Rein~ Uni~oa de e~~ara istinción entre procedimientos ordinarios y procedimientos Rango de las
normas
n a e orte del 20 de octubre de 1989 f es de adaptación se refiere al medio por el cual el ordena- internacionales
vor de terceros ni a los de h no a ecta de jurídico interno se adapta al derecho internacional; en defi- introducidas
' d
tabl ecien rec os de sus respectivos conna en el
o que' "Amb
.'
b'
os go ternos se comprometie escribe cómo es introducido, cómo penetra el derecho in- ordenamiento
ruar reclamacIOnes contra el otro ni l' ro nal en el ordenamiento estatal. Es necesario, además, interno
'1 ' , , I contra os CIUdad
en re aCIOn con las pérdidas o daños . d a er qué rango asumen las normas internacionales una vez in-
1 . ocasiona os por las
y por ,cua qurer otra acción en y alrededor de Ias ¡ l as en la jerarquía de las fuentes internas y, en consecuencia,
Georglas del Sur y Sandwich del Sur . e, as lS as coordinan con las otras normas estatales. El problema del
te tip d di . con antenondad a 1 l derecho internadonal ya nacionalizado es.extremadámen-
, o de Isposlciones pueden ser invocadas en Italia
Interesa o y por sus ciudad b p ejo y se ha complicado en Italia en relación con la aplica-
h' anos, no o stante que ese co
a~a ~sumldo respecto de otros países. En este caso n derecho comunitario. Veremos esto enseguida. Por ahora,
atnbulrle a un tratado internacional f" ' na primera aproximación, podemos decir que el rango de
lui e reacia respect0 de
que d e be exc uirse en virtud de los p' " s internacionales introducidas en el derecho interno tiende
el derecho de los tratados (v p 119nncIP)IOSS consuetudi que corresponde a la fuerza que tiene el procedimiento, or-
Ii 1 " y ss.. e trata en
ap rcar a norma internacional una vez transformad~ e especial, de adaptación en la jerarquía de las fuentes. Si es
na y, en cuanto tal, invocable ante los ' en n tuyente quien procede a la adaptación (ej. arto 10, 1° punto,
entr ' organos estatales
e SUjetos que actúan en el ámbito del ord ' nstitución italiana, referente al derecho internacional gene-
liano, llegado el caso en que deba aplicarse dic~:a:;=: j normas internacionales así introducidas tenderán a tener
nstitucional; si es el legislador ordinario.quien.procede a la
En el mismo sentido,con respecto al citado art 77 ' 'n (como sucede en el caso de los tratados, cuya orden de
arr. está dada generalmente por una ley ordínariak.las.norrnas
de Paz, cfr. Cass, (Sez. Un.) del 22-2-1953, en RDi 1913 4
nota de Durante' cf t bí , ,p. 'anales así introducidas tenderán a tener rango de ley ordi-
cial . ~ r. am len, con respecto a acuerdos sobreas
das ;::c;~~~~:~n~o :e ;;~tenc~as ~xtranje~as, las sentencias fr así sucesivamente.
neamente) . ' , . "qUIen as conSIdera (a nuestro en
la ineficaci:~~el:: ;:atUand dIrección jurisprudencial contraria al
a
os con respecto a te El"
landesa cfr. Corte del distrito de Rotterdam dr~e~~~11~9a;3ur~:
;'~c~~/ys"o~~~' p~r otr~ parte, también considera a los tratados 1. La adaptación al derecho internacional consuetudinario
. IgaclOnes Internas para los ciudadan d
cepclón al principio de la ineficacia de los tratad~: e otros:
ese caso, se trataba de una convención en 1 respecto e
colisión entre naves en la naveg ., . e tema de la respon aptación al derecho internacional general se verifica en Ita-
Frankowska, en Virgo lIL, 1988 aClOn 352
Interna) Sobre 1
. .,e punt el constitucional. Esto prevé, de hecho, elart.l0, 1° punto,
los Tribunales norteam' ' p. y ss., en relaclOn a las nstitución, según el cual "el ordenamiento jurídico italiano
encanos.
rmai a las normas del derecho internacional generalmente
** 'f
'das". [La Constitución argentina de 1853, siguiendo el mo-
e la Constitución de Estados Unidos de América, no establece
392 BENEDETTO CONFORT! LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 393

expresamente. un mec~nismo para la incorporación o adapta etc.). Según los límites dentro de los cuales consideremos que
la costumbre internacional dentro del derecho interno. efectivamente estas otras categorías de normas, será necesa-
A pesar de esta omisión, los tribunales argentinos han c rir también a ellas el arto 10. Con lo cual se ve cuán delicada
do a las normas consuetudinarias que vinculan internaciona ea del intérprete en esta materia.
Estado co~o parte del derecho directamente aplicable pa o se puede apreciar, la adaptación automática al derecho in-
controversias (v. fallos de la Corte Suprema de Justicia de 1 ional general ha quedado sancionada expresamente en la
fallos 19:108; 98:338, 107:395; eres), Ta misma Constitució itución republicana italiana. En la época del Estatuto Albertino
rirse al derecho de gentes (artículos 116 y 118) reconoce la o sideraba que existía una norma constitucional tácita de adap-
dad de las normas consuetudinarias· dentro de suordenam : en todo caso, la jurisprudencia italiana de la época no dejó
terno, implicando la adopción tácita de un procedimiento es icán el derecho internacional general. Por otra parte, existe una
adaptación.] expresa o tácita de adaptación al derecho internacional gene-
Naturaleza El arto 10 de la Constitución Italiana prevé unprocedi odos los ordenamientos jurídicos estatales; en los de tipo an-
especial del
procedimiento adaptación especial o por reenvío. Con él, el constituyente , se enuncia con la frase: "International law is a.part cf the
de adaptación do re~!tir al intérprete interno, en todo, el relevamiento y tbeLand'' ("El derecho internacional es parte del derecho es-
al derecho
consuetudi- pretacren de las normas internacionales generales,limitándo
nario mente/a. afirmar ~apropiavoluntad de que esa adaptac'
automatIca,es decir, completa y continua: las normas intern
les generales son válidas dentro del Estado (fuera de una re
l/a q~e hablaremos· e~ bre.ve) mientras permanezcan vige ntémonos ahora cuál es el rango. que tiene el derecho ínter- Rango del
derecho
átnbiro de la comunidad lllternaciona!. Según la afirmaci 1 general, así incorporado, dentro del sistema de jerarquías consuetudi-
gran internacionalista desaparecido, Perassi (al cual se de rientes normativas italianas. Se puede considerar que, ya que nario en el
derecho
riiulacióhedeloart, 10 en el seno de la AsambleaConstituy tación a las normas internacionales está prevista por la interno
trata de un "transformador permanente" del derecho inter ción,dichas normas se encuentran en un nivel superior al
Relaciones con
general en derecho interno. y ordinaria. Una ley ordinaria contraria al derecho interna- la legislación
• Es, por lo tanto, el intérprete -y sobre todo, el juez- qui ónsuerudiáarió será, por 10 tanto, ilegítima desde el punto ordinaria
resolver todos los problemas relativos a la existencia y al co constitucional, por cuanto violará indirectamente el arto 10
de las normas internacionales generales. A él le corresponde, onstitución, y podrá, por ende, ser anulada por la Corte
mer lugar (naturalmente que con una eficacia limitáda al ucional. La jurisprudenciaconstituc.ional italiana está neta-
crero que debe resolver) establecer cuáles son las normas in rientadá' en este sentido. En diversas sentencias, la Corte
~ales gen~rales. Vimos en su momento que esa investigaci cionalsepreguntó si ciertas normas legislativas contraria-
sImple. VImos que, para nosotros, las normas generales sea erechointernacionalgeneral y afirmó claramente, como
las normas consuetudinarias, incluyendo ese caso particular o, la necesidad de anularlas si ese fuera el caso. Digamos
mas consuetudinarias que son los principios generales de der rincipio", porque hasta ahora, en todos los casos concretos
conocidos por las naciones civilizadas; pero vimos también sometieron, una vez afirmado el-principio; la Corte 'sostu-
chos autores sostienen con autoridad la existencia de otros ti que no existía contrariedad en el caso en cuestión y que,
normas generales (principios, Declaraciones de la Asamble t¡lllto, no había motivo para anular la norma interna.
394 BENEDEITO CONFORTI LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 395

Cfr. por ejemplo, en este sentido, las sentencias citadas en su zaciones internacionales: la consecuencia de reconocer estas
N°67 del 22-12-1961 en materia de vigilancia aduanera (v. p. 38 ades y, por consiguiente, de que exista una imposibilidad de
del 13-7-1963 sobre inmunidad de los Estados en materia de juri mparecer en juicio a los individuos o a los entes que se bene-
vil (v. p. 303); N° 48 del 18-4-1967 yN° 69 del 8-4-1976, ambas e ellas es la parálisis de la protección judicial de los derechos
la contrariedad del arto 11, 10 y 2 0 punto, del Código Penal italian ados por la Constitución italiana (art. 24). ¿Cuál es enton-
pretendido principio internacionalne bis in idem (v, p. 65 Yss.), tos casos, la solución del conflicto?
eramos que el arto 10, 10 punto, de la Constitución italiana,
Relaciones con Una vez establecido que, de todos modos, las normas int o prescribe la adaptación al derecho internacional general
las normas
nales generales nacionalizadas a través del arto 10 se sitú enamiento jurídico italiano"y, por 10 tanto, del derecho ita-
constitucio-
nales nivel superior al de la ley, O'uede llegar a considerarse q su totalidad, entiende excluir en términos generales que (co-
pleno rango constitucional, esto es, que se comporten e lenen diversos autores) el derecho consuetudinario estésubor-
mo normas constitucionales? O bien, ¿debe considerarse al derecho constitu~ional; con la consecuencia de que el
dan sometidas a la Constitución y que no pueden de nin prevalecerá normalmente sobre el s~gundo por ser un dere-
derogar las normas constitucionales? Y en este caso, ¿c cial (sobre el concepto de la especialidad del derecho interna-
suerte reservada a las normas consuetudinarias "consti r comparación con el derecho interno volveremos a propósi-
mente ilegítimas"? tratados: v. p. 405 y ss.), Nos parece, sin embargo, que si es
Digamos inmediatamente que no existen muchas posibil ado sistemáticamente, dicho arto 10, 10 punto, contiene una
implícita de salvaguarda de los valores [undamentales que Cláusula de
que surja un conflicto concreto entre normas internacionalé salvaguarda
les y normas constitucionales. Y esto es así, porque las pr la C6nstitución italiana (y sólo de éstos); en otros términos, de los valores
ocupan de otras relaciones, distintas de las que son regla ce que e! arto 10 no puede ni quiere disponer que la ejecu- constitucio-

Id~recho consúetudinario dentro del Estado sea llevada hasta


nales
por las segundas: la Constitución disciplina fundamental fundamentales
relaciones entre el Estado y sus órganos ,(forma de gobiern tecle romper con esos valores constitucionales. Una norma in-
zación de los poderes, etc.) y entre el Estado y sus ciudadan nal general que superee,se límite no puede considerarse ex-
cir, disciplina justamente aquellas relaciones que, para el de por .el arto 10yserá ino.\?erante dentro de! Estado; lo que
ternacional consuetudinario, entran en la llamada qut?to<;!os aquell()s que sean llamados a aplicarlél' e~ .primer
jurisdiction de cada Estado (v. p. 292 Y ssr]; a su vez, el dere s jueces,' podrán negarse a .hacerlo sin que sea necesario un
suetudinario se ocupa fundamentalmente de las relaciones e iamientode la Corte Constitucional sobre este punto, Sin
se involucran los extranjeros, los órganos y los Estados extr o, deberá no aplicarse la norma internacional con mucha
Una vez establecido esto, no se excluye la posibilidad d teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso concre-
dan existir interferencias y de que, en algunos casos, pueda ejernplo,si se considera, como nos parece justo, que e! enun-
una oposición concreta entre derecho consuetudinario n elart. 24 es un principio fundamental de la Constitución
constitucional. La· materia en la cual puede suceder esto a, las normas consuetudinarias sobre la inmunidad de jurisdic-
cual, por otra parte y como veremos enseguida, tuvo tarn ivil podrán desaplicarse sólo si se determina que el arto 24 no
sión de pronunciarse la Corte Constitucional italiana) es la satisfecho por equivalentes en e! caso concreto de que se trate,
rnunidades jurisdiccionales, en especial, la de la inmunidad r, sólo si se determina que en el Estado extranjero, en el Esta-
dicción civil de los agentes diplomáticos, de los Estado ertenencia del agente diplomático, o en la organización.inter-
396 BENEDEITO CONFORTI LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 397

nacional que respectivamente se benefician d.e la inmunidad, idéró a los tratados y a la costumbre internacional en igualdad
ten procedimientos de solución de controversias del tipo de 1 ica respecto a las leyes de la Nación (v. en cuanto a los tra-
ciados en esta norma.
el novedoso esquema aceptado por la Corte Suprema a par-
992). La Constitución reformada en 1994 establece qu<;: los
.La Corte Constitucional italiana tuvo ocasión de ocuparse de la s tienen jerarquía superiora las leyes. A pesar de que nada
nes entre derecho internacional consuetudinario y Constitución, j respecto a la costumbre, es posible inferir que ésta tendrá el
con respecto al tema de las inmunidades. En la sentencia N° 48 del
otorgado a los tratados. En el mismo sentido, la costumbre
(en RDI, 1979, p. 797 Yss.), la Corte, que había sido llamada a
acional, al igual que los tratados, están subordinados a la
se sobre la compatibilidad de la inmunidad de jurisdicción civil
'tución~con excepción de los tratados de Derechos Humanos
tes diplomáticos con el arto 24 y con otras normas cohstitucíóf
guió en línea general dos tipos de costumbres, las preexist ué se eles ha reconocido, o se les reconozca a futuro, jerar-
sucesivas a la entrada en vigor de la Constitución. A su juicio, únstitucional.
bres preexistentes -entre las cuales se contaba Iá costumbre relat rtícul021de la ley N° 48, coloca al derecho de gentes -en-
munidad de los diplomáticos- prevalecerían sobre cualquier nor o cornol derecho consuetudinario internacional- en el último
tucional, a título de derecho especial. En lo que respecta al de precedencia normativa. Se ha sostenido que una ley de la
sostuvo en cambio un punto de vista casi idéntico al quehem no puede fijar un orden jerárquico de aplicación de normas,
más arriba, afirmando que "... el mecanismo de adecuación auto al previsto por la Constitución Nacional. En los hechos, el
visto por el arto 10 Const., no podrá en ningún modo permiti 21 de la Ley N°48 no ha sido observado por los tribunales
de los principios fundamentales de nuestro ordenamiento co ·cia. Por otra parte, en el caso Washington Cabrera, la Corte
tuando en un sistema constitucional que tiene sus bases en 1
a de la Nación hizo propio el voto en minoría que expresaba
pular y en la rigidez de la Constitución...", ¡Sólo para las
mada de las normas consuetudinarias vinculadas al derecho
recientes actuaría, en definitiva, el límite constituido por 1
ensa en juicio, por sobre las normas de un tratado bilateral,
mentales protegidos constitucionalmente! Francamente, la a
criterio temporal (si bien ofreció una coartada para "salvar" aquéllas laexpresión de una norma de ius cogens.]
des diplomáticas) parece sumamente criticable incluso a nive
formal, que e~ en el que nos parece que se basó la Corte: el arto
una adaptación automática alderedio internacional general, le
e1tiempo su esfera de acción, no puede dejar de otorgarles
miento a todas las costumbres que existan en el momento en
te debá examinarlas. Es cierto que el problema no es form
y que la protección de los valores constitucionales fundamen
tar asegurada siempre, aun con las adaptaciones que indicá
ba (o con otras que pueden implementarse: ¡,;fr. Condorelli', a
stituci<sn: italiana no contiene una norma general que pre-
Costo 1979,1, p. 462, nota 13).
lo hac¡;:el art, 10, 1o punt(), con el derecho coIlsuetudina-
aptación del derecho interno italianÓ\.a Losrratados (y a
[Los tribunales argentinos; al aplicar una norro tes que derivan de tratados, como los actos de las organi-
ria internacional le han asignado a ésta el mismo r , ternacionales). Enla doctrina, un intento válido fue preci-
que a los tratados. Tradicionalmente la Corte Suprem el de Quadri, que sostuvo que elart.lü, 1° punto, también
398
BENEDEITO CONFORTI
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 399
implica la introducción de las normas convencionales en el de
'tildón y las leyes de la Nación, subordinan a las constituciones y leyes
interno. En síntesis" este intento se funda en el siguiente argu
ciales.]
dado que una de las normas internacionales generales es el pri
pactasuntservanday que este principio significa que los t
deben cumplirse, la previsión constitucional de adaptar el a vez establecido lo anterior, digamos que en Italia la adapta- Orden de
ejecución del
interno italiano al derecho' internacional general manifestaría derecho interno II las normas internacionales convencionales Tratado
luntad d,el' Constituyente de que dicho ordenamiento jurídico i fica en un acto ad hoc para cada tratado en particular. Este
se conformara también a todos los acuerdos celebrados po la orden de ejecución que, como el procedimiento automático
En contra de este argumento, que es puramente racional, pue ptación a las normas consuetudinarias prev!sto por el arto 10,
tarse: a) que el Constituyente claramente se pronunció por li o es un procedimiento especial ode reenvío; por lo tanto, se
alcance del arto 10, 10 punto, al' derecho internacional gene ;xpresar la voluntad de que se ejecUte y aplique el tratado a
mó surge de los trabajos preparatorios, le dio a este artíeul terno sinreformular sus normas pero remitiendo su recons-
rnulación que tiene actualmente, justamente a fin de limita n e in~erpretación al intérprete interno. Habitualmente, la or-
'. normas generales materiales; b) que, dado el enorme númer ejecución se expresa mediante la fórmula "Se da ?!ena y total
tadosque,se celebran actualmente sobre las más diversas ma n al Tratad, X... ", acompañada de la reproducción del texto
impensable introducidos todos en el ordenamiento jurídico ado. [Como ya ,se expresara, esta orden de ejecución prevista
con,rango de normas constitucionales (que, como ya se,hll rdenamiento italiano no debe confundirse con la ley por la
el ,rangó que tienen las, normas internacionales consuetudi aprueba un tratado en elordenamiento argentino:]
troducidas en virtud del art.10):de otro modo, sería muy s' eralmente la orden de ejecución se.da por medio de una ley
tetarlas garantías constitucionales por medio de acuerdos c ría (puede' darse también por medio de un acto administrati-
Estadós. Por atraparte, tanto la jurisprudencia de laCar ndo el acuerdo se refiera a asuntos que pueden ser reglamen-
tucional como de la Corte de Casación o de los Tribunal iscrecionalmente por la Administración Pública, y por 10
mera Instancia considera de manera unívoca que el arto 1 se considere que sea suficiente darle a dichas normas conve:r-
to, no se refiere a los tratados internacionales. Se trat el rango de normas administrativas). Normalmente, la mis-
jurisprudencia tan copiosa que no vale la pena citar algunas ue,envirtud del arto 80 de la Constitución, autoriza al Jefe
cías en particular. o a ratificar el tratado contiene la fórmula de la "plena y
cución". De ese modo, la orden de ejecución precede a la
En cambio, las Constituciones de muchos otros países, ca en,vigor del tratado,. que, según sea su naturaleza,. se ,verifi-
Unidos de América, Argentina, México y otros Estados de Am 1 momento del intercambio de las ratificaciones o del depó-
Francia, los Países Bajos, varios Estados africanos, erc.; prevén 1 n cierto número de ratificaciones (v. p. 96). Esto no tiene
del derecho interno a los tratados internacionales. Para un e cia, ya que la orden de ejecución es justamente un procedí-
do, cfr. Cassese, Módem Constitutions, cit.,p. 401 y ss. CA d de adaptación por medio de un reenvío y, por 10 tanto,su-
falta de reglas concernjentes a la incorporación y jerarquía d
la aplicación de la norma internacional a su efec~iva existen-
internacional, el artículo 31 de la Constitución argentina
o norma internacional, la que deberá ser determinada por el
tratados al igual que las leyes de la Nación y la Constitución,
ma de la Nación. Esto no significa otorgarles a los tratados ra
te. Además, es inútil repetir lo que ya se ha dicho, en forma
cional, sino que como ley suprema de la Nación, conjuntamen eral sobre los procedimientos de adaptación por medio de
,es decir, que determinar que una norma existe significa te-
400
BENEDEITO CONFORTI
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 401
n~~ en cuenta todo su trámite: en el caso de los tratados no só n el caso de los tratados celebrados en forma simplificada (v. p. Valor del
nifica establecer si el tratado entró en vigor y cuá d ' , tratado ante
'1 1 ' an o, SInO ss.), así como en todos los casos en que un tratado vincule a Ita- la falta de la
cua ~s son os Estados partes en el momento en que se debe
ivel internacional, pero no se haya procedido a darle ejecución orden de
10; SI algun~s Estados presentaron reservas, cuáles fueron y q ejecución
linterna.
~os s,e opusreron (v. p. 129 Y ss.); si algunos Estados efectuar jurisprudencia considera de manera unánime que, si falta la
ÚcaclOnes de sucesión, y cuáles fueron (v p 160)' ' h E
h d ' '. , SI ay sta de ejecución, el tratado no tiene valor para e! ordenamiento
ayan enuncIado el acuerdo y cuáles son y ' ,
, aSI sucesIvament 'ca interno. Por ejemplo) e! Tribunal de Casación se pronunció
Fuentes ente en este sentido en algunas sentencias de las cuales tuvi-
oficiales de T"?do esto -junto con la proliferación de los tratados en
Pa casión de ocuparnos, cuando tratamos la competenciá para ce-
información multIlaterales- agudiza mucho el problema de la 'd' d d
sobre tratados
, d f necesi a e r tratados internacionales (v. p. 102 Y s.) (cfr. Trib. de Cas.,
apropia as uentes oficiales de información dent d 1
h id ro e aparato e Un., N° 867 de! 23-3-1972; N° 1196 del 17-4-1972 y N° 1773 del
ya a ~I o puesto en evidencia en diferentes ocasiones. Este pro
;uydleJos de resolverse en muchos países (cfr. para una visión ca 972, en RDI, 1973, p. 856 y ss.). En ese caso se invocaban
pru zs, Treaty Sourcesin Legal aiid Political R h T . dos en forma simplificada entre el gobierno italiano y ciertos Es-
A' P esearc, Ucson
rlzon~, ress, 1973, cap, n), En Italia, donde hasta hace algunos ~ extranjeros; estos acuerdos, cuya ejecución no había sido orde-
formaclO~ no era de las mejores (el Boletín Oficial se limitaba a p preveían beneficios fiscales para la importación de mercaderías
manera dIs~:rsa las leyes que autorizaban la ratificación y la e nientes del territorio de las otras partes contratantes) a través
~om? tamble~ los Comunicados del Ministerio de Relaciones E cláusula de la. nación más favorecida. Dado que dichos acuer-
. dre, l;terca~~lOs y depósitos de ratificaciones, mientras que la ún o habían recibido ejecución en Italia, el Tribunal de Casación
e 1D ?r~ac~on sobre el trámite de los acuerdos era un servicio tele deró que debíqn negarse esos beneficios,' incluso a costa de que
ese MInIsterIO), el tema ha quedado reglamentado en la Ley N0
ierno italiano, incurriese en responsabilidad a nivel internacio-
12-1984. Esta ley fortalece el sistema de publicación d l
bl . e os trata or violar las obligaciones contraídas en virtud de esos acuerdos.
e,cer, entre otras cosas, que se publiquen en el Boletín Oficial
acuerdos celebrados, en forma simplificada, yen el art.9 prevé términos generales, es posible concordar con la tesis sostenida
anualmente al BoletIn Oficial un volumen sobre "1 it " la jurisprudencia, aunque también es posible corregirla, en e!
ci , , l .. a SI uaclOn
IOnes Internac,lOna es en vigor para Italia, con indicación de 1 do de. que a nivel interpretativo, puede ilsignársele una función
ra los cuales rigen estas convenciones y de las r iliar al acuerdo válido a nivel internacional, pero sin ejecución
Para ulterioresdatos v, Gaja, enRDI 1984 Se~4ervas corr tro· de! Estado. Esto es, e! acuerdo no podrá oponerse a normas
Bol tf Of' 11 " p. y ss. [En A
e In . icia so amente publ~ca las leyes por las que se aprueb rnas que le sean contrarias; sin embargo, podrá invocárse!o al in-
dos y los decretos del Poder Ejecutivo pór los que se ratifican: retar normas internas, a fin de darles una interpretación que sea
de Tratados de la CancilIeríaes la úúica fuer/te de información arme a dicho acuerdo 10 más posible. [Este problema no surge
constatar la entrada en vigor de un tratadó, los Estados firmant 1 ordenamiento argentino en razón de que el Poder Ejecutivo, al
cantes, las reservas efectuadas, las denuncias, etc.].
icar un tratado, manifiesta el consentimiento del Estado en obli-
se por ese tratado. Por lo tanto, existe coincidencia temporal en-
el momento en qué el tratado entra en vigor internacionalmente y
omento en que entra en vigor internamente.]
¿Qué valor tiene un tratado dentro del arde . .
l' '. . namIento
lana si no eXÍste orden de ejecución? Puede presentarse est
402
BENEI:>ETTO CONFORTI
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 403
Rango de
los tratados en Pasemos áhora al problema del rango de las normas conve
el derecho ' 1 d e S u "ámbito de operatividad" (cfr. Sent, N° 188,
UClOna,
interno les introducidas en el ordenamiento italiano por medio de un
2-1980, en RDIPP, 1982, p. 611).
de ejecución. En general, y como ya hemos señalado, de
que su rango es el que ocupa en el sistema de fuentes el acr o o del art 10, según el cual "la con- Relaciones
stión varía respecto del 2 punt d l' ley en conformidad con con las leyes
tivo en el cual está contenida la orden de ejecución. Por lo
extran~ero
1 ' stá regula a por a ,
rídica de e, 1" Dada la formulación de esta nor- ordinarias de
el caso más frecuente, el de una orden de ejecución dada en los tratados
as y los tratados Interna crona es. , ' 1 de cualquier ley que
nar~a, 'las normas convencionales tendrán valor de ley ord I '1 " 'dad corrsntucrona
ede negarse a ¡ egmnu , 'd n los tratados vi-
sobre la
condición del
embargo, este último punto merece un examen más detall ' " d I t amero SIn concor ar co
nte la condiciór; e ex r id ¡'d" comúnmente por la doc- extranjero
que respecta a las relaciones de dichas normas convencion 'E t 's ha SI o sosten <\ ,
n la materia. sta eSI N0 120 de la Corte ConstitucIOnal
con las normas de otras leyes ordinarias como con las nOr rge implícitamente de la Sent. de la Ley Aduanera N0 1424 del
titucionales.
Tratados y 1-1967, respecto del arto 1~9 t do por el delito de contra-
O, que Impone a ro ~,
legislación Acerca de las relaciones entre normas internacionales c ' d extranjero arres a '1
ara lograr la excarcelación; a
ordinaria
nales y' normas provenientes de leyes ordinarias, ¿son éstas

f
obligación de la caucion o g,ara~ la d la norma la Corte encuen-
ramente relaciones entre normas del mismo rango, por 10 t rse por la legitimida~ constItuclO~a e viola un' derecho humano
lrI~ar
f' e dicha norma ... no d
das por el principio según el cual la ley posterior deroga la oda de a qu art 2 de la Consto y por las normas de e-
la ley especial deroga la generál (ratione pérsonarum, por ntal, garantl~ado por el . laZO unto, de dicha Constitución, co-
un círculo más' restringido de personas, o bien ratione mm ternacional citadas en el arto , ,~ Europea [sobre Derechos Hu-
tan de los arts, 5 y 6 de la ConvenCIon
reglamentar una materia más específica)? O bien, ¿en algun
puede reconocérsele al tratado o, mejor dicho, ala ley de e . i todo acuerdo internacional que surja
bargo, resta preguntarse s , cae en la esfera del arto 10,
del tratado, una preeminencia sobre otras leyes ordinarias, a " 'lucre a· extranjeros, , ,
cuestron que InVOd d 'ere preemmencra sobre las leyes ordinarias.
"
do sean posteriores? No es posible afirmar que exista este
preeminencia sobre la base del arto 10, 10 punto, de la e
~
0, y de ese mo o qur , or la doctrina y la que se desprende
ante ser ésta la tesis sostenida p h citado (que en realidad, re-
italiana. A este respecto, aun sin adherir totalmente a la de la sentencia de la Corte que emods hacerse 'una distinción y
, do) nos parece que ebe
tesis de Quadri, según la cual el art.l0, 10punto, prevería asrado apresura, d b ferirse a los tratados que se
I 10 2°punto e e re
adaptación del derecho interno a los tratados, y aun consi ecíficamente, e art., ,' .: onen exclusivamente
• dé I xtrattleros que rrnp
indispensable la orden de ejeCUción, parte de la doctrina o exclUSIVamente e os e d' , s En efecto nos parece
'd iento e extranjero . ,
una vez ejecutadas, el legIslador no podría derogar las no ones en marena e tratarme
-
la tesi egún la cual lo normal es
herente con a tesis s .
vencionales sin violar indirectamente el arto '10, 10 punto; te extrano. -y 'poco ca so bre Ias Ieyes ordinarias- considerar que
1 zcan
palabras, el arto 10, 10punto, no obligaría a ejecutar los tea tratados no preva e , lo un tratado so-
'" , mo tratado -por eJemp , ,
lebradas por Italia ... ¡sino que, en honor a la norma de d ituclOn le asigne a un mis
chos humanos"'- una fuerza arma
f I diferente según que deba apli-
ternacional general pacta sunt servanda, obligaría a cumpl os extranjeros o a los italianos, , " de 1853 antes de
I ordenamiento Interno arge~/n~, n forma expresa la jerarquía de
acuerdos ya ejecutados! Se trata de una tesis que la jurispruden ' ti la ConstItuclOn ,
comparte y que queda desmentida también por 10 que hemos a de 1994, solamente esta eCI~ e , , n y las leyes de la Nación, por
vado anteriormente, es decir, que el arto 10, 10punto, tiene la tados, conjuntamente con la ~on,stItuclO
lación que tiene, justamente porque se pretendió excluir a los " leyes pnovineiales. I
as consntueiones y ha i tado tradicionalmente a
dos de su esfera de aplicación o, para usar las palabras de la d I N ión a mterpre
Corte Suprema e a ac 1 d I Nación al no existir funda-
dad jerárquica entre tratados y eyes e a ,
404
BENEDEITo CONFORT!

;ento
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 405
normativo algunq que justifique un orden de precedencias
seo~e~ t~n~o, ~~~nte aLcada caso particular planteado, la Corte esr en licación de los tratados en el derecho interno del Estado son ajenas,
, era eCI Ir conwrme al principio general de la le os ' ipio, a la jurisdicción de los tribunales de justicia internos (v, Fa-
Y
terrores priores contrarias abrogant}, V caso S A M P ,tenor :99, considerando 9° y Fallos: 271:7), Como ya se ha visto, a par-
elAd " ,, '" artm &
mllllstraclOn general de Puertos s/ repetición de pagoC reforma c()nstitucional de 1994, el arto 75, inc. 22, de la Consritu-
Fa119S:257: 99. ' ort blece la superioridad jerárquica de los tratados por sobre las leyes
1 :A diferenc,i~ de la jurisprudencia de la Corte Suprema estad ción.]
ou
a ,mt~r?retaclOn de textos similares, la Corte argentina ha dado
prmClplO d~ la ley posterior por sobre el de la ley espe ' 1
Esta t '1 ' ciar, los ordenamientos jurídicos de otros países -incluso de
. ranqu¡ a y rel~erada jurisprudencia 'de la Cort S
c:da en 1992, .a pa~tir, del caso Ekmekdjian, al estable~er~~r~ma s cuya Constitución, como la de Estados Unidos, contiene
tlcul027 de la Convención de Viena sobre el Derecho ort de adaptación del derecho interno a los tratados interna-
a~re~onocimiento judicial de la supremacía de los trata~:~oso~r:ta es- sólo raramente los tratados adquieren una fuerza [ormal
e o Interno. Recordamos ,que el artículo 27 de'la Ca P, ~ or a la de las leyes. De manera que, en principio,seconside-
1969 exp "U ' nvenClOn
r~sa: , na parte no podrá inVocar l di , , las relaciones entre un acuerdo y las leyes se rigen por las
interno c~mo justifi~ación del incumplimiento a~e ~~~:~:::~~de s sobre sucesión de las leyes en el tiempo, en especial por la
terp~etac~on c~locanaa .los tratados, por sobre todo el derecho según la cual la norma posterior deroga a la anterior¡ Deci-
gentmo, mcluslVepor sobre la Constitución Nacional.
principio porque, portnedio de distintos .inshiumentos de .
1 Cabe re,~ordar que el artículo 27 de la Constitución Nacional r interpretativo, la.jurisprudencia «le todos los países, incluí-
b~'celebra~lOn de tratados a su conformidad con los principios d alía, intenta garlmtizar,un cierto predominio de los tratados
d~:: ~: ~o:e:~re~~dosl' Parlo tanto, al encontrarse los tratados e las leyes posteriores. Para llegar a concederle este predomi-
s 1 UClOn, e tratado que se opone " ,
podrá ser declarado inconstitucional. a un prmclplO ca criterio más, frecuentemente utilizado es el de 1<i presunción
Asimismo pi'u ede ' ormidad de las normas internas con el derecho internacio-
, ,argumentarse en contra de 1 ' "
Corte en el caso Ek kd" . a POSlClOn asu Sobre la base de este criterio se considera que,. si la ley poste-
d f ' , , " .' ~e ,jlan que un tratado no tiene entidad sufi
e lUirJetarqUlas no cOhtempladas por la Constit ' , es ambigua, debe interpretársela de suerte de permitirle al Es-
sostenido ue u . te' " 'in' ,uclOn, como, tao
,q . ,na y"~~ oes el caso del artículo 21 de la le ,. cumplir. con las obligaciones internacionales que hubiese
p~co esta, habIlitada para ~stablecet jerarquías por sobre 10 y ido anteriormente. A veces, para salvar la norma internacio~
Vistos en la Constitución. se
e rechaza esta presunción de conformidad, al punto de consi-
. La Corte Suprema., en el caso Fibraca delimitó los 1 r ambiguas normas internas que evidentemente no lo son.
gumentos expresados en el caso Ekm kd~' l.rei atea
. e Jlan a . reiterar la pri criterio consiste en considerar al tratado como derecho espe-
trata d o por sobre las leyes de la N ' , , ,
la ade ', ' aClon, pero esta vez tentend ratione materiae. Este fue un criterio ampliarnenteaplicado
CuaClOn del tratado a los principios de arde ' 'bl'
Est 'lt' .. , ' n pu ICOC la jurisprudencia italiana en lo relativo a las relaciones entré el
au nna POSIClOn de la Corte confirmarl'a el p' ' . '
nt ' 'd d ' nnclplO ya ,e igo de Nayegación y. el Código de Procedimiento en,:Materia
a erlOr¡ a por eUa (Fallos: 257'99) 'd 1d "
, 1d h' . e que e erecho mtetn 1,y las Convenciones sobre Derecho del Mar y sobre Asistencia
:Ila a ere~, o Interno para la determinación, tanto de los me
mcorporaclon o adaptación de los:tratados como de su 'cial previamente celebradas por Italia. Pero este criterio no
rang
dent~o del ordenamiento jurídico dé cada Estado L c S prees aplicable, ya que una ley interna puede regir una mate-
gentlJ;la h . .d • a arte u
a sostem o que las cuestionésde orden internacional vi más específica que un tratado internacionaL Finalmente, tam-
n existe el.criterio, aplicado principalmente por, los Tribunales
406
BENEDEITO CONFORT!
LA APLlCACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 407
norteamericanos y suizos según 1 1 ' .
valece si hay una clara i~dicació~ ;u~ una ley posteno~ sól egundo caso, ¿hasta qué punto se puede buscar la voluntad im-
conttavenir la norma ántéii e a voluntad del leglsl del legislador, sin caer en afirmar una mera incompatibilidad
Es evid ' . enor; con pleno conocimiento
s normas?
plio y e~:~;~:~;;as~,:cepta este ~ltim~ Criterio, que es el sideramos que la voluntad de/legislador de repudiar una obli-
recurrir a los dos Criterl'oasla preedmmencta del tratado, se hac internacional preexistente sólo puede estar implícita cuando
'. prece entes.
E? nuestra opinión, el surco trazad 1" en perfectamente e/ objeto de la obligación y el de la norma
teaníericana y suiza es el ue ha o por ~ ]unspruden , tanto en lo que respecta a la materia reglamentada como en
preeminencia del tratado ;obre ra;~e pr~fundlzar para ase respecta a los sujetos a los que se dirige esa reglamentación.
por ahora sólo a nivel interpretativo.e~e:s~:t;~n~s, aun pos os, por ejemplo, la legislación de Estados Unidos entre 1971
se de que una vez ue el d . III ay que co de 1976, que autorizó las importaciones de "cromo de Rode-
Estado del q trata o adquIere validez formal de Sur": no hay duda de que se les impuso esta legislación a los
a manera que sea qued id
miento J'urI'd" ., a Sostem o dentro del jurídicos norteamericanos, con la clara intención de violar la
lCO lllterno por d b/
lado, la voluntad de ,una o e voluntad normativ n del Consejo de Seguridad de 1968 relativa al bloqueo eco-
tern~cional y, por ot~uelaclert,as reldacdiones se rijan por la n o total de Rodesia del Sur (Y. p. 195), que hasta ese momento
. , vo unta e que se . 1
mlSoS asumidos con otros Estados. Por 1 respeten os caba en Estados Unidos.
ne una ley posterior, es necesario o tanto, para que p
necesario que la norma;po teri an/ular esas dos volunt mos preguntarnos si no debe limitarse ulteriormente incluso la hipó-
l ' s ertor reve e la volu t. d ' que exista una perfecta identidad entre los casos regidos por la nor-
as·mtsmas relaciones se riian de .. n a no so
nacional y por la interna. En especial, si no debe negarse el predo-
repudiar obligaciones inte:na . m:nera diferente, sino ta
e una norma interna posterior cuando se pueda demostrar que,
cia, es.inadmisible toda d Cto~~ es ya contraídas. En c
erpretando erróneamente las obligaciones internacionales de su
de él.daptáción d 1 d h erogaclOn .
o modif ., d
lcaClOn e la
. e, erec o lllternoal trat d ' stado, el legislador no entendió derogarlas. De un caso así se ocu-
a su incompatibilidad 1 . a o lllternacion rte del Distrito de Nueva York (Juez Palmieri) en una sentencia del
misible que un intérpr;i~~:~:z:: posterIor. E.~ definitiv 88 emitida sobre una controversia surgida entre el Gobierno de
partir de una le ult ' . esa abrogaclOn o modi Unidos y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y
de suspender eT tra::~~ qU;, ~;n proponerse el objetivo d ual ya tuvimos ocasión de detenernos con otros fines (v. p. 259).
este tipo.de normativa' ' es, a, :z:a una normativa dife decidió que la oficina de la OLP ante las Naciones Unidas no debía
d . . . coexlstlra sIempre la voluntadd como lo había pedido el Gobierno de Estados Unidos, dado que
e ;que se ejecute el tratado: e
·Pero 'C ' d d' contrario al acuerdo de sede entre Estados Unidos y la ONU celebra-
gislado; ~eu:~d~;p:~re I~entifi~arse cla~amente la volu 947 e introducido regularmente en el ordenamiento jurídico nortea-
voluntad 'd b IgaclOnes ·lllternaclOnales ya con por medio de una ley. En cambio, la Cort~ se rehusÓ aaplicar la
. . ' e e e estar expresamente declarada -1 orism Act de 1987 (ATA), aunque ésta prohibiese expresa y única-
se verIfIca en la práctica' (áu q '. o que e se establecieran y mantuvieran oficinas (o cualquier otra activi-
N° 84 del 26-3-1983 'd n ue, por ejemplo, v. el arto
, que eclara q e '; d d la OLP en Estados Unidos, aunque el Congreso hubiera declarado
la Convención de Varsovia de 192; preten e erogar e omento de promulgarla que el objeto de la norma legal era oponerse
sobre este artículo la Sent N0 323 ~obre Transporte A istencia de una Oficina de la OLP ante las Naciones Unidas, y aunque
nal, del 6-6-1989) b" ' parr. 4, de la Corte momento de la promulgación de la ley la única oficina existente de la
- o len puede manifestarse implícita
uese la Oficina de Nueva York.
408
BENEDEITO CONFORTI
LA APLlCACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 409
La sentencia no negaba que los fines de la ATA f 1
dos, pero no obstante sostenía que sobre la b d lueran bO: Tratados y
. l' , a s e e os rra al ca de las relaciones de la Constitución italiana con los trata-
tor.I~S, e Congreso había actuado sobre el supuesto (erróneo) hay motivo para apartarse de los principios sobre jerarquía
normas
Of¡c~na de la ?LP no se le aplicaban las disposiciones del acue es. Por lo tanto, las normas convencionales incorporadas al
constitucio-
nales
relatl:as a la hbert.ad de tránsito y de permanencia de las el'
nterno podrán ser sometidas a control de constitticionali~
~adasant~ la~NaclO~es Unidas: al no haber una voluntalde
.~mpromlso mternaclOnal precedente, este últim d b' . nuladas si violan normas ele la Constitución. La jurisprúden-
mmente y aplicable. o e la conSI a Corte Constitucional confirma esto, al declarar en número-
¿Qué ~ecir como comentario dé ésta sentencia? Está f s que puede ejercer <:ontrol constitucional sobre las leyes de
que este .tIpO de posiciones señala, justamente el1ímit uera n, incluso sobre las leyes de ejecución de tratados que regla-
pasar elmtérprete. , e que no p la condición. del extraQ.jero. Frente a casos análogos, la Corte
cionalalemana también se co¡nportó de la misma manera.
En concl~sión, ,nos parece que en la materia que esrarn
n,andodebe mvertlrse el punto de partida normal d S sentencias de la Corte Constitucional italiana N° 20 del 10-3-1966
ción-del " ' d ,eSe
,lOn e :prmcIplO e la 1ex posterior a las relaciones entr que figura en el Tratado de Paz, respecto de la renuncia a la posi-
mternaclOnales y las ulteriores normas internas: más b' e hacer valer los créditos de los prisioneros de guerra italianos
~o sea co.nmero,carácter interpretativo, el principio es l:~ potencias aliadas y asociadas); N° 109 del 26-5-'1971 (sobre el
l~terna~lOnal es, f?r1llalmeilfe válida: para el ordenaq Ítalo-libio de '1957, relativo a las pensiones de los trabajadores ita-
predotpma so~re las 110rmasinternas' mientras no se Libia); N° 54 del 21-6-1979 (sobre el Tratado de Extradición entre
lunta~. del. le,glslador. de eludir los compromisos '
.' ' . ' mter
rancia de 1870). En este último caso, la Corte se pronunció por la
asumid os. Como qUien n, por considerar constitucionalmente ilegítima la orden de ejecu-
• .• • . . '. escn'b e estas 1"'"
• . ' ,'. .l meas slempr,
Principio de tratado, en la parte en que permitía la extradición para los deli-
especificidad trata de un principio~e,r;specialidad.st(igeneris,de u
ona dos con pena de muerte. En efecto, es posible que esta dispo-
de los tratados q4 e no debe :<:o,nfundIrse con la ratione materiae o 1'. 1 Tratado de 1870 se hubiera extinguido a niveliritérnacional
rum:,la especlahdad <:onsiste en que la norma inter del priricipio reb~Js sic stantibus (v, p, 176 Y ss,), dado que se ha-
apoya en ~a voluntad de que ciertas relaciones se rij en elTratado de' Extradición en el supuesto de que aníbas par-
manera,
" . smo también en la voluntád de que se Cum derasen admisible la pena capital. Cfr. además la sentencia N° 132
ClOnes mternacionales: Si 10 entendemos así _ ' 985, que declaró constitucionalmente ilegítima la norma deejecu-
h . '". . ye
u .a ~p~mo~ expre~a~a en las ediCiones precedentes rt, 2, párr. 1, de la Convención de'Vars6vja de 1929 sobreTrans-
pnnCIpIO . •.•de especIáhdad'de
. , .. , .. lbs 'trata':do's. 's'Igue "sien
' ea Internacional, por e~tablecer la responsabilidad limitada del
cuando la adaptacÍon del derecho interno al a Sent. N° 128 del 15-4.1987, que declaró ilegal la Ley N°.632
~aya hech~ por medio' de un' procedimiento ordi 4, "en la parte en q~e, ratificando (mejor dicllo, ejecutando)"
sIe¡npre que~ea posible determi~ar, de la mane' de E:l,Ctradición entre It¡¡lia y EE.UU., celebr'Jdo ,en Roma el
que se ~~yan retormulado las nor¡nasinternas de permitía la extradición de cualquier imputado mayor de catorce
~o, la norma. de reformulación se ha Pro¡nulgado r de dieciocho, aun en los casos en que el ordenamiento de la
nte no lo c~nsidérara menor. .
fin de respetar los compromisos internacionales.
urisprudencia dé la Corte Constitucional alemana, v. Canniz-
p. 71 y-ss;
fuera expresado, en el ordenamiento: argentino, los tratados
derados al igual' que la Constitución y las leyes de la Nación, como
410 BENEDEITO CONFORTI LA APLlCACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 411

ley suprema de la Nación frente a las constituciones y leyes provinci o, no puede ponerse en duda que en estos casos se verifica una
tículo 31 C.N.). poración automática de las normas emanadas de los órganos in-
Por su parte, el artículo 27 de la C.N. subordina la celebración cionales al derecho interno.
dos por parte del gobierno federal a su conformidad con los prin cambio, cuando el tratado constitutivo de la organización no
derecho público establecidos en la Constitución., 'Por lo tanto, en
..
,; " : ' "', ',' , " :: ne nada en la materia, como sucede por lo general, hay que re-
ción de estos textos constitucionales, los tribunales nacionales ha
el problema solamente a la luz del ordenamiento interno. En
la supremacía de la Constitución por sobre los tratados.
ra opinión, se equivocan aquellos autores que, incluso en estos
En el caso Fibraca, la Corte Suprema le asigna primacía a los tra
te un eventual conflicto con cualquier norma interna contraria, ". , tratan de resolver el problema a la luz del tratado constitutivo
asegurados los principios de derecho público constitucionales... " organización; o bien que, justamente en razón de la falta de
mo, .Corte Suprema, caso Alfonso Chanfrain, Fallos 208:834; evisión sobre la directa aplicabilidad de las normas de la orga-
Química Argentina S.A., Fallos: 211:162). Esta relación ha sido 'n, o tal vez en razón de que existan en el tratado referencias a
porla reforma de 1994.La supremacía de los tratados por sobre 1 igatodedad de las decisiones para los Estados miembros (no
afecta la subordinación de aquellos a la Constitución. En cuanto o de los Estados miembros), o a la obligatoriedad toutcourt,
dos de Derechos Humanos a ·Ios que se les- asigna jerarquía .cons en que los actos de la organización requieren específicos actos
no derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitució os de adaptación. En realidad, todo 10 que puede deducirse del
entenderse complementaríos de los derechos y garantías por ella re o es la voluntad y la esperanza de que se respeten y ejecuten
(art. 75, inc. 22).J
cisiones vinculantes de los órganos. Es competencia del ordena-
o jurídico interno de cada Estado el modo como dispone que se
*** da al cumplimiento y ejecución de la decisión.
a vez establecido esto, debemos reconocer que la práctica ita-
Adaptacióna ¿L~ adaptación del derecho interno a un tratado impli al igual que la de la mayoría de los otros países, tiende a
los actos de las
organizaciones su adaptación a las eventuales fuentes que se deriven de é ar una orden de ejecución para cada una d,e las decisiones de
internacionales camente, la orden de ejecución de un tratado constitutiv rganis.Qlos internacionales que sean vinculantes para Italia. Es-
gani~ación internacional, ¿implica la adaptación del dere rdenes de ejecución, que generalmente se emiten en forma or-
alas decisiones de la organización que sean vinculantes p ia, es decir, mediante la reformulación de las normas interna-
do italiano (p'or ejemplo, a las decisiones del Consejo de les, a veces consisten en una Ley (por ejemplo, la Ley N° 1188
de la ONU segúnelart. 41 de la Carta, a las decisiones d -11-1968 por la cual se ejecutaron las medidas contra Rode-
nismos especializados, como la OACI, la OMS, la ITU, 1 Sur decretadas por el Consejo de Seguridad: v, p. 195; .la
197 Yss.)? O bien, ¿hace falta un acto interno específico ( ° 298 del 19-10-1990, relativa a las medidas decretadas por
especial) para adaptar el derecho interno italiano a cada un nsejo de Seguridad 'contra Irak: v, p. 196), pero más frecuen-
decisiones? nte, en decretos legislativos o reglamentos administrativos,
En principio, puede darse que el tratado prevea expre o se trata de deciSIones reiteradas (cfr. por ejemplo, la Ley
directa aplicabilidad de las,decisiones de los órganos en lo 3 del 13-5-1983, que le delega al Gobierno la ejecución de
miembros. Al menos en lo que respecta a las organizacio exos a la Convención constitutiva de la OACI y el O.P.R.
nacionales de las cuales es .miembro Italia, esta situac;ión s 1 del 4-7-1985 que, '~su vez, delega esta ejecución en el Mi-
respecto de los reglamentos de las Comunidades Europeas. de Transportes).
412 BENEDEITO CONFORTI
LA APLlCACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 413

