Fambruesa en Proceso

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UNIVERSIDAD DE SAN

CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO
UNIVERSITARIO DE
NOROCCIDENTE
-CUNOROC-
PROFESOR: ING. M.Sc. WILHEM O. ANGEL PRERA
CUERSO: FRUTICULTURA ESPECIAL.

CULTIVO DE FRAMBUESA.

201945009 Elián Isaías Méndez Villatoro Agronomía.


201944859 Jorge De Jesús Díaz Silvestre Agronomía.
201841007 Wilmer Ariel Velázquez Villatoro Agronomía.

HUEHUETENANGO, GUATEMALA 1 DE MARZO DE 2022.

Tabla de contenido
I. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN DEL CULTIVO (…).......3
1.1. Historia......................................................................................3
1.2. Origen........................................................................................3
1.3. Descripción botánica...............................................................4
1.4. Taxonomía................................................................................7
1.5. Bromatología............................................................................7
1.6. Usos...........................................................................................8
1.7. Importancia socio económica para Guatemala y el mundo. 9
1.8. Estadísticas de producción y financiera..............................10
1.9. Zonificación............................................................................12
1.10. Requerimientos edafo climáticos......................................12
1.11. Cultivares.............................................................................14
1.12. Mejoramiento genético........................................................17
1.13. Manejo Agronómico............................................................17
1.13.1..........................................................................Propagación
17
1.13.2................................................Establecimiento de siembra
18
1.13.3.......Labores culturales (riego, limpias, manejo de tejido)
19
1.13.4.......................................................Fertilización y nutrición
21
1.13.5....................Manejo integrado de plagas y enfermedades
26
1.13.6.................................................................................Cosecha
33
1.13.7...............................................................Manejo post cosecha
34
1.13.8......................................................................Comercialización
37
Costos de producción, proyección de ingresos y rentabilidad.
......................................................................................................37
II. CONCLUSIONES.........................................................................38
III. RECOMENDACIONES................................................................39
IV. REFERENCIAS (norma IICA).....................................................39

I. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN DEL CULTIVO (…)


I.1. Historia
El origen de las frambuesas es incierto, pero se sabe a ciencia cierta que se
sitúa en Europa. Algunos historiadores lo hacen en Grecia y otros en
Turquía. También se sabe que las frambuesas ya eran consumidas por el
hombre primitivo durante el Neolítico y que se extendió por toda Europa
desde Grecia. Se sospecha que fueron los romanos quienes extendieron el
cultivo de frambuesas por toda Europa, ya que se han encontrado restos en
campamentos romanos en Gran Bretaña.

Los colonos promovieron el cultivo de las frambuesas en las Américas,


siendo estos los que introdujeron este arbusto espinoso en el territorio
americano.

I.2. Origen
El frambueso rojo (Rubus idaeus L.) tiene sus orígenes, en forma silvestre,
en el monte Ida de la isla de Creta (Grecia) y por ello Linneo denominó la
especie como idaeus. Sin embargo, otros autores sugieren que esta
especie se extendió a partir de las montañas de Ida en Turquía.
Evidencias arqueológicas muestran que los habitantes de las cuevas
paleolíticas ya comían frambuesas silvestres. La primera descripción de la
planta se remonta al siglo I y la realizó Plinio el Viejo, pero los primeros
registros escritos de la domesticación del frambueso los documentó
Palladius, un agricultor romano del siglo IV.
Los romanos extendieron el cultivo por Europa, desde Grecia a Italia, a los
Países Bajos y a Inglaterra. Los británicos hicieron popular esta especie
durante la Edad Media, aunque la primera cita que se conoce de su cultivo
en huertos ingleses es de Turner (1548). En el siglo XVIII la exportaron a
Nueva York y, a comienzos del siglo XIX, ya se cultivaban más de veinte
variedades en Inglaterra y Estados Unidos. Posteriormente, los cultivares
ingleses exportados a este último país se cruzaron con plantas de América
del Norte, con el fin de mejorarlos.

I.3. Descripción botánica


El frambueso es un arbusto leñoso caducifolio que está formado por una
corona perenne que cada año, a principios de la primavera, emite varias
ramas o brotes directamente desde las yemas de la corona, o bien desde
las adventicias que se forman a lo largo de todo el sistema radical.

Raíz. El sistema radical se encuentra en la parte más superficial del suelo,


situándose el 80% en los primeros 30 cm. Está compuesto en su mayoría
por raíces finas, y por otras más gruesas y leñosas que sirven de soporte a
la planta. Sobre estas últimas se forman yemas adventicias de las que
surgen nuevos brotes todos los años, asegurando la producción regular del
cultivo.

Sistema radical de planta de frambueso.

Brotes. El número de brotes por planta puede oscilar bastante en función de


la variedad y la edad, desde 2-3 en el primer año, hasta más de 20 en
planta adulta. Según cultivares, las ramas son más o menos vigorosas y
están cubiertas de un número variable de espinas en la mayoría de los
casos. Pueden llegar a alcanzar más de 2 metros de altura, con un
crecimiento vertical e inclinándose en la producción con el peso de la fruta.
Reciben nombres diferentes según sea su etapa de crecimiento, primer o
segundo año, diferenciándose dos tipos:

“Primocanes”. Se corresponden con los brotes o renuevos crecidos el


primer año. En cultivares remontantes son los que producen fruta a finales
del verano en el extremo superior de la caña.
“Floricanes”. Se corresponden a las cañas ya lignificadas en el segundo
año. Los cultivares remontantes y no remontantes producen fruta sobre
ellas

Planta de frambueso con brote del año de color verde (primocane) y caña
de segundo año, de color marrón (floricane).
Hojas.Las hojas son alternas, compuestas y estipuladas, formadas por 5-7
foliolos ovales y doblemente aserrados, de color verde en el haz y
ligeramente blanquecino en el envés, con abundante vellosidad, e incluso
ligeras espinas, y nervios muy marcados.

Hoja de frambueso

Flores. Las flores se agrupan en inflorescencias y son muy atractivas y


apetecibles por las abejas ya que, además de polen, tienen mucho néctar.
Son hermafroditas, de color blanco, compuestas de 5 pétalos con
numerosos estambres y pistilos y, si bien la inmensa mayoría de las
variedades son totalmente autofértiles, la polinización cruzada puede
mejorar las producciones. El cáliz es persistente y está formado por 5
sépalos de pelosidad variable.
Flores de frambueso

Fruto. El fruto está formado por numerosas drupas agregadas entre sí,
formando una polidrupa en torno a un receptáculo, del que se desprende en
la maduración. La inmensa mayoría de las variedades cultivadas producen
frutos de color rojo, aunque también existen algunos de color amarillo,
purpúreo o negro. La pulpa es jugosa y contiene en su interior un gran
número de diminutas semillas, normalmente una por drupeola, que no
impiden su consumo en fresco. El sabor es acidulado, muy aromático y
perfumado.

