Guia Parto Normal Ses
Guia Parto Normal Ses
Guia Parto Normal Ses
JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Sanidad y Dependencia
Edita
Servicio Extremeño de Salud.
Dirección General de Asistencia Sanitaria
JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Sanidad y Dependencia
Grupo de trabajo
Agustina Almodóvar Arenas
Nieves Berjano Murga
José Luis Calderón Molina
Juan Luis Cordero Carrasco
Silvia González Ocaña
Isabel Manzano Alonso
José Ignacio Moríñigo Yagüe
Acilina Paramio Saldaña
Manuela Rebollo Vela
Francisco Solano López
Coordinación:
Manuela Rebollo Vela
Dirección General de Asistencia Sanitaria
(Subdirección de Atención Especializada)
Colaboración:
Javier Lorenzo Deira Lorenzo
Elvira Gómez de Tejada Moreno
Juan Luengo Álvarez
María Ascensión Olmo Vergel
Miguel Ángel Villalobos Ávila
Apoyo administrativo:
María Luisa Sánchez Jiménez
Dirección General de Asistencia Sanitaria
ISBN:
Depósito Legal:
Este proyecto ha sido financiado a cargo de los fondos para las estrategias 2009 del Ministerio de Sanidad y Política Social que
fueron aprobados en el CISNS en octubre de 2007, como apoyo a la implementación a la estrategia de atención al parto normal.
Prólogo
El Servicio Extremeño de Salud, con esta Guía, pone a disposición de las profe-
siones sanitarias implicadas en la atención al parto una herramienta que intenta
compatibilizar, las máximas exigencias sanitarias con la posibilidad de elección por
parte de la embarazada en determinadas actuaciones. Creemos haber conseguido
nuestro objetivo gracias a un magnífico grupo de profesionales que han trabajado
con rigor, sentido común y gran generosidad en este proyecto.
Esta Guía pone en valor la importancia que para nuestro Sistema Sanitario tiene
la atención a la embarazada y que se suma a iniciativas recientes como la surgida en
las Áreas Sanitarias de Coria, Navalmoral de la Mata y Badajoz, donde se están lle-
vando a cabo actividades formativas dirigidas a conseguir en las parejas, una situa-
ción de plena corresponsabilidad en el proceso de embarazo, parto y puerperio y en
el compromiso y las tareas que suponen la crianza de los hijos e hijas.
Es nuestro deseo, que todos los paritorios de la red hospitalaria del SES, incor-
poren de forma progresiva las modificaciones estructurales y de equipamiento nece-
sarios que permitan ofrecer a las embarazadas tanto calidad como calidez en ese
momento único de parir.
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Índice
Introducción
Objetivos
2. Periodo de dilatación
2.1. Exploración sistemática del feto durante la dilatación
2.2. Preparativos para el parto durante el periodo de dilatación
2.2.1. Asepsia
2.2.2. Rasurado
2.2.3. Enema
2.2.4. Colocación de una vía de perfusión intravenosa
2.2.5. Alimentación durante la dilatación
2.2.6. Bienestar de la mujer durante la dilatación
2.3. Seguimiento de la progresión de la dilatación
2.3.1. Tactos vaginales
2.3.2. Dinámica uterina
2.3.3. Constantes de la mujer
2.3.4. Rotura de la bolsa amniótica
2.4. Estimulación del parto
2.5. Manejo del dolor
2.5.1. Indicaciones de la analgesia
2.5.2. Métodos analgésicos farmacológicos
2.5.3. Momento de realización de la analgoanestesia
2.5.4. Complicaciones de la analgoanestesia
2.5.5 Métodos no farmacológicos para reducir el dolor
2.6. Complicaciones durante el periodo de dilatación
2.6.1. Fase de latencia prolongada
2.6.2. Fase de dilatación activa prolongada
3. Periodo de expulsión
3.1. Exploración sistemática del feto en el periodo de expulsión
3.2. Exploración sistemática de la mujer durante el periodo de expulsión
3.2.1. Exploraciones generales
3.2.2. Control de la dinámica uterina
3.2.3. Control de la progresión del periodo de expulsión
3.2.4. Pujos
3.3. Asistencia al parto espontáneo
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Índice
3.3.1. La preparación
3.3.2 La posición
3.3.3 Protección del periné
3.3.4. La episiotomía
3.3.5. Extracción de la cabeza
3.3.6. Salida de los hombros
3.3.7. Equipamiento necesario
3.4. Complicaciones durante el periodo de expulsión
3.4.1. Anomalías de las fuerzas de expulsión
3.4.2. Anomalías secundarias a la presentación, posición o desarrollo fetal
3.4.3. Anomalías del canal óseo del parto
3.4.4. Anomalías del canal blando del parto
4. Periodo de alumbramiento
4.1. Pinzamiento y sección del cordón umbilical
4.2. Donación de sangre de cordón umbilical
4.3. Signos de desprendimiento de la placenta
4.4. Asistencia en el alumbramiento
4.4.1. Alumbramiento espontáneo o fisiológico
4.4.2. Alumbramiento dirigido
4.4.3. Alumbramiento manual
4.5. Revisión de la placenta y de las membranas
4.6. Revisión del canal del parto y cirugía reparadora
4.7. Complicaciones hemorrágicas durante el parto
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Índice
1. El plan de parto
7. El consentimiento informado
8. Atención a la diversidad
13
Índice
14
Índice
2. El partograma
3. El libro de partos
3. Situaciones especiales
Bibliografía
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Introducción
Para poder llegar a esta guía que tienen en sus manos, han sido necesarias
muchas horas de trabajo, personal y en grupo, de numerosos profesionales actuan-
tes en los distintos niveles asistenciales del binomio madre-hijo/a. Se han revisado
multitud de textos, notas y referencias bibliográficas, no solo profesionales, sino
legislativas y de consenso de diferentes Sociedades y Asociaciones para la asisten-
cia a las mujeres gestantes y parturientas.
Pensemos entonces que, sin perder el rigor científico necesario para conducir estos
temas, no solo han intervenido profesionales de la ginecología, neonatología y matro-
nería, sino que se han tenido en cuenta las decisiones, opiniones y material bibliográ-
fico de los distintos foros en los que hoy en día la mujer tiene su representación y pro-
yección social. Era necesario tener en cuenta lo que anteriormente se ha comentado:
“acompañar y asistir”, “mujer”, “parto normal”, “la mejor manera posible”.
