OMEBAd 11
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que legisla sobre el particular en el libro enfermos mentales, o cualquiera otra ex-
primero, título XII, sobre la enfermedad presión en su determinación, queda ligada
de la mente, la interdicción y la inhabili- a la ciencia de la psiquiatría, no compren-
tación, disponiendo en el articulo 414 so- diendo esta última la senü-alienación; ni
bre la interdicción: "Personas que deben tampoco la expresión "defecto intelectual"
ser interdictas: El mayor de edad y el encuentra ubicación en la misma.
menor emancipado que se encontraren en De ahí que pueda advertirse en el Có-
condiciones de habitual enfermedad de la digo civil italiano la diversidad prevista
mente que los hace incapaces de proveer a respecto a interdicción e inhabilitación
sus propios intereses, deben ser interdic- como asimismo en la legislación soviética
tos", y el artículo 415, refiriéndose a la lo relativo a la cúratela de toda persona
inhabilitación, expresa: "El mayor de edad mayor que por su estado físico no pueda
enfermo de la mente, cuyo estado no es defender sus derechos.
de gravedad, que da lugar a la interdicción, Con ello resulta patente que debe des-
puede ser inhabilitado. Puede ser también cartarse ligar el vocabulario jurídico al
inhabilitado aquel que por prodigalidad o respecto, con el de la psiquiatría, y estable-
por abuso habitual de bebidas alcohólicas cer un esquema sobre los motivos de in-
o de estupefacientes, se expone a si o a capacidad por las siguientes razones: a) la
su familia a graves perjuicios económicos. ciencia de la psiquiatría, como toda cien-
Puede ser también inhabilitado el sordo- cia, está abierta a una perfección cons-
mudo y el ciego de nacimiento o de la in- tante, y por ende establecerá siempre mo-
fancia, si no han recibido una educación dificaciones en la clasificación de las
suficiente, salvo la aplicación del artículo enfermedades para dar lugar a nuevas
414, cuando resultan ser del todo incapa- determinaciones en concordancia con los
ces de proveer a sus propios intereses". últimos resultados de sus investigaciones;
Los Códigos enrolados en esta corriente b) una expresión o fórmula simple com-
mencionan: "locos de todo género", como prensiva de todas las perturbaciones o
el de Brasil en su artículo 446; "defecto afecciones mentales que impliquen ausen-
intelectual" el de Venezuela; "enfermedad cia de sentido racional para dirigir la per-
y debilidad mental" el de Alemania, etcé- sona o administrar los bienes, se generaliza
tera. en la doctrina y legislación universal, pues
El Código del matrimonio, la familia y no obligando a considerar el origen de
la tutela de Rusia, habla en el título III, las afecciones, permite incorporar todas
de "personas declaradas débiles o enfermas las nuevas enfermedades o manifestacio-
mentales" (art. 69), y también en el ar- nes que la psiquiatría constate, y concreta
ticulo 70, al especificar a quien se da cu- el propósito de protección que inspira a la
rador, lo dispone "sobre los mayores de institución de la insania (•*).
edad, si los últimos, por su estado físico, 4. Fundamento. Con esto desembocamos
no pueden por sí mismos defender sus de- en lo que ha de considerarse el fundamen-
rechos" (3). to de la incapacidad, que divide a la doc-
3. Critica. Cabe, al primer grupo, ha- trina la jurisprudencia y la legislación, en
cerlo pasible de todas las argumentaciones cuanto decide la esencia del instituto de
hasta aquí expuestas en cuanto pretenden la incapacidad declarada.
apegarse a las denominaciones de la psi- La discusión lleva imbricada en cierto
quiatría, lo que implica un esfuerzo inútil, modo la divergencia existente en la ter-
toda vez que dicha ciencia progresa acele- minología empleada por las legislaciones
radamente en las distinciones y matices en cuanto es el problema de fondo, si ha
de las más variadas enfermedades men- de 'atenerse exclusivamente a un concepto
tales, y la legislación queda siempre re- biológico, o económico patrimonial, o si ha
trasada con respecto a la misma, de modo de comprender ambos.
tal que la divergencia se acentúa bien Ha de tenerse en cuenta que la exclusi-
pronto y aflora siempre en la diversidad vidad del primero imposibilita la protec-
que supone en sus propósitos una y otra ción de personas que se muestran, a pesar
actividad. de no estar en el desorden o confusión
A su vez, a las del segundo grupo cabe mental, propio de la enajenación, pero que
criticarles su nomenclatura incompleta, no se encuentran en condiciones de dirigir-
toda vez que aun cuando se aspire a una se por si mismas o de manejar sus .nego-
cios; en tanto que el segundo, o sea el
(3) Legislación soviética moderna, trad. d¡-
rícta del ruso de los Códigos vigentes en la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas por Miguel ( 4 ) Busso. E. B.. op. ctt., t. 1, núma. 10 y II,
Luban, pág. 42, UTEHA, México, 1947. pág. 667, Ediar, 1944.
exclusivamente económico, dejaría sin pro- namiento jurídico en las decisiones de los
tección ni representación a otros efectos, jueces, que según su amplio arbitrio apre-
que los patrimoniales, a quien no dispu- ciarán y estimarán los hechos en estrecha
siera de bienes, pero que se encontrase en correspondencia con la valoración que ins-
estado de enajenación. pira el instituto de la insania en todo
De ahí que la legislación encuentre la cuanto tienda a la protección de la persona
necesidad de apartarse en cierto modo de y de sus bienes. Concepto que no ha de
la clasificación médica de la demencia pa- olvidarse nunca, ya que es muy corriente
ra que en tanto medie afección mental y que en torno a la persona con desórdenes
se revele una incapacidad para dirigir su mentales, que posee bienes exista siempre
persona o administrar su patrimonio, pue- la corte de aventureros dispuestos a des-
da llegarse a la interdicción. pojarla, lo cual, desgraciadamente, suele
A ello se debe que los Códigos regulen la reproducirse en el propio recinto de la
conducta al respecto, sin encerrarse en justicia, cuando malos jueces o funciona-
fórmulas, rígidas, de modo que si bien rios se muestran complacientes para que
circunscriben el arbitrio judicial, dejan no el Juicio sirva de fuente de riqueza a
obstante un amplio margen de apreciación personas inescrupulosas, que asumen la
para las variadas situaciones de hecho. cúratela provisoria o definitiva en su ca-
En tal sentido cabe señalar que la pauta so (•-•).
ha de estar dada en razón de los fines de 5. Los dementes en el ordenamiento
protección de la persona y de los bienes jurídico argentino. El examen que vamos
o de su patrimonio, que el instituto de la a hacer a continuación se limita exclusi-
insania implica en todo cuanto de un modo vamente a examinar quiénes son conside-
u otro y en razón de una afección mental rados dementes en el ordenamiento jurídico
muestre en la persona una manifiesta in- argentino, toda vez que todo cuanto se
suficiencia o incapacidad para gobernarse refiere al juicio de interdicción deberá ser
y para administrar sus bienes. visto en la voz: DECLARACIÓN DE INCAPACI-
Así es cómo puede concillarse por una DAD.
parte la seguridad de que la razón o mo- Debemos, pues, aluaír en lo que sigue,
tivo que provoca la imposibilidad para que a la legislación y la jurisprudencia, sin
la persona se dirija a sí misma, o gobierne dejar de referirnos en los distintos aspec-
sus bienes, esté ligada inexcusablemente a tos y problemas, a la doctrina en cuanto
un estado suyo de hecho insalvable, y lo orientadora e inspiradora de la jurispru-
suficientemente grave y permanente como dencia. En primer término, comenzaremos
para someterla a interdicción, de modo por advertir en qué forma ha sido enca-
que pueda llegarse a idéntica conclusión, rada la cuestión en el Código civil.
tenga o no bienes que administrar. 6. El Código civil y la jurisprudencia.
En tal sentido, entendemos que el fun- De acuerdo con lo dispuesto por el artículo
damento es auténticamente mixto, y no 141 en una definición tautológica, el Códi-
exclusivamente biológico, puesto que apar- go civil establece que "se declaran demen-
tada la fórmula legal de la clasificación tes los individuos de uno y otro sexo que
estrictamente científica de la enfermedad se hallen en estado habitual de manía,
mental, el concepto de gobierno de la clemencia o imbecilidad, aunque tengan
persona o de los bienes, es un criterio legal intervalos lúcidos, o la manía sea parcial".
suficientemente amplio para que sin dejar Como puede apreciarse, en primer tér-
de tener algún arraigo en lo biológico, mino, es tautológica la definición, porque
ello no obstante no quiera la inexcusable incluye en ella el término a definirse («)
clasificación científica de la enfermedad
que implica la enajenación mental pro- ( 5 ) Son numerosas las causas que como ase-
sor de menores el autor ha podido compulsar para
piamente dicha. apreciar los excesos cometidos en torno a los bie-
Y en esto ha de verse que no hay un nes de persona sometida a Juicio de interdicción,
fundamento exclusivamente biológico ni antes v durante el mismo. En tal sentido y para
exclusivamente económico, sino mixto en orientar al lector en la información que pueda
lograr ni respecto recuérdele las causas: Filosa
cuanto necesariamente ligado al aspecto de Chiabra, Teresa: Insan'a, Juzgado 3. sec. 15.
biológico, los desórdenes mentales han de Dto. Judicial de la Capital, provincia de Buenos
dar lugar a la interdicción, en tanto acre- Aires: De Tobillas. Esteban: Isanla, Juzíjado B.
diten los actos de conducta de la persona sec. 16. Dto. Judicial de la Capital, provincia de
Buenos Aires: Brandl: Insania, sec. 5. id.: Lafon-
verosímilmente, que pueda dañarse a si lafne. Pedro Andrés e/Gutiérrez de Lafontalne.
misma o a sus bienes, por el desgobierno María Estríen Nulidad de matrimonio, sec 10. fd.
de si exclusivamente, y también si fuera La insania del ictor está radicada en el .Turawlo
Civil de la Capital Federal.
el caso de sus bienes. (6) Larrovo. F,. y Cevallos M. A. La lógica de
De este modo ha de integrarse el orde- 'a r-'cnc-:« 7' etl , pft^. 135. núm. 4. México, 1951.
Como expresa Busso (*), debió decirse: declina y comienza a hacerse manifiesta
"Se tendrán jurídicamente por dementes la incapacidad.
las personas que padezcan aquellas afec- Por ello, pudo muy bien decir la Cámara
ciones mentales que en clínica psiquiátrica civil 2» de la Capital que a la falta de
se llaman manía, demencia o imbecilidad". salud mental normal a que alude el ar-
Conforme a lo que hemos expuesto al ticulo 141 del Código civil, debe agregarse
comienzo, en cuanto resulta en cierto modo como condición, que la enfermedad mental
imposible enlazar la caracterización de la torne a la persona incapaz de administrar
falta de salud mental que da lugar a la sus bienes, en cuanto en el caso que de-
incapacidad de la persona con la termino- cidía había un cuantioso patrimonio (»), y
nologia de la ciencia psiquiátrica conforme consagrando con ello el concepto jurídico
a la doctrina que hemos visto sostuvieran independiente ya de la calificación médica
Planiol y Ripert; nuestra doctrina también de la enfermedad, integrándose a sí mis-
ha señalado que el articulo 141 no implica mo como tal y aun cuando no existiesen
una definición exhaustiva, ni una enume- bienes, para dar lugar a la interdicción,
ración taxativa de las enfermedades men- en cuanto también existan personas sin
tales, sino que simplemente ejemplifica con bienes, pero carentes de salud mental
algunas de ellas para acentuar el sentido normal, que pueden ser declaradas inca-
de la disposición legal, de .modo que la paces en cuanto no pueden dirigir su per-
necesidad de falta de salud mental se sona.
muestre como inexcusable para que pue- De este modo, y con este claro enten-
da tener lugar la declaración de incapaci- dimiento jurídico de la cuestión, se salvan
dad. todas las dificultades propias del enlace
Y asi es cómo se han llegado a formular inmediato e inexcusable a la calificación
conceptos que denoten esa ausencia o falta de la enfermedad, según terminología y
de salud mental, comprensivos también de diagnóstico médico estricto. Dificultades
aquello que hace inexcusable la declaración que sobrevienen por un planteamiento
de incapacidad en cuanto la protección de equivocado de la cuestión, toda vez que
la persona y de los bienes exige la inter- si bien la falta de salud mental normal es
dicción como un remedio a una situación el requisito sine qua non para que la per-
que provoca la falta de capacidad para sona demuestre falta de capacidad para
administrar los bienes y dirigirse por si dirigirse a si misma y administrar sus bie-
mismo. nes, y sólo por esta razón se admita la
Como lo hemos podido apreciar al ocu- interdicción, es evidente que para declarar
parnos de la legislación en torno a este la incapacidad lo decisivo es esto último,
problema, y la doctrina consiguiente, tien- cualquiera que fuere la calificación médico
de a primar este criterio relativo a una psiquiátrica y su diagnóstico de la enfer-
fórmula general comprensiva de la más medad o deficiencia mental, que necesa-
grande variedad de los trastornos menta- riamente debe existir para que la incapa-
les («). cidad pueda ser declarada ('«).
7. Caracteres del estado de falta de sa- Quedando librado a la apreciación que
lud mental normal. La interdicción puede los jueces hagan de ¡os hechos, de los actos
tener lugar, como hemos venido viendo de la persona de cuya salud mental y ca-
hasta aqui, en virtud de las perturbaciones pacidad se trata, han de considerarse ne-
mentales más diversas, y al respecto debe- cesariamente en su peculiaridad individual
mos decir que su justificación es una respecto de cada persona.
cuestión de hecho librada a la apreciación Sin perjuicio de ello, han de tenerse en
de los jueces en cuanto a las consecuen- cuenta características generales o crite-
cias que las mismas acarrean para la per- rios que la legislación, la doctrina y la
sona y bienes del insano. jurisprudencia tienen establecidos para
En función de la finalidad de protección circunscribir la declaración de incapaci-
que inspira y caracteriza la institución de dad, a las circunstancias en que inexcu-
la insania, la seguridad como valor que sablemente es patente el estado de la per-
prima en la estimación de los actos de! sona que denota que no puede dirigirse a
insano con respecto,a su persona y bie- sí misma ni administrar sus bienes.
nes, es la que da el criterio que permite Hemos de referirnos en tal caso a la
deslindar el momento en que la capacidad gravedad, a la habitualidad o normalidad
(7) Busso. E. B , op. e»f., t. 1. p»g. 8*7. mi- (9) L. L..-t. 19 pág. 218, fallo núm 9680 de la
mera 8. Ediar. 1944. Cám. Civ. 2? de la Cap. Pea.
(8) Planiol y Ripert, op. clt.. t. 1, pág. 812, (10) Sobrr el concepto Jurídico de la insantf
núm. 660; Salvat, R.. op. ctt.¡ pág. 37S-. apart 6. entendido así. véase Busso. E. B.. op. ctt., t. fíf
núms. 930 y slgs. páes 687 y 668 nos 10. I I . 19. 20 y 21 **"*'
de este estado irregular y a la valoración tal de la persona en circunstancias en que
de los actos que revelan su estado anor- se inicia el procedimiento. Así lo disponen,
mal. por ejemplo, los artículos 784 y 785 del
a) Gravedad. La alteración de la salud Código de procedimientos civil y comer-
mental ha de manifestarse de manera que cial de la provincia de Buenos Aires, si-
afecte profundamente las facultades men- guiéndolo en sus prescripciones la ley na-
tales de modo que pueda distinguirse cional 14.237, de reforma del Código de
nítidamente de otras perturbaciones inte- procedimiento civil y comercial de la Ca-
lectuales que no traerían aparejada la in- pital en su articulo 72. Con ello queda ex-
capacidad y que no mediando, como en el cluida la posibilidad de admitir se inicie
Código italiano, otra solución para dichos o lleve adelante jucio de insania contra
estados que podrían también ser fronteri- persona que goza de buena salud mental,
zos, no corresponde, al menos en nuestro aunque hubiera padecido en otras opor-
Código, la interdicción. Tales serían, por tunidades alteraciones psíquicas o mentales
ejemplo, el debilitamiento o relajamiento y aunque las mismas hubieran provocado
de las facultades mentales por la vejez, su internación en nosocomios destinados
sin que llegue a tipificarse la demencia al efecto.
senil, y en general los estados de semialie- c) Constancia. La enfermedad mental,
nación. <• • para que. configure demencia en los térmi-
Estos casos no constituyen una verda- nos que hemos precisado desde el punto
dera enfermedad mental en los términos de vista jurídico, debe exteriorizarse de
que nuestro Código civil la requiere para manera constante, sea que ello se manifies-
que resulte fundada la interdicción, en te aflorando en periodos repetidos con fre-
cuanto resultan excluidos de la disposición cuencia, o estados prolongados, de modo
del artículo 141, ya que en ella no se com- tal que denote esa alteración el estado
prenden estados que revelan verdaderas habitual de la persona, aunque el mismo
alteraciones psíquicas, configurando ano- no resulte por ello continuo y aun cuando
malías que no alcanzan a caracterizar una el afectado por ella, como lo dice el Có-
enfermedad mental clínicamente definida digo, tenga intervalos lúcidos.
y determinada como tal. Se trata de es- El carácter grave de la enfermedad ex-
tados intermedios o fronterizos que revelan cluye los estados que hemos visto no
el alcoholista consuetudinario, el toxicó- configuraban una típica enfermedad men-
mano, el retardado o de inteligencia escasa, tal, y en general la semí-alienación; de
el loco moral, la debilidad senil y, en ge- idéntico modo el carácter constante de la
neral, todas las formas que configuran misma excluye también las alteraciones o
semi-alienación (ii). perturbaciones mentales, transitorias u oca-
Todos estos estados pueden resultar los sionales, como pueden calificarse la ebrie-
prolegómenos para que la persona caiga dad, la epilepsia, la conmoción cerebral,
en definitiva en enfermedad capaz de al- etcétera (is>.
terar sus facultades mentales de manera La constancia o habitualidad no es, co-
tal que no pueda dirigir su persona y ad- mo hemos visto, sinónima de continuidad,
ministrar sus bienes, pero mientras ello no y en tal sentido no la excluye el intervalo
ocurra, no se la podrá considerar demente lúcido. Esta última expresión ha dado lugar
y, por lo tanto, no puede ser interdic- a severas críticas, y el propio legislador le
ta (!=). atribuye significaciones diversas; puesto
b) Actualidad. La alteración de la salud que así como entendemos que es la lucidez
mental debe ser además actual, y en tal circunstancial y del momento, el alivio,
sentido la legislación de forma y la juris- atenuación o mejora de la enfermedad, se-
prudencia, allí donde los Códigos de pro- gún puede apreciarse en las disposiciones
cedimiento no reglamentan el juicio de del Código civil —arts. 141 y 921— y de la
insania, exigen la certificación de médico ley de matrimonio civil —art. 87, inc. 7—;
que constate opinión sobre el estado men- en cambio, en el artículo 3615 se refiere a
la salud mental normal.
(11) Véanse al respecto los casos que registra Como lo hemos anotado antes, y con
La Ley, t. 13, pág. 131; t. 18, pág. 216; t. 19. referencia al concepto jurídico de demen-
pág. 231, y las obras de Nerio Rojas Psiquiatría cia, y en cuanto se refiere a la caracteri-
forense y Medicina legal.
(12) Véanse los íallos registrados en J. A., t. 32, zación de la gravedad, constancia o habi-
pág. 1020; t. 42, pág. 674; t. 17. pág. 808; t. 3, tualidad, y también con respecto a los
pág. 242; t. 9, pág. 451; t. 26, pág. 1236; t. 27, intervalos lúcidos, el juez tiene una amplia
pág. 339; t. 32. pág. 1049; G. del F., t. 89, pág. 177;
t. 85, pág. 366; t. 82, pág. 176; t. 135, pág. 104;
t. 16, pág. 137; t. 20, pág. 41; t. 30, pág. 98; t. 67, (13) Planiól y Ripert, op. cit., t. 1. pág 614,
pág. 201; t. 111, pág. 74; t. 103. páe. 229. m'im. 662: Saivat, op. cH.. pág. 376. núm. 933.
libertad de apreciación, ya que están liga- DEMOCRACIA.* SUMARIO: 1. Etimología.
das todas las cuestiones a circunstancias 2. La democracia en Grecia: El pueblo ate-
niense (demos) : los ciudadanos. Los mete-
de hecho peculiares en cada individuo y cos. Los esclavos. El consejo o Senadu o
variables de uno a otro ( 1 4 ). "Buje". La asamblea del pueblo o ecclesia.
8. Critica al Código civil. Nuestro Có- Leyes y decretos. Los oradores y la Asamblea.
El Areópago. Los magistrados. La organiza-
digo, como hemos podido apreciarlo, padece ción Judicial. El tribunal de los heliastas.
de una terminología defectuosa, que en Los arcontes. Otros magistrados y funciona-
parte ha sido rectificada por la jurispru- narios. Los estrategas. Privilegios y respon-
dencia, que ha tratado de alcanzar una ponsabilidades de los funcionarios. 3. El
concepto de democracia en historiadores y
significación jurídica de la demencia que filósofos griegos. 4. La democracia en Roma:
da lugar o es motivo para la interdicción (V. voz DERECHO PÚBLICO ROMANO.) 5. La de-
de las personas. mocracia en las Edades Media y moderna:
Enseñanzas de la Edad Media. I/as institu-
Además, padece el Código del grave de- ciones medievales. El vasallaje. Derechos y
lecto de no incluir a las personas que sin deberes recíprocos del señor y del vasallo.
padecer enfermedad mental, que impida Las clases sociales: nobles, villanos y sier-
dirigir su persona y administrar sus bienes, vos. Las corporaciones de oficios. Origen y
reseña histórica. Las guildas. Las corpora-
ello no obstante pueden estar necesitadas ciones y la vida de las ciudades. La organi-
de protección, como hemos visto se prevé zación de las corporaciones. La burguesía
en el Código italiano y en la legislación y los gobiernos comunales. Los burgos y sus
rusa. habitantes. La defensa de las ciudades. Or-
ganización del gobierno comunal. Formación
En tal sentido, es auspicioso lo que la del patriciado o alta burguesía. Tipos de
Comisión de reformas al Código civil pro- gobierno comunal. La oligarquía plutocrá-
yectara al efecto en 1936, redactando el tica de los patricios. Las ciudades italianas.
artículo 46 de manera que comprendiese Las repúblicas alsaciaiías. Véncela. Otras ciu-
dades italianas. 6. Rebeliones urbanas y
también estos estados intermedios. Tam- campesinas: La insurrección en Flandes. La
bién lo es en cuanto amplía la esfera de insurrección en Francia. La Insurrección en
libertad del juez para la mejor protección Inglaterra. Juan Huss y su reforma social.
de los incapaces, de modo que muy cerca La insurrección en España. Los comuneros
de Castilla. La insurrección de los campesi-
de la individualidad de lo real, permita nos alemanes en 1525. 7. La democracia en
incluso al incapaz que realice actos de ad- los fueros españoles: Fueros y cartas pue-
ministración o disposición, con la confor- blas. Castilla. El fuero de León. Código de
midad del curador, como lo dispone el ar- la Villa de Peralada. El fuero de Vizcaya.
Aragón. La magistratura del Justicia de Ara-
tículo 55 del Proyecto. gón. 8. El proceso democrático en las insti-
Remisión. Con lo expuesto en esta nota tuciones inglesas: Inglaterra y las limitacio-
sólo hemos querido caracterizar la signifi- nes a la monarquía. Formación del pueblo
Inglés. Sajones y normandos. El common
cación del concepto demente, en lo que él law. La resistencia al absolutismo real. Mag-
mismo connota desde el punto de vista na Carta del rey Juan. El sistema Inglés. La
jurídico. Todo cuanto concierne a la decla- realeza. El consejo de la Corona. El parla-
ración de incapacidad es motivo de otra mento. El estatuto de Tallagio non conce-
dendo. Petición o concesión de derechos por
nota, a la cual remitimos. Carlos I. El agreement of the peopie. La ex-
posición del pueblo de Inglaterra. La ley de
JURISPRUDENCIA. — La indicada en las notas. habeos corpus. La revolución de 1688 y el
BIBLIOGRAFÍA. — Planiol, M., y Bipert, J., Trata- Bill de Derechos. El acta de establecimiento.
do práctico de Derecho civil francés, t. 1, Kd. Cul- El parlamento y las leyes de reformas. El
tural. La Habana, 1927. — Molinas, J. A., Incapa- gabinete Inglés. Naturaleza del gobierno de
cidad civil de los insanos mentales, t. 1. Ediar, Gran Bretaña. 9. Las colonias inglesas de
BB. Aires, 1948. — Salvat, M. R., Tratado de Dere- América del Norte: Fundación y organización
cho civil argentino, "Parte general", 4» ed., Bs. de las colonias. Las Instituciones coloniales.
Aires, 1928. — Busso, E. B., Código civil anotado. Administración de Justicia. 10. Emancipa-
t, 1, Ediar, Bs. Aires, 1944. — Luban, M., Legisla- ción de los Estados Unidos: Formación cons-
ción soviética moderna, trad. directa de los Códi- titucional de los Estados Unidos. Los prime-
gos vigentes en la Unión de Repúblicas Socialis- ros ensayos. Antecedentes de la Confedera-
tas Soviéticas, Ed. DTEHA, México, 1947. — La- ción de las Colonias. La Independencia. De-
rroyo, P., y Cevallos, M. Á., La lógica de la cien- claración de Derechos de Vlrglhia. Declara-
cia, 7» ed., Ed. Forma, México, 1951.— Rojas, N.. ción de Independencia. Artículos de Confe-
Psiquiatría forense, Ed. El Ateneo. 1932. — pr- deración y perpetua unión entre los Estados.
gaz, A, Personas individuales. La Constitución de !os Estados Unidos. Con-
sagración del constitucionalismo. La unión
definitiva y el problema de la esclavitud.
DEMENTES (en Derecho internacional 11. La entidad hombre y la democracia mo-
privado). (V. ENAJENADOS MENTALES [EN derna. 12. Emancipación norteamericana y
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO].) Revolución Francesa: El influjo norteameri-
cano sobre el pueblo francés. Francia y la
revolución institucional. £1 contenido moral
(14) Planiol y Blpert, op. rtí.. t. 1, pág. 614.
núm. 663. * Por el Dr. CARLOS SÁNCHEZ VIAMONTE.
de 1» democracia. 13. ta entidad hombre y "Ese es hoy el concepto corriente de pue-
ju instiiucionaítzactdn. 14. La Revolución blo, pero desde el punto de vista institu-
Francesa y los Derecho» del Hombre y del
Ciudadano: Causas y rasgos históricos de la cional, sólo forman el pueblo los ciudada-
Revolución Los Estados Generales y los nos, es decir, los habitantes que poseen de-
Cuadernos. La Asamblea Nacional. Declara- rechos políticos y que pueden intervenir en
ción de la Caucha de l'clola. Sesión del 23 la formación del gobierno."
de junio. Lu Asamblea nsumc el poder legis-
lativo. Lii revolución Institucional. El pri-
mer proyecto de Declaración üe Derechos. 2. LA DEMOCRACIA EN GRECIA
El 14 de julio. Otros proyectos y debatea.
La ramosa sesión del 4 dc> agosto y la abo- £1 pueblo ateniense (demos): los ciuda-
lición de los derechos feudales. Mlrabeuu dano*. Si de algún sistema de gobierno se
lee el proyecto del Comité de los Cinco. De- puede decir que la soberanía reside en el
claración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano. La Revolución no es ua bloque. pueblo, ése es, sin duda, el practicado por
15. Emancipación de America ¡atina: Las cir- los atenienses. Para afirmarlo no es nece-
cunstancias históricas y el espíritu emanci- sario ningún esfuerzo intelectual, ninguna
pador. Causas cíe la emancipación. Las rea-
les órdenes de 22 de cuero de 1R09 y 14 de demostración lógica. Eso resulta de los he-
febrero de 1010, La nueva situación Institu- chos materiales, y tiene evidencia por si
cional de las colonias. La doeliina emanci- mismo. El pueblo, reunido en asamblea,
padora. El panorama americano. 10. Demo- ejerce el .poder supremo directamente, y
cracia y república. 17. El proceso institucio-
nal. IB. t'l procrsn ideológico. 19. El pro- cualquier forma de autoridad tiene ori-
ceso económico. 20. El proceso reaccionario. gen en él y está controlada por él de un
modo continuo y metódico, con tal asidui-
21. El proceso revolucionario y el orden ju-
rídico. dad, que las magistraturas o funciones ejer-
1. ETIMOLOGÍA cidas por delegación no pierden nunca
contacto con la fuente de la cual emanan,
La palabra democracia proviene del grie- y a la que retornan periódicamente, para
go demokratia, de ciemos, pueblo, y kratós, recibir de ella su savia vital.
autoridad (también fuerza o poder). Claro está que con el nombre de "pue-
Gramaticahnente, democracia, según de- blos" sólo designaban los atenienses al
finición de la Academia de la Lengua, sig- conjunto de los ciudadanos, y que tal ca-
nilica doctrina política favorable a la in- lidad la poseían únicamente los hijos de
tervención del pueblo en el gobierno, y tam- padre y madre ateniense. Recibían su nom-
bién mejoramiento de la condición del pue- bre a los diez días de nacer y en la fiesta
blo. de las Apaturias (mes de pianepsion o de
Ahora bien, ni la raíz etimológica ni la octubre); el niño era registrado en su fra-
acepción gramatical bastan para concretar tría, incluyéndoselo en una lista, equiva-
el contenido de la palabra que es objeto de lente a nuestro registro civil. Los hijos
nuestro estudio, y ello por la sencilla razón varones debían ser presentados, además, en
de que en su composición entra el elemen- su demos, en una ceremonia que se -reali-
to "pueblo" (demos), que en el campo zaba el primer día de hecatombeon (julio),
del Derecho político y según las opiniones cuando el muchacho había cumplido los
de los tratadistas, tiene alcance muy diver- diecisiete años, y una vez admitido por los
so. Sin perjuicio de que este tema sea de- integrantes del demos, se le inscribía en la
bidamente desarrollado en el lugar corres- lista de los que tenían derechos.civiles, lo
pondiente (V. PUEBLO) , nos parece conve- que equivalía a reconocerlo como mayor de
niente transcribir lo que a ese respecto ex- ^edad. Desde eso instante podía asistir a las
pusimos en nuestra obra Manual de De- 'reuniones de la ccclesia, a pesar de que los
recho constitucional. Buenos Aires. 1944. deberes militares le permitieran raras ve-
Decíamos allí: ces tomar parto en ella antes de los veinte
"El concepto moderno de pueblo aparece años, edad en la que era inscripto en el
eji la historia cuando se suprimen las se- registro de lo asamblea. Recién ajos trein-
paraciones producidas en la sociedad por ta años podía ser miembro de fa bulé o
un ordenamiento en castas, clases o capas senado, o de la heliea (asamblea judicial
sociales. Suprimidos los estamentos o esta- del pueblo).
dos o clases —políticas, más que socia-
les—, que existían en Francia antes de la Según la clasificación de Cli.stenes, cada
Revolución Francesa, el tercer estado abar- ciudadano era miembro de una tratria, de
có y comprendió a los otros dos, que ha- un dcmo y de una tribu.
bían perdido sus privilegios, y todos los l,o:; metecos. Además de los ciudadanos,
franceses constituyeron, así, el pueblo de la población de Atenas y del Ática com-
Francia, con igualdad de derechos y debe- prendía a los extranjeros domiciliados, o
res. me tecos, y n los esclavos.
Michel Clero, en su erudito libro Lea las liturgias, pero era muy difícil que ui
metegues atheniens, después úe recurrir al meteco llegase a ser ciudadano. Para eso se
testimonio de los más autorizados autores necesitaba dos votaciodes favorables, ob-
antiguos y modernos, dice que si se reúnen tenidas en las distintas reuniones de la
todos estos datos dispersos, se llega a. la asamblea, con la presencia de seis mil clu- •
conclusión siguiente: el vocablo metcco aaoanos, por lo menos. Aún asi, podía que-
tiene dos sentidos; en el lenguaje corrien- dar el asunto sin resolver por una grajé
te, el vago y general de emigrante, de ex- paranómon, y diferirlo a un tribunal que
tranjero. En la lengua oficial, uno más debía examinar los méritos del candidato.
preciso: metcco es un extranjero que ha El meteco elevado al rango de ciudadano
venido a establecer, por ejemplo, en Atenas no tenia derecho a desempeñar el cargo de'
su domicilio definitivo, que reside allí des- arconte. Los hijos de uniones entre mete-
de un cierto tiempo, que contribuye a cos y ciudadanos seguían siendo metecos,
ciertas cargas de la ciudad, y que partici- pero muchos de esos semiciudadanos se ha-
pando de ciertos derechos de los ciudada- cían inscribr fraudulentamente en los re-
nos, se asemeja más todavía a los extran- gistros públicos. Se les borraba de tiempo
jeros. Ahora, si se busca en qué difiere de en tiempo, al revisar las listas, y se dice
los ciudadanos, Aristóteles nos dice que no que cinco mil de ellos, aproximadamente,
participa de los honores; Isócrates, que no fueron eliminados por Feríeles entre los
tiene ninguna parte en el 'gobierno; De- años 415 y 414.
móstenes, que no puede desempeñar fun- Los esclavos. Los esclavos eran muy nu-
ciones públicas ni sacerdocios sacados a la merosos en Atenas. En un censo efectuado
suerte. en el año 309 antes de Jesucristo, se halla-
"Los metecos constituían una parte nu- ron 400.000. cifra no superior, sin duda, a
merosa e importante de la población. El la de la época clásica. La mayor parte eran
censo del año 309 antes de Jesucristo cuen- lidios, frigios, tractos o escitas. Costaban,
ta 10.000, pero este número es, sin duda, por término medio, de una a diez minas
el de los jefes de familia, lo que permite por cabeza, pero los había menos valiosos,
estimar en 45.000, aproximadamente, el to- y algunos, dotados de particulares aptitu-
tal de los extranjeros domiciliados y, en su des, se vendían mucho más caros. Se les
mayor parte, dedicados al comercio y a la empleaba en toda clase de trabajos, y se
industria. Estaban inscriptos en un registro les alquilaba por grupos para labores agrí-
especial, y cada adulto pagaba un impuesto colas. También se les permitía ejercer in-
anual de diez dracmas. No tenían derecho dustrias, con cuyos productos pagaban a
a poseer tierras en el Ática ni a intervenir .sus dueños una renta anual.
en el gobierno, pero se reclamaban sus ser- Casi no había ciudadano en Atenas que
vicios en la infantería o en la marina, su no poseyera esclavos. La familia Esquines,
asistencia a algunas ceremonias religiosas compuesta de seis personas, era conside-
y su participación en las liturgias o cargas rada pobre porque no tenía más que siete.
de carácter impositivo, a expensas de ciu- Había quienes, como Nielas, alquilaba mil
dadanos ricos. Esas liturgias consistían, esclavos, e Hipónlco, seiscientos, para la
principalmente, en el equipo de un trirre- explotación de las minas de oro de Tracia.
me, en el sostenimiento del coro para una El Estado poseía algunos esclavos públicos,
representación dramática, en costear cier- que servían principalmente de agentes de
tos juegos públicos u organizar la comida policía y de escribientes.
pública de una tribu. Es interesante con- Las concepciones de los griegos sobre la
signar que cuando un ciudadano o meteco necesidad y la legitimidad de la esclavitud
a quien se había impuesto una liturgia, determinan su condición jurídica —obser-
consideraba que otro era mase rico que él va G. Glotz—. El esclavo era un instru-
y podía, por consiguiente, soportar mejor mento animado. Pertenece a otro hombre;
la carga, estaba autorizado a intimarle que es su cosa, pero esta cosa vive y tiene un
aceptara la liturgia en su luear, y si se ne- alma. Según que el derecho del amo con-
gaba, cambiar por el suyo su patrimonio. serve un rigor absoluto, o que se le consi-
Cuando no surtía efecto ¡a intimación, po- dere una propiedad de carácter excepcio-
día entablar proceso, para probar su de- nal, resultan notables diferencias en la ley,
recho. y más todavía en la práctica, pues ape-
Cada meteco debia designar a un ciuda- nas se puede decir que la esclavitud tie-
dano como su fiador o patrón. En recom- ne una determinada condición jurídica en
pensa de servicios prestados al Estado, a la ciudad. Está sujeta al derecho domés-
veces era nombrado isotels. es decir, asi- tico, que el amo Interpreta según lo en-
milado a las ciudadanos en lo concerniente tiende.
a los impuestos, y hasta podía librarse de En principio el esclavo no tiene1 perdón»
lidad. No tiene un nombre que le pertenezca Hay que imaginar, en cada ciudad griega,
verdaderamente, ni tampoco familia. Si dos dos clases o dos sociedades: una, que posee
esclavos cohabitan, esta unión, tolerada, y que se enriquece cada día, orgullosa de
no es un matrimonio; su prole no es más una riqueza fácil y ávida de conservarla;
que una cría que pertenece al amo de la otra, indigente y perezosa a la vez, tan ce-
mujer. No siendo una persona, el esclavo losa como miserable, que codicia la riqueza
no dispone de su cuerpo; puede ser enaje- y que no sabe ni puede conseguirla. Estas
nado o tomado, y puede convertirse en in- dos clases de hombres llegaron a ser dos
mueble por virtud de su destino. Siendo facciones el día que los pobres compren-
una propiedad él mismo, es incapaz de dieron que una revolución podía hacerlos
ejercer el derecho de propiedad; se le per- ricos, y a partir de ese día bastó que los
mite formarse un peculio; algunas veces, pobres tuvieran conciencia de su número
ejerce su profesión fuera y dispone en par- para que esta revolución fuese inevitable.
te de su salario; hasta puede hacer for- Siempre que venios una guerra civil en la
tuna y ostentar su riqueza; pero no goza ciudad, los ricos están en un partido y los
de sus bienes sino en virtud de una auto- pobres en el otro; los pobres quieren ad-
rización revocable. Ante los tribunales, la quirir la riqueza, y los ricos, conservarla o
autoridad del amo se interpone entre la recobrarla.
incapacidad del esclavo y los terceros, sean El Consejo o Senado o "Bulé". La asam-
particulares o representantes del Estado. El blea del pueblo o ecclesia, es decir, la re-
esclavo no puede asumir el papel de de- unión de los ciudadanos con veinte años
mandante sin intervención del amo, pero cumplidos, constituía la base y el pináculo
también su responsabilidad es muy limita- de todo el edificio institucional. Su com-
da. Está amparado por las órdenes que plejo funcionamiento rodeaba de numero-
recibe, y como no posee nada en derecho, sas y acertadas precauciones el ejercicio
no puede ser afectado por penas pecunia- de la enorme autoridad de que disponían,
rias, a las que reemplaza el látigo. Si hay y mientras fueron escrupulosamente res-
lugar a indemnización de perjuicios o in- petados esos requisitos, la democracia di-
tereses, la sentencia recae sobre el amo (Le recta fue un modelo de perfección.
travail dans la Grece ancienne, 235; ed. En los primeros tiempos, las asambleas
Alean. París, 1920). se celebraron en el agora o plaza del mer-
Los esclavos podían ser emancipados por cado, punto central de la ciudad, al que
sus dueños o, en casos excepcionales, por convergía toda actividad humana, y adon-
el Estado, que los recompensaba por ser- de concurrían los habitantes de las más
vicios prestados, rescatándolos. El liberto diversas ocupaciones. Luego se preparó un
quedaba asimilado al meteco. recinto, llamado pnyx, cuyo emplazamien-
La esclavitud constituía, sin duda, el to ce supone en una colina situada al oeste
aspecto vertebral de las luchas sociales y del agora, y en cuya cima estaba ubicada
políticas de la Grecia antigua. "La escla- la tribuna, desde la cual hablaban los ora-
vitud —dice Corrado Barbagallo— dividía dores al pueblo, que ocupaba una amplia
a la sociedad en dos campos opuestos, ricos extensión de su ladera.
y pobres, y no únicamente, como pasa hoy, Aunque las asambleas atenienses no pa-
en capitalistas y trabajadores. Esta pola- recen haber sido nunca muy numerosas (la
rización antitética y neta entre la riqueza concurrencia de cinco mil ciudadanos era
o, mejor aún, entre la fortuna y la in- considerada más que suficiente), las ta-
digencia, provocaba efectos políticos, igual- reas de este cuerpo multitudinario no se
mente malos, dentro de la nobleza y del habrían cumplido ordenadamente si ellas no
bajo pueblo". hubiesen pasado por el tamiz de una prolija
En él ámbito municipal de cada ciudad preparación y elaboración antes de some-
griega se desarrolló una lucha social que terse a la discusión y votación popular.
fue acentuando sus consecuencias políticas, En efecto, del mismo modo qu? en el
y que determinó, sin duda, la decadencia de procedimiento parlamentario de nuestros
aquella civilización, afectada gravemente, días los proyectos son estudiados en las
desde el exterior, por las fuerzas que ha- comisiones, y en el trabajo tranquilo, asiduo
bían provocado su imperialismo. Fustel de y ajeno al aparato de toda exhibición es
Coulanges observa, al respecto, que en todas pectacular, se obtienen las informaciom
las ciudades griegas había dos clases: los necesarias y las opiniones técnicas orien
ricos y los pobres. En tiempos de Polibio. tadoras para depurar las iniciativas, en el
la aristocracia sacerdotal de las primeras sistema ateniense, un consejo o senado,
edades se había extinguido; ninguna dis- llamado bule, tenía a su cargo esa tarea
tinción de nacimiento existía ya; sólo la y la de presentar a la ecclesia sus concia
riqueza establecía las clases en la sociedad. siones.
1
Las atribuciones de este consejo eran ciudadanos que asistían a la asamblea y
bastante amplias, bastante varias, bastante los que tomaban asiento en los tribunales,
complejas, para que sea imposible enume- sino como indemnización del tiempo per-
rarlas y hacerlas comprender sin entrar en dido, los días en que hacían acto de pre-
algunos detalles. sencia—. Esto es lo que ignoramos, pero
En el plan de Solón —dice Perrot—, el parecería más conforme con los hábitos
senado se componía de cuatrocientos miem- atenienses, que no hubiere Indemnización
bros; cada una de las tribus elegía cien en sino cuando hubiese un perjuicio real, por
su seno, entre los ciudadanos que perte- un servicio prestado al Estado.
necieran a las tres primeras clases. Después Era raro, en efecto, cosa que sabemos
de la reforma de Clístenes, el número de por numerosos indicios, que el senado es-
los ciudadanos se elevó a quinientos, de- tuviese completo. La misma ley parecía
signando cincuenta cada una de las diez autorizar, o por lo menos toleraba, la au-
nuevas tribus. Cuando Arístides, después de sencia de una parte de sus senadores; no
la segunda guerra médica, abrió el acceso imponía, en efecto, sino a los senadores
•al arcontado y a todas las magistraturas a de una tribu a la vez, la obligación de la
los ciudadanos de la última clase, hízose lo asiduidad. Era una combinación original
mismo respecto del senado, y todos los del sistema de las pritanias; era uno de los
atenienses, indiferentemente, con tal de rasgos que distinguían a la constitución de
que tuviesen treinta años cumplidos, pu- Atenas, y creo que las ciudades griegas en
dieron entrar en ese consejo. Algo después, donde también se encuentra Cicica, por
hacia mediados del siglo v, fue cuando el ejemplo, lo habían tomado de la gloriosa
sorteo substituyó a la elección, propiamen- ciudad que marchaba a la cabeza de la
te dicha, para cierto número de magistra- raza jónica. En cuanto se constituía el
turas. Este nuevo modo de designación fue, Senado, encontrábase dividido en diez co-
según toda apariencia, aplicado al reclu- misiones, como diríamos, cada una de las
tamiento del senado al mismo tiempo que cuales comprendía la décima parte del se-
a la formación de los arcontes. Lo cierto nado, los cincuenta senadores de una tri-
es que, en tiempos de la guerra del Pelopo- bu. Echábase a la suerte el orden en que
neso, bastaba para ser senador, tener la habían de sucederse las tribus; una vez he-
edad requerida, dar su nombre al magis- cho esto, cada una de estas diez comisiones
trado y sacar de la urna un haba blanca. tenia, durante la décima parte del año, la
Necesitábase solamente, antes de posesio- presidencia del senado y de la asamblea
narse del cargo, sufrir una especie de exa- del pueblo. A estas decimales divisiones del
men previo, al que llamaremos, a falta de año se llamaba "prítanías", y durante el
otra palabra, dokimasia, y que versaba tiempo en que su tribu se encontraba así,
sobre los antecedentes del candidato, sobre en primera linea, los cincuenta senadores
toda su vida pública y privada. Ante el que la representaban tomaban el nombre
senado, generalmente, se abría esta infor- de frítanos. Dábase entonces a la tribu el
mación. El que sucumbía a esta prueba o título de "la que ejerce la pritanía"; mien-
fallecía en el ejercicio de sus funciones, era tras duraba la pritanía, los senadores de
reemplazado, bajo las mismas condiciones, la tribu a que pertenecía, por el momento,
por el suplente, designado también por la este privilegio, estaban de -servicio, para
suerte cuando se formaba la, lista. Hacíase decirlo en nuestro lenguaje político; esta-
lo mismo con aquel a quien sus colegas ban obligados, no sabemos bajo qué penas,
daban un voto de exclusión, a consecuen- a ir por la mañana a la sala de sesiones y
cia de algún acto de prevaricación o de pasar el día despachando los asuntos co-
infidelidad. rrientes. No iban a sus casas ni para comer,
Todos los años, antes de constituirse en pero se sentaban a una mesa que todos
el palacio del Senado, a principios de he- los días estaba puesta y servida a expensas
calombeon, los senadores prestaban un del Estado, en el tholos, edificio situado
juramento, en el que se especificaban al también en el agora; encontraban allí a
detalle, según se puede juzgar por algunas los embajadores extranjeros y a algunos
alusiones rápidas, los servicios que la re- ciudadanos que el Estado estaba encargado
pública esperaba de ellos, y los deberes que de alimentar mientras que vivieran, en re-
les imponía, y que ellos aceptaban. A compensa de sus propios méritos o de los
cambio de los compromisos contraídos, el altos hechos de sus antepasados. El senado
Estado les concedía, sin duda desde los no estaba autorizado a interrumpir su tra-
tiempos de Feríeles, un dracma de paga al bajo sino durante las grandes fiestas. To-
día Esta especie de sueldo, lo cobraban los dos los días no feriados reuníase, convocado
senadores mientras duraban sus funcio- por los pritanos, pero a menos que la sesión,
nes— más bien, no lo percibían, como los cuyo programa redactaban aquéllos, no
presentase un interés particular, muchos y la incesante fiscalización de una autori-
senadores cuya tribu no tenia la pritania, dad moderadora.
permanecían en sus casas, atendiendo a El senado, tal vez como se ve por esta
sus asuntos. Según las circunstancias, el enumeración, demasiado incompleta, era el
senado era más o menos numeroso; pocas más ocupado de todos los organismos en-
veces debía ocurrir que se reuniese por tre los que se repartía en Atenas todo el
completo. trabajo de la justicia, de la administración
De todas las atribuciones que poseía el y del gobierno. En teoría, el senado no
cuerpo cuya organización acabamos de des- poseía más que una parte muy pequeña
cribir, la más importante era el estudio y de la autoridad soberana que ejercían en
la preparación de las medidas que debían materia política y judicial la asamblea y
proponerse, de los decretos que habían de los tribunales. Los decretos previos que dic-
someterse a la aprobación del soberano; es taban tenían siempre un carácter provisio-
decir, del pueblo reunido en el pnyx en nal, hasta que el pueblo no los hubiese
asamblea general. Una de las máximas sancionado, y perdían su vigor al cabo de
mejor establecidas y rnás constantes del cierto tiempo. No había, a lo que parece,
derecho público en Atenas, era que no se ninguna decisión suya que no fuese sus-
pudiese llevar ningún proyecto de ley o de ceptible a apelación, ni siquiera las ligeras
decreto a la asamblea antes de haber sido condenas que tenia el derecho de imponer.
examinado, discutido y, si no siempre apro- Sin embargo, el senado intervenía en tan-
bado, estudiado a lo menos por el senado. tas cuestiones, regulaba tantos detalles, se
Era ésta una preocupación útil y prudente; mezclaba en tantas cosas, que su influen-
aunque sacados de la multitud solamente cia sobre la marcha de los asuntos debía
por el azar, los senadores detenían cierta- de ser considerable. Eran, sin duda, los
mente el paso a más de un proyecto qui- hombres de Estado, los oradores, como les
mérico, ilegal o peligroso, que hubiera te- llamaban, los que imprimían a la política
nido probabilidades de salir adelante ante ateniense tal o cual dirección, tal o cual
aquella misma multitud. Los senadores, por carácter; pero cualesquiera que fuesen, en
la edad que se les exigía, eran hombres un momento dado, los principios y el par-
de los que los más jóvenes frisaban ya en tido que triunfaran, el senado era siempre
la madurez, mientras que los más la ha- la piedra principal de la máquina, el eje
bían ya alcanzado o pasado. Al mismo sobre el' que se apoyaba y en torno del
tiempo, los atenienses cuya reputación cual ^giraba todo el sistema (Oeorges Pe-
era sospechosa, veíanse apartados por la rrot, El Derecho público en Atenas, 58-67.
dokimasia, y otras veces, con no dar su Trad. de L. Terán. Ed. La España Moder-
nombre al magistrado se evitaban el ries- na, Madrid).
go y el enojo de tener que afrontar la La asamblea del pueblo o "ecclesia". En
información. En fin, se deliberaba en pri- la Atenas de Solón, el pueblo se reunía
vado, de otra manera y con otro tono que regularmente para elegir a los magistrados
en una numerosa asamblea. Muchas per- y para que éstos le rindiesen cuenta de
sonas honradas y sensatas, que por falta sus actos, pero después de Clistenes, es
de costumbre y de aplomo no se hubieran probable que hubiese una asamblea por
atrevido jamás a subir a la tribuna del pritania. Posteriormente, el número de las
pnyx, ayudaban gustosamente al senado asambleas regulares aumentó, y en el siglo
con su opinión y sus luces. A menudo el iv había cuatro por cada pritania; se lla-
senado no dejaba que los prívanos some- maban asambleas principales o asambleas
tieran un decreto a deliberación y lo pu- legales, para diferenciarlas de las asam-
sieran a votación popular sino después de bleas extraordinarias, a las que en ciertos
haber ayudado al que lo redactara a ro- casos se convocaba por medio de heraldos,
bustecer los considerandos o a mejorar las que recorrían el Ática y anunciaban el día
disposiciones. En todo caso, hubiera sido y el objeto de la reunión. La convocación
una imprudencia extrema permitir que los de estas últimas asambleas eran una fa-
oradores se dirigieran sin más al pueblo y cultad que podían ejercer los pritanvs y
le tomaran, desde luego, por confidente de los estrategas. A veces, cuando no se ter-
todas sus fantasías, de todos los sueños minaba de tratar un asunto de importan-
cia en una asamblea regular, se diferia su
que les hubiera sugerido una imaginación deliberación para una asamblea suplemen-
exaltada o una ambición sobreexcitada. En taria, y se fijaba la fecha.
Atenas, más que en parte alguna, entre el Aunque no existe seguridad absoluta, se
pueblo y los que pretendían conducirle, supone que las asambleas regulares se
los cuales a menudo trataban de explotar- realizaban el diez, el veinte, el treinta y el
le, necesitábase la oportuna intervención treintitres de cada pritania, y se sabe a
ciencia cierta, que esas cuatro asambleas mismo, retirarles la palabra por desobe-
se distribuían el trabajo, dedicándose cada diencia. En ciertos casos les imponía penas
una de ellas a ciertos asuntos determina- disciplinarias, sujetas a la confirmación del
dos. La primera se ocupaba de confirmar senado. El presidente de la asamblea in-
a los magistrados en sus funciones, si las vitaba al pueblo a manifestar su opinión
desempeñaban bien, o a revocarles su sobre si cerraba o no el debate, y la vota-
nombramiento, en caso contrario; a escu- ción se efectuaba alzando la mano. Ter-
char las denuncias y a tomar conocimien- minada la asamblea, sus resoluciones pa-
to de la lista de bienes confiscados a con- saban a los archivos. A veces se exponía
secuencia de condenas judiciales. En la al público, grabada en una estela de már-
segunda, todo ciudadano podía presentar mol o de bronce. Las decisiones que debían
cualquier reclamación, relativa a asuntos ser cumplidas inmediatamente y con efecto
de interés público o privado. En la tercera práctico (decretos), se remitían a la bulé o
se daba audiencia a heraldos y embajado- senado, para su ejecución.
res, previa entrega a los frítanos de los A partir del año 403 antes de Jesucristo,
mensajes de que eran portadores. La cuarta los ciudadanos que asistían a la ecclesia
estaba destinada exclusivamente a tratar tuvieron derecho a una indemnización, que
asuntos del culto y a ocuparse de ceremo- primeramente fue de un óbolo, y que más
nias religiosas. tarde se elevó a tres (íríóboZo). Cada ciu-
Cuando las circunstacias lo exigían, la dadano que concurría a la asamblea reci-
asamblea podía apartarse de esta regla- bía una ficha o contraseña, que podía
mentación. Para que no hubiese sorpresas, cambiar luego por dinero, en el despacho
los priíanos estaban obligados a redactar de los tesmotetas.
y publicar el programa u "orden del día" Leyes y decretos. Todo ciudadano podía
algunos días antes. En casos de urgencia presentar un proyecto de ley a la asam-
estaban facultados para introducir modi- blea, pero debía hacerlo en la primera re-
ficaciones de última hora, con aprobación unión del año. Pasada esta oportunidad,
del senado, que se reunía antes de la había que esperar al año siguiente.
asamblea. Todo proyecto debía ser examinado por
La presidencia de la Asamblea no siem- el senado antes de su consideración por la
pre estuvo en manos de los priíanos, como asamblea. El Senado podía hacer objecio-
había ocurrido hasta fines del siglo v. El nes y presentar observaciones que ilustra-
epistates de los frítanos era quien presidía sen a la opinión y la inclinasen en contra
las reuniones del Senado y la Asamblea, o en favor del proyecto. Los seis arcantes
pero a principios del siglo iv se introdujo tesmotetas también intervenían en esta
un cambio que tendía a impedir la absor- tarca previa, y es probable que cuando una
ción de la autoridad por una sección del proposición les pareciera manifiestamente
Senado. El nuevo procedimiento consistía contraria al espíritu de la Constitución ate-
en que, cada vez que debía realizarse una niense y a los intereses de la nación, ejer-
sesión general del Senado, o una asamblea, cieran, bajo su responsabilidad, el derecho
el epistates de los priíanos verificaba un de negar su asentimiento y paralizar el
sorteo, para obtener un senador de cada trámite, aunque esto haya ocurrido muy
una de las otras nueve tribus (exceptuada raras veces.
la que ejercía la pritania), y estos sena- Los arcantes tesmotetas tenían atribucio-
dores tomaban el título de proedros, uno nes que ejercían colectivamente, forman-
de los cuales, designado también a la suer- do una especie de corporación o colegio, y
te, pasaba a ser el epistates de los proedros poseían la prerrogativa de revisar todos los
y, en tal carácter, presidente del Senado y años las leyes, de examinar con cuidado si
de la Asamblea. El epistates de los pritanos hay contradicciones entre las que están vi-
conservó el privilegio de guardar las llaves gentes, y proponer a la asamblea las medi-
del tesoro y el sello del Estado, con lo que, das necesarias para corregir los defectos
nominalmente, ejercía el Poder Ejecutivo comprobados. Formaban algo asi como una
durante veinticuatro horas. comisión permanente encargada del control
Toda reunión del senado y toda asam- de la legislación y de la jurisprudencia. Un
blea comenzaba con la ceremonia de un famoso decreto de Tisameno, dictado en el
sacrificio y una solemne plegaria. En se- año 403, estableció un procedimiento es-
guida, el epistates de los proedros hacia leer pecial para realizar con acierto y rapidez
por el secretario el proyecto del Senado o la revisión general de toda .la legislación
la proposición que se sometía al pueblo. ateniense, y ponía las leyes no sólo bajo la
Daba la palabra a quien la pidiese por inspección de los tesmotetas, sino también
turno; impedia o podía impedir que los de la del Areópago. pero unas y otras fun-
oradores se salieran de la cuestión y, asi- ciones estaban bien delimitadas. La acción
de los tesmotetas era únicamente preven- Los nemotetas actuaban como un ver-
tiva. En la información preliminar que se dadero tribunal, y en el doble carácter de
abría ante ellos, defendían las leyes contra jurado y jueces decidían la cuestión de
las innovaciones inútiles o peligrosas, y hecho y la de derecho, porque tanto la ley
proponían todos los años supresiones, adi- anterior como el nuevo proyecto eran juz-
ciones y enmiendas de todo género, suge- gados después de escucharse la acusación
ridas por la experiencia. Además, como y la defensa. La antigua ley no era abro-
cada uno de ellos actuaba en la presidencia gada sin antes oír a los defensores, que se
de los tribunales, intervenían en la apli- nombraban de oficio, y que generalmente
cación de la ley, interpretando su verda- eran designados entre los oradores de ma-
dero sentido. El Areópago, por el bontrario, yor reputación y prestigio. Se ignora cómo
ejercía una función represiva: se limitaba y quién designaba a estos oradores que
a anular el decreto o la sentencia cuando actuaban como abogados, y no se sabe tam-
eran contrarios a una ley. poco si debían, ser uno o varios, o en nú-
Cuando el proyecto no era vetado por el mero fijo. La sanción se efectuaba en dos
senado ni por los testmotetas, la presiden- tiempos y mediante dos votaciones: una
cia, en la primera reunión del año, sometía para anular la ley anterior y otra para
a la asamblea la cuestión relativa a saber adoptar la nueva. Primero lo hacía el tri-
si se trataba o no el asunto. El autor del bunal de los nemotetas, y luego la asam-
proyecto explicaba su contenido y su fina- blea misma, o ecclesia.
lidad. Luego se escuchaban las objeciones, Una vez dictada la ley, quedaba todavía
y si la mayoría se inclinaba en favor de un medio de impedir su validez definitiva.
aquél, se procedía a una información más Cualquier ciudadano podía atacar al autor
amplia. Se fijaba el proyecto de ley al pie del proyecto ante los tesmotetas, ejercitan-
de las estatuas de los héroes epónimos, y do una acción denominada grafé parano-
antes de comenzar las asambleas siguien- mon, o acusación de ilegalidad. Si esta
tes, el secretario le daba lectura en alta acción se instauraba cuando el proyecto se
voz, "a fin —decía Demóstenes— de que estaba discutiendo, se paralizaba la deli-
todo ciudadano, habiendo oído varias veces beración, y si se trataba de una ley formal-
la nueva ley, y con tiempo sobrado para mente aprobada, suspendía su efecto. El
reflexionar sobre ella, no la vote si no lo or- demandante se arriesgaba, como en toda
denan la justicia y el interés del Estado". otra acusación pública, a pagar una mul-
En la cuarta asamblea del año (última ta de mil dracmas si no obtenía la quinta
de la primera pritanía) se nombraba la parte de los votos en la asamblea, pero si
comisión encargada de considerar el pro- triunfaba, la ley caía junto con su autor.
yecto. Esta comisión estaba formada por Esta institución del grafé paranomon
mil ciudadanos, designados entre los he- daba al pueblo oportunidad para reaccio-
liastas del año, aunque se ignora la forma nar contra cualquier arrebato pasajero y
de su nombramiento. Con el nombre de rectificar sus errores legislativos dentro
nemotetas, formaban un cuerpo legislativo, del plazo de un año, y solamente cumplido
en el cual el pueblo delegaba la autoridad ese plazo se podía considerar a la ley de-
especial de decidir previamente la suerte finitivamente adoptada.
del proyecto de ley. Para esto, se usaba un El derecho ateniense distinguía con cla-
procedimiento que consistía en discutir y ridad la ley y el decreto, por su naturaleza
resolver en primer término si se abrogaba y contenido, no por el poder del cual ema-
la ley anterior, cuya sustitución o modi- naban, desde que tanto el Senado como la
ficación se proponía, lo que ofrecía la ven- asamblea podían dictar decretos, aunque
taja de tratarse el asunto en dos ocasiones en ambos casos los decretos debían respetar
y desde dos puntos de vista. Era necesario las leyes. La ley era siempre norma o re-
primero derogar la ley anterior, y luego gla abstracta, general y permanente; el
considerar la nueva, porque aún no tenia decreto, en cambio, era una medida con-
vigencia el principio, consagrado por el De- creta, motivada por una determinada cir-
recho romano, de que la ley ulterior deroga cunstancia, en un caso particular, respecto
a la anterior en todo cuanto se le oponga. de tal o cual persona, de alcance restrin-
Con este sistema se hacia más larga y gido y con duración temporal. Aristóteles
seria la cuestión suscitada por la sanción decía: "Sólo hay Constitución, allí donde
de una ley; primero se discutía por com- existe la soberanía de las leyes. Es preciso
paración, al tratar la derogación de la ley que la ley decida los negocios generales,
antigua, luego con relación al valor de la como el magistrado decide los negocios
nueva por si misma, y así se salvaba toda particulares, en la forma prescripta por
dificultad a crear por posibles colisiones o la Constitución, si la democracia es una
conflictos de leyes. de las dos especies principales de gobierno,
el Estado donde todo se resuelve de plano, se sometía a las mismas restricciones, al
mediante decretos populares, no es, a decir mismo límite de duración. Por medio de
verdad, una democracia, puesto que tales estos decretos ejercía derechos que las
decretos no pueden nunca dictar resolucio- Constituciones modernas reservan casi to-
nes de carácter general legislativo". das al Poder Ejecutivo: de esta suerte, de-
Esquines, en su famoso discurso de la cidía la guerra o la paz, nombraba los em-
corona, pronunciado en el debate que man- bajadores y contestaba a las embajadas,
tuvo con Demóstenes, establecía con pre- concedía el derecho de ciudadanía a los
cisión y energía ejemplar la diferencia que extranjeros y otorgaba las recompensas a
existe entre ley y decreto. Decía: "Lo sa- los que habían servido bien a la patria.
béis, atenienses: hay en los pueblos tres Estos decretos eran, casi siempre, relati-
clases de gobierno: monarquía, oligarquía vos a casos particulares; pudiera suceder,
y democracia. Las dos primeras se rigen sin embargo, que algunos de ellos compor-
por la voluntad de sus jefes; la democra- tasen una aplicación más general, y que,
cia, por las leyes que a sí propia se da. creando un precedente respetado, desem-
Tened por seguro que cuando uno de vos- peñasen el papel de nuestras leyes de ha-
tros sube a la tribuna para juzgar una in- cienda y de administración. Entre nosotros
fracción de la ley, trata de su propia li- mismos, la línea de demarcación entre la
bertad. El legislador ha escrito a la cabeza ley y el decreto, muy fácil de trazar en
del juramento de los jueces: «Decidiré con teoría, no es tan clara en la práctica; ha
arreglo a las leyes». Pensaba que el culto ocurrido, a menudo, que el decreto anu-
de las leyes es la salvaguardia del poder la la ley. Demóstenes afirma que en su
popular. De este espíritu animados, perse- tiempo se había llegado a menudo a ol-
guid al que ataque a la ley por medio de vidar la diferencia. Nos es difícil determi-
un decreto; no creáis ligeras faltas lo que nar hasta qué punto eran fundadas estas
es un crimen enorme; no os dejéis arre- quejas, y en qué medida el orador, por las
batar por nadie el derecho de castigar". necesidades de su causa, exagera el abuso
El Senado de los Quinientos se reunía que deplora. Lo evidente es, por el testimo-
diariamente, mientras que la Asamblea no nio mismo de Demóstenes, que sus contem-
se congregaba regularmente sino cuatro ve- poráneos distinguían perfectamente las dos
ces cada treinta y cinco días; era preciso ideas. Cita, como un principio indiscutido
que aquél asegurase el pronto despacho del Derecho público de Atenas, esta regla
de los asuntos. Dictaba, por lo tanto, de- fundamental: Ningún decreto, sea del Se-
cretos a los que se debía provisionalmente nado, sea del pueblo, puede prevalecer con-
obediencia. Si la cosa lo merecía, cuando tra una ley.
se celebraba la asamblea en que era cos- Lo que expresa de otra manera, dicien-
tumbre tratar de las materias a que se re- do: "Todo el mundo reconoce que no se de-
ferían los decretos, pedíase una ratifica- be redactar decretos que no estén de acuer-
ción, y un decreto del pueblo confirmaba do con las leyes". (O. Perrot).
el del Senado. En muchos casos, cuando ¿os oradores y la Asamblea. Observa A.
se trataba de cuestiones de detalle, no se Croiset que los magistrados atenienses
tomaba, sin duda, el trabajo de validar propiamente dichos, carecían de influencia
separadamente cada uno de los decretos del en general, y los designados por sorteo, en
Senado, y se contentaba con dar a todos particular, por lo que es necesario ir a
sus actos una aprobación general. Pero, buscar entre los oradores a los dirigentes
de todos modos, el efecto de los decretos de la política ateniense, ya que entre ellos
dictados por un Senado no se extendía más se trababa la lucha para obtener las de-
allá de sus poderes. Al final del año, por cisiones de la asamblea.