Sin embargo, no nos parece que este tipo de prácticas sean e los órganos internacionales y que, como e! del control de constitucio-
vas para concluir (como se hace por lo general) que, hasta d sobre los tratados, debe responderse afirmativamente,
promulgan los actos específicos de adaptación, las decisiones ualmente debían considerarse aplicables las normas self-exewting de la
órganos internacionales no tienen valor alguno para el ordena eón de! Consejo de Seguridad de 1977, relativas a la prohibición de ex-
jurídico italiano. En cambio, nos parece que la orden de e armas a Sudáfrica (v. p. 196). Sobre la actuación de la resolución
del tratado constitutivo de una determinada organización, p ia, o mejor dicho, sobre la falta de actuación, v. Gaja,en RDI, 1987,
car también esa parte del tratado que prevea la competencia d Yss,
ganizatión parllemanar deeisiones vinculantes, ya les atribuy
fuerza jurídica interna a las mencionadas decisiones. La pro
tesis que sostenemos aquí no es criticable desde el punto de
ción de cada uno' de 'los aceos de adaptación en la forma or
constitucional. En cambio, no son aceptables al respecto! cier-
sirve, por' una parte, para darle mayor certeza y, por otra,
siciones rígidas de una parte deja doctrina segúnJa cual una
grar el contenido, no siempre autosuficiente (no siempre s
inaria, como la de ejecución del tratado constitutivo de una
ting) de la decisión internacional. Ahora bien, en lo que re
izacióninternacional, no. podría legítimamente ordenar pto
fuerza formal de las decisiones, dicha promulgación es super
que en Italia, se cumplan [os actos que emanen ulteriormente
otra parte, como· ya se vio, son numerosos los ejemplos d
ha, organización: de ser así, la orden de ejecución instituiría
internacionales .en vigor en Italia en virtud de protedimi
ocedimiento legislativo diferente de los previstos por la-Cons-
cia!es de adaptación y que~ aun así, son objeto de sucesivos
(Ley del Parlamento, Decreto~Ley, IJecretoLegislativo). Es-
mientos ·ordinarios: pensemos en las nOrmas de derecho con
rina no tienelen cuenta que de este modo condena.a-todas las
nario sobre el mar territorial, vigentes en Italia en virtud de
legales ordinariasque<reenvían a ordenamientos jurídicos
1°puhto, de la Constitución y en su reforinulacíónen el
oeros o extraños, como por ejemplo, Ias normas de derecho
Navegación (v; pi 332 y ss:). Pensemos también en la prá
oidnal privado que figuran en las disposiciones preliminares
rantemucho tiempo frecuenteenltalia, que consiste en re
digo.Civilyquedeterminan la aplicación, dentro de ciertos
en' actos legislativos internos específicos los mismos regla
, de las disposiciones legales de Estados extranjeros; .lasnor-
munitaríos que aUn por expresa disposición del Tratado C
bre reconocimiento de lséntencias extrllnjeras (art. 796)': ss.
"directa aplicabilidad" en el país.
d. Proc.Civ. italiano [y arto 517 y ss. del Cod.Prac¡ Civ, .ar-
J); las normas sobre reconceimientorde-actos administrativos
; Por lo tanto, debe considerarse que la decisión internacional
aun antes, y con iltclependencia del acto específico de ejecución, .eros y así" sucesivament.e.. Nos;. parece que no tiene sentido
dentro delos límites. en los que se completa la norma.conteni 'rle,a!la (Jons'titucióniuna voluntad de cerrar herméticamente
sión. Por eje~plo, nos parece que en Italia era aplicable la me namiento jurídico italiano .hacia el exterior; Por otra parte,
defr~~tera~ 'p!ar!l los resideltt,es de Rodesja de! Sur, previ~ta por e respectaa:las organizaciones intennacionales; también se
~es,cltad~, y ya derogada, decisión del Consejo de.Segl\ridad d ecurrir (como. hace la Corte Constitucional en el: caso de la
1tS), no,obstante que, al reformular dicha decisión, la Ley N0 óncomunitaria) alart.J Lde.la Constítuciórí, según el cual
~len d~rogada, del, 19-~ 1-1968, hubiese omitido mencíonarla. .consiente¡.., aquellas .limitaéiones de.su soberanía que sean
diferente es<déterminar'sien el caso dé los residentes italiálto .as para alcanzar un ordenamiento que garantice la pazy la
esta decisión del Consejo no contrariaba elait.16~ 2°punt~, d entre las Naciones; promueve, y, favorece das. organizaciones
ción: este problema atañe al control de constitucionalidád sobre 1
ionales-dedicadas a este fin"; se puede, sostener entonces
LA APLICACION DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 415
414 BENEDEITO CONFORT!

sustraerse al control de constitucionalidad. Obviamente, a con-


que dicho consentimiento a las "limitaciones de soberanía" j
de ejercer ese control a la luz de las normas 11late~ial~s, de la
que e! legislador introduzca en el sistema jurídico italiano
itución y no de las normas que atañen a la orgaruzacion del
normativas emanadas de organizaciones internacionales.
legislativo, ya que en este caso se caería en la tesis a la cual
[La Constitución argentina no contiene una norma simil
tículo 11 de la Constitución italiana. Sin embargo, se ha ar ahora nos hemos opuesto.
do que las decisiones del Consejo de Seguridad referentes
nimiento de la paz no necesitan de acto interno del gobi
que produzcan efectos, salvo por supuesto de aquellos act
rios para implementar las obligaciones emanadas de las
nes de! Consejo.
Se ha sostenido que existiría una suerte de delegación
da de los Estados, a favor de los órganos de la Organiz
plícita en el estatuto constitutivo de ésta. Este es uno d
mentos centrales que esgrimió e! Poder Ejecutivo argen
fundamentar jurídicamente el envío de tropas al Golfo
relación al conflicto en Kuwait. Sin embargo, por Ley
del 24-1-1991, el Congreso de la Na.ción autorizó al Po
tivo Nacional' a disponer medidas para que, de confor
la solicitud del Consejo de Seguridad de la ONU, conte
para. 3 dé la Resolución 678 (1990), la Fuerza argentina
fo Pérsico preste apoyo apropiado a las acciones que pu
prenderse (conf. para. 2 de la Res.) exceptuando accio
directas.
Respecto a otras Resoluciones del Consejo de Seguri
que se sanciona a la República de Irak y que no involucra
la fuerza, el Poder Ejecutivo las aprobó e hizo operativo
tos (d. Decreto 2069 del 2-10-1990, Res. e S. 670 y
del 13·8·1990 Res. C. S. 661). Por otra parte, las Re
Consejo de Seguridad autorizaron, pero no obligaro
miembros' de la Organización, al envío de tropas e
wait. Por lo tanto, el émpleo de la fuerza por part
que actuaron de conformidad· con estas Resolucione
cuadraría dentro del contexto de la legítima defensa
artículo 51 de la Carta de la ONU.]
Finalmente, tampoco es inútil señalar que tanto los t
las normas emanadas de las orgánizaciones internacional
parte

ladón de las normas internacionales y sus consecuencias

lacto ilícito intemacional.y sus elernentoscoristitutivos

elemento. subjetivo

ede' suceder qué porrnediode las normas.de.adaptación de las


hemos hablado' en .los :ca.pítulos precedentes; el.derechoinrer-
OJogre evitar que el Estado incurra en una violación del derecho
naCional O,e corno también se dice, .en un acto ilícito iríternacio-
En este punto, se plantea el problema de la responsabilidad in-
Cional·'de Ios: Bstados.quel consiste en. preguntarse primero
O nos encontrarnos exactamente en presencia de un ilícito in-
°
a.:Cional, sea, cuáles son sus.elementos.consci tutivos; 1uego, cuá J
qii susconsecuenciasy,en especial, de qué medios dispone-laico..
idad· internácional-para reaccionar contra .él. Es ésta la fase
ógicade lasrelaCionés'entrelos Estados y está de máSfnsistir en
espreCisarnente de esta fase .......por los motivos que Hemos indi . .
oénrepetidasoportunidades y que aparecerán corno más claros
a.delante....... que Se nutre el escepticismo,' tan difundido Como jus'-
dó;respeCt6dé la capacidad del derecho internacional para im-
se a cada Estado por su propio-imperio.
doctrina. ha dedicado profundas investigaciones al terna: de 'la
ónsabilidad de los Estados idesde.principios de este siglo. Debe-
~)recordar, .erltre numerosas ·.contribuCiones,. las investigaciones
gistrales .deAnzilotti, Kelsen y Ago, que representaron cambios
isivos ertla' sistematización de este terna. Además, ya en la epoca
a SOCiedad' de 'las Naciones: se-realizaron: varios intentos deeodi-
a.dón; tanto a través de-instituciones científicas (Institut de droit
418
BENEDEITO CONFORT!
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 419
international, Harvard Law School) como en el seno de la mism
ciedad, los que, por lo demás, no dejaron huellas importantes. incierta como porque en el caso de muchas y muy graves viola-
ya lejano 1953, la Comisión de Derecho Internacional de las s tiene.poco o ningún sentido hablar de una obligación de re-
nes Unidas (v. p. 71 Y ss.) emprendió el estudio del tema, per .', n o incluso porque se hace todavía más evidente la escasez
10 , .' d 1
no ha surgido un proyecto completo de codificación, lo que P medios disponibles para garantizar la puesta en práctica e as
tanto la complejidad de la cuestión, como también sus implica as internacionales. Es necesario reconocer que hasta ahora la
políticas. En 1980, en primera lectura, la Comisión aprobó s isión de Derecho Internacional ha realiza~o, un,~sfuerz~ notabl,e
primera parte de un Proyecto de artículos sobre Responsab uperar estas dificultades y tender a la unificación (segun las Ií-
(cfr. YILC, 1980, II,2, p. 30yss.), que se limita atratarelo ' generales que marcó Ago). Por otra parte, no ~e,be ~~vida,rse
Comisión rio sólo tiene entre sus tareas la codificación, SIllO
~én
la responsabilidad (o sea, los elementos del acto ilícito internac
y que, en sus 35 artículos, reproduce prácticamente sin altera el desarrollo progresivo del derecho internacional (v. p. 75)
la parte sustancial de una serie de informes preparados por el r lo tanto, ciertas inclinaciones suyas que, como vere~os, po-
especial Ago. Actualmente, la Comisión se está ocupando de n parecer temerarias en razón de la realidad de las relacI~nes en-
gunda parte d.el Proyecto, .que corresponde al "contenido, os Estados, se. justifican desde este segundo punto de Vista. En
grados de responsabilidad", o sea, a las consecuencias del i 'ginas siguientes nos ocuparemos con detenimiento de los tra-
relator especial Riphaghen primero, y luego e1 actual relator de la Comisión,aún inconclusos.
Arangio~Ruiz"le' hansometidq a .la Comisión· distintos info
bre este tema.
Una característica fundamental de las distintas partes del
de artículos es que considera que los .principios sobre respo .mencemos .pon. el, origen de la' responsabilidad ,. (elementos ~el
dad s~:>n ,válipos,. en general" para toda; violación. de cualqui ilícito internacional), sobre cuyas líneas genetale,s'pued: de~~r­
internacion¡l1.En.cambio, todos. los intentos decodificaci' ue ya existe amplio consenso y que recibió unasl~tematlzaclOn
dentes, einc1uso buena parte de las investigaciones de la d itivaen la citada Primera Parte del Proyecto de artículos.
habíanJimitadoa examinar larespónsa.bilidaddel Estado
co de las normas sobre el tratamientQ de los extranjeros (v. p uedirerhos sobre el origen de la responsabilidad de lo~ Estado~ vale
ss.), Esa limitación. Se debía, a motivos esencialmente prácti , mutatis mutandis, para los otros sujetos de derecho internacional,
efecto, sólo existía y existe una práctica (sobre todo, arbitral ticular para las organizaciones internacionales.
dante y homogénea en el tema de la responsabilidad del Es
los daños causados a los extranjeros de,ntro. de su territorio, da la coincidencia entre el Estado como sujeto de derecho in- Elemento
subjetivo del
que se modela principalmente sobre los principios de dere ional ye1.Estado-organización (Vi p .. 24 y ss.), es obvio que ~l ilícito:
no en materia de responsabilidad civil, en especial sobre el lícito.consiste,antetodo, en un comportamiento de uno ,o m~s comporta-

deJa responsabilidad extracontractual,.según .el cual aquel os estatales. Sólo los órganos estatales con los cuales s~ identi- miento de uno
o más órganos
sione a otros un daño injusto debe repararlo. En cambio, cu l Estado son autores posibles de violaciones al derecho interna- estatales
trata de construir un régimen de responsabilidad pará todas 1 1.. La PriI11era Parte del..Proyecto, luego de indicar, en su ar~., 3
bles violaciones del derecho internacional, aparecen dificu os elementos del acto. ilícito..son: a) un •comportaIl1leI;1to( aC~lOn
tante. serias,. tanto porque la práctica. se .hace sumamente. frag ¡si<sn) atribuible al Estado y b)la ilicitud deesecoIl1Port~m~ell­
peeifica' en el arto 5 que el primer elemento (elemento subjetivo)
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
421
420 BENEDEITO CONFORTI

consiste en el" comportamiento de cualquier órgano del Est


que tenga ese carácter en virtud del derecho interno de dich
do... ". Este hecho de que el autor del ilícito sea necesariame
órgano del Estado asume gran importancia (y presenta alguno
blemas a los cuales nos referiremos enseguida) cuando se tr
ilícitos por acción; claro que para el caso de los ilícitos por
-que es, quizá, la categoría más numerosa de ilícitos (pe
portejempio, en la falta de adaptación del derecho interno
rectivas comunitarias)- desde el punto de vista del derecho
cional no tiene ninguna importancia individualizar el órgano
b:ría debido activarse y no lo ha hecho, y sus competencias.
Nociones de Incluso en este tema de los ilícitos, como ya hemos visto e
órgano estatal
campos, la organización del Estado debe entenderse en sen
plio, comprendiendo a todos los que participan del ejercici
der de gobierno en el ámbito de una comunidad estatal. E
cuencia, la referencia al "derecho interno" contenida en
debe entenderse con cierta reserva: como tuvimos oportunid
pecificar cuando hablamos de la personalidad internacional
do, es necesario que la acción del órg~no estatal encuentre s Ilícitos
mento en el ordenamiento jurídico estatal o en un orden derivados
derivado de él (v. p. 25). Por lo tanto, al Estado no sólo se le de actos
legislativos
rán las acciones ilícitas cometidas por los órganos del poder
lativo, judicial o administrativo- central (v. arto 6 de la
Parte del Proyecto), sino también las cometidas por los ó
los entes públicos territoriales o de otras personas a las cua
buye potestad de gobierno (v. arto 7), y las violaciones
por los privados cuando hayan asumido, de hecho, funci
cas (v. arto 8, letra b), siempre que, como es nuestra op
consonancia con lo que hemos dicho más arriba, dicho ej
poder de gobierno esté permitido o ratificado de hecho p
cho interno.

El comentario del arto 8, letra b (en YILC, 1974, I1, 1, p.


como un ejemplo de ejercicio de hecho del poder de gobier
e suceder que una ley contenga una disposición concreta ! ~~e ~ue­
nistraciones que, por períodos breves, se constituyeron ejecutada concretamente: en este caso, es evidente la poslb¡¡'rl:,c de
invadidos durante la Segunda Guerra Mundial, antes o dur
422
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 423
que la promulgación de dicha ley constieu ., .
Po.r ejemplo, en el caso de la S 1 d C ya u~ acto IlIcItO internac 'ca internacional. Ante la duda, desde el punto de vista teórico,
d a va or ommerclal Compa f
o por un Tribunal Arbitral EE.UU -El S 1 d n~ que ue parece preferible la equiparación con el acto del privado.
revocación de una conce " . d a,va or, fue conslder,ada il
sron ya acor ada a un .d d
realizada por El.Salvador ' ,1' . a socle a estadou
nal; tanto la re . , ' y su u tenor transferencia a una socieda
por ley(cfr. RI;;c::~o~;uan~~~a transferencia se habían hecho
Anti Terrorism A:t del C ' p. dY ss.), Debe decirse 10 mismo ace 1 ilícito internacional es obra. de órganos estatales, hay que ex- La llamada
"responsabi-
ongreso e Estados Unidos e 1987 la posibilidad de' que se 'le atribuya responsabilidad al Estado lidad" del
para cerrar la oficina deja OLP N n , pro
en ueva York (v. p.259). eros de particulares que' dañen a individuos, órganos o Estados Estado por
actos de los
jerOs. En' efecto, 'sólo llegaba a configurar exactamente én 'es~ privados
minos 1<1 responsabilidad del Estado la vieja teoría germana de
daridad de grupo, según la cual el grupo debía considérarse
Ilícitos
cometidos por ~eguramente exagerando la importancia de la cuestión
sable por las acciones de sus miembros (y, parlo tanto, objeto
el órgano fuera ~utldo mucho si existe responsabilidad. del Est d d ,se o d~ represalias por parte de la víctima). La teoría ya fue
de los límites organos c o' , o ., . a o cuan o uno donada por Grocio, en Javor de la doctrina de la "patientia" y
de su su calida/::;e:l~ una acclOn Internacionalmente ilícita valién "receptus", que limitaba la responsabilidad del Estado sólo a los
competencia . , a , pero actuando fuera de los límites d
era: No solo la cuestión no tiene ma o' o o.. e su co s de tolerancia o complicidad con las acciones realizadas .R0r
re únicamente "1" , ., yor ImportanCIa, porque dos en su territorio. Hoy en día puede decirse que concuerdan
a incrtos por acción, sino por u d '
en que se pr:sentó el problema (que están des~i e, a emas, 1 ctrina)' la práctica ""'-'salvo alguna esporádica reaparición del
el comentano al art 10 de 1 Pri pros amp 'pio de la solidaridad degrupo-;ya que se consíderaque el Es-
1975 JI' 63 o' .a nmera Parte del Proyecto es responsable sólo cuando' llohaprdcedido á adoptar las me-
'd:f~"l y ss.) yfuera de 16s cuales nos parece que
blema I ICI mente se pu d i o
d endientes a' prevenirla acción o a castigar al responsable y,
o . e a p antear, son bastante es e ' .
~amente, .se trata de ~ctos ilícitos de órganos de po1i~ía timto, sólo debe responder por las acciones de sus propios ór-
: extranjeros, detencIOnes en territorios de otros s. En el mismo sentido s~ p~onuncia el arto 11 de la Primera Par-
VIOlan el derecho interno del E t d '1' 1. Estados, e e\ Proyecto. Por 0rraparte, podemos preguntarnosinduso qué
. o s a o a cua estos órgan
y que contravIenen las órdenes recibidas S ' d ido tiene establecer simplemente la responsabilidad del:Estado.
. 1 'o . egun parte las acciones de los privados, dado que, de todos modos, el ilícito
e InC uso segun el citado art 10 de 1 Pri .
. d' . a nmera Parte del rnacional debe ser una violación de una norma internacional y
te tIpO e accrones serían atribuibles al Estad
g 1 o o o, a pesar o que las normas internacionales siempre están referidas a los ór-
ano estata en cuestión se haya extralimitado en
en C b' , o sus c s estatales: las normas internacionales en materia de daños a in-
am 10, segun otros autores la accI'o'n'en; .'
bl l' d' id ' SI mIsma s uos y a órganos estatales extranjeros -que es sobre lo que
d ~ ~ Indo' IVI llO, O. ~ los individuos que la han realizado
. e sta o conslstma (como sucede en tod l . , pre se planteó la cuestión- requieren que los órganos del Esta-
con la llamada responsabilidad del E t d o? os casos re erritorial adopten medidas preventivas o punitivas (v. p. 273 Y
d 1 1 s a o por actos de p 87). Como veremos en seguida, el problema es diferente en los
e d~~ cua es nos ocuparemos en seguida) en no haber t
me I as adecuadas para prevenirla. En realidad no f' s (por lo demás, son sumamente raros y sólo aparecen en alguna
cer con seguridad cuál de las dos posiciones está má:spró vención internacional) en que el Estado aparece como responsa-
induso aunque no haya cometido ilícito alguno; en especial, nQS
424
BENEDEITO CONFORT!
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 425
referimos al caso de la responsabilidad po d -
,1 r anos causados pa del segundo elemento del acto ilícito, o sea, de la ilicitud (o, si Elemento
tos espacia ~s, en que el Estado es responsable incluso de 1po objetivo del
que no son Imputables a él (v. p. 473). os uiere, de la antijuridicidad) del comportamiento del órgano esta- ilícito:
e trata del elemento objetivo -la violación de la norma inter- antijuridicidad
Caso Te/lini del comporta-
Como un ejemplo de reaparición del principio de la solida id d nal- contrapuesto al elemento subjetivo del cual hemos habla- miento del
po, generalmente se menciona la actitud de It li 1 n a asta ahora. El arto 16 define inequívocamente el elemento órgano estatal
d l I T 11' , a la en e caso del tivo del acto ilícito al declarar: "estamos ante una violación de
e genera e 1m, sucedido en Grecia en 1923 T Ir ' , a
~omisi~n encargada de delimitar la frontera en~re eG~~~i:ra ~Iem~r obligación internacional por parte de determinado Estado cuan-
Ita fascI,sta, que sostenía la responsabilidad automática ¡el ~bam n acto de ese Estado no se conforma a lo que le impone dicha
no d;do e~efectua~ una represalia armada Contra la isla de ~ad;, gación".
una ~rma e reaccionar contra este asesinato L ' or, u
Consejo de la Sociedad de las N ' . . uego de algun t
aciones -ante el q , ormasulteriores realizan una serie de distinciones entre los actos ilíci-
con la adhesión del mismo Gob' '1' ue se presento el
terno Ita rano terminó b de acuerdo con el contenido de las obligaciones que se han violado.
d e que sólo existe responsabilidad del E t d ' ,por apro ar
id s a o por cnmenes If ' minaremos más adelante la distinción entre crímenes y delitos interna-
n os en su territorio cuando dicho Estad" , po ItlCO
cuadas ara b , o no tomo todas las medi ales(art. 19), que sólo es relevante en lo que se refiere a las conse-
,p uscar, arrestar y Juzgar al criminal" S b ncias del ilícito (v. p. 455 y ss.). Las demás distinciones son las siguien-
Quadrt, p. 613 Yss, . o re este ca
Caso de los En primer lugar, se puede distinguir las violaciones de obligaciones Violaciones de
estudiantes Como un ejemplo reciente de una acción dolo ' obligaciones
de e~tranjeros, puede recordarse la detención ilíci:: ~: f:;t~~u~are~~e
edios" (art. 20) de las violaciones de obligaciones "de resultado"
islámicos de medios y de
21), entendiéndose por obligaciones de medio (de manera parcial-
;ran] eros,en la ~mbajada estadounidense en Teherán en 197% oma e diferente del significado que tiene esta distinción en el derecho pri-
obligaciones
de resultado
os estudIantes Islámicos' en el p , ,P
1 G bi "". rrmer momento -precisament :V. Cqmbacau, Obligations de résultat, cit., p. 193 y ss.)' lasque con-
e o terno iranr hiciern suya la acción d 1 s di e,
íIícito cometido por dicho Gobierno f eh °b estu rantes (v. p. nen un determinado comportamiento (por ejemplo, la obligación de
. ue no a er a doptad 1 submarinos de navegar en superficie en el mar territorial de otros paí-
cuadas para prevenir la acción dolosa (cfr. en este sentido ~a aSa: V.p. 337; o la obligación de no realizar acciones coercitivas en territo-
se~tencla ~e la Corte Internacional de Justicia del 24-5-198; xtranjero: v. p. 262), y por obligaciones de resultado las que se deri-
Per~onal DIplomático y Consular de Estados Unidos en T h ,en e de normas finales, o sea, de normas que prescriben el resultado, y que
cued, 1980, párr. 57-68). e eran, en
n libertad en la elección de los medios adecuados para alcanzarlo (por
plo, las obligaciones derivadas de directivas comunitarias: v. p. 220).
o siempre ha señalado la doctrina o como se observa incluso en el co-
tario al arto 21 (cfr. YILC, 1977, JI, 2, p, 20, N° 7), es obvio que la
or parte de las normas internacionales son de carácter final y que so-
XLI. Continuación
todo las normas consuetudinarias tienen ese carácter; Entre las normas
les se cOIlsideran además, como un apartado especial, las normas sobre
ratamiento de los extranjeros, para las cuales el arto 22 enuncia la nor-
B) El elemento objetivo del previo agotamiento de los recursos internos (v. p. 280), Y las que
onen al Estado evitar que se produzcan determinados hechos (por
La Primera Parte del Proyecto de la e .. , d plo, las normas sobre protección de órganos estatales extranjeros: V.
. 1 omlslon e Derecho Int 288) y cuya violación, según el arto 23, se produce cuando" ... con su
clOna, que ya hemos mencionado varias veces, en los arts. 16 y
omportamiento,el Estado no asegura tal resultado."; Finalmente encon-
427
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
426 BENEDEITO CONFORTI
e comete dicho acto y cualesquiera sean las modificaci~nes suce~ivas
tramos la distinción entre ilícitos instantáneos (arto 24) e ilícitos d ue s , d bli " El art 18 confirma este principio y preve ca-
enclOna a o IgaclOn. . de
ción (art. 25).
ica excepción la hipótesis -bastante teórica- de qu~ una ~o~mal 'so
Todas las distinciones mencionadas son importantes para de lreri t h ga obltgatono
, ,; me u
Ten/pus
C0111111issi
ens (v. p. 246) que aparezca u tenormen e a
exactamente el tiempo en que se comete el ilícito itempus commi gportamient? considerado ilícito en el momento de su comrsion.
deliai
a su vez, esta determinación es importante por diversos motivos,
todo en relación con la sucesión en el tiempo de las normas inte
(sobre la cual volveremos enseguida) y con la interpretación de 1
de arbitraje y de solución judicial (v. p. 497 y ss.), que generalm
t ' elemento objetivo del ilícito internacional se refier~n ~as
Causas que
ran su inaplicabilidad a controversias surgidas en virtud de actos excluyen la
antes de su entrada en vigor o antes de cierta fecha (la llamada fec esoecircunstancias que excluyen la ilicitud, a las cuales se es e- ilicitud
Obviamente, la determinación del tempus commissi delicti n t 29 y ss. de la Primera Parte del Proyecto. " Consentimien-
problemas cuando se trata de ilícitos instantáneos. En el caso d os a:i~ercasoenel cual se excluye la ilicitud e: el consentl- to del Estado
de duración, el arto 25 prevé que se entienda que se ha come ti n P, 'd d u: ddo "El consentimiento váhdamente ma- damnificado
durante todo el lapso que persiste la violación. En 10 que respec del Esta o amnu»: , . 'l ' 29 ánrl 1~ a que otro E sta -
ción de normas finales, en el arto 26 aparece una norma ad hoc do por un Estado-dIce e arto ,pa. . h E d
eta un acto que viola una obligación de die o s~a, o
pus commissi delicti, solamente con respecto a las obligaciones q
de él excluye el carácter ilícito de ese acto en las relaCIOnes
en impedir que se produzca un hecho determinado: según dicho
be considerarse que se ha cometido ilícito a partir del mame s dos Estados, siempre que el acto mencionado se mantendga
,. " El· 'rr 2 excluye que pue a
produce el hecho y durante todo el período que dura dicho ac límites de eseconsentlmlento. pa , . hnd '
Con respecto a las normas sobre tratamiento de extranjeros, el fecto el consentimiento del Estado damnificado cuan o se esta
cial del ilícito se desprende implícitamente del arto 22, que se re o una norma deius cogensi , .i.»:
ma del agotamiento previo de los recursos 'internos, la que es . , .de] párr 1 inspirada en el pril1cipio uolenti non lIt,
rma . , ' ' l i t ntoes
mo una norma -sustancial y no procedimental y, por lo tanto . su reflejo en la práctica internacIOna y, por o a ,'.
existencia misma del ilícito: claro que el ilícito sólo podrá ca lene . 1 mes en las auton-
aleza consuetudinaria: por ejernp ~,pense. , , '_
ciado a partir del momento en que se-hayan agotado los med de un Estado territorial para que organos estata,les, ex1tra1n J;
interno. Finalmente, hay que recordar el párr. 2 del ya mend ,., '1' ptura de un cnmmar, a I-
del cual se despten,de, siempre implícitamente, el momento i cen actos coercItIVOS, com,o a ca, "' d ,1 d '
, ' U .ríante e a octrIlla
en relación con todas las demás normas finales y en el que se de rehenes, etcc, en su temtono. na pa 2 ,110 N03)
el comentarioal art. 29:v.YILC, 1979,1, I ,p. , d
la violación de una obligación de resultado sólo se produce cu
do haya creado una situación no conforme con el resultado y
a que el consentimiento del Estado damnificado es,un ver a-
resultado no pueda lograrse ni siquiera a través de equivalent do entre eL Estado autorizante yel Estádo a utonza~,o, con
va, del arto 26,delart. 22y del arto 21,pátr. 2, se deduce qu nder una obligación preexistente sólo en relaclo~ con
uspe ' t que sen-
en las obligaciones de resultádoes el carácter definitivo o no, ed fico. Si esto fuera así, habría que pre g, u.n arse ,,1 fi
P
contraria a dicho resultado. h blde '~causa de exclusión d e 1'1"ICltUd" ,a, d do que a e 1-
Aplicación al- Decíamos que determinar el tempus commissi delicti tiene a ar " del consentimientoysus limitaciones· respecto
suspensIOn , " e
ilícito
internacional
además, en relación con la sucesión de las normas internacional nspodrían deducirse perfectamente de los pnncipios ~ 1
del principio po: Esto es cierto porque en el derecho internacional vale el p tan 'los acuerdos y sus relaciones con las otras, fue~tes, e
ten/pus regit pus regit actum, como sucede con el ilícito civil en el der internacional (ViP' 245 y ss.}. Es cierto que, aun sl.parece
actum cir, un acto es ilícito siempre y cuando exista una obligación
428
BENEDEITO CONFORT! LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 429

que la causa de l,a e~clusión de la ilicitud es la existencia todos los demás Estados de la comunidad internacional (con
a~uerdo, en esencia srernpre se trata de un acto unilateral nsecuencias que discutiremos y profundizaremos al examinar el
cial de una autorización, del Estado que de otraman ,e de la responsabilidad por crímenes internacionales: V. p. 363y
d 'fd eras
amm ICa o, autorización que desarrolla sus efectos en v que, por lo tanto, el consentimiento del Estado invadido es ine-
una norma ad hoc de derecho internacional general. Esto q al rrienoscon respecto alas relaciones entre invasor y terceros
~ostr~d~ por el hecho ~e que en todos los casos en los que os. Esta ineficacia deriva de.la.norma reproducida en el párr. 1
tIO ~ractlcan:ente la ~~J¡dez del consentimiento (son típicos l 29, según la cual el consentimiento excluye la ilicitud sólo en
d~ Inte~vencIOnes m~lltares en territorio extranjero permín laciones entre Estadoautorizantey Estado autorizado.
violencia m,oral, o bien las de órganos que son incompetent
e~ ,derecho Interno), la discusión se centró siempre en la m .iUnade las más importantes causas de exclusión: de' ilicitud es Autodefensa
CIOn ~e la voluntad del Estado autorizante, ¡nunca en la d tod.,eflÚlsa, o sea; las acciones tendientes a reprimir el ilícito de
autonzado! Por otra parte, el texto mismo del arto 29 ' s y que, 'justamente por' esta función,' no pueden ser considera-
f 1 ' parro
~a por con iornar a naturaleza unilateral del consentimiento ntijurídicas, aun cuandé.consisran en violaciones de normas
nr claramente a éste el requisito de la validez. nacionales;" De la' autodefensa. se ocupan los arts.30, sobre
Consentimien-
to del Estado Como ya, s~ dijo, el párr. 2 del arto 29 sustrae a la ope amedidas (represalias) y 34, sobre legítima defensa, de la' Pri-
~Partedel Proyecto. Sobre este tema volveremos al tratar las
damnificado y del consent,lmlento del Estado damnificado las violacion
ius cogens
normas de tus cogens. En principio, esta norma es irrefuta secuencias del ilícito (v..p: 444 y ss.).
la a,bsoluta inderogabilidad de las normas de ius cogens, a
guran~ose,el consentimiento como un acto unilateral. Por ot 31 mcluye. entre las causas de exclusión de ilicitud la Fuerza mayor
las aplIcacIOnes práctica,s~o son muchas, ya que los ejempl zamayohy el caso fortuíto.·pero la cuestión-debe más·bien'en·
y caso fortuito

