Lisa Helen Gray - Carter Brothers 3.5
Lisa Helen Gray - Carter Brothers 3.5
Lisa Helen Gray - Carter Brothers 3.5
ÍNDICE
DIECISÉIS
CAPÍTULO OCHO
EPÍLOGO
CAPÍTULO NUEVE
~2~
SINOPSIS
Evan Smith ha tenido su vida planeada desde los doce años. Sabía lo que
quería y sabía cómo conseguirlo.
Quiere más.
Evan empieza a echar raíces y todo parece ir bien hasta que una morena
diminuta y caliente con ojos marrones redondos aparece en la puerta de su casa.
Su belleza no sólo hace que Evan se desquicie, sino que lo que ella viene a
decirle altera toda su vida.
Puede que Kennedy le haya dado una noticia que lo sacudió, pero también
le dio lo que él había deseado.
Pero cuando alguien amenaza con romper la vida que siempre ha deseado,
¿cómo lo hará? ¿Será capaz de mantenerlos a salvo o llegará demasiado tarde?
~3~
CAPÍTULO UNO
EVAN
Siempre supe que era adoptado. Me acuerdo de una antigua pareja antes de
irme a vivir con mi padre. Eran cariñosos y amables, y nada como la madre con
la que crecí. Recuerdo que siempre pensé, 'llevadme de vuelta a ellos'. No fue
hasta que me dejaron acercarme a mi hermana que supe que necesitaba
quedarme. Alguien tenía que protegerla.
Fallé.
De muchas maneras.
No sólo de mi madre, sino del mal fuera de las cuatro paredes en las que
vivimos. Cuando fallé en protegerla de una de las pandillas de nuestro pueblo,
sabía que tenía que dar un paso adelante. Necesitaba tomar las decisiones
correctas en lugar de tomar siempre las equivocadas.
- No señor. Necesito hacer esto - le digo por décima vez esta tarde. Acababa
de terminar de empacar las cosas de mi oficina cuando me llamaron a la suya.
Ha estado sobre mí durante un mes desde que entregué mi renuncia. Tenía que
acabar con los pocos casos que había dejado abiertos antes de irme. No se me
exigía, pero me sentiría como si dejara el trabajo sin hacer si los dejara abiertos.
~4~
- Bien, estoy triste verte ir, pero, hijo, si alguna vez, y quiero decir, alguna
vez, quieres volver, siempre habrá un trabajo aquí esperando por ti.
- Sí. Mira, necesito ponerme en marcha, pero ¿nos vemos esta noche? - le
pregunto recogiendo mi caja con mis pertenencias.
- Nos vemos más tarde - Me río, mientras salgo. Todo el mundo mira desde
sus escritorios, dándome elevaciones de la barbilla. Le devuelvo el gesto a cada
uno de ellos hasta que llego a la recepción y mi cara cae. Esta es la parte del
trabajo que nunca echaré de menos. Odio entrar y ver su cara todos los días.
- Evan - ella arrulla, sonriendo. - Te vamos a echar de menos por aquí. ¿Qué
tal si nos vemos esta noche y te doy una despedida adecuada? Ya no hay nada se
interponga entre nosotros.
~5~
Me estremezco. La mujer es una muñeca Barbie de tamaño natural y no
estoy bromeando. De hecho, parece ser más de plástico que una Barbie.
- Sí, tampoco tengo que preocuparme por perder mi trabajo ahora, así que
puedo decir lo que me gustaría. Vete a la mierda y ve a molestar a alguien más
para obtener sus bolas - La dejo de pie en su escritorio con la boca colgando
abierta. Sin embargo, estoy bastante seguro de que está acostumbrada a que su
boca se abra así. No me extrañaría si ella tuviera todas las enfermedades de
transmisión sexual conocidas por la humanidad. Ella es la definición de la
palabra 'puta'.
Un jodido hermano.
~6~
alcanzo.
-Hey, - ella susurra en voz baja y noto que la mano del imbécil se aprieta
alrededor de la suya. Mis ojos se estrechan en su mano. Pero conozco a Lexi. Si
este gilipollas le hiciera daño, me lo diría. Su ex-marido la golpeaba mucho, así
que sé que no caería en la misma trampa. Le costó mucho salir cuando lo hizo.
Terminé siendo drogado y una de las putas que andaba por la unidad lo usó
como una invitación para acostarse conmigo. Era la última noche que yo
también tenía que estar allí. Cómo coño me puse duro es algo que nadie sabe.
Me hicieron pruebas de todas las enfermedades de transmisión sexual y todas
dieron negativo.
- Hey, sí. Me alegro de verte de nuevo, Steve. Estaba apurado la última vez,
- miento. No quería tener una presentación incómoda. Desde el casi beso mi ego
ha recibido un golpe. Un enorme y jodido golpe.
- Mejor me voy. Tengo que reunirme con los muchachos en una hora, -
miento. No tengo que reunirme con ellos hasta dentro de cuatro o cinco horas,
pero ellos no lo saben.
- Bien, te dejaré ir y te veré más tarde. Oh, antes de que me olvide,- ella
empieza cuando paso a su lado para caminar por el camino. Dejo de caminar y
me doy la vuelta para enfrentarla. - Hace unos meses me enviaron una carta
dirigida a ti por error. Lo puse en tu cocina. Me olvidé de ella hasta hoy cuando
clasifiqué mi correo, - sonríe.
~7~
- Gracias.
- Te veré más tarde, - asiento con la cabeza de nuevo. - Nos vemos más
tarde, Steve.
Bueno, mierda. ¿A quién carajo le importa? Podría ser el maldito Peter, por
lo que me importa. Todo lo que sé ahora es que quiero entrar y alejarme de ellos.
Así que eso es lo que hago. Los dejo hablando al final del camino y me dirijo a
la puerta.
~8~
CAPÍTULO DOS
KENNEDY
O no.
Mis nervios sólo se han disparado porque pensé que era esta otra persona.
Llegó poco después de que yo llegara. Lo escuché hablando por teléfono
mientras salía de su coche, hablando de que esta noche era la noche y algunos
otros comentarios groseros. Cuando el hombre comenzó a caminar en dirección
a donde yo necesitaba ir, mi estómago se derrumbó en el suelo. Entonces noté
que una mujer bonita que venía de al lado le sonreía y comencé a relajarme.
Pero no duró mucho cuando otro coche se detuvo. Supe tan pronto como salió
que era él.
~ 10 ~
actuando. Tengo la locura de ello.
- Hola, soy Evan, pero sigo sin entender. ¿Quién eres? - Una pequeña
sonrisa juega con sus labios y mis ojos se ven atraídos por ellos. Mi vientre hace
un giro y mi cuerpo comienza a calentarse mientras miro sus labios. Son
carnosos, rojos y totalmente besables. Creo que besarlo sería como los besos de
las películas. ¿Sabes cuando los labios del tipo se quedan, con aspecto de estar
llenos contra la tuya?
- Recomponte, - susurro.
- No quiero sonar grosero, Kennedy, pero todavía no sé por qué estás aquí o
por qué estarías llamando a mi puerta. Recordaría haber visto una cara bonita
como la tuya antes.
Le doy una sonrisa lenta pero pronto la pierdo cuando recuerdo por qué
estoy aquí.
- ¿Vicky Wright? Vicky... Vick…, Vicky. ¡Joder! - dice, con los ojos muy
abiertos. Supongo que la recuerda. - Lo que sea que esa maldita perra quiera, no
quiero saber nada de eso, - dice, y me cierra la puerta en la cara. Mi mano se
mueve rápidamente, evitando que me cierre la puerta en la cara. Me sorprende
~ 11 ~
mi brusquedad, pero ahora me ha hecho enojar.
- Estás tan loca como ella, eres... espera... Wright. Dijiste que eras Kennedy
Wright. Por favor no me digas que es tu hermana y que te hizo venir aquí para
hacer su trabajo sucio.
- Bueno, ya que ella está muerta diría que es un asombroso no, - suelto de
repente.
- ¡Mierda! Lo…
- Por favor, no digas que lo sientes cuando ambos sabemos que no es así, -
digo, sintiendo que mi temperamento se eleva. Él sólo levanta las manos y
retrocede un poco, abriendo la puerta un poco más.
- Si ella está muerta entonces no veo por qué estás aquí. Si fue asesinada, o
si quieres que alguien investigue sobre su muerte, tienes que presentar un
informe, - me dice y yo giro la cabeza hacia un lado, estudiándolo. Él realmente
no lo sabe. Tenía la esperanza de que ella hubiera estado mintiendo cuando me
dijo que sabía. Que no le importaba.
- Entra, pero si no te apuras y me dices qué coño está pasando, voy a echarte
de nuevo a patadas.
- Imogen, - dejo escapar nerviosa. Cierro los ojos otra vez deseando tener
algún tipo de control cuando se trata de mi boca. Realmente sé cómo dar
noticias a la gente, lo juro.
- ¿Disculpa?
~ 12 ~
- Imogen. Ella es una bebé de cinco meses de edad, - le digo de forma
directa.
- Eso es... genial, - me dice con sequedad. Todavía me está mirando como si
me hubieran crecido dos cabezas y, para un detective o lo que sea, seguro que no
sabe cómo conectar los puntos.
- Que mierda... Si estás insinuando lo que creo que es entonces necesitas una
prueba de ADN, ya que la perra abrió las piernas por peniques.
- ¿Yo debería saber? Quisiera saber, - ruge, tirando de sus cabellos rubios.
Yo no lo entiendo. ¿Por qué está tan enfadado? ¿Estaba realmente tan
enamorado de ella? Supongo que ella estaba bien mirando en cierto modo. No lo
sé. Todo lo que vi cuando la miré fue a una drogadicta de bajo peso que no tenía
respeto por sí misma ni se preocupaba por su propia vida y bienestar. - Esa puta
me drogó. Vale, no sé si fue ella la que me puso las drogas en la bebida, pero
seguro que fue la puta que me montó en la polla mientras estaba inconsciente, -
grita.
Mis ojos se agrandaron. Oh Dios mío. ¿Está diciendo lo que creo que está
diciendo? No es de extrañar que tenga problemas y que se haya ido cuando
escuchó su nombre. Él fue violado. Por mi hermana. ¡Oh Dios mío! La madre
de Imogen era una violadora, una consumidora de drogas, una puta, y lo peor de
todo, ella iba a vender a su bebé por dinero.
- Siento lo que ella te hizo, - le digo en voz baja, mi voz poco más que un
susurro, no queriendo asustarlo. Él parece sumido en sus pensamientos en el
momento, su cara roja de ira.
Se burla, mirándome. "No soy una víctima. Ella estaba tan mal como yo, si
~ 13 ~
no peor. Pero estaba acostumbrada, mientras que yo nunca había tomado una
droga en mi vida. ¿Cómo sabes que es mía?
- Ella nunca me habló de ti. Lo averigüé. Ella dijo que le había dicho al
padre, que era un pez gordo, pero era una rata, - me encojo de hombros,
avergonzada de tener que repetir esas palabras. - Ella dijo que sabías y aunque
yo no le creí, yo no la cuestioné. Cuando murió me entregaron sus pertenencias.
En su bolso estaba tu número escrito como el padre de Imogen, Evan.
- Joder. Necesito procesar esto. ¿Dónde está la niña? ¿Qué edad dices que
tenía?
- Tiene cinco meses. Ha pasado por mucho. Nació como adicta. Tuvo suerte
de que cuando Vicky descubrió que estaba embarazada redujo el consumo de
drogas, pero no lo suficiente. Así es como murió. Ella firmó unos papeles que la
entregaron a mi cuidado y se fue de juerga por las drogas. Ella murió dos días
después.
- Ella lo está ahora. Le dieron el alta seis semanas después de nacer. Ella está
saludable. Fue destetada de las drogas tan pronto como nació. Le faltaba el
aliento. También fue seis semanas prematura pero estaban seguros de que se
recuperaría completamente. Me advirtieron sobre los problemas de desarrollo,
pero hasta ahora no han surgido. Ella está bien.
~ 14 ~
hecho de que Evan fuera tan sensato no estaba ni siquiera en mi radar.
- En realidad pedí uno para ti. Ya tengo listo el de Imogen, pero tú tendrás
que hacer el tuyo. Todo lo que tienes que hacer es tomar una muestra de la parte
interior de tu mejilla.
- Mira, tengo que irme. Sé que esto ha salido de la nada y que necesitarás
algún tiempo para digerir todo. Sólo tenía que conocerlo para obtener
respuestas. Como tutor legal de Imogen, quería ser capaz de mirarla a los ojos
un día y decirle que lo intenté, - le digo, mis ojos llorosos. Agarro el otro sobre
del bolso y se lo entrego. - Son unas cuantas fotos, mis números de teléfono y mi
dirección para que te pongas en contacto. Por favor, envíalo lo antes posible y
asegúrate de hacerlo bien. Si lo haces, pero no quieres tener nada que ver con la
vida de Imogen, lo entenderé. Lo que Vicky hizo, quién era, no es algo de lo que
estar orgulloso, pero esa niña, es todo lo que hay de luz en el mundo. Ella no
sabe cómo era su madre y nunca le diré. No necesita escuchar que las peores
partes de su madre son las únicas partes de ella.
- Los haré, - dice con voz ronca, con los ojos llorosos. - Yo sólo... yo
necesito algo de tiempo. Haré lo que quieras, pero necesito tiempo para procesar
esto. Si ella es mía...
- Está bien. Podemos hablar más cuando tengamos los resultados, ¿vale?
- Bien.
Algo me dice que tendré noticias de Evan y que el resultado será favorable
para Imogen.
~ 15 ~
CAPÍTULO TRES
EVAN
Me quedé mirando las fotos que me dio durante horas antes de que me diera
cuenta de que se había ido y el sol se había puesto. Llamé a Aaron enseguida y
le dije que necesitaba que se reuniera conmigo.
Por el amor de Dios. Pensé que la mujer estaba allí coqueteando conmigo o
que era alguna clase de stripper que los chicos habían contratado. No me
extrañaría que mis ex compañeros de trabajo hicieran algo así. Se veía tan linda,
toda nerviosa y tímida, mirándome como si tratara de encontrar el primer lugar
para lamer. Era la única pista que me había dado que me hizo pensar que no era
una stripper. Parece prudente, es un jodido knockout.
~ 16 ~
Luego se puso muy agresiva, empujándome con su delicado dedo. Es como
un duendecillo, pequeñita y toda esa mierda. Sus malditos ojos eran del color de
chocolate derretido. Eran profundos, ricos y tan jodidamente sexys que me
hicieron querer arrastrarla a mi habitación y hacerle cosas indescriptibles.
Habría ido con mi hermana, pero ella todavía no me habla después de todo
el asunto de mantener mi trabajo en secreto. Lo había hecho por algunas
razones, pero sobre todo porque no se nos permitía decir a la gente lo que
hacemos.
Nunca pensé que dejaría que mi hermanita saliera con un cabrón como él. El
chico se ha acostado con más gente que toda la policía de mi departamento
junta. Es un maldito animal. O lo era. Lo he estado vigilando cuando no está con
Denny y, hasta ahora, el muchacho ni siquiera parpadea en dirección a otra
chica.