el hecho mismo de la renovación de este La influencia política de un estratega o
cuerpo, las decisiones tomadas por el Se- de un intendente financiero —agrega ese
nado saliente cesaban inmediatamente de autor— no es preponderante por sí misma;
tener fuerza ejecutiva. Además, ésta no era se mide por su importancia como orador.
más que una medida de precaución; el Durante la mayor parte del siglo v, ocurre
Senado no resolvía más, por sí mismo, que con frecuencia que un mismo hombre es,
cuestiones completamente secundarias, y a la vez, estratega y orador celebrado; así,
al cabo de algunos meses todos los asun- Temístocles, Arístides, Feríeles, Nielas, Al-
tos en que interviniera para atender a di- cibíades. Más tarde, esto ocurrió raras
ficultades imprevistas, habían pasado ante veces. Especialízanse las dos funciones;
los ojos del pueblo y habían sido resueltos desempeñan cada una de ellas los profe-
de una manera definitiva por los votos de sionales de las mismas. Entonces, el orador
la asamblea. es un político propiamente dicho, y su
En efecto, de los decretos del pueblo no influencia es claramente distinta de la del
general. Aparte de eso, es la más impor- una influencia reguladora y modeladora,
tante, ya que el que la desempeña dirige respetada por todos.
la política y es el verdadero jefe del pue- Se hacía remontar su origen a la mito-
blo; jefe aceptado libremente, sin título logía, y esta antigüedad, vinculada a los
oficial, pero cuya autoridad puramente sentimientos religiosos del pueblo, lo ro-
moral es la primera de todas, puesto que deaba de un singular prestigio. Se decía
encarna en su persona el alma de la ciu- que había actuado bajo la presidencia de
dad y da cuerpo a sus decisiones. Acerqué- Palas Atenea, y que hasta los dioses habían
monos, pues, a estos verdaderos señores de acatado sus resoluciones. Esto obligaba a
la política ateniense, los oradores, y veamos sus miembros a mantener una austeridad
lo que eran. e integridad de conducta que, unida a su
Por su parte, O. Perrot, después de se^ sabiduría, los hacía dignos de ejercer tan
ñalar la importancia de los oradores en la alta función.
vida política ateniense, defiende a la La Historia encuentra el Areópago salido
asamblea de la sátira de Aristófanes, quien de la leyenda, en momentos en que Solón
presenta al pueblo de Atenas formado por estructura la Constitución ateniense, y
"papanatas", que se dejaban engañar por aparece compuesto por exarcontes, que ha-
palabras sonoras, frases vacías y lisonjas bían cumplido satisfactoriamente con los
vanas. Hace notar las muchas y difíciles deberes de su cargo y podían rendir cuen-
cualidades que era necesario reunir para tas inobjetables de sus actos. El cuerpo
llegar a ser un orador de la asamblea, y parece haber tenido la facultad de negarse
que si de derecho la tribuna estaba abierta, a recibir en su seno a quienes se hallaren
como lo proclamaba la voz del heraldo, a afectados de cierta incapacidad moral, por
todos los atenienses que gozaran de sus alguna grave falta cometida en su vicia
derechos civiles, de hecho, por lo que se anterior, aunque no hubiese sido de aque-
puede deducir de las cifras, a falta de todo llas que por su naturaleza estaban some-
documento precise y de todo dato "estadís- tidas a la jurisdicción ordinaria de los
tico, no se contaban a la vez, en un momen- magistrados, y también, podía excluir a
to cualquiera de la vida de Atenas, sino cualquiera de sus miembros que con sus
unas treinta o, a lo más, cincuenta perso- actos deshonrase a la corporación.
nas que abordasen habitualmente la tribu- Formado con funcionarios de tan espe-
na, y aún de estos cincuenta había unos cial categoría, el Areópago se hallaba' en
diez que, más elocuentes y más escucha- condiciones de desempeñar su delicada mi-
dos que los otros, absorbían casi toda la sión, sobreponiéndose a los arrebatos o a
atención y desempeñaban siempre los pri- los caprichos de la multrtud, para la de-
meros papeles. Los oradores formaban, así, fensa del Estado y la aplicación de la .jus-;
un grupo aparte, que sin titulo oficial, sin ticia. Sus miembros, vitalicios e inamovi*
otra investidura que su notoriedad moral, bles, gozaban de una independencia com-
poseían la rivalidad del poder, daban el pleta, y sus decisiones eran acatadas por
primer impulso y tenían vara alta en to- la asamblea del pueblo.
dos los asuntos. Faltan datos exactos acerca del funcio-
La dokimttsia —institución ateniense que namiento del Areópago, pero se sabe que
consistía en el examen público de los fun- desempeñaba un doble papel de consejo
cionarios, de sus antecedentes, de su con- supremo o de Senado conservador, encarga-
ducta y de sus cualidades— se hacia exten- do de velar por el mantenimiento de las
siva a -los oradores, asimilados en esa leyes que se consideraban fundamentales,
forma a los magistrados, y equiparaba su con carácter de Constitución no escrita, lo,
actuación a la función pública, en lo que que le permitía oponerse a la ley positiva
atañe a la responsabilidad. y a las decisiones de tribunales y magls--
El Areópago. El Areópago es una institu- irados, como alta corte de casación
ción que siempre gozó de alto prestigio en El partido popular encontró en este se-
Atenas. Representaba lo más respetado y nado conservador el más poderoso y firme
respetable de la tradición institución;-!. obstáculo para el logro de sus aspiraciones
Cuerpo político y judicial al mismo tiem- reformistas, y se vio en la necesidad de
po, actuaba en ejercicio de una autoridad dirigir al Areópago rudos ataques, para
moral que tenía a su cargo la conservación despojarlo de tan altos privilegios. Efialtes,
del equilibrio de las diferentes fuerzas po- apoyada por Pericles, obtuvo el voto po-
líticas, en nombre de la equidad, mediante pular a favor de una verdadera enmienda
la aplicación de una justicia que podía y constitucional, por lo cual se sustraía a ese
solía ser superior a la ley. La discreción cuerpo todas sus atribuciones políticas,
con que parece haber desempeñado siem- financieras y administrativas, reservándo-
pre su papel, permitió al Areópago ejercer le únicamente su competencia judicial on
los casos de homicidio, incendio, sacrilegio vado el sorteo para los cargos de carácter
o traición. Para reemplazar al Areóptigo en administrativo fáciles de desempeñar, y que
su función de vigilancia sobre la actuación sólo requerían el buen sentido de hombres
polílica de la ecclesia, se creó el colegio normales y responsables. Lo hubieran ex-
de los nomofilacos o guardianes de las le- tendido también a la designación de fun-
yes, que duró hasta el año 403, pero no hay cionarios técnicos para la dirección del
rastro en la historia de su actuación. ejército o de las finanzas, en vez de asig-
En distintas épocas se fueron creando narles carácter electivo.
magistraturas judiciales, a las que se íisig- Por otra parte, la designación igualitaria
no funciones que habían pertenecido al del sorteo, que se hacía al principio entre
Areópago. La heliea o tribunal de los todos los ciudadanos, estaba restringida por
heliastas, jurado popular, tan numeroso ia presentación voluntaria de- los candida-
como una asamblea del pueblo, y el tribu- tos y por el examen previo de su conducta,
nal de los efetas restaron atribuciones al antecedentes y cualidades (dokimasia), que
Areópago, sin perjuicio de otras magistra- servia de tamiz, primero a la presentación
turas menores. De todos ellos nos ocupare- de los candidatos, y luego a su aceptación
mos al examinar la organización judicial para el sorteo. Cabe observar que no eran
ateniense. muchos los aspirantes, porque el riesgo de
Los magistrados. Distinguíanse en Ate- ser rechazado era motivo de serios reparos,
nas, sin hablar de los empleados subalter- y las ventajas del cargo solían no compen-
nos, tres especies de magistrados, de agen- sar los deberes y las responsabilidades.
tes o de funcionarios públicos: esta es, Es indudable que este sistema del sorteo
por lo menos, la clasificación que estable- estaba inspirado en un sentimiento profun-
ce Esquines, con arreglo a los tres diferen- damente democrático, porque bastaba que
tes modos de elección. En primer término, un ciudadano cualquiera, aunque fuera el
los magistrados sacados a suerte, cuyo más humilde, permitiese que su nombre fi-
nombre salía de la urna en el templo de gurase en las listas que los tesmotetas con-
Teseo; luego los que el pueblo creaba en feccionaban, para que tuviese ia posibilidad
el pnyx, alzando la mano, .cuando el presi- de desempeñar altas y honoríficas funcio-
dente proponía su nombre al sufragio de nes. El pueblo sentía así realizada la igual-
la asamblea; por último? los que eran de- dad y satisfechas sus apetencias más caras
signados en las asambleas particulares de con relación al gobierno. ;
las tribus, para ciertas comisiones especia- Todos los magistrados, cualquiera fuese
les; al reunirse formaban colegios de diez la forma de su designación, eran igualmen-
personas. Puede tomarse, como tipo de la te responsables y debían rendir cuenta de
primera categoría, a los arcantes; de la sus actos ante el Senado y ante la Asam-
segunda, a los estrategas; de la tercera, a blea. Además, ia dokimasia los alcanzaba,
aquellos reconstructores de murallas, ele- mediante la iniciativa de cualquier ciuda-
gidos después de la batalla de Queronea. y dano, en forma de acción popular, tendiente
entre los que figura Demóstenes como re- a juzgar la conducta de los magistrados,
presentante de ;a tribu pandionida. siendo posible obtener contra ellos penas
El sistema de sorteo para la designación tan graves como la atimia o muerte civil,
de magistrados o funcionarios, empezó a o el destierro, u otras menores, como las
usarse, probablemente, para la formación multas, que podían llegar a fuertes sumas.
del Consejo de los Quinientos, para los prí- Las magistraturas eran anuales, y casi
íonos, para los proedros y para el epista- siempre desempeñadas colectivamente, con
tes, de los que nos hemos ocupado ante- funciones bastante bien delimitadas, lo que
riormente, pero el uso del sorteo alcanzo comportaba una verdadera división del tra-
toda su extensión en las reformas de Clís- bajo, con las ventajas inherentes a la divl-r
tenes, de tendencia marcadamente iguali- sión, interdependencia y recíproco control
taria y racionalista. Era un procedimiento de facultades.
utilizado como arma contra los eupátridas, Ciertas acciones públicas con carácter de
con el propósito de suprimir las influencias acusación, se convertían en verdadero jui-
personales de una clase social privilegiada, cio político contra*los principales persona-
hábilmente colocado bajo la protección de jes de la democracia ateniense, ya sea por
principios religiosos, desde que se libraba su desempeño en la función pública, o por
al azar, es decir, a la voluntad divina, la su actuación como oradores, pues por su
indicación de las personas en quienes de- influjo sobre la asamblea del pueblo esta-
bía recaer el nombramiento, sin reconocer ban equiparados a los magistrados.
mucho valor a tal circunstancia. En efecto, Ya hemos hablado del gruje paranomon
si los atenienses hubieran confiado en la o acusación de ilegalidad contra el autor de
voluntad de los dioses, no hubiesen reser- un proyecto de ley sancionado por la eccle-
sía, y de la atimia, especie de muerte civil A partir de las reformas de Solón, el
o pérdida de la ciudadanía, originada en pueblo entero, sin distinción de clases, se
diversas causas, susceptibles de afectar la reunía, como hemos visto, una vez al año
independencia moral del individuo. Pode- por lo menos, para recibir las cuentas de
mos agregar la esangelia, que consistía en los magistrados que dejaban el cargo. Cuan-
una sanción con que la ecclesia entregaba do los ciudadanos eran así convocados, a
al autor de un crimen flagrante contra la fin de asistir a discusiones que debían ad-
seguridad del Estado, atado de pies y ma- quirir fácilmente el giro de debates judi-
nos, a la represión judicial. ciales, y a fin de dar, una vez oídas las
La institución del ostracismo, atribuida partes, un solemne veredicto, las cosas nc
a Clistenes, consistía en la expulsión del podían ocurrir por completo de la misma
país, por el término de diez años, de un manera que cuando se trataba de eleccio-
ciudadano que por la importancia de su nes o, un poco después, de tomar alguna
actuación, o por sus tendencias, se hubiese importante decisión política. Había dos cla-
convertido en un peligro para el Estado ses, dos formas diferentes de asamblea, a
ateniense, y lo mismo se aplicaba a los ti- las que la gente se acostumbró a designar
ranos y a sus hijos, como los pisistrátidas, con dos nombres distintos. Se llamó heliea
que a Arístides o Temístocles. También me- la asamblea en que los ciudadanos actuaban
rece ser recordada la adeia, con la cual se de jueces, mientras que el término ecclesia
protegía a un ciudadano en particular res- servia para indicar la asamblea en que se
pecto de cualquier sanción de carácter po- elegía a los magistrados y en que se ocu-
lítico. paban de asuntos de Estado. Con arreglo
La organización judicial. El tribunal de a una etimología muy razonada, la expre-
los heliastas. En Atenas, la administración sión eliaia no quería decir, en su origen,
de justicia estuvo primeramente en manos otra cosa que "reunión", "asamblea", fue
del Areópago, cuyos miembros (areopagi- un capricho del uso el que determinó,, res-
tas) eran jueces perpetuos, inamovibles en tringiéndolo, el sentido de este término.
sus cargos. Luego se fue imponiendo la De heliea o eliaia vino la palabra heliastas,
tendencia a someter el juzgamiento de los que fue más adelante el verdadero nombre
delitos a tribunales populares, formados oficial del jurado ateniense.
por jurados, que se pronunciaban acerca Sin fijar límite de edad tan avanzado
de ellos por razones de buen sentido y de como se hizo para los efetas (cincuenta
equidad, con el sencillo criterio de los hom- años), se excluyó de la heliea a los muy
bres del pueblo, conocedores del ambiente jóvenes, a los que no conocían aún ni las
en que se había movido el autor del delito. leyes de su país ni el proceso de la vida y
De ahí arranca el sistema institucional de las situaciones complicadas en que nos co-
que los delincuentes sean juzgados por sus loca. Para ser heliasta se necesitaba tener
pares e iguales, principio consagrado en treinta años cumplidos. De otra parte, las
1215 por la Carta Magna de Inglaterra, y funciones judiciales tenían a los ojos de
mantenido hasta el presente en la mayor los atenienses tal santidad y conferían a
parte de los países europeos y en los Esta- quienes las ejercían derec. s tan amplios,
dos Unidos. que pareció necesario un segundo jura-
El más importante de los tribunales ate- mento, un juramento especial, que diera a
nienses es la heliea o eliaia. Algunos his- los que administraban justicia en nombre
toriadores hacen remontar esta institución de la ciudad, un sentimiento más vivo de su
a la legislación soloniana, por aceptar la responsabilidad, una idea más elevada y
costumbre de considerar a Solón como el más justa de sus deberes. Esto fue lo que
fundador de todas las instituciones demo- se llamó el juramento judicial, o juramen-
cráticas. Sin embargo, en el régimen esta- to de los heliastas. La idea de este jura-
blecido por Solón, la única participación del mento prestado se ligó de tal modo en el
pueblo en el poder judicial o administra- espíritu de los atenienses con la idea del
ción de justicia, es el derecho que la Asam- juez, que concluyó por confundirse con ella.
blea tiene de pedir cuenta a los magistra- Para designar a los jueces, ya al dirigirles
dos al terminar sus funciones, y esto era la palabra, ya al hablar de ellos, se les llamó
más bien una garantía política que el ejer- a menudo jurados. Nosotros haremos lo
cicio normal de la función judicial, reser- mismo, y en lo que resta de este estudio,
vada al Areópago, los efetas o los arcantes, nos serviremos indiferentemente de los tér-
escogidos entre los eupátridas hasta la re- minos jueces y jurados, que igualmente
forma de Arístides. Lo más razonable es convienen ambos a los heliastas.
atribuir la convocatoria de los primeros Tal vez no intervino ninguna ley que
jurados de ciudadanos a los cambios cons- quitase a los demás magistrados el derecho
titucionales operados por Clistenes. de juzgar en primera instancia todo litigio
que se les presentase; bastó .con la fuer- rientes-de la victima, porque en Atenas
za de las cosas y con los hábitos adquiri- no había ministerio público.
dos para despojar a los magistrados, en Casi todas las causas, tanto criminales
un breve lapso, de toda jurisdicción seria. como civiles, eran enviadas a los heliastas.
Al finalizar el periodo que cierran las re- Como hemos dicho, cualquier ateniense
formas de Feríeles y de Efialtes, he aquí mayor de treinta años podía ser designado
cómo se encuentra repartida la competen- heliasta, pero se incluía solamente a los
cia judicial. El Areópago conserva el juicio que espontáneamente daban su nombre al
de homicidio intencional y de los crímenes arconte y expresaban el deseo de ejercer
que le están asimilados. Los litigios par- el cargo al año siguiente. Juraban en cor-
ticulares son sometidos, a menudo, en poración, al comenzar el año en que de-
primer término, a un arbitro; esta juris- sempeñarían sus funciones, prometiendo
dicción oficiosa, esta magistratura de con- ajustarse a las leyes y juzgar con entera
ciliación, libremente constituida y acep- imparcialidad/ en virtud de las pruebas
tada por las partes, se remonta en todas recibidas. Eran designados a la suerte por
partes al origen mismo de la sociedad, y, los tesmotctas, que indicaban también el
como veremos, persistió siempre en Atenas. lugar donde debían reunirse. Se les dividía
Salvo convenciones contrarias, se puede en diez grupos, designados por letras del
siempre apelar de la decisión de los arbi- alfabeto jonio, de la A a la K (la F no
tros a la de los heliasias. La heliea, para estaba en uso); cada heliasta recibía una
las causas particulares, desempeña, pues, tésera de bronce, con su nombre y la letra
el papel de un tribunal de apelación; pero del grupo a que pertenecía.
ocurre frecuentemente que las partes, sin Los heliastas prestaban Juramento sobre
dirigirse a los arbitros, llevan, desde lue- la colina de Ardettos, en una fórmula
go, su asunto ante el jurado. En cuanto concebida en estos términos:
a las causas públicas, es decir, aquellas en "Votaré con arreglo a las leyes y los
que el demandante se presenta en nom- decretos del pueblo ateniense y de la bulé
bre del Estado, al que juzga lastimado, los de los Quinientos. No votaré en favor de
heliastas entienden inmediatamente en el un tirano ni de un oligarca, y si es atacado
asunto. De todos modos, que la heliea juz- el poder del pueblo ateniense, y si se le
gue en apelación o que lo haga en primera habla o se le hace votar en contra, yo no
instancia, su sentencia es definitiva, y no lo consentiré. No accederé a una abolición
le queda al condenado ningún recurso le- de las deudas particulares ni a un reparto
gal. Los heliastas fallan siempre en últi- de las-tierras y las casas de los atenienses.
ma instancia, y su sentencia tiene inme- No" indultaré a los desterrados ni a los
diatamente fuerza ejecutiva, no existe me- condenados muerte, y no pronunciaré con-
dio alguno de impedir su efecto, ni siquiera tra nadie que permanezca en el país nin-
de aplazarlo o suspenderlo. gún destierro contrario a las leyes estable-
Es probable que todo pleito civil fuera cidas y a los decretos del pueblo ateniense
sometido a un arbitraje antes de recurrir y del Consejo; yo no lo haré nunca, e
al tribunal. Un centenar de ciudadanos, impediré a los demás que lo hagan. No
de reputación intachable y de edad madu- recibiré presentes a título de heüasta, ni
ra, estaban revestidos del cargo de arbi- por mí, ni por medio de otro para mí,
tros públicos y treinta jueces de paz, que hombre o mujer, de mi conocimiento, sin
en el siglo rv fueron cuarenta, entendieron simulación ni maniobra alguna. Yo escu-
en la mayor parte de los procesos civiles; charé al acusador y al acusado con toda
pero cuando la suma objeto del litigio pa- imparcialidad, y emitiré el fallo sobre el
saba de diez dracmas, la cuestión debía ser objeto preciso de la causa. Si fuera per-
resuelta por un jurado. juro, perezca yo y perezca mi casa; si soy
Los delitos más graves eran sometidos fiel a mi juramento, que la prosperidad
al Areópago y a los cincuenta y un efetas. sea conmigo".
Estos últimos se reunían en distintos lu- Las causas podían ser privadas o públi-
gares, según se trataba de homicidio vo- cas. Sólo el perjudicado podía entablar
luntario y de incitación al asesinato, o de acción privada; la acción pública podía
homicidio justificado (legítima defensa) o iniciarla cualquier ciudadano, pero si se
de asesinato, estando ya desterrado el au- condenaba al acusado, las multas pasaban
tor o cuando el culpable era desconocido, o generalmente al Estado. El acusador era
en los casos de muerte por accidente o por castigado con multas de mil dracmas si no
la caída de un poste. La instrucción estaba obtenía la quinta parte de los votos del
a cargo del basileus, y exigía formalidades jurado en su favor.
religiosas. El delincuente no podía ser Variaba mucho el número de los jurados.
perseguido ante la justicia sino por pa- Se sabe de algunos que tuvieron 201, 401,
501, 1001, 1501, 2001 y 2501 miembros; Se mente arcante, a quien correspondía el
designaba a veces jurados especiales para honor de dar su nombre al año. Su com-
entender en causas militares, mercantiles petencia abarcaba todas las funciones pú-
y otras que exigían especial competencia. blicas o privadas relativas al derecho de
Desde los tiempos de Cleofón (por el año las personas, y en particular al derecho de
420), los heliastas cobraron dos óbolos familia, y para iniciar ante él una causa
diarios; esta indemnización se elevó más era preciso ser ciudadano. Una ley ate-
tarde a tres, y a cuatro el año 390 antes de niense, citada por Démostenos, dispone "que
Jesucristo. Los tribunales no se reunían los el arconte cuide de los huérfanos, de las
días nefastos o feriados, o aquellos en que herederas, de las casadas abandonadas y
lo hacía la Asamblea del pueblo. de las viudas que a la muerte de su m árido
Ante la heliea o eliaia, como ante la se declaran encinta y permanecen en el
ecclesia, la actuación de los oradores des- domicilio conyugal. Que cuide de estas
empeñó un papel protagonice». Grandes de- personas y. las defienda contra toda vio-
bates políticos y judiciales se desarrollaron lencia" Intervenir en asuntos matrimonia-
en presencia de los heliastas, y en ellos les y en cuestiones de herencia. A veces,
figuraron oradores y abogados de la talla presidian también debates sobre acusacio-
de Lysias, Hipérides, Esquino y Dernóstenes, nes de falso testimonio o de dolo.
verdaderos letrados en causas civiles y pe- El segundo de los arcontes se llamaba
nales, cuya elegancia, concisión y sobriedad el arconte basilcus, o arconte - rey. Para
fue modelo de elocuencia ática. abreviar, se le llamaba "el rey", y otras
Los seis mil ciudadanos investidos con el veces, el que la "suerte ha hecho rey ba-
carácter de heliastas, y después de prestar sileus". A este magistrado correspondían
el juramento anteriormente indicado, eran todos los asuntos en que estuviese intere-
divididos en diez secciones, de quinientas sada la religión de la ciudad, y como el
per&onas cada una; de esta suerte, queda- asesinato era considerado un acto impío, en
ban mil jurados disponibles, como suplen- las causas por homicidio intervenía como
tes. Cada una de estas secciones formaba presidente del Areópago, de los e Jetas y
un tribunal, y tenia en su seno miembros luego de los heliastas. De él dependían los
de todas las tribus, para que el veredicto grandes misterios de Eleusis y los juegos
fuese dado en nombre de la ciudad ente- gimnicos, como asimismo la celebración de
ra y no de una de sus fracciones. Los jue- ciertas ceremonias públicas. Hacía resolver,
ces o jurados decidían siempre en sesión por los tribunales de su presidencia, todas
secreta. Era regla que los heliastas estu- las diferencias que se suscitaran por tales
vieran siempre en número impar, y sus se- motivos.
siones eran presididas por un magistrado El tercer arconte llevaba el título de po-
sin voto. Icmarca. Cuando desapareció la monarquía,
A veces las causas requerían, por su na- tuvo a su cargo la jefatura de las fuerzas
turaleza, ciertos conocimientos especiales. militares y navales, y conservó funciones
Por ejemplo, cuando se trataba de una militares de ciorta importancia aún des-
violación de los ministerios, el tribunal pués de la creación de los estrategas por
debía componerse ríe iniciados, y si se tra- Clístenes. Luego desempeñó funciones ad-
taba de una falta cometida en el ejército. ministrativas y judiciales, con jurisdicción
los jueces eran escogidos entre los que especial sobre los metecos. sobre los cuales
habían servido en las filas junto con oí ejercía una cierta tutela, que se manifes-
acusado. taba como acción vigilante y protectora al
Los arcantes. Todos los tribunales popu- mismo tiempo.
lares eran presididos por magistrados que Los seis arcontes restantes actuaban
convocaban a los jueces, les informaban siempre juntos, en el edificio llamado Tcs-
acerca del asunto y presidían sus reuniones. motesión, con el nombre de tcsnwtctcs. A
Con frecuencia esos magistrados eran ar- estos magistrados correspondía intervenir
cantes, asistidos por asesores o secretarios en todos aquellos asuntos que no incum-
letrados (parearos), los de mayor jerarquía bían al cpónimo, al basileus o al polcmarca,
entre todos, y a quienes correspondía de lo mismo cuando se trataba de acciones
ordinario la presidencia del jurado ate- públicas que cuando ;;e ventilaba el interés
niense. Sus funciones no eran exclusiva- de los particulares sobre cuestiones de
mente mecánicas. Recibían la demanda y propiedad, o con motivo de la ejecución de
ponían al autor en presencia del tribunal, un contrato.
tomando las providencias necesarias para Otrns magistrados y Inncionarios. A más
la sustanciación del juicio. de los arcantes, algunos otros magistrados o
El primero en dignidad, de todos los m¡i- funcionarios estaban facultados para re-
gistrados. era el arrontc epóniwo, o simple- unir a los hcliítslas y someterles asuntos
que afectaban la tranquilidad del Estado Aparte de los arbitros públicos, existían
o la fortuna de los particulares. Un colegio arbitros privados o arbitros elegidos, sim-
de magistrados, llamado "los once", tenía ples ciudadanos a quienes la estimación de
a su cargo perseguir a los malhechores, sus amigos convertía en conciliadores para
pero sólo para encarcelarlos o someterlos evitar un proceso, y cuando esta gestión
al jurado, actuando con funciones de mi- fracasaba, podía obtenerse un arbitraje
nisterio público y de policía al mismo condicional. Las parten podían contraer el
tiempo. compromiso de aceptar la sentencia del
También los "Cuarenta", a quienes nos arbitro, cualquiera que fuese, sin apelar de
hemos referido anteriormente, en su carác- ella, y de este modo el arbitro privado ad-
ter de jueces de paz podían presidir tri- quiría una importancia mayor que la del
bunales, y también podían hacerlo los arbitro oficial.
legistas, que ejercían su jurisdicción sobre Junto a los arbitros se hallaban los
los magistrados que al cesar en sus car- jueces de los demos, que recorrían el Ática
gos rendían cuentas de los treinta días en todos sentidos, como funcionarios nó-
siguientes. Ellos sometían al tribunal de madas, desempeñando una especie de jus-
los heliastas la aprobación o desaprobación ticia de paz. y también los jueces maríti-
de aquellas cuentas, pronunciando su dic- mos, con jurisdicción sobre cuestiones re-
tamen al respecto. lativas al comercio marítimo, quienes en-
En Atenas era costumbre llevar los asun- tendían también en acusaciones a extran-
tos que no fueran de mucha importancia jeros que usurpaban el derecho de ciuda-
y gravedad a la decisión de un arbitro, por danía.
mutuo consentimiento de las partes y con Los estrategas. Los estrategas eran fun-
intervención del magistrado que represen- cionarios militares, que en número de diez
taba a la ciudad. El magistrado se limitaba mandaban al ejército y la armada, turnán-
a tomar nota de la voluntad coincidente dose a veces, diariamente, en el ejercicio
manifestada por las partes de acudir al ar- de la autoridad suprema. Los elegia auto-
bitro, y a éste incumbía pronunciarse so- ritariamente la asamblea del pueblo o
bre los hechos y decidir el derecho. ecclesia, por un año, pero eran reelegiblea,
Esta costumbre se conservó hasta el fi- y la historia de Atenas presenta numerosos
nal, no obstante haberse adoptado el siste- ejemplos de estrategas que desempeñaron
ma de los jurados populares. El arbitro era el cargo continuamente durante muchos
como un juez de primera instancia, ante el años, por reelecciones sucesivas. El ejemplo
que se podían llevar todos los asuntos ci- más celebre es el de Feríeles. Con frecuen-
viles, conservando el derecho de apelar de cia, un solo estratega mandaba una expe-
la sentencia arbitral ante el jurado. El dición, pero otras veces compartía ei man-
arbitro desempeñaba una función de con- do con sus colegas. Generalmente, se tuvo
ciliación, y para eso debía prestar un ju- en cuenta el mérito personal, y casi siem-
ramento semejante al de los heliastas, aun- pre se escogió a los estrategas entre los
que más breve y sencillo. Eran designados, ciudadanos más ricos, grandes terratenien-
cada año, entre los ciudadanos de más de tes y descendientes de antiguas familias.
sesenta años de edad que no hubieran su- Por su cargo, los estrategas ocupaban una
frido condena infamante. Cada tribu tenía posición muy elevada, y lo era más aún
sus propíos arbitros, según informa un cuando se trataba de hombres de Estado y
pasaje de Demóstenes en que se menciona oradores de gran prestigio. En el desem-
a "los. que ejercían la función de arbitro peño de esa función, Feríeles pudo ejercer
por las tribus eneida y erechteida". su enorme influjo, en la vida política ate-
Los arbitros recibían indemnización por niense, hasta el fin de sus días.
sus tareas, como los heliastas, pero en vez Los diez estrategas recibieron las funcio-
de pagarles el Estado, lo hacía el deman- nes que antes había desempeñado el pote-
dante, que al llevarle su pleito le abonaba marca, y entre ellas, la más importante era
un dracma, y aunque durante el proceso el mando de la fuerza armada, a la cual
podían cobrar uno o dos dracmas más, sus acompañaban prerrogativas como el . de-
honorarios eran siempre modestos, ño obs- recho de convocar asambleas extraordina-
tante que, a veces, su tarea era muy ardua rias del pueblo, con el concurso de los
y su responsabilidad mucho más concreta prítanos. También los estrategas eran quie-
que la de los heliastas, porque actuaba nes dirigían los alistamientos, y los que
solo y sus decisiones no eran simples vo- convocaban y presidian ni tribunal que
tos colectivos, sino pronunciamientos fun- juzgaba los delitos relativos a asuntos mi-
dados. Los tribunales podían imponer a los litares.
arbitros penas de cierta importancia, in- En tiempos de paz. los estrategas se
cluso la pérdida de sus derechos políticos. reunían en un edificio llamado el strateginn,
especie del ministerio de la guerra, donde de los logistas, o por propia voluntad, el
tenían sus oficinas y en las que disponían consejo podía juzgar a todo magistrado
lo concerniente al mantenimiento, equipo incurso en el delito de malversación; pero
y distribución de las fuerzas terrestres y en caso de condena, el magistrado tenía
marítimas. Formaban una especie de cuer- derecho a apelar al Tribunal. Incluso a los
po superior del ejército y la armada, y en particulares se les permitía, lícitamente,
tal condición informaban a los tribunales presentar una esangelia ante ei Corisejo,
acerca de las cuestiones que suscitaban el contra todo magistrado al que acusaran
reclutamiento y los impuestos extraordina- de no respetar las leyes, y también, en
rios destinados a cubrir los gastos de una este caso, el condenado tenía derecho a
campaña. Sometían, también, a los jueces apelar a la justicia popular. Pero la ecclesia
los delitos concernientes al servicio militar, conservaba un poder directo y mucho más
y los procesos eran instruidos por un ta- extenso sobre todos los que no eran más
xiarca cuando se trataba de un hoplita, y que los ejecutores temporales de sus man-
por un hiparca cuando se trataba de un datos. Llegó un momento en que, en la
jinete. Estos funcionarios solían suplir al asamblea principal de cada pritania, pro-
estratega cuando estaba ocupado en otros cedía a la cpicherotonia, es decir, a votar,
asuntos. levantando el brazo, sobre la gestión de
La evolución política ateniense condujo los magistrados: les confirmaba sus pode-
a dar a los estrategas la importancia de res si opinaban que cumplían bien los
un verdadero poder ejecutivo, con toda la deberes de su cargo, y, de lo contrario, los
influencia política que de tal función se deponía y enviaba ante el Tribunal. Pero
deriva. antes de que el voto de confianza pasara
Privilegios y responsabilidades de los al estado de procedimiento ordinario y
funcionarios. En Atenas, la función pública reiterado, la ecclesia no vacilaba en deponer
comportaba grandes honores y también a los estrategas de los que no estuviera
grandes responsabilidades. Los magistrados satisfecha, ni en perseguirles por el delito
gozaban de múltiples prerrogativas, y hasta de prevaricación en la vía de eisangelia;
es probable que el Estado les concediese y cuando la epicherotonia fue regularmen-
una especie de inmunidad contra ciertas te incluida en el orden del día de las
persecuciones, porque no se conocen casos asambleas principales, la acusación lo mis-
en que un magistrado haya sido deman- mo podía preceder que seguir a la deposi-
dado civilmente. De cualquier manera, en ción. La misma ecclesia juzgaba, con mucha
el ejercicio de sus funciones se hallaban frecuencia, las esangelias en el siglo v,
protegidos de un modo especial, y podían mientras que en el iv las enviaba, las más
hacerse respetar, incluso, aplicando correc- de las veces, a los heliastas. En caso de
tivos en los casos de injuria. Ocupaban un absolución, el magistrado depuesto volvía
lugar aparte en las procesiones y en las al desempeño de sus funciones; en caso de
ceremonias. En el teatro tenían asientos condena, las penas eran fijadas arbitraria-
reservados, y en los festines que seguían a mente por el pueblo, tanto en la heliea
los sacrificios se les brindaba lo mejor, como en la ecclesia, y a veces alcanzaban
como a los jefes de los tiempos homéricos. terribles proporciones.
Sin embargo, el sentimiento democrático Salvo en casos graves, que eran casi
del pueblo ateniense no se compagina muy siempre de orden político, los magistrados
bien con un respeto absoluto hacia la ma- permanecían en funciones hasta finalizar
jestad, porque cada ciudadano se conside- su anualidad. Pero entonces se les sometía
raba en condiciones de desempeñar el a una dura prueba. Cada uno de ellos era
cargo temporalmente y exigir a los demás responsable, solidariamente, con su colegio,
igual obediencia que la que él debía pres- e individualmente, en su persona y en sus
tarle. Por otra parte, el pueblo mantenía bienes, de todo crimen, delito o falta co-
una actitud de prevención y de vigilancia metido durante su gestión. Para que esta
permanente sobre sus servidores, para im- responsabilidad no fuese una palabra vana,
pedir todo abuso de poder, y cualquier no tenía derecho a abandonar el país, a
ciudadano podía inspeccionar por sí mismo disponer de sus bienes ni a pasar a otra
los actos de cualquier funcionario y de- familia por adopción —en una palabra, a
nunciar la irregularidad de su conducta. sustraer u ocultar ninguna suma que pu-
La mayor parte de los magistrados, sobre diera eventualmente revertir al Estado—,
todo los que manejaban fondos, estaban antes de haber logrado ser absuelto. Y
sometidos a su jurisdicción penal. En cada mientras no fuese cumplida esta formali-
pritania debían presentar sus cuentas a dad, estaba prohibido votar o hacer votar
una comisión de diez logistas, designados ninguna recompensa a un magistrado por
de su seno por sorteo. Por las conclusiones la gestión realizada en el desempeño de su
cargo. El proceso intentado por Esquines, En caso de simple negligencia en el ma-
a propósito de la corona discernida pre- nejo de los fondos públicos, el funcionario
maturamente a Demóstenes, se basaba en culpable debía restituir la suma que se
esta prohibición legal. La responsabilidad hubiera sustraído al tesoro; en caso de falta
de los magistrados era doble: primera- grave, la condena sumaba el décuplo. Si
mente, subsidiaria, y seguidamente, moral obtenía la exención, estaba tíos veces am-
y política. parado: por la soberanía judicial del pue-
Al cesar en sus poderes, todo funcionario blo y por el principio inviolable del dere-
debía rendir cuenta de los fondos públicos cho ático, non bis contra eumden in ídem.
cuyo manejo se le había confiado, o pre-
sentar una declaración escrita, atestiguan- 3. EL CONCEPTO DE DEMOCRACIA EN HIS-
do que no había tenido relación con los TORIADORES Y FILÓSOFOS GRIEGOS
mismos. Si se substraía a esta obligación A medida que la práctica de las institu-
por medios ilícitos, o no la cumplía en los ciones populares va formando en el pueblo
plazos legales, caía al punto bajo una ac- ateniense una conciencia cívica propia del
ción pública o una eisangelia. El acto de estado laico sobre la base de la soberanía
rendir cuenta se llamaba logas; los inter- del pueblo, la idea del ciudadano va invis-
ventores que las examinaban eran los lo- tiendo al individuo de una dignidad moral
gistas. Conviene no confundir este colegio desconocida hasta entonces.
de magistrados con la comisión de la bulé, Sin perjuicio de aceptar como un hecho
qufe ostentaba el mismo nombre, y que le consumado y en apariencia definitivo la
facilitaba la tarea, por las verificaciones esclavitud, y apoyándose en ella como en
que llevaba a cabo de pritanía en pritanía. una base económica, los griegos desarro-
Designados por sorteo, los legistas eran llaron toda una doctrina moral y toda una
treinta en el siglo v; en el xv no eran más moral política que se convirtió en las sus-
que diez; pero tenían por asesores a diez tancia misma de la democracia. Sin dejar
sinégoros o procuradores, igualmente de- de ser una forma de gobierno caracterizada
signados por sorteo. Después de haber re- por la voluntad del pueblo reunido en
partido los legajos entre ellos y sus tri- asamblea, la democracia fue adquiriendo
bunales de cuentas, debían examinarlos eu un significado humano, que se agregó y
los treinta días siguientes. No se trataba hasta llegó a sobreponerse a su significado
tan sólo de comprobar si las cuentas es- institucional.
taban conformes con los justificantes ofi- Entre los historiadores griegos se puede
ciales conservados en los archivos del Me- señalar una notable diferencia que va de
troón, sino, en caso contrario, de exigirles Herodoto a Tucídides. En el primero no es
a los interesados todos los justificantes su- más que una forma de gobierno tal como
plementarios que fuesen precisos. Si del aparece expuesta por el sátrapa persa Ota-
examen de las piezas escritas y de la in- nes, al discutir con sus otros seis colegas
vestigación resultaba que el funcionario el gobierno que conviene dar a los medo-
contable había cometido un acto repren- persas después de la revolución que derribó
sible o delictuoso, los logistas encargaban al mago usurpador Gaumata. El sátrapa
a los sinégoros que tramitasen las conclu- Otanes se expresó del modo siguiente: "Mi
siones, con arreglo al Derecho. Si los siné- parecer, señores, es que ningún particular
goros reconocían el. fundamento de la culpa, entre nosotros sea nombrado monarca de
emprendían, de acuerdo con los logistas, aquí en adelante, pues tal gobierno ni es
ante un tribunal de heliastas, una acción agradable ni menos provechoso a la socie-
por malversación, por venalidad, por pre- dad avasallada. Bien sabéis vosotros mis-
varicación. Si, por el contrario, los logistas mos, a qué extremos no llegó la suma in-
y los sinégoros encontraban la contabilidad solencia y tiranía de Cambises, y nos ha
en toda regla, extendían un certificado, cabido poca parte en la audacia extremada
aprobando las cuentas, y lo llevaban a,l del mago. Quisiera se me dijese cómo cabe
tribunal, único competente para fallar. Con en realidad que la monarquía, a cuyo ca-
o sin proceso, correspondía a un jurado de pricho es dado hacer impunemente cuanto
501 miembros, por lo menos, decir la última se le antoje, pueda ser un gobierno justo
palabra. Ante el Tribunal, cuya presiden- y arreglado. ¿Cómo no ha de ser por sí
cia ocupaban los logistas, los sinégoros des- misma peligrosa y capaz de trastornar y
empeñaban la función de ministerio pú- sacar de quicio las ideas de un hombre de
blico; pero cada ciudadano podía, previa índole la más justa y moderada cuando
autorización proferida por el heraldo de se vea sobre el trono? Y la razón es por-
los logistas, aportar sus quejas a propósito que la abundancia de todo género de bienes
de las cuentas objeto de discusión. La de- engendra insolencia en el corazón del mo-
cisión del Tribunal no admitía ap'elación. narca, juntándose ésta con la envidia, vicio
toinún nacido coa el hombre mismo. Te- públicos. Nuestra ciudad se halla abierta
nienUo, pues, un soberano estos dos males, a todos los hombres. Ninguna ley prohibe
insolencia adquirida y envidia innata, tiene en ella la entrada a los extranjeros, ni les
en ellos ¡u suma y el colmo de todos. Lleno priva de nuestras instituciones ni de nues-
de si mismo y de su insolente pujanza, tros espectáculos; nada hay en Atenas
cometerá mil atrocidades por mero capri- oculto, y se permite a todos que vean j
cho, otras mil de pura envidia, siendo asi aprendan en ella lo que bien les pareciere,
que un soberano a quien todo sobra, de- sin esconderles ni aquellas cosas cuyo co-
biera por justo motivo verse libre de los nocimiento puede aprovechar a nuestros
estímulos de tal pasión. Con todo, en un enemigos, porque confiamos para vencer,
monarca suele observarse un proceder con- no en preparativos misteriosos, ni en ar-
trario para con sus subditos; de envi- dides y estratagemas, sino en nuestro va-
dia no puede sufrir que vivan y adelanten lor y en nuestra inteligencia. Tenemos el
los sujetos de mérito y prendas sobresalien- gusto de lo bello y cultivamos la filosofía,
tes; gusta mucho de tener a su lado los sin que eso debilite nuestro carácter. Si
ciudadanos más corrompidos y depravados poseemos riquezas, no es para guardarlas
del Estado, tiene el ánimo siempre dis- ociosas ni para envanecernos de su pose-
puesto a proteger la delación y apoyar la sión, sino para emplearlas productivamen-
calumnia. No hay hombre más receloso y te. Para nadie es vergonzoso entre nosotros
descontentadizo que un monarca. ¿Es uno confesar qué es pobre; lo que si es ver-
parco o contenido en admirar sus prendas gonzoso es no tratar de salir de la pobreza
y subirlas a las nubes? Se da él por ofen- por medio del trabajo. Todos los ciudada-
dido de que se falte al acatamiento y ve- nos, incluso los que se dedican a los tra-
neración debida al soberano. ¿Es otro, por bajos manuales, toman parte en la vida
el contrario, pródigo en dar muestras de pública; y si hay alguno que se desinteresa
su respeto y admiración? Se le desdeña y de ella se le considera como hombre inútil
mira como a un adulador falso y vendido. e indigno de toda consideración. Examina-
Y no es eso lo peor; lo que no puede su- mos detenidamente los negocios públicos,
frírsele de ningún modo, es ver cómo tras- porque no creemos que el razonamiento
torna las leyes de la patria; cómo abusa perjudique a la acción; lo que sí creemos
por fuerza de las mujeres ajenas; cómo, perjudicial para la patria es no instruirnos
finalmente, pronuncia sentencia capital sin previamente por el estudio de lo que debe-
oír al acusado. Mas al contrario, un estado mos ejecutar. Esto hace que tengamos al
republicano, además de llevar en su nombre mismo tiempo inteligencia para razonar
de Isonomia la justicia igual para todos, ios actos que debemos ejecutar y audacia
y con ella la mayor recomendación, no da para ejecutarlos, diferenciándonos así de
prácticamente en ninguno de los vicios y los demás pueblos, en que la ignorancia
desórdenes de un monarca; permite a la los vuelve audaces y la razón inactivos".
suerte la elección de empleos; pide des- En este párrafo admirable, tan antiguo,
pués a los magistrados cuenta y razón de se halla expresado el contenido sustancial
su gobierno; admite, por fin, a todos los de la democracia que, no obstante su origen
ciudadanos en la liberación de los negocios puramente político tiende a construir un
públicos. En resolución, mi voto es anular tipo de existencia asentado sobre valores
el estado monárquico y sustituirle por el humanos esenciales de alcance universal.
gobierno popular, que al cabo, en todo gé- Desde Tucidides hasta nuestros días se
nero de bienes, siempre lo más es lo me- hace cada vez más precisa la acepción
jor". Tal fue el parecer que dio Otanes. que asigna a la palabra democracia ca-
(Herodoto, Los nueve libros de la His- rácter expresivo de dignidad e idoneidad
toria, 325 a 327, Madrid, Biblioteca Clásica). humanas, hasta convertirse en un término
En el libro que Tucidides escribió sobre corriente, incorporado al vocabulario co-
la guerra del Peloponeso, aparece la figura mún como forma de concretar la valoración
arquetipica de Feríeles, a quien se atri- de la personalidad individual, abstracción
buye un discurso en el que so explica la hecha de la condición social y de la situa-
democracia en palabras como éstas: "Nues- ción económica.
tro régimen político es la democracia, y so El filósofo Aristóteles, que estudió la
llama asi porque busca la utilidad del ma- democracia como forma de gobierno en
yor número y no la ventaja de algunos. las ciudades griegas, no pudo sustraerse al
Todos somos iguales ante la ley, y cuando reconocimiento de su significado ético, y
la república otorga honores lo hace po.ra aíirrna reiteradamente que "el carácter es-
recompensar virtudes y no para ronsa tirar pecial de la democracia es la libertad".
el privilegio. Todos somos llamados j ex- Por supuesto que Aristóteles entendía
poner nuestras opiniones sobre los asuntos por libertad el ejercicio de los derechos
políticos, pero en más de una ocasión se «•os, y que ni unos ni otros serán exclusi-
explica al respecto sobre el valor social de vamente soberanos, sino que lo serán to-
la democracia, asignando a ésta un conte- dos en igual proporción. Por tanto, si la
nido que comprende, condiciona y carac- lioertad y la igualdad son, como se ase-
teriza1 sus aplicaciones políticas. Cuando gura, las dos bases fundamentales de la
clasifica las formas de gobierno no emplea democracia, cuanto más completa sea esta
la palabra democracia, sino politeia, cuya ¡f'ualdad en los derechos políticos, tanto
más exacta traducción parece ser "repúbli- más se mantendrá la democracia en toda
ca" ( ' ) . "Hay tres especies de Constitucio- su pureza; porque siendo el pueblo en este
nes puras —dice—: reinado, aristocracia y caso el más numeroso, y dependiendo la
república". En cambio, al ocuparse de la de- ley del dictamen de la mayoría, esta cons-
mocracia propiamente dicha, plantea siem- titución es necesariamente una democracia".
pre el problema de la igualdad, al que atri- Nadie ignora que Aristóteles reconocía
buye mayor importancia que al problema la esclavitud como consecuencia de una ley
del número. natural y excluía a los esclavos de todo de-
"Es un error grave, aunque muy común recho. Cuando habla de igualdad y de li-
—afirma Aristóteles—, hacer descansar ex- bertad, se refiere únicamente a los hom-
clusivamente la democracia en la soberanía bres libres, ciudadanos (-). Con todo, es
del número; porque en las mismas oligar- evidente que junto con el problema de la
quias, y puede decirse que en todas partes, democracia planteaba el problema de las
la mayoría es siempre soberana". Y luego: clases sociales y el aspecto político de la
"Ciertamente es más exacto decir que hay lucha de clases. Consideraba la democracia,
democracia allí donde la soberanía reside si no un triunfo rotundo de la clase pobre,
en todos los hombres libres; y oligarquía, una manera de evitar la opresión de los
donde pertenece exclusivamente a los ricos. ricos y de procurar bienestar general al
Que los pobres estén en mayoría o que pueblo trabajador. Así resulta de lo ante-
estén en minoría los ricos, son circunstan- riormente transcripto, de todo su tratado
cias secundarias; pero la mayoría es libre, sobre política y, muy concretamente, de
y es la minoría la que es rica. Si el poder estas palabras: "Lo que distingue esen-
si- repartiera según la estatura y la her- cialmente la democracia de la oligarquía,
mosura, como se dice que se hace en Etio- es la pobreza y la riqueza: y donde quiera
pía, resultaría también una oligarquía, que el poder esté en manos de los ricos,
porque la hermosura y la estatura elevada sean mayoría o minoría es una oligarquía;
san condiciones poco comunes. No sería y donde quiera en la de los pobres, es una
error menos grave el fundar únicamente demagogia. Pero no es menos cierto, repi-
los derechos políticos sobre bases tan de- to, que generalmente los ricos están en
leznables. Como la democracia y la oligar- minoría y los pobres en mayoría; la ri-
quía encierran muchas clase.s de elementos, queza pertenece a pocos, pero la libertad a
es preciso proceder con cautela en este todos. Estas son las causas de las disensio-
asunto. No hay democracia allí donde cier- nes políticas entre ricos y pobres".
to número de hombres libres, que están en Por su parte, Cicerón consagraba1 prin-
minoría, mandan sobre una multitud que cipios semejantes en su célebre frase: "La
no goza de libertad. Tampoco hay demo- libertad —que es el más dulce de los bje-
cracia cuando la soberanía reside en los nes— no existe en ninguna sociedad, en la
ricos, ni aun suponiendo que al mismo cual la potestad suprema no reside en el
tiempo estén en mayoría, como sucedió pueblo. Si no hay igualdad, tampoco hay
hace tiempo en Colofón, donde antes de libertad".
la guerra de Lidia los más de los ciudada- Montesquieu, mucho más tarde, se expre-
nos poseían fortunas considerables. No hay saba del modo siguiente: "La virtud, en
verdadera democracia sino allí donde los una república, es una cosa muy simple: es
hombres libres, pero pobres, forman la ma-
yoría y son soberanos. No hay oligarquía
más que donde los ricos y los nobles, siendo (2) "Si Intentamos valorar la significación de
la Democracia en nuestro pensamiento Jurídico y
pocos en número, ejercen ¡a soberanía". político, es necesario que previamente delimitemos
Aristóteles resume su opinión en el si- lu Idea de igualdad propia de la Democracia mo-
guiente párrafo; "La igualdad es lo que deriia cíe la igualdad proporcional, en sentido de
Aristóteles. Este principio aristotélico de Igualdad,
caracteriza la primera especie de democra- inmanente a todo orden Jurídico histórico nada
cia, y la igualdad fundada por la ley en esta tiene que ver con la Democracia y expresa tan
democracia significa que los pobres no .sólo el suum cuiqui- tribucrc; lo igual tiene que
tendrán derechos más extensos que ¡os ri- ser tratado igualmente, lo desigual, deslKUalnwr-
l.o: por consiguiente, la arbitrariedad auedabíi dcs-
rarüiila" (Ilelier, H,, Las ideas politizas confmpo.
( 1 ) Asi traduce Patricio ü<- A/cánar. ránras, pfte 84).
el amor a la república; es un sentimiento nes de voluntad politica en donde germina
y no una serie de conocimientos; ese sen- una disconformidad que busca satisfacción
timiento puede tenerlo igualmente el último democrática para la solución de los pro-
como el primer hombre del Estado. El blemas políticos y sociales y que toma el
amor a la república,- en una democracia, carácter de rebelión siempre frustrada, por
es amor a la democracia; el amor a la de- supuesto. Finalmente dedicaremos nuestra
mocracia, es amor a la igualdad". atención al desarrollo de las instituciones
políticas, tal como nos lo ofrecen los pue-
4. LA DEMOCRACIA EN ROMA blos protónicos, y especialmente Inglate-
Este tema es objeto de amplio desarrollo rra, España y Francia.
en la voz "Derecho romano (público)" a Todo eso es necesario para comprender
la cual hacemos remisión. el carácter de las instituciones democráticas
y su significado existencia!. Eso no puede
5. LA DEMOCRACIA EN LAS EDADES suministrarlo la' teoría ni el puro razona-
MEDIA Y MODERNA
miento abstracto. Está en la vida de los
Enseñanzas de la Edad Media. Como el pueblos, en sus luchas, en sus triunfos, en
lector lo ha podido comprobar, la democra- sus fracasos, y por encima de todo eso, en
cia está muy lejos de ser un sistema que el trazo lineal susceptible de ser encontra-
pueda tener ubicación circunscripta en el do a lo largo del tiempo y a lo ancho de
tiempo o en el espacio. Es una concepción la Geografía, como revelación de un des-
dinámica de la vida política y social, al tino que se cumple y en el que está com-
mismo tiempo, y ha ido adquiriendo formas prometida la suerte de la humanidad.
adecuadas al medio y a las circunstancias No siempre es posible, claro está, justifi-
de cada lugar y de cada época, sin dejar de car acabadamente la existencia de la de-
presentar una cierta continuidad en el mocracia o de un proceso democrático, tal
desarrollo de determinadas ideas funda- como podemos concebirlo hoy, pero con-
mentales. viene y hasta es necesario poner delante
Antes de saber lo que es la democracia del estudiante y del estudioso el largo viaje
de nuestro tiempo, y también lo que debe realizado por la humanidad, en busca de
ser para dar satisfacción a nuestras exi- cosas tan abstractas como son la libertad
gencias, que se confunden con nuestras es- y la justicia y de formas tan mudables y
peranzas, hemos tenido que explicar el escurridizas como son las variantes histó-
largo proceso de su desarrollo en Grecia y ricas en que va cristalizando el proceso
en Boma, porque en esos países y en su institucional.
historia se puede seguir la línea de trans- República y democracia, son dos vocablos
formaciones institucionales, como vicisitu- correlativos, pero no inseparables. La lla-
des de la idea democrática y de sus formas mada Edad Media nos presenta repúblicas
positivas. que no son democráticas y democracias que
La Edad Media es otro momento que se no son repúblicas, anticipándose a la de-
singulariza en la marcha de esta evolución, mostración que nos hace nuestro tiempo,
y que al interés que por sí mismo ofrece, en el cual advertimos constantemente ras-
se suma la formación de las ciudades eu- gos a los que podríamos calificar genéri-
ropeas, y con ellas la clase social-política, sa como de democratización antirepublica-
que asume el papel de protagonista en el na. Eso ocurre siempre que la masa avan-
drama político de la Edad Moderna, y que za y se impone multitudinariamente con
triunfa en la Revolución Francesa, dando visible desprecio de las formas institucio-
nacimiento a una nueva etapa denominada nales de la república, que, en cierto modo,
corrientemente Edad Contemporánea. representan el esfuerzo colectivo e histó-
Todo esto nos obliga a suministrar ele- rico tendiente a crear una técnica para la
mentos de juicio suficientes como para defensa de la personalidad humana.
comprender y valorar el significado de los La relatividad revelada por el examen de
acontecimientos que comienzan con la las circunstancias históricas y sus efectos
Edad Media y terminan con la Moderna. con relación a las formas del gobierno o
Por más que tratamos de circunscribirnos del derecho en largos períodos históricos,
al tronco de los acontecimientos, fuerza es contienen una saludable lección para los
que nos detengamos a describir las ciudades hombres y mujeres de nuestro tiempo que
de la Edad Media, la organización corpo- se abocan al problema de la democracia,
rativa de su población y la formación de como si este pudiese ser resuelto de golpe,
la burguesía, incluida en aquel tercer esta- como fruto de una improvisación exigida
do o estado llano, que fue el personaje por la impaciencia y la ignorancia. Esa
principal de la Revolución Francesa. relatividad desempeña la muy útil tarea de
Señalaremos también las manifestacio- ubicar a los impacientes dentro de una
realidad, que 110 puede estar constituida tan les, y se reservan el no suscribir sus sen-
sólo por el presente, como lo pretenden tencias. Aún en las relaciones con sus su-
todos los que actúan sin conciencia de su zerains, siguen siendo soberanos.
responsabilidad. "Se ve bien cuánto difería la idea feudal
Las instituciones medievales. La justicia de las ideas romanas de obediencia y de
feudal tenia al principio carácter religioso sujeción hacia el poder. El régimen feudal
y forma de ordalía. El combate judicial de- se podía definir como régimen del contra-
cidía todas las situaciones dudosas, como to (*). El despotismo romano había nive-
un recurso del procedimiento ordinario, si
las pruebas escritas o de testigos eran in- (3) George Sabiue explica toda la estructura
suficientes o contradictorias, o si se opo- política medieval tomando el contrato como punto
nían dos juramentos adversos. El duelo se de partida, y caracteriza a la monarquía desde ese
realizaba en campo cerrado, en presencia punto de vista, aunque se trate de una monarquia
de Derecho divino, es decir, atribuida a la volun-
del suzerain (- £>*«), asistido por sus vasallos, tad de Dios e impuesto en su nombre a los ir.di-
y el vencido perdía el proceso si la causa duos. La necesidad de poner un límite al poder
era civil. Cuando se trataba de una causa del monarca y también de Justificar su autoridad
criminal, debía morir. Las mujeres, los ni- desde el punto puramente humano que interesa
a los subditos, permite conciliar y completar la
ños y la gente de Iglesia se hacían repre- teoría del Derecho divino con la del contrato
sentar en el combate por campeones, y si fundado en el consentimiento. Tomas de Aquino
su campeón era vencido, ellos eran trata- y Francisco Suárez fueron los principales soste-
dos como si hubiesen combatido. nedores de esa posición, que sirvió de anteceden-
te y fundamento a la teoría de Juan Jacobo Rous-
Con alguna frecuencia se recurría tam- seau y de la Revolución francesa.
bién a las ordalías: la prueba del agua Dice Sabine: "La naturaleza condicional o con-
fría, del agua hirviente, del hierro rojo y tractual de la obligación política no sólo iba im--
de los brazos en cruz; pero se usaba más plícita en la práctica del feudalismo, sino que la
sugería también la antigua tradición transmitida
el combate judicial o duelo. por los Padres de la Iglesia, y en especial el prin-
El rasgo característico de la justicia feu- cipio de que el Derecho y el gobierno deben siem-
dal consistía en no poder ser juzgado sino pre contribuir a la Justicia. En consecuencia, hay
una diferencia fundamental entre un verdadero
por sus pares, es decir, sus iguales, que rey y un tirano, lo que Implica que hay condicio-
constituían una especie de jurado o tribu- nes en las que está Justificada la resistencia al
nal. El barón era juzgado por un jurado tirano. En el siglo XI, Manegold de Lautenbách
de caballeros, y las clases populares tam- sostuvo esta posición, y en el siguiente hizo lo
mismo Juan de Salisbury, quien, en el libro VIH
bién se beneficiaron con la aplicación de de su Policraticus, desarrolla la repulsiva teoría
este principio. del tiranicidio. El argumento no implica, en nin-
Alfredo Rambaud hace la apreciación del gún caso, una baja conceptuación de la autoridad
régimen feudal en los siguientes términos: política; más bien al contrario, ya que el mal de
la tiranía es mayor en la misma proporción en que
"Tales son los usos de esta clase singular es más augusta la verdadera monarquía. Pero la
de hombres, que parece superpuesta a las esencia de ésta es el cargo, y no la persona; de
poblaciones francesas, y a quienes se podría ahí que el derecho del individuo a ocuparlo no
llamar feudales. No encadenaban su liber- pueda ser absoluto. Manegold utilizó este principio
para demostrar que la disposición podía estar jus-
tad sino por un contrato libre, no recono- tificada cuando un rey habla destruido aquellos
cían más autoridad que la que habían bienes para la conservación de los cuales estaba
aceptado voluntariamente, ni su someti- instituida su magistratura. Llega, de este modo,
miento llegaba hasta el punto de conser- a una teoría relativamente definida del contrato
(pacíum) entre el rey y su pueblo.
var el derecho verdaderamente real de paz "Nadie puede hacerse emperador o rey por si
y de guerra. Ante los tribunales, no ima- mismo; un pueblo pone sobre sí a un hombre con
ginan mejor prueba de su derecho que su el fin de que gobierne y rija por razón del Justo
bueno espada. Son juzgados por sus igua- imperio, dando a cada uno lo suyo, ayudando a
los buenos y castigando a los malos; en una pa-
labra, para que haga justicia a todos. Si ese hom-
(2 bis) El vocablo francés suzerain, sin traduc- bre infringe el pacto con arreglo al cual fue esco-
ción exacta en el castellano, significa la condición gido, perturbando y confundiendo aquellas cosas
de supremacía cómo uno de los términos del va- para la corrección de las cuales fue puesto, la
sallaje, que es siempre una relación de dependen- consideración de la justa razón dispensa al pueblo
cia. Suzeraineté es la cualidad general de esa su- de EU sujeción, en especial cuando aquél ha sido
premacía en todos sus aspectos y en toda su com- el primero en romper la fe reciproca que le unía
plejidad, constituida por poderes 6 facultades, y con el pueblo.
deberes u obligaciones correlativas. Suzeraineté es "La fidelidad de un pueblo a su gobernante es,
un concepto exclusivamente feudal, correspon- en consecuencia, un compromiso de apoyarle en
diente a la institución tíel vasallaje y, por conse- sus empresas legítimas, y es ipso fació nula cuan-
cuencia, de naturaleza recíproca o contractual en- do se trata de un tirano. En lo que se refiere al
tre el señor y el vasallo. No es traducible correc- poder de! papa, de deponer a un rey, Manegold lo
tamente por soberanía, que implica la existencia concibe como el derecho de un tribuna! de con-
del Estado, originariamente monárquico, y su re- ciencia a fallar respecto a la realilad de un hecho
lación con el subdito, que internamente le está consumado: defiende la acción de Gregorio VIII.
sometido. basándose en que el pontífice había «anulado pú-
lado, aniquilado, envilecido todas las ch;- "Adviértase que el mundo occidental te-
ses. La feudaüdad devolvía a cada hombre nía que edificarse sobre un territorio res-
su dignidad perdida. El Imperio romano quebrajado desde el punto de .vista estatal.
había exagerado el derecho del Estado; la Primeramente, pudo tomar la organización
íeudalidad quizás exagera el derecho del administrativa de ese territorio; pero, des-
individuo, pero la sociedad nueva se podrá pués, poco a poco, esa estructura fue re-
rehacer por este individuo regenerado. Los sultando inaplicable, por causa de que tal
ciudadanos de las antiguas repúblicas grie- organización administrativa había sido
gas y de la antigua república romana construida sobre la base dcf una red de
no han sido nunca tan libres como los ciudades pictóricas de vida, que cubría todo
miembros de la sociedad feudal. Por su- el territorio; y sucedió que el proceso de
puesto que esta libertad no existia más que reagrarización de este período trajo consigo
para los nobles, pero los nuevos principios al retroceso. de las ciudades, en beneficio
han contribuido más tarde a realzar la de las economías naturales de tipo feu-
condición del pueblo. Muchas de las ideas dal. Incluso, la única gran organización que
feudales sobre los derechos de los gober- perdura intacta, esto es, la Iglesia, con sus
nados frente a los gobernantes han pasado obispados, abadías y parroquias ^-dondc se
a nuestras constituciones modernas" ( 4 ) . seguía cultivando el patrimonio espiritual,
El vasallaje. "El feudo aparece en el si- no sólo cristiano, sino también de la an-
glo xi como una familia agrandada, en la tigüedad clásica—, se había transformado
cual el suzerain es el padre, y así los con- también en grandes feudos eclesiásticos,
temporáneos se servían de la palabra con economías feudales de tipo natural. Y,
Jamilia para designar el conjunto de las ciertamente, gracias a esto pudo la Iglesia
personas reunidas bajo el gobierno de un canservarse intacta («).
jefe feudal. El barón —esta palabra sig- ''Los beneficios eran, en su origen, re-
nifica amo —, colocado a la cabeza del vocables a voluntad de los donantes; no
feudo, es un jefe de familia, y esta com- podían transmitirse en herencia, como
prende el conjunto de sus fieles, sus sujets, tampoco el cargo de conde, marqués, et-
y conviene retomar esta expresión. El ba- cétera, y obligaban al beneficiario, al que
rón llama a sus subditos su parentela. más tarde se llamó vasso o vassallo (de la
"El señor es el patrón de sus subditos. voz celta ywas, que significa siervo i , al
La palabra es también de aquel tiempo. cumplimiento de varios deberes hacia el
El hombre aislado, está perdido en la tem- beneficiante (scnior, señor). El más im-
pestad: portante entro estos deberes, que con el
Cent senz seignur sunto malament bei- tiempo se fue definiendo mejor, era, sin
lli. , -;.;\ . . ' . ' • . ' , . . ' ".:,'. duda, el servicio militar. Para los grandes
(Gentes sin señor, les ha tocado mala vasallos, directamente dependientes del rey,
suerte). se usó los epítetos de grandes vasallos, va-
(Chanson du Guilaume, v. 289 > . sallos juay ores, principes o barones (latín:
"A su vez, el vasallo está ligado a su suze- vir, celta: ber, antiguo germano: bar), to-
rain por los sentimientos y los deberes del dos iguales entre sí, no obstante los diversos
hijo hacia su padre. Debe servirle con títulos (de ahí, más tarde, la denomina-
amor, seguirle en la guerra, aceptar su ción de pares). En esa categoría se encuen-
consejo en los asuntos importantes, obtener tran, además, comprendidos los grandes
su consentimiento cuando se casa o cuan- oficiales y funcionarios del Estado direc-
do casa a sus hijos. Le debe afección, ayuda, tamente dependientes del soberano. Para
fidelidad, y estos sentimientos, engendra- los vasallos dependientes de lo.-; vasallos
dos por un parentesco ficticio, a que <ia mayores, se usó en cambio el nombre de
origen el vinculo feudal, pero inspirados por vassi vassorum (valvassorí), de los cuales
los lazos y los sentimientos de la verdadera los más fuertes eran llamados en Italia
familia, son tan fuertes, que se repasan las capitanei, cattcni o cattani o,. valvassorcs
obligaciones del parentesco mismo" ('•).. maiores, y constituían una especie de alta
nobleza ciudadana. No faltaban tampoco,
tilicamente lo que en sí no era válido». La leo: ;;i a continuación, vasallos de los Milvassori.
de que e! rey se encuentra, respecto a su pueblo. llamados, en Italia solamente, valvassini.
en una relación contractual, no está contradicha De este modo se constituyó la escala del
en modo alguno por la concepción de que el o f i -
cio regio sea de origen divino" (Sabine, G. II . vasallaje o jerarquía del feudalismo.