Frutos maduros.
I.4. Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Rosales
Familia: Rosaceae
Subfamilia: Rosoideae
Tribu: Rubeae
Género: Rubus
Subgénero: R. subg. idaeobatus
Especie: Rubus idaeus L

I.5. Bromatología
Composición química y nutricional La frambuesa es una baya aromática y
jugosa. Las proporciones de sus nutrientes pueden variar según las
diferentes variedades y el grado de madurez del fruto. En general, el
principal elemento es el agua (85-90%). Aproximadamente, contienen un
5,0% de carbohidratos, como la fructosa y glucosa, que constituyen el
componente mayoritario de la fracción soluble. El ácido cítrico (1,72%) es el
segundo componente de esta fracción. Para la aceptación del fruto por el
consumidor es preferible un sabor equilibrado entre ácido y azúcar. La
climatología también afecta al sabor; de este modo, los frutos que maduran
en veranos secos y templados son más dulces y menos ácidos que los que
maduran en clima húmedo y en condiciones extremas de calor reducen su
aroma. Son una fuente excelente de vitamina C y ricos en vitaminas A, E y
K, así como en ácido fólico y diversos minerales como fósforo, calcio,
magnesio, potasio, manganeso o hierro. La frambuesa se encuentra entre
los alimentos bajos en sodio, ya que 100 g de este alimento solo contienen
1,0 mg.
Aportan un considerable porcentaje de fibra soluble (6,5%), por ejemplo,
pectinas: en las frambuesas rojas, aproximadamente el 0,1-1,0% de la
fracción soluble está formado por este polímero. Y, si bien desde un punto
de vista estricto la fibra no puede considerarse un nutriente al no asimilarse
en el organismo, tiene muchos beneficios para la salud: se le atribuye un
destacado efecto protector del organismo, debido a un mecanismo de
secuestro de sustancias potencialmente nocivas (colesterol, ácidos biliares
etc.), que se eliminan junto con las heces.
Estos frutos también son muy apreciados por su contenido en polifenoles.
Estos compuestos son un conjunto de metabolitos secundarios presentes
en la mayor parte de los vegetales. Por su estructura química, los
polifenoles son capaces de detener reacciones originadas por radicales
libres. Las frambuesas son especialmente ricas en antocianinas y ácido
elágico. Las antocianinas son las responsables de sus colores
característicos y han demostrado tener un importante poder antioxidante y
anticancerígeno. El ácido elágico es otro tipo de polifenol que interviene en
el bloqueo de los procesos de multiplicación de las células cancerosas.
También aportan otros fitoquímicos, como beta-caroteno (o pro vitamina A),
ácido ferúlico y ácido cumárico. Estudios recientes sugieren que el consumo
de alimentos ricos en ácido p-cumárico puede favorecer la supervivencia en
el intestino de microorganismos beneficiosos para nuestra salud.

I.6. Usos
Dentro del grupo de los pequeños frutos, la frambuesa es la más conocida y
consumida a nivel mundial, muy apreciada para el consumo en fresco por
su excelente sabor, además de por sus contenidos en vitamina C,
minerales, antioxidantes y alto contenido en fibra, ya comentados.
Actualmente, su consumo en fresco sigue aumentando debido, en parte, a
que se puede encontrar en los mercados los 12 meses del año. Pero a su
vez, esta demanda exige cada vez una mayor calidad de fruto.
Los usos del frambueso, hojas y frutos, son muchos y variados. Las
frambuesas se utilizan en la elaboración de salsas, vinagres, mermeladas,
yogures, helados, licores aromatizados, repostería, zumos…, tanto para la
gran industria como para la de tipo artesanal, obteniéndose productos de
altísima calidad. La importancia en el sector industrial es tal que el 90% de
la producción mundial de frambuesa se destina para este uso, y
principalmente para la elaboración de zumos concentrados.
También se emplean en fitoterapia, farmacología, medicina, cosmética, o
como fuente de colorantes naturales.
Distintos productos elaborados con frambuesa

I.7. Importancia socio económica para Guatemala y el mundo


Guatemala exportó US$7.5 millones en 2017, valor que decreció en 32%
respecto al 2016. El total importado del mundo por Estados Unidos es de
US$963 millones, de los cuáles México es el líder con 99% de participación,
seguido de Guatemala y Canadá. Los Estados que importan desde
Guatemala son Florida (91%), California (7.6%), Texas (1.2%), Illinois
(0.1%) y Ohio (0.1%).

El 90% de la producción actual de frambuesas se destina a la elaboración


de zumos y bebidas, siendo Europa su principal productor (especialmente
Rusia, Serbia y Polonia). Estados Unidos, por su parte, es el principal
exportador mundial de estos frutos.
Argentina, Guatemala, y Colombia, en el continente americano, así como
República de Zimbabwe y Sudáfrica, en el africano, son los países donde
más está creciendo su desarrollo.
En la Península Ibérica las zonas donde se produce se reparten entre
Asturias, Huelva, Cáceres, Barcelona e incluso frambuesas ecológicas en el
Valle del Duerna en León, aunque el mercado español también importa
desde Chile y Centroamérica.
La frambuesa es uno de los frutos de clima templado de mayor precio
unitario en el mercado fresco y con alta demanda por parte de la
agroindustria.
La producción mundial de frambuesa fresca -que promedia las 412 mil
toneladas- y el consumo mundial están concentrados en el hemisferio norte.
Este panorama, favorece la venta de frambuesa en contraestación con un
importante diferencial de precio para la fruta fresca exportada desde los
países del hemisferio sur.
El 90% de la producción mundial de frambuesa se congela con destino
industrial, principalmente para la elaboración de jugos concentrados.

I.8. Estadísticas de producción y financiera


En 2019 la producción obtenida de frambuesa en el mundo fue de 822,493
toneladas, con una superficie cosechada de 127,578 hectáreas, por lo que
el rendimiento promedio mundial fue de 6.4 toneladas por hectárea.

Producción obtenida
La producción de frambuesa a nivel mundial se muestra en la siguiente
tabla. Todos los valores están en toneladas.

Producción Año
2010 522,004
2011 599,451
2012 569,352
2013 588,278
2014 628,672
2015 674,934
2016 823,429
2017 798,224
2018 850,422
2019 822,493

Superficie cosechada
La superficie de frambuesa a nivel mundial se muestra en la siguiente tabla.
Todos los valores están en hectáreas.
Año Superficie
2010 106,362
2011 107,091
2012 102,507
2013 92,895
2014 93,317
2015 101,203
2016 114,840
2017 119,088
2018 126,114
2019 127,578

Rendimiento promedio
El rendimiento de frambuesa a nivel mundial se muestra en la siguiente
tabla. Todos los valores están en toneladas por hectárea.
Año Rendimiento
2010 4.9
2011 5.6
2012 5.6
2013 6.3
2014 6.7
2015 6.7
2016 7.2
2017 6.7
2018 6.7
20196.4

I.9. Zonificación
Se recomiendan suelos profundos, fértiles y con buen drenaje, ya que es
una planta muy sensible a la asfixia radicular. En este sentido se
recomiendan los suelos de textura arenosa o franco-arenosa, suelos de pH
ligeramente ácidos y con una conductividad eléctrica menor a 1.2 dS/m.

I.10. Requerimientos edafo climáticos


Clima: El frambueso se adapta a climas muy variados, ya que es bastante
resistente a los fríos invernales y a las altas temperaturas del verano.
Asturias reúne las condiciones climáticas idóneas para este cultivo,
permitiendo producir durante un largo periodo de tiempo, que puede
abarcar desde primavera hasta final del otoño. Cada especie o variedad
necesita una duración media específica de reposo invernal, que se conoce
como sus necesidades de frío. Este número de horas acumuladas durante
el reposo invernal, por debajo de una temperatura umbral, se denomina
horas-frío (h/f). El umbral se fija, generalmente, en 7 ºC. Las condiciones
climáticas óptimas son inviernos cortos con bajas temperaturas constantes,
necesarias para acumular las horas-frío requeridas por esta especie, que
están entre las 600 y 1200 h/f para la mayoría de las variedades. Hoy día
existen algunas nuevas del grupo de las re florecientes, con necesidades
muy bajas en horas-frío. Por otro lado, el frambueso prefiere veranos
frescos, con una humedad relativa alta y con oscilaciones térmicas entre el
día y la noche, lo que aumenta la calidad del fruto. En zonas de veranos
muy calurosos la planta vegeta perfectamente, pero el fruto se puede ver
seriamente perjudicado, perdiendo calidad organoléptica y produciéndose
un ablandamiento importante del mismo. Aunque puede tolerar
temperaturas máximas altas, las óptimas para obtener una buena
producción se mueven entre 15-22 ºC. Fuera de este rango, algunas
variedades pueden variar el comportamiento productivo, en cuanto a que
pueda modificarse el carácter de remontante o no remontante.
Suelo: Se adapta a distintos tipos de suelo. No obstante, los más
adecuados son los francos y sin presencia de aguas estancadas, ya que es
una especie muy exigente en oxigeno a nivel radical y, por lo tanto, muy
sensible a la asfixia, que se puede producir con pocos días de
encharcamiento continuado. No es aconsejable su cultivo en suelos
pesados, con porcentajes de arcilla superiores a un 25-30%. También es
muy importante que el contenido de materia orgánica sea alto, por encima
del 2%; que el pH este comprendido entre 6-7; que el contenido en caliza
activa no supere el 2% y que los niveles en suelo de bicarbonatos, cloruro y
sodio sean bajos, inferiores a 150 ppm en todos los casos. Es una planta
relativamente sensible a la salinidad del suelo, ya que con valores por
encima de 1,2 dS/m, medidos en el extracto de saturación, se produce un
descenso de la producción.

