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ARTÍCULOS

Cuadernos de Filología Clásica


Estudios griegos e indoeuropeos
ISSN: 1131-9070
https://dx.doi.org/10.5209/cfcg.79572

La Biblia políglota “no nacida” de Aldo y los folios 86-87 del Parisinus
graecus 3064
Carlos A. Martins de Jesus1

Recibido: 12 de Noviembre de 2021 / Aceptado: 8 de Enero de 2022

Resumen. Muchos años antes de que Cisneros empezara los trabajos de la Biblia Poliglota Complutensis,
concluidos en 1517, Aldo Manucio soñó con una Biblia trilingüe, por lo menos desde la edición de su
Psalterium griego, entre 1496 y 1498. De este opus magnum, muchas veces mencionado pero que
jamás pudo imprimirse, al parecer por falta de condiciones económicas, quedaron tan solo dos folios,
dos pruebas de imprenta que se creen realizadas en 1501. En este artículo se recopilan y analizan los
testimonios conservados sobre la trilingüe aldina, los de Aldo y otros eruditos contemporáneos, además
de colacionarse el texto impreso en la columna griega de las pruebas (Gen. 1.1-15) en relación con la
versión luego editada en 1518. Con ello se intenta averiguar el estado del proceso filológico y editorial
de la obra, en distintos momentos entre los últimos años del siglo XV y la edición final de la Biblia
griega aldina.
Palabras clave: Biblia políglota, Aldo Manucio, Septuaginta.

[en] Aldus’ stillborn polyglot Bible and folia 86-87 of the Parisinus graecus
3064
Abstract. Several years before Cisneros had started his works on the Biblia Poliglota Complutensis,
finished by 1517, Aldo Manutius had dreamed about a trilingual Bible, as soon at least as the edition
of his Greek Psalterium, ca. 1496-1498. From this opus magnum, several times advertised but never
actually printed – most probably because of economic issues – only two folia remain, two printing
proofs believed to have been produced in 1501. This paper recollects and analyses the available
testimonies on the trilingual Aldine, both by Aldus and other contemporary scholars, besides collating
the text of the Greek column of the proofs (Gen. 1.1-5) with the version printed in 1518. By doing so,
it aims to evaluate the work’s editorial and philological process, in several moments between the last
years of the fifteenth century and the final edition of the Greek Aldine Bible.
Keywords: Polyglot Bible, Aldus Manutius, Septuagint.

Sumario. 1. Aldo y el proyecto de la Biblia trilingüe. 2. Dos versiones griegas de Gen. 1.1-15 y sus
fuentes manuscritas.

Cómo citar: Jesus, Carlos A. M. (2022), La Biblia políglota “no nacida” de Aldo y los folios 86-87
del Parisinus graecus 3064, en Cuadernos de Filología Clásica. Estudios griegos e indoeuropeos 32,
367-379.

1
Departamento de Filología Griega y Eslava, Universidad de Granada; Centro de Estudos Clássicos e Humanísti-
cos, Universidade de Coimbra
[email protected]

CFC (g): Estudios griegos e indoeuropeos 32, 2022: 367-379 367


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1.  Aldo y el proyecto de la Biblia trilingüe

Si es cierto que Cisneros y su equipo fueron los primeros en reunir las condiciones
para llevar a buen puerto el proyecto de una Biblia políglota, puesta en circulación en
1520 pero acabada de imprimir en Alcalá de Henares en 1517, la idea para semejante
obra, más específicamente una Biblia trilingüe, pertenece al parecer a Aldo Manu-
cio2. Sobre ella contamos con un testimonio material de valor innegable, los folios 86
y 87 del actual Parisinus graecus 30643 (imágenes 1 y 2). Se trata de dos pruebas de
imprenta, en tamaño folio, seguramente de 1501, del comienzo del libro del Génesis
(Gen. 1.1-15) en tres columnas (de izquierda a derecha) en hebreo, griego4 y latín. En
las páginas siguientes se recopilan y analizan los testimonios conservados referentes
a dicha edición trilingüe, además de colacionarse el texto griego de la prueba con
el que finalmente se imprimió en 1518, intentando evaluar el esfuerzo filológico de
Aldo y sus colabores en ambos momentos del macroproyecto bíblico.
El asunto de los intentos aldinos de una Biblia trilingüe suele referirse a cuento de
la impresión con caracteres hebreos en los primeros años de la imprenta en Venecia,
tarea muy compleja y onerosa para las casas editoriales5. Si se acepta tradicionalmen-
te el año de 1516 para el comienzo de esa práctica regular en Venecia, responsabilidad
más bien de la casa de Daniel Bomberg, lo cierto es que mucho antes, en 1501, Aldo
ya había utilizado el hebreo en un apéndice a sus Rudimenta Grammatices Latinae
Linguae, titulado «Introductio utilissima hebraice discere cupientibus», el mismo que
Burnett (2000: 14) consideró un verdadero best-seller entre las gramáticas hebreas,
publicado un total de diecisiete veces en Italia y otras siete fuera. Hasta el momento
no se ha publicado todavía una comparación detallada entre los caracteres hebreos
de los folios de apéndice en la Gramática Latina, de 1501, y las pruebas de imprenta
de la Biblia trilingüe6, pero los críticos han utilizado también este argumento, el de la
disponibilidad misma de los tipos, para fechar relativamente los folios del Parisinus
y, consecuentemente, los primeros intentos aldinos de una Biblia políglota.
La intención de Aldo se lee por primera vez en el prefacio que, para la edición del
texto griego de los Salmos, escribió Justino Decadio, inmigrado de Corfú, a quien
había encargado dicha edición:

Τὴν γὰρ μωσέως πεντάτευχον, σὺν τῇ τῆς παλαῖας διαθήκης πάσῃ λοιπῇ πραγματείᾳ,
ἑβραιστὶ, ἑλληνιστὶ, ῥωμαιστὶ, οὐκ εἰς μακρὰν ἐκδώσειν εὐηγγελίσατο σὺν θεῷ,
ὧν ἀκούσας αὐτὸς μὲν ὥσπερ ἔνθους ὑφ᾽ ἡδονῆς ἐγεγόνειν, εἴ γε διὰ τὰ ἡμέτερα
πεπαλαιωμένα τῷ χρόνῳ καὶ ταῖς τῶν πραγματ[εί]ων ἀνωμαλίαις ἤδη τυγχάνοντα,
νῦν ὡς ἀετοῦ νεότης ἀνακαινίζεσθαι μέλλουσιν.

2
Staalduine-Sulman (2017: 11) ofrece una lista de las demás ediciones políglotas parciales del texto bíblico,
anteriores a la Complutense.
3
El códice está formado por 90 folios, recto y verso, con distintos catálogos de bibliotecas o ediciones aldinas, de
la mano de Aldo Manucio, Ángel Vergecio y el mismo Cardenal Besarión, entre otros. Entre los catálogos se en-
cuadernaron cartas y otro tipo de material, incluidos los folios de prueba de la Biblia. Disponible online: https://
gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8595102h (último acceso 21/12/2021).
4
Los tipos griegos corresponden a la que Barker (1992: 56-59) consideró la tercera fuente griega aldina, a su
juicio inspirada en la mano de Marco Musuro. Wilson (1992: 129, 184 n. 12), por su parte, no se muestra com-
pletamente convencido por el origen de estos tipos.
5
La mejor síntesis parece ser la de Davies (1995: 51-53), con bibliografía.
6
De ellas dice Davies (1995: 52) que son «un tipo completamente nuevo, y muy bonito, de hebreo cuadrado con
los puntos para las vocales». Cf. Renuard (31834: 389).
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[Aldo], con la ayuda de Dios, ha dado la buena noticia de que, no en mucho tiem-
po, va a imprimir el Pentateuco de Moisés, con todos los demás libros del Antiguo
Testamento, en hebreo, griego y latín, de los cuales él mismo se enteró, como
inspirado por la gracia [divina], ya que de hecho, debido a nuestras adulteraciones
que acontecen con el paso del tiempo y a las anomalías de esos libros (?), ahora,
como la descendencia de un águila, están a punto de ser renovados.

El Psalterion aldino no tiene fecha de colofón, pero se suele datar su impresión


entre 1496 y 14987. Es muy probable que se trate de una referencia encargada por el
mismo Aldo Manucio, oportuna, además, en el libro que se está imprimiendo, parte
del opus magnum que se pretende (o fantasea) publicar «en no mucho tiempo» (οὐκ
εἰς μακρὰν). En este momento se trata de una noticia que va circulando entre los
más cercanos y los más eruditos; una buena noticia, subrayada metafóricamente por
la forma verbal εὐηγγελίσατο. Decadio es claro al declarar que los textos sagrados
necesitan de revisión filológica, tan corrompidos como han sido por el paso del tiem-
po (διὰ τὰ ἡμέτερα πεπαλαιωμένα τῷ χρόνῳ καὶ ταῖς τῶν πραγμάτων ἀνωμαλίαις
ἤδη τυγχάνοντα), así como de una nueva edición (ὡς ἀετοῦ νεότης ἀνακαινίζεσθαι
μέλλουσιν), no añadiendo nada respecto a plazos o condiciones para la ejecución de
la obra.
En el año siguiente, el “evangelio” de la Biblia trilingüe reaparece en palabras
de Guillermo Grocyn, colaborador inglés de Aldo para la edición de los Scriptores
Astronomici (Iulii Firmici Astronomicorum libri octo integri, & emendati), en uno
de los tres prefacios de la Sección 4 de esa obra8:

Noster item Linacrus nuntiatur mihi te rem multo magis admirandam moliri,
iamque statutum habere: ut libros sacros ueteris quidem testamenti trifariam,
latine, graece et hebraice noui autem bifariam graece et latine imprimas, opus
plane arduum et christiano uiro dignissimum. In quo, si modo perficere licebit,
non modo caeteros omnes, qui unquam in hoc genere floruerunt, sed etiam te
ipsum longo interualo superabis. Age igitur mi Alde auspicare tandem opus, quod
cogitas, et quod iandiu parturis, aliquando parias. Non enim adduci possum, ut
credam, posse opus tam diduinum secundis carere successibus. Nam quod ad nos
attinet, nihil plane praetermittemus, quod huic rei futurum adiumento uidebitur.
De iis, quae tibia nobis priuatim debentur, noli laborare. Curauimus ut prope diem
satis tibi fiat.

En realidad, nuestro amigo Linacre me anuncia que has decidido emprender una
obra muy digna de admiración, en la cual ya estás trabajando: de que al fin pue-
de que imprimas los libros sagrados del Antiguo Testamento en versión trilingüe
latina, griega y hebrea, y el Nuevo [Testamento] bilingüe, en griego y latín, tarea
muy compleja y sobremanera digna de un hombre cristiano. Por eso, si es posible
concluirla, superarás largamente no solo a los que antes destacaron en esta labor,
sino también a ti mismo. Por lo tanto, Aldo mío, trata de empezar lo antes posible la

7
En un artículo muy reciente, Martínez Manzano (2021: 320-321) menciona que Demetrio Ducas puede haber
añadido a mano la fecha MIIID (1497) al colofón del incunable Complutense del Psalterion aldino (BH I-281, f.
[150]r), lo que, dada su cercanía con Aldo, podría solucionar la incertidumbre respecto a la fecha de impresión.
8
Sobre esta edición, véase Pontani & Lugato (2017).
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obra que tienes en mente, y sobre la cual meditas ya hace tiempo, para que puedas
un día traerla a la luz. No puedo, de verdad, dirigirla, pues creo que tan divina obra
podría quedar privada de sus logros futuros. Por mi parte, claramente nada dejaré
pasar que, en el futuro, pueda ser de ayuda en este asunto. De todo cuanto yo pueda
ayudarte, no te preocupes. Y deseo que, brevemente, llegue el día en que lo logres.

Aldo es, en este caso, el destinatario de una epístola laudatoria (con fecha de 27
de agosto) que se decide publicar como prefacio, por lo que debe haber sido poca (o
ninguna) su interferencia en lo que se dice. De creer a Grocyn, o a Linacre9, mejor
dicho, la obra ya está empezada, o por lo menos sus trabajos preparatorios (moliri,
iamque statutum habere), pero a continuación el autor de la carta incita a Aldo a po-
ner manos a la obra (age… auspicere tandem opus), no sin remitir su concreción para
un futuro algo indeterminado (et quod iandiu parturis, aliquando parias). Al final
del siglo XV, lo que había de esta Biblia trilingüe eran, al parecer, sobre todo ideas y
palabras (quod iandiu parturis), no tanto trabajo realmente hecho. En efecto, la tarea
no era sencilla, y requería, además de dinero, de la colaboración de varios eruditos.
Había que recopilar un gran número de fuentes (manuscritas, sobre todo, pero tam-
bién impresas), elegir los mejores ejemplares entre ellas, compararlos, preparar las
copias y los tipos en las tres lenguas.
A Aldo, en concreto, no le escuchamos ni una sola palabra sobre el asunto antes
del 7 de julio de 1501, en una carta al humanista alemán Conrad Celtes (1459-1508)
en la que dice, en realidad, muy poco: Vetus et Novum Testamentum graece, latine &
hebraice nondum impressi, sed parturio10 («El Antiguo y el Nuevo Testamento, en
griego, latín y hebreo, todavía no los imprimí, pero estoy pensando en ello»). Aldo
se sirve del mismo verbo que utilizara Grocyn dos años antes (et quod iandiu par-
turis), y también el hecho de que nada esté aún impreso (nondum impressi) sugiere,
asimismo, que la obra en ese año sigue en fase muy prematura de gestación, o que,
de ella, quizá solo estén impresos los folios de prueba que este trabajo comenta. Los
mismos que Marx (1919: 66) y mucho más tarde Davies (1995: 52) identifican con
lo que Aldo dice haber enviado al mismo Conrad Celtes, el 3 de septiembre de ese
mismo año, como se lee en otra carta suya:

Institutiones graecas et Dictionarium remittimus, quia multa impressa iam haben-


tur, quibus erudiantur, qui graecas litteras discere concupiunt. Folium tribus excu-
sum linguis mittimus perquam libenter11.

