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Econometrics. Faculty of Economics and Business.

University of Santiago de
Compostela, Spain.
Working Paper Series Economic Development. No. 95
2007

Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la


OCDE, 1965-2005

GUISÁN, Maria-Carmen*

First published December 2007

Abstract
This paper presents an analysis and classification causality relationships in Econometrics,
with particular focus on economic development, having into account the changes in
direction of causality, in disequilibrium models, and other views from demand and supply
sides. We analyze the evolution of employment rates, real wages and real Gross Domestic
Product per capita in Spain, Germany, The United Kingdom, the United States and other
OECD countries for 1965-2005 and present applications of the Granger´s test and other
methods to analyze causal relationships.
JEL classification: B41, C51, C52, O51, E2, E24, O52, O57
Keywords: Economic Development, OECD countries, employment, productividad,
classification of causality relationships in Economics.
Resumen
Este documento presenta un análisis y clasificación de las relaciones causales en
Econometría, con especial referencia al desarrollo económico, teniendo en cuenta los
cambios en la dirección de causalidad, en modelos de desequilibrio, y otras perspectivas
desde el lado de la oferta y el lado de la demanda. Analizamos la evolución del empleo, el
salario real y el PIB por habitante en España, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos.
y otros países de la OCDE durante el período 1965-2005 y presentamos los resultados de
aplicar el test de Granger y otros métodos de análisis de relaciones causales.
Palabras clave: Desarrollo económico, países de la OCDE, empleo, salario real,
clasificación de relaciones causales en Economía.
Palabras clave: Desarrollo económico, países de la OCDE, empleo, productividad,
clasificación de relaciones de causalidad en Economía.

Presentación

Las secciones 1 y 2 de este documento son, respectivamente, actualizaciones de


los capítulos 1 y 2 (secciones 2.1 y 2.2) del libro de Guisán, Cancelo, Neira, Aguayo y
Expósito(2001). La sección 3 presenta datos del empleo y el desarrollo económico de los
países de la OCDE en el período 1965-2005 y un análisis de las relaciones causales.

La sección 1 se refiere a los principales enfoques de la modelización macro-


econométrica, teniendo en cuenta la importancia de las relaciones intersectoriales en la

*
Maria-Carmen Guisán, Profesora de Econometría, Facultad de Economía y Empresa, Universidad de
Santiago de Compostela, España, [email protected]
Nota: Partes de este documento son una version actualizada de Guisán(2001 a y b)
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explicación de los desequilibrios económicos y de los factores socio-culturales para el


desarrollo económico. También incluye una perspectiva del desarrollo económico de los
países de la OCDE en el período 1964-2004

La sección 2 presenta una clasificación interesante de las relaciones causales en


Economía, en la que se tienen en cuenta conceptos de gran importancia para la
formulación correcta de los modelos econométricos: relaciones unilaterales de sentido fijo
y de sentido variable, además de las relaciones bilaterales con y sin retardos, y criterios
para distinguir las relaciones causales de las relaciones casuales.

La sección 3 analiza el desarrollo económico en los países de la OCDE durante el


período 1965-2005. Presenta un análisis de la relación entre la tasa de empleo, el salario,
la productividad del trabajo y el Producto Interior Bruto por habitante.

La lectura de este documento requiere un nivel de conocimientos de metodología


econométrica propia de un curso general de Econometría como el de Guisán(1997) u
otros similares, complementado, en caso necesario, con las lecturas que aquí se indican, o
similares, en relación con los temas de cointegración y test de Granger.

1. Modelos macroeconométricos: principales enfoques, relaciones intersectoriales y


factores socio-culturales.

1.1. Modelos econométricos de crecimiento: enfoques de oferta, demanda y mixtos

En Guisán (2001) y (2006) se analizan los principales enfoques de los modelos de


crecimiento económico. De forma sintética podemos resumir aquí los principales
enfoques que allí se analizan: modelos macroeconométricos de demanda, de enfoque
keynesiano; modelos de oferta basados en la función de producción; y modelos mixtos
que combinan aspectos de oferta y de demanda. Entre estos últimos existen diversos
enfoques según el papel mayor o menor que se le atribuyan a los inputs primarios e
intermedios en el lado de la oferta y a las relaciones intersectoriales.

También incluímos en este sección una breve referencia a los modelos de


distribución espacial del desarrollo, tanto a nivel de las regiones de un país o espacio
económico como la UE, como de la distribución entre países a nivel mundial.

Modelos macroeconométricos de enfoque keynesiano

En la mayoría de los países industrializados se considera que no existen problemas


importantes por el lado de la oferta, ya que existen recursos suficientes para invertir
cuando las circunstancias económicas garanticen la rentabilidad de la inversión y se
supone también que existen otros recursos de capital humano y organización social que
garantizan que no se presenten problemas si la dema nda es capaz de garantizar un
crecimiento económico sostenido.

Ello hace que en Estados Unidos, y en gran parte por su influencia en otros países,
los modelos macroeconométricos que tratan de explicar la evolución del PIB, el empleo y
otros importantes macro-magnitudes, no incluyan muchos aspectos importantes del lado
de la oferta, y se centren en gran medida en aspectos de dinamización por el lado de la
demanda y los ajustes entre la economía real y la economía monetaria para evitar grandes

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

oscilaciones cíclicas. En ese sentido se puede considerar que los modelos


macroeconométricos keynesianos, en gran parte desarrollados por Klein y su equipo de
WEFA (Wharton Econometrics Forecasting Associates) en la Universidad de Pensilvania,
han tenido un gran éxito ya que han contribuido a fomentar políticas económicas que han
suavizado las oscilaciones cíclicas en la segunda mitad del siglo XX, contribuyendo a la
expansión de numerosas actividades económicas.

En esos modelos el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) es explicado en


función del crecimiento de los componentes de la demanda agregada. Teniendo en cuenta
que el conjunto de bienes y servicios que un país oferta en un momento del tiempo es la
suma de su PIB y sus importaciones, IMP, se destina a los elementos de demanda:
Consumo privado, C, Consumo Público, G, Inversión privada y pública en bienes de
capital, I, Exportaciones, de forma que si la oferta agregada dada por PIB+IMP es menor
que la demanda agregada dada por C+G+I+EXP se producirá una variación de stocks ,VS
de tipo negativo y si es mayor se producirá una variación de stocks de tipo positivo, en el
enfoque keynesiano el PIB potencial por el lado de la demanda se expresa como:

PIBd = C + I + VS + G + EXP – IMP

En muchos casos se introducen implícitamente algunas restricciones del


crecimiento de forma que el PIB se considera función del PIB potencial por el lado de la
demanda, como en Fair(1994) en el que el PIB verdadero es función del potencial por el
lado de la demanda y de su valor retardado.

Si bien las relaciones por el lado de la demanda son importantes, también hay que
tener en cuenta las relaciones por el lado de la oferta, como bien han señalado
Klein(1983), Guisán(1980) y otros autores.

Modelos de oferta basados en la función de producción

Estos modelos inicialmente se inspiraron en la función de producción propuesta


por Cobb y Douglas(1935), inspirada a su vez en las importantes contribuciones del
economista norteamericano John Bates Clark, y fueron utilizados por diversos autores
para explicar el crecimiento por el lado de la oferta de inputs primarios, nombre con el
que denominan a los factores capital y trabajo, los cuales intervienen en los procesos de
transformación de los inputs intermedios adquiridos por la empresa para obtener la
producción destinada a ser vendida.

El Premio Nobel holandés Jan Tinbergen fue uno de los pioneros en la utilización
de este enfoque ya en la década de 1940 , y le siguieron en la década de 1960 otros
economistas destacados como el noruego Odd Aukrust, el grupo dirigido por el
norteamericano Rober Solow, y el norteamericano de origen griego Griliches, como se
señala en Guisán(1975) y Guisán y Cancelo(2001).