Historia de ¡a teoría política, páp, 237, Pondo ür "Aparte del hecho de que el nombre de
Cultura Kconómlca. México, 1945). feudo (de fec, recompensa y od, posesión,
(4) Rambaud. A., Histoire de la cinlinatltm
/roncáis!", t 1. pág. 133, Ed. Colín. París. 1921
(S; Funck-Brentano, F., Le mayen dp?. pus 1 1 (6) Weber. A . Historia de ¡a cultura, pái;. 2IS.
Ed. Hathotte, París. 1923. r'oiulo <!r CV.lt r.r:i Económica. Móxiro. 1941.
y no de /¿es o /¿des o fidelitas, como algu- llerescas. En el pensamiento medieval, el
nos suponen) no se encuentra usado sino concepto Estado u orden recibe su unidad
hacia el siglo x, el verdadero y propio feu- de la convicción de que cada uno de estos
dalismo comienza cuando las inmunidades grupos representa una institución divina, y
y las cartas de exención agregaron ai de- que es un elemento en organismo de la
recho de usufructo de las tierras, par¡\ los creación, tan real y respetable como los
vasallos mayores y menores, el de ser -in- tronos celestes y las potencias de ,¡a jerar-
munes o exentos, como se quiera decir, dé- quía angélica.
la jurisdicción directa del conde o del mar- "En la imagen magnifica que este pen-
qués, y de ejercitar en cambio por sí husmos samiento se formaba del Estado y de la
esta jurisdicción, equivalente a los derechos sociedad, se asignaba una función a cada
soberanos sobre las personas de la tierra uno de los órdenes, pero no conforme con
beneficiaría o feudal. También se puede su utilidad experimentada, sino' conforme
decir que comienza el feudalismo cuando con su brillo y con su grado de santidad.
cada pobre o,indefenso poseedor de alodios, Se podía, pues, deplorar la degeneración
para sustraerse a la violencia y a la expo- del clero, la decadencia de las virtudes
liación de poderosos vecinos, recurre a la caballerescas, sin renunciar en ninguna
vieja institución de la recomendación o forma a aquella imagen ideal; los pecados
commendaiio, poniéndose voluntaria o for- de los hombres podían impedir la realiza-
zadamente^taajo;la protección de alguno dc> ción del ideal, pero éste sigue siendo el
estos poderosos,'y le rinde el homenaje del fundamento y la directiva del pensamien-
propio alodio, para recibirlo de él en bevie- to social. La imagen que la Edad Media se
/icio o feudo, con todas las obligaciones forma de la sociedad es estática, no diná-
consiguientes, convirtiéndose en su vasallo, mica" ( » ) . .
y el vasallaje se extiende así a la' myyor Nada do esto es ajeno, claro está a las
parte de los poseedores de bienes alodiales. condiciones geográficas y a la escasez de
Comienza el feudalismo, por último, cuando medios con que e] hombre lucha aislada-
los vasallos mayores, dependientes del rey. ' mente contra las dificultades que le pre-
y los vasallos menores se arriesgan a hncer senta la Naturaleza.
irrecobrables y hereditarios sus propios "El hombre medieval se encontraba ata-
beneficios 'o feudos, o sus propios oficios, do al país en que vivía. Los caminos de ¡a
con los anejos derechos soberanos, prime- época eran mucho peores que lo habían sido
ro per consuetudine y luego per lege" ',i>. bajo- el Imperio romano, y su comercio de-
Acerca de la estructura feudal y de sus bia confinarse, en la mayor parte de los
características, dice Huizingar casos, al mercado local. La economía de la
"La concepción de la división de la so- época, eminentemente agrícola, bastaba a
ciedad en órdenes penetraba hasta la mé- satisfacer las propias necesidades de cada
dula de toda consideración teológica y po- vecindad, y las ciudades dependían de los
lítica. Esto no se limita a los tres órdenes: distritos campesinos más cercanos a e!la
clero, nobleza, tercer Estado. El concepto de para su alimentación. El sistema feudal
orden tiene un valor más grande y un al- fue la expresión natural de esta economía
cance más vasto. En general, cada agrupa- agrícola localizada. Un gobierno central po^
miento, cada función, cada oficio llega a deroso, necesita comunicaciones rápidas.
ser un orden, de tal modo que, junto a la Cuando éstas faltan, el gobierno se descen-
división de la sociedad en tres órdenes r,e traliza automáticamente y cae en manos de
la puede presentar en doce; pues estat es los propietarios agrícolas locales*.Se con-
el ordo, y en esto se halla la idea de una sideraba al monarca, cuando más. como un
realidad querida por Dios. Las palabras tribunal de apelación, y en el peor de los
estat y orden se aplican', en la Edad Media, casos, como, un señor feudal más entre
a un gran número de agrupamientos hu- los señores feudales. Por este motivo, en
manos que nos parecen muy desemejantes: la Edad Media se fue construyendo, gra-
los estados del reino y también los oficios. dualmente, una magnífica jerarquía de cla-
el estado de matrimonio, el de virginidad, ses sociales, en la cual cada grabo debía
el estado de pecado; los cuatro estáis de directa obediencia al inmediatamente su-
corps et de bouche en la corte: paneteros, perior, y sólo en grado secundario a los
escanciadores, gentiles hombres de cámara, más altos. Esta pirámide social de la obo-
maestros de cocina. Las órdenes clericales: dioneia era, al mismo tiempo, una pirámide
sacerdotes, diáconos, subdiáconos, etcétera: basada en derechos de propiedad y otras
las órdenes monásticas, las órdenes caba- obligaciones. En teoría, el rey lo posfiía
(7) Galanti, A., Manualc tí, ¿(cirio del ríe'dio ( H > Iluixiüga, .1., Lf declin <iu moyvn age., p:i-
'•'« n4g. 144. Ed. G. B. Paravia & C.. Turin. s/f. Kina 09. Ed. Payot. París. 1932.
todo; en la práctica, habia entregado la Derechos y deberes recíprocos del señor
mayor parte de la tierra a los barones y y del vasallo. "El señor que había concedido
señores, a cambio de determinados servi- un feudo, o el que era considerado en ese
cios. Estos, a su vez, traspasaban parcelas carácter, tomaba el nombre de suzerain;
de esas tierras recibidas del rey a los in- el concesionario tomaba el nombre de va-
mediatamente debajo, también a cambio de sallo. En su origen, los suzerains (señores)
servicios prestados, hasta que al fin en- y los vasallos podían formar como dos
contramos al, siervo, con multitud de obli- clases diferentes; unos eran los capitanes
gaciones y poquísimos derechos. En una y los otros los soldados. Un suzerain y sus
sociedad como la que acabamos de descri- vasallos eran como una compañía en que
bir, la ley se concretaba a una cuestión de el capitán pagaba a sus hombres con la
costumbre y de tradición. La centraliza- renta de sus feudos.
ción sólo podía beneficiar a las clases más "Luego el sistema feudal se complicó de
bajas, mientras que a la nobleza territorial más en más. Un duque de Borgoña, por
se le aparecía esa forma de gobierno como ejemplo, tenía pequeños vasallos y grandes
una amenaza peligrosa del poder real vasallos. Los pequeños vasallos eran sim-
sobre sus privilegios y derechos" (»). ples guerreros (milites, es decir, soldados
Dice Pablo Luis Landsberg: "En todo o caballeros), que obedecían directamente
caso, la ordenación de las clases dio a la al duque y no tenían caballeros bajo sus
sociedad de la Edad Media un equilibrio y órdenes. Los grandes vasallos eran aquellos
a los hombres un contento social que nos- que, a su vez, eran suzerains de otros se-
otros sólo podemos adivinar y añorar nos- ñores o de simples caballeros —de suerte
tálgicos. En el buen sentido de la palabra, que la mayor parte de los nobles eran al
se había conseguido el mejor ordenamien- mismo tiempo vasallos y suzerains— y se
to social. La explotación económica que- formaba una cadena de numerosos anillos,
daba reducida a un resto mínimo, como ha que remontaba desde el último soldado
demostrado sobre todo Fr. Oppenheimer, hasta el soberano de la región.
hombre moderno y progresivo, cuyo juicio "Con relación a este último, los vasallos
es de seguro objetivo y exacto. Las clases de sus vasallos tomaban el nombre de
no son, en primer término, hechos eco- subvasallos, y él no tenía el derecho de
nómicos, sino hechos vitales y espirituales. exigirles juramento de fidelidad. Sus órde-
La clase supone el honor de clase, el deber nes llegaban a ellos solamente por inter-
de clase, el derecho de clase y la solidari- medio de sus respectivos suzerains" (").
dad en todas las cosas sociales. Aquí tiene Los'derechos o, mejor aún, los poderes o
su más firme apoyo el hombre que perte- facultades del suzerain sufrieron modifica-
nece a una clase. Pero también la economía ciones con el desarrollo del sistema feudal.
estaba determinada por aquellos hechos, vi- Durante mucho tiempo el suzerain conser-
tales y espirituales. Sombart ha reconocido vó el derecho de retomar el feudo después
que la idea económica decisiva de la Edad de la muerte del vasallo titular, sin per-
Media es la «idea del sustento acomodado juicio de acordar su beneplácito al here-
a cada clase». La importancia actual de esta dero, para que continuara a su antecesor
idea es la que hace que hoy todo aumento cuando así lo creyera conveniente. Con el
de los productos existentes resulte equili- tiempo, este sistema desapareció, y el va-
brado, cuando no superado, por el aumento sallo no solamente transmitía el feudo a
de las necesidades sociales mínimas. La sus herederos, sino que podía venderlo o
producción satisface no tanto las necesi- donarlo. El único derecho del suzerain era
dades naturales como aquellas otras nece- asegurarse de que en esta transmisión de
sidades aparentes que la producción mis- la tierra no sería descuidado el servicio
ma provoca en las masas consumidoras, militar. Poco le importaba el nombre del
por medio del reclamo, etcétera. La hu- nuevo propietario, con tal de que el feu-
manidad moderna corre tras la dicha eco- do continuase siendo desservi, como se de-
nómica, a la caza de una sombra; porque cía entonces en Francia.
tal dicha económica es, en realidad, siem- Cuando el derecho feudal regía en todo
pre igual a la diferencia entre el míni- su rigor, no estaba permitido reunir varios
mum de las necesidades y el haber dispo- feudos bajo un mismo titular, ni compartir
nible" (i»). un feudo entre varias personas. Esta regla
cayó bien pronto en desuso y era frecuen-
(9) Crossman, K. H. 8., Biografía del Estado te que un señor detentase varios feudos
moderno, págs. 22 y 23, Pondo de Cultura Econó- que, a su muerte, se distribuían entre sus
mica, México, 1941. hijos, comenzando por los de mavor edad.
(10) Landsberg, P. L., La Edad Media y nos-
otros, pag. 38, Ed. Revista de Occidente, Ma-
drid, 1925. (11) Ramlwud, A., op. cit.. t. 1, pag. 124.
Cuando un feudo era compartido, los co- Estas cuatro clases de guerreros: los se-
participantes estaban obligados, respecto ñores con grandes títulos, los barones, los
del suzerain, a prestar solidariamente el simples caballeros y los escuderos, diferian
mismo servicio que antes había correspon- profundamente por el rango, el poder y la
dido a uno solo. riqueza, pero tenían, sin embargo, carac-
Los deberes del vasallo hacia el señor teres comunes. Todos son personalmente
(suzerain) estaban determinados por el libres y poseen una propiedad exenta de
uso, por las costumbres propias de cada toda contribución servil; llevan armas y,
región, conservadas en la memoria de las desde el escudero al duque, se enorgulle-
gentes, y que más tarde solían determinar- cen del titulo de gentileshombres, es decir,
se por escrito mediante "cartas". nobles.
Esos deberes, conforme a las característi- El humilde escudero mismo es un noble,
cas del régimen feudal, consistían en: 1° puesto que es un guerrero. Entre él y el
fidelidad; 29 servicio militar (osí), de con- paisano hay una enorme distancia. Esta
sejo y justicia; 3° ayudas feudales; 4° de- distancia puede, sin embargo, ser salvada;
rechos de mutación, cuando el feudo cam- un paisano puede llegar a ser escudero y,
biaba de titular. por sus proezas, merecer el título de caba-
A su vez, los deberes del señor consistían llero. Esto se vio en la mejor época de la
en el auxilio de su consejo, para resolver feudalidad, en los tiempos de las Cruzadas
cualquier dificultad, ayudarlo en sus gue- y en expediciones de ultramar; pero el
rras o procurar una paz honorable con el paisano no es un hombre libre, y perma-
adversario, asegurar una buena adminis- nece en su condición de trabajador agríco-
tración de justicia en su tribunal y prote- la, aunque en algún momento se le haya
ger después de su muerte a su viuda y a llamado a llevar armas detrás de su señor.
sus hijos. El guerrero que no poseía ningún dominio,
De esta manera, los vínculos entre señor podía ser un noble, pero no un señor, pues
y vasallo no eran los de soberano y sub- la regla fundamental era ésta: "no hay
dito, sino que emergían de un contrato o señor sin tierra", y se completaba con esta
compromiso recíproco, y ese contrato que- otra: "no hay tierra sin señor" (is).
daba rescindido si alguna de las partes, La clase noble estaba formada por la-
contratantes faltaba a su cumplimiento. briegos y siervos en el campo, y comer-
Las clases sociales: nobles, villanos y ciantes, industriales, profesionales, artesa-
siervos. La sociedad estaba dividida en dos nos y servicio doméstico de las. ciudades.
clases: nobles y no nobles. Los nobles lo En la alta Edad Media se les comprendía
eran por nacimiento. Provenían de fami- a todos bajo el calificativo común de vi-
lias señoriales, es decir, propietarios de llanos, expresión que se hizo de más en más
tierras o feudos, pero no todos los nobles despectiva.
eran, a su vez, propietarios, y, por consi- Villanos eran los habitantes de las villas,
guiente, tampoco eran señores. "villae", nombre con el cual se designaba a
La clase noble estaba formada, en primer las poblaciones urbanas en general, pero
término, por grandes feudatarios o seño-
res, con títulos de duques, condes, mar- economía doméstica, que podía ser subvenida por
queses y vizcondes. En el segundo lugar, sus esposas, y que de hecho era atendida por ellas,
los grandes propietarios, llamados baro- en ocasión de sus frecuentes ausencias motivadas
nes o sires, que llevaban la bandera cua- por la guerra, por los desafios y contiendas o por
el servicio en la corte del señor feudal. Ahora bien,
drada y conducían a la guerra a un cierto los mismos señores feudales no fueron disolviendo
número de hombres de armas. Luego, los hasta mas tarde su gran economía propia —es-
simples caballeros, poseedores de un feudo, tructurada de modo escalonado, en cortes feuda-
les (de servicios personales) superiores e inferio-
que a veces está compuesto tan sólo por res—, volviendo al sistema de los Impuestos y gra-
una parte de una aldea. Por este feudo el vámenes sobre la capa social ínfima de los sier-
vasallo estaba obligado a servir con loriga vos, o sobre el estrato social intermedio. Esto ocu-
o cota de mallas, y era seguido, de ordina- rrió en las regiones del oeste quizá desde el si-
glo X y en Alemania en los siglos subsiguientes.
rio, por pajes. Por último venían los nobles Se trata de aquel proceso del feudalismo medieval
pobres o muy pequeños propietarios, re- que lo lleva a convertirse en una especie de fuen-
ducidos a llevar el escudo y a convertirse te de rentas. Y este proceso fue ampliamente fo-
en escuderos de algún señor poderoso (»*). mentado por el renacer de las ciudades en la Eu-
ropa central, donde el campesino siervo fue trans-
formado, en virtud de este fenómeno, de un ins-
(13) "Los caballeros, en su gran masa, nunca trumento de prestaciones personales que había
íueron propiamente dueños de si mismos ni pro- sido antes, en un productor para el mercado de la
pietarios por su propia cuenta. Eran más bien ciudad más próxima, gravado sobre todo con con-
guerreros dispuestos siempre a ser llamados para tribuciones monetarias de los tipos más diversos"
prestar servicio; eran, además, sobre todo, recau- (Weber, A., op. cit., pág. 285).
dadores de impuestos de sus labriegos; tenían una (13) Rambaud. A., op. cit., pág. 130.
que se fue utilizando únicamente para las hurto. Hay quienes dicen que todo lo que
que habían perdido su importancia de posee el villano pertenece a su señor, pero
ciudades propiamente dichas o siempre ha- es necesario tener cuidado, pues si todo
bían permanecido siendo aldeas. Entre los perteneciera al señor, no habría ninguna
siglos ix y xii se aplicaba en Francia el diferencia entre villano y siervo" ( ' • > ) .
nombre de tilles a las aldeas, casi siempre El uso concluyó por admitir que un vi-
formadas al pie de los castillos fuertes, que llano libre podía romper el lazo que le
solían ocupar eminencias del terreno. Las vinculaba a la gleba, haciendo abandono de
vüles, o ciudades propiamente dichas, eran la tierra y entregándola al señor, con lo
entonces designadas con el nombre de que quedaba libre de toda obligación hacia
ciudades fortificadas, y las aldeas, con el él. Por eso el villano libre se encontraba
nombre de ciudades del país llano. en mejor condición que el colono romano,
Las ciudades que formaron grandes cen- al cual las leyes imperiales prohibían
tros urbanos, dedicados a la industria y al abandonar su trabajo agrícola. El siervo
comercio, y en las cuales se desarrollaron mismo pudo renunciar a su servidumbre,
profesiones y oficios de cierta importan- renunciando a su tierra, pero sólo obtenía
cia y delicadeza, se excluyen de esta cla- su libertad un año y medio después, si
sificación común a que antes nos hemos re- durante este tiempo el señor no había
ferido. Sus habitantes van a ser denomi- conseguido . reanudar su vinculo con la
nados burgenses o burgueses, constituyendo gleba. De esa manera, el siervo sólo estaba
una clase media o intermedia entre los atado a la tierra y podía sacudir el yugo
nobles y los villanos. que ataba a su persona.
No todos los villanos eran de la misma F. Funk Brentano describe la condición
condición; unos eran libres y otros siervos. de los siervos y la evolución que la suavizó
Los primeros descendían de colonos de la conduciendo la autoridad del amo hacia
época romana, que habían podido conser- If. paternalización familiar. Dice "En el
var su semilibertad, o de siervos manu- interior del feudo, bajo la autoridad del
misos. Su verdadera condición era de se- señor y de sus vasallos, viven los siervos,
miservidumbre. trabajadores rurales ligados a la gleba,
Los siervos descendían de colonos que que cultivan rudamente. El siervo es el
habían perdido su libertad, o de esclavos trabajador manual fijado a la tierra, que
de la época gala, romana o franca. El no puede dejar. No es hombre de guerra,
nombre de siervo —en latín servus— sig- y no tiene el derecho de llevar armas sino
nificaba esclavo. cuando le llame su suzerain con ese ob-
El villano libre dispone de su persona jeto.
y se puede decir que ha adquirido calidad "Hay siervos que poseen otros siervos
de hombre, no reconocida al esclavo en la trabajando bajo sus órdenes, pues hay
sociedad pagana, pero estaba obligado a grado de servidumbre. Los siervos no pue-
cultivar una tierra que pertenece a un amo; den casarse sin el consentimiento del se-
está ligado a la gleba. El siervo, por el ñor, pero lo mismo pasaba con los vasa-
contrario, no tiene derechos sobre la tie- llos. y aun el señor no se podía casar sin
rra, y hasta su persona pertenece al señor. el consentimiento del rey. Todo eso era
La verdadera diferencia entre el villano consecuencia de la organización familiar
libre y el siervo consistía, principalmente, con que el Estado entero estaba formado.
en que el primero pagaba contribuciones "La servidumbre (scrvagc) reemplazó a
fijas y en épocas determinadas, con lo cual la servidumbre propiamente dicha (scrviíu*
podía disponer del resto del producto de su de\, en la época de la disolución del Impe-
trabajo, en tanto que el siervo podía ser rio carolingio. Se encuentra su origen en
obligado a pagar contribuciones cuyo mon- lo que los historiadores han llamado apro-
to podía ser determinado arbitrariamente piación del sucio, y que practicaron en su
por el señor y cxh'iclo en cualquier tiempo. provecho las personas de condición servil,
Se decía que el siervo ora taillable (de del mismo modo que lo hicieron las que
talla) y corveable (do corvea», a voluntad. se hallaban colocadas en un grado superior
Un jurisconsulto francés del siglo xn, de la escala social. No se ha insistido
llamado Fierre de Fontaines, explica la di- bastante en señalar que la servidumbre
ferencia de estas dos clases en los siguien- constituía el grado inferior del vasallaje, ,
tes términos: "Debes saber —dice al señor— y se le puede asimilar a un arriendo obli-
que tú no tienes pleno poder (pléniére gatorio,
puissance) sobre tu villano. Si tomas de sus "La condición de los siervos era .muy
bienes otra cosa que las contribuciones le-
gítimas que él te debe, las tomas contra (11) Trwiscripto por A. Rambaud. op. cit., pá-
Dios y con peligro de tu alma, como un ';>vi 151. ''
dura todavía a unes del siglo x, pero luego ga de albañilea quejosos por el alimento
comentó a mejorar. En 998, un tal Esteban que les proporcionaba- el Estado, y que
hace una donación a la abadía Cmny, en tuvo efecto en Tebas, bajo Ramsés II. Tal
expiación de violencias cometidas contra huelga revelaría la existencia de alguna
uno de sus siervos, a quien ha hecho cor- organización de carácter proletario O 7 ) .
tar un pie. En la misma época, la Iglesia Según Tenney Frank, profesor inglés,
pronunciaba la pena de excomunión contra autor de la Storia económica di Roma ( ' * ) ,
toda persona que causara la muerte de un se produjeron algunas luchas del trabajo
siervo. en ciudades orientales, donde el trabajo
"No debemos olvidar que si bien la ser- libro no cataba del todo a merced de la
vidumbre anudaba el duro lazo por el cual economía servil. Es claro que toda regla-
un hombre estaba adherido a la tierra, mentación del trabajo 1 en los países orien-
ofrecía por eso mismo, en épocas, difíciles, talci de la antigüedad estaba directamente
grandes ventajas a los que estaban some- vinculada con obras públicas o servicios
tidos a esa condición, pues si la tierra te- públicos, en donde el obrero era esclavo'
nia al siervo, el siervo tenia la tierra, y si del Estado, o mejor dicho, del monarca.
estaba condenado a penar sobre la gleba, Poco se sabe de las corporaciones en
por lo menos se le aseguraba vivir en ella, Grecia. Se les daba el nombre de hctairias.
y eso era una bendición para él en aque- Una ley de Solón, cuyo texto ha sido con-
llos tiempos de violenta anarquía. El siervo servado por Gayo, permite a los diversos
no era esclavo —sus obligaciones estaban colegios o hctairias de Atenas, y particu-
determinadas—, de suerte que el señor 110 larmente al de los nautas o barqueros dar-
ordenaba lo que se le daba la gana. En un se libremente reglamentos, siempre que esos
texto del siglo xi, vemos a siervos negarse reglamentos no fuesen contrarios a las le-
a transportar abono, porque nunca lo han yes del Estado.
hecho. Joseph Laurent en su obra Essais d'his-
"Por supuesto que el siervo trabajaba pa- toirc nocíale i 1 " ) , dice que los griegos no
ra su suñor, pero éste le concedía, como a han conocido las corporaciones organiza-
todos sus -subditos, ayuda y protección. El das, ni la reglamentación sobre la calidad
vigía que vela en lo alto de la torre de de los productos, ni la patente de inven-
madera ha lanzado un grito de alarma. En ción. Respecto de esto último reconoce, sin
el horizonte se advierte la presencia de embargo, que, según cuenta Filarco, en
hordas bárbaras o merodeadores enemigos Sibaris, cuando un cocinero inventaba al-
que arrasan la región. El castillo se abre gún delicado manjar, tenia el privilegio
al pobre labrador, a su ganado y a las co- exclusivo, durante un año, de confeccio-
sas que le pertenecen. narlo.
"En los años de hambre, el siervo en- León Robín, en su obra La pensée grec-
cuentra asistencia cerca del señor, mien- (¡ueC-11), recalca que a Aristóteles se le
tras que el hombre libre, de condición mo- ocurrió proponer a sus contemporáneos,
desta, muere de necesidad. Entre el señor como un ideal económico, una asociación
y el siervo se repiten, en efecto, aquellos de propietarios de inmuebles, que hicieran
mismos sentimientos de unión, de adhe- trabajar a esclavos o extranjeros en todas
sión y de afección recíproca que hemos las industrias necesarias para su confort,
señalado entre barón y vasallos" ( i r i ) . suprimir todo comercio Ubre y cambiar
¿as corporaciones de oficios. Origen y ellos sus productos directamente.
reseña histórica. El historiador francés J. En cuanto a Roma, observa Tenney Frank
Toutain recuerda, en su L'economie anti- que en Italia antigua los colegios o corpo-
que, que, según Diodoro de Sicilia, los re- raciones de trabajadores no pudieron ser
glamentos dictados por los faraones hacían uniones organizadas con objeto de mejorar
de cada profesión una tarea hereditaria y el salario o las condiciones de trabajo. La
obligatoria, pero es probable que lo que ese concurrencia del trabajo servil imposibili-
historiador presenta como una obligación, taba su "acción en ese sentido, y no hubo
no fuese más que un hábito inveterado, luchas de trabajo propiamente dichas, por-
aunque lo cierto es que todo egipcio que que la huelga era imposible. Si un operario
ejercía un oficio lo había aprendido de su se rehusaba a trabajar en las condiciones
padre y lo enseñaba a su hijo O 6 ).
(17) Máspero. G.. En tiempos de Ramsés y As-
G. Máspero, en su libro En tiempos de surlianipal, Ed. Jorro, Madrid, 1918.
Ramsés y Assurbanipal, describe una huel- (18) Frank. T.. Storia económica di Roma. Éd.
Vallecchl, Florencia. 1924.
(15) Funck-Brentano, F., Le mayen Age, pa- (19) Laurent, J.. Essais d'histoire sociate, Ed.
«ina 13, Ed. Hachette, París, 1923. Les Belles Lettrcs, París. 1933.
(16) Toutain, J., L'economie antigua, pág. 170, (20) Robín L., La pensée tirecque. Ed. La Be-
Ed. La Kenaissanco ciu Ltvre, París, 1927. uaissauce Uu Llvre, París, 1923.
frecidas, se le reemplazaba con un es- lumbres si hubiese intervenido para dotar
lavo. Frank transcribe la reglamentación de un culto a un agrupamiento de hombres
ue contienen "las leyes del Colegio de más o menos compacto. A su juicio, lo más
»iana y Antinoo". Toda ella se refiere a verosímil es que Numa, en vez de instituir
acorros mutuos y a los entierros de sus colegios, se haya limitado a autorizarlos o
üembros. a consagrar su formación. '(V. CORPORACIO-
Según el testimonio de Plutarco, existían NES DE OFICIOS.)
is corporaciones de oficos, desde los tiern- ¿as guüdas. Según Martín Saint León, el
os lejanos de Numa, a quien se debe su extraordinario poder de propaganda y de
reación. Vale la pena transcribir el pá- asimilación que caracterizó al genio roma-
rafo pertinente: "Entre los demás esta- no, en nada se manifestó con tanto brillo
lecimientos suyos, es muy celebrada la! como en la conquista de la Galia. Le bas-
istribución de la plebe por oficios; porque taron tres siglos para penetrar en la Galia
ompuesta en apariencia la ciudad de dos con su civilización, y no obstante las fun-
iversas gentes o pueblos, pero en realidad damentales diferencias que separaban a
ividida en "ellos, no había forma de que celtas y a romanos, imponerles sus dioses,
uisiera ser una sola, ni de hacer cesar la su lenguaje, su legislación y hasta para
iversidad y diferencia; de lo que se orí-' borrar en aquéllos lo que constituía su
inaban altercados interminables, fomen- personalidad. "No es sorprendente, pues
idos por el espíritu de partido; reflexio- —agrega—, que la institución de colegios
ando, pues, que para mezclar los cuerpos de artesanos —forma esencialmente roma-
las mal avenidos y más duros se viene al na de la organización del trabajo—, se
abo de ello deshaciéndolos y partiéndolos, halle implantada desde muy temprano en
eterminó hacer de la plebe diferentes sec- la Galia, en donde estaba llamada a desem-
iones, con lo que introduciéndose muchas peñar un rol tan importante" (2»).
iferencias, se borraría aquella grande, De conformidad con lo que antecede, el
undida en tantas pequeñas. Hízose esta autor citado considera que no es posible
istribución por oficios de los flautistas, admitir la afirmación de que la corpora-
js orfebres, los maestros de obras, los tin- ción romana no había penetrado en el
oreros, los zapateros, los curtidores, los norte de la Galia, y afirma que, si bien
lioneros y los alfareros, y así las demás existía entre los germanos cierto tipo de
rtes, haciendo luego de cada una un solo organizaciones corporativas, la guiláa, pro-
uerpo; y atribuyendo o concediendo a cada piamente dicha, es de origen romano. "En
lase formar comunidad y tener sus juntas resumen —dice—, la raza germánica ha
su modo particular de dar culto a los conocido en todo tiempo las fraternidades
loses; entonces, por la primera vez, se de armas y los banquetes que establecían
uitó la ciudad el decirse y reputarse sa- entre los hombres, y a menudo entre fami-
inos o romanos, unos ciudadanos de Tacio lias y tribus diferentes, lazos de amistad y
' otros de Rómulo; de manera que la de solidaridad, pero estrictamente limita-
lueva división vino a ser armonía y unión das a las necesidades de una liga bárbara,
e todos para con todos" ( 2 *). estas uniones no se elevaban por encima de
Paul Louis, en su obra Le travail dans el los móviles puramente personales de donde
londe romain t 2 2 ), dice que no obstante habían salido, y se alejaban de la guilda,
DS antecedentes recordados, se ha abando- aún de la más rudimentaria, tanto como
tado ya la creencia que asignaba al Estado separa al anglosajón o al germano de las
i creación de las sociedades profesionales, primeras edades, todavía incultos, del an-
istas sociedades, en Roma, se preocuparon glosajón o del germano llegados a ser
leños en los primeros siglos de sus inte- cristianos, • y ya casi conquistados por la
eses corporativos o de la autoridad que civilización. La guilda no habría salido
lias podían adquirir en las luchas civiles, jamás de las tradiciones confusas y bár-
ue de las ceremonias de su culto y de la baras de la Germania si el soplo del cris-
nhumación de sus miembros. Eran, ante tianismo no hubiera venido a fecundar-
odo, mutualidades, cuyos adherentes se la" («).
clocaban bajo el patronato de, una mis- Concluye que el colegio romano o corpo-
la divinidad, y se comprometían entre ración se cristianizó y se germanizó, y así
líos a darse una sepultura honorable. se convirtió en guilda.
El nombrado autor observa que, en todo Dice Martin Saint-Léon, acerca de las
aso, el Estado habría salido de sus cos- guüdas medievales, que pueden ser clasifi-
cadas en tres categorías: las guildas reli-
(21) Plutarco. Vidas paralelas. Numa, XVII,
rniversidad Nacional de México, 1923. (23) Baint-Léon, M., Histoire des corporationi
(22) Paul Louls. Le travail daña le monde ro- de métiers. pág. 21, Ed. Alean. París. 1922.
ía:-!, £d. Alean, París. (24) Oo. cit.. Dá2. 40.
giosas o sociales, las guildas de los merca- El rasgo característico de las guildas de
deres y las guildas de artesanos. Adúerte artesanos, como de las de mercaderes, fue,
que las primeras guildas que aparecen ante todo, la fusión de intereses, la comu-
en la Historia son asociaciones de defensa nidad de esfuerzos, la estrecha alianza del
mutua, o asociaciones religiosas, sin ningu- trabajo con el trabajo. Es visible el espíri-
na relación con el comercio o el trabajo, y tu cristiano de las guildas en la asistencia
persisten hasta el siglo x. recíproca exigida y obtenida por una re-
Según ese autor, "la etimología de la pa- glamentación rigurosa y tendiente a lograr
labra guilda no ha sido nunca fijada con la armonía de sus miembros.
exactitud. Siguiendo una primera opinión, Las corporaciones y la vida de las ciu-
sostenida por Weigand (Worterbuch der dades. Toda la vida económica y una
deutschen synonymen, I, 245), esta palabra buena parte de la actividad civil de la ciu-
derivaría de la palabra alemana gelten, dad quedó colocada bajo la acción de las
valer (en gótico fifi/dan). Según otros auto- corporaciones, una vez que las guildas es-
res, tomaría origen del anglosajón -gylta tuvieron organizadas, y bien pronto fue-
(en alto alemán: gelt o kelt, deuda, sacri- ron ellas las que tuvieron en sus manos el
ficio), término frecuente en las fórmulas •gobierno comunal. La burguesía, o pobla-
de confesión. Este vocablo, transformado, ción específica de las ciudades, que com-
en anglosajón más moderno, en gegylta, prendía a industriales, comerciantes, pro-
significaba sociedad religiosa. Sea como fesionales y artesanos, encontró su cam-
fuere, la palabra guilda ha servido para po de acción y su fuerza en la organización
designar entre los pueblos germánicos una corporativa, hasta para luchar con los se-
institución corporativa..." («). ñores feudales.
Es indudable que el nombre de guilda Nadie intervenía en la administración
sirvió para denominar cualquier tipo de urbana en calidad de simple burgués. Para
organización corporativa, hasta el punto de participar en ella era necesario formar
que es posible incluir entre ellas a las parte de una agrupación legal. La vida po-
ligas de ciudades que, como el Hansa, fue- lítica, como la económica, no pertenece
ron verdaderas corporaciones comerciales.- sino a las colectividades; no son accesibles,
La guilda nace de la ciudad ( 26 ), como ni la una ni la otra, al individuo aislado. El
resultado de una aglomeración de habitan- jus cititotis no surte sus efectos sino por
tes dentro del espacio reducido del recinto la inscripción del ciudadano en un oficio o
urbano, y en el cual se desarrollan la in- en un colegio oficialmente reconocido.
dustria y el comercio. Como fruto de estas En algunas ciudades —Lie ja, por ejem-
circunstancias, el trabajo libre tiende a plo—, todos los oficios poseen igual in-
especializarse y la producción a adquirir fluencia, pero en otras, la mayor parte, la
un mayor incremento, justificado y exigi- diferencia muy grande de fuerzas y de
do por la economía urbana primero, y por intereses tiene por resultado la constitu-
la economía interurbana más tarde. ción de miembros (Leden). que compren-
Las primeras guildas de artesanos apa- den, cada uno, a varios grupos profesiona-
recen en Inglaterra, hacia el año 1100 (te- les.
jedores de Oxford, Londres, etc., y batane- En Brujas, a mediados del siglo xrv, la
ros' de Winchester). En Alemania aparecen comuna contiene nueve miembros: 1°, la
más o menos en la misma época. poorterie, es decir, los burgueses que viven
de sus rentas o del gran comercio; 2<?, los
(25) Op. cíf., pag. 35. oficios de la industria de paños: tejedo-
(26) "Las ciudades no han nacido, como se ha res, bataneros, esquiladores y tintoreros;
creído a menudo, de las guildas. sino que. por el 3°, los carniceros y pescadores; 4°, los die-
contrario, el fenómeno general ha sido que las cisiete neeringen, grupo de diecisiete cor-
guildas hayan nacido en las ciudades. Además, las
guildas sólo en una pequeña parte han alcanzado poraciones secundarias; 5°, los oficios de la
el dominio de la ciudad (propiamente en el norte, industria del metal; 6°, oficios de la in-
especialmente en Inglaterra, como summa _conu¡- dustria del cuero; 7°, oficios del trabajo
tró); lo general es que el señorío de la ciudad lo
tuvieran en principio los linajes, que en modo al- de la aguja; 8°, los panaderos; 99, los co-
guno hay que identificar con las guildas, como rredores de comercio y algunos otros pe-
éstas tampoco se Identificaban con la conjuratio, queños oficios.
que es la asociación de la ciudad. En Gante y en Iprés, donde la industria
"Tampoco eran las guildas los únicos tipos de
uniones en las ciudades. Junto a ellas tenemos, de Jos paños gozaba de una preponderancia
por un lado las uniones religiosas, qxie en el as- aplastadora, la comuna presenta cuatro
pecto profesional son heterogéneas ,y por otro cuerpos o miembros: 1°, Ja pooerterie, a la
uniones puramente económicas y articuladas pro- cual están adjuntos los carniceros, los
lesionalmente: los gremios" (Weber, M.. Economía
y sociedad, t. 3. pág. 259. Fondo de Cultura Eco- pescadores, los tintoreros y los esquiladores;
nómica, México, 1944). 2<?, íos tejedores: 3<?. los bataneros, y 4°,
los oficios comunes, es decir, todos los otros el representante inmediato de la autoridad
colegios de artesanos. rea!. Administraba las finanzas de París,
"El carácter económico más saliente de comandaba en jefe la policía burguesa y
la ciudad —dice H. Pirenne— consiste en estaba encargado de asegurar el orden y
que ella es estéril. Esto significa que, la segundad pública. Además, administraba
abandonada a si mismo, rio podría nutrir justicia y tenía el derecho de legislar. No
a sus habitantes. Le conviene poseer al- es extraño, pues, que en su condición de
gún arrabal y alguna extensión en donde legislador local, redactase el Libro de las
pueda reunir en número considerable, co- Oficios, como una ley obligatoria para to-
mo en tantas ciudades de nuestro tiempo, dos los habitantes de la ciudad; pero cabe
establos con vacas y chiqueros para cerdos. recordar que consultó a todas las corpora-
Es indudable, además, que sin el aflujo ciones, y que casi todas correspondieron a
permanente de cosechas y de carnes del su llamado, haciéndole conocer sus cos-
campo, su población estaría condenada tumbres, y esta información era consig-
bien pronto a morir de hambre. La aldea nada por escrito. No todos se limitaron a
y el gran dominio se bastan a ellos mis- suministrar informes; algunos formularon
mos, pero sin ellos, por el contrario, la preguntas y solicitaron favores.
ciudad no podría subsistir. Como el clérigo Los datos provenientes de las gentes de
y el noble, el burgués es incapaz de proveer los oficios fueron tenidos en cuenta cui-
directamente a su existencia, pero su si- dadosamente por el preboste, quien los or-
tuación es mucho más difícil que la del denó sin introducirles cambios importantes,
noble y que la del clérigo, desde que éstos, y ellos sirvieron para establecer la legis-
en efecto, poseen la tierra, y si no la tra- lación de las corporaciones de un modo
bajan ellos mismos, perciben los productos, definitivo. El Libro o Registro de Boileau
puesto que ella les pertenece y su subsis- estaba destinado a quedar, a través del
tencia está asegurada de modo permanen- tiempo, como el breviario de los oficios de
te por el trabajo de sus hombres. La bur- París.
guesía, al contrario, no dispone ni de sier- "Esta breve historia de la redacción —
vos ni de dominios, y carece de título para dice Martin Saint-Léon— del Libro de los
reivindicar los productos del suelo. Para oficios (Livre des métiers), permite abor-
poseerlos es necesario que los compre, o dar el estudio de la corporación, de la que
que los cambie con los que ella fabrica. En este libro nos revela la organización y la
vez de ser económicamente independiente, legislación. Trazaremos primero el cuadro
tiene siempre necesidad de la intervención general de la institución, y bosquejaremos
de los paisanos y de los propietarios de a grandes rasgos la fisonomía; después
los alrededores. Esta intervención no pue- examinaremos, uno a uno, para estudiarlos
de exigirla legalmente, pero es natural que más detalladamente, cada uno de los en-
ellos mismos, las gentes de las campañas, granajes del mecanismo corporativo.
vengan a exponer en venta sus productos "La corporación, tomada en conjunto, tie-
en la ciudad vecina, como resultado del ne por base la división de todos los arte-
simple juego de las circunstancias econó- sanos en tres clases: aprendices (appren-
micas" ( 2 T). ties), obreros (valéis), maestros (maítres):
La organización de las corporaciones. Un los que se instruyen, los que sirven, los que
personaje de la burguesía francesa llamado mandan. A cada uno de estos tres peldaños
Esteban Boileau, o Boiliaue, al que se cree corresponden derechos y deberes de una
nacido hacia el año 1200, y que llegó a naturaleza particular, cuya enumeración
ocupar el 'cargo de preboste de París en se encuentra en los estatutos del oficio. El
1258, tomó a su cuidado el reunir a todos aprendizaje, primera etapa de la vida de
los" elementos que pudo obtener en su un artesano, es un tiempo de prueba y de
tiempo para fijar por escrito el carácter estudio, durante el cual el futuro obrero
de las corporaciones, su organización, la aprende todo aquello que concierne a su
reglamentación de sus actividades y las de estado y derecho; en cambio, debe a su
sus miembros, como así también las pe- maestro e instructor sumisión en todos los
nas a las infracciones, y la autoridad ju- instantes. Por otra parte, el aprendiz no
risdiccional que debía aplicarlas. Todo eso está sin protección, abandonado a la ar-
en un solo cuerpo, bajo el nombre de Libro bitrariedad del maestro; éste debe ejercer
de los oficios o Registro de los oficios. hacia él un verdadero patronazgo mora) y
No está de más recordar que el preboste profesional; tiene a cargo su persona, y si
era el primer magistrado de' la ciudad y falta al solemne compromiso que ha con-
traído hacia su alumno, la corporación in-
(27) Pirenne. H , Les anciennim af.macratirs terviene para recordarle sus obligaciones.
des Pays-Bas, pág. 97. Ed. Mnmmnrlcm. París. 1910. "Pero el aprendiz ha crecido y se ha he-
cho hombre; ha terminado su aprendizaje. cierto número de trabajadores; al parecer,
Algunas veces se hace maestro, saliendo de una minoría, sin embargo.
del aprendizaje; en efecto, solamente a "Toda organización colectiva supone una
partir del siglo xiv, un nuevo peldaño, el autoridad superior, encargada de conocer
compañerismo (compagnonnage), es im- los diferendos y asegurar el respeto de los
puesto al candidato al maestrazgo. Pero ya reglamentos. Esta autoridad es confiada,
en el siglo xm, el aprendiz no llega al en la corporación, a los jurados prudentes
maestrazgo, sino después de haber sido (prud'hommes jures), tomados entre los
obrero (más tarde se dirá compañero). maestros y, en general, designados por elec-
Desde este momento forma parte, defini- ción, bajo condición de ratificación de esta
tivamente, de la corporación, a la cual no elección por el preboste de París. Estos
estaba unido hasta entonces más que por magistrados tenían múltiples funciones:
un lazo condicional. No está atado, como unas veces financieras, otras de policía.
el aprendiz, al servicio de un solo maestro; Ellos preparaban el presupuesto de la co-
su personalidad se desprende y aparece. munidad, hacían el cálculo de los recursos,
Elige libremente el maestro al servicio del liquidaban y saldaban sus deudas, vigilaban
cual desea entrar; discute libremente las la fabricación, elevaban proceso verbal de
cláusulas de su obligación; puede, en fin, las fechorías, hacían visitas domiciliarias
a condición de respetar los términos de su y practicaban los embargos cuando corres-
contrato y las prescripciones de los estatu- pondía. Eran los protectores natos de los
tos, abandonar a su maestro para entrar aprendices. Finalmente, ejercían una es-
al servicio de otro. Hay más: él tiene su pecie de magistratura oficiosa en todos los
parte de influencia en la administración casos que afectaban la seguridad de sus
de la comunidad; interviene a menudo en subordinados o los intereses generales del
la elección de sus magistrados; es miembro oficio. Sus funciones eran temporarias, y
participante de la cofradía, y como tal, ellos debían rendir sus cuentas a la asam-
tiene derecho, en caso de necesidad, a la blea de los maestros.
ayuda de la colectividad. Abreviando: si "Este examen sumario de la corporación
para la ejecución de su trabajo depende estaría incompleto si no se le agregara la
del maestro, que lo ha empleado, si le debe enumeración de las diversas autoridades
en el cumplimiento de su labor cotidiana superiores que ejercían un derecho de con-
deferencia y sumisión, no deja de ser un trol sobre los negocios de la corporación.
hombro libre, cuya dignidad es siempre La primera de esas autoridades era el pre-
respetada. boste de París, juez ordinario de todas las
"Al tope de la jerarquía se encuentra el disputas y todas las diferencias de los ofi-
maestro. Antiguo aprendiz, y lo más fre- cios. La jurisdicción del preboste era la úni-
cuente, antiguo obrero, trabaja al fin por ca que de derecho era impuesta a las cor-
su cuenta, sea que haya sucedido a su pa- poraciones. Pero, por otra parte, ciertas re-
dre, sea que ha reunido los recursos nece- formas se aportaron a esta regla: el inte-
sarios para tener un taller (ouvroir) propio, rés fiscal o el favor real habían acarreado
Para esto ha debido pagar ciertas contri- la enfeudación de ciertos oficios a particu-
buciones a la cofradía del oficio, a veces lares o a los grandes funcionarios."
al rey, y finalmente, al maestro del oficio, La comunidad de trabajadores con que
si lo hay en su corporación. Contrata en- se formaba la corporación de oficio se go-
tonces, generalmente, a uno o dos obreros, bernaba internamente por algunos ,de sus
toma un aprendiz y ejerce los derechos miembros elegidos con libertad. Estos re-
inherentes al maestrazgo. Asiste a las presentantes de esa comunidad eran sus
asambleas, donde tiene voz deliberativa; administradores con los distintos títulos de
concurre a la elección de magistrados (ju- jurados, "prud'hommes", bailios, guardia-
rados, o prud'hommes) que dirigen la cor- nes (wardens), "rewards" (guardias), vee-
poración, y él mismo es llamado, por con- dores, mayorales, (majarais), cónsules, rec-
siguiente, a llenar estas funciones. tores, "podestats", vicarios, o dogos (dux),
"Aprendiz (avprenti), obrero (valet), como se les nombra según el país, y que
maestro (maítre), tal es. entonces, la es- suelen tener a su cabeza un presidente con
cala de la jerarquía profesional, pero todos el título de prior, procónsul, maestro, aban-
no llegan al grado superior. Mientras que derado mayor, capmestier, etcétera, con la
el aprendizaje termina, necesariamente, ayuda de consejeros, síndicos, tesoreros,
por el tiempo por el cual ha sido estable- auditores, examinadores de cuentas, agen-
cido, la promoción al maestrazgo supone tes, escribanos o secretarios, alguaciles,
conocimientos y un cierto haber, que mu- donceles, ujieres y mensajeros. Visitan los
chos no poseerán nunca. El compañerismo talleres y los mercados, reciben los jura-
es, entonces, la situación definitiva de un mentos de los maestros, presiden las cere-
monias y las fiestas; pero su representa- nueva fuerza social, de poder incompara-
ción es anual, y también el ejercicio de su ble" (*'•>).
mandato. La burguesía y los gobiernos comunales.
La asociación o corporación es una per- Aunque los habitantes de las ciudades o
sonalidad jurídica. Puede actuar ante los burgos, por el solo hecho de serlo, fueron
tribunales, posee bienes muebles e inmue- llamados burgueses (burgenses), el desarro-
bles, rentas, lugares de reunión (halls, man- llo de la industria y del comercio fue dis-
siones, stueben, scuole, parloirs), en donde tinguiéndolos en clases, según su riqueza
se realizan asambleas o "parlamentos". A y la importancia económica de sus nego-
veces tienen también negocios 2comerciales cios. A medida que el tráfico interurbano
o establecimientos industriales ( t i ). fue aumentando la exigencia de la pro-
P. Eoissonnade explica la bondad del sis- ducción, para satisfacer las necesidades
tema y de las reglamentaciones existentes cada vez mayores del intercambio, acreció
en los siguientes términos: "Cada oficio, también la diferencia entre las grandes
bajo la reserva de la autorización señorial empresas mercantiles, las medianas y las
y municipal, se preocupó de conciliar los pequeñas o simples talleres, atendidos ai-
intereses de los productores y de los consu- rectamente por sus dueños.
midores. La reglamentación corporativa no En esa forma se fue destacando la gran
se inspiró solamente en preocupaciones burguesía, formada por los ricos empresa-
egoístas, sino también de un alto escrúpulo rios, dueños de grandes fábricas y comer-
de probidad profesional, de igualdad y de cios o de instituciones bancarias, y con ellos
solidaridad social. Los reglamentos o esta- se formó el patriciado burgués. Esto fue
tutos de los oficios reprimieron sin piedad favorecido por una relajación de las cos-
los actos dolosos, el fraude, el trabajo apre- tumbres, que afectó al sistema de las cor-
surado y deshonesto. Garantizaron la pu- poraciones al transformar al antiguo maes-
blicidad de la fabricación y del comercio, tro de un oficio, en patrón, que legaba a
y la lealtad de las transacciones, por todo sus hijos el patronazgo junto con su for-
un sistema de control y de marcas. No des- tuna, sin necesidad de que éstos adquirie-
arraigaron, seguramente, el espíritu del sen la maestría que antes sólo podía obte-
fraude y los abusos, pero los limitaron y nerse por una experiencia lograda a través
se esforzaron por salvaguardar la morali- de una larga práctica. Hasta la obra maes-
dad del oficio, excluyendo los elementos tra, que acreditaba las cualidades técnicas
dudosos e indeseables, e imponiendo a las necesarias para ser maestro de un oficio,
clases laboriosas la observancia de las leyes ya no fue ejecutada por el candidato al
de la moral, de la religión y de humanidad. maestrazgo, quien solía encargarla a otros
El objeto.de esos estatutos y reglamentos a su costa y que, por ser muy costosa, es-
fue también mantener entre los maestros taba al alcance de los que poseían dinero
una cierta igualdad, prohibiendo la acu- y no de los que tenían capacidad.
mulación de profesiones e impidiendo la El antiguo espíritu igualitario y demo-
corrupción de los obreros y de la clientela, crático que había presidido la organización
las maniobras de acaparamiento y de espe- de los oficios en corporaciones, fue des-
culación, en forma de asegurar a 'cada uno apareciendo al mismo tiempo que progre-
el goce equitativo y remunerador de su tra- saba la burguesía capitalista. El patrón no
bajo. La reglamentación trababa así la for- tenía ya compañeros ni aprendices, sobre
mación de grandes fortunas, pero hacía po- los cuales ejercía, una bondadosa tutela de
sible una justa repartición de los benefi- carácter paternal. Ahora eran sus obreros,
cios. El obrero mismo vio reconocido su en condición de proletarios asalariados, con
derecho al trabajo, y el patrón fue obligado cuyo trabajo aumentaba la riqueza del pa-
a proporcionarle tarea, emplearlo con pre- trón.
ferencia al foráneo, como también a los Todo esto fue desnaturalizando el siste-
otros patrones de la ciudad, a no suscitar ma originarlo de selj-government que ha-
la concurrencia de la mano de obra feme- bía caracterizado al régimen interno de las
nina. corporaciones.
"Por primera vez, la asociación profesio- Los burgos y sus habitantes. "El princi-
nal establecía mediante su acción, la disci- pio de autoridad, que presidió la elección
plina voluntaria, fijaba la justa jerarquía, de las ciudades-castillos, cede su lugar, en
y los derechos y los deberes de las clases los portus, al principio del self-government.
laboriosas y les daba, con la libertad, la Desde sus comienzos, la vida urbana se des-
conciencia de su dignidad y de su respon- envuelve en la libertad, y suple, mediante
sabilidad. Enriquecía al mundo con una
(29) Boissonnade. P., Le trava.il dans l'Eu'Ope
chrétienne au moyen age, pág. 265, Ed. Alean, Pa-
(28) Salnt-Léon: M.. or>. ctt., págs. 83-86. rís. 1921.
la asociación, la inercia de las representa- tiempos modernos el esclavo se emanci-
ciones oficiales del poder público. Así ela- paba al poner su pie sobre el suelo de un
bora, poco a poco, las instalaciones, los re- Estado europeo, el villano que ha residido
cursos y las instituciones que son más in- un año y un día en una ciudad ve desapa-
dispensables" (3°) . recer su servidumbre. Puede haber, y hay,
Los mismos castras y castillos, no obstan- entre los burgueses marcado contraste so-
te haber sido erigidos bajo el principio de cial, pero no existe entre ellos diferencias
autoridad de los señores feudales, laicos o jurídicas. El más pobre artesano y el mer-
eclesiásticos, siguieron más tarde el ejem- cader más rico que habitan la ciudad, son.
plo de los portus, cuando se emanciparon igualmente hombres libres (»2).
de sus suzerains, pudiendo advertirse que La defensa de las ciudades. Los burgue-
ios laicos fueron siempre más favorables al ses de las ciudades necesitan defenderlas-
crecimiento de la vida rubana que los ecle- cuidadosamente (33), Carecen de la protec-
siásticos. ción de que gozan los eclesiásticos por la
La ciudad medieval constituye, en medio veneración que inspiran, y los nobles por
de la región que la rodea, un ser jurídico su. actividad exclusivamente militar y por
con personalidad propia, y desde que se el hecho de que, viviendo de sus tierras, el
franquea sus puertas se escapa a la cos- enemigo no se las puede llevar, y el daño se
tumbre y a la ley rural para entrar en un reduce a las destrucción de una cosecha,
Derecho de excepción. El Derecho común, que ellos compensan con el pillaje, que, a.
que continúa rigiendo en el campo, no se
aplica ya a la ciudad, y ella forma una es- demás— con el derecho señorial. En las ciudad*»,
pecie de islote jurídico y goza de una ver- del centro y del norte de Europa surgió, asi, el co-
dadera "inmunidad". H. Plrenne afirma ser nocido lema: «el aire de la cludal hace libre», es
rigurosamente cierto que, por lo menos en decir, que después de un plazo más o menos-
los Países Bajos, no es el burgo o recinto grande, pero que se fue haciendo cada vez menor,
el señor de un esclavo o de un siervo perdía el
fortificado el que ha constituido la ciudad, derecho a reclamarlo como sometido a su poder.
sino el foris burgus abierto, o faubourg, y Este principio'se ha Impuesto en grados diversos..
que luego se convierte en burgo. Observa A menudo las ciudades tuvieron que prometer no»
además, que "no obstante ser tan rara la acoger gente libre, y con la reducción de las posi-
bilidades económicas, esta limitación lea ha sido
libertad en el curso del siglo xi, al punto en ocasiones agradable. Pero de todos modos, aquel
que i* palabra libre se había transformado principio se impuso como regla. Las diferencia»
en sinónimo de noble, es, desde entonces, la estamentales desaparecieron, por lo tanto, en 1»
ciudad, al menos en la medida en que significaban
conmción legal del burgués. "El aire de la una diferencia entre la libertad y la falta de ella"
oiKiad hace libre", dice un proverbio de (Weber, M., op. cit., t. 3, pág. 241). ¿L .
la Edad Media, y es rigurosamente cier- (32) Op. cit., pág. 54.
to (31). De la misma manera que en los (33) "La victoria del poppoío se debe, en pri-
mer plano, a razones económicas. Y la ciudad me-
dieval especifica, la ciudad del interior, de tipo-
(30) Plrenne, H., op. cit.. pág. 28, Flammarlon, artesanal, se hallaba orientada primariamente por
París, 1910. lo económico. Los poderes feudales de la Edad
(31) "La ciudad occidental, tanto en la anti- Media no han sido, en primer lugar, los reyes de
güedad como en Rusia, era un lugar de ascenso ciudad ni la nobleza urbana. No tenían, como la
de la 'servidumbre a la libertad por medio de la nobleza de la antigüedad, un Interés en poner &
actividad lucrativa. Pero todavía se aplica más su servicio medios técrücomilitares específicos,
esto a la ciudad medieval, a la ciudad del interior, que sólo la ciudad les podía proporcionar. Porque
sobre todo, y tanto más a medida que vamos para las ciudades de la Edad Media, fuera de las ciu-
atrás. Porque, a diferencia de todos los demás dades marítimas, con sus flotas de guerra, no
desarrollos que nos son conocidos, la burguesía eran, como tales, soportes de recursos de poder de
urbana perseguía aquí, con plena conciencia, una ese carácter militar especifico. Por el contrario,
política estamental orientada en ese sentido. mientras que en la antigüedad el ejército de los
Cuando las perspectivas lucrativas eran amplias, hoplitas y su disciplina. Intereses militares, por lo
existía en los primeros tiempos de estas ciudades tanto, se presentan cada vez más en el centro de
un Interés común de sus habitantes por el apro- la organización urbana, la mayoría de los privile-
vechamiento de las mismas, con el fin de ampliar gios burgueses de 1? Edad Media comienzan con
Ist probabilidades de venta y de ganancia de cada la limitación del deber militar de los burgueses al
uno, • facilitando para ello la afluencia de gentes servicio de la guarnición. Los burgueses se halla-
de fuera y también existía un interés común, ban interesados económicamente en la ganancia
porque ningún siervo que acababa de conquistar pacifica, por la Industria y el comercio, y sobre-
un bienestar en la ciudad fuera requerido por su todo, las capas más bajas, como lo demuestra el
«fior, como hicieron los nobles de Silesia todavía contraste de la política del poppolo minuto con el
en "1 siglo XVIII. y los nobles rusos todavía en de los estamentos superiores, en Italia. La situa-
el XIV, en varias ocasiones para los servicios de ción política de los burgueses de la Edad Media
*u casa o de sus cuadras, aunque no fuera más les señala el camino del homo oeconomicus, mien-
que para obtener de él un precio de rescate. La tras que en la antigüedad, la polis mantiene, en el
burguesía urbana rompía, de este modo, por periodo de su esplendor, su carácter de asociación
usurpación —y ello constituía una enorma Inno- militar superior, por la técnica militar. El ciuda-
vación, revolucionarla en su fondo, de las duda- dano antiguo era un homo politicus" (Weber, M.
do medievales del Occidente frente a todas las op. cit.. t. 3, pág. 339).
su vez, llevan a cabo en tierras ajenas. Por dio urbano, necesita un tribunal para po-
eso las murallas no faltan en ninguna ciu- nerlo en movimiento y hacerlo efectivo.
dad burguesa, y su organización interna Con este objeto, la burguesía creó sus ma-
dedica particular atención a los gastos de- gistraturas, y cada ciudad tuvo sus tribu-
fensivos y a la disciplina necesaria para la nales propios (échevinagcs en los países de
defensa. lengua francesa), a partir de la segunda
Dentro de la ciudad reinn un Derecho mitad del siglo xi.
que tiene por objeto el ordenar pacífica- Organización del gobierno comunal. En el
mente su vida, manteniendo severamente reino franco había existido antes, para cier-
el orden público. Los más antiguos docu- tos centros de población o feudos, "inmuni-
mentos del Derecho munincipal abundan dades", concedidas por el rey, y que consis-
en duros castigos corporales, como la horca, tían en un privilegio según el cual el mo-
decapitación, castración y amputación de narca renunciaba a intervenir directamen-
miembros. También se suele aplicar la ley te en las tierras de un señor territorial, lo
del tallón en todo su rigor: ojor por ojo, que permitía a este último absorber el po-
diente por diente. der público. La inmunidad urbana, recono-
El Derecho de la ciudad se distingue del cida a las ciudades por sus señores feuda-
que rige en el campo no sólo en materia les mediante cartas, o lograda por eman-
represiva, sino también, y 34más acentuada- cipaciones más o menos violentas, consis-
mente, en materia civil ( ). El procedi- tió en reconocer a los burgueses el ejer-
miento es más simple y más rápido, los cicio de la jurisdicción pública, reforzado
medios de prueba son más perfectos. Crea- por la creación de un tribunal encargado
do por la práctica diaria, ese Derecho se de su ejercicio. Cuando las ciudades se ha-
desarrolló al margen de las cartas concedi- llaban todavía sometidas a vasallaje, la
das a las ciudades por los principes y seño- mayor parte de ellas habían creado ya ese
res, y se mantuvo, como Derecho no escri- tribunal y lo presidia el funcionario en
to, hasta mediados del siglo xm. A partir quien el principe o señor delegaba su au-
de entonces comenzó a consignarse en los toridad sobre la ciudad.
baiifs o los vorboden de los magistrados El tribunal municipal parece haber te-
(cchevins). nido origen en poblaciones carolingias de
Todo ese Derecho personal, penal, real, la región del Mosa. Se cree que fue perfec-
civil y comercial que nace dentro del me- cionado por Carlomagno y extendido a la
mayor parte de la antigua Francia. En Bél-
(34) "Al reñí tan r el nnálisis del proceso, hay gica tuvo raices profundas, y se ha com-
que separar los fenómenos jurídico y formales, so-
ciológicos y políticos decisivos, cosa que no siempre probado que en Flandes, tribunales de ese
ha ocurrido en la pugna de las teorías que tratan estilo tenían su asiento en los castras allí
de explicar el fenómeno ciudad. Desde el punto existentes. Los portus, o ciudades comer-
de vista Jurklico-formal, lo mismo la corporación ciales, los tuvieron también de un molde
de los burgueses que sus funcionarios, se consti-
tuyen legítimamente mediante privilegios (reales natural, cuando fue necesario dar a la ciu-
o ficticios) de los poderes políticos, y en ocasio- dad sus magistrados, y como los regidores
nes, también de los señores territoriales. Fero la (échevins) de los castillos, los de la ciudad
realidad sólo parcialmente correspondió a este es- burguesa fueron jueces populares, recluta-
quema jurídico-formal. A menudo, y precisamente
en los casos más importantes, se trató de cosa dos entre los habitantes, bajo la presiden-
bien diferente, de una usurpación revolucionaria, cia de un delegado o representante del
desde el punto de vista jurídico-formal. Cierto príncipe.
que no por todas partes. Podemos distínfruir entre
un origen propio y otro derivado de las asociacio- El número tradicional de estos regidores
nes urbanas medievales. Cuando se trata de un fue el de doce, pero no siempre se conservó
origen propio, la asociación burguesa es el resul- para la formación del tribunal, y en las
tado de una socialización política de los burgue- ciudades burguesas, en vez de reunirse en
ses, a pesar y en contra de los poderes legítimos,
mejor dicho, es el resultado de toda una serie de el burgo, lo hacían en faubourg comercial,
fenómenos de esta clase. Sólo más tarde, y tam- en el halle del mercado o en el cementerio
poco siempre, se presenta la confirmación Jurídico- de la iglesia parroquial. Estos regidores
formnl de esta situación por los poderos legítimos. (cchevins} forman un tribunal público, que
La asociación urbana se origina de modo derivado,
mediante estatuto, pacto u otorgueio. que establece actúa durante mucho tiempo en nombre
un derecho mas o menos amplio fie autonomía del príncipe, mientras que las ciudades se
y de autocefalía, debido a los fundadores de la mantienen en estado de vasallaje o depen-
ciudad o a .sus sucesores, y se da, con frecuencia, dencia hacia el príncipe, o señor, quien in-
en la fundación de ciudades nuevas, a favor de
los que se asienten en ella y de sus herederos. terviene en la designación de los miembros,
La usurpación original, mediante un neto n«?u(io después del siglo xi. %
de socialización, la conjura tío de los burrriirsrs. Los textos se refieren a este tribunal lla-
fue lo primarlo en las grandes y viejas ciudades.
