Capitulo 8 La Evaluación de La Politicas Públicas
Capitulo 8 La Evaluación de La Politicas Públicas
Capitulo 8 La Evaluación de La Politicas Públicas
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Dubois (1970) y Coffman (1971) citan los procedimientos que se utilizaban en China, hace unos
tres mil años, para seleccionar a los funcionarios. Patton (1987) habla de pasajes evaluadores en la
Creación, extraídos de la obra de Halcom. La verdadera historia del Paraíso Perdido.
usual es la introducción de modificaciones en la política en curso o la sustitución
por otra más adecuada a la nueva situación.
Los poderes públicos deben rendir cuenta de sus actos, explicar sus decisiones y
presentar resultados a los ciudadanos. La evaluación se ofrece aquí como una he-
rramienta política en la medida en que los resultados pueden ser utilizados para
mejorar los programas y ofrecer información a los ciudadanos y usuarios de los
servicios públicos de la eficacia de las políticas. Contribuye asimismo a mantener
la confianza y legitimidad del sistema.
CUESTIONES CLAVE
¿Qué es y para qué sirve la evaluación?
¿Cuáles son los objetivos de la evaluación?
¿Cómo se realiza una evaluación?
¿Quiénes son sus clientes y usuarios?
Por otro lado, como cabría esperar de un proceso que tiende a ser útil, parece
razonable que, si la acción de los gobiernos ha ampliado su ámbito de actuación y
ha aumentado la necesidad de maximizar resultados y mejorar la calidad de los
servicios públicos, la evaluación amplíe también su objeto de estudio y los procedi-
mientos de búsqueda de información útil, utilizando métodos más adecuados para
medir aquello que se desee medir, así como para la configuración de actores.
EL CONCEPTO DE EVALUACIÓN SEGÚN AUTORES
Evaluación es…
«Es el proceso de determinar en qué medida los objetivos de un programa se han
alcanzado.» Tyler (1950)
«Investigación sistemática del valor o mérito de un objeto.» Joint Committee on
Standars for Educational Evaluation (1981)
«La provisión de información para la toma de decisiones sobre una intervención.»
Cronbach (1981)
«Evaluar es comparar en un instante determinado lo que se ha alcanzado mediante
una acción con lo que se debería haber alcanzado de acuerdo a una pregunta.»
Espinoza (1983)
«La aplicación de métodos de investigación sistemáticos para la evaluación del
diseño, la implementación y la efectividad de un programa.» Chelimsky (1985)
«Emitir un juicio sobre el valor de la acción pública.» Viveret (1989)
«Aplicación sistemática de los procedimientos de investigación social para valorar
la conceptualización, el diseño, la ejecución y la utilidad de los programas.» Rossi
y Freeman (1989).
«Iniciativa pluralista cuyo núcleo es el sistema de los actores implicados y cuyo
propósito estriba en valorar la fundamentación de una intervención pública (en sus
premisas y en sus modalidades de ejecución), basándose en la comparación de sus
efectos con los sistemas de valores vigentyes.» (Monnier (1995)
«Cuidadosa valoración retrospectiva de los méritos, importancia y valor de la
aplicación, productividad y resultados de las intervenciones gubernamentales.»
Vedug (1996)
«Práctica seria de argumentación basada en información pertinente sobre los
efectos de una política.»Roth (2002).
La evaluación surge y se desarrolla para aportar información útil, que sirva a los
poderes públicos para mejorar las políticas, rendimientos etc. Es este carácter
aplicado y práctico, y la capacidad que debe tener para proponer cambios y
mejoras lo que marca el sentido, la razón de ser de la evaluación, su función. Se
podría concluir que el fin último de la evaluación es su utilidad para el proceso de
formulación de las políticas y mejorar la equidad en la asignación de recursos.
Más allá del término utilizado podemos afirmar que el propósito o fin último de la
evaluación es el de ofrecer información útil que facilite el proceso de toma de
decisiones y mejorar la acción de los poderes públicos a través de los programas y
políticas públicas.
1) Mejora o Perfeccionamiento
2) Recapitulación o rendimiento de cuentas
3) Ejemplificación o mejora del conocimiento para futuros programas.
Se pueden establecer, como hace Vedung 3, estos tres mismos tipos de funciones,
aunque con orden de prioridad distinto. Considera como primera función la Res-
ponsabilidad (Recapitulación o Rendimiento de cuentas), función ésta en la que
profundiza y distingue cuatro perspectivas según los actores y niveles implicados.
Respecto a la función de Ejemplificación o Generación de Conocimiento, ésta
queda subordinada a la de Responsabilidad y Mejora. Esta subordinación apoya la
distinción que otros autores hacen entre evaluación e investigación.
