Inimputabilidad Por Trastorno Mental
Inimputabilidad Por Trastorno Mental
Inimputabilidad Por Trastorno Mental
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INTRODUCCIÓN.............................................................................................................................
2. OBJETIVOS................................................................................................................................10
2.1. GENERAL.......................................................................................................................10
2.2. ESPECIFICOS.................................................................................................................11
4. REFERENTES TEÓRICOS........................................................................................................14
La situación del inimputable frente a las garantías derivadas del principio de culpabilidad
15
5. METODOLOGIA........................................................................................................................29
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5.3. METODO DE INVESTIGACIÓN..................................................................................29
5.4. FUENTES........................................................................................................................30
6. CONCLUSION............................................................................................................................31
REFERENCIAS...............................................................................................................................32
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INTRODUCCIÓN
responsabilidad objetiva. Es por ello, que como consecuencia para que un imputado sea
sancionado con una pena debe existir los factores de antijuridicidad, atipicidad y culpabilidad.
Dentro del desarrollo de este trabajo nos enfocaremos en uno de estos factores, teniendo la falta
Por esta razón el Código Penal Colombiano, dispone dos tipos de sanción: la pena que se
aplica a los sujetos imputables y la medida de seguridad en el caso de los sujetos inimputables.
Las personas inimputables sin duda alguna tienen una sanción distinta, dado el fin de la
medida de seguridad, el cual va más allá de castigar o condenar al imputado por la comisión del
delito, pues, esta busca la curación, tutela, y rehabilitación del mismo. Con base a ello, la
trastorno mental, tomando como referencia el tratamiento jurídico que se le dio al caso del Sr.
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Deivis José Banquez Julio, autor del crimen cometido en la humanidad del presbítero Luis
Alfonso León Pereira, cuyos hechos tuvieron lugar en la ciudad de Montería, el día 15 de agosto
En este contexto, se considera conveniente abordar el tema objeto de estudio para así tratar las
jurídico penal colombiano y las condiciones de centros especializados para este fin dentro del
caso planteado objeto de estudio, que tuvo ocurrencia el día 15 de agosto de 2015 en la Parroquia
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1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACION
La Ley 599 de 2000 Código Penal Colombiano, trae consigo una distinción respecto de los
sujetos objetos de sanción penal; a partir del artículo 33 del Código Penal Colombiano se define
que existirán unos sujetos especiales a quienes se les aplicarán medidas de seguridad en razón de
acuerdo a su condición son tratados como inimputables de acuerdo con el Código Penal
permitiendo, en algunos eventos que estas personas paguen su culpa fuera del ambiente
carcelario, dejando expuestos a la ciudadanía de que estas personas vuelvan a cometer delitos,
quizás sin determinarse si lo realizan con dolo o por causa de su enfermedad mental.
En cuanto al dolo, el artículo 22 del Código Penal colombiano lo define así: “Dolo. La
conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y
que frente al inimputable no puede indagarse sobre el dolo o culpa con el cual pudo haber
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de determinación. Si el dolo es la realización del hecho típicamente antijurídico, conocido y
Una formulación similar puede hacerse en relación con la culpa, porque si bien en el
delito culposo el agente no desea la producción de un daño, debe conocer y querer la conducta
negligente.
Queda claro que a los inimputables no se les pueden imponer penas, por cuanto su
conducta se realiza sin culpabilidad y la fórmula del artículo 12 del Código Penal – CP proscribe
toda forma de responsabilidad objetiva. El hecho de ser autores materiales de un ilícito no les
endosa forma alguna de responsabilidad subjetiva, presupuesto esencial de la culpa y el dolo. Sin
embargo, como lo establece el artículo 9º del CP, su conducta es punible y, por lo tanto, objeto
de una medida punitiva. Se dirá que las medidas de seguridad no representan una punición o
sanción.