Desde sus inicios el enfoque econométrico de la función de producción incluyó un


elemento explicativo de la diferente eficiencia de una economía a lo largo del tiempo ya
que las cantidades de capital disponible, KD, y de trabajo, L, sólo explicaban una parte
del crecimiento, siendo la otra parte atribuida a diversos factores englobados en el
llamado factor residual.

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Con frecuencia se incluye la variable tiempo (TI) para recoger esos efectos
adicionales a los del capital y el trabajo. Esta variable toma un valor inicial (por ejemplo
cero, como valor inicial, en un año terminado próximo al inicio de la muestra) y se
incrementa en una unidad cada año. Así si disponemos de datos del período 1986-2005
podemos tomar como año inicial TI=0 en 1980 (en cuyo caso los valores de TI en el
período muestral serán: 6, 7, 8,…,25), o podemos tomar como valor inicial TI=0 en 1990,
(en cuyo caso los valores de Ti en el período muestral serán: -4,-3,-2,-1,0, 1,2, …,15).

En estos estudios econométricos la función de producción se expresa como:

PIB = f (KD, L, TI)

En el caso de la función Cobb-Douglas, una vez linealizada la función potencial


mediante logaritmos neperianos, en la cual se incluye un factor exponencial con el
número e elevado al producto del parámetro por el tiempo (TI), la relación es:

ln PIBt = β 0 + β1 ln KDt + β2 ln Lt + β3 TI

El parámetro de la variable ln KD es la elasticidad output/capital, el parámetro de


la variable lnL es la elasticidad output/trabajo, y el parámetro de la variable TI es la tasa,
en tanto por uno, de crecimiento anual no atribuido al trabajo ni al capital, la cual en
algunos casos puede equivaler casi a la mitad de la tasa total de crecimiento del PIB.

El parámetro de la variable TI, cuyo valor generalmente es positivo, mide los


incrementos de eficiencia atribuidos a los distintos componentes del factor residual, entre
los que se encuentran, además de la educación de los trabajadores y directivos, la
capacidad organizadora, el entorno legislativo, las infraestructuras que facilitan el
desarrollo de la producción, el cambio tecnológico y otros. El hecho de que algunos
económetras decidiesen denominarle como parámetro de cambio tecnológico ha hecho
que muchas políticas económicas se hayan diseñado con una excesiva obsesión por la
tecnología, a la que acaban atribuyendo indebidamente el efecto positivo de todos los
componentes del factor residual.

Algunos autores como Denison(1965), a través del análisis de los componentes de


la productividad total, y Guisán(1975) y (1976) a través de la función de producción,
realizaron interesantes estudios con datos internacionales incorporando y destacando el
importante papel que la educación tiene en la capacidad productiva de un país.

A partir de 1990, una vez superadas las dificultades en la disponibilidad de datos


comparativos internacionales de niveles educativos de la población gracias a los esfuerzos
de la OCDE y de la universidad de Harvard, se retomó este importante tema y se
desarrollaron importantes modelos de capital humano, que incorporan la educación como
un factor importantísimo en la dinámica del crecimiento, dentro del enfoque de la función
de producción. Una revisión amplia y selectiva de dichos modelos se presenta en el
interesante estudio de Neira y Guisán(1999).

La mayoría de los autores de este enfoque del capital humano consideran que sus
modelos son especialmente aplicables a los países en vías de desarrollo, ya que en ellos en

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

general las restricciones por el lado de la oferta son más importantes que las existentes por
el lado de la demanda.

Enfoques mixtos de oferta y demanda

Aunque parezca sorprendente pocos autores se han ocupado de una cuestión tan
importante como es la consideración simultánea de la oferta y la demanda, así como de
los posibles desequilibrios existentes entre ambas. A nivel teórico Barro y
Grossman(1971) y a nivel empírico Guisán(1980) y (1983), mediante la formulación y
estimación de modelos econométricos de varios países de la OCDE, tuvieron en cuenta
explícitamente esta importante perspectiva del desequilibrio. También implícitamente
algunos modelos macroeconométricos basados en el enfoque keynesiano de demanda
recogieron, especialmente a partir de la crisis del petróleo de 1974, algunas restricciones
de la oferta.

Barro y Grossman consideraron que la función de producción representa el PIB


potencial por el lado de la oferta y la ecuación (1) el PIB potencial por el lado de la
demanda, y su relación de desequilibrio es:

PIBt = min (PIBt d , PIBt s)

Guisán(1980) y (1983) amplía la relación para tener en cuenta la crisis del petróleo
de 1974 y otras restricciones cuantitativas que pueden presentarse por el lado de la oferta
correspondiente a los inputs intermedios, y la expresa de la siguiente forma:

PIBt = min (PIBt d , PIBt S1 , PIBt S2 )

donde el lado de la demanda es también el del modelo keynesiano, y hay dos lados de la
oferta, uno correspondiente a los productos primarios (S1), basado en la función de
producción como en Barro y Grossman(1971), y otro lado de la oferta, que se incluye
como novedad, que corresponde a los productos intermedios (S2).

Este modelo, mostró una alta capacidad predictiva para explicar la ralentización
del crecimiento debida a la crisis del petróleo con datos de siete importantes países de la
OCDE.

Este modelo pone de manifiesto la necesidad de tener en cuenta las relaciones


intersectoriales, a nivel de los cuatro grandes sectores productivos: Agricultura, Industria,
Construcción y Servicios, o a un nivel más desagregado, si los datos lo permiten, como
los correspondientes a las clasificaciones sectoriales de las contabilidades nacionales de
Eurostat y de la OCDE, tema que analizamos en la próxima sección.

Modelos dinámicos y crecimiento económico

En algunos como libros de Economía como en Greenwald(1982) se insiste en la


importancia de la dinámica económica en los procesos de ajuste, para la recuperación del

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equilibrio una vez producido algún tipo de shock. Además de este tipo de dinámica de
ajuste, hay que tener en cuenta la dinámica de crecimiento, ya que hay impactos que no
suponen la vuelta a ningún equilibrio similar al anterior sino que promueven un impulso
con una nueva trayectoria

El reforzamiento de efectos propagación de los modelos superdinámicos se produce


con cierta frecuencia en los modelos de desarrollo económico ya que, en ausencia de otras
limitaciones al crecimiento, los incrementos de inversión impulsan no sólo el incremento de
la producción en periodos sucesivos sino que además impulsan el crecimiento futuro de la
propia inversión, los cuales tendrán también sus correspondientes efectos propagación a
través de la función de producción en la que figura el stock de capital.

1.2. Importancia de las relaciones intersectoriales

Los inputs intermedios, constituidos por la energía, materias primas y productos


semielaborados que intervienen en el proceso de fabricación, no están siempre disponibles
en la cuantía precisa en todos los países, ya que dependen tanto de las condiciones
naturales de producción de cada país como de su capacidad importadora, y ambas varían
considerablemente de unos países a otros. En Guisán(1983) se analiza la importancia de
las relaciones intersectoriales que pueden deducirse del lado de la oferta de las tablas
Input-Output, I-O, de forma que también se integra en este modelo de síntesis la
importante perspectiva, debida al economista norteamericano de origen ruso
Leontief(1945).

La conveniencia de tener en cuenta esta importante perspectiva del desarrollo


sectorial y de las relaciones intersectoriales no ha sido suficientemente destacada en la
historia del pensamiento económico. El economista australiano Colin Clark ya expuso en
las década de 1940 y 1950 importantes aportaciones en este sentido, y el análisis input-
output de Leontief también es una aportación importante. A nivel de modelos
econometrícs Klein con sus aportaciones en el modelo interindustrial de Wharton y con su
libro sobre la economía de la oferta y la demanda destaca la necesidad de combinar los
aspectos de oferta y demanda en el estudio del crecimiento económico.