2
D.L. Stufflebeam y A.J. Skinkfield. Evaluación sistemática: guía teórica y práctica. Paidos-MEC,
Madrid. 1987.
3
E. Vedung. «Utilización de la Evaluación». Revista de Servicios Sociales y Política Social, Vol. 2,
1993.
La función u objetivo principal de cada evaluación determina el uso posterior de la
misma.
4
D.L. Stufflebeam y A,J. Skinkfield. Evaluación Sistemática: guía teórica y práctica. PaidosMEC,
Madrid, 1987.
5
P.M. Rossi y Freeman. Un enfoque sistemático para programas sociales. Trillas, México, 1989.
de forma adecuada, tal como se contemplaba en el programa?
Por otro lado, desde el punto de vista democrático, son los organismos políticos
los legitimados para las decisiones que afectan al bienestar ciudadano, y sin
embargo sólo pueden marcar directrices generales. Estas serán adaptadas en el
día a día de la administración por los funcionarios, quienes asumen de esta forma
la capacidad de decisión delegada.
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Bo Rothstein denomina este fenómeno como «el dilema fundamental de la Administración
Pública» para referirse a la exigencia de los políticos para responsabilizar a la Administración
Pública de sus acciones
discrecionalidad de éstos queda sometido a la ética y la responsabilidad del
funcionario.
Es por todo ello, que deben conocer cómo se van desarrollando las políticas y
programas públicos, para corregir toda desviación de los objetivos y de las normas
establecidas.
Consideran que debe incluirse en esta evaluación el respeto a las leyes con las
que el programa guarde relación en su desarrollo, al llevar a cabo las prestaciones
en las que se concreta toda política o programa público, (por ejemplo las
prestaciones sanitarias referidas al aborto, siempre que el caso esté dentro de los
7
Peter H. Rossi y Howard E. Freeman. Un enfoque sistemático para programas sociales Trillas,
México, 1989.
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Peter Rossi y Howard Freeman distinguen seis perspectivas o tipos de responsabilidad: Legal,
referida al respeto por las leyes pertinentes en sentido amplio Esto significa que se incluirían
aspectos legales referidos al programa y a la organización prestadora. ej Respeto a las leyes que
regulan la prestación, normas y procedimientos de actuación, representación comunitaria.
privacidad y derecho a la protección de datos. normas de higiene y seguridad laboral. etc.,
responsabilidad Fiscal. Prestación de Servicios, de Cobertura, de Impacto y de Eficiencia.
supuestos contemplados por la ley, el consentimiento informado, etc.), la
utilización de recursos, ejecución de las partidas de gastos, contratación de obras
y otros recursos, y todos aquellos otros aspectos que sin estar claramente
especificados o contemplados en la ley se pueden sobreentender, como podría
ser la eficiencia y el nivel de cobertura, el nivel de prestaciones que se ofrece etc.
Sin embargo, es difícil producir mejoras sin este conocimiento básico que amplia y
ayuda a conocer mejor los procesos de intervención social y facilita el aprendizaje
de la organización. La evaluación de políticas y programas públicos entraña una
metodología científica y tanto las políticas como los programas están sustentados
por una determinada teoría. En consecuencia, se podría sostener que la eva-
luación aporta pruebas a la ciencia básica que da sustento teórico a los programas
y políticas.
Sin ánimos de ser exhaustivos, pero si con el de dejar constancia al menos,
debido a la limitación de la extensión del capítulo, debemos señalar que existen
autores en la bibliografía que atribuyen otras funciones u objetivos de la evalua-
ción, si bien es cierto que en todos ellos la función de mejora y responsabilidad y
el aumento de conocimiento se alterna con otro objetivo como es «la mejora de la
gestión», la «consideración de la dirección del programa «etc. Generalmente son
funciones coincidentes con las descritas, ampliadas en algunos aspectos o
priorizadas con un orden distinto 9.
9
Chelimsky liga los propósitos de la evaluación a los procesos de decisión en cada una de las fases
del ciclo de las políticas. En cada fase, la evaluación tendrá unos propósitos distintos y según sean
éstos determinarán los tipos de evaluación que se deben aplicar para responder a las diferentes
necesidades de información.
10
La comunidad Europea estableció el marco jurídico en el Reglamento que se publica en el Diario
Oficial de las Comunidades Europeas de 26 de junio de 1999. En estos Reglamentos se exige la
evaluación como un requisito formal.
11
Carol Weis denomina a éstos «propósitos encubiertos)). Vedung «propósitos estratégicos)). Se
refieren a la realización de la evaluación con el propósito de dar apoyo o justificar decisiones poco
justificables. Es lo que se denomina por otros autores Pseudo evaluación,
8.3. EL PROCESO DE EVALUACIÓN: TIPOS y MODELOS DE EVALUACIÓN
Las técnicas analíticas para producir la información pueden ser diferentes según el
tipo y el modelo de evaluación que se adopte. En todo caso las técnicas utilizadas
en el análisis de políticas son las mismas que en otras ciencias sociales.