~ 17 ~
dulce, amorosa, y no quiere cambiarte. Todo lo que quiere es honestidad, amor y
compromiso. Así que puedo ver por qué Mason sólo la ve a ella. Es el tipo de
chica que te encuentras una vez en la vida.
¡Oh, bueno! Las pruebas se harán y finalmente sabré las respuestas que
pueden tranquilizar mi mente. Una parte de mí espera que sea mía. No quiero
imaginar quién es su padre. Conocí a la mayoría de los tipos de esa unidad a
través de mi trabajo, conociéndolos, y digamos que son lo peor de lo peor. Esa
niña merece más que un padre y una madre que vienen de un mundo así.
- Se supone que debía ser una puta sorpresa. Dijimos a las ocho, pedazo de
mierda, - dice William, mi antiguo jefe, mirando a Aaron. Me río pero es
forzado. No voy a ser muy divertido esta noche, pero sé que los chicos querían
darme una despedida adecuada, así que por ellos puedo fingir y beber hasta que
mi mente esté en blanco.
~ 18 ~
Justo cuando pensaba que la noche estaba mejorando la zorra de la
recepción entra con uno de los muchachos nuevos. Mikey creo que escuché que
se llamaba. Se está aferrando a cada palabra de ella. El pobre cabrón se va a
arrepentir una vez que la conozca mejor, o peor, se acueste con ella.
Cuando aparece otra bandeja de tragos sé que esta será una larga noche.
Riñones, descansen en paz, mis amigos.
- Eso es lo que dijiste la última vez que salimos, - uno de los chicos se ríe,
pero no lo encuentro gracioso. La habitación está girando, o yo estoy girando.
No lo sé. Estoy demasiado borracho para notar la diferencia.
- Vamos a llevarte a casa, - resuella William, su voz suena peor que la mía.
Me meten en un taxi y Aaron se sube a mi lado y le da al conductor mi
dirección.
~ 19 ~
- Si él se enferma en mi taxi, tú pagas, - grita el conductor, su voz sonando
extranjera.
- Estoy bromeando.
~ 20 ~
- Cuidado, compañero, - se ríe Aaron y me vuelvo hacia él, dándole una
mirada de odio. Me muevo a través del bungalow, por el pasillo y hacia mi
dormitorio.
Los resultados tienen que darse prisa y llegar ya. Necesito saber. Y necesito
saber ahora. De lo contrario, voy a terminar borracho todas las noches hasta que
lleguen.
Oigo voces que vienen del pasillo y gimoteo en mi almohada. Parece que
Lexi no se va a ir pronto. La puerta de mi habitación se abre, dejando entrar la
luz, y una risa profunda hace eco en la habitación.
Lo que sea que vea debe satisfacerlo porque lo siguiente que oigo es a él
apagando la luz y cerrando la puerta detrás de él. Le oigo dirigirse a Lexi,
preguntándole si quiere quedarse a tomar un café.
Mi cabeza da vueltas, pero me las arreglo para ahogar sus ladridos y termino
a la deriva en un sueño profundo, mis pensamientos consumidos por una bebé
que ni siquiera he conocido.
~ 21 ~
CAPÍTULO CUATRO
KENNEDY
Sabiendo que no voy a ser capaz de dormir mucho esta mañana empiezo a
balancearme hacia atrás y hacia delante. Mi boca se abre y la letra de la canción
All About That Bass de Meghan Trainor se desliza. Es la primera canción pop
que se me viene a la cabeza. Lo más probable es porque está siempre sonando
en la radio.
Está situado en uno de los lugares más duros de la ciudad y odio este lugar.
Nunca puedo dormir toda la noche debido a la música alta que viene de los otros
pisos, o porque alguna pareja decidió que esta noche es noche de pelea. Imagina
el eco rebotando alrededor de tu piso hasta Dios sabe qué hora de la noche.
Unos fuertes golpes en la puerta me hacen saltar. Rápidamente dejo caer el
~ 22 ~
detergente y corro hacia la puerta antes de que puedan despertar a Imogen.
- ¿Qué demonios está pasando? ¿Quién es él? ¿Qué dinero? ¿Piensa que soy
otra persona? Miro alrededor, pero no sé para qué. No es como si pudiera
alejarme de él para conseguir algo. Su agarre es demasiado fuerte.
- Por favor, - suplico sin estar segura de por qué. Sólo espero que entienda
que no soy quien cree que soy.
~ 23 ~
- Levántate perra - se burla.
¿Qué? Oh, Dios mío. Las cartas. Unos meses después de que mi hermana
muriera empecé a recibir cartas pidiendo dinero. Pensé que era para uno de los
vecinos y, como no estaba dirigida a nadie, las tiré. Ni siquiera pensé mucho en
ello. Estaba demasiado preocupada por Imogen estando en el hospital.
- Lo sé, maldita puta. Tú eres mi pago. Eras lo que tu hermana anotó como,
digamos, un aval, - se ríe.
Miro en sus ojos muertos y puedo sentir que está mortalmente serio. ¿Qué
hice para merecer esto y por qué mi hermana me haría esto? Antes de que tenga
la oportunidad de explicar la situación, me tira al suelo con fuerza y aterrizo en
la mesa de café, la madera barata rompiéndose bajo mi peso.
~ 24 ~
Tosiendo, ruedo sobre mi lado sólo para que su bota aterrice en mi costado.
- Por favor para. ¡Alguien ayuda! Grito, mi cuerpo tiembla con más que
miedo. Una sensación de asco se apodera de mi cuerpo y cuando termina de
darme otros dos golpes en el estómago, se inclina sobre una rodilla, su cara a
sólo pulgadas de la mía.
Abro lentamente los ojos y cuando veo a mi vecina que vive al otro lado del
pasillo, todo lo que pasó lentamente se me echa encima de una vez.
Entra con Imogen todavía llorando en sus brazos. Cuando levanto mis
manos hacia ella, grito de dolor.
~ 25 ~
pruebas. Diablos, ni siquiera sé quién es ese hombre. Podría ser cualquiera.
Todo lo que sé es que mi hermana estaba conectada con él.
- Te lo diré más tarde. Vine porque esto debe haber llegado durante la
semana, - dice, entregándome un sobre blanco. Se lo quité de la mano. Estoy a
punto de tirarlo a un lado y tomar a una Imogen todavía llorando de Mel, cuando
la parte superior del sobre me llama la atención.
- Oh Dios, - jadeo, abriendo la carta. Mis ojos parpadean sobre los números,
las palabras, y no es hasta que llego a la página central que las palabras que he
estado esperando están escritas en negrita.
Mis lágrimas sólo hacen que Imogen llore más fuerte y, aún con mi cuerpo
adolorido, me esfuerzo por calmarla.
~ 26 ~
- Alguien… alguien me atacó. Él quiere dinero. Dinero que no tengo. Él va
a llevarse a Imogen si no pago. - lloro. El miedo paralizante al pensar en ese
hombre me golpea una vez más y empiezo a temblar.
- ¿Tiene esto algo que ver con tu hermana? - Melanie pregunta. Ella sabe
todo sobre mi hermana y mi familia. No sé qué habría hecho sin su ayuda
cuando llegué a casa con Imogen. Mel tiene dos hijos ya crecidos que se han
mudado y tienen sus propias familias. Su consejo ha sido un regalo de Dios.
- Evan, - respiro.
~ 27 ~
CAPÍTULO CINCO
EVAN
Han pasado semanas desde que envié la prueba de ADN y aunque sabía que
tomaría algún tiempo, nunca pensé que sería tanto tiempo.
- Tienes que salir de esto, amigo. Has estado con las hadas durante semanas,
- me dice Harris, otro de mis mejores amigos.
- Lo sé. Sólo dame unos días, - me quejo y luego lo dejo para que rellene el
papeleo del expediente de la Corte.
Salto del coche levantándole la barbilla, no querer pasar por las mismas
bromas que la última vez.
- Este es Steve, nos presenta, y quiero gemir y mirar al cielo. ¿Por qué me
hace pasar constantemente por esta mierda?
~ 28 ~
- Necesito ir a buscar un archivo, pero me alegro de verte, y a ti, Simon, -
asiento y me voy.
Cerrando los ojos, agarro la carta y la abro. Cuento hasta diez antes de
volver a abrirlos y miro hacia abajo. Nada tiene sentido para mí hasta que lo veo
escrito en negrita. Soy el padre biológico de Imogen Wright.
- ¡Joder!
~ 29 ~
Después de conseguir el peluche de Imogen, vuelvo al coche y me dirijo
hacia la casa de Kennedy. Cuando me detengo en su propiedad agradezco que
Imogen sea mía. La mujer vive en un lugar de mierda. Es el peor lugar de la
zona para vivir. Debo haber estado despistado, porque no me mi cuenta de su
dirección hasta que llegué aquí.
Mirando los números de las puertas veo que la puerta de Kennedy está
abierta de par en par y me dirijo a ella. Lo que esperaba no es nada comparado
con lo que me encuentro. En el suelo, sosteniendo a una bebé gritando, está
Kennedy. El lugar es un desastre. Hay una mesa rota en medio del piso, pero lo
que me enfurece son los moretones que cubren su pálido rostro, lleno de
lágrimas.
- Creo que tienes que irte. He llamado a la policía, - grita la señora que no
conozco. La miro con curiosidad y me pregunto quién demonios se cree que
soy.
~ 30 ~
- Alguien que quiere saber qué demonios ha pasado - interrumpo, entrando
más en la habitación. Desde la puerta su cara se veía mal, pero al mirarla más de
cerca luce peor, y por la forma en que hace una mueca de dolor mientras acuna
al bebé de un lado a otro, puedo decir que le duele algo más que la cara.
- ¿Quién eres? Mel, la señora, pregunta. Qué pregunta tan capciosa. ¿Quién
soy yo?
No pasa mucho tiempo antes de que deje de llorar y sólo suelta ruiditos
bonitos. Es entonces cuando empiezo a disfrutar del momento.
¡Soy padre!
~ 31 ~
- Tienes que decirme qué ha pasado aquí. ¿Tu novio te hizo daño?
Me mira con los ojos abiertos. - No. No tengo novio, - llora, poniéndose
histérica. - Alguien vino aquí. Me hizo daño. Dijo que mi hermana le debía tres
mil dólares. No tengo esa cantidad de dinero. Dijo que soy el seguro que ella le
dio para recuperar su dinero si no podía. Si no se lo devuelvo, tomará a Imogen
y la venderá. Tienes que llevártela y alejarla lo más posible de mí, - solloza. Su
expresión se rompe por completo y sé que el solo hecho de pedirme que me
lleve a Imogen le rompe el corazón. Sus palabras me golpean el corazón, al verla
tan rota, y desencadenan algo dentro de mí. Por primera vez en mi vida quiero
ocuparme de alguien que no soy yo.
- Eso es todo más o menos. Oh, y tengo un mes. - Ella trata de limpiar sus
lágrimas, pero siguen llegando más. Me mira, con los ojos muy abiertos. - Oh
Dios, la hiciste dormir, - dice suavemente antes de estallar en más lágrimas.
- Oye, no llores.
- Nadie.
Ella parece cansada y agotada, así que hago lo único que puedo hacer. -
Levántate y vete a empacar tus cosas y las de Imogen.
- Sólo hazlo. Necesito hacer una llamada, - le digo, con más dureza de lo
que pretendía.
~ 32 ~
Una vez que están fuera de la vista, miro a Imogen apropiadamente por
primera vez y sonrío. Ella tiene mi nariz de botón, la pobre. No sé de qué color
tiene los ojos porque está durmiendo, pero recuerdo que Vicky tenía los ojos
azul claro, mientras que yo los tengo marrón oscuro.
Marco el número de William sabiendo que voy a necesitar ayuda con esto, y
mis viejos archivos. Responde en el tercer toque.
Una risa estruendosa estalla a través del teléfono y tengo que alejarlo de mi
oreja por un segundo. - Has estado fuera unas semanas y ya quieres un favor.
- Vale, ¿puedes revisar mis viejos archivos, por favor? Necesito todo lo que
tenemos sobre la redada de drogas que hicimos en lo de los Carmack. No puedo
soportar sus bromas en este momento. Necesito respuestas. Necesito saber quién
está haciendo esto y por qué. Lo único que se me viene a la mente es el pasado
de Vicky. Esa unidad era su pasado.
Como si necesitara recordar que cerramos ese caso. Fue el peor trabajo de
encubierto en el que he estado y nunca me sentí tan aliviado como cuando
finalmente lo cerramos.
- Mira, sé que hay mucho que necesito explicar, pero ahora mismo todo lo
que necesitas saber es que alguien de ese caso ha amenazado a alguien... cercano
a mí, - dudo, la palabra amor casi sale de la boca. Pensando, sólo le eché un
vistazo a la pequeña rufián y ya me he enamorado. Imogen se mueve en mis
brazos y la acuno suavemente para que no se despierte.
- Vale, ¿hay algo que necesites que haga? - pregunta sin vacilación. Es lo
único que he echado de menos hasta ahora de mi antiguo trabajo. Cómo te
~ 33 ~
cubren las espaldas. No es que Harris no lo haga, es sólo que hace las preguntas
primero, no después. Supongo que tenemos mucho que descifrar antes de que
lleguemos a ello.
- Todavía no, pero te mantendré informado. Dame una hora y estaré en casa,
- le digo antes de terminar la llamada. Camino hacia las voces de fondo y entro
en la habitación de Kennedy. No se parece en nada a lo que me había
imaginado. Es sencillo, aburrido, y apenas decorado. Esperaba color, mucho
color. Pero entonces, no la conozco realmente y obviamente está batallando si
está viviendo en este agujero de mierda.
- ¿Puedes cargar a Immy para que pueda ir a buscar su cuna y sus cosas?
Llamaré a un amigo para que venga y se lo lleve todo. A menos que quieras que
le compre unos nuevos. - Pregunto, sin pensar en lo que Immy podría no tener.
Por lo que sé, ella podría tener lo básico, pero qué sé yo. Ni siquiera sé lo que
necesita un bebé y por lo que sé hasta ahora sobre Kennedy, no parece ser la
persona que descuida a un niño.
- ¿Qué? ¿Qué es lo que pasa? ¿Te la llevas?, - pregunta, con la cara arrugada
y lista para explotar. Incluso después de pedírmelo, la idea de que le quiten a
Immy la está matando por dentro. Puedo decir oficialmente que sé cómo se
siente porque el solo hecho de pensar en no ver nunca al lindo y pequeño bulto,
que ha capturado mi corazón con un segundo de conocerla, me está matando.
- No, - empiezo y veo su cuerpo relajarse. - Me las llevo a las dos. Te vienes
a vivir conmigo, - le digo. Ni siquiera sé de dónde salió eso, pero ahora que las
palabras salen de mi boca me doy cuenta de que las digo en serio. Cuando le dije
por primera vez que empacara sus cosas, las iba a enviar a la casa de un amigo,
o a un lugar seguro.