~ueden extraer de la practIca (y que figuran también en el rarseenelproblemade la culpa comoelemento delilfcito.inter-
no al arto 29, párr. 2: V. YILC, 1979, rr, 2, p. 115, N° 22) ional] sobre el cual nos detendremos más adelante.
fundamentalmente a las normas sobre agresión (v. p. 44
normas sobre ~utodeterminación de los pueblos (v. p. 38). hEs objetoldeeontreversia establecer, si en el derecho interna.. Estado de
c~sos, un GobIerno extranjero que invade y se instala e al, 'como sucede en el.derechopenal interno (cfr., por ejemplo;
necesidad

no se apoya generalmente en un Gobierno local "amigo" t¡ 54,C6d.Petl. italiano [yrartfculo 34, inc .•3, del Código Penal
o
antes o después de la invasión, y de éste obtiene el cons: tino]); puede invocarsecomo causa de exclusión de ilicitud el
(son t~ntas,! tan conocidas las manifestaciones de esta prác ode neáJsidad, es' decir,' habec.cometido: un acto ilícito .para
de la mvasron de Hungría por la Unión Soviética en 195 rUn peligro grave, inminente' y no voluntariamente causado.
de Camboya por Vietnam en 1979 o de Grenadapor Est aremos. que nadie duda 'de que pueda invocarse la necesidad
en 1983, que no es necesario citarlas todas). Ahora ndb.esté-en peligro la vida del individuo·órgano que ha 'cometi-
P:á~ti~amente inútil sostener en estos casos que el consenti 'el ilícito o de los individuos confiados a él (el llamado' dist'ress), Distress
ta VIcIado, dado que quien debiera poner en evidencia di oen el]ejemplo c1ásico ide, la nave que se. ~efugia'en un 'puerto
frente al Gobierno extranjero es, precisamente, el Gob' ranjero sinrprevia autorización del Estado costero,para huir de
fantoche. Tampoco puede objetarse
lo tanto, nadie .puede dudar de la perfecta' con»
de normas de ius cogens, de cualquier )rIl1llO<110 al derecho consuetudinario del arto 32dela'Primera Par-
430
BENEDEITO CONFORTI
Estado de LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 431
necesidad e te del Proyecto, dedicado al distress, En cambio, aparecen i
intereses
vitales del dumbres respecto de la necesidad referida al Estado en su ca Compartimos la opinión absolutamente negativa ,acerca de qu~ ,la
Estado to, es decir, el caso de las acciones ilícitas que se realicen par 'dad configure aun a escala reducida, un medio de proreccion
eSl, , .. iohal
tar que se comprometa el interés vital de! Estado. Por otra tereses vitales o esenciales del Estado. La practica Internacl,
incluso en este caso la doctrina repudia unánimemente la an tremadamente incierta al respecto, y si bien es cierto que e~ls::n
tesis de tipo jusnaturalista, aún en boga a fines del siglo p as sentencias arbitrales -sobre las cuales se funda la OPInIO~
que vinculaba la necesidad con un pretendido "derecho de e va- que en principio no han excluido el recurso ~ la necesi-
vación" de! Estado y que, sobre esa base, terminaba por jus también es cierto que, por Una parte, estas sent~ncIas se pro-
no sólo cualquier tipo de abuso (es famoso e! ejemplo de la 1 , iaron siempre por que dicho principio no era aplIcab:e al c~so
dehapto de las Sabinas: cfr. Vatte!, Le droit des gens ou pri uestión y que, por otra parte, nunca aclararon en que co~stste
~e la loi naturelle, Neuchate!, 1773, t. 1, Liv. II, Chapo IX, p. turaleza vital o esencial de un interés del Estado. En realidad;
SInO, sobre todo, fenómenos tales como la conquista y la expa vez eliminado del derecho internacional imperativo e! ~so de la
territorial a expensas de otros Estados. En definitiva, la di en todas sus manifestaciones, incluso las llamadas Interven-
-que alinea a la doctrina en dos campos Opuestos- se re . z: humanitarias o para proteger a los propios c~nc~u~adanos en
punto si, además de! distress, además del repudio de la tesis erior (v. p. 445), los espacios para aplicar el prIn~IplO de la ne-
recho. de conservación, y aun excluyendo,. más en general, dad se reducen a la nada. Tampoco debe confundIrse el :ecurso
necesidad pueda invocarse para. violar impunemente normas nérico- a la necesidad con la aplicación de normas partlcula~es
cogens, en especial la norma que prohíbe e! uso de la fuerza pedficas, consuetudinarias o convencionales, qu~ se hallan VIn-
444), puede admitirse una esfera de operatividad, aun limitad das a la idea de necesidad: en especial, nos re~erImos a ~as, ~o:­
estado de ·necesidad. El arto 33 de la Primera Parte de!Proye s del derecho internacional' del mar que autonzan u~ eJenCICIO
pronuncia en sentido favorable; esforzándose por. expresarse cional excepcional del poder de gobierno, como po~ ejemplo, las
manera más restrictiva posible y adoptando, además, una fa mas sobre represión del contrabando de guerra en tIempo, de paz
ción negativa: "1. El estado de necesidad no puede ser invo . p. 357) o las normas sobre intervenciones en naves extranjeras ~n
por un Estado -dice-como causa de exclusión,de,Ja ilicitu so de peligro de catástrofe o de daños graves de naturaleza ecolo-
un hecho de. ese. Estado quena estéen'conformidadcon un ca (v. p. 366);
gación internacional, a menos que (a) ese hecho haya sido el
me.dio para proteger. un interés esencial del,Estado contra u' 5. Respecto de las causas que excluyen la ilicitud, y no obstante Recomenda-
ciones
gro grave e inminente.y: (b) ese hecho no haya afectado.grav la Primera Parte del Proyecto no diga nada al respecto, debe ~e­ del órgano
un interés esencial del Estado pata con e! que existía lao . darse el efecto de licitud de· fas recomendaciones de .Ios orgarus- internacional
2. Eh todo caso el estado denecesidádnoipuede invocarse•. s internacibnales,:delas cuales ya hemos hablado (v. p. 241).
la obligación internacional a la cual no se .conforma eLhec
Estado se deriva de una norma imperativ,tde derecho interna . Quizá' no sea demasiado arriesgada la tesis seg~n ·la cu~1 no Respeto de los
principios
generaba.•, (c) si el Estado en cuestión ha contribuido a iste ilicitud cuando el cumplimiento de una norma internacional constituciona-
produZca el estado de necesidad". Queda por preguntarse, ~i siempre que no se trate de una norma de ius cogens- sea can- les del Estado

bargo, si las Cosas son efectivamente así para el derecho inter ario a principios fundamentales de la Constituc~ón, del Esta~o.
nal consuetudinario.' imos en su momento que la Corte Constitucional I~alIana ~nulo a
veces las normas internas de ejecución de normas internacionales
432
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 433
convencionales contrarias a principios constitucionales (sobre
dición por delitos castigados en el exterior con la pena de
sobre limitación de la responsabilidad del vector) (v, p. 40
diendo que el resto de los órganos del Estado italiano p
elementos controvertidos: la culpa y el daño
cumplir dichas normas internacionales. Las Cortes Supre
otros Estados también han adoptado, o se reservaron de a
mismo criterio. Queda por preguntarse -o por comenzar emás de los dos elementos considerados hasta aquí, es necesa-
tarse- si el derecho internacional no avala este tipo de guntarse si se requieren otros elementos o condiciones para
no pretende ser aplicado a punto de que se quiebren los val verifique un acto ilícito internacional.
damentales (y sólo los valores fundamentales) de la Constit te respecto, se ha debatido durante mucho tiempo si hay o ~o
tatal, al menos cuando son los órganos jurisdiccionales s ad de que subsista la culpa del órgano estatal autor de la VlO-
del Estado los que determinan si se produce ese quiebre. A
to, es sintomático que no se hayan producido protestas de 1 amos de algunos conceptos de teoría general.
dos interesados en ocasión de los mencionados pronuncia randes trazos, con referencia al problema de la culpa pue-
de la Corte Constitucional italiana. [La Corte Suprema arge stinguirse tres tipos de responsabilidad. Ante todo existe la Responsabili-
dad por culpa
el caso Fibraca e/Como Técnica Mixta de Salto Grande (s nsabilidad por culpa, que se da cuando el autor del ilícito lo
del 7 de julio de 1993) sostuvo que la aplicación del artícu metido intencionalmente (dolo) o al menos con negligencia,
la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados' , ha dejado de adoptar las medidas necesarias para impedir el
los órganos del Estado argentino asignar primacía a los tra doloso (culpa en sentido estricto, graduada como culpa l~ve
te. un eventual conflicto con cualquier norma interna c a grave, según el grado de celo que requiriera la norma VIO-
"una vez asegurados los principios de. derecho público con Como se sabe, en el derecho privado éstas Son las caracte-
nales".] s típicas de la responsabilidad extracontractual o "aquilia-
Es inútil decir que, en este caso, la tesis que subyace no origen romano. Existe luego una responsabilidad ala cual
se funda en las normas de la Primera Parte del Proyecto s darse el nombre de responsabilidad objetiva relativa, para Responsabili-
dad objetiva
circunstancias que excluyen la ilicitud, sino que además se la doctrina anglosajona usa generalmente el término de relativa
ta con una de las normas generales de dicho documento liability" (y que, en el derecho civil italiano [y argentino],
cisamente, con el arto 4, según el cual el derecho int~rno eriza a la responsabilidad. contractual): ésta se produce por
tener influencia alguna sobre la ilicitud internacional. E o de la simple comisión del ilícito pero, para sustraerse a la
respecta a los tratados, choca también con el arto 27 de onsabilidad .el autor puede invocar una causa de justificación
vención de. Viena de 1969, que niega que pueda invocarse consista en-un hecho externo que le haya hecho imposible res-
cho interno como justificación del incumplimiento dI:: no la norma (fuerza mayor, imposibilidad de la prestación, Act
vencionales. Pero, ¿no es ésta una posición extremadame di etc.). En la responsabilidad objetiva relativa no sólo la
-aunque esté basada en una opinión antigua y difundida nsabilidad se ve agravada -y su agravamiento depende del
necesario rever a la luz de una visión moderna y realista roy de la naturaleza más o menos excepcional de las causas
stificacióh admitidas-, sino que existe también un desplaza-
cho internacional que conjugue los valores internacionalist
los internos? to de la obligación de la prueba de la víctima al autor del ilí-
. no es el primero quien debe probar la existencia de la culpa,
434
BENEDETTO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 435
s~~o el, ~egund~ quien debe probar la existencia de la Ca s (v. p. 273) o de los órganos extranjeros (v. p. 287 y ss.)
tlfIcaclOn. EXIste finalmente un tercer tipo de res
ResponsabíJi_ bi bi pon teda lugar a una responsabilidad por culp~, ya, que esa
dad objetiva tam len o jetrva, que tanto en los sistemas continenta1e
consiste, justamente, en que el Estado, o mejor dicho, los
absoluta los del ,common
, law es llamada absoluta y que , adem'as
estatales no han tenido la debida diligencia en proteger a
a~tomatlcamente del comportamiento contrario a una
~Ica, no admite ninguna causa de justificación. En cu
tIpO de responsabilidad, prevista o supuesta en tema d
os parece aceptable el célebre argumento de Anzilotti para s~st~­
activi~ades peligrosas o socialmente dañinas, y amen
aun en el ejemplo dado, la responsabilidad del Estado no dejarla
da a SIstemas de seguro obligatorio (pensemos en el se
bjetiva. Justamente porque la diligencia const~tuye el contenido
torio contra los ,daños por accidentes automovilísticos), la norma violada :-dijo el insigne jurista-, Justamente porque
na se pr,egu~ta SI es oportuno seguir hablando de respo o la culpa no es un elemento que se agrega a la violación, la res-
y no ~as bien de garantía. Es cierto además que,a ad es siempre objetiva. En cambio, nuestra opinión es: que la
~os aleJamos de la responsabilidad por culpa hacia la r odas los casos en que se requiere, no es sino un elemento del ca-
lIdad absoluta, la idea -basada en concepciones moral to por la norma m~terial; que su naturaleza no desapa:~ce ni aun
dualistas':- ,d~ que el autor del ilícito es responsable po sea req'Jerida por una norma general ad hoc y en rélación con. to-
de manera InJUsta cede el lugar a la idea -solidaria_ materia; y que, por lo tanto, cuando se requiere culpa y no ,e~l~te,
sidad de la protección de la víctima. e tampoco configurarse una violación de la norma. En defImtlva,
Volviendo al derecho internacional; sobre la base de que se puedé observar, partiendo de la tesis de Anzilotti, es que
~onor a la tradición romana, durante mucho tiempo la el derecho internacional requiere que exista culpa y no la hay, no
lIdad del E~tado (en relación. con la violación de las n
xiste responsabilidad del Estado, sino que tampoco existe ilicitud
nducta. Por ésto se dice que si se requiere culpa, ésta es un elemen-
tratamiento de extranjeros y, más específicamente co
~ausados por los nacionales a individuos, órganos /Esta
a condición del ilícito.

!er~s) se configuró como responsabilidad por culpa, cons


IndIspensable para que surgiera la responsabilidad del dar otro ejemplo, aunque opuesto¡ de régimen específico Casos de
responsabi-
su comportamiento; o mejor dicho, el del órgano estata onsabilidad, precisamente de un régimen de responsabili- lidad
tenc!on~l ~ fruto de negligencia. Recién.a principios de n soluta, puede recordarse la Convención sobre la Responsa- internacional
absoluta
AnzdottI dIO un golpe importante a la tradición de Groci Internacional por los Daños Causados por Objetos Espa-
ner, la nat,ur~lezaob.ietiva (según la terminología prop
el· 29-34972, ratificada por alrededor de sesenta países
arnba,obJetIva relatIva) de la responsabilidad internaci ellos Italia [yArgentina,quela ratificó el 17 de noviembre
go, la doctrina se dividió y se han sostenido las másdiv 6; ley de aprobación N° 23.335]), que entró en vigor el 30 de
ciones -culpistas, objetivistas y ec1écticas-.¿Cuáles en de 1972. El arto II de la' Convención establece, en efecto,
situación? 1 Estado que lanzó el objeto espacial tiene la responsabili-
En nuestra o~inión, ante todo el régimen de respo
Casos de soluta de la reparación de los daños causados por éste ala
responsabi,
lidad puede estar prevIsto específicamente en el caso de 'la v' icie de la tierra o a las aeronaves en vuelo"; En cambio, en
internacional
por culpa u~a dete~minada norma o de un determinado grupo de nor IIIesta misma Convención prevé que, por los daños. causa-
aSI; por eJemplo, que la violación del deber de protección de ot:os' objetos espaciales, el régimen de responsabilidad es
lpa.
436 BENEDETTO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 437

La responsabilidad prevista por el arto II de la Convención no


abo una investigación sobre el dolo o la culpa de los órganos
soluta sino que parece incluso una forma excepcional de resp
tado acusado.
por actos lícitos, dado que el Estado es llamado a responder aun
chos que no son imputables a él. Sobre el arto II y, más en gen
responsabilidad de actividades lícitas, que una parte de la doct égimen residual aquí indicado vale para cualquier tipo de ~lícit.o, ya
configurar para todas las actividades de alto riesgo (industria n éste consista en el incumplimiento de una norma consuetudinaria, de
trias químicas, etc.) o productoras de contaminación, v. p. 472 a convencional o de una norma establecida en un acto de una or-
ón internacional. En el derecho internacional es inaceptable la dis-
el derecho interno entre responsabilidad contractual y responsabili-
Regla residual:
responsabi- Además de los regímenes específicos basados en uno acontracrual, que aparece en los ordenamientos jurídicos de los
lidad objetiva de responsabilidad, tanto consuetudinarios como conv e derecho civil, y en particular, con respecto del diferente modo de
relativa tar la culpa y la obligación de probarla. En este sentido cfr. el arto
¿qué puede decirse sobre el régimen residual, es decir, s
gimen válido para todos los otros casos? Consideramo Primera Parte de! Proyecto y el comentario correspondiente en
gla general es favorable a la que hemos llamado res 976, II, 2, p. 85, N° 19.
objetiva relativa y que, por 10 tanto, el Estado respo
qui~r violación del derecho internacional por parte d almente, en cuanto al carácter relativo de la responsabilidad
siempre que no demuestre la imposibilidad absolu va, en cuanto a que la ilicitud no subsiste si resulta imposible
provocada por él, de cumplir con la obligación. En Iir la norma, dicho carácter está respaldado por una abundante
parte de las violaciones del derecho internacional, a internacional.
sean fruto de la acción o de la omisión de un solo ór
e esta práctica V. el comentario al arto 31 de la Primera Parte del Pro-
tienen sus raíces en los más variados niveles del orde
YILC, 1979, II, 2, p. 124 y ss., N° 8 y ss.
tatal, ya que cada uno de los órganos del Estado se en
señalarse que la fuerza mayor y la imposibilidad de ejecución fue-
dicionado por todas las normas administrativas, le ces invocadas por los Estados miembros de la CE ante la Corte de
constitucionales de su propio ordenamiento jurídico, 1 de las Comunidades Europeas para justificar el incumplimiento de
imposible buscar un comportamiento negligente ornuriitarias. La Corte rechazó siempre esta excepción, sin negar,
comportamiento doloso- en el ilícito, búsqueda q go, en principio, que la imposibilidad excluya la ilicitud, pero sos-
sentido, no .podría dejar de involucrar a todos los que, en los casos que se le sometían, había sido el mismo Est~do el
pueden emitir estas normas. Además, en general los rovocara. La Corte negó, por ejemplo, que se pudiese considerar
protestan contra la violación de normas internacional ayor e! hecho de que e! Poder Ejecutivo no hubiese podido obtener
do ItJ violación de normas convencionales, y que rec amento la aprobación de una ley conforme al Tratado de la CE
medidas (represalias) para detenerlas, no demuestra ° 77/69 del 5-5-1970, en Raccolta, 1970, p. 243), o el hecho de que
pensión particular a condicionar sus protestas y su ento estuviera en receso estival (sent. N° 8/70 del 18-11-1970,
965 y 966 y ss.) o que hubiera sido disuelto anticipadamente (Sent.
a probar la existencia de negligencia o de intencionalid
del 18-3-1980, ibid., 1980, p. 1105 y ss.):
bién significativo que, si examinamos la jurisprude
Corte que tantas veces tuvo ocasión de ocuparse de v
unto de vista sostenido aquí parece conforme a la opinión de
normas convencionales -nos referimos a la Corte
misión de Derecho Internacional, como surge de la Primera
las Comunidades Europeas (v. p. 504)-, vemos que n
del Proyecto. Decimos "parece" ,porque, extrañamente, el
438
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 439
Proyecto no dedica ningún artículo al problema de la culp
vez pueda deducirse del hecho de que la culpa no se rnen as consecuencias del acto ilícito internacional
arto 5 como elemento o condición necesaria para que ex'
ternacional, o que no esté reglamentada en ningún otr
del hecho de que el arto 31 considere la fuerza mayor o todefensa individual y colectiva
tuito (y la imposibilidad que se deriva de ellos, mientra
al autor de la violación) cama una causa de exclusión d z producida una violación del derecho internacional, ,el Es-
la Comisión considere que el régimen de responsabilida la ha cometido debe responder por ella. Pero, ¿en que con-
lativa es el ré~imengeneral aplicable. Aun cuando la i responsabilidad? O, lo que es lo mismo, ¿cuáles so~ las
q~e. :stamos dando sea exacta, queda por preguntarsep encias" de su ilícito? ¿De qué medios dispone la comumdad
mrsion no ha hecho sa.1vedad al nienos de los regímenes anal para reaccionar contra el Estado agresor? ¿Quién pue-
de r~sponsabilidad por culpa y de responsabilidad objetiv ir a estos medios y en qué circunstancias? Ahora tenemos
que mdudablemente existen. . respuesta a estos interrogantes. "
nsecuencias del acto ilícito internacional han SIdo objeto de Encuadra-
miento de las
plia especulación teórica que contribuyó de manera notable .a consecuencias
ar el tema. Es importante referirnos a ellas antes de segUIr del ilícito
Daño
Otra cuestión controvertida es si el daño, tanto.
~aterial, constituye un elemento del ilícito y, por 10 'inión más difundida hoy en día sostiene que las consecuen-
sión de un interés directo y concreto del Estado con ilícito consisten en una nueva relación jurídica entre el Esta-
cual se perpetró el ilícito. La Comisión de Derecho dido y el Estado agresor, que surge de una norma especí~ica,
adoptó una posición negativa al respecto (v. el come ada norma secundaria, en contraposición a la norma prtma-
3 de la Primera Parte del Proyecto en YILC, 1973, II ea a la norma que ha sido violada. Sin embargo, no hay
12), en'vista del hecho de que existen hoy en día nor . e~ 10 referente a los contenidos que debe darse a dicha rela-
choihternacional -.:..las normas que obligan al Estad ídica. Según Anzilotti -cuyas investigaciones de principios
los deredios humanos de sus propios ciudadanos la , a pesar de estar ligadas a ideas previas (.Bonfils, Manuel de
prohibición d~l uso de la fuerza, sobie autodete:min rnational public, París, 1894, Cap. V), SIrven de base a esta
cuyoincúmplimientQ por parte de uno de sus destinata - las consecuencias del acto ilícito consistirían únicamente
tamente con~i4erado~n .ilícito resp~cto de· todos los re~ho del Estado ofendido. a pretender y en la obligación del
cllando no se ve~. afectado un. interés directo y concr agresor a dar una adecuada reparación. (aproxim~damente,
ros. Realmente, es posible compartir la posición de 1 n el caso de un ilícito civil en el derecho mterno): dicha repa-
S.in ell1bargo, es diferente el problema -que examina epresentaría ya sea volver a la situación quo ante (restitu!io
blar de las consecuencias del ilícito (v. p. 439 y ss.)- d rum), o el resarcimiento del daño, o bien, en el caso de danos
de lesión de un interés directo y concreto del Estado riales la "satisfacción" (presentación oficial de excusas, ho-
incida sobre la ilicitud de la conducta, elimina la res;o e a la bandera del Estado ofendido, etc.). En cambio, en lo que
dentro de ciertos límites o, tal.vez, da lugar a formas ta a las consecuencias del acto ilícito, no tendrían ilnportancia
y más atenuadas de responsabilidad. ismos los medios coercitivos de autodéferísa, que se conside-.
bien que corresponden al derecho del Estado de velar por su
440 BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 441
propia conservación (de conformidad, por otra parte, con i
estuvieron vigentes ya en el siglo pasado). na que se centra en señalar la inutilidad de elaborar las cons~­
El esquema de Anzilotti fue seguido por muchos autor del ilícito en términos de derechos y obligaciones, en partr-
go de este siglo, con diversos agregados y modificaciones. un derecho y una obligación a la reparación: este tipo de
ta de agregados o modificaciones de gran importancia. E ón conduciría en última instancia a un regressus ad infini-
siempre como desarrollo y perfeccionamiento de dicho o que la violación de la obligación de reparar, que a su ve~
sulta relevante la tendencia a incluir también en la norm ye un acto ilícito, produciría otra obligación de reparar, y as!
y, por lo tanto, en las consecuencias jurídicas autónoma mente. Según el autor, el ilícito tendría como única e inm~­
los medios de autodefensa y, en especial, las represalias nsecuencia recurrir a las medidas de autodefensa (represaba
medidas"): del hecho ilícito se derivaría tanto el derecho ) esta última aún no prohibida de manera absoluta en la
ofendido de solicitar una reparación, como el derecho ( n 'que Kelsen escribió, como sí en cambio sucede hoy en, día,
cho, la facultad) de recurrir a contramedidas coercitivas que la reparación sería solamente eventual y dependena en
cesariamente implican el uso de la fuerza, que hoy está instancia de la voluntad del Estado ofendido y del Estado
la mayoría de los casos) que tengan Cama objetivo autón de evitar el uso de la coerción y de regularizar la cuestión de
una verdadera sanción al Estado agresor. Esta tendenci pacífica, mediante un acuerdo directo o a través d:l rec~rso
hablamos encontró un fuerte defensor en Ago (cfr. Scritt . raje (v. p. 493). Las medidas de autodefensa no senan objeto
p. 371 y ss.); en ella parecen inspirarse los trabajos de relación jurídica entre el Estado ofendido y el Estado agresor,
de Derecho Internacional de las Naciones Unidas act n encuadrabies como derecho del primero a ejercerlas y como
curso, que corresponden a la Segunda Parte del Proyect ión del segundo de soportarlas. Estas medidas tendrían natu-
los sobre la Responsabilidad de los Estados (v. p. 418). e acción coercitiva (Zwangsakt), como tienen la pena y la
n forzada en el derecho interno. Pero, esta naturaleza cO M

Hasta el presente, la C<~misión ha adoptado provisional emás de constituir, como la pena y la ejecución forzada, una
solamente cinco artículos sobre las consecuencias del ilícito ( contra el ilícito (no centralizada sino descentralizada, por
UN General Assembly, Official Records, 45th sess., Supp rada al mismo sujeto ofendido), no serían asimilables exacta-
41.5); de ellos, tiene cierta importancia el arto 5, correspond . a una ni a la otra.
ción de "Estado damnificado" y, por lo tanto, de Estado e y duda de que las ideas de Kelsen se deben, en gran medida,
tuar contra el Estado agresor. La Comisión recibió luego a epción fuertemente imperativa del derecho, que, como es
del relator especial Arangio-Ruiz, dedicados principalmente
lo lleva a considerar que el momento de la sanción es lo que
de ofrecer una reparación. Sobre la base de estos informes, ,riza a todo ordenamiento jurídico. Sin embargo, aun -presan- .'

preparó los artículos 6 al10 de la Segunda Parte del Pro


v. UN General Assemb/y, Int: Law Comm., Doc. NCN/41
e esta concepción y teniendo en cuenta lo que sucede nor-
1988), párr. 132 y Doc. NCN/425/Add. 1 (22-6-1989), párr. te en la práctica cuando se produce una violación del:dere-
nacional (cualquier violación del derecho internacional, no
Del cuadro trazado hasta aquí se aparta una autoriz referidas al tratamiento de los extranjeros, que,como ya se
de pensamiento encabezada por Kelsen, cuyas ideas s iversas oportunidades, monopolizaron durante mucho -tiem-
internacional (consignadas en un célebre escrito de 1932 emade la responsabilidad internacional), nos parece que la
se citan con exactitud. Kelsen parte de una crítica de la n de Kelsen (que ni siquiera así puede compartirse hasta sus
s consecuencias) contiene muchos más elementos de verdad
442
BENEDETTO CONFORT!
LA VIOLACiÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 443
que las otras. También nos parece que, al menos en el caso
denamiento jurídico tan primitivo como el derecho inte negar que está prevista por una norma autónoma de der~cho
r ional general y todo lo que puede concederse a la tesis de
idea de que el ilícito produce relaciones jurídicas en vez CI, . id d
denar reacciones es una manera de representar la reali s que, efectivamente, en la determinación de la enti a con-
~edida ~rtificiosa. En nuestra opinión, la fase patológica 1 debido resarcimiento desempeñan un papel fundamental el
I~ter~acIOnal es escasamente una fase normativa ylo q o de las partes y la disorecionalidad del juez al que eventual-
nza, Justamente, son las reacciones Contra el ilícito, aunq puedan llamar las partes a decidir en su lugar (como suc~~e
perfectas y estén confiadas al mismo sujeto damnificad so de la responsabilidad civil en el derecho interne). También
qué apuntan estas reacciones? Este punto de la inve ecirse que la norma general sobre resarcimiento de daño~ (a su
Ke1sen es poco claro y, sin embargo, nos .parece de fun ada, como todas las otras, por la posibilidad. de ~ecurnr a la
portanciapara confirmar, justamente, la tesis que estamo efensa) tiene una importancia secundaria en m~tena d~ conse-
do. En la práctica, el objetivo carácterístico de las reacci ,as del ilícito , dado que en la responsabilidad internacional,
, d y
medidas de autodefensa, no es el de castigar (aunque no c uando una vez más la responsabilidad por tnatanuento e ex-
talmente de este tipo de objetivo); estas medidas tiend os, pueden dejarse de lado los aspectos patrimoni~les. .
talmente a restablecer el orden jurídico violado, o sea a blecidos estos lineamientos teóricos, queda también delineado
el ilícito (ya sea que se trate de un acto de agresión,.~ d de nuestra exposición. Nos ocuparemos primero de la.auto-
una bahía, o del incumplimiento de una norma convencio en cuanto núcleo esencial del: tema de las consecuencias del
si es posible, a borrar sus efectos. Se puede decir tambi , y luego de las diferentes formas de ~eparación. ~n el marco
tado agresor tiene la obligación de poner fin al ilícito y dio de la autodefensadeberá exammarse también un tema
efectos y que, correlativamente, el Estado ofendido tie resulta de lo dicho hasta ahora,pero que es muy actual: s.e
de recurrir a la autodefensa para obligarlo a ello. Pero e la posibilidad de que otros sujetos diferentes del Estado di-
fica que del hecho ilícito surja úna nueva relación, basa ente damnificado, o sea, del Estado que concretamente ~a su-
norma nueva: la obligación de que hablamos no es otr n daño material o moral por -la violación de una norma mter-
obli~ación prevista por la misma norma violada (por 1 al, adopten medidas coercitivas con respecto al Estado agr.esor
marIa, para usar la terminología corriente) yel derech mada "autodefensacolectiva") cuando se produzca una viola-
autodefensa no es otra cosa que la sanción (en sentido e obligaciones erga omnes, en particular, cuando se trate de un
acompaña a dicha norma. n internaciónal.
En cuanto a la obligación de reparar, sin duda es exc
completamente en un acuerdo -directo o arbitrado_
dos· interesados, como lo hace Kelsen. Mejor dicho
eacción normal contra el ilícito es, por lo tanto, la autodefen-
" • < ,

practIca, como veremos en seguida (v. p. 467 y ss.), es Autodefensa

to para aquellas formas de reparación que consist ecir hacer justicia por propia mano. Esto, que en el derecho
"satisfacción", o seá, en la presentación de excusas, en o co~stituye un hecho excepcional, admitid~ sólo den~ro de
presentado a los símbolos del Estado ofendido, etc. En c s límites en ciertos campos y en presencia de circunstancias ex-
que respecta a la otra forma de reparación que tien nales,e; hoy en día la regla en el derecho internacio~a~, donde
práctica, es decir, al resarcimiento del daño, no nos pare iste un sistema centralizado que garantice el cumplrmlen:~ de
rrnas, Ni siquiera las Naciones Unidas han logrado modificar
444 BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 445

esta situación, como veremos. Por lo tanto, queda defin armas, de asistencia logística, etc. Esta asistencia implicaría sola-
confirmada la opinión que hemos expresado en tanta una posibilidad de que se viole la prohibición de injerir en los asun-
acerca de la escasa eficiencia y credibilidad de los medio s y, al mismo tiempo, una posibilidad de que se produzca una
nales de implementar coercítivamente el derecho, y de la minoris generis de la prohibición de la amenaza o del uso de la
necesidad de prevenir el ilícito internacional con los instr que como tales no justifican una respuesta armada (ibid., p. 103 Y
propio ordenamiento jurídico interno del Estado que t 95 y p. 107 Y ss. N° 205).
en violar determinada norma internacional. osibilidad de responder con la fuerza a un ataque armado está indi-
Prohibición de o "legítima defensa" en los textos oficiales de la Carta de las Na-
la amenaza o Puede decirse que se ha logrado algo en el derecho i
del uso de la moderno: que la autodefensa no puede consistir en la a nidas; en la traducción (no oficial) italiana, a cargo de Perassi y
fuerza
el uso de la fuerza, prohibidos tanto por el arto 2, párr. prefirió hablar de "autodefensa", refiriéndose así al género y no a la
de las Naciones Unidas como por el derecho internacio
dinario, como lo estableció definitivamente la Corte Inte
rohibición del uso de la fuerza, repetimos, no tiene otras ex- Interveuciones
Justicia en la Sentencia del 27-6-1986 sobre el diferend armadas
fuera del arto 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Hay con fines
ragua y Estados Unidos en el caso de las Actividades M
stiene que son admisibles intervenciones armadas para pro- humanitarios
ramilitares contra Nicaragua (Cl], Recueil, 1986, p. 88
vida de los propios ciudadanos en el exterior, como sucedió,
Y ss.). El principio que prohíbe recurrir a la fuerza tien
plo, en los casos de la intervención anglo-francesa en Egipto
rácter imperativo, como se vio en su oportunidad (v. p.
de la intervención de Bélgica en el Congo en 1960, del raid
ca excepción a esta prohibición es la respUesta a un at
Respuesta a la , Entebbe en 1976, del raid egipcio en Larnaca en 1978, del
agresión
(o agresión armada) ya iniciado: en efecto, el arto 51 de 1
de Estados Unidos de liberar a los rehenes norteamericanos
armada en la mencionada sentencia la Corte Internacional de J
s en Teherán en1980 (sobre estosy otros casos V. Ronzitti,
deró, con toda razón, que corresponde al derecho c
g Nationals, cit., p. 26 Y ss.). Existe incluso quien sostiene
(cfr. Cl], Recueil, 1986, p. 92 Y ss., N° 193), recono
ede intervenir con la fuerza contra aquellos Estados que co-
inmanente de legítima defensa, individual o colectiva,
.olacíones graves de los derechos humanos con respecto a
que armado contra un miembro de las Naciones Unida
ios ciudadanos (las llamadas "intervenciones humanitarias")
Nociones de
El "ataque armado" (según el texto inglés del arto 51) 01
a un Estado que practique el contrabando de droga, como en
agresión
armada mada" (según el texto francés) se produce no sólo cuando e la invasión de Panamá por Estados Unidos en 1989 y la
regulares de un Estado, sino también cuando el Estado agre ente destitución del general Noriega. Es forzoso rechazar es-
vés de bandas irregulares o de mercenarios contratados por ones, ya que sólo un restringido grupo de Estados, espe~ífí­
equivalentes. En ,este sentido se pronuncia el arto 3, inc. g algunos Estados occidentales, son partidarios de la liCItud
ción de la Asamblea General de las Naciones Unidas N0 intervenciones. También debe negarse que'sean lícitos los
14-2-1974 sobre Definición de la Agresión (v. p. 79). Tam armados contra los Estados que fomentan el terrorism?: pa-
ró que la norma contenida en este artículo corresponde a icar el bombardeo de Libia por Estados Unidos en 1986, se
nacional consuetudinario en la citada sentencia de la Cor o que, según el arto 51 de la Carta de las Naciones Unidas, el
de Justicia (CI], ReClteil, p. 103 Y ss.; N° 195). La Corte (i rno es un "ataque armado" cuando asume proporciones sig-
que, en cambio, no constituye agresión armada la simple asiste
as, como es el caso del terrorismo en Medio Oriente. Pero el
.zas rebeldes que actúan en el territorio de un Estado, bajo for
nto no es convincente y la posibilidad de encuadrar la acción
446 BENEDETTO CONFORTI LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 447

de Estados Unidos en la legítima defensa fue rechazad del Protocolo 1 (1977), a los Convenios de Ginebra de 1949, extiende
muchos Estados como por diversos estudiosos. Final hode legítima defensa que tienen los Estados a los pueblos que Iu-
condenarse, por estar circunscriptos a un número restr' ntra la dominación colonial y la ocupación extranjera y contra los
tados, los intentos de legitimar el uso preventivo de I 1 s racistas, en el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre deter-
más, esta legitimación quitaría contenido a la proh'b' a
, 1 1 1
... ".]
recurrir a a fuerza, dado que es imposible determin
contra el cual se actúa se prepara efectivamente a e ha de que hoy en día exista un principio de carácter general
ataque.
híbe el uso de la fuerza hace plausible y coherente, al menos
1 punto de vista jurídico, un estudio de las medidas de auto-
La prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza que s' con el fin de establecer qué formas de reacción le están per«
id " . . , 1ll
tI a como irnperanvn en el ámbito de la comunidad inter 1 sujeto damnificado, y dentro de qué límites. No puede de-
debe enfrentarse desgraciadamente con la ineficiencia del sist mismo para el pasado, cuando se consideraba que la
do .de seguridad colectiva previsto en el cap. VII de la Carta
bélica era siempre lícita desde el punto de vista del derecho
Urudas (v. p. 476.y ss.) y, por 10 tanto, con el hecho de que
'onal, ya que podía ejercerse tanto para proteger derechos
.cuenrra casi su única efectivización en la autodefensa. Se deri
cuando se usa la fuerza en gran escala entre dos o más Esta
ra afirmar simples intereses del Estado. Esta opinión -que
desencadena la violencia bélica, es difícil y además estéril . ante destacar que se aplicaba exactamente a la realidad de
do los acontecimientos en términos rigurosamente jurfdi iones internacionales- predominó sin oposición hasta la
momento se abre una fase de acciones y reacciones de a Guerra Mundial; pero incluso en el período de entreguerras,
ques absolutamente incontrolables, que por lo ta~to n presencia de convenciones que contenían una limitada con-
. d" ' . , se
~ente ~mlllada por las relaciones ele fuerza, cualquiera la guerra, como el Pacto de la Sociedad de las Naciones y el
nene razon o el equivocado. La guerra se ubica en defin' 'and-Kellog de 1928, no dejó de mantenerse, al menos en lo
Derecho
bien ydel. mal jurídico, en cierto sentidd. Sin embargo, haylq al der~cho consuetudinario y, por lo tanto, para los Esta-
de guerra te q~e exrsre todo un cuerpo de normas, tanto consuetudina inculados por obligaciones convencionales. Claro que, es-
venclOnales-por ejemplo, las Convenciones de La Haya de las cosas, le faltaba en gran medida admisibilidad y cohe-
-sobre la guerra terrestre; las Convenciones de Ginebra de 19
planteo de la autodefensa: ¿qué sentido tenía, en efecto,
res Prot~:olo~ ~obrelas víctimas de la guerra (heridos, prisio
rse qué podía o qué no podía hacer un Estado para reaccio-
y poblacIon civil), las normas consuetudinarias sobre salv
cio d~ los Estados neutrales, en la guerra en el mar, etc.-
los ilícitos de otros, si luego ese mismo Estado tenía la posi-
llama,do derecho de. guerra y que' están destinadas .~ mit recurrir en última 'instancia a la violencia bélica? Es cierto
pueden, las asperezas de la lucha entre los beligerantes a una gran desorientación en la organización de esta mate-
co~o.así también a proteger a los países ajenos al conf que incluso en los escritos de autores del siglo pasado y de
munm~nte que, desde este punto de vista, el derecho in del áctual~ las represalias, las presiones y otras formas de
un rostro más{"númo q)le el derechointerno, que no di sa, tuvieran o no carácter violento, eran consideradas más
guno, y ~enos humaniza, lá guerraciYil(esto explicaría por os extralegales o "vías de fac,to" para hacer justicia y que,
que ~a.sldo una conquista de los grupos insurrectos (v. p.3 , se remitía la autodefeq.sa en su conjunto o alguna de sus
~OYIml~ntos de liberación (Y. p. 42) el qúe se aplique a su 1 por ejemplo, la reacción contra la agresión o la amenazade
InternacIOnal de guerra. [En esti: sentido se ha sostenido que ) al llamado "derecho de conservación" .
449
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
448 BENEDETIO CONFORT!

de! Estado: e! empleo de la fuerza por parte del Estado dentro de los lí-
Naturaleza Por último, es necesario entendernos acerca de qué si nif de su territorio y de los otros espacios sujetos a su soberanía es siern-
internacional
de la fuerza tamente, la prohibición del uso de la fuerza, en otras p:l a acción de policía interna si no tiene por objeto elementos bélicos
es la "fuerza " a la cua 1no puede recurrirse ni siquiera e a encuentren en su territorio por autorización suya (naves o aviones de
fensa, salvo en respuesta a un ataque armado. En nuestr fuerzas armadas extranjeras); al contrario, el empleo de la fuerza por
debe tener siempre bien presente que el derecho internac el Estado contra comunidades o medios de otrosEstados fuera de su
be usar (o amenazar con) la llamada "fuerza internac io o de los espacios sometidos a su soberanía implica el uso de la
comprende cualquier acción de carácter militar contra internacional.
p. ?S6). ~n, cam~io, el derecho internacional no prohíb
dna prohibirlb srn abolir el derecho de soberanía territo
de la fuerza interna, o sea, la que corresponde al normal especie más importante del género autodefensa es la re~resalia,
Contramedida

poder de gobierno del Estado. Es rnás;» una teoría mo o se dice hoy en día usando un término más apropIado, la
formas no violentas de autodefensa debe basarse, justa
hecho de que todo Estado gobierna una comunidad d medida.
ún el concepto más común, la represalia consiste en un com-
de la cual incluso los extranjeros forman parte y en la ientodelEstado damnificado, que sería ilícito en sí mismo,
día, se entrelazan numerosas relaciones que involucran ue se hace lícito por ser reacción frente a un ilícito de terce-
Estados, de individuos y de sociedades extranjeras: pre otras palabras,para reaccionar contra el Estado agresor, el
razó~ ,de haberse lesionado estos intereses, puede pr
o damnificado puede, a su vez, violar las obligaciones deriva-
reaecion de terceros frente a violaciones del derecho in e normas consuetudinarias (por ejemplo, de las normas sobre
aun dentro de ciertos límites que veremos a continuación. tamiento cielos extranjeros O de los Estados extranjeros), de
as convencionales o de normas contenidas en las decisiones de
Dado que también una acción del Estado encuadrable en nismos internacionales,' obviamente que sólo respecto de dicho
fuerz.a interna -específicamente, una acción de policía- puede o agresor. Incluso la regla inadimplenti non est. adimplendum
ter vl~lento, en ciert?s casos límite se hace difícil distinguir ent 1arto 60 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tra-
ternacl?~al ~fue~za mterna. Por cierto que no se presenta ning
s), en la parte que autoriza la suspensión temporal de la aplica-
de c1a~l{¡caclOn SI un policía dispara contra un delincuente, aun
de.untratadd respecto del Estado que lo haya violado y que,
extranjero. Pero, ¿cómo hay que encuadrar las acciones violenta
o tanto, se propone asegurar que cese dicha violación,debe
contra grupos o comunidades extranjeras? Por ejemplo, ¿debe c
uso de la fuerza internacional o uso de la fuerza interna la dete
, erarse una especificación de los principios sobre represalias;
henes extranjeros perpetrada por (o con la connivencia de) un en cambio, en la.pante que atribuye al incumplimiento la po-
como fue, e! caso de! secuestro de! personal de la embajada no adde poner fin al tratado, caso en el cual esta misma regla
en Teheran en 1979 (v. p. 175)? De la misma manera 'cómo cuadrarse entre los principios relativos a las causas de extin-
d erarIa'm,tercepclOn
" o Ia destrucción de un avión extranjero
', q e lostiatados(v. p. 172).
un determmado territorio sin autorización del Estado local? .y to el' derecho internacional general como especial prevén dis-
una nave privada extranjera en alta mar, cuando la situaci¿n n limitaciones a la aplicación de represalias; Nos reservamos pa-
uno de los casos permitidos por el derecho internacional consu tar los; límites del derecho internacional especial más adelante
convenéional? Aunque pueda parecer simplista, e! liÍnico crite pi 450 Y ss.). Señalemos ahora que el límite más importante entre
parece e! indicado por Ronzitti, es decir, e! de! lugar donde se pro
450
BENEDEITO CONFORTI
Límite de la LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 451
proporciona_ los de carácter general es la ro ' ,
lidad frida y la violación comet'd p porclOnalIdad entre la violac de los agentes diplomáticos, tanto consuetudinarias como con-
'1 , l a en represal' .
VIO acrones deban corres d' la. no se trata de que ionales. Quizá todo lo que pueda decirse es que, ya que estas
Pon
mente se puede reaccI'on erse perfectamente, dado que as protegen situaciohes y valores totalmente especiales e im-
" ar contra el i ' l ' ,
cron (por ejemplo e 'd ncump Imlento de un antes, el Estado sólo puede violarlas como reacción frente a
. , n matena e tratam' d
quebrantamiento de una bli ', lento e extranjero s violaciones exactamente correspondientes, es decir, cuando
n,
plo, con la suspensión d o IgaclO totalmente diferente (p ciudadanos y sus agentes diplomáticos hayan sufrido la infrac-
e un tratamIento e ' 1
que, más que proporcionalidad el d om~rcla ). Por el de estas mismas normás; en definitiva, todo lo que puede de-
que no haya una desprop ," ,erecho Internacional es que, fuera de estos casos, no existe el requisito de la pro-
orcion exceSIva 1 d
normas internacionales el ,entre as os vio1ac ionalidad:
, . aroquesleX't d
medIda se hace ilícita e 1 IS e esproporción, 1 considera, finalmente, que no se puede recurrir a la represalia Límite de los
, n a parte excedente' , medios de
que, SIse quiere estar seguro d I ' y es tamblé r ser una medida unilateral- si antes no se agotaron todos los
d e que a reac " solución de las
na a, el camino más f' '1 h cien no sea desp ios(conciliación, .arbitraje, etc.) de llegar a una solución acor- controversias
, , aCI es aceda " ,
oblIgacIón violadap 1 consIstIr en Infringir de la controversia (v.p. 4513 y ss.). En realidad, esta norma no
Límite del or a otra parte
respeto del Otro límite que se les así . absoluto rígida y nada puede impedir que un Estado que deba
derecho salias es la imposibilidad deg;a ge~eralmente hoy en día ntar una situación de emergencia-e-pon ejemplo, una violación
imperativo
nacional imperativo (v 24~~u~nr a violaciones del der del derecho internacional con respecto, a sus ciudadanos; a sus
contra este tipo de viola'cPI'" d 'II cuando se deba oa sus órganos de.igobierno-e-i.aplique las contramedidas ne-
, ' o n e s e dnc1usoere h . ,
VIO, Y como veremos' , e o InternacIOnal. e as.
,, mejor ensegUIda t 1
cepclon.enla posibilidad de ' es a reg a encuentr
mado. usar la fuerza para repeler un a
Límite del ntra la tesis que se ha sostenido' en este texto, respecto de la posibilidad
respeto de los Dado que entre las normas de ' , pueda producirse un eventual incumplimiento de las normas sobre in-
derechos protege la dignidad h tus cogens eXIste tam
des diplomáticas a título de represalia, no puede invocarse la ya men-
hnmanitarios dentro del derecho' uma~a (v. p. 250), entonces que
ImperatIvo el lf , d l da sentencia de la Corte Internacional de Justicia del 24-5-1980 en el
humanitarios que la d ' . ImIte e respeto de los del Personal Diplomático)' Consular de Estados Unidos en Teherátt, La
, octrIna VInculó .
que consisten en no cumplir las obli ,sIempre con las r e rechaza el argumento de Irán, según el cual la larga y mortificante de-
los extranjeros Por 10 t 1 gacIOnes del Estado r 'n de los diplomáticos norteamericanos en la embajada norteamericana
. anta e der h ' ,
mente el ámbito dentro dI' 1 ec o ImperatIvo se herán y l¡lconsiguiente violación de las normas sobre inmunidad esta-
l os Estados pueden d e cua se hac '1 ,. stificadas por los "crímenes" perpetrados por Estados Unidos contra el
e l egltlma la r
erogat norm' . iraní y por la continua injerencia de Estados Unidos en los asuntos in-
acuerdo, no vemos p , as InternaclOnale
or que -a falta d ' . iraníes. Enrealid~d, la Córte (CI], Recueil, 1980, pp. 37-41, N° 80-
exprese en sentido Cont . e una practlC
rano- no pu d d ocupa de la cuestión sólo' bajo el perfil de la injerencia en los asuntos
represalia. DeJ'ando 1 1 e en erogar ot
. a sa va e resp t 1 d' . os del Estado'receptór por parte de los agelités diplómdticosextrallje-
prohIbición de recurrir a 1 l' f,~ por a Igmda
'limita a observar qúe, según la Convención de Viena de 1961 sobre
gradantes no nos con al ap I~aclOn de tratos'
, vence a tes! d . nes Diplomáticas (v. p. 72) Y según el propio derecho consuetudina-
ción de l' . s e qUIenes exti
ap tcan represalIas que . ico remedio contra este tipo de injerencia es la expulsión del agente
normas internacional b dconsIstan en violar ático o, a lo sumo, la ruptura de las relaciones diplomáticas. La sen-
es so re erechos humanos o
no se refiere, por lo tanto, al caso en que un Estado suspende las inmu-
452
BENEDETTO CONFORT!