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Las actitudes descritas son: l/Descriptiva, el evaluador no juzga el éxito o fracaso de la acción,
sólo informa de los efectos. 2/Clínica, registra los resultados y trata de explicar las causas por los
que unos objetivos se han alcanzado y otro no, 3/Normativa, el punto de referencia para medir los
resultados serán los valores elegidos por el evaluador en sustitución de los objetivos de la política.
4/Experimentalista, trata de descubrir si existen relaciones estables de causalidad entre el contenido
de una política dada y un conjunto determinado de efectos. Y. Meny y J-C. Thoenig (1992) citado
en: A. Trinidad y M. Pérez Sánchez. Evaluación de Programas de intervención social. Revista del
Mo de Trabajo y Asuntos Sociales, N° 10, 1998. págs. 113-137,
en todo plan de acción se deberán describir los recursos necesarios y el
cronograma de ejecución.
Son muchas las clasificaciones que se han hecho sobre los diferentes tipos y
modelos o enfoques de evaluación y muchos los autores que han desarrollado sus
propios modelos 13, seguramente, con el propósito de facilitar el conocimiento del
propio proceso de evaluación. Hacer una descripción de las clasificaciones
establecidas por cada uno de estos autores excede las posibilidades de extensión
de este capítulo.
Es por ello que nos limitaremos a las tipologías básicas que nos permitan distin-
guir el carácter de la evaluación. La tipología establecida, ya clásica en la literatura
especializada, se construye a partir de unos criterios o dimensiones como son: el
momento en el que se evalúa y el papel que cumple, el contenido del programa o
política que se evalúa, y el agente que realiza la evaluación.
Son muchos los autores que establecen tres tipologías de evaluación según: el
momento, el contenido, y el agente que realiza la evaluación. No distinguen entre
el momento en que se realiza y el papel que cumple la evaluación, utilizando sólo
el criterio temporal para su clasificación. Aquí vamos a distinguir entre el momento
en el que se lleva a cabo la evaluación y el papel que cumple ésta, por entender
que aunque en ambas clasificaciones cada tipo establecido se realiza en un
tiempo determinado, lo que distingue una tipología de otra, más que el momento,
es el fin que va a cumplir en el desarrollo y puesta en práctica del programa o
política pública.
Se considera evaluación «ex ante» a la que se lleva a cabo antes de que una
política o programa se ponga en marcha. Pero cuando un programa no está
implantado ¿qué se puede evaluar? Naturalmente, la evaluación que se realice en
relación con el programa, todavía no implantado, deberá ser una evaluación sobre
el papel, es decir sobre el diseño del programa, (si los objetivos están formulados
con claridad, si hay coherencia entre objetivos y acciones formuladas para
13
Autores como L.J. Cronbach, Michael Scriven, Daniel Stufflebeam, Skinkfield, Chelinsky, Carol
Weiss y R.E. Stake.
lograrlos...). También puede considerarse una evaluación ex ante a la de la prueba
piloto que se suele practicar antes de la puesta en marcha de un programa.
La evaluación ex post facto, por oposición a la anterior, será aquella que se realiza
una vez que el programa o política ha sido ejecutada. Este es el tipo de evaluación
más frecuente en los países cuya cultura evaluativa está poco desarrollada.
14
Michael Scriven. «The Methodology of evaluation», en Perspectives on Curriculum Evaluation
(AERA Monograph Series on Curriculum Evaluation, N° 1), Chicago, 1967.
15
H. Levine. «Cost-effectiveness in evaluation research», en M. Guttentag y E. Struening (eds.).
Handbook of evaluation research. Sage, Beverly Hills, Californi. 1975, Así como tam bién Daniel
Stufflebeam y Anthony Shinkfield. Evaluación sistemática. Guía teórica y práctica. Paidós-MEC.
1987.
contribuir a la toma de decisiones y a la mejora del programa o servicio. Se lleva a
cabo durante el desarrollo del programa. La evaluación retroactiva por el contrario
pretende el control de resultados, de presupuestos, en suma, es una evaluación
de responsabilidad.
Dependiendo del agente que evalúa, se puede distinguir entre evaluación interna y
evaluación externa. La evaluación interna es la que se realiza desde dentro, desde
la propia institución responsable del programa. La evaluación externa es la que se
lleva a cabo por alguien ajeno a la institución y no tiene relación con el programa o
política, se realiza desde fuera. Ambas formas se han debatido mucho, sus
ventajas y sus inconvenientes, pueden ser complementarias, también se pueden
producir procesos evaluativos mixtos. Se puede evaluar desde dentro y periódica-
mente desde fuera, y también dividir el proceso de forma que unas partes se
evalúen internamente y otras externamente. Ambas formas se acompañan de
ventajas y de inconvenientes.