- Por supuesto…
~ 34 ~
- Lo siento, supongo que se me escapó, me estremezco, preguntándome si
ella piensa que me estoy haciendo cargo. No quiero quitarle a Imogen, solo
quiero estar con ella en todo momento. De Imogen, quiero decir. No es que me
moleste la compañía de Kennedy. Es entonces cuando me quejo por dentro.
Tengo que vivir con ella ahora. Tengo que verla desnuda, medio desnuda, y
vestida a diario. Ella va a estar en mi espacio todo el tiempo. Nunca he tenido
eso antes.
-¿Cómo...?
~ 35 ~
- Sólo ve, - le digo, dándole un suave empujón en dirección al baño.
Rápidamente le digo dónde están las toallas de repuesto y luego vuelvo a la
cocina y empiezo a desempacar las bolsas que sé que tienen todos los biberones
y cosas de Imogen. Puse la sillita del coche, con Imogen todavía dentro, junto a
la puerta y me puse a trabajar antes de que uno de los chicos trajera los archivos.
Diez minutos más tarde Kennedy sale del baño con aspecto caliente.
Literalmente caliente. Parece que ha estado sentada en una sauna durante la
última hora en lugar de tomar un baño durante los últimos diez minutos.
Joder, para ser una persona pequeña tiene unas piernas increíbles y no puedo
evitar imaginar cómo se sentirían envueltas a mi alrededor.
Miro hacia abajo para ver que tiene razón. Maldición. - Sí, sólo estoy
tratando de entender esta mierda, - le digo, asintiendo a la leche en polvo.
~ 36 ~
- Este es el esterilizador. Los biberones necesitan ser esterilizados después
de cada uso para mantenerlos limpios. Sólo preparo un biberón más durante la
noche, así que sólo dejo el agua hervida en el biberón hasta que ella se despierte.
Luego añado la leche así, - comienza, y me muestra cómo poner la cantidad
correcta de polvo en la biberón. Estoy tan sorprendido por todo que no puedo
quitarle los ojos de encima.
- Todo listo, - sonríe. - Deja que se enfríe hasta que esté tibio para que
Imogen no se queme la boca y ya está.
- Puedo hacerlo.
Ella me da una sonrisa cegadora y los dos nos quedamos ahí parados
mirándonos torpemente. Entonces Imogen rompe el silencio al despertarse, y
sacudimos la cabeza. Los dos nos movemos al mismo tiempo, y hacemos una
pausa antes de ir a por ella otra vez.
- Sí, toma, - le digo y me acerco a las pastillas que había preparado antes de
parecerme al monstruo de la leche en polvo.
~ 37 ~
Mi corazón se calienta y por una vez en mi vida siento que estoy justo donde
necesito estar. Sé de hecho que nunca la voy a decepcionar, nunca.
En el corto tiempo que he sabido que era padre, me las he arreglado para
moverla y prepararle un biberón yo mismo. Vale, no por mí mismo, pero el
pensamiento estaba allí.
Gruño y agarro la bolsa que noté que Kennedy llenaba con pañales y un
cambiador y camino hacia el cuarto de enfrente, asegurándome de agarrar el
biberón.
No es que vaya a ser difícil, pero, por si acaso algo sale mal, tengo un pañal
de repuesto en espera.
~ 38 ~
CAPÍTULO SEIS
KENNEDY
Me cubro la boca para amortiguar mi risa cuando lo atrapo. Tiene una pinza
en la nariz, guantes para lavar, y tiene arcadas mientras limpia los restos de caca
del trasero de Imogen.
~ 39 ~
- Se acaba de mear sobre mí.
Sigue mis instrucciones y en poco tiempo tiene puesto el pañal y, por alguna
razón, la ropa de cama. - Sabes que tendrás que vestirla de nuevo después de
bañarla.
Asustada, no noto que Evan se mueve hasta que se arrodilla delante de mí,
sosteniendo a una Imogen inquieta.
Mis hombros tensos se relajan y le hago una seña con la cabeza. Sé todo
sobre el caso en el que trabajó. Vicky lo llamó rata y no hizo nada más que gritar
sobre él después de ser arrestada. Me sorprende que no la haya acusado de
violación. Eso es lo que había sido desde mi punto de vista. Violación. Estoy a
punto de preguntar qué tiene que ver ese caso cuando se mueve, levantándose
para abrir la puerta.
~ 40 ~
como imaginé la primera vez que la vi. Sintiéndome audaz, levanto los pies, los
meto debajo de mí y apoyo la cabeza en el respaldo.
¿Qué carajos?
- Puede que no nos conozcamos desde hace mucho tiempo, pero te prometo
que no habrá nada que no sepas de mí. Me tienes ahora, - oigo a Evan susurrar
con una voz suave que aún no le había oído usar.
¿Qué diablos es todo eso? ¿Y por qué los está leyendo en este momento?
~ 41 ~
- Oye, estás despierta.
¡Puñetazos de azúcar!
- Oh, está bien, - sonrío y miro hacia abajo a Imogen que está chupando
profundamente su biberón y mirando a Evan con grandes ojos de ciervo. -
¿Cómo ha estado?
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Hice algo mal?, - pregunta asustado, con sus ojos
escaneando a Imogen de pies a cabeza.
- ¡No! No. Ella ha estado así desde hace una semana. Ha estado tan apagada.
Normalmente es un bebé feliz y tranquilo, pero últimamente ha estado tan
alterada, como si le doliera. La llevé el martes pasado y me dijeron que le están
~ 42 ~
saliendo los dientes, pero no sé, - me encojo de hombros y le paso el dedo por la
mejilla. Sus ojos se enfocan en mí y comienza a agitar sus brazos con
entusiasmo. Me río junto con Evan.
- ¿Honestamente?
~ 43 ~
Lo miro a los ojos para que vea que digo la verdad. Trago profundamente,
quedando cautivada por sus ojos. Dios, son hermosos. Sacudiendo mi cabeza de
mis pensamientos comienzo. - Al principio no quería encontrarte. Me
preguntaba sobre todo lo que estaba pasando en tu vida y si todavía estabas
haciendo el trabajo que haces. No quería que Imogen se viera atrapada en eso.
He visto "La Jungla de Cristal" y otras películas en las que los hijos son usados
para la venganza. Pero me di cuenta de que sólo estaba poniendo excusas.
Supongo que al final sólo quería lo mejor para ella. Imaginé cómo sería mi vida
sin ella y eso me mató. Entonces me pregunté cómo sería para ti. Sé que no la
conocías, pero es especial, es una luchadora, y se merece lo mejor de todo. Te
merecías conocerla.
~ 44 ~
CAPÍTULO SIETE
EVAN
Tuve que salir de allí. La habitación me estaba sofocando, y con ella usando
mi camiseta y la imagen de su cuerpo de antes todavía persiguiéndome, no podía
soportar estar tan cerca. Nunca ha habido una mujer que me afecte de la manera
que lo hace.
- Huele delicioso.
- Toma, coge lo que quieras. Te lo calentaré. Lo pedí hace una hora más o
menos.
~ 45 ~
- ¡Oh Dios! No puedo creer que haya dormido tanto tiempo, - jadea,
agarrando comida. En realidad me sorprende que esté tirando la comida en su
plato de la forma en que lo hace. No parece el tipo de persona que se llenaría la
cara delante de un hombre. Por otra parte, no estamos saliendo. Todas las demás
chicas con las que he salido han comido como si les preocupara que alguien se
diera cuenta. Eso me cabrea. Todo el mundo come para sobrevivir, no es que lo
que hacen sea raro.
- Cuatro años, - me dice vacilante. - ¿Qué hay de ti, cuánto tiempo has
estado trabajando para la policía?
~ 46 ~
- No estoy trabajando para ellos ahora. De hecho, he empezado mi propio
negocio con un buen amigo mío, Harris.
Le doy una sonrisa amable y guardo esa información en mi mente para más
tarde. Quiero saber cómo los dos podrían ser completamente opuestas.
~ 47 ~
necesitaba asegurarme de que me mezclaba, que necesitaba estar relajado.
- Oh, Dios mío, jadea, sus ojos lloran. -No puedo creerla. ¿Sabías que
estaba embarazada?
- Se fue la noche en que dio a luz, - dice de golpe, y siento que mis ojos se
abren mucho.
- ¿Qué?
- No lo sé, - susurra. - Siempre fue así. Incluso cuando era niña. Soy la más
joven, mi hermano, que murió de muerte súbita cuando tenía seis meses, habría
sido el mayor. Mi madre siempre atribuyó su actitud a ser la hija mediana, pero
yo siempre vi algo oscuro dentro de ella, ¿sabes?
~ 48 ~
un tiempo antes de que nos encontraran un hogar que nos acogiera a los dos,
pero incluso entonces ella lo arruinó. Al final me pusieron con una buena
familia, una que estuvo de acuerdo en dejarme verla, pero no vivir con ella.
Creo que ella estaba resentida conmigo por eso.
- No desde la primera vez que puedo recordar. Ella se llevaba todo lo que
mis padres me habían comprado. Ya sea un par de calzones que nunca le
hubieran quedado bien, los tomaba. Causaba discusiones, peleas y nunca le
importó a quién hacía daño. Me intimidaba sin parar, - se encoge de hombros.
Dios mío. Su hermana era realmente una maldita perra. Y crecer con ella
como su única familia debe haber apestado.
~ 49 ~
Asiente con la cabeza firmemente, pero con la forma en que sus manos
tiemblan puedo decir que está recordando todo lo de esta mañana y está muy
nerviosa.
Sin saber qué más decir, la dejé hojear la carpeta en silencio. Mientras
tanto, me mantengo ocupado y hojeo los momentos más importantes del juego
de esta noche que me perdí.
- Es él, - susurra. Soltando una mano de mi agarre, señala una foto. Le quito
la carpeta y miro la foto que tengo delante.
- ¡Joder!
~ 50 ~
cabrón sea acusado de nada. Incluso con las pruebas que teníamos en su contra,
le dejaron libre.
- Sí. Nunca olvidaré esos ojos o esa cicatriz, - me dice. Su cuerpo está
temblando incontrolablemente y está empezando a ponerse histérica.
- Mira, todo va a estar bien, pero este tipo... Este tipo es una mala noticia en
serio. Lo que sea que tu hermana estaba mezclada con él es malo. No es
conocido por dar segundas oportunidades. También exige tener un plan de
respaldo para la gente que lo compra.
- Por eso me amenazó con pagar o se llevaría a Imogen, - ella tiene hipo, le
caen las lágrimas por la cara. Las limpio, pero siguen fluyendo. Verla así me
rompe el corazón.
- Será mejor que tengas una razón para interrumpir mi tiempo de televisión,
- gruñe y en cualquier otro momento me burlaría de él, pero esto es serio.
- Damon White.
- ¡Mierda!
~ 51 ~
CAPÍTULO OCHO
KENNEDY
No tengo ganas de que llegue el día de hoy y cuando digo eso, lo digo en
serio. No sé qué va a pasar.
Evan me dijo que han puesto una orden de arresto contra este tipo Damon
pero, sin testigos, su abogado lo sacará en poco tiempo. Le pregunté por qué se
molestaba en hacer que lo arrestaran si no iba a suceder. Explicó que quería
asustar a Damon, para hacerle saber que lo están vigilando con la esperanza de
que eso lo haga retroceder. Personalmente, no creo que él realmente crea que lo
hará. Ni siquiera pudo mirarme a los ojos cuando me lo dijo.
- Hey... Oh hola, um... está... ¿está Evan aquí? -pregunta una bella mujer.
Recuerdo haberla visto la primera vez que la visité. Vive en la puerta de al lado,
creo.
~ 52 ~
loca conmigo?
- Si está ocupado puedo volver, - me dice con tristeza, sin mirarme. ¿He
hecho las cosas más difíciles?
- Estará fuera...
- Oh, hola, Lexi. Me pareció oír la puerta, - dice y me doy vuelta y casi me
ahogo con mi propia saliva. Mojado, bronceado y tatuado, Evan está parado con
sólo una toalla. Un tatuaje tribal corre desde su pecho y baja por sus costillas.
Otro tatuaje de un dragón cubre la mitad superior de su brazo. ¿Cómo es que no
sabía que tenía tatuajes? ¿Cómo no me di cuenta?
~ 53 ~
- Soy Kennedy, - me presento, maniobrando a Imogen con mi otro brazo
para poder estirar la mano y agitar la suya.
- Soy Lexi, - sonríe pero no le llega a los ojos. Ella me da la mano y nos
saludamos rápidamente, dando un paso atrás. Tratar de calmar a Imogen ha
hecho que sea difícil estudiar a Lexi, pero por lo que puedo decir, parece una
buena persona. No se muestra distante, incluso con su incómodo silencio. Una
cosa que tengo clara es que no le gusta que esté aquí.
- Ya nos conocemos.
- ¿Hija? - se ahoga. La forma en que dice "hija" hace que mi sangre bombee.
Es como si la palabra sonara amarga en su boca.
El tono de su voz hace que Evan mire hacia arriba y frunza el ceño a Lexi,
confundido.
- Oye, es mi hija.
- ¡Oh, joder! Olvidé que tengo una cita con el médico. Será mejor que me
vaya antes de que llegue tarde, - afirma rápidamente. Quiero regañarla por jurar
maldecir de un bebé, pero sobre todo por maldecir. Es una cosa que me vuelve
~ 54 ~
loca. Las mujeres que insultan se hacen oír muy mal. Sé que no tengo espacio
para juzgar, es sólo una molestia para mí y las mujeres que se parecen a Lexi no
deberían usar ese tipo de lenguaje. Hace que suenen común.
Observo como Evan abre la boca y se mueve hacia ella, pero Lexi sale por
la puerta antes de que pueda dar otro paso. Miro como un ciervo atrapado en los
faros y me pregunto qué debo hacer.
- ¿Quieres que me lleve a Imogen para que puedas ir tras ella? - Pregunto en
voz baja, sintiéndome mal, porque mi presencia y la de Imogen ha causado esto.
- Porque no quiero que ustedes dos rompan, - empiezo, pero la risa de Evan
me interrumpe. - ¿Qué? - Frunzo el ceño, no me gusta el hecho de que se ría de
mí.
- Mira, sé que estaba mintiendo sobre la cita con el doctor. Sólo que no sé
por qué. Pero puedo asegurarte que nunca hemos estado juntos.
- ¿Por qué tengo la sensación de que hay un pero? - Pregunto pero luego
sacudo la cabeza avergonzada. - Lo siento, no es asunto mío.
Sus ojos se suavizan y da un paso más hacia mí. - Vas a estar en mi vida por
mucho tiempo, Kennedy. Mereces saberlo.
- Pensé que teníamos algo hace un tiempo, pero no era nada. De hecho, me
rechazó.
~ 55 ~
Necesito un filtro antes de hablar. ¿Por qué siempre me hago esto a mí misma?
No ayuda que sea tan guapo. Me pone más nerviosa de lo normal.
- Quiero sentar cabeza. Muchas cosas habían pasado el año pasado con mi
hermana y cuando me dijeron que tenía un bebé y un prometido, me di cuenta
de lo que me había estado perdiendo, - se encoge de hombros pero puedo ver
que todavía le importa. Todavía quiere eso.
