Las Autointerrupciones Del Contacto
Las Autointerrupciones Del Contacto
Las Autointerrupciones Del Contacto
AUTOINTERRUPCIONES DE LA EXPERIENCIA
Al igual que en el caso de los sueños, frente a los llamados "mecanismos de defensa" el
enfoque Gestáltico asume una postura muy peculiar y creativa.
Por tal motivo, es explicable su interés por este tema y por el anterior (los sueños), aunque
no se debe asumir erróneamente que no es más que una simple copia o plagio del
psicoanálisis.
En Gestalt, los bloqueos antes que proteger al Yo de las pulsiones internas amenazantes o de
las amenazas externas, son concebidos como formas de evitar el contacto, tanto interno como
externo; como auto-interrupciones del ciclo de experiencia. En los diversos espacios que
median entre las fases del ciclo se pueden producir las auto-interrupciones, con la finalidad
de evitar el dolor, el sufrimiento, no sentir, no vivir, separarse de lo amenazante en uno
mismo.
Autointerrupciones:
La introyección (F. Perls): Aquí el sujeto se "traga" todo lo que le dan sin masticarlo
lo suficiente; las influencias externas son engullidas sin hacer la necesaria crítica y
selección, de acuerdo a sus necesidades personales. El sujeto sufre un verdadero
empacho de mandatos, órdenes, influencias, incuestionables, que cumplen en sí una
función parasitaria pero que el sujeto asume erróneamente como propios, como
normas y valores morales. Los introyectos impiden el libre flujo de los impulsos y la
satisfacción de las necesidades, detrás de todo introyecto hay figuras importantes para
nosotros y Gestalten inconclusas en relación a ellas. Tomar e identificarse con
influencias externas y hacerlas propias del Yo, perdiendo determinación y decisión.
Se gobierna por los “debería” del ambiente (reglas, costumbres, principios, estilos de
vida) y no hay congruencia con lo que la persona siente que son sus necesidades
Ejemplo: “No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”
Aspecto sano: Todo proceso de educación y aprendizaje es un proceso introyectivo, sin él no
existiría la cultura. Ayuda a conocer los propios límites.
La proyección (F. Perls): Consiste en transferir lo que uno siente o piensa, pero que
por diversos motivos (sobre todo por acción de los introyectos "no debes") no puede
aceptar en sí mismo. Se responsabiliza al entorno de lo que es propio, se niega o
rechaza lo que es de uno y se pone al exterior, se dirige la energía hacia afuera, se
pierde contacto con uno mismo y solo ve al otro. Ejemplos: El hombre frío y retraído
que se queja de que los demás son poco amistosos con él.
"Odiar es malo", dice la madre; el niño odia a su padre, pero como "no se debe odiar" se
enajena de ese sentimiento y le echa la pelota al padre temido y amenazante: "Tú me odias,
tú eres el malo". Su frase característica es "Por tú culpa".
La retroflexión (F. Perls): El sujeto no se atreve a actuar sus deseos o impulsos por
la acción nuevamente de los introyectos, así que se los dirige a sí mismo por ser esto
menos peligroso, desarrolla trastornos psicosomáticos, se desvaloriza, se juzga
severamente, se agrede. Su frase es "Me odio para no odiarte”. Dirigir los impulsos
no aceptados u hostiles hacia el propio Yo, en lugar de hacia el exterior. De esta
manera el deseo de agredir a quien le amenaza se transforma en autoagresión, el deseo
de controlar el ambiente se convierte en autocontrol, el deseo de criticar al otro se
convierte en autocrítica. Hacerse a sí mismo lo que quisiera hacerle a otros. En su
intento por inhibir impulsos negados, no se transforma sino se desvía su dirección, en
lugar de dirigirse hacia el ambiente se vuelve contra la propia persona. Ejemplo:
“Antes me muero que volver a dirigirle la palabra”.
Aspecto sano: Toda disciplina supone un esfuerzo, un trabajo que van en contra de al menos,
de algunas tendencias personales, es decir, frenar algunos impulsos a favor del orden.
La confluencia (F. Perls): El sujeto para ser aceptado o no entrar en discusión con
figuras importantes simplemente se mimetiza a ellas; debilita los límites de su Yo
para fusionarse al otro. Se adoptan así, sin crítica ni cuestionamientos, decisiones,
ideas, estilos de viva ajenos. Se adopta una postura cómoda donde se abdica de la
propia responsabilidad, de la capacidad de tomar decisiones, para siempre "estar de
acuerdo". Su frase es "Acéptame, no discuto". Fusionarse con situaciones, objetos o
personas, debilitando al Yo en autonomía, identidad y responsabilidad. Para ser
aceptado o no entrar en discusión con figuras importantes simplemente se mimetiza
con ellas. Se adopta una postura, donde se cede la propia responsabilidad y la
capacidad de tomar decisiones para siempre “estar de acuerdo”. Ejemplo: “Sin ti nada
tiene sentido”.
Aspecto sano: Facilita la experiencia de la entrega, del abandono, de la fusión amorosa, de la
contemplación de la belleza.