Lo que esta herramienta no pretende ser, es: un catecismo férreo del que no nos
separemos para nuestra labor asistencial y que pueda ser utilizado exclusivamente
como escudo defensivo de nuestra praxis individual. Ni mucho menos es esta la
pretensión. Para evitarlo, está nuestra ética profesional individual y nuestros cono-
cimientos, así como el sentido común.
Hace algunos años se escuchaba en una conferencia una pregunta hecha a dife-
rentes asistentes que rezaba: “¿cuál es el día más importante de sus vidas?”. Las res-
puestas eran muy variadas: “El día de mi boda”, “El día de mi comunión”, “El día
en que me licencié”, etc. Hasta que el conferenciante impuso su opinión: “Pienso
que el día más importante puede ser el de sus nacimientos ya que los condicionan-
tes físicos y psíquicos pueden marcar con mucha probabilidad el resto de sus vidas”.
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Objetivos
Objetivo general
Mejorar la asistencia al parto normal y al nacimiento en el Servicio
Extremeño de Salud, ofreciendo a las mujeres y a las criaturas una
asistencia respetuosa con su fisiología, personalizada, basada en la
evidencia científica y sensible con los aspectos emocionales y sociales
de este proceso.
Objetivos específicos
· Fomentar la consideración del parto como un proceso fisiológico a la vez
que su reconocimiento como acontecimiento singular y único en la vida de
la mujer, su pareja y su familia.
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Acercamiento a la Guía
Clínica
Emocional
Cualquier parto, normal o distócico, es en sí mismo un proceso emocional y
psicológico que marca la vida de la mujer, su pareja y/o su familia.
Quienes atendemos a la mujer durante su parto debemos respetar los
deseos y expectativas de la misma, teniendo en cuenta su voluntad,
mientras no suponga un riesgo para su salud o la de su futuro bebé, e
intentando establecer una relación de ayuda mutua. Una comunicación
fluida con la mujer permitirá que ésta adopte una participación activa y
responsable en la toma de decisiones durante el proceso de su parto.
Profesional
El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad recomienda
promover la atención al parto hospitalario de bajo riesgo, y siempre que
transcurra dentro de la normalidad, por matronas/es.
Contenido
El grupo de trabajo de esta Guía, considerando que en el trascurso de un
parto pueden darse circunstancias que lo desvíen de la normalidad, ha
incluido entre los contenidos de este documento, algunos aspectos clínicos
que en este sentido, pueden ser de interés para profesionales.
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Capítulo I: Atención en la Fase Prodrómica
Hablamos de fase prodrómica, preparto o fase de latencia del parto cuando la mujer
gestante presenta dinámica uterina, sin cumplir las condiciones necesarias de parto.
Cuando la gestante llega al servicio de urgencias del hospital con posibles sínto-
mas de parto, será atendida por la matrona o matrón, quien debe comprobar que
trae consigo la “cartilla de salud de la embarazada”. En el caso de que no sea así ten-
drán que ponerse al día los aspectos relacionados con la historia clínica, el plan de
parto, la reevaluación del riesgo y las actuaciones adecuadas destinadas a la evalua-
ción de la gestante y del feto para valorar la necesidad o no de ingreso inmediato.
Muchos de los datos de interés para iniciar y/o completar la historia clínica hos-
pitalaria provienen de la información aportada por la atención primaria donde se ha
controlado la gestación. Pueden obtenerse también a partir de la “cartilla de salud
de la embarazada”, que es el documento particular que lleva la gestante como resu-
men de los datos importantes del seguimiento del embarazo.
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Capítulo I: Atención en la Fase Prodrómica
• Exploración abdominal:
• Exploración genital:
• A través del tacto vaginal se comprueba una serie de parámetros del feto y de los
anexos, como:
- El tipo de presentación.
1
Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la atención al parto normal. Guía de Práctica Clínica sobre la aten-
ción al parto normal. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política Social.
Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco. (OSTEBA). Agencia de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias de Galicia (Avalia-t). 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: OSTEBA Nº 2009/01.
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Capítulo I: Atención en la Fase Prodrómica
En aquellos casos en los que su uso está justificado debe quedar constancia por
escrito de todos los datos que puedan ser de interés, fecha y firma de quién hace las
anotaciones.
CGT
Ausencia total de variabilidad y reactividad con o sin deceleraciones o bradicardia
preterminal
Registro normal: Registro de la FCF con los 4 criterios de lectura clasificados como
tranquilizadores
Registro sospechoso: Registro de la FCF con 1 criterio clasificado como no tranqui-
lizador y el resto tranquilizadores.
Registro Patológico: Registro de la FCF con 2 o más criterios no tranquilizadores o
1 o más clasificado como anormal.
2y3
Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la atención al parto normal. Guía de Práctica Clínica sobre la
atención al parto normal. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política Social.
Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco. (OSTEBA). Agencia de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias de Galicia (Avalia-t). 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: OSTEBA Nº 2009/01.
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Capítulo I: Atención en la Fase Prodrómica
• Proteinuria y cetonuria.
26
Capítulo I: Atención en la Fase Prodrómica
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Capítulo II: Atención en el parto
• Periodo de dilatación
• Periodo de expulsión
• Periodo de alumbramiento
Consideramos que una mujer está de parto cuando presenta contracciones uteri-
nas intermitentes involuntarias y regulares, que pueden ser dolorosas. Al mismo
tiempo tiene que constatarse el acortamiento del cuello uterino, seguido de la dila-
tación de su orificio cervical.
• Exploración general
- Frecuencia cardiaca materna
- Temperatura
- Tensión arterial
- Peso (si no se conoce)
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Capítulo II: Atención en el parto
• Exploración abdominal
- Altura uterina
- Maniobras de Leopold
- Auscultación de la frecuencia cardiaca fetal
• Exploración genital
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Capítulo II: Atención en el parto
La duración de la fase activa del parto es variable entre las mujeres y depende
del número de partos previos. Por término medio en primíparas la duración es de 8
horas (es improbable más de 18 horas) y en multíparas la duración media es de 5
horas (improbable más de 12 horas).
