Institucionalidad

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Cuadernos de investigación

La institucionalidad
de la cultura y los
cambios socioculturales
N. 1 – julio/2021

Néstor García Canclini


(Coordinación)

Sharine Machado Cabral Melo


Juan Ignacio Brizuela
Liliana Sousa e Silva
(Organizadores)

Néstor García Canclini


Teixeira Coelho
Carla Cobos
Sharine Machado Cabral Melo
Juan Ignacio Brizuela
(Autores)

Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia


Iniciativa del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de São Paulo
(IEA-USP) en asociación con Itaú Cultural

DOI 10.11606/9786588152140
PRESENTACIÓN

La Cátedra Olavo Setubal de Arte, co, social, económico, científico o académico


Cultura y Ciencia fue creada en 2015 y lanza- que debe orientar las actividades de la Cá-
da oficialmente en febrero de 2016, siendo la tedra durante su titularidad. El primer titu-
primera cátedra de arte y cultura de la Univer- lar (2016/2017) fue Sérgio Paulo Rouanet,
sidad de São Paulo (USP). Iniciativa del Insti- filósofo, politólogo, diplomático y ensayista,
tuto de Estudios Avanzados de la USP (IEA- ex-secretario Nacional de Cultura (1991-
USP) asociado con Itaú Cultural, la Cátedra 1992) y autor del proyecto de ley de incenti-
tiene por objetivo fomentar reflexiones inter- vo a la cultura que lleva su nombre.
disciplinares sobre temas académicos, artísti- El segundo titular (2017/2018) fue Ri-
co-culturales y sociales en ámbito regional y cardo Ohtake, arquitecto, diseñador gráfico y
global. Con una duración inicial prevista de gestor cultural, director del Instituto Tomie
cinco años, cuenta con dos grandes progra- Ohtake, ex-secretario de Cultura del Estado
mas: Líderes en Arte, Cultura y Ciencia, junto de São Paulo y ex-director del Centro Cultu-
con Redes Globales de Jóvenes Investigadores. ral São Paulo, del Museo de la Imagen y del
El programa Líderes en Arte, Cultura Sonido (MIS) y de la Cinemateca Brasileña.
y Ciencia sigue la propuesta adoptada por la La tercera titular (2018/2019) fue
Cátedra José Bonifácio, instituida en la USP Eliana Sousa Silva, activista social, cultural y
en 2013. Cada año, tiene como titular un ex- educacional, directora fundadora de la Aso-
ponente del mundo artístico, cultural, políti- ciación “Redes de Desenvolvimento da Maré”,

2
entidad que actúa en las áreas de desarrollo que hasta el momento generó otras dos edi-
territorial; educación; arte y cultura; derecho ciones: Bielefeld y Jerusalén (2016), que tuvo
a la seguridad pública y acceso a la justicia; como temática la “Dignidad humana”, y la
identidades, memoria y comunicación. de Birmingham y Singapur (2018-2019) que
La cuarta titularidad (2019/2020) trató de “Leyes: rigidez y dinámica”. La cuarta
reunió, excepcionalmente, dos catedráticos: está en desarrollo, involucrando al Instituto
Paulo Herkenhoff, crítico, curador e historia- de Estudios Avanzados Transdisciplinares
dor de arte, ex-director del Museo de Arte de (IEAT), de la Universidad Federal de Minas
Rio (MAR) y del Museo de Bellas Artes de Gerais (UFMG), en Belo Horizonte, y la Ré-
Rio de Janeiro; y Helena Nader, biomédica y seau Français des Instituts d’Études Avancées
profesora titular en la Universidad Federal (RFIEA), con sede en Paris.
de São Paulo (Unifesp), que tiene aliado acti- En 2020 fue iniciado el segundo quin-
vidades como docente e investigadora con la quenio de la Cátedra Olavo Setubal de Arte,
actuación como administradora académica, Cultura y Ciencia, con la continuidad de la
dirigente de entidades científicas y asesora sociedad entre el IEA/USP e Itaú Cultural por
de agencias de apoyo a la investigación. cinco años más. Para inaugurar este nuevo ci-
El programa Redes Globales de Jóve- clo, tuvimos el honor de contar con la titula-
nes Investigadores hace foco en el fomento y ridad del antropólogo cultural Néstor García
promoción de proyectos interdisciplinares Canclini, primer extranjero en ocupar la Cá-
orientados para jóvenes investigadores con tedra. Nacido en La Plata, Argentina, en 1939,
hasta 40 años. En el ámbito de este progra- Canclini está radicado desde 1976 en Méxi-
ma, la Cátedra tuvo un papel fundamental en co, donde es investigador emérito del Sistema
el apoyo a las actividades de la primera edi- Nacional de Investigadores y profesor distin-
ción de la Intercontinental Academia (ICA) guido del Departamento de Antropología
en 2015, realización conjunta del IEA y del de la Universidad Autónoma Metropolitana,
Institute for Advanced Research (IAR), de unidad Iztapalapa, de la Ciudad de México.
Nagoya University, bajo el auspicio de la red Para su titularidad en la Cátedra,
University-Based Institutes for Advanced Canclini propuso el desarrollo del proyec-
Study (Ubias). La ICA reúne investigadores to “La Institucionalidad de la Cultura en el
jóvenes y seniores para estudiar un único Contexto Actual de Cambios Sociocultura-
tema durante un período de inmersión. les”, con la propuesta de discutir la cuestión
La primera edición del ICA fue or- de la institucionalidad de la cultura frente a
ganizada por el IEA en abril de 2015. En algunas transformaciones actuales: el debili-
marzo de 2016, fue la vez del Instituto para tamiento de las instituciones culturales pú-
la Investigación Avanzada de la Universidad blicas y privadas durante la crisis neoliberal
de Nagoya, Japón, recibir a los participantes y la prevalencia de las aplicaciones digitales
para dar continuidad a los estudios sobre el sobre las instituciones; las trayectorias de los
tema “Tiempo”, iniciados en São Paulo. Fue movimientos independientes en relación con
creada, así, una nueva plataforma académica la reconfiguración de los mercados cultura-

3
les y de los hábitos de públicos y usuarios; la investigación en desarrollo, la Cátedra Ola-
“desciudadanización” de la política partida- vo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia lanza
ria y los cambios socioculturales en la forma- ahora el primer Cuaderno de Investigación
ción del público; y el ejercicio de los derechos de la titularidad de Canclini, trasladando los
humanos bajo los controles tecnológicos, las contenidos abordados en los videos para el
nuevas resistencias y formas alternativas de formato de publicación. La idea es lanzar pu-
organización social. blicaciones a lo largo del proceso, trayendo
En función de las limitaciones im- los resultados parciales de la investigación
puestas por la pandemia del coronavirus, la coordinada por el catedrático, que cuenta
solemnidad de toma de posesión del nuevo también con los investigadores de posdocto-
catedrático, ocurrida el día 06 de octubre de rado Juan Ignacio Brizuela y Sharine Macha-
2020, tuvo que ser realizada en formato di- do Cabral Melo, seleccionados para acompa-
gital, con el lanzamiento de una página en ñarlo durante esta trayectoria.
la web que reúne un conjunto de videos que
siguen los ritos de las ceremonias presencia-
les. Participaron de la solemnidad virtual el Liliana Sousa e Silva, coordinadora
rector de la USP, Vahan Agopyan; el direc- ejecutiva, y Martin Grossmann,
tor del IEA-USP, Guilherme Ary Plonski; el coordinador académico de la Cátedra
coordinador académico de la Cátedra, Mar- Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia
tin Grossmann; el director de Itaú Cultural,
Eduardo Saron; y Maria Alice Setubal, repre-
sentante de la familia Setubal. Los catedráti-
cos del período anterior (2019/2020), Helena
Nader y Paulo Herkenhoff, hicieron sus dis-
cursos de despedida.
La toma de posesión incluyó una
conferencia de Néstor García Canclini, titu-
lada “Las instituciones fuera de lugar”, ade-
más de la presentación del catedrático hecha
por Teixeira Coelho, profesor emérito de la
USP. Ambos participaron en el triálogo “Ins-
tituciones o plataformas: proyecto o aconte-
cimientos”, que contó también con la presen-
cia de la antropóloga social Carla Pinochet
Cobos, de la Universidad Alberto Hurtado,
de Chile.
Frente a la relevancia de las cuestio-
nes tratadas en la solemnidad virtual, que
trajeron un primer abordaje del tema de

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ÍNDICE

RECEPCIÓN A NÉSTOR CANCLINI 07

LAS INSTITUCIONES FUERA DE LUGAR 15


27
INSTITUCIONES O PLATAFORMAS:
PROYECTO Y ACONTECIMIENTOS

INSITUCIONES EN EMERGENCIA

43
CULTURAL: DE LA CULTURA VIVA
COMUNITARIA A LEY ALDIR BLANC
AUTORES
Néstor García Canclini
Profesor Distinguido del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma
Metropolitana e Investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores, de Mé-
xico. Titular de la Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia – IEA/USP.

Teixeira Coelho
Profesor Emérito de la ECA-USP, colaborador de la Cátedra Unesco de Política Cultu-
ral de la Universidad de Girona, España. Es coordinador del curso de especialización
en gestión y política cultural del Observatório Itaú Cultural.

Carla Pinochet Cobos


Antropóloga social de la Universidad de Chile y doctora en Antropología de la Cultura
por la Universidad Autónoma Metropolitana, de México.

Sharine Machado C. Melo


Administradora Cultural en la Funarte, doctora en Comunicación y Semiótica por la
PUC-SP e investigadora de posdoctorado de la Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura
y Ciencia - IEA/USP.

Juan Ignacio Brizuela


Doctor por el Programa Multidisciplinar de Posgrado en Cultura y Sociedad del Insti-
tuto de Humanidades, Artes y Ciencias Prof. Milton Santos - IHAC, UFBA. Investigador
de posdoctorado de la Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia - IEA/USP.

Liliana Sousa e Silva


Doctora en Cultura e Información por la Escuela de Comunicaciones y Artes de la
Universidad de São Paulo - ECA/USP. Investigadora de posdoctorado del Instituto de
Estudios Avanzados de la Universidad de São Paulo - IEA/USP y coordinadora ejecu-
tiva de la Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia.
RECEPCIÓN A NÉSTOR CANCLINI
Teixeira Coelho

Foto de Néstor
García Canclini,
reproducida de la
edición mexicana
del libro Pistas
Falsas (Editorial
Sexto Piso, 2018).
©Titi Nicola

Esta es la foto impresa en la solapa de sol naciente, es sol poniente!” Pero mi inter-
la edición mexicana de Pistas Falsas (2018), pretación es tan buena como cualquier otra,
libro de Néstor García Canclini que elegí y es la que tomaré en cuenta aquí. No crean
para atravesar este pedazo de selva oscura en en esa historia de que una imagen es objeti-
la cual me encontré al aceptar la desafiante va y que vale por mil palabras. Las imágenes
invitación para hablar en esta ceremonia. In- mienten tanto como las palabras. Entonces,
vitación que conlleva el riesgo de desviarme prefiero decir que esa foto arma un cuadro
de la ruta directa, aún latente. titulado adecuadamente Néstor, sol naciente
Como pueden ver en esa foto, Néstor –, como en el Impresionismo. El Impresio-
aparece mirando hacia adelante en un esce- nismo es, además, una buena divinidad para
nario de sol naciente. El sol, surgiendo detrás invocar en el comienzo de esta charla; tal vez
de Néstor, comienza a iluminar el mundo, la más expresiva divinidad, cuya protección,
algo como envuelto en una perceptible os- por supuesto, imploro.
curidad, surgiendo delante del antropólogo Probablemente, de una charla como
y que él aún no sabe bien qué es, aunque lo esta se espera que realice un paseo por el
sospeche. Claro, alguien podría decir: “¡No es pasado del presentado. Pero Néstor no está

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siendo recibido en una Academia de Letras, momento sigue siendo perfectamente válido.
cuando quien toma posesión alcanza, según ¿Qué fue lo que anotó? Que la política y la cul-
la Ley de Parkinson, su último grado de in- tura eran, para muchos políticos – como to-
competencia y es promovido a la primera davía lo siguen siendo, 33 años después –, dos
etapa de la irrelevancia. No queda nada más campos opuestos y también antagónicos (con
para hacer después de la Academia o del Pre- la política buscando siempre dominar a la cul-
mio Nobel. Pero aquí es diferente. Todo aún tura, u olvidarla, agrego yo). Y seguía Néstor en
está delante de Néstor y él mira hacia ade- aquel ‘87, todavía tan cercano a nosotros (las
lante. Tal vez no muy entusiasmado con lo cosas cambian muy poco en estas latitudes al
que ve, pero ciertamente sin temor. Siente sur): la mayoría de los artistas y de la gente de
un poco de frío, pero esboza una casi sonri- la cultura continúan viviendo el hecho políti-
sa, una sonrisa ambigua e incierta que siem- co como una tierra extranjera y amenazante
pre vemos surgir en el rostro del inmigrante (en lo que, digo yo, tienen mucha razón), y las
frente a la tierra a la vista. Néstor es un inmi- políticas culturales siguen siendo un espacio
grante en el territorio en el cual eligió vivir de dudosa existencia. Tan dudosa que, unos
a partir de este libro (por lo menos parte del cuantos varios años después, en 2003, Néstor
año, parte del tiempo), el territorio de las Pis- se preguntaría: “¿La mejor política cultural es
tas Falsas, la tierra de la literatura. Entonces la que no existe?” No voy a anticipar mi opi-
mira hacia adelante, así como en esta charla nión ahora, dejaré que Néstor explore el tema
de presentación yo prefiero hablar a partir del en el transcurso de su Cátedra. Quiero apre-
presente y mirar al futuro1. En otras palabras, ciar, sentado confortablemente en la tribuna,
¿qué haría Néstor de aquí en adelante? ¿Qué los malabarismos que tendrá que hacer para
haría al desembarcar de esa nave incierta que responder esa pregunta de modo, digamos,
aún lo abriga, de cierta manera? aceptable, dentro del contexto de una cátedra
No estoy diciendo que el pasado de que trata también de… políticas culturales.
Néstor no interesa. Al contrario, todas las hue- Entonces, ese punto está consolida-
llas que Néstor dejó como antropólogo de la do: lo que Néstor escribió en el pasado con-
sociedad contemporánea todavía siguen ca- tinúa activo, como uno de esos enlaces que
minando firmes por el presente. Son huellas surgen en azul en el medio de una página en
que andan, no son huellas inmóviles y con- la pantalla de la computadora: se hace clic ahí
geladas. Por ejemplo, eso que Néstor escribió y todo se concreta. Sin embargo, me interesa
en la apertura de un ensayo de 1987, “Políticas más – estoy seguro de que también a Néstor
culturales y crisis de desarrollo, un balance – su presente y futuro. Y por eso elegí como
latinoamericano”. Lo que él escribió en ese ancla las falsas pistas de su libro homónimo2,
como guía para mi caminata por esta selva
1. Si alguien aún precisa saber cómo y por qué Nés- oscura. Claro, nadie puede acusarlas de falsa
tor García Canclini llegó hasta aquí, será suficiente
– además de leer algunos de sus libros, siempre la
mejor opción – consultar las páginas de La intercul- 2. García Canclini (2020), Pistas falsas. Primera edi-
turalidad y sus imaginarios: Conversaciones con Nés- ción mexicana bajo el mismo título por la Editorial
tor García Canclini (Greeley, 2019).  Sexto Piso (2018).

8
publicidad porque ellas declaran, de inme- estadounidenses y canadienses, que cuando
diato, lo que son o pretenden ser: falsas. se terminen los minerales y el agua, se irán.
Escritores de lengua hispana demues- O ya se fueron. Y me reí porque recordé una
tran una recurrente y admirable propiedad: época en la que se criticaba la venta de todo
con mucha facilidad escriben cosas graciosas, al imperialismo neoliberal, que es un peque-
escriben divertidamente cosas divertidas. No ño estampido frente al imperialismo asiático
me olvido jamás de una experiencia: cuando que cava agujeros mucho más anchos y pro-
leí Don Quijote por primera vez en tierra ex- fundos…
tranjera, no como inmigrante, sino como exi- Reí mucho, también, al leer la anota-
lado preventivo. Eran los tiempos de una dicta- ción del arqueólogo sobre un accidente que
dura que, como pretenden decirnos hoy aquí, presenció en la capital de México entre un
nunca existió. Retomando, cuando leí Don ómnibus y un gran camión que transporta-
Quijote por primera vez casi muero de carca- ba distintos materiales. Camiones que en esa
jadas. Yo debería estar prestando atención a capital centroamericana se les llama “mate-
todas aquellas cosas importantes que los pro- rialistas”, los materialistas. Una expresión con
fesores de literatura y teoría literaria resaltan resonancias de hecho nada metafísicas, como
con tanta insistencia; pero no podía, porque observa el narrador del libro, Néstor supongo,
me estaba muriendo de risa todo el tiempo... y que me recordó a otro momento de asom-
Pues es así, me divertí mucho leyendo tam- bro conceptual y existencial por el cual pasé
bién Pistas Falsas, tanto como Néstor, pero al entrar en Atenas por primera vez, y por la
creo que él se divirtió aún más que yo. Y los única puerta correcta cuando se llega a una
motivos por los cuales un libro titulado Pistas ciudad por primera vez, una puerta de barrio.
Falsas, con todas las risas que provoca, es rele- Eso lo pude hacer llegando a Grecia en auto,
vante para servir como pista para lo que será viniendo de Turquía y pudiendo evitar, con
una nueva edición de la Cátedra que se ini- eso, la entrada equivocada, la entrada pasteu-
cia, es algo que quedará claro dentro de poco. rizada, homogeneizada y desoladora de todos
Leyendo ese libro, que debe haber los aeropuertos llenos de indistintos Gucci,
sido publicado más o menos entre 2035 Chanel, Tommy Hilfiger y Dolce & Gabbana.
y 2040 – considerando que el arqueólogo En la primera calle, al salir de la ruta, tránsito
chino, que es su personaje principal, llegó a lento, paso frente a lo que parecía ser un gran
Buenos Aires en 2030 –, me reí mucho al en- depósito viejo y mal cuidado, pero activo, con
contrarme con la transcripción de una con- varios camiones en su interior y en cuya fa-
versación entre ese mismo arqueólogo chino chada estaba escrito en letras casi apagadas:
y unos nativos sudamericanos que descri-
bían sus respectivos países sudamericanos
(Néstor tiene aquí el buen gusto de evitar
μεταφέρω
describirlos como “latinoamericanos”) como
siendo (o habiendo sido) países sin futuro,
metáfora
porque vendieron todo a empresas chinas,
μεταφέρω
9
“¡Eureka!”. En una fulguración no tan estadísticos de consumo de la cultura que
rara en mi vida – y que aquella vez me arrebató se apilan silenciosos sobre mesas sin brillo.
de nuevo – entendí de golpe: TRANSPORTES. Aún más divertido fue descubrir, con
Es decir, una ¡empresa de transporte! ¡Claro! el arqueólogo del libro, que los escritores –
¿Para qué sirve una Metáfora? Para transpor- los escritores de literatura, por ejemplo – ha-
tar cosas, llevarlas de un lugar a otro, llevar- bían encontrado, en el futuro de ellos, que por
nos a nosotros mismos de un lugar a otro. mis cuentas es nuestro pasado, una suerte
Y fue ahí que el camión materialista de las insospechada en la condición de “destinos
Pistas Falsas chocó con mi transportadora turísticos”, al transformarse en engranajes
metafórica en el más espectacular desastre integrantes de esa industria turística que, en
de la historia entre la filosofía dialéctica, de Buenos Aires, acoge visitantes ya cansados
un lado, y la semántica poética del otro, un de comprar por décima vez una campera de
accidente amplio e iluminista que arroja más cuero que poco usarán (como los brasileños,
luz sobre el camino de la política cultural que agrego yo a las serias anotaciones del arqueó-
mil palabras osificadas y repetidas hasta el logo chino), o ir a ver los Glaciares (que, de
agotamiento. La política cultural y la teoría resto, teniendo en cuenta la fecha de publica-
de la política cultural necesitan, de hecho, ur- ción del libro, ya se acabaron hace unos quin-
gentemente, otros choques lingüísticos como ce años) y que, entonces, pasaron a hacer la
este, capaces de, viniendo de las calles, arro- “Ruta Borges”, o la “Ruta Ernesto Sabato”, la
jar hacia afuera del barco las viejas palabras “Ruta Bioy Casares”, la “Ruta Victoria Ocam-
de moda momificadas que las congelan en po”… En un futuro no tan distante, tal vez,
un laberinto esquizofrénico. (De paso, una hasta la “Ruta Néstor Canclini”. Es fantástico
observación que me parece pertinente: la ex- todo eso. El valor de esas alternativas es oro
presión “viniendo de las calles” puede ser sus- puro para el futuro de la política cultural y de
tituida con ventaja por el término “cultura”). los escritores – si solo alguien recordara aún
Y me divertí mucho, también, cuan- el sentido un día dado a la palabra escritor…
do el arqueólogo de Pistas Falsas fue a visitar Quería continuar compartiendo con
una cierta Central Internacional de Algorit- ustedes la diversión recurrente que experi-
mos que experimenta nuevos métodos de menté al leer el estudio arqueológico concre-
identificación de gustos y tendencias, apli- tado en Pistas Falsas sobre las ruinas cultura-
cando a los entrevistados un cuestionario con les del futuro que conforma nuestro pasado.
preguntas que aún no se ven en las redes an- “¿Ruinas con futuro?” – se pregunta el na-
tisociales de internet: ¿alguna vez cambió de rrador del libro. Espero que sí. Tenía mu-
religión, de equipo de fútbol o… de sexo? La chas ganas de continuar, pero el virus de este
opción, “cambió de partido político” podría año 2020 consiguió corroer incluso hasta el
haber sido incluida con ventajas… En fin, no tiempo de esta ceremonia y aún preciso ha-
sean escépticos, ese camino abre más pistas blar de muchas cosas muy, pero muy serias.
para el conocimiento de la política cultural Por ejemplo, esta: a cierta altura, el na-
que la mayor parte de los inútiles sondeos rrador registra una diferencia nítida entre la