en el Código Penal (Ley 599 de 2000) y asumir una posición más indulgente, en apariencia
proteccionista, frente al inimputable. Sin embargo, ese fantasma ronda oculto en muchas de las
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Según, Trespalacios J. G., (2005) descartada la finalidad retributiva de las medidas de
seguridad, se observa que otro fundamento pueda tener ellas distinto de la necesidad de
pues, de la medida de seguridad, como también de la clase y duración de esta (Trespalacios J. G.,
2005)
medidas constituyen una forma de sanción social y que la distinción entre penas para los
imputables y medidas de seguridad para los inimputables, necesita una mayor diferenciación en
los contextos reales. Por ejemplo, un hecho ocurrido en el año 2015 en la ciudad de Montería, y
que lleno de impotencia tanto a la justicia como a la ciudadanía, fue el asesinato del presbítero
Luis Alfonso León, a manos del Sr. Deiby José Banqueth Julio, una persona con problemas de
drogas y otros vicios, cuya adicción lo llevo a un estado mental de esquizofrenia que acabó en
minutos con la vida del cura. Este crimen tan sonado, fue el detonante para analizar en primer
segundo lugar, la inexistencia normativa en lo que respecta a las condenas de estos individuos
el sujeto al tiempo del hecho, de suficiente amplitud, gravedad y afectación de las esferas
dimensión que el sujeto está en incapacidad de elaborar una representación psíquica de su ilicitud
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o de elegir alternativas de actuación al tenor de su inteligibilidad. Y Cuando se predica que un
sujeto es inimputable, se está emitiendo un juicio de valor sobre el sujeto autor (Trespalacios J.
G., 2005).
En el caso crimen del presbítero León, su victimario fue declarado inimputable, pues
según el Juez Primero Penal de Montería se comprobó su estado de esquizofrenia y que cometió
el delito bajo los efectos de sustancias psicoactivas, razón por la cual no fue enviado a la cárcel,
ha dado a la condición de responsable de la muerte del presbítero León, quien padece demencia y
cuya condición patológica es permanente. En su momento el hombre quien por su condición fue
declarado inimputable debía ser enviado a un centro para enfermos mentales a cumplir su medida
que él, al igual que muchos otros en el departamento de Córdoba, fueron enviados a cumplir con
esta medida fuera del departamento de Córdoba, pues el centro penitenciario (INPEC), alegando
dicha institución, que son la EPS, a quienes le corresponde crear centros especiales para
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enfermos mentales, en los cuales sean llevados los inimputables a cumplir la sanción penal y a
transitorio con base patológica o aquellos que no padezcan trastorno mental se les
artículo 79 faculta al juez penal, previo dictamen de experto oficial, para suspender o
Constitucional , 2018)
Por todo lo anterior, la problemática que se plantea en este estudio, y que busca no los
vicios jurídicos que pudieron haberse presentado, sino, el tratamiento que tanto la institución
carcelaria como las EPS les dan a las personas que son declaradas inimputables por su condición
mental, especialmente, cuando esta es permanente, y que al regresar a sus casas pueden volver a
cometer los mismos tipos de delitos, representando así, un peligro para la familia y para la
sociedad. O como el caso que se expone, en unas condiciones de salud, alimentación, ambiental
desfavorables que atentan contra la vida del inimputable, violándole así sus derechos
fundamentales.
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1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA.
trastornos mental - caso del Sr. Deiby José Banqueth Julio, autor del asesinato del presbítero
responsabilidad penal por el delito cometido, garantizando que se cumpla el fin de la medida de
seguridad sin afectar los derechos fundamentales del sujeto inimputable, teniendo en cuenta que
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2. OBJETIVOS
2.1. GENERAL.
trastornos mental - caso del Sr. Deiby José Banqueth Julio, autor del asesinato del presbítero
2.2. ESPECIFICOS.
- Identificar la responsabilidad que tiene El Estado Colombiano sobre las penas que deben
cumplir las personas inimputables.
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3. ESTADO DEL ARTE
una revisión documental virtual en buscadores virtuales, Redalyc, Dialnet y Scielo, a través del
buscador inimputable, sanción penal para inimputables por trastornos mentales y se encontraron
(1998), titulado: El trastorno mental como causal de inimputabilidad en el nuevo código penal.
