Regimen Internacional de La Insolvencia Transfronteriza
Regimen Internacional de La Insolvencia Transfronteriza
Regimen Internacional de La Insolvencia Transfronteriza
(Primera Parte)
I.- Introducción II.- La Quiebra Internacional y la Quiebra Regional: Consideraciones Generales.
Unidad y Pluralidad de Concursos – III.- Relación Jerárquica entre el Tratado y la Ley
I. INTRODUCCIÓN:
1
Profesora Adjunta Regular de Derecho Internacional Privado de la Facultad de Derecho – U.B.A.,
Profesora de Postgrado de Actualización en Negocios Internacionales y Derecho Comercial
Contemporáneo; Coordinadora Académica del Instituto de D.I.Pr. del Colegio de Abogados de San
Isidro.
1
reservan el término concurso –sin más- para hacer referencia a un solo tipo o proceso de
falencia como lo es el concurso preventivo.
La quiebra es el proceso liquidatorio de los bienes del deudor insolvente que no
puede hacer frente a la totalidad de los compromisos asumidos para el normal desarrollo
de su actividad comercial o empresarial. Es frente a la certeza del carácter irremediable
de dicha situación que corresponde reunir el patrimonio del deudor en un solo proceso, a
fin de, una vez producido la totalidad de su activo (bienes y créditos) hacer frente,
satisfacer en alguna medida a sus deudores.
A su turno el concurso (preventivo) es un procedimiento por el cual que se intenta
evitar la caída en quiebra del deudor. Nótese que se utilizó la expresión “caída en quiebra”
en lugar de la habitual “declaración en quiebra”, y dicha elección no fue casual, sino todo
lo contrario. Ello así por cuanto considero que la declaración de quiebra del deudor se
impone cuando la quiebra ya se ha producido en los hechos, es decir, cuando ya el
estado de insolvencia del deudor es de tal gravedad que es imposible su recuperación.
La declaración judicial de quiebra es entonces, el reconocimiento de la situación
fáctica de la quiebra. Cuando la gravedad de la actividad deficitaria del deudor hace
imposible su recuperación económica y financiera, ingresar en un procedimiento
preventivo (de la declaración de quiebra) es condenar a todos los participantes (deudor y
acreedores) a una lenta agonía.
Por lo tanto el concurso preventivo -como así otros medios de recuperación
económica- deben reservarse para aquellas situaciones de insolvencia o crisis
transitorias, en las cuales otorgada las “quitas y esperas”, el deudor ha recibido el oxígeno
necesario para salir a flote y retomar el normal y buen rumbo de sus negocios.
En el presente trabajo utilizaremos convencionalmente el término de “empresas en
dificultades económicas” cuando las respuestas o soluciones jurídicas a estas situaciones
no sean de índole concursal y reservaremos el término “crisis de la empresa” para
referirnos a aquellas situaciones que conducen a los procedimientos concursales.
Consideraciones Generales
Como ya hemos anticipado, cada vez con más frecuencia la actividad económica,
empresarial, (o sus efectos) trasciende el ámbito nacional.
2
Cuando la actividad económica desborda las fronteras de un Estado dando lugar al
anudamiento de una corriente incesante de negocios internacionales, puede resultar en
su desarrollo -como ocurre en la mayoría de los casos-, una gestión exitosa; más en otras
ocasiones puede desencadenar fracasos, y concluir en estado de insolvencia y quiebra
internacional.
Hoy más que nunca los hombres de negocios proyectan su actividad superando
las fronteras estaduales mediante el anudamiento de relaciones jurídicas y comerciales,
estableciendo sucursales, agencias, filiales u otro tipo de representación fuera del país de
su constitución, o celebrando contratos de colaboración empresaria, entre distintas
modalidades que le permiten ampliar mercados y lograr su expansión económica.
Todo ello, posibilita, estimula y favorece la radicación de bienes, la constitución de
créditos, en un escenario internacional, conformándose así lo que la doctrina ha dado en
llamar “un patrimonio internacionalmente disperso”, y cuya existencia es lo que permite
hablar de insolvencia o quiebra internacional, frente a una situación de crisis profunda de
la empresa, que le imposibilita hacer frente a sus deudas de una manera permanente.
Es así como frente a esta situación de crisis los derechos nacionales pueden
estructurar procedimientos judiciales especiales, encaminados a la satisfacción de las
deudas impagas por el deudor insolvente, en los que el conjunto de los acreedores,
representados por un síndico, ejecuta los bienes del deudor, liquida el patrimonio y
distribuye los dividendos de manera proporcional, respetando la igualdad en los créditos
del mismo rango.
Los Estados, regulan en su legislación interna, (conforme las necesidades,
conveniencia e idiosincrasia de su sociedad) los distintos aspectos de las quiebras de
aquellas personas que ejercen su actividad dentro de sus fronteras.
No obstante ello, a pesar de la trascendencia de la cuestión, y siguiendo las
palabras del Dr.Walter J. E.Würst2 la mayoría de los Estados no regulan en sus
legislaciones nacionales el fenómeno de la quiebra internacional o extranacional, que la
doctrina ha caracterizado como aquella que afecta a un comerciante o una sociedad
comercial que posee un patrimonio internacionalmente disperso.3 Como vimos el
achicamiento de los espacios, el acercamiento de las fronteras (producto del avance
tecnológico y de medios de comunicación), ha producido que cada vez, con mayor
habitualidad se den situaciones de actividad extranacional, internacional o regional,
2
W URST, Walter J. E. “ La Quiebra Extranacional”. Revista de Derecho Comercial y Obligaciones.
1.996. Pag. 443-466.
3
resultando entonces imprescindible que, tanto el abogado asesor, como el litigante,
conozcan esta problemática y su regulación para dar una respuesta eficaz ante un caso
concreto.
Debemos tener presente que el régimen de la quiebra internacional puede estar
regido por normas de derecho internacional privado interno (normas indirectas o reglas de
conflicto) o contenido en tratados internacionales y regionales (que a su vez, pueden
regular la cuestión a través de normas directas o indirectas).
En el ámbito regional, sabido es que en el Mercosur se requiere, en forma
imperiosa, emprender las tareas de armonización legislativa de todas aquellas cuestiones
que faciliten la integración y contribuyan a la consecución de sus objetivos ya que es el
propio Tratado de Asunción quien impone la obligación de armonizar la legislación en las
áreas pertinentes.
El presente trabajo abordará en sucesivas entregas, el análisis del conjunto de
disposiciones relativas al tema, se encuentran vigentes en la República Argentina, sean
ellas de derecho interno, internacional o regional.
3
Kaller de Orchansky, Berta: “Manual de derecho internacional privado” Plus Ultra. Bs. As. 1.991
4
Parte de la doctrina sostiene que la pluralidad de la quiebra es una consecuencia
del principio de territorialidad, y que la extraterritorialidad implica juicio único o unidad de
proceso y ley aplicable. Se sostiene que, constituyendo la quiebra la ejecución colectiva
de un patrimonio en condiciones de igualdad para los acreedores, únicamente se concibe
la unidad. La declaración de quiebra tiene efecto extraterritorial no sólo en cuanto al
reconocimiento del estado de cesación de pagos que genera la apertura de concursos en
el extranjero pues también la declaración de la quiebra es universal. El fundamento se
asienta en las necesidades del comercio internacional. 4. Dicha relación no es tan exacta.