10
literatura – por la cual Néstor ahora está op- versación, sin dudas, erudita, los dos interlo-
tando – y la política cultural. En los términos cutores perciben que el arte tiene movimien-
usados por el narrador del libro, la diferencia tos que la llevan a superar lo real, a ir mucho
se hace visible en la comparación entre el con- más allá de lo real, a sobrepasar lo real: en
cepto de patrimonio histórico en sus varias un primer momento, el arte comienza por
manifestaciones – con las cuales cada época exasperar – con mucha más libertad – las
guarda las respuestas que ha ido encontrando transgresiones vislumbradas y, enseguida, las
para los desafíos de la vida y del mundo – y la ordena de un modo que la vida no puede ni
literatura, que se hace con aquello para lo que soñar. Ni la vida, ni la filosofía, ni la sociolo-
la sociedad no encuentra respuestas. ¿Hay algo gía, ni la antropología, ni la política cultural.
más valioso para la reflexión sobre la cultura Esta aserción es mía, claro, pero no es impo-
y la política cultural que esta distinción? Es sible que el narrador del libro concuerde con
probable que el narrador de Pistas Falsas esté ella, tal vez incluso el propio Néstor… Y no
de acuerdo con un grafiti que él mismo alega hay nada más útil para un investigador y ac-
haber encontrado en su visita a la capital de tor de la política cultural que tener concien-
México. Escribo que él “alega haber encontra- cia de ese fenómeno irrefutable: la literatura
do” porque, como Pistas Falsas se dice ficción, va mucho más lejos que la política cultural.
vaya uno a saber si Néstor de hecho encontró Hay pasajes que no voy a relatar aquí
ese grafiti o lo inventó de modo bien inventa- (motivado por un pudor que yo no sabía que
do… Es que los literatos fingen mucho, tan- tenía), como las escenas de deseos poética-
to como el poeta de Fernando Pessoa; fingen mente amorosos entre el arqueólogo y su
mucho y de modo mucho más heurístico que enamorada, y escenas de hecho eróticas que
las alegadas constataciones objetivas de la ra- no suelen aparecer en las páginas firmadas
zón pura. Pero no puedo olvidarme de trans- por un arqueólogo, menos aún en aquellas
cribir aquí ese tal grafiti visto – según alegado firmadas por un antropólogo.
– en algún lugar de la capital de México, que Son muchas las pistas falsas que Nés-
es el siguiente: “Cuanto más sabemos, menos tor esparce a lo largo de este libro, impidién-
entendemos y mejor es” (2018, p. 85). A esta donos ver con claridad lo que él mismo está
altura, sé que corro el riesgo de ya no ser to- viendo en aquella foto expresiva. Y aquello
mado en serio, ¿pero existe algo más impor- que él mismo entrevé para su programa frente
tante para la cultura y la política cultural que a esta Cátedra. Como la esencia de cualquier
aceptar que, por lo menos algunas veces, es cosa siempre aparece, así como toda aparien-
mucho mejor entender menos? cia es siempre esencial, fui a la apariencia visi-
Y es muy serio, también, este otro pa- ble de todo el libro, que es su tapa – su portada,
saje del libro relatando la visita del arqueó- como se dice muy bien en español –, buscan-
logo chino a una exposición del artista León do pistas más concretas. Pero aquella portada
Ferrari, un amigo que tuve en común con el no revela mucho, con esas manos que parecen
narrador de Pistas Falsas, ese narrador que surgir de la pared de alguna caverna paleolítica
tal vez sea Néstor. En esa visita y en una con- para debatirse entre fantasmagorías inciertas.

11
Portada de la
edición mexicana
del libro Pistas
Falsas (Editorial
Sexto Piso, 2018).

Portada de la
edición brasileña del
libro Pistas Falsas
(Instituto Itaú
Cultural; Editora
Iluminuras, 2020).

12
Tira cómica de El
Roto, publicada en el
periódico El País del
9 set. 2019.

La portada de la edición brasileña su libro A Máquina Parou3 – confieso que


tal vez sea aún más perversa. Muestra cómo no fue fácil colocar un libro de ficción en la
todo lo que estaba de pie se desmoronó, no bibliografía de un curso serio de política cul-
permitiendo ver dónde termina lo real y tural –, al lado, ahora, de un compañero más,
dónde comienza la ficción. Quiero decir, la estas Pistas Falsas, de ese otro escritor que re-
creación. O viceversa. conoce los vastos e imparables recursos de la
Mejor así, las cosas valiosas no siem- literatura, un instrumento muy por encima
pre se revelan de inmediato. de todo lo que se anime a levantar la cabeza
A los estudiantes de un curso de espe- en el horizonte del desconocimiento. Y la in-
cialización en política cultural en el que Néstor dicación de esta zafra de Néstor es tanto más
(o fue Canclini, no recuerdo bien) participó justificable cuando resulta evidente que, con
algunas veces, yo siempre propuse un ejerci- Pistas Falsas, reata su aventura inicial con la
cio de reflexión inspiradora sobre las obras literatura desde el punto de vista de la an-
del mayor filósofo español vivo: el dibujante tropología, o viceversa, tal como lo dejó ma-
El Roto – una calificación que lleva a algunos nifestado en un libro de sus comienzos, allá
amigos míos españoles, en todo caso cata- por 1968: Cortázar: una antropología poética,
lanes, a un fuerte estado de exasperación… libro de ese lejano año de 1968, con tantos
Hoy, al lado de El Roto y en el mis- malos recuerdos para nosotros en este país
mo género literario, feliz y libre de antiguas sudamericano. El título del estudio sobre
angustias, puedo indicar como lectura de
3. Teixeira Coelho (2019), Epílogo “Paisagem com ris-
reflexión un novelista como E.M. Forster en
co existencial”.

13
Cortázar habla por sí, no debo agregar nada bién a Canclini, por supuesto – en la conduc-
más, solo sugerir que reparen en el subtítulo ción del programa de esta Cátedra. Si ellos
de Pistas Falsas: “una ficción antropológica”. consiguieran encontrarse y darse la mano,
El ciclo se cierra, Ouroboros: el símbolo de la como sin duda lo harán, los beneficiados se-
renovación por la reanudación y superación rán la Cátedra, todos nosotros, y si ella tam-
del gesto inicial. Como se ve, de vez en cuando bién sabe escuchar, la política cultural.
algún alma se reencuentra con su espíritu…
Una advertencia necesaria: no se de- Bibliografía
jen engañar por el título Pistas Falsas, este tí-
tulo ofrece una falsa pista sobre el contenido García Canclini, Néstor (1968). Cortázar. Una An-
del libro y sobre la seriedad de lo que allí se tropología Poética. Editorial Nova: Buenos Aires.
dice. Pistas Falsas contiene, en verdad, el road García Canclini, Néstor (1987). “Políticas cultu-
map, la feuille de route, el caminho das pedras rales y crisis de desarrollo: un balance latinoame-
a seguir, si el objetivo fuera una búsqueda fe- ricano”, en García Canclini, Néstor (org.). Políti-
cunda sobre cultura y política cultural, una cas Culturales en América Latina. Buenos Aires:
búsqueda reexaminada y destilada. En el Grijalbo, p. 13-62.
contacto personal directo, fuera del recinto García Canclini, Néstor (2003). “¿La mejor políti-
higienizado y lleno de gestes barrières del ca cultural es la que no existe?” Reforma, Ciudad
bien pensar propio de la sala de seminarios y de México, 19 nov. p. 2C.
conferencias, Néstor es alguien de muy buen García Canclini, Néstor (2018). Pistas falsas. Mé-
humor. Y es preciso celebrar, con énfasis, la xico: Editorial Sexto Piso.
inmigración de ese buen humor para el país García Canclini, Néstor (2020). Pistas falsas. São
interior del antropólogo serio, lo que dará a Paulo: Instituto Itaú Cultural; Editora Iluminuras.
esta edición de la Cátedra un tono muy es- Greeley, Robin (2019). La interculturalidad y sus
pecial. La política cultural y la teoría de la imaginarios: Conversaciones con Néstor García
política cultural ni siquiera sospechan, pero Canclini. Santiago; Barcelona: Palinodia; Gedisa.
necesitan urgentemente una renovación in- Teixeira Coelho (2019). Epílogo “Paisagem com
dicada por estas Pistas Falsas. Renovación risco existencial”, en Forster, Edward Morgan. A
que haga la política cultural más cultural y máquina parou. São Paulo: Itaú Cultural;Editora
menos política. Iluminuras, p. 65-102.
Entonces, es el momento de desear
buena suerte a Néstor – y buena suerte tam-

14
LAS INSTITUCIONES
FUERA DE LUGAR
Néstor García Canclini

Un modo de agradecer es explicar por de Dios sino de la iglesia, esa institución que
qué se agradece. Quienes hemos estudiado quería apartarnos del mundo. Fue la edad en
ciencias sociales y humanidades sabemos que que ingresé a la universidad, milité en una
a menudo el conocimiento se cuenta en rela- agrupación de izquierda y en el Movimiento
tos. No solo en los mitos, las novelas, las pe- Estudiantil Cristiano (MEC), un movimien-
lículas y las canciones. Las teorías científicas to ecuménico que fue un antecedente de la
suelen organizar los hechos narrando cómo teología de la liberación y tuvo su mayor de-
se estructuran acontecimientos, experiencias sarrollo latinoamericano en los años 1960 y
e imaginarios, que fundan tanto comporta- 1970 en Argentina y Brasil. Ya había hecho
mientos individuales y colectivos durables muy temprano, en la escuela primaria, la ex-
como su desintegración. Una parte del poder periencia de ser minoría y ser visto como
de plausibilidad de las demostraciones cien- alguien que no pertenecía plenamente a la
tíficas depende de que ofrezcan saberes con- institución. Durante el primer gobierno de
trastables en bases empíricas y, otra parte, de Perón, el único periodo en el que hubo ense-
la persuasión de relatos cuyo resplandor sur- ñanza religiosa en la escuela pública argenti-
ge al darnos imágenes ordenadas del mundo. na, los evangélicos y judíos éramos apartados
Mis vínculos con Brasil tienen una his- del grupo en esa hora de instrucción católi-
toria larga y persistente. A los 16 años dejé ca y llevados a una clase de moral. Alejarme
de ir a la Iglesia Bautista, no solo descreído de la iglesia y luego leer a autores marxistas

15
ignorados en las clases de filosofía de la uni- ción de Estados Americanos – trataron críti-
versidad, hacerlo no en la institución sino camente los enfoques de política cultural del
en movimientos estudiantiles, también en el Mercosur y de la integración latinoamericana.
MEC, crítico de las instituciones y practican- La relación con Brasil ha sido intensa,
te de modos alternativos de alfabetización en también, en el posgrado de antropología de
las campañas impulsadas por Paulo Freire, la Universidad Autónoma Metropolitana, al
fueron modos de pensar y actuar desde el dirigir, como otros colegas de la UAM, tesis
extrañamiento. Varios viajes a Porto Alegre, de maestría y doctorado de algunos brasile-
Rio de Janeiro y São Paulo para participar en ños que hicieron sus trabajos de campo en
congresos del MEC me hicieron incurrir en Brasil o siguieron mis cursos gracias a las be-
dos herejías a la vez: aprender a bailar – algo cas sándwich.
condenado por el puritanismo evangélico – Quiero añadir, pese a la brevedad obli-
y no tango (que me fue envolviendo como gada de este relato, a entrañables amigos e
oyente) sino samba y bossa nova. interlocutores. Algunos fueron decisivos
Advierto, al rastrear en mi currículum para impulsar la traducción de mis libros en
los viajes a congresos en Brasil desde los años Brasil, como Augusto Boal, Teixeira Coelho,
1970, que varias ponencias se referían a ese Heloísa Buarque de Hollanda, Sergio Miceli,
intento de acompañar a las vanguardias ar- Renato Ortiz y Renata Rocha. Recuerdo la
tísticas descentradas de las instituciones y a frecuente comunicación e intercambio con
conocer los comportamientos de los consu- Antonio Augusto Arantes, Beatriz Jaguaribe,
midores. El curso que dicté como profesor Maria Amélia Bulhões, Gustavo Lins Ribeiro,
visitante durante tres semanas de 1983 en Antonio Albino Rubim y Regina Silveira que
la Universidad de São Paulo, invitado por me han vuelto cercano a este país.
Aracy Amaral al posgrado de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo, se titulaba “Nece- Entre las instituciones y las
sidades populares y consumo cultural”. Esta- corporaciones
ba comenzando a descubrir que podían en-
focarse de otra forma las políticas culturales En relación con aquellas exploraciones
si las estudiábamos desde la recepción de los de fin del siglo pasado entre conocimientos
públicos. Aunque una publicación que reali- y sociedad, los tiempos han mutado. Expe-
cé con el Serviço Social do Comércio (SESC) rimentamos desintegración, precariedad del
se preguntaba, con título suspicaz, O que os trabajo y del consumo; tránsito de los públi-
passaportes representan hoje?4, no dejaban de cos de eventos institucionales a clientes de
importarme las instituciones. Por eso, varias las industrias audiovisuales y las corporacio-
reuniones por las cuales fui invitado a São nes electrónicas; desmantelamiento agresivo
Paulo y Porto Alegre – además de una que de las instituciones (no solo debido a recor-
coordiné en Rio, auspiciada por la Organiza- tes presupuestales). También languidecen or-
ganismos de gobernanza mundial y regional
4. García Canclini, Néstor (2015), “O que os passapor- (ONU, OMS, Mercosur) y junto con ellos los
tes representam hoje?”.

16
Espera en el Met
(Metropolitan Museum,
NY, EUA), 1990.
Impresión sobre papel.
Colección del Museo de
Arte Contemporánea de
la Universidad de São
Paulo ©Pedro Meyer

acuerdos de convivencia internacional. Des- titud de reposo, dándole la espalda, de cierto


de antes de la pandemia, vienen acentuán- modo, dice bastante de lo que ocurre con el
dose las desigualdades, el desamparo de los languidecimiento de organismos de gober-
débiles, la subestimación política y social del nanza mundial y regional, como ha ocurri-
saber científico por muchos gobiernos. do con muchos tratados de libre comercio.
Me gustaría si pudiéramos incorpo- Porque el mismo TLC entre México, Estados
rar una imagen a esta conferencia. Una foto Unidos y Canadá, que comenzó a operar el
que tengo aquí a mi izquierda, tomada por primero de enero de 1994, tuvo el aconteci-
un gran fotógrafo mexicano, Pedro Meyer. miento desafiante de que ese mismo 1˚ de
Cuando en 1993 el gobierno mexicano pro- enero de 1994 surgiera la irrupción zapatista5.
movió un Tratado de Libre Comercio junto En medio de estas contradicciones, la
con Estados Unidos y Canadá para fortalecer emergencia sanitaria y la necesidad de cuidar-
la posición mexicana en esa negociación, se nos activa movimientos vecinales, nacionales
realizó una enorme exposición de arte mexi- y transnacionales de solidaridad, la imagina-
cano desde la época precolombina, la colonial, ción para usar el streaming, el Zoom y otros
hasta 1950, que se exhibió en tres museos de recursos digitales al tratar de reconstruir lo
Estados Unidos. Vemos en dicha fotografía las público. Es significativo que, aun quienes no
columnas solemnes y formidables del Museo dejamos de criticar a las instituciones y la re-
Metropolitano de Nueva York. Es curioso por- organización corporativa de la vida en común,
que a la entrada hay una base donde destacan hemos sido llevados a pensar que una respon-
una de estas gigantescas cabezas olmecas, con sabilidad prioritaria hoy es salvar a las institu-
un grupo de visitantes sentados alrededor, de
5. Movimiento social indígena y campesino que emer-
espaldas a la escultura, descansando, segura-
ge en Chiapas, México, en 1994. Bajo el liderazgo del
mente, de una larga visita. Esa tensión entre la subcomandante Marcos, sus integrantes estaban equi-
pados con uniformes y pasamontañas. El zapatismo
institución que quiere acoger una exposición
homenajea a Emiliano Zapata (líder revolucionario
histórica de la cultura mexicana, los públi- mexicano de 1911), luchando por los derechos indí-
genas y campesinos y por la autonomía política y eco-
cos estadounidenses que la visitaron y la ac-
nómica de sus territorios.

