Derecho Comercial Tomo III Vol 1 - Ricardo Sandoval Lopez
Derecho Comercial Tomo III Vol 1 - Ricardo Sandoval Lopez
Derecho Comercial Tomo III Vol 1 - Ricardo Sandoval Lopez
Sección I
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1906, R., t. III, sec. 1ª, p. 426, y 10 de octubre de 1931, R., t. XXIX, sec. 1ª,
p. 73). Y nótese que la norma del artículo 707 establece una presunción
legal y toda presunción legal es de derecho estricto.
En cuanto a concederles a los artículos 97 a 106 del Código de Comer-
cio sólo categoría de principios en materia civil, es claro que si se parte de
semejante base, su eventual transgresión en el campo civil no podrá llevar a
la casación.
Los Códigos Civil y de Comercio no contienen precepto alguno que
resuelva si, en el silencio del Código Civil sobre una materia determinada,
deben o no aplicarse las normas que existan al respecto en el Código de
Comercio.
Los artículos 97 a 106 del Código de Comercio deben aplicarse en mate-
ria civil, porque así convienen al espíritu general de la legislación (C. Te-
muco, 5 de agosto de 1935, R., t. XXXIV, sec. 2ª, p. 28).
No es posible aplicar por analogía disposiciones legales de excepción,
como son los artículos 101 inc. 1º y 102 del Código de Comercio (C. Santia-
go, 25 de agosto de 1948, R., t. XLVI, sec. 2ª, p. 48).
El Mensaje con que fue presentado el Proyecto de Código de Comercio
dice: “Frecuentemente ocurre la necesidad de fijar el momento y el lugar
en que las propuestas verbales o escritas asumen el carácter de contratos
perfectos… Para obviar dificultades de tanta trascendencia, el Proyecto ha
dado soluciones satisfactorias a las cuestiones principales e incidentes que
ofrece la materia, y de este modo ha llenado un sensible vacío en nuestra
legislación comercial y civil”.
3 Véase además AVELINO LEÓN H URTADO , La voluntad y la capacidad en los
Párrafo I
La oferta, proposición o policitación
4 “Las expresiones sin compromiso por precios y fecha de entrega que se con-
5 Véase ALEX W EILL , Droit Civil, “Les obligations”, Précis Dalloz, Dalloz,
Párrafo II
La aceptación
Párrafo III
Momento en que se perfecciona el contrato
Párrafo IV
Lugar de la formación del consentimiento
Sección II
Párrafo I
La dación de arras
Párrafo II
Los plazos mercantiles
Párrafo III
Los pagos mercantiles
Párrafo IV
La novación y otros modos de extinguir
obligaciones mercantiles
títulos de crédito.
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ción. De esta suerte, cada vez que se emite una letra de cam-
bio o se suscribe un pagaré, por este solo hecho no se extin-
gue la relación jurídica fundamental que dio origen al
libramiento del respectivo título de crédito, ni se causa nova-
ción. Subsisten en concurrencia las obligaciones emanadas
del contrato o relación subyacente y las que provienen del
efecto de comercio empleado para facilitar su pago, a menos
que expresamente se convenga su extinción. Asimismo, no se
produce novación sino cuando expresamente se acuerda que
las obligaciones que tienen como fuente la relación funda-
mental quedarán sustituidas y, en consecuencia, extinguidas
por las obligaciones emergentes del título de crédito.
La regla que comentamos se aplica a la letra de cambio y
al pagaré en virtud del artículo 107 de la Ley Nº 18.092.
El principio en materia de cheques es el mismo, sólo que
la norma expresa que lo contiene, artículo 37 de la ley del
ramo, es ambigua. En efecto, dispone este precepto que el
cheque girado en pago de obligaciones no produce la nova-
ción de éstas cuando no es pagado, lo que puede interpretar-
se que cuando el documento se paga se producirá la novación.