Si bien la adopción del principio territorialista, lleva a la apertura de juicios plurales
sólo se abrirán en aquellos estados en donde el deudor esté en estado de cesación de
pagos, en virtud a que la declaración de insolvencia de un Estado, carece de efectos fuera
de su territorio.
El principio territorialista es defendido por quienes sostienen que:
- Favorece el comercio internacional al posibilitar la continuidad de la actividad del
deudor en aquellos Estados en donde no se encuentra en cesación de pagos.
- La conveniencia de la inmutabilidad del régimen legal de bienes.
- La defensa de la soberanía nacional.
La extraterritorialidad implica el reconocimiento “fuera de las fronteras del Estado”
de la declaración de insolvencia. Es decir que probada la cesación de pagos en un
Estado, y declarada la quiebra, ella será reconocida y surtirá efectos en todos los Estados
en donde el fallido posea bienes o créditos. Consecuencia de ello es la posible apertura
de “quiebras solventes” por la existencia de mayor activo que deudas. Sin embargo, la
extraterritorialidad puede regularse a través de un juicio único o de procesos plurales que
sean consecuencia del reconocimiento “extraterritorial” del estado de cesación de pagos
Quienes aceptan este sistema lo fundamentan en distintos argumentos como ser:
- La preeminencia de la persona del fallido sobre el lugar de situación de sus bienes. No
quiebra el patrimonio, quiebra el deudor.
- Que quien es fallido en un Estado debe serlo en los demás.
- Que el patrimonio (como atributo de la persona) es único y como tal, constituye la
prenda común de los acreedores, etc.
- Y en la extraterritorialidad de la sentencia de quiebra. La sentencia de quiebra (como
toda sentencia) debe ser reconocida y ejecutada en otro Estado.
4
Weinberg de Roca, Inés: “ Concursos Internacionales en la ley 24.522”, con cita de Sosa,
Gualterio Lucas: “ El concurso extranjero y el pago con subrogación” Revista del Colegio de
5
Ante estas alternativas, cabría preguntarse, no sólo en el ámbito académico cual de
ellas es más conveniente adoptar, sino también analizar desde el punto de vista práctico
cual es el sistema imperante en la República Argentina ¿es tan fácil determinar qué
sistema adoptó la LCQ? ¿Cuál es el sistema reconocido y regulado en los tratados
internacionales? y a falta de tratado que nos vincule con el Estado en donde el deudor
fallido tiene su sede principal, ¿se aplica el derecho interno, o corresponde la aplicación
analógica de los tratados internacionales?
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Ciudad Argentina.
- DUNCKE BIGGS, Federico: " Derecho Internacional Privado" Chile 1967, Buenos
24.522". Co-edición Ediciones Nueva Técnica s.r.l. – Errepar s.a. – Buenos Aires –
Argentina. 1.996
de San Isidro
1.931
- VÍTOLO, Daniel Roque: " Iniciación en el Estudio del Nuevo Régimen Legal de
Edición. 1995.
de mayo de 1994
Jurisprudencia
"Cardigni Cía. Soc. en Com. por Acciones s/ Quiebra" C.Apel. C.C Junín - agosto
15-984. La Ley 1986-B 607 (37,183-S).
1992-C 543
" Fibraca Constructora S.C.A. c/ Comisión Técnica de Salto Grande" ED, 154-161
(Segunda Parte)2
I.- El régimen de la quiebra internacional en el derecho de fuente interna – II.- El régimen de la
quiebra internacional en el derecho de fuente convencional
1
Profesora Adjunta Regular de Derecho Internacional Privado de la Facultad de Derecho – U.B.A.,
Profesora de Postgrado de Actualización en Negocios Internacionales y Derecho Comercial
Contemporáneo; Coordinadora Académica del Instituto de D.I.Pr. del Colegio de Abogados de San
Isidro.
2
La primera parte de este artículo fue publicada por este suplemento el 25 de junio de 2004.
pagados en la República Argentina, para disputarles derechos que éstos pretenden sobre
los bienes existentes en el territorio ni para anular los actos que hayan celebrado con el
concursado.
Pluralidad de Concursos: Declarada también la quiebra en el país, los
acreedores pertenecientes al concurso formado en el extranjero actuarán sobre el saldo,
una vez satisfechos los demás créditos verificados en aquélla.
Reciprocidad: La verificación del acreedor cuyo crédito es pagadero en el
extranjero, y que no pertenezca a un concurso abierto en el exterior, está condicionada a
que se demuestre que, recíprocamente, un acreedor cuyo crédito es pagadero en la
República Argentina puede verificarse y cobrar –en iguales condiciones- en un concurso
abierto en el país en el cual aquel crédito es pagadero.
Paridad de Dividendos: Los cobros de créditos quirografarios con posterioridad
a la apertura del concurso nacional, efectuados en el extranjero, serán imputados al
dividendo correspondiente a sus beneficiarios por causa de créditos comunes. Quedan
exceptuados de acreditar la reciprocidad los titulares del crédito con garantía real.”
La regulación de la quiebra internacional se encuentra encarada desde un
aspecto que la doctrina no duda en calificar como territorialista, no obstante reconocer el
efecto extraterritorial de la declaración de quiebra en el extranjero como presupuesto que
habilita la apertura del procedimiento falencial en el país.
Ello así por cuanto reconoce el imperio de la sentencia extranjera con efectos muy
precisos, limitando los demás posibles efectos extraterritoriales de la falencia.
Un ejemplo de esta limitación es la exigencia del requisito de reciprocidad de
tratamiento por el derecho extranjero del acreedor local, para la aceptación de un
acreedor extranjero en el proceso abierto en el país.
La determinación de la preferencia de cobro de los créditos locales sobre los
bienes existentes en el país, tiene como fundamento que al momento de contratar los
acreedores timan en consideración particular y especial el patrimonio local y a su tiempo
conocido del deudor, y que rara vez han previsto como garantía del crédito los bienes
situados en el extranjero que, probablemente ni siquiera conocen.
La preferencia de los acreedores locales sobre los bienes situados en el territorio,
se encuentra también regulada aún en el caso de juicio único con pluralidad de masas
concursales en los Tratados de Montevideo, lo que llevaría a reforzar este criterio.
Todas estas cuestiones, objetadas por nuestra parte antes de ahora3, en cuanto a
la quiebra internacional se refiere si ella se produjo en un espacio integrado, como así
también, ante la existencia de un acuerdo internacional; se encuentran justificadas cuando
están dirigidas a prever o regular situaciones dentro del amplio ámbito internacional con
una multiplicidad de soluciones imprevistas frente a la aplicación a ciegas del derecho
extranjero.
En su caso la aplicación de la norma indirecta implicaría –como se sostuvo- “dar
un salto al vacío”, frente al desconocimiento del régimen a aplicar por imperio de la norma
de conflicto, por cuanto es conveniente dotar a las empresas y acreedores locales (a
través del ordenamiento jurídico nacional) de la protección suficiente que garantice su
igualdad de trato –no sólo en la letra de la ley – sino en los hechos.