Te hago llegar las Institutiones Graecas y el Dictionarium, que ya están en estado


muy avanzado de impresión, de los cuales mucho aprovecharán quienes desean
aprender las letras griegas. Te envío este folio compuesto de tres idiomas, con la
mejor de las voluntades.

Si, de hecho, el folium del que habla Aldo es uno de los ejemplares impresos al
mismo tiempo que los folios del Parisinus, estos últimos habrían sido impresos entre

9
Amigo y colaborador de Aldo Manucio, Thomas Linacre, uno de los primeros ingleses que estudió en Italia, fue
profesor de Erasmo.
10
Texto de Renouard (31834: 516).
11
Texto de Renouard (1824: 517).
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julio y agosto de 150112, entre ambas cartas de Aldo al humanista alemán, quien pudo
incluso haberlos solicitado en correspondencia anterior que no se conserva. Pero,
una vez más, el futuro supuso un frenazo de largo tiempo en el proceso editorial de
la Biblia trilingüe. No había pasado un año cuando, el 27 de agosto de 1502, Aldo
confiesa a Juan Reuchlin, el más grande hebraísta de su generación13, lo que solo
puede significar que todavía nada de la Biblia trilingüe había podido imprimirse:
de hebraicis non est impressum quicquam14. Aunque no sea completamente claro si
habla de la Biblia trilingüe en concreto, si algo estuviese ya impreso Aldo no hubiese
perdido la oportunidad de mencionarlo. Es evidente que faltaban los medios, espe-
cialmente los económicos, para la tan deseada Biblia, como también para cualquier
impresión en hebreo.
En los años siguientes, de nuevo el silencio. Y en esta ocasión un silencio más
largo. Más de una década y seguramente muchos intentos fracasados tuvieron que
pasar para que, en enero de 1513, cuando seguramente ya era otra la situación econó-
mica de la Casa, Aldo volviese a hablar del tema, en el prefacio de su muy celebrada
edición de Píndaro y Calímaco:

Quamobrem optimos quosque libros tam Graecos quam Latinos, id quod saepe
alias memini polliceri, emittere est animus excusos cura nostra in manus studio-
sorum. Sum praeterea aggressurus et Hebraicos, propter libros sacros nostros, qui
ex Hebraicis Graeci et e Graecis Latini facti sunt, ut cum illis conferri possint et
siqui sunt errores – aiunt enim ese quam plurimos – tollantur, idque ad utilitatem
et gloriam Christianae religionis. Faveat igitur Deus optimus maximus, δοτὴρ ἐά-
ων.15

Es mi intención imprimir y hacer asequibles a los estudiosos todos los mejores


libros en griego y latín, como me acuerdo haber prometido en muchas otras oca-
siones. Pero me estoy también acercando al hebreo, respecto a nuestros textos
sagrados, los cuales fueran traducidos del hebreo al griego y del griego al latín, de
tal forma que se puedan comparar entre ellos y sanar algún error que pueda haber
– y dicen que hay muchos –, para beneficio y gloria de la religión cristiana. Ojalá
sea propicio Dios, señor y soberano, el que todo lo da.

Aldo tiene conciencia de que su promesa lleva demasiado tiempo sin concretarse
(quod saepe alias memini polliceri). Pero lo que leemos es casi un regreso al punto
de partida de la carrera. Aldo subraya la novedad y el desafío que supondrá la im-
presión de los textos en hebreo, y una vez más se justifica lo que es una necesidad

