Personaje y Estructura Según Robert McKee
Personaje y Estructura Según Robert McKee
Personaje y Estructura Según Robert McKee
¿Personaje o trama?
Lajos Egri
Tras haber revisado el concepto de personaje a la luz de autores como FIELD y SEGER, cuyos
enfoques abordan al personaje en relación a la importancia de su construcción, diseño y
composición, este tercer apunte intenta aportar una aproximación al concepto de personaje
desde la óptica del profesor Robert Mc Kee.
Desde Aristóteles a esta parte, los planteos a esta disyuntiva han oscilado entre quienes
consideran que la historia viene primero y que los personajes son una parte más de la misma,
subsidiarios de la acción, y quienes consideran a “la estructura un mero instrumento
diseñado para exhibir la personalidad, que lo que el lector (espectador) busca son
personajes fascinantes y complejos.”
En términos de Garrido, “Hay quien incluso le da (al personaje) entidad propia, hasta el
punto de figurarse que es posible aislarlo y analizarlo fuera de la obra en que está
incluida”
O incluso basta remontarnos a la definición de Lajos Egri, quien afirma que es el personaje
quien crea la trama y no a la inversa.
Sin embargo, dice Mc Kee, “No podemos valorar que es más importante, si la estructura
o los personajes, porque la estructura es sus personajes y los personajes son la
estructura. Son lo mismo, y por lo tanto una no puede ser más importante que los
otros.”
Y adjudica el origen de este planteo engañoso, a una confusión extendida sobre dos aspectos
cruciales: la diferencia que hay entre personaje y caracterización.
Personaje frente a caracterización
Veamos un ejemplo que podría constituir en pocas líneas una breve caracterización del
personaje de Santiago en la novela El viejo y el mar, de Ernest Hemingway:
“El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del
cuello. sus mejillas mostraban las pardas manchas del benigno cáncer de piel que en
el mar tropical produce el sol con sus reflejos. Estas manchas corrían por los lados de
su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las profundas cicatrices que causa la
manipulación de los cabos al faenar con peces grandes. Pero ninguna de estas
cicatrices era reciente. eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto. Todo
en el era viejo, salvo sus ojos, y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e
invictos”
Cuando construimos un personaje, lo dotamos de un pasado, de una historia que desborda los
límites de la representación haciendo existir al personaje por fuera del relato (back story); pero
que de alguna manera ingresa a través de la caracterización. Una buena caracterización, debería
aspirar a que cada rasgo del personaje, cada cicatriz, gesto, manera de andar, o forma de hablar
manifieste en mayor o menor medida las huellas que esa historia ha dejado en el cuerpo, en la
mente y en el corazón de nuestro personaje. Las cicatrices de Santiago, no son un simple rasgo,
sino que nos hablan de sus batallas en el mar, así como las manchas de su piel dan cuenta de
un efecto, el efecto de un determinado tipo de sol, en un determinado lugar del mundo. Así
caracterizar, no es decidir arbitrariamente si nuestro personaje será rubio o flaco, o corto de
vista o introvertido. Sino explorar y desarrollar esas características en función de una
implicancia dramática, que puedan dar cuenta de esa historia que existe por fuera del relato y
que pueden condicionar o determinar el modo en que ese personaje se relaciona con el mundo.
El VERDADERO CARÁCTER, señala el autor, “se desvela a través de las opciones que
elige cada ser humano bajo presión: cuanto mayor sea la presión, más profunda será
la revelación y más adecuada resultará la elección que hagamos de la naturaleza
esencial del personaje. Bajo la superficie de la caracterización, e independientemente
de las apariencias, ¿quién es esa persona? En el corazón de su humanidad ¿con qué
nos encontramos? ¿Se trata de un personaje cariñoso o cruel?, ¿generoso o egoísta?,
¿fuerte o débil?, ¿sincero o mentiroso?, ¿valiente o cobarde? La única manera de
conocer la verdad es ser testigo de cómo toma decisiones esa persona en una situación
de presión, si elige una opción u otra, al intentar satisfacer sus deseos. Según elija, así
será. La presión es esencial. Las decisiones tomadas en situaciones en las que no se
arriesga nada significan poco.”
Una definición de Garrido, nos acerca un poco más a comprender el alcance de este enfoque:
Volvemos entonces al comienzo de estas notas, y retomamos la pregunta que nos interpela del
planteo de Mc Kee. ¿Por qué son lo mismo? ¿Por qué afirmar que la estructura es sus
personajes y los personajes son la estructura?
Concluye entonces:
Podemos tener una hermosa biografía, haber escrito decenas de páginas del carácter de un
personaje, de sus gustos, sus aspiraciones, podremos haber descripto sutil y profundamente su
vínculo con el entorno, su manera de ver el mundo, si teme, o está dispuesta a dar la vida por
su hija. Pero la única forma de que ese bello retrato se convierta en personaje, de mostrar cómo
es, o cómo no es, es a través de su comportamiento. A través de las acciones y reacciones que
protagoniza frente a esa serie de acontecimientos que conforman la trama.
Bibliografía consultada
CARRIÓN, Jorge. (2014) “Teleshakespeare. Las series en serio.” Bs. As. Editorial
Interzona
Ejemplos citados:
BESSON , Luc. (1994) “El Profesional” / Trad. argentina: “El perfecto asesino”. Francia
https://www.youtube.com/watch?v=mRluMo3xA8M