No obstante lo expuesto, somos consientes de lo delicado del tema y la solución
propuesta, ya que su consideración involucra no sólo el aspecto jurídico, sino también
razones políticas y económicas, por cuanto se torna necesario un debate profundo sobre
estas cuestiones.
3
Ver “Armonización legislativa en materia de Insolvencia Internacional. La quiebra en los Tratados
de Montevideo de 1940” Revista Síntesis Forense Nº 90 – Colegio de Abogados de San Isidro.
4
En dicha oportunidad se pronunciaron a favor de la teoría de la universalidad de la quiebra.
La cuestión también fue debatida en las Conferencias de La Haya de 1894 y 1904,
elaborándose en la última referida, un proyecto de resolución que sirviera de tratado
modelo de las convenciones Inter.-estaduales a fin de allanar las dificultades.-
En el ámbito americano no han perdido importancia las realizaciones de los
Congresos Sudamericanos desarrollados en Montevideo en 1888/1889 y 1939/1940. Obra
de dichos Congresos son los aún vigentes Tratado de Derecho Comercial Internacional de
18895, que vinculan a la Argentina con Bolivia, Perú y Colombia; y el Tratado de Derecho
Comercial Terrestre Internacional de 1940, que nos vincula con Uruguay y Paraguay.6
Es importante destacar el valor de éste último instrumento en el ámbito regional
del MERCOSUR ya que vincula a tres de los países miembros del espacio integrado,
hasta tanto sea elaborada una norma específica de vigencia en el área. Pero una
cuestión de tanta trascendencia, no puede ser agotarse en una referencia tan general, por
el contrario, será objeto de estudio profundo en entregas sucesivas.
Asimismo cabe mencionar el Código de Derecho Internacional Privado de Sánchez
de Bustamante y Sirvén, producto de la Sexta Conferencia Panamericana, desarrollada
en La Habana – Cuba - en 1928, ratificado entre otros países por, Brasil, Chile y Bolivia.
Conviene tener presente las dificultades que se producen en la práctica, debido a
la existencia de diversos instrumentos convencionales en vigencia en una misma área
integrada. Piénsese simplemente en la quiebra de una empresa regional con sede
comercial en un estado parte, y con sucursales, y/o casas comerciales independientes,
créditos y deudas en otros estados parte o estados asociados, donde rigen distintos
instrumentos internacionales, por no encontrarse armonizado el sistema normativo en
esta materia.
Resulta importante resaltar la obra desarrollada por la UNCITRAL, dando origen a
la Ley Modelo sobre Insolvencia Transfronteriza de 19977 y el Reglamento Nº 1346/00 del
Consejo de Europa sobre Procedimiento de Insolvencia Internacional vigente desde mayo
de 2002 en la Unión Europea, los cuales sin duda alguna, significan un valioso aporte
para una futura regulación en el área integrada del MERCOSUR.
5
Ratificado por la República Argentina por Ley 3192, el 11 de diciembre de 1894.
6
Ratificado por la República Argentina por Ley 7771, del 27 de abril de 1956.-
7
Conviene recordar que una ley modelo no es una ley propiamente dicha, por cuanto no puede ser
aplicable a ningún caso concreto. Ella sólo constituye un modelo de ley que puede ser tenido en
cuenta por el legislador nacional al momento de intentar una regulación armonizadora. No obstante
ello constituye una herramienta importante para el profesional que puede utilizarla como novedosa
doctrina imperante en el ámbito internacional.
A simple título de orientación inicial, como ya manifestara el profesional actuante,
deberá tener siempre presente que en cada caso concreto, corresponde acudir
inicialmente a no normado por un Tratado internacional, Acuerdo bilateral o multilateral,
que vincule a los Estados partes involucrados, interesados, en el proceso falencial. Solo a
falta de acuerdo específico podrá acudir a lo dispuesto a las normas de derecho interno
que regulen la materia.
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Ciudad Argentina.
- DUNCKE BIGGS, Federico: " Derecho Internacional Privado" Chile 1967, Buenos
24.522". Co-edición Ediciones Nueva Técnica s.r.l. – Errepar s.a. – Buenos Aires –
Argentina. 1.996
de San Isidro
1.931
- VÍTOLO, Daniel Roque: " Iniciación en el Estudio del Nuevo Régimen Legal de
Edición. 1995.
de mayo de 1994
"Cardigni Cía. Soc. en Com. por Acciones s/ Quiebra" C.Apel. C.C Junín - agosto
15-984. La Ley 1986-B 607 (37,183-S).
1992-C 543
" Fibraca Constructora S.C.A. c/ Comisión Técnica de Salto Grande" ED, 154-161 "
La Virginia S.A. s/ apelación por denegación de repetición" ED. 1/12/94
El régimen argentino de concursos y quiebras internacionales
Por Mónica Sofía Rodríguez* 1
(Tercera Parte)
I.- La Quiebra en el MERCOSUR – II.- Soluciones de la realización codificadora entre Argentina,
Paraguay y Uruguay: a)Tratado de Derecho Comercial Terrestre de Montevideo de 1940, b) Juez
Competente, c) Jurisprudencia d) Ley aplicable, e) Acreedores locales y extranjeros, f) Publicidad,
g) Disponibilidad de los remanentes h) Bienes situados en territorio donde no se promueve juicio
de quiebra, i) Juicio único y pluralidad de masas, j) Exclusión de bienes, k) Preferencias
Nacionales, l) Facultades del Síndico, m) Rehabilitación del Fallido, n) Responsabilidad civil del
fallido.
La quiebra en el Mercosur
Es bien sabido que los países miembros del Mercosur, como así también los
Países Asociados, han iniciado esta nueva etapa o proceso integracionista, existiendo
profundas asimetrías en la legislación interna en general, y particularmente en materia de
quiebras internacionales y estado de insolvencia y crisis empresariales, que por la
importancia que el tema reviste debe procederse a la armonización legislativa, conforme
lo ordena el propio Tratado Asunción, instrumento fundacional del Mercosur.
Como consecuencia de las mencionadas asimetrías existentes en las normas
internas de los Estados Partes del Mercosur, en cuanto al tratamiento y consideración del
tema y, frente a la falta de norma específica en el área, las cuestiones que se planteen
deberán ser resueltas por los tribunales nacionales recurriendo a las normas internas a
que los conduzca su propia regla de conflicto o norma indirecta. Es así que, en
situaciones similares podrá arribarse a conclusiones distintas, según sea de aplicación el
derecho interno o convencional de un Estado Miembro o el de otro, que puede regular la
cuestión desde el sistema extraterritorial (quiebra única o plurales) o el sistema
territorialista y considerar o no, distintos mecanismos para posibilitar el salvaje de la
empresa en crisis.
Esta situación genera serios inconvenientes como la inseguridad y desigualdad en
la que se encontrarán los empresarios e inversionistas que intenten operar en el área,
situación que no sólo puede llevar a frenar las operaciones e inversiones en la región,
sino que además, resultan incompatibles con los objetivos propuestos y el grado de
integración a la que pretende llegarse; a pesar de la celebración de convenios para la
protección recíproca y la promoción de inversiones en el área. 2
Todo lo anteriormente expuesto nos ha llevado a efectuar las siguientes
apreciaciones:
1) Todo proceso de integración necesita o requiere gozar de seguridad jurídica, lo
que le permitirá el logro de sus objetivos primordiales.