12
Se difundió entre algunos estudiosos la fecha de 1504, a partir del error de Geanakoplos (1962: 246, n. 89),
que menciona (sin haber podido leerlo) el trabajo de Alderum (1786: 150-157). Vid. Hendricks (1967: 99 y n.
4) y Staalduine-Sulman (2017: 11 y n. 4). Dicho estudio, en realidad, colaciona el texto bilingüe, impreso en el
tercer volumen de los Poetae Christiani Veteres (junio de 1504), de los seis primeros capítulos del Evangelio
de Juan, para aprovechar las hojas que quedaron de la edición (también bilingüe) de los poemas de Gregorio de
Nazianzo. Aunque parcial, se trata de la editio princeps de este libro del Nuevo Testamento, doce años antes de
la edición erasmiana. Sobre este texto impreso por Aldo en 1504, otro producto del proyecto bíblico aldino, vid.
Krans (2019: 239-241).
13
Apud Davis (1995: 52). Sobre Reuchlin, con quien Aldo mantuvo correspondencia en griego, latín y hebreo,
véase Price (2009).
14
Texto latino integral en Harris (1898: 21-22 n. 1).
15
Texto establecido por Wilson (2016: 218).
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filológica (la de confrontar las traducciones griegas y latinas con el original hebreo)
como un imperativo religioso. Pero es muy comedido en sus palabras (sum praete-
rea aggressurus et Hebraicos), muy lejanas respecto al entusiasmo de los últimos
años del siglo XV, si solamente consideramos los prefacios de Decadio y Grocyn. El
esfuerzo homérico con que termina el texto transcrito –δοτὴρ ἐάων, adaptación del
plural θεοί, δωτῆρες ἑάων (Od. 8.325)– puede incluso tener detrás la conciencia de
la dificultad de la empresa.
Lo cierto es que la Biblia Aldina trilingüe no llegó a imprimirse jamás, por lo
que, a pesar del reconocido trabajo filológico que supuso y el valor textual del texto
griego de la edición griega de 1518, en especial de la Septuaginta, dicha edición no
deja de ser la Biblia Aldina posible, no la que en realidad quería Aldo Manucio. La
versión que imprimen los folios 86 y 87 del Parisinus para el comienzo del libro del
Génesis (1.1-15) es, asimismo, el único testimonio directo que tenemos para inquirir
sobre los manuscritos bíblicos de los que disponían los colaboradores de Aldo, en
ese fin de siglo, como sobre la inversión realmente hecha en fecha tan temprana. En
concreto los manuscritos griegos –que de los demás nada podría decir–, aunque un
estudio semejante merezca la pena respecto al texto de las columnas hebrea e incluso
de la Vulgata.

2.  Dos versiones griegas de Gen. 1.1-15 y sus fuentes manuscritas

A continuación, se imprime el texto de Gen. 1.1-1516, el que viene copiado en los dos
folios de las pruebas de imprenta [A*], seguido de un aparato exclusivo de las no tan
pocas variantes entre la versión de dichas pruebas, la de la Aldina de 1518 (A) y la
de los códices Marcianos que lo copian (señalados por su actual número de catalo-
gación, [Marc. gr.] 3, 4, 5, y 6)17. Con esta búsqueda de indicios de los manuscritos
que puedan haber sido utilizados por los helenistas aldinos ca. 1501 y su confronta-
ción con las posibles fuentes de la edición final de 1518, se espera poder evaluar el
verdadero empeño de Aldo y sus colaboradores en la empresa bíblica. Dicho de otra
manera: ¿corresponden las palabras de Aldo, en esos años de finales del siglo XV y
comienzos del XVI, a una intervención textual concreta? ¿O es que el trabajo filoló-
gico con la Septuaginta es posterior al segundo decenio del nuevo siglo?

1 Ἐν ἀρχῇ ἐποίησεν ὁ θεὸς τὸν οὐρανὸν καὶ τὴν γῆν. 2 ἡ δὲ γῆ ἦν ἀόρατος καὶ
ἀκατασκεύαστος, καὶ σκότος ἐπάνω τῆς ἀβύσσου, καὶ πνεῦμα θεοῦ ἐπεφέρετο
ἐπάνω τοῦ ὕδατος. 3 καὶ εἶπεν ὁ θεός Γενηθήτω φῶς. καὶ ἐγένετο φῶς. 4 καὶ εἶδεν ὁ
θεὸς τὸ φῶς ὅτι καλόν. καὶ διεχώρισεν ὁ θεὸς ἀνὰ μέσον τοῦ φωτὸς καὶ ἀνὰ μέσον
τοῦ σκότους. 5 καὶ ἐκάλεσεν ὁ θεὸς τὸ φῶς ἡμέραν καὶ τὸ σκότος ἐκάλεσεν νύκτα.
καὶ ἐγένετο ἑσπέρα καὶ ἐγένετο πρωί, ἡμέρα μία. 6 Καὶ εἶπεν ὁ θεός Γενηθήτω
στερέωμα ἐν μέσῳ τοῦ ὕδατος καὶ ἔστω διαχωρίζον ἀνὰ μέσον ὕδατος καὶ ὕδατος.
καὶ ἐγένετο οὕτως. 7 καὶ ἐποίησεν ὁ θεὸς τὸ στερέωμα, καὶ διεχώρισεν ὁ θεὸς ἀνὰ
μέσον τοῦ ὕδατος, ὃ ἦν ὑποκάτω τοῦ στερεώματος, καὶ ἀνὰ μέσον τοῦ ὕδατος τοῦ

