Historia de Aurora

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NOSOTROS LOS ABANQUINOS: AURORA INÉS

TEJADA PINTO

Educadora de profesión, nació en la ciudad de Abancay, el 23 de febrero de 1886.

Estudio en la primera Escuela Normal de San Pedro de Lima, fundado por Decreto Supremo del 27 de julio de 1876
expedido por el Presidente Manuel Pardo y Lavalle, [i] que en su creación estuvo a cargo de las religiosas francesas del Sagrado
Corazón[ii], funcionó en el Convento de San Pedro, y que hoy lleva el nombre de Instituto Pedagógico Nacional Monterrico –
INPM.[iii] Cabe destacar que esta educadora abanquina al graduarse de Normalista, obtuvo las más altas calificaciones y por
tanto la Medalla de Oro de su promoción.

En 1910, ya era una distinguida educadora de la Escuela de Mujeres de la Institución Educativa que hoy lleva su
nombre, donde tuvo ocasión de aplicar sus más altos conocimientos pedagógicos que las religiosas normalista del Sagrado
Corazón habían aplicado exitosamente en Francia. Cabe resaltar que el terreno donde hasta la fecha funciona esta Institución
Educativa fue una donación de la propia Aurora Inés Tejada.
En 1914 fue llamada para asumir el cargo de Directora de la Sección Normal del Colegio Educandas del Cusco,
[iv] donde al igual que en su querida escuela de Abancay aplicó los mismos programas pedagógicos aprendidos de sus maestras
francesas de finales del siglo XIX, pero esta vez para la formación de nuevos educadores.

Cuando acabó su tarea en esa institución regreso a su querido Abancay, declarando públicamente estas palabras que
quisiéramos escuchar de todos los profesionales abanquinos: “Después de muchos años he regresado a mi pueblo,
para trabajar por mi pueblo, para luchar por mi pueblo y para morir en mi pueblo”

El día 28 de agosto de 1929, junto a la ilustre educadora abanquina, María Rosario Aráoz Pinto, en una heroica ciudad
que amaneció abanderada, en compañía de muchas damas tacneñas se concentraron en la Plaza de Armas portando escarapelas
rojas y blancas para participar patrióticamente en la ceremonia de la Reincorporación de Tacna al Perú después de 50 años de
cautiverio chileno. Ellas vieron con sus propios ojos cómo el ciudadano tacneño Edgar Empson tuvo que colocar nuestra enseña
nacional en la torre izquierda Iglesia Matriz de la liberada ciudad, porque no se encontraba el asta, y escucharon con viva
emoción a la banda Húsares de Junín tocar después de 5 décadas el himno nacional en suelo patrio.

En 1938 a la llegada de las Madres Dominicas de Santa María Magdalena de Speyer Alemania, por iniciativa del
Monseñor Salvador Herrera Pinto, Obispo de Puno, para regentar una institución educativa para niñas que después se llamaría:
Colegio Nacional Santa Rosa. [v] Pero primero a iniciativa de algunas damas y caballeros abanquinos, debió constituirse el
Comité Pro-Colegio de Mujeres para gestionar la creación y funcionamiento de ese colegio, del cual la señorita Aurora Inés
Tejada Pinto fue su primera Presidenta. Además de continuar su labor pedagógica, haciéndose cargo del dictado de los cursos de
castellano e historia en las aulas de este novísimo centro educativo.
Aurora Inés Tejada Pinto, murió en Abancay el día 12 de julio de 1947 a los 61 años de edad. Sus restos mortales
descansan en el Cementerio General de Condebamba de la ciudad de Abancay.

