Anclajes - Módulo V

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

V.

ANCLAJES – MÓDULO V

¿Qué es un anclaje?

Un anclaje es cualquier representación (generada interna o externamente) que


desencadena otra representación (modalidad VAK) o serie de representaciones.
Cualquier parte de una experiencia en particular, puede ser utilizada para generar
un anclaje y así acceder al estado que implicaría revivir tal experiencia.

Esta experiencia puede ser real o imaginaria; con la imaginaria nos referiríamos en
términos tales como “haz como si…”. En PNL se utiliza mucho esta expresión, es
muy útil en caso de que la persona quiera revivir un estado y no tenga acceso a una
experiencia que se lo posibilite.

En algunas personas es más complicado imaginar la experiencia para realizar el


anclaje. En estos casos, otra forma de recuperar un recurso para un anclaje sería
buscando lo que denominaríamos un “mentor”, un “maestro” o un “modelo”.

Esto podría ser desde un personaje de un libro o una película, hasta una persona
que se conoció en un momento determinado de la vida que, de una forma subjetiva,
para la persona encarne el recurso de una forma absoluta.

Cuando evocamos, por ejemplo, la paz del Dalai Lama, realmente no lo conocemos
ni nunca hemos experimentado algo semejante, pero nuestro mapa de paz (lo que
significa para nosotros) puede representarse en su figura; debido a esto, seremos
capaces de evocar el recurso de paz a través de nuestro concepto de su personaje.
Estamos hablando del carácter evocador, con independencia de que lo evocado sea
considerado por la persona agradable o desagradable.

Hay anclas que evocan estados de recursos y otras que nos sumen en estados
limitantes. Un ancla es un enlace para mantener asociado un determinado estado a
un determinado estímulo.

El estímulo nos lleva a la experiencia completa. Grinder y Bandler definen el anclaje


como "la tendencia de cualquier elemento de una experiencia a traer de vuelta la
experiencia entera".

La respuesta puede ser una conducta externa o una representación interna. Así
pues, será la suma de experiencias de una situación determinada.

Cuando hablamos de recursos nos referimos a etiquetas que engloban un proceso.


Estos recursos equivalen a estados internos de la propia persona. Cuando hemos
vivido una experiencia de dificultad, podemos decir que la hemos vivido con falta
de recursos. Los recursos corresponden a nominalizaciones de verbos o adjetivos.
También son interpretados como valores en nuestro código del lenguaje.

1
Origen del anclaje:

Ivan Pavlov fué un fisiólogo ruso Premio Nobel en 1904. Conocido por sus
experimentos con perros, de los que desarrolló su fórmula del reflejo condicionado.
Pavlov observó que los perros salivaban en presencia de alimento durante los
experimentos; se le ocurrió que esto podría ser resultado de un procesamiento
psicológico. Entonces, realizó uno de sus experimentos más recordados: consistía
en hacer sonar un metrónomo a 100 golpes por minuto, tras lo cual daba alimento
en polvo al animal. Tras varias repeticiones, pudo observar que el perro comenzaba
a salivar nada más al oír el sonido del metrónomo sin que el alimento estuviese
presente.

Las personas, los lugares, las imágenes y sonidos concretos pueden cambiar
nuestro estado automáticamente, estas son “anclas”. Es cualquier percepción
visual, sonido o textura u olor que provoca un estado.

Las anclas se forman por repetición y por asociación. Por ej.: cuando vamos a la
escuela de nuestros hijos y nos asombramos de cómo las imágenes, sonidos y
olores del edificio nos devuelven sensaciones de la escuela que hacía ya muchos
años no sentíamos.

El poder de las anclas se basa en nuestra capacidad para aprender estableciendo


vínculos y formando asociaciones.

Las anclas son ubicuas, es decir están presentes todo el tiempo y en todas partes:
el himno nacional, la sirena de incendios, la sonrisa de un bebé. Las hay Neutras:
nos limitamos a reaccionar. Ej.: ante un semáforo en rojo; el sonido de un timbre
significa el final de la clase; Negativas: ej.: la visión de una araña el ladrido
imprevisto de un perro, provoca tal estado en muchas personas y otras son
Positivas y están asociadas a estados de bienestar, por ej.: la voz de alguien a
quien amamos.