Polinizacion: Las flores del frambueso, en la gran mayoría de las


variedades, son hermafroditas y autofértiles en mayor o menor grado, por lo
que se puede cultivar parcelas con una sola variedad. No obstante, como
en otras muchas especies, la polinización cruzada mejora las cosechas,
aumentando el tamaño del fruto y, por consiguiente, la producción final. La
polinización se puede realizar por el viento (polinización anemófila), ya que
el polen del frambueso es muy ligero y abundante, pero la más importante
es la realizada por los insectos (polinización entomófila), principalmente por
las abejas y abejorros, para los que esta flor resulta muy atractiva por su
abundante polen y por ser muy melífera. Se recomienda colocar en época
de floración 4-6 colmenas por ha. Heladas de -3 ºC durante el período de
formación del polen, que coincide aproximadamente durante el desborre
(marzo-abril), pueden disminuir sensiblemente su poder de germinación.
Por otra parte, el botón de flor cerrado puede soportar temperaturas de
hasta -1,5 ºC, y tanto la flor abierta como el fruto recién cuajado, hasta -0,5
ºC
.

I.11. Cultivares
Cultivares No Remontantes o No Reflorecientes
Producen una sola cosecha al año, durante la época de verano, sobre las
ramas crecidas el año anterior; es decir, un año crecen las ramas y al
siguiente dan fruto y se secan, comportándose de esta forma como tallos
bianuales

Ramas de variedades no re floreciente año de crecimiento


Variedades no re florecientes Los dos sistemas más funcionales para este
tipo de variedades son:
Espaldera.
Consiste en colocar postes, generalmente de madera tratada o metálicos, a
lo largo de la línea de plantación, a una distancia de 6-7 m entre cada uno,
sobre los que se colocan 2-3 líneas de alambres separados uniformemente,
sujetando el primero a 50-70 cm del suelo y el tercero a 1,5-1,7 m de altura.
Las cañas se apoyan sobre éstos, atándolas a alguno de los alambres. Es
un sistema barato de instalar, pero poco funcional para plantaciones
plurianuales, ya que genera una excesiva densidad de vegetación por
entremezclarse las cañas de producción con los rebrotes en el mismo
espacio, lo que dificulta las labores de recolección y de cultivo. Se utiliza
más en el caso de plantación anual, donde se planta la caña ya formada en
vivero con su sistema radical y se arranca después de final de cosecha,
para volver a plantar de nuevo.

Sistema en “V” o Abanico.


Es el sistema más utilizado. En este caso, los alambres se colocan
formando dos planos inclinados en forma de “V”. Estos planos se pueden
conseguir de dos maneras: • con dos líneas paralelas de postes inclinados
formando la “V”, que se clavan en el suelo con una inclinación de unos 45º,
• con postes verticales con dos crucetas, formando una doble T. La primera
cruceta, de una anchura de 40-50 cm, se sitúa a unos 70 cm del suelo; la
segunda se coloca en la parte más alta de los postes, a 1,7-1,8 m de altura,
y con una anchura máxima de 0,80-1 m. De esta forma, las cañas de
producción se atan a ambos lados formando dos planos inclinados en forma
de “V” y quedando el centro libre para la emisión de renuevos. Así, el cultivo
queda mejor estructurado, se facilita la insolación y las prácticas de cultivo
como poda, recolección
Variedades re florecientes
Para este tipo de variedades también se puede utilizar el sistema en “V”,
pero es más funcional y práctico el seto. Aunque hoy día, con la gran
cantidad de nuevas variedades que están saliendo al mercado, con hábitos
de crecimiento muy distintos, no resulta aconsejable recomendar un mismo
sistema de en tutorado para todas ellas, sino que se debe elegir el más
apropiado a cada tipo de variedad.
Seto.
Se colocan postes, normalmente de madera, a lo largo de la línea de
plantación separados 6-8 m, a los que se fijan alambres a ambos lados del
poste y a dos alturas distintas del suelo, 70 cm y 150 cm. De esta forma, las
cañas quedan más o menos apretadas entre los alambres y no es
necesario atarlas. En algunos casos se utilizan cuerdas en vez de alambre,
ya que cuando el cultivo es de una sola cosecha, el sistema de poda
consiste en cortar de forma mecánica todas las cañas a ras de suelo, por lo
que se retiran las cuerdas para facilitar la labor
I.12. Mejoramiento genético
I.13. Manejo Agronómico
I.13.1. Propagación

El frambueso es una especie de fácil multiplicación, tanto por vía sexual


como asexual. La reproducción sexual, por semillas, solo se realiza con
fines de mejora genética para la obtención de nuevas variedades, ya
que las plantas que germinan de estas semillas nunca tienen los
caracteres idénticos a los de la planta madre. Para conseguir plantas de
vivero se recurre a distintos métodos de reproducción asexual. El más
sencillo es mediante la obtención de los renuevos que brotan
directamente del sistema radical de las plantas adultas, pero no ofrece
garantía sanitaria suficiente para realizar plantaciones comerciales. El
sistema más aconsejable para la propagación de esta especie es el
estaquillado de raíz, con el que se consigue un alto porcentaje de planta
y una gran calidad sanitaria y vegetativa. Para este método es
imprescindible utilizar plantas madre con garantía sanitaria, que
normalmente se obtienen de propagación in vitro. Las plantas madre se
deben cultivar individualizadas en contenedores para evitar contagios
entre sí y poder eliminar las que presenten alguna anomalía sanitaria.
Por otra parte, es imprescindible la renovación de estas plantas madre
cada 2 ó 3 años, puesto que a partir de esa edad el porcentaje de
enraizado disminuye considerablemente, a la vez que aumenta el riesgo
de enfermedades y contaminación por virus.
También es de vital importancia el control de parásitos, especialmente
los pulgones que son uno de los principales agentes de transmisión de
virus, así como el del polen, que también es otro potencial agente
transmisor, por lo que es imprescindible no dejar florecer las plantas,
eliminando todas las ramas que contengan botones florales. Durante la
primavera se realiza la plantación de los pies madre en contenedores y,
en el invierno siguiente, ya se pueden obtener raíces para la
multiplicación. Para ello se saca la planta del contenedor, se desmenuza
el cepellón y se corta todo el sistema radical por debajo de la corona de
la planta. A continuación, se aprovechan todas las raíces que tengan un
diámetro comprendido entre 2-5 mm y se fraccionan en secciones de
unos 5-7 cm de longitud.
Estos brotes se repican a bandejas de alvéolos o “pots” individuales de
5-7 cm de diámetro. Una vez alcanzados los 10-15 cm altura, bien se
trasplantan a suelo definitivo, en plantaciones de primavera-verano, o se
ponen en macetas de mayor tamaño para plantaciones en el invierno
siguiente. El sustrato a utilizar puede ser de muchos tipos: turba, fibra de
coco, lana de roca, corteza de pino, etc., pero siempre mezclado con un
material que facilite el drenaje como arena, perlita, etc., tanto para las
plántulas como para las plantas madre.
I.13.2. Establecimiento de siembra
La época de plantación normal es de invierno a primavera, pero si se
tienen condiciones óptimas se puede hacer en cualquier época del año
con variedades re florecientes. La distancia entre calles que facilita las
labores mecánicas es de 2 a 3 metros. La estructura preferida para
desarrollar este cultivo bajo cubierta en México es el macro túnel, ya que
permite tener una atmosfera semi-controlada