Sabemos que esto ocurre porque si el cheque es pagado la
obligación se extingue hasta la concurrencia de lo pagado; la
liberación del deudor se produce por haber solucionado to-
tal o parcialmente la obligación, pero no se genera una nue-
va obligación por la circunstancia de que el cheque haya sido
efectivamente pagado. El verdadero sentido del artículo 37
de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques puede
establecerse con el artículo 12 de la Ley Nº 18.092, sobre
Letra de Cambio y Pagaré, en virtud de la norma de herme-
néutica que permite ilustrar los pasajes oscuros o contradic-
torios de una ley con otra, particularmente si versa sobre el
mismo asunto (art. 22 inc. 2º del Código Civil).
Ahora bien, en el Código de Comercio mantiene plena
vigencia la norma del artículo 125, según la cual si se dieren
en pago documentos al portador, se causará novación si el
acreedor al recibirlos no hubiere hecho formal reserva de
32 Ricardo Sandoval López
Sección III
producen plena prueba sólo cuando los testigos afirman los hechos con la
misma claridad con la cual éstos deben aparecer en una escritura. En con-
secuencia, los testigos han de ser presenciales respecto de la celebración
del contrato” (Corte de Apelaciones de Santiago, 11 de enero de 1980,
Revista de Derecho y Jurisprudencia, t. LXXVII, sec. 2ª, p. 1; C. 5ª, p. 3).
“La entrega de mercaderías por el cargador al fletante puede probarse
mediante testigos, si se establece que no se otorgó conocimiento” (Corte de
Apelaciones de Valparaíso, 21 de junio de 1898, Gaceta de los Tribunales,
t. I, Nº 1.238, p. 868).
“Siendo el contrato de cuenta corriente bancaria, según el artículo 83
de la Ley General de Bancos, un acto mercantil, es indudable que tiene tal
carácter respecto de ambos contratantes, esto es, el banco y el titular de la
cuenta corriente. En consecuencia, cualquiera que sea su monto, puede
acreditarse por medio de testigos la existencia de un sobregiro en cuenta
corriente bancaria” (Corte Suprema, 5 de enero de 1965, Revista de Dere-
cho y Jurisprudencia, t. LXII, sec. 1ª, p. 1). Nota: No compartimos el criterio
de la jurisprudencia transcrita en cuanto a que el contrato de cuenta co-
rriente bancaria es mercantil para ambos contratantes. Para el banco lo es
porque constituye un acto propio de su giro, pero para el titular de cuenta
debe aplicarse el principio de lo accesorio, que en sentido restrictivo puede
conducir a establecer que se trata de un contrato civil cuando accede a una
actividad principal de esta naturaleza.
“La naturaleza civil o comercial del contrato de mutuo es de trascenden-
cia respecto de la clase de prueba admisible para su establecimiento, puesto
que mientras en el préstamo civil no se admiten testigos cuando excede de
dos unidades tributarias (D.L. Nº 1.123, de 1975), a menos que concurra
alguna de las excepciones sancionadas en el artículo 1711 del Código Civil,
en el mercantil no existe tal limitación, sino en lo referente a los intereses,
o a su exoneración, que deben necesariamente pactarse por escrito, según
así lo dispone el artículo 799 del Código del ramo” (Corte de Apelaciones
de Santiago, 17 de diciembre de 1959, Revista de Derecho y Jurisprudencia,
t. LIX, sec. 2ª, p. 128). Nota: Igual predicamento se sigue en la Ley Nº 18.010
respecto de las operaciones de crédito de dinero, en cuanto a que los
intereses o la estipulación que exonera de su pago deben constar por escri-
to. El pacto de reajustabilidad también debe convenirse por escrito; aunque
la ley no lo dice expresamente, se deduce del artículo 5º de la misma.
Derecho Comercial 37
Sección IV
LA COMPRAVENTA MERCANTIL
Sección I
Aspectos generales
51
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sin embargo, nos referiremos a las más esenciales, esto es, las
relativas al precio, a los riesgos de la cosa vendida, a las for-
mas de tradición, a la resolución del contrato y a la obliga-
ción de extender factura.
Sección II
Decreto Ley Nº 825 y el artículo 70 del Reglamento del Decreto Ley 825,
Decreto Supremo Nº 55 de Hacienda, 1978.