El control biofísico del feto es necesario en el curso del parto normal, ya que
durante los periodos de dilatación y de expulsión pueden producirse trastornos de
la oxigenación fetal más a menudo que cuando no hay contracciones.
2.2.1. Asepsia
2.2.2. Rasurado
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Capítulo II: Atención en el parto
En el caso que haya que practicar una sutura, el rasurado se limitará al perineo.
2.2.3. Enema
Durante todo el periodo de dilatación, hay que mantener una observación dis-
creta pero continua, y darle todo el apoyo psicoemocional que necesite, así como
orientarla respecto de las medidas físicas para ayudarla.
El número de tactos tiene que ser el mínimo que permita valorar con seguridad
la progresión del parto. En general, son necesarias al menos una exploración en el
ingreso, una después de que se haya roto la bolsa de las aguas, y después con la fre-
cuencia suficiente para poder valorar la progresión del parto. En condiciones nor-
males se recomienda que las exploraciones vaginales se realicen cada 4 horas.
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Capítulo II: Atención en el parto
El resultado de esta exploración tiene que ser anotado en el partograma. Eso per-
mite detectar anomalías en la progresión clínica normal del parto.
Consideramos una dinámica uterina adecuada cuando permite la progresión del parto
sin efectos adversos en la madre o en el feto. El control de la dinámica puede hacerse
manualmente o con un registro tocográfico externo o interno, intermitente o continuo.
• Amniorrexis espontánea
Hay que auscultar también la FCF y valorar el color del líquido amniótico. La pre-
sencia de meconio obliga a reevaluar el bienestar fetal. En presentaciones podálicas no
tiene el mismo significado, ya que la compresión del abdomen fetal durante el encaja-
miento produce meconio de manera casi constante, pero hay que estar atento a la FCF.
• Amniotomía electiva
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Capítulo II: Atención en el parto
El alivio del dolor durante el parto contribuye a aumentar el bienestar físico y emo-
cional de la gestante y debe ocupar un lugar prioritario en los cuidados de la matrona/ón.
• Epidural: De todas las opciones analgésicas existentes, las más adecuadas son las
técnicas espinales, y más concretamente la epidural y la técnica combinada intra/epi-
dural. No son tan sólo las más efectivas, sino también las más seguras, tanto para
la mujer como para el feto. Eso no descarta la utilización de otros métodos farmaco-
lógicos o no farmacológicos que se consideren idóneos en ciertas circunstancias.
Tiene que entenderse que las técnicas espinales las indica el equipo de obstetricia
conjuntamente con el de anestesia, que es el que las aplica y controla.
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Capítulo II: Atención en el parto
Siempre que la mujer esté en fase activa del parto, el factor que determina la apli-
cación de las técnicas espinales es la aparición de un dolor importante. Esta percep-
ción de la intensidad del dolor depende de la capacidad de la mujer para tolerar el
nivel de disconfort o incomodidad que supone, independientemente del grado de
dilatación que presente en aquellos momentos.
• Libertad de movimiento.
Se debe alentar y ayudar a las mujeres, incluso a las que utilizan analgesia epi-
dural, a adoptar cualquier posición que encuentren cómoda y a movilizarse si así lo
desean, previa comprobación del bloqueo motor y propioceptivo.
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Capítulo II: Atención en el parto
• Estimulación cutánea
Las inyecciones deben ponerse en la región lumbosacra dentro del área compren-
dida por el rombo de Michaelis. La analgesia se produce exclusivamente para el
dolor lumbar, pero no es efectiva para el dolor abdominal ni perineal. Se recomien-
da la aplicación temprana durante la fase de dilatación. Se debe informar que la
inyección intradérmica produce escozor y dolor intenso momentáneo.
• Técnicas de relajación
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Capítulo II: Atención en el parto
• Técnicas de respiración
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Capítulo II: Atención en el parto
Durante este periodo se seguirán las mismas pautas que durante el periodo de
dilatación, además de los signos vitales habituales (presión sanguínea, pulso y tem-
peratura). Si la vejiga parece distendida, y la mujer no puede orinar espontánea-
mente, tiene que realizarse un sondaje vesical.
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Capítulo II: Atención en el parto
3.2.4. Pujos
• Cuando estos esfuerzos supongan algún riesgo añadido para la madre (cardiopa-
tía, miopatía severa, etc.).
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Capítulo II: Atención en el parto
3.3.1. La preparación
La sala de partos en el momento del periodo de expulsión tendría que tener una
temperatura adecuada, en torno a 24ºC, así como un ambiente adecuado.
Las personas que atienden el parto es recomendable que sigan normas correctas
de higiene y asepsia; en este sentido, aunque en un parto normal no es necesaria la
asepsia quirúrgica estricta, se actuará en congruencia con las normas de cada centro
en lo que concierne a esterilidad y asepsia (capítulo VII).
3.3.2. La posición
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Capítulo II: Atención en el parto
La mujer adoptará la posición más cómoda para ella teniendo en cuenta las dis-
ponibilidades del centro.
- La conducta de protección activa del periné: una mano ejerce presión sobre el
periné, mientras que la otra sujeta la cabeza para que ésta salga suavemente, y se
maneja de forma activa la salida de los hombros.
3.3.4. La episiotomía
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Capítulo II: Atención en el parto
La sutura continua tiene más beneficios que los puntos sueltos. Deberían utili-
zarse siempre suturas de absorción rápida.
• Indicaciones de la episiotomía:
Una vez ha salido la cabeza, tiene que comprobarse que no haya alguna vuelta
de cordón en el cuello. En el caso de que haya alguna, se intentará aflojarla hacien-
do deslizar el cordón por encima de la cabeza o sobre los hombros. En el caso de que
esta maniobra no tenga éxito, será necesario el pinzamiento y sección del cordón
antes de la salida de los hombros.
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Capítulo II: Atención en el parto
-Tallas
- Valvas
- Pinza de cordón, brazaletes y etiquetas de identificación
- Tijeras
- 4 pinzas de Kocher
- Pinzas de disección
- 2 pinzas de Förster
- Portaagujas, material de sutura (agujas, hilos)
- Gasas y compresas
- Jeringa y aguja para infiltración con anestésico local, si es necesario
- Guantes
- Antisépticos (capítulo VII)
• Material necesario para la revisión del canal del parto, lo cual se aconseja hacer
después de cualquier intervención vaginal.
