El Tunel (Par Leer)
El Tunel (Par Leer)
El Tunel (Par Leer)
(ERNESTO SABATO)
CAPITULO 11:
Aquella noche Castel sale a la avenida Corrientes, la zona más ajetreada
de la ciudad de Buenos Aires. Recuerda que al principio del relato se
propuso narrar los hechos con imparcialidad, y por eso confiesa que,
aquella vez, el desprecio que suele sentir por la humanidad se
suspendió momentáneamente.
CAPITULO 12:
A la mañana del día después de su primer encuentro, Juan Pablo llama
a la casa de María y se entera que ella se fue al campo. Inmediatamente,
empieza a conjeturar sobre por qué se fue, decepcionado por no poder
verla. Le avisan que María dejó una carta en la casa y él va a buscarla.
Cuando llega, un criado lo hace pasar a una sala llena de libros. Allí se
encuentra con un hombre ciego, quien se presenta como el
señor Allende, esposo de María.
Castel está impactado. No sabía que María estaba casada y lo sorprende
la actitud de Allende, que lo trata cordialmente y sin aparentar ninguna
sospecha. Este hombre le entrega a Juan Pablo la carta de María, que
contiene estas palabras: “yo también pienso en usted”. Allende le habla
a Castel de María, de cómo ella suele confundir impulsos con urgencias.
Después le cuenta que ella se fue a la estancia familiar de su primo
Hunter, persona que Juan Pablo conoce y desprecia. El pintor no ve la
hora de salir de allí y avisa que debe irse. Mientras sale de la casa, se
pregunta a sí mismo: ¿qué comedia abominable es esta?
CAPITULO 13:
En este capítulo, Castel desarrolla todas sus conjeturas sobre lo que ha
pasado hasta ahora. Empieza analizando el primer llamado telefónico,
cuando surgieron sus primeras sospechas. Cree entender ahora por qué
la mucama que lo atendió vaciló cuando él preguntó por la “Señorita
Iribarne”, dado que María es una mujer casada. Sin embargo, como no
lo corrigió, Juan Pablo deduce que la empleada debe estar
acostumbrada, lo que significa que María debe recibir este tipo de
llamadas con frecuencia.
CAPITULO 14:
En este capítulo breve, Castel cuenta que los días siguientes a este
descubrimiento son agitados. Quiere saber cuándo volverá María de la
finca y le envía una carta desesperada, preguntándole por su regreso y
pidiéndole que lo llame en cuanto esté en Buenos Aires. Cuenta
también que en esos días tiene un sueño en el que visita, de noche, una
casa vieja y solitaria que le resultaba familiar, como si allí se
conservaran los recuerdos de su infancia. En el sueño, se siente por
momentos perdido en la oscuridad, acechado por enemigos
escondidos. Al despertarse, comprende que, en este sueño de temor y
alegría, la casa representa a María.
CAPITULO 15
CAPITULO 16
Juan Pablo cuenta que durante más de un mes se vieron con frecuencia.
Recuerda esos días como maravillosos y horribles a la vez. María visita
su taller regularmente. Allí, se suceden escenas similares a las del
fósforo, en las que Castel duda de su amor. Es entonces cuando quiere
poner a prueba su vínculo a través del acto sexual. Pero esto solo le trae
más dudas: Castel cree que María finge el placer y eso lo angustia y lo
llena de sospechas.
CAPITULO 18:
Como Juan Pablo quiere saber si hubo otros como él, saca a la luz un
nombre: Richard. Esta persona, nos enteramos por la conversación,
tuvo una relación con María en el pasado y se suicidó. Castel quiere
saber si ella lo amaba y María le responde que no, que solo se sintió
atraída por su lado oscuro y destructivo, como a veces le atrae la
muerte. También le dice que Richard se parecía un poco a Juan Pablo,
pero solo en su parte negativa. Castel nos admite que no le preocupaba
tanto Richard, de quien algo sabía, como lo hacían las personas
desconocidas que ella no mencionaba pero que él creía que existían.
CAPITULO 19:
Continúa este capítulo con otra conversación, esta vez sobre el esposo
de María, Allende. Castel quiere saber si alguna vez lo amó y si lo ama
todavía. María nota que este diálogo entorpecido ya lo tuvieron muchas
veces de forma casi idéntica. En efecto, Castel la interroga para saber
hasta qué punto María es capaz de engañar. La presiona entonces hasta
que ella admite que todavía tiene relaciones sexuales con su marido,
aunque no lo desea. Entonces Juan Pablo deduce que María hace lo
mismo con él. Mientras ella llora en silencio, Castel quiere herirla y la
acusa de estar engañando a un ciego.
CAPITULO 20:
Por momentos, Juan Pablo reconoce que tiene una mente retorcida
que lo condiciona negativamente. Después considera que este modo
de razonar es su refugio, que le permite aclarar sus ideas y emociones.
Veremos más adelante cómo este razonamiento se confunde muchas
veces con la locura, sin que el personaje sea del todo consciente de
esta confusión.
Cuando por fin puede hablar con María, no puede hallar una
explicación que justifique la imperiosa necesidad que siente de estar
con ella. Se pone a pensar, pero entiende que no hay nada que
razonar, que ha seguido un instinto. Esto demuestra hasta qué punto
Castel es víctima de su propia mente, que en verdad lo engaña,
haciéndole creer que todo es razonado con imparcialidad, cuando el
verdadero sentido de las cosas en realidad se le escapa.
Asimismo, este primer encuentro con María nos anticipa qué tipo de
vínculo tendrán estos personajes. Castel la toma con violencia y le
grita, se muestra impaciente con ella y, como veremos, la pone a
prueba constantemente. Estos rasgos evidencian una relación
violenta, afectada por la misoginia y el machismo.
12 ASTA 16:
Vemos de nuevo en estos capítulos el modo en que la trama avanza a
través de la introspección del protagonista. Castel admite que su
pensamiento tiene una forma rebuscada pero lo defiende, porque cree
que la realidad es más compleja de lo que parece.
Juan Pablo reconstruye los hechos como un mal detective, que acomoda
las pistas para que mejor encajen en sus conjeturas. De todas las opciones
posibles elije la que mejor se condice con su visión nihilista del mundo.
Castel confunde verdades con intuiciones, como cuando está seguro de
haber descubierto en María una sonrisa burlona que no llegó a ver.
¿Creemos en sus conjeturas o suponemos que su percepción distorsiona
la realidad?
La actitud esquiva de María nos hace dudar. Puede ser que haya algo
de cierto en las acusaciones de Castel. Sin embargo, también podemos
analizar este comportamiento de María como un acto de resistencia
frente a la violencia verbal y física de Juan Pablo. Ella intenta
desmontar las teorías paranoicas de Castel para no someterse a su
visión del mundo, que lo coloca a él en un lugar de superioridad, el de
alguien que busca un amor absoluto, y a ella en condición de
inferioridad, de quien manifiesta la maldad intrínseca de las personas.
Podríamos afirmar que Castel tiene una idea errónea del amor. Él
reconoce no saber del todo qué significa el amor verdadero, aunque se
lo demanda a María constantemente. Si el amor se trata de un lazo
que rompe momentáneamente las barreras existentes entre las
personas, el modo en que Castel busca el amor de María, mediante
desconfiados interrogatorios, demuestra que aquel lazo es
completamente ilusorio.