como Genova y Bolonia" (Weber, M . op. rt/.. 1 3. mándole, indistintamente, de los burgueses
pág. 252). o del príncipe, porque su naturaleza es com-
pleja y constituye, a la vez, un organismo nómicas, convertidas en diferencias socia-
principesco y comunal. Este último carác- les desde un proletariado miserable hasta
ter se va acentuando constantemente, en un opulento capitalista. Cuando la división
la misma medida en que el Derecho urbano en clases se consolidó y se hizo heredita-
se confunde con la vida de la comuna. Por ria, la democracia, dentro de los gremios
este camino se evoluciona, también, en el y dentro de la ciudad, perdió su carácter
sentido de crear la burguesía una autoridad igualitario y fue convirtiéndose en una
propia, encargada de administrar sus inte- plutocracia. El patriciado, formado por los
reses, aparte del tribunal del príncipe, y a mejores y divites gobernó a los minores,
menudo en oposición con éste. Para eso se los pauperes, ios plebei, es decir, los pe-
creó un consejo, cuyos miembros llevan ha- queños.
bitualmente el nombre de "jurados" (ju- A los historiadores modernos se debe el
rati), cuyo poder proviene de la población nombre de patriciado o de patricios para
urbana, de la que es mandataría y cuya calificar a la alta burguesía hereditaria,
voluntad detie t^vtmkr já§ie-consejó no de- lomando esta expresión de la Roma anti-
pende del príncipe, sino de la población gua. Sin embargo, el patriciado romano es-
burguesa organizada. taba formado por los primeros pobladores
Se da el nombre histórico de conjuración de la ciudad, y era un título que exhibían
"conjuratio", al acto, en cierto modo revo- los primitivos jefes de clanes y que sólo se
lucionario, de alianza juramentada entre adquiría por nacimiento. Los grandes bur-
todos los habitantes, mediante el cual la gueses de las ciudades medievales corres-
comuna obtiene su gobierno propio con35la ponden, más bien, a lo que en Roma se lla-
creación de estos consejos ya populares ( ). mó el orden o la clase de los caballeros,
Operada esta transformación, la comuna cuya significación política y cuya clasifi-
adquiere personalidad como unidad corpo- cación social provenía de su poder econó-
rativa de todos los burgueses, y exceptuan- mico.
do las "cites", como fueron llamadas las Los patricios gobernaron a las ciudades
ciudades episcopales, las otras, las "villes", empleando todo el poder que les daba su
presentan a sus habitantes como miembros condición de propietarios ole grandes em-
solidarios, que constituyen un solo cuerpo, presas industriales y mercantiles, con vin-
ana universidad comunal, y el poder» que culaciones fuera de la ciudad y dentro de
ejercen sus magistrados les es delegado por ella, con autoridad sobre todos aquellos
ella. Por eso los miembros del consejo ac- cuyo trabajo era utilizado y pagado, lo que
túan en nombre de comunitos o de la uni- los colocaba, sin duda, en situación de
wrsitas civium. dependencia. Durante algún tiempo, nadie
Formación del patriciado o alta burgue- protestó contra este ascendiente logrado
sía. No obstante que, en las poblaciones por los patricios. El "común" los reconoció
urbanas de la Edad Media, todos los habi- como señores de las ciudades, y no cabe
tantes tenían los mismos derechos, perte- duda que le correspondió esa denominación
necían a la comuna y participaban en su en la segunda mitad del siglo xn y más
gobierno propio, la igualdad no existía en- tarde, porque ellos ejercían el poder de un
tre ellos, porque la diferencia de fortuna modo exclusivo» El gobierno directo del
había originado, dentro de la burguesía, pueblo cayó en desuso. La clase rica dio
clases sociales que iban desde el artesano impulso a la industria urbana, aumentando
más humilde hasta la alta burguesía, con- la actividad lucrativa de los trabajadores,
fertida en patriciado, que fue el nombre mientras sus miembros disponían del tiem-
consagrado, principalmente por la ciudad po necesario para ocuparse de la cosa pú-
de Veneeia, para calificar a las familias blica y monopolizar la administración mu-
más poderosas, que' se habían enriquecido nicipal. De esa clase salieron todos los fun-
con la industria y el comercio. cionarios, y ella asentó asi su dominio
No es posible desconocer el carácter de- político sobre su poder económico.
mocrático de los gobiernos comunales en H. Pirenne hace notar que "si el patri-
las ciudades de los Países Bajos y en la ciado, como todas las aristocracias, con-
mayor parte de las ciudades europeas de cluiría a la larga por abusar de sus privile-
aquel tiempo. Pero ya hemos visto que el gios, también es verdad que supo mostrarse
desarrollo de la industria y el comercio fue digno de ellos durante mucho tiempo. Es
creando y acentuando las diferencias eco- un espectáculo admirable —agrega— el que
ha dado, por su inteligencia, laboriosa acti-
(35) "Pero lu patria auténtica de las conjura- vidad y aptitud para los negocios, desde la
nones fue sin duda Italia. La constitución urbana mitad del siglo xn hasta fines del siglo xin,
M estableció originariamente, rn la inmensa ma-
yoría de los casos, por una conjuratio" (W«*~ dedicado a la cosa pública, con una abne-
ber, M up. cit.. t. 3, pág. 253). gación que impone respeto. Se puede decir
que la civilización urbana adquirió bajo su contribuye a esa codificación, y, en especial,
gobierno los rasgos principales, que la dis- a la expansión del Derecho romano'M35).
tinguirían hasta el final. Creó, también, Por su parte, Venecia tuvo un tipo de go-
todas las piezas de la administración mu- bierno especial, protegido por un dogo (dux
nicipal, respetadas luego por la revolución o duce) y a cargo de una clase patricia he-
democrática que habría de derribarla. Fue reditaria, formada por familias salidas de
el patriciado el que dio a los diversos servi- la alta burguesía, pero convertidas en una
cios públicos de la comuna su forma de- verdadera aristocracia. Luego nos ocupare-
finitiva, entre los cuales es el más im- mos de esto con mayor detenimiento.
portante el régimen financiero, obra suya, Las ciudades libres, llamadas así no sólo
que ofrece un alto testimonio de su ta- porque organizaron su gobierno comunal
lento" (36) . propio, sino porque obtuvieron su emanci-
Tipos de gobierno comunal. No todas las pación de los príncipes y señores feudales,
ciudades europeas adoptaron el sistema de adquirieron ciertos "privilegios", "inmuni-
los consejos a que hemos.hecho referencia. dades" o "fueros" por medio de "cartas"
Las ciudades italianas, por ejemplo, crea- (cartas pueblas, en España). La palabra
ron un funcionario especial. "Su interés en "carta" (charta) significa en latín papel,
una administración de justicia racional, por y sirvió para designar, en general, cual-
un lado, y el recelo mutuo de las facciones quier acto realizado por escrito. Pasapor-
nobles, por otro, provocaron en Italia y en tes, contratos de distinta naturaleza, fue-
algunos dominios cercanos el desarrollo pe- ron sucesivamente calificados con ese nom-
culiar de una magistratura profesional dis- bre, y es natural, pues, que se haya usado
tinguida, el podestá, que substituyó a la esa denominación para los actos de carác-
administración inicial de los cónsules nom- ter político pero de índole contractual ce-
brados de entre la nobleza local, formal- lebrados entre el señor (suzerain) y su
mente elegidos, pero de hecho disputados feudatario vasallo, especialmente cuando
y monopolizados por pocas familias. ese vasallo era una ciudad con personali-
"Vio nacer esta institución la época de dad corporativa y con gobierno propio ejer-
las serias luchas de los comunes con los cido por la burguesía, tal como lo hemos
emperadores Staufen, que hizo mayor la indicado anteriormente.
necesidad del acuerdo interno y aumentó "Si analizamos los privilegios de aquellas
las exigencias financieras. La primera mi- ciudades que permanecen en andadores, el
tad del siglo xin fue la época de su flore- primero, en el orden del tiempo y de la
cimiento. El podestá era un funcionario importancia, es la paz de la ciudad, que
electivo, llamado de otra ciudad, provisto solamente el rey o sus delegados pueden
durante cierto período con el supremo po- conceder. Investida con esta paz, la ciudad
der judicial, con un gran sueldo, casi siem- viene a ser igual que el palacio del rey o
pre, pero, de preferencia, de formación jurí- que la urna de un santo; un santuario
dica universitaria. Su nombramiento de- protegido por especiales sanciones y penas;
pendía del consejo o de una comisión de los ciudadanos están con el rey en la mis-
notables reunida al efecto, procedimiento ma relación que las viudas o los huérfanos;
típico en Italia para todas las elecciones. todo agravio a ellos, lo es a la majestad
A menudo se trataba acerca del nombra- del rey. Después viene el privilegio de la
miento con la ciudad del llamado, pues te- industria. A los ciudadanos les es consen-
nía que dar su consentimiento, y hasta se tido conmutar sus obligaciones serviles por
le encomendaba a veces el señalamiento de una cantidad fija de moneda, que ellos, por
la persona. La avenencia por parte de la cuanto eran libres, podían buscar en em-
otra ciudad, era un acto amistoso, y la ne- presas más productivas que la agricultura.
gativa, inamistoso. A veces tuvo7 lugar un También obtenían licencia para celebrar
cambio recíproco de podestá" (» ). un día semanal de mercado, y, acaso, tam-
"Para que fuera posible la administra- bién una feria cada año; convenían que las
ción de justicia por el podestá extranjero, discordias entre los industriales, produci-
el Derecho a aplicar tenía que ser codifi- das en feria o mercado, fueran dirimidas
cado, estructurado racionalmente e iguala- según la ley de los mercaderes o los usos
do interlocalmente. Así como en otras par- generales del comercio; y los extranjeros
tes actuó como factor de la codificación del obtenían salvoconducto de que a cada uno
Derecho el interés de los príncipes y de sus le sería respetada plenamente su ley. Al
funcionarios en su aplicación local, en este principio, el señor cobraba los derechos de
caso es la institución del podestá la que estas ferias o mercados, y el tribunal de su
baylío administraba justicia mercantil. Con
(36) Pirenne, H., op. cit., pág. 150,
(37) Weber, M., op. cit., pág.' 271. Í38) Weber, M., op. cit., t. 3, pág. 272.
frecuencia, también acababan por arren- patriciado de los nobles con la clase de los
dar a los ciudadanos los peajes y la juris- grandes burgueses. En la Francia del norte
dicción comercial. Cuando les fue permiti- y en los Países Bajos, vinculada la nobleza
do, como en Flandes y en Inglaterra, for- con la alta burguesía, por matrimonios o
mar un gremio de mercaderes, esos pactos sometida económicamente por rigurosas
eran ultimados con la dicha corporación medidas tomadas contra los feudales, fue
y ésta solamente compraba del señor una absorbida y muy a menudo eliminada.
cantidad de otros privilegios, como el mo- Por su parte, la pequeña burguesía y el
nopolio de cierto ramo de industria en la artesanado se unieron contra sus domina-
ciudad o en las cercanías, el tanteo sobre dores, y tuvieron en su favor a comercian-
todos los géneros importados, y el poder tes enriquecidos pero que no formaban en
de hacer leyes para regular precios, jorna- la clase hereditaria que se había constitui-
les, horas de trabajo y la cantidad de las do en patriciado. Esta división de clases
manufacturas. Donde el señor era un prín- permitió el predominio del patriciado y su
cipe soberano, lo inducían frecuentemente gobierno, desde los cargos hereditarios que
a hacer concesiones con más amplios fines: desempeñaban en el consejo (échevinage)
libertad de peajes interiores, de aduanas y comunal.
de puertos, derecho de represalias contra Después de siglo y medio o dos siglos de
enemigos Interiores o extranjeros que ro- gobierno patrio, la rebelión de las masas
basen a los mercaderes o infringiesen los urbanas —que coincidió con la de las ma-
privilegios de la ciudad; inmunidad en plei- sas campesinas— produjo una honda trans-
tos civiles, respecto de toda jurisdicción, ex- formación en la vida de los municipios y
cepto la del tribunal ciudadano. en sus gobiernos, que se democratizaron
"Sería muy fácil multiplicar ejemplos de sobre la base de las organizaciones gremia-
este tipo de ciudad, pero podemos sola- les o corporaciones de oficios pertenecien-
mente citar aquí unos pocos, cuya historia tes a la clase popular.
y costumbres son particularmente Instruc- El gobierno patricio se hizo despótico.
tivas. Uno de los más antiguos es San Rl- "Aprovechó del ascendiente de sus miem-
quíer de Ponthieu, ejemplo notable de co- bros, de su estrecha unión, de la aptitud
munidad industrial de tiempo de los caro- que habían mostrado en un comienzo para
Ungios, protegido por la política de una dirigir el movimiento emancipador de las
gran casa religiosa. La segunda mitad del ciudades y de la riqueza que habían sabido
siglo xi puede ser señalada por la perspi- adquirir, para atribuirse en la comuna el
cacia teórica que los laicos y los señores monopolio del gobierno y la supremacía
seculares ponían en proteger el desarrollo económica. En un gran número de ciuda-
de nuevos centros comerciales: el burgo des en donde había asambleas generales o
normando de Breteuil, fundado en 1060 parlamentos como órganos de la colectivi-
por un senescal de Guillermo el Conquis- dad, los redujo a un papel puramente pa-
tador, merece consideración especial, de! sivo, y en muchos casos, eliminó de ellos
modelo ampliamente imitado en Inglate- a los pequeños burgueses y a los artesanos.
rra, en el País de Oales y en Irlanda; las Acaparó los consejos, las magistraturas y
ciudades suabias de Allensbach y Radolf- los tribunales, y tendió a transformar las
szell, cariadas pocos años más tarde por el cargas municipales en derechos heredita-
pan abad de Rechenau, son monumentos rios. Los patricios se intitularon altanera-
de iniciativa señorial germánica. Lorris de mente «los señores de la ciudad>; quisie-
Oatinals, ciudad situada en los dominios de ron hacer de la «señoría» del Estado ur-
la monarquía francesa, recibió de Luis VI bano un bien propio, una señoría reservada
una colección de privilegios que vinieron a a su casta".
ser tipo para muchas poblaciones de bur- "... el patriciado burgués, superior a la
guesía fundadas bajo la autoridad inme- feudalidad en el arte de gobernar, igualó
diata de la dinastía de Capeto" (»»). a los feudales en orgullo y en despotismo.
La oligarquía plutocrática de los patri- Mostró un espíritu de casta tan exclusivo,
cios. La plutocracia de la alta burguesía tan orgulloso y tan celoso como el de la
K convirtió progresivamente en una oli- clase nobiliaria. Oprimió a las clases labo-
garquía hereditaria, con privilegios aristo- riosas; arrastró a las ciudades a aventu-
cráticos. En algunas partes se mezcló con ras guerreras; practicó muy a menudo una
la pequeña nobleza, y juntas ejercieron su política ruinosa de magnificencia; derrochó
predominio político y social, como ocurrió los recursos de las comunas; agobió a las
ea Castilla. En Alemania se confundió el poblaciones bajo el peso de impuestos de
consumo; condujo a las ciudades a la ban-
I») Davls. H. W.. Europa medieval, p4gs. 160 carrota y suscitó en ellas, por su despotis-
1161, Ed. Labor S. A., Barcelona, 1928. mo, explosiones del espíritu revolucionario.
"Su tiranía fue todavía más insoportable tra los patricios, comenzaron, según parece,
en el orden económico y social; se hizo pa- a mediados del siglo xin. Era la lucha de
gar costosamente los servicios que prestó los "pequeños" contra los grandes, encar-
ayudando al desenvolvimiento de la pro- nizada y tenaz. Duró más de un siglo, y
ducción y de los cambios, mediante los mo- terminó con la victoria de los comuneros.
nopolios y los privilegios que se arrogó. En algunos casos, fueron estallidos grose-
Guildas y nansas se apoderaron del co- ros y crueles. "La autoridad fue colocada
mercio de exportación y de las variedades de nuevo en mano de los «maestros >, de los
más lucrativas del tráfico, reservándolos jurados y de los consejeros, quienes tuvie-
para sus miembros o para quienes fueran ron desde entonces el derecho exclusivo de
de su agrado. En Inglaterra, la guilda ejer- convocar a la burguesía en asambleas ple-
ció su acción hasta sobre el comercio de- narias. Los oficios cesaron de constituir
tallista de ciertos artículos, como los paños cuerpos políticos. El consejo urbano se
y las pieles. En Florencia, el arte de cali- compuso, en lo sucesivo, de ochenta per-
mala, era' el único que tenía el derecho de sonas, elegidas en las seis secciones de la
importar y vender puños extranjeros. Las ciudad. Además, fue quebrada la prepon-
nansas tuvieron cada una el monopolio derancia exclusiva de los artesanos, repar-
de varias clases de transportes o de tráfico; tiendo ias magistraturas, por mitad, entre
unas veces transportes fluviales, otras co- los grandes y los pequeños'' O 1 ) . Este sis-
mercios de lanas o de paños. Frecuente- tema duró unas pocas décadas, y hacia el
mente", la guilda se hacia adjudicar en final del siglo xiii, los patricios renuncia-
arrendamiento la regulación cíe pesos y me- ron voluntariamente a su participación.
didas, almonedas, peaje y corretaje, pilo- "Desde entonces, en Lieja, por ejemplo,
taje y publicidad. Obtuvo factorías, muelles los oficios dominaron exclusivamente en la
y dooks; y percibió los derechos en prove- constitución municipal. Solamente gozaron
cho suyo. En desquite sacrificó deliberada- de derechos políticos los que se hacían ins-
mente los intereses del pequeño mercader cribir en los registros. El consejo reclutado
y del artesano a los suyos propios. No sola- entre ellos, en lugar de ser elegido como
mente se esforzó por excluirlos de la vida antes en las circunscripciones, no fue más
pública, sino que ¿itilizó el poder que había que un instrumento de su voluntad. Todas
acaparado para/él sometimiento de las cla- las cuestiones importantes debían ser so-
ses laboriosas^ Prohibió la coalición de los metidas a la deliberación de treinta y dos
artesanos; les rehusó el derecho de reunión oficios y resueltas en cada uno de ellos y
y de huelga, bajo pena de expatriación y de constar en actas. Lo más notable de esta
muerte, y decretó obligatorio el trabajo. Se organización —la más democrática que los
vio a oligarquías patricias celebrar trata- Países Bajos hayan conocido jamás— con-
dos >para garantizarse la extradición recí- siste, más que en el principio de gobierno
proca de los elementos obreros sospechosos. directo, en la igualdad absoluta que esta-
Dueños de los consejos de la ciudad y de bleció entre ellos los treinta y dos colegios,
sus magistraturas, los patricios pudieron cuyo impulso recibe. Los coloca a todos en
reglamentar a su antojo la duración del el mismo rango, y da a cada uno de ellos
trabajo, el monto de los salarios, el precio una voz igual" (•<-').
de los productos para la venta, someter a El régimen democrático, establecido re-
una disciplina estrecha al comercio y los volucionariamente en el año 1302 en Flan-
Oficios, dictar estatutos corporativos y re- des, sufrió luego profundas modificaciones,
formados. Especialmente en los centros tendientes a ordenarlo y darle estabilidad.
donde apareció la gran industria, grandes Se constituyó un sistema de gobierno ur-
mercaderes y grandes empresarios usaron bano que dividía en "miembros" a la masa
de su autoridad para reglar las condicio- de los habitantes, atribuyendo a cada uno
nes y la policía del trabajo, en una forma de estos miembros (brazos, en España) su
tan arbitraria, que redujeron a los obreros parte de intervención en los asuntos de la
a una dura esclavitud" (* n ). comuna, y no obstante las dificultades que
Contra todo este sistema reaccionó la tuvo necesidad de vencer, el régimen demo-
masa del pueblo organizada en corporacio- crático evolucionó, en su conjunto, hacia el
nes o sindicatos libres, y llegó un momento sistema de la representación de intereses.
en que esa reacción adquirió focmas vio- H. Pirenne, tantas veces citado, llega a
lentas, que se generalizaron con el nom- la conclusión -de que las democracias urba-
bre de conjuraciones (conjuratio). . nas de la Edad Media no fueron ni pudie-
Estos movimientos populares, de levan- ron ser en definitiva más que democracias
tamiento o sublevación del "común" con-
(41) Pirenne. H . op. cit., pág. 153.
(40) Bolssonnade, P.. op. cit . páfis. 255-268. (42) Op. cit.. pág. 175.
de privilegiados. "La colectividad urbana, chaire: "Es difícil decir, respecto de las co-
en efecto —agrega—, se componía de una munas cuya evolución ulterior las transfor-
aglomeración de colectividades, entre las mó en repúblicas, en qué momento comien-
cuales estaban distribuidos todos los habi- za en ellas la vida política propiamente di-
tantes. Cada uno de ellos pertenecía a un cha, es decir, en qué momento adquirieron
oficio o, si no era artesano, a una corpora- una autonomía suficiente, los grupos socia-
ción de individuos que vivían fuera de las les se diferenciaron con alguna nitidez y la
profesiones industriales. De esa manera, la organización colectiva se acentuó en forma
población, siguiendo el género de vida de visible. Ni siquiera es posible decir en qué
sus miembros, se dividía en una cantidad momento estas grandes ciudades italianas
de cuerpos especiales, y la especialización se convirtieron en comunas.
del trabajo y de las profesiones producía "Hacia mediados del siglo xa, una ciu-
una especialización análoga de la vida po- dad como Florencia parece ser ya una co-
lítica. Según fuera herrero, panadero, alba- lectividad; en el hecho, casi independiente
ñil, escardador, tejedor o batanero, cada de todo poder exterior, pero aún no ha ex-
uno ocupa un lugar diferente en el orga- traído todas las consecuencias de esta li-
nismo municipal, y desde el día en que los bertad, aunque tenga una organización mu-
oficios adquirieron derechos políticos, la nicipal bastante bien establecida, pero muy
comuna se vio fraccionada . en «colegios», limitada en su acción. Los grupos sociales
particulares, que perseguían cada uno la más evolucionados: nobles, comerciantes y
satisfacción de sus propios intereses, y que clero, viven cada uno para sí, y se arreglan
eran incapaces de subordinarlos al interés en forma amigable para la gestión de sus
de otros". "... en tales condiciones, no ha- intereses comunes. Uno de esos grupos pa-
bía allí lugar para el ciudadano, tal como rece tener entonces la preponderancia en
lo ha conocido la antigüedad. Los derechos todas partes, y es la nobleza ciudadana, que
y los deberes del individuo no provienen por sus orígenes era la más indicada para
directamente de la cosa pública. Entre ella heredar los poderes feudales desapareci-
y él, se interpone el grupo de sus compañe- dos" («).
ros que se apodera de él, lo absorbe y le Las ciudades italianas tuvieron al prin-
impone el papel que debe desempeñar, y cipio (xn), magistrados con el nombre de
que desempeñará tanto más a gusto cuanto cónsules u otras denominaciones, pero lue-
más se confunda con el oficio del cual vive. go cedieron su lugar a los podestat, que re-
La misma divergencia de intereses que se presentan un nuevo estado de cosas, y al
observa entre las ciudades y las campiñas que se le podría considerar como la prime-
se encuentra en el seno de las ciudades, ra magistratura verdaderamente comunal.
aunque en menor grado, y hace imposible Este magistrado, del que hemos hablado
en ellas el desarrollo del espíritu democrá- anteriormente, fue creación de un régimen
tico o si se quiere, impone a la democracia nobiliario, pero debido a la presión del ele-
un carácter bien diferente de aquel que re- mento no noble, y aparece como un jefe de
vistió en la antigüedad, y también en los la ciudad, encargado de representar el In-
tiempos modernos" (-13). terés general.
Este tipo de organización, en que los ofi- Desde los primeros tiempos, y bajo el go-
cios disponían del poder municipal, fuá bierno patricio, existe una asamblea deli-
común a un gran número de ciudades de berativa regular, llamada consejo, y que
Italia y de Alemania y Países Bajos. En poco a poco se convertirá en asamblea le-
Alemania, la revolución democrática se ma- gislativa. Desde muy temprano se organi-
nifastó algo más tarde que en las provin- zaron partidos políticos públicamente, re-
cias belgas, y se sabe que imitaron a éstas conocidos en Derecho por los primeros es-
en algunos casos, como el de Colonia, por tatutos de las ciudades, a partir del siglo
ejemplo, que después de su levantamiento xii, y se advierte la oposición entre los no-
de 1396 adoptó la Constitución de Lieja. bles y el pueblo.
Las ciudades italianas. Las grandes ciu- "Cuando el pueblo llegó al poder en-
dades italianas vivieron estos problemas contró en casi todas las comunas una cons-
con una gran intensidad, probablemente titución ya esbozada: un estatuto (statut).
mayor que las otras, y no obstante la di- Estas constituciones primitivas no eran en
versidad que distingue las formas políticas la mayor parte de los casos, más que com-
entre una ciudad y otra, se pueden seña- plicaciones desordenadas de toda especie de
lar algunos rasgos comunes a todas ellas, reglamentos, desde las más insignificantes
que no difieren mucho de los ya señalados. medidas de vialidad hasta las más delica-
Acerca de estas ciudades, dice Julián Lu-
( 4 4 1 í.uchaire. J.. tes dcmocraties italiennes,
¡43) Op. cit.. páfis. 198 y 109. pá|{. ¿7. Ecl. Kl.iiiniKirion, París, 1915.
das definiciones de poderes de los altos nos edificadas a la sombra de la villa, y
magistrados. En los comienzos, el libro de todo ello es rodeado de fosos y cercado. Se
la constitución es, sobre todo, un manual levanta una torre, para vigilar la región a
práctico, para el uso de los funcionarios lo lejos en caso de peligro. El landsherr, al
públicos; sin embargo, esos estatutos re- que llamaremos un "señor", tiene un ad~
velan un esfuerzo tenaz para corregir, po- vaceatus para manejar sus asuntos, un
co a poco, la incertidumbre de las solucio- vogt.
nes primitivas, delimitar los poderes de los "Al disolverse la organización del Estado
diversos funcionarios y reglar sus relacio- de la época carolingia, fue necesario ad-
nes, representar en forma legal los prin- ministrar justicia, bajo pena de ver a los
cipales intereses sociales, y dar garantías paisanos nacerse justicia ellos mismos, y
a los cuerpos colectivos y a las personas es este vogt quien está naturalmente lla-
particulares. En este esfuerzo, se advierte, mado a administrar justicia. Desde el siglo
por un lado, el deseo de la clase noble do- vin se vio que el señor empleaba otro per-
minante, de reglamentar mejor la vida pú- sonaje en lugar del vogt, al cual da un
blica y de responder al desarrollo creciente nombre germánico latinizado, scultetus, que
de la actividad económica de las ciudades, en alemán será schultheiss. El vogt sigue a
las que no hacen sino lo que hacían, en cargo de la administración de los dominios;
las mismas condiciones, las monarquías debe auxiliar con mano fuerte al schul-
conscientes de sus derechos y de sus inte- theiss, para asegurar la ejecución de las
reses. Por otro lado, se adivina en la lec- sentencias. La tradición jurídica, a la vez
tura de ciertas leyes que limitan los pode- romana y germánica, quiere que los juicios
res de los altos magistrados y les obligan sean siempre públicos, y también que el
a rendir cuenta, poniendo junto a ellos juez tenga siempre asesores junto a él. Es-
consejos permanentes, la presión del ele- tos asesores eran llamados boni homines o,
mento no-noble, que se yergue ante la clase en lenguaje franco, rachirtiburgi, rachim-
dominante y contrae con ella compromisos, bourgs, elegidos entre los principales habi-
esperando mejorar. Así, poco a poco, el es- tantes del lugar en número variable, pro-
tatuto se convierte en una constitución po- bablemente de 7 a 12. Bajo los merovingios
lítica" («). y los carolini'ios, los condes que adminis-
Las repúblicas aisactanas. En la región traban justicia eran acompañados por con-
de Alsacia, en donde se desarrolló el siste- sejos de ese "estilo, a cuyas decisiones de-
ma feudal durante los siglos ix, x y xi, y en bían conformarse en la época de Carlo-
donde se crearon algunas instituciones, ru- magno. Bajo,los reyes carolingios, estos
rales primero y urbanas más tarde, no se bonni homines fueron llamados scabini, de
han encontrado muchos documentos utili- donde vino la palabra francesa échavin. El
zables para conocer en detalle aquellas or- i'ogt, primero, y luego el schultheiss, estaba
ganizaciones. Producida la anarquía del siempre rodeado de estos scabini, y merece
Imperio germánico, los señores feudales se señalarse un detalle importante: al prin-
amancipan en Alsacia, lo mismo que en cipio eran elegidos entre los notables, pero
otras partes, y también allí viven de la ex- luego los scabini terminaron por ser ele-
plotación del pueblo y mantienen su au- gidos. Prestan juramento de mantener los
toridad, oprimiéndolo. derechos del señor, y juzgan según la cos-
"Habiendo desaparecido todo poder de tumbre y la equidad. Su número varia de 4
Estado —dice Luis Batiffol—, los paisanos a 16. Debemos retener en la memoria el
se agruparon en torno de estos propieta- hecho siguiente: este consejo de scabini
rios, requiriéndoles protección para la se- llegará a ser el núcleo de las constituciones
guridad de sus bienes y de sus vidas. Se republicanas en las ciudades de Alsa-
recomiendan a ellos, y eso es la" commen- cia" («>) .
datio, vieja práctica jurídica romana. Acep- En toda la Alsacia se desarrolló espontá-
tan que el prppietario tenga un derecho neamente esta forma de organización poli-
sobre sus bienes, representado por una pe- tica bajo la autoridad del señor, quien or-
queña suma de dinero, que le pagan todos ganizó su derecho y los deberes de las
los años en cambio de esta protección, y personas que le estaban sometidas. El sis-
que se llama censo. Esto es otra vieja prác- tema tiene origen en el ambiente rural.
tica extrajuridica romana, que lleva el nom- Se apoyaba en la fuerza de todo aquel que
bre de la precaria. De esa manera, el pro- poseía un castillo y tropas, ya fuese laico
pietario territorial, dominus terrae, lands- o eclesiástico, y que daba su protección a
herr ve nacer y crecer su autoridad. La cambio del vasallaje. Cada señor arreglaba
aldea se forma con las casas de los paisa -
(46) Batiffol, L., Les anciennes républiq-ues o¡-
(45) Op. e», pig. 68. í.acíennes. uáe. 78. Ed. Plammarion, París, 1918
sus asuntos mediante las armas, y de esta los cuales 10 son elegidos por la asamblea
manera, cada uno ejercía una autoridad del pueblo y 20 plebeyos elegidos por dos
que tomaba la forma de anarquía desde un años por las corporaciones de oficios o tri-
punto de vista político general. bus, más uno elegido en una de las 20
A fines del siglo xn, Alsacia es un cam- tribus. Hay 4 stettmeistres nombrados por
po de luchas entre señores obispos y abades, el Senado, y cada uno de ellos preside la
y la víctima de esas luchas es el pueblo. regencia y dirige los asuntos durante tres
Cada invasión de un señor sobre las tierras meses. En el hecho, esta reforma es el resul-
del otro, se convertía en un cruel saqueo tado de una serie de tanteos y de ensayos
de las poblaciones campesinas y de sus seguidos desde el siglo xrv, siempre en un
tierras. Esta ruda experiencia obligó al sentido cada vez más democrático. Los
pueblo alsaciano a tener conciencia de sí stettmeistres, después de haber sido anua-
mismo y, para obtener su seguridad, a fun- les, pasan a ser trimestrales, y en cuanto al
dar ciudades y a colocarse bajo la protec- número de senadores, era de 28, 11 nobles y
ción de sus muros. Estas ciudades fueron 17 burgueses. Luego, en 1382, se aumentó
republicanas desde su formación. Observa de un golpe a 28 el número de artesanos
Luis Eatiffol que cuando los alsacianos se para ahogar a los nobles. La reforma de
encontraron detrás de los muros de sus ciu- 1482 fue el resultado de estas experien-
dades se organizaron políticamente, de cias" («).
acuerdo con los usos y costumbres que te- Venecia. Entre las ciudades europeas de
nían en la aldea, y >que el origen de las la Edad Media, Venecia se presenta como
constituciones municipales está estrecha- un caso especial, por la naturaleza de sus
mente vinculado a las instituciones rurales instituciones políticas y por la forma que
anteriormente descriptas. adquirió el proceso de su evolución. El his-
Estas ciudades se emanciparon de los re- toriador Carlos Diehl la llama '*una repú-
presentantes del amo al cual pertenecían blica patricia", pero no sería difícil llegar
antes, ya fuese emperador o señor feudal, a la conclusión de que se trata más bien
y excluyeron toda ingerencia de ellos y de una monarquía electiva y vitalicia, li-
hasta todo control sobre sus actos median- mitada y controlada por una oligarquía. El
te los cuales disponían de sí mismas. Se mismo autor reconoce (•*») que, en los co-
mantuvo a los regidores o scabini o echevin, mienzos de su historia, Venecia aparece
que fueron los administradores de las nue- como un Estado casi monárquico, bajo el
vas repúblicas. gobierno de un dogo todopoderoso que sue-
En los sivlos xrvr y xv, la población bur- le pertenecer a alguna de las grandes fa-
guesa se enfrentó resueltamente con los milias entre las cuales se transmite here-
nobles, a los que arroja de la ciudad, si és- ditariamente aquella magistratura, por la
tos no transigen aceptando inscribirse co- asociación del hijo con el padre durante
mo burgueses en los registros urbanos. su ejercicio. Existe una asamblea popular
Se tiene noticia de que las ciudades al- que elige al soberano, y a la cual éste
sacianas Haguenau, Colmar y Obernai de- consulta alguna vez. En este Estado mo-
finen su situación de ciudades libres y nárquico hay un poder que se opone al del
organizan su gobierno propio en el siglo dogo dux, y es la aristocracia veneciana
xiv. Sus autoridades consisten en ciertos o patriciado, compuesto por familias pode-
magistrados llamados burgermeister y, más rosas, orgullosas de rempntar su origen al
tarde, stettmeister, a los que se agregan 12 de la ciudad y ávidas de tomar parte en
regidores (échevis) y 24 senadores elegidos su gobierno.
por las tribus, porque había tribus en to- Por nuestra parte, nos inclinamos a con-
das las ciudades de Alsacia. Los echevins siderar que el gobierno de Venecia fue una
tienen a su cargo hacer justicia, y los se- monarquía con caracteres propios, progre-
nadores, administrar. sivamente limitada y que compartía el po-
Podemos tomar como tipo a la ciudad de der con la aristocracia o patriciado del
Estrasburgo. De ella nos dice Luis Batiffol: cual provenía el rey electivo. Las reformas
"En Estrasburgo la gran reforma data de de 1032, 1172, 1297 y 1310 acentuaron el
1482, en que fue decidida por una asamblea carácter limitado de aquella monarquía,
popular que estableció los estatutos de la del mismo modo que se operó en Inglaterra
república. Esos estatutos duraron hasta una transformación semejante.
1789. Todos los años, el primer martes Entre las instituciopes del gobierno ve-
después del día de Reyes, se leerá en alta neciano ocupa un importante lugar el
voz esta constitución, durante tres siglos, Gran Consejo, en donde se agrupan todos
en la plaza de la catedral, y los burgueses (47) Batlffol, L., op .cíí., pág. 122.
jurarán serle fieles. (48) Diehl. Ch., Vne république patrtcienne:
"El senado lo forman 31 miembros, de Venise, pág. 82. Ed. Flammurlon, París. 1921.
los miembros de la nobleza veneciana. pública. Los senadores, siempre reelegibles
Según la ley, los hijos de patricios entran y frecuentemente reelegidos, aseguraban a
en él a la edad de veinticinco años. Este la política de Venecia la continuidad ne-
Consejo ejerce el poder legislativo, sin com- cesaria. Hombres de edad y de experiencia
partirlo. Puede intervenir en cualquier aportaban a la dirección de los asuntos la
asunto público. Todos los poderes se ejer- calma y la competencia deseables, de suerte
cen como una delegación del suyo, y él que el Senado veneciano se convirtió, como
puede retomarlos o controlar y limitar la se ha dicho, en "el alma del Estado y el
acción de sus mandatarios. El Gran Con- principio de todas las acciones del cuerpo
sejo elige a todos los funcionarios, con ex- de la república". En él residía, fundamen-
cepción de algunos empleados designados talmente, toda la autoridad.
por el Senado. A él le incumbe designar al Las atribuciones del Senado eran muy
dogo dux, a los procuradores de San Mar- extensas: las finanzas, el impuesto, los
cos, a los senadores y a los diez, como empréstitos y la inversión de los dineros
asimismo a los gobernadores civiles del públicos. Tenía a su cargo toda la admi-
rango más humilde. A pesar de las ausen- nistración, tanto en la ciudad como en
cias inevitables de muchos patricios encar- tierra firme y en las posesiones de ultra-
gados de funciones a cumplir fuera de Ve- mar. Reglaba la navegación y el comercio,
necia, el Gran Consejo constituye una se ocupaba del ejército y de la flota, por
asamblea numerosa. Las constancias de lo que el Gran Consejo le dejaba elegir los
procesos verbales, testimonian a menudo la capitanes generales, los provvcditores y los
presencia de más de mil personas. Por lo oficiales de cierta jerarquía. Se ocupaba de
general, eran reuniones de 600 miembros la política extranjera, celebraba tratados y
más o menos, y eso hacia imposible tratar alianzas, dirigía la diplomacia, nombraba
asuntos delicados y graves, que, por su embajadores, con excepción del de Cons-
naturaleza, exigieron discreción y hasta tantinopla, y les daba instrucciones, como
secreto. recibía sus informes, decidía la paz y la
Esto hizo necesario que, junto al Gran guerra.
Consejo, funcionase una asamblea menos Los senadores se reunían diariamente,
numerosa, compuesta por un número de y su ausencia sólo se justificaba por en-
miembros capaces de representar realmente fermedad. La presidencia, como la del Gran
la voluntad nacional, pero de número bas- Consejo, correspondía a la Señoría, com-
tante limitado como para administrar en puesta por el dogo dux y sus seis conseje-
forma eficaz los asuntos públicos: esta ros, asistidos por tres jefes de la Quaran-
asamblea era el Senado. ta. Los debates eran conducidos con serie-
El Senado veneciano, a cuyos miembros dad y gravedad extremas, y se gozaba en
se llamaba también los pregadi, se com- ellos de la libertad, de la cual Venecia
ponía primitivamente de 60 patricios ma- ofrece el primer ejemplo; lo que se man-
yores de cuarenta años, elegidos por el tuvo hasta los últimos días de la existen-
Gran Consejo, y que duraban un año en cia de aquella institución. Charles Diehl
sus funciones. A estas sesenta personas se afirma que el Senado veneciano era^el más
agregó en seguida una reunión de otros admirable de los parlamentos.
sesenta personajes, con el nombre de Para preparar la tarea del Senado ha-
zontas, que, con el tiempo, se hicieron per- bía un comité de algunas personas, a quie-
manentes. En esa forma, los senadores eran nes corresponde el derecho exclusivo de
120 y se le agregaba, todavía, una serie de iniciativa en la asamblea. Se llama el Co-
miembros extraordinarios: el dogo dux y legio, y es algo así como la puerta por
sus consejeros, los jueces de la Quaranta, donde entran los asuntos. Está formado por
los precursores de San Marcos, los seis Sa- 26 personas, que reunidas constituye el
bios Grandes y los tres abogados de la Colegio pleno; son los 10 miembros de la
Comuna, los jefes de los principales servi- Señoría y los 16 sabios entre los cuales se
cios públicos, los embajadores y, de regre- distinguen los seis sabios grandes (sabíí
so de sus inspecciones, los provveditori. Con grandi), los cinco sabios de tierra firme j
todos estos elementos, la asamblea era de los cinco sabios de órdenes. Estos sabios,
casi 300 personas. sobre todo los cinco grandes, son los ver-
Aunque las funciones del Senado, lo mis- daderon ministros de la república.
mo que las del Gran Consejo, no estaban Los sabios grandes eran elegidos por el
legalmente determinadas y precisadas, se Senado; debían tener cuarenta años por
estableció en un decreto de 1260 que ningu- lo menos, y duraban seis meses en sus car-
na decisión del Senado era definitiva. Re- gos. Se relevaban cada semana, y el que
cién en el curso del siglo xrv, el Senado estaba de servicio era el verdadero jrfe
llegó a ser el centro de la administración del gobierno durante ese tiempo.
El gobierno efectivo lo compartían los facultades se limitan a nombrar al patriar-
sabios y la Señoría, que desempeñaban lo ca de Venecia, al primado y a los canó-
que ahora podríamos llamar Poder Ejecu- nigos de San Marcos, y a presentar en el
tivo. La Sereneisima Señoría —hasta 1423 Gran Consejo proposiciones que tienen el
Comune Veneciarum— estaba compuesta, privilegio de ser discutidas en primer tér-
como antes lo hemos dicho, por el Dogo, mino, pero que este cuerpo tiene plena li-
sus seis consejeros y tres jefes de la Qua- bertad de aceptar o de rechazar.
rantia. En Venecia figuraron estos conse- Además, el Dogo dux está incesantemen-
jeros desde muy temprano junto al Dogo, te vigilado por sus consejeros, no participa
encargados de asistirlo y también de vigi- en las deliberaciones de los sabios, su voto
larlo, formando lo que se llamó el Peque- en el Senado vale como el de cualquier
ño Consejo. Eran elegidos por el Gran senador, y su opinión personal debe incli-
Consejo de una lista preparada por el narse ante la de los tres abogados de la
Senado, y duraban ocho meses en sus fun- Comuna que asisten a las deliberaciones
ciones, turnándose de tres en tres. Abrían del Consejo con la Señoría. Puede ser en-
la correspondencia que recibía el Dogo dux, juciado por estos magistrados y depuesto
tomando conocimiento de todas las cues- por el Senado. Charles Diehl dice que es
tiones que le eran sometidas. El Dogo dux elegido de la aristocracia y su servidor, y
no podía dar audiencia ni deliberar sobre que jamás ningún gobierno constitucional
cualquier asunto ni hacer escribir una nota ha encadenado a sus jefes tan estrecha-
oficial sin que estuviesen presentes cuatro mente como lo ha hecho Venecia con su
de sus consejeros por lo menos. En ausen- Dogo dux.
cia del Dogo dux, recibían al Gran Consejo La evolución del gobierno veneciano,
y al Senado, y recibían a los embajadores. contrariamente a lo que hemos visto en las
Junto con los sabios, proponían y sostenían ciudades de los Países Bajos y de AIsacia,
las cuestiones sometidas a la deliberación se operó en sentido contrario a las clases
de los Consejos, y dos veces por semana populares. La serrata del Consiglio en 1297,
recibían en el palacio ducal las reclamacio- y la creación del Consejo de los Diez, en
nes de los ciudadanos. En cuanto a los tres 1310, fueron dos reformas favorables al pa-
jefes de la Quarantia, es decir, los tres triciado, es decir, a la oligarquía.
jueces más antiguos entre los cuarenta que El Consejo de los Diez, cuyos miembros
componían el Tribunal Supremo, habían eran elegidos por el Gran Consejo, tuvo
sido agregados a los consejeros en razón una vida un tanto turbulenta. En tres
de su competencia jurídica y en ese ca- oportunidades (1532, 1623 y 1762), su exis-
rácter participaban en todas las delibera- tencia fue puesta en cuestión en el Gran
ciones de la Señoría. Consejo, pero siempre salió vencedor. Al
En la cúspide del edificio constitucional principio tenían funciones de carácter ex-
estaba el Dogo dux, como imagen fastuosa clusivamente judicaL y en cierto modo po
y símbolo relumbrante del poder veneciano. licial. Recibían informaciones de espionaje
En las ceremonias, aparecía vestido con y denuncias anónimas, arrojadas en la cé-
magnífico traje, y delante de él llevaban la lebre Bocea del Leone, y terminaron por
espada, la silla de tela de oro y la som- sentarse con la Señoría en la presidencia
brilla. Dos oficiales sostenían la cola de de los Consejos.
su manto, y a su lado marchaban el gran Las atribuciones del Consejo de los Diez
capitán y sus staffierí. Le seguía el gran les permitieron pronto extender su acción
canciller con sus secretarios, y luego, en a toda clase de asuntos. Una ley de 1468
orden jerárquico, los miembros de la Se- decía a su respecto: "Informará sobre las
ñoría, los Diez, los abogados de la Comuna, traiciones, las conspiraciones y sectas; co-
los procuradores y el Senado para realzar nocerá de los actos que tiendan a turbar
así el prestigio del magistrado supremo. la paz del Estado, de las convenciones tan-
Aunque en los actos públicos se le llama to en el exterior como en el interior, que
simplemente "Monsignor il Dogo", la cos- tengan por efecto ceder una parte del te-
tumbre le dio el título de Príncipe Serení- rritorio, y, en una palabra, de todas aque-
simo, y su lugar protocolar estaba después llas cosas que exigen ser tratadas muy
del Papa, el emperador y los reyes, antes secretamente".
de todos los príncipes de familia real. Re- La amplitud de estas atribuciones per-
cibe pomposamente a los embajadores, pre- mitió al tribunal de los Diez intervenir y
side todos los consejos: el Gran Consejo, ejercer una poderosa influencia en todos
el Senado y los Diez. Todos los actos ofi- los asuntos del gobierno, respaldado por
ciales de la república llevan su nombre; la el respeto y la confianza que en sus miem-
moneda lleva su efigie, pero en el hecho, bros depositaba toda la población.
sólo reina, y en realidad no gobierna. Sus Para buscar y castigar a los culpables de
delitos contra el Estado, se creó un cuer- gran cisma, pero descuidaban las tareas
po de tres inquisidores, agregado a los que les correspondían como jefes de la
Diez, y la actuación de estos inquisidores cristiandad, la reforma' de la Iglesia y la
se hizo extremadamente temible, porque lucha contra la invasión turca. Se convir-
estaban autorizados a perseguir, castigar y tieron en soberanos preocupados de los
hasta hacer desaparecer a quienes consi- intereses temporales, participando en to-
deraban peligrosos para la república. Su das las intrigas de la política italiana. Así
vigilancia tenía ramificaciones fuera de se preparaba la Reforma, que se hizo con-
Venecia, y sus archivos recibieron en de- tra ella, en el siglo xvi. Los Papas, cuyo
pósito los más importantes se6retos de la poder de origen electivo carecía de estabi-
política del país. lidad, aislado frente a una feudalidad here-
"En el ejercicio de las funciones públi- ditaria, y entre cardenales hostiles, se veían
cas — dice Charles Diehl—, Venecia no obligados a vencer grandes dificultades en
confió jamás una autoridad absoluta a un el desarrollo de su actividad y recurriendo
solo hombre; todo magistrado, y hasta to- al sistema del nepotismo, ubicando a sus
do jefe militar, estaba flanqueado por uno parientes en todos los cargos, favorecién-
o dos adjuntos, representantes de la au- dolos con grandes beneficios, para con-
toridad central, y con igual influencia y vertirlos en puntales de su autoridad. Esto
poder. El gobierno oligárquico dividía para desarrolló aún más los apetitos y las ambi-
reinar, equilibra y limita recíprocamente ciones materiales del Papa y de sus adep-
los poderes. No quiere el predominio de un tos, lo que dio fundamento a la censura
hombre ni el de una familia. Ninguna casa predicada por los reformistas.
patricia puede tener más de tres de sus Italia se mantuvo fraccionada en pe-
miembros en el Senado, ni más de uno en queños Estados, que mantuvieron luchas
el Consejo de los Diez" ( 49 ). enconadas entre sí, y en los cuales el
Su juicio acerca de esta forma de go- desarrollo de la burguesía fue muchas veces
bierno lo formula en los siguientes tér- detenido por las dictaduras dinásticas, cu-
minos: "Pocos regímenes han sabido man- yos despilfarros y excesos perjudicaron si
tener el orden en el interior de la ciudad, progreso de sus florecientes industrias,
evitar esas perturbaciones civiles que tan aunque solían favorecer las artes, que tam-
gravemente padecieron otras ciudades ita- bién encontraron gran apoyo en algunos
lianas y dar a su política exterior una Papas, como Julio II y León X, entre otros.
más firme continuidad como lo hizo la Presa codiciada por todos los poderosos de
constitución oligárquica de Venecia. Pocos Europa, Italia fue teatro y víctima al mis-
regímenes han sabido utilizar tan admi- mo tiempo de sus empresas guerreras y de
rablemente, preparándolas y disciplinán- sus intrigas políticas, conservando sus ins-
dolas, las fuerzas individuales, para hacer- tituciones locales hasta fines del siglo xvm.
las servir en interés y en la gloria del Es- Recién a mediados del siglo siguiente se
tado. Pocos regímenes, en fin, han sabido inició en ella la era del constitucionalismo,
crear entre sus ciudadanos tanta dedica- con el Estatuto de Cerdeña, de 1848, que
ción, tanta abnegación y tanto amor pro- luego pasó a ser la carta constitucional del
fundo y sincero por la patria" ( 50 ). reino de Italia.
Otras ciudades italianas. Las demás ciu-
dades italianas de alguna importancia, sin 6. REBELIONES URBANAS Y CAMPESINAS
excluir cierto número de pequeñas ciudades La insurrección en Flandes. Las insu-
y hasta aldeas, tuvieron gobiernos propios, rrecciones urbanas que se produjeron en
unas veces de carácter comunal y otras de los Países Bajos, y de las que ya nos he-
dictadores, como los Visconti y los Sforza mos ocupado, se contagiaron a la masa
en Milán, los Scaligeri en Verona, los Gon- aldeana y campesina, y las primeras ma-
zaga en Mantua y los Mediéis en Floren- nifestaciones del descontento rural tuvie-
cia, entre otros. Dentro del territorio pon- ron lugar en aquellas regiones, y especial-
tificio se crearon algunos señoríos indepen- mente en Flandes.
dientes, ocupados por usurpadores, como Ciudades como Brujas, Cassel e Ypres
Pepoli en Boloña, Polenta en Rávena, Ma- encabezaron un levantamiento que se ex-
latesta en Rímini, Montepeltre en Urbino tendió a la masa rural, en tanto que en
y Ordelaffi en Forli. Gante, los nobles y los patricios de la alta
En los Estados de la Iglesia, los Papas, burguesía tuvieron su baluarte. La docu-
restablecidos en su capital, habían restau- mentación de la época no permite conocei
rado el poder pontificio, afectado por el con exactitud los términos en que se
planteaba el problema, pero hay elemen-
(49) Op. cít., pág. 117. tos suficientes para saber que las quejas
(50) Op. cít., pág. 116. en que se fundaba la acción popular eran
dirigidas contra la explotación y la opre- de reglamentación, que seguía siendo abru-
sión que ejercían las clases dominantes mador según las leyes dictadas en Italia,
sobre los trabajadores de la ciudad y del en Francia, en España y en Inglaterra ta-
campo. En el primer tercio del siglo xiv les como eran los estatutos municipales
aparecen como jefes de este movimiento italianos, la ordenanza francesa de 1350 y
un aldeano llamado Nicolás Zannekin y un los famosos estatutos de los trabajadores
artesano de Brujas, llamado Jacobo Peyt. británicos (1350-1417), en los que se cas-
Zannekin acusaba a las clases privile- tigaba con multas elevadas y hasta con
giadas de despreciar las costumbres y tra- prisión a los que rehusaren sus servicios,
diciones del pueblo flamenco, lo que per- permitiendo encadenarlos si abandonaban
mite inferir que el sentimiento en que se el trabajo, prohibiéndoles cambiar de do-
apoyaba aquella rebelión rural era neta- micilio y fijando el monto de sus salarios.
mente conservador en materia ideológica, Así se formó un proletariado rural análogo
sin dejar de ser rebelde desde el punto de al urbano, muchas veces descontento y lan-
vista político y social. Por su parte, Peyt zado a la aventura, en muchos casos se
asumía una actitud de franco significado convertía en vagabundaje y en mendici-
herético y antiburgués. Dirigió su lucha dad (51). Así nacía en Europa el tremendo
contra los ricos y contra la Iglesia, y puso problema del pauperismo, no resuelto to-
en ella una extraordinaria energía. Incre- davía.
paba a las clases dirigentes en estos tér- Todo esto trajo como consecuencia un
minos: "Os preocupáis mucho más del fa- cierto renacimiento de la servidumbre, que
vor de los príncipes que del bien de la ya estaba a punto de extinguirse, y que*
colectividad, de la cual sacáis, sin embar- sirvió a las clases feudales para recobrar
go, vuestra subsistencia". Aconsejaba al algo de su antiguo poder e influencia.
pueblo que desdeñara la excomunión del Todo el final de la Edad Media se halla
Papa, que desconociera la autoridad del poblado de acontecimientos de carácter
clero y dedicase toda su devoción a Jesús, social, en los que se advierte un afán de
perseguido y sacrificado, cuyas enseñanzas
debían servir de guía a los humildes. Fue (51) Con referencia a Francia y acerca del
asesinado y declarado hereje por la Igle- mismo asunto, dice Andrés Rlbard: "Los burgue-
sia, que entregó su cuerpo a las llamas. El ses disminuyeron los salarlos y exigieron más tra-
pueblo le conservó un verdadero culto. bajo: los obreros se encontraron en condiciones
horribles. La legislación íiscal cala sobre ellos en
Aunque la insurrección comenzó con éxi- fin de cuentas, en la base de una jerarquía cuyo
to, fue aniquilada por los nobles y patricios propósito único era librarse de la carga del Im-
flamencos con la ayuda poderosa de los puesto. La explotación del hombre era quizá mas
reyes de Francia. En una batalla defini- notoria todavía en el campo. Cuando el campe-
sino habla pagado a su señor, laico o religioso, los
tiva librada en Cassel (28 de agosto de Innumerables derechos en que se hablan conver-
1328), perecieron 9.000 aldeanos y artesa- tido las rentas y los servicios primitivos, no le
nos, y esto provocó la rendición de las quedaba casi nada para vivir. El servicio personal
ciudades rebeldes. En ellas y en el campo tendía a disminuir cada vez mas en Importancia,
y muchas prestaciones personales habían sido sus-
la nobleza francesa y flamenca tomaron tituidas por nuevos derechos. BU campesino pagaba
duras represalias contra los insurrectos. ahora indemnizaciones: en la persona del señor.
Alcanzó hasta las mujeres y los niños. Se Jefe de ejército, aparecía el rentista. Estos dere-
ejecutó a los cabecillas, se castigó con con- chos remuneraban al céntuplo el servicio que el
señor habla podido prestar haciendo construir un
fiscaciones y fueron impuestas pesadas horno o un mercado; esto no era todavía sino el
contribuciones de guerra. aspecto legal de la servidumbre. El más trágico
Poco después se produjo en Flandes otro era el más frecuente: el robo. Al campesino, el ae-
levantamiento más importante aún, diri- fior le tomaba lo que le daba la gana, ya fuese
su prometida o su última vaca, y la enmarañada
gido por un gran burgués llamado Jacobo red de la justóla no podía prestarle 'ningún auxi-
Artevelde, fue sofocado y cruelmente cas- lio. Los feudales podían haber sido protectores en
tigado a mediados de siglo. Comenzó por otro tiempo. En el siglo XIV, el labrador que se
tener un carácter puramente político para veía despojado de sus animales, de sus muebles,
de sus pocos escudos, no recordaba el tiempo en
imponer el predominio de la ciudad de que este sistema social le había permitido deíen-
Gante, pero casi inmediatamente fue copa- fenderse de las invasiones. Si a estas atrocidades
do por los obreros de la industria del te- se agrega el bandidaje en los caminos y las heca-
jido y convertido en una insurrección so- tombes de las epidemias, se comprende la multi-
plicidad y la gravedad de las hambres, como la
cial. que entonces asolaba París. No cabe dudar que
Con las diversas formas del arrenda- esta situación haya sido llevada al extremo por
miento y de la medianería para el trabajo la guerra de Cien Años; pero seria lo más justo
agrícola, se desarrollaban, también al final considerarla como la decadencia del feudalismo
en Francia" (Rlbard, A., Historia de Francia, pá-
de la Edad Media, las diversas formas del gina 56, Fondo de Cultura Económica, México,
salariado, bajo un sistema de legislación o 1941).
liberación y de desquite por parte de las Meaux y París mismo, la simpatía de la
clases oprimidas, tanto en las ciudades pequeña burguesía (28 de mayo a 16 de
como en el campo, y las insurrecciones ini- junio). Según Froissart, cien mil hombres
ciadas a comienzos del siglo xiv en los Paí- tomaron las armas, pero los paisanos aplas-
ses Bajos se extendieron a toda Europa tados por la nobleza en Meaux y en Cler-
poco después, y duraron hasta mediados mont-sur-Oise, volvieron a caer en la
del siglo siguiente ( 52 ). ;tiiseria ( 53 ).
í-a insurrección en Francia. P. Baissona-
de observa que esos movimientos populares (53) "Unos Estados Generales Incompletos vo-
solían no tener programa, y se realizaban taron un impuesto especial sobre las rentas, que
fue muy mal acogido. Una victoria militar lo hu-
sin unidad ni dirección, como simples ma- biera Justificado, tal vez. ante los mercaderes;
nifestaciones anárquicas y sangrientas de pero vino de nuevo la derrota, quisas la m&s la-
los sufrimientos y de los odios populares. mentable. El numeroso ejército fie Juan el Bueno
'Tal es, en particular —dice—, el carácter sucumbió cerca de Poitiers en 1356, ante los
8000 hombres del Príncipe 'Negro. Los franceses
de la famosa revuelta de los campesinos perdieron un número igual de combatientes: ln
franceses, de estos Jacques que la nobleza nobleza huyó, dejando a. su rey prisionero. Una
empujó al extremo de sus depredaciones vez más, los arqueros ingleses hablan vencido al
feudalismo francés.
con su desprecio y su mofa". "París se exaspera: el pueblo entero está tras
En la primavera de 1358, cuando el pres- el preboste de los .mercaderes, que encabeza el
tigio nobiliario acababa de ser afectado movimiento. Esteban Mnrcel se habla hecho popu-
por el desastre de Poitiers (1356), las po- lar en los Estados Generales, Insistiendo ep la
necesidad de un control sobre los subsidios otor-
blaciones rurales del norte de Francia, gados al rey. La derrota de Poitiers mostró hasta
de Normandía, de Isla de Francia, de la qué punto sus reivindicaciones eran Justas. El hijo
Picardía, de la Brie, de la Champagne mayor de Juan le Bueno, Carlos, regente del reino
oriental y de Solssons se sublevaron, pu- durante el cautiverio de su padre, tuvo que reunir
inmediatamente nuevos Estados Generales y acep-
sieron a su cabeza un antiguo soldado, tar sus condiciones. Los burgueses de París mos-
Guillermo Cale, quemaron cientos de cas- traron en ellos la conciencia plena de sus intere-
tillos, llevaron el pillaje a todas partes, ses. En su resistencia, la gente de la calle veia la
con incendios y muertes, y provocaron en lucha contra la miseria, y todos llevaban el gorro
azul y rojo del valiente preboste. En espera de la
las ciudades de Rouen. Senlis, Ammiens, constitución del consejo de vigilancia, que Este-
ban Marcel quería Instituir cerca del trono, los
(52) "La última parte de la Edad Media íué Estados designaron una comisión Investigadora
testigo de una profunda perturbación en las con- formada por veinticinco diputados, entre ellos
diciones sociales y el estado del pueblo en general, doce burgueses. Porque los burgueses se aferran a
especialmente de los "campesinos, sobre los quo su reciente fortuna. Desde 1350, los procedimientos
descansaba la sociedad, y de cuyo trabajo prove- de Felipe el Hermoso se han convertido en regla
nían las catedrales, abadías, Iglesias, cas'lllos, la fiscal, y el marco de plata ha cambiado treinta y
caballería, el magnifico despliegue los vestidos. nueve veces de valor. La primera demanda de la
extravagancias y, en verdad, la cultura, la sose- burguesía es, por eso, la de una moneda estnb,».
gada erudición de la época. El feudalismo descan- Por todas partes se discute sobn; las otras condi-
saba en la servidumbre de los villanos, lo que sig- ciones que el prebostazgo quiere hacer triunfar:
nificaba que el campesino oslaba en su mayo;- los nobles no deben ser yn. dispensados del im-
parte atado a la tierra, como siervo. Nada es mas nuesto. el derecho de requ'sa de los señores debe
notable, a principios de la Edad Media, que !u ab- ser abolido, los fórrales y los caballos puestos n
soluta pasividad de In masa del pueblo: eran bes- "alvo de pillaje. A cambio de estas medidas,-las
tias de carga; su silencio podía oírse. Pero en el villas proveerán un hombre de armas por cadn
siglo XIV empezaron a moverse. El progreso na- fien hogares. El regente lo acepta todo; firma la
tural de la sociedad estaba provocando el cambio Gran Ordenanza de 1357, pfro pronto deja ver
de los servicios de trabajo de los campos, por el oue no tiene ninguna intención d« aplicarla. Este
pago de un arrendamiento en dinero; el incre- í onflicto entre la burguesía y la realeza le hacia
mento del empleo del dinero ayudó a In emanci- el Juej;o n Carlos el Mnlo quien s:n tardanza en-
pación de los villanos, fue destrozando !a forma 'ró en nefoclaelones con Ja entvta'. Se mostró
económica del mundo medieval y dando l'bertart rtlfrno de su pasndo traicionando sncesivnrnertc
personal a los hombres pobres. El proceso fue i la burguesía, a los ingleses y :>! rev. Se ha pre-
apresurado y hecho inevitable por la Muerte Ne- tendido hacer responsable de sus infamias a Este-
gra, que asoló a Europa y cayó sobre Inglaterra ban Maree!, quien proseguía entretanto el cursi
en 1348-49. Por lo menos una cuarta pr.rte de eu lógico de su arción: pnn ob!1™ar pl reverte n
población, de unos cuatro millones, murió en ella. respetar su ordenanza, el pueblo Invndirt la resi-
El valor corriente de la mano de obra se duplicó dencia de Carlos en febrero de 1358. y allí mismo.
de golpe. A los terratenientes les resultó Impos ble en su presencia, fueron abatidos dos de sus con-
detener el progreso de los campesinos. Sus ten- sejeros, a quienes se consideraba responsables de
tativas en ese sentido produjeron la Revuelta de «u Inconstancia. Fstebnn Marrel lo salv;\ sin duda.
los Campesinos, de 1381. disturbio revolucionario al ponerle el gorro e.on los colorea de la capital.
que afectó a muchos condados ingleses; una de Apreciando el alcance futuro de tal RCsto.Carlos
las formas del desasosiego social que recorrió el decidió abandonar su palacio de Salnl-Pol y huyó
continente en aquellos años. Pero la emancipación a Compiegne. Entonces, mientras el enemlgn ocu-
rte las villanos ro podía ser detenida, y el proceso paba Francia, él cercó a París
quedó terminado en gran parte durante el si- "Carlos el Malo proseguía allí su labor traidora
glo XV" (Rows? A. I,,. El cspírir-j rfr ,'n h?>'oríf y la tentativa de los burgueses, careciendo aún de
inglesa, pág. 67, Ed Kn.ft Ltda.. Bs Aires 1947). homogeneidad, comenzaba a fracasar La lucha ha-
"Las clases aristocráticas se vengaron remensa) de la Alta Cataluña, tomaron
ejecutando a sangre fría a veinte mil infe- las armas en tres oportunidades, desde 1395
lices y agobiando con multas a las ciu- a 1479, contra los nobles y los clérigos, que
dades rebeldes. La jacquerie no parece les oprimían, y acabaron por arrancarles
haber formulado ninguna reivindicación su libertad gracias a la intervención de la
precisa. Veinte años después de la revuel- realeza. Menos felices los campesinos de
ta de los tuchins, se extendió desde la Mallorca (foreros), a pesar de cuatro in-
Alta Italia hasta la llanura central de surrecciones (1391-1477), de las cuales la
Francia y el Poitou, en donde el Languedoc más violenta fue dirigida por el agricultor
fue el principal centro. Campesinos y obre- Torta Ballester, no lograron impedir el aca-
ros hicieron causa común. Organizaron en paramiento de la tierra por la burguesía,
los matorrales y en los bosques una es- ni obtener mejores condiciones de traba-
pecie de guerrilla, que duró seis años (1378- jo para los censitarios y jornaleros. Una
1385). Maltrataron a quien no tuviese las parte fue masacrada o emigró, el resto fue
manos callosas, y sucumbieron finalmente obligado a someterse".
bajo una represión implacable. A su vez, En los Países Bajos, la jacquerie de Flan-
los ingleses, amos efimeros de la Francia des marítimo, que duró de 1322 a 1328, ha-
del oeste, cuyas campiñas arruinaron, pro- bía tenido ya el carácter de una lucha de
vocaron las jacqueries • del Maine, del Co- clases, que colocó frente a frente a los
tentin y de la Normandia, que anegaron en paisanos libres, amenazados de servidum-
sangre. La más conocida de esas insurrec- bre con la nobleza, y que fue acompañada
ciones fue dirigida por el campesino Can- por violencias inauditas .de una y otra
tepie (1424-1432). parte. Las poblaciones rurales, aunque
"Otras revoluciones rurales, tuvieron un vencidas, consiguieron consolidar sus fran-
carácter más definido y a veces una ten- quicias, y sosteniendo desde entonces el
dencia social más elevada que las de poder principesco contra las ciudades, acre-
Francia. En España, los siervos (payeses de cieron aún más su influencia y se hicieron
conceder la libertad de industria campesi-
bía tomado proporciones que asustaban a la ma- na. En el Este, sin embargo, el principado
yoría de éstos, y el levantamiento popular aterro-
rizaba Inclusive a los amigos de Esteban Marcel.