- Entonces... um... ¿había algo que necesitabas hacer hoy antes de que
tuvieras que estar en la estación? - pregunto. Mi estómago ha estado revuelto
desde que me dijo que tendría que dejarnos hoy cuando hayan arrestado a
Damon. Dijo que quería estar allí para ver por sí mismo lo que pasa y cuál será
la reacción de Damon. Por suerte, su antiguo jefe está de acuerdo con que lo
haga siempre y cuando no cause una escena.
- Es gracioso que preguntes eso. Todo lo que pasó con mi hermana el año
pasado hizo que se peleara conmigo. Su novio me acaba de enviar un mensaje
para decirme que ya ha superado su problema y que vaya a visitarla cuando
quiera. Ahora que sé que Immy es realmente mía, me preguntaba si podríamos ir
a verla. Quiero que sea la primera persona que la conozca.
~ 56 ~
Hago una pausa para pensar en ello. Nunca he dejado a Imogen con nadie
más que con el personal de la guardería y, en alguna ocasión, con Melanie.
Aspirando, le doy a Evan una sonrisa.
- Claro. Voy a lavar la ropa y esas cosas. Limpiar el desastre que Imogen y
yo hemos hecho. Es lo menos que puedo hacer porque nos dejes quedarnos.
- Nadie te acusaría nunca de ser una perra, - me dice suavemente y mis ojos
se encuentran con los suyos y se ablandan. Todo mi cuerpo se hunde y me
encuentro asintiendo con la cabeza cuando por dentro estoy sacudiendo mi
cabeza 'no'. ¿Conocer a la familia? No está en lo alto de mi lista de cosas que
hacer. La gente se entera de dónde vengo, con quién estoy emparentada y me
juzgan. Me juzgan por lo que mi hermana ha hecho y tan pronto como Denny se
entere de lo que mi hermana le hizo a su hermano me va a odiar. No hay manera
de que no lo haga.
~ 57 ~
CAPÍTULO NUEVE
EVAN
- Muy bien, amigo. Sólo está vistiendo a Hope, - nos dice Mason abriendo la
puerta. Mira a Kennedy con curiosidad y luego a Imogen. Noto que su cabeza se
mueve rápidamente en mi dirección y me hace preguntarme si ha aceptado que
Imogen sea mía. Ahora que he tenido tiempo de mirar realmente a Immy puedo
verme en ella.
Los pasos de las escaleras me hacen levantarme del sofá. Cuando Denny
entra, parece sorprendida de verme, pero más sorprendida y curiosa en cuanto a
quién es Kennedy. Ella le da una mirada rápida a Imogen y yo ignoro la punzada
de decepción en mi pecho al no ver que Imogen es mía como lo hizo Mason.
~ 58 ~
- Esta es Kennedy y esta pequeña es Imogen, mi hija.
- ¿Perdón?
- Pero, no creí que estuvieras viendo a nadie. Dijiste que no tenías tiempo... -
empieza y puedo ver a dónde va con esto. Después de todo lo que pasó cuando
la secuestraron, le expliqué que nunca tuve tiempo de hacer nada. Lo cual era
cierto. Nunca tuve tiempo de echar un polvo, y mucho menos de visitar a la
familia.
~ 59 ~
tu bebé alejado de ti, - dice mirando entre Kennedy y yo.
- No pensé. Joder, estoy muy nervioso. No todos los días te enteras de que
eres padre y luego mudas a la madre y al niño, - le digo, levantando las manos.
Honestamente se siente bien sacar toda esta mierda.
~ 60 ~
más. Me alegro de que no lo haga porque estoy listo para explotar. Después de
meter a Imogen en el coche, me muevo al lado del pasajero del coche, abriendo
la puerta para Kennedy. Una vez que está dentro, empiezo a abrocharle el
cinturón como un idiota, pero su mano que alcanza la mía me detiene. Mi
cabeza se levanta mirando sus ojos marrones oscuros y tristes. Están llenos de
lágrimas y sé que ella está luchando por contenerlas.
Sin poder evitar lo que estaba a punto de hacer, mis manos se extienden
hacia sus mejillas, mis pulgares corren ligeramente bajo sus ojos mientras caen
las primeras lágrimas. Nos miramos a los ojos, ninguno de los dos pudo
encontrar la fuerza para mirar hacia otro lado. El silencio muerto en el aire se
vuelve demasiado y me encuentro parpadeando, alejando mis manos de su cara.
Lo que acaba de pasar entre nosotros es algo para lo que ninguno de los dos
está preparado.
- No, lo siento. No sabía que ella sería tan crítica. Debí explicárselo por
teléfono o ir por mi cuenta a verla primero. No debería haberte sometido a eso.
- No quiero que te pelees con tu familia, susurra. - No por mí, no por lo que
hizo mi hermana. Imogen no se lo merece.
- Oye, - digo en voz baja, apretando su mano con la mía. - Tienes razón. No
se merece esto; se merece una familia que la acepte por lo que es y no por su
origen o por su concepción. Por mucho que odie lo que hizo Vicky, tengo a
Imogen. Te tengo a ti, - le digo, y la última parte es más bien un susurro. Su
respiración me dice que me ha escuchado, pero algo dentro de mí no puede
importarme. Es la verdad. Hay algo en ella que me hace sentir sobreprotector,
~ 61 ~
que quiere conocerla. No se trata sólo de su aspecto, porque está muy buena.
Sino por la forma en que ama y adora a Imogen. Es la forma en que
voluntariamente puso a Imogen en primer lugar, a pesar de que eso significaba
que estaría en peligro. También es increíblemente dulce. No maldice y la forma
en que me mira. ¡Mierda! Sólo recordar la forma en que me miró cuando salí
con sólo una toalla esta mañana hace que mi polla se mueva. Quería doblarla
sobre el sofá y tomarla justo ahí.
Paro el coche, me bajo y dejo a Kennedy sin palabras. Camino alrededor del
auto justo cuando Lexi sale de su casa con la misma cita con la que la vi la
última vez. Cuando me ve me da una pequeña sonrisa antes de reírse a
carcajadas de algo que dice su cita. Los ignoro y abro la puerta de Kennedy,
arrodillándome para hablar con ella.
- ¿Estás bien?
~ 62 ~
Se aferra a mi camiseta sollozando, sus lágrimas empapan el material. Le
froto la espalda y le digo que todo va a estar bien. Cuando mira hacia arriba su
cara está cerca de la mía.
Ella es hermosa.
Me levanto sin saber qué decir. Toso una, dos veces, antes de encontrar el
valor para decir algo y cuando lo hago, - Voy a buscar a Immy, - es lo primero
que sale de mi boca. Me quejo por dentro de lo estúpido que parezco. Soy un
hombre adulto que no tiene problemas para hablar con un cuarto lleno de gente,
hacer nuevos amigos o cualquiera de esas tonterías. Nunca he tenido problemas
para ligar con las chicas, de hecho, ellas suelen acudir a mí, pero con Kennedy,
me doy cuenta de que todo lo que he aprendido de la experiencia se ha borrado
de mi memoria. Es como si todo fuera nuevo para ella, incluyendo los
sentimientos que evoca en mí.
~ 63 ~
hablado así a mi hermana. Necesitaba que supiera que Kennedy e Imogen están
ahora en mi vida.
- Sí, los médicos dijeron que le están saliendo los dientes. Todo lo que he
leído dice lo mismo, pero aún me preocupa, - me dice, apartándome para
desabrochar a Imogen.
~ 64 ~
a sonar en mi bolsillo trasero. Agarrándolo, miro la pantalla y me quejo.
- Ella me llamó en un mar de lágrimas. Ahora quiero oírlo de ti, - dice con
severidad, no en el tono que estoy acostumbrado a que mi abuela use conmigo.
- Lo siento, yo... mira, tengo que irme, tengo otra llamada, - miento.
~ 65 ~
menos te lo esperes, - advierte. Sí, lo más probable es que aparezca a las cinco
de la mañana para que no nos escapemos o inventemos una excusa tonta.
- ¿Sí?
Cuando mi teléfono suena de nuevo, creo que es Nan otra vez, pero cuando
miro el teléfono es William y mi corazón se detiene.
- ¿Sí?
- ¡Tienes que venir, ahora! - es todo lo que dice antes de terminar la llamada.
Mis ojos inmediatamente miran a Kennedy. Está aquí y está a salvo. Pero la
sensación en la boca del estómago me tiene retorcido por dentro dándome un
mal presentimiento sobre todo este asunto de Damon.
~ 66 ~
CAPÍTULO DIEZ
KENNEDY
La casa está tranquila ahora que Imogen está durmiendo una siesta y Evan
ha ido a la estación para resolver todos los asuntos en los que mi hermana me ha
involucrado. No voy a mentir; estoy muy asustada. Tengo miedo de que esto
empeore las cosas para mí e Imogen, pero luego me doy cuenta de que nada
podría ser peor que él me la quitara. Quienquiera que sea Damon White está
claro que es una mala noticia y si Evan está preocupado, entonces estoy
aterrorizada. No parece la persona que se preocupa por nada. Es fuerte, guapo y
un fantástico besador. También es increíblemente atento con Imogen y ha sido
generoso y amable conmigo. ¿Mencioné que es un gran besador?
Mi vida era aburrida antes de que Vicky apareciera embarazada. Apenas nos
hablábamos antes. La única vez que ella respondía a mis llamadas o me llamaba
ella misma era cuando estaba en problemas y necesitaba mi ayuda. Nunca le
daría dinero. Sabía a dónde iría. No quería ser parte de su suicidio.
Son las ocho y media cuando la puerta finalmente se abre y él entra con un
aspecto sombrío. Inmediatamente me siento en el sofá donde he estado
descansando durante la última hora viendo algunos jabones.
~ 67 ~
- ¿Está todo bien? - Pregunto, mi corazón late rápido. La mirada que me da
me dice todo lo que necesito saber. Esta no va a ser una buena noticia.
- Tengo algo que necesito decirte, - me dice con tristeza, sentado en el sofá a
mi lado.
- Oh, Dios mío. ¿Qué va a pasar? No te mentí, Evan. Fue él, - lloro,
sintiendo que las lágrimas me pican las mejillas. Estoy harta de llorar. Es todo lo
que parece que hago últimamente.
- Oye, nena, sé que no estás mintiendo. La policía sabe que estás diciendo la
verdad, pero Damon, es un conspirador. Sabe cómo manipular a todos a su
alrededor. Siempre se las ha arreglado para estar un paso por delante de la
policía. Creo que él sabía que irías a la policía.
- Entonces, ¿qué pasa ahora? ¿Espero a que me haga algo a mí, a Imogen?
Lloro. - ¿Podría hoy ponerse peor el día?, - sollozo en mis manos.
- Um, sí, puede. Eso no es todo lo que necesitaba hablar contigo. Puede que
me haya vuelto loco o no, y él sabe que estás aquí, conmigo.
~ 68 ~
mente concentrada.
Mis manos se mueven hasta sus fuertes y anchos hombros y no puedo evitar
admirar la fuerza y la dureza mientras lo hago. Está hecho de piedra, lo juro. Ya
sabía que estaba bien definido en el área muscular, pero sentirlo con mis propias
manos hace que se acumule un flujo de humedad entre mis piernas.
~ 69 ~
- No deberíamos hacer esto, - murmuro cuando me alejo, mis ojos nunca se
mueven de sus labios hinchados. Se ven atractivos y me encuentro
acercándome, mis labios una vez más tocando los suyos. No puedo tener
suficiente. Nunca he sentido tanta satisfacción por el simple hecho de besar a
alguien, no es que haya tenido una gran experiencia, pero lo cuando lo he hecho,
besar siempre me ha aburrido. Hasta ahora.
Mi último novio fumaba y sabía cómo supongo que sabría un cenicero. Así
de mala es mi experiencia con los besos.
- Tenemos que pensar en Imogen. Si sale mal podría causar una ruptura
entre nosotros, - le digo a través de sus labios. Él se aparta y siento que mis
hombros se hunden. Aunque sé que está haciendo lo correcto con Imogen, no
puedo dejar de sentir la tristeza que se desliza. No nos conocemos desde hace
mucho tiempo. Me pregunto quién se acuesta con alguien que apenas conoce,
pero luego pienso en las personas que tienen relaciones de una noche. Quiero
decir, la mayoría de las parejas no se conocen cuando se juntan por primera vez
románticamente, así que lo que estoy diciendo es que no empezaron tan rápido
al principio. Todo el mundo tiene que empezar su relación en algún sitio.
Sí, tenemos a Imogen y como te dije antes, no puedo predecir el futuro, pero
puedo prometer que, pase lo que pase, ambos estaremos en la vida de Imogen.
Estás pensando demasiado. Sólo siente lo que sientes por mí, Kennedy. No
juegues a "qué pasaría si", porque te devolveré algo más. ¿Qué pasa si esto
sucede y sucede porque estaba destinado a suceder? ¿Y si pasa y todo sale bien?
Siempre hay otras opciones, Kennedy, pero necesito que tomes tu decisión y la
tomes en serio. Estoy duro como una roca y lo he estado desde el momento en
que llamaste a mi puerta hace más de un mes, - sonríe, mirándome.
~ 70 ~
Lo miro fijamente, sorprendida por su honestidad. Quién lo hubiera
pensado, sí, Evan, queriendo una chica como yo. Pero es más que eso. Está
dispuesto a trabajar por nosotros. Puedo decir que lo dice en serio cada palabra.
La mirada en sus ojos es de pura honestidad. Y tiene razón. Podría elegir no ver
a dónde nos lleva nuestra atracción y perder lo que podría ser lo mejor que me
ha pasado, o podría perderme en nuestra atracción y terminar con todo lo que he
querido.
Asiento con la cabeza al estar de acuerdo con él y rezo con fuerza para no
estropear esto, sea lo que sea lo que se está construyendo entre nosotros. No es
que él haya mencionado una relación, pero no puedo pensar en nada. Mi
necesidad de él está aumentando con cada roce de sus dedos.
- Sólo prométeme que hagas lo que hagas, mantén un ojo en todo lo que te
rodea. No has ido a trabajar los últimos días, así que supongo que tienes que
~ 71 ~
volver pronto.
- Oh, ¿entonces te tengo para mí por unos días más? ¿Quieres hacer algo
con Immy? Sé que es joven, pero tomaremos fotos para que las vea cuando sea
mayor, - sonríe como un niño y no puedo evitar sonreírle. Asiento con la cabeza
'sí', pero antes de que tenga la oportunidad de hacer algo más, me agarra por las
caderas y me mueve para que ambos estemos acostados de lado frente al
televisor. - Ahora, veamos algo antes de que Immy se despierte.
En silencio, porque estoy demasiado aturdida por estar en una posición tan
íntima, agarro el mando a distancia, haciendo clic en el menú para ver lo que
hay. Cuando me encuentro con C.S.I. hago clic en el canal. Evan me da un
apretón en las caderas, se inclina y me besa en el cuello antes de apoyarse en el
sofá.