En los modelos presentados en este libro se tiene en cuenta de forma sintética la


importancia de las relaciones intersectoriales entre el desarrollo de las industria y otros
sectores no agrarios. En Guisán y Cancelo(2001) y en Guisán y Aguayo(2001) se analizan
con mayor detalle estas relaciones a nivel internacional y en Guisán, Cancelo, Aguayo y
Díaz(2001) se destaca la importancia que tiene esta perspectiva para un desarrollo más
equilibrado de las regiones europeas.

El estudio de la evolución de los distintos sectores productivos es muy importante,


y en este sentido hay que constatar que existen pocos estudios comparativos
internacionales a nivel del conjunto de la economía. Hay una cierta abundancia de
estudios particulares de algún producto o de alguna zona local, donde las ayudas son algo
más frecuentes, pero en general la escasez de ayudas a la investigación económica
aplicada a los distintos sectores con un carácter más amplio y general explica en parte el
escaso número de estos estudios.

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Otros factores como las dificultades estadísticas existentes, incluso a nivel de los
países de la UE y de la OCDE, para disponer de series de valor añadido a precios
constantes y de deflactores de precios sectoriales con series homogéneas en una base
común, son también importantes para explicar el escaso número de estudios
internacionales de tipo sectorial.

A continuación exponemos brevemente algunas características relevantes de los


estudios econométricos internacionales de tipo sectorial.

Agricultura

En este sentido es muy importante analizar la evolución de la agricultura a nivel


internacional ya que la dinámica de este sector, como se pone de manifiesto en el trabajo
de Guisán, Expósito y Aguayo(2001), puesta de manifiesto en los modelos econométricos
es bastante distinta a la que preverían las teorías económicas más generalizadas.

En la agricultura se ha producido con gran frecuencia un efecto compensación, de


forma que en este sector las bajadas de precios relativos no han tenido en general un
efecto de disminución de la oferta, sino que al contrario han provocado un efecto de
aumento de la oferta, para compensar a través de cantidades mayores vendidas la bajada
de los precios y conseguir un mantenimiento de renta real para cada explotación. Esta
reacción de aumento de la cantidad para compensar la bajada de precios ha provocado una
presión de la oferta sobre la demanda que se ha traducido en nuevas bajadas de precios.

El objetivo de mantenimiento de rentas debería de haberse conseguido por otras


vías, con políticas agrarias de subvención y apoyo más basadas en el apoyo a la calidad, y
al mantenimiento del empleo, que a la cantidad y en este sentido la política agraria de la
UE y de otros países tiene mucho que mejorar. Los grandes errores cometidos en la
década de 1990 deberían de tenerse en cuenta para abandonar de una vez la prepotencia
burocrática de la llamada PAC y escuchar un poco más a los investigadores económicos,
y a las organizaciones sociales que defienden a los consumidos y a los agricultores.

Industria

Un tópico bastante extendido es el de que la industria no crea empleo puesto que


el número de empleos industriales a partir de un cierto nivel de desarrollo se estanca o
incluso tiende a disminuir. Este tópico es falso puesto que los modelos econométricos
ponen de manifiesto el importante efecto positivo que las rentas generadas en la industria
tienen sobre el desarrollo de los otros sectores no agrarios como se pone de manifiesto en
los modelos que incluímos en este libro y en otros estudios.

El efecto positivo que la industria tiene sobre los demás sectores no agrarios hace
que el incremento del Valor Añadido industrial impulse el Valor Añadido y el Empleo en
los sectores de construcción y de servicios y que contribuya de forma muy positiva al
aumento del PIB real por habitante. Por lo tanto la industria crea mucho empleo en la
construcción y en los servicios, tanto públicos como privados.

Otro error bastante habitual es considerar que la industria debe abaratar sus
precios a toda costa, a veces con el asesoramiento de la mal llamada economía de la
eficiencia, grupo teórico que defiende el abaratamiento de costes sin tener en cuenta con

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Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

frecuencia las implicaciones de pérdida de calidad y otras consecuencias que afectan


negativamente al bienestar social.

No es cierto que las economías más competitivas sean las que ofrecen productos
más baratos sino las que logran tener simultáneamente un mayor nivel de producción
industrial por habitante, de capacidad exportadora por habitante y de renta real por
habitante. Por ello es mucho más importante considerar los factores que influyen en la
competitividad estructural que es la que tiene en cuenta esta visión más amplia e
interesante de la competitividad, como se indica en Guisán y Cancelo(1998) y (2000).

Construcción

El sector de la construcción, residencial y no residencial, tiene un efecto


importante sobre el empleo y sobre el bienestar económico ya que las infraestructuras son
muy importantes y la calidad de la vivienda constituye un factor de bienestar socio-
económico de gran importancia.

Otro tópico en relación con este sector es de considerarlo la locomotora de la


economía, pero los modelos econométricos ponen de manifiesto que en general este es un
sector movilizado a partir de la dinámica que generan otros sectores como la industria y
algunos sectores de servicios como el turismo o el sector público, por ejemplo cuando
construye infraestructuras o edificios destinados a servicios públicos o cuando paga gastos
corrientes para el mantenimiento del personal y gastos ordinarios de servicios educativos,
sanitarios o sociales.

El desarrollo del turismo nacional de un país y de las inversiones públicas


depende a su vez de la buena marcha de la industria y del conjunto de los sectores
productivos, y en general la industria es el principal motor de desarrollo en casi todos los
países y regiones. En regiones muy pequeñas como Baleares, un desarrollo
particularmente intenso de los sectores de servicios dinamizados por el turismo puede
lograr un nivel relativamente alto de renta por habitante, pero en general ello no es
posible, en otras regiones ma yores, sin un grado importante de desarrollo industrial.

Por lo tanto en general el desarrollo industrial tendrá un impacto positivo sobre


la construcción a través de una serie de efectos directos, como la demanda de
construcción no residencial para la actividad industrial, como de sus efectos indirectos
al aumentar la actividad del sector servicios y la renta de las familias.

La construcción contribuye al desarrollo económico no sólo como un elemento de


estímulo por parte de la demanda sino también a través de las mejoras de infraestructuras
y de dotación de edificaciones para actividades de diversos sectores. Contribuye en gran
medida al bienestar económico cuando su cantidad y calidad contribuye a mejorar la
calidad de vida de los ciudadanos.

Servicios

Los sectores de servicios tienen en general una tendencia creciente en el tiempo y


a medida que aumenta el nivel de desarrollo de un país generan un porcentaje cada vez
mayor de valor añadido y empleo.

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Algunos economistas piensan que este sector puede crecer con independencia de
los demás, pero existe una relación causal muy clara entre muchos sectores de servicios y
las rentas generadas en otros sectores productivos, particularmente con las generadas en
muchas industrias que contribuyen al aumento de la renta real de las familias y al
incremento de la demanda de servicios dentro de los consumos intermedios de las
empresas: servicios de asesoría, marketing, publicidad, etc.

Así en España durante algunos años del período 1975-90 se intentó aumentar el
empleo en este sector sin un crecimiento sostenido de la producción industrial y ello no
tuvo los frutos esperados porque no se tuvo en cuenta la importante relación causal
existente entre el desarrollo de este sector y las rentas generadas en los demás. Así para
impulsar el comercio y los servicios es preciso en general impulsar primero el desarrollo
industrial.