I.13.3. Labores culturales (riego, limpias, manejo de tejido)


Riego: Es fundamental evitar el estrés hídrico en la planta aportando el
agua necesaria mediante el riego, para alcanzar el máximo potencial
productivo del cultivo. Además, sirve como vehículo para aportar los
abonos necesarios, lo que se conoce como fertirrigación. Las mayores
necesidades de agua corresponden al momento del engrosamiento del
fruto, que en el caso de las variedades no re florecientes en las zonas
húmedas de la cornisa cantábrica tiene lugar duran los meses de junio y
julio, momento en el que todavía puede haber suficiente reserva de
agua en el suelo. No obstante, hay que tener presente que en las
plantaciones de tipo comercial es fundamental contar con una
instalación de riego para asegurar la máxima productividad. Sin
embargo, en el caso de las reflorecientes, para la cosecha de verano, el
momento del engrosamiento del fruto tiene lugar durante los meses de
agosto y septiembre
período que corresponde con la máxima evapotranspiración y la menor
pluviometría, por lo que es necesario regar para obtener la máxima
producción. El riego es totalmente indispensable cuando el cultivo se
realiza en invernadero, independientemente del tipo de variedades
Para que sus frutos puedan prosperar, la planta tendrá que estar
expuesta diariamente a entre ocho y diez horas de sol directo. Es
precisamente gracias a esto como las frambuesas mejorar su tamaño,
sabor y jugosidad. Por otro lado, es importante también
plantar frambuesas en un lugar protegido de vientos intensos.

CONTROL DE MALAS HIERBAS.


A parte del laboreo del terreno como método físico de eliminación de
malas hierbas, es posible realizar un desyerbado químico mediante la
aplicación de herbicidas de larga persistencia como simazina, atrazina o
diuron, distribuidos en superficie o el casoron en forma granulada. En
los suelos sueltos o en las calles donde se realizan periódicamente
cavas mecánicas, es conveniente no utilizar herbicidas de larga
persistencia, ya que se corre el riesgo de ponerlo en contacto con las
raíces de los frambuesos. Por ello se recomienda emplear herbicidas de
contacto como paraquat o diquat.

PODA
La poda del frambueso es muy sencilla y se puede resumir en tres
simples operaciones:
1) Eliminación de los ramos que han fructificado.
2) Aclareo de la vegetación nueva, con la eliminación de los rebrotes
demasiado débiles o los excesivos en número.
3) Rebaje de los rebrotes destinado a producir la nueva cosecha.

Desarrollada la planta en forma de matorral, después de suprimir desde


la misma base los vástagos que ya han dado fruto, se escogen 6-8 de
los más vigorosos, eliminando el resto y despuntando la mitad muy largo
y la otra mitad muy corto, para dar lugar a una fructificación escalonada,
tratándose de las variedades no remontantes, por medio de la cual
podrá equilibrase la vegetación con la producción de fruto, lográndose
una cosecha desde junio hasta finales de agosto.

Respecto a las variedades bíferas o de dos estaciones se podará corto


entre los 60-70 cm, por medio de la cual se obtendrá una fructificación
en otoño en los ramos del mismo año y otra en verano del año siguiente.
La poda debe realizarse en variedades no remontantes a partir de
noviembre y en las remontantes a mitad del invierno, y a una altura de
un metro.

I.13.4. Fertilización y nutrición

Fertilización La fertilización se inicia a partir de la primavera siguiente a


la plantación, independientemente de haber realizado abonado de fondo
durante la preparación del suelo. Con ella se aportan fundamentalmente
los macronutrientes, como el nitrógeno (N), de altos requerimientos en
esta especie y que ha de ser fraccionado para mejorar su
aprovechamiento, sobre todo en zonas lluviosas donde se puede lavar
fácilmente, además del fósforo (P) y potasio (K), magnesio (Mg) y calcio
(Ca), imprescindibles en la producción de fruto. También son necesarios
micronutrientes como el boro (B) y el zinc (Zn). La forma más idónea de
aplicar los fertilizantes es siempre mediante la fertirrigación, aunque
también se pueden hacer abonados de forma tradicional en cobertera,
sobre todo en cultivos al aire libre y en zonas húmedas
A continuación, se describen los principales elementos que intervienen
en la fertilización del frambueso:
Nitrógeno (N). Este elemento tiene notable influencia en el crecimiento
vegetativo y en el vigor de la planta en general. Provoca una abundante
emisión de brotes, aspecto fundamental en la producción de frambuesa,
estimula la floración, aumenta el tamaño del fruto, así como la
producción final, y proporciona una mayor resistencia frente a plagas y
enfermedades. Uno de los síntomas de deficiencia en nitrógeno es la
clorosis o amarillamiento de las hojas maduras, así como una
disminución del crecimiento de los brotes y hojas. Por el contrario, el
exceso de aporte de nitrógeno da lugar a un exagerado desarrollo de los
brotes y del follaje, que adquiere un color verde oscuro muy intenso y
puede producir un mayor cuajado de frutos, pero merma drásticamente
su calidad al ser más blandos, lo que implica una vida post-cosecha muy
deficiente. También aumenta la sensibilidad frente a plagas y
enfermedades debido a una mala lignificación de las cañas. La dosis
media para un cultivo en plena producción puede estar en torno a los
100- 150 kg/ha. En el caso de las variedades re florecientes se aplicará
la dosis más alta, repartiéndola durante los dos periodos de producción,
cuando se quieren obtener las dos cosechas
Fosforo (P). Es de vital importancia para el buen desarrollo del sistema
radical y la lignificación de las cañas, contribuye a aumentar el número
de yemas de flor y el buen cuajado del fruto. También favorece la
acumulación de reservas en la planta para la siguiente campaña. El
exceso puede inducir deficiencia de zinc, por bloqueo de éste. Los
síntomas de deficiencia de este elemento se traducen en una menor
tasa de crecimiento, con producciones y calidad de fruto menores. La
dosis media de una plantación adulta puede estar en torno a 80-100
kg/ha de P2 O5 . Las mayores necesidades del cultivo van desde el
inicio del desarrollo vegetativo hasta el cuajado del fruto, así como
después de la cosecha.
Potasio (K). Aumenta la resistencia de la planta a condiciones de estrés
por falta de agua y a exceso de frío invernal por bajas temperaturas, al
igual que mejora el vigor y la calidad de las cañas. Incide de forma
notable sobre la calidad de los frutos, aumentando su firmeza, sabor,
aroma y el rendimiento productivo. El exceso de potasio puede
ocasionar deficiencias de calcio y magnesio, y su deficiencia contribuye
a disminuir la cantidad y la calidad de los frutos, y las hojas adquieren
un color verde claro, con necrosis marginal. Una dosis media puede
estar en torno a 150-200 kg/ha de K2 O5 . Se aplica desde el inicio de la
vegetación hasta finalizar la cosecha, pero aportando la mayor parte
desde el cuajado del fruto.
Calcio (Ca). Mejora la calidad de las cañas al influir en la buena
lignificación, en el cuajado y la calidad del fruto, aumentando su firmeza
y prolongando su vida post-cosecha. También aumenta la resistencia
frente a plagas y enfermedades. Una técnica bastante habitual para
aumentar la dureza y conservación del fruto es dar pulverizaciones
durante la recolección, cada 6–8 días, con productos a base de calcio o
calcio y boro. Un exceso de calcio en el suelo puede provocar carencias
de los macro elementos fósforo, potasio y magnesio, así como de
algunos micro elementos como el boro, zinc y manganeso (Mn). Su
deficiencia produce la muerte de ápices de crecimiento en raíces y
hojas, tallos debilitados y sobre todo, la disminución en la firmeza de los
frutos. La dosis media aproximada en plena producción es de 30-40
kg/ha. El momento del cultivo de mayor demanda es desde floración a
final de cosecha, y la forma más usual de aportarlo es como nitrato
cálcico.
Magnesio (Mg). El magnesio aumenta el vigor de brotes y cañas y
contribuye a una mayor actividad fotosintética de la masa foliar
aumentando la intensidad del color verde en las hojas, lo que se traduce
en una mayor producción. También favorece la acumulación de reservas
para la siguiente campaña. El exceso puede inducir deficiencia de calcio
y potasio. También puede inducir demasiado vigor, al estimular una
mayor absorción del nitrógeno. Las deficiencias de magnesio el
frambueso 46 son poco frecuentes, y generalmente se asocian a suelos
ácidos, o arenosos con alto contenido de potasio
Boro (B). El boro desempeña un papel muy importante durante la
floración, el cuajado y el calibre de este tipo de bayas (polidrupas).
Mejora la acumulación de reservas y contribuye a una mejor brotación.
El exceso provoca toxicidad en las hojas, pudiendo mermar la
producción y su deficiencia, bajo nivel de cuajado y deformación de los
frutos.
Zinc (Zn). Mejora el enraizamiento de plantas jóvenes, aumenta la
producción de meristemos y favorece el cuajado del fruto. El exceso,
que se presenta en raras ocasiones, puede inducir carencia de fósforo.
Las plantas con deficiencia en zinc muestran una clorosis interne vial en
las hojas. En suelos con abundante materia orgánica no suelen ser
frecuentes las carencias de estos u otros micro elementos.
De todas formas, cuando se utilizan abonos complejos que llevan
añadidos micro elementos, ya se suelen cubrir las necesidades de
éstos.