… EL PAPEL DE LA EVALUACIÓN
SEGÚN EL CONTENIDO
Del Diseño: Analiza y valora como está formulada la política, su conteptualización
De resultados:
De productos u Outputs: Analiza y valora el número de procesos realizados.
De efectos u outcomes: Analiza y valora los efectos provocados por los productos
del programa o política
Al igual que ocurría con la clasificación sobre los tipos de evaluación en el apar-
tado anterior, la clasificación sobre modelos o enfoques teóricos de la evaluación
cuenta con numerosas propuestas de no menos autores que desarrollan sus
propios modelos, o que analizan los modelos desarrollados por otros y ofrecen su
propia clasificación. En este apartado describiremos de forma sucinta los modelos
o enfoques más representativos en el campo de la evaluación de programas y
políticas.
Podemos observar como los modelos han ido cambiando a lo largo del tiempo de
acorde con la evolución que se ha producido en la concepción y desarrollo de las
políticas. Cada enfoque o modelo centra su atención en aquellos aspectos que
considera más relevantes. Así un enfoque clásico en los modelos de evaluación se
establecía en torno a lo que consideraba el punto nuclear en la evaluación, la
metodología utilizada. Es el enfoque experimentalista.
El modelo experimental utiliza dos grupos, uno experimental sobre el que aplica el
programa y otro grupo al que no se aplica el programa y que servirá de grupo de
control. La elección de los componentes de ambos grupos se realiza al azar.
Previamente, al inicio del programa se realizan, en ambos grupos, las mediciones
de las variables que se pretenden cambiar mediante la intervención del programa.
Una vez finalizada la intervención se repite la medición y se comparan los
resultados. La diferencia entre los resultados obtenidos en el grupo experimental y
los del grupo de control medirá el éxito de la intervención.
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Ralph W. Tyler. «Changing concepts of educational evaluation» en R.E. Stake (comp.)
Perspectives of Curriculum evaluation. Vol.I, Rand McNally. Nueva York, 1967.
5) EL ENFOQUE DE EVALUACIÓN PLURALISTA.
La crítica que se le hace, es que no todos los grupos tienen interés en la evalua-
ción lo que puede dificultar la buena marcha del proceso de evaluación y también
por que puede perder rigor técnico, pues la mayoría de los participantes no
poseen formación en evaluación, si bien se le reconoce a este modelo la
capacidad formativa y de aprendizaje cooperativo.
Tercera generación, la del juicio. El evaluador es más juez que técnico o científico.
No se trata de comprobar si los objetivos han sido logrados o no, sino de
establecer juicios sobre el valor de los mismos.
17
E.G. Guba y Y.S. Lincoln. Fourth generation evaluation. Sage, Londres. 1989.
de crear modelos que orienten la acción e investigación. El punto de referencia en
este modelo son las preocupaciones, quejas y necesidades de los diferentes
agentes críticos que participan en el programa o política evaluada. Desde el punto
de vista metodológico, proponen identificar y describir las distintas construcciones
que existen. La evaluación derivada del uso de la metodología constructivista
representa otra alternativa a tener en cuenta en el cambio de paradigma científico-
tradicional por el constructivista que proponen.
CONCEPTOS BASICOS
Evaluación.
Objetivos de Evaluación
Rendimiento de cuentas.
Proceso evaluativo
Tipos de evaluación
Evaluación democrática.
Clientes y usuarios
Evaluación de cuarta generación.
Evaluación participativa.
Modelos de evaluación
8.5. BIBLIOGRAFÍA
Aguilar, J. y Ander, E., Evaluación de servicios y programas sociales. Siglo XXI, 1992.
Bañón i Martínez, R. «La evaluación de la acción y de las políticas públicas. Una visión
desde la blibiografía.,» in La evaluación de la acción y de las políticas públicas, R. Bañón i
Martínez, ed., Díaz de Santos, Madrid. 2003.
Bardach, E. A practical guide for policy analysis: the eightfold path to more effective
problem solving CQ Press. 2000.
Chelimsky, E. Program evaluation: pattems and directions ASPA, Washington D.C. 1985.
Cohen, E. & Franco, R. Evaluación de proyectos sociales Siglo XXI, Buenos Aires. 1993.
Cook, T. D. y Reichardt, C. S. Métodos cualitativos y cuantitativos en la investigación
evaluativa Morata, Madrid. 1986.
Nachmias, D. The practice ofpolicy evaluation St. Martin's Press, Nueva York. 1980.
Rossi, P. M. & Freeman. Un enfoque sistemético para programas sociales Trillas, México.
1989.