nidades diplomáticas para reacci ' LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 453
trada Contra él. Debe agregars anal' contra Una idéntica suspe
' e que en el ca '
se trata ba sQlamente de 1 ., so exammado por 1 -1986 (Cl], Recueil, 1986, p. 103, N° 194). También es cierto
d~i~aní, sino de la aplica;i~~s~:~~on de ~as inmunidades por mayor parte de la doctrina tiende a distinguir la legítima de-
marIcas norteamericanos. . . trato Inhumano y degradan de la represalia; pero la distinción se funda en argumentos (co-
objetivo puramente defensivo de la legítima defensa, por con-
Decíamos que el término sición al objetivo de causar perjuicio reparador de la represalia,
sión de Derecho Inter . clontramedida -utilizado echo de que la legítima defensa no presuponga, como es obvio,
naclOna sobr
arto 30 de la ya varias vece . d e una propuesta de tamiento previo de los medios de solución pacífica de contro-
, 1 s CIta a P . P
t/~u os sobre ResPonsabilidad de 1 rtrnern arte del Proy as) que han sido superados por las consideraciones expuestas
mas apropiado que el clásico té ,os Estados)_ debe co arriba. En realidad, e! mismo término "legítima defensa", aun
cambiando las palabr 1 ermI?O represalia. Es obvi o incorporado en e! uso común, es utilizado de manera impro-
d escnpto ' as, a SustancI a legítima defensa tiene esencialmente carácter preventivo y,
hasta ahora' p , a no cambia y es la
, , . ero nos par
InSIsta en que el carácter de 1 ece que -no obstan tanto, esta calificación de las acciones armadas tenía sentido
(v: p. 44 O), así corno u as contramed'd 1 as es causar u do se quería subrayar que no sólo era legítimo rechazar los ata-
1as represalias_ este nue na parte de 1 d ' en curso, sino también prevenir la agresión de los otros. Hoy en
' , a ocrrtna SOstenía e
vo termInO ' justifica poco usar este término, dada la prohibición de! uso
que no subraya ese cara'ct ' se recomIenda, justa
d er SInO q 'd' tivo de la fuerza.
erecho internacional que '1' lue In ica cualquier infra
E d rea Ice e Est d d ' , ra concluir, es inútil insistir en que el tema de las contrámedi- Contrame-
sta o agresor a fin de r t bl. a o amnlflcado res
t . es a ecer el o d ' , omoe! de la autodefensa en general, queda absorbido casi en- didas no
, ,UVlmos ya ocasión de b r e n Jundico viola violentas
'1' ,
de1 lICItO o servar cuand ente por las medidas de autodefensa no violentas, o sea, por las
desde el punr de.»: o tratarnos las con
. o e VIsta general ( 4 rácter legislativo o administrativo que e! Estado adopte en e!
nes. contra el ilícito tamb" v, p. 41), en 1
, , len pued "
perJUIcIO, pero es total e eXIstIr un objetivo de ito de su propia comunidad y que consisten en violar normas in-
d mente secund ' ir acionales como reacción a las violaciones de otros.
ce ora,tendiente a que cese 1'1" ano ente a su funció
Legítima
Entre las' contramed 'd e ' lICItO y 1"
defensa . se e lmInen SUs efe
, " l a s aSl entend'd 'd ' .
InCUmplImIento de lapr'oh'b' " d 1 as, ebe mcluirse
. 1 IClon el u ' d '1 f
so en que es admisible .d ' ,so e a uerzaen e
1a Carta ' . ,es ecrr en e l ( '. .
de lá ONU 11 d."" caso preVIsto por él ebe considerarse también una especie de! género autodefensa la Retorsión
. , , ama o legltld.'.~ .
practica y en los mismos te' . , ,:n~ el ensa en la doCt sión, que se distingue de la represalia porque no consiste en un
sario rechazar un ataqu xtosdoflclales dd arto 51) en qu rantamiento de normas internacionales, sirio solamente en un
esenCIa , 1es que hemo "e arma o (v. p. 444)" . Todos los e portamiento inamistoso, como e! debilitamiento o la ruptura de
s VISto que car '
cuentran en esta reaccio'n actenz~n a las represali elaciones diplomáticas (no existe ninguna obligación internacio-
pUed a c9meter' en e : contra
1 el .m'as grave lICIto'1' , que U de mantener estas relaciones), o bien e! debilitamiento o la ruptu-
, ,speCla , en este ',
mlte de la proporcionalidad . caso tamblen se veri ' e la colaboración económica y comercial (obviamente, cuando
corno también ha expresado ~:tre ataque sufrido y Contr héiya tratados que la impongan). Se dice que la retorsión no es
la ya mencionada sentenc'" Corte Internacional de]u forma de autodefensa, dado que un Estado puede siempre man-
1", entre Ni
caragua y Estados Unid n un comportamiento inamistoso hacia otro Estado, aun sin ha-
sufrido un ilícito. Esta opinión no nos parece convincente, por-
454
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLAcróN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 455
que, en el ordenafuiento internacional, que carece de •... .. i ••,
tra~~adod·quegarantice el cumplimiento del derechu~isl obligaciones internacionales preexistentes. Sobre el sistema de se-
me lOS e Presión quedos Estados.. "o,no d.colectiva de la ONU, v. p. 476 Yss.
falta son del.rodo '1 ' .. pueden utdlzarpél.
o.s. un ~sjaunque,sean lícitos Corno s
mente dea.practICa,es
l . ' '. '.
cierto, que las retorsiones. .....,e
t~ hablando, los Gomportamientos:inamistosos ,ymasi
~Ica •.,para ,reaccionar:indiferentemen te. tanto. 'f;~:/u~ táaqlIísiempre hemos considerado la hipótesis de que el que Autodefensa

~~p~rtancla,Puramente.política; . corno. frente aviola~i6


colectiva
na contra el ilícito es: el' Estado directamente 'damnificado, o
o mternacIOnal, o a .unas, . .'., Estado al que la violación de la norma internacional le haya
edT '1 . . , . ' ., y otras sImultaneamente
s ,.\ICI .separar las motivaciones políticas. de Ias.i 'd' ido un dañotantopatrimonial como moral; para Ser másc1a-
torslon;pero por esto no se puede.renunciar a 'c¿:s~~.~~ Estado' que fue dañado en su persona, en sus súbditos, en sus
ma..de autodefensacuandoseha· u . ifí d 1 C>s de gobierno, en su territorio, etc, En consecuencia, esta hi-
cioneSidelderechodnternacionaL ven ICa . o as menci;~ s se corresponde perfectamente con la idea misma de autode-
ptroargumento parai llc1uir.a laretorsi' "Debemos' ahora: pregüntarnossi este tipo de reacciones que
~utodefensaresideenlaprácticaenrnateria~n. en . l,acat s examinado pueden provenir de Estados que no hayan sufrido
(mterrupción parcial o total de I laci e sanCIone n daño, El problema es muy actual: se presenta ante todo en el
cipndei· .. •• . . . . ,. ' as re aCIOnes comerGi~
se.reGurr~ncfd:.g::::á:ef:~h::t~~:n~~.~:s:ar~ol;o,
eciettas convenciones multilaterales que protegen los intereses
.etS.')f' comunidades' de los Estados contratantes, .o también valores
normél.sinternacionales,.inc1usol .. .,.' " ..e e~erln.JJ Imente importanres-pare la. comunidad internacional, como
económk::ts A. '.' ... i as que no se<refteren
....

enelincunipl' ~enuddesta~.sa~ciones consisten :sitrld


Ó.
'~tr1plo; las convenciones' sobre derechos humanos. El mismo
, " > < , • Imlento eobhgapwnes'precedentes.ie presenta,' además,en el derecho consuetüdinaeio.en-el
~Ie~tos purarnene-, inamistosOs:iporlo tanto ,. . .. y élas normas >que prevén obligaciones erga omnes o hacia la Obligaciones
nomrcns resulta d'f '1' ., . , ., ...., ' en las S¿t idad internacional en su conjunto, como las normas: que pro- ergaomnes
de retorsión.'· 1 ICI mente separable el carácter detep
la agresión;' el genocidio,· elapattheid, ·Ia esclavitud,ete.· (indi-
RetoHiót¡y
ásíen un' célebre, e incluso incidental, párrafo de la: sentencia
medidas de las La retorsión debe diferenciarse de 1 di Corte Intefnácional de Justicia del 5-2-1970, en la cuestión de
Naciones sejo de Seguridad de las N ' U as me Idas que puede adop
Unidas ta, en caso de amenaza o r:CI~nes d nidas sobre la base del art. 4 celona Traction)Light and Power.Co., .Ltds¡ enCI], .Recueil,
didas comprenden "1 ,p ura e,:a paz, o en caso de agresi' p.32}..·Se refiere ,. también a este tipo de normas '.Ia'Comisión
económicas y de las coma lll~err,upcIon total o parcial de I erecho Internacional en el arto 19 de la ya varias veces citada
umcacrone, f " .
les, telegráficas, radioeléctricas y otros :rod~Iandas, marÍt~ma~ eYa Parte del Proyeetode Ártículossobre Responsabilidad,
rupt d1 Íaci
ura e as re aClOnes diplomáticas" S' b'
e lOS e comUI1lCaCI
1
C>.distingue (sihespecificar, por otra parte, el alcance práctico
cadaspor el art 41 c' id I , 1 len a gunas de las tádistinción) .lós' trimenessinternadonales. de! los simples ilícitos: Crímenes
. omci en con as q d d internacionales
sión, se trata de un feno' d'f ue pue en a optarse a tÍtu1 Huirían crímenes intemacioriales las violaciones gravesdeaque-
meno 1 erenre dado 1d'd
el Consejo se encuadran en el ' ~ue as me 1 as dec bligaciones'consideradas' fundamentales'. por ·Ia. comunidad' in-
Unidas que los Estado d SIstema de segundad colectiva de la
, s pue en ser obli d i ' cionalen su conjunto y, específicamente, según la ejemplifica-
que éstas pueden o deb d ga os por e Consejo a ad
. en a optarse aun cuando comporten e dada por el mismoart.19, la violación de la prohibición de la
esión, de la obligaciónde respetar la autodeterminación' de los
456
BENEDEITo CONFORTI
LA VIOLACiÓN DE LAS NORA'IAS INTERNACIONALES 457
pueblos (v. p. 38) de la l.o híbi "
heid y de la prohibi " Pd I IClOn de aplicar un re.s:rn:len Séntericia del 27-6-1986 entre Estados Unidos y Nicaragua
I IClOn e conta ' ,
las aguas (lo que en I'd d ,m~nar masIvamente «ecueu: 1986, p. 102 Y ss., N° 193): como ha establecido la
I rea I a mas bien f
o observado acerca d l 1" parece uturismo (ídem, N° 194-199), las medidas, incluso militares, que pue-
3 e os ImItes de l b '
18 Yss.), Sobre el arto 19 sobr a, ~o eranía optar el tercer Estado deben responder a' los criterios de' nece-
se desarrolló un vivo d b y d e ,la n,oclO n de crimen y proporcionalidad, y por ende presuponen un pedido expre-
'
Pued en liltervenir e ate octnnano cent d
frente a ilícitos tan ra o, IUS:tall1f> tEstado agredido. Otra norma consuetudinaria que se puede
d efensa colectiva íncl 1 E graves, en una raquí es laque examinamos en su momento y que obliga a
d ' , ' . uso os stados que
a~lllflCa~os (terceros Estados, según lbs Estados a negarefectos extraterritoriales a los actos de
r~ ImpropIa, dado que en al unos e ", tOo (Ieyes, sentencias, actos administrativos) dictados en un

;::;~'"::~:e~:~~~::~~:o~~:;F;;~;~;'~:::'~~~~ól
río adquirido mediante la fuerza y niantenidosinrespetar el
id de autodeterminación de los pueblos (v. p. 255 y ss.).
'adanos o de violaciá d I ' ,r e ra a contra los pro isino modo, se puede recordar la norma (v: p. 41) que autori-
pueblos). . n e pnncIpio de autodeterminació odos los Estados a ayudar militarmente a los movimientos
Señalemos adern.í l chan para liberara su territorio del dominio extranjero y,
' mas, que a cuestión d
nbols. teóricos o formalistas. No se pue;o Xu~ e resolverse tanto, que luchan contra la violación del principio de auto-
e clr ininación de los pueblos en ese mismo territorio. Fuera deesta
0 Ig)aciones erga omnes o (en el caso de la: que, ?or t
1
ra es asumidas en relación Con un ci t ,convencIones tesis, estas ayudas serían ilícitas, porque contravienen la prohi-
uno de ellos tiene el derecho absoluto ~r o nU~ero de Est de la' ameriaza y del uso de la' fuerza.
das de autodefensa en caso de que s ~ rleacclO nar utiliza ernás, y pasando ahora del nivel del derecho consuetudinario al
del interés común. Si se tiene en cu e v~o e una norma y éfecho convencional] es posible que un tratado multilateral pre-
la, comunidad internacional y la na~~::l a es~ructura "aná of sí mismo'lel'Iderecho de cada Estado contratante de aplicar
nomeno de la. autodefensa, nada niega eza astante recie onés encaso de quebrantamiento de una de las normas del
desprovistas (o provistas d f que se trate de ob tdo, aun sin haber' sido damnificado' directamente. En realidad,
palabras, nada excluye e ormas atenuadas) de sanciones' ~ta de!una hipótesis ,más 'bientéórica' dado'que,' como veremos
nal, no tenga como cO:~~U:~~i:u::~osubsista el ilícito i;t uida, el derecho convencional tiende más a limitar que a exten-

~~::;:~::;t~;10I'práetica ¡oter""¡¡~~:'I~;~;~~~::~:
lejefcicidde il3.ia'utOdefensa.En cambio, es característica de al-
s trátadosmultilatúales(ycontribuye' a darle cierta importan-
Normas
especiales de Dicho esto, es innegable que en n ' aliHtetéscomún)' lá'simple creación de mecanismos
autodefensa
tudinarias particulares está prevista I:rma~~~~dernacionales ituciorialesde contt6l que pueden ser puestos en práóticapor ca-
gan terceros E s t a d o d ' POSI lIad de que i stadoi coHtfatailte,á veces demasiado débiles, otras veces más
bl ' , s, con rno alrdades 'f'
o IgaclOnes internac' 1 ' , espeCI rcas y cu ces, pe'rb'que de 'todos' modoscáreceri'de poder' de sancionar: en
el de la legítima defe~~:ac:;e~:fv~I:~ca:. El caso más impo
Legítima
defensa
so de losmecanisrhosmásdébiles, pensemos en las competen-
colectiva mente reconocida por el t 51 d n ra ataques armad de!Ía ComisiÓn de··Derechos" Humanos.' instituida' por e! Pacto
das, y hoy admitida '1 al' . e la Carta de las Naci e'Derechos CiViles yPolítícos de las 'Naciones Unidas (v.p.
, . lilC uso por el derech' .
segun. la 0Plilión expresada o lllternaclona )yy en el ¿asO de l()sI11ecanismos más eficaces,en la Comisión
pea de' Derechos'Húmaríos (v.p. 233);
458
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 459
Final~ente, deb~ reservarse una mención especial para e
de segundad colectIva de las Naciones Unidas C d 1 onvencer, sin embargo, a los países en vías de desarrollo... Has-
' . uan o ogr e esto no se dé, no es posible identificar principios generales so-
nar, ~ste ststema c~nsti~uye, como veremos, un sistema d
focalIzado e~ las violacione, internacionales que pueden tema que prescindan del sistema de las Naciones Unidas.
en la categona de los crímenes internacionales (v. p. 476 Y
Inexistencia
Cuando n~~ ?reg~ntamos si los terceros Estados pued
sentido contrario a lo hasta aquí sostenido parece expresarse el arto 5,
de un régimen
general de ~ar frente a IlIcltOS Internacionales, resulta evidente que , de los artículos adoptados provisionalmente por la Comisión de
autodefensa Internacional de las Naciones Unidas en el tema de las consecuen-
colectiva nene un val~r residual respecto de los casos aquí indicado
los ilícitos (v. p. 440). En efecto, el párr. 3 establece que cualquier
de lado el sistema ~~ las Naciones Unidas, dejando de la puede considerarse "damnificado" en caso de crímenes inrernacio-
que ?uedan prescnblr las simples normas consuetudinar Decimos parece expresarse, porque todavía la Comisión no redactó
~enclOn~les, se trata de establecer si existen principios g artículo en el cual se aclare qué puede y qué no .puede hacer el Es-
e permItan a un Es:ado intervenir en defensa de un int amnificado para reaccionar contra un ilícito. De todos modos, siern-
mental de la comumdad internacional o de un inter / e tenerse presente que entre las tareas de la Comisión no sólo está
nuestr " / d es c
~ opuuon, y e acuerdo con el estado actual de la ficación sino también el desarrollo progresivo del derecho interna-
ternacIOnal, debemos negar la posibilidad d d 1 (v, p. 75).
, ea~~
co~tran:edtdas, o sea, la posibilidad de suspender la e
oblIgaCIOnes del tercer Estado respecto del Est d nque hemos negado la posibilidad de que los Estados no direc- Aurodefensa
bi , a o agres colectiva y
len es CIerto que a part!r de los años setenta, los Estad te interesados adopten contramedidas, debemos decir que la retorsiones
les comenzaron a recurnr a sanciones de carácter econó ón es diferente en lo que respecta a la adopción de comporta-
ellas, a la suspensión de los acuerdos comerciales- os sólo inamistosos, es decir, de retorsiones, ya que, por una
sos, como reacción contra violaciones graves de los ;;e , se trata de comportamientos lícitos, por lo tanto siempre
no~, cont~a a~:os de agresión o contra atentados al princ tables, Y' por otra parte, son medios de presión que pueden ser
tO etermmaClOn de los pueblos: nos referimos a los es para hacer cesar el ilícito (pensemos en las retorsiones eco-
re h enes ~etenidos en la embajada norteamericana en T s) y que, como tales, pueden encuadrarse en la autodefensa
ley marcia] en Polonia, .de Afganistán, de u laeG r r a de iva). Aquí aparece, justamente, lo que decíamos antes acerca
b
etc. (so re estos casos cfr. Carella, op cit., p. 200 Yss) aturaleza ambivalente -entre lo "político" y lo "jurídico"-
se trata de casos prácticos en un mismo sentido que ~i~ retorsiones, ya que justamente estos dos aspectos estuvieron
ron las protestas, no sólo de sus destinatarios si~o tamb fuertemente entrelazados en todas las manifestaciones con-
rosos Estados socialistas y del Tercer Mundo E . iolación de los derechos humanos y contra los crímenes ínter-
/, . n especI
res~ecta a. l~s cnmenes Internacionales (que, por cierto, nales y, por lo tanto, difícilmente resultan separables.
g~na admItIda por los países socialistas y del Tercer Mu
CIOn con normas sobre agresión, sobre ápartheid sobre c
y, sobre autodeterminación de los "pueblos) , 1a t', eSIS so
sIe~pre por.estos países es que el órgano internacional como la hemos descrito, la autodefensa es un instituto del de-
aplIcar sanCIOnes es la ONU y sólo la ONU D . ternacional consuetudinario. Naturalmente, el Estado puede
/ . l' . eJemos
paises SOCIa istas, que no existen ya como grupo; .todavía rse mediante un tratado a no irecurrir a medidas de autodefen;
a recurrir a ellas dadas ciertas condiciones. Este tipo de obliga-
460
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 461
Normativa de
la autodefensa ciones pueden aparecer, sobre todo, en los tratados e '
en los las " , Onstlt cambio, no existe una norma análoga al mencionado arto 88 en el Autodefensa
orgal1lZaClOnes ll1ternacionales. Antes que nad d b en la CE
s~, que se halla implícita en el vínculo de solidari~:d e ~ c
estatutos de las
o de la CE. Este se limita a prever, en los arts. 169-171, que el incurn-
organizaciones
internacionales
clO~,entre los Estados miembros de cualquier organi~ci~ nto de un Estado puede ser denunciado ante la Corte de Justicia y ge-
por lo tanto, una sentencia condenatoria; pero no dice nada respecto
c?,n ~e mucho c~n la adopción de medidas unilaterales)
so en que el Estado incumplidor no se conforme a la decisión. Según
croa e no recurrir a la autodefensa en especial d
co 1 " " e no r te ~omunitaria, no se consentirían nunca medidas unilaterales de re-
n e ~roplO ll1cumplimiento frente al incumplimiento a en el sistema CE (cfr. Sent. N° 232/78 del 25-9-1979, en Raccolta,
parte, S1l10 como extrema ratio y sólo después de hab p. 2739, sobre medidas tomadas por Francia contra la importación de
eventualmente todas las vías a disposición d 1 ' ovina de Gran Bretaña, justificadas por el Gobierno francés C01110 me-
b " , e a rrusrnn o
para o tener justicia, Todo esto vale eVI'dent de defensa contra prácticas británicas análogas). Es así que a veces,
dI' ,emente, cua
e a ~atura~eza d~ la infracción que la ha ocasionado la r o existía una sentencia condenatoria de la Corte y, sin embargo, se
n,ecesIta ser ll1medIata (como sí puede suceder en el c~so de nía el incumplimiento por parte del Estado condenado, se ha preferido
crones en legítima defensa, según el arto 51 de la C d una nueva presentación ante la Corte para obtener una declaración de
nes Unidas). ,arta e limiento (cfr. por ejemplo, las sentencias N~ 48/71 del 13-7-1972, en
Puede darse aderná , ,IV, col. 221 y ss., con nota d'e Tizzano; N° 69/86 del 12-2-1987 y
'. ' as, que esten expresamente prevista
que [imiten la autodefensa Por' 1 -230/85 del 14-1-1988). Nos parece que, dado que el sistema comu-
, .. eJemp o, una norma de na dispone .de medios coercitivos propios, debe admitirse la posibili-
aparece preCIsamente en el art 51 de 1 C ,"
. Iezf ' . . a arta, segun el recurrir a contramedidas como extrema ratio -o sea, luego de inten-
ejercerse, egitrma defensa frente a un ataque armado"
ructuosos de hacer entrar en razón al Estado recalcitrante a través de
el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas n te~, justamente para salvaguardar el funcionamiento del sistema.
mantener la paz 1 id d . ece
de h y a segun a ',ll1ternacionales"
.' . C uan
rec aZar un ~taque armado, las medidas "necesarias
~or el arto 51 solo pueden ser las establecidas por l' r
~;:lCarta, ~s decir, las medidas militares directam:nt: temad~
r C<;>l1~eJo (v. p. 482) o, al menos (y según las circu
as q.ue no Impliquen el uso de la fuerza del que h bl
la autodefensa, en. especial de las medidas no violentas
odefensa (v. p. 449), tiene. sus reflejos en el derecho estatal: an-
llegar a la conclusión de que determinada ley o acto adminis-
Autodefensa
y derecho
interno

l~ r:l1sma Carta (v. p. 482). De todos modos el Ca a, o son contrarios a normas materiales de derecho internacional,
cídir lh h ',' onseJ raer las consecuencias de este hecho sobre la base de los princi-
-como o a echo durante la crisis del Golfo
(v. p. 484)- que en determinado caso, no se apliqu 1 e adaptación examinados en el Cap. m, el operador jurídico
puesto por el arto 51. ee o deberá preguntarse si dicha ley o acto administrativo hose
Otro ejemplo es el arto 88 del Tratado de la CECA can, sobre la misma base del derecho internacional, por consti-
que, frente al incumplimiento de un Est d . b ' que r ontramedid;ls.Por ejemplo, el juez constitucional llamado a
d d . a o miem ro, los otr
os pue en dejar de cumplir las obligaciones fundamental nciar la ilegitimidad de una ley contraria al derecho interria-
tas por el arto 4 de dicho Tratado, pero sólo después de u consuetudinario, según el arto JOde la Constituciónitaliana
so pro~es~, en el curso del cual también puede 1 91),0 bien, sygúnel arto 11, de una ley que impida o perjudi-
pro,nu~~Iamlento de la Corte de Justicia comunitaria y me 1 cumplimiento del Tratado CE en cuanto al sistema o núcleo
torrzacron de la Comisión. ' ial de sus .principios, deberá preguntarse, entre otras cosas, si
'po, de ley no se justifica como medida de' autodefensa,dentro
463
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
462 BENEDEITO CONFORTI
utivo: los órganos ejecutivos pueden regirse sobre la base de cri-
de los límites que indicábamos más arriba en especial en 1 de oportunidad política, lo que hace que la reciprocidad pier-
1 .., ' o re
a as'organrzaciones
1 rnternacionales. Del mismo mod o, e1'J das sus características de mecanismo automático (y jurídico) de
nano que sea 1amado a hacer prevalecer las normas de u defensa. Por lo tanto, se debe aprobar el hecho, que ya se vio en
p~r sobre la~ ~ormas de una ley ordinaria, sobre la base d omento, de que se haya declarado parcialmente inconstitucional
pIO de especIalIdad (v. p. 405 y ss.),.podrá negar ese predo arcialmente inaplicable la norma de la Ley italiana N° 1263 del
ley puede 'encuadrarse
. , como actuación. de la autodefensa. 7-1926, que requería que el Poder Ejecutivo acatara la recipro-
acto
d a d mInIstratIvo ' , / . a un tratado que se ejecute
contrario ' d en casa de ejecución forzosa de bienes de los Estados extran-
e.un~ orden de eJeCUCIOn legislativa (es decir, de una ley q s (v. p. 303 Y ss.). Incluso la norma, ya mencionada, del arto 55
' las normas de dicho tratado sólo si y en 1a me di1
ne /aplIcar a Constitución francesa se interpretó en la jurisprudencia de ese
e,sten ~Igentes ~omo normas internacionales) podrá conside a falta de alguna otra norma específica que así lo requiriese,
nmo SI se cons~dera adoptado en carácter de autodefensa. sentido de que 16s jueces no podían decidir de manera autó-
Condiciones El ordenamIento jurídico interno támbién 'puede d' a sobre la existencia o no de reciprocidad en cuanto a determi-
de . . d'" / Ispon
~eca~I;mos e cara~tet general que posibiliten automática convenci6n,debiendo someterse a las decisiones del Ejecuti-
reciprocidad
V!OlaCIOn de normas. Interriacionales por parte de órganos Sin. embargo, incluso en Francia hoy la situación parece (algo)
tltul~ de contramedlda. Este tipo de mecanismo puede mas 'pta,d~spués de quetlna Setltencia del Tribunal de Casación
en CIertos casos, como la condición de reciprocidad según 1 6_3_1~84),¡;n.Revuecritique de droit. internationalprivé, 1985,
acuerda determinado tratamiento a los Estados , aos
l 'org . 09 Yss., conJ;1otasdeI;)roz)precisélque debesuponeJ;.seque exis-
bi "
terno y a lo~ CIUdadanos e?Ctr~nieros, con la condición d ciprocidadhasta que un Estado parte denuncie la convención.
acu:rde el rrusmo tratamiento al Estado nacional, a sus Ó cambio, en Argentina la reciprocidad señalada por el Poder Eje-
Reciprocidad gobierho ~ a sus ciudadanos. En la medida en que el cum o (Dcto; 60115163) se .halla ya prevista en la inmunidad del Esta-
en la
observancia de
de d~termInadas normas internacionales esté subordinado ranjero dentro de su jurisdicción.}
normas procldad :' por 10 tanto, en la medida en que la reciproci
internacionales demás de constituir la base para eventuales contramedidas, la condición
llevar a VIOlar estas norinasj precisamente dicha recipr
tuyela base jurídica interna para adoptar contramedi
~ciprocidad, tal como laéonsideramos aquí, tiene también una función
entiva, por así decirlo, en cuanto considera que los ilícitos de terceros
plo, el art'o 55 de la Constitución francesa, establece que { supuesto para los iÚcitos propios y tiende a prevenirlos. Sobre esta
dos 0, acuerdos regularmente· ratificados o. aprobados tie ; n hemospuesto particular énfasis en ediciones precedentes de este Ji-
aut~n~~d superior a la de las leyes, con reserva, en cad n las que considérábarnos que la reciprocidad era una suerte de me¿i~
aplIcacIOn por la atraParte"; según la: interpretación d
legítimadefensa.
presenta una parte de ~a jurisprudencia (cfr. Regourd, Reciprocidad
1983, p. ?SOy ss.), el mcumplimiento de un tratado p a condición de reciprocidad puede resultar especialmente útil en y derecho
consuetudi-
otro Estado contratante no sólo elimina la primacía de dich aso de ciertas normas internacionales consuetudinarias cuyo con-
nario en
por so~re las leyes, sino determina incluso su no aplicación. oes incierto o se halla claramente en evolución, como es el.caso evolución
Segun lo q~e hemos sostenido en repetidas oportunidade en día de buena. parte del derecho internacional del mar. La reci-
to "de las relaCIOnes entre Poder Judicial y Poder E'Jecu idad constituye entoncesla base jurídica interna para la eventual
'"
mmIs:raclOn.~ del d:recho internacional; esta reciproci fensa frente a los Estados que, por así d¡;cirlo,anúópan la conclu-
debena estar determmadapor el juez y no por los órganos d
465
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
464 BENEDETIO CONFORT!
, d d rotección de la persona Y de
sión del proceso evolutivo del derecho consuetudinario, con 1 normas que reqUieren la a ecua a p esfera mucho más arn-
, (.. 273) na una .
ción de normas que, aunque alineadas con la dirección de di bienes del extranjero v. p. " ' 1 no impone la
" ueel derechol11ternaclOna
ceso, parecen excesivas en el estado actual de las cosas. de protecclOn, ya q 1 . d daí H'ori su parte la Cons-
., d 1 . con e cm a ano. l '
que mejor puede utilizar en ese caso todo Estado que quie paraclOn e extranjero '1 de todos losdere-
. a los extranjeros e goce
derse.por medio de la reciprocidad, parece ser adoptar élta ión argentl11~ otorga art 20 e N.). La doctrina, en general, ha
normas más duras, pero declarando su inaplicabilidad conr civiles del cIUdadano ( . , . 1" los extranjeros supera los
iderado que el "trato de naClOna. a..... .
aquellos Estados que se atengan al derecho preexistente. . .d el derecho l11ternaclOnal.]
ards mlínim~s eXl.~ ~se~;esupuesto de actos de cortesía y, por
Si se quiere dar un ejemplo, se puede recurrir a la cuestión de la ando a reClprocl a . ' .. . tosinamistosos en reac·
,1 de originar comportamlen . , . . . ....., ' . .
base del mar territorial, en especial, del "cierre" de bahías y.go nto, so o pue. . . . , . S "J.l"E'st·a'dó extr<lnler.o,' es.. ta se.
tos inamlstoSO ue
334). Hemos visto en su momento que varios Estados, incluso 1 aI com.. poj
. r.ta.m ..
l
••.. '
en s
. , lt .' de las retorsIOnes. Y'.'J·.usta.me.nte...·.C..o-
. .' .... " . . ,
ron golfos y bahías de apertura superior a 24 millas, en contra iona mas bIen c~n. e~ma." 'f" "da de manera·¿Yid.enternente
internacional general actual, de la Convención de Ginebra de ormaoe retorsión estaua con 19ura ." ' " . 1
Mar Territorial y Zona Contigua y de la Convención de Monteg ' '.' por la doctrina clásica del derecho I11ternaClOna .
a da,
de acuerdo con la tendencia a extender cada vez más el poder d
, de eventual adopción de contramedidas pre-
del Estado ribereño. Frente a este tipo de medidas, bien podría tro ejemplo de me~am~~o d Estados Unidos, y más precisamente, el
que en la actualidad se rija por la norm~ de las 24 millas, procede n.
p.o..r leyes la leglslaclO e., 1l. "P' 'he'r' y Conservatíbii m.ldMa.'1i:.lg.e.-
de sus propios golfos y bahías dejando a salvo la reciprocidad, o ,;
. . . ' d' 1 t al'Magl1ltS0 15 . '. ' ..
timod Amen me 1 . ' . • . . ' .. t'vo'a imponer sancIOnes a
yendo del mencionado cierre a las naves de aq'uellos Estados que ct de 1.. 982, qu.e autoriza al Poder EJec~ I 1 sobre Caza de Ballen.a,s
estrictamente a la regla de las 24 millas en sus golfosy bahías. , , . l' C' ción InternaclOna
ados·que vIOle.IT . a .onven , '. t'Al.v' Anteríál Cetacean
.Wh {' g AS50clatlon et i ., •
. Ehe!ca,soJapan a 111 E. d JJnidos(en,su Scmtenda del
Reciprocidad Téngase en cuenta que la reciprocidad no se utiliza exc etAl.¡ la. cprteSuprema,de s.ta.. os...'. . ...poder. discrecional de!
ta ley comporta un ,. . '
y retorsión
te como presupuesto para observar el derecho internacion 986) hainwmreta d.o ql,lees . .. . . , . . b' . en este mis-
.,. , ..' no estas sancl.ones;. en cf\rp. 10, '.' •
tanto, como base para adoptar eventuales contrarnedidas, Eje~utlV;opf\ra ado~ta,r o , r, d Instanci.a .seh,abíanexwesa4o en
• .•• ,

solamente constituye e\presupuesto de concesiones dicta las Cortes ~kPnm.era,.y Sfg~na ,,';
so"..;"., ..,.. ,. . '86 1587 Yss.
ros motivos de cortesía: como sucede, 'por ejemplo, si o contrarlO. Cfr. ILM, 19 Ll?: , j'

acuerda inmunidad fiscal a los agentes diplomátícos ext


otros impuestos diferentes de los personales (v.p. 290), e
ción de la reciprocidad. A menudo, además, por la materi
se refiere o por el modo en el cual está formulada la nor
prevé, la reciprocidad puede servir como presupuesto tant
plimiento del derecho internacional como de actos de ca
ejemplo, el arto 16 de las Disposiciones Preliminares del Cód reparación
italiano, cuando establece que (¡se admite que el extranjero encias de! ilícito. internaciona.l.,
1 de las consecu
los derechos civiles atribuidos al ciudadano, con la condi empre en e. .marcol'" bl' ión de reparar e! daño causado que
por. conSIderar a o igacio
reciprocidad...", debe referirse tanto al cumplimiento de 1
e sobre el Estado autor delílícito.
internacionales sobre tratamiento de extranjeros, en parti
466
BENEDETTO CONFORTI
LA VIOLACIÓN úE LAS NORMAS INTERNACIONALES 467
Generalmente, la doctrina considera 1 '
reparación es la obligación d ". que a prImera fo dia habían firmado un acuerdo en 1986, sobre la base de! cual (y de
" , e restitúir en forma espec¡'f' (
in tntegrum) o d b' ICa rmidad con una decisión del Secretario General de las Naciones Uní-
'. ,sea, eresta lecer la situación de h h
antenor a la comisión del ilícito . , ec o y ancia, que reconocía su responsabilidad en lo ocurrido, se había corn-
sea posible. ' SIempre que dicho restabl rido, entre otras cosas, a confinar a los dos agentes durante tres años
sla de Hao, en la Polinesia. Sin embargo, éstos habían sido repatriados
Restit/ltio 1vencimiento del trienio, por motivos de salud. Además, el Tribunal
in integrum Se consideran restitutio in intt?grum, por ejemplo l "
nas, de COsas •de naves d d ' a restltuc debía juzgar e! pedid? (sumamente razonable) de Nueva Zelanda,
, , e ocumentos etc dosi ,
se ordenara a Francia respetar el acuerdo de 1986 y enviar nueua-
mo así también la' ,, , . , usurpa os JlegItIm
. eJeCUClOn específic d bl' '
este último sentido efr la se t ia.d la, e, o IgaclOnes convenc' a'los dos agentes a la isla de Hao para completar su período de confi-
. n encia e árbitro " D tto, Ahora bien, con el fin de rechazar este pedido, la sentencia tuvo e!
prqnunciada entre Libia alg2u ' uruco Upuy, del
PI 1978, IV, col. 233 N
,, ' .
Ill nas socled;¡¡des petroleras norteame
, con nota de Tesaur F dá d
de sostener: que la obligación francesa de mantener confinados a los
gaClOn de ~fectuar larestitución en f .. , ,o. un an ose e .tes había cesado al vencerse los tres años desde la fecha de su envío
Gobierno libio "a" . li . .orrna especlftca, esta senten es decir, en julio de 1989; que el pedido de Nueva Zelanda sólo po-
Ir
concesión petrolera cU s~s obligacio~es" derivadas de un er la forma de un pedido por la cesación de un hecho' ilícito (la viola-
, q::Ia mIsma sentencIa eq , ,
acuerdo internacional. uipara, mas o me l acuerdo de 1986) y no de una restitutió in integrum; y que, por 16
por haberse vencido la obligación prevista por el acuerdo de 1986, es-
dido no podía ser satisfecho. Cualquiera puede darse cuenta de hasta
.,Como resulta de lo ob d l e se puede llegar utilizando impropiamente una consideración tt~órica.
to desd 1 . , serva o a tratar las consecuenci
. e e punto de VIsta general (v.p 441 ) e señalarse que los sistemas del common law, que se atienen a la má-
mIento pri iri . . . y ss. , en
'1' . d mr IVO como es el mternacional· el deber de h omalta omnis condemnaiib estpectlniaria, desconocen en gran medi-
1 ICltO y' 1" ' a sfiiufi6in ilttégru111, cOlno obligación autónoma que se deriva del he-
. " . ,e e Immar sus efectos en la medid d i . . '
elImmaclOn q . d ' a e o poslb ita (cfr. Mann.ien BYIL, 1976-77, p. 2 Yss.).
. . , , ,ue pue e consIderarse que constituyan 1 .
restttuttO tn tntegrum- p á rUeI1c e · ' a
que se ha violado. No es él caso aspecto de esa misma
titUt 'o " .' . ' por 10 tanto, de entender
t in tntegrum sea übjéto de una hueva obli '.,
quebrantamiento de la norma anterior.' o gaclOn,

bién la "satisfacción" es considerada una forma de repara- Satisfacción
specíficamente una forma de reparación de daños morales y,
tanto, una forma de reparación debida sólo en razón de que
En cuanto a la diferencia entre la blí , ,
y la obligación d h . "o rgacron de hacer cesar el roducido un ilícito, con prescindencia del eventual pedido de
e acer tilla restltUcton específic f
Preliminar sobre Responsabilidad d I E d acr., en cambio, miento por los daños de carácter patrimonial, Se sostiene que
gio-Ruiz en la C " , d e os sta os del relator do agresor debe dar satisfacción al Estado damnificado a títu-
en UN Doc. NC~~~;:~6 e Derecho I~ternacional de las Naci eparación moral, a través de comportamientos tales como la
,p. 9 Y ss., parro 64-70· efr tarnbi 1
pr,opuestos por el relator especial de la Comí .:
mismo sentido s e '
('d I:n
ISIon 1 em, parro
tación de excusas, el homenaje a la bandera o a otros símbo-
o N pronunCIa la sentencia arbitral del 30 4 1990 Estado damnificado, el qepósito de una suma simbólica, etc.
Y ue~a Zelanda en el caso del Rainbow W;' ' . e o se incurre en el pintoresquismo de ineluir, en el catálogo de
EcologIsta Greenpeace, gravemente dañad arrror, nave de la mportamientos requeridos la asistencia a ceremonias religiosas
tras estaba detenida en 1 a por dos agentes fra
e puerto neozelandés de Auckland. Fran iación, como lo hacía la doctrina menos reciente (aunque no
. Según una extraña tesis sostenida por alguna sentencia ínter-
468 BENEDETTO CONFORTI LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 469

nacional e incluso por la Corte Intern ' , , n de excusas o de expresiones de arrepentimiepto del Estado agresor, v,
tencia del 9-4-1949 1 " acional de JUstIcIa IP, 1985, p. 460 (investigaciones realizadas por ¡lgentes italianos del
en a cuesnon del E t h d
cueil, 1949 .' 35)
, p.
,
, que ha sIdo retomad
s rec o e Corfú
1 d en territorio helvético) y 1986, p, 668 Y ss. (p~rsecución deladropes
también podría constituir un . 'f " a por a octrin i~orio extranjero, por parte, de la policía suizaen suelo francés),Se
unttibtinaniltetnadonál deaq:a:lhs accI~n'dlasimple cons e casos recurrentes en la práctica, Caso del
,',. .,' a exisn o una vial ' presentación oficial de excusas incluso puede combinarse ~o~ al resar-
norma mternacional; con lo '1
se dé la obligáci6n de dar' cu~ n~ t .' ac
e,~~leride cómo pu
nadie sostiene ue el' . una .sans accióñ, teniendo en
to del daño, Así, por ejemplo, 'en el ya mencionado acuerdo del 9-7-
entre Francia y Nueva Zelanda, respecto delirH;idente del Rail1bow
Rainbow
Warrior

.' .' q. ,,+utor (o presunto aut) d 1 '1" ' or, Como ya se tuvo ocasión de ver, este acuerdo respondía a'lma deci-
ters y, aun juicio arbitral (v. p. 493): , ,or e lICItO d el Secretario General de lasNacionesUriidas previamente aceptada por
rtes, y preveía,'entreotras cosas, la preserttaciónde "excusas formales y
.'Ep. el artículo spbre 'la satisfacción ( , servas" del Primer Ministro francés al Primer Ministro neocelandés, ca-
Deresho Intérnacional por el reja arto 1?) propuesto a la C
AJCN 4/4i5/Add l ' ., tor ~speclal Arangio-Ruiz ( sítambién e! depósito de siete millones de.dólares en concepto de resar-
',' , " " parr, 189) entre las for d di h . nto de daños. Para e! acuerdo v. RGDIP, 1986, p. 993 y ss.; para la de-
ran las excusas, e1'depósito l' 'd'" rm~s e IC a satis
, " . . e sumas e dinero ("1 inal. de! Secretario General v , AJIL, 1987, p. 325 y ss.
ges '),el castigo de losind"d" '. ., :lomlna or pun
. ' , "IVI uos responsables 1 íad
petIrá el ilícito y ladecl i .ión d ' , ' ,a garantía eq
. ", araclOn e la eXIste . d 1 .
norma por parte de un td~ 1" ' , " ricia e a mfracc
" " 1, una intérnaciona],
Resarcimiento
~n .realidad, sise tiene en cue~ l ' ~'. , definitiva, la única forma verdadera de reparación es el resar- del daño
temporánea desde 1 . 'd ", ta.',~ practIca mternac to del daño producido por el acto ilícito internacional. Sin
. . , . e punto e vIsta Jurídico todo 1 '
cirse go, podemos preguntarnos si cualquier tipo de yiolación de
, es que la presentació ' no. f'ICla
'l'd e excusas
' , o que '
racter sirnból ico , o bilen e1 ar biit ' (. 1, una prestacl s internacionales orig~na, la obligación de efectuar un resarci-
too Sin duda, se ~xpresa en este sentido la práctica referida a
Daños
determinar un resarcimiento en diner. mero me ' uso
bóli el arbitr a los
que sean aceptados por el Estado dam~i :lm o IC~ ~ no), ciones de normas sobre tratamiento de extranjeros·y al consi- extranjeros

consecuencia ulterior' del't '1'"


