Balaguer 12 Años Informe Borron

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oaquín Antonio Balaguer Ricardo

Fue un abogado, escritor y político dominicano, nacido el 1 de septiembre de 1906. Presidente de la República Dominicana en los periodos 1960-1962,

1966-1978 y 1986-1996. Según algunos habría sido el mejor presidente de la República Dominicana, contando en su haber con obras como el ayuntamiento
de Bani y el Faro a Colón. Otros señalan su personalidad enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, así como su afán de perpetuarse en
el poder por medio de dudosas elecciones y mediante el empleo de terrorismo de Estado, lo que le ganó el mote de caudillo. Su régimen causó millares de
muertes y desapariciones forzadas. Fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y edificaciones; el Faro a
Colón es uno de los monumentos más relevantes construidos en su gobierno.

Balaguer nació en Villa Bisonó, en la provincia de Santiago. Hijo de Joaquín Balaguer Lespier, puertorriqueño de padre catalán y madre de origen francés y
Carmen Celia Ricardo Heureaux. Balaguer fue el único varón de una familia de varias mujeres, pero tuvo un medio hermano porparte de padre. Desde muy
temprana edad se sintió atraído por la literatura y la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas locales. Se interesó en la política
debido a la ocupación militar norteamericana de 1916. Después de graduarse de “bachiller en ciencias y letras” en 1922 Aficionado a la política y militante
anti-Horacista, Balaguer participó en la conjura de Estrella Ureña y de Rafael Leónidas Trujillo contra el régimen de Horacio Vásquez en 1930. Desde
entonces y hasta 1961, año de la muerte de Trujillo, ocupó cargos de importancia: subsecretario de la Presidencia en 1936, embajador en varios países
hispanoamericanos y en la ONU en losaños cuarenta, ministro de Asuntos Exteriores en1954 y de Educación en 1955 y vicepresidente de la República en
1957.

Cuando Rafael Leónidas Trujillo hubo de cesar a su hermano de la presidencia a causa de su

impopularidad en el interior y en el exterior, cedió el poder a Balaguer en1960; estrechamente

vigilado por el dictador, Balaguer trató de suavizar el régimen del que se sentía prisionero. El

posterior asesinato de Trujillo en 1961 dejó a Balaguer como único poder en el país, con el difícil

reto de desmantelar la dictadura. Tras varias semanas de manifestaciones contra la continuación

de las estructuras represivas del Trujillismo, el 16 de enero de 1962 Balaguer fue derrocado en

un golpe de Estado encabezado por el general Pedro Rodríguez Echevarría, y se exilió en Nueva

York.
La grave crisis de 1965, en la que los partidarios y los

detractores del presidente izquierdista Juan Bosch,

depuesto en 1963 se enzarzaron en una suerte de guerra

civil, quedó zanjada con una intervención militar de los

Estados Unidos y el compromiso de las partes de

celebrar elecciones, lo que permitió el regreso de

Balaguer a Santo Domingo. Joaquín Balaguer concurrió

a las elecciones como candidato del Partido Reformista

y derrotó en la jornada electoral del 1 de junio de 1966 a

Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano, en

lo sucesivo su más enconado rival.

Tras eliminar la prohibición constitucional de un

segundo mandato presidencial, Balaguer obtuvo la

reelección en las elecciones de 1970 y 1974, que se

desarrollaron sin verdadero juego competitivo, pero

hubo de reconocer, ante las presiones de los Estados

Unidos, su derrota en las presidenciales de 1978 frente a

Antonio Guzmán, candidato del PRD. Tal hecho se presentó entonces como el final del posTrujillismo y como un principio de aceptación de la alternancia en
el poder y de la neutralidad

del ejército en las cuestiones políticas. En las elecciones de 1982, Balaguer volvió a ser
derrotado por el candidato gubernamental, Salvador Jorge Blanco.

Tras ocho años en la oposición, Balaguer ganó las elecciones de 1986 con el 41% de los votos,

no sin la impugnación del candidato del PRD, Jacobo Majluta. Prácticamente ciego y con la

salud muy quebrantada, Balaguer fue reelegido en 1990 con sólo un punto de ventaja sobre el

también anciano Juan Bosch, del Partido de la Liberación Dominicana, quien acusó al PRSC de

haber cometido fraude.

