Reencarnación y Espiritismo
Reencarnación y Espiritismo
Reencarnación y Espiritismo
REENCARNACIÓN Y ESPIRITISMO
S. MILLÁN – 2020
1
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
Reencarnación.
Testimonio del Reiki.
Espiritismo.
Juego de la Ouija.
Hermanos Greenlund.
Otros testimonios.
Casas encantadas.
Michel Chiron.
Fraudes espiritistas.
No hay reencarnación.
Santa Ana Catalina Emmerick.
Entrevista al padre Bamonte.
Espiritismo y extraterrestres.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
2
INTRODUCCIÓN
Por otra parte el hecho de evocar a los difuntos para que nos comuniquen
información del más allá es ir en contra de la voluntad de Dios, que solo quiere
que oremos por los difuntos y no evocarlos por nuestra cuenta con el fin de que
nos revelen el futuro o nos den información. Lo que necesitan los difuntos es que
oremos por ellos. Porque no existe más que esta vida como lo dice claramente la
palabra de Dios en Hebreos 9,27. Ciertamente no hay otras vidas, no hay otras
oportunidades para mejorar.
3
REENCARNACIÓN
4
Cuando Allan Kardec desencarnó (murió) en 1869, los espiritistas
grabaron en su tumba, en el cementerio de Pere Lachafse, en París, estas
palabras, como síntesis feliz de todo su pensamiento: nacer, morir, renacer de
nuevo y progresar siempre. Esta es la ley. De hecho en todas las obras de Allan
Kardec y de los espiritistas inspirados por él, la doctrina de la reencarnación es el
punto esencial de su movimiento. La señora Petrovna Blavatsky, fundadora de la
teosofía, que vivió en París en el círculo de Allan Kardec y estuvo bajo su
influencia y la de sus obras, sacó la doctrina de la reencarnación. Los
antropósofos y rosacruces están en la misma línea, y lo mismo organizaciones de
grupos esotéricos, iglesias gnósticas y grupos ocultistas en general, así como las
religiones orientales 1.
1
Kloppenburg Boaventura, La Reencarnación, Ed. San Pablo, 2000, Bogotá, pp. 10-12.
2
Ib. pp. 47-48.
5
condenación definitiva o de infierno. Kardec habla sobre este tema en su libro El
cielo y el infierno. Pero, así como no hay infierno, tampoco para ellos hay cielo.
Después de la última reencarnación se llegará a ser un espíritu bienaventurado
puro. En ese estadio no permanecerán los espíritus presos en la tierra, sino que
podrán estar en todas partes. Su hábitat normal será el mismo sol. El sol, según
Kardec, no estaría habitado por seres corpóreos, sino que sería un lugar
simplemente de reunión de espíritus superiores. Su ocupación será dirigir otros
mundos para ayudarlos en su progreso.
Según las ideas de Allan Kardec, los pecados cometidos son como una
deuda contraída que debe ser pagada en la misma existencia o en la siguiente o
siguientes, pero con la clara idea de que cada uno debe rescatarse a sí mismo y,
como dicen los reencarnacionistas: Ni la sangre de un Dios podrá ser capaz de
rescatar a nadie. Por tanto niegan la idea de que Cristo nos redimió de los
pecados y murió para salvarnos. En su opinión, Jesucristo en este proceso de
reencarnación no puede intervenir, son leyes absolutas e inmutables que nadie
puede cambiar.
Esto, unido a la supuesta ley del karma, significa que el dolor humano y
las enfermedades personales son problemas personales de cada persona que los
padece y que son efecto de los actos de sus vidas pasadas. Por tanto nadie debe
tener compasión al ver a un enfermo, porque según ellos está pagando sus deudas
con la naturaleza y es necesario que lo haga para progresar en su camino de
elevación personal. Ayudar a los pobres o enfermos puede ser una buena obra
para el que la hace, pero no para el que la recibe. Simplemente es su destino y no
podemos cambiarlo.
El padre Joseph Marie Verlinde, que fue secretario personal del famoso
gurú Maharishi, después de varios años de seguir sus enseñanzas, entre ellas la de
la reencarnación, nos cuenta una anécdota: Un día, yendo de camino por la India
vio un hombre muy enfermo y él quiso detenerse a auxiliarlo. El gurú le dijo:
Déjalo, es su karma. Si aquel hombre terminaba esta vida en unas circunstancias
tan dramáticas, eso solo podía deberse a unas acciones malas realizadas en una
existencia anterior por las que tenía que pagar una retribución kármica. En
6
quienes lo rodeaban no había indiferencia, sino una especie de fatalismo. Cada
persona se encuentra sola en su camino de autoliberación individualista. De nada
sirve intervenir en el proceso, eso equivaldría a rebajar nuestro propio karma.
Por eso un día preguntó al gurú si podía dedicarse a cuidar a los enfermos.
Y le respondió: De ninguna manera. El trato con los enfermos hará que se
reduzca tu nivel vibratorio 3.