Nutrición: a frambuesa es una baya aromática y jugosa. Las


proporciones de sus nutrientes pueden variar según las diferentes
variedades y el grado de madurez del fruto. En general, el principal
elemento es el agua (85-90%). Aproximadamente, contienen un 5,0% de
carbohidratos, como la fructosa y glucosa, que constituyen el
componente mayoritario de la fracción soluble. El ácido cítrico (1,72%)
es el segundo componente de esta fracción. Para la aceptación del fruto
por el consumidor es preferible un sabor equilibrado entre ácido y
azúcar. La climatología también afecta al sabor; de este modo, los frutos
que maduran en veranos secos y templados son más dulces y menos
ácidos que los que maduran en clima húmedo y en condiciones
extremas de calor reducen su aroma. Son una fuente excelente de
vitamina C y ricos en vitaminas A, E y K, así como en ácido fólico y
diversos minerales como fósforo, calcio, magnesio, potasio, manganeso
o hierro. La frambuesa se encuentra entre los alimentos bajos en sodio,
ya que 100 g de este alimento solo contienen 1,0 mg. Aportan un
considerable porcentaje de fibra soluble (6,5%), por ejemplo, pectinas:
en las frambuesas rojas, aproximadamente el 0,1-1,0% de la fracción
soluble está formado por este polímero. Y, si bien desde un punto de
vista estricto la fibra no puede considerarse un nutriente al no asimilarse
en el organismo, tiene muchos beneficios para la salud: se le atribuye un
destacado efecto protector del organismo, debido a un mecanismo de
secuestro de sustancias potencialmente nocivas (colesterol, ácidos
biliares etc.), que se eliminan junto con las heces. Estos frutos también
son muy apreciados por su contenido en poli fenoles. Estos compuestos
son un conjunto de metabolitos secundarios presentes en la mayor parte
de los vegetales. Por su estructura química, los polifenoles son capaces
de detener reacciones originadas por radicales libres. Las frambuesas
son especialmente ricas en antocianinas y ácido elágico. Las
antocianinas son las responsables de sus colores característicos y han
demostrado tener un importante poder antioxidante y anticancerígeno.
El ácido elágico es otro tipo de polifenol que interviene en el bloqueo de
los procesos de multiplicación de las células cancerosas. También
aportan otros fitoquímicos, como beta-caroteno (o pro vitamina A), ácido
ferúlico y ácido cumárico. Estudios recientes sugieren que el consumo
de alimentos ricos en ácido p-cumárico puede favorecer la supervivencia
en el intestino de microorganismos beneficiosos para nuestra salud.
I.13.5. Manejo integrado de plagas y enfermedades
Por el momento, en las plantaciones asturianas al aire libre no se han
constatado graves problemas fitosanitarios, si bien se puede detectar
Botrytis en fruto en primaveras o veranos con lluvias abundantes
durante la cosecha. En el caso de cultivo bajo plástico la vigilancia en
este sentido ha de ser mayor, puesto que la incidencia de plagas, como
la araña roja y la mosca blanca, es mucho más probable. Posiblemente,
una de las plagas más peligrosas que puede llegar a tener el frambueso,
y todos los pequeños frutos en general, es la Drosophila suzukii, una
mosca del vinagre de reciente aparición en Europa, y a la que habrá que
tener muy en cuenta en el futuro, ya que en España también se han
detectado daños en los frutos en numerosos cultivos, incluido el
frambueso. A continuación, se describen algunas de las más
importantes plagas y enfermedades de este cultivo.
Plagas
Ácaros.- Tanto la araña amarilla (Tetranychus urticae), como la araña
roja (Panonicus ulmi), provocan daños severos en la planta,
fundamentalmente en cultivos bajo abrigo. Los síntomas son muy
característicos al producirse un amarillamiento en las hojas que
provocan una defoliación parcial o totalmente la planta, por lo que se
compromete la cosecha en curso e incluso la siguiente al inhibir la
formación de yemas de flor.

Métodos de control. Como medida preventiva se aconseja quemar la


madera de poda y mantener limpia de malas hierbas la parcela para
evitar su refugio. En el caso de ser necesaria la utilización de productos
químicos, se deben usar los específicos para ácaros, teniendo en
cuenta que la formulación del producto ha de ir dirigida a las distintas
formas de la plaga, adultos, huevos y/o larvas, y que en algunas
ocasiones será necesario utilizar mezclas de distintos productos. Tanto
en cultivo ecológico, como en convencional, el uso de enemigos
naturales como Phytoseiulus spp., que son depredadores muy voraces,
proporciona buenos resultados, pero requiere de una vigilancia
constante del cultivo para realizar las sueltas al inicio de la infestación
del cultivo, puesto que una vez que la plaga está muy extendida este
sistema no es capaz de controlarla.

Plantas en un estado avanzado de infestación por araña roja

Mosca blanca.- Se trata de una pequeña mosca que se alimente de la savia.


Esta plaga, que apenas tiene importancia en el cultivo de frambuesa al aire
libre, sí que puede causar problemas serios en invernadero. Aunque existen
varias especies que puede causar daño en los cultivos, en nuestra región
principalmente son dos las más abundantes, Bemisia tabacii y Trialeurodes
vaporariorum. Los síntomas de los daños son parecidos a los de la araña,
comienzan a amarillear las hojas debido a las picaduras de los adultos para
chupar la savia, hasta que se secan y caen. Esto conlleva otro problema
añadido que es que los adultos excretan una melaza sobre la superficie de las
hojas, donde se asienta un hongo llamado Negrilla (Cladosporium sp.) y forma
una capa negra, por lo que se dificulta la fotosíntesis y se debilita la planta;
además, los frutos también pueden llegar a mancharse.
Métodos de control. Es aconsejable eliminar las malas hierbas del cultivo que
puedan servir de refugio. Se pueden realizar tratamientos con productos
químicos autorizados cuando se observen los primeros individuos, mojando
bien el envés de las hojas que es donde se alojan. Cuando la plaga está muy
extendida es muy difícil controlarla, incluso con fitosanitarios, debido a que con
buenas temperaturas las moscas pueden llegar a tener una generación cada
20 días. Uno de los métodos más eficaces es la lucha biológica, a base de
depredadores o parasitoides, como Encarsia formosa, que pone el huevo
dentro de la larva de la mosca blanca y se alimenta de ella antes de salir al
exterior para seguir parasitando larvas. Como ya se ha comentado, este
sistema requiere una mayor vigilancia del cultivo y realizar sueltas muy al inicio
de la detección de la plaga.