7 “La factura constituye en sí la prueba preestablecida y el título de
p. 1893.
66 Ricardo Sandoval López
p. 472.
Derecho Comercial 67
Sección III
Párrafo I
La compraventa en masa o en block
commerciales, t. I, Nº 434.
68 Ricardo Sandoval López
Párrafo II
La venta en consignación o contrato estimatorio
Párrafo III
Compraventa de cosas muebles a plazo
Párrafo IV
Las compraventas en bolsas
Sección IV
p. 464.
Derecho Comercial 81
16 Véase R AFAEL ILLESCAS ORTIZ, “El derecho uniforme del comercio in-
“International sales law and the open price contract”, en volumen colectivo
Homenaje a Jorge Barrera Graf, t. II, UNAM, México, 1989, p. 915.
88 Ricardo Sandoval López
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venta internacional de mercaderías: antecedentes históricos y estado
actual”, en Revista de Derecho Mercantil, España, Nº 201, 1991, p. 377.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
Sección I
95
96 Ricardo Sandoval López
forme p. 43).
2 “Si los actores vendían por cuenta de la Compañía demandada los
Sección II
Párrafo I
Obligaciones y derechos del cargador
Párrafo II
Obligaciones y derechos del porteador
ocurre por culpa del porteador, salvo que éste destruya esa presunción legal
u ocurra el accidente por caso fortuito y no ocurra alguna de las circunstan-
cias que enumera el artículo 184 del Código de Comercio” (Corte Supre-
Derecho Comercial 109
ma, 26 de diciembre de 1917, G. 1917, 2º sem., Nº 139, p. 404; R., t. XV, sec.
1ª, p. 324. Corte Suprema, 30 de abril de 1921, G. 1921, 1er. sem. Nº 33,
p. 184; R., t. XXI, sec. 1ª, p. 427).
“Establecido que la pérdida de la mercadería se produjo al desrielarse el
ferrocarril que la conducía por causa de animales ajenos introducidos a la
vía, subsiste la responsabilidad del porteador, si no establece que procedió
con la debida diligencia para impedir la introducción de animales en la vía”
(Corte Suprema, 12 de diciembre de 1932, G. 1932, 2º sem., Nº 58, p. 250;
R., t. XXX, sec. 1ª, p. 156).
“Incumbe al porteador probar que empleó la diligencia y pericia necesa-
rias para acortar o atenuar los efectos del accidente que ha causado la
pérdida o avería de las mercaderías producida por caso fortuito” (Corte
Suprema, 14 de octubre de 1955, R., t. LII, sec. 1ª, p. 331).
“No se extingue la responsabilidad del porteador por el hecho de cono-
cer el cargador que la conducción de las mercaderías había sido confiada
por aquél a un tercero” (Corte Suprema, 10 de julio de 1905, G. 1905, t. I
Nº 748, p. 1167; R., t. III, sec. 1ª, p. 36).
“No infringen los artículos 45, 1547, 2013, 2015 y 2016 del Código Civil,
y 166, 184 y 220 del Código de Comercio, los jueces que, examinando el
carácter de fortuito que la empresa demandada atribuye al hecho estableci-
do en autos que originó la pérdida de las mercaderías, concluyen que
carece de los requisitos de imprevisibilidad e inevitabilidad propios del caso
fortuito o fuerza mayor, toda vez que la ruptura de la llanta de una rueda
no es un hecho que escape a las previsiones normales, pues para que el
caso fortuito exima de responsabilidad es menester que sea la causa única
del daño; una simple dificultad o una imposibilidad relativa personal del
agente no bastan, puesto que la culpa debe apreciarse en abstracto. Los
sentenciadores, al calificar los hechos como culpables, han dado una co-
rrecta aplicación a los preceptos que se señalan como violados” (Corte
Suprema, 2 de mayo de 1963, R., t. LX, sec. 1ª, p. 59).
110 Ricardo Sandoval López
lo 207 del Código de Comercio, dentro de los términos del artículo 47 del
Código Civil, es simplemente legal” (Corte Suprema, 15 de abril de 1963,
R., t. LX, sec. 1ª, p. 50).