Según estas ideas, los enfermos deberían sufrir sus enfermedades y morir
sin ayuda de nadie. ¿Dónde está la caridad y el amor predicado por Jesucristo?
¿Habría que suprimir todos los hospitales y prohibir el trabajo de los médicos, y
del personal que atiende a los pobres, enfermos y ancianos? He aquí una gran
contradicción en la vida real, producida por la creencia en la reencarnación.
3
Verlinde Joseph Marie, La experiencia prohibida, Ed. Monte Carmelo, Burgos, 2003, pp. 107-108
7
muy discutible, pues, según dicen ellos mismos, hay espíritus buenos, sabios y
superiores, pero también espíritus retrasados, ignorantes, bromistas y malos que
tratan de engañar. Ni siquiera el mismo Kardec, que se presentaba como hombre
serio y digno de confianza, es de fiar, ya que reconoció haber remodelado
muchas veces las respuestas recibidas del más allá 4.
Hay una cosa curiosa. Cuando el médium era de origen inglés, no creía en
la reencarnación; pero, cuando era de origen francés, alemán, italiano o latino en
general, admitía la reencarnación. Con esto se demuestra claramente que las
respuestas recibidas por medio de los médiums eran con frecuencia influenciadas
por sus ideas personales y no eran de total confianza.
Para los judíos, el profeta Elías no había muerto y, por tanto, no podía
reencarnase. Además, cuando se habla de la transfiguración de Jesús, se aparecen
Moisés y Elías, luego no estaban reencarnados. Y esto sucedió después de que
Moisés viviera hacía unos 1.200 años. Y cuando un grupo de judíos le preguntó a
Juan Bautista, si él era Elías, respondió claramente: Yo no lo soy (Jn 1, 21).
Otra cosa que dicen los reencarnacionistas es que, cuando Jesús habla de
la resurrección, está hablando de reencarnación, pero son cosas totalmente
distintas. Cuando en el Evangelio se habla de resurrección, se habla de que tendrá
lugar al final de los tiempos, no antes. Ellos dicen que, al morir, el cuerpo se
deshace y por tanto niegan la resurrección. Pero no es necesario afirmar una
identidad material absoluta entre el cuerpo actual y el que recibiremos en la
resurrección, como si todos los átomos y moléculas, que alguna vez hicieron
parte de nuestro cuerpo, tuvieran que volver a formar el cuerpo resucitado. Hoy
conocemos el fenómeno biológico del metabolismo según el cual el cuerpo
humano por la constante asimilación y desasimilación de las substancias, de
tiempo en tiempo se renueva enteramente de modo que los átomos o moléculas
que hace años integraban nuestro cuerpo, hoy están totalmente sustituidas por
otras y, sin embargo, afirmamos que nuestro cuerpo de hoy es idéntico al de hace
diez o veinte años. Es una identidad material relativa, pero verdadera. Por eso,
4
En sus Obras póstumas, p. 243.
8
para que podamos conservar una verdadera identidad corporal no es necesario
retener siempre los mismos elementos materiales. La dispersión de la materia no
imposibilita la identidad material del cuerpo humano 5.
San Pablo, en la primera carta a los Corintios capítulo 15, dice: ¿Cómo
hay algunos que dicen que no hay resurrección de muertos? Si no hay
resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado, y, si Cristo no ha
resucitado, vana es nuestra predicación y vana es nuestra fe (1 Cor 15, 12-14). Y
Jesús dice : Los malos irán al castigo eterno y los buenos a la vida eterna (Mt
25, 46), lo que significa que al final habrá un castigo o una felicidad eterna con
los mismos cuerpos que tuvimos en la tierra.
Una de las pruebas que los reencarnacionistas creen más decisivas para
creer en la reencarnación es la paramnesia, que sucede, cuando una persona que
nunca ha estado en un lugar concreto, dice que ya lo ha visto antes, lo que
significaría, según ellos, que en alguna vida anterior estuvo allí. Esta no es una
prueba concluyente. Muchas veces ha podido estar en ese lugar cuando era niño
o ha leído en algún libro o visto en un cine o en alguna fotografía lo que está
viendo con sus ojos por primera vez. También puede suceder que lo ha soñado.
En estos casos, no solo puede referirse a lugares, sino también a ciertas personas
o circunstancias, ciertas casas, etc.
Otra prueba que presentan es el caso de algunos niños que sienten una
fuerte inclinación por una profesión o arte. Quieren ser soldados, aviadores,
ingenieros, etc. La mejor explicación para ellos es que en alguna vida anterior
habían profesado tal o cual profesión. Pero para creerlo, deberían primero probar
que esas inclinaciones son innatas, lo que sería muy difícil. Si el niño declara
querer ser aviador o artista de cine o televisión, sin que esas profesiones
existieran en su vida anterior, la prueba no resulta.