, ' .
f. cado, eliminan'
ac o lICItO en espe . 1 1
te ejercicio de la protección diplomática: como ya se ha visto
recurnra me'didas deát o consideramos e! tema (v. p. 280), e! Estado al cual pertenece
u o e ensa. Sobre todocrai;'1 a pOSI
d f' • " '1" ,
soh graves -':"'como' la s nummas'violaéIones
' " , " ranjero "maltratado", cuando ejerce la protección diplomáticá
. , ,1'en bos I ICI
'
que consisterl,' pbr ejem 'lb ,.' '1' " a a so erama- lograr el resarcimiento de! daño, hace valer un derecho propio
territorio extranjero- fa ~:;e~ea ~~ar Investigaciones po e origina en la lesión producida a la persona o a los bienes de
dic~dfO' ~:josde ser objetoPde bb~~~~~~ed:~~:::~;u:te
el, dadano. Pero, contrariamente a lo que sosteníamos en la edi-
ecedente de este libro y de conformidad con investigaciones
satIs aceren pasa a ser ahora ' amm
dónen general: V. p. 441' s~.;coro sosr~ma Kelsen para ecienres de otros autores (Iovane), aparte de la cuestión del tra-
do que elimina cti 1 . y ,e c~ntemdo de una suerte nto de los extranjeros, la práctica internacional no puede cpnsi-
el Estado d' 'f' arqurer controversIa entre el Estado d11m se totalmente clara en este sentido. Puede considerarse, por .\0 Daños
arnnr rcante; a los
, que el resarcimiento es necesario sin lugar a dudas cuando la Estados
En cuanto a ejemplos recientes de ilíci ' . . ción del derecho internacional consiste en, o esté acompañada
bo acciones de policía e t . " rosrque consrstreron en He na acción violenta contra bienes, medios y órganos de gobierno
n erntoflo, extranjero, zanjados mediante la
470
BENEDETTO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACrpNALES 471
del Estado (excepto, quizá en caso de
daño a sedes diploma't' '1 guerra), como en el a, [La Convención Americana de Derechos Humanos establece que,
teas y consu ares d - d
o aviones, daño contra ind' 'd " ano o estrucción ndo la Corte Interamericana decida que se violó una norma de la Con-
IVI uos u organos t 1
estos casos en cambl'o d'f' '1 ' es ata es, etc, ión, dispondrá que se garantice el derecho conculcado y, si fuera proce-
, ,es 1 ICI conslde 1d
cional consuetudinario im 1 ~a~ que e erecho , que se reparen las consecuencias del acto violatorio y se proceda al
do si se id ponga e resarcImIento del daño s de una justa indemnización a la parte lesionada.] Otro ejemplo extraí-
• , conSI era que hay t o d a ' ,
ciertamente se producen daños un~ sen,e de sectores en 1 1derecho comunitario es, precisamente, la reciente tendencia de la Cor-
que norm 1 ", patnmolllales a otros Est las Comunidades Europeas a afirmar el principio de que los individuos
" a mente no constItuye bi d n solicitar ante los jueces de los Estados miembros, "y en el marco de
mieiJto (pensemos en el l' l~ ~ Jeto e pretensiones d
, ncump Imlento de 1 d ormas de derecho interno relativas a la responsabilidad", elresarci-
Y fmancieros; en la infracción de n r os a~ue~ os com o de los daños derivados del quebrantamiento del derecho comunita-
sobre libre circulación de mercad ~ mas lCo~Ullltanas, por n particular en razón de no haberse puesto en práctica las directivas co-
' erras. en a lUfr " d
so bre navegación marítim b' aCClOn e la tarias (cfr. Sent, N°619a del 19-11-1991).
lógicos y minerales, etc.). a, so re aprovechamiento de rec
lo que respecta a los daños por lesiones ocasionadas a indivi- Daño a las
El arto 8 propuesto a la Co " , d que revisten la categoría de órganos estatales, es necesario dis-
funciones
nes Unidas durante la elab m~~lOnd el Derecho Internacional de I
oración e a S d P ir entre los daños sufridos pord individuo (que deben eneua-
Responsabilidad de los Estad I egun a arte del Proye
Doc. NCN4/425/Add 1 ,os por e relator especial Arangio-R ' se en el ejercicio de la protección diplomática) y los daños
, , ' , . ,parr. 189) prevé en bi dos por la organización estatal (los llamados daños a la fun-
tuar un resarcimiento pecúní , 'd I ' cam 10, que es nece
"
de CUalquier quebrantamiento d rano e a manera' Íi . En todo caso, los daños resarcibles son los materiales, dado
,m,as amp la posibl
do daños tanto morales com ' e no~ml as InternacIOnales que h por lo general, la práctica de los Estados se inclina a excluir la
dí . o matena es Una d' '" ,
la dejar de suScitar críticas de I " . '" ISpOSlclon tan a ílidad de traducir en términos monetarios' las violaciones del
te a la luz de la práCtl'ca l' t ,a ~uno1s mIembros de la Comisió ho internacional que no produzcan daños patrimoniales.
n ernaCIOna qu d 'b'
Gen. Ass. Of¡'¡: Re 45 h
/. C., t sess SupplN° e10 escn '
ramos más ar
poco en este caso sedeb 1 'd" . , parro 336). Sin em ejemplo de resarcimiento por daños materiales causados por la acción
, e o VI ar que 1aCom'" d
no solo tiene la tarea de e d ' f ' l d ISIOn e Derecho Int ta contra bienes de un Estado aparece en la sentencia de la Corte In-
o 1 Icar e erecho-¡ t '
de promover su desarrollo (v 75 . In ernacIOnal, sino ional de Justicia del 15"12-1949 en el caso del Canal de Corfú (CIJ,
mencionado arto 8 desde 't . p. id' po~ lo tanto, hay que tener e 1949, p. 244 Yss.), En razón de los graves daños sufridos por algu-
, es e punto. e VIsta
Debe advertirse que la oblí ' , d ." sde guerra británica,s que transitaban el Canal a causa de un com-
mos aquí se remite a la's rel ,gacIOll e resaccir los daños de la
" aCIOnes entre Estad (' 1 id ento ilícit~ de las autoridades albanesas, determinado como tal por
relaciones entre los Estad ' os me U1 as, obvi a Corte en una sentencia precedente (del4-9-1949), esta sentencia le
blema es diferente cuand os en ~atedna de tra~amiento a extran ió a Gran Bretaña varias sumas en cobertura tanto de los g~stos de
, o un trata o pre ' I bl' "
tante de resarcir a los indO 'd' 'd ,,:e a o IgacIOn del Es ón y reparación de las naves, como de gastos administrativos, pen-
'
Ias normas contenidas en élIVITuos ammúcado
l i s por e quebran
1
tatamientos tnédicos, etc., de los miembros de la tripulación de di-
rópea sobre' Derechos H . a es e caso del art. 52 de la Con
, , umanos (v. 232) "
Corte'Europea'deDerechos Hu p . , . , que establece qu risprudencía internacional se pronunció varias veces en contra de la Daños
ción y el derecho inte ma~os VerlÚque uná violación de dad de indemnizar los daños morales, o mejor dicho, de atribuir su- morales
rno no permIta q lirni
esa violación la Corte p d d ue se e rminer¡ las conse dinero a título de castigo por el hecho de haber cometido un ilícito:
, ue e conce er un resarcimiento a la parte
s'sentencias, arbitrales en los, casos. del. Car;thage (en RIAA, yol. XI,
472
BENEDETTO CONFORTI

págs. 458y460), del Manouba LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 473


vol. VI,I, p. 32) ydelos actos c (Id~dm, vol. XI, p. 475), del Lus
o

'b ometl os por Al


gUesas' (I id.; vol. JI 'p. 1076,"
o , o

emama en las col esencia de ilícito de la responsabilidad sin culpa y aún más, de
I' 'm valen ' , y ss.); Una ex
a" 0,/1,e, Una nave can d' , . 'h
o, 1
cepClOn a constituv onsabilidad objetiva, tanto relativa como absoluta (v. p.433 y
a rense und d T
o •

o I
nort,ea,m,erícanas'en"el, ' d ' 1 al, ICltamente por las r ejemplo, incluso admitiendo -aunque no compartiendo-
marco ela re ' o, d
la época de' la llamad ,1, preslon el Contrabando
rÓ,

a ey seCa' el1este ' '1 ' bre la base del derecho consuetudinario.el Estado deba res-
maide'QS,OOOdólares a C " d ~ cas~, os a,rbltr,osatrib
o

,
., d ana a a tItulo d.' d . r por las actividades peligrosas que se desarrollan en su territo-
slOn, elilícít,O (cfr. ,RIAA 1, 1 " ,e In emmza,ción sól
'" , voi: JI p.1618) E o difícil establecer si este deber, se origina en un hecho lícito, o
SI tamblen está l'éferida 1 .' , . n carnbío; no es
o. a resarclmlentod 1 d - una norma internacional que obliga a no causar daños. al te-
cretarlOGeneral de las' N' " , e ano moral la dec
, ' , aClOnes Unid i 1 " de otros países con las propias actividades peligrosas..Quizá
Warrlor (v. p. 467), respecto del' as, en e ya citado caso
9-7-1986: el Secretarl'o G l' acuerdo", entre, Francia y Nueva lo que pueda decirse es que la responsabilidad objetiva puede
enera 'ac 'd' N carse además como responsabilidad sin presencia de ilícito
millones de dólares como o, or o a ueva Zelanda la' su
.
(v,;, &JI,L, reparaclOn "d t d 1
1987 P 326) r d o d e o, os os daños sufrid o el Estado es llamado a responder no por las.actividades desa-
d,o N ueva Zelanda " , e ucien o en dos¡ '11 '
en' res " , o s rm ones la suma que as por sus órganos de gobierno, sino.por las actividades de in-'
" ' ' ,<\rClmlentQ tanto d 1
Investlg<\cióncomo ,deJod _ ' e, os costos admínistr s que se encuentran bajo su control; en una palabraj.cuando
,5 , anos mor<\les suf¡¡idos.
ividad queda lugar ala responsabilidad no sea imputable al
o; Tomemos, por ejemplo, el arto II de la Convención de 1972
la Responsabilidad Internacional por Daños causados por O b~
Espaciales, según el cual el Estado que lanzó el objeto espacial
XiLV ' nde por los daños causados por sus objetos espaciales en la su-
;.. ,I:,.a llamada responsabTd d '
,11 a. POI; actos lícitos
ie terrestre o sobre las aeronaves en vuelo. Yaevimos que esta
a prevé una forma de responsabilidad obietivacabsoluta] en.el
Responsabi_
lídad en las Es materia' de discusión . o de que el Estado "responde, incluso shel daño se produce sin
actividades ~onsabilidad internaciof1ál SI :: algu~oscas~sp~~dederiv suya y aun cuando pueda probar que se debió a razones .inevi-
peligrosas y nos, eh' tazón' de actos ,/, ,y, espeCIal, obhgaclOn de re y ajenas a su voluhtad-t«. p. 435y ss.). Ahora podemos agre-
Contaminantes , , .' ',' . , lettoS. En este e .d I '
en conSIderación 'espri' '1' ' , s rrn o, e sector qu ue-esa misma norma afirma claramente la responsabilidad del
"'1'" . nClpa mente el de 1 ' id do incluso en el caso de lanzamientos que no hayan sido efectua-
p~ Igrosas y contaminant .! l' , as activ¡ ades
v . " •. ,es,
tnas qUImIcas etc P d' ',,' • . . como as centl ' 1 ' directamente, por' órganos estatales," sino, por particulares' desde
ra es nuc eares 1
. '. ", .' '. o ernos preguntarn' ,
Estado sea libre de d J 1'1 '" os? por 10 tanto si rritorio u otro espacio sujeto a su soberanía. Dado rque uniéle-
·
"! '. esarro ar o h d '
d, aq, incluso las más ' l ' ,acer , esarroIlar cualq to esencial del hecho ilícito internacionales. su imputabilidad al
' ,.'. pe Igrosas dent d
d, e los espac;ios sUJ·etos·" ' b ' , rOe su territorio do (v. p. 419), se hace realmente difícil entender que-los, larizae
1os daños causados ..' " '+ su so eranía d b 1
tos de objetos espaciales efectuados por particulares configuren
al t , ' , " no. e e uego resp
erntono (o 1 '
d e otros Estados. a as naves, a los avio cto ilícito del Estado.
Es difícil desde 'el punto di , . icho es~p,y fuera' dtlFégi¡:nen convencional t?m~¡:nentey~pycí­
aún 'más difícil desde él e VIdsta ~e la teoría general del quehemps reci~n cycordado, n().qosp:¡l.~ecyqueeI4erecho.in-
.' , punto e VIsta d d
como el derecho internaci
I 11 ..e ~n erecho tan pr ácional.actual reconozca un tipo de respcmsabiliq¡ld tanso~isti­
ona, ograr dIstlIlguir la responsa y tan inclinado, a la solidaridad como-laresponsabtlidad por
tos lícitos. Por otra parte, es significativo que justamente en el
474
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 475
sector en el que / h bl d
, mas se a a e responsabilidad por a t' be señalarse, finalmente, que existen numerosos acuerdos que se
citas, e~to es, en el sector de las actividades alt e1
contamlllantes, sólo suelen invocarse a uella ame~te pe del resarcimiento por daños producidos por actividades peli-
la práctica internacional (como el /1 bq s manlfest . Sin embargo, y dejando de lado la Convención sobre respon-
Trail) , ce e re caso de la Fu ad en materia de lanzamientos espaciales que hemos recordado
. ,¡ue: como VImos al considerar los límites a la s b
riba, estos acuerdos no se refieren a la responsabilidad interna-
~:l:~~~a de en d~e tase para eS,tablecer la verdadera ob~
s::
, sino a la responsabilidad de derecho interilO. Est?s acuerdos
/ 'f pe '" os usos nOCIVOS de su territorio (v itan a imponer a los Estados contratantes la obligación de orga-
;;;as marn estacIOnes que en su momento consideram'o
sistemas apropiados de responsabilidad civil a nivel'de su dere-
para probar la existencia de este tipo de oblí ,
lo tanto, se prestan todavía menos a co f IgacIOnes terno.
dad sin presencia de ilícito Adem; n izualm una res
U id
n:
los trabajos de la Comisión' de D aS'hso¡n rgua ente sig
erec o nternacIOnal d
re los diversos acuerdos sobre responsabilidad (civil) por contarni-
o por actividades peligrosas .cfr., por ejemplo: Convención de París
nes ~I as, que desde 1980 está estudiando la "re e responsabilidad civil en materia de energía nuclear del 29-7-1960,
~::ap~~nalldPor lh ~onsecu~ncias perjudiciales de :~;o~sa
as letada por la Convención de Bruselas del 31-1-1963 y por el Proto-
e erec o lllternaclonal" y dicíonal del 28-1-1964; Convención de Bruselas sobre responsabili-
1 b'l'd ' que se ocupa en p
a responsa 1 I ad por los daños derivad d " vil por daños derivados de la contaminación por hidrocarburos,.del
sas; Basta considerar al respecto e ,os e actlvldade -1969, complementada por la Convención del 18-1-1971 que crea el
presentaron hasta ahora una dec~n: xn.m: lugar, que si
r
.C.F. ilnternatíonal Oil Pollution Compensation Pundi, que es un Ion-
d; 11 / e 111lOrmes a la Co
1 ~vla no se ego a concluir estos trabajos' en segund e interviene cuando la entidad de los daños supera cierto techo; Con-
eJos de atenerse al tema de la responsabTd' d' ~ ón sobre responsabilidad civil en materia de transporte marítimo de
sultad "1 d 1 I a rnternac¡ iales nucleares, del 17-12-1971; Convención sobre responsabilidad ci-
oblíga~i:::~c~~;ón:r::~s;nforr~es ha sido. identificar un r daños derivados de la contaminación con. hidrocarburos que resulte
1 . , e caracter matenal o procedim investigación y aprovechamiento de .los recursos minerales del fondo
se e Im~onen al Estado bajo cuyo control se efecni
o, del 17-12-1976.
que ocaslOnael,daño (esto es la oblI' '; d ,a la
d - .d . ' gacIOn e eVitar o
an~, . e cooperar con el Estado-víctima de' inf 1
por' ultlmo'q '1 / ' ,ormar
, ue a unrca·norma en mate iaxl '
se.h a h na e responsa
propuesto asta ahora es que el r " ,
.. d esarClmlento po o norma que contemplaría una forma de responsabilidad por actos
SIOna os poe actividades peligrosas sea det . d r .e indica también el arto 22 de la Convención de Ginebra de 1958 so-
de las partes. ermll?a o p
ta Mar (trasladado al art. 110 de la Convención de Montego Bay de
, cuya correspondencia con el derecho internacional general, por otra
Nos estamos refiriendo a l ' inf ' es dudosa (v. p. 357), Dicho art. 22, en sus párr. 1 y 2, autoriza ex-
nientó por elrel~tor e ,os cm~o m armes presenta~os en un nalmente la visita de naves mercantiles extranjeras en alta mar cuando
1984 JI 1 55' )speclal. Quentm-Baxter (respecto del último specha de que estén practicando la piratería, la trata de esclavos,
! ' ,p. y ss, y varios otros inform .
por 'el relátóréspeci~l Bhtboza. Cfr. el¡"Qili::óp;e:ental~~s, a pa ero, en el párr. 3 agrega que, si la sospecha se demuestra infundada, y
7-15 {en VNG .' A l ' n arme de este re que la nave visitada no haya cometido ningún acto que pueda haber
en. ss., I1t. Law Comm D c. AJCN'
en el tem<l de las obligaciones y la. ., °h , ,4/423, del rada esa sospecha, dicha nave debe ser indemnizada. Como ya se ha se-
norma que emos mdicado recién. ado (Quadri), se trata claramente de una responsabilidad por un ilícito,
476
BENEDEITO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 477
que consiste en haber viol d I ' , ,
, a o a prohIbICIÓ d "
eXIstan sospechas fundad as. n e VISItar una naVe c acional general (v. p. 444). En cambio, en lo que respecta al
Recordemos, a,demás, que la ya vari ' de seguridad centralizado ~que, según quienes idearon la
yecto de Artículos de la C ", as veces cItada PrimeraPar
ebería representar la contracara natural de la prohibición del
declara no querer preJ'uzgaOmISIlon de ~erecho Internacional en
' , . ,.
d. ~mmzaClón 1', en a CUestIón l' Ian , , a fuerza-e hasta ahora ha funcionado 'poco y mal, debido al
los daños c d ' e atIva a SI pueden
, " ausa os por la ac " d de veto que se les ha reconocido a.las grandes potencias (v.
CIertas circun'stanciasqu ' 1 '" CWn e un Estado cua
, ., ' e meguen a ¡JICItud d di h a la división del mundo en bloques contrapuestos y a la gue-
c()mo e1Consenso del Esr d d ' , e IC o comporta
t 1 di a o ammf¡cado 1 f Como es bien sabido, una vez desaparecidas estas dos últi!
o, a tstress y el estad 01 de '. ' a. uerza mayor y el
tículo (v. YILC 1980 1 2 necesIdad (v. p. 429). En el comentad unstancias,se están abriendo nuevas perspectivas a la acción
1ohs trabajos " ' " p. 61, N° 4) s ' 1
de codificación sobre respo e r~~l:dte da solución del sejo de Seguridad. En los próximos años se verá si este órga-
a ora no pareceqúe 1, nsa 1 1 a por actos líd ra activarse efectivamente, pero esto sólo podrá ocurrir si me-
,; en e curso de e t ' b'
esta materia. En todo casot d lS ~s tra ajos (v. p. 479) se h s reformas esperables, de las cuales se comenzó a hablar re-
rro 11 o progresivó" del d ' o
h' a so UCIón
. po '( se definiría e
SIlva
d d erec o Internacwnal 1 rtirde la crisis del Golfo (v.p.484). Rebus sic.stantibus, es
a ,o en repetidas' ocasiones d, . -a que, como ya abledar una ojeada a la materia tal como está reglamentada
Comisión de Derecho 1 t ,p~e: tender la codificación prepa
, n ernacIonal_ en V d ente.
normas generales efectivament' ez e ser una repro
e eXIstentes. competencias del Consejo de Seguridad en materia de acoio-
defensa de la paz están establecidas en el cap. VII de la Carta,
y ss.

cap. VI se establece, a su vez, la función conciliatoria del Consejo,


XLVI. El sistema de se u ··d d . ite con una función análoga asignada a la Asamblea General en
por la carta de las N ~ n a ~olectlva previsto arto 14, y cuyo objetivo es promover el acuerdo entre las partes de
aClones UnIdas controversia que pueda poner en peligro la paz y la seguridad in-
nales. Nos ocuparemos de la función conciliatoria del Consejo y de
Acciones del blea,al tratar las controversias internacionáles.
Consejo de La Carta de las Naciones U id
Seguridad bidón del uso de la f nll as establece, por un lado el cap. VII, una vez' eteterminada la existencia de una ame-
en defensa ," ' uerza en as rela . . "
parr, 4) y, por otro Id , . , . cI~nes InternaclOnale paz, de un quebr~ntamiento de la paz o de un ac~o de agre-
de la paz
Unr"as, d' a o, centraltza en ' ,
esto es en el C' " ' d un organo de lás . 3,9),el Consejo de Seguridad puede decretar contra el Esta-
· ',' "
1Izar las ácciones nece' onseJo e Segur'd d i '
. , la, a competencia sor tanto medidas coercitivas que 110 impliquen el uso, de la
" " " sanas par
Estados y en espe . '1' ,i' a ~antener el orden y la p como la interrupción parcial o total de las comunicaciones y
,, ~ , Cla , para usar la f .'
.nadGnal."Yanos hemos deteni ' u~r~a con fInes de po elaciones· económicas, con.los otros Estados (art. 41), o bien
clel. uso de la fuerza -:"'1 l' .do Ya,J;'las veces sobre la p der acciones armadas (art. 42 y ss.). Antes de recurrir a unas
sa va e caso d i ' .
colec6vaque por otr . . ,'1' e egltlma defensa ind , puede invitar al Estado o a los Estados interesados a adoptar
. '' , a parte so o d ' .
Intervenido el ConseJ'o d S" . ·pue e eJercerse mientras "medidas provisionales" que considere necesarias a fin de
.1 ' e egundad_· he .
err o, esta prohibición e h ' . mas VIsto que, p val' la situación (art. 40).
-Unidas,' para: constitui/ a sePha.rb~d~, de la Carta de las señalarse que el Consejo goza de un 'amplísimo poder dis-
una pro 1 IClon establecida por el
1 para determinar si existe amenaza, quebrantamiento de la
478
BENEDETTO CONFORTI
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 479
Discreciona-
lidad del pazo acto de agresión ("El Consejo -'-se limita a decir el ar
Consejo de leza no vinculante de las Declaraciones de Principios de la
determinará la existencia... ", etc.]. El Consejo de Segurida
Seguridad lea (v. p. 80). En esta Declaración, que fue el resultado de
tener ocasión de ejercer esta discrecionalidad sobre todo en
tesis de la existencia de una "amenaza a la paz": en efecto, a años de trabajo de un Comité nombrado al efecto, se enu-
una serie de hipótesis de agresión, desde la invasión u ocu-
cía de la agresíón y del quebrantamiento 'de la paz, ésta es u
militar incluso temporaria, hasta el bombardeo por fuerzas
tesis sumamente vaga y elástica; no necesariamente caracteri
la; existencia de operaciones militares o que impliquen el u terrestres o navales, el bloqueo de puertos y costas, el envío
das de mercenarios o el ofrecimiento del propio territorio
violencia bélica, y que, por 10 tarlto,se presta a enmarcar las
versas situaciones y los, más variados comportamientos de alizar ataques Contra el territorio de un Estado extr.~njero ~la
da "agresión armada indirecta"), etc. Esta enumeracronno I~­
dos. Incluso hay' comportamientos y situaciones puramente i
obre el arto 39 y sobre las competencias del Consejo de Segun-
cO,mo, por ejemplo, una situación de guerra civil, que pue
eniendo en cuenta que esta misma Declaración reconoce: que,
tuie una amenaza a la pazsegún el juicio inapelable del C
erando las circunstancias de cada caso en concreto, el Con-
efecto, dart. 2, párr. 7 de la Carta, en el que se prevé qu
edeestablecer que la comisión de uno de los actos enumera-
nos de las Naciones Unidas no pueden intervenir en las
justifica su intervención (art: 2); que el Co~sejo puede c~~­
"domésticas", exduyeexpre~amentelavalidez de esta nor
agresión incluso actos no enumerados en dicha Declaración
sodeaplicaCion de las medidas coercitivas contenidas en e
4); y, más generalmente hablando, que la definición de la ag~e­
ntenida en esta Resolución no va en desmedro de las funcio-
Durante la redacción de la Carta en la Conferencia de San Fra
los órganos de la ONU, tal como están previstas por la Car-
rios asistentes solicitaron que .la: Carta contuviera mayores preci
respecto al principió de aplicabilidad del cap. VII y que, en par as Naciones Unidas. ;
finiera la agresión' o,al menos, se enumerara un cierto número ran discrecionalidad del Consejo de Seguridad para decidir
justificaran la intervención del Consejo de Seguridad. Era evid ono en defensa, de!la paz hace que este sistema de seguri-
cupación de que una amplia discrecionalidad de este órgano p ectiva; aunque pueda definirse como un sistema centraliza-
en perjuicio de los Estados mediós y pequeños que eventualme anCiones; tenga' características bastantesui generis.El fun,
e~ la mira del Consejo, dado que, por su parte, las grandes pote nto de este sistema, en todo .oasoutne asegura que se
ma!l nada que temer en razón de su derecho de veto. Ahora bie una sanción en caso de violaciones graves del derecho in..
cuerd<;> aún 'vivo de loscalurosós pero estériles debates desa nal, por ejemplo" cuando se produce alguno de los l~ama­
período de,éntreguerras sobre la defiriiciÓn' de la agresión, resul enes internacionales previstos por el art.19 de la Primera
tarquela Corifehmcia: se entorpecería si se discutiesen argumeri 1Proyectosobre!Responsabilidad de los Estados de.la Co-
po: y se terminó por preferír la actual fórmula del arto 39, jus
e Derecho Intern\.wionaL(agresión, apartheid,atentado
objeto dec1aradode librar al Consejo de Seguridad la capacida
,bitro de sus propias acciones, en cada caso. 1 principio de autodeterminación de los pueblos, etc.), de
s hemos hablado en Su momento (v. p.A55 y ss.). En
l. Consejo deSeguridad.puedetonsiderarhomo una. ame-
La discrecionalidad del Consejo, tal como fue esta
paz' irielusol un comportamiento' que. de!ningún modo le"
arto 39, permaneció inalterada después que la Asam
interés fundamental de la comunidad internacional ensu
en la Res. N° 3314-XXIX del 14-12-1974, adoptara u
.! Enrealidad,elsistemade,seguridadde la ONU seiinspí-
ciónsobre la Definición de la Agresión, aun prescindi
a lógica diféreítte de la que inspira .eL art.19delProyectb
481
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
480 BENEDETTO CONFORT!

rse que, por lo general, aunque perdurase la crisis por la cual se


sobre Responsabilidad. Consiste no tanto en principios des ían indicado las medidas, en razón de existir desacuerdo entre
a l~~ Estados, SIllO en normas sobre la competencia de la iembros, el Consejo no logró pasar a determinar sanciones se-
zación.jesto.és, sobre mayorías prescriptas para las votad 1arto 410 acciones armadas según e! arto 42 Yss.
b:elas relaciones entre el Consejo y los organismos des
Cese
ejecutar sus decisiones, sobre la creación de órganos su no ejemplos de resoluciones que contienen un "alto e! fuego" pue- del fuego
etc.): es el respeto de estas normas; en otras palabras es encionarse: la Res. N° 27 del 1-8-1947 (guerra de la independencia
de los procedimientos más que el respeto de las-normas esia); N° 50 de! 19-5-.1948 Y N° 54 del 15-7-1948 (conflicto árabe-
internacio,nales, 10 que garantiza la "juridicidad" de las s ); N0 63 del 24-1k1948 (Indonesia); N° 92 del 8-5-1951 (Medio
del Consejo. te); N0 104 de! 20-6-1954 (situación interna en Guatemala); N° 164 de!
961 (conflicto entre Francia y Túnez); N° 205 del 22-5-1965 (sitúa-
interna de la República Dominicana); N° 210 del 6-9-1965 (conflicto
la India y Pakistán); N° 233-235 de! 6-6, 7-6 Y9-6-1967 (Guerra de los
ías); N° 3D7 de! 21-12-1971 (India-Pakistán); N° 338 de! 22-10-1973
. Exa~inem?s ahora,somel'amente, las tres fases' (medi
io Oriente); N° 353 del 20-7-1974 YN° 357 del 14-8-1974 (Chipre);
sl~nales, medidas que no implican uso de la fuerza, medi 2 del 3-4-1982 (Guerra de Malvinas); N° 508 del 5-6-1982 (Líba-
~hcanusodela fuerza) por las que puede pasar la acción o 514 de! 12-7-1982 (guerra entreIrán e Irak); N° 517 del 4-8-1982
JO de Seguridad,el1 términos dé.la Carta. o); N° 582 de! 24-2-1986 (guerra entre Irán e Irak).
Naturaleza no
ún la letra del arto 40, las medidas provisionales sólo son ob- vinculante de
a) Las medidas provisionales e una invitación y, por.lo tanto, de una recomendación (v. p. las medidas
provisorias
el Consejo. En la doctrina y en la. práctica se trató de atri-
. "A fin de evitar que la situación se agrave -dice el a naturaleza vinculante a esta "invitación", pero no nos pare-
Consejo de Seguridad... podrá instar a las partes interes ible compartir esta posición. La mencionada opinión se fun-
cu.mplan c~n las medidas provisionales que juzgue necesar a principalmente en un argumento presentado por la última
seJables. DIChas medidas provisionales no perjudicarán 10 de ese mismo arto 40, donde se dice que " ... e! Consejo toma-
las reclamaciones o la posición de las partes interesadas. ida nota del incumplimiento de dichas medidas provisiona-
de Seguridad tomará debida nota del incumplimiento de di En otras palabras, al referirse a la posibilidad de que se apli-
das provisionales" . anciones, esta última parte del artículo haría obligatorio el
. Coindse puede observar;. esdl provisionalidad se rel rtamiento requerido en la recomendación. A esto puede res-
cón el objeti~d qué· pueden perseguir tales medidas, .q rse que este argumento prueba demasiadas cosas. En efecto,
mente prevemr un agravamiento de la situación como e cas sanciones a disposición del Consejo son las medidas pre-
,', . '
tacl.on~s Impuestas a su contenido, dado que estas medida ene! arto 41 y.la intervención armada prevista en el arto 42;
perJudlc~dos de:~chos olas .posidiehes de las partes i debido a la ya demostrada discrecionalidad del Consejo de
Una m~d~da proVISIOnal típica, tanto en caso de guerra in idad para constatar la existencia de una amenaza o un que-
como cIvIl,' es el f'alt6 el fuego'¡. miento de la paz, estas sanciones pueden resultar de cualquier
, Debe' señalarse que, énvarioscasos, el Consejo ha rtamiento de un Estado.
dIdas·provisionales encuadrables en el atto 40. Pero tamb
482
BENEDEITO CONFORTI

LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 483


b) Las medidas que no implican uso de la fuerza

Se comprende fácilmente el objetivo que persiguen los arts. 42 y


Ya ha blamos de estas medidas previstas por el arto 4 . cuando centralizan en la Organización no sólo el poder de decidir
nos ocupamos de las fuentes de ,normas internacionales y, e se use la fuerza, sino también la dirección de las operaciones mi-
mente~ de los actos de las organIzaciones internacionales ( res: setrata, por un lado, de garantizar la objetividad e imparcia-
ss.). Vunos entonces que, según el arto 41, el Consejo pue ad de la acción, como así también de controlar que ésta perrna-
los Estados miembros de la ONU a adoptar toda una ser zca dentro de los límites estrictamente indispensables para
das (~esde l~s más blandas, como por ejemplo, la interr ntener la paz y, por otro lado, de eliminar cualquier iniciativa mi-
re~acIOnes dIplomáticas, alas más severas, como el bloq r de los Estados que no se justifique en motivos de legítima defen-
mICO to;al) contra un Estado que, siempre según el juicio de acuerdo con el arto 5L
de este organo,amenace o haya quebrantado la paz.
Siesta es así, hay que sostener que las decisiones por las cuales Recomenda-
ciones sobre
onsejo simplemente autoriza a los Estados miembros a usar la el uso de
c) Las medidas que implican uso de la fuerza
erza contra determinado país, dejando en sus manos el comando la fuerza
el control de las operaciones, no se encuadran en los arts, 42 y
Los arts. 42 y ss, se ocupan de la hipótesis de que e! C y, por lo tanto, no se puede considerar que originen acciones
Seguridad decida emplear la fuerza: contra un Estad 1
r ·
r~a Izar una agresión o una amenaza, o de quebrantar 1
o cu policía internacional. ¡Claro que si el Consejo delega en 10sEs-
os e! uso de la fuerza, lejos de asumir la responsabilidad de es-
bien emplear.la. dentro de un Estado, por ejemplo, intervin'
acción, se lava las manos! Sólo puede admitirse la legitimidad
una guerra CIVIl, cuando se considere que la situación inte
las resoluciones que 'autorizan a los Estados a usar la fuerza -y
de plantear una amenaza a la paz y la seguridad interna n esto: modificamos una opinión expresada. tanto enlasedicio-
como 's~c~de la mayoría de las veces justamente en el ca
guerra CIVIL s precedentes de este libro como en otros ámbitos-en el marco
Las acciones lart. 51y,específicamente, de esa parte del arto 51 que recono-
del Consejo de , La posibilidad de que el Consejo de Seguridad recurra el derecho a lalegítíma defensa "colectiva" para rechazar un
Seguridad vIOlentas
" . está claramente concebida en e! art . 42 como
como acciones 1 que armaddñrryaise dijo que e! uso de la fuerza para defender-
de policía po teta tnternacional ("El Consejo... podrá ejercer por
o para ayudar a otros a defenderse, de un ataque armado, tie-
fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea nece
por así decirlo, un límite de carácter procedimental, que can-
mantener o restablecer la paz ... "). Por lo tanto la resolu
een la obligación de poner término a dicho uso de la fuerza
cual el, ~rgano declara su decisión de actuar pe;tenece al
vez que e! Consejo de Seguridad haya tomado las medidas "ne-
las deCISIOnes o~erativas, en virtud de las cuales la Orga
rias" para mantener la paz (v, p. 460); ahora bien, toda deci-
ordena o recomienda algo alas Estados miembros .
d' , sm 'que 'autorice a los Estados a usarla fuerza, incluso si se pro-
,Irectamente.
,. como especifican los arts . 43 y ss. y se
e después 'que el Consejo haya adoptado algunas de las
ract~ristIca .q urante la redacción de la Carta, fue C
didas previstas-por el cap. VII, comporta la eliminación de.ese
preCIsamente, la principal del sistema de seguridad colé
itey, por lo tanto, la licitud de la acción llevada a cabo por ca-
?NU, esta acción directa de la Organización consiste en util
uno de los Estados. Es necesario, obviamente, que se haya pro-
tlll~entes a~madbs, inc!uso nacionales, pero siempre bajon ido. un ataque armado, un acto de agresión. Ilegítima sería, en
do mternacionn] de! mIsmo Consejo de Seguridad.
bio , toda resolución del Consejo 'de Seguridad que autorizara
.
uso de la fuerza en cualquier otro caso en e! cual -a su discre-
484
BENEDEITo CONFORT!
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 485
ción, como se vio recién- éste d
gún los arts. 42 y ss. pue e tomar acciones mi que luego podría utilizar el Consejo, total o parcialmente (cfr.
Guerra de

dos~~::t::~~:;~sC;n::j:~~lo
Corea
ién el arto 48, párr. 1), a medida que se presentara la necesi-
h; autorizado el uso de 1 según los arts, 46 y 47, la concreta utilización de los diferentes
sión armada El" as, rente a situaciones clar ngentes nacionales habría debido estar en manos de un Comité
. primer caso corresponde 1
la Resolución N° 83 del 27-6-1950 1 a ~ cuestión tado Mayor, compuesto por los Jefes de Estado Mayor de los
tados miembros Socorrer a Corea del Conseja recomen ~iembros permanentes y bajo la autoridad del Consejo de Se-
realizado por Corea d 1 N e Sur para rechazar d. Como se puede ver, entonces, el presupuesto y la base del
e arte' en una-de-: "
del 7-7-1950, se felicitó or 1' ~a eCISlOn ~lterior, a eran los acuerdos especiales que se celebrarían entre los Es-
mendación del 27 6 ? a acogida que habla tenid
- en CIerto número de '
s miembros de la ONU yel Consejo, que, por otra parte, serían
mando de las fuerzas ' patses, aceptó to de una verdadera obligación de contrahendo para los prime-
id que operanan contra Corea d 1 N ; es más, durante el período de redacción de la Carta se insistió
asumr o por los Estados Unidos de Amé ' e
bandera de la ONU. enca y autorizó e ay expresamente en que el Consejo de Seguridad nunca podría
Guerra del