El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal que el anterior. En este periodo Balaguer

era mucho más tolerante a los partidos de oposición y los derechos humanos. Siguió con sus

grandes proyectos de infraestructura, tales como la construcción de carreteras, puentes, escuelas,

proyectos de viviendas y hospitales. Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de gran

visibilidad eran muy publicitado en los medios de comunicación controlados por el gobierno y

través de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar la popularidad de Balaguer. La

economía también mejoró considerablemente.

Balaguer en su tercer periodo de gobierno realizo

varias obras, tales como el Faro Colón, Esta obra

constituye uno de los principales monumentos de

América al descubrimiento del continente y al

almirante Cristóbal Colón. La misma sirvió de

escenario a uno de los acontecimientos más


ecológico. estas obras, hoy día, tiene la virtud de ser el pulmón que airea y oxigena la ciudad de

santo domingo, siendo de diario uso por miles de personas que se ejercitan en ellos al aire libre

cotidianamente.

Primeras medidas tomadas por Balaguer

Personificación del poder, violando todos los procedimientos que implantarán contar con

el aval del poder legislativo. Su estilo consistía en gobernar a través de decretos.

Mayor tolerancia política.

Conservó el clima de libertad de expresión.

Se produjeron muertes violentas y abuso de poder.


Los cambios introducidos en las fuerzas armadas por Jorge blanco fueron revocados y los

militares despedidos reintegrados a las filas de los organismos castrenses.

Nombró como integrantes de su gabinete a políticos jóvenes y otros de mucha

experiencia, incluso algunos de los que integraron el triunvirato.

En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una cierta política de populismo, en lo que se refiere

a la entrega de canastas, dinero y otras "dádivas" al pueblo dominicano con el propósito de

gobernar a base de demagogia. El clientelismo también se manifestó en gran medida.

En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra reelegirse con el 35% de los votos,

contra el 33% de Juan Bosch del Partido de la Liberación Dominicana, y un Partido

Revolucionario Dominicano que mantenía una crisis interna. Este proceso se caracterizó por la

expresión de amplios sectores de la vida política y social, que criticaban la legitimidad de dichas

elecciones, a lo que Balaguer respondió lanzando los militares a la calle y decretando un toque

de queda.

En 1992, para el 500 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América y la visita del Papa

Juan Pablo II, Balaguer gastó millones en la restauración de la histórica ciudad colonial de Santo

Domingo, para que el Papa pudiera pasar por ella.

Ese mismo año gastó más de doscientos millones de dólares en la construcción del controvertido
Faro a Colón, un faro de diez pisos en honor a Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue

diseñado para transmitir la imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea

visible a decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que supuestamente alberga los

restos de Colón, ha sido una atracción turística de menor importancia. Su luz no se utiliza muy a

menudo debido a los costos de energía y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y

el gasto fueron fuente de mucha controversia.

En enero de 1994 Balaguer decidió optar de nuevo por la presidencia, incluso cuando ya tenía

casi 90 años de edad y ciego por completo. Esta vez, su principal competidor era José Francisco

Peña Gómez del Partido Revolucionario Dominicano.


Esta campaña fue una de los peores de la historia dominicana. Balaguer con frecuencia utilizaba

la ascendencia haitiana de Peña Gómez a su favor. El dominicano históricamente tiende a

desconfiar de cualquier persona con sangre haitiana. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que

Peña anexionaría el país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de maniobra en las

elecciones, se impuso con un 42%, contra un PRD que obtuvo el 41% de los votos, donde se

asegura que ocurrieron alteraciones de actas y del padrón electoral en la misma Junta Central

Electoral. Peña alegó fraude, y llamó a una huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar

en apoyo a la huelga.

En este periodo se sucedió la misteriosa desaparición del profesor universitario y activista

Narciso González (Narcisazo), un vehemente crítico de la política de Balaguer. Su desaparición

que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a Balaguer.