Antonomo del frambueso (Anthonomus rubi).- Es un insecto que pone


sus huevos en el interior de la flor en un agujero que realiza con su largo
pico. Cuando eclosionan las larvas se alimentan de los órganos
reproductivos de la flor, provocando un desecamiento muy característico
y posterior caída, muy similar a los daños producidos por el Antonomo
del manzano.
Metodos de control. Como forma de prevenir su ataque, en caso de
haberlo detectado el año anterior, es importante quemar la leña de poda
y mantener la parcela libre de malas hierbas que sirvan de refugio a la
plaga durante el invierno. En el caso que sea necesario el control con
productos químicos, se realizarán tratamientos con insecticidas
específicos en prefloración.
Gusano del frambueso (Byturus tomentosus).- Es un coleóptero que
causa daños tanto de larva como de adulto. El gusano excava galerías
en los frutos y los adultos pican las flores, que pueden llegar a abortar, o
como mal menor provoca deformaciones en los frutos.
Método de control. Similares a los utilizados para el Antonomo.
Cecidomia (Thomasiniana theobaldi).- Se trata de una pequeña mosca
que pone sus huevos en las hendiduras o huecos que encuentra en los
tallos cerca del suelo. En el periodo de abril a junio puede tener varias
generaciones. Las heridas que provocan las larvas al alimentarse por
debajo de la epidermis de las cañas del año ser son una vía de entrada
de hongos, pudiendo llegar a secarlas. Aunque es una plaga seria en el
frambueso, aún no se ha detectado en nuestra región.
Métodos de control. Se debe controlar la aplicación de nitrógeno para
evitar el crecimiento demasiado vigoroso de las cañas que puede
generar formación de grietas o hendiduras donde se facilite la puesta de
huevos. En el caso de ser necesaria la lucha química, se deben realizar
pulverizaciones con un insecticida autorizado a la base de las cañas en
el periodo de abril a junio.
Drosophila (Drosophila suzuki).- Es una mosca del vinagre originaria de
Asia, detectada en Europa (España e Italia) en 2008 y, que
recientemente se ha detectado en Asturias. Es un insecto de pequeño
tamaño, unos pocos milímetros, y que no puede volar largas distancias,
por lo que su dispersión depende más de la intervención humana que de
sus propias posibilidades. Causa daños en muchos cultivos, entre ellos
la frambuesa, mora, fresa, arándano, cerezo, etc. Provoca el daño con
su aparato ovipositor, en forma de sierra, con el que hace un corte en
los frutos, principalmente en su maduración, y deposita los huevos para
que las larvas, cuando eclosionen en el interior de los frutos se
alimenten de éstos. Posteriormente, el adulto realiza un orificio para salir
al exterior por donde exudan los zumos del fruto, provocando su
deterioro.
Métodos de control. Es muy importante adoptar algunas medidas de
prevención, como la de recolectar la fruta en su momento óptimo de
cosecha, y no dejar, bajo ningún concepto, fruta sobremadura en las
plantas, en el suelo, etc. Otro método de prevención y control que da
buenos resultados es el trampeo masivo con atrayentes naturales, como
el vinagre u otros preparados comerciales ya disponibles en el mercado.

En el caso de que la infestación sea importante, se podrán utilizar


productos químicos autorizados para el cultivo.
Trampas a base de vinagre para captura masiva.

Moscas Drosophila suzuki, macho (superior) con las características


manchas en las alas, y hembra (inferior), en la que se aprecia el aparato
ovopositor. (Foto: Laboratorio de Sanidad Vegetal del Principado de
Asturias).

Pulgones.- Fundamentalmente, son dos las especies que atacan al


frambueso, el pulgón verde (Aphidula idaei) y el verde-amarillento
(Amphorophora rubi), que es de mayor tamaño. Son insectos
chupadores que, aunque provocan un debilitamiento importante a las
plantas debido a la extracción de savia que realizan, el mayor daño lo
producen probablemente de forma indirecta, puesto que son grandes
transmisores de virus, patología a la que el frambueso es muy sensible.
Métodos de control. En el caso de utilizar productos químicos y, en
función de la intensidad del ataque, los tratamientos se deben limitar en
lo posible a los distintos focos de infección con el fin de no dañar a la
fauna auxiliar beneficiosa, tratando sólo toda la parcela en caso
necesario. En agricultura ecológica se pueden controlar por medio de
lucha biológica con depredadores y parasitoides, como las conocidas
mariquitas que se alimentan de pulgones, o una avispilla que los
parasita (Aphidus colemani) al poner los huevos dentro del pulgón para
que las larvas se alimenten de él cuando eclosionen.
Nematodos.- Son parásitos que viven en el suelo y ocasionan daños a
las plantas con las picaduras que realizan en las raíces, produciendo la
formación de agallas y favoreciendo la transmisión de virus.
Métodos de control. En el caso de tener constancia de éstos en el suelo,
se debe desinfectar antes de plantar con productos nematicidas
autorizados. También es muy importante que las plantas tengan el
certificado sanitario correspondiente para tener la seguridad de que no
vengan contaminadas del vivero.

Enfermedades
Botrytis o Podredumbre gris (Bitryotinia fukeliana).-
Este hongo puede producir daños tanto en las ramas como en los frutos.
En las ramas provoca una coloración grisácea y un agrietamiento,
fundamentalmente en los extremos de éstas y sobre los racimos
florales. Los frutos infectados presentan un moho grisáceo muy
característico y, en muchas ocasiones, al madurar se quedan
momificados en la planta. La infección se produce con temperaturas
entre 18-22 ºC y una humedad relativa alta, y desde la floración hasta el
final de la cosecha, siendo más frecuente en primaveras lluviosas y
cálidas.
Métodos de control. En el caso de haber sufrido ataques fuertes en la
cosecha anterior es conveniente efectuar tratamientos a base de cobre
en otoño e invierno, con la caída de la hoja, además de realizar
tratamientos preventivos con fungicidas específicos desde antes del
inicio de la floración hasta la caída de los pétalos. También es
importante cortar y quemar durante el cultivo los brotes afectados, así
como gestionar adecuadamente tanto el agua de riego como la
fertilización nitrogenada, ya que su exceso favorece las infecciones.

Daños por Botrytis en frutos.


Roya (Pucciniastrum americanum).- Afecta principalmente a hojas y
frutos. Es muy fácil de identificar por el característico color amarillo-
anaranjado que tienen las esporas. Éstas pueden invernar en tejidos
contaminados, de ahí la importancia de quemar los restos de poda que
hayan sido infectados. Los efectos son visibles principalmente en pleno
verano, con temperaturas altas. Los síntomas se detectan en el envés
de las hojas viejas más cercanas al suelo y sobre los frutos, siendo
sobre éstos donde o se producen los mayores daños ya que se cubren
de pústulas amarillo-anaranjadas quedando inservibles para el
consumo.
Métodos de control. A la aparición de los primeros síntomas se puede
tratar con productos a base de azufre y cobre. Como medidas
preventivas, si el ataque es en la parte basal de las plantas, se pueden
defoliar y quemar las hojas, al igual que los restos de poda.

Ataque de roya en fruto de frambueso, donde se aprecian las


esporulaciones amarillas sobre frutos, y otros ya momificados.
Desecamiento o quemadura de los tallos (Didymella applanata).-
Provoca una necrosis en los tejidos de la parte basal de las ramas, que
adquieren un color violáceo. Suele aparecer a finales de primavera o a
comienzos del verano. Como la mayoría de enfermedades de este tipo,
los ataques se ven favorecidos en suelos pesados, con deficiente
drenaje y por una excesiva densidad de ramas.