Otro tópico existente en este sector es el de considerar que el sector público y el


sector privado son competitivos, de forma que todos los recursos que se destinen a
promover el empleo en el sector público se detraen del desarrollo del sector privado, pero
la realidad no es así. Los modelos econométricos muestran que cierto grado de desarrollo
del sector público es en general conveniente, no sólo para lograr unos niveles suficientes
de atención a determinados servicios sociales y administrativos, sino también porque las
inversiones y los gastos corrientes de este sector impulsan el desarrollo de muchas
actividades del sector privado.

En la sección 3.3. del libro de Guisán et al(2001) ve mos la gran importancia que
tiene el sector de servicios comunitarios y sociales, que incluye la educación, la
investigación científica, la sanidad y diversos servicios sociales. En las economías
avanzadas estos servicios tienen una importancia creciente, tanto si son financiados de
forma prioritaria por el sector público, como en Europa, como si lo son por el sector
privado, como en Japón, o si lo son de forma equiparable por ambos sectores como en
USA. Muchos de estos servicios, además de incidir de forma importante sobre la calidad
de vida contribuyen en una importante medida a la creación de capital humano y de
capital social, tan importante para el desarrollo.

Es un error creer que los servicios sociales y comunitarios son menos importantes
para el desarrollo que los sectores de servicios comerciales y financieros, como también
es un error creer que los sectores de servicios son menos importantes para el proceso
productivo que los otros sectores. En las primeras etapas de paso de una economía agraria
a una economía industrial, a lo largo del siglo XIX, muchos economistas pensaban que las
actividades de servicios, que suponían un porcentaje muy pequeño de la actividad no eran
muy importantes, pero al final del siglo XX se le va reconociendo la gran importancia que
tienen en el proceso de desarrollo económico y de creación de empleo.

1.3. Factores socio-culturales de desarrollo

En el interesante libro del economista francés Jean Arrous(1999) se analiza la


evolución de las teorías del crecimiento para finalizar destacando el importante papel de
la perspectiva de los historiadores económicos que, como Douglas North, han destacado
la importancia los aspectos que ellos denominan institucionales, y que se refieren no tanto
a las instituciones en su sentido de organismos sino a los valores educativos, de
organización social y de valores éticos y prioridades que cada sociedad tiene como un

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Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

capital humano y social, y que se refleja en la cantidad y calidad de su progreso


económico.

En esta línea son muy destacables las contribuciones de los historiadores


económicos Maddison(1980) y (1990) y Landes(1995), que destacan la importancia que
la educación de las minorías y mayorías han tenido a lo largo de los últimos siglos,
especialmente a lo largo del siglo XX.

Douglas(1980) pone a Gran Bretaña como ejemplo histórico de país cuyos valores
sociales supieron impulsar el desarrollo industrial y a España como ejemplo histórico de
la falta de impulso. Afortunadamente en el último tercio del siglo XX España, impulsada
por el desarrollo y el ejemplo de los principales países de Europa occidental, mejoró
sustancialmente su bajo nivel educativo y promovió un cambio social de valores que
aumentó su dinamismo económico, y las diferencias entre España y Gran Bretaña fueron
en el año 2000 mucho menores que en épocas anteriores.

En nuestros análisis econométricos europeos e internacionales de la interrelación


entre aspectos socio-culturales y desarrollo, hemos encontrado una influencia muy
positiva de la educación, en cantidad y calidad, sobre el proceso de desarrollo económico,
no sólo por propiciar una mayor productividad de los trabajadores sino sobre todo por
impulsar un ambiente socio-cultural que mejora los valores sociales y las prioridades de la
política.

Así por ejemplo países como Suiza, en los que históricamente se ha dedicado una
gran intención a la calidad de la educación, fomentando un espíritu de armonía social y de
respeto a la naturaleza en la línea de la s ideas de importantes pensadores como Zwinglo y
Pestolazzi, encontramos una sociedad avanzada, con un PIB por habitante similar al de
Estados Unidos, que aventaja a USA en muchos aspectos de la calidad de vida ya que
Suiza tiene menos pobreza y más seguridad ciudadana. Otros países europeos,
especialmente los países nórdicos y los principales países de la UE han seguido líneas
similares de desarrollo de la calidad de la educación y destacan a nivel internacional en
términos similares a los de Suiza.

A principios de la década de 1990, tras trabajos de gran impacto como el estudio


econométrico de Barro(1990) se impulsó el interés por los modelos de capital humano,
que se ha extendido al interés por el capital social en los últimos años de dicha década.
Ambos están muy relacionados pues las sociedades que tienen mejor nivel educativo, en
cantidad y calidad, tienden a crear un mejor capital social y viceversa.

Son muy numerosos e interesantes los modelos econométricos desarrollados en la


década de 1990 sobre el impacto del capital humano, muchos de los cuales se analizan en
Neira y Guisán(1999), entre los que figura el propio modelo estimado por estas autoras en
el que el efecto de la educación sobre el crecimiento es doble: directo e indirecto. El
efecto directo se transmite directamente a la función de producción y el efecto indirecto se
manifiesta en el efecto significativo que la educación tiene generalmente sobre el
incremento de la inversión y del stock de capital, y por lo tanto indirectamente sobre la
producción. Ambos efectos se ven reforzados por el proceso dinámico del desarrollo por
el lado de la oferta que analizaremos en el próximo capítulo.

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Otro aspectos relacionado con el capital humano, además de la educación y de su


impacto sobre el desarrollo, es la mejora en el capital humano investigador, o lo que se ha
conocido como la política de investigación y desarrollo, I+D. Esta política tiene muchos
defectos ya que padece en general de exceso de tecnicismo y no siempre es la
investigación tecnológica la de mayor interés para el desarrollo económico y social.

En Guisán, Cancelo y Expósito(1998) presentamos un modelo econométrico que


relaciona el crecimiento económico con los gastos de educación e investigación con una
muestra de 10 países de la OCDE que incluye a España, Italia, Alemania, Bélgica,
Holanda, Gran Bretaña, Portugal, Grecia, España y Francia, en el que se compara además
el impacto de los gastos de investigación en distintos campos científicos e instituciones.
Los modelos ponen de manifiesto que la educación tiene un importante efecto positivo y
que el gasto en investigación en Economía y Ciencias Sociales tiene un impacto mayor
sobre el PIB real por habitante, en promedio 2.5 veces mayor, que el que se destina a
Tecnología y Ciencias Experimentales, lo que hace pensar que en este tema hay que tener
en cuenta también prioridades no tecnológicas además de diversos aspectos que afectan a
la calidad de vida de los ciudadanos.

Así pues en términos generales la investigación tecnológica no tiene un efecto


mayor que la no tecnológica para el desarrollo económico, y sería conveniente que los
organismos europeos que manifiestan esa obsesión tecnológica abandonasen la rigidez de
sus planteamientos y se centrasen un poco más en impulsar la investigación socio-
económica y su difusión para la mejora del desarrollo armónico de las regiones europeas.

Otra conclusión de interés en dicho estudio, es que pone de manifiesto que la


investigación que se realiza en las universidades es generalmente más productiva para el
desarrollo económico que la que se realiza en el grupo que las estadísticas de la OCDE
denominan como organismos públicos no universitarios. Ambas tienen un impacto
positivo y significativo, con un coeficiente 3 veces superior para la investigación
universitaria.

Los gastos de investigación realizados en las empresas no resultan en general tan


importantes para el incremento del PIB por habitante, pues en una gran parte se destinan a
fortalecer la cuota de mercado de las empresas más competitivas pero no incrementan el
crecimiento general del país, pero en su conjunto tienen también alguna importancia
positiva aunque mucho menor que la realizada en las instituciones puramente
investigadoras como las universidades.