Entretanto, apareóla un aliado Imprevisto: el naJldades audaces, no está todavía en condicione»
campo se subleva, a su vez. En Laon, en Sols- de realizar un acto colectivo. El suelo se hunde
sons, en toda la reglón parisiense los campesinos bajo los pies de Esteban Marcel. En su derredor,
se alzaban contra la autoridad. Su furor tenia el el conflicto parece demasiado vasto y la propa-
mismo origen, más trágico aún, puesto que para ganda de Carlos el Malo produce sus efectos. La
arrebatarles el dinero que llegaba hasta a que- historia de las clases sociales ha comenzado siem-
marles los pies. Durante seis semanas, se batieron pre por la de sus derrotas. Tras de haber sido pri-
desesperadamente, al lado de Guillermo Callé. Esto meramente aplastados pudieron los esclavos libe-
fue la Jacquerie. De esta unión súbita de los cam- rarse. Gracias a sus fracasos, la burguesía aprendió
pesinos con los burgueses podía depender, en ma- a organizarse. Sxi libertad no estaba Inscripta aún
yo de 1358, !a suerte de París. La insurrección se en las necesidades económicas: la aspiración de
extendió a Champaña, Brle y la reglón de Amlens. Esteban Marcel se frustraría.
Jefes populares surgieron por dondequiera y atrin- "Después de negociar con astucia, Carlos el Malo
cheraron a los campesinos en lugares fortificados, traicionó a los jcícijues y los aniquiló en Meaux.
provistos de palizadas y de fosos, donde antes se París estaba abandonado a sí mismo. En tanto
habla hecho resistencia a los Ingleses. La alianza que la represión mas sangrienta se abatía sobre
con Esteban Marcel pareció tener éxito cuando los los campesinos culpables de haber hecho armas
jacqv.es se apoderaron del castillo de Ermenon- contra sus señores, la capital hervía llena de te-
vllle. Los burgueses de Meaux entraron en la liga, rror y de rivalidades. No sintiéndose ya bastante
que era, en suma, la unión del mundo del trabajo fuertes, los burgueses retrocedían. Esteban Marcel
para obtener reivindicaciones Inmediatas, todas estaba perdido. Juan Maillard, uno de sus amigos,
las ideas políticas de Esteban Marcel: hacer cesar lo asesinó. La corte se dedicó a calumniar la me-
el derroche de los fondos arrancados al país y con- moria de Esteban Marcel para infamar la causa
trolar a los responsables de este engaño. Los mars- que él habla defendido: la causa de las libertades
tros defendían así sus primeros derechos adquiri- burguesas.
dos, i Cuánto mas conmovedora la esperanza In- 'Todos conservaron un recuerdo muy vivo de
mensa ~iue el pueblo ponía en ellos, pensando que este esbozo de revolución política. El regente Car-
con su sacrificio contribuí» a suprimir los sufri- los recordaba tan bien el miedo que tuvo en fe-
mientos de la época! Había habido ya. sin duda, brero de 1358, que para vigilar la capital hizo
muchos motines populares, y el campo conservaba construir la Bastilla San Antonio, dominando a
el recuerdo de aquellos pastorclllos que hablan París. Esta Bastilla presenciará, durant» cuatro
sido castigados sin piedad. Pero esta vez los ;oe- siglos, los progresos de la burguesía, a quien ella
quei hacen un ensayo de disciplina y se sienten, debe, como misión primordial, mantener en or-
en au lucha, solidarlos de loa burgueses de París. den —en el orden feudal que la burguesía triun-
Para una clase que asciende, batirse es ya vencer. fante sustituirá por el orden burgués. La Bastilla
Esteban Marcel es tan representativo del empuje de Carlos el Prudente, construida al día siguiente
de la burguesía en el siglo XIV, porque no teme de un motín sofocado será destruida por una re-
esta batalla a la que el regente quiso arrastrarlo. volución victoriosa" (Rlbard. A.. Historia de Fran-
Pero el momento no ha llegado aún. SI la hur- cia, pái's. 58-61, Pondo de Cultura Económica,
gueaia francesa puede producir entonces perso- México, 1941).
de Lie ja oíreció, en 1458, el espectáculo de yor alcance fue la revolución hussita, que
una singular revuelta de los llamados tuvo a la vez el carácter de un movimiento
cluppelslagers, que habían tomado por religioso y de movimiento social. Al amparo
emblema un arado cuya efigie llevaban en de la reforma religiosa predicada por Juan
su sombrero, y que se quejaban de los Huss, y de una reacción nacional contra la
abusos del fisco y de la justicia feudal. aristocracia alemana, los campesinos che-
La insurrección en Inglaterra. "Las dos cos, coligados con la pequeña nobleza y
revoluciones rurales fueron la de los jor- conducidos por dos ilustres hombres de
naleros (travaüleurs) de Inglaterra, y la guerra, Ziska y Procopio el Grande, domi-
de los campesinos de Bohemia. La jacque- naron durante veinte años en Europa cen-
rte inglesa, provocada por la legislación tral (1418 a 1437). Crearon una democracia
opresiva, que decretaba el trabajo forzado puritana que proclamó la igualdad de to-
y la residencia obligatoria para los tra- dos los hombres, la liberación de las tierras
bajadores manuales, fue atizada poy las del yugo feudal y la secularización de los
predicaciones de misticos revolucionarios, bienes del clero; pero esta democracia se
dos pobres frailes, imbuidos de doctrinas perdió al sufrir la influencia del radicalis-
•wyclifistas (de John Wycliff, reformador re- mo extremista de la secta de los taboritas,
ligioso), llamados John Ball y Jack Straw. que decretó la revolución social absoluta,
Los propietarios que intentaron restablecer la abolición de todas las distinciones pro-
las corveas arbitrarias de los tenedores de venientes de la fortuna, del nacimiento y
tierras, lanzaron a éstos en el movimiento. de la inteligencia, la emancipación total de
El gobierno, al decretar bruscamente un las mujeres, la supresión de la propiedad,
impuesto progresivo a la decapitación, que del matrimonio y de la familia. En- una
afectaba a las clases pobres, produjo el palabra: el comunismo integral. La revo-
terrible incendio que hizo temblar de terror lución hussita, abandonada por la burgue-
a los poseedores. Un obrero de aldea, an- sía y la pequeña nobleza autóctona que la
tiguo soldado, llamado Wat Tyler, encabezó habían sostenido al principio, fue aplastada
a los revoltosos, que habían sublevado los en la batalla de Lipany, dejando el campo
condados del este, del sudeste y del norte. libre a la reacción feudal y a la servidum-
Straw y Ball fueron los teóricos de la re- bre.
volución; preconizaron, en nombre de la "Ella había provocado una inmensa efer-
Biblia, la expoliación, de la nobleza, del vescencia en el corazón de Europa hasta
clero y de la burguesía, la abolición de la en la Francia del Este, y sobre todo en
servidumbre y de todas las distinciones so- Alemania, en donde los paisanos se su-
ciales, la- igualdad de condiciones y la co- blevaron sin éxito, en Sajonia, en Silesia,
munidad de los bienes. Pero los rebeldes en Brandeburgo, en los países renanos
no tenían, en realidad, un programa co- (1432), en la Carintia y Estiria y hasta en
mún ni línea de conducta uniforme, y se Transylvania (1437). También en los paí-
limitaron a hacer suprimir las corveas se- ses escandinavos, donde los campesinos li-
ñoriales y la clausura de los prados co- bres de Suecia, unidos a la nobleza local
munales en algunas partes; en otras se y dirigidos por Engelbrechtson consiguie-
dejaban arrastrar por el pillaje y prácticas ron impedir insurreccionalmente el esta-
de anarquía. Dueños de Londres y del rey blecimiento de la servidumbre (1437-1440),
Ricardo II en un momento dado (13 y 14 y hasta se posesionaron del poder. En Di-
de junio de 1380), se dejaron desarmar por namarca, tres grandes jacqueries, desde 1340
la promesa de cartas rurales de emanci- a 1441, sólo consiguieron hacer más pesado
pación, la revolución se deshizo en algunos que antes el yugo de la aristocracia alema-
días, seguida de una represión sangrienta. na sobre el campesino danés, reducido a la
Satisfecha la realeza de haber anulado las condición de villano y luego a la más dura
concesiones que le fueron arrancadas por servidumbre" ( B <).
la violencia, se contentó con hacer ejecutar La insurrección en España. Los comune-
a los jefes revolucionarios, pero no tuvo ros de Castilla. Aunque desde el punto de
siempre la fuerza necesaria para detener vista cronológico no corresponde ubicar en
una reacción ciega. La calma fue resta- la Edad Media el levantamiento de las co-
blecida durante sesenta años. La corta munidades castellanas (año 1520) y el de
jacquerie de los campesinos de Kent, que los campesinos de Turingia (año 1525), am-
dirigió el aventurero Jack Cade (12 de ju- bos sucesos forman parte de las rebeliones
nio de 1350) no pudo alcanzar la misma urbanas, aldeanas y campesinas de que nos
gravedad que la de 1380, no obstante los hemos ocupado anteriormente. Son la ma-
excesos que cometió entonces en Londres. nifestación un poco tardía, pero inequívoca
Juan Huss y su reforma social. "Más
audaz todavía, de mayor duración y de ma- (54) Boissonnade, P., op. cit., pftgs. 407-410.
y singularmente vigorosa, en que se pro- extranjeros, porque en el reino hay gente
longa aquella rebeldia que empezó por ser belicosa, y para conquistar otros reinos, y
de los señores feudales contra los reyes, y porque no se piense de él que por descon-
que luego fue de los burgueses contra los fianza de los naturales tiene guarda de
señores feudales en las ciudades, y de los extranjeros..." "Que no se diesen a ex-
pequeños burgueses, artesanos y campesinos tranjeros dignidades eclesiásticas..., etcé-
contra el patriciado o alta burguesía en tera". Dejó don Carlos por gobernador a
las ciudades, aldeas y campos. su maestro Adriano, y cuando partió de
Esos dos episodos adquieren acentuada Coruña (20 de marzo), ya estaba revuelto
importancia, desde el punto de vista insti- todo el reino" (&).
tucional, porque nos han dejado por escrito La protesta surgió en Toledo, desde don-
la concreción de sus propósitos, que no di- de se envió a varias ciudades de Castilla
fieren fundamentalmente de los que mo- una comunicación, en la cual se solicitaba
tivaron las insurrecciones anteriores. Nos su concurso para lograr principalmente tres
ocuparemos de ellos por su orden crono- peticiones, que ya las Cortes habían formu-
lógico. lado: 1<?, que el monarca no se ausentara
Desde que llegó a la península hispáni- del reino; 29, que no se sacara del reino
ca para gobernarla, sin saber castellano, oro ni plata, y 3?, que el desempeño de
aquel príncipe educado en Flandes, y rey todo cargo público correspondiese a nativos
de España con el nombre de Carlos I —que y no a extranjeros.
ha pasado a la historia con la denomina- En algunas ciudades estalló una verda-
ción alemana de Carlos V—, se produjo un dera indignación contra quienes habían
divorcio irreconciliable entre el pueblo au- votado en las Cortes de Santiago y La Co-
ténticamente español y el gobierno extran- ruña en favor de los subsidios pedidos por
jero, cuya dinastía dio lugar a una corte el monarca; en Segovia se amotinó el
que siguió siendo extranjera, aún mucho pueblo y ahorcó al procurador Tordesillas
tiempo después de haber dejado de ser y a dos agentes subalternos. Además, Se-
flamenca. govia se comunicó con las demás ciudades
El quiste o, mejor aún, el abceso dinásti- acerca de estos asuntos.
co, coleccionó todas las impurezas del alma La rebelión cundió rápidamente, y se su-
española, en actitud de clase dominante y blevaron Zamora, Murcia, Guadalajara,
expoliadora, y consiguió anular las rebel- Salamanca, Burgos, Madrid, Toledo, Soria,
días colectivas, pero no logró abolir la dis- Avila, Cuenca, León, Toro y Ciudad Ro-
conformidad que habría de manifestarse drigo, adhiriéndose a las ya nombradas.
ininterrumpidamente en la protesta indi- Estas ciudades se pusieron de acuerdo y
vidual. trataron de armonizar su acción y de or-
El antagonismo entre las dos Españas ganizar fuerzas militares. Convinieron en
—la interior y la exterior—, la auténtica y reunirse en la ciudad de Avila, por su
la postiza, ofrece caracteres épicos, y su ventajosa posición geográfica y estratégica.
episodio más importante lo constituye el Allí se eligió una Junta encargada de di-
levantamiento de las comunidades caste- rigir el movimiento, y se designó jefe mi-
llanas. litar a Juan de Padilla.
La protesta se acentuó cuando el rey Car- El historiador Eduardo Ibarra dice que:
los I o, como se le llama habitualmente, "El programa o peticiones de los comuneros
Carlos V, emprendió viaje a través de Es- fue lentamente evolucionando; al principio
paña primero y desde el puerto de Coruña limitáronse a pedir al rey, principalmente,
hacia Aquisgrán, para ser coronado empe- que no proveyera en los extranjeros los
rador, después de su elección, efectuada en cargos públicos y que no saliera del reino
Francfort, el 28 de .junio de 1529. oro ni plata; los nobles, a quienes los con-
Desde que pasó por Valladolid, ofendiendo sejeros flamencos querían someter al pago
el sentimiento castellano con su ignoran- de tributos también se resistían a tolerar
cia del idioma y con los personajes flamen- esta medida; luego fueron agregando peti-
cos de su comitiva, las Cortes de esa ciudad ciones encaminadas a que en ,vez de ser
se manifestaron en una actitud de pruden- arrendado el cobro de los tributos, éstos se
te protesta y rebeldía, a la que luego se pagaran por encabezamientos, subsistiendo
sumó la de las Cortes de Santiago y de Co- los antiguos cupos de ellos, y ya en la
ruña. "Se pidió al rey, entre otras cosas, Junta de Avila se amplió el programa a la
«que cuando volviese a estos reinos fuese reglamentación de la casa real y sus gastos,
servido no traer consipo extranjeros, fla- el nombramiento de las dignidades ecle-
mencos, franceses, ni de otra nación para
que tuviesen oficio alguno que sea de cali- (55) Salcedo Ruiz, A., Historia de España, p4-
dad..." "Que no traiga gente de guerra glna 359. Ed. Calleja, Madrid, 1914.
siásticas por el Papa, la facultad de amor- nos de los epígrafes: II. "Capítulo de la
tizar bienes las iglesias y monasterios, y maña que el rrey n. S. or ha de hordenar
multitud ír particulares, constitutivos de su casa rreal"; III. "Para que Su al. quite
un completo y detallado programa para los consejeros de sy que hasta aquí ha te-
la total gobernación del reino. nido e los de adelante sean destos Reynos";
"Además, en 25 de septiembre de 1520, IV. "Para que Su al. quite a los oficiales
todas las representaciones de las ciudades de su casa"; V. "Los oficiales que han te-
firmaron un pacto de hermandad o co- nido cargo de la hacienda del Rey que
munidad, comprometiéndose a ayudarse hagan Residencia"; VI. "Que hagan resi-
mutuamente contra quienes atentaran a dencia los oficiales mayores y menores e de
sus privilegios o tratasen de alterar las le- las guardias"; VII. "Sobre las mercedes
yes del reino; de esta suerte, tomaba el que se han fecho de yndios y de la maña
movimiento un carácter político, de que en que de aqui adelante se an de tratar"; X.
sus comienzos había parecido carecer" ( & « ) . "Que a la casa rreal e principe e infantes
Con el fin de suministrar al lector los se den posadas e de la maña que han de
elementos necesarios para que pueda for- estar en ellas"; XI. "Que no se aposente
mar su propio juicio, damos a continuación syno la casa rreal e no otros algunos"; XIII.
información suficiente del documento que "Que no se vendan ni den por dinero al-
se redactó entonces, y que, con el nombre gunos oficios de que su magd. conviene
de Constitución política de las Comunida- proveer"; XIV. "Que no se den por dinero
des de Castilla, contiene in extenso las pe- los oficios de justicia e otros oficios públi-
ticiones, o mejor dicho exigencias, elevadas cos'; XV. "Que se hagan Residencia los
al rey Carlos I, o emperador Carlos V. del consejo e oydores de alcalde e otras
Aunque este documento no obtuvo vigen- justicias"; XX. "Que los oficios de oydo-
cia, porque los comuneros de Castilla fue- res e alcaldes no sean perpetuos"; XXI.
ron derrotados y exterminados en los cam- "Que los oficios no se den syno a natu-
pos de Villalar por el emperador Carlos V rales del Reyno"; XXII. "De la forma en
(Carlos I de Castilla), merece ser especial- que se ha de tener en el arzobispado de
mente recordado como el más completo 57de Toledo"; XXIII. "Para dividir el arcobis-
los que se conocen de aquél carácter ( ). pado de Toledo en tres obispados"; XXIV.
Consta de un prólogo y ciento ocho ca- "De la Residencia que han de hazer los
pítulos o cláusulas. En el prólogo, los co- oficiales e jueces de la corte e de la cru-
muneros de Valladolid consideran que es un zada e de la ynquisición"; XXV. "Que de
deber colaborar con el rey en aquello que los bienes confiscados o que se confis-
esté bien, y estorbarlo de todas maneras caren no se haga merced dellos a los jue-
en aquello en que estuviese mal, siendo su zes que en ellos juzgaren"; XXVII. "Que
intención, "que se mire el bien público su alteza no haga merced de dinero ni
destos Reynos y se remedien los agravios perlas ni joyas sin que primero vengan a
y esorbitancias pasadas, pues en esto con- su cámara"; XXVIII. "Del Rebocar de las
syste el servicio de Dios e de la rreyna e mercedes del capítulo anterior que no aya
rrey su hijo nuestros señores". confiscaciones de bienes syno en el delito
Los ciento ocho capítulos llevan epígra- de crimen legis o de heregía"; XXXIII. "De
fes, en los que se expresa su contenido, por la manera que se han de tomar las bulas";
ejemplo: "Capítulo que se sepa y averigüe XXXIV. "De la manera que han de Reynar
la enfermedad de la Reyna n. S. a e se los Reyes en el Reyno"; LIX. "Que sus Al-
cure". Se refieren a todos los asuntos de tezas se contenten con las rentas e otras
carácter político y civil que interesaban a cosas que llevan del Reyno sin pedir otros
la sociedad de entonces, y expresan clara servicios"; LXX. "Que las cibdades e villas
y enérgicamente el juicio de los comuneros del Reyno sin que tienen boto en Cortes
acerca de la conducta de sus reyes y la nombren sus procuradores e les den poder
voluntad de corregir sus excesos y desacier- libremente"; LXXI. "Que los procuradores
tos. de Cortes que en las Cortes se juntaren
Es demasiado extenso el documento para platiquen entre sy e que no se les de presi-
considerarlo en detalle, pero basta para dente"; LXXVI. "Que no se saquen gana-
apreciar su importancia, transcribir algu- dos del Reyno"; LXXVII. "Que no se sa-
que moneda ni oro del Reyno"; LXXIX.
(56) Ibarra, E.. España bajo los Austrias, pá- "Que se remita el castigo que las cibdades
gina 31, Ed. Labor. Barcelona. 1927. e villas del Reyno an hecho en algunos
(57) Documento inserto en la obra de Manuel procuradores"; LXXXIV. "Que los procu-
Dan vi la y Collado E! poder civil en España, t. 5, radores de Cortes se elijan por las comu-
pág. 200, Madrid. 1885. Figura una cop.a íntegra
en el lArchivo General de Simancas, sección Co- nidades sin embargo de otras costumbres
munidades de Castilla, legajo 6, íollo 4. que tovieron"; LXXXV. "Que los procura-
dores desta villa se conformen con los lión de las masas campesinas de Turingia,
otros del Reyno que sea en bien público que, bajo la dirección de Tomás Mün-
universal del Reyno"; LXXXVI. "Que lo zer (s»), se generalizó en marzo de 1525.
que se hiziere o ordenare en la junta se Había nacido en el Sudoeste de Alemania,
otorgue por vía de contrato yrrevocable"; y se extendió a Turingia, en donde Mün-
LXXXVII. "Que las cibdades e villas del zer tuvo su principal campo de acción.
Reyno que tienen boto en cortes se confe- Tomás Münzer había conocido a Lutero
deran e hagan unión para mantener e en Leipzig, en el año 1519, y se unió a él
sostener lo que se hiziere en la junta";
LXXXVIII. "Que de todo lo que se orde- (59) El escritor francés Agustín Hamon se re-
fiere a Tomás Münzer con estas palabras: "Tomás
nare en la junta se de noticia a la Reyna Münzer (1498-1525) se levanta frente a Lutero,
Nuestra Señora para que lo apruebe". y él, pequeño burgués, sacerdote, doctor en Teo-
Como resulta de la simple lectura de ese logía de la Universidad de Hall, presta al movi-
documento, el movimiento insurreccional miento el poder de su pluma, la elocuencia de su
palabra y el ardor de su fe.
de las comunidades castellanas, que em- "Es preciso —dice— atacar a la sociedad en su
pezó por ser de carácter político para la raíz, arrancar las causas del mal de la opresión
defensa de los antiguos privilegios de las y fundar la Iglesia del Espíritu Santo y de la li-
ciudades españolas y de las clases privile- bertad sobre bases sólidas. . La tierra es una he-
rencia común, de la que nos corresponde una par-
giadas, terminó por proponerse un progra- te, que se nos arrebata... ¡Devolvadnos, ricos cié
ma bastante completo y detallado, para la los siglos, avaros, usurpadores, los bienes que In-
total gobernación del reino. justamente retenéis!
El profesor Eduardo Ibarra trata de ha- "Inflamado por el amor al pueblo y a la huma-
nidad entera, y quizás llevado Inconscientemente
cer una revaloración del episodio, y se por el odio a los señores, uno de los cuales ha he-
expresa en los siguientes términos: "Des- cho dar muerte a su padre, Tomás Münzer no
apasionadamente juzgado este movimien- vive más que para lu realización de una Idea: la
to, representa la oposición conjunta de las liberación de los humanos. Soporta estoicamente
las persecuciones. Desterrado de una población
antiguas fuerzas políticas medievales (aris- después de otra, gracias a Lutero, pobre, anda
tocracia nobilísima y eclesiástica y oligar- errante seguido de su Joven esposa, que se halla
quías concejiles) contra el poder absoluto encinta. No piensa más que en una cosa, B\> Idersl:
de los monarcas, predominante ya en Flan- y no trabaja más que para su realización. Sus su
frlmlentos ni los sufrimientos de los demás mda
des y en Francia, en aquella época; así lo le importan. No vive más que para su obra, y los
patentizan sus reivindicaciones económicas folletos se suceden a los folletos, y ¡os discursos
y los sucesos de la lucha; tan sólo en tiem- a los discursos
pos recientes se dio a sus caudillos el ca- 'La felicidad del hombre se encuentra en la
misma vida, en la plena satisfacción de todos sus
rácter de representantes de las libertades derechos, de todos ¡os bienes de la Naturaleza, en
generales, desconocidas de sus contempo- la libertad y en la vida. Dios está en nosotros.
ráneos" ( 5t! ). Cada hombre es una parte de Dios. Todos los hom-
bros deben ser iguales. No hay siervos ni seño-
Todo eso es cierto, pero no lo es menos res: hay hombres, hay hermanos. Esta iKUOldnd
que- el extraordinario prestigio y la po- completa no puede conseguirse más que en ln
pularidad alcanzada por el levantamiento comunidad de los bienes y de los trabajos.
de las comunidades castellanas significa ".4 cada uno según sus necesidades y su posíbt-
íiííaá". decía. Esta doctrina la predicaba en nom-
algo más. Señala un aspecto particular de bre del Evangelio, y la apoyaba con textos del
este proceso generalizado en Europa, que mismo y de los padres de la Iglesia. A veces re-
en España se vincula íntimamente con la producía, en violentos acentos, las Imprecaciones
protesta genuina y popular contra la dinas- tle los cristianos contra los ricos.
"«Todos los señores son bandidos, son enemigos
tía extranjera. Un presentimiento instin- del pueblo, a los críales debe estrangularse cunnto
tivo advertía a los españoles auténticos antes».
el peligro que entrañaba para el pueblo "Estas elocuentes predicaciones son oídas por
hispano la formación de una casta gober- las muchedumbres, a los cuales sólo falta conven-
cer de su derecho a la insurrección ppra lanzarse
nante originariamente extranjera, y cuya a la conquisto de FU libertad Y lar multitudes
actitud de dominación reportaría luego la proletarias, unidas en la Confederación evaneéllca.
más absoluta insensibilidad e incompren- se sublevan. Tienen una carta, en la cual no re-
sión respecto dej pueblo gobernado. claman el comunismo, sino la simple extensión de
las propiedades comunales. Y lo que piden en prl
La insurrección de los campesinos ale- raer término, es la libertad. Tienen roca organi-
manes de 1525. Este período insurreccional zación, y para obligar a todos los aldeanos, sns
que históricamente contribuyó a destruir semejantes, a unirse a ellos, se disponen a aplicar
el poder político de los señores feudales y, una especie de excomunión, precursora directa dol
boycottage contemporáneo A cuantos permanez-
por consiguiente, a cerrar el ciclo del feu- can fuera de la Confederación, todos los hermano»
dalismo político y de la Edad Media, tuvo miembros de la misma se comprometen a no ven-
su último episodio importante en la rebe- der, ni a comprar ni a dar nada, a no trabajar
para ellos y a no prestarles ayuda de ningún gé-
nero. «!<>s consideraran como miembros muertos
(58) Op. cít.. pág. 35. de la sociedad» Los aldeanos han levantado la
en el movimiento de la Reíorma; pero sus agraria, fundada en el Antiguo Testamen-
estudios filosóficos y su contacto con la to, y cuando se dio cuenta que estaba pró-
secta de los anabaptistas lo apartaron de ximo el levantamiento general, se apresuró
aquel camino para conducirlo hacia la pre- a volver a la región en la cual tenía pro-
dicación de una reforma profunda de la fundo arraigo, y en la que habia iniciado
sociedad, impregnada de un puro senti- su obra de agitación, para ponerse a la
miento cristiano. Pronto chocó con Lutero, cabeza del movimiento revolucionario en
y se enfrentó con él resueltamente. Predi- Münster, de Turingia.
có en la frontera suizoalemana. La reforma Aunque fueron muchos los grupos que
participaron en aquella sublevación gene-
bandera de la rebelión. A ellos se han unido los ral, y no todos coincidían en la dirección
aventureros y los restos de las revueltas anterio- de sus actividades e impulsos, el verdadero
res. Las bandas son numerosas y diversos los jefes. núcleo del movimiento estaba representado
"Hay pastores, como Jacobo Wehe, el doctor por los aldeanos, quienes completaron su
Charistad, el maestro Lutero; pequeños burgue-
ses, como Jacques Rohrbuche, llamado Jacques, programa en doce artículos, cuyo contenido
que venga a su prometida, deshonrada por un se- se puede resumir así ( G 0 ):
ñor y por su lacayo, y nobles como Plorian Geyer "1° Se solicita el reconocimiento del de-
y Uoetz. Las bandas son indisciplinadas. Roban, recho que corresponde al pueblo de cada
incendian los castillos, los conventos; destrozan
y queman los libros, las cartas y los papeles, que comuna de elegir por sí mismo a su pastor
suponen instrumentos de su servidumbre. Por y revocar su nombramiento si su conducta
reacción natural, a la esclavitud impuesta los al- fuese reprensible; 2° Los campesinos acep-
deanos contestan con una licencia desenfrenada. tan pagar el diezmo del grano —no obstan-
Les gusta el vino que recogen para los señores.
Convertidos en sus propios amos, vacían las bo- te que habiendo sido instituido por el An-
degas de los castillos y de las abadías. Los nobles tiguo Testamento, fuera abolido por el
dan buena cuenta de ellos. A ninguno dan cuar- Nuevo Testamento—, siempre que sea re-
tel. Antes de darles muerte, muy a menudo tor- mitido al pastor para su manutención y
turan a los Jefes. Los campesinos, que primero se
limitaban a saquear las casas de los señores, con- la de su familia, debiendo el resto ser dis-
testan a su vez realizando sangrientas ejecuciones. tribuido entre los pobres y menesterosos.
La matanza es general. Se distingue la banda Jac- En cambio, se resisten a pagar el pequeño
ques, empujada por la negra hechicera Hoffmann, diezmo sobre el ganado, porque Dios lo ha
la entusiasta libertaria que se propone ahogar en
sangre el recuerdo de sus sufrimientos. creado para que los hombres gocen libre-
"«Los aldeanos no merecen aún ser'libres, pues mente de él; 3° "Hasta hoy —dicen los
no poseen la libertad Interior, sin la cual no es campesinos— se nos ha mirado como a
posible ningún derecho», decía con razón Tomás siervos, para los que se debe tener com-
Münzer, discurriendo respecto a lo que ocurría en-
tre los sublevados. No hay más que disentimien- pasión. Sin embargo, Cristo nos ha salvado
tos. Entre los jefes predomina la envidia. De cas- y redimido a costa de su preciosa sangre,
tas y de clases distintas, sus intereses son opues- vertida para todos, sin excepción alguna, lo
tos y reina el descontento entre ellos. Entran en mismo para el boyero que para el más
mucho las influencias femeninas. Además, los al-
deanos son niños mayores, a los cuales se engaña grande señor. Hemos nacido libres, según
fácilmente con buenas palabras. Los señores les la enseñanza que nos da la palabra de la
atraen, y una vez reunidos en gran número los Sagrada Escritura. Seamos libres, pues, sin
acometen y se muestran ^reconciliables. Jacques que pretendamos serlo totalmente y sto
y la Hoffmann son quemados vivos, o por mejor
decir, tostados. Atados a un árbol, como vacas a rechazar toda autoridad, cualquiera que
una estaca, son rodeados de haces de leña encen- sea. 4° Se proclama el principio de que
dida que les tuestan lentamente. Los nobles ven- todo pobre tiene el derecho de cazar los
cedores, sentados alrededor de las mesas, beben y animales silvestres y pescar, como también
cantan; la multitud de prisioneros, encadenados,
llora y ruega, puesta de rodillas. Jacques y Hoff- coger los frutos de las plantas para aplacar
mann mueren clamando venganza" (Hamon, A., su hambre". "Cuando Nuestro Señor creó
La revolución a través de los siglos, Ed. Tor, Bs. al hombre le dio todo poder sobre los ani-
Aires, 1943).
Es Interesante señalar-que la frase atribuida por males del suelo, los pájaros del aire y los
Hamon a Tomás Münzer: "A cada uno según sus peces de las aguas"; 5° Piden que los bos-
necesidades y su posibilidad", ha sido apenas me- ques vuelvan a la propiedad de las comu-
jorada en su redacción por el apotegma ruso, con nas, cuando sus poseedores, señores o
el que se quiere expresar un concepto definitivo de eclesiásticos, no las hayan comprado, y
Justicia: "A cada uno según sus necesidades; a cada
uno según sus aptitudes". Así se remonta a 1525 el piden que se reconozca a los campesinos
origen de esta fórmula, que pretende ser la última el derecho de tomar gratis la madera que
palabra en la materia, y que hemos ido encon- necesiten para construcciones o para leña;
trando a lo largo de los años en Saint-Simón y,
tomada de él, en el argentino Esteban Echeve- 6° Se quejan de las servidumbres, que cre-
rría. El jurista belga E. Plcard se refiere a ella cen y aumentan de día en día; 7° Declaran
como el producto de la tercera y última etapa en
la evolución del concepto de justicia sustentado (60) Beer. M., Hisioire genérale áu socialisme
en una finalidad de "bien social" (Picard, E., Le et des luttes sociales, t. 3, pág. 104, Les Bevues,
Droit pur, El. Flammarion, París, 1916). Paris. 1931.
no querer que los señores los sobrecarguen población, en el momento de fundarla y
de trabajos gratuitos; 8° Se quejan de los para que los pobladores conozcan a ciencia
excesivos impuestos que gravan ios escasos cierta la ventaja que se les ofrece. En ge-
bienes de los labradores; 9° Exigen el res- neral, los Fueros son municipales, y en
peto del Derecho escrito, y la contempla- ellos se establece por escrito el sistema de
ción de las circunstancias en cada caso en relación que el municipio mantendrá con
que se impone su castigo; 10. Piden que su señor o con su rey, a la vez que cons-
vuelvan a la propiedad de la comuna los tituye el cuerpo jurídico de la organiza-
campos y praderas que no se hayan com- ción social.
prado legítimamente; 11. Quieren que des- Los primeros Fueros, antes mencionados,
aparezca por completo el uso del llamado contenían escasas disposiciones, porque
"caso de defunción". Que las viudas y los aparecieron cuando recién comenzaba a
huérfanos no sean despojados de lo que les. desarrollarse el sistema de las autonomías
corresponde; 12. "Conclusión: Nuestro ar- municipales o comunales, y se advierte que
tículo duodécimo encierra nuestra con- su mérito es inferior a las leyes visigodas,
clusión. Si no se encontraran conformes a que nos hemos referido.
con la palabra de Dios uno o varios de Además de la legislación foral, de carác-
los artículos expuestos anteriormente, nos ter exclusivamente local, destinada a un
avendremos de buena voluntad a retirar municipio o comuna, van surgiendo Fueros
aquellos que se hayan demostrado estén que extienden su alcance a todo un reino,
en desacuerdo con esa palabra, siempre que como es el Fuero de León (1017 o 1020), o
se nos haga la demostración por medio de el de Collanza (1050), relativos al reino
la Escritura" («'). leonés el primero, y el segundo, no sólo a
leoneses, sino también a castellanos. El
7. LA DEMOCRACIA EN LOS FUEROS ESPAÑOLES Fuero Real de Alfonso X señala el mo-
mento de mayor significación en la histo-
Fueros y cartas pueblas. El Derecho me- ria jurídica de Castilla (1254-1255). Se tra-
dieval fue legislado en los Fueros, bajo la ta de un código orgánico y metódicamen-
forma jurídica de pacto, convenio y con- te ordenado, que comprende las principales
trato entre el señor y sus vasallos, pero los materias legislativas, no sólo como reflejo
Fueros escritos solían estar precedidos de del Derecho romano y del canónico, sino
un derecho consuetudinario, que tenía el también de la tradición jurídica española.
mismo origen y muchas veces igual auto- El Espéculo pertenece a la misma época, y
ridad conocido en España con el nombre es como un anticipo de las Siete Partidas.
de Fuero de Fazañas o Fuero de Albedrío. Castilla. Las Siete Partidas, o Las Par-
En realidad, Fuero es siempre privilegio tidas, es un cuerpo legislativo de singular
concedido o reconocido por el rey ,a sus importancia, que se empezó a redactar en
vasallos. Es de la misma naturaleza* jurí- 1256 y se terminó en 1263, con algún agre-
dica que las Cartas a que antes hemos gado o modificación en 1265. Ocupa, sin
hecho referencia, al ocuparnos de las ciu- duda, el primer lugar entre los trabajos de
dades en la Edad Media. En España tam- su naturaleza, en su tiempo, y no faltan
bién existieron Cartas, y llevaron ese nom- en él los preceptos destinados a señalar y
bre, como las Cartas Pueblas o Cartas de condenar toda desviación de la monarquía,
población, que se distinguen de los Fueros, o de cualquier otra forma de autoridad
propiamente dichos, en que estos últimos hacia la tiranía o el despotismo. La partida
constituyen un cuerpo de legislación para primera (tít. 19, ley IV) contiene la si-
ciudades ya formadas, que lo obtienen del guiente definición: "Ley tanto quiere dezir
rey o que lo imponen a éste, en tanto que como leyenda en que yace enseñamiento,
las Cartas Pueblas tienen por objeto fijar o castigo, escripto que liga e apremia la
las condiciones con que se va a formar una vida del hombre que no faga mal, e mues-
tra e enseña el bien que el hombre deue
(61) Acerca de la impresión producida en Eu- facer, e vsar: e otrosí es dicha ley, porque
ropa por este levantamiento campesino, nos in-
forma Edmund Burke en los siguientes términos: todos los mandamientos della deuen ser
"Cuando, en el siglo XVI, los anabeptistas de leales, e derechos, e cumplidos según Dios,
Münster hubieron llenado de confusión a Alema- e según justicia".
nia, con su sistema nivelador y sus bárbaras opi- En Castilla, el rey tenía la facultad de
niones acerca de la propiedad, ¿en qué país de
Europa dejó de causar alarma, con Justo motivo, dictar las leyes y de interpretarlas, esta-
el progreso de su íurla? A lo que más teme la blecía impuestos ordinarios (moneda fo-
prudencia, es al fanatismo epidémica, porque de rera, fonsadera, yantares, y en ciertos lu-
todos sus enemigos, es aquel contra el que menos gares marzadga o martiniega), y acuñaba
probablldades tiene de encontrar recursos" (Tex-
tos políticos, pag. 174. Fondo de Cultura Econó- moneda. Los tributos extraordinarios re-
mica, México, 1042). querían el voto de las Cortes. El rey nom-
braba a los altos funcionarios, a los jefes sólo podrá realizarlos el rey con el acuerdo
militares y a los gobernadores de distritos. de las Cortes, o Concilio, o Congreso, o, si
A él correspondia como un derecho fun- se quiere, Parlamento, que es el nombre
damental, la administración de justicia. adoptado luego en Inglaterra para el cuer-
Entendía, con jurisdicción exclusiva en po semejante. De esto resulta que el siste-
ciertos delitos especiales, y, en general, ma parlamentario inglés, difundido luego
juzgaba en última instancia, a más de ejer- por toda Europa, fue precedido, cronoló-
cer la facultad de gracia o indulto. gicamente, por el sistema que el reino de
El poder real no era absoluto. Necesitaba León consagró en el año 1188, y que había
el consentimiento de los representantes de adoptado en la práctica antes de 1020.
la nación y la consagración religiosa. Las Además, conviene hacer notar, de paso,
limitaciones y su ejercicio surgían de las que el Fuero de León aventaja a la Carta
costumbres y de ciertas ideas o principios Magna por su método de ordenamiento
difundidos en el pueblo y con los cuales se jurídico y por la precisión de sus disposi-
formaba una conciencia que era,indispen- ciones relativas a la administración de
sable respetar. Además, el gobierno estaba justicia, a la propiedad y a la inviolabilidad
muy descentralizado en diferentes fueros, del domicilio («-).
jurisdicciones y privilegios, que significaban Entre todos los fueros conocidos, acaso
otras tantas trabas para el ejercicio de una sea el más óreve, sobrio, preciso y com-
autoridad omnímoda. Por otra parte, los pleto el llamado "Código de Peralada", del
reyes nunca actuaban solos. Necesitaban año 1246. Su brevedad nos permite trans-
el concurso de los nobles y del pueblo para cribirlo íntegramente, y lo hacemos por
que sus actos tuviesen fuerza y validez. Por considerar de gran interés ofrecer al lector
último, las concesiones que los reyes de- un documento completo que, no tíbstant
bieron hacer a las ciudades o a las clases la modestia de !a población a la cual esta-
sociales de entonces, constituyeron impor- ba destinado, ofrece la ventaja de contenei
tantes limitaciones al poder real. disposiciones relativas a todos los asunto
El Fuero de León. El primer Fuero es- que en aquel tiempo fueron motivo de le
pañol que presenta los caracteres de un gislación foral.
ordenamiento juridicopolítico de naturale- Las 63 disposiciones o cláusulas del Có
za constituyente es el de León, de 1188, digo o Fuero de Peralada que van a con
otorgado ante las Cortes convocadas a ese tinuación, SP hallan precedidas de un brevi
efecto por el rey Alfonso IX, y que tiene preámbulo, que interesa consignar. Dic
la forma de PACTO POLÍTICO CIVIL entre el así:
reino y don Alfonso IX. "Empieza el Libro de la Cadena, la cen
Este documento, veintisiete años ante- turia de 1200, con acta recibida en po-
rior a la Carta Magna de Inglaterra, con- der de Poncio de Font, notario de la vill¡
tiene cláusulas en las que el rey reconoce de Peralada, a los 8 idus de noviembre di
la limitación de su autoridad por la vo 1246, en privilegio concedido a dicha villa
luntad del reino representado en las Cortes por el egregio señor don Jofre, vizconde de
por el arzobispo, obispos, magnates y apo- Rocaberti, señor de dicha villa, cual pri
derados de cada ciudad, y extiende su vilegio contiene las libertades y costumbre!|
aplicación a todos los habitantes del reino, siguientes" («): . M
sin perjuicio de administrar la justicia por Código de la villa de Peralada ( ). i. ^
el sistema de los pares.
Este Fuero de León contiene cláusulas (62) Según e! Fuero de León, dice el rey Ai-
relativas a la atribución de declarar la íonso IX: "He jurado que Yo ni nadie puede en-
guerra y hacer la paz, a la administración trar por fuerza en casa de otro". "Si e' dueño, !>
de justicia, a la inviolabilidad del domi- dueña o alguno de los que ayudasen a defender
la casa matasen a alguno de los agresores, no se-
cilio, a la propiedad y a la competencia de rán penados por homicidio, y nunca estarán obli-
los tribunales. Comienza con la solemne gados a responder por el tíaño que hicieren"
promesa, que hace el rey, de no declarar la (63) "Comensa lo «Lllfcre de !a Cedcnni In
centuria de 1200, ab acte rebut en poder de Pon
guerra ni hacer la paz "sino con el acuerdo de Font. Not de ¡a vila de Peralada. ais 8 idus
del Concilio de obispos, nobles y hombres de Novembre de 1246, en prlvllegl concertit a dita
buenos, por cuyo consejo debo regirme". vlla y síngulars de aquelia per lo Egre;;l S«ñor
En esta cláusula y en el encabezamiento Don Jofre. Bescomte cié Hochabertl. Sofior de la
dita víla, lo cual prlvllegl córate las llivertats y
del Fuero, el rey de León y de Galicia re- connuetxits seguents".
conoce ante las Cortes y ante la Nación (64) J. A. Güel! López, autor de Ensayo socio-
toda, que las leyes por él establecidas tie- lógico sobre un Código de la Edad Media, que con-
nen origen en un acuerdo, o pacto, o con- tiene el Código de Peralnda en su original catalán
y traducción castellana, precede el texto del mi*
trato políticocivil entre el rey y el reino, mo de la siguiente nota:
y que los actos más graves del gobierno "El original del documento conocido bajo el
51 señor de dicha villa y sus sucesores ha- vii. Que los litigantes tengan obligación
yan de jurar las prisiones, libertades y de prestar juramento de calumnia en la
costumbres en la forma en que dicho señor Corte de Peralada, conforme mandan las
las jura. leyes.
u. Que el juez y el baile sean elegidos viii. Que los oficiales de la Corte de la
por el señor de Peralada, buenos y aptos villa de Parelada, en el día señalado para
para regir y gobernar. causas, tengan la obligación de estar, y
ni. Que el juez que por tiempo sea ele- si alguno, durante dichas horas no asista a
gido deberá jurar; dentro de los jurados la Corte en dicho día, sea depuesto, a no
de la presente villa, que juzgará rectamen- ser que se haga constar sea por justo im-
te, según las costumbres y libertades de la pedimento, sobre cual impedimento se le
villa de Peralada, y a falta de éstas, según hará jurar.
las leyes quieren y ordenan y mejor sea ix. Que cualquiera pueda ser compelido
visto; y si escientemente o con dolo juz- a servir de testigo en la Corte de Peralada,
gare mal, será removido del oficio de juez, en la conformidad que exigen las leyes, con
y en su lugar nombrado otro por el señor. tal que antes sea rogado por la parte que
iv. Que el baile deberá, al ser elegido, la produzca en testimonio, y compelido por
jurar delante de los cónsules de la dicha la Corte para que le preste.
villa usar bien y lealmente de su oficio de x. Que los que no quieran prestarse a
baile, y no ir contra las costumbres y dar testimonio, podrán ser -compelidos de
libertades de la dicha villa, y que no vejará tal manera a dar aquél, que al que se opu-
a sus habitantes; y que si el baile faltare siere se le cierren las puertas de su casa
a dichas costumbres y libertades, sea re- con dos clavos, y de uno a otro atado con
movido de su puesto y otro en lugar de un poco de cuero, y las tales puertas le
aquél por el señor subrogado. estén cerradas hasta que preste dicho tes-
v. Que los nuncios deben jurar ante el timonio; y si el tal abriera las puertas an-
juez y el baile de dicha villa que llevarán tes de hacer testimonio, pague por ban y
bien y lealmente su oficio, y que no irán pena cinco sueldos condales por cada vez
contra las costumbres, usos y libertades que la puerta abriere; si, empero, no tu-
de aquélla, no oprimirán injustamente a viese casa, sea arrestado en la Corte, hasta
nadie, y cumplirán diligentemente los man- haber dado dicho testimonio; y si no qui-
datos del juez y del baile, y que en caso de siere prestar tal testimonio, ni cumplir el
ir contra las libertades, usos y costumbres arresto, sea ejecutado por valor de cinco
de la villa, sea incontinente removido y sueldos cada vez, en cumplimiento del ban;
•otro idóneo subrogado. y si ya lo hubiere sido, comparezca ante el
vi. Que los abogados, según forma de la juez, quien con mayor pena le compela,
ley, jurarán patrocinar las causas sin ca- según el hecho y atrocidad del delito, para
lumnia, y antes de prestar dicho juramen- el cual sea compelido en testimonio.
to no sean admitidos. xi. Que las dilaciones, ferias y asigna-
ciones de ocho días que hasta aquí se han
nombre de El Código de Peraleda ha desaparecido. usado en la Corte de Peralada, sean in-
Testigos oculares aseguran haber • existido 011 el
archivo de la casa de la villa un libro de cubiertas violablemente observadas, a no ser que por
de pergamino muy deteriorado, y al que faltuban otro estatuto fueran aquéllas innovadas.
muchas páginas, en el que constaban estos privi- xii. Que al año, si no media justísima
legios; era conocido por el Libro de la Cadena, por causa, deben terminar las causas en la
estar sujetado por una de hierro. Esta obra dfs-
apareció hace muchos años, sin que haya sido po- Corte de Peralada.
sible saber su paradero. Una copia del mismo, de- xin. Que la prescripción menor de 30
bida a mano devota, sirvió de modelo a H que años en las cosas inmuebles, no sea admi-
está en una vitrina de la biblioteca de los actua- tida en la curia de Peralada.
les señores de Bocaberti, condes de Zavallá y de
Peralada. Es ésta, copia simple, en papel de barba, xiv. Que la legítima sea dada a los hi-
«In filiación ni descripción bibliográfica del ori- jos de Peralada, según disponen las leyes.
ginal, escrita en tinta de color, ya en algunas lí- xv. Que quien confiese la deuda tenga
neas borrosa, la que ha servido de modelo para
este estudio; y es todo el recuerdo que queda del diez días para pagar y ajustarse con el
régimen político de aquel pequeño Estado, para acreedor, sin caer en pena alguna; si, em-
gloria de los señores que con tales principios go- pero, pasados los diez días el acreedor, por
bernaron y del pueblo que de tales libertades gozó segunda vez hiciere querella a la Corte,
•n época tan remota.
"Aunque fuera quizás más propio de esta com- exija del deudor dos sueldos por libra;
pilación el título de Privilegios o Costumbres, lo esto tan solamente tenga lugar con los
citamos como El Código de Peralada por haber habitantes de Peralada; los forasteros,
ya sido usada esta denominación, y ser general- empero, después de la primera, sin esperar
mente por tal titulo conocida" (Güell López, J. A..
Ensayo sociológico sobre im Código de la Etlad segunda, paguen la antedicha multa a la
Media. Kd. Tipografía L'Avenc, Barcelona. 1901). Corte.
xvi. Que si el confeso en juicio no pa- xxiv. Que el salario del juez lo debe
gare dentro de los diez días, como está es- pagar el señor de Peralada; y los litigan-
tablecido, sea compelido a pagar la can- tes, en la Corte, por aquel salario que de-
tidad debida por él al dar prenda mueble ban pagar el tercio o justicia, como se ha
o semoviente, siendo la tal prenda de ma- dicho, a razón de dos sueldos por libra al
yor valor que la que deba al acreedor, o juez, esto es, cada uno por mitad.
a la Corte, la cual prenda tenga el acree- xxv. Los habitantes de Peralada son
dor o la Corte por espacio de diez días, libres de lezda y peaje por toda la tierra
pasados los cuales sea aquélla entregada sujeta al señor de Peralada, excepto la
al acreedor en satisfacción de la deuda, o lezda del trigo vendido en día de mercado.
bien, vendida en la Corte por su justo pre- xxvi. Toda prohibición (ban) o estatuto
cio. nuevos en la villa de Peralada se han de
xvii. Que el reo condenado por el juez hacer con consentimiento de los cónsules
pague a la Corte tan solamente la can- de dicha villa.
tidad de dinero en que sea condenado, o, xxvii. Los habitantes de la villa de Pera-
según estimación del honor, a otra servi- lada son libres de pagar intestia y exor-
dumbre o hecho por él pedido, cual esti- quia.
mación sea hecha mediante juramento. xxvni. Los habitantes de la villa de Pe-
xvm. Que si el actor y reo transigieren, ralada son libres de forsa, mutuo, coacto,
el que sucumba pague a la Corte dos suel- fogaje, boalaje, modenatge, repinyaduras,
dos por libra de la cantidad por él exigi- pallas, llenyas y otras cosas, y de toda mala
da, o según la estimación de la cosa, ser- o prava exacción.
vidumbre o hecho, teniendo en conside- xxrx. Ningún habitante de Peralada pue-
ración la estimación que él mismo haga de ser obligado por el señor ni sus oficiales
mediante juramento. a hospedar a nadie en su casa, no querién-
xix Que si el actor y el reo transigie- dolo él.
ren, el reo pague a la Corte el tercio de xxx. Que si algún habitante de Peralada
la cantidad que entregue al actor por causa se quisiere ir de la habitación de dicha
de dicha concordia o de la estimación del villa a otro lugar, que le sea lícito hacerlo,
honor, servidumbre o hecho por él deman- con todas sus cosas, libremente y sin im-
dado, entregará al actor por causa de con- pedimento del señor.
cordia, y entonces, de la estimación del xxxi. Pueden los habitantes de Peralada
honor, servidumbre o hecho, sea deducida presentes y venideros apacentar sus reba-
la cantidad que hubiere recibido del actor, ños por las tierras del vizconde y otras del
y del resto pague el tercio a la Corte, re- señor de Peralada, a no ser que aquellos
servándose la estimación al reo, mediante pastos pertenezcan a otros.
juramento en el modo susodicho. xxxii. Que los aluviones en Peralada no
xx. Que el actor que, después de haberse son del Sor, sino de aquellos a quien fue-
personado en juicio con el reo ante la ra antes.
Corte, remitiere graciosamente lo que de- xxxiii. Que en la villa de Peralada ha-
mandaba, o de cualquier otro .modo desis- yan dos medidas llamadas mitjeras, una
tiere de la causa, pague a la Corte dos suel- para las ventas y otra censal, y aquel que
dos por libra de la cantidad demandada, o contra dichas medidas falsificare, pague
del honor, servidumbre u otra demanda, he- por pena cincuenta sueldos.
cha la estimación por él, bajo juramento, xxxrv. En la villa de Peralada el vino
en el modo susodicho. debe ser medido con la medida vasa de la
xxi. Que si el señor de Peralada tuviese Corte.
pleito con algún habitante de la presente xxxv. Todo cuanto deba pesarse en Pe-
villa, aunque- el tal habitante sea conde- ralada con romana, debe serlo con la de la
nado no deba pagar a la justicia en con- Corte, cobrando el señor un dinero por
cepto de tercio a la Corte, ni dar al juez cada pesada, pero esto sólo de los foras-
salario alguno por los procedimientos de teros, pues los habitantes son libres de pa-
aquí surgidos. gar y pueden pesar libremente.
xxii. Que el baile no exija de los litigan- xxxvi. Que la libra, media libra, cartón
tes cosa alguna por la razón de retrodéci- y otros pesos y medidas sean tenidos y
ma; antes bien, se deba contentar con la obligados de comprarlos con los pesos y
retrodécima que por derecho corresponde medidas de la Corte, y que aquellos que
al señor. falsificaran o tuvieren falsos pesos, balan-
xxiii. Que el juez y todos los demás ofi- zas o medidas, pague por multa veinte suel-
ciales de la villa de.Peralada no puedan dos.
exigir salario de los habitantes de dicha xxxvii. Que el baile y los cónsules de
villa. dicha villa puedan reconocer los pesos y
medidas que ni el baile ni ningún otro dor principal bajo fianza de algún habitan-
oficial sólo pueda examinar aquellos sin te de dicha villa.
asistencia de los cónsules de dicha villa. XLVII. Que las ventas, donaciones y ena-
xxxvin. Que el Sor de Peralada no pue- jenaciones que el señor de Peralada, Ber-
da hacer mudar la mesa de la carnicería, nardo de Navata, María su madre y Ar-
de la pescatería ni otras del lugar donde naldo de Navata hicieron a la Universidad
habían estado. de Peralada hasta el presente, valgan petT
xxxix. Que los corredores deben jurar de petuosamente.
cumplir bien y lealmente su oficio, y que XLVIII. Que los testamentos hechos anti-
por su salario no puedan exigir más que guamente e.n la villa de Peralada tengan
seis dineros por libra. tanta fuerza y valor, aunque no sean con
x¿. La ejecución de bienes (escortinis) siete testigos, y que los testamentos y co-
deberá hacerse bien y fielmente, sin inju- dicilos que en adelante se hagan, puedan
ria, de aquellos a quienes se hiciere con hacerse delante de cuatro testigos y el
asistencia de uno o dos cónsules, si llama- notario público de Peralada; sin embargo,
dos por la Corte quieren asistir. los testamentos solemnes deben hacerse
xu. Que en los contratos, donaciones in- con las solemnidades que la ley exige.
tervivos, por causa de muerte, de dote es- XLIX. Los actos de inmunidad que con-
timada o inestimada, dé donaciones por cedieron a los habitantes de Peralada, Ra-
causas de nupcias, de legados, testamentos, món de Peralada, Bernardo de Navata,
permutas, cambios, divisiones de cosas he- doña María su madre, y Arnaldo de Navata,
reditarias o comunes, y en las concordias, deben ser trasladados y escritos por Pons
el señor de Peralada ni otro alguno directo de Pont, notario público de dicha villa, al
de aquellas posesiones, de cualquier con- "Libro de la Cadena", y tener tanta fuerza
dición que sean los tales señores, no pueden y valor como si estuvieren allí los mismos
exigir luismo, ni foriscapio, ni en las con- originales.
tratas se necesita el consentimiento y fir- L. El señor de Peralada y su baile, en
ma del señor. Queda exceptuado el con- caso de aceptar fianza por alguna quere-
trato de permuta y cambio, en el cual al- lla, deben manifestar la persona y la cau-
guno entregue cierta cantidad, en el cual sa de dicha querella.
otro diere alguna cantidad de dinero que LI. Si alguien hiciere amenaza de matar
valga más, por ésta se pagará foriscapio a otro o de dañarlo, o tuviera sospechas
solamente. de que aquel tal le hará daño, pueda el tal
XLII. Los habitantes de la villa pueden manifestarlo al señor o a la Corte, y pres-
vender sus propiedades sin denunciarlo al tado por él el juramento que la Corte dis-
señor directo, a menos que la venta se ha- pusiera, obligar (la Corte) a aquél que ha-
ga a algún militar o eclesiástico; tampoco bía manifestado, a dar garantía a la Corte,
el señor directo podrá ser preferido al com- con prendas, garantías o idóneas poseslo-
prador. .nes, que no dañará a aquél ni a sus cosas.
XLIII. El poseedor de cualquier propie- LII. El señor de Peralada ni sus oficia-
dad puede imponer sobre una propiedad les no podrán detener a aquel que en el
igual censo como el que paga al señor di- acto preste fianzas idóneas de estar a lo
recto por razón de ella, sin que por dicha juzgado, y diere seguridad, con idóneas
imposición sea debido foriscapio al posee- garantías, de estar a lo que disponga el
dor de la propiedad. Derecho, sino en los casos o crímenes que
XLIV. Si algún forastero hiciere injuria más adelante se dirán.
corporal a un habitante de la villa, el señor un. Quienquiera, dentro de los muros
de ella no puede guiar a aquél sin volun- de la villa de Peralada, que tire de la daga
tad del que haya sido injuriado, y si dicho o cuchillo contra otro, pague al señor la
habitante se vengara, el señor de Peralada pena de sesenta sueldos condales, y si no
no puede reconvenirle ni castigarle. se puede pagar, pierda la mano.
XLV. Es costumbre en la villa de Pera- LIV. Ningún privado ni extraño ni el señor
lada que cualquiera pueda guiar al deudor de Peralada tienen derechos de pastos pa-
de otro, en sus cosas, en la entrada y salida ra sus ganados en tierras y posesiones que
de la villa. estén dentro de los términos de Peralada.
XLVI. Es costumbre en la presente villa LV. El señor de Peralada, por guerra su-
que las cosas de los forasteros que se en- ya, de sus caballeros u hombres, tiene de-
cuentran en poder de algún habitante de recho de hueste y cabalgada en dicha villa,
Peralada, el señor de la villa ni su Corte pero para otras guerras no podrá sacar los
no las pueden detener ni embargar a ins- hombres de la villa sino por un día, re-
tancia de algún extraño, a menos que el gresando a la noche.
forastero de quien sean las cosas fuese deu- LVI. Que aquel o aquella que sean en-
centrados en adulterio, no pueden ser mo- pena justa; y si no se encontrare al cul-
lestados, sino que debe bastar la pena ya pable, debe apoderarse la Corte de la fian-
instituida; es, a saber: que siendo sor- za por él prestada como anteriormente se
prendidos, se ajusten con la Corte, o co- ha dicho.
rran por la villa, como era costumbre. LXII. En los casos que es permitido dar
LVII. Que los hombres que habitan en tortura, deberán ser invitados, para asistir
Peralada, y los que en lo sucesivo vengan a ella, dos cónsules, y en caso de no asistir,
a habitar en dicha villa, no pueden ser podrá hacerse delante del juez del baile y
obligados, ellos ni sus bienes, a redimirse de del notario.
sus señores. LXIII. Cualquier habitante de Perala-
LVIII. Que no puede hacerse querella a da, lícitamente, podrá ejercer su oficio, sin
instancia del fisco contra algún habitante que el señor ni otra persona pueda impe-
de Peralada sino en nueve casos o críme- dírselo; exceptuándose la escribanía, que
nes, a saber: robo, incendio, homicidio, tala debe ser sola".
de árboles y frutos, falsificación, malefi- El Fuero de Vizcaya. La historia institu-
cios o hechicerías, mutilación, rapto de cional de España presenta más de un acto
vírgenes u otras mujeres, y violación; en de naturaleza constituyente, registrados en
los otros crímenes, empero, no puede ha- su legislación foral de los siglos xn, xm,
cerse querella sino habiendo instancia de xiv, xv y xvi.
parte o legítimo acusador; no puede enta- Acaso el más interesante de ellos fue la
blarse querella a sola instancia de la Corte. reunión celebrada el 5 de abril de 1526 por
LIX. Cuando haya de hacerse querella el pueblo vasco de Vizcaya, bajo el árbol de
contra algún habitante, el tal querellado Guernica. Reunidos el corregidor del seño-
debe ser llamado por la Corte, y no puede río, numerosos caballeros e hijosdalgo, y los
ser detenido por los oficiales; si aquél diere representantes de sus Consejos y Anteigle-
entonces garantía, no podrá ser detenido y sias, estando presentes dos escribanos de
preso si haya dado idónea garantía. sus majestades, de todos sus reinos y del
LX. Cuando algún habitante haya de ser señorío, dijeron: "Que entendiendo en las
detenido y preso, sólo si es persona vil o de cosas cumplideras al servicio de Dios Nues-
mala fama entrará en la cárcel; mas si tro Señor, y de sus majestades, el empera-
es hombre de bienes o de buena fama, no dor rey don Carlos y reina doña Juana, su
podrá ser encarcelado, sino sujeto con gri- madre, nuestros señores, y a la buena ad-
llones; se le pondrán guardas de una o ministración de justicia, bien, paz y sosiego,
más personas, según la gravedad del de- y quietud, de los dichos escuderos, caballe-
lito y la nobleza de la persona, debiendo el ros, hijosdalgo, y de todos los moradores de
tal preso y sus guardas ser proveídos de este dicho señorío y de su buena goberna-
comida y bebida mientras esté preso, de- ción, y teniendo en cuenta que el Fuero fue
biendo el tal preso proveer [¿costear?] la antiguamente escrito, en tiempos de zozo-
comida y bebida mientras dure la prisión. bra sin la quietud necesaria, intercalándose
LXI. Si alguien, por caso fortuito y sin en el mismo leyes innecesarias, existiendo
dolo, hiriere a otro mortalmente o no mor- otras que no se practicaban, y que, por otro
talmente, si se probare el tal caso ser for- lado, otros usos y costumbres que son nece-
tuito, en ninguna manera puede la Corte sarios no están insertados, y sólo por cos-
proveer contra aquél ni contra sus bienes; tumbre se practican, a fin de evitar pleitos,
si empero, hiciere la tal herida con dolo, confusiones y diferencias, convenía quitar
por riña o por ánimo deliberado, si la tal del Fuero lo superfluo e innecesario y aña-
herida fuese mortal (lo que se puede sa- dir al mismo lo que por sus usos y costum-
ber por el médico), entonces se puede de- bres se practicaba".
tener al delincuente con grillos o preso, Para efectuar esa reforma del Fuero,
según se ha dicho anteriormente; y si el acordaron en esa Junta nombrar personas
tal herido curase, sea absuelto; si empero de "letra y conciencia" para que "sobre ju-
muriere de la herida, castigado con pro- ramento que hiciesen, que bien y fielmen-
porcionada y justa pena; si empero la te, sin parcialidad alguna, mirando sólo al
herida es leve y no mortal, entonces el que servicio de Dios y de sus majestades, y a la
la hubiere hecho sea obligado a dar fianza buena gobernación de la tierra, y a la bue-
de presentarse al arbitrio del juez; y luego na administración de la justicia, con mucho
que el herido curase, el delincuente y la celo del bien y paz de los vecinos y mora-
fianza que hubiere dado a la Coi te queden dores de Bizcaya, entenderían en dicha re-
totalmente absueltos. Empero, si el dañado formación" («5).
quisiere, pida al delincuente en virtud de
la ley Aquilia; si, empero, muriese de la (65) Otaegui. T. Derecho ¡oral de Vizcaj/u. pá-
herida, se deberá imponer al culpable una gina 46, Bs. Airi-s. La Baskonia. Las dispo.su lonos
Según la ley primera del titule primero lalaciones de Derecho local. Los primeros
dei Fuero de Vizcaya, "los vizcaínos habrán fueros figuran con el nombre de Fueros de
de Privilegio y de Fuero y uso y costumbre, Sobrarbe, cuyo contenido se ignora.
que cada cuando que el señor de Bizcaya En el privilegio que Alfonso I dio a Tu-
sucede nuevamente en el dicho señorio, dela y a oíros treinta pueblos en 1122, apa-
ahora sucede por muerte de otro señor que rece io siguiente: "Yo Alfonso doy y con-
de primero era, ahora por otro título cual- cedo a todos los pobladores de Tudela y ha -
quier que sea, que> el tal señor que así nue- bitantes en ella, en Cervera y en Galipiezo,
vamente sucede en el dicho señorío, siendo aquellos buenos fueros de Sobrarbe, para
ae 14 años, haya de venir en personaba Biz- que los tengan como los mejores iníaazo-
euya, y hacerle sus juramentos y prometi- ues üe mi reino; para que sean libres de
mientos, y .confirmarle sus privilegios, y Lodo servicio, peaje, usaje, pedido u oirá
usos y costumbres, franquezas y libertades obligación para conmiyo y todo mi linaje,
y lucros y tierras y mercedes, siendo re- excepto hueste o lid campaña o sitio de
querido para ello por los bizcamos, y si no algún castillo rnío o cuando los míos estén
viniere durante el año, no se respondan a injustamente sitiados por mis enemigos, en
dicho señor, ni a su tesorero, ni recaudador cuyos casos estarán allí conmigo con pan
con los derechos y censos que tuviere sobre para tres días, y las expensas".
la villa y caseríos, y en el entretanto, si su La compilación de tiempos de Teobaldo I,
señoría enviase mandamientos y provisio- que se llama Fuero general de Navarra, lleva
nes, sean obedecidos y no cumplidos. Si al Irente un epígrafe, en el que se confiesa
fuera menor de 14 años, jurará en su Cor- recordar allí a los fueros de Sobrarbe. El
te, con sus administradores, teniendo la primero de los fueros que figura en esa
obligación de llegado a esa edad venir a compilación es de "alzar rey", y el último
Bizcaya y confirmar su juramento". el fuero ae Tudela. Más tarde, esta compi-
Del texto transcripto resulta que el título lación fue calificada de Fuero de Sobrarbe.
de señor de Vizcaya no era exclusivamente En realidad, parece que los fueros de So-
hereditario, con lo que se hace posible el brarbe fueron inmunidades y coiicesioues
sistema electivo, tradicional en el pueblo privilegiadas de. los infanzones, y el rey Al-
vasco para su designación. fonso I les llama fueros buenos, porque ése
También interesa llamar la atención era el nombre que se daba a los privilegios
acerca de los derechos que el pueblo vasco especialmente concedidos a los infanzones.
se reserva de obedecer y no cumplir los Entre los fueros municipales de Aragón,
mandamientos y provisiones del señor. se hallan los de Jaca (1063, 1135, 1187; hay
No está de más dejar constancia de que otro fuero extenso de Jaca, del siglo xm,
el Fuero de Vizcaya de 1526 prohibe el tor- obra privada), Tudela (1129, 1130, además
mento, la confiscación de bienes, la prisión del de 1117), Calatayud (1131), Daroca
por deudas y la violación de domicilio, co- (confirmado en 1142), Alfarnbra, Teruel
mo asimismo toda privación de libertad sin (1176). Hay además Cartas Pueblas o Pri-
mandamiento de juez competente, salvo el vilegios breves, como los de Santa María
caso de flagrante delito. Dice la ley 26 del de Alquézar (1075), el de Zaragoza (1118)
titulo XI: "Que ningún prestamero ni me- y el de • elchite (1116). En el preámbulo
rino ni ejecutor alguno sea osado de pren- del privilegio que don Alfonso II concedió
der a persona alg.una sin mandamiento de a Jaca (1187), se dice que de Castilla, de
juez competente, salvo el caso de infragan- Navarra y de otras tierras solían venir a
te delito. 31 así sucediera, y juez compe- Aragón para aprender buenas costumbres
tente ordenara la libertad, se le suelte, y fueros, y trasladarlos a sus lugares.
cualquiera que sea la causa o deuda por Tiene carácter de legislación general pa-
que está preso". ra Aragón la compilación de 1247, aprobada
Aragón. Los orígenes del remo ae Aragón en las Cortes de Huesca y promulgada por
y sus primitivas instituciones han sido os- don Jaime I. En el proemio se habla de
curecidos por la leyenda, y es muy difícil fueros anteriores de Aragón, contenidos en
(lar precisión histórica a los datos sumi- escritos de sus predecesores (Foros Arago-
nistrados por ésta. Se cree que en tiempo nom prout ex variis predecesorum nostro-
de Jaime I había ya fueros escritos y com- rum scriptis cpllegimus). Al final de ese
proemio aparece una declaración, según la
zontenldas en el Fuero de Vi-'-ca-^a de 1528 cons- cual cuando estos fueros no bastasen se
Jtuir.n el Derecho cor.suetudinario del pueblo viz-
caíno, reconocido sucesivamente por el rry don Al- recurra al sentido natural o a la equidad.
fonso el Sabio en 1272. por las pr.meras leyes es- Esta compilación fue siendo completada
critas del señorio üc) alio 1342, rn que clon .Juan hic?TO. en 1547 y 1552.