2) La armonización legislativa nos permite o tiende a disminuir el grado de
inseguridad jurídica en toda área integrada.
3) Las profundas asimetrías existentes en el Mercosur en materia de empresas
en crisis, concursos y quiebras, y el salvataje de empresas, no contribuye a
dar la confianza requerida por los operadores locales, internacionales y
regionales; asimetrías que atentan contra la seguridad jurídica referida.
4) Resulta conveniente la adopción en el área de un marco normativo o
regulatorio apropiado, con vigencia común en los cuatro países, que contemple
las posibles soluciones al problema de la empresa en crisis.
5) Dicho marco normativo, si bien puede considerar algunos lineamientos de las
normas internas de los estados; debe estar especialmente diseñado, elaborado
para el área integrada, en consideración a sus particularidades propias y
objetivos trazados en común, por cuanto será más apropiado la utilización del
método de campo.
Pero mientras tan anhelada armonización se produce, los hombres del derecho
debemos brindar respuestas y soluciones a nuestros clientes frente a situaciones
concretas que se suscitan en la práctica y para ello, es menester conocer cual es la
normativa convencional aún vigente en el área.
Nos abocamos entonces seguidamente a dicha tarea.
1
Profesora Adjunta Regular de Derecho Internacional Privado de la Facultad de Derecho – U.B.A., Profesora
de Postgrado de Actualización en Negocios Internacionales y Derecho Comercial Contemporáneo;
Coordinadora Académica del Instituto de D.I.Pr. del Colegio de Abogados de San Isidro.
2
Ver “Protocolo de Colonia para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones en el Mercosur”, del
17 de enero de 1994 y el “Protocolo sobre la Promoción y Protección de Inversiones Provenientes de Estados
no Partes en el Mercosur”, del 5 de agosto de 1994.
a)Tratado de Derecho Comercial Terrestre de Montevideo de 1.940:
3
Rouillon, Adolfo A. N.: “ Cuestiones de Derecho Internacional Privado en la Ley Concursal Argentina
24.522”.
Cabe aclarar asimismo, que conforme lo dispone el art. 53 del Tratado de Derecho
Comercial Terrestre de Montevideo de 1940, las reglas referentes a las quiebras se
aplican a las liquidaciones judiciales, concordatos preventivos, suspensión de pagos e
instituciones análogas contenidas en las leyes de los Estados contratantes.
b) Juez competente:
La primera cuestión que debemos abordar es el conocimiento de ante que juez o
tribunal corresponde el planteo del pedido de quiebra.
A igual que en su antecedente legislativo, el Tratado de Montevideo de 18894, el
sistema adoptado por el este Tratado para la tramitación de procesos falenciales es el de
la universalidad o extraterritorialidad y ambas modalidades de este sistema aparecen
reconocidas y reglamentadas. Así encontramos el juicio de quiebra único ( art. 40º ) y
juicios de quiebras plurales y simultáneas ( art. 41º )
- El juicio único tramitará ante el juez del domicilio del comerciante o de la
sociedad mercantil, aunque practiquen actos aislados en otros países o tengan agencia o
representación por cuenta del establecimiento principal.
Queda en evidencia que importa aquí la existencia de una dependencia a nivel
direccional y económico con un centro decisorio del cual emanan las órdenes y la
planificación del comportamiento de la empresa, sociedad o grupo empresarial; sin
importar la realización de actos aislados o la existencia de sucursales o agencias en otros
países, siempre que actúen por cuenta y representación del establecimiento principal. La
doctrina señala que esa dependencia económica de la agencia o sucursal respecto de la
casa principal, ha creado en los acreedores una expectativa internacional, una previsión
universal que abarcó la totalidad del patrimonio del deudor, cuyo asiento jurídico se
encuentra en el domicilio de su titular. Es decir que cuando los acreedores han otorgado
sus créditos sobre la base de una previsión internacional, corresponde en caso de
quiebra, la realización de un proceso único y universal.
Así se establece en el art. 40: “ Son jueces competentes para declarar la quiebra,
los del domicilio del comerciante o de la sociedad mercantil, aún cuando practiquen
accidentalmente actos de comercio en otro u otros Estados, o tengan en alguno o algunos
de ellos, agencias o sucursal que obren por cuenta o responsabilidad del establecimiento
principal”.
4
El Tratado de Montevideo de 1889 se encuentra vigente entre nuestro país ratificado por Ley 3.192 del 11 de
diciembre de 1894, y nos vincula con Perú, Colombia y Bolivia
En el mismo sentido el Convenio dispone respecto a las medidas cautelares
ordenadas por el juez de la quiebra que las mismas deberán hacerse efectivas en las
otras jurisdicciones donde existan bienes del fallido.
Art. 43: “ Declarada la quiebra en un Estado, las medidas preventivas de seguridad
y conservación dictadas en el respectivo juicio, se harán también efectivas sobre los bienes
que el fallido tenga en los otros Estados, con arreglo a las leyes locales”.
- En el caso de juicios plurales y simultáneos también se reconoce la
extraterritorialidad del hecho generador de la quiebra y en consecuencia, se consagra la
disponibilidad de los remanentes.
El art. 41 establece que: “Si el fallido tiene dos o más casas comerciales
independientes en distintos territorios, serán competentes para conocer del juicio de
quiebra de cada una de ellas, los jueces o tribunales de sus respectivos domicilios”.
Este es el caso en que los acreedores locales han otorgado sus créditos sobre la
base de una previsión nacional, correspondiendo entonces, la pluralidad de juicios.
Pero el alcance de la previsión no depende del conocimiento particular de cada
acreedor en el momento de contratar, sino del conocimiento general, de circunstancias
exteriores, signos objetivos y ostensibles, tales como: la publicidad de la dependencia o
independencia económica de las sucursales respecto de la casa central; el nombre
comercial, las manifestaciones realizadas por el comerciante; la publicidad; la autonomía
manifestada del capital; etc.
En este caso se deberá proceder conforme lo establece el art. 45: “Los acreedores
locales podrán, dentro del término de sesenta días, contados a partir de la última
publicación a que se refiere el artículo anterior, promover en el respectivo Estado nuevo
juicio de quiebra contra el fallido o concursado civilmente si no procediese la declaración
de quiebra. En tal caso, los diversos juicios de quiebra se seguirán con entera
separación y serán aplicadas, respectivamente, en cada uno de ellos, las leyes del Estado
en donde el procedimiento se radica. Asimismo se aplicarán las leyes correspondientes a
cada juicio distinto y separado para todo lo concerniente a la celebración de concordatos
preventivos u otras institucionales análogas. Todo ello sin perjuicio del cumplimiento de
las medidas a que se refiere el art. 43, de lo dispuesto en el art. 47 de este título y de las
oposiciones que puedan formular los síndicos o representantes de la masa de acreedores
de los otros juicios.”