oP:;t::~~ac:,7u:;:r~:p~n;:raa~a
Golfo
nerles a lbs Estados prestaciones en armas o en tropas que no
crisis del, ?olfo en 1990-9 iesen previstas por dichos acuerdos especiales. Ahora bien, da-
(v p 196)·
:.
gunas declslOnes en virtud
para tratar de inducir a Irak b d lle nunca se concluyerón estos acuerdos y que nunca se hizo na-
sejo de Segurid d d ' a a an onar Kuwa or concluirlos por falta de coincidencia entre las grandes poten-
la e l ' a a op~o la Resolución N° 678 del 19-1 s, debe considerarse que tanto los arts. 43 y ss. como la
ua, SI Irak no se retIraba hasta el 15-1-1991 '
Estados miembros a usar "t d 1 di ' se auton ación de contrahendo para los Estados miembros han caído en
o os os me lOS nece ' "
zar este objetivo y restablecer la ,sanos p tudo.
Golfo. Entre los "m d' , paz y la segundad en e te.es el marco normativo de las medidas que implican el uso de
e lOS necesanos" estab 1
la fuerza que se T' a, natura me erza. En lo que respecta a la práctica internacional, es necesario
otra art~ ~en ,ICO puntualmente en la guerra de er en evidencia (y no hay necesidad de repetir las consideracio-
p , ya habla SIdo autorizado un u Ii , d
la pr d 1 so mura o de 1 e siempre sobre laimpotencia del Consejo de Seguridad) que la
ece ente reso ución, N° 665 del 25-8-199
queo de las costas de Irak y de K iti.d 0, que pre titución de fuerzas armadas para realizar acciones de policía se
, uwalt, e manera de . icóen taras ocasiones, con enorme cautela y, obviamente, con
merclO con la costa (Re érd tm
la posibilidad de de~ . cuer e~e que el bloqueo naval, alidades diferentes de las aquí tratadas. En particular, se remi-
ener naves mcluso de ba d d
es una medida de tipo bélico.) n era e otr al arto 42, aunque con un pocódebuena. voluntad, los casos del
Modalidad de
Pasando a las modalidades con ue 1 ' o (196Ó~61), de Chipre (1964), del MedioOriente (desde
las acciones
del Consejo de de iniciar acciones armadas en d f q de C onsejo de Segu ) y,tras el fin d~.la guerra fría, los de la ex Yugoslavia y de
Seguridad h d e ensa e la paz es nec Ha.
que ay eben considerarse letra muerta 1 ' e
de ellas; esto es los arts 43-47 d 1 C as normas. qu
Los 43 44 '. e a arta de las Nacio
de ce~:~;ar' Yd 45 prev~n la obligación de los Estados I caso' del Congo; frente al estado de anarquía y de guerra civil en el Intervención
en el Congo
acuer os especIales Con 1C io d e debatía el país luego de haberse independizado de Bélgica, y a causa
tes posible" (jestábamosen 1945 1) : O~~~jOd e Segurida tuerte importa'ncia internacional que había asumido la crisis interna, el
ro, el grado de preparación la b.' o~ e m e establecer
, u rcaerón, etc., de las fuerz
'o"mediante laRes; N° 143 del14-7cl960,"autorizó"al Secretario
eral a proporcionarle al Gobierno congoleño la asistencia militar necesa-
487
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
486 BENEDETTO CONFORTI
I os que estamos examinando; que
ria hasta el momento en que lograse mantener el orden interno p ttdahan estado presentes en os cas , "análoga es decir, en
'. 'J' a civil o en una sltuaClon , "
mo; luego, una vez constituida la Fuerza de las Naciones Unidas ( ervenclon en una guerr '.' 'combatir la presenCia 111-
I csi siempre es necesano ,,
da en la ONUC: Organización de las Naciones Unidas en el tu'ación e.n.·· Ia cua a. ' . I so cierto carácter de sanclOn
d t [eros asume me u ,
contingentes voluntariamente ofrecidos por los Estados miembr ta"de Esta o.s ex ra.n , 1 C· en las interferenc.las
a ' s belgas en e ongo y ,
autoridad del Secretario General, y habiéndose verificado, por emo S en los mercen n o ' ' a fuerza de policía in-
. hi ) fnalmente que SI a un
varios acontecimientos muy graves, corno el asesinato del dirigen as y turcas en C. lpre.; Y., 1 . 'd 1 . mas sólo para defencler-
1 d d hacer uso e as ar
ba, la secesión de la provincia de Katanga y fa muerte del enton cibnal se le da· a or e~. e . " S así como no las pierde e! cuerpo
rio General Hammarskjóld, en otraS decisiones ulteriores e! Cons p.ie.r.de p.or esto sus carlac~ens~dlcad' 'sparar contra manifestante.s. p.or
, ." l' al'se elmpl e 1
en los objetivos de la Fuerza, autorizando el recurso a las armas cía mterna a cu . . · · · · b u do encuadrar, como se
'motivos parece a s r
dir la guerra civil (Res. N° 161 del 21-2-1961) y para eliminar I atté,P.or' estos· mismos 11 d s en el Congo Y en Chipre entre
'. . mo las desarro a a , 1
de mercenarios extranjeros en el país, en particular en la provinci ho,' acclO.ne.s co. ' '. f a'acciones militares, por eJemp o.'
d 1 C t que no se re reren 1 f
ga (Res. N° 169 de! 24-11-1961). rmas e a ar a .' .' la normas relativas a a un-
las normaside!cap, VI, eS decir, entre as
Intervención La primera decisión en elcasode Chipre se remonta a14 c3- Intervenóones
en Chipre se consideró que la lucha entre las faccion~s inrernas chipriotas onciHatoria (v, p.S13), idé 1 de las Fuerzas de las Na- en Medio
d ' enos 1 entlcas a as d
en peligro la ~eguridad internacional y se "recomendó" al Secret n modalida es mas o m . ..,..." la UNEF (Fuerza e Oriente
· . . en Chipre se constituyo
constituir también allí, durante tres meses, una Fuerza de la ON I C.o...n.goy e
Unidas e.n·.e.· .' " d' '1 Res N° 340 del 25-10-
N ..... Unidas) me rante a '
da del mantenimiento de la paz e,n Chipre", con con~ingentes geneia de ·las· aClones. , . ". " d'las Naciones Unidas) mediante
los Estados miembros; posteriormente, primero por tres'meses , laUNDOF (Fuerza de Ob~er~~;~L (~uerza Interina de las Naciones
. seis meses, en ulteriores disposiciones se ha ido prorrogando eS. N 350 del 31-10-1:74 y a 19-3-1978 N° 425 Y 426 del 19-Y
miento de la FuerzaenIa isla. en el Líbano) mediante las,Res.,. ' .. cu' o mandato ya ha sido re-
ueoperantodaseh el MedIO Onente Y, Yrecordar laUNPROFOR,
El elemento que caracteriza a las acciones en el Congo y e .. D " ste modo eS necesano . .r
que, en ambos casos; él Consejo ha delegado err e! Secretario Ge variaS veces: e e. .' . ' 1 oNUSOM que actúa en Soma la
a la ex Yugoslavia en 1992, y a '
la decisión, a traVés de 'acuerdos con los Estados miembros, com
do de las fuerzas internacionales. A diferencia de lo que hemos 92.
tb de la delegación de competencias en los Estados, no nos
delegación de competencias en el Secretario .Generalsea contra Incompetencia
. . .. '. ..'. '. cesarias
de! arto 42, dado que la acción llevada a,cabo por .el Secretario " , . '·.de la Citttacentraliza las aCCIOnes ne .. de la Asamblea
forme a las directivas de! Consejo es siempre una acción de 1 on.sec.u.en.era, el cap, VII . . . . . , d S guridad. En e.l pas..a.do.. s.e General en
• " , .' .' del ··pazen el Consejo e e . 'd materia de
objetividad eimparcialidad se presume. m
.. an.t.en,..1.m
... lent.o e a ' . l' '. bi . t nía la' competenCia de .e-
'1' 'A' ,. blea Genera tarn len e , acciones en
Para rebatir.q~e l;s ac~iones'llev~d~sa cabo ~n el Congo.y e ó mucho SI a s.a.m ..' ,. . en l" . VII Algunos sostuvle-
."d'dprevlstas e cap. ' defensa de la
tuvieran encuadradas eit el arto 42, ~e apeló' al hechp de que dic a.·.a.'dopc.ió..n. de 1as me I as ia d l' A' bleaGeneral a .la. luz.. 'de la paz
, d ,. mpetenCla e a sam ' di
no se desar~oJiaron en contra sino dentro de un Estado; que eXlstehCla e esta co
b d ormas que se
h b ían formado consuetu 1-
a r . ;
zadas con e! consentimiento del gobierno local; y que las fu Carta.., s.obr.e, Ia '. as.e ,. e .ó
n. objeto
' de'encen .' di'das discusiones doctrma- ,
ONU sólo fueron autorizadas a servirse de las armas (por otra ent.•..e. Este te.ma.constltuy . 'l" .' l' l' Asitinblea Gen:eral, bajo la .m-
1960 ép'oca en a cua a . .. "
en e! primer momento-en e! caso del Congo) para,defenders tre 1950y·., .... ' f " ta tendencia a sustituir al ConseJo
extrema necesidad .. En sentido contrario, puede observarse: a.d.e. E.s.ta.·.d.osUn.idos,mam es;o,cle,r .. d· la paz ·po.r hitberc.ons.t.ata"..
"de! mantemmlento e '. . ..' ,
ur.id.aden 1 ..funcron
utiliza expresiones bastante elásticas como para .poder hacer:,ref .,..a.... '····d b'doa" 1 eJerCICIO
.: , 'del' derechO de v.eto.' suce.S.IC.
,tuaciones ,internas cle. significación internacional;, que elobjet ar.álisisde eS 7organo e.,1 .. ' ' d I temáenrazóndeHI incapa"
h 'do' atenua.ndo la ImportanCia e ,
de! arto 42 es confiar al Consejo funciones ,de. policía interna ' tese al
488
BENEDEITO CONFORT!
LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 489
cidad de la Asamblea de continuar el camino q ue h '
al enorme aumento de! número d 'b abfa emprendi en 1973 Y sobre la cual v. p. 487), de cuya constitución -a partir de
b d e sus miem ros (todos los E
ros e la ONU están representados en la Asamblea G I S ingentes ofrecidos por los Estados miembros- se encargó el Secretario
que las g r a n d ' enera . v ral, tuvo la tarea de "asegurar y vigilar" el cese de hostilidades entre
, , e s potencias se negaron a permitir la puesta e .
orones eficaces por parte de un órgano tan ampliado y d n p to, por una parte, e Israel, Gran Bretaña y Francia, por la otra (cfr. las
trolable por ellas. ca a ve N° 998~ES IdeI4-11-1956, N° 1000-ES I del 5-11-1956 y N° 1001-ES I
Aclaremos que la Asamblea tiene la más am li 11~1956).
t~: recom~~daciones sobre e! mantenimiento de ~a ap::mpelte~ci amo decíamos, parte de la doctrina sostiene que, aun sin tener funda- Competencia
cion conCiliadora en e o en la Carta, esta competencia de la Asamblea para recomendar san- de la Asamblea
que, como veremos, expresamente le
s~bre la base de la cual contribuye a la solución de I recon s que no impliquen uso de la fuerza o para emprender acciones milita-
en base al
derecho
s
cionales (v. p. 519). El problema es si frente a un: c?~tr?v ncontraría su base en la práctica y, por lo tanto, estaría prevista por consuetudi-
Asamblea pu d d ' crisrs III nario
e e a optar específicamente medidas r " norma consuetuClinaria. Al respecto, se suele pártir de una famosadeci-
que no impliquen e! uso de la fuerza o bien medida p o:lsl~~al de la Asamblea, laRes. N" 377~V del 3-11-1950, denominada Uniting
la fuer~a, de modo similar a lo que prevén los arts.s4~ue4l;yp ~q2U Péace. Esta resolución, promulgada durante la crisis de Corea en el pe-
respectivamente. ' a más agudo de la Guerra Fría, estableció explícitamente que, en el ca-
En nuestra opinión, no puede haber dudas acerca de e inercia del Consejo de Seguridad frente a un quebrantamiento de la
Carta) la Asamblea es plena b 1 ' que, o a un acto de agresión, le correspondería a la Asamblea decretar todas
díd y a so uta mente Illcompetente
me 1 as como las de los arrs 41 42 (1 ', medidas adecuadas, incluso la constitución de fuerzas armadas de las
d'd' . y a cuestión varía en el
1 as provlsionales, dado que como éstas n ' ca iones Unidas (cfr. la Parte A dela.Resolución, en especial, N° 1 Y 8); y,
se superp 1 d o presentan carac
1 onen a as me idas para e! arreglo pacífico de las ca e. el punto de vista procedimental, previó que, ata! fin, la Asamblea
por o tanto, pueden entrar en la función conciliato ' era ser conv;ocadade urgencia en sesión extraordinaria, a pedido de!
Asambdlea)). Esta incompetencia para adoptar (e inclu:~a s:pe l~mue ejode Segu,ridad (por votación sinderecho de veto) o de la mayoría de
comen ar medidas '1' iembros de la 0r,ganización. Segúnla doctrina de la cual estamos ha-
, que no intp rquen e! uso de la fuerza
acciones armadas surge d o par o, la plena competencia de la Asamblea para recomendar y para
d I C e una expresa reserva contenida en e! arr
e a art~ que, luego de prever que la Asamblea puede di . renoe'r acciones en defensa de la paz, enunciada en la Ul1it/lIg for Peace,
comendaclOnes sobre cualquier cuestión relativa al manl:eCu,t abría consolidado definitivamente en virtud de la costumbre por medio
pa~, agrega: "Toda cuestión de esta naturaleza con res m Iteriores manifestaciones prácticas, cómo la acción en Suez de 1956,
quiera acción será referida al Consejo de Segurid d ,fe~to a as' decisiones sobre medidas que no implicaran uso de la fuerza adopta-
rresponde perfectamente can e! hecho de qu 1 a "'VI' sta r contra Sudáfrica, Israel, etc.
, 1 . e e cap. I -q
ca¡ntu o. que prevé las medidas de las cuales estamos habland o obstante, nos parece que nunca se consolidó una norma consuetudi-
re erencla, de manera exclusiva, al ConseJ'o de Seg id d 'a sobre la competencia de la Asamblea. En los años cincuenta, e incluso
samente" ., un a - se
, accton en caso de amenazas a la paz b' tarde, esta competencia encontrófirme, 9Posición en los Estados socia-
o actos de agresión". ,que rantamle ; posteriormente, incluso aquellos países, con Estados Unidos a la cabe-
Intervención
en Suez
Debe sostenerse, por lo tanto que a la 1 d 1 C ' ue hapían impulsado la adopción de la Uniting for Peace y se habían
decisiones adoptadas por la A ' uz e a arta son ti ado decididamente en favor de la competencia de la Asamblea (cuyo
1956 (' . ", samblea General durante la crisis
, d umca O?e:aclOn lmportante llevada a cabo por la Asambl 01, que hoy en día no tienen, tenían en ese momento), terminaron por
n~ e mantemmlento de la paz), sobre las que se basó 1 . r sus posiciones.
fnIl)era Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (~~;;tlt ara las referencias a la práctica internacional, cfr. Conforti, p. 209.
f
no con undir con la UNEF que sería constituida por e! Consejo d
491
, N DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
LA VIOLACIO '
490 BENEDETTO CONFORTI Organizacio-
" un ataque
, ' íbilidad de que la reacClon a nes regionales
Organizacio- También forman parte del sistema de seguridad colectiv o por esta ultima la pOSI l i d 'o también de ter- y legítima
nes regionales
, del Estado ataca o, sin defensa
control del Consejo de Seguridad las organizaciones r do no solo provenga ' 1 1 'tima defensa colectiva fue colectiva
creadas con el fin tanto de desarrollar la cooperación e Estados (v. p. 457); es mas, a egl eventualidad de que se
, amente para la 1
tados miembros e impulsar la solución de las controv ida en la Carta precls I . I De esta manera, as
f . a esca a regio na .
ellos, como --'-y es lo 'que nos interesa-'- con el de pro an alianzas d e ensivas d coereitivamente contra un
. nes .lOna.I pue en actuar )
[ensa común hacia el exterior. Estas organizaciones soñ: nizaclO reg es " del Consejo de Seguridad (art. 53 Y
los Estados Arabes, que data de 1945; [el Tratadolilte do sólo con autonzaclOn . ' , en caso de respuesta a
. di de dicha autonzaClOn
de Asistencia Recíproca de 1957 (TIAR) vinculado a] la Pueden prescm Ir 51)
ue ya se haya iniciado (art. .
dón d~ Estados Americanos (OEA), quenació en 1948 taque arma do q
ta de Bogotá y que reúne a Estados Unidos, Canadá, a o
de América Latina y a los Estados del Caribe; la. Unión
Occidental (DEO), constituida ta,mbién en 1948; la .Org
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada en .t94
potencias occidentales; la A.NZ.US, surgida en 1951 ent
lia, Nueva Zelanda y Estados Unidos (pero desde 1986,
landa ha dejado de formar parte de ella a causa de la di
cididamente padfista de su Gobierno); la Organizaci
Unidad Africana (OUA), constituida en 1963; y la Orga
los Estados del Cáfibe Oriental que reúne, désde 1981
Estados de la zona. También debía considerarse una: or
de este tipo a la Organización del Pacto de Varsovia,qu
los países del Este europeo antes de la disolución del blo
Estados socialistas.
La pertenencia de estas organizaciones al sistema de seg
lectiva de la ONU se funda en el arto 53 de la Carta, que
que el Consejo de Seguridad utilizará los "acuerdos u organ
gionales, si a ello hubiere lugar, para aplicar medidas coerc
jo su autoridad" y agrega que "no se aplicarán medidas c
en virtud dé acuerdos regionales ... sin autorización del C
Seguridad..:'. Como yá se hadichóeon toda justicia, y cons
• sobre todo la necesidad de que exista una "autorización d
de Seguridad en virtud del ~encionado arto 53, las orgánt
regionales parecen casi "órganos descentralizados de las N
Unidas" (Quadri).
El arto 53 debe coordinarse con el arto 51, que, como ya
admire la legítima defensa tanto individual como colectiva, e

"1'
normas: internacionales
controversias entre Estados

Función jurisdiccional internacional

a función jurisdiccional internacional (entendiendo el término Naturaleza


arbitraria
ísdicción", corno lo utilizaremos aquí, en el sentido de "determi- de la función
ón vinculante del derecho" es aún hoy (y aparte de lo que diga- jurisdiccional
respecto de la Corte de las Comunidades Europeas y de.la Corte internacional

pea de Derechos Humanos) sustancialmente de-naturaleza vo-


aria, ya que está ligada al principio según el cual un juez interna-
1, aunquehaya sido constituido como tal, nunca puede juzgara
s que sujurisdicéiónhaya sido previamente aceptada por todos
Estados que sean parte en una. controversia. ¡Por.cierto que esto
resulta edificante cuañdo 'se trata de' afirmar la Justicia en las re-
ol1eS entre los Estados! Por otra parte, éste es uno de. los motivos
á1l1entales que nos llevaron a priviLegiar,eLmornentQ}nternóde
plicación del derecho internacional respedo del.'internacional: no
l

duda de que no sólo la aplicación sino también la.determinación


derecho internacional se encuentra confiada principalmente. alas
dores jurídicosinternos y, por consiguiente, en el caso de Italia;
oS jueces nacionales. No bbstahte-s--y, también áquí-estamos repi-
do conceptos ya enunciados-s-, en una época como la nuestra,
que al nivel de .los individuos que componen las diversas ca":
riidades estatales se crean solidaridades internacionales, fundadas
lá-comunién, deideologías,no tiene mayor. significación el hecho
qu.e.la aplicación del: derecho. internacional termine por deperíden
l'[úez del mismo Estado que, tal vez, tenga interés en no aplicarlo:
494 BENEDETTO CONFORTI DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 495
Controversias
por lo tanto, el juez interno Pued de eliminarla fuerza en las relaciones internacionales y suena jurídicas y
cionalista que el propi E d e ser, por decirlo aSÍ, más controversias
, o sta o, o sea m' , , crónica .la distinción entre.controversias . jurídicas y.controver-
organos que en su E t d . ' as mternacIOnalist políticas
s a o se ocupan d '·1 1 ' . olíticas, a la que fuera tan afecta la doctrina de el1tieguerras Y
e incluso más internaci ona 1"ista que· e "as re aCIOnesconel...
se expreso más arriba 1 C un Juez mternacionaltT nsiste enqúe, a diferencia' de laspril11eras, en las segundas am-
id
SI eró con atribucione
,a orte Suprema d J "
1 e usticia argentin stes (según ~lgl1nos) .~al.l11e~os una (segun otros)l1bi~vocan
a Nación no resulten
s para ve al' porq 1
af d ue
Iaci
as re aciones exte
. •. ~ch9 .il1ternacíon~l. per9~r~tenden.modificarl~ .en. su favor. Es
1
das del derecho argentino
ecta as a ca d
' , usa e actos u omisiorl
.> ~ueen irrW9r;antes a~ue~dqs ~ún vi?~~tes (que tient~n s~s raí-
" ' previniendo la 1 . el. perípd(). Wel}Sionado).se limita expre~~mente.la9bligaci~n
internacional del Estad o por 1os actos 'eventua respons
,
~,omlsIOnes de sus órg
.<
;reglo jt1dicial prevista p~m . l~s ~pntrpv~~sias .• "jt;ríclicas"; pero
i~l1 es cierto que muy rara vez estp h~,il1elucido a los tribun~les
ternos. Sostuvo que ésta
isdi , , era una cuestion a l ' ..":'.
ns ICCIOn de la Corte (C aso k" . . a. q"ue no e.s.<i>
"EI<medJlan,.1992).J aje
acionales investidos para decídir una controversia en virtllel. ele
acuerdos, a negar la propia jurisdiccíón. En todo caso, es una
ión de interpretacíón de cada acuerdo en materia de jurisdic-
en particular, establecer a qué controversias se refiere ese acuer-

cur;onlnbunallmt~rnacio
~os Estados son libres de remitir a ' . ponlo tanto, aclarar el significadqde lascláusul"s porlascua-
excluyen determinadascat~gorías.ele cOl1troyersias(hoy sobre
quier controversia que surja en el
tant~ es que estén de acuerdo en som t ~ sus re aciones; in,dic:ad,as como controversias relativas a la..domestic .jurisd,ic-
tancra jurisdiccional int ' 1 e el' a controversia
. errtacroria acepta d 1 d .
como vincuiante. En ef Ios.f ' n o a ecisi
risdiccional internacio eclto,la lOS fm,es del ejercicio de la f
da como célebre, que ~:ev;a~aap:~c~:ncde copntroversia, ta se refíereIl alascOIltrovel:sías jl1rídíeass e en-
Internacional (vp 499) 1 orteo ermanente d erad! 36,' párr. 2, del Estatlltoddá Corté Internacíonal de J usticia,
Mavrommatis (CPjI, Rec:;its~::e~ci~~~ 30-8-1929 en
osobte la base del Estatuto de laantígua Corte Permanente de Justí-
acíonal, constítuídacen la época de la Sociedad delas Naciones,Co-

"dnttov:,:,:~~a~~n~l ,~~ ~h
mada por la actual Corte 1 '' , p. 11), y q
os enseg\oúda, el. arto 36, páq. 2, prevé que losiEstados que acepten
plígatoría lajurísdícción de l"f=orte poqnedíode una dr~laracióIlad
W62,' 1" '328 h "'ba' j usticia ,(
sobre un puntó de hechO d d e a orte- es un ~de1} serdel11a1}d"do~ ante dicha Corte por cualqj1íerqt rR .Es\ad~que
rn 4R(esa rnisl11"de<;la,ray~é¡n; Y esta.bleceqlle dicha..declaFacíóp( de
de tesis jurídicas ode i t o e erecho, un contraste, una
' ,,
f Inltlva; controversias '~justiciable"
n ereses entre dos ' ."
sujetos,'. No existe ción podrá referirse" a todas las controversiasc~e orden.jurídíc~ ~~e
iti
bles'~J
oo'

b
dado que el derechoi.í s y controversias "n
erec o internacional. d' ~gbm ~)la.c ínterBF(;t~cióp
. d.e .u~tr~tado; cualq~íer
b)•. cuestióp dr dere-
so re cualquier relación entre Estad .' . es capaz e pr gp.~cion~l;c) la. e~istrncí~id(;todoh;dlO que, si fuere. establ;cído,
::;~~:::~0~:~~,:~:~:~:::::,~::~:e:l~~:,nl~lsoet~af~:~~e uirf~.~i~la~i~r de unt obli~~cíór ínter.n~cíonal; d) la naturaleza.o e~­
d~l~rep'~racíón que ~a de hacerse por el quebrantamíento de una
el compiomisode someterse a un t 'b a~ ~ua es las part
n íónínternacíonal" . Ahora bíen, no existen casos que la Corte Interna-
dejustícía sehay'a negado ajuzgat eh tazón del "carácter polítíco"de
y controversias en las cuales no se asu una mternacional e s
tuahsolución queda e me este' compromiso l:ovétsíá;'excepcíóndeclarada, respectívameni:e, por Irán y por ES,tado
, ' omo veremos rechazada. por la Corte) enel.asuntodel.PersQtraldiPlomátieQ y
ricas" (v. p. 508 y ss.). cteJmasia',dodiaada llar de.EstadQs Uttidos en Teherál1 ($ent,c\el 24+19&0 en f=IJ ,Recrteil
496
BENEDEITo CONFORTI
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 497
1980, p, 20, N° 37) Yen el asunto de las A 't/id. .,
en Nicaragua)' contra Nicar. ctiui ades n~llttares y p
p, 439, N0 105), agua, competenCIa y admIsibilidad ntre dos o más Estados, se celebraba un acuerdo, el llamado
romiso arbitral, con el cual se nombraba un árbitro (por ejern-
Otro instrumento referido a las e '.
ma exactamente la enumeración d 1 o~t;verslas Jurídicas, que
n Jefe de Estado) o un colegio arbitral; eventualmente, se esta-
Corte Internacional de ]ust' , el CIta o arto 36, párr, 2, del n algunas normas de procedimiento y, finalmente, las partes se
P f . lCla, es a Convención E ban a respetar el laudo que se dictara (el que a menudo cons-
ací ica de Controversias de 1957 . , uropea par
que vincula también a Ir '1' El ,auspIcIada por el Consejo sólo de una parte dispositiva, ya que el árbitro no estaba obli-
., . a la. arto 1 de esta C ',
cron de someter las controversias' 'd' onvenClOn pre a dar a conocer sus motivaciones). Como es fácil de ver, esta
cia; en el caso de las contr . jun .lca: ~ la Corte Internad forma más rudimentaria y aproximativa de la determinación
"d " oversias no jUndlcas (art 4 y 19)
cI~n e recurrir a la conciliación (v, . 509 . . "pr ial del derecho (a la cual, por otra parte, se recurre también hoy
tnbunal arbitral ad hoc, p y ss.) y, SI esta f a,aunque más raramente y sin ciertas óaracterfsticas, como la
de<motivación de las sentencias arbitrales). Y decimos que se
de una forma aproximativa y rudimentaria de determinar judi-
ente el derecho, no sólo en razón del procedimiento sumario
Por 10 tanto el p . . e sigue, sino también porque, dado que el compromiso arbitral
raleza arbitral, ~orq::~~:~:t::~~~IOnal tiene Sustancialm recedía sino que sucedía a la aparición de la controversia, sólo
t~nto, en el acuerdo de todos los E~~~;~ apoya en la volu a ocuparse de asuntos minoris generis.
SI no existe tal voluntad' 1 s partes de una co artir del arbitraje ocasional, este instituto se ha ido desarro-
, , SI no se ogra e t d
obligar a un Estado a someterse a' " s e acuer o, no , tanto en lo que respecta a las características del acuerdo
' .
El InStItuto del arbitra'e ' JUICIO.
, los Estados partes de la controversia, que es el presupuesto
partir de la segunda mita~ ~n~er?~cIOnal evolucionó notab pensable para que se dicte un laudo, cuanto en la institucio-
ción no modificó el f d e SIg o pasa~o: aun cuando e
ación cada vez mayor del colegio arbitral que dirime la con-
nal, aun cuando hoy ~~u:~::oe~olu?t~n~ta del proceso i rsia. Grosso modo, en el desarrollo de este instituto pueden
que exista acuerdo entre tod 1 prmclpIO por el cual e guirse dos fases sucesivas:
b as as partes en una co t
o tener una sentencia internacional h ,n r e 1: Ya a fines del siglo pasado (sobre todo en el continente
canismos para favorecer tanto la fo;~:c' ~n :revlsto acc 'cano) y a comienzos del presente (en el continente europeo) se
como la institucionalización de la f " ,IOn :. acuerdos nzó a recurrir a determinados artilugios para facilitar la cele-
mente en qué sentido. unCIOn ar Itra1. Veam , 'n de los acuerdos interestatalés necesarios para instaurar un
Arbitraje
ocasional El punto de partida de la evolucí; di' , so internacional: así han aparecido aquellas cláusulas compro- Cláusulas
arbitraje ocasional En el ial IOdn e InStItuto del ar ias y tratados generales de arbitraje, a los que llamaremos "in- compromiso-
, . SIg o pasa o de d rias y tratados
mternacional que se había ido e l'd' dacuer o con letos" para distinguirlos de las cláusulas compromisorias y tra-
, ,, onso 1 an o pa l l generales de
so1IdacIOn de la soberanía de 10s,E d r a ,e ame s generales de arbitraje "completos", de los que nos ocuparemos arbitraje
ero Imperio Romano (ya que en sra os tras la dIsgreg "incompletos"
Compromiso
uida. La cláusula compromisoria (incompleta) se agrega a cual-
arbitral
la época comunal habl'a sid epocas precedentes, por e tratado y crea la obligación de los Estados signatarios de recu-
, 1 o mayor la pr ',
misos arbitrales amplios y li OpenSIon a asumí arbitraje en todos los casos futuros en que surjan controver-
desarrollaba de 1 " genera Izados), a menudo el ar
a SIgUIente manera: una vez surgida una co respecto de la aplicación e interpretación de dicho tratado; es
'loga la función de un tratado general de arbitraje (incompleto)
499
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

498 BENEDETTO CONFORTI


aciones, Y luego, en 1945, con la Corte Internacional de Justi-
que .crea igualmenteJa obligación genérica de recurrir al sta última es un órgano de las Naciones Unidas y sustituyó a la
Permanente de Justicia Internacional (a la que no se debecon~
Corte
precisamente, en todas las controversias que puedan su . Internacional
partes contratantes en el futuro a excep ., d I rg r cort la Corte Permanente de Arbitraje, que todavía existe). de Justicia
d "1' 1 ' cion e a gunos c
Cláusula de ~a a e ausu a de excepción" en los tratados de arbitr sede en La Haya y funciona sobre la base de un Estatuto ane-
excepción en
epocda se.exceptuaban las controversias relativas al honor la Carta de la ONU que reproduce, con algunas variantes de
los tratados de
pen
d' encia de laspartes, o que f uesen de naturaleza polític importancia, el Estatuto de la antigua Corte Permanente. La
arbitraje
Internacional de Justicia presenta un fuerte grado de institu-
n la se exceptúan
I d ' . las controversias respecto de cuestiones .
ecen a ominlo.íreservado del Estado (vp 310 ) ización: consiste en un cuerpo permanente dejueces elegidos
ver q 1 l' I .. y ss.. Asamblea General y por el Consejo de Seguridad, que juzgan
. .ue. as c ausu as compromisorias y los tratados ene
b~traJe
CIr I
mcompletos sólo crean una obligación de
bl' " d
g. 1.
centi a J
la base de normas procedimentales precisas y complejas que
, a o IgaCl,an e celebrar el compromiso arbitral D derogables para las partes. Sin embargo, no deja de ser un tri-
estde. comprolmlso arbitral, no se puede llegar en mod'o alg jurisdiccional, que sólo juzga si existe acuerdo entre todas las
se rete un audo. s de la controversia.
. E.n e~te rnrsmo. período se asiste a la a arición d 1
mstltucI.onalizar los tribunales internacion~les esto e a
Corte Internacional de Justicia puede decidir no sólo conforme a dere-
ino también conforme a equidad (ex aequo et bonoi, si las partes así lo
nos
l' arbitrales
., perm (d' .. , '
anentes a IspOSlClOn de los Estado es,
eren (art. 38, párr. 2, del Estatuto de la CIJ).

~o~rnas
a mtenclOn, o están de acuerdo, en servirse .de ellos emás de su jurisdicción en materia contenciosa, de la cual hemos ha- Función
de/,"wlimiento (conteocioso, régimen de):Cue hasta aquí, la Corte también tiene una función consultiva: sobre la ba- consultiva de
a o no e. presentar la motivación del juez en la sent arto 96 de la Carta de las Naciones Unidas y de los arto 65 Yss. de su la Corte
Internacional
.que
d sean . aplIcables
d en cualquier c1asede proce ditrnrento
. Estatuto, puede dar su opinión respecto de cualquier cuestión jurídi- de Justicia
etermma. ~. Fuera de algunos precedentes en el continen edido de la Asamblea Generala del Consejo de Seguridad, o también
n.~, s~ v~nfIca esta tendencia a la institucionalización en 1 os órganos del Sistema ONU, aunque con autorización de la Asamblea
Corte cron e a Corte Permanente de Arbitraje, que existe tod l.' Si bien sus opiniones no son vinculantes, Y aunque, de hecho, mu-
Permanente
que fuera creada por las Convenciones de La Haya sob eces no han sido tomadas en cuenta, sin embargo, resulta significativo
de Arbitraje
rrestre, de 189~ y ?907, respectivamente. Por otra Par:: rte de la actividad consultiva de la Corte tanto en lo que concierne a la
,inación de la existencia de normas internacionales generales, cuanto a
de la Corte
, . d' la institucionalización es mínim a. D e h ech o
pretación de la Carta de la ONU. Por ejemplo, pensemos en la Opi-
unad nomma
i' e arbitros
.' actualizada pe no
. 'd'icamente entr
onsultiva del 28-5-1951 respecto de la Convención sobre Represión
pue
I en e egIr los Estados para conformar el col egio
o'
. ' ar b'It nocidio, que marcó una etapa fundamental en la reglamentación de
as n~rma~ pr~~edlmentales a las cuales deben atenerse 1 ervas a los tratados (v. p. 132), o en las Opiniones del 21-6-1971 sa-
que an SIdo fIjadas por las Convenciones de La H o mibia o del 16-10-1975 sobre el Sahara Occidental, en el tema de la
chas y, de cualquier modo, no subsisten frente a l::a,u erminación de los pueblos (v. p. 38 y ss.). En lo que respecta a la
mente establezcan las partes. q inación de la existencia de normas internacionales generales, la acti-
f Fase
di II: 'En esta segunda fase, que o se .miera,
. . grosso mo onsultiva de la Corte quizá pueda ser considerada, como ya vimos,
m
. eIi a Pnmera
., Guerra M undila, 1 tuvo 1ugar un proceso lila manifestación de la opillio juris ac Ilecessitatis y, más específica-
ClOna IzaClOn aún ro ayor, en pnmer . lugar con la creación e, de la equidad;
Permanente de Justicia Internacional, en el período de la So
501
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS I1'.TTERNACIONALES
500 BENEDETIO CONFORT[

, 'dicción tal como se La ejerce e


' n el
Las opiniones de la Corte no son vinculantes en términos de l aquí, en el límite ~e la Juns d ' como poder que se le impo-
la ONU, pero pueden volverse obligatorias si los Estados se COm namiento Jun lCO 1nterno
iurídi
' ,
es ' eClr,
d alquier manifestaClOn " de
respetarlas en un acuerdo o en cualquier otro acto vinculante. 1 individuo con independenCia e cu
sos, nos encontrarnos ante verdaderos compromisos arbitrales, tad por parte de éste.
aquellos en los que se funda la jurisdicción de la Corte en materi
, na 1 de Jus,ticia en la Sentencia so-
sao El motivo por el cual se firman estos acuerdos es que, seg'
1 como lo aclaro'1a C orte InternaClO l de Estados Ullidos en l'e h e-
Estatuto [art. 34, párr. 1) no todos los sujetos internacionales ' l '(oyeonsuar "',
1 cas,o del Persona ld /p oma, le 'latera1mente a la Cort"e no es necesano
Estados pueden recurrir a la Corte Internacional de Justicia. L el 24-5-1980, pararecurnr Ulll., 'etencias pre,vea expresamente
'
los que nos estarnos refiriendo son, precisamente, aquellos en l 1 basan sus cornp
1 acuerdo sobre e1cua se ,, ' dicho acuerdo (en este
ticipan organismos internacionales o que se refieren a controv ' l i t e ' basta con que , ,,',
oder d,e act\lar uru atera men, XI' 2 del Tratado de ,Amls,-
cuales' son parte organismos internacionales. Cfr., por ejemplo, , iad 1 art X ,parr, ,
la cláusula compromisona e . , Estados Uniclos e Irán) esta-
sección 30, de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de '" '1" ' Consulares entre ," "
Comercio Y Re aClOnes ,,' lati ' a la interpretaclO n o
nes Unidas, del 13 c2-1946 (v. p. 306),0 bien el arto 66, párr. 2, 1 ntroverslas re anvas f
ca genéricamente que as ca '''deban remitirse" a la Corte (C r.
de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados ent " del tratado del cual se trata
Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacio aClOn , ' N 0 52-54).
Reeueil, 1980, p. 26 Y ss.,
1986 (v. p. 117). Declaraciones
d . "completo" el pro cedi-
al de ar birtraje de aceptación
s análogo al trata o gener, 2 d 1 Estatuto de la Corte Inter- de la jurisdic-
Cláusula Esta segunda fase está marcada por una decidida ev n,t,o previsto por el arto,36, palrr;'L' eEstados partes en el presente ción de la
compromisoria
cluso en lo referente a la necesidad de que exista acuerd , . ' n el cua: ' os E Corte
y tratado ionalde JUStiCIa, segu ,'b d 1 ONU Yalgún otro s- Internacional
E t dos miem ros e a
general de ciar el proceso internacional. Aparece entonces la figura ntuto [que son los, s a " 'al ier momento que reco- de Justicia
arbitraje drá d larar en cua qut d
sula compromisoria "completa" y del tratado general d como Suiza} po ran ecrar , nvenio especial, respecto e
"completo"
(principalmente multilateral); también "completo". Con , bl" , ipso tactoysm ca . .,
cen como o 19atona z l' , bligación la jurisdlcclOn
nologÍa entendemos referirnos a aquellos casos en los cua alquier otro Estado que acepte la misma o ,
sula compromisoria o el tratado general de arbitraje no s la Corte...".
crear una obligación de celebrar el compromiso arbitral
prevén' directamente la obligación de someterse al juicio
bunal internacional (habitualmente, la Corte Internaciona 'hemos descripto la evolución del arbi-
cia) ya constituido y' en perfecta capacidad de funcionar. claremosque hasta ~qUl. , ',A Laremos también, aunque, por
la compromisoria y el tratado general de arbitraje e J'e 'conampli,as generaliza,locienes. ,~d' h ciendo que si bien c,a,da,
hemos.s o a , 'b'
desarrollan directamente la función del compromiso, y le aparte, nos parec~que d , nstitutivós del proceso ar 1-
a cualquier Estado contratante llevar unilateralmente a ot ode los distintos npos de acuer os rbi . aisladosl una cláusula
, l" a un ar ltraJe a ,
contratante frente al tribunal internacional llamado a dict 1 (un compromISO re at~vo ' 1 de arbitraje, tanto completos
la controversia. Como puede comprenderse fácilmente, e mptomisoria o un trata o~en~ra na época determinada, hoy en
mento de la decisión del tribunal sigue siendo la voluntad d mO incompletos} ha caractenza o u, meració~ no es exclusiva,
d N bstante" esta, enu
tados, ya que. depende de la existencia de una cláusula com a coexisten to os.' o o d d s intermedios sobre los cua-
ria o de un tratado general, aunque sea completo. En sÍnte ' 'n toda una clase
ay tamb le . eacuer o
. , oportuno"detenernos.
cualquier caso nos encontramos en el ámbito del arbitraje; es no nos parecio
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 503
502 BENEDETIO CONFORTI
tes ala zona sometida al arbitraje fueron luego modificados

so~re arbitr~'e a~ta


Ad emas, ' d ebe advertirse ue h acuerdo global celebrado elltretas partes (Tratado de Paz y
la evolución del d aquí se ha expuesto
te Jurídico. Desde ese punt ~ ~s e un punto de vista r'
tad entre Argentina y Chile del 29 de noviembre de 1984),1 A
dO de ~lsta, es verdad que en 1
c\lerd gloqal (para el texto deeste laudo,v. ILM,1985, P. 10 Y
se mantienen tanto el o trabajo¡;a,mente a través de; un. medio diplomático de so-
, gra o e m ti ' Uegó
internacionales como 1 '
t 1
ar os acUerdos de ar ' 1
e ajuste de lo
s itucionalización de 1
' ,s mecanismos '
ten die
deco~trQversias, .eneste caso, la mediación (v~p.S09) d,eLPa-
reg o por vía d" 1 e ha observaclo(Bowett) que si la sentencia sobre el. caso del
amen-
\ de Byagtenose hubieFa basado ~l1 ,motivaciones riguros
ca e a Sociedad de las N , . JU reta que se iniciara
de d1a me 1' ¡l'
mación de los E acrones"d 'Pero'
. ' éque' se puede
, 'cas.sinQq\le h\lbjera buscado unf\solución de compromiso
" ' 1 a arreglarjuddica!
iútern acrorla sta os qnecomp . onen 1a actua
~ente las dosposicio e.s, contraPl:f<,;stas (soluc;iónposible, dado que el

que,como se afirma en'v ' . sus controversias> l1


d"! anos pas' d . promisoc;su,no de. los medios d\plomáticos, de..solución,de con-
lcclonal.
, ., internacion
' a1- e n t ,aJes
en e este
d 'libro
d ' la f.un
c~rroborar
ersia¡;), pronunciándose demanc;ra,¡.ll\ p()comás favora,ble para
la existencia d "d 1 a como una función rgentina, hubiera contribuido mejor al fortalecimiento del insti-
Declinación elmacion " y cada vez . más' 1e d" erecho":- se encuentra en
de la función del a,bit<ai y a la .defensa..de los inte,,,,, .de las p.,'esl Sin en-a
. ~ ce e eIpaso a los medios "di'pI
jurisdiccional de solución de contr
overSlas, es d ' .. 3;juzgar~l e,
va,loJ;de e sta observación, tambiél1,el1aes signo del
actu\llment~ func~ón
internacional
por su naturaleza no VIin 1 . ecrr; a aquellos que serca linación que está sufriendo la jurisdiccional
t o d e 1as partes a 10 1 cudante y por 1a bú usqueda del C onse as'
" ' argo e tod . 1
so uClOnde la controvers" >' o e procedimiento que c ernacional.
1, d la,
, smuda, ' '
na~ existen ciettos aco ",
a contestar afirmativamen nrecrmrentos y factores que Tribunales
fenmos a la práctica iniciad te estas preguntas. En especi de las
s necesario distinguir los tribunales internacion<\les, dedicados a organizaciones
des potencias, que consistea:or algunos Estados,íinc1uso.p
imir las controversias entre los Estados, de los tribunales consti- internacionales
celebrado
, en relacio'n con una ncorenegar de ' un compróm'. ISO idos dent'" de las Otganizacion" intemacionale', como, pO' ejem-
nacional ya se ha ex . did ntrovensia sobre la que el'JU
, pe 1 o o bi b el Trib\lllal Administrativo de las Naciones Unidas. Estos tribu-
SIgue en curso pero se pr " en so re controversias cuy
internos tienen competencias bastante limitadas y se ocupan,
los intereses del Est d eve que se resuelvan de modo
, a o en cuestid Al con icamente, de las controversias laborales entre los funcionarios y
como ejemplos la actitud de-Irá on. respecto, se pueden
" \en.el casod 1 P eran fre n t e a 1a Corte Inte '
ustrcra organización (v. p. 310) .
ul
J m osen Teherán, e(enersonal
U D 'pI " rnacr
Cl . , I ,omaNco y Consular de
Estados
., Unidf os. rente a la m1sm J,Recuetl, ' 1980,p. , 8 parI.10),
'
uida- Corte de
M,b""es y ParamilitdteS'Cont a Cort. en fi\ caso de 1., 'Ami Justicia de las
M'tece un capítulo ap.,te la COtte de Justicia, de las Comu Comunidades
10). Adicionalmente h ra NIcaragua (idem,1986:p
. ' ay que se - 1 1 ' . es E",opeas (con sede, en Luxembuego), cuyas competencias son de Europeas
era arbitral de la Reina d 1 1 na ar a suerte corrida por 1modo cuantitativa Ycualitativamente distintas de las de los tribu-
so del Canal de B I e ng aterra, del 22-4-1977 ente
ch' eage, una contr ' , ' respec
de. Argentina desconoc'ó o~ersla terntorial entre Argen a intClnacio
nales
comun",. que ,ponen Iegi'Unam en duda
lesdicha Corte pueda se' caliñcado como un tdbuoal inte,",eio
na\.
v?rab~e~ [No obstante, la ~o~eno eJ~cutó este laudo por sede
que
En el caso de la calificación de la Corte de Luxemburgo se eviden-
SIdo ejecutado. Los efectos del~~ltra~encontró que el laudo
o sobre las zonas marítimas
504
BENEDEITO CONFORT!
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 505
cian en Suma 1 ' ,
, , as mIsmas Incertidumbre '
exacta calificación de 1 C ' s que eXIsten ac ron la violación del derecho comunitario) que implica la ejecu-
as omullldades E
a mitad de camino entre las o ' , ur~peas, que se de la sentencia.
do federal parcial (v p 212 rgamzaclones Internaciona
" y ss.). Una vez dich
que 1o que tienen en com' 1 C o esto, se El control de legitimidad sobre los actos comunitarios (art. Control de
tribunales internacional un a arte de Luxemburgo y el 176), que está tomado del sistema del contencioso administrati- legitimidad
e arte nace de los Trat des es su origen '
e '
onvenclOnal, ancés, se limita al control de los actos vinculantes (reglamentos,
sobre los actos
comunitarios
a Os comullltario d '
respecto de los Estado 'b s y pue e ejercer tivas, decisiones) del Consejo o de la Comisión (v. p. 218 Y ss.),
d s rmem ros sólo si (y h
os participan de las Comunidad asta tanto) d icios que puede reconocer la Corte en dichos actos cornunita-
parte de sus cómpetenc' e~ Europeas. En cambi que determinan la anulación de los mismos ex tune, son: la
1es internos y, normal las se asemejan m' bi 1
. "as len a as de 1 petencia del6rgano que los originó, la violación de las formas
de los sujetos destinad:sente'bsdu eJerlclclO no depende de 1 iales, ti violación del Tratado CE o de toda otra norma legal
. ,
je Internacional.
a o e ecer a com '
'
1
o SI es e caso d va a su aplicación, y la desviación del poder. Estos vicios pue-
En síntesis y lim' t d 1 ser denunciados, dentro de ciertos límites, por cualquier Estado
169 Y ss.), la; comp~~:c7a: ~~:~~amiento al Tratado de la bro, por el Consejo o por la Comisión, e incluso por cualquier
las que se describen a conn p ., pales de la Corte cornuni ona física o jurídica interesada si se trata de una decisión cómú-
nuaClOn.
Además de tener una jurisdicción 1 . , ria.
como lo prevé el art 182 d 1 T va untana de tipo clá
. . e ratado de la CE ("L
era es competente para t d a Corte ) La competencia respecto de las cuestiones prejudiciales, que Competencia
en en er en cualq .
entre los Estados miembros en r 1 ' , uier controversia á sea la más interesante y la que ha tenido innumerables aplica- de la Corte
Tratado, cuando dich ~ ación con el objeto del es prácticas más que cualquiera de las otras competencias de la
comunitaria en
a controversIa le 'd cuestiones
compromiso entre las part") , sea sonren a en vi e,se rige por el arto 177 de la siguiente manera: cuando se sorne- prejudiciales
funciones de la Corte E es ,son dIgnas de mención las s
uropea: a) la com t . un juez de un Estado miembro una controversia relacionada con
controversias que le sorn t E pe errcra para ent nterpretación del Tratado CE, o bien con la validez o interpreta-
" 'd ' e a Un stado miemb '
exrsn auna violación d 1 T d ro en razon n de actos comunitarios, este juez tiene el poder, o en última ins-
. e rata o CE p d
mIembro; b) la competenci l' or parte e otro cia, el deber de suspendér el proceso y pedirle a la Corte un pro-
los actos de los órganos a re ,atI~a al COntrol de legitimida
ciamientoal respecto. Este pronunciamiento de la Corte tiene un
1as 11 amadas "cuestiones comUnltanos'
. d' . Ies"
c) la
competencIa que
'
preJu reta es". to' inmediato en eljuicib nacional a qua, pero obviamente que la
Competencia
riión contenida en él se utilizará en todos los demás Estados
de la Corte a) El recurso a la Corte Eu embrcís hasta que no se le solicite a la misma Corte que la modifi-
pea
comunitaria en Estado miembro ha violad 1rTo con el fin de determinar q e en un pronunciamiento ulterior. La competencia en cuestiones
cuestiones de , o e ratado CE( t 169
incumplimien_
nr de la Comisión (v p 213) dar. "171) pued ejudiciales tiene, por ende, un objetivo muy preciso, que es asegu-
to de los miembros, previa co~suita 1 Oc e c,a~~ uno de los demás E la uniforme interpretación del derecho comunitario en todos los
Estados a a omISlOn El E t d "
p~e d e sustraerse al juicio de la Corte ' :, s a o acu tados mi~mbros.
mIento del Tratado est' bl' d ' Y SI esta declara su i
(en, la práctica está oblI'gad
, a o 19a o a adopt d 1
d ar to as as provide Según lo previsto por el Acta Única Etlropea (v. p. 2~O), una deci-
o a erogar!as me d1'das Internas
' que
sión del Consejo de las Comunidades de 1988 instituyó el "Tribunal
506
BENEDEITO CONFORTI
Tribunales de DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 507
primer grado de Primera Instancia de las ComunI'd d E
de las ' a es uropea" L
competencIa de este Tribunal f s. a inieron del Ministerio de Relaciones Exteriores en cuanto representante
Coml1nidades se re iere a los reo
El1ropeas por personas físicas o jurídicas en virtud del ci d ursos p obierno. Por tratarse del ejercicio de competencias internacionales pre-
tad CE L .. '. e cita o art 1 s por un acuerdo cuya ratificación había sido debidamente autorizada
o . as sentencias dictadas por el Tribun 1 .. '
pugnadas frente a la Corte por razones de derecha no pued el Parlamento, y por los motivos que hemos expuesto en su momento (v.
o. 83), no nos parece que estos pronunciamientos sean ilegítimos desde el
o de vista constitucional (en sentido contrario, v. Starace, en It. YIL,
, p. 43 y ss., según el cual la aceptación de la competencia de la Corte
Corte El1ropea
de Derechos Hu~:r::ién tiene un :arácter especial la Corte Europea de
ría tenido que producirse con una ley de autorización ad hoc).
Hl1manos que
Derechoss'H es el organo que, jUnto con la Comisión
umanos y el COmIte . / d e M'Inlstros
. iene competencias similares a las de la Corte Europea de Dere- Corte
, del C . Americana de
(v. p. 233 Y ss.), controla que los Estados . b onseJo Humanos, la Corte de Justicia instituida por la Convención Derechos
venció n Europea sobre la Defensa de 1 miem ros respete ericana de Derechos Humanos, de 1969 (v. p. 238). La Corte Humanos
c~mo las libertades fundamentales L o~ Derech~s. del Ho ricana, cuya jurisdicción ha sido aceptada hasta el presente por
num,ero de jueces igual que el de lo~' a. o:te esta Integ,ra Estados [Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecua-
pa, elegidos entre "J'urisconsult' d rruem ros gel Consejo r, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Su-
os e reconocid .;
tre personas que posean los .. a competencI ame, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela], comenz6 a fun-
reqUISItos necesari .
altas funciones J'udiciales E sanos para ejerce ionar en 1981.
.' , . s competente p d
sos por violación d 1 C .," ara enten er en 1
. " e a. onvenclOn, presentados 1
por los Estados contratantes Estos ,por a Co
una vez que la Comisión h ;'. . recursos s~lo puede,,: pr
después de tres meses de 1 a ejerCIdo ~~s funcIOnes, específi También en el caso de las sentencias internacionales es posible
· / l' C·onseJo
Sí Of'l a
." de M' "a . presentaclOn .. de, ,un informe d e 1a reguntarse cuáles son los medios que aseguran su ejecución coacti-
6-11-1990 " ','" lillstros (v
," p 234) . Segun' un Prot a. En líneas generales, es obvio que el problema se relaciona con el
, : ; ' que aun .no ha entrad.o en vi . 1 .
damlllflcado tendr' d h' ,.' gor, lile uso el 1 valor coactivo de las normas internacionales: tanto en el caso de
.. ' ." a e.rec o a recurnr 1 C ( normas internacionales como en el de las sentencias de los tribu-
diVIduo sólopueded; , " "" ,a a. orte actualmen
. .' pe Ir tomar parte e 1 s internacionales hay que, por un lado, lamentar la escasez de
la Corte)
. .,, . ' En to do caso .. y'.par ,1 1 ". n e proceso ya .prese
·
I]1ISlOn en cuanto a l ' " a e amente
. . .' .' ..a' la.••compet
, ., ,
encia edioscoercitivos a nivel interestatal y,por otro, confiaren el dere-
· " " os recursos IndIVIduales la co ' horinternosdeilcs mismos Estados que deben, o en los que se debe,
C9.rte ,esta condicionada a 1a especI'f"Ica " . , rr¡.petencI
..
tado acusado. ' ' . ,aceptacIOn)?or parte umplir la sentencia,
"; '0;:'1 " - "