Nüñoz de Lara convocó a los vizcaínos 'i junta
general, y por los primeros fueros que la junta pe- En Aragón, la autoridad suprema residía
neral resolvió consignar, por escrito, en 1452. en el rey, pero estaba limitada por las Cor-
tes y el justicia. El rey ejercía el poder eje- cialmente política» (Marichalar y Manri-
cutivo por sí solo; el legislativo en unión que) . Se trataba, pues, de abusos de auto-
de las Cortes, a las cuales convocaba y pre- ridad o injusticias, que afectaban al Dere-
sidía; el judicial se resumía en él, que ad- cho público.
ministraba justicia personalmente o por "La función legislativa de estas asam-
jueces en su nombre. Era el jefe supremo bleas tuvo más importancia que en Casti-
del ejército, daba y quitaba los honores y lla, porque en Aragón nunca legislaban los
caballerías a los nobles, dictada las orde- reyes sin las Cortes. Sólo se cita como ex-
nanzas municipales, y en todos los asuntos cepción una ley de usuras de Jaime I, que
intervenía su autoridad. Al ocupar el trono se extendió de Cataluña a Aragón, sin que
prestaba juramento de guardar los fueros, las Cortes lo acordasen.
y recibía el juramento de fidelidad de las "Como en Castilla, tenían las Cortes en
Cortes. En las Cortes de Calatayud de 1461, Aragón la facultad de otorgar los impuestos
se dispuso que el juramento lo prestara el extraordinarios. El monedaje, las cenas de
rey en manos del justicia, cuatro diputados presencia, etcétera, eran de fuero, pero
y tres jurados de Zaragoza. otros impuestos necesitaban ser concedi-
Las Cortes debían celebrarse todos los dos por las Cortes. Esto se observó como
años en Zaragoza, según lo establecido por costumbre hasta que se convirtió en ley de
el Privilegio General de 1283. En 1307 se las Cortes de Calatayud de 1461, las cuales
dispuso que se celebrasen cada dos años en declararon que no se podría imponer por
el lugar donde el rey indicara. Se compo- nadie tributo nuevo sin consentimiento del
nían de cuatro brazos (estamentos), en vez rey de los cuatro brazos. Al principio no se
de tres como era costumbre en aquel tiem- concedía dinero sino fuerzas militares, des-
po. Los formaban el clero, las universidades pués se concedió «empréstame a buen tor-
o municipios, la nobleza de primera clase o nar». Las Cortes de 1376 contestaron a Pe-
ricoshombres y la nobleza de segunda clase dro IV que para sacar dinero acudiera a las
o caballeros. Eran presididas por el rey o el alhajas de moros y judíos, porque los ara-
justicia, o el lugarteniente. Este último fun- goneses cristianos sirvieron y debían servir
cionario era una especie de primer ministro siempre con sus cuerpos al rey y a la patria.
o virrey, delegado del rey y encargado de Pero ya en Cortes de c1383 se concedió se-
cumplir sus órdenes. senta mil florines" i'« ).
Cada uno de los brazos que formaban la La magistratura del justicia de Aragón.
Corte se reunía por separado y para comu- La más típica institución aragonesa fue la
nicarse y ponerse de acuerdo, designaban del justicia, funcionario de carácter judi-
tratadores. El monarca también nombraba cial, cuya jurisdicción —según Zurita, ci-
sus tratadores, ante quienes se elevaba tado por Minguijón— era "como muro y
cualquier proposición proveniente de los defensa contra toda opresión y fuerza, así
cuatro brazos; por acuerdo de sus tratado- de los reyes como de los ricoshombres". Re-
res, y si todos los tratadores y el mismo rey cién en el siglo xm hay noticias claras del
estaban conformes, quedaba el acuerdo pa- justicia como un funcionarlo que sigue a la
ra ser definitivamente aprobado en la re- curia del rey, que examina y oye las causas
unión general del día del solio. ante el monarca o por orden suya y que
"Todos los que formaban parte de las promulga la sentencia que la curia le or-
Cortes podían disentir, y bastaba el disenti- dena (<").
miento de uno solo para impedir un acuer-
do. Pero había asuntos que se votaban por (66) Mlnguljón Adrián. S., Historia de! Dere-
mayoría, como eran la resolución de los cho español, pág. 258, Ed. Labor. Barcelona, 1933.
greuges y el nombramiento de tratadores. (67) A. Giménez Soler explica el origen de esta
magistratura en ¡os siguientes términos: "Cuando
Mediante estos últimos se salvaba, pues, el el rey Juagaba no estaba solo, sino rodeado de no-
requisito de la unanimidad, que sin ellos bles y ciudadanos. A este séquito o acompaña-
parece que hubiera sido difícil de obtener miento se le llamaba curia. La curia era tribunal
en muchos casos. Las Cortes de Tarazona competente para todo y fallaba cuanto se some-
tía a su deliberación. La curia es el origen de las
de 1592 derogaron la facultad del disenso Cortes, y de la curia salló el Justicia.
ordenando que la mayoría de cada brazo "Lo mismo en Cataluña en la época de los con-
formase acuerdo, pero después concedió el des que en Aragón antes de Jaime I, cuando se
rey ciertas excepciones, en las que sería reunía este tribunal superior que en el Princi-
pado llamábase mallum o placitum. ni el rey til
preciso la unanimidad. el conde dirigían el procedimiento: ellos y sus
"Primeramente se ocupaban las Cortes acompañantes velan, oían y callaban. Tennlnndcs
de la resolución de los greuges. Esos eran los alegatos de las partes, deliberaban, y los prác-
«agravios inferidos por el rey, autoridades ticos en la redacción de sentencias y conocedorrs
de las costumbres la redactaban en su propio nom-
reales, brazos, unos contra otros, brazos bre, pero haciendo constar que cumplían el man-
contra el rev. v otros de natufaleza esen- dato de la curia. El Justicia comenzó siendo uno
En 1865 esta magistratura adquiere par- Molina, en guerra con Aragón, y fueron
ticular relieve con motivo de una transac- causa de que la paz se retardase un año
ción celebrada entre los nobles y el rey o y no fuese para su patria tan beneficiosa
una concesión arrancada al rey por los no- como debiera.
bles, conocida con ela nombrde de Concor- 'El justicia se fue convirtiendo poco a
dia de Egea. Su ley 5 dispone que en todos poco eu juez de coiitrafuero por la liber-
los pleitos y causas entre los reyes y los ri- lad foral, llamada firma de derecho: todo
coshombres, hijosdalgo e infanzones sea ciudadano amenazado, según él, de injus-
juez competente el justicia mayor previo ticia o violencia, podía firmar ante un ma-
consejo de los ricoshombres y caballeros gistrado cualquiera que estaría a derecho,
que asistiesen a la curia con tal que no fue- esto es, dar firmeza de cumplimiento de lo
sen parte interesada. En los asuntos entre que fuere fallado, y con esta garantía, el
ricoshombres, hidalgos e infanzones entre proceso incoado se revisaba, y si estaba sin
sí, entendería el justicia- de Aragón, previo incoar, era vigilado por la autoridad de
consejo del rey y de los ricoshombres, hidal- aquel ante al cual firmó; otra libertad fo-
gos e infanzones que asistiesen a la curia ral que dio auge al justicia fue la «mani-
con tal de que no estuviesen interesados en festación», que consistía en salir de la ju-
el asunto. La ley 10* y última de las sancio- risdicción del juez competente para colo-
nadas en esas Cortes de Egea, dispone que carse bajo la del justicia, so pretexto de
el justicia sea siempre caballero. De ese que por el primero no se cumplía la ley.
modo, por pertenecer a la nobleza, y al "Al principio, estos recursos contra la
mismo tiempo por provenir del rey su nom- arbitrariedad de los jueces "y funcionarios
bramiento, se hallaba en condiciones de no fueron privativos del justicia, pero lle-
juzgar las diferencias entre ambos. garon a serlo por la calidad de sus clientes.
En 1266, el rey Jaime I dio jurisdicción al "A partir del último tercio del siglo xrv
justicia para que dondequiera se hallase, los justicias se convierten en corruptores
dentro de Aragón, pudiese oír las causas en de la justicia; el principio foral: «los fue-
primera instancia. Con el tiempo su juris- ros no admiten interpretaciones exten-
dicción se extendió a las de apelación. El sivas» y «se ha de estar a lo que dice el
Privilegio General dado en las Cortesa de fuero», lo interpretaron ellos de modo tan
Zaragoza en 1283 dispone en su ley 3 que leguleyo, que rompieron con la equidad y
el justicia de Aragón "iudge todos los plei- hasta con el buen sentido, y aquellas liber-
tos que viniessen a la Cort, con consello de tades que debían ser salvaguardia de los
los ricos-hombres, mesnaderos, caballeros, hombres de bien, se convirtieron en lo con-
infanzones, ciudadanos y de' los hombres trario, y con ellas camparon los malos y los
buenos de las villas segunt fuero y segunt criminales, y los buenos fueron a la cárcel
antiguamente fue acostumbrado". y a la deshonra" (««).
Acerca de la evolución que experimenta
la magistratura del justicia, corrompida 8. EL PROCESO DEMOCRÁTICO DE LAS
desde el siglo xiv en adelante, dice A. Gi- INSTITUCIONES INGLESAS
ménez Soler, profesor en la Universidad de INGLATERRA Y LAS LIMITACIONES
Zaragoza: "Tener un juez para las contien- A LA MONARQUÍA
das que pudieran surgir entre el rey y una
nobleza poderosa, era un gran medio de no Formación del pueblo inglés. Las islas
turbar la paz pública; mas ese medio sólo que actualmente forman la Gran Bretaña
fue usado una vez en 1300; este año el jus- e Irlanda, Islas Casitérides en la antigüe-
ticia Salanova falló las cuestiones existen- dad, asoman en la Historia pobladas por
tes entre el rey y un bando de la nobleza, una raza de "iberos morenos", que comer-
en contra de ésta, mas en realidad sin re- ciaron con los mercaderes fenicios de la
sultado, porque los nobles se despidieron costa, y antes probablemente, con los
del rey, fuéronse a servir a doña María de egeos de Creta. Estos habitantes vivían en
forma primitiva, organizados en clanes y
de estos judices curias.
en tribus. Se les ha llamado celtas, pero
El justicia no fallaba; declaraba el fallo da la su tipo físico no corresponde a los que do-
curia; no era Juez, sino un redactor y promulgador minaron gran parte de Europa en los úiti-
de la sentencia dada por los Jueces; carecía de ju- tóos seis siglos antes de Cristo. Los inva-
risdicción judicial, era un adíátere del tribuna! sores celtas de Bretaña llegaron en olas
de! rey. Esto, que los documentos prueban, echo
por tierra todos esos orígenes Imaginarios que le tribales sucesivas, sin duda afines, pero
imbuyeron los creyentes en el Fuero de So- mutuamente hostiles, y cada una con su
brarte y le atribuyen los arabistas, de Imltac'cn dialecto propio (de 700 a 30 a. de J. C.).
arábiga" (Giménez Soler, A., La Edad Media en la
Corona de Aragón, pag. 307, Ed. Labor, Barcelo-
na. 1930). (68) Giménez Soler. A., op. eit.. pag. 308.
"Los collas, como antes ios iberos, si- esenciales, garantizaba, frente al rey, ion
guieron siendo hombres de tribu o de clan, derechos de los hombres libres, pero conde-
unidos por vínculos legales y sentimentales naba a uno y u otros a igual impotencia. En
de parentesco como base moral de la socie- el continente, la alia ariatocracia feudal no
dad. No desarrollaron ninguna organización había disminuido la situación del rey sino
estrictamente territorial, y menos aún feu- para aumentar la suya, de manera que la
dal, a diferencia de lo que ocurriría más luerza había pasado del soberano a los
tarde con los sajones. Mil años después de principes territoriales. En Inglaterra, por
que Inglaterra hubiera sido sometida por el contrario, esa aristocracia, que constituía
la conquista sajona, Gales, Irlanda y las la Asamblea nacional, impedía el nacimien-
Tierras Altas de Escocia estaban todavía to de un gobierno monárquico, sin poder go-
gobernadas en distintos grados por las re- bernar ella misma. Fiel a las viejas costum-
glas tribales de vida. Y podemos estar se- bres germánicas, era esencialmente conser-
guros de que en los cuas mejores de la vadora. Se componía de propietarios de
soberanía celta en las islas británicas, los tierras, de mediocre importancia, que vivían
reyes eran jefes tribales, más bien que del trabajo de sus siervos y de sus clientes.
monarcas territoriales o feudales. La jus- El sistema feudal y la caballería eran igno-
ticia era la justicia del clan, que casti- rados. Los earls y los thanes anglosajones,
gaba y protegía a sus miembros, ejercien- arniados de hacha de armas y de espada,
do en su nombre la venganza sobre otros combatían a pie" ( 70 ).
clanes, o exigiendo de ellos el pago en re- Los príncipes anglosajones, a pesar de os-
paración de las injurias inferidas. Las tri- tentar el titulo de reyes, na eran más que
bus celtas estaban perpetuamente en gue- jefes militares con categoría real de origen
rra entre sí cuando llegaron los romanos, electivo. No estaban al frente de una na-
pero se habían extendido mucho, ocupando ción, sino que acaudillaban a otros jefes
cada tribu una extensión considerable, con menores en importancia, que se unían bajo
frecuencia igual a la de varios condados su autoridad en tiempo de guerra.
modernos" ( 6!) ). Los normandos, como muy superiores a
La ocupación romana empezó con las los anglosajones en lo político y militar
expediciones de Julio César (años 54 a 55 no tuvieron que vencer grandes dificultadei
a. de J. C.), y adquiere estabilidad bajo el para desembarcar en la isla, carente de
emperador Claudio. En el año 407, los ro- ilota para defenderse, y su invasión apa-
manos se retiran de Inglaterra, sin que recía teñida con el color religioso de una
haya noticia cierta de su regreso. guerra santa, porque conducían una ban-
En el año SCO comienzan las invasiones dera que les había enviado el Papa, y esc
nórdicas, con irrupciones c*.e anglosajones, contribuía a aumentar el ardor de sus
y se continúa después con daneses y nor- guerreros. La batalla de Hastings, librada
mandos. Estas invasiones nórdicas consti- el 14 de octubre de 1066, decidió definiti-
tuyen el hecho decisivo de la formación \ amenté el triunfo normando, y el jefe de
del pueblo inglés. Su importancia es mu- éstos, Guillermo, duque de Normandía, fue
cho mayor que la ocupación romana y aún coronado rey el día de Navidad del mismo
que la invasión normanda, porque cuando año.
ésta se produjo, la poblaciór, británica Guillermo el Conquistador, con el título
hn'oía adquirido e! carácter y personalidad cíe Guillermo I, completó la conquista
que iodavíu la define y singulariza -en normanda y estableció sus instituciones
nuestro tiempo. sobre todo el territorio, no sin algunas di-
La segunda invasión nórdica (800 a 975), ficultades, que consistieron, principalmente
efectuada por los vikingos o daneses, da en vencer las sublevaciones en el norte,
lugar P la formación del reino anglodanés, dirigidas por Edwin, cari de Mercia y Mor-
que subsisie un siglo y medio, es decir, car, earl de Northumbria.
hasta c¡ue los normandos se apoderan de "Jamás la conquista de un país —dice H.
Inrflatfrra. en sucesivas incursiones Ini- Pirenne— ha sido acompañada de una per-
ciadas el año 1042. turbación tan completa de las institusiones|
Sajones y normandos. Antes de la con- políticas y de toda organización del Esta-
quista de los normandos, el reino anglo- do ( • ' ) . Guillermo había obtenido su reino
sajón de la Gran Bretaña era, en realidad, únicamente con su espada, vy no reinando
muy débil. "La vieja constitución germáni- sobre sus nuevos subditos más que por la
ca que allí se conservaba con sus rasgos
(70) Pirenne. E., Histaire de VEun>pe des ¡»-|
visíons au XVIe. sieclc. p;ig 185, Ed. Alean Pi'|
(691 Macualay Trevelyan, O.. Historia política ría. 1936.
de ttig.'Hti'rra. pifr. 19. Fondo de Cultura Econó- (71) Exceptuadas, claro o.stá. las lnvasioivs|
i-:k-i M.v<ico. 1943. musulmanas en los países orist'anos
fuerza, no podía pensar en mantener un de la realeza no se dispersaron en las ma-
sistema cíe gobierno que permitiese a la nos de la alta nobleza. Guillermo sabia,
r.síablra (J'-¡ pueblo gobernar junto con el como duque de Normandia, lo que cuesta a
rey. La condición indispensable del éxito un rey dejar establecerse a príncipes terri-
estaba en someter todo al poder real, y de toriales en torno a él. Tuvo buen cuidado
imcer de éste una fuerza inquebrantable. de impedir que nadie pudiese llegar a ser
La constitución debía ser, y fue en efecto, en su reino lo que él mismo era en el reino
esencialmente monárquica. Estaba reserva- de Francia, y ni bajo él ni en ninguna épo-
do a un gran vasallo del rey de Francia ca, la feudalidad inglesa fue otra cosa, por
crear la soberanía más vigorosa de toda la así decirlo, que una feudalidad puramente
Europa. feudal. Ella poseía tierras, pero no prin-
"Debe notarse, inmediatamente, que pre- cipados; poseía tenedores, pero no subditos.
cisamente porque concibió su realeza co- "En esta forma, y por una excepción úni-
mo principe feudal, es que la hizo tan po- ca, en Inglaterra el rey poseyó un poder
derosa. Todos los reyes del continente eran intacto, y no tendrá que combatir larga y
elegidos por sus grandes vasallos, pero los penosamente contra sus vasallos para re-
grandes vasallos eran hereditarios ellos conquistar sus prerrogativas, como el rey
mismos. Guillermo lo era, en su condición de Francia. Desde su origen, el Estado es
de duque de Normandia, y sigue siéndolo enteramente suyo, y en eso consiste la di-
como rey Inglaterra, si bien que mientras ferencia de la evolución política en uno y
ios otros reyes recibían su corona y no dis- otro lado de la Mancha. En Francia, el rey.
ponían de ella para el futuro, él fue desde muy débil originariamente, y no teniendo
un principio propietario de la suya. Ade- ante él sino príncipes particulares, eleva
más, es al mismo tiempo, en virtud de la poco a poco su poder sobre las ruinas de
conquista, propietario de su reino. Toda la éstos; lo aumenta con todo lo que recupera
tierra inglesa le pertenece; ejerce sobre ella de ellos, se fortalece en la medida en que
Tin derecho análogo al que tiene sobre su restablece la unidad del reino, y a medida
fundo el señor de un gran dominio, y con que la logra, tiende, cada vez más, a la
relación a él, todos los ocupantes particu- monarquía pura. En Inglaterra, donde, por
lares _no son más que tenedores de tierras. el contrario, la unidad política es desde el
Así, uno de sus primeros cuidados fue el de comienzo tan completa como sólida la au-
hacerse rendir una cuenta exacta de sus toridad real, la nación forma un cuerpo
ocupantes. Le debemos el Domesday bock, ante el rey, y el día en que ella sienta
compuesto en los años de 1080 a 1086, y pesar demasiado rudamente sobre sí el po-
puede compararse exactamente a un re- der monárquico, será capaz, por la unión
gistro o catrastro que contiene la esta- de sus fuerzas, de imponerle su participa-
dística territorial de un Estado entero. Su ción en el gobierno y de arrancarle ga-
enorme riqueza fundiaria le coloca en el rantías" (").
trance de crear una organización feudal No obstante las vicisitudes que afectaron
Importada del continente, pero infinita- a la corona, por disputas relativas a la su-
mente más sistemática y, sobre todo, más cesión dinástica, y que llegaron a crear un
depurada de elementos extraños. La feuda- estado de verdadera anarquía, a la que puso
lidad, en sí, no tenía nada de incompatible término Enrique II —el primero de los
con la soberanía del Estado, y si eso ocurrió Plantagenet en el trono de Inglaterra—, la
muy rápidamente, es porque los grandes nación inglesa se había formado y conso-
vasallos usurparon los derechos regalianos, lidado. "Inglaterra, reorganizada después
y los confundieron con los suyos feudales de la conquista normanda, llegó a ser lo
al obtener la investidura al mismo tiempo bastante fuerte para defenderse detrás de
que la tierra. los estrechos mares; en adelante sirvieron
"Guillermo se guardó cuidadosamente de «como un foso defensivo a una casa», y no
introducir en Inglaterra esta confusión del ya como un camino abierto a sus enemigos.
elemento político y del elemento feudal. Cuando reunió fuerzas, se convirtió de
Los feudos que distribuyó a sus caballeros yunque en martillo, de invadida, en inva-
normandos no dieron a éstos ninguna au- sora de Francia. Y cuando las influencias
toridad financiera o judicial. Fueron, con- francesas de la conquista normanda fueron
formo al principio mismo de la feudalidad, absorbidas en la atmósfera de la isla, los
simples tenencias militares, conferidas por señores normandos se identificaron con la
el señor (suzerain). Grandes vasallos, po- vida de sus vecinos ingleses, en particular
seedores, a su vñ, de gran número de sub-
vasnllos. formaron el ejército de la corona, (72) Plrenne. H., Histoire de l'Europe des 1n
pero ésta no cedió a ninguno de ellos la vnsimja aii XVIc. siecle. pág. 187. Ed. Alean. Pa-
menor de sus prerrogativas Los derechos rla 1 O'ifi
iespués de la pérdida de Normandía, du- El Common Law. "El «Common Law»
rante el reinado de Juan. Inglaterra em- —llave de gran parte de nuestra historia
pezó, antes que ningún otro Estado euro- posterior— significa el Derecho tradicional,
peo, a desarrollar una nacionalidad basada común a todo el país, en cuanto se distin-
;n características, leyes e instituciones pe- gue de estatutos y ordenanzas o de las
culiares. Como era una isla, su vida se costumbres locales, o del Derecho eclísiás-
iesarrolló aparte una vez más. Ya durante tico, que se regia por los principios del
;1 reinado de Enrique III, los barones del Derecho romano.
país, descendientes, o al menos sucesores, "El «Common Law» era temporal y con-
ie aquellos vencedores de Hastings que suetudinario, formado gradualmente, como
tiicieron burla de todo lo inglés, habían un arrecife de coral, de innumerables casos
aprendido a decir: Nolomus leges Angliae concretos y sentencias. Tenía así una in-
mutari (No queremos que las costumbres nata capacidad para adaptarse a circuns-
de la vieja Inglaterra sean cambiadas). tancias y necesidades sociales variables, al
"La caballería y el clericalismo extranje- mismo tiempo que respondía a algo pro-
ros fueron los dos métodos principales de fundo, propio del temperamento inglés, que
progreso para los ingleses bajo los reyes no gusta entregarse a grandes proposicio-
normandos y los primeros Plantagenet. Muy nes generales y a la tiranía de lo abstracto.
por encima de las chozas de madera y de De ahí su inmenso futuro entre los pueblos
los techos de bardas de los villanos sajones, de habla inglesa: algo que nos distingue
dominaban el gran castillo y la gran cate- del continente, educado bajo la égida del
dral de piedra: eran fábricas poderosas, y Derecho romano. Este desarrollo tuvo des-
eran fuertes los brazos y sutiles las mentes de un comienzo el efecto de hacer de la ley
de los hombres que las levantaban y las el arbitro, antes que la voluntad del prín-
habitaban. A pesar de todo, fue el despre- cipe: y ha desempeñado, por tanto, un
ciado pueblo inglés y no sus dominadores papel político de primordial importancia en
extraños, quien prevaleció al final, sur- nuestra historia, reforzando el movimiento
giendo una vez más, fortalecido, instruido, secular hacia la libertad" ( ™ ) .
elevado, preparado para tareas que habrían El gobierno absolutista de Enrique II su-
llenado de asombro a Guillermo y a Lan- primió casi por completo las formas feu-
franco" (?3). dales anteriores y creó una monarquía
Enrique II inicia una era en las insti- omnipotente. Sus aptitudes de organizador,
tuciones inglesas. Introduce reformas de administrador y financista se revelaron
importancia, sobre todo en materia judicial, hasta hacer de su reino un modelo, pero eso
de tal manera que la unificación de las no impidió la irritación de la nobleza, so-
costumbres conduce, de un modo natural, metida a pagar un impuesto con destino
a la formación del common-luw típicamen- a mantener bandas mercenarias, ni la irri-
te inglés. Dice A. L. Rowse: "Enrique II, tación de la Iglesia, a la que impuso las
uno de los más grandes hombres de la constituciones de Clarendón, mediante las
historia medieval, gobernante con una cuales se subordinaba la jurisdicción ecle-
mentalidad esencialmente legal, fue él res- siástica al control de los agentes reales.
ponsable de la siguiente fase del desarrollo La resistencia al aboslutismo real. Es por
nacional. Cabeza de un gran imperio, que el lado de la Iglesia donde se inicia una
se extendía desde los Pirineos hasta Esco- protesta de trascendencia. Estuvo a cargo
cia, estuvo en condiciones de dominar a del obispo de Canterbury, Tomás Beckett,
sus señores feudales y proseguir su obra de quien encauzó el descontento, y no faltaron
construir un Estado. Extendió la jurisdic- revueltas de alguna importancia en Guyena
ción de los tribunales reales a todo el país, y en Normandía, auxiliadas por franceses.
en perjuicio de las jurisdicciones privadas Enrique supo hacer frente a estas dificul-
de los barones. Introdujo el sistema del ju- tades, pero no pudo acallar el descontento,
rado, en lugar de los primitivos medios de que después de su .muerte no encontró
las ordalías, la compurgación o el juicio igual resistencia por parte de sus hijos Ri-
por el duelo, sistema que había de alcanzar cardo Corazón de León, temerario e incapaz,
un gran desarrollo, y que se convirtió en ni de Juan sin Tierra, indigno y cobarde,
el orgullo de los ingleses antes de que debilitados en la lucha contra Felipe Au-
terminara la Edad Media. De la obra de gusto, a quien se considera el primer polí-
Enrique se derivó el Common Law, en lugar tico de su tiempo y el primer giran rey de
de las variadas costumbres" provinciales de Francia. La victoria de Bouvines decidió el
las épocas anteriores." conflicto en favor de Felipe Augusto, y
provocó en Inglaterra el estallido interno
(73) Macaulay Trevelyan, G.. Historia política
de Inglaterra, pág. 112, Fondo de Cultura Econó- (74) Rowse. A. L., El espíritu de la historia in-
mica, México, 1943. glesa, pag. 52, Ed. Kraft. Bs Aires, 1947.
que dio nacimiento a. la imposición de ia héroe y mártir de su causa. Su precedente
Magna Carta por los señores feudales y los fue seguido por el hijo de Enrique, el gran
prelados, en franca rebeldía contra el ab- Eduardo I, con quien la obra de los reyes
solutismo del rey (?5). normandos en la orgarnización del Estado
Dice H. Pirenne: "La oposición feudal que alcanzó su apogeo. El Estado inglés, cen-
las tendencias absolutistas de Enrique II tralizado, eficiente, poderoso, estaba com-
habían hecho nacer, estuvo un instante pleto, con sus instituciones conformadas y
adormecida durante el reinado exclusiva- en funcionamiento.
mente militar de Ricardo, y despertó más "Nada peculiar a Inglaterra hay en la
activa bajo Juan sin Tierra. Para sostener institución del Parlamento. Más o menos
la guerra contra Felipe Augusto, el rey en esta época convocáronse parlamentos
había gravado con nuevos impuestos a sus en la mayoría de los Estados de Europa
subditos y contraído deudas agobíadoras. occidental, desde España hasta Hungría.
Únicamente deslumbrantes victorias hu- Lo que fue peculiar a Inglaterra fue el
biesen podido hacerlo olvidar. La 'confisca- desarrollo afortunado del gobierno parla-
ción después de la ocupación de la Nor- mentario. Este fue el resultado de siglos y
mandía y del Poitou por Francia, corona- de condiciones propias de Inglaterra. En
nadas por la humillación de Bouvines, primer lugar fue debido a la fuerza misma
desencadenaron la revuelta. Los barones de la monarquía. En otros países, los gran-
la dirigieron, pero la sostuvieron el clero y des feudatarios o los comunes eran tan po-
la burguesía, identificándola con su propia derosos que luchaban por su propia inde-
causa. Igualmente oprimidas por el despo- pendencia, lo que era imposible en Ingla-
tismo, las tres clases privilegiadas obraron terra; el Estado que los reyes normandos
de común acuerdo, de un extremo al otro habían construido era demasiado podero-
del país. Cuanto más fuerte y centralizada so. En consecuencia, la lucha de las clases
se mostró la monarquía inglesa, más gene- por el poder tuvo que producirse dentro de
ral y unánime fue la resistencia levantada ese marco. El movimiento por la libertad se
contra ella. El gobierno real había hecho expresaba en el centro, en lugar de gestar-
una nación de este pueblo en donde se se en la lucha por la independencia local.
hablaban dos lenguas, y esta nación se Y con resultados sumamente benéficos ma-
dirigía del mismo modo contra él y contra nifestados en la implantación de nuestras
la unidad que le había dado, dejándole libertades de manera cooperativa. Puede
aislado frente a ella. La lucha fue corta. ser que debamos a esto una característica
Juan sin Tierra, vencido, capituló y se dejó fundamental que se halla en la raíz de la
imponer la Carta Magna (1214). historia inglesa, o sea que la lucha de las
"La fuerza de los señores contra Juan clases por el poder ha estado habitualmen-
consistió en que expresó las demandas de te circunscripta dentro del marco del Es-
las clases que se habían unido, y en ese tado sin romperlo. Además, el país era lo
sentido la Carta Magna, que fue obligado suficientemente pequeño para un eficaz
a conceder, fue un estatuto nacional. Fue, gobierno centralizado. Francia, España Ale-
en realidad, sólo una expresión de las de- mania, Italia eran demasiado grandes, en
mandas de aquellas clases a favor de sus las circunstancias feudales de la Edad Me-
«libertades», aunque esa misma demanda dia, con sus primitivos medios de comuni-
abrió el camino para obtener más tarde cación.
mayores concesiones. Esta fue la vía que "Enrique I convocó frecuentemente asam-
condujo al futuro. La historia postuma de bleas nacionales, Parlamentos, para consul-
la Carta había de tener una extraordinaria tas, y ello ha de haber contribuido a la
Importancia en el desarrollo de la libertad educación política del país. Su reinado vi6
inglesa. el comienzo de nuestra ley escrita; su le-
"El siguiente paso en la ampliación de la gislación sobre tierras dictada mediante el
base del gobierno, en definitiva el más im- Parlamento, fue el punto de partida de
portante de todos para la extensión de las nuestras modernas leyes de la materia.
libertades públicas, fue el de llamar a re- Tuvo por efecto multiplicar el número de
presentantes del pueblo para consultas, en arrendatarios directos de la Corona, redu-
una palabra, el Parlamento. Ocurrió que ciendo así las grandes baronías feudales,
este paso fue dado en 1265, por un francés comienzo de la larga carrera y el éxito de
de pura cepa, Simón de Montfort, que fue íos hidalgos o caballeros rurales en nuestra
el conductor del pueblo inglés contra En- historia. En el Parlamento, los hidalgos se
rique III y se convirtió en su primer gran sentaban con los representantes de las
ciudades en los Comunes; los grandes ba-
(75) Rowse, A. L., El espíritu de la historia in- rones se sentaban aparte. De manera que
gina, pág. 57, Ed. Kraft, Bs. Aires, 1847. el Parlamento no estaba dividido de acuer-
do a los Estados, como en el resto de Europa. haya conocido. Por otra parte, este prin-
Desde que los Comunes fueron tan genui- cipio no fue definitivamente reconocido,
namente representativos del país, fueron sino bajo Eduardo I, después de la bata-
consultados cada vez más en cuestiones lla de Falkirk contra Escocia, en 1298".
impositivas, y eso explica la gran amplitud La Carta Magna. "Juan Sin Tierra com-
de sus poderes al finalizar la Edad Media. prendió bien todo lo que la Carta Magna
"Con un Estado tan fuertemente desarro- le imponía, y apenas la hubo jurado, rom-
llado, era natural que Inglaterra, después pió su juramento y se hizo desligar de él
de ser la receptora de influencias extran- por Inocencio IX. Los barones retomaron
jeras, comenzase a difundir las suyas, pa- las armas, y Felipe Augusto se apresuró a
sando de lo defensivo a lo activo y agre- enviar a su hijo Luis a combatir con ellos.
sivo. La lucha duró hasta la muerte del rey, en
"Se la podría llamar la primera declara- 1216. Su hijo Enrique IIL al subir al trono,
ción de los derechos de la nación inglesa, ratificó la Carta para tener paz. Ella no
pues es tan nacional como la revuelta de habría de desaparecer ya más del Derecho
la cual salió. Los barones que la impusie- público de Inglaterra" ( ™ ) .
ron al rey no olvidaron a sus aliados, y en No podemos hacer nada mejor que In-
las estipulaciones consignadas tuvieron en sertar íntegramente la Carta Magna como
cuenta al clero y a los burgueses. A prime- lo haremos con los demás documentos im-
ra vista, nada parece más incoherente que _ portantes que registran el progreso institu-
esta Carta, en donde se acumulan sin orden cional, porque es sumamente difícil dar
y al azar la confirmación de usos feudales, con ellos y más difícil aún encontrarlos
de franquicias clericales y de libertades ur- reunidos y ubicados en el lugar que his-
banas; pero es precisamente ahí donde tóricamente les corresponde.
reside su fuerza y su novedad, pues arran- Hemos escogido el texto original com-
cando de un golpe al rey tantos derechos pleto, en el que aparecen las cláusulas
diferentes, y confundiendo en un mismo relativas al Consejo de barones, encargado
texto las reivindicaciones de todas las cla- de exigir al rey el cumplimiento de lo con
ses, se estableció entre ellas una solidari- venido mediante la Carta Magna. Esas
dad que no desapareció más, y que hizo cláusulas fueron omitidas en las redaccio-
posible el desarrollo de la Constitución in- nes posteriores del documento.
glesa. La nobleza, el clero y la burguesía Magna Carta del rey Juan. 15 de junio
no son aquí, como en el continente, cor- del año 17"? del reinado del rey, año del
poraciones aisladas, actuando cada una Señor 1215.
para sí y persiguiendo únicamente su pro- Juan, por la gracia de Dios rey de In-
pia ventaja. El peligro común, la opresión glaterra, Señor de Irlanda, duque de Nor-
común, acercó y reunió en un sólido haz mandía y Aquitania, y conde de Anjou:
intereses que, sin duda, se oponían unos a los arzobispos, obispos, abades, condes,
a los otros en muchos puntos, pero que la barones,' jueces de bosques, sheriffs, gober-
fuerza del adversario obliga al entendi- nadores, oficiales, y a todos los alguaciles
miento y al apoyo recíproco. En todas par- y a los demás fieles subditos suyos, salud.
tes los reyes se encuentran ante «Estados» Sabed que Nos, en la presencia de Dios, y
diferentes con los que deliberan y se arre- por la salud de nuestra alma, y de las al-
glan por separado. En Inglaterra la corona mas de nuestros antecesores y herederos,
necesita dirigirse a la nación, y trata con y para honra de Dios y exaltación de la
el país. Santa Iglesia, y reforma de nuestro reino,
"Merece hacerse notar aquí, además, que de acuerdo con el parecer de nuestros ve-
los barones de 1315 no hayan procurado nerables padres, Esteban, arzobispo de Can-
desmembrar el poder real. El Estado mo- terbury, primado de toda Inglaterra y car-
nárquico fundado por la conquista, subsis- denal de la Santa Iglesia romana; Enrique,
te intacto. Los vencedores no piensan en arzobispo de Dublin, Guillermo, obispo de
despedazar y arrancar los derechos de la Londres, Pedro, de Winchester, Jocelin, de
soberanía para ejercerlos en su lugar. Lo Bath y Glastonbury, Hugo, de Lincoln,
que quieren y obtienen no es tanto una Gualterio, de Worcester, Guillermo, de
limitación a esos derechos, como una ga- Covenfcry, Benedicto, de Rochester, obis-
rantía de concurrir a su ejercicio cuando pos; y maestre Pandolfo, subdiácono y
se trate, para bien del reino, de afectar la antiguo siervo del papa, fray Aymerick,
fortuna de los subditos del rey. El principio maestre del Temple en Inglaterra, y las
del voto del impuesto por la nación consti- nobles personas Guillermo Marescall, con-
tuye el fondo esencial de la Carta Magna,
(76) Plrenne. H.. Histoire de l'Europe des in-
y es a este título que ella constituye la base vasión* au XVte. siecle. pág. 191, Ed. Alean. Pa-
del primer gobierno libre que la Europa rís. 1936
de de Pcmbroke, Guillermo, conde de Sa- compeleremos a dar satisfacción, y la tierra
lisbury, (juiiU'rmo, conde tic Wurren, Gui- será encomendada a dos legítimos y dis-
llermo, conde de Arundcl, Alano de Ga- cretos moradores de aquel leudo : quienes
loway, condestable de Escocia, Warin Fitz serán responsables por los producto;-; a Nos,
Gerald, Pedro Fitz Herbert, y Huberto de o aquel a quien Nos los asignaremos. Y si
Eurghe, .senescal do Poitou, Hugo de Nevill, Nos diéremos o vendiéremos la guurda de
Mateo Fitz Herbert, Uomas Basset, Alano dichas tierras a alguien, y él ejecutase actos
Easset, Felipe de Albine, Roberto de Rop- de destrucción o ruina en ellas, perderá la
pele, Juan Marescall, Juan Fitz Hugh, y tutela, que será encomendada a dos le-
otros vasallos nuestros; hemos, en primer gítimos y discretos moradores en el feudo,
lugar, asentido ante Dios, y por esta nues- los cuales serán de igual manera respon-
tra presente carta, confirmada por nos- sables a Nos como se ha dicho.
otros y nuestros herederos para siempre: VI. Pero el tutor, mientras tenga la
I. Que la Iglesia de Inglaterra será li- guarda de la tierra, deberá conservar y
bre, y gozará inviolablemente de todos sus mantener las casas, parques, conejeras,
derechos y libertades. Y haremos que unos estanques, molinos y otras cosas pertene-
y otros sean por tanto observados; en con- cientes a la tierra, cubriendo los gastos con
secuencia, la libertad de elecciones, que se los productos de ella; y cuando el heredero
ha creído muy necesaria para la Iglesia de llegue a ser de edad, deberán restituirle
Inglaterra, y por nuestra libre voluntad y toda su tierra, provista de arados y carrua-
agrado lr>. hemos concedido y confirmado jes, con los aparejos que el tiempo re-
por nuestra carta, y obtenido la confirma- quiera, y que los productos de la tierra
ción de ella, por el papa Inocencio III, an- puedun soportar.
tes de la discordia entre Nos y nuestros VII. Los herederos se casarán sin de-
barones; la cual carta observaremos y ha- gradar su linaje, y antes que el matrimo-
remos que sea observada plenamente por nio sea contraído deberá darse conocimien-
nuestros herederos para siempre. to de él a sus más cercanos parientes con-
II. Hemos concedido también a todos los sanguíneos.
hombres libres de nuestro reino, por Nos VII. La viuda tendrá, inmediatamente
y nuestros herederos, para siempre, todas después de la muerte de su mr.rido. y sin
las infrascritas libertades, para que las dificultad ninguna, su haber de matrimo-
tengan y posean, ellos y sus herederos de nio y su herencia; ni será ella obligada a
Nos y nuestros herederos. dar cosa alguna por su viudedad o haber
III. Si alguno de nuestros condes, o ba- de matrimonio, o por su herencia, que su
rones, u otros que dependen principalmente marido y ella poseian el día de la muer-
de nosotros por servicio militar, muriese, te de aquél; y puede ella permanecer en el
y al tiempo de su muerte fuese de edad su menaje principal o casa de habitación de
heredero, y debiere compensación, tendrá la su marido cuarenta días después de su
herencia por la compensación antigua; es aiuerte, dentro del cual término le será
decir, el heredero o herederos de un conde, asignada su viudedad.
cien libras por toda una baronía de conde; IX. Ninguna viuda será obligada, a ca-
el heredero o herederos de un barón, cien sarse entretanto que ella tenga la inten-
libras por toda una baronía; el heredero o ción de vivir sin marido. Pero ella dará
herederos de un caballero, cien chelines a fianza, sin embargo, de que no se casará
lo más por todo un feudo de caballero; y sin nuestro asentimiento, si dependiere de
el que deba menos, pagará menos, según la Nos, o sin el consentimiento del señor de
antigua costumbre de los feudos. quien dependa, si dependiere de otro.
IV. Pero si el heredero de los dichos fue- X. Ni Nos ni nuestros alguaciles embar-
se menor de'edad, y estuviese balo tutela, garemos ninguna tierra o renta por ninguna
tendrá su herencia sin compensación o deuda, mientras haya muebles del deudor
multa, cuando llegue a ser mayor de edad. en la finca, que sean bastantes para pagar
V. El guardador de la tierra del heredero la deuda. Ni se embargará a los fiadores
que sea menor de edad, solamente sacará del deudor, entretanto que el deudor prin-
de la tierra de dicho heredero proventos cipal sea suficiente para el pago de la
razonables, y la someterá a costumbres y deuda.
servicios razonables; y eso sin destruir o XI. Y si el principal deudor falta al pago
arruinar los hombres o las cosas; y si Nos de la deuda, no teniendo enteramente con
encomendásemos la guarda de esas tierras qué satisfacerla, entonces los fiadores res-
al sheriff, o a otro cualquiera que sea res- ponderán de la deuda; y si ellos lo hicieren,
ponsable a Nos por los productos de la tie- deberán tener las tierras y rentas del deu-
rra, y si él ejecutase actos de destrucción dor, hasta que sean satisfechos de la deuda
o de ruina en las tierras de la tutela, lo que pagarán por él; a menos que el deudor
principal pueda probar que se halla libre nadie que pueda exigir subsidios de sus
de la deuda, contra los dichos fiadores. inquilinos libres, a menos que sea para re-
XII. Si alguien hubiese tomado prestada dimir en cuerpo, y para hacer caballero
alguna cosa de los judíos, más o menos, y o su hijo mayor, y para casar una vez su
muere antes de que sea pagada la deuda, hija mayor; y para esto, solamente se pa-
no se pagará interés por dicha deuda gará un subsidio razonable.
mientras el heredero se halle en menor XXI. Nadie será sujeto a embargo para
edad, sea quien fuere la persona de quien ejecutar mayor servicio por un feudo de
dependa. Y si la deuda cae en nuestras caballero, u otra posesión libre, que el que
manos, nos tomaremos solamente los bie- por ellos se deba.
nes muebles mencionados en la carta o XXII. El tribunal de pleitos comunes no
instrumento. seguirá nuestra Corte, sino que se tendrá
XIII. Y si alguno muriere siendo deudor en un lugar cierto. Los juicios sobre autos
a judíos, su mujer tendrá su viudedad, y de despojo, y de muerte de antecesor, y de
no pagará nada de la deuda; y si el finado última presentación de beneficio, se segui-
dejó hijos menores, se les proveerá de las rán en los condados propios, y del modo
cosas necesarias según la heredad (o pro- siguiente: Nos, o nuestro justicia mayor si
piedad inmueble) del finado; y del residuo Nos estuviésemos fuera del reino, enviará
se pagará la deuda; salvo, sin embargo, el dos jueces a cada co: dado cuatro veces al
servicio de los señores. Hágase también de año, quienes, con los cuatro caballeros ele-
igual manera con las deudas a favor de gidos por el pueblo de cada condado, ten-
otras personas que no sean judíos. drán las dichas asisas (sesiones para juz-
XIV. No se impondrá derecho de escudo gar) en el condado, en el día y lugar se-
(scutage) en nuestro reino, a ment; que ñalados.
sea por el Consejo Común de nuestro reu.^ XXIII. Y si no pudieren ser determina-
excepto para redimir nuestra persona, y das algunas materias en el día señalado
para armar caballero a nuestro hijo mayor, para tener las asisas en cada condado, se-
y para casar una vez nuestra hija mayor; rán nombrados los caballeros y poseedores
y para esto se pagará un subsidio razona- libres que han estado en las dichas asisas,
ble, para- que las decidan, como es necesario,
XV. De la misma manera deberá ser res- según el mayor o menor número de nego-
pecto de los subsidios de la ciudad de Lon- cios que haya.
dres; y la ciudad de Londres tendrá todas XXIV. Ningún hombre libre podrá ser
sus antiguas libertades y costumbres libres, multado por una pequeña falta, sino según
tanto por tierra como por agua. el grado de la falta; y por un gran crimen,
XVI. Además de esto, queremos y conce- en proporción a la gravedad de él; salvas
demos que todas las demás ciudades, y las cosas que posee conjuntamente con el
burgos, y villas, y puertos, tengan todas, fundo que tiene; y si fuere comerciante,
sus libertades y costumbres libres; y el salvo su mercadería.
Consejo Común del reino (Cámara de los XXV. Y un villano podrá ser multado
Comunes) intervendrá en lo concerniente de la misma manera, salvo su aparejo de
al reparto de los subsidios, excepto en los carro, si cayere bajo nuestra clemencia; y
tres casos arriba mencionados. ninguna de las dichas multas será repartida
XVII. Y para repartir los derechos de sino por el juramento de hombres buenos
escudo, haremos que sean convocados los del vecindario (por un jurado).
arzobispos, obispos, abades, condes y gran- XXVI. Los condes y los barones no se-
des barones del reino, cada uno singular- rán multados sino por sus pares, y según
mente, por cartas nuestras. la gravedad del delito.
XVIII. y además de esto haremos que XXVII. Ningún eclesiástico será multado
sean convocados en general, por nuestros sino en la proporción sobredicha, y no se-
•sheriffs y alguaciles, todos los demás que gún el valor de su beneficio eclesiástico.
dependen principalmente de Nos en jefe, XXVIII. Ninguna ciudad, ni persona al-
en un cierto día, es decir, cuarenta días guna, serán compelidas a hacer puentes so-
al menos antes de la reunión, para un bre los ríos, a menos que antiguamente y
cierto lugar, y en todas las cartas de tal de derecho hayan estado obligados a ha-
convocatoria declararemos la causa de ella. cerlos.
XIX. Y hecha la convocación, se proce- XXIX. Ningún sheriff, comisario de po-
derá al despacho de los negocios el día licía, • coroner, u otros de nuestros minis-
señalado, según el parecer de los que se tros de justicia tendrá pleitos de la Co-
hallaren presentes, aunque todos los que rona.
fueron convocados no hayan concurrido. XXX. Todos los condados, centurias, dis-
XX. Para lo futuro no concederemos a tritos y gabelas se mantendrán al antiguo
arriendo, sin aumento ninguno, excepto en la cual un hombre libre puede perder su
nuestras tierras del dominio real. causa.
XXXI. Si alguno que tenga de nosotros XLI. Habrá una medida para el vino y
un feudo lego muriese, y el sheriff, o otra para la cerveza en todo el reino, y una
nuestro alguacil mostrare nuestras letras medida de los granos, es decir, el cahíz o
patentes de intimación, .concernientes al cuartal de Londres; y el ancho de una tela
pago de lo que el finado nos deba, será de paño pintada, es decir, dos anas den-
legal para el sheriff o para nuestro algua- tro de la lista; y los pesos serán como las
cil embargar y registrar los muebles del medidas.
finado que se hallen en su feudo .lego, has- XLII. De aquí adelante no se hará ni
ta concurrencia del valor de la deuda, por cobrará nada por un auto de investigación
vista de hombres legales, de manera que del que desea que tal investigación se ha-
nada se distraiga hasta que toda la deuda ga respecto de vida o miembro, sino que
sea pagada; y el resto se dejará a los al- se decretará gratis, y no será denegado.
baceas-para que cumplan la voluntad del XLIII. Si alguno dependiese de Nos por
finado, salvo las partes razonables que co- feudo arrendado, censo o enfiteusls, y tu-
rrespondan a la mujer y a los hijos. viere tierras de otro por servicio militar,
XXXII. Si algún hombre muere intesta- Nos no tendremos la tutela del heredero
do, sus muebles serán distribuidos por ma- o de la tierra que pertenezca al feudo de
nos de sus parientes más próximos y ami- otro hombre, por causa de que él depende
gos, con visto de la Iglesia, salvo a cada de Nos por el feudo que tiene en ariendo,
uno las deudas que a su favor hubiere con- p por el censo o enfitéusis; ni tendremos
tra el finado. ia guarda del feudo arrendado, censo o
XXXIII. Ningún comisario o alguacil enfitéusis, a menos que el censo arrendado
nuestro tomará de ningún hombre granos esté obligado a prestar servicio militar.
u otro muebles, a menos que pague al con- XLIV. Nos no tendremos la tutela de un
tado por ellos, o que el vendedor le dé pla- heredero, ni de ninguna tierra que él ten-
zo para el pago. ga de otro por servicio militar, por razón
XXXIV. Ningún comisario de policía del empleo de suministrarnos alguna arma
compelerá a ningún caballero a dar dinero (llamado petit sergeanty), que tenga de
por guardia del castillo si él mismo la hi- nosotros, así como por el servicio de darnos
ciese en persona, o por medio de otro saetas, puñales o otras semejantes.
hombre apto, en caso de que se halle im- XLV. Ningún alguacil pondrá en lo fu-
pedido por alguna causa razonable. turo en juicio a ningún hombre sobre su
XXXV. Y si nosotros lo condujéremos, o acusación singular, sin que se produzcan
lo enviaremos al ejército, estará libre de testigos fidedignos para probarla.
la guardia del castillo, durante el tiem- XLVI. Ningún hombre libre será tomado
po que esté en el ejército por orden nues- o aprisionado, desposeído de sus bienes,
tra. proscrito o desterrado, o de algunas ma-
XXXVI. Ningún sheriff o alguacil nues- nera destruido; ni Nos dispondremos sobre
tro, u otro cualquiera, tomará caballos o él, ni lo pondremos en prisión, sino por el
carros de nadie para carruaje. juicio legal de sus pares, o por la ley del
XXXVII. Ni Nos, ni nuestros empleados, país ( 77 ).
ni otros tomarán las maderas de algún XLVII. Nos no venderemos, ni negare-
hombre para nuestros castillos u otros usos, mos, ni retardaremos la justicia a ningún
a menos que sea con el consentimiento del hombre.
dueño de las maderas. XLVIII. Todos los comerciantes podrán
XXXVIII. Nos no retendremos las tierras salir salvos y seguros de Inglaterra y vol-
de los que sean condenados por delito gra- ver a ella, y permanecer allí, y pasar tanto
ve (Jelony) sino un año y un día, y después por agua como por tierra a comprar y
de este tiempo serán entregadas al señor- vender, según las costumbres antiguas y
del feudo. permitidas, sin ningún perjudicial portaz-
XXXIX. Todas las compuertas o para- go, excepto en tiempo de guerra, cuando
deras que haya en los ríos Támesis y Ned- sea de alguna nación que se halle en gue-
way, y por toda Inglaterra, serán abolidas rra con Nos.
para lo venidero, excepto en la costa del XLIX. Y si algunos de estos últimos se
mar. hallaren en nuestro país al principio de una
XL. El auto llamado praecipe (orden guerra, serán embargados, sin hacer daño
por la cual se mandaba a alguno que haga a sus cuerpos o mercaderías, hasta que se-
alguna cosa, o que pruebe la razón por qué (77) Nulluí líber homo, capiatur, vel impre-
no la hace) no será en lo futuro concedido sionetur. aut exulet, aut aliquo alio modo destra-
a persona alguna de ninguna tenencia por tur, nisi per légale judlcium parium sottrum.
pamos, o sepa nuestra justicia principal LVn. Nos dejaremos libres inmediata-
cómo son tratados nuestros comerciantes mente todos los rehenes y prendas que nos
en la nación que está en guerra con nos- han dado nuestros subditos ingleses como
otros; y si los nuestros están allí salvos y seguridades para mantener la paz y pres-
seguros, los de ella lo estarán del mismo tarnos fiel servicio.
modo entre nosotros. LVIII. Removeremos de nuestros algua-
L. En lo futuro, será legal para cualquie- cilazgos a los parientes de Gerardo de
ra irse fuera del reino, y volver a él salva Athyes, de modo que en lo futuro ellos no
y seguramente por tierra o por agua, salvo tengan ningún alguacilazgo en Inglaaterra.
su fidelidad a Nos; si no es que en tiempo Removeremos también a Engelardo de Cy-
de guerra sea por poco tiempo para bene- gony, Andrés, Pedro y Gyon de Canceles,
ficio del pais, y las gentes que estén en Gyon de Cygony, Godoíredo de Martyn y
guerra con nos, y los comerciantes que se sus hermanos, Felipe Mark y sus hermanos,
hallen en la condición de que hemos habla- y a su sobrino Godofredo, y a toda su co-
do arriba. mitiva.
LI. Si de alguno depende algún feudo LIX. Y tan pronto corno se restablezca
que ha vuelto a Nos por confiscación o la paz, enviaremos fuera del reino a todos
falta de herederos, como el honor de Wa- los soldados extranjeros, ballesteros esti-
llingford, Nottingham, Boloña, Lancaster pendiarios, que han venido con sus caba-
u otros que están en nuestras manos y que llos y armas en perjuicio de nuestro pue-
son baronías, y muriese, su heredero no blo.
nos dará otro subsidio alguno, o prestará LX. Si alguno, sin previo juicio legal
a Nos otro servicio que el que prestaría al de sus pares, ha sido desposeído o privado
barón, si él poseyese la baronía; y Nos la por Nos de sus tierras, castillos, libertades
poseeremos de la misma manera que la o derechos, se los restituiremos inmediata-
poseía el barón. mente; y si sobre este punto se suscitare
LIl. Los hombres que viven fuera del alguna disputa, sea decidida la materia por
bosque, no serán en adelante citados ante los veinticinco barones aquí adelante men-
nuestros jueces de bosques, sino aquellos cionados para la conservación de la paz.
que son acusados o son fiadores por algu- LXI. En cuanto a todas las cosas de que
nos que estaban embargados por algo con- alguna persona haya sido desposeída o
cerniente a bosques. privada sin el juicio legal de sus pares, ya
LUÍ. No nombraremos jueces ningunos, sea por el rey Enrique, nuestro padre, o
ni comisarios, ni alguaciles o sherijfs, sino por nuestro hermano, el rey Ricardo, y que
los que sepan las leyes del reino y estén Nos tenemos en nuestras manos o son po-
dispuestos a observarlas. seídas por otros, y que nosotros estamos
LIV. Todos los barones que son funda- obligados a sanear, tendremos un plazo por
dores de abadías, y tienen cartas de los re- el término usualmente concedido a los
yes de Inglaterra para el patronato o de- Cruzados; excepto por aquellas cosas sobre
recho de presentar, o son acreedores a él que tenemos pleito pendiente, o respecto
por la antigua tenencia, pueden y deben de las cuales se ha hecho una investigación
tener la custodia de ellas cuando se hallen por nuestra orden, antes de que empren-
vacantes. diéremos la cruzada. Pero cuando regrese-
LV. Todas las selvas que han sido com- mos de nuestra peregrinación, o si no la
prendidas dentro de los bosques en nues- llevásemos al cabo, inmediatamente hare-
tro tiempo, serán excluidas de ellos otra mos que se administre plena justicia en
vez inmediatamente, y lo mismo se hará ellos.
con los ríos que han sido tomados o cer- LXII. El mismo plazo tendremos para
cados por nosotros durante nuestro rei- abrir al uso común los bosques que nuestro
nado. padre, Enrique, y nuestro hermano. Ricar-
LVI. Todas las malas costumbres con- do, han plantado; y para la guarda de las
cernientes a bosques, conejeras, guardabos- tierras que están en feudo de otro, de la
ques y conejeros, sherijfs, y sus empleados, misma manera que Nos hemos gozado de
río.i y sus guardianes, serán sujetas inme- estas guardas, por razón de feudo depen-
diatamente a una investigación en cada diente de Nos por servicio de caballero; y
condado, por doce caballeros del mismo para las abadías fundadas en feudo que
condado, elegidos por las personas de más no sea nuestro, a las cuales el señor del
crédito en el mismo, y sobre juramento; y feudo pretende tener derecho; y cuando
dentro de cuarenta días después de dicha volvamos de nuestra peregrinación, o en
investigación, serán enteramente abolidas, caso de que no la llevemos al cabo, inme-
de modo que jamás vuelvan a ser restable- diatamente haremos justicia a todos los
cidas. que reclamen en estas materias.
LXIII. Ningún hombre será aprisionado LXVIII. Trataremos con Alejandro, rey
o tomado en virtud de demanda de una de los escoceses, acerca de la restitución de
mujer, por la muerte de cualquier otro sus hermanas, y rehenes, y derechos y li-
hombre que no sea su marido. bertades, en la mismo forma y manera que
LXIV. Todas las multas injustas e ile- lo hacemos con nuestros barones de Ingla-
gales, y todas las penas pecuniarias im- terra, a menos que por obligaciones contraí-
puestas injustamente y contra la ley del das con Nos por su finado padre Guillermo,
país, serán perdonadas enteramente, o si último rey de ¡os escoceses, deba ser de
no se dejarán a la decisión de los veinti- otra manera; y esto se dejará a la deter-
cinco barones aquí adelante mencionados minación de sus pares en nuestra corte.
para la conservación de la paz, o la ma- LXIX. Todas dichas costumbres y liber-
yoría de ellos, junto con dicho Esteban, tades, que han sido concedidas para ser
arzobispo de Canterbury, si puede hallarse poseídas en nuestro reino, en cuanto co-
presente, y otros a quienes él juzgue con- rresponde a Nos para con nuestro pueblo,
veniente asociar; y si él no puede estar todos nuestros subditos, así eclesiásticos
presente, seguirá el negocio sin embargo como legos, las observarán, en cuanto les
sin él; pero con tal que si uno o más de concierne, respecto de sus dependientes.
los veinticinco varones fueren demandan- LXX. Y por cuanto, para honra de Dios
tes en la misma causa, sean puestos a un y reforma de nuestro reino, y para aquie-
lado en lo que concierne' a este negocio tar la discordia que ha surgido entre Nos
particular, y otros sean escogidos en su y nuestros barones, hemos concedido to-
lugar de los dichos veinticinco, y juramen- das las cosas antedichas; queriendo ha-
tados por el resto para decidir la materia. cerlas firmes y duraderas, damos y con-
LXV. Si Nos hubiésemos despojado o cedemos a nuestros subditos la siguiente
desposeído a algún habitante de Gales de seguridad, a saber: que los barones elijan
algunas tierras, libertades u otras cosas, veinticinco barones del reino que ellos crean
sin el juicio legal de sus pares, les serán conveniente, quienes cuidarán con todo su
inmediatamente restituidas. Y si se suscita poder de poseer y observar, y hacer que
disputa alguna sobre este punto, la materia se observen la paz y libertades que les he-
será determinada en las fronteras, por el mos concedido, y que confirmamos por
juicio de sus pares; per tenencias en In- nuestra presente carta. De manera que si
glaterra, según la ley de Inglaterra; por Nos, nuestro juez, nuestros alguaciles, o
tenencias en Gales, según la ley de Gales; cualquiera de nuestros empleados, faltaren •
por tenencias en las fronteras, según la en algún caso a la ejecución de ellas para
ley de las fronteras; los habitantes de Ga- con alguna persona, o infringieren algunos
les harán lo mismo con Nos y con nuestros de estos artículos de paz y seguridad, y
subditos. se notifica el delito a cuatro barones, ele-
LXVI. Por lo concerniente a todas aque- gidos de entre los veinticinco arriba men-
llas cosas de que cualquier habitante de cionados, los dichos cuatro barones se diri-
Gales haya sido despojado o privado, sin rán a Nos, o a nuestro juez, si estuviésemos
el juicio legal de sus pares, por el rey En- fuera del reino, y presentando de manifies-
rique, nuestro padre, o por nuestro herma- to el agravio, pedirán que sea reparado sin
no, el rey Ricardo, y que. se hallan en tardanza; y si no fuere reparados por Nos,
nuestras manos, o son poseídas por otros, o si por acaso Nos estuviésemos fuera del
con la obligación por nuestra parte de sa- reino, y no fuere reparado por nuestro juez
neárselas, tendremos un plazo por el tiem- dentro de cuarenta días, contados desde
po generalmente concedido a los Cruzados; el .día en que se notificó a Nos, o a nuestro
excepto respecto de aquellas cosas acerca juez o justiciero, si estuviésemos fuera del
de las cuales hay pleito pendiente, o sobre reino, los cuatro barones dichos pondrán la
que se haya hecho una investigación por causa ante el resto de los veinticinco baro-
nuestra orden antes de que emprendamos nes, y dichos veinticinco barones, junto
la cruzada. Espero, cuando regresemos de con la comunidad de todo el reino, nos
ella, o si permanecemos en el país, y no embargarán y afligirán de todas las ma-
llevamos al cabo nuestra peregrinación, les neras posibles; a saber, embargando nues-
haremos inmediatamente pleno justicia, tros castillos, tierras, posesiones, y en todas
según las leyes de Gales y de las partes otras maneras que puedan, hasta que el
arriba mencionadas. agravio sea reparado a su satisfacción,
LXVII. Despediremos sin tardanza al salva siempre sin daño nuestra propia per-
hijo de Lowelin, y a todos los rehenes de sona, y las personas de nuestra esposa e
Gales y los libraremos de los comprome- hijos; y cuando el agravio sea reparado,
timientos en que habían entrado con Nos se nos obedecerá como antes por todos
para la conservación de la paz. nuestros subditos.