En la actualidad en el local del Jr. Arequipa N°101 de la ciudad de Abancay de su generosa donación funciona la
Institución Educativa Primaria de Mujeres N° 55002 AURORA INES TEJADA Nº 55002 (Antes Centro Educativo de Mujeres
N° 662). También Institución Educativa Secundaria de Mujeres “AURORA INES TEJADA”, y la Institución Educativa CEBA
- AURORA INES TEJADA de Educación Básica Alternativa.
[i]Manuel Justo Pardo y Lavalle (Lima, 9 de agosto de 1834 - ibídem, 16 de noviembre de 1878) fue un economista
y político peruano que ocupó la alcaldía de Lima en el período de 1869 a 1870, y la presidencia del Perú en el
período constitucional de 1872 a 1876, siendo el primer presidente civil constitucional de la historia republicana.
Este fue el presidente que promulgó la ley de creación del departamento de Apurímac.
[ii] Santa Magdalena Sofía Barat es la fundadora de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús. Nacida Joigny,
Royal Standard of the King of France.svg - Francia el 12 de diciembre de 1779, y fallecida el 25 de mayo de 1865
en  Paris. Fue beatificada el 24 de mayo de 1908 por el papa Pío X y canonización 24 de mayo de 1925 por el papa
Pío XI. Su festividad es el 25 de mayo de cada año.
                El 21 de noviembre de 1800, en París, Francia, Magdalena Sofía y tres compañeras se consagraron al
Corazón de Jesús y así quedó fundada la Sociedad del Sagrado Corazón. Hoy somos más de dos mil Religiosas del
Sagrado Corazón y estamos presentes en 41 países alrededor del mundo. El carisma que recibió Sofía de
manifestar el amor del Corazón de Jesús, la impulsó a educar personas que continuaran comunicando el amor de
Jesús, allí donde las religiosas no podían ir. Mujer abierta a los signos de los tiempos, estudió la realidad de la
Francia en que le tocó vivir y tomó la opción por la educación de la mujer, centro de la familia, base de la sociedad y
también de la juventud.. Ciertamente, después de la Revolución, la educación de la mujer quedó descuidada. Tanto
las jóvenes de la antigua nobleza francesa arruinada y marginada, como las hijas de los pobres, necesitaban ser
educadas en una fe sólida e ilustrada, formándolas, como corresponde a su dignidad de persona; una formación
integral a través de una formación humanística fuerte, sin olvidar las artes, los idiomas y el deporte. A su muerte
había fundado 105 casas.
[iii] Consciente Don Manuel Pardo (1872-1876) de la urgencia que tenía el Perú de un establecimiento para la
formación de sus maestras, determinó su creación.
En sus viajes por Europa, el Presidente, había podido apreciar la labor educativa, tan fecunda, que
realizaban las Religiosas del Sagrado Corazón y quiso que el Perú se beneficiara de ella. Con este objeto, dirigió
una carta a la Superiora General del Instituto, Reverenda Madre Lehon, solicitando su venida a nuestra capital.
Decía así en uno de sus párrafos…
“Admirador de los brillantes resultados obtenidos en la educación de la mujer, tanto en Francia como en
otros países, por la acción inteligente y perseverante de vuestra institución a instancias de la sociedad de Lima, no
he vacilado en dar todos los pasos posibles para la realización de un deseo unánime, dirigiéndome a vuestra
reverencia, a fin de que esta asociación distinguida, extienda su acción bienhechora a esta capital que está
dispuesta a confiar a su sabia dirección, a la niñez y a la juventud. Yo no conozco vuestra congregación, sino por el
triunfo adquirido, por la reputación de que goza, habiendo sido numerosos los testimonios de su ciencia y de su
virtud. Pero yo sé que su fin es universal como lo son esencialmente la caridad y la fe que le sirven de base; no
desoirá la petición de un país católico que, al dirigirse a ella, le ofrece una mansión, confiándole lo que tiene de más
sagrado; la educación de la juventud. Nuestro gobierno profundamente reconocido, prestará a las religiosas todo el
apoyo y las facilidades necesarias para el éxito de su misión…”
La Superiora General, Reverenda Madre Lehon accedió gustosa a la petición del Presidente de la
República, y el 13 de Mayo de 1876, hicieron su ingreso en la ciudad de Santa Rosa, las tres primeras Religiosas
del Sagrado Corazón: Madre Enriqueta Purroy, Madre Henritte Fioretti, y la hermana Mercedes Tapia. Poco
después 25 Religiosas más, venidas de diferentes centros de educación de Europa, completaron el personal
docente.
El siguiente párrafo, tomado de la correspondencia de la Madre Lehon, a sus religiosas en el Perú,
evidencia el espíritu de esta obra:
“Haceos tan peruanas como las peruanas; estudiad y hablad la lengua lo más perfectamente que podáis, de