16
De acuerdo con la edición de Rahlfs & Hanhart (22006).
17
El Marc. gr. 2, que puede haber desempeñado su papel en el texto aldino, copia el libro de Génesis a partir de
43.15, por lo que no nos sirve en este estudio. Igualmente, el Marc. gr. 15 copia el Antiguo Testamento con
multitud de glosas, por lo que tampoco es serio candidato a haber sido utilizado por los editores e impresores
aldinos.
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ἐπάνω τοῦ στερεώματος. 8 καὶ ἐκάλεσεν ὁ θεὸς τὸ στερέωμα οὐρανόν. καὶ εἶδεν
ὁ θεὸς ὅτι καλόν. καὶ ἐγένετο ἑσπέρα καὶ ἐγένετο πρωί, ἡμέρα δευτέρα. 9 Καὶ
εἶπεν ὁ θεός Συναχθήτω τὸ ὕδωρ τὸ ὑποκάτω τοῦ οὐρανοῦ εἰς συναγωγὴν μίαν,
καὶ ὀφθήτω ἡ ξηρά. καὶ ἐγένετο οὕτως. καὶ συνήχθη τὸ ὕδωρ τὸ ὑποκάτω τοῦ
οὐρανοῦ εἰς τὰς συναγωγὰς αὐτῶν, καὶ ὤφθη ἡ ξηρά. 10 καὶ ἐκάλεσεν ὁ θεὸς τὴν
ξηρὰν γῆν καὶ τὰ συστήματα τῶν ὑδάτων ἐκάλεσεν θαλάσσας. καὶ εἶδεν ὁ θεὸς ὅτι
καλόν. 11 καὶ εἶπεν ὁ θεός Βλαστησάτω ἡ γῆ βοτάνην χόρτου, σπεῖρον σπέρμα
κατὰ γένος καὶ καθ’ ὁμοιότητα, καὶ ξύλον κάρπιμον ποιοῦν καρπόν, οὗ τὸ σπέρμα
αὐτοῦ ἐν αὐτῷ κατὰ γένος ἐπὶ τῆς γῆς. καὶ ἐγένετο οὕτως. 12 καὶ ἐξήνεγκεν ἡ
γῆ βοτάνην χόρτου, σπεῖρον σπέρμα κατὰ γένος καὶ καθ’ ὁμοιότητα, καὶ ξύλον
κάρπιμον ποιοῦν καρπόν, οὗ τὸ σπέρμα αὐτοῦ ἐν αὐτῷ κατὰ γένος ἐπὶ τῆς γῆς.
καὶ εἶδεν ὁ θεὸς ὅτι καλόν. 13 καὶ ἐγένετο ἑσπέρα καὶ ἐγένετο πρωί, ἡμέρα τρίτη.
14 Καὶ εἶπεν ὁ θεός Γενηθήτωσαν φωστῆρες ἐν τῷ στερεώματι τοῦ οὐρανοῦ εἰς
φαῦσιν τῆς γῆς τοῦ διαχωρίζειν ἀνὰ μέσον τῆς ἡμέρας καὶ ἀνὰ μέσον τῆς νυκτὸς
καὶ ἔστωσαν εἰς σημεῖα καὶ εἰς καιροὺς καὶ εἰς ἡμέρας καὶ εἰς ἐνιαυτοὺς 15 καὶ
ἔστωσαν εἰς φαῦσιν ἐν τῷ στερεώματι τοῦ οὐρανοῦ ὥστε φαίνειν ἐπὶ τῆς γῆς. καὶ
ἐγένετο οὕτως.

2 σκότος A*34, σκότος ἐπέκειτο A56 4 ἀνὰ μέσον passim] ἀνὰ μέσον A56,
ἀναμέσον A*34 6 ἐν μέσῳ A3456, ἐπάνω A* | καὶ ἐγένετο οὕτως A3456, om.
A* 7 ὁ θεὸς2 A3456, om. A* | ὃ ἦν ὑποκάτω A3456, τοῦ ὑποκάτω A* | post
στερεώματος2 hab. καὶ ἐγένετο οὕτως A*, om. A3456 8 καὶ εἶδεν ὁ θεὸς ὅτι καλόν
hab. A3mg45, om. A*3ac 9 καὶ συνήχθη … ἡ ξηρά om. A*, hab. A3456 11 κατὰ
γένος καὶ καθ’ ὁμοιότητα post καρπόν hab. A*, hic A3456 | κατὰ γένος2 A356,
om. A*, εῖς ὁμοιότητα 4 12 ἐπὶ τῆς γῆς hab. A3456, om. A* 14 τοῦ οὐρανοῦ εἰς
φαῦσιν τῆς γῆς 4 (ἐπὶ τῆς γῆς A356), om. A*

