UNIDAD N 2 - Guia n2 PERSONAL SOCIAL 2 SEC. 2022

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ASIGNATURA: DPCC

Enfoque transversal: IGUALDAD DE GÉNERO


ALUMNO (A): _____________________
_______________________ N.º _______
PROFESOR(A): Pamela Laos Buttá
UNIDAD N°2
FECHA: ___/ ____/____ AÑO: 2° SEC.
GUÍA DE APRENDIZAJE N° 2

Aprendo a conocerme

Las personas se diferencian por la conciencia que tiene cada una de sí misma. Ser consciente
de sí implica saber qué se siente y se piensa, cómo se razona y se relaciona uno con los demás.
Este conocimiento le brinda al ser humano confianza y cierto grado de libertad para
desenvolverse en su medio social, desarrollarse como persona y tomar decisiones importantes
para la vida.
Aprender a conocernos nos permite fijarnos metas y orientar nuestra vida hacia ellas,
evitando de esa manera que otras circunstancias ajenas a nuestra voluntad definan lo que
seremos en el futuro.

El autoconcepto
El autoconcepto es la percepción que cada uno tiene de sí mismo; se forma a partir de las
experiencias y las relaciones con el medio social.
Las personas más cercanas (padres, hermanos, profesores, amigos) tienen un papel
importante en la formación del autoconcepto, pues nos proyectan imágenes de nosotros
mismos que nos sirven como guía a la hora de decidir qué hacer o ser en el futuro.
El autoconcepto se desarrolla desde la niñez. Alrededor de los 8 años, los niños empiezan a
formarse un autoconcepto más realista, ya que adquieren una mayor capacidad para valorar
sus características y habilidades
personales. Por ejemplo, pueden aceptar que son buenos haciendo ciertas cosas, mientras que
no son tan hábiles para otras.
Durante la adolescencia se aprenden habilidades para establecer un autoconcepto propio,
independiente de las opiniones de los demás. Los chicos y chicas pueden identificar y analizar
las nuevas capacidades cognitivas y físicas que han desarrollado.

53 años formando en fe, sentimiento y solidaridad


La autoestima
El autoconcepto que una persona tiene de sí misma es muy
importante para el desarrollo de la autoestima. La autoestima es
el valor que nos asignamos y que está relacionado con cuánto nos
aceptamos y qué tan satisfechos estamos con nosotros mismos.
Mientras más claro y positivo sea nuestro autoconcepto,
lograremos consolidar una mejor autoestima.
Las personas con autoestima fortalecida tienen más confianza en
sus capacidades, se esfuerzan por conseguir sus objetivos,
reconocen sus errores y saben que pueden superarlos porque
cuentan con el apoyo y la comprensión de quienes las rodean.
Por el contrario, las personas con autoestima debilitada tienen
menores posibilidades de éxito debido a que tienen una pobre
opinión de sí mismas, así como sentimientos de tristeza o
frustración que generan en ellas una actitud derrotista. Se puede
afirmar entonces que la
autoestima es una dimensión integral que involucra no solo lo que
sabemos de nosotros mismos (aspecto cognitivo), sino también los
sentimientos que ello nos produce (aspecto afectivo) y cómo se
proyecta en nuestro comportamiento (aspecto actitudinal). Por esta razón, nuestro nivel de
autoestima determina nuestro desempeño.

La identidad personal
La identidad personal es una concepción que implica ser conscientes de que tenemos
características propias y que somos personas únicas en el mundo. Esta idea, que se va
desarrollando desde la infancia, se convierte en un tema fundamental durante la
adolescencia.
La identidad expresa una relación: cada quien se relaciona consigo mismo y se reconoce como
la misma persona pese a los cambios que experimenta en su vida. Ese es el caso de los
adolescentes, que se van dando cuenta de lo que son y de lo que los distingue de los demás
a pesar de que sienten muchos cambios corporales y emocionales. Están construyendo su
identidad.

La identidad sexual y los roles de género


La identidad sexual es uno de los componentes más importantes de la identidad de los seres
humanos. Viene a ser la expresión final de la sexualidad de la persona como varón o como
mujer, tanto en relación con los estereotipos culturales que influyen en el comportamiento
de cada uno de los sexos como con la conducta sexual en sí misma.
Los roles de género son conductas específicas que la sociedad ha designado para el varón y
para la mujer. Estos roles se activan cuando confluyen factores como las características
personales, las ideas del grupo social, las pautas de educación, entre otros. Por influencia de
estos factores, los niños y niñas no solo aprenden definiciones culturales de masculinidad o
feminidad, sino que las asocian con el sexo al que pertenecen. Los roles de género, en muchos
casos, refuerzan estereotipos, como, por ejemplo, que los varones no deben mostrar sus
emociones o que las mujeres deben ser sumisas. Es decir, afectan la equidad entre hombres
y mujeres.

53 años formando en fe, sentimiento y solidaridad

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