Siendo la quiebra declarada en otro Estado signatario la que concede el derecho
a la apertura de este nuevo proceso, y en virtud de que nos encontramos – como ya
dijimos- en un sistema de universalidad o extraterritorialidad de la quiebra; bastará la
presentación de los edictos en que se haga conocer la declaración de quiebra, sin que
sean necesario otros recaudos como ser la determinación del estado de cesación de
pagos en el país.
Sin embargo, la posibilidad que concede este artículo se encuentra limitada
temporalmente ya que solo puede ejercitarse dentro de los sesenta días contados desde
la publicación de los edictos a que se refiere el art. 44. Vencido dicho plazo los
acreedores locales del fallido, para poder hacer valer sus derechos, deberán presentar
sus títulos ante el juez y de conformidad con la ley del Estado que ha declarado la
quiebra – art. 48- .
En consecuencia los acreedores locales tienen en total 90 días desde el primer
aviso para evaluar la conveniencia o no de iniciar un proceso de liquidación separada.
Cabe referir que con respecto a los términos fijados en el Tratado de Montevideo de 1889,
el plazo se ha reducido ya que el juego de los términos establecidos daba al acreedor
120 días ya que las publicaciones debían efectuarse por el término de 60 días,
reduciéndose a 30 días en el art. 44 del Tratado de Montevideo de 1940.
c) Jurisprudencia:
A continuación referiré brevemente algunos casos jurisprudenciales en los que se
discutió y resolvió la cuestión de la jurisdicción competente en el marco de dicho tratado y
que puede ser orientativa para el profesional.
Caso Nº 1.
En el pedido de quiebra de la firma “Yves Saint Laurent Parfums” 5, la Sala A de la
Cámara Nacional Comercial no hace lugar a la aplicación de los Tratados de Montevideo
de 1940 por considerar, - compartiendo los fundamentos esgrimidos por el Fiscal de
Cámara- que no se encontraban acreditados los extremos que permitirían el
encuadramiento multinacional del caso, ya que no se hallaba probado en autos la
existencia del domicilio del accionado en la República Oriental del Uruguay y sí constar la
existencia de un domicilio comercial del presunto deudor en el país.
5
CNCom., Sala A, febrero 1995 – Martínez Juan Gregorio, le pide la quiebra Ives Saint Laurent Parfums. El
Derecho T. 164 – 46.644
A contrario sensu cabe resaltar que de haberse acreditado el domicilio comercial
en el exterior estaríamos frente a una cuestión internacional y en consecuencia de
aplicación el referido Tratado.
Así lo entiende el propio Fiscal de Cámara cuando expresa: “ Señalo liminarmente
que, tratándose en la especie de un pedido de quiebra en el que el presunto deudor
sostiene tener su domicilio en Uruguay, no resultaría de aplicación en su caso, el art. 4º
de la LC, que es una norma de derecho internacional de fuente interna aplicable en
defecto de tratados o convenciones internacionales en la materia, sino el Tratado de
Derecho Comercial Terrestre Internacional de Montevideo de 1940 que, en su art. 40 y
sgtes., trata de las quiebras.
El mentado art. 40, como principio, (establece) que son jueces competentes para
declarar la quiebra, los del domicilio del comerciante o de la sociedad mercantil, aun
cuando practiquen accidentalmente actos de comercio en otro u otros Estados, o tengan
en alguno o algunos de ellos, agencias o sucursales que obren por cuenta y
responsabilidad del establecimiento principal.
Sentado el marco normativo que eventualmente correspondería, de hallarse
acreditados los extremos que autorizasen el encuadramiento multinacional del caso, no
observo que, en la especie, se hallen acreditados en debida forma tales extremos de
hecho. ...”
Caso Nº 2
Asimismo se planteó la cuestión de la competencia internacional del juez de la
quiebra para entender en las decisiones sobre ineficacia concursal de los actos
celebrados por la fallida durante el período de sospecha, resuelto en octubre de 1987 por
el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 2, en oportunidad del
incidente de medidas cautelares en la quiebra de Federal S.A. (Delbene Hnos. y Sabia
Ltda.).6
La fallida ostentaba el control de la sociedad brasileña “Gelatti do Brasil Industria y
Comercio Ltda.”, merced a la titularidad del 93% de sus cuotas sociales, produciéndose el
desprendimiento de tan valioso activo concursal a favor de una tercera persona –ajena a
la sociedad- dos meses antes de la declaración de quiebra.
6
“Federal S. A. (Delbene Hnos. y Sabia Ltda.) s/ quiebra s/ inc.de medidas cautelares” El Derecho – 41.493
- Tº 132 pag. 375.
El juez Carlos M. Rotman entiende aplicable el derecho concursal argentino por
considerar que a él remite el Tratado de Montevideo de 1940, aplicable al caso en forma
analógica ante la falta de convención expresa entre Argentina y Brasil que regulen la
materia.
Así dispuso: “ a) Señalase en este sentido, que la “habilidad” del juez de la quiebra
para entender en la recuperación del activo falimentario fluye, en principio, de lo normado
por el art. 123 de la ley concursal argentina que así lo dispone en modo expreso. Y parece
razonable propiciar la extensión de esta competencia del juez de la quiebra al ámbito
internacional, desde que no es coherente sustraer su conocimiento – aún en este ámbito-
las decisiones sobre la ineficacia concursal de actos celebrados por la propia fallida. Se
trata, en rigor, del único Tribunal que dispone de los elementos y precedentes fácticos que
autorizan tal declaración.
b) Operaría por vía analógica, a todo evento, y frente a la inexistencia de
convenciones de derecho internacional privado con la República Federativa del Brasil, el
art. 56, párr. 1º del Tratado de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1940 que
establece que las acciones personales deben entablarse ante los jueces del lugar en ( a)
cuya ley está sujeto el acto jurídico materia del juicio. Tratándose de la ineficacia
concursal de un acto jurídico, dicha ineficacia se rige necesariamente por la ley concursal,
de manera tal que el paralelismo que en la norma mencionada unifica el forum y el jus
(“jurisdicción del juez del lugar a cuya ley está sujeto el acto”) conduce al sólido principio
de la jurisdicción internacional del juez de la quiebra (Antonio Boggiano en “Jurisdicción
Internacional en la acción de ineficacia concursal”, Ed. 122-449, y doctrina allí citada).
c) ...
d) Por cierto que la jurisdicción internacional del suscripto para conocer en la
quiebra sub lite misma, fluye del domicilio de la sociedad cesante, radicado en la ciudad
de Buenos Aires, ámbito sobre el que ha jurisdicción la Justicia Nacional.”
Es llamativo el hecho de que el Tribunal optó por la aplicación analógica al caso
del Tratado de Derecho Civil Internacional y no el de Derecho Comercial Terrestre cuyos
arts. 40 y 41, como vimos, otorga competencia al juez del domicilio del deudor, y trata la
materia específica de dichos autos. Si bien puede extenderse el ámbito espacial del
tratado por su aplicación analógica, no considero oportuno la extensión en cuanto a la
materia, que en otras cuestiones podría conducir a resultados cuando menos, carentes de
coherencia.
d) Ley aplicable:
Tal como lo establece el art. 45 en el caso de que proceda la tramitación de juicios
separados e independientes, se aplicará en cada uno de ellos el derecho vigente en el
Estado en el que el procedimiento se radica. Como es lógico también será aplicable el
derecho procesal del foro.