• Mesa de reanimación para el recién nacido/a, con el material necesario para rea-
nimación neonatal avanzada, en la sala de partos.
• Toma de oxígeno.
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Capítulo II: Atención en el parto
• Desproporción pelvi-fetal
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Capítulo II: Atención en el parto
• Pérdida de sangre oscura por la vulva procedente del hematoma placentario: esta
sangre puede estar mezclada con líquido amniótico y con sangre roja procedente
de desgarros y/o de la episiotomía.
1
Estrategia de Atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud. Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007.
2
Cuidados en el parto normal: una guía práctica. Informe presentado por el grupo Técnico de Trabajo. OMS. Ginebra, 1996.
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Capítulo II: Atención en el parto
Se aconseja informar a las mujeres durante la gestación de las ventajas del mane-
jo activo del alumbramiento, aunque se respetará la decisión de aquella mujer que
opte por el alumbramiento espontáneo.
No tiene que hacerse con ergóticos por vía intravenosa, ya que podrían provocar
crisis hipertensivas, incluso en los casos sin hipertensión previa.
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Capítulo II: Atención en el parto
Tiene que hacerse revisión del canal del parto cuando se haya hecho una inter-
vención instrumental y siempre que haya dudas de su integridad.
Estas complicaciones hemorrágicas, que pueden ser muy graves y por lo tanto
hay que prevenirlas, pueden ser causadas por:
• Atonía uterina.
• Rotura uterina.
• Inversión uterina.
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Capítulo II: Atención en el parto
Hay que tener un cuidado extremo para la identificación del recién nacido/a,
tiene que realizarse tan precozmente como sea posible con el sistema propuesto
(capítulo V), en presencia de la madre y antes de salir de la sala de partos.
En los partos por cesárea con anestesia epidural y buen estado clínico de la
madre y del recién nacido/a puede facilitarse la interacción madre-hijo/a de forma
similar a la mencionada para los partos vaginales, con alguna modificación en las
posiciones. Se facilitará el contacto con el padre o acompañante en aquellos casos en
los que no sea posible con la madre.
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Capítulo II: Atención en el parto
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Capítulo II: Atención en el parto
Se recomienda administrar, al comienzo del trabajo de parto, una de las dos pau-
tas siguientes: a) 2 g de ampicilina i.v., seguidos de 1 g cada 4 h hasta su finaliza-
ción, y b) 5 MU de penicilina G i.v., seguidos de 2.5 MU cada 4 h, hasta el fin del
parto.
En la historia clínica de la madre tiene que constar el resultado del cribado reali-
zado durante el seguimiento del embarazo con el fin de identificar a las madres
positivas al antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HbsAg).
• Recién nacidos/as de madres con resultado positivo para HbsAg conocido antes
del parto tienen que recibir inmunoglobulina específica antihepatitis B y empezar la
vacunación en las primeras 12 horas de vida.
50
Capítulo II: Atención en el parto
En la historia clínica de la madre tiene que constar el resultado del cribado reali-
zado durante el seguimiento del embarazo con el fin de identificar a las madres
VIH-1 seropositivas .
51
Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
El puerperio es el periodo que va desde el final del parto hasta que el organismo
materno vuelve al estado anterior a la gestación y tiene una duración de 40 días. En
este periodo se inicia el proceso fisiológico de la lactancia.
• Puerperio domiciliario.
Este apartado recoge las pautas y los controles más importantes que tienen que tener-
se en cuenta en la atención al puerperio hospitalario, que comprende desde el ingreso
de la puérpera en la unidad de hospitalización posparto hasta el alta hospitalaria.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
Hay una serie de puntos que tendrán que valorarse después del ingreso en la
unidad de hospitalización y durante la estancia de la mujer en ésta:
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
ratura axilar igual o superior a 38ºC, a partir de las 24 horas del parto, obligará a
investigar la posible etiología infecciosa y su tratamiento.
Durante las dos primeras horas después del parto es cuando se producen más
frecuentemente las hemorragias graves, por lo que es necesario vigilar que no se
produzcan y utilizar sustancias uterotónicas, manteniendo el control durante las
primeras 24 horas.
El aspecto de los loquios, su color, cantidad y olor será valorado por el personal
de enfermería cada 8 horas durante las primeras 24 horas y posteriormente una vez
al día. En condiciones normales, serán en principio de aspecto hemático y progresi-
vamente se irán aclarando y adquiriendo un aspecto serohemático, también dismi-
nuyendo en cantidad. La presencia de loquios purulentos o malolientes obligará a
descartar procesos infecciosos del tracto genital. La pérdida hemática superior a lo
normal, por otra parte, obligará a descartar la presencia de un globo vesical, la reten-
ción de restos placentarios o desgarros del tracto genital deficientemente suturados.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
Hay que tener en cuenta que no tiene que administrarse de forma rutinaria nin-
gún tipo de medicación cuya indicación no haya sido esmeradamente valorada, ya
que puede pasar al bebé a través de la leche de la madre.
Se valorarán diariamente las piernas para vigilar la aparición de edemas y/o sig-
nos de infección. En mujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboembólica,
tendrán que adoptarse medidas profilácticas como el vendaje de las extremidades
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
La mujer después del parto pasa normalmente por una serie de cambios psicoló-
gicos y emocionales relacionados con el cansancio físico, el nuevo rol de madre,
molestias puerperales, etc. Hay que identificar el estado emocional y dar apoyo pro-
fesional cuando se requiera. En algunos casos en que se observa una adaptación
difícil, hay que identificar el problema.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
Exploración anatómica y funcional tan exhaustiva como sea posible. Tiene que
registrarse el resultado de esta exploración, haciendo constar también la valoración
de la madurez y el crecimiento intrauterino.
Una vez pesado y explorado el recién nacido/a, tienen que limpiarse las zonas de la
piel sucias de sangre con agua y secarlas con una gasa no abrasiva. Se recomienda no
bañarle de forma rutinaria en las primeras horas tras el nacimiento. Si la madre lo deman-
da, se esperará hasta que el bebé haya alcanzado la estabilidad térmica.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
El cordón umbilical tiene que mantenerse limpio y seco, hecho que facilita su
necrosis.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
El objetivo del programa sería explorar el 100%, aceptando como mínimo una
cobertura del 95%.