Algo que hay que tener en cuenta es que actualmente en el mundo hay
unos ocho mil millones de personas. Nunca ha habido tantas personas juntas. No
pueden ser todas reencarnados de vidas anteriores, pues nunca antes en la historia
ha habido tanta gente. Entonces quiere decir que muchas de estas personas antes
eran animales o plantas o minerales y han nacido con la mente en blanco sin
recuerdos conscientes por no haber vivido como humanos. Si le hacen una
hipnosis regresiva, ¿cómo puede recordar lo que nunca ha vivido?, pues muchos
están viviendo su primera vida como seres humanos.
5
Kloppenburg Boaventura, o.c., pp. 87-88.
9
cuando se realiza sobre recuerdos de su vida actual y no de reencarnaciones
anteriores. De hecho, está probado que muchos hipnotizados refieren detalles
equivocados de sus supuestas vidas o tratan de referir cosas que son del agrado
del hipnotizador para congraciarse con él, aunque sea inconscientemente.
Tampoco olvidemos que la conciencia universal de la humanidad es de ignorar
experiencias de vidas anteriores. No han faltado personas que dijeron que habían
sido Napoleón o algún otro gran hombre de la historia. ¿Quién se lo cree? El
hecho de que bajo hipnosis trate de imitarlo no significa nada. Si fuera cierto que
uno es la reencarnación de un gran científico y sabio, debería tener los
conocimientos anteriores. En este caso qué fácilmente progresaría la humanidad,
pues los científicos seguirían acumulando indefinidamente sus conocimientos
adquiridos a lo largo de sus vidas sin tener que reencarnarse, partiendo de cero.
En cuanto a ley del karma, aunque Kardec no habló de esto, dicen: Esta
ley significa que toda causa produce su efecto sin que nada pueda impedirlo o
desviarlo una vez puesta la causa. Esta ley del karma es ciega y automática como
las leyes físicas. Lo que se hace está hecho y no se puede volver atrás y tendrá
por tanto sus consecuencias sin posibilidad de perdón ni de redención. Esto
significa que, como todos los hombres de una u otra manera sufrimos y tenemos
muchos dolores por las contrariedades y fracasos y dificultades de la vida, eso
debe significar que todos en vidas anteriores hemos sido malos en alguna medida
6
Kardec Allan, Lo que es el espiritismo, p. 152.
10
mayor o menor. Y si consideramos a Cristo, la Virgen María, los apóstoles, los
mártires inocentes, etc., ¿cómo se puede explicar que ellos también fueron malos,
si son las personas más santas que han vivido en la tierra? Ellos no pueden
entender que el sufrimiento no es algo absurdo y sin sentido ni que un inocente
puede sufrir con el permiso de Dios, como Jesucristo, para redención y salvación
de otros. Recordemos las palabras de Dios por boca de San Pablo: Ahora me
alegro de mis padecimientos que soporto por vosotros y completo en mi carne lo
que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su Cuerpo que es la Iglesia
(Col 1, 24). Los sufrimientos del tiempo presente no son nada comparados con la
gloria que ha de manifestarse en nosotros (Rom 8, 18).
Según estas ideas se banaliza la vida, porque uno puede darse el gusto de
dedicarse a ser malo o gozar de todos los placeres del mundo y de la carne, ya
que podrá enmendarse en sucesivas vidas.
11
solo años más tarde llegué a comprender lo nefasto que era y las consecuencias
que hay detrás de estas prácticas. Es como si entraras en un mundo más
espiritual, con menos problemas aparentes hasta que comienzan a pasarte la
factura. Yo tenía la buena voluntad de ayudar a mis pacientes, pero lo que hacía
en realidad era acercarlos más al demonio, sin querer y sin saberlo.
12
ESPIRITISMO
Es una forma de adivinación por medio de los espíritus de los difuntos con
el fin de conocer cosas secretas. El espiritismo es abominación ante Dios (Deut
18,10-18). La Iglesia lo prohíbe (Cat N.º 2117). Además hace mucho daño al
cuerpo y al alma. Pareciera que el diablo quisiera imitar en esto las oraciones que
los católicos hacen por los difuntos, que todavía están en el purgatorio. Pero el
espiritismo es diferente que orar por ellos. Es querer servirse de ellos para
conocer el futuro u obtener noticias del más allá contra la voluntad de Dios. Por
eso, el demonio actúa y se manifiesta para engañarlos, haciéndoles mucho daño.
7
René Guénon, L´errore dello spiritismo, pp. 377-378.
13
Dios que sea nuestro Redentor, pues cada uno se va perfeccionando a sí mismo a
lo largo de las diferentes vidas, llegando así a la autodivinización.
Una señora decía que se había puesto en contacto con un espíritu, que era
bueno, porque le decía cosas buenas y le enseñaba a rezar. Después de algunos
años, cuando la señora estaba ya atada a ese espíritu, comenzó a decirle cosas
malas y a blasfemar... Ella lo dejó, pero ya tenía muchas influencias maléficas.
Era constantemente perturbada por voces que no le dejaban dormir ni
trabajar11.
14
Todo era debido a la asistencia a una reunión espiritista. Por eso, el que todavía
está dudoso, que piense en el eventual peligro de ponerse en comunicación con
Satanás para que evite cualquier forma de espiritismo 12.