La influencia de distintos códices Marcianos (en concreto 2, 3, 5 y 6) sobre el


texto de la Septuaginta impreso en A se ha reconocido desde finales del siglo XIX
(Holmes & Parsons 1798; Lagarde 1868: 6; Delitzsch 1886: 53-57; Swete 1900:
173-174), y más recientemente por Fernández Marcos (2014: 126) y Hernández Mu-
ñoz (2020a: 229-252). Este último autor destacó por primera vez la importancia de 4
para el texto aldino, no sin subrayar, en otro artículo, el carácter eclético de cada li-
bro bíblico en esa edición (Hernández Muñoz 2020b: 251-257). Asimismo, Lagarde
(1868: 6) hablaba ya, en su edición de Génesis, de un conjunto de «lectiones aldinae
singulares» que había encontrado solamente en 6, un manuscrito que, con anterio-
ridad, Holmes (Holmes & Parsons 1798: 44) había considerado descriptus de 518.
Los quince primeros versículos del capítulo I de Génesis que aquí se colacionan,
-necesariamente poco texto para de él obtener conclusiones generales- confirman en
efecto la relación de la Aldina de 1518 con 5 y 6, en dos casos por oposición a los
demás Marcianos (1.2 σκότος ἐπέκειτο; 1.4. ἀνὰ μέσον). Merece la pena referir que
5, del siglo XV, es un códice riquísimo y por lo general correcto, seguramente mode-

18
Sobre 6 vid. Mioni (1981: 10-11). En un trabajo todavía inédito hemos comprobado algunas lecturas distintas
entre 5 y 6, en el caso de los libros I y II de Reyes, donde A tendencialmente va con la lección de 6. Pero eso no
significa que, en algunos libros, 6 no pueda ser copia de 5, e incluso que dichas variantes sean resultado de la
corrección del texto de 5 por el copista de 6.
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lo de muchas copias19 y por lo tanto fuente deseada por los editores aldinos, mientras
que 6, no muy posterior en el tempo, es ya una copia más sencilla y sin pretensiones,
donde asimismo el texto transcurre fluido y sin grandes faltas.
Pero ¿y el texto de A*? Nuestra colación ha señalado un conjunto de lecturas ex-
clusivas respecto a los Marcianos considerados, que, más que variantes, parecen ser
faltas de copia resultantes de “saltos de ojo” (ἐπάνω τοῦ ὕδατος 1.6, cf. 1.2), trans-
posiciones (κατὰ γένος καὶ καθ’ ὁμοιότητα post καρπόν 1.11) y sobre todo omisiones
(ἐπέκειτο 1.2; καὶ ἐγένετο οὕτως 1.6; καὶ εἶδεν ὁ θεὸς ὅτι καλόν 1.8; καὶ συνήχθη …
ἡ ξηρά 1.9; κατὰ γένος2 1.11; ἐπὶ τῆς γῆς 1.12; τοῦ οὐρανοῦ εἰς φαῦσιν τῆς γῆς 1.14).
Parecen faltas de atención seguramente propiciadas por la naturaleza anafórica del
mismo capítulo 1 del libro de Génesis, en su conjunto indetectables en cualquier otro
códice conocido y reseñado en las anteriores ediciones críticas, y que, a mi juicio,
denuncian la falta de revisión del texto griego impreso en el folio de prueba.
Es decir, para esta prueba de imprenta de lo que sería su Biblia trilingüe, el impre-
sor Aldino debe de haber reproducido el texto de un solo manuscrito, de cuya copia
resultaron las variantes que anteriormente comentamos. ¿Qué manuscrito puede ha-
ber sido ese? Resulta imposible saberlo. Dentro de los Marcianos, tres variantes en
el texto colacionado parecen acercarlo a la versión copiada en 3 (en concreto 3ac) y
4 (1.2 σκότος A*34; 1.4 ἀναμέσον A*34; 1.8 καὶ εἶδεν ὁ θεὸς ὅτι καλόν om. A*3ac),
pero la verdad es que es mucho mayor el número de lecturas en las que A* se aparta
de estos dos códices.
Si, como antes se dijo, la investigación filológica ha demostrado la utilización
de los manuscritos de la antigua y riquísima biblioteca de Besarión (donada por el
mismo Cardenal a la República de Venecia en 1468) para el establecimiento del texto
Aldino de 1518, y si la misma dependencia de los códices madrileño y londinense
referidos suponen dicho acceso, poco se puede especular respecto a este tema a fina-
les del Quattrocento. Es conocida y poco noble la historia de las primeras décadas
de su conservación, así como son muchos los casos de manuscritos importantísimos
de la colección no considerados en las ediciones aldinas de estos años20. Y por ello lo
más prudente será asumir que fue otra la fuente manuscrita utilizada en este primer
intento de concreción material de la Biblia. Sea como fuere, el texto griego impreso
en 1501 no parece un texto cuidado ni fruto de la comparación entre distintas fuen-
tes. En un contexto editorial en el que lo importante, al parecer, era dar muestra de
la capacidad de imprimir con caracteres hebreos, la columna griega puede haber
sido rellenada con un texto no sometido a un riguroso trabajo de preparación textual.