Se utilizarán técnicas de OEA (otoemisiones acústicas). Las OEA pueden dar fal-
sos positivos en presencia de detritus o líquido en el oído externo y medio, y falsos
negativos en las lesiones retrococleares.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
La lactancia tiene que iniciarse tan pronto como sea posible. Se favorecerá la lac-
tancia materna (capítulo VI), siempre respetando la voluntad de la madre y/u otras
circunstancias clínicas que puedan interferir.
Antes de que la puérpera abandone el hospital tiene que realizarse una explora-
ción en la cual se comprobará la correcta involución uterina, la correcta cicatrización
del perineo y de la vagina, la normalidad de los loquios y el correcto estado de las
mamas y del estado general de la puérpera.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
• Tiene que informarse a las madres y padres de forma adecuada sobre los
objetivos y la importancia del Programa de detección precoz.
3.2.2. Alta precoz (entre las 24 y las 48 horas después del parto)
Con respecto a los recién nacidos/as, es posible el alta si no existen los factores
psicosociales mencionados anteriormente y se cumplen todos los criterios siguientes:
- Normalidad en el examen clínico antes del alta. El examen tiene que estar
registrado en la historia clínica.
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Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
- Evaluación del recién nacido/a entre el 3r y 5º día de vida, para control clí-
nico, y cribado precoz neonatal, asegurando la continuidad de la asistencia.
Siempre de tipo voluntario. Tiene que seguirse los mismos criterios que en el
grupo anterior. Sin embargo, es necesario en este caso un examen pediátrico del
recién nacido/a, dentro de las primeras 48 horas después del alta.
Antes del alta, se darán las recomendaciones pertinentes para los cuidados
domiciliarios maternos y del recién nacido/a.
3.4.1. De la madre
Toda puérpera tiene que disponer de un informe de alta en que consten sus datos
administrativos, fecha de ingreso, parto y alta, y los datos básicos de las caracterís-
ticas de su embarazo, parto, recién nacido/a, lactancia y puerperio hospitalario.
Tendrán que constar los diagnósticos y procedimientos utilizados, así como las reco-
mendaciones y los tratamientos prescritos. Se hará constar la fecha en que tiene que
acudir a su revisión puerperal y el lugar donde se llevará a cabo. Hay que anotar
los datos en la cartilla de salud de la embarazada.
Tienen que constar todos los datos relevantes que permitan hacer una correcta
valoración y seguimiento posterior del bebé por pediatría. Hay que anotar los datos
en la cartilla de salud del niño/a.
63
Capítulo III: Atención en el puerperio hospitalario
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Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
Cada vez más a menudo podemos encontrarnos parejas que quieren comunicar
sus expectativas y muestran un gran interés en participar activamente en un “plan
de parto” con el equipo de sanitarios que les atienden. Este interés, sin embargo,
puede también reflejar el temor a que la asistencia sea inflexible y también el temor
a que se desprecie su deseo y sus necesidades individuales.
Plan de parto
• Explicación de manera fácilmente comprensible del desarrollo del proceso
natural del parto y las alternativas en el caso de que se presenten complica-
ciones o imprevistos que requieran atención sanitaria de urgencia.
• Diálogo con la mujer y su pareja sobre sus expectativas y deseos, y sobre
las posibilidades y opciones en la atención en el parto y puerperio, en el cen-
tro hospitalario concreto donde se haya previsto que tendrá lugar el parto.
• Reflejar en la historia clínica las pautas para la atención en el preparto,
parto y puerperio: acuerdos que se han adoptado con la mujer con respecto a
su acompañante, tipo de parto, posición, analgesia, primeros contactos con el
recién nacido/a, lactancia, etc.
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Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
Hay que revisar y comentar el plan de parto con la mujer en la primera visita al
hospital para el parto.
A las parejas que no expresen sus deseos y/o expectativas, se les informará
sobre la progresión previsible del trabajo de parto y del nacimiento de su hijo/a,
se les explicará los beneficios que aportará al proceso del parto su actitud positi-
va y la participación activa, también se les orientará con respecto a las conductas
a seguir, etc.
Mediante el diálogo con la mujer y su pareja sobre este plan de parto, el profe-
sional puede conocer el nivel de apoyo que puede necesitar cada mujer y/o pareja
en particular. Algunas mujeres desean controlar su proceso y, en este caso, si no se
presenta ningún riesgo, es mejor limitar la presencia del personal sanitario a una
vigilancia prudencial, tener previsto no hacer demasiadas intromisiones en el traba-
jo de parto, mientras que otras mujeres tienen más necesidad del acompañamiento,
del apoyo y de la intervención de los profesionales que las atienden.
Hay que identificar, sin embargo, el papel de la persona que acompaña a la ges-
tante y observar su interacción con la misma. La mujer tiene el derecho a tener con
ella, durante el proceso de parto, a la persona que haya elegido.
La información que se ofrece tendrá que ser siempre adaptada al nivel socio-
cultural e intelectual de la mujer y su pareja, ya que es muy importante establecer
una relación de empatía que facilite la asimilación de la información, por parte de
la mujer, así como la comprensión por parte del equipo sanitario de las expectati-
vas de ella.
Tiene que informarse antes de aplicar las técnicas, de realizar las exploraciones
o de que sucedan los acontecimientos, siempre comprobando que nuestro mensaje
ha sido entendido y que la mujer nos da autorización para realizar las intervencio-
nes que le proponemos.
68
Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
La información tiene que darse siempre a la mujer; sin embargo, debe ser en pre-
sencia de la persona/s que ella desee.
No tiene que olvidarse la figura del padre, ya que a menudo sus angustias son
diferentes de las de la mujer, sobre todo con respecto a la seguridad de ella y del
riesgo que comporta cada paso en la progresión del parto.
Hay que destacar que, durante todo el control de la gestación, se informará sobre todo
el proceso de embarazo, parto y puerperio, y que la mujer, en general, tiene que tener
conocimiento de las normas que sigue el centro de referencia donde irá para el parto.
En general, tiene que facilitarse el diálogo con la mujer, ayudarla para que se
exprese, escucharla, y aclarar los puntos que más le preocupen. En cada caso pue-
den ser diferentes, pero en la práctica hay una serie de aspectos que a todas las
mujeres que empiezan el proceso del parto les interesa saber y que a veces no pre-
guntan abiertamente; por ello tienen que abordarse siempre, con el fin de tranquili-
zar el máximo posible.
