Material Discipula1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

7 PASOS A LA PROSPERIDAD

PRIMER PASO:
Renuncie a sus pertenencias
 

El ser humano nace literalmente sin nada y en ese estado, siendo niño “(de él)
es el reino de los cielos” (Mt.19:14b) En la medida que va creciendo, va
adquiriendo pertenencias que lo atan a lo terrenal y es así como su corazón
atesora bienes terrenales pues “donde está vuestro tesoro, allí estará también
vuestro corazón” (Lc.12:34) Esto pareciera estar fuera del sentido común,
pero el primer paso a la prosperidad en Dios es renunciar a sus pertenencias.
Por esto Jesús habla de “Nacer de nuevo” creciendo a lo espiritual, atesorando
para el cielo. Esto no significa vivir en la miseria, se trata de renunciar a
nuestro señorío sobre nuestras pertenencias materiales, entregándolas al
Señor, no necesariamente a la iglesia, pero sí al Señor. Esto cambiará nuestra
posición como personas atesoradoras, para convertirnos en administradores de
los bienes del Reino de los Cielos.

El ser humano lucha por conseguir riquezas y cuanto más consigue, mas desea
alcanzar, ya que cuanto más tiene, más necesita. Veamos un ejemplo, el
hombre común ve como una gran necesidad tener una casa, así que lucha, se
abstiene de muchas cosas inclusive de la felicidad y cuando finalmente logra lo que se
había propuesto, ya su corazón le impone una nueva necesidad, que bien puede ser una
ampliación o una casa de campo, etc. Es así como seguirá luchando por su nuevo sueño
hasta esclavizarse de aquello que persigue. Nos es fácil convertir la adquisición de una
casa en un gran objetivo, cuando en realidad ésta es tan solo un medio para vivir mejor.
Para alguien cuya meta es encontrarse eternamente con Cristo, éstas cosas deben ser
solo una meta humana, nunca un objetivo. Antes de continuar, conceptualicemos las
siguientes palabras:

1-                  OBJETIVO. Es el punto hacia donde nos queremos dirigir. Para nosotros, como
hijos de Dios, nuestro objetivo es Cristo y nuestra vida eterna a su lado.

2-                META. Es el eslabón que nos sirve para lograr nuestro objetivo. Puede bien ser
una casa, pues teniendo un lugar donde vivir, nuestra vida en la tierra será más
placentera, daremos un mejor testimonio del amor y fidelidad de Dios, no solo a nuestro
prójimo, sino también a nuestros hijos quienes sabrán cuán amoroso y fiel es Dios al
concedernos lo necesario para vivir mejor.
3-                  MEDIO. Es aquello que nos sirve para obtener nuestras metas. Tomemos el
ejemplo del empleo, no vivimos tan solo para trabajar, nuestro trabajo es el medio que
Dios escogió para bendecirnos, de tal manera que si éste medio faltase, Dios encontraría
otra forma de sostenernos. Dios suele utilizar diversos medios para darnos lo que él
desea, pero si convertimos estos medios en metas, o lo que es peor, en objetivos,
terminaremos esclavos de ellos, por esto en muchas ocasiones Dios nos priva de algunos
medios por haberles nosotros dado la posición equivocada, la consecuencia: sufrimientos y
desilusiones.

El primer paso a la prosperidad es renunciar a nuestras pertenencias, entregarlas a Dios


y administrar para el Reino aquello que el Señor nos confíe. Si su corazón desea algo o
percibe una necesidad, ofrezca esto al Señor y a Su Reino, haga de ello una meta y
véase a sí mismo como administrador de dicha meta.

Recuerde: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y (todo lo demás) os será


añadido.” (Mat.6:33) Mientras más liviano es el equipaje, más tranquilo será su viaje.
Luche, anhele, pida al Señor y cuando obtenga lo deseado, entrégueselo a Él, es la
mejor manera de disfrutar lo adquirido.

Volver a RDQ Ministry

También podría gustarte