Otros estudios que confirman estos hallazgos pioneros en el campo de los modelos
econométricos que miden el impacto de los gastos de investigación, se analizan en
Guisán, Cancelo y Expósito (2001), donde se presenta un panorama de los principales
estudios internacionales. También se han realizado otros estudios interesantes de la
economía española como los de Martín(2000).

Es importante a partir de dichos resultados insistir en la conveniencia de aumentar


los recursos destinados a la investigación universitaria en general, ya que en los países
que figuran en las estadísticas de la OCDE su presupuesto oscila entre un 15% y un 35%
del gasto total en investigación. También es importante incidir en la importancia de
fomentar la investigación socio-económica orientada al diagnóstico y solución de los
problemas reales, pues en los estudios econométricos se comprueba que es altamente

11
Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

rentable para la sociedad y sin embargo es un área que recibe una parte muy pequeña del
presupuesto total.

Así pues las universidades siguen siendo, a pesar del poco protagonismo que en
algunos países como España tienen en los medios de comunicación, los motores
fundamentales del crecimiento económico de un país, por su contribución directa e
indirecta en los procesos educativos ya que además de formar trabajadores de alta
cualificación para las empresas y organismos públicos forman también a los profesores
que van a impartir los otros niveles de enseñanza y desarrollan además una parte
importante de la investigación que tiene como hemos indicado una productividad social,
por término medio, muy elevada.

En los modelos que presentamos en las próxima secciones incluímos la variable


PS2 que representa el porcentaje de población con estudios secundarios de segundo ciclo
completos como un indicador representativo del nivel educativo de la sociedad y que
como tal indicador, recoge en el modelo no sólo los efectos de la educación sino también
el efectos de otras variables de ambiente socio-cultural relacionados con ella.

1.4. Relaciones entre población, empleo y producción

Durante algún tiempo muchos economistas creían que el crecimiento de la


población era un factor dinamizador del crecimiento económico y del aumento de la renta
per cápita, pero ello no siempre es así, pues está claro que el alto nivel alcanzado en renta
por cápita por los países más ricos de la OCDE sólo ha sido posible por la coincidencia de
un nivel relativamente alto de la tasa de crecimiento del PIB con un nivel muy moderado
de la tasa de crecimiento de la población.

También se comprueba, en Guisán y Cancelo(1998) como las altas tasas de


crecimiento del PIB de dos países importantes como México y Turquía, que han sido las
más altas entre todos los países de la OCDE en el período 1964-94, no se han traducido en
un aumento importante del PIB por habitante al haberse mantenido en estos países tasas
de natalidad demasiado elevadas. Ahora, gracias al efecto de la educación, comienzan a
moderarse esas altas tasas de natalidad y ello hará posible que en las próxima década se
pueda apreciar muy probablemente un incremento importante de la renta real por
habitante.

Así pues los países no son más ricos por tener más población, y tenemos ejemplos
de países pequeños como Suiza, Dinamarca y otros que con sus altos niveles educativos
han alcanzado niveles de prosperidad económica y social muy elevados con crecimientos
demográficos moderados.

Tampoco es necesario, para lograr un nivel importante de crecimiento de la


producción, tener altas densidades demográficas y ahí tenemos el ejemplo de USA que
tiene una densidad demográfica muy baja, en torno a 26 habitantes por km2 , y un nivel de
PIB por habitante de los más elevados del mundo, mientras que la India con una densidad
de población por km2 casi cien veces superior a la de Estados Unidos tiene una renta per
cápita muy baja.

12
Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Los modelos econométricos permiten constatar que la población, cuando tiene


facilidades para la movilidad, tiende a desplazarse por motivos laborales a aquellas
regiones en las que se incrementa el empleo y la renta.

Distribución espacial del desarrollo económico

Algunos economistas como el francés Perroux en diversas publicaciones de la


década de 1950 destacan la importancia que tienen las políticas dinamizadoras del
desarrollo económico regional o espacial, ya que es consciente de que las leyes de la
oferta y la demanda no funcionan como algunos teóricos pensaban, ya que el capital no se
dirige prioritariamente a las zonas menos desarrolladas sino que tiende a concentrarse en
las zonas más ricas y dinámicas.

Sus ideas tuvieron sin duda efectos positivos en las políticas de desarrollo regional
de Francia y de muchos países, pero en la actualidad no se le presta la atención que
merecen, ya que las políticas de muchos países y de organizaciones internacionales como
la UE y el FMI ponen un énfasis excesivo en la libre movilidad de factores sin tener en
cuenta las tendencias centrípetas del capital y la necesidad de combinar el liberalismo con
ciertas garantías y protecciones para las regiones y países con economía más débil.

No estamos obviamente defendiendo un proteccionismo rígido e ineficiente, pero


sí proponiendo el impulso a la cooperación para promover un desarrollo espacial más
equilibrado en la línea de las propuestas de Mayes y Begg(1994) y de Guisán, Cancelo,
Aguayo y Diaz(2001) para las regiones europeas. Consideramos además que dichas
ideas son también aplicables a la promoción de un desarrollo más armónico a nivel
mundial.

En este sentido es muy importante que los economistas y los investigadores


económicos, incluyendo los económetras, tengan en cuenta la importancia de las
relaciones intersectoriales, y su incidencia sobre los desequilibrios económicos entre
oferta y demanda.

Así las regiones que tienen un mayor grado de industrialización generan, debido a
las relaciones intersectoriales señaladas en la sección 1.2, importantes efectos de
dinamización de los otros sectores no agrarios y aumentan el empleo. Los movimientos
migratorios entre las regiones de uno o varios países hace que el incremento de la
participación de la renta y el empleo de una región en un país implica un incremento
también en su peso poblacional y las regiones que pierden peso en renta y empleo tienden
a perder peso poblacional.

La importancia del incremento del valor añadido no agrario, y de los factores que
intervienen en su evolución, es esencial en ese sentido como se pone de manifiesto en
Aguayo y Guisán(2001) y en otros estudios.

13
Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

2. Relaciones causales en Economía y Econometría

2.1. Clases de relaciones causales

La Econometría Aplicada debe tratar de analizar las relaciones causales entre las
variables en la medida en que sea posible, ya que los objetivos de la Econometría son la
explicación y/o la predicción del comportamiento de las variables económicas. En ambos
casos es importante conocer el orden de causalidad entre variables y sus relaciones.

Ello requiere una combinación adecuada de conocimientos sobre el funcionamiento de


la economía real y sobre los planteamientos teóricos así como el uso equilibrado y
prudente de los métodos econométricos necesarios para la obtener un conocimiento
realista.

El uso equilibrado de la metodología econométrica requiere más reflexión económica y


observación de la realidad que metodología matemática, como muy bien han señalado
Blaugh(1990), Mayer(1995) y otros autores. Hay que lamentar que las tendencias
dominantes en muchas revistas de investigación económica y econométrica ha sido la de
publicar más trabajos con sofisticación matemática que con contenido económico
relevante. El exceso de énfasis en la metodología a veces conduce a una aplicación
mecanicista de contrastes de cointegración u otros tests, sin interpretación económica
adecuada de los resultados, lo que hace que los resultados de ese tipo de estudios a veces
sólo aporten confusión y no tengan conclusiones de interés. En el período 1995-2007 se
han experimentado algunos avances hacia un mayor grado de relevancia

El Cuadro 1 presenta una clasificación general de las distintas situaciones que


pueden presentarse en lo que respecta a las relaciones de causalidad entre dos variables.