En lo que se refieréia, esteesegundc aspecto, el cumplimiento de Sentencias


internacionales
~a competencia de la Corte ha sid~ ace '. .
na sentencia internacional debe considerarse asegu,radoaniveldel y derecho
contratantes. Italia acept' " . . ptada por casi todos los erecho interno, en virtud de las mismas normas que prevén la ádap- interno
o por pnmera vez (. t ' l '.
competencia de la C ", . ¡un o Con a aceptació tacióndedicho oidenamiento jurídico, a las notmasoíaternacionales
omlSlOn en matena d ' .,
ríodo de dos años en 1973 e recursos mdlvlduales), por u (tanto·consuetudinarias'como convencionales ocbntenidas en actos
.,' , renovando ulteri .
otros tres años y así sucesI'y" " ' T ' ormente esta aceptación 'de drganizaci<mes internacionales) cuyo contenido haya quedado de-
1a aceptación. de
' amente. anto la p .
la competenci d 1 e .d I ' ; .
nmera, ec aracion ltali termin:;tdo .por la sentencia. Por ejemplo; la ley iitaliana de ejecución
a e a arte Como las ulteriores renovaci
de·ufltratado· implica la obligación de cumplir no sólo. con el trata-
508
BENEDETTO CONFORTe
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 509
do, sino también con toda
di eventual s "
Icte en víreud de ese tratado en rel ,:ntencla Internacional
que actúen dentro del E d" n
,aclO con Italia o COn ¡nd de llevarse a cabo sobre cualquier objeto, aunque no exista con-
d' sta o Italtano S' ersia alguna.
etermInados efectos espe '1 d ,In embargo, puede
Cla es e la ' habla, además, de buenos oficios y de mediación cuando inter- Buenos oficios
terno estén previstos p ,sentencIa sobre el der y mediación
, d or esas mIsmas ' e un tercer Estado, o un órgano supremo de un Estado o de una
cuer ese, por ejemplo, el arto 177 del T normas lllternacion
nización internacional (esto es, un Jefe de Estado, el Secretario
mos antes, que implica la oblí "ratado CE, al que n
id
sorner¡ o una cuestio'n d '
Igaclon dI'
e Juez nacional q
eral de las Naciones Unidas, etc.) a título personal. Esta inter-
, , e Interpreta " d 1 ción es menos intensa en el caso de los buenos oficios, y más inci-
murutana, de atenerse al ,clOn e Tratado a la
bi , . respectIvo pr " en el caso de la mediación. La diferencia entre estos dos medios
len recuerdes e el art 187 d di onunclamlento de la
, , . e Icho T t d lomáticos de solución de controversias es más teórica que prácti-
era ejecutiva (o bien la n t I r a a o, que determina
1 ' aura eza de t't 1 ' , : por lo general, una gestión de buenos oficios se limita a inducir a
as sentenCIas que implI'c blí I u o eJecutIVo, en e
, d an o rgacío ' , partes a negociar; en la mediación, en cambio, hay una participa-
eras e la Corte comunit ' Ob ' nes pecumanas) de la
, arra, Vlame t f n más activa del tercero en las tratativas,
Jantes se verifican tambí n e, e ectos especial
len en el de h ' Finalmente, es muy importante la conciliación, que es la forma Conciliación
normas nacionales de adapt ,,' 1 rec o Interno, en virtu
acron a derecho internacional. , lomática" de solución de controversias más evolucionada, y la
más se acerca al arbitraje. Las comisiones de conciliación, crea-
a veces en forma permanente ya veces en forma ocasional, están
puestas, por lo general, por individuos yno por Estados, y su ta-
es examinar la controversia en todos sus aspectos, comprobando
?CLVIII. Medios diplomáticos d .,
hechos que han dado lugar a dicha controversia y formulando
tnternacionales e solucIOn de controversias
a propuesta de solución, que las partes son libres de aceptar o no.
cambio, se diferencian de las comisiones de conciliación las corni-
es de investigación, cuya tarea se limita a la comprobación (no Investigación
Los medios diplomáticos de solución
guen de los mediosJ'urI'sd" 1 de controversias se culante) de los hechos.
d f ICClOna es p El recurso a la conciliación cada vez más aparece previsto como
en a' acilitar el acuerdo I or Cuanto exclusivamen
, entre as part . n sucedáneo (o como una alternativa) del recurso al arbitraje, sobre
caracter vinculante para I es: en consecuencia no
tienen en cuenta los aspec:oss~ar:eds, y, dado que al utiliz:r1os o en el caso de las convenciones multilaterales y, entre ellas, prin-
' , l
Pnnclpa jun ICOS de 1 ' almente en las convenciones abiertas a todos los Estados de la co-
.no es determ' '" a ControverSIa S
II lllar quren trene ', ' nidad internacional. Cada vez más frecuentemente se prevé un re-
egar a un compromiso entre '" Y qUIen no tiene raz
Negociaciones rso .obligatorio a la conciliación, con la consecuente posibilidad Conciliación
El acuerdo entre las POSICIOnes opuestas.
partes puede v f '1' obligatoria
p~rnegociaciones directas e t 1 erse aCI Itado, en primer a cada uno de los Estados contratantes de iniciar el procedimien-
r: conciliatorio. A este respecto, son características las normas de los
Clones sean consideradas 1 n d as par,tes: ¡de allí que las ne
" d e me 10 mas SI 1 .65-68 dela Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados
matlca e las controversias' S' mp e para la solución
punto de vista jurídico l . I? ~~bargo, es obvio que d las cuales ya tuvimos ocasión ele hablar: v. p. 239 y ss.), Con re-
l 'd d ' a negoclaclon rencia a las controversias surgidas en caso de nulidad o de termina-
an a , ya que una negocia " no presenta ninguna
cion can el objeto de II ón de un tratado, estas normas determinan un complejo procedi-
egar a unacu
iento de conciliación, al que están obligadas a someterse las partes
511
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

510 BENEDETIO CONFORT!


ta correcta, dado que la única diferencia verdadera entre los medios di-
áticos y los medios jurisdiccionales reside en el carácter no vinculante o
a meno,s que .e1"
rjan algún otro medio de solución ' .
troversia. También son tíI picas ul de la solución. Por el mismo motivo, no deja de ser un procedi-
. en este se ti d l paclflc
roante
,
vencióri de Montego Bay so bre d erec h o deln loas de conciliación que termina en una solución no vinculante de la con-
m ( norma ersia, aun si esta misma solución se basa, o debiera basarse, en motiva-
templan unprocedi . , a l ' v. p. 3
detallado (Anexo V mrento de co ncil.iació n tambi esjurídicas (como en el caso de la Convención de Viena sobre Derecho
o la obligación (art:' 2a~;u;l, las fa~tes tienen la capaci Tratados, que hemos recordado recientemente).

mas de la Convención c~yaa;~~er~;:~c~¿nd~:epcI~~ari~" seg mbién se remiten a esta categoría de medios diplomáticos los
Función
"conciliadora II

una controversia. cron e dimientos de solución de controversias de carácter no vinculan- de las


organizaciones
e tienen lugar en el seno de las organizaciones internacionales. internacionales

Para una descripción completa de 1 ta de la llamada función "conciliadora" (en sentido amplio) de
conciliación, a partir de fin del-si 1 os tratados que crean co
es e slg o pasado VIl ' rganizaciones internacionales, que reviste particular impOrtancia
La tipificación de los medios di 1 , , ' V. I aru, op. cit.,
caso de la ONU o de las organizaciones regionales, como vere-
que hemos reseñado aquí (en c f p ornaticos de solución de c
común), es bastante esquemátic: ormld~d c~n el resto de la
n
enseguida.
la práctica formas atípicas híb id, aproxnnanva, No es raro q a función conciliadora de las organizaciones internacionales corn-
nombres que hemos indl'caod 1': as, ?bbien formas llamadas ca
o mas arri a pe
de estos mismos procedimientos (buenos oficios, investigación,
correspondiente. Por ejem lo d ',ro que no se confo ación, conciliación) que hemos examinado hasta aquí; pero tiene
conciliación prevista en elP, 'b~uede clonslderarse como una fa
Formas
atípicas de los am ItO e a CA f ' b
característica fundamental el hecho de que se ejerce en un mar-
medios de peradón Europea (v p 99)
'. . ..
, n erencra so re Segu
enmatenadepr t " d l
stitucional. Esto implica que elprocedirniento de la conciliación,
solución de nos, que últimamente h id o eccion e os del' filado, debe estar de conformidad con las normas estatutarias
controversias mana" d l d ,a SI o reglamentada en el capítulo "D'
, e ocumento final de la reunión de la CSC . 1 ias de Cada organización y, por otro, debe dar origen a actos
espeCIal, este documento ' E en Viena, uetivos, cuyos efectoS serán peculiares por tratarse. de actos de
osint'efnacionales.Normalmente, dichos actos s~n recomenda-
caso de violación de 10sP drevehquehsi un Estado parte de la CSCE
erec os umanos b d
controversia sea exarnin
" a d a y diISCUtIida (nad por 'o ra e otro Est ,o sea, actos que aun. sin ser vinculantes, como tampoco loson
da) primero a nivel bilateral 1 a mas que examinad
la Conferencia (dr R " y uego, eventualmente, durante una os típicos de los procedimientos no institucionalizados de solu-
T 1 , ' , enzirn; enRDI, 1989, p. 59 ss) de controversias, a diferencia de éstos producen un cierto efecto
a vez exista CIerta confusión entre 1 ,y . .-
lantes y los medios vincula t deci os medios dIplomático itud (v.p. 241 )'ss.).
n es, es eCHO los m di ' isdi
cas'o, por ejemplo de la 1 "d' l' e os Juns iccionales
, . so ucion e a co t '
Zelanda en la primera etap d l d n :oversla entre Francia
, a e caso el Rainbo Iv. ' Obligación de
cnpto en su oportunidad ( 467) .' w arrtor, que he
. v. p. En ese m 1 n los medios diplomáticos y los medios jurisdiccionales se ago- los Estados de
comprometido a aceptar y 1 . omento, as partes resolver con
, vo cal' en un acue d 1 los medios pacíficos de solución de controversias. En su arto 2,
nvamente-s- la decís" 1S . r o -que uego se medios
, , e ecrerano Gener l d 1 N ' 3, la Carta de las Naciones Unidas establece que los Estados pacíficos sus
deúmdo esta soluc t . a e as aciones m
an o como una m d' . , controversias
do se puso el acen la 'd d d e ración o una conciliaci bros tienen la obligación de resolver sus controversias utilizan-
necesi a e que se p d'
entre las partes) cuanto e bi ro ujera un ulterio ediospacíficos. y el arto 33,pátr.l,dedicha Carta corrobora
amo un al' ItraJe d d I '
tuvo la decisión del Sec t 'G ' a o e caracter vincu bligación de las partes de una controversia que sea capaz depo-
re ano eneral (drA ólli
y ss.)..Claro que si se examina el fondo d' e la pIS:
cuesnon,,en RGDIP, 19 es
la segunda
513
DE LAS NORMAS
512 BENEDEITO CONFORTI
. . a1- entrar
.1 ilctica ll1ternaclOn,
íesuso en lac. Pr , .
ue este límite ha caléo en e e ' . que para las partes sea llnpo-
ner en peligro la paz y la seguridad internacionales de ale " d a controversIa, a menoS .
solución "mediante la negociación, la investigación, la me r el mento .e un, d' evistos en el arto 33.
esolverla con uno de los me lOS pr
conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a o
o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elecci
Función
1 1 "soll1-
. . 'das le dedica un capítn o a a , conciliadora
Carta de las NaCIOnes U,O!" el Caítulo VI (art. 33 aI38). ~~li
Nada le quita o le pone a este arto 33, párr. 1, la Declaració del Consejo de
pios sobre Solución Pacífica de Controversias, que fuera adop
. ~
Seguridad de
acífica de las con.troverslas, 'y detallad.as, la (unción la ONU
Asamblea General en 1982 (Res. N° 37 del 15-11-1982). Dicha R P as bastante preCisas 'd
que, por otra parte, es bastante prolija, reenumera los medios in glamenta, con o?rm .' .' .. ,. 'del Consejo de Segunda . poder de
'dora (en sentido amplio) .' 'f'camente del arto 34, investigación
el arto 33 de la Carta y retoma las disposiciones de la misma Car la .: . , C'" íf loVI y espeCl 1 . '
'b. re laba.se de dicho apl u ' d ' '. poder de investtg a- del Consejo
función conciliadora de! Consejo de Seguridad y de la Asamblea . n er 1 gar e u n . . ,
la cual nos ocuparemos enseguida), invitando a los Estados a recu nsejo dispone, en pru u ta~entecomo crean~o un or-
d.lr ec
La Resolución insiste también en la libertad de elección de los me t que puede ejercer tanto d rmalmente: ese órgano puede
lución pacífica, haciendo suya, de este modo, una preocupación con 'J es corno suce e no " ., esta por al-
oad 10C, que .' .. , de investiaaClon compu. . d 1
los Estados socialistas, compartida por los países en vías de desarr . 1 un a comlSlo n . b .. • 'lOS e a
Por eJemp Oi 'd d .por funCIOnar
salvaguardar la igualdad soberana de los Estados. , brosdelConsejo de Segun a ,
s mlem
etc.
En la práctica internacional, a menudo se cita el arto 33, , '. hayan constituido una
de la Carta que, en opinión de la Corte Internacional de eJ' emplos de decisiones del co~~eloN~~~ del 19-124 946, por la
orno " . f. la Resol uclOn id . n la
pertenece al derecho internacional general (cfr. la Sente , .de investigaclOh c r.. .. ' "n.por 10sincI entes e
nCla . ' SlOn
"delhvestlgaclO . 'N° 132
27-6-1986 sobre el caso de las Actívídades Mílítares y Para se constituye una coml .' '1 de este país; la Resol uclOn
contra Nicaragua, en CIJ, Recueil, 1986, p. 145, N° 290): po rera griega durante la .guerra ~~:I acíones de guerrilleros en Laos;fla Re-
pIo, en las cláusulas de los tratados internacionales que se re 9_1959,respeeto'de ciertas II1 I r 4' sobre los incidentes en \a ronte-
ónN0189·(párr..5),.d..e.14 .. -6-19\6:, N0 304 (párr; 2) del 14-5-1%5
la solución de las controversias, y también en la jurisprudenci b la Reso ucion . ,', N° 29S
re Vietnam Y Cam oya; .: ".Dominicana; la Resoluclo~
la situación interna de la Re~~~hc~e tres miembroS del ConsejO de Se-
Corte Internacional de Justicia. El valor político y moral de
tículo. de la Carta es muy alto. Pero, ¿cuál es su importancia d -1971 'que nombra una ITIlSIO~ dei tigar las incursiones portu-
punto de vista jurídico? En razón de su carácter genérico, que , , f I n e Il1ves , id t s
ad paraehviarlo s a GUIl1ea" a ..... del 28-5-1974 sobre los 1I1Cl en e
deduclr de él obligaciones precisas para cada uno de los med . 1 Resolucíól1.N° 348 (parr. S) 1 ., N0404 del 2-7-1977, q.ue
solución de controversias enumerados, consideramos que se Ji as, a l' l ' la Reso UCIO n '. 1 ac
frontera el1.tr.e Ira < eran; "b 'd 1 Consejo para investlgar os -
insistir, con otras palabras, en la prohibición del uso de la fuer , " d' tres rUlem ros e . '. desembar-
oró a ul1.a I11ISlOn . e .' B nin por mercenariOS ,
previsto tanto en el arto 2, párr. 4, de la Carta de la ONU, así .. , ." . tld s' en CotonoU, e , " '. 'ovemente
e violén cta come 1 o '. .' d 'allí sin autOrlZac!on y pr d
en el derecho internacional general (v. p. 444). sde ünavión que habí~ atern~a, dO 14A-1983 (que fue el result~do e
" '... ' t -laDehberaCIOn e 'f' h . r consIgnada
la reglon remo a, ..... . ' ,1. 'alizada en esa ec a y ,
Por otra parte, debe señalarse que e! arto 33, párr. 1, tiene también e eclatacÍÓn del Secretario, Genera re, ba al Secretario General :eah~ar
cuencias procedimentales en el marco de la función conciliadora desar 1 docurnehtóS/15680)q.ue le ,~nc;,rg':nasiva en algunos territorIOS ara-
por e! Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sobre la base del uestassobre t6scaso s de 1I1toXICac on
de la Carta, el Consejo de Seguridad no debe -o mejor dicho, no de s ocupados por Israel.
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 515
514 BENEDETTO CONFORTI

adas reunidas por el Consejo de Seguridad). No obstante, consideramos


Naturaleza Tanto ~n la práctica como en la doctri ,
de las que da origen a la investig , , octrrna se ha discutido si bién que, como puede deducirse de esta misma obligación de colaborar,
1 aCIOn es una d ,,'
resoluciones os Estados miembros a col b ecision que, en cuant rada que cierre sus fronteras a la investigación al menos debe propor-
del Consejo bilen SI, es una mera recomenda orar',
con 1 '
os organos de la inv
~n materia de
m vestigación
, A
na. favor de la primera opcié
,
aCIOn que
'h
cion se a sen 1 d
~or d '
en e no tiene fuer
1
atuna causa justificada.
Indicaciones
ropia naturaleza sólo pu d deci a a o que a investiga orsuparte, el arto 33., parro 2, y et arto 36 te otorgan al Consejo de parte del
P , ' e e ser ecidid Consejo de
cU,encla se ha citado el arto 25 d 1 a y no recomendada, eguridad la capacidad de soUcitar a las partes en una controver- "medios
miembros de las Naciones U id e a Carta de la ONU, según de arreglo"
, m as con' . que recurran a tos medios, procedimientos o métodos enumera-
siones del Consejo de Se id d d vienen en aceptar y cum
, gun a e acu d en.d parr.l del arto 33 «(':s decir, investigación, mediación, con-
partidarios de la no obli ,
o igatoriedad d er1 o con 1 esta
" ,Carta" . E
que la norma de la l' , ,, e a reso uCJOn msistene ación,. arbitraje, etc.), sobre el cuat ya tuvimos ocasión de
nvesngacron tá 1 id enemo La diferencia entre el arto 33, parro 2, y el arto 36 reside
que, a diferencia de tod es a me Ul a en el Cap. VI d s.
o cuanto se ha ' que el primero se refiere a una. invitación genérica del Consejo de
1 el Consejo sólo di ,previsto en el Cap. vn
~i,"' poo""
V ispone del instrum d 's
tanto, 00 Vint"l,n,". enro de la "to.o,nd'db uridad, mientras que el segundo prevé que este órgano les indique
<1S partescuat es el procedimiento específico =-entre tos que se
En nues,tra opinión, el problema de la ,.,
frente a la investigacié posicion de los Estado fueran en el arto 33, parro l-----ql1e resuha apropiado para elcaso
,,
cIOn/decisión, y mucho m on no nene nada que ver con la alternativa re nesdel
V enos con la dif ' cuestión. Se remiten también al arto 36 tasdeHberacio Con-
, n. Las deliberaciones sob la i , 1 erencra entre el Cap VI
re a mvesng , , que no se limitan a indicar deterfuinado prócedimiento para la
¡i~!:"~d~.l~.to"tr¡'~~"'a,."no q:"' ·di~ponin .dicho prbt~diri1i'nto
.
tIVO, ni como manifestacié d aCJOn no constituyen un a
festación de deseo (reco;n de ~~testad de mando (decisión) ni c nes
" en aCIOn) Se t t ' sílnislUas:pensem()s,por ejemplo, en las deUberacio que cre-
cion operativa, con la cual eI Conse¡o
con ucta, sino que actú '1
.. d raS a, Simplemente
id
e egun ad no plante
' de 5mni~i~n'~A'bu'ro'.9ffcf~" d,m,di~óón,etc., q~' QP"'r bajo
h d a, simp emente L directa responsabilidad del Consejo. de Seguridad. Con t()do,enen
te
asta qué punto, los Estados iémb . a respuesta a la pregun
d nuern ros está bli (':tem tanto el Consejo como los órganos creados simptem
e en esto. Para verificar I ' . an o igados a colabora a
a existencra de t bl' ,
a a norma del arto 2pá5 ' .es a o igación, basta c ponen de un mero poder de recomendación.
l ,, ' rr. , en virtud del I "1 '
~
zacion prestarán a ésta tod I d cua os miembros d
' a e ase e ayud I '
ton órmidád ton esta Ca" a en cua quier acción qu CQmoeiemplos de resoluclonesque invitan a las partes a recurrir a un
de colaborar se encuentr ~ YI: ~or otra parte, es evidente que la
f dio específico de solución de controversias, cfr. las siguientes resolucio-
, . a Imp ICIta en tod d :la Res. N0 22, del 9A-1947, por la cual se invitaba a Gran Bretaña y a
gamzaclón internacional P o acuer o constitutivo
. ero no es ést I '1
menos en el tema de l ' , , e e nuc ea central delpr ania a someter la controversia sobre el Estrecho de Corfú a la Corte In-
as mvestlgacJOn El '
guntarse hasta qué puntad b es. nucleo central consist haciol1alde Justicia (v, p. 471); la Res. N° 93, del 18-5-1951, que entre
':'''''~
t 'd se e e prestar colab
• ,.b.eprestar eolaboraciónih 11
le puede pedir a un Estado basta egar a la máxima concesi
',
m',
oracion, y "poe S cosas contenía una invitación a Israel y a Siria a someterlas cuestiones
tivaS ala ejecución de la Convención de Armisticio del 20-7-1949 a la
SO erano es d '
o un territorio que det d ,ecu, que abra su propio lIlisiónMixta de Armisticio creada después de la guerra de 1948 entre
(, ' , o os modos esté
organos lDvestig ores sub idi ' e controlando) al Conse¡'o abes e israelíes; la Res; N° 144, del 19-8-1960, adoptada en relación con
u'1tima
' pregu SI lanas
' . Consiideramos que la resp stensíones entre Cuba y Estados Unidos que se originaron luego de la lle-
, e ser negativa d d uest
obhgatorio est IpOde conc ' , ' a o que cuando la Cartaquie da al poder del régimen castrista, y que recomendaba a los miembros de la
eSIOn en el c dd
ce expresamente (y nos refe . , aso e eterminadas accion ganización de los EstadOS Americanos realizar una tarea de.mediación en- ia
dos la obligación de acorda:I~::~~ld al art, 43, que les impone a I
e paso por su territorio a las fu
dos países; laRes. N° 385, del 25_8_1976,porla que se invitaba
516
BENEDETTO CONFORT[
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 517
Greciae vr»'1 T urqUla
' a negocia" un a 'd o para
' e cuer I '
so bre la delimitación de los " e so UClonar la COI1
' respectivos sectores de I I . eño; la Res, N° 693, del 20-5-1991, que creó la Misión de Observación de
ra 1, teniendo en cuenta 1 . , a p atatorma
e a competencw de 1 C 1 ' s Naciones Unidas en El Salvador.
en cuestiones jurídicas' la Res N0 5 ~ d I a arte nternaclonal
,< " J e 19 3 198 ~
preocupación por el eh " ~ - - J, que tras
,
N lCaragua p gro que sIgl1lflcaba un enfrenta ' Dentro de la función conciliadora del Consejo de Seguridad se Indicaciones
y Honduras r d b nuenm m
, ecomen a a a las ' I de parte del
con la mediación del G d C partes reso Ver sus ca c1uye, finalmente, el poder de recomendar "términos de arre- Consejo de los
rupo e ~ontadora (Col b' , , '
V enezuela); la Res. N° 616, del 20-7-1988 om I,a, l\1exlco, o", o sea, de sugerirles a ras partes cómo resolver su controver- "términos de
investigación de la OACI I . , ' que cOnstItuye una c arreglo"
, ~ ,en a <uestróh del de' ib ' a, de acuerdo con su valoración. Este poder del Consejo está
rrarn por parte de fuerz 1 d rrr amrento de u evisto en el arto 37, Y debería ejercerse, según la letra de este ar-
as nava es e Estados U id
cho de Ormuz en 1988 I R e 111 os, acaecido e
ículo, sólo si se dan ciertas condiciones, específicamente, si la
del 29-4-1991 por las ~uaale es. N°,658, del 27-6-1990 y la Res.
, s se invrra a Ma 1 ontroversia ha sido sometida al examen del Consejo por las par-
colaborar con el Secretario G . 1 rruecos y a Frente Po
cidental. enela para resolver la cuestión del s, o al menos por una de ellas, o bien ante la imposibilidad corn-
abada de alcanzar un entendimiento a través de los medios de
También son ejemplos de d I'b '
la solución de controvers; e 1 e~aclOnes que crean procedüni lución enumerados por el ya muchas veces mencionado arto 33,
,as, por ejemplo 1 di , árr. 1. Decimos "debería ejercerse", porque de hecho, desde los
tadas con motivo de I ', ,: ,as rstl11tas resoluci
a cuestlOn indio- k' '
Oriente, entre las cuale . d ,pa rsraní y de la cuestión rimeros años de vida de la ONU, la práctica del Consejo de Se-
. s se pue e CItar la R N° 3
(creación de una Comisión form d .' ~s. . 99, del 2 uridad se ha orientado claramente, salvo en rarísimas ocasiones,
fin de investigar y realizar t a a pOl tres mIembros de la O en el sentido de una amplia libertad del órgano en la materia. El
,, , en re otras Cosas" l' ,,
Clan para eliminar las dl'f' I d ,j' cua quier aceren Consejo de Seguridad ha terminado por intervenir en el fondo de
. lCU ta es entre lId' ,
47, del 21-4-1948 (Corrii " d ' , a n la y Pakistán); 1 a cuestión siempre que lo ha querido, sin encontrar oposición sig-
isron
d e buenos ofÍcios entre esas m' e crnco mlembr dIO
os e a NU, ca nificativa por parte de los Estados interesados debido a problemas
(invitación a Egipto e Israel Ismabs partes); la Res. N° 107, del
a ca la orar con' lJ f d de procedimiento. No sólo ha actuado así en casos que no le ha-
zaba la ComÍsión de I ONU e e e e Estado q
, a encargada de ' bían sido sometidos a examen por alguna de las partes en la con-
dIO Oriente a fin de di , SuperVIsar la tregua
, ISCUtlr con él la situa " , troversia, sino que tampoco se ha preocupado por investigar si
nea de armisticio entre 10 d ' cion eXIstente a lo larg
d s os paIses); la Res N° 242 d efectivamente era imposible alcanzar una solución recurriendo a
a optada varios meses des ' d 1 . , el 22
pues e a "g l' los medios mencionados en el arto 33, ya que ha actuado en la eta-
Guerra de los Seis Días) y ,uerra re ampago" de
que Contel1la entre . pa inicial de una controversia. En otras palabras, puede decirse que,
al Secretario Generalp?ra " otras cosas, una i
' , e que enviara suprop' , . en virtud de una costumbre internacional, la competencia a indi-
M edlO Onente a fin d f 10 replesentante e
e avorecer el arregl T
también, siempre como e' I 1 o pan ICO de la cues car los términos de arreglo, en el sentido previsto por el arto 37,
Jemp os, a Res N° .,67 '
que invitaba al Secretario G '1 " J , parr 6, del 1 bsiste incluso dentro de los amplios límites en los cuales tam-
enera a ejercer sus bu f' ,
zar una solución concordáda de I ,,' ,enos o lClOS pa bién se acuerda, en los arto 33, párr. 2, y 36, la competencia para
4-12-1979 ' a cuesnon de ChIpre; la Res N0
, que contenla una invitació' . solicitar e indicar procedimientos o métodos de solución. Hay que
de la captura y detención d 1 1n semejante respecto de la eguntarse, por lo demás, qué sentido tienen estos límites o con-
e persona de la E bai d
Teherán; la Res. N° 626 d 120 1 e m aja a norteame
, e - 2-1988 iciones de naturaleza procedimental respecto de una función con-
nes Unidas en A l , , ' que' creo'1 a M'ISlOn " de 1
ngo a, para venflcar el 1" ciliadora que, por un lado, es ejercida por el más importante órga-
Angol a y Cuba relativo al reti d I cump muenro del acuerd
ro e as tropas cubanas del terntono ' , no político de las Naciones Unidas y, por otro, está destinada a no
dar nunca como resultado decisiones vinculantes.
DETERMINACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES 519
518 BENEDEITO CONFORTI Función
el ámbito de las Naciones Unidas, también la Asamblea Gene- conciliadora
de la Asamblea
Sobre todo, la práctica sobre la c ', desarrolla una función conciliadora. Así lo prevé el arto 14 de la General de la
ejemplos de deliberaciones I luestIOn del Medio Oriente
en as cua es se indi I ' ' rta, según el cual "la Asamblea General podrá recomendar medi- ONU
a controversia' efr la R N0 ican os terrrunos
para el arreglo pacífico de cualesquiera situaciones ... que a juicio
plan de partici6n d'e Pale::ina a:~~~~ 5-3-1~48 (relativa a la
l

de la Res. N0 1811III, del 29-11-1947)' ~ ~or ~~samblea la Asamblea puedan perjudicar el bienestar gerteral o las relacio-
és amistosas entre Naciones...". Esta fórmula, d,Il generica, permite
arreglo del paso de los beduin ',a es. 89, del 17-1
N0 95, del 1-9-1951 (recome:~a:i~:v:sEd~ las zonas desmilitarizadss cuadrar en la función conciliadora de la Asamblea todas aquellas
Re~ %~ ~:ra
nes al tráfico por el Canal de Stíéz); la que
edidas que vimos que podía, adoptar el Consejo de Seguridad, en
i~tud del Cap. VI. De .manera bastante paradójica, y a diferencia de
caba algunos puntos generales ara l ." 2, del
te, tales como el retiro de Isra~ l:ss~~u~IOn.
de del,problema que el Cap. VI prescribe en el caso del Consejo de Seguridad, la
guerra relámpago del d rrrtorros ara bes ocupados samblea no está obligada a cumplir normas procedimentales deta-
, verano e 1967 o la obli ' ,
Integridad territorial I lib ' igacron recíproca das; su única limitación de procedimiento, que de todos modos es
de la región, étc.) AX a, 1 ertad ~e navegación por las aguas
portante, está en el arto 12 de la Carta, según el cual la Asamblea
no d . ernas, en vanas oportunidades se
picios de la ONU, a India y aP;S~,II, ad de realizar un plebiscito con
S e arreglo, en especial la ibilid ' be abstenerse de intervenir en cuestiones de las que se esté ocupan-

~::a~::~e~ot
d1e el Consejo de Seguridad.
territoriales (efr, por ejemplo, 1: 2 ordenar sus cont

~;1~~~~,I~~~:~';::ri~~~,ddf30-3~~9.\1 ; 1: R~:4~?~~h~ad~'~~ Como ejemplo, efr.las siguientes Resoluciones: N° 1947/xV del 31-10-1960
ro ~: las tropas rusas del ter~i~:;i~~;a~;~~~ ~:·t38°
la 3, del 4-4-1 (recomendación a Italia y Austria de negociar una solución a la cuestión
tacron a. Israel a ofrecer a la Argentina 'una,~;~ " ' ddel23-6-1 üel Alto Adige); N° 1599/XV del 15-4-1961, sobre la presencia de tropas
normas mternacionales"h b paracion e acuer Sctranjeras en el Congo; N° 1616/XV del 21-4-1961 (conflicto entre Cu-
E' h ,por a er apresado '
IC mann en territorio argent' ) 1 agentes Israelíes al cri a y Estados Unidos); N° 1855/XVII del 19-12-1962 (sobre la reunifica-
del 15-11-1967 (pedido a Por;:;~ :e~~~ ~ 226 deI114-10-1966 y n deCorea); N° 1964/XVIIIdel13-12-1963 (ibidem);N°2077/XXdel
o~tara g3'1~6í 1",p"9 451~ '8¡'5,,~n\a ,mi'?'iaI45 Chip",;lf21
53
na~os ~
ra que su territorio no fuera la base de opa de medidas op Il\XnI,
por el Congo); la Res. N0 264 d I eracrones
renrarse del territorio de N ibi
los mercenar'
e 20-3-1969 (Invitación a S
f~.,~,~51}1-12-1?6~! (,~(~'ii!~ de l»(di? ?d(n"h';'" ~504IXX~ d(1
711-1969 (sobre el acuerdo entre Indonesia ylos PaísesBajos porel caso
cual se hace propio el Inf amdllla); la Res. N° 278 del 11-5-19 la Irían occidental); N° 2516IXXIV del 25-11-1969 (sobre la reunifica-
.órrd orme e Secretario G I
SIOn e la plena independencia 1 . I d enera que favorecía Óllde Corea); N0 2535/XXIV, letraB, del 10-12-1969 (sobre lacw:stión
a
zo a las pretensiones de G B a IS_ a e Bahrein, con el consecuent ¿MedióOrÍellte);N° 3160/XXVIII del 14"12·1973 (sobre la controversia
eJerce~ al,gu~a
" ran retana de Ir' d .
protección" sobre la isla; la Res. N0 348 d an _ e f treGran Bretaña YArgentina por las Islas Malvinas); N° 3333/XXIX del
a Iralk a hacer efectivo el acuerdo celebrad;lp28 5-1:975 .(InVltaclón 7-'12-1974 YN0 3390 A-XXX üel18-11-1975 (nuevamente sobre la reuni-
rdeso ver sus controversias limítrofes)' la R ~r5e73os mismos con lcación. de Corea); N° 3395/xXX del 20·11-1975 (negociaciones por Chi-
ere~aración de los daños provocados p;\ 1 del 4-10-198 pre);.N0 34/38 del 21-11-1979 (negociaciones entre el Reino Unido y Gua-
tunecIno); la Res. N0 607 del 5 5 r srae en su ataque al t tiérn.al por Be1ice); N° 34/412 .cle1 21-11- 1 9 79 (negociaciones por
Res. N0 694 del 24-5-1991 (det:n;i:8~~~:s~es. N° ~08 del 14-11- a
ibraltar); N° 37/9 del 4-11-1982 (Malvinas); W 38/12 del 16-11-1983
nos por parte de Israel); la Res. N0 687 eportaciones de civile (idem); N0 38/10 del 11-11-1983 (apoyo al grupo de Contadora por su acti-
parte de Irak y Kuwait d 1 f :.parte A, del 3-4-1991 (res Idad de mediación en América Central); N° 39/6 del 1-11-1984 (Malvinas);
e as ronteras fijadas en 1963 ,
° 41/31 del 3-11-1986 (ejecución de la sentencia de 1986, de la Corte In-
':. '; ':.
520 BENEDETTO CONFORT!

ternacional de Justicia, en el caso de las actividades militares y param bliografía general


contra Nicaragua); N° 41138 de120-11-1986 (condena del bombard f ta bibliografía se citan en el texto sólo
zado por Estados Unidos contra Libia y afirmación del derecho de s obras que !guran en es
percibir una indemnización); N° 44110 del 23-10-1989 (una vez r el nombre de su autor.
la instauración de una paz duradera en América Central); N° 44
15-12-1989 (prohibición del aprovechamiento de los recursos m
la Antártida); N° 44/240 del 28-12-1989 (detención de la interve
mada de Estados Unidos en Panamá).