17
ciones: las universidades, los hospitales públi- les ante el poder político-militar y el avance de
cos, los corrompidos lugares de deliberación las corporaciones electrónicas me impulsaron
parlamentaria y administración de justicia a escribir el libro Ciudadanos reemplazados
incluyendo, por supuesto, a las organizaciones por algoritmos (2019), en el que un breve ca-
de la sociedad civil, cuyas trayectorias a veces pítulo se titula “Aplicaciones vs. Instituciones”.
rehacen la esperanza y otras acaban decep- ¿Qué nos conduce a tantos intelectua-
cionándonos. No es fácil situarnos práctica ni les, científicos y artistas, que no queremos
intelectualmente en las opciones restringidas instalarnos en el desencanto, a buscar aún
que se nos imponen a los que buscamos que motivos creíbles para renovar las institucio-
siga habiendo sociedad y no solo mercados en nes políticas, mediáticas y digitales? ¿Con qué
pugna. Veo la extrañeza y la expectativa que recursos comprender nuestras fallas ante una
nos da todo esto, condensada en la canción sociedad civil idealizada, las ilusiones sobre el
Paciencia de Lenine: “la vida no para / la vida llamado – por algunos gobernantes – “pue-
es tan rara”. blo bueno y sabio”, que vota contra sí mismo?
Agradezco efusivamente al Instituto de Nos ocuparemos este año, junto con
Estudios Avanzados de la Universidad de São Sharine Machado C. Melo y Juan Ignacio
Paulo por darme el honor de ocupar la Cáte- Brizuela, ganadores del concurso para acom-
dra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia y pañarme como investigadores posdoctorales,
por haber colocado como tema de este año “La de estudiar las instituciones públicas y pri-
institucionalidad de la cultura en el contexto vadas, algunas innovadoras, como la ley de
actual de mudanzas socioculturales”. Mis in- emergencia cultural Aldir Blanc o los Puntos
tentos de seguir desde México las inquietantes de Cultura, comparando su desarrollo diver-
peripecias de Brasil en la última década, y so- so en Brasil y Argentina, y otras experiencias
bre todo en estos dos últimos años, convergen de institucionalización performativa, abiertas
con las sorpresas que me han exigido revisar al ensayo con las mudanzas socioculturales.
lo que creí que debía pensarse sobre los decli- Cuando ponemos el acento en lo socio-
ves de los países donde he vivido – Argentina cultural es porque, entre centenares de defi-
y México – y sobre la tendencia de tantos otros niciones de cultura, elegimos el conjunto de
a convertir las contradicciones en catástrofes. prácticas simbólicas, ancladas en lo social y
Si, como dije, mi decepción al trabajar por la económico, donde elaboramos el sentido de
transformación de las políticas culturales me la vida en común. Las instituciones cultura-
llevó a estudiar las vanguardias y las prácticas les y los movimientos sociopolíticos – como
de los consumidores que las reciben, fue por- los feministas, los de raza y etnia, los de jó-
que aposté a que las innovaciones artísticas y venes – son zonas donde estamos reconstru-
conocer a los públicos podían desburocratizar yendo lo que las oxidadas instituciones han
a esas instituciones, conectarlas con la creati- dejado caer, las vías por las cuales ensayamos
vidad social, con procesos de democratiza- el sentido necesario para vivir y convivir.
ción postdictatorial. En los años recientes, la Nos ocuparemos de instituciones y
sumisión consentida de tantos sectores socia- movimientos socioculturales que tratan de

18
construir alternativas a Estados fallidos y años recién cumplidos. Ante el descenso de
comportamientos inducidos por los dispo- públicos culturales, Harun Farocki propuso
sitivos y las corporaciones digitales. Exami- subsidiar a los espectadores de salas de cine
naremos sus intersecciones y desencuentros. para garantizar su supervivencia. En varios
Un camino puede ser partir de los síntomas. países se discutió si el Estado debe subven-
Elijo algunos ejemplos. cionar a los espectáculos o a los espectado-
¿Qué significa el hecho, en parte positi- res, solo la oferta de instituciones públicas o,
vo, de que en países como Argentina y Brasil además, a las empresas gigantes de Internet,
los gobiernos hayan dado ayudas económicas como Google o Netflix.
a millones de familias pobres con la condición Estos núcleos de la vida pública y el de-
de que envíen a sus hijos a la escuela? En una sarrollo cultural – la escuela, la lectura, la mú-
investigación sobre lectores en papel y en pan- sica y el cine – parecen estar en una situación
tallas, de hace cinco años, conocimos a padres muy desesperada para que aun, gente crítica
– formados en la creencia de que leer libros en de la mercantilización de los bienes simbóli-
papel es indispensable para educarnos – que cos, recurra a estímulos económicos a fin de
les pagan a sus hijos por cada libro que leen. salvar sus prácticas. Ante la urgencia de que
En los meses de la pandemia, el papel de la ciertas actividades creativas se sostengan,
escuela, oscilando entre los desafíos de la en- queremos entender qué ocurre para que lo que
señanza virtual, reabrirlas para retomar el tra- juzgábamos tan valioso necesite respiración
bajo presencial o proteger a alumnos y maes- artificial. ¿Cómo diferenciar instituciones y
tros – “prefiero que mi hijo pierda un año y empresas, si debemos dar protagonismo a
no la vida”, dijo una madre brasileña – exige las actividades y estilos consagrados estética-
repensar qué es educar, las desigualdades en el mente o a las ofertas que atraen más público?
acceso, el lugar en la enseñanza de la lectura, Estas preguntas no se dirigen solo a
las voces y los cuerpos en las instituciones. las interacciones entre Estado, empresas y
En los tres países a los que dedicamos sociedad, sino a la forma en que los cientí-
más atención – Brasil, Argentina y México – ficos sociales interrogamos los cambios. Los
se han hecho experimentos de entregar a sec- estudios de públicos de cine demostraron
tores de bajos ingresos o a jóvenes, especial- que no se sostiene la idea de que ahora se ve-
mente estudiantes, vales para comprar libros, rían menos películas porque hayan cerrado
DVD, entradas a museos y espectáculos. Cin- muchas salas desde la aparición de videoca-
cuenta reales a 17 millones de trabajadores seteras en los años 1980, ni por el cierre de
brasileños. En Argentina, en 2018, los minis- Blockbusters, en los que se alquilaban DVD,
terios de Cultura y Educación distribuyeron ni luego por las descargas para pantallas. Se
la tarjeta “Pase Cultural” entre estudiantes y modificó el modelo de negocio, como dice el
docentes de escuelas secundarias. El gobier- lenguaje empresarial, pero también el lugar
no de Matteo Renzi en Italia, en 2016, y el de las salas en medio de la convergencia tec-
de Emmanuel Macron en Francia entregaron nológica y los mutantes hábitos de los consu-
“pases cultura” de 500 euros a jóvenes con 18 midores. En vez de sustitución de salas por

19
pantallas domésticas hay una reconfigura- instrumento registra que, entre 5 y 17 años,
ción del sistema institucional-mediático-di- accedían a Internet todos los días 20% de los
gital que varía según los países. En México entrevistados y 23% algunas veces por sema-
los espectadores se redujeron a la mitad en- na. Si bien 58% señaló que usa Internet para
tre 1976 y 1994. Sin embargo, las multisalas recreación o entretenimiento, 40% dijo em-
quintuplicaron la asistencia en los últimos plearlo para trabajo escolar/estudio/ investi-
25 años, y ahora el país ocupa el cuarto lugar gación y 42% para conocer personas e “inter-
en el mundo en infraestructura y espectado- cambiar mensajes”, prácticas que implican
res. Los públicos decrecen en países centra- leer y a menudo escribir. ¿Por qué desestimar
les (Alemania, Francia, Italia) y aumentan en las muchas horas que cada día adolescentes y
muchos “periféricos” (China, Corea, Polonia, jóvenes (y un buen número de adultos) dedi-
Rusia y Turquía) como lo demuestran Rosas can a leer y escribir en Facebook, Twitter y en
Mantecón (2017), además de Domínguez otras redes sociales?
Domingo y Rosas Mantecón (2019). En aquella investigación etnográfica
Por otra parte, cuando investigamos los que hicimos luego de conocer estas encues-
cambios no en la lectura sino de los lectores, tas, nos pareció que la pregunta de partida de
descubrimos que no se lee menos que antes, una investigación sobre lectores no debe ser
como concluían las encuestas nacionales cuánto se lee, sino cuándo y cómo se lee.
realizadas en Brasil, en 20116, y en México, en En las competencias entre cultura es-
20127. Esos sondeos tenían defectos en su di- crita, mediática y digital, la pandemia volvió
seño: se centraron en la lectura de libros y en aún más inciertas las tendencias de los años
comportamientos asociados a ellos; dieron previos. Se lee más diarios en línea, correos y
pobres resultados en la asistencia a bibliote- libros en estos últimos meses en ciertas zo-
cas, la lectura de diarios y revistas, pero no nas y niveles educativos. La televisión recu-
tomaron en cuenta los dispositivos digitales pera audiencias en algunos países. Los servi-
como lugares donde se lee y se escribe. La en- cios de telefonía fija, declinantes desde fines
cuesta efectuada en Brasil en 2011 por el Ins- del siglo pasado, aumentaron hasta 40% en
tituto Pró-Livro define como “lector” a “aquel las grandes ciudades de México y en otros
que leyó, entero o en partes, por lo menos un países, asociados a Internet, para realizar –
libro en los últimos tres meses”8. El mismo desde el hogar – trabajos y otras tareas, como
la educación a distancia, intercambiar infor-
6. Retratos da leitura no Brasil 3 (2012). Failla, Zoara mación y productos con los vecinos.
(org.) Imprensa Oficial do Estado de São Paulo: Ins- A diferencia del imaginario que atri-
tituto Pró-Livro. Recuperado de: http://prolivro2-or-
g-br.umbler.net/wp-content/uploads/2020/07/4095. buyó a los dispositivos y hábitos digitales,
pdf Acceso en: 01 fev. 2021. en la primera década del siglo XXI, el poder
7. Encuesta Nacional de Lectura 2012. Primer infor-
me. Fundación Mexicana para el Fomento de la Lec- de reemplazar formas anteriores de comuni-
tura, A.C. Recuperado de: https://observatorio.libros- cación cultural, la combinación de soportes
mexico.mx/files/enc-nac-lec-2012.pdf Acceso en: 01
fev. 2021. durante los meses de la pandemia confirma
8. “Leitor é aquele que leu, inteiro ou em partes, pelo datos de estudios recientes: la cultura escri-
menos 1 livro nos últimos 3 meses” (p. 256).

20
ta y la presencial son complementarias de lo Schwarz, “As ideias fora do lugar”9, que me
que hacemos en línea. Se escucha ahora más ayudó a repensar las contradicciones de un
música en streaming, pero quizá los festiva- modernismo sin modernización en América
les recuperen el lugar de escucha presencial Latina cuando escribí mi libro Culturas Híbri-
con otros, tanto los multitudinarios como das, a fines de los años 80. ¿Cómo fue posible
los de gustos más exigentes. Los jóvenes – y – preguntaba Schwarz – que la Declaración
también muchos adultos – no separan tajan- de los Derechos del Hombre se transcribie-
temente el tiempo en línea y el tiempo sin co- ra en parte en la Constitución Brasileña de
nectividad, ni el de estudio del que dedican 1824, mientras seguía existiendo la esclavi-
al entretenimiento. Reconocen su diferencia, tud? Más que recordar el argumento de aquel
pero pasan fluidamente de la lectura en pa- texto, me interesa recuperar el asombro que
pel al celular, de la búsqueda de información el autor de Ao Vencedor as Batatas sentía ante
al chateo lúdico (Gerber y Pinochet Cobos, los intentos de crear un Estado liberal mo-
2013; Winocur, 2015). derno en una sociedad organizada según la
economía del favor. Hasta la letra del himno
Instituciones, plataformas y de la República, escrita en 1890, estaba plena
aplicaciones de emociones progresistas pero despreocu-
pada de su sintonía con la realidad: “Nós nem
Cambiar las preguntas en el proceso de cremos que escravos outrora/ Tenha havido
investigación exige replantear qué significa hoy em tão nobre país”10 (outrora era dos años
hablar de instituciones culturales. Nadie duda antes, ya que la abolición ocurrió en 1888).
en nombrar como instituciones a la UNES- Hace treinta años, aquellas páginas de
CO, los museos y bibliotecas, las editoriales y Schwarz me sirvieron para examinar las ver-
librerías, las salas de cine, teatros y conciertos. siones de esa misma contradicción en otros
Pero ¿se puede usar el mismo término cuando países latinoamericanos. En 2020 la economía
buscamos información y entretenimiento en del favor se prolonga en el clientelismo, la co-
pantallas, cuando whatsappeamos o usamos rrupción cotidiana y la institucional, pese al
otras aplicaciones? Las editoriales fabrican cambio de partidos en los gobiernos. Me pa-
e-books y las productoras de cine cofinan- rece que la autodestrucción de esas institucio-
cian algunas películas con sitios de consumo nes políticas agrava los daños. Quiero incor-
digital, y sabemos que incluir esas actividades porar algunos nuevos desafíos de la era digital.
de comunicación electrónica de contenidos ¿Qué significa, para la investigación
modifican a toda la empresa. En una editorial, académica, el actual escenario de produc-
por ejemplo, condicionan el proceso de pro-
ducción, la cantidad y calificación del perso-
9. Versión en español en Schwarz, Roberto (2014). Las
nal que emplean o despiden, las cláusulas de ideas fuera de lugar. Meridional. Revista Chilena de Es-
contratación y las expectativas en el mercado. tudios Latinoamericanos, (3), Pág. 183-199. Recupera-
do de: https://meridional.uchile.cl/index.php/MRD/
El título de esta conferencia es un re- article/view/33391/35116 Acceso en: 01 fev. 2021.
conocimiento al artículo seminal de Roberto 10. “Ni siquiera creemos que esclavos de antaño / Ha-
bía en un país tan noble”, en traducción libre.

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ción-circulación-consumo o acceso a los toma la forma de un dispositivo organizado
bienes culturales? ¿En qué sentido Google, que busca el funcionamiento o la reproduc-
Facebook o Netflix podrían ser llamadas ción de esta sociedad, como resultado de una
instituciones? La investigación durante este voluntad original (acto de instituir) y de una
año y el curso que planeamos realizar en la adhesión, al menos tácita, a su supuesta legiti-
Universidad de São Paulo en 2021 se ocupará midad”. Esta definición es laxa porque quiere
de los procesos de desinstitucionalización de abarcar tanto costumbres como reglamentos,
la cultura, como la desaparición de ministe- el matrimonio y la universidad. En el ánimo
rios y otras instituciones públicas dedicadas de abarcar tanto sociedades simples como
a gestionarla, la asfixia presupuestal, los mo- las que incluyen aparatos administrativos, al
vimientos de artistas y gestores en defensa englobarlas bajo el término dispositivo, abre
de las instituciones y otras búsquedas de al- la posibilidad de incluir sistemas virtuales,
ternativas en varios países latinoamericanos. sin edificios ni complejos organigramas. Da
Es necesario reformular la noción clásica de espacio para hallar continuidades entre mo-
instituciones culturales en esta tensión con dos tradicionales de organización comunita-
las nuevas formas de producción, interme- ria y las formas de institución no física, o no
diación y acceso que impulsan los dispositi- principalmente física, que permiten hablar
vos digitales. de comunidades digitales.
¿Qué se ha venido entendiendo por El otro libro, Conceptos clave en comu-
instituciones? En Google Académico y Aca- nicación y estudios culturales (O’sullivan et al.,
demia.edu, sorprende la casi inexistencia de 1997), coordinado por varios especialistas en
textos que reconceptualicen este término. En medios y estudios culturales, entre ellos Tim
una búsqueda en diccionarios de sociología O’sullivan – que firma el artículo sobre ins-
y antropología de la cultura, así como de tituciones –, las define así: “las estructuras
comunicación – especialmente los de carác- duraderas reguladoras y organizadoras de
ter crítico – solo en dos encuentro artículos cualquier sociedad, que constriñen y con-
breves sobre instituciones. Pese a haber sido trolan a los individuos y a la individualidad”.
hechos hace más de veinte años, cuando In- Más adelante destaca “los principios y valores
ternet comenzaba a expandirse y no existían básicos según los cuales se organizan y coor-
redes sociales ni aplicaciones hoy protagóni- dinan muchas prácticas sociales y culturales”.
cas en la comunicación diaria, esos dos libros Ambas definiciones, hechas en un
dan elementos que nos serán útiles. caso por un antropólogo y en el otro por un
El Dictionnaire de l’ethnologie et de l’an- comunicólogo, señalan como rasgos claves
thropologie, dirigido por Pierre Bonte y Mi- lo duradero, la regularidad y la reproduc-
chel Izard (PUF, 1991),11 define la institución ción de la sociedad. Aquí surge la primera
como “todo lo que, en una sociedad dada, dificultad para extender el carácter de insti-
tuciones a movimientos sociales, que suelen
11. Versión en español en Bonte, Pierre & Izard, Mi- ser efímeros, y a dispositivos electrónicos o
chael (1996). Diccionario Akal de Etnología y Antropo- digitales que desaparecen o son parcialmen-
logía. Madrid: Ediciones Akal.