69
Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
Es bueno tener sistematizada la información adecuada para cada etapa del parto, con
el fin de informar adecuadamente sobre los servicios que ofrece el centro y sobre los pro-
cedimientos que se seguirán en el acompañamiento de las sucesivas etapas del parto.
• Sobre quien podrá acompañarla. Hay que hablarle sobre las condiciones de la
presencia de la pareja y/o familiares durante la progresión del parto.
Habitualmente, el compañero/a está presente durante el parto; sin embargo, hay
mujeres que prefieren tener otro familiar en lugar de su pareja. En este caso, a ser
posible, respetaremos las preferencias de la mujer.
70
Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
• Sobre las normas de acceso al área obstétrica. Se informará a la mujer que, ade-
más del equipo obstétrico, no está permitida la entrada de otras personas que alte-
ren la intimidad (excepto la pareja o la persona que ella escoja), a menos que sea
necesario y, en todo caso, eso se explicará de forma conveniente a la mujer.
• Sobre la posición durante el parto. Hay que intentar adoptar la posición más
fisiológica posible, que sea cómoda para la mujer y que, al mismo tiempo, se adap-
te a las condiciones y posibilidades de los centros. Se explicarán a la mujer las ven-
tajas y desventajas de las diferentes posiciones para las cuales está preparado el cen-
tro, ya que las instalaciones y el personal tienen que estar perfectamente coordina-
dos para poder atenderla de manera conveniente e integral.
• ¿Qué analgesia o anestesia utilizaremos? En este punto también hay que infor-
mar de lo que haremos, respetando siempre que sea posible las preferencias de la
mujer (capítulo. II).
71
Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
• Sobre el cuidado del ombligo. Información sobre el cuidado del ombligo del
recién nacido/a mientras esté en el hospital y después en su casa (capítulo VII).
7. EL CONSENTIMIENTO INFORMADO
72
Capítulo IV: Información a la mujer y a la familia
El consentimiento informado
8. ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
Estas diferencias pueden ayudarnos a comprender que nuestra manera de ver las
cosas no es la única ni tiene que ser la mejor.
73
Capítulo V: Identificación y custodia del recién nacido/a
OBJETIVOS
Las pulseras tienen que ser de plástico flexible, sin bordes que puedan cortar, con
un cierre pequeño y seguro, que puedan mojarse sin que se altere la grabación del
75
Capítulo V: Identificación y custodia del recién nacido/a
El brazalete tiene que quedar muy ajustado para evitar que pueda salirse, pero
evitando que la presión excesiva lesione la piel del recién nacido/a.
Tanto la madre como el recién nacido/a tienen que salir de la sala de partos con-
venientemente identificados. Antes de ello, se comprobará la identificación de la
madre y del recién nacido/a.
Es importante explicar bien el proceso a los padres y qué objetivo tiene, ya que
el éxito dependerá en gran parte de su colaboración.
76
Capítulo V: Identificación y custodia del recién nacido/a
77
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Es de gran importancia que el personal sanitario que interviene haga una esme-
rada observación y valoración del bienestar del recién nacido/a, al nacer y al iniciar
el primer contacto, así como del estado general de la madre y su deseo de amaman-
tar. Es muy importante que la mujer se encuentre cómoda, ya que la mayoría de
mujeres suelen estar cansadas después del parto, especialmente si ha sido largo, ins-
trumentado o se ha hecho por cesárea.
El hecho que el primer contacto sea satisfactorio influirá de forma muy positiva
a lo largo de toda la lactancia, favoreciendo el vínculo afectivo entre el hijo/a y su
madre, tan importante para el futuro de esta relación y en definitiva para la salud
del recién nacido/a.
79
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Se colocará al recién nacido/a cerca del pecho de la madre para favorecer el con-
tacto madre-hijo/a e iniciar la lactancia materna, en el caso del recién nacido/a en
perfectas condiciones de salud, y también en los recién nacidos/as que necesitan
previamente una reanimación superficial (de grado 1). Quedan fuera de esta situa-
ción todos los recién nacidos/as que requieren cuidados intensivos.
Por otra parte, podemos encontrarnos con recién nacidos/as que buscan deses-
peradamente el pecho de la madre y succionan mientras tanto de manera vigorosa
sus manos. Se trata, pues, de dar una atención personalizada en cada caso y utilizar
la técnica más correcta.
Durante los seis primeros meses de vida se aconseja la lactancia materna exclu-
siva, para ello es recomendable:
80
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Esta postura lateral, facilitará la alineación de los dos cuerpos (ombligo contra
ombligo) con la boca del recién nacido/a a la altura del pezón de la madre, ligera-
mente mirando hacia la cara de la madre, a fin de que la boca del recién nacido/a
coja el pezón y la areola.
81
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Figura 1
Durante los primeros días después del parto, si se encuentra en la cama, se pondrá
apoyando de lado la espalda en una almohada, si quiere, otra almohada entre las pier-
nas y el brazo doblado por encima de la cabeza. El recién nacido/a estará también de
lado y como punto de referencia su nariz tiene que estar a la altura del pezón. A veces,
es posible que necesite la ayuda de otra persona que le acerque el bebé.
82
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Cuando ya le sea posible sentarse para amamantar, dispondrá de una silla con
respaldo amplio, para apoyar bien el hombro, y preferiblemente sin reposa-brazos.
Puede utilizar alguna almohada en el regazo con el fin de elevar al recién nacido/a
hasta un nivel más cómodo para ambos. Puede ser útil poner los pies en un tabure-
te o similar, e incluso algunas mujeres encuentran cómodo amamantar sentadas en
una mecedora.
Hay que estimular la boca del recién nacido/a con el pezón y cuando la tenga
muy abierta intentar que coja la mayor parte de pecho posible, sujetándolo muy
cerca de la madre con una ligera presión en el hombro y en el cuello. En todo caso,
hay que tener en cuenta que es el recién nacido/a el que va al pecho y no al revés.
El bebé debe tener el cuerpo y la cabeza en línea recta, no estar girado, y total-
mente orientado hacia su madre, tanto si ella está sentada o estirada en la cama. La
boca del recién nacido/a tiene que estar muy abierta, ligeramente desplazada hacia
abajo respecto del pezón, es decir “cogiendo el pecho por debajo” y con la cabeza
ligeramente flexionada (Fig. 2). El labio inferior estará girado hacia fuera y el men-
tón tocando el pecho. Se debe ver más areola mamaria pegada por debajo que por
encima de la boca del niño/a.