Por causa de la sicofonía, si antes estaba mal, ahora estaba mucho peor.
Sentía en mi casa la presencia de seres invisibles, no podía dormir ni estudiar.
Era como un monstruo, odiaba a todo el mundo y, sobre todo, me odiaba a mi
misma. Y de nada me sirvieron las visitas al sicólogo y al siquiatra. Por fin,
acudí a un sacerdote exorcista y empecé a asistir a un grupo de oración.
También empecé a rezar el rosario, confesarme frecuentemente y a asistir a la
12
Ernetti Pellegrino, La catechesi di Satana, Ed. Segno, 1998, p. 176.
15
misa. Así mejoré totalmente. Ahora, después de ocho años, tengo un título
profesional, me he casado y tengo dos hijos. Todo gracias a Dios 13.
JUEGO DE LA OUIJA
Recuerdo a una jovencita que llevaba tres años sin poder dormir a gusto,
porque, cuando tenía quince años, jugó varias veces a la ouija con sus amigas del
colegio y algo malo se le había pegado.
13
Bamonte Francesco, I danni dello spiritismo, Ed. Ancora, 2003, pp. 13-15.
14
Ib. pp. 37-40.
16
Christopher Neil, en su libro Los exorcistas, cuenta el caso de una
colegiala que jugaba a la ouija con su compañera. El espíritu de un profesor
fallecido recientemente se apareció y le dijo que moriría en un accidente de
aviación. Lo trágico fue que tuvo que tomar un avión para visitar a sus padres.
Como es natural, estaba aterrorizada ante la idea, pero, después que la hube
exorcizado, perdió el miedo y tomó el avión sin que ocurriese percance alguno.
Otro caso es el de una chica de origen judío, que había participado en una
sesión a la edad de doce años. Le afectó profundamente a través de pesadillas
sobre espíritus de difuntos durante más de dos años, pero el exorcismo la curó 15.
15
Neil Christopher, Los exorcistas, Ed. Ate, Barcelona, 1979, p. 101.
16
Tomado de Bamonte Francesco, I danni dello spiritismo, o.c., p. 124.
17
sin despedir antes de ir a cenar, pero dijo que no quería irse, que quería
divertirse y que nadie debía moverse de aquella sala, pues lo lamentaría. Todos
sentimos miedo. Le invitaban a irse de buenas maneras, pero el espíritu no
quería irse y amenazaba con que nadie debía salir.
17
Ib. pp. 21-26.
18
A mí me impresionó mucho todo aquello y me empezaron unos malestares
que nunca antes había tenido: estaba muy nervioso, no podía comer ni dormir.
Fui al médico, pero me dijo que no tenía nada. Y, después de algunos meses de
estar soportando aquellos malestares, como si estuviera en una oscuridad total,
fui a ver a un sacerdote. Hacía varios años que no iba a misa ni me confesaba.
Él me ayudó a descubrir a Dios en mi vida y empecé a recobrar la fe. Ahora me
siento como una persona nueva y comprendo que Dios, cuando sus hijos se
alejan de Él y se meten en el mundo de las tinieblas, Él los busca continuamente,
porque los ama 18.
18
Bamonte Francesco, I danni dello spiritismo, Ed. Ancora, Milán, 2003, pp. 36-37.
19
andaba buscando tanto tiempo. Y empecé a mejorar. No me salvó la ciencia ni la
medicina. Me salvó Jesús. Comencé a recuperar mi fe católica y he comenzado
un ministerio de sicoterapia cristiana. A las personas que vienen en busca de
ayuda, les presento a Jesús y les hago orar para que consigan el perdón y la paz
interior. Ahora pertenezco al grupo de oración de mi parroquia y les hago sentir
a todos que, para curarse totalmente, necesitan de una Comunidad que los ayude
a amar a Jesús 19.
HERMANOS GREENLUND
A los doce años, Audrey era una chica bella, pero tímida y distante, lo que
le dio la reputación de ser un poco soberbia, pero ella estaba en tratamiento
psicológico periódico. Nunca había superado su implicación en la muerte de
Laura y, a veces, estaba deprimida. En una tienda compró una revista de
ocultismo y la compró de inmediato, porque necesitaba conseguir el perdón de
Laura a toda costa para estar tranquila.
Ese mismo día, cuando se fueron los dos chicos, 43 minutos después,
Audrey se fue al cementerio. Sentía que iba a ver a su amiga y empezó a llamar a
Laura por su nombre, diciendo: Laura, por favor, háblame. Te he visto antes. Sé
que eras tú. Pero nada se veía ni se oía. Entonces empezó a recitar algunos
conjuros que había leído en la revista para invocar a los muertos. Y oyó una voz:
Audrey, tú me mataste. Vio a pocos metros la brillante figura de una niña vestida
19
Ib. pp. 15-21.
20
con unos vaqueros y una blusa, el pelo recogido en trenzas y una luz que parecía
originarse en algún lugar de su cuerpo y la envolvía totalmente.