Derecho Comercial 111
Sección III
El transporte marítimo
10 Véase Informe Técnico del Proyecto de Reforma del Libro III del
Párrafo I
El contrato de fletamento
ciales, cuyas cláusulas van siendo modificadas por las partes según sus con-
veniencias. En este esquema, tenemos principalmente los formularios de la
“Baltic & International Maritime Conference”, que preparó dos formularios
bases, uno general, conocido como “Barecom A”, y otro especial para los
casos de fletamento con garantía hipotecaria, denominado “Barecom B”,
los cuales contienen cláusulas relativas a la fecha de entrega, inspecciones,
vicios ocultos, operación de la nave, pago del precio, etcétera, y la opciona-
lidad de compra de la nave, entendiéndose que su precio es la suma de los
montos mensuales, pagados, sean como abono o como precio total.
Derecho Comercial 131
Párrafo II
El contrato de transporte bajo conocimiento
de embarque
carburos del año 1969, hace responsables tanto al fletador como al dueño
de la nave por cierto tipo de créditos originados por contaminación con
hidrocarburos.
Derecho Comercial 133
13 Véase Informe técnico del Proyecto de Reforma del Libro III del
Código de Comercio.
Derecho Comercial 135
quier otro medio, se rige por las normas del transporte maríti-
mo durante el período que las mercaderías están bajo custodia
del transportador marítimo. Las otras etapas se rigen por las
normas que correspondan al medio de transporte empleado.
Puede apreciarse que el contrato se caracteriza básica-
mente porque tiene por objeto el transporte por mar de
mercaderías singulares, cargas sueltas o agrupadas en conte-
nedores, que se recogen en un puerto convenido para ser
entregadas en otro puerto también estipulado. Al recibir es-
tas mercaderías el transportador emite un documento que
las describe, denominado “conocimiento de embarque”.
Otro rasgo que tipifica jurídicamente este contrato es la
circunstancia de que el transportador marítimo se obliga a
llegar con la carga sana y salva y a entregarla en el puerto de
destino, lo que comporta una obligación de resultado.
Por otra parte, el contrato de transporte bajo conoci-
miento de embarque se caracteriza porque tiene su estatuto
propio, de donde resulta que las obligaciones de las partes
emanan de las normas legales específicas que lo reglamen-
tan, sin que sea necesario recurrir a analogías. Siendo así, los
derechos del consignatario o dueño de la carga no provie-
nen de lo convenido en su favor por el embarcador con el
transportador, sino del texto de la ley, que los impone como
obligaciones de este último en favor del consignatario.
Finalmente, conviene destacar que el contrato no se rige
tan sólo por el conocimiento de embarque, sino por una ley
imperativa que regula toda la operación consistente en reco-
ger una carga en un puerto determinado, conducirla y entre-
garla en otro puerto también determinado. “O sea, no es la
legislación aplicable a un documento. Es más que eso, es la
legislación aplicable a una forma específica de efectuar el tráfi-
co marítimo o transporte de carga”.14 En consecuencia, con o
Sección IV
Transporte aéreo
Párrafo I
Aspectos generales del transporte aéreo
Párrafo II
Contrato de pasaje aéreo
EL CONTRATO DE SEGURO
1 YVONNE LAMBERT-F AIVRE, Droit des Assurances, Précis Dalloz, París, 1977,
187
188 Ricardo Sandoval López
p. 43.
Derecho Comercial 191
Sección I
1964, p. 15.
194 Ricardo Sandoval López
Sección II
los términos del artículo 541 del Código de Comercio, “el segu-
ro contratado sin estipulación de prima es nulo y de ningún valor”.