Figura 2
83
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
• También es básico que valoremos los aspectos relativos al recién nacido/a que
pueden incidir en el inicio de la lactancia, como son su estado de salud, la existen-
cia de factores de riesgo o su predisposición (niño/a “dormido”, etc.), con el fin
de orientar la conducta a seguir y mejorar su adaptación a la lactancia materna.
• Tiene que darse apoyo a la madre que empieza a amamantar ofreciéndole aseso-
ramiento individualizado sobre temores y dudas. Puede ser útil la realización de
alguna charla educativa sobre lactancia durante la estancia hospitalaria, dirigida a
grupos de puérperas y familiares de apoyo.
84
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
También es importante para el éxito de la lactancia materna que el/la pediatra, en las
visitas posteriores, supervise el desarrollo normal del peso y resuelva los temores y las
dudas que pueda tener la madre y, básicamente, dé apoyo al personal de enfermería.
Antes de dar el alta tiene que valorarse el peso del recién nacido/a. Si la madre
está muy angustiada o ha habido una pérdida importante de peso, sería aconsejable
ofrecerle la posibilidad de un nuevo control a las 24-48 horas.
En el informe de alta se tienen que hacer constar los aspectos importantes para
la lactancia, tanto maternos como del recién nacido/a.
La valoración del proceso de lactancia en cada mujer tiene que registrarse en la his-
toria clínica en un apartado específico de la hoja del recién nacido/a, como también en
la cartilla de salud infantil que se entrega a la madre con los primeros datos del bebé.
85
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
• Medicación
Tiene que valorarse de forma esmerada los fármacos que toma la madre durante
el periodo de lactancia.
• Enfermedad materna
Si una madre enferma tiene intención de amamantar a su hijo o hija, tendrá que
extraerse la leche tan pronto como sea posible; sin duda, la separación madre-
hijo/a influye desfavorablemente. En todo caso, es recomendable valorar siempre
la relación enfermedad-medicación tomando la actitud pertinente ante el benefi-
cio-riesgo de acuerdo con las circunstancias. En nuestro medio tienen que excluir-
se a las madres portadoras de virus de la inmunodeficiencia humana (HIV).
Indicaciones
• Muerte fetal
• Adicción a drogas
• Alcoholismo materno
86
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
Hay diferentes ocasiones en las cuales tiene que extraerse la leche de los pechos.
A continuación se especifican los casos más habituales y el método más correcto por
hacerlo:
• Cuando hay una separación temporal entre madre e hijo/a (como la incor-
poración al trabajo): sería bueno que la madre tuviera un poco de leche almace-
nada en el congelador antes de volver al trabajo. Allí puede sacarse la leche a
intervalos, cada 3-4 horas, para disminuir el volumen mamario y la incomodi-
dad que la plétora produce, después puede continuar dando el pecho cuando
está en casa.
En ningún momento la extracción de leche tiene que ser dolorosa o molesta para
la mujer. Cuando la madre está separada del recién nacido/a es importante que
tenga alguna fotografía u objeto que le recuerde a su hijo/a.
87
Capítulo VI: Promoción de la lactancia materna
2. Tiene que etiquetarse bien la leche, haciendo constar el día, el mes y la hora de
la extracción.
3. El recipiente no tiene que llenarse completamente, hay que dejar espacio para
la expansión del líquido al congelarse.
4. No tiene que apretarse la tapa hasta que la leche esté completamente congelada.
5. Media hora antes de la toma, tiene que sacarse el recipiente o bolsa que contie-
ne la leche congelada, ponerla bajo el grifo de agua tibia e ir aumentando la tem-
peratura del agua hasta que llegue a ser caliente. Hay que agitar la bolsa o reci-
piente suavemente, para que se mezcle homogéneamente la grasa con la parte
líquida de la leche materna; este proceso tiene que durar pocos minutos. No tiene
que descongelarse nunca la leche materna al fuego.
7. Puede mezclarse leche de la nevera con leche congelada, siempre que la can-
tidad que añadimos de leche de la nevera sea inferior a la cantidad de leche
congelada.
88
Capítulo VII: Antisépticos en perinatología
-Alcohol de 70º
-Merbromina solución al 2%
b) En la unidad de neonatología.
• En heridas y mucosas:
91
Capítulo VII: Antisépticos en perinatología
a) Durante el parto:
b) Durante el posparto:
1
Atención hospitalaria al parto, estándares y recomendaciones para Maternidades Hospitalarias. Informes, Estudios e Investigación.
Ministerio de Sanidad y Política Social, 2009. Información avalada por la Asociación Andaluza-Extremeña de
Anestesiología, Reanimación y Terapeútica del dolor (AAEAR).
92
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
Es aconsejable abrir una nueva historia clínica obstétrica en el ingreso de cada parto.
Debe:
95
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
• Clasificación del riesgo del embarazo (bajo, medio, alto o muy alto) y del parto.
• Condiciones que tiene que tener el hospital para atender este parto con garan-
tías para la salud de la madre y del recién nacido/a.
96
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
• Especificación del nivel hospitalario dónde tiene que derivarse la gestante para
el parto.
• Edemas.
• Proteinuria.
97
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
Tiene que especificarse el tipo de parto de cada feto en las gestaciones múltiples.
• Indicación en el caso de cesárea electiva o realizada antes del inicio del parto.
98
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
En el caso de partos múltiples, hay que especificar todos los datos para cada uno
de los recién nacido/as.
• Peso en gramos.
• Talla en cm.
• Realización del protocolo de identificación del recién nacido/a: sí, no, apellidos
y nombre del profesional sanitario que realiza el procedimiento de identificación.
• Revisión por el pediatra: sí, no; fecha, hora y nombre del pediatra en caso afir-
mativo y motivo en caso negativo.
• Ingreso del recién nacido/a en pediatría: sí, no, y motivo en caso afirmativo.