Puede parecer extraño para algunos, pero holgazanear y ver la televisión así
con Evan podría ser mi nueva cosa favorita. Su gran cuerpo rodeando mi
pequeña estructura me hace sentir pequeña, segura y protegida. Se siente como
un gigante envuelto a mi alrededor. Es una sensación a la que podría
acostumbrarme después de vivir sola durante años sintiendo miedo de lo que me
va a pasar. El vecindario en el que vivo-viví no era el más seguro. Causó cierta
ansiedad a lo largo de los años.
No es que yo la sacara así, ella se moriría estando afuera. Hacía mucho frío
y el viento era terrible. Los cubos de basura han volcado y la basura está
volando por toda la calle.
~ 72 ~
esenciales que necesitaremos para los próximos días, así no tengo que salir.
Alguien llama a la puerta otra vez y con Evan fuera soy yo la que tiene que
abrir la puerta, algo que no me alegra hacer mucho después de todo lo que pasó
con Lexi.
Cuando la abro, una pequeña mujer de pelo blanco está ahí de pie con un
puñado de bolsas. Se está empapando y me siento mal, pero no sé quién es.
- ¿Es esa mi nieta?, - dice ella, pasando a mi lado. La pila de bolsas que lleva
me golpean en el estómago, donde todavía me duele del ataque de Damon y me
estremezco de dolor.
- Lo siento, pero ¿quién eres? - Luego hago una pausa, sus palabras me
golpean como un camión. Es la abuela de Evan. Oh, Dios mío. Y no la invité a
entrar. Qué terrible de mi parte. Ella me va a odiar más ahora, pensando que soy
maleducada.
- Déjame ir a buscar... - Empiezo, pero deja caer sus bolsas y se vuelve hacia
mí.
- No, cariño, ve a sentarte, levanta los pies y yo iré a buscarla. Apuesto a que
mi nieto te ha agotado en el dormitorio, - guiña un ojo antes de dejarme para que
le mire la espalda.
~ 73 ~
¡Dios mío! Ella cree que me estoy acostando con Evan. Caramba. Cree que
soy una libertina. Me arreglo la ropa y deseo haberme esforzado más esta
mañana al vestirme. Sólo llevo unos leggings y mi jersey crema extra grande
que cuelga de un hombro. Mi cabello está recogido en un moño desordenado y
no me he molestado con nada de maquillaje. Apenas lo uso de todos modos.
Caramba.
Incluso ha visto los moretones que todavía son evidentes en mi cara. Evan
juró que se desvanecerán pronto, pero aún me parecen irritados. El color es lo
único que ha cambiado. Me alegro de que la hinchazón haya disminuido. Me
hace sentir algo mejor.
~ 74 ~
por allí. De hecho, si fuera honesta, pensaría que lo estaba haciendo a propósito.
- Um, hey, - sonrío, no estoy segura de qué decirle. Siempre ha hablado con
Evan cuando se ha pasado, así que me siento incómoda estando aquí.
- No, él acaba de salir. ¿Hay algo que pueda hacer? - Pregunto, y luego miro
hacia abajo para encontrarla usando un vestido de algún tipo. No quiero sonar
como una P.E.R.R.A. pero, ¿por qué demonios llevarías un vestido con este
tiempo? Tendrías suerte de no resfriarte, y mucho menos de tener una neumonía.
- No. ¿Puedes decirle que necesito que venga en cuanto vuelva, por favor?
Es una emergencia, - pregunta amablemente, y yo sonrío asintiendo con la
cabeza. Cuando se da la vuelta, grito su nombre y la llamo. En vez de volver,
siendo educada, se detiene y se gira, mirándome con curiosidad.
- No quiero parecer grosera, cariño, pareces una chica dulce y todo eso, pero
¿estás usando a mi Evan?
~ 75 ~
- ¿Qué? ¡No! ¿Por qué piensas eso? - Pregunto, sintiendo mi garganta
cerrarse. ¿Toda su familia hará suposiciones sobre mí sólo por mi hermana?
- Oh... um...¡ no! No soy de las que hablan fuera de plazo, pero siento que
tengo que sacar esto a la luz, - le digo con firmeza. Me tiemblan las manos pero
me aclaro la garganta y sigo adelante. - Cuando Imogen nació no sabía nada
sobre Evan, quién era, dónde vivía ni nada. Lo único que mi hermana dijo de él
fue que era una rata y que no quería tener nada que ver con el bebé. No tenía
ninguna razón para dudar de mi hermana, - medio miento. Todo lo que salía de
la boca de mi hermana lo tomaba con una pizca de sal. - No fue hasta que mi
hermana murió que descubrí su nombre y lo busqué. Tan pronto como estuve
libre para hacerlo, le envié una carta. Imogen todavía estaba en el hospital, así
que todo mi tiempo estaba centrado en ella. Le escribí más de una vez, sin
obtener nunca una respuesta. Luego me presenté aquí. Ya sabes el resto. Hizo la
prueba de ADN por mí, la cual, debo añadir, pagué. Cuando apareció en mi piso
fue el día en que me golpearon, amenazaron y asustaron no sólo por la vida de
Imogen, sino también por la mía propia. Parece que mi hermana me dejó más
que Imogen cuando murió y ahora estoy pagando una deuda que ella tenía con
alguien. Si no pago entonces va a vender a Imogen. Esa es la razón por la que
estoy aquí, y la única razón, - le digo, pero incluso cuando las palabras salen de
mi boca sé que son una mentira. Puede que el hecho de que yo esté aquí haya
empezado porque quería proteger a Imogen, pero ahora también me quedo para
averiguar adónde va esto entre Evan y yo.
Me gusta mucho. Y pasar los últimos dos días con él sólo ha intensificado
ese sentimiento.
- Bueno, no creo que sea la única razón por la que estás aquí, - guiña un ojo
y así como así, me pone de nuevo en guardia.
¡En serio! Básicamente me acusó de estar aquí por razones alternativas, pero
cuando le explico, ¿me responde con eso? Está fuera de control.
~ 76 ~
lejos que eso porque estoy demasiado ocupada mirándolo. Su pelo negro está
empapado y gotea por su cara, a lo largo de sus labios antes de caer al suelo. Mis
ojos son capturados por una sola gota que gotea de su labio superior. Tengo que
luchar contra las ganas de acercarme a él y lamer las gotas de lluvia que caen
sobre él. Se ve muy caliente y no puedo dejar de mirarlo.
- Nan, ¿qué estás haciendo aquí? - le pregunta, pero no espera una respuesta
antes de volverse hacia mí. - Y yo quería alimentar a Immy, - hace pucheros. Sí,
haciendo pucheros. Tan malditamente lindo.
Miro con la boca abierta hacia Mary para ver si está bromeando, pero la
mirada en su rostro mientras mira al caballero detrás de Evan me dice que no lo
está.
Quiero estar enferma por él. Ninguna persona de su edad debería tener sexo.
No está bien. Odiaría ser Evan ahora mismo. Es su abuela. Pero aún así, no
puedo evitar la risa que se me escapa de la boca. Evan me envía una mirada de
advertencia que me hace sonreír.
- Por favor, Nan. No hables de nada que tenga que ver con otros hombres.
- Bueno, sólo tuve una aventura con una mujer una vez, pero estaba
demasiado borracha para recordarlo, así que no puedo hablar de mujeres, - se
encoge de hombros.
- Jesús. Joder, Nan, baja el tono antes de que asustes a las pobres Immy y
~ 77 ~
Kennedy.
- Está bien. Ahora puedes sentarte y decirme cómo vas a ayudar a mi chica,
- exige con toda seriedad.
- Oye, guarda las manos para ti, - Evan ladra y hace que Mary se ría. Me
quedo callada, fascinada por todo el asunto. Esto es tan raro y no es para nada
como las familias con las que crecí.
Peter mueve sus manos con el ceño fruncido y las coloca en su propio
regazo. Mary le da a Evan una mirada pero no discute con él.
- Estamos lidiando con ello, - gime, y me mira con una mirada que no puedo
entender. Probablemente es él diciéndome en silencio que debería haberme
callado, pero si supiera lo que ella me ha preguntado, probablemente lo
entendería. No es que yo se lo dijera. Ya ha discutido con un miembro de la
familia por mí, no voy a causar otra discusión. Lo creas o no, en realidad quiero
que Imogen crezca con una familia cariñosa a su alrededor. Es algo que nunca
tuve. La familia con la que crecí después de que mis padres murieron fue
bastante agradable. Pero en el momento en que cumplí dieciséis años estaba
sola.
~ 78 ~
CAPÍTULO ONCE
EVAN
De todos los días en los que mi abuela puede que aparecer, tiene que ser el
día que decido hacer un movimiento sobre Kennedy. Inventé una excusa para ir
a buscar mierda a la tienda, lo cual necesitábamos, pero necesitaba más
condones.
Ella me ha estado volviendo loco lentamente durante los últimos días con su
cuerpo curvado y apretado, sus tetas, su pelo, la forma en que habla tan
suavemente y la forma en que ejerce de madre con Imogen. Algo sobre verla
atender a Imogen me excita. Me da ganas de verla con el estómago redondo, los
pies descalzos y cocinando en nuestra cocina.
Estaba preparado para saltar sobre ella tan pronto como entrara por la puerta,
sin poder contenerme ni un segundo más. Pero luego volví a la casa y todo salió
directamente por la ventana. Un hombre había llamado a la puerta cuando me
acerqué. Estaba allí por la abuela. Pero aún así, al principio me preocupé
preguntándome quién era y por qué estaba allí.
~ 79 ~
- Nan, te lo prometo, lo tengo controlado. ¿Y te has hecho revisar el
corazón? - Le pregunto con suavidad, y Kennedy me da un apretón de manos en
el muslo. Me giro dándole una sonrisa de ánimo antes de volver a mi Nan.
Es mi abuela, imbécil.
Gruño con rabia, pero la abuela se ríe y pone su mano en el maldito muslo
de Peter, dándole un apretón. - ¿Por qué no coges las bolsas, cariño, están en la
puerta?, - le dice sonriendo.
Él se levanta como un buen perro faldero, agarrando cien bolsas del pasillo.
- Ahora, tengo esto para Kennedy, - Nan empieza a sacar unos tapones para
los oídos.
- No es por eso que los tengo. Son para que no pierda el sueño escuchando
~ 80 ~
tus ronquidos, - dice, pero parece divertida. Busco a Kennedy para que me
ayude. Para que le diga a mi abuela que no ronco, pero se ríe más fuerte. Le
envío una mirada y me vuelvo hacia mi abuela. No puedo evitar preguntarme si
lo hago. No es como si lo supiera. Pero aún así, Kennedy y yo tuvimos que
compartir la cama las últimas dos noches por el frío que hacía en la habitación
de enfrente. El radiador se rompió, así que sólo funcionan los del dormitorio.
- Y esto es para ti, gruñón. Con suerte te animarán, - Nan guiña un ojo y me
lanza una caja a los pies. Me veo horrorizado y deseo a Dios poder esconderlos
antes de que Kennedy los vea. Sé que es demasiado tarde cuando se ahoga en la
risa.
- Lo siento. Denny me ha dicho que baje el tono, pero sólo quiero estar en la
onda. No quiero ser uno de esos mocosos, tejedores, flojos, empujadores de
carros que necesitan ayuda para limpiarse el culo y averiguar qué hay de nuevo
en el mundo leyendo un periódico aburrido.
~ 81 ~
única forma en que me meterán en una de esas casas de mala muerte es cuando
mi cuerpo esté frío como una piedra y a dos metros bajo tierra, e incluso
entonces será contra mi voluntad.
Cuando decidamos bautizar a Imogen, quiero que sea una decisión mía y de
Kennedy, no porque mi abuela nos obligue a hacerlo.
- Tal vez si fingimos que no estamos aquí, ella se irá, - le susurro a Kennedy,
preguntándome qué la traería de vuelta aquí.
¿Qué carajos?
~ 82 ~
- No viniste, - afirma con tristeza, y la miro confundida cuando escucho un
susurro de "caramelo" que viene de Kennedy. El hecho de que ella no diga
palabrotas es muy caliente, pero las palabras con las que las reemplaza son muy
graciosas. Cuando ella dice "ohmigosh" tengo que luchar contra las lágrimas de
risa.
¿Mi chica está celosa? Estoy sonriendo por dentro sólo de pensarlo.
- No hay problema, - responde Lexi, miro hacia ella para percibir la mirada
graciosa que le había echado a Kennedy. Parece que me he perdido algo la
semana pasada que no debería haber hecho.
- El..., um..., el lavabo tiene una fuga. No puedo hacer que se detenga, - me
dice sonriendo, pero parece más bien un encogimiento.
No es de maldita ayuda.
Gruño.
- Está bien, pero si necesita trabajo tendré que llamarlo yo mismo, - le digo.
Me alejo de la puerta dejando a Kennedy ahí parada mientras tomo mi abrigo y
~ 83 ~
mi cartera, por si acaso necesito llamarlos. Cuando vuelvo, Kennedy sigue de
pie junto a la puerta y me inclino para darle un beso en la frente antes de
agacharme bajo la lluvia y correr a la casa de Lexi.
Especialmente de ella.
¿Cómo se atreve?
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cambio repentino, pero no me quieres, y si soy honesto, nunca te quise. Quería
lo que tenía mi hermana. Ahora lo tengo. Con Kennedy. Tienes que dejar lo que
sea que sea esto y seguir adelante.
- ¿Qué? ¿Eh?
Mierda.
~ 85 ~
- Así que no... ¿No pasó nada?, - dice ella.
En el momento en que mis labios tocan los suyos estoy perdido. Perdido en
ella y perdido en el beso. Maldita sea esta mujer. Puede ponerme de rodillas con
un simple toque.
Estoy a punto de agarrar mi propia camiseta, que está húmeda por haber
caminado hasta la casa de Lexi y volver, cuando Imogen empieza a llorar.
Gruño en el beso esperando que ella pare, pero cuando sus llantos se hacen más
fuertes me alejo de Kennedy sintiéndome muy frustrado. Nunca he querido estar
dentro de una mujer tanto como lo hago con ella.
- Iré a calmarla.
Pequeña descarada.
~ 86 ~
CAPÍTULO DOCE
KENNEDY
Servir mesas era lo último que quería hacer cuando me desperté esta
mañana. Especialmente porque podía estar en casa con Imogen y Evan, pero mi
tiempo libre, incluyendo el de Evan, había llegado a su fin.
Pasar tanto tiempo juntos durante la semana pasada nos ha acercado a los
tres. Sé que Imogen es demasiado joven para darse cuenta de que algo ha
cambiado, pero incluso ella se ha apegado a todo lo que es Evan.
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a casa.
~ 88 ~
problemas, parece que son problemas, entonces lo más probable es que sean
problemas, y estos tres hombres eran definitivamente problemas. Es como si
estuvieran esperando algo o a alguien y eso me pone nerviosa, especialmente
cuando me he encontrado al más grande de los tres mirándome fijamente más de
una vez. Cada vez que he sentido sus ojos sobre mí, un escalofrío ha corrido por
mi espalda.
Por suerte, salgo en un par de horas y no tendré que preocuparme por ellos.