Ninguna de estas cosas lleva en sí misma la sensación. Una araña no es más que
una araña; una voz no es más que una voz; el significado especial se lo ponemos
nosotros mismos.

Cada persona crea sus propias anclas o las aprende de la sociedad. La mayoría de
las veces se construyen al azar. A veces, como en las fobias, una experiencia
intensa o emoción profunda puede crear un ancla de forma inmediata. Ellas tienen
la facultad de transportarnos al pasado. Ante un hecho, por ej. Accidente, si la
persona quedó paralizada por el miedo, su sistema neurológico entonces asocia el
estado emocional alterado con todo aquello que los cinco sentidos pudieron captar
en ese instante (sonido de la frenada del auto, alguien gritando cuidado, una
persona vestida toda de negro que salió corriendo del lugar, olor a goma quemada
producida por la frenada). A lo largo de la vida de esa persona, cada vez que se

2
produzcan algunas de las señales de los sentidos que quedaron asociadas, la
sensación de pánico, volverá a manifestarse.

Podemos definir al anclaje como la asociación que el sistema neurológico produce


entre un hecho emocional fuerte y toda la información registrada en ese momento
por los cinco sentidos, de tal modo que se si repite cualquiera de las condiciones
externas asociadas al hecho, se manifestará la sensación original.

Se basa en el enfoque conductista del aprendizaje que enseña que las respuestas
se pueden “anclar” por asociación. Es como la experiencia de oler un alimento en
particular y recordar la primera vez que se lo probó.

El anclaje supone asociar un elemento disparador (estímulo) con una respuesta, de


modo que, por ej.: tocar el hombro de una persona que está sonriendo puede hacer
que en el futuro se sienta bien cuando alguien le toque del mismo modo.

Los anclajes se presentan de distintas formas:

Los simples como los que produce un sonido o que alguien nos toque.
Los complejos, que suponen cadenas o secuencias de anclajes conectados
entre sí, cada uno de los cuales conduce a la persona en cuestión a un nuevo estado
de respuesta emocional.

Estos son útiles para que las personas permanezcan en un estado emocional
positivo (por ej.; de calma o alegría) y se puede emplear para conseguir buenos
efectos en las situaciones terapéuticas.

Una vez establecidas, las anclas actúan de forma automática. Esto es una ventaja
por un lado, pero también representa un peligro según nos conduzcan a estados
positivos o negativos sin que nos demos cuenta. Ya que le damos a las anclas el
poder de provocar estados, debemos prevenirnos de las que nos inducen estados
negativos y cultivar las otras.

Pueden ser visuales, como ver una araña, un ramo de flores, un semáforo en rojo,
etc. Pueden ser auditivas, como el sonido del torno del dentista, una canción
especial o la sirena de incendio o policía. Pueden ser kinestésicas, como un apretón
de manos o un baño caliente; u olfativas, como un perfume, o el olor del café recién
hecho; o gustativas como una tableta de chocolate, o el de los tallarines de la
abuela.

Si imaginamos el aroma del café, o el chirrido de la tiza al deslizarse sobre el


pizarrón, etc., evoca el estado anclado (tal vez no con la misma intensidad). El
cerebro reacciona a un ancla tanto si esta es real como imaginario. Nuestro sistema
cuerpo-mente reacciona a lo que percibe como real.

3
Nuestro nombre es un ancla para nuestra identidad y las imágenes religiosas anclan
creencias. Las empresas invierten muchísimo dinero en logotipos y anuncios que
crean anclas que asocian sus productos a un estado deseable.

Las palabras también pueden constituir anclas. Cuando escribimos sobre arañas y
chocolates, sólo estamos viendo marcas de tintas sobre papel. Las imágenes, los
sonidos y las sensaciones las crea uno mismo en su mente para comprender las
palabras.

Nuestro cerebro no solo asocia momentos positivos o negativos sino también,


habilidades, el éxito, la comprensión, la escucha efectiva, la humildad, la creatividad,
etc.