20
Ed y Lorraine, El cementerio, Ed. Obelisco, Barcelona, 2019, pp. 124-137.
21
OTROS TESTIMONIOS
Este tipo de casos son mucho más habituales de lo que podemos imaginar,
y especialmente preocupantes cuando los adictos son niños menores de diez años
que se encierran en los lavabos del colegio durante el recreo para hablar con
Dios, los extraterrestres o los espíritus a través del juego del vaso.
22
“viajar a su mundo” desprendiéndonos del cuerpo físico. Si en lugar de
observadores críticos, nosotros hubiésemos sido creyentes adictos a la
vasografía, es más que probable que alguno de los participantes hubiera
intentado suicidarse 21.
Y añade Carballal: Josefa Losada, Casandra, ha sido una de las brujas más
queridas y conocidas de Galicia. En publicaciones especializadas, como la
veterana Karma-7, o diarios como La Voz de Galicia, se constató en más de una
ocasión la credibilidad de sus predicciones y el aprecio que tenía en la
comunidad esotérica española. Socióloga formada en la Sorbona y discípula
aventajada del marqués Diego de Araciel, a quien pude conocer gracias a ella,
cualquiera podría pensar que Casandra era la persona más cualificada psicológica
y espiritualmente para adentrarse en las prácticas paranormales. Yo hice mi
primera sesión de ouija y mis primeras echadas de tarot de su mano.
Casandra había recibido días antes una petición de ayuda por parte de una
mujer preocupada por su esposo, el médico mayor y calvo de la psicografía,
según ella, que terminaría suicidándose aquella semana por amor, con una
sustancia médica mencionada en el mensaje psicográfico… Aquello impactó
tanto a mi madrina que se obsesionó con la escritura automática. Pocos jueves
21
Carballal Manuel, Los peligros del ocultismo, Ed. Luciérnaga, Barcelona, 2017, pp. 86-87.
23
más tarde me mostró una enorme carpeta repleta de mensajes psicográficos que
ella atribuía a su espíritu guía, el siniestro duende que aparecía junto a su cama
en el primer mensaje.
Día y noche Casandra dejaba su mano sobre hojas en blanco, para que esta
garabatease sola todo tipo de mensajes. Y como ha ocurrido con tantos médiums,
psíquicos y videntes de la historia, su obsesión terminó por distanciarla de la
realidad… Los problemas familiares, con su marido e hijos, aumentaban
proporcionalmente a su obsesión por la psicografía, que empeoró cuando
empezó a combinar sesiones de ouija con escritura automática, y con telepatía
mediúmnica después. En poco tiempo había sufrido un cambio de personalidad
brutal que la llevó, al divorcio primero, y a perder la tutela de sus dos hijos
después.
**********
24
por el físico, encadenado a la materia por un cordón de plata. Sabía, por estos
mensajes telepáticos, que el cuerpo físico posee una vibración energética
incompatible con la del mundo astral, así que tendría que dejar el físico. Y sin
pensarlo un segundo, aquella noche se voló la tapa de los sesos con su fusil 22.
En 1991 Concepción Lázaro y Máximo Gutiérrez, junto con sus tres hijos,
vivieron momentos dramáticos en su domicilio de Madrid del barrio de Vallecas.
22
Ib. pp. 90-93.
23
Ib. pp. 98-99.
25
El padre de Concepción Lázaro, aquejado de una demencia senil, fallecía tras
varios meses de angustia, marcados por esta grave dolencia.
Semanas más tarde, la familia Gutiérrez Lázaro veía cómo Estefanía, una
de sus hijas, empezaba a sufrir convulsiones epilépticas, en medio de unos
desmayos durante los cuales su cuerpo parecía poseído por una fuerza
desgarradora. Sus extremidades se retorcían con una energía descomunal ante los
atónitos miembros de su familia.
A las 2:40 horas por el canal 7 de H-50 llama el Z- 2 y manifiesta, una vez
que se ha entrevistado con la familia y observado el interior de la casa, según
comunica, que se le ha puesto el vello de punta. Que estando sentados en
compañía de toda la familia, pudieron oír y observar cómo la puerta de un
armario perfectamente cerrado, hecho que comprobaron después, se abrió de
forma súbita y totalmente antinatural. Que momentos después pudieron
percatarse y observar cómo en la mesita que sostenía el teléfono, y
concretamente en un mantelito, apareció una mancha de color marrón
consistente, que el Z-2 identifica como babas. Que en el recorrido que hicieron
por las diversas habitaciones de la casa, observaron cómo el fenómeno al que
26
estamos haciendo referencia había dado la vuelta a un crucifijo de madera,
arrancándole el Cristo adherido 24.
CASAS ENCANTADAS
24
Ib. pp. 46-48.