Una investigación posterior reveló que la Junta Electoral no sabía el número total de votantes

registrados, y el resultado en las listas distribuidas en los colegios electorales no coincidían con

las dadas a los partidos. La investigación también reveló que unas 200 personas habían sido

retiradas de las urnas. En medio de tales preguntas sobre la legitimidad de la encuesta, acordaron

celebrar nuevas elecciones en 1996, pero esta vez Balaguer no sería candidato. En este sentido,

cumplió su palabra de poner su cargo a disposición de la administración estadounidense.

El acuerdo político de los gobernantes, de sectores del poder fáctico que incluye a la Iglesia

Católica, y de los dirigentes de los partidos políticos, dejaron establecida una reforma

constitucional que se hizo el 14 de agosto de 1994. Este acto de consenso jurídico fue preferido a
la anulación total de las elecciones y fue conocido como "Pacto por la Democracia".

A pesar de que la JCE declaró ganador de los comicios al doctor Balaguer, Peña Gómez exigía

anular las votaciones del 16 de mayo de 1994 y celebrar nuevas elecciones. Sostenía que se

produjo "un colosal fraude electoral" con múltiples irregularidades que incluyeron el cambio de

mesas de votación, sin información previa, a miles de militantes y simpatizantes del PRD.

Tras ser declarado perdedor de las elecciones por la JCE, inició una campaña de denuncias en el

exterior y en el país sometió recursos de impugnación ante la Junta Central Electoral, contra los

resultados dados como oficiales. Peña Gómez en ese momento ostentaba el cargo de

Vicepresidente de la Internacional Socialista, que apoyó su campaña de denuncias.

El 10 de agosto de 1994, fue firmado el Pacto por la Democracia en el cual el presidente Joaquín

Balaguer, líder del Partido Reformista Social Cristiano, y el doctor José Francisco Peña Gómez,

líder y ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano y aliados, acordaron

reducir el período presidencial de Balaguer a dos años, celebrar nuevas elecciones presidenciales,

lo que se establecería en la reforma constitucional de 1994.

A pesar de que la JCE declaró ganador de los comicios al doctor Balaguer, Peña Gómez exigía

anular las votaciones del 16 de mayo de 1994 y celebrar nuevas elecciones. Sostenía que se

produjo "un colosal fraude electoral" con múltiples irregularidades que incluyeron el cambio de

mesas de votación, sin información previa, a miles de militantes y simpatizantes del PRD.
Según el último boletín de la JCE, Balaguer ganó con una ventaja de 22,281 votos con respecto a

su rival Peña Gómez del PRD. Indica que el PRSC y aliados obtuvieron un millón 275,460

votos; el PRD y aliados un millón 253,179; el PLD y aliados 395 mil 653; el Partido

Revolucionario Independiente 68 mil 910 y el Movimiento Independencia, Unidad y Cambio, 22

mil 548. En las elecciones votaron tres millones 15 mil 750 electores, de una matrícula del

Registro Electoral de tres millones 598 mil 328, de acuerdo a la información dada en el boletín

final de la JCE.

El bufete de la Junta Central Electoral en las elecciones generales de 1994 lo integraron Manuel

García Lizardo, presidente, y Luis Nelson Pantaleón González, suplente del presidente. Y en

calidad de miembros: Pompilio Bonilla Cuevas, Fulgencio Robles López, José Henríquez

Almánzar y Leonardo Matos Berrido. Amable Díaz Castillo fue el secretario.

Tras crisis el Pacto por la Democracia

La difusión del último boletín de la JCE agudizó la crisis postelectoral, el PRD, y grupos de

oposición, anunciaron paros y movilizaciones en protesta. Desde el Gobierno las autoridades

advirtieron que mantendrían el orden público.

Sin embargo, luego el presidente Balaguer se reunió con el ex candidato presidencial Peña

Gómez en procura a una salida a la crisis, para lo cual contaron con la mediación del embajador

de la OEA, John Graham, y de la Iglesia Católica, representada por Agripino Núñez Collado.
En las discusiones el presidente Balaguer había propuesto la firma de un Pacto por la

Democracia en el que reduciría su mandato a dos años para luego entregar el Gobierno al

candidato presidencial y líder del PRD, Peña Gómez, quien rechazó la propuesta.

