Compensador de Frenado
Compensador de Frenado
Compensador de Frenado
Durante el diseño del circuito del sistema de frenos se tienen en consideración diversos
factores, tanto fijos como variables. El más decisivo, dada su gran variación, es el
reparto de pesos del vehículo durante la frenada.
El mayor peso sobre el eje delantero junto con la transferencia inercial de pesos
proporcionan una mayor capacidad de frenado a dicho eje. Por ello, se utilizan
conjuntos de fricción más grandes y émbolos hidráulicos de mayor medida en el tren
delantero respecto al trasero. De este modo, aplicando la misma presión hidráulica de
accionamiento, el tren delantero desarrolla mayor fuerza de fricción y por ende, mayor
fuerza de frenado.
La transferencia de pesos libera parte de la masa soportada por el eje trasero, reduciendo
su capacidad de frenado sin deslizamiento y pudiendo provocar el bloqueo de las ruedas
traseras. El bloqueo de las ruedas traseras resulta doblemente peligroso puesto que
disminuye la eficacia total de frenado (la rueda desliza sobre el terreno reduciendo
sustancialmente su capacidad de retención) a la vez que compromete la estabilidad y
capacidad de guiado lateral del vehículo.
Para evitar dicho bloqueo, la presión hidráulica suministrada a dicho eje debe regularse
de forma proporcional al peso instantáneo que soporta, instalándose correctores de
frenado cuya función consiste en regular o limitar la presión hidráulica que llega a los
dispositivos traseros de freno en función de alguno de los siguientes parámetros: peso
soportado por el eje, la presión hidráulica de frenado o la deceleración del vehículo.
Puesto que por normativa el sistema de freno está formado por dos circuitos, se equipan
dos compensadores de frenada individuales, uno para cada circuito, integrados o no en
el mismo conjunto.
Este regulador modifica la presión hidráulica de frenado que llega al eje trasero en
función del peso que soporta dicho eje. Para detectar la masa existente, el compensador
se encuentra fijado a la carrocería y dispone de una unión mecánica flexible con el
puente trasero. Actúa en función de la compresión o distensión de la suspensión, que es
proporcional a la carga existente en dicho eje (limitación estática) y a la deceleración
del vehículo (limitación dinámica).
La presión hidráulica necesaria para vencer la fuerza del muelle viene determinada por
la fuerza ejercida por el resorte exterior. Si la carga sobre las ruedas traseras es poca, el
resorte ejerce poca fuerza sobre la palanca y en consecuencia, una mínima presión es
suficiente para desplazar el émbolo. Conforme aumenta la carga en el eje trasero, mayor
efecto tiene el recorrido de la suspensión sobre el resorte, aumentando su tensión y
requiriendo mayor presión hidráulica para provocar el cierre del paso de fluido hacia el
eje trasero, aumentando a la vez la fuerza de frenada en dicho eje.
Al liberar el pedal de freno, se produce una caída de presión en la zona de entrada del
fluido. La diferencia de presiones entre las zonas de entrada y salida del compensador
provoca el desplazamiento de la bola contra su muelle, abriendo así el paso de líquido
de frenos y liberando la presión que actúa sobre los elementos frenantes. La fuerza del
muelle exterior hace retornar al émbolo a su posición de reposo, con lo cual la válvula
de bola queda mecánicamente abierta y libera por completo la presión.
Compensador fijo
Es el más simple y limita la presión del eje trasero a partir de un valor fijo previamente
determinado por el fabricante mediante la dureza de un resorte, independientemente de
cual sea la carga del vehículo o la fuerza de frenado.
Gráfica de presión durante el funcionamiento del compensador fijo
Durante una frenada de mayor intensidad, la inercia producida será capaz de desplazar
la bola hasta contactar con el émbolo, cerrando el paso de líquido de frenos e
impidiendo el aumento de presión y fuerza de frenado en el eje trasero.
En este momento, la carga del vehículo modifica el punto de corte de presión, ya que
durante la frenada se produce una transferencia de pesos junto con el pivote de la
carrocería sobre el eje delantero y, en consecuencia, la variación de inclinación del
compensador respecto al suelo. Cuanto mayor sea la carga del vehículo, menor será el
cabeceo del vehículo, por lo que el ángulo de inclinación del compensador se mantendrá
y se retrasará el punto de corte de la presión hacia el eje trasero. En cambio, con un
vehículo con poca carga, el ángulo de pivote sobre el eje delantero será mayor,
reduciendo la inclinación del compensador respecto al suelo. Por ello, la deceleración
necesaria para que la bola cierre el paso de fluido y limite la frenada en el eje trasero
será menor y, en consecuencia, la presión máxima en el tren trasero también.
Una vez que se libera el pedal de freno, la deceleración disminuye y la bola retorna a su
posición de reposo por efecto de la inclinación del compensador y la fuerza de
gravedad, abriendo el paso a través del émbolo que permite el equilibrio de presiones.