27
Se lo expliqué a mis padres —nos relató Raúl—, pero pensaron que
estaba demasiado cansado y nervioso, aunque al día siguiente, esta vez a las 10
p.m., la casa parecía que iba a venirse abajo. Cuando me fui a acostar un fuerte
golpe sonó en el techo del comedor y luego muchos más, de forma repetitiva,
como si fueran producidos por una maza o algo parecido. Incluso podían oírse
pasos que provenían de la vivienda de arriba, que estaba deshabitada.
Días más tarde, del techo de la habitación de Raúl empezaron a caer gotas
de agua, que tras impactar contra el suelo, desaparecían sin dejar rastro 25.
MICHEL CHIRON
25
Contreras Gil Francisco, Poltergeist y casas encantadas en España, Madrid, 2002, pp. 50-51.
28
En 1972 se casó y tuvo dos hijos. Después de doce años de matrimonio su
esposa le pidió el divorcio, porque no podía aguantarlo y él se lo concedió sin
mayor dificultad. En ese tiempo él tenía 35 años y sus hijos tenían 9 y 7. Siguió
llevando una vida libre en contra del código moral que le habían inculcado sus
padres. En las fiestas se emborrachaba y procuraba disfrutar de toda clase de
diversiones junto con sus amigos. A sus hijos los visitaba cada 15 días y parecía
que todo le iba bien, pero cuando estaba en su apartamento, se sentía solo y, por
ese motivo, como jugando, empezó, después de mucho tiempo, a comunicarse de
nuevo con los espíritus para pedirles respuestas sobre el sentido de la vida. Usaba
un péndulo para recibir las respuestas. Los espíritus le decían que eran espíritus
que habían vivido antes en este mundo y que él era un elegido por su rey para
darle poderes superiores para ayudar a otras personas. Que su rey vendría a la
tierra para poner orden en el mundo, pero para conseguir esos poderes y ser un
elegido especial debía purificarse primero y pasar algunas pruebas para poder
cumplir su misión.
29
no se atrevió. Él dice que sintió en esos momento una voz interior amiga que le
disuadió y le dio paz.
Él nos dice que, cuando era ateo, los discursos religiosos le dejaban frío y
que nadie le podría haber convencido de la existencia de Dios. Para convencer a
alguien hace falta demostrar la alegría que da la fe en los verdaderos cristianos.
El testimonio de vida es el mejor testimonio para demostrar que Dios existe y
que vale la pena creer en Él. Que solo Dios puede llenar ese vacío del corazón,
que uno tiene cuando uno deja de creer en Él.
30
presente en la Eucaristía. Un día estaba en adoración nocturna en el santuario
de Paray-le-Monial en mis primeros tiempos de liberación y sentí un calor
sobrenatural en la espalda, especialmente en un punto, donde precisamente
sentía muchos dolores en los peores momentos de manifestaciones de los
espíritus malos. Dios estaba sanando mi pasado 26. ¡Gloria a Dios!
FRAUDES ESPIRITISTAS
26
Michel Chiron, J´etais possédé, Ed Artège, Paris, 2019, pp. 158-159.
27
Ed. Acervo, Barcelona, 1993.
31
Antes de comenzar, algunos de los participantes —otros se sentaron a
pocos metros de la mesa donde iba a tener lugar la sesión— entrelazaron sus
manos y con los ojos cerrados rezaron al unísono para alejar las posibles
“interferencias diabólicas” y, así, atraer la presencia de “seres de luz”. A
continuación, me brindaron poder participar con ellos colocando mi dedo índice
sobre la base de la copa invertida, pero amablemente me excusé diciendo que yo
estaba allí gustosamente en calidad de invitado y que mi deseo era que aquella
sesión se desarrollase como cualquier otro viernes, participando sólo los que
hasta ahora venían haciéndolo, así que prefería, si no les importaba, estar
simplemente como observador. Mi decisión fue aceptada sin titubeos…
Todo lo más es ir diciendo en voz alta las letras indicadas por el vaso y
luego, una vez transcritas, leer las palabras o la frase que se haya podido
formar. Podría ser sencillo en una breve respuesta, de una sola palabra por
ejemplo o cuando el vaso se desplaza lentamente, pero ¿se imaginan que tras
formularse una pregunta la copa señale velozmente 30 letras? ¿Cómo podemos
ir separando y construyendo las palabras y las frases con tanta rapidez?…
Imposible, salvo que la respuesta ¡ya la tenga preparada mentalmente un
participante!… ¿Quién?: Obviamente aquel que va nombrando las palabras en
voz alta. Primer sospechoso que tenemos: la señora Amalia…
32
Centré mi atención en ella, y fui descubriendo cómo a veces incluso se le
escapaba anticipadamente de su boca las palabras o la frase ¡aun faltando por
señalar la copa varias letras! ¿Premonición, quizás?
