Una Lección Sobre Gratitud
Una Lección Sobre Gratitud
Una Lección Sobre Gratitud
Creer y ser agradecido es necesario toda la vida, más aún si recibes un milagro
Introducción
Imagina por un momento una de esas noches en las que no puedes conciliar el sueño y
debes levantarte temprano el día siguiente para una reunión importante en la que serás el
presentador principal. Tu reloj suena temprano y te despiertas del poco sueño que
lograste. Saltas fuera de la cama, te duchas rápidamente, te tomas media taza de café y
sales a pelar con el tráfico hacia la oficina. ¿Te suena como el inicio de un día terrible?
Quizá lo sea, pero en medio de cualquier circunstancia siempre hay más de una razón para
agradecer, empezando por la oportunidad de abrir los ojos y respirar sin mencionar la
bendición del trabajo, e incluso, del estrés que significa tener un auto que manejar en
medio del tráfico. La gratitud debe de ser una forma de vida más que un acto aislado de
recibir algo.
¿Le has agradecido al Señor la fe que te ha dado para creer y luchar por recibir un
milagro? William Booth, fundador del Ejército de Salvación, dijo: “La fe y las obras deben
caminar lado a lado, paso a paso, como las piernas de un hombre. Primero la fe, luego las
obras, luego nuevamente la fe, y después las obras otra vez, hasta que ya no se pueda
diferenciar una de la otra”. Tener fe y demostrarlo con obras es necesario para recibir la
bendición que pedimos al Señor. De hecho, la fe debería provocar que le digamos:
“Gracias, Padre, por ese milagro que te he pedido y que ya me has concedido aunque
todavía no puedo verlo”.
Jesús no es convencional. No existe una fórmula mediante la cual realice Sus milagros,
pero sí existen principios que te pueden ayudar a alcanzarlos. En este caso, antes de sanar
a los diez leprosos, probó su obediencia. Si puedes obedecer a la autoridad que ves,
seguramente podrás escuchar a Dios, a quien no ves, para alcanzar el tan anhelado
milagro.
Aun cuando fueron diez personas las que sanaron, solo una regresó a darle las gracias a
Jesús. En muchas ocasiones vemos personas que atraviesan situaciones muy complejas y
difíciles, sin embargo, dicen: “Señor, si me sacas de esta, te prometo que te serviré todos
los días de mi vida!”. Luego, el Señor resuelve la situación y ellos olvidan la promesa
hecha. Tú debes ser de aquellos que por agradecimiento regresa a Dios a servirle.
El propósito detrás del milagro Hebreos 12:28
Conclusión
Cuando pidas algo a Dios, no olvides mostrarle tu gratitud y servicio. Esto demuestra la
nobleza de tu corazón y también la integridad de tu vida. Al mismo tiempo, Dios hará que
alcances el propósito para el cual obró milagrosamente en ti.
Llamado y ministración
Oren para que entre ustedes abunde la gratitud hacia Dios y para esta se refleje en todo lo
que hagan. También pidan por las personas que han recibido bendición y no se han
acercado al Señor para darle las gracias.
La palabra del Señor asegura que nadie quien diere su ofrenda para expiación de otras
personas padecerá más de lo que padece. Confía en Su Palabra y ofrece tu ofrenda con
buena voluntad.