Cuadro 1
Relaciones de causalidad entre variables económicas

1. Causalidad directa unidireccional de sentido fijo:


a) X causa a Y ó b) Y causa a X

2. Causalidad directa unidireccional de sentido variable.


Existe en modelos de desequilibrio: X a veces causa a Y, e Y a veces causa a X

3. Causalidad directa bidireccional (X causa a Y e Y causa a X):


a) sin relación contemporánea (modelo recursivo): Yt =f(Xt ), Xt =f(Yt-1 )
b) con relación contemporánea (interdependencia): Yt =f(Xt , Z1r), Xt =F(Yt , Z2t )

4. Causalidad indirecta: X e Y no están relacionadas directamente pero


influyen en, o están influídas por, otra variable Z.
Ejemplos: a) Z= F(X, otras variables) Y=F(Z), b) Y=F(Z), X=F(Z)

5. Ausencia de causalidad: a) incorrelación, b) correlación casual

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Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Cuando existe una relación causal directa existe alta correlación entre las variables
pero la alta correlación puede ser también debida a la casualidad o a la existencia de
relaciones causales indirectas. Este problema ha llevado al desarrollo de la teoría de la
cointegración, que trata de determinar mediante el test ADF, o test aumentado de Dickey
y Fuller, o el test EG de Engel y Granger, u otros tests de cointegración, si la relación
entre las variables es causal o espuria, es decir no causal.

Los tests de cointegración tienen muchas limitaciones, como se demuestra en


Guisán(1999) y por lo tanto hay que utilizarlos con prudencia, sobre todo distinguiendo
las situaciones de incertidumbre de las situaciones de relación espuria ya que no son lo
mismo. También se analizan en dicho trabajo las limitaciones del test de causalidad de
Granger y la importancia del test de causalidad de Haussman para contrastar la
interdependencia.

Dadas las limitaciones de la metodología de la cointegración es claro que no


puede sustituir a otros análisis que son importantes para el conocimiento de las relaciones
causales en Economía, e incluso el análisis de correlación a veces le puede superar en
resultados, ya que las correlaciones lógicas entre variables económicas que se mantienen a
través del tiempo y el espacio en circunstancias cambiantes tienen en general un
importante contenido causal directo o indirecto.

La alta correlación entre variables que no tienen relaciones de causalidad, o sólo


de causalidad ind irecta, se debe al hecho de que, como se puede demostrar fácilmente,
todas las variables que tienen alguna tendencia temporal están altamente correlacionadas
entre sí, de forma positiva si tienen tendencias temporales en el mismo sentido y de forma
negativa si sus tendencias temporales tienen un signo opuesto.

Las situaciones de correlación casual son generalmente bastante evidentes para el


económetra con conocimientos de las teorías y de la realidad económica, y no suelen
crear confusión.

En caso de duda se comprueba fácilmente que las correlaciones meramente


casuales son generalmente bastante inestables en el tiempo y en el espacio, como se
demuestra en el capítulo 5 de Guisán(1997), al analizar los efectos de la exclusión de
variables explicativas relevantes y la inclusión de variables explicativas irrelevantes.

En dichas situaciones los contrastes de estabilidad muestral y postmuestral son de


gran ayuda para decidir. También son de utilidad otras técnicas, como la combinación del
análisis de cointegración con estrategias razonables de regresión, en la línea que se
desarrolla en Guisán(1999).

Un problema más importante en la práctica es el de definir el sentido de la


causalidad entre dos variables entre las que está clara la existencia de una relación de tipo
causal. Así cuando la oferta determina la demanda exis te una causalidad undireccional en
un sentido y si la demanda determina la oferta la causalidad se da en sentido contrario.

En el primer caso son los factores de la oferta los que determinan el nivel de
producción y ésta influye en el nivel de consumo, mientras que en el segundo son los
factores de demanda los que determinan el nivel de consumo y éste influye en el nivel de
producción.

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Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

Cuando dos variables interactúan existe una causalidad bidireccional, la cual


puede tener desfases temporales o producirse con tanta proximidad temporal que se
considera como interdependencia contemporánea, al tener lugar en la misma unidad de
tiempo muestral.

Si la relación bidireccional es retardada, o no contemporánea, el modelo


multiecuacional, formado por dos o más ecuaciones, es de tipo recursivo, y cada una de
sus ecuaciones puede estimarse mediante mínimos-cuadrados ordinarios, como si se
tratase de un modelo uniecuacional, y utilizarse para la predicción siguiendo el orden
recursivo.

Si la relación bilateral es contemporánea el modelo multiecuacional presenta


interdependencia lo que debe ser tenido en cuenta tanto para la estimación consistente de
los parámetros, mediante mínimos-cuadrados en dos etapas u otros métodos, como para la
predicción simultánea de todas las ecuaciones.

Las relaciones causales unidirecionales pueden ser a veces indirectas, es decir las
variables no están directamente relacionadas entre sí sino a través de una tercera variable.

Un economista con conocimientos y experiencia raramente confunde las


relaciones causales con las casuales, pero ese peligro existe cuando los modelos
econométricos son utilizados por personas con escasos conocimientos de Economía.

Más difícil de distinguir es el sentido de la causalidad, ya que la complejidad de la


realidad económica ocasiona que se entremezclen causas con efectos en muchas
ocasiones. Los análisis de causalidad, especialmente el de Haussman y los contrastes de
especificación contribuyen, junto a otras técnicas como el análisis de la capacidad
predictiva y los estudios comparativos de distintos países y períodos, a distinguir las
distintas situaciones.

2.2. Causalidad y relaciones macroeconómicas

Como ya hemos indicado es frecuente que los modelos macroeconómicos


consideren de forma predominante el lado de la demanda en los países industrializados y
el lado de la oferta en los países en vías de industrialización. En ambos casos es
conveniente tener en cuenta que ambos lados pueden tener influencia a través de diversos
desequilibrios.

El análisis de causalidad entre Consumo y PIB en los países de la OCDE que se


realiza en Guisán(1999) y en otros estudios pone de manifiesto que la relación más fuerte
es la de que la demanda depende de la producción, aunque también hay una cierta
relación bilateral. Esto significa que no debemos ignorar los aspectos más relevantes del
lado de la oferta ni en los país menos desarrollados ni en los países desarrollados.

Un análisis interesante de la causalidad directa unidireccional es el que


proporcionan el enfoque de los Modelos de Desequilibrio entre oferta y demanda.
En esos casos una de las variables explicativas de la ecuación de oferta cuando
estamos en régimen de oferta, es decir cuando es el lado de la oferta el que determina la

16
Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

producción, se convierte en la variable explicada por dicha ecuación cuando la


producción es explicada por el lado de la demanda. De forma similar una de las variables
explicativas de la ecuación de demanda se convierte en variable explicada cuando la
producción es exógena a dicha ecuación es decir cuando está explicada por el lado de la
oferta.

Un ejemplo muy claro en este sentido es el modelo macroeconómico de Barro y


Grossman(1971), que integra el modelo neoclásico y el modelo keynesiano para la
explicación del Producto Interior Bruto (PIB). En la misma línea, en los modelos
macroeconómicos de desequilibrio de Guisán(1980), (1983) y (2000), se consideran dos
relaciones explicativas del PIB por el lado de la oferta y una por el lado de la demanda,
añadiendo al enfoque de Barro y Grossman la consideración de una relación que
representa el papel de la disponbilidad de materias primas y otros inputs intermedios en el
crecimiento.

Esta perspectiva del desequilibrio y la consideración de relaciones


intersectoriales es muy importante para comprender los procesos macroeconómicos de
desarrollo como hemos indicado en la sección 1.2.

Además es preciso analizar otros problemas macroeconómicos de enorme


importancia en la economía globalizada del año 2000 y de comienzos del siglo XXI. Es
claro que el prestigioso economista Stiglitz, de la universidad de Stanford y antiguo
miembro del Banco Mundial, tiene razón cuando critica las políticas del FMI, ya que
dichas políticas de austeridad en países con graves problemas económicos y sociales
muchas veces no hacen más que agravar la situación económica lo que incluso puede
repercutir en un incremento de sus problemas políticos y sociales.