El autor señala, que el primer caso es para aquellas personas con trastorno mental permanente,
por lo cual debe ser internado en un establecimiento psiquiátrico o clínico, privado o público en
donde reciba atención especializada. El máximo de la pena será de 20 años y el mínimo, según el
artículo 70 del Código Penal Colombiano, será de acuerdo con cada caso. En los casos en los
que el inimputable no tiene un trastorno psicológico sino una edad de incomprensión del delito
será recluida en un centro de enseñanza o centro de estudio especial. Allí recibirán no una
que dependerá de la decisión del juez, el cual determinará su grado de culpabilidad (Betancur,
1978).
desde el punto de vista médico legal” en la cual empleo la evision literaria para exponer su
concepcion del trato diferencial para sancionar a los inimputables por causas mentales cuando
comenten delitos.
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La imputabilidad significa capacidad para delinquir. Es el legislador quien fija las
condiciones que debe reunir un sujeto para ser considerado inimputable y es el juez
Así mismo, existe una condición en aquellas personas con defectos mentales de
inteligencia y de voluntad, por lo que no están conscientes de sus actos que se conoce
voluntad puede ser causa de inimputabilidad, por lo que, es inimputable aquel sujeto
Cuando se analizan los fenómenos criminales, hay que distinguir entre criminalidad,
objeto o entidad, y crimen: un hecho individual tal y como se comete que no obedece
persona que directamente recibe la agresión criminal. Todos estos elementos, además
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4. REFERENTES TEÓRICOS
1. Este contenido del principio de culpabilidad se debe en gran parte a las concepciones
causalistas ele la teoría del delito, según las cuales dolo o culpa son formas o elementos de la
culpabilidad. De ahí entonces que el terreno ganado en el último tiempo por el finalismo y otras
teorías no causalistas, haya traído consigo un nuevo contenido del principio, no limitado, en
consecuencia, a la exigencia de dolo o culpa, en la medida que éstos dejaron de entenderse como
integrantes de la culpabilidad. Así, desde esta perspectiva se habla de este principio haciendo
referencia a la culpabilidad como elemento del delito, esto es, al juicio de reproche personal que
se dirige al autor por la realización de un hecho típico y antijurídico, o como dice Jescheck, “El
principio de culpabilidad significa que la pena criminal debe sólo fundarse en la constatación de
que puede reprocharse el hecho a su autor”. (Sotomayor, A., 1984).
Desde este punto de vista el principio de culpabilidad contiene una serie de garantías
específicas, las cuales se suelen expresar en forma de subprincipios, formulados básicamente en
dos proposiciones: no hay pena sin culpabilidad y la pena no puede sobrepasar la medida de la
culpabilidad.
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a). Principio de responsabilidad personal o de personalidad: En virtud de este principio,
se prohíbe el castigo de una persona por un hecho ajeno.
d). Principio de responsabilidad por el hecho: Según el cual, nadie puede ser castigado
por su carácter o forma de ser o por su conducción de vida, sino sólo por sus actos.
La situación del inimputable frente a las garantías derivadas del principio de culpabilidad:
No obstante, lo dicho anteriormente, el principio de culpabilidad ha traído otra consecuencia, sin
duda menos plausible pero no por ello menos importante. Nos referimos al hecho de que, bien
sea que se parta del libre albedrío o de la motivación, la culpabilidad ha generado una división de
los sujetos: por un lado, los "capaces de culpabilidad" o imputables y, por otro, los "incapaces de
culpabilidad" o inimputables (Sotomayor, A., 1984).
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concentrado casi exclusivamente en el elemento "culpabilidad", ámbito del cual, obviamente, ha
quedado por fuera la problemática de los sujetos considerados "incapaces de culpabilidad". Sin
embargo, a poco que se observe el tratamiento jurídico diferencial en claro desmedro de los
derechos del inimputable, quien queda prácticamente desprotegido frente a las sanciones que se
le imponen, cuando precisamente por su condición deberían reconocérsele mayores o por lo
menos iguales garantías que al imputable. En este sentido puede decirse inclusive que el
concepto tradicional de imputabilidad ha significado en la práctica un verdadero fraude para el
inimputable, pues su situación dentro del sistema penal resulta agravada, antes que atenuada.