Por último, opté por el método que nunca falla. Los que no empujan
suelen centrar su atención más bien en la copa y reparan en la letra una vez es
señalada por ésta. Amalia en cambio buscaba y fijaba su vista en la letra que, a
continuación, era señalada por la copa, y así sucesivamente. En algunos
momentos, la copa marcaba una letra ¡que no estaba en la palabra dicha por
Amalia!, y es que coordinar los movimientos del vaso a la vez que inventar e ir
diciendo en voz alta las frases es terriblemente complicado…
Permítame el lector un inciso para advertir que aunque las letras estén
colocadas desordenadamente, una vez transcurridos unos minutos de sesión es
fácil recordar la posición de las mismas, pese a estar salteadas, y ya no es
necesario que la copa tenga que desplazarse dando vueltas en círculo hasta
parar en la letra correspondiente, sino que los desplazamientos de letra a letra
suelen hacerse ya casi en diagonal. Así pues, el método de colocar
desordenadamente las letras para eliminar la posibilidad de que alguien mueva
la copa intencionadamente, creyendo garantizar de ese modo la autenticidad de
la sesión, es pura falacia, por tanto, de nada sirve…
Había momentos en que Amalia apretaba con tanta fuerza su índice sobre
el borde de la copa que, cuando tenía que traerla hacia su posición, ésta caía
bruscamente sobre el tablero. Otro detalle es que aunque colocaba su dedo en el
borde, poco a poco lo llevaba casi al centro de la base de la copa, de forma que
los movimientos de ésta hacia cualquier extremo del tablero se realizaban con
suma facilidad.
33
más anecdótico fue cuando dije a todos, menos a Amalia, que retiraran sus
dedos: ¡La copa siguió moviéndose, erráticamente por supuesto, sólo con el
dedo de Amalia!… ¿Estaríamos ante una médium? Se preguntaron con gran
inocencia algunos de los presentes. La verdad es que más que el fraude en sí me
sorprendió que, algo tan evidente y que averigüé en pocos minutos, no fuese
descubierto por los asistentes a esas sesiones durante tanto tiempo que llevaban
reuniéndose. Le dije en voz alta a Amalia: “Creo que usted mueve el vaso”. Un
mutismo invadió el ambiente, pero antes que los allí presentes me increparan, la
principal inculpada me respondió: “Bueno, es que yo primero recibo en mi
mente los mensajes y los manifiesto a través de la copa”. Todos los reunidos se
miraron perplejos y en algunos rostros entre ellos el de su marido, se reflejaban
cierta desconfianza. Y yo le contesté: “Si es así y usted tiene la capacidad de
recibir los mensajes, ¿qué necesidad tiene de practicar la ouija? ¿Por qué no
comunica directamente lo que le viene a la mente?”. Y su respuesta fue su propia
condena: “Si transmito directamente esos mensajes, ¿cómo iban a creerme los
demás?” 28.
NO HAY REENCARNACIÓN
28
Ferro Veiga José Manuel, Criminalidad esotérica, pp. 67-70.
29
Eben Alexander, La Prueba del cielo, Ed. Planeta, Barcelona, 2019, pp. 185- 186.
34
Otro caso que cuenta el mismo doctor Eben Alexander en su libro: Un
médico me contó que su padre hacía un año que se encontraba en la última fase
de una enfermedad terminal, que lo aquejaba desde hacía cinco años. Estaba
incapacitado y senil y pedía a su hijo médico que le diera unas pastillas o algo
para terminar de un vez. De repente, su padre se tornó más lúcido de lo normal.
Su mirada se desplazó hacia el pie de su cama y comenzó a hablar al aire. Al
escucharlo, su hijo se dio cuenta de que su padre estaba hablando con su madre,
que había fallecido cincuenta años antes, a los 65 de su edad, cuando el médico
era un adolescente. En su vida apenas la habían mencionado, pero en aquel
momento parecía estar su padre en animada conversación con ella. El médico no
podía ver a su abuela, pero estaba absolutamente seguro de que su espíritu
estaba allí para dar la bienvenida a su padre. Al cabo de unos minutos, su padre
se volvió de nuevo hacia él con una expresión totalmente distinta en la cara.
Estaba sonriendo y parecía estar en paz como nunca antes. Su padre se durmió
en paz y poco después fallecía. El médico tenía la sensación de que el encuentro
entre su padre y su abuela fallecida había sido real .30
30
Ib. pp. 195-196.
35
gracias he recibido de las benditas almas! ¡Cuánto se las olvida, mientras que
ellas suspiran ardientemente por ayuda!
Todo lo que hacemos por ellas les causa una inmensa alegría... Allí en el
purgatorio he visto a protestantes que han vivido piadosamente en su
ignorancia. Están abandonados, porque carecen de oraciones... También me he
dado cuenta de que el poder aparecerse para pedir auxilio y sufragios es una
gracia señalada que Dios da a algunas almas... Triste cosa es que las almas
benditas sean ahora tan pocas veces socorridas. Es tan grande su desdicha que
no pueden hacer nada por sí mismas. Pero, cuando uno ruega por ellas o sufre
por ellas o da una limosna por ellas, en ese mismo momento se ponen tan
contentas como aquel a quien dan de beber agua fresca, cuando está a punto de
desfallecer de sed... Los santos del cielo no pueden hacer nada por ellas. Todo lo
tienen que esperar de nosotros... El sacerdote que rece devotamente las horas,
con intención de satisfacer por las negligencias de estas almas, puede
procurarles un indecible consuelo. Además, la bendición sacerdotal penetra
hasta el purgatorio y consuela como rocío del cielo a las almas a quienes con fe
firme bendice el sacerdote 31.