19
Sobre 5 vid. Mioni (1981: 9-10). Entre sus copias deben de estar el manuscrito Complutense BH MSS 22 y el
Londinense BL Add. 10968. Respecto a la utilización del londinense como Druckverlag de la Aldina, vid. Ca-
taldi Palau (1998: 451-459, 610) y Speranzi (2013: 270-271). No obstante, un conjunto de diferencias textuales
entre este códice y la edición Aldina impiden que haya sido la única fuente de dicha edición (pace Cataldi
Palau), como ha comprobado Hernández Muñoz (2020a: 241 y n. 40). En un trabajo anterior (Jesus 2020) he
argumentado a favor de la utilización también del códice madrileño en algún momento del proceso editorial
de la Aldina de 1518, antes de ser enviado a Alcalá de Henares. Dicho códice, que hasta poco tiempo se creía
perdido durante los combates en la Ciudad Universitaria en la guerra civil española, se ha podido recuperar en
una parte considerable, tarea en la que participé con el Prof. Felipe Hernández Muñoz y que dio como resulta-
do una versión digital que puede consultarse online: http://dioscorides.ucm.es/proyecto_digitalizacion/index.
php?doc=5309456614&y=2011&p=1 (último acceso 10 de enero 2022).
20
Sobre la biblioteca de Besarión, su accesibilidad y precaria conservación hasta mediados del siglo XVI, pero
también las relaciones de Aldo con este patrimonio, vid. Lowry (1974: 138-146) y Labowsky (1979: 57-63,
169).
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Imagen 1.  Parisinus graecus 3064, f. 86.


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Imagen 2.  Parisinus graecus 3064, f. 87.


Jesus, Carlos A. M. CFC (g): Estudios griegos e indoeuropeos 32, 2022: 367-379 377

Quizá también porque había que enviar la prueba impresa a Conrad Celtes, en 1501,
o por cualquier otra razón.
No cabe indagar más sobre tan solo un folio. Si Cisneros obtuvo o no de Aldo la
idea para su Poliglota, que resultaría luego ser la editio princeps de la Septuaginta,
como suponía Geanakoplos (1962: 246), no es posible ni afirmarlo ni tampoco ne-
garlo. Geanakoplos propone incluso que Demetrio Ducas, de quien poco se sabe en
los años anteriores a 1508, puede haber sido el responsable, y que su relación con
la empresa bíblica aldina abortada haya sido el principal motivo de su llamada a
España, donde estaba ya en 1513 para coordinar la columna griega de la Poliglota
Complutensis. Puede incluso haber sido él quien puso a disposición de los helenistas
de Alcalá su copia de los Salmos, el actual manuscrito Complutense BH MS 2321,
así como de otro material de su biblioteca personal22. El vínculo es tentador, pero
en realidad imposible de demostrar. Sea como fuere, tiene razón Hernández Muñoz
(2020a: 232, n. 10), al considerar que ambas, la Políglota y la Aldina, son «dos edi-
ciones casi contemporáneas», y que «el espíritu colaborativo y abierto que impregnó
la empresa de la Políglota hace posible que existieran relaciones entre ambos proce-
sos editoriales».

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21
Sobre el BH MS 23, vid. De Andrés (1974: 221-226), Hernández Muñoz & Martínez Manzano (2019), y Jesus
(2020: 733-735).
22
Es el caso del incunable Complutense del Psalterion aldino (BH I-281, f. [150]r), mencionado arriba en la nota
6, que Martínez Manzano (2021: 311-321) consideró que debe de haber sido utilizado para el texto Complutense
del Psalterion. Antes, Hernández Muñoz (2020: 238 n. 30) había ya referido la necesidad de considerar otras
fuentes además del manuscrito Complutense BH MS 23, después de detectar en él la falta de una línea editada
en la Poliglota (y también en la Aldina).
378 Jesus, Carlos A. M. CFC (g): Estudios griegos e indoeuropeos 32, 2022: 367-379

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