Nuevo Testamento
Nuevo Testamento
Nuevo Testamento
NUEVO TESTAMENTO
Evangelio según Mateo . . . . . . . . . 1 Primera carta a Timoteo . . . . . . . 317
Evangelio según Marcos . . . . . . . 51 Segunda carta a Timoteo . . . . . 323
Evangelio según Lucas . . . . . . . . . 83 Carta a Tito . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
Evangelio según Juan . . . . . . . . . 136 Carta a Filemón . . . . . . . . . . . . . . 329
Hechos de los Apóstoles . . . . . . 177 Carta a los Hebreos . . . . . . . . . . 331
Carta a los Romanos . . . . . . . . . . 229 Carta de Santiago . . . . . . . . . . . . 348
Primera carta a los Corintios . . . 250 Primera carta de Pedro . . . . . . . 353
Segunda carta a los Corintios . 271 Segunda carta de Pedro . . . . . . 358
Carta a los Gálatas . . . . . . . . . . . 285 Primera carta de Juan . . . . . . . . 362
Carta a los Efesios . . . . . . . . . . . 292 Segunda carta de Juan . . . . . . . 367
Carta a los Filipenses . . . . . . . . . 299 Tercera carta de Juan . . . . . . . . . 368
Carta a los Colosenses . . . . . . . . 305 Carta de Judas . . . . . . . . . . . . . . . 369
Primera carta a los Apocalipsis . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
Tesalonicenses . . . . . . . . . . . . . 310
Segunda carta a los
Tesalonicenses . . . . . . . . . . . . . 314
APÉNDICES
Grandes relatos de los Lecturas de los evangelios
evangelios . . . . . . . . . . . . . . . . . 396 para domingos y festivos . . . . 402
Lectio divina . . . . . . . . . . . . . . . . . 399 Mapa de Palestina en tiempos
del Nuevo Testamento . . . . . . 404
EDICIÓN
Director de la edición Revisión de la edición
Guillermo Santamaría de Pando José Pérez Escobar
Coordinación técnica Apéndice Lectio Divina
de la edición Rocío García Garcimartín
María Puy Ruiz de Larramendi
Regino Etxabe Díaz
bab; Aminabab lo fue de Naasón, y fue así: María, su madre, estaba pro-
Naasón, de Salmón. 5 Salmón fue el metida en matrimonio a José; pero
padre de Booz y su madre fue Rajab. antes de convivir con él quedó em-
Booz fue el padre de Obed; la madre barazada por la acción del Espíritu
fue Rut. Obed fue el padre de Jesé, 6 y Santo. 19 José, su esposo, que era un
Jesé lo fue del rey David. hombre justo, no quiso denunciarla
David fue el padre de Salomón, a públicamente, sino que decidió se-
quien engendró de la que era espo- pararse de ella de manera discreta.
sa de Urías. 7 Salomón fue el padre 20
Estaba pensando en esto, cuando
de Roboán; Roboán lo fue de Abías, un ángel del Señor se le apareció en
y Abías, de Asá. 8 Asá fue el padre de sueños y le dijo:
Josafat; Josafat lo fue de Jorán; Jorán, —José, descendiente de David,
de Ozías; 9 Ozías, de Joatán; Joatán, no tengas reparo en convivir con
de Ajaz, y Ajaz lo fue de Ezequías. María, tu esposa, pues el hijo que
10
Ezequías fue el padre de Manasés; ha concebido es por la acción del
Manasés lo fue de Amón, y Amón, Espíritu Santo. 21 Y cuando dé a luz
de Josías. 11 Josías fue el padre de Je- a su hijo, tú le pondrás por nombre
conías y de sus hermanos en tiempos Jesús, porque él salvará a su pueblo
de la deportación a Babilonia. de sus pecados. 22 Todo esto sucedió
12
Después de la deportación, Je- en cumplimiento de lo que el Señor
conías fue el padre de Salatiel; Sa- había dicho por medio del profeta:
latiel, de Zorobabel; 13 Zorobabel, de 23
Una virgen quedará embaraza-
Abiud; Abiud, de Eliakín, y Eliakín lo da y dará a luz un hijo, a quien
fue de Azor. 14 Azor fue el padre de llamarán Emmanuel, que signifi-
Sadoc; Sadoc lo fue de Ajín, y Ajín, de ca «Dios con nosotros». 24 Cuando
Eliud. 15 Eliud fue el padre de Eleazar; José despertó del sueño, hizo lo que
Eleazar, de Matán, y Matán lo fue el ángel del Señor le había ordenado:
secreto a los sabios para que le infor- habían burlado de él aquellos sabios,
maran con exactitud sobre el tiem- montó en cólera y mandó matar en
po en que habían visto la estrella. Belén y sus alrededores a todos los
8
Luego los envió a Belén diciéndoles: niños menores de dos años, confor-
—Vayan allá y averigüen cuanto me al tiempo que calculó a partir de
les sea posible acerca de ese niño. los informes de los sabios. 17 Así se
tizado por ti, ¿y tú vienes a que yo monte muy alto y, mostrándole to-
te bautice? das las naciones del mundo y su es-
15
Jesús le contestó: plendor, 9 le dijo:
—¡Déjalo así por ahora! Es me- —Yo te daré todo esto si te arro-
nester que cumplamos lo que Dios dillas ante mí y me adoras.