Métodos de control. Arrancar y quemar las plantas enfermas para evitar


la propagación de la enfermedad y utilizar material vegetal con garantía
sanitaria. Como precaución, si se ha detectado la enfermedad en el año
anterior, es conveniente tratar con fungicidas al desborre y a la caída de
la hoja.
Fusariosis (Fusarium ssp.).- El ataque se origina en la parte basal de las
cañas, pudiendo extenderse a toda la rama. Las lesiones son de
aspecto rugoso, de un color negruzco y en algunas ocasiones rosáceas.
La causa fundamental de la infección es el exceso de humedad en el
suelo. Tanto las plagas, como los distintos aperos o herramientas
utilizadas para el cultivo, son los principales transmisores de la
enfermedad, ya que la vía de entrada del hongo son las heridas que se
provocan sobre las distintas partes de la planta.
Métodos de control. Se basan en medidas preventivas del tipo de las
mencionadas anteriormente, ya que no existen productos químicos para
su curación.
Oidio (Sphaerotheca macularis).- Puede producir ataques sobre brotes,
hojas y frutos. Se detecta fácilmente por presentar manchas
pulverulentas de color blanco, parecidas a la harina, que constituye el
micelio del hongo. Son poco frecuentes los ataques de este hongo en
frambueso.
Métodos de control. Como normalmente los ataques son en ramas
aisladas, suele ser suficiente con cortar y quemar los brotes afectados.
Sí el ataque fuese muy generalizado se puede tratar con azufre,
autorizado también en agricultura ecológica, o bien con fungicidas
específicos para oidio.
Phytophthora (Phytophthora spp.).- Puede originar graves problemas en
este cultivo debido a la gran sensibilidad que presenta a este patógeno,
sobre todo cuando se instala en suelos poco aptos para él, como los de
estructura pesada, mal drenados y con falta de oxigeno en el sistema
radical, condiciones fundamentales para la proliferación de este hongo.
Provoca desecamiento de todas, o parte de las ramas, y reducción del
crecimiento de los brotes, llegando a secar totalmente el sistema radical.
Métodos de control. Como prevención es sumamente importante la
elección del suelo y su esmerada preparación, procurando una buena
capacidad de drenaje y una limpieza de restos de raíces de cultivos
anteriores. Cuando se detecta su presencia en el cultivo es necesario
tratar con productos químicos autorizados.

I.13.6. Cosecha
Es una de las fases más exigentes del cultivo, tanto por tratarse de un fruto
muy delicado y perecedero, como por tener que realizarse con una alta
frecuencia. En la gran mayoría de los casos se recolecta a diario y, en
ocasiones, hasta dos veces por día sobre la misma planta.
La maduración de los frutos es escalonada y puede durar desde 4-5 semanas
en el periodo de cosecha de verano (junio-julio), hasta incluso 10-12 semanas
en cosecha de final de verano-otoño con algunas variedades de tipo
refloreciente.
Tanto el inicio, como la frecuencia de la recolección, están condicionados por
el destino de la fruta. Cuando se cosecha para el mercado en fresco, el
momento idóneo de la recolección es cuando el fruto adquiere el color
anaranjado, justo antes de su plena madurez fisiológica. En este estado, el
fruto tiene una mayor dureza y soporta mejor la manipulación y el transporte,
consiguiendo mayor larga vida en el circuito comercial.
La frambuesa, a pesar de estar considerada como un fruto no climatérico, que
no madura una vez separados de la planta, sí tiene esta facultad adquiriendo
el color rojo más o menos intenso, según variedades, y en muchos casos a
las pocas horas de su recolección.
Para prolongar al máximo la vida post-cosecha y la calidad del fruto es muy
importante iniciar su refrigeración lo antes posible, sin dejar transcurrir más de
3-4 horas desde la recolección hasta la entrada en la cámara.
Cuando el destino del fruto es la industria transformadora no tiene tanta
importancia el estado óptimo de maduración, por lo que se suele concentrar la
producción y disminuir el número de pasadas de recolección, a 1-2 por
semana, para aumentar el rendimiento de esta operación y disminuir los
costes, ya que el precio en este caso es bastante más bajo que el del
mercado en fresco.
Los rendimientos de recolección también varían en función del destino de la
fruta. Cuando es para fresco puede estar en torno a 3-4 kg/hora/persona; y en
el caso de recolección para industria, en unos 10-12 kg/hora/persona.
Cuando el producto se destina a la industria es factible la mecanización de la
operación de recogida, que se realiza con maquinas autopropulsadas que van
a caballo de las líneas, con un rendimiento que puede superar los 1.000
kg/hora. También existen soluciones intermedias, siempre en el caso de fruta
destinada a la industria, como los vibradores neumáticos o eléctricos, que
manejados por cuadrillas de tres o cuatro personas, pueden obtener
rendimientos muy satisfactorios.
Frutos en el momento óptimo de recolección para el mercado en fresco
(izda.), y frutos excesivamente maduros para la recolección en fresco (dcha.).
I.13.7. Manejo post cosecha
Pérdida de agua.
Los frutos de berries son muy susceptibles a la pérdida de agua,
causando deshidratación, arrugamiento, pérdida de brillo y también
perdida de algunos compuestos bioactivos (aquellos que son solubles
en agua como la vitamina C). Para minimizar la pérdida de agua, es
importante enfriar la fruta lo más rápido posible, mantenerla en la
temperatura y la humedad relativa óptimas. La humedad relativa óptima
para todos los frutos de berries es de 90-95 %. El uso de empaques
adecuados ayuda a mantener una alta humedad relativa. La máxima
cantidad de perdida de agua permitida en frambuesa y zarzamora antes
de convertirse en no comercializable es de 6 %.
Daño por frío en arándanos rojos.
Los frutos de berries no son normalmente sensibles al frio, pero con
excepción a los arándanos rojos que pueden presentar una apariencia
deslustrada, una textura gomosa y una mayor susceptibilidad a la
pudrición como respuesta a temperaturas muy bajas.
Desórdenes por extremas concentraciones de gases.
Concentraciones de oxigeno menores de 2 % y/o mayores a 25 % de
dióxido de carbono pueden causar el desarrollo de una descoloración
parda y sabores desagradables dependiendo del cultivar, la duración de
la exposición y la temperatura.
Enfermedades.
Las pudriciones son las causas más importantes de pérdidas en
postcosecha de los frutos de berries. En los arándanos rojos
cosechados en agua, se producen mayores pudriciones y más
degradación fisiológica que en los que son cosechados a mano,
especialmente si la fruta es conservada en agua por más de 12 a 24
horas. Las enfermedades más importantes de los  frutos de berries
incluyen:

Pudrición por Botrytis (pudrición gris):


Es el patógeno más importante que ataca a los frutos de berries,
causada por Botrytis cinerea. Es un patógeno muy común en todas los
frutos de berries, en donde la infección ocurre comúnmente en el campo
y se mantiene en forma latente. Este hongo puede crecer a temperatura
de 0 °C, aunque muy lentamente.
Pudrición por Rhizopus.
Causada por el hongo Rhizopus stolonifer, las esporas de este hongo
generalmente se encuentran presentes en el aire, especialmente en los
cuartos de almacenamiento y se propagan fácilmente. El hongo no
crecerá a temperaturas inferiores a 5°C, por lo que el método más
importante de su control es el manejo de la temperatura.
Métodos de Control de las Pudriciones. Los métodos más importantes d
control de pudriciones en los frutos de berries incluyen:
Evitar los daños físicos en la fruta
Enfriamiento rápido Mantenimiento a la temperatura y la humedad
relativa más óptimos
Usar altas concentraciones de dióxido de carbono