31
Positio super virtutibus del Proceso de canonización en 3 tomos.
36
difuntos, sin recurrir a prácticas espiritistas, pedimos a Dios por ellos. Estas
invocaciones, no son evocaciones que sería lo que hacen en el espiritismo. Los
difuntos solo se nos pueden manifestar por iniciativa libre de Dios, directamente
y nunca mediante técnicas o medios como sesiones espiritistas. Con fines serios,
Dios puede permitir a una persona difunta que se nos presente, por ejemplo para
darnos un consejo, llamarnos la atención, darnos un mensaje sobre algo de la
familia o pedir sufragios o para agradecer los sufragios recibidos.
A los que hacen espiritismo quisiera decirles que lean la Biblia y vean que
Dios prohíbe severamente el espiritismo, que es un camino falso y engañoso al
sumergirnos en la oscuridad del maligno y desviarnos de la verdad y de la fe
auténtica, abriendo la puerta al diablo.
Quien quiera sentirse cerca de sus seres queridos del más allá, que se
confiese con frecuencia, vaya a misa, rece por ellos y esté totalmente disponible
para lo que Dios disponga. Dios le dará con certeza la posibilidad de
experimentar el gozo de sentirse en comunión con los familiares difuntos.
Por otra parte, no olvidemos que son muchos los daños que produce el
espiritismo: Vómitos, ataques epilépticos, hormigueo en las piernas, ataques
repentinos de calor y frío, sensación de angustia creciente, depresiones, continuos
tics nerviosos, no poder dormir ni de día ni de noche, no poder estudiar ni
trabajar a gusto. Estar agitado, tener pesadillas, miedo a los lugares oscuros,
sensación de ser agarrados por los brazos o como si alguien se nos sentara en las
rodillas. También se experimentan bofetadas invisibles, o mordeduras que no se
ven, así como golpes en el cuerpo.
37
de pasos, visiones de sombras o presencias monstruosas, con lo que aparece clara
la presencia del demonio.
Por otro lado, pensemos en las supersticiones que van contra el primer
mandamiento. Fe cristiana y superstición son contradictorias y, sin embargo, no
pocos cristianos tienen miedo del gato negro que cruza la calle, del aceite que se
derrama, del número 13 ó 17, del domingo siete. Llevan encima amuletos o
talismanes para asegurarse buena suerte o alejar la mala suerte. Y no es raro ver
católicos haciendo gestos como los cuernos con la mano o que cruzan los dedos
en momentos particulares o tocan madera. Es también grave sobre todo en un
cristiano creer en horóscopos, consultar magos y adivinos, dejarse leer la mano o
practicar el espiritismo como hemos dicho. La superstición ofende a Dios, porque
revela una falta de confianza en él y poca fe del interesado que confía más en lo
que dicen los médiums o los difuntos por medio de la ouija, o los extraterrestres,
tal como aseguran algunas sectas de ufólogos.
ESPIRITISMO Y EXTRATERRESTRES
38
capaz de ver los fraudes, pero también me he quedado perplejo ante algunas de
las manifestaciones que he presenciado.
En muchos casos, el médium comienza a hablar con una voz que suena
exactamente igual que la del difunto, usa sus expresiones favoritas, y dice cosas
que sólo sus familiares podrían conocer. De vez en cuando, también se aparece
alguna celebridad difunta. Recientemente, ha circulado una grabación entre los
grupos ocultistas ingleses en la que se escucha al difunto George Bernard Shaw.
Los que le conocían afirmaron que sonaba exactamente como él, usaba su
fraseología y manierismos vocales, y se podía apreciar su brillante y peculiar
ingenio.
Los propios médiums siempre han sido conscientes del malévolo sentido
del humor de las fuerzas que los controlan. Hablan de ellos como sombras falsas
y espíritus malvados que llevan a cabo bromas de mal gusto. Por lo que los
médiums y los investigadores profesionales siempre son cautelosos. El hecho de
que puedan imitar a George Bernard Shaw no significa, necesariamente, que el
famoso autor esté hablando desde el mundo de los espíritus; al igual que el que
39
sepan dónde escondió su reloj de oro el señor Blank tampoco quiere decir que
estén junto a él “en el más allá”.
32
Keel John, Operación caballo de Troya, Madrid, 2017, pp. 272-274.
40
CONCLUSIÓN
Que seas santo, es mi mejor deseo para ti. Saludos de parte de mi ángel.
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Pueden leer todos los libros del autor en
www.libroscatolicos.org
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BIBLIOGRAFÍA
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Bamonte Francesco, I danni dello spiritismo, Ed. Ancona, Milán, 2003.
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2003.
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