99
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
100
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
2. EL PARTOGRAMA
3. EL LIBRO DE PARTOS
Aunque se rellenen correctamente las hojas de historia clínica del parto, en for-
mato papel o electrónico, es muy conveniente, atendiendo a la trascendencia legal
del proceso del parto, disponer de un libro de partos (ubicado en la misma sala de
partos), donde se anotarán los datos mínimos siguientes:
• Edad de la parturienta.
• Semanas de gestación.
101
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
• Fórmula obstétrica.
• Presentación fetal: cefálica, podálica, transversa (de cada recién nacido/a en las
gestaciones múltiples).
• Fecha y hora del parto (de cada recién nacido/a en las gestaciones múltiples).
• Peso del recién nacido/a (de cada recién nacido/a en las gestaciones múlti-
ples).
• Sexo del recién nacido/a (de cada recién nacido/a en las gestaciones múlti-
ples).
• Apgar en el 1er y 5º minuto de vida (de cada recién nacido/a en las gestacio-
nes múltiples).
• Destino del recién nacido/a (de cada uno en las gestaciones múltiples).
• Destino de la madre.
• Datos administrativos.
• Fecha de ingreso.
102
Capítulo VIII: La historia clínica hospitalaria perinatal
Tienen que registrarse en este documento, que quedará en poder de la madre, los
primeros datos del recién nacido/a y recomendarle que lo lleve siempre en las visi-
tas del pediatra, hasta que el niño/a tenga 14 años, ya que esta cartilla resume e irá
acumulando en el futuro los datos más relevantes de su historia clínica.
103
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
En todo hospital donde haya partos debe haber personal capaz de realizar todas
las maniobras de reanimación y la estabilización posterior del recién nacido/a para
el traslado a un centro adecuado.
El/la pediatra o neonatólogo/a que asiste al parto debe recabar información sobre:
105
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
1.2. Personal
1.3 Material
Si todas las respuestas son afirmativas: el recién nacido/a puede ser colocado
piel con piel con su madre y si es necesario se puede secar con toalla y limpiar la
106
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
boca con una gasa. Los cuidados de rutina pueden esperar y no hay necesidad de
interferir el primer contacto con su madre. Si alguna repuesta no es afirmativa se
procederá a la estabilización inicial.
a) Evitar pérdida de calor: tras ligar y cortar el cordón umbilical, colocar al niño/a
bajo una fuente de calor radiante.
c) Secar la piel con toallas precalentadas, retirando las toallas húmedas y cubrién-
dole con una seca. Se debe evitar tanto la hipertermia como la hipotermia.
107
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
Figura 1
2.3. Valoración
– Color: observar si el niño/a tiene color sonrosado, está cianótico o pálido. La cia-
nosis periférica es habitual y no significa en sí misma hipoxemia.
108
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
2.4. Oxigenación
109
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
2.5. Ventilación
Indicaciones:
– Frecuencia cardiaca inferior a 100 lpm a pesar de que el niño/a haya iniciado la
respiración.
Técnica:
Ventilación con mascarilla conectada a bolsa. La bolsa debe ser autoinflable con
un tamaño no superior a 750 ml (250 ml en los prematuros y 500 ml en el resto) y
con válvula de seguridad cuyo límite de presión esté prefijado a 30 cm H2O. La
bolsa se conecta a un flujo de gas, humidificado y caliente, entre 5 a 10 L/min.
Ventilación con tubo en T (tipo Neopuff) conectado a mascarilla facial (se puede
conectar en otros casos a tubo ET o gafas nasales). Este dispositivo manual permite
predeterminar el límite de pico (PIP) que es variable según la edad de gestación y la
causa de la reanimación; puede ser suficiente 20 cm H2O (algunos RN pueden pre-
cisar presiones más altas inicialmente, hasta 30 - 40 cm H2O) y de la presión al final
de la espiración (PEEP) de 4-5 cm H2O. Al ocluir con un dedo el tubo en T se produ-
ce la inspiración y al soltar la espiración. Se requiere cierta práctica para limitar el
tiempo inspiratorio y para establecer la frecuencia respiratoria adecuada.
110
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
Intubación endotraqueal
Debe estar disponible el material adecuado al tamaño del niño/a que vamos a
reanimar.
Tamaño del tubo endotraqueal
* Diámetro interno
Longitud tubo (cm)= peso (kg) + 6 (orotraqueal)
Longitud tubo (cm) = peso (kg) + 7 (nasotraqueal)
Indicaciones:
111
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
Una vez intubado el niño/a se puede ventilar con bolsa, tubo en T o un respira-
dor, usando la menor presión y la menor concentración de oxígeno posibles.
Actitud
Indicaciones
Técnica: colocar los pulgares (uno al lado del otro en caso de recién nacido/a a
término o uno encima del otro si es pretérmino) sobre el tercio inferior del esternón,
por debajo de la línea intermamilar, y el resto de los dedos abrazando el tórax.
Otra forma consiste en comprimir en el mismo punto con dos dedos colocados
perpendicularmente al esternón (figura 3). Esta técnica puede ser más útil en caso
112
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
Actitud
Vías de administración
– La vía endotraqueal se reserva para los casos en que el niño/a está ya intubado y
se precisa administrar de forma rápida alguna medicación mientras se intenta la vía
venosa. Mediante una jeringa se administra la medicación directamente en el tubo
ET o a través de una sonda, y posteriormente dar 2-3 emboladas para favorecer la
difusión del fármaco.
113
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
– La vía intraósea así como las venas periféricas son de uso excepcional en la reani-
mación en paritorio.
Adrenalina
Dosis: 0,01 a 0,03 mg/kg (0,1 – 0,3 ml/kg de la dilución 1:10.000, 1ml de adrenalina
al 1:1.000 más 9 ml de s. fisiológico). Si se administra
por vía ET la dosis es de 0.03 hasta 0.1 mg/kg (0.3 a 1 mL/kg de peso de la diluida)
Expansores de volumen
Tipos:
Naloxona
Indicaciones:
114
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
Dosis: 0,1 mg/kg de una solución con 0,4 mg/ml. Puede repetirse la dosis cada 2-3
minutos hasta lograr la revertir la depresión respiratoria.
Bicarbonato sódico
3. SITUACIONES ESPECIALES
115
Anexo I: Reanimación del recién nacido/a
116
Anexo II: Plan de parto
119
Anexo II: Plan de Parto
120
Anexo II: Plan de Parto
121
Anexo II: Plan de Parto
122
Bibliografía
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