He estado de pie desde las nueve de esta mañana. Ahora son las cinco de la tarde
y pronto tendré que recoger a Imogen de casa de Melanie. Con el tiempo tan
malo, su guardería me llamó esta mañana diciéndome que estaba cerrada por
hoy. Aparentemente la mayoría de su personal viaja desde un pequeño pueblo a
media hora de distancia y está todo inundado. Se disculparon profusamente y
me explicaron que era muy poco tiempo para conseguir profesores sustitutos
que los cubrieran.
- ¿Puedo ofrecerle algo más? - Pregunto mientras dejo caer los tres platos,
tratando de no maldecir. Normalmente sólo llevo dos platos a la vez, pero como
no quería quedarme alrededor de ellos más tiempo del necesario, he colocado
uno de los platos a lo largo de mi brazo, y el plato caliente ha quemado mi
pálida piel, dejando una marca roja.
- Sí, ¿qué tal tu número?, - el más grande de los tres se ríe abofeteándome el
trasero. Yo grito, saltando y enviándole una mirada, aunque el corazón me late
en el pecho.
- Oye, no tan rápido. ¿Qué tal si te unes a nosotros? - El más pequeño de los
tres guiña haciéndome temblar.
~ 89 ~
hombres diciendo algo grosero sobre mi trasero.
- Oye, Kennedy, tienes una llamada, - grita una voz fuerte y estruendosa por
todo el restaurante. Salto de donde estoy parada antes de mirar para encontrar a
Molly agitando el teléfono en el aire. Me acerco a él quitándole el teléfono,
dándole una sonrisa engreída.
Siempre se está quejando de que nadie le llama. Cada vez que suena el
teléfono es para hacer una reserva o para alguien del personal. Por supuesto, sólo
me han llamado unas pocas veces debido a emergencias, una de ellas fue cuando
mi hermana fue encontrada muerta. Así que recibir una llamada hace que se me
ericen los pelos de la nuca. Nada bueno viene de tener una llamada telefónica en
el trabajo.
- ¿Hola?
- ¿Kennedy?
- Sí, está bien. Fui a tu casa a buscar su corral para calmarla un poco. Ha
estado gruñona toda la tarde. Creo que son sus dientes otra vez. Pero cuando me
acerqué, - dice haciendo una pausa, como si estuviera debatiendo si decirme o
no.
- ¿Qué es, sólo dímelo? - Le digo necesitando que lo deje salir. Sea lo que
sea, puedo manejarlo. Nada podría ser peor que lo que me pasó la semana
pasada o la amenaza a la vida de Imogen.
Jadeo al teléfono, las lágrimas me llenan los ojos. No quiero llorar hasta
saber cuánto daño hay, me enderezo, no quiero romperme en el trabajo. Pero no
importa cuánto lo intente, el nudo en mi garganta crece. Todo lo que puedo
pensar es en cuánto dinero costará. No importa cuántas horas de trabajo haga,
nunca podré reemplazar todo lo que hay en mi piso. Ya tengo la suerte de tener
lo que hago allí. No es mucho, pero lo compré todo con dinero ganado con
esfuerzo. Ahora parece que tendré que hacerlo todo de nuevo. No puedo esperar
que Evan nos mantenga a mí y a Imogen para siempre. El tipo ni siquiera me
~ 90 ~
deja comprar comida por el amor de Dios. Si se entera de esto, sé que exigirá
reemplazarlo todo y no puedo... no, no tendré eso. No necesito un hombre que
me cuide. Vale, eso es una media mentira. Puede que no necesite un hombre que
me cuide, pero quiero que Evan cuide de mí.
- Déjame hablar con Mo. Voy a intentar ir allí lo antes posible. Está bastante
ocupado aquí hoy. - Tampoco es una mentira. Mis pies me están matando de
estar sobre ellos todo el día y después de tener la semana libre sin hacer casi
nada, no están acostumbrados a estar en movimiento tanto. Supongo que una
semana libre realmente hace maravillas a una persona.
- Bien, cariño. Veré si su corral es utilizable antes de cerrar detrás de mí. Ten
cuidado en la carretera, el tiempo está empeorando ahí fuera. Antes pensé que la
ventana se iba a romper, estaba lloviendo mucho.
- ¿Mo? - Llamo cuando llego a la cocina. Me echa una mirada que dice que
sé lo que quieres. Le doy una amplia sonrisa, sabiendo que no puede resistirse o
decirme que no.
~ 91 ~
- Ve. Haz lo que tengas que hacer, pero chica, me debes horas. Dios, eres un
dolor en mi trasero, - regaña sosteniendo una espátula.
~ 92 ~
muchos coches alrededor, lo que me alivia la preocupación de conducir. No me
sorprende en absoluto que nadie esté conduciendo en esto. Tendrías que estar
loco. Como yo.
Llamando a Evan otra vez, espero que me conteste, pero suena directamente
el buzón de voz. Esta vez decido dejar un mensaje esperando que lo escuche
antes de que llegue al piso.
- Hola, Evan, soy yo, Kennedy, - empiezo, gimiendo por lo tonta que sueno.
Odio dejar mensajes de voz. Mi voz nunca suena como yo y la odio. Sueno más
como una niña pequeña chupando helio. - Me dirijo a mi casa. Melanie llamó y
dijo que hubo un robo y el lugar está destrozado. Llámame cuando escuches
esto.
~ 93 ~
- Se ha ido, - grita por el teléfono, su voz se quiebra.
~ 94 ~
hacer es él. Sólo marcar su número me relaja un poco. Sé que hará todo lo que
esté a su alcance para recuperar a Imogen. Sólo espero que no me odie cuando
descubra que se ha ido.
- Maldita sea, Evan, - grito, escuchando su buzón de voz una vez más. -
Evan, - sollozo, esperando que pueda oírme ya que mi teléfono no deja de sonar,
alertándome de que estoy perdiendo señal. Siento que estoy a punto de perder la
cabeza. Mis manos tiemblan salvajemente mientras conduzco tan rápido como
puedo por las calles. - Es Imogen, se ha ido… - El teléfono se me escapa de los
dedos porque me tiemblan mucho, así que no puedo terminar lo que iba a decir.
Cae contra mi muslo antes de chocar contra algo cerca del freno de mano, un
ruido de asfixia se escapa de mi garganta al oírlo.
~ 95 ~
de Imogen y de nuestra vida pasan por mi mente como una presentación de
diapositivas justo antes de que todo se vuelva negro, silenciando todo el caos
que está sucediendo a mi alrededor.
~ 96 ~
CAPÍTULO TRECE
EVAN
~ 97 ~
hacer equipo?, - pregunta y yo pierdo mi mierda. Estoy a punto de ponerlo en su
trasero, bien en pie para poder ponerlo en su trasero, cuando me da la señal, sus
rasgos se vuelven serios. Mirando a través de la lente de mi cámara aspiro un
aliento audible antes de tomar una foto tras otra, queriendo asegurarme de que
tengo todo el encuentro.
- Jódeme, - respiro.
- Lo tengo, - sonrío mientras tomo otra foto del tipo al que el padre acusa de
venderle drogas malas a su hija.
Estoy a punto de dar la vuelta para llamar a Harris pero el pequeño cabrón
se me ha acercado sigilosamente en su lugar. Terminamos golpeando nuestros
nudillos y sonriendo como dos malditos idiotas. Son trabajos como este los que
me ayudan a recordar por qué hago lo que hago para ganarme la vida. Odio a las
escorias como este vago que vende drogas a los niños como si fuera una vida
respetable. Sin importarle las consecuencias de sus acciones o si el comprador es
menor de edad. Son lo más bajo de lo bajo.
- Vamos, - sonríe.
~ 98 ~
estaba allí para ella. Qué manera de demostrarle que soy confiable.
- Hola, Evan, soy yo, Kennedy, - dice haciendo una pausa y tengo que
reírme de lo incómoda que suena. - Me dirijo a mi casa. Melanie llamó y dijo
que hubo un robo y que el lugar está destrozado. Llámame cuando escuches
esto.
- ¡Joder! - Siseé. Más vale que no haya ido allí. Podría ser una trampa o
peor, podría ser una advertencia. No necesita ver el lío en el que está su casa, ni
ver las sorpresas que podrían quedar. Me siento más idiota ahora por no
responder.
~ 99 ~
Levantándome del suelo corro hacia el coche, agradeciendo a Harris que no
hubiera visto mi caída y se hubiera subido al coche. El auto está corriendo
cuando salto al asiento del pasajero. No es hasta que estoy sentado en el frente
que me doy cuenta que no tengo idea de qué carajo estoy haciendo.
Sólo espero que Kennedy se equivoque y que Immy no se haya ido, pero en
mi interior sé que es verdad. De alguna manera puedo sentirlo. Es la misma
sensación que he tenido desde que me desperté esta mañana. Pensé que era por
el trabajo que sabía que haríamos hoy. Si hubiera sabido que mis chicas estarían
en peligro, no habría dejado que ninguna saliera de casa.
Pendejo.
Podría ser más comprensivo. Se han llevado a un niño y está claro que
Melanie está histérica y necesita calmarse. Hacer que responda las mismas
preguntas una y otra vez sólo hará que su ansiedad aumente.
~ 100 ~
- No, no lo hago. Necesito responder a las preguntas del padre. Necesita
recuperar a su niña, - dice lloriqueando. Me encuentro respetándola en ese
momento, pero oírla decir 'padre' y 'su pequeña' hace que se me apriete el pecho.
Estoy intentando con todas mis fuerzas mantener la calma, de verdad que sí,
pero joder, es mi niña pequeña y la acabo de encontrar. Ella está ahí fuera con
completos extraños y están haciendo mierda sabe qué. Esta mañana no estaba de
muy buen humor porque sus dientes le molestaban. El hecho de que esté de ese
humor y con gente que no sabe nada de ella me hace enojar.
- ¡Evan! ¡Mierda! Cálmate, carajo, - grita Harris a través del auto, con su
brazo golpeándome en el pecho y sosteniéndome. Respiro con fuerza, mi pecho
se agita. Melanie dice algo por teléfono que no oigo bien, pero que es suficiente
para devolverme al presente.
- Está bien. Bien, - digo sacudiendo la cabeza y pasando las manos por mi
pelo mojado. - ¿Viste a alguien inusual? ¿Alguien que no hayas visto antes que
pareciera curioso contigo o con la casa de Kennedy? - pregunto, mi
entrenamiento en la academia finalmente hace acto de presencia.
- Yo... No... Oh, no, espera. Ayer hubo un tipo que llamó a su puerta durante
unos buenos veinte minutos. Tenía una cicatriz en la cara. También lo noté esta
mañana afuera justo antes de que ustedes aparecieran. No pensé nada de eso.
Dios, todo esto es mi culpa. Ese pobre bebé. ¿Qué he hecho? - solloza y mi
corazón se rompe sabiendo muy bien de quién se trata.
- Esto no es culpa tuya, Melanie. Tienes suerte de no haber estado ahí para
~ 101 ~
interponerte. Te habría matado, - le digo honestamente, pensando en sus
antecedentes penales. Es brutal. Aunque nunca hemos podido conseguir que se
presenten cargos contra él. Cuando fui a la comisaría era un engreído. Sabía que
no podíamos acusarlo por su coartada sólida.
~ 102 ~
- ¿Es usted un pariente de la señorita Wright? - pregunta, levantando la
mano a la recepcionista para detener su búsqueda.
¡Maldición! Imogen.
El doctor abre la puerta de una habitación privada y me hace señas para que
entre. Ojalá me hubiera preparado más para lo que estoy a punto de ver, porque
en cuanto veo su pequeño y frágil cuerpo acostado en la cama, roto y magullado,
me derrumbo de rodillas en el suelo. He visto crímenes que harán que la gente
se enferme del estómago, he sido llamado a escenas que han sido horribles, pero
nada podría haberme preparado para ver a alguien que he llegado a amar
acostada indefensa en la cama, sin saber si va a estar bien.
Nunca la había visto tan vulnerable. Ni siquiera la vez que aparecí en su piso
y fue atacada.
~ 103 ~
Su cabeza está hinchada, cortes y moretones hinchan aún más su cara. Está
irreconocible. Mi pecho se aprieta y siento que me estoy asfixiando.
Sin importar quién me vea, sollozo en mis manos, con la cabeza baja
sintiéndome derrotado. Dejé que esto sucediera. Debería haber estado ahí para
ella. Debí dejarla conducir mi auto de mierda sabiendo que sólo necesitaba
llegar a nuestro edificio. Debería haber hecho las cosas de manera diferente esta
mañana, pero mi mayor arrepentimiento fue no decirle a Kennedy que la amo.
En solo una semana, le he dado a la mujer mi corazón y mi alma. Moriría por
ella.
¿Por qué coño está pasando esto? Ella es una buena persona. Se merece una
vida larga, plena y feliz. No merece la vida que le han dado, para nada. Es
injusto.
De pie camino hacia el borde de la cama, mi ira hierve a fuego lento cuando
la veo de cerca. Tomando su delicada mano en la mía, le prometo en silencio
hacer todo esto bien. Alejándose, mis manos se aprietan en puños y mi
mandíbula se traba.
- Amigo, tienes que mantenerte firme por un poco más de tiempo, - exige
Harris, sacándome de mis pensamientos.
Limpiando las lágrimas de mis mejillas, lo miro sabiendo que tiene razón.
No tiene sentido que me quede parado sintiéndome enojado y esperando que los
médicos me digan algo cuando tengo que encontrar a mi pequeña. Y sé que si
Kennedy se despertara conmigo al lado de su cama e Imogen todavía
desaparecida, me odiaría para siempre. No puedo permitir eso.
- Doctor, necesito que me haga un favor. Sé que está ocupado pero nuestra
hija, ha sido secuestrada. Así es como Kennedy tuvo el accidente. Necesito ir a
buscar a nuestra pequeña, pero no me gusta dejarla sola. ¿Puede llamarme a este
número si hay algún cambio, por favor? - Le pido mientras le entrego mi tarjeta.
- Cualquier cambio, no importa cuán pequeño sea.
~ 104 ~
Se acerca a mí con una expresión seria. Me da una palmadita en los
hombros y me responde: - Por supuesto. Tengo algunos otros pacientes que
necesito ver, pero te mantendré informado.
No me importa quién carajo esté fuera en un trabajo. Quiero a todos los que
conozco en este caso. Necesito traer a mi chica a casa. Llevarla de vuelta con su
madre, de vuelta a mí, es mi principal prioridad.
Los papeles están esparcidos por todo el suelo y por una vez me alegro de
haber ganado la discusión con Kennedy por mantenerlos aquí. Al no tener la
habitación en mi oficina tuve que mantenerlos en la habitación delantera detrás
de la silla. Cuando se enteró de lo que eran los quería fuera de la casa. No podía
~ 105 ~
culparla. Si supiera la mitad de la mierda que está escrita en estos archivos se
pondría enferma del estómago. También estoy dispuesto a apostar que la luz
inocente que brilla constantemente en sus ojos cada día desaparecería
lentamente. Ella es pura, inocente, y no merece enfrentarse a la mierda que hay
en estas cajas. Las fotos de los archivos no son mucho mejores. La mayor parte
es sobre el caso de su hermana, pero una vez que descubrí quién había lastimado
a Kennedy, también hice que se copiara y se me enviara todo lo que la policía
tenía sobre Damon White. Una de las ventajas de seguir teniendo compañeros
dentro.