LXXI. Y toda persona quien quiera que Pandolfo, para seguridad de estas conce-
sea en el reino, puede jurar que obedecerá siones.
las órdenes de los veinticinco barones an- LXXVIII. Por tanto, queremos y ordena-
tedichos, en ejecución de las cosas que aca- mos firmemente, que la Iglesia de Inglate-
ban de expresarse, y que nos apremiará rra sea libre, y que todos los hombres en
junto con ellos hasta lo último de su poder; nuestro reino tengan y posean todas las
y damos pública y amplia libertad a cual- antedichas libertades, derechos y concesio-
quiera para que les preste ese juramento, nes, verdadera y pacíficamente, libre y
y jamás impediremos a ninguna persona quietamente, plena y totalmente, para sí
que lo preste. mismos y sus herederos, de Nos y nuestros
LXXII. Y si alguno de nuestros subditos herederos en todas las cosas y lugares, co-
no prestaren por su propio acuerdo el ju- mo queda dicho.
ramento de unirse a los veinticinco barones LXXIX. Se presta también juramento,
para apremiarnos y afligirnos, daremos por parte nuestra y por parte de los baro-
orden para que se les haga prestar el re- nes, que todas las cosas antedichas serán
ferido juramento. fiel y sinceramente observadas.
LXXIII. Y si alguno de los veinticinco Dado bajo nuestra firma, en presencia
barones muriese, o saliese fuera del reino, de los testigos arriba nombrados, y muchos
o de cualquier modo se hallase impedido otros, en el campo llamado Runimede, en-
de poner las dichas cosas en ejecución, el tre Windelsore y Staines, el 17 de junio
resto de los veinticinco barones pueden ele- del año 17"? de nuestro reinado ( ™ ) .
gir otro en su lugar, a su discreción, el cu»l El sistema inglés. El sistema de gobier-
será juramentado de la misma manera no inglés instituido por la Carta Magna,
que los demás. siguió siendo una monarquía por la presen-
LXXIV. En todas las cosas que se co- cia de un rey hereditario, pero restringió
meten a cargo de los veinticinco barones, el poder real con limitaciones precisas, me-
si cuando se hallaren reunidos no pudiesen diante las cuales se fijaba normas jurídi-
convenirse en la decisión de alguna mate- cas cuya observancia era obligatoria para
ria, o algunos de ellos no pudiesen o no el rey. Así comenzó en Inglaterra un cierto
quisiesen asistir, siendo convocados, todo tipo de constitucionalismo y de Estado de
lo que se acuerde por la mayoria de los derecho consignado en la forma contrac-
que se hallen presentes será reputado fir- tual de las cartas, que no es original ni ex-
me y valedero, como si todos los veinticinco clusivo de Inglaterra, pero que allí adqui-
hubiesen dado su consentimiento; y los rió un carácter especial con la creación del
dichos veinticinco jurarán que todas las Parlamento, que va absorbiendo progresi-
cosas antedichas serán fielmente observa- vamente todas las funciones gubernativas.
das por ellos, y que las harán observar con Es indudable que España ha precedido a
todo su poder. Inglaterra en esa dirección. Muchos Fueros
LXXV. Y Nos no procuraremos, por nos- de Albedrío y algunos Fueros escritos son
otros mismos o por otros, cosa alguna por anteriores a la Carta Magna, y hasta es
la cual algunas de estas concesiones y li- mejor su técnica legislativa, pero la Carta
bertades sean revocadas o disminuidas; y Magna introduce una institución funda-
si tal cosa se obtuviese sea nula y de nin- mental, que no aparece en los Fueros es-
gún valor; ni Nos haremos uso de ella por pañoles, y que constituye el paso más au-
Nos mismo o por algún otro. daz para transformar la monarquía absolu-
LXXVI. Y toda la mala voluntad, Ixa y ta en monarquía constitucional. Esa insti-
malicia que han surgido entre Nos y nues- tución en el Consejo de los veinticinco ba-
tros subditos, eclesiásticos y legos, desde rones creado por la Carta Magna para vi
que estallaron al principio las disensiones gilar al rey, controlar los actos de la co
entre nosotros, las remitimos y perdonamos roña, anularlos, y hasta castigarlos, lo qu
plenamente. Además, todas las transgre- significa una transferencia de la sobera
siones ocasionadas por las dichas disensio- nía o, por lo menos, una soberanía compar
nes, desde la Pascua en el año decimosexto tida, en donde no es el rey quien tiene la
de nuestro reinado, hasta la restauración última palabra.
de la paz y tranquilidad, por las presentes "La Carta fue considerada como impor
las perdonamos a todos, eclesiásticos y le- tante, porque asignaba remedios definidos
gos, en cuanto está en nuestro poder. y prácticos a males temporales. Había muj
LXXVII. Hemos, además, concedídoles
nuestras letras patentes testimoniales de (78) Tomada de La libertad civil y el gobienu
Esteban, lord-arzobispo de Canterbury, de propio, de Francisco Lleber, t. 2, pág. 175, Libre
ría de Rosa y Bouret. París, 1872, quien a su ve!
Enrique, lord-arzobispo de Dublin, y de los la obtuvo de M. E. S. Creary, Text boofc of tln
obispos antedichos, así como de maestre Constitution, Londres, 1848.
poco que fuera abstracto en sus términos; inglesa. Sus malas interpretaciones de las
menos todavía de lo que supusieron gene- cláusulas fueron tan útiles para la liber-
raciones posteriores. No obstante, fue el ca- tad como sorprendente lo son hoy para los
rácter abstracto y general del aconteci- medievalistas. Bajo la bandera de Runi-
miento de Runimede el que lo hizo de gran mede la batalla del Parlamento y el Com-
influencia en la Historia. Un rey había mon Law fue dada, y ganada contra los
sido llamado al orden, no por un grupo de Estuardos" (*»).
reaccionarios feudales, sino por la comuni- Por tratarse de una forma de gobierno que
dad del país bajo la dirección de los baro- aún subsiste en Inglaterra, en lo funda-
nes; un tirano había sido sometido a las mental y que muchos países de Europa Imi-
leyes que hasta entonces había tenido el taron y conservan en nuestros días, nos
privilegio privado de administrar y modifi- detendremos a examinar sus característi-
car a voluntad. Había comenzado un pro- cas de aquellos tiempos en lo que atañe a
ceso que terminaría poniendo el poder de la realeza y al Parlamento (8C).
la corona en manos de la comunidad en ge- La realeza. "La realeza posee un doble
neral. carácter, divino y feudal. Desde el siglo xm
"Por esta razón, un documento tan téc- teólogos y juristas están de acuerdo en de-
nico como la Carta, tan deficiente en las cir que la unción santa recibida por el rey
generalizaciones, en que abunda la Decla- el día de la coronación hacía de él un ser
ración de la Independencia (de los Estados superior a todos los otros, solamente res-
Unidos), tan totalmente ignorante de los ponsable de sus actos ante Dios. Eduardo
«derechos del hombre», ha tenido una in- ni y Ricardo n llegaron a creer que po-
fluencia tan profunda y duradera en la dían producir milagros, y a imitación de
imaginación —en todos los sentidos de la los reyes de Francia, curar escrófulas. El
palabra— de épocas sucesivas. Durante to-
do el siglo xm la «lucha por la Carta», con (79) Macaulay Trevelyan. O.. Historia política
sus constantes nuevas promulgaciones, re- de Inglaterra, Fondo de Cultura Económica, pa-
visiones, infracciones y refirmaciones, fue gina 139, México, 1943.
el campo de batalla de los partidos. Hasta gen, (80) "La voz parlamento expresa, en su ori-
una conversación. Las reglas monásticas la
que los parlamentos de Eduardo estuvieron aplican, en su forma latina, a las conversaciones
totalmente establecidos, la Carta siguió habidas por los monjes en sus claustros después
ocupando el primer puesto en el pensa- de la cena, conversaciones que las Reglas conde-
miento de todos los hombres. naban como poco edificantes. Algo más tarde, la
voz se usó para designar ciertas conferencias so-
"En los siglos xiv y xv pasó al segundo lemnes, tales como la del año 1245 entre Luis IX
plano, porque su misión pareqía estar cum- de Francia y el papa Inocencio IV. Un cronista de
plida. El Parlamento ocupó en las mentes la época, cuando Enrique III convocaba un con-
de los hombres el puesto que antes había sejo o conferencia de magnates para discutir agra-
vios, lo denominaba "tener un parlamento". La
ocupado la Carta. Los últimos amanuenses palabra nació en Inglaterra, y pronto se aplicó con
y los primeros impresores nunca fueron lla- regularidad a las asambleas nacionales convoca-
mados para publicar versiones populares das de vez en cuando por Eduardo I. el gran suce-
inglesas del gran documento. En tiempos sor de Enrique, adquiriendo cierto carácter defi-
nitivo en lo que fue denominado después Parla-
de los Tudores la Carta estuvo todavía más mentó modelo de 1295. La voz, como puede ob-
fuera de moda, porque destacaba la distin- servarse, significó en un principio la conversación
ción entre los intereses del principe y los en si misma, la conferencia celebrada, no las per-
del pueblo, lo cual durante el siglo xvi, tan- sonas reunidas en ella. Gradualmente fue transfi-
riéndose el sentido a la corporación de las perso-
to el principe como el pueblo, tenían gran nas reunidas en conferencia, al Igual que ocurre
interés en negar. El Rey Juan, de Shakes- con la palabra conferencia, que posee un doble
peare, muestra que el autor sabía poco y sentido. Al mismo tiempo que Eduardo I organi-
se preocupaba menos de la Carta, aunque zaba sus Instituciones parlamentarlas, nacían en
Francia otras de fndole semejante. Pero la insti-
trató plena y libremente la tragedia hu- tución que en Francia corresponde al Parlamento
mana de la deposición y muerte de Ricar- Inglés tiene historia diferente y diferente destino.
do n. El Parlamento francés se convirtió en una Institu-
ción judicial, aunque aspiraba a Intervenir en la
"Pero cuando, bajo Jacobo I, el príncipe formación de las leyes.
y el pueblo comenzaron otra vez a ocupar "La historia del Parlamento Inglés puede divi-
campos opuestos, la Magna Carta volvió dirse, principalmente, en cuatro grandes periodos:
con rapidez a un esplendor mayor del que el de los Parlamentos medievales, de los cuales el-
de 1295 fue modelo y tipo; el periodo de los Tudor
tuvo antiguamente. Los anticuarios y ju- y los Estuardos, cuyo núcleo está constituido por
ristas que afirmaron nuestras libertades la época de conflictos entre el rey y el Parlamen-
parlamentarías en la edad de Coke y Sel- to, entre la prerrogativa y el privilegio: el periodo
den, vieron destacarse a través de las nie- comprendido entre la revolución de 1688 y la Ley
de Reforma de 1832. y el moderno periodo, que
blas del tiempo la figura gigantesca de la comienza en 1832" (Ubert, C. P., El Parlamento.
Magna Carta como la diosa de la libertad pág. 7, Ed. Labor, Barcelona, 1926).
rey es la fuente de toda justicia, la garan- curso del siglo xiv, la transmisión del poder
tía esencial de la paz pública. Su poder está fue dos veces objeto de medidas excepcio-
limitado solamente por la ley; si la viola nales: en 1326 se planteó al Parlamento la
se convierte en tirano y está permitido su- cuestión de saber quién debía reinar, si el
blevarse contra él. El último articulo de la padre declarado indigno o su hijo menor
Carta Magna lo da a entender. Por más que de edad. Los partidarios de la reina Isabel
se le haya omitido en las redacciones pos- se declararon unánimemente por el hijo, y
teriores a 1215, sobrevivió el espíritu que lo algunos días después (12 de enero de 1327),
había dictado. En calidad de suzerain, el una proclamación anunció al pueblo que
rey exige de sus vasallos la fe y el home- Eduardo había cesado de reinar y que su
naje; es el Lord paramount. hijo había sido llamado a sucederle. De esa
"La realeza es hereditaria. Se transmite manera, el «torpe palurdo» fue depuesto,
de padre a hijo, pero nada puede impedir sin haber abdicado. En 1399 se repitió el
que una mujer ciña la corona. Ese fue el mismo drama, con variantes de forma: des-
caso del siglo xn, en que la «Emperatriz» pués de haber sido paseado en la ciudad
Matilde reinó regularmente, al mismo tiem- de Londres por su primo Enrique, que aca-
po que su competidor Esteban. Eduardo III baba de recoger la herencia de los Láncas-
reclamó con fundamento la herencia de ter, Ricardo II fue invitado a firmar su
Carlos IV, el Bello, en razón de su ascen- abdicación, y se resignó a ello llorando, en
dencia femenina. En Francia se le opuso la esperanza.de salvar, al menos, la vida.
lo que se llamó más tarde la Ley Sálica. Su Desligó a sus subditos de toda vinculación
hijo Juan de Gante invocó esta misma ley y obediencia, y renunció expresamente a su
para apartar del trono a su sobrino Edmun- condición de «rey y señor». Al día siguien-
do de Mortimer, conde de March, que se ha- te, se leyó ante el Parlamento y fue apro-
bía casado con la hija de Lionnell de Cía- bado sin discusión el acto de su abdicación,
rence, segundo hijo de Eduardo III, por lo redactado en inglés y en francés. Entonces
que en 1377 la corona pasó en línea recta el duque de Láncaster reivindicó la corona
a Ricardo II, hijo del Principe Negro, y como descendiente directo de Enrique III
también, después de la abdicación forzada y porque el reino «estaba a punto de pere-
de Ricardo, el Parlamento rehusó admi- cer por falta- de un buen gobierno y de
tir las pretensiones del segundo conde de buenas leyes». Así llegó Enrique V a ser
March. En realidad, la ley Sálica no consi- rey pero juzgó prudente hacer confirmar su
guió ser implantada en Inglaterra. título por el Parlamento. La cuarta vez
"El intervalo entre la muerte del rey y (1406) fue decidido que el príncipe de Ga-
el advenimiento de su sucesor podía poner les le sucedería y en su defecto, sus her-
en peligro la paz pública, puesto que el rey manos o sus herederos varones. En 1407 el
era la fuente de toda justicia. Era necesa- derecho a la herencia fue extendido tam-
rio, pues, tomar precauciones, y asi, ape- bién a las mujeres. En el curso del siglo xv
nas Enrique III hubo exhalado el último la caida de Enrique VI, el advenimiento de
suspiro, los consejeros de la corona hicie- Eduardo IV, de Eduardo V, de Ricardo III
ron proclamar que su hijo Eduardo, aunque y de Enrique VII son actos arbitrarios que
ausente, se convertía en rey «por derecho un Parlamento servil se ha limitado a re-
de herencia y por la voluntad de los gran- gistrar. Nadie osaría presentarlos como pre-
des del reino*. Sucedió entonces, por pri- cedentes.
mera vez, que el nuevo reinado, inmedia- "La mayoría de edad no ha sido .lamas
tamente después del deceso del predecesor fijada por la ley. Cuando Eduardo III as-
y bajo Eduardo IV, llegó a consagrar esta cendió al trono tenía 14 años y se eman-
máxima: «el rey no muere>(8i). En el cipó a sí mismo, haciendo arrestar a Mor-
timer. Su nieto Ricardo II tenía 10 años
(81) "No existia precedente, desde la conquis- en 1377; se le dio un Consejo de regencia
ta por los normandos, de que se hubiese adoptado y quedó bajo la tutela de su madre, Juana
providencia alguna pura el ejercicio de las pre-
rrogativas reales, entre la muerte del soberano y
el nacimiento de un hijo postumo. El derecho so- para heredarla. 81 el Parlamento se interpusiere
bre esta cuestión importante no se hallaba esta- y nombrase a un regente para administrar el go-
blecido; pero raciocinando por analogía, con rela- bierno, hasta el nacimiento de un hijo postumo,
ción al derecho sobre la trasmisión de la propie- tal regente no estaría gobernando a nombre y en
dad real, asi como de conformidad con lo que el representación del soberano, sino que sería un
sentido común dictaba.- era evidente que un niño soberano parlamentarlo creado para el caso con el
no nacido no podía entrar en posesión de la co- títu'.o de regenté. Y mientras tanto, si no nacirse
rona. La corona no podía estar vacante, ni consi- hijo alguno, el heredero presunto habría sido ile-
derarse en la clase de bienes mostrencos. El rey galmentc privado de su derecho al trono" (Eríkl-
nunca muere. La corona debe, por tanto, recaer en ne May, T., Historia constitucional Ae Inglaterra,
seguida en el heredero presunto, en calidad de trad. do Juan de Izaguirre, t. 1, pág. 240. Imprenta
abdicación o renuncia si nace un hijo con título de Portanet. Madrid, 1883).
de Kent, considerada como «guardiana y des, de un pequeño número de barones, de
jefe supremo de la Corte». Su indolencia le servidores personales del rey y de grandes
hizo soportar esta situación, y aun después funcionarios de la corona, se reunía cuan-
de la muerte de su madre (1385), toleró do al rey le placía convocarlo. Que el Con-
consejeros que detestaba y de los que se sejo haya abusado de su autoridad bajo un
liberó el 3 de mayo de 1389, «tomando el déspota tan caprichoso como Eduardo II,
reino por sorpresa». Por último, Enrique VI, nada más natural, y se comprende también
declarado mayor de edad en 1437, no tenia que la aristocracia haya deseado quitar a
todavía 16 años. este príncipe el derecho de imponer sus fa-
"Si Rex y Lex eran términos sinónimos, voritos reformando su casa (1311); pero
dejaban en la incertidumbre el punto esen- esta usurpación de poder fue pronto revo-
cial, que consistía en saber si el poder real cada y el Consejo permanece en las manos
tenia límites y cuáles eran estos límites, del rey durante todo el reinado de Eduardo
especialmente aquellos que imponía su pre- III. Bajo Ricardo II, estuvo compuesto so-
rrogativa siempre difíciles de definir. En el bre todo por altos funcionarios y se con-
hecho, el rey estaba ligado solamente por virtió, con el título de Privy Councü, en
dos juramentos: el que prestaba el día de instrumento todopoderoso de la prerroga-
su coronación y el que estaba inscripto en tiva real. Sus decisiones fueron, a partir de
la Carta Magna. La fórmula de la corona- 1386, consignadas regularmente en regis-
ción contenia primitivamente tres artícu- tros que han llegado hasta nosotros. Es en-
los: mantener en paz a la Iglesia y al pue- tonces un tribunal supremo, con poderes
blo cristiano, proteger a las personas y a ilimitados para los casos de urgencia. Al-
los bienes contra el pillaje, juzgar confor- canza su más alta autoridad bajo los prín-
me a la justicia y a la piedad. Un cuarto cipes de la casa de York, que se sirvieron
artículo fue agregado, cuando la corona- de él para limitar la acción del Parlamento
ción de Eduardo II, y mantenido desde en- mismo, predominante después del adveni-
tonces, según el cual el rey se comprometía miento de Enrique IV. Este era entonces
a «observar y defender las leyes y justas un cuerpo administrativo formado por los
costumbres propuestas por la comunidad grandes funcionarios de la corona remune-
del reino». Así reconocía expresamente la rados, obligados a una presencia regular.
autoridad del Parlamento. En cuanto a la Una de sus secciones pronto se convertía
Carta Magna, a pesar de sus oscuridades, en la Cámara Estrellada (Star Chamber)
su incoherencia y sus lagunas, ella había o Cámara de los Lores ( K:t ) encargada de
fijado para siempre, por lo menos el prin-
(83) "La Cámara de los Lores ha estado siem-
cipio de que el rey no podía exigir contri- pre mas intimamente ligada a la corona y a sus
buciones extraordinarias sin el consenti- intereses que la de los Comunes. La nobleza es en
miento de los grandes del reino, convoca- todas ¡as naciones apoyo y ordenamiento de la
dos en la forma más solemne. Ahora bien, corte; y en Inglaterra es considerada como ba-
luarte de la monarquía — defensa contra los ele-
las interminables guerras de los siglos xiv mentos democráticos de nuestras Instituciones.
y xv obligaron fatalmente al soberano a Toda la clase es creación de la corona. Los pare»
reunir su Parlamento y, por consiguiente, temporales, o sus antecesores, han sido ennobleci-
a aceptar sus exigencias, entre las cuales la dos todos por el favor real; muchos han sido ele-
vados a dignidad superior en la paría, y otros as-
principal era siempre confirmar de nuevo piran a tal elevación, yna paria del Reino Unido
la Carta Magna. El hecho se produjo quince es objeto de ambición para los pares escoceses e
veces bajo Eduardo II, ocho veces bajo Ri- irlandeses. Los lores espirituales deben su digni-
cardo II, seis veces bajo Enrique 82IV, y to- dad a la corona, y de ella esperan, como de íuente
de todo poder, su traslación a sedes más impor-
davía una vez bajo Enrique V" ( ). tantes. Casi todos los honores y cargos más eleva-
El Consejo de la Corona. "Para ayudar- dos los monopoliza la nobleza. El duque más po-
lo en su gobierno, el rey tenía cerca suyo deroso, que ha disfrutado y» todos los demás ho-
el Consejo y el Parlamento. nores, aspira a la orden de la Jarretera. La lugar-
tenencia de un condado —cargo de grandeza feu-
"El Consejo: Curia regís, al principio, des- dal— confiere distinción e Influencia, de las cua-
pués consilium o concilium (en vano se han les los más nobles se enorgullecen con Justicia;
hecho esfuerzos para dar un valor especial otros altos puestos en el Estado y en la casa
a cada una de estas dos expresiones), pa- real los disfrutan exclusivamente los pares y sus
familias, asi como una gran parte de la protección
rece haber tomado su primera forma en el del Estado se dispensa por sus manos. Su rango
Consejo de regencia establecido durante la loa pone también al alcance inmediato del favor
minoría de Enrique III, y en seguida duran- de la corte y del trato social, llegando por estos
caminos, con facilidad, los pares mas eminentes,
te la ausencia de Eduardo I. En tiempos a ser amigos personales del soberano reinante. Por
ordinarios, el Consejo, compuesto de con- estas razones, con muy raras excepciones, la Cá-
mara de los Lores se ha colocado siempre al lado
(82) Bémont. Ch.. y Doucet, B.. Historie de de la corona. Ha apoyado al rey contra sus minis-
l'Europe air mnyen age. pág 213. Ed Alcnn. Pa- tros: ha abdicado fie sus convicciones, a su vez:
rís, 1931. y cuando las conexiones políticas la han puesto en
restablecer el orden, que había trastornado considerarse integrantes de un cuerpo es-
la guerra civil." pecial, el de los Pares (Peers) y así ocurrió
El Parlamento. De la Curia regís o del que Mortimer, en 1330, fue juzgado por sus
Consilium surgió el Parlamento. Su consti- «pares». En 1340, Eduardo III nombró a su
tución más o menos definitiva fue obra de cuñado, Guillermo de Juliers, conde de
Eduardo I. Inspirándose, sin duda, en el Cambridge y «par» del reino. Estos pares
precedente creado por Simón de Montfort eran esencialmente los jueces ante quienes
en 1284, este príncipe, además de los miem- debían comparecer los miembros del Parla-
bros del alto clero y de la alta nobleza con- mento. Ese fue el caso del arzobispo de Can-
vocados por cartas individuales, hizo venir terbury Jean Stratford en 1341 y fue de tal
en 1275 a dos caballeros elegidos por las consecuencia, que conviene insistir acerca
curias de condado y dos burgueses elegidos de él. Stratford se había constituido en fia-
por las ciudades, o villas episcopales, y por dor de ciertos préstamos contratados en
ciertos burgos, designados un poco al azar Flandes por el rey que, apremiado por sus
según parece. En 1295, hizo convocar, ade- acreedores, rogó al prelado negociar con
más, los representantes del bajo clero; los ellos. Stratford se rehusó. Violenta cólera
arzobispos recibieron, en efecto, la orden del rey que ya había echado a la mayoría
de advertir (praemunire) a los priores de de sus ministros: hizo entonces escribir y
sus capítulos y los archidiáconos diocesanos publicar un panfleto difamatorio, -el Líber
que tenían que venir en persona, con pro- famosus, en donde amenazaba a Stratford
curadores munidos de plenos poderes para con hacerle seguir la suerte de uno de sus
representar al clero catedralicio y parro- predecesores, Tomás Becket. Stratford de-
quial. En esta época, el Parlamento com- claró fríamente que él ponía su causa en
prendía por una parte los dos primados, las manos de sus Pares, y los Lores declara-
todos los obispos, tres jefes de órdenes re- ron en efecto que los Pares no podían ser
ligiosas, sesenta abades; por otra parte sie- citados ante la justicia ni condenados sino
te condes y cuarenta y un barones, dos ca- por el Parlamento constituido en Alta Cor-
balleros diputados por los condados, dos te. El privilegiado de la pairía estaba ad-
burgueses elegidos por cien ciudades y bur- quirido para lo sucesivo; imprimió a la Cá-
gos; por último los representantes elegidos mara de los Lores, en parte hereditaria, un
del bajo clero. Este fue un Parlamento com- carácter exclusivo que la separó netamen-
pleto, pero no el modelo de los Parlamen- te de la Cámara de los Comunes (»*), sur-
tos futuros, puesto que los representantes
del clero pronto dejaron de ser convocados, (84) El lector ha tenido oportunidad de encon-
prefiriendo el clero tratar separadamente, trar en las páginas dedicadas a las culdades de la
en sus Convocations provinciales, toda de- Edad Media el término "común", empleado para
designar a la parte de población no privilegiada.
manda de subsidio presentada por la rea- El común significa el conjunto de Individuos ca-
leza. rentes de privilegios nobiliarios, iguales entre sí
"En el curso del siglo xiv, dos nuevos he- por su condición Jurídica de hombres libres, y pre-
chos cambiaron la composición y la natu- sentados como una entiiá-ii! ce- ratlva desde el
punto de vista político, por lo q-.y puede confun-
raleza misma del Parlamento. La Carta dirse con colectividad o comunidad correspondien-
Magna había hecho una distinción entre te a la ciudad, municipio o comuna, característi-
los barones majares y los barones minores camente burguesa.
llamados al Commune consillum. Los baro- No es por una falta de consideración hacia la
Cámara de los Lores por lo que dejamos la des-
nes, vasallos directos de la corona, estaban cripción de ésta para un capítulo posterior, sino
obligados a presentarse en virtud de su de- porque el sector principal de los asuetos parla-
ber feudal. Eduardo I les agregó jueces pa- mentarlos se desarrolla en la Cámara de los Co-
ra todo asunto donde la justicia ordinaria munes: porque la posición legislativa de la otra
Cámara está subordinada, en la legislación ingle-
era impotente o muda, y hasta mercaderes sa, y porque la situación y funcionamiento de la
enriquecidos, cuando quería establecer de- de los Lores no puede comprenderse st no se er-
rechos de aduana. Después, vino el hecho pllca previamente las funciones de la de los Co-
munes.
creador del derecho que consistió en que "La palabra comunes posee un doble sentido.
las cartas individuales de convocación aca- Desde el punto de vista técnico, la Cámara de los
baran por ser siempre dirigidas a las mis- Comunes era, en tiempos de su fundación, la co-
mas personas. Esos fueron los barones crea- munidad o corporación representativa de las co-
munidades de condados y villas. «Los Comunes
dos por wrlt. Unos y otros concluyeron por —dice Stubbs— son las comunidades, las corpo-
raciones organizadas de hombres libres de los con
conflicto con un ministerio que disfrutaba de la dados y pueblos y el estado de Comunes es la cor-
confianza de la corona, su oposición ha sido débil poración general formada por tales comunidades
o complaciente" (Ersklne May. T.. Historia cons- para fines parlamentarlos». Pero la palabra posee
titucional de Inglaterra, trad. de Juan de Izagul- otro matiz de interpretación reflejado en el uso
rre, t. 1, pág. 3, Imprenta de Portanet, Madrid, moderno de la voz commoner.
1883). (N. del A.) "Los comunes son aquellos que no se hallan in-
I
gida de la elección popular. Un siglo más jas. Allí, no se discutía. Después, el rey
tarde, una ley electoral votada en 1430 or- anunciaba su decisión en una breve fór-
denó que, para tomar parte en las eleccio- mula: el rey lo quiere, cuando aprobaba;
nes de los condados y las villas, era nece- el rey se aconsejará, cuando rehusaba. Fi-
sario residir y poseer una renta libre (free- nalmente, el Parlamento era disuelto o pro-
hold) de un ingreso anual igual o superior rrogado y los diputados remitidos a sus ho-
a cuarenta chelines. Así se formó una aris- gares; una indemnización de viaje y de es-
tocracia del dinero junto a la aristocracia tadía les era abonada, como se da retribu-
de nacimiento. Este sistema constitucional ción a un servidor.
permaneció en vigor hasta 1832. "Esta situación de subordinación que
"A menudo se ha discutido la cuestión existió al principio, cambió rápidamente
de saber en qué momento y en qué circuns- durante el siglo xiv, cuando los grandes
tancia tuvo lugar la separación de las dos gastos militares hacían necesario el voto de
Cámaras. En realidad, ellas jamás habían ayudas-extraordinarias. Por la fuerza de las
actuado ni deliberado juntas, aunque lo ha- cosas, el Parlamento llegó a ser entonces
bían hecho al mismo tiempo, con rango y una asamblea de control y de oposición. En
títulos diferentes. Cuando el Parlamento 1376, esta oposición encontró en la Cámara
estaba reunido en Westminster. que fue el de los Comunes un jefe elocuente en la per-
caso más frecuente después del siglo xrv, los sona de un simple caballero, Fierre de la
lores se reunían de ordinario en la «sala Mare, que era por otra parte, senescal de
blanca» del palacio real, o gran sala; los Edmond Mortimer, conde de March, y de
comunes, es decir la asamblea de personas ningún modo un demagogo. Respetuoso de
menos importantes a los que se llamaba, la forma y de los precedentes, este speaker,
por ejemplo, Gautier el Almacenero, Payen al principio de cada sesión rogaba a los lo-
el Sastre, Raúl el Tintorero, etcétera, se re- res nombrar una comisión encargada de
unían en otra sala decorada con pinturas examinar las peticiones y las quejas de los
murales, y que se llamaba la Cámara «pin- comunes. Protegido por el Príncipe Negro,
tada» o «descripta», o bien, fuera de pala- pudo hacer arrestar dos ministros preva-
cio, en la capilla de San Esteban. La gran ricadores y arrojar a la amante del rey,
sala estaba dividida en dos partes, que se- miss Perrers. Pero el príncipe murió, Juan
paraba una barrera guardada por ujieres de Gantet su hermano, tomó el poder, hizo
con varas. En la parte alta estaba el trono anular los actos del «buen Parlamento» y
del rey; en frente, el canciller estaba sen- con la ayuda de una fuerte presión elec-
tado sobre un saco de lana; detrás de él, toral, obtuvo la elección de diputados com-
los jueces y los escribas. Sobre los costados placientes, que derribaron la obra de los
se sentaban los miembros del clero, los con- reformadores. En 1399, el Parlamento dio
des, barones y caballeros convocados por el la corona a Enrique de Láncaster; fue en-
rey. Para que el soberano pudiera comuni- tonces cuando alcanzó el apogeo de su in-
carse con los comunes, nombraba un ora- fluencia en la Edad Media. Durante la gue-
dor (prolocutor, speaker) encargado de ve- rra civil, no fue más que una cámara en-
nir a la barra, a dar la respuesta de los di- cargada de registrar los actos, como forma
putados o presentar sus pedidos y sus que- indispensable, por lo demás, para ratificar
los actos del partido vencedor. Pero la opo-
cluidos en ninguno de los grupos especiales cons- sición había tenido sus «mártires*: Simón
tituidos por clérigos y barones. Las personas que
no disfrutan privilegio especial alguno —dice Mai- de Montfort, en el siglo xm, Tomás de Lán-
Uand—, que 110 tienen la calidad peculiar de ba- caster, en el xiv, Oldcastle, en el xv." í8»)
rones o clérigos, son comunes. En este sentido,
comprenden el tercer estamento de Francia, al co- (85) Bémont, C h , y Doucet, R., Histoire de
mienzo de la Eevolución Francesa, que, según Sle- l'Europe cu mayen age, pág. 217, Ed. Alean, pa-
yés, no era nada, aspiraba a ser algo y debír. serlo rís, 1931.
todo. "El hecho de ser el Parlamento medieval una
"El sentido técnico de la palabra es, desde el expansión de los consejos reales, explica la natu-
punto de vista histórico, de gran importancia. raleza de los asuntos que hablan de tratar. La
Antes de la época de los parlamentos, tanto a los causa Inmediata de convocar un parlamento era,
condados como a las villas se les habla reconocido usualmente, la necesidad de dinero. El rey había
su carácter de comunidades con fines judiciales, realizado o tenía que realizar gastos Imposibles
fiscales y administrativos, y los condados actua- de atender con sus recursos ordinarios, como ren-
ban con tales atribuciones en sus cortes condales. tas de la corona y subsidios feudales normales.
Las villas fueron adquiriendo por sí mismas y por Entonces convocaba a un parlamento y por medio
medio de cartas de privilegio, derechos comunales de su canciller o algún otro ministro, exponía lo
parecidos, y a menudo sugeridos, a los de las comu- que deseaba y cómo lo deseaba. El discurso del rey
nidades francesas; sólo faltaba dar un paso para podía referirse a otros extremos importantes sobre
utilizar Ideas e instituciones ya existentes con los que necesitara consejo o consentimiento, pero
fines de representación parlamentaria" (Ilbert, la cuestión de dinero era lo esencial. Por otra
C. P., El Parlamento, pág. 25, Ed. Labor, Barce- parte, los subditos del rey sufrían agravios que
lona, 1926). deseaban ver corregidos. Estos eran de diferentes
Bajo la dinastía- de los Túdor y, especial- Carlos I de la dinastía Estuardo, a fin de
mente durante el reinado de Enrique VIH conseguir un nuevo reconocimiento o rati-
y de Isabel, la corona gobernó con la auto- ficación real de los principios de la Carta
ridad del Parlamento, pero hizo de este Magna y del Estatuto de Tallagio non con-
cuerpo un instrumento pasivo de su volun- cedendo. feecién en 1679 el Parlamento ac-
tad y hasta de su capricho. A partir de En- túa como poder legislativo al dictar la ley
rique VIII los Parlamentos fueron más lar- de habeas corpus. Esto significa ya un cam-
gos y durante el reinado de Isabel llegó a bio institucional de gran trascendencia, y
durar once años, aunque sólo se reunió en 1701, el Acta de Establecimiento (Act of
tres veces. Desde el punto de vista institu- Settlement) consagró la soberanía del Par-
cional este hecho adquirió indudable im- lamento con carácter definitivo. Sin em-
portancia, porque, en vez de ser una asam- bargo, todavía entonces estaba en vigen-
blea de existencia circunstancial, que sólo cia el Acta, de 1649, que establecía un pla-
duraba el tiempo que requería la solución zo de tres años para la duración de un Par-
de un determinado asunto, empezó a ser lamento. La ley de 1715 lo amplió a siete,
un poder permanente del gobierno. Además, y por ese camino, se llegó al Parlamento
como estaba sometido incondicionalmente actual.
al monarca, éste no advertía inconveniente A continuación incluímos el Estatuto de
alguno en reconocerle soberanía. Un secre- Tallagio non concedendo del año 1297, la
tarlo de la reina Isabel llamado Tomás Petición de Derechos, de 1628 y la decisión
Smith escribió un libro acerca de El Estado del rey respecto a ella.
inglés y el modo de gobernarlo que se pu- ESTATUTO "DE TALLAGIO NON CONCEDENDO"
blicó en 1589, en el cual afirmaba "que el
poder más alto y absoluto del reino inglés (Año 1297. 25 del reinado de Eduardo I)
era el Parlamento". Artículo 19 No se impondrá ni cobrará
En tiempo de los Túdor las cámaras em- contribución alguna por Nos ni por nues-
pezaron a llevar diarios de sesiones y su tros herederos en nuestro reino, sin haber
lectura permite conocer las prácticas se- obtenido el consentimiento de los arzobis-
guidas entonces en el sistema parlamenta- pos, obispos, condes, barones, caballeros,
rio inglés. De esa época data también el pueblo y demás hombres del país.
sistema de las comisiones internas del Par- Art. 2? .Ninguno de nuestros empleados
lamento. ni los de nuestros herederos podrán .exi-
El Estatuto de Tallagio non concedendo. gir trigo, lana, pieles, ganados o cualquier
En el año 1628 se redactó la Petición o Con- otra cosa sin el consentimiento de aquellos
cesión de derechos. En ella aparece el Par- a quienes pertenezca.
lamento dirigiéndose humildemente al rey
Eduardo II decidió, en procedimiento sumarisimo.
clases: la violación de consturnbres antiguas, la sil renuncia al trono, forzándole a abdicar. Pero el
falta, de cumplimiento de leyes y privilegios, la procedimiento seguido en el destronamiento de
opresión de las autoridades representativas del Ricardo II fue más solemne. Ricardo se vio obli-
rey c. de los grandes hombros, la mala administra- gado a convocar un parJamento y a firmar en él
ción de justicia, las dificultades en el procedi- su renuncia ni trono. El parlamento reunióse en
miento Judicial, etc. Para solventar estas recla- el salón de Wéstminster, que el propio Ricardo
maciones, los demandantes presentaban sus peti- había construido y que se hallaba en forma pa-
ciones; tenían estas un carácter muy diverso, y no recida a como se encuentra hoy. Aquella asamblea
ne diferenciaban mucho de las presentadas en la aceptó la renuncia, y después de posteriores deli-
Asamblea Nacional en los comienzos de la Revolu- beraciones declaró que el monarca quedaba de-
ción Francesa. Las reclamaciones se hacían ante el puesto y resolvió que Enrique de Láncaster seria
Parlamento real o ante su Consejo, siendo el Parla- rey en su lugar. l;n parlamento que podía hacer
mento el cuerpo oficial por mediante el cual eran y deshacer reyes era, sin duda alguna, una insti-
cursadas éstas. Los procedimientos arbitrados parn tución formidable. Se ha dicho que los reyes lan-
remediar los errores podrían ser clasificados, en rasterianos fueron reyes nombrados por el Parla-
léxico moderno, en Judiciales, legislativos y admi- mento. Durante las querellas del siglo XVII entre
nistrativos. Pero en el siglo XIII estas diferencias el rey y las clases humildes, el pueblo volvió a los
no se hallaban bien definidas" (Ilbert. C. P., El tiempos del periodo lancasteriano. la edad de oro
Parlamento, pág. 14, Ed. Labor, Barcelona. 1926) del parlamento, y los precedentes de esta época
"Lns sesiones de un Parlamento medieval no se han sido citados a menudo en asuntos parlamen-
prolongaban muchos días. Los viajes eran difíciles, tarlos. Pero en el siglo XV los tiempos no fueron
peligrosos y caros; los parlamentarios no podían buenos para el gobierno parlamentario. Las facul-
permanecer largo tiempo alejados de sus casas. E' tades del parlamento cayeron en manos de la no-
principal objeto de la reunión era un pacto entre bleza turbulenta. Enrique V fue un guerrero fa-
el rey y sus subditos. El rey necesitaba dinero, y moso y hábil, pero Enrique VI comenzó su reinado
para que éste fuera concedido, exigíase que fuc- siendo un niño y lo terminó siendo un Idiota:
rnn atendidas ciertas reclamaciones sobre las que fue gobernado por tios sin escrúpulos y por una
se hablan presentado las debidas solicitudes" (np. reina perversa y las luchas sangrientas conocidas
cít., pág. 15). por la Guerra de las Rosas. acnbHron con la dinas-
"El poder político del parlamento creció rápida- ti.: < > ; • ¡os Plantagenets. llenando de luto la más
mente en los siglos XIV y XV En 1327. un par- rnMrrua n >ble?:i1 y despejando el camino para unu
lamento que habí» sido reunHo orí nombre de nueva fonnn ili monarquía" f o p rit.. pftg. ií),.
Art. 3"? No se sacará porción alguna de trucciones a cuya virtud vuestro pueblo ha
los sacos de lana, a titulo de nueva contri- sido reunido en diferentes pasajes, invitán-
bución. dosele a prestar ciertas sumas de dinero a
Art. 49 Garantizamos, en nuestro nom- V. M., y vista la negativa de algunos, se les
bre propio y en el de nuestros herederos, ha obligado a prestar juramento, hacién-
que todas las personas eclesiásticas y se- doles comparecer y presentarse, contra lo
glares de nuestro reino gozarán de sus le- dispuesto, en todas las leyes y estatutos de
yes, libertades y franquicias tan plena y este reino, ante vuestro consejo privado y
completamente como hasta aquí, en los en otras partes; otros han sido reducidos
tiempos en que las han disfrutado con ma- a prisión, o perturbados o molestados de di-
yor amplitud; y si Nos o nuestros anteceso- versos modos. Otras muchas cargas han si-
res hemos promulgado estatutos o estable- do impuestas y cobradas a vuestros subdi-
cido costumbres contrarias a sus derechos, tos por los gobernadores de las provincias
o a lo contenido en el presente Estatuto, y sus tenientes, los comisarios para las re-
queremos que sean nulas y sin efecto en vistas de las tropas, los jueces de paz y
adelante. otros funcionarios, de orden de V. M. o de
Art. 59 (Perdón concedido a varios in- vuestro consejo privado, contra todas las
dividuos de la aristocracia sublevados con- leyes y libertades de este reino;
tra el poder real.) "39 Y siendo así que se halla explícita-
Art. 69 (Medidas adoptadas para asegu- mente acordado y establecido por el esta-
rar la publicación y ejecución de la pre- tuto llamado Carta Magna de las liberta-
sente Carta.) des de Inglaterra, que ningún ciudadano
podrá ser reducido a prisión ni privado de
PETICIÓN O CONCESIÓN DE DERECHOS sus bienes, libertades o franquicias, ni pros-
POR CARLOS I (»«> cripto ni desterrado, ni condenado a muer-
(1628) te sino en virtud de una sentencia legíti-
"A la Excma. Majestad del rey: ma de sus pares o de las leyes del país;
"1^ Los lores espirituales y temporales, "49 Y que está acordado por la autori-
y los comunes, reunidos en parlamento, ex- dad del Parlamento, en el año veinticinco
ponen muy humildemente a Nuestro Sere- del reinado de Eduardo III, que nadie, sea
nísimo Señor el Bey: Que habiendo sido de- cual fuere su rango o condición, podrá ser
clarado y acordado por un Estatuto que se privado de sus tierras y demás bienes, ni
promulgó en tiempo del rey Eduardo I, y reducido a prisión, ni desterrado, ni con-
concedido con el título de Estatuto de Ta- denado a muerte sin que antes se.oiga su
llagio non concediendo, que ni el rey ni sus defensa con arreglo a derecho;
herederos impondrían contribuciones ni co- "59 A pesar de dichos estatutos y de-
brarían subsidios en este reino sin el con- más buenas leyes-reglamentos de nuestro
sentimiento y aprobación de los arzobispos, rey, expedidos a este fin, mucho subdi-
obispos, condes, barones, caballeros, dipu- tos vuestros han sido reducidos a prisión,
tados y otros individuos de la Cámara de sin que se les haya expresado la causa, y
los Comunes de este reino, y que por la cuando han sido conducidos ante vuestros
autoridad del Parlamento convocado en el jueces, en virtud del habeas corpus, para
veinticinco año del reinado de Eduardo III, sufrir el castigo impuesto por el tribunal, y
se declaró y acordó que desde entonces na- han intimado a sus carceleros que declaren
die podía ser compelido contra su voluntad la causa de la detención, éstos no han dado
a prestar dinero al rey, por ser esto contra- otras razones de su conducta sino alegar
rio a la razón y a las libertades del país; que les habían arrestado por una orden
y estando establecido por otras leyes de este particular de V. M., notificada por los se-
reino que a nadie podrá imponerse contri- ñores de vuestro consejo privado; a pesar
bución alguna con el nombre de don gra- de todo, han continuado en la prisión, sin
tuito u otro semejante, gracias a tales es- que se les impute delito alguno de que
tatutos y a otras buenas leyes del reino, puedan dar sus descargos con arreglo a las
vuestros subditos han heredado la facultad leyes;
de no contribuir a ningún impuesto, carga, "69 Y siendo así que varias compañías
subsidio o donativo alguno, sin que el Par- de soldados y marineros han sido distribui-
das hace poco en muchas provincias del rei-
lamento le haya dado su aprobación; no, cuyos moradores se han visto obligados
"2"? Sin embargo, hánse publicado poco a recibirlas y alojarlas en sus casas, contra
ha varias advertencias dirigidas a diversos las leyes y costumbres de este reino y con
comisarios en muchas provincias, con ins- gran perjuicio de vuestro pueblo;
(86) Esta petición fue redactada por slr Eduar- "79 Y estando acordado por la autori-
do Coke dad del Parlamento, en el año veinticinco
del reinado de Eduardo III, que nadie pue- que con ese pretexto sean condenados a
de ser condenado a perder la vida o miembro muerte algunos subditos de V. M., contra
alguno contra lo contenido en la Carta leyes y franquicias de este país;
Magna y las leyes del país, y que por la su- "10. He aquí cuanto pedimos humilde-
sodicha Carta Magna y demás leyes y es- mente a V. M., como derechos y libertades
tatutos de vuestro reino, nadie pueae ser nuestras, con arreglo a las leyes y estatu-
condenado a muerte sino por las leyes es- tos de este reino. Suplicamos también a V.
tablecidas o por las costumbres del mismo, M. que declare que de todos los derechos
o por acuerdo del Parlamento; que en otro o procedimientos, sentencias, ejecuciones
caso ningún criminal, sea cual fuere su y demás hechos a que nos hemos referido,
condición, pueda eximirse de los procedi- no se sacará consecuencia ni sentencia pre-
mientos de la justicia ordinaria, ni evitar cedente en perjuicio de la nación. Así, pues,
el castigo que le imponen las leyes y los rogamos a V. M. que, para mayor satisfac-
estatutos del reino: hace poco tiempo, sin ción y seguridad de vuestro pueblo, decla-
embargo, muchos comisarios de V. M. con re que vuestra intención y regia voluntad
autorización para proceder, según la justi- es que en los asuntos mencionados, vues-
cia de la ley marcial, contra los soldados, tros ministros y funcionarios se sirvan con
marineros y otras personas que se les agre- arreglo a las leyes y estatutos del reino, y
guen a fin de cometer un homicidio; robo, para honor de V. M. y prosperidad del Es-
felonía, sedición o cualquier otro delito; tado."
instruir los oportunos sumarios; juzgar, Primera respuesta del rey a la petición
condenar, y ejecutar jurídicamente a los de derechos leída en el Parlamento por el
culpables, con arreglo a la ley marcial, ajus- canciller de S. M.: "El rey quiere que se
tándose al método de los consejos de gue- cumpla el Derecho con arreglo a las leyes
rra, y como se practica en tiempo de guerra y costumbres del reino, y que los estatutos
en los ejércitos; con pretexto de este po- tengan debida ejecución, a fin de que sus
der, los susodichos comisarios han dado subditos no tengan motivo para quejarse
muerte a muchos subditos vuestros, que si de ningún perjuicio u opresión a sus jus-
habían merecido el último suplicio con arre- tos derechos y libertades, que S. M., en
glo a las leyes y estatutos del país, no po- conciencia, se cree obligado a respetar tan
dían ni debían ser condenados ni ejecu- escrupulosamente con su propia prerroga-
tados sino en virtud de dichas leyes y esta- tiva".
tutos. Petición de las Cámaras al rey, el 7 de
"89 Que por otra parte, y con el mismo junio de 1628, por la cual se solicita una
pretexto, varios grandes criminales a quie- respuesta más satisfactoria a la petición
nes las leyes y estatutos de este reino hu- anterior. Los lores espirituales y temporales,
bieran condenado a sufrir las más grandes y los comunes, reunidos en parlamento, to-
penas, han logrado eludirlas, declinando a mando en consideración que la buena in-
favor de dichos comisarios militares la ju- teligencia entre Vuestra Majestad y vuestro
risdicción de los tribunales ordinarios: por pueblo depende mucho de la respuesta de
todo lo expuesto, claro es que todas las co- Vuestra Majestad a la petición de dere-
misiones de esta especie son directamente cho anteriormente presentada; con el uná-
contrarias a las leyes y estatutos de vues- nime consentimiento de todos, ocurrimos
tro reino; muy humildemente a Vuestra Majestad,
"9? por todas estas razones, se suplica pidiéndole se sirva dar una clara y satis-
a V. M. que nadie en lo sucesivo se vea obli- factoria respuesta a ella en pleno Parla-
gado a someterse a ningún don gratuito, mento.
prestar dinero, hacer presentes voluntarios, A la cual petición respondió el rey:
ni pagar impuestos ni cargas de ninguna La respuesta que he dado ya fue pre-
especie, sino en virtud de un acuerdo del parada con tan buena deliberación, y apro-
Parlamento. Que nadie sea citado ante los bada por el juicio de tantos hombres sa-
tribunales, ni obligado a prestar juramen- bios, que yo no podía haber imaginado otra
to, ni encargarse de servicio alguno. Que cosa sino que ella os habría dado plena
nadie sea arrestado, ni inquietado, ni mo- satisfacción. Pero para evitar toda inter-
lestado al negarse por tales exigencias. Que pretación ambigua, y para mostraros que
V. M. mande retirar los soldados y marine- no hay doblez en mi intención, quiero com-
ros de que hemos ya hecho mérito, impi- placeros tanto en las palabras como en la
diendo que en lo sucesivo se vea recargado substancia: Leer vuestra petición, y ten-
el pueblo de esta manera. Que sean revo- dréis una respuesta a ella, que estoy seg
cadas y anuladas las comisiones para juz- os agradará.
gar cop arreglo a la ley marcial y, que no Entonces se leyó la petición, y se dio!
se nombren a otras análogas, por temor de siguiente respuesta:
Soit droit fait comme il est áésiré («). ta de 1638-40 fue el comienzo de la gran
£1 rey dijo en seguida: revolución británica.
"Esta respuesta es completa, pero no más El "Agreement of the People". En 1640
que la primera, porque la intención de ésta se rindió el Parlamento Largo, en el cual
era confirmar vuestras libertades, sabien- la Cámara de los Comunes ocupó un lugar
do por vuestras mismas protestas que ni in- predominante y dirigió sus ataques contra
tentáis ni podéis dañar mi prerrogativa. Y las prerrogativas de la Corona y de la
os aseguro que mi máxima es que las liber- Iglesia bajo la dirección de John Pim. En
tades del pueblo refuerzan la prerrogativa 1647 fue redactado el Agreement of the
del rey, y la prerrogativa del rey es para People, que fue un acto constituyente de
defender las libertades del pueblo. carácter popular encaminado hacia la re-
"Vosotros veis lo pronto que me he mos- dacción de una ley fundamental para dar
trado a satisfacer vuestra demanda, de al país una constitución política. Los con-
modo que he hecho lo que me tocaba por sejeros o ministros de Garios I, Laúd y
mi parte; por lo mismo, si este Parlamen- Stratford fueron condenados y ejecutados,
to no tiene una conclusión feliz, la culpa es e igual cosa le sucedió más tarde al propio
vuestra, yo estoy libre de ella". Carlos I en 1649, cuando el movimiento re-
(La precedente es la respuesta del rey volucionario tomó cuerpo bajo la jefatura
en Parlamento, y su discurso en aquella de Oliverio Cromwell.
ocasión, el día 7 de junio de 1628) (»»). A la muerte de Carlos I el gobierno íué
El problema institucional relativo a la asumido oficialmente por el Parlamento,
intervención de la colectividad en materia al que se dio el nombre de "The Rump",
impositiva y el principio establecido ya en formado por los 53 miembros que quedaban
la Carta Magna, en todas sus ratificacio- del Parlamento de Carlos. En realidad, el
nes y en la Petición de Derechos de 1628, gobierno estaba en manos del ejército, que
de que nadie estaba obligado a pagar un impuso a Cromwell y lo hizo nombrar lord
impuesto que no hubiese sido votado por protector en 1653. Gobernó hasta su muer-
sus representantes en el Parlamento, siguió te, en 1658. En 1657 Cromwell rechazó el
siendo la causa más importante de las título de rey que el Parlamento le ofreció,
conmociones políticas en Inglaterra. pero designó como sucesor a su hijo Ricar-
En el año 1637 adquiere volumen el des- do, quien cansado y fastidiado por los con-
contento provocado por los Estuardos, por tinuos conflictos entre Parlamento y ejér-
su tendencia absolutista. Se manifestó con- cito, abdicó al año siguiente.
cretamente en la resistencia al pago de La exposición del pueblo de Inglaterra.
ciertos impuestos. John Hampden encabezó Los jefes y oficiales del ejército de Crom-
esa resistencia en el célebre caso del "Ship well redactaron, con fecha 15 de enero de
Monel", o impuesto a los barcos, y llegó 1649, una Exposición, que tiene el carácter
a ser el fermento de una revolución en la de un proyecto constitucional. Por consi-
cual la burguesía o clase media desempeñó derarlo muy interesante y poco conocido,
un papel protagonice y consolidó la auto- lo reproducimos a continuación. Este pro-
ridad del Parlamento. yecto fue adaptado y promulgado por Oli-
Ya hemos visto que, aunque sometido a verio Cromwell, como protector de Ingla-
la monarquía en forma casi incondicional, terra, el día 16 de diciembre de 1653, pero
el Parlamento había llegado a ser, en tiem- no se aplicó. Se le puede considerar la pri-
po de los Túdor, una institución de gobierno mera Constitución escrita conocida, en don-
permanente o casi permanente. El absolu- de se establece la forma de gobierno, los
tismo personal de los Estuardos lo convir- derechos individuales, la limitación de los
tió en adversario de los reyes Jacobo I y poderes constituidos por el poder consti-
Carlos I. La clase de los squire o caballe- tuyente y su respectiva órbita de acción y
ros rurales, representada por John Hamp- las responsabilidades de los funcionarios.
den, presentó lucha franca a Carlos I e hizo Todo esto sobre la base de un sistema re-
del Parlamento el instrumento de su ac- presentativo de carácter republicano y de-
ción, vinculando al problema económico mocrático.
el problema religioso, con lo que obtuvo la EXPOSICIÓN DEL PUEBLO DE INGLATERRA
concurrencia de los escoceses, cuya revuel- (Hecha por el Consejo revolucionarlo de oficiales
el 15 de enero de 1649)
(87) Todavía entonces se conservaban las fór-
mulas en Idioma francés del tiempo de los nor- "Exposición del pueblo de Inglaterra y
mandos. de los lugares a ella incorporados, para una
(88) Estas últimas notas fueron tomadas del paz presente y duradera, sobre la base del
libre lo libertad civil y el gobierno propio, de
Francisco Lleber, t. 2, Librería de Rosa y Bourel, derecho común, de la libertad y de la se-
París. 1872. guridad.
"Habiendo demostrado al mundo, con le asignan, quede a la futura representa-
nuestros últimos trabajos y empresas cuán- ción al señalar las parroquias o aldeas in-
to estimamos nuestra justa libertad, y ha- mediatas que han de unirse a tal ciudad o
biendo Dios íavofecido nuestra causa, has- burgo en las elecciones, para establecer la
ta poner a nuestros enemigos en nuestras recta proporción.
manos, estamos obligados, por el mutuo "Tercero: Que el pueblo elija una repre-
deber de unos para con otros, a precavernos sentación cada dos años, y se reúna para
lo mejor posible para el futuro, a fin de tal propósito el primer jueves del mes de
evitar tanto el peligro de volver a la con- mayo respectivo, a las once de la mañana,
dición de esclavos, como el costoso reme- y que la representación elegida se reúna
dio de otra guerra: porque no cabe imagi- el segundo jueves de junio siguiente, en el
nar que tantos compatriotas nuestros se nos lugar acostumbrado, en Vestminster o en
hubiesen opuesto en esta querella, si hu- cualquier otro que la futura representación
biesen comprendido su propio bien; tantos o el Consejo de Estado en el intervalo de-
cuyas tentativas para hacerse nuestros signe, y anuncie al pueblo, veinte días an-
dueños se frustrarán cuando, como nos tes, por lo menos, del día de la elección,
prometemos confiadamente, nuestros de- continuando en funciones hasta el segun-
rechos comunes y libertades estén ase- do jueves de diciembre siguiente, a no ser
gurados. Por consiguiente, como nuestra que acuerde suspender sus tareas o disol-
antigua opresión y desórdenes, aún no ter- ver más pronto, pero no después. La pri-
minados, han sido producidos, ya por la mera elección se verificará el primer jue-
falta de frecuentes juntas nacionales, ya ves de mayo de 1649, ajustándose, tanto
por la indebida o desigual constitución de ella como las venideras, a las reglas esta-
ellas, ya por haber sido estas reuniones in- blecidas en la presente exposición, a saber:
eficaces, convenimos y resolvemos, Dios me- 1? que los electores en cada distrito sean
diante, proveer, para que de aquí en lo naturales de Inglaterra o estén naturali-
sucesivo no haya en nuestra representa- zados en ella; no sean personas que reciban
ción ese vicio de incertidumbre, en cuanto socorro, sirio que satisfagan su cuota para
al tiempo, ni se constituya aquélla des- la contribución de los pobres, ni sean sir-
igualmente, ni se la torne inútil para los vientes ni reciban salario de ningún par-
fines que debe llenar. Para lo que decla- ticular; y en todas las elecciones, excep-
ramos y convenimos: to en las de las universidades, deberán
"Primero: A fin de evitar los muchos tener veintiún años de edad, o más, y ser
inconvenientes que, conforme se ha visto, cabezas de familia que vivan en el distrito
lleva consigo la larga continuación de las en donde la elección se verifique. Se provee
mismas personas en el poder supremo, este que hasta que pasen los primeros siete años
Parlamento concluirá y se disolverá el úl- (a partir del término del actual Parlamen-
timo dia de abril de 1649, o antes. to), no será admitida ni tendrá interven-
"Segundo: Que el pueblo de Inglaterra ción ni voto en las elecciones ninguna per-
(muy desigualmente distribuido hoy en sona que se haya unido al rey o le haya
condados, ciudades y burgos) para la elec- auxiliado contra el Parlamento en alguna
ción de sus representantes, esté propor- de las últimas guerras o insurrecciones, o
cionalmente representado: y a este fin, que favorezca o apoye a cualquier oposición ac-
los representantes de toda la nación sean tiva contra esta exposición. 2<? Que sólo
40C y no más, y que en todo condado y en sean elegibles para formar parte de la re-
los lugares a él unidos se elija en todo presentación aquellas personas que, según
tiempo, para formar la expresada repre- la regla antedicha, tengan voto en las
sentación, el número de diputados que elecciones en un lugar u otro. Se provee
aqui se menciona. (Sigue una lista con los que de estas mismas no sea elegible, para
nombres de los distritos y el número de la primera ni para la segunda representa-
diputados que le corresponden.) ción, ninguna que no haya auxiliado vo-
"Provéese que la primera o segunda re- luntariamente al Parlamento contra el rey.
presentación pueda, si halla motivo, seña- ya con su persona antes del 14 de junio de
lar el resto a los 400 diputados no asigna- 1645. ya con préstamos en dinero, caballos
dos aquí, o tantos de ellos, como estima o armas, a tenor de las proposiciones, an-
oportuno, a los condados que resulten en tes de concluir el mes de mayo de 1643, o
esta distribución con menor número de! que haya favorecido o apoyado el pérfido
debido. Provéese, también, que en donde compromiso de Londres de 1647, o que pi-
una ciudad o burgo, que haya de nombrar diese o conviniera una suspensión de hos-
uno más representantes, no resulte bastan- tilidades con los escoceses que invadieron
te por sí, guardando la justa. proporción, esta nación el verano último, o fuese reo
para elegir el diputado o diputados que se de complicidad con los actores de las in-
surrecciones ocurridas el mismo verano, o más de tres partes. Para establecer las
con el principe de Oales o sus parciales en divisiones y asegurar otras circunstancias
la armada sublevada. Se provee, también, que después se expresan, así como para
que aquellos individuos no electores en los evitar en lo posible la confusión y los
primeros siete años, según los preceptos del errores en las elecciones para la próxima
articulo anterior, tampoco sean elegibles representación, Tomás lord Grey de Qroby,
durante catorce. Y deseamos y recomen- Sir Juan Danvers, Sir Enrique Nolcroft,
damos a todos que, en todo tiempo, las Knights, Moisés Wall, gentleman; Samuel
personas elegidas para cargo de tan gran Moyer, Juan Langlay, Wm. Hawklns, Abra-
confianza sean hombres- de valor y teme- ham Babington, Daniel Tylor, Mark Hisley,
rosos de Dios, y que aborrezcan la codicia, Rd. Price y Con. Juan White, vecinos de
y que nuestras representaciones adopten Londres, o cinco más de ellos, reciben el
las precauciones más eficaces para conse- encargo de designar y nombrar con más
guir este fin. 3<? Que cualquiera que, siendo firmas y sellos tres o más personas com-
incapaz para elegir o ser elegido, con arre- petentes en cada condado y en cada ciu-
glo a los artículos precedentes, intente vo- dad o burgo a los que se señale como uno
tar o estar presente en las elecciones para o más representantes, como comisarios,
la primera o segunda representación, o para los fines antedichos, en los respectivos
que siendo elegido intente sentarse o votar condados, ciudades y burgos, y harán cons-
en una u otra de las dichas representacio- tar, con las mismas formalidades de firmas
nes, incurrirá en la pena de confiscación y sellos, en el Registro del Parlamento, an-
de la mitad de su estado, en beneficio pú- tes del día 11 de febrero próximo, los nom-
blico, si tiene un estado visible de valor bres de los comisarios designados para los
de cincuenta libras; y si no tiene tal estado, respectivos condados, ciudades y burgos,
sufrirá tres meses de prisión. Y si alguien los cuales comisarios, o tres más de ellos,
se opone violentamente, molesta o pone en cada condado, ciudad o burgo, nom-
obstáculos a las personas capaces para brarán antes de terminar el próximo mes
elegir, impidiéndoles la pacifica y Ubre de- de febrero, usando de sus firmas y sellos,
signación de los diputados para la primera dos o más personas competentes y rectas
representación, el ofensor incurrirá en la en las centenas, distritos o cantones de los
multa o confiscación de todo su estado, condados, y en los barrios de la ciudad de
tanto real como personal; y si no tiene un Londres, encargadas de recibir las adhesio-
estado de valor de cincuenta libras, sufrirá nes voluntarias de esta exposición, me-
un año entero de prisión, sin admitírsele diante agentes aptos que empleen a este
caución ni fianza. Se provee que el ofen- propósito en cada parroquia, los cuales en-
sor, en cada caso de éstos, será condenado tregarán las adhesiones asi recogidas a las
dentro de los tres meses siguientes a la personas que los hayan empleado, conser-
comisión del delito, debiendo adoptar la vando copia de ellas; y estas personas,
primera representación ulteriores medidas reservando también una copia, remitirán
para evitar estos peligros en las elecciones las adhesiones originales a los respectivos
futuras. 4<? Que a fin de que todos' los ofi- comisarios que las nombraron el 14 de abril
ciales del Estado sean verdadertmente res- próximo o antes, para que sean registradas
ponsables y no se formen fracciones para y archivadas en el tribunal principal de la
mantener intereses bastardos, n i n g ú n respectiva ciudad o burgo. Y los susodichos
miembro del Consejo de Estado ni ningún comisarios, o tres o más de ellos, dividirán
oficial de las fuerzas asalariadas del ejér- a los respectivos condados, ciudades o bur-
cito de las guarniciones, ni ningún tesorero gos, en donde se elijan tres o más repre-
o recaudador de fondos públicos podrá ser sentantes, y asimismo la City de Londres,
elegido representante, y en caso de serlo, en tantas y tales partes, como arriba se
su elección será nula. Y si un letrado es ha establecido, y trazarán los límites de
elegido para formar parte de la represen- estas divisiones; y en cada condado, ciudad
tación o Consejo de Estado, no podrá ejer- o burgo en donde hayan de ser elegidos
cer su profesión mientras ostente tal ca- algunos representantes y en cada una de
rácter. 5? Para la más conveniente elección las divisiones de la City de Londres, de que
de los representantes, cada condado en hemos hablado, y en los condados dividi-
donde deban elegirse más de tres represen- dos, señalarán un lugar fijo en donde el
tantes, con las ciudades y capitales incor- pueblo se reúna para la elección de los
poradas, comprendidas en sus límites, a las diputados, y una o más personas compe-
que aquí no se asigne ningún diputado, se tentes, que habiten en el burgo, ciudad,
dividirán, para que haya la debida propor- condado o división respectiva, para que
ción en tantas y tales partes, que cada una estén presentes en el día y punto de elec-
pueda elegir dos de aquellos, y ninguna ción, con los poderes de sheriff, para diri-
gir las elecciones; y se votará por lista, o pueblo conforme a esta exposición; su
de otra manera que permita claramente aceptación del cargo y su promesa de
enterarse y juzgar y dar fe de las personas desempeñarlo fielmente, según su mejor
elegidas, como después se expresa; y los saber y entender, para gloria de Dios y bien
comisarios expedirán certificados, autori- del pueblo. Todo esto se refiere a la primera
zándolos con sus firmas y sellos, de las representación, que proveerá lo más opor-
vanas divisiones por ellos establecidas, en tuno para conseguir los mismos resultados
los limites de las mismas, de los lugares en lo tocante a las futuras.