Con razón entonces ha dicho Muñoz Conde, siguiendo a Haffke, que el principio de
culpabilidad sólo ha podido desplegar su eficacia protectora a costa de la desprotección del autor
"incapaz de culpabilidad", quien de esta forma ha quedado a merced del terror, de la
instrumentalización y de la manipulación de las llamadas medidas de seguridad y mejora:
"cuanto más proteja el concepto de culpabilidad, menos protegidos estarán quienes no tienen la
suerte de ser culpables". Dado entonces que, pese al principio de culpabilidad o como
consecuencia del mismo, el inimputable es también controlado por el derecho penal, cabe
preguntarse si realmente es cierto que éste no responde penalmente (Muñoz Conde, 1982).
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TRATAMIENTO JURÍDICO DE LA INIMPUTABILIDAD PENAL POR TRASTORNOS
MENTAL PERMANENTE DENTRO DEL ARTICULO 29 DEL CÓDIGO PENAL, QUE
DICE QUE EL SUJETO DEBE SOMETERSE A UNA MEDIDA DE SEGURIDAD.
proveniente de la teoría del derecho, la respuesta sobre la responsabilidad penal del inimputable
debe ser distinta a la tradicional. Ciertamente, según Kelsen se es responsable en la medida que
Dado que difícilmente puede sostenerse que las medidas de seguridad no son sanciones,
(injusto) genera como consecuencia una sanción (medida de seguridad). Si el inimputable es, en
definitiva, penalmente responsable (como inimputable), lo es, repetimos, del hecho cometido,
conducta contraria al ordenamiento jurídico; en derecho penal, por tanto, tal conducta no puede
razón del hecho realizado sino sólo por la peligrosidad del sujeto, como es comúnmente aceptado
por un importante sector de la doctrina: Significa no sólo confundir entre medidas predelictuales
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y postdelictuales, sino también entre el presupuesto y la justificación o fundamento de las
mismas.
lo constituye la inclusión del sujeto en uno de los supuestos de "estado peligroso" (mientras que
la "justificación" la ofrece la "peligrosidad social" del sujeto, en el sentido otorgado por Ferri a la
expresión), en relación con las medidas postdelictuales el presupuesto no puede que ser otro que
pertenencia al ámbito del derecho penal, como es unánimemente admitido (Ferri, 1933).
que está en condiciones plenas de no volver a cometer una conducta punible. Sin embargo, las
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como medida de aseguramiento. Por su parte, a las personas inimputables se aplican medidas de
seguridad.
Si es permanente, se interna en una entidad especializada para su atención. Dicha pena será de
años y mínimo de lo necesario para cada caso y sin exceder la pena máxima para el delito que se
trate.
3años.
La cuestión de regular un tratamiento penal especial para la persona que se halla afectada
de alguna condición psiquiátrica particular y que incurrió en una conducta delictiva se consagra
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inimputabilidad. Las figuras legales específicas que pueden originar una calificación de
inimputabilidad son el trastorno mental y la inmadurez psicológica. Éstas, junto con las que se
el deseo el legislador de establecer una nosología psiquiátrica desde el punto de vista jurídico.
El nuevo Código Penal establece una serie de principios y dispositivos relacionados con
las medidas aplicables a los sujetos inimputables. El artículo 5º define el alcance de las medidas
Este artículo supone que el Estado ofrece al inimputable los medios y mecanismos
punibilidad: Conducta punible. Para que la conducta sea punible se requiere que sea típica,
antijurídica y culpable. La causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del
resultado. Para que la conducta del inimputable sea punible se requiere que sea típica,
2000)
responsabilidad a que se refiere el artículo 32. La punibilidad del inimputable remite a las
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medidas de seguridad y no a las penas corrientes, por cuanto la inimputabilidad excluye la
culpabilidad. El artículo encierra una contradicción insalvable, pues al tiempo que declara que
para que la conducta sea punible debe ser, además, culpable, decreta que la conducta del
imponer penas por conductas realizadas con culpabilidad. Queda erradicada toda forma de
inimputable, con base en el dictamen de un perito siquiatra, y por medio de la cual se busca la
curación, tutela y rehabilitación del acusado. Según el artículo 69 del Código Penal son medidas
de seguridad:
3. La libertad vigilada.
de carácter oficial o privado, se le impone al inimputable con trastorno mental permanente, tiene
un término máximo de duración de 20 años y un mínimo que dependerá del tratamiento que
requiera el paciente. En todo caso, el máximo de duración no podrá exceder el término fijado
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para la pena privativa de la libertad del respectivo delito. Dicha medida se podrá suspender
rehabilitada. También es aplicable al inimputable por trastorno mental transitorio con base
patológica, sin embargo, en este caso, el término máximo de duración será de 10 años.
Uno para los imputables, que son las personas que al momento de realizar el hecho punible lo
comportamiento y de orientarlo conforme a esa comprensión. Y otro, para los inimputables, que
son los individuos que al momento de cometer el delito no pueden comprender la ilicitud de su
conducta ni pueden determinarse de acuerdo con esa comprensión, por su inmadurez sicológica o
Esta diversidad de regímenes explica, a su vez, que las penas y medidas de seguridad en
el ordenamiento colombiano tengan tanto similitudes como diferencias. Así pues, se advierte que
las dos tienen fines de protección social, toda vez que buscan evitar que quien cometió un hecho
típico y antijurídico reitere su conducta. De igual manera, implican una restricción de derechos
derivada de la comisión de dicho injusto y, por lo tanto, están sometidas a las garantías
constitucionales propias del derecho penal. En ese sentido, esta Corporación ha señalado que, por
Sin embargo, una de las diferencias que existe entre dichas figuras es que las penas
tienen, entre otras, una finalidad retributiva, de la cual están desprovistas las medidas de
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seguridad, pues resultaría contrario a la dignidad humana y a la libertad (CP artículos 1° y 28)
castigar a quien no logra comprender la ilicitud de su comportamiento. Por ello, al referirse a los
fines de las medidas de seguridad, esta Corporación ha señalado que éstas, no tienen como fin la
las reglas de grupo. La prevención que aquí se busca es la especial. De acuerdo con este objetivo
se conforma su contenido.
Otra cosa es que, por su carácter fuertemente aflictivo, también tenga efectos
fijaban términos mínimos y máximos indeterminados de duración para las medidas de seguridad,
penal respectivo sino de la duración que tome el tratamiento. Ahora bien, la rehabilitación
siquiátrica no tiene topes mínimos de duración, sino que depende en cada caso del tratamiento
particularmente con el valor y derecho a la libertad, el internar a un inimputable más tiempo del
concluyó:
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recuperación de la libertad por parte de los inimputables no está condicionada a un cierto término
embargo debe orientarse por el dictamen -no vinculante- del médico especialista.
así como de los pactos internacionales sobre la materia -ratificados por Colombia-, a un trato
relativa y gradual.”
podrá durar más tiempo del estrictamente necesario para la curación del inimputable.
Cabe señalar que los inimputables pertenecen al grupo de las personas en condición de
discapacidad física, sensorial y psíquica y, por lo tanto, el trato que la sociedad y el Estado debe
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dispensarles no es el de “igual consideración y respeto” sino el de “especial consideración,
respeto y atención” (CP art. 47), precisamente por su misma condición y en obedecimiento a los
principios de respeto a la dignidad humana y de solidaridad, sobre los cuales se edifica el Estado
El caso de DEIVIS JOSE BANQUEZ JULIO, autor del crimen cometido al presbítero
identificado como LUIS ALFONSO LEON PEREIRA, cuyos hechos tuvieron lugar en la ciudad
Banquez Julio fue condenado; sin embargo, su responsabilidad penal en este caso tuvo vicios en
cuanto al ser declarado Banquez como persona inimputable por trastorno mental permanente, y
(INPEC) dar cumplimiento al fallo judicial emitido por el Juzgado Primero Penal de Montería,
la realidad es que esta recae sobre el Sistema de Salud Nacional, delegando así la responsabilidad
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a la EPS a la que se encuentre afiliado el Sujeto condenado, siendo estas entonces, quienes
suministran al inimputable tanto el lugar donde deberá ser internado como el tratamiento clínico
que amerita.