Por el amor de Dios. Está sola en ese hospital sin familia a su lado o para
mostrar su apoyo. Mi hija está ahí fuera, Dios sabe dónde, y me da miedo pensar
en la situación en la que está.
- Oh, Evan. ¿Qué ha pasado? ¿Quién está con Kennedy?'', pregunta, notando
la preocupación en su voz.
No hay nada en estos archivos que me diga algo que no sepa ya.
~ 106 ~
culpa de su madre drogadicta. Son los únicos parientes vivos que tiene. La
policía y mis compañeros de trabajo ya han comprobado sus lugares habituales
de reunión y tienen gente preguntando por ahí. Pero no ha surgido nada. No hay
ninguna relación romántica o encuentros regulares y durante la última semana
de nuestro contratista siguiéndolo sabemos que no tiene una rutina establecida.
- Iré al hospital y me sentaré con ella. Les diré que soy su hermana, - dice
Lexi, pero la ignoro cuando la oigo hablar con Harris. Algo en este archivo tiene
que ayudarme a encontrar adónde carajo se llevó a mi hija. Tiene que tener otro
lugar a donde ir, un lugar que no visite regularmente o que no esté en el radar de
la policía.
Harris le dice a Lexi que es una buena idea, pero no tengo ni idea de qué
están hablando. Pero entonces un nombre se destaca en un archivo. La madre
biológica. Entonces me doy cuenta. Hemos estado visitando la casa de su padre
y su madrastra cuando deberíamos haber investigado a su madre y sus
antecedentes. Por lo que dice, ella no tenía derecho de visitas sobre Damon, pero
cuando él cumplió 18 años la encontró y formaron una relación. La especulación
en el archivo dice que ella es la razón por la que se metió en la venta de drogas
para empezar. El veneno de su madre es la heroína, que es lo que la policía cree
que Damon vende, entre otras cosas. También es conocido por otros crímenes,
cualquier cosa para conseguir dinero.
- ¿Tienes algo?, - pregunta con cara de preocupado por mí. Lo más probable
es que por mi cordura. Siento que estoy perdiendo la cordura, pero si pierdo a las
dos personas más importantes de mi vida, mi cordura será la menor de sus
preocupaciones.
- Sí. ¿Estaban todos estos archivos actualizados cuando los hiciste copiar y
enviar? - Pregunto, señalando hacia el desorden.
~ 107 ~
vendría bien toda la ayuda que pueda conseguir.
Le doy una pequeña sonrisa, agradecido de que esté aquí y haya pensado en
todo esto. Kennedy no tiene a nadie, igual que Lexi. Toda su familia la repudió o
falleció. Su ex no era la mejor de las personas, y su familia tampoco era la más
brillante. Kennedy, sin embargo, me tiene a mí. Siempre me tendrá. No me voy
a ir a ninguna parte.
~ 108 ~
CAPÍTULO CATORCE
EVAN
Cada semáforo que encontramos se pone en rojo, cada cruce ha tenido niños
u otras personas cruzando. Finalmente, llegamos al camino rural que lleva a la
casa de la madre. Estoy literalmente rebotando en mi asiento listo para derribar a
este cabrón.
Tomando una curva cerrada, el coche patina hacia un lado. Harris endereza
el coche pero es demasiado tarde. El coche termina en el lado de la carretera.
Intenta dar marcha atrás, pero los neumáticos patinan, el barro salpica los
neumáticos. Poniendo el coche en marcha intenta avanzar pero el coche hace lo
mismo.
Las ruedas traseras giran como locas, el barro vuela por todo el lateral del
coche. Harris y yo intercambiamos miradas antes de saltar a la lluvia, corriendo
por la parte trasera del coche.
- Uno, dos, tres, - grita Harris, acelerando el coche. El barro sale de debajo
de los neumáticos y me salpica por todas partes. Así que no sólo estoy
empapado sino que ahora estoy cubierto de maldito lodo.
Empujo con fuerza, la fuerza viene de toda la rabia reprimida que he estado
albergando durante el último par de horas. Estoy cerca. Tan jodidamente cerca
de recuperar a Imogen y sucede esto.
~ 109 ~
Mi pie golpea nerviosamente el piso del auto y estoy a punto de saltar
cuando llegamos a su calle. La tensión en el coche es sofocante, pero no me
importa, sólo quiero a mi chica de vuelta.
Saltamos del coche, caminando hasta la entrada del vecino. Espero que el
cabrón esté demasiado borracho para estar vigilando. No quiero que se dé cuenta
hasta que sea demasiado tarde. No quiero que lo vea venir.
~ 110 ~
Nos acercamos a la puerta trasera; los dos nos agachamos bajo la ventana de
la cocina. Lentamente me deslizo por la pared para echar un vistazo, pero el
llanto de un bebé me hace detenerme.
- Calla a ese maldito niño, - una mujer grita por encima de la música y otras
voces.
Una patada en el estómago me hace volar hacia atrás y Damon está sobre mí
en un segundo. Bloqueo cada golpe como estoy entrenado, pero eso no le
impide acertar unos cuantos golpes.
Me llega más ruido de la casa pero no le hago caso. La única persona que
~ 111 ~
puedo ver ahora es él, la única persona en mi mente es él, y no voy a parar hasta
que me pida misericordia.
- No soy yo el que va a morir esta noche, - saco agallas, sintiendo mis manos
apretarse. Su cara comienza a ponerse roja, y encuentro satisfacción en esa
décima de segundo. Luego me agarra alrededor de la cintura con sus piernas, su
brazo agarrando mi propio cuello y girándonos a un lado. Aterrizo con un golpe
contra un armario, un ligero dolor se dispara en mi costado.
Más gritos llenan la cocina junto con el sonido de vidrios rotos y otros
ruidos. Trato de escuchar a Imogen pero Damon toma esa fracción de segundo
de distracción para golpearme en el oído, enviándome fuera de balance por un
segundo.
Maldito marica.
De repente alguien salta sobre mí, mis piernas me llevan hacia atrás por el
repentino peso. Quienquiera que esté sobre mí me da unos cuantos golpes en la
cabeza antes de que le golpee la espalda contra el fregadero, sus gritos de agonía
aullando por toda la cocina. Lo tiro por encima de mi hombro, golpeando a
Damon, que acaba de saltar a sus pies, y los golpeo a ambos en el suelo. Mi
respiración es errática, el sudor me recorre la frente y el cuerpo.
Cuando Damon aparta de una patada al tipo, estoy listo para él. Me las
arreglo para dar unas cuantas patadas a las costillas, antes de que algo me deje
sin aliento. En su mano, Damon sostiene la gruesa y rota pata de la mesa,
apuntando a mi lado. Mis reflejos se vuelven lentos y se las arregla para
derribarme al suelo.
Se pone de pie de un salto justo cuando el sonido de más voces llena la casa.
Sus ojos asustados saltan hacia mí antes de saltar a la puerta trasera. Puedo ver la
decisión en sus ojos, y antes de que pueda correr, me pongo de pie de nuevo,
~ 112 ~
tirándolo al suelo.
Acostado de espaldas, levanto los brazos sobre mí, las palmas de las manos
tocando el suelo antes de levantar las rodillas lo más cerca posible de la cabeza.
Doblándome un poco sobre mi espalda dejo que mis pies se balanceen con
fuerza antes de balancear la parte superior de mi cuerpo hacia adelante, los
músculos de mi estómago y la espalda se tensan. Una vez que estoy en posición
vertical y parado sobre mis pies de manera estable me muevo hacia la izquierda,
rodeando a Damon. Él no se queda parado. Tan pronto como las plantas de sus
pies tocan el piso de la cocina, trata de pasar a través de mí hacia la puerta
trasera. No llega muy lejos antes de que yo saque el brazo y lo agarre por el
pecho. Gruñe al contacto y le doy una sonrisa.
- Jugando con fuego, cerdo, - saca coraje. Con una fuerza que no creía que le
quedara, me tiene por los hombros y me está arrastrando por la cocina, mi
cuerpo golpeando con fuerza contra el fregadero de la cocina. Los cubiertos se
estrellan a mi alrededor, los platos y las tazas se rompen en el suelo.
Me río echando la cabeza hacia atrás y sé que sueno maniático. Estoy loco.
Debo estarlo. Escucho a Harris gritarme algo pero el zumbido en mis oídos no
ha parado, mis sentidos de audición, control y razonamiento están borrosos.
~ 113 ~
Cuando vuelvo a mirar a los ojos del desalmado que le hizo esto a mi vida, a
mi mundo, finalmente lo suelto. Necesita pagar. Y con pagar no me refiero a que
yo termine con su vida. Eso es demasiado fácil para él. Sólo hará que me
castigue por sus malas acciones. Ir a la cárcel por un maldito perdedor como él
no me ayudará a devolverle a Imogen a su madre. No va a cambiar lo que ha
pasado y, como dije, es demasiado fácil para él si lo dejo morir.
Harris está ahí, con su pie en la espalda de una dama mientras sostiene a una
Imogen gritona en sus brazos. Se ve sucia. Los malditos ni siquiera se han
molestado en cambiarla. Tiene el pañal lleno de mierda, el hedor casi me hace
vomitar. Se siente empapado a través de su ropa, las manchas son visibles y mi
corazón se aprieta.
~ 114 ~
Necesito saber si la ambulancia está en camino, así que cuando abro la boca
para preguntar, una riña en el suelo me hace mirar hacia abajo. Harris todavía
tiene su pie presionado firmemente sobre quien presumo es la madre. Lo miro
de forma extraña antes de que mis ojos vayan de vuelta a la mujer que lucha en
el suelo.
- Joder. - Estoy indeciso sobre si golpear o no a una mujer por primera vez
en mi vida, pero tener a Imogen gritando en mis brazos me recuerda que
necesita ir al hospital. Necesita que la revisen y ciertamente sus necesidades son
más importantes que un maldito pedazo de basura. La madre de Damon pagará
por lo que hizo, igual que su hijo.
Saliendo por la puerta dos oficiales vienen corriendo por el jardín delantero.
- Están en la cocina. Uno está noqueado, el otro está siendo retenido, - les digo
mientras camino directo a la ambulancia. Estoy a punto de entrar por la parte de
atrás cuando el paramédico varón me detiene.
- No, no lo haré, - escupo. - Tienes a una bebé de cinco meses sucia que fue
secuestrada y estrangulada; está cubierta de mierda y orina. Ahora sube al
asiento delantero y llévanos al puto hospital.
~ 115 ~
Abre la boca y, aunque parece arrepentido, parece el tipo de persona que
odia que le toquen las pelotas. Gruñe en voz baja.
- Voy a llamar a otro paramédico pero iré a chequear cómo está antes de
volver, - nos dice el paramédico masculino. Quiero traerlo de vuelta, decirle que
ese cabrón merece pudrirse.
No la protegí.
Ahora está herida, está gritando y pasando por Dios sabe qué y no hay nada
que pueda hacer.
~ 116 ~
- ¿Es usted el padre de la niña?
- Estamos listos para irnos, - grita, agarrando algunas otras cosas del lateral.
~ 117 ~
moverse.
- La voy a dejar sin ropa por el momento y la voy a envolver en una manta.
Espero que ahora que no tiene la ropa sucia y que está recibiendo algunos
fluidos dentro de ella, pueda calmarse. Tiene algunos moretones en un lado del
cuello, las marcas de dedos son claramente visibles. Los médicos del hospital las
revisarán cuando lleguemos. Su ritmo cardíaco es un poco alto en este momento,
pero lo más probable es que se deba al estrés al que está sometido su cuerpo.
Una vez que la hayamos acomodado y relajado, podremos decirle más. No hay
otros signos claros de lesión, pero tenemos a los mejores médicos esperando en
la sala de emergencias.
Cuanto más nos acercamos, más rezo para que cuando entre en el hospital,
Kennedy esté despierta y lista para saludarnos. La necesitamos. Imogen la
necesita.
De una forma u otra, no me iré de este hospital sin mis dos chicas en mis
brazos. De hecho, una vez que estemos en casa, no hay forma de que vuelva a
dejarlas que me abandonen.
~ 118 ~
CAPÍTULO QUINCE
KENNEDY
Imogen.
~ 119 ~
sigue ahí fuera y nadie lo sabe? Un grito estrangulado sale de mi boca.
Sentarse se siente como una tarea, una tarea dolorosa y miserable. La bata
con la que me han vestido tiene la espalda abierta y siento que la brisa golpea mi
piel desnuda y me hace temblar. Nada me va a impedir llegar a mi hija. Incluso
si tengo que vagar por estos pasillos o las calles vestida sólo con esto.
~ 120 ~
- ¿Lexi? - la llamo, preguntándome qué está haciendo aquí. ¿Sabe lo de
Imogen o dónde está Evan?
Sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza, la promesa que hizo de
vender a Imogen y mi visión se vuelve borrosa.
~ 121 ~
- No. Mi hermana estaba metida en cosas malas. El hombre al que le debía
dinero vino a mi casa y me golpeó. Amenazó con llevarse a Imogen y venderla.
- Oh, Dios, - Denny llora, cubriéndose la boca. - Has pasado por mucho. No
lo sabía. Siento mucho la forma en que actué. Estaba siendo terca y estúpida.
Nunca quise decir ninguna de las cosas que dije. Nada de esto fue realmente
sobre ti. Mis estúpidos celos se apoderaron de mí. Sólo extraño a mi hermano, -
admite y yo extiendo la mano y tomo la suya.
- Lo sé. Sólo que desearía haber tratado todo ese día de una manera muy
diferente. Ser madre me ha cambiado de muchas maneras, pero supongo que, en
el fondo, todavía tengo ese infantilismo dentro de mí. Tengo mucho que
aprender, - admite con tristeza.
Recuerdo todas las veces que ella juzgaba cuando yo abría la puerta. La
mirada que ponía en sus ojos. Ni una sola vez pensé que estaba celosa de la
situación. Sólo la vi celosa de mi relación con Evan.
~ 122 ~
me hace sentirme mal. Pero la idea de que estaría mejor sin mí se me ha pasado
por la cabeza más de una vez desde que Lexi entró en la habitación.
- Por favor, no lo hagas. No lo puedo soportar más. A veces pienso que todo
el mundo estaría mejor sin mí, - lloro, sintiendo lástima de mí misma. La vida de
Imogen está arruinada y la de Evan se destruirá si no la recupera, ¿y la mía? La
mía estaba condenada en el momento en que recibí esa llamada diciéndome que
había desaparecido. La única razón por la que Evan está interesado en mí es por
Imogen. Sin ella no hay duda de que estaría con otra persona ahora mismo.
Nunca miraría dos veces a una persona de bajos fondos como yo.
Mis sentimientos por Evan han crecido a lo largo de la semana y con cada
día se han hecho más fuertes. En el fondo sé que si no fuera por Imogen no
estaríamos juntos.
Denny debe ver la duda escrita en mi cara porque ella aprieta su mano
alrededor de la mía.