La PNL aporta la posibilidad de que nos podamos ayudar al logro de objetivos y al


mejoramiento de la comunicación intra e interpersonal realizando nuestros propios
anclajes de manera consciente para poder tener a nuestra disposición herramientas
y habilidades que seguramente tenemos en otros contextos.

Por ejemplo, ante la inseguridad que una persona siente al presentarse a una
entrevista laboral, lo que ella necesitaría es seguridad y confianza en sí mismo que
evidentemente no tiene ente esta circunstancia, pero sí quizás en otra actividad que
desempeñe. Puede sentir gran seguridad al manejar. Podemos entonces con este
método del anclaje, extrapolar este estado de seguridad a un nuevo contexto (la
entrevista laboral), obteniendo así el resultado deseado.

La PNL define el recurso como el estado generado por experiencias positivas del
pasado y que podemos recuperar y traer al presente para la obtención de un objetivo
determinado.

4
Estos son algunos de los considerados recursos:

Amor, Alegría, Apertura Aprendizaje, Confianza, Determinación, Humor,


Laboriosidad, Comprensión, Sintonía, Salud, Templanza, Desapego, Riesgo,
Fiabilidad, Verdad, etc.

No entendemos que existan antivalores o recursos negativos. Vivimos en un


universo de contrastes y polaridades y, en el ritmo de la vida, todo tiene su opuesto.

Estos antivalores no son más que oportunidades de integrar y crecer. Únicamente


un cambio de percepción que nos permita ver esa dificultad como una oportunidad
de aprendizaje nos permitirá trascender a un nuevo estado de consciencia. Esta es
la única forma relacionarnos con el conflicto y la única manera de dejar de
proyectarlo en un futuro próximo.

“Habitualmente, intentamos reprimir los programas, ausentarnos de sentir y


experimentar esas emociones -pues nos incomodan en gran manera- mediante
adicciones de toda clase. Buscamos relaciones adictivas que nos permitan
expresarlos y vivirlos como víctimas. Tomar conciencia de que hasta el dolor y el
sufrimiento tienen un sentido evolutivo, que consiste en tomar conciencia de estos
programas para poder liberarlos.”

1. Escoge el recurso que quieres obtener a través del Anclaje. Verifica de antemano
que se trata de un estado interno y no de una idea o de un concepto. Por ejemplo,
la seguridad, el amor o la tranquilidad corresponden a un estado interno.
2. Busca un espacio tranquilo y adopta una postura cómoda. Para comenzar en un
estado adecuado, realiza una respiración profunda y afloja el tono muscular de tu
cuerpo.
3. Busca una experiencia en la que hayas experimentado ese estado interno. Esta
experiencia puede ser reciente o antigua en tu línea de vida.
4. Revive esa situación como si estuvieras en ella, trayéndola al presente. Puedes
reconstruir la experiencia a través de tus sistemas de representación; para ello es
aconsejable visualizar, sentir, escuchar y oler. Sigue estos pasos: intenta recordar
que veías, la forma de los objetos, la luminosidad. ¿Qué oyes en este momento?
¿Qué palabras, qué diálogo interno se producen? ¿Tus sensaciones de qué tipo
son? ¿Se concentran en algún lugar del cuerpo?
5. Busca una recreación lo más completa posible utilizando todos los sistemas de
representación (VAC). Cuando tengas la experiencia recreada busca intensificar las
imágenes, dándoles más luminosidad, más fuerza; los sonidos hazlos más
agradables, potencia las sensaciones. En definitiva, amplifica la experiencia.

A continuación, presentamos una serie de ejercicios que son recomendables


realizarlos como herramientas.

Cuando hayas sentido perfectamente que el recurso está presente en tu cuerpo,


debes de anclarlo. Por ejemplo, un acto para anclar nuestra sensación podría ser

5
apretar el puño fuerte o presionar nuestros dedos pulgar e índice. Controla la
presión/fuerza/intensidad con que lo haces, dónde presionas, etc., ya que, para
revivirlo, cuanto más idéntico sea mejor.