En el caso de Banquez, se pudo ver que, desde su condena hasta el momento del fallo de
Y Carcelario de Montería “Cárcel las Mercedes”, muy a pesar que desde el momento de la
ocurrencia de los hechos, así como las etapas previas del proceso, se pudo corroborar que este
Banquez era un sujeto inimputable a simple vista, lo cual fue corroborado por el informe pericial
Psiquiátrico Forense, informes de policía judicial e incluso historia clínica del señor Banquez, y
pudo conocer que Banquez Julio fue trasladado por el INPEC a la ciudad de Barranquilla a un
centro de atención psiquiátrico del Sistema de Seguridad Social en Salud, liderado por la EPS del
señor, otorgándole así el tratamiento clínico de acuerdo a la Ley 599 del 2000, en la cual están
las funciones de las medidas de seguridad son la protección, curación, tutela y rehabilitación del
inimputable. Por lo anterior, queda claro que se excluye de las funciones de la medida de
seguridad la retribución por el acto cometido, lo cual se materializa en los artículos 70, 71, 72,
74, 75, 76 y 77, ya que en todos estos casos es claro que cuando la persona se encuentre
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rehabilitada, sin importar el tiempo, cesará la medida, e inclusive, si el trastorno mental es
transitorio, no habrá lugar a medida de seguridad alguna; de igual manera cuando el trastorno
mental transitorio es con base patológica pero la misma ya ha desaparecido al momento de dictar
Otra de las más claras materializaciones de estas funciones, es el hecho de que todos los
artículos que imponen límites máximos a las medidas de seguridad, establecen también que el
mínimo dependerá de las necesidades de asistencia o tratamiento de cada caso.
De esta manera, el ordenamiento jurídico renuncia a retribuir al inimputable por la
conducta cometida y se compromete con su curación y rehabilitación, por lo que en ningún caso
se podrá internar a un inimputable por más tiempo del necesario para lograr su recuperación. (…)
El segundo de los principios, está consagrado en el mismo Código Penal, en su artículo
12, y establece que:
“Solo se podrá imponer penas por conductas realizadas con culpabilidad. Queda
erradicada toda forma de responsabilidad objetiva, por lo que es evidente que la
responsabilidad de los inimputables no podrá ser objetiva”. (Ley 599, 2000, art. 12)
Así, en lo atinente a las funciones de la medida de seguridad, encontramos un problema, y
es que toda vez que el mismo tiene como finalidad establecer un límite mínimo para las medidas
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de seguridad, sin tener como criterio la valoración de la situación del inimputable sino
limitándose al tiempo de internación o de cumplimiento de la medida de seguridad.
Lo antes expuesto vulnera claramente las funciones de la medida de seguridad, ya que la
rehabilitación y curación del inimputable pasan totalmente a segundo plano y parece asignársele
una nueva función: la función retributiva. Así, el inimputable deberá asumir la medida de
seguridad, aun cuando ya no la necesite, atendiendo a la gravedad de la conducta cometida, lo
que no encuentra fundamento en las funciones de la medida de seguridad según Sentencia C-107
de 2018 (Corte Constitucional , 2018)
En este orden de ideas, el único criterio válido para delimitar el mínimo de las medidas de
seguridad es la recuperación del inimputable, pero bajo ningún supuesto será un criterio
temporal, ya que el mismo es incompatible con las funciones que se desprenden de estas
medidas.
