Ensayo DECÍDETE

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Ensayo de libro:

DECÍDETE CÓMO TOMAR LAS MEJORES DECISIONES EN LA VIDA Y EN EL


TRABAJO (Por: Chip Heath, Dan Heath)
Tomar decisiones es parte de todo lo que hacemos, y cuanto mejores sean, mejor
será nuestra vida, ya sea que decidamos en cosas tan pequeñas como en las que
marcan de manera importante nuestra vida. El origen del libro está en el
cuestionamiento que hacen los autores sobre la toma de decisiones. Así se
preguntan cosas como “¿Cómo podemos tomar mejores decisiones más
inteligentes?” “¿por qué pensamos que nos hemos equivocado en la toma de las
mismas?” ¿Por qué pensamos que en nuestra organización no se toman las
correctas?” Hacen un análisis de todo ello y del modo en que tomamos las
decisiones. Nos proponen un método para la toma de las mismas que se desarrollan
detalladamente.

Los autores explican cómo en muchas situaciones, nuestra toma de decisiones no


es ideal, que la mayor parte del tiempo pensamos de manera muy limitada o
estamos predispuestos por elecciones anteriores, valores personales y emociones a
corto plazo; Además de estar demasiado seguros de nuestras decisiones cuando en
realidad no evaluamos todo el escenario que conlleva nuestra decisión. También se
describe cómo tomar malas decisiones, o no tomar decisiones en absoluto, puede
tener efectos dramáticos.

El libro responde exactamente a las siguientes preguntas:

● ¿Qué opciones alternativas tengo y cómo puedo encontrarlas?


● ¿Cómo puedo evitar tomar una decisión simplemente en función de lo que
me gusta?
● ¿Cómo puedo evitar que mis emociones temporales se interpongan en el
camino de una sabia decisión?
● ¿Cómo puedo estar preparado para los buenos y malos resultados derivados
de mis elecciones?

Nos pasamos el día decidiendo. Según los expertos, tomamos unas 2.500
decisiones al día. Desde a qué hora te levantas, hasta qué desayunas, qué ropa te
pones o qué camino tomar para ir al trabajo. La mayoría de estas decisiones son
inconscientes, el problema llega cuando tenemos que pensar en ellas.
Nos enfrentamos a miles de decisiones dia con dia y momento tras momento y es
por eso que en Decidete, los hermanos Heath nos enseñan un método para decidir
en cuatro sencillos pasos y aunque no aseguran el éxito en la decisión, sí aseguran
la confianza de que has tomado la mejor decisión posible.
Todo comienza con los cuatro villanos de la toma de decisiones. Por lo general, al
tomar una decisión la gente tiende a concentrarse en los datos a los que tiene
acceso y olvida que al enfocarse en ellos está dejando de lado un panorama más
amplio que debe considerarse. Es recomendable que se varíe el foco de atención.
No cambiar el foco genera cuatro villanos que actúan en contra de un buen proceso
de toma de decisiones: la visión estrecha, el sesgo de confirmación, la emoción a
corto plazo y la confianza desmedida.

El primero es el que se manifiesta limitando el número de opciones que tenemos.


Pues la mayoría de las veces nos centramos en un sí o no (¿lo hago o no lo hago?)
o una dualidad (¿hago esto o aquello?) en vez de intentar las dos (hago esto y
aquello) o ver otras alternativas. Nos cerramos en dichas preguntas que no vemos
más allá de estas y por lo tanto nos complicamos la decisión, que es una de las
razones por las que el decidir la mayor parte del tiempo se vuelve un dilema. Por el
hecho de no enfocar las otras miles de opciones de hacer de otra forma las cosas.
El segundo villano es el sesgo de confirmación. Mediante el mismo sobre prestamos
atención a aquellos aspectos que confirman nuestras creencias y pasamos por alto
los que las ponen en duda. Este villano suelen ser nuestros propios familiares,
amigos y cualquier gente cercana que nos rodea y que le tenemos confianza. Es
decir, es cuando vas y cuentas a ese alguien en la situación que estás parado, y en
lugar de contarle y explicarle las cosas como son, das hincapié a la información que
está más allegada a la decisión que más te “convence”, por lo tanto los convences
de que esa decisión a la que te estás encaminando es la correcta y te confirman que
estas haciendo lo mejor, cuando podría no ser así.