modo que os tomen como naturales del país. Que en todo lo que se vea de vosotras nada contraste con vuestras
hermanas y no se note que sois extranjeras. Sed lentas en juzgar; más lentas en criticar y más aún en reprobar, de
tal modo que nunca lleguéis a pronunciar ni una crítica, ni una censura. Aceptad las costumbres y los modos de
obrar y no queráis hacerlo todo a la francesa”. El Presidente Don Manuel Pardo, cuyo período presidencial tocaba a
su fin ofreció a las Madres del Sagrado Corazón el convento de San Pedro, con el fin de establecer la Escuela
Normal.
Este ofrecimiento fue confirmado posteriormente con el Decreto Supremo del 27-7-1876 que creaba oficialmente la
Primera Escuela Normal de Mujeres. Fueron 16 las Normalistas fundadoras.
[iv] El Colegio Nacional de señoritas "Educandas", fue el primer colegio de mujeres del Perú y América Latina,
fundado por el Gran Libertador Simón Bolívar Palacios, el 08 de julio de 1825, mediante Decreto Dictatorial s/n, da
inicio a la tarea educativa de forjar futuras ciudadanas. Por sus claustros pasaron mujeres célebres que le dieron
prestigio y gloria, que hoy ostentan con orgullo, como la insigne escritora y literata Clorinda Matto de Turner, Elvira
García y García, entre otras insignes damas de la aristocracia que hoy engrandecen el nombre de nuestra nación.
La obra del Libertador Simón Bolívar, a partir del año 1825 fue continuada por las Directoras laicas, quienes
lo asumieron con mucho cariño, dedicación y esfuerzo por más de un siglo, siendo su primera rectora la señorita
Tadea de la Cámara, quien imprimió en este plantel el sello de disciplina y responsabilidad.
A partir del año 1926, que la Congregación de Religiosas Dominicas del Rosario, asumen la conducción y
Dirección de este Centenario Colegio, siendo su primera Directora la Reverenda Madre María Adoración Uria. En el
año 1975, la Reverenda Madre Reynalda Juan Pérez Zazòn, implementó la infraestructura y mobiliario de las aulas
educandinas.
El día 18 de enero del año 2001 asume la dirección y administración la Congregación de Religiosas
Franciscanas de la Inmaculada Concepción, siendo la primera directora la Hermana Graciela Vela Rengifo. En la
actualidad la nueva Directora Hermana Esther Yauri Inga.
[v] El día 22 de julio de 1938, marca un hito en la historia de Abancay con la llegada de las Rvdas. Madres
Dominicas de Santa María Magdalena de Speyer Alemania para trabajar apostólicamente en la tarea más noble de
la vida aunque muchas veces incomprendida e ingrata, la tarea de educar. Gracias a ello las niñas de Abancay
tuvieron la posibilidad de recibir una formación adecuada y educarse con los principios y valores cristiano, todo ellos
gracias a la iniciativa del Monseñor abanquino Salvador Herrera Pinto, Obispo de Puno, y que algunas damas y
caballeros de la ciudad, se organizaron en un Comité Pro-Colegio de mujeres para gestionar la creación oficial de
este colegio.
EL Colegio Secundario de Menores, “Santa Rosa”, es un centro educativo estatal de Inicial; Primaria y
Secundaria, que atiende a la niñez y juventud femenina, ofreciéndole una educación integral. Autorizado por
Resolución Oficio de Contrato N°4425, del 26 de agosto, de 1938, abrió en realidad sus aulas un memorable e
histórico 8 de agosto, que por feliz designio divino se celebra el día de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la
Orden de Predicadores u orden Dominicana, a la que pertenecen las religiosas dominicas que lo regentan.
Por Resolución de la Dirección Zonal N°0009 del 2 de febrero de 1982 se fusionó la primaria y secundaria
del Colegio “Santa Rosa”, Escuela Normal de Mujeres, que la primaria funcionaba como Escuela de Aplicación de
dicho centro superior. El Colegio Secundario de Menores “Santa Rosa” tiene como objetivo específico lograr una
educación integral según los principios inmutables de la doctrina moral católica, conforme al espíritu dominicano y
las directrices del Ministerio de Educación, con una estrecha participación de los padres de familia, profesores y el
personal administrativo y de servicio, con el objeto de hacer incidir el proceso educativo y de servicio en medio
social de la propia comunidad para lo cual cuenta con el apoyo, estímulo e impulso de las Religiosas Dominicas que
en convenio con el Estado Peruano viene laborando hace 60 años, con el mismo entusiasmo y entrega de sus
inicios, a cuyo frente estuvo como Primera Directora la Rvda. Madre Reinhildis Ferber, O.P., cuya mística y total
dedicación se esfuerzan en continuar quienes conforman la plana docente y administrativa actual, bajo la Dirección
de la Rvda. Madre Yolanda O.P.

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