- No. No hagas eso. Pensé que Mason estaba conmigo sólo por Hope, pero
me equivoqué. Tan jodidamente equivocada, - suspira, sonriendo
melancólicamente. - Él me amaba por mí; Hope era sólo un bono añadido. Evan
te ama. Nunca ha traído a una chica a casa para conocernos antes... nunca. Ni
siquiera en la escuela. No dejes que tu cabeza te lleve allí, Kennedy. Puede que
no te conozca, pero por lo que ha dicho Nan, eres lo mejor desde el pan de
molde, - se ríe guiñándome un ojo.
- Gracias, - grazno, antes de volverme hacia Lexi. - Y gracias. Por venir aquí
y quedarte, - le digo, y entonces se me ocurre un pensamiento. - ¿Cómo supiste
que estaba aquí? - le pregunto a Denny.
~ 123 ~
Un hombre que no conozco entra, seguido por otro que sé que es Mason.
Nadie podría olvidar esa cara. Sigue siendo tan guapo como cuando lo vi por
primera vez. Recuerdo que Evan me dijo que tenía cuatro hermanos, pero
mirando al hombre que estaba delante de él sé que no es uno de ellos. Tiene el
pelo rubio arenoso, es desordenado y desarreglado. Es más grande que Mason
pero sólo por un poco. También trasmite importancia, una confianza que no se
ve en mucha gente. También tiene una energía letal a su alrededor. Algo me dice
que no quieres estar en su lado equivocado. Por la mirada de Lexi cuando se
acerca, diría que no le importa de qué lado está. Tengo que reprimir una risa.
Quiero decir, ¿cómo de inapropiado sería si me echara a reír ahora mismo? Mi
hija se ha ido, Evan se ha ido, y no tengo ni idea de qué azúcar está pasando.
- No sabía que era gay, - murmuro en voz alta. Cuando me doy cuenta de
que lo he dicho en voz alta, empiezo a reírme. Me río tan fuerte que empieza a
dolerme los costados. Mis risas se convierten en risas altas e histéricas.
Un minuto estoy riendo, riendo tan fuerte que todo lo que me rodea
desaparece. Entonces se convierten en sollozos. El primero que escapa es
doloroso y hace eco alrededor del ahora silencioso cubículo del hospital.
~ 124 ~
tan sólo tuviera a Evan aquí. Aún mejor, Imogen. Se me rompe el corazón al no
tener a ninguno de los dos aquí conmigo. Los necesito. Siempre los necesitaré.
- Está abajo haciendo que revisen a Imogen, - dice, y sus labios se mueven
nerviosamente al ver mi estado de inmovilidad.
- ¿Qué está pasando aquí?, - pregunta con severidad, mirando con recelo a
los hombres de la habitación.
- Estamos bien, - le dice Aaron guiñándole el ojo antes de volverse hacia mí.
- Ella está bien. Sólo necesita esperar a que el médico le dé el visto bueno para
poder salir y subir. Quiere subir a verte pero no quiere dejar a Imogen. Me ofrecí
a cuidarla pero casi me noquea, - se burla.
Mi hija.
~ 125 ~
Esperando que sea otra enfermera o tal vez un médico, me retiro. Pero
cuando una forma grande se asoma por la puerta, me falta el aliento.
- Evan, - exhalo, y todo lo que estaba sintiendo hace unos segundos empieza
a hervir a fuego lento.
~ 126 ~
CAPÍTULO DIECISÉIS
EVAN
Aaron vino hace poco para mantenerme al tanto. Se ofreció a cuidar a Immy
mientras dormía, pero la mirada en mis ojos debe haberle dicho que eso no iba a
suceder. Siento que he tenido que elegir entre la mujer que amo y la chica que
amo, y he odiado cada segundo de ello. Incluso pregunté en un momento dado si
podían tratar a Immy arriba donde estaba su mamá, pero me dijeron que no.
Imbéciles.
- Oh, Dios mío, ahí estás. Mi pequeña, - mi abuela llora y yo miro alrededor
preguntándome de dónde coño ha salido. El pasillo estaba despejado cuando
doblamos la esquina. Debe haber corrido rápido para alcanzarnos tan rápido.
~ 127 ~
importa lo sincero que el doctor parecía cuando me habló.
Estamos en el piso en el que está Kennedy ahora, que es una sala diferente a
la que estaba antes. Cuando dejo de caminar para saludar a mi abuela, ella
levanta las manos para Immy, pero yo la sostengo más fuerte contra mi pecho.
Todavía está envuelta en una manta, pero por suerte ahora tiene puesto un pañal
gracias a una de las enfermeras.
Recordé a Lexi empacando ropa para las dos chicas. Sólo espero que sea
algo cálido porque no quiero que mi chica tenga frío. Ya ha sufrido bastante por
hoy.
- Lo siento, Nan, y no quiero hacer daño cuando digo esto, pero no voy a
dejarla ir. La próxima vez que esté fuera de mis brazos sólo será para ponerla en
los de su madre, - le digo y sus ojos se suavizan una fracción más antes de que
estalle en lágrimas.
- Eres un buen chico, Evan. Vamos. Vamos a ver cómo está mi nuera, -
sonríe. - ¿Has oído algo ya?, - pregunta, pero mi mente sigue centrada en
"nuera".
- ¿Qué? - pregunto asombrado, mis ojos se dirigen a los suyos con asombro.
¿Cómo demonios sabe que planeo pedirle a Kennedy que se case conmigo? No
es que le esté dando a Kennedy muchas opciones. Después de hoy sé que no
podré vivir sin ella o Imogen. No hay manera de que los deje ir.
~ 128 ~
en esta habitación me imaginé que iba a encontrarla sola. De todas las personas,
no puedo creer que ella esté aquí, consolando a mi chica. Mason está al lado de
Denny luciendo incómodo y me reiría si no fuera por el hecho de que mi chica
ahora me está mirando como si hubiera visto un fantasma.
- Evan, jadea.
Ella estalla en lágrimas otra vez, sus ojos se fijan en los míos, y su mano
alcanza a Immy.
Mirando a Kennedy, revisándola para ver si está bien, puedo decir que le
duele sostener a Immy, pero también sé que caminaría sobre el fuego para estar
con ella.
- Mucho mejor ahora que ambos están aquí, donde pertenecen, - me dice,
dándome una sonrisa acuosa. Me inclino hacia abajo besando la parte superior
de su cabeza.
~ 129 ~
mientras acaricia ligeramente la mano de Immy donde se había puesto la
intravenosa.
- Sí, nena, - le digo, sin saber qué más decir. - Los paramédicos tuvieron que
conectarla a una intravenosa, - empiezo, pero me detengo sin saber cómo decirle
sobre los moretones en el cuello de Imogen. La mano de Kennedy se extiende
para apretar la mía y le doy una pequeña sonrisa.
- ¿Qué pasó?
- ¿Es por eso que estás cubierto de moretones y tienes un labio gordo? -
pregunta, sin quitarle los ojos a Immy.
- Sí, - me río y cuando ella mueve la manta nota los moretones en el cuello
de Immy. Ella jadea, mirándome horrorizada.
- ¿Qué ha pasado? Oh Dios mío, ¿por qué la han dejado salir? ¿Está bien?
¿Estás seguro? - llora, frotando ligeramente sobre los moretones.
Ella sonríe, pero no le llega a los ojos y puedo ver la preocupación que brilla
en sus ojos por su hija. Me inclino a darle otro beso cuando la enfermera habla.
Ni siquiera la había visto en la habitación.
~ 130 ~
- Lo siento pero las horas de visita han terminado. Sé de su situación, así que
hablé con la enfermera de la sala y me dijo que estaba bien que dos personas se
quedaran. Pero me temo que tendré que pedirles a los demás que se vayan, - nos
dice con tristeza.
Asentimos con la cabeza, Aaron, Lexi, Mason y Denny dicen que ellos se
irán para dejarnos. Necesitando hablar con mi familia un segundo, miro a
Kennedy antes de hablar. - Déjame ir a hablar con ellos afuera, y luego volveré.
Nan, ¿puedes quedarte aquí un segundo y vigilarlas?
Cuando todos estamos fuera me dirijo a Lexi primero. Sus ojos se abren
cuando siente mi atención sobre ella. Antes de que pueda abrir la boca, avanzo
rápidamente, tirando de ella contra mí para darle un fuerte abrazo. Sé que ella no
se lo espera cuando siento que su cuerpo se tensa, pero necesito que sepa lo
agradecido que estoy. Lo feliz que estoy de que ella haya puesto todo lo que está
pasando a un lado y haya sido una amiga para mí. La amiga que he extrañado
los últimos meses. Sin su ayuda hoy, Kennedy estaría acostada en esa habitación
por su cuenta, fuera de su mente por la preocupación. Por eso, estaré
eternamente agradecido.
- Estoy tan jodidamente agradecido, Lexi. Por todo, - susurro con voz ronca.
- Me mata saber que ella estaba sola. Lo sabías y viniste. Incluso después de
todo.
~ 131 ~
Siento mucho la forma en que he estado actuando. No he sido yo misma y estoy
tan avergonzada.
- Sí. Me gustaría eso. Oh, y las bolsas de cosas que traje para Imogen y
Kennedy están en los armarios al lado de la cama. La enfermera dijo que las
dejara allí. Si hubiera sabido que estabas en el hospital antes, te las habría
llevado a ti y a Imogen.
Observo como toma el brazo de Lexi antes de caminar por el pasillo. Verlos
juntos es otro recordatorio de que tengo que ponerlos a los dos juntos. Si es que
no se han conectado ya, es decir. No es la primera vez que los veo juntos y no se
me ocurre la misma idea.
~ 132 ~
- Lo siento, - le digo a Denny al mismo tiempo que ella dice: - Lo siento
mucho. - Ambos comenzamos a lanzarnos el uno al otro antes de ponernos
serios. Sin esperar, la envuelvo fuertemente en mis brazos, exprimiéndole la
vida. La he echado tanto de menos. Siento como si me hubiera distanciado de
ella desde que me mudé. Una de las razones por las que lo hice fue por nuestra
"mamá". Me sentí culpable dejándola allí sabiendo el monstruo que era nuestra
madre. No fue hasta el secuestro, sabiendo la parte de nuestra madre en ello, que
me sentí realmente avergonzado. Había estado tan concentrado en mi trabajo, en
seguir adelante, que no me acercaba a ella a menudo. Me alegro de que
tengamos esta segunda oportunidad.
~ 133 ~
La veo caminar por el pasillo en los brazos de Mason. Es entonces cuando
me doy cuenta de la suerte que tengo de tener la hermana que tengo. Ella podría
ser molesta como otras hermanas que conozco a través de mis compañeros, pero
no lo es. Es todo lo contrario. Siempre ha sido comprensiva y más vieja que sus
años. Se ha abierto camino a través de algunos tiempos difíciles y realmente la
admiro por ello.
~ 134 ~
comida del hospital no es tan buena. Mi amiga Doris se sacó la vesícula biliar no
hace mucho tiempo aquí, y dijo que la comida era suficiente para poner a
alguien en el hospital, - dice, sonando disgustada con la comida.
Ahora, lavada y vestida con ropa limpia, Immy está más feliz. Se traga el
biberón como si no le hubieran dado de comer, pero luego aprieto los dientes
cuando me doy cuenta de que no lo han hecho. La única fuente de alimento que
ha tenido es lo que tenía en casa de Mel, y la intravenosa que le pusieron. Podría
haberse muerto de hambre.
- ¿Por qué creen que soy tu prometida?, - pregunta en voz baja. Un rubor
rosado se eleva en sus mejillas y ella mira hacia otro lado por una fracción de
segundo antes de que sus ojos lleguen a los míos nuevamente.
- Sí, nena. Nos estamos casando, - le digo más suave esta vez, dejándole ver
lo jodidamente honesto que estoy siendo ahora mismo. Quiero que me
pertenezca de todas las maneras posibles.
~ 135 ~
- Nena, sabía desde el día que te conocí que me iba a casar contigo. Sólo que
me tomó hasta hoy para darme cuenta de eso.
~ 136 ~
EPÍLOGO
KENNEDY
¿Qué demonios es ese horrible sonido? Me zumban los oídos, o podría ser
un teléfono, no estoy segura.
Evan cumplió su palabra y tan pronto como estuve mejor me llevó a una
oficina de registro donde nos casamos. Todavía tengo el yeso en las fotos de mi
boda, pero no me importa. Lo único que me importaba ese día era casarme con
Evan. También conseguimos su nombre en el certificado de nacimiento de
Imogen y nos las arreglamos para cambiarle el apellido.
Todo es perfecto.
- Nena, - se ríe, sacudiendo mis hombros. Eso causa una ola de náuseas que
asalta mi estómago y yo gruño.
~ 137 ~
convirtió en un nuevo elemento de mi vida. Me ha declarado su hermana, pero
por cómo me siento esta mañana, no es mi hermana.
~ 138 ~
recuerdo vagamente que el propio Mason se la llevó a algún lugar.
Gimoteo por el teléfono, sin recordar nada. Cada vez que una imagen
aparece en mi mente es borrosa. No sé qué es real y qué no.
~ 139 ~
Otros libros de Lisa Helen Gray
~ 140 ~
Notas de la autora
Nunca tuve la intención de escribir el libro de Evan. Cuando empecé a
planear la serie de Carter Brothers, Evan ni siquiera se me pasó por la cabeza.
Llegó Kennedy.
No quería escribir una novela completa para Evan debido al hecho de que
esta es una la serie de los hermanos Carter, así que terminé yendo por una
novela.
Quiero agradecer a todos los que me han apoyado, que me ayudaron a crear
este libro. Charlotte por quedarse a mi lado, y siempre escuchar todo lo que
tengo que decir.
~ 141 ~
literalmente me salvó el culo en más de una ocasión desde que la contraté en
diciembre. Trabajó todo el día para ayudarme a conseguir que Myles y Evan
terminaran a tiempo. Tuvimos algunos reveses pero todos han sido realmente
comprensibles.
Muchos autores estarán de acuerdo y dirán que nunca esperaron llegar tan
lejos, pero con la mano en el corazón, honestamente no creí que vendería diez
libros y mucho menos la cantidad que hago. Ha sido tan abrumador que a veces
nada de esto se siente real. Tengo lectores que me envían un correo electrónico,
diciéndome que los he hecho llorar, que les encanta mi trabajo y no pueden
esperar a que el próximo libro de la serie sea publicado. Hago todo lo posible
por responder a todos los que me escriben, y a reconocer a todos los que
escriben una crítica, buena o mala. Es increíble que se tomen ese tiempo de sus
vidas, para escribir una reseña sobre mí, es increíble. Es surrealista.
Así que gracias. Han hecho mi sueño realidad y continúan dejando que se
haga realidad con cada libro mío que compran y leen. Significa todo para mí.
~ 142 ~
Sobre Lisa
Lisa Helen Grey es una de las autoras más vendidas de Amazon con las
series Forgotten y Carter Brothers.
Le encanta pasar el rato, pero sobre todo, acurrucarse con un buen libro o
ver películas. Cuando no está siendo madre, es escritora y bloguera.
~ 143 ~