Ahora viene la comprobación del anclaje. Tenemos que hacer un estado interruptor;
esto significa cambiar de ambiente, desplazarte por casa, ve al baño, a la cocina…
debes de cambiar tu estado interno y volver a un estado distinto o neutral. Cuando
ya estés preparado nuevamente, realiza el mismo gesto para revivir el estado
anterior.

El acto de anclaje es asociar un gesto o una sensación física a este momento.

APILAMIENTO DE ANCLAJES:

Cuando queremos fortalecer un anclaje procedemos a realizar lo que dentro de la


PNL se denomina apilamiento de anclajes. Para ello, simplemente revivimos
diferentes escenas, (una por vez), en donde la misma sensación o recurso se halla
manifestado en nosotros. Cuando experimentamos la máxima sensación interna,
disparamos el anclaje elegido.

ENCADENAMIENTO DE ANCLAJES:

Los anclajes también se pueden encadenar uno detrás de otro. Esto nos permite
acceder a un escalonamiento de sensaciones que pueden ser necesarios para
desarrollar una determinada actividad. En este caso es necesario la utilización de
diferentes tipos de anclajes que se ejecutan poco a poco disparando el primero para
acceder a la sensación o recurso inicial, luego se dispara el segundo anclaje,
soltando el primero para acceder al segundo recurso y así sucesivamente conforme
el objetivo lo requiera.

COLAPSO DE ANCLAJES:

Este tipo de técnicas se utilizan mucho en terapias ya que nos permite cortar
anclajes negativos a nivel neurológico. El cerebro humano sólo puede acceder a
una sensación en cada momento. Si le obligamos a acceder a dos en el mismo
momento, se crea una confusión neurológica, pero el cerebro elige siempre la
sensación más positiva, cortando la conexión neurológica más negativa. En este
caso entonces si se dispara un anclaje negativo, por ejemplo, escuchamos una
melodía que nuestro sistema neurológico lo asocia con un familiar querido ya
fallecido, y en consecuencia nos sumerge en una sensación de tristeza, podemos
disparar un anclaje construido conscientemente que nos invita a ingresar en un
estado de alegría y paz interior.

6
Los Engramas

¿Qué es un engrama?

Un engrama es un patrón de información inconsciente que se vuelve vulnerable a


las sensaciones percibidas en el momento del impacto emocional programaste. Esta
vulnerabilidad hace que la información sea susceptible a reactivarse o
desencadenarse.

Un engrama es una información inconsciente que nos vuelve más sensibles a


situaciones determinadas.

El engrama se forma cuando estamos "vulnerables" (física o emocionalmente),


cuando estamos emocionalmente dispersos toda la información que recibimos
va directamente al inconsciente sin filtro alguno.

Un dato importante es que los engramas se pueden programar en cualquier


momento de nuestra vida en el que suframos un impacto emocional.

El engrama es una marca orgánica sobre el tejido nervioso causada por un estímulo
ocurrido en el pasado del individuo que será el soporte material de la memoria. Un
engrama es una estructura de interconexión neuronal estable. Las redes neuronales
establecen sistemas aferentes/eferentes inconscientes y mecánicos. El engrama
pertenece a la mente reactiva. Es en la mente

Inconsciente donde se almacena todo el dolor, las sensaciones, las palabras, los
hechos, los lugares, los ruidos, etcétera.

Cuando tenemos un impacto emocional el inconsciente lo graba todo y nunca lo


olvida. El engrama funciona, aunque te quedes inconsciente, por eso podemos ir a
buscar las causas emocionales que envuelven al impacto, las cuales nos permiten
acceder al inconsciente para cambiarlas.

Esto se reflejará en la vida experimentando situaciones que nunca antes habíamos


vivido. Cuando esto sucede significa que el patrón de información del engrama ha
cambiado, porque hemos cambiado nuestras emociones en relación al impacto
emocional inicial.

Cuando se activa un engrama puede transformar a la persona en una marioneta,


dictándole conductas aberrantes. Todo engrama tiene sus palabras clave: "No
puedo", "No debo", "No sirvo", "Qué dirán", etcétera.

La activación de los engramas nos hace vivir ciertas enfermedades y nos


predispone a todo tipo de situaciones que nuestro razonamiento no alcanza a
comprender.

También podría gustarte