Pintura Veneciana UNED
Pintura Veneciana UNED
Pintura Veneciana UNED
Giorgione, Virgen con niño y santos (detalle), 1503. Castelfranco, Veneto/ G. Bellini, Virgen con niño y
santos (detalle). 1505. San Zaccaria, Venecia.
Según Vasari, el giro estilístico de Giorgione tuvo lugar hacia 1507, cuando no le
convenció la forma de trabajar de Bellini, y se vio influenciado por Leonardo da Vinci.
A partir de entonces su manera se caracterizó por: el abandono del dibujo como
principio rector de la composición, una nueva iluminación, y sobre todo un nuevo
sistema de reparto del color. Giorgione tomó por costumbre pintar aplicando
directamente la pintura sobre el lienzo sin un dibujo previo preparatorio, el “senza far
disegno”, abocetando a pincel, basando su modo de componer en la improvisación,
como ocurre en La tempestad, donde se ha localizado una figura femenina oculta en el
ángulo inferior izquierdo (pág. 22, fig. 1.6).
Por su parte, el cambio en la forma de aplicación del color supone el elemento
determinante en el giro de la escuela. Suponía abandonar las múltiples y delgadas capas
de pigmentos características de la escuela belliniana, para tender hacia una aplicación
del óleo en pinceladas más sueltas y empastadas, considerada el fundamento de la
posterior pintura veneciana, que conseguía ilusión de vivacidad natural en manos de
Giorgione.
1.2 La representación de la naturaleza en la manera moderna
Se advierte en Giorgione una manera diferente de relacionarse con la naturaleza, semilla
del naturalismo posterior. Su facilidad para la representación de fenómenos naturales
complejos llamaba poderosamente la atención de sus coetáneos. Los rayos de una
tormenta o los reflejos de la luz, como vemos en La tempestad o en los brillos que
muestran sus armaduras de metal, se debían a su aplicación distintiva del color. Este
ilusionismo tenía resonancias de la teoría clásica del arte, y estaba en relación con el
pensamiento artístico coetáneo. Su habilidad para representar el reflejo de la luz se
puede encontrar en el brillo sobre el casco del retrato de Francesco Maria della Rovere
de Viena.
Giorgione, Retrato de una anciana, 1506/ Las tres edades del hombre, 1500-05
De forma destacada, la Laura de Viena ha sido leída como una figuración de la amada
de Petrarca, aunque también se han buscado otras interpretaciones que oscilan entre una
representación de la imagen ideal de la belleza y el retrato de una cortesana o una
poetisa bajo el manto alegórico del laurel que remitiría a Dafne. El laurel ha sido
también visto como una referencia a la castidad del matrimonio. Esta posible tensión
entre el retrato de figuras y el soporte alegórico impersonal ha sido descifrada como una
característica de los retratos de Giorgione. Joven con una flecha se relaciona con San
Sebastián, Apolo, Eros o Paris. La imprecisión iconográfica de la representación
permite igualmente que se hayan postulado lecturas menos cerradas en relación con un
discurso metafórico sobre el amor.
Giorgione, Laura, 1506. Viena/ Joven con flecha, 1506-08. Viena