Vino Espumoso
Vino Espumoso
Vino Espumoso
Todos los vinos, espumosos o no, son el resultado de la fermentación, en la que las células de la
levadura convierten el azúcar en alcohol y gas carbónico. Pero la producción de vinos espumosos
normalmente implica dos fermentaciones distintas, y la segunda se realiza en un contenedor sellado
para asegurar que el gas carbónico no se escape. Al poner un tapón o un corcho en la botella, el gas
carbónico permanece disuelto en el vino hasta que éste se quita, ya que al liberar la presión el gas sale
precipitadamente del vino en forma de burbujas. La elaboración de casi todos los vinos espumosos se
basa en este principio y sigue uno de los métodos siguientes
Método Champenoise
Este término se refiere a un vino espumoso que ha experimentado una segunda fermentación en la
botella que se vende. También se le conoce como Método tradicional en España, Méthode
traditionelle , méthode classique o una de las apelaciones Crémant en Francia.
Alude a un vino producido por una segunda fermentación en botella, pero no en la que se vende. Se
fermenta en botella, se transfiere a un tanque donde es filtrado y luego se trasvasa a otra botella. El
vino se mantiene bajo presión todo el momento, pero es inevitable que pierda algo de gas. El método
transfer se utiliza tanto para vinos espumosos comerciales de calidad o en Champagne donde las
botellas de tamaño normal se usan para llenar las botellas individuales de cuarto o bien las de tamaño
Jeroboam o mayores que debido al tamaño, resulta impracticable removerlas.
Se utiliza para la producción a granel de vinos espumosos económicos que han experimentado la
segunda fermentación en grandes tanques antes del filtrado y del embotellamiento a presión. En
contra de la creencia popular no hay evidencia que sugiera que sea un método inferior para elaborar
vinos espumosos, pero al tratarse de un método de producción a granel, se usan vinos base medianos
y se persigue un rendimiento rápido. Al contrario que el método tradicional, la segunda fermentación
se realiza con frecuencia a una temperatura más alta que la primera.
Es una adaptación del Granvas ya que comprende el empleo de una serie de tanques presurizados
interconectados. Un vino base y una dosis de levadura y azúcar son añadidos de forma continua en el
primer tanque, donde se mezclan y empieza la fermentación. El vino que está fermentando pasa
entonces a una serie de tanques que contienen virutas de madera, las cuales recogen las células
muertas de la levadura. Este proceso también añade al vino un carácter de lías y se usa también para
la producción de vinos a granel.
Método ancestral
Conocido como méthoe rurale (método rural) fue el precursor del método tradicional, y se diferencia
de los anteriores porque no tiene una segunda fermentación, sin embargo, tiene una continuación de
la primera fermentación ya que se embotella el vino antes de que ésta haya finalizado. Aún se usan
variantes de este proceso, aunque solo para algunos vinos poco conocidos principalmente en el sur
de Francia.
Gasificación
El método más económico de ponerle burbujas al vino es inyectándole dióxido de carbono. Se cree,
erróneamente, que las burbujas obtenidas por carbonatado son grandes y de poca duración. Pueden
serlo, especialmente en los vinos espumosos elaborados en su totalidad por este método, pero las
plantas más modernas de gasificado están capacitadas para producir las burbujas más diminutas
incluso hasta el punto de imitar el picor del vino embotellado con sus lías.
Uvas Verdejo
La variedad de uva Verdejo está considerada como una de las mejores uvas blancas de España. Cuando
observamos la vid destaca su tronco vigoroso, frente a las hojas de tamaño pequeñas y medianas con
forma pentagonal. Las Bayas de esta variedad de uva Verdejo suelen ir de pequeñas a medianas, por
lo general son esféricas y de color amarillo; cuando observamos al trasluz la uva podemos observar
sus pepitas, siendo estas algo grandes. Los vinos base que obtenemos de esta variedad de uva Verdejo
son muy aromáticos, con cuerpo y suaves. Con una muy buena acidez y un pequeño toque amargo.
Uvas Macabeo
La variedad Macabeo se trata de una uva de gran calidad. Los racimos que obtenemos son de gran
tamaño y muy concentrados. Las bayas por lo general tienen un tamaño mediano con forma esféricas,
tirando a un color amarillo dorado y de piel bastante espesa. Tenemos que señalar que los vinos bases
resultantes son muy resistentes a la oxidación, con un sabor frutal fuerte junto a una acidez fija muy
equilibrada, consiguiendo un color mas vivo y dotándolo de más cuerpo conseguimos así ese toque
meloromántico a la hora de elaborar nuestros vinos base Cueva.
Uvas Chardonnay
La variedad Chardonnay es de las más extendidas por todo el mundo, dada su facilidad de adaptación
a cualquier terreno y climatología. También es una de las más valoradas por los consumidores. Las
bayas son ligeramente ovaladas, de tamaño pequeño, y dotadas de un color ambarino, con hollejo
relativamente fino y pulpa consistente. Esta variedad es ideal para elaborar vinos base Cueva dirigidos
a reservas dada su adaptación para la fermentación y crianza en barricas de roble. El vino que
obtenemos es fuerte, muy afrutado y con una buena acidez fija, aportándoles armonía y equilibrio.
Uvas Airén
La uva mas característica, querida y abundante de nuestra tierra, Castilla La Mancha. Esta variedad es
muy resistente a la sequía y enfermedades, lo que es ideal para los largos meses calurosos y secos de
nuestra Castilla. El sabor de la uva Airén es suave y denota un toque ligeramente dulce. Los aromas
que destacan de esta variedad son los frutales. Los vinos base que obtenemos poseen un color
amarillo pálido, con algunos reflejos verdosos. Esta variedad es ideal para realizar coupage con otras
variedades como son Macabeo y Chardonnay.