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te reemplazados (del Walkman y el casete puesta la hallamos en la centralización global
pasamos a Spotify y Youtube, de la radio al de las pocas corporaciones que controlan la
podcast). El mundo digital fomenta, en vez participación en las redes, la sustracción de
de la continuidad, la innovación y la inter- datos de los usuarios y la intromisión que
mitencia de comportamientos; de hacer za- realizan, mediante el poder que les da la ar-
pping a googlear. La desmaterialización de ticulación algorítmica de esos datos en las
la cultura propende a que las plataformas o instituciones nacionales, urbanas y locales.
aplicaciones se alejen de la lógica reproduc- La segunda cuestión es qué posibilidad nos
tiva de las instituciones. dejan de ser ciudadanos al someternos, esas
Este tránsito de la organización física corporaciones, a procesos mucho más opa-
de la vida cultural, en parte coincidente con cos que los de los aparatos gubernamentales
la globalización y desterritorialización, fa- de una ciudad o nación.
vorece experiencias que imaginamos eman- La fascinación que nos genera Inter-
cipadoras. Tim O’Sullivan decía, un poco en net como una red “abierta” de interacciones,
broma – solo un poco – que solemos pensar las ilusiones que engendró como vehículo
en las instituciones como edificios o sitios de democratización, se desvanecieron – sin
que conviene evitar: cárceles, tribunales, desaparecer – cuando en la segunda década
hospitales, residencias para ancianos. Pode- del siglo XXI percibimos que Google, Face-
mos agregar la casa familiar y la controlado- book, Amazon, Apple, Huawei, y unas pocas
ra estructura pueblerina como lugares rígi- más, nos hacen trabajar gratis y comerciali-
damente institucionalizados de los que nos zan nuestros datos, gustos y opiniones polí-
liberarían las comunidades transnacionales ticas. En los estudios sobre estas sociedades
de consumidores de imágenes, relatos y sig- clandestinas, que son las megainstituciones
nos identificatorios, en la ropa o el tatuaje, digitales, y sobre la capacidad o debilidad
por ejemplo, pues nos dan una compañía política de los movimientos sociales y las
electiva y mutable. rebeliones de los espiados (organizaciones
Sería posible hacer una sociología o de defensa de derechos humanos, feminis-
antropología de las instituciones digitales en tas, étnicos, la wikipolítica, Telegram etc.),
tanto éstas, como la familia, la escuela, la uni- apenas estamos comprendiendo cuál es la
versidad y la fábrica, socializan (González de nueva configuración de los poderes mun-
Rivera, 2019). Pero también desocializan lo diales, nacionales y globales.
articulado por las instituciones clásicas o ge- No puedo extenderme aquí relatando
neran disputas en los modos de interactuar la fecundidad de las investigaciones antropo-
entre distintas generaciones, niveles educati- lógicas sobre confianza y riesgo en los siste-
vos y por las maneras en que se insertan en mas expertos. ¿Qué entendemos por sistemas
las formas comunitarias, urbanas y naciona- expertos? En palabras de Anthony Giddens
les que siguen conteniéndonos. (1994, p. 37), son los “sistemas de logros téc-
¿Cómo socializan y cómo desocializan nicos de experiencia profesional que orga-
las instituciones digitales? Una primera res- nizan grandes áreas del entorno material y

23
social en el que vivimos”. Otro autor clave en Cátedra. Juan Ignacio Brizuela desarrollará
esta dirección es Ulrich Beck con sus estudios su investigación “¿Fuera de juego? La dimen-
sobre la sociedad del riesgo, donde el manejo sión territorial de los procesos de institucio-
centralizado y escondido es responsable de nalización, desinstitucionalización y reinsti-
gran parte de la despolitización de las insti- tucionalización cultural en América Latina”,
tuciones democráticas. Destaco la investiga- buscando reflexionar sobre la cultura pública
ción de un grupo de antropólogos españoles, efectivamente institucionalizada en las últi-
que desarrollan en su libro La sonrisa de la mas décadas en Brasil, Argentina y México a
institución estudios de campo sobre este pro- partir del programa puntos de cultura y del
ceso en instituciones de su país. Allí retoman movimiento de la cultura viva comunitaria
algo que Giddens dejó solo como sugerencia como fenómenos paradigmáticos de las polí-
para comprender el funcionamiento de es- ticas culturales latinoamericanas contempo-
tos sistemas abstractos: los puntos de acceso, ráneas. Sharine Machado C. Melo, a su vez,
o sea las ventanillas, las salas de recepción, realizará el proyecto “Poetas en tiempos de
los sitios en que los expertos se muestran a penuria”, que tiene como objetivo investigar
los profanos, eligen modos de hacer presente acciones en red articuladas por artistas, pro-
lo que está ausente, teatralizan la calculada fesionales de la cultura y otros miembros de
puesta en escena de la institución. ¿Cómo la sociedad civil brasileña, que resultan en la
entender, cuando nos tratan como clientes, elaboración e implementación de políticas
consumidores, asegurados, usuarios, su re- públicas para el sector. Su principal objeto de
ordenamiento de la pérdida de sentido y el estudios es el proceso de creación y aproba-
olvido de nuestra condición de ciudadanos? ción de la Ley de Emergencia Cultural Aldir
Los autores llaman institución no solo a los Blanc, en Brasil (Ley nº 14.017/2020)12.
organismos del Estado sino “a toda agencia Por mi parte, coloco ahora a los museos
formalmente constituida para la persecución como un ejemplo de mi interés por analizar
de fines a partir de un núcleo de saber ex- cómo intentan renovarse ciertas institucio-
perto” (Velasco Maillo et al., 2010, p. 18-19). nes en la era digital. Algunos están ensayan-
Deseamos poner a prueba estos enfo- do, especialmente en este año de pandemia,
ques en el examen de instituciones cultura- después de cierres prolongados y aperturas
les. En cierto modo, todas lo son porque estas temerosas, ir más allá de videos interactivos
reorganizaciones en la relación con los des- y guías descargables en el iPhone. También
tinatarios son trabajos con el sentido y con trascender el uso de big data para conocer a
el extravío del sentido que abruma a nuestra sus visitantes y a los que no van, calcular el
época. Pero nos especializaremos en algunas tiempo de atención, como hacen las televi-
instituciones propiamente culturales, desa- soras, las corporaciones editoriales y quienes
fiadas en sus modos clásicos de hacer y co-
municar cultura, por la era digital.
12. Una descripción más detallada del trabajo de los
Finalizo con algunos ejemplos de cómo investigadores de posdoctorado de la Cátedra está en
nos proponemos trabajar en este año en la el artículo “Instituciones en emergencia cultural” de
este mismo cuaderno.

24
guían su “política cultural” de acuerdo con tes internacionales y cruces imprevistos en el
las mediciones de hábitos y gustos. Además diseño originario.
de que estos cálculos suelen equivocarse por Andrea Giunta y los demás curadores
no tomar en cuenta diferencias cualitativas reaprendieron su oficio. La instalación de
– como veíamos en el caso de la lectura –, una exposición, dice Giunta, supone mover-
interesa conocer datos más finos para revisar se entre las salas siguiendo mapas e impul-
si los museos y otras instituciones culturales sos. También, sentir las zonas de contacto
pueden servir para formar ciudadanos que entre las obras; el campo magnético de cada
comprendan la interculturalidad, los dere- obra incide sobre las otras. “Esa particular
chos y deberes de la convivencia, las vías más combustión no puede experimentarse en el
sutiles para experimentar placer. mapa de una experiencia online”. Y al revés,
¿Pueden los museos, además de ser “la bienal online permite experiencias que el
guardianes de la memoria y promotores de la espacio físico limita”, travesías distintas que
experimentación, ayudarnos a reconfigurar pueden ser encaradas por cualquiera, no solo
el sentido de vivir juntos, de las relaciones no por los curadores. “En la sala, las relaciones
mediadas ni construidas adecuadamente por planeadas para las obras pueden modificarse.
las instituciones, como las que gestionan las En la red, pueden multiplicarse en muchas
migraciones y la solidaridad? opciones” (Giunta, 2020).
Y un emprendimiento aún más desa- Sé que no llegaremos a magnos des-
fiante: las bienales, que la emergencia de sa- cubrimientos al atender esta invitación de
lud ha dejado fuera de lugar. Unas veinte que la Universidad de São Paulo, este país donde
iban a realizarse en 2020 se postergaron. Sin queremos extender a las instituciones y a los
embargo, en Brasil la 12ª Bienal del Merco- procesos de institucionalización lo que ya se
sur, curada por Andrea Giunta e inaugurada dijo, precursoramente, sobre las ideas fuera
en línea el 16 de abril de este 2020, supo rein- de lugar; o lo que analizó Flora Süssekind en
ventarse: subieron videos con testimonios su artículo “De la sensación de no estar del
de experiencias de artistas en aislamiento todo”, donde evoca el retorno de Macunaíma
grabadas en celulares, programas educativos a la isla de Maratapá “en busca de la concien-
para las escuelas, como desde hace años tiene cia que allí había dejado y no encontró”.
este evento arraigado en Porto Alegre. Pero, Agradezco a quienes me convocaron
aunque nunca fue una “bienal airbnb”, visi- para abrir esta Cátedra, por primera vez a
tada como parte de un tour, dice Giunta, ella cargo de un latinoamericano (no brasileño),
y su equipo tuvieron que volver a preguntar- que me estimulen a rehacer la virtud de la
se cómo hacer irrumpir los núcleos temáti- antropofagia cultural, el estudio como apro-
cos – los feminismos, la creatividad afrola- piación creativa de las invenciones ajenas.
tinoamericana – en una plataforma virtual.
Los deseos de los artistas por participar no
disminuyeron y en las semanas que lleva la
Bienal físicamente cerrada se abrieron deba-

25
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26
INSTITUCIONES O
PLATAFORMAS:
PROYECTO Y
ACONTECIMIENTOS
Néstor García Canclini
Teixeira Coelho
Carla Pinochet Cobos

Teixeira Coelho – Después del discur- sar en una cierta escala latinoamericana. Co-
so inaugural del profesor Canclini en la Cá- mentaba conmigo mismo ahora que, mien-
tedra Olavo Setubal, tendremos, en esta par- tras decías que la forma es todo, yo sentía un
te, una conversación entre el propio profesor cierto asombro de lo bien que se puede orde-
Canclini, que todos ya conocen; Carla Co- nar una comunicación visual y transmitirla
bos, que está en Chile y es doctora en Antro- a públicos muy diversos. Y pensaba en una
pología de la Cultura, consultora en la oficina cierta extrañeza que da, después de lo que
regional Unesco de Chile para la Educación, hemos recorrido en muchas décadas, sobre
además de profesora de la Universidad Al- la desformalización del arte contemporáneo,
berto Hurtado; y yo, profesor coordinador de la búsqueda de pensamiento innovador más
un grupo de estudio sobre las Culturas Com- allá de los paradigmas tradicionales; de eso
putacionales en Instituto de Estudios Avan- un poco se trata lo que queremos conversar
zados de la USP. Le doy la palabra a Néstor. hoy. El tema que la Cátedra Olavo Setub-
Néstor García Canclini – Gracias, al se ha propuesto para este año en la USP
Teixeira. Es un gran gusto estar contigo y con aborda cómo las nociones de institución y de
Carla en esta conversación. Me parece que es instituciones culturales están siendo recon-
para celebrar el descentramiento del Institu- sideradas, especialmente en este año, en re-
to de Estudios Avanzados de la Universidad lación con los cambios socioculturales con-
de São Paulo, que tanto apreciamos, al pen- temporáneos. Quiero sugerirles un primer

27
tema de conversación. Mi impresión es que crática de las instituciones y, al mismo tiem-
hay una especie de desfase entre lo que son po, una muestra de la precarización, la falta
las instituciones culturales, los ministerios de apoyos institucionales hacia la cultura o
de cultura, los consejos nacionales – como de lugares que no piensan que lo más atinado
se llaman en cada país – o los museos, las sea incluir a las nuevas generaciones de artis-
salas de concierto, de teatro, los festivales de tas, de gestores culturales, de escritores. Me
música popular, respecto de los cambios en gustaría escuchar qué piensan ustedes desde
la gestión social de la cultura que han veni- sus perspectivas en Brasil, en Chile, sobre
do ocurriendo, a veces relacionados con las esta diferencia o desacuerdo.
instituciones, pero en gran parte desde las Teixeira Coelho – Carla, ¿quiere mani-
sociedades. Enumero rápidamente algunas festarse?
innovaciones. Por ejemplo, hemos cambiado Carla Pinochet Cobos – Sí. Estaba
mucho respecto de hace 20 o 30 años – tú pensando justamente en esa volatilidad de
conoces bien el tema, Teixeira – en cuanto a las nuevas instituciones que fue planteada.
los cursos de formación en gestión cultural. Es decir, la dificultad de las instituciones
La mayoría de los que hoy existen no existían tradicionales de dar espacio a las transfor-
hace 10 o 15 años. Yo mencionaría uno de los maciones contemporáneas vinculadas a la
ejemplos que a mí me llama mucho la aten- digitalización y la innovación, que era un
ción, es la nueva generación de curadores, de poco la propuesta de gatillo de la conversa-
investigadores en temas culturales, artísticos ción que planteaba Néstor en su charla. In-
y en la aparición en la última década – un cluso hoy, algunas instituciones culturales,
poco más, quizás, desde el principio de este sobre todo las creadas desde la emergencia
siglo XXI – de estadísticas y encuestas sobre joven, están funcionando también por pro-
cultura, sobre el rendimiento o el supuesto yectos. La idea de funcionar por proyectos o
rendimiento económico de las prácticas cul- de operar bajo la lógica de proyectos es algo
turales, sobre los públicos; muchos aspectos que vimos con Néstor en investigaciones en
con los que antes no se contaba. Las políticas México, en 2011/2012 en adelante13. Y obser-
culturales eran, en buena medida, iniciativas vábamos que los jóvenes estaban justamente
u ocurrencias de funcionarios o de élites y articulándose en redes culturales a través de
hoy tenemos cuentas satélites de cultura, un distintas estrategias enfocadas en un objetivo
conocimiento sofisticado de muchos públi- particular, digamos, en proyectos. Las redes
cos (todavía insuficiente). Y un último punto digitales y sociales han permitido a las nue-
que sí, me gustaría destacar es el desarrollo vas generaciones de creadores de funcionar
independiente de la creatividad en gene- mediante proyectos y creo que también esa
raciones jóvenes. Me parece que esa es una lógica está contaminando la dimensión ins-
respuesta que, en buena medida, va ligada a titucional. Bajo una lógica de simulacro o de
otras áreas de independencia y diferencia en apariencia de institución, muchas de las ma-
relación con las generaciones recientes. Pero,
13. García Canclini, Néstor & Urteaga Castro Pozo,
también, una diferencia con esa inercia buro-
Maritza (2011).

28
neras de plantear posibilidades de creación tedra Olavo Setubal. Se trata de un tópico que
están tomando el lenguaje de lo institucional ayer, conversando con usted, quedó de nuevo
y movilizándolo en función de estos peque- evidente para mí. La Cátedra Olavo Setubal
ños emprendimientos que surgen y que se se propone discutir la cuestión del Arte, de
desbaratan con una temporalidad distinta a la Cultura y de la Ciencia, de una manera
la larga duración de las instituciones conven- convergente. De la manera como entiendo la
cionales, de las instituciones de la moderni- cuestión de la ciencia y la cuestión de la cien-
dad. Obviamente existe todavía, en la trama cia aplicada en nuestra discusión, en nuestro
de muchos países, esta estructura de institu- campo, lo que está en juego es no solo discu-
ciones grandes que albergan en sí varios pro- tir las prácticas, no solamente proponer pro-
yectos. Pero lo que yo veo en las emergencias gramas más adecuados, más convenientes
son pequeñas instituciones que surgen y se en los días de hoy, sino – antes de eso y para
disuelven, justamente a partir de esas redes crear condiciones de realizar eso – intentar
digitales, a partir de los recursos del diseño entender cómo se procesa el discurso sobre la
gráfico, de la posibilidad de posicionarse es- cultura y el discurso sobre la política cultu-
tratégicamente en distintos sectores. Y tienen ral. En otras palabras, cuál es el discurso de la
un aliento más corto; se van desvaneciendo institución sobre la cultura y sobre la política
en función de que esos objetivos pueden ir cultural. Bajo este aspecto, noto – y no es de
desapareciendo también. Entonces creo que hoy – un gran desajuste entre el discurso de
hay una cuestión generacional, con un ritmo la institución y el discurso del objeto que la
nuevo, una temporalidad distinta a la que institución declara como suyo, considerando
pudimos observar en las instituciones tradi- que el objeto de la institución es la cultura o
cionales a la que, me parece, podríamos atri- el arte y, de modo más amplio, la política cul-
buir parte de este desacople, de este quiebre tural. Partiré de un ejemplo, Néstor, que está
respecto de una estructura más rígida de las en su propio discurso de unos minutos atrás,
instituciones convencionales. Creo que eso su discurso inaugural en la Cátedra, que an-
tiene grandes potencias pero, al mismo tiem- tecedió nuestra conversación. Usted cita a
po, problemas, que son los que estuvimos le- Tim O’Sullivan. En esa ocasión, usted estaba
vantando en ese trabajo de campo y en otras hablando de los conceptos de institución, de
investigaciones que han ido apareciendo en lo que significa una institución, cómo se de-
los distintos países latinoamericanos. Creo fine, cómo se describe la institución, y usted
que la pregunta por el ritmo, por las tempo- menciona a Tim O’Sullivan, que escribió un
ralidades, es muy significativa para poder ir artículo en un libro que se llama Conceptos
pensando en lo institucional. clave en comunicación. La descripción de
Teixeira Coelho – Bien, Néstor, que- Tim Sullivan14 es la siguiente: ¿Qué son las
dándonos dentro de su proposición, me gus- instituciones? Son “las estructuras duraderas,
taría poner otra carta sobre la mesa que está, reguladoras y organizadoras de cualquier so-
me parece, muy relacionada con su discurso
inaugural y también con el objetivo de la Cá- 14. O’Sullivan, T., Hartley, J., Saunders, D., Montgo-
mery, M., & Fiske, J. (1997).