Por otra parte, la prima constituye una de las principales
obligaciones del asegurado y su pago puede convenirse en
una cantidad de dinero o en la prestación de una cosa o de
un hecho estimable en dinero. Si nada se estipula, se entien-
de pagadera en dinero, como es lo usual en la práctica.5
En conformidad con las normas del artículo 543 del Có-
digo de Comercio, la prima puede pagarse toda de una vez, o
parcialmente, por meses o por años. Se hace exigible desde
que el asegurador comienza a correr los riesgos, y si es paga-
dera por parcialidades, cada cuota debe pagarse al comienzo
de cada uno de los respectivos períodos. Si la prima no se
paga en el plazo previsto, el asegurador puede demandar su
pago o la resolución del seguro, con indemnización de per-
juicios. Demandándose el pago de la prima, el seguro queda
subsistente; en caso contrario, solicitada la resolución del con-
trato, los riesgos dejan de correr de inmediato por cuenta
del asegurador. Esto último se entiende que ocurre notifica-
da que sea la respectiva demanda (art. 544 del Código de
Comercio).
El asegurador debe ejercer sus facultades recién señala-
das dentro del término de tres días, contado desde el venci-
miento del plazo estipulado para el pago de la prima. No
ejerciéndolas, el seguro queda a firme y el asegurador sólo
puede demandar el pago de la prima (art. 545 del Código de
Comercio).
Cuando el asegurador concede un plazo de gracia para
el pago de la prima, y el siniestro tiene lugar dentro de tal
plazo, el seguro produce todos los efectos jurídicos que le
son propios. Ocurrido el siniestro luego de expirado el plazo
5 Por aplicación del D.L. Nº 3.057, de 1980, el monto de los seguros, el pago
Sección III
6 Véase PICAR et BESSON, ob. cit., t. I, Nº 29, p. 43; LAMBERT -FAIVRE, ob.
riesgo asegurado (Nº 5º del art. 516), que está suplida con la
norma del artículo 536 del Código de Comercio.
Por último, el artículo 516 Nº 9º, en la parte final, deja
abierta la posibilidad de las partes para convenir otras estipu-
laciones que ni esencial ni naturalmente pertenecen al segu-
ro, pero que pueden introducirse mediante pacto expreso.
Con todo, en la práctica el contrato de seguro se celebra
empleando pólizas impresas como formularios, cuyos espa-
cios en blanco se llenan siguiendo las instrucciones de la
compañía, de donde resulta improbable que se incurra en
omisión de enunciaciones esenciales.
Sección IV
Sección V
9 Véanse BAEZA PINTO, ob. cit., pp. 131 y ss., y OSVALDO C ORREA STRAUCH,
214. Valor asegurado. El nuevo texto del art. 1169 del Có-
digo de Comercio adapta nuestro sistema de seguros a las
Derecho Comercial 217
BIBLIOGRAFIA
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226 Ricardo Sandoval López
235
236 Ricardo Sandoval López
Sección I
Sección II
Sección III
Sección IV
Sección V
Sección VI
BIBLIOGRAFIA
Legislación
Ley Nº 18.045 sobre Mercado de Valores.
Ley Nº 18.046 sobre Sociedades Anónimas.
270 Ricardo Sandoval López
271
272 Ricardo Sandoval López
Sección I
Análisis de la definición
ciones bancarias para convenir con sus clientes intereses sobre los saldos
acreditados en cuenta corriente.
278 Ricardo Sandoval López
Sección II
Sección III
Sección IV
Sección V
Jurídica de Chile, Santiago, 1962, Nos 143 y ss. Véase, en este mismo senti-
do, CRUZ O RTIZ, ob. cit., Nº 387, p. 145.
21 PUELMA ACCORSI, ob. cit., Nº 118, pp. 91 y 92.
302 Ricardo Sandoval López
22 Véanse C RUZ ORTIZ, ob. cit., Nº 387, p. 145; RAÚL VARELA VARELA , Re-
307
308 Ricardo Sandoval López
Sección I
El préstamo bancario
Sección II
La apertura de crédito
Giuridica dello check, Rivista del Diritto Commerciale, 1909, tomo II, p. 301,
citados por A LVARO PUELMA ACCORSI, ob. cit., p. 116.
8 L YON CAEN ET RENAULT, Traité de Droit Commercial. Editorial F. Pichon,
Sección III
El descuento
lloz, p. 347.
Derecho Comercial 323
Sección IV