Actividad de También el Secretario General de la ONU ha prestado s


mediación del
Secretario ración para la solución diplomática de controversias, ofrec!
General de la propia actividad mediadora a los Estados involucrados en
ONU
ternacionales. La Carta no prevé este tipe de iniciativas, s
;. , , ';' ,,7"'~_, , I L· 6a ed Londres,
viamente, el caso de que el Secretario General -que es EHURST, A Modern Introductiol1 to Intematlona. aiu, .,
un órgano ejecutivo de la Organización (v. p. 190)- actúe
rización del Consejo de Seguridad o de la Asamblea Genera
1987
LLA~ORE PALUERI, Diritto internazionale r« bbl"ICO, 8" ed.. Milán,
"
tanto, parece que las iniciativas autónomas del Secretario G 1962. , . ' 1.2" ed. Fadua, 1983.
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se realicen "todos los e~fuerzos posibles para lograr el arre SSESE, Il diritto il1temazlO tlale nel /11011
codelas contrQversias de carácter local... procediendo inc
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Act of State Adaptación:


doctrina del-: 304 y ss. -' del derecho italiano a los actos de
Acta Única Europea: 210,212 las organizaciones internaciona-
Acuerdo: v. Tratados les: 410 y ss.
Acuerdos de codificación: v. Codifi- - del derecho italiano :1105 tratados
cación - - a valor de terceros: 389 y ss.
Acuerdos de devolución: v.Sucesión --' y relaciones erttre tratados y
de Estados Constitución: 409 y ss.
Acuerdos de Helsinki sobre Coope- -'- y relaciones entre tratados y
ración y Seguridad en Europa: v. leyes ordinarias: 402 y ss.
Conferencia sobre la Cooperación y - -mediante orden de ejecución:
la Seguridad en Europa (CSCE) 399 yss.
Acuerdos en forma simplificada - - no selfexeCllting: 383y ss.
actos comunitarios atípicos como -: - - sobre el tratamiento a extran-
224 jeros: 403
- Y acuerdos no jurídicos: 99 -del derecho italiano al derecho in-
competencia para concluir los -: ternacional consuetudinario: 391
105 y ss. y ss.
Declaración dé principios de la - - y relaeioñes': entre costumbre
Asamblea General de la ONU co- y Constitución: 394 y ss.
mo-: 83 -' -' y. relaciones entre costumbre
cartas de intención solicitadas por y leyes ordinarias: 393yss.
el Fondo Monetario Internacional -a las sentencias internacionales:
como-: 20S! 507 y ss.
procedimientos de formación de procedimientos de -' al derecho
los -': 101 y ss. internacional: 379y ss.
íNDICE ANALÍTICO 569
568 BENEDETTO CONFORTI

límites a la ... en los tratados insti- Banco Internacional de Reconstruc-


- - y esfera de aplicación del de- Tratado de Washington
recho internacional introduci- tutivos de organizaciones interna- ción y Fomento (BIRF): 204
372 y ss.
do en el derecho interno: 387 partes consultivas del- -: 373 cionales: 460 y ss. Bases militares
límites a la - en el tratado instituti- sucesi6n en los tratados 'que prevén
y ss. A.NZ. US: 491
la instalación de - extranjeras: 155
- - y valor del derecho internacio- Apartheid vo de la CECA: 461
medidas no violentas de -: 449 y ss, valor de los acuerdos concluidos
nal introducido en el derecho - y ius cogens: 247
noción de ...: 19 y ss, 443 por Italia sobre la concesión de -:
interno: 383 y ss, la prohibición del - como
Adhesión: v, Tratados pio general de derecho: 63 reciprocidad como forma de '-: 462 107 y ss., 111
Agencia para la Garantía de las In- personalidad de los Estados Boicot econ6mico: 294
y ss.
versiones Multilaterales (MIGA): cantes del -: 33 v. también Contramedida, Guerras Buenos oficios: 509
283 práctica del - como crimen de liberación nacional, Ilícito interna-
Agentes diplomáticos nacional: 456 cional, Legítima defensa, Responsa- CampDavid
inmunidad de los -: 287 y ss, Arbitraje internacional bilidad internacional, Retorsion; Tra- acuerdo de '-: 251
- - y Constitución italiana: 396 características del-: 19,493 tados, Uso de lafuerzainternacional. Capitulaciones
extensiónde la- . . . al personal evolución del..,.: 496 yss. Autodeterminación de los pueblos régimen de las '-:263
adquisición del territorio en viola- Carta Africana' de los Derechos' del
técnico dejas embajadas: 51 u. también Adaptación, \A''''',mu
- - y contramedidas: 451 promisoria, CCII11;lJr()miso ción al principio de '-:40 yss, Hombre y de los Pueblos: 239
_ y descolonizaci6n: 39 y ss: Carta de los Derechos y Deberes Eco-
inmunidad.de Ios.familiaresde los -:
-e integridad territorial: 40 Y ss, nómicos de los Estados: 79, 264,
291 Americana de Derechos rtuman.
poderes de. los .....en materia de ne- Corte de Justicia de las Co;mu/1Íar(1, _y principio de la no intervenci6n: 274,315
gociaciónde tratados: Europeas, CorteEuropea 40,294 Caso fortuito
-como causa de exclusiónde 'ilici-
Agre$i{¡n: v, Uso. de la fuerza inter- contenido del principio de-: 38 y ss
nacional. irretroactividad del principio de-:41 tud: 429,433
carácter de Í1JS cogensdel principio Centro Internacional para el Arreglo
Alta.ma.r: Vi Mar internacional
Alto Comisionado deja ONU para de las Controversias Relativas a In-
de -: 250
los Refugiados (A.CNUR): 191 violación del principio de .... como versiones (ICSID): 283
Ambiente crimenintern<1cional: 455 Ciudadanía: v: Nacionalidad
protección del -: v.Contaminación, u;DeftcolOltización; Gobierno, Gue- Cláusula Calvo: 281
Re$ponsabilida4 internacional ONU rrasdeliberaciónnacional;Movi- Cláusulacompromisoria: 49Ty ss.
mientosde liberaciónnClcional,Es- Cláusula de la' nación más favorecí-
Asociación a la. CE:
-y derecho consuetudinario: 53 y ss. Europea tado. da: 128,316
priI1c!pios • . genera.les.de. derechos Asociación para Cláusula rebus sic srantibus
AtitolifJiitaciórt
nacional (ADI): -como catisade extinción de los
teoría de la -: 21 y ss.
en la interpretación Autodefensa tratados: 176 Y ss
-e incompatibilidad entre trata-
de lostratadosh 142, y S$. Bahías
Antántrda ..... ..,.. y retorsión: 459 - históricaS: 334 dos: 178
régimen jurídico de la -: 371 Yiss. - como causa de exclusión _y sucesión en los tratados que
"'vitales: 335
líneas de base del mar territorial en tengan.' una prevaleciente caracte-
reCUl'$O$ de la ..... corno patrimonio to:429
común dyla humanidad:3?! y ss, - y derecho interno: presencia de -: 334y ss, rización política: 155
570 BENEDEITO CONFORTI íNDICE ANALÍTICO 571
-y sucesión en. los tratados por
competencia para estipular de ·Ia.;-: Consejo de Seguridad: v. ONU Controversia internacional
efecto de. un cambio radical de 225y ss. Consejo Económico y Social: v; ONU - política y jurídica: 494 yss.
gobierno: 167
cooperación política entre los Esta- Consejo Europeo: 215 medios diplomáticos de solución
--y efectos de .Iaguerra, sobre los dos miembros de la-: 211 Consenso dela-:· 508 Yss.
tratados: 179
inmunidad de .los funcionarios. de -como causa de exclusión de la ili- medios jurisdiccionales de solución
inderogabilidad deja -r-: 253 la-: 307 citud: 427 y ss. de la ....: 493 y ss.
Codificación
naturaleza jurídica de la Consensus obligación de solución pacífica-de
acuerdos de ~ y costumbres sobre- órganosde.la -:.213 y.ss. adopción del texto de. un tratado la -: 511yss.
vinientes:
poderes implícitos de la -: 145} mediante ....: 92 solución de la .; yorganizaciones
acuerdos de - y terceros Estados: 229 . y ss, práctica del .... en las votaciones en internacionalesiegionales:520
73 y ss. fines. de.la __:•. 211yss. el seno de organizaciones. interna- u. también Arbitraje intemacional,
- del derecho de guerra: 71 u: también cionales:188 Buenos oficios, Cláusuldcomprol1ti-
-del derecho internacionalmaríti- Consejo
Cónsules: 291 Y ss: soria,Compromisoarbitral; Conci-
mo: 323 y ss.
Lomé, Corte..deJ¡{sticiq de u. también Archivo consular liación internácional, Corte Interna-
-de las normas internacionales en
Contaminación cional de.Tusticia, Corte Permanente
materia-de imnunidad.de 10sEs-
atmosférica a distancia.' 322 de Arbitraje, Corte Pénñañente-de
tados/extranjeros deja .jurisdic-
convenciones internacionales en Justicia Internacional, Investigación;
cióncivil: 297.y ss,
materia de ....:322iss.,362 y.ss; Mediacióh,Negoéiaciólt,ONU,
lásnormasenmateriade res-
- y obligación de informar: 322 Tratado general de arbitraje;
ponsabilidad inrernacíonnlr 418y
·.... marina: .362 yss. Convención Americana .de Derechos
ss., 440
- - e intervención del Estado cos- Humanos: 234 y ss.
.cambio de los acuerdos de:--: 76:y.ss.
tero sobre naves extranjeras Convención de Lomé: 227
obra de - de las NadonesUÍlidas:
en alta mar: 363 Convención de Viena sobre Derecho
obligación-del Estado costero de de los Tratados
Comisión Americana de Derechos
impedir la .... :361 -y derecho consuetudinario: 86
Humanos: 235 y ss,
poderes del Estadcccoscebovpara yss.
Comisión Europea de Derechos Hu-
impedir la - : 363 -y principio sl'omnes: 88yss.
manos: 233
- masiva como crimen il1ternacio- esfera de aplicación de la-: 87y ss,
Comités de liberación nacional: y.
nal:456 Convención de Viena sobre Sucesión
Movimientos de liberación nacional de Primera Instancia de las womunt: responsabilidad p&rdañosdelad 320 de Estados en Materia de Tratados:
Competencia interna: v. Dominio re- des Europeas, Cumbres eurotieas. v.también Dominioóreseruado¡ Res- 151 y ss.
ponsabilidad intemacional. Convención Europea/de Derechos
Compromiso arbitral: 496 y ss, 520 Contrarnedida Humanos: 232 y ss.
Comunidad Europea o. también ONU. límites de la-: 450y ss. Cooperación para el Desarrollo» 315
acuerdos comerciales de la -: 226 Confederación de Estados: noción de la h-: 449·y ss. Yss.
acuerdos de asociación de la _: Conferencia sobre v. también Agentes diplomáticos, Corporación Financiera Internacio-
la Seguridad en Europa¡ Autodefensa, Legítima defensa.. Re- nal (CPI): 204
paración,. Retorsión,.Usa de .la fuere Corte Americana de Derechos Hu-
actos de la -: 218 y ss.
za internacional: manos: 507
572 BENEDEITO CONFORTI '
íNDICE ANALíTICO 573

Corte de Justicia de las Comunída- formación de la'-: 54 y ss., 292 y Denegación de justicia: 273 líticos, Pacto de las Naciones Unidas
des Europeas ss., 298 .y.ss, Denuncia: v , Tratados sobre Derechos Económicos, Socia-
competencia de la -: 503 y ss. tiempo de formación de la -: 53 y Derecho de conservación: 430 les y Culturales.
Corte Europea de Derechos Humanos ss,
Derecho de persecución: 360 Derechos especiales de giro: v. Fon-
competencia de la -; 506 transformación y extinción de la -: Derecho espontáneo: v; Costumbre do Monetario Internacional
normativa de las reservas según la 53 Derecho humanitario: 71,446 Descolonización
jurisprudencia de la -: 130,134 u, también Adaptación, Codifica- Derecho internacional de la econo- poderes de la Asamblea General de
Corte Internacional de Justicia ción,jus cogens; ONU, Tratados. mía: 314 y ss. la ONU en el tema de -: 40, 193
cláusula de aceptación de la juris- Crímenes individuales contra la paz y
Derecho internacional privado v. también Autodeterminación, Gue-
dicción de la -: 501
la seguridad de la humanidad: v, Cri- - y derecho internacional: 15 rras de liberación nacional, Movi-
composición de la -: 499 mina iuris gentium interpretación de las convenciones mientos 'de liberación nacional, Su-
función arbitral de la -: 499 y ss. Crímenes internacionales del Estado de __ uniforme: 147 y ss. cesión de Estados.
función consultiva de la -: 499 y ss, responsabilidad de -: 455 y ss;
Derechos del Hombre Diplomáticos: v. Agentesdiplomáticos
Corte Permanente de Arbitraje: 498 Crimina iuris gentium acuerdos colectivos sobre- que Directivas comunitarias
Corte Permanente de Justicia Inter- - y ejercicio de la jurisdicción penal vinculen a Italia: 232, 312 y ss. características de las -: 220 II
nacional: 499
sobre los extranjeros y. sobre los - y competencia interna: 62, 312 Y ss. - detalladas: 220 y ss.
Costumbre
órganos extranjeros: 270 -y principios generales de derecho Distress
aplicación analógica de la -: 59 - ypersonalidadiílternacional de reconocidos por las naciones civi- -como causa de exclusión de la ili-
-como fuente de normas interna- lo~ individuos: 35 lizadas:62 citud: 429
cíonalesgenerales: 16,49 Y ss. Culpa: v, Ilícito internacional,. Res- grossviolatio1ls de.los __: 62, 313 Domestic [úrisdictioni v, Dominio
-y derecho espontáneo: 58 ponsabilidadinternacional órganos internacionales para la tu- reservado
-y normas de cortesía; 50 y ss, Cumbres europeas: 215 tela de los' -: 231 y ss., 234 y ss., Dominio reservado
-y principios generales de derecho
506 y ss. -y derechos del hombre: 312y ss,
reconocidos por las naciones civi- Daño: v.Ilícito internacional,Con-
tutela de los - y ius cogens: 250 - y j urisdicción.internacional» 498
lizadas: 62 y ss,
taminacíón, Responsabilidad movimiento convencional. a: favor -y contaminación del ambiente:
-y resoluciones de las Naciones nacional, Reparación
de los -: 312 y ss. 318 y ss.
Unidas: 57 y ss., 81 y ss, ' Decisiones comunitarias tutela de los _. en el derecho.ínter- -y relaciones económicas: 314y ss.
-y Estados de nueva independen-
nacional general: 313 y ss. -en el ámbito de la ONU: 191
cia: 55
violación de los - como-crímenes objeto .del-: 311 y ss,
-iparticular: 58 y ss.
internacionales: 455
elementos de la -: 49 y ss.
u. también Comisión Americana de Equidad
flexibilidad de la -: 76 y ss., 245 y ss. y s. Derechos Humanos, Comisión euro- -como fuente de normas interna-
formación de la - y praxis conven- -y derecho consuetudiríarío. pea de Derechos Humanos, Conven- ciones: 69 y ss.
cional: 52 y ss. valor de las -: 80 ción Americanade DerechosHumanos, -y delimitación de la plataforma
formación de - y recurso a la Declaración Universal de los
Convención Europea de Derechos continental: 341 y ss,
equidad: 70 chos Humanos Humanos, . Declaración Universal de -y régimen de la zona económica
relaciones entre - y tratados: 58, valor de la -: 80, 312 los·.DerechosHumanos, Dominio exclusiva: 348
76 y ss, 223,244 y ss. Declaraciones interpretativas: reservado, Pacto- de las Naciones -y sentencias de la Corte Interna-
papel de los jueces nacionales en la servas en los tratados
Unidas sobre Derechos Civiles y Po- cional de Justicia: 499
574 BENEDETTO CONFORTl ÍNDICE ANALÍTICO 575

Espacio atmosférico Estado de necesidad versiones, Denegación de justicia, valoren el derecho italiano de la
navegación del - y responsabilidad Protección diplomática,' Responsabi- cláusula del tratamiento nacional
-como causa de exclusión del ilíci-
del vector: 365 to: 430 y ss, lidad internacional. previsto por el-: 385 y ss,
régimen del - sobre el territorio: Estados: extranjeros: v: Dominio re- Gobierno
367 y ss. servado, No intervención, Inmuni- FAO: 199 - fantoche: 29, 39
Régimen del - sobre altamar y te- dad delajurisdicción Fondo Internacional para el Desa- -insurrecciona!: 33
rritorios res Illtllius: 367 Euratom rrollo Agrícola (FIDA):206 - en exilio: 26 y ss.
-y zonas de identificación: 367 actos del-: 218 y ss. Fondo Monetario Internacional (FMI) -de [acto: 420
recursos del : 366 y ss, órganos del...!:213 y ss. derechos especiales de giro creados cambios. revolucionarios de - y su-
Espacio' extra-atmosférico u. también Consejo de Europa, por.el-..: 205 cesión de Estados: 166 y ss.
convenciones multilaterales sobre te de Justicia de las Comunidades enmiendas al Estatuto del ~: 205 Guerra
el-: 368 y ss. Europeas, Decisiones coniunitarim cartas de intención solicitadas por derecho de -: 446
libertad del -: 368 Directivas comunitarids¡ Parlamento - como acuerdos en-forma simpli- v. También Autodefensa, Derecho
-- Ysatélites geoestacionarios: 369 Europeo>,Reglamentos comunita- ficada:205 humanitario, .Guerras. de liberación
régimen de los recursos del -: 368 rios, Tribunal de. Primera I/l!st~rncia estructuras y función del-« 204 Y ss. nacional, Tratados, uso de la fuerza
y ss, de las Comtmidades.Europeas. Fondo y subsuelo .marinomás allá internacional.
Estado Extradición:270:y22 de los límites de las jurisdicciones Guerras de liberación nacional
formación del - por separación: Extranjeros nacionales aplicabilidad del derecho interna-
157 y ss. adaptación del derecho irauano autoridad internacional para la ex- cional humanitario. a las -:42. y ss.
formación del - por fusión: 163 y ss, plotación.de los recursos del-:351
identidad del - Y cambios revolu- yss; Iglesia Católica: 47
cionarios de gobierno: 166 y ss, recursos.ídel .., como patrimonio Ilícito internacional
incorporación del -: 163 y ss. común de la humariidad:351 y ss. causas de exclusión del---:.427 y ss,
noción de órgano del - según el explotación unilateral. de losrecur- caso fortuito y fuerza mayor co-
derecho internacional: 25 y ss., 53, sosdel.e-: 353 y mo -r-.v-; 429, 433 yss.
105 y ss., 302,420 y ss, Fronteras consecuenciasdel-:.439 y ss.
personalidad internacional del -: respeto de las~:153 consenso '. del Estado damnificado
24 Fuerza mayor como causa de exclusión del-:427
desmembramiento del-: 160 y ss, como causa de exclusión de la.ilici- y ss.
- federal: 28 tud: 429, 433 distress corno causa de' exclusión
-comunidad: 25 Funcionarios internaciones del-: 429
-miembro de un Estado federal: inmunidad dedos- deIa jurisdic- elementos. constitutivos •del r-; 417
28, 163 ción: 309 y ss.
- organización: 25 y ss: protección de.los l..:.3Q7y ss. elemento objetivo del-:.424 y ss.
- satélite: 28 elemento. subjetivo. del -: 417 y ss.
v. también Autodeterminación, Jefes GATT el daño en el-: 438, 465 y ss., 472
de Estado, Fronteras, Gobierno, cláusula de la nación.más favorecí- yss.
Responsabilidad internacional, Su- daren.el ámbito del-: 316 -por acción: 419 y ss.
cesión de Estados, Territorio. relaciones entre - y Tratados .CE: 128 - constituido por la violación de
577
íNDICE ANALÍTICO
576 BENEDETIO CONFORT!
Mar internacional
obligacionesvde resultado" o por -de los miembros de misiones ese lus cogens: 246 y ss
libertad de navegación en el -: 350
_ y consenso del Estado víctima de
la violación de obligaciones "de peciales: 292 y ss., 356 y ss.
un ilícito internacional: 427 Y ss.
medios": 425 - de las organizaciones internácio- libertad de pescaenel..,.: 350 y ss,
prohibición del uso de la fuerza co-
-de duración e - instantáneo: 426 nales: 309 y ss. libertad de tender tuberías y,cables
mo norma de -: 247, 249, 444 Yss.
y ss. -de la Orden de Malta: en el -: 350 y ss.
-por omisión: 419)y ss. ..,. de 'los -representantes de' los Jefes d'e Estado
libertad de sobrevuelo del -: 350 y
inmunidad de los -: 291
la culpa en el ....: 319, 433 y ss., dos en el seno de las organizacio- ss., 366
poderes de los - en materia de ne-
472 y ss. nes internacionales: 307 u, también Fondo y subsuelo mari-
gociación de tratados: 91
observancia de los principios funda- -y medidas cautelares y ejecutivas no más allá del limite de. las juris-
mentales de la Constitución como obre los bienes de Estadosrex- , Jefes de Gobierno
dicciones nacionales, Contamina-
, inmunidad de los, -: 291
causa de exclusión del-« 431 y ss. tranjeros: 302yss. ción, Nave.
poderes de los - en materia de ne-
reacción al - por parte •de terceros - en. materia de, controvérsias.rde Mar territorial
gociación de tratados: 91
Estados: 455 yss. trabajo: 298 y ejerciciocie ,la jprisdicción penal en
'Jerarquía de las normas internacio-
estado de riecesidadcomocausade v. también Archivo consit/ar, Jefes el -: 337 y ss., 359
exclusión-del -: 429 y ss. nales: 244 y ss.
de Gobierno,fefes de Estado, Minis- límite externo deI--:3 30 yss.
Jurisdicción internacional: v. Arbi-
tiempo de comisión del ....: 426 tros de Relaciones Exteriores, Misio] línea de base del -:)33 yss.
traje, Corte Internacional de Justicia
v. tambiéltAutodefensa, Contrame- nes diplomáticas. _ - italiano: 335
dida,Denegación de justicia, -Legiti- Insurrectos: v. Gobierno Júrisdicción penal paso inofensivo en (':1 -: 336, 359
límites internacionales al ejercicio
maidefehsa, Responsabilidad interna- Interpretación: poder del Estado ,costerqen, el -:
cional, Reparación, Retorsión, Uso -de los estatutos de las organiza- de la -: 270 y ss., 337
JurÍsdiction toenforce: v. Uso de la 329 y ss.
de la fuerza internacional. ciones internacionales: 143 yss: v. también Bahía,J)erecho de.pers e-
fuerza interna
Individuos ........ yteoríade los cucién, Cql1taminaciQl 1.
Jurisdiction to prescribe: Uso de
personalidad internacional de los citos: 143 y ss. Mediación: 509, 520
.... delos-tratadoss 140 y ss. la fuerza interna Mercado Común del5U¡- (M(':r(;9-
v. también Derechos del hombre, - - de cooperación sur): 18,209
Responsabilidad internacional vías de desarrollo: Legislación antitrust Ministros de Relaciones Exteriores
, acuerdos de cooperación en mate-
Inmunidad de jurisdicción - - de derecho uniformes 147 y ss, inmunidad de los -: 291
-de los agentes diplomáticos: 289 - - de paz:"143, 176 ria de -: 100 ' poderes de Jos __ en .mateda de, ne-
aplicación extraterrit~rial de la -:
y ss. método objetivo de ....: 141 y gociaciónde tratados: 91
-de los funcionarios internaciona- método subjetivo de -: 141y ss, 317 y ss.
Minorías
les: 306 y ss. v. también Analogía. Legítima defensa
tutela de las,
_ colectiva: 456 Yss,
-y Constitución italiana: 395 y ss. Intervención: v. Dominió-reservados u. también Autodeterminación, De-
Contaminación, Legislación antitrust. _ individual: 452
-de los Estados extranjeros: 295 y ss. rechos del.bomote.
noción de -: 452 y ss,
-- absoluta y relativa: 295 y ss. No intervención, Uso deI~fuerzain­ Misiones diplomáticas
Libertad de los mares:326 y ss,349 Yss.
Convención Europea sobre - terna, Uso de la fuerza internacional inmunidad de las -:289
Inversiones Liga Árabe: 490
Misiones especiales: 292
codifjca~ión de las normas Movilidad de las fronteras de los
sobre - - : 297 y ss., 301 Maastricht
tratados: 157, 163
- de los organos extranjeros: 291 y ss, tratado de -:
579
íNDICE ANALíTICO
578 BENEDEITO CONFORTI

Propiedad Intelectual (OIPI): 207


Movimientos de liberación nacional: principio de - en los asuntos inter- órganos subsidiarios del - -: 190
Organización internacional del Tra-
26 y ss., 42 y ss. nos de otro Estado: 292 y ss: inmunidad de los funcionarios de
bajo (OIT): 200 yss.
u. también Autodeterminación, De- u: también Dominio reservado, Sobe- la: 306 y ss. Organización Marítima Internacio-
recho humanitario, Guerras de libe- ranfa territorial, Uso de la fuerza in- poderes implícitos de los órganos
nal (OMI): 203
ración nacional terna, Uso de la fuerza internacional. de la-: 144 Y ss, Organización Mundial de la Salud
Nacionalidad Notificación de la sucesión' v Suce- fines de la -: 191 y ss., 247 Y ss.
o • •

(OMS): 202 y ss,


- de las personas físicas: 269 y ss. sión de Estados Secretario General de la-: 190
Organización para la Cooperación Y el
-de la sociedad comercial: 285 y Nuevo orden económico mundial: mediación de! - - para la solu-
Desarrollo Económico (OCDE): 231
ss, 79,264, 314 Y ss: ción de controversias internacio-
Organización para la Unidad Africa-
-de la nave: 355~ 360 Y ss. nales: 520
na (OUA): 491, 520
Nacionalización: v, Extranjeros Obligaciones erga omnes: v, Autode- sistema de seguridad de la~: 194 Y
Organizaciones internacionales
Narnibia: 266 y ss. terminación, Responsabílídad inter- ss., 476 y ss. acuerdos concluidos por las -: 44,
Nave nacional __ y las organizaciones regiona-
116 Yss., 197,225 Yss,
ge1tuiné link de la - con e! Estado Ondas de radio: 369 les: 490y ss. adaptación del derecho italiano a
de bandera: 360 y ss. ONU u, también Corte Internacional de
los actos de las -: 410 Y ss,
-de pabellón fantasma: 360 Asamblea General de la -: 189, 193 Justicia, Descolonización, Dominio
actos de las t-' como fuente de ter-
-como territorio del Estado: 355 Y ss, 488, 519 reservado, Orgalzismos especializa-
cer grado: 18, 193 Y ss., 197y ss.,
n~~ionalidad de la - 355, 360 Yss. Declaración de principios de la --: dos de las Naciones Unidas,PNUD,
218 y ss.
visrta y captura de la - en la zona 78 y ss. Tribunal Administrativo de las Na-
capacidad jurídica de las -'-: 45 y ss,
económica exclusiva: 358 y ss. función conciliadora de la - -: 519 ciones Unidas, UNCTAD, USO de la
competencia para celebrar acuer-
visita y captura de la - en e! triar órganos subsidiarios de la - -: 190 fuerza internacional. dos de los órganos de las -,-:117,
internacional: 356 y ss, poder vinculante de la - -: 40, 193 ONUDI: 207
197,225
u. también Derecho de persecución Consejo de Administración Fidu- Órbita geoestacionaria: 369 y ss,
democratización de las -: 217 y ss.
Piratérta: s ciaria de la -: 189 Orden de Malta: 47 inmunidad de los funcionarios de
o

Navegación aérea: 366 y ss: Consejo de Seguridad de la -: 189 Organismo Internacional de Energía
las -: 306
Navegación cósmica: 368 y ss, discrecionalidad del - - en la de- Atómica (OlEA): 208 inmunidad de las -de laj urisdic-
o o

Navegación marítima: 355 y ss, claración de amenaza o violación Organismos especializados de las Na-
ción civil: 309 y ss.
Negociación de la paz: 478 ciones Unidas: 197y ss, interpretación de los estatutos de
o

-como medio de solución de las con- función conciliadora del - -' acuerdos de vinculación entre - y
las -: 143 y ss:
troversias intermiéionales: 508 513 Y ss. . ONU: 197 y ss. negociación de tratados en e! seno
No intervención medidas del - - que implican el funciones normativas de los -: 199
de las -: 72,91,199 Yss,
- y actos terroristas contra Estados uso de la fuerza: 482 y ss: funciones operativas de los -: 199
personalidad internacional de las
extranjeros: 295 medidas de! - - que no implican Organización de Estados America-
o

-: 44 y ss.
-y autodeterminación de los pue- e! uso de la fuerza: 194 y ss.; 248 nos (OEA): 235, 490 protección de los funcionarios de
blos: 294 454,482 ' Organización de la Aviación Civil
las -: 307 Y ss.
- y medidas de presión económica: medidas provisorias del para Internacional (OACI): 202
o - -
relaciones de trabajo con las -: 309
294 la tutela de la paz: 480 Organización de Liberación Palesti-
relaciones de los actos de las - con
- y uso de la fuerza internacional: Consejo Económico y Social de la -: na (OLP): 27,259,407 el derecho consuetudinario: 254
293,444 y ss. 189 Organización Internacional de la
580
BENEDErro CONFORTI

relaciones de los actos de las _ con ÍNDICE ANALíTICO 581


sus tratados constitutivos: 253 Pesca: v. Zona económica exclusiva,
Mar Internacional R dio y telecomunicaciones , del ilícito in-
- como consecuencia
u. también Atltodefensa, Interpreta_
Piratería: 356 -a no intervención , , en los asuntos ternacional: 465 Ys:. f ._
cián, Recomendaciones, ReSPonsa_
bilidad internacional. Plataforma continental Y,internos de otros Estados:, 295 resarcimiento d eI dano como DI
'1' ,, de los espacios aereos Y ma de -: 469 Y ss. d . 467
OrganiZaciones internacionales: 208 delimitación de la - entre Estados un IzaCLOn .' d las _: 369 Y ss.
y ss., 490 y ss., 520 'smicos a los fines e 1 isf " como forma e-.
enfrentados o adyacentes: 341 y ss. satis aCCLOn d f Contra-
u. también Controversia i1ttemacional extensión de la -: 340
ca
Rebtls .
sic stanttbus: v. Cl aiusu a re- Ii v Auto e ensa,
Represa la: ,', d fensa Retorsión
6tganos· extranjetos bus sic stantibus medida, Legítírna e _ '. Repara-
poderes del Estado Costero sobre la _:
a~a de autodefensa: 462
339 y ss, ' , t o de danos: v,
Resarcimien
ejercicio de la jUtisdicción penal en Reciprocifd
los -: 270 y ss. PNUD: 191 -como 01'
ciones d 129 Y ss
Y ss. '4
n los trata os: .
inmunidad de la jutisdicción civil Poder del gobierno: v. Uso de la fuer- Reservas e , d 1 s órganos inter-
de los -: 289 y ss., 306 y ss, za interna Yactos de cortesía: 46 competencia e o
-Y derecho consuetudmano
, , en evo- nos para formular -: 136 ~ ss,
tratamiento de los -: 287 y ss., 306 Poderes implícitos: v. Comunidad
y ss. lución: 463 Y ss. .,, Ydeclaración interpretativa: 130
Europea, Interpretación, ONU
u. también Agentes diPlomáticos, Je- to de los actos de ejecucion u.- tam bién Corte Europea de Dere-
Previo agotamiento de las instancias - respec E tado ex-
fes de Gobierno, Jefes de Estado, de los bienes de un s cho Humanos '1
internas: v. Protección diplomática
Cónsules, Ministros de Relaciones Ptincipios generales tranjero: 303,463 bilidad internaciona
Responsa I I 434 473
Exteriores. Recomendaciones f de la re- -absoluta: 319, , ... 472 Y
-como normas primarias de dere-
OTAN: 107yss., 491, 520 d las ~ a los mes -de hechos lícitos: 319 Y ss.,
cho internacional: 66 y ss. valor e " del derecho interna-
construcción
- de derecho reconocidos por las ss. las organizaCIOnes
. .m ternacio-
Pabellón fantasma: v. Nave cional general: 57 - de
naciones civilizadas: 60 y ss.
Pacto Andino: 208 derogabilidad de los -: 245 efecto de la ilicitud de las -1: 2:: y ~:'l nales: 419 'r a-
y jueces internos: 64 y ss, IDO causa de exc usíon -del Estado por actos de sus o g
Pacto de las Naciones Unidas sobte -- co 431
Detechos Civiles y Políticos Productos de base ilícito internacional: ., nos: 419 Yss, e-
Comité de los Detecho s del Hombres contenido de los acuerdos sobre-: 316
- - de los órganos internaciona- -- comen'dos fuera de su comp
instituido por e1-: 137,239 Yss. participación de la CE en los les: 57, 78 Y ss., 241 Y ss.
tencia: 422 . 318 Y ss.,
contenido del-: 239 acuerdos sobre -: 227 - - como soft lata: 57 -objetivas y - por culpa.
reservas italianas del-: 135] ss, Ptotección diplomática - de la CECA: 219 433 y ss., 472 Y ss.
Pacto de las Naciones Unidas sobre Reconocimiento: 29 y ss. -por actos legislativos: 256 Y ss.,
-de funcionatios internacionales:
Derechos Económicos, Sociales y Cul- 307 y ss.
Regiones , . _ de otros , . Ies:. 455
421 en'menes Iñtemaciona
turales: 239 . mpetencia de las y . ~por
-de las sociedades comerciales: meo 'blicos para conc lui acuer-
Pacto de Vatsovia: 491 285 y ss, entes pu uir
ss
Parlamento Europeo: 215 y ss. dos internacionales: 112 y • -Y ss.danos
por ños.sufri
su n dos por extranje-
-de las sociedades multinaciona_
Patrimonio común de la humanidad: les: 283 Regiones polar~s: ?71 y ss. ros ' 280 Yss., 434 Y ss. I
v, Antártida, Fondo y subsuelo ma- -y la Cláusula Calvo: 282 v. tam bién Antártida, , or' d
daños próduci os p ó r ,a , con-
Reglamentos cornumtanos -p , , , o por el ejercicio de
rino más allá de. los límites de la ju- - y regla del previo agotamiento de taminacton , . 8 ss.
risdicción nacional carácrerístrcas
" de los -: 219 ' 'dad peligrosa: 31 Y ,
una actrvi
las instancias internas: 280 y ss.
Persiste/u objector: 56 - en caso de nacionalización de bie- Reparación. forma 362 Yss., 435 Yss., ~7?dY s~'423 y
nes extranjeras: 274 y ss. restitutio in integrum como -por hechos del. lndivt uo.
de -: 466 ss:
582 BENEDETIO CONFORTI
íNDICE ANALíTICO 583
- por violación de obligaciones er- Sociedades comerciales: v. Protección
ga omnes: 455 diplomática naturaleza del derecho del Estado incompetencia de las Regiones y de
...,por violaciones cometidas por in- sobre e\-: 261 y ss, otros entes públicos para concluir
Sociedades multinacionales: v. Pro-
dividuos encargados de órganos tección diplomática - internacionalizado: 372 y ss. los -: 115 y ss.
estatales: 420 y ss, Soft law: v. Recomendaciones uso nocivo del-: 318 y ss. ineficacia de los - frente a terceros
u. también Autodefensa, Contramedi- Subjetividad internacional: 24 y ss, - - y obligación de informar: 321 Estados: 119 y ss.
das, Ilícito internacional, Contamina- v. también Iglesia católica, Gobier- y ss. negociación de los -: 91
ción, Legítima defen$a, Protección di- no, Individuos, Insurrectos, Movi- v. también Autodeterminación, Fron- procedimiento de formación de los -:
plomática, Reparaciones, Retorsión. mientos de liberación nacional, Or- teras, Nave, Soberanía permanente 90 y ss.
Restitutio in liltegrum:v, Reparaciones den de Malta, Organizaciones sobre las reservas naturales. Sobera- ratificación de los .,..: 92 y ss,
Retorsión internacionales, Estado. nía territorial, Sucesión de Estados, relación entre Gobierno y Parla-
autodefensa colectiva y -r-: 459 Sucesión de Estados Uso de la fuerza internacional. mento en la - -: 93 y ss.
-como forma de autodefehsa: 453, -y acuerdos de devolución: 158 Terrorismo: 272,295 registro de los -: 96
464 -y descolonización: 151 y ss. Tratado general de arbitraje -como fuente de normas interna-
Revolución: v, Estado -y regla de la tabula rasa: 155 y ss. - completo: 500 cionales particulares: 17,84 Y ss,
- en caso de separación de territo- - incompleto: 497 - inequitativos: 176
Sahara Occidental: 38, 40 rios: 157 y ss. Tratados -ley y - contrato: .84
Satisfacción: v. Reparación -en caso de fusión: 163 y ss. aplicación provisoria de los -: 100 -localizados:. 152 y ss.
SecretarioGeneral de la ONU: v. ONU - en caso de Incorporaciones: 163 y ss. causas de invalidez y de extinción -secretos: 100
Seguridad colectiva: v.ONU, Uso de - en caso de cambio radical de go- de los -: 171 y ss. - self executing y no self executÍ1tg:
la fuerza internacional bierno: 166 y ss; cumplimiento de las - -: 180 y ss, 383 y ss,
Sentencia internacional -en caso de desmembramiento: inderogabilidad de las normas in- casos relativos a fuentes de informa-
ejecución de la -: 507 161 y ss: ternacionales sobre - -: 253 ción interna 4e\ Estado: 103,400
- Yderecho interno: 507 y ss. -en materia de bienes,árchivos y cláusula de adhesión a los -: 95, 119 violencia como. C;:J,usa de, invalidez
- de acuerdo a equidad: 499 otras situaciories jurídicas de de- competencia para estipular -: 92 y ss. de los .,..: 173 y ss.
Soberanía permanente sobre recursos rechoiriterno: 151, 268 violación de las normas internas v. también Acuerdos en forma' sim-
naturales: 83,264 Y ss., 274 y ss. -en tratados localizados: 152 y ss, sobre - -: 105 y ss. plificada, Adaptación, Analog{a,
Soberanía territorial - en tratados sobre delimitación de denuncia sobre -: 182 y ss. Cláusula rebus sicstantibus, Codifi-
las fronteras: 153 normas internas sobre el poder cacion, Comunidad Europea, Con-
adquisición de la -: 265 y ss.
-en el débito público: 168 y ss, de--:183 oencion de Viena ,sobre el. derecho de
-y cuestiones de Estados, 157 y ss.,
268 '-'por efecto de la notificación de la derogación de IQs - por efecto de los tratados, Ius cogens,l/tterpreta-
sucesión: 160
contenido de la -: 261 y ss.i normas consuetudinarias: 59, 76 y ción, M.ovilidad, de las froltterqsde
u, también Movilidad de las fronte- ss., 226, 244 y ss. los tratados, Organizacioltesinterna-
- prohibición del uso de la fuerza
ras de los tratados:
internacional: 265 - de garantía: ~50 cionales, Regio/tes,. Reservas, Suce-
cambios de - y sucesión de Esta- Tabula rasa firma de los -; Q2, 97 sión> de Estados" ,Tratado general. de
dos: 157 y ss, la guerra como causa de extinción arbitraje.
regla de ~: v. Sucesión de Estados
v. también Dominio reservado, No Territorio o suspensión de los :-: 178 y ss, Tribunal Administrativo de las Na-
,int(!rvención, ,Uso de la fw~rza inter- incompatibilidad de los -: 123 y ss. ciones Unidas: 503
adquisición y pérdida de la sobera-
na, Uso de la fuerza internacional. - - y principio rebus sic stanti- Tribunal de Primera. Instancia de las
nía sobre ef-. 265 y ss.
bus: 178 Comunidades Europeas: 505 y ss.
584 BENEDEITO CONFORTI

Tribunal de Reclamos Irán-Estados -y principio de autodeterminación Índice general


Unidos: 52, 275, 284 de los pueblos: 39 y ss.
-y principio de no intervención:
UNCTAD: 190 Y ss. 293
UNEP: 191 - y sistema de seguridad de la ONU:
UNESCO: 201 476 y ss,
UNICEF: 191 - y uso de la fuerza interna: 256 y ss.
Unión Europea u: también Autodeterminación, Auto-
tratado sobre la -: 210 y ss.. defe11Sa, Contramedidas, Controver-
Unión Europea Occidental (UEO): sia' internacional, Legítima defensa,
491 ONU, Responsabilidad internacio-
Unión Internacional de Telecomuni- nal, Retorsión, Territorio, Tratados.
caciones (UTI): 203 Uti possidetis: 153 y ss.
Unión Postal Internacional (UPU): 203 7
UNITAR: 191 Vecindad Prefacio ' .
9
Uso de la fuerza interna relaciones de -: 319 Abreviaturas .'.. : .
límites internacionales al -: 255 y Vigilancia aduanera: 331
ss., 262 y ss. Violencia: v. Tratados, Uso elela fuer-
noción de -: 256 y ss. za internacional Introducción
-y uso de la fuerza internacional:
255 y ss, Zona contigua: 330 y sss DefiniCión del derecho intermicional. Precisiones
u, también Dominio reservado, No
I. 13
Zona económica exclusiva terminológicas :.,
intervención, SoberC11tía territorial, delimitación de la - entre Estados Esquem:a sintéticO de las funcion~s deproducclon,
Uso de la fuerza internacional. enfrentados o adyacentes: 345 11.
determinación y aplicación coaCtiva del derecho·
Uso de la fuerza internacional derechos de los Estados no coste-
internacional ~ ; . ¡. • •••
16
prohibición del-: 444 y ss: ros sobre -: 345 y ss,
El Estado como sujeto de dereehointernaclOnal.
caráctet'deitlScogens de la --: i49 normativa de la pesca en la -: 346 III. 24
Otros sujetos. Sujetos presuntos. ¡ ¡' •.: • • • • • '• • • • •
y ss., 444 yss.
-:- y adquisición de territorio: extensión de la -: 345
265 y ss. poderes del Estadó costero en la :...:
violación de la - - como' crimen in- 345 y ss., 358 Primera parte
ternacional: 455 y ss. -- en materia de prevención de La formación de las normas internacionales
-y agresión indirecta: 293 yss. la contaminacion: 361 y ss,
-e intervención humanitaria: 445 protección de islás artificiales y de El derecho internacional genúal.·La costumbre y
IV. 49
-e intervención del Estado para las instalaciories en la -: 347 sus elementos constitutivos .
protección de sus !propiosciudá-' - y Estados land locked o geográfi- Lbs principios gener~les de d~rechoreconocldos por
danos en el extranjero: 445 camente desfavorecidos: 349 V. 60
las naciones civilizadas. .,. ~ ¡ .

Otras presuntas normas generalesnoescntas .


66
VI.
587
íNDICE GENERAL
586 BENEDEITO CONFORTI
La soberanía territorial .
261
VII. Inexistencia de normas generales escritas XXIII.
XXIV. Los límites a la soberanía territorial.
A) El valor de los acuerdos de codificación . 71 Al El tratamiento de los extranjeros .
269
VIII. Continuación. B) Las declaraciones de principios Continuación. B)EI tratamiento de los órganos
de la Asamblea General de la ONU . 78 XXV.
estatales extranjeros, en particular de los agentes
IX. Los tratados. Procedimiento de formación y diplomáticoS .. ' , .•. ¡ • • • • • • '." .; • • • , • • •
287
competencia para celebrarlos . 84 Continuación. C) El tratamiento de los Estados
X. Ineficacia de los tratados respecto de terceros XXVI. 292
extranjeros '.. ¡ • • • • • • • • • • • •
Estados. La "incompatibilidad" entre normas
convencionales . . . . . . .. . 1i9 XXVII. Continuación.D) El tratamiento de.las 305
Las reservas en los tratados . organizaciones internaqionales •.•..............
XI. 129
XII. La interpretación de los tratad~~ . 140 XXVIII. Continuación. E) Los límites al llamado 310
"Dominio reservado delEstado" ...;....
La sucesión de los Estados en mat~ri~ d~ 't~~t~d~~ . : 149
¿• • • " •••

XIII. El derecho internacional del mar. La,libertad de


XIV, Causas de nulidad y de terminación de los XXIX.
los mares. Control de los estados ribereños sobre
, tratados .., '. ......•............... 171 los mares adyacentes a sus costas .
323
XV. Fuentes derivadas de tratados internacionales. El mar territorial .
328
El fenómeno de las organizaciones internacionales. XXX.
XXXI. Plataforma continental. Zona económica
A) Las Naciones Unidas 187 338
Continuación. B) Los org~~¡s'~~~ ~~;e~i~li;ad~~' ..
exclusiva. """';',' .•.... • .' ',' , '" ','
XV!, El mar internacionaly,la zonainternadonal
de las Naciones Unidas 197 XXXII. 349
de los fondos marinos .
Continuación. C) Las C~~~~id~d~; B~~~~~a's' .... 208 .La navegación marítima, ¡ ".; •.• ~, . • . . . ;. ",;, . . . • 355
Continuación. D) El Consejo de Europa y los XXXIII. 362
La protección del ambiente marino ., .•...•....
, organis~os europeos de, prote~ción de los
XXXIV. 366
Los espacios aéreos y cósmícos.»; .; ," ..•.....
XXXV. 371
dérechos hUQlános . '. '' 231 Las regiones polares .
XIX, ContinuaciQ~.E)·Otr~s ó~~~~~; ~~;~ i~"""'" XXXVI.
proteccióll de los derechos human.os . " . 234
XX. Las recoQlendaciones de los organismos
Tercera parte
internacionales . • . • . . . . . . . . . . . ' 241 La,aplicación de las normaS internacionales
XXI. La jerarquía de las fuentes internaci~~~i~s' : : : : : : : 244
dentro del Estado

XXXvn. Adaptación del derecho estatal al derecho


Segunda parte 377
internacional .
El conteni.do,de las normas int~rnacionales XXXVIII. La adaptación al derecho internacional 391
consuetudinario .
XXII. ,El contenido delderel!ho internacional entendido XXXIX. La adaptación a los tratados y a las fuentes
.como un conjunto de límites al uso de la fuerza 397
derivadas de los tratados .
internacional e interna pQJFpart~delús Estados ... 255
588 BENEDEITO CoNFORTI

CUarta parte
La violación de las norinas internaCionales y Sus consecuencias

XL. El acto ilícito internacional y sus elementos


constitutivos. A) El elemento subjetivo 417
XLI. Continuación. B) El elemento objetivo 424
XLII. Continuación. C)Los elementos controvertidos:
la culpa y el daño. . . . . . . . . . . . . . 433
XLIII. Las consecuencias del acto ilícito internacional.
A) La autodefensa individual y colectiva .•...... 439
XLIV. Continuación, B). La reparación 465
XLV. La llamada responsabilidad por actos lícitos .,... 472
XLVI. El sistema de seguridad colectiva previsto por la
carta de las Naciones Unidas ",., 476

Quinta parte
Determinación de las normas internacionales
y solución de conttovétsias el1tte Estados'

XLVII. Función jurisdiccional intlernacioti.:d


XLVIII.
controversias internacionales

Bibliografíágeneral>", ',', , ... ,., .. ,';.,;,., .. ,.,' 521


Bibliografía por capítulos
índice analítico' '., ", ,.

Se terminóde imprimiren
ImpresionesAvellaneda S.A.
Manuel Ocantos253. Avellaneda, Bs. As.
en el mes de marzode 1995

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