29
ciedad, que constriñen y controlan a los indi- tico, casi que unísono, que apunta solamen-
viduos y a la individualidad”. Y más adelante te para un lado de la cuestión y deja afuera
Tim O’Sullivan dirá que son “los principios y el otro, que es una marca de todo discurso
valores básicos según los cuales se organizan ideológico. Esto no viene de ahora. Para ce-
y coordinan muchas prácticas sociales y cul- rrar esta observación inicial, ustedes vieron
turales”. Veo en esta definición de O’Sullivan, que, en mi discurso de recepción al profesor
Néstor, un ejemplo de ese desbalance entre Canclini, me centré mucho en un único li-
el lenguaje de la institución, el lenguaje so- bro suyo, posiblemente el más reciente, Pis-
bre la institución y el lenguaje del objeto que tas Falsas que, me parece, abre una ventana
la institución dice tratar, que son el arte y la muy importante para entender esa paradoja
cultura. ¿Dónde está ese desequilibrio? Ese y apuntar para una falla central en el discur-
entendimiento de Tim O’Sullivan me pare- so sobre el hecho de cultura. En este libro en
ce colocar todo el peso en un solo polo de particular, Néstor no oculta todo un lado
algo que, en realidad, tiene dos polos, lo que controvertido, paradójico, que existe en la
me lleva a considerar su abordaje como algo cultura y que debería, a mi ver también, ser
maniqueísta. Cuando dice que la institución incorporado por el discurso sobre la cultura.
es aquello que constriñe y controla la vida de No daré aquí todos los ejemplos que apare-
los individuos y la individualidad, está olvi- cen en el libro; hay varios que ilustran este
dándose que la institución es exactamente, y punto, fundamental para abordar la cues-
al mismo tiempo, aquello que hace posible la tión de la institución. El libro en sí, como un
vida, la existencia, el aparecimiento y el creci- todo, es un desmonte de la institucionalidad
miento del individuo y de la individualidad. y del discurso sobre la política cultural. Mi
Lo que quiero decir con esto es que parece propuesta es que varias de las sugerencias,
que en la expresión de Tim O’Sullivan – que no siempre explícitas, que aparecen en el li-
lo tomo aquí como ejemplo de un gran nú- bro de Néstor sobre cómo tratar el asunto,
mero de pensadores – deja de lado, o no re- son sugerencias que deberíamos incorporar
conoce, o no admite que hay algo embutido, en la discusión sobre la cuestión de la insti-
en la institución – algo que es una paradoja. tucionalidad y, eventualmente, en el intento
La institución controla y coacciona al indivi- de rescatar esa institucionalidad del impasse
duo, sin ninguna duda; pero es la institución en que ella se encuentra hoy, y que lleva al
la que le permite al individuo surgir como debilitamiento brutal de ella misma, al cual
individualidad y, eventualmente, asociarse se suma el desmonte promovido por los po-
en colectividad. ¿A qué me refiero? Hoy en líticos, por el sistema político. Resumiendo,
día, me parece que el discurso sobre la cul- intento dejarlo más claro: constato un des-
tura y la política cultural está negándose a equilibrio entre lo que es propio del objeto
reconocer que cultura y arte son, fundamen- del discurso de la política cultural – y consi-
talmente, fenómenos paradójicos. La figura dero que la institucionalidad es un discurso
de la paradoja está siendo sacada de escena. concreto sobre la política cultural – y aquello
Y eso nos arroja hacia un discurso monolí- que es, de hecho, propio del objeto de ese dis-

30
curso y de esa institucionalidad, propio del ción. Una sería, por ejemplo, las autocríticas
arte y cultura. Arte y cultura están hechas de de muchos arquitectos; aun de algunos de los
paradojas; el arte, mucho más que la cultura que han hecho grandes construcciones nar-
– pero la cultura también está hecha de pa- cisistas y protagónicas, como el caso de Rem
radojas. Y Pistas Falsas da ejemplos valiosos Koolhaas, que hizo muchas en el mundo, tra-
de eso. Esa es mi carta inicial para, en segui- tando de imponer su figura y su formato, su
da, discutir si ustedes creen que vale la pena. forma de pensamiento, su discurso a muchas
Néstor García Canclini – Me genera instituciones de todo tipo. La última exposi-
muchas asociaciones lo que estás diciendo. ción que hizo, a principios de este año 2020,
Sin duda es de gran importancia introducir en el Guggenheim de Nueva York, plantando
esta idea de lo que el discurso dice sobre las creo que tomates, sí, tomates, en la avenida
instituciones y pensar la noción de discurso sobre la que da el Guggenheim, proponiendo
de un modo que va con una semiología que una alteración del recorrido que después se
ya tiene décadas. En América Latina tuvimos iba a hacer dentro del museo, ¿no? Hay un
una figura en ese sentido, Eliseo Verón, que desafío que creo que es mucho más evidente
habló de que no hay textos sin contextos, no en lo que destacaba Carla cuando hablaba de
hay discursos sin relaciones sociales que le pequeñas instituciones. No sólo las venera-
den un sentido. Y llevando esto al campo de bles del siglo XIX o mitad del XX, o éstas de
las instituciones, evidentemente, se ha anali- los arquitectos escenógrafos. Estoy pensando
zado especialmente a propósito de los mu- en los museos comunitarios, en las institu-
seos, pero también de otras, que no es solo lo ciones surgidas a partir de necesidades de
que hay como colección en un museo, sino un barrio, en muchos Medialab (estoy pen-
lo que dice el edificio desde que uno ingre- sando en el de Madrid, pero hay algunos de
sa, subiendo escaleras esforzadas, o teniendo América Latina). Hay muchas instituciones
que ver una arquitectura que ha asumido que se han generado a partir de necesidades
cada vez más un papel protagónico en la de- locales. Y yo no sé – lanzo la cuestión para
finición de lo que debe ser un museo. Pienso que la sigamos comentando – en qué medida
en el de Bilbao, pienso en muchos, Guggen- algunos de los buenos curadores, de los que
heim, el de Nueva York también, que condi- para mí serían más atractivos, más estimu-
cionan la experiencia de lo que significa re- lantes, están repensando muchos museos, no
lacionarnos con el arte. Creo que eso se llevó como institución, sino como plataforma. Po-
a un exceso tal que, en la arquitectura de los siblemente habría que hacer una genealogía
últimos años, hay una reacción contra esa de este uso de un discurso extraño al mun-
forma constrictora, contra esa imposición, do institucional, dentro de las instituciones,
precisamente, que señalabas en la definición pero posiblemente esa noción de plataforma
de Tim O’Sullivan, de ver el arte y la cultu- está tomada de las plataformas digitales y del
ra a la vez como estructuras que organizan imperialismo de lo digital sobre nuestra vida
prácticas individuales. Asimismo, creo que cotidiana institucional, más formal. Pero, en
hay reacciones contra este modo de imposi- todo caso, me parece que ahí hay una vía

31
para redefinir las instituciones. Es muy sig- plantea Néstor, existe en América Latina una
nificativo, en ese sentido, el libro de Carla15 genealogía de desborde de lo museal y de lo
que, cuando decidió estudiar museos inno- institucional en general, que nos habla de
vadores, tomó dos museos que son como an- estrategias desde abajo o de estrategias que,
timuseos: el “Museo del Barro”, en Asunción de algún modo, reinventan las funciones de
(Paraguay), y el “Micromuseo Al Fondo Hay lo institucional, para adaptarlas a su contex-
Sitio”, de Perú. Son dos experiencias que, en to. O más bien, al revés, son esos contextos
el caso del museo paraguayo, construyen un los que van moldeando lo que puede llegar
edificio, construyen una institución, inter- a ser una institución en esos espacios. Me
viene un arquitecto, pero a partir de colec- parece que, desde algunas líneas rupturistas,
ciones múltiples, que entremezclan lo que se disidentes, provocativas y otras más conven-
ha llamado arte, culto popular, vanguardia, cionales, hoy se difuminan las fronteras de lo
artesanía etc. Y allí detonamos la noción de institucional y la vuelven productiva a lo que
institución, me parece, y es una posibilidad está sucediendo en esa trama social.
de repensar las instituciones a partir de lo Para no volver a los casos que ya men-
comunitario y de esta noción de plataforma, cionó Néstor, yo veo hoy día el contexto de la
aún para las magnas instituciones. Seguimos pandemia, y cómo eso ha trastocado brutal-
contigo, Carla. mente a la mayor parte de las instituciones,
Carla Pinochet Cobos – Quisiera re- los modos en que se han ido reinventando,
tomar un poco la provocación que hacía el buscando maneras de operar, aunque sea di-
profesor Teixeira, respecto a este desfase en- gitalmente… En el contexto de Chile, donde
tre el lenguaje y el objeto, el discurso y el ob- hubo un estallido social en octubre del año
jeto de las instituciones culturales para pre- pasado y un reajuste importante del panora-
guntar si es que eso no ha sido siempre un ma político, son museos que también se con-
hito constitutivo de la dificultad de la institu- virtieron en comedores populares, museo
ción cultural o si es que tiene una genealogía huerto-comunitario… Digamos que la fór-
un poco más nueva, más reciente. Es decir, si mula podría resumirse como museo-slash:
responde a transformaciones en las escenas museo-escuela, museo centro político, mu-
culturales contemporáneas. Históricamente, seo espacio de articulaciones sociales di-
las artes del siglo XX reaccionan a la dificul- versas que, sin duda, no coinciden o no se
tad del lenguaje burocrático, institucional y restringen a la definición moderna, metro-
están permanentemente buscando puntos politana, occidental de lo que tendría que ser
de fuga, buscando desbordes, maneras alter- un museo, de lo que tendría que ser la ins-
nativas de relacionarse con lo institucional, titución. Entonces, me parece que ese es un
de romper abiertamente, críticamente, con primer punto para aterrizar este panorama
las estructuras institucionales y también de latinoamericano a la pregunta de lo institu-
reinventarlas. Yo creo que, en línea con lo que cional. Mirando, también, la presentación de
Néstor y la pregunta sobre cuáles han sido
las definiciones de institución y de por qué,
15. Pinochet Cobos, C. (2016).

32
todavía, no podemos encontrar nuevas ma- vuelvo a la pregunta o a los planteamientos
neras de plantear o de conceptualizar una de Teixeira, cuando hablaba de este desfase
institución que responda a las innovaciones entre el objeto y el discurso con el que se ela-
digitales y tecnológicas en general, yo me boran el arte y la cultura. Yo creo que es esa
acordé de un texto muy antiguo de Roger indeterminación, esa tensión, que también
Bastide16. En Arte y Sociedad él habla de dos puede ser muy productivamente planteada
trayectorias, dos tradiciones de la institución. como puente, como una mediación. Es decir,
Por un lado, la más convencional, que remite las instituciones culturales tienen una voca-
al sentido común, le llama instituciones-per- ción de trabajar con lo institucional no sólo
sonas a esas que serían, básicamente, una en el orden de un organigrama, de funciones
idea de empresa o de obra que se mantienen o en un espacio físico, sino que también ne-
en el tiempo y que adquieren una estructura cesitan, creo yo, esa fuerza, esa energía que
jurídica para poder prolongarse en el tiempo. viene de trabajar en algo que tiene que ver
Esa es una definición a la que solemos alu- con la elaboración del sentido. Quería com-
dir cuando hablamos de instituciones. Pero partir esas ideas en torno de la noción de ins-
la otra nos remite a toda esta tradición so- titución que, me parece, orbitan en torno a lo
ciológica, a Durkheim, y él les llama las ins- que ustedes están planteando.
tituciones-cosas. ¿Cuáles eran estas institu- Néstor García Canclini – Una breve
ciones-cosas? Las instituciones sociológicas, mediación entre lo que esperamos que nos
en la primera acepción del término; aquello diga ahora Teixeira, retomando la diferencia
que nos vincula a una serie de costumbres, que él hacía entre cultura y arte, los desfases,
de valores, de formas en común y que nos en principio yo he escrito sobre esto estando
une como sociedad. Ese pegamento social es, de acuerdo y, a la vez, veo entrelazamientos
digamos, la matriz institucional de una so- inevitables. En buena medida, la historia del
ciedad, a pesar de que no se materializa ne- arte nos muestra casos, no todos, de artistas
cesariamente en edificio, en infraestructura que aspiraban a institucionalizarse, que aspi-
cultural o de cualquier tipo. Yo creo que las raban a hacer cultura y no solo arte. Y algu-
instituciones culturales – tratando de pensar nos lo consiguieron, es decir, instalaron có-
cuál sería la especificidad de las instituciones digos. Pero, por otro lado, podíamos pensar
culturales a diferencia de los bancos, los hos- desde la cultura, cómo se beneficia cuando
pitales o cualquier otra institución – pueden es subvertida, alterada, estimulada a reimagi-
tener que ver, justamente, con moverse entre narse, con algo que yo llamaría un poco más
una cosa y otra, entre una definición y otra. que arte, que es creatividad. Esa creatividad
Están en una especie de intersticio entre la puede surgir desde luego, desde los llama-
institución-persona y la institución-cosa, dos “especialistas”, entre comillas, que son los
me parece. Porque, justamente, nos obligan artistas o escritores, cineastas, y puede sur-
a pensar la dimensión del sentido. Y ahí gir del propio proceso de circulación de las
obras y de recepción por públicos diferentes,
que alteran su significado y hacen que algo
16. Bastide, R. (2006 [1972]) Arte y sociedad.

33
que era planteado como cultura, como bien del libro de Néstor es el autor Néstor, eso des-
cultural, hasta patrimonial, sea resignifica- pués él lo dirá. Pero hay un pasaje en Pistas
do cuando es absorbido y produce nuevos Falsas donde se presenta una pista muy inte-
sentidos que, a veces, al propio artista que lo resante para saber cómo funciona la cabeza
generó, si aún vive, lo sorprende. ¿Cómo ves de la institución macro. El narrador del libro
esto, Teixeira? de Néstor hace una distinción entre patri-
Teixeira Coelho – Yo lo veo como algo monio, que es la sumatoria de las respuestas
muy complicado [risas]. Me parece que es- que una sociedad encontró para enfrentar su
tamos hablando aquí de las instituciones en tiempo, y la literatura. Tomaré la palabra lite-
dos esferas diferentes. Una es la institución ratura en el sentido más amplio de arte o de
que yo diría de mediano porte, de mediano creatividad, creatividad de un modo que no
alcance, la institución propia de un museo, es el de la ciencia. Patrimonio es la sumato-
por ejemplo. De inicio, yo estaba hablando de ria de las respuestas que una sociedad encon-
una institucionalidad mayor que la del mu- tró para enfrentar su tiempo y la literatura, o
seo, que es la institucionalidad de la política el arte; trata de las preguntas que no tienen
cultural de una ciudad, de una provincia o de respuesta. La institucionalidad de la política
un país, y que, en principio, está hecha para cultural – sea cual sea el partido que tome
ayudar a esta institución de mediano porte – desea mucho encontrar respuestas y dar
a existir – un museo, un cine, un centro de respuestas. Y, cuando no encuentra respues-
cultura – o cuyo objetivo es impedir que esta tas, fuerza o forja una respuesta; apunta para
institución de mediano porte cumpla su pa- una respuesta dada. La institución no quie-
pel. Tal vez estoy presuponiendo cosas que re saber de aquello que hace preguntas, ella
no están siendo dichas aquí, pero siento que quiere respuestas. No reconocer que hay, en
la apuesta de Carla, por ejemplo, sería que las la cultura, una parte de las prácticas que trata
instituciones medianas como un museo, un de cuestiones que no tienen respuesta impide
centro de cultura, pueden, eventualmente, que la máquina de la institución, de la macro
alcanzar sus objetivos de promover una re- institución, cumpla los objetivos que ella dice
fundación de la cultura, del uso de la cultura, tener, pero que no tiene – y que tiene cada
de la creatividad, como dice Néstor, casi que vez menos. Aquí, incluso, introduciría otra
independientemente de la macro institucio- pregunta de Néstor – o tal vez fue Canclini
nalidad, que es aquel conjunto de reglas que quien hizo esa pregunta, no Néstor –, una
permite la existencia de estas instituciones pregunta del 2003. Venía entre comillas en
medianas. En la esfera de la macro institu- el original y las mantengo aquí: “¿Será que
cionalidad es que digo que hay un desba- la mejor política cultural es aquella que no
lance entre la realidad y el discurso. Retiro existe?”. Casi diría que, tratándose de la ma-
un ejemplo del propio libro de Néstor, Pistas cro institución, o sea, ese conjunto de reglas
Falsas, un pasaje muy interesante... No diré que organiza – de arriba hacia abajo – la vida
que ese pasaje sea Néstor; se trata del narra- cultural de determinado lugar, desde arriba,
dor del libro de Néstor; no sé si el narrador es mejor que efectivamente no exista. En rea-

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lidad, ya no está más existiendo. Por lo me- lle haciendo arte, haciendo cultura. Aun así,
nos es la situación aquí de Brasil. Eso quedó también éstos defienden la idea de que lo que
bastante claro ahora en los últimos, digamos, debe prevalecer es el patrimonio, esto es, las
cuatro años. Tal vez incluso un poco más que respuestas. Cambian las personas pero la es-
eso. Hace tiempo ya que la institución se vol- tructura permanece. En el gobierno y en la
vió un obstáculo muy grande, porque quiere institución que dice oponerse al gobierno. En
encontrar las respuestas. Y no me refiero solo el caso de Brasil, a partir de un determinado
a la institucionalidad de los entes guberna- momento, digamos a partir de los años 30,
mentales: los colectivos, como se suele decir, 40, el discurso de la gran institucionalidad y
no son menos institucionales. Esa institucio- el discurso de los practicantes, de los crea-
nalidad es ciega y sorda para aquello que se dores, entró en un choque total. Y nosotros
opone al patrimonio, para aquello que lidia nunca más, nunca más, conseguimos rehacer
con lo que no tiene respuesta. Eso, para mí, el puente entre estos dos territorios, entre
es una barrera estructural. Seré, tal vez, de- el patrimonio y la literatura, como escribió
masiado radical aquí, pero la acción que las Néstor, o entre el patrimonio y el arte.
instituciones medianas, como un museo, un Néstor García Canclini – Quisiera re-
centro cultural, a duras penas, logran llevar cordar ese texto de que la mejor política cul-
adelante es contrariada por el peso de la tural es la que no existe…
macro institución, esa que hoy existe y sea Teixeira Coelho – Que era una pregun-
cual fuera, que ejerce una fuerza en sentido ta, era una pregunta, ¿no? Hacías una pre-
opuesto. Eso hace que la institucionalidad de gunta en ese caso, ¿no?
la cultura – y de cierto modo eso no deja de Néstor García Canclini – Eso, sí. Justa-
ser un alivio – en un país como Brasil, fracase mente, como pregunta… tendría que releer
por completo. Para dar un ejemplo y evitar la el texto y puede ser interesante la distancia
idea de que es una opinión subjetiva: en los que hoy siento y la cercanía, también, que
últimos, déjenme ver, en los últimos 23 años siento por el texto. Porque creo que lo que
o 24 años… 23 años, tuvimos 21 ministros me motivó a escribirlo y publicarlo en uno
de cultura. La vida promedio de un minis- de los principales suplementos literarios de
tro de cultura en Brasil es de un año y cuatro México, que ya no existe como suplemento
meses. Esto significa, teniendo en cuenta que literario-cultural, era el derrumbe que se veía
cada ministro que entra quiere eliminar, “bo- de lo que habían sido las políticas históricas y
rrar” aquello que fue hecho antes y comenzar el papel del Estado como “actor público”, con
desde cero, significa que hace 23 años que todas las comillas que queramos, en la his-
no existe institucionalidad macro en un país toria de México que, como sabemos, ha sido
como Brasil. Y no existe esa institucionalidad mucho más potente que en cualquier otro
macro, entre otras cosas – falta de recursos, país latinoamericano y con mayores conti-
falta de competencia, de capacidad – por- nuidades, sobre todo mientras gobernaba el
que lo que busca la institucionalidad mayor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
no es aquello que busca quien está en la ca- Entonces, recuerdo que estuvo motivado por