fijos en donde el pueblo debe reunirse, y de "Cuarto: Que ciento cincuenta miembros,
las personas, con poderes de sheriffes, nom- por lo menos, estén presentes en el salón
bradas, según se ha dicho y harán que de sesiones cuando vaya a votarse alguna
estos certificados se entreguen en el Re- ley o precepto de un acta que deba obli-
gistro del Parlamento, antes de terminar gar al pueblo, aunque basten sesenta para
el próximo mes de abril; y harán, también, celebrar sesión al objeto de discutir o
que antes de la misma fecha se publiquen, adoptar las resoluciones de carácter pre-
en todas las parroquias de los condados, paratorio.
ciudades o burgos, los referidos certifica- "Quinto: Que la representación nombre,
dos; e igualmente designarán y nombrarán en el plazo de veinte días después de reuni-
en cada parroquia, con la garantía de sus da, un Consejo de Estado para el manejo
firmas y sellos, una o más personas dig- de los negocios públicos, el cual estará en
nas de confianza, avecindadas en la pa- funciones hasta el décimo día después de
rroquia, para formar una lista exacta de haberse constituido la nueva representa-
todas las personas de su parroquia que, ción, a no creer ésta oportuno que cese
con arreglo a los preceptos 'antedichos, antes. Y el expresado Consejo obrará y
tengan voto en las elecciones, expresando procederá sujetándose a las instrucciones
cuáles de entre ellas son elegibles, confor- y limitaciones establecidas por la represen-
me a los mismos preceptos; y estas listas tación, y no de otra manera.
se entregarán, al tiempo y en el lugar de "Sexto: Que cada intervalo entre las re-
la elección, a la persona investida del ca- presentaciones bienales, el Consejo de Es-
rácter de sherifí en aquel burgo, ciudad, tado podrá convocar, en caso de peligro
condado o división si está presen te;'y en inminente o de necesidad extrema, una
caso de que transcurra una hora sin pre- representación, que será elegida y se re-
sentarse, entonces una de las personas que unirá; pero no podrá durar más de ochen-
estén presentes y sean elegibles, a quien ta días, y se disolverá cincuenta antes, por
el pueblo allí reunido elija para ese fin, lo menos, de la fecha en que debe reunirse
recibirá y custodiará las expresadas listas, la próxima representación; de manera que
y admitirá a las personas en ellas com- el día quincuagésimo precedente a la fecha
prendidas, o a las que ellas se presenten, se disolverá, si anteriormente no lo hu-
a votar libremente en la dicha elección; y biere hecho.
haciendo primero que esta exposición se "Séptimo: Que ningún miembro de la
lea en audiencia pública, dispondrá'que se representación pueda, mientras dure su
proceda' a la elección y la dirigirá, man- mandato, desempeñar el cargo de recauda-
teniendo en ella la paz y el orden; se vo- dor, tesorero u otro alguno, excepto el de
tará por listas o de otra manera que per- miembro del Consejo de Estado.
mita apreciar y juzgar ciertamente el re- "Octavo: Que la representación tenga, y
sultado; y en la certificación y escrito se entienda que tiene plena autoridad para
autorizado con la firma y sello del presi- conservar y gobernar al Estado, extendién-
dente y por seis o. más electores, en donde dose su poder, sin necesidad del consenti-
se nombre a la persona o -personas elegidas, miento o concurso de ninguna otra persona
se hará exacta relación de la elección, re- o personas, a decretar, reformar, abrogar
mitiéndose dicho escrito al Registro del o interpretar las leyes, y a dictar fallos
Parlamento, en el término de veintiún supremos e inapelables en todo lo concer-
días, bajo pena, si así no se hace, o si la niente a materias naturales o civiles, pero
relación es falsa, de pagar la multa de no en cosas espirituales o evangélicas. Sin
cien libras en beneficio público; y también embargo, aun en materia natural o civil, se
hará el presidente extender escrituras igua- entenderán exceptuados y se sustraen a la
les, que se sellarán y entregarán sin cam- competencia de la representación de cinco
biarlas, siendo partes él mismo y seis más particulares que siguen: 1? No la autoriza-
de los dichos electores y las personas ele- mos a decretar levas ni a obligar a nadie a
gidas o cada persona separadamente, en servir en guerra en el extranjero, sea por
las cuales escrituras constará el nombra- mar o tierra, ni a prestar ningún servicio
miento del elegido como representante del militar dentro del territorio, esto no obs-
tante, organizará, instruirá y hará ejercitar que haya maestros capaces, encargados de
militarmente al pueblo, a íin de que esté la enseñanza religiosa, y de descubrir y
preparado para rechazar las invasiones, refutar las herejías, errores y todo lo que
reprimir insurrecciones repentinas y pres- sea contrario a la sana doctrina; el soste-
tar auxilio para la ejecución de las leyes, nimiento de tales maestros puede estar a
determinando cómo ha de ser empleado y cargo del tesoro público, y deseamos que
dirigido a estos propósitos; pero ni aún en no cobren diezmos. Se sobreentiende, sin
tales casos se compelerá a nadie a salir embargo, que el papismo y el prelaísmo no
del condado en que vive, si presenta otro se predicarán como doctrina o profesión
hombre para servir en lugar suyo. 2<? Que pública en esta nación. 2"? Que nadie será
transcurrido el plazo que aquí se señala obligado, por multas o de otro modo, a
para reunirse la primera representación, adherirse a la profesión pública, y sí sólo
no se interrogará a nadie acerca de ningu- se procurará conquistar su voluntad por
na cosa y hecho relacionado con las últimas la sana doctrina y el ejemplo de la buena
guerras o disensiones públicas, a no ser en conversación. 39 Que los que tengan fe en
cumplimiento o ejecución de las resolucio- Dios, mediante Jesucristo, aunque sus
nes adoptadas por la presente Cámara de creencias difieran de la doctrina, culto
los Comunes contra los que hayan ayudado o disciplina públicamente predicadas, no
al rey o favorecido sus intereses en su lu- sean cohibidos, y sí protegidos, en la pro-
cha con el pueblo, y salvo que los responsa- fesiórj de su fe y ejercicio de su religión,
bles de haber recibido fondos públicos con- según su conciencia, en todos los lugares,
tinúen obligados a rendir cuentas de ellos. excepto en los reservados para el culto pú-
3<? Que ni las seguridades dadas, o que se blico, en donde les prohibimos penetrar,
den, por la fe pública de la nación, ni los a menos que tengan permiso, a fin de que
compromisos públicos contraídos para pa- no se aprovechen de la libertad que se les
gar deudas y organizar daños y perjui- da para ofender a los demás o perturbar
cios, se anulen o invaliden para la pró- la paz pública. Sin embargo, no se entiende
xima u otra futura representación, excep- con esto que la tal libertad se extenderá
to cuando se trate de acreedores que ha- necesariamente al paísmo y al prelacismo.
yan perdido justamente su derecho, y sal- 4<? Que todas las leyes, ordenanzas o es-
vo que la próxima representación pueda tatutos que estén en oposición con la li-
confirmar o anular, en parte o en todo, bertad que aquí se establece, en los dos
las donaciones en tierra, dinero, oficios últimos extremos concernientes a la reli-
u otras cosas hechas por el actual Par- gión, sean y son por la presente abrogados
lamento a algún miembro o servidor de una y anulados.
u otra Cámara. 4*? Que la representación "Décimo: Se previene que cualquiera que
no puede dictar sentencia sobre la persona por la fuerza de las armas resista las or-
o el estado de nadie sino en virtud de una denes de la próxima u otra futura repre-
ley anterior, salvo el exigir responsabilidad sentación (excepto en el caso de que ésta
y castigar a los funcionarios públicos por abandone evidentemente, ceda o suprima
los abusos y faltas que cometan en el ejer- los principios de derecho común, libertad
cicio de sus cargos. 5? Que ninguna re- y seguridad contenidos en esta declara-
presentación pueda abandonar, ceder o ción) , perderá inmediatamente, después de
suprimir ninguno de los fundamentos de su resistencia, los beneficios y la protec-
derecho común, libertad y seguridad con- ción de las leyes, será castigado con la
tenidos en esta declaración, ni apoderarse pena de muerte, como enemigo de la na-
del estado de nadie, destruir la propiedad ción y traidor de ella. De los particulares
o hacer todas las cosas comunes; y que en comprendidos en esta declaración: el tér-
punto a todas estas materias fundamenta- mino fijo de este Parlamento, como primer
les, los diputados tendrán libertad para artículo: la distribución igual o propor-
oponerse al voto de la mayoría. cional de los representantes que hayan de
"Noveno: En lo tocante a la religión, se elegirse, como segundos: la seguridad de
preceptúa lo que sigue: 1? Que la religión que el pueblo se reúna cada dos años para
cristiana se predique y recomiende como elegir las representaciones y la libertad
la profesión pública en este país, y desea- del mismo en la elección, con la convocato-
mos que pueda, por la gracia de Dios, ser ria, reunión y disolución de las represen-
reformada, para mayor pureza de su doc- taciones así elegidas de que habla el tercer
trina, culto y disciplina, conforme a la artículo, así como las condiciones para ser
palabra de Dios, se instruirá al pueblo pú- elector o elegible fijadas en los primeros
blicamente, mas no valiéndose de la fuer- extremos del dicho tercer artículo; la ne-
za. También se permite a nuestra repre- cesidad de que esté presente, para votar
sentación que provean lo necesario para las leyes o proceder a los debates prepa-
ratorios el numero de representantes ex- motivada por traición o fciunia expresada
presados en el cuarto articulo; la materia en ei vurrúai), y previa, ia oferta de pugur
del quinto articulo, concerniente al Consejo ios gastos necesarios para conducir al pri-
de Estado, y la del sexto, relativa a la con- sionero, ios cuales serún tasador por el juez
vocatoria, reunión y disolución de la repre- u iríüunal que huya expedido ei habeas
sentación extraordinaria; «1 poder de lu corpas, u continuación el writ (orden, in-
representación, a tenor del articulo octavo, liiuación, cédula), y no podrán exceder de
y los limites de él señalados en el mismo; uoce acuarios por cada milla, y después de
los particulares segundo y tercero del ar- haber sido dada por escrito la seguridad de
ticulo noveno, acerca de la religión y toda pagar igualmente los gustos necesarios para
!a materia del articulo décimo, todo ello projentur de nuevo prisionero, si ha lugar,
juzgamos y declaramos que es fundamen- así como garantía do que éste no se esca-
tal para nuestro, derecho común, libertad y pará en el camino, y rcmuir dicha orden,
seguridad; y por esta causa, acordamos y y volver a presentar al individuo ante el
resolvemos mantenerlo como Dios nos per- ¡ora canciller, o ante el funcionario del
mita. El resto de la materia de esta de- orden juciicial que haya de entender en
claración juzgamos que es útil y bueno para la causa, ei tenor del susodicho urit. Este
el pueblo; las circunstancias particulares, termino de tres días es aphcauic solamente
en cuanto a números, tiempo y lugares, al cuso en que el punió de la prisión no
expresados en varios artículos, no las esti- disie más que veíale milias del tribu!.al o
mamos fundamentales; pero creemos nece- iutar en que residan ios jueces. Si la dis-
sario determinarlas, para que lo declarado tancia excede de las veinte millas y no pasa
sea cierto y practicable, y consideramos que de cien, el carcelero y demás empleados
las más convenientes son las consignadas, iendráa diez dius de término, y si hay más
y por esta causa las precisamos aquí. Por de cien muías, veinte días. Todos los wrils
acuerdo del lord general y de su Consejo del habeas corpus contendrán las siguien-
general de oficiales, Juan Ruahworth, Sec.". tes palabras: per StaLuto tricésimo primo
La ley de "Habeos Corpus". En el año Caroli secu'iidi regia, y llevarán la firma
1660 vuelve un Estuardo a ocupar el trono del que lo expida. Si una persona es arres-
de Inglaterra. Carlos II hace dictar una tada y detenida en tiempo de vacaciones
ley de amnistía para los autores de la por cualquier delito (exceptuado los de
revolución que había llevado al cadalso a felonía y traición, expresados en ei wa-
su propio padre, después de juzgarlo en el rrant), tendrá derecho por sí, o por otro
primer caso de impeachement (o juicio po- en representación suya (a no ser que esté
lítico) conocido. Poco después, en 1661, se ya convicta y condenada), para dirigirse
constituye el Parlamento llamado Largo o al lord canciller o cualquier otro juez o
Caballero, o Parlamento de los caballeros, magistrado, los cuales, vistas las copias de
que duró dieciocho años. Le siguieron tres los autos de prisión, o previo el juramento
cortos Parlamentos, y en 1679 se dictó la de haber sido denegadas dichas copias, y
ley de Habeas Corpus, que damos a conti- precediendo una petición por escrito de la
nuación. Conviene tener presente que la persona detenida o de cualquiera otra en
Petición de Derechos de 1620 se refiere al su lugar, confirmada por uos testigos pre-
Habeas Corpus, como una institución exis- sentes en el acto de entregarla, tiene la
tente y practicada, pero la experiencia obligación de expedir un habeas Corpus con
había demostrado la necesidad de conso- el sello del tribunal a que pertenezca uno
lidar!? mediante una ley escrita, y así na- de los jueces, y dirigirlo al funcionario
ció la primera garantía de la libertad mar- encargado de la custodia del detenido. Este
cando un jalón decisivo en el camino del habeas cor pus será remitido inmediata-
constitucionalismo y del Estado de Dere- mente al lord canciller, juez o barón de los
cho. respectivos tribunales; y una vez presen-
tado el writ, el funcionario o la persona a
ACTA DE "HABEAS CORPUS"
(1679)
quien éste comisione presentará nueva-
mente al preso ante el lord canciller, los
"Cuando una persona sea portadora de un demás jueces o el designado por el suso-
habeas corpas dirigido a un sheriff, car- dicho writ; y si este último se hallare au-
celero o cualquier otro funcionario en fa- sente, ante cualquiera de ellos; volviendo
vor de un individuo puesto bajo su custo- a presentar, en todo caso, el ya mencionado
dia, y dicho habeas Corpus sea presentado writ, en que se dan a conocer las cau-
a los susodichos funcionarios, o se les deje sas de la prisión o detención; cumplidas
en la cárcel, quedan obligados a declarar estas disposiciones, en el termino de dos
la causa de la detención a los tres días de dkis el lord canciller o cualquier otro ju
la presentación (a no ser que la prisión sea pondrá en li'.x-rtacl al preso, previa-su idq
lilicación, y recibiendo en garantía la su- podrá aplazarse su petición para los térr
ma que los jueces consideran más con- minos o sesiones próximas. Los jueces del
veniente, en atención a la calidad del preso Banco Real, de la comisión de audiencia o
o a la naturaleza del delito, para asegu- sus delegados, pondrán en libertad al preso,
rarse de que comparecerá ante el tribunal previa una petición del misino y bajo fian-
del Banco del Rey o del Goal dclivery, en za, antes de terminar la época de sus re-
el condado o lugar de la prisión, o donde uniones, a no ser que los jueces afirmen,
se hubiera cometido el delito, o ante el bajo juramento, que los testigos presenta-
tribunal que haya de entender en su co- dos en nombre del rey no tienen tiempo
nocimiento. El u'ril y sus certificaciones, para presentarse hasta entonces; pero si
asi como la identificación, se exhibirán ante el preso no es procesado y juzgado a con-
el tribunal donde se verifique la compa- secuencia de su petición antes de llegar el
recencia. Estas disposiciones no son aplica- segundo término, será puesto en libertad.
bles al caso cu que conste a los jueces que "Las disposiciones de la presente acta son
el preso se halla detenido en virtud de una aplicables a la libertad de la persona en
acción legal que no permita la lianza, con las causas civiles.
arreglo a un writ o warrant firmado y "El subdito de este reino que, por una
sellado de puño y sello de los susodichos causa criminal, se halle puesto bajo la
jueces y de los simples jueces de paz. custodia de un funcionario, no podrá ser
"Si un individuo descuidara voluntaria- trasladado a la vigilancia de otro .sino en
mente la petición del habcas carpus du- virtud de un hábeas carpus o cualquier
rante dos plazos completos, contados desde otro writ legal, o bien cuando el preso os
el día de su prisión, no podrá obtenerle en entregado al constable o a otro funcionario
tiempo de vacaciones. inferior para conducirle a la prisión, o
"Si un funcionario, o el que haga sus cuando do orden del juez competente es
veces, descuida la obligación de responder enviado a un establecimiento penal o tras-
al writ de hábeas corpas, o no vuelve a ladado de un punto a otro del mismo con-
presentar al preso con arreglo al writ, o ;;e dado para ser sometido a juicio, o en caso
niega a poner en libertad al preso a peti- de incendio repentino, epidemias o cir-
ción de éste o de quien lo represente, o cunstancias análogas; y los que firmen o
si no entrega en el termino de seis horas refrenden un warrant en que se disponga
copia del auto de prisión, pagará a la parte una traslación contraria a todas estas re-
perjudicada cien libras por la primera glas, así como el funcionario que la ejecute,
ofensa, y doscientos por la segunda, que- incurrirán en las ya mencionadas multas
dando inhabilitado para ejercer su cargo; a favor de la parte perjudicada.
estas condenas serán requeridas, por el "Todo preso podrá obtener su hábeas
querellante o sus apoderados, contra el de- carpus. tanto del canciller de! Echiquicr
lincuente, en forma de acción personal, como del naneo del Rey o del Tribunal del
ante cualquiera de'los tribunales de West- PlaidS communs; y si el lord canciller o
minster. La primera condenación a instan- cualquier otro juez o barón del Echujuier,
cia de la parte perjudicada, 'se considerará en vacaciones, vista la copia del auto de
fOiiio prueba suficiente de la primera ofen- prisión, o previo el juramento de haber sido
sa, y para la segunda bastará otra condena derogada esta copia se negare a exhibir el
por cualquier otra ofensa inferida despxiés hábeas corpus, será condenado a pagar
riel primer juicio. quinientas libras a la parte perjudicada.
"Ninguna persona puesta en libertad en "Un habcas corpus ajustado a las dispo-
virtud de un hábeas corpus puede ser apri- siciones de la presente acta, tendrá fuerza
sionada de nuevo por el mismo delito, a obligatoria en las tierras de un conde pa-
no ser por orden del tribunal ante quien latino, en los cinco puertos y demás puntos
está obligada a comparecer, o de otro privilegiados, así como en las islas de Jer-
cualquiera competente. El que aprisione, o sey y Guerncsey.
a sabiendas mande aprisionar por el mis- "Ningún subdito de este reino, habitante
mo delito a una persona puesta en libertad en Inglaterra, el país de Gales o Berwich,
por el modo mencionado, será condenado podrá ser enviado como preso a Escocia,
a pagar quinientas libras a la parte per- Irlanda, Jersey y Guernesey o cualquier
judicada. Si una persona reducida a pri- otro punto más allá de les mares; toda
sión por cielito de alta traición o felonia prisión de esta especie será ipso /ocio de-
expresada en el warrant. pidiere en pleno clarada ilegal; y el que haya sido víctima
tribunal, durante la primera semana del de ella podrá entablar una acción de pri-
plazo o en el primer día en que se presen- sión ilegal ante los tribunales de Su Ma-
ten los comisarios del tribunal, o ante el jestad, o bien interponer un recurso contra
tíi'iü dclivery que se le forme causa, no los que hayan procedido a su detención,
arresto, etcétera, o contra el que haya de prisión, no podrá ser puesto en libertad
acordado, escrito, firmado o refrendado un bajo fianza a tenor de lo dispuesto en el
warrant o cualquier otra disposición para acta presente".
llevar a efecto tales actos contra los que La revolución de 1688 y el Bill de Dere-
aquéllos aconsejaron o consintieron, chos. "El gobierno de Jacobo II, que siguió
"En este caso, la parte perjudicada podrá a Carlos II, originó la revolución de 1688,
exigir una cantidad triple del importe de como resultado de sus tentativas para so-
las costas y gastos del juicio, con una in- meter a los squires, y dio nacimiento a una
demnización de daños y perjuicios que no definición política que condujo a la forma-
bajarán de quinientas libras. No se admi- ción del partido de las cabezas peladas
tirán, en dicha acción, excepciones dilato- (Roudheadts), que tuvo como resultado un
rias, sin perjuicio de ejecutarse lo estable- entendimiento revolucionarlo de los cabe-
cido en los reglamentos de los tribunales zas 'peladas, o partidarios del Parlamento,
en los casos en que haya lugar. El que es- luego whigs, con los caballeros (squire), que
criba, selle o refrende un vmrrat que in- habían sido los partidarios de Carlos II en
frinja lo dispuesto en la presente acta, así el Parlamento de éste, luego tories.
como el que obedezca, quedará inhabilitado "La revolución de 1688 estableció la su-
para desempeñar cargos de confianza o premacía de la Cámara de los Comunes,
lucrativos, incurrirá en las penas señala- pero la obstaculizaba el sistema de bur-
das en el Estatuto de Praemunire, y no po- gos podridos ( 8 9 ), que estaban llamados
drá ser indultado por el rey a causa de a ser cada vez menos representativos, con-
tales delitos. El beneficio de la presente forme pasaban los años. La idea de re-
acta no aprovechará al que se comprometa distribuir los escaños parlamentarios de
por escrito con un negociante, propietario acuerdo con el movimiento de la población,
en las colonias u otro alguno, para ser quedó enterrada en la tumba de Cromwell.
trasladado a ultramar. Resultó que la Cámara de los Comunes y
"Si un individuo convicto de felonía pide el gobierno que ella controlaba se fueron
ser trasladado a ultramar, y el tribunal identificando cada vez más con la clase
cree conveniente su prisión por la índole de terratenientes capaz de controlar los
del delito, podrá accederse a la petición del burgos podridos. Si el partido de cabe-
interesado. Si un individuo residente en zas peladas hubiera sido capaz de enten-
este reino cometiere un delito capital en derse con el resto de la nación, un elemento
Escocia, Irlanda o cualquiera otra isla o considerable de democracia podría haber-
colonia extranjera sometida al rey, podrá se introducido en el Estado inglés. Pero
ser trasladado a este país para que lo juz- después de 1660, el espíritu democrático
guen los tribunales con arreglo a nuestras desapareció, hasta que los cambios indus-
leyes. Nadie será perseguido por infracción triales del siguiente siglo le dieron una
de la presente acta sino en los dos años nueva forma de vida. La revolución de
siguientes a dicha infracción, si la parte 1688, aunque parlamentaria y liberal, no
perjudicada se encuentra ya en libertad; y fue democrática. En parte por esa razón,
si continúa presa, en los dos años siguien- las nacientes democracias de allende el
tes a su fallecimiento o a su salida de la Atlántico quedaron cada vez más fuera de
prisión. Cuando el tribunal de Assises se contacto con el parlamento aristocrático de
presente en un condado, nadie podrá ser, la madre patria, diferencia que se acentuó
trasladado de la cárcel pública en virtud con las que prevalecían en la forma de
de un hábeas corpus sino para ser juzgado observancia religiosa en la vieja y la nue-
por dicho tribunal. Terminadas las sesiones va Inglaterra (»«).
del tribunal de Assises, no habrá lugar al "Los antepasados de los actuales ingleses
habeas corpus, en Virtud de la presente
acta. (89) Las entidades políticas que enviaron su
"Si se entabla una acción por infracción representación al Parlamento cuando éste se ini-
de esta ley, los defensores de los demanda- ció en la vida institucional de Inglaterra (segunda
mitad del siglo XIII), correspondían a la organi-
dos pueden alegar que sus clientes se han zación medieval. Con el tiempo, ciudades y villas
ajustado a la ley, sosteniendo que no son que tenían representación parlamentaria perdie-
culpables (not guuilty), o que nada deben ron su jerarquía feudal, y algunas de ellas, su
al demandante. Importancia numérica como población. En algunos
casos llegaron a desaparecer casi totalmente. Sin
"Cuando un individuo sea reducido a pri- embargo, siguieron teniendo representación en el
sión por un juez de paz o cualquier otro Parlamento, en tanto que poblaciones nuevas, y a
funcionario, y acusado como cómplice de veces ciudades importantes, carecían de ella. A las
traición menos grave (petty treason), o de primeras se las llamó "burgos podridos" (N. del A.)
(90) Macaulay Revelyan, G., Historia política
felonía, o simplemente sospechoso de cual- de Inglaterra, pág. 263, Fondo de Cultura Econó-
quiera de estos delitos expresados en el auto mica, México, 1943.
habrían de llamar durante muchas genera- que pudiera establecerse una ligera altera-
ciones venideras gloriosa a la revolución ción, mediante la ley del Parlamento en
de 1688-89. Su gloria no consistió en nin- el orden de sucesión al trono. De aquí en
gún hecho de armas, en actos señalados de adelante, a menos que el Parlamento fuera
heroísmo por parte de los ingleses, ni en divino, el derecho de los reyes ingleses
el hecho de que toda una nación demos- a reinar era de origen humano. Para evitar
trara ser más fuerte que un rey atolondra- este defecto lógico, muchos de los tories
do. Hubo, sin duda, cierta ignominia en hubieran preferido una regencia en nom-
el hecho de que una flota y un ejército bre de Jacobo; e incluso, Danby, deseaban
extranjeros, por muy amistosos y bienveni- que María, hija de Jacobo, reinara sola,
dos que fueran, hubiesen sido requeridos con su marido como príncipe consorte.
para permitir a los ingleses recuperar las Pero cuando se encontró que estos arreglos
libertades que habían de ja'.o perder en sus eran imposibles, el sentimiento del peligro
frenéticas pugnas intestinas. La verdadera nacional hizo que los íories aceptaran el
gloria de la revolución inglesa estuvo en el cambio de sucesión a favor de Guillermo
hecho de que no hubo sangre, de que no y María juntamente, invistiendo el poder
hubo guerra civil, ni matanzas, ni pros- ejecutivo en el marido." ("»)
cripciones, y sobre todo, que se logró un "La revolución había hecho, más que ar-
arreglo voluntario de las diferencias reli- bitrar con éxito entre los dos grandes par-
giosas y políticas que tanto tiempo y tan tidoo cuyas pugnas habían amenazado des-
fieramente habían separado a hombres y truir el Estado. Decidió el equilibrio entre
partidos. £1 arreglo de 1689 resistió la prue- el poder real y el parlamentario a favor del
ba del tiempo. No sólo llevó a una libertad Parlamento, y con ello dio a Inglaterra un
nueva y más amplia que lo que jamás se ejecutivo en armonía con un legislativo so-
había conocido en Inglaterra, sino a un vi- berano. Sólo con el curso de los años se
gor y una eficiencia renovados en el cuerpo elaboraron los detalles de esa nueva armo-
político y en el gobierno del Imperio. La nía mediante el desarrollo del sistema de
larga y enervante rivalidad de la corona y gabinete y el cargo de primer ministro. Pe-
el Parlamento dejó paso a la cooperación ro desde 1689 en adelante ningún rey, ni
entre los dos poderes, con el Parlamento siquiera Jorge III en su juventud, intentó
como principal partícipe. De la debilidad jamás gobernar sin Parlamento o contra-
externa, que había caracterizado al pais riamente a los votos de la Cámara de los
en el siglo xvn, Inglaterra se alzó, a través Comunes. Sobornar al Parlamento era una
de las épocas sucesivas de Marlborough. cosa, y desafiarlo, otret muy distinta.
Walpole y Chatham, a la supremacía reco- "Ningún rey intentó de nuevo pasar por
nocida, en armas, colonias y comercio, en encima de las libertades de Inglaterra;
libertad religiosa y política y en vigor in- cierto que el gobierno central durante el'
telectual. siglo xviii, se subordinó cada vez más a los
"Los ingleses que hicieron la revolución justicias de paz y fue demasiado tolerante
no fueron héroes. Pocos fueron siquiera con los abusos de cualquier corporación con
honrados. Pero eran hombres muy inteli- privilegio o interés creado. La victoria de
gentes, y aleccionados por amarga expe- la ley sobre el poder arbitrario fue en con-
riencia, se comportaron en esta crisis su- junto una ganancia inmensa para la hu-
prema como no siempre lo hacen los hom- manidad; pero durante los cien años si-
bres muy inteligentes: con sentido y mo- guientes, y más, la victoria de la ley y de
deración. Fue la gravedad del peligro na- los intereses creados produjo una admira-
cional que en los primeros meses de 1689, ción indebida de las cosas tal como esta-
con Francia en armas contra nosotros, ban, en los días de Blackstone, Burke y El-
Escocia dividida e Irlanda perdida, lo que don, todos los cuales apelaban a la gran
indujo a whigs y toríes en el Parlamento revolución conservadora como la norma fi-
de la Convención a hacer aquel famoso nal de los asuntos humanos. Como Jacobo
compromiso entre sus principios y bandos II había intentado destruir las institucio-
en conflicto, que llamamos el arreglo de la nes del país, fue por mucho tiempo impo-
revolución (Revolution Setilement). Sub- sible para nadie más intentar su refor-
sistió como sólida base de ¡as instituciones ma" (»2) .
inglesas en la Iglesia y el Estado, casi sin El fruto de esta revolución de 1688 se
sufrir cambio hasta la era de la ley de re- concretó institucíonalmente en el bilí de
forma electoral y parlamentaria. Derechos, que por su forma y carácter tien-
"Los lories, que ya habían abandonado de a configurar una declaración de dere-
la no resistencia en el otoño anterior, se (91) Macaulay Trevelyan. O. Historia política
vieron obligados en febrero a abandonar de Inglaterra, pág. 336.
el Derecho divino hereditario; aceptaron (82) Op. ctf., pág. 339.
choá individuales y sirvió de jalón y prece- "Así, pues, los mencionados lores espiri-
dente en la marcha hacia la Declaración de tuales y temporales, y los individuos de la
los derechos del hombre y ciel ciudadano de Cámara de los Comunes reunidos en la ac-
Virginia en 1776 y de Francia en 1789. Ca- tualidad, y que a consecuencia de sus res-
be observar que en este documento se ad- pectivos poderes y elecciones constituyen
vierte el paso del sistema anterior a uno plena y libremente el cuerpo representati-
nuevo que se inicia entonces. Ya no con- vo de la nación, tomando en consideración
siste en limitar al poder para que, al am- los medios mejores para conseguir el indi-
paro de esa limitación, pueda gozar el in- cado objeto, que no es otro que garantizar
dividuo de algunas franquicias, sino que y asegurar para lo sucesivo sus antiguos de-
consiste en la afirmación de un nuevo prin- rechos y libertades, declaran desde luego lo
cipio de carácter positivo, en el que se re- siguiente, como hacían sus antepasados en
conoce a la personalidad humana derechos idénticas circunstancias:
que le son inherentes (wrigths). . "1"? Que es ilegal la facultad que se atri-
El documento está redactado asi: buye la autoridad real para suspender las
leyes o su cumplimiento;
-BILL" DE DERECHOS
"29 Que, asimismo, es ilegal la facultad
(1689) que se atribuye la autoridad real para dis-
"Capítulo I? En atención a que los lores pensar de las leyes o de su cumplimiento,
espirituales y temporales, y los comunes, como anteriormente se ha verificado, por
congregados en Westminster, representan- medio de una usurpación notoria;
do válida, plena y libremente a todas las "3? Que tanto la comisión para formar
clases del pueblo en este reino del día tre- el último tribunal para las causas eclesiás-
ce de febrero del año de Nuestro Señor mil ticas, como cualquier otra comisión o tri-
seiscientos ochenta y ocho, en presencia de bunal de la misma clase, son ilegales y per-
SS. MM., a la sazón llamados y conocidos niciosos;
con el nombre de Guillermo y María, prín- "49 Que es ilegal toda cobranza de im-
cipes de Orange, que concurrieron en per- puestos para la corona sin el concurso del
sona, han extendido una declaración por Parlamento, so pretexto de prerrogativas,
escrito en los términos siguientes. (Los do- o en época y modo diferentes a los señala-
ce párrafos son otras tantas quejas del Par- dos por el mismo;
lamento contra los desafueros cometidos "59 Que los subditos tienen el derecho
por el gobierno de Jacobo II, cuyos párra- de presentar peticiones al rey, siendo ilega-
fos están casi textualmente reproducidos les las prisiones y vejaciones de cualquier
bajo los números 1 a 4 y 6 a 13 del presen- especie que sufren por esta causa;
te capítulo.) "69 Que el acto de -levantar y mante-
"Considerando que todas estas cosas son ner dentro del país un ejército en tiempo
plena y directamente contrarias a las leyes de paz, es contrario a la ley si no le prece-
comunes, estatutos y libertades de este rei- de la autorización del Parlamento;
no. "79 Que los subditos protestantes pue-
"Y siendo así que ha abdicado el suso- den tener, para su defensa, las armas ajus-
dicho Juan II, qu dando vacante el gobier- tadas a su condición y permitidas por la ley.
no y el trono, Su Alteza el príncipe de Oran- "89 Que deben ser libres las elecciones
ge (a quien Dios quiso convertir en glorio- de los individuos del Parlamento;
so instrumento, que había de librar a este "99 Que los discursos pronunciados en
reino del papismo y del poder arbitrario), los debates del Parlamento no deben ser
ha mandado escribir (según el parecer de examinados sino por éste mismo, y no en
los lores espirituales y temporales, y de mu- otro tribunal o sitio alguno;
chos principales individuos de la Cámara "109 Que no se exigirán fianzas exorbi-
de los Comunes) varias cartas de los lores tantes, impuestos excesivos, ni se impon-
espirituales y temporales y protestantes, y drán penas demasiado severas;
otras a los diferentes condados y ciudades, "119 Que la lista de los jurados elegidos
universidades, distritos y a los cinco puer- deberá hacerse en debida forma y ser noti-
tos, para que elijan individuos capaces de ficada; que los jurados que fallan sobre la
representarlos en el Parlamento, que ha do suerte" de las personas en las cuestiones de
reunirse en Westminster, a veintidós días alta traición, deberán ser terratenientes li-
del mes de enero del mismo año 1688, para bres:
arbitrar los medios' oportunos, a fin de que "12P Que son contrarias a las leyes, y
en lo sucesivo no corran peligro inminente por lo tanto nulas, todas las concesiones o
de ruina la religión, las leyes y las liberta- promesas de dar a otros los bienes confis-
des; visto lo cual hánse verificado dichas cados a personas acusadas, antes de hallar-
elecciones. se convictas:
"13" Que es indispensable convocar con por escrito en el acta o ley de estableci-
frecuencia a los parlamentarios, para satis- miento que el Parlamento sancionó en 1701,
facer los agravios, asi como para corregir, y que va a continuación:
afirmar y conservar las leyes;
ACTA DE ESTABLECIMIENTO
"Reclaman y piden con repetidas instan-
cias todo lo mencionado, considerándolo (Act oí Settlement)
como un conjunto de derechos y libertades "Dos años después de la publicación del
incontestables, como también que en lo bul de Derecho (en 1701), se dictaron dis-
sucesivo no lleguen a sentarse precedentes posiciones más precisas y definitivas acer-
ni a sacar consecuencia alguna en perjui- ca del orden de sucesión de la corona, de
cio del pueblo. las condiciones que debía reunir la perso-
"A esta petición de sus derechos, han sido na que viniera a ocupar el trono, y otros
estimulados particularmente por la decla- extremos que se indican en el siguiente re-
ración de S. A. el principe de Orange, de sumen.
que llevará a cabo la libertad del país, que "Consta el acta de cuatro artículos:
tiene ya tan adelantada, y espera que no "1° Se establecen en él los derechos even-
permitirá que sean desconocidos los dere- tuales de la princesa Sofía de Hannóver, en
chos que acaban de recordar, ni que se re- defecto de la princesa Ana de Dinamarca
produzcan los atentados contra su religión, y de sus sucesores;
derechos y libertades." "2° Reproducción de la cláusula del MU
(Los nueve capítulos siguientes trazan el anterior, excluyendo del trono a los que
orden de sucesión a la corona, juramento profesen la religión católica:
que presta el monarca al ascender al tro- "3-? En caso de fallecer sin sucesión los
no, y otras disposiciones de más o menos monarcas reinantes, o en su caso las dos
interés, que literalmente casi, consignamos princesas antes citadas, se establece:
en el titulo IV de la copilaclón de precep- "Que el que venga a ocupar el trono se
tos constitucionales que más adelante trans- ajustará a la comunión de la Iglesia angli-
cribimos.) caná, tal como se haya establecido por la
£1 acta de establecimiento. La revolu- ley; que si esta persona no fuese inglés, no
ción de 1688 termina con el triunfo de Gui- estará la nación obligada a empeñarse en
llermo de Orange o Guillermo III sobre Ja- una guerra para la defensa de territorios
cobo U, a quien suplanta en el trono de que no pertenecen a la corona de Inglate-
Inglaterra con la participación de su es- rra, a no ser con el previo consentimiento
posa María. Esta sustitución fue consagra- del Parlamento;
da por el Parlamento, quien asumió así un "Que el rey no podrá, sin dicho consenti-
poder soberano superior a la corona, pues- miento, salir del territorio del Remo Unido;
to que de él provino la legitimación de la "Que en adelante, todos los asuntos rela-
nueva dinastía O' 3 ). Así quedó establecido tivos al buen gobierno del reino, y que co-
rrespondan al Consejo Privado, según las
(93) "En tiempos recientes, los extranjeros han leyes y costumbres del país, se tratarán en
notado el carácter conservador de nuestras insti-
tuciones e Inferido que, como pueblo, somos con- dicho Consejo, e irán firmados todos los
trarios a los cambios. Pero en el siglo XVII noa acuerdos y resoluciones que en él se adop-
consideraban de manera muy diferente; se creía ten por los miembros que en ellos tomen
entonces que éramos el mas inquieto, turbulento
1 variable de los pueblos. Y con alguna razón: una parte;
nación que en el transcurso de medio siglo pasó "Que en lo sucesivo, la persona que no
por dos revoluciones, dos guerras civiles y apenas haya nacido en territorio inglés (a menos
escapó de otra, ejecutó a un rey y expulsó a otro, que sea hijo de madre y padre ingleses) no
probó una república parlamentaria y un protec-
torado militar antes de llegar a una Constitución podrá formar parte del Consejo Privado ni
de su propia hechura, tal país defícilmente puede del Parlamento, ni ocupar cargo civil o mi-
«r acusado de apatía o placidez.
"El hecho es que este país también ha tenido de evolución que yace en el corazón de la moder-
•u pasado revolucionario, como Francia desde 1789 na Inglaterra. Y en ello reside la peculiaridad de
1 Rusia desde 1917; sólo que nuestra revolución nuestra historia: se remonta al siglo XVII, en el
tuvo lugar en el siglo XVII. Ejerció una gran in- curso del cual, mediante una serie de cambios re-
fluencia sobre Europa durante el siglo siguiente, volucionarlos, seguimos un desarrollo distinto al
hasta la Revolución Francesa. Su efecto en lo de los demás países y continuamos nuestra mar-
interno fue en definitiva crear un sistema de ins- cha con rumbo propio. Terminamos el siglo con
tituciones políticas capaces de engendrar nuevos un sistema de gobierno parlamentario, administra-
cambios, ampliando los fundamentos del poder ción local voluntaria y libertad de palabra y de la
1 permitiendo al pueblo participar en la libertad. persona, que contrastaba con las tendencias pre-
De modo que a partir del siglo XV, han podido dominantes en el continente hacia el absolutismo,
producirse cambios revolucionarios dentro de la la burocracia, la centralización y la sujeción del
«octedad Inglesa sin una nueva ruptura de la con- Individuo al Estado" (Bowse, A. L., El espíritu de
tinuidad constitucional. Esta is la paradoja del la historia inglesa, pág. 105. Ed. Guillermo Kraft,
Jffiíaervadorlsmo exterior con la capacidad interior Bs. Aires. 1947).
litar de confianza (el resto de este párrafo cuatro grupos: 1?, los enfiteutas, por censo
está derogado); de diez libras; 2"?, los arrendatarios a largo
"Que no podrá formar parte de la Cá- plazo, por valor de diez libras; 3*?, los arren-
mara de los Comunes persona alguna de las datarios a corto plazo, por valor de cin-
que ocupen un cargo retribuido por el rey, cuenta libras; y 4"?, los poseedores por valor
o disfruten de una pensión de la corona; de cincuenta libras.
"Que los cargos judiciales se darán sólo "La citada ley introdujo en las villas el
por el tiempo que cumplan bien (quandin privilegio de posesión de diez libras, que
se benegesserint), fijándose y asegurándose estuvo en vigor hasta 1867, la ley con-
sus salarios; pero se les podrá trasladar a servó algunos de los antiguos privilegios
instancia de una de las Cámaras; electorales, pero restringiéndolos, con el
"Que no podrá concederse indulto de las fin de evitar su abuso. Los que estaban
penas impuestas, previa la acusación de di- calificados de hombres libres, tenían de-
cha Cámara; recho al voto, pero la antigua calificación
"40 Ratificación y confirmación de todos dejaba de tener valor en muchos casos,
los estatutos y leyes vigentes en la actuali- por la extensión del privilegio de ocupa-
dad, por ser éstos los derechos naturales del ción.
pueblo inglés". "Finalmente, la mencionada ley introdujo
El Parlamento y las leyes de reformas. "La en el mecanismo parlamentario el sistema
ley de reforma de 1832 estableció un cam- de censos electorales, prácticamente tal y
bio radical en el sistema electoral y en la como existe en la actualidad. Desde 1832, la
constitución de la Cámara de los Comu- calidad de elector da derecho a una per-
nes. Reorganizó los puestos parlamentarios, sona a ser inscripta en la lista de votantes,
simplificó e hizo más racionales las fran- no a votar. Hasta que está inscripto en el
quicias y creó censos electorales. registro electoral, no tiene derecho al voto.
"El número de miembros de la Cámara Si se halla inscripto en el censo, se sobre-
de los Comunes había crecido extraordina- entiende que tiene derecho a votar.
riamente bajo el reinado de los Tudor, y "Las leyes especiales de reforma, dictadas
con menor rapidez durante los Estuardo. para Escocia e Irlanda, se ceñían a las mis-
Enrique VIII creó treinta y ocho puestos mas líneas generales de la ley inglesa. Se
parlamentarios, incluyendo los distritos de concedían tres miembros más a Escocia y
Gales, e Isabel; sesenta y dos. La unión tres a Irlanda, pero el número total de
de Escocia, en el año 1707, agregó cuarenta parlamentarios del Reino Unido no fue mo-
y cinco miembros; la de Irlanda, en 1801, dificado.
cien. En el año 1832, el número total de "La ley de reforma de 1832 no satisfizo
representantes parlamentarios era de 658. las esperanzas de sus defensores ni justi-
Cinco de los distritos ingleses nombraban ficó los temores de sus enemigos. Al igual
un solo representante. Yorkshire nombraba de la mayoría de las leyes inglesas, fue ba-
cuatro, habiendo ganado dos puestos por la sada en compromisos y no en principios
pérdida de los derechos parlamentarios de abstractos. Su objeto era remediar las más
Grandpound, en 1821. La ciudad de Londres graves injusticias, las anomalías y abusos
nombraba también cuatro representantes. más notorios. En su labor de distribución
Con estas excepciones, cada distrito inglés parlamentaria, no dividió la nación en dis-
nombraba dos parlamentarios, el número tritos iguales o aproximadamente iguales.
establecido por los parlamentos más anti- Simplemente, realizó una sustitución de
guos. Cada uno de los doce condados y doce puestos parlamentarios, teniendo algo en
villas de Gales nombraba un solo represen- cuenta la población y carácter de los luga-
tante. res que iban a ser representados. Conservó
"La ley de 1832 alteró la distribución par- los antiguos privilegios, y sobrepuso a és-
lamentaria de un modo sensible. Anuló por tos otros nuevos. No introdujo ni intentó
completo los derechos de cincuenta y seis introducir en el país principios democráti-
villas inglesas, y en treinta y cinco los re- cos. Concedió el poder electoral: en los con-
dujo al número de un parlamentario cada dados, a los terratenientes poseedores de
una. Los puestos retirados de las villas se unas cuantas haciendas extensas; en los
cedieron a los condados y grandes ciudades. pueblos, a la clase media encumbrada. E!
Las alteraciones hechas per la ley, en lo número de electores fue elevado, en Escocia
referente a franquicias parlamentarlas, fue- e Inglaterra, a unos 100.000. El acta no
ron numerosas e importantes. En los con- tenia otra finalidad. Fue un paso adelante,
dados perduró el antiguo privilegio de los que abría el camino a otros tiempos venide-
cuarenta chelines, con algunas limitaciones, ros. No puso fin al soborno, a la corrupción
y añadiendo algunas otras clases de votan- o a la práctica de las nefastas influencias
tes Capacitó para el derecho electoral a Pero la oportunidad de realizar estos ma-
los hábitos se hizo menor, más difícil, y tras leyes, y estas proposiciones eran des-
menos flagrante y generalizada. arrolladas no como cuestiones de partido,
"Asi es que la ley de 1832 ni fue el resul- sino por medio de la acción combinada de
tado ni produjo los efectos de una revolu- ambas partes. Ahora, cuando un miembro
ción. Pero su importancia política, social independiente plantea una cuestión, no es
y económica es indiscutible. Fue uno de los con el fin de proponer, por sí mismo, una
periodos fundamentales de la historia de medida, sino para llamar la atención del
Inglaterra. gobierno. Toda la Cámara está de acuerdo
"La Cámara de los Comunes reformada, en declarar que el presente estado de las
reflejaba las virtudes de la clase media y leyes es abominable, solicitando del gobier-
sus debilidades. La influencia de la clase no que ponga un remedio. Tan pronto co-
media preponderó, como bajo el gobierno mo el gobierno está dispuesto a hacerlo y
burgués de Luis Felipe. Pero el régimen de propone uno, la Cámara se opone a este re-
Luis Felipe sucumbió en 1848, bajo la co- medio. Nuestros defectos como legisladores,
rrupción y la inercia, mientras que la Cons- que no es nuestra misión, perjudican nues-
titución inglesa de este mismo año, no hizo tra acción como administradores, que es
tambalearse ni al Parlamento ni al trono. nuestra verdadera función». Esta era la
El Parlamento inglés había justificado su. natural expresión del pensamiento de un
razón de ser con la renovación de su forma hombre de Estado de experiencia, que ha-
y con la realización de muchas cosas. Había bía vivido la época de transición y no había
reformado las leyes del pueblo en el régi- perdido el hábito mental de la que la pre-
men municipal y el sistema fiscal. cedió, y aun se oyen hoy lamentaciones de
"Donde se observa más marcadamente la miembros parlamentarios independientes,
diferencia entre la Cámara de los Comu- recordando los tiempos en que sus prede-
nes, antes y después de la reforma, es en cesores gozaban de una mayor libertad en
la esfera de la legislación. Es difícil carac- la acción legislativa y acusando al gobierno
terizar en todo su vigor el cambio enorme de usurpar las funciones legislativas de los
que introdujo en el carácter de la legisla- miembros. Pero el cambio era inevitable. La
ción inglesa la ley de reforma de 1832, ni gran demanda de nuevas leyes, especial-
establecer un contraste justo entre la le- mente de leyes que crearan, renovaran y
gislación que precedió y la que siguió a regularan el mecanismo administrativo, y
esta fecha. El siglo xviii, y las dos prime- la complejidad de las medidas legislativas
ras décadas del siglo xnc, fueron fecundas precisas, forzosamente había de aminorar
en legislación, pero de un carácter efímero. la intervención de los parlamentarios inde-
El Parlamento del siglo xrai aprobó mu- pendientes en la iniciación y aprobación de
chas leyes que ahora serian consideradas leyes, acrecentando la responsabilidad del
como locales, autorizando la construcción gobierno en el trabajo legislativo.
de caminos, canales y puentes, y nunca se "La gran actividad en la vida parlamen-
cansó, desde que inició su obra, de norma- taria, producida después do 1832, fue lógi-
lizar las condiciones del trabajo, el desarro- camente seguida de una reacción; hubo
llo de la industria y comercio, y de prote- periodos de abandono e inactividad, tanto
ger a la pobreza. Pero no creó nuevas insti- legislativos como administrativos. Walter
tuciones. De la ley de reforma es de donde Bagehot hizo una inimitable descripción de
parte la serie de leyes que comenzaron por la Cámara de los Comunes, en tiempo de
renovar la legislación sobre asistencia pú- Palmerston, tal como actuaba en los '•años
blica y corporaciones municipales, y que de 1865 y 1866. Nadie refleja más justa-
alteraron completamente la contextura del mente las costumbres y procedimientos de
gobierno inglés central y local. De la mis- la Cámara de aquella época, ni está más
ma épocqi data la responsabilidad especial ducho en sus secretos, que los presidentes
del gobierno respecto a la legislación, que que estuvieron al frente de la misma, mu-
es una de las características actuales del cho tiempo antes de 1832, y que represen-
Parlamento de Westminster. Sir Charles taban la tradición de un gobierno que des-
Hood, más tarde lord Halifax, entró a for- aparecía y debía desaparecer. Palmerston,
mar parte del Parlamento por primera vez en sus últimos años, opuso una firme y a
en 1828, y hablando en el año 1855 con menudo eficaz resistencia a toda modifica-
Nassau Sénior, se refirió al cambio de ac- ción, y su último ministerio, desde 1859
titud del gobierno referente a. la. legisla- a 1866, fue un periodo de excepcional ari-
ción. «Cuando entré por primera vez en él dez legislativa. Pero cuando Bagehot. des-
Parlamento —decía—, hace veintisiete años. pués de 1867, escribía el prólogo a la se-
las funciones del gobierno eran principal- gunda edición de su obra sobre la Consti-
mente ejecutivas. Loa miembros indepen- tución inglesa, es evidente que tenía serias
dientes proponían modificaciones de nues- dudas respecto a los efecto" de aquella ley.
y cabe sospechar que volvió la cabeza al de tierra: y en algunas, los diputados eran
periodo palmerstoniano como la edad de nombrados por el aicalde y el ayuntamien-
oro, que fue, en su opinión, el mejor de to. Existían poblaciones de 50.000 habitan-
todos los gobiernos; un gobierno libre, so- tes que no elegían diputado alguno, y ha-
brio y cauteloso de clase media" <"••). bía por lo menos una que no tenía habi-
Aunque muy tardía, la ley de 1832 tuvo tantes pero enviaba dos diputados. Algunos
la virtud de conmover la vieja armazón diputados eran de nombramiento del go-
institucional de Inglaterra, y demostró que bierno, y los había también designados por
era posible, y hasta fácil, modificar el ve- algunos nobles terratenientes. Cornwall en-
nerable sistema de organización del Parla- viaba al Parlamento 44 diputados; Lon-
mento y de representación electoral. Algún dres, 6; y Manchester, 1. En 1830 se inició
tiempo después. Disraeli suprimió todo re- la evolución que, paso tras paso, había de
quisito de renta o de tributo para ejercer conducir al. sufragio universal. Las sucesi-
el derecho electoral, y lo concedió a los vas etapas son cinco leyes, de 1C32, 1867,
cabezas de familia, de manera que alcanzó 1Ü84, 1918 y 1922. Entretanto, en 1872, se
a las clases trabajadoras en 1867, del mis- habia establecido el voto secreto en las
mo modo que la ley de 1832 lo había con- elecciones" (' jr> ).
cedido a la clase media. En 1872, durante el El gabinete inglés. En el año 1714 ocupó
ministerio de Gladstone, se introdujo el sis- ci trono de Inglaterra Jorge I, príncipe ale-
tema del voto secreto, por papeleta, con el mán ce la casa de Hannóver. Su ignorancia
cual se puso término a las antiguas cere- del idioma inglés le impedia concurrir a las
monias en las que se mantenían las dife- reuniones del Gran Consejo Privado de la
rencias de clase. corona que, según la costumbre, lo forma-
La evolución en materia electoral se com- ban ya los líderes parlamentarios. Esto dio
pletó en 1884, con la ley de sufragio univer- origen a la designación de un primer mi-
sal, en 1885 con la organización de distritos nistro de origen parlamentario, encargado
flectorales, y la ley de 1918, que concedió de formar el gabinete, presidirlo y obtener
el voto a la mujer y abolió antiguas fran- del rey la legalización de sus decisiones.
quicias parlamentarias que aún subsistían. Así fue creado el gobierno parlamentario,
Además, autorizó a las mujeres a ser elegi- en el cual el ejecutivo lo desempeña un
das y a formar parte de la Cámara de los cuerpo colegiado (el gabinete), designado
Comunes, lo que permitió a lady Astor in- entre los miembros del Parlamento (Cá-
rorporarse al Parlamento en la primera mara de los Comunes) con mayor repre-
elección que se realizó. sentación popular. Este gabinete es respon-
G. M. Young sintetiza la evolución del sable, políticamente, ante el Parlamento
Parlamento en los siguientes términos: "El (Cámara de los Comunes), quien puede
siglo xvín había regulado las relaciones en- derribarlo mediante un pronunciamiento.
tre la corona y el Parlamento según dos A su vez, el gabinete puede renovar al Par-
principios: 1<?. que el rey no puede actuar lamento, disolviéndolo y convocando de in-
en asuntos públicos sino aconsejado por sus mediato a elecciones, para constituirlo de
ministros, uno de los cuales, el primer mi- nuevo, como una manera de consultar la
nistro, «posee una autoridad decisiva den- voluntad popular.
tro del Consejo y ocupa el primer lugar en Este sistema, de gobierno parlamentario
la confianza del rey»; 2?, que el rey ha de o de gabinete, fue adoptado por casi todas
elegir sus ministros entre personas que las naciones europeas, y constituye una tí-
cuenten con la adhesión del Parlamento, pica forma de gobierno contemporánea,
es 'decir, que tengan mayoría en la Cámara unas veces monarquía constitucional y,
baja. Quedaba reservada al siglo xix la otras, república.
cuestión de las relaciones entre el Parla- "Las grandes luchas del siglo xvn entre
mento y el pueblo. El sistema electoral se el rey y el Parlamento —dice P. Ilbert—,
había formado, como tantas otras cosas en se resolvieron en un compromiso, por el
Inglaterra, sin orden ni concierto. En los cual la autoridad ejecutiva quedaba en ma-
distritos electorales rurales tenían derecho nos del rey, pero había de ser ejercida por
a votar los propietarios territoriales con medio de sus ministros, que tenían que
renta anual de 40 chelines para arriba. En sentarse en el Parlamento y depender, por
las ciudades había grandes anomalías; en su situación, del apoyo del partido domi-
unas votaban todos los varones; en otras, nante en la Cámara, que aprueba los sub-
los que pagaban arbitrios; en otras, sola- sidios o gastos del Estadpr'sin los cuales
mente los propietarios de ciertas parcelas ningún gobierno puede vivir. La autoridad
(95) YOUIIB. O. M.. El gobierno y fl Parlamtnto
(94) Ilborl. C. P.. El Parlamento, pn?. 34. Ed df. la Gran Bretaña, púft 15. Ftl. Espnsn-Calp* Ar-
Labor B:irc«'lonn, 1926. •ir ¡na. Lniuirrs. s/f.
ejecutiva, el poder de gobernar a la nación, na admirablemente constitucional, pero es
íué establecido de hecho por delegación, y muy dudoso creer que hubiese aceptado
se fijó el principio de que los delegados las teorias de Bagehot sobre la constitu-
fueran miembros de la corporación legisla- ción" ('•»'•).
tiva, ante la que son responsables. Al pro- Naturaleza del gobierno de Gran Breta-
ceso que realizó este cambio, se lo ha de- ña. Para cerrar este capitulo sobre Ingla-
nominado revolución silenciosa, siendo im- terra no encontramos nada mejor que trans-
posible hallar su origen en ninguna ley cribir las palabras con que Walter Bagehot
del Parlamento. Se ha intentado afirmar procura caracterizar al gobierno inglés,
que se inició bajo Guillermo III, entre los describiendo su íntima naturaleza.
años 1693 y 1696, pero su desarrollo abar- Dice ese autor: "Si la parte práctica de
ca un largo período de tiempo. En las eta- la Constitución inglesa no fuese más que
pas primeras de esta evolución, se hicieron la aplicación efectiva de materiales legados
ensayos tales como la exclusión de quienes por la Edad Media, no tendría más que un
ejercen cargos oficiales del seno del Parla- interés puramente histórico, y su realiza-
mento, tentativas que, de haber obtenido ción actual sería poco menos que imposi-
buenos resultados, hubieran dado, como ble. Un conjunto de instituciones tal como
consecuencia, el establecimiento de un sis- la Constitución inglesa, que ha tardado va-
tema enteramente diferente, más parecido rios siglos en desenvolverse, y cuyo influ-
al que se creó después en los Estados Uni- jo es aún preponderante en una porción
dos de América. El proceso vióse acelera- notable del mundo civilizado, no puede ser
do a causa de que. durante cerca de medio convenientemente expuesto sino a condi-
siglo, ocuparon el trono reyes extranjeros ción de hacer de él una división previa,
de origen, y extranjeros también por sus una selección con la naturaleza misma del
costumbres, su modo de pensar, sus intere- asunto.
ses y su idioma, los que se vieron obligados "Las constituciones de ese género presen-
a gobernar por medio de ministros, perte- tan siempre dos elementos distintos, que
necientes a las grandes familias inglesas, no se pueden, ciertamente, separar con ri-
y representantes de ellas, que les hacían gurosa exactitud; porque las grandes con-
instrumentos de sus deseos. Jorge III, que cepciones se prestan poco al análisis. El
había nacido y se había educado en Ingla- primero de esos elementos comprende todo
terra, teniendo por maestro a un escocés, lo que produce, y conserva el respeto de las
no gobernó con semejantes desventajas, y poblaciones, lo que yo denominaría las par-
consiguió restablecer durante varios años, tes imponentes; el segundo se compone de
por medios indirectos, un sistema de go- las partes eficientes, que dan a la obra el
bierno basado personalmente en el rey. movimiento y la dirección. Hay dos gran-
Pero las riendas del gobierno cayeron de sus des objetos que toda Constitución debe
manos mucho antes de terminar su vida, procurar conseguir, dos objetos maravillo-
y no fueron recogidas por sus sucesores. El samente logrados por todas las que han
rey, como individuo, ha sido relegado a se- durado, y el renombre de las cuales ha lle-
cundo término en las actividades del po- gado hasta nosotros. Una Constitución de-
der ejecutivo. Queda su cargo como símbo- be primero adquirir autoridad, y luego em-
lo poderoso de su dignidad, autoridad y plear esta autoridad; sólo cuando ha ase-
continuidad en su ejercicio Desde el pun- gurado la fidelidad y la confianza de los
to de vista personal, dispone de medios hombres, es cuando debe sacar partido de
para ejercer enorme influencia, dando con- ella para la obra gubernamental" C").
sejos prudentes y expertos; pero no es res- "Lejos de mí la Intención de pretender
ponsable de los actos o yerros de sus mi- que las partes imponentes de una Consti-
nistros. Si pretendiera poner su autoridad tución deben ser necesariamente las más
personal en primera línea, haría salirse de útiles; es presumible, a juzgar por su In-
quicio el mecanismo parlamentario. Walter flujo externo, que deben serlo en el menor
Bagehot hizo una justr. descripción do lo grado. No tiene otro fin, en realidad, que
que, actualmente, se conoce con el nombre impresionar la imaginación de las clases
de sistema de gabinete, en tiempos de lord inferiores, que son las menos aptas para
Palmerston, y las líneas generales de su discenir lo que es verdaderamente útil de
descripción reflejan todavía la realidad ac- lo que no es más que brillante.
tual. Este sistema no fue estableicdo por "Hay, en favor de las tradiciones, otro
legislación, sino por medio do inteligencias
y convenciones que se hallan sujetas sie"m- (96) Ilbert, C. P.. El Parlamento, pág. 110. Etl.
pre a modificaciones posibles, ofreciendo Labor, Bi\rcplona, 1926.
(97) Bngohot. W.. La Constitución inglesa, trád.
diferentes aspectos desde distintos puntos cíe Adolfo I'uftiidu. pal?. * Ed. Ln España Moderna.
de vista. La reina Victoria fue una .sobera- Madrid, s f.
argumento, que en una vieja Constitución to; son muy antiguas y bastante venera-
como la de Inglaterra, no tiene menos Im- bles; en cuanto a las partes eficientes, en
portancia. Los hombres más Inteligentes se e] caso, por lo menos, en que se trata de
rigen tanto por el hábito como por el ra- atender a una gran crisis, tienen un movi-
ciocinio. La parte de la voluntad, en las miento muy sencillo y un sello más mo-
acciones humanas es muy escasa; si la vo- derno. Nosotros hemos hecho, o más bien
luntad no recobrase fuerzas y no fuese su- hemos obtenido, por obra de la suerte, una
plida por una especie de sueno, que el há- Constitución que, aunque plagada de de-
bito le permite, no produciría ningún re- fectos en sus detalles, y aunque en ciertos
sultado. No podríamos, en verdad, cum- detalles sea la menos artísticamente mo-
plir cada día, por nuestra parte, todo lo delada de todas las constituciones huma-
que tenemos que hacer. No acabaríamos, nas, no por eso deja de tener dos ventajas
porque toda nuestra energía se consumiría principales: primeramente, tiene una parte
en el detalle, en pequeños ensayos de per- eficiente, cuya sencillez es precisa en el mo-
feccionamiento. Además, unos abandona- mento preciso, y que, si hace falta, puede
rían el camino trillado para marchar en obrar con más facilidad y mejor que nin-
una dirección, otros para seguir otra; de guno de los instrumentos políticos expe-
tal manera, que en el momento de una cri- rimentados en el mundo hasta nuestros
sis que exigiese la combinación de todas las días. Además, esta Constitución tiene par-
fuerzas, no habría dos hombres bastante tes históricas, complejas, majestuosas, tea-
próximos uno de otro para obrar útilmen- trales, que ha recibido por herencia del pa-
te Juntos. El hábito instintivo, que la tra- sado, que fascinan a -la multitud; que
dición da a la raza humana, es el que de- obrando de una manera Insensible pero
termina a la mayor parte de los hombres omnipotente, llegan a determinar las rela-
en sus acciones; he ahí el marco sólido, en ciones de los subditos. Su esencia es fuerte
el cual el nuevo artista debe colocar ese con la fuerza toda que le presta la senci-
cuadro. Esta parte de la naturaleza huma- llez de los procedimientos en la época mo-
na, que depende de la tradición, debe, con derna; su exterior es majestuoso, como lo
la fuerza etimológica del término, recibir era el carácter gótico de una época más
la impresión y la acción con tanta mayor imponente. Su esencia, gracias a esa sen-
facilidad cuanto de más alto viene. Dadas cillez, podrá, con las modificaciones de ri-
las mismas condiciones, las instituciones gor, aclimatarse en países muy diversos;
de ayer son las que mejor convienen al día pero en lo que se refiere a esta apariencia
presente: las más preparadas, las que tie- majestuosa, que a los ojos de la multitud
nen más influjo, y a las cuales se obedece pasa por ser toda la Constitución, conviene
con más facilidad, son las que tienen ma- tan sólo a las naciones que tienen con la
yores probabilidades de conservar el dere- nuestra cierta analogía histórica y de tra-
cho al respeto, que han obtenido por he- diciones políticas" (»»).
rencia, mientras que toda institución nue-
va debe sufrir las pruebas indispensables 9. LAS COLONIAS INGLESAS DE AMÉRICA
para adquirir el mismo derecho. DEL NORTK
"Realmente, las instituciones humanas Fundación y organización de las colonias.
que imponen mayor respeto son las más America, descubierta por Cristóbal Colón
antiguas; y sin embargo, el mundo cambia en 1492, había sido concedida a éste por los
tanto, es tan variable en sus exigencias, los reyes católicos Fernando e Isabel en un do-
mejores instrumentos de que dispone son cumento fechado el 30 de abril de ese mis-
tan susceptible de perder su vejez interna, mo año, pero no en propiedad. En esa cre-
aunque sea conservando la apariencia de dencial se le otorgaba los títulos de almi-
su fuerza, que no hay por qué esperar en- rante, virrey y gobernador, teniendo facul-
contrar en las instituciones más antiguas tades, según la cláusula cuarta, para ejer-
necesariamente más eficacia. Todo objeto cer las funciones Inherentes a esos títulos,
de veneración, consagrado por su antigüe- que consistían: en oír y juzgar todos los
dad, adquiere sin duda influjo, gracias al pleitos y causas civiles y criminales; en po-
carácter de dignidad que le es inherente; der castigar los delitos; en imponer con-
pero no puede emplear este influjo, como tribuciones y cargas de acuerdo con las cos-
las creaciones nuevas, adaptadas al mundo tumbres de Castilla; por toda la vida, y des-
moderno, impregnadas de su espíritu y es- pués de él, su hijo y heredero, debiendo pa-
trechamente ligadas a su existencia. sar de un heredero a otro indefinidamente.
"Definamos ahora, en breves términos, el Por su parte el rey de Inglaterra concedía
mérito característico de la Constitución in- el 5 de marzo de 1495, a Cabot, ciudadano
glesa. Las partes imponentes que conserva,
tienen mucha amplitud y no poco encan- S i(B8)
g Op.
u ictt..e pág.
n 10.
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