ha dispuesto. 10 Pero Jesús le replicó:
Entonces Juan consintió. 16 Una —Vete de aquí, Satanás, pues di-
vez bautizado, Jesús salió ensegui- cen las Escrituras: Al Señor tu Dios
da del agua. En ese momento se adorarás y solo a él darás culto.
abrieron los cielos y Jesús vio que 11
El diablo se apartó entonces de
el Espíritu de Dios descendía como Jesús, y llegaron los ángeles para
una paloma y se posaba sobre él. 17 Y servirle.
una voz, proveniente del cielo, decía:
—Este es mi Hijo amado en quien
me complazco. III. Anuncio del reino
en Galilea
Jesús puesto a prueba
en el desierto Primera actividad de Jesús
1
Después de esto, el Espíritu lle- Jesús inicia su actividad
4 vó a Jesús al desierto para que
el diablo lo pusiera a prueba. 2 Jesús
Al enterarse Jesús de que Juan ha-
12
guen a los demás, los juzgará Dios puerta que conduce a la perdición
a ustedes, y los medirá con la mis- es ancha, y el camino fácil, y muchos
ma medida con que ustedes midan son los que p asan por ellos. 14 En cam-
a los demás. 3 ¿Por qué miras la briz- bio, es estrecha la puerta y angosto
na que tiene tu hermano en su ojo el camino que llevan a la vida, y son
y no te fijas en el tronco que tienes pocos los que los encuentran.
en el tuyo? 4 ¿Cómo podrás decir-
le a tu hermano: «Deja que te sa- Los falsos profetas
que la brizna que tienes en el ojo», Tengan cuidado con los falsos pro-
15
hermanos y harán que los maten. vor delante de los demás, yo tam-
Los padres entregarán a sus hijos, y bién me declararé a favor suyo
los hijos se levantarán contra sus pa- delante de mi Padre que está en los
dres y los matarán. 22 Todos los odia- cielos. 33 Y, al contrario, si alguien me
rán por causa de mí; pero el que se niega delante de los demás, yo tam-
mantenga firme hasta el fin se sal- bién lo negaré a él delante de mi Pa-
vará. 23 Cuando los persigan en una dre que está en los cielos.
ciudad, huyan a otra, pues les ase-
guro que el Hijo del hombre vendrá Jesús, causa de división
antes que ustedes hayan recorrido 34
No crean que he venido a traer la
todas las ciudades de Israel. paz al mundo. ¡No he venido a traer
24
Ningún discípulo es más que su paz, sino guerra! 35 Porque he venido
maestro ni ningún criado es más que a poner al hijo en contra de su padre,
su amo. 25 Bastante es que el discípu- a la hija en contra de su madre y a
lo llegue a ser como su maestro, y el la nuera en contra de su suegra; 36 de
criado como su amo. Si han llamado manera que los enemigos de cada
Belzebú al amo de la casa, ¿qué no uno serán sus propios familiares.
dirán de sus familiares? 37
El que quiera a su padre o a su
madre más que a mí, no es digno
Invitación a la confianza de mí. El que quiera a su hijo o a su
No tengan miedo a la gente. Por-
26
hija más que a mí, no es digno de mí.
que no hay nada secreto que no 38
Y el que no esté dispuesto a tomar
haya de ser descubierto, ni nada su cruz para seguirme, tampoco es
oculto que no haya de ser conoci- digno de mí. 39 El que quiera salvar
do. 27 Lo que yo les digo en la oscu- su vida, la perderá; pero el que, por
ridad, díganlo ustedes a plena luz, y causa de mí, la pierda, ese la salvará.