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un cierto malestar que me generaba a mí que tido. Para mí hay un papel de lo público que
hubiera una desresponsabilización del Esta- sigue siendo responsabilidad del Estado re-
do, respecto de la vida cultural de México. concebido – a su vez, algo que nos parece ab-
Pero también había, si recuerdo bien, un sen- solutamente utópico e irrealizable – desde la
tido de ironía porque veíamos la transición, sociedad y desde sus necesidades efectivas, o
en esas instituciones agónicas, hacia una des- más o menos expresadas democráticamente.
construcción que ya era irreversible y que no Vamos en una dirección contraria. Pero no es
era sólo el resultado de la incomprensión de una dirección… simplemente hacia el auto-
ciertos gobernantes, en ese caso del presi- ritarismo – hay muchos hechos autoritarios
dente Fox17 y su equipo, hacia la cultura, sino en el ejercicio del poder cultural en Brasil, en
el resultado de procesos internacionales en Chile, en México y en otros países latinoa-
los cuales sucedían muchas de las evidencias, mericanos –, sino hacia una reconsideración
que mencionabas, de la asfixia presupuestal, del sentido de las instituciones que, a mi pa-
de las instituciones culturales, del desinterés recer – estoy pensando en algunas institucio-
y la incompetencia de las autoridades cul- nes de México, como la Cineteca Nacional,
turales. A ese presidente, en un discurso, le algunas bibliotecas comunitarias y muchas
habían puesto una frase de un escritor para otras –, están rehaciendo ese sentido de lo
que leyera y dijo: José Luis “Borgues”. Ese público con el poco presupuesto que tienen
era el nivel. Y, a la vez, a mí hoy me suscita pero concibiéndose como representantes de
una doble pregunta: por un lado, esta idea un interés público que ellas deben abrir y no
que avanzaba de repensar las instituciones simplemente representar; no colocarle como
como plataformas que deben ofrecer opor- corset a la sociedad, sino como oportunidad.
tunidades para que la acción cultural, artís- ¿Carla, qué piensas sobre esto?
tica – con la mayor libertad de posibilidad Carla Pinochet Cobos – Quiero ha-
de experimentación – juegue, trabaje con la cer una nota sobre el primer tema que se
sociedad en el sentido productivo que en el está abordando respecto de este proceso de
arte implica lo lúdico; porque si no, no hay desinstitucionalización. Ahí habría que ha-
productividad pensante. Y ahí me parece que cer una gran salvedad con respecto a la di-
hay una responsabilidad del poder público versidad de los contextos locales en América
que permanece, aunque debería reconfigu- Latina. Yo creo que en México; en Brasil, sin
rarse. Un poder público como el Ministe- duda; en Argentina, ese proceso se vive como
rio de Cultura, que ponga plataformas y no una pérdida de derechos, ¿verdad? En línea
instituciones rígidas que prescriben, o pre- con esta lógica de la desciudadanización.
supuestos asignados por interés político, o Me parece que en lugares como Chile – pero
desasignados por enemistad. Me parece que también como Paraguay o Perú – lo que en-
es otra manera de pensar la necesidad de que contramos es una larga historia, también, de
esas instituciones innoven, cambien de sen- políticas culturales basadas en la ausencia
de políticas culturales. En el fondo, espacios
17. Vicente Fox fue presidente de México de 2000 a culturales que terminan supliendo las obli-
2006.

36
gaciones o los lineamientos que debería estar me dice: “Aquí, la política cultural – pensan-
elaborando el Estado y que se desarrollan, a do en la dictadura de Stroessner – ha sido
veces, en contextos muy hostiles. Nuevamen- la no política cultural”. Es decir, una política
te, quiero volver a lo que ha pasado en el úl- por defecto, una política de la hostilidad, de
timo tiempo, en Chile, por ejemplo, para dar la represión y de la censura. Obviamente han
cuenta de la envergadura de esa subvención cambiado algunas cosas en los distintos paí-
a la labor estatal que realizan los creadores ses, pero yo creo que también estos sectores
culturales. Por una parte, ha habido distintas culturales más pequeños… hoy en día viven
estrategias de emergencia, desde rifas, bin- esa desinstitucionalización de un modo di-
go, ollas comunes, estrategias solidarias de ferente al de la gran institucionalidad de la
donaciones, o de todo tipo, que están en el que hablaba el profesor Teixeira. Lugares
plano más pequeño, sin duda. Pero también como Brasil, México o países que han tenido
había un trabajo de gestionar la ausencia de una infraestructura cultural de otro orden,
medidas por parte del Ministerio de Cultura, de otra envergadura y también una manera
que ha brillado por su ausencia, que ha sido de pensarla mucho más orgánica. Ese era un
incapaz de generar algún tipo de medida de aspecto que quería retomar. También me re-
contención. El sector cultural estableció una feriré brevemente a esta idea de la platafor-
mesa de negociación, bajándose luego de la ma como lenguaje de lo institucional para
mesa, porque no conseguía ningún efecto, y la apertura hacia una nueva forma de hacer
luego elaboró una bancada cultural, es decir, cultura. Yo creo que, nuevamente, nos encon-
van al poder legislativo, a buscar interlocuto- tramos con un tema generacional, con una
res para sus demandas. Han generado hojas reacción de parte de las nuevas generaciones
de ruta, protocolos, distintas medidas, tanto a lo autoritario, a lo rígido, a lo estructurado,
en lo práctico como en el trabajo a media- a cierta forma de construcción de los saberes
no plazo para poder seguir subsistiendo. En que no son deliberativos, que no son colabo-
Chile, el sector cultural ha sido el más afec- rativos. Pero, sin embargo, quisiera también
tado por la crisis. Estamos hablando de que registrar que esas soluciones – que en buena
un 44% de las personas que se desempeñan medida celebro – y estos discursos de empo-
ahí están desocupadas, o sea, perdieron su deramiento de lo comunitario, de lo popular,
trabajo o no han podido ejercerlo, porque, de lo diverso, han venido de la mano de una
sin duda, algo de la naturaleza de la cultura serie de otros cuestionamientos que también
y de las artes tiene que ver con la vida social, son interesantes de poner en escena. Un gran
con el contacto, la copresencia, con la socia- tema siempre ha sido el de los feminismos
bilidad que implica la vida pública. Incluso y cómo descentralizar, despatriarcalizar las
más que los restaurantes o los hoteles, los instituciones en distintos niveles. Creo, tam-
sectores culturales han sido muy, muy perju- bién, que cuando las instituciones ponen en
dicados. Entonces, también quiero recordar juego estos significantes, como lo comunita-
que cuando hacía trabajo de campo en Pa- rio, lo diverso o el supuesto de la plataforma
raguay, un entrevistado del Museo del Barro como un ideal horizontal de trabajo, viene

37
una reacción de parte de esas comunidades Lo que diré ahora está basado en una con-
que no terminan de sentirse representadas, vivencia que estoy teniendo, desde media-
que de algún modo creen que esos mecanis- dos de los años 1980, con jóvenes gestores
mos terminan tributando más al Poder que de cultura. Jóvenes gestores de cultura son,
al verdadero empoderamiento de las comu- normalmente, secretarios de cultura de ciu-
nidades. Entonces, me parece que es intere- dades del interior de Brasil. Son, por lo tanto,
sante observar esos procesos que describe jóvenes que, teóricamente, están en la misma
Néstor, también con las reacciones que han sintonía de onda que los jóvenes que ellos
suscitado, también con las desconfianzas que atenderán, a pesar de que no atiendan solo a
eso gatilla en distintos sectores de la pobla- los jóvenes. Significa que unos y otros deben
ción; desconfianzas de distinto orden, algu- vivir, deben haber vivido, más o menos, las
nas con más razones que otras. Pero creo que mismas aspiraciones y desencantos. ¿Dónde
este discurso de la caída de la vieja escuela, está la tragedia de la cultura? ¿Por qué hablo
de la autoridad y de la estructura centraliza- de las voces críticas y qué tienen que ver con
da, asume un riesgo que es muy interesante esos jóvenes? Esos jóvenes, aunque sean se-
observar, que es el de que proliferan voces cretarios de cultura, son muy frecuentemente
críticas. Y esas voces críticas no se van a con- críticos. Aunque el alcalde o intendente – que
tentar simplemente con un maquillaje de lo está por encima de ellos – sea de un partido
colaborativo o de lo comunitario. Entonces, conservador o reaccionario, ellos tienen una
entramos ahí a temas complejos, de cómo visión crítica. Pero cuando veo el comporta-
se construye verdaderamente participación miento concreto y el discurso de esos jóve-
desde abajo o de algún modo verdaderamen- nes gestores de cultura, veo que ese discur-
te inclusivo. so busca lo mismo que busca la institución
Teixeira Coelho – Reincidiré en esa mayor que ellos refutan. ¿Qué busca la ins-
cuestión y tal vez la haré más dramática. Di- titución mayor? Una respuesta. ¿Qué buscan
gamos que existe, en realidad, una tragedia ellos mismos? Una respuesta. Esos jóvenes
de la institucionalidad; uso aquí la palabra gestores culturales y, claro, la institución ma-
“tragedia” en el sentido en que era utilizada yor detrás de ellos, aún no entendieron que
en el teatro griego. “Tragedia”: aquello que no cultura y arte son una cuestión de paradoja.
tiene salvación, no tiene reparo. No es drama. Y si no cambian su comportamiento, si no
El drama tiene altos y bajos, el héroe sufre entienden eso, si no entienden que las cosas
un revés, fracasa en determinado momento, que proponen en arte y cultura son cosas que
pero él puede recuperarse, subir y así sigue. no tienen respuesta, y que es así como tienen
Normalmente, los dramas acaban bien. La que ser apoyadas y sustentadas, la institución
tragedia no acaba bien. Usando aquello que mayor se debilita. Y, si se debilita, permanece
Carla acaba de decir de las voces críticas, me como un fantasma acechando a las personas.
parece que las voces críticas tienen que sa- Y es ahí donde veo una tragedia. Citaré otro
ber lo que dicen, y ellas tienen que saber por pasaje del libro Pistas Falsas. No sé si ese pa-
qué lo están diciendo y qué están diciendo. saje es otro que debo atribuir al narrador del

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libro o al autor del libro. Sé que, ciertamente, final de algunas conferencias. “Bueno, pero
no puedo atribuirlo a Canclini. Se lo atribui- ¿usted es optimista o es pesimista?” Y yo he
ré, entonces, a Néstor. Mencioné, hace poco, dicho algo una vez y lo sigo pensando, que
aquella distinción entre patrimonio y arte ninguna de las dos nociones son producti-
hecha por Néstor: patrimonio, el conjunto de vas para el conocimiento, ni tampoco, diría
las respuestas que la sociedad encontró para ahora, para encontrar cómo convivir y con
enfrentar las preguntas que la acorralaban en sentido. El sentido y la pérdida del sentido es
el pasado; arte, esa práctica que sabe que no algo que se ha agudizado en esta pandemia. Y
encontrará las respuestas. Partiendo de ahí, me acuerdo de dos frases de dos mexicanos;
hay otro pasaje del libro Pistas Falsas donde una, de una escritora muy conocida, Margo
dice que el arte es aquello que supera lo real, Glantz, que cuando le preguntaron qué creía
que va más lejos que lo real, que “se adelan- que iba a cambiar después de la pandemia
ta a lo real” (2018, p. 93). Y noto que aquello – esto lo dijo como hace tres meses en una
que los jóvenes, aún hoy, por lo menos cuan- entrevista – dijo: “la gente cambia el primer
do llegan al curso que mencioné, lo que ellos mes y después vuelve a lo mismo”. Y otra, de
quieren es, en verdad, lo mismo que quiere un director de cine y gestor cultural, Ben-
la institucionalidad que ellos mismos conde- jamín Juárez Echenique, que es profesor en
nan. Esa institucionalidad, lo que quiere es Boston y que dirigió el Centro Nacional de
respuestas; lo que ella quiere es poner el pie las Artes, en México, decía – en algo que está
en lo real. Y mi duda, mi sospecha, es que, en YouTube, que vi hace poco – si en el fon-
aunque cambiemos de una institución de un do uno se pone a mirar qué es lo que se está
nivel medio, como el museo, por ejemplo, diciendo sobre el futuro, hay algo escondido
para una plataforma mayor, la misma insti- ahí, que es: “Yo quiero que el mundo cambie,
tucionalidad estará allí embutida y se repro- después de la pandemia, para que yo pueda
ducirá porque las preguntas que están siendo seguir haciendo lo que hacía antes”. Son dos
hechas a la plataforma – y que las personas respuestas con sentidos diferentes, pero me
esperan de la plataforma – son las mismas parece que nos ayudan a dejar, por lo menos
que esperaban de la institucionalidad mayor al final, una contribución a la pregunta por el
que ya no atiende sus deseos ni sus necesi- sentido: creo que muchos ya pensamos, des-
dades. Mi sensación es que las voces críticas de hace tiempo, que no la podemos contestar
critican la exterioridad del fenómeno – y es con grandes relatos, con teorías, con explica-
importante que ellas hagan eso – pero, al cri- ciones omnicomprensivas. Es una pregunta
ticar la exterioridad del fenómeno, apuestan muy abierta, hasta podríamos regresar a uno
al hecho que ellas mismas tienen una res- de los hallazgos que encontramos en aquella
puesta. Y es ahí que se equivocan. investigación que hicimos con más de diez
Néstor García Canclini – Supongo investigadores – entre los cuales estaba Car-
que, si tuviéramos oportunidad de recibir la aquí en México, hace casi una década – y
preguntas del público, nos seguiría ocurrien- vimos que ya los jóvenes trabajaban, no con
do lo que, tal vez, los tres hemos vivido al la idea de carrera, sino de proyectos. Yo ten-

39
go una impresión y me gustaría escuchar la ver atrás a ese orden, a esa mirada, digamos…
palabra de Carla, quizás para ir terminando, a esa normalidad que era el problema. Buena
que cada vez más, ante la imposibilidad de parte de las consignas del estallido social en
construir proyectos, en las generaciones jó- Chile – y que también han existido en otros
venes se trabaja con acontecimientos. Y se contextos, por ejemplo, en los movimientos
reacciona con indignación, con indiferen- feministas a lo largo de distintos países de
cia, con protestas antiacontecimientos. ¿Pero América Latina – han utilizado estratégica-
hasta dónde nos lleva esto? ¿Qué posibili- mente ese acontecimiento, esa performance,
dad de reconstruir algún tipo de institucio- esa campaña mediática, esa marcha multitu-
nalidad, que sea no sólo representativa de dinaria, en distintas escalas y bajo distintas
la diversidad ciudadana, sino que deje que lógicas. Y opera como una manera de acon-
existan ciudadanos? Porque ese es otro de los tecer, de irrumpir en una escena que se le ha-
aspectos que hemos perdido. No es sólo la bía negado históricamente a ciertos sectores,
institución, no es sólo el Estado, sino los lu- con el propósito de, sobre todo, volver a ver;
gares donde creíamos que podíamos ser algo mirar, demostrar que ese orden normalizado,
distinto que usuarios de redes, consumidores ese funcionamiento cotidiano era un hecho
etc. ¿Qué piensas, Carla? inadmisible. Correr las fronteras de lo ad-
Carla Pinochet Cobos – Sí, me parece misible. Me parece que puede haber algo de
interesante esa propuesta de desplazar el foco cortoplacismo en esas estrategias que, quizás,
del proyecto al acontecimiento. Habría que no están tan enfocadas en pensar cómo quie-
pensar exactamente a qué nos referimos con ren construir una nueva normalidad o cómo
acontecimiento; cuál es la temporalidad del se puede instituir desde otro pacto social,
acontecimiento o, más bien, cómo se piensa despatriarcalizado, desneoliberalizado etc.
el día después del acontecimiento. Yo, quizás Todavía se insiste en demostrar a sectores
muy teñida de lo que ha sucedido en Chile muy persistentes – que, por lo demás, tienen,
en los últimos meses, casi un año ya, veo un hoy día, unas irrupciones en la extrema de-
ejercicio de una rebeldía que tiene algo de im- recha – muy peligrosa y violenta –, que ese
pulsividad, que tiene algo de querer irrumpir modelo había sido, digamos, el responsable
un orden que, sin dudas, es hostil. Es muy di- de una vida precaria. Yo creo que ese es el
fícil para las nuevas generaciones procurar- concepto, el de la vida precaria. Entonces,
se condiciones de vida bajo este orden neo- efectivamente, ante los proyectos mermados,
liberal. Y veo esa reacción que podría estar desarticulados o reducidos a su estructura
más en el orden del acontecimiento que de mínima, a su temporalidad mínima, la de la
la construcción del proyecto. Quizás el acon- inestabilidad… Yo veo que esta generación
tecimiento opera en una lógica de irrumpir, tiene mucha más precariedad que las ante-
de romper incluso, de destruir, también, el riores, pero, al mismo tiempo, una convic-
orden precedente. Sin embargo, veo también ción muy grande por destruir los autoritaris-
que hay una insistencia, que hay una especie mos. Hay una sensibilidad emergente, que no
de mirada muy porfiada, respecto de no vol- termina de cuajar. Quizás, gramscianamente

40
podríamos decir que lo nuevo no termina de veo son exactamente pequeños cambios que
nacer. No hay una mirada constructiva en el solamente refuerzan aquello que ya sucedía
largo plazo, en eso coincido en que es una ló- antes. Entonces, para cerrar, no haré más
gica del acontecimiento, pero, sin duda, hay análisis, solamente diré que, primero: voy a
una convicción de desnaturalizar, de volver insistir para que los gestores culturales – que
atrás el entrenamiento cultural que nos ha muchos de ellos son también creadores, que
permeado muy profundamente. Sobre todo tienen la misma edad de los jóvenes a los que
lo digo como mujer, hemos tenido que des- sirven, están en la misma onda y tienen, ellos
aprender una serie de formas de relacionar- también, sus propios estudios etc – insis-
nos con los otros y con nosotras mismas, y tiré para que lean Pistas Falsas, porque Pis-
quizás este no es un momento, en ese sen- tas Falsas da falsas pistas sobre lo que tienen
tido, tan constructivo como revisionista, de- que hacer. Pero no se equivoquen, esas fal-
constructivo. Y, en Chile, esto se cruza con el sas pistas son pistas verdaderas. A esta altura
proceso constituyente. Es decir, el proceso es del campeonato, solo las pistas falsas pueden
destituyente por un lado, pero que, al mismo llevarnos al verdadero camino. Creo que, en
tiempo, avizora la posibilidad de pensar un este libro, queda muy clara la existencia de
orden nuevo. Y en eso entra la complejidad un Néstor que acaba de entrar para el terre-
de las desconfianzas de los políticos, de toda no, para el territorio de la literatura, y la de
la impunidad que se ha acumulado a lo largo un Canclini que opera de otro modo. Y yo,
de los años, de la desigualdad brutal. Obvia- como dije en mi discurso que oyeron hace
mente, es muy complejo. Pero yo creo que ese poco en la recepción al profesor Canclini,
acontecimiento que, sin duda, es el espacio espero que Néstor y Canclini, al final de la
donde se ha puesto la mayor parte de la ener- Cátedra, se reúnan, entren en un acuerdo y
gía, requiere de tal energía, porque es mucho propongan un camino a seguir. Diré que la
lo que hay que desaprender, es mucho lo que lectura de este libro es fundamental para que
hay que volver a mirar. Es eso. las personas, para que los gestores culturales,
Néstor García Canclini – Muchas gra- aquellos que mueven el escenario cultural,
cias, Carla. Teixeira, dinos una participación sea como activistas, sea como producto-
final, para ir finalizando. res culturales propiamente dichos, presten
Teixeira Coelho – Para terminar; us- atención al hecho de que cultura y arte es-
ted mencionó al cineasta que quiere que las tán constituidas de paradojas. Y que impor-
cosas cambien un poco para que él continúe ta realizar preguntas sabiendo que ellas no
haciendo lo que hacía antes. Esa es una cita- tienen respuestas; no es que nosotros vamos
ción del príncipe de Lampedusa en El gato- a encontrar la respuesta, ellas no tienen res-
pardo18, “es necesario que todo cambie para puestas. Estoy muy preocupado con el hecho
que todo siga exactamente como está”. Y eso de que, con el deseo de destruir el autoritaris-
me angustia un poco, Néstor, porque lo que mo, lo que varios de esos agentes culturales
están haciendo es abrir nuevas posibilidades
para otro tipo de autoritarismo que es, en el
18. Lampedusa, G.T. (2019 [1958]). El Gatopardo.