Como consecuencia de la posición de Peña Gómez, en principios el presidente Balaguer acordó

reducir su período de Gobierno a 18 meses y celebrar elecciones presidenciales el 16 de

noviembre de 1995, pero al consumar el compromiso fue suscrito un Pacto por la Democracia”

diferente al que habrían tratado antes Balaguer y Peña Gómez.

El acuerdo firmado el 10 de Agosto de 1994

En efecto, el acuerdo firmado en el Palacio Nacional, el 10 de agosto de 1994, dispone convocar

a la Asamblea Nacional para reformar la Constitución para establecer el 16 de mayo de 1996

como la fecha para celebrar las nuevas elecciones presidenciales, en lugar del 16 de noviembre

de 1995, como se había tratado, con lo cual se separaban los días de los comicios municipales y

congresuales. Pues a pesar del "fraude colosal" denunciado por el PRD y aliados, los senadores,

diputados y autoridades municipales terminarían el período de cuatro años para el que fueron

electos en los comicios de 1994.


En el Pacto por la Democracia se estableció que las próximas elecciones para escoger las

autoridades municipales, diputados y senadores serían el 16 de mayo de 1998; prohibir la

reelección presidencial en dos períodos consecutivos, y establecer la doble vuelta si ni uno de los

candidatos no obtenía más del 50 por ciento de los sufragios.

También se aprobó reformar el Poder Judicial. De esa manera en la reforma se aprobó que los

jueces del máximo tribunal de justicia sean escogidos por el Consejo Nacional de la

Magistratura. Lo que se ha aplicado desde 1996.

De igual modo se aprobó aplicar el sistema de votación de asambleas electorales en colegios

cerrados. Las mujeres votarían en el horario de 6 a 1 de la tarde y los hombres de 1 a 6 de la

tarde. Según el mediador embajador de la OEA, John Graham, Estados Unidos quería sacar del

poder a Joaquín Balaguer

En su libro "La crisis electoral de 1994", dice que la crisis política haitiana que culminó en la

salida del general Raoul Cedrás en octubre de 1994 incidió como elemento clave para que el

Gobierno de Estados Unidos permitiera que el presidente Joaquín Balaguer permaneciera en el

poder después de propiciar, con el control de la Junta Central Electoral (JCE), unas elecciones

"que habían sido robadas por medio de fraude".

Graham, fue el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos

(OEA), y uno de los principales mediadores del conflicto surgido cuando el candidato

presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), denunció un fraude en su contra en

las votaciones del 16 de mayo de 1994.


Graham anota en su obra testimonios reveladores de Michael F. Skol, secretario adjunto del

Departamento de Estado para América Latina y encargado de la crisis haitiana que se produjo a

partir de 1991, cuando Cedrás derrocó al presidente Jean-Bertrand Aristide.

Skol contó a Graham que al subsecretario del Departamento de Estado, Strobe Talbot, "le atrajo

la táctica de Balaguer de intercambiar apoyo dominicano para tapar la porosa frontera con Haití,

logrando así aislar aún más el régimen militar de Cedrás en Puerto Príncipe". "A cambio de la

cooperación dominicana en la frontera, la idea de Talbot era proveer la tácita disposición

estadounidense de permitir que Balaguer consolidara su victoria en las manchadas elecciones",

según le dijo Skol.

La política exterior de Estados Unidos hacia República Dominicana en ese momento queda

reflejada en los editoriales de The New York Times. El rotativo planteó, el 24 de mayo de 1994,

que las sanciones de las Naciones Unidas para restablecer la democracia en Haití sólo podían

funcionar si eran fuertes y se aplicaban. "(...) Pero mientras el contrabando de gasolina fluya

libremente a través de la frontera con la República Dominicana, el embargo de las Naciones

Unidas contra Haití sólo existe de nombre", escribió. Resaltó que: "El Sr. Balaguer parece estar

listo para arrebatar tal como hizo después de las cuestionadas últimas elecciones de 1990, y

esperar que la controversia desaparezca. No hay duda de que él espera que los Estados Unidos,

en su deseo de preservar alguna semblanza de estabilidad en la isla no hará mucho ruido sobre

fraude electoral".
manipulaciones habían sido de alguna forma logradas utilizando una computadora propiedad de

la empresa automovilística de Jacinto Peynado".