No se deben por lo tanto aplicar políticas que ignoren las relaciones de


causalidad existentes entre distintas variables económicas y de éstas con la realidad
social. Deben promoverse políticas económicas que contribuyan al desarrollo
equilibrado de todos los países y para ello es preciso que mejore la enseñanza de la
economía en muchas universidades incrementando el conocimiento de las relaciones
causales a nivel macroeconómico proporcionado por los estudios económicos de la
experiencia real, entre los que ocupan un lugar importante los estudios econométricos y
los análisis históricos.

El conocimiento de las relaciones dinámicas a nivel macroeconómico es esencial


para conseguir un desarrollo económico más equilibrado a nivel internacional, el cual es
imprescindible para mejorar la calidad de vida de todos los países tanto desarrollados
como menos desarrollados. En las próximas secciones hacemos referencia a importantes
cuestiones relacionadas con la dinámica económica.

3. Desarrollo económico de España y de los países de la OCDE en 1965-2005:


análisis de causalidad.

3.1. Evolución del PIB por habitante, la productividad y el salario real en España en
comparación con Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Estados Unidos.

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Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

Las siguientes tablas muestran la evolución de tres variables de gran relevancia


para el análisis de la capacidad económica de los ciudadanos de un país: la producción por
habitante, la productividad por trabajador y el salario por trabajador, todas ellas
expresadas en miles de dólares a precios constantes del año 2000, según tipos de cambio
(TCs). No incluimos la comparación en paridades de poder de compara porque, en contra
de lo que sería esperable, los resultados con dicho criterio son bastante contradictorios
con otros indicadores respecto a la posición relativa de los distintos países, y parecen más
coherentes en este caso las comparaciones según tipos de cambio.

Tabla 1
Producto Interior Bruto real por habitante (PH) en 6 países de la OCDE
(miles de dólares anuales por habitante a precios y TCsdel año 2000)
Año USA UK Francia Alemania Italia España
1965 18.5 11.8 9.6 10.6 7.4 5.3
1975 21.9 14.4 13.6 13.8 10.7 8.3
1985 26.2 17.2 16.4 17.6 14.0 9.0
1995 29.9 21.2 19.4 20.9 17.1 11.8
2005 37.4 26.7 22.8 23.3 19.3 14.7
? 65-75 3.4 2.6 4.0 3.2 3.3 3.0
? 75-85 4.3 2.8 2.8 3.8 3.3 0.7
? 85-95 3.7 4.0 3.0 3.3 3.1 2.8
? 95-05 7.5 5.5 3.4 2.4 2.2 2.9
? Total 18.9 14.9 13.2 12.7 11.9 9.4
Nota: Elaboración propia a partir de los datos de datos de la OCDE(2006,a,b). Los datos
están medidos a precios constantes del año 2000 según tipos de cambio de dicho año. Los
datos del año 2005 son estimaciones provisionales basadas en la evolución del período
1995-2003. Los datos de Alemania se refieren al conjunto total del país.

Tabla 2
Productividad media del trabajo (PM) en 6 países de la OCDE
(miles de dólares anuales por trabajador, a precios y tipos TCs del año 2000)
Año USA UK Francia Alemania Italia España
1965 49.2 25.5 24.6 22.1 19.2 13.8
1975 54.0 32.3 35.4 30.8 29.7 22.8
1985 57.3 39.9 43.9 38.6 37.7 30.7
1995 63.2 47.3 51.1 47.3 48.3 36.7
2005 77.2 54.8 56.0 53.9 50.0 36.2
? 65-75 4.8 6.8 10.8 8.7 10.5 9.0
? 75-85 3.3 7.6 8.5 7.8 8.0 7.9
? 85-95 5.9 7.4 7.2 8.7 10.6 6.0
? 95-05 14.0 7.5 4.9 6.6 1.7 -0.5
? Total 28.0 29.3 31.4 31.8 30.8 22.4
Nota: Ver nota de tabla 1.

18
Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

Tabla 3
Salario real medio pagado por la empresa (W) en 6 países de la OCDE
(miles de dólares anuales por asalariado a precios y TCs del año 2000)
Año USA UK Francia Alemania Italia España
1965 31.6 14.9 17.0 13.0 13.2 9.5
1975 36.4 21.4 25.1 21.5 21.4 17.6
1985 38.3 24.7 29.8 24.7 25.7 21.6
1995 40.5 29.2 30.8 30.7 29.3 25.3
2005 48.2 35.7 33.7 32.3 29.2 23.1
? 65-75 4.8 6.5 8.1 8.5 8.2 8.1
? 75-85 1.9 3.3 4.7 3.2 4.3 4.0
? 85-95 2.2 4.5 1.0 6.0 3.6 3.7
? 95-05 7.7 6.5 2.9 1.6 -0.1 -2.2
? Total 16.6 20.8 16.7 19.3 16.0 13.6
Nota: Ver nota de tabla 1.

El gráfico 1 muestra la evolución del salario real en el período 1965-2003, según


los datos elaborados al dividir la Compensación de empleados (CE) procedentes de
OECDE(2006 b) y de Número de asalariados procedentes de OCDE(2006 a), una vez
expresada la primera de estas variables en dólares del año 2000.

Gráfico 1. Evolución del salario real en 6 países de la OCDE, 1965-2003


50

40

30

20

10

0
1965 1975 1985 1995 2003

Spain UK
Italy France
Germany USA

Nota: Elaboración propia a partir de datos de OCDE(2006a,b)

Los datos de la tabla 1 son preferibles a los de la tabla 2 para los Estados Unidos, pues son
más coherentes con todos los indicadores de renta familiar, consumo y PIB por habitante. Está

19
Economic Development nº 95, year 2007 http://www.usc.es/economet

claro que en el caso de la tabla 2 existen diferencias metodológicas en la forma de elaborar esos
datos en Estados Unidos y en la UE que explicarían las contradicciones.

Por lo que respecta a España observamos que la década de mayor nivel de


desarrollo de las cuatro consideradas corresponde a 1965-75, con incremento de 3 mil
dólares en el PIB real por habitante, de 9 mil dólares en la productividad media del trabajo
y de 8 mil dólares en el salario medio real por trabajador asalariado. Fue realmente un
período excepcional en la historia económica española, en la que concurrieron una serie
de circunstancias de gran relevancia: incremento del nivel educativo de la población,
fomento del desarrollo industrial, remesas de divisas recibidas del exterior por parte de los
emigrantes españoles en el extranjero, impulso del desarrollo turístico, incremento del
comercio exterior y otros.

La década de 1975-85 supuso una ralentización del desarrollo en gran parte como
consecuencia del incremento del precio del petróleo, si bien hay que resaltar que también
las políticas económicas tuvieron su importancia pues no todos los países importadores de
petróleo se vieron igualmente afectados. España experimentó un incremento muy
pequeño del PIB por habitante en esa década, de sólo 0.7 miles de dólares, debido a que el
incremento importante de la productividad por trabajador, de 7.9 miles de dólares, no fue
acompañada por un mantenimiento o incremento de la tasa de empleo, ya que en ese
período la tasa de empleo lamentablemente se situó en valores muy bajos, incluso en
algunos años por debajo del 30% de la población, mientras en los países más avanzados
de la OCDE dicha tasa superaba el 40% y en algunos casos incluso el 50%. El salario real
por trabajador pagado por las empresas aumentó en 4 mil dólares, pero el salario
percibido por trabajador aumentó menos ya que en ese período la presión fiscal sobre las
rentas salariales experimentó un crecimiento muy elevado.