Cadena de Frio
Pre-enfriamiento
Es de vital importancia el enfriamiento rápido (rápida eliminación del
calor de campo) de los frutos de berries. Inmediatamente después de la
cosecha la fruta se debe de mantenerse en la sombra y nunca bajo el
sol. El proceso del pre-enfriamiento se debe de llevar a acabo lo más
rápido posible, durante 1 a 2 horas después de la cosecha. Por ejemplo,
un retraso de pre-enfriamiento de 3 horas después de la cosecha de la
fresa puede disminuir la calidad y la vida útil del fruto en hasta 40 %.
Fresas mantenidas a 10 °C tendrán solo una 1/3 de duración de vida útil
comparado con fresas mantenidas a 0°C. Un retraso de una hora en
refrigeración de frambuesas puede significar una pérdida de un día de
vida de la fruta. La técnica más eficiente de pre-enfriamiento para los
frutos de berries es el aire forzado. En caso de la falta de la técnica del
aire forzado, se debe llevar a cabo algunos arreglos en un cuarto frio
para enfriar la fruta rápidamente, aunque esta técnica es como diez
veces más lenta que el aire forzado. Algunos de estos arreglos incluyen:
incrementar la circulación del aire frio en el cuarto, separar los pallets y
los empaques de tal manera que se permita una mejor circulación de
aire frio a través de las cajas.
Temperatura y Humedad Relativa Óptima
Las temperaturas más óptimas son 0 °C para fresa, zarzamora,
frambuesa y arándano azul, y 3°C para arándano rojo. La humedad
relativa más óptima para todos los frutos de berries es de 90-95 %. La
vida útil a estas condiciones óptimas es  2-5 días para zarzamora y
frambuesa, 7 a 10 días para fresa, 1-2 semanas para arándano azul y 2-
4 meses para arándano rojo. La máxima temperatura de congelamiento
de la fresa y zarzamora es de -0.8 °C, -1.1 °C de frambuesa y -1.3 °C
del arándano. Frutos con alto contenido de solidos solubles tendrá
menor temperatura de congelamiento.
Efectos y Uso de Atmósferas Modificadas (AM) y Controladas (CA)
El uso de la atmósfera modificada en el empaque o en el pallet y
durante el transporte o el mantenimiento, con un 15 a 20 % de dióxido
de carbono, y 5 a 10  % de oxígeno es muy ventajoso para los frutos de
berries, ya que reduce el crecimiento de pudriciones, especialmente
Botrytis cinerea (pudrición gris), disminuye la respiración y el
ablandamiento de la fruta, manteniendo la calidad y extendiendo la vida
postcosecha. Cuando se utilizan las atmosferas modificadas, se deben
usar envases y coberturas de pallets apropiados para contener la
concentración de gases. El uso de las atmosferas modificadas es
cumplimentaría del uso adecuado de la cadena de frio y no es un
sustituto. Es muy importante asegurar que las concentraciones de
oxigeno no sean menos de 2 % y las de bióxido de carbono no sean
más de 30 %. Estos niveles extremos de gases causan problemas en la
fruta, incluyendo ablandamiento, sensibilidad a enfermedades y sabores
desagradables.

I.13.8. Comercialización
Como ocurre con casi cualquier producción agrícola, la comercialización es
uno de los aspectos más complejos.
El consumo de frambuesa, como el de otros pequeños frutos, aumenta
cada año de forma notable pero, debido a su alto precio en el mercado, está
dirigida a un sector de población con un nivel de vida medio-alto, lo que
reduce el número potencial de consumidores. Debido a esto, las unidades
de venta para mercado en fresco siempre son de pequeño tamaño. Los
envases más usuales son barquetas de distintos formatos y materiales, con
pesos que varían según mercados y época de la temporada: 125, 150, 200
ó 250 g. Las barquetas, a su vez, se colocan en embalajes, normalmente de
cartón u otros materiales no reutilizables, con un peso neto de 1-2 kg. Por el
momento, es muy poco frecuente su comercialización a granel para el
mercado en fresco.
Los principales canales de comercialización para la fruta fresca son las
grandes y medianas superficies, la red de mercados centrales, la
restauración y las fruterías selectas. La mayoría de las grandes cadenas de
supermercados se proveen desde organizaciones de productores o
empresas especializadas en la comercialización de frutos del bosque, que
les suministran durante la mayor parte del año una amplia variedad de
éstos, como arándanos, moras, grosellas, fresas, etc.. El resto de la cadena
de distribución se nutre, fundamentalmente, de la red de mercados
centrales.
La distribución mediante circuitos cortos de comercialización en mercados
de proximidad puede ser una alternativa viable en el caso de pequeñas
producciones.
Cuando se trata de fruta destinada a la industria transformadora las
unidades de venta son mayores. En la mayoría de los casos se utilizan
cajas de plástico o de cartón con pesos que no superan los 5 kg, para que
la fruta no se aplaste antes de congelar. En el caso de fruta ya congelada
se presentan, con bastante frecuencia, en bolsas de plástico y/o cajas de
cartón, de peso variable según cliente, que como ya se ha indicado, varían
entre 5-20 kg.

Costos de producción, proyección de ingresos y rentabilidad.


El rendimiento productivo del frambueso depende, fundamentalmente, de la
variedad, del estado sanitario de la planta, de las condiciones edafo-
climáticas y por supuesto, de las técnicas de cultivo empleadas. Se pueden
obtener rendimientos medios de 12-15 t/ha, llegando a superar las 20 t/ha
con algunas de las nuevas variedades existentes hoy en día, contando con
las dos cosechas, de otoño y primavera. Al ser gradual la maduración de los
frutos, la producción se extiende en el tiempo, pudiendo durar desde 4
semanas a más de 8, según variedades. De todas las especies de frutales,
el frambueso es una de las más precoces de entrada en producción, ya que
en el caso de variedades reflorecientes pueden producir el mismo año de
plantación, obteniéndose la plena producción al 2º año. En el caso de
variedades no reflorecientes, se inicia la producción al 2º año de plantación,
llegando a la plena producción al 3º año.

En buenas condiciones de cultivo la producción se puede mantener durante


unos

8-10 años.

La frambuesa es una mora que se comercializa principalmente en domos


de plástico con distintos pesos. No obstante su precio mayorista puede
llegar a tener una volatilidad muy alta. Guatemala es responsable de
alrededor del 45% de la producción total anual y en 2021 presento precios
de entre Q32.00 y Q60.10 /Kg. 

La exportación es otra opción para el productor con alrededor del


presentado precios de entre Q56.90 y Q73.20. El resto de la producción se
divide entre otros 7 productos que se dedican principalmente al comercio
nacional, a diferencia de los grandes productores que tienen fuertes lazos
con la comercialización internacional de este tan preciado producto

II. CONCLUSIONES
Una de las berries con mayor demanda en el mercado mundial es la frambuesa
(Rubus idaeus L.); un cultivo cuyo fruto se caracteriza por sus excelentes
características nutracéuticas.

En los últimos 5 años su producción ha aumentado aproximadamente en 80 mil


toneladas a nivel mundial (FAO, 2014).

Este cultivo, por su rapidez para entrar en producción (un año las productoras de
otoño y dos las de verano), permite al fruticultor evaluar su potencial económico y
decidir sobre su explotación, sin incurrir en una gran inversión inicial.
III. RECOMENDACIONES

Procurar dañar lo menos posible la fruta, sin apretar ni golpear.

Cosechar individualmente fruto a fruto y traspasar inmediatamente al pocillo.

Organizar recolección por sectores y por variedad. Evitar mezclar fruta para
disminuir la heterogeneidad de la caja.

Higiene en el manejo de la fruta. Limpieza en las manos de los cosecheros: uñas


cortas. Limpieza en los materiales de cosecha, como bandejas y pocillos.

IV. REFERENCIAS (norma IICA)

Agrios George N. 1996. Fitopatología. Ed. LIMUSA. México, D.F.

Ellis, Michael A. 1991. Compendium of reaspberry and blackberry diseases and insects. The
American Phytopathological Society. USA.

Muratalla L. A. 1993. El cultivo de la zarzamora y frambuesa. Apuntes del centro de fruticultura.


Colegio de Postgraduados. Montecillos, México.

López Baltazar J. 1990. Propagación in vitro de 4 cultivares de frambueso (Rubus spp.).


5. ANEXOS

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