41
fondo, el mismo, con señal invertido. Eso lo rado elegidos en un concurso, que me van a
estamos viendo y creo que, aquí mismo en acompañar en la investigación. Van a hacer
Brasil, hay una especie de isomorfismo entre sus propios trabajos tanto en Brasil como en
la anti-institucionalidad y la institucionali- México y Argentina. Muchas gracias también
dad, porque las preguntas que deberían estar al Instituto de Estudios Avanzados de la USP,
siendo hechas no están siendo hechas. Creo que auspicia esta conversación y creo que es
que Pistas Falsas, Néstor – no quise citar aquí una buena manera quedarnos con muchas
otros pasajes, pero después puedo hacerlo, si preguntas abiertas y no apurarnos a encontrar
convocado a dar ejemplos –, hay varios pasa- las claves de movimientos, de acontecimientos
jes que apuntan exactamente para esto. Hay que están, afortunadamente, con posibilidad
uno de ellos en particular – citaré este aquí de abrirnos más todavía. Un abrazo a todos.
para terminar – hay uno de ellos en que el Carla Pinochet Cobos – Muchas gra-
personaje de Pistas Falsas dice que leyó algo cias por la invitación y la oportunidad de este
en un muro de México-DF. Bien, como son diálogo.
pistas falsas, no sé si el personaje, de hecho, Teixeira Coelho – Es un placer estar
leyó ese grafiti en un muro cualquiera o si con ustedes.
fue el narrador el que inventó este graffiti, o si
fue Néstor quien inventó el grafiti; sea como
fuere, es un grafiti muy apropiado que me Bibliografía
gustaría que los gestores culturales pensasen
sobre cómo ellos pueden construir una ins- Bastide, Roger (2006 [1972]). Arte y so-
titucionalidad encima de él. El grafiti es este: ciedad. Ciudad de México: Fondo de Cultura
“Mientras más sabemos, menos entendemos Económica.
y mejor es” (2018, p. 85). García Canclini, Néstor & Urteaga Cas-
[Risas] tro Pozo, Maritza (Coord.) (2011). Cultura
y Desarrollo: una visión distinta desde los
Néstor García Canclini jóvenes. Madrid: Fundación Carolina – Ce-
ALCI – Universidad Autónoma Metropoli-
Muchas gracias. Complico un poco más tana.Lampedusa, Giuseppe Tomasi di (2019
el tema, porque tengo que decir que el narra- [1958]). El Gatopardo. Barcelona: Anagrama.
dor no es ni Néstor, ni Canclini, sino un ar- O’Sullivan, Tim, Hartley, John, Saun-
queólogo chino que viene a América Latina. ders, Danny, Montgomery, Martin, & Fiske,
Pero dejemos eso ahí. Creo que es muy valo- John (1997). Conceptos clave en comuni-
rable que hayan surgido preguntas que dan cación y estudios culturales. Buenos Aires:
mucho impulso y posibilidades de repensar, Amorrortu.
repreguntar sin apuro por hacer una investi- Pinochet Cobos, Carla (2016). Derivas
gación con respuestas. Para mí, este año en la críticas del museo en América Latina. Ciudad
Cátedra, y para Sharine Melo y Juan Brizuela, de México: Siglo XXI Editores.
que van a ser los investigadores de posdocto-

42
INSTITUCIONES EN
EMERGENCIA CULTURAL: DE
LA CULTURA VIVA COMUNITARIA
LA LEY ALDIR BLANC
Juan Ignacio Brizuela
Sharine Machado C. Melo

¿De qué instituciones culturales va- preguntarnos si realmente nunca ha habido


mos a hablar si, en nuestros territorios, eso no en la historia de nuestros países relativa esta-
existe? No cuesta imaginar que esta pregunta bilidad en la institucionalidad de la cultura;
aparezca en sectores artísticos y culturales ¿cuál sería el problema por enfrentar a la luz
de Brasil, México y Argentina o de cualquier de los actuales procesos de desinstitucionali-
país latinoamericano. Estamos parafrasean- zación, desciudadanización y desdemocrati-
do aquí una frase citada por el profesor Nés- zación cultural en América Latina?
tor García Canclini en 198719, pero ella se Como investigadores de posdocto-
repite con alarmante frecuencia a lo largo de rado de la Cátedra Olavo Setubal de Arte,
las décadas siguientes, en diferentes contex- Cultura y Ciencia del Instituto de Estudios
tos. Evidentemente, como estudiosos de las Avanzados de la USP, creemos que enfren-
políticas culturales, precisamos reflexionar tamos un dilema similar al registrado por
con cuidado si efectivamente nada ha cam- el actual titular de la Cátedra, hace más de
biado a lo largo de tantos años. Y también treinta años. Hacia finales de los años 80, no
era correcto afirmar, de forma tajante, que
19. “Estas son algunas de las razones por las que las no existían políticas culturales en los países
políticas culturales constituyen un espacio de existen-
cia dudosa. ‘De qué políticas culturales vamos a hablar de la región. Sin embargo, tampoco eran tan
si en mi país no existen’, escuchamos decir a soció- evidentes, regulares o frecuentes en su de-
logos y escritores de Argentina, Brasil, México, Perú”
(García Canclini, 1987, p. 14). sarrollo con relación a otras políticas públi-

43
cas sectoriales. De igual forma, hablar hoy de las políticas culturales latinoamericanas
sobre las instituciones culturales en Brasil, contemporáneas. En esos países, observamos
México y Argentina – los tres países que se- a inicios del siglo XXI avances significativos
rán destacados en este proceso de investiga- en el fortalecimiento de los presupuestos
ción – tampoco es algo tan evidente, regular nacionales y en los programas estatales del
o frecuente para el ciudadano común, en campo de la cultura, considerada en su di-
comparación con el debate sobre otras ins- mensión sociológica (Botelho, 2001). Fueron
tituciones de la modernidad. Así, reflexio- realizados algunos intentos de planificación
nar sobre las instituciones culturales, en el estratégica, de formación y cualificación de
actual contexto latinoamericano, es casi tan los agentes públicos de la cultura, entre otras
desafiante como hablar sobre políticas cul- iniciativas que adoptaron modelos de ges-
turales hacia finales de los años 80, pero no tión participativa innovadores para el sector.
menos urgente y necesario. La cultura dejaba de ser considerada apenas
Considerando este panorama general, como “un buen negocio” o como un gasto fú-
presentamos, a continuación, los proyectos til para el gobierno, pasando a ser vista como
de investigación que estamos desarrollando una inversión capaz de desarrollar políticas
bajo el marco general de la institucionalidad públicas en su acepción más plena y amplia
de la cultura en el contexto actual de cambios posible: ciudadana, simbólica y económica.
socioculturales. Sin embargo, los procesos regio-
La investigación “¿Fuera de juego? nales de (re)democratización cultural y de
La dimensión territorial de los procesos construcción de una ciudadanía plena su-
de institucionalización, desinstitucionali- frieron, también, episodios contradictorios
zación y reinstitucionalización cultural en de desmovilización, “desciudadanización” y
América Latina”, de Juan Ignacio Brizuela, “desdemocratización” de la cultura pública,
busca reflexionar sobre la cultura pública como registra Rubim (2007) en las tristes
efectivamente institucionalizada en las últi- tradiciones de la política cultural en Brasil:
mas décadas en Brasil, Argentina y México, ausencias, autoritarismos e inestabilidades.
a partir del programa Puntos de Cultura20 y De hecho, si consideramos periodos tem-
del movimiento Cultura Viva Comunitaria porales más largos, de cincuenta años o de
(CVC)21 como fenómenos paradigmáticos un siglo atrás hasta ahora, observamos que
democracia e institucionalidad cultural no
20. Iniciativa cultural desarrollada en Brasil a partir de son fenómenos que necesariamente se re-
2004, esta acción pública de fomento a organizaciones
socioculturales fue territorializada posteriormente en troalimentan, en especial en la esfera estatal.
diversos países del continente, como Perú, Paraguay, Así, los movimientos artísticos de los años 80
Chile, Colombia, El Salvador, Costa Rica, Argentina
y Uruguay. lucharon inicialmente por la desinstitucio-
21. Articulación transnacional latinoamericana de nalización de la cultura pública sedimenta-
grupos comunitarios, artísticos y culturales que surge da por gobiernos autoritarios, en especial de
inspirada en las acciones del Programa Cultura Viva
de Brasil (cuyo eje son, justamente, los puntos de cul-
tura). Esta red diversa y multisectorial comienza a or- Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comuni-
ganizarse en 2009 y se consolida en 2013, durante el I taria realizado en La Paz, Bolivia.

44
la política de “piedra y cal” (Fonseca, 2003), Lula, como son los Puntos de Cultura (Tu-
que reproducía perspectivas más elitistas y rino, 2013). Y eso por no hablar de las cir-
restrictivas del campo cultural. Es decir, los cunstancias históricas, articulaciones y mo-
procesos de institucionalización de una cul- vilizaciones transversales que llevarían al
tura pública, democrática y ciudadana son la gobierno de Bolsonaro a invertir la mayor
excepción y no la regla en nuestros países, a cantidad de recursos públicos de la historia
lo largo del siglo XX. para el campo de la cultura, a través de la Ley
En este contexto, observamos movi- Aldir Blanc. O la Ley Rouanet, de incentivo
mientos de resistencia que buscan renovar fiscal para la cultura, atacada por el actual
las instituciones y/o promover otra insti- gobierno brasileño, pero que en 2019 regis-
tucionalización de la cultura, más amplia, tró la mayor inversión en valores nominales
participativa, democrática y pública en su desde su creación.
sentido más profundo, como son los Puntos Una persistencia aparentemente in-
de Cultura y las articulaciones de la cultura usitada en Argentina fue señalada en nuestra
viva comunitaria. Además, asumimos el de- tesis de doctorado (Brizuela, 2017) con rela-
safío de intentar identificar y evaluar cuál es ción a la continuidad del programa Puntos de
el grado de institucionalización pública de Cultura en la transición de los gobiernos de
este tipo de movimientos culturales trasna- Cristina Kirchner y Mauricio Macri; no sólo
cionales (si es que, efectivamente, podemos porque la política continuó y hubo nuevas
considerar este fenómeno popular como ins- convocatorias públicas, sino porque el mis-
tituciones culturales). Considerando algunos mo equipo específico de gestión y coordina-
antecedentes de investigación ya realizados ción de los Puntos de Cultura fue mantenido
sobre esta temática (Melo, 2016; Brizuela, a lo largo de los cuatro años del gobierno de
2017), observamos paradojas, inestabilida- Macri. Incluso, los cambios internos de la
des y continuidades con relación al proceso gestión en el área de Cultura durante el go-
de institucionalización de los Puntos de Cul- bierno kirchnerista, en especial cuando fue
tura y de la cultura viva comunitaria en Bra- jerarquizado como ministerio, produjeron
sil, Argentina y México. mayores inestabilidades en el programa que
Una paradoja registrada por Bar- el traspaso general entre dos presidentes que
balho (2015) en la gestión de Dilma Rous- estarían en las antípodas ideológicas del país.
seff en Brasil, por ejemplo, revela al mismo En México, observamos también ele-
tiempo un proceso de consolidación jurídica mentos contradictorios y, una vez más, a la
y estructural de la cultura (aprobación de la cultura viva comunitaria como protagonista.
Propuesta de Enmienda a la Constitución Nº Por un lado, el proceso de aparente jerarqui-
416/2005 que instituye el Sistema Nacional zación institucional a través de la creación,
de Cultura, la Ley Nº 13.018/2014 que crea por primera vez en la historia, de la Secreta-
el Programa Nacional Cultura Viva, entre ría de Cultura en 2015 (equivalente a minis-
otros) y un retroceso de programas emble- terio en otros países) y el mayor presupuesto
máticos de la gestión Gil / Juca Ferreira / público en cultura de Iberoamérica en 2016,

45
según el estudio comparativo publicado te, por la pandemia del COVID-19. Una dis-
pocos años atrás y financiado por la OEI puta importante de estos grupos culturales
(2017). Histórica, también, fue la elección de comunitarios es territorial, frente al aumento
Andrés Manuel López Obrador (Morena) cada vez más fuerte y expresivo de institucio-
como nuevo presidente en 2018, quebrando nes neopentecostales (Py & Freitas, 2015; Py,
la hegemonía del PRI (Partido Revolucio- 2017) que, al menos en Brasil – y en especial
nario Institucional), que apenas había sido en los territorios más alejados de las metró-
alternada por el PAN (Partido de Acción polis – son las que más intensamente están
Nacional) a partir de los años 2000. Pese a modificando hábitos de consumo, prácticas
su discurso más vinculado a los sectores po- culturales, artísticas y modos de vida que
líticos progresistas del continente y con una afectan profundamente la propia sobrevi-
promesa de combate a la corrupción de los vencia de gran parte de segmentos cultura-
partidos tradicionales, el gobierno de More- les, muchas veces minoritarios y agrupados
na viene realizando anualmente distintos re- en el movimiento Cultura Viva Comunitaria.
cortes al presupuesto en cultura, debilitando Y son esos grupos neopentecostales los que
la institucionalización del sector. En paralelo, más fuertemente disputan, además, los sen-
una política que parecía central en el nuevo tidos simbólicos más profundos de la esfera
gobierno, el Programa Cultura Comunitaria, cultural pública, asociados a nuevas formas
que pretendía llegar a 720 municipios mexi- de organización sociocultural, institucio-
canos, sufrió una severa reducción de fondos. nalizando vínculos multidireccionales con
Ese programa y la vida de instituciones his- organismos públicos, fundaciones privadas
tóricas, como los museos, centros culturales, e instituciones de enseñanza superior, utili-
fondos de investigación y apoyos a artistas, zando con mucha eficacia formas innovado-
están siendo muy afectados por el despido ras de producir y transmitir sus intereses en
de personal y la reducción presupuestaria. las redes.
Esta política cultural ha generado una orga- En síntesis, el proyecto pretende ana-
nización crítica de artistas y trabajadores de lizar experiencias socioculturales y estudios
la cultura, que estamos investigando a través producidos en Brasil, Argentina y México re-
de documentos y entrevistas con diversos lacionados al movimiento Cultura Viva Co-
actores. Dos nombres de esos colectivos son munitaria, destacando las disputas territo-
significativos: Asamblea por las Culturas y No riales en los procesos de institucionalización,
vivimos del aplauso. desinstitucionalización y reinstitucionali-
Finalmente, entendemos que, para zación de las políticas públicas de cultura,
estas organizaciones de base comunitaria, las considerando la multiplicidad de actores es-
amenazas no se restringen a la reducción del tatales en sus diversas esferas de actuación,
presupuesto público de la cultura, al despla- partidos políticos y sindicatos, instituciones
zamiento de su público hacia aplicaciones o eclesiásticas y neopentecostales, además de
servidores digitales, o a los cambios impues- sectores empresariales con intereses difu-
tos por el neoliberalismo y, más recientemen- sos.

46
A su vez, la investigación “Poetas en como demora en la regulación por parte del
tiempos de penuria”22, de Sharine Machado, gobierno federal, corto plazo para la ejecu-
tiene como objetivo investigar acciones en ción presupuestaria y falta de estructura de
red articuladas por artistas, profesionales de los gobiernos locales—, la propuesta replan-
la cultura y otros miembros de la sociedad tea debates importantes para las políticas
civil brasileña, que resulten en la elaboración culturales brasileñas, iluminando el signifi-
e implementación de políticas públicas para cado del Sistema Nacional de Cultura24 y la
el sector. Su principal objeto de estudios es el gestión descentralizada de recursos.
proceso de creación y aprobación de la ley de Sin embargo, lo que más llama la aten-
Emergencia Cultural Aldir Blanc23 de Brasil ción es el hecho de que la Ley Aldir Blanc
(Ley Nº 14.017/2020). Sancionado en junio irrumpe – en medio de un gobierno de perfil
de 2020, como consecuencia de la pandemia conservador y una grave crisis sanitaria, po-
de COVID-19, el mecanismo prevé la trans- lítica y económica – gracias a la integración
ferencia de 3 billones de reales (aproxima- de movimientos civiles, articulados con parla-
damente 580 millones de dólares estadouni- mentarios de los más diversos espectros polí-
denses en diciembre de 2020), provenientes ticos, de izquierda a derecha. La formulación
del Fondo Nacional de Cultura, a los estados, de la ley reunió miles de personas en video-
Distrito Federal y municipios brasileños para conferencias: el canal de YouTube Emergência
aplicación en acciones de emergencia, tales Cultural, utilizado para los encuentros, hoy
como: ingreso mensual para trabajadores de cuenta con cerca de 15 mil inscriptos y más
la cultura, subsidio para la manutención de de 220 mil visualizaciones. De cierta manera,
espacios, convocatorias, premios y convoca- el compromiso de miles de artistas y profe-
torias públicas. Los recursos financieros son sionales de la cultura en un movimiento que
los mayores ya invertidos en una acción para reivindica la implementación de políticas pú-
la cultura y las artes en Brasil, superando blicas para el sector – incluso tratándose de
aún programas de gran repercusión y capi- una acción en emergencia – desafía el senti-
laridad, como el de Cultura Viva. Si bien es miento de desconfianza con relación a las ins-
un programa de carácter circunstancial, con tituciones democráticas, que viene creciendo
una serie de problemas de orden práctico — en los últimos años, y hace revisar el aparente
desinterés de gran parte de los ciudadanos por
22. Título tomado del poema “Bilhete para o Bivar”, cuestiones políticas y colectivas.
de Roberto Piva (2004): “(...) E para que ser poeta /
em tempos de penúria? Exclama / Hölderlin adoidado Partiendo de la sorpresa provocada
/ assassinos travestidos em folhagens / hordas de psi- por ese acontecimiento, el proyecto se inspi-
copatas / atirados nas praças / enquanto os últimos /
poetas / perambulam na noite / acolchoada”.
Más información sobre la obra de Roberto Piva en: 24. Incorporado a la Constitución Federal de Brasil en
https://cerac.unlpam.edu.ar/index.php/anclajes/arti- 2012 e inspirado en el Sistema Único de Salud (SUS),
cle/view/47/38 https://confabulario.eluniversal.com. el Sistema Nacional de Cultura promueve la gestión
mx/la-vida-experimental/. conjunta de las políticas públicas para el sector, por
23. Homenajeado por la Ley de Emergencia Cultural medio de una planificación estratégica articulada en-
en Brasil, Aldir Blanc fue un importante letrista, com- tre el Gobierno Federal, las unidades federativas sub-
positor y cronista brasileño, muerto en 2020 por com- nacionales y los municipios, con participación de la
plicaciones derivadas del COVID-19. Sociedad Civil.