El tercer villano es el hecho de decidir por la emoción a corto plazo. Dejas que la
emoción gane a la razón y decides más por lo que sientes que por lo que en
realidad es conveniente, en pocas palabras es actuar con la cabeza caliente. Es por
esto que los autores proponen tomar distancia de la situación. recomiendan
relajarse y tomar esas emociones de otra forma benéfica, poner nuestra mente en
blanco y pensar en cómo nos sentiríamos con las consecuencias de esta decisión
en 10 minutos, 10 meses y 10 años. Pues pensándolo así te saca de la emoción
que tienes en dicho momento, te hace ver con claridad y por lo tanto a decidir con
claridad.
El último villano pero no menos importante es el de la confianza desmedida en
nuestras predicciones, que habitualmente están mucho más equivocadas de lo que
suponemos. En muchas ocasiones, cuando no solemos llegar a la decisión,
optamos por dejarnos llevar por la intuición, engañamos a la mente por la confianza
que irradia esa intuición pero la realidad es que estamos decidiendo confiados de
que no podemos equivocarnos cuando la realidad es diferente.

Así como debemos prepararnos para tomar una decisión también uno debe
prepararse para todos los posibles resultados de esta decisión tomada e incluso los
imprevistos. Se debe estar preparado para la adversidad, para el hecho de que las
cosas pueden salir mal y que se puede fracasar. Para el éxito, ya que se tendrá que
actuar y mantenerse siempre a la altura de este. Para lo imprevisible, ya que asi
sabremos actuar ante las probabilidades que pueden ocurrir ante nuestra decisión.
Y revisar las decisiones pasadas, es muy importante poner en práctica el sano
hábito de esforzarse lo más posible por abandonar la perjudicial operación en piloto
automático. Es importante establecer un signo de alarma para que la toma de
decisiones sea un proceso consciente y no una simple repetición.

Dicho lo anterior, podemos ahora entender cómo en el proceso de decisión normal


que se desarrolla generalmente en cuatro pasos se presentan la serie de villanos
que pesan sobre cada una de estas fases. En la primera etapa te encuentras ante
una elección. Pero la visión estrecha hace que se te escapen opciones. En la
segunda analizas tus opciones. Pero el sesgo de confirmación te lleva a reunir
información sesgada. En la tercera tomas una decisión. Pero la emoción a corto
plazo te tentará a menudo para que tomes la errónea. En la cuarta vives con ella.
Pero a menudo confiamos demasiado en lo que ocurrirá en un futuro.

En cuanto al libro, Los villanos pueden combatirse con cuatro pasos del proceso
WRAP, que significa, por sus siglas en inglés: Widen your options: Aumenta tus
opciones. Reality-Test Your Assumptions: Contrasta tus suposiciones. Attain
Distance Before Deciding: Toma distancia antes de decidir. y Prepare to Be Wrong:
Prepárate para el error.

Aumenta tus opciones


Siempre que tengas que tomar una decisión de sí o no, esto o aquello, se debe
intentar ampliar esa visión y ver las posibles alternativas que existen. Nos presentan
varios estudios que indican que cuando tomamos este tipo de decisiones, las
mismas son equivocadas casi la mitad de las veces, pero que en el momento que
ampliamos opciones, en vez de minimizar el acierto, como podría parecer, al tener
más alternativas, lo mejoramos de manera muy notable.

Uno de los ejemplos con los que trabajan te propone imaginar si estás pensando
sobre si comprar un video por 15 € o no (decisión de sí o no). Una alternativa es
ampliar las opciones o tener las siguientes: Comprar el video, No comprar el vídeo,
Guardar los 15 € para una compra futura o Utilizar estos 15 € para ahorrar. Con el
ejemplo podemos darnos cuenta que este paso es el que nos permitirá mover el
reflector por todo el escenario en el que gira la decisión y no dejarlo solo en ese
espacio que resalta. Este tipo de ampliación de opciones te hace pensar también en
los costes de oportunidad (lo que dejas de ganar al tomar esa decisión de gastos o
inversión), que se nos menciona suele ser clave en las decisiones empresariales y
que debe ser tomado en cuenta, aún en las decisiones pequeñas.