Ahora bien una vez el condenado cumpla con el término establecido en el fallo judicial,
este debe ser puesto en libertad, inclusive si aún no se ha rehabilitado a nivel psíquico, caso en el
cual el Estado debe garantizarle el tratamiento especial que requiera a través del Sistema de
Salud en calidad de disminuido psíquico puesto dejaría al cumplir la sanción punitiva su calidad
inimputable no se hubiere rehabilitado a nivel psíquico, sería objeto tratamiento especial por
parte del Estado, ya no como inimputable sino como disminuido psíquico, asegurando la
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presencia de un representante legal; El desenlace de estos casos es muy diferente: los sujetos que
a partir del cumplimiento de su condena dejan de ser inimputables bajo la vigilancia del estado,
pasan a ser pacientes de un sistema de salud que los abandona a su suerte, con la orden de seguir
tomando medicamentos, los cuales en muchos casos no son otorgados a tiempo, o simplemente
no son entregados.
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5. METODOLOGIA
La investigación que se propone en esta Monografía es Jurídica básica, porque si bien tiene como
objeto el estudio del Derecho, la creación de nuevo conocimiento; para el profesor Lara Sánchez
(1991) será básica o pura cuando se otorga primacía al tratamiento de la información de los
conceptos de carácter jurídico (normas jurídicas, jurisprudencia y doctrina), por lo general se
utiliza una orientación metodológica de orden teórico y el método sería teórico-deductivo
Es un estudio de tipo jurídico - descriptivo, ya que se desea aplicar el método analítico a un tema
jurídico, es decir, consiste en descomponerlo en tantas partes como sea posible (Dávila, s.f.).
Esto implica que el tema debe ser, salvo que se persiga otro fin, muy bien delimitado, también es
propositivo puesto que se busca plantear las fallas de los sistemas o normas sobre las medidas de
seguridad aplicadas a los sujetos inimputables por trastorno mental permanente y la
responsabilidad que tienen el Estado en cuanto a la seguridad y tratamiento clínico que se les
debe otorgar.
solucionado jurídicamente, pero que deja un gran vacío ante la seguridad y el tratamiento médico
que debe dársele a los sujetos inimputables por trastorno mental permanente en el cumplimiento
de su medida de seguridad. Es por ello, que al deducir sobre los vicios que tienen las
conclusiones que se conviertan en juicios que sirvan para hacer un llamado sobre dicha
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problemática, que hoy por hoy tiene a muchos inimputables por trastorno mental permanente
cumpliendo sus penas lejos de su residencia, y de su familia porque los centros psiquiátricos
5.4. FUENTES.
Las fuentes primarias de esta investigación están dadas en el caso del asesinato del
presbítero León Valencia en la ciudad de Montería, en el año 2015, a manos de Deivis Jose
Las evidencias de estas fuentes son la sentencia condenatoria emitida por el Juzgado
Primero Penal del Circuito de Montería, Córdoba, y las respuestas a los requerimientos
jurídica colombiana con respecto a las sentencias hechas a inimputables por trastorno mental
permanente, ubicándonos en el caso concreto de Deivis Jose Banquez Julio, quien asesinó al
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Estas técnicas también incluyen la sentencia emitida por el Juzgado Primero Penal del
Circuito de Montería, córdoba, y las respuestas a las tutelas presentadas por la responsable de
este trabajo investigativo, que sirvieron para conocer más a fondo dicho caso y aclarar dudas
32
6. CONCLUSION
ningún tipo de control ni seguimiento al respecto, en la mayoría de los casos no cuentan con
apoyo familiar que se haga cargo de su cuidado, dificultando de esta forma la misma
“El Estado adelantará una política de previsión, rehabilitación e integración social para
Si bien la ejecución de las medidas de seguridad está sujeta a la coordinación del juez de
ejecución de penas y el tratamiento de los inimputables por trastorno mental está a cargo del
sistema general de seguridad social en salud, aunque el Código de Procedimiento Penal también
prevé que si el inimputable queda a disposición de los parientes, estos se deben comprometer a
y medidas de seguridad o cuando este los requiera, quien, de conformidad con el artículo 468 del
de las medidas de seguridad, de oficio o a solicitud de parte, previo concepto de perito oficial.
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comprender o disponer voluntariamente sobre sus derechos en el proceso penal, como se puede
la celebración de preacuerdos y negociaciones, las cuales requieren que el sujeto sea plenamente
REFERENCIAS
34
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legal . Revista de Medicina Legal , 32(2). Obtenido de
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