lo que escuchan en secreto, pregó-
nenlo desde las terrazas. 28 No ten- Recompensas
gan miedo de los que pueden matar El que los reciba a ustedes es como
40
encontrar? ¿Una caña agitada por cho la mayor parte de sus milagros
el viento? 8 ¿O esperaban encontrar no se habían convertido. Entonces
un hombre espléndidamente vesti- se puso a reprochárselo, diciendo:
do? ¡Los que visten con esplendidez 21 —¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de
viven en los palacios reales! 9 ¿Qué ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en
ron. 5 Otra parte cayó en terreno pe- ojos por lo que ven y sus oídos por lo
dregoso, donde había poca tierra; que oyen. 17 Les aseguro que muchos
y como la tierra no era profunda, profetas y muchos justos desearon
la semilla brotó muy pronto; 6 pero, ver lo que ustedes están viendo, y no
apenas salió el sol, se quemó y, al no lo vieron, y oír lo que ustedes están
tener raíz, se secó. 7 Otra parte de la oyendo, y no lo oyeron.
semilla cayó entre cardos, y los car-
dos crecieron y la ahogaron. 8 Otra Explicación de la parábola
parte, en fin, cayó en tierra fértil, y del sembrador
dio fruto: unas espigas dieron gra- Escuchen, pues, lo que significa la
18
cípulos que no dijeran a nadie que él antes haber visto al Hijo del hombre
era el Mesías. llegar como Rey.
Transfiguración del Señor
El destino sufriente del Mesías 1
Seis días después, Jesús tomó
Jesús anuncia por primera vez
su muerte y su resurrección
17 aparte a Pedro y a los hermanos
Santiago y Juan y los llevó a un mon-
21 A partir de aquel momento, Jesús te alto. 2 Allí se transfiguró en presen-
empezó a manifestar a sus discípu- cia de ellos. Su rostro resplandeció
los que tenía que ir a Jerusalén, y que como el sol y su ropa se volvió blanca
los ancianos del pueblo, los jefes de como la luz. 3 En esto, los discípulos
los sacerdotes y los maestros de la vieron a Moisés y Elías conversando
ley le harían sufrir mucho, y luego con él. 4 Pedro dijo a Jesús:
lo matarían, pero que al tercer día —¡Señor, qué bien estamos aquí!
resucitaría. Si quieres, haré aquí tres cabañas:
22
Pedro, llevándolo aparte, comen- una para ti, otra para Moisés y otra
zó a reprenderlo, diciendo: para Elías.
—¡Que nada de eso te pase, Se- 5 Aún estaba hablando Pedro,
ñor! cuando quedaron envueltos en una
23
Pero Jesús, volviéndose a él, le nube luminosa de donde procedía
dijo: una voz que decía:
—¡Apártate de mí, Satanás! Tú —Este es mi Hijo amado, en quien
eres una piedra de tropiezo para me complazco. Escúchenlo.
mí, porque no piensas como pien- 6
Al oír esto, los discípulos se pos-
sa Dios, sino como piensa la gente. traron rostro en tierra, sobrecogidos
24
Luego, dirigiéndose a sus discí- de miedo. 7 Pero Jesús, acercándose
pulos, Jesús añadió: a ellos, los tocó y les dijo:
—Si alguno quiere ser discípulo —Levántense, no tengan miedo.
mío, deberá olvidarse de sí mismo, 8
Ellos alzaron los ojos, y ya no vie-
cargar con su cruz y seguirme. ron a nadie más que a Jesús. 9 Mien-
25
Porque el que quiera salvar su tras bajaban del monte, Jesús les
vida, la perderá; pero el que entre- ordenó:
gue su vida por causa de mí, ese la —No cuenten esta visión a nadie
encontrará. 26 ¿De qué le sirve a uno hasta que el Hijo del hombre haya
ganar el mundo entero, si pierde su resucitado.
propia vida? ¿O qué podrá dar el 10 Los discípulos le preguntaron:
ser humano a cambio de su vida? —¿Por qué dicen los maestros de
27
El Hijo del hombre ya está a punto la ley que Elías tiene que venir pri-
de venir revestido de la gloria de su mero?
Padre y acompañado de sus ánge- 11
Jesús les contestó:
les. Cuando llegue, recompensará —Es cierto que Elías ha de venir y
a cada uno conforme a sus hechos. ha de ponerlo todo en orden. 12 Pero
28
Les aseguro a ustedes que algunos yo les aseguro que Elías ya vino,
1. LECTIO (Lectura)
¿Qué dice el texto?
«Habla, Señor, que tu servidor escucha» (1 Sm 3,10)
• Lea y relea el texto con atención y respeto. No lea solo con los ojos, no
lea como mero espectador. Que su lectura sea escucha; deje que la lec-
tura le «afecte». Procure imprimir el texto en su corazón.
• Advierta la palabra, la imagen, el mensaje que queda repicando en
usted. Cuando la haya encontrado, es el momento de pasar a la me-
ditación.