Otra técnica que conlleva este paso es eliminar las opciones. Una vez que
alumbramos todas esas opciones que hay para tomar tal decisión y notamos que
ninguna de las propuestas vale, una en lugar de cerrarse y optar por la que es un
poco menos mal que las otras, debe seguir moviendo ese reflector y preguntarse
“¿qué otra cosa puedo hacer?”. Para este caso se menciona un ejemplo que es
sobre la decisión sobre qué una mujer no puede con su trabajo y su vida familiar.
Llega muy estresada y no disfruta, se siente esclava. Se plantea dejar su trabajo.
Como no puede permitírselo al final abre el abanico y se encuentra con: Dejar mi
trabajo. Reducir mi jornada. Conseguir que mis hijos no sean tan pesados. Pedirle a
mi marido que colabore más. Buscar un trabajo menos estresante. Encontrar un
método de liberar tensión antes de llegar a casa.

Debido a que observa y toma en cuenta todas las opciones que tiene, ahora capta
las cosas mucho más claras y su decisión es, claramente, mejor.
La última alternativa que plantean en este paso es aumentar las opciones buscando
otros que hayan tenido antes este problema, claro sin dejar que influya
excesivamente. Es con la pregunta de investiga cómo lo afrontaron para que así
puedas tomar sólo las herramientas que en realidad te ayudarán.

Contrasta tus suposiciones

En este segundo paso con lo que debemos quedarnos es que en vez de dar por
bueno aspectos obvios, es bueno buscar abogados del diablo y pedirles que
argumenten lo contrario. Aquí es importante mencionar cómo en las organizaciones
se realiza lo opuesto, es decir, si alguien se opone, está mal visto, cuando realmente
mejora muchísimo las probabilidades de hacer una buena elección. Cuando
tomamos una decisión en grupo solemos dejarnos llevar por la opción más confiable
o la que les suena mejor a la mayoría, y hacemos caso omiso de aquella decisión
que creemos que no tiene nada que ver, cuando en realidad esa opción es una de
las muchas que hay por fuera de los reflectores que podría ser nuestra solución. Es
en este punto donde se desarrolla y se amplía más el sesgo de confirmación,
cuando solo prestamos atención a aquello que confirma nuestra creencia.

Se debe saber ser optimistas con los resultados de lo que vamos a decidir, porque
solo así, sabremos tomar el resultado de esa decisión como herramienta para
nuestra próxima decisión. Tenemos que objetivar los parámetros de nuestras
decisiones.

Otra alternativa de la que se nos habla en este paso que es importante mencionar,
es el de realizar pequeños experimentos antes de una decisión final. Lo ponderan
especialmente cuando no estamos seguros de si algo es nuestro o no. Por ejemplo,
antes de decidir estudiar para farmacéutico, podrías trabajar dos meses en una
oficina de farmacia o antes de decidir un cambio de residencia permanente,
emprender uno temporal, etc. Aplicar el prueba y error para que ese error se cometa
solo en un experimento y no en la decisión real.
Toma distancia antes de decidir

Este paso nos enseña a tomar distancia de la emoción del corto plazo. Nos indican
que las decisiones basadas en la emoción del momento son peores que las que se
basan en cómo afectará en el tiempo. Proponen la técnica que antes mencione de
pensar en cómo nos afectará esta decisión dentro de 10 minutos, 10 meses y 10
años. Pensar dos veces las cosas antes de actuar, tomar unos segundos, horas,
momentos o días para aclarar nuestro sentir y pensar, para así tomar la mejor
decisión. Pues la emoción del momento suele ser mala compañera para la toma de
decisión, ya que nos mueve mucho más el miedo a perder que el deseo de ganar.