Peynado era senador y compañero de boleta de Balaguer en las elecciones que generaron la crisis

y llevaron a la firma, el 10 de agosto de 1994, del "Pacto por la Democracia" que obligaba a

celebrar votaciones en 18 meses y al final acortó en dos años el período presidencial y

desencadenó en una reforma a la Constitución.

Graham pone en evidencia una etapa en que los observadores se sintieron espiados y bajo

amenaza. Su misión coincidió con un equipo de la IFES, dirigido por Charles Manatt, posterior

embajador de Estados Unidos, en el país. También, con otra del Instituto Demócrata Nacional

(NDI) y una del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL), de Costa Rica.

Los problemas que detectaron los observadores

Entre los problemas que detectaron los observadores tres meses antes de las votaciones figura la

resistencia de los miembros de la JCE, en su mayoría del Partido Reformista Social Cristiano

(PRSC) frente al papel desempeñado por los observadores. Graham afirma que descubrieron que

a pesar de que las leyes requerían que el número de votantes no excediera cuatrocientas personas

por centro de votación, algunos de estos tenían registrados más de mil votantes. Otros, sin

embargo, sólo tenían un votante en su lista".

Resalta que, Armando García, Director del Centro de Cómputos de la JCE, "no podía explicar
cómo habían ocurrido esas anomalías". Explica que 11 días antes del 16 de mayo "ni los

consultores ni la oposición tenían acceso al Centro de Cómputos".

El español Vicente Martín, consultor del IFES, que asesoraba al Centro de Cómputos de la JCE,

descubrió que sus consejos no eran bien recibidos, apunta Graham. "Martín era un experto en el

área de informática, sus recomendaciones eran claves y, sin embargo, Matos Berrido dio

instrucciones para que se le excluyera de la mayoría de reuniones celebradas con los

consultores".

Un memorándum de Manuel García Lizardo, fechado el 4 de mayo, prohibió la entrada de los

consultores externos al Centro de Cómputos. En los días precedentes, "Martín reportó que había

recibido amenazas de muerte anónimas. Para garantizar su seguridad el IFES lo sacó del país",

afirma Graham. "La uruguaya Carina Perelló, consultora del IFES, también reportó que había

recibido amenazas" y que, incluso, el embajador de Estados Unidos, Roberto Pastorino, le

advirtió en un restaurant en el que almorzaba que dos conocidos "maleantes" la esperaban fuera

para atacarla.

Relata que el 16 de mayo parte del fraude se empezó a concretar con votantes cuyos nombres no

aparecían en las mesas electorales. "Preocupados por la seguridad del equipo, la sede principal

del NDI en Washington ordenó salir a todos sus observadores cuarenta y ocho horas después de

las elecciones", afirma Graham, citando testimonios de Pat Merlow y Santiago Canton, del NDI.
Balaguer con Peña Gómez

Graham cuenta que el 9 de agosto a las siete de la noche, Balaguer convocó a una reunión con

Peña Gómez en la Biblioteca Nacional. El líder del PRD pidió al Presidente que permitiera la

entrada de Hatuey de Camps Jiménez, quien leyó un documento en el que planteaba la posición

de su partido por un "todo o nada".

Días finales

Joaquín Balaguer murió de insuficiencia cardíaca en Santo Domingo el 14 de julio de 2002 a la

edad de 95 años. Su legado en República Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa

estabilidad política y económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones

gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras, puentes,

hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su impronta personal quedara

marcada en piedra. Fue una figura polarizaste que podría incitar tanto al odio como al amor de la

población. Era tradicional en Balaguer facilitarles viviendas a los más pobres por medio del

Gobierno donde estos pagaban un módico precio mensual por las mismas. También tenía la

costumbre junto a su hermana Emma de regalar juguetes a los niños pobres los Días de Reyes.

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