En la década 1985-95, la disminución del precio del petróleo propició una mejoría
general en el desarrollo económico mundial. En el caso de España el PIB por habitante
aumentó en 2.8 miles de dólares, cuantía que si bien es claramente superior a la de la
década anterior es sin embargo inferior a la de los demás países de la tabla 1 en la misma
década y muy inferior al incremento de esta variable en España durante la década 1965-
75. La productividad del trabajo aumentó en 6.0 miles de dólares por trabajador y el
salario real en 3.7.

La década 1995-2005 se caracteriza por un incremento del PIB por habitante de


España de 2.9 miles de dólares, similar al de la década anterior, pero con un cambio
ligeramente negativo de la productividad media del trabajo, de -0.5 en las estimación
provisional, y una disminución importante del salario medio real, estimada en torno a 2.2
miles de dólares por trabajador. En el Anexo incluímos los datos de Eurostat del salario
medio por hora de España en comparación con otros países de la UE en la que se observa
un valor muy bajo, que llega a ser casi la mitad del de Francia.

3.2. Contrastes de causalidad entre el salario y la productividad en 6 países de la


OCDE, 1964-2000.

El test de Granger consiste en contrastar la significatividad conjunta de los


parámetros correspondientes a los retardos de la variable explicativa en un modelo VAR.
La tabla 4 muestra el resultado de aplicar el test de Granger a la relación entre el salario
real (W90) y la productividad media del trabajo (PM), ambas medidas en miles de dólares

20
Guis án, M.C. Causalidad y desarrollo económico: Análisis econométrico de los países de la OCDE

a precios y tipos de cambio del año 1990. Los datos han sido elaborados a partir de las
Nacional Accounts and Labour Force Statistics de la OCDE. En el Anexo 1 incluimos los
datos de W90 y PM, y de otras variables importantes en Estados Unidos y en la UE15.

La tabla 3 muestra como los resultados del test de Granger con las variables
medidas en niveles y medidas en primeras diferencias, junto con los resultados de la
contrastación del efecto significativo de D(PM) sobre W90 en un modelo dinámico mixto.

Tabla 3. Test de causalidad de Granger y modelo dinámico mixto:


Salario (W90) y Productividad (PM), 1964-2000
PM cause W90 D(PM) cause Mixed Dynamic
Granger, 1 lag D(W90) W90=f(W90(-1),
Granger, 1 lag D(PM)
Alemania No Sí Sí
España Sí No Sí
Francia No No Sí
Gran Bretaña Sí Sí (0.09) Sí (0.09)
Italia No Sí (0.07) Sí
USA Sí No Sí
Total Sí 3 3 6
Total No 3 3 0
Nota: Cuando la relación es significativa con el criterio habitual de significación del 5% se indica con
Sí, si es significativa con un nivel de significatividad entre el 5 y el 10% se indica con Sí (nivel de
significación en tanto por uno) y cuando no se significativa al nivel del 10%, o niveles de significación
menores, se indica con No.

Observamos que al igual que ocurre en los análisis entre el Consumo y el PIB,
analizado en Guisan(2001), y en otros casos, el modelo dinámico mixto proporciona
resultados más claros que el test de Granger para poner de manifiesto la importante
relación positiva que existe entre el salario real y la productividad media del trabajo.

En el Documento nº 96 de esta seria, en Guisán(2007), se analizan diversas alternativas


para la estimación de modelos dinámicos y el modelo dinámico mixto resulta uno de los
más convenientes en general ara obtener resultados realistas tanto en lo que respecta al
análisis de significatividad de los parámetros como a la capacidad predictiva.

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1
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2
El documento nº 96 es una versión actualizada de las secciones 2.3. y 2.4 del libro de Guisán,
Cancelo, Neira, Aguayo y Expósito(2001).

Anexo
Table A1. Real Wages, Gdp, at 1990 prices and Employment of EU15 and the USA
Year gdp90u gd90eu ltu lteu w90u w90eu pmu pmeu phu pheu
1964 2641 3052 71.3 140.6 24.6 14.3 37.0 21.7 13.7 9.3
1965 2789 3186 73.0 140.8 25.0 15.0 38.1 22.6 14.3 9.6
1966 2955 3309 75.0 140.9 25.6 15.6 39.3 23.4 15.0 9.9
1967 3035 3416 76.6 139.9 26.0 16.1 39.6 24.4 15.2 10.2
1968 3163 3590 78.2 139.8 26.6 16.9 40.4 25.6 15.7 10.6
1969 3247 3812 80.1 140.7 27.2 17.8 40.5 27.0 16.0 11.2
1970 3254 3999 80.8 141.6 27.7 19.3 40.2 28.2 15.8 11.7
1971 3348 4128 81.3 141.8 28.0 20.3 41.1 29.1 16.1 12.0
1972 3519 4309 84.0 141.7 28.8 21.3 41.9 30.4 16.7 12.5
1973 3701 4558 86.8 143.5 29.3 22.2 42.6 31.7 17.4 13.1
1974 3686 4648 88.5 144.5 28.7 22.9 41.6 32.1 17.2 13.3
1975 3671 4618 87.5 142.9 28.8 23.7 41.9 32.3 17.0 13.2
1976 3850 4824 90.4 143.0 29.3 24.7 42.5 33.7 17.6 13.7
1977 4014 4953 93.7 143.3 29.4 25.1 42.8 34.5 18.2 14.0
1978 4213 5097 97.7 143.8 29.5 25.8 43.1 35.4 18.9 14.4
1979 4319 5282 100.4 145.1 29.4 26.3 43.0 36.4 19.1 14.9
1980 4294 5358 100.9 145.8 29.3 26.3 42.5 36.7 18.8 15.0
1981 4367 5364 102.0 144.6 29.3 26.4 42.7 37.1 18.9 15.0
1982 4278 5412 101.2 143.6 29.6 26.3 42.2 37.6 18.4 15.1
1983 4424 5509 102.5 142.9 29.6 26.5 43.1 38.5 18.8 15.4
1984 4691 5642 106.7 143.3 29.9 26.7 43.9 39.3 19.8 15.7
1985 4845 5784 108.8 143.9 30.3 27.0 44.5 40.1 20.3 16.1
1986 4987 5948 111.3 144.9 30.5 27.7 44.8 41.0 20.7 16.5
1987 5121 6117 114.2 147.0 30.7 28.2 44.8 41.6 21.0 16.9
1988 5314 6366 116.7 149.3 31.2 28.6 45.5 42.6 21.6 17.6
1989 5489 6582 119.0 151.6 30.9 28.9 46.1 43.4 22.1 18.1
1990 5554 6742 119.5 154.3 30.9 29.3 46.4 43.6 22.2 18.4
1991 5498 6813 118.4 154.0 31.0 28.4 46.4 44.2 21.7 18.6
1992 5653 6877 119.2 152.2 31.3 29.1 47.4 45.1 22.0 18.6
1993 5790 6837 120.8 148.8 31.6 29.1 47.9 45.9 22.2 18.4
1994 6004 7041 124.5 148.6 31.7 29.1 48.2 47.3 22.8 18.9
1995 6158 7209 126.2 149.9 32.1 29.2 48.7 48.0 23.1 19.3
1996 6378 7332 128.0 150.8 32.5 29.3 49.8 48.5 23.6 19.6
1997 6629 7527 130.5 152.2 33.1 29.5 50.7 49.4 24.3 20.1
1998 6915 7745 132.7 154.8 34.1 29.6 52.1 50.0 25.0 20.6
1999 7202 7946 134.7 157.4 35.0 29.9 53.4 50.4 25.8 21.1
2000 7474 8217 138.1 160.7 36.2 30.1 54.1 51.1 26.4 21.7
Source: Elaborated from OECD National Accounts and Labour Force Statistics

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