Otra buena técnica para tomar distancia antes de decidir es el preguntarse “¿Qué le
aconsejaría a mi mejor amigo si esto le sucediera?” Pues curiosamente a otros les
aconsejaremos lo que nosotros no hacemos, por lo tanto haciendo esto, esta vez sí
que tomaríamos nuestro propio consejo. Así como también plantear como
alternativa en en situaciones empresariales o grupales el decirse “Supongamos que
soy nuevo en este cargo y observó esta disyuntiva, ¿Qué haría?”. Es una forma de
objetivar la decisión, de verla desde afuera y hacer llegar a tu mente la idea correcta
para tu decisión. Claro que para lograr todo lo anterior siempre debemos de tener
claras nuestras prioridades y aferrarnos a ellas en caso de duda.

Prepárate para el error

Ahora hablemos de cuarto paso pero no menos importante. Asume que te vas a
equivocar, porque así sucede la mayoría de las veces y por lo tanto debes
prepararte para ello. Nos hablan de la herramienta del “sujeta libros”. No es más que
crear unos parámetros entre los que se moverá el resultado, un suelo y un cielo: un
máximo y un mínimo de lo que puede suceder y saber si podremos vivir con ello. Es
una técnica un poco fantasiosa pero que nos ayuda a estar bien para dos tanto d e
mente como de emoción para saber qué hacer si el reír se aparece.
El paso nos da técnicas muy útiles para pensar en el futuro. Por ejemplo: “imagínate
que estás dentro de 10 años y ha sucedido tal cosa, ¿puedes explicar el por qué ha
pasado?”. Esto nos abre la mente a posibilidades que antes igual no contemplamos
y que pueden o no cambiar nuestra decisión respecto a lo que estemos viviendo.
Otra técnica es la del “cable trampa”, que nos indica movimiento. Nos ponen los
ejemplos de Zappos y cómo en la formación inicial ofrecen un incentivo por dejar el
trabajo o los M & M marrones que David Lee Rocht utilizaba de cebo para saber si
se habían leído detalladamente las instrucciones de montaje del escenario en el que
actuaría. Este cable trampa nos sirve para saber cuándo movernos, hacer un
cambio, pensar, y actuar de otra forma.

Por último este paso conlleva la importancia de las fechas límite, pues estas son las
que al final siempre hacen que nos movamos. Así que si, son indispensables para
tomar decisiones.
Se concluye que nuestras decisiones nunca serán perfectas, no evitaremos los
errores por completo, pero siguiendo el proceso WRAP, sí que mejoraremos muchos
las mismas.

En la Toma de Decisiones, considerar un problema y llegar a una conclusión válida,


significa que se han examinado todas las alternativas y que la elección ha sido
correcta. Dicho pensamiento lógico aumentará la confianza en la capacidad para
juzgar y controlar situaciones

Una vez que se haya procesado toda la información y al mismo tiempo comprendido
cuáles son los ladrillos básicos para la construcción de la toma de decisiones, aún
se requiere un ingrediente más para que cualquier persona tome las decisiones
acertadas. La persona que no desee correr riesgos nunca tendrá éxito en decidir. Se
debe tener el buen juicio para saber que tanta información se debe recoger, la
inteligencia para dirigir la información y, lo más importante de todo, el valor para
tomar la decisión que se requiere cuando ésta conlleva o no un riesgo. La toma de
decisiones es uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta el ser humano.
Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la solución de
problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su fortaleza. La toma
de decisiones es una habilidad que podría describirse como crítica, o bien como de
supervivencia porque el ser humano se ve inmerso siempre en una gama casi
infinita de alternativas y opciones donde debe desarrollar, con mayor o menor éxito,
la habilidad para tomar decisiones.

Tanto en nuestro perfil social como personal, es posible la elección consciente y


racional de un camino, es posible orientar nuestros esfuerzos y estrategias hacia un
objetivo, un lugar a donde nos lleve el camino. Sin duda alguna la responsabilidad
es uno de los elementos más importantes en la toma de decisiones ya que es
asumir las consecuencias que tienen la elección de nuestras alternativas. Recuerda
que la cualidad personal del valor para aceptar la responsabilidad de una decisión,
sea ésta buena o mala, separa a las personas ordinarias de quienes toman
decisiones excelentes.
Referencia

Heath, D. C. (2014). DECÍDETE (Vol. 1) [Libro electrónico]. Centro de libros

PAPFS.

https://www.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/29/28993_Dec

idete.pdf

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