47
ra en un breve pasaje de la última obra de de los artistas, la lectura de Foucault (2014)
Foucault (2014). En El coraje de la verdad, también permite trazar relaciones con cues-
el autor sugiere que, entre los siglos XVIII tiones sociales más amplias: la importancia
y XIX, el interés por el modo de vida de los creciente, para las actividades productivas,
artistas ganó dimensiones sin precedentes de invertir en aspectos cognitivos, afectivos
en la cultura occidental. El filósofo no se re- y emocionales de los trabajadores; y la cre-
fiere a sus singularidades biográficas, que ya ciente fluidez entre trabajo y vida personal.
habían llamado la atención de Vasari, sino a Dejando de lado el imaginario romántico,
un interés especial por la conducta y por el detrás de gran parte de lo que se ve en el día
pensamiento de los artistas, como si sus vi- a día hay profesionales que usan habilida-
das fuesen la condición de existencia de las des técnicas, recursos subjetivos, percepcio-
obras, aquello que las torna posibles. Fou- nes y afectos para componer sus trabajos, al
cault ve en esa tendencia algunos elementos mismo tiempo que transitan entre circuitos
que remiten al cinismo, doctrina filosófica alternativos, teatros y galerías de arte, cana-
de la Grecia antigua marcada por la práctica les de YouTube y estudios de radio y TV. Se
combativa y por el acto de decir la verdad. muestra así otro campo de debates, que no
Al romper con códigos, leyes, hábitos e insti- deja de involucrar los modos de vida y las
tuciones, artistas modernos —como Baude- relaciones institucionales, pero que ahora
laire, Flaubert y Manet— revelarían un pro- exhibe abiertamente el trabajo informal en
fundo deseo de transformación del mundo, las industrias culturales, la insuficiencia de
anclado en las posibilidades de invención del las políticas públicas y una perversa lógica
propio sujeto: la voluntad de tornarse otro económica que hace interactuar esos esce-
de lo que se es, otro de sí mismo (Foucault, narios. Por otro lado, en el mismo contexto
2018, p. 21). Se puede derivar de esas ideas emerge la potente producción de los centros
todo un imaginario heterogéneo y bastante urbanos y de las periferias, el compromiso en
difuso: del activismo social y de los circuitos proyectos colectivos y la formación de redes
periféricos a los movimientos de vanguardia, de afectos.
que confrontan patrones de comportamien- En ese ambiente fragmentario, la cul-
to y promueven experiencias de alteridad. tura y, principalmente, las artes, aún guar-
No obstante, ¿son esas líneas esboza- dan un papel fundamental, de acuerdo con
das por Foucault (2014) suficientes para pen- García Canclini (2010, p. 251): la posibilidad
sar las relaciones institucionales en el campo de abrirse a lo nuevo, “la disposición estéti-
de la cultura y las artes? Según García Can- ca, al valorizar la inminencia, desfataliza las
clini (2010, p. 17), la experiencia de “encap- estructuras convencionales del lenguaje, los
sulamiento-transgresión” pierde la relevan- hábitos de los oficios, el canon de lo legíti-
cia justamente cuando el arte se inserta en mo”. Tal vez sea también por esa chispa de
“medios de comunicación, espacios urbanos, transformación, esa relación siempre oblicua
redes digitales y formas de participación so- con lo real, como resume el antropólogo, que
cial”. Aun así, al condicionar la obra a la vida arte y cultura mantienen un vínculo comple-

48
jo y ambivalente con el poder público: de la oportunidades desiguales, que se interconec-
creación de ministerios y secretarías en los tan con cuestiones regionales, étnicas y de
Estados modernos a las tristes incursiones género. La administración pública también
de gobiernos autoritarios, como el nazismo, fue rediseñada con métricas neoliberales: in-
el fascismo o el estalinismo. En la segunda dicadores basados en números de visitantes
mitad del siglo XX, ese interés se intensificó: de museos o asistentes a espectáculos pagos
la propia noción de mecenazgo o patrocinio, refuerzan la lógica económica aun cuando el
antes restringida a las bellas artes y al patri- sector es altamente subsidiado. Con eso, el
monio histórico, fue ampliada para abarcar alcance efectivo de las acciones es encubier-
– si no en la práctica, por lo menos en infor- to por una falsa impresión de frecuencia de
mes, planes y metas de instituciones públi- público, muchas veces restringida a algunos
cas y privadas – la diversidad de las mani- grupos sociales, a pesar de la circulación sin
festaciones culturales y la complejidad de sus precedentes de obras estéticas por medios de
procesos de hibridación. En gran medida, el comunicación de masa y digitales.
fomento a la cultura, a las artes y, más recien- En Brasil y en América Latina en ge-
temente, a la creatividad, ganó la dimensión neral, donde las desigualdades son mucho
de una política social, o de un proyecto de- más acentuadas, el problema se hace más
mocratizador, como prefiere García Canclini evidente. En la última década, las caídas en
(2001), que pasó a ser visto como fundamen- las inversiones públicas y privadas marcan
tal para el desarrollo humano y el crecimien- la distancia entre el ideal de una sociedad
to económico. Son ejemplos las nociones de cuyos motores productivos y de desarrollo
economía creativa o economía de la cultura, humano son la cultura y las artes y el desin-
que avanzaron hacia finales de los años 90 e terés de gestores y ciudadanos tanto por el
inicios de los años 2000. fomento a esos sectores como por la creación
Pese a ello, al enunciar a la cultura y artística contemporánea. Según el Instituto
las artes como engranaje económico y so- Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE),
cial sostenible, parte de ese discurso acabó entre 2011 y 2018, todas las esferas del sector
corroborando una visión romantizada que público brasileño redujeron sus participacio-
camufla, entre otros factores, la precariedad nes de gastos en el área cultural, que pasaron,
de las condiciones de trabajo y la inseguri- en promedio, de 0,28% a 0,21%. Los valores
dad que artistas y profesionales de la cultura efectivamente invertidos por el sector priva-
comparten con otros profesionales libera- do (considerando el incentivo de la Ley de
les. Según el investigador Justin O’Connor Fomento a la Cultura, pero descontando los
(2020), la situación puede ser aún más críti- valores de renuncia fiscal) también cayeron:
ca: para él, aquello que es visto como univer- de 99 millones de reales en 2011 (cerca de 53
sal, las posibilidades abiertas por la cultura y millones de dólares en diciembre de 2011), a
la creatividad25, en verdad está limitado por
and creativity - is in fact highly circumscribed by class
25. “I am suggesting that what the cultural sector sees chances (intertwined with gender, ethnicity and re-
as universal - the possibilities opened up by culture gionality)” (O’Connor, 2020, online).

49
23 millones de la moneda brasileña en 2018 más importante captar el acontecimiento en
(cerca de 1 millón de dólares en diciembre de sí: es la abertura para la alteridad, en gran
2018) (Nery, 2019). Además de los efectos de medida sustraída por el mercado, por la cri-
la crisis económica atravesada por el país, esas sis sanitaria y social o por el neoliberalismo,
caídas reflejan el fenómeno definido por Gar- que transforma en hecho histórico no la pro-
cía Canclini (2020) como cierta pérdida de pia ley sino los anhelos que la engendraron.
los sentidos y de la percepción de ciudadanía. Actualizando las reflexiones de Fou-
Es justamente en ese contexto inhós- cault, ¿no sería este uno entre tantos modos
pito, agravado por la pandemia de COVID encontrados por los artistas y profesiona-
-19, que gana fuerza la articulación en red les de la cultura para crear condiciones de
a favor de la Ley Aldir Blanc en Brasil. Esta existencia no solamente para las obras, sino
medida no se reduce a acciones de emergen- para su propia ocupación profesional? ¿Sus
cia destinadas al sector cultural, como dicen vidas no forman parte de las horas que per-
los documentos oficiales; tampoco se trata manecieron frente a las pantallas de las com-
de un retorno a la institucionalización en los putadoras y celulares, durante el proceso de
moldes modernos o de una utopía que ofus- elaboración y aprobación de la ley? La mo-
ca las críticas de muchos artistas al poder y vilización lleva, todavía, a otra pregunta: ¿en
la violencia del Estado. Su fuerza simbólica una sociedad neoliberal, en una época en que
(más errática, pero no menos potente) reside las artes coquetean con el mercado financie-
en la organización colectiva de la sociedad ro y con las grandes corporaciones mediáti-
civil – liderada por políticos, pero también cas, en que las redes y tecnologías digitales
por artistas y profesionales de la cultura – facilitan el financiamiento, la producción y
para crear vínculos con el poder público, de la difusión de las obras, qué potencial aún
forma táctica y transversal, en busca de pro- hace del espacio público uno de los deposi-
pósitos específicos. La novedad es que, en vez tarios de ese deseo colectivo por la alteridad?
de reivindicaciones divididas en grupos que Para investigar estas cuestiones, la propuesta
disputan democráticamente el espacio públi- es que sean compilados datos empíricos so-
co – colectivos de teatro o de danza, del cen- bre las políticas públicas para la cultura y las
tro o de las periferias –, lo que se vio fue la artes en Brasil, especialmente sobre la Ley
integración de fuerzas diversas por un pro- Aldir Blanc y el Sistema Nacional de Cultu-
pósito común. Al mismo tiempo que reacti- ra. También serán realizadas entrevistas con
va mecanismos de Estado, esa organización artistas, investigadores, activistas sociales
refleja nuevas formas de ejercer la ciudada- y profesionales de la cultura involucrados
nía, partiendo tanto de prácticas culturales y en la creación y en la implementación de
artísticas como del empeño en decisiones co- la ley, buscando comprender las aspiracio-
munitarias a partir de redes virtuales y pre- nes y motivaciones que despiertan el inte-
senciales. Que ese movimiento, como otros rés por ese compromiso colectivo. No obs-
de nuestra época, sea intenso, pero de corta tante, antes de escuchar los relatos que esas
duración, es un factor secundario. Quizá sea conversaciones ciertamente conllevarán,

50
trabajamos con una hipótesis. suena verdadera en un contexto totalmente
Aun sabiendo, desde las investigacio- distinto. Pero el autor también sugirió que en
nes desarrolladas por Foucault, que el poder períodos como ese puede emerger cierta vo-
permea toda la sociedad, es imposible negar luntad de espiritualidad. Foucault hablaba en
cuán desiguales son las relaciones de fuer- sentido literal del fundamentalismo religioso
za, que conducen a procesos de dominación que crecía en Irán. Sin embargo, la expresión
y violencia, prejuicios étnicos, sociales o de puede ser tomada como metáfora del deseo
género, y a todas las formas de opresión, tan de alteridad que se expresa colectivamente.
notorias en sociedades que pasaron por lar- Que, en una época de crisis, artistas y profe-
gos períodos coloniales, como las latinoame- sionales de la cultura perciban la activación
ricanas. En un texto escrito por ocasión de del espacio como un modo, entre tantos otros
los veinte años de la muerte del filósofo fran- de posibilitar la existencia del arte, puede ser
cés, Rancière (2004) afirma que su filosofía una señal no solamente de su voluntad de
no define ningún arma de masas para luchar tornarse otro de sí mismo, en clave foucaul-
contra esas situaciones. Pero opera exami- tiana, sino principalmente de la compren-
nando los funcionamientos reales a través sión – aunque repentina y efímera – de que
de los cuales el pensamiento efectivo actúa ese proceso de cambios pasa necesariamente
sobre los cuerpos y, con eso, traza un nuevo por aquello que es común. Aun así, ¿qué sería
mapa. Esa cartografía, según el comentador, eso que es común? Según Rancière (2010, p.
hace posible que la red de sus razones ca- 23), “el poder de todos para trazar su propio
sualmente se junte a la red de las razones de camino”. Aunque sus propósitos y métodos
aquellos que, aquí o allí, se valen de su propio no se confundan, la importancia de estudiar
saber y de sus propias razones para introdu- estas cuestiones políticas se entrelaza con la
cir el grano de arena que traba la máquina. Lo importancia de la cultura y el arte para la
que activa esa posibilidad es el sentimiento sociedad contemporánea, resumida así por
de lo intolerable. El arte y la cultura no lidian García Canclini (2010, p. 251): “valorizar lo
con esas cuestiones de manera directa. Pese a inminente donde el disenso es posible”.
lo cual, así como la doctrina cínica evocada
por Foucault, vislumbran deshacerse de fal- ***
sas generalizaciones que pautan gran parte
de las relaciones sociales, imaginan posibili- Desde el ingreso como posdocto-
dades – también erráticas y transitorias – y rados en la Cátedra Olavo Setubal de Arte,
osan producir nuevos sentidos, percepciones Cultura y Ciencia, descubrimos diversas
y afectos. afinidades entre nuestros proyectos de in-
En una entrevista sobre la Revolu- vestigación. Además del tema general que
ción iraní, ocurrida hacia finales de los años orienta las actividades del profesor Néstor
70, Foucault (2018, p. 34) afirmó que ya no García Canclini, que aborda la institucio-
quedaban sino escombros de las grandes nalidad de la cultura, hay otros intereses en
esperanzas revolucionarias. Esa frase aún común, entre ellos: los movimientos sociales

51
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oei.es/en/estudio_de_cultura_y_desarrollo.

53
UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO CÁTEDRA OLAVO SETUBAL DE ARTE,
Reitor: Vahan Agopyan CULTURA Y CIENCIA
Vice-reitor: Antonio Carlos Hernandes Catedráticos
Sérgio Paulo Rouanet (2016/2017)
INSTITUTO DE ESTUDIOS AVANZADOS Ricardo Ohtake (2017/2018)
Director Guilherme Ary Plonski Eliana Sousa Silva (2018/2019)
Vice-directora Roseli de Deus Lopes Helena Bonciani Nader e Paulo Herkenhoff
(2019/2020)
Néstor García Canclini (2020/2021)

Coordinador Académico
Martin Grossmann

Coordinadora Ejecutiva
ITAÚ CULTURAL Liliana Sousa e Silva
Presidente Alfredo Setubal
Director Eduardo Saron Comité de Gobierno
Guilherme Ary Plonski
NÚCLEO OBSERVATÓRIO Sérgio Adorno
Gerente Jader Rosa Néstor García Canclini
Coordinación Luciana Modé Martin Grossmann
Producción Andréia Briene Eduardo Saron
Jader Rosa
En 2019, Itaú Cultural (IC) pasó a formar Luciana Modé
parte de la Fundación Itaú para la Educación
y la Cultura con el objeto de garantizar aún Investigadores de posdoctorado
más su perennidad y el legado de sus acciones Juan Ignacio Brizuela
en el mundo de la cultura, ampliando y for- Sharine Machado Cabral Melo
taleciendo su propósito de inspirar el poder
creativo para la transformación de la gente.

54
Título: Cuadernos de investigación N.1 – La CÁTEDRA OLAVO SETUBAL DE ARTE,
institucionalidad de la cultura y los cambios CULTURA Y CIENCIA
socioculturales (julio/2021) Rua da Praça do Relógio, 109 -Térreo
Coordinación: Néstor García Canclini Cidade Universitária, São Paulo– SP,
Organización: Sharine Machado Cabral CEP: 05508-050.
Melo, Juan Ignacio Brizuela y Liliana Sousa E-mail: [email protected]
e Silva Telefone +55 (11) 3091-4201
http://www.iea.usp.br/catedra-olavo-setubal
EDITORA AMAVISSE

Consejo Científico
Ana Maria Haddad Baptista (PUC/SP)
Cecília Pescatore (PUC/SP)
Érica Peçanha do Nascimento (USP)
Geruza Zelnys de Almeida (UNIFESP)
Lidiane dos Anjos (PUC/SP)
Lilian Amadei Sais (USP)
Marina Silva Ruivo (USP)
Paula Chagas Autran Ribeiro (USP)
Pricila Gunutzmann (PUC/SP)
Sonia Regina Albano de Lima (PUC/SP)
Solange Aparecida Emílio (USP)
Vânia Warwar Archanjo Moreira (Mackenzie -SP)
Vanilda Aparecida dos Santos (PUC/SP)

Editora
Pricila Gunutzmann

Portada, proyecto gráfico y diagramación


Henrique Lourenço
@henriqueloren

Revisión
Yara Camillo

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Copyright © 2021 by Instituto de Estudos Avançados da Universidade de São Paulo

Dados Internacionais de Catalogação na Publicação (CIP)


Fabio Osmar de Oliveira Maciel – CRB-7 6284

Esta obra é de acesso aberto. É permitida a


reprodução parcial ou total desta obra, desde que
citada a fonte e a autoria e respeitando a Licença
Creative Commons indicada.

C122
Cuadernos de Investigación N.1– la institucionalidad de la cultura y
los cambios socioculturales(julio/2021) /[recurso electrónico]
Néstor García Canclini (Coordinación) Sharine Machado Cabral
Melo, Juan Ignacio Brizuela, Liliana Sousa e Silva (Organizadores);
Néstor García Canclini, Teixeira Coelho, Carla Pinochet Cobos,
Sharine Machado Cabral Melo, Juan Ignacio Brizuela (Autores). -
1. ed - São Paulo: Editora Amavisse, 2021.
4700 Kb.

Incluye bibliografía.
ISBN 978-65-88152-14-0
DOI 10.11606/9786588152140

1. Políticas Culturales – Brasil. 2. Instituciones y sociedades


culturales – Brasil. 3. Arte y antropología. 4. Plataformas digitales. 5.
Ética. 6. Estética. 7. América Latina. 8. Coronavirus (COVID-19) –
Pandemia.
I. García Canclini, Néstor. II. Melo, Sharine Machado Cabral. III.
Brizuela, Juan Ignacio. IV. Silva, Liliana Sousa e. V. Teixeira Coelho.
VI. Pinochet Cobos, Carla.
Índice para catálogo sistemático:
1. Políticas Culturais 353.7

Editora Amavisse – Selo de Livros


Acadêmicos da Editora Patuá.
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