Si bien es cierto que la pluralidad de procesos repercute en cierta medida sobre
del derecho aplicable por cuanto los jueces de cada país aplican su propio derecho en
materia, por ejemplo, de graduación de créditos; dicha graduación no afecta la existencia
misma del derecho del acreedor, ya que la verificación del crédito se rige por el derecho
aplicable al crédito de cuya verificación se trate. En tanto que la graduación de créditos
constituye una cuestión procesal ya que establece el orden en que los bienes responden
a los acreedores en la ejecución, los que, por otra pare, podrán pedir el pago en otro país
donde el deudor tuviere bienes, con respecto a la parte no cancelada.
j) Exclusión de bienes:
Tanto en el caso de tramitarse un juicio único o en el de pluralidad de procesos no
forman parte de las respectivas masas patrimoniales, por quedar excluidas del fuero de
atracción del proceso de quiebra; los bienes sobre los que se hayan constituido garantías
prendarias o hipotecarias con anterioridad a la fecha de cesación de pagos.
En estos casos los acreedores que posean estos privilegios, deberán reclamar
sus créditos ante los tribunales del Estado en donde se encuentran radicados dichos
bienes. Una vez satisfechos los mismos, de existir remanente, éste concurrirá a formar
parte de la masa patrimonial.
Art. 50: “ Aún cuando exista un solo juicio de quiebra, los acreedores hipotecarios
o prendarios, anteriores a la fecha de la definitiva cesación de pagos, podrán ejercer sus
derechos ante los jueces del Estado en donde están radicados los bienes hipotecados o
dados en prenda”.
k) Preferencias Nacionales:
El sistema de preferencias locales o nacionales consiste en reservar los bienes
situados en el territorio de un determinado país para hacer frente y satisfacer con ellos
las obligaciones y los créditos localizados en dicho territorio.
El fundamento del privilegio no se relaciona con la tramitación de ningún concurso
extranjero, sino con la concurrencia de créditos pagaderos en el país y en el extranjero
ante un concurso argentino.
Conforme prestigiosa doctrina y jurisprudencia nacional7 sería absurdo establecer
que la declaración de quiebra en el extranjero no pueda ser invocada para disputar
derechos de los acreedores locales y admitir, por otro lado, que la ausencia de
declaración de quiebra sí pueda suprimir la preferencia local de aquellos mismos
acreedores.
En los autos “Trading Americas, S.A. s/ quiebra”, la Sala E de la Cámara Nacional
de Comercio, el Dr. Antonio Boggiano ratifica esta postura, en el considerando 9 de su
voto el que transcribimos dada la claridad expositiva del mismo.
7
Ver Voto del Dr. Antonio Boggiano. Sentencia del 5 de mayo de 1976 en el caso “Literal S.A.C.I.F. s/
convocatoria”. E.D., t.71, p.384 – Rev. La Ley t.1977-B p.183.
En dicha oportunidad sostuvo: “ En el ámbito de los Tratados de Montevideo cabe
destacar muy especialmente la diferente (diferencia existente) entre en el art. 42 del
Tratado de Derecho Comercial Internacional de 1889 y el art. 48 del Tratado de Derecho
Comercial Terrestre de 1940. Este art. 48 dice: “En caso de que se siga un solo juicio de
quiebra, porque así corresponda según lo dispuesto en el art. 40, o porque los titulares de
los créditos no hayan hecho uso del derecho que les concede el art. 45, todos los
acreedores del fallido presentarán sus títulos y harán uso de sus derechos de
conformidad con la ley y ante el juez o tribunal del Estado que ha declarado la quiebra”.
Hasta aquí el texto del art. 48 coincide con el texto del art. 42 del Tratado de 1889. Pero
en el segundo párr. del art. 48 del Tratado de 1940 se agrega: “En este caso, los créditos
localizados en un Estado tienen preferencia con respecto a los de los otros sobre la masa
de bienes correspondientes al Estados de su localización”. Bien se advierte aquí que la
pluralidad de concursos no es condicionante ni presupuesto necesario para que funciona
la preferencia de los acreedores locales...”.8
Como se observa, tal como surge de lo dispuesto en el art. 48, la preferencia de
los acreedores locales sobre los bienes situados en su territorio procede no solo en el
caso de pluralidad de procesos concursales sino también en caso de tramitarse un único
juicio de quiebra o concurso.
8
El lector interesado puede leer in extenso los fundamentos del fallo en “Trading Americas, S.A. s/quiebras”-
CNCom., Sala E, setiembre 15-983. La Ley t.1983-D, ps. 421-429.
fue declarada la quiebra; pero la ejecución de los bienes situados fuera de la jurisdicción
del juez que entiende en el juicio, deberá ajustarse a la ley de la situación”.
Ciudad Argentina.
- DUNCKE BIGGS, Federico: " Derecho Internacional Privado" Chile 1967, Buenos
24.522". Co-edición Ediciones Nueva Técnica s.r.l. – Errepar s.a. – Buenos Aires –
Argentina. 1.996
de San Isidro
- RODRÍGUEZ, Mónica Sofía: “Armonización legislativa en materia de Insolvencia
1.931
- VÍTOLO, Daniel Roque: " Iniciación en el Estudio del Nuevo Régimen Legal de
Edición. 1995.
de mayo de 1994
Jurisprudencia
"Cardigni Cía. Soc. en Com. por Acciones s/ Quiebra" C.Apel. C.C Junín - agosto
15-984. La Ley 1986-B 607 (37,183-S).
1992-C 543
" Fibraca Constructora S.C.A. c/ Comisión Técnica de Salto Grande" ED, 154-161 " La
Virginia S.A. s/ apelación por denegación de repetición" ED. 1/12/94
(Cuarta Parte)
I.- Tratado de Derecho Procesal Internacional de Montevideo de 1940 – II.- La situación de Brasil: Código
Bustamante - a)Sistema de Universalidad: La Extraterritorialidad, b) Universalidad con ¿Juicio único o
Juicios Plurales?, III.- Algunas conclusiones en el ámbito nacional, internacional y regional: a) Ámbito
Nacional – b) Ámbito Internacional – c) Ámbito Regional.
Tal como surge de la lectura del Tratado de Derecho Comercial Terrestre de Montevideo
de 1940 - texto legal analizado extensamente en entregas anteriores-, sus normas no regulan el
régimen internacional en materia de concursos civiles, en virtud de que los Plenipotenciarios
reunidos en el Segundo Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado (1939-1940)
resolvieron incluir este tema en el Tratado de Derecho Procesal Internacional, dedicándole en su
título IV, los arts. 16 a 25 inclusive.
Sostiene al respecto el Dr. Juan Carlos Smith2 que esta ubicación se debe al tratamiento
preferentemente procesalista que se venía confiriendo al tema en la mayoría de los países
participantes en el Congreso.
Conforme el autor antes citado, los concursos civiles no se encontraban regulados
específicamente en los Tratados de Montevideo de 1889, careciendo de relevancia las menciones
efectuadas en los arts. 39 y 44 por ser extrasistemáticas y poseer un mero sentido indicativo antes
que regulatorio.
1
Los Tratados de Montevideo de 1940, vienen a llenar así un vacío o laguna legal que hasta
entonces era salvada jurisprudencialmente por vía de aplicación analógica de las disposiciones
referentes a las falencias mercantiles, a los casos prácticos que se suscitaban en los países
signatarios del Tratado de 1889.
Como es lógico de esperar sus disposiciones no difieren sustancialmente de la regulación
de la quiebra mercantil, existiendo solamente distinciones propias de la diferente naturaleza de un
proceso y otro. Asimismo, y de conformidad con lo establecido en el art. 25, sus disposiciones
son aplicables a las liquidaciones judiciales, concordatos preventivos suspensión de pagos y otras
instituciones análogas.
El tratado recepta el principio de la extraterritorialidad tanto con la tramitación de un juicio
único, como con la pluralidad de concursos.
1
Profesora Adjunta Regular de Derecho Internacional Privado de la Facultad de Derecho – U.B.A., Profesora de
Postgrado de Actualización en Negocios Internacionales y Derecho Comercial Contemporáneo; Coordinadora
Académica del Instituto de D.I.Pr. del Colegio de Abogados de San Isidro.
2
La tramitación de un juicio único procede :
- Cuando el deudor tiene su domicilio y todos los bienes que conforman su patrimonio en uno de
los Estados signatarios del Tratado, aunque hubiere contraído obligaciones cuyo lugar de
cancelación se hubiere fijado en otro Estado signatario.
- Cuando, a pesar de poseer el deudor concursado bienes en distintos territorios, sus
acreedores no ejercen el derecho de opción que les confiere el art. 20
En ambos casos es juez competente para la tramitación del concurso civil el juez del
domicilio del deudor. Así está previsto en los art. 16.
La posibilidad de tramitación de juicios plurales se halla contemplada en el art.17 y está
dada por el hecho de poseer el deudor concursado bienes en territorios distintos de aquel en el
cual tiene su domicilio.
A diferencia de lo que ocurre en la esfera comercial, la actuación internacional sucesiva o
simultánea de una persona física o jurídica no comerciante, no proporciona un criterio adecuado
para resolver la cuestión relativa a la jurisdicción que debe prevenir.
La noción de domicilios o establecimientos independientes es ajenas a la posibilidad de
actuación civil internacional aún cuando la persona -física o jurídica- concursada civilmente,
realice actividades o explotaciones económicas no comerciales en forma permanente y
organizada en otros Estados, con o sin la radicación de establecimientos.
La doctrina sostiene que corresponde prevenir al juez del domicilio, es decir que el
concurso civil debe ser originariamente abierto y declarado por los jueces y según las leyes del
Estado del domicilio del deudor.
Por otra parte, la apertura de los distintos concursos es una posibilidad sólo concedida a
los acreedores, careciendo de esta facultad el deudor quien solo puede pedir su propio concurso
ante los jueces de su domicilio .
El tratado no contempla la situación de los bienes situados en el territorio de un Estado
donde no se promueva concurso civil. Corresponderá en tales casos la aplicación analógica del
art. 51 del tratado de derecho comercial terrestre de 1940 que resuelve la cuestión en el sentido
que dichos bienes deben concurrir a formar parte del activa de la quiebra que tramita en el
domicilio del deudor, por ser, como ya se dijo, el que debe prevenir.
Con referencia a las medidas preventivas de seguridad y conservación a hacerse efectivas
sobre los bienes situados en otros países, la autoridad de los síndicos y representantes legales
del concurso, el destino de los sobrantes o remanentes de los distintos concursos, y la publicidad
que deba efectuarse en otros territorios, el Tratado de Derecho Procesal Internacional contiene
con respecto al concurso civil, disposiciones similares a las adoptadas para la quiebra mercantil
por el Tratado de Derecho Comercial Terrestre, cuyas soluciones ya fueron comentadas
oportunamente.
2
Smith, Juan Carlos: Los Concursos civiles en el Tratado de Derecho Procesal Internacional de Montevideo de 1940. T
90 pags. 923 a 929.
3
II.- La situación de Brasil: Código Bustamante:
3
Conf. “El Derecho Internacional Privado y los Procesos de Integración Regional” Sara L. Feldstein de Cárdenas. –
Texto de la Conferencia dictada en el Seminario sobre Negocios Internacionales que dictara en la Maestría de Procesos
de Integración Regional de la Universidad Nacional de La Plata, en la sede de la FundaciónPrebisch.
4
Adopta un temperamento ecléctico, ya que si bien acepta la universalidad de la quiebra en
todas partes, se aparta de la unidad del procedimiento en los casos en que el fallido tuviera
varios establecimientos mercantiles enteramente separados económicamente.
El art. 415 sostiene que “si el deudor concordatario, concursado o quebrado, no tiene más
que un domicilio civil o mercantil, no puede haber mas que un juicio para todos sus bienes y todas
sus obligaciones en los Estados contratantes”.
Sin embargo, cuando existe diversidad de domicilios y falta entre ellos una dependencia o
solidaridad económica, señala una regla distinta según la cual si una misma persona o sociedad
tuviere en más de un Estado contratante varios establecimientos enteramente separados
económicamente, puede haber tantos juicios de quiebra como establecimientos mercantiles.
Como es de esperarse, esta última solución no alcanza a los concursos civiles, en los que
no puede darse el caso de desdoblamiento económico de la personalidad.
Ámbito Nacional:
Resulta evidente que la ley 24.522, intentó la adecuación de la norma falimentaria a las
exigencias políticas y principalmente económicas de un momento determinado, intención
declarada en el Mensaje de Elevación del Poder Ejecutivo cuando expresa “También el proyecto
ha tomado en consideración los antecedentes doctrinarios y jurisprudenciales derivados de la
aplicación concreta de la normativa legal durante su vigencia, receptando criterios pacíficos o
prevalecientes, y del derecho comparado, con el fin de realizar trascendentes modificaciones al
sistema para el tratamiento de la insolvencia, capaces de brindar soluciones idóneas uy eficaces
que compatibilicen el régimen falencial con la nueva realidad económica y social que vive la
REPÚBLICA ARGENTINA a partir del proceso de transformación encarado por el Gobierno
Nacional.”
No está mal que así sea, es loable que el legislador intente reflejar en el ordenamiento
legal la soluciones más idóneas que le dicte la realidad, y en lo posible adelantándose a efectos
que se prevén como consecuencia de un proyecto determinado.
Pero ello no debe confundirse, ni con la creación de leyes “a medida” para determinadas
situaciones sin tener en consideración el efecto que producirá en el resto de las situaciones a ser
aplicada, ni con la falsa creencia que a través de una determinada ley –cualquiera fuera ella- se
podrán frenar la avalancha de efectos negativos o desfavorables de una brusca modificación en
las condiciones del mercado, y la economía en general.
Muchas son las cuestiones que requieren ser modificadas en la vigente ley, y una vez más
se encuentran en análisis varios proyectos, que deberán considerar, no solo las críticas formales,
procesales y sustanciales que desde distintos ámbitos se le han efectuado a la normativa vigente.
5
Deberá tener en consideración especial, este nuevo ámbito en el que se desarrollan las
actividades comerciales. La reforma se impone.
Ámbito internacional:
Como ya expresáramos, hoy en día no podemos afirmar que los efectos de la actuación de
un operador comercial se reduzca exclusivamente dentro de los límites de un estado o que tal
actividad no se vea influida en algún aspecto por cuestiones que acaecen en el espectro
internacional. Por lo tanto todo norma que pretenda regular las quiebras internacionales no puede
ser encarada con la sola óptica de la situación nacional, y deberá intentar frenar los efectos
negativos o desfavorables que pueden provocar la lógica y esperada diferencia en la elección de
criterios disímiles de los diferentes ordenamientos legales aplicables a la quiebra internacional.
Que hasta tanto la legislación regional en materia de concursos y quiebras se concrete, el
legislador nacional debe tener en cuenta que la Argentina ya forma parte de un área integrada y
debe considerarse las posibles consecuencias del libre tránsito de mercaderías, personas,
servicios y capitales.
Que indefectiblemente la regulación interna en las casos de insolvencia internacional debe
mantener el reconocimiento extraterritorial del auto declarativo de quiebra, pero con efectos
limitados a fin de garantizar a los acreedores locales, en virtud a la diversidad de soluciones que
en el ámbito internacional el tema posee.
Ámbito regional
En virtud de que las aspiraciones fueron acercar algunos elementos que nos permitan a los
cuatro países que conformamos el Mercado Común del Sur, avanzar en el campo de la
armonización legislativa emprendida en dicho espacio integrado, es que me permito en esta
oportunidad efectuar algunas sugerencias en virtud de las conclusiones arribadas luego de haber
analizado la normativa internacional existente en América en materia de quiebras internacionales
y especialmente aquellas que se han venido desarrollando con objetivos integracionistas o
regionales.
Hemos visto que tanto los dos Congresos Sudamericanos de Derecho Internacional
Privado desarrollados en 1888-1889 y 1939-1940; como así también en la Sexta Conferencia
Panamericana, se adopta en materia de quiebras internacionales el sistema de la universalidad,
determinado por el reconocimiento de la extraterritorialidad del auto declarativo de la quiebra, en
contraposición al sistema territorialista.
Como ya se ha resaltado, la posibilidad reconocida en dichos documentos, de tramitar
juicios plurales, no debe ser confundida con el reconocimiento del sistema territorialista, ya que en
nuestro caso los juicios son procesos accesorios, derivados y simultáneos, y no debe prestarse a
confusión la terminología utilizada por los Tratados de Montevideo al referirse a procesos
independientes.
5
Es loable que se eche mano al recurso de las calificaciones autárquicas- tales como
domicilio, acreedores locales- como han efectuado los instrumentos en estudio, en virtud de que
esta metodología permite aclarar, precisar términos, institutos o categorías jurídicas contribuyendo
así a la interpretación y aplicación uniforme y unívoca del derecho regional.
Los créditos con garantías reales -prendas, hipotecas- anteriores a la fecha de cesación de
pagos, deben ser excluidos de la masa concursal y tramitarse su cobro en forma individual, pero
los acreedores, deberán igualmente concurrir a verificar sus créditos en la quiebra o concurso ya
que es la única forma en la que podrá determinarse de manera idónea si el crédito prendario o
hipotecario es anterior a la fecha del estado de cesación de pagos. Por otra parte permitirá al
síndico el conocimiento real del patrimonio del fallido y, de existir, permitirá la recuperación de los
remanentes.
Un tema que suscita una particular controversia es el referido a si se deben mantener o no,
las preferencias nacionales. Hemos visto que destacada doctrina tanto nacional como extranjera,
se enrolan con igual fuerza tanto en una como en otra postura.
El levantamiento de dichas preferencia, y la consideración del patrimonio como garantía o
prenda común de los acreedores, en atención sólo al grado de privilegio legal reconocido al
crédito; pero no sobre una porción específica de bienes del fallido, podría presentar sus
objeciones en el ámbito internacional, si igual criterio no es seguido por las demás naciones.
Sin embargo considero, que en virtud que esta propuesta se encuentra dirigida a la
armonización regional, en consideración a las particularidades propias de las áreas integradas
(libre tránsito de personas, bienes, servicios y capitales, garantía de igualdad oportunidad y
condición de las inversiones, etc.), no podría sostenerse legítimamente las preferencias sobre los
créditos nacionales ya que serían una forma de creación de privilegios cuando el propio Tratado
de Asunción prohibe hacerlo.
Asimismo, por idénticas consideraciones que las antes efectuadas, correspondería unificar,
a través de la utilización de normas directas; el orden de concurrencia de los créditos, laborales,
quirografarios, etc., a fin de que la aplicación del sistema de universalidad con juicios plurales no
conduzca a soluciones desarmónicas e injustas.
6
- CANDELARIO MACÍAS, M. Isabel: "La empresa es crisis – Derecho Concursal" Ed. Ciudad
Argentina.
- DUNCKE BIGGS, Federico: " Derecho Internacional Privado" Chile 1967, Buenos Aires. Año
1998.
- FAVIER-DUBOIS, Eduardo Mario: " Nuevo Régimen de Concursos y Quiebras – Ley 24.522".
Co-edición Ediciones Nueva Técnica s.r.l. – Errepar s.a. – Buenos Aires – Argentina. 1.996
- FELDSTEIN DE CARDENAS, Sara Lidia: "Derecho Internacional Privado - Parte Especial". Ed.
Universidad - 2.000
- FELDSTEIN DE CÁRDENAS, Sara "Reformas al Código Civil – Vol. 18- Derecho Internacional
Nacional de La Plata.
- IGLESIAS, José Antonio: "Concursos y Quiebras - Las reformas a la ley" . Ed. Depalma - Bs.
As. 1995
Argentina -1.995
7
- VÍTOLO, Daniel Roque: " Iniciación en el Estudio del Nuevo Régimen Legal de Concursos
y
Quiebras – Ley 24.522" - Ed. AD-HOC – Buenos Aires- Argentina- 1º Edición. 1995.
mayo de 1994
Jurispruden
cia
"Cardigni Cía. Soc. en Com. por Acciones s/ Quiebra" C.Apel. C.C Junín - agosto
1
5-
984. La Ley 1986-B 607 (37,183-S).
"Martínez Juan Gregorio s/ pedido de quiebra a Ives Saint Laurent Parfums" CNCom.
Sala
A febrero 1995- El Derecho T° 164 - 46.644
"Federal S.A. (Delbene Hnos. y Sabia Ltda.) s/ quiebra s/inc. de medidas cautelares"
El
Derecho- 41.493 - T° 132 - pag. 375.
"Literal S.A.C.I.F. s/ convocatoria" E.D. T° 71, p. 384 - Rev. La Ley T° 1977-B p. 183.
1983 -
D, ps. 421-429
1992-C 543
" Fibraca Constructora S.C.A. c/ Comisión Técnica de Salto Grande" ED, 154- 8
161 " La Virginia S.A. s